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  • Annotation

    Cuando se cumplen treinta aos de la decisin del gobierno de Felipe Gonzlez de luchar contraETA con sus propias armas, Cal viva es el relato ms visceral, descarnado y directo que nunca sehaba escrito de los crmenes de los GAL, a travs del testimonio en primera persona de uno de susprotagonistas indiscutibles.

    Jos Amedo revela por fin los detalles ms minuciosos, hasta ahora desconocidos: cmo seurdi el asesinato de Santiago Brouard en el hotel Ercilla de Bilbao durante el duelo por el senadordel PSOE Enrique Casas, la colaboracin de la polica francesa para acabar con el santuario de labanda en el sur de Francia o la conspiracin que trenz Baltasar Garzn para vengarse del ninguneoque padeci durante su etapa en la poltica.

    Pero no solo eso. En este libro, el exsubcomisario identifica con nombre y apellidos quinorden, quin plane y quin ejecut cada atentado, y desnuda el alma de la guerra suciarespondiendo, entre otros, los siguientes interrogantes:

    Cmo pensaban los mercenarios y sus superiores? Cmo se relacionaban? Cules eran sus inquietudes? Cules sus pasiones?

  • JOS AMEDO FOUSE

    Cal viva

    La esfera de libros

  • Sinopsis

    Cuando se cumplen treinta aos de la decisin del gobierno de Felipe Gonzlez deluchar contra ETA con sus propias armas, Cal viva es el relato ms visceral, descarnado ydirecto que nunca se haba escrito de los crmenes de los GAL, a travs del testimonio enprimera persona de uno de sus protagonistas indiscutibles.

    Jos Amedo revela por fin los detalles ms minuciosos, hasta ahora desconocidos:cmo se urdi el asesinato de Santiago Brouard en el hotel Ercilla de Bilbao durante elduelo por el senador del PSOE Enrique Casas, la colaboracin de la polica francesa paraacabar con el santuario de la banda en el sur de Francia o la conspiracin que trenzBaltasar Garzn para vengarse del ninguneo que padeci durante su etapa en la poltica.

    Pero no solo eso. En este libro, el exsubcomisario identifica con nombre y apellidosquin orden, quin plane y quin ejecut cada atentado, y desnuda el alma de la guerrasucia respondiendo, entre otros, los siguientes interrogantes:

    Cmo pensaban los mercenarios y sus superiores? Cmo se relacionaban? Cules eran sus inquietudes? Cules sus pasiones?

    2013, Amedo Fouse, Jos2013, La esfera de librosISBN: 9788499709543Generado con: QualityEbook v0.70

  • Un relato estremecedor: la verdad definitiva desde las entraas de los GAL.

  • PRLOGO. LAS CUCARACHAS CORREN AOCULTARSE

    Han pasado treinta aos desde que los Grupos Antiterroristas de Liberacin (GAL) comenzarona actuar de forma oficial (en octubre de 1983): secuestro, tortura, asesinato y enterramiento en calviva de los presuntos militantes etarras Jos Antonio Lasa y Jos Ignacio Zabala. Y diecisis desdeque el maestro de periodistas y escritor Manuel Vzquez Montalbn escribiera Viaje a la chekademocrtica, prlogo del libro El origen del GAL, que publiqu en 1997 con mi exsocio ManuelCerdn.

    Despus de tanto tiempo y tantos aos, el caso GAL no est cerrado. An quedan varias eimportantes incgnitas: el asesinato en 1984 de Santiago Brouard, pediatra y dirigente de HerriBatasuna; el atentado mortal en 1987 contra Juan Carlos Garca Goena, ciudadano sin relacin conETA y que nicamente se neg a hacer la mili y se refugi en Francia; dirigentes polticos quetuvieron una actuacin directa con el grupo terrorista y que todava siguen en el anonimato; quineseran las mujeres mercenarias que integraron un comando operativo y cuntos policas francesescolaboraron con los GAL y cunto cobraron del gobierno que presida el socialista Felipe Gonzlez.

    El prlogo que escribi en 1997 el maestro Vzquez Montalbn, especialista en novela negracon su detective Carvalho (curiosamente el mismo nombre de uno de los mercenarios portuguesesque actu para los GAL), sigue vigente en 2013: El caso GAL plantea la existencia de una ampliacorrelacin de complicidades que van desde los restos de fuerzas parapoliciales heredados delrgimen franquista hasta supuestos demcratas psicpatas de la razn de Estado que justifican laviolacin de los derechos humanos en nombre de razones superiores no demostrables.

    Vzquez Montalbn profundizaba en su prlogo e indicaba que despus de los progenitores yagentes de los GAL, Rubio y Cerdn son los que mejor saben en qu consisti y en qu consiste.Tambin recordaba: Hablo en presente porque el caso de los GAL gravita sobre la democraciaespaola y no dejar de hacerlo hasta que se ultimen los encausamientos y procesamientos.

    Y sentenciaba el referente de la izquierda espaola y progenitor de revistas como Triunfo y PorFavor y autor de una obra de referencia periodstica y acadmica como Informe sobre lainformacin: No se trata de un libro basado en materiales ajenos, sino fruto de la experienciadirecta, y por eso los autores tratan de aportar la veracidad de la informacin situada en el lugar,tratando de recoger no solo la situacin y las palabras, sino tambin la gestualidad y los silencioscomo elementos lingsticos ratificadores.

    Esos tres apuntes de uno de mis referentes periodsticos, Vzquez Montalbn, se pueden aplicary utilizar, plenamente, en el libro que tenemos en las manos, Cal viva, y en su autor elexsubcomisario de Polica Jos Amedo.

    El exsubcomisario fue el capataz del GAL Azul, el de la Polica, y ahora, despus de quefuera condenado a ciento ocho aos de crcel por su participacin en ese grupo parapolicial, tira dela manta y cuenta en primera persona su experiencia personal y directa e intenta, con sus nuevasrevelaciones, el encausamiento y procesamiento de los autores materiales e intelectuales de loscasos, atentados y asesinatos que an estn por descubrir.

    Hay que recordar que no hubo un solo GAL. En realidad los Grupos Antiterroristas deLiberacin fueron tres. El GAL Azul de la Polica; el Verde que estaba formado principalmente porguardias civiles del cuartel de Intxaurrondo de San Sebastin y que estuvo dirigido por el entoncescomandante Rodrguez Galindo (que en el ao 2000 fue ascendido a general y recibi su fajn de las

  • manos del entonces ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch); y el Marrn, quecorresponda y estaba ubicado en el CESID (Centro Superior de Informacin de la Defensa), elactual Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El balance mortal de aquellos tres GAL fue deveintiocho vctimas; para algunas de ellas siguen sin desvelarse sus autores materiales. El daoeconmico es de miles de millones de pesetas.

    Con Amedo o por Amedo he hecho miles de kilmetros en Espaa y en el extranjero. Primero loinvestigu como precursor de los GAL, despus lo segu como contratador de mercenarios, ms tardeme entrevist con l en la crcel de Guadalajara (cuando el juez Baltasar Garzn lo detuvo y mand aprisin), iniciamos un conocimiento y en alguna ocasin he estado junto a l en momentos en los queintent pasar pgina de manera abrupta.

    All, en prisin y acompaado de su segundo, el inspector Michel Domnguez, lleg a calificar aBaltasar Garzn de un buen juez, lo respeto y con el tiempo ser mejor juez. De los exministros delInterior Jos Barrionuevo y Jos Luis Corcuera dijo que el primero era uno de los mejoresministros del Interior y del segundo resalt su eficacia en la lucha contra ETA. De otrosprotagonistas o actores principales de los GAL, como el general Rodrguez Galindo, el coronelRafael Masa y el agente Francisco Paesa hizo diferentes valoraciones: Galindo es un granprofesional. A Masa no lo conozco y no quiero saber nada y de Paesa solo puedo decir que no lohe conocido personalmente.

    Antes de abandonar la prisin y hacerle las ltimas fotos, recuerdo y compruebo en mihemeroteca personal que estaba con un collarn por un accidente que haba sufrido. Le pregunt:Cundo salga de la crcel, no piensa decir nada a nadie?. Su respuesta, aquel 20 de febrero de1992, fue: Pasa el tiempo y todo se olvida y lo que no puedes hacer es estar todo el da dndolevueltas a la cabeza. Cuando salga de la crcel no pienso tomar ninguna medida contra nadie.

    Hoy, veintin aos despus de aquellas manifestaciones, Amedo ha recordado las palabras queLuis Roldn, exdirector de la Guardia Civil, me dijo en el hotel Marignan de Pars y publicamos enEl Mundo el 3 de mayo de 1992: No me van a engaar como a Amedo; si voy a la crcel, no ir yosolo. Roldn se encontraba huido de la justicia, con la bolsa bien llena, y era buscado por mediomundo por la Polica, la Guardia Civil y los servicios secretos.

    Pepe, el que fuera capataz de los GAL, est solo, engaado, y su excompaero MichelDomnguez se encuentra en la crcel acusado de trfico de estupefacientes. La situacin vivida en losltimos aos y la sensacin de abandono que ha experimentado han servido para que Amedo fuerarecuperando la memoria. Su memoria. Y ahora coloca a cada uno en su sitio. Los trapos sucios dejueces, fiscales, periodistas, policas, polticos, abogados, mercenarios y otra gente de alta y bajaralea aparecen perfectamente retratados. Cuenta cosas nuevas, muy interesantes y esclarecedoras.

    Durante el tiempo que Pepe Amedo estuvo en la crcel recibi muchas promesas, incluso la defacilitarle la fuga y buscarle una nueva vida en Sudamrica. Dijo y narra en Cal viva que se neg aese montaje porque estaba seguro de que nunca llegara al otro lado del Atlntico y que podraacabar como Lasa y Zabala: en un agujero y enterrado, junto a su compaero Michel Domnguez, concal viva. Un abogado, que todava vive y ejerce, fue el guionista y actor principal de aquellatragicomedia. Los productores de la obra estaban en el Ministerio del Interior.

    Solo y abandonado por sus superiores, que se llevaron gran parte del botn de los FondosReservados de Interior (segn diferentes sentencias judiciales), Pepe ha decidido recuperar elpasado y buscar en el bal de los recuerdos de aquel grupo parapolicial y poltico y aportar laspruebas que sirvan, como dira Vzquez Montalbn y recordando la copla de la Piquer, para saberdel porqu de este porqu, la gente quiere enterarse.

  • Y para que todo el mundo se entere de los agujeros negros que todava estn por descubrir(periodstica y judicialmente) en la trama de los GAL, Pepe, como lo llamamos sus conocidos,empez a tirar de la manta en octubre de 2011. Me dijo y publiqu en el diario El Mundo que Verasabe quin asesin a Goena y quiero declarar en ese procedimiento para contar todo lo que s sobreel caso. Caso, hasta ahora, sin autores materiales, ni intelectuales, pero que fue reabierto en 2011 enla Audiencia Nacional gracias al empeo y buen hacer del fiscal Pedro Rubira y el juez Pablo Ruz yunas fotos que ponan foco y luz sobre aquel suceso.

    No hay que olvidar que Amedo y Domnguez ya fueron juzgados por ese asesinato y salieronabsueltos. Tampoco podemos obviar que Amedo cumple las palabras que da y que en el ao 2000, enuna habitacin del hotel Ercilla de Bilbao, jur a la viuda de Juan Carlos Garca Goena, LauraMartn, que le ayudara a descubrir quin asesin a su marido.

