Alvarez y Composto - Políticas Publicas y Mega Mineria (2011)

25
1 POLÍTICAS PÚBLICAS, CONFLICTOS SOCIALES Y MINERÍA A GRAN ESCALA EN ARGENTINA. CONTINUIDADES E INFLEXIONES ENTRE LA DÉCADA MENEMISTA Y EL GOBIERNO DE NÉSTOR KIRCHNER Resumen Durante los años „90, el Estado argentino elaboró el marco jurídico-político- administrativo propicio para la expansión sin precedentes de la inversión extranjera directa en el sector de la gran minería metalífera. No obstante, cabe preguntarse ¿cuál fue el derrotero de esta industria a partir de la finalización de la “década menemista”? ¿Cómo fue afectada por la profunda crisis institucional desatada luego del estallido social de diciembre de 2001, y la posterior devaluación de la moneda nacional? Y, particularmente, ¿qué continuidades e inflexiones signaron el desarrollo de la minería a gran escala con la llegada al gobierno de Néstor Kirchner, teniendo en cuenta los cambios de signo político y económico encarados a partir de entonces? Estos son algunos de los interrogantes que intentaremos responder a partir de una doble hipótesis: 1)- las políticas públicas implementadas por el primer gobierno kirchnerista marcarán una fuerte continuidad con el período anterior, e incluso apuntarán a profundizar el desarrollo de incentivos para el sector minero; 2)- paralelamente, el nuevo gobierno enfrentará la emergencia de masivas resistencias sociales contra la gran minería, ante lo cual desplegará una serie de resoluciones innovadoras en pos de neutralizar los antagonismos y reconstruir un escenario estable y atractivo para las inversiones. Palabras clave Estado políticas públicas minería a gran escala conflictos sociales - Argentina A modo de introducción: contexto histórico, aclaraciones conceptuales e hipótesis de trabajo En la década del 70, la crisis de sobreacumulación surgida en el seno del modelo bienestarista de posguerra, inauguró una nueva etapa de expansión del capital caracterizada por la reactualización y profundización de lo que la literatura especializada ha llamado “acumulación por despojo” (Harvey, 2004). Como

Transcript of Alvarez y Composto - Políticas Publicas y Mega Mineria (2011)

  • 1

    POLTICAS PBLICAS, CONFLICTOS SOCIALES Y MINERA A GRAN ESCALA

    EN ARGENTINA. CONTINUIDADES E INFLEXIONES ENTRE LA DCADA

    MENEMISTA Y EL GOBIERNO DE NSTOR KIRCHNER

    Resumen

    Durante los aos 90, el Estado argentino elabor el marco jurdico-poltico-

    administrativo propicio para la expansin sin precedentes de la inversin extranjera

    directa en el sector de la gran minera metalfera. No obstante, cabe preguntarse

    cul fue el derrotero de esta industria a partir de la finalizacin de la dcada

    menemista? Cmo fue afectada por la profunda crisis institucional desatada luego

    del estallido social de diciembre de 2001, y la posterior devaluacin de la moneda

    nacional? Y, particularmente, qu continuidades e inflexiones signaron el desarrollo

    de la minera a gran escala con la llegada al gobierno de Nstor Kirchner, teniendo

    en cuenta los cambios de signo poltico y econmico encarados a partir de

    entonces? Estos son algunos de los interrogantes que intentaremos responder a

    partir de una doble hiptesis: 1)- las polticas pblicas implementadas por el primer

    gobierno kirchnerista marcarn una fuerte continuidad con el perodo anterior, e

    incluso apuntarn a profundizar el desarrollo de incentivos para el sector minero; 2)-

    paralelamente, el nuevo gobierno enfrentar la emergencia de masivas resistencias

    sociales contra la gran minera, ante lo cual desplegar una serie de resoluciones

    innovadoras en pos de neutralizar los antagonismos y reconstruir un escenario

    estable y atractivo para las inversiones.

    Palabras clave

    Estado polticas pblicas minera a gran escala conflictos sociales - Argentina

    A modo de introduccin: contexto histrico, aclaraciones conceptuales e

    hiptesis de trabajo

    En la dcada del 70, la crisis de sobreacumulacin surgida en el seno del

    modelo bienestarista de posguerra, inaugur una nueva etapa de expansin del

    capital caracterizada por la reactualizacin y profundizacin de lo que la literatura

    especializada ha llamado acumulacin por despojo (Harvey, 2004). Como

  • 2

    respuesta a una brusca cada de la tasa de ganancia a nivel global, y cobrando

    preeminencia sobre la reproduccin ampliada, esta estrategia privatizadora, permiti

    la creacin de nuevos circuitos de valorizacin a partir de la mercantilizacin de

    bienes comunes, relaciones sociales y activos pblicos previamente ajenos -o no

    totalmente integrados- a la lgica del capital1. La oleada de polticas neoliberales que

    tuvo lugar durante la dcada del 80 en varios pases constituy la primera avanzada

    de este modo de acumulacin que, aos ms tarde, se consolidara en todo el

    mundo con el establecimiento del Consenso de Washington.

    Como resultado de esta bsqueda por la apertura de nuevos espacios de

    explotacin, los Estados competirn por la radicacin de porciones del capital global

    en sus territorios, desmantelando conquistas sociales histricas a fin de convertirlas

    en oportunidades de inversin. De manera que, en tanto responsables de crear el

    espacio y las condiciones para la acumulacin, desempearn un papel decisivo en

    el respaldo y promocin de estos procesos de desposesin (Hirsch, 2001; Holloway,

    2003).

    En este marco, se producir una suerte de relanzamiento ampliado del rol

    geopoltico clsico asignado a Amrica Latina dentro de la divisin mundial del

    trabajo, donde los territorios y bienes naturales de la regin adquieren renovado

    protagonismo como uno de los ncleos centrales del desarrollo capitalista, siendo

    las empresas transnacionales los agentes dinmicos y principales beneficiarios de

    este reeditado orden global, y los pases perifricos una fuente privilegiada de

    biodiversidad, tierra, agua, hidrocarburos y minerales, que son explotados en

    condiciones monoplicas por estos actores privados, asegurando la produccin a

    bajo costo y el consumo sostenido de las economas centrales.

    De este modo, el neoliberalismo recal definitivamente en Argentina durante la

    dcada del 90, dando lugar a profundas transformaciones estructurales, tales como

    la privatizacin de las empresas estatales, la reforma de la administracin pblica, la

    1 Los procesos de desposesin son constitutivos e intrnsecos a la lgica de la acumulacin del

    capital o, en otras palabras, representan la contracara necesaria de la reproduccin ampliada. Si sta ltima se presenta como un proceso principalmente econmico de produccin de plusvala-, que cobra preeminencia durante los perodos de estabilidad y crecimiento sostenido, el despojo se expresa en dinmicas extraeconmicas de tipo predatorio y toma las riendas en momentos de crisis, a modo de solucin espacio-temporal o huda hacia adelante del capital. Esto significa que la produccin de excedentes puja sobre las fronteras internas y externas- del sistema, para la incorporacin permanente de nuevos territorios, mbitos, relaciones sociales y/o mercados futuros que permitan su realizacin rentable (Harvey, 2004).

  • 3

    desregulacin de la economa y la reorientacin de la produccin hacia la

    exportacin (Basualdo y Arceo, 2006). Asimismo, con la reforma constitucional de

    1994, el Estado nacional renunci a su potestad sobre los recursos naturales del

    subsuelo, convirtiendo su explotacin en exclusiva prerrogativa de los capitales

    privados y descentralizando la facultad de otorgar los permisos necesarios en los

    gobiernos provinciales. Paralelamente, se sancionaron nuevas normas jurdicas que

    garantizaron la proteccin de los derechos de las transnacionales extractivas, a la

    vez que se les otorgaron importantes beneficios y exenciones impositivas para

    fomentar su radicacin en el pas, siendo particularmente elocuentes en el caso del

    sector minero.

    Teniendo en cuenta que histricamente no constituy una actividad destacada

    dentro de la estructura productiva del pas, resulta emblemtico el auge de la

    minera metalfera (centralmente oro, plata y cobre) a partir de aquellos aos2. En

    particular, porque se trata de un novedoso proceso de extraccin, denominado

    comnmente como minera a cielo abierto, que se instala en todo el mundo como

    el ms eficiente para explotar de manera rentable los yacimientos de baja ley, esto

    es, aquellos que por presentar un alto grado de diseminacin de los metales,

    resultan inaccesibles mediante el mtodo tradicional por tneles o socavones. La

    especificidad de este tipo de minera reside en la utilizacin intensiva de territorio,

    agua, energa y tecnologa de punta, combinacin que permite realizar la extraccin

    y concentracin de los metales con extrema celeridad y a bajo costo. Para ello, la

    minera debe primero producir la voladura de extraordinarias cantidades de suelo,

    montaas enteras son convertidas en roca y luego trituradas hasta alcanzar medidas

    nfimas, para posteriormente aplicarles una sopa de sustancias qumicas licuadas

    con gigantescas cantidades de agua, que logran separar y capturar los metales

    (Rodrguez Pardo, 2009).

