Alteraciones de la cresta después de una extracción … · semanas de cicatrización. Los...

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Copyright Blackswell Muksgaard 2005 Traducción de una publicación del Journal of Clinical Periodontology Mauricio G. Araújo y Jan Lindhe Alteraciones de la cresta después de una extracción dental. Un estudio experimental en el perro. Objetivo: Estudio de las alteraciones dimensionales del reborde alveolar que se producen después de una extracción dental, así como procesos de modelado y de remodelado óseo asociado con dicho cambio. Materiales y Métodos: Doce perros quiltros fueron incluidos en el estudio. En ambos cuadrantes de la mandíbula se realizaron incisiones en la región de la hendidura del tercer y cuarto premolar. Aletas de diminuto espesor total bucal y lingual fueron elevadas. Los cuatro premolares se hemiseccionaron. Se eliminaron las raíces distales. Los sitios de extracción fueron cubiertos con el tejido gingival movilizado. Las extracciones de las raíces y el sacrificio de los perros fueron escalonados de tal manera que todos los perros contribuyeron con tomas que representan 1, 2, 4 y 8 semanas de cicatrización. Los animales fueron sacrificados y los bloques de tejido que contienen el alveolo de extracción fueron disecados, descalcificadas en EDTA (ácido etilendiaminotetraacético), se empaparon en parafina y se cortaron en el plano bucal lingual. Las secciones se colorearon con hematoxilina-eosina y se examinaron en el microscopio. Resultados: Se demostró que las alteraciones dimensionales marcadas se produjeron durante las primeras 8 semanas después de la extracción de los premolares mandibulares. Por lo tanto, en este intervalo había una marcada actividad osteoclástica resultando en la resorción de la región de la cresta, de ambas paredes óseas, sea bucal que lingual. Conclusiones: La resorción de las paredes lingual/bucal del sitio de extracción se produjo en dos fases que se sobreponen. Durante la fase 1, la lámina dura se reabsorbe y se reemplaza con tejido óseo. Dado que la cresta de la pared ósea se compone exclusivamente de combinar este modelado, el resultado es una reducción sustancialmente vertical de la cresta bucal. Fase 2 implica la resorción que se produjo a partir de las superficies externas de ambas paredes del hueso. La razón de esta pérdida de masa ósea adicional aún no se entiende actualmente. Palabras clave: lámina dura, modelado, remodelado, cicatrización.

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Copyright Blackswell Muksgaard 2005

Traducción de una publicación del Journal of Clinical Periodontology

Mauricio G. Araújo y Jan Lindhe

Alteraciones de la cresta después de una extracción

dental. Un estudio experimental en el perro.

Objetivo: Estudio de las alteraciones dimensionales del reborde alveolar que se

producen después de una extracción dental, así como procesos de modelado y de

remodelado óseo asociado con dicho cambio.

Materiales y Métodos: Doce perros quiltros fueron incluidos en el estudio. En ambos

cuadrantes de la mandíbula se realizaron incisiones en la región de la hendidura del

tercer y cuarto premolar. Aletas de diminuto espesor total bucal y lingual fueron

elevadas. Los cuatro premolares se hemiseccionaron. Se eliminaron las raíces

distales. Los sitios de extracción fueron cubiertos con el tejido gingival movilizado. Las

extracciones de las raíces y el sacrificio de los perros fueron escalonados de tal

manera que todos los perros contribuyeron con tomas que representan 1, 2, 4 y 8

semanas de cicatrización. Los animales fueron sacrificados y los bloques de tejido que

contienen el alveolo de extracción fueron disecados, descalcificadas en EDTA (ácido

etilendiaminotetraacético), se empaparon en parafina y se cortaron en el plano bucal

lingual. Las secciones se colorearon con hematoxilina-eosina y se examinaron en el

microscopio.

Resultados: Se demostró que las alteraciones dimensionales marcadas se produjeron

durante las primeras 8 semanas después de la extracción de los premolares

mandibulares. Por lo tanto, en este intervalo había una marcada actividad

osteoclástica resultando en la resorción de la región de la cresta, de ambas paredes

óseas, sea bucal que lingual.

