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Alan Watts Alan Wilson Watts (6 de enero de 1915 16 de noviembre de 1973) fue un filsofo britnico; fue tambin editor, sacerdote anglicano, locutor, decano, escritor, conferenciante y experto en religin. Se le conoce sobre todo por su labor como intrprete y popularizador de las filosofas asiticas para la audiencia occidental. Escribi ms de veinticinco libros y numerosos artculos sobre temas como la identidad personal, la verdadera naturaleza de la realidad, la elevacin de la conciencia y la bsqueda de la felicidad, relacionando su experiencia con el conocimiento cientfico y con la enseanza de las religiones y filosofas orientales y occidentales (budismo Zen, taosmo, cristianismo, hinduismo, etc.) Alan Watts fue un conocido autodidacta. Becado por la Universidad de Harvard y la Fundacin Bollingen, obtuvo un mster en Teologa por el Seminario teolgico Sudbury-Western y un doctorado honoris causa por la Universidad de Vermont, en reconocimiento a su contribucin al campo de las religiones comparadas.

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Alan Watts

El Libro: Sobre el Tab de saber quin eres t.

Publicado en 1966

Subido por: Zeitgesitzu

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CONTENIDO Prefacio 1.- Informacin Interior 2.- El Juego de Negro-y-Blanco 3.- Como Ser un Fraude Genuino 4.- El Mundo es Tu Cuerpo 5.- Y Qu? 6.- Ello

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PREFACIO

Este Libro explora un tab irreconocido pero poderoso -nuestra conspiracin tcita para ignorar quin, o qu, somos realmente. Brevemente, la tesis es que la sensacin prevalente de uno mismo como un ego separado y encerrado en una bolsa de piel es una alucinacin que no est de acuerdo ni con la ciencia occidental ni con las religiones-filosofas experimentales de oriente -en particular la filosofa Vedanta, que es central y germinal del hinduismo. Esta alucinacin sustenta el mal uso de la tecnologa para la subyugacin violenta del ambiente natural del ser humano y, consecuentemente, su destruccin eventual. Por eso estamos en la necesidad urgente de un sentido de nuestra propia existencia que est de acuerdo con los hechos fsicos y que derrote nuestro sentimiento de alienacin del universo. Para este propsito he trado las instrospecciones del Vedanta, exponindolas, sin embargo, en un estilo completamente moderno y occidental -as que este libro no es un intento de ser un libro de texto ni una introduccin al Vedanta en un sentido ordinario. Ms bien es una fertilizacin cruzada de la ciencia occidental con la intuicin oriental. Debo dar gracias particularmente a mi esposa, Mary, por su cuidadoso trabajo editorial y sus comentarios sobre el manuscrito. Tambin debo gratitud a la Fundacin Bollingen por su apoyo en un proyecto que incluye la escritura de este libro. ALAN WATTS Sausalito, California. Enero de 1966

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CAPITULO UNO INFORMACIN INTERIOR Qu es justamente lo que debe saber un hombre o mujer jvenes para estar "en conocimiento"? Hay, en otras palabras, alguna informacin interior, algn tab especial, algo realmente despreciable acerca de la vida y la existencia que la mayora de los padres y profesores o no saben, o no quieren decir? En Japn una vez fue costumbre darle a una joven pareja por casarse un "libro de almohada". Este era un pequeo libro de dibujos impresos en madera, a menudo coloreados, mostrando todos los detalles de la relacin sexual. No slo era, como dicen los chinos, que "una imagen vale ms que diez mil palabras". Era tambin que esto liberaba a los padres de la pena de explicar estos temas ntimos cara a cara. Pero hoy en occidente puedes obtener esa informacin en cualquier kiosko o librera. El sexo no es ms un tab serio. Los adolescentes a veces saben ms de eso que los adultos. Pero si el sexo no es ms el gran tab, Qu lo es? Porque siempre hay algo tab, algo reprimido, que no se admite, o que es mirado slo rapidamente con el rabillo del ojo porque una mirada directa es demasiado perturbadora. Los tabs yacen dentro de los tabs, como las pieles de la cebolla. Cul sera, entonces, El Libro que los padres podran deslizar bajo la almohada a sus hijos y las madres a sus hijas, sin admitirlo abiertamente jams? En algunos crculos hay un fuerte tab sobre la religin, hasta en crculos donde la gente va a la iglesia a leer la Biblia. All, la religin es un asunto de uno mismo, privado. Es una mala manera hablar o argumentar sobre eso, y muy mal de hecho hacer un gran acto de piedad. Sin embargo, cuando entras al interior de casi cualquier religin actual, te preguntas por qu carrizo era tanto misterio?. De seguro El Libro que tengo en mente no sera la Biblia, "El Buen Libro" -esa antologa facinante de sabidura ancestral, historia y fbula que ha sido tratada por tanto tiempo como una Vaca Sagrada que bien se podra guardar bajo llave por un siglo o dos para que las personas lo oyeran otra vez pero con los odos limpios. De hecho hay secretos en la Biblia, y algunos muy subversivos, pero estn tan silenciados con las complicaciones, con los smbolos arcaicos y las maneras de pensar, que el cristianismo se ha hecho increiblemente difcil de explicar a una persona moderna. Esto es, a menos que te contentes con dejarlo correr y ser bueno y tratar de imitar a Jess, pero nadie explica nunca cmo hacer eso con exactitud. Para hacerlo necesitas un poder especial de Dios conocido como "gracia", pero todo lo que sabemos realmente de la gracia es que algunos la tienen o otros no.

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Las religiones actuales, juda, cristiana, mahometana, hind o budista, -como las practican ahora- son como minas exhaustas: muy dificiles de cavar. Con algunas excepciones no muy fciles de encontrar, sus ideas acerca del hombre y el mundo, sus imgenes, sus ritos y sus nociones de la buena vida no parecen encajar con el universo como lo conocemos ahora, o con un mundo humano que est cambiando tan rapidamente que mucho de lo que aprendes en la escuela ya es obsoleto el da que te gradas. El Libro en el que estoy pensando no sera religioso en el sentido usual, pero tendra que discutir muchas cosas en las que las religiones han estado interesadas -el universo y el lugar del hombre en l, el misterioso centro de experiencia que llamamos "el Yo", los problemas de la vida y el amor, el dolor y la muerte, y la pregunta completa de si la existencia tiene significado en cualquier sentido de la palabra. Porque hay un creciente temor de que la existencia sea una carrera de ratas hacia una trampa: los organismos vivos, incluyendo las personas, son simples tubos los cuales ponen cosas en un extremo y los dejan salir por el otro lado, lo cual hacen constantemente hasta que se desgastan de tanto hacerlo. As que para mantener el embutido funcionando, los tubos encuentran maneras de hacer nuevos tubos, los cuales tambin ponen cosas en un extremo y los dejan salir por el otro. En el extremo de entrada hasta pueden desarrollar ganglios o nervios llamados cerebros, con ojos y odos, para que les sea ms fcil encontrar alrededor cosas que tragar. Y cuando tienen suficiente de comer, usan su energa extra menendose en patrones complicados, haciendo todo tipo de ruidos al soplar aire hacia adentro o hacia afuera del orificio de entrada, y agrupndose para pelear contra otros grupos. Con el tiempo, los tubos tienen tal abundancia de accesorios pegados que es difcil reconocerlos como meros tubos, y logran hacerlo en una variedad impresionante de formas. Hay una regla vaga de no comer tubos de tu propia forma, pero en general hay una seria competencia sobre quien va a ser el mejor tipo de tubo. Todo esto parece maravillosamente frvolo, y sin embargo, cuando empiezas a pensar acerca de esto, empieza a ser ms maravilloso que frvolo. De hecho, parece extremadamente estrambtico. Es un tipo especial de iluminacin el tener este sentimiento de que lo usual, la manera en que las cosas son normalmente, es estrambtico -pavoroso y altamente improbable. G.K. Chesterton dijo una vez que una cosa es estar impresionado ante una grgola o un grifo, criaturas que no existen; pero otra cosa totalmente distinta y superior es estar impresionado ante un rinoceronte o una jirafa, criaturas que existen y se ven como si no existieran. Este sentimiento de estrambotismo universal incluye una intensa y bsica preguntadera acerca del sentido de las cosas. Por qu, de todos los mundos posibles, esta colosal y aparentemente innecesaria multitud de galaxias en un misterioso continuo de espacio-tiempo curvo, estas miradas de diferentes especies de tubos participando en juegos frenticos de evolucin, estas incontables maneras de "hacerlo" desde la elegante arquitectura del cristal de nieve o la diatomea hasta la sobrecogedora magnificencia del pjaro lira o del pavo real?

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Ludwig Wittgenstein y otros filsofos "lgicos" modernos han intentado suprimir esta pregunta al decir que no tiene significado y no debe ser preguntada. La mayora de los problemas filosficos deben ser resueltos deshacindose de ellos, llegando al punto donde ves que tales preguntas como "Por qu este universo?" son un tipo de neurosis intelectual, un mal uso de las palabras en esa pregunta que suena sensible pero realmente es tan carente de significado como preguntar "Dnde est este universo?" cuando las nicas cosas que estn en algn lugar deben estar en algn lugar dentro del universo. La tarea de la filosofa es curar a la gente de tales sinsentidos. Wittgenstein, como podemos ver, tuvo un punto all. Sin embargo, la curiosidad no es una enfermedad. La curiosidad, y su expresin en la poesa y las artes, est entre las cosas ms importantes que distinguen al hombre de los otros animales, y a la gente inteligente y sensitiva de los que sufren de deficiencia mental. Entonces, hay cierto tipo de secreto escondido en este sorprendente esquema de las cosas, algo que nunca sale realmente atravs de los canales usuales para la Respuesta? -las religiones y filosofas histricas?. Si que lo hay. Ha sido dicho una y otra vez, pero de tal manera que nosotros, hoy, en esta civilizacin en particular no hemos podido or. No nos damos cuenta que es absolutamente subversivo, no tanto en el sentido poltico o moral, si no en que voltea nuestra manera ordinaria de ver las cosas, nuestro sentido comn, con lo de adentro para afuera y patas pa arriba. Por suepuesto puede tener consecuencias polticas o morales, pero an no tenemos ideas claras de cules puedan ser. Hasta ahora esta revolucin interna de la mente ha estado confinada ms bien a individuos aislados; nunca ha sido, en mi conocimiento, una caracterstica amplia de las comunidades o las sociedades. A menudo ha sido vista como demasiado peligrosa para eso. Por eso es tab. Pero el mundo est en una situacin extremadamente peligrosa, y enfermedades serias a menudo requieren el riesgo de una cura peligrosa -como el suero de Pasteur para la rabia. No es que simplemente pudiramos volar el planeta completo con bombas nucleares, estrangularnos a nosotros mismos con la sobrepoblacin, destruir nuestros recursos naturales gracias a una pobre conservacin, o arruinar el suelo y sus productos con qumicos y pesticidas impropiamente entendidos. Ms all de todo eso est la posibilidad de que la civilizacin pueda ser un gran xito teconolgico, pero a travs de mtodos que la mayora de las personas encontraran desconcertantes, amenazadores y desorientadores -porque, por una sola razn, los mtodos se mantendran cambiando. Sera como participar en un juego en el cual las reglas son constantemente cambiadas sin que hayan estado claras jams -un juego del cual uno no puede retirarse sin suicidarse, y en el cual uno no puede regresar a una forma anterior del juego. Pero el problema del hombre y las tcnicas es casi siempre postulada de manera incorrecta. Se ha dicho que la humanidad ha evolucionado de un solo lado, creciendo en poder tcnico sin ningn crecimiento comparable en la integridad moral, o, como preferiran decir algunos, sin un progreso comparable en la educacin y el pensamiento racional. An as el problema es

