Algunos conceptos de Lukacs y Bajtín
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Gasca 1
Luis Fernando Gasca B.
Profesora: Hélène Pouliquen.
Estética Sociológica.
1 de Junio del 2013.
Algunos conceptos desarrollados por los jóvenes Lukács y Bajtín.
Mi interés con el presente trabajo es señalar algunos de los principales
postulados de dos de los más grandes pensadores del S. XX, Georges Lukács y Mijail
Bajtín, sobre el revolucionario trabajo que desarrollaron en su juventud para el análisis
literario desde una postura filosófica, estética y sociológica, acorde con las ciencias del
espíritu.
1. El joven Lukács de El alma y las formas a La teoría de la novela.
Para el joven Lukács eran importantes los momentos históricos los cuales
necesariamente influyen en el ser humano y producen en este rupturas morales y
cuestionamientos éticos que se reflejan en su producción artística. En este sentido en
“El alma y las formas” publicado en 1911, su pensamiento tiene una postura ética que
determina en este texto el concepto de forma, respecto a lo que dice: “Todo tipo de
dación de forma, toda forma de literatura es un estadio en la jerarquía de las
posibilidades de vida: la palabra que todo lo decide sobre un hombre y su destino
queda dicha [...]” (Lukács 272) es decir, la forma es una especie de poder que a partir
del lenguaje crea, es una totalidad, una unidad cohesionada. “Estas formas esenciales
no se pueden desarticular, ya que están unidas de una manera coherente, y en su
conjunto forman una totalidad que produce el valor estético. Toda forma de
literatura es un estadio en la jerarquía de las posibilidades de la vida” (Lukács 272)
1.1 El alma épica y el alma trágica.
Dentro de este postulado plantea dos momentos, el primero cuando la existencia
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tiene sentido porque el héroe es dueño de su destino ya que la esencia está presente,
y el segundo cuando la esencia se comienza a alejar y el héroe la debe encontrar para
cumplir su destino. De esta manera se presentan dos formas: la épica y la trágica. En
obras como La iliada y La odisea de “Homero”, por ejemplo, encontramos que los
héroes tienen una relación muy cercana a los dioses quienes con su fuerza divina les
ayudan a resolver sus dificultades y a realizar sus proyectos que a la vez
representaban los de la comunidad. De esta manera, en la forma épica para este
semidios su mundo es completamente coherente, el destino representa la totalidad y su
vida como parte de ésta; respecto a lo que dice Lukács “[…] Vida y esencia son
entonces idénticos.” Esa es la edad universal del epos. (Lukács 298). Donde, gracias a
la presencia de los dioses el héroe épico no necesita cuestionarse sobre su mundo “No
hay todavía intimidad, porque no hay un Afuera, ninguna alteridad [...] (Lukács 298).
“El joven Lukács” dice que a partir del momento en que el hombre comienza a
pensar y por lo tanto a preguntarse, desde la filosofía se crea una ruptura
Históricofilosófica; el héroe siente que puede transitar el destino por su cuenta, sin
embargo, este existe de antemano, hay una totalidad, los dioses ahora son
espectadores y lo llevarán a su destino. Pero para el héroe la esencia se ha alejado de
su alma y el sentido ya no es inmanente a la vida, así, en el alma trágica, el “héroe”
encuentra en la grandeza de la muerte el cumplimiento inexorable del destino que los
dioses le tenían preparado. Es allí donde éste descubre su Epifanía, es la manera que
encuentra para que su alma se reúna de nuevo con su esencia y llegar a la
trascendencia. “El héroe trágico trasgrede el límite más temido: la muerte; lleva un
“ardiente entusiasmo por la muerte”. No está enajenado, sabe distinguir entre lo que lo
hace bajo y despreciable y lo que le posibilita trascender”. (Lukacs 248) Por esta razón
para el héroe trágico la muerte es necesaria.
