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Introducción Los depósitos sedimentarios expuestos a lo largo de las barrancas del río Luján, en la ciudad homóni- ma de la provincia de Buenos Aires, se consideran como la localidad tipo para los estudios geológicos y paleontológicos del Cuaternario tardío del noreste de la región pampeana. Las clasificaciones y deno- minaciones de las unidades estratigráficas propues- tas para esas sucesiones se han utilizado para corre- lacionar con otras de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba y del norte de Uruguay y sur de Brasil, a lo largo de más de un siglo. Sin embargo, las nomenclaturas que se han establecido han dado lu- gar a la proliferación de diferentes esquemas de or- denamiento estratigráfico, realizados en general so- bre la base de cronologías relativas. Se han utilizado indistintamente terminologías formales e informales para la denominación de las unidades estratigráficas a escala local, así como sinonimias para las correla- ciones regionales, con progresivos errores de signifi- AMEGHINIANA (Rev. Asoc. Paleontol. Argent.) - 46 (2): 373-390. Buenos Aires, 30-07-2009 ISSN 0002-7014 ©Asociación Paleontológica Argentina AMGHB2-0002-7014/09$00.00+.50 1 CIC. Laboratorio Mineralogía y Petrología. Museo de La Plata. Universidad Nacional de La Plata. Paseo del Bosque s/n, 1900 La Plata. [email protected] 2 CONICET. Laboratorio Paleoecología y Palinología, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional de Mar del Plata, Funes 3250, 7600 Mar del Plata, Argentina. [email protected] 3 Facultad de Ciencias Naturales y Museo y Ciencias Agrarias y Forestales- UNLP. LATYR. Museo de La Plata. Paseo del Bosque s/n, 1900 La Plata. [email protected] CONICET. LATYR. Museo de La Plata. Universidad Nacional de La Plata. Paseo del Bosque s/n, 1900 La Plata. (Falleció el 31/06/08). Análisis de las nomenclaturas y de los esquemas estratigráficos del Pleistoceno tardío-Holoceno en la cuenca del río Luján, Buenos Aires, Argentina Adriana BLASI 1 , Aldo R. PRIETO 2 , Enrique FUCKS 3 y Aníbal FIGINI Key words. Stratigraphic nomenclature. Late Pleistocene-Holocene. Luján River. Argentina. Palabras clave. Nomenclatura estratigrafía. Pleistoceno Tardío-Holoceno. Río Luján. Argentina. Abstract. LATE PLEISTOCENE- HOLOCENE STRATIGRAPHIC NOMENCLATURE AND SCHEME ANALYSES AT THE LUJÁN RIVER BASIN, BUENOS AIRES, ARGENTINA. The sedimentary deposits exposed in cutbanks along the Luján River are considered to be the late Quaternary type locality for geological and paleontological studies of the northeastern Pampas of Argentina. The stratigraphic nomenclatures and sequences proposed for over a century have been used to correlate with sedi- mentary successions from other regions of Argentina, north of Uruguay and south of Brazil. This long history abounds in mistakes and misinterpretations, and the result is evident in the current stratigraphic nomenclature ‘chaos’. In order to understand the stratigraphic meaning and the geochronological placement of the units referring to the late Pleistocene-Holocene period, a critical historical study of the antecedents was carried out, evaluating the meaning of the terms assigned to the different units. The information is organized into three periods: 1847–1920, 1920–1960, and 1995–2005. A geo-chronometric scale that sets the temporal frame for the continental and marine deposits known as Lujanense, Platense and Querandinense in its type-locality was made. The validity of some of the terms currently in use was analyzed, and the following was proposed: (1) to leave behind the both formal and informal stratigraphic terms in use for the area, (2) to define stratigraphic schemes through the description of depositional units limited by unconfor- mities, their lithofacies and facies differences (3) to carry out numerical dating and, (4) to avoid the creation of strati- graphical nomenclatures that are not in accordance with the current normatives. Resumen. Los depósitos sedimentarios expuestos en las barrancas del río Luján en la ciudad homónima constituyen, para los estudios geológicos y paleontológicos del noreste de la región pampeana de Argentina, la localidad tipo del Cuaternario tardío. Las nomenclaturas y esquemas de ordenamiento estratigráfico propuestos a lo largo de más de un siglo, se han utilizado para correlacionar con otras sucesiones sedimentarias de Argentina, norte de Uruguay y sur de Brasil. Las progresivas modificaciones y la creación de nuevos esquemas, han causado el caos estratigráfico actual. Con el objetivo de comprender el significado estratigráfico y la ubicación geocronológica de las unidades referidas al lapso Pleistoceno tardío – Holoceno, se realizó una revisión histórica de los antecedentes evaluando el significado de los tér- minos asignados a las diferentes unidades. La información se ordenó en tres períodos, que comprenden los intervalos 1847–1920, 1920–1960 y 1995–2005. Se construyó una escala geocronométrica para establecer un marco temporal para los depósitos sedimentarios continentales y marinos, frecuentemente denominados Lujanense, Platense y Querandinense en la localidad tipo. Se analizó la validez actual de los términos y se propuso (1) abandonar las deno- minaciones estratigráficas formales e informales en uso para el sector (2) definir esquemas estratigráficos mediante la descripción de unidades depositacionales limitadas por discontinuidades, sus litofacies y diferencias faciales, (3) reali- zar dataciones numéricas y (4) evitar la creación de nomenclaturas estratigráficas que no cumplan con las normativas vigentes.

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Introducción

Los depósitos sedimentarios expuestos a lo largode las barrancas del río Luján, en la ciudad homóni-

ma de la provincia de Buenos Aires, se considerancomo la localidad tipo para los estudios geológicos ypaleontológicos del Cuaternario tardío del norestede la región pampeana. Las clasificaciones y deno-minaciones de las unidades estratigráficas propues-tas para esas sucesiones se han utilizado para corre-lacionar con otras de las provincias de Buenos Aires,Santa Fe y Córdoba y del norte de Uruguay y sur deBrasil, a lo largo de más de un siglo. Sin embargo, lasnomenclaturas que se han establecido han dado lu-gar a la proliferación de diferentes esquemas de or-denamiento estratigráfico, realizados en general so-bre la base de cronologías relativas. Se han utilizadoindistintamente terminologías formales e informalespara la denominación de las unidades estratigráficasa escala local, así como sinonimias para las correla-ciones regionales, con progresivos errores de signifi-

AMEGHINIANA (Rev. Asoc. Paleontol. Argent.) - 46 (2): 373-390. Buenos Aires, 30-07-2009 ISSN 0002-7014

©Asociación Paleontológica Argentina AMGHB2-0002-7014/09$00.00+.50

1CIC. Laboratorio Mineralogía y Petrología. Museo de La Plata.Universidad Nacional de La Plata. Paseo del Bosque s/n, 1900 LaPlata. [email protected]. Laboratorio Paleoecología y Palinología, Facultad deCiencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional de Mar delPlata, Funes 3250, 7600 Mar del Plata, [email protected] 3Facultad de Ciencias Naturales y Museo y Ciencias Agrarias yForestales- UNLP. LATYR. Museo de La Plata. Paseo del Bosques/n, 1900 La Plata. [email protected]

CONICET. LATYR. Museo de La Plata. Universidad Nacional deLa Plata. Paseo del Bosque s/n, 1900 La Plata. (Falleció el31/06/08).

Análisis de las nomenclaturas y de los esquemas estratigráficos del Pleistoceno tardío-Holoceno en la cuenca del río Luján, Buenos Aires, Argentina

Adriana BLASI1, Aldo R. PRIETO2, Enrique FUCKS3 y Aníbal FIGINI

Key words. Stratigraphic nomenclature. Late Pleistocene-Holocene. Luján River. Argentina.

Palabras clave. Nomenclatura estratigrafía. Pleistoceno Tardío-Holoceno. Río Luján. Argentina.

Abstract. LATE PLEISTOCENE- HOLOCENE STRATIGRAPHIC NOMENCLATURE AND SCHEME ANALYSES AT THE LUJÁN RIVER BASIN,BUENOS AIRES, ARGENTINA. The sedimentary deposits exposed in cutbanks along the Luján River are considered to bethe late Quaternary type locality for geological and paleontological studies of the northeastern Pampas of Argentina.The stratigraphic nomenclatures and sequences proposed for over a century have been used to correlate with sedi-mentary successions from other regions of Argentina, north of Uruguay and south of Brazil. This long history aboundsin mistakes and misinterpretations, and the result is evident in the current stratigraphic nomenclature ‘chaos’. In orderto understand the stratigraphic meaning and the geochronological placement of the units referring to the latePleistocene-Holocene period, a critical historical study of the antecedents was carried out, evaluating the meaning ofthe terms assigned to the different units. The information is organized into three periods: 1847–1920, 1920–1960, and1995–2005. A geo-chronometric scale that sets the temporal frame for the continental and marine deposits known asLujanense, Platense and Querandinense in its type-locality was made. The validity of some of the terms currently in usewas analyzed, and the following was proposed: (1) to leave behind the both formal and informal stratigraphic terms inuse for the area, (2) to define stratigraphic schemes through the description of depositional units limited by unconfor-mities, their lithofacies and facies differences (3) to carry out numerical dating and, (4) to avoid the creation of strati-graphical nomenclatures that are not in accordance with the current normatives. Resumen. Los depósitos sedimentarios expuestos en las barrancas del río Luján en la ciudad homónima constituyen,para los estudios geológicos y paleontológicos del noreste de la región pampeana de Argentina, la localidad tipo delCuaternario tardío. Las nomenclaturas y esquemas de ordenamiento estratigráfico propuestos a lo largo de más de unsiglo, se han utilizado para correlacionar con otras sucesiones sedimentarias de Argentina, norte de Uruguay y sur deBrasil. Las progresivas modificaciones y la creación de nuevos esquemas, han causado el caos estratigráfico actual. Conel objetivo de comprender el significado estratigráfico y la ubicación geocronológica de las unidades referidas al lapsoPleistoceno tardío – Holoceno, se realizó una revisión histórica de los antecedentes evaluando el significado de los tér-minos asignados a las diferentes unidades. La información se ordenó en tres períodos, que comprenden los intervalos1847–1920, 1920–1960 y 1995–2005. Se construyó una escala geocronométrica para establecer un marco temporal paralos depósitos sedimentarios continentales y marinos, frecuentemente denominados Lujanense, Platense yQuerandinense en la localidad tipo. Se analizó la validez actual de los términos y se propuso (1) abandonar las deno-minaciones estratigráficas formales e informales en uso para el sector (2) definir esquemas estratigráficos mediante ladescripción de unidades depositacionales limitadas por discontinuidades, sus litofacies y diferencias faciales, (3) reali-zar dataciones numéricas y (4) evitar la creación de nomenclaturas estratigráficas que no cumplan con las normativasvigentes.

