Amarga realidad frustra sueños de riqueza ártica fileaprovechar la seducción del espíritu...

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Copyright © 2015 The New York DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2 Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY VENTANA Soltemos la cámara Amarga realidad frustra sueños de riqueza ártica biciones nacionales de Rusia y de las compañías energéticas más grandes del mundo durante más de 10 años. Pero aún cuando Royal Dutch Shell empezó a per- forar un pozo exploratorio este verano frente a la costa norte de Alaska, las expe- riencias de Rusia aquí se han vuelto una historia aleccionadora, una que ilustra los retos que enfrentan quienes imagi- nan que un Ártico en proceso de cambio producirá petróleo y gas en abundancia. Los cambios tectónicos en la economía energética global, una férrea oposición de los ambientalistas y tremendos obstáculos de logística han moderado el entusiasmo. Después de años de planeación y retrasos, el proyecto de perforación de Shell en las tormentosas aguas del Mar de Chukotka es ahora observado por la industria, las autoridades, los residentes y los detracto- res como una prueba determinante de la viabilidad de producción en el Ártico. Shell ya ha gastado 7.000.000.000 de dó- lares y este verano enfrentó tribulaciones como las que agobiaron a una malograda exploración hace tres años, incluyendo tenaces protestas, clima inclemente y un accidente en julio que hizo un hoyo en uno de sus barcos tras chocar con un banco de arena desconocido en las Isla Aleutianas. Hace apenas siete años, Shell y otras compañías —ConocoPhillips, Statoil de Noruega, Repsol de España y Eni de Ita- lia— pagaron en conjunto 2.700.000.000 de dólares por arrendamientos de los yaci- mientos frente a Alaska. El precio del cru- do en ese entonces subió a casi 150 dólares el barril, y la acelerada reducción del hielo que alguna vez estranguló al Océano Árti- co pareció hacer más fácil la exploración. Entonces cambió el mercado. Hoy, el mundo está inundado de petróleo y gas na- tural, en gran parte debido a la revolución del shale (esquisto) en Estados Unidos y la llegada de la fracturación hidráulica (frac- king). Arabia Saudita y otras naciones del Golfo Pérsico están produciendo a niveles máximos y las reservas de Irán pronto po- drían inundar el mercado. Tan sólo en el último año, el precio del crudo se ha des- Lo mejor de nosotros está a sólo un garabato de distancia. Donde alguna vez el dibujo y otras actividades artísticas eran territorio de unos cuantos, liberar nuestra creatividad se ha convertido en el mantra más re- ciente del creci- miento personal y el éxito profe- sional. Fomentamos nuestros Helmut Newtons interiores en Instagram. Exploramos la na- rración con nuestros iPhones. Si compramos unos crayones, nos dicen, seremos más productivos en el trabajo. La creatividad se ha convertido en un activo gene- ralizado. Este interés recién adquirido ha llevado a un próspero comer- cio entre las casas editoriales y los minoristas que buscan aprovechar la seducción del espíritu artístico. Zentangle, una forma de dibujo meditativo que utiliza una pluma y cuadros de papel, actualmente disfruta una especie de resurgimiento. Más de 60 libros acerca de la práctica se publicarán tan sólo en 2015, de acuerdo con Amazon. Colorear también cobra popula- ridad entre los adultos. En abril, la ilustradora Johanna Basford tuvo dos bestsellers: “El jardín secreto: colorea y encuentra los tesoros escondidos” y “El bosque encantado: colorea y explora”. Varios libros publicados recientemente sugieren que creatividad tiene los mismos neficios holísticos que un fin semana en un spa, al aument la autoestima y aliviar el est Incluso la respetada Clínica yo, en Minnesota, recomiend los beneficios de pintar y hac cerámica. En un estudio reci te, señaló que las personas q empezaron a realizar activi- dades creativas en la median edad tenían menos probabili dades de sufrir una pérdida d memoria. La reacción negativa hacia los selfies estuvo en su apogeo este verano. Los así llamados “narcisticks” fueron prohibidos en el Coliseo Romano, el Palacio de Versalles y la Ópera de Sid- ney, reportó The New York Times. En Ru- sia, puedes ser arrestado por tomar selfies y el Gobierno advirtió sobre el pe- ligro de autorretratarse en los lu- gares equivocados —como frente a trenes que se aproximan— des- pués de que varias personas mu- rieron haciéndolo. La investigación revela que quienes se toman muchos selfies suelen tener personalidades narcisistas, psicópatas y maquia- vélicas. También parecen tener una profunda necesidad de auto- gratificación y buscan validación social en línea. “La gente olvida que el narci- sismo no sólo tiene que ver con ser egocéntricos: también lo motiva una inseguridad subyacente”, dijo Jesse Fox, profesor asistente en la Universidad Estatal de Ohio, a The Times. “Necesitan clics de ‘me gusta’ para obtener validación”. Quizá sea igual de perjudicial el padre de familia que se siente obligado a filmar cada momento que vive su familia. El tipo de padre en el que Bruce Feiler dijo que se estaba convirtiendo en un artículo reciente en The Times. Feiler se aficionó a los videos de forma tardía, después de tomar muchas fotografías y criar a sus hijos con todo tipo de actividades estimulantes. “La ventaja es que a nuestros hijos realmente les encantaba el acto de filmar. Se sujetaban cá- maras a sus cascos blancos para hacer el descenso en rápidos y es- taban entusiasmados con hacer un cortometraje con sus primos al finalizar el verano”, escribió Feiler. “La desventaja es que te- nemos tantas horas de video, que nadie las verá nunca”. Entonces, Feiler se dio cuenta de que la obsesión por grabar video arruinaba su tiempo en familia. Linda Henkel, una abuela a la que le encanta tomar fotografías, quiso investigar cómo es que és- tas afectan nuestros recuerdos. En un estudio publicado el año pasado, Henkel, psicóloga cogni- tiva, mandó a varios estudiantes a un museo de arte y les pidió que observaran algunos objetos y fo- tografiaran otros. Los estudian- tes demostraron recordar mejor los objetos que observaron, en lugar de los que fotografiaron. “Cuando el participante toma- ba una fotografía, era como si contratara un servicio externo para su memoria”, dijo Henkel. “Cuentan con que la cámara re- cuerde cosas por ellos”. Es inevitable que ver los re- cuerdos que otros crean en las plataformas de medios sociales nos haga sentir mal y empeore nuestro Temor de Perdernos Algo (FOMO, por sus siglas en inglés), reportó The Times. Este padeci- miento empeora cuando diversas celebridades unen fuerzas y la interminable fiesta veraniega publicada en línea por algunos famosos parece cuidadosamente seleccionada para hacer que el resto de nosotros sintamos celos. “No sólo no estoy en este viaje épico en Cannes, sino que tampo- co estoy en este yate en Cannes con Gigi y Bella Hadid y Hailey Baldwin”, dijo Emily Tess Katz, de 25 años, editora en The Huffing- ton Post, a The Times. “No puedo evitar tener el delirio de que dis- frutarían que yo estuviera ahí”. Un estudio publicado a princi- pios de este año descubrió que ver lo que otros suben a los medios sociales sólo provoca envidia y nos hace sentir peor. “Existe una tendencia a maqui- llar la forma en la que aparece- mos en línea. Ver constantemente todos estos acontecimientos positivos en las vidas de la gente no es necesariamente bueno para nuestro bienestar emocional”, dijo Ethan Kross, de 35 años, in- vestigador del estudio y profesor asociado en la Universidad de Michigan, a The Times. TOM BRADY LAURA M. HOLSON ENSAYO Sus comentarios son bienvenidos en [email protected]. Por STEVEN LEE MYERS y CLIFFORD KRAUSS TERIBERKA, Rusia EL ÁRTICO EN proceso de calentamiento ya debería haber transformado a este empobrecido pueblo pesquero del Mar de Barents. El Kremlin gastó miles de millones de dólares para convertirlo en el centro neurálgico norte de Gazprom, su empresa de energía global. Fue el proyecto más ambicioso planeado en el Océano Ártico, pero hoy hay poco más que unas oficinas generales cerradas y un camino sin pavimentar en la costa. “Hay planes”, dijo Viktor A. Turchaninov, alcalde de la localidad, “pero los hechos —las realidades de la vida— sugieren lo contrario”. El sueño de las riquezas árticas, posibles gracias al rápido calentamien- to de aguas otrora atrapadas en el hielo, ha estado en el centro de las am- INTELIGENCIA En Pakistán, el fútbol nivela el terreno. PÁG. 2 EL MUNDO Citadinos recurren a curanderos. PÁG. 3 ESTILOS Se pavonean en clubes de La Habana. PÁG. 7 ARTE Y DISEÑO Nueva pluma conti n legado. PÁG. 8 JOSÉ JA JA JA Los libros de colorear para adultos son populares. “Evocan lo que nos encantaba hacer de niños”, dijo una editora, . Hoy todos somos artistas Continúa en la página 2 Continúa en la página 2 FOTOGRAFÍAS ARRIBA Y ABAJO POR JAMES HILL PARA THE NEW YORK TIMES; INFERIOR, DON RYAN/ASSOCIATED PRESS Teriberka (arr.), un pueblo al que no llegó el progreso. Igor Abanosimov (ext. izq.) tiene un plan para atraer turistas. Manifestantes en Oregon intentan bloquear un rompehielos.

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Copyright © 2015 The New York

DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY

VENTANA

Soltemosla cámara Amarga realidad

frustra sueñosde riqueza ártica

biciones nacionales de Rusia y de las compañías energéticas más grandes del mundo durante más de 10 años. Pero aún cuando Royal Dutch Shell empezó a per-forar un pozo exploratorio este verano frente a la costa norte de Alaska, las expe-riencias de Rusia aquí se han vuelto una historia aleccionadora, una que ilustra los retos que enfrentan quienes imagi-nan que un Ártico en proceso de cambio producirá petróleo y gas en abundancia.

Los cambios tectónicos en la economía energética global, una férrea oposición de los ambientalistas y tremendos obstáculos de logística han moderado el entusiasmo. Después de años de planeación y retrasos, el proyecto de perforación de Shell en las tormentosas aguas del Mar de Chukotka es ahora observado por la industria, las autoridades, los residentes y los detracto-res como una prueba determinante de la viabilidad de producción en el Ártico.

Shell ya ha gastado 7.000.000.000 de dó-lares y este verano enfrentó tribulaciones como las que agobiaron a una malograda exploración hace tres años, incluyendo

tenaces protestas, clima inclemente y un accidente en julio que hizo un hoyo en uno de sus barcos tras chocar con un banco de arena desconocido en las Isla Aleutianas.

Hace apenas siete años, Shell y otras compañías —ConocoPhillips, Statoil de Noruega, Repsol de España y Eni de Ita-lia— pagaron en conjunto 2.700.000.000 de dólares por arrendamientos de los yaci-mientos frente a Alaska. El precio del cru-do en ese entonces subió a casi 150 dólares el barril, y la acelerada reducción del hielo que alguna vez estranguló al Océano Árti-co pareció hacer más fácil la exploración.

Entonces cambió el mercado. Hoy, el mundo está inundado de petróleo y gas na-tural, en gran parte debido a la revolución del shale (esquisto) en Estados Unidos y la llegada de la fracturación hidráulica (frac-king). Arabia Saudita y otras naciones del Golfo Pérsico están produciendo a niveles máximos y las reservas de Irán pronto po-drían inundar el mercado. Tan sólo en el último año, el precio del crudo se ha des-

Lo mejor de nosotros está a sólo un garabato de distancia.

Donde alguna vez el dibujo y otras actividades artísticas eran territorio de unos cuantos,

liberar nuestra creatividad se ha convertido en el mantra más re-ciente del creci-miento personal y el éxito profe-

sional. Fomentamos nuestros Helmut Newtons interiores en Instagram. Exploramos la na-rración con nuestros iPhones. Si compramos unos crayones, nos dicen, seremos más productivos en el trabajo. La creatividad se ha convertido en un activo gene-

ralizado.Este interés recién adquirido

ha llevado a un próspero comer-cio entre las casas editoriales y los minoristas que buscan aprovechar la seducción del espíritu artístico. Zentangle, una forma de dibujo meditativo que utiliza una pluma y cuadros de papel, actualmente disfruta una especie de resurgimiento. Más de 60 libros acerca de la práctica se publicarán tan sólo en 2015, de acuerdo con Amazon. Colorear también cobra popula-ridad entre los adultos. En abril, la ilustradora Johanna Basford tuvo dos bestsellers: “El jardín secreto: colorea y encuentra los tesoros escondidos” y “El

bosque encantado: colorea yexplora”.

Varios libros publicados recientemente sugieren quecreatividad tiene los mismosneficios holísticos que un finsemana en un spa, al aumentla autoestima y aliviar el estIncluso la respetada Clínica yo, en Minnesota, recomiendlos beneficios de pintar y haccerámica. En un estudio recite, señaló que las personas qempezaron a realizar activi-dades creativas en la medianedad tenían menos probabilidades de sufrir una pérdida dmemoria.

La reacción negativa hacia los selfies estuvo en su apogeo este verano.

Los así llamados “narcisticks” fueron prohibidos en el Coliseo

Romano, el Palacio de Versalles y la Ópera de Sid-ney, reportó The New York Times. En Ru-sia, puedes ser arrestado por tomar selfies

y el Gobierno advirtió sobre el pe-ligro de autorretratarse en los lu-gares equivocados —como frente a trenes que se aproximan— des-pués de que varias personas mu-rieron haciéndolo.

La investigación revela que quienes se toman muchos selfies suelen tener personalidades narcisistas, psicópatas y maquia-vélicas. También parecen tener una profunda necesidad de auto-gratificación y buscan validación social en línea.

“La gente olvida que el narci-sismo no sólo tiene que ver con ser egocéntricos: también lo motiva una inseguridad subyacente”, dijo Jesse Fox, profesor asistente en la Universidad Estatal de Ohio, a The Times. “Necesitan clics de ‘me gusta’ para obtener validación”.

Quizá sea igual de perjudicial el padre de familia que se siente obligado a filmar cada momento que vive su familia. El tipo de padre en el que Bruce Feiler dijo que se estaba convirtiendo en un artículo reciente en The Times.

Feiler se aficionó a los videos de forma tardía, después de tomar muchas fotografías y criar a sus hijos con todo tipo de actividades estimulantes.

“La ventaja es que a nuestros hijos realmente les encantaba el acto de filmar. Se sujetaban cá-maras a sus cascos blancos para hacer el descenso en rápidos y es-taban entusiasmados con hacer un cortometraje con sus primos al finalizar el verano”, escribió Feiler. “La desventaja es que te-nemos tantas horas de video, que nadie las verá nunca”.

Entonces, Feiler se dio cuenta de que la obsesión por grabar video arruinaba su tiempo en familia.

Linda Henkel, una abuela a la que le encanta tomar fotografías, quiso investigar cómo es que és-tas afectan nuestros recuerdos.

En un estudio publicado el año pasado, Henkel, psicóloga cogni-tiva, mandó a varios estudiantes a un museo de arte y les pidió que observaran algunos objetos y fo-tografiaran otros. Los estudian-tes demostraron recordar mejor los objetos que observaron, en lugar de los que fotografiaron.

“Cuando el participante toma-ba una fotografía, era como si contratara un servicio externo para su memoria”, dijo Henkel. “Cuentan con que la cámara re-cuerde cosas por ellos”.

Es inevitable que ver los re-cuerdos que otros crean en las plataformas de medios sociales nos haga sentir mal y empeore nuestro Temor de Perdernos Algo (FOMO, por sus siglas en inglés), reportó The Times. Este padeci-miento empeora cuando diversas celebridades unen fuerzas y la interminable fiesta veraniega publicada en línea por algunos famosos parece cuidadosamente seleccionada para hacer que el resto de nosotros sintamos celos.

“No sólo no estoy en este viaje épico en Cannes, sino que tampo-co estoy en este yate en Cannes con Gigi y Bella Hadid y Hailey Baldwin”, dijo Emily Tess Katz, de 25 años, editora en The Huffing-ton Post, a The Times. “No puedo evitar tener el delirio de que dis-frutarían que yo estuviera ahí”.

Un estudio publicado a princi-pios de este año descubrió que ver lo que otros suben a los medios sociales sólo provoca envidia y nos hace sentir peor.

“Existe una tendencia a maqui-llar la forma en la que aparece-mos en línea. Ver constantemente todos estos acontecimientos positivos en las vidas de la gente no es necesariamente bueno para nuestro bienestar emocional”, dijo Ethan Kross, de 35 años, in-vestigador del estudio y profesor asociado en la Universidad de Michigan, a The Times.

TOM BRADY

LAURA M. HOLSONENSAYO

Sus comentarios son bienvenidos en [email protected].

Por STEVEN LEE MYERS y CLIFFORD KRAUSS

TERIBERKA, RusiaEL ÁRTICO EN proceso de calentamiento ya debería haber transformado a este empobrecido pueblo pesquero del Mar de Barents.