    2 El crecimiento exponencial de la gran minera metalfera en Argentina acompaa una tendencia

    producida a nivel internacional. Durante la ltima dcada del siglo XX, la reorientacin de los flujos de la inversin minera hacia el Sur del globo no slo incluy a los pases de Amrica Latina, sino tambin a los de Asia y frica. No obstante, los porcentajes ms altos de inversin en exploracin se concentraron en el primer caso, tendencia que contina hasta la actualidad (McMahon y Remy, 2003). Segn un informe del Banco Mundial, durante el perodo conocido como el gran boom minero (1990 -1997), mientras la inversin mundial en exploracin aument en un 90%, slo en Amrica Latina alcanz un incremento del 400% (Bebbington, 2011). Por otra parte, segn datos difundidos en 2005 por la CEPAL, los principales destinos de la exploracin minera en Amrica Latina aparecen en el siguiente orden: Per, Mxico, Brasil, Chile y Argentina (Chaparro vila, 2005).

  • 4

    Es as que, como resultado de la competencia internacional sobre los recursos

    metalferos, de los avances de las tcnicas de extraccin, y de una poltica estatal de

    fuerte proteccin y fomento de las inversiones extranjeras directas (IED), aquellos

    territorios nacionales antes considerados no rentables para la explotacin minera,

    comenzaron a alcanzar los ms altos valores del mercado, convirtiendo al pas en el

    sexto a nivel mundial con mayor disponibilidad de recursos mineros se estima el

    75% de las reservas mineras an no han sido explotadas- y el segundo con mayores

    tasas de retorno para la produccin de cobre y oro (Ortiz, 2006). De tal forma que el

    sector minero, tradicionalmente poco desarrollado y sustentado bsicamente en la

    explotacin de rocas de aplicacin y de minerales no metalferos para el mercado

    interno, dio un salto cualitativo en el plazo de un lustro, pasando a depender casi

    exclusivamente de la inversin extranjera y a sustentarse principalmente en el

    desarrollo de la gran minera metalfera orientada a los mercados internacionales.

    As, entre 1993 y 1997, se produca un ciclo de fenomenal expansin de la actividad

    que suele denominarse como el boom minero argentino.

    Pero qu ocurri con la minera a gran escala en Argentina a partir de la

    finalizacin de la dcada menemista? Cmo afect al sector minero la profunda

    crisis institucional desatada luego del estallido social de diciembre de 2001, y la

    consiguiente devaluacin de la moneda nacional en enero de 2002? Y, en definitiva,

    Qu continuidades y rupturas signaron el desarrollo de la minera a gran escala a

    partir de la llegada al poder del gobierno de Nstor Kirchner, teniendo en cuenta los

    cambios de signo poltico y econmico encarados a partir de entonces?

    Estos son algunos de los interrogantes que intentaremos responder en el

    presente trabajo. Y si bien un primer acercamiento al panorama minero con la

    llegada del nuevo gobierno nos obliga a hablar de continuidad e, incluso,

    profundizacin de las polticas estatales para el sector, debemos considerar un

    elemento ausente durante la dcada del 90, que comenzar a adquirir gran

    importancia hacia fines de 2002, y que introducir un punto de bifurcacin dentro del

    sector minero. Nos referimos a la emergencia de fuertes resistencias sociales, que

    tendern a proliferar a lo largo del territorio nacional, generando serios obstculos

    para el desarrollo de los proyectos de minera a gran escala.

    En este sentido, cabe plantear una doble hiptesis que guiar el desarrollo del

    presente trabajo: 1)- no obstante la metamorfosis del Estado argentino -que tuvo

  • 5

    lugar tras la profunda crisis de acumulacin y dominacin que culmin en la

    insurreccin social de fines de 20013-, las polticas pblicas implementadas por el

    gobierno de Nstor Kirchner para el sector minero marcarn una fuerte continuidad

    con el perodo anterior e, incluso, apuntarn a acentuar el desarrollo de incentivos

    para la radicacin de IED mineras en el territorio nacional; 2)- paralelamente, la

    nueva gestin enfrentar la emergencia de fuertes y masivas resistencias sociales

    contra la gran minera, ante lo cual desplegar una serie de medidas en pos de

    neutralizar los antagonismos y reconstruir un escenario estable y atractivo para los

    inversores.

    En lo que sigue, el artculo se compone de cuatro apartados y una serie de

    conclusiones finales. En el primer punto nos abocaremos a caracterizar el perodo

    1992-1997, por constituir la fase de organizacin de las condiciones generales para

    la radicacin de la gran minera en el pas. En la segunda seccin, nos detendremos

    brevemente en el interregno de 1998-2002, etapa de crisis para el sector minero que

    estuvo signada por la incertidumbre respecto de sus perspectivas futuras, tanto en el

    plano internacional como local. En un tercer apartado, haremos referencia a la

    emergencia y multiplicacin de movilizaciones populares en contra de la explotacin

    minera a gran escala en Argentina, considerando como punto de inflexin el caso de

    Esquel, que tuvo su auge durante 2002-2003. Por ltimo, analizaremos las medidas

    que fueron implementadas para la actividad minera durante los primeros dos aos

    del gobierno de Nstor Kirchner, en un intento por restablecer la confianza entre los

    empresarios y contener el descontento social, a travs de tres gestos concatenados:

    3 Durante las multitudinarias jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, miles de personas

    recuperaron el espacio pblico marchando al ritmo de los cacerolazos y exigiendo Que se vayan todos!. En ese marco de sucesivas y masivas movilizaciones -tan espontneas como destituyentes- fueron derribados cinco presidentes en menos de tres semanas. A la par que el orden neoconservador eran cuestionadas de raz, se multiplicaban las experiencias de organizacin no convencionales -autogestivas, autnomas, horizontales- en todo el territorio argentino, tales como las asambleas vecinales, los movimientos piqueteros y las empresas recuperadas. As, luego de una dcada regida por la disciplina de las polticas neoliberales, novedosas formas de pensar-hacer poltica se hicieron visibles, evidenciando una profunda crisis de acumulacin y dominacin generalizada (Bonnet, 2002; Ouvia, 2009). La recuperacin sostenida de la acumulacin capitalista y la recomposicin del poder de dominacin qued en manos del gobierno Kirchnerista a partir de 2003; y dicho proceso tuvo lugar a partir de una metamorfosis en la forma de Estado, esto es, de las formas en que se articulan lo poltico y lo econmico. De manera que, mientras que el Estado menemista intervena intentando esconder el carcter poltico (es decir, clasista) de su intervencin detrs de la lgica del mercado, el Estado kirchnerista interviene intentando esconder la imposicin efectiva de esa lgica de mercado a travs de su intervencin mediante la politizacin (ideolgica) de la misma (Bonnet, 2010: 18).

  • 6

    continuidad, rectificacin e innovacin que, de conjunto, implicarn la profundizacin

    del modelo de la minera metalfera a cielo abierto en el pas.

    El despegue de la minera a gran escala en Argentina (1993-1997)

    A partir de 1993 se elabor el marco jurdico-poltico-administrativo especfico

    que reestructurara por completo el desarrollo de la actividad minera en la Argentina.

    El hito fundacional de este renovado andamiaje fue la sancin de la Ley N24.196 en

    abril de 1993, que estableci el Rgimen de Inversiones para la actividad Minera.

    Dicha normativa confiri a las transnacionales mineras diversos incentivos:

    congelamiento de la carga tributaria total por un perodo de 30 aos (art. 8);

    deduccin del 100% de la inversin en el pago del impuesto a las ganancias (art.

    12); exencin del pago de los derechos de importacin (art. 21); un porcentaje

    mximo del 3% de pago de regalas provinciales sobre el valor boca mina del

    mineral extrado declarado por la empresa -del cual se descuentan los costos que

    implica el proceso desde su extraccin hasta el traslado para la exportacin4- (arts.