1.2 El alma novelesca.
En Teoría de la novela “el joven Lukács” continúa con el análisis del héroe el
cual podemos percibir que se realiza a la manera de un recorrido muy semejante al del
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ser humano que comienza en la etapa de la niñez en la cual se presenta el alma épica,
luego, como parte del desarrollo natural llega a la adolescencia, donde, como edad de
cambios es allí donde se produce la ruptura históricofilosófica y se produce el alma
trágica. Este momento es esencial porque el héroe no podrá volver a su niñez, sino,
continuar su evolución, pero, al hacerse cuestionador, inconforme, con el alma cargada
de aspiraciones, se ve enfrentado a un mundo en el que no encuentra representados
sus ideales. El joven Lukács dice que los dioses se han alejado definitivamente y ahora
el héroe como adulto debe transitar su destino sólo, sin embargo, la consecuencia es
que el mundo ha perdido el sentido y por lo tanto el camino es más difícil, lo que
provoca que surja un héroe problemático. Entonces se produce la forma artística de la
novela, que según “el joven Lukács” es “la epopeya del hombre sin dios”, allí la
inmanencia del mundo no existe sólo el sin sentido. El héroe debe hallar el sentido
desde su deberser a través del epos y construir su ética hacia el mundo.
La novela es la forma de la aventura, del valor propio de la interioridad; su contenido es
la historia del alma que parte para conocerse, que busca las aventuras para ser
probada en ellas, para hallar, sosteniéndose en ellas, su propia esencialidad. (Lukacs
356)
En esta aventura el héroe lucha por darle sentido a su existencia buscando una
postura ética frente a un mundo degradado; él aún percibe en su interior a los dioses
que se han retirado, pero, ellos se han transformado en demonios que lo hacen sufrir.
Su “alma” sufre un estrechamiento respecto al mundo en el “idealismo abstracto”, y
luego, un ensanchamiento que la hace demasiado amplia en relación al mundo en el
“romanticismo de la desilusión”, mientras, que en la “novela pedagógica” “[...] el tema
es la reconciliación del héroe problemático […] con la concreta realidad social” (Lukács
399)
1.2.1 El idealismo abstracto.
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En la primera forma de la novela, en el interior del héroe viven ideales que no
están representados en el mundo, sin embargo, no es consciente de ello y su lucha es
impulsiva, lineal como Don Quijote cuando embiste a los molinos de viento que cree
gigantes. El personaje del idealismo abstracto es demónico porque, aun vive en su
interior el alma del héroe Épico que lo hace resistir a aceptar el mundo como es:
En eso se manifiesta de modo más claro el carácter no divino, sino demónico, de ese
serposeído, pero también y al mismo tiempo su turbadora, fascinadora semejanza
demónica con lo divino; el alma del héroe está en reposo, cerrada en sí, (...) más ese
rasgo esencial no se puede manifestar en el mundo externo sino por medio de
aventuras inadecuadas (...) separa el alma de toda realidad exterior... (Lukacs 366)
Tiene formada en su interior una idea del debeser, que le impide percibir la
realidad y los demás hombres lo creen loco. Es como un ángel caído que tiene algo de
divino e instintivamente se enfrenta al mundo que no entiende a partir de la “acción”,
porque, está convencido de su ideal pero no hay una lucha real por encontrarle sentido
a su existencia. Por supuesto el principal exponente de este tipo de novela es “El
Quijote”. de Miguel de Cervantes Saavedra.
1.2.2 El romanticismo de la desilusión.
El héroe se estrelló contra el mundo y fracasó, por lo tanto, para “el joven
Lukács” la respuesta lógica a la anterior forma es el romanticismo de la desilusión; si en
la anterior el personaje vivía por la “acción” en esta lo hace lo hace desde el “interior”,
porque, el mundo es percibido como una masa incomprensible que lo hace retraer
hacia sí mismo. Ve en los demás hombres demonios de los que se tiene que alejar,
descree de su condición (Familia, estado, religión, etc.) y se trata de apartar para vivir
en la soledad su ideal, trata de autosatisfacerse, es reflexivo y pasivo, no quiere
enfrentamientos, habita en espacios que le dan seguridad, sin embargo, esta
melancolía es una aceptación de que la esencia ya no se encontrará con el alma, y
este descubrimiento de su soledad es una resignación, por lo tanto implica una ruptura
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definitiva con su esencia.
La vida se hace poesía, pero con eso el hombre se hace también poeta de su propia
vida y espectador de esa vida como obra de arte por él producida. Esta duplicidad no se
puede configurar más que líricamente. En cuanto se sitúe en una totalidad coherente se
revelará necesariamente la necesidad de su fracaso; el romanticismo se hace escéptico,
decepcionado y cruel respecto de sí mismo y respecto del mundo; la novela del
sentimiento romántico de la vida es la novela de la poesía de la decepción (Lukács
385).