El Kremlin gastó miles de millones de dólares para convertirlo en el centro neurálgico norte de Gazprom, su empresa de energía global. Fue el proyecto más ambicioso planeado en el Océano Ártico, pero hoy hay poco más que unas oficinas generales cerradas y un camino sin pavimentar en la costa.

“Hay planes”, dijo Viktor A. Turchaninov, alcalde de la localidad, “pero los hechos —las realidades de la vida— sugieren lo contrario”.

El sueño de las riquezas árticas, posibles gracias al rápido calentamien-to de aguas otrora atrapadas en el hielo, ha estado en el centro de las am-

INTELIGENCIA

En Pakistán, el fútbol nivela el terreno. PÁG. 2

EL MUNDO

Citadinos recurrena curanderos. PÁG. 3

ESTILOS

Se pavonean en clubes de La Habana. PÁG. 7

ARTE Y DISEÑO

Nueva pluma continlegado. PÁG. 8

JOSÉ JA JA JA

Los libros de colorear para adultos son populares. “Evocan lo que nos encantaba hacer de niños”, dijo una editora, .

Hoy todos somos artistas

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FOTOGRAFÍAS ARRIBA Y ABAJO POR JAMES HILL PARA THE NEW YORK TIMES; INFERIOR, DON RYAN/ASSOCIATED PRESS

Teriberka (arr.), un pueblo al que no llegó el progreso. Igor Abanosimov (ext. izq.) tiene un plan para atraer turistas. Manifestantes en Oregon intentan bloquear un rompehielos.

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E L M U N D O

2 DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Alta mar y placas continentales externas

Alcance de aguas árticas bajo control ruso

La Competencia por los Recursos del ÁrticoÁreas con 50 por ciento o más posibilidades de grandes reservas no descubiertas de crudo y gas

Perforación ISLASALEUTIANAS

Mar deBering

Área blanca muestrala extensión mínima dehielo marino en el 2014

EE. UU.

Mar deLáptev

PoloNorte

RUSIANORUEGA

DINAMARCA

CANADÁ

ÁREA DELTRATADO DE SVALBARD

Marde Kara

PENÍNSULADE YAMALYacimiento

Shtokman

Teriberka

Múrmansk

Plataforma dePrirazlomnoye

Mar deNoruega

NORUEGA

ISLANDIAOcéanoAtlántico

Los países tienen jurisdicciónsobre recursos de gas natural en sus zonas económicas exclusivas

Bahíade Baffin

Bahíade Hudson

Fuentes: Asociación Estadounidense de Geólogos Petroleros, Oficina de Administración de Energía del Océano, Unidad IBRU de la Universidad de Durham, Consultoría Bordermap, Centro KlimaCampus de Datos Integrados del Clima, Servicio Geológico de EE. UU.

Mar deBarents

THE NEW YORK TIMES

ISLANDIA

GR

OEN

LAND

IA

(DIN

AMAR

CA)

CANADÁ

ALASKA

CÍRCULO ÁRTICO

NORUEGA

RUSIA

exploratoria de Shell

KARACHI, PaquistánParece que todo niño paquistaní ha

soñado con convertirse en estrella en uno de los deportes nacionales del país: cricket, hockey sobre pasto o squash. Pero el acceso a los deportes, como tantas otras cosas aquí, históricamente ha descansado sobre la clase, género y privilegio; a los más pobres se les niega las mismas oportunidades que los ricos y las jovencitas casi enteramente han quedado excluidas.

Sin embargo, la Fundación Unida de Futbol de Karachi cree que el fútbol pue-de llevar diversidad étnica, sectaria y de género a los deportes paquistaníes. Está invirtiendo en el fútbol no sólo como de-porte, sino como democratizador.

El interés de Paquistán en el fútbol comenzó en la época de la fundación del país: la Federación de Fútbol Pa-quistaní fue creada en 1947 y el país se unió a la Fédération Internationale de Football Association en 1948. El deporte se volvió extremadamente popular en las provincias de Balochistán y Khyber Pakhtunkhwa, en la parte occidental de Paquistán, pero atrajo a la mayoría de sus jugadores del ex estado de Bengala, de donde había sido creado Pakistán Oriental.

En los sesenta, una edad de oro para los deportes en el país, se enseñaba cricket, squash y hockey sobre pasto en

las escuelas de élite como el Aitchison College, en Lahore, donde los herederos de familias de abolengo se convertían en íconos del deporte. Mientras tanto, el fútbol encontraba popularidad en las calles menos acomodadas de Quetta, Karachi y Dhaka. Las barriadas de Ka-rachi, con sus grandes poblaciones de sheedis y makranis —muchos de ellos descendientes de esclavos de África que se habían establecido en Sindh y Balo-chistán— sostenían encuentros apa-sionados que los jugadores disputaban descalzos, cimentando su reputación como “deporte del hombre pobre”, de acuerdo con el periodista Ali Ahsan en el periódico Dawn.

Pronto, la selección nacional de Pa-kistán jugaba contra Irán, Irak y Sri Lanka. Pakistán incluso se enfrentó a Israel en las calificatorias para la Copa Asiática de 1960, pero el cese de relacio-nes diplomáticas en 1967 evitó la repeti-ción de un partido así.

Luego, en 1971 se dio la independencia de Pakistán del Este como Bangladesh, costándole a Pakistán los jugadores más valiosos para sus escuadras na-cionales e internacionales. Con el país, así como los equipos, batallando para recuperarse, sólo las corporaciones e instituciones grandes podían costear

contratar a jugadores para los equipos de las empresas.

Tras un breve renacimiento en los ochenta, el fútbol paquistaní volvió a sufrir en los noventa y en la primera década del siglo 21, atascado en dificul-tades financieras y luchas internas en la Fundación de Fútbol Paquistaní. Hoy, existen clubes de fútbol en todas las ciu-dades, pero con una ínfima cantidad de los patrocinios y la atención que recibe el cricket.

Allí hace su aparición el Karachi United Football Club, una organización iniciada en 1996 por un grupo de hinchas locales. Vieron una oportunidad para enforcarse en el desarrollo de talento futbolístico local al formar la Academia de Juventud Unida de Karachi. Este grupo lleva a niños y niñas a la cancha, les enseña cómo jugar y desarrolla una cultura de trabajo en equipo.

El plan original —desarrollar jugado-

res jóvenes que algún día pudieran inte-grarse a las filas del club— evolucionó en una inversión a largo plazo que ahora empieza a rendir frutos. Karachi United tiene una división masculina, una divi-sión femenina y un popular programa de jóvenes. Los jugadores de su academia de jóvenes visitaron el campamento de entrenamiento del Manchester United en 2004 y dos jugadores de la misma parti-ciparon en la sesión de entrenamiento de verano de otro club británico, el Charlton Athletic Football Club, en 2006.

Los organizadores del club de fútbol tenían una visión de emplear el deporte para fomentar el desarrollo comunita-rio -al principio a través del club y más tarde al formar la fundación, que reunió a jugadores talentosos de las comuni-dades menos desarrolladas de Karachi para jugar juntos en un entorno seguro. La fundación hoy opera 13 “centros de excelencia” a los que asisten más de 800 niños. Los jugadores talentosos reciben una oportunidad de llegar a la primera liga del Karachi United Football Club.

Con la fundación, los organizadores hallaron un beneficio inesperado: la belleza de la diversidad. Pakistán está compuesto de un sinnúmero de grupos étnicos y sectas religiosas en tensión en-tre sí. Pero en la cancha, las diferencias

parecen desaparecer. Los jugadores baloch, pashtún, sindhi y makrani salen de allí pensando sólo en fútbol.

“Fomentar la diversidad no fue uno de nuestros objetivos iniciales”, dijo Imran Ali, director ejecutivo de la fundación. “Pero incluimos a más y más comunida-des y nos dimos cuenta de que Karachi era un crisol”.

Ali está particularmente orgulloso de la diversidad étnica del joven equipo. “No les preocupa el aspecto físico de la otra persona. Lo único que les preocupa es si puede centrar el balón, hacer un buen pase del esférico y pasarla bien jugando con otros”, dijo.

Ali también está entusiasmado con un programa de entrenamiento para 100 muchachas de Lyari, un área de Karachi llena de violencia relacionada con las pandillas y las drogas. “Si podemos con-tinuar esto durante 5 o 10 años, cambia-remos comportamientos, mentalidades y personalidades”.

El futbol en Pakistán enfrenta muchos retos, incluyendo una pobre atención en los medios y una carencia de fondos. Sin embargo, con la firma por parte del Sacramento Republic Football Club de Kaleemullah Khan, capitán del selec-cionado nacional, que lo convertirá en el primer jugador paquistaní en un club estadounidense, y Hajra Khan, capitana del seleccionado femenino paquistaní, haciendo pruebas con tres clubes de la Bundesliga alemana, es obvio que existe talento futbolístico. Y que hay razón pa-ra creer que el Juego Bonito puede hacer algo hermoso por Pakistán.

plomado de más de 90 dólares el barril a menos de 50 dólares.

Por todo el Ártico, desde Rusia hasta Noruega y Canadá, los proyectos frente a la costa ya han resultado decepcio-nantes. Tras perforar ocho pozos explo-ratorios frente a Groenlandia en 2011 y 2012, Cairn Energy, una compañía esco-cesa, los abandonó. Chevron pospuso la exploración en aguas canadienses del Mar de Beaufort en diciembre, seguido en junio por un consorcio que incluye a ExxonMobil y BP.

Las sanciones estadounidenses im-puestas después de que Rusia anexó Cri-mea el año pasado obligaron a Exxon-Mobil a retirarse de una coinversión en el Mar de Kara con el gigante petrolero paraestatal Rosneft, que ha tenido que suspender sus planes de perforación allí mientras busca nuevos socios.

Las dificultades para extraer crudo y gas del Ártico son abrumadoras. Los inviernos son largos y oscuros, y los mares árticos, pese a reducciones en la placa de hielo permanente, aún están atascados con icebergs y hielo flotante, mientras que las intensificantes tor-mentas han amenazado a barcos o pla-taformas petroleras incluso durante el verano. La tundra pantanosa en la costa complica la construcción de oleoductos e instalaciones de apoyo.

“Cuando la gente dice que el Ártico es la siguiente frontera y que hay un gran potencial de recursos, por supuesto que existe el riesgo de que sea una exagera-ción”, dijo Jon Marsh Duesund, de Rys-tad Energy, consultoría global con sede en Noruega.

Teriberka, un pueblo de mil habitan-tes en el Mar de Barents, es donde las

ambiciones de Gazprom frente a la costa chocaron con la dura realidad del Árti-co.

Era un próspero pueblo pesquero en la era soviética, con procesadoras de pescado, pero entró en decadencia en los setenta con la llegada de la pesca in-dustrial. La población de 6.000 descen-dió, los muelles de madera se derrum-baron y los botes pesqueros que alguna vez trajeron bacalao fueron hundidos deliberadamente en la bahía.

La villa acogió los planes de Gazprom de aprovechar un enorme yacimiento de gas, llamado el Shtokman, que fue des-cubierto en 1988 a unos 600 kilómetros frente a la costa.

Tras forjar tratos con Total y Statoil, Gazprom inició la construcción del ca-mino en Teriberka, donde esperaba construir terminales para procesar y

enviar el gas licuado.Sin embargo, después de años de tra-

bajo, los planes de Rusia para el proyec-to se vieron abrumados por enormes retos técnicos, el cambiante mercado energético y finalmente la crisis finan-ciera global de 2008 y 2009.

Rusia, como el productor de gas natu-ral más grande del mundo, se encontró batallando para competir frente a su-ministros alternos a países europeos ansiosos por reducir su dependencia del gobierno de Vladimir V. Putin aun cuando los precios caían significativa-mente.

Statoil se retiró en 2012, dando por perdidos más de 335 millones de dólares en costos. Total renunció a 350 millones de dólares el año pasado y, de acuerdo con reportes noticiosos rusos, devolvió su participación del 25 por ciento del

proyecto a Gazprom en junio.Pese a las promesas de Gazprom de

reanudar las perforaciones —en 2014, luego en 2016 o 2019— los residentes de Teriberka se han resignado respec-to al auge que nunca ocurrió. Los con-tratistas que llegaron en tropel se han marchado y el enorme terraplén donde Gazprom construyó un camino sin pa-vimentar termina en un acantilado ro-coso.

“Construyeron el camino”, señaló Igor V. Abanosimov cuando un vecino lamentó que el proyecto había efectua-do pocos cambios. Abanosimov posee una serie de cabañas flotantes que ren-ta, soñando, quizás improbablemente, en desarrollar un club de yates y otras amenidades que podrían atraer a turis-tas en lugar de compañías de energía. El Ártico, dijo, tiene su propia alma.

Critican débil respuesta del Golfo Pérsico a la crisis migratoriaPor BEN HUBBARD

BEIRUT, Líbano — Los países árabes del Golfo Pérsico tienen algunos de los ingresos per cápita más altos del mun-do. Sus líderes hablan apasionadamente sobre el drama de los sirios y sus medios noticiosos financiados por el estado cu-bren continuamente la guerra civil siria.

Sin embargo, al tiempo que millones de refugiados sirios languidecen en otros lugares en Medio Oriente y mu-chos han arriesgado su vida para llegar a Europa o han muerto en el camino, las naciones del Golfo Pérsico han aceptado reubicar a sólo un pequeño número de refugiados.

Al tiempo que la crisis migratoria abruma a Europa, los grupos humani-tarios acusan cada vez más a los países árabes más ricos de no hacer lo suficien-te para ayudar.

Acentuando esas críticas está el pa-

pel turbio que han jugado países como Qatar y Arabia Saudita al financiar a los rebeldes que enfrentan al presidente Bashar al-Assad.

“Compartir la carga no tiene signi-ficado en el Golfo Pérsico y el enfoque saudita, emiratí y qatarí ha sido firmar un cheque y dejar que todos los demás li-dien con ello”, apuntó Sarah Leah Whit-son, de Human Rights Watch.

Hay cientos de miles de sirios en el Golfo Pérsico, donde la enorme riqueza petrolera y las poblaciones poco nume-

rosas han convertido a los países en ex-celentes destinos para trabajadores de naciones árabes más pobres, aunque no reciben ninguna de las protecciones o el apoyo económico que conlleva el esta-tus legal de refugio o asilo, ni una senda a la futura ciudadanía, beneficios que los países del Golfo Pérsico no otorgan.

Funcionarios y expertos en el Golfo Pérsico rechazan las críticas, al afir-mar que sus países han financiado ge-nerosamente ayuda humanitaria y que brindarles a los sirios la oportunidad de trabajar es mejor que dejarlos sin nada qué hacer en países económicamente problemáticos y míseros campamentos para refugiados.

“Si no fuera por los países del Golfo Pérsico, se esperaría ver a estos millo-nes de personas en un estado mucho más trágico del que están”, señaló Ab-dulkhaleq Abdulla, profesor de ciencias políticas en los Emiratos Árabes Uni-dos, que él dijo ya han recibido a más de 160.000 sirios en los últimos tres años.

A otros les irritan las críticas de Esta-dos Unidos y Occidente, a los que acusan de dejar que el conflicto supurara du-rante más de cuatro años mientras las fuerzas de Assad desplegaban armas químicas y bombardeaban áreas civi-les, provocando la huida de tanta gente.

“¿Por qué es que sólo hay interrogan-

tes sobre la postura del Golfo Pérsico, pero no sobre quién está detrás de la crisis, sobre quién la provocó?”, pre-guntó Khalid al-Dakhil, profesor en la Universidad Rey Saud, en Riad, Arabia Saudita.

Les achacó la culpa a Irán y Rusia, que han apoyado fuertemente a Assad y a su ejército mientras que al mismo tiempo se niegan a reasentar refugiados sirios.

Los países del Golfo Pérsico han con-tribuido con ayuda humanitaria. Este año, Arabia Saudita ha donado 18.4 mi-llones de dólares al fondo de respues-ta de las Naciones Unidas para Siria, mientras que Kuwait ha aportado más de 304 millones, lo que lo convierte en el tercer donador más grande del mundo. EE.UU. ha donado la mayor cantidad, 1.100.000.000 de dólares, y ha aceptado reubicar a unos 1.500 sirios.

Muchos sirios también han criticado al Golfo Pérsico por no querer compro-meter su alto nivel de vida.

“Los árabes del Golfo Pérsico están acostumbrados a que Occidente entre para solucionar el problema, y esta vez no lo ha hecho”, explicó Michael Stephens, director del Instituto Real de Servicios Unidos, en Qatar. “Esto ha dejado a muchas personas viendo el flo-rero hecho añicos en el piso y apuntando con el dedo”.

En Rusiaabandonan sueños parael Ártico

INTELIGENCIA/BINA SHAH

¿Meterá el fútbol un gol de equidad?

Bina Shah es autora de varios libros de ficción incluyendo “A Season for Martyrs”. Envíe sus comentarios a [email protected].

Un club de Karachi ve en el popular deporte un democratizador.

