AEIC Barranquero Saez

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1 Comunicación alternativa y comunicación para el cambio social democrático: sujetos y objetos invisibles en la enseñanza de las teorías de la comunicación Sección: Teorías y métodos de investigación en comunicación Congreso Internacional AE-IC Málaga 2010 "Comunicación y desarrollo en la era digital" Alejandro Barranquero Universidad Carlos III Madrid Chiara Sáez Baeza Universidad Autónoma de Barcelona “La comunicación alternativa es un instrumento de la lucha popular contra el poder, de ahí que una de las diferencias fundamentales entre la teoría de la comunicación alternativa y la teoría de la comunicación dominante deba encontrarse en el área de la teoría del emisor y en las condiciones de producción del significado” (Moragas Spà, en Vidal Beneyto, 1979, p. 78).

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    Comunicacin alternativa y comunicacin para el cambio social democrtico: sujetos y objetos invisibles en la enseanza de las teoras de la comunicacin Seccin: Teoras y mtodos de investigacin en comunicacin Congreso Internacional AE-IC Mlaga 2010 "Comunicacin y desarrollo en la era digital" Alejandro Barranquero Universidad Carlos III Madrid Chiara Sez Baeza Universidad Autnoma de Barcelona

    La comunicacin alternativa es un instrumento de la lucha popular contra el poder, de ah que una de las diferencias fundamentales entre la teora de la comunicacin alternativa y la teora de la comunicacin dominante deba encontrarse en el rea de la teora del emisor y en las condiciones de produccin del significado (Moragas Sp, en Vidal Beneyto, 1979, p. 78).

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    Abstract La comunicacin alternativa y la comunicacin para el cambio social conforman dos tradiciones tericas y prcticas complementarias que, desafortunadamente, permanecen invisibilizadas en la mayora de los programas curriculares de las carreras universitarias de la comunicacin. Aunque la trayectoria de los enfoques ha tenido encuentros y bifurcaciones -relacionados con las distintas tradiciones epistmicas y contextos espacio-temporales que coexisten en su seno-, ambos se caracterizan por poner en entredicho el modelo de comunicacin tradicional que se ensea en la academia, que acenta, entre otros, el sentido unilineal de la informacin, la profesionalizacin de la emisin, y la pasividad del receptor. El objetivo de esta comunicacin es problematizar esta invisibilizacin en el contexto acadmico espaol. Para ello planteamos, en primer lugar, una fundamentacin terica crtica del origen, evolucin y fundamentacin terica de ambas nociones, basada en las tesis doctorales de los autores de la propuesta, en las cuales se abord la construccin histrica del debate conceptual sobre la comunicacin alternativa (Sez Baeza, 2008) y de la comunicacin para el desarrollo/cambio social (Barranquero, 2009). A lo anterior, aadimos los resultados de una encuesta aplicada a profesores de teora de la comunicacin y de la informacin de universidades pblicas espaolas, con el objetivo de verificar el conocimiento y aprehensin de estos enfoques -conceptos, autores, herramientas, etc.-, as como su incorporacin a los programas acadmicos de la asignatura. El estudio finaliza delineando un conjunto de sugerencias de actuacin a fin de abordar de manera integral ambas cuestiones en la futura agenda acadmica de las universidades espaolas. Palabras clave Comunicacin alternativa, comunicacin para el desarrollo, comunicacin para el cambio social, teora de la comunicacin

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    1. Introduccin

    La llegada de la democracia a Espaa en 1975 contribuy a subvertir en unos pocos aos el sistema

    comunicativo heredado del franquismo y alent una eclosin sin precedentes de facultades de comunicacin.

    Liberadas de los fines propagandsticos de la dictadura y temerosas del poder que estaban adquiriendo los

    primeros grupos multimedia, las primeras investigaciones de la Transicin (1975-1982) se caracterizaron por

    plantear un abierto desafo al modelo meditico masivo importado de EE.UU. -Lasswell, Schramm- y por una

    valiente apuesta por perspectivas crticas como la economa poltica de comunicacin -Smythe, Murdoch,

    Garnham-, la socio-semitica y el post-estructuralismo -Fabbri, Eco, Baudrillard-, o los Cultural Studies -

    Williams, Morley, Hall- (Martnez Nicols. 2009).

