Alzheimer 2.3

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Buvelot-Lelong, Lea;Felis, Silvia;De Paula Mulatiere, Synji. 4º Psicología de la Salud. Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer Universidad Católica de Valencia. Sede de San Juan Bautista.

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Trabajo sobre el Alzheimer e intervención.

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Buvelot-Lelong, Lea;Felis, Silvia;De Paula Mulatiere, Synji.

4º Psicología de la Salud.

Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer

Universidad Católica de Valencia. Sede de San Juan Bautista.

Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer

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Índice

1. Introducción. ............................................................................................................. 2

1.1. Demencia. .......................................................................................................... 2

1.2. La Enfermedad del Alzheimer (EA)/ Alzheimer’s Diseases (AD)..................... 2

2. Justificación del Programa de intervención/prevención. .......................................... 4

3. Programa de intervención. ........................................................................................ 5

3.1. Población Diana ................................................................................................. 5

3.2. Resumen de las sesiones .................................................................................... 5

3.3. Justificación de las sesiones ............................................................................... 6

3.3.1. Primera Sesión ............................................................................................ 6

3.3.2. Segunda sesión ........................................................................................... 7

3.3.3. Tercera sesión. ............................................................................................ 8

3.3.4. Cuarta sesión. ............................................................................................. 8

4. Materiales ............................................................................................................... 14

5. Conclusiones ........................................................................................................... 14

6. Limitaciones ........................................................................................................... 15

7. Valoración del trabajo ............................................................................................ 15

1. Bibliografía ............................................................................................................. 16

Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer

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1. Introducción.

1.1. Demencia.

Las demencias neurodegenerativas son síndromes que causan un deterioro de la

memoria, problemas en el pensamiento y la conducta. Sus síntomas se desarrollan

lentamente y empeoran con el tiempo, e interfieren en la ejecución de las tareas

cotidianas.

Ésta no forma parte del proceso de envejecimiento normal del ser humano, aunque el

envejecer supone un riesgo para desarrollar esta enfermedad.

Existe una alta prevalencia en personas mayores de 65 años, pero un poco más del

5% de los sujetos que padecen de demencia la desarrollan siendo más jóvenes (40-50

años).

El síndrome de la Demencia supone un número extenso de patologías cerebrales. Pero

el Alzheimer corresponde a un 60-80% de los casos de demencia.

1.2. La Enfermedad del Alzheimer (EA)/ Alzheimer’s Diseases (AD).

Fue descrito por primera vez por el Dr. Alois Alzheimer, fisiólogo Alemán en 1906,

basándose en la autopsia cerebral de una mujer que sufría de problemas de memoria,

confusión y disfunciones en el lenguaje, donde se encontró con unas aglomeraciones

anormales de placas y enredos fibrilares en las neuronas. A lo que se denominaron marcas

en la Enfermedad del Alzheimer.

Las marcas están compuestas por las placas beta amiloideas, que se trataría de la

hiperfosforilción de la proteína tau. Asociada con el incremente la los niveles

inflamatorios, oxidativos y la muerte cerebral. Uno de los síntomas más dañinos en EA

es la isquemia1.

En las primeras etapas, la pérdida de memoria no es significativa pero a medida que

avanza la enfermedad, los individuos que la padecen pierden la habilidad de mantener

una conversación normal, y de tener una respuesta adecuada a los estímulos de su

ambiente.

Los enfermos no experimentan necesariamente los mismos síntomas, y el

deterioro puede avanzar a una velocidad distinta en cada paciente. Se han definido siete

etapas, basándose en un sistema desarrollado por Barry Reisberg, el director clínico de la

1 Interrupción del suministro de sangra al cerebro que interrumpe el flujo de oxígeno y nutrientes necesarios

para el funcionamiento de las neuronas.

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New York Universitu School of Medecine's Silberstein Aging and Dementia Research

Center, especializado en la investigación sobre las demencias. Estas siete etapas son:

Etapa 1: No deterioro cognitivo (función cognitiva normal).

Etapa 2: Deterioro cognitivo muy leve (se puede confundir con un deterioro

normal relacionado con la edad avanzada del sujeto, o podría ser la primera

señal de la presencia de la demencia).