    Fui testigo de ese encuentro y Laura, con la que tambin he compartido muchos kilmetros,muchas vigilancias y ms investigaciones, recuerda a Pepe cada vez que puede y tiene la ocasin quelos hombres de verdad cumplen sus palabras. Y la reaccin del exsubcomisario, altivo y cabreadoporque una mujer pueda dudar de su palabra, siempre es la misma: Nunca he faltado a mi palabra yla cumplir.

    Pepe, hasta ahora, est cumpliendo su promesa y ya sabe cmo y de qu forma lleg hasta elcomando asesino la foto que sirvi para identificar y sealar como vctima a Juan Carlos Garca.Aqu, en Cal viva, facilita las claves de aquel atentado y marca a una serie de personas que estabandirecta o indirectamente relacionadas con los terroristas que ejecutaron la accin. Amedo habla deun polica francs, Jean-Louis, y de un fotgrafo espaol, Patxi.

    La narracin que utiliza Amedo para describir el ambiente y la situacin que vivi durante eltiempo que era la imagen de los GAL y haca y deshaca en Francia, Portugal y Espaa, a partir delas rdenes y sugerencias que reciba de sus superiores, se asemeja mucho a aquellas fotonovelas delos aos sesenta del siglo pasado: fotograma a fotograma describe y muestra la situacin real ydirecta de cada accin y de cada momento.

    El maestro, periodista y escritor Vzquez Montalbn dira que Amedo, como actor principal ydirecto, aporta la veracidad de la informacin y recoge no solo la situacin y las palabras, sinotambin la gestualidad y los silencios como elementos lingsticos ratificadores.

    Cualquiera que no conozca la trama de los GAL, que pueden ser muchos porque algunos de losfuturos lectores de esta obra an no haban nacido por entonces (incluidos muchos de mis actualesalumnos universitarios), dira que el bestiario humano que aporta Pepe solo podra salir de una seriecomo Los sopranos. Pues no es ninguna serie televisiva, es la vida real, de unos hechos queocurrieron entre 1983 y 1987, cuando Espaa ya era un pas democrtico, exista la libertad deprensa, haba gobernantes que arreglaban los problemas del Estado a tiros y algunos medios decomunicacin miraban para otro lado cuando la sangre salpicaba y se echaba cal viva para borrar ylimpiar huellas.

    En el nmero de primavera de la revista Periodistas, de la Federacin de las Asociaciones dela Prensa (FAPE), hablbamos de periodismo de investigacin con Soledad Gallego-Daz (directoraadjunta de El Pas), Jess Maraa (director de InfoLibre) y Mar Cabra (Consorcio de Periodistas deInvestigacin). En un momento determinado de ese encuentro dije: Los GAL nos dividieron a todos.Cada profesional se enfund la camiseta de su medio. Eso dificult mantener ese espritu deperiodistas que tuvimos durante aos. He recibido multitud de llamadas de compaeros de laprofesin que me han dicho: Esa es la autntica realidad.

    Realidad tambin fue que en 1997 un sector de la prensa espaola se esforz para silenciar y

  • boicotear la aparicin del libro El origen del GAL. Y casi lo consiguen. Ahora es posible queintenten repetir la accin y desprestigiar Cal viva diciendo que es algo del pasado, que es unavenganza, que Amedo no tiene credibilidad y algunas cosas ms. Pero hay algo que es irrefutable. Elque fuera uno de los jefes de los GAL documenta y acredita parte de su obra y la otra la cuenta enprimera persona porque as la vivi. La narracin y revelaciones de Cal viva son de nivel.

    El difunto juez Falcone deca, ms o menos, que solo se pueden conocer los intestinos, lascloacas de la mafia, cuando alguien, desde dentro, te lo cuenta y te lo documenta. Y otra cuestin quehoy se podra plantear sera: quin tiene ms credibilidad narrando hechos o tirando de la manta:Jos Amedo, testigo directo y jefe de los GAL, o Luis Brcenas, actor principal de la Grtel ytesorero del PP?

    Cuando uno lee cmo, dnde y de qu manera se comete un atentado y la forma en que un policafrancs, Jean-Louis, que colabora con los GAL y cobra sustanciosas cantidades del Ministerio delInterior espaol se liga y se lleva a la cama a la terrorista de ETA que ms muertos tiene a susespaldas, consigue captar, perfectamente, la atencin del lector. Cal viva no es una novela, es unarealidad, y el acto sexual entre terroristas de uno y otro bando se repite en ms de una ocasin. Ellaes Idoia Lpez Riao, ms conocida en los ambientes etarras y policiales como la Tigresa por susverdes ojos, figura estilizada y por ser sanguinaria en sus acciones. Y el otro, Jean-Louis, fue oficialde la polica francesa y jefe de un comando de los GAL.

    Durante muchos aos Lpez Riao fue la leyenda sexual de la banda terrorista y ante el jefe delos GAL franceses, Jean-Louis, se present como Izaskun y dijo que trabajaba en una empresa dediseo y decoracin. Es curioso, ese mismo argumento de decorador fue el que utiliz en 1974 MikelLejarza, Lobo, para infiltrarse en ETA y desmantelar una parte importante de la infraestructura quelos terroristas tenan en Barcelona y Madrid.

    Durante el tiempo en que Amedo supervisaba las acciones de los GAL en territorio francsdispuso de colaboradores o chotas, como popularmente califican los policas a los confidentes,dentro del organigrama de ETA y lleg a saber que no era la primera vez que la Tigresa, que lleg aformar parte del Comando Madrid, se echaba a la calle para buscar informacin entre las piernas delas fuerzas de seguridad, ya fueran policas o guardias civiles.

    El sexo tambin est presente cuando en este relato en primera persona uno de los jefes de losGAL mantiene relaciones ntimas con una de las mercenarias del grupo parapolicial. En ese comandointervinieron dos mujeres, una de ellas de origen asitico, residente en Andorra, y que fue bautizadaperiodsticamente con el alias de la Dama Negra de los GAL.

    Jean-Louis, el polica francs, es una de las ms importantes revelaciones que realiza Amedo enesta recopilacin y narracin de hechos sobre los atentados que llevaron a cabo los GAL enterritorio galo. El exsubcomisario espaol descubre algo que todos los investigadores de los gruposparapoliciales sospechbamos, pero que nunca pudimos demostrar: algunos miembros de la policafrancesa colaboraron activamente y por dinero con el Ministerio del Interior que primero dirigi JosBarrionuevo y ms tarde Jos Luis Corcuera.

    En un momento determinado de la narracin Amedo explica pormenorizadamente cmo actuabael polica francs: El artificiero de confianza de Jean-Louis, Jacques, haba adosado la nocheanterior una bomba lapa en el vehculo de Lpez Abetxuko [dirigente de ETA], un Renault 18 decolor marrn, que haba localizado e identificado gracias a la foto que le pas un colaborador delgrupo, el fotgrafo Patxi. Esa accin y esa forma de actuar del jefe de los GAL franceses coincidencon otro atentado que al parecer tambin llevaron a cabo sus hombres contra Juan Carlos GarcaGoena en julio de 1987.

  • Otra de las incgnitas de los crmenes de Estado llevados a cabo por el gobierno que presidaFelipe Gonzlez es la del pediatra bilbano Santiago Brouard. Dirigente de Herri Batasuna, laizquierda abertzale de los aos ochenta, recibi cinco tiros en noviembre de 1984 en su consulta. Elasesino fue un personaje bajito, rechoncho y con piel agitanada llamado Luis Morcillo. Elmercenario de los GAL que apret el gatillo contra Brouard era el compadre del comandante RafaelMasa. Y Masa era la mano derecha de Julin Sancristbal, exalcalde de Ermua por el PSOE, mstarde gobernador civil de Vizcaya y por ltimo director general de la Seguridad del Estado con JosBarrionuevo en Interior y Gonzlez en la presidencia del Gobierno.

    Para tapar este caso y que las cloacas del Estado no afloraran hasta la superficie el poderpoltico se sirvi de una serie de personajes, como un juez, un abogado corrupto y huido de lajusticia espaola y un falso colaborador del Centro Nacional de Inteligencia. Dinero, chantajes ypromesas incumplidas figuran en la trama principal de este caso que veintinueve aos despus dehaberse cometido continua sin autores intelectuales reconocidos.

    Otro de mis referentes profesionales, el maestro Ryszard Kapuscinski, deca que el trabajo delos periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cmolas cucarachas corren a ocultarse.

    Pepe Amedo, exsubcomisario de Polica, capataz de los GAL, autor confeso y hombre depalabra, ha prendido la luz en esta obra, Cal viva, y ahora sern muchas las cucarachas quecomenzarn una loca carrera para ocultarse, desprestigiar y tapar lo que ocurri hace treinta aos: elnacimiento de los Grupos Antiterroristas de Liberacin, propiciados y financiados por unos hombresque se llamaban demcratas y amantes de la libertad.

    ANTONIO RUBIO

  • I. NOS LAS VAN A PAGAR Eran poco ms de las cuatro de la tarde del 23 de febrero de 1984, un jueves especialmente fro

    incluso para esa poca del ao, y el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, acababa de llegardesde Madrid al apartamento privado de la planta 13 del hotel Ercilla de Bilbao, donde estabanreunidos los dirigentes del Partido Socialista de Euskadi para afrontar con sus compaeros la rectafinal de la campaa de las elecciones vascas, que iban a tener lugar ese mismo domingo.

    En el hotel esperaba la plana mayor del socialismo vasco: el candidato a lehendakari, JosMara -Txiki- Benegas; el delegado del Gobierno, Ramn Juregui; el secretario general del partidoen Vizcaya, Ricardo Garca Damborenea, y el presidente del PSOE, Ramn Rubial. Las expectativaselectorales eran muy positivas despus de unas semanas cargadas de tensin por los primerosasesinatos de los GAL y las respuestas de ETA y su entorno.

    Tras los saludos comentaron la noticia del da, que segua siendo el comunicado que habapublicado el diario abertzale Egin en la vspera, en el que la banda anunciaba que continuaraatacando y golpeando todos los aparatos del Estado opresor espaol y, al mismo tiempo, peda elvoto para Herri Batasuna. En medio de esa tertulia se escuch el telfono. Una llamada para Dambo.Al otro lado hablaba Miguel Planchuelo, jefe superior de Polica del Pas Vasco.

    Ricardo, estos cabrones han matado a Enrique Casas. Lo siento mucho.Y, de repente, se hizo de noche en el hotel Ercilla.Los socialistas haban recibido dursimas amenazas a lo largo de la campaa, pero nunca

    imaginaron que ETA se fuese a atrever con un poltico del nivel y el carisma de Enrique Casas, y esoque este era una de las dianas dialcticas preferidas por los radicales, porque nunca se arrugaba pararesponderles. Senador, secretario de Organizacin, nmero dos del PSE y cabeza de lista porGuipzcoa en las elecciones del domingo, Casas era el encargado de movilizar y cohesionar a lasbases y, sobre todo, se le consideraba el futuro del socialismo vasco.

    Los jvenes socialistas, entonces en la cima de su poder en Espaa, estaban estupefactos eincrdulos. Guerra, todava plido, fue quien comunic la noticia al presidente del Gobierno, FelipeGonzlez. Los ms afectados eran Benegas y Juregui, grandes amigos de Casas, que se fundieron enun largo abrazo mientras repetan su nombre. Buena parte de la historia poltica del Pas Vasco y dela lucha contra ETA en los aos siguientes no se explica sin lo que se vivi durante esas horas en elhotel Ercilla, sin la rabia que se descarg en los das siguientes.