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ms bsico. La raz del asunto es la manera en la cual sentimos y nos concebimos a nosotros mismos como seres humanos, nuestra sensacin de estar vivos, de la existencia individual y la identidad. Sufrimos de alucinacin, de una sensacin falsa y distorcionada de nuestra propia existencia como organismos vivos. La mayora de nosotros tenemos la sensacin de que "Yo mismo" es un centro separado de sentimiento y accin, viviendo adentro y limitado por el cuerpo fsico -un centro el cual "confronta" un mundo "externo" de personas y cosas, haciendo contacto a travs de los sentidos con un universo tanto ajeno como extrao. Las figuras de todos los das en la manera de hablar refleja esta ilusin. "Yo vine a este mundo". "Debes encarar la realidad". "La conquista de la naturaleza". Este sentimiento de estar solos y ser visitantes muy temporales en el universo est en franca contradiccin con todo lo que se conoce acerca del hombre (y de todos los organismos vivos) en las ciencias. Nosotros no "vinimos" al mundo; nosotros brotamos de l, como las hojas de un rbol. Como el ocano "hace" olas, el universo "hace" gente. Cada individuo es una expresin del reino completo de la naturaleza, una accin nica del universo total. Este hecho es experimentado raramente, si acaso, por la mayora de los individuos. Hasta aquellos quienes saben que es cierto en la teora no lo sienten ni lo perciben, si no que continan percibindose a ellos mismos como "egos" aislados dentro de bolsas de piel. El primer resultado de esta ilusin es que nuestra actitud hacia el mundo "all afuera" de nosotros es ampliamente hostil. Estamos eternamente "conquistando" la naturaleza, el espacio, las montaas, los desiertos, las bacterias y los insectos en vez de aprender a cooperar con ellos en un orden armonioso. En EE.UU. los grandes smbolos de esta conquista son el bulldozer y el cohete -el instrumento que abate cerros y los convierte en terraplenes para poner casas y el gran proyectil flico que vuela hacia el cielo. (Sin embargo, tenemos arquitectos excelentes quienes saben cmo poner casas en los cerros sin arruinar el paisaje, y astrnomos quienes saben que la Tierra ya est en el espacio, y que nuestra primera necesidad para explorar otros mundos es de instrumentos electrnicos muy sensibles los cuales, como nuestros ojos, traen los objetos ms distantes adentro de nuestros cerebros). La actitud hostil de conquistar la naturaleza ignora la interdependencia bsica de todas las cosas y los eventos -que el mundo ms all de la piel es realmente una extensin de nuestros propios cuerpos- y terminar destruyendo el ambiente del cual emergemos y del cual depende la vida completa. El segundo resultado de sentir que somos mentes separadas en un universo ajeno y mayormente estpido es que no tenemos sentido comn, no hay manera de hacer un sentido del mundo en el cual estemos de acuerdo en comn. Es mi opinin contra la tuya, y entonces el propagandista ms agresivo y violento (y por eso insensible) hace las decisiones. Una confusin de opiniones en conflicto unidas por la fuerza de la propaganda es la peor fuente posible de control para una tecnologa poderosa.

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Parece, entonces, que necesitamos algn genio que invente una nueva religin, una filosofa de la vida y una visin del mundo, que sea plausible y aceptable generalizadamente para finales del siglo veinte, y gracias a la cual cada individuo pueda sentir que el mundo como un todo y su propia vida en particular tengan sentido. Esto, como ha mostrado la historia repetidamente, no es suficiente. Las religiones son divisivas y pendencieras. Son una forma de aislamiento porque dependen de la separacin de los "salvos" y los "condenados", los verdaderos creyentes y los herejes, los que son del grupo y los que no son del grupo. Hasta las religiones liberales hacen el juego de "somos-ms-tolerantes-que-ustedes". Ms an, como sistemas de doctrina, simbolismo y comportamiento, las religiones se endurecen en instituciones que deben ordenar lealtad, ser defendidas y mantenerse "puras", y -porque toda creencia es esperanza ferviente, y por eso un disfraz para la duda y la incertidumbre- las religiones deben hacer conversos. Mientras ms gente est de acuerdo con nosotros, menor es la inseguridad acerca de nuestra posicin. Al final uno es comprometido a ser cristiano o budista as sea lo que venga en la forma de nuevos conocimientos. Las ideas nuevas e indigeribles deben ser amoldadas a la tradicin religiosa, sin importar la inconsistencia con las doctrinas originales, para que el creyente todava pueda tomar posicin y decir: "Yo, primero y antes que nada, soy un seguidor de Cristo/Mahoma/Buda, o quien sea". El compromiso irrevocable con cualquier religin no slo es un suicidio intelectual; es falta de fe positiva porque cierra la mente a cualquier visin nueva del mundo. La fe es, sobre todo, apertura -un acto de confianza en lo desconocido. Un ardiente Testigo de Jehov una vez trat de convencerme de que, si haba un Dios de amor, l ciertamente proveera a la humanidad de un libro de texto confiable e infalible para la guiatura de la conducta. Yo repliqu que ningn Dios considerado destruira la mente humana al hacerla tan rgida e inaceptable como para depender de un solo libro, la Biblia, para todas las respuestas. Porque el uso de las palabras, y por ende de un libro, es apuntar ms all de las palabras mismas a un mundo de vida y experiencia que no es simplemente palabras o nisiquiera ideas. As como el dinero no es riqueza real, comestible, los libros no son la vida. Idolizar las escrituras es como comer papel moneda. Entonces, el Libro que me gustara deslizar bajo la almohada de mis hijos sera l mismo resbaloso. ste los hara resbalar a un nuevo dominio, no de ideas solamente, si no de experiencias y sentimientos. Sera un remedio temporal, no una dieta; un punto de partida, no un punto de referencia perpetuo. Ellos lo leeran y ya, porque si estuviera escrito bien y claramente, ellos no tendran que regresar a leerlo una y otra vez buscando significados ocultos o para clarificar doctrinas oscuras. No necesitamos una nueva religin o una nueva biblia. Necesitamos una nueva experiencia -un nuevo sentimiento de lo que es ser "Yo". El hecho verdadero de la vida (el cual es, por supuesto, una visin profunda y secreta) es que nuestra sensacin normal del Yo es un engao o, en el mejor de los casos, un papel temporal que estamos representando, o ha sido impuesto para ser representado -con nuestro propio consentimiento tcito, as como toda

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persona hipnotizada basicamente est dispuesta a ser hipnotizada. El tab ms fuertemente reforzado de todos los tabs conocidos es el tab contra saber quin o qu eres t realmente detrs de la mscara de tu ego aparentemente separado, independiente y aislado. No estoy pensando en el brbaro Id o Inconsciente de Freud como la realidad actual detrs de la fachada de la personalidad. Freud, como deberamos ver, estaba bajo la influencia de la moda del siglo diecinueve llamada "reduccionismo", una curiosa necesidad de rebajar la inteligencia y la cultura humana al llamarla un sub-producto casual de fuerzas ciegas e irracionales. Ellos trabajaron muy duro, entonces, para probar que la uvas pueden crecer en los matorrales de espinas. Como es a menudo la manera, lo que hemos suprimido y menospreciado es algo sobrecogedoramente obvio. La dificultad es que es TAN obvio y bsico que dificilmente se pueden conseguir las palabras para describirlo. Los alemanes lo llaman un "Hintergedanke", una comprensin que yace tacitamente en la parte de atrs de nuestras mentes la cual no podemos admitir facilmente, hasta para nosotros mismos. La sensacin de "Yo" como un centro aislado y solitario del ser es tan poderosa y de tanto sentido comn, y tan fundamental para nuestros modos de hablar y pensar, para nuestras leyes e instituciones sociales, que no podemos experimentar el "Yo" excepto como algo superficial en el esquema del universo. Yo parezco ser una luz breve que titila slo una vez en todos los aeones del tiempo -un organismo raro, complicado y demasiado delicado al margen de la evolucin biolgica, donde la ola de la vida se desparrama en gotas individuales multicolores que brillan slo por un momento y se desvanecen para siempre. Bajo tal condicionamiento parece imposible y hasta absurdo darse cuenta que el "Yo" no reside en la gota solamente, si no en la oleada completa de energa que va desde las galaxias hasta los campos nucleares en mi cuerpo. En este nivel de existencia "Yo" soy inmesurablemente viejo; mis formas son infinitas y sus idas y venidas son simplemente los pulsos o vibraciones de un flujo de energa nico y eterno. La dificultad de darse cuenta de que esto es as, es que el pensamiento conceptual no puede verlo. Es como si los ojos estuvieran tratando de verse a s mismos directamente, o como si uno estuviera tratando de describir el color de un espejo en trminos de los colores reflejados en el espejo. As como la vista es algo ms que todas las cosas que miramos, la fundacin o "piso" de nuestra existencia y nuestra conciencia no puede ser entendida en trminos de las cosas que conocemos. Estamos forzados, por eso, a hablar de ello atravs de mitos -eso es atravs de metforas especiales, analogias e imgenes que dicen a qu se "parece" que es distinto a lo que "es". En un extremo de su significado, un "mito" es una fbula, algo falso o supersticioso. Pero en el otro extremo, un "mito" es una imagen til y fructfera mediante la cual le damos sentido a la vida de la misma manera que podemos explicar las corrientes elctricas al compararlas con el comportamiento del agua o del aire. Sin embargo, un "mito", en este ltimo sentido, no debe ser tomado literalmente, as como la electricidad no debe ser confundida con el aire o el agua. Entonces, al usar un mito uno debe tener cuidado de no confundir la imagen con el hecho, lo cual sera como escalar una seal de trnsito en vez de seguir la carretera.