Elizabeth Gilbert, escritora conver-tida en gurú de la autoayuda, que se la pasó comiendo pizza y meditando en sus populares memorias de 2006, “Come, re-za, ama”, lanza un nuevo libro este mes titulado “Big Magic: Creative Living Beyond Fear” (Magia a lo grande: vivir creativamente sin miedo). En él, argu-menta que la creatividad no es dejar todo para ir en pos de una carrera como cantante de ópera o pintor. En lugar de ello, escribe, “hablo de una vida que es impulsada más fuertemente por la cu-riosidad que por el miedo”.

Obvio, buscar una vida más creativa no es una idea nueva. Robert Henri, profesor en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York, aconsejó a pintores y escultores en los años veinte que una vida artística tenía que ver tanto con la actitud como con la práctica.

Julia Cameron, que ha instruido a aspirantes a artistas en “El camino del artista: un curso de descubrimiento y rescate de tu propia creatividad”, argu-menta que puede cambiar el delicado equilibrio de las relaciones.

“Muchos encontramos que hemos desperdiciado nuestras energías crea-tivas al invertir en las vidas de otros”, escribe.

Otras personas perciben una vida creativa como una propuesta de trans-formación.

Sin embargo, a mucha gente no le

interesa un cambio total. Simplemente busca un respiro. Ésa es una razón por la que los libros de colorear para adultos son populares.

“Evocan lo que nos encantaba hacer de niños”, dijo Meg Leder, de Penguin Books.

La posibilidad de la autoexploración creativa está en todas partes, especial-mente en nuestros teléfonos. Ahora es fácil grabar y editar imágenes en nuestros celulares, lo cual hace que la conversión de la creatividad en un ac-tivo sea aún más pronunciada. “Como cultura, nos fascina la innovación”, dijo Aaron Rasmussen, uno de los fundado-res de MasterClass, una compañía de educación en línea.

El aspecto comunal también atrae. Algunos adultos se reúnen en el estudio Make Meaning, en Manhattan, para pintar tazas de cerámica y escuchar música.

Recientemente, Make Meaning organizó un evento para una firma de relaciones públicas que renovaba la imagen de los alimentos saludables de Lean Cuisine.

A los participantes se les pidió crear una pintura colorida con base en el símbolo de un chakra. La meta, dijo Ko-tulski, era estimular nuevas ideas sobre cómo vender alimentos congelados. “Es aceptable ser creativo y no ser un niño”, afirmó.

Tiene razón. En los cincuenta, un chimpancé embarrando pintura sobre un lienzo con un palo era considerado una parodia del expresionismo abstrac-to. Hoy, un mono puede tomarse una selfie bastante buena.

Viene de la página 1

Reparten culpas por el éxodo en una Siria que está presa de la guerra.

Responder a nuestros impulsos creativos puede ser muy beneficiosa

Hoy todos podemos ser

artistasViene de la página 1

E L M U N D O

DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2015 3THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por KIT GILLET

GIURGIULESTI, Moldavia — Al igual que muchas aldeas rurales por todo Eu-ropa, Giurgiulesti se empequeñecía. Los jóvenes se habían ido en busca de trabajo y mejores futuros. Los viejos se habían quedado, arando los campos y cuidando las uvas usadas para hacer vino.

Pero en fechas recientes, autos y ca-miones pasan por este poblado de unos 3.000 habitantes en su ruta hacia el río Danubio y hacia un puerto improbable-mente próspero. Tatiana Galateanu, de 53 años, alcaldesa de Giurgiulesti, dijo que toda la conmoción había creado un pequeño problema.

“Las casas son muy viejas, así que se ven afectadas por el intenso tráfico y los enormes camiones que usan la carrete-ra”, dijo Galateanu.

Pero es un problema que le alegra que exista. En vista de que la mitad de los 460 empleados del puerto provienen de la aldea, ha rejuvenecido a un lugar que el tiempo había olvidado. “Tiene gran im-portancia aquí”, dijo.

También la tiene para el resto de Mol-davia. El país sin salida al mar, con una población de 3.5 millones, es pobre, de-pende de la agricultura y se encuentra en el borde lejano de Europa. Alguna vez parte de la Unión Soviética, había depen-dido de sus vecinos más grandes, Ruma-nia y Ucrania, para tener acceso a bienes y comercio del extranjero.

Sin embargo, en 1999, en parte como intercambio por cederle un tramo dispu-tado de carretera a Ucrania, Moldavia recibió una franja de tierra de 450 metros a lo largo del Danubio que había estado en manos ucranianas desde la caída de la Unión Soviética.

En 2007, la terminal petrolera en el puerto de Giurgiulesti inició sus acti-vidades y en 2009, los primeros envíos partieron de su terminal de granos. Una pequeña terminal de contenedores abrió en 2012.

Lo que ahora se llama Puerto Inter-nacional Libre de Giurgiulesti puede recibir embarcaciones marítimas y ha jugado un papel importante como forma

de ganar acceso a mercados nuevos para Moldavia. El año pasado, el puerto incre-mentó su volumen de embarques en más de un 65 por ciento, dijo Thomas Moser, director general de Danube Logistics, que opera el puerto.

“No hay absolutamente ninguna his-toria o tradición de puertos o transpor-tación marítima en Moldavia”, dijo. “Así que ha sido bastante difícil, pero hemos logrado hacer que funcione”.

Sin duda, el puerto ha sido un salva-vidas para Giurgiulesti, a menos de un kilómetro\. La aldea está a tres horas en automóvil al sur de Chisinau, la capital y hasta que llegó el puerto había pocos mo-tivos para visitarla.

Parte del puerto aún está en cons-trucción, con obras que comenza-rán pronto para un segundo mue-lle. De ese modo habrá espacio para otra terminal de carga. “Entonces nos habremos acabado el espacio”, dijo Moser.

Hasta ahora se han invertido casi 60 millones de dólares en el puerto, que es

desarrollado por la compañía danesa Danube Logistics, con apoyo del Banco Europeo para la Reconstrucción y el De-sarrollo.

Giurgiulesti aún carece del alojamien-to, bares y otras propuestas que busca-rían quienes llegan a tierra. Pero eso po-

dría cambiar pronto. Llegará más dinero cuando la región le destine más impues-tos locales generados por el puerto.

“Tenemos muchos planes”, dijo Gala-teanu, quien mencionó reparaciones pa-ra la escuela. “La gente ya se ha ido, pero quizás algunos regresen”.

Por PASCALE BONNEFOY

SANTIAGO DE CHILE — Lo primero que hace Manuel Lincovil es echarle un vistazo a la orina. Lincovil, un machi, o líder espiritual y curandero de los indí-genas mapuche, observa cómo se asien-

ta el líquido, conocien-do así las experiencias, afecciones y penas de sus pacientes.

“Veo la muestra de orina y luego las líneas de la palma de sus ma-nos, y les digo cosas de

su vida entera”, afirmó Lincovil, senta-do afuera de una tradicional choza ma-puche, llamada ruca. Luego, profundiza en la historia personal de su paciente antes de recetar una dosis de diversas infusiones herbales.

Dentro de la ruca, varias mujeres ma-puches preparaban mezclas herbarias de unas 150 variedades de plantas, raí-ces y corteza de árboles. Cada brebaje es distinto, hecho para las necesidades individuales del paciente, de acuerdo con Lincovil, de 72 años, quien dos veces por semana recibe a docenas de pacien-tes en la ruca.

“Ésta no es medicina alternativa o complementaria”, enfatizó. “Es otro tipo de medicina”.

La ruca no yace en la cima de una montaña pintoresca en el sur de Chile. Se halla en el patio trasero de una bu-lliciosa clínica de salud pública en La Florida, un distrito de clase trabajadora en la capital, Santiago.

Mientras Lincovil lee la mano de un paciente, médicos y enfermeras en el Centro de Salud Familiar Los Castaños brindan atención médica al estilo occi-dental.

En los noventa, el Gobierno chileno emprendió un esfuerzo significativo pa-ra hacer que su sistema de salud pública fuera más incluyente, al introducir cui-dados de salud interculturales en zonas con poblaciones indígenas.

Sin embargo, en un giro inusual, estos programas atienden a una población predominantemente no indígena en

Santiago, señalan pacientes y curanderos mapuches. Hoy, la mayoría de los pa-cientes que consultan a Lin-covil en la ruca proviene de la comunidad no mapuche, comentó él. Tienden a ser chilenos en busca de una al-ternativa al sistema público

de cuidados de salud conocido por su falta de recursos y especialistas.

Para chilenos como Javier Cáceres, de 70 años, a quien se le extirpó un tumor de un riñón y empezó a consultar a un machi a fines de mayo, la atención indí-gena ofrece una alternativa.

La medicina mapuche combina cono-cimiento ancestral, rituales y espiritua-lidad, y busca abordar la raíz de una en-fermedad, no sólo los síntomas. Algunos pacientes y proveedores dicen que las conversaciones con el machi a menudo son terapéuticas.

“La gente enferma por alguna acción indebida; es su espíritu el que está afec-tando su salud”, indicó Samuel Melinao, de 45 años, un jefe mapuche de la comu-nidad Kallfulikan que opera el centro de salud.

“Algunas personas salen de aquí llo-rando, pero nadie sabrá jamás por qué. Eso no se ve en la medicina tradicional”.

Un nuevo puerto revive a una aldea moldava

Los cristianos de Hong Kong sufren nuevo acoso

La crisis financiera pone a prueba la amistad de Xi y PutinPor JANE PERLEZ

y NEIL MacFARQUHAR

BEIJING — La otrora aclamada rela-ción entre el presidente chino, Xi Jinping, y el líder ruso, Vladimir V. Putin, ha es-tado bajo presión a medida que las eco-nomías de sus países se han tambaleado.

Dos históricos tratos de energía firma-dos el año pasado para que gas natural ruso fluyera a China han logrado pocos avances y apenas fueron mencionados cuando los dos hombres se reunieron para sostener conversaciones este mes. El comercio bilateral que se pronosticó superaría los 100.000.000.000 de dóla-res este año sumó, en cambio, sólo unos 30.000.000.000 de dólares en los primeros seis meses, principalmente debido a una reducida demanda china de petróleo ru-so.

Putin ha disfrutado del estatus de Xi, quien encabeza una de las economías más grandes del mundo. Pero con la re-ciente agitación del mercado bursátil en China y el crecimiento económico más lento en 25 años, Beijing no podrá propor-cionar el contrapeso que Putin ha bus-cado contra las sanciones económicas impuestas a Rusia por Europa y Estados

Unidos tras su anexión de Crimea, por no mencionar los bajos precios del petróleo en todo el mundo.

“Rusia dependía de que China creciera e impulsara la demanda de sus materias básicas: petróleo, gas y minerales”, dijo Fiona Hill, especialista en el tema Rusia en el Brookings Institution en Washing-ton. “China era una alternativa a Euro-pa”.

El eje de la relación entre Xi y Putin fue un acuerdo, en mayo de 2014, de un trato a 30 años para que China compra-ra gas natural por la reportada suma de 400.000.000.000 de dólares, con la prime-ra entrega a realizarse para entre 2019 y 2021. Pero el precio nunca fue formal-mente anunciado, y es posible que con los precios en picada de los energéticos, el acuerdo tenga que ser renegociado, di-jo Jonathan Stern, presidente del consejo del programa de investigación de gas na-tural en el Instituto Oxford para Estudios de Energía, en Gran Bretaña.

Otro trato, por gas natural de Siberia Occidental, fue aprobado por los dos líde-res en noviembre en Beijing, pero no ha sido firmado un contrato formal, señaló Stern.

Lo que complica ese acuerdo es la in-capacidad de Rusia para pagar los ga-soductos, y el interrogante de si China necesita el gas ruso a tal grado como pa-ra financiar la construcción, dijo Edward C. Chow, miembro de alto nivel del Centro para Estudios Estratégicos e Internacio-nales, en Washington.

La élite del Kremlin se sintió “decep-cionada de que nada se hubiera materia-lizado con la rapidez que esperaban los

rusos”, indicó Alexander Gabuev, ana-lista de las relaciones ruso-chinas en el Carnegie Moscow Center.

La demanda rusa de bienes manufac-turados chinos ha caído en un 40 por cien-to, y la de ropa, 50 por ciento, comparada con hace un año, señaló Gabuev.

El volátil rublo ha vuelto recelosos a los inversionistas chinos, y los intentos por lograr que los sectores bancarios de los países trabajen juntos no han dado fru-tos, añadió.

Debido a que la meta de 100.000.000.000 de dólares en comercio con China pare-ce imposible de alcanzar este año, los 200.000.000.000 de dólares que los países habían proyectado para 2020 podrían también resultar demasiado optimistas, opinan las autoridades rusas.

Un enlace ferroviario de alta velocidad de Moscú a Beijing que China había dicho que construiría está en duda porque Chi-na, que es experto en tales construccio-nes, está exigiendo que Rusia lo costee.

La amistad entre Putin y Xi ha sido no-table y ha captado la atención de ambos países porque cada hombre trata de pro-yectar una imagen de poder y audacia. En reuniones globales, casi se pavonean juntos en el escenario. En una reunión de líderes de Asia en la isla indonesia de Ba-li, en 2013, Xi le regaló a Putin un pastel de cumpleaños. En Beijing, en noviem-bre, Putin le mostró a Xi las caracterís-ticas más atractivas de un celular ruso.

Ambos líderes presumen haber eleva-do los lazos entre sus naciones a una re-lación estratégica; Rusia y China recien-temente realizaron ejercicios navales conjuntos en el Mar Mediterráneo y Mar de Japón. Y se han unido en la ONU para oponerse a las iniciativas estadouniden-ses en Libia y Siria.

La Administración Obama ha respon-dido a la amistad con cierta indiferencia, al argumentar que Rusia inevitablemen-te será un pasivo para China, particular-mente en épocas económicas difíciles.

Como dice Douglas H. Paal, vicepresi-dente de estudios en la Fundación Car-negie para la Paz Internacional: “Was-hington parece pensar que Putin es más carga que ventaja para Beijing”.

Por JAVIER C. HERNÁNDEZ y CRYSTAL TSE

HONG KONG — Durante años, el reverendo Philip Woo, líder de una pe-queña iglesia protestante aquí, se ha deleitado en poner a prueba los límites de las restrictivas leyes chinas sobre la religión. Desde Hong Kong, ha pro-nunciado acalorados sermones sobre los derechos humanos, encabezado se-minarios sobre problemáticas sociales para estudiantes en el continente y or-denado a pastores sin permiso del go-bernante Partido Comunista.

Woo se quedó impactado cuando fue llamado por funcionarios de la Admi-nistración Estatal de Asuntos Religio-sos a comparecer del otro lado de la frontera. Recitaron una lista de leyes que, dijeron, había violado y le ordena-ron que desistiera.

La activa comunidad cristiana de Hong Kong tiene mucho tiempo de ser un imán para los visitantes de la Chi-na continental. Sin embargo, al tiempo que el gobierno del presidente Xi Jin-ping ha incrementado los esfuerzos por limitar la influencia del cristianismo en el continente, las actividades de algu-nas de las iglesias de Hong Kong se han vuelto blanco del escrutinio oficial.

En décadas recientes, el Partido Co-munista, oficialmente ateo, se ha vuel-to más tolerante en general a que las personas ejerzan su fe.

El cristianismo es la religión de cre-cimiento más vertiginoso en China, con por lo menos 67 millones de fieles, muchos de los cuales rinden culto en iglesias independientes o extraoficia-les, con frecuencia con la anuencia del Gobierno.

Sin embargo, Xi ha presidido sobre medidas enérgicas contra la sociedad civil, enfocándose en individuos y gru-pos con lazos extranjeros. El partido desde hace mucho ha asociado al cris-tianismo con subversivos valores occi-dentales y el año pasado los funciona-rios aceleraron esfuerzos por demoler iglesias, cerrar escuelas cristianas y retirar cruces.

Tradicionalmente, los líderes chi-nos han mostrado mayor indulgencia hacia Hong Kong, que fue un centro neurálgico para los misioneros cristia-nos bajo el gobierno británico. Hoy es hogar de unos 850.000 cristianos. Sin embargo, durante las manifestaciones pro democracia del año pasado, el par-tido comunicó su ansiedad respecto a la influencia de los cristianos aquí que llevan sus enseñanzas a la China con-tinental.

En marzo, a unas 100 personas de China continental se les impidió asis-tir a una reunión de más de 2.000 cris-tianos en Hong Kong, de acuerdo con

China Aid, un grupo cristiano de dere-chos humanos con sede en Texas. Va-rias personas dijeron que la policía les advirtió que ir a Hong Kong “causaría problemas”.

El reverendo John Qian, ex pastor en Hong Kong que ayuda a operar varios programas religiosos de caridad en la China continental, dijo que las autori-dades allí habían empezado a monito-rear de cerca su labor. La policía le ha dicho que necesita notificarles cuando visita a una iglesia en el continente, di-jo.

