ALFREDO GONZALEZ FLORES Y LA TIRANIA DE LOS 30 ANOS

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En la prime ra entrega de e ste texto, se consignó p or error en e/ título la frase "la dictadu'ra de los 30 meses " -que es como se conoce genera/mente la de Ti naco. Hoy rectificamos: se trata de "la dictadura de /os 30 años", que es /a fo rma q ue e/ aut or e mplea para referirse a /a que, se - gún él, ejerció el Banco de Costa Rica de 1884 a 1914. Bb"RNARDO VJLLALOBUS VEGA ALFREDO GONZALEZ FLORES Y LA TIRANIA DE LOS 30 AN OS EL BANCO HIPOTECARIO En enero de 1909 ocurre un fenómeno polltlco slngular: se celebró la convención del Partido Republicano con el propósito de presentar candidato a las elecclones presldenclal de primer ¡ rado y de se¡un· do grado a celebrarse los dlas 30 de a¡oto de 1909 y 3 de abril de 1910. Ese honor recayó en el Lic. don Ricardo Jlménez Oreamuno quien no era miembro activo de esa agrupación polltlca. Impuesto que fue el designado del programa, lo aceptó y se comprometió a cumplirlo si resultaba electo para la .. Primera Ma¡lstratura del Pals. Dos vertientes formaban la parte eco· nómica del programa republicano: una, r ei teraba la tesis Impeditiva del Gobierno para no emitir dinero y no dar ventaja a ningún estableclmlento de crédito. En otro lugar expll ca mos las razo nes de ese valladar, convertido por el llberallsmo en dogma sagrado, y, es por consiguiente la justificación de mayor r aso que nos expll· ca que . for me parte de Idearlo republlca· no. La otra vertiente, proclama la crea· clón de un Banco Hipotecarlo. lndependl· .zar la agrlcultura de la férula del capltall mo es, a nuestro Juicio, el meollo econó· mico prlnclpal del programa del Partido Republlcano. Dentro de la teorla bancaria, asl lo 81· tablecla la ley de Bancos de 1900, se espe· clflca que los Bancos Hipotecarlos no pue· den emitir bllletes al portador y a la vista, pero si pueden poner en clrcualaclón bo· nos hipotecarlos amortlzabl es conforme a los esiatuto1 del banco lo dl1puilera, por una 1llma l¡ual a la que representan las primeras hipotecas a 1u favor. Una vista general de cómo andaban las cosas en materia bancaria a flnales de la década de 101 diez, nos pone de manl· tiesto que el único • ca mino para coadyu· var a la agrlcultura era crear un banco hl· potecarlo. Que esta necesidad fuera coho· Aest•d• por el programa republicano tia· ne plena justificación histórica, aunq ue debemos ad{tertlr que en al\01 anteriores se planteó esta Inquietud bancaria sin lle· garse a resultados concretos. Gracias al Partido Republicano, el Lic. don Ricardo Jlménez · Oreamuno llegó a ocupar la allla presidencial el dla 8 de ma· yo de 1910. Este periodo electoral fue evaluado con las palabras que leemos en seguida: " Todos sabemos que la base del ré¡man republicano está en el derecho que tienen loa cludadllnoa lle ele¡lr a par· aonas encar¡adas de adlmlnla trar 1u1 In· tereses y que esa base no ff otra aue el su· fraglo popular siempre que sea Ubre y ver· dadero. Nuestro régimen republicano ha estado muy distante de tener ese y puede asegurarse que en l as últlmas elecclones presidenciales han sido las prl· meras en que hubo por la fuerza de los acontecimientos qianlfestaclón Ubre de voluntad en los comicios electorales". Estas palabras fueron vertidas por el Lic. don Alfredo González Flores. A la edad de 36 aftos, el dla 1 de mayo de 1910 llegó al Congreso Conatltuclonal como diputa· do por Heredla para el cuatrienio Orgulloso miembro del Par • tldo Republicano también dijo que "por algo y para algo el Partido Republtcano llevó a la Primera Magistratura al señor JI· ménez". En efecto, Jlménez Oreamuno tu· vo que comenzar a atender el .programa · de enero de 1909. Producto de ello con· templamos el afianzamiento de nuestras Instituci ones republlcanas: el voto dlrec; to, la su presión de la Comisión Permlinen· te del Con¡reso, etc'. Acerca de estos ex· tramos mucho se ha escrito y llenaron de lauros a don Ricardo Jlménez Oreamun· do. Observamos que todos se refieren a materia clvll. Tocaba al Poder Ejecutivo dar vida a la fase económica del programa republlca· no. Pocos o casi nadie pudieron prever que se Iba a ·una ruptura entre el Partido Republicano y el Presidente de la República. Ese rom pimiento consolldó la fi gura del Lic. don Alfredo González Flo· res. A partir de 1912 nació un enfr.enta· miento Intelectual entre estos dos hom· bre1, el cual fue de por vida, fue el choque de dos generaciones, de d9s conceptos económicos soclales: el lndlvlduallsmo o manchesterlano y el el soclallsmo. del Es tado. Dentro de los llmltes de tiempo qué permite este coloquio, debemos histor iar acerca de este fenómeno histórico porque nos acerca a las