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cado. Estos términos, sucesivamente modificados, sehan ido incorporando a las nuevas publicaciones.Esta compleja situación también está vinculada conel progresivo cambio de conceptos sobre el tiempogeológico y sus divisiones, con la diversidad de no-menclaturas y la clasificación “dual” de los depósitosbasada en el contenido paleontológico y las caracte-rísticas litológicas. Esta situación coincide principal-mente con la transición del siglo XIX al XX. Todo es-to ha causado confusión en el significado estratigrá-fico y en la ubicación geocronológica de las unidadesreferidas al lapso Pleistoceno tardío – Holoceno e in-certidumbres en la correcta ubicación estratigráficade los fósiles, principalmente de vertebrados. Tonniet al. (1985) reconocieron que los datos estratigráficosde los fósiles ingresados en la División Paleontologíade Vertebrados del Museo de La Plata siguen “el es-quema estratigráfico de Ameghino, con el agregadode adaptaciones ad hoc” y por lo tanto no son de uti-lidad “en estratigrafía mamaliana”. Por su parte,Frenguelli (1950:54) señaló que los “…errores estrati-gráficos a menudo fincaron sobre una errónea inter-pretación cronológica de sus fósiles, especialmentede los restos de mamíferos contenidos en diferentespuntos de un mismo horizonte. A menudo, se funda-ron pisos teóricos sobre especies singulares y no so-bre el carácter de conjuntos faunísticos; o simple-mente sobre el grado evolutivo de sus diferentes fau-nas, sin considerar las relaciones paleogeográficas yni siquiera las condiciones geográficas de los diferen-tes ambientes que en ellos se pudieron desarrollar”.

Fidalgo et al. (1975) realizaron el primer ordena-miento estratigráfico y la correlación entre las dife-rentes unidades del Cenozoico continental y marinode la provincia de Buenos Aires y con aquellas defi-nidas para la cuenca del río Luján. Una revisión es-tratigráfica de las nomenclaturas del Cenozoico con-tinental de la provincia de Buenos Aires fue realiza-da recientemente por Zárate (2005), sin discutir losalcances de los términos utilizados para designar alas unidades propuestas en el área del río Luján parael lapso Pleistoceno tardío – Holoceno.

Según Fidalgo et al. (1975) la falta de subdivisio-nes litoestratigráficas formales y la dificultad de rea-lizar correlaciones entre litofacies de aspecto muy si-milar entre la gran mayoría de las “unidades mama-líferas” de Argentina, constituyeron las razones porlas cuales Pascual et al. (1965) propusieron una divi-sión del Cenozoico tardío continental en Edades-ma-mífero. Estas están basadas en el contenido de aso-ciaciones únicas de taxones, que se infiere, han coe-xistido durante un intervalo restringido del tiempogeológico. Así se creó la Edad-mamífero Lujanenseasignable convencionalmente a la culminación delPleistoceno (Pascual et al., 1965; Marshall y Pascual,1978; Marshall et al., 1984) y que incluye la mastofau-

na del Lujanense y Bonaerense, “….porque los ma-míferos que se hallan en ambas no presentan dife-rencias que justifiquen alguna escisión…” (Pascual etal., 1965: 181). De esta manera, el término Lujanense(Ameghino, 1908) que tenía un carácter esencialmen-te bio y litoestratigráfico, se utilizó también para de-signar una Edad-mamífero que abarca un rango tem-poral mayor, contribuyendo a aumentar la confusiónnomenclatural. La denominación de “edad” sobre labase de restos fósiles no está recomendada por elCódigo Argentino de Estratigrafía (CAE, 1992: 47).

Con el objetivo de comprender el significado delos términos asignados a las diferentes unidades ge-ológicas y los cambios en los esquemas de ordena-miento estratigráfico para los depósitos sedimenta-rios continentales y marinos en la cuenca del ríoLuján para el lapso Pleistoceno tardío - Holoceno, de-nominados más frecuentemente como Piso Luja-nense (Ameghino, 1889), Piso Platense (Doering,1882) o Lujanense y Platense (Ameghino, 1908) y PisoQuerandino (Doering, 1882), se realizó una revisiónhistórica de las propuestas estratigráficas y un análi-sis de las nomenclaturas utilizadas desde mediadosdel siglo XIX. Para ello se consideraron las diferen-cias y semejanzas y el grado de desarrollo del cono-cimiento geológico durante cada contexto temporal.Por otra parte, se vincularon las unidades estratigrá-ficas definidas en la cuenca del río Luján con aquellaspropuestas por Fidalgo et al. (1973a; 1973b) para lacuenca inferior del río Salado, porque es el esquemaestratigráfico más utilizados en la región pampeanaen la actualidad. Se construyó una escala geocrono-métrica para el Pleistoceno tardío – Holoceno. Se pro-puso sustituir para el sector las denominaciones es-tratigráficas formales e informales cuyo significadoimplica confusiones nomenclaturales o cronológicas,tan arraigadas en los estudios geológicos y paleonto-lógicos del Cuaternario tardío de la provincia deBuenos Aires, por unidades de depositación delimi-tadas por discontinuidades dentro del SubcicloSedimentario Pleistoceno-Holoceno definido porZarate (2005) y utilizando dataciones numéricas.

Historia de las nomenclaturas estratigráficasutilizadas en la cuenca del río Luján (localidad tipo) para el Pleistoceno tardío -Holoceno y su significado a través del tiempo

Para analizar en profundidad los antecedentes ge-ológicos del área del curso medio-inferior del ríoLuján (figura 1) se ordenó la información y la discu-sión en tres períodos, en el marco de los conocimien-tos geológicos desarrollados desde mediados del si-glo XIX hasta principios del siglo XXI. Para ello seconsideró la influencia que estos términos ejercieron

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en los trabajos sucesivos y las progresivas modifica-ciones que se realizaron en los esquemas estratigráfi-cos como resultado de un mayor número de obser-vaciones de campo, de los nuevos conceptos geo-morfológicos y estratigráficos y de las dataciones nu-méricas. Para discutir la información estratigráfica dela localidad tipo, se la agrupó en unidades continen-tales y marinas.

Primer período (1847 - 1920)

Los primeros estudios en la localidad de Lujánfueron realizados por Francisco J. Muñiz, quién vivióen la Villa de Luján entre 1828 y 1848 (Muñiz, 1847).Posteriormente, con la fundación de organismoscientíficos, como la Academia Nacional de Cienciasen 1869 y la Sociedad Científica Argentina en 1872, sepromovieron investigaciones de sesgo naturalista lasque aportaron nuevas contribuciones (Zeballos, 1876,Zeballos y Reid, 1876; Ameghino, 1880-1881, 1884;1889, 1908; Doering, 1882; Outes, 1905; Rovereto,1914; Roth, 1920) y que constituyen hasta la actuali-dad una referencia obligada para los estudios geoló-gicos del Cuaternario de la cuenca del río Luján.

Durante gran parte del siglo XIX la división de lahistoria geológica de la Tierra se realizaba en perío-dos y sus formaciones. Así, el Neozoico estaba con-formado por las formaciones post-pliocenas yRecientes (Lyell, 1866) o por los terrenos Cua-ternarios y modernos (Vilanova y Piera, 1872: 588),sin embargo existían diferencias de clasificación y denomenclaturas entre las diferentes escuelas geológi-cas. En este sentido uno de los propósitos que alentóla organización del Primer y Segundo CongresoInternacional de Geología, realizados en Paris en1878 y en Bolonia en 1881, respectivamente, fue el deprocurar la estandarización de las nomenclaturas es-tratigráficas y paleontológicas, además de clasifica-ciones, esquemas, símbolos de mapas y perfiles enuso (Ellenberger, 1999; Vai, 2004). El criterio europeoacerca del anarquismo nomenclatural fue puesto demanifiesto en la frase “...a battle of words which con-founds the mind, creates disgust for such studies, and th-reatens us with irremediable confusion” (Ellenberger,1999).

A mediados del siglo XIX los terrenos se definie-ron a través del estudio de sus rocas y éstas a partirde “caracteres”, que de menor a mayor importancia,eran el carácter mineralógico, el estratigráfico y el pa-leontológico. Este último era considerado el verdade-ro carácter geológico y respecto del cual debía fun-darse la edad relativa y absoluta de las rocas (Lyell,1851:163; Vilanova y Piera, 1872: 315-318). Las divi-siones estratigráficas se efectuaron según las varia-ciones verticales de los depósitos y su ubicación tem-poral relativa según la superposición de los estratos(Lyell, 1851:163).