Conclusiones: La resorción de las paredes lingual/bucal del sitio de extracción se

produjo en dos fases que se sobreponen. Durante la fase 1, la lámina dura se

reabsorbe y se reemplaza con tejido óseo. Dado que la cresta de la pared ósea se

compone exclusivamente de combinar este modelado, el resultado es una reducción

sustancialmente vertical de la cresta bucal. Fase 2 implica la resorción que se produjo

a partir de las superficies externas de ambas paredes del hueso. La razón de esta

pérdida de masa ósea adicional aún no se entiende actualmente.

Palabras clave: lámina dura, modelado, remodelado, cicatrización.

El proceso alveolar es un tejido que depende del diente que se desarrolla en conjunto

con la erupción de los dientes. Además, el volumen, así como la forma del proceso

alveolar se determina por la forma de los dientes, su eje de erupción y eventual

inclinación (Schroeder 1986). Como consecuencia de la eliminación de todos los

dientes en el individuo adulto, los procesos alveolares se someterán a la atrofia (e.g.

Atwood 1957, Hedegard 1962, Tallgren 1972). La cantidad de la reducción del tejido

duro varía considerablemente de sujeto a sujeto como reportado por e.g.: Atwood

(1962), Carlsson & Persson (1967) y Tallgren (1972). Los estudios clínicos y/o

radiográficos por e.g. Johnson (1963, 1969), Pietrokovski & Massler (1967), Lecovic et

al (1997, 1998), Camargo et al. (2000), Schropp et al (2003) han demostrado que las

alteraciones marcadas por la altura y la anchura del reborde alveolar se producirán

después de extracciones de dientes individuales o múltiples. El proceso de curación

después de la extracción del diente al parecer dio lugar a la resorción más

pronunciada sobre la parte bucal del reborde que en aquella lingual / palatino.

Pietrokovski y Massler (1967) estudiaron la cantidad de tejido que se pierde después

de extracciones dentales unilaterales y se utilizó moldes de yeso para definir modelos

dimensionales. Los autores concluyeron que las placas óseas bucales tanto en el

maxilar superior y la mandíbula se reabsorbe considerablemente, más que las

correspondientes paredes óseas palatino/linguales y el centro del reborde, como

consecuencia, intercambio palatino / lingual.

Además, el proceso que resultó en una reducción del tejido parecía ser más

pronunciada durante la fase inicial de la cicatrización de heridas que durante los

períodos posteriores después de la extracción del diente. Johnson (1969) informó que

la mayoría de las alteraciones dimensionales - Horizontal y vertical - del reborde

alveolar se llevaron a cabo durante los primeros 3 meses de curación. En un estudio

clínico reciente Schropp et. al (2003) se estimó la cicatrización ósea y los cambios en

el contorno de los tejidos blandos después de la extracción de un solo diente. Ellos

incluyeron 46 pacientes en su estudio y realizaron la evaluación de 3, 6 y 12 meses

después de la extracción de un premolar o un molar. Schropp et al. (2003) afirmó que

"aproximadamente dos tercios de esa reducción" ... la anchura del reborde alveolar ...

"ocurrieron dentro de los primeros 3 meses después de la extracción del diente".

El proceso de curación que se produjo después de la extracción del diente fue

monitoreado en las biopsias de muestra a partir de los sitios de extracción en el

hombre (por ejemplo Boyne 1966, Amler 1969, Evian et al. 1982), así como en

animales de experimentación (por ejemplo Hoebsch y Hansen 1969, Kuboki et al.

1988, Lin et.al 1994), en un estudio reciente en el perro, Cardaroploi et. al (2003)

estudio de modelado y remodelado óseo que se hizo en el alveolo de una extracción

después de la extracción de la raíz después de la eliminación de la raíz distal del

premolares mandibulares. Del examen de las secciones mesio distal se observó que

(i) la médula ósea tejida llenó el alveolo de extracción después de un mes, (ii) una

cresta cortical incluyendo tejido y hueso laminar se había formado después de 3

meses, (iii) después del intervalo de 3 meses el tejido óseo fue gradualmente

reemplazado con hueso laminar y óseo. En el estudio mencionado no se proporcionó

información sobre la alteración del tejido óseo que se produjo fuera del alveolo de

extracción.

El objetivo del presente experimento en el perro fue estudiar algunas alteraciones

dimensionales del reborde alveolar que se produjeron después de la extracción del

diente, así como los procesos de modelado y remodelación ósea asociada con dicho

cambio.

