Andres Alarcon

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1 Nombre: Andrés Alarcón Docente: Abogado Sebastián Valdivieso González Idiomática Jurídica Nivel: Segundo Tema: Español y Castellano

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Nombre: Andrés Alarcón

Docente: Abogado Sebastián Valdivieso González

Idiomática Jurídica

Nivel: Segundo

Tema: Español y Castellano

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Índice

1 Historia ................................................................................................... 3

2 Español ................................................................................................... 4

2.1 Origen del idioma español .................................................................... 4

2.2 Evolución del idioma español ............................................................... 4

3 Diferencia ................................................................................................ 5

3.1 ESPAÑOL y CASTELLANO .............................................................. 5

4 Castellano y español ................................................................................ 6

5 Linkografía .............................................................................................. 8

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1 Historia

La historia del idioma español comienza con el latín vulgar del Imperio romano,

concretamente con el de la zona central del norte de Hispania. Tras la caída del

Imperio romano en el siglo V, la influencia del latín culto en la gente común fue

disminuyendo paulatinamente. El latín hablado de entonces fue el fermento de

las variedades romances hispánicas, origen de la lengua española. En el siglo

VIII, la invasión musulmana de la Península Ibérica hace que se formen dos

zonas bien diferenciadas. En Al-Ándalus, se hablarán los dialectos romances

englobados con el término mozárabe (no árabe), además de las lenguas de la

minoría extranjera-invasora alóctona (árabe y bereber). Mientras, en la zona en

que se forman los reinos cristianos desde pocos años después del inicio de la

dominación musulmana, comenzará una evolución divergente, en la que surgen

varias modalidades romances: la catalana, la navarro-aragonesa, la castellana, la

astur-leonesa y la gallego-portuguesa.

A partir de finales del siglo XI es cuando comienza un proceso de asimilación o

nivelación lingüística, principalmente, entre los dialectos románicos centrales de

la península ibérica: astur-leonés, castellano y navarro-aragonés, pero también

del resto. Este proceso es el que dará como resultado la formación de una lengua

común española, el español

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2 Español

2.1 Origen del idioma español

El idioma español se originó en la región suroeste de Europa conocida como la

Península Ibérica. En algún momento a finales del siglo 6 A.C., los primeros

habitantes de la región, los ibéricos, comenzaron a mezclarse con los celtas,

pueblos nómadas de Europa central. Los dos grupos formaron un pueblo

denominado Celtibéricos, hablantes de una forma de celta.

Bajo el gobierno del imperio romano, en 19 A.C., la región se hizo conocida

como Hispania, y sus habitantes aprendieron el latín de comerciantes,

colonizadores, administradores y soldados romanos. Cuando el latín clásico de

las clases educadas de Roma se mezcló con las lenguas pre-romanas de los

ibéricos, celtas y cartagineses, apareció una lengua llamada latín vulgar. Siguió

los modelos básicos del latín pero tomó y añadió palabras de otras lenguas.

Incluso después que los visigodos, tribus germánicas de Europa oriental,

invadieron Hispania en el siglo V D.C., el latín continuó siendo el idioma oficial

del gobierno y la cultura hasta aproximadamente el año 719 D.C., cuando grupos

islámicos de habla árabe del norte de África, llamados los moros, completaron su

conquista de la región. El árabe y un dialecto afín llamado Mozárabe se hablaron

ampliamente en la España islámica, excepto en unos cuantos reinos cristianos

lejanos que se encontraban en el norte, como Asturias, en donde el latín vulgar

sobrevivió.

2.2 Evolución del idioma español

Durante los siglos subsiguientes, los reinos cristianos reconquistaron

paulatinamente la España en propiedad de los moros y retomaron el país

lingüística, política, militar y culturalmente. Como los cristianos se trasladaron al

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sur, sus dialectos del latín vulgar se volvieron dominantes. En particular, el

castellano, un dialecto que se originó en las llanuras del norte, se llevó a las

regiones del sur y este castellano y andaluz

El idioma que resultó fue un idioma híbrido porque el castellano tomó muchas

palabras del mozárabe, y se calcula que el español moderno cuenta con

aproximadamente 4,000 palabras con raíces árabes.

3 Diferencia

3.1 ESPAÑOL y CASTELLANO

Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y

que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los

términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones

resulta más apropiada está hoy superada.

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El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que

se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos

millones de personas (América Latina y España). Asimismo, es la denominación

que se utiliza internacionalmente (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.).

Aun siendo también sinónimo de español, resulta preferible reservar el término

castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla

durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta

región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la

lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus

respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco.»

3.2 Dialecto

En lingüística, la palabra dialecto hace referencia a una de las posibles variedades

de una lengua; en concreto, un dialecto sería la variante de una lengua asociada

con una determinada zona geográfica

4 Castellano y español

La lengua concreta de la que vamos a ocuparnos es conocida con dos

nombres, lengua española o lengua castellana, e incluso con términos

baciyélmicos, como lengua española castellana. Esta peculiaridad que, en la

práctica, para millones de hablantes, entre los que nos incluismos, se resuelve

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con una simple alternancia estilística, que resulta cómoda, se ha visto complicada

por razones extralingüísticas, y ha trascendido a ámbitos donde la pasión y el

recelo (bastante justificado en algunos casos) han dificultado la solución

sinonímica, la más simple si no pudiera utilizarse para esconder propósitos e

intenciones ajenas a la natural necesidad de dar un nombre a la más extendida de

las lenguas románicas.

En un libro cuyo título es ya por sí significativo (Castellano, español, idioma

nacional. Historia espiritual de tres nombres), Amado Alonso habla, en primer

lugar, de cómo las nuevas lenguas necesitan nuevos nombres, para identificarse

fren al latín. La distinción se inicia en latín vulgar con el término romanice,

equivalente aromana lingua, frente a latina lingua. Esta conciencia de cambio de

lengua para a las designaciones en las nuevas lenguas y así, p. ej., el castellano

diferencialengua vulgar o romance de lengua latina (vb. gr., en el proemio de la

traducción de la Eneida por el Marqués de Villena).

Un tercer paso se da cuando las designaciones romances incluyen la referencia

geográfica (y/o política): al valor identificador y peculiarizante típico de lo

castellano, frente al latín y los otros romances, corresponden términos

como lenguaje de Castilla, nuestro lenguaje de Castilla, nuestro romanz de

Castilla, el propio romanz castellano, el castellano, en nuestra lengua, en el

lenguaje (junto a vulgar, romance, lengua vulgar, como se ve en los títulos de los

libros).

Poco a poco se va implantando el término español a medida que se va formando

el concepto de nación (y con un amplio valor hispánico, pues los propios

portugueses se incluyen en el gentilicio, por su sentido latino de Hispania. El

término español, por tanto, - dice A. Alonso – comporta en su expansión un

aspecto de la ideología renacentista. Castellano, sin embargo, persiste, y esa

persistencia requiere una explicación. Para darla, A. Alonso recurre al recuento

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de títulos de libros, con lo que quiere apoyar su criterio de que se debe a inercia

del arcaísmo: en efecto, castellano domina en la primera mitad del XVI de modo

amplio, aunque ya desde 1495 hay títulos en los que aparece español. La

abuncandia de traducciones aporta un buen material. El propio autor, no obstante,

señala que la argumentación pierde fuerza si notamos que gran parte de los usos

de español no están en el libro en sí, sino en glosas, apostillas, o sólo en registros

(como el de Hernando Colón) y bibliografías.

Una serie de circunstancias constituyen los argumentos históricos enumerados

como explicación de la extensión de español. En primer lugar, el carácter más

amplio, empalmando con la idea renacentista-imperialista de universalidad. El

castellano se siente sucesor del latín; como instrumento nacional y político la

lengua se vincula al Imperio, y se extiende a todos los pueblos que sostienen la

idea, es decir, a toda Hispania, haciéndose español.

5 Linkografía

http://www.axl.cefan.ulaval.ca/europe/espagnecastellano.htm

http://www.eldiariomontanes.es/culturas/201410/22/futuro-espanol-cita-

madrid-20141022185555-rc.html

http://www.elcastellano.org/23abr.html