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El mito, entonces, es la forma en la cual trato de responder cuando los nios me preguntan aquellas preguntas metafsicas fundamentales que llegan tan rapidamente a sus mentes: "De dnde vino el mundo?" "Por qu Dios hizo el mundo?" "Dnde estaba yo antes de nacer?" "A dnde va la gente cuando muere?" Una y otra vez he encontrado que ellos parecen quedar satisfechos con una sencilla y muy antigua historia, que dice algo as: "Nunca hubo un tiempo en que el mundo empez, porque ste va y viene girando como en un crculo, y no hay un lugar en un crculo donde empiece. Mira mi reloj, el cual dice el tiempo; ste gira, y as el mundo se repite a s mismo una y otra vez. Y como las manecillas del reloj suben hasta las doce y bajan hasta las seis, as, tambin, hay el da y la noche, despertarse y dormirse, vivir y morir, verano e invierno. No podras tener uno de stos sin el otro, porque no seras capaz de saber que es negro hasta que lo hayas visto comparado con el blanco, o el blanco hasta que lo hayas comparado con el negro. "De la misma manera, hay veces cuando el mundo es, y veces cuando no es, porque si el mundo fuera continuamente sin descanso por siempre eternamente, se aburrira horriblemente de s mismo. ste va y viene. Ahora lo ves y ahora no. As que como no se cansa de s mismo, siempre regresa otra vez despus de desaparecer. Es como tu raspiracin: sta entra y sale, entra y sale, y si tratas de sostenerla adentro todo el tiempo te sientes terriblemente mal. Tambin es como el juego del escondite, porque siempre es divertido encontrar nuevas maneras de esconderse, y buscar a alguien quien nunca se esconde en el mismo lugar." "A Dios tambin le gusta jugar a las escondidas, pero como no hay nada afuera de Dios, l no tiene a nadie si no a s mismo para jugar. Pero el soluciona esta dificultad pretendiendo que l no es l mismo. Esta es la manera de esconderse de si mismo. l pretende que l es t y yo y todas las personas del mundo, todos los animales, todas las plantas, todas las rocas, y todas las estrellas. De esta manera l tiene aventuras extraas y maravillosas, algunas de las cuales son terribles y asustan. Pero stas slo son como pesadillas, porque cuando despierta desaparecen." "Ahora, cuando Dios juega al escondite y pretende que es t y yo, lo hace tan bien que le toma mucho tiempo recordar dnde y cmo se escondi. Pero ah es donde est la diversin de todo esto -justo lo que l quera hacer. l no quiere encontrarse a s mismo muy rpido, porque eso terminara con el juego. Por eso es que es tan difcil para t y para m descubrir que somos Dios disfrazado de nosotros, pretendiendo que no somos l. Pero cuando el juego ha durado bastante tiempo, todos nosotros despertaremos, dejando de pretender, y recordaremos que todos somos un solo "Yo" -El Dios que es todo lo que existe y que vive por siempre eternamente."

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"Por supuesto, debes recordar que Dios no tiene la forma de una persona. La gente tiene piel y siempre hay algo afuera de nuestra piel. Si no lo hubiera, no sabramos la diferencia entre lo que est adentro y afuera de nuestros cuerpos. Pero Dios no tiene piel ni forma porque no hay nada afuera de l. [Con un nio suficientemente inteligente, yo demuestro esto con una tira de Mbius -un anillo de cinta de papel torcido una vez de tal manera que tiene slo un lado y un borde]. El adentro y el afuera de Dios es lo mismo. Y como he estado hablando de Dios como "l" y no "ella", Dios no es hombre ni mujer. No dije "ello" porque usualmente decimos "ello" para referirnos a cosas que no estn vivas. "Dios es el Yo del mundo, pero no puedes ver a Dios por la misma razn que, sin un espejo, no te puedes ver a t mismo a los ojos, y ciertamente no puedes morderte tus propios dientes o ver adentro de tu cabeza. Tu "Yo" est tan bien escondido porque es Dios escondindose." "Podras preguntar porque Dios a veces se esconde en la forma de personas malas, o pretende ser gente que sufre grandes enfermedades y dolor. Acurdate, primero, que l no est hacindole esto a ms nadie si no a s mismo. Recuerda, tambin, que en casi todos los cuentos que disfrutas hay gente mala y gente buena, porque el suspenso del cuento es encontrar cmo la gente buena obtendr lo mejor de lo malo. Es lo mismo cuando juegas cartas. Al principio del juego barajamos las cartas desordenadamente, lo cual es como las cosas malas del mundo, pero la idea del juego es poner ese desorden en un buen orden, y el que lo hace mejor es el ganador. Entonces barajamos las cartas una vez ms y jugamos otra vez, y as sucede en el mundo". Esta historia, obviamente en forma mtica, no es dada como una descripcin cientfica de cmo son las cosas. Est basado en la analoga de juegos y dramas, y usando la muy gastada palabra "Dios" para el jugador, El cuento clama slo ser parecido a como son las cosas. Lo use as como los astrnomos usan la imagen de un globo negro con manchitas blancas que se infla para explicar el universo en expansin (las manchitas blancas representan a las galaxias). Pero para la mayora de los nios, y muchos adultos, el mito es a la vez inteligible, sencillo y facinante. En contraste, tantas otras explicaciones mticas del mundo son crudas, tortuosas e ininteligibles. Pero mucha gente piensa que creer en las proposiciones y smbolos ininteligibles de sus religiones es una prueba de fe. "Yo creo", dice la tertulia del cristianismo, "porque es absurdo". La gente que piensa por si misma no acepta ideas con este tipo de autoridad. No se sienten gobernados a creer en milagros o doctrinas extraas como Abraham se sinti mandado por Dios para sacrificar a su hijo Isaac. Como lo dice T. George Harris:

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"Las jerarquas sociales del pasado, donde algn jefe sobre t siempre castigaba cualquier error, condicion a los hombres a sentir una cadena de autoridad severa todo el camino hasta "all arriba". Nosotros no sentimos esta atadura en la libertad egalitaria de hoy. Nisiquiera tenemos, desde el Dr. Spock, muchos padres al estilo Jehov en la familia humana. As que el inconciente promedio no busca ms el perdn de un Dios colrico all arriba". Pero, l contina: "Nuestra generacin conoce un infierno fro, un confinamiento solitario en esta vida, sin un Dios que condene o salve. Hasta que el hombre no imagina la trampa y caza "el terreno fundamental del Ser", no tiene ninguna razn para su existencia. Vaco, finito, l slo sabe que pronto morir. Como esta vida no tiene significado, y l no ve vida futura, l no es realmente una persona si no una vctima de la auto-extincin". "El terreno fundamental del Ser" es el trmino descontaminado para "Dios" de Paul Tillich, y servira tambin para "el Yo del mundo" como lo puse en mi cuento para nios. Pero el secreto que mi historia desliza hasta los nios es que el terreno fundamental del Ser eres t. No es, por supuesto, el t de todos los das que asume el terreno, o que "pretende" ser, si no ese "Yo" ms interno que escapa a la inspeccin porque es siempre el inspector. Esto, entonces, es el tab de los tabs: T eres Ello!. Y esto en nuestra cultura es la piedra fundamental de la locura, la ms oscura de las blasfemias, y el ms salvaje de nuestros engaos. Esto, creemos, es la mayor megalomana -un ego inflado hasta el absurdo completo. Porque cultivamos el ego con una mano y lo derribamos con la otra. De generacin en generacin sacamos el relleno de nuestros nios para ensearles a "conocer su lugar" y comportarse, pensar y sentir con la apropiada modestia que encuadra un pequeo ego entre muchos otros egos. Como deca mi mam: "T no eres el nico gijarro en la playa". Cualquiera bien de la cabeza que se cree Dios debera ser crucificado o quemado en la hoguera, aunque ahora tomamos la visin ms caritativa de que nadie en sus cabales podra creer tal locura. Slo un pobre idiota podra concebirse a s mismo como el regidor omnipotente del mundo, y esperar que todos los dems se arrodillen y lo adoren. Pero esto es porque pensamos acerca de Dios como el Rey del Universo, el tecncrata absoluto quien personal y concientemente controla cada detalle del cosmos -y ese no es el tipo de Dios en mi cuento. De hecho, no es mi cuento despus de todo, porque cualquier estudiante de la historia de las religiones sabr que viene de la India ancestral, y es la manera mtica de explicar la filosofa Vedanta. Vedanta es la enseanza de los Upanishad, una

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coleccin de dilogos, historias, escritos y poemas, algunos de los cuales se remontan por lo menos a 800 aos antes de Cristo. Los hindes sofisticados no piensan en Dios como una super persona especial y separada que rige el mundo desde arriba como un monarca. Su Dios est "por debajo" en vez de "encima" de todo, y l (o ello) maneja el mundo desde adentro. Uno podra decir que si la religin es el opio de los pueblos, los hindes tienen la droga interiormente de manera endgena. Lo que es ms, ningn hind puede darse cuenta de que se es Dios disfrazado sin ver al mismo tiempo que esto es verdad para todos y para todo. En la filosofa Vedanta, nada existe excepto Dios. Pareciera haber otras cosas aparte de Dios, pero slo porque l las est soando y hacindolas sus disfraces para jugar a las escondidas consigo mismo. El universo de las cosas aparentemente separadas es por eso real solamente por un rato, no eternamente real, porque va y viene mientras el Yo se esconde y se busca a s mismo. Pero el Vedanta es mucho ms que la idea o la creencia de que esto es as. Lo que es central sobre todo es la experiencia, el conocimiento inmediato de que esto es as, y por esta razn tal subversin completa de nuestra manera ordinaria de ver las cosas. Esto voltea el mundo de adentro hacia afuera y de afuera haia adentro. Similarmente, un dicho atribuido a Jess dice: Cuando haces de dos uno, y cuando haces lo interior como lo exterior y lo exterior como lo interior y lo de arriba como lo de abajo... entonces entrars [al Reino]... Yo soy la Luz que est arriba de todos, Yo soy el Todo, el Todo sali de M y el Todo se obtiene de M. Abre un [pedazo de] madero, Yo estoy ah; levanta la piedra y me encontrars ah. Hoy la disciplina Vedanta nos llega despus de siglos de estar envuelta por todas las formas, actitudes y smbolos de la cultura hind en su florecimiento y lento fallecimiento por casi 2800 aos, penosamente herida por el fanatismo islmico y corrupta por el puritanismo britnico. Como sucede a menudo, el Vedanta no suena ninguna campana en occidente, y atrae mayormente al tipo de persona difana y fastidiosamente espiritual. Pero es posible decir sus fundamentos en un idioma de hoy en da, y cuando esto es hecho sin trampas exticas, terminologa snscrita ni posturas excesivas de espiritualidad, el mensaje no slo es claro para la gente sin inters especial en las "religiones orientales"; es tambin una sacudida que necesitamos para patearnos a nosotros mismos afuera de nuestra sensacin aislante del "Yo". Pero esto no debe ser confundido con nuestras ideas usuales de la prctica del altruismo, el cual es un esfuerzo para identificarnos con los otros y sus necesidades mientras estamos