Material y Métodos

El protocolo de investigación fue aprobado por el comité de ética de la Universidad de

Maringa. Doce perros quiltros de alrededor de 1 año de edad y con un peso de unos

10 kg. cada uno, fueron utilizados en el estudio. Durante los procedimientos

quirúrgicos, los animales se anestesiaron con Pentotal Natrium (30 mg / ml;

Laboratorios Abbot, Chicago, IL, EE.UU, administrado por vía intravenosa). A lo largo

del experimento, los animales fueron alimentados con una dieta de pellet ligera.

En ambos cuadrantes de la mandíbula se realizaron incisiones en la región de la

hendidura de los premolares inferiores tercero y cuarto. Colgajos de diminuto espesor

total bucal y lingual fueron elevados a revelar el hueso alveolar marginal. Los cuatro

premolares estaban hemiseccionados. La pulpa de cada raíz mesial fue extirpada y el

canal llenado con gutapercha. Las raíces distales se retiraron cuidadosamente

utilizando elevadores y fórceps. Los sitios de extracción se cubrieron con el tejido

gingival movilizado y estabilizado con suturas interrumpidas (Fig. 1). Los perros fueron

colocados en un régimen de control de la placa que incluye la limpieza de los dientes

tres veces por semana.

Las extracciones de las raíces se escalonaron de manera aleatoria y en forma tal que

al sacrificio todos los perros hayan contribuido con los sitios de extracción que

representan 1, 2, 4 y 8 semanas de cicatrización. Los animales se sacrificaron con una

sobredosis de Pentotal Natriums y perfundidos, a través de las arterias carótidas, con

un fijador que contiene una mezcla de 5% de glutaraldehído y formaldehído al 4%

(Karnovsky 1965). Las mandíbulas se retiraron y bloques de tejido que contienen el

alvéolo de extracción de la raíz distal de cada premolar fueron disecados y colocados

en el fijador. Cada bloque se descalcificó en EDTA, se deshidrataron en

concentraciones crecientes de etanol, embebidos en parafina y cortadas en el plano

bucal lingual. Las secciones se colorearon en hematoxilina-eosina. Se seleccionaron y

se examinaron secciones que representan la porción central (en la dirección mesial-

distal) de cada alvéolo de extracción en el microscopio.

El examen histológico

El tejido dentro del alvéolo de extracción se examinó utilizando un microscopio Leitzs

DM-RBE (Leica, Wetzlar, Alemania) equipado con un sistema de imagen (Q-500 MC;

Leica).

Mediciones Histométricas

La altura de las paredes de hueso cortical se determinó de la siguiente manera (Fig.

2): una línea paralela al eje largo de la raíz se ha dibujado en el centro del alveólo (C-

C) para separar los compartimentos bucal y lingual. Posteriormente, las líneas

horizontales (L y B) perpendiculares a C-C se elaboraron para conectar las partes más

coronales de la cresta ósea vestibular y lingual a C-C. La distancia vertical entre las

intersecciones bucal y lingual con C-C se midieron y se expresaron en mm.

La anchura de las paredes óseas bucales y linguales se determinó en tres niveles

diferentes; A, B y C (Fig. 2) y se expresó en mm. Los niveles se encuentran en el 1, 3

y 5 mm, respectivamente, apical de la cresta ósea vestibular y lingual. Se calcularon

los valores medios y las desviaciones estándar para cada variable, el sitio y el grupo.

FIG:1 Vista clínica de los sitios experimentales inmediatamente después de la extracción de la raíz y colocación de las suturas.

FIG 2. Dibujo esquemático que representa la ubicación en la que se realizaron las mediciones histométricas Para obtener información detallada, ver texto.

Tabla 1. Anchura del tejido óseo en las paredes bucal y lingual de los sitios de extracción Las medidas (mm) se realizaron a diferentes niveles (A, BC, Fig. 1) e intervalos de tiempo. Significa (SD).

Resultados Todos los alvéolos de extracción se curaron sin complicaciones.

Signos evidentes de inflamación de los tejidos blandos (hinchazón y enrojecimiento) se

observaron en los sitios que representan a 1 semana de curación, pero la mucosa que

cubre los alveólos después de 2, 4 y 8 semanas de cicatrización se consideraron

clínicamente sanos.