Etapa 3: Deterioro cognitivo leve (esta etapa temprana del Alzheimer se

puede diagnosticar en algunos individuos con estos síntomas, pero no en

todos): el sujeto empiezan a notar dificultades en su vida cotidiana, fallos en la

memoria o problemas en la concentración, dificultades para acordarse de la

palabra correcta, o el nombre de una persona; pierden o cambian de sitio a objetos

valiosos; aumento de la dificultad de planificación u organización en general.

Etapa 4: Deterioro cognitivo moderado (etapa temprana del Alzheimer): en

este punto, se pueden detectar síntomas significativos en distintas áreas: Se

olvidan eventos o acontecimientos recientes; deterioro de la habilidad de ejecutar

tareas aritméticas un poco difíciles, por ejemplo, contar hacia atrás desde 100 de

7 en 7; mayor dificultad para ejecutar tareas cotidianas de planificación, pagar las

facturas o encargarse de las finanzas; empieza a olvidar su propia historia, mal

humor en situaciones sociales, o en el que tiene que hacer un esfuerzo mental.

Etapa 5: Deterioro cognitivo modernamente severo (etapa media de la

enfermedad): notables fallos de la memoria y del pensamiento, y empieza a

necesitar ayuda para realizar las actividades diarias. Pueden no ser capaces de

recordar su propia dirección o número de teléfono, o bien la escuela o universidad

en la que estudiaron. Desorientación temporal y espacial. Dificultad para ejecutar

tareas aritméticas más básicas, necesitan ayuda para elegir la ropa adecuada que

se van a poner. Todavía recuerdan quienes son y recuerdan a sus familiares y

amigos, y aún no se requiere asistirles para comer o ir al baño.

Etapa 6: Deterioro cognitivo severo (etapa media de la enfermedad): el

deterioro de la memoria sigue empeorando, puede que ocurran cambios en la

personalidad del sujeto, quien pueden necesitar más ayuda en sus actividades

diarias. En este punto, el sujeto puede olvidar cosas que ha hecho hace poco, o

cosas de su entorno. Olvida poco a poco detalles sobre su vida. Aún puede

reconocer a sus familiares y distinguirles de personas desconocidas, pero le cuesta

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recordar el nombre de su marido/mujer, o de su cuidador. Necesita ayuda para

vestirse adecuadamente. Su patrón de sueño se deteriora. Incontinencia, mayores

cambios de personalidad o de humor, incluyendo suspicacia o delirio, o

comportamientos repetitivos. Tiende a deambular y perderse.

Etapa 7: Deterioro cognitivo muy severo (etapa severa de la enfermedad): En

esta etapa los sujetos pierden la habilidad de responder a los estímulos de su

entorno, no pueden mantener una conversación. En este punto necesitan asistencia

para la ejecución de casi todas las actividades diarias, como para comer, ir al baño,

etc. Puede que pierdan la capacidad de sonreír, de sentarse sin apoyo, etc.: los

reflejos son anormales, y los músculos se vuelven rígidos. Tienen también

dificultad para tragar.

2. Justificación del Programa de intervención/prevención.

¿Qué es la prevención?

“Aquel proceso de intervención social que, con el objetivo último de mejorar el bienestar

y la calidad de vida de las personas y sistemas humanos, y acorde con conocimientos

rigurosos, manipula los factores asociados o implicados en la génesis de diferentes

enfermedades, problemáticas o necesidades sociales, desarrollando actuaciones concretas

a fin de evitar su aparición, reaparición o agravamiento”. (F. Casas, 1996).

En nuestro programa se plantea una prevención con los cuidadores principales y

las personas que se encuentran en fases tempranas de la EA, con el fin de una

Psicoeducación correcta para la comprensión de la enfermedad.

¿Por qué el Alzheimer?

La Enfermedad del Alzheimer, es de entre las demencias neurodegenerativas la

más prevalente hoy en día, su grado de afectación tanto para la persona que la padece

como para el cuidador son extenuantes y graves.

No existe una cura ni programas de prevención eficaces, con el fin de evitar los

síntomas de la demencia. Pero no es descartable la posibilidad de retrasar el desarrollo de

dichos síntomas o una mejor evolución en el transcurso de la enfermedad.

¿Qué pretendemos? Objetivos.

- Que tanto pacientes en etapas tempranas, como cuidadores comprendan la

enfermedad.