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bajo la fuerte ilusin de no ser ms que un ego contenido en una piel. Tal altruismo es apto para ser un egosmo altamente refinado, comparable con el grupo que participa en el juego de "somos-ms-tolerantes-que-ustedes". El Vedanta no era originalmente moralstico; ste no urga a la gente a imitar a los santos sin compartir su motivaciones reales, o a imitar las motivaciones sin compartir el conocimiento que las enciende. Por esta razn El Libro que le pasara a mis nios no contendra sermones, ni cosas que deberan o no deberan hacer, ni obligaciones. El amor genuino viene del conocimiento, no de un sentimiento de deber o culpa. Cmo te gustara ser una madre invlida con una hija que no se puede casar porque siente que debe cuidarte, y por eso te odia? Mi deseo es decir, no como deberan ser las cosas, si no como son, y cmo y por qu las ignoramos como son. No puedes ensear a un ego a que sea nada ms que egosta, aunque los egos tienen las maneras ms sutiles de pretender haberse reformado. Lo bsico es entonces dispersar, mediante la experimentacin y la experiencia, la ilusin de individualidad como un ego separado. Las consecuencias pueden no ser un comportamiento en las lneas de la moralidad convencional. Puede ser ms bien como le dijeron a Jess: "Mrenlo! Un glotn y un bebedor, un amigo de los cobradores de impuestos y los pecadores! Ms an, al ver atravs de la ilusin del ego, es imposible pensar en uno mismo como mejor que, o superior que, otros por haberlo hecho as. En cada direccin est el nico Yo participando en sus millones de juegos del escondite. Los pjaros no son mejores que los huevos de donde han salido. De hecho, se puede decir que un pjaro es un huevo tratando de convertirse en otros huevos. El huevo es el ego, y el pjaro es el Yo liberado. Hay un mito hind del Yo como un cisne divino el cual puso el huevo del cual sali el mundo. As que no estoy diciendo nisiquiera que ustedes deben romper su cascarn. Algunas veces, de alguna manera, ustedes (el verdadero t, el Yo autntico) lo har de cualquier forma, pero no es imposible que el rol del Yo sea permanecer sin despertar en la mayora de sus disfraces humanos, y as traer el drama de la vida sobre la tierra a su final en una vasta explosin. Otro mito hind dice que a medida que pasa el tiempo, la vida en el mundo se pone peor y peor, hasta que el aspecto destructivo del Yo, el Dios Shiva, baila una danza terrible que lo consume todo en fuego. Entonces sigue, dice el mito, 4.320.000 aos de paz total durante la cual el Yo es slo l mismo y no juega al escondite. Y entonces empieza el juego otra vez, empezando como un universo de perfecto esplendor el cual empieza a deteriorarse slo despus de 1.728.000 aos, y cada ronda del juego est diseado de tal manera que las fuerzas de la oscuridad se presentan a s mismas por slo un tercio del tiempo, disfrutando al final de un breve pero realmente ilusorio triunfo. Hoy calculamos la vida en este planeta solamente en perodos de tiempo mucho ms vastos, pero de todas las civilizaciones antiguas, la hind tiene la visin ms imaginativa del tiempo csmico. Y recuerden, esta historia de los ciclos de la aparicin y desaparicin del mundo es

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un mito, no ciencia, una parbola ms que una profeca. Es una manera de ilustrar la idea de que el universo es como el juego del escondite. Si no estoy diciendo, entonces, que ustedes deberan despertar de la ilusin del ego ni ayudar a salvar al mundo del desastre, por qu El Libro? Por qu no sentarse y dejar que las cosas sigan su curso? Simplemente que es parte de las "cosas tomando su curso" por lo que escribo. Como ser humano es mi naturaleza disfrutar y compartir la filosofa. Hago esto de la misma manera que algunos pjaros son guilas y otros palomas, algunas flores son lilas y otras rosas. Yo me doy cuenta, tambin, que mientras menos sermoneo, es ms posible que me oigan.

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CAPTULO DOS EL JUEGO DE NEGRO-Y-BLANCO Cuando nos ensearon 1, 2, 3 y A, B, C, a pocos de nosotros nos dijeron alguna vez acerca del juego de Negro-y-Blanco. ste es claro y sencillo, pero pertenece a lado secreto de las cosas. Considera, primero, que todos tus cinco sentidos son formas diferentes de un sentido bsico -algo como el tacto. Ver es un tocar altamente sensitivo. Los ojos tocan, o sienten, las ondas de luz y as nos hacen capaces de tocar cosas fuera del alcance de nuestras manos. Similarmente, los odos tocan las ondas sonoras en el aire, y la nariz las minsculas partculas de polvo y gas. Pero los complejos patrones y cadenas de neuronas que constituyen estos sentidos estn compuestos por neuronas individuales que son capaces de cambiar slo entre dos estados: "encendido" o "apagado" [on - off] Para el cerebro central las seales individuales de las neuronas son "si" o "no" -eso es todo. Pero, sabemos por las computadoras que emplean artimtica binaria en donde las nicas figuras son 0 y 1, que estos elementos sencillos pueden formarse en los patrones ms complejos y maravillosos. En este respecto nuestro sistema nervioso y las computadoras 0/1 son muy semejantes a todo lo dems, porque el mundo fsico es basicamente vibracin. As pensemos esta vibracin en trminos de ondas o partculas, o quizs "ondculas" [wavicles], nunca encontramos una cresta de la onda sin un valle o una partcula sin un intervalo, o espacio, entre ella y las otras. En otras palabras, no existe tal cosa como media onda, o una partcula sla sin un espacio a su alrededor. No hay encendido sin apagado, ni arriba sin abajo. Aunque los sonidos de alta vibracin parecen ser continuos, puro sonido, no lo son. Cada sonido es en realidad sonido/silencio, slo que el odo no registra esto concientemente cuando la alternacin es muy rpida. Estos silencios slo se pueden or, por ejemplo, en las notas ms bajas audibles de un rgano. La luz, tambin, no es luz pura, si no luz/oscuridad. La luz pulsa en ondas, con su movimiento esencial arriba/abajo, y en algunas condiciones la velocidad de las vibraciones de luz puede ser sincronizada con otros objetos mviles de manera tal que estos objetos parecen estar detenidos. Mientras los ojos y los odos registran y responden a ambos los pulsos altos y los pulsos bajos de estas vibraciones, la mente, que se podra decir que es nuestra atencin conciente, se da cuenta slo de los pulsos altos. El intervalo oscuro, silente o apagado es ignorado. Es casi un principio general que la conciencia ignora los intervalos, y sin embargo no se puede dar cuenta de ningn pulso de energa sin ellos. Si pones la mano en la rodilla de una chica atractiva y slo la dejas ah, puede dejar de notarla. Pero si te mantienes palmendole la rodilla, ella sabr que ests ah e interesado. Pero ella se da cuenta y, tu esperas, que valore

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ms lo encendido que lo apagado. Sea como sea, todas las cosas que creemos que existen son siempre encendido/apagado. Encendido slo o apagado slo no existen. Mucha gente imagina que al escuchar msica ellos oyen simplemente una sucesin de tonos, individuales o en grupos llamados acordes. Si eso fuera verdad, como en los casos excepcionales de personas sordas a los tonos, la gente no oira ni msica ni meloda -slo una sucesin de ruidos. Or la meloda es oir los intervalos entre los tonos, aunque no te des cuenta, y a pesar que estos intervalos particulares no son perodos de silencio si no "pasos" de largo variable entre los puntos en la escala msical. Estos pasos o intervalos son espacios de audicin, distintos de los espacios de distancia entre los cuerpos o los espacios de tiempo entre los eventos. Sin embargo, el hbito general de la atencin conciente es, de varias maneras, ignorar los intervalos. La mayora de la gente piensa, por ejemplo, que espacio es "slo nada" hasta que sucede que est lleno de aire. Por eso la curiosidad cuando los artistas o arquitectos hablan de los tipos y propiedades de los espacios, y ms an cuando los astrnomos y los fsicos hablan del espacio curvo, el espacio en expansin, el espacio finito, o de la influencia del espacio sobre la luz o las estrellas. Por este hbito de ingnorar los espacios-intervalos, no nos damos cuenta que as como el sonido es una vibracin de sonido/silencio, el universo completo (esto es, la existencia) es una vibracin de slido/espacio. Porque los slidos y los espacios van juntos tan inseperablemente como los adentros con los afueras. El espacio es la relacin entre los cuerpos, y sin ste no puede haber ni energa ni movimiento. Si hubiera un cuerpo, slo una pelota sencilla, sin espacio alrededor, no habra manera de concebir o sentir que es una pelota o cualquier otra cosa con otra forma. Si no hubiera nada afuera de ella, no tendra afuera. Pudiera ser Dios, pero ciertamente no un cuerpo! Igualmente, si slo hubiera espacio solamente con nada en l, no sera espacio despus de todo. Porque no hay espacio excepto el espacio entre las cosas, adentro de las cosas, o afuera de las cosas. Este es el por qu el espacio es la relacin entre los cuerpos. Podemos imaginar un cuerpo solitario, la nica pelota del universo, en el medio del espacio vaco?. Quizs. Pero esta pelota no tendra energa ni movimiento. En relacin a qu se podra decir que se est moviendo? Se dice que las cosas se mueven slo cuando se comparan con otras que estn relativamente fijas, porque el movimiento es movimiento/quietud. Vamos a poner dos pelotas, y date cuenta que se estn acercando la una a la otra, o que se estn separando. Seguro que hay movimiento ahora, pero cul es la que se est moviendo? La pelota uno o la pelota dos, o ambas? No hay manera de decidir. Todas las respuestas son igualmente correctas o equivocadas. Ahora trae una tercera pelota. Las pelotas uno y dos permanecen a la misma distancia separadas, pero la tercera pelota se acerca o se retira de ellas. Lo hace?. Las pelotas uno y dos pueden estar movindose juntas, hacia o desde la tercera pelota, o las pelotas uno y dos pueden estar acercndose a la tercera,

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mientras sta tambin se acerca a las otras dos, de manera que todas estn en movimiento. Cmo decidimos? Una respuesta es que debido a que las pelotas uno y dos permanecen juntas, ellas son un grupo y tambin constituyen la mayora. Su voto decide entonces quien se mueve y quien no. Pero si la tercera pelota se les une las puede vencer, porque si las tres se mantienen a la misma distancia separadas, el grupo como un todo no se puede mover. Hasta sera imposible para cualquier pelota decirle a las otras dos, o a las otras dos decirle a una sola, "Por qu me (nos) sigues?". Porque el grupo como un todo no tendra punto de referencia para saber si se estn moviendo o no. Ntese que mientras dos pelotas solas se pueden mover slo en una lnea recta, tres pelotas se pueden mover en una superficie, pero no en tres dimensiones. En el momento que aadimos una cuarta pelota tenemos la tercera dimensin de la profundidad, y ahora parece que nuestra cuarta pelota puede permanecer aprate de las otras tres, teniedo una visin objetiva de su comportamiento, y actuar como el rbitro. Sin embargo, cuando hemos aadido la cuarta pelota, cul es?. Cualquiera de ellas puede estar en la tercera dimensin con respecto a las otras tres. Esto se puede llamar una "primera leccin de relatividad", porque el principio permanece el mismo sin importar cuntas pelotas son aadidas y por eso se aplica para todos los objetos celestiales de este universo y para todos los observadores de su movimiento, dondequiera que se encuentren. Cualquier galaxia, cualquier estrella, cualquier planeta, o cualquier observador puede ser tomado como el punto central de referencia, de manera que todo es central en relacin con todo lo dems. Ahora, en toda esta discusin, no ha sido vista una posibilidad. Supongamos que las pelotas no se mueven en realidad, si no que es el espacio entre ellas el que se mueve. Despus de todo, hablamos de una distancia (p.ejem. espacio) aumentando o disminuyendo como si fuera una cosa que pudiera hacer algo. Este es el problema del universo en expansin. Estn las otras galaxias movindose lejos de nosotros, o nosotros de ellas, o todas se estn separando todas unas de otras? Los astrnomos estn tratando de establecer el problema diciendo que el espacio mismo se est expandiendo. Pero, otra vez, quin decide?. Qu se mueve, las galaxias o el espacio?. El hecho de que no se puede alcanzar niguna decisin es por si mismo es la pista para la respuesta: no es slo que tanto las galaxias como el espacio se estn expandiendo (como si fueran dos agentes diferentes), si no que algo que debemos llamar incomodamente galaxias/espacio, o slido/espacio, se est expandiendo. El problema viene porque hacemos la pregunta de manera equivocada. Suponemos que los slidos son una cosa y que el espacio es otra diferente, o que es nada. Entonces aparece que el espacio no era simplemente nada, porque los slidos no podran serlo sin l. Pero el error al principio fue pensar que los slidos y el espacio son dos cosas diferentes, en vez de dos aspectos de la misma cosa. El punto es que son diferentes pero inseparables, como la parte de alante y la parte de atrs de un gato. Si cortas estas dos partes, el gato muere. Quita la cresta de la ola, y no hay valle.