Cuando Woo fue llamado a compare-cer del otro lado de la frontera en julio, a las autoridades parecía molestarles su uso agresivo de los medios sociales pa-ra reclutar a estudiantes del continente a sus seminarios. Woo firmó una carta diciendo que había violado una ley chi-

na que prohíbe a los extranjeros reali-zar instrucción religiosa sin permiso, y se le permitió regresar a casa.

Ese mismo mes, unas 100.000 perso-nas, la mayoría de China continental, asistieron a una reunión anual de pro-testantes en Hong Kong conocida como Vuelta a Casa. David Zhang, de 21 años, estudiante de Tianjin, dijo que lo inspi-ró el énfasis en la acción social y el lla-mado a trabajar juntos para desterrar el mal, temas que rara vez escuchaba en el continente. “Cuando estamos en la iglesia allá en casa, a veces nos refre-namos un poco”, dijo.

Añadió que creía que la sociedad chi-na se estaba volviendo más abierta a la religión, pero que algunas personas aún la percibían como una amenaza, llevando al Gobierno a reaccionar de manera exagerada. “Sólo podemos rezar que nuestras acciones hablen más que los conceptos erróneos”, dijo. “Rezamos porque nuestro Gobierno y nuestros vecinos se vean iluminados”.

FOTOGRAFÍAS POR TOMAS MUNITA PARA THE NEW YORK TIMES

LAM YIK FEI PARA THE NEW YORK TIMES

El reverendo Philip Woo dijo haber sido reprendido por sus actividades religiosas.

En Chile, curanderos tradicionales atienden a indígenas. Manuel Lincovil, un curandero o machi, con un paciente. Una choza tradicional, o ruca (arr.).

DMITRY KOSTYUKOV PARA THE NEW YORK TIMES

Moldavia antes dependía de Rumania y Ucrania para bienes y comercio del extranjero, pero ahora tiene por fin su puerto.

AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

DIARIO DE SANTIAGO

La medicina no tradicional brilla en Chile

Xi Jinping y Vladimir V. Putin tenían ambiciosos planes conjuntos que ahora son puestos en duda.

E L M U N D O

4 DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por JODI RUDOREN

GAZA — El reporte médico detalla al-gunas condiciones preocupantes: disnea crónica —una dificultad para respirar que podría ser señal de enfermedades cardiacas o pulmonares— y asma bron-quial. Señala que la paciente, una mujer de 28 años de la Ciudad de Gaza, depende de “medicación continua” y un inhalador.

Pero la mujer no tiene ninguno de los dos padecimientos. Lo que sí tiene es un retiro de trabajo en Marruecos y familia-res en Europa que no ha visto en años. Al no poder obtener permiso para salir de Gaza por estas razones, dijo haber pa-gado 200 shekels (unos 50 dólares) a un doctor para que le escribiera un reporte médico falso, con la esperanza de unir-se a los cientos de pacientes palestinos a quienes se les permite salir cada mes para recibir tratamiento.

“No me siento culpable por mentir porque no te dejan otra opción”, dijo la mujer, quien insistió en permanecer en

el anonimato. “Sí me siento mal a causa de los doctores que hacen esto, porque lo manejan como un negocio. Explotan la situación”.

Ahora que Egipto prácticamente ha cerrado su frontera con Gaza, Israel per-mitió que alrededor del doble de gazatíes salieran por su cruce en Erez en la prime-ra mitad de 2015 comparado con el mis-mo periodo el año anterior. Pero los per-misos son reservados principalmente para comerciantes y pacientes médicos, y algunos doctores gazatíes dicen que han visto un aumento en las referencias médicas fraudulentas, lo cual retrasa las aprobaciones para casos legítimos.

Las solicitudes de pacientes de Gaza casi se cuadruplicaron en menos de una década, de 5.470 en 2006 a más de 18.000 en 2014; hubo 10.034 solicitudes en la pri-mera mitad de 2015. Tanto Bassem al-Ba-dri, un dermatólogo palestino que dirige la oficina de canalización médica de Ga-za, como Anita Vitullo, administradora

del proyecto de apoyo a la salud para los palestinos de la Organización Mun-dial de la Salud, dijo que los principales impulsores son la creciente población de Gaza y la escasez de medicamentos, equipo y personal en sus hospitales so-brecargados.

Sin embargo, Badri afirmó que “alre-dedor del 10 por ciento” de los solicitantes en realidad no requerían tratamiento y que había médicos en Gaza que cobraban de 200 a 2.000 dólares a los pacientes por referirlos innecesariamente a especia-listas.

La desesperación permea la oficina en la Ciudad de Gaza donde los residentes presentan solicitudes de derivaciones médicas. Nafiz Fati Ahmad Alouh, de 45 años, padre de seis hijos que ha recibido un diagnóstico de trombocitemia esen-cial, un raro trastorno de la sangre, dijo que fue tratado en un hospital de Jerusa-lén en abril, pero desde entonces había batallado para conseguir otro permiso.

“Cuando me muera, dirán que es el destino de Dios”, lamentó. “No es el destino de Dios; es negligencia”.

En diciembre, el sitio noticioso israelí Mako reportó el arresto de un hombre con papeles falsos que dijo a los interro-gadores que los había conseguido de una enfermera en el hospital Shifa, en la Ciu-dad de Gaza, quien cobra de 1.500 a 3.000 dólares por una derivación.

A la mujer que no padece disnea cró-nica, entonces, le dieron un buen precio. Dijo que el especialista de las vías respi-

ratorias que escribió su reporte nunca la examinó.

El médico, que trabaja en Shifa, negó su versión.

Un cirujano en Shifa, quien habló a con-dición del anonimato, dijo que comprar diagnósticos falsos o exagerados “se convierte en la norma”. Mencionó que un colega obtuvo una derivación médica por una hemorroide a fin de ir a Alemania para un empleo.

Por DAVID D. KIRKPATRICK

Mohamed Soltan tenía algo a su favor cuando la policía egipcia tocó a su puerta hace dos años: él era ciudadano de Esta-dos Unidos.

Los policías habían llegado en busca de su padre, Salah Soltan, un integrante de la Hermandad Musulmana sin pelos en la lengua. Pero cuando sólo hallaron a Mohamed Soltan y a tres amigos, la policía los arrestó a ellos, al igual que a decenas de miles de otros presuntos isla-mistas o disidentes liberales que fueron capturados tras el golpe de estado mili-tar, hace dos años.

Sin embargo, su ciudadanía estadou-nidense ayudó a Soltan, entonces de 25 años, a armarse de valor y hacer una huelga de hambre durante 16 de los 21 meses que estuvo en prisión, perdiendo más de 70 de sus 120 kilos de peso, con una estatura de 1.80 metros, y arriesgán-

dose a que le fallaran sus órganos en la creencia de que el gobierno de EE.UU. podría acudir en su ayuda.

Su ciudadanía desató tormentos es-peciales de los carceleros que buscaban quebrarlo, como cuando fue encerrado toda la noche en un cuarto con un hom-bre moribundo que gritaba de dolor y luego dejado solo con el cadáver todo el día siguiente.

Y su ciudadanía también es lo que aseguró su deportación a EE.UU, el 30 de mayo, gracias a la presión de la Casa Blanca, indican Soltan y diplomáticos de EE.UU.

Ahora, Soltan trata de aprovechar el suplicio que sufrió para jugar un nuevo

papel como voz para las decenas de miles de islamistas, izquierdistas y liberales que se siguen pudriendo en las prisiones egipcias.

En reuniones recientes en la Casa Blanca y el Departamento de Estado, Soltan ha relatado sus experiencias sin-gulares como alguien criado en el Medio Oeste de EE.UU. y como prisionero po-lítico en El Cairo para argumentar que los encarcelamientos masivos de Egipto perjudican los intereses de Washington, al radicalizar a jóvenes no violentos y convertirlos en milicianos antiestadou-nidenses.

“Tuve la fortuna de haber vivido la ex-periencia de la libertad y la democracia en EE.UU, así que pude transformar mi enojo en una huelga de hambre”, explicó Soltan. “Pero es probable que decenas de miles de otros reos sigan el camino opuesto.

“Lo que todos en la prisión tenían en común era que odiaban a EE.UU.”, narró.

Soltan es un rostro público inusual pa-ra las víctimas de la ofensiva de Egipto, que en su mayoría, al igual que su padre, son islamistas.

Declaró que nunca apoyó al presidente derrocado, Mohamed Morsi, de la Her-mandad Musulmana. (“Soy demasiado liberal para los islamistas y demasiado religioso para los liberales”, expresó). Pero se unió a la principal manifestación islamista contra el derrocamiento de Morsi por principios democráticos. Allí estaba el 14 de agosto de 2013, cuando las fuerzas de seguridad abatieron a casi mil manifestantes. Una bala le dio en el bra-zo y los médicos le tuvieron que colocar clavos para sostener el hueso.

La policía lo arrestó unos días después. Su padre fue encarcelado al mes.

En la prisión Tora, en El Cairo, fue re-cluido en un calabozo con otros 25 prisio-neros políticos, miembros de la Herman-dad Musulmana, milicianos jihadistas y activistas tendencias izquierdistas. Fue allí que empezó a pensar en una huelga de hambre como una alternativa a los exhortos de los jihadistas para unirse a ellos, recordó.

Los carceleros “te despojan de tu li-bertad. Barren el piso con tu dignidad. Se aseguran de que pierdas tu voluntad”, afirmó. “Pero la huelga de hambre in-vierte ese proceso”.

Varios prisioneros egipcios intentaron huelgas de hambre ese año, pero Soltan publicitó la suya con cartas abiertas en las que recordaba su vida en Ohio, que fueron publicadas en The New York Ti-mes y otros medios.

Los tres amigos arrestados con él pur-gan cadenas perpetuas. Su padre espera la pena de muerte.

Una huelga de hambre “no es lo más ló-gico que puedes hacer”, dijo Soltan. “Pe-ro en prisión —en Egipto en general— manda el poder. Pueden hacer lo que les venga en gana. Las cosas no necesaria-mente tienen que seguir la lógica”.

Venden reportes médicos falsos para salir de Gaza

Los iraquíes buscan como reformar su país

Un estadounidense es voz para los presos en Egipto

Afganos ven colapso de valores en ataques de infiltrados

ZACH GIBSON/THE NEW YORK TIMES

“Se aseguran de que pierdas tu voluntad. La huelga de hambre

invierte ese proceso”.

MOHAMED SOLTANEstadounidense preso en Egipto

Por ROD NORDLAND

KABUL, Afganistán — Abdul Latif, de la provincia norteña de Kunduz, juró que se vengaría de los talibanes que mataron a su padre, así que se ofreció como volun-tario para unirse a una de sus unidades y pasó dos meses tratando de ganarse su confianza. Hace unos días, él y un amigo mataron a tiros a 13 de ellos, principal-mente mientras dormían, dijeron él y la Policía.

Fue aclamado como héroe por la Po-licía, que confirmó que estaba bajo pro-tección tras haberse infiltrado con los insurgentes.

En la provincia sureña de Helmand, dos infiltrados talibanes se unieron a la Policía, y fueron asignados a una unidad de 10 hombres. Pusieron pastillas para dormir trituradas en la cena, para luego matar a tiros a los otros ocho policías dor-midos, informaron las autoridades loca-les. Los talibanes se jactaron del ataque en su website.

En un país que por mucho tiempo se ha enorgullecido del “Pashtunwali”, un estricto código de conducta que otorga privilegios de invitados incluso a los ene-migos, muchos afganos han empezado a ver la reciente avalancha de ataques infiltrados como una señal más de la de-cadencia moral causada por casi 40 años de guerra.

El ataque en Helmand pareció ser el quinto asesinato de policías cometido por infiltrados en un mes, la mayoría droga-dos y ejecutados mientras dormían.

Muchos afganos encuentran difícil re-conciliar tales ataques, particularmente en el corazón pashtun de Helmand, con el Pashtunwali, que valora la hospitali-dad, la rectitud, la valentía en la batalla, la lealtad y el respeto por uno mismo y los demás.

“Décadas de guerra nos han costado no sólo miles de vidas, sino que han da-ñado espiritualmente a nuestra gente y dejado una cultura desafortunada y hostil”, dijo Zubair Shafeeq, director del periódico Wesa, en Kabul. “Los afganos, famosos por respetar los valores medu-

lares del Pashtunwali, se han olvidado de lo que es nuestra ética cultural y tra-dicional”.

En Kunduz, Latif dijo que pasó dos me-ses en compañía de una unidad talibán en el distrito de Imam Sahib, un área pashtun que desde hace mucho tiempo ha sido una fortaleza insurgente, pero también fuertemente disputada. Su pa-dre era uno de los aldeanos que se unie-ron a un levantamiento para expulsar a los talibanes de su región y fue asesinado por ello, lo que llevó a su hijo de 20 años a maquinar la venganza.

Mientras viajaba con los insurgentes, Latif se mantuvo en contacto vía teléfono celular con la policía afgana y funciona-rios de inteligencia, dijo en una reciente

entrevista telefónica.“Buscaba un buen lugar para hacerlo

y finalmente tuve una oportunidad así que llamé a la policía y dije, ‘oigan, voy a hacerlo hoy’, y me dieron luz verde, así que lo hice”, narró Latif. Tuvo a un alia-do en otro joven, Ghullam Hazrat, de 19 años, quien se había unido directamen-te en una capacitación religiosa en una madrasa y que, según dijo Hazrat, estaba horrorizado por el comportamiento in-moral de los combatientes talibanes, in-cluyendo la práctica de bacha bazi, en la que los jovencitos son obligados a vestir de muchachas, bailar y tener relaciones sexuales con los hombres mayores.

El ataque infiltrado talibán en la pro-vincia de Helmand ocurrió en el distrito de Garmsir. Luego de que dos infiltrados pusieron las pastillas para dormir en la cena, abrieron el puesto policiaco a los talibanes en las primeras horas de la ma-ñana, que ayudó a matar a los otro ocho que dormían.

Una semana antes, en el mismo distri-to, en lo que al parecer fue el cuarto ata-que infiltrado en la provincia en el último

mes, un comandante de la Policía desertó para unirse a los talibanes y mató a su cocinero cuando se negó a desertar con él, dijo Mohammad Asif, miembro del consejo del distrito.

“El rebaño de ovejas está siendo comi-do por sus propios perros guardianes”, dijo Hajji Abdul Ghani, director del co-mité de seguridad en Garmsir. Atribuyó los ataques de infiltrados a la baja moral entre los policías, que sufren escasez de armas y provisiones, abuso de drogas y comandantes más preocupados por un ingreso corrupto que por combatir.

“Parece que la gente está demasiado débil ahora para el Pashtunwali”, dijo Ghani.

El Pashtunwali como sistema ético exi-ge apertura y justicia, explicó Hajji Atta Mohammad Ahmadi, director del conse-jo de paz, en Kandahar. “Uno tiene que ser franco tanto con amigos como con los enemigos”, dijo. “De ninguna manera se permite drogar y matar a personas inde-fensas. Estas cosas que suceden ahora en Afganistán violan los principios del Pashtunwali”.

Por TIM ARANGO

BAGDAD — Rodeados por el clamor de la manifestación —un mar de ban-deras iraquíes, vendedores ofreciendo café, manifestantes cantando el himno nacional y despotricando contra los po-líticos— dos amigos hicieron una pausa y describieron sus sueños.

“Quiero encontrar una oportunidad de trabajo”, dijo uno de ellos, Yasir Ab-dulrahman, de 21 años, que reciente-mente se recibió de ingeniero, pero está desempleado. “Quiero construir un país. Quiero una oportunidad”.

Su amigo Hussein Ali, de 22, abando-nó la universidad para mantener a su familia como taxista. Dijo que hasta el espectro de los atentados con bombas no lo alejaría de la plaza. “Sólo pensa-mos en las reformas”, comentó. “Si quie-res un cambio, tienes que sacrificarte”.

Durante varios viernes, miles de ira-quíes mayoritariamente jóvenes y lai-cos se han reunido en la plaza Tahrir, en el centro de Bagdad, para exigir el cam-bio. Al principio, las demandas eran pequeñas, como mejorar la electricidad en medio de una ola de calor. Pero la lista se ha vuelto más larga y compleja: componer el sistema judicial, exigir que funcionarios corruptos rindan cuentas, sacar la religión de la política.

Las protestas han llegado a eclipsar la lucha contra el Estado Islámico, la principal preocupación de Irak durante el año pasado.

El primer ministro Haider al-Abadi

anunció una serie de amplias medidas para aplacar a los manifestantes. Hizo un llamado a la eliminación de varios puestos gubernamentales de alto ran-go; el fin de las cuotas sectarias en la política; una reducción de los ministe-rios; y una nueva campaña para elimi-nar la corrupción.

Varias semanas después, pocas de las medidas se han llevado a cabo.

