Allende 1

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MIéRCOLES 12 DE AGOSTO DEL 2015 A20. EL COMERCIO T ambutti tenía poco más de 1 año cuando su abue- lo murió en La Moneda (1973). Hace ocho años decidió redescubrirlo: conocer el lado íntimo de Salvador Allende, el lado del que nadie habla- ba en casa. —¿Cuándo surgió la necesidad de conocer más sobre su abuelo? Creo que en el fondo la necesidad estuvo intermitentemente desde la primera vez que fui a Chile, a los 9 años. Fui la única de mi familia que pudo entrar durante la dictadura y los amigos de mis pa- dres o familiares me llevaban a conocer La Moneda, la casa de la playa o la casa familiar. Al regresar de mi via- je le pregunté a mi madre qué había vivido en La Moneda. Tuvo mucho dolor en su reacción, no me pudo contestar. Nunca sos- peché que iba a generar ese tipo de reacción, así que dejé de preguntar. Cuando volví a Chile, con el retorno de la democracia y el de mi familia al país, supuse que íbamos a recu- perar esa memoria más íntima. Sin embargo, casi no hablaban de él más allá de su aspecto político o público. En el 2003 estudiaba en Londres y me di cuenta de que no sabía casi na- da sobre mi abuelo, debía hacer algo para conocerlo. —¿Este documental ayudó a con- versar más sobre estos temas? Sí, creo que en el fondo empeza- mos un proceso. No es que algo que durante décadas ha estado de una manera cambie de un día a otro, pe- ro sí he notado que hablamos más fácilmente no solo de mi abuelo, si- no también de mi tía Tati [Beatriz Allende, la hija menor del ex presi- dente]. Ella se suicidó cuatro años después y es otro de los grandes dolores. Mi abuelo fue el punto de partida para muchos sucesos dolo- rosos. Pero ahora somos capaces de hablar sobre temas que antes eran como tabú. —Durante el rodaje fa- llecieron su abuela y su hermano. ¿Fueron los momentos más difí- ciles que afrontó? Sí, definitivamente fueron muy difíciles. Otro momento muy difícil fue la exhuma- ción de los restos de mi abuelo, que también se llevó a cabo durante la grabación. En el fondo, cuando trasladamos sus res- tos de la primera tumba a su propio mausoleo fue más un acto político. Como familia no habíamos hecho el duelo correspondiente y recién lo pudimos hacer 40 años después. POSDATA Nací en Chile en 1971, pero viví desde muy pequeña en México debido a que mi familia fue expulsada del país por la dictadura de Pinochet. Yo soy nieta de Salvador Allende. Estudié Biología en la Universidad Nacional Autónoma de México. Tengo una maestría en el Imperial College y el Natural History Museum de Londres. Hace ocho años inicié un proyecto personal en el que buscaba conocer más sobre mi abuelo, con el tiempo fue creciendo y se convirtió en el documental “Allende, mi abuelo Allende”. Marcia Tambutti Allende Bióloga y documentalista JUAN PONCE “Mi abuelo fue el punto de partida para muchos sucesos dolorosos” RENZO GINER VáSQUEZ Otro momento muy difícil fue la exhumación de los restos de mi abuelo [...] Como familia no habíamos hecho el duelo correspondiente”. Somos un país que sigue cargando con estas heridas y es necesaria la búsqueda de verdad y justicia para avanzar más”. La bióloga Marcia Tambutti, nie- ta del ex presidente chileno Sal- vador Allende, llegó a Lima para presentar un documental sobre su abuelo. Ella realizó la primera investigación desde el círculo ín- timo del mandatario y rompió un silencio familiar de décadas. Colecciones El Comercio @elcomercio elcomercio.pe (51) 947-031-286 -- LAUREADO -- El documental fue considerado el mejor en la Quincena de Realizadores de Cannes 2015. —¿En alguno de esos momentos pensó en abandonar el proyecto? Lo pensé muchas veces [risas]. Pero tenía un compromiso con mi equipo, que fue increíblemente solidario. Además, tenía la sensación de que esto nos iba a hacer bien. —¿Qué sintió al enterarse de que estaría en la Quincena de Cannes? Fue un momento mágico, sobre todo porque nosotros no lo envia- mos. Estábamos terminando la pos- producción y llegó el director de la Quincena a ver la selección que te- nían en esa productora. Pregunta- ron si estaban terminando algo que también era interesante, le mostra- ron nuestro documental, lo incluye- ron y les encantó. Fue mágico. —Algo que me sorprendió de la vi- da de su abuelo fue que protagoni- zó el último duelo de honor en Chile con Raúl Rettig en 