Una semana de curación (fig. 3)

El tejido conectivo de la mucosa que cubre el sitio de extracción exhibió modestos

signos de inflamación. Por lo tanto, se pueden identificar áreas que fueron pobres en

su contenido de colágeno, pero ricas en las estructuras vasculares e de células

inflamatorias.

La porción marginal de la pared del hueso lingual del alveolo de extracción era

notablemente más ancho que su porción correspondiente de la pared bucal (fig. 3). En

el Nivel A (Tabla 1) la pared lingual fue de 1,4= o diferente de 0,2 mm (SD) de ancho

mientras que la anchura correspondiente de la pared bucal fue de 0,6 = o diferente a

0,1 mm. Las dimensiones que coinciden en el Nivel B fueron de 2,0= o diferente a 0,3

y 1,3= o diferente a 0,1 mm, respectivamente.

Tanto las paredes óseas bucal y lingual contenían un gran número de espacios de

médula ósea bien determinados. Las superficies interiores de las paredes de los

alveólos fueron alineados con la lámina dura (fig. 4). En todas las áreas del alveolo,

células multinucleadas (osteoclastos) se podían observar de vez en cuando en la

superficie de la lámina dura. Un ligamento periodontal cortado que incluye fibroblastos,

fibras de colágeno orientadas distintamente, estructuras vasculares y células

inflamatorias se ubicaban lateralmente a la lámina dura.

Las regiones de la cresta de las paredes óseas estaban compuestas únicamente de

lámina dura (fig. 5a, b), la altura de los cuales fue más pronunciada en la pared bucal

(igual o menos 1 mm) que en la pared lingual (mayor de 0.5 mm). Un gran número de

osteoclastos estaban presentes en la superficie exterior de la región de la cresta de

ambas paredes del hueso. La porción interna del alvéolo de la extracción fue ocupada

por un coágulo, tejido de granulación, matriz provisional y pequeñas cantidades de

hueso de nueva formación. El coágulo residía en la parte más central del alveolo

presentó signos de lisis. El tejido de granulación que incluye un gran número de vasos,

pocos fibroblastos y células inflamatorias ocupaba una porción de los segmentos más

coronales del alveolo La matriz provisional era el tejido dominante dentro del alveolo e

incluía fibroblastos, los vasos recién formados y fibras de colágeno. En las partes

apicales del alveolo, las pequeñas islas de tejido óseo recién formado estuvieron

presentes alrededor de unidades vasculares cerca de la lámina dura.

FIG.3 Vista general del sitio de extracción después de 1 semana de la curación. Tenga en cuenta las grandes cantidades de matriz provisional y, en el centro del alveolo, que quedan coágulos de sangre. BC, coágulo de sangre, B, bucal; L, lingual; PM, matriz provisional; coloración H & E ; aumento original x 16.

FIG. 4 Mayor aumento de esbozado del área en la figura. 3. La lámina dura cubierta con la pared alveolar. En el lateral de la lámina dura se puede apreciar un ligamento periodontal cortado. BB, lamina dura; PDL, ligamento periodontal cortado; aumento original x 200.

FIG. 5 Una semana de curación. La región de la cresta de las paredes lingual (a) y vestibular (b). La cresta ósea vestibular está hecho exclusivamente de lámina dura mientras que la cresta lingual se compone de una mezcla de hueso cortical y lámina dura. Obsérvese la presencia de osteoclastos en las regiones crestal de ambas paredes (flechas). Una superficie interior de la pared del hueso; BB, lámina dura; CB, hueso cortical; O, la superficie exterior de la pared ósea; flechas, los osteoclastos. Coloración H & E; aumento original x 50.

Dos semanas de cicatrización (Fig. 6)

La mucosa del sitio estaba desprovista de células inflamatorias, pero incluye un tejido

conectivo rico de fibroblastos. La región de la cresta de la pared de tejido duro lingual

fue en este intervalo desprovista de lámina dura, mientras que en la región

correspondiente de la pared bucal, la lámina dura ocupaba un área que era 0,3igual o

diferente a 0,1 mm de alto (Fig. 7a, b). Las porciones exteriores de la región de la

cresta de ambas paredes de hueso se alinean con los osteoclastos. Varios

osteoclastos también se encuentran en la superficie exterior de la bucal y lingual

paredes óseas apical de la región de la cresta. Grandes cantidades de hueso recién

formado se produjeron en las partes apicales y laterales del alveolo de la

extracción.Tejido de la matriz provisional residía en los compartimentos centrales y

marginales del sitio experimental. En este intervalo, tejido del ligamento no periodontal

podría ser identificado lateral a las paredes del alveolo. La superficie del tejido óseo se

alinea con los osteoblastos densos e incluyó una médula ósea primitiva. La mayor

parte de la superficie la lámina dura restante estaba en continuidad directa con

trabéculas de hueso reticular.

