Amalia Iniesta Camara

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 l Nuevo undo en la crónica y en la fábula Amalia Iniesta Cámar Universidad Nacional de Rio Cua to Resumen: La investigación presenta un estudio comparativo entre una nove- la hist ór ica, Maluco. La novela de los descubridores de Napoleón Bacci- no Ponce de León y lo s te xtos hi st óricos Epístolas  Décadas del Orbe No- vo de Pedro Mártir de Anghería y Primer viaje en tomo del globo de An- ton io Pig afe tta. El trabajo se propone establecer relaciones intertextuales entre el discurso ficcio na l y el discurso histórico, desde conceptos retóricos clási- cos y los estudios de Gérard Genette. La propuesta del trabajo es la de un estudio compara- tivo entre la novela de Napoleón Baccino Ponce de León, Ma- luco. La novela de los descubridores y los textos istóricos de Pedro Mártir de Angheria: Epístolas y Décadas del Orbe No- vo y de Antonio Pigafetta Primer viaje en torno del globo. Se ha de trabajar principalmente desde el concep o de intertextualidad que estudian la retórica clásica y G. Genette para establecer las relaciones entre el discurso ficcional y el discurso de carácter histórico, que le ha servido como fuente al escritor, y el concepto de la  mplific iio procedimientos ambos que han de permitir apreciar el trabajo compositivo. Maluco la no ela de Ponce de León, se inscribe en una

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  • El Nuevo Mundoen la crnica y en la fbula

    Amalia Iniesta Cmara

    Universidad Nacional de Rio Cuarto

    Resumen:La investigacin presenta un estudio comparativo entre una nove-

    la histrica, Maluco. La novela de los descubridores, de Napolen Bacci-no Ponce de Len y los textos histricos Epstolas y Dcadas del Orbe No-vo, de Pedro Mrtir de Anghera y Primer viaje en tomo del globo, de An-tonio Pigafetta.

    El trabajo se propone establecer relaciones intertextuales entre eldiscurso ficcional y el discurso histrico, desde conceptos retricos clsi-cos y los estudios de Grard Genette.

    La propuesta del trabajo es la de un estudio compara-tivo entre la novela de Napolen Baccino Ponce de Len, Ma-luco. La novela de los descubridores y los textos histricos dePedro Mrtir de Angheria: Epstolas y Dcadas del Orbe No-vo y de Antonio Pigafetta Primer viaje en torno del globo.

    Se ha de trabajar principalmente desde el concepto deintertextualidad que estudian la retrica clsica y G. Genettepara establecer las relaciones entre el discurso ficcional y eldiscurso de carcter histrico, que le ha servido como fuenteal escritor, y el concepto de la amplificaiio, procedimientosambos que han de permitir apreciar el trabajo compositivo.

    Maluco, la novela de Ponce de Len, se inscribe en unaserie de ellas, que tratan de descifrar la cuestin del Descubri-

    Anclajes. Revista de/Instituto de Anlisis Semitico de/ Discurso U.2( 1998):57-76.

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    miento de Amrica, tales como El camino del Dorado de A.Uslar-Pietri' , El arpa y la sombra de Alejo Carpentier' , TerraNostra de Carlos Fuentes', Cristbal Nonato del mismo Fuen-tes', 1492.Vida y tiempos de Juan Cabezn de Castilla de Ho-mero Aridjis', y stas a su vez dentro de la narrativa hispanoa-mericana de nuestro siglo, una de cuyas preocupaciones laconstituye su propia historia y el desentraamiento de s mis-ma. En cuanto al subgnero, forma parte Maluco de la nuevanovela histrica.

    El autor es un escritor uruguayo nacido en 1947, quienrealiza una proyeccin de aquella temtica; probablementedescendiente de espaoles, un americano al fin, que lleva en sel sentido de la aventura y trata de imaginar ese intrincadomundo de relaciones entre el Viejo y el Nuevo Mundo. La na-rracin se despliega desde un nivel de conciencia respecto delDescubrimiento y Conquista, que se ha ido ampliando desdeel siglo XVI, y el escritor lo hace, inserto en el imaginario cul-tural de nuestros das.