ralees de las reformas económicas de 1914. El 1 de mayo de 1912, en el mensaje Presidencia! al Congreso, el Presidente de la República comentó la conveniencia de crear un Banco Hipotecarlo, pero arguyó que más que un banco cabla hacer un esfuerzo en una obra que llevaba Igual tendencia paralela, sea un sistema de "Cajas Rurales de Crédito" semejante al sistema existente en Alemanla y que se basa en un régimen de seguro mutuo. Un análl1l1 del expediente de esta ley refleja que esa Idea sustituta fue vendida al Presl· dente de la República por lnfluencla del ·eapltallsmol>e esta manera el Jefe máximo del pals creyó salir del compromiso adqul· rl do con el Partido Republicano si n leslo· nar 101 Intereses de la banca y capltal. El alegrón duró poco. El 22 de junio de 1912 el Lic. don Alfredo González Flores presentó al Congreso un proyecto de ley para crear un Banco Hipotecario. el cual ·se-basaba en la Caj a 'Hipotecaria de Chile. Para !lar forma a este pl an , había dedica· do largas jorn ad as de estudio de la legisla· ción chilena y la de los pais es más adelan· tad os de Europa y América, con comple.· mento de todo lo referente a la constitu- ción de la propiedad y del crédito inmue- ble, y en lo que co ncernía a Costa Rica ha - bla becho una investigación exhaustiva sobre el Regi stro Público de la Propiedad e Hipot ecas y ac erca del Derecho Civil y Comercial. El Partido Republlcano yGonzálaz Flo· res se maritenlan en 1 u1 trllce sobre la ne· cesldad de crear el Banco Hipotecarlo; Por un lado el .proyecto al Lic. do_n Rlcar· '410 Jlménez Oreamuno y por otro sacó de 1u1 caslllas al capltall1mo naclonal. Junio, julio, agosto de un trimestre rico en historia económlca-1oclat,, Don Alfr edo y la mayorla del Congreso .dieron una alta 'ornada ch1lca cua l d11hu.ella , en la hls, torla del poder legl1latlvo, el cual evidencque. ya nq era •Jos die· tados del capltallsmo y pulula· ban las nuevas fo r mas écoriqm lco· 1oclales, . · · El Ba nco Hipotecarlo falló por el poder que el capltal tenla sobre el Poder EJecutl· vo. ti Lic. don Ricardo Jlménez Oreamuno lo vetó el 14 de a¡osto de 1912. Dicho veto ei eJ erriplo d.el ejercicio del ca cicazgo poli· •leo .de 101 .Hberale1 costarricenses. :Ahondar . en los pormenores de este nos consumirla muctij!.)lempo. Podemos decir quen él encontramos los más cercanos antecedentes de·IJ> que hoy conocemos por eutonomla U1itlfüclonal, banca estatal, tri butación. dlr,Cta: Gonzá· lez Flores es el pr ogenitor de téfdós e1to1 conceptos de avan zada. La Jposlclón de motivos del pro1,1ecto mantTene hoy su frescura y vlgencaa,y debíéramo1 lo1 cos· tarrlcense1 leerlo para sacar enseñanzas. González Flores defendió este plan en el seno del Congreso con el ocuencla, hl· dalgula con expll caclones ampllas acerca de los graves problemas que afectaban a la agrlcultura. En esa oportunidad como lo advirtió en '1910, hizo ver las funest as consecuencias sobrevenidas con el arre· glo de la conversión ta cieu da Interior por medio de un empréstito trances y q' llevara a cabo el Lle: don Ricardo Jlménez Oreamuno. Según vemos en cuartlllas hl tórlcas esta fue la obra excelsa de Jlmé· nez Oreamuno, y creyó el Gobierno que Costa Rica entrarla en una nueva era y fertlllslma actividad económica. Como siempre, todo resultó un festln para los Ba ncos C omerclal es, sus arcas rebozaron de dinero y la mala si tuación sl¡uló careo· miando al agro. Este aspecto lo descono· can nuestros llbro1 de historia. El capltallsmo extendió 1u1 lnfluen· clas en el Congreso. Conquistó a la Coml· slón de Hacienda, dictaminadora del pro· yecto de Banco Hipotecarlo. Resultado, el dictamen quedó a medi as tintas. Con nú· meros, verbo encendido, González Flores puso las cosas en su lugar y logró destro- zar el dictamen en el Plenarlo. El capltalls· mo no se dló por vencido. Con ocasión del tercer debate, vla Poder Ejecuti vo, lnstru· yó al Li c. don Manuel de Jesús Jlménez, .. para detener el proyecto. Esta tlca falló de .nuevo. Don Alfred o, coadyu. .vado por el Lic. don Máximo Fernández Al· varado, el Lic. don Luis Castro Ureña, el Ll· · don Enrique Pinto Fernández, el Lic. don Juan Alfaro Vargas, el Lic. don Juan Rafael Arlas Bonilla y otros com panero1 de facción, dejaron constando en las ac- tas la derrota del hermano del Presld9nte de la República. Llamó la atención, como en últlma Instancia, el Lic. don Man uel de Jesús Jlménez, corifeo del capltallsmo, propuso al Con¡reso que la admin istra· clón del Banco Hipotecarlo se entregara a los bancos extranjeros establecldos en el pals y que, en todo caso, era mejor que un banco extranjero creara esa casa banca- ria. Su tesis no convenció tampoco. El proyecto fue aprobado por el Congreso y el 14 de