FIG.6 Vista general del sitio de extracción después de 2 semanas de cicatrización. Tenga en cuenta las grandes cantidades tejido óseo que se presentan en el lateral y en las porciones apicales del alveolo. B, bucal; L, lingual; PM, matriz provisional; WB, tejido óseo. coloración H & E; aumento original x 16.

FIG.7 Dos semanas de cicatrización. La región de la cresta de las paredes lingual (a) y vestibular (b). Tenga en cuenta el gran número de osteoclastos presentes en la superficie externa de las regiones de la cresta. A, la superficie interior de la pared; BB, lámina dura; CB, hueso cortical; O, la superficie exterior de la pared; flechas, los osteoclastos. Coloración H & E; aumento original x 50.

Cuatro semanas de cicatrización (fig. 8)

Sin lámina dura se pudo encontrar las paredes óseas en la región de la cresta.

Además, en la región de la cresta de la pared bucal, una gran parte del hueso lamelar

aparentemente había sido sustituido por tejido óseo. La superficie de este tejido recién

formados mostró signos de remodelación. Una multitud de osteoclastos se puede

observar en la superficie exterior de las paredes óseas tanto bucal que lingual apical

de las regiones de la cresta. La pared ósea lingual fue en un intervalo entre 1,3 igual o

diferente a 0.1mm (Nivel A) y 1.6 igual o diferente a 0.1mm (Nivel B) de ancho. Las

dimensiones correspondientes de la pared bucal fueron de 0,7 igual o diferente a 0,2 y

1,1 igual o diferente a 0,2 mm, respectivamente (Tabla 1). El tejido de la matriz

provisional se presentó en las partes más céntricas del alveolo. Tejido óseo y hueso

mineralizado ocupa los segmentos restantes del sitio. La porción de tejido

mineralizado se compone principalmente de tejido óseo, que parecía estar tanto en el

proceso de modelado como de remodelado. La médula ósea fue de carácter, ya sea

primitivo (tejido conectivo suelto, células inflamatorias y los grandes vasos) o maduro

(grandes adipocitos, pocas células inflamatorias, pequeñas cantidades de fibras de

colágeno y unidades vasculares). Grandes porciones de lámina dura aparentemente

habían sido reemplazados por hueso laminar y óseo.

FIG.8 Vista general del sitio de extracción después de 4 semanas de cicatrización. Tenga en cuenta el lugar de extracción en este intervalo está dominado por tejido óseo recién formado. La lámina dura de la región de la cresta de la pared bucal se reabsorbe y es parcialmente reemplazada por tejido óseo. Tenga en cuenta también que la porción marginal de la antigua pared bucal (flecha) es'''' apical a su contraparte lingual. B, bucal; L, lingual; WB, tejido óseo; flecha, parte marginal de la antigua pared bucal. coloración H & E; aumento original x 16.

Ocho semanas de curación (Fig. 9)

La pared ósea lingual fue también en este intervalo considerablemente más ancha que

la pared vestibular. Además, la cresta del hueso bucal se encuentra a unos 2 mm

apicales a la cresta de la pared lingual de tejido duro. Una amplia zona de tejido

mineralizado hace de puente en las paredes óseas vestibular y lingual del alveolo de

extracción. Este puente que tenía una orientación oblicua incluyó tejido óseo y hueso

lamelar. Numerosos osteoclastos se encontraron tanto en la superficie exterior de la

cresta y en más regiones apicales del hueso vestibular (fig. 10). Osteoclastos

dispersos se encontraron en las ubicaciones correspondientes de la pared del hueso

lingual. La parte interna de la región del alveolo fue ocupada por médula ósea, pero

incluía algunas trabéculas de tejido mineralizado que se componía de tejido óseo y

hueso lamelar.

Figura 9

Figura 10

Las alteraciones de la altura de la cresta ósea durante la curación.