    Muy poco despus de que conocisemos la noticia del asesinato me traslad all como enlacedel jefe superior de Polica para permanecer en contacto telefnico con l desde el despacho deldirector del hotel y mantener as informados a los dirigentes socialistas, principalmente aDamborenea y a Ramn Rubial, de las ltimas novedades. El ambiente era de mucha tensin y estabamuy cargado por el humo del tabaco. Al hotel no paraban de llegar militantes del PSE, por lo quePlanchuelo decidi reforzar el dispositivo de seguridad. Los telfonos del saln sonaban sin cesar.Llamadas de La Moncloa; del ministro del Interior, Jos Barrionuevo; del fiscal general del Estado,Luis Antonio Burn; del lehendakari, Carlos Garaikoetxea; del lder de la oposicin, Manuel Fraga...Todos los grandes representantes de los partidos polticos y de las altas instituciones se comunicaronesa tarde con el hotel Ercilla.

    Los dirigentes socialistas se expresaban indignados e impotentes, tanto ms cuanto mscontundentes fueran sus ideas sobre cmo deba ser la lucha contra las actividades de la banda. Esos: el criterio de todos era unnime. Lo consideraban como una provocacin y como un salto

  • determinante en la ofensiva terrorista de ETA.Precisamente aquella maana, cuando todava no imaginbamos lo que horas ms tarde le

    sucedera a Enrique Casas, me haban informado desde Bayona de que en alguna zona del sur delpas vecino estaba ya todo preparado para un ataque sorpresa contra ETA en cuanto fuese necesario.Mis colaboradores en aquella localidad francesa no solan equivocarse. As se lo comuniqu aDamborenea nada ms llegar al hotel Ercilla, al mismo tiempo que le trasmita novedades sobre elasesinato. En cuanto me vio, se apart del grupo en el que estaban Guerra, Juregui y Benegas y yo lecont lo que me haba indicado Planchuelo. Dambo estaba sudoroso, alterado, dolido, furioso, conese temperamento tan iracundo que era habitual en l, pero ese da ms que nunca. Sin dejarmeterminar, me pregunt:

    Tenis listo algo en el otro lado?Eso me han comunicado esta maana desde Bayona, y sabes que no suelen confundirse, casi

    siempre me dan buenas novedades.De quin se trata? Es importante?An no lo saban, parece que son varios, pero estn centrados y localizados, segn me han

    comentado.Diles que, a ser posible, todos a tomar por el culo, que hagan un buen trabajo.Esta noche han quedado en llamarme y les dir que se esmeren. De todas formas, en cuanto

    sepa algo se lo cuento al Plancha y l te lo comunicar.Lo de Enrique no puede quedar as. Hay que darles una justa respuesta. He hablado con Julin

    Sancristbal varias veces y tenemos una idea que hay que matizar maana con los dems. Julin ya hatanteado a Barrionuevo.

    No me descifr ninguna clave sobre la decisin que se haba empezado a fraguar en aquel salndel Ercilla. Me dej pensativo e intrigado. Antes de finalizar, de nuevo me insisti con vehemencia:

    Lo de maana es importante que salga bien. Diles que se esmeren. Que estos hijos de puta seenteren y que vean que no se van de rositas. Hay que joderlos bien, no te olvides de decrselo cuandote llamen. Y tenedme al corriente.

    No te preocupes, lo comunico.En el momento en el que se produca esta conversacin, su amigo y protegido Julin

    Sancristbal ya era director general de Seguridad del Estado, cargo para el que haba sido designadopocos das antes. Los dos, Dambo y Sancristbal, eran el alma y el corazn de la guerra sucia, hastael punto de que en diciembre de 1983 haban redactado y escrito de su puo y letra el primercomunicado de los Grupos Antiterroristas de Liberacin, reivindicando el secuestro de SegundoMarey, y me lo haban entregado a m en persona para que se hiciese pblico.

    La capilla ardiente se instal a ltima hora de la tarde en la Casa del Pueblo del PSE, en elbarrio del Gros. UGT convoc una huelga en protesta por el crimen, a la que se sumaron CC.OO. ylos nacionalistas de ELA. Ante la previsin de que una multitud acudiese al funeral, el partidosolicit a monseor Enrique Setin que le permitiera celebrarlo en la catedral del Buen Pastor. Elobispo, tan sensible cuando los muertos eran del otro lado, se neg, con la excusa de que debaacogerlo la parroquia correspondiente a su domicilio. Finalmente se llev a cabo en la baslica deSanta Mara del Coro.

    A las seis de la tarde Txiki Benegas sali del hotel con aspecto muy apesadumbrado paradirigirse a San Sebastin y reunirse con la familia y los restos de su gran amigo y compaero EnriqueCasas. Le sigui Alfonso Guerra, que hizo una declaracin oficial en la que delimit las claves delacontecimiento: Este no es un asesinato ms, es un reto a los miembros de nuestro partido que

  • desempean una difcil y arriesgada tarea en esta parte de Espaa. En este caso se trata de un amigo,y resulta difcil con la emocin e indignacin que sentimos expresarse de otra manera.

    Antes de marcharse, Ramn Rubial me pregunt:Tenis alguna noticia sobre estos hijos de puta?Es muy pronto para que haya algn tipo de reivindicacin. No obstante, ya te he dicho que

    estoy en contacto permanente con Planchuelo y me acaba de decir que en San Sebastin estn a topecon este asunto.

    Hay que hacer algo rpidamente para que vean reacciones inmediatas estos cabrones.Me ha dicho el Plancha que est a punto de llegar a San Sebastin desde Madrid un grupo

    operativo de la Brigada Central de Informacin. Esta misma noche van a arrestar a unos cuantoslegales de los que tienen en cartera para ocasiones como esta.

    Estamos esperando la llegada de Felipe, que est muy afectado, para tomar decisiones junto ala Ejecutiva de aqu, de Euskadi. El partido est hundido. Enrique era uno de nuestros pilares en estatierra y un gran luchador. Os agradecemos mucho vuestra constancia y las atenciones que estisteniendo con nosotros en estos dolorosos momentos. Ya hablaremos...

    Siempre hacemos los mayores esfuerzos en estas ocasiones, que por desgracia son frecuentes.Espero que pronto podamos identificarlos, detenerlos y darles una respuesta.

    A Rubial, por supuesto, no le cont nada de lo que estaba preparado en Bayona. l no saba enqu estaba metido con respecto a la lucha clandestina contra ETA.

    A Enrique Casas lo mataron en su casa del Alto de Miracruz de San Sebastin hacia las cuatromenos cuarto de la tarde de aquel da lluvioso. Dos miembros de los Comandos AutnomosAnticapitalistas, Jos Luis Merino, el Coronel, y Pablo Pego, al que llamaban Antxon el Grande,llevaban semanas controlando sus entradas y salidas para asesinarle bajo la supervisin de ETAmilitar.

    Los Comandos Autnomos eran una escisin de ETA que haba surgido alrededor de 1977, mscercanos al anarquismo y que ponan el acento en las reivindicaciones anticapitalistas. Sus objetivoseran con frecuencia empresarios, y sus miembros, por lo general, eran mucho ms jvenes que losetarras, menos profesionales y disciplinados y ms desordenados e inconscientes.

    A esas alturas de mediados de la dcada de 1980 ETA haba conseguido tenerles bastantecontrolados, dentro de lo que era posible, y era habitual que les encargase a cambio de dinero algntrabajo sucio: atentados con los que buscaba un determinado efecto pero que prefera no tener queasumir. Eso fue lo que sucedi con Casas. El jefe de los autnomos, Jos Luis Salegui Elorza, Txipi,recibi el cometido en una reunin en Biarritz.

    Pese a su relevancia poltica, el nmero dos del PSE solo llevaba escolta para losdesplazamientos, pero no tena proteccin policial sobre su propia vivienda. Ese era su punto dbil ylos terroristas ingeniaron un ardid para aprovecharlo. Antxon subi al quinto piso del nmero 3 delpaseo de la Alondra vestido con un mono azul y un chubasquero verde, exactamente igual que losobreros que, desde haca unos das, estaban abriendo regatas en la calle para cambiar la canalizacindel agua. Llam a la puerta derecha y respondi Casas, desconfiado, desde el interior de la casa,observando por la mirilla. El terrorista escenific su papel y contest que vena a avisarle de que losvecinos tenan que sacar sus coches del garaje, pues durante la tarde tenan previsto cavar una zanjafrente a su puerta y, si no lo hacan ahora, despus no podran. El senador termin abriendo la puerta.

    Eres Enrique Casas t, verdad? Bai? Eres t?Casas dio dos pasos hacia atrs y Antxon los dio hacia adelante, dentro ya de la casa. Llevaba

    una pistola automtica de calibre 9 mm Parabellum en la mano izquierda y, en la derecha, un revlver

  • del calibre 38 especial de la marca Ruger.Asesinos! Cobardes!El candidato tuvo tiempo de increpar a su asesino mientras retroceda por el pasillo. El

    terrorista le peg entonces el primer tiro con la Parabellum, en el pecho, y despus otros cuatro,suficientes para que Casas cayese moribundo en el suelo. Antxon lo remat con el revlver: otrodisparo en el trax, uno en el cuello, junto a la yugular, y el ltimo en la cara, en toda la cavidadnasal. Y ech a correr. A la salida le esperaba el Coronel al volante de un Simca 1200 de colornaranja, con matrcula de San Sebastin, 9254, letra E. Lo abandonaron muy cerca y cogieron parahuir otro coche, un taxi, que haban robado y colocado previamente.

    La secuencia se desarroll en apenas unos instantes. El senador qued tendido boca abajo, enmedio de un charco de sangre, en la misma puerta de la habitacin de su hijo Richard, de diecisieteaos, que estaba estudiando para los exmenes. En otra estancia de la casa estaba el beb Andreas,de ocho meses, con la chica que haban contratado para cuidarlo. Tena, adems, otros dos hijos.

    Casas, de cuarenta aos, estaba muy vinculado al movimiento sindical a travs de la UGT y eraqueridsimo entre la militancia del PSE, ya que trabajaba a diario el contacto directo y tena unapersonalidad fuerte y un carcter franco. Haba tenido una vida intensa. Naci en Guadix (Granada),estudi en Zaragoza y Pamplona y con quince aos emigr a Alemania, donde tuvo todo tipo detrabajos, se licenci en Fsica Nuclear y se cas con Barbara Dhrkop. Volvieron a Espaa en 1974y se instalaron inicialmente en Hernani, donde se afiliaron al PSOE.

    Su asesinato provoc un impacto inmediato, de una hondura desconocida hasta ese momento enel Pas Vasco, que desconcert incluso a la izquierda radical independentista. Todos los partidossuspendieron la campaa, aunque el propio Felipe Gonzlez era partidario de que la democracia seimpusiese y de que los actos polticos siguieran con normalidad. El candidato de Alianza Popular,Jaime Mayor Oreja, lleg a proponerle en el hotel Ercilla a Alfonso Guerra que los dos partidos seretirasen de las elecciones, a lo que los socialistas se negaron. La sorpresa lleg con la reaccin deHerri Batasuna, probablemente descolocada por la repulsa social unnime y contundente delasesinato de un candidato a las elecciones a solo tres das de los comicios y quiz temerosa de losefectos negativos que pudiera tener en sus resultados electorales. Tras guardar silencio durante unashoras, emiti el siguiente comunicado: HB se siente profundamente conmocionada por la muerte deEnrique Casas y condena el hecho de la forma ms rotunda. Lo nunca visto.

