ÍNDICE

Introducción …………………………………………………………………………….. Pág 2

Organización Sindical a nivel mundial ………………………………………… Pág 3.

Configuración y política de la CSI. El sindicato mundial a la medida de los monopolios ……………………………………………………………………………….. Pág 5.

La Federación Sindical Mundial ………………………………………………….. Pág 7.

Un ejemplo: lo que acontece en España ………………………………………… Pág 9.

La política de masas y la política sindical del Partido …………………….. Pág 19.

Dialéctica Comités de Empresa – Sección Sindical ……………………….. Pág 20.

¿Son los CUOs y la ACDT la misma cosa? …………………………………….. Pág 21.

La realidad sindical en España ……………………………………………………. Pág 22.

Conclusiones …………………………………………………………………………….. Pág 25.

INFORME AL V PLENO DEL COMITÉ CENTRAL ACERCA DE LA POLÍTICA SINDICAL Y DE MASAS

2012

Introducción

En el momento actual, de crisis estructural imperialista, se evidencia con mayor claridad la forma de funcionar de sus bloques de poder así como el sometimiento de los estados nación a la oligarquía financiera mundial.

Después de la Gloriosa Revolución de Octubre de 1917, la expresión máxima de la lucha de clases y la contradicción fundamental se manifiesta en la lucha a nivel mundial entre el socialismo y el capitalismo. Olvidarnos de esta premisa en el estudio y en la consecución de políticas, cegados únicamente por la dialéctica nacional no engarzando ésta en su justo entronque a nivel mundial, nos conllevará a tomas de decisiones erróneas porque no estaríamos siendo científicos, dialécticos.

Tras la caída de la URSS los imperialistas campan a sus anchas y nada ni nadie ha podido ponerle freno ni a sus guerras de rapiña ni a su sistema de explotación ahora sí, a nivel planetario, fruto de un mayor grado de concentración del capital. Este hecho ha implicado que la superestructura haya variado, fundamentalmente los estados nacionales que se han convertido en meras sucursales del verdadero gobierno del mundo – Comisión Trilateral y Club Bildelberg – que manejan los bloques imperialistas, a la sombra, mediante organismos propios de la oligarquía – agencias de rating – y estructuras y organismos supranacionales como el FMI, BM, Unión Europea, OCDE, OMC, etc…

El proceso de configuración del bloque imperialista europeo, acentuado desde la implosión de la URSS y del campo socialista -

década de los 90s del siglo pasado - es un ejemplo plástico de aquello que estamos señalando. El club de los imperialistas europeos engulleron a la Europa del Este – dominados en su inmensa totalidad por el fascismo -, no dudaron en establecer unos criterios como los de Maastricht, año 1991, para avanzar hacia la unión monetaria, que se hizo efectiva con la introducción del euro en 2002, con objeto de beneficiar el posicionamiento internacional de los monopolios europeos, fundamentalmente a las exportaciones de los monopolios capitalistas alemanes y franceses, todo ello a la par que se empobrecían a las clases laboriosas europeas, víctimas de las políticas de ajuste y de las corrientes inflacionarias generadas por la imposición de la moneda común.

Por otro lado, el euro así como los anteriores y sucesivos tratados signados significaron – y esto lo apreciamos con claridad en el momento actual – la cesión de los estados nación de la política económica al bloque imperialista europeo. Estos cambios en la estructura generaban cambios en la superestructura, por ello los imperialistas europeos se lanzaron a legitimarla y barnizarla mediante una Comisión europea, un Parlamento, un Consejo de ministros, un tribunal de justicia y una Constitución Europea, rechazada por los pueblos francés y holandés, en la que se consagraba la privatización de todo – sanidad y educación incluidas – a excepción de lo militar. La esencia de dicha Constitución lo salvaguardaron en los tratados de Lisboa, los cuales han sido rebasados en las sucesivas troikas comunitarias al son dictado por los imperialistas alemanes y franceses. A día de hoy, la oligarquía financiera internacional dicta las políticas económicas, agrarias, monetarias, presupuestarias y laborales a los estados nación, cuyos gobiernos son meros ejecutores de las órdenes que los anteriormente mencionados les suministran, algo que se puede comprobar observando la política española, portuguesa griega o italiana, donde incluso la misma oligarquía ha impuesto a los primeros ministros de dichos países.

Como anteriormente dijimos respecto a las variaciones de la superestructura, y como no puede ser de otra forma, en el terreno de lo sindical se reproduce el esquema dibujado en esta introducción así como no puede ser de otra forma se manifiesta la contradicción fundamental que es la lucha a nivel mundial entre el socialismo y el capitalismo.

Organización Sindical a nivel mundial

Tras la Segunda Guerra Mundial, de la Federación Sindical Mundial se deslindaron los sindicatos de ideología socialdemócrata, año 1949. En la Federación Sindical Mundial quedan los sindicatos con ideología comunista y antiimperialistas, organizando los sindicatos socialdemócratas una internacional sindical denominada CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres), fruto de la labor escisionista de los dirigentes sindicales estadounidenses y británicos los cuales decían defender, de boca, a los trabajadores y de palabra y hecho al anticomunismo y al antisovietismo. Asimismo también existían dos internacionales sindicales que atendían una a la ideología demo-cristiana, primero CISC (Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos) y después CMT (Confederación Mundial del Trabajo), y otra de ideología anarquista, AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores); estas dos confederaciones sindicales mundiales con un número notablemente inferior de afiliación que los primeros.

En noviembre de 2006 este escenario varía fusionándose los sindicatos socialdemócratas y democristianos – CIOSL y CMT – en una sola internacional sindical: CSI (Confederación Sindical Internacional). O lo que es lo mismo, el imperialismo unifica a sus dos internacionales sindicales. Esta fusión se circunscribe dentro de un proceso donde los bloques imperialistas daban pasos para adaptar las superestructuras a las variaciones estructurales.

El nacimiento de la CSI se circunscribe en un periodo histórico donde el imperialismo tanto europeo como estadounidense se lanzan a un proceso privatizador de absolutamente todo – excepto en el ámbito militar – a nivel mundial con tal de extender los monopolios imperialistas a todo rincón del Mundo. Es la época donde EEUU trata de extender el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que ha llevado a la ruina a México, a todo el continente latinoamericano mediante el ALCA (Área del Libre Comercio de las Américas). EEUU y Canadá pretendían construir un bloque imperialista que fuera todo el continente americano donde sus monopolios fueran los amos y señores de los medios de producción y de los recursos del continente. El ALCA chocó con los movimientos de liberación nacional y antiimperialistas desarrollados en América Latina, dando resultados en el acceso al poder de Evo Morales en Bolivia, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua y configurándose un bloque económico y político opuesto a los intereses del imperialismo norteamericano: el ALBA.

Asimismo, en Europa, se sientan las mismas bases económicas descritas en el punto anterior para el continente americano vía Constitución europea, que consagraba la privatización de absolutamente todo – a excepción de lo relacionado con lo militar –, y una vez engullida toda la Europa del Este, se planifica una Europa de varias velocidades donde los imperialistas europeos no sólo expoliarán y atenazarán económicamente a otros Pueblos del mundo sino, incluso, a los mismos socios de dicho bloque. Todo queda subordinado a los intereses de los monopolios imperialistas, a los intereses de la oligarquía, todo queda subordinado a lo que los capitalistas denominan “mercado”. Ni más ni menos es la política económica lógica, el desarrollo propio, del capitalismo en su fase putrefacta que no encuentra obstáculo alguno para extenderse, para generar más miseria fruto de la explotación y del robo perpetrado por la burguesía internacional, para que la plusvalía apropiada por éstos se incremente las clases trabajadoras deben ser despojadas de todo, al igual que la pequeña burguesía y el campesinado, y ello repercute tanto en las relaciones laborales como en lo que los capitalistas han venido llamando “estado del bienestar”. Señala respecto a esto último el Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco, Gonzalo Maestro Buelga, que “El modelo de constitucionalismo económico del mercado y el del Estado social resultan, en sus principios y dinámicas irreconciliables”[1]. Los cambios operados en la estructura hacen que se desasocie el desarrollo de las fuerzas productivas con la involución de las relaciones de producción. “El derecho al trabajo, en su dimensión colectiva, se transforma sustituyendo su dimensión promocional, constitucionalmente protegida, por una mayor colocación en la carrera del mercado en la que los competidores son otros trabajadores. Insertar los derechos sociales en el mercado subordinándolos a su lógica acrecienta la capacidad de perversión de la competencia en los derechos, pues ahora actúa en el seno de los mismos, en su definición y contenido. La relación entre capacitación, como forma débil, o mejor degenerada, de tutela, y flexibilidad, establecida en estos términos, se desplaza acentuando la flexibilidad, es decir la subordinación al mercado. Es por eso que la pretendida integración entre Derechos sociales y mercado, no permite superar la relación de oposición, por ello, la integración se realiza mediante la subordinación. La integración entre Derechos sociales y mercado en el constitucionalismo social, se establecía asignando a la tutela la función de condicionar el mercado, componiéndose así la oposición”[2]. Como podemos comprobar, el derecho al trabajo se diluye para subordinarse a los intereses del mercado (lo que es lo

mismo, los capitalistas) dejando de ser, incluso, derecho o declaración de intenciones. Este cambio producido en la base implica una reconfiguración en toda la superestructura, no sólo con Constituciones Europeas, estructuras políticas supranacionales, etcétera, sino también en el plano sindical. Los imperialistas necesitan construir un sindicato mundial propio lo suficientemente poderoso como para que estos hagan el paripé de que los trabajadores participan en el desarrollo del sistema y que sus organizaciones asumen y negocian lo que realmente es impuesto. Por otro lado, estas organizaciones sindicales se incardinan en los organismos imperialistas supranacionales, así como en los aparatos estatales, para optimizar las políticas económicas trazadas por la oligarquía; impregnan a las masas de ideología burguesa de conciliación y colaboración entre clases a cambio de prebendas. El CSI es el fruto de la unificación del sindicalismo verticalista, no sólo a nivel de estado, sino a nivel mundial y en esta lógica y en el seno de este proceso de cambios operados en la base es reflejado a nivel de superestructura la unificación de estos sindicatos de la oligarquía.