- Intentar ayudar a incorporar técnicas y hábitos para un mejor desarrollo y

evolución de la enfermedad.

- Que tanto los cuidadores, como los enfermos de Alzheimer, pongan en práctica

en los talleres los ejercicios que se proponen.

- Que los cuidadores entiendan que la persona no es la enfermedad.

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3. Programa de intervención.

3.1. Población Diana

Este programa de intervención va dirigido a los familiares o cuidadores

principales de personas que padecen la enfermedad de Alzheimer, que se encuentren en

fases tempranas del desarrollo de le enfermedad como en fases más avanzadas. Los

pacientes con Alzheimer, a medida que va avanzando la enfermedad, necesitan de manera

exponencial la ayuda de cuidadores que les asisten en tareas específicas, como la toma de

medicación, estimulación cognitiva, física, y luego hasta en actividades de la vida

cotidiana, como ponerse la ropa, comer, etc...

3.2. Resumen de las sesiones

Sesión n° 1

2 horas

Cuidadores

Explicar la enfermedad, su desarrollo, los síntomas que surgen, y las

necesidades que tienen los sujetos con Alzheimer.

Aportar informaciones sobre la dieta más adecuada a los pacientes, que tipo

alimentos son mejores para ellos y por qué.

Informar sobre la farmacología que necesita el paciente.

Sesión n° 2

2 horas

Cuidadores y Pacientes

Insistir en la importancia de una actividad física regular.

Dar información sobre las enfermedades cardiovasculares y el factor de

riesgo que representan. Explicar cómo se pueden evitar, e insistir sobre el

hecho de que los estilos de vida están todos relacionados: la dieta y el

ejercicio físico pueden prevenir enfermedades cardiovasculares, por lo tanto

también demencias en cierta medida.

Sesión n° 3

1h30

Cuidadores y Pacientes

En esta sesión se hablará de los ejercicios cognitivos que se pueden hacer de

manera cotidiana para optimizar el desarrollo del deterioro cognitivo que

produce la enfermedad.

Sesión n° 4

Cuidadores y Pacientes

La importancia del apoyo emocional y aspectos sociosanitarios en las

personas con Alzheimer.

Taller de ejercicios físicos.

Taller de ejercicios cognitivos.

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3.3. Justificación de las sesiones

Este programa de prevención se compone de cuatro sesiones de dos horas

aproximadamente, que tendrán lugar los martes y jueves durante dos semanas a las seis

de la tarde, teniendo en cuenta que los cuidadores posiblemente trabajan. Se trabajará con

un grupo de 12 a 16 personas.

3.3.1. Primera Sesión

En la primera sesión se dará información sobre la enfermedad de Alzheimer, las

diferentes etapas por las cuales el paciente va pasando (el desarrollo del deterioro

cognitivo).

Empezamos con esto dado que es muy importante que los cuidadores sepan lo que

le está pasando al paciente, los síntomas que puede tener, los que va a tener, y también

los que ha tenido antes pero que parecían insignificantes. Los cuidadores necesitan una

información adecuada y precisa para entender el estado del enfermo y poder cuidar de él

adecuadamente.

Los que están cuidando a personas que aún están en fases tempranas a lo mejor no

se dan cuenta de las consecuencias que vienen con la evolución de la enfermedad, y tienen

que estar preparados para ellos mismo como para el individuo que cuidan; y los que están

cuidando a pacientes que se encuentran en una fase más avanzada no han tenido

necesariamente la información adecuada o les pueden faltar datos. En esta primera fase

se indicará también la dieta más recomendada para los enfermos, y sus beneficios.

El enfoque nutricional es un enfoque innovador que puede ser muy rentable, dado

su facilidad para administrar y por el impacto que esto supone como una intervención

complementaria al tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer.

Se esperan más investigaciones con respecto a los agentes tales como vitaminas,

sustratos energéticos, flavonoides, lípidos y dietas modificadas que funcionan como

antioxidantes, potenciadores metabólicos e inmuno moduladores. Por lo que son

necesarias más investigaciones respecto a la prevención de la Enfermedad de Alzheimer

mediante tratamientos nutricionales.

Existen evidencias de modificaciones de la enfermedad en los animales y en

experimentos in vitro, pero en humanos se necesitan más estudios.