Los iraquíes han notado una modes-ta mejora en la electricidad, pero poco más. “Aparte de eso, realmente no ha cambiado nada para la gente en la ca-lle”, dijo Sajad Jiyad, analista iraquí radicado en Londres y Bagdad quien en ocasiones asesora al Gobierno. “Tiene que satisfacer las demandas de la gen-te, pero no puede ir demasiado rápido y

disgustar a la élite política”.No obstante, por primera vez en mu-

cho tiempo se les ha dado a los iraquíes el espacio para ventilar sus quejas. Las fuerzas de seguridad del país han pro-tegido a los manifestantes en lugar de disparar contra ellos, como hicieron en 2011 cuando los iraquíes, tras las revuel-tas de la Primavera Árabe en Egipto y Túnez, buscaron fomentar su propia revolución.

A un nivel más profundo, las mani-festaciones representan un ajuste de cuentas popular con el legado estadou-nidense en Irak, con el sistema político corrupto y disfuncional que ha existido desde que las fuerzas de Estados Uni-dos invadieron al país en 2003.

Para muchos de los jóvenes manifes-tantes, la invasión es el acontecimiento más formativo de sus vidas. Cuando empezaron a caer las bombas estadou-nidenses, indicó Abdulrahman, “fue aterrador, pero mis padres me dijeron que era bueno”.

“Pensamos que seríamos liberados”, agregó. “Eliminaron a Saddam y traje-ron a 100 saddams más”.

KARIM KADIM/ASSOCIATED PRESS

Las demandas de mejores servicios púbicos en Irak se han intensificado. Una protesta masiva en Bagdad.

THAIER AL-SUDANI/REUTERS

Los miles de manifestantes que se reúnen los viernes en la plaza Tahrir suelen ser jóvenes y laicos.

Los policías de Bagdad ya no disparan contra los inconformes.

Merna Thomas contribuyó con reportes a este artículo.

Najim Rahim contribuyó con reportes a este artículo.

El uso del engaño como estrategia viola el código de honor en Afganistán.

WISSAM NASSAR PARA THE NEW YORK TIMES

Las solicitudes para salir de Gaza casi se cuadruplicaron

de 2006 a 2014. El fraude desacelera

la aprobación de los pedidos genuinos.

í

D I N E R O Y N E G O C I O S

DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2015 5THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por MARK SCOTT y NICOLA CLARK

BERLÍN — Varias compañías de me-dios y casas editoriales importantes de Alemania, Francia y otros países se reu-nieron en privado durante el verano con funcionarios europeos con el fin de abor-dar propuestas para regular la economía digital europea. Y un tema medular en casi todas las conversaciones fue limitar el alcance de una sola empresa estadou-nidense: Google.

Al tiempo que los europeos toman la delantera global en regular internet y frenar a las compañías tecnológicas de EE.UU, los viejos medios del continente —casas editoras de periódicos y revistas influyentes— están surgiendo como uno de los adversarios más persistentes de Google.

Con Google atrayendo la atención y los ingresos publicitarios que alguna vez fueron para las editoriales, el objetivo es encontrar formas de hacer más dinero al reforzar las reglas de derechos de autor y limitar el poder de Google como una pla-

taforma publicitaria.Las casas editoras, incluyendo a Axel

Springer de Alemania y Legardère de Francia, discutiblemente son las que más podrían perder a causa del dominio de Google y otras compañías tecnológicas estadounidenses, ahora que buscan in-gresos en la red para reemplazar las pér-didas en lo impreso. Algunas editoriales se han volcado al comercio electrónico y las redes sociales, lo que ha intensificado la rivalidad con Google y otros.

Primero, las casas editoras se enfoca-ron en la investigación antimonopolio que aún realiza Europa sobre si Google favorecía a sus propios servicios por en-cima de los de sus rivales. Ahora están ampliando sus objetivos de maneras que podrían obstaculizar el alcance de Goo-gle aún más, afirman ejecutivos de la in-dustria y promotores tecnológicos.

Google y algunas otras compañías ya enfrentan una férrea resistencia regu-latoria en Europa. Apple, Amazon y Fa-cebook ya son blanco de investigaciones

antimonopolio, fiscales y de privacidad en el bloque de 28 miembros. Si se deter-mina que Google infringió las reglas, podría enfrentar miles de millones de dólares en multas.

Google dijo en una respuesta que sus productos de búsqueda no dañan la com-petencia en línea.

Varias asociaciones comerciales se han reunido con Friedrich Wenzel Bulst, un alto funcionario antimonopolio euro-peo, y otros reguladores para impulsar límites más estrictos a nivel Europa sobre cómo pueden Google y otros uti-lizar el contenido en línea de las casas editoras. Muchas de éstas impulsan las reglas como parte de una reforma espe-rada a las políticas de derechos de autor a realizarse a fines de año por Günther

Oettinger, un comisionado europeo con vínculos a la industria editorial alemana.

Si se aprueban las reglas, Google con el tiempo podría tener que pagar a grupos de periódicos y revistas cada vez que se muestran enlaces a su contenido. Reglas similares de derechos de autor ya han si-do aprobadas en varios países europeos, pero hasta ahora han resultado ser un tiro por la culata para las casas editoras. En Alemania, Google retiró a muchas organizaciones locales de su servicio no-ticioso, que llevó a una caída drástica en el tráfico en línea en los sitios de algunos periódicos. Las casas editoras locales con el tiempo decidieron obviar cual-quier cargo potencial.

“El argumento es bastante simple: las casas editoras quieren que Google les pague”, dijo Till Kreutzer, un abogado alemán que se opone a las nuevas pro-puestas de derechos de autor.

Mathias Döpfner, director ejecutivo de Axel Springer, escribió una carta abierta el año pasado sobre la desavenencia en-tre las casas editoras y Google. “Le tene-mos miedo a Google”, dijo.

Le apuntan aMcDonald’sen el mundo

Abunda trabajo para programadores

Las editoriales europeas se resisten a Google

Acechan fábricas ‘zombis’ a la economía china

Por STEVE LOHR

SAN FRANCISCO — Después de que Paul Minton obtuvo su título universita-rio, trabajó como mesero, pero siempre sintió que debía hacer más.

Así que Minton, licenciado en mate-máticas de 26 años, tomó un curso de tres meses en programación de computado-ras y análisis de datos. Como mesero, percibía 20.000 dólares al año. El año pa-sado, su sueldo inicial como científico de sistemas en una compañía en desarrollo de internet, en San Francisco, rebasó los 100.000.

El flujo de dinero hacia la tecnología desemboca más allá de los inversionistas y los emprendedores, hasta la fuerza la-boral digital más amplia, especialmente a quienes pueden programar código mo-derno, el idioma del mundo digital.

Las compañías en casi toda industria van en pos de algún tipo de plan de juego digital. “Esta es gente hábil y talentosa que busca una rampa de acceso a la in-dustria tecnológica”, dijo Jim Deters, di-rector ejecutivo de Galvanize, la escuela

a la que asistió Minton.Aún está por verse si la rampa de ac-

ceso resulta ser una senda perdurable a salarios altos y empleos estimulantes. Los altibajos cíclicos en la industria tec-nológica pueden ser angustiantes, como el más reciente bache económico a prin-cipios de la década de 2000, tras el estalli-do de la burbuja de las punto com.

Glassdoor, una bolsa de trabajo en lí-nea, tiene más de 7.300 vacantes para in-genieros de software, más que el número de vacantes para enfermeras, quienes escasean crónicamente.

En marzo, la Casa Blanca anunció una iniciativa, TechHire, para coordinar los esfuerzos del gobierno federal, de ciuda-des, de corporaciones y de escuelas para capacitar a los trabajadores para las va-cantes en el sector tecnológico.

El alumno típico es “una persona de 29 años que cambia de campo laboral”, dijo Liz Eggleston, de Course Report, que da seguimiento a esos planteles.

Una manera de ocupar vacantes en tecnología sería atrayendo más muje-

res. En 2013, sólo el 18 por ciento de los egresados de sistemas en universidades estadounidenses de cuatro años era mu-jer. En contraste, el 35 por ciento de los alumnos en planteles especializados en programación es mujer.

Entre escuelas, la duración promedio del curso es de poco menos de 11 sema-nas, y el costo es de 11.000 dólares. El curso de programación de internet de 24 semanas de Galvanize se cuenta entre los más costosos, en 21.000 dólares.

Savannah Worth, de 22 años, concluyó el curso de Galvanize y fue contratada por IBM como desarrolladora de softwa-re en San Francisco. Ella percibe 100.000 dólares anuales.

Las compañías reclutan para satisfa-cer necesidades inmediatas, pero con el futuro en mente. “Buscamos contratar gente con la capacidad de aprender”, ex-plicó Rachel Reinitz, ingeniera distingui-da en IBM y jefa de Worth. “La tecnología cambia muy rápido”.

Por NOAM SCHEIBER

McDonald’s se volvió global hace mucho tiempo. Y en fechas recien-tes, la campaña anti McDonald’s ha comenzado a seguirlo por todo el mundo.

El esfuerzo liderado por los sindi-catos para elevar salarios y organi-zar a los trabajadores de las cadenas de comida rápida en Estados Unidos expande su enfoque más allá de las protestas organizadas en EE.UU. —su punto más fuerte durante casi tres años— para destacar las acciones de McDonald’s en otros países con la es-peranza de que reguladores extran-jeros ejerzan mayor presión sobre la compañía.

Los esfuerzos tienen como propósi-to basarse en el éxito de la campaña anti McDonald’s para elevar los sala-rios de los trabajadores de estableci-mientos de comida rápida en EE.UU.

Sin embargo, también es un reco-nocimiento tácito de que el segundo objetivo importante de la campaña, un sindicato para trabajadores en McDonald’s y otros restaurantes, aún es esquivo. Los activistas pla-nean enfocar su atención en McDo-nald’s en los mercados extranjeros, donde la compañía ha sido más lu-crativa en tiempos recientes, como forma de atraerlo a la mesa de nego-ciaciones en EE.UU.

Scott Courtney, funcionario de la Unión Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por sus siglas en inglés) y arquitecto de la así llamada campaña Lucha por 15, expuso el nue-vo enfoque: “Veo esta conversación como punto de partida de una cam-paña que ha sido vista públicamente como huelgas y demandas en torno a 15 dólares y al sindicato. Nos propo-nemos preparar lo que podamos, lo que sabemos en este momento, para luego aventurarnos a llevar nuestro caso a otros foros en otoño y en el próximo años según se requiera”.

Con ese fin, docenas de legislado-res, líderes sindicales y trabajadores de McDonald’s en todo el mundo se reunieron el mes pasado en Brasi-lia, la capital de Brasil, para llamar la atención sobre sus acusaciones contra McDonald’s. Como parte del evento, un comité del senado brasile-ño escuchó testimonios de Courtney y otros.

La campaña dice que hay prácticas laborales abusivas en los restauran-tes McDonald’s en todo el mundo, que la corporación intenta evadir im-puestos en Brasil y que la evasión fis-cal y las prácticas anticompetitivas son comunes en toda Europa.

Steve Easterbrook, el nuevo di-rector ejecutivo de la compañía, ha iniciado lo que él ha llamado un plan para un giro de 180 grados que “re-gresaría los mercados cruciales a un crecimiento sostenible al recuperar la confianza y lealtad de los clientes”.

Aún así, McDonald’s enfrenta otros desafíos laborales.

Hace poco, la Junta Nacional de Relaciones Laborales de EE.UU. re-chazó una apelación de McDonald’s en un caso que decidirá si la compa-ñía es patrón, de manera conjunta, de los empleados en sus franquicias.

Además, la Comisión Europea co-menzó a investigar acusaciones de una coalición de sindicatos europeos y estadounidenses y de activistas antipobreza de que McDonald’s ha evadido más de mil millones de euros en impuestos en Europa entre 2009 y 2013. Un sindicato brasileño presen-tó una queja de que McDonald’s ha tomado medidas para evitar pagar impuestos también ahí.

Mas el mérito de cada queja podría ser secundario ante el esfuerzo labo-ral general de representar a McDo-nald’s como ciudadano corporativo que no cumple la ley.

“McDonald’s podría tomar este camino de que se plantee una cues-tión tras otra que serán expuestas al público”, dijo Courtney. “O puede de-cir, ‘vamos a darle un giro a nuestra reputación como compañía’”.

Por MICHAEL SCHUMAN

Miao Leijie pierde dinero en cada tone-lada de cemento que su compañía produ-ce. Pero detener la producción no es una opción.

Cuando la planta abrió, en 2011, para abastecer a las industrias inmobiliaria y de infraestructura en Changzhi, ciudad del norte de China, la compañía recaudó la mayor parte del dinero inicial de los bancos. Ahora, Miao, director general de la fábrica, necesita seguir producien-do cemento simplemente para que la em-presa pueda pagar los intereses de sus préstamos.

Será difícil que el negocio, la Lucheng Zhuoyue Cement Plant, salga de sus problemas. Los clientes y las inversio-nes escasean, y la compañía está pidien-do más préstamos para mantenerse a flote.

“Si detenemos la producción, las pér-didas serían aplastantes”, afirmó Miao. “Estamos trabajando para el banco”.

Changzhi y sus alrededores están repletos de fábricas de cemento medio muertas y plantas silenciosas en hiber-nación, un escalofriante telón de fondo para la problemática economía china.

Igual que muchas ciudades indus-triales de toda China, Changzhi, que se expandió agresivamente durante el prolongado auge de inversiones del país, tiene demasiadas fábricas y muy poca demanda. Esa capacidad excedente, in-dican muchos economistas, tendrá que ser eliminada para que la economía chi-na regrese a un crecimiento saludable.

Pero en lugar de cerrar, Lucheng Zhuoyue y otras compañías de Changzhi avanzan con dificultad en una especie de marcha de los muertos vivientes.

Para proteger los empleos y las plan-tas, el Gobierno y sus bancos a veces mantienen abiertos los negocios no ren-tables al reestructurar préstamos, pro-porcionar crédito nuevo u ofrecer otra ayuda. Es una extraña táctica de nego-cios, pero parte de una estrategia para mantener la estabilidad social, un obje-tivo del liderazgo de China.

Estrategias similares han sido inten-tadas con anterioridad. En Japón, tales negocios, conocidos como “compañías

zombis”, son culpados de contribuir a los 20 años de estancamiento económico nipón.

Changzhi, ciudad de 3 millones de ha-bitantes, depende de la manufactura de acero y otras industrias pesadas. A me-dida que crecía el mercado inmobiliario y el Gobierno invertía dinero en infraes-tructura, aparecieron fábricas de cemen-to en las orillas de la ciudad para sacar provecho de la bonanza, creando cientos de empleos bien remunerados.

Pero la economía china está en desace-leración, lo que amenaza a esa riqueza. El PIB se expandió 7 por ciento en el se-gundo trimestre de 2015. Es el ritmo más lento para China en 25 años y ayudó a encender una dramática liquidación en mercados bursátiles alrededor del mun-do.

Algunas industrias están colapsando y los departamentos vacíos construidos durante el auge ahora agobian al sector inmobiliario. Los hombres de negocios en Changzhi se quejan de que los proyectos de construcción apoyados por el gobierno

local también han sido recortados.Como resultado, las cementeras de

Changzhi cargan con un exceso de capa-cidad. La Huatai Cement Clinker Com-pany ha producido sólo 200.000 toneladas de cemento este año, aun cuando puede producir 1 millón.

Como empresa estatal, Huatai ha se-guido operando con la ayuda de asisten-cia especial. La empresa obtiene carbón a crédito y tiene acceso a préstamos ba-ratos de su compañía matriz, propiedad del gobierno de la provincia. Eso ha per-mitido que la administración conserve a sus 300 trabajadores en la nómina, la principal prioridad de la compañía.

La situación también complica las co-sas para obreros sin la suerte de conser-var sus empleos. En el Changzhi Cement

Group, donde el único sonido es el ladrido de un perro, una ex electricista de la com-pañía, Zhao Liwei, ve televisión en un de-crépito cuarto para conserjes. Hace dos años, cuando la producción se detuvo, sus cheques de pago dejaron de llegar. Como la fábrica nunca fue cerrada for-malmente, la mayoría de los trabajado-res no ha recibido pagos de liquidación, dijo Zhao.

Durante años, el empresario Wang Xiaohu invirtió 20 millones de renminbis, o 3.1 millones de dólares, en Changzhi Ruili Building Materials Ltd., que puede producir 300.000 toneladas de cemento al año. Ahora, la fábrica es vigilada por un solitario y anciano guardia de seguridad. Wang se vio obligado a parar la planta hace unos 18 meses, despidiendo a casi todos sus 100 empleados.

Sin embargo, Wang conserva la maqui-naria, y espera mejores épocas. “Muchas de las cementeras pequeñas y medianas aquí están igual”, dice Wang. “Son esca-sas las posibilidades de que vuelvan a abrir”.

Hacen lobby global para presionar a la firma en EE.UU.

FABRIZIO BENSCH/REUTERS

ANDRE PENNER/ASSOCIATED PRESS

Funcionarios sindicales de 20 países se unieron en un mítin para trabajadores de McDonald’s en Brasil.