agosto de 1912 su secretarla 18 propuso remltlrlo al Poder Ejecutivo para lo que a bien tuviera disponer. El Lic. RI· cardo Jlménez Oreamuno no se diga esperar el recibo del expediente, ya habla enviado el veto al Congreso. Les sugerl· mos leer el8 documento para que saquen conclu1lone1 y recomendaciones. SI el capltall1mo hizo acto de presen· cla en el Congreso, dominaba al Poder Ejecutivo, contó también a su favor con un elemento para lograr éxito a fin de que fracasara el proyecto de Banco Hipoteca· rlo. Nos referimos a la campaña destada por el periódico "La Información", lnflu· yente, rico, el de· mayor clrculaclón. "La Información" lanzó vlarazas con· tra don Alfredo González, burlas contra el Lic. don Máximo Fernández Alvarado y el Partido Republicano y acogió, además, con vehemencia la tesis de que el Banco ttlpotecarlo debla ser creado con el aporte de capltal extranjero; dijo que 8 18 capital Iba a ser franco-suizo, y que se desarrolla· ria la zona bananera del Tortuguero, y asl, una serle de conceptos slmllares, todos 101 cuales Incrementó al tener noticia del veto presidencia!. El 31 de agosto de 1912 salló a la luz pública en tan esperado banco extranjero: ante el notarlo Lic. don Manuel Francisco Jlménez se constituyó una sociedad ban· carla costarricense con el nombre de " Banco lnternaclonal de Costa Ri ca". El 4 ·de setiembre de 818 año, el Lic. don Rlcado Jlménez Oreamuno y el Ministro de Ha· clenda don Felipe J. Alvarado le dieron su conformidad oflclal. Dicho banco era ami· sor, con todas las funciones propias de un banco de esta naturaleza, lo que menos tenla era carácter de hipotecarl o. Durante el resto de 1912 y todo el año de 1913 no entró a funcionar ni lo harta nunca. Como dice el dicho, el Presidente de la República nos dio atollllo con el dedo. GONZALEZ FLORES, PRESIDENTE A principios de 1914 era evid en te el málestar económico que el pal1 experl· .mentaba desde principi os de sl¡lo y que se agravó durante las últlmas administra· clones por la toma de una serle de dlsposl· clones administrativas, las cuales, Junto con la Imprevisión, tenlan condenada ·a Costa Rica a 101 horrores de una crisis a más larga o temprana fecha; habla penu· ria, miseria, excesos. Ese malestar apa· rentemente fue olvldado por la. fértll actl· vldad polltlca secuela de laslecclones. presldenclales de diciembre de 1913, en las cuales los candidatos, Lic. don Máximo Fernández Alvarado el Dr. don Carlos Du· rán Cartln y don Rafael lglesl as Castro, no hablan obtenido la mayorla .fijada por la ley. · Por circunstancias especlall1lmas, a las cuales Influyó de modo preferente lo que 101 especuladores de la ciencia llama· da polltlca designa bajo la denominación de lo.'lmprevl1to, el dla 8 de mayo de 1914, el Lic. don Alfredo González Flores tomó car¡o de la Primera Magistratura del pals. Su nombre no habla sido jtl1cutldo en la contienda electoral recién terl'T!lnada. Veinte meses hablan pasado desde que se produjo el veto del Banco Hipoteca· rlo el cual demostró que los fuertes venda· bales de la tradición económica no hablan podido .ser desviados por nuevos rumbos. Para don Alfredo González hablan sl¡nlfl· cado veinte meses de pensamiento, las te· sis económicas del Idearlo repu.bllcano las habla modificado hacia áreas más reales. Tal como lo habl• prometido en el discurso de toma del poder, el dla 9 de Ju· llo de 1914, con Instrucciones del Lic. don Alfredo Gonzllilez Flores, don Mariano Guardia, Secretarlo de Estado en el Deapa· cho de Hacienda y Comercio, puso en ma· nos del Congreso Constltuclonal un pro· yecto de ley para fundar un Banco Aiirlco· la Hipotecarlo, el cual era, en uno de 1u1 aspectos, el mismo proyecto, con llgeras variaciones, el que presentó a la Le¡lsla· clón de 1912 en su carácter de diputado, el Presidente de la República. · Este proyecto fue la primera medida ·de trascendencia económico soclal que,, don Alfredo 1ometla a conocimiento del Congreso. La exposición de motivos de este pro· yecto es otro documento que todos los costarricenses debiéramos de consultar. De él sacarlamo1 todos, hombres de ¡o· blerno o no, vivas enseftanzas acerca de la responsabllldad que tenemos para con Costa Rica. Nos dice don Alfredo, que él no titubea en dar paso tan trascendental para crear el Banco, porque confla en que el porvenir sabrá premiar su optimista proceder. Agrega, que fácll serla confor· marsa con lo existente, por malo que sea y tener en cambio la tranqullldad de un es· tanque de aguas dormidas, sin asplraclo· ne1, sin Iniciativas y, en una palabra, sin vida activa y provechosa. Pero esa no es ni será la actitud de su .Gobierno. Este proyecta mejor afinado que el de 1912, limaba ciertas asperezas de fondo problemátlco