Amor de Mina...físico, te conectas solamente en lo que te hace sentir y fluye de tu alma, con la...
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Amor de Mina
Catrina
Hola!!! ….Soy Marce y te contaré un poquito de mi vida con Juan….
Cuando nos conocimos…… nunca pensé que tendríamos esa complicidad que solo el
amor te puede entregar, no era mi ideal de hombre, no fue amor a primera vista,
empezamos a vernos seguido y nos fuimos descubriendo como personas y todo
comenzó a ser más hermoso (digo todo…porque cuando sientes amor, el aire es
distinto, todo brilla y te sientes más feliz…) …. tuvieron que pasar muchos meses,
exactamente siete, para darme cuenta de lo que sentía por él, creo que este amor,
digamos el “amor del conocerse” (como lo describo), es uno de los más sólidos, crea
un lazo distinto, más fuerte, desde lo más profundo de tu corazón…. no importa lo
físico, te conectas solamente en lo que te hace sentir y fluye de tu alma, con la
mágica convicción de que no existe nadie mejor para ambos (ayyy es tan visceral
esa sensación). Fue consolidándose el amor, era típico mirarnos y reírnos por
minutos sin parar… decían que éramos la pareja ideal y eso nos hacía sentir cada
vez más enamorados.
Un día jueves Juanito me dice… “amor este sábado arréglate porque te voy a invitar a
cenar”, me puse tan feliz!! meses que no salíamos, recuerdo perfectamente que me
puse jeans y una polera roja que a él le gustaba, cuando vino por mí no lo reconocí,
se veía tan guapo con sus jeans rasgados y su polera de metálica (siempre se vestía
así, pero esa noche se veía distinto… más mino… lo que hace el amor jajaja),
llegamos a un restaurante, al que había ido solamente con mis
(lo escrito en este formato, corresponde a pensamientos del personaje)
papás en celebración de su aniversario de matrimonio número 25 (ósea ocasión ultra
especial) …le apreté la mano y le dije bajito… “juan de verdad tienes plata para
pagar…es muy caro”, me dice amor tranquila hoy celebramos (se me apretó la
guata…no sé si de nervio porque no entendía que íbamos a celebrar o porque sabía
que alguna cuenta no iba a pagar por invitarme a cenar) en fin…digna y apretando
los dientes con una sonrisa dije... buenas noches y me relajé…. No hay duda que la
comida peruana es una de mis favoritas, así es que disfruté cada bocado, fue una
“cita” maravillosa y cuando iba a dejarme a mi casa le dijo al chofer del taxi que
parara en la avenida Brasil, justo en el banquito donde nos dimos nuestro primer
beso (ahí sí que me dolió la guata…), me senté… y en un segundo Juan se arrodilló y
sacó de su bolsillo dos anillos, unidos por una cinta azul y me dijo “Casémonos”, no
lo podía creer (mi sorpresa fue tal…que me imaginé cuando Cecilia Bolocco fue miss
Universo, y puso sus manos tapándose la cara en señal de asombro …así mismito
quedé yo… sé que tú que estás leyendo también pensaste que sería en la cena
igual que yo jajaja) estaba tan feliz que desamarré los anillos y desesperadamente
nos pusimos nuestras ilusiones …y me dice “pero Marce dime si o no poh
(riéndose)” le grité SIII POH!!!! Quiero ser tu mujer… cómo explicar la sensación que
sentí cuando le escuché pedírmelo y al ver sus ojos brillosos, ahora sí estaremos
juntos para siempre, nada podía ser mejor para nosotros, estábamos tan
enamorados, que parecíamos cabros chicos saltando de felicidad, no queríamos que
nada opacara tan anhelado momento, era increíble para mí saber que él me amaría
por siempre y que formaremos una familia, al fin seríamos más que dos, seríamos
uno… y mi cabeza loca comenzaba a llenarse de planes para el futuro.
Todo marchaba a la perfección, mientras organizábamos nuestra boda, a Juan lo
llamaron para una entrevista de trabajo, un puesto mejor en una faena minera, si
bien no me gustaba la idea de estar separados por el sistema de turnos, también
entendía que para él era importante su desarrollo profesional y este cambio iba de la
mano con un mejor pasar económico, así todo se iba acomodando…. Recuerdo que
me llamó y me dijo… “Marce me aceptaron en la pega” es en Centinela… estaba tan
feliz, podía sentir su alegría y entusiasmo mientras me lo contaba, estábamos tan
contentos, ya nada podía ser mejor, el esfuerzo de los estudios de noche, sus
capacitaciones, al fin habían dado fruto, él estaba tan feliz (recuerdo que hicimos un
asado en casa de mis papás para celebrar).
Comenzó a trabajar… fue difícil para ambos acostumbrarnos a este nuevo ritmo de
vida, no vernos diariamente hacía que cuando le tocaba bajar, lo esperara con más
ansias, disfrutábamos cada momento juntos, nos faltaba tiempo, ya que estábamos
organizando nuestro matrimonio y cuando él estaba en la ciudad teníamos que
aprovecharlo, entonces era un poco estresante, pero a la vez divertido porque
siempre se nos ocurrían ideas nuevas para nuestra boda, queríamos que fuera todo
diferente. Él siempre llegaba muy cansado, pero contento, me contaba siempre las
tallas y situaciones que pasaba con sus compañeros (creo que lo conocían más que
yo), le decía que tenía otra familia en la mina, esa familia que sin ser sanguínea
sabía más de él que yo, se veían en otra faceta además de la laboral, compartir en
desayunos, almuerzos, colaciones, sin duda que le da otro carisma a tu trabajo y eso
sumado a que estas lejos de tus seres queridos, te hace apreciarlos mucho más. En
sus bajadas, siempre me comentaba que la empresa estaba muy preocupada de la
seguridad, y me comentó que la próxima semana, en su descanso debería asistir a un
curso de capacitación, reconozco que me enojé, porque lo vería menos, (tantos
cursos amor… le dije… y él me decía que eran necesarios para que todos trabajaran
mejor y que era disposición de la empresa) cuando llegó del curso estaba súper
contento… me dijo “este es el mejor curso que he ido”… (me reí y le dije “siempre
dices lo mismo jajaja) me dijo Marce de verdad… fue rebueno, con los cabros
quedamos más que claros, debemos cuidarnos entre nosotros, usar los implementos
de seguridad, es mejor decir que no… a realizar una pega que no sabes, apoyarnos
mutuamente y hacer un trabajo en conjunto con los supervisores para que todo sea
más ordenado y seguro, la idea es que no suframos accidentes y que todos
lleguemos a nuestras casas, también me comentó que realizaron charlas
motivacionales, las cuales eran un poco duras, pero que creaban un gran sentido de
conciencia hacia lo laboral y a apreciar la vida...
Pasó el tiempo y llegó el día nuestro matrimonio … fue todo tan mágicamente
hermoso, estuvimos acompañados de nuestros familiares, amigos y compañeros de
trabajo, nos sacamos una enormidad de fotos, puedo decir que me sentía la mujer
más afortunada del mundo, haberme casado con el amor de mi vida, estar formando
mi familia y vernos rodeados de tantas personas que nos querían, era impagable.
Al pasar dos años, todo funcionaba perfecto, ya teníamos otro plan en mente, iniciar
los trámites para comprar nuestra casa, todo sacrificio había valido la pena, los
ahorros eran lo suficiente para el pie y postular al subsidio, y quedamos aceptados,
en un año más seríamos dueños de nuestro hogar, fue duro acostumbrarnos al
sistema de turnos, pasar fechas importantes separados, pero todo tenía una
finalidad y esto se estaba cumpliendo.