FOTOGRAFÍAS POR ADAM DEAN PARA THE NEW YORK TIMES

MAX WHITTAKER PARA THE NEW YORK TIMES

La fábrica Changzhi Cement Group detuvo la producción hace dos años, pero nunca cerró formalmente, y los obreros nunca recibieron su liquidación. Sacos de cemento en la planta, un trabajador en el cuarto de control y pilas de carbón en la cementera Shawang en bancarrota (de arr. izq.).

Google quitó a algunas organizaciones alemanas de su servicio noticioso y el tráfico en línea en los sitios periodísticos bajó.

EN LÍNEA: PLANTAS INACTIVASImágenes de industrias que dan pérdidas, pero siguen sin cerrar:nytimes.com Busque ‘Changzhi’

Este año, unos 16,000

alumnos egresarán de

las escuelas de programación, el doble que al concluir 2014.

C I E N C I A Y T E C N O L O G Í A

6 DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Los científicos ayudan a combatir una plaga

La ciencia pierde terreno ante versiones propias de la verdad

Modifican genes donde fallan los pesticidas

Repiten estudios psicológicos con diferentes resultadosPor BENEDICT CAREY

Un meticuloso esfuerzo de años para reproducir 100 estudios de psicología ha encontrado que más de la mitad de los ha-llazgos no se sostenía cuando se repetían las pruebas.

El análisis fue realizado por psicólo-gos investigadores, muchos de los cuales dedicaron su tiempo voluntariamente a verificar lo que consideraban trabajos importantes.

Sus conclusiones, reportadas reciente-mente en la revista Science, han confir-mado los peores temores de los científi-cos a quienes les preocupaba desde hace mucho tiempo que el campo necesitara una fuerte corrección.

Los estudios examinados eran consi-derados parte del conocimiento medular gracias al cual los científicos entienden la dinámica de la personalidad, las rela-ciones, el aprendizaje y la memoria. Los terapeutas y educadores dependen de esos hallazgos para ayudar a guiar sus decisiones y el hecho de que tantos de esos estudios fueran puestos en tela de juicio podría sembrar dudas en los fun-

damentos científicos de su labor.“Creo que sabíamos o sospechábamos

que la literatura tenía problemas, pero verlo tan claramente, en una escala tan grande, no tiene precedentes”, dijo Jelte Wicherts, profesor asociado en el Depar-tamento de Metodología y Estadísticas en la Universidad Tilburg, en Holanda.

Más de 60 de los estudios no se sostu-vieron. Entre ellos estaba uno sobre el libre albedrío. Se encontró que los par-ticipantes que leían un pasaje que argu-mentaba que su comportamiento es pre-determinado tenían más probabilidades de hacer trampa en un test subsecuente, que aquellos que no habían leído el pasa-je.

Otro involucraba el efecto de la distan-cia física en la cercanía emocional. Los voluntarios a quienes se pidió trazaran dos puntos que estaban muy separados en papel cuadriculado más tarde repor-taron un apego emocional más débil a familiares, comparados con participan-tes que habían graficado puntos más cercanos.

Un tercer estudio fue sobre la prefe-

rencia de parejas. Era más probable que las mujeres en una relación calificaran altamente el atractivo de hombres solte-ros cuando ellas estaban muy fértiles, en comparación con cuando estaban menos fértiles.

En estudios repetidos, los investigado-res encontraron efectos más débiles en los tres experimentos.

El proyecto comenzó en 2011, cuando un psicólogo de la Universidad de Vir-ginia decidió averiguar si la ciencia sos-pechosa era un problema generalizado. Reclutó a más de 250 investigadores, identificó los 100 estudios publicados en 2008, y rigurosamente volvió a realizar los experimentos en estrecha colabora-ción con los autores originales.

El nuevo análisis, llamado el Proyecto de Reproducibilidad, no encontró eviden-cia alguna de fraude. Más bien, concluyó que la evidencia para la mayoría de los hallazgos publicados no era tan sólida como se afirmó originalmente.

John Ioannidis, director del Centro de Innovación de Meta-Investigación de la Universidad de Stanford, que alguna vez estimó que la mitad de los resultados pu-blicados en medicina estaban inflados o equivocados, señaló que la proporción en psicología era aún mayor de lo que había pensado.

El reporte aparece en un momento en que el número de retractaciones de estudios publicados está en aumento en muchas disciplinas. Los científicos han apuntado a una cultura hipercompeti-tiva en toda la ciencia que favorece los resultados novedosos y atractivos y pro-porciona poco incentivo para que los in-vestigadores repliquen los hallazgos de otros, o para que las revistas publiquen estudios que no logran un resultado lla-mativo como desenlace.

El acto de verificar la labor de otro

científico ha sido divisivo.“No hay duda de que la repetición es

importante, pero con frecuencia es só-lo un ataque, un ejercicio de justicieros clandestinos”, dijo Norbert Schwarz, profesor de psicología en la Universidad del Sur de California.

Estrictamente con base en significan-cia —una medida estadística de cuán probable es que un resultado no ocurrió por casualidad— 35 de los estudios se sostuvieron y 62 no. (Tres fueron exclui-dos porque su significancia no fue clara). Muy pocos de los estudios realizados de nuevo contradijeron a los originales; sus resultados simplemente fueron más dé-biles.

“Consideramos esto un llamado a la acción, tanto para la comunidad inves-tigadora para que haga más tarea de repetición, como para financiadores y revistas para que aborden los incentivos disfuncionales”, dijo Brian Nosek, cate-drático de psicología en la Universidad de Virginia y director general del Centro de Ciencia Abierta, organismo sin fines de lucro que coordinó el proyecto.

Por DEVIN POWELL

GENEVA, Nueva York — Cada pri-mavera, una serie de visitantes inde-seados llegan a la granja Hansen en la parte norte de Nueva York. Polillas dorso de diamante transportadas del sur por el aire amenazan las hileras de coles que serán vendidas para ensala-da de col y chucrut.

Los trabajadores tienen que rociar una serie de productos químicos du-rante la temporada de cultivo para mantener a raya a las polillas.

“Tiene uno que rotar el químico uti-lizado de manera que no desarrollen resistencia”, dijo Ed Hansen Jr., cuya familia tiene casi un siglo de labrar es-ta tierra. Esa adaptabilidad, dijo, hace de las polillas una de las peores plagas con las que se tiene que lidiar cada tem-porada de cultivo.

En un laboratorio universitario a poca distancia, los científicos esperan sustituir la aplicación de plaguicidas con sexo.

Han modificado genéticamente mi-les de polillas dorso de diamante, in-fundiéndolas con ADN diseñado para matar las larvas hembras. En agosto, los investigadores empezaron a intro-ducir las polillas alteradas en jaulas en un campo, donde sus hábitos de apa-reamiento serán monitoreados.

Si los resultados son prometedores, se liberarán a las polillas transgénicas a una pequeña parcela de col el próxi-mo verano. Sería la primera liberación experimental en tierra estadounidense de insectos modificados genéticamen-te para autodestruirse.

“Nuestro objetivo como comunidad es reducir la cantidad de pesticidas empleados en la agricultura”, dijo An-thony Shelton, el entomólogo que diri-ge los experimentos en la Estación de Experimentos Agrícolas de la Univer-sidad de Cornell. “¿Por qué no usar la genética para lograrlo?”

La polilla dorso de diamante se con-virtió en un dolor de cabeza agrícola a fines de los cuarenta, cuando explotó el uso de los pesticidas químicos. La polilla, la primera plaga de cultivos en desarrollar resistencia al DDT, se mul-tiplicó al tiempo que los competidores más débiles perecieron.

Hoy, se encuentra esta plaga donde crece el kale, el brócoli, la col china y otras variedades de col, costándoles a los agricultores unos 5.000.000.000 de dólares al año a nivel mundial. Y la po-lilla dorso de diamante continua adap-tándose a las nuevas generaciones de pesticidas. En Malasia, es inmune a todos los pesticidas sintéticos.

En los noventa, buscando alterna-tivas a los pesticidas, los científicos bombardearon a las polillas dorso de diamante con rayos gama para esteri-lizarlas. Esta táctica había erradicado de Estados Unidos a la parasítica larva de mosca llamada gusano barrenador; durante décadas, las moscas macho es-terilizadas por radiación fueron libera-das, superando a los machos fértiles y reduciendo la población.

Sin embargo, la dorso de diamante resistió incluso la radiación. Enton-ces Oxitec, la compañía británica de biotecnología trabajando con Shelton, encontró otra forma de sabotear la re-producción de la dorso de diamante. La compañía unió trocitos de ADN de un virus y de una bacteria para elaborar un gen mortal para las hembras del in-secto.

La estrategia ha atraído críticas. A los grupos opuestos al uso de organis-mos genéticamente modificados les preocupa que la proteína hecha por el gen sintético podría dañar a la fauna que consume a las polillas.

Haydn Parry de Oxitec, dijo que la compañía abordó tales preocupacio-nes en datos presentados ante el De-partamento de Agricultura de Estados Unidos.

“Dimos a comer la proteína a mos-

quitos, peces, escarabajos, arañas y parasitoides. No es tóxico”, dijo.

El Departamento decidió que los ex-perimentos no tendrían un efecto signi-ficativo en el medio ambiente.

La Asociación de Agricultura Orgá-nica del Noreste de Nueva York ha ad-vertido que las polillas que se escapen podrían contaminar a granjas cerca-nas y poner en peligro sus certifica-ciones como orgánicas. Sin embargo, varios estudios muestran que hay po-cas probabilidades de que las polillas dorso de diamante anden errantes. Las polillas silvestres tienen a mantenerse en un sitio mientras tengan alimento y compañía.

Aún si las polillas en los experimen-tos de Shelton tienen buen resultado, aún no hay garantía de que los agricul-tores las utilicen.

“Lo que casi siempre sucede es que los pesticidas tienen preferencia”, dijo Michael Furlong, entomólogo en la Uni-versidad de Queensland. “Los agricul-tores no pueden resistirse a rociar pes-ticidas, pues es lo más fácil”.

Por CARL ZIMMER

En 2001, empezaron a morir fresnos en Detroit. Luego, unos relucientes escara-bajos verdes fueron descubiertos salien-do del tronco de uno de estos árboles. Los científicos estadounidenses nunca ha-bían visto los escarabajos y recurrieron a expertos de todo el mundo en busca de ayuda.

Eduard Jendek, un entomólogo eslo-vaco, resolvió el misterio: los fresnos de Detroit estaban siendo arrasados por Agrilus planipennis, el barrenador esmeralda del fresno, una especie poco conocida nativa de Asia Oriental.

En sus bosques de origen, el barrena-dor esmeralda del fresno ocasiona pocos problemas. Ése no es el caso en América del Norte. Se ha propagado al norte por Canadá, al sur al Golfo de México, al es-te al Atlántico y tan lejos al oeste como Colorado. En un estudio publicado el año pasado, los científicos lo llamaron “el insecto forestal más destructivo y eco-nómicamente costoso que jamás haya invadido a Norteamérica”.

Los científicos ponen a prueba insecti-cidas para tratar de frenar a los es-carabajos. Pero una investigación señala que la clave podría hallar-se en químicos que los propios árboles utilizan para combatir a los insectos.

Los insectos pueden despojar al árbol de sus hojas, de manera que ya no puede cosechar luz so-lar. Pueden destruir su tronco o sus raíces, de manera que ya no pueda absorber agua. Para defen-derse, los árboles dependen prin-cipalmente de compuestos que ha-cen que sus cortezas sean difíciles de digerir o venenosas. Los árboles producen constantemente algunos químicos defensivos llamados com-puestos constitutivos. Pero los árboles también pueden crear otras armas le-tales, llamadas compuestos inductivos,

cuando perciben un ataque.En Asia Oriental, los fresnos han de-

sarrollado defensas contra los insectos locales. Para estudiarlas, los científicos

han cultivado el fresno de Manchu-ria. Permiten que los barrenadores

esmeraldas ataquen a los árboles y luego observan cómo se defien-den.

Cuando un barrenador esme-ralda hembra busca un árbol donde poner sus huevos, prefie-

re un fresno norteamericano o un fresno de Manchuria debilitado por la sequía. Un fresno de Man-churia sano es un lugar hostil pa-ra la descendencia del escarabajo. Ésta podría ser la razón por la que el escarabajo nunca causó mucha alarma: en Asia Oriental, dejaba en paz a los fresnos sanos.Los fresnos norteamericanos po-

drían estar muriendo porque no produ-cen químicos defensivos en la proporción correcta, o quizás no los generan con la

suficiente rapidez.En un experimento, Justin G.A. Whi-

tehill, de la Universidad de Columbia Británica, y sus colegas rociaron fresnos norteamericanos con la hormona de una planta llamada jasmonato de metilo. Es liberada por células de plantas dañadas por mordeduras de insectos, incitando a la planta a producir compuestos inducti-vos.

Whitehill reportó el año pasado que cuando recubrieron los fresnos nortea-mericanos con la hormona, las plantas acabaron con los barrenadores esme-ralda. El efecto era más o menos tan fuerte como una dosis letal de insecti-cida.

Ahora los investigadores esperan po-der identificar a los fresnos que producen altos niveles de químicos clave y desa-rrollarlos hasta convertirlos en ejempla-res resistentes.

La ciencia avanza a paso firme y lento, pero el barrenador esmeralda del fresno llega rápidamente a nuevos bosques.

Hace casi medio siglo, la gente de todo EE.UU. se enfureció ante la nueva edición de la revista Time. En lugar del familiar retrato de un líder mundial, la portada de la edición del 8 de abril de

1966 estaba adornada con tres palabras rojas sobre un fondo negro: “¿Está Dios muerto?”.

Miles de personas en-viaron cartas de protesta a Time. El blanco de su

furia no era, como suponían muchos, una denuncia de la religión.

Tomando de una variedad de filó-sofos y teólogos, el editor de religión de Time consideró serenamente cómo se estaba adaptando la sociedad al pa-pel decreciente de la religión en una era de secularización, urbanismo y avan-

ces científicos.Con astronautas caminando en el es-

pacio, era natural suponer que la gente creería cada vez menos simplemente porque siempre habían creído. La fe cedería, de manera sostenida, el paso al método científico al tiempo que la huma-nidad convergía en torno a un entendi-miento cada vez mayor de qué era real.

Casi 50 años después, ese sueño pa-rece desplomarse. En un frente tras otro, se espera que el consenso ganado a pulso de la ciencia dé cabida a creencias personales, religiosas o de otra índole, sobre la seguridad de las vacunas, los cultivos modificados genéticamente, la fluoración del agua potable o las ondas electromagnéticas de celulares, junto con la validez del cambio climático glo-bal.

Igual que los creacionistas con su “diseño inteligente”, los seguidores de estas causas llegan armados con su pro-pia ciencia personal, conformada con base en búsquedas en internet que ine-vitablemente arrojan como resultado las distorsiones de grupos de intereses especiales. En un intento por diluir la sabiduría de las masas, Google acaba de ajustar su algoritmo para que las bús-quedas de “vacunas” o “fluoración”, por ejemplo, arrojen información médica aprobada entre los primeros resultados.

Sin embargo, presentar la mejor infor-mación científica disponible a la gente no parece cambiar muchas opiniones. Un estudio publicado en agosto en Proceedings of the National Academy of Sciences indicó que es más efectivo apelar a las emociones de la gente en

el movimiento antivacunas con historias y fotos de niños enfermos de sarampión, pa-peras o rubéola, un recorda-torio de que los sentimientos subjetivos aún generan más confianza que el conocie-miento científico.

Incluso se redefinen condi-ciones que fueron patologías. Aunque algunos padres de familia se aferran a investi-gaciones desacreditadas que achacan el autismo infantil a las vacunas, otros acogen la condición como otra manera de ser y hablan de un nuevo movimiento de derechos civiles que promueve la “neurodiversidad”, tema de un libro es-crito por Steve Silberman.

Visto de lejos, el mundo parece estar

casi al borde de admitir que no hay ver-dades, sólo ideologías rivales. En esta guerra epistemológica, los que tienen mayor poder son acusados de imponer-les a los demás su versión de la realidad —el “paradigma dominante”— llevando a los débiles a defenderse con sus pro-pias formulaciones.

Hay dudas sobre los estudios de personalidad, memoria y muchos otros.

ELLEN WEINSTEIN

ALIANZA CORNELL DE CIENCIA

Científicos le incorporaron a polillas macho ADN que mata a las larvas hembras.

STEPHAN SAVOIA/ASSOCIATED PRESS

JON M. BROUWER/THE GRAND RAPIDS PRESS, VÍA ASSOCIATED PRESS; ABAJO, CATERINA VILLARI

Los científicos dicen que los fresnos podrían no producir químicos en la cantidad ideal para combatir al barrenador esmeralda. Rastro de larvas en un árbol, en Michigan (sup.).

Logran detener a una plaga que provoca grandes pérdidas.

GEORGEJOHNSONENSAYO

E S T I L O

DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2015 7THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por BEE SHAPIRO

Fue la camiseta que le dio la vuelta al mundo.