    Poco ms tarde ETA militar se desmarcaba del asesinato, pero tena el descaro de culpar a laguerra sucia iniciada por el PSOE para desprestigiar a los radicales. Por fin, un grupo denominadoMendeku (Venganza) reivindic el crimen. Formaban parte de los autnomos, pero era la primera vezque se escuchaba ese nombre, lo que provoc confusin. Por eso llamaron a varios medios de SanSebastin y detallaron el calibre de las armas utilizadas, para que no hubiese dudas. Al da siguiente,vindose desamparados por la izquierda abertzale, quisieron desmentirlo.

    La huelga tuvo un seguimiento masivo en San Sebastin, que par completamente, y en laslocalidades del cinturn industrial. El fretro fue llevado a hombros desde la Casa del Pueblo hastala baslica, entre gritos de los simpatizantes socialistas: ETA, traidores, matis trabajadores yalguno aislado de Muerte a los asesinos.

    La imagen del presidente del Gobierno, Felipe Gonzlez, con semblante firme junto a TxikiBenegas frente a los restos de su compaero era la expresin de la asuncin de un reto y de laconfirmacin de una estrategia poltica que ya se haba iniciado. En la mirada tensa del jefe delEjecutivo en esa foto se refleja toda la cadena de mando de los GAL.

    El domingo los socialistas vascos crecieron de nueve a diecinueve escaos y arrebataron la

  • mayora absoluta al PNV.Alguna semana despus me encontr casualmente en la barra de caoba del bar del hotel Ercilla

    con Ramn Rubial y nuestro comn mdico de cabecera, el socialista histrico Pedro Lpez Merino.Me invitaron a sentarme con ellos. Pedro era amigo de aos atrs y a Rubial lo estaba conociendo yya tenamos una relativa confianza. La conversacin gir en algn momento sobre las consecuenciasdel asesinato de Enrique Casas. Recuerdo con claridad la indignacin que an les embargaba y cmome aseguraron que el presidente del Gobierno, durante el funeral, se haba pronunciado concontundencia: Esta barbaridad no se va a quedar sin respuesta; estos hijos de puta nos las van apagar.

    El asesinato de Casas culmin una escalada de violencia que se haba iniciado meses antes yque desencaden una autntica guerra durante las semanas anteriores a la cita electoral. Alrecrudecimiento de la actividad de ETA militar se le sum la irrupcin de los GAL, que provoc quela psicosis se extendiese entre los simpatizantes del entorno radical y que la dinmica accin-represin-accin se visualizase como nunca antes. La izquierda abertzale y sus satlites terroristassituaron al PSOE y sus dirigentes como objetivos con mayor claridad de lo que lo haban hechonunca. Lo que ocurri se vea venir.

    Espaa y el Pas Vasco estaban acostumbrados entonces a unos niveles de violencia ycrispacin que, afortunadamente, seran intolerables para la sociedad de hoy. No haba da sin unainvectiva o una amenaza, casi siempre descarnadas, y los ataques fsicos y los asesinatos se repetancon una frecuencia incesante. Entre las fuerzas de seguridad, por motivos evidentes, exista hartazgo,una sensibilidad sostenida sobre unos valores muy diferentes a los actuales, que a su vez proyectabanuna influencia inevitable sobre los gobernantes de la poca. Y estos, con razn, consideraban elterrorismo como la principal fuente de inestabilidad social y poltica, una rmora para el progresodel pas y una lacra para la convivencia.

    Las primeras acciones de guerra sucia amparadas por el aparato del Estado la desaparicinde los etarras Jos Antonio Lasa y Jos Ignacio Zabala y el intento de secuestrar al dirigente de ETApoltico-militar Jos Mara Larretxea Goi en octubre de 1983 haban alimentado un clima dedesconfianza y nerviosismo entre los radicales, que se termin de desatar cuando, dos mesesdespus, por primera vez los Grupos Antiterroristas de Liberacin reivindicaban una accin, elsecuestro de Segundo Marey. Tras su liberacin, el 14 de diciembre, en su bolsillo se encontr unanota en la que se adverta de que cada asesinato de los terroristas tendr la respuesta necesaria; niuna sola de las vctimas permanecer sin respuesta. Y as fue.

    Al da siguiente dos etarras disfrazados de agentes municipales asesinaban de un disparo en lanuca en pleno Bulevar de San Sebastin, y a la luz del da, al polica nacional Eduardo Navarro ydejaban malherido a su compaero Clemente Medina. Horas ms tarde los Comandos Autnomosmataban al empresario Francisco Arn, que se haba resistido a pagarles el impuesto revolucionario.Ya en la madrugada del 16 de diciembre, de nuevo ETA militar hera a tres militares del cuartel deLas Brdenas Reales (Navarra) al hacer explotar un artefacto con cuarenta kilos de goma-2. Y dosdas despus el polica Anselmo Gmez perda un pie tras estallar una bomba-lapa bajo su coche.

    Los GAL entraron a ese juego y cumplieron su palabra: hubo respuesta inmediata. El 19 dediciembre cuatro guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo abatieron a tiros en el bar Calette deBayona al etarra Ramn Oaederra, alias Kattu, que trabajaba all de camarero. El primer disparo lorecibi a bocajarro en el pecho y, cuando trat de defenderse echando mano de su propia pistola, loremataron en la cabeza y en el cuello. Los guardias utilizaron municin de la marca Geco de 9 mmParabellum. El asesinato fue el primero que reivindicaron los GAL, en sendas llamadas al diario Sud

  • Ouest, que se edita en San Juan de Luz, y a las oficinas de la agencia France Presse en Madrid.Herri Batasuna acus al instante al gobierno de Felipe Gonzlez, aunque entonces es probable

    que ni siquiera imaginara hasta qu punto estaba implicado y hasta dnde estaba dispuesto a llegar.Aquello no era ms que el principio.

    En los das siguientes se produjeron virulentos ataques de los radicales contra sedes socialistas(en Hernani y Lasarte) y el alcalde de Rentera, Jos Mara Gurrutxaga, del PSE, fue apaleado,pisoteado y perseguido por un grupo de encapuchados. El partido respondi con un comunicadoinslito que desvelaba el estado de nimo que lata en la organizacin: Llegar el da del ojo porojo y el diente por diente. Los lderes de HB Jon Idgoras e Iaki Ruiz de Pinedo fueron detenidosdespus de una conferencia en Madrid en la que afirmaron que Euskadi est en guerra y que es elgobierno espaol quien legitima la lucha armada. As era la atmsfera que se respiraba.

    A las ocho y media de la tarde del 28 de diciembre los GAL se cobraron la vctima que tenanpendiente. En este caso, uno de los etarras ms peligrosos y efectivos, con veintisiete asesinatos asus espaldas, una de las piezas ms codiciadas por las fuerzas de seguridad: Mikel GoikoetxeaElorriaga, Txapela, de veintisiete aos, cuando acababa de bajarse de su Simca 1200 rojo junto a sumujer y su hija pequea, a la entrada de su nuevo domicilio en la urbanizacin Cit du Lac de SanJuan de Luz.

    El mercenario francoargelino Jean-Pierre Cherid, recuperado para los GAL despus de habercolaborado con los servicios de Informacin durante aos en el Batalln Vasco Espaol, lo fulmindesde una moto de un disparo en la nuca con una carabina del calibre 22 de la marca Gevarn. Dioigual que estuviese a ms de diez metros, en movimiento y sin luz: los GAL no fallaron. Txapelaqued en coma y muri pocos das despus. A ETA le desconcert que pudieran tenerle controladode esa manera, ya que acababa de instalarse en su nuevo piso.

    Curiosamente, tres meses antes yo mismo me haba cruzado con l en la plaza Clemenceau deBiarritz cuando me encontraba organizando una red de colaboradores en compaa del exlegionariofrancs Pedro Snchez. Uno de sus hombres le sigui y descubri su domicilio, pero JulinSancristbal me advirti de que no deban atentar contra l: Txapela estaba reservado. Su nombreestaba marcado desde la Comisara General de Informacin, que diriga Jess Martnez Torres. Se letenan ganas desde siempre, pero especialmente desde que en junio de 1981 le peg un tiro en lacabeza en Zarautz para conseguir huir de un operativo a la primera mujer polica muerta en acto deservicio, Mara Jos Garca, hija de un guardia civil y muy querida en el cuerpo.

    Los asesinatos de Oaederra y Txapela coincidieron con una ofensiva diplomtica del gobiernoespaol. Felipe Gonzlez se reuni en Pars con el presidente francs, Franois Mitterrand, y obtuvoun tibio compromiso de colaboracin en la lucha antiterrorista que se tradujo durante los primerosdas de enero en el arresto y la deportacin a Sudamrica de varios etarras de alto rango. Entoncespareci un gran avance luego cost muchsimo que hubiera alguno ms y para la banda significuna presin aadida a las disensiones internas que viva por el xito del proceso de reinsercin delos miembros de ETA poltico-militar que haban decidido dejar las armas.

    La atmsfera de tensin y enfrentamiento se prolong durante semanas, con frecuentes algaradascallejeras y ataques a sedes socialistas. Los Comandos Autnomos hicieron pblica una amenazaexplcita a los dirigentes del PSE, que finalmente consumaran. En Plasencia de las Armas (Soraluceen vasco) se puso nombre a la diana. Despus de que tres individuos tiroteasen con escopetas la sedede la Casa del Pueblo, el ayuntamiento aprob una mocin en la que se llamaba a Enrique Casasperro asilvestrado del franquismo y se le adverta de que a cada cerdo le llega su San Martn.

    El PNV y su lehendakari, Carlos Garaikoetxea, contribuan al fuego manteniendo una

  • ambigedad en la que rechazaban enfrentarse directamente a los violentos.ETA intervino en la situacin a su manera. El 29 de enero asesin en Madrid al general

    Guillermo Quintana Lacaci, dentro de su dinmica de provocar al ejrcito para alimentar el ruido desables, y el 4 de febrero al empresario Mikel Solaun, un crimen mafioso en represalia por haberabandonado la organizacin y avisado a la Guardia Civil de que se planeaba un atentado contra lacasa cuartel de Algorta.

    Los GAL tardaron cuatro das en responder con el mismo lenguaje. Coincidiendo con el final dela primera etapa de Rafael Vera como mximo responsable de la Seguridad del Estado, fue la ltimavez que miembros de la Guardia Civil llevaron a cabo con sus propias manos un atentado contraETA. El 8 de febrero de 1984 fueron tiroteados y asesinados en plena calle de Aizpurdi, en Hendaya,ngel Gurmindo, nada menos que el guardaespaldas del nmero uno de la banda, Txomin, y VicentePerurena, jefe de los mugas, los encargados de facilitar el paso por la frontera a los comandos. Losdos murieron acribillados por catorce proyectiles de la marca Geco de 9 mm Parabellum, la mismamunicin con la que se asesin a Oaederra, cuando iban a montarse en su Lada 1300 para acudir acasa de un amigo a ver un partido de ftbol entre la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao.

    En ese contexto de violencia descontrolada fue en el que se produjo, el 9 de febrero, elnombramiento de Julin Sancristbal, hasta entonces gobernador civil de Vizcaya, como director deSeguridad del Estado y nmero dos del Ministerio del Interior en sustitucin de Rafael Vera, quequed relegado al rango de subsecretario.