Un día 04 de Junio del 2017 a las 11.15 horas suena mi celular… era el prevencionista
de Riesgo de su empresa, me dijo que Juan había tenido un accidente, que estando
colgado a 7 metros de altura, su arnés cedió y se precipitó al suelo… no se preocupe
me dijo… lo están estabilizando y lo bajan a Antofagasta en ambulancia… (mi mundo
se paró, presentía lo peor… mi felicidad… mi amor… mi todo estaba en el aire,
faltaban solo dos días para que terminara su turno y vernos...), dejé todo tirado en mi
trabajo, hice guardia en la mutual estuve desde las 12.20 hasta las 17 horas
esperando que llegara, me cansé de llamar y no lograba comunicarme, me estaba
volviendo loca de la desesperación, hasta que al fin pude comunicarme, (hubiese
preferido no haberlo hecho……) …..me dicen que Juan no pudo estabilizarse, que el
golpe había sido muy traumático, sus órganos internos estaban muy dañados… sufrió
dos paros respiratorios y solo soportó el primero… había fallecido ……recuerdo que
grité y caí al suelo llorando… qué iba a ser de mi vida ahora, me cuestioné el haberlo
alentado para que trabajara en minería, Dios mío que hago!!! mi Juan porque….. …
para esto fue nuestra distancia!!! nuestros planes!!, qué sacaba con seguir
juntando dinero para nuestro hogar!, como iba a poder seguir viviendo, sabiendo
que ya no lo vería más!!, que no lo esperaría como cada jueves con su plato de
porotos (porque siempre se quejaba que en la mina comía mal, que era mala la
comida), me sentía tan sola….(era como estar sentada en una balsa en el mar y que
la corriente me llevara donde fuera, no podía pensar ni procesar lo que estaba
pasando, no sabía qué hacer, donde ir, qué decir……) comenzaron a llegar a la
mutual algunos familiares, unos pocos amigos y gente de la empresa, a quienes solo
miraba a los ojos y escuchaba, no les decía nada…. me trataban de explicar lo
sucedido, en mi cabeza no había comprensión, solo quería gritarles que quería a mi
esposo, quería a mi Juan, que se fueran…!!
A las 3 de la mañana pude verlo, sus manos estaban heladas, su ropa con un poco
de tierra, su pelo….su pelo estaba tieso, su carita, sus ojos cerrados… (nunca más
poder ver sus ojos negros, los cuales al mirarlos fijamente no sabía si reír o llorar
porque me decían tanto, su sonrisa que me derretía aunque tenía sus dientes
chuecos, pero para mí eran perfectos, él era perfecto… ) cuando me dijeron que
tenían que llevárselo, pedí que me dejaran unos minutos más…. No querían porque
había pasado mucho tiempo…mucho tiempo!!!!!! Para que!!!!! Entré en pánico…. Me
aferré a él con la fuerza de una leona, grité tan fuerte que llegué a sentir que estaba
sola en este mundo, no me escuchaban, no entendían que no quería alejarme de
él…. Entre sollozos, lágrimas en mis ojos, con la desesperación y el desgarro de mi
corazón, le di un beso… el último beso amándolo más que el primer día, tomé su
mano… lo miré fijamente y le dije: “descansa mi amado Juan…no te lo quería decir
por teléfono… quería tenerte aquí para verte ..................................... estamos
embarazados!! le diré que su padre era un gran hombre, muy trabajador y todo lo
que tenemos es gracias a tu esfuerzo…. te amamos y te amaremos eternamente…”
Siempre tuve temor a no verlo más, ahora con mi hijo en brazos, sé que nunca
dejaré verlo ni de sentir su presencia.
Autora: Tatiana Reyes
El hombre que fue atacado por el Chupacabras
Felpo
No es difícil recordar, para aquellos que tienen más de treinta, lo que sucedía a
finales de la década de los noventa y principio de los años 2000, en aquellos años
no solo se hablaba del calendario malla y del fin del mundo, había algo aún más
espeluznante, algo que eriza los bellos y que enfría la respiración del más valiente
hombre y de la más osada mujer.
Recuerdo que la década del 2000 fue marcada por noticias que nos asustaban
mucho, no solo por la guerras en territorios muy lejanos, ni por el ataque a las torres
gemelas o por que el hombre fue capaz de decodificar el genoma humano, nada
causaba más preocupación que las apariciones de un ser misterioso, extraño y
tétrico que pocas personas habían podido ver, y aquellas que se habían enfrentado a
esta criatura yacían con la mirada perdida y el miedo brotaba por sus poros y solo los
más valientes podían contar su historia, el chupa cabra era una criatura que
aparecía en los campos atacando a animales y enfrentándose a los perros
guardianes, pero no solo a los campos del sur, en el norte de nuestro país se
denunciaban ataques y avistamiento de este animal, nadie sabía en realidad que era
y de donde había aparecido, algunos investigadores decían que eran experimentos
de los Estados Unidos y que se había escapado, otros decían que era un ser
extraterrestre y alguno más osados se atrevían a salir a casarlo por las noches, la
prensa tenía programas de televisión y la radio comentaba cada avistamiento en
cada programa, lo cierto es que había una histeria colectiva y no había nadie que
estuviera ajeno a esta noticia que espantaba a todos los chilenos, las madres
prohibían a sus hijos salir luego de la caída del sol, nadie se atrevía a salir en
lugares donde se sospechaba podría aparecer esta criatura, era indudable, que
nadie quería enfrentarse a este monstruo.
La historia que me tocó escuchar sobre la chupa cabra no es menos espeluznante
que la de la llorona o de la novia de la carretera o del hombre chancho que escuché
en mi infancia esta historia habla del miedo más profundo que puede sentir un ser
humano, esta historia hizo que muchos dudaran de su veracidad, pero también
aquellos que la escuchamos pudimos ver en persona a alguien que fue atacado por la
chupa cabra.
“Había llegado de mi descanso luego de siete días en la ciudad de Chañaral, me
tocaba el turno de noche en minera Cerro Colorado, por Pozo al Monte al interior en
pleno desierto y en la planicies y llegaba con un bolso cargado de ropa de frio, en el
desierto las noches son frías y ventosas, y sin duda que es necesario tener mucha
ropa de abrigo, esa noche era particularmente extraña, me asignaron la inoculación
de material orgánico en una correa cerca de la pila número 7, era una labor sencilla
pero importante, se debía aplicar una palada cada quince minutos de este material a
la correa que llevaba rocas de cobre molidas en los chancadores, era una labor
común pero alejada, estaba a cientos de metros de la sala de chancado y en un
lugar con muy poca iluminación. Llegué al punto de trabajo alrededor de las 20:00
horas acompañado de un bolso con ropa de abrigo, un pequeña radio para escuchar
música, recuerden que en esos años, los celulares no eran muy comunes, menos
tenían la tecnología con la que gozan hoy, los mp3 y iPad aun no nacían en masa y
la forma de entretenerse en esta labor tediosa era escuchar radio, las
comunicaciones con el personal de la planta solo se hacía por radio VHF y solo para
cosas muy puntuales, estoy hablando de la época donde en la minería los
operadores de las pilas de lixiviación se trasladaban en motos de cuatro ruedas y la
seguridad avanzaba a pasos agigantados pero sin duda se improvisaba mucha de
ella.
La noche avanzaba y con ella el frio, se escuchaba un soplido leve por el viendo que
comenzaba a bufar como cada noche, el ruido de la correa, lo polines y de los
cables eléctricos que pasaban por detrás de mí me obligan a subir el volumen del
radio, mientras preparaba los sacos con material orgánico para subirlo a la
plataforma que estaba sobre la correa transportadora y así poder aplicarlo en la
radio se escuchaba una nueva noticia sobre un ataque del chupa cabra, puse
atención y el locutor hacia énfasis en un nuevo ataque en la ciudad de Iquique, eso
llamó mucho la atención, ese ataque había sido muy cerca de donde me
encontraba, en unos minutos estaba totalmente concentrado en la noticia, comencé a
sentir miedo un miedo que nunca había sentido, mi respiración se aceleró y
comencé a temerle a cada ruido que sentía o pensaba sospechoso, cuando mi
tención estaba al máximo, sonó mi radio, haciéndome saltar de susto, respiré unos
segundos y respondí la radio, - adelante- sin novedad – indiqué e intenté cambiar la
radio para no seguir escuchando la noticia que cada vez era más terrorífica, con
entrevistas a los afectados, declaraciones y recomendaciones de tener cuidado y no
salir a las calles, pero en pleno desierto es difícil tener mayor sintonía y debía
quedarme escuchando la misma radio.
La correa pasaba y pasaba yo trabajaba y de vez en cuando la radio tocaba alguna
canción y yo cantaba para salir de mi estado de tención pero luego seguían con el
tema y nuevamente entraba en pánico, la noche seguía fría, puse una manta en mi
espalda y me senté en uno de los sacos sobre la plataforma que estaba por sobre la
correa, aun sentía miedo, mi respiración se aceleraba los ruidos me sobresaltaban y
me negaba a mirar a mi alrededor como si algo espeluznante aparecería, de repente
cerca de las doce de la noche a mis espaldas se siente un estruendo y se ilumina
como si fuera una explosión sentí un miedo jamás antes experimentado pero en
cosa de segundos me di el valor necesario para mirar hacia atrás y vi como un ser
con las humeantes y negras se abalanza sobre mí y en un acto desesperado salte
desde la plataforma de la correa hacia el piso, medio metros de altura, cayendo al
piso y gritando nooooooooooo tome la radio de mis cinturón y llamé – me ataca el
chupa cabra - me ataca el chupa cabra – me ataca el chupa cabra.