Ha comprendido que no logrará que los dioses regresen al mundo, pero conocer
este fracaso lo hace grande, ahora sabe que vale por sí mismo, logró su configuración
ética y ha alcanzado su culminación histórica. En “La educación sentimental”, Gustave
Flaubert, muestra a este tipo de héroe y particularmente en un pasaje donde los dos
amigos se reúnen y se preguntan sobre qué es lo mejor que les ha pasado:
“Ellos lo relataron prolijamente, completando cada uno los recuerdos del otro, y cuando terminaron, Federico dijo: Esa fue la mejor época de nuestra vida. Sí, es muy posible que fuera la mejor confirmó Deslauriers. (Flaubert 274)
En este pasaje recuerdan el momento en que “Deslauriers” y “Federico” estaban
en la casa de la “Turca” y este último le llevó flores a la mujer que le gustaba, pero ante
las burlas por su inocencia escapa de allí y sus amigos no pudieron estar con ninguna
mujer porque “Federico” tenía el dinero. Es la representación de la aceptación del
fracaso cuando ya han pasado varios años. En el romanticismo de la desilusión el
tiempo agota la búsqueda y la lucha por lo esencial, pero a su vez este tiempo
representa la plenitud de la vida y revela la vanidad de su búsqueda y lucha. Otro
ejemplo de este tipo de novela es “Oblomov” de Goncharov.
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1.2.3 La novela pedagógica.
En esta forma se produce una superación respecto a las anteriores, porque, el
héroe logra adaptar su alma al mundo para incluirse en la comunidad. Acepta la
soledad del ser humano, pero gracias a diversos azares del destino comprende que las
formas sociales son necesarias. El mundo adquiere más sentido gracias a sus
vivencias. Comprende que la unión entre seres solitarios y fracasados hacia un fin
común es necesaria, porque la realidad siempre va a ser inestable, y sólo a través de
este aprendizaje logra cierto equilibrio entre el mundo y su alma.
El tipo humano y la estructura de la acción están aquí condicionados por la necesidad
formal de que la reconciliación de la interioridad con el mundo, a pesar de ser
problemática, sea posible; por la necesidad de buscar esa reconciliación a través de
duras luchas y extravíos, pero encontrándose al final. (Lukacs 400)
Es la novela, según Lukacs, de la madurez viril. “Los años de aprendizaje de
Wilhelm Meister”, de Goethe, presenta este tipo de novela. “Pero no se trata del alma
apriórica de un mundo aún vinculado; es la voluntad de formación de educación,
consciente y segura de sus fines, la que produce esa atmósfera de última ausencia de
peligros” (Lukacs 402).
2. El joven Bajtin.
Unos años después de los postulados de “el joven Lukács”,” el joven Bajtín”
también analiza los problemas que afectan el análisis literario, sin embargo, sus
postulados son un poco más científicos, pero, sin prescindir de elementos sociológicos,
éticos, cognitivos y axiológicos. Desde sus escritos: “El problema del contenido, del
material verbal y de la forma en el texto literario” en Teoría estética de la novela, y
“Problemas de la poética de Dostoievsky”, podemos acercarnos a los principales
aspectos de su propuesta.
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2.1 “El problema del contenido, del material verbal y de la forma en el texto literario”,
según “el joven Bajtín”.
“El joven Bajtín” ataca el formalismo Ruso que proponía una ciencia del arte
sistemática que separara los aspectos cognitivos, éticos, y culturales que influyen en lo
estético. Para los formalistas el concepto de función poética es aquello que le da la
particularidad al lenguaje artístico, sin embargo, “el joven Bajtín” crítica esta posición
porque para él la obra literaria es una valoración axiológica sobre el mundo y desde la
especificidad del lenguaje no se logra entender en toda su dimensión, ya que, los
formalistas al aislar el arte como objeto de estudio de la cultura cometen un error,
porque, ningún fenómeno se puede alejar de lo que lo compone. Entonces toma
distancia y propone una estética de la ciencia verbal donde se entienda la “relación”
entre estética, ética y hecho cognitivo.