1952. [Risas] Sí, sí. Lo había escuchado, pero en realidad me enteré por las biografías que leí. Me sorprendió que hubiera sido capaz de protago- nizar un duelo caballeresco, com- pletamente anacrónico, teniendo tres hijas y una esposa. Cuando les conté el relato a mi madre y mis tías, se ofendieron. Lo increíble de esta historia es que mi abuelo respetaba a las personas viéndolas como ad- versarios, no enemigos. Incluso du- rante su gobierno invitó a Raúl Ret- tig a ser ministro. —¿Cuánto pesa llevar ese apellido? A ratos mucho y en otros nada, como todo en la vida. —La figura de Salvador Allende en- ciende pasiones... En el aspecto político y público mi abuelo es un referente mundial. Un referente de mayor justicia social, democracia muy bien entendida y de consecuencia. Esos valores son imperecederos y creo que el mundo actualmente necesita referentes así, tan coherentes. Por eso su imagen si- gue estando tan viva. —¿Qué opina sobre la actualidad política en Chile? Estamos viviendo un momento complejo, como en muchos países. La política está bastante despres- tigiada pero sin duda es necesaria. Afortunadamente hemos vuelto a tocar temas muy relevantes de me- moria y derechos. Somos un país que sigue cargando con estas heri- das y es necesaria la búsqueda de verdad y justicia para avanzar más. —Hace poco falleció Manuel Con- treras. ¿Cómo tomó esa noticia? La muerte de alguien no me alegra- ría nunca. Lamento que no nos die- ra tiempo como país de degradarlo. Estaba en debate la posibilidad de quitarle los grados de general, eso habría sido una señal inequívoca porque ha sido una de las personas más siniestras de nuestra historia. ¿Por qué le haces daño? Porque es joven y hermosa”. Este diálogo ha sido atribuido a Antonin Artaud. ¡Qué otras razones podríamos es- grimir! No sabes cuán poco dura esa sonrisa en el rostro de una mujer. La perfec- ción del cuerpo solo existe si el rostro dibuja un recipiente donde el agua dure lo que du- ra el sonido. Lolita, por ejemplo, vivirá eternamen- te en la ficción masculina. La diferencia de edad es fundamental para la creación de la ninfa. Es el ingreso de la mujer al mun- do y la alteración de los conceptos estable- cidos en el hombre. Pero es, sobre todo, la ilusión: Lolita intuye los mecanismos que perturban. Lolita, al final de la novela, se convierte en una esposa que sobrevive al interior de una relación mediocre; vive con un hombre cualquiera y se ha instalado en algún suburbio destartalado. Está emba- razada, desgreñada y necesita dinero. De la ninfa no queda nada. La vida es la que le ha hecho daño. La ha transformado en una mujer sin horizontes, vulgar como era su madre. La hija adquiere con frecuencia el porte y la cara de su madre. Ley inevitable. Pero ¿por qué querer hacerle daño sola- mente porque es joven y hermosa? ¿Aca- so los hombres no resistimos el fuego de la juventud y la belleza instalada en una mu- jer? Con frecuencia nos apropiamos de su destino y la destrozamos, la humillamos, la prostituimos. Quizá los hombres muestren sus debilidades disfrazándolas de rudeza; que a base de insultos se transforme súbita- mente en adulta, en vieja, en bruja. Cierta belleza, trajinada y manoseada, al interior de un mecanismo de poderes delegados, habita en el aciago mundo del espectáculo. Es la belleza del ángel Azul. Es la belleza que se vende para ingresar al mercado. En otra esfera importante, co- mo es la política, no se acepta fácilmente la presencia de una mujer joven y hermo- sa, radiante, de sonrisa fácil, delgada, que salude con amabilidad. Esa belleza estaría fuera de lugar o en el lugar equivocado. La palabra Hemiciclo, por ejemplo, no va de la mano de la belleza. La imagen de la mu- jer en la política peruana recae, sobre todo, entre las congresistas, aquellas mujeres de ceño fruncido, rudas y severas. En Sendero Luminoso hubo muchas mujeres, pero to- das descartaron la belleza como expresión decadente de la burguesía. ¡En lo que llegó a transformarse Maritza Garrido Leca: de ser una bailarina alada se convirtió en una senderista que se expresaba a gritos! En nuestra política oficial, resulta incómodo que una mujer conserve su sonrisa como expresión de una cierta inocencia. La lla- marían “mansa paloma”. Detrás de ese ges- to se ocultaría un designio turbio y habría, entonces, que masacrarla exclusivamente por ser joven y bella. ABELARDO SÁNCHEZ LEÓN JOVEN Y HERMOSA “La diferencia de edad es fundamental para la creación de la ninfa. Es el ingreso de la mujer al mundo”. Lea mañana en Posdata a - Pedro Canelo -