pero a la vez contenta una norma Interesante en el sentido de que 11 se creyere como más conveniente, podla ser creado por medio de banqueros naclo· nales o extranjeros y en tal caso, el Banco serla hipotecarlo y emisor. No entraremos en detalles; agre¡amos que el plan recibió dos dictámen es, uno ne¡atlvo y otro aflr· matl vo l os cuales fueron conocidos por la cámara leglslatlva el dla 20 de Julio -de 1914. Hata aqul lle¡ó el proyecto. Ne¡ros nubarrones se otearon en el horizonte. (Un paréntesis, en este año de 1914 f ue creado el primer banco central en el Continente Americano, el de Reserva Fe· deral de los Estados Unidos de América). EL BANCO INTERNACIONAL DE COSTA RI· CA La situación en que habla venido a co· locarse el mundo europeo con motivo de · 1a guerra sin ejemplo que la asolaba, afee· en forma lneludlble y concreta las rala· clones constantes que ll¡aban a Costa RI· ca, en el sentido comercia!, con Europa. Las .consecuencias de aquella ¡rave discordia comenzaron a sentirse en la vi· da naclonal: una disminución temporal del crédito para comerciant es y a¡rl culto· res, un correlatlvo decrecimiento de las Importaciones, escasez de letras y escasez accidenta! de clrculante. Y 11 no era po1lble ad ivinar la suma de eventualldades que dicho conflicto euro· peo reservaba c9mo consecuencia a los co1tarrl cense1, 11lo era prever 101 más In· mediatos y naturales. Contra estos era urgente que se armara al Poder Ej ecutivo desde luea;o. Cerradas las puertas de Europa, tanto a la Importación como a la exportación de productos de consumo diario y 1u1pendl· do• l os medios de efectuar los tranapor· tes, Costa Rica Iba a carecer por algún tie mpo de 101 envio• que los paises envueltos en la conflagraclón abasteclan nuestro consumo. Los referidos artlculós, en consecuencia, Iban a alcanzar precios anormales. Por otra parte, suspendido el tráfico en nuestras aduanas, las entradas del Gobierno tenlan que mermar conalde· rablemente. Justo es significar que habla sido el Congreso Constltuclonal de la Repúbllca el primero en acudir al llamado del Go· blerno depositando su conflinza en el Ejecutivo, y autorizó a éste, según Decreto Nº. 60 de 8 de agosto de 1914 para que dictara todas las disposiciones económl· cas, fllnancleras o de pollcla que a su Jul· clo fueran lndlspensables para evitar o contrarrestar cualquler crisis que a las Instituciones de crédito, al comercio, a la agrlcultura, al Gobierno o al pal1 en ¡ene· ral pudieran sobrevenir como consecuen· cla del confllcto europeo. Por medio de es· te decreto, conocido lue¡o como el de las facultades omnlmodas, el Presidente de la República, asumió funciones ejecutivas y de legl1lador. Don Alfredo González comenzó a apll· carl as: hizo venir por cuenta del Gobierno vlveres de primera necesidad a fin de ex· penderlo1 públicamente a precios equlta· tlvo1 y también prohibió la exportación .de ellos. Para reparar.la reducción de las en· tradas provenientes de aduanas, hizo, hasta donde fue poslble, reducir las ero¡a· clones del erario público y 101 salarlos de 101 empleados públicos. La situación era dlfl cll. Tenla el Gobierno que atender otro renglón lmportantls1mo, la atención de las deudas externas, si no lo hacia, Usa y llanamente caerla un Interventor extran· Jaro se¡ún términos del arre¡lo de 1910. Por el honor naclonal comprometido, de las escuálidas y disminuidas rentas públl· cas, tomó el Poder Ejecutivo las sumas ne· cesarlas para no retrasar el servicio de ell as y mantener en alto el honor y el eré· dlto de Costa Rica en el exterior. Lo que quedaba de Ingresos naclonales no alean· zaba para atender los telé¡rafo1, re¡lstro clvll, etc., No le quedó otro al Pre· sldente de la República, contra su volun· tad; que recurrir al crédito de los Bancos Co"' erclales a fin de mantener a flote la Hacienda Públlca. CON!ENZARON LAS CONVERSACIONES Este fue el plan propuesto por don Al· frado González a 101 Bancos: a) Que te.. nlan que ayudar liberalmente al comer- cio, a la a¡rlcultura y a la Industria, porque nada hacia el Gobierno con salvar por el momento au propia dlflcultad, 11 de· satendla las necesidades del pasl en ¡ene· ral, cuya vli:ta económica estaba amenaza· da por una parallzaclón ¡eneral. La lnyec· clón del crédito en las actividades econó· micas del pals, aumentarla, directa o lndl· rectamente, las rentas del Estado y, con ese Incremento de rentas atenderla el em· préatlto pedido. b) Formal condición de· los Bancos Emisores de no subir, con nin· gún motivo, el tipo de Interés corriente, y, más bien, si de al.una manera tuera posl•. ble, reducirlo. e) e¡urldad para estas ca· s as bancarias de parte del Gobierno, de mantener la su1pan1lón del cambio de oro al portador. Continuaré