2.1.1 El objeto estético.
Su planteamiento de la estética literaria parte del objeto de estudio que es “El
objeto estético” el cual define como: “el contenido de la actividad estética dirigida hacia
la obra”. Dentro esta propuesta incluye la idea de autor creador que está incluido
dentro del “objeto estético”. Para “el joven Bajtín” el nivel estético es abstracto e
intangible, sin embargo, sólo posible a partir del objeto material, para lo cual propone
comprender el material, la forma y el contenido, partiendo del postulado de que son
inseparables y que cada uno cumple una función específica dentro del “objeto estético”.
2.1.2 El contenido.
El contenido está dentro de la obra, por lo tanto hace parte del “objeto estético” y
de la “forma composicional”. Configura la realidad del conocimiento y la ética, las
cuales están sometidas al objeto estético que las unifica. Es prosaico porque esta
compuesto por temas, ideas, personajes, etc. En palabras del autor:
A esa realidad del conocimiento y de la acción ética, reconocida y valorada, que forma
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parte del objeto estético, está sometida en él a una unificación intuitiva determinada, a
individualización, concreción, aislamiento y conclusión, es decir, a una elaboración
artística multilateral con la ayuda de un material determinado, la llamamos —de
completo acuerdo con la terminología tradicional— contenido de la obra de arte (más
exactamente, del objeto estético). (Bajtín 37)
Este proceso produce una realidad de conocimiento y una valoración del mundo,
pero esta valoración no es axiológica. Es inseparable de la estética a la que se ajusta a
partir de lo que llama “unificación intuitiva”.
2.1.3 El material.
El material es la parte menuda, en la literatura corresponde a la parte lingüística
de la obra. Su función es ante todo técnica, y aunque implica una organización de todo
el material verbal de manera armoniosa, no es el verdadero valor de la Obra. Sobre
esta parte Bajtín hace una crítica proponiendo que el artista no se debe someter al
lenguaje, como ocurre con la poesía donde hay una compleja elaboración de este,
respecto a lo que dice “el joven Bajtín”: “Para la poesía, el lenguaje sólo representa un
elemento técnico […] ” (Bajtín 51)
2.1.4 La forma.
La forma o forma artística se encuentra en el tercer nivel, es donde está el valor
estético e incluye y se debe entender desde la forma composicional y la forma
arquitectónica. Según “el joven Bajtín” “es la forma del contenido, pero realizada por
completo con base al material y sujeta a él”. Es un concepto esencial en el arte, para lo
cual propone se estudie en dos direcciones: “1) desde dentro del objeto estético puro,
como forma arquitectónica orientada axiológicamente hacia el contenido, y relacionada
con este; 2) desde dentro del conjunto material compositivo de la obra: es el estudio de
la técnica de la forma” (Bajtín 60)”.
2.1.5 La forma arquitectónica.
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Es la que provee la axiología del autor frente a los contenidos (éticos y
cognitivos). Propone una valoración del mundo que dirige su contenido gracias al
material verbal. Refleja condiciones sociales y valores. Hace parte del objeto estético,
como resultado de la axiología de un autorcreador y de un contemplador. Por lo tanto
para el “joven Bajtín”, ésta es el elemento más importante para el análisis; respecto a lo
que dice el autor: “Entender el objeto estético en su especificidad puramente artística,
así también como en su estructura, a la que vamos a llamar ahora arquitectura del
objeto estético, constituye la primera tarea de análisis estético” (Bajtín 23).
Está constituida por formas composicionales, pero, la forma arquitectónica
determina la elección de la forma compositiva. Lo trágico, lo cómico son formas
arquitectónicas de la conclusión.
2.1.6 La forma composicional.
Hace posible la forma arquitectónica, se realiza a partir del material, y forma la
parte menuda de este. El drama es un ejemplo de una forma composicional porque
está dividido en actos, diálogos, escenas. Es la que organiza el material.
2.2 La novela: Polifonía, forma dialógica y carnaval.
Bajtín analiza la obra de “Dostoievski” a partir de la cual propone su visión de la
novela. Para “el joven Bajtín” el autor Ruso se destaca por la evolución significativa del
género novelesco respecto a las propuestas realizadas hasta su época. Desde la
estructura de sus novelas descubre que se revela de manera dinámica y compleja un
gran diálogo donde intervienen diversas voces. Para su análisis parte de las menipeas
y los diálogos socráticos de la antigüedad, de motivación pedagógica como método que
buscaba el conocimiento desde el diálogo, allí los participantes tomaban posiciones
ambiguas u opuestas con el objeto de entender todas las caras de un mismo problema.