Sin embargo, existen datos de la potencialidad de las intervenciones nutricionales

de la EA, que servirían tanto para complementar a tratamientos existentes como para

modificar la enfermedad de manera directa.

Existen estudios que evidencian que el Omega-3 como el DHA y sustratos

energéticos como Axona son moduladores genéticos de la enfermedad (Reger et al.,

2004;. Quinn et al, 2010). Aunque aún queda identificar si la suplementación y la

modificación nutricional y dietética son parte del paradigma de la atención clínica para la

prevención y el tratamiento de la EA.

Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer

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El desarrollo de un marco fundamental incorporando diversos aspectos es

necesaria para avanzar en el campo de las estrategias de intervención mediante la

nutrición para la prevención y tratamiento de la EA.

La Obesidad

Hoy en día no hay pruebas suficientes para conformar una relación directa entre

adiposidad en la edad mediana y la incidencia de una demencia. La elucidación del patrón

de asociaciones se complica por la disminución de la masa corporal que acompaña la

demencia, y puede anteceder el inicio clínico de este hasta diez años.

El Colesterol

El hallazgo más consistente a través de cohortes es que un declive más rápido en

el colesterol total desde mediados a finales de la vida predice la aparición de la

enfermedad de Alzheimer, y, posiblemente, la demencia y el deterioro cognitivo. Esto ha

sido demostrado en HAAS.

3.3.2. Segunda sesión

En una segunda sesión, primero se hablará de la importancia de una actividad

física regular. Luego se dará información sobre las enfermedades cardiovasculares como

factor de riesgo de las demencias, y se demostrará la relación que tiene con lo visto

anteriormente: los estilos de vida están relacionados entre ellos: por ejemplo, una dieta

inadecuada y poco ejercicio físico aumentan la probabilidad de tener problemas

cardíacos. Insistimos en eso para demostrar la importancia que cada factor en el bienestar

del paciente como del cuidador.

La Hipertensión

Los estudios sobre la asociación de la hipertensión con la incidencia de la

demencia han demostrado claramente la importancia de una perspectiva del ciclo vital.

La hipertensión en la edad mediana, no al final de la vida, está asociado con un mayor

riesgo de demencia senil. En una revisión publicada en 2005, siete estudios informaron

sobre la asociación transversal entre la presión arterial y riesgo de Alzheimer prevalente

y la demencia en la vejez. Cinco estudios demostraron una asociación inversa, con un

auto-registro de la tensión arterial, o hipertensión clínicamente diagnosticada y la

demencia o AD, mientras que dos estudios no encontraron asociación. Skoog, usando

datos del estudio de cohorte Goteborg demostró que la hipertensión en la edad mediana

se asociaba con una mayor probabilidad de incidencia de la demencia más tarde. Se

concluye que existe una fuerte y constante evidencia de asociación entre hipertensión en

la edad mediana y la incidencia de cualquiera demencia en la vejez.

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3.3.3. Tercera sesión.

En la tercera sesión se dará información sobre los ejercicios cognitivos que se

aconsejan para ralentizar u optimizar el desarrollo del deterioro cognitivo. Una serie de

artículos han revisado ensayos controlados aleatorios que se hicieron con el fin de evaluar

el uso de la estimulación cognitiva en Alzheimer. En general, los estudios revelaron que

estrategias de intervención cognitiva específica podría ser clínicamente eficaz o

beneficiosa en pacientes con Alzheimer. Estimulación cognitiva global es más eficaz a la

hora de mejorar las funciones cognitivas de pacientes que padecen Alzheimer que lo son

las intervenciones que implican el entrenamiento de funciones cognitivas específicas.

(Sin embargo, debido al hecho de que existían diferencias metodológicas sustanciales

entre los estudios, estos resultados deben ser interpretados con cautela.)

El ensayo más controlado y extenso aleatorizado para evaluar el uso de la

intervención cognitivo en Alzheimer utiliza un enfoque global de estimulación cognitiva

basado en la terapia de orientación a la realidad.

El objetivo del estudio era determinar si la presentación y la repetición de la

información de orientación podría aumentar la cognición y la calidad de vida de los

pacientes con Alzheimer de deterioro leve a moderado.

Los resultados de este estudio revelaron que la participación en la terapia de

estimulación cognitiva mejora de forma significativa el estado cognitivo global y la

calidad de vida del grupo de intervención en comparación con el grupo control.