    22 y 22bis); y, si bien obliga a las empresas a constituir una previsin especial para

    prevenir, cubrir y subsanar posibles perjuicios ambientales, estipula que son las

    propias empresas las que fijan el monto de los aportes, los cuales son deducibles

    del impuesto a las ganancias hasta en un 5% (art. 23).

    Un segundo hito fundacional, particularmente significativo en trminos polticos,

    fue la suscripcin del Acuerdo Federal Minero entre el Poder Ejecutivo Nacional y los

    Ejecutivos Provinciales, que tuvo lugar en mayo de 1993 y fue ratificado en julio por

    la Ley N24.228. ste constituy un compromiso para la implementacin de polticas

    mineras uniformes en todo el territorio nacional, entre las que destacan la promocin

    en forma coordinada de la captacin de inversiones mineras en el exterior (cuarta

    clusula), la armonizacin jurisdiccional de los Procedimientos Mineros con el fin de

    lograr lineamientos bsicos comunes en todo el pas (quinta clusula), la

    organizacin mancomunada y actualizacin permanente del Catastro Minero (octava

    clusula), la eliminacin de gravmenes y tasas municipales para la minera (novena

    4 Luego de realizados dichos descuentos, el monto en regalas que efectivamente pagan las

    empresas mineras no supera el 1,5% (Gambina et al., 2010).

  • 7

    clusula), y la aplicacin de las medidas necesarias para evitar distorsiones en las

    tarifas de energa elctrica, gas, combustibles y transporte que pudieran afectar a la

    actividad (dcima primera clusula).

    Durante 1993 tambin se sancionaron otras dos normativas de gran relevancia.

    Por un lado, la Ley N24.224 de Reordenamiento Minero, que instituy la realizacin

    de un mapeo geolgico regular y sistemtico, esto es, un inventario pblico de los

    recursos naturales no renovables (arts. 1-3); cre el Consejo Federal de Minera

    (COFEMIN), como organismo de asesoramiento de la Subsecretara de Minera de

    la Nacin, integrado por un miembro titular y uno suplente de cada una de las

    provincias y el Estado Nacional (arts. 11-14); estipul el valor del canon minero para

    minas de diversas categoras e increment el tamao de los permisos de

    exploracin y de las pertenencias mineras a 100.000 hectreas por empresa (arts.

    15-23). Por otro lado, la Ley N 24.227, cre en el mbito del Congreso de la Nacin

    una Comisin Bicameral de Minera compuesta por cuatro diputados y cuatro

    senadores -integrantes de las comisiones de Minera de ambas Cmaras-, cuya

    funcin fuera la elaboracin de propuestas que tiendan al desarrollo sostenido de la

    minera argentina (art. 1).

    Luego, hacia fines de 1994, se sancion la Ley N24.402 de Financiamiento y

    Devolucin Anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que beneficia a las

    empresas mineras con proyectos nuevos o en etapa de ampliacin, que importen

    bienes de capital y/o realicen inversiones en infraestructura fsica para la produccin

    destinada a la exportacin. En estos casos se prev el reembolso o financiamiento

    de dicho impuesto, disminuyendo as la carga tributaria asociada a los gastos

    realizados5. Por otra parte, en 19956, se sancion la Ley N24.498 de Actualizacin

    del Cdigo de Minera, la cual contiene reformas sustanciales al Cdigo vigente7 que

    implicaron una ampliacin significativa de las protecciones y beneficios otorgados en

    5

    Cabe destacar que, entre 1995 y 1997, se emitieron certificados de devolucin anticipada del IVA por ms de 300 millones de pesos (Prado, 2005: 10). 6 Otras normativas sancionadas durante 1995 son: la Ley 24.466, que crea el Banco Nacional de

    Informacin Geolgica; y la Ley 24.523, que crea un Sistema Nacional de Comercio Minero. 7 El Cdigo Minero que, desde su elaboracin en 1886 no haba sufrido importantes modificaciones,

    establece los sistemas de dominio respecto a las substancias minerales y determina las formas en que se adquiere, conserva y/o pierde el derecho a aprovechar los yacimientos. Ms all de los importantes cambios que incorporaron las leyes sancionadas durante la dcada del 90, se mantuvo vigente el espritu del Cdigo original, en cuanto a la concesin a los particulares de la facultad de buscar minas, aprovecharlas y disponer de ellas como dueos (art. 8), ya que si bien se trata de bienes privados de la Nacin o las provincias (art. 7), el Estado no puede explotarlas (art. 9).

  • 8

    pos de la promocin a la minera de escala (tales como la eliminacin de la

    prohibicin de permisos colindantes; la ampliacin a 20 permisos de cateo o 400

    unidades por provincia; y el restablecimiento de la concesibilidad de los minerales

    nucleares, previamente anulada). Ese mismo ao, tambin se sancion la Ley

    N24.585 de Proteccin Ambiental para la Actividad Minera, cuya principal

    innovacin con respecto a otras industrias extractivas consista en establecer como

    instancia obligatoria la presentacin de un Informe de Impacto Ambiental, para ser

    sometido a una evaluacin por la autoridad de aplicacin correspondiente -definida

    por cada jurisdiccin- a fin de determinar la autorizacin o no para el inicio de

    cualquiera de la actividad minera (art. 251).

    En 1996, se puso en marcha el Proyecto de Asistencia a la Minera Argentina

    (P.A.S.M.A.) que, con asesoramiento y financiamiento del Banco Mundial8, apunt a

    realizar una profunda reforma institucional y regulatoria del sector pblico minero

    mediante el saneamiento, desburocratizacin y modernizacin de los procedimientos

    tcnico-administrativos para el manejo de los acuerdos de inversin minera

    (Crdoba y Saravia Fras, 2000: 2). Un ao ms tarde, en 1997, se firm el Tratado

    de Integracin y Complementacin Minera Argentino-Chileno -ratificado en el ao

    2000 por la Ley N25.243-, que estableci la conformacin de un rea supranacional

    en las zonas fronterizas donde existen yacimientos compartidos por los dos pases,

    sobre los cuales ambos Estados limitan sus incumbencias soberanas para garantizar

    la explotacin integrada y sin restricciones de los recursos minerales por parte de

    empresas transnacionales9 (Schiaffini, 2004).

    Creadas las condiciones para promover el desarrollo de la minera a gran

    escala en el pas, los resultados no tardaron en hacerse tangibles. Entre 1993 y

    1997 las inversiones en exploracin y produccin alcanzaron un monto acumulado

    total de US$ 1876 millones (Sereno, 2011). Por otra parte, las exportaciones mineras

    crecieron a una tasa anual promedio de 106% (Direccin de Minera de San Juan,

    2000: 4). Este exponencial crecimiento del sector durante dicho perodo se explica

    8 El monto total del Proyecto PASMA, durante sus seis aos de implementacin, ascendi a US$

    86.500.000. Los fondos aportados por el Banco Mundial constituyeron el 80% del total, mientras que el 20% restante fue aportado por el Tesoro Nacional (Crdoba y Saravia Fras, 2000: 1). 9 Cabe subrayar que la suscripcin y puesta en vigencia de dicho Tratado tuvo como objetivo

    inmediato y concreto habilitar la consecucin del proyecto binacional Pascua-Lama, concesionado a la transnacional canadiense Barrick Gold Corporation para la explotacin de uno de los yacimiento de oro y plata ms importantes del mundo, ubicado bajo los glaciares de altura en la regin cordillerana, y que actualmente se encuentra en la fase de construccin avanzada (Schiaffini, 2004).

  • 9

    principalmente por la construccin y puesta en funcionamiento de dos grandes

    emprendimientos mineros metalferos a cielo abierto en el pas: Bajo de la Alumbrera

    (cobre, oro y molibdeno) en Catamarca y Cerro Vanguardia (oro y plata) en Santa

    Cruz.

    La crisis internacional y la crisis argentina: el sector de la gran minera en la

    encrucijada (1998-2002)

    Entre 1998 y 2002, el sector minero debi enfrentar una serie de obstculos

    dentro y fuera del mbito nacional- que, si bien no detuvieron su consolidacin en el

    pas, retardaron su anterior dinamismo. En primer trmino, la crisis los pases del

    Sudeste Asiticos desde 1998 y la desaceleracin de la economa mundial desde el

    2000, produjeron una aguda retraccin de la demanda internacional de metales que,

    a su vez, se tradujo en una importante cada de los precios, provocando una fuerte

    disminucin de las inversiones de riesgo a nivel global (CEPAL, 1998; Moori Koenig,

    1999). El presupuesto mundial en exploracin minera, que haba alcanzado el pico

    ms alto de la dcada en 1997, llegando a los US$ 4574 millones, disminuy

    abruptamente a partir de 1998, llegando a los US$ 2000 millones en 2001. La misma

    tendencia tuvo lugar en Amrica Latina, donde las inversiones en exploracin minera

    haban alcanzado el record de US$ 1280 millones en 1997, slo para caer en un

    55% dos aos ms tarde (Campodnico y Ortiz, 2002). En el plano local, tambin se

    produjo una reduccin en el ritmo de las inversiones que, si bien se expres en un

    desaceleramiento de los flujos de capital tanto en actividades exploratorias como

    de produccin-, no implic el abandono de reas concesionadas o de proyectos en

    curso (Secretara de Minera de la Nacin, 2005).

