Anagram A

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El término EFEJ (al que los grecorromanos denominan “Tetragrámaton”, es decir, “La palabra compuesta por las cuatro letras”) que aparece 6828 veces en la Tana”j (Torah, Profetas y Escritos) no es una palabra, mucho menos un nombre, sino un anagrama (fórmula formada con letras de palabras y colocadas en determinado orden). ¿Cuáles son las palabras de donde provienen las letras que forman el anagrama EFEJ? La afirmación EJEA YZA EJEA [EHIÉH ASHÉR EHIÉH] Yo soy Quien Yo soy (Ex 3:14) es la expresión abreviada de EJEJ AFEF EFE AFEF EJE AFEF [VEHÚH HAIÁH VEHÚH HOVÉH VEHÚH IHIÉH] Él es Quien siempre ha existido, Él es Quien permanece existiendo y Él es Quien siempre ha de existirPensamiento arraigado en el Pueblo del Eterno desde hace más de treinta y cinco siglos y ratificada por el mismo Yeshúa, D’os y Mesías, en Rev 1:8 y 4:8.

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El término EFEJ (al que los grecorromanos denominan

“Tetragrámaton”, es decir, “La palabra compuesta por las cuatro letras”) que aparece 6828 veces en la Tana”j (Torah, Profetas y Escritos) no es una palabra, mucho menos un nombre, sino un anagrama (fórmula formada con letras de palabras y colocadas en determinado orden).

¿Cuáles son las palabras de donde provienen las letras que forman el

anagrama EFEJ?

La afirmación EJEA YZA EJEA [EHIÉH ASHÉR EHIÉH] Yo soy

Quien Yo soy (Ex 3:14) es la expresión abreviada de

EJEJ AFEF EFE AFEF EJE AFEF [VEHÚH HAIÁH VEHÚH

HOVÉH VEHÚH IHIÉH] Él es Quien siempre ha existido, Él es Quien permanece existiendo y Él es Quien siempre ha de existir… Pensamiento arraigado en el Pueblo del Eterno desde hace más de treinta y cinco siglos y ratificada por el mismo Yeshúa, D’os y Mesías, en Rev 1:8 y 4:8.

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Al unir las letras de esas palabras (EJ+FE+JE), sustraer las repetidas y

conservar la última E, se conforma el anagrama EFEJ.

Al no tratarse de un nombre, sino de un anagrama, se recomendó

pronunciar la palabra JQFDA [ADONÁI] mi Señor, al momento de la

cantilación (lectura cantada del texto de la Tana”j).

Para recordar lo anterior, en el Sidur (libro de oraciones) aparece la

palabra JQFDA en el interior del anagrama EFEJ, tal y como se muestra

a continuación:

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En el siglo VII de la Era Común, los masoretas (eruditos judíos que inventaron e introdujeron el sistema gráfico de las vocales dentro de la clásica escritura hebrea consonante) decidieron prescindir de la escritura

consonante de la palabra JQFDA dentro del anagrama EFEJ y dejaron

únicamente la representación gráfica de sus vocales en el interior de éste con el fin de ahorrar trabajo a los escribas y de no dejar de recordar al

lector que debía pronunciar JQFDA [ADONÁI], al momento de la

cantilación. Así se aprecia en el siguiente texto:

Desafortunadamente los traductores grecorromanos erraron y creyeron que en el texto masorético el anagrama era una palabra más y,

simplemente, la leyeron con las vocales de JQFDA [ADONÁI], llegando

a la desdichada conclusión de que el nombre del Eterno era “Yehováh”.

Hoy en día, siguiendo el mal ejemplo de aquellos traductores y, como ellos, desapegados del pensamiento milenial del Pueblo del Eterno, algunos intérpretes contemporáneos han dado a conocer lo que a su juicio es el “verdadero nombre de D’os”.

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No voy a referirme a esos “verdaderos nombres de D’os”, pero sí a regresar al origen:

EJEJ AFEF EFE AFEF EJE AFEF [VEHÚH HAIÁH VEHÚH

HOVÉH VEHÚH IHIÉH] Él es Quien siempre ha existido, Él es Quien permanece existiendo y Él es Quien siempre ha de existir…

En buen castellano:

¡Él es el Eterno!

Rabino Conrado R. Umaña Rojas

[email protected]

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