    Junto a Sancristbal viaj a Madrid como hombre de mxima confianza Francisco lvarez, quede responsable del Mando nico para la Lucha Contraterrorista y jefe superior de Polica del PasVasco pasaba a ser jefe del Gabinete de Informacin y Operaciones Especiales en sustitucin delteniente coronel de la Guardia Civil Guillermo Ostos. A ambos se uni el capitn del InstitutoArmado Rafael Masa, en apariencia adscrito al seguimiento de presos de ETA que estuviesendispuestos a reinsertarse, pero en realidad parte del ncleo que controlaba las decisiones msdelicadas. En Bilbao, Planchuelo creci a jefe superior de Polica para relevar a lvarez.

    El Gobierno y su ministro del Interior, Jos Barrionuevo, tomaban as una direccin inequvocaal encargar el combate contra ETA, precisamente en ese momento, a la lnea ms dura del socialismovasco, personificada en Sancristbal, bajo la batuta ideolgica desde Bilbao de Ricardo GarcaDamborenea. Es decir, se imponan las tesis de quienes pretendan hacerle hincar la rodilla a ETAantes de negociar frente a las ideas de Vera, mucho ms proclive a un pacto con la banda terroristaque le cubriera de gloria. Al mando del nuevo equipo, los GAL llevaron a cabo casi la totalidad desus atentados en apenas dos aos.

    La organizacin clandestina consolid en ese tiempo una estructura de informacin y una formade actuar, a travs de mercenarios profesionales y no de policas ni guardias civiles, financiadanecesariamente a travs de los fondos reservados de Interior. Para su libramiento solo tenan firmaSancristbal y Vera, que como subsecretario qued adscrito a funciones meramente burocrticas, sincapacidad estratgica, despus de haber hecho innumerables enemigos en el ministerio por sufortsimo carcter y su falta de mano izquierda. Ambos iniciaron aqu un antolgico enfrentamientopersonal que acab teniendo nefastas consecuencias para los dos.

    El equipo de Sancristbal fue el encargado de supervisar y de dar el visto bueno a la primeraaccin de respuesta al asesinato de Casas, la que yo le haba adelantado a Damborenea en el hotelErcilla. Tuvo lugar dos das despus del crimen, el sbado 25, vspera de las elecciones en el PasVasco. Poco antes de las doce del medioda uno de los dirigentes de ETA militar, Eugenio GutirrezSalazar, alias Tigre, fue asesinado cuando haba salido a comer un bocadillo en un casero perdido

  • cercano a la localidad de Idaux Mendy, cerca de la frontera con Navarra. Se trata de uno de losatentados ms espectaculares de los GAL, aunque pudo serlo mucho ms.

    El Tigre haba nacido en Lejona y tena veintinueve aos. Viva en San Juan de Luz desde unosmeses antes, cuando haba escapado de su domicilio, huyendo de la Polica espaola por supertenencia al comando Basez de ETA, que actuaba en la margen derecha de la ra de Bilbao.Muri en el acto, alcanzado en pleno corazn por un solo disparo efectuado desde ms de doscientosmetros con un rifle de mira telescpica de la marca Remington. El autor fue el mercenario Patrick deCarvalho, un tirador experto que haba sido guardaespaldas de la ministra francesa Simone Veil.Acertar desde esa distancia en una diana tan reducida como el rgano cardiaco es verdaderamentedifcil porque, en funcin de la separacin del objetivo, el proyectil tiene una determinada cadenciade cada y no es nada sencillo calcularla.

    El asesinato produjo una gran conmocin en la comunidad etarra, pues ese mismo casero, queen apariencia era una academia de euskera, era utilizado por la cpula de ETA para realizar cursillosde adiestramiento y manejo de armas, adems de reuniones operativas. La localizacin del lugar seconsigui gracias a la intervencin de los telfonos de los familiares del etarra Jos ngel UrtiagaMartnez, que cit a sus padres un fin de semana en un punto prximo. Esa indiscrecin fue fatal,sobre todo para el Tigre. El casero haba sido escogido por ETA como centro estratgico de maneramuy cuidadosa, porque por su ubicacin difcilmente cualquier desconocido poda tener acceso sinser descubierto.

    El hallazgo provoc la euforia de Julin Sancristbal, que no poda creer que tuviese bajocontrol un casero repleto de miembros de ETA. Siempre temperamental y dado a los excesos, suprimera intencin fue la de enviar a un camin cargado con miembros de los Grupos EspecialesOperativos (GEO) de la Polica para que acribillasen todo lo que se les pusiese por delante, unalocura que reconsider enseguida.

    A esta situacin es a la que se refera probablemente Felipe Gonzlez en su famosa entrevista deseptiembre de 2010 con Juan Jos Mills en El Pas, en la que reconoci, de manera implcita, que lacadena de mando de la guerra sucia llegaba hasta l: Tuve que decidir si se volaba a la cpula deETA. Dije no [...]. Todava no s siquiera si hice bien o mal [...]. Todava no s si hice lo correcto[...]. Una de las cosas que me tortur durante las veinticuatro horas siguientes fue cuntos asesinatosde personas inocentes podra haber ahorrado. Eso s, lo que tambin hace es alterar la fecha de lasupuesta decisin y situarla en 1989 o 1990, cuando ya no operaban los GAL.

    Si no se vol a la cpula de ETA en Idaux Mendy, y lo puedo confirmar porque yo estabametido en la operacin, fue sencillamente por los problemas que acarreaban la ubicacin, el entornoy la huida posterior. Tambin se pens en las consecuencias diplomticas que poda provocar unnmero indiscriminado de muertos tras un atentado de estas caractersticas. Pero es un hecho que seintent, despus incluso de desecharse la posibilidad de mandar a los GEO. Un grupo de mercenariosde los GAL, que se autodenominaba Los Eduardos y estaba dirigido por Jean-Pierre Cherid, unhistrico de la guerra sucia desde los tiempos del Batalln Vasco Espaol con los gobiernos deAdolfo Surez, vigil durante das el casero con prismticos de rayos infrarrojos, alta tecnologapara aquella poca, que haban sido adquiridos en Andorra.

    Cherid y su equipo estaban decididos a llevar a cabo un atentado masivo contra los etarras, perose echaron atrs al comprobar las dificultades que entraaba el terreno. Despus, otro grupo dirigidopor un mercenario ya veterano llamado Claude desisti tambin tras inspeccionar la zona con unaavioneta y valorar la posibilidad de arrojar varios artefactos explosivos desde el aire, lo que habraprovocado una masacre. Por todo ello se tuvo que planear una operacin diferente, que causara un

  • impacto psicolgico en los miembros del Comit Ejecutivo de ETA, de profundo calado, al verselocalizados donde menos lo esperaban y donde ms seguros se crean. El disparo solo podaefectuarse desde la cima de una colina, que por el lado opuesto al objetivo se encontraba junto unacarretera que facilitaba la huida. Carvalho, experto francotirador, no fall. A los etarras les causpnico el atentado. Una bala llovi del cielo sin que pudiesen ver la procedencia.

    El atentado fue reivindicado por los GAL con un comunicado en el que, como ya era costumbre,advertan de que cada asesinato de ETA ser vengado. Aunque entonces lo pareciese, estaactuacin no consumaba la venganza por el asesinato de Casas que preparaban los dirigentes delPSOE implicados en la lucha clandestina contra ETA.

    Un mes despus un grupo de geos y de policas de la Brigada de Informacin dio a losComandos Autnomos un escarmiento al tenderles una emboscada en la baha de Pasajes que, aunquenunca ha sido resuelta judicialmente, lleva la misma marca intelectual que decenas de crmenes delos GAL.

    La Polica haba detenido a Rosa Jimeno, a la que acusaba de ayudar a los asesinos de Casas, yla retuvo ilegalmente en un monte. Ponindole una pistola en la nuca, consigui que concertase portelfono una cita en unas rocas junto al puerto de Pasajes con un comando de autnomos del queformaba parte su novio, Dionisio Aizpuru, en un punto al que solo se poda acceder a travs de unbrazo de mar.

    El da indicado, el 22 de marzo, a las diez de la noche, la llevaron al puerto de Pasajes para quehiciese de cebo. Le ataron los pies con una cuerda y, a punta de metralleta, le obligaron a que hicieseseales con una linterna a la lancha neumtica en la que se acercaban los terroristas, en el sentido deque todo estaba despejado. En el bote viajaban cinco autnomos y una perra. Decenas de hombresarmados les esperaban en el muelle. Dos de los terroristas tomaron tierra y, en ese momento, lesdieron el alto. Sin darles tiempo a reaccionar, abrieron fuego a discrecin contra ambos y contra dosde los que quedaban en la lancha. Los acribillaron. Pedro Isart, Jos Mara Isidro Itura y DionisioAizpuru presentaban, respectivamente, 28, 28 y 36 impactos de bala en sus cuerpos. Rafael Dels,21, de los que 12 procedan de cartuchos ilegales de postas, los que utilizan los cazadores furtivos.Salvaron a uno: el Coronel, uno de los autores del asesinato de Casas, para poder juzgarlo. Alparecer la polica haba encontrado en el Simca 1200 en el que huyeron de la escena del crimen unescner de ondas y le haba identificado como el comprador. La versin oficial dice que era el nicoque llevaba chaleco antibalas. Lo condenaron a 53 aos de crcel, de los que cumpli 17. El ejecutormaterial de los disparos contra el senador del PSOE, Antxon el Grande, muri en agosto de 1984 enun tiroteo.

    Pero esa operacin contra los Comandos Autnomos tampoco era la venganza que esperaban losduros del socialismo vasco. No. El objetivo era hacer dao en el corazn de la izquierda abertzale,igual que ETA lo haba hecho en el suyo. Se trataba de buscar a alguien que tuviese para losradicales el mismo simbolismo que Casas para ellos, que les provocara el mismo impactoemocional. Que dejase claro que podan ser igual de despiadados.

  • II. EL PRIMER MOVIMIENTO Principios de mayo de 1983, en la prisin de Carabanchel. Luis Morcillo, un estafador de poca

    monta, cuarentn, excntrico y lenguaraz, se encontraba en el tramo final de su condena a seis mesesde crcel por haber librado un cheque sin fondos. Una tarde se presentaron un antiguo amigo de lajuventud y otra persona para hacerle una visita poco comn. Los dos dijeron ser capitanes de laGuardia Civil, mostrando sus acreditaciones al responsable del acceso al centro penitenciario, al quesolicitaron una entrevista con Morcillo para llevar a cabo gestiones profesionales. El funcionario nopuso ningn reparo, ya que era frecuente que miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridadhicieran averiguaciones y contactasen con presos que colaboraban desde el interior de las prisiones.Era una situacin que se daba a menudo, tanto con reclusos comunes como con determinadosmilitantes de ETA.

    El jefe del Departamento de Huellas y Cacheo, ngel Valverde, a cuyas rdenes trabajabaMorcillo cumpliendo funciones de ordenanza cargando y descargando el equipaje de los presos,bsicamente, comunic a su superior jerrquico que dos oficiales de la Guardia Civil queran vera un interno de su oficina y que pensaba llevarlos al locutorio de jueces. Luis era un recluso deconfianza y, cuando le informaron de la visita, se imagin quin poda ser y acept la reunin, quetuvo lugar sin ningn testigo presencial.

    Efectivamente se trataba de su compadre el capitn Rafael Masa, a quien conoca desde hacacasi veinte aos, de cuando su padre era el alcalde franquista de Baza y el guardia civil seencontraba destinado en el cuartel de esa localidad granadina. Entre ambos surgi una amistad tanestrecha que Masa era padrino del hijo menor de Morcillo, algo que en Andaluca implica pasar aformar parte del ncleo familiar ms ntimo. Por si fuera poco tambin haban compartido a lo largode los aos su inclinacin por las fechoras y por el dinero fcil. Y aunque Luis era dos aos mayorque Rafael, este haba conseguido tener una notable ascendencia sobre aquel y crearle la permanenteimpresin de que le deba favores.