Y corrí casi a ciegas por vario metros intentando no mirar hacia atrás, sentía mi
respiración casi como un torbellino y sentí algo de calma cuando vi las luces de las
motocicletas avanzando raudas mis colegas venían en mi ayuda, cuando llegaron
bebí algo de agua y les conté aún muy acelerado lo que me acaba de pasar,
decidimos volver al punto y con linternas y a pasos muy cuidosos nos acercamos,
creo que todos sentimos miedo, nos mirábamos y avanzamos lentos, hasta que
llegamos y cuando lo hicimos no podíamos creer lo que habíamos, era una ave que
aún humeaba, pero no era el chupa cabra, era un jote que había chocado en los
cables que pasaban por mi espalda y caía aturdido sobre mí, esa noche fui víctima
no solo de mis miedos, sino de la burla de todos mis compañeros de trabajo.
Luego de todo el ajetreo debí seguir con trabajo y no pude sino reflexionar sobre el
impacto que tienen los medios sobre nuestro comportamiento y cómo actúan sobre
nuestra psiquis haciéndonos creer muchas veces cosas que no existen o que son
creadas por imaginaciones más fallidas que la propia.
En la mañana en el casino, todos me miraban, algunos comentaban en voz baja y
otros con sonrisas en su rostro, pero lo cierto es que desde ese día sin importar si
era o no cierto me convertí en el hombre que fue atacado por el chupacabras.
Autor: Claudio Cepeda Moreno
Las vueltas de la vida Verón
“Tengo frío ¿qué es esto?, ¿dónde estoy?, ¿qué pasa?, ¡¿dónde estoy?!, ¡¿dónde
estoy?!”. No dejó de preguntárselo por un par de minutos, los monitores
evidenciaban su inquietud, su desesperación, su angustia. Quiso gritar, no pudo, los
tubos en su garganta se lo impedían. Quiso moverse, no pudo, las vías y la
contención que lo sujetaban a la camilla se lo impedían. No recordaba nada, pero ya
era evidente para él que estaba en una camilla ¿por qué? Aún no lo sabía. Oyo a las
enfermeras y entre ellas una leve luz de algo conocido. Las instrucciones del médico
eran claras y exigían el mayor de los cuidados y atenciones. “La suertecita, justo
estaba de turno” dijo un de las enfermeras. “¿De turno? ¿Estoy en Antofagasta?” –
Pensó.
Despertó otra vez, inquieto, empero ahora reconocía su habitación, el sonido de los
monitores, ese típico olor a hospital. “¿Qué hago aquí?... no entiendo. Siento dolor
¿qué hago aquí?, ¿qué me pasó?”. Su cuerpo estaba debilitado y contenido, mas
su mente divaga, intenta reconstruir para comprender, para responder a sus
dudas. No hay nada en su memoria reciente, sí en la remota. Recuerda tantas
cosas, tantas que vivió y tantas que no. Piensa en su mujer, sus hijos. Hace tanto
que ya crecieron y formaron vida, deseó haber podido estar más con ellos, el trabajo
se lo impedía, ese trabajo que les dio el sustento, que les permitió estudiar, que les
dio un techo. Recordó aquella vez que partió a un esporádico; le dijo a su mujer que
serían 10 días, su bebé tenía menos de un mes. Estando allá hubo una, otra y
peguita -como les decía él-, no podía decir que no, los 10 días se convirtieron en
casi 2 meses. Trajo el sustento a su hogar, como todo buen hombre debe hacer,
según sus creencias, pero su bebé lloró, no lo reconoció, no sería la primera vez…
Es extraño como en estas situaciones la mente se llena de añoranzas, quizás
a eso es lo que le llaman que la vida pasó frente a los ojos. Hay tantas fotografías
en su casa de actos en la escuela, a muchos no pudo ir, pero a muchos sí. Los
mejores, cuando eran niños, fueron los con bailes, ya de grandes no les gustaba
hacer eso. Los más importantes, las licenciaturas; hasta ese momento al menos.
Era inimaginable para él que sus hijos pudiesen llegar tanto más allá, lo deseaba,
lo soñaba desde que los vio venir a la vida, pero el panorama era complejo. Trabajo
y trabajo para que pudieran cumplir sus metas. No iba a dejarlos ahí “Son
inteligentes los cabros, pueden estudiar más”- se decía.
“Así son estas peguitas” siempre lo dijo, era como su bálsamo, como si eso le
reconfortara por las navidades, años nuevos, aniversarios y cumpleaños lejos. En
tantos años de trabajo hizo de todo: mecánico mantenedor, operador de maquinaria,
soldador... Más de una vez una fiesta importante la pasó en el bus, en el terminal o
en la faena. Pero no importaba, o al menos valía la pena, tenía hijos universitarios,
pensaba, y se inflaba su pecho de orgullo.
Su esposa llegó a verlo, ilusionada de esta vez hallarlo despierto, pero no, lo que
vio fue una la cama que estaba vacía. La angustia subió como un fuego desde su
pecho hasta sus ojos, las lágrimas empujaban, un nudo en la garganta ahogó su
voz. La imagen era una señal inminente de la mala noticia que le esperaba. Se
derrumbó por dentro, mas por fuera, salvo por sus ojos humedecidos, se veía
incólume, los años enfrentando problemas solas la volvieron fuerte. Se le acercó la
enfermera de turno, cuánto miedo sintió… no quería escuchar lo que ella debía
decirle.
Mientras tanto, en otra área del hospital, contra los pronósticos, estaba él
mejorando, quizás la serenidad de haber repasado su vida y el confort que le dio
ver que sus esfuerzos valieron la pena le alentaron, le dieron ese segundo aire. Lo
habían desentubado, lo cambiaron de habitación, ya no era un paciente crítico. En
eso logro ver un logo y lo reconoció, no estaba en Antofagasta, estaba en Viña del
Mar, era el hospital Gustavo Fricke ¿pero cómo? Había escuchado a la enfermera
que estaba en turno ¿Me trasladaron desde Antofa hasta acá? –Pensó. En eso
estaba cuando llegó el médico a visitarlo. Le recordaba a alguien, vagamente su voz
le parecía conocida “¿Te acuerdas de mí? ¿Sabes quién soy?”- Le dijo. – Sí-
respondió -Usted me operó. El médico esbozó una sonrisa - “¿Puedes leer aquí?”-
le preguntó mientras apuntaba al bordado en su cotona blanca. Decía DR.
GABRIEL VERA. No puedo más que llorar ¡Doctor Gabriel Vera!, su pequeño hijo
Gabriel, ahora convertido en un hombre, era quien estuvo de turno, no él, esta vez
no. Fue allí cuando sintió la confortable sensación de ver plasmados los resultados
de sus sacrificios y como dieron fruto, ahora estaba listo para su segunda
oportunidad en la vida.
Autor: Jesús Vera Puentes
Lejos de un lugar llamado mina
Mohawh R.V
Ya habían pasado 5 minutos de la última contracción y llevaba así unas dos horas.
No podía ser ese el momento, quería esperar, se suponía que debería llegar en
unas dos semanas más. Se supone que deberías haber estado aquí.
Lo recuerdo como si fuera ayer, miércoles 31 de octubre del 2018. Ese día no
dormí, estuve toda la noche con contracciones. Mi hermana se quedó conmigo,
tenía miedo de que quedara sola. Desperté y no habían cesado, había llegado el
momento. Todos me preguntaban si tenía miedo y no, no lo tenía, tenía ansias de
que todo terminara, de que todo empezara. Bueno, quizás si tenía miedo, pero
como siempre no se lo dije a nadie. Tenía miedo de estar acompañada pero estar
sola, estar sin ti. Ese se supone que es el momento más feliz que puede sentir un
padre y una madre, el nacimiento de un hijo, un nuevo ser. Traté de no pensar en
eso, quizás todavía no era el momento y estaba pensando más de la cuenta, como
siempre.
