AGRICULTURA Y SOCIEDAD ENLA DECADA DE LOS AÑOS 80

El incremento del precio de la energía es elfactor que consideramos condicionará de ma-nera fundamental el desarrollo económico ysocial de los años venideros. Este incrementode precios origina una inflación de costes denuevo tipo, que tiene como consecuencia laaparición del paro al no verse acompañado elproceso inflacionista por una expansión de lademanda.

A la luz del problema energético debemoscontemplar la posible evolución de la econo-mía, de la técnica y de la sociedad en generalde los diferentes países, pero no como unasituación de crisis, y por tanto, pasajera, sinocomo una nueva situación que se dará al variarel marco en el que se va a desarrollar lasociedad en su conjunto. La agricultura, com-prendiendo también el sector agro-alimentario,se verá seriamente afectada por esta evolu-ción, pero quizá no tan intensamente comootros sectores de la economía, ya que la de-manda de productos agrarios no es previsibleque descienda, aunque seguramente variará suestructura.

EVOLUCION PREVISIBLE

El marco en el que situamos la evoluciónprevisible de la sociedad es en el de un períodode transición que comienza con la escasez deunos recursos energéticos usados tradicional-mente y que terminará cuando se comiencena utilizar masivamente nuevas fuentes de ener-gía. Algunos autores estiman que este períodode transición será de unos cincuenta años.Igualmente se estima que las nuevas fuentesde energía estarán basadas en la energía nu-clear (reactores de fusión), en la energía solary en la energía geotérmica. Una vez implan-tados estos sistemas, la producción mundialde energía no se verá limitada en ningún casopor el volumen de recursos.

El proceso del desarrollo económico ha inci-dido fuertemente sobre las relaciones entre elhombre y la naturaleza. Estas relaciones sehan deteriorado, llegando incluso a poner enpeligro el equilibrio ecológico. Ello ha hechosurgir nuevas preocupaciones sobre la conser-vación del medio ambiente, preocupacionesque van más allá de la mera cuestión ecológi-ca, sino que también abarcan en las relacionesdel hombre con su entorno. El concepto dedesarrollo se ha ampliado con toda esa pro-blemática, naciendo el concepto de «desarro-llo integral».

En general, se acepta que un crecimientoeconómico sostenido, unido a la lucha contra,la inflación y la creación de puestos de tra-bajo serán los objetivos básicos de la políticaeconómica de los gobiernos. En principio estecrecimiento es posible si aseguramos el perío-do de transición en materia de recursos ener-

33 --J

géticos, ya que en los años venideros no esprevisible esperar que los problemas del medioambiente o la ausencia de innovaciones tec-nológicas puedan plantear un límite con carác-ter general. Es posible que la escasez de lademanda, o las intervenciones de los gobier-nos puedan disminuir el ritmo de difusión delintercambio técnico o reducir el interés por lainnovación. En este sentido debe hacerse unesfuerzo por mejorar los canales de intercam-bio de información entre países, para que den-tro del marco de las posibles limitaciones delos gobiernos, la información disponible seamáxima.

Los avances tecnológicos, sobre todo en elámbito de la electrónica, y los nuevos cono-cimientos sobre psicología de la educación,abren un campo extenso para el desarrollo denuevos sistemas de información y educación.Los sistemas de información y educación pue-den variar sustancialmente por la utilizaciónmasiva de las nuevas técnicas de comunica-ción, tales como televisión en circuito cerradopor vídeo-cassette o por disco, el adiscopio,diapositivas sonoras, etc., o la utilización dela informática en enseñanza programada o ennuevos sistemas de educación e información.

TENDENCIAS EN LA AGRICULTURA

Si nos ceñimos a los cambios que el pro-blema energético provocará en la agricultura,podemos decir que, seguramente, las tenden-cias a seguir serán:

Mayor aprovechamiento de la energía bioló-gica a través de un acercamiento entre la pro-ducción primaria neta y los productos de con-sumo.