Desde este punto de vista “el joven Bajtín” descubre que en las novelas de
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“Dostoievski” se establece un gran diálogo de voces que entran a manera de
contrapunto con diferentes axiologías, incluyendo la del mismo escritor, para construir
un gran concierto que él llama “polifonía”. Cada una de estas voces representa una
posición diferente frente a las otras como en los diálogos socráticos y al igual que en
estos la idea de verdad se magnifica para ser más rica y compleja, pero, no absoluta.
“Este gran diálogo de Dostoievski está artísticamente organizado como una totalidad
abierta de una vida colocada en el umbral” (Bajtín 94). De tal manera que los héroes de
Dostoievski toman posiciones, se miran frente al espejo, dialogan con sí mismos, tienen
dobles que actúan y se expresan de diferentes maneras, mientras, son influenciados
por diversidad de voces, las cuales, pueden venir del pasado, del presente e incluso del
interior de los personajes. De esta manera el autor logra múltiples puntos de vista, pero
también, que sus personajes tomen vida propia.
2.2.1. El carnaval.
“El joven Bajtín” encuentra en la literatura y en particular en la obra de
“Dostoievski” una transposición de elementos que vienen de la manifestación popular
del carnaval; una representación del “mundo al revés” donde todos los hombres son
iguales. En este ámbito los individuos se desprenden de sus ataduras formales, usan la
plaza pública como lugar de desfogue y así ponen el “mundo al revés”. Es el lugar
donde se es libre, tan libre que pueden desentronar al Rey, a la Iglesia, al Juez, y en
cambio coronar a los “idiotas”. El carnaval es la fiesta de la “renovación”, pero también
de la “aniquilación”. El carnaval es el cuestionamiento de la axiología monológica de los
dueños del poder. Al “joven Bajtín” le interesa la influencia determinante del carnaval en
la literatura, sin embargo, aclara que éste no es un fenómeno literario.
Es una forma de espectáculo sincrético con carácter ritual (...) Este lenguaje no puede
ser traducido satisfactoriamente al discurso verbal, menos al lenguaje de los conceptos
abstractos, pero se presta a una cierta transposición al lenguaje de imágenes artísticas
que esta emparentado con él por su carácter sensorial concreto, esto es, el lenguaje de
la literatura (Bajtín 172)
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La carnavalización de la literatura se percibe, entre otros, en la introducción de
elementos típicos de esta expresión, como: la mascarada, el engaño, el aparente
sinsentido, la risa bufona y ritual. Los héroes a veces se encuentran en situaciones
donde su valor es destronado, son iguales como todos en el carnaval, pero también, en
la muerte y la aniquilación. El escenario es la obra literaria como plaza pública donde
todo esta permitido y los personajes viven al límite. Para “el joven Bajtín” la
carnavalización de la literatura está estrechamente ligada al dialogismo en la obra de
“Dostoievski” que le permite a este escritor hacer un análisis más profundo de las
relaciones humanas y llevarlas a un nivel superior, lo que llama “la esfera única y
unitaria de la conciencia del espíritu único que se desarrolla en sí mismo” (Bajtin 251).
De esta manera los jóvenes Lukács y Bajtín proponen, a su manera, las bases
de la teoría literaria desde las ciencias del espíritu las cuales proporcionan un sendero
que permite comprender las diferentes posturas éticas y axiológicas que han realizado
diferentes autores a partir de sus creaciones literarias partiendo de postulados
filosóficos, estéticos y éticos que permiten una comprensión más profunda del ser
humano como individuo complejo que vive en éstas.
BIBLIOGRAFÍA.
Lukács, Georg. ”Metafísica de la tragedia”. En El alma y las formas, Grijalbo, México,
1985. (Original en Alemán 1911)
Lukács, Georg. Teoría de la novela. Grijalbo México, 1985. (original en Alemán 1914 /
15)
Bajtín, Mijaíl. “El problema del contenido, del material verbal y de la forma en el texto
literario” en Teoría estética de la novela, Taurus, Madrid, 1989 (original en ruso: 1926.
1ª publicación 1975)
Problemas de la poética en Dostoievsky, FCE., México, 1986. (Original en ruso
Gasca 12
1936).
Flaubert, Gustave. La educación sentimental. UBA Facultad de ciencias sociales.
Cátedras. Disponible en <http://www.catedras.fsoc.uba.ar/varela/archivos/Flaubert.pdf>