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Una solucin similar se aplica a los antiguos problemas de la causa y el efecto. Creemos que toda cosa y todo evento debe tener una causa, sta es, alguna otra cosa(s) o evento(s), y que ser(n) a su vez la causa de otros efectos. Cmo una causa lleva a un efecto?. Para hacer las cosas mucho peores, si todo lo que pienso o hago es una serie de efectos, deben haber causas para todo en un pasado indefinido. Si eso es as, entonces no puedo hacer nada. Simplemente soy un monigote jalado por cuerdas que vienen de pocas mucho ms all de mi vista. Otra vez, este es un problema que viene de hacer la pregunta equivocada. Aqu hay alguien que nunca ha visto un gato. l est viendo atravs de una ranura estrecha en una pared, y, del otro lado, va caminando un gato. l ve primero la cabeza, despus con forma menos distintiva el tronco peludo, y entonces ve la cola. Extraordinario! El gato se voltea y camina de regreso, y otra vez ve la cabeza, y un peln despus la cola. Esta secuencia empieza a parecer algo regular y confiable. Entonces, otra vez, el gato se voltea y l presencia la misma secuencia regular: primero la cabeza, y ms tarde la cola. Por esto l razona que el evento "cabeza" es la causa invariable y necesaria para el evento "cola", la cual es el efecto de la "cabeza". Este lenguaje confuso viene de su error en ver que la cabeza y la cola van juntos: las dos son parte de un gato. El gato no naci como una cabeza la cual, algo despus, caus una cola; el gato naci todo de una pieza, un gato con cabeza y cola. El problema de nuestro observador es que estaba viendo atravs de una ranura estrecha, y no poda ver el gato completo en una sola mirada. La ranura estrecha en la pared es muy parecida a la manera en que vemos la vida con la atencin conciente, porque cuando atendemos a algo ignoramos todo lo dems. La atencin es percepcin estrecha. Es una manera de ver la vida pedacito por pedacito, usando la memoria para alinear los pedacitos juntos -como cuando examinamos un cuarto oscuro con un linterna que tiene un foco muy estrecho. La percepcin as estrecha tiene la ventaja de ser aguda y brillante, pero tiene que enfocarse en un rea del mundo despus de la otra, y una caracterstica despus de la otra. Y donde no hay caractersticas, slo espacio o superficies uniformes, de alguna manera aburre y uno busca otras caractersticas. La atencin es por esto algo como el mecanismo de registro (scanner) en el radar o la televisin, y Norbert Wiener y sus colegas encontraron alguna evidencia de que hay un proceso similar en el cerebro. Pero un proceso de registro (scanner) que observa el mundo pedacito por pedacito pronto persuade al usuario que el mundo es una gran coleccin de pedacitos, y los llama cosas separadas o eventos. A menudo decimos que se puede pensar en una sola cosa a la vez. La verdad es que al mirar al mundo pedacito por pedacito nos convencemos que consiste de cosas separadas; y as nos da el problema de cmo estn conectadas estas cosas y como son causas y efectos unas de otras. El problema nunca habra surgido si hubiramos estado

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concientes que es slo nuestra manera de ver al mundo lo que lo ha picado en pedacitos, cosas, eventos, causas y efectos separados. No vemos al mundo como una sola pieza como el gato con cabeza y cola. Tambin hablamos de la atencin como "darse cuenta". Darse cuenta es seleccionar, dar importancia a algunos pedacitos de la percepcin, o alguna caracterstica del mundo, como ms merecedora de hacerse notar, ms significante, que las otras. Atendemos a esto e ignoramos lo dems -por esta razn la atencin conciente es al mismo tiempo "ignorar" (p.ejem. ignorancia) a pesar del hecho que nos da una imagen vvida de cualquier cosa en que elijamos darnos cuenta. Fisicamente, vemos, omos, gustamos y tocamos inumerables caractersticas sin darnos cuenta jams. Puedes manejar 50 kilmetros, hablando al mismo tiempo con un amigo. Lo que notas, y recuerdas, es la conversacin, pero de alguna manera respondiste a la carretera, a los otros carros, a las seales de trnsito, y quin sabe a qu ms, sin darte cuenta realmente, o sin enfocar tu faro mental en todo eso. As tambin, puedes hablar con alguien en una fiesta sin recordar, de manera inmediata, qu ropas estaba usando, porque no son importantes o significantes para t. Aunque ciertamente tus ojos y nervios respondieron ante estas ropas. Tu las viste, pero realmente no las miraste. Parece que nos damos cuenta atravs de un doble proceso en el cual el primer factor es una eleccin de lo que es interesante o importante. El segundo factor, trabajando simultaneamente con el primero, es que necesitamos una notacin para casi cada cosa de la que podemos darnos cuenta. La notacin es un sistema de smbolos -palabras, numeros, signos, imgenes simples (como cuadrados o crculos), notas musicales, letras, ideogramas (como en chino), y escalas para dividir y distinguir las variaciones de color o de tonos. Tales smbolos nos permiten clasificar nuestros pedacitos de percepcin. Son las etiquetas en las casillas en las cuales la memoria los clasifica, pero es ms difcil darse cuenta de cualquier pedacito que no tenga etiqueta. Los esquimales tienen cinco palabras diferentes para la nieve, porque viven en ella y es importante para ellos. Pero en el idioma azteca no hay sino una sola palabra para la nieve, la lluvia y el granizo. Qu gobierna en lo que decidimos darnos cuenta? Lo primero (que deberemos cualificar despus) es lo que parece ventajoso o desventajoso para nuestra supervivencia, nuestro "status" social y la seguridad de nuestros egos. La segundo, otra vez trabajando simultaneamente con lo primero, es el patrn y la lgica de todo el sistema de notacin que hemos aprendido de otros, de nuestra sociedad y nuestra cultura. Es difcil realmente darse cuenta de nada para lo que los lenguajes disponibles para nosotros (as sea verbal, matemtico o musical) no tengan descripcin. Por esto es que tomamos prestadas palabras de lenguajes extranjeros. No hay palabra en espaol para un tipo de sentimiento el cual los japoneses llaman "yugen", y slo lo podemos entender al abrir nuestras mentes a situaciones en las cuales los japoneses usan esta palabra.(1)

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Deben haber inumerables caractersticas y dimensiones del mundo a los cuales nuestros sentidos responden sin nuestra atencin conciente, mucho menos las vibraciones (como los rayos csmicos) que tienen frecuencias a las cuales nuestros sentidos no estn sintonizados. Percibir estas vibraciones al mismo tiempo sera un pandemonium, como cuando alguien golpea todas las teclas del piano al mismo tiempo. Pero hay dos factores ignorados que muy bien podran llegar a nuestra atencin, y nuestra ignorancia de ello es el mayor soporte de la ilusin del ego y del fracaso en saber que cada uno somos el "Yo" nico disfrazado. El primero es no darnos cuenta que los llamados opuestos, como la luz y la oscuridad, el sonido y el silencio, lo slido y el espacio, encendido y apagado, adentro y afuera, aparecer y desaparecer, causa y efecto, son polos o aspectos de la misma cosa. Pero no tenemos palabra para esa cosa, salvo conceptos vagos como la Existencia, el Ser, Dios o el Terreno Fundamental del Ser. Para la mayora estos conceptos permanecen como ideas nebulosas sin convertirse en experiencias o sentimientos vvidos. El segundo, estrechamente relacionado, es que somos absorbidos por la atencin conciente, convencidos de que este tipo estrecho de percepcin no slo es la manera real de ver el mundo, sino tambin es la sensacin muy bsica de "uno mismo" como un ser conciente, es que estamos totalmente hipnotizados por esta visin desarticulada del universo. Realmente sentimos que este mundo es un ensamblaje de cosas separadas que de alguna manera se han unido, o, a lo mejor, se han separado, y que somos cada uno slo una de estas partes. Las vemos todas solas -nacidas solas, muriendo solas- quizs como pedacitos y fragmentos de un todo universal, o partes dispensables de una gran mquina. Raramente vemos todas las as llamadas cosas y eventos "llendo juntas", como la cabeza y la cola del gato, o como los tonos y las inflexiones -subiendo y bajando, llendo y viniendo- de una sla voz cantante. En otras palabras, no jugamos el Juego de Negro-y-Blanco -el juego universal de arriba/abajo, encendido/apagado, slido/espacio, y cada-uno/todos. En cambio, jugamos el juego de Negro-versus-Blanco o, ms usualmente, Blanco-versus-Negro. Porque, especialmente cuando los ritmos de vibracin son lentos como en el da y la noche o la vida y la muerte, estamos forzados a estar concientes del aspecto negro o negativo del mundo. Entonces, no darnos cuenta de la inseparabilidad de los polos positivo y negativo del ritmo nos da miedo que el Negro pueda ganar el juego. Pero el juego "Blanco debe ganar" no es ms un juego. Es una pelea -una pelea hechizada por un sentido de frustracin crnica, porque estamos haciendo algo tan loco como intentar mantener las montaas y deshacernos de los valles. La forma principal de esta pelea es Vida-versus-Muerte, la llamada batalla por la supervivencia, la cual se supone ser una tarea real y seria de todas las criaturas vivas. Esta ilusin se mantiene (a) porque la pelea es temporalmente exitosa (vivimos hasta que no lo hacemos ms), y (b) porque vivir requiere esfuerzo e ingenio, aunque esto tambin es verdad de juegos distintos de las peleas. Hasta donde sabemos, los animales no viven en constante