    El capitn de la Guardia Civil era entonces jefe del Servicio de Informacin delacuartelamiento de La Salve de Bilbao donde yo le haba conocido en 1981, puesto desde el queya se haba trabajado la confianza del gobernador civil de Vizcaya, Julin Sancristbal. Alacompaante de Masa en aquella ocasin, en cambio, Morcillo no le haba visto en su vida.

    Cmo ests, compadre?Me imaginaba que eras t, no poda ser otro. Sigues como siempre, Rafa. A qu se debe tu

    visita?Te presento a este amigo, que es una persona muy importante, y queramos tratar contigo unos

    asuntos. Te acuerdas de los viejos tiempos, Luisito?Hace muchos aos que nos conocemos y algunas juergas nos hemos corrido. Acurdate de la

    que montamos hace unos meses.El visitante desconocido permaneca callado. A Luis no le encajaba que fuese picoleto. Tena

    otro aire, bastante distinguido. No entenda de momento qu haca all, con su amigo Rafa. Aunque,conociendo a este, intua que algo se traan entre manos, que no se trataba de un encuentro cualquiera.

    Cmo me has dicho que se llama tu compaero, Rafa?No es un compaero. Ya te he dicho que se trata de una persona importante. Como t y yo nos

    entendemos, le he explicado tu currculo y hemos pensado en ti para algo que quiero proponerte.El desconocido habl por primera vez:

  • Te queda mucho para salir?En quince das ms o menos me dan bola.Rafael Masa retom la conversacin:Bien: lo que t tienes es capacidad para organizar a otras personas para hacer trabajos

    delicados.Tanto aqu como fuera tengo a varios que sirven para muchas historias, que supongo que no

    tendrn nada que ver con hacer obras de caridad. Cmo habis entrado? T no tienes problemas,pero este seor, si no es tu compaero...

    Luis, esto no va de cachondeo, se trata de una misin especial. Para no dejar rastro de lavisita los servicios especiales me han facilitado dos carns de capitanes falsos, con identidades queno son las nuestras.

    O sea, buenos, pero no reales...Algo parecido. Vamos al grano. Se trata de organizar un grupo de gente en condiciones, que

    trabaje bajo tu direccin con el fin de defender a Espaa mediante operaciones encubiertas contraETA.

    Coo! Yo pensaba que esas cosas se hacan desde arriba.Evidentemente. Podras organizar un grupo cuando salgas? Se tratara solo de vigilarlos, de

    hacerles seguimientos, tenerlos controlados.No s... Supongo que s. Si pagan bien, claro.Cuando salgas te pones en contacto conmigo, te dejo mi telfono y algo ms y a trabajar.En ese momento el desconocido le entreg a Rafael cien mil pesetas para que se las diese a Luis

    y les dej un momento a solas para que el capitn rematara la faena. Masa le explic a su compadreque con ese trabajo iban a ganar mucho dinero los dos, que era una cosa muy seria y que estaranprotegidos al ms alto nivel. Le dijo que cuando saliese se tendra que quedar una temporada enBilbao, y que ya estaba todo preparado.

    Te acuerdas de nuestro amigo Chema Gmez?Pues claro.Est en Bilbao, se ha enganchado con los dueos de las mquinas tragaperras ilegales, que

    estn consentidas en el Pas Vasco, y se est forrando. Yo tambin controlo ese tema y me lo llevocrudo. Te damos cobertura all con ese tinglado y te instalas en un negocio que te sirva de tapaderapara lo dems. Qu te parece?

    Joder, me parece cojonudo! Porque de momento, fuera lo llevaba claro. El to ese que havenido contigo debe de mandar mucho, no?

    Y ms que va a mandar. Ya sabrs quin es a su debido tiempo. A m me tiene como hombrede confianza.

    Pues de acuerdo entonces. Como aqu tengo va libre para llamar por el telfono deldepartamento y Fermn no me pone pegas, llam desde el suyo, que no est pinchado y empiezo acontactar para cuando salga. Luego ya me dirs lo que hay que hacer.

    Ya vers cmo le sacamos fruto a esto. Al estar protegidos en un asunto tan serio se le puedesacar rendimiento a otras mierdas. T fate de m, que para eso somos compadres. En cuanto salgas,me llamas.

    De acuerdo. Le das recuerdos a Maribel y a tus hijos de mi parte.El 21 de mayo de 1983 el estafador Luis Morcillo recogi sus pertenencias en su celda de

    Carabanchel, se despidi y, despus de seis meses encerrado, recuper la libertad. De tez cetrina,cargado de hombros, con una ligera cojera, simpatizaba con la ultraderecha ms acrrima, como su

  • compadre Masa. Tena cinco hijos y en el pueblo se le tema. Se deca que andaba con pistola, de laque tiraba con facilidad, y que estaba asociado con la delincuencia de peor ralea. Aprovechndosede la impunidad y de la cercana con las fuerzas del orden que le facilitaba ser el hijo de un alcaldede la dictadura, haba estado metido en todo tipo de negocios turbios, siempre con mal resultado:drogas, contrabando de licores, un bar y una discoteca de ambiente sospechoso que hizo fama porquecontrat una orquesta de msicos negros, algo fuera de lo comn en la Espaa rural de los aossetenta del siglo pasado. En general se meta en cualquier cosa que sirviera para hacer dinero rpidoy al margen de la legalidad. Luis quera ser ms listo que nadie y sola terminar con deudas, impagosy problemas.

    Tena una mente rpida y acab hacindose profesional de la estafa y del engao. El Juzgado deInstruccin nmero 3 de Granada lo conden en 1978 por el cheque sin fondos, pero l se dio a lafuga y sigui a lo suyo, hasta que lo pillaron en noviembre de 1982 y lo metieron en la crcel.

    Por su parte, Rafael Masa era un conseguidor desde dentro de la Guardia Civil, un trepaobsesionado con la notoriedad y el dinero. Apuesto, vividor, gracioso y lign, apasionado de loscoches de alta cilindrada y del esqu, haba nacido en La Lnea de la Concepcin y en 1983 tenacuarenta y un aos. Uno de sus primeros destinos fue Baza, pero tambin haba servido en GuineaEcuatorial en los aos anteriores a la independencia. En Bilbao consigui hacerse con la influyentejefatura del Servicio de Informacin y era conocido por su tolerancia con las torturas y su querenciapor la mano dura con los etarras. No le cost mucho sintonizar con Sancristbal, aunque paraentonces ya estaba metido en un lo que acab muchos aos ms tarde con su condena por haberconsentido que guardias civiles bajo sus rdenes dieran una paliza, en mayo de 1981, a TomsLinaza, padre de un miembro de ETA.

    Tras salir de prisin, Morcillo pas unas semanas en Baza, reponiendo fuerzas y preparndosepara lo que le esperaba. En la ltima semana de junio estuvo unos das en Madrid para reunirse conuno de los mejores amigos que haba hecho en prisin, Miguel ngel Lpez Ocaa, y su banda degualdrapas: su hermano Rafa; el cuado de ambos, Alberto Granados, y un gitano francs, Jean-Louis Perales. Cuatro tirados, heroinmanos y conocidos habituales del poblado madrileo de CaoRoto, con un perfil muy alejado del crimen organizado profesional, aunque con acceso fcil a armas ycapaces de ser extremadamente violentos si de lo que se trataba era de conseguir un pico de herona.

    Morcillo les plante la oferta que le haban propuesto: Lo nico que hay que hacer esdedicarse a controlar a los fulanos de ETA que nos vayan diciendo. Les asegur que iban a estarprotegidos desde arriba y, a lo que importa, que era buen negocio para ganar mucha pasta.

    Puedo contar con vosotros?Es muy arriesgado, tronco, ya sabes que lo nuestro no tiene nada que ver con esas historias de

    etarras.Ya, pero quien me lo ha ofrecido es de mi confianza, es jefe de los picoletos y tiene un

    respaldo muy poderoso detrs. Adems me ha confirmado que hay mucho dinero a ganar y queentrando ah podemos hacer trapicheos gordos, pero respaldados, cojones!

    Algo ms nos vas a tener que contar.En pocos das. Maana me voy para Bilbao a establecer la base. Me tienen todo preparado

    para montar una historia que me d cobertura. Os llamar y vens a verme, de acuerdo?El 1 de julio Luis estaba citado a las once de la maana en la cafetera Lar de la Alameda de

    San Mams con su compadre Rafael Masa, que acudi en compaa de su amigo Chema Gmez, elempresario que estaba conectado en Bilbao con los dueos de las mquinas tragaperras ilegales.Durante dos o tres aos estuvieron instaladas en todos los locales de hostelera y quienes las

  • controlaban se hicieron ricos. Daban premios millonarios y, en muchos sitios, los clientes esperabandurante horas su turno para jugar, incluso con talones avalados por sus bancos. La mayora de bares yrestaurantes cubra todos los gastos con las ganancias, salarios incluidos.

    En aquel momento el juego no era competencia de la Ertzaintza, sino de la Guardia Civil, queocasionalmente llevaba a cabo inspecciones sorpresa. El compadre de Luis, que era responsable delServicio de Informacin, tena pues mucha tela que cortar en aquel sector, que adems se abastecamediante el paso clandestino de las mquinas a travs de la frontera, cuya supervisin tambin erafuncin del Instituto Armado.

    Masa no tena asignadas directamente esas atribuciones, pero se las ingeniaba para que suscompaeros le pusieran al corriente de en qu momento y en qu establecimientos iban a actuar. Yentonces l adverta a los propietarios de las tragaperras, que las sustituan por otras que sestuviesen reglamentadas. El capitn cuadruplicaba as su sueldo profesional y se meta en el bote alos empresarios, de tal forma que tena mltiples facilidades para darle cobertura a Morcillo enBilbao sin problemas y con todo tipo de garantas para que permaneciese aparentemente ocupado y,al mismo tiempo, pudiera preparar las misiones delicadas que se le iban a encomendar.

    Chema era totalmente ajeno a esos otros trabajos. l solo estaba all porque gozaba delrespaldo del oficial de la Guardia Civil y tambin porque conoca desde haca tiempo a Luis, a quiensin saberlo le iba a servir de tapadera. Durante la comida fue Masa quien, consciente de suinfluencia, le propuso a Chema que abriese un nuevo negocio y que pusiera a Morcillo al frente comoempleado de confianza. Dicho y hecho.

    Durante el verano, Luis se reuni varias veces con su compadre Rafael y sigui trabajando enconvencer al grupito de Madrid, con el que estaba a gusto porque senta que poda controlarlo a suantojo.

    Morcillo se instal definitivamente en Bilbao la ltima semana de agosto de 1983, la misma enla que la ciudad fue arrasada por las inundaciones, y se puso al frente de una cafetera, propiedad deuna empresa que constituy Chema Gmez y en la que Masa meti al hijo pequeo de Luis comoaccionista. Se llamaba Albia y estaba en el edificio del mismo nombre. Desde Baza se trajo a unafamilia de cocineros, que era la que preparaba los mens. Semanas despus los chicos de Madridsubieron al Pas Vasco, al calor de su prosperidad.

    Pese a su absoluta falta de profesionalidad, Luis y los suyos ejecutaron poco ms de un ao mstarde uno de los crmenes de mayor calado poltico de la Espaa democrtica. Ese perfil tan inusual,en las antpodas de los asesinos de lite a sueldo, favoreci que nunca fuese sencillo identificar aquin se encontraba detrs de los delitos y cules eran sus autnticas motivaciones.