Las diferentes unidades litológicas en los perfilessedimentarios y estratigráficos sintéticos de las ba-rrancas del río Luján y de otros ríos del noreste de laprovincia de Buenos Aires, fueron ordenadas tempo-ralmente en coincidencia con la posición altimétricaalcanzada por cada una. Como se utilizaron diferen-tes términos estratigráficos (formación, terreno, ban-da, banco y/o capa y horizonte y/o piso), hemos rea-

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Figura 1. I, Mapa de ubicación de la cuenca hidrográfica del ríoLuján. II, Ubicación de los perfiles geológicos o sitios menciona-dos en el texto. 1, Cantera Fosilífera (Zeballos y Reid, 1876); 2,Corte del arroyo Marcos Díaz (Zeballos y Reid, 1876); 3, Paso deAzpeitía (Ameghio, 1880-1881); 4, Tiro Federal (Frenguelli, 1920);5, Paso de la Virgen (Ameghino, 1889); 6, Molino Bancalari oMolino Viejo de Luján (Ameghino, 1880-1881, 1884, 1889); 7,Puente de la Tropa (Frenguelli, 1945); 8, Molino de Jáuregui(Roveretto, 1914) / I, location map of the hydrographical basin of theLuján River. II, location of the geologic profiles and sites mentioned inthe text: 1, Cantera Fosilifera (Zeballos y Reid, 1876); 2, Corte del arro-yo Marcos Díaz (Zeballos y Reid, 1876); 3, Paso de Azpeitía (Ameghio,1880-1881); 4, Tiro Federal (Frenguelli, 1920); 5, Paso de la Virgen(Ameghino, 1889); 6, Molino Bancalari o Molino Viejo de Luján(Ameghino, 1880-1881, 1884, 1889); 7, Puente de la Tropa (Frenguelli,1945); 8, Molino de Jáuregui (Roveretto, 1914).

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lizado una descripción de los mismos para compren-der el alcance dado a cada uno, en el contexto del co-nocimiento geológico de la época y sobre esta basetratar de comprender los términos utilizados por losdiferentes autores. Asimismo, realizamos una actua-lización de las nomenclaturas de los taxones mencio-nados en las citas textuales (tabla 1) y la reproduc-ción fotográfica de las láminas y figuras de las publi-caciones originales, con sus respectivas leyendas.a) formación (en minúscula). Fue utilizado por(Ameghino (1880-1881) y Doering (1882). Fue defini-do como toda asociación de rocas que tienen un ca-rácter común ya sea en origen, edad o composición(Lyell, 1866:15). Según Vilanova y Piera (1872: 314-315) “…se aplica a todo conjunto de materiales quedeben su origen a una misma causa, cualquiera quesea la época en que ésta ha obrado...” y que “…soloes un accidente sin valor cronológico”. Tal vez poresta razón, a partir de 1884, Ameghino (1884:11) leagregó un adjetivo de implicancia cronológica y acla-ró su correspondencia con las denominaciones utili-zadas anteriormente (por ej. formación Cuaternariaque corresponde al Pospampeano Lacustre; forma-ción del Plioceno Superior que corresponde alPampeano Lacustre (Ameghino, 1884:161) (tabla 2). b) Terreno. Fue mencionado con mucha frecuenciaen la literatura y se señala, en algunos casos, que es-tá constituido por capas o bancos (Muñiz, 1847;Zeballos y Reid, 1876; Ameghino, 1880-1881). SegúnVilanova y Piera (1872: 315) “...comprende al conjun-to de masas minerales formados durante un períodogeológico, sin tener en cuenta la naturaleza de la cau-sa a que deben su origen” y que “...el terreno repre-senta el elemento cronológico, siendo sinónimo deépoca geológica o de algunas de sus divisiones”.Ameghino (1880-1881: 579) lo utilizó en este sentido,ya que definió al “terreno pampeano lacustre” comolas acumulaciones producidas en lo que denominó“época de los grandes lagos”.

c) Banda, Banco y/o Capa. Se refieren a las acumula-ciones definidas sobre la base del color, la litología yel contenido faunístico y que constituyen o integranlos Terrenos o formaciones (Muñiz, 1847; Zeballos yReid, 1876; Ameghino, 1880-1881). Son sinónimo deestrato (Lyell, 1866:15). d) Horizonte y/o Piso. Se refiere a los niveles inte-grados por una o varias capas reconocidas dentro delos Terrenos o formaciones y se caracterizan por unmismo carácter sea éste mineralógico u orgánico.Villanova y Piera (1872:340) expresaron que “…comono siempre es fácil encontrar reunidos en un solopunto todos los componentes de uno mismo (se re-fiere al Terreno)...”, “… de aquí la necesidad de divi-dir el terreno en grupos y estos en pisos...”. Según losantecedentes analizados los horizontes o pisos se ca-racterizaron por su identidad litológica y faunística(Doering, 1882; Ameghino, 1884, 1889).

Los depósitos sedimentarios continentales que seobservan en los valles fluviales, cañadas y bajos, in-mediatamente por debajo del suelo (Tierra Vegetalde los naturalistas del siglo XIX) y/o de los aluvionesmodernos, fueron denominados Creta Blanca(Muñiz, 1847), Tierra con Infusorios (Zeballos y Reid,1876) y posteriormente Pospampeano Lacustre(Ameghino, 1880-1881) (tabla 2). Si bien se contabacon algunas descripciones como espesor, color y con-tenido biológico, fue Ameghino (1880-1881) quien lesasignó un origen lacustre-palustre sobre la base delalto contenido de restos de conchillas de moluscos deagua dulce y de carbonato de calcio. Para el mismotiempo, Doering (1882) los denominó Piso Platense(Diluvial superior) y los describió como depósitospospampeanos lacustres de la cuenca del Plata y delrío Salado [“…marga gris cenicienta de Luján,Mercedes, Cañada de Rocha, etc. con AmpullariaD'Orbignyana, Paludestrina parchappi, Paleolama meso-litica, para los depósitos lacustres del río Salto conLagostomus diluvianus, Cervus diluvianus y para lamarga calcárea gris blanquecina de la cuenca del ríoSauce Chico”, Doering, 1882:499] (tabla 2). La deno-minación de formación cuaternaria o PostpampeanoLacustre fue usada por Ameghino en 1884 quién co-rrelacionó a esos depósitos con el Piso Platense deDoering (Ameghino, 1884:161, 167), expresión queluego utilizó desde 1889 hasta 1908. A partir de éstaAmeghino comenzó a denominarlos con el nombrede Platense (Ameghino, 1908:420), término que pos-teriormente utilizó Rovereto (1914) (tabla 2).

Por debajo de estos depósitos, Muñiz (1847) des-cribió un Terreno Fosilífero integrado, de abajo haciaarriba, por un “lecho de guijo” que sirve de asiento aun depósito de “caracoles” o “lecho coquillier” se-guido por una arena gruesa que se interpone entreéstos y una “capa de marga amarillenta (marga fla-vescens o Flavescens)” “…depositaria de cuadrúpe-

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Figura 2. Lámina original publicada en Zeballos y Reid (1876).(Tamaño original 21 x 9 cm) / original plate after Zeballos and Reid(1876). (Original size 21 x 9 cm).

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dos de especies extinguidas” (Muñiz, 1847: 42).Asimismo, refirió la existencia de una “banda infe-rior” o “capa de marga ferruginosa”, que apoya so-bre otro “lecho guijoso”. Tanto los lechos de guijarroscomo las capas margosas sólo fueron reconocidospor el autor en las cañadas y hondonadas delDepartamento del Centro (Muñiz, 1847: 31), sin hacerreferencia a las barrancas del río Luján. Señaló que“…se apoyan lateralmente e inferiormente sobre lagreda que forman las lomas laterales” (Muñiz, 1847:44). Por otra parte, Zeballos y Reid (1876) reconocie-ron en la desembocadura del arroyo Marcos Díaz (ac-tual arroyo El Haras) en el río Luján, que a la Tierracon Infusorios le sigue una capa de “tierra pardoamarillosa en unos puntos y parda en otros…” y que“La parda difiere solamente de la pardo amarillosaen el estado de oxidación del hierro, que da a ambassu coloración…”. Describieron además la presenciade “irregularidades” e indicaron que “en la parte su-perior de la tierra parda… existen en dos parajes ca-pas delgadas de tosca rodada depositadas del mismomodo que los guijarros que arrastran los ríos de la ac-tualidad” (Zeballos y Reid, 1876: 317). En el “Cortede la Cantera Fosilífera” (cercanías de la desemboca-dura del arroyo El Haras) se esquematizaron sin em-bargo, como capas diferentes (Zeballos y Reid, 1876:Lámina II) (figuras 1, 2, tabla 2). Ese “corte” fue re-producido por Ameghino (1880-1881:566) quién re-emplazó los nombres por números (figura 3). De es-ta manera, equiparó la capa 3 o Tierra pardo amari-llosa de aquellos autores con sus capas lacustres: ca-pa 3 en el esquema del “corte de la Villa de Luján” ycapas 3, 4, 5, 6 y 7 en el esquema de Paso de Azpeitía(figuras 1, 3, tabla 2). El conjunto de estos depósitos

