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1 ANALISIS FUNCIONAL Y SINTAXIS Y SEMANTICA DE PERSONAJES EN "PINOCHO Y BLANCAFLOR" DE ALEJANDRO CASONA Isabel Tejerina Universidad de Cantabria ("Análisis funcional, sintaxis y semántica de personajes en Pinocho y Blancaflor de Alejandro Casona, Letras de Deusto, vol. 24, nº 62, Enero-Marzo 1994, pp. 133-157) El campo de la Literatura Infantil se ha ganado ya un puesto reconocido en la creación. Ahora necesita que se le dedique el esfuerzo de reflexión y contraste que proporciona la crítica. En esta dirección se sitúa, aun en su modestia, este trabajo. I. PRESENTACIÓN DE LA OBRA El asturiano Alejandro Rodríguez Alvárez, conocido por el pseudónimo Alejandro Casona, se acercó al teatro infantil en 1928, cuando estuvo destinado como maestro en el pueblo leridano de Les, en el corazón del Valle de Arán. Allí funda con los niños de su escuela el grupo de teatro "El Párajo Pinto". En 1931, la República instituyó las misiones Pedagógicas y Alejandro Casona fue llamado a dirigir el "Teatro del Pueblo", una labor ambulante paralela a la de Lorca con "La Barraca". Parece que fueron estos años -entre 1931 y 1935- los que determinaron su decisión de escribir teatro para niños. Casona se acercó a este género, escasamente cultivado y valorado, con respeto, dispuesto a ofrecer hallazgo artístico sin renunciar a la pedagogía. Y consigue su objetivo. Es uno de los pocos autores que logra superar el nivel de mediocridad existente en la gran mayoría de las obras teatrales que desde Benavente hasta hoy se han escrito en España para los niños. Incluso nos atrevemos a afirmar que sus farsas se encuentran entre lo mejor que se ha hecho en el género. Sus piezas infantiles participan de las características generales de su teatro: lenguaje poético, humor, juego

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ANALISIS FUNCIONAL Y SINTAXIS Y SEMANTICA DE PERSONAJES EN "PINOCHO Y

BLANCAFLOR" DE ALEJANDRO CASONA

Isabel Tejerina

Universidad de Cantabria

("Análisis funcional, sintaxis y semántica de personajes en Pinocho y Blancaflor de Alejandro Casona, Letras de Deusto, vol. 24, nº 62, Enero-Marzo 1994, pp. 133-157)

El campo de la Literatura Infantil se ha ganado ya un puesto

reconocido en la creación. Ahora necesita que se le dedique el esfuerzo de

reflexión y contraste que proporciona la crítica. En esta dirección se

sitúa, aun en su modestia, este trabajo.

I. PRESENTACIÓN DE LA OBRA

El asturiano Alejandro Rodríguez Alvárez, conocido por el pseudónimo

Alejandro Casona, se acercó al teatro infantil en 1928, cuando estuvo

destinado como maestro en el pueblo leridano de Les, en el corazón del

Valle de Arán. Allí funda con los niños de su escuela el grupo de teatro

"El Párajo Pinto".

En 1931, la República instituyó las misiones Pedagógicas y Alejandro

Casona fue llamado a dirigir el "Teatro del Pueblo", una labor ambulante

paralela a la de Lorca con "La Barraca". Parece que fueron estos años -

entre 1931 y 1935- los que determinaron su decisión de escribir teatro

para niños. Casona se acercó a este género, escasamente cultivado y

valorado, con respeto, dispuesto a ofrecer hallazgo artístico sin

renunciar a la pedagogía. Y consigue su objetivo. Es uno de los pocos

autores que logra superar el nivel de mediocridad existente en la gran

mayoría de las obras teatrales que desde Benavente hasta hoy se han

escrito en España para los niños. Incluso nos atrevemos a afirmar que sus

farsas se encuentran entre lo mejor que se ha hecho en el género. Sus

piezas infantiles participan de las características generales de su

teatro: lenguaje poético, humor, juego entre la realidad y la fantasía,

1

optimismo y búsqueda de lo universal humano sin atender a las

circunstancias políticas y sociales que rodean al hombre. Un teatro

imaginativo y esperanzado, acusado no sin razón de escapista1.

La producción teatral de Casona destinada a este público específico

está integrada por seis obras: "El lindo Gato", "¡ A Belén, pastores!",

"Retablo jovial", "El gato con botas", "Pinocho y Blancafor" y "El hijo de

Pinocho". Todos ellos fueron escritos en su exilio sudamericano, alrededor

de los mismos años2. Esta es su tarjeta de identidad:

"El lindo don Gato"3. Fue escrita probablemente antes de 1950, aunque

no se dispone de fecha de composición ni de estreno. LLeva el subtítulo de

"romance - pantomima" y está compuesta por un úico cuadro que escenifica

la popular canción "Estaba el señor don Gato".

"¡A Belén, pastores!"4. Se estrenó en el Parque Rodó de Montevideo, en

diciembre de 1951. Retablo navideño con canciones populares y villancicos

clásicos (Tejada, Rengifo, Lope de Vega y Góngora) es una obra de

tradición litúrgica en la que se intercalan episodios profanos y

graciosos.

"Retablo jovial"5 Apareció en Buenos Aires en 1949 y contiene cinco

farsas en un acto que son: Sancho Panza en la ínsula, Entremés del mancebo

que casó con mujer brava, Farsa del cornudo apaleado, Fablilla del secreto

1    ? RUIZ RAMON,F., Historia del teatro español, Tomo II, Alianza Editorial, Madrid, 1971, pág. 247.

2    ? De todas ellas, a excepción de "Retablo jovial", se encuentra el resumen argumental y particular valoración sobre sus aspectos positivos para los niños en FERNANDEZ CAMBRíA, E., Teatro español del siglo XX para la infancia y la juventud (Desde Benavente hasta Alonso de Santos), Escuela Española, Madrid, 1987, págs. 147-163.

3    ? CASONA,A., Obras completas, Aguilar, Madrid, 1974, tomoII, 6ª ed.

4    ? CASONA,A., ibidem.

5    ? CASONA,A., Retablo jovial, Espasa-Calpe, Col. Austral, Madrid, 1972.

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bien guardado y Farsa y justicia del corregidor. Como es sabido, la

primera tiene su origen en el Quijote, la segunda tiene su fuente en el

enxiemplo XXXV del Conde Lucanor y la tercer deriva del cuento LXXII del

Decamerón. Las dos últimas se basan en cuentos folklóricos, en uno popular

italiano la cuarta, y en un apólogo oriental, la última.

Según refiere Cervera6, las dos primeras fueron escritas por Casona

para el Teatro del Pueblo de las Misiones Pedagógicas, que las estrenó e

incorporó a su repertorio; las otras tres se compusieron ya en América

aunque con la misma finalidad.

Hay que decir que el "Retablo jovial" no nació como teatro para

jóvenes. Fue concebido para el pueblo. Su inclusión aquí obedece a que,

por sus características y, como muchas piezas del teatro popular, tiene

muy buena acogida entre el público juvenil y adolescente y, con algunas

restricciones, entre los niños.

"El gato con botas", es una comedia en cinco estampas, inspirada en el

famoso cuento de Perrault en la que la aportación original es bastante

notable.

"Pinocho y la infantina Blancaflor" es una farsa en dos actos,

divididos en cinco cuadros, cuyo protagonista es el famoso muñeco de

madera. No hay más deuda que ésta con el cuento original italiano, puesto

que el argumento, conflictos e incidencias son enteramente nuevas.