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ansiedad acerca de las enfermedades y la muerte, como lo hacemos nosotros, porque ellos viven en el presente. Claro que ellos tambin pelearen cuando tengan hambre o sean atacados. Debemos, sin embargo, ser cuidadosos al tomar a los animales como modelos de un comportamiento "perfectamente natural". Si "natural" significa "bueno" o "sabio", los seres humanos pueden ser mejores que los animales, aunque no siempre lo son. Pero los seres humanos, especialmente en la civilizacin occidental, hacen de la muerte el gran fantasma. Esto tiene algo que ver con la creencia popular cristiana de que la muerte es seguida por el suplicio del Juicio Final, cuando los pecadores sern consignados a los horrores temporales del Purgatorio o a la eterna agona del Infierno. Ms usual, hoy, es el miedo de que la muerte nos llevar a una nada eterna -como si eso pudiera ser algn tipo de experiencia, como ser enterrado vivo eternamente. No hay ms amigos, no ms luz del sol ni cantos de pajaritos, no ms amor ni risas, no ms ocano ni estrellas -slo oscuridad sin fin. No vayas gentilmente hacia esa noche buena... Lucha, lucha contra la muerte de la luz. La imaginacin no puede entender la simple nada y por eso llena el vaco con fantasas, como en los experimentos de carencia sensorial donde los sujetos son suspendidos sin peso en cuartos sin ruidos ni luz. Cuando la muerte es considerada como la victoria final de Negro sobre Blanco en la batalla mortalmente seria de "Blanco Debe Ganar", las fantasas que llenan el vaco son altamente asquerosas. Hasta nuestras fantasas populares del Cielo estn en el lado feo, porque la imagen usual de Dios es de un muy serio y pavoroso Abuelo, en su trono en una iglesia colosal -y, por supuesto, en una iglesia uno puede "regocijarse" decorosamente pero no puede tener diversin real y bullanguera. Oh, cul debe ser su regocijo y gloria, Estos sabbaths sin fin que ve el bndito. Quin quiere quedarse atascado en una iglesia, usando vestiduras blancas, y cantando "aleluya" para siempre?. Por supuesto, las imgenes son estrictamente simblicas, pero todos sabemos cmo los nios se sienten acerca del Sabbath Protestante de antao, y del Buen Libro de Dios con su cubierta negra y su terrible tipografa. Los cristianos inteligentes superan esta mala imagen, pero en la niez ha sido introducida en el subconciente y contina contaminando nuestros sentimientos acerca de la muerte. Los sentimientos individuales acerca de la muerte estn condicionados por las actitudes sociales, y es dudoso que haya una emocin natural, desde el nacimiento, conectada con la muerte. Por ejemplo, se sola pensar que el dar a luz debera ser doloroso, como un castigo

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por el pecado original o por tener demasiada diversin al concebir al beb. Porque Dios ha dicho que Eva y todas sus hijas, "debern traer a sus hijos con pena y dolor". As que cuando todos creyeron que al tener un beb, sufrir es el deber de la mujer, las mujeres cumplieron con su deber, y muchas todava lo hacen. Nos sorprendimos mucho, entonces, al encontrar mujeres en sociedades "primitivas" quienes simplemente se agachaban y daban a luz mientras trabajaban en los campos, mordan el cordn umbilical, abrazaban al beb, y seguan con sus quehaceres. No es que esas mujeres sean ms rudas que las nuestras, sino que tenan una actitud diferente. Nuestros propios gineclogos han descubierto recientemente que muchas mujeres pueden ser condicionadas psicologicamente para alumbramientos naturales sin dolor. Los dolores del parto son renombrados como "tensiones", y a la madre se le dan ejercicios preparatorios para relajar y cooperar con la tensin. El nacimiento, se les dice, no es una enfermedad. Uno va al hospital slo en caso de que algo pudiera ir mal, muchos gineclogos de avanzada dejan que sus pacientes den a luz en casa. La muerte prematura puede venir como el resultado de una enfermedad, pero -como el nacimiento- la muerte como tal no es una enfermedad a la final. Es el fin natural y necesario de la vida humana -tan natural como las hojas que caen en otoo (Las hojas que no se caen, como sabemos, estn hechas de plstico, y puede llegar un da en que los cirujanos sean capaces de reemplazar todos nuestros rganos con sustitutos plsticos, para que alcances la inmortalidad al convertirte en un modelo plstico de ti mismo). Los mdicos deberan explorar la posibilidad de tratar a la muerte y sus angustias como han tratado al parto y sus "dolores". La muerte, despus de todo, es un gran evento. Mientras no sea inminente, nos colgamos de nosotros mismos y de nuestras vidas en ansiedad crnica, empujndola hacia la parte de atrs de la mente. Pero cuando llega el momento en que no se puede uno colgar ms de ninguna manera, las circunstancias son ideales para uno dejarse ir completamente. Cuando esto sucede, el individuo es liberado de su prisin-ego. En el curso normal de los eventos esta es la oportunidad dorada para despertar al conocimiento que el yo real es el Yo que juega el universo-una ocasin de gran regocijo. Pero como prevalecen ahora las costumbres, los doctores, enfermeras y familiares se acercan con mscaras sonrientes, asegurndole al paciente que pronto se le pasar, y que la prxima semana o el prximo mes estar de regreso en casa o tomando unas vacaciones en la playa. Peor an, los mdicos no tienen ni el papel ni el entrenamiento para manejar la muerte. El cura catlico est en mucho mejor posicin: l usualmente sabe exactamente como manejarlo, sin chapuceras, ni traspis ni tartamudeos. El mdico se supone que evite la muerte a cualquier costo -incluyendo los ahorros de toda la vida del paciente y de su familia. Ananda Coomaraswamy dijo una vez que l mejor morira diez aos antes que diez minutos muy tarde -demasiado tarde, y demasiado decrpito o drogado, para comprender la oportunidad de dejarse ir, de "dejarme yacer con deseo". "Yo rezo", suele decir, "que la muerte no venga y me capture inaniquilado" -esto significa, antes que me deje llevar de mi mismo. Por esto G.I. Gurdjieff, ese maravilloso sabio-pcaro, escribi en su "Todos y Todo":

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"La nica manera ahora de salvar a los seres del planeta Tierra sera implantar de nuevo en sus presencias un nuevo rgano ... de tales propiedades que cada uno de estos desafortunados durante el proceso de la existencia debera sentir constantemente y estar conciente de la inevitabilidad de su propia muerte as como la muerte de todos sobre quienes descansan sus ojos y su atencin. Slo tal sensacin y tal conciencia puede destruir ahora el egoismo completamente cristalizado en ellos". As como reconocemos la muerte ahora, esto se lee como una prescripcin para una pesadilla. Pero la conciencia constante de la muerte muestra que el mundo es tan fludo y difano como los patrones de humo azul en el aire -que no hay nada que agarrar ni nadie que lo agarre. Esto es deprimente slo mientras permanezca la nocin de que puede haber una manera de arreglarlo, o posponerlo slo una vez ms, o teniendo la esperanza de uno tiene, o es, algn tipo de ego-alma que sobrevive la disolucin del cuerpo. (No estoy diciendo que no hay continuidad personal ms all de la muerte -slo que creerlo nos mantiene atados). Esto no es ms decir que tenemos el deber de no temer a la muerte que lo que estaba diciendo de que tenemos el deber de ser altrustas. Suprimir el miedo a la muerte lo hace mucho ms fuerte. El punto es slo saber, sin ninguna sombra de duda, que "Yo" y todas las otras "cosas" ahora presentes se desvanecern, hasta que este conocimiento te obligue a liberarlas -saberlo ahora tan seguramente como si te acabaras de caer del borde de la cima del Auyantepuy. De hecho, tu fuiste pateado desde el borde de un precipicio cuando naciste, y no sirve de nada colgarte de las rocas que caen contigo. Si tienes miedo a la muerte, ten miedo. El punto es saber llevarlo, dejarlo tomarte -miedo, fantasmas, dolores, trascendencia, disolucin, y todo. Y entonces viene la sorpresa increble hasta ahora: t no mueres porque nunca naciste. Slo has olvidado quin eres t. Todo esto viene mucho ms facilmente con la colaboracin de los amigos. Cuando somos nios, nuestros otros "yoes", nuestras familias, amigos, y maestros, hacen todo lo posible por confirmarnos en la ilusin de la separacin -para ayudarnos a ser fraudes genuinos, lo cual es precisamente el significado de "ser una persona real". Porque la persona, del Latn "persona", fue originalmente la mscara con magfono en la boca usada por los actores en los teatros al aire libre de la antigua Grecia y Roma, la mscara atravs (per) de donde el sonido (sonus) viene. En la muerte nos quitamos la "persona", como los actores se quitan sus mscaras y disfraces en los camerinos detrs de la escena. Y as como sus amigos vienen detrs del escenario para felicitarlos sobre la actuacin, as los amigos de uno deberan reunirse en el lecho de muerte para ayudarlo a uno a salir del rol mortal, para aplaudir el espectculo, y, ms todava, para celebrar con champaa o sacramentos (de acuerdo al gusto) el gran despertar de la muerte.

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Hay muchas otras maneras en las cuales el juego de Negro-y-Blanco es convertido en el juego de "Blanco debe ganar", y, como la batalla de la supervivencia, dependen de ignorar, o sacar de la conciencia, la interdependencia de los dos lados. De una manera curiosa esto es, por supuesto, parte del Juego de Blanco-y-Negro mismo, porque olvidar o ignorar su interdependencia es "esconder" en el juego del escondite (Esconder-y-Encontrar). Esconder-y-Encontrar es, a su vez, el Juego de Blanco-y-Negro!. Por medio de la ilustracin, podemos hacer una excursin hacia un aspecto de la ciencia ficcin que se est convirtiendo rapidamente en un hecho cientfico. La ciencia aplicada puede ser considerada como el juego de orden-versus-azar (u orden-versus-aleatorio), especialmente en el dominio de la ciberntica -la ciencia del control automtico. Por medio de la prediccin cientfica y sus aplicaciones tcnicas, estamos tratando de obtener el mximo control sobre nuestros alrededores y nosotros mismos. En medicina, comunicaciones, produccin industrial, transporte, finanzas, comercio, edificacin de casas, educacin, psiquiatra, criminologa y la ley estamos tratando de hacer sistemas a prueba de tontos, para deshacernos de la posibilidad de los errores. Mientras ms poderosa se vuelve la tecnologa, ms urgente es la necesidad de tales controles, como en las precauciones de seguridad de los aviones jet, y, ms interesante de todo, las consultas entre los tcnicos del Poder Atmico para asegurarse que nadie pueda apretar el Botn por error. El uso de poderosos instrumentos, con sus vastas potencialidades para cambiar al hombre y su ambiente, requiere ms y ms legislacin, licencias y polticas, y por eso procedimientos ms y ms complejos para la inspeccin y mantenimiento de registros. Las grandes universidades, por ejemplo, tienen vicepresidentes a cargo de las relaciones con el gobierno y grandes equipos de secretarias para mantener las montaas de papeles involucrados. A veces, el papeleo, registrando lo que se ha hecho, parece convertirse en ms importante que lo que se registra. Los registros de estudiantes son guardados en cajas de seguridad y bvedas, pero no as los libros de la biblioteca -a menos que sean extremadamente raros o peligrosos. De esta manera, tambin, el edificio administrativo se convierte en la estructura ms grande y ms impresionante de la universidad, y los miembros de la facultad encuentran que cada vez ms de su tiempo para ensear e investigar debe ser dedicado a reuniones de comit y llenado de formularios para cuidar meramente la mecnica para hacer funcionar la institucin. Por las mismas razones, es hasta ms difcil operar un pequeo negocio que no puede costear la tarifa legal que la ms simple de las empresas debe respetar ahora. La facilidad de comunicaciones atravs de tales medios masivos como la televisin, radio, libros y peridicos permite a un slo individuo articulado alcanzar a millones. Sin embargo el telfono y la oficina postal le permiten a una fraccin formidable de esos millones responder, lo cual puede ser halagador y placentero, excepto que no hay manera de dar respuestas individuales -especialmente cuando los que responden buscan consejo para problemas personales o especializados. Slo el presidente o el primer ministro o los jefes de las grandes corporaciones pueden costear el personal y la maquinaria para tratar con tantas respuestas.