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En la primera entrega de este texto, se consignó por error en e / título la frase "la dictadu'ra de los 30 meses" -que es como se conoce genera/mente la de Tinaco. Hoy rectificamos: se trata de "la dictadura de /os 30 años", que es /a forma que e/ autor emplea para referirse a /a que, se­gún él, ejerció el Banco de Costa Rica de 1884 a 1914.

Bb"RNARDO VJLLALOBUS VEGA

ALFREDO GONZALEZ FLORES Y LA TIRANIA DE LOS 30 ANOS

EL BANCO HIPOTECARIO

En enero de 1909 ocurre un fenómeno polltlco slngular: se celebró la convención del Partido Republicano con el propósito de presentar candidato a las elecclones presldenclal de primer ¡ rado y de se¡un· do grado a celebrarse los dlas 30 de a¡os· to de 1909 y 3 de abril de 1910. Ese honor recayó en el Lic. don Ricardo Jlménez Oreamuno quien no era miembro activo de esa agrupación polltlca. Impuesto que fue el designado del programa, lo aceptó y se comprometió a cumplirlo si resultaba electo para la .. Primera Ma¡lstratura del Pals.

Dos vertientes formaban la parte eco· nómica del programa republicano: una, reiteraba la tesis Impeditiva del Gobierno para no emitir dinero y no dar ventaja a ningún estableclmlento de crédito. En otro lugar expllcamos las razones de ese valladar, convertido por el llberallsmo en dogma sagrado, y, es por consiguiente la justificación de mayor r aso que nos expll· ca que .forme parte de Idearlo republlca· no. La otra vertiente, proclama la crea· clón de un Banco Hipotecarlo. lndependl· .zar la agrlcultura de la férula del capltalls· mo es, a nuestro Juicio, el meollo econó· mico prlnclpal del programa del Partido Republlcano.

Dentro de la teorla bancaria, asl lo 81· tablecla la ley de Bancos de 1900, se espe· clflca que los Bancos Hipotecarlos no pue· den emitir bllletes al portador y a la vista, pero si pueden poner en clrcualaclón bo· nos hipotecarlos amortlzables conforme a los esiatuto1 del banco lo dl1puilera, por una 1llma l¡ual a la que representan las primeras hipotecas a 1u favor.

Una vista general de cómo andaban las cosas en materia bancaria a flnales de la década de 101 diez, nos pone de manl· tiesto que el único • camino para coadyu· var a la agrlcultura era crear un banco hl· potecarlo. Que esta necesidad fuera coho· Aest•d• por el programa republicano tia· ne plena justificación histórica, aunque debemos ad{tertlr que en al\01 anteriores se planteó esta Inquietud bancaria sin lle· garse a resultados concretos.

Gracias al Partido Republicano, el Lic. don Ricardo Jlménez · Oreamuno llegó a

ocupar la allla presidencial el dla 8 de ma· yo de 1910. Este periodo electoral fue evaluado con las palabras que leemos en seguida:

" Todos sabemos que la base del ré¡I· man republicano está en el derecho que tienen loa cludadllnoa lle ele¡lr a la~ par· aonas encar¡adas de adlmlnlatrar 1u1 In· tereses y que esa base no ff otra aue el su·

fraglo popular siempre que sea Ubre y ver· dadero. Nuestro régimen republicano ha estado muy distante de tener ese pe~estal y puede asegurarse que en las últlmas elecclones presidenciales han sido las prl· meras en que hubo por la fuerza de los acontecimientos qianlfestaclón Ubre de voluntad en los comicios electorales".

Estas palabras fueron vertidas por el Lic. don Alfredo González Flores. A la edad de 36 aftos, el dla 1 de mayo de 1910 llegó al Congreso Conatltuclonal como diputa· do por Heredla para el cuatrienio 1910~1914. Orgulloso miembro del Par • t ldo Republicano también dijo que "por algo y para algo el Partido Republtcano llevó a la Primera Magistratura al señor JI· ménez". En efecto, Jlménez Oreamuno tu· vo que comenzar a atender el .programa

· de enero de 1909. Producto de ello con· templamos el afianzamiento de nuestras Instituciones republlcanas: el voto dlrec; to, la supresión de la Comisión Permlinen· te del Con¡reso, etc'. Acerca de estos ex·· tramos mucho se ha escrito y llenaron de lauros a don Ricardo Jlménez Oreamun· do. Observamos que todos se refieren a materia clvll.

Tocaba al Poder Ejecutivo dar vida a la fase económica del programa republlca· no. Pocos o casi nadie pudieron prever que se Iba a ~roduclr ·una ruptura entre el Partido Republicano y el Presidente de la República. Ese rompimiento consolldó la figura del Lic. don Alfredo González Flo· res. A partir de 1912 nació un enfr.enta· miento Intelectual entre estos dos hom· bre1, el cual fue de por vida, fue el choque de dos generaciones, de d9s conceptos económicos soclales: el lndlvlduallsmo o manchesterlano y el el soclallsmo. del Es tado. Dentro de los llmltes de tiempo qué permite este coloquio, debemos historiar acerca de este fenómeno histórico porque nos acerca a las ralees de las reformas económicas de 1914.