    Al calor del incipiente tercer sector de la comunicacin que inaugura la creacin de Onda Lliure en

    Barcelona, este mismo afn crtico motiv reuniones internacionales como el simposio Alternativas a los

    Medios de Comunicacin (Salou-Reus, Tarragona, 1978), el congreso Televisi i Autonoma Poltica

    (Barcelona, 1979) o el encuentro Economa Poltica de la Comunicacin y la Cultura (Burgos, 1979), que

    avivaron una investigacin centrada en las estructuras de propiedad y control ideolgico de los sistemas

    comunicativos o en la capacidad de los ciudadanos para transformar estas mismas estructuras mediante la

    gestin de sus propios medios. En los aos de la Transicin algunos de los padres fundadores de la

    comunicologa en Espaa emprendieron los que, con el tiempo, se convertiran en sus anlisis ms radicales

    y abordaron por primera y nica vez el fenmeno de la comunicacin alternativa1.

    Tres dcadas despus, en un contexto meditico hiper-mercantilizado y muy polarizado en lo poltico,

    algunos de los tpicos caractersticos de la Transicin han pasado a ocupar un segundo plano en las agendas

    investigativas de las universidades espaolas. De hecho, la comunidad acadmica de la comunicacin se

    manifiesta estos das mucho ms preocupada por las ltimas transformaciones tecnolgicas especialmente

    Internet- o por pesquisas poltica y econmicamente ventajosas -como es el caso de temas relacionados con

    el marketing poltico o la investigacin publicitaria-, cuando no provechosas a nivel acadmico2 Este proceso

    no es nico del territorio espaol, sino que est en sintona con una institucionalidad universitaria que en

    cambio de siglo se muestra demasiado rgida como para renovar su estructura e incluir nuevas disciplinas,

    sobre todo aquellas que no son rentables (Gumucio-Dagron, 2004).

    No obstante, como bien afirma Miquel de Moragas (2007), el estudio y la consideracin de los nuevos

    problemas de la comunicacin no nos excusan, en absoluto, de los viejos y tradicionales compromisos de la

    1 Desde la Universidad Autnoma de Barcelona (UAB), un conjunto de profesores -vase, por ejemplo, Moragas (1979, 1988),

    Moragas y Prado (1988), Prado (1983) o Gubern (1977)- trabajan desde principios de los ochenta en la construccin de conceptos en el mbito de la teora de la comunicacin alternativa, como el de meso-comunicacin, espacio de comunicacin, comunicacin local o polticas de comunicacin. Tambin desde Catalua destaca la publicacin de las actas del Simposio de Tarragona (Vidal Beneyto, 1979) y el anlisis sobre radios libres de Bassets (1981). Por otro lado, a comienzos de esa misma dcada, Mar De Fontcuberta y Josep Llus Gmez-Mompart (1983) editan un interesante volumen de reflexin terica sobre comunicacin alternativa, en base a aportaciones de autores como Baudrillard, Enzensberger o Simpson.

    2 A esto conviene sumar el influjo del efecto ANECA (Soriano, 2008), generador de una investigacin en la que se valora fundamentalmente la cantidad y no la calidad.

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    investigacin cientfica. Es decir, la comunicologa, adems de un reto epistemolgico, debe tener tambin un

    desafo tico y poltico, al que conviene responder tanto con la generacin de teora crtica como con

    conocimiento prctico orientado a construir una comunicacin ms justa y humana. Este es precisamente el

    contexto en el que nos situamos con el nimo de denunciar la invisibilidad de un tipo de comunicacin que a

    lo largo de dcadas se ha mostrado especialmente til para la construccin de ciudadana, cultura

    democrtica o mejoras sociales: la comunicacin alternativa y para el cambio social.

