Anecdotas de Personas Famosas

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ANECDOTAS DE PERSONAS FAMOSAS Einstein y su chófer Se cuenta que en los años 20 cuando Albert Einstein empezaba a ser conocido por su Teoría de la Relatividad, era con frecuencia solicitado por las universidades para dar conferencias. Dado que no le gustaba conducir y sin embargo el coche le resultaba cómodo para sus desplazamientos, contrató los servicios de un chofer. Después de varios días de viaje, Einstein le comentó al chofer lo aburrido que era repetir lo mismo una y otra vez. "Si quiere -le dijo el chofer- lo puedo sustituir por la noche. He oído su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra". Einstein estuvo de acuerdo y antes de llegar al siguiente lugar, intercambiaron sus ropas y Einstein se puso al volante. Llegaron a la sala donde se iba a celebrar la conferencia y como ninguno de los académicos conocía a Einstein, no se descubrió la farsa: El chofer expuso la conferencia que había oído repetir tantas veces a Einstein. Al final, un profesor en la audiencia le hizo una pregunta. El chofer no tenía ni idea de cuál podía ser la respuesta, sin embargo tuvo una chispa de inspiración y le contestó: "La pregunta que me hace es tan sencilla que dejaré a mi chofer, que se encuentra al final de la sala, se la responda". Marilyn y Einstein En una reunión social Marilyn Monroe se cruzó con Albert Einstein, ella le sugirió lo siguiente: "Qué dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebé con mi belleza y su inteligencia?". Einstein muy seriamente le respondió: "Desafortunadamente temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia". Anécdota de Gandhi No comer azúcar (Sobre la coherencia)

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ANECDOTAS DE PERSONAS FAMOSAS Einstein y su chferSe cuenta que en los aos 20 cuando Albert Einstein empezaba a ser conocidopor su Teora de la Relatividad, era con frecuencia solicitado por las universidades para dar conferencias.ado que no le !ustaba conducir " sin embar!o el coc#e le resultaba c$modo para sus desplazamientos, contrat$ los servicios de un c#ofer. espu%s de varios das de via&e, Einstein le coment$ al c#ofer lo aburrido que era repetir lo mismo una " otra vez. 'Si quiere (le di&o el c#ofer( lo puedo sustituir por la noc#e. )e odo su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra'. Einstein estuvo de acuerdo " antes de lle!ar al si!uiente lu!ar, intercambiaron sus ropas " Einstein se puso al volante.*le!aron a la sala donde se iba a celebrar la conferencia " como nin!uno de losacad%micos conoca a Einstein, no se descubri$ la farsa+ El c#ofer e,puso la conferencia que #aba odo repetir tantas veces a Einstein. Al final, un profesor en la audiencia le #izo una pre!unta. El c#ofer no tena ni idea de cu-l poda ser la respuesta, sin embar!o tuvo una c#ispa de inspiraci$n " le contest$+ '*a pre!unta que me #ace es tan sencilla que de&ar% a mi c#ofer, que se encuentra al final de la sala, se la responda'. Marilyn y Einstein En una reuni$n social .aril"n .onroe se cruz$ con Albert Einstein, ella le su!iri$ lo si!uiente+ '/u% dice profesor, deberamos casarnos " tener un #i&o &untos. 0Se ima!ina un beb% con mi belleza " su inteli!encia1'. Einstein mu" seriamente le respondi$+ 'esafortunadamente temo que el e,perimento sal!a a la inversa " terminemos con un #i&o con mi belleza " su inteli!encia'. Ancdota de Gandhi2o comer az3car 4Sobre la co#erencia5 6na madre llev$ a su #i&o ante .a#atma 7and#i e implor$+ 8or favor, .a#atma, inste a mi #i&o a no comer az3car. 7and#i, despu%s de una pausa, pidi$+ tr-i!ame a su #i&o de aqu a dos semanas.os semanas despu%s, ella volvi$ con el #i&o. 7and#i mir$ bien profundo en loso&os del muc#ac#o " le di&o+ 2o coma az3car.A!radecida, pero perple&a, la mu&er pre!unt$+ 08orqu% me pidi$ dos semanas1 98oda #aber dic#o lo mismo antes:.; 7and#i respondi$+ )ace dos semanas atr-s, "o estaba comiendo az3car. Cuando se le cay una sandalia a GandhiEn cierta ocasi$n, cuando .a#atma 7and#i estaba subiendo a un tren, una de sus sandalias se ca"$ a la va. 7and#i " sus acompaantes trataron de recuperarla, pero sin %,ito pues el tren "a se encontraba en marc#a. Ante la sorpresa de todos, 7and#i con total calma se sac$ su otra sandalia " la arro&$ i!ualmente a la va. *os acompaantes de 7and#i asombrados le pre!untaron+ 08or qu% #as #ec#o esto1 a lo que %l respondi$+ A#ora el pobre #ombre que encuentre la sandalia tirada en la va tendr- el par " las podr- usar. ; Thomas Alva EdisonTena una casa de campo. All le visitaban sus ami!os.6no se que&$ de lo mu" pesada que era la puerta " de lo muc#o que costaba abrirla. ( 0e veras1 ( le pre!unt$ Edison, fin!iendo asombro.( S, s, " creo que debera #acerla arre!lar.( 'lo su"o es muc#o m-s di!no de respeto+ todo el mundo lo admira " pr-cticamente nadie lo comprende'. Siempre se #abla de los monumentales despistes de los !randes !enios... Einstein no era especialmente distrado, aunque si que se concentraba con facilidad, " esto le dio fama de ser al!o despistado. 6n da, en el tranva, una nia se sent$ en el asiento a su lado. Albert Einstein le pre!unt$ que cu-ntos aos tena " que c$mo se llamaba. '.e llamo =lara, pap-', respondi$ la nia...