Agustina Correa: 20 años de vida fotografiados

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Mariano Legname – “Agustina Correa: 20 años de vida fotografiados”

“Agustina Correa: 20 años devida fotografiados”

Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Sociales

Carrera de Ciencias de la Comunicación

Historia General de los Medios y Sistemas de Comunicación

Cátedra Levenberg

Profesor Julio Moyano

Mariano Legname

DNI 34179362




Introducción:

El presente trabajo reconstruye la vida de Agustina Correa, argentina de 20 años

oriunda de Ciudad Evita. La fotografía como técnica de representación masiva ha

sido uno de los temas que más me ha interesado al cursar la asignatura Historia

General de los Medios y Sistemas de Comunicación y por eso retomo la temática

en esta monografía.

La elección de Agustina se debe a un riquísimo material que posee su familia: una

colección de álbumes de fotos ordenados cronológicamente y actualizado al día de

la fecha.

Mi pretensión es abordar a través de la revisión de los álbumes y una entrevista

con Agustina cuatro pasajes en la historia de la fotografía, distinguibles en las dos

décadas de vida de la entrevistada:

1) El pasaje de una práctica amateur dada en momentos excepcionales a una

práctica más cotidiana, dada por las mayores facilidades técnicas a lo largo

del tiempo. Este es el primer pasaje proyectado en para este trabajo y seráel único que no soporte el contraste con los hechos.




2) El pasaje de la fotografía analógica a digital.

3) El pasaje de una práctica fotográfica familiar a personal.

4) El pasaje del almacenamiento revelado en papel al virtual.

También se incluirán en el trabajo fotografías de los álbumes de la colección

familiar, de las fotos contenidas en el mismo y de otras fotografías digitales

relevadas del perfil público de Agustina en redes sociales.

Tratándose de una período reciente (1991-2011) de la historia, intentaré hacer un

análisis de las prácticas culturales entorno a la fotografía amateur, sacando

conclusiones propias pero anclándome en el conocimiento de algunos textos:

1) Freund, Giselle: La fotografía como documento social , Barcelona, Gustavo

Gili, 1993. Este texto me sirve para conocer el desarrollo de la fotografía

desde sus inicios y como las capas medias fueron incorporándose a la

práctica.

2) Pérez Fernández, Silvia: Fotografía de (las) minorías: apuntes para una

discusión , Brasil, Edición digital de los textos del evento Cultura e

Pensamento, 2007. Este texto muestra la pretensión de trascendencia por

parte de los fotógrafos amateurs.

3) Pérez Fernández, Silvia: Apuntes sobre la fotografía argentina de fin de

siglo, hacia la construcción de un mercad o, Montevideo, Ediciones CMDF,

2007. Este texto sirve como contexto para la década de 1990 con el modelo

menemista como posibilitador de acceso a la técnica para las capas

medias.

El análisis presente en el siguiente trabajo, es resultado del contraste entre ideas

previas y respuestas dadas por la entrevistada. No es un análisis generalizable

pero espero que sirva como fotografía de un momento particular de la historia de

los medios.




Desarrollo:

Agustina Correa vive con su familia, sus padres y tres de los cinco hermanos que

todavía permanecen en la casa de Ciudad Evita. Durante la cursada de la

asignatura de este trabajo, visité su casa encontrándome con el tesoro que terminó

definiendo esta monografía: la familia revelaba y archivaba fotos desde 1987 hasta

la actualidad, generando una colección muy extensa y ordenada

cronológicamente. Llamó mi atención la riqueza del material dado que

generalmente las familias no poseen una colección tan prolijamente ordenada y no

siguen con la práctica del revelado en la actualidad. Este trabajo podría tratarse de

esa colección para enmarcarlo en las pautas de la cátedra he decidido poner la

vida de Agustina a la luz de tal colección.

Para empezar, los álbumes datan de mucho antes del nacimiento de nuestra

protagonista. Hay fotos desde 1987. Pero comprendiendo la vida de Agustina era

necesario encontrar su referencia en tales álbumes. No fue difícil dado el orden de

los álbumes. Solo había que tomar el libro “Ener o 1991 – Octubre 1991” y

encontrar la fotografía.

“Yo nazco en el álbum número 5”




La vida de Agustina, nacida en la década de 1990, está registrada entonces desde

su primer día. Esto es importante para la compresión de una generación que

cuenta con un registro visual extenso de su existencia. El interesante problema en

este caso, es que la colección de esas imágenes se encuentra partida entre dos

dispositivos (analógico y digital) y dos formas de revelado (papel e internet).