En el intervalo de 1 semana, la cresta ósea bucal se encontró en la media de 0,3+/-

0,2 mm (DE) ‘coronal’ a la cresta lingual, mientras que en los intervalos de 2, 4 y 8

semanas, la cresta bucal se encuentra constantemente ’apical’ de su contraparte

lingual (fig. 11). Por lo tanto, después de 2 semanas de la curación, la distancia entre

intercepción B y la intersepción L (Fig. 2) fue de 0,3+/- 0,1 mm. Las distancias

correspondientes después de 4 y 8 semanas de cicatrización fueron 0,9+/- 0,3 y 1,9+/-

0,2 mm.

Alteraciones de la anchura de la cresta ósea durante la curación

La anchura de las paredes óseas bucal y lingual en los niveles A, B, y C se describe

en la Tabla 1.

En todos los cuatro intervalos de examen y en cada uno de los tres niveles, la pared

ósea bucal era más delgada que la pared del hueso lingual. Además, la anchura de

ambas paredes óseas bucal y lingual fue mayor en el Nivel B que en el Nivel A y

mayores en el nivel C que en el Nivel B.

Discusión

El presente experimento demostró que las alteraciones dimensionales importantes se

produjeron durante la primera fase - 8 semanas - después de la extracción de los

premolares inferiores. Por lo tanto, en este intervalo había una marcada actividad

osteoclástica resultando en la resorción de la región costera de tanto la bucal como la

pared ósea lingual. La reducción de la altura de las paredes fue más pronunciada en la

bucal que en el aspecto lingual del alveolo de extracción.

La observación de que después de la extracción de dientes, la cantidad de pérdida

ósea vertical se hizo más pronunciada en el vestibular que en la pared alveolar lingual

está de acuerdo a estudios clínicos previos (por ejemplo, Johnson 1963, 1969,

Pietrokowsky y Massler 1967, Schropp et al. 2003). Los nuevos resultados están

también de acuerdo a datos publicados recientemente por Botticelli et al. (2004). Que

evaluaron alteraciones dimensionales que se produjeron en la cresta alveolar durante

un período de 4 meses después de la colocación de implantes en alveolos de

extracción recientes. La distancia entre la superficie del implante y la bucal y paredes

óseas lingual / palatal se midió al inicio y al volver a entrar después de 4 meses. Los

autores llegaron a la conclusión de que “durante el intervalo de 4 meses después de la

extracción de los dientes, la dimensión del hueso bucal se había sometido a la

reabsorción horizontal que ascendió a alrededor del 56%. La reducción

correspondiente de la pared ósea lingual / palatina fue del 30%''.

Figura 11

En preparación para la eliminación de las raíces distales, se hicieron incisiones grietas

y solapas de diminuto espesor total fueron elevados en ambos los aspectos bucal y

lingual del proceso alveolar. Es bien sabido que tales traumatismos quirúrgicos que

incluyen la separación del periostio y la ruptura de su inserción de tejido conjuntivo en

la superficie del hueso, inducirán una respuesta inflamatoria aguda que a su vez media

la resorción de la capa superficial del hueso alveolar en el área expuesta (por ejemplo,

Wilderman 1963, Staffileno et al. 1966, Wood et al. 1972, Bragger et al. 1988). En las

muestras que representan de 1 a 2 semanas de cicatrización en el presente

experimento, los osteoclastos estaban realmente presentes en la zona expuesta de la

cresta alveolar, que mostró signos de reabsorción superficial. Hay razones para

pensar que esta reabsorción del tejido duro puede explicar en parte las alteraciones

dimensionales que se produjeron durante las primeras semanas de la curación

después de la extracción del diente.

En el experimento actual, la alteración del nivel de la cresta ósea bucal con el tiempo

se determinó usando la cresta lingual como referencia. Dado que durante el curso de

la curación se observa también un resorción del hueso lingual, esto informó que el

cambio de la cresta ósea vestibular es muy probablemente subestimado. La reducción

relativa de la altura de la pared ósea vestibular entre el 1 - y los intervalos de 8

semanas fue de 2,2+/- 0,2 mm, es decir, aproximadamente 45 mm / día. Esta tasa de

resorción ósea es similar a la registrada en los experimentos que evalúan el modelado

y la remodelación de los eventos en los sitios de fractura en los huesos largos de los

perros. Así, Schenk y Hunziker (1994) afirmaron que'' En los huesos caninos adultos,

la tasa de resorción osteoclástica es aproximadamente 50-60 mm / día. . . .''. En este