Eran las 2 de la tarde y me dirijo a la clínica, me hicieron algunas preguntas un
poco escépticas de lo que estaba sintiendo, yo pienso que debió ser por mi
aspecto, me veía tranquila. Incluso tuve que esperar unos diez minutos antes de
que me llamaran y me monitorearan para ver que estaba sucediendo. Quizás
creían que todavía no era el momento, ni yo misma lo creía. Tenía 4 centímetros de
dilatación. Efectivamente estaba pasando. Ya estaba a punto de entrar a la etapa
de parto y yo como si nada. Ahora que lo pienso pasó todo muy rápido. Quizás en
ese momento no me di cuenta de todo el esfuerzo que había por detrás.
Ahí estaba yo, en la sala de parto. Me resultaba un poco incómodo. Recuerdo que
me preguntaron más de tres veces ¿y dónde está el papá?, yo colocaba mi mejor
cara y decía: trabajando, pero ellos respondían ¿ya lo llamó? quizás alcanza a
llegar. En ese momento pasaron miles de pensamientos por mi cabeza, los cuales
omitiré porque no entregan información relevante al relato. “Trabaja en Antofagasta,
en la mina, les respondí”. Y ahí fue donde vi esa mirada que no quería ver, esos
ojos de pena. Esa señora ni me conocía y ya sentía pena por mí. Eso no ayudaba
mucho. Entro el anestesiólogo y me pregunto lo mismo. Creo que la tercera vez no
fui muy amigable, Pero entiéndanme, en ese momento lo menos que quería era
que sintieran pena por mí.
Hora de nacimiento 19:05 h. Fue un parto rápido y sin complicaciones. Mi hermana
estuvo ahí. Recuerdo que con Luis hablamos por videollamada intermitentemente
durante el proceso de parto. Estaba muy nervioso, y no era para menos, seria papá
por primera vez. Mientras hablábamos yo recordaba el día en que le dije que iba a
ser papá, hubieran visto su cara, me abrazo y lloró. Ese día yo salí y compre un test
de embarazo, mi cuerpo y mente ya lo sabían pero necesitaba comprobarlo. En
menos de dos minutos aparecieron dos rayas rojas muy firmes y claras. Algo
estaba creciendo dentro de mí y era de los dos. Guardé el test en una caja que yo
decoré y se lo entregue. Ninguno de los dos sabría los sacrificios que tendríamos
que hacer cada uno.
Termine de pujar y ahí lo escuche, ese pequeño hombrecito estaba encima de mi
pecho, me miro con su ternura y me entrego mucha paz. Lo necesitaba.
Era igual a él, y él ni lo sabía. Había nacido y él ni se había enterado, no pudo
compartir ese momento angelical, ese momento que es único y que jamás se
vuelve a repetir, porque jamás volverás a ver tu hijo nacer, quizás a otros sí, pero a
este, no.
Esa noche lloré, pero nunca se lo dije.
Era fin de semana largo, no había pasajes en ninguna parte y los que quedaban
eran muy costosos.
Me dijo: voy a viajar, no sé que estoy haciendo aquí (si lo sabía, lo tenía más que
claro, sabía que tenía que generar el dinero, pero no quería estar ahí, quería estar
acá, conmigo, con nosotros).
Lo único que pudo conseguir fue un pasaje en bus, sí, en bus, desde Antofagasta a
Concepción. Serían 24 horas de viaje. 24 horas de tortura. Imagínense viajar tantas
horas cuando lo único que quieres es llegar lo más rápido posible. Nunca me conto
de la osadía de su viaje, pero sé que tuvo que haber sido difícil. Entre cada
pestañazo ataca el pensamiento, me imagino todo lo que debió pensar en ese
momento, quizás te recriminaste, te dañaste, pero no era por opción propia, y quiero
que sepas que eso yo lo tengo claro, quizás en ese momento no tanto. Ese cuento sí
que me hubiese gustado leer, quizás para el próximo año.
Sí, creo que fui un poco egoísta, egocéntrica. Te quería para mí, quería tener ese
recuerdo de tu cara viendo nacer a nuestro hijo. Ahora sólo toca imaginarme como
habría sido, y siento que hubiera sido el mejor episodio de mi vida.
Eran alrededor de las 3 de la tarde y ahí estabas en la clínica, derrotado pero feliz,
con el cuerpo agotado, pero con el espíritu llenito, se veía en tus ojos. Nos
abrazamos, ninguno se quería soltar, era como si cada uno pidiera perdón, él por no
haber estado ahí, y yo por sentir que debería haber compartido conmigo ese
momento.
De un momento a otro llegó el día que no queríamos que llegara, en dónde teníamos
que despedirnos otra vez, como siempre. Que difícil situación. Qué difícil es
desprenderse de un bebe de 10 días, que difícil dormir sin su olor. Me volví a sentir
sola y sentía culpa de sentirme así. Después de la culpa, me invadió la nostalgia. Si
yo me sentía así que estaba con mi hijo al lado y con mi familia cerca, me imagino
como se sentías él, tratando de despejar la mente para poder desenvolverse bien en
el trabajo, buscando el momento para pensar en nosotros. Llegar de noche a una
pieza fría, y digo fría no haciendo referencia a la temperatura.
Que duro debe ser mirar el techo y desear estar en otra parte, sintiéndote de cierta
forma prisionero, tratando que cada día no se transforme en una rutina difícil de
sobrellevar. Ama su trabajo, yo lo sé, pero tiene sentimientos y eso no significa que
sea débil.
Es extraño tenerlo una semana y luego no tenerlo a la siguiente. Cada vez que llega
nuestro pequeño está más grande, hace cosas nuevas. No seas tan duro contigo, yo
sé que no te gusta perdértelas. El otro estuvimos haciendo unos ejercicios y es
increíble lo rápido que avanza, ya casi se gira solo. Pensar que ya tiene 4 meses. no
estuviste ahí, y quizás no estés en otros más, en muchos momentos más; cuando
aprenda a caminar, quizás cuando diga su primera palabra, una que otra navidad o
año nuevo, pero sé que estás trabajando por nosotros, allá, bien lejos, en un lugar
llamado mina.
Autora: Claudia Serrano Moreno
Mi sacrificio es una pasión y mi pasión es mi trabajo Antonio es un joven y padre de dos niñas Natty de 11 años que no vive con él ella
vive en su país natal de él y ella se encuentra viviendo con su madre que ya estaban
separados once años con Antonio.
Pero él se encuentra viviendo con Rosa su actual esposa con la que tienen a Anahí
su pequeña de 5 añitos de edad. Para él la vida le ha sido un poco complicada la
cual tuvo que salir de su país de origen para poder sacar adelante a su familia y su
hija en especial a su madre que se encuentra delicada de salud con diabetes, pero
de tal manera él no se arrepiente de estar aquí por que conoció al amor de su vida y
formo una nueva familia pero sin lugar a duda nunca dejando atrás a su hija
pequeña Natty y también conoció lo que se llama verdadera amistad con sus
compañeros de trabajo en la minera.
Él se encuentra trabajando de ayudante albañil pero su sueldo no es suficiente para
poder seguir adelante Rosa le ayuda con lo poco que gana como mesera en una
pizzería pero él se siente mal y muy agobiado por que la mama de Natty lo llamaba
asiendo le reclamo que lo le da de pensión a Natty no era suficiente que necesitaba
más dinero de lo normal. Y las llamadas de ella eran frecuentes asía el pero Natty no
sabía de los problemas de su padre y madre pero ella también llamaba a su papa y
él le decía:
- Hija no te preocupes que me va ir bien y encontrare un mejor trabajo y te
prometo que todo saldrá bien.
- Papa no te preocupes solo manda a mama con lo que tú puedas y cuando
tengas más dinero me mandas papa, es mi madre la que quiere más dinero yo solo
quiero conversar contigo.
- Si hija pero en realidad es que la situación allá no te da con el poco dinero
que te doy discúlpame amorcito cuídate que te extraño pronto estaremos juntos.
- Adiós papá, cuídate, besos…
Pero para Antonio no eran suficientes las pequeñas palabras de su niña el aspiraba
a mas como todo hombre de familia en darle lo mejor a su familia y mantenerla
siempre junto, y la enfermedad de su madre que se encuentra un poco delicada ya
que cada vez se le sube la azúcar. Y no puede caminar también se siente impotente
de no poder ayudarla con lo poco y esforzadamente gana él.
- Antonio amor te parece si vas con Anahí al supermercado y traen para el
almuerzo, hasta que llegue yo.
Rosa se encontraba trabajando terminaba su turno el día domingo por la tarde.
- Si amor listo yo compro.
- Hija no toques deja las cosas en su lugar.
- Antonio cuanto tiempo.
- Hola Carlos como has estado que has hecho.
- Nada compadre venimos hacer compras para la semana ya que ayer llegue
de faena.