fue designado “…con el nombre de terreno pampea-no lacustre” (Ameghino, 1880-1881: 579). Lo descri-bió como con “irregularidades” y muy complejo, eindicó que “…en la misma capa numero tres, se veotra capa secundaria de tosca rodadas muy peque-ñas, depositadas en el fondo de la laguna por una an-tigua corriente de agua” (Ameghino 1880-1881: 567)y que se encuentra “…compuesto por una sucesiónde capas de distinto color y naturaleza, conteniendomuchos huesos fósiles, innumerables conchillas yrestos de vegetales...” (Ameghino, 1884:161). Estosmateriales apoyan sobre el pampeano rojo o arcillapampeana roja, (capa 8 y capa 4, Ameghino 1880-1881) o pampeano superior (capa 10, Ameghino,1884) o bonaerense (Ameghino, 1889), (figuras 3, 4).Doering (1882) acuñó el término Piso PampeanoLacustre para definir los depósitos de arcilla gris ver-dosa de Luján portadores de Paludestrina ameghini yAmpullaria australis de edad preglacial y los refirió ala parte superior de la formación Pampeana.Posteriormente Ameghino (1884: 161-164) equiparó alas capas 7, 8 y 9 con el Piso pampeano lacustre deDoering. En tanto a las restantes capas del terrenopampeano lacustre (capas 5 y 6) las correlacionó conel Piso tehuelche o errático de Doering “…por cuan-to se relacionan con la época glacial en nuestro sue-lo...(Ameghino, 1884: 165). La versión original de lafigura del trabajo de Ameghino (1884:160) denomi-nada “Corte de la Barranca del Río Luján, sobre sumargen izquierda, entre el puente y el Molino Viejode Luján” (figura 4), fue reeditada por Torcelli (1916),quien introdujo modificaciones en la nomenclaturade especies y el agregado de términos estratigráficosactualizados entre ellos el de Piso Lujanense para elPampeano Lacustre.

Sin embargo, es recién a partir de 1889, cuandodesignó con los nombres de Piso Lujanense y PisoPlatense a los depósitos del pampeano lacustre y pos-pampeano lacustre en el paso de la Virgen (actualPuente Nuevo, figura 1) (Ameghino, 1889). A partirde 1908, Ameghino (1908: 420) comenzó a denomi-narlo Lujanense. Por ultimo, Rovereto (1914) utilizóla denominación de Bonaerense lacustre o Lujanensepara estos depósitos en la descripción de un perfil alo largo del río Luján entre las localidades deJáuregui y Luján (figura 7). Para este autor, elLujanense está integrado por un sedimento lacustreamarillo verdoso, arenoso y con nódulos del loess delperiodo bonaerense y constituye una facies lacustredel bonaerense (“…che il lujanense é una sostituzioneslaterale del loess del periodo bonaerense, e quinde una fa-cies lacustre di questo, e non un piano cronológicamentedistinto…”, Rovereto, 1914: 81). Rovereto (1914:76-80)refiere el pasaje, discordante entre el Lujanense y elPlatense como el hiatus postlujanense de Ameghino.En este trabajo discute la ubicación temporal del

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Tabla 1. Nomenclatura actualizada de los taxones mencionadosen las citas textuales / update in terms of nomenclature of the taxamentioned in the textual citation.

Nomenclatura original Nomenclatura actualizada

Unio Diplodon

Paludestrina parchappii Heleobia parchappii d'Orbigny

Pleolama mesolítica Lama guanicoe Müller

Lagostomus diluvianus Lagostomus maximus Desmarest

Cervus diluvianus Blastocerus dichotomus Linnaeus

Azara labiata Erodona mactroides Bosc

Paludestrina ameghina Heleobia ameghini Doering

Ampullaria australis Pomacea canaliculata Lamarck

Littoridina Heleobia

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Pampeano (Ensenadense y Bonaerense) en elPlioceno (Ameghino 1880-1881; 1884, 1889, 1908) yplantea la hipótesis de una edad Cuaternaria,(Rovereto, 1914: 86, 93). En este sentido asocia lamorfología de la Pampa con el “ciclo climático cua-ternario”, cuya “importante duración y fenómenosparticulares, habrían ejercido una notable influenciadando lugar a la depositación de varios grupos loés-sicos con el sucederse de las facies glaciales, fluvio-glaciales e interglaciales de los Andes (Rovereto,1914: 89).

Una de las primeras menciones de la existencia dedepósitos marinos en la cuenca del Plata fue realiza-da por Reid et al. (1876) quienes expresaron que“…en el río de las Conchas (actual Río de LaReconquista) las barrancas ostentan capas conchífe-ras y en las cuales los restos se encuentran en posi-ción natural. Compónense de agrupaciones de Azaraque ha vivido en esos mismos sitios en la época en

que se comenzó á formar la capa del terreno aluvio-nal que las cubre”.

Ameghino (1880-1881: 492-494) señaló que “En ladesembocadura del río Luján y río de las Conchasvuelven a presentarse a la vista bancos considerablesde conchas marinas y Azara labiata que remonta elcurso de esos ríos, probando así que el antiguo bra-zo de mar que ocupaba lo que actualmente es el es-tuario del Plata formaba allí una bahía muy entran-te”, que se extendía entre las localidades de Luján yPilar. Doering (1882: 499) definió con el nombre dePiso Querandino a los depósitos cuaternarios o deldiluvial “…marinos y semimarinos con Ostrea yAzara de San Nicolás, Belgrano, Río Matanza, etc.”(tabla 3). Según Ameghino (1884), estos bancos esta-ban “interpuestos entre los bancos de Ampullariapost-pampeanos y el pampeano lacustre sobre elcual descansan” y los correlacionó con el piso que-randino de Doering (1882: 429) (tabla 3). Expresó

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Figura 3. 1, Lámina original publicada en Ameghino (1880-1881) (Tamaño original 10,5 x 5 cm). 2, Lámina original publicada enAmeghino (1880-1881) (Tamaño original 10,5 x 5 cm). 3, Lámina original publicada en Ameghino (1880-1881) (Tamaño original, 14 x 6cm) / 1, original plate after Ameghino (1880-1881) (Original size 10.5 x 5 cm). 2, original plate after Ameghino (1880-1881) (Original size 10.5 x5 cm). 3, original plate after Ameghino (1880-1881) (Original size 14 x 6 cm).

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que no debían confundirse con otros sincrónicos al“periodo de abajamiento que rellenaron los lagospostpampeanos” y “…de una época más moderna ymás pequeña extensión, que deben descansar inme-diatamente encima de los anteriores…” (Ameghino,1884: 169). En 1908, Ameghino (1908: 420) cambió lacorrelación anterior y señaló la existencia de dostransgresiones; una “correspondiente al Lujanense”de edad pliocena y la “trasgresión querandina” parael Cuaternario sincrónica del Platense. Rovereto(1914: 81) expresó que la ingresión llamada porAmeghino interlujanense y que él observó en Pilar,le parece contemporánea a la ingresión querandinacuya fauna se distingue por facies de estuario. Nohemos encontrado en los textos consultados ningunamención por parte de Ameghino de una “transgre-sión interlujanense”.

Es claro que los términos utilizados entre 1847 y1920, aún algunos con las mismas denominacionesque las utilizadas en el actual Código Argentino deEstratigrafía (1992) no tienen el mismo significado.Por lo tanto no se pueden utilizar con la acepción ac-tual, ya que se crearon sobre el carácter mineralógico,estratigráfico y paleontológico de los depósitos. Lasunidades tenían significado bioestratigráfico y litoes-tratigráfico. En general, las descripciones estratigráfi-cas realizadas durante este período, principalmentelas de Ameghino y Rovereto, son hasta la actualidadlas que tienen el mayor detalle y las que claramenteestablecen las relaciones laterales y verticales entrelos depósitos. Las observaciones se vieron favoreci-

das por una mejor exposición de los afloramientosque facilitaron las descripciones a lo largo de seccio-nes en lugar de descripciones puntuales.

Segundo período (1920 - 1960)

Está principalmente referido a la labor realizadapor Frenguelli entre 1921 y 1957 (Frenguelli, 1921,1945a, 1945b, 1950, 1957) en las barrancas de los ríosLuján y Reconquista. El estudio de los depósitos tuvopor finalidad un ordenamiento estratigráfico de lasunidades litológicas y el análisis del contenido dediatomeas como elemento geológico y petrográfico,del Platense (Frenguelli, 1945a, 1945b). Las asignacio-nes cronológicas que realizó están basadas en corre-laciones con aquellas de Europa. Por lo tanto, las eda-des asignadas a cada unidad se presentan sólo con fi-nes informativos.

Entre 1920 y 1937, Frenguelli (1920, 1928, 1932,1936, 1937) realizó una extensa revisión crítica de lasinvestigaciones geológicas en las provincias deCórdoba, Santa Fe, Entre Ríos y el litoral atlántico dela provincia de Buenos Aires. En estas publicacionesexpresó la necesidad de “…una completa revisióndel trabajo hecho sobre la geología de la región pam-peana y las deducciones sobre la edad de estos terre-nos y sus relaciones estratigráficas”, que funda en la“… insuficiente diferenciación de elementos estrati-gráficos” (Frenguelli, 1920: 4). Estos trabajos consti-tuyeron la base de los conocimientos geológicos y ge-

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Figura 4. Lámina original publicada en Ameghino (1884). (Tamaño original: 35x20 cm) / original plate after of Ameghino (1884). (Originalsize 35x20 cm).

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Análisis de los esquemas estratigráficos del río Luján 381

omorfológicos que utilizó a escala regional para ex-trapolarlos a los afloramientos del río Luján.