Podríamos inferir que generaciones futuras, tendrán toda su vida documentada por

dispositivos digitales para su publicación y revisión en internet. De hecho, una de

las líneas sobre las que avanza Facebook con su último lanzamiento (por ahora

solo disponible para desarrolladores) es la de una biografía. Hasta el momento no

era posible recorrer momentos muy remotos a través de dicha red social. En la

actualidad y con el nuevo perfil, el usuario puede remitirse a tiempos tan remotos

como quiera, explorando su vida. Y si es preciso, la red social invita a subir una

foto de aquellos momentos previos a la creación de la cuenta. A continuación una

foto de mi cuenta personal, que ayudará a entender a explorar el pasaje entre las

colecciones en papel y las colecciones almacenadas en la nube:

Por más que esta referencia personal pareciera alejarnos de la historia de

Agustina, nos permitirá llegar a algunas conclusiones. En primero lugar, durante la

entrevista con Agustina surgió esta relación con Facebook y su nuevo perfil. Se lo

mostré sabiendo que ella al no estar dada de alta como desarrolladora no lo




conocía. Apenas le mostré la posibilidad de remontarse al nacimiento se encantó.

Me pidió instrucciones para dar de alta la nueva función y poder subir la foto de su

nacimiento. Esto se enmarca en el pasaje de la colección en papel a la digital. Lo

interesante es como se resuelve estas vidas partidas entre formatos. En el caso de

Agustina, la decisión es clara, digitalizar las fotos en papel parece la mejor opción

para generar una sola colección. Más allá del interés de la entrevistada por

hacerlo, vemos en la misma plataforma una clara incitación a la digitalización de

fotografías en papel, ofreciendo a los usuarios subir una foto a cada hecho

biográfico del que la plataforma tiene información. La invitación se muestra de la

siguiente manera:

De todas formas, no todas las prácticas de la vida fotográfica de Agustina explican

la misma tendencia. En primera instancia llamó mi atención al llegar al momento

de la entrevista, que los álbumes estén actualizados. Creía que la colección iba atener un corte que me permitiría explicar el pasaje de la colección en papel a la

colección digital. Pero como debería ser esperable para el investigador, el caso no

es tan simple. La familia de Agustina sigue revelando fotos al día de hoy. Incluso

en grandes cantidades: “No dejamos de revelar””

Pueden verse en los estantes dónde están los álbumes, dos sobres con fotos

reveladas de 2011 esperando ser colocadas en los álbumes:




Incluso, los álbumes que aparecen en la imagen justo arriba de estos sobres,

están vacíos y esperando archivar nuevo material de la fotografía familiar. De

todas formas, habría que entender esta práctica algo alejada de la biografía de

Agustina que como veremos más adelante ha escindido su registro fotográfico

creando una colección personal, separada de la familiar.




Por otra parte, podemos hacer algunas inferencias a partir de los títulos de los

álbumes: “Algunas años colgamos, solo treinta y uno tienen la descripción y se

puede hacer más corta la búsqueda”.

Vemos por ejemplo que los primeros álbumes rotulados se aproximan a los ocho

meses registrados:




Esto se acelera cuando revisamos los últimos álbumes etiquetados:

En este caso vemos que un álbum llega a registrar apenas dos meses. Esto se

explica por el pasaje de la fotografía analógica a la digital, que permite una mayor

cantidad de tomas. El límite pasa de ser el la cantidad de diapositivas en el rollo a

la cantidad de espacio disponible en la tarjeta de memoria.




Unas de las ideas a priori dispuestas para este trabajo fue pensar el pasaje de una

práctica fotográfica cada vez más ordinaria, por el acceso a la técnica, pasando de

momentos más excepcionales a más cotidianos. De todas formas, nuevamente, el

caso es mucho más complejo. Así entiende Agustina el desarrollo temático de la

colección: “Lo que sí, cada vez se empezaron a hacer más específicos, antes

había todo el año en fotos, domingos al mediodía y se podría decir que a partir del

álbum 39 empezaron a ser solo cumpleaños, las fiestas, vacaciones.” Esto

derribaría algunas pretensiones del trabajo, aunque es comprensible teniendo en

cuenta la bibliografía de apoyo. Estamos en este caso ante un proceso que va de

un período inicial más experimental hacia un período con usos más específicos

para la cámara fotográfica. Según el relato de Agustina, la familia podía tener en el

mismo rollo fotos de distintos domingos compartidos. Esto se comprende de la

siguiente manera: con la llegada del artefacto al hogar, es todo fascinación y los

usos no están tan institucionalizados. En cambio las últimas fotos, refieren

claramente a eventos sociales excepcionales de la familia, siendo las últimos fotos:

“Del cumpleaños ochenta de mi abuelo y también de los ochenta de mi abuela.”