El progreso en la agricultura se ha basadoprincipalmente, en la utilización de la energíafósil (petróleo, carbón, etc.), olvidándose delgran aporte energético que supone el procesofotosintético. La energía solar captada cadaaño por este proceso supone 3.10' julios,mientras que de ella la población mundial sóloconsume, en términos de producción primarianeta, 62.10 18 por año, es decir, un 2 por100. El consumo mundial de energía biológicase reparte de la siguiente forma:

Consumolen 10 18 julios)

Alimentos de origen vegetal 15,3Alimentos de origen animal 24,1Fibras y vestidos 0,4Papel y productos similares 4,3Madera de construcción 6,1Madera para quemar 12,0

62,2

Aparte de este consumo de energía biológica,las necesidades de energía que provienen deotras fuentes, principalmente energía fósil, seestiman en 281.10 18 julios/año. El incrementodel consumo de energía biológica, con la re-ducción paralela del consumo de energía fósil,se conseguiría acercando el consumo a la pro-ducción primaria agraria. Por ejemplo, la re-ducción de la industrialización de algunos pro-ductos agrarios, el acercamiento del momentodel consumo al momento de producción ouna mayor utilización de subproductos seríanacciones que tenderían a incrementar el con-sumo de energía biológica, y a reducir el con-sumo de energía fósil.

Mayor adecuación al medio ecológico de lasorientaciones y sistemas productivos.

Como resultado de una situación de energíabarata se han desarrollado sistemas de produc-ción muy intensivos u orientaciones producti-vas inadecuadas al medio ecológico en el quese desenvuelven, necesitándose para realizar-los un fuerte consumo de energía fósil. Ellonos ha conducido a una situación en la cual laenergía consumida en la producción de los ali-mentos es mucho mayor que la energía con-tenida en los mismos. Por ejemplo, el costeenergético del sistema alimentario belga impli-ca un gasto de energía, energía fósil principal-mente, siete veces mayor que el valor energé-tico de los alimentos distribuidos.

El hecho de que la energía consumida in-directamente en agricultura sea igual o mayorque la consumida directamente hace necesarioun mayor control de los factores de produc-ción de manera que estos se adapten mejora las necesidades de la nueva situación de laagricultura.

El desarrollo de la agricultura ha supuestouna creciente dependencia de los sectores ex-

tra-agrarios. Reflejo de ello es la intensa utili-zación de maquinaria, fertilizantes, pestici-das, etc. Esta situación es la que nos ha lle-vado a consumir indirectamente gran cantidadde energía, puesto que cuando utilizamos untractor no sólo estamos consumiendo la ener-gía contenida en el gasóleo y los lubricantes,sino también la energía que se ha utilizado enel proceso de fabricación de ese tractor. Así,por ejemplo, en Francia, el consumo directode energía para la agricultura es de 10 millonesde t.e.c. (toneladas equivalentes carbón),mientras que el consumo indirecto se estimaen 12 millones de t.e.c.

EL CASO ESPAÑOL

El efecto que tendrá la crisis energética so-bre la agricultura española, aunque difícilmen-te cuantificable, será de gran importancia. De-bemos tener en cuenta que en España se utili-zan cuatro calorías fósiles para producir unacaloría biológica, puesta ya en el plato delconsumidor (en Francia 5,6 y en Estados Uni-dos 7,1 calorías fósiles). Por otra parte, tene-mos que considerar que España importa másde los dos tercios de la energía que consume.

La evolución del empleo en el sector agrarioprevista para el período 1979-1985 (1), consi-derando una política económica estable, supo-ne un descenso paulatino de la poblaciónactiva agraria hasta llegar a menos del 15 por100 en el año final de dicho período. Elextraordinario crecimiento de la productividaden el sector primario en el cuatrienio 1974-1978, superior al crecimiento de la producti-vidad media, obedece a una aceleración en latasa de sustitución de trabajo por capital en el

sector agrario explicada fundamentalmentepor un desplazamiento hacia cultivos pocoexigentes en mano de obra. Parece dudosoque en el plazo de siete años se pueda frenaresta significativa tendencia del agro español,aunque no cabe duda que si consideramos lafutura entrada de España en la C.E.E. y elproblema energético existen razones econó-micas y sociales de peso para contener estefenómeno.