    El movimiento de Rafael Masa, ansioso por hacer mritos cuanto antes, y de su misteriosoacompaante en la prisin de Carabanchel para tantear a Morcillo, fue probablemente el primero enla lnea de la nueva estrategia poltica en la lucha contra ETA que defendan los espaolistas delsocialismo vasco, con Ricardo Garca Damborenea y Julin Sancristbal a la cabeza. Aunquetodava existan ideas contrapuestas sobre cmo deba ejecutarse, en esa primavera de 1983 acababade obtener el definitivo visto bueno de la cpula del Ministerio del Interior. Y, como no poda ser deotra manera, tambin el del presidente del Gobierno.

    El PSOE arras en las elecciones de octubre de 1982 con ms de 10 millones de votos y unamayora absoluta de 202 diputados. Con todo ese viento a favor, su principal preocupacin era, conel recuerdo del 23-F, que el terrorismo siguiera golpeando para provocar una asonada golpista y, engeneral, que el orden pblico se le fuese de las manos y volviera a ser la causa del fracaso de laizquierda en el Gobierno, como en la II Repblica.

  • El viejo aparato policial heredado del franquismo, que segua controlando los Servicios deInformacin, se plant ante Felipe Gonzlez y amenaz con favorecer el caos si pona al frente delMinisterio del Interior a su favorito, el andaluz Carlos Sanjun, de quien se crea que traa preparadauna autntica limpia para rejuvenecer los puestos ms influyentes del cuerpo y colocar en ellos aprofesionales con mejor sintona con el proyecto socialista y con los valores democrticos. A estemiedo se uni la presin de los socialistas vascos, que sufran en el da a da las amenazas y lasagresiones de los radicales, y que eran visceralmente contrarios a las tesis que defendan buscar unasalida negociada al terrorismo, algo que ellos consideraban que solo serva para dar alas a HerriBatasuna y su entorno. Esta lnea, partidaria de ajustar cuentas con ETA, fue la que se acabimponiendo en cuanto el Gobierno se vio impotente contra el terrorismo y constat que a la banda nohaba mayora absoluta que le impresionase. Seis das despus de las elecciones, la organizacinterrorista respondi al triunfo del PSOE con el asesinato del general Vctor Lago Romn, jefe de laDivisin Acorazada Brunete, la unidad ms importante del ejrcito espaol.

    En esas circunstancias Gonzlez sigui el consejo del ministro del Interior saliente, Juan JosRosn, y design para sucederle a un duro, Jos Barrionuevo, que proceda de una familia carlista yque como concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid haba dado muestras sobradas decontundencia y firmeza ya desde la etapa de Rosn como gobernador civil, en la que se conocieron.Por supuesto, Barrionuevo se llev con l a su hombre de confianza, Rafael Vera, responsable de laPolica Municipal de la capital, que pas a desempear el importante cargo de director de Seguridaddel Estado y a controlar los fondos reservados.

    Barrionuevo y Vera mantuvieron en la Guardia Civil a buena parte del equipo antiterroristaanterior, como los generales Jos Antonio Senz de Santamara y Andrs Cassinello. En la Policasituaron como director general a Rafael del Ro y, como sntoma ms expresivo, a un destacado de laBrigada Poltico-Social franquista acusado de torturas al frente de la Comisara General deInformacin: Jess Martnez Torres, que conoca bien la lucha contra ETA pues haba pasado cuatroaos en San Sebastin. En el Mando nico de la Lucha Contraterrorista, que tena su sede en Bilbao,nombraron a Francisco lvarez, que haba tenido xito por expeditivo en el Grupo Antiatracos deBarcelona, donde protagoniz operaciones sonadas como la del asalto al Banco Central o laliberacin del futbolista Quini.

    Para los cargos polticos, en el Pas Vasco se dejaron aconsejar por Damborenea, con quiencompartan ideas sobre cmo combatir el terrorismo: Ramn Juregui, delegado del Gobierno; JulenElgorriaga, gobernador civil de Guipzcoa; y un joven de treinta aos llamado Julin Sancristbal,hasta entonces alcalde de Ermua y afilada punta de lanza contra el nacionalismo, gobernador civil deVizcaya. El rpido entendimiento de este con Francisco lvarez, con el jefe de la Brigada deInformacin del Pas Vasco, Miguel Planchuelo, y con su equivalente en la Guardia Civil de Bilbao,Rafael Masa, explica mucho de lo que pas despus.

    La sensacin de frustracin en el Gobierno se fue acentuando con el fracaso de una mesa de pazque haba planteado el lehendakari, Carlos Garaikoetxea, en la que Herri Batasuna plantecondiciones inasumibles y que ETA se encarg de boicotear con una campaa de atentados en eneroy febrero. El Ministerio del Interior lanz entonces el llamado plan ZEN (Zona Especial Norte), muyaplaudido por los socialistas vascos, que significaba una apuesta decidida por la va represivacontra el terrorismo, y contra su entorno social y poltico, como nico camino para luchar contraETA.

    El punto de inflexin definitivo fue el desprecio del presidente socialista francs, FranoisMitterrand, al nuevo gobierno espaol del PSOE. Francia trataba a los terroristas de ETA como

  • autnticos refugiados polticos y facilitaba que el sur del pas fuese una base logstica y operativa dela banda desde la que preparar sangrientos atentados. A los etarras les resultaba pan comido cruzarla frontera y disfrutar de impunidad absoluta. No haba forma de luchar de manera efectiva contraETA si se les facilitaba una salida tan sencilla. Durante los ltimos tres aos de gobierno de UCD elejecutivo francs se haba negado a ejecutar treinta peticiones de extradicin. El PSOE pens que suidentidad ideolgica con Mitterrand le permitira cambiar las cosas, pero no fue as. En abril,Barrionuevo lo constat tras una reunin con el ministro del Interior galo, Gaston Defferre.

    Entre las Navidades de 1982 y la primavera de 1983 se haban ido produciendo variasreuniones en una finca que gestionaba la Guardia Civil Las Campanillas, en Guadarrama y enlas que participaron Jos Barrionuevo, Rafael Vera y los lderes del socialismo vasco: TxikiBenegas, Ramn Juregui, Ricardo Garca Damborenea y el propio Sancristbal. Especialmenteestos dos ltimos insistan con la idea de trasladar a Francia el problema del terrorismo ejecutandoatentados contra etarras en su territorio. De esta manera se cumpliran dos objetivos: primero,dificultar la accin de los terroristas al obligarles a tomar precauciones en su propio santuario,hacerles sentir el temor de que cada uno de sus atentados tendra su correspondiente respuesta yforzar a muchos de ellos a abandonar el Pas Vasco francs para debilitar su cohesin yorganizacin. Y segundo y principal, provocar que el gobierno francs se decidiera a colaborarcontra ETA en cuanto empezase a sentir la presin del hartazgo de su propia poblacin al vivir deprimera mano las consecuencias del terrorismo y el presumible rechazo social que incubaran losvascos franceses hacia lo que entonces consideraban refugiados.

    En mayo de 1983 Sancristbal convoc una cumbre con sus mximos colaboradores en elGobierno Civil, un viejo palacete del centro de Bilbao. Acababa de llegar de Madrid, venaradiante: el Gobierno le haba dado el visto bueno para contraatacar a ETA. Esta vez no sera comoen los tiempos del Batalln Vasco Espaol, estructuras aisladas formadas por mercenarios, sino quetodo el aparato antiterrorista del Estado estara implicado en la nueva estrategia.

    A la reunin asistieron los ms estrechos colaboradores de Sancristbal, entre ellos Franciscolvarez y Miguel Planchuelo. lvarez careca de experiencia en la lucha contraterrorista, pero era unpolica eficiente que consegua suplir sus carencias rodendose de un slido equipo de profesionalesen la materia, entre los que destacaba el Plancha, que era mi superior directo. Yo entonces era jefedel Grupo de Informacin Pura.

    Sancristbal comenz su alocucin con fuerza: Si no les sacudimos en su propio terreno noconseguiremos una situacin de ventaja para cuando tengamos que negociar. Es decir, se habaimpuesto el punto de vista de los socialistas vascos, que consista en que, de cara a un futuro procesode paz con ETA, el Estado tena que obtener una posicin de fuerza y que eso solo sera posibledebilitando al enemigo en el cuerpo a cuerpo.

    Del encuentro deban salir unas siglas, el nombre de un grupo. El gobernador de Vizcaya tenapotestad para elegir ya que, segn lo acordado con Barrionuevo en las reuniones de Madrid, sera sugente quien emitiese en exclusiva los comunicados de reivindicacin de cada uno de los atentados.Inicialmente estaba previsto que se tratase solo de secuestros, pero muy pronto se decidi ir msall. Fue lvarez quien dio en el clavo: Grupos Antiterroristas de Liberacin, aunque Damboreneatambin tuvo su peso para escoger la denominacin.

    Poco despus de aquella reunin Sancristbal le dijo a lvarez que me esperaba en su despachopara hablar conmigo. l saba que yo era el funcionario de Informacin que ms contactos tena en elsur de Francia. Llevaba aos metido all por distintas cuestiones, todas ellas relacionadas con losmovimientos de la banda terrorista.

  • Sancristbal es una de las personas ms obcecadas y persistentes que he conocido. Nada msllegar al Gobierno Civil lo primero que hizo fue colocar un mstil en la puerta con una gran banderade Espaa. Nos sentamos en el tresillo de su despacho y, durante ms de una hora, me dio una charlasobre la decisin del Gobierno y la direccin socialista vasca. Durante esta conversacin lleg aafirmar que estaba en juego la democracia. En una ocasin le interrumpi una llamada del ministroBarrionuevo, en la que escuch a mi interlocutor decirle Estoy tratando el tema. Cuando colg, medio una orden precisa:

    Tienes que utilizar a todos tus contactos en el sur de Francia para que se impliquen. Pontemanos a la obra desde este momento.

    Estamos hablando de actuar contra ETA de forma expeditiva. Est claro, no?As es. Con quin cuentas y en qu zonas?Policas franceses, empresarios con los que trabajan miembros de la organizacin, empleados

    de locales donde alternan, gente que conoce a muchos de ellos, algn exmilitante captado que inclusoregenta algn local que frecuenta la cpula de ETA y otras personas con las que he hecho amistadpor medio de amigos comunes de Bilbao, y que sin querer te cuentan cosas de los etarras. Llevo aostrabajndome aquella zona, la mejor informacin parte de all.

    De puta madre. Con esos contactos podemos hacer muchas cosas. Tienes que empezar amoverte ya. En qu parte tienes ms contactos?

    En todos los ncleos urbanos donde se mueven, e incluso donde cobran el impuestorevolucionario. En Hendaya, San Juan de Luz, Bayona, Biarritz y tambin en otros pueblos.

    Cojonudo. Puedes decirles, t sabrs quines son los ms indicados, que te pongan encontacto con mercenarios para llevar a cabo las operaciones.

    No hay problema. Los propios policas, si se les unta bien, lo pueden hacer. Tambin tengocontrolado al jefe de la Legin Extranjera de Bayona, de donde se puede sacar tajada.

    Al primer muerto te asciendo a comisario y te doy la Cruz Roja. Ofrceles el dineronecesario. Ponte a trabajar de inmediato sobre el terreno y dame novedades por medio de Paco o deMiguel.

    Tard en salir de mi asombro, aquello iba en serio. A mi regreso a la jefatura me esperabanlvarez y Planchuelo, perfectamente conscientes de los planteamientos que me haba hechoSancristbal. Mi misin estaba clara. La maquinaria acababa de empezar a funcionar.