La colección muestra el corte entre las fotos analógicas y digitales en el álbumnúmero cuarenta: “Estás son las últimas de rollo, me acuerdo, es 2003”. Las




siguientes fotos son tomadas con la primera cámara digital de la familia. Por otra

parte, es interesante el marco en que se produce la adquisición de la primera

cámara para Agustina: “Tuve cámara a los quince, una Kodak digital”. Tratándose

de un evento fotografiable como el cumpleaños número quince de una mujer, es

interesante el regalo. También vemos en ese evento un importante choque de

tendencias. Por un lado, los fotógrafos profesionales con sus servicios y por el otro

todos los invitados de la fiesta (incluso la homenajeada) que ya cuentan con

dispositivos para tomar fotografías: “Esas fotos (digitales) que saqué en la fiesta no

las imprimí”. Lo notable, y es digno de otro trabajo más extenso, es cómo la figura

del fotógrafo profesional en eventos se ve amenazada ya que no es ahora el único

capacitado ni equipado para desarrollar tal función. Las clases medias pasan de

acercarse a la fotografía a través de intermediarios, los fotógrafos, a acercarse a la

fotografía pero con la obtención de dispositivos de captura.

Volviendo a la fotografiada vida de Agustina: “La primera foto que recuerdo es una

con el chupete colgado arriba del ciruelo en el fondo de mi casa”. Tiene ya una

conciencia del registro visual de su vida desde muy pequeña. También recuerda

haber revelado fotos: “Las primeras fotos que revelé, fueron de la cámara de mi

papá pero de reuniones con mis amigas en primaria. Yo también tengo álbumes

míos, los tengo en mi habitación”. Surge así en la entrevista que de la colección

familiar se escinde una colección personal impresa, lo que nos permite ahondar en

otro de nuestros referidos pasajes comprendidos en las últimas dos décadas.

Agustina, nacida en 1991, cuenta ya con una colección personal de fotos en papel,

una cuestión impensada cincuenta años atrás cuando todas las colecciones eran

familiares. Este proceso se agudizará y completará en las colecciones digitales, ya

que nuestra protagonista cuenta también con álbumes de fotos en la red social

Facebook: “Acá es casi todo con mi familia, hay un montón de fotos que yo tengo

acá que están en mi Facebook, pero no álbumes.” A pesar de las posibilidades, el

orden de los álbumes digitales es mucho más caótico, aunque reproducen en

cierta medida lo que sucede con la colección familiar. Comienzan siendo álbumes

de fotos variadas: “Uno que se llama „Otras 2009‟, otros que se llama „Otras 2010‟.”




Pero más adelante, encontramos también una tematización clara dada sobre todo

por eventos sociales: “El último es el de campeonas, ese fue el último. Ya concámara réflex. El álbum se llama „Les presento en fotos el mejor día de mi vida”.




Es llamativo y no era esperado a priori en este trabajo, descubrir esta coincidencia

en los procesos de registro fotográfico amateur, tanto en su etapa analógica

revelada en papel, como digital revelada en la nube. En ambos casos noto que se

comienza por una cuestión más experimental, con un contenido menos definido

estética y temáticamente, pero a medida que pasa el tiempo y Agustina o su

familia se van haciendo consientes de la construcción de su registro visual,

comienzan las puestas y los momentos más excepcionales son los más

fotografiados.




Conclusiones:

Aunque sería probable analizando otras biografías encontrar el pasaje de una

práctica que fotografía momentos más excepcionales pasando a otros más

cotidianos, no se da así en la vida de Agustina. El enfoque sería posible

analizando a una persona nacida por ejemplo en 1960, cuyo registro fotográfico no

es realizado en un principio por él, sino por un profesional que acude a estos

eventos excepcionales. Llegada la adultez, esta persona tendría su propia cámara

y con esta llegaría un registro de momentos más ordinarios. Lo sucede con nuestra

protagonista es que nace en una época donde los dispositivos se ponen al alcance

de las capas medias, que los operan directa y experimentalmente, sin la

intermediación de un fotógrafo profesional, lo que da como resultado este registro

más cotidiano. A medida que el tiempo pasa, Agustina va dejando atrás un uso

experimental para constituirse en fotógrafa de su propia vida, comprendiendo que

debe registrar los eventos sociales excepcionales.

No creo que haya mucho para analizar sobre el pasaje de la fotografía analógica a

digital. Es una cuestión técnica que queda demostrada en la vida de Agustina. Lo

más interesante es la posibilidad dada por la técnica de multiplicar la cantidad de

tomas posibles, al pasar del rollo a la memoria digital.

El pasaje de una práctica fotográfica familiar a personal, está estrechamente ligada

a varios aspectos descriptos en este trabajo. En primer lugar, la miniaturización y

el abaratamiento de los aparatos permiten que los mismos sean de uso personal.

Así surgen las colecciones personales. Por otra parte, Agustina vive en una época

en donde las redes sociales son espacios de reafirmación de identidad a nivel

personal, por lo tanto las fotografías que nutren el mismo, son del mismo carácter.

Respecto del pasaje del revelado en papel al revelado digital, creo que lo más

interesante es atender como las plataformas digitales lucharan por evitar que sus

usuarios tengan vidas partidas entre el papel y lo digital e invitarán a sus usuarios

a digitalizar aquellas fotos de la etapa previa.

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