"El hijo de Pinocho", constituye la continuación de la farsa anterior,

su segunda y última parte. Tiene dos actos, divididos en cinco cuadros7.

"Pinocho y Blancaflor", título con el que aparece en la edición

6    ? CERVERA, J., Historia crítica del teatro infantil español, Editora Nacional, Madrid, 1982, págs. 396 y 397

7    ? Estas tres últimas obras han permanecido inéditas hasta 1983. Recuperadas por un sobrino del autor, Luis Miguel Rodriguez, han recibido una adecuada edición crítica en la patria chica del dramaturgo. CASONA,A., Tres farsas infantiles, El gato con botas, Pinocho y Blancaflor, El hijo de Pinocho, edic. de Evaristo Arce, Noega, Biblioteca de la Quintana, Gijón, 1983.

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crítica citada frente el nombre original de "Pinocho y la infantina

Blancaflor", se estrenó en el teatro Ateneo de Buenos Aires el 16 de junio

de 1940, aunque su editor Evaristo Arce cita una inscripción autógrafa que

data la pieza en Méjico, 14 de agosto de 19378. Es una pieza que sobresale

en el repertorio de la literatura dramática para niños por su calidad

literaria. Optimista y risueña, forma parte del mundo católico

mediterráneo, afectividad, individualismo, idealismo y épica

personalizada.

Constituye, al igual que las otras dos piezas reunidas en esta

trilogía de teatro infantil, un verdadero cuento "maravilloso" según la

terminología y morfología de Vladimir Propp9. Esta clase de relato se

define como aquel desarrollo que partiendo de un fechoría o de una

carencia y pasando por funciones intermedias (partida, prohibición,

engaño, donación del objeto mágico, combate, victoria, regreso... culmina

en la reparación de la fechoría o anulación de la carencia y en el

matrimonio u otras funciones utilizadas como desenlace feliz.

En esta divertida farsa también el héroe vence las pruebas, derrota a

sus adversarios, se casa con la princesa y conquista, sin mayor

dificultad, una felicidad que se promete eterna. Es un cuento

"maravilloso" dramatizado tanto en la sucesión de sus funciones como en su

contenido semántico. Ello no obsta para que presente unos rasgos, como la

caricatura, la ironía o algunos arrebatos lingüísticos, que la alejan del

relato folclórico tradicional.

"Pinocho y Blancaflor", se desenvuelve en un ambiente fantástico, sin

encuadre temporal preciso, y sus personajes tienen cualidades simples y

notorias, polarismo físico y moral, como es usual en los cuentos

infantiles. Narra la historia de la infantina Blancaflor a quien la

tradición palaciega ha destinado, en contra de sus deseos, a un matrimonio

de estado. Ninguno de los pretendientes que la cortejan es de su agrado.

En la fiesta de esponsales, la Infantina es raptada por unos piratas. El

8    ? CASONA,A., ibídem, pág. 9.

9    ? PROPP, V., Morfología del cuento, Fundamentos, Madrid, 1971, págs. 38 y ss.

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rey promete la mano de la princesa y la mitad de su reino a quien logre

rescatarla. El nuñeco Pinocho, armado caballero, vencerá todos los

peligros y liberará a la princesa de las garras de sus secuestradores y de

la maldad de sus interesados pretendientes. Se cumple la promesa del rey y

todo es alegría en el Reino de Panfilandia.

Al mismo tiempo, la obra es una comedia. En ella se cumplen los

criterios tradicionales del género que recuerda Pavis10: los personajes son

de condición inferior, el desenlace es feliz, su finalidad consiste en

provocar la risa del espectador. Comedia en clave de farsa por la

acentuación del tercer criterio señalado mediante la utilización de medios

consagrados para hacer reir: personajes típicos, series de situaciones

cómicas y palabras, retruécanos, máscaras grotescas, muecas, burlas,

bufonerías, etc., como intento de adecuación del autor a la receptividad y

personalidad infantiles. Es decir, cerca de la farsa o de aquella creación

que Peter Brook llama "teatro tosco"11.

Cuento maravilloso y farsa cómica, doble plano que incide en su

especial naturaleza y en la interpretación que le otorgamos.

II. ESTRUCTURA FUNCIONAL

Para comprobar la estructura del cuento maravilloso en "Pinocho y

Blancaflor", procedemos a su análisis de funciones como si de un relato se

tratara, bien entendido que el establecimiento de la estructura fucional

del texto literario es sólo un aspecto del análisis de la obra dramática,

unos de los trece sistemas que Kowzan12 estudia, el de la palabra.

El desarrollo de "Pinocho y Blancaflor" se estructura sobre doce

10    ? PAVIS,P., Diccionario del teatro, Paidos Comunicación, Barcelona, 1983, pág. 66 y 218.

11    ? BROOK,P., El espacio vacío, Península, Barcelona, 1973, pág. 76.

12    ? KOWZAN,T., "El signo en el teatro", en VARIOS AUTORES, El teatro y su crisis actual, Monte Avila Editores, Caracas, 1969.

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funciones cardinales, acciones claves, ocho de las cuales son

protagonizadas por el héroe de la historia: Pinocho. Hemos de indicar que

la elección de este conocido personaje de la literatura clásica infantil

como protagonista se justifica en el motivo de que al ser la Infantina una

niña todavía, sólo pueda salvarla un héroe de niños13. Sin embargo, el

pedagogismo de este muñeco de madera no es en las dos obras de la misma

índole. Aquí es caracterizado como un modelo de virtudes de principio a

fin, por lo que en nada se parece al travieso e indócil títere fabricado

por el bueno de Gepeto14. Sus aventuras no son ahora la historia de un

aprendizaje como en el cuento de Collodi, sino la consagración de un

héroe.

La primera función es la fechoría, el secuestro de la Infantina por

unos piratas (95). Señalemos de pasada que este rapto y los sucesivos

atropellos que sufre la princesa reciben un tratamiento fuertemente

satírico. Aquí la farsa se aleja del cuento "maravilloso" tradicional para

regodearse en lo cómico. Pero la morfología funcional no puede ser más

clásica: La función inicial de la fechoría será la desencadenante del

resto de los acontecimientos hasta el feliz desenlace. El Rey hace

pregonar el tradicional bando : "Aquel que salve a la Infantina, sea rico

o pobre, sea noble o plebeyo, ése será su marido, y a él entregaré la

mitad de mi reino" (97) que motiva la segunda función cardinal de la

fábula: la partida del héroe. Partida heroica porque Pinocho es armado

caballero y proclamado como héroe porque es valiente, sabio, bueno y,

sobre todo, un personaje querido por los niños. También porque marcha con

una decidida voluntad de gloria: "Hasta pronto señores: ya sabréis de mí

por mis hazañas! ¡Ahora al combate! ¡Por la Infantina! ¡Por el Rey! ¡Por

el amor!" (101).

13    ? CASONA,A., Pinocho y Blancaflor, op. cit., pág. 12.

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    ? Por cierto que hay que celebrar la edición de Pinocho hecha por la Edit. Altea, que ha logrado restituir, después de años de falsificación y mutilaciones, el valor original de esta obra. A ello han contribuido una excelente traducción y la fuerza expresiva de las ilustracciones que la acompañan.

COLLODI,C., Las aventuras de Pinocho, Trad. de Augusto Martinez Torres, Ilustrado por Roberto Innocenti, Altea, Madrid, 1989.

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La meta heroica sólo es alcanzable tras la superación de duras pruebas

y grandes peligros que en todo cuento maravilloso se afrontan y se vencen

gracias a variopintos auxilios mágicos, a determinados poderes

sobrenaturales que se otorgan o se ponen al servicio del héroe infantil

para así superar su desvalimiento. En "Pinocho y Blancaflor", la función

del donante, se encarna en la bruja Escaldufa.

