Aguilera malta demetrio el cholo del cuerito de venado

5
Demetrio Aguilera Malta:El cholo del cuerito de venado La primera vez fue en el mar. Claro. Como que él era pescador... La había ensartado. De canoa a canoa. Rápido la había apretado contra su cuerpo, y la había besado. Por más que ella protestara. —No, desgraciao. No... Y él estrechándola más. Haciéndola sentir la fiebre de su cuerpo. Dominándola. —Sí. ¿Sabes vos? Si. Porque me has fregao. Porque me he enamorao e ti. Porque tienes que ser mía... El mar parecía ayudarles. Daba vaivén de hamaca a las canoas. Temblaba con un temblor polícromo de olas... No. Desgraciao. No... La canoa tuvo agitación de correntada. Los vestidos saltaron, tal que lisas cabezonas. Y los cuerpos florecieron. Arriba el sol -como una

Transcript of Aguilera malta demetrio el cholo del cuerito de venado

Page 1: Aguilera malta demetrio el cholo del cuerito de venado

Demetrio Aguilera Malta:El cholo del cuerito de venado

   La primera vez fue en el mar. Claro. Como que él era pescador...   La había ensartado. De canoa a canoa. Rápido la había apretado contra su cuerpo, y la había besado. Por más que ella protestara.   —No, desgraciao. No...   Y él estrechándola más. Haciéndola sentir la fiebre de su cuerpo. Dominándola.   —Sí. ¿Sabes vos? Si. Porque me has fregao. Porque me he enamorao e ti. Porque tienes que ser mía...   El mar parecía ayudarles. Daba vaivén de hamaca a las canoas. Temblaba con un temblor polícromo de olas...   No. Desgraciao. No...   La canoa tuvo agitación de correntada. Los vestidos saltaron, tal que lisas cabezonas. Y los cuerpos florecieron. Arriba el sol -como una raya de oro- clavó sus dientes rubios en las carnes brincadoras...   Y fue...   Sobre ella y sobre el mar. En el tálamo verde de las aguas. Ante los mangles enormes -bufeos encadenados a las islas-. Arropados con brisa y con horizonte.

Page 2: Aguilera malta demetrio el cholo del cuerito de venado

   Fue...   Después -final de marea- él, Nemesio Melgar, Chachito, como lo llamaban, habló.   —La primera y la última...Los mangles se hundían en empuje de aguaje. Los roncadores callaban. Los ostiones pudorosos, vestíanse en las ñangas, con encajes de espuma. Hacía frío.   —La primera y la última...   Y explicó.   Claro. Él quería que todo fuera así.   Tal que un sueño. La cosa rápida. Violenta: el relámpago!... ...Odiaba la maldita vida, siempre igual. No le gustaba la casa, ni la comida, ni la mujer de todos los días. Quería cambiar. Cambiar siempre... Sugirió.   —Tú debes hacer lo mismo. Todo el mundo aquí te quiere. Puedes cambiar de hombre como e calzón.   La chola -la negra dura y vibrante como una canoa de pechiche- lo miró.   —No. ¿Sabes? Me has fregao. Pues bien, o contigo o con nadie. ¿qué la primera y la última? Está bien... ...Si quieres lárgate. Yo siempre te esperaré. Yo siempre te seré fiel como el cuerito e venao... Como el cuerito e venao que te espera bajo el tordo para que tu lo cubras... para que tu lo calientes...   Con la Nica -hembra recia de espaldas musculosas y de muslos de cepo. Una mujer que lo hizo gritar...

Page 3: Aguilera malta demetrio el cholo del cuerito de venado

   Era en una balandra, cerca del mar, y al fin... Tirados sobre las cuadernas nudosas. Más potente que siempre y que nunca.   —Caray, que tienes fuerza...   —Claro. El verde y la lisa no me falta nunca.   —Ahá.   Nemesio Melgar -Chachito como lo llamaban- no podía ya.   —Bueno pues.   —¿Qué?   —No. todavía no.   —¿Qué?   ¡Ah! cómo le brincaba la frase azul de la Nerea... “Como un cuerito de venao”. Con Gertrudis -vejancona sabia en amor- ...Decíase que en Guayaquil se vendía a bajos precios en su juventud.   Era en un galpón de San Ignacio -la isla que tenía agua dulce- bajo un toldo. Tranquilos y serenos. Gozando como nunca.   —¿Sabes? ¡Eres lo mejor que he conocido!   —... Ya me lo han dicho.   —Parece que me batieras como a un molinillo.   —Ahá.   —Me haces gozar como nadie...   —Está bien.   Pero allá, maldita sea, allá no sabía donde. Pero muy adentro de sí mismo. Le gritaba una voz. La pobre voz de la Nerea.   “Como un cuerito de venao”.

Page 4: Aguilera malta demetrio el cholo del cuerito de venado

   ¿Cuántas fueron?... La Merela, la Margarita, la Nicasia, la Mamerta, la Cusumba... No las recordaba todas. Se le metieron en la vida. Tal que un relámpago. Lo chuparon. Lo aniquilaron. Sentíase débil y pequeño. Tal que sonámbulo. Arrastrando la tortuga volteada de una canoa de chirigua, sobre la uniformidad de los esteros... Pero un día... Sin saber cómo ni por qué, llegó donde ella. Su Nerea. Su cuerito de venao. Y esa noche, la historia vulgar. Los eslabones iniciales de la vieja cadena de la nueva vida. ¡Ah, cómo calentó el cuerito de venao! ¡Cómo lo cubrió! ¡Cómo lo tomó incendio de carne!... Vibración de marejada...