    En el marco de este panorama general adverso, el Estado argentino continu

    impulsando medidas favorables para el sector y creando una serie de nuevos

    incentivos a fin de fomentar el arribo de mayores IED para la actividad minera. En

    marzo de 2001, se sancion la Ley de Competitividad N25.413, que en su primer

    artculo creaba el impuesto a los dbitos y crditos en cuenta corriente bancaria,

    ms conocido como "impuesto al cheque". Sin embargo, slo unos meses ms

    tarde, a travs del Decreto N613/2001, la actividad minera quedaba exenta de

  • 10

    pagar dicho impuesto10. Luego, en junio de ese mismo ao, se sancion la Ley

    N25.429 de Promocin de Inversiones Mineras, que actualiza, ampla y precisa

    algunas de los incentivos ya establecidos en la Ley N24.196 del Rgimen de

    Inversiones para la Actividad Minera sancionada en 1993. Entre las innovaciones

    ms importantes que esta normativa incorpora, se cuenta la inclusin de las

    personas o entidades prestadoras de servicios mineros y de los organismos pblicos

    del sector como beneficiarios de la excepcin del pago de los derechos de

    importacin para los bienes de capital, que previamente slo estaba reservado a las

    empresas mineras. Adems, perfecciona los beneficios en relacin a la estabilidad

    tributaria por 30 aos, aclarando que las empresas no podrn ver incrementada su

    carga tributaria total en ningn nivel jurisdiccional (nacional, provincial y municipal).

    Este punto corrige un vaco de la norma anterior, donde quedaba abierta la

    posibilidad de interpretar que si bajaba la carga tributaria en una jurisdiccin poda

    aumentar en otra, en la medida que no aumentase la carga global. Por otra parte,

    extiende a la fase de exploracin el rgimen de financiacin y devolucin del IVA a

    las importaciones y adquisiciones de bienes y servicios, antes slo previsto para la

    etapa de produccin (Ortiz, 2007).

    No obstante, la profunda crisis de fines de 2001 en el pas, multiplic la cautela

    de los inversores a la hora de apostar al desarrollo de nuevos proyectos. En efecto,

    2001 y 2002 fueron los aos con peores rendimientos del perodo en trminos de

    inversiones mineras. (Sereno, 2011). Con todo, el sector logr atravesar sin mayores

    costos el perodo de recesin econmica e inestabilidad institucional que estall en

    diciembre de aquel ao, permaneciendo al margen de la prohibicin de girar divisas

    al exterior impuesta a otros rubros a travs del Decreto N1570/01, y de la aplicacin

    de retenciones a las exportaciones estipulada por la Ley N25.561 de Emergencia

    Pblica y Reforma del Rgimen Cambiario. En efecto, este impuesto recay sobre

    las ventas al exterior de las empresas agropecuarias y petroleras, pero no sobre las

    empresas mineras que ya operaban en la Argentina11. Aquellas firmas que

    ingresaron al pas luego de enero de 2002 s fueron incluidas dentro del rgimen de

    10

    A travs de ese mismo decreto, tambin quedaron exentos de pagar el impuesto al cheque los sujetos comprendidos en las leyes N25.080 de Bosques Cultivados y N25.019 de Energa Elica y Solar. 11

    Durante el perodo de crisis las exportaciones del sector minero se mantuvieron en alza. En 2002, se registr el valor ms alto hasta la fecha, cuando las exportaciones alcanzaron los 989 millones de dlares, representando un 380% ms que el valor exportado en 1995 (Sereno, 2011).

  • 11

    retenciones, pero los menores costos internos de produccin derivados de la salida

    de la convertibilidad compensaron los menores ingresos originados por las

    exportaciones (Ortiz, 2007).

    Ciertamente, si la devaluacin de la moneda argentina a partir de enero de

    2002 gener inicialmente una relativa incertidumbre entre los inversores, no demor

    en presentar indiscutibles ventajas para los intereses del sector que, viendo

    disminuidos sus costos en salarios e insumos -tales como combustible y energa-,

    aceptaran rpidamente la medida como otro gran incentivo para las inversiones

    mineras. De modo que, en los ltimos meses de 2002, cuando la tendencia al alza

    del precio internacional del oro comenz a despuntar nuevamente, las IED mineras

    en el pas emprendieron una progresiva recuperacin. Segn un artculo de enero de

    2003 publicado por un diario local: Ningn sector anunci tantas inversiones y

    adquisiciones el ao pasado [2002] en el pas como el minero. []. Todo indica que

    se viene la segunda ola de desembolsos, tras la que despert la Ley de Inversiones

    Mineras en los 90 []. Los analistas coinciden en que uno de los motores de este

    fenmeno es lo que parece el inicio de un nuevo ciclo de auge del oro. Por otro lado,

    sostienen que la devaluacin mejor las condiciones de inversin, al reducir un 70%

    los costos locales, como sueldos, fletes, combustibles y servicios de terceros12

    No obstante, en este contexto propicio para la consolidacin definitiva del

    sector, surgi un nuevo obstculo que no se haba manifestado hasta el momento

    en Argentina: la resistencia a la minera a cielo abierto por parte de las poblaciones

    aledaas al desarrollo de dichos proyectos, que tendra su primera experiencia

    significativa en la localidad de Esquel (Chubut) entre 2002 y 2003, propagndose

    rpidamente hacia otras regiones.

    El punto de inflexin: Esquel y la multiplicacin de las resistencias sociales

    (2002-2003)

    En Julio de 2002, la transnacional minera de capitales canadienses Meridian

    Gold Inc. (MG), adquiri las acciones de Minera El Desquite S.A., duea hasta el

    12

    Ningn sector anunci tantas inversiones y adquisiciones el ao pasado en el pas como el minero, Diario El Cronista, 28/01/2003

  • 12

    momento del yacimiento de oro y plata Cordn Esquel situado en la provincia de

    Chubut, anunciando que a comienzos de 2003 se iniciara la explotacin a cielo

    abierto y por lixiviacin con cianuro del proyecto. Si bien los expertos de MG y el

    propio gobierno provincial aseguraban que estas tecnologas de extraccin

    resultaran inocuas para la salud de la poblacin, el medio ambiente y la economa

    local basada en el turismo y el agro, un conjunto de vecinos muchos de los cuales

    ya se encontraban movilizados desde el estallido social de diciembre de 2001-

    decidi recopilar y difundir informacin de manera independiente para confrontar con

    los dichos oficiales.

    As, a mediados de noviembre de 2002, luego de un perodo de anlisis y

    discusin de la numerosos datos relevados acerca de los antecedentes de la gran

    minera en otras partes del mundo y del contacto con otras experiencias de Amrica

    Latina13, una reunin de 600 vecinos decidi posicionarse en contra del desarrollo

    del proyecto minero, conformando la Asamblea de Vecinos Autoconvocados (AVA)

    por el No a la Mina. La permanente movilizacin popular, que no ces de crecer y

    profundizarse en los meses sucesivos, dio como resultado una serie de

    repercusiones en el plano legislativo. En febrero de 2003, el Concejo Deliberante

    sancion una ordenanza prohibiendo el uso de cianuro en el ejido municipal; derog

    la adhesin municipal a las leyes nacionales de Inversin Minera y Reordenamiento

    Minero; y facult al poder ejecutivo para convocar a un referndum sobre el

    emprendimiento minero, que fue ratificado por el intendente de Esquel.