El 1 de mayo de 1912, en el mensaje Presidencia! al Congreso, el Presidente de la República comentó la conveniencia de crear un Banco Hipotecarlo, pero arguyó que más que un banco cabla hacer un esfuerzo en una obra que llevaba Igual tendencia paralela, sea un sistema de "Cajas Rurales de Crédito" semejante al sistema existente en Alemanla y que se basa en un régimen de seguro mutuo. Un análl1l1 del expediente de esta ley refleja que esa Idea sustituta fue vendida al Presl· dente de la República por lnfluencla del ·eapltallsmol>e esta manera el Jefe máximo del pals creyó salir del compromiso adqul· rldo con el Partido Republicano sin leslo· nar 101 Intereses de la banca y capltal.

El alegrón duró poco. El 22 de junio de 1912 el Lic. don Alfredo González Flores presentó al Congreso un proyecto de ley para crear un Banco Hipotecario. el cual

·se-basaba en la Caja 'Hipotecaria de Chile. Para !lar forma a este plan, había dedica· do largas jornadas de estudio de la legisla· ción chilena y la de los paises más adelan· tados de Europa y América, con comple.· mento de todo lo referente a la constitu­ción de la propiedad y del crédito inmue­ble, y en lo que concernía a Costa Rica ha­bla becho una investigación exhaustiva sobre el Registro Público de la Propiedad e Hipotecas y acerca del Derecho Civil y Comercial.

El Partido Republlcano yGonzálaz Flo· res se maritenlan en 1u1 trllce sobre la ne· cesldad de crear el Banco Hipotecarlo; Por un lado el.proyecto lrrl~ó al Lic. do_n Rlcar· '410 Jlménez Oreamuno y por otro sacó de 1u1 caslllas al capltall1mo naclonal. Junio, julio, agosto de 191~ .el un trimestre rico en historia económlca-1oclat,,Don Alfredo y la mayorla del Congreso .dieron una alta 'ornada ch1lca ~a cual d11Jó hu.ella ,en la hls, torla del poder legl1latlvo, po~r. el cual evidenció que. ya nq era •!lm.l~Q •Jos die· tados del capltallsmo y quhh.-~él' pulula· ban las nuevas formas écoriqm lco· 1oclales, . ·

·El Banco Hipotecarlo falló por el poder que el capltal tenla sobre el Poder EJecutl· vo. ti Lic. don Ricardo Jlménez Oreamuno lo vetó el 14 de a¡osto de 1912. Dicho veto ei eJerriplo d.el ejercicio del cacicazgo poli· •leo .de 101 .Hberale1 costarricenses.

:Ahondar .en los pormenores de este pro~eclo nos consumirla muctij!.)lempo. Podemos decir qua· en él encontramos los más cercanos antecedentes de·IJ> que hoy conocemos por eutonomla U1itlfüclonal, banca estatal, tributación. dlr,Cta: Gonzá· lez Flores es el progenitor de téfdós e1to1 conceptos de avanzada. La Jposlclón de motivos del pro1,1ecto mantTene hoy su frescura y vlgencaa,y debíéramo1 lo1 cos· tarrlcense1 leerlo para sacar enseñanzas.

González Flores defendió este plan en el seno del Congreso con elocuencla, hl· dalgula con expllcaclones ampllas acerca de los graves problemas que afectaban a la agrlcultura. En esa oportunidad como lo advirtió en '1910, hizo ver las funestas consecuencias sobrevenidas con el arre· glo de la conversión dé ta cieuda Interior por medio de un empréstito trances y q' llevara a cabo el Lle: don Ricardo Jlménez Oreamuno. Según vemos en cuartlllas hls· tórlcas esta fue la obra excelsa de Jlmé· nez Oreamuno, y creyó el Gobierno que Costa Rica entrarla en una nueva era y fertlllslma actividad económica. Como siempre, todo resultó un festln para los Bancos Comerclales, sus arcas rebozaron de dinero y la mala situación sl¡uló careo· miando al agro. Este aspecto lo descono· can nuestros llbro1 de historia.

El capltallsmo extendió 1u1 lnfluen· clas en el Congreso. Conquistó a la Coml· slón de Hacienda, dictaminadora del pro·

yecto de Banco Hipotecarlo. Resultado, el dictamen quedó a medias tintas. Con nú· meros, verbo encendido, González Flores puso las cosas en su lugar y logró destro­zar el dictamen en el Plenarlo. El capltalls· mo no se dló por vencido. Con ocasión del tercer debate, vla Poder Ejecutivo, lnstru· yó al Lic. don Manuel de Jesús Jlménez, .. para detener el proyecto. Esta tác· tlca fa lló de .nuevo. Don Alfredo, coadyu. .vado por el Lic. don Máximo Fernández Al· varado, el Lic. don Luis Castro Ureña, el Lle· · · don Enrique Pinto Fernández, el Lic. don Juan Alfaro Vargas, el Lic. don Juan Rafael Arlas Bonilla y otros companero1 de facción, dejaron constando en las ac­tas la derrota del hermano del Presld9nte de la República. Llamó la atención, como en últlma Instancia, el Lic. don Manuel de Jesús Jlménez, corifeo del capltallsmo, propuso al Con¡reso que la administra· clón del Banco Hipotecarlo se entregara a los bancos extranjeros establecldos en el pals y que, en todo caso, era mejor que un banco extranjero creara esa casa banca­ria. Su tesis no convenció tampoco. El proyecto fue aprobado por el Congreso y el 14 de agosto de 1912 su secretarla 18 propuso remltlrlo al Poder Ejecutivo para lo que a bien tuviera disponer. El Lic. RI· cardo Jlménez Oreamuno no se dignó a esperar el recibo del expediente, ya habla enviado el veto al Congreso. Les sugerl· mos leer el8 documento para que saquen conclu1lone1 y recomendaciones.