A partir del conocimiento geológico alcanzado,Frenguelli definió unidades cronoestratigráficas ygeocronológicas y propuso “...una división estrati-gráfica de las formaciones utilizando clasificacionesestratigráficas (pisos) y cronológicas (edades, perio-dos)” (Frenguelli, 1920: 10). En la obra de este autor,se reconoce una gran movilidad de conceptos y utili-zación de nuevos términos estratigráficos. Aplicó eltérmino facies, e indicó “... que las relaciones recipro-cas entre las diferentes formaciones son variables, de-bido a la discontinuidad de los procesos de sedimen-tación en sentido vertical, a los bruscos cambios defacies en un mismo horizonte; en parte finalmentepor los efectos de la denudación regional o local o ge-neral… complicando en forma notable la estratigrafíade la región” (Frenguelli, 1920: 10). En varias oportu-nidades señaló que se han confundido las facies late-rales o los cambios faciales verticales con pisos dife-rentes (Frenguelli, 1932, 1937). Omitió el término pi-so y se refirió a ellos como lujanense, platense (en mi-núscula y cursiva) para diferenciarlos de los anterio-res y, entre paréntesis, la denominación utilizada porotros autores, por ejemplo: platense (“piso platense”Ameghino). En 1936 comenzó a utilizar el términoSerie para reunir los Terrenos y/o formaciones y susPisos. Estos términos tienen el mismo significado queen el período anterior.

Desarrolló el concepto de “ciclos climatéricos”, in-troducido por Rovereto (1914); cada uno integradopor una fase húmeda y una seca anteponiendo el pre-fijo “pre” en la nomenclatura de los pisos de la fasehúmeda (Frenguelli, 1921:8).

Frenguelli describió los depósitos en la localidadtipo en dos oportunidades (Frenguelli, 1921, 1945a),los que fueron esquematizados en tres perfiles geoló-gicos de la terraza baja del río Luján (figuras 5 y 6).En la primera contribución, expresó que sus observa-ciones no diferían de las realizadas por Ameghino(1880-1881, 1889) y Rovereto (1914). Describió con el

nombre de platense a los depósitos fluvio-lacustrescenicientos y con Littoridina, en los perfiles del TiroFederal (cercanías del actual Tajamar), del ex molinoBancalari (actual Puente Nuevo) y del PuenteCarretero (actual Puente de la Tropa) (Frenguelli,1921: 64-69) y en las proximidades de éste(Frenguelli, 1945a: 121) (figura 1). Estos depósitosapoyan en forma discordante sobre el “Lujanenseclásico de Ameghino” y “...corresponden a lagunasde distintas dimensiones y poca profundidad o a cur-sos de agua comunicados en gran parte con estas la-gunas, que le daría su carácter fluvio-lacustre”(Frenguelli, 1945a). Reconoció en estos depósitos zo-nas diferenciadas por el contenido de restos de orga-nismos y sílice organizada, y cuando estos son abun-dantes, los denominó limos tripoláceos. Vaciló anteel intento de modificar la nomenclatura de este piso,en una posible subdivisión en preplatense (platenseclásico) y platense (facies loéssicas equivalente a lacapa d de Doering, definida en Córdoba, [Doering,1907]), pues reconoció que el platense de Doering(1882) y adoptado por Ameghino (1889) como sinó-nimo del pospampeano lacustre, había sido utilizadodesde entonces con significado preciso y constante(Frenguelli, 1928: 95). Aconsejó proponer en contri-buciones futuras un término nuevo para el nivel d deDoering.

Según Frenguelli (1921: 63) el “…lujanense deAmeghino” está constituido por capas alternadasarenosas, fangosas y guijarrosas y representa una fa-cies de aluvión fangoso y que “…en algunos puntosy siempre en la parte superior de esta formación,existen capas y lentes de arcilla o marga verdosa contosquillas calcáreas…idénticos a los depósitos palus-tres del pampeano superior” (Frenguelli, 1921: 65,66). Según el autor, estos depósitos son el resultadode procesos fluvio-lacustres, de edad anterior al bo-naerense. Esta unidad yace en el área del río Luján,sobre la superficie incidida de las facies de aluvionescenagosos que equivale estratigráficamente al hori-zonte “prebelgranense” del Pampeano Inferior

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Figura 5. 1, Lámina original publicada en Frenguelli (1920). (Tamaño original 11x 4 cm). 2, Lámina original, Frenguelli (1920) (Tamañooriginal 6 x 4cm) / 1, original plate after, Frenguelli, (1920) (Original size 11x 4 cm). 2, original plate after, Frenguelli (1920) (Original size 6x4cm).

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(Frenguelli, 1921: 66) y que fue referido con el nom-bre de “pampeano rojo” o “arcilla pampeana roja”(Ameghino, 1880-1881), “pampeano superior o bona-erense” (Ameghino, 1884 y 1889) y a lo que Rovereto(1914) consideró a veces como “bonaerense lacustre”(lujanense) y otras como “ensenadense lacustre”(Frenguelli, 1920: 65) (figuras 3, 4, 7, tabla 2).

Posteriormente, Frenguelli (1928), expresó quenuevas observaciones le permitieron excluir del pre-bonaerense a los depósitos gris verdosos que yacendebajo del Platense y retomar el término Lujanensecon el que denominó a los sedimentos postpampea-nos de las barrancas del arroyo Claromecó y del ríoQuequén Salado, pero con una acepción un tanto di-ferente, mejor definida y que corresponderían “...a lafacies continental (fluvial) del “piso querandino” deDoering (1882) al cual desde un punto de vista estra-tigráfico está íntimamente vinculada” (Frenguelli,1928:21) (tabla 2).

Frenguelli (1937) reconoció dos ingresiones en laprovincia de Buenos Aires. Una de mayor extensiónque denominó Querandinense, cuyos depósitos ubi-có entre el Lujanense y el Platense y otra más limita-da, que representa la finalización de la sedimenta-ción del Platense y cuyos depósitos más conocidosson, según el autor, los “…cordones conchiles”.Posteriormente, a esta última ingresión, a cuyas acu-mulaciones denominó Platense estuarino, la relacio-nó con un episodio regresivo de la trasgresión mari-na Querandinense (Frenguelli, 1950:68, 1957) (tabla3). No hizo mención de las mismas en la cuenca delrío Luján, debido a que sus observaciones se limita-ron al tramo del río en la planta urbana.

A lo largo de su obra, Frenguelli modificó la ubi-cación temporal del Lujanense. Entre 1928 y 1932 loubicó en el Holoceno como el piso basal del post-pampeano inseparable del Platense (Doering 1882),ambos acumulados en la terraza pospampeana, lue-go de una corta fase de reactivación erosiva y porpertenecer a un “mismo ciclo sedimentario” o “...fasede encenegamiento Lujano-Platense” (Frenguelli,1928:128; 1932:94). Estos dos pisos en las áreas del li-toral atlántico fueron reunidos con los depósitos ma-rinos del querandinense (“Piso Querandino” Doe-ring, 1882), bajo la denominación de Prequequense(Frenguelli, 1928: 109-110, 123; 1932:94). El Preque-quense “…reúne el lujanense, querandinense y pla-tense, estos tres subpisos, que entre si muestran rela-ciones mutuas” (Frenguelli, 1920:91) o es “… divisi-ble en tres facies superpuestas, fluvial, estuárica y la-gunar” (Frenguelli 1928: 21). Indicó que el querandi-nense “… no constituye un piso geológico autónomo,sino una facies lateral y sincrónica de la parte supe-rior del Lujanense (Frenguelli; 1936: 109, 1950: 63).

Entre 1936 y 1945 ubicó al Lujanense junto con elQuerandinense (marino) en el Pampiano Superior oNeopampiano, de edad pleistocena y al Platense jun-to con el Cordobense en el Pospampiano o Epi-pampiano, de edad holocena (tabla 2).

En 1950 mencionó que en la “formación Pam-peana” o más correctamente “Serie Pampiana” o bre-vemente “Pampiano”, “… se distinguen dos seccionesla inferior o Pampiano en sentido estricto y otra supe-rior o Postpampiano. La primera representa elPleistoceno y la segunda el Holoceno” (Frenguelli,1950:44). En cada uno de los horizontes en que dividió

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Tabla 3. Esquemas y nomenclatura estratigráfica de las unidades marinas de la cuenca del río Lujan / stratigraphic schemes and nomen-clatures of marine units of the Luján River basin.

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Análisis de los esquemas estratigráficos del río Luján 383

las secciones Pampiana y Pospampiana, supuso un ci-clo climático que comienza con una fase lluviosa y fi-nalizaba con una seca. De esta manera el Pospampeano(Neopampiano más Epipampiano), de edad holocena,quedaba formado por el Lujanense y el Querandinense(fase pluvial cataclimática) y el Platense y elCordobense (fase epipluvial o anaclimática), retoman-do el ordenamiento que había establecido entre 1928 y1932 (Frenguelli, 1950:54-55) (tabla 2). Por último,Frenguelli (1957) expone que con la sedimentación delLujanense “…termina el Pleistoceno argentino”(Frenguelli, 1957:65-66), siendo uno de sus argumentosprincipales, la presencia en estos depósitos de restos demamíferos que en “…su parte principal pertenecen aformas completamente extintas” (Frenguelli, 1957:48).