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MIRCOLES 12 DE AGOSTO DEL 2015 A20. EL COMERCIO Tambutti tena poco ms de 1 ao cuando su abue-lo muri en La Moneda (1973). Hace ocho aos decidi redescubrirlo: conocer el lado ntimo de Salvador Allende, el lado del que nadie habla-ba en casa. Cundo surgi la necesidad de conocer ms sobre su abuelo?Creo que en el fondo la necesidad estuvo intermitentemente desde la primera vez que fui a Chile, a los 9 aos. Fui la nica de mi familia que pudo entrar durante la dictadura y los amigos de mis pa-dres o familiares me llevaban a conocer La Moneda, la casa de la playa o la casa familiar. Al regresar de mi via-je le pregunt a mi madre qu haba vivido en La Moneda. Tuvo mucho dolor en su reaccin, no me pudo contestar. Nunca sos-pech que iba a generar ese tipo de reaccin, as que dej de preguntar. Cuando volv a Chile, con el retorno de la democracia y el de mi familia al pas, supuse que bamos a recu-perar esa memoria ms ntima. Sin embargo, casi no hablaban de l ms all de su aspecto poltico o pblico. En el 2003 estudiaba en Londres y me di cuenta de que no saba casi na-da sobre mi abuelo, deba hacer algo para conocerlo.Este documental ayud a con-versar ms sobre estos temas?S, creo que en el fondo empeza-mos un proceso. No es que algo que durante dcadas ha estado de una manera cambie de un da a otro, pe-ro s he notado que hablamos ms fcilmente no solo de mi abuelo, si-no tambin de mi ta Tati [Beatriz Allende, la hija menor del ex presi-dente]. Ella se suicid cuatro aos despus y es otro de los grandes dolores. Mi abuelo fue el punto de partida para muchos sucesos dolo-rosos. Pero ahora somos capaces de hablar sobre temas que antes eran como tab. Durante el rodaje fa-llecieron su abuela y su hermano. Fueron los momentos ms dif-ciles que afront?S, denitivamente fueron muy difciles. Otro momento muy difcil fue la exhuma-cin de los restos de mi abuelo, que tambin se llev a cabo durante la grabacin. En el fondo, cuando trasladamos sus res-tos de la primera tumba a su propio mausoleo fue ms un acto poltico. Como familia no habamos hecho el duelo correspondiente y recin lo pudimos hacer 40 aos despus. POSDATANac en Chile en 1971, pero viv desde muy pequea en Mxico debido a que mi familia fue expulsada del pas por la dictadura de Pinochet. Yo soy nieta de Salvador Allende. Estudi Biologa en la Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Tengo una maestra en el Imperial College y el Natural History Museum de Londres. Hace ocho aos inici un proyecto personal en el que buscaba conocer ms sobre mi abuelo, con el tiempo fue creciendo y se convirti en el documental Allende, mi abuelo Allende. Marcia Tambutti Allende Biloga y documentalistaJUANPONCEMi abuelo fue el punto de partida para muchos sucesos dolorososRENZO GINER VSQUEZOtro momento muy difcil fue la exhumacin de los restos de mi abuelo [...] Como familia no habamos hecho el duelo correspondiente.Somos un pas que sigue cargando con estas heridas y es necesaria la bsqueda de verdad y justicia para avanzar ms.La biloga Marcia Tambutti, nie-ta del ex presidente chileno Sal-vador Allende, lleg a Lima para presentar un documental sobre su abuelo. Ella realiz la primera investigacin desde el crculo n-timo del mandatario y rompi un silencio familiar de dcadas. Colecciones El [email protected] (51) 947-031-286--LAUREADO--El documental fue considerado el mejor en la Quincena de Realizadores de Cannes 2015.En alguno de esos momentos pens en abandonar el proyecto? Lo pens muchas veces [risas]. Pero tena un compromiso con mi equipo, que fue increblemente solidario. Adems, tena la sensacin de que esto nos iba a hacer bien. Qu sinti al enterarse de que estara en la Quincena de Cannes?Fue un momento mgico, sobre todo porque nosotros no lo envia-mos. Estbamos terminando la pos-produccin y lleg el director de la Quincena a ver la seleccin que te-nan en esa productora. Pregunta-ron si estaban terminando algo que tambin era interesante, le mostra-ron nuestro documental, lo incluye-ron y les encant. Fue mgico.Algo que me sorprendi de la vi-da de su abuelo fue que protagoni-z el ltimo duelo de honor en Chile con Ral Rettig en 1952.