    En la histrica consulta popular realizada el 23 de marzo de 2003, el 81% de

    la poblacin se expres por el No a la mina. Si bien se trataba de un plebiscito no

    vinculante, su arrollador resultado provoc la sancin de la Ordenanza N33/03 que

    declar a Esquel como Municipio no Txico y Ambientalmente Sustentable. Luego,

    se sancion la Ley Provincial N5.001 que prohbe la actividad minera metalfera a

    13

    Para ese momento, la minera a gran escala haba sido prohibida en Turqua (1997); Repblica Checa (2000); Nueva Gales del Sur, Australia (2000); Montana (1998) y Colorado (2001), EEUU; Alemania (2002) y Costa Rica (2002), como consecuencia de catstrofes ambientales derivadas de explotaciones anteriores. Asimismo, en los meses previos al inicio del conflicto en Esquel, se haba definido un conflicto con caractersticas similares entre la minera canadiense Manhattan Resources y el pueblo de Tambogrande, en el norte del Per. Tras meses de intensas y masivas movilizaciones populares en contra del emprendimiento de oro y cobre que comenzara a explotarse en la zona, la municipalidad distrital convoc a un referndum que tuvo lugar en junio de 2002, y cuyo resultado marco un profundo rechazo de la poblacin al desarrollo de la minera a cielo abierto, tras lo cual el proyecto se cancel.

  • 13

    cielo abierto y la utilizacin de cianuro en ciertas zonas del territorio de Chubut14,

    impidiendo la radicacin de MG y abriendo un perodo de incertidumbre que puso en

    entredicho la legitimidad y estabilidad de la gran minera en el pas.

    En este sentido, la gran movilizacin social de la poblacin de Esquel, se

    convirti en un punto de ruptura e inflexin para el sector minero por tres razones

    fundamentales: 1)- constituy el primer cuestionamiento social organizado a este

    tipo de proyectos en el pas, irrumpiendo as la voz de un nuevo sujeto poltico en el

    marco de una arena hasta el momento cerrada al tndem Estado-

    Empresas/Corporaciones mineras; 2)- result exitoso en sus reivindicaciones,

    convirtindose en referencia de numerosos procesos de protesta contra estos

    megaproyectos extractivos que emergieron a partir de entonces en otras localidades

    y regiones y; 3)- contribuy fuertemente a la construccin de la cuestin minera

    como problemtica social relevante, colocando en la agenda pblica y meditica el

    debate acerca de sus consecuencias ambientales, sanitarias y socio-econmicas, la

    pertinencia y legitimidad del marco normativo vigente para el sector, y el derecho de

    las poblaciones a decidir sobre su propio modelo de desarrollo.

    Expresin de ello son la multiplicidad de asambleas y organizaciones sociales

    que, a partir de la experiencia esquelense, comenzaron a surgir en las pequeas y

    medianas localidades de la zona cordillerana y precordillerana, conformadas por

    vecinos autoconvocados que vean amenazadas sus condiciones y calidad de vida

    ante el avance de estos proyectos de minera a gran escala. Actualmente, existen

    alrededor de setenta asambleas en Argentina, que se suman a la lucha ancestral de

    pueblos originarios y comunidades campesinas contra el despojo de los bienes

    naturales y la destruccin del territorio. Asimismo, cabe destacar la conformacin de

    la Unin de Asambleas Ciudadanas (UAC) a fines de 2006, como una red que

    nuclea a todas las expresiones de resistencia contra las diversas formas de saqueo

    y contaminacin, entre las que destaca la minera a cielo abierto. Tambin son

    producto de estas luchas las leyes que otras siete provincias -Ro Negro (2005), La

    14

    Cabe sealar que esta ley determina la necesidad de disear una zonificacin del territorio provincial que delimite reas autorizadas para la explotacin minera a cielo abierto y reas donde el avance de dicha actividad estara excluido. Este punto de la normativa opera a modo de clusula de salvataje para el sector que, desde ese entonces, viene propugnando su reglamentacin en la provincia, a los fines de destrabar los proyectos mineros emplazados en la meseta chubutense. Si bien el debate pblico y parlamentario en torno a este tema se ha reavivado en los ltimos aos, la poblacin movilizada que permaneci activa luego del conflicto en Esquel y creciendo en distintas localidades de la jurisdiccin- contina impidiendo que se avance en este cometido.

  • 14

    Rioja (2007, derogada un ao ms tarde), Tucumn, Mendoza, La Pampa (2007),

    Crdoba y San Luis (2008)-, adems de la precursora Chubut (2003)-, han

    sancionado contra la minera metalfera en los ltimos aos, como resultado de la

    fuerte presin popular ejercida sobre las respectivas Legislaturas provinciales

    (Svampa et al, 2009).

    La llegada de Nstor Kirchner al gobierno nacional: continuidad, rectificacin e

    innovacin en las polticas estatales para el sector minero (2003-2004)

    Nstor Kirchner asumir la presidencia en este marco de resistencias sociales

    en torno de la gran minera. Como respuesta, y ante la posibilidad de una merma en

    las IED que apenas comenzaban a repuntar luego de la crisis del perodo 1998-

    2002-, el Estado nacional incorpor en agenda la cuestin Esquel, y fue ensayando

    un conjunto de polticas pblicas a fin de restablecer la confianza y estabilidad del

    sector minero y evitar, a su vez, la agudizacin de los antagonismos sociales. En

    pos de lograr una resolucin satisfactoria de dicha problemtica, el nuevo gobierno

    desplegar tres gestos consecutivos.

    En primer lugar, dar continuidad a todas aquellas medidas estructurales

    implementadas en el sector durante la dcada menemista, las cuales constituyeron

    el marco y la condicin de posibilidad para la instalacin de la gran minera en el

    pas; en segundo trmino, llevar a cabo una rectificacin con respecto a aquellas

    deficiencias, resoluciones aplazadas o definiciones pendientes dejadas por las

    gestiones anteriores; como tercera instancia, introducir una serie de innovaciones

    en relacin a las coordenadas ambientales y sociales que deberan orientar el

    desarrollo de la actividad minera en el pas a partir de entonces. Si bien todas estas

    seales apuntan, fundamentalmente, a atender los intereses de las transnacionales

    mineras y sus entidades corporativas, en el ltimo caso se incorpora una inflexin

    que resulta particularmente novedosa, porque incluye por primera vez a las

    comunidades locales como interlocutoras y destinatarias de una serie de polticas

    estatales en el marco del modelo extractivo con base minera.

    Como medidas iniciales en pos de la continuidad, se respet el marco jurdico-

    administrativo vigente desde la dcada del `90 y se mantuvo en su cargo a Jorge

  • 15

    Mayoral15, quien fuera nombrado por el presidente interino Eduardo Duhalde a

    principios de 2002 como principal funcionario del sector en el plano nacional. Por

    otro lado, en trminos de rectificacin, la principal medida adoptada para el sector

    apunt a saldar una demanda de larga data entre los empresarios, contemplada

    adems en la normativa vigente desde 1993, e incumplida sistemticamente por los

    gobiernos anteriores. Nos referimos a la jerarquizacin administrativa del rea

    minera, que fue elevada al rango de Secretara de la Nacin16. Resulta

    imprescindible destacar que, adems de constituir la primera seal de la nueva

    gestin hacia el sector, esta reforma tuvo lugar apenas dos meses despus del

    plebiscito de Esquel. Sin dudas, represent un mensaje de respaldo para los

    empresarios e inversores, y un compromiso a largo plazo para potenciar las

    perspectivas promisorias de la industria en el pas. Junto a dicha expresividad

    simblica, el principal objetivo material de la medida fue dotar de mayores

    prerrogativas, autonoma de decisin y presupuesto a la mxima autoridad pblica

    minera. Esta transformacin institucional, que otorg a dicha actividad una estructura

    burocrtica propia y de mayor peso relativo dentro del propio Estado, dio clara

    cuenta de la importancia estratgica otorgada al sector por el nuevo gobierno.

    Tambin en el plano comercial y fiscal, el gobierno de Nstor Kirchner

    implement medidas de gran contundencia con el objetivo de saldar deudas

    pendientes con el sector. En ese sentido, se eliminaron todas las restricciones al

    movimiento de divisas hacia el exterior y se hicieron efectivos ciertos incentivos

    previstos por ley que an no tenan la reglamentacin correspondiente. Ambos

    beneficios haban sido largamente demandados y esperados por los empresarios, ya

    que su puesta en funcionamiento implicaba privilegios inmediatos para las

    inversiones mineras radicadas en el pas. En el primer caso, se sancionaron los

    15

    Jorge Mayoral es Ingeniero en Minas de profesin, oriundo de San Juan provincia referenciada a nivel internacional como la mejor alumna en torno al desarrollo del modelo de la gran minera metalfera en el pas- y, adems de ejercer el cargo pblico de Subsecretario (entre 2002-2003) y, posteriormente, de Secretario de Minera de la Nacin (desde 2003 hasta la actualidad), es empresario minero. Segn lo manifiesta en sus declaraciones juradas, entre sus posesiones ms importantes se encuentran el 30% de la firma Micas Argentina SRL., el 15% de Millstone S.A. y el 25% de Minvail S.A., todas ellas dedicadas a la explotacin de canteras y a la exploracin minera (Dulitzky, 2011). En oportunidad de su nombramiento, la revista Panorama Minero celebraba el grado de representatividad que significa el que provenga del sector productor, en su condicin de empresario perteneciente a la pequea y mediana minera y ser un hombre del interior (Artculo titulado El nuevo Subsecretario de Minera de la Nacin, Ing. Jorge Mayoral, N269, marzo de 2002). 16

    Con anterioridad a esta ltima reforma, la gestin pblica del sector minero estaba a cargo de una Subsecretara.