    La percepcin de este problema arranca de los hallazgos de nuestras respectivas tesis doctorales3,

    as como de las conclusiones del Primer Symposio Internacional de Innovacin Educativa en el Espacio

    Europeo y Latinoamericano (Madrid, 2009), en el que se present una Encuesta Internacional sobre la

    Enseanza Universitaria de las Teoras de la Informacin y la Comunicacin en Europa y Amrica Latina,

    dirigida por el grupo de investigacin Mediacin Dialctica de la Comunicacin Social (MDCS) de la

    Universidad Complutense de Madrid. Los resultados de este estudio indicaban que, an en los casos en el

    que el enfoque predominante de la materia era de carcter crtico, no haba referencia alguna a bibliografa o

    autores relacionados con nuestros respectivos mbitos de estudio4.

    En un intento de ampliar las conclusiones de estos trabajos, la investigacin que a continuacin

    presentamos tiene como objetivo profundizar en el conocimiento que los docentes de teora de la

    comunicacin en Espaa tienen del mbito de la comunicacin alternativa y para el desarrollo5. A este

    respecto, procederemos, en primer lugar, a situar algunas nociones preliminares sobre comunicacin

    alternativa y de comunicacin para el desarrollo, para abordar, en una segunda fase, el anlisis cualitativo de

    un cuestionario enviado a los docentes de teoras de la comunicacin de las universidades pblicas

    espaolas. El artculo finaliza delineando sugerencias y lneas de actuacin a fin de abordar estas cuestiones

    en la futura agenda acadmica de la teora de la comunicacin.

    2. Comunicacin alternativa y comunicacin para el cambio. Conceptualizacin

    Qu es la comunicacin alternativa? Y la comunicacin para el cambio social? Cules son sus principales

    anclajes y fundamentos terico-prcticos? De qu forma se conectan e interrelacionan ambos conceptos?

    Cules son sus principales diferencias?

    El mbito de la comunicacin alternativa agrupa a los diversos modos de discurso presentes en la

    3 Relacionadas con la crtica y la denuncia de la invisibilizacin de las teoras de la comunicacin alternativa en general (Sez Baeza, 2008) y de la teora latinoamericana de la comunicacin para el desarrollo/cambio social en particular (Barranquero, 2009) dentro del campo ms amplio de las teoras de la comunicacin. 4 A una conclusin similar llega el delphi en el que Leonarda Garca (2007, p. 275) intenta esbozar el estado presente y futuro

    de la teora de la comunicacin espaola a travs de las opiniones de una docena de expertos. Cuando a los mismos se les pregunta por las principales reas desatendidas en el campo, tan slo uno apunta la comunicacin y el desarrollo y otro la economa poltica de la comunicacin.

    5 Empleamos aqu la denominacin teora de la comunicacin por ser la ms habitual a la hora de designar asignaturas que tienen como objetivo el aprendizaje/enseanza de fundamentos, teoras y modelos tericos de la comunicacin. No obstante, a la hora de confeccionar el listado de profesores, se tuvieron en cuenta materias que persiguen un objeto similar, aunque con apelativos distintos: teoras de la informacin, teora de la comunicacin meditica, fundamentos de la comunicacin, etc.

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    esfera pblica que no forman parte de la esfera burguesa -a la que se oponen y de la que a menudo son

    excluidas-, sino que configuran ms bien un espacio plebeyo (Habermas, 2002), en el cual se expresan los

    deseos de todos aquellos sujetos y colectivos que, por razones de clase, etnia o gnero, entre otras, no son

    reconocidos como interlocutores vlidos en el mbito dominante.

    Rastrear sus orgenes nos lleva a reconocer diversas formas de expresin en Europa, al menos

    desde el siglo XVII, que indican que la lucha por hacerse ver y or o por acceder y apropiarse de medios por

    parte de grupos y colectivos histricamente excluidos no es en absoluto un aspecto perifrico de la

    modernidad. Mientras que en la esfera pblica burguesa se manifiestan los intereses del binomio estatal

    comercial, la comunicacin alternativa, y los circuitos que ella genera para su distribucin y reconocimiento,

    se mueven en el rango de la sociabilidad de base, reductos en los cuales se procura el desarrollo de

    opiniones independientes de este binomio y de sus intereses (Sez Baeza, 2008).