La bruja Escaldufa, sabedora de ensalmos y conjuros cabalísticos, es

capaz de leer en el lenguaje del fuego la dramática situación de la

princesa:

Veo una infantina rubia,

va flotando entre las aguas...

Se acercan negros con flechas...

Van gritando en las piraguas...

La Infantina es carne fresca;

ya el caldero hirviendo está.

El negro afila el cuchillo.

¡Los negros la comerán! (107)

También de forma mágica Escaldufa auxilia a Pinocho en su meta heroica

realizando la denominada por Propp función de Desplazamiento al

transportarle junto con su escudero hasta la tribu de los antropófagos:

"Yo te llevaré en mi escoba. No tengas miedo: los negros no se comen a sus

víctimas hasta la noche de la luna llena" (107). No se excluyen tampoco

los recursos normales: la bruja utiliza la simple experiencia de vieja y

su astucia para ayudar al héroe en el primer enfrentamiento con sus

adversarios, los nobles pretendientes de Blancaflor.

La función de Combate, llave con la de la Victoria, se encuentra

duplicada en esta farsa. En una primera secuencia Pinocho, gracias a las

triquiñuelas de Escaldufa, barre a escobazos a los nobles traidores (114).

En la segunda, el héroe se hace pasar por hechicero blanco ante la

credulidad ignorante de los negros antropófagos, emborracha al rey y reta

al hechicero negro a una pelea en la que muestra la fuerza de sus puños y

la agilidad de sus piernas (127). Pinocho utiliza aquí su propia agudeza y

una gran habilidad en la combinación y utilización de sus posibilidades.

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Características éstas que define al héroe infantil que ha de compensar su

inferioridad física con valentía, estrategia e intrepidez. El éxito

permite la reparación de la fechoría: la Infantina queda liberada (128).

Se inicia el regreso a la corte, la función de Vuelta.

Fanfarrón, Faldellín y Tartamundia, antagonistas de Pinocho, una de

cuyas acciones fue la de suplantar al héroe y pretender sus honores (

Pretensiones engañosas), son falsos héroes. Como tales, reciben su Castigo

(154). Ya hemos señalado más arriba el significado psicológico y

pedagógico de esta función. En el teatro infantil, igual que en los

cuentos maravillosos, el Castigo está ligado al maniqueísmo y es correlato

del final feliz, bien y mal diferenciados y en pugna, victoria del

primero, derrota y penalización del segundo. La destrucción del mal es

necesaria para evitar los temores de su reaparición y proporcionar al niño

el necesario alivio, como estudia Bettelheim15.

La función de Descubimiento por la que son desenmascarados los falsos

héroes se cumple en "Pinocho y Blancaflor" con un toque moderno del teatro

infantil que Casona incorpora: la participación del público. Los niños

espectadores ayudarán al reconocimiento del héroe Pinocho y a demostrar la

usurpación realizada por sus antagonistas. El Rey les pide ayuda para

solucionar el conflicto, porque ellos "siempre dicen la verdad" (154).

Observamos que Casona incurre aquí en el falso tópico ternurista sobre una

permanente sinceridad de los niños16.

En la más pura tradición del cuento maravilloso, el desenlace se

realiza con la función del Matrimonio (154). Pinocho, cumplida su función

heroica, se casa con Blancaflor y hereda la mitad del reino, es el final

feliz de los cuentos de hadas.

15    ? BETTELHEIM, B., Psicoanálisis de los cuentos de hadas, Crítica, Barcelona, 1980, pág. 322.

16    ? Sin embargo, hay otros testimonios en los que incluso llega a afirmar "todo niño que no miente no es un niño sano". CASONA,A., "La hora de la fantasía", Boletín 24 del Centro de Divulgación de Prácticas Escolares, Montevideo, 1942, Cit. por JESUALDO, La literatura infantil. Ensayo sobre ética, estética y psicopedagogía de la literatura infantil, Losada, Buenos Aires, 1967.

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Nos interesa anotar que el héroe, de procedencia plebeya, se inviste

de realeza al final de la obra. El papel de la institución monárquica

queda bien patente y, como en todo cuento maravilloso, la esposa pertenece

a un país lejano al del héroe, motivo que Propp señala como un posible

reflejo del fenómeno de la exogamia17. Igualmente, el hecho de que Pinocho

herede el trono de su suegro manifiesta, tal como apunta Propp en el

estudio citado, formas de sucesión en el poder que tuvieron una base

histórica en la realidad del pasado.

Podemos concluir del análisis que la estructura funcional de Pinocho y

Blancaflor es la siguiente: Fechoría, Partida del héroe, Función del

donante, Desplazamiento, Combate, Victoria, Reparación de la fechoría,

Vuelta, Pretensiones engañosas de falsos héroes, Desenmascaramiento de los

anteriores, Descubrimiento, Castigo y Matrimonio. La obra de Casona

cumple, pues, de forma rigurosa con el paradigma del cuento maravilloso.

Lo que sucede en el escenario es el camino que se repite siempre en el

cuento mágico. En el cuento y en esta pieza dramática infantil, como en

tantas otras del teatro dedicado a los niños, el sucederse de las mismas

funciones traza el itinerario simbólico de los ritos de iniciación

(Caperucita, Blancanieves, Pulgarcito ...) Salida al bosque, al mundo,

encuentro con antagonistas y amigos, pruebas que hay que superar para

merecer la victoria y alcanzar la meta soñada. Es decir, el camino hacia

la propia realización. Siempre las mismas acciones funcionales que

representan los hitos de una trayectoria vital. El niño comprende con

símbolos que algún día habrá de enfrentarse solo a la realidad y adquiere

seguridad de esta forma vicaria. Mediante la identificación con el héroe

avanza en su camino y se convence de que quien lucha valientemente, por

pequeño y débil que sea, termina por triunfar. Al final, siempre vence y

conquista la meta simbólica de princesa y reino, en términos reales, el

logro de una personalidad madura, armónica, integrada en el grupo social

al que se pertenece, como señala López Tamés18 en su estudio sobre el

17    ? PROPP,V., Las raíces históricas del cuento, Fundamentos, Madrid, 1974, págs. 22 y sgtes.

18    ? LOPEZ TAMES,R.L., Introducción a la literatura infantil, Universidad de Murcia, 1990, 2ª ed., págs. 33-37.

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significado psicológico del cuento popular maravilloso.

Casona ha querido ofrecer a los niños la encarnación dramática de un

material folclórico que, transmitido en los relatos populares desde

tiempos remotos, ya pertenece al patrimonio cultural infantil. Cuento

maravilloso dramatizado al que, por otra parte, por sus elementos cómicos,

paródicos, incluso irónicos, el dramaturgo asturiano reviste con un traje

nuevo y moderno. Tiene, por ello, una doble lectura, la tradicional y la

actual de farsa, bien cerca del esperpento, tal como observamos en el

análisis.

III. SINTAXIS Y SEMANTICA DE PERSONAJES

III. 1. Configuración de los personajes

García Lorenzo cuando estudia el "estatuto y función del personaje

dramático"19 sigue a Barthes, el de la "Poétique du récit"20, para el que

el personaje dramático ha tenido a lo largo de la experiencia occidental

un trato que resume en cuatro estadios: Desde Aristóteles, para el que el

personaje es secundario a la acción, agente de una acción, hasta ser

persona y no sólo acción, en la visión que parte del siglo XVII. La

consideración actual, la cuarta, se origina en el estructuralismo, sobre

todo de Propp. El personaje es tipología simple, fundada no sobre la

psicología, sino sobre la unidad de acción que el discurso le otorga.