SI el capltall1mo hizo acto de presen· cla en el Congreso, dominaba al Poder Ejecutivo, contó también a su favor con un elemento para lograr éxito a fin de que fracasara el proyecto de Banco Hipoteca· rlo. Nos referimos a la campaña destada por el periódico "La Información", lnflu· yente, rico, el de· mayor clrculaclón.

"La Información" lanzó vlarazas con· tra don Alfredo González, burlas contra el Lic. don Máximo Fernández Alvarado y el Partido Republicano y acogió, además, con vehemencia la tesis de que el Banco ttlpotecarlo debla ser creado con el aporte de capltal extranjero; dijo que 818 capital Iba a ser franco-suizo, y que se desarrolla· ria la zona bananera del Tortuguero, y asl, una serle de conceptos slmllares, todos 101 cuales Incrementó al tener noticia del veto presidencia!.

El 31 de agosto de 1912 salló a la luz pública en tan esperado banco extranjero: ante el notarlo Lic. don Manuel Francisco Jlménez se constituyó una sociedad ban· carla costarricense con el nombre de " Banco lnternaclonal de Costa Rica". El 4 ·de setiembre de 818 año, el Lic. don Rlcar· do Jlménez Oreamuno y el Ministro de Ha· clenda don Felipe J. Alvarado le dieron su conformidad oflclal. Dicho banco era ami· sor, con todas las funciones propias de un banco de esta naturaleza, lo que menos tenla era carácter de hipotecarlo. Durante el resto de 1912 y todo el año de 1913 no entró a funcionar ni lo harta nunca. Como dice el dicho, el Presidente de la República nos dio atollllo con el dedo.

GONZALEZ FLORES, PRESIDENTE

A principios de 1914 era evidente el málestar económico que el pal1 experl·

.mentaba desde principios de sl¡lo y que se agravó durante las últlmas administra· clones por la toma de una serle de dlsposl· clones administrativas, las cuales, Junto con la Imprevisión, tenlan condenada ·a Costa Rica a 101 horrores de una crisis a más larga o temprana fecha; habla penu· ria, miseria, excesos. Ese malestar apa· rentemente fue olvldado por la. fértll actl· vldad polltlca secuela de las'élecclones. presldenclales de diciembre de 1913, en las cuales los candidatos, Lic. don Máximo Fernández Alvarado el Dr. don Carlos Du·

rán Cartln y don Rafael lgleslas Castro, no hablan obtenido la mayorla .fijada por la ley. ·

Por circunstancias especlall1lmas, a las cuales Influyó de modo preferente lo que 101 especuladores de la ciencia llama· da polltlca designa bajo la denominación de lo.'lmprevl1to, el dla 8 de mayo de 1914, el Lic. don Alfredo González Flores tomó car¡o de la Primera Magistratura del pals. Su nombre no habla sido jtl1cutldo en la contienda electoral recién terl'T!lnada.

Veinte meses hablan pasado desde que se produjo el veto del Banco Hipoteca· r lo el cual demostró que los fuertes venda· bales de la tradición económica no hablan podido .ser desviados por nuevos rumbos. Para don Alfredo González hablan sl¡nlfl· cado veinte meses de pensamiento, las te· sis económicas del Idearlo repu.bllcano las habla modificado hacia áreas más reales.

Tal como lo habl• prometido en el discurso de toma del poder, el dla 9 de Ju· llo de 1914, con Instrucciones del Lic. don Alfredo Gonzllilez Flores, don Mariano Guardia, Secretarlo de Estado en el Deapa· cho de Hacienda y Comercio, puso en ma· nos del Congreso Constltuclonal un pro· yecto de ley para fundar un Banco Aiirlco· la Hipotecarlo, el cual era, en uno de 1u1 aspectos, el mismo proyecto, con llgeras variaciones, el que presentó a la Le¡lsla· clón de 1912 en su carácter de diputado, el Presidente de la República. ~ · Este proyecto fue la primera medida

·de trascendencia económico soclal que,, don Alfredo 1ometla a conocimiento del Congreso.

La exposición de motivos de este pro· yecto es otro documento que todos los costarricenses debiéramos de consultar. De él sacarlamo1 todos, hombres de ¡o· blerno o no, vivas enseftanzas acerca de la responsabllldad que tenemos para con Costa Rica. Nos dice don Alfredo, que él no titubea en dar paso tan trascendental para crear el Banco, porque confla en que el porvenir sabrá premiar su optimista proceder. Agrega, que fácll serla confor· marsa con lo existente, por malo que sea y tener en cambio la tranqullldad de un es· tanque de aguas dormidas, sin asplraclo· ne1, sin Iniciativas y, en una palabra, sin vida activa y provechosa. Pero esa no es ni será la actitud de su .Gobierno.