[Risas] S, s. Lo haba escuchado, pero en realidad me enter por las biografas que le. Me sorprendi que hubiera sido capaz de protago-nizar un duelo caballeresco, com-pletamente anacrnico, teniendo tres hijas y una esposa. Cuando les cont el relato a mi madre y mis tas, se ofendieron. Lo increble de esta historia es que mi abuelo respetaba a las personas vindolas como ad-versarios, no enemigos. Incluso du-rante su gobierno invit a Ral Ret-tig a ser ministro.Cunto pesa llevar ese apellido?A ratos mucho y en otros nada, como todo en la vida.La gura de Salvador Allende en-ciende pasiones...En el aspecto poltico y pblico mi abuelo es un referente mundial. Un referente de mayor justicia social, democracia muy bien entendida y de consecuencia. Esos valores son imperecederos y creo que el mundo actualmente necesita referentes as, tan coherentes. Por eso su imagen si-gue estando tan viva.Qu opina sobre la actualidad poltica en Chile?Estamos viviendo un momento complejo, como en muchos pases. La poltica est bastante despres-tigiada pero sin duda es necesaria. Afortunadamente hemos vuelto a tocar temas muy relevantes de me-moria y derechos. Somos un pas que sigue cargando con estas heri-das y es necesaria la bsqueda de verdad y justicia para avanzar ms.Hace poco falleci Manuel Con-treras. Cmo tom esa noticia?La muerte de alguien no me alegra-ra nunca. Lamento que no nos die-ra tiempo como pas de degradarlo. Estaba en debate la posibilidad de quitarle los grados de general, eso habra sido una seal inequvoca porque ha sido una de las personas ms siniestras de nuestra historia.Por qu le haces dao? Porque es joven y hermosa. Este dilogo ha sido atribuido a Antonin Artaud. Qu otras razones podramos es-grimir! No sabes cun poco dura esa sonrisa en el rostro de una mujer. La perfec-cin del cuerpo solo existe si el rostro dibuja un recipiente donde el agua dure lo que du-ra el sonido. Lolita, por ejemplo, vivir eternamen-te en la ccin masculina. La diferencia de edad es fundamental para la creacin de la ninfa. Es el ingreso de la mujer al mun-do y la alteracin de los conceptos estable-cidos en el hombre. Pero es, sobre todo, la ilusin: Lolita intuye los mecanismos que perturban. Lolita, al nal de la novela, se convierte en una esposa que sobrevive al interior de una relacin mediocre; vive con un hombre cualquiera y se ha instalado en algn suburbio destartalado. Est emba-razada, desgreada y necesita dinero. De la ninfa no queda nada. La vida es la que le ha hecho dao. La ha transformado en una mujer sin horizontes, vulgar como era su madre. La hija adquiere con frecuencia el porte y la cara de su madre. Ley inevitable.Pero por qu querer hacerle dao sola-mente porque es joven y hermosa? Aca-so los hombres no resistimos el fuego de la juventud y la belleza instalada en una mu-jer? Con frecuencia nos apropiamos de su destino y la destrozamos, la humillamos, la prostituimos. Quiz los hombres muestren sus debilidades disfrazndolas de rudeza; que a base de insultos se transforme sbita-mente en adulta, en vieja, en bruja.Cierta belleza, trajinada y manoseada, al interior de un mecanismo de poderes delegados, habita en el aciago mundo del espectculo. Es la belleza del ngel Azul. Es la belleza que se vende para ingresar al mercado. En otra esfera importante, co-mo es la poltica, no se acepta fcilmente la presencia de una mujer joven y hermo-sa, radiante, de sonrisa fcil, delgada, que salude con amabilidad. Esa belleza estara fuera de lugar o en el lugar equivocado. La palabra Hemiciclo, por ejemplo, no va de la mano de la belleza. La imagen de la mu-jer en la poltica peruana recae, sobre todo, entre las congresistas, aquellas mujeres de ceo fruncido, rudas y severas. En Sendero Luminoso hubo muchas mujeres, pero to-das descartaron la belleza como expresin decadente de la burguesa. En lo que lleg a transformarse Maritza Garrido Leca: de ser una bailarina alada se convirti en una senderista que se expresaba a gritos! En nuestra poltica ocial, resulta incmodo que una mujer conserve su sonrisa como expresin de una cierta inocencia. La lla-maran mansa paloma. Detrs de ese ges-to se ocultara un designio turbio y habra, entonces, que masacrarla exclusivamente por ser joven y bella.ABELARDOSNCHEZ LENJOVENY HERMOSALa diferencia de edad es fundamental para la creacin de la ninfa. Es el ingreso de la mujer al mundo.Lea maana en Posdata a- Pedro Canelo -