    Hay que tener en cuenta que se trata de una novela ex-tempornea -pues relata la primera expedicin alrededor delmundo-, lo que la sita en la problemtica de la produccin detextos de pocas diferentes, actuando en ella, pues, niveles deinformacin, de conocimiento, historia, escritos de carcter fi-losfico y teolgico, tambin distintos respecto del momentoque la ocupa.

    El narrador es un personaje curiosamente llamado Jua-nillo Ponce -cuando el autor es Ponce de Len- y esto tal vezpueda interpretarse como esa antigua ambicin de haber per-tenecido a la expedicin que relata, acercndose al menos a uninters autobiogrfico.

    El narrador se piensa a s mismo desde la voz de un

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    americano en la ficcin, desde un lugar en el que de otro mo-do no podra figurar, como cronista de una de las expedicionesms importantes en la historia del Descubrimiento, puesto queabre el camino a tantas otras por los dos ocanos, a las islas dela Especiera.

    Supone el relato, en principio, la necesidad del desci-framiento del drama del viaje americano. El narrador tematizalos asuntos del Nuevo Mundo, que aparecen ya a partir de lascrnicas: la inmensidad de la Naturaleza americana, el miste-rio que guardan las islas, la riqueza, la desolacin de los ma-res, la lejana de estas tierras, el hombre diferente del espaol,la misin evanglica, la navegacin.

    Desde la forma en que se presenta la narracin, unaCarta dirigida al Emperador Carlos V, el texto se enmarca en-tre las crnicas, memorias, probanzas de mrito -en esta oca-sin con el fin de reclamar una pensin por su intervencin enla expedicin de Magallanes y Elcano- ya su vez puede leer-se como crnica de Indias de carcter no oficial y como aque-llas redactadas por los funcionarios de la Corona, especial-mente designados a tal fin.

    Desde la tradicin histrica, comprobamos que el no-velista elige la Carta americana al Rey con los reclamos delcronista nativo, cual es la Primer Chronica y Buen Goviernode Guarnn Poma de Ayala.

    El relato pareciera querer mostrar la "verdadera histo-ria de la vuelta alrededor del mundo". Para ello un personajeque pudo ser considerado como secundario, como es el bufnde Don Hernando de Magallanes, ha de erigirse como un nue-vo cronista, si no "real", ni siquiera "oficial", un "fabulador"del rey de Espaa.

    l ha de arrogarse mayor autoridad y derecho que

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    aqullos que han escrito acerca de la expedicin y a quienes, asu vez, ha de fustigar. Pareciera entender, tal como el propioBernal Daz del Castillo ante las "Cartas de relacin" de Her-nn Corts y Francisco Lpez de Gomara, que ellos no han da-do cuenta de los "verdaderos" acontecimientos de la conquis-ta ni de lo que han padecido aquellos a quienes considera losprotagonistas de la expedicin y pretende poner por delante eldesempeo y an el mrito de ellos: capitanes, navegantes, tri-pulacin, en definitiva, primeros conquistadores.

    En ambos casos, uno perteneciente a la historia, otro ala ficcin, el motivo de composicin o redaccin de la crnicaes el del reclamo de recompensa (tpico de la recompensa)-tierras o pensin- ante el Rey de Espaa.

    Maluco. La novela de los descubridores.El ttulo de la novela, Maluco, es el nombre portugus

    para designar las Islas de la Especiera, de tanta importanciapara la antigua Iberia. Le sigue como subttulo "La novela delos descubridores"; aqu aparece el gnero como architexto enuna mencin paratextual. Se propone desde el subttulo comoun modelo del gnero. Por una parte, esa indicacin que acom-paa al ttulo, orienta y determina el horizonte de expectativasdel lector, y en consecuencia, la recepcin de la obra. Es decir,el narrador propone una lectura dada del texto y ello puedeconsiderarse una determinacin de la novela como arquetpicay a la vez una orientacin dentro del gnero narrativo.

    Maluco constituye uno de los ncleos de significacinms interesantes de la novela, que ha de entraar el misteriode la aventura. Se presenta como un enigma, como un destinoque aparece incierto o la marca de la suerte de un puado dehombres. Ese nombre se une al desasosiego, a la inquietud, a

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    la bsqueda de fortuna, de ttulos y de gobernaciones en In-dias.

    Constituye la meta del viaje ligado inevitablemente ala locura, a la duda de un sitio inexistente, que nadie sabe dn-de queda y sobre el que hacen los navegantes interminablesjuegos para entretenerse, plenos de humorismo. Es un secre-to muy difcil de descifrar y que nadie posee.

    El relato presenta un tono de angustia, de vacilaciones,de impotencia, de rabia. Cuando los conquistadores se encuen-tran en las islas, ni siquiera ellos mismos lo saben, si bien seha dado una anticipacin del no reconocimiento.

    En la novela, el Maluco para los navegantes era "Soloun nombre. Un nombre extranjero que cada uno adaptaba a suspropios sueos ... como presintiendo que aquella palabra por-tuguesa no poda significar otra cosa que loco" ( 140). Era lodesconocido. El capitn Don Hernando, el futuro virrey delMaluco era "e] destino de la soledad infinita de los ocanos yel aroma enloquecedor de las islas imposibles"(l47). Era fuen-te de juegos que inventaban los expedicionarios como aquldel Qu es?, tambin denominado "Tautologa del hambre" o"Maluco" - Dilogo sobre la esencia de algunas cosas y deotras no" y terminaba siempre con la misma pregunta Y ques el Maluco? (201).

    La narracin est construida, segn lo declara el mis-mo narrador, a partir principalmente de la intertextualidad conobras histricas: un diario de viaje, Primer viaje en tomo delglobo de Antonio Pigafetta; las Dcadas del orbe novo y lasEpstolas de Pedro Mrtir d' Angheria, es decir, por textos queno son de ficcin y cuyos autores no tenan como fin ms quela rendicin de cuentas a la autoridad.

    De modo que estamos ante una construccin esttica

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    de un escritor del siglo XX, proyeccin de unas "fuentes o do-cumentos para la historia", redactados por un par de cronistasoficiales de la Corona espaola, el primero de ellos participan-te de la expedicin y testigo de vista y el segundo, quien escri-be en la pennsula misma, en la poca en que haban sucedidolos acontecimientos.

    La creacin, pues, est soportada por el fenmeno de"intertextualidad" de las crnicas reales y el examen final quehace para el rey de Espaa, el cronista real Juan Gins de Se-plveda, ante el reclamo de Juanillo. Ello se incluye como siperteneciera tambin a la historia; podemos afirmar la existen-cia de Seplveda como cronista real.

    De modo que es posible sealar distintos niveles de es-critura del relato: un discurso narrativo, definido por el nove-lista o narrador protagonista como "crnica" o "memoria", enun juego de intertextualidad:

    a) con su propio texto, metadiscurso o crnica auto-re-ferenciadab) crnica referenciada en los cronistas Pigafetta y Pe-dro Martir (stos son criticados por el cronista-bufn)e) convalidacin de crnica novela, a travs de un tex-to que se adjudicara al cronista oficial Gins de Sepl-veda y que aparece como Apndice de la crnica.

    Se da pues, un juego d'ensemble de los discursos his-tricos y literarios en que el escritor, dentro de la ficcin, otor-ga estatuto o jerarqua literaria a los discursos histricos e in-versamente, brinda categora histrica a los discursos litera-nos.

    Nuestro trabajo ha de poner en evidencia las relacionesde intertextualidad respecto de la historiografa que el escritor

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    mismo declara como fuentes en su novela. La narracin seconstruye, precisamente, a partir de la diferenciacin que elcronista bufn quiere establecer respecto de los cronistas ofi-ciales de la Corona.

    De modo que nos encontramos ante un discurso ficcio-nal que marca su distancia del discurso histrico, por una par-te; y por otra, con un discurso literario que los trasciende en laelaboracin de un texto compuesto por otros aspectos.

    NarradorEl narrador-cronista es en este caso un cronista-bufn,

    el que, paradjicamente, se plantea como quien ha de desmen-tir las versiones fingidas de quienes haban sido designados demodo oficial para esa tarea.

    Nos encontramos ante la lectura de aquella expediciny ante la escritura de ella en lo que se despliega curiosamentecomo un dilogo ntimo, de tono familiar, hasta desenfadado,con el propio rey de Espaa. Es decir, en una rara o infrecuen-te relacin entre un sbdito de baja clase y la mxima aucto-ritas imperial, que se plantea por medio de contraposicionesentre lo experimentado en el viaje y la vida de D. Carlos -aslo lIama- en su castillo de Yuste.

    Lo relatado viene a constituir el revs de la trama deuna historia oficial en la que se indaga -bien que sin dejaracontecimientos de lado- todo lo referente a aspectos inusua-les de la crnica: sentimientos, padecimientos, dudas e inquie-tudes de los navegantes, tanto como los tpicos del NuevoMundo o los mundos subterrneos de los viajes del descubri-miento. As se nos muestra el hambre y la naturaleza hostil,adversa. Se penetra en la intimidad de los hroes, en las debi-

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    lidades de los hombres, en las dudas que acucian a esos seres.

    Relacin Cronista bufn-ReyEl narrador cronista-bufn recupera la situacin dial-

    gica con el Rey Carlos V, aun en ausencia de la respuesta deaqul, pues las imagina, las contempla. As, humaniza la rela-cin y la figura del rey y la describe.

    Para ello emplea distintos procedimientos:a) Se expresa en tono coloquial y usa interrogaciones

    directas e indirectas.b) Emplea imperativos irnicos.e) Se trata de una crnica auto referenciada.d) Imagina situaciones y reacciones del rey cuando

    est leyendo la crnica.e) Se dirige a su interlocutor en un tono familiar.f) Hace valoraciones acerca de su crnica.g) Hace constantes referencias y comentarios a la

    propia crnica que est escribiendo, como rnetadis-curso.

    h) Emplea anafricos al dirigirse al Rey.

    El Nuevo Mundo en este relato podra definirse comoel Maluco, ya que el hallazgo del estrecho de Jos dos ocanosest relegado a un segundo plano. El cronista sabe que su re-lato es distinto de los dems, lo hace notar ante su interlocutory lo valora; juega con ello ante el rey, desafa y se atribuye undiscurso privilegiado. El estuvo constantemente junto al capi-tn Hemando de Magallanes, oficiaba de vidente, le lea quhaca su familia en Espaa, le entretena como bufn. Sabams cosas, quera contar otros sucesos, componer una historia,la "verdadera". Prefera no ocultar el hambre, las dificultades,

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    los padecimientos de los conquistadores.La crnica-novela del bufn no informa, no tiene co-

    mo deber hacerlo, no es su papel ni lo pretende. Cuenta y enese hecho de contar, deleita o displace al Rey, desenmascaraprocederes, demitifica y en ese contar, entretiene, cuenta yvuelve a contar.

    El narrador-protagonista caracteriza su propio escrito,que se hace original pues compone otro tipo de relacin con elRey mediante el coloquio que establece con l por el tono y elnivel de lengua empleado.

    Por otra parte, si bien el cronista sigue fielmente el iti-nerario de la expedicin, transcribe la nmina de los navegan-tes, incluye los acontecimientos que aparecen en los diarios deviaje y cartas de los cronistas Pigafetta y Pedro Martir d' Ang-heria, su trabajo es otro: relata desde bambalinas, desde la tras-tienda, las hazaas de los personajes, hace una crnica desdedentro.

    Adems, el relator demitifica las supuestas facilidadesde la conquista como la Evangelizacin de los naturales, reba-ja la idealizacin y la utopa. El referente en este aspecto estconstituido por el conjunto general de las Crnicas de Indias.Aqul califica los discursos de los otros y pretende diferen-ciarse de ellos, por obsecuentes o complacientes con la autori-dad. Valora con sangre su propia redaccin y reflexiona acer-ca de su discurso.

    Cronista bufn-cronistas realesEn el escrito hay constantemente un tono condenatorio

    de la empresa al Maluco. Aparece un juicio adverso hacia lostextos de Pedro Mrtir y de Pigafetta, a quienes el cronistaacusa de falsos frente a la verdad que l mismo se arroga.

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    El cronista-bufn busca obtener la pensin que Felipele ha quitado y pretende que el Rey Don Carlos haga justiciaal oficio de bufn.

    As, usa las estrategias de calificar como patraas loescrito por los cronistas del rey; se queja de haber desapareci-do de las listas de sobrevivientes de la expedicin de Magalla-nes, de las crnicas y de toda referencia a "Juanillo Ponce,conde de Maluco por la gracia de Dios".

    Nuestro narrador cronista desprecia el oficio de Piga-fetta, ya que segn l, su tarea se reduce simplemente a tomarnotas. Insiste en que aquellos han escamoteado aspectos de"nuestra aventura". Y los tilda de ignorantes, de desconocedo-res del oficio de descubridor.

    El escrito del bufn est en continua disputa con los delos cronistas reales. Ambas redacciones estn destinadas a en-tretener los ocios del rey. Quiere el relator diferenciarse deellos a toda costa, los que son como los poetas "mentirosos,farsantes, cobardes" y se dedican a inventar fbulas fingindo-se transparentes para agradar al rey y dejar su conciencia enpaz.

    Para ello, el cronista-bufn emplea distintas estrate-gias:

    a) Se refiere a las crnicas de los cronistas oficiales dela Corona.b) Se diferencia deliberadamente de ellos.c) Insiste en la falsedad de aquellas crnicas.

    Apndice

    Se trata de otro recurso de la narracin para probar laveracidad de la crnica elevada por Juanillo Ponce, a cargo delservidor de Su Majestad, Juan Gins de Seplveda, sobre la

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    expedicin al Maluco. Posee un carcter jurdico y an de in-forme detallado o prolijo respecto de la cantidad de gestiones,para lo cual recurre el narrador nuevamente a la intertextuali-dad de las Crnicas de Indias, tales como la Historia Naturaly Moral de Indias de Gonzalo Femandez de Oviedo, La Arau-cana de Alonso de Ercilla y Zuiga, primera epopeya ameri-cana, segn consta -en otro recurso- aun indita; las Dcadasde Antonio de Herrera; la Historia Pontificial de TIlescas; laCrnica de los Descalzos de San Francisco en Filipinas.

    El cronista hace constar referencias puntuales de libro,captulo y an pgina de los textos enumerados y puede tratar-se de ciertas o apcrifas, en el mismo juego. El cronista real serespalda, pues, en la autoridad de los cronistas consagrados.Para concluir su informe, valora la crnica de Juanillo y sepermite recomendarle al rey que se le restituya la pensin.

    Este constituye un nuevo paso dentro del trabajo de in-tertextualidad de la novela, con la historiografa de los Cronis-tas de Indias y con los informantes de la corona de Espaa, enuna suerte de pedido de convalidacin de la historia.

    Otra de las cuestiones se relaciona, precisamente, conel sentido de la veracidad histrica, vinculada en el caso de es-ta narracin con la crnica fabulada, que pretende una verosi-militud que fuese ms all de la ficcin, y que el narrador enla ocasin trabaja como en un documento de carcter histri-co, testimoniando con la autoridad de otros cronistas.

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    AmplificatioConviene apelar para explicar la elaboracin de los

    episodios que hemos de comparar entre la novela y las crni-cas en cuestin, a lo que Genette llama procedimientos para laamplificatio narrativa:

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    a) Desenvolvimiento diegtico:1) Dilatacin de detalles. Ej.: muerte de Magallanes2) Descripcin. Ej.: la naturaleza en la Amrica del

    Sur.3) Multiplicacin de episodios y de personajes deacompaamiento.4) Dramatizacin mxima de una aventura un pocoms dramtica. Ej.: elega a la nave perdida.

    b) Inserciones metadiegticas: episodios extraos al tema ini-cial' que la anexin permite extender y darle toda su importan-cia histrica o religiosa. Ej: relacin de la historia de Juana laloca.e) Intervenciones extradiegticas de narrador: procedimientoque puede no ser productivo, pero podra procurar la expan-sin y la extensin. Ej.: la cuestin del hambre.

    El texto literario cubre una zona vasta, que engloba lacantidad de historia que confluye en l, en el acto de compo-sicin. La historia se revela en un texto bajo su contenido his-trico. En l, si bien interesa el dato o la informacin histri-ca, importa ms lo que Lucien Goldman llama "el universoimaginario" o sea, una historicidad interiorizada y estructura-da como modelo".

    Sabemos que una vez decidido el argumento, el escri-tor se halla fuertemente condicionado a tratarlo con un deter-minado estilo y en un gnero literario. De ese modo el textoefecta una estrecha conexin entre los mayores y menoreselementos del contenido y las formas de expresin lingstica,estilstica y en consecuencia tcnico-narrativa.

    Las escrituras estn conformadas, no ya por los tiposde contenido, sino por los tipos de ideologa, lengua, tensin yproyeccin social.

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    En la novela analizada el narrador imita la crnica co-rno gnero.

    Narrador-protagonistaEl cronista est encarnado en el personaje de un bufn

    de la flota de Magallanes, que puede interpretarse como el an-tihroe de la novela, como el interlocutor vlido ante la Coro-na de Espaa. Es a la vez el transgresor lcito por la funcinque desempea, el que dice lo que todos saben y nadie se atre-ve a decir. Por eso habla del hambre, del sufrimiento de loshombres, de las dificultades del viaje.

    Es la voz del americano que desde el siglo XX hace sureflexin crtica respecto de la Conquista de Amrica, refle-xiona acerca del poder imperial, busca de alguna manera su lu-gar en la historia que relaciona el Viejo y el Nuevo Mundo,que tal vez est en ese continuo e interminable transitar mari-no, en ese ir y venir de un mundo al otro, entre el espaol quesale en busca de aventura, que persigue una ilusin, una figu-racin y el mestizo, el criollo, el hombre nuevo que ha de serlegitimado por el poder real.

    Citas textualesCronista bufn-reya) Estilo coloquial

    "[ ...] no entienden nada de esas cosas grandes: grandes am-biciones, grandes sueos, grandes amores: Y a vos, altezaqu os ha parecido mi juego? No quiere Vuestra Majestaddanzar junto a Juanillo? Apuesto a que es don Carlos muycasquivano y que se las pela, como dicen, por entrar en elcaramillo ..." (125)

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    b) USO de imperativo irnicoCierra con una serie de desenfadados consejos para

    que el Rey deje la severidad de sus estancias."[ ...] y baile. Dance el rey, tambin, porque no es justoque sean los dems los que lo hagan por l. Gire comouna gitana, d volteretas como un bufn. Dance por loscuatro rincones de la sala. Alrededor del mundo todo.Baile porque vivimos. Baile porque soamos. Baile por-que morimos. Pero eso s, Majestad, baile solo." (126)

    e) Metatexto"Es que en esta parte de la crnica el autor centra su pers-pectiva en algn punto del mar del Sur, prximo a la l-nea equinoccial [...] os narra primero [...] la estada en elrefugio de Serrano [...] muy cerca del estrecho que miamo descubriera [...] y os dice luego de..." (188)

    d) Imagina situaciones y reacciones del Rey cuando estleyendo la crnica

    "Tu mirada se ha posado en el voluminoso manuscrito deJuanillo ...AI contacto con ella, el celeste de tus ojos se ha-ce ms intenso, se vuelve color del ocano y en las pupi-las del monarca se dibujan tres minsculas naves ...EI re-lato se acelera. Se llena de viento. Por obra y gracia deJuanillo Ponce, conde de Maluco; tu bufn, tu siervo, tuamigo, tu beb, tu madre." (227)

    e) Se dirige al rey en tono familiar"En fin, d. Carlos Carlitas, ya nada se puede hacer. Ni tcon lodo el poder que tienes puedes volver el tiempoatrs, as que ya veo, de qu sirve ser rey".(226)

    f) Hace valoraciones acerca de su crnica"S, Mirfica Alteza, bien sabe Juanillo que ests harto e

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    impaciente, maldiciendo esta crnica de locos parlanchi-nes, y al loco de su autor..." (206)

    g) El cronista se refiere a su propia crnica"Qu suponeis que nos ha ocurrido entre la pgina 35 y64? qu sabis vosotros de la historia real de esa pgi-na? ..Por eso, Alteza, a veces me dan unas ganas locas deinterrumpir mi discurso ... y dejar que se vuelva tan acci-dentado como la vida misma".

    h)Usa del metadiscurso, cuando reproduce un dilogo" No recuerdo el orden de los parlamentos exactamenteni tengo ganas de inventrtelo, como hice y har otras ve-ces que sea menester." (105)

    g) emplea anafricos al dirigirse al rey"Sabed, Majestad, que despus de Zub anduvimos ""Sabed, Alteza, que en aquellas dos aciagas jornadas "" Sepa el Emperador, que nos encontrbamos perdidos ...H Sepa D. Carlos que fueron das de una tremenda confu-sin...""me cuesta ordenar los hechos, y aun saber cules ocu-rrieron fuera de m y cules son meras proyecciones de miatribulado interior". (280)

    Cronista bufn-cronistas realesa) Se refiere a las crnicas de los cronistas oficiales de la Co-rona:

    "Adems, Pedro Martyr, y el otro, Pigafetta, o como sellamase no despacharon ellos en dos prrafos todo esteasunto que a m me lleva tantas pginas? .." (206)

    b) Se diferencia deliberadamente de ellos:"Y si el relato puntual y verdadero de nuestras miserias,

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    relato que en un todo false vuestro cronista Pedro Martyrde Angleria, para mayor gloria de su Alteza Imperial, ascorno de las muchas cosas que aquel sagaz caballero vi-centino don Antonio de Pigafetta call y enmend por lamisma razn, llegare a V.Merced, tenga l en cuenta queen Bustillo del Pramo, mi pueblo natal, sufre grande po-breza este Juanillo, bufn de la armada, que hizo con susgracias tanto por la empresa como el mismo Capitn Ge-neral, con su obstinacin."

    c)Insiste en la falsedad de dichas crnicas:"Ellos/los de la Inquisicin/queran saber por qu andabayo por casas y plazas diciendo que lo de tus cronistas eratodo patraas[ ...] Y si era verdad que escriba una crnicallena de falsedades para remitrsela al emperador". (42)

    "Es tan grave la verdad que as se me castiga? Despusde haber sufrido los horrores sin cuento de aquel viaje de-ba aceptar yo sin ms, las paparruchas y embustes devuestros cronistas." (65)

    Nueva Amplificatio1) Comparacin de la muerte de Magallanes, desenvol-

    vimiento diegtico, dilatacin de detalles.

    -En Pigafetta: se presenta como anticipacin el com-plot para asesinarlo. Se dice escuetamente que se haba trama-do el mismo, se nombra a los traidores, los castigadores, losperdonados, los abandonados en tierra.

    Luego, ya en la isla de Matn, se cuenta el ataque al ca-pitn y los dos o tres momentos previos a la muerte, la herida,la lanza, la indefensin de Magallanes, su muerte. (106)

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    -En Pedro Mrtir de Anghera: se trata tambin de unrelato puntual en el que se cuenta la intimacin de Magallanesal rey de Matn, su no sumisin: se da cuenta de "las armas delos indios del pas; dardos, canas y madera tostada- picas lar-gas y con hierro. [Magallanes] con siete compaeros fuemuerto por el rgulo quedando heridos veintids. De este mo-do, el buen portugus concluy con su codicia de aromas."(327).

    Luego se completa cuando el narrador bufn se lo re-lata en su carta al Rey de Espaa y recuerda, entre lgrimas, laescena en que sostiene entre sus manos la cabeza de Magalla-nes y todas las imgenes que de ello surgen.

    2) En la descripcin de la Naturaleza (I77-8) en el epi-sodio de la bsqueda del estrecho que unira los dos ocanos,se dan abundantes descripciones del paisaje que los rodea(mediante imgenes: el cielo, las aguas, los canales, la luz as-tral, los altos picos, la baha, una ensenada, el misterio de lazona, los das y las noches a la espera de los vientos para pro-seguir su viaje).(l77-8).

    Aclaramos que ste es slo un momento que sirve deejemplo, de entre los muchos que podran escogerse para mos-trar cmo se hace importante el trabajar en su narracin la na-turaleza americana. Esto se relaciona con la fuerza que ha co-brado desde el comienzo de la conquista para el recin llega-do y con su posterior recreacin en la ficcin literaria.

    En cuanto a la comparacin con Jos cronistas, slo re-cordaremos la incorporacin del mundo natural como brevesdescripciones de los lugares que recorren y descubren, y conel inters por la historia natural.

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    3) Con referencia a la multiplicacin de episodios ypersonajes en la novela respecto de las crnicas, nicamenteapuntamos que en su generalidad el cronista-bufn sigue fiel-mente los acontecimientos y personajes que aparecen en esosrelatos, si bien les propone un desarrollo mayor y ms rico ypor supuesto ms imaginativo. Los personajes en sus relacio-nes con los dems, en su interioridad, son trabajados con tc-nicas ya propias de la literatura contempornea.

    4) Descripcin del abandono de la nave "La Concep-cin".

    En el texto de Pedro Martir, simplemente se mencionaque una nave debi ser abandonada: " ...por eso se qued allla nave hasta el da de hoy ..."

    En el relato de Pigafetta, directamente bajo el enuncia-do de "Quemamos un navo", se dice: "Viendo que las tripu-laciones, disminudas por tantas prdidas, no eran suficientespara los tres navos, decidimos quemar uno [la Concepcin],despus de transportar a los otros dos todo lo que podra ser-nas til".( 112)

    En la novela este punto se despliega como una verda-dera elega y se vincula con el desgarramiento que le provocaal narrador esa circunstancia. Los momentos podran esque-matizarse como sigue:

    a) La significacin de las naves en la vida de los nave-gantes, su vnculo con Espaa, su "puerta de regreso". La me-taforizacin de ellas como "seres arrojados al mar", como"animales espaoles".

    El narrador vuelca el recuerdo de la prdida ya de otrasdos naves: la decisin de Sebastin Elcano de deshacerse deellos: la discusin que ello provocase y aun las peleas a puo

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  • Maluco

    sobre cul abandonar, la sentencia del capitn, las razones dela eleccin que recaera sobre la Concepcin.

    b) Insercin metadiegtica del narrador; episodio ex-trao al tema inicial.

    En este caso se tratara de la narracin de la historia de Juanala Loca y de la familia real de Carlos V, que en su dilogo an-te Carlos, el monarca, establece el cronista. Este le recuerdalos pasos que ha seguido la herencia del rey o cmo el rey hallegado a su trono y le reprocha el no haber tenido la valentasuficiente para enfrentarla. O sea, incluye una historia que elnarrador se procura, como procedimiento para expandir el re-lato central, y que constituira una digresin al mismo.

    e) Intervencin extradiegtica de narrador: el tema delhambre en su reinado y en la Espaa de Felipe 11 y su igno-rancia en todos los frentes: en el ejrcito, en las expediciones,en las plazas, en los pueblos. El cronista increpa duramente alrey por su actitud. Es un tema que aparece varias veces en lanovela y que representa una de las ms significativas entre lasquejas al Rey. En cuanto a los cronistas, segn Juanillo, apa-rece vedado a la expedicin ante el Rey, lo cual es falso.

    "Porque un monarca puede ignorarlo todo, menos esoque un poco inocentemente llamamos hambre."

    Notas1 Buenos Aires: Losada, 1948.2 Mxico: Siglo XXI, 1979.3 Mxico: Siglo XXI, 1975.4 Mxico: FCE, 1987.5 Mxico: Siglo XXI, 1985.6 La cration culturelle dans la societ modeme. Pars: Gouthier,1971.

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  • Arnalia Iniesta Cmara

    Ediciones consultadasPigafetta, Antonio. Primer viaje en tomo del globo. Buenos Aires-

    Mexico: Espasa-Calpe, 1946.d' Angleria, Pietro Martire. Dcadas del Nuevo Mundo. Buenos

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    Ponce de Len, Napolen Baccino. Maluco. La novela de los des-cubridores. Barcelona: Seix-Baral, 1990.

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    Gouthier, 1971.Menton, S. La nueva novela histrica de la Amrica Latina. 1979

    1992. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1993.Perus, F. (comp) Historia y Literatura. Mxico: Mera, 1994.Certeau, M. de. La Escritura de la Historia. Mxico: Universidad

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    sentacin histrica. Barcelona: Paidos, 1992.

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    Page 1TitlesEl Nuevo Mundo

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