    Dicho esto, la teora de la comunicacin alternativa es el mbito de estudio orientado a investigar,

    teorizar y planear estrategias a partir de este tipo de experiencias comunicativas, incluyendo expresiones en

    soportes mediticos diversos -prensa, radio, televisin, Internet- as como en otras vas de expresin cultural:

    artes plsticas, msica, teatro, cmic, etc.

    Al establecer una distincin de carcter geogrfico, es posible sealar que el campo terico de la

    comunicacin alternativa se ha emparentado con distintos paradigmas presentes en el mbito las teoras de

    la comunicacin, entre los principales: la economa poltica de la comunicacin, los estudios culturales o la

    tradicin de la comunicacin para el desarrollo.

    La economa poltica es el estudio de las relaciones sociales, particularmente las relaciones de

    poder, que mutuamente constituyen la produccin, distribucin y consumo de recursos, incluidos los recursos

    de comunicacin (Mosco, 2006, p. 59). Esta perspectiva se caracteriza por haber desarrollado un vasto

    conocimiento sobre el sistema comunicativo en tanto que totalidad social, desde una perspectiva

    materialista histrica, y con especial atencin a los procesos de mercantilizacin, estructuracin y

    especializacin del mundo globalizado y de las estructuras de poder meditico de transnacionales y estados6.

    El campo enfatiza asimismo en la relevancia de la praxis, o unidad entre investigacin y accin, y en las

    luchas de resistencia frente a las desigualdades del sistema con fines de transformacin social7.

    Los Estudios Culturales ingleses, cuya expresin ms caracterstica la constituye la Escuela de

    Birmingham en los aos 60, se caracterizan por la elaboracin de una teora de la cultura de corte post-

    marxista y orientada tambin a la transformacin. El redescubrimiento de obras como las de Antonio Gramsci

    permitir a autores como Raymond Williams, Stuart Hall o Jess Martn Barbero arrojar nuevas luces acerca

    de la capacidad de resistencia y resignificacin de los mensajes por parte de las audiencias o sobre los

    6 En esta perspectiva destacan los trabajos de la tradicin norteamericana -Schiller, Smythe, Mosco, Wasco-, europea - Golding,

    Murdock, Garnham, Mattelart, Mige- o latinoamericana Mattelart, Pasquali, Beltrn, Mastrini, Bolao-. 7 Es por ello que muchos economistas polticos de la comunicacin se han dedicado, por un lado, a describir y analizar los

    medios que expresan resistencia social a estos condicionamientos de poder y, por otro, al activismo por la democracia meditica. Tal es el caso de John Downing o Robert Mc. Chesney.

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    estrechos vnculos existentes entre lo popular, lo culto y lo masivo. De esta manera, los Cultural Studies

    apuestan por una revalorizacin de las experiencias de la cultura popular desde su carcter dinmico y

    contradictorio, con especial atencin al anlisis historiogrfico, desde el que aflorar el carcter basal de la

    comunicacin alternativa en la historia de la modernidad8.

    A pesar de que las diferencias geogrficas y epistemolgicas han dado pie a diversas

    conceptualizaciones de comunicacin alternativa -medios radicales (Downing, 1984, 2000), populares

    (Kapln, 1985), ciudadanos (Rodrguez, 2001), entre otras-, que expresan el carcter situado de la

    generacin del conocimiento, su anlisis conjunto permite observar que todas estas tradiciones suelen definir

    su objeto de estudio como una comunicacin orientada al cambio social, tanto por sus contenidos -todos

    aquellos a los que los discursos hegemnicos perciben como amenazas al status quo- como por sus

    estructuras organizativas -participativas, democrticas, transparentes-, procurando as una coherencia entre

    su discurso y su praxis.