- Hay que bien me alegro que disfrutes tu descanso con tu familia.
- Y Carlos como entraste a trabajar a la minera pasaste curso.
- No te cuento que no yo tenía un curso de soldador y me ti el Curriculum y me
llamaron para dar unos exámenes de salud y me contrataron.
- Qué bien... pucha quisiera entrar a trabajar ahí es que la estoy pasando un
poco mal con mi pega de ayudante de albañil es que con la situación de mi hija que
esta allá en mi país y mi mama delicada y mis hermanos pequeños con lo que
gano apenas me da para mandarle y para vivir aquí sobre vivo con muy poco y con el
sueldo de rosita nos da para pagar arriendo la luz, y agua y su escuela de Anahí. Mientras Anahí seguía jugando con las cosas del súper mercado Antonio seguía
conversando con Carlos.
- No cumpa por qué no pasa cursos de soldador y te das una probadita y a ver
si puedes lo haces y cuando pases el curso me llamas y vamos a la empresa amigo
no te preocupes los problemas se solucionaran llámame cuando puedas.
- Bueno Carlos cuídate y sabes que voy averiguar los curso y te aviso cuídate
hermano.
Entonces Antonio llego y le conto a Rosa sobre los cursos de soldadura para poder
entrar a trabajar a la minera y así poder pasar más tiempo juntos ya que rosa
también trabajaba los domingos y en su libres le tocaba entre semanas y solo se
veían de noche.
- Así que pudieron pagar el curso de soldadura.
- Antonio se esforzaba más siendo que tenía que trabajar y pasar los cursos
de soldadura después del trabajo y llegaba tarde de noche.
Rosa también llegaba tarde de noche de la pizzería y a la pequeña Anahí la cuidaba
su abuela aun así era un sacrificio para poder conseguir el título de soldador.
Pasando un largo tiempo Antonio llama a Carlos.
- Carlos ¿cómo estás hermano?, soy Antonio.
- ¿Cómo estás amigo, dime cómo te ha ido con los cursos, ya terminaste?
- Sí, por eso te llamaba, porque me gustaría que me ayudaras para ir a la
empresa en que estás, para ver si necesitan soldador, ya tengo la calificación de
soldador.
- Claro, yo te llevo mañana, estuve escuchando que necesitaban soldador
mecánico ¿te parece si nos vemos mañana?
Y entonces Antonio llevo sus documentos a la empresa y le dijeron que lo llamarían
y él estuvo esperando que lo llamaran
Antonio se encontraba trabajando y lo llamaron de la empresa que lo contratarían
para trabajar en la minera que se acercara a la clínica para hacerse unos exámenes
y que cuando tenga los exámenes que se aproxime a firmar contrato. Esta fue la
mejor noticia que pudo haber tenido Antonio durante mucho tiempo estuvo tan
emocionado que no quiso contárselo a Rosita por teléfono quiso decírselo de frente.
Y cuando llego a casa Antonio se lo conto a Rosita.
- Amor sabes que me llamaron hoy día cuando estaba en el trabajo.
- Pucha Amor no me digas que es la mama de Natty que te llamo de nuevo.
- No fue ella.
- Tus hermanos te llamaron por que se puso mal tu mami.
- No amor.
- Pero dime entonces quien te llamo.
- Me llamaron de empresa que me harán subir a la minera a trabajar y me
citaron que me acercara afirmar contrato luego que me haga unos exámenes.
- Pero es la mejor noticia que podemos tener me alegro mucho por ti por
todos.
- Si por todos nosotros que hacemos tanto esfuerzo para seguir adelante por
la paciencia que medas amor para continuar adelante. Este es el fruto que tenemos
de tanto esfuerzo.
Y es así que Antonio está trabajando 7 x 7 sus siete días de trabajo y sus siete días
de descanso.
Anahí disfruta ya más tiempo con él y lo ve después de la escuela tiene más tiempo
para ella y su madre tiene un buen control de salud, y Natty se encuentra bien con lo
que le manda su papa.
Y no es lo único que él consiguió su bien económico sino que también encontró otra
familia con la que pasa también la mitad de tiempo en faena que son sus
compañeros de trabajo mejor dicho sus amigos que es donde él puede interactuar
con otras personas y además se conocen bien.
Antonio se levanta a las 6 de las mañanas para acomodarse e irse a desayunar,
para que los lleven a la planta de trabajo que es la mina pero antes que todo
siempre tiene la denominada charla, que es donde ellos son inducidos a tener
precaución; la prevencioncita de riesgo les da la charla de seguridad para que no
tengan accidentes laborales y también encuentran a sus otros compañeros para
hacerse la entrega de turno, y si tuvieron algún accidente o tal vez un incidente
durante sus jornadas.
E ingresan a sus jornadas de trabajos.
- Antonio hay que ir a ser mantención y tienes que bloquear no te olvides.
- No te preocupes José.
José es el maestro mayor (M1) con los que se lleva bien y se toman el tiempo
después de su trabajo para conversar y contarse los problemas de sus casas que
donde ellos se pueden desahogar porque también ellos lo necesitan para no echar
de menos a la familia.
- José ya cambien lo polines estamos ok.
- Escúchenme hay que ir a cambiar las placas y cuando estén listos nos
vamos.
Y por cierto no se olviden que la próxima subida tenemos mantención a sí que
cabros vénganse con todo.
- Pucha José deja que nos bañemos para que bajemos por lo menos ya nos
estas cansando antes de bajar ya pué.
Le dijo Alex el ayudante mecánico como dicen se estaban tirando la talla ya que en
su trabajo también se dan ese tiempo de reírse para estar más relajado porque ellos
trabajan bien concentrados y Alex es un integrante más de la cuadrilla de ellos.
- Ya jajaja, está bien, está bien disculpen cabros jajaja vamos, que hay que
entregar el turno.
- Antonio, ni sabes, me llamó mi esposa, no ves que te dije que mi esposa
Clara está embarazada y dice que ya se fue para el hospital porque ya rompió la
bolsa, dice que esta dolorida.
- No te creo compadre pero ya estamos de bajada pero felicidades.
Se dan un apretón de manos y abrazo ya que ellos son muy cercanos.
- Pero José alguien está yendo con ella para que la ayuden hasta que tu
llegues por que recién estamos saliendo de garita tardaremos, como tres horas en
llegar.
- Si están yendo mi suegra y mi hermana acompañarla.
Estas son unas de las noticias buenas y malas que reciben lo faeneros cuando están
arriba en su trabajo, y hay otros que bajan de manera inmediata porque a veces
bajan antes de sus siete días de trabajo pero ellos bajan de manera urgente y sus
jefes o sus supervisores le dan ese permiso de que los pueden bajar de manera
inmediata.
La empresa en que trabajan ellos para la minera tienen una liebre que es un mini
bus que los llevan de retorno aproximados a sus casas, y ellos de una vez de
retorno a sus casas se despiden todos como una buena familia que son.
- Hola amor como están mis princesas
Le dice Antonio a Rosita y a su pequeña Anahí al llegar a su hogar
- Bien y a ti como te fue, estas muy cansado
- No como crees no estoy cansado te he dicho siempre que me encanta lo que
hago como me voy a cansar amo mi trabajo para mí es muy entretenido trabajar ahí,
y el tiempo se me pasa rápido creo que encontré mi lugar de trabajo sin llegar a la
casa cansado ni agobiado y tampoco preocupado doy gracias a Carlos por la
paletada que me dio y a la empresa con la que estoy que nos da la seguridad
completa para trabajar en la minera para poder llegar salvos a casa.
- Estamos claro en eso y lo bueno es que llegaste bien a casa
- Si es eso es con la bendición de dios amor y lo bueno es que ya estoy aquí
con ustedes.
Y es a si la vida de un faenero en la minera ya que ellos para poder trabajar ahí
tienen que dar su mejor esmero y concentración siendo un trabajo donde une miles
de personas hombres y mujeres y distintos problemas familiares. La minería para
Antonio se le volvió su segunda casa por que pasa la mitad de tiempo allá es porque
Antonio ama su trabajo con pasión como soldador.
Autores: Fidel Gonzales y Rosa Guarachi
Pide un deseo
Francisco
¡Sácate el ultimo, le dice juan a su compañero, muero por un cigarro, mira que me
cago.... de frio!
Era el último día de trabajo, después de trabajar 6 días de un total de 7, un turno
cansador que ya terminaba, solo faltaba horas para terminar aquel séptimo día y
partir al merecido descanso, la última nochera, para ser más exacto, y a juicio de
muchos, la más larga producto de la ansiedad por partir al encuentro de sus seres
queridos.