El ritmo de crecimiento de P.I.B. (ProductoInterior Bruto) a precios constantes se estimaque será de un 3,5 por 100 para el período1979-1985 (1), previéndose que esta tasa decrecimiento no se verá afectada significativa-mente por la prolongación de la actual etaparecesiva.

Estas tasas pueden considerarse válidas, yaque en el período 1979-1985 no es previsiblecambios sustanciales de la política económica.

La situación de la agricultura española, y delmundo rural español en general, se verá tam-bién afectada, en mayor o menor medida, porotros factores distintos de los ya mencio-nados.

Urbanización de la sociedad españolaHay un elevado grado de urbanización, pues-

to que más del 66 por 100 de la población viveen ciudades de más de diez mil habitantes,y por otra parte, en ciudades de más de500.000 habitantes viven aproximadamente untercio de la población española.

Este proceso de urbanización, unido al pro-ceso de industrialización, está produciendo

(1) Estimaciones presentadas en el Seminario sobre Produc-tividad, Política de Empleo y Reestructuración Económica. Ma-drid, 1979.

35

fuertes cambios en el ámbito agrario. Estosprocesos, unidos al avance de los medios decomunicación, han roto el tradicional aisla-miento del mundo rural, haciendo que seaspire a un modo de vida similar al del mediourbano. Por ello, sólo se evitará el éxodorural y sus negativas consecuencias sobre ladesertización de muchas zonas, con el consi-guiente abandono de la explotación de re-cursos agrarios, y sobre el empobrecimientodemográfico, si se tiende a satisfacer las le-gítimas aspiraciones del mundo rural en lo querespecta a equipamiento social y a condicionesde vida. El citado proceso de urbanización ha-ce que el campo, además de ser consideradocomo objeto de una actividad económica, seatambién contemplado como lugar de esparci-miento y descanso de los habitantes del en-torno urbano.

Por otra parte el proceso de urbanizaciónhace que se cambien los hábitos de alimenta-ción exigiendo cada día más productos trans-formados. Debido al cambio de los hábitos dealimentación, el sector agro-alimentario ad-quiere una creciente importancia, siendo la or-ganización y competitividad de este sector desingular importancia en la formación tanto delos precios de la alimentación como de las ren-tas de los agricultores.

Defensa del medio ruralEl desarrollo de la agricultura, planteado co-

mo desarrollo integral, se facilitará si se con-templa el mundo rural con una perspectivaglobal, tanto de la actividad productiva, comode las actividades industrializadora y distri-buidora. Esta perspectiva debe abarcar no só-lo esas actividades en sí, sino también lascondiciones en que se desarrollan las mismas.El desarrollo integral, que tiene como finúltimo la mejora de las condiciones de vida enel mundo rural, implicará unas transferenciasde rentas a favor de este procedente del mun-do urbano. Por tanto, la materialización delos principios del desarrollo integral, no sóloserá de carácter sectorial, sino que tendrá tam-bién un marcado carácter territorial.

Un elemento de gran importancia para laconsecución del desarrollo integral es la forma-ción técnica y empresarial de los agricultores.Un desarrollo de los sistemas de información

y educación a través de las nuevas técnicasde comunicación, facilitará dicho proceso for-mativo.Integración en la C.E.E.

Si consideramos que el 60 por 100 de las ex-portaciones agrarias españolas se destinan alos países de la C.E.E. y el 40 por 100 de lasimportaciones industriales proceden de dichospaíses, es previsible que la entrada de Españaen la C.E.E. pueda conllevar efectos positivossobre la productividad agraria y sobre el P.I.B.del sector primario, cuya tasa de crecimientopuede elevarse ligeramente.

El hecho _ de la integración en la C.E.E.acarreará también el abandono progresivo delintervencionismo del Estado en el comercio delos productos agrarios, dando entrada al librecomercio de los mismos.

* * *Finalmente, en el aspecto político hay dos

hechos que incidirán sustancialmente en la vi-da rural. Uno de ellos es la constitución de po-deres territoriales en un ambiente de pluralis-mo político. Este hecho incidirá en la políticaagraria, ya que en su concepción inciden pe-culiaridades regionales claramente diferencia-das. El otro hecho es la participación real enla política agraria de la población rural a travésde sus organizaciones profesionales.

Cesáreo Goicoechea