Observamos cómo los personajes más importantes de Pinocho y Blancaflor

se corresponden con estos personajes - categoría: Pinocho es el héroe-

buscador y la Infantina, el personaje buscado o la heroína - víctima. Los

nobles Fanfarrón, Faldellín y Tartamundia son falsos héroes, la bruja

Escaldufa es personaje donante y como auxiliadora mágica cumple también el

papel de auxiliar mágico, mientras que el Rey funciona dentro de la esfera

19    ? GARCIA LORENZO, L., "La literatura signo actancial" en la Literatura como signo, Playor, Madrid, págs. 227-245.

20    ? BARTHES,R., "Introduction à l'analyse structurale du récits" en Poétique du récit, Seuil, París, 1977.

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de acción de la princesa21. Finalmente los piratas y los negros

antropófagos son los agresores.

Desde un punto de vista funcional estos personajes son los actantes

principales, sujetos o complementos de toda la acción. El resto, un

numeroso grupo, no tienen decisiva importancia: su actuación, en unos

casos, coadyuva al desenvolvimiento de las funciones básicas, en otros,

sirve únicamente como elemento enriquecedor del espectáculo. Quizás,

diferenciar el papel del escudero Garabito que funciona como ayudante de

Pinocho y que por su actuación es también un héroe, aunque de categoría

inferior.

En su mayoría son personajes individuales, si bien entre los

secundarios, existen personjes grupales. Estos son en orden de

importancia: la Corte, los Sabios, el Coro de Niños, la Tribu, las

Mujeres, los Mensajeros y los Niños, que en algún caso se individualizan

como Nogalina y Sandunga del grupo de Mujeres de la tribu o se numeran:

Sabio 1º y Sabio 3º o Mensajero 1º y Mensajero 2º.

Somos conscientes de las limitaciones de un análisis de personajes que

se limite a indicar el papel actancial que cumplen los personajes. Alvárez

Sanagustín en su trabajo sobre "La construcción de los personajes" en un

esperpento de Valle, cita a este respecto a Lévi-Strauss (en su polémica

con Propp): "tan importante como deslindar la "esfera de acción" de un

personaje es atender a la sistematización de los rasgos particulares que

lo definen en un determinado texto". Y a Barthes sobre la insuficiencia de

las relaciones sintagmáticas para precisar un personaje: "El personaje es

un producto combinatorio. Esta combinación es relativamente estable

(caracterizada por la recurrencia sémica), y más o menos compleja

(comporta rasgos más o menos congruentes, más o menos contradictorios).

Esta complejidad determina la "personalidad" del personaje"22.

21    ? "La distinción entre las funciones de la Princesa y las de su padre no puede ser muy precisa. El padre es quien, por lo general, propone las tareas difíciles", PROPP, V., Las raices históricas del cuento, op. cit., pág. 92.

22    ? ALVAREZ SANAGUSTIN,A., "La costrucción de los personajes" en BOBES NAVES, C. y Otros, Teatro: textos comentados. La rosa de papel de Valle Inclán, Universidad de Oviedo, 1982, págs. 33-41.

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Tan importante como definir la esfera de acción de cada personaje es

sistematizar los rasgos particulares que le caracterizan en un texto

determinado. Se trata entonces de abordar conjuntamente un doble plano de

análisis: el sintáctico que delimita las esferas de acción que cubren los

personajes y el semántico que establece los rasgos distintivos de los

mismos.

Tordera23 desarrolla en su estudio el concepto de personaje teatral que

como tal se construye por las frases pronunciadas por él o sobre él, es el

soporte de una serie finita de rasgos y transformaciones, y se constituye

mediante la actividad de memorización de datos y reconstrucción operada

por el lector (espectador). El retrato del personaje se configura, pues, a

partir de lo que hace, lo que dice, lo que dicen de él los demás

personajes y lo que anota el autor en las acotaciones. El análisis se

completa con los elementos no lingüísticos propiamente teatrales

(movimientos, gesto, vestido, etc.).

Otro de los elementos que es preciso tener en cuenta para establecer

la importancia de cada personaje de la obra dramática es su frecuencia de

aparición. Se proponen fórmulas matemáticas para "medir" este hecho24 o

bien se contabilizan sus intervenciones, método que aplica Alvárez

Sanagustín25.

III. 2. Análisis sintáctico de los personajes. Las esferas de acción.

Siguiendo las pautas metodológicas señaladas, vamos a proceder al

23    ? TORDERA, A., "Teoría y técnica del análisis teatral" en VARIOS AUTORES, Elementos para una semiótica del texto artístico, Cátedra, Madrid, 1983, págs. 184 y 193.

24    ? MARCUS,S., "Estrategia de los personajes dramáticos" en HELBO, A. y Otros, Semiología de la representación, Gustavo Gili, Barcelona, 1978, pág. 78.

25    ? ALVAREZ SAN AGUSTIN,A., "La construcción de los personajes", op. cit., pág. *.

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análisis pormenorizado de los personajes de "Pinocho y Blancaflor". Para

el objeto de nuestro trabajo, hemos seleccionado a los más importantes,

los personajes-categoría, personajes prototipo, que en esta obra reciben

nombres y atributos singulares, pero cumplen siempre la misma función en

el desarrollo de la intriga de la fábula; en este caso, como hemos

señalado, en el desenvolvimiento de la estructura siempre uniforme del

cuento maravilloso.

Las 31 funciones delimitadas por el estructuralista ruso originan

siete esferas de acción, cubiertas por siete personajes protagonistas,

cuyos atributos variables proporcionan al cuento su encanto particular y

su diversidad formal. Son el héroe, el agresor, el falso héroe, el

donante, el auxiliar mágico, el mandatario y el personaje buscado26. Cada

uno de ellos desempeña un papel actancial de acuerdo con su función en la

estructura, cubre una esfera de acción que permite diferenciarlo y

situarlo frente a los otros seis actantes definitorios del cuento

maravilloso.

Dejamos anotado que todos los personajes actúan y dialogan en la obra

en mayor o menor grado, a excepción de los piratas que no aparecen pero

desempeñan la función de agresores y son descritos con los tópicos de

rigor: "Unos hombres descalzos, con pañuelos rojos en la cabeza, unos

sables muy largos y pendientes de plata...".

26    ? PROPP, V., Morfología del cuento, op. cit., pág.91 y sgts.