¡Yapo, si me queda el ultimo puchito, y vo sabí que no me quedan más!,
exclamaba Ángelo a la petición de su compañero.
El puchito, el cigarro .... es el bien más preciado para algunas personas en faena,
un vicio que a pesar de muchos, es el fiel compañero de tantos, para la ansiedad,
el hambre, el frio o la costumbre diaria de pasar de alguna manera las horas.
¡O mejor cuéntate alguna de tus famosas historias de vida pu flaco, mira que si no
las viviste, las inventay…jajaja...en eso la llevay y te salen hueeeeenas…o no?
Eran 4 obreros que hacían una pausa después de tirar pala en el aseo de una de
las correas de la planta. Una planta de chancados vieja y con sus días contados,
pues ya había cumplido su vida útil y entregado su mayor tesoro, el oro de su veta
tan preciada por un largo tiempo sin tener ya mucho por entregar.
¡Yapo viejito, cuéntate una de tus historias locas que has tenido en tu vida de
minero, sin repetir las que ya nos contaste, exclamaba Miguel, quien era parte del
grupo que estaba ahí!
¡Mmmmmmm…y siguen con sus leseras. ....... yo por mí, estaría todos los días
contándoles historias de vida, tanto mías como de otros viejitos que conocí a lo
largo de mi vida de obrero en las minas de mi norte, algunas serán inventadas
(creo) pero la gran mayoría, son reales, tan reales como que estamos aquí
parados fumándome el ultimo pucho que me quedaba jajaja.
¡Sale flaco…anday puro llorando…yo también te di alguno de los míos. ..... que no
te acorday??? Se defendía miguel por los dichos de su colega, amigo y
compañero de pala en esa faena aislada y fría por las noches, como también
ultima de calurosa y sedienta por el día.
Se reían todos juntos por los dichos de ambos, eran tallas que iban y venían,
como cabros chicos del barrio que se aguantan y soportan unas y mil tallas de
todo calibre, de los cuales no voy a contar, obvio. Pero me imagino ustedes
entenderán.
¡Ya bueno oh…cual historia quieren ...... de las varias que ya les he contado…igual
no me pidan que repita alguna! .............. decía Ángelo.
¡No po…si repetí alguna...seguro que la contay al revés…jajaja! se mofaban de
él...
¡Yaaaa.... a ver? en un tono pensante, Ángelo decía.......a ver...??? Ya sé......me
acuerdo del viejo Loco…así le decían ..................... porque nadie sabía con
exactitud su nombre, sin carnet de identidad .......... había vivido siempre en las
pampas salitreras y ni familia tenía .......................... si ni conocía el valor de la
plata…cuando le pagaban el preguntaba… ¡qué compro con esto?!!
y siempre lo hacían tonto ....... hasta que se avivo y tenía tantos billetes bajo su
colchón que se dio cuenta de la plata que tenía, y se fue al extranjero pero lo que
no sabía ................................. era que por allá no tenía el mismo valor y su dinero
se deprecio......sin llegar a entender que sucedió...? acaso afuera su dinero no
Valia lo mismo que aquí...?? no entendía nada ..... y de tan rico que se creía…allá
no era nada ni nadie. ............................................. o sea, su ignorancia por el valor
del dinero lo llevo a la ruina, volvió a ser el mismo obrero de antes y regreso pobre
y decaído ............................................................... la vida le jugó una mala pasada.
¡O la historia del cojo Ramon ....... ese viejo loco que nunca se bañaba y nadie
sabía porque cojeaba si tenía ambas piernas supuestamente sanas era un viejo
tacaño y austero…no hablaba mucho y siempre de mal humor, por eso andaba
solo y hacia lo que quería ............ pero a pesar de todo lo malo en él, era re bueno
pa la pega .................................... donde lo mandaran el iba.
¡O la historia de la prostituta Virgen......o algo así le decían ......... (entre una risa
burlona y algo cínica) jajaja.
Todos se miraron y no entendieron el tenor de aquella frase, o sobrenombre que
le dio a aquella historia, pues no condice el nombre de prostituta con virgen.......
como le dijo Juan a Ángelo…Oeeeee....cómo es eso? una prosti virgen????
ssaaaaa, ahí si la embarray po…jajaja, ni que se le regenerara la cuestión…jajaja.
Todos se reían a carcajadas como locos…tirándose cada talla....
¡A verrrrr…de quién es la historia…mía o de ustedes… igual no se las pensaba
contar.....pero pa que queden picados se las contaré en otro turno cuando nos
toque de nuevo, y mejor así, porque ya vamos bajando y no quiero saber que ya
no subirán el próximo turno y, capaz los hueones que quieran hacerlo en sus
casas y sus viejas, de "esposas" pasen a ser "viudas" jajaja.
Ahí quedo la "escoba" ...... porque si se habían reído por el nombre que le dio
Ángelo a esa historia ....... más se rieron con el chiste que le salió.
¡Después de un rato…y de tanta risa y tallas…Miguel le dice a Ángelo. ......Yapo
cuéntate una historia .....................................................................................así se
acorta la noche y sin cigarros mmmmm peor .......yapo weon ......................!
¡A ver......les conté de aquella vez que frotamos la "Lampara Mágica" ..... ?
¡Mmmmmmm…nop...respondieron a coro…cuando te paso eso ....... ??? es un
cuento viejo...le decía Juan................................................................. a la vez que
se reían por lo que habían escuchado......... ¡A ver…les cuento sí o no!
¡Ya viejo…cuenta nomas, si igual te vamos a escuchar. ........ que sea bueno
sipo…mira que hace frio y aún quedan horas y pega por hacer. !
¡A ver…esto paso hace rato sipo ....... y quedo en mí una gran enseñanza de vida
........................................................... los deseos a veces se cumplen y no de muy
"buena manera," igual va
del punto de vista de cada uno, y de la manera de cómo se pida también ....... !
¡O no Juanito???
Ya....otra vez yo......vos dale nomas viejo…te estamos escuchando ....... dale
dale. ..... Jejeje.
¡¡¡Bueno, ahí va ....... estábamos haciendo limpieza de una correa en un túnel,
parecido al de esta noche, éramos 4 viejos también…al igual que hoy!
¡Shiiiii... parecí Loro repitiendo lo mismo ...... ni que fuéramos nosotros...jajaja. Dijo
el mudo!
¡¡¡ Hablaste weon.......qué raro…pero mejor sigue callado ........ porque estabay
re bien así!
El mudo era el cuarto trabajador del turno, y le decían así porque nunca hablaba,
siempre callado, pero ponía mucha atención a lo que decían los demás, y
obviamente ahora había hablado en el momento menos oportuno…como es de
suponer la risa también inundo el lugar.
¡¡¡Yaaaa....sigo con mi historia ...... estábamos como locos tirando pala para
descubrir la correa inundada por tanto material, cuando en una de esas, aparece
en la pala una tetera antigua, echa de lata o algo así, se notaba antigua por la
manera como estaba, abollada y oxidada, la rescatamos y comenzamos a tirar de
todo tipo de tallas al respecto ......... que era de la abuela de tal viejo…que era del
jefe y se le había perdido ............... que era la pelela de una serpiente jejeje y
un sin fin de leseras que se les ocurría en el momento, y no faltó quien dijo…¡¡¡¡
Oeeeeeee......esa es la lampara Mágica. !!
¡¡ No será de Aladino amermelao ...... jajaja.
¡Bueno…del que sea po…igual una lampara mágica. pidamos un deseo…en una
de esas nos concede y nos cambia la vida…jejeje!!!!
Se reían de las ideas locas que decían......
¡¡¡¡ No es mala idea…dijo uno de ellos…total que se pierde .......??!!!
¡¡ En serio...??
¡¡ Sipo....quien se anima ....... !!!
A fin de cuentas, de tantas tallas, bromas y cosas dichas en serio, optamos por lo
último, igual nada se perdía, excepto la inocencia de algún tipo de juego
comparado a la de un niño que hacía ya ratoooo habíamos dejado atrás.
Y así fue, nos pusimos de acuerdo, después de dejar en claro que cada uno diría
su pedido en voz alta y solo un deseo, obviamente después de frotar la lampara…
(o tetera) para hacerlo más formal. .......................... según el cuento de Aladino y la
lampara Mágica........(Había que hacerlo como dice el cuento...verdad.