    Esto ltimo la conecta estrechamente con el mbito de la comunicacin para el desarrollo, que

    entiende que la comunicacin y el desarrollo son dos esferas de la actividad humana ntimamente

    relacionadas; es decir, cualquier proyecto transformador conlleva un modo u otro de entender la

    comunicacin; y, a su vez, cada vez que nos comunicamos introducimos innovaciones en el entramado social.

    De acuerdo a esto, la comunicacin para el desarrollo es el saber aplicado que estudia el vnculo histrico,

    terico y procedimental entre los procesos comunicativos y la mejora de las condiciones de vida humana. Ms

    especficamente, el campo se orienta al diseo, ejecucin y evaluacin de estrategias de cambio social en el

    mbito individual, social y medioambiental, ya sea con apoyo de una informacin de carcter instrumental o

    desde un enfoque eminentemente comunicativo.

    Con sus ms de cincuenta aos de vida, la comunicacin para el desarrollo se puede considerar una

    de las sub-disciplinas ms antiguas del campo comunicacional9. Sin embargo, su estatuto epistemolgico

    sigue siendo uno de los ms controvertidos. Esto es debido a que su origen y finalidad son eminentemente

    prcticos; es decir, sus inicios no se sitan en el terreno terico, sino en la praxis misma tanto de los

    movimientos sociales como de las primeras instituciones de ayuda al desarrollo. En palabras de Luis Ramiro

    Beltrn (2005), la comunicacin para el desarrollo naci de forma paralela, aunque con promotores, premisas

    y objetivos diferenciados en dos regiones tan distintas como cercanas entre s: EE.UU. y Latinoamrica. Este

    origen est en la base de los dos principales paradigmas en torno a los cuales ha evolucionado el campo

    hasta el momento presente: el modernizador y el participativo.

    Los primeros programas institucionales que utilizaron la comunicacin con el fin de introducir

    transformaciones esencialmente econmicas- nacieron a finales de los aos cuarenta, en el concierto de la

    8 Williams, por ejemplo, denunci el modo en que en el anlisis historiogrfico la temprana prensa radical fue aislada de las formas

    preindustriales de la cultura popular, pasando a ser observada simplemente como precursora de la moderna prensa popular comercial y no como un fenmeno comunicativo con valor en s mismo (Sparks, 1992, p. 74).

    9 Nos referimos al ao de origen apuntado por la historiografa oficial de la disciplina, 1958, en que Daniel Lerner publica su The passing of traditional society: Modernizing the Middle East.

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    reconstruccin del mundo despus de la Segunda Guerra Mundial, por iniciativa de los primeros organismos

    de cooperacin, empresas y fundaciones privadas (USAID, UNESCO, FAO, UNICEF, Fundacin Rockefeller,

    etc.). Diez aos despus emergi la primera propuesta terica en el mbito universitario (Lerner, 1958). Los

    valedores de la comunicacin modernizadora -Wilbur Schramm, Everett Rogers, Daniel Lerner-, muy

    cuestionada en el terreno acadmico, aunque an vigente en la prctica -en forma de marketing social o de

    programas de difusin de innovaciones-, partan de la premisa de que las culturas de los pases y grupos

    sociales ms deprimidos del planeta tendan a imponer barreras a la introduccin de innovaciones polticas,

    econmicas o tecnolgicas. Para superar estas limitaciones, proponan el uso de modernas tcnicas de

    persuasin a fin de que estas culturas definidas como atrasadas, supersticiosas o premodernas-

    adoptasen, en un proceso imitativo, la mentalidad de las ms desarrolladas (Lerner, 1958). Se trataba, en

    ltima instancia, de un enfoque exgeno, universalista y desconocedor de la historia y la realidad local de

    cada contexto, que aos despus de su puesta en marcha revelara mltiples insuficiencias.