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Recogemos en el siguiente gráfico el conjunto de personajes y sus

papeles actanciales. Distinguimos los personajes individualizados y los

colectivos y, dentro de cada grupo, establecemos el orden de acuerdo con

el número de intervenciones de cada personaje en la obra: ╔═══════════════════════════════╗ ╔═════════════╝ Pinocho: héroe-buscador ║ ║ Héroes ║ ╚═════════════╗ Blancaflor: heroína-víctima ║ ╚═══════════════════════════════╝ ╔════════════════════════════════╗ ║ Garabito: ayudante-héroe ║ ╔═════════════════════╝ Escaldufa: auxiliadora-mágica ║ ║ Ayudantes del héroe ──────────╔═════════════════════╝ ╚═════════════════════╗ Niños ║ ╚══════════╝ ╔═════════════════╗ ║ ║ ║ Fanfarrón ║╔═════════════════════════════╝ ║║ Falsos héroes.Antagonistas Faldellín ║╚═════════════════════════════╗ ║ ║ Tartamudia ║ ║ ║ ╚═════════════════╝ ╔══════════════╗ ║ Rey ║ ║ Nodriza ║ ║ Chambelán ║ ║ Sabio 2º ║ ║ Sabio 1º ║ ║ Sabio 3º ║ ║ Heraldo ║ ║ Mensajero1º ║╔══════════════════════════════════════╝ Mensajero2º ║║ Personajes dentro de la esfera de la ──────────────║║ acción de la princesa Corte ║║ Niñas ║╚══════════════════════════════════════╗ Sabios ║ ╚══════════════╝ ╔════════════════════════════╗ ║ Rey Mondongo ║ ║ Cocinero Morrongo ║ ║ Hechicero Ñingo-Ñingo ║ ║ Nogalina ║ ╔═══════════════╝ Sandunga ║ ║ Agresores ────────────────────────────║ ╚═══════════════╗ Tribu ║ ║ Mujeres ║ ║ Piratas ║ ╚════════════════════════════╝

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La cuantificación de las intervenciones queda reflejada en los

siguientes cuadros cuyo orden está de acuerdo con los conjuntos de

actantes señaladas en el gráfico anterior. Los cuadros muestran la

participación o exclusión de los personajes en cada uno de los cuadros de

la obra, de acuerdo con su papel actancial y la marcha de la obra.

┌──────────────────────────────────┬─────────────────────────────┐│ Héroes │ Ayudantes del héroe │├─────────────╥────────┬───────────┼─────────┬──────────┬────────┤│ ║ Pinocho│ Blancaflor│ Garabito│ Escaldufa│ Niños ││ ║ │ │ │ │ │╞═════════════╬════════╪═══════════╪═════════╪══════════╪════════╡│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 1º ║ 15 │ 17 │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Entrecuadro ║ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 2º ║ 39 │ │ 24 │ 36 │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 3º ║ 18 │ 22 │ 21 │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 4º ║ 28 │ 26 │ 29 │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 5º ║ 17 │ 13 │ 6 │ │ 3 ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Total ║ 117 │ 78 │ 80 │ 36 │ 3 ││ ║ │ │ │ │ │└─────────────╨────────┴───────────┴─────────┴──────────┴────────┘

1

┌───────────────────────────────────────────────────────┐ │ Falsos héroes. Antagonistas │ ├─────────────╥────────────┬────────────┬───────────────┤ │ ║ Fanfarrón │ Faldellín │ Tartamundia │ │ ║ │ │ │ ╞═════════════╬════════════╪════════════╪═══════════════╡ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 1º ║ 9 │ 6 │ 2 │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────────┼────────────┼───────────────┤ │ ║ │ │ │ │ Entrecuadro ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────────┼────────────┼───────────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 2º ║ 30 │ 22 │ 17 │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────────┼────────────┼───────────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 3º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────────┼────────────┼───────────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 4º ║ 66 │ 30 │ 14 │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────────┼────────────┼───────────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 5º ║ 18 │ 9 │ 7 │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────────┼────────────┼───────────────┤ │ ║ │ │ │ │ Total ║ 123 │ 67 │ 40 │ │ ║ │ │ │ └─────────────╨────────────┴────────────┴───────────────┘

1

┌────────────────────────────────────────────────────────────────┐│ Agresores │├────────────────────────────────────────────────────────────────┤│ Personajes Individualizados │├─────────────╥────────┬───────────┬─────────┬──────────┬────────┤│ ║Mondongo│ Morrongo │ Ñingo- │ Nogalina │Sandunga││ ║ │ │ Ñingo │ │ │╞═════════════╬════════╪═══════════╪═════════╪══════════╪════════╡│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 1º ║ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Entrecuadro ║ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 2º ║ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 3º ║ 28 │ 18 │ 10 │ 11 │ 8 ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 4º ║ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Cuadro 5º ║ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┤│ ║ │ │ │ │ ││ Total ║ 28 │ 18 │ 10 │ 11 │ 8 ││ ║ │ │ │ │ │└─────────────╨────────┴───────────┴─────────┴──────────┴────────┘

1

┌────────────────────────────────────────────┐ │ Agresores │ ├────────────────────────────────────────────┤ │ Personajes Colectivos │ ├─────────────╥────────┬───────────┬─────────┤ │ ║ Tribu │ Mujeres │ Piratas │ │ ║ │ │ │ ╞═════════════╬════════╪═══════════╪═════════╡ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 1º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Entrecuadro ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 2º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 3º ║ 5 │ 3 │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 4º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 5º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Total ║ 5 │ 3 │ 0 │ │ ║ │ │ │ └─────────────╨────────┴───────────┴─────────┘

1

┌────────────────────────────────────────────┐│ Personajes dentro de la esfera ││ de acción de la Princesa │ ├────────────────────────────────────────────┤ │ Personajes Individualizados │ ├─────────────╥────────┬───────────┬─────────┤ │ ║ Rey │ Nodriza │Chambelán│ │ ║ │ │ │ ╞═════════════╬════════╪═══════════╪═════════╡ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 1º ║ 31 │ 31 │ 17 │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Entrecuadro ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 2º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 3º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 4º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 5º ║ 51 │ 9 │ 19 │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Total ║ 82 │ 40 │ 36 │ │ ║ │ │ │ └─────────────╨────────┴───────────┴─────────┘

1

┌──────────────────────────────────────────────────────────────────────────┐│ Personajes dentro de la esfera de acción de la Princesa (cont.) │├──────────────────────────────────────────────────────────────────────────┤│ Personajes Individualizados │├─────────────╥────────┬───────────┬─────────┬──────────┬────────┬─────────┤│ ║Sabio 2º│ Sabio 1º │ Sabio 3º│ Heraldo │Mensajero Mensajero│ ║ │ │ │ │ 1º │ 2º │╞═════════════╬════════╪═══════════╪═════════╪══════════╪════════╪═════════╡│ ║ │ │ │ │ │ ││ Cuadro 1º ║ 8 │ 7 │ 5 │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┼─────────┤│ ║ │ │ │ │ │ ││ Entrecuadro ║ │ │ │ 1 │ │ ││ ║ │ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┼─────────┤│ ║ │ │ │ │ │ ││ Cuadro 2º ║ │ │ │ 2 │ │ ││ ║ │ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┼─────────┤│ ║ │ │ │ │ │ ││ Cuadro 3º ║ │ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┼─────────┤│ ║ │ │ │ │ │ ││ Cuadro 4º ║ │ │ │ │ │ ││ ║ │ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┼─────────┤│ ║ │ │ │ │ │ ││ Cuadro 5º ║ │ │ │ │ 3 │ 1 ││ ║ │ │ │ │ │ │├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┼──────────┼────────┼─────────┤│ ║ │ │ │ │ │ ││ Total ║ 8 │ 7 │ 5 │ 3 │ 3 │ 1 ││ ║ │ │ │ │ │ │

1

└─────────────╨────────┴───────────┴─────────┴──────────┴────────┴─────────┘

┌────────────────────────────────────────────┐│ Personajes dentro de la esfera │ │ de acción de la Princesa │ ├────────────────────────────────────────────┤ │ Personajes Colectivos │ ├─────────────╥────────┬───────────┬─────────┤ │ ║ Corte │ Coro de │ Sabios │ │ ║ │ niñas │ │ ╞═════════════╬════════╪═══════════╪═════════╡ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 1º ║ 12 │ 7 │ 3 │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Entrecuadro ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 2º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 3º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 4º ║ │ │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤ │ ║ │ │ │ │ Cuadro 5º ║ 5 │ 1 │ │ │ ║ │ │ │ ├─────────────╫────────┼───────────┼─────────┤

1

│ ║ │ │ │ │ Total ║ 17 │ 8 │ 3 │ │ ║ │ │ │ └─────────────╨────────┴───────────┴─────────┘

III. 3. Análisis semántico de los personajes. Los rasgos distintivos

El Héroe

Pinocho es el protagonisista sin disputa de la obra, desempeña el

principal papel actancial. Representa al famoso personaje infantil creado

por Collodi, que aparece providencialmente para salvar a la Infantina.