En enero, una foto espontánea de Ma-lia Obama, la hija mayor del presidente y de la primera dama de EE.UU, en la que luce una camiseta blanca holgada con el logo de Pro Era, un colectivo de rap de Brooklyn, apareció en internet, espe-cialmente en la cuenta en Instagram de Pro Era.

La reacción a esa imagen, que dista-ba mucho de la adolescente de atuendos recatados vista en las fotos dadas a co-nocer por la Casa Blanca, fue inmediata. Varios editores en línea repostearon la foto, mientras que Fox News y otros me-dios noticiosos informaron que la Casa Blanca investigaba cómo se había hecho

pública la imagen. (Se ha informado que la primera dama le ha prohibido a Sas-ha, la menor de sus dos hijas, utilizar los medios sociales y ha limitado a Malia a Facebook).

No sólo era la camiseta una diferencia sorprendente de los vestidos femeninos marca J. Crew y Kate Spade que Malia, de 17 años, por lo general luce en eventos oficiales, sino que también apuntaba a que es vista cada vez más como un ícono de la moda para las jovencitas, que oca-sionalmente toma el tipo de riesgos en la moda por los que su madre tiene muchos años de ser conocida.

Los gustos de Malia en el vestir hoy son analizados en sitios de modas como InStyle, Harper’s Bazaar y un blog popu-lar en Tumblr titulado “Malia Obama Is

Gorgeous” (Malia Obama es preciosa).El que haya realizando prácticas en la

serie de HBO, “Girls”, sólo le ha dado re-alce a su perfil. Eso se dio después de que tanto Malia como su hermana, Sasha, fueron incluidas en la lista de los “25 ado-lescentes más influyentes” de la revista Time, en octubre de 2014.

En junio, mientras descendían del avión en un viaje oficial a Londres, Ma-lia apareció en un vestido azul de Alice and Olivia con estampado de girasoles, combinado con zapatos bajos de correa. Stacey Bendet, fundadora de Alice and Olivia, dijo que el vestido casi se agotó después de que apareció Malia vistién-dolo.

En ese viaje, pese al desfile de vestidos de la primera dama, “fue Malia la que

robó cámara con una serie de atuendos sencillos”, escribió Vogue.com.

Para una visita al primer ministro británico, el día siguiente, Malia lució un vestido de patinadora de encaje rojo de Kate Spade (498 dólares), con escote recatado y dobladillo asimétrico, que fue elogiado por Teen Vogue como “el vesti-do de verano perfecto”.

Pese a todo el crédito que recibe Malia por su estilo, aún existe la impresión de que sigue muy de cerca los pasos de su madre.

Kerry Pieri, de Harper’s Bazaar, apun-tó que Malia, al igual que la primera da-ma, tiene un estilo que a menudo se basa en colores y estampados audaces, pero que también dan la impresión de que es una “adolescente accesible”.

Por JASON HOROWITZ

LA HABANA — Una noche reciente, varios turistas luciendo sombreros con cinta y guayaberas descendían de auto-móviles estadounidenses de color rosa de los cincuenta para fumar puros, be-

ber mojitos y escuchar clásicos del Buena Vista Social Club en el Hotel Nacional, un escenario de La Habana congela-do en el tiempo.

Pero en esa misma cuadra, en el concier-

to de reggaetón “Party Full Nasty” de Chacal y Yakarta, las estrellas atraen a un ejército de seguidores adornados con barbas acicaladas, peinados esponjados y mucho cuero de imitación.

A primera vista, el público hirsuto re-cuerda otro anticuado arquetipo cubano: los rebeldes “barbudos” que se oculta-ban en la Sierra Maestra. Sin embargo, quienes imponen la moda en La Haba-na moderna no son Fidel Castro y Che Guevara sino El Yonki, Los Desiguales y otros comandantes de la revolución del reggaetón. Las tropas obsesivamente bien peinadas visten un uniforme que consiste en camisetas enormes cortadas de forma diagonal y pantalones deporti-vos estilo harén, y les gusta gritar letras de canciones subidas de tono.

“Mucha gente nos sigue y somos un modelo a seguir para ellos y la forma en que viven sus vidas”, dijo Michel Anaya Salazar, de 26 años, mejor conocido por su nombre artístico, El Happy, mientras presumía su “bling bling” de brazaletes religiosos y lentes oscuros marca Cazal. “Me siento responsable”.

Quizás lo primero en la lista de cosas por las que El Happy y sus camaradas deberían sentirse responsables son las

cejas esculpidas.“Igual que las mujeres”, dijo África

Amada Rodríguez Cruz, quien iba toma-da del brazo lampiño de su novio antes del concierto “Party Full Nasty”. “Se sa-can las cejas y se afeitan todo el cuerpo”.

El look, al igual que la música, está en todas partes.

En 2011, el gobierno cubano intentó de-tener la amenaza imperial. Sin embargo, la música sobrevivió.

“Lo que mantiene vivo al reggaetón es su propia trascendencia”, dijo El Happy.

A medida que el Gobierno ha relajado las restricciones, la música y su influen-cia en la moda se han extendido por toda Cuba y se han apoderado de La Habana. Los fans obtienen artículos de imitación de cuero que creen son importados de Estados Unidos o México en tiendas pri-vadas (no gubernamentales) en la calle Galiano.

Sin embargo, el verdadero sello de la influencia del reggaetón es el cabello.

Bittista Pérez Rubisel, de 25 años, quien se hace llamar Tito, salió de una tienda de sándwiches que reproducía

videos vulgares, tanto en aspecto como en letra, de reggaetón, de forma repetida. Expresó admiración por las barbas estilo “europeo” de Los Desiguales. Cuando se le preguntó cómo se compara una barba europea a la de Fidel Castro, Rubisel se tornó reverente.

“Él puede usarla como quiera”, dijo, mientras besaba su mano y señalaba al cielo. “Es el jefe”.

Rubisel se sintió con más libertad para hablar de los cortes de cabello.

“El mío es el tiburón”, explicó. “Está rasurado a los lados, pero la parte de arriba llega hasta la espalda”.

Rubisel enumeró entonces otros pei-nados populares. Para hacer gala de “las tijeras”, señaló a su amigo, que tenía una zona con cabello en la parte posterior de su cabeza por lo demás rapada, cual kipá a punto de caerse. Estaba “el Yonki”, en honor al cantante homónimo, que pre-senta los lados rasurados y un peinado alto en la parte de arriba de la cabeza. Y luego está “el bistec”, que consiste en dejar caer el cabello de la parte superior, aplastado, sobre una cabeza rapada.

Toda tecnología nueva es increíble y a la vez conlleva sus propios horro-res. Y ése es el caso con una pequeña “función” de correo electrónico de la que no podemos prescindir, pero que,

sin embargo, ha hecho que casi todos los que alguna vez han textea-do o enviado un correo electrónico pasen por un momento de pánico paralizante. Hablo del autollenado.

A menudo es confundida con la autocorrección. La diferencia: el autollenado completa nombres e información con sólo teclear unas cuantas letras; la autocorrección también lo hace, pero además corrige (y predice) la escritura en el cuerpo de un texto.

Por ejemplo, si le quiero escribirle a mi editora Didi Gluck, tecleó “Didi” en un correo electrónico y el autollenado me da el resto; si escribo su nombre en un mensaje de texto dirigido a alguien, pues, podrían suceder otras cosas. “¿Sabías que ‘Didi’ se autocorrige y escribe ‘dildo’ (vibrador)? Porque yo sí lo sabía”, me comentó alegremente.

En algunas maneras, la función de autollenado podría ser la más problemática, resultando no sólo en malentendidos semánticos, sino en todo un aluvión de información envia-da a la gente equivocada. Se divulgan secretos, quedan al descubierto sen-timientos mezquinos y palabras (y fotos) lujuriosas terminan en el buzón de nuestro jefe en lugar del de nuestra pareja. Y nadie es inmune.

Hace varios meses, Bill de Blasio, el alcalde de Nue-va York, se quejó en un correo electrónico dirigido a algunos miembros de su personal de que uno de esos traslados que realiza en me-tro para darse “un baño de pueblo” lo hizo llegar tarde a un evento. El alcal-de incluyó por error en este correo a Michael Powell, un reportero de The New York Times. ¿El resultado? Un artículo quizás poco bienvenido sobre la impuntualidad crónica del alcalde.

Lapsus como éstos nos recuerdan que Sigourney Weaver —no, espere, quise decir Sigmund Freud— está vi-vito y coleando en nuestros teclados. Tan solo considere la frecuencia con la que le enviamos correos electrónicos precisamente a la persona que jamás

debería recibirlos.En el caso de Britt Kazmac, una

tutora de Nueva York, se trató de la debacle muy común de los mensajes eróticos. “Pensé que estaba sextean-do con mi marido, y que él se estaba haciendo el tímido al responder con mensajes como, ‘¿por qué me envías esto a mí?’”, dijo ella, en referencia a su ahora ex esposo. “Luego me fijé más de cerca y me di cuenta que le ha-bía estado enviando mensajes de sex-ting a la niñera cristiana de mi hija”.

O considere este relato alecciona-dor de David Hirshey, un editor en HarperCollins. Él había pagado un millón de dólares por las memorias de un famoso, y recibía interferencia constante de la representante de esta celebridad. En un momento de frus-tración, les envió un correo electró-nico a sus colegas con el encabezado Algunas palabras sabias de una re-presentante descerebrada. Uno de los colegas de Hirshey y la representante tenían el mismo apellido inusual, ¿y adiviné a cuál de los dos le llegó el correo?

“Dos minutos después de enviarlo, sonó mi teléfono y es-

cuché a la persona al otro lado de la línea diciendo, ‘le voy a pasar una llamada de la representante

descerebrada’”, narró Hirshey. “Sobra decir que a esta mujer no le hizo gracia e hizo que el resto del proceso de publicación fuera

un verdadero in-fierno para mí”.

No obstante, puede haber algo

positivo en estas conexiones involun-tarias. Una de mis amigas más cer-canas y yo tuvimos un pelea enorme hace varios años. Al enviar un correo grupal para una reunión, hace unas semanas, incluí su dirección por error. Me contestó, diciendo que aunque ella sabía que supuestamente no debía estar incluida en esta cadena, se puso contenta de que me hubiera equivoca-do, porque me extrañaba.

Tras una ausencia de cinco años, nos veremos la semana entrante.

Por NINA BURLEIGH

ASÍS, Italia — Durante siglos, los pere-grinos han viajado a Asís para recorrer los mismos caminos empinados y es-trechos en los que un harapiento monje radical de nombre Francisco predicó un mensaje antimaterialista hace 800 años, estremeciendo a la Iglesia católica me-dieval.

Francisco, quien junto con Catalina de Siena es uno de los dos santos patronos de Italia, es una figura global para cien-tos de millones de católicos, y el actual Papa tomó su nombre en homenaje. El pueblo natal del santo, instalado en la amplia ladera del Monte Subasio, atrae a entre 4 y 5 millones de turistas al año. Pero últimamente, esos visitantes han incluido a un nuevo tipo de peregrino.

Además de los grupos de las iglesias que llegan en autobuses turísticos y mul-titudes de hermanos franciscanos, la pequeña ciudad ha atraído a turistas no católicos, del tipo que espera rejuveneci-miento en los ashrams de India o en un masaje ayurvédico de aceites esencia-les. Llegan, atraídos por la misma esen-cia mística que los peregrinos religiosos más tradicionales creen que puede sen-tirse en los bosques que rodean al pueblo natal de Francisco. “Asís es uno de los lu-gares especiales donde uno puede estar en sintonía con una energía espiritual”, dijo Katharina Daboul, que a veces ad-ministra la Ermita Sencilla de la Paz, un centro de meditación en esta localidad.

Francisco, quien nació en Asís y murió

allí a los 44 años en 1226, fue un noble que renunció a todas sus posesiones para seguir los pasos de Jesús. En los siglos que han transcurrido desde entonces, muchos peregrinos han seguido el cami-no que él tomó para subir los escuálidos bosques del Monte Subasio.

El reverendo Enzo Fortunato, vocero de la Basílica de San Francisco, una gran atracción turística en Asís, dijo haber notado la afluencia de un tipo más nuevo de peregrino y no lo sorprendía. “El Asís de Francisco siempre ha representado el acoger las diversidades”.

No todos los retiros new age de Asís son refugios espartanos para los busca-dores de paz con tapetes de yoga. En un distrito romano en el extremo norte de la localidad, los viajeros pueden reser-var una habitación lujosa con un fresco restaurado en la pared en el Nun Assisi Relais Hotel and Spa Museum, un con-vento convertido del siglo 13 que abrió en 2010.

Massimo Falcinelli, el propietario, decidió que el hotel debería tener una temática de agua curativa. Los romanos llamaron al agua de los manantiales de

Subasio “agua mágica”, y Asís es lo que los romanos llamaban un lugar genial, “uno con una atmósfera especial para la salud, un lugar que eleva tu alma a un nivel más alto”, dijo Chiara Mencarelli, gerente del hotel.

En el Nun Relais, Konstantin Mirza-jev, un ingeniero ruso que vive en Praga, describió su experiencia como huésped ahí: “siento que he viajado en el tiempo, a través de los siglos, y puedo probar el lujo que los romanos conocían tan bien”.

Cuestionado sobre los toques de lujo en un lugar famoso por darle la espalda, el reverendo Stephen Platten, obispo an-glicano de Londres que con frecuencia visita Asís, dijo, “simplemente creo que la gente debe disfrutarlo. Espero que el lujo no anestesie a la gente y la meta en una burbuja, lejos del mensaje de San Francisco”.

Si bien estas nuevas atracciones espiri-tuales coexisten en general con la comu-nidad tradicional, un retiro, el Ananda Center, ha tenido una integración más complicada. Abierto en los noventa por un grupo de seguidores de Yogananda en casi dos hectáreas en la cima de la montaña, hoy incluye una escuela de yoga, casas de huéspedes, una agencia de bienes raíces y una granja. Unas 150

personas viven en cabañas en los terre-nos del centro. El retiro tiene un centro de curación holística que ofrece masajes y tratamientos de spa, y un templo de meditación. Los visitantes llegan de to-da Europa.

Yogananda escribió que el hinduismo y Jesús enseñaron lecciones similares, pe-ro el Ananda Center fue acusado por las autoridades locales de ser un culto y una empresa criminal. La policía hizo una redada en el retiro en 2004, arrestando y encarcelando a siete líderes de la secta.

Los fiscales los acusaron de esclavi-tud, lavado de cerebro, crimen organiza-do y comportamiento coercitivo, pero un juez desechó los cargos.

Un poco más cerca de Asís está la Er-mita Sencilla de Paz, un retiro más aus-tero y pequeño. Ha sido anunciado por publicaciones de viaje como uno de los 10 principales centros de meditación en el mundo, por sus vistas de la campiña de Umbría y su proximidad a las caminatas espirituales de Asís.

Los más nuevos no han desplazado a los retiros más tradicionales. La casa de huéspedes San Antonio ha sido operada desde 1931 por una orden estadouniden-se, las Hermanas Franciscanas de la Ex-piación.

“Estamos abiertas a gente de todas las tradiciones”, dijo la hermana Susan, una de las cinco monjas que viven allí. “Éste es un lugar seguro para descansar, rea-lizar un retiro o hacer peregrinación. O sólo para estar”.

En Cuba usan el cabello al estilo reggaetón

Malia Obama sigue los pasos de su madre como ícono de moda

Cuando los correos llegana la persona equivocada

JUDITH NEWMANENSAYO

FOTOGRAFÍAS POR LISETTE POOLE PARA THE NEW YORK TIMES

ANDREA WYNER PARA THE NEW YORK TIMES

El Ananda Center atrae a visitantes new age a Asís. Chocó con las autoridades hace 10 años, pero fue absuelto después.

STEPHEN SAVAGE

Los iconos de estilo de La Habana moderna no son Fidel Castro y el Che Guevara, sino El Yonki, Los Desiguales y otros reggaetoneros.

Los mensajes enviados por accidente llegan a destinos equivocados.

JUSTIN TALLIS/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

Malia sale de 10 Downing Street, en Londres, este año.

Diversos peregrinos visitan pueblo natal de San Francisco

A R T E Y D I S E Ñ O

8 DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por ROBIN POGREBIN y GRAHAM BOWLEY

Amy Cappellazzo sacudió al mundo del arte de Nueva York recientemente cuando dejó su poderoso cargo como pre-sidenta del Departamento Contemporá-neo y de Posguerra de Christie’s para convertirse en asesora privada de arte, negociando rápidamente ventas como la de una pintura de Rothko en Christie’s, esta primavera, por 82 millones de dóla-res.

Tobias Meyer, el majestuoso subas-tador titular de la casa de subastas So-theby’s, también renunció sorprendente-mente a su podio hace menos de dos años para convertirse en asesor.

Guy Bennett, otrora importante ex-perto de Christie’s, ahora asesora a los museos de Qatar y a su presidenta del consejo, Sheikha Al Mayassa bint Ha-mad Bin Khalifa Al-Thani.

Durante décadas, los asesores de arte fueron un pequeño club de profesiona-les que personalmente ayudaban a ar-mar colecciones para clientes, usando su erudición y conocimiento experto. Su papel era consultar y ofrecer conse-jos, pero rara vez hacer negociaciones. Bernard Berenson, historiador de arte capacitado en Harvard, fue un afamado consejero para la coleccionista Isabella

Stewart Gardner.“No estoy ansioso por que seas propie-

taria de docenas de Rembrandts, como cualquier millonario vulgar”, le escribió a la coleccionista en 1900.

Sin embargo, el mercado de arte en vertiginoso cambio —caracterizado por precios altos, honorarios elevados e infi-nidad de nuevos compradores ricos en to-do el mundo— ha impulsado a veintenas de nuevos participantes, desde jóvenes arribistas del mundo del arte hasta ex ejecutivos de casas de subasta con una gran cantidad de experiencia y conexio-nes, a incursionar en el campo.

“Es el Lejano Oeste”, dijo Abigail As-her, quien tiene 25 años de ser asesora. “Es como estar en un pueblo minero en la fiebre del oro. Tenemos años de ser los mineros y de repente mucha gente sim-plemente aparece”.

Muchos de estos asesores están cam-biando la profesión: agresivamente per-siguiendo arte de trofeo, ejerciendo un mayor poder en las negociaciones y en algunos casos actuando más como ági-les comerciantes que como consultores de principios elevados. Aún no está claro qué efecto tendrán los giros más recien-tes de los mercados financieros en el mercado del arte, pero en buenas épocas una gran venta puede redituar millones

de dólares para un asesor.Muchos asesores veteranos dicen que

los practicantes son demasiado inexper-tos para proporcionar buenos consejos, o usan tácticas que, advierten, amenazan con mancillar la profesión.

“Hay una nueva especie”, dijo Wendy Cromwell, ex presidenta de la Asocia-ción de Asesores Profesionales de Arte, “un contratista independiente —algo así como operadores encubiertos, como un asesino a sueldo— que puede conseguir-te lo que necesites en un ambiente rudo y cambiante”.

La asociación de asesores consta de 140 miembros; una tercera parte se ha unido en los últimos cuatro años.

“Recibo promociones de ‘asesores de arte’ cada semana”, dijo James R. Hed-ges, un coleccionista. “Cada vez más ac-túan como comerciantes privados, más que como verdaderos asesores indepen-dientes”.

Karen Boyer estudió historia del arte, pero tenía poca experiencia profesional en el arte cuando renunció al negocio de los fondos de cobertura. Desde 2010 ha dirigido una consultoría en arte des-de su departamento de Manhattan, con coleccionistas de Wall Street entre sus clientes.

“Mis clientes son muy analíticos y

abordan al arte como a cual-quier otra inversión”, dijo Bo-yer.

Algunos asesores trabajan por contrato o quizá por una ta-rifa de, por decir, entre 150 y 300 dólares la hora.

Pero cada vez más los aseso-res trabajan bajo comisión, típi-camente ganando quizá entre el 5 y 10 por ciento del precio de la compra, lo que lleva a grandes réditos cuando los precios suben a las decenas de millones de dó-lares. Tales ventas por lo general son privadas, pero de acuerdo con documentos del tribunal y registros estatales, Ben Heller, asesor de J. Ezra Merkin, prominente financiero de Wall Street y coleccionista, ganó 26.5 millones de dólares en honorarios en el 2009, por la venta de una colección de ar-te de 310 millones de dólares repleta de Rothkos.

Eso representa un incremento expo-nencial en los ingresos para los especia-listas en las casas de subastas, quienes típicamente perciben un sueldo base de entre 350.000 y 1 millón de dólares anua-les, más bonos.

Muchos corredores de arte y galerías también actúan como asesores, violando

un principio de la asociación, que sostie-ne que sus miembros no deben poseer considerables cantidades de arte para la venta.

Entre las prácticas más cuestionables está que algunos insisten en cobrar dos honorarios cuando ayudan a concertar una venta: uno del cliente y otro de la ga-lería que vende la obra.

Algunas galerías creen que tienen que aceptar la práctica para congraciarse para el futuro. Pero un coleccionista nun-ca podrá estar seguro si la obra es reco-mendada por sus méritos, o por los bonos de la galería.

Arcade Fire muestra a sus seguidores cómo crea y graba su música.

PIOTR REDLINSKI PARA THE NEW YORK TIMES

Amy Cappellazzo, en su casa en Nueva York, dejó su cargo como alta ejecutiva en Christie’s para ser asesora privada.

Por ALAN LIGHT

“Independientemente de lo mucho que me encante un grupo, los filmes de con-ciertos me siguen pareciendo un poco aburridos”, expresó Win Butler.

Así que cuando Butler, líder de Arcade Fire, decidió que su grupo haría un do-cumental sobre grabar y salir de gira en apoyo a su álbum “Reflektor”, de 2013, quiso encontrar un enfoque poco con-vencional. El álbum, que fusiona ritmos caribeños con el feeling de la música new wave y dance, representaba una nueva dirección para el grupo de rock de Mon-

treal, cuyo lanzamiento anterior, “The Suburbs” (2010), había ganado el Gram-my al Mejor Álbum del Año.

El grupo recurrió a Kahlil Joseph, me-jor conocido por sus videos para estrellas pop intrépidas como el rapero Kendrick Lamar, la cantante británica de R&B de vanguardia FKA twigs y el artista elec-trónico Flying Lotus, clips que crean am-biente y textura, en vez de simplemente ilustrar letras de canciones.

“Sentí curiosidad respecto de por qué id j b

lución actual”, declaró Joseph, vía email.El filme resultante, “The Reflektor Ta-

pes”, es un recorrido impresionista por la creación del álbum, con saltos de las se-siones de composición de Arcade Fire en Jamaica, en 2012, a conciertos en estadios en Londres y Los Ángeles, en el 2014. Los diálogos escasean y transcurren largos tramos sin que el grupo aparezca en pan-talla.

“Podría ser frustrante para un fan, pero se siente como una versión más fiel de una ventana a la manera de trabajar del grupo”, reconoció Butler. (La pelícu-la se estrenará a nivel mundial a fines de mes). Explicó que el proyecto de la cinta no estaba planeado cuando comenzó el proceso del álbum.

En Jamaica, los miembros del grupo empezaron a trabajar en un castillo, fil-mándose a sí mismos porque la ubicación era muy singular.

Siguieron filmando mientras graba-ban el disco en Montreal y Nueva York, aunque requirió de cierta negociación. Butler mencionó los resultados desas-trosos de “Let It Be”, la película de 1970 de los Beatles grabando un álbum, que esencialmente selló su disolución. “Ellos cometieron ese error para que nosotros no tengamos que repetirlo”, aseveró. Pa-ra minimizar la intrusión, el ingeniero de grabación del grupo operó la cámara para filmar el material tras bambalinas.

Cuando terminaron el álbum, orga-nizaron algunas fechas en centros noc-turnos bajo el nombre “The Reflektors”, i l d i j di ll d S l

satheque, en Montreal, y le pidieron a Joseph que lo registrara.

El grupo decidió convertir el material en una película mientras planeaba un concierto en Haití durante el Carnaval. Régine Chassagne, vocalista y multiins-trumentista de Arcade Fire y esposa de Butler, nació de padres haitianos. Butler describió su primer viaje al Carnaval como “una experiencia que te cambia la vida”, y el grupo tenía mucho tiempo de querer rodar en Haití. (En 2010, habían planeado filmar allí con el director Jo-nathan Demme, pero unos días antes de partir, el país fue azotado por un terre-moto).

“Si íbamos a hacerlo, éste era el mo-mento de aunar esfuerzos”, declaró But-ler. Todo fue puesto en manos de Joseph.

De acuerdo con Joseph, su ambición para “The Reflektor Tapes” era que “fue-

ti d lí l i l

sólo una sobre música”.Un reciente auge en documentales

musicales ha generado las ganadoras del Óscar, “Searching for Sugar Man” y “Twenty Feet From Stardom”, y los filmes aclamadas de este año, “Amy” y“What Happened, Miss Simone?”. Con “The Reflektor Tapes”, Arcade Fire in-tenta hacer algo más caleidoscópico. Sin embargo, Butler apuntó a algunos de sus grupos favoritos —The Clash, The Ro-lling Stones— y dijo que su propia noción de la grandeza de ellos provenía de un collage de clips y videos con el paso de los años, de fragmentos acumulados más que de un solo documento definitivo.

“Me parece que este filme realmente no es para mí”, indicó. “Me daría des-confianza si quisiera ver una película sobre mí mismo. Pero creo que verlo dentro de 15 o 20 años sería realmente i t t ”

Por NINA SIEGAL

AMSTERDAM — Casi un año después de que la popular exhibición “Crimea: oro y secretos del Mar Negro” concluyó en el Museo Allard Pierson, en Amster-dam, 565 tesoros en préstamo de cuatro museos crimeos siguen dentro de cajas en un depósito, en espera de un fallo ju-dicial respecto a dónde deben ser envia-dos.

La colección estaba en exhibición cuando Rusia anexó la península de Cri-mea, en marzo de 2014, y ahora las anti-güedades y otros artefactos son rehenes de la compleja situación política en casa.

¿Acaso debe la colección ser devuelta a Crimea, lo que esencialmente la pon-dría en manos rusas? ¿O debe ir a Kiev, la capital de Ucrania, que era propieta-ria de las piezas al momento de la exhi-bición?

Se trata de una intersección inusual del arte y la política, al tiempo que los su-cesos actuales se entrometen en el desti-no de obras de siglos de antigüedad.

“Hasta donde yo sé, es la única oca-sión que ha sucedido, porque realmen-te dependió mucho del momento de la revolución y del momento en que se hizo el préstamo”, declaró Inge Van Der Vlies, catedrática de arte y de-recho en la Universidad de Am-sterdam, quien imparte cursos sobre la relación entre derecho internacional y patrimonio cultural. “Realmente es una coincidencia que sucediera al mismo tiempo”.

La colección incluye te-soros de la región crimea con un valor asegurado de 1.4 millones de euros, o unos 1.57 millones de dó-lares. Entre ellos figuran joyas, artefactos griegos y romanos y cajas de la-ca asiáticas. El préstamo de los cuatro museos crimeos deslumbró a los visitantes en el Museo Allard Pierson, un centro arqueológico pequeño y discreto adjunto a la Uni-

versidad de Amsterdam.Los artefactos eran par-

te de una colaboración or-ganizada por la curadora y arqueóloga Valentina Mordvintseva, una de los especialistas más destacados a nivel mundial en ar-queología crimea. La muestra fue tras-ladada a Amsterdam, en febrero, donde estaba programado que estuviese en exhibición hasta el 31 de agosto de 2014.

Pero un mes después de su inauguración, Rusia invadió a Crimea, separándola de Ucrania.

El Ministerio de Cultura ucraniano declaró las obras como propiedad del Estado, pidiendo que fueran devueltas al gobierno ucraniano. Pero los museos crimeos indicaron que debían ser retor-nadas a sus lugares de origen físicos: los museos que ahora están bajo control ru-so.

No fue hasta que cerró la exhibición que la cuestión se volvió crítica, al tiem-

po que el museo de Amsterdam seña-ló que no podía devolver los tesoros

hasta que estuviera clara la propie-dad legal.

El Ministerio de Cultura ruso escribió en un correo electró-nico que los objetos debían ser devueltos al “territorio al que están más estrechamente rela-cionados”: las costas del Mar Negro. En cuanto a la insinua-ción de que los artículos se-rían llevados a otros museos en Rusia, la declaración del Ministerio añadió que “cual-quier especulación sobre el tema es totalmente infun-dada”.

El Tribunal de Distrito de Amsterdam, donde los cuatro museos crimeos presentaron sus querellas,

aún está recabando datos, y

transcurrirán meses antes de que emita un fallo.

“Realmente es una pesadilla para no-sotros”, aseveró Wim Hupperetz, direc-tor del Museo Allard Pierson. “Organiza-mos la exhibición y claro que deseamos mantener una relación con estos museos que nos prestan objetos y, por supuesto, esto no es lo que queremos”.

Maarten Sanders, un abogado que re-presenta a Ucrania, dijo que a su cliente le gustaría que los objetos sean devueltos inicialmente al Museo de Tesoros Histó-ricos de Ucrania, el museo nacional ucra-niano en Kiev, y podría optar por exhibir-los en otros lugares a su regreso.

Algunas de las piezas más espectacu-lares de oro escita en exhibición en “Oro y secretos del Mar Negro”, entre ellas un casco ornamental y una funda de oro para espada del siglo 4 antes de Cristo, intrincadamente decorados con imáge-nes de animales en relieve, figuraban entre 19 artefactos devueltos al Museo de Tesoros Históricos en septiembre de 2014.

La directora del museo, Liudmyla Strokova, dijo en una entrevista vía Sky-pe que creía que el resto de las obras tam-bién debía ser devuelto a Kiev.

“Creo que si regresaran a museos de Crimea, Rusia podría crear una situa-ción en el que algunas de las obras po-drían ser trasladadas a Rusia para ex-hibiciones y estar allí un largo tiempo”, señaló.

Obras antiguas ahorason rehenes políticos

Polémica secuela de un libro

Un documental retrata gira de Arcade Fire de forma inusual

Los precios del arte multiplican a asesores

Por STEVEN ERLANGER

ESTOCOLMO — La saga de Lis-beth Salander, heroína de “Los hom-bres que no amaban a las mujeres”, continúa. David Lagercrantz, quien ha escrito la secuela de la sumamen-te popular trilogía “Millenium”, de Stieg Larsson, está tan orgulloso co-mo ansioso sobre cómo será recibida por millones de lectores.

“En la noche me estalla la cabeza”, dijo, al explicar que había intentado que los personajes de Larsson entra-ran “a mi sistema sanguíneo” al es-cribir. Cuando se le preguntó cuál fue la libertad más grande que se tomó, rió un poco y dijo, “hacerlo”.

Reconoció que “estoy muerto de miedo de que no esté a la altura de Stieg”. Sin embargo, “no pude resis-tirme”, señaló. “Me habría arrepen-tido toda la vida”.

Después de que Larsson murió de un infarto en 2004, a los 50 años, sus libros vendieron alrededor de 80 millones de copias en todo el mundo. En 2013, el padre y el hermano de Larsson contrataron a Lagercrantz, un autor sueco de ficción literaria y biografías, para que escribiera una secuela. “Lo que no te mata te hace más fuerte” se publicó en 26 países el mes pasado y sus muchas casas edi-toriales tienen motivo para sentirse optimistas. Se han impreso casi 2.7 millones de copias en todo el mundo y se han iniciado conversaciones para otra película.

Pero no todos han recibido el libro con beneplácito. Su publicación ha

perturbado a Eva Gabrielsson, pare-ja de Larsson durante mucho tiempo y quien la considera una vulgar ma-nipulación de su legado de Larsson. Traza un paralelo entre “Lo que no te mata...” y la controvertida publi-cación de la precuela de “Matar a un ruiseñor”, de Harper Lee.

“Estoy bastante furiosa al respec-to”, dijo. “No creo que sea correcto hacerle eso a un autor muerto”.

Gabrielsson, hoy de 61 años, vivió con Larsson durante más de 30 años, pero debido a que nunca se casaron no tuvo derechos de herencia bajo la ley sueca. Se ha negado a dar a conocer las 200 o más páginas de un cuarto libro sin terminar que Lars-son tenía en su computadora cuando falleció.

Erland y Joakim Larsson, padre y hermano de Stieg Larsson, dijeron en una entrevista que sólo contem-plaron a Lagercrantz para escribir el libro, que ha recibido algunas rese-ñas iniciales positivas. Dicen que su intención es donar sus regalías a Ex-po, la revista cofundada por Larsson.

Lagercrantz comenzó su carrera de escritor en un tabloide sueco, y luego se dedicó a las biografías y a una novela sobre Alan Turing, el ge-nio británico de las computadoras. Su obra más elogiada, “Soy Zlatan Ibrahimovic”, es una biografía nove-lada que retrata la vida de una de las estrellas de fútbol más famosas

Sobre “Lo que no te mata te hace más fuerte”, dijo, “no fui tan ingenio-so como para inventar a una figura emblemática como Salander, pero es mi tipo de chica”.

Sin embargo, en lo que respecta a secuelas futuras, añadió, “no quiero

Sti L t d i id ”

PULSE FILMS

BART MAAT/EUROPEAN PHOTOPRESS AGENCY; ABAJO, MUSEO ALLARD PIERSON

Un nuevo libro divide a los deudos de Stieg Larsson.

Una escena de “The Reflektor Tapes”, un documental sobre como fue grabar y salir de gira por el álbum de 2013 de Arcade Fire.

Varios tesoros prestados por museos

en Crimea para una exhibición realizada

cuando fue anexada a Rusia esperan un fallo sobre su destino final.

Un casco de oro del siglo 4 a.C. (abajo).