Un análisis de los datos indicó que la terapia cognitiva fue tan eficaz como la

medicación contra la demencia en el alivio de los síntomas cognitivo-memoria y

orientación asociados con Alzheimer y parecían potenciar los efectos cognitivos

beneficiosos proporcionados por el tratamiento farmacológico. Sin embargo, el deterioro

cognitivo a largo plazo en pacientes con Alzheimer no puede detenerse, hasta con 2 años

con tratamiento farmacológico y / o tratamiento no farmacológico, pero el deterioro es

mayor y progresa más rápidamente en pacientes que no reciben ningún tratamiento. Se

encuentra también que programas de estimulación globales que tienen como objetivo

mejorar las actividades de la vida diaria pueden ser más beneficiosos para los pacientes

con Alzheimer que los programas de intervención que estimulan las funciones cognitivas

específicas.

3.3.4. Cuarta sesión.

En la cuarta sesión, nos centraríamos en la importancia que tiene el apoyo

emocional con las personas que padecen Alzheimer y los cuidadores principales. En este

punto nos centraríamos en los aspectos sociosanitarios relacionados con el cuidado de las

personas.

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Higiene personal

Es importante un buen cuidado de la higiene personal de la persona afectada por

el Alzheimer, esto ayuda a que mantengan una buena imagen y se sientan mejor, también

es importante prevenir posibles complicaciones físicas (irritaciones, heridas, úlceras,

etc.), psicológicas (autoestima, negación de la realidad, etc.) y sociales (rechazo, apatía y

aislamiento social).

Hay que animarles a mantener hábitos de higiene adecuados, en las fases más

avanzadas es importante que el cuidador ayude y supervise en todo lo que los pacientes

necesiten, fomentando siempre la autonomía propia.

Nutrición

Un adecuado aporte nutricional es necesario para el mantenimiento de la salud y

de la calidad de vida.

Los enfermos con Alzheimer pueden perder peso desde los primeros estadios y

evolucionando a la malnutrición y desnutrición. Esto puede deberse a una ingesta

insuficiente debido a síntomas depresivos o ansiosos que la persona pueda estar

padeciendo.

Es importante recordar que los posibles fallos en la memoria, pueden interferir en

la compra y preparado de las comidas, por lo que se requeriría una supervisión por parte

del cuidador principal. La misma enfermedad y el vagabundeo elevan el gasto energético.

Pueden presentar dificultades para comer.

Entorno

Es importante tener en cuenta el entorno del enfermo de Alzheimer y realizar las

modificaciones pertinentes sin que los cambios sean drásticos, con el fin de evitar la

confusión y desorientación. Se pretenderá un incremento de la comodidad e

independencia de la persona, evitar accidentes de cualquier tipo. Los lugares más

relevantes para dichos cambios serán:

- El baño es una de las estancias donde es importante realizar más

adaptaciones para permitirle tener un lugar seguro y facilitar la autonomía

de los enfermos para una mayor intimidad.

- En el dormitorio las adaptaciones se encaminarán a los lugares donde

pueden ocurrir más caídas, por mala iluminación, barreras o traslados.

- Los accesos y salidas son lugares de alto riesgo, puesto que pueden darse

a la fuga, por lo que sería importante proceder a mantener algunas medidas

de seguridad.

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Autonomía

A medida que progresa la enfermedad se va perdiendo la capacidad de realizar los

actos más comunes del día a día. Es importante hacerles partícipes activos en tareas

cotidianas como la alimentación y su preparación, la higiene persona y baño. Con el fin

de estimular la memoria, lenguaje, actividad manual y autoestima.

Es importante recordar que cuánto más tiempo el enfermo puede utilizar estas

capacidades básicas, más tiempo se conservará la “calidad de vida”.

La incontinencia

La incontinencia es la pérdida involuntaria del control de la orina.

Este problema puede generar malestar en el paciente y en sus cuidadores, y puede

llevar al aislamiento social. La incontinencia puede deberse a: Infección del aparato

urinario, aumento de la próstata que ocurre con la edad, por los efectos de la toma de

medicinas, por los trastornos de la movilidad.

Es importante que se acostumbre al paciente a tener unos intervalos regulares de

orina durante el día, asegurarle la facilidad de acceso al baño, disponerle de ropa fácil de

quitar y poner, controlar su ingesta de líquidos antes de dormir y estar pendientes de que

estén limpios.