  • 16

    Decretos N417/2003 y N753/2004, que dejaron sin efecto la obligatoriedad del

    ingreso y negociacin en el mercado de cambios de las divisas provenientes de la

    exportacin de productos mineros17. En el segundo caso, para febrero de 2004, la

    Secretara de Minera y la Administracin Federal de Ingresos Pblicos (AFIP)

    promulgaron la Resolucin General Conjunta N1641 y N11, que reglamenta el

    reembolso del IVA para el sector, poniendo en funcionamiento la devolucin de

    crditos fiscales para importaciones y adquisiciones de bienes y servicios destinados

    a la exploracin de minerales por un valor de entre un 12 y un 14% anual.

    Por ltimo, interesa analizar las innovaciones que, en materia de poltica

    minera, fueron implementadas por el gobierno de Nstor Kirchner con el Plan

    Nacional Minero. En un contexto marcado por la salida paulatina de una crisis

    internacional del sector, y signado por el progresivo aumento de las resistencias

    sociales a la industria, esta medida fue la ms elogiada por los inversores, y as lo

    ratificaba la prensa internacional especializada: El Plan Nacional de Minera es una

    obra que an est en progreso, pero el gobierno se ha esforzado para que el resto

    del mundo sepa de su existencia. Este plan fue presentado el mes pasado en la feria

    minera Expomin, que se realiz en Santiago de Chile []. El plan destaca la

    importancia del desarrollo provincial, la educacin y la conciencia sobre la minera,

    los incentivos de inversin y de algunas exenciones tributarias para la minera y en

    especial para las empresas de exploracin, as como el compartir la informacin

    geolgica y de otro tipo y la promocin de proyectos. A grandes rasgos, el Gobierno

    de Argentina est diciendo que la inversin minera es bienvenida, en un momento

    que otros pases pueden estar haciendo cosas para desincentivarla, como introducir

    nuevos impuestos, discutir temas relativos a los derechos de tierras nativas o avivar

    la hostilidad del gobierno y la comunidad hacia una industria que algunos perciben

    como ambientalmente poco amistosa18.

    En suma, este Plan Nacional Minero se bas en seis amplios lineamientos,

    tendientes a recomponer el modelo productivo del sector (Secretara de Minera de

    17

    Cabe destacar que estos decretos sancionados por el gobierno de Nstor Kirchner pusieron en funcionamiento un incentivo indito, que constituy a la minera como la nica actividad productiva del pas exenta de negociar las divisas obtenidas por sus exportaciones a travs del Mercado nico de Cambios del Banco Central. Luego de ocho aos de vigencia, este privilegio fue suspendido durante la gestin de Cristina Fernndez de Kirchner, en noviembre de 2011. 18

    Editorial titulada Relaciones comunitarias, clave para desarrollo de la minera, Peridico online Business News Americas, 11/05/2004. www.bnamericas.com

  • 17

    la Nacin; s/f): 1)- Minera como poltica de Estado; 2)- Escenarios previsibles para la

    inversin; 3)- Impulso al modelo productivo nacional; 4)- Relacin produccin y

    comunidad; 5)- Integracin regional; y 6)- Democratizacin de la informacin pblica.

    En el informe de gestin 2003-2007 elaborado por la Secretaria de Minera de la

    Nacin, se describen los objetivos, acciones y logros alcanzados para cada uno de

    los ejes enumerados durante los cuatro aos de gobierno. Tal como analizaremos a

    continuacin, ms all de la diversidad temtica que abarcaba el Plan, la gran

    inflexin que introdujo reside en que, por primera vez en quince aos, se reconoca

    como un componente fundamental de la poltica minera el concepto de

    sustentabilidad (ambiental, social y econmica) como requisito a cumplimentar por la

    industria en relacin con las comunidades locales donde radican los proyectos, y as

    fue expresado por el presidente Kirchner en el discurso de presentacin oficial del

    Plan: Es muy importante tambin que el sector minero vaya acompaado del

    crecimiento sustentable donde se hacen las inversiones. Esto tambin es central,

    que el crecimiento de su riqueza productiva y de su riqueza de inversin traslade la

    inversin al resto de los sectores y a las comunidades donde se hace la inversin;

    que la gente perciba que la minera trae progreso, trabajo, mejoramiento en la

    calidad de vida y que tiene que ver con el desarrollo econmico y el crecimiento de

    la regin donde se estn desarrollando este tipo de inversiones. Estas son las

    instrucciones que hemos dado en esta rea y esperamos que esto se pueda

    sustentar rpidamente19.

    Slo a modo de ejemplo, cabe describir algunos de los ejes y mltiples

    acciones impulsadas por esta poltica. El primer lineamiento, titulado Minera como

    Poltica de Estado, tena como objetivo la construccin de escenarios propicios de

    desarrollo con la participacin y consenso de todos los actores del sector. Para ello,

    la Secretara de Minera decida articular su agenda de trabajo con las Comisiones

    Parlamentarias de minera, el Consejo Federal Minero (COFEMIN), el Consejo

    Asesor Productivo Minero (CASEPROM), la Red Nacional de Municipios Mineros, los

    organismos de representacin gremial y empresarial, y las entidades de gelogos e

    ingenieros de minas. Entre otras acciones, se propona desarrollar diversas

    reuniones conjuntas para tratar temas relacionados con la sostenibilidad ambiental

    (como la identificacin e inventario de pasivos ambientales y el desarrollo de un

    19

    Ibdem.

  • 18

    plan de cierre de minas y canteras) y la sustentabilidad social de la minera (como

    el fomento de la educacin sobre minera, la difusin de la actividad, y el

    fortalecimientos para el desarrollo de una minera socialmente responsable).

    Por su parte, el tercer lineamiento, designado como Impulso al Modelo

    Productivo Nacional, pretenda promover espacios con igualdad de oportunidades

    para el desarrollo de la actividad minera, construir articulaciones con otros sectores

    de la produccin nacional y convertir a la industria en fuente de empleo genuino. En

    este sentido, se implementaron numerosas medidas, de las cuales aqu interesa

    destacar el Programa de Gestin Ambiental Minera (GEAMIN), puesto en marcha a

    travs de un prstamo de 80 millones de dlares otorgado por el Banco

    Interamericano de Desarrollo (BID), para el fortalecimiento de la gestin ambiental

    minera descentralizada. Entre sus actividades mencionaba el desarrollo de

    capacitaciones, asistencia tcnica y mejoras tecnolgicas para progresar en la

    especializacin de la evaluacin de los informes de impacto ambiental, as como en

    los controles y monitoreos de las actividades mineras a nivel provincial. Asimismo,

    inclua la consecucin de talleres de informacin sobre las normas y acciones para

    una minera sustentable y la sensibilizacin y difusin de la minera sustentable en

    poblaciones hospedantes20.

    Luego, el cuarto lineamiento, denominado Relacin Produccin y Comunidad,

    tena como finalidad promover la activa participacin de las comunidades locales a

    travs de distintas estrategias de inclusin en el sector minero nacional, tales como

    la realizacin de encuentros informativos y mesas de dilogo con las poblaciones

    involucradas para fomentar el conocimiento de la minera y su incidencia en las

    comunidades como alternativa de trabajo y desarrollo sustentable; la creacin y

    fortalecimiento de proveedores locales, as como la capacitacin laboral de recursos

    humanos para el sector. Con respecto a este ltimo punto, merece un comentario

    aparte la propuesta de inclusin de los pueblos indgenas, a travs de la insercin

    laboral en la minera para la mejora en la calidad de vida de las comunidades

    originarias en su regin. Por ltimo, cabe tambin destacar la meta de apoyo a la

    cultura y el deporte a fin de acercar los sectores productivos a la comunidad

    mediante el apoyo de diversos eventos como el fomento de ciclos de msica,

    20

    Si bien el acuerdo con el BID se firm en 2004, el programa GEOMIN comenz a implementarse recin a partir de 2008. Para ms informacin, vase http://www.mineria.gov.ar/actividades-programadas.htm

  • 19

    poesa, cine y literatura, la cooperacin con instituciones deportivas y la participacin

    en fiestas populares tradicionales.