    Al tiempo que desde finales de los cuarenta se extendan por el mundo los primeros programas de

    desarrollo, en Latinoamrica surgi una forma radicalmente diferente de entender la comunicacin para el

    desarrollo. El germen de esta nueva perspectiva provino de una extensa variedad de experiencias populares

    (indgenas, feministas, campesinas, urbanas, etc.) dispersas por todo el continente, que comenzaron a

    emplear la comunicacin a fin de promover la autonoma y el empoderamiento de grupos en situacin de

    dependencia. As, de forma espontnea, autodidacta y con mayor o menor creatividad (Beltrn, 2005),

    colectivos de diversa ndole -como los sindicatos mineros bolivianos o las comunidades eclesiales de base en

    Brasil- aprovecharon el potencial emancipador de los medios con el objeto de construir discursos ms

    acordes con las necesidades y aspiraciones de las comunidades, y, en buena medida, contrarios a la cultura

    dominante de las elites en el poder (Barranquero, 2009).

    Una dcada ms tarde, ya desde la dcada de los sesenta, autores como Luis Ramiro Beltrn, Juan

    Daz Bordenave, Paulo Freire o Mario Kapln ayudaron a sistematizar estas primeras experiencias al tiempo

    que emprendieron una feroz crtica al carcter vertical, economicista y etnocntrico los programas

    extensionistas que por entonces dominaban el continente. Esto va a marcar el surgimiento del paradigma

    participativo, que sita a la comunidad en el punto de partida del proceso y que concibe la comunicacin de

    forma participativa y horizontal a fin de estimular la concientizacin (Freire, 2002) del pueblo como paso

    previo a una mejora sustancial de la calidad de vida en todos los mbitos, no slo el econmico.

    Desde entonces, los debates en torno a qu modelo modernizador o participativo- conviene aplicar

    en cada contexto han sido frecuentes. Pero desde finales de los noventa del siglo pasado, la disciplina, que

    en los ltimos aos apuntaba a sntomas de agotamiento, parece haberse reactivado con fuerza, a partir de

    unas cruciales reuniones (Bellagio, 1997; Cape Town, 1998) en las que algunos de los promotores ms

    relevantes del antiguo concepto de la comunicacin para el desarrollo acordaron promover una nueva

    definicin y orientacin para el mbito: la de la comunicacin para el cambio social. El objetivo era, en buena

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    medida, acabar con la nocin post-colonial y economicista de desarrollo, al tiempo que se defina un

    programa comn para el nuevo siglo, basado en una visin dialgica y participativa, y en un cambio asentado

    en dinmicas comunitarias10.

    Desde entonces, la nueva propuesta ha contribuido a aunar voluntades y a asentar el estatuto

    epistemolgico de la disciplina. Buena muestra de ello es la publicacin de las primeras antologas y readers

    (Gumucio-Dagron, 2001; Gumucio-Dagron y Tufte, 2006), o la multiplicacin de programas de formacin

    universitaria y eventos profesionales y acadmicos, como la Red de Universidades de Comunicacin para el

    Cambio (Los Baos, Filipinas, 2005), o la celebracin del I Congreso Mundial de Comunicacin para el

    Desarrollo (Roma, Italia, 2006).

    La multiplicacin de experiencias y la renovacin del arsenal terico puede ser asimismo interpretada

    a partir de la eclosin sin precedentes de tecnologas potencialmente participativas como Internet, as como

    de movimientos globales de democratizacin y justicia, como el Foro Social Mundial. As, en los ltimos aos

    asistimos al nacimiento y consolidacin de un buen nmero de redes mundiales de medio-activistas

    comprometidos con el cambio social, entre ellas: La Iniciativa de la Comunicacin (The Communication

    Initiative Network), la Asociacin Mundial para la Comunicacin Cristiana (World Association for Christian

    Communication-WACC), NUESTROSMedios (OURMedia), o el Consorcio de la Comunicacin para el Cambio

    Social (Communication for Social Change Consortium-CFSC).