Configuración y política de la CSI. El sindicato mundial a la medida de los monopolios.

Hemos señalado el contexto y el proceso de la conformación de la Confederación Sindical Internacional, que según ella representa a 175 millones de trabajadores. No obstante, esta Confederación Sindical Internacional se manifiesta de otras formas. Así, los sindicatos europeos que conforman la Confederación Sindical Internacional ya se encontraban organizados en la CES (Confederación Europea de Sindicatos). La Confederación Europea de Sindicatos es reconocida por la Unión Europea y por el Consejo de Europa como contraparte que representa a los trabajadores. Asimismo, la Unión Europea otorga espacio y participación, por consiguiente integra, a la Confederación Europea de Sindicatos en la construcción de la política comunitaria macroeconómica, social y de empleo. Otra institución imperialista que integra a la CSI es la OCDE (Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económico), un club compuesto por 34 estados capitalistas entre los que descuellan EEUU, Japón, Israel, Francia o Alemania. La integración de la CSI con la OCDE se hace efectiva a través de las denominadas Global Unions. “La Agrupación Global Unions está compuesta por organizaciones sindicales internacionales que trabajan juntas y que pertenecen a la misma “familia sindical”. La

Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC-CSC) afilian a las centrales sindicales nacionales integradas por sindicatos de diversos sectores. Las once Federaciones Sindicales Internacionales agrupan a los sindicatos nacionales en función del sector u ocupación que cubren.”[3]. Ni que decir tiene que estos sindicatos pertenecientes a la CSI, además, participan activamente en los estados nación a los que pertenecen y sirva como ejemplo el Estado español, donde son muchos los diputados pertenecientes a CCOO o UGT y, sin ir más lejos, en el último Consejo de Ministros del gobierno del PSOE muchos de ellos poseían el carnet de la UGT, empezando por el expresidente del Gobierno y por el exministro de Trabajo; quedando más que demostrado el entrelazamiento entre instituciones supranacionales imperialistas, estados capitalistas y la CSI y los sindicatos que pertenecen a ella y quedando patente su colaboracionismo con la oligarquía y su traición a los trabajadores. Más adelante lo ilustraremos contemplando el comportamiento de los sindicatos de la CSI en el estado español.

De la Confederación Sindical Internacional emanan Federaciones Sindicales Internacionales, Sindicatos Mundiales de Rama, que agrupan a las ramas de los distintos sindicatos que componen la CSI, por ejemplo: UNI (Sindicato mundial de Servicios), ICM (Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera), FITIM (Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas), UITA (Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación), ITF (Federación Internacional del Transporte) o PSI (Internacional de trabajadores de Servicios Públicos), etc… Hemos citado la división en ramas de la producción de la CSI por el empleo que hacen las Empresas Multinacionales de esa configuración sindical, realizada a imagen y semejanza de los imperialistas y sus intereses y no del de los trabajadores. La Confederación Sindical Internacional lo expresa de la siguiente manera “Las Federaciones Sindicales Internacionales (FSI) intentan establecer una cooperación internacional, acciones conjuntas y solidaridad global entre sindicatos de distintos países que comparten un mismo empleador. Hay un creciente reconocimiento sindical global de las FSI por parte de las empresas multinacionales a nivel de sus sedes centrales, y también más allá, así como respecto al trabajo que realizan, registrándose igualmente un importante aumento en el diálogo social. En algunos casos, esta interacción ha dado como resultado la negociación de Acuerdos Marco Internacionales (AMI), también conocidos como Acuerdos Marco Globales (AMG).”[4]

Esta forma de actuación es consecuente con los principios de la CSI, con su programa. Un programa que asiente y asume el orden mundial capitalista y sus instituciones – G20, G8, OCDE, FMI, OMC, ONU, etc. - así como que los trabajadores deben colaborar y estar siempre bajo la férula de la burguesía y no emanciparse de la explotación. Reveladoras son estas palabras de la CSI que sintetizan en parte su programa que ilustran todo lo expresado por nosotros: “La economía de un mundo globalizado requiere una gobernanza global efectiva, tal y como lo está demostrando la crisis económica, financiera y de empleo mundial. La CSI está tratando de acrecentar la cooperación intergubernamental para asegurarse de que la dimensión social de la globalización, incluyendo el trabajo decente y los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras, se sitúe en el eje de los procesos de toma de decisiones de las principales instituciones globales y regionales del mundo. Esto incluye el G20, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las Naciones Unidas y sus agencias especializadas, principalmente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con su estructura tripartita y mandato para establecer normas sociales internacionales.

La CSI también trabaja con sus asociados en la Agrupación Global Unions para promover normas eficaces que gobiernen el comportamiento de las empresas privadas. Queremos conseguir marcos internacionales para el diálogo social y la negociación colectiva, y sistemas de gobernanza corporativa que responsabilicen a los directivos por el impacto social de las actividades empresariales. Esto requiere una combinación de campañas y movilizaciones con actividades de defensa y de presión, de manera que las políticas de estas instituciones y empresas apoyen, en vez de socavar, el logro del trabajo decente para todos y todas. ”[5].

Los sindicatos españoles que pertenecen a la CSI son CCOO, UGT, USO y ELA. Otros sindicatos que pertenecen a la CSI son la CGT francesa, el CGIL italiano, Confederación del Labor y el FNPR rusos, el AFL-CIO norteamericano o el golpista sindicato venezolano CTV (Confederación de Trabajadores de Venezuela).

La Federación Sindical Mundial

En la Federación Sindical Mundial se hallan los sindicatos con ideología marxista-leninista así como aquellos con credo

antiimperialista. En torno a este Sindicato Mundial están organizados más de 200 millones de trabajadores.

Entre los sindicatos integrados en la Federación Sindical Mundial destacan el PAME, la Federación General de Sindicatos de Corea, la Federación de Sindicatos de toda China, Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Confederación General del Trabajo del Congo, Federación de Sindicatos Nacionales de Libia. En el estado español pertenecen a la FSM la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) o LAB.

La FSM se define como “una organización sindical internacional democrática, clasista, de lucha de todos los trabajadores, que apoya y estimula la acción de los sindicatos de todos los países por el logro de derechos y reivindicaciones independientes de los trabajadores, para defender sus intereses, combatir toda forma de dominación y servilismo, explotación y opresión, por el desarrollo socioeconómico, que desarrolla y coordina la cooperación y la solidaridad entre todos los trabajadores (…)se esfuerza constantemente para asegurar la unidad y la cooperación de todas las organizaciones nacionales, sectoriales eintersectoriales afiliadas o no, en la lucha por objetivos comunes y en el espíritu de la solidaridad internacional de los trabajadores. Une a todos los trabajadores con objetivo final la abolición de la explotación del hombre por el hombre”[6]. “Las relaciones entre la FSM y las organizaciones miembros y entre estas en el seno de la FSM en el plano bilateral se basan en el respeto mutuo, la plena igualdad de derechos, la independencia reciproca y la no injerencia en los asuntos internos”[7]

“La FSM, como organización sindical internacional clasista, tiene como objetivo primordial la emancipación de los trabajadores a través de la lucha:

• contra todas las formas de explotación de las personas y con el objetivo de lograr y garantizar para todos los trabajadores condiciones de vida y de trabajo que les permitan obtener los mayores beneficios posibles del fruto de su trabajo, a fin de lograr para sí y sus familias el tiempo y los medios de vivir en las condiciones propias de nuestra época, que es la del impetuoso progreso de la ciencia y de la técnica;

• contra el colonialismo, el imperialismo, la dominación y el expansionismo en las esferas económica, social, política y cultural, por el derecho de todos los pueblos a la libre determinación, la libertad, la soberanía y la seguridad de las naciones, la no injerencia en sus asuntos internos, el respeto de su independencia política, económica y social, y la instauración de un nuevo orden social internacional justo;

• por la eliminación del racismo, el sexismo y otras formas de discriminación;

• por el derecho y la garantía del pleno empleo;

• por la abolición del trabajo forzoso y el trabajo infantil;

• por una cobertura pública y completa de la seguridad social y todas las formas de asistencia social necesarias que respondan adecuadamente a las necesidades de los trabajadores y sus familias en caso de enfermedad, desempleo y vejez;

• por la formación y la educación públicas y gratuitas de todos los trabajadores, a lo largo de su vida laboral;

• por la provisión de medios que aseguran el acceso a actividades culturales y recreativas para todos los trabajadores y sus familias;

• por la promoción de la salud y seguridad en el trabajo y la atención sanitaria gratuita y pública para todos los trabajadores;

• para lograr la democracia social, económica y política, la defensa y desarrollo de los derechos y libertades de los trabajadores y los sindicatos, el respeto de los derechos humanos y la aplicación de la Declaración Universal de los Derechos Sindicales.

• por la prevención de una guerra nuclear y por la disolución de todas las alianzas y bloques militares; contra el militarismo, la agresión y la guerra y por la promoción de la distensión internacional; por el cese de la carrera armamentista, sobre todo la nuclear, y la completa prohibición y eliminación de las armas nucleares; y la reducción de los armamentos, hasta llegar al desarme general y completo.

• por la promoción de la solidaridad internacional, la paz justa y duradera, la convivencia pacífica y la cooperación mutuamente ventajosa entre todos los pueblos y estados.”[8]

Un ejemplo: lo que acontece en España.

(I)El estado instrumento de opresión de la burguesía, de su dictadura.

El estado capitalista no es sólo un instrumento de opresión y sometimiento en manos de la burguesía sobre las clases populares sino que, como consecuencia de ello además, es un instrumento que

se encarga de la redistribución de la riqueza a favor de la clase explotadora, la clase de los capitalistas.

Esta aseveración es padecida por las clases laboriosas, de una manera extrema, en los días que corren en todos los países capitalistas, empezando por el estado español donde tanto el PSOE como el PP no han vacilado en arremeter contra el Pueblo Trabajador, acrecentando el grado de explotación, represión y robo en nombre del sacrosanto beneficio de los oligarcas burgueses.

Una vez dirimido el paripé electorero del 20-N, donde como siempre en las elecciones burguesas ganó la Banca y el Capital y perdió el pueblo, al franquista Partido Popular le ha bastado un par de Consejos de Ministros y ni un mes para arremeter con enorme contundencia contra los trabajadores, a pesar que esto es, en palabras de Sáenz de Santamaría, “el inicio del inicio”. Al igual que el PSOE hizo en el mes de agosto, durante el periodo estival, el Partido Popular ha aprovechado las festividades de fin de año para asestar un nuevo hachazo. La justificación del mismo es que el déficit público se ha disparado al 8%. A esta excusa siempre hay que añadirle los ya tópicos argumentos vacíos de que hay que vencer a la crisis y acabar con el paro, argumentarios éstos compartidos por los sindicatos estatales que son agencia de la CSI en España – CC.OO y UGT – y por todos los partidos políticos del arco parlamentario que sustentan este estado capitalista, desde aquéllos que falsamente se proclaman de izquierda a los de derechas, todos ellos iguales de defensores de un régimen donde sea la burguesía quien dicte, quien controle el estado y quien sea quien dirija la economía en aras de su beneficio de clase privatizando al máximo los beneficios y socializando al máximo la miseria entre las clases que generan todo.

(II) Robo y represión para el pueblo

Para combatir lo anteriormente mencionado han arremetido contra los trabajadores subiéndoles el IRPF, el IBI, bajándoles los salarios, actualizando las pensiones por debajo del IPC con la consecuente pérdida de poder adquisitivo, negando la contratación en el sector público en el que se despedirá a personal interino y se incrementará la jornada de los funcionarios, congelando el salario mínimo, recortando prestaciones sociales a trabajadores con discapacidad psíquica o física, a jóvenes – sinónimo de estar por debajo del

mileurismo – negándoles ayudas al alquiler, etcétera. A la par que le quitan a la clase trabajadora, el Gobierno del Capital no duda en adoptar medidas de reparto de dividendos y estímulo para los capitalistas, así como de abonar la represión de aquéllos que están siendo expoliados por el estado. Así, el Gobierno se gasta más de un millón de euros en la compra de gases lacrimógenos, licitada dicha compra por el Gobierno del PSOE, y centenares de miles de pelotas de goma dejando bien claro que en aquellos gastos en los que haya que incurrir para aplacar violentamente la justa respuesta del Pueblo no se dudará, como que no sólo no habrán recortes en las Fuerzas y Cuerpos de Represión del Estado sino que, incluso, se repondrán las bajas, algo que ni el PSOE ni, por supuesto el PP, hacen en los otros cuerpos del estado. Ni que decir tiene que el término ERE no es aplicable a dichos cuerpos represivos. Al igual que el término recorte es incompatible con el de realizar más cárceles en España, en las que se encierran a comunistas y a anticapitalistas, o en lo que se refiere al Ejército y a las guerras de carroña o a los compromisos con la OTAN.

(III) Prebendas y dádivas para los responsables de la crisis.

Para los empresarios y los bancos, auténticos responsables de la crisis, tampoco hay un recorte sino bonificaciones, incentivos y medidas estimuladoras para que sigan ganando más a costa del Pueblo. Así para tratar de facilitar que los Bancos puedan hacer líquidas las cada vez más viviendas que posee, fruto de la usura y los desahucios, se mantiene un IVA superreducido del 4% y se recupera la desgravación de la compra de vivienda. En el mismo BOE donde se coleccionan los recortes de derechos y el incremento de tributaciones del Pueblo, se recoge que el Estado avalará con 100.000 millones de euros a la banca en este año 2012, a lo que se tiene que sumar las ingentes cantidades dadas previamente.

Siendo esto “el inicio del inicio” lo único que podemos vaticinar es que para los responsables de la crisis va a haber barra libre en lo que a inyecciones de dinero se refiere e impunidad absoluta y, para las víctimas de la crisis, los trabajadores, mayor explotación, miseria, represión y recortes de sus escasísimos derechos. Pero todo esto no es de extrañar, estamos en la dictadura del Capital, en la que para el trabajador, cuyo único delito ha sido el trabajar para que el burgués le robe el plusvalor que ha generado, lo que le depara es paro, desahucio y miseria y para aquéllos que han dirigido empresas cuyo fruto de gestión ha sido la quiebra, véase Lehman Brothers, se le

encomienda la dirección del ministerio de economía, por ejemplo, Luis de Guindos, por no hablar que en el Gobierno abundan delfines de los capitalistas y sus organismos de dirección económicos “en la sombra”, como por ejemplo PwC. Para los capitalistas la crisis es un gran negocio y machacar a la mayoría trabajadora su única salida.

(IV) La lucha contra el fraude, propina a la banca y a su control sobre la economía.

Y ese negocio para los causantes de la crisis, la oligarquía financiera, se hace más patente cuando su gobierno, sediento de recortar derechos al Pueblo en aras de “ganar” a la crisis, al déficit y al paro – que precisamente ellos mismos y su sistema capitalista generan – hablan de hacer aflorar el dinero “negro” fruto del fraude fiscal. Fraude fiscal, por otro lado, perpetrado por la clase social del PP y del PSOE, la burguesía, puesto que el dinero ni es negro ni se evapora sino que es apropiado, y quién se apropia del mismo es la clase que lo posee y lo maneja, no el trabajador, el campesino, el desempleado o el jubilado a los que se les roba y maniata. La medida adoptada contra el fraude fiscal por este gobierno del Capital - implacable con los de abajo y servil con los de su clase, con los de arriba – se fundamenta en la limitación de los pagos en efectivo, sin profundizar la cuantía. Con ello, prevén recaudar 8.171 millones de euros, cifra inferior en aproximadamente un 13% a la recaudada por el gobierno – también entregado a la oligarquía y antiobrero – de Zapatero. Los mismos funcionarios técnicos del ministerio de hacienda, a través de su sindicato GESTHA, señalan en nota de 13 de diciembre que “las previsiones de la Agencia Tributaria de recaudar 10.400 millones de euros este año – 2011 -por actuaciones de prevención y lucha contra el fraude, (…) supone "dejar impune" el 88,4% de la evasión fiscal anual.”. En esa misma nota GESTHA indica que la“"impunidad" en la evasión fiscal ha ayudado a consolidar los comportamientos defraudatorios, a la vez que ha apuntado que la tasa de la economía sumergida española se ha cuadriplicado entre 1998 y 2008”, nos marca el papel de los sucesivos gobiernos del capital en España afirmando que “mantener la "mano tonta" en la lucha contra el fraude desde hace décadas ha hecho que España se haya posicionado como el tercer país más defraudador en el ranking de economías sumergidas de la UE-15, con un 23,3% de su PIB” y sin vacilación alguna indican quienes son los que defraudan afirmando que el Ministerio de Hacienda “dedica el 80% de la plantilla a la comprobación e investigación de los pequeños fraudes, mientras que el 71% de la evasión la cometen las grandes fortunas y las grandes empresas”.

Como el PP lucha contra la corrupción y contra el fraude y el despilfarro está acreditado por su acción en los gobiernos de las autonomías madrileña, valenciana o balear, por ejemplo, y todas las tramas de corrupción surgidas.

Pero esta medida, no se circunscribe a luchar contra el fraude, pues ellos son el gobierno de la clase que defrauda, sino que atiende a la lógica, dictada por Europa y aplicada ya en otros países como en Grecia o Italia, de otorgar a los bancos el monopolio de toda transacción económica, o lo que es lo mismo, en atesorar el máximo dinero existente en el sistema como forma también de recapitalización de los mismos, unidas a las inyecciones de dinero efectuadas por el BCE y por los distintos estados a través de los distintos Bancos Centrales, hechos éstos últimos generadores de inflación.

La banca española, por mandato de la UE, debe elevar sus capitales básicos hasta una ratio de solvencia del 9% antes de julio de 2012, debiendo captar algo más de 26.000 millones de euros. Para satisfacer esta exigencia nada mejor que, bajo la excusa de combatir el fraude, realizar en la práctica un corralito al estilo italiano o griego limitando las transacciones económicas y forzando a que todas ellas se realicen a través de la banca, con los consecuentes dividendos que les reportará las consiguientes comisiones, así como el poseer durante un periodo de tiempo el importe de los distintos impuestos que dichas operaciones conlleven. Esta medida no haría más que completar el corralito ya existente para pequeños ahorradores estafados por los bancos que creyeron invertir en depósitos seguros a plazo fijo cuando lo que realmente hacían era invertir sus ahorros en participaciones preferentes que, a día de hoy, son considerados bonos basura. La agencia Europa Press, al respecto, se hacía eco de una denuncia de ADICAE el pasado 24 de noviembre señalando “las participaciones preferentes son un producto que fue vendido "irregularmente" sin atender al perfil inversor y como si se tratase de inversiones a plazo fijo cuando se trata de una "deuda perpetua", no amortizable salvo a elección de la entidad y no cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos”. La tercera pata será la Reforma financiera consistente, como expreso Rajoy en el debate de Investidura, en procesos de fusión de bancos, o lo que será lo mismo, la fagocitación de las cajas de ahorros por los bancos todo ello regado con nuevas inyecciones de dinero público.

(V) Los traidores entran en escena para servir a sus amos. Las delegaciones del CSI en España entra en

juego.

Con este cuadro y con las clases trabajadoras empobrecidas, salen a la palestra los máximos dirigentes de las traicioneras cúpulas sindicales de CC.OO y de UGT anunciando la enésima fechoría a los trabajadores y el enésimo servicio a los capitalistas.

Los dirigentes sindicales Toxo y Méndez, en aplicación de la política colaboracionista dictada desde CES y CSI y – consecuentemente - conscientes que tienen que salir en defensa de la clase a la que sirven, a la oligarquía financiera, vuelven a sacrificar a la clase trabajadora en el altar de los imperialistas con el fin de salvar su sentenciado sistema de explotación.

A todos los atropellos realizados contra los trabajadores por el gobierno del PSOE, donde un número considerable de ministros portaban el carné de la UGT, como por ejemplo el anterior ministro de trabajo Valeriano Gómez, a la jubilación a los 67 años y rebajándose la cuantía de la pensión en más de un 10%, a la perenne moderación salarial y al traicionero diálogo social, a los EREs, de donde tanto CCOO como UGT obtienen una vía de financiación suculenta llevando a los trabajadores al paro, al apoyo expreso a la internacionalización de las empresas – o lo que es lo mismo exportación de capitales -, ahora los sindicatos CCOO y UGT no dudan en seguir la senda de traiciones a los trabajadores, ahora de la mano del Partido Popular.

CC.OO y UGT son corresponsables, junto a los sucesivos gobiernos de PP y PSOE, de la gravísima situación de los trabajadores: más de cinco millones de parados, temporalidad, mileurismo y salarios basura, precariedad, etcétera. El pasado 4 de enero tanto Cándido Méndez como Toxo hicieron tournés por los medios de comunicación burgueses expresando cual es el posicionamiento de ambos sindicatos ante la claudicación, que no negociación pues los trabajadores no obtienen nada más que retrocesos. Las posiciones de partida de estos sindicatos colaboracionistas son:

Modificación del calendario laboral en la dirección expresada por la patronal, y el Gobierno, en aras a incrementar la productividad, o lo que es lo mismo, reducir tiempo libre de los trabajadores: “acercamiento de posturas en cuanto a la cuestión de los festivos”[9].

Moderación salarial de tal modo que los salarios pierdan poder adquisitivo en tanto su subida será inferior al IPC. “Estamos

dispuestos a afrontar una moderación salarial que pasaría porque los salarios crecieran por debajo de lo que va a subir la inflación”[10]

Capacidad para que los empresarios puedan descolgarse del cumplimiento de los convenios colectivos así como capacidad para que los empresarios puedan precarizar las condiciones de trabajo rebajando la jornada de trabajo e intensificando la misma, incrementándose el grado de explotación. “Nuestra idea es que en las empresas españolas, sobre todo las pequeñas y medianas empresas, que es donde se ha destruido el 90% de los empleos, el empresario tenga mecanismos claros y ágiles alternativos al despido empezando por la moderación, pasado por una flexibilización de las cláusulas de inaplicación de los convenios colectivos y, si en un momento determinado, no se puede mantener un empleo a tiempo completo, que de una manera ágil pero también voluntaria por parte del trabajador, se pueda convertir ese trabajo a tiempo completo en un empleo a tiempo parcial con carácter excepcional”[11]

Gratuidad del despido para el empresario de tal modo que sea el Estado, o lo que es lo mismo la misma clase trabajadora, quien lo pague. “planteamos profundizar en la creación de un fondo de capitalización financiado por el erario público (por el trasvase de las subvenciones que hoy en día tienen las empresas para la contratación) que serviría para que las empresas pudieran recurrir a él para financiar parte de la indemnización por despido, modulando el acceso a la financiación en función de una serie de parámetros como por ejemplo, que la empresa apueste por la contratación indefinida, por la igualdad, por la prevención de riesgos laborales… etc Y así, buscar, el equilibrio entre el problema que aducen las empresas y el mantenimiento de las indemnizaciones para los trabajadores”[12].

(VI) II Acuerdos para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012-2014.

Y partiendo desde donde partían CCOO y UGT, que era la asunción de los dictados del Capital como hemos visto, se llega a la firma de los II Acuerdos para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012-2014. Acuerdos que, siendo una enésima traición para los trabajadores, tienen toda la lógica teniendo en cuenta los principios ideológicos y políticos de la CSI que hunden sus raíces, como vimos anteriormente, en la aceptación del sistema capitalista, integración en sus estructuras políticas y en la elaboración de éstas, colaboracionismo con la burguesía y acatamiento de la gobernanza económica a nivel mundial, elaborada también por ellos, todo ello siguiendo lo que llaman “diálogo social”. CCOO y UGT lo que han hecho es seguir fielmente la política que les dictan desde los órganos supranacionales de poder de la oligarquía.

Es incierto que sea la primera vez que los sindicatos firman subidas salariales no vinculadas al IPC pues, en el I Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva, firmaron subidas salariales ya inferiores a los incrementos de la inflación. El contenido del II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva suscrito por las patronales CEOE y CEPYME y los sindicatos CCOO y UGT es un retroceso efectivo y real de los derechos de los trabajadores.

En materia de negociación colectiva se introduce un principio que denominan descentralizador, que lo que persigue es ubicar elementos esenciales de la negociación colectiva como salarios, funciones y jornada en la negociación en el seno de la empresa y no en los convenios de ámbito superior, convenios estatales, sectoriales o de Comunidad Autónoma. “Los convenios sectoriales deberán propiciar la negociación en la empresa, a iniciativa de las partes afectadas, de jornada, funciones y salarios por ser el ámbito más adecuado para configurar estas materias. Y ello sin perjuicio de otras alternativas complementarias a los convenios de empresa, como son los acuerdos o pactos de empresa suscritos por sujetos legitimados en el artículo 87.1”[13]. Por un lado, esto significa que el convenio sectorial trasladará, descentralizará, el lugar de negociación de jornada, funciones y salarios a la negociación en cada empresa. Esto tiene, para empezar, como consecuencia una desregulación total del mundo del trabajo - en salario, jornada y funciones - donde se dejarán a todos aquellos trabajadores no organizados – la mayoría de los que están en las pequeñas y medianas empresas - a su suerte así

como a aquéllos organizados en las pequeñas empresas, todo ello sin menoscabo de la posibilidad de descuelgue que el gobierno de Zapatero le otorgó a los empresarios el verano pasado. Por otro lado, se trata de fortalecer los acuerdos y pactos de empresa en lugar del convenio, el cual tiene rango de ley no así los mencionados acuerdos y pactos de empresa.

Lo citado es clave para poder desregular las jornadas laborales buscando la liquidación de las jornadas semanales de trabajo, consagrando jornadas en cómputo anual, y con ello difuminar y falsear las horas extraordinarias, y también abrirle a las empresas la posibilidad de distribuir irregularmente dichas jornadas anuales; “en este sentido, los convenios colectivos debieran facilitar que el empresario pueda distribuir irregularmente un 10% de la jornada anual ordinaria aplicable, pudiendo afectar con ello a la jornada máxima semanal o mensual, aunque no a la máxima anual. Igualmente podrá afectar a los horarios diarios” [14] concediendo además al empresario “una bolsa de cinco días (o 40 horas) al año que podrá alterar en la distribución prevista en el calendario anual”[15]. Si todo esto es de por sí ya indigno, el acuerdo le abre la posibilidad al empresario para que, de manera efectiva, haga lo que le dé la gana, independientemente del traidor acuerdo, como se expresa al señalar “los convenios colectivos deberían contemplar medidas de mayor flexibilidad cuando el empresario necesite distribuir irregularmente la jornada anual de trabajo más allá del porcentaje establecido en el apartado A) o modificar el calendario laboral anualmente aplicable por encima de la bolsa de horas al que alude el citado apartado”[16].

En materia salarial, de manera genérica se establecen subidas salariales muy por debajo del IPC, contemplando cláusulas de actualización por debajo del IPC y quitándose de éste “si el precio medio internacional en euros del petróleo Brent en el mes de diciembre es superior en un 10% al precio medio del mes de diciembre anterior para calcular el exceso citado se tomarán como referencia los indicadores de inflación mencionados excluyendo en ambos los carburantes y combustibles ”[17] y en la negociación colectiva, salarialmente, le abren la puerta al empresario a liquidar aspectos retributivos salariales objetivos, como la antigüedad, en aras de “promover la racionalización de las estructuras salariales, para sustituir conceptos retributivos obsoletos e improductivos por otros vinculados a la productividad y retribuciones en la empresa”[18]

Por último, el acuerdo considera que “la negociación colectiva(…) debería potenciar el uso de medidas legales previstas para los EREs de suspensión y reducción temporal de la jornada, a fin de abordar las situaciones coyunturales y con ello el mantenimiento del empleo”[19] y también contempla “la conveniencia de incluir cláusulas de inaplicación temporal”[20] en materia de horario y distribución de la jornada, trabajo a turnos, sistemas de remuneración, trabajo, rendimiento y funciones, es decir, en todo.

(VII) El Gobierno del PP cierra la cuadratura del círculo de la maquinaria del estado burgués contra los trabajadores.

Este acuerdo firmado por CCOO y UGT es una claudicación en toda regla, más que colaboración es sumisión absoluta y es anteponer los intereses de la burguesía a todo. Significa cargarse por completo la negociación colectiva y convertirla en un instrumento más a favor de la Patronal, instrumento de desregulación y abaratamiento de los salarios y, consecuentemente, de abaratamiento de despido, el cual se ampliará con la acción del gobierno consistente en imponer una Reforma Laboral en la que se precarice por completo el mercado de trabajo y donde se abarate, aún más, las indemnizaciones y las casuísticas de despido.

La implicación y el compromiso de las centrales sindicales en el gobierno antiobrero de los capitalistas cuando fue dirigido por Zapatero ha sido público y notorio; una mayoría de ministros con carné de UGT, empezando por el anterior ministro de trabajo, así como diputados con carné de UGT y CCOO lo acreditan. Ante las flagrantes agresiones a los intereses de los trabajadores, el posicionamiento de CCOO y UGT en estos tiempos ha sido apoyar la Constitución Europea, así como las políticas privatizadoras que emanan de ésta, firmar un I AENC que establecía subidas salariales mínimas así como otorgaba al empresario una serie de prerrogativas para intensificar la explotación, firmar EREs a diestro y siniestro – cabe destacar que en Andalucía sindicalistas de CCOO y UGT están imputados por fraude en procesos de liquidación de empleo - , hacer una huelga general de paripé o firmar Planes de Internacionalización de la Economía en Comunidades Autónomas, como por ejemplo Andalucía o Extremadura, y en el Estado Central que lo que facilita y financia es que las empresas se lleven la producción y los capitales a América Latina, Asia y al Magreb y que hace que las empresas españoles incrementen sus márgenes de beneficio en el exterior y lancen al paro a millones de trabajadores en el estado español. Todo ello, no es ni más ni menos que una actuación consecuente en tanto

entre los objetivos de la CSI se encuentra el de “cooperación con las Federaciones Sindicales Internacionales y la TUAC (OCDE), promoverá y apoyará la coordinación de políticas y actividades sindicales internacionales en las empresas multinacionales, y el diálogo social con organizaciones patronales internacionales” [21]. Estos acuerdos, coherentes a tenor de lo que son, traiciones para aquellos que no conocen lo que son, en realidad no son más que cheques en blanco a los capitalistas como evidencian los documentos de CCOO y UGT cuando expresan las aplicaciones de lo que firman y las contrapartidas, por ejemplo, en materia de internacionalización “La internacionalización de las empresas españolas, no sólo las empresas financieras, de telecomunicaciones o energéticas es un hecho constatado y las cifras hablan por sí solas. La falta de transparencia y de rigor con la que utilizan este tipo de fondos hace necesario el criterio obligacional para las empresas de que se condicionen estas ayudas a la adopción de compromisos en RSE cuantificables y medibles ”[22].

El culmen del colaboracionismo con el gobierno del PSOE fue la firma del pensionazo en febrero de 2011, por el que se ampliaba la edad de jubilación a 67 años y se rebajaban las pensiones en torno a un 15%.

El colaboracionismo continúa con el gobierno de Rajoy y a ello atiende la firma del II AENC para 2012-2014. El siguiente paso será la Reforma Laboral del gobierno del PP, la cual irá por el abaratamiento del despido – el cual ya es un hecho al abaratar los sindicatos y la patronal los salarios con sus políticas circunscritas en el seno del diálogo social -, ampliación de la jubilación a los 70 e introducción del sistema austríaco de indemnización por desempleo.

El favor y la colaboración de CCOO y UGT lo tiene el gobierno, que ya le ha hecho una campaña de limpieza de imagen advirtiendo Rajoy que su reforma laboral originará una huelga de general – al estilo de la guerra contra el enemigo del humorista Miguel Gila – y al que le entregará, seguramente como prebenda, la gestión de los fondos del desempleo, que unido a los negocios de la formación, las Mediaciones y los Arbitrajes y de los EREs, le harán seguir gozando de dinero para mantener liberaciones.

Todo ello es coherente con la política de colaboración e integración en las estructuras imperialistas de los sindicatos de la CSI, integrados entre otras organizaciones en la OCDE. En 1990 la OCDE ya expresaba que los países industrializados no podrían pagar sus pensiones en el futuro como consecuencia del envejecimiento de sus poblaciones, desde entonces CCOO y UGT ya han firmado dos pensionazos, uno en 1996 y otro en 2011.

(VIII) El autodenominado “sindicalismo libre y democrático” es el sindicalismo de la burguesía.

Una de los secretos mejor guardados es el conocimiento exacto de los afiliados a CCOO y a UGT, aunque parece ser que sumando a ambos no alcanzan los 2 millones de afiliados.

A pesar de ello, no es un obstáculo para que estos sindicatos sean reconocidos por el Capital como mayoritarios y más representativos aunque no lleguen ni por asomo a un 15% de afiliación entre los trabajadores, y en caída en picado. Por otro lado, ni sus bases ni sus Congresos les han otorgado la capacidad para tomar dichas medidas y firmar lo que firman, siendo una prueba evidente del funcionamiento antidemocrático y de la participación nula de los trabajadores en la toma de decisiones de los mismos, decisiones tomadas por las camarillas traidoras y vendidas de dirigentes. De hecho es la reproducción de la democracia burguesa en el ámbito sindical.

El comportamiento de estos dirigentes de CCOO y UGT, así como los dirigentes de la CSI, ilustran y hacen ciertas las palabras de Lenin cuando señalaba “Es evidente que una superganancia tan gigantesca (ya que los capitalistas se apropian de ella, además de la que exprimen a los obreros de su "propio" país) permite corromper a los dirigentes obreros y a la capa superior de la aristocracia obrera. Los capitalistas de los países "avanzados" los corrompen, y lo hacen de mil maneras, directas e indirectas, abiertas y ocultas. (…)Esta capa de obreros aburguesados o de "aristocracia obrera", completamente pequeños burgueses en cuanto a su manera de vivir, por la cuantía de sus emolumentos y por toda su mentalidad, es el apoyo principal de la Segunda Internacional, y, hoy día, el principal apoyo social (no militar) de la burguesía. Pues éstos son los verdaderos agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero, los lugartenientes obreros de la clase capitalista (labour lieutenants of the capitalist class), los verdaderos portadores del reformismo y del chovinismo. En la guerra civil entre el proletariado y la burguesía se ponen inevitablemente, en número no despreciable, al lado de la burguesía, al lado de los "versalleses" contra los "comuneros"”[23].

Así pues, los sindicatos de la CSI reproducen en cada estado nación lo que ella representa y es a nivel mundial. Es el sindicalismo que necesita el imperialismo a nivel internacional y, en cada estado, a nivel nacional. En los países son los estados capitalistas, como España, los que sustentan a dichas organizaciones sindicales, los que

las alimentan económicamente y con prebendas conducen a los trabajadores por la senda de la conciliación y de la paz entre clases donde el papel de la clase obrera y demás clases laboriosas sea de subalterna a los intereses de los capitalistas es su estado. Los hechos acreditan, además, que los trabajadores – en su mayoría no afiliados a estas centrales sindicales – no están dentro de las estructuras sindicales CCOO y UGT, siendo el estado de los capitalistas quien le otorga la representatividad y la legitimidad y no las masas trabajadoras. Por último, los postreros hechos acaecidos nos demuestran a las claras la inexistencia de democracia interna, ni de control de la afiliación sobre las camarillas dirigentes los cuales campan a sus anchas con impunidad, demostrándose además la inexistente capacidad organizativa y crítica de la exigua militancia sindical.

La política de Masas y la Política sindical del Partido.

Es habitual que los camaradas del Partido confundan nuestra política de masas con la política sindical y viceversa, considerando como política sindical a la Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores algo que no es así.

En el Programa de nuestro Partido, emanado del XIV Congreso celebrado en abril de 2010, en el capítulo titulado “El papel de las masas” se estructura en dos partes claramente diferenciadas. Por un lado nuestra política sindical, abogando por una central sindical única, por un sindicato de clase; por otro lado, se encuentra nuestra política de masas diferenciándose, por un lado, la Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores que constituiría la unidad de los comités de empresa, delegados y trabajadores activos en los centros de trabajo y que, por un lado, es la universalización de la unidad de los obreros en las empresas y, por otro, los órganos que deben dirigir la producción y que tienen en sus manos el control absoluto de ésta que, a su vez, sería la columna vertebral del Frente Único del Pueblo, que no sólo uniría a los órganos de dirección y planificación obreros de la producción (ACDT) sino que los engarzaría con el movimiento popular así como con otras clases también agredidas por los capitalistas cuya única salida es el socialismo. Este Frente Único del Pueblo constituiría un estado paralelo, un poder autónomo al burgués, los embriones de órganos de poder del futuro estado socialista. Por consiguiente, tanto la Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores como el Frente Único del Pueblo, son movimientos eminentemente políticos y sociales cuya acción se

desarrollará fundamentalmente en el terreno de la política y la ideología, superando, evidentemente, lo sindical.

Nuestra política de masas verifica las dos condiciones fundamentales que toda táctica de masas de un partido comunista debe cumplir:

Sirve de instrumento que otorga a la clase obrera la facultad de alzarse como sujeto revolucionario, congregando en torno a ella a las masas populares;

Adquiere la forma organizativa unido al contenido político e ideológico que exige el objetivo marcado: la implantación de la dictadura del proletariado.

Nuestra política de masas, además, se diferencia de las políticas de masas que tienen el resto de organizaciones comunistas en el estado español, las cuales tratan de llegar a los trabajadores mediante la construcción de Frentes de Izquierdas, todos ellos fallidos, en tanto que dichas organizaciones no tienen raigambre entre la clase obrera porque tejen desde fuera considerando, en esencia, como sujeto revolucionario no a la clase sino a dichas organizaciones. Por el contrario nuestra política de masas, siguiendo la premisa de Lenin de que la unidad de la clase obrera debe desarrollarse desde el interior de la clase obrera y debe ser obra suya, acude directamente a ella y a sus organismos como son los comités. Para la construcción de la unidad, es esencial el concurso de los obreros más conscientes, del Partido, pero teniendo claro que el sujeto revolucionario es la clase obrera. Pero sin la existencia del Partido, orientando y dirigiendo el proceso en los frentes de batalla económico, político e ideológico es inviable el desarrollo y la consolidación de ese proceso así como la viabilidad del desarrollo de la política de masas.

Dialéctica Comités de Empresa – Sección Sindical

Los comités de empresa, y los delegados de personal, son los órganos de representación unitaria de los trabajadores. Son la genuina expresión de la democracia de los trabajadores en activo pues son elegidos por éstos. El sistema sindical impuesto por los capitalistas otorga a CCOO y UGT la prerrogativa de garantizar que en los procesos electorales, al menos uno de ellos esté presente, pues para convocar por primera vez elecciones sindicales o las promueven ellos, como sindicatos más representativos, o las promueven los trabajadores avalando con su firma la convocatoria de elecciones con más de un 50% de firmas. Esta segunda opción, con el

grado de represión existente hoy en los centros de trabajo es prácticamente inviable.

Este hecho hace que los trabajadores estén obligados a acudir a dichas centrales sindicales, no obstante, un número importante de trabajadores que concurren a las elecciones bajo las siglas de CCOO o UGT no son afiliados a dichos sindicatos.

Este hecho implica que la capacidad del sindicato para la aplicación de sus políticas de traición y conciliación de clases merme en los centros de trabajo. Es por ello que, tanto el estado capitalista como sus aliadas cúpulas sindicales exijan prerrogativas a favor de las Secciones Sindicales – no votadas por los trabajadores y, muchas veces, ni tan siquiera por los afiliados – para recortar poder y limitar al máximo a los comités. Aquí podemos contemplar la existencia de la contradicción entre los intereses de los trabajadores – Comités de Empresa - y los intereses de los traidores dirigentes y estructuras sindicales y del estado de los capitalistas, Secciones Sindicales.

No obstante, los hechos demuestran que los trabajadores en los centros de trabajo atienden, por norma general, a los llamados de los Comités de Empresa. Cuando hay una huelga general, las direcciones de los sindicatos se dirigen a los comités para saber si éstos se van a sumar a la huelga o no pues son sabedores de esta realidad. Dependiendo de la respuestas de los Comités adoptan sus decisiones, con lo que reconocen en su práctica esta realidad. Por consiguiente, reconocen que los Comités y los delegados de personal son el cordón umbilical entre la clase obrera y los sindicatos. La Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores, la universalización de la unidad de los Comités y Delegados, no sólo rompería ese cordón umbilical entre el sindicalismo traidor y conciliador de las centrales mayoritarias, sino que imprimirá una dirección revolucionaria en tanto que superaría el ámbito de las cuatro paredes de la empresa y de lo sindical y llevaría la lucha al terreno de la lucha de clases, al terreno de lo político y de lo ideológico aparte de lo económico. Mostraría a los trabajadores que son los amos y señores de la producción y que sus Comités son órganos de poder a través de los cuales dirigirán la misma.

¿ Son los CUOs y la ACDT la misma cosa?

Algunos camaradas del Partido también afirman, en muchas ocasiones, que “los CUOs son una copia de la ACDT”, ¿realmente es así?

“A los trabajadores/as con empleo, a los parados y paradas, a la juventud, a los y las inmigrantes a los que se les niegan los derechos…a todos y a todas, nos unen unas reivindicaciones muy concretas, y la necesidad de ser protagonistas de nuestra propia existencia. Por ello es necesario que -al margen de la afiliación sindical de cada cual, y sin romper con ella-, se abran espacios de unidad en la acción y en lucha obrera. Con este objetivo nacen los COMITÉS para la UNIDAD OBRERA (C.U.O.), como una respuesta obrera que, desde la base, ofrece un espacio de solidaridad y lucha, abierto a todos los compañeros y compañeras con disposición a tomar las riendas de su futuro.”[24] y a continuación exponen una plataforma que no sobrepasa el ámbito de lo sindical. Como se puede comprobar los CUO es la unidad de afiliados a centrales sindicales que se unen en unas reivindicaciones estrictamente sindicales.

“nuestra faceta sindical abarca una parte, tal vez la menos importante de nuestra táctica y de nuestros objetivos, ya que ambas rebasan el ámbito puramente sindical. Puede decirse que donde termina las labores concretas del sindicato, comienza el trabajo que corresponde a la A.C.D.T. La clase obrera se ve perjudicada por la aplicación de medidas que desborda el espacio estrictamente sindical. (…) a tantas y tan graves agresiones no podemos hacerle frente desde la perspectiva sindical porque están supeditadas a las leyes políticas y no laborales. Con semejante treta, los trabajadores nos encontramos desamparados y limitados a la lucha por mejorar nuestra situación económica a través de los convenios colectivos, que antes de firmarse ya quedan rezagados por la carestía de la vida. El desfase actual, según los datos oficiales es del 6% por término medio entre los salarios y las subidas de la carestía de vida, que sin duda será aún mayor (…)Pasa el tiempo y las discriminaciones, las injusticias, la vulneración de nuestros derechos aumentan sin cesar. No nos cabe la menor duda, lo que nosotros los trabajadores no hagamos por nosotros mismos, no lo harán quienes comen y se enriquecen a costa de perpetuar la presente situación. Por todas estas razones la A.C.D.T. es un MOVIMIENTO SOCIOPOLÍTICO.”[25]. La ACDT en su blog se define como un movimiento sociopolítico que desborda lo sindical y se centra en el terreno de la sociopolítico, consecuentemente, la ACDT no es sindical pues considera que los trabajadores al sistema y a las agresiones de los capitalistas “no podemos hacerle frente desde la perspectiva sindical porque están supeditadas a las leyes políticas y no laborales”[26]. “La Asamblea de Comités, delegados y trabajadores es el camino a recorrer para forjar la unidad de la clase obrera activa, que debe ser la columna vertebral del

ejército proletario. Pero esa unidad no se realiza únicamente desde parámetros economicistas sino que en el camino se introducen aspectos ideológicos y políticos desenmascarándoles a los trabajadores sus enemigos, mostrándoles sus aliados y desbrozándoles el camino a seguir para transformar esta sociedad, por consiguiente, esta unidad trasciende el ámbito de lo sindical convirtiéndose en una parte vital del Frente de Masas de la clase obrera, siendo eminentemente político y social”[27].

Mientras los CUO son una unión de afiliados a diversos sindicatos, cuya unidad de acción se hace en base a unas reivindicaciones concretas que no trascienden de lo sindical, que no aspiran a transformar la sociedad y que dicha unión no se hace en base al reconocimiento de la lucha de clases como fuerza motríz del progreso de la sociedad; la ACDT es un movimiento sociopolítico cuyo objetivo es la transformación de la sociedad capitalista, que persigue la unión de la clase obrera activa a través de sus órganos de poder – Asamblea de Trabajadores y Comité o delegados – haciéndoles ver su potencialidad – amos y señores de la producción - e incardinarlos como columna vertebral del Frente Único del Pueblo. Por consiguiente, nada tiene que ver los CUOs con la ACDT.

La realidad sindical en España

En el estado español existe una gran fragmentación y un gran número de siglas sindicales. Además, el índice de afiliación en el estado español es muy bajo, por debajo del 15%, superando en nivel de afiliación, en Europa, únicamente a Polonia y a Francia.

Los sindicatos colaboracionistas y traidores de la CSI son los mayoritarios: CCOO, UGT, ELA y USO. Por otro lado, existen sindicatos nacionalistas – LAB, CIG, IAC, IA, SAT, etcétera –, anarcosindicalistas (CNT, CGT o Solidaridad Obrera), y aquellos que se denominan de clase (CO.BAS, CSC, etc…), todos estos últimos también autodenominados sindicalismo alternativo. También hemos de reseñar que en el estado español hay sindicatos pertenecientes a la Federación Sindical Mundial, como son la Coordinadora Sindical de Clase (CSC), o el sindicato LAB.

Mucho hemos dicho sobre los sindicatos de la CSI en el estado español, por lo que no incidiremos más. Respecto al sindicalismo denominado alternativo debemos señalar lo siguiente:

Su posicionamiento en referencia a CCOO y UGT es idéntico, al igual que su crítica y la necesidad de establecer una alternativa a éstos pero son incapaces de avanzar hacia un proceso de acumulación de fuerza y dar pasos orgánicamente

en ese sentido, para avanzar hacia la conformación de un único sindicato el cual integre a todos estos pequeños sindicatos.

El nacionalismo en el seno de diferentes centrales sindicales, por ejemplo CIG o LAB, hacen que prevalezca en su práctica la cuestión de nacionalidad sobre la cuestión de clase. En la práctica fomentar la fracción entre los trabajadores de la nacionalidad en cuestión y los del resto del estado.

Existe un gran fraccionamiento y una, también, baja afiliación.

Son incapaces de realizar cualquier tipo de movilización a nivel general sino van a rebufo de CCOO y UGT.

En algunos de ellos existe una gran dosis de sectarismo al considerar a los comités de CCOO y UGT tan traidores como sus direcciones y, con ello, no efectúan tácticas para arrancar a esos comités de la férula del sindicalismo traidor y sumarlo a las filas del sindicalismo combativo.

Fundamentalmente los sindicatos anarquistas, CNT o Solidaridad Obrera, se convierten en reaccionarios al despreciar y/o negar los órganos de representación unitaria de los trabajadores y al boicotear procesos de huelga – como la huelga general del 29S – porque la convocaban CCOO y UGT en lugar de no ver en dicho proceso una posibilidad para generar conciencia entre los trabajadores y arrancar a Comités de las garras de las direcciones vendidas de los sindicatos mayoritarios.

Ninguno de ellos sobrepasa el ámbito de lo sindical y algunos de ellos han rehuido y se han manifestado contrarios a la Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores.

La concepción sindical de algunos de ellos no sobrepasa las cuatro paredes de la empresa. Existe contradicción entre algunos de ellos también de concepción sindical por ramas y por territorios.

Mantienen reuniones periódicas en Madrid donde manifiestan siempre la necesidad de una alternativa pero nunca dan pasos en la dirección de la construcción de la misma.

Ante esta situación, existe un proceso abierto en la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) de integración de diversas estructuras sindicales en una única estructura sindical: La Coordinadora Sindical de Clase.

El proceso de unidad orgánica se está dando entre los siguientes sindicatos que componen la CSC:

COORDINADORA SINDICAL DE MADRID

ALTERNATIVA SINDICAL DE TRABAJADORES DE TELEFÓNICA

PLATAFORMA SINDICAL DE LA EMT

PLATAFORMA de ETASA

COMISIÓN DE TRABAJADORES ASAMBLEARIOS DE IBERIA

SINDICATO ASAMBLEARIO DE TRABAJADORES NUEVA PLATAFORMA DE LA CASA DE LA MONEDA

PLATAFORMA SINDICAL INDEPENDIENTE (Blas & Cia, SA)

SINDICATO UNITARIO

COLECTIVO POPULAR DE TRABAJADORES DE ROCA

SINDICATO UNIFICADO INDEPENDIENTE DE TRABAJADORES DE HOTEL MELIA

COORDINADORA SINDICAL DE ANDALUCIA

SINDICATO UNITARIO

SINDICATO DEMOCRATICO DE TRABAJADORES

COORDINADORA DE TRABAJADORES ANDALUCES

- COORDINADORA DE TRABAJADORES DEL PAIS VALENCIANO

- TRABAJADORES UNIDOS DE VALLADOLID

- COORDINADORA DE TRABAJADORES DE EXTREMADURA

Debemos señalar, además, que la Coordinadora Sindical de Clase forma parte de la Federación Sindical Mundial y, consecuentemente, siguen un sindicalismo de clase y combativo. Tenemos conocimiento que en este proceso se está teniendo un intenso debate en cómo estructurar el sindicato, algunos como AST plantean un sindicato con fuerza de rama sobre territorio y otros, como CTA, de territorio sobre rama, pero todos ellos consideran que deben avanzar hacia una única estructura orgánica que centralice y aglutine al sindicalismo de clase en el estado español. Por consiguiente encaja perfectamente con lo que es nuestra política sindical en tanto y en cuanto dan pasos hacia una central sindical que une y tímidamente da pasos encaminados hacia una central sindical única, donde además se reconoce la lucha de clases como fuerza motriz del avance de la sociedad y, además, forma parte de la FSM. Por todo ello, consideramos que el Partido debe estar presente en este proceso de reagrupamiento y unificación orgánica de fuerzas del sindicalismo de clase para influir y hacer posible que se arribe a esa estructura orgánica sindical que galvanice a todo el sindicalismo de clase y combativo y le coma el terreno al sindicalismo traidor de CCOO y de UGT.

Conclusiones

(I)Sobre la política sindical.

A tenor del cuadro aportado, concluimos que la política sindical de nuestro Programa Político es válida e imprescindible en la situación actual en su esencia: Central Sindical Única y que su eje vertebral sea el reconocimiento de la lucha de clases como fuerza motriz del avance de la sociedad.

Pero nuestra política sindical, en este momento, debe perfeccionarse y enriquecerse más y ello es posible gracias a las experiencias prácticas que estamos teniendo pero, también, al estudio de lo que está aconteciendo en el mundo, sobretodo en europa, al comprobar que la burguesía se organiza mundialmente, dirige mundialmente y agrede mundialmente a la clase obrera adoptando los gobiernos títeres de los estados nación aquello que les dictan los organismos imperialistas supranacionales. Dejándonos la realidad, bien patente, que la contradicción fundamental en la que se manifiesta la lucha de

clases es la lucha a nivel mundial entre el socialismo y el capitalismo y que esta, a nivel sindical, se da en la lucha entre el sindicalismo que lucha contra el capitalismo y por la transformación de la sociedad que de este sistema emana por otra en la que los trabajadores sean los que dirijan, FSM, y el sindicalismo vendido y conciliador de las estructuras de poder imperialistas, CSI.