    El sexto y ltimo lineamiento, titulado Democratizacin de la Informacin

    Pblica, tena como funcin garantizar el libre acceso de la ciudadana a las fuentes

    de informacin del sector minero nacional, para lo cual se puso en funcionamiento

    un portal web con una diversidad de pginas informativas sobre catastro minero,

    legislacin jurdica y tributaria, mapa de recursos mineros, estudios geolgicos,

    bases pblicas de proveedores y productores, y difusin diaria de noticias, as como

    una lnea telefnica gratuita para la recepcin de consultas y una biblioteca temtica

    de libre acceso. Tambin se elaboraron videos didcticos y libros para escuelas

    primarias y secundarias sobre la minera (Secretara de Minera de la Nacin, 2007).

    En definitiva, el diseo e implementacin de este Plan integral como

    respuesta a las repercusiones de la cuestin Esquel, concentraba dos propsitos

    centrales. Por un lado, junto a las restantes medidas desplegadas para el sector,

    reafirmar que la actividad minera era considerada una poltica de Estado y un

    objetivo estratgico por el gobierno nacional, en clara continuidad con los aos 90,

    pero rectificando los errores, saldando las materias pendientes y profundizando los

    alcances del modelo. Por otro lado, tuvo como objetivo especfico convertir los

    conflictos sociales en demandas ciudadanas, esto es, procesarlos institucionalmente

    para atender algunas de sus reivindicaciones, como estrategia de pasivizacin y

    heteronomizacin de su potencial disruptivo.

    Como corolario, interesa destacar que durante la gestin de Nstor Kirchner,

    las inversiones totales en el sector minero se incrementaron en un 3430%, pasando

    de 234 millones dlares en 2003 a 1700 millones en 2007. Por otra parte, si las

    exportaciones registradas para el sector minero en 2003 alcanzaban los 1062

    millones de dlares, para 2007 prcticamente se triplicaban, llegando a los 3.000

    millones (Sereno, 2011). Asimismo, se puso en marcha durante aquellos aos el

    segundo emprendimiento de minera metalfera a cielo abierto ms importante del

    pas. Nos referimos al proyecto Veladero, ubicado en la provincia de San Juan y

    concesionado a la transnacional de capitales canadienses Barrick Gold, que inici

    sus operaciones en 2005 para la extraccin de oro y plata (Ortiz, 2007).

    De modo que, entre 2003 y 2007, se produjo en Argentina una verdadera

    profundizacin del modelo minero metalfero cimentado en la inversin de capitales

  • 20

    extranjeros y orientado a la exportacin del producto, a travs de las diversas

    polticas de continuidad, rectificacin e innovacin implementadas durante los

    primeros dos aos de gobierno kirchnerista que, de conjunto, desarrollaron una serie

    de nuevos incentivos para incrementar el atractivo del negocio. Hacia fines de dicho

    perodo, el sector minero continuaba creciendo, tendencia que sera mantenida

    durante la gestin de Cristina Fernndez de Kirchner (2008-2011). Al inicio de este

    nuevo gobierno en 2008, existan 141 proyectos de minera metalfera a cielo abierto

    en etapa exploratoria distribuidos en 12 provincias (Svampa, 2008), a los que deben

    sumarse cuatro nuevos proyectos que comenzaron sus operaciones a partir de

    entonces: Manantial Espejo (desde 2009) en Santa Cruz; Gualcamayo (desde 2008)

    y Casposo (desde 2010) en San Juan; adems de un proyecto binacional con Chile,

    que actualmente se encuentra en etapa de construccin: Pascua Lama (desde

    2009).

    Conclusiones

    Los Estados nacionales compiten entre s para mostrar atractivos sus

    territorios con el objetivo de impulsar el flujo mundial del capital en su propia

    direccin. Si bien en el caso del sector minero, el precio internacional de los metales

    condiciona los niveles de inversin en nuevos emprendimientos; la cantidad de

    incentivos fiscales, as como el grado de estabilidad macroeconmica y jurdico-

    poltica que garantiza cada Estado resulta determinante para el arraigo del capital.

    En efecto, el Estado argentino cumpli con dichos requerimientos desde comienzos

    de la dcada del 90 en adelante, lo que condujo al rpido crecimiento de la minera

    a gran escala en el pas. Incluso durante el perodo de profunda crisis nacional

    desatado en 2001-2002, el Estado no dej de beneficiar al sector minero, que qued

    exento de las restricciones comerciales y de las retenciones a las exportaciones que

    fueron impuestas a otros rubros de la economa.

    La llegada de Nstor Kirchner al gobierno nacional signific al mismo tiempo

    continuidad, rectificacin e innovacin en las polticas estatales para el sector

    minero. En primer lugar, respet el andamiaje jurdico-administrativo sancionado a lo

    largo de los aos`90, lo que dio cuenta de la voluntad del nuevo gobierno para

  • 21

    sostener al modelo de la minera metalfera a gran escala inaugurado por el

    menemismo. En segundo trmino, impuls una serie de medidas para corregir

    falencias y completar procesos inconclusos heredados de gestiones anteriores, as

    como para impulsar demandas del sector de larga data que an no haban sido

    atendidas por el Estado. Al respecto, destacan la jerarquizacin del sector minero

    dentro del aparato estatal, la exencin del ingreso de divisas por exportaciones al

    pas y la puesta en funcionamiento de la devolucin del IVA a las importaciones. Por

    ltimo, se implementaron una serie de polticas innovadoras para el sector,

    integradas en el marco del Plan Minero Nacional, cuyo principal objetivo fue

    institucionalizar el conflicto entre las poblaciones movilizadas y las transnacionales

    mineras.

    La innovacin en las polticas Kirchneristas fue, entonces, producto del

    surgimiento de fuertes cuestionamientos sociales al modelo de la minera metalfera

    a gran escala -ausentes durante la dcada previa- que fueron inaugurados con la

    gran movilizacin de la poblacin de Esquel contra la instalacin de un

    emprendimiento minero a cielo abierto en su territorio. Este hecho constituy un

    punto de inflexin para la consolidacin definitiva del sector. Lejos de constituir un

    hecho aislado, dicho fenmeno implicaba un potencial obstculo para la realizacin

    del capital. Debido a la delicada coyuntura socio-poltica nacional en la que se

    expresaba este masivo proceso asambleario de carcter socio-ambiental, se tema

    que su rpida extensin hacia otras regiones pudiera convertirlo en una verdadera

    traba para la acumulacin. En consecuencia, el Estado nacional en su rol de garante

    de la supervivencia del sistema en su conjunto, se vali de su aparente rol de

    mediador neutral en el conflicto para procesar algunas de las reivindicaciones

    sociales como demandas ciudadanas. Esto supona contemplar a partir de entonces

    ciertos intereses y expectativas de las poblaciones donde se afincan los proyectos

    de minera metalfera (como la sustentabilidad ambiental y social del modelo), pero

    sin poner en juego los requisitos y lineamientos fundamentales para la continuidad

    del desarrollo minero en tanto tal.

    En sntesis, podemos afirmar que las medidas adoptadas desde los primeros

    aos del gobierno de Nstor Kirchner marcaron una profundizacin de la poltica

    heredada de la dcada menemista para el sector minero. Y si bien dicha gestin

    debi enfrentar la emergencia y multiplicacin de resistencias socio-ambientales en

  • 22

    todo el territorio nacional, con la consecuente irrupcin de un nuevo sujeto poltico

    en el marco de una arena hasta el momento cerrada al binomio Estado-Empresas

    mineras, las resoluciones estatales propuestas para lidiar con el conflicto tendieron a

    la eliminacin de su potencial transformador, mediante la formulacin e

    implementacin de ciertas concesiones marginales principalmente discursivas, con

    efectos materiales difusos y difciles de comprobar- a fin de lograr el debilitamiento

    de los opositores, la integracin de las demandas y la neutralizacin de los

    antagonismos, en pos del crecimiento exponencial y la definitiva consolidacin de la

    minera a gran escala en el pas.