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La velocidad y eficencia del transporte por super-autopistas y por el aire restringe de muchas maneras la libertad de viajar. Es cada vez ms difcil dar un paseo caminando, excepto en tales "reservaciones para vagabundos" como son los parques administrados por el Estado. Pero el parque ms cercano de mi casa tiene, en su entrada, una reja frisada con una larga lnea de placas que dicen: NO HACER FOGATAS, NO SE ADMITEN PERROS, PROHIBIDO CAZAR, NO ACAMPAR, PROHIBIDO FUMAR, NO CABALGAR A CABALLO, PROHIBIDO NADAR, NO LAVAR (yo nunca hice eso), PICNIC RESTRINGIDOS A LAS REAS DESIGNADAS. Kilmetros de lo que solan ser playas libres y fciles ahora son parques que cierran a las 6 pm, as que nadie puede acampar all para un festn bajo la luna. Ni puede uno nadar ms de cien metros aguas adentro. Todo por la causa de "la seguridad primero" y la vida a prueba de tontos. Slo intenta pasear a pie despus del atardecer en una zona residencial de los EE.UU. Si puedes penetrar las rejas de alambre a lo largo de las autopistas, y despus caminas por una calle placentera, puedes ser retado por un carro de polica: "A dnde vas?". Pasear sin direccin es sospechoso e irracional. Probablemente eres un vago o un ladrn. Ni siquiera ests paseando al perro!. "Cunto dinero cargas?". Seguramente, podras haber pagado el autobs pero si tienes poco o ningn dinero en efectivo, claramente eres un maleante y una molestia. Cualquier dueo de casa competente llegara a su hogar en un Cadillac. El viaje comn significa ahora ir a mxima velocidad por seguridad de un punto al otro, pero la mayora de los puntos alcanzables estn cada vez ms atascados con gente y carros estacionados, y por eso vale la pena menos ir a verlos, y por razones similares es ms inconveniente que nunca hacer negocios en los centros de nuestras grandes ciudades. El viaje autntico requiere un mximo de vueltas no previstas, porque no hay otra manera de descubrir sorpresas y maravillas, las cuales, como yo lo veo, es la nica buena razn para no quedarse en casa. Como ya se sugiri, la intercomunicacin rpida entre los puntos es hacer todos los puntos el mismo punto. La playa Waikiki es slo una versin mestiza de Atlantic City, Brighton y Miami. A pesar del hecho que ms accidentes suceden en el hogar que en ms ningn lado, la creciente eficencia de la comunicacin y del control del comportamiento humano puede, en vez de liberarnos en el aire como pjaros, fijarnos a la tierra como un hongo. Toda la informacin llegar por la televisin super-realstica y otros equipos electrnicos que estn an en la etapa de planificacin o apenas imaginados. De una manera esto permitir al individuo a extenderse a s mismo a cualquier lado sin mover su cuerpo -hasta a regiones distantes del espacio. Pero ste ser un nuevo tipo de individuo -un individuo con un sistema nervioso colosal alcanzando cada vez ms afuera hacia el infinito. Y este sistema nervioso electrnico estar tan interconectado que todos los individuos enchufados tendern a compartir los mismos pensamientos, los mismos sentimientos, y las mismas experiencias. Podrn haber tipos especializados, as como hay clulas y orgnos especializados en nuestros cuerpos. Pero la tendencia para todos los individuos ser coalescer en un slo cuerpo bio-electrnico.

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Considere los medios asombrosos que se usan ahora para espiar, los aparatos usados ya en oficinas, fbricas, tiendas, y en varias lneas de comunicacin como el correo y el telfono. Atravs de las tcnicas de transistores y miniaturizacin, estos aparatos se hacen cada vez ms invisibles y cada vez ms sensitivos para los tenues impulsos elctricos. La tendencia de todo esto es hacia el fin de la privacidad individual, con una extensin dnde sea hasta imposible concebir los propios pensamientos. Al final de la lnea, a nadie se le deja una mente propia: slo hay una vasta y compleja mente-comunitaria, dotada, quizs, con poderes tan fantsticos de control y prediccin que ya sabr su propio futuro de aos y aos por venir. Sin embargo mientras ms segura y vividamente sabes tu futuro, ms tiene sentido decir que ya lo tuviste. Cuando ya se sabe el resultado de un juego, nos retiramos y empezamos otro. Por esto mucha gente objeta que le digan su fortuna: no es que decir tu suerte sea mera supersticin o que las predicciones puedan ser horribles, si no que simplemente mientras con mayor seguridad se conoce el futuro, menor es la sorpresa y menor la diversin de vivirlo. Encaprichmonos en una fantasa ms en la misma lnea. La tecnologa debe intentar mantener un balance entre la poblacin humana y los recursos consumibles. Esto requerir, en una mano, control natal juicioso, y en la otra, el desarrollo de muchos nuevos tipos de alimentos de la tierra, el ocano y el aire, sin duda incluyendo la reconversin de excrementos en sustancias nutritivas. Sin embargo en cualquier sistema de este tipo hay una prdida gradual de energa. Al reducirse los recursos, la poblacin debe reducirse en proporcin. Si, para esa poca, la raza siente que ella misma es una mente-cuerpo individual, este superindividuo se ver a si mismo hacindose pequeo y cada vez ms pequeo hasta que la ltima boca se coma el ltimo bocado. Tambin podra ser que, mucho antes de eso, las gentes sean de plstico altamente resistente, rplicas de gentes sin mayores necesidades de alimentos. Pero no sera esto lo mismo que la muerte de la raza, con ms nada que ecos vacos de plstico de nosotros mismos reverberando atravs del tiempo? Para la mayora de nosotros viviendo hoy, todas estas fantasas del futuro parecen muy objetables: la prdida de privacidad y libertad, la restriccin de viajes, y la conversin progresiva de carne y sangre, madera y piedra, frutas y peces, visiones y sonidos, en reproducciones sintticas y electrnicas de plstico. Cada vez ms, el artista y el msico se ponen fuera del negocio atravs de la fabricacin de reproducciones cada vez ms esperanzadoras y baratas de sus trabajos originales. Ser que la reproduccin en este sentido reemplazar a la reproduccin biolgica, atravs de la fisin celular o la unin sexual? Resumiendo, es el prximo paso de la evolucin la transformacin del hombre a nada ms que patrones electrnicos?. Todas estas eventualidades pueden parecer muy remotas como para que valga la pena preocuparse. Sin embargo estn ya con nosotros de muchas maneras, y, como hemos visto,

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la velocidad del cambio tcnico y social se acelera ms de lo que nos gusta admitirlo. La popularidad de la ciencia ficcin atestigua una amplia fascinacin por tales preguntas, y tanta ciencia ficcin es de hecho un comentario sobre el presente, porque una de las mejores maneras para entender qu sucede hoy es extenderlo hacia el maana. Cul es la diferencia entre lo que est pasando, en una mano, y la direccin de su movimiento, en la otra? Si estoy volando desde Londres a Nueva York, me estoy moviendo hacia el oeste an antes de dejar la costa britnica. La ciencia ficcin a la cual le hemos estado dando rienda suelta tiene, entonces, dos importantes moralejas. La primera es que si el juego de orden-versus-azar va a continuar como un juego, orden no debe ganar. Al aumentar la prediccin y el control, el juego deja de valer la pena en la misma proporcin tambin. Buscamos un nuevo juego con un resultado incierto. En otras palabras, tenemos que escondernos otra vez, quizs de una nueva manera, y entonces buscarnos de nuevas maneras tambin, porque los dos juntos hacen la danza y la maravilla de la existencia. Al contrario, azar tampoco puede ganar, y probablemente no pueda, porque la polaridad orden/azar parece del mismo tipo que encendido/apagado y arriba/abajo. Algunos astrnomos creen que nuestro universo comenz con una explosin que lanz todas las galaxias al espacio, donde, atravs de la entropia negativa, se disolver eternamente en una radiacin sin caractersticas. Yo no puedo pensar de esta manera. Esto es, supongo, mi axioma metafsico bsico, my "salto de fe", que lo que pas una vez puede volver a suceder. No es tanto que deba haber tiempo antes de la primera explosin y tiempo despus de la disolucin final. sino que ese tiempo (como el espacio) se curva sobre si mismo. Esta suposicin es reforzada por la segunda moraleja de estas fantasas, la cual es la ms alarmante. Aqu se aplica el proverbio francs plus a change, plus c'est la mme chose -mientras ms cambia, ms es la misma cosa. El cambio es en algun sentido una ilusin, porque siempre estamos en el punto donde cualquier futuro puede tomarnos! Si la raza humana desarrolla un sistema nervioso electrnico, afuera de los cuerpos de las personas individuales, dndonos as a todos una sola mente y un cuerpo global, esto es casi precisamente lo que ha pasado en la organizacin de las clulas que componen nuestros propios cuerpos. Ya lo hemos hecho. Nuestras clulas corporales, y sus componentes ms pequeos, aparecen y desaparecen parecido a como vibran las ondas lumnicas y as como la gente va desde el nacimiento hasta la muerte. Un cuerpo humano es cmo un remolino, parece haber una forma constante, llamada remolino, pero funciona por la nica razn que el agua no se queda en l. Todas las molculas y tomos del agua tambin son "remolinos" -patrones de movimiento que no contienen ninguna "materia" constante e irreductible. Cada persona es la forma tomada por un ro -un maravilloso torrente de leche, agua, pan, bisteck, fruta, vegetales, aire, luz, radiacin -todo lo cual son ros a su vez. As son nuestras instituciones. Hay una "constante" llamada Universidad de California en la cual nada se queda: estudiantes, profesores,