  • III. UNA RED DE COLABORADORES A partir de ese momento pasaba ms tiempo en el sur de Francia que en cualquier otro lugar. Sin

    duda comparta esa decisin poltica, posiblemente por la impotencia que sentamos los miembros delas fuerzas de seguridad y del ejrcito ante el acoso brbaro, cruel e incesante de la banda terroristaETA durante aquellos aos de plomo. Casi a diario regaba nuestras calles y ciudades de sangre: 86asesinatos en 1979, 93 en 1980, 32 en 1981, 41 en 1982...

    Me senta dominado por el odio. Para entonces ya haba sido vctima de varios intentos deasesinato. La primera vez fue en 1973. A Jess Mara Zabarte Arregui, el carnicero de Mondragn,le encontraron despus de detenerlo tras un tiroteo un papel con mi nombre, mi direccin y lamatrcula de mi coche. En el interrogatorio confes que iba a matarme. Zabarte no era cualquier cosa.Lo amnistiaron en 1977 y, tras salir de prisin, se convirti en uno de los etarras ms sanguinarios dela ETA ms dura. Cay de nuevo en 1984 y desde entonces no ha vuelto a pisar la calle, condenado a615 aos de crcel por 17 asesinatos y 20 atentados.

    Despus de esa primera vez, en otras siete ocasiones he aparecido como objetivo de losterroristas. Por ello, y por las imborrables imgenes de numerosos compaeros y amigos en cajas demadera, almacenaba todo el rencor contra ETA. No me arrepiento. Mi labor compens el sufrimientoque nos haban causado, a nosotros y a nuestras familias.

    Tras aquella intensa reunin en el despacho de Julin Sancristbal, comenc a activar a todosmis informadores en Francia para modular su forma de trabajo y adaptarla a los nuevos tiempos. Lasrelaciones profesionales que mantena en el Pas Vasco francs se apoyaban sobre todo en el interscrematstico de los colaboradores, mucho ms que en la amistad que en algunos casos se fragu, peroesta tambin tuvo su importancia.

    Adems de a los policas franceses que llevaban tiempo trabajando clandestinamente paranuestros servicios de informacin, y de varias personas del entorno de ETA, visit a determinadospersonajes espaoles instalados en aquella zona que podan rendir esplndidos servicios. Recuerdo,por ejemplo, a Pituca, una lesbiana navarra que comparta su vida con Franoise, una hermosa mujerfrancesa con la que resida en Biarritz desde haca varios aos y a la que termin infiltrando en loscrculos prximos a ETA. Se mova como pez en el agua en el mundillo radical.

    Uno de los topos ms eficientes con los que contaron las primeras actuaciones de los GAL fueel empresario vasco francs Pierre Gueracague. Tena negocios de conservas del pato en el sur deFrancia, en los que empleaba a miembros de ETA. Viva en una enorme casa en la costa de Urrugne,en la que nos veamos de vez en cuando para que me informase de sus frecuentes contactos con losmximos dirigentes de ETA militar, Txomin Iturbe y Antxon Etxebeste, y tambin con Iaki MugikaArregi y Jos Mara Larretxea Goi, que eran los jefes de los octavos, el residuo de ETA poltico-militar que quedaba activo despus de su disolucin pactada con el gobierno de UCD en 1982. Lacercana con Gueracague se haba ido cultivando, precisamente, durante las citas que mantuvimosaos antes para que me fuese abriendo puertas durante el proceso de negociacin con los polimilis.

    Pero los objetivos haban cambiado ahora radicalmente. Muchos aos despus supe por laprensa que en aquel julio de 1983 los servicios secretos (el CESID) haban entregado un documentooficial al Gobierno en el que proponan la ejecucin de asesinatos y secuestros en el sur de Franciacon el objetivo de descabezar los rganos de direccin de ETA, lo que supondra un serioquebranto en la continuidad de su estrategia. Los medios de comunicacin lo llamaron actafundacional de los GAL, aunque en realidad ya llevbamos un par de meses trabajando sobre el

  • terreno.Despus de un verano de mucho movimiento, pero sin que estuviese claro cundo tena que estar

    todo listo, los hechos se precipitaron de manera casi definitiva cuando, el 5 de octubre de 1983, losoctavos secuestraron al capitn de Farmacia Alberto Martn Barrios, quiz confundindolo con elcomandante del CESID Jess Diego de Somonte, con el que guardaba parecido fsico. Fue eldetonante para que los GAL entrasen en accin, aunque las siglas todava tardaron un par de mesesen hacerse pblicas. El hartazgo entre las fuerzas de seguridad era ya insoportable: solo enseptiembre las diferentes ramas de ETA que seguan activas (militar, los octavos y los ComandosAutnomos) haban cometido una docena de atentados y la ofensiva se recrudeci en octubre.

    Los secuestradores emitieron un comunicado exigiendo la liberacin de nueve de sus militantespara los que se pedan casi mil aos de crcel por el asalto al cuartel de Berga (Barcelona) y que seles permitiera la lectura de una nota en el telediario de mayor audiencia. El Gobierno, por supuesto,se neg. En el ejrcito, sobre todo, y tambin entre la Guardia Civil y la Polica, la tensin estaba apunto de estallar.

    Ante el cariz que estaban tomado los acontecimientos Julin Sancristbal, en presencia deFrancisco lvarez y de Miguel Planchuelo, me orden en su despacho del Gobierno Civil al dasiguiente del secuestro que utilizase todos mis contactos para encontrar a los jefes de los octavos,pero ahora con el objetivo de raptar a uno de ellos y luego intercambiarlo por el capitn MartnBarrios.

    Mientras yo viajaba a Francia, lvarez reclam la presencia en Bilbao de unos inspectores desu confianza que haban trabajado a sus rdenes en el grupo antiatracos de Barcelona. Por mismovimientos durante el verano yo ya contaba con gente preparada en la zona vascofrancesa pararealizar la misin con mayores garantas, pero l se empe en improvisar contando con sushombres, que no tenan ni idea de cmo actuar en ese terreno ni contra ese objetivo, posiblementepara colgarse despus la medalla. Fue un fracaso.

    En Hendaya tuve un encuentro con el inspector Guy Metge, destinado en la PAF (Polica delAire y Fronteras), que llevaba trabajando para m desde haca tiempo. Era un buen amigo, pero sucolaboracin se estimulaba adems mediante el pago correspondiente, que superaba incluso susalario profesional. Los agentes franceses podan obtener fcilmente documentacin de la banda coninformacin sobre terroristas legales (no fichados) que actuaban en Espaa y nosotros no tenamoscontrolados. El soborno a los gendarmes estaba a la orden del da.

    Con Metge me reun en su propio domicilio, un cuidado chal en la apacible calle de WaltDisney. Estaba perfectamente al corriente del secuestro del militar espaol y no me resultcomplicado entrar de lleno en el asunto. l hablaba correctamente castellano, lo que facilitaba mucholos acuerdos:

    Mira, Guy, estamos en un aprieto con lo del secuestro de Martn Barrios y se ha decidido alms alto nivel poltico actuar como no se ha hecho hasta ahora. Necesitamos resultados inmediatos.Tienes que facilitarme las cosas y luego hablaremos de compensaciones econmicas ms importantesque las que vienes recibiendo hasta ahora.

    Qu es lo que estis pensando hacer?Llevarnos a Larretxea o a Mugika a Espaa y proponer un intercambio por el capitn Martn

    Barrios.Joder! Vuestra forma de actuar en Francia parece que va a cambiar, no?Hay un proyecto nuevo, ms contundente, ms operativo sobre este terreno, donde les dejis

    hacer lo que les sale de los cojones, pero de esto ya hablaremos ms tranquilamente en cuanto se

  • resuelva el problema que ahora tenemos.No s cmo le sentar a nuestro gobierno, ya sabes que la relacin que mantienen con ETA en

    nuestro pas es una cuestin poltica.Que se jodan. Por su culpa en Espaa hay muertos a diario. A partir de ahora te vas a forrar

    si eres efectivo. Vete pensando en quines de todos los colegas que me has presentado estarandispuestos a colaborar en esta nueva empresa. Yo hablar con los que conozco en otrasdemarcaciones y con los que t me has presentado en la Legin Extranjera.

    Con Gerard Manzanal de jefe de reclutamiento en la Legin tienes un buen filn de mano deobra. Conmigo puedes contar si pagas bien y ya me encargar de hablar con los ms idneos paraeste trabajo tan delicado. A partir de que se caliente el ambiente ser mejor que nos veamos en Irn.

    Ya lo haba pensado, pero ya te dir yo a partir de qu momento y dnde. Porque siguesingresando el dinero que te doy en Irn?

    Y a partir de ahora, con mayor razn. Tenemos que tomar muchas precauciones todos si sevan a complicar las cosas. No podemos dejar cabos sueltos. Si nos pillan, nos joden.

    Bueno, a ver, tenemos que empezar por lo que nos apremia. Dnde podemos cazar aLarretxea o a Mugika?

    S dnde vive Larretxea. Es en la carretera que va directa a la frontera, a escasos cincominutos, un lugar poco frecuentado e inmejorable para pillarlo. Es un chal que tiene un pastoralemn en la puerta, al que se le puede envenenar y listo. Podemos ir ahora mismo y te lo enseo.Adems frente a su casa hay una pequea colina desde la que se pueden controlar la entrada y lasalida. Tambin se le puede localizar en la librera Mugalde, que pertenece a ETA.

    Despus de mostrarme la casa del terrorista y de situarnos en el pequeo monte que existe frentea la misma, pude comprobar que era el lugar ideal para realizar la operacin con escasasdificultades. Antes de despedirnos le plante la posibilidad de que fuese l mismo o alguno de suscolegas quienes llevaran a cabo la operacin, aunque haba que evitar en lo posible que un topo deesa calidad se quemase antes de tiempo. Aquella frentica aventura solo haba echado a andar.

    A continuacin me fui al encuentro de Gueracague en el bar Madrid, en el centro de Hendaya.Precisamente aquel establecimiento era uno de los que utilizaba ETA para contactar con losempresarios vascos que acudan atemorizados a pagar el impuesto revolucionario. Cenamos en unrestaurante prximo, despus de tomar un aperitivo en el Madrid. Aquel da pude ver a uno de loscobradores de la banda, Sabino Euba, Pelopintxo. Fue Gueracague quien me advirti de supresencia. Cuando nos bamos, ambos se saludaron y, al presentrmelo, me vinieron a la cabezaideas nada buenas para l. Durante la cena, abordamos distintos asuntos, hasta que fui llevando laconversacin a mi terreno:

    Oye, has coincidido estos das con Mugika o Larretxea?S, antes de ayer vino Larretxea a pagarme el alquiler de una casa que le tengo alquilada.Me sorprendi al hacerme ese comentario, puesto que hora y media antes haba estado con

    Metge en las inmediaciones de la que se supona era la vivienda del etarra. As que sonde a Pierrecon el fin de averiguar si se trataba de la misma o estaba refirindose a otra que utilizaba la banda.

    No saba que le tuvieses alquilada una casa a Larretxea.S, desde hace unos dos aos. Esto es muy pequeo, nos conocemos todos y hay que llevarse

    bien con todo el mundo, y ms con estos, que ya sabes cmo son. Adems, yo tengo intereses enempresas conserveras en Espaa. No te acuerdas cuando nos encontramos el ao pasado en el GranHotel de La Toja? Ya te dije que estaba all por negocios.

    Vaya noche, nos acostamos a las tantas, t tienes un aguan