Estreñimiento

El estreñimiento es un trastorno digestivo que provoca una escasa o infrecuente

evacuación de las heces. La mayoría de las personas lo sufren de forma pasajera por un

periodo de su vida. La dieta, la poca movilidad, y la poca ingesta de líquidos podrían ser

una de las causas del estreñimiento.

Si es necesario poner enemas con regularidad o utilizar medicinas que ablanden

las heces (después haber consultado un médico).

Cambios del comportamiento

En el trascurso de una demencia pueden aparecer trastornos de conducta que

pueden hacer que la convivencia familiar sea muy difícil o alguna vez imposible.

Es importante tener en cuenta que estos comportamientos no son intencionados,

son consecuencia de la enfermedad y en ocasiones por cambios ambientales de rutinas y

hábitos.

Las técnicas de modificación o manejo de estos trastornos tienen que ser aplicadas

de forma sistemática y de igual manera para todas las personas.

El enfermo con Alzheimer puede ser agresivo con las personas más cercanas sin

motivo aparente, este comportamiento puede desencadenarse por la frustración de no

poder realizar las actividades cotidianas, un dolor oculto, cambios en la rutina o efectos

de algún fármaco.

Nunca hay que gritarles, hemos de dirigir la atención del enfermo hacia otras

cosas, hablarles de otras cosas de forma tranquila con el fin de distraerles, evitar las

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situaciones que desencadenan el problema, explicarles las actividades que se van a hacer

y darles el tiempo que necesitan para entenderle bien, consultar con el médico, alguna vez

puede ser conveniente revisar la medicación.

Vagabundeos

Algunas veces el mayor con Alzheimer permanece andando durante mucho

tiempo sin una dirección fija y sin motivo aparente. Resulta casi imposible que se siente,

pues volverán a levantarse, caminando de un lado para otro. Este tipo de conducta es un

problema cuando el enfermo esta en lugares inadecuados o existe un riesgo de caída o de

fuga.

Esto podría deberse a un deseo del enfermo por realizar una actividad física, la

sensación de malestar, dolor, hambre, sed. Una necesidad de acudir al baño cuando tiene

que limpiarse. Por desorientación, el enfermo no recuerda donde está, se siente

confundido, es la búsqueda interminable de “algo”.

Es recomendable el facilitarle algún ejercicio físico regular controlado. Pueden ir

con su familiar a dar paseos al aire libre o realizar ejercicios sencillos de gimnasia.

Es importante Mantener una rutina diaria, incentivar la realización todos los días

sobre las mismas actividades, a la misma hora y en los mismos lugares. Esto les

proporcionará seguridad.

Utilizar señales visuales para orientarse (con letras o dibujos en las diferentes

habitaciones de la casa). Utilizar distintivo de identificación, por si llegara a perderse.

Repetición de palabras y acciones

Estos comportamientos son actos involuntarios y repetitivos sin motivación

aparente por parte del enfermo, consecuencia de un estado de intranquilidad o excitación

(preguntan muchas vezes, se frotan las manos, abren las válvulas, hacen ruidos sin razón

aparente....)

Consejos con esto tipo de pacientes: Sería recomendable estar cerca de los

familiares y hablar en tono pausado. Intentar distraerle, no le reprender, y algunas veces

sólo funciona ignorarlo. Intentar no dejarle sólo, supervisandoles a distancia. Es

recomendable poner música suave que relaje la situación ambiental y favorezcer siempre

un ambiente tranquilo y organízar algunas actividades de modo que le entretenga.

Los enfermos pueden padecer alucinaciones: ellos ven, oyen y sienten cosas que

no existen, y en la mayoría de las veces estas son de tipo visual.

Entre las posibles causas hay: Trastornos sensoriales, efectos secundarios de una

medicación, poca iluminación, un trastorno físico descompensado: deshidratación,

infección, etc.

Es aconsejable no negarle la alucinación, porque para él es real. Tranquilízarle,

hablándole en un tono suave, explicandole en todo momento quienes somos, para que él

se sienta confiado y seguro.

Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer

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Probar a distraerle mostrándole algo que le guste. Si la alucinación no le causa

malestar, ni entraña peligro, alguna vez puede no ser necesario intervenir.