“Consideramos como deber nacional de cada Partido Comunista y de la clase obrera de cada país su contribución en la lucha de clases internacional, utilizando la crisis a escala nacional para la desestabilización-derrocamiento del poder burgués y la conquista del poder para la construcción socialista” [28]. Este aspecto, en nuestro programa no estaba contemplado en nuestra política sindical y es de vital importancia tenerlo en consideración. Por ello, consideramos que la política sindical del Partido debe contemplar su alineamiento así como el fortalecimiento de la fuerza sindical que a nivel mundial representa y defiende el sindicalismo de clase, combativo y antiimperialista y que engloba a la fuerza sindical que lucha contra el orden capitalista que es la FSM. Además, hay que combatir, denunciar y debilitar al sindicalismo colaboracionista, traidor e integrado en las estructuras de opresión imperialistas, la CSI y sus sindicatos nacionales. Por ello, consideramos que la militancia del Partido debe romper con los sindicatos españoles de la Confederación Sindical Internacional (CSI) – ELA, CCOO, UGT y USO -, denunciarlos y arrancar al máximo de trabajadores, comités y delegados de ellos y fortalecer los sindicatos de la FSM.

El Partido debe laborar para que los trabajadores exijan a los Comités y a las Secciones sindicales de tamaños sindicatos traidores responsabilidades y que actúen en consecuencia, que no puede ser otra que abandonar ambos sindicatos pues venden a los trabajadores abiertamente, el permanecer ahí es estar codo con codo con los traidores y convertirse en lo mismo.

Asimismo, y siendo conscientes del proceso de reagrupamiento y unificación orgánica del sindicalismo de clase que se está desarrollando en el seno de la Coordinadora Sindical de Clase, consideramos que debemos fortalecer dicho proceso y formar parte activa del mismo mediante nuestra militancia en dicha central sindical, la CSC.

Habrá camaradas que consideren que, con este enfoque nuevo dado a nuestra política sindical estemos vulnerando la consigna leninista de que los comunistas debemos estar donde están las masas y debemos advertir que no es así. A nivel mundial, la Federación

Sindical Mundial engloba a unos 200 millones de afiliados, de él forman parte el PAME, la CTC, los sindicatos coreanos y chinos, entre otros, y ese es el lugar en el que tenemos que estar los comunistas del PCOE y no al lado de la OCDE, la UE y demás estructuras imperialistas que es donde están los sindicatos de la CSI. Pero, además, en el estado español las masas están fuera de las centrales sindicales como hemos podido contemplar, por tanto, estar en CCOO y UGT no sólo no es estar donde están las masas- que mayoritariamente las desprecian – sino que sería estar con los enemigos de clase. Es contradictorio e inconsecuente defender al PAME o a la CTC y, en paralelo, estar con los enemigos de estos, la CSI. Defender el sindicalismo de clase, combativo y anticapitalista y estar dentro de los sindicatos de la conciliación, la traición y el sometimiento de los trabajadores a la oligarquía y a sus órganos de poder. Por todo ello, pedimos a este comité central que apoye esta tesis y actualice la política sindical de nuestro programa en el sentido que hemos manifestado en estas conclusiones.

(II) La única solución es política y pasa por acabar con el capitalismo.

“El desarrollo del capitalismo ha llegado a un punto tal, que, aunque la producción de mercancías sigue "reinando" como antes y siendo considerada como la base de toda la economía, en realidad se halla ya quebrantada, y las ganancias principales van a parar a los "genios" de las maquinaciones financieras. En la base de estas maquinaciones y de estos chanchullos se halla la socialización de la producción; pero el inmenso progreso logrado por la humanidad, que ha llegado a dicha socialización, beneficia . . . a los especuladores.”[29]. Y es a estos especuladores a los que sirven el estado y todos aquellos “aristócratas obreros aburguesados” al servicio de la explotación, como son los dirigentes de CCOO, UGT y de aquellas fuerzas políticas de izquierda que defienden esta democracia burguesa que consagra, en su artículo 38, la economía capitalista. Esos especuladores, la oligarquía financiera, “ejerce también su dominio en la esfera política, supeditando a su férula el aparato del Estado de los países capitalistas”[30], algo que se evidencia en las políticas de los gobiernos, ya sean del PSOE o del PP, los cuales están siguiendo a rajatabla las políticas trazadas por la UE y demás organismos imperialistas.

La oligarquía financiera está perfectamente pertrechada y es consciente que para sobrevivir debe explotar al máximo a las clases laboriosas, algo que está llevando a término a través de sus gobiernos siervos y de los sindicatos y partidos políticos que tiene

bajo su nómina. Por el contrario, los trabajadores estamos desorganizados, bajo la influencia ideológica y política de la burguesía y, a pesar que recibimos los palos en primera persona no tenemos consciencia de estar en una guerra, a diferencia de la burguesía que es plenamente consciente de ello.

Nuestro Partido debe esforzarse al máximo en desarrollar la política de masas al y en elevar política e ideológicamente a los trabajadores, a los que tiene que incitar y urgir a organizarse políticamente. El problema es político. El capitalismo, basta mirar a España, Portugal, Grecia, Irlanda o Italia, niega a los pueblos la educación, la sanidad, el techo (vivienda) y el pan (empleo) pero no escatima recursos para guerras de rapiña, o para exportar capitales – también llamado actualmente internacionalización de empresas - con los que esquilmen a otros pueblos del planeta y sobreexploten a otros hermanos de clase de otros países del mundo.

Para poder vencer a este sistema que nos niega todo a los que producimos todo, debemos unirnos y organizarnos. El Partido debe cumplir con su misión de denunciar al oportunismo y a los traidores y luchar contra ellos sin cuartel, debe mostrar a los trabajadores su potencial, sus órganos de poder, ir a los comités y mostrarles la naturaleza política de nuestros problemas y la necesidad de que se unan y organicen en la conquista de los derechos que nos corresponden. Asimismo unir la lucha de todos los centros de trabajo (Asambleas de Comités), y éstos con la lucha en los barrios y con aquellos sectores sociales también machacados por el gobierno de los capitalistas (Asambleas Populares), conformándose un Frente Único del Pueblo. O nos unimos y nos organizamos conformando ese Frente para que se socialicen los enormes beneficios que generamos o estamos condenados a la barbarie, a la explotación y a la miseria. Esto sólo puede venir de la mano del Socialismo.

“Consideramos que la acción de las masas trabajadoras y populares en el proceso revolucionario implica el conflicto con todas las instituciones del poder burgués hasta su derribo y la creación de los nuevos órganos revolucionarios del poder obrero. Esta es la única manera para quitar el poder político, el dominio de la burguesía, y aplastar la resistencia de la burguesía dado que nunca va a ceder el poder voluntariamente. El concepto de la revolución socialista no se limita solamente en el derrocamiento del poder burgués sino abarca todo el proceso de consolidación de las relaciones comunistas hasta la eliminación absoluta de las clases.”[31]

Francisco J. Barjas Fernández.Secretario General del Partido Comunista Obrero Español.

[1]: Gonzalo Maestro Buelga. El tratado de Lisboa y la Constitución Económica. Pág 22.

[2]: Ibidem, pág 32.

[3]: http://www.global-unions.org/about-us.html

[4]: http://www.global-unions.org/framework-agreements.html .

[5]: http://www.ituc-csi.org/global-economy.html

[6]: Estatutos FSM, pág 6.

[7]: Íbidem. Pág 7.

[8]: Íbidem Pags 7 – 8.

[9]: http://www.ugt.es/actualidad/2012/enero/b04012012.html . Entrevista en la SER a Cándido Méndez, 4 de enero de 2012.

[10]: Ibidem.

[11]: Ibidem.

[12]: Ibidem.

[13]: II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012, 2013 y 2014 firmado por CCOO, UGT, CEPYME y CEOE. Pág 6

[14]: Íbidem, pág 7.

[15]: Íbidem, pág 8.

[16]: Íbidem, pág 9.

[17]: Íbidem, pág 23.

[18]: Íbidem, pág 11.

[19]: Íbidem, pág 20.

[20]: Íbidem, pág 25.

[21]: Estatutos de la CSI, pág 8.

[22]: Criterios Unitarios para la Negociación Colectiva CCOO-UGT, 3 de marzo de 2011, pág 59.

[23]: VI. Lenin. Obras Escogidas, tomo I, pág 368. Ed. Progreso, Moscú 1.961.

[24]: http://www.unidad-obrera.org/?page_id=2 Acerca de los CUO

[25]: http://asambleacomites.blogspot.com/2008/12/que-somos.html

[26]: Ibidem

[27]: Programa PCOE, abril 2010. Pág 47.

[28]: La importancia del estudio crítico de la construcción del socialismo en el siglo XX para el fortalecimiento del movimiento obrero, para el contrataque eficaz. Aleka Papariga, Secretaria General del KKE.

[29]: VI. Lenin. Obras Escogidas, tomo I, pág 373. Ed. Progreso, Moscú 1.961.

[30]: P. Nikitin. Manual de Economía Política, pág 98. Ed. Akal.

[31]: La importancia del estudio crítico de la construcción del socialismo en el siglo XX para el fortalecimiento del movimiento obrero, para el contrataque eficaz. Aleka Papariga, Secretaria General del KKE.