Bueno…frotamos la lampara, uno a la vez ....... y pidiendo el deseo, a manera de
juego infantil mezclado con alguna cuota de deseo que se hiciera realidad......
Raúl. ... froto y pidió comprarse una casa, con harta gente en su interior tratando a
todos como sus hermanos o parientes… (él era soltero sin hijos).
El Jote....como le decíamos fue el segundo en pedir su deseo ..... y este fue en
llegar a ser un líder, ser escuchado y recordado por muchos años por sus
acciones y discursos entre las multitudes (tenía aires de grandeza el niño, pero
igual era válido…total era un juego… ¿o no?
El tercero fue mi compadre Jaime....yo era padrino de su hijo ..... y teníamos muy
buena comunicación entre ambos y su familia….y su deseo fue comprarse el
mejor de los trajes, pantalón y bestón de gabardina, la mejor de las corbatas y un
sombrero que sobresaliera de los demás(en aquellos años, se acostumbraba a
usar sombreros, a la usanza de los gánster tipo Frank Sinatra…) …igual no pedía
mucho...para ser un juego de viejos soñadores.
¡¡ Y faltaba yo ....... que a decir verdad, no estaba convencido de entrar a ese juego
ridículo… (según yo ) pero igual me la jugué y mi deseo fue¡¡
llegar a ser un escritor de la vida, del trabajo diario, plasmar en hojas las historias
de muchos y cada uno de tantos relatos de personas que han pasado por mi vida,
conociendo sus alegrías, penas, dolores y desdenes de la vida diaria....... igual no
era mucho pedir…según yo ..................................... a la vez que mis compañeros
se reían de mí, era un pedido raro, pero valedero para el escenario que
compartíamos.........total… eran nuestras reglas y en pedir no había engaños…
(así dice el refrán) ¡¡¡Oye......me dijo el mudo…te fuiste en la profunda raros los
deseos de los viejos…no creí…?!!
¡¡¡ Cállate mudo…deja que siga contando su historia ..........habla y cuando menos
tení que hablar… jajaja!!
¡¡¡ Mis 3 compañeros estaban metidos en mi cuento ...... demás está decirles que
me hacían cada pregunta mientras hacia el relato, el que menos hablaba era el
mudo, claro. Aunque si opinaba cuando menos lo tenía que hacer, así que cada
vez que hablaba (que era nunca) lo hacía en el momento menos propicio.
¡¡¡ Y que paso po…en que quedo lo de los deseos…se cumplieron ...... ???
¡¡¡ Algo cambio desde ese día en ustedes?? preguntaban....
¡¡¡ A ver........según mal no recuerdo ..... el primero fue Raúl, su deseo fue una
casa grande con mucha gente dentro, con quien compartir a diario según la
realidad que él tenía, pues era soltero y sin hijos, así que quería ser parte de una
gran familia.
¡¡¡ De algún modo se cumplió ........ pues fue a dar a un reclusorio, lleno de
maleantes y ladrones. Esta era la penitenciaria por haber sido parte del robo de un
vehículo del cual el participo y lo pillaron. Ahí, según yo, se cumplió en parte su
deseo, una casa llena de personas con quien compartir, una gran familia (aunque
no de las mejores) pero casa grande, lleno de gente, una gran familia… no
coincide??
¡¡¡ Sale pa allá loco.......Dijo el mudo (otra vez habló). ........... ¡¡¡ pero ese no era
el deseo, salió perdiendo así po .... !!!
¡¡¡ Que piensan ustedes cabros......no era lo que el pidió (supuestamente)
pero se le otorgo...??? saquen cuentas ustedes mejor…a criterio de cada uno, si
comparamos, se asimila ..... ?????
¡¡¡ Y el segundo ...... qué pasó...????
¡¡¡ El segundo fue...???...el Jote ........ este pidió ser un líder, ser escuchado y
recordado por mucho tiempo ............. !!
¡¡¡ Y fue así...??? !!! pregunto el Juan
¡¡¡ A ver.......conteste......con respecto al Jote ....... a él también como que se le
cumplió su "deseo", pues para serles franco, al tiempo se metió como sindicalista
.............................................................................. llego a ser conocido en el
ámbito sindical como agitador de masas, fue escuchado por muchos y muy buen
orador, hasta que un día cambio el régimen a uno militar y fue perseguido por ser
contrario al idealismo político...... y al tiempo desapareció ahora solo queda su
recuerdo y legado, sus discursos y liderazgo del momento que ya fue!!!
¡¡¡ O sea que murió...??? otra vez el mudo!!
¡¡¡ Sipo weon......las preguntas que hací, saco de brevas sabí que pa esos
tiempos se echaron a tanta gente que hasta hoy solo quedan sus
recuerdos.........Shuuuuuu…. también se cumplió su deseo ... ??? exclamo el
Miguel, dándose cuenta la similitud entre el deseo y el resultado de cómo se dio
su futuro.
¡¡Coincidencia...???…no sé...pero muy parecidos!! les respondí.
¡¡ Y el tercero…el Jaime si no me equivoco, que paso con él? Pregunto Miguel.
¡¡¡ El pidió algo piola…verdad...? solo un traje, con bestón y pantalón de
gabardina...... hay un sombrero...........nada fuera de lo común…cierto...???? no
es mucho pedir.
¡¡¡ A decir verdad, es cierto, nada fuera de lo común, le respondí!! Pero, veamos
lo que se pide y lo que obtiene.......en qué contexto .................. en una gran
medida, esto se logra pero bajo qué circunstancias! !
¡¡¡ Cómo es eso, preguntaron a coro…Juan, Miguel y el mudo!
¡¡¡ Mi compadre Jaime si logro estrenar su traje, su bestón, pantalón corbata y por
supuesto el sombrero que tanto añoraba.
¡Pero en su última morada ....... !
¡¡ Que ...... ??? a coro de nuevo.
¡¡ Si pues…el falleció al mes después de este juego infantil. ...... después de pedir
estos deseos de cabros chicos…el falleció de un infarto ............. en su casa ante
sus hijos y su señora esposa, nadie se lo esperaba .................... fue muy fuerte
para todos.
¡Y donde está su deseo...?? pregunto el mudo ....... que hasta este momento
hablaba más que todos.........
¡A ciencia cierta se dio ...... pues se veía muy a la moda, elegante, pero en su
ataúd cuando se le velo........de traje pero muerto..........
Ninguno hablaba ....... todos callados, pensativos como masticando el momento.
Se estaban cumpliendo los deseos de cada uno ..... ?? o una mera coincidencia
así como buscándole con ojo de águila a mi cuento.........
¡Por qué tan callados viejos…se están quedando dormidos .... ???? les pregunte.
¡Shuta…que fuerte la cuestión po ....... fome!
¡A ver......ya van 3......solo faltas tú???? Volvió a preguntar Miguel.
¡Qué hay de mi......respondí.
¡Se te cumplió ....... ????
¡Tú que crees…????? Respondí.
¡Y ustedes... qué creen??????
Autor: Francisco Aracena Rojas
Recuerdos LC Cortés
Recuerdo que cuando mi bisabuelo estaba vivo, cada vez que viajábamos nos
contaba las mismas historias una y otra vez, pero era interesante cómo esas
historias jamás aburrían y cómo esas historias podían cobrar vida mientras las
narraba cada una de estas historias eran más increíbles que las pasadas. Recuerdo
cuando por primera vez me conto acerca de cómo un avión lo botó, mi cara de
asombro le causo mucha gracia pues se rio de mí.
Luego de que se terminara de reír, me empezó a contar de cómo fue, él venia del
cerro cuando decide tomar un descanso, luego de un rato pasa un avión el cómo
jamás había visto uno, quedo “hipnotizado”, entonces comenzó a observarlo, cuando
el avión pasa por arriba de él empieza a mirarlo hacia atrás logrando que mi
bisabuelo cayera de espalda hacia atrás, una vez que termina de narrar la historia
me dio un ataque de risa ya que me parecía algo tonto pues yo veía aviones
siempre.
Una vez que llegáramos a nuestro destino comenzaba otro relato de como el
caminaba horas y horas buscando oro, puntas de flechas o simplemente un copao
bien maduro, muchas de estas veces podían llegar con las manos vacías a casa,
pero otras veces los hallazgos eran simplemente increíbles, casi siempre nos
mostraba algunas cosas de las que encontraba.