Consulte a su médico, es probable que será necesario revisar la medicación.

No discuta con su familiar ni niegue lo que ve y oye. Le hará sentir mas frustado.

Delirios

Los delirios consisten en falsas ideas que no tienen evidencia en la realidad. En

esto tipo de enfermo son frecuentes los delirios de perjuicio, pueden creer que quieren

robarle o le quieren infringir algún daño.

Se pueden seguir una serie de pautas, como que el enfermo este en un espacio

conocido y familiar, hacerle sentirse escuchado para que no generar discusiones, ni darle

la razón pero tampoco llevarles la contraria, recordarle que estas para ayudarle y que se

sienta ayudado.

Si tiene delirios de robo, preste atención a los lugares donde suele esconder las

cosas. Pon su atención hacia otras cosas o actividades agradables. Hacerles saber que

usted se va a hacer cargo de los problemas que tiene el enfermo y de comprobar que todo

esté bien.

Inactividad, apatía

Los enfermos con apatía no tienen interés por las actividades de la vida cotidiana

y del cuidado personal, presentan una disminución en la respuesta emocional y en la

iniciativa.

Es muy importante diferenciar el enfermo apático de uno deprimido, ya que el

manejo de la situación es diferente.

Conviene organizarle actividades que les gusten, esto mejorara su estado de

ánimo.

Hágales sentir útiles dentro del entorno familiar, pero en el caso en que no desea

cooperar en algo sería mejor no insistir, entonces hacerlo distraerse y volver a intentarlo

más tarde.

Fomentar la realización de ejercicio físico y animarle a encontrar otras personas.

En algún caso es necesario utilizar el tratamiento médico, por lo que es importante

consultar un médico, dar su apoyo, escuchar sus sentimientos. Fomente su sentimiento de

integración dentro de la familia.

Problemas del sueño

Permitir que la persona con demencia vayan a la cama y duerma sin moverse, es

tarea muy difícil.

Muchas veces pueden presentar síntomas conocidos como “Inversión de la pauta

del sueño”. Están despiertos por la noche y duermen a lo largo del día. Esta alteración de

conducta tiene mucha repercusión en los cuidadores.

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Consejos para los familiares:

- Mantenga una actitud calmada, no se intranquilice con su familiar.

- Estaría muy bien organizar una actividad física a lo largo del día.

- Evite sueno diurnas o que duren más de 30 minutos.

- Haga de modo que siempre se vaya a la cama a la misma hora.

- Preparar cenas ligeras y evitar que se ingieran líquidos en exceso antes de

ir a la cama porque esto podría aumentar su excitación.

- La habitación donde el enfermo duerme debe ser silencioso y con luces no

fuerte.

Su familiar necesita dormir para reponer fuerzas en las la actividad física y mental

que realiza a lo largo del día.

Comunicación con personas con demencia

La comunicación del enfermo de Alzheimer va empeorándose cuando avanza la

enfermedad. La facilidad de hablar del enfermo disminuye y las conversaciones cada vez

se hacen más cortas, afectándose la producción y la comprensión del lenguaje verbal.

Cuando la demencia va empeorando el enfermo no comprende lo que le decimos

y es necesario recurrir a la comunicación no verbal: con gestos, por imitación,

acariciándole, a través de una sonrisa,...

Entre los consejos por los familiares:

- Captar siempre la atención del mayor antes de comenzar a hablar y mirarlo

a los ojos cuando le hable o le escuche.

- Llámele por su nombre, así puede mantener su orientación personal.

- Utilizar un lenguaje sencillo con frases muy cortas y no demasiado

complicadas.

- Hablar de forma lenta y con claridad.

- Enviar mensajes en positivo. Es mejor indicarle lo que tiene que hacer,

más que lo que no debe hacer (mejor decirle “quédate en la silla” que “no

te muevas de la silla”).

- Al darle a elegir algo, no ofrecerle demasiadas alternativas para que no se

confunda (Ej. Quieres ¿carne? o ¿pescado?).

- Darle tiempo para contestar, la velocidad de comprensión es más lenta y

necesitará más tiempo en elaborar una respuesta.

- Al darle una tarea, es mejor descomponerla en pequeños pasos y no seguir

hasta no cumplir los primeros pasos.

- Cuando el paciente pide la misma cosa una y otra vez, responderle

brevemente y nunca malhumorado. Tener paciencia.

- Trátele con respeto y es recomendable no hablar con otra persona como si

él no estuviera.

- Hágale siempre gestos cordiales: sonrisas, abrazos. Le infundirán

confianza y facilitará la posibilidad de comunicar.

Los enfermos se enteran de algunos estímulos hasta el final de la enfermedad. El

enfermo con Alzheimer puede percibir la comunicación afectiva: las caricias, la sonrisa,

Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer

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los abrazos, por lo que es importante recordar que se tratan de personas y no de ‘’ muebles

‘’.

Por otra parte se pretende poner en práctica todo lo visto en las sesiones anteriores,

dividido en diferentes talleres:

- Taller de ejercicios físicos.

- Taller de ejercicios cognitivos.

- Taller de relaciones sociales, emocionales y personales.

4. Materiales

En cuanto a los materiales que vamos a utilizar, en cada sesión en la que se

explicaran datos específicos, como el desarrollo de la enfermedad, la dieta, los ejercicios

físicos y mentales, etc, se darán folletos informativos con un resumen de contenido a cada

participante. Se necesitará también un cañón, se hará un PowerPoint para cada sesión, un

ordenador, y se reservará un aula.

También se pretende contar con un médico/neurólogo que ayude a dar

información más específica relacionada con la medicación y la enfermedad a efectos

neurológicos.

El programa de prevención será presentado a diversas asociaciones de Alzheimer

conocidas en la zona de Valencia, con el fin de conseguir promoción y subvenciones para

la ejecución del programa.

5. Conclusiones

Sabemos que el Alzheimer es un tipo de demencia neurodegenerativa que

afectaría a un número bastante extenso de la población mayor de 65 años, sus primeros

síntomas se llegan a detectar décadas antes de que la enfermedad culmine con sus

síntomas más significativos. Al ser una enfermedad neurodegenerativa a la que todavía

no se le asocian unas causas exactas asociadas a la aparición, es difícil el hacer un

programa de prevención encaminado a evitar padecer la enfermedad, pero lo que sí que

se puede lograr es un mejor desarrollo o evolución de los síntomas, incluso el retraso de

los mismos.

Nuestra propuesta parte de la base de que no es evitable el padecerla, pero si se

puede lograr el retraso de los síntomas y sí se puede lograr una mejor evolución de la

enfermedad, basándose en un cambio en el estilo y hábitos de vida saludables.

Esto implica la dieta, el ejercicio físico, el apoyo emocional, la estimulación

cognitiva y la importancia de buenos cuidadores que comprendan la enfermedad y que

entiendan las bases sociosanitarias necesarias para el cuidado de las personas con

Alzheimer.

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6. Limitaciones

La principal limitación es que el Alzheimer es una enfermedad que aún necesita

muchas investigaciones y de la que a día de hoy aún no se ha identificado una causa o

factores específicos directamente relacionados con su aparición.

Respecto a los estudios sobre la prevención y los factores como las dietas, el

ejercicio físico y la estimulación cognitiva, exponían que los resultados no eran del todo

concluyentes y hacían inca pie en la necesidad de un mayor número de investigaciones.

Otra de las limitaciones relacionadas con nuestro trabajo tiene que ver con la

población diana a la que hemos escogido, puesto que la detección temprana de un

Alzheimer todavía es un tema delicado y que no se tienen datos concluyentes, pudiendo

confundir otro tipo de demencias con el Alzheimer.

7. Valoración del trabajo

Pensamos que es un tema ambicioso y con muchas posibilidades para un futuro,

hace reflexionar sobre la necesidad de mucha más investigación sobre el tema, y lo

impactante que puede llegar a ser una demencia neurodegenerativa.

Despierta el interés por nuevos campos dentro de la psicología, como el de las

neurociencias aplicadas o la neuropsicología, al mismo tiempo despierta incertidumbres

y miles de preguntas que solo con el paso de los años y el avance en la investigación

podrán ser contestadas.

Por lo general ha sido un trabajo interesante, al que todos hemos aportado,

aprendido e indagado sobre un tema que al parecer es tan conocido y al mismo tiempo

del que desconocemos tanto.

Programa de prevención de la Enfermedad de Alzheimer

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