Desde su entrada en escena se presenta como audaz y valiente: "No temáis

por la Infantina. Yo soy su amigo y yo la salvaré "(98), gran conocedor

del mundo, bondadoso y muy superior a sus contrincantes a los que pone en

constante ridículo. Es un héroe plebeyo, cuya nobleza estriba en su propia

dignidad y cuyo patrimonio es la identificación que sobre él realizan los

niños: Yo soy señor de mí mismo. Tengo millones de niños que me quieren en

todos los paises del mundo (99). Triunfa plenamente en su aventura

heroica, libera a la princesa y conquista su amor.

Es Pinocho compendio y sublimación de virtudes humanas y funciona

como modelo ejemplar. Responde, en cuanto héroe menor, a la definición que

propone Savater: "Héroe es quien logra ejemplificar con su acción la

virtud como fuerza y excelencia"27. Entendida la fuerza en el sentido ético

de aliento para vivir la mejor posibilidad de lo humano. Al mismo tiempo,

sin perder su estatuto heroico, es una máscara para hacer reír. Las

indicaciones escénicas para sus enfrentamientos con antagonistas y

agresores tienen este talante: Tranquilo, espanta con un matasuegras al

Fanfarrón (98), arranca la peluca a Faldellín (99), le tira caramelos a

Tartamundia (99), escupe por el colmillo (127) y en combate pugilístico

con el hechicero Ñingo-Ñingo: lleva ventaja en agilidad, saltando

grotescamente y engañándolo con golpes falsos (127).

27    ? SAVATER,F., "El héroe como proyecto moral" en VV.AA., El ideal heroico, Revista de Occidente, Extraordinario XIII, nº 46, Marzo, 1985, pág. 62.

1

Nuestro héroe ya no es el príncipe encantador y fascinante del cuento

maravilloso. Ahora el héroe de la mano de Casona, lo mismo hizo Valle en

la "Farsa infantil de la cabeza del dragón", se mira en el espejo cóncavo.

Es un pobre muñeco enamorado para quien el estandarte de su arrogancia:

¡La salvaré por narices! (98) es su complejo físico, la causa de su miedo

al rechazo y al desprecio: Yo soy feo, lo sé... tengo unas narices

ridículas...; pero, triunfa el amor, la Infantina responde

campechanamente: No te preocupes por eso, Pinocho. Cuando un hombre tiene

talento, y es tan valiente y bueno com tú... ¡Ya puede tener las narices

que le dé la gana! (138). Es el doble plano constante en toda la obra:

cuento maravilloso, por una parte, farsa cómica, por otra. Pero siempre la

identificación de los "cenicientos", los niños, con el modelo, su héroe.

Las intervenciones de los restantes personajes sobre el protagonista

son calificaciones laudatorias o vejatorias, según desempeñen el papel de

aliados o antagonistas del héroe, aunque todas sirven para constituirle en

el centro de atención y, en definiftiva, para ensalzar su figura al estar

marcados los roles actantes desde el inicio de la obra. La Nodriza rebate

con energía comparativa: Pero más listo que tú. Y más bueno que tú y más

valiente que todos esos fanfarrones (98) y el Rey retira el apelativo

espingarda (98), tras la primera prueba del héroe, la de la sabiduría

(101). Garabito lo conoce como héroe famoso (105) y el Mago Cien Ojos

afirma su valentía y coraje: Que ha arriesgado su vida por tí y que

arresgaría cine vidas si las tuviera (150). Por el contrario, el Sabio 1º

lo define con desprecio: Es un muñeco, de madera, con las narices de

alcuza. ¡Un héroe para niños pobres! (98), el Sabio 2º : ¡Es un embustero,

un ignorante (99), la Corte se ríe de sus narices de bruja (98) y el

traidor Fanfarrón le prodiga toda clase de insultos: Cara de palo, nieto

de tarugos (98), es un muñeco estúpido y cobarde con tripas de madera

(112), Pinocho del demonio (131) miserable y bandido envidioso (150).

Personaje buscado

Es la heroina-víctima, la Infantina Blancaflor, la hija del rey a

quien secuestran los piratas y luego quieren devorar unos caribes. No es

un personaje fundamental en cuanto a su participación directa en la acción

1

dramática, sin embargo, es el principal motivo de la intriga, el centro en

que convergen el resto de los personajes con sus distintos intereses (78

intervenciones en total).

Princesita de cuento que cumple quince años, es la niña bonita, que no

quiere dejar de ser niña: Yo quiero hacer ruido; quiero jugar,

descalzarme, tirarme al suelo...¡quiero ser feliz, feliz! (90). Llora y se

desespera ante la imposición de una boda, porque no entiende ni sabe nada

del mundo. Para Blancaflor el matrimonio es como una enfermedad infantil

más, y, en su candor, se pregunta: El ma-tri-mo-nio... ¿Cómo puede ser

buena una palabra tan larga? (90). La fiesta de esponsales es la barrera

entre la niñez y la edad adulta; la Infantina no se resigna a abandonar el

paraíso infantil y dolorida se despide: Adiós, amigas mías. Ya nunca

jugaré con vosotras, porque ya no soy niña... (92).

Ya en la primera escena, Casona contrapone su estampa principesca e

inocente con la de la Nodriza, pobre y experimentada, para realizar una

divertida caricatura sobre el matrimonio, muestra de ese doble plano que

vemos en toda la obra: El sueño azul de todas las niñas (el que le

atribuye cierta y conocida ideología) y la realidad empobrecedora de la

vida. Así:

INFANTINA - ¿Tú conoces el matrimonio, nodriza?

NODRIZA - Poco. Lo conocí una vez, pero ya apenas me acuerdo.

INFANTINA - ¿Por qué?.

NODRIZA - Porque a la semana de casarnos mi marido tuvo que marchar a la

guerra... y tuvimos la desgracia de que era la Guerra de los

Treinta Años. Todavía lo estoy esperando.

INFANTINA - ¿Era guapo tu marido?.

NODRIZA- De perfil, sí. El pobre era un poco tuerto.

INFANTINA - ¿Era bueno contigo?

NODRIZA - Cuando no se emborrachaba era un encanto.

INFANTINA - ¿Te pegó alguna vez?

NODRIZA - Muy poco. No tuvimos tiempo (90-91).

Personaje estereotipado en sus rasgos feminoides, imagen del

desvalimiento, llora, se desmaya repetidas veces (90, 94, 118, 119, 140),

1

expresa en un romance de toques modernistas su trágica suerte (119) y debe

aceptar su único destino como mujer, el matrimonio: "Tengo miedo por ella,

y por eso he decidido casarla, para que tenga un hombre joven que la

defienda", dice el Rey (93).

Arquetipo de mujer tradicional, femineidad antifeminista, necesita de

la acción y protección del héroe para salir de toda situación difícil.

Cuando, rara ocasión y muy apretada situación, actúa por sí misma, utiliza

las armas de su encanto y riquezas. Así a punto de ser cocinada como menú

ritual de los negros antropófagos intenta comprar su libertad:

"Morrongo... Morronguito... si yo te diera mis collares y mis anillos...

(...) si yo te diera un beso...(...) si te diera mi palacio y mis jardines

y todos sus tesoros... ¿me dejarías escapar? (117). Ofrecimiento baldío

(porque, ¡evidentemente!, es el héroe masculino quien tiene que lograr su

libertad) en una escena profundamente cómica dentro de la vertiente

caricaturesca de la obra, de la que la respuesta del Cocinero no es más

que un ejemplo: "Lo que tu quieres es escapar como sea, ¿eh? ¡¡No te da

vergüenza!!. Te vamos a sacrificar bajo la luna llena con todos los

honores (...) ¡ Y en vez de sentirte orgullosa, te quieres escapar!

¡Blanca tenías que ser: raza de cobardes y desgraciados! (117).

Sus males se disipan cuando el héroe aparece (120) (138), (aparición

que, conviene anotarlo, supone la relegación inmediata de la Infantina en

la acción dramática) y, como era de esperar, se enamora perdida y

sinceramente de Pinocho (139). Para completar el retrato convencional y

misógino, Blancaflor, débil, cobarde e infiel, traiciona a su enamorado,

cuando éste es acusado por los falsos héroes (151).

Los otros personajes, en sus diálogos o en sus intervenciones

corísticas, inciden de forma recurrente en los semas configuradores de la

Infantina. Estos son: belleza: "¡qué linda es Blancaflor... Rubia como el

sol... Blanca como la luna..." (93), sus manos eran dos lirios y su voz un

ruiseñor..." (144); juventud y debilidad: "Tontuela" (90), "es tan

pequeña..." (116), "es muy jovencita" (115); infelicidad porque se la

obliga a casarse o como víctima de la fechoría: "pobre Infantina, se va a

casar.. ¡Pobre Infantina!" (90); Objeto del amor de su padre, de Pinocho y

del cariño tierno de la Nodriza, trasunto de la madre perdida: Rey: "Ay mi

1

Blancaflor... mi Blancaflor... ¡Nunca creí que te quería tanto!" (145);

Nodriza: "Mi niña de plata... mi tesoro... risa de tu vieja... corazón...

zarcillo... princesa... ¡Mía, mía, mía!" (148); y víctima pasiva de la

fechoría, que provoca el dolor de sus seres queridos y dada su condición

de princesa la práctica paralización del país: Chambelán: " todos los

asuntos de Estado están abandonados. Las campanas doblan a duelo. Los

tejedores han dejado de tejer. Los labradores han dejado de labrar. ¡Hasta

las rosas y las golondrinas han desaparecido de nuestro reino!" (146). Y

la Nodriza la llora en lenguaje poético: "Pobre Blancaflor... yo la crié a

mi pecho y la quise como a una hija (...) Entonces sus risas rebotaban por

el palacio como cascabeles de plata. Yo la dormía cantándole canciones de

cuna...

Si viviera tu madre

preciosa Infantina,

cascabeles de plata

creyera tus risas...

¡Ahora, no!

Ahora, no, mi niña...

¡Ahora, no!"

Solamente Fanfarrón, falso héroe, y el rey Mondongo, agresor, rompen

con sus insultos la aureola casi celeste que rodea a la Infantina y la

llaman nada menos que "víbora" (140) y "lagartija rubia" (123).

Auxiliadora Mágica del Héroe: La bruja Escaldufa

Los llamados por el investigador ruso "objetos o auxiliares mágicos"

pueden ser animales, cosas, cualidades o dones que dotan al héroe de

posibilidades sobrenaturales y también seres de atributos extraordinarios

que lo auxilian en su aventura heroica.

Escaldufa mantiene la caracterización tradicional del personaje

mítico: vieja que vive aislada en el bosque, conocedora de saberes

ocultos, escoba voladora, "danza ante la hoguera, haciendo jeribeques y

recitando ensalmos cabalísticos

1

Abra-cadabra

Abra-cadabra

Yo soy la bruja Escaldufa

que tiene pata de cabra

¡A la una!

¡Que bien canta el sapo a la luz de la luna! (103)

"Echa ramitas verdes a la lumbre y unos polvos que hacen llamas de

colores" (106), "traduce el lenguaje de la hoguera" (106) y como

auxiliadora pone al servicio del héroe sus poderes y atributos mágicos

para ayudarle en su empresa.

Al mismo tiempo, Casona modifica un tanto el estereotipo,

convencionalmente maléfico, representación de la maldad absoluta y lo no-

humano, y relativiza su conducta: "Yo soy bruja, Garabito, pero no soy

mala más que con los malos" (104) y se comporta como una madre amparadora

y bondadosa con el niño apaleado (104).

Falsos héroes

Son los nobles pretendientes de la Infantina, traidores y cobardes,

antagonistas de Pinocho, cuya caracterización y actuación está destinada a

ser contrastada con la del héroe y a servir de elemento constante de la

farsa.

Son personajes cómicos, caricaturas, cuyos significativos nombres de

acuerdo con su aspecto y actitudes les definen y destinan a ser el blanco

de un fracaso anunciado y el motivo de las risas de los niños

espectadores. Son el Duque Fanfarrón, señor de Sacamantecas, Barón de

Faldellín, señor de la Torticolis y Prieto Felón, archiduque de

Tartamudia.

Se presentan a sí mismos en tono enfático, lo que, junto a las

indicaciones escénicas del autor para remachar sus rasgos negativos, les

confiere desde su entrada en escena un carácter grotesco. Así:

"(Aspecto feroz. Entra y habla a redobles de tambor)

1

Yo soy el Duque Fanfarrón.

Soy de los hombres el terror,

de los piratas el temblor,

de los ladrones el furor...

Y de las damas el amor..." (93)

"(Zanquilargo, aspecto preciosista. Voz de flauta)

Soy el Barón de Faldellín,

toco el laúd y el violín.

Traigo la dicha y el amor.

Para las damas, todo ardor.

Soy musical y embriagador

como un suspiro de jardín..." (94)

Y en cuanto al tercero, dice el autor: "Este personaje no habla.

Gesticula y un instrumenteo musical, gangoso, hace su discurso, en el

mismo ritmo de los anteriores" (94).

Fanfarrón es el antagonista más destacado. LLeva la voz cantante del

trío y ocupa el primer plano en el enfrentamiento con Pinocho. Rasgo

importante es su lenguaje exagerado, rayano en la truculencia por la que

los niños sienten un especial placer: "puedo partir una montaña; tragarme

el mar de un sorbo, deshacerte de un resoplido" (98), "vas a obedecernos

sin rechistar o te retorcemos el cuello hasta que te llegue la lengua para

hacerte un cinturón" (109), "yo solo derribaré esa puerta y le sacaré las

tripas a esa bruja para hacerme una bufanda" (111), "le sacaremos los ojos

y le haremos dar vueltas a una noria" (141). Al primer envite del héroe

"retrocede con gritos y aspavientos" (98) y "tiembla como un ama de

llaves" (98). Rufián y bravucón, estereotipo de rancia tradición en

nuestra historia literaria (Celestina, Cervantes, Lope de Rueda) y en la

galería popular celtibérica.

Los tres reciben las calificaciones negativas del héroe y sus

ayudantes: "Canallas disfrazados de caballeros" (104), "bergantes" (108),

"cobardes" (120). A veces con ironía: "los más valientes, los más

ilustres, los más guapos. Los tres caballeros más ilustres del reino"

(109).

1

El apelativo humorístico y burlón salpica el habla de Pinocho, quien

interpela a Faldellín: "¿Quién eres tú preciosidad, cara de turrón,

suspiro de monja...?" (98), "¡cara de piña, cintura de salsifis!" (153),

llama a Fanfarrón "aspavientos" (154) o le amenaza con alguna

extravagancia: "como yo le eche la vista encima, le corto las dos orejas y

se las vuelvo a pegar cambiadas de sitio" (138).

No se queda atrás la Infantina en sus descripciones: "Tartamudia es un

falutín ridículo; Faldellín es un presumido asqueroso. Pero al que más

odio sobre todo es a Fanfarrón. Es un bigotazos miserable, un traga-niños,

un canalla saca-mantecas" (138).

La crítica humorística se ceba también en su ignorancia e incultura

(141). Antihéroes, su canallería se manifiesta en que pegan a seres

indefensos: un niño (104), una pobre vieja (109), una débil mujer (140).

Son bribones ridículos, presas del pánico al menor contratiempo, que

fracasan de modo grotesco porque confunden a sus aliados con sus enemigos

(111, 142). Representantes de una nobleza de casta: "Somos condes y

duques. Tenemos miles de vasallos que nos temen" (99), quedan satirizados

como exponentes de una aristocracia feudal caduca que va a ser sustituida

por la burguesía representada por el héroe.

En la "esfera de acción de la princesa" como señalábamos páginas más

arriba, el padre de la Infantina, el Rey Orondo I de Panfinlandia, el

Ferruginoso:

Monarca de cuento, poder absoluto, imparte justicia con ecuanimidad.

Rey moderno que ya ha superado los autos de fe, la superstición y la

infalibilidad teísta: "Yo soy rey civilizado, y en mi reino ya no se

toleran los desafíos en juicio de Dios. Sólo admitimos documentos y

pruebas y testigos" (152).

Mediante procedimientos satíricos y burlescos, a su faceta de padre

apesadumbrado se une la de personaje cómico. Es, curiosamente, junto con

el otro rey, Mondongo Tupinamba, un personaje clave de la farsa.

1

Casona lo utiliza para afilar su pluma mordaz contra la ineptitud de

los políticos, la ignorancia de la nobleza y de los militares o la falta

de eficacia de los asesores, los "sabios oficiales":

REY - Cefalópodus, Paparrigópolus, Cacarajícara... sabios de mi reino;

aconsejadme en este terrible trance. La Infantina ha sido raptada.

SABIO 1º - Ya lo sabemus

SABIO 2º - Lo olfateamus

SABIO 3º - Lo adivinamus (96)

REY - Una solución o vais a la cárcel... (96)

REY - Hala, que me encierren a esos tres pollinos en el trópico de

capricornio (100).

Como otros personajes, el arquetipo es sometido a una deformación que

exagera sus rasgos convencionales o incorpora otros nuevos. Así, la

realeza queda desmitificada. El Rey, muy cerca del fantoche, muestra su

escasa inteligencia y la falta de consideración que merece a sus

cortesanos:

REY - ¡Tengo una idea!

CHAMBELÁN - ¿Vos señor? ¡Corte de Panfilandia: el rey tiene una idea!.

REY - Mejor dicho... dos

CHAMBELÁN - (Frenético) ¡Dos ideas! ¡El rey tiene dos ideas al mismo

tiempo! Desde el terremoto de hace siete años, no se había visto en

el reino un fenómeno semejante (152).

Corto de entendimiento e inocente como un niño. Su nombre y el de su

reino, Orondo I de Panfilandia, reiteran su voracidad, continuadora de la

tradición familiar que su linaje ha consolidado. Humor y caricatura

impregnan el diálogo:

CHAMBELÁN- Una semana sin comer... no es posible, Majestad. ¿Qué dirían

vuestros antepasados si os vieran? ¡Una dinastía tan heroicamente

digestiva como la vuestra!.

REY - ¡No me importan mis antepasados!

1

CHAMBELÁN - Acordaros de vuestro bisabuelo, Sisebuto el Apaisado, que era

más alto acostado que de pie. Se comía para almorzar un buey asado,

y luego se mondaba los dientes con los cuernos...(146)

CHAMBELÁN - Acordaros de vuestro abuelo, Ordoño III el Redondo, que un

día que iba de extraviado por el monte se encontró con un oso y se lo

comió vivo.

REY - ¿El oso a mi abuelo?

CHAMBELÁN - Vuestro abuelo al oso

REY - ¡Memorable hazaña!

CHAMBELÁN - Memorable, teniendo en cuenta que era un animal tremendo.

REY - ¿Mi abuelo?

CHAMBELÁN - El oso, señor (146).

Los Agresores

Autores de la fechoría, tienen importancia funcional pero mucha menos

participación en la acción que los falsos héroes. Son dos grupos, los

piratas y los negros antropófagos. Los primeros no aparecen en escena, los

conocemos por la descripción convencional que de ellos hace la Nodriza

(95). Los segundos, constituyen un elemento fundamental de la farsa.

Creemos que no cabe acusar a Casona de planteamientos racistas28 por esta

utilización tópica de las tribus salvajes centrada en el exotismo y la

truculencia con el objetivo -logrado- de crear un ambiente provocador de

la carcajada. De hecho, el cuadro de los antropófagos es uno de los más

divertidos de la obra. Los brutales secuestradores reciben un tratamiento

tan profundamente paródico y festivo que la función de agresión se

transforma en una chanza: la antropofagia se nos presenta como un arte

culinario y un placer gastronómico; la Infantina debiera considerar un

honor componer el banquete ritual; sus lágrimas se comentan como un

fastidio para la receta, etc. Así en la pág. 118:

MONDONGO - Estarás contenta ¿eh?

COCINERO - Tenéis que perdonarla, señor. Tiene miedo y le da por llorar.

MONDONGO - ¡Llorar! ¡Cuidado con eso Morrongo! al misionero del año pasado 28    ? Discrepamos en este sentido de la crítica ideológica que hace de esta escena FERNANDEZ CAMBRIA, E., Teatro español del siglo XX para la infancia y la juventud, op. cit., pág. 159.

1

también le dió por llorar, y luego estaba salado como un escocés.

El rey negro lanza una proclama sobre la alcurnia de sus platos: El

año pasado tuvimos un misionero; el año anterior un catedrático; el otro

un magistrado del Supremo. Ya veís que no nos privamos de nada. Este año,

el cielo nos ha enviado una princesa blanca para regocijo de nuestros

heróicos estómagos (122).

También el uso de canciones y letanías rituales cómicas de las Mujeres

(115), del hechicero (122) (126) y de los guerreros de la tribu (121) o

las palabras y frases en un lenguaje inventado (121) (127) sirven para

caracterizar al máximo el marco y unas situaciones que rozan el

esperpento, a lo que, asimismo, contribuyen numerosas acotaciones, poco

frecuentes en el resto de la obra: "Aprovechando la postura del cocinero

le dispara una flecha en la nalga. El cocinero da tres vueltas alrededor

como un perro con el rabo herido y huye dando gritos en su dialecto natal"

(121). "Empiezan a oirse Tan-tanes. Sale toda la tribu. El Rey Mondongo,

en andas, con un gran paraguas remendado y graciosos atributos recogidos

en los naufragios; condecoraciones, en la piel. Doble fila de guerreros

con plumas, lanzas y escudos. Delante de las andas el brujo Ñingo-Ñingo,

haciendo cabriolas sagradas. Detrás mujeres y niños negros. Desfile

solemne, con música de "Ya se murió el burro que llevaba la vinagre"

(121).

En definitiva, el tratamiento de personajes que realiza Casona es,

seguramente, uno de los procedimientos que más contribuye a hacer que esta

farsa figure entre las piezas teatrales más divertidas que se hayan

escrito para niños.

Isabel TejerinaDepartamento de Filología. Universidad de CantabriaAvda. de los Castros s/n 39005 Santander (Cantabria)

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