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administradores, y hasta los edificios van y vienen, dejando la universidad misma sola como un proceso continuo, un patrn de comportamiento. En cuanto a los poderes de prediccin y control, el organismo individual ya lo ha logrado en una medida que debe haber dejado atnitas a las neuronas cuando aprendieron el truco por primera vez. Y si nos reproducimos a nosotros mismos en trminos mecnicos, de plstico y patrones electrnicos, esto no es realmente nuevo. Cualquier especie debe ver con recelo a aquellos miembros que muestren primero signos de cambio, y seguramente los tratarn de peligrosos o locos. Es ms, este nuevo e inesperado tipo de reproduccin seguramente no es ms extrao que muchas de las grandes variedades de mtodos ya encontrados en el mundo biolgico -la sobrecogedora transformacin de la oruga en mariposa, o el arreglo entre abejas y flores, o el desagradable pero maravilloso sistema complejo del mosquito anfeles. Si todo esto termina con la raza humana sin dejar ms traza de s misma en el universo que un sistema de patrones electrnicos, Por qu debera preocuparnos? Si eso es exactamente lo que somos ahora!. Carne o plstico, inteligencia o mecanismo, nervio o cable, biologa o fsica -todo parece llegar hasta esta fabulosa danza electrnica, que, a nivel macroscpico, se presenta ella misma a s misma como la gama completa de formas y "sustancias". Pero el problema subyacente de la ciberntica, lo que la hace un xito/fracaso sin fin, es controlar el proceso de control mismo. El poder no necesariamente es sabidura. Puedo tener omnipotencia virtual en el gobierno de mi cuerpo y mi ambiente fsico, pero cmo voy a controlarme a m mismo para evitar locura y error en su uso?. Los genetistas y neurlogos pueden llegar al punto de ser capaces de producir cualquier tipo de caracterstica humana segn pedido, pero cmo sabrn que tipos de caractersticas sern necesarias? La situacin de una cultura pionera llama a individualistas rudos y agresivos, mientras una cultura urbana-industrial requiere equipos de trabajadores sociales y cooperativos. Mientras el cambio social aumenta en velocidad, cmo los genetistas preveern las adaptaciones al gusto, temperamento y motivacin que ser necesario veinte o treinta aos despus?. Cada acto de interferencia con el curso de la naturaleza la cambia de maneras impredecibles. Un organismo humano que ha absorbido antibiticos no es realmente el mismo tipo de organismo que era antes, porque el comportamiento de sus microorganismos ha sido alterado significativamente. Mientras ms uno interfiere, ms uno debe analizar un volumen cada vez ms grande de informacin detallada acerca de los resultados de la interferencia en un mundo cuyos detalles infinitos estn intrincadamente entretejidos. Esta informacin ya es, hasta en las ciencias ms altamente especializadas, tan basta que ningn individuo tiene tiempo de leerla -menos an de absorberla. Al resolver problemas, la tecnologa crea nuevos problemas, y parecemos, como en "Atravs del Lente", tener que mantenernos corriendo rpido y cada vez ms rpido para permanecer donde estamos. La pregunta es entonces si el progreso tcnico realmente "lleva a algn lado"

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en el sentido de aumentar el placer y la felicidad de la vida. Ciertamente hay un sentido de alegra o calma en el momento del cambio -en los primeros usos del telfono, radio, televisin, aviones jet, medicinas milagrosas o la mquiana calculadora. Pero demasiado pronto todas estas invenciones son tomadas como garantizadas, y nos conseguimos a nosotros mismos oprimidos con los nuevos predicamentos que traen con ellas. Un presidente exitoso de una universidad una vez se quej ante m, "Estoy tan ocupado que tendr que conseguirme un helicptero!", "Bueno", le respond, "Estars adelante mientras seas el nico que tiene uno, pero no lo obtengas. Todo el mundo esperar ms de t". El progreso tcnico es ciertamente impresionante desde el punto de vista individual inmediato. Hablando como un anciano en los aos 1960s, Sir Cedric Hardwicke dijo que su nico arrepentimiento es no haber podido vivir en la Era Victoriana-con penicilina. Todava estoy agradecido que no tengo que ir al doctor ni al dentista de mi niez, sin embargo me doy cuenta que los avances en un campo estn entrelazados con avances en todos los otros. No podra tener penicilina o anestesia moderna sin aviacin, electrnica, comunicacin de masas, superautopistas y agricultura industrial -sin mencionar la bomba atmica y la guerra biolgica. Tomando, entonces, una visin de las cosas ms extensa y amplia, el proyecto entero de "conquistar la naturaleza" aparece ms y ms como un espejismo -un incremento en el paso de la vida sin cambio fundamental de posicin, as como sugiri la Reina Roja. Pero el progreso tcnico se hace una manera de atascarse cada vez ms rpido por la ilusin bsica de que el hombre y la naturaleza, el organismo y el ambiente, el controlador y el controlado son cosas bien diferentes. Podramos "conquistar" la naturaleza si pudiramos primero, o al mismo tiempo, conquistar nuestra propia naturaleza, a pesar que no veamos que la naturaleza humana y la naturaleza "afuera" son una sla pieza. De la misma manera, no vemos que "Yo" como el conocedor y controlador soy la misma persona que "mi mismo" como algo a ser conocido y controlado. El mecanismo de retroalimentacin auto-conciente de la corteza cerebral nos permite la alucinacin de que somos dos almas en un cuerpo -un alma racional y un alma animal, un jinete y un caballo, una buena persona con mejores instintos y sentimientos ms finos y un bellaco con lujurias y pasiones sin medida. De esto vienen las maravillosas hipocresas en que nos involucramos en la culpa y penitencia, y las temibles crueldades del castigo, la guerra, y hasta el auto-tormento en nombre de tomar el lado del alma buena contra la mala. Mientras el alma buena se alinea ms consigo misma, ms revela su sombra inseparable, y mientras ms repudia su sombra, ms se convierte en sta. Por eso durante miles de aos la historia humana ha estado en un magnfico conflicto intil, una actuacin maravillosa de panoramas de triunfo y tragedias basados en el tab contra admitir que el negro va con el blanco. Nada, quizs, vaya nunca a ninguna parte con tanta dificultad. Como cuando Tweedledum y Tweedledee acordaron tener una batalla, el truco esencial del Juego de Negro-y-Blanco es mayormente una conspiracin tcita de los jugadores de conciliar su unidad pero vindose tan diferentes como sea posible. Es como una pelea escnica tan bien actuada que la audiencia est dispuesta a creerla una pelea real. Escondida

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detrs de sus diferencias explcitas est la unidad implcita de lo que el Vedanta llama el "Yo", el uno-sin-un-dos, el "uno que hay" y el "todo que hay" que se concilian a s mismos en la forma de t. Si, entonces, hay esta unidad bsica entre uno y los otros, individuo y universo, cmo se hicieron tan estrechas nuestras mentes que no lo sabemos?. NOTAS: (1) "Ver el sol meterse trs una colina llena de flores, caminar sin direccin dando vueltas por un gran bosque sin pensar en regresar, pararse en la costa y ver un bote que desaparece tras islas distantes, contemplar el vuelo de los gansos salvajes que se ven y luego se pierden entre las nubes". (Seami) Todos estos son "yugen", pero qu tienen en comn?.

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CAPITULO TRES COMO SER UN FRAUDE GENUINO EL GATO ya ha salido del saco. La informacin interna es que t mismo como "slo pequeo yo" quien "vino a este mundo" y vive temporalmente en una bolsa de piel es un engao y un fraude. El hecho es que como ninguna cosa o caracterstica del universo es separable del todo, el nico T real, o "Yo", es el todo. El resto de este libro intentar hacer esto tan claro que no slo entenders las palabras sino que sentirs el hecho. El primer paso es entender, tan vividamente como sea posible, cmo empieza el engao. Primero debemos mirar a la forma y comportamiento del engao mismo. He estado interesado desde hace mucho en tratar de encontrar cmo la gente experimenta, o siente, su propia existencia -para cules sensaciones especficas usan la palabra "yo"?. Poca gente parece usar esta palabra para su organismo fsico completo. "Yo tengo un cuerpo" es ms comn que "yo soy un cuerpo". Hablamos de "mis" piernas como hablamos de "mis" ropas. Y "yo" parece permanecer intacto hasta si las piernas son amputadas. Decimos "yo hablo, camino, pienso y (hasta) respiro". Pero no decimos "Yo formo mis huesos, crezco mis uas ni yo circulo mi sangre". Parece que usamos "Yo" para algo en el cuerpo pero no realmente del cuerpo, porque mucho de lo que pasa en el cuerpo parece que le sucede a "Yo" de la misma manera que los eventos externos. "Yo" es usado como el centro del comportamiento voluntario y la atencin conciente, pero no consistentemente. Respirar es slo parcialmente voluntario, y decimos "Yo estaba enfermo" o "me qued dormido" como si los verbos no fueran pasivos sino activos. De cualquier forma, "Yo" usualmente se refiere a un centro en el cuerpo, pero diferentes personas lo sienten en diferentes lugares. Para algunas culturas, es en la regin del plexo solar. El hsin chino, el corazn-mente o alma, se encuentra en el centro del pecho. Pero la mayora de los occidentales localizan el ego en la cabeza, centro desde donde cuelga el resto de nosotros. El ego est en algn lugar detrs de los ojos y entre los odos. Es como si all dentro del domo del crneo estuviera sentado un oficial controlador que usa audfonos enchufados a los odos, y ve una pantalla de televisin conectada con los ojos. Frente a l hay un gran panel de diales e interruptores conectados con todas las otras partes del cuerpo que producen informacin o responden a la voluntad del oficial. Este oficial controlador "ve" vistas, "oye" sonidos, "siente" sensaciones, y "tiene" experiencias. Estos son maneras comunes pero redundantes de hablar, porque ver una vista es slo ver, oir un sonido es slo oir, sentir una sensacin es slo sentir, y tener una experiencia es slo

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experimentar. Pero el que estas frases son tan comunmente usadas muestra que la mayora de las personas se piensan a s mismos como separados de sus pensamientos y experiencias. Todo esto puede ponerse maravillosamente complicado cuando nos preguntamos si nuestro oficial tiene otro oficial adentro de su cabeza y as ad infinitum! Hubo un hombre joven que dijo, "Aunque parece que yo s que yo s, lo que me gustaria ver es el "yo" que sabe de "m" cuando yo se que yo se que yo se". Una de las piezas ms importantes en el equipo de nuestro oficial es su sistema para grabar y almacenar -la memoria que l constantemente "consulta" para saber cmo interpretar y responder a su entrada sensorial. Sin este equipo, l no podra tener sensacin de constancia -de ser el mismo oficial que era hace un segundo. Aunque las grabaciones de la memoria son mucho ms fludas y elusivas que la pelcula fotogrfica o la cinta mgnetica. La acumulacin de recuerdos es una parte esencial de la sensacin de ego. Da la impresin de uno mismo, el oficial, como algo que permanece mientras transcurre la vida -como si el yo conciente fuera