    3. Relaciones de continuidad entre los mbitos

    Pese a que no conviene asimilar directamente la nocin de comunicacin alternativa a la de la

    comunicacin para el desarrollo -puesto que constituyen tradiciones de estudio muchas veces autnomas y

    porque incurriramos en una fusin conceptual poco conveniente para la implementacin de ambos campos-,

    podemos sealar que las dos disciplinas comparten un programa comn y algunas similitudes tericas,

    metodolgicas y prcticas, siempre que la comunicacin para el cambio social se conciba de forma

    participativa (y no modernizadora), a saber:

    i. La orientacin crtica y el compromiso con una praxis transformadora. Ambos campos conducen hasta

    sus ltimas consecuencias el programa que la Escuela de Frankfurt (Horkheimer, 2003) no lleg a aplicar en

    toda su extensin: la ruptura de la falsa dicotoma sujeto/objeto en ciencias sociales; la evaluacin constante

    del contexto de produccin de la ciencia y sus condicionantes ideolgicos y subjetivos; el carcter histrico,

    dialctico y dinmico de la investigacin; la vinculacin teora y praxis; el pensamiento negativo y el

    cuestionamiento de los procesos de produccin y reproduccin social; o la esencia normativa y tica de toda

    10 De acuerdo a los primeros lineamientos institucionales de este concepto, la comunicacin para el cambio social se entiende

    como un proceso de dilogo pblico y privado a partir del cual las gentes deciden quines son, cules son sus aspiraciones, qu es lo que necesitan y como pueden administrar colectivamente para alcanzar sus metas y mejorar sus vidas (The Rockefeller Foundation, 1999).

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    investigacin social. El punto de vista se sita entonces entre el ser y el deber ser de la comunicacin; o lo

    que es lo mismo, entre el terreno de lo estrictamente observable y el de la utopa hacia la cual avanzar para

    construir un mundo ms justo.

    ii. Metodologas participativas y localizadas. Ambas disciplinas parten de la premisa de que es imposible

    definir modelos universalistas o aplicables a todos los contextos desde una instancia externa una agencia de

    cooperacin, una vanguardia social-. As, la metodologa se define en comunidad y el comunicador se

    convierte en mero facilitador de procesos, o, lo que es lo mismo, un agente capaz de descubrir y articular el

    potencial participativo que reside en cada comunidad. Por otro lado, el investigador externo deja de ser neutro

    y se involucra en el proceso de co-aprendizaje y co-desarrollo con la comunidad objeto/sujeto de estudio.

    Esto supone una ruptura con la jerarqua investigativa -investigador-investigado- y un cuestionamiento de la

    supuesta neutralidad de las ciencias. De ah que la investigacin participativa sea intencionalmente

    ideolgica; es la investigacin del compromiso. No es slo investigacin con el pueblo es la investigacin del

    pueblo- (Servaes, 1999: 119). El carcter participativo y prctico de las metodologas de investigacin en

    ambos campos busca que los propios colectivos investigados participen en la recreacin y construccin

    conjunta de su propio conocimiento, al tiempo que se distribuye de modo ms horizontal el poder-saber

    (Foucault) en las comunidades, convirtindose, en sntesis, en colectivos socialmente movilizados. Otra de las

    metas metodolgicas de ambos campos es la de recuperar e incorporar el conocimiento de las culturas

    populares al anlisis hegemnico de intelectuales e investigadores externos11. Por ltimo, la metodologa

    participativa tiene como objetivo final el cambio social, desde el momento en que asume la mxima marxiana

    de que los filsofos no han hecho ms que interpretar de diversos modo el mundo, pero de lo que se trata es

    de transformarlo (Marx y Engels, 1973, p. 10).

    iii. Interdisciplinariedad, hibridacin terica y perspectiva cultural. Ambas perspectivas tienden a romper

    con la rigidez y la compartimentacin propia de las ciencias sociales. Por tanto, en ellas se hacen difusos los

    lmites entre lo cualitativo y lo cuantitativo, lo administrativo y lo crtico, lo analtico y lo aplicado, o lo

    estrictamente emprico y el ensayismo. En las dos se mezclan perspectivas tericas de cuo muy diverso:

    (post) estructuralismo, (post) marxismo, semitica, Estudios Culturales, post-modernismