Analisis de El Senor Presidente

6
Análisis cte El Señor Presidente La mejor novela de Miguel Angel Asturias (Guatemala 1899), y una de las mejores en toda la novelística hispanoamericana, es El Señor Presidlente. Su composición fue lenta: de aquí las fechas 1922, 1925 y 1935 que quedaron señaladas al publicarse en 1946. No se menciona a ningún país, pero se sabe que Asturias elaborói allí recuerdos de su in- fancia y adolescencia, en Guatemala, bajo la tiranía de Estrada Cabrera. Como quiera que sea, nos proponemos analizar El Señor Presidente como obra de arte, no como documento históºrico. El título, tan irónicamente respetuoso, avisa la importancia que el señor presidente ha de tener dentro de la novela. Aparece sólo seis veces (y-VI, XIV, XIX, XXXII, XXXV, XXXVII), pero mxotiva todos los capítulos como Satán reina en todos los círculos del infierno y un dicta- dor real domina todas las actividades de un país. Es, en realidad, un satánico dictador; y la novela, la descripción grotesca, trág;ica, deprimente y vergonzosa de una república centroamericana. Esta descripción, de in- dudable valor sociológico, tiene el mérito artístico de un estilo intensa- mente evocador, de una certera caracterización de numerosos hombres y mujeres y de una hábil composición argumental. Por los muchos personajes y episodios entrelazados, la acción es com- pleja, pero no confusa. El idiota Pelele mata al más poderoso de los agentes de la dictadura, y este episodio inicial pone en funcionamiento la máquina infernal del dictador. Las escenas que vengan saldrán unas de otras en un movimiento ininterrumpido. Casualidad en el crimen del idiota, pero casualidad en la venganza del dictador. Hace asesinar al Pe- lele para ocultar su culpabilidad y así poder acusar a dos políticos caídos en desgracia a quienes ahora quiere liquidar: Canales y Carvajal. El dic- tador ordena a su favorito, Cara de Angel, que avise a Canales: el plan es matarlo en el acto de huir. Pero Canales consigue huir y Cara de An- gel secuestra a su hija Camila. Sólo que se enamnorará y, al casarse con ella, perderá el favor del dictador, quien le prepara una atroz celada:

description

Analisis de El Senor Presidente

Transcript of Analisis de El Senor Presidente

  • Anlisis cte El Seor PresidenteLa mejor novela de Miguel Angel Asturias (Guatemala 1899), y

    una de las mejores en toda la novelstica hispanoamericana, es El SeorPresidlente. Su composicin fue lenta: de aqu las fechas 1922, 1925 y1935 que quedaron sealadas al publicarse en 1946. No se menciona aningn pas, pero se sabe que Asturias elabori all recuerdos de su in-fancia y adolescencia, en Guatemala, bajo la tirana de Estrada Cabrera.Como quiera que sea, nos proponemos analizar El Seor Presidente comoobra de arte, no como documento histrico.

    El ttulo, tan irnicamente respetuoso, avisa la importancia que elseor presidente ha de tener dentro de la novela. Aparece slo seis veces(y-VI, XIV, XIX, XXXII, XXXV, XXXVII), pero mxotiva todos loscaptulos como Satn reina en todos los crculos del infierno y un dicta-dor real domina todas las actividades de un pas. Es, en realidad, unsatnico dictador; y la novela, la descripcin grotesca, trg;ica, deprimentey vergonzosa de una repblica centroamericana. Esta descripcin, de in-dudable valor sociolgico, tiene el mrito artstico de un estilo intensa-mente evocador, de una certera caracterizacin de numerosos hombres ymujeres y de una hbil composicin argumental.

    Por los muchos personajes y episodios entrelazados, la accin es com-pleja, pero no confusa. El idiota Pelele mata al ms poderoso de losagentes de la dictadura, y este episodio inicial pone en funcionamientola mquina infernal del dictador. Las escenas que vengan saldrn unasde otras en un movimiento ininterrumpido. Casualidad en el crimen delidiota, pero casualidad en la venganza del dictador. Hace asesinar al Pe-lele para ocultar su culpabilidad y as poder acusar a dos polticos cadosen desgracia a quienes ahora quiere liquidar: Canales y Carvajal. El dic-tador ordena a su favorito, Cara de Angel, que avise a Canales: el planes matarlo en el acto de huir. Pero Canales consigue huir y Cara de An-gel secuestra a su hija Camila. Slo que se enamnorar y, al casarse conella, perder el favor del dictador, quien le prepara una atroz celada:

  • 5 REVISTA IBEROAMERICANA

    le encarga pblicamente una misin a los Estados Unidos, lo hace dete-ner secretamente, lo reemplaza con un "doble" (que viaja con documen-tos apcrifos y finge desaparecer como un prfugo para dejar en el airefalsas pistas) lo encierra durante aos en una asquerosa mazmorra hastaque, enfermo, le hacen creer que Camila es la querida del dictador yCara de Angel -el personaje mejor creado en toda la novela- muere.Esta es la hebra principal, pero se entreteje con varias otras en uina tramabien ceida, bien diseada. Por ejemplo: la hebra Auditor-Vzquez-Ro-das-Fedina-Chn-Diente de Oro-Fanfn. No hay hilachas sueltas, todoest anudado; y an los personajes menores -como el estudiante y elSacristn- aparecen y reaparecen como puntadas en una costura.

    La narracin se divide en tres partes: captulos I-XI, que transcurrendel 21 al 23 de abril de 1916; XII-XXVII, del 24 al 27; XXVIII-XLI, donde los pasos se alargan en "semanas, meses, aos", sin perderla direccin. El eplogo, breve y anticlimtico, no est fechado pero sesupone que transcurre poco despus porque la situacin poltica no hacambiado y todava estn demoliendo el Portal donde se cometi el cri-men del primer captulo.. Dejando de lado las retrospecciones -- que porser procesos mentales de.los personajes no alteran el orden de los acon-tecimientos reaes- la narracin avanza con normalidad : nicas excep-ciones en esta progresin. lineal son el captulo XXIII, intercalado adestiempo, y los captulos XXIV y XXV, que barajan desordenamentelas horas.

    Asturias ha elegido la perspectiva del autor-omnnisciente, y los ojoscte este autor-omnisciente van desplazndose comno los de una cmaracinematogrfica para seguir ya a un personaje, ya a otro, de tal maneraque no perdamos de vista la significacin de escenas simultneas o su-cesivas. No slo el autor-omnnisciente nos muestra todo lo que est ocu-rriendo en esa sociedad, tanto lo pblico como lo privado, sino quetambin nos deja asomar a los pensamientos ms ntimos de sus perso-najes, aun al inarticulado fluir de la subconsciencia durante el ensimis-mamiento, el ensueo, el delirio y la locura. Sea que el autor psicoana-lice a sus persona jes, deje que sus persona jes se autoanalicen o nos losrevele en sus propios monlogos interiores (a veces tan directos comolos de Joyce), la novela es muy subjetiva. Es que el autor-omniscientelo ha poetizado todo. La excelencia de El Seor Pr"esidlente, sobre todo si,la comparamos con otras novelas que se escribieron en Hispanoamricapor los mismos aos, se debe precisamente a la fusin do mundo socialy mundo psicolgico dentro de la fantasa de un autor-omnisciente queno renuncia a su propia visin potica.

    54

  • ESTUDIOS 5

    Asturias no describe con la impasibilidad de un realista ni intervieneen la accin desde fuera: poqusimas veces rompe la unidad interior dela novela con reflexiones extemporneas. Tampoco propone una tesis, nimarxista, ni liberal, ni catlica. No se ven, en el horizonte de la novela,las nociones de dignidad del proletariado ni de progreso indefinido nide democracia reformista ni de herosmo de la conciencia autnoma. 131nico programa de justicia social que se menciona lo omos en boca delgeneral -Canales, que al huir piensa en revoluciones, ms por desespera-cin y resentimiento que por herosmo o. principios polticos (XXVII).La nica voz optimista es- la del estudiante cuando, en las sombras de lacrcel, expresa su voluntad revolucionaria y un viejo maestro, tambinpreso, comenta: "no todo se ha perdido en un pas donde la juventudhabla as ! " (XXVIII). Hay frases que denuncian, que condenan, quese indignan ante la injusticia. Pero la dictadura no est pintada como elresultado de un proceso histrico moral, social, poltico, econmico quees posible corregir con soluciones conocidas, sino ms bien como un caosadministrado por una cabeza demonaca. Irnicamente, no es un ciuda-dano responsable sino un mendigo idiota ' -Pelele quien, sin darsecuenta de lo que hace, mata al coronel Parrales Sonriente el brazo ar-mado de ese rgimen de terror. Irnicamente, no es un intelectual ni unpoltico, sino el humilde To Fulgencio quien da la frase-sntesis de lasituacin nacional :"la znica ley en sta es la lotera: por lotera caeusted en la- crcel, por lotera lo fusilan, por lotera lo hacen diputado,diplomtico, presidente de la Repblica, general, ministro.., todo es porlotera" (XV). La vida poltica, es, pues,. tan catica como una lotera,y el dictador es quien da los golpes del azar : "Hasta de diosa ciega ten-go que hacer en la lotera", dice (XXXVII). El autor-omnisciente (osea, el ojo que Asturias ha puesto dentro de la novela) no slo no sedistrae proponiendo una tesis salvadora, sino que, con su intriga novels-tica, refuerza la intriga poltica del dictador.

    La materia est vista y moldeada, pues, por un artista. De aqu eltono potico de la novela. Aquella materia, si la pensramos en la rea-lidad, sera fea. Mendigos, borrachos, venreos, avaros, corrompidos, adu-lones, cobardes, hipcritas, piojosos, prostitutas, homosexuales, traidores,mentirosos, ladrones, imbciles, asesinos, brutos; castigos, muertes, pu-trefaccin, vmitos, corofagia; miseria, sordidez, venalidad; en fin todaslas fealdades de la vida real. Pero el artista toma posesin de esa rea-lidad, la penetra con su visin, le da forma y la convierte en belleza.Porque los trminos "bello", "feo" no se refieren a los objetos, sino anuestra actividad mental. "Feo" es el desfallecimiento de la fuerza crea-

    55

  • REVISTA IBEROAMERICANA

    dora, la distensin del espritu, el fracaso de la capacidad expresiva, elhueco que en la voluntad esttica queda sin llenar, el trozo de realidadque percibimos pero sin subordinarlo a un enrgico sentido de valores."Bello" es lo contrario: el descubrimiento de una sorprendente novedadque abre la originalidad del nimo de un artista y lo hace desenvolversey trascender hacia posibles valores. Tremenda es la realidad de que se haservido Asturias para su novela; pero ms tremenda es su imaginacin.Y porque la imaginacin lo toca todo, todo queda transfigurado en im-genes. A veces imigenes rendidas con estilo impresionista, es decir, queanalizan las percepciones sensoriales sin explicarlas por sus causas, seapara describir la intimidad mediante comparaciones con la naturaleza("Sus tas, unas repugnantes [.... o la besaran sus tas sin levantarsecl velito del sombrero, slo para dejarle en la piel sensacin de telaraapegada con saliva", XII) sea para animar la naturaleza con las proyec-ciones de la intimidad ("Los rboles enloquecidos por la comezn delos trinos y sin poderse rascar", XII). A veces imgenes rendidas conestilo expresionista, es decir, que en lugar de limitarse a recibir los esti-mulos de la realidad deforman la indole natural de los objetos y sobre-ponen a la realidad una manera personal de vivir, sentir, fantasear, re-cordar, pensar y querer: "A las detonaciones y alaridos del Pelele, a lafuga de Vzquez y su amigo, mal vestidas de luna corran las calles sinsaber lo que haba sucedido [.+..] Las calles asomaban a las esquinaspreguntndose por el lugar del crimen y como desorientadas unas corranhacia los barrios cntricos y otras hacia los arrabales". .. etc. (VIII).

    En ambos estilos Asturias descuella por la energa, pero lo que dioa El Seror Presidenwy una posicin singular en las letras hispnicas fue,sobre todo, su expresionismo. Y en este surtidor de su estilo es donde lo"feo" natural sc hizo "bello" artstico. Asturias no quiso formular unatesis exterior a la novela, pero dentro de la novela, en cambio, con lairona, el sarcasmo, la exageracin, la caricatura, la crtica intelectual,la alegora, el esperpento, el propsito moralizador y reformista logrsimbolizar una redonda concepcin de la vida. Y por la vigorosa fuerzade esa filosofa personal aun los episodios ms repugnantes -como elvmito del dictador sobre Cara de Angel, como la lata donde da lo mis-mo comer que defecar- sorprenden como nuevos descubrimientos enuna aventura que va crendose a si misma.

    Las frases brillan porque hasta la inmundicia ha sido puesta en es-tado de combustin. Y si las juntramos aqu -cosa que no podemoshacer por falta de espacio- tendramos una antologa no slo del liris-no de Asturias sino tambin de las literaturas de vanguardia que siguie-

    56

  • ESTUDIOS 57

    ion despus de la primera guerra mundial: expresionismo, cubismo, crea-cionismo, dadasmo, superrealismo.

    La concepcin del mundo de Asturias ha seleccionado de la realidaduna triste materia para elaborarla novelsticamente. Una vez en el pro-ceso mismo de la elaboracin novelistica, su visin lrica ha ido levan-tando todas las cosas. El lado lingilstico de esta ascencin puede obsei-varse en su manera de manejar las palabras. Podramos graduar, conescalones, los niveles por los que va subiendo la lengua: sonidos ante-riores a la palabra articulada, onomatopeyas, jitanjforas, regionalismospuestos en las bocas ms incultas del vulgo, neologismos, sorprendentesaciertos en la palabra justa, finas creaciones verbales, metforas. Y yaen este supremo nivel de la metfora, Asturias canta y piensa con su'sien de alondra".

    ENRIQUE ANDERSON IMBERTHarvard University