contexto debe tenerse en cuenta que, en los especímenes 8-semanas del experimento

actual, un gran número de osteoclastos podría ser identificado en las paredes óseas,

tanto en la bucal como en la lingual. En otras palabras, el proceso de modelado que

estaba al final de este estudio no se ha completado. Esto está de acuerdo con los

resultados de experimentos similares presentados por Cardaropoli et al. (2003). Ellos

estudiaron la dinámica de la formación de tejido óseo en los sitios de extracción de

dientes en el perro e informó de que entre 2 y 6 meses de curación de partes

sustanciales de tejido óseo en el alveolo de extracción fueron sustituidas por hueso

lamelar y ósea.

El diente está anclado a las mordazas a través de la lámina dura en la que las fibras

del ligamento periodontal invierten. Después de la extracción de un diente, la lámina

dura del sitio obviamente perderá su función y desaparecerá. En las muestras de 1-

semana de la muestra actual, se observó que la región de la cresta de la pared bucal

de tejido duro se compone exclusivamente de lámina dura mientras que la región

correspondiente del hueso lingual se compone de una combinación de lámina dura y el

hueso lamelar. La lámina dura, dentro del alveolo, así como en las regiones de la

cresta se puede conocer en los sitios experimentales a 1 y 2 semanas, pero no estaba

presente en muestras que representan 4-8 semanas de curación. Esto está de

acuerdo con Cardaropoli et al. (2003), que demostraron que ya en las 2 semanas

siguientes a la extracción de un premolar inferior, la mayor parte de la lámina dura en

la cara mesial y distal del alvéolo de extracción habían sido reemplazados con tejido

óseo. Por lo tanto, la temprana resorción de la lámina dura puede explicar en parte la

marcada reducción de la altura de la pared bucal que se produjo entre semana 1 y la

semana 4 de la curación.

Entre 4 semanas y 8 semanas de curación no sólo se había pronunciado la alteración

del tejido dentro del alvéolo de extracción sino también la alteración adicional

sustancial de las dimensiones del proceso alveolar del sitio de extracción. Así, en este

intervalo de (i) una cresta cortical se formó que sella la entrada del sitio de extracción y

(ii) tejido óseo era en gran medida sustituido por hueso laminar y la médula ósea.

Durante este segundo mes de la curación hubo una reducción adicional de (i) la altura

de la pared del hueso bucal, así como (ii) la anchura tanto de la bucal y lingual

paredes.

De los datos presentados en este estudio se puede concluir que la resorción de las

paredes bucal / lingual del sitio de extracción se produjo en dos fases superpuestas.

Durante la fase 1, la lámina dura que perdió su función después de la extracción del

diente, se reabsorbe y se reemplaza con tejido óseo. Desde la cresta de la pared ósea

vestibular se compone exclusivamente de combinar este modelado resultó en una

reducción sustancialmente vertical de la cresta bucal. Fase 2 incluye la resorción que

se produjo a partir de las superficies externas de ambas paredes del hueso. La razón

de esta pérdida de masa ósea adicional actualmente no se entiende. Se sugiere, sin

embargo, que después de la elevación del colgajo mucoperióstico en conjunción con la

extracción del diente, se cortaron los vasos sanguíneos a las paredes óseas. El

suministro de sangre reducido (para una revisión, véase Schenk y Hunziker 1994)

puede haber causado la muerte de los osteocitos y como consecuencia de la necrosis

del tejido mineralizado circundante de las paredes óseas. Durante la fase 2 de la

curación de este hueso necrótico puede, por tanto, poco a poco han sido eliminados a

través de la reabsorción superficial orquestada por osteoclastos en el periostio. Dado

que la placa ósea vestibular era considerablemente más delgado que la placa lingual,

esta'' reabsorción horizontal'''' también puede causar reducción verticales'' de la pared

bucal. Dado que, sin embargo, marcada alteración dimensional de la extracción se

produce también después de la extracción del diente sin elevación del colgajo, otros

factores deben estar implicados en la reabsorción ósea que se produce en la fase 2 de

la modelización. Tales factores pueden incluir (i) la adaptación a la continua falta de

función en el sitio de extracción, (ii) ajuste de tejido para satisfacer demandas''''

genéticamente determinados con respecto a la geometría de cresta en la ausencia de

dientes.

.