Este proyecta mejor afinado que el de 1912, limaba ciertas asperezas de fondo problemátlco pero a la vez contenta una norma Interesante en el sentido de que 11 se creyere como más conveniente, podla ser creado por medio de banqueros naclo· nales o extranjeros y en tal caso, el Banco serla hipotecarlo y emisor. No entraremos en detalles; agre¡amos que el plan recibió dos dictámenes, uno ne¡atlvo y otro aflr· matlvo los cuales fueron conocidos por la cámara leglslatlva el dla 20 de Julio -de 1914. Hata aqul lle¡ó el proyecto. Ne¡ros nubarrones se otearon en el horizonte.

(Un paréntesis, en este año de 1914 fue creado el primer banco central en el Continente Americano, el de Reserva Fe· deral de los Estados Unidos de América).

EL BANCO INTERNACIONAL DE COSTA RI· CA

La situación en que habla venido a co· locarse el mundo europeo con motivo de ·1a guerra sin ejemplo que la asolaba, afee· tó en forma lneludlble y concreta las rala· clones constantes que ll¡aban a Costa RI· ca, en el sentido comercia!, con Europa.

Las .consecuencias de aquella ¡rave discordia comenzaron a sentirse en la vi· da naclonal: una disminución temporal del crédito para comerciantes y a¡rlculto· res, un correlatlvo decrecimiento de las Importaciones, escasez de letras y escasez accidenta! de clrculante.

Y 11 no era po1lble adivinar la suma de eventualldades que dicho conflicto euro· peo reservaba c9mo consecuencia a los co1tarrlcense1, 11 lo era prever 101 más In· mediatos y naturales. Contra estos era urgente que se armara al Poder Ejecutivo desde luea;o.

Cerradas las puertas de Europa, tanto a la Importación como a la exportación de productos de consumo diario y 1u1pendl· do• los medios de efectuar los tranapor· tes, Costa Rica Iba a carecer por algún tiempo de 101 envio• que los paises envueltos en la conflagraclón abasteclan nuestro consumo. Los referidos artlculós, en consecuencia, Iban a alcanzar precios anormales. Por otra parte, suspendido el tráfico en nuestras aduanas, las entradas del Gobierno tenlan que mermar conalde· rablemente.

Justo es significar que habla sido el Congreso Constltuclonal de la Repúbllca el primero en acudir al llamado del Go· blerno depositando su conflinza en el Ejecutivo, y autorizó a éste, según Decreto Nº. 60 de 8 de agosto de 1914 para que dictara todas las disposiciones económl· cas, fllnancleras o de pollcla que a su Jul· clo fueran lndlspensables para evitar o contrarrestar cualquler crisis que a las Instituciones de crédito, al comercio, a la agrlcultura, al Gobierno o al pal1 en ¡ene· ral pudieran sobrevenir como consecuen· cla del confllcto europeo. Por medio de es· te decreto, conocido lue¡o como el de las facultades omnlmodas, el Presidente de la República, asumió funciones ejecutivas y de legl1lador.

Don Alfredo González comenzó a apll· carlas: hizo venir por cuenta del Gobierno vlveres de primera necesidad a fin de ex· penderlo1 públicamente a precios equlta· tlvo1 y también prohibió la exportación .de ellos. Para reparar.la reducción de las en· tradas provenientes de aduanas, hizo, hasta donde fue poslble, reducir las ero¡a· clones del erario público y 101 salarlos de 101 empleados públicos. La situación era dlflcll. Tenla el Gobierno que atender otro renglón lmportantls1mo, la atención de las deudas externas, si no lo hacia, Usa y llanamente caerla un Interventor extran· Jaro se¡ún términos del arre¡lo de 1910. Por el honor naclonal comprometido, de las escuálidas y disminuidas rentas públl· cas, tomó el Poder Ejecutivo las sumas ne· cesarlas para no retrasar el servicio de ellas y mantener en alto el honor y el eré· dlto de Costa Rica en el exterior. Lo que quedaba de Ingresos naclonales no alean· zaba para atender los telé¡rafo1, re¡lstro clvll , etc., No le quedó otro ~amino al Pre· sldente de la República, contra su volun· tad; que recurrir al crédito de los Bancos Co"'erclales a fin de mantener a flote la Hacienda Públlca.

CON!ENZARON LAS CONVERSACIONES

Este fue el plan propuesto por don Al· frado González a 101 Bancos: a) Que te.. nlan que ayudar liberalmente al comer­cio, a la a¡rlcultura y a la Industria, porque nada hacia el Gobierno con salvar por el momento au propia dlflcultad, 11 de· satendla las necesidades del pasl en ¡ene· ral, cuya vli:ta económica estaba amenaza· da por una parallzaclón ¡eneral. La lnyec· clón del crédito en las actividades econó· micas del pals, aumentarla, directa o lndl· rectamente, las rentas del Estado y, con ese Incremento de rentas atenderla el em· préatlto pedido. b) Formal condición de· los Bancos Emisores de no subir, con nin· gún motivo, el tipo de Interés corriente, y, más bien, si de al.una manera tuera posl•. ble, reducirlo. e) e¡urldad para estas ca· sas bancarias de parte del Gobierno, de mantener la su1pan1lón del cambio de oro al portador.

Continuaré