Cuando íbamos a comprar al pueblo me contaba la historia de él indio y la mina
abandonada, mientras caminábamos me contaba de que cuando era joven se le
aparecía un “indio” en sus sueños, siempre que se le aparecía este le decía donde
tenía que ir a buscar oro, pero mi abuelito jamás le hacía caso pues donde lo
mandaba era una mina en la cual nunca se encontró nada siempre pensó que era un
simple sueño; hasta que un día estaba cansado de siempre soñar con lo mismo y al
día siguiente decide que ira a la mina, pues esa noche vuelve a soñar con el “indio”
el cual le dice que debe ir solo pues el oro puede causar la maldad y la envidia en la
gente además de que debe ir solo pues el oro se esconde, en la mañana se levanta
y se prepara para ir a la mina, antes de entrar se fija de que nadie lo siguió pues a
pesar de todo él tenía la fe de que encontraría algo, luego de estar horas buscando y
excavando encontró vetas de oro las cuales guardo bien y se fue a casa.
Decide contar el sueño que tuvo a mi bisabuela también le muestra las betas, ella
muy preocupada le dice que debe tener pues esa mina ya está muy vieja y puede
derrumbarse. Luego de que le contara eso se escucha un ruido a lo lejos y sale toda
la gente a ver qué era lo que sucedía, al no darse cuenta de donde era lo que había
producido ese ruido deciden volver a casa.
En la mañana mi bisabuelo va a ver qué más puede encontrar en la mina y al llegar
se da cuenta que esta se había derrumbado muy decepcionado vuelve a casa y se
va a dormir una pequeña siesta en la cual se vuelve a manifestar el “indio” el cual le
reclama de por qué había contado el secreto y que por eso él debía destruir la mina
y que se olvidara de que él lo volvería a ayudar; desde ese momento nunca más mi
bisabuelo volvió a soñar
con el “indio”.
Estas historias para mí en ese tiempo eran realmente fantásticas y poco creíbles
pues era pequeña y jamás me mostro nada como para yo creer que eran
verdaderas, un año antes de que mi bisabuelo falleciera me mostro donde estaría la
mina en esos años además que me mostro las pepitas dando me a entender de que
la historia del “indio" si era real o bien era una simple fantasía que el invento para
entretenerme mientras caminábamos.
Autora: Laura C. Cortés
Sentido fehaciente, para un amor utopista
El Renacido
¿Te amo o te odio?, incomprendida, me subes la temperatura, me desgastas y
utilizas. a veces un tanto cruel... pero gratificante, acaloras todos mis sentidos y mi
cuerpo. Psicológicamente me desgastas... pero a su vez me tranquilizas, nos
disgustamos y nos rencontramos, nos amamos y nos odiamos. Pero aun así me
pregunto, ¿qué haría yo sin ti?
Me enseñaste a crecer y aprender nuevas sensaciones, valorar experiencias
inéditas. También sacaste a relucir mis limites... eres el mismo riesgo como
Bañarme en la piscina del diablo, en Zambia, ya que gracias a ti consigo lo mejor,
pero me enfrento a un hermoso abismo de más de 100 metros de caída libre.
Con frecuencia, los mismos peligros sirven para salvarnos la vida dice el
"Quintiliano". Que dé cierto es esto, si te entrego mi vida, como en verano
caminando por un desierto sin agua y la de mis seres queridos como en un invierno
caminado sin ropa, por algo tan vil como una primavera sin rosas y oscuro como un
otoño sin disfrutar la melancolía.
Aflicción que me estremece inconstantemente cada semana, ya que días si y días
no, un intermitente aun sin final. Incongruentemente nos despegamos una semana
acongojados y melancólicos, pero a la próxima sin más nos amamos
esclarecidamente. Y nuevamente volvemos al inicio sin tan solo mencionarnos ni
observamos. Aun así, duramos otro mes.
Empezamos un nuevo mes, jurando amarnos, mi lujito lo monto gracias a ti. Gracias
a ti voy abrigado, pondero de mucha valía mi juguete nuevo. Siento una felicidad
que me estremece, un calor que me hace fulgurar alegría. A la distancia te recuerdo
y sonrió triste porque nuevamente seremos uno.
Disgustados porque nuestro amor es igual que el intermitente de un camión, nos
amamos cada siete días. Mi hijo en su acto y yo aquí amándote obligado sin cesar,
abrazados sin despegarnos. Esa misma alegría que me superaba por tu hermoso
obsequio se torna en tristeza.
Estamos en la cuerda floja, me llegan rumores de que me engañas y ya no me
necesitas. ¿Sera verdad?, se ve que con aquel vigilante todo es distinto, te acabas
de comprometer con un nuevo individuo. Es mejor que yo, tal vez, ¿te necesita lo
mismo? Lo dudo.
Años a tu diestra, años servidos, años amándote y cautivo de tu poder. el que ahora
te controla solo tiene un mejor papel. Él te domina en cada sentido y me expulsa.
Solo me queda decir: ¡HASTA LUEGO, MALDITA MINERIA! Autor: Maximiliano Álvarez Rodríguez
Sueños de niñez
Andrés
Todo transcurría como un día cualquiera y de pronto miro al frente de mi casa, era
mi vecino, el cual tenía aproximadamente unos 80 años, él era el último de una
generación de mineros, en ese tiempo él ya estaba jubilado.
Debajo de un árbol que estaba afuera de su casa, él me llenaba de vivencias e
historias asombrosas, yo en ese entonces era un niño y en mi mente imaginaba
todo lo que él relataba, me imaginaba unas grandes maquinas, correas que
transportaban el mineral que estas eran interminables, cuando hago memoria de
todo esto siempre se me viene a la mente una gran correa de que él siempre
hablaba era la correa de mina de Carmen que en ese entonces era una de las más
grandes de Chile. Mi vecino me contaba sobre las maquinas que el operaba, él era
chofer de maquinaria pesada, siempre llevo el mejor recuerdo de él, fue una
persona que siempre me cuido como si fuera su propio hijo.
Conforme iba pasando el tiempo, ese niño iba cambiando, ya era más maduro, le
toco madurar a una edad temprana porque su padre quien era el sustento de su
familia había fallecido cuando el tan solo tenía 15 años por esta razón él tuvo que
empezar a trabajar desde pequeño para mantener a su familia.
El comenzó a trabajar haciendo aseo, estuvo bastante tiempo trabajando en esto,
había muchas veces que él hubiera querido estar con sus amigos y solo enfocarse
en estudiar, pero por temas de necesitad no podía.
Él recordaba las historias que le contaba si vecino cuando era un niño, anhelaba
trabajar en algo relacionado a la minería, él mandaba currículo, pero nunca lo
llamaban, así que él se mantenía en su trabajo de auxiliar de limpieza. Un día todo
esto cambio, lo despidieron por reducción de personal. Ahí estaba él en busca de
otro trabajo, buscaba y buscaba, estuvo así harto tiempo hasta que lo llamaron
para trabajar de temporero, trabajaba largas horas bajo el sol, había veces que lo
mandaban hacer cajas, él se esforzaba para que todas estuvieran bien, pero le
encontraban un error y le botaban todo, ahí era cuando el más se estresaba, hasta
extrañaba su trabajo de auxiliar, pero él seguía con la esperanza de trabajar en el
área de la minería.
Todo iba como un día cualquiera y de pronto ve un aviso de un empleo trabajando
en una mina extrayendo mineral, sin pensarlo dos veces decidió mandar su
currículo, estaba muy emocionado porque veía su sueño tan cerca, revisaba su
correo todos los días para ver si le había llegado alguna respuesta de parte de la
empresa, pasaron días, semanas, ya iba perdiendo la esperanza, pero de repente
la respuesta que tanto anhelaba llego, se emocionó hasta llegar a las lágrimas,
había quedado.
Era su primer día le dieron sus implementos y me explicaron todo lo que debía
realizar, él estaba muy feliz y desde el minuto uno se había propuesto una meta,
seguir subiendo en cargos, esforzarse y ser el mejor.
Mediante iba pasando el tiempo todos notaban el esfuerzo y compromiso que
él le ponía a su trabajo, y por esta razón la empresa le dio la posibilidad de
realizar un curso de maquinaria pesada, él muy emocionado acepto de
inmediato, hizo el curso y fue unos de los mejores.
Al primer día de realizar dicho trabajo se le vinieron a la mente todas las historias
que su vecino le contaba cuando tan solo era un niño, él se dio cuenta que no solo
era realizar el trabajo que él deseaba sino el ambiente de trabajo, ahí había
compañerismo, y amor por su trabajo.
Todo con esfuerzo se puede lograr.
Autor: Andrés Ávalos Muñoz