    Luego de este anlisis pareciera evidente que el poder siempre logra

    reconfigurarse en coyunturas de crisis y tornarse ms efectivo para controlar las

    energas sociales disruptivas. Sin duda, tiene de su lado la concentracin de los

    recursos para lograrlo. No obstante, son los sectores subalternos y sus mltiples

    formas de lucha- los que constituyen el sujeto activo de la historia. Por lo tanto, a

    pesar de los constantes embates, los movimientos sociales que se construyen,

    fracasan, se reorganizan, y corrigen sus rumbos, son los sujetos dinmicos de una

    contienda que, si bien siempre asimtrica, permanece abierta y sin final

    predeterminado.

    Bibliografa

    Altvater, E. (1977) Notas sobre algunos problemas del intervencionismo del

    Estado, en Sonntag y Valecillos, El Estado en el capitalismo contemporneo,

    Mxico D.F., S.XXI.

    Basualdo, E. y Arceo, E. (2006) Los cambios de los sectores dominantes en

    Amrica Latina bajo el neoliberalismo. La problemtica propuesta, en Basualdo, E. y

    Arceo, E. (coord.) Neoliberalismo y sectores dominantes. Tendencias globales y

    experiencias nacionales, Bs As, CLACSO.

    Bebbington, A. (2011) Minera, movimientos sociales y respuestas campesinas. Una

    ecologa poltica de transformaciones territoriales, Lima, IEPCEPES.

  • 23

    Bonnet, A. (2002) "Que se vayan todos. Crisis, insurreccin y cada de la

    convertibilidad", en Cuadernos del Sur, N33, Bs. As.

    Bonnet, A. (2010) El Estado Kirchnerista. Un anlisis de los cambios de la forma

    estado a partir de 2001, ponencia presentada en las VI Jornadas de Sociologa de

    la Universidad Nacional de La Plata, UNLP, 9 y 10 de diciembre.

    Campodnico, H. y Ortiz, G. (2002) Caractersticas de la inversin y del mercado

    mundial de la minera a principios de la dcada de 2000, en Serie Recursos

    Naturales e Infraestructura, N49, Santiago de Chile, CEPAL.

    http://www.eclac.org/publicaciones/xml/8/11428/lcl1798_E.pdf

    CEPAL (1998) Impacto de la crisis asitica en Amrica Latina, Santiago de Chile,

    Naciones Unidas, 1998. http://www.eclac.org/publicaciones/xml/3/4413/lcg2026e.pdf

    Chaparro vila, E. (2005) Condiciones y caractersticas de operacin de la industria

    minera en Amrica Latina y el Caribe durante el bienio 2004-2005, Santiago de

    Chile, CEPAL.

    Crdoba y Saravia Fras (2000) Proyecto de Asistencia Tcnica para el Desarrollo

    del Sector Minero Argentino (PASMA I y II). Sntesis ejecutiva del avance tcnico y

    financiero del PASMA. http://www.mineria.sanjuan.gov.ar/pasma/pdf/PASMA-B.pdf

    De Echave, J. (2006) Gobernabilidad e industrias extractivas en Ecuador, Per y

    Guatemala: el caso de la minera, Ottawa, FOCAL.

    http://www.focal.ca/pdf/indigenous_Peru_De%20Echave_Gobernabilidad%20industri

    as%20extractivas%20Ecuador%20Peru%20Guatemala_2007_s.pdf.

    Dulitzky, A. (2011) La relacin entre el Estado y la empresas transnacionales y su

    implicancia en los procesos de desarrollo. Claves para pensar el caso de la minera

    en la Argentina de la posconvertibilidad, en Documentos de Investigacin Social,

    N16, Bs. As., IDAES-UNSAM.

    Gambina, J. et al. (2010) Consideraciones sobre la cuestin minera en Argentina,

    Bs. As., FISYP. Disponible en:

    http://www.fisyp.org.ar/modules/news/article.php?storyid=378

    Harvey, D. (2004) El nuevo imperialismo, Madrid, Akal.

    Hirsch, J. (2001) El Estado nacional de competencia, Mxico D.F, UAM.

  • 24

    Holloway, J. (2003) Keynesianismo, una peligrosa ilusin, Herramienta, Bs. As.

    Jessop, B. (1980) Teoras recientes sobre el Estado Capitalista, en Crticas de la

    Economa Poltica, N 16/17, Mxico D.F.

    Machado Aroz, H. (2009) Minera transnacional, conflictos socioterritoriales y

    nuevas dinmicas expropiatorias. El caso de Minera Alumbrera, en Svampa, M. y

    Antonelli M. (eds.) Minera transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias

    sociales, Bs. As., Biblos.

    McMahon G. y Remy F. (eds.) (2003) Grandes minas y la comunidad. Efectos

    socioeconmicos en Latinoamrica, Canad y Espaa, Banco Mundial y Centro

    Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, Bogot, Alfaomega.

    Moori Koenig, V. (1999) Reformas econmicas y la inversin en el sector minero

    argentino, en Heymann, D. y Kosacoff, B (eds.) La Argentina de los Noventa.

    Desempeo econmico en un contexto de reformas, Tomo II, Bs. As., Eudeba/

    CEPAL.

    Moori Koenig, V. y Bianco, C. (2003) Estudios sectoriales. Componente: industria

    minera, Bs. As., CEPAL-ONU, Secretara de Poltica Econmica, Ministerio de

    Economa de la Nacin.

    O Donnell, G. (1984) Apuntes para una Teora del Estado, en Oszlak, O. (comp.)

    Teora de la burocracia estatal: enfoques crticos, Bs. As., Paids.

    O Donnell, G. y Oszlak, O. (1982) Estado y polticas pblicas estatales en Amrica

    Latina: hacia una estrategia de investigacin, en Revista Venezolana de Desarrollo

    Administrativo, N1, Caracas.

    Ortiz, R. (2006) Inversiones extranjeras y empresas transnacionales en Argentina,

    en Cuadernos del Observatorio de Empresas Transnacionales, N1, Bs. As, FOCO.

    Ortiz, R. (2007) Las empresas trasnacionales en la minera argentina: seguridad

    jurdica para las empresas, inseguridad ambiental e incumplimiento de los derechos

    para las comunidades locales, Bs. As. FOCO.

    Ouvia, H. (2009) La autonoma urbana en territorio argentino: apuntes en torno a la

    experiencia de las asambleas barriales, los movimientos piqueteros y las empresas

    recuperadas, en Bonnet, A. y Piva, A. (comp.) Argentina en pedazos: luchas

  • 25

    sociales y conflictos interburgueses en la crisis de la convertibilidad, Bs. As, Pea

    Lillo/Continente.

    Prado, O. (2005) Situacin y perspectiva de la minera metlica en Argentina, en

    Serie Recursos Naturales e Infraestructura, N91, CEPAL, Santiago de Chile.

    Rodrguez Pardo, J. (2009) Vienen por el oro, vienen por todo. Las invasiones

    mineras 500 aos despus, Bs. As, Ciccus.

    Secretara de Minera de la Nacin (2005) Anlisis de los principales indicadores del

    sector minero argentino, Bs. As., Direccin de Inversin y Normativa Minera,

    Ministerio de Planificacin Federal, Inversin Pblica y Servicios.

    Secretara de Minera de la Nacin (2007) Informe de gestin. Minera 2003-2007,

    Bs. As., Direccin de Inversin y Normativa Minera, Ministerio de Planificacin

    Federal, Inversin Pblica y Servicios.

    Secretara de Minera de la Nacin (s/f) Plan Minero Nacional, Bs. As., Direccin de

    Inversin y Normativa Minera, Ministerio de Planificacin Federal, Inversin Pblica y

    Servicios. http://www.casemi.com.ar/archives/287

    Sereno, J. (2011) Apuntes para el estudio del tratamiento fiscal de la minera en

    Argentina, en Cuadernos del Instituto de Estudios Tributarios, Aduaneros y de los

    Recursos de la Seguridad Social, N20, Bs. As., AFIP.

    Schiaffini, H. (2004) La insercin de la inversin en minera en las tendencias socio-

    econmicas de la Argentina, en Theomai, N 10.

    Secretara de Minera de la Nacin (2004) Plan Nacional Minero (2004-2005).

    Svampa, M. (2008) "David y Goliat. La minera a cielo abierto y los movimientos de

    resistencia, en Crtica de la Argentina, Bs. As. 15 de septiembre.

    Svampa, M. et al. (2009) Los movimientos contra la minera metalfera a cielo

    abierto: escenarios y conflictos. Entre el efecto Esquel y el efecto La Alumbrera,

    en Svampa, M. y Antonelli M. (eds.) Minera transnacional, narrativas del desarrollo y

    resistencias sociales, Bs. As., Biblos.