Las denominaciones propuestas por Frenguellipara la cuenca del río Luján no cambiaron sustancial-mente aquellas de Ameghino. La introducción de al-gunos términos y conceptos nuevos, ha provocadoconfusión sobre la nomenclatura estratigráfica encontribuciones posteriores realizada por otros auto-res, ya sea, por el uso incorrecto de los términos o ci-tas mal realizadas y cuya aplicación se ha extendidoa toda la región pampeana para realizar correlacio-nes. Para 1940 la extensión de la planta urbana de laciudad de Luján y la urbanización de las orillas delrío habían modificado las márgenes aguas arriba yabajo de la antigua población imposibilitando la re-visión de los afloramientos donde Ameghino yFrenguelli realizaron las descripciones originales, yaque la mayoría de los perfiles descritos por esos au-tores habían desaparecido (Frenguelli, 1945 a: 385).

Tercer período (1995 - 2005)

Durante este período se reanudaron los estudiosgeológicos y paleoambientales en la localidad tipo,

con el objetivo de realizar una revisión y actualiza-ción, principalmente en los aspectos sedimentológi-cos, cronológicos y microfosilíferos.

Algunos de estos trabajos se centraron en las ca-racterísticas texturales, mineralógicas y genéticas delos depósitos a partir de numerosos perfiles estudia-dos a lo largo de las barrancas expuestas como con-secuencia del dragado del río Luján (Dangavs y Blasi,1995a, 1995b). Debido a la confusión en la nomencla-tura estratigráfica, en esos trabajos se utilizó el es-quema estratigráfico de Frenguelli (1950) para estaárea y la correlación con el propuesto por Fidalgo etal. (1973 a) y Dillon y Rabassa (1985) para la cuencadel río Salado. También se utilizaron nomenclaturasinformales creadas sobre la base de la coloración delos depósitos como “lujanense verde” y “lujanensecastaño” (Dangavs y Blasi, 1995 a).

En el marco de un estudio de paleomagnetismoambiental, Orgeira et al. (2002; 2003) dieron a cono-cer las características estratigráficas y sedimentoló-gicas de una sucesión atribuida al lapso Pleistocenotardío-Holoceno aflorante en el río Luján (“The LujánRiver section, located 70 km NE of Buenos Aires….”,Orgeira et al., 2003: 260). Basado en el criterio del ca-rácter regional de los depósitos, la misma fue corre-lacionada con otras unidades litológicas expuestasen el arroyo Tapalqué y asignada a las unidades li-toestratigráficas definidas por Fidalgo et al. (1973 a).Sin embargo, las correlaciones parten de un marcoestratigráfico inexacto y no presentan datacionesque las sustenten. Por otra parte se hicieron citas bi-bliográficas incompletas, con pérdida de los párrafossustanciales que hacen al significado del argumentooriginal del autor citado. Así, las citas de Ameghino(1889) y de Frenguelli (1928, 1950, 1957) fueron tras-criptas de manera parcial o errónea, estas últimas to-madas en forma incompleta de Fidalgo et al. (1975:132) lo que condujo a una generalización inapropia-da de la descripción del Lujanense porque no se con-sideraron las diferencias faciales señaladas porFrenguelli (1950).

La primera cronología numérica para el Platenseen la localidad tipo fue realizada por Prieto et al.(2004) quienes además realizaron la reconstrucciónpaleoambiental y paleoclimática para los últimos11.000 14C años, sobre la base de estudios sedimento-lógicos, microfosilíferos y palinológicos. Se recono-cieron dos suelos enterrados (tabla 2) que se correla-cionaron con aquellos identificados en otras áreas dela provincia de Buenos Aires por Fidalgo et al. (1973a) (tabla 4) y Zárate et al. (2000). El paleosuelo másantiguo se desarrolló con anterioridad a ca. 11.000 14Caños y fue correlacionado con el Suelo PuestoCallejón Viejo (Prieto et al., 2004). Sin embargo, algu-nas diferencias con el de las otras áreas, hacen nece-sario nuevos estudios regionales para asegurar esta

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Figura 6. Lámina original, publicada en Frenguelli (1945a)(Tamaño original: 10 x 6 cm) / original plate after Frenguelli (1945a)(Original size 10 x 6 cm).

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correlación y dataciones numéricas en la localidad ti-po donde fue definido.

Toledo (2005) propuso un modelo estratigráficopreliminar, en el marco de la estratigrafía secuencial,para ordenar las unidades litoestratigráficas conti-nentales del Pleistoceno tardío-Holoceno del área delrío Luján. Estableció una secuencia cronológica sobrela base de dataciones radiocarbónicas para elLujanense, que integró a la realizada por Prieto et al.(2004). Propuso tres secuencias depositacionales, de-nominadas de la más antigua a la más nueva“Lujanense Verde Inferior”, “Lujanense Rojo y VerdeSuperior” y “Platense” (tabla 2) separadas por “dis-cordancias regionales causadas por cambios relativosdel nivel de base”. Cada secuencia culmina con un“nivel edafizado” denominados “suelo pre LastGlacial Maximun”, “suelo post LGM” y “suelo postóptimo climático holoceno”. La vinculación de las di-ferentes secuencias depositacionales con los cambios

de nivel de base controlados por las variaciones delnivel del mar debería fundamentarse con estudios anivel de cuenca y diferenciarlas de aquellos produci-dos por cambios climáticos. Estos últimos debierontener gran incidencia durante el Último MáximoGlacial en las cuencas fluviales poco integradas o ensectores de la cabecera y/o superiores de los sistemasefímeros, donde el control eustático no alcanzó a ma-nifestarse (Zavala y Quattrocchio, 2001). Toledo(2005) correlacionó las secuencias depositacionalescon las unidades estratigráficas definidas por Muñiz(1847), Ameghino (1880-1881, 1884, 1889) y con aque-llas establecidas en la cuenca del río Salado porFidalgo et al. (1973a). Las secuencias fueron definidasa partir del estudio de dos secciones, una en el ríoLuján y otra en el arroyo Muñiz, ambas a 5 km al es-te de la localidad de Villa Flandria, que junto con lasobservaciones realizadas por Ameghino (1880-1881,1884, 1889) le permitieron completar una “columnatipo”. Las denominaciones informales de las sucesio-nes no han solucionado el problema nomenclatural yel ordenamiento estratigráfico y hacen difícil la acep-tación de esta columna tipo sin críticas.

En el curso inferior del río Luján, en las inmedia-ciones de Manzanares, Figini (1992) reconoció unasucesión estuárica que atribuyó a la Formación LasEscobas (Fidalgo et al., 1973b), sobre la base de las es-pecies de moluscos y las dataciones numéricas. En eltramo inferior del río Luján y del arroyo de la Cruz,Fucks y De Francesco (2000, 2003), Fucks et al. (2002)y Fucks (2005) identificaron dos unidades litoestrati-graficas correspondientes a dos ingresiones marinascuaternarias que fueron denominadas FormaciónPilar y Formación Campana (Fucks y De Francesco,2003). Estas fueron correlacionadas con los estadiosisotópicos 5e y 1, respectivamente, (tablas 3 y 4).

A pesar de los avances realizados durante este pe-ríodo se ha continuado con: (1) el uso de denomina-ciones informales (2) la tendencia a realizar correla-ciones regionales basadas en escasas observaciones uobservaciones puntuales y (3) la asignación de eda-des relativas a unidades litológicas semejantes, bajo

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Tabla 4. Esquema y nomenclatura estratigráfica de las unidadesde la cuenca del río Salado (Fidalgo et al., 1973a; 1973b) / strati-graphic scheme and nomenclature of units of the Salado River basin(Fidalgo et al., 1973).

Figura 7. Lámina original, publicada en Roveretto (1914) (Tamaño original 50 x 6 cm) / original plate after Roveretto (1914) (Original size50 x 6 cm).

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Análisis de los esquemas estratigráficos del río Luján 385

el supuesto de que todas las sucesiones de la regiónpampeana son correlacionables. La correlación estábasada en datos sin confirmar con dataciones numé-ricas y en reiteradas citas sin consultar las fuentes ori-ginales. Falta aún un ajuste entre las secuencias con-tinentales y marinas que amplíen el trabajo iniciadopor Fucks y De Francesco (2000, 2003).

Vinculación de las unidades estratigráficasdefinidas en la cuenca del río Luján con laspropuestas por Fidalgo et al. (1973a; 1973b) para la cuenca inferior del río Salado

Contrariamente a lo esperado, es fuera de la loca-lidad tipo donde se realizó el mayor número de in-vestigaciones geológicas del Pleistoceno tardío -Holoceno en la provincia de Buenos Aires. Algunasde las secuencias más estudiadas fueron las afloran-tes en la cuenca inferior del río Salado (Fidalgo et al.1973a, 1973b, 1975).

En los cauces y depresiones de la cuenca del ríoSalado los sedimentos fluviolacustres del Pleis-toceno-Holoceno fueron definidos, a partir de sus co-rrelaciones con aquellos de la localidad tipo, comoMiembro Guerrero (Lujanense) y Miembro RíoSalado (Platense), de la Formación Luján (Fidalgo etal., 1973a, 1973b; 1975) (tabla 4). Tal como mencionanlos autores “ Nuestra formación Luján, compuestapor dos Miembros …, abarca lo que es conocido co-múnmente como Lujanense y Platense, ambos de ori-gen fluvial” (Fidalgo et al., 1973a: 38). Posteriormentese le incorporó una unidad litoestratigráfica inferior,el Miembro La Chumbiada (Dillon y Rabassa, 1985),representativa de la porción basal de la FormaciónLuján en el ámbito del río Salado, que según estos au-tores, es claramente distinguible del MiembroGuerrero por su espesor, litología y homogeneidad.Asimismo, en la cuenca del río Salado y para laFormación Luján, se reconocieron y definieron dosunidades pedoestratigraficas denominadas SueloPuesto Callejón Viejo, desarrollada sobre el Miembro

Guerrero de la Formación Luján y la FormaciónPampeano y el Suelo La Pelada sobre los sedimentosdel Miembro Río Salado (Fidalgo et al., 1973a: 35 y 36;Fidalgo et al., 1973b). Este último paleosuelo y elSuelo Puesto Berrondo desarrollado sobre laFormación Las Escobas (Fidalgo et al., 1973b), fueronreunidos en una única unidad con el nombre deSuelo Puesto Berrondo (Fidalgo et al., 1975).

Los atributos litológicos de los MiembrosGuerrero y Río Salado fueron escasamente descriptospor Fidalgo et al.(1973a) y referidos como muy seme-jantes; sin embargo, los autores consideraron conve-niente la separación de la Formación en dos unidadesde menor jerarquía, pese a que “…las característicasmacroscópicas de los sedimentos que las componenpresentan dificultades para ser diferenciadas”, debi-do a la presencia en algunos sectores del SueloPuesto Callejón Viejo y a las diferencias encontradasentre ambas en zonas con mayor potencial morfoge-nético, como las Sierras Septentrionales y Australesde la provincia de Buenos Aires (Fidalgo et al., 1973a:38). Estos aspectos dificultan su contrastación con lasunidades de la localidad tipo aquí analizadas. Así,por una parte, los atributos litológicos del MiembroGuerrero sólo parecen coincidir con la sección supe-rior del Lujanense, cuyas características fueron clara-mente enumeradas en los distintos períodos por losdiferentes autores (entre otros, Ameghino, 1880-1881,1884, 1889; Rovereto,1914; Frenguelli, 1920) y porotra, la similitud de éste con el Miembro Río Saladono parece repetirse en la cuenca del río Luján, dondeel Lujanense es claramente distinguible del Platensesobre la base de sus características litológicas.

Al Miembro Guerrero le asignaron una Edad-ma-mífero Lujanense (Fidalgo et al., 1973 a) que corres-pondería al Pleistoceno superior (Fidalgo et al., 1975).Por su parte, el Suelo Puesto Callejón Viejo fue asig-nado al límite Pleistoceno–Holoceno (Fidalgo, 1992).Sin embargo, su presencia no marca una fase de ab-soluta estabilidad de la superficie ni una completa ce-sación de la depositación (Zárate et al., 2000). El in-tervalo pedogenético se habría iniciado ca. 10.000–

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Figura 7. (continuación / continuation).

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A. Blasi, A.R. Prieto, E. Fucks y A. Figini386

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Tabla 5. Dataciones radiocarbónicas, OCR (a) y OSL (b) en la cuenca del río Luján obtenidas de depósitos marinos (*) y continentales /radiocarbon, OCR (a) and OSL (b) dates from the Luján River basin obtained from marine (*) and continental deposits.

Edad(14C años AP) Lab. número Material datado Coordenadas geográficas

Asignación estratigráfica Referencias

2350 ± 70a ACT# 4282 materia orgánica sin datos Suelo enterrado Orgeira et al., 2002

2950 ± 60 Beta-127752 materia orgánica 34° 34´ 40´´ S 59° 08´ 14´´ O

Suelo PuestoBerrondo Prieto et al., 2004

3350 ± 50 Beta-204604 Pomacea sp. sin datos Platense Toledo, 2005

560 ± 60 Beta-118013 materia orgánica 34° 34´ 40´´ S59° 08´ 14´´ O

Suelo PuestoBerrondo Prieto et al., 2004

6730 ± 50 Beta-127751 Heleobia parchappii 34° 34´ 40´´ S59° 08´ 14´´ O

Platense/ MiembroRío Salado

Formación LujánPrieto et al., 2004

7740 ± 170 LP-1907 Heleobia parchappii 34° 32´ 57´´ S59° 06´ 58´´ O

Facies lagunarPlatense este trabajo

10.040 ± 130 Beta-133459 Heleobia parchappii 34° 34´ 40´´ S59° 08´ 14´´ O

Platense/ MiembroRío Salado

Formación LujanPrieto et al., 2004

10.420 ± 50 Beta-118463 Heleobia parchappii 34° 34´ 40´´ S59° 08´ 14´´ O

Platense/ MiembroRío Salado

Formación LujanPrieto et al., 2004

10.600 ± 170 LP-1888 Pomacea sp 34° 34´ 25´´ S59° 07´ 41´´ O

Facies lagunarPlatense este trabajo

10.620 ± 50 Beta-120516 Heleobia parchappii 34° 34´ 40´´ S59° 08´ 14´´ O

Platense/ MiembroRío Salado

Formación LujanPrieto et al., 2004

10.730 ± 70 Beta-201640 Heleobia parchappii sin datos Base del Platense Toledo, 2005

11.060 ± 60 Beta-118462 Heleobia parchappii 34° 34´ 40´´ S59° 08´ 14´´ O

Platense/ MiembroRío Salado

Formación LujanPrieto et al., 2004

11.160 ± 90 Beta-118461 Heleobia parchappii 34° 34´ 40´´ S59° 08´ 14´´ O

Platense/ MiembroRío Salado

Formación LujanPrieto et al., 2004

32.000 ± 1.400 LP-1537 Diplodon lujanensis sin datos IS2 o Lujanense Rojo Toledo, 2005

37.710 ± 840 Beta-217826 Cyprideis salebrosahartmanni

34° 34´ 08´´ S59° 07´ 29´´ O

Facies fluvialLujanense este trabajo

> 40.000 Beta-198443 Diplodon lujanensis 34° 35´ 00´´ S59° 10´ 30´´ O

IS 4-3 o LujanenseVerde Toledo, 2005

> 40.000 LP-1505 Diplodon lujanensis 34° 35´ 00´´ S59° 10´ 30´´ O

IS 4-3 o LujanenseVerde Toledo, 2005

> 40.000 LP-250 Diplodon lujanensis 34º 27´ S59º 01´ O

Depósito fluvialLujanense Fucks et al., 2005

> 40.000 LP-1733 Helobia ameghinoi 34° 34´ 55´´ S59° 10´ 20´´ O

Facies fluvialLujanense este trabajo

50.400 ± 10.2b UNL-1925 Feldespato 34º 34´ 54 ´´ S59º 10´ 20´´ O

Facies eólicasPampeano Superior-

Piso Bonaerense -Capa 10 (Ameghino,

1884-1889)-Prebelgranense(Rovereto, 1914)

este trabajo

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Análisis de los esquemas estratigráficos del río Luján 387

11.000 14C años AP., pero el tiempo involucrado en eldesarrollo del suelo es desconocido ya que es trans-gresivo temporalmente y su edad varía de acuerdocon la estabilidad geomorfológica del ambiente(Zárate, 2005). En los ambientes fluviales, donde seformaron cuerpos de agua o humedales en las llanu-ras de inundación, el suelo fue rápidamente sepulta-do entre ca. 11.000 y 9000 14C años AP (Figini et al.,1998; Zárate et al., 2000, Prieto, 2000; Prieto et al.,2004). En las zonas bajas próximas a la costa la pedo-génesis fue interrumpida a ca. 6000 - 6500 14C añosAP cuando el mar cubrió esas áreas durante la trans-gresión marina del Holoceno medio (Prieto et al., enprensa). Aquellas áreas que no fueron alcanzadas porel mar, fueron afectadas por el ascenso del nivel debase y la gradación generada en los cauces sepultó alSuelo Puesto Callejón Viejo durante el Holoceno(Prieto et al., en prensa). En cambio, en las áreas in-terfluviales los procesos pedogenéticos dieron lugara los suelos actualmente cultivados (Zárate et al.,2000). Por lo tanto, es necesario poner atención a laubicación geomorfológica de este paleosuelo, paraevitar interpretaciones erróneas en referencia a laubicación temporal del Lujanense y del Platense.

El esquema propuesto por Fidalgo et al. (1973a) hasido utilizado para ordenar estratigráficamente, so-bre la base de correlaciones, otros depósitos de cuen-cas fluviales de la provincia de Buenos Aires, e inclu-so para realizar correlaciones con las unidades estra-tigráficas del Pleistoceno tardío y Holoceno deUruguay y sur de Brasil (e.g. Bombín, 1975; 1976). Sinembargo, muchas de esas unidades sólo pueden ser

correlacionadas en parte, porque se debe tener encuenta la existencia de cambios faciales y las diferen-tes respuestas ambientales de cada región.

Discusión

De la correlación entre los diferentes esquemas(tablas 2, 3) es evidente que las nomenclaturas y losordenamientos estratigráficos que se definieron a lolargo de un siglo, han causado confusión en el signi-ficado estratigráfico y en la ubicación geocronólogicade las unidades del Pleistoceno tardío-Holoceno.

Los esquemas propuestos durante el desarrollodel segundo y el tercer período son el resultado denuevos conocimientos, la aplicación de análisis geo-morfológicos de detalle y del uso de conceptos sedi-mentológicos. Sin embargo, algunas de las conside-raciones realizadas por Frenguelli, principalmentelas referidas a la complejidad de los depósitos delLujanense, y al reconocimiento de cambios laterales overticales producto de la variación de facies no fue-ron consideradas en general en los trabajos que se re-alizaron en otras áreas de la provincia de BuenosAires. A las que se le debería agregar, la no utiliza-ción de restos fósiles sin la ubicación estratigráficaexacta, o “edades mamífero” y cuyas listas de com-ponentes hayan sido depuradas luego de exhausti-vos estudios sistemáticos.

Las nomenclaturas informales creadas sobre labase de la coloración de los depósitos como “luja-nense verde” y “lujanense castaño” (Dangavs y Blasi,

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Tabla 5. (Continuación / continuation).

Edad(14C años AP) Lab. número Material datado Coordenadas geográficas

Asignación estratigráfica Referencias

56.400 ± 6.500 b UNL-1927 Feldespato 34º 34´ 08´´ S59º 07´ 29´´ O

Facies eólicasPampeano Superior-

Piso Bonaerense -Capa 10 (Ameghino,

1884-1889) -Prebelgranense(Rovereto, 1914)

este trabajo

3640 ±70 LP-1347 Erodona mactroides 34º 27´ S59º 01´ O

Formación Campana Miembro Santa

BrígidaFucks et al., 2005

(*) F6000 ± 80 LP-185 Erodona mactroides 34º 27´ 42´´ S58º 59´ 06´´ O

Formación LasEscobas Figini, 1992

(*) 6200 ± 90 LP-256 Tagelus plebeius 34º 27´ 42´´ S58º 59´ 06´´ O

Formación LasEscobas Figini, 1992

(*) 6370 ± 90 LP-250 Tagelus plebeius 34º 27´ 42´´ S58º 59´ 06´´ O

Formación LasEscobas Figini, 1992

(*) > 40.000 LP-1217 Tagelus plebeius 34° 27´ 20´´ S58° 58´ 00´´ O Fomación Pilar Fucks et al., 2005

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A. Blasi, A.R. Prieto, E. Fucks y A. Figini388

1995 a) o “Lujanense Verde” y “Lujanense Rojo yVerde Superior” (Toledo, 2005) han sido utilizadaspara correlacionar sedimentos con la misma colora-ción. Tampoco se ha evitado la utilización del colorde los depósitos asignados al Lujanense. En la locali-dad tipo, fue motivo de escasas discusiones, sin quehasta el momento se haya explicado claramente lanaturaleza posdepositacional y el origen del mismo,objetivo de un próximo trabajo (Blasi et al., en prep.).Zeballos y Reid (1876:317) señalaron que “….la dife-rencia de coloración entre los terrenos es resultadodel estado en que se presenta el Fe”. Frenguelli (1936,1950) adjudicó como responsables del color de los se-dimentos a un “fuerte descenso de temperatura” que“puede verse en el color de los respectivos sedimen-tos, que de pardo-rojizos y pardo grisáceos, en elLujanense se hacen grises a gris-verduscos”(Frenguelli, 1936: 109; 1950: 61). Para los depósitosatribuidos al Lujanense en la cuenca del río QuequénGrande, Tonello et al. (2002: 172) interpretaron la co-loración verde de los sedimentos como el resultadode procesos post-depositacionales y la relacionaroncon sectores con máximos valores de Fe++ y condicio-nes reductoras.

De acuerdo con las dataciones numéricas realiza-das a lo largo de las barrancas del río Luján y de aflo-ramientos en los cursos afluentes, fue posible esta-blecer un marco temporal para los depósitos conti-nentales y marinos del Pleistoceno tardío-Holocenode la localidad tipo (tabla 5). Las edades de 50.400 ±10.200 años y 56.400 ± 6.500 años para los depósitossobre los que suprayacen en discordancia los depó-sitos atribuidos al Lujanense, permiten acotar el ini-cio de la sedimentación de esta unidad en la locali-dad tipo al estadío isotópico 4 y la finalización al es-tadío isotópico 2, ca. 11.000– 10.500 14C años AP. Estacronología no debería extrapolarse a otros depósitosde la provincia de Buenos Aires ya que no hay estu-dios regionales con continuidad en el terreno, quesirvan como base para evitar interpretaciones subje-tivas y asignaciones cronológicas y estratigráficaserróneas.

Aún cuando las dataciones numéricas facilitaronuna ubicación temporal más ajustada de los depósi-tos, no se ha podido corregir el arraigo de nomencla-turas que son motivo de expresiones anárquicas co-mo Lujanense “sensu Frenguelli”, Piso Lujanense“sensu Ameghino”, Miembro Guerrero de la For-mación Luján, “sensu Fidalgo” y principalmente eluso de términos informales tales como “LujanenseVerde”, “Lujanense Rojo” o “Lujanense castaño”.

Propuestas para futuros trabajos

A partir del conocimiento y de la correlación entre

los diferentes esquemas, se dará paso a la siguienteetapa, que consistirá en definir un esquema estratigrá-fico conformado por los diferentes episodios deposita-cionales de las sucesiones sedimentarias aflorantes enla cuenca del río Luján, a través de la identificación delitofacies y/o asociaciones litofaciales con control cro-nológico, desvinculadas de las nomenclaturas prece-dentes. Esto resolvería el caos nomenclatural para elPleistoceno tardío-Holoceno en las cuencas de los ríosy arroyos del noreste de la provincia de Buenos Aires.

Se espera cierta resistencia en el desuso de las no-menclaturas, las que han logrado una identidad inde-pendiente de su real significado, o dicho de otro mo-do, de lo que nombran. Por lo que sólo será esperableun cambio paulatino en la tendencia mencionada.

El ordenamiento en ciclos y subciclos sedimenta-rios (Zarate, 2005) es de carácter simplificador y pro-picia un nuevo enfoque, que permitirá corregir el pro-blema de las nomenclaturas estratigráficas que han si-do motivo de discusión en este trabajo. Como con-cepto es promisorio, ya que promueve la valoraciónde los procesos sedimentarios y sus diferencias y aso-ciaciones faciales, así como la de la interrupción en lacontinuidad de los registro por erosión o no deposita-ción y/o desarrollado de suelos, permitiendo el reco-nocimiento de unidades depositacionales o ciclos deagradación. Esto permitirá independizarse de las de-nominaciones estratigráficas formales e informales,tan arraigadas en la geología del Cuaternario utiliza-das al definir un esquema estratigráfico de la sucesiónsedimentaria en estudio. Es necesario tener presenteque para discutir los cambios ocurridos a la escala querequiere el lapso Pleistoceno tardío – Holoceno es ne-cesario que las dataciones numéricas y las sucesionessedimentarias tengan un correlato ajustado. Por otraparte, el gradiente climático noreste-sudoeste de laprovincia de Buenos Aires probablemente haya exis-tido durante todo ese lapso, lo que indudablementeestará registrado en las sucesiones sedimentarias, porlo tanto las respuestas de los diferentes sistemas pudoser diferente (diacrónica), dando como resultado su-cesiones estratigráficas diferentes.

Proponemos y recomendamos: 1, evitar el uso delos términos Lujanense, Platense y Querandinense,entre otros, para realizar denominaciones estratigrá-ficas porque conllevan varios significados. 2, evitarcorrelaciones regionales sin un estudio de detalle delas sucesiones sedimentarias en las cuencas, con lautilización de dataciones numéricas. 3, georeferen-ciar los sitios de muestreo sedimentológico, paleon-tológico, arqueológico, etc., lo que permitirá inspec-cionar las sucesiones para la realización de compara-ciones más ajustadas en casos complejos o dudosos oel establecimiento de la sincronicidad entre registros.4, prescindir de términos como Platense, Lujanensepara hacer inferencias cronológicas. En este sentido,

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Análisis de los esquemas estratigráficos del río Luján 389

se deberían invalidar aquellos datos de registros fósi-les donde sólo se indiquen como referencia estrati-gráfica los términos Lujanense, Platense o sus equi-valentes formacionales. Esto ha originado un razona-miento tautológico, de tal forma que si el fósil esigual a otro que proviene del Lujanense, por ejemplo,se le asigna una edad pleistocena, o por el contrario,como proviene del Lujanense tiene esa edad. Las se-cuencias en muchos lugares son transgresivas tem-poralmente y con cambios faciales y el límite supe-rior no corresponde en todos los ámbitos alPleistoceno superior como proponía Frenguelli(1957). 5, evitar las descripciones puntuales de suce-siones sedimentarias y tender al análisis de seccionespara establecer los posibles cambios faciales. 6, crearunidades litoestratigráficas que cumplan con las dis-posiciones y recomendaciones del Código Argentinode Estratigrafía (CAE, 1992).

Sólo de esta manera será posible fundamentar losavances que se logren, ya sea a través de coinciden-cias, divergencias o de nuevas propuestas, respecto alos aportes precedentes, teniendo en cuenta el impor-tante significado paleoambiental y paleoclimáticoque tienen las sucesiones sedimentarias delPleistoceno tardío y Holoceno del noreste de la pro-vincia de Buenos Aires.

Agradecimientos

A Marquiegui por la invalorable colaboración brindada parala correcta ubicación de los sitios históricos en la localidad deLuján. A E. Tonni y C. De Francesco que nos proporcionaron lasacepciones actualizadas de los taxones mencionados en este traba-jo y a C. Solero, C. Castiñeira y J.Fernícola por su ayuda en la edi-ción de imágenes. Asimismo deseamos agradecer a P. Hanson quenos permitió publicar los datos de OSL. Este trabajo fue financia-do con el subsidio PIP-CONICET 5086, por la Comisión deInvestigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires y laUniversidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional deMar del Plata. A N. Dangvas por la revisión crítica del manuscri-to. A C. Deschamps y dos revisores anónimos, cuyos comentariosy sugerencias como árbitros contribuyeron a mejorar la primeraversión de este trabajo.

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Recibido: 6 de junio de 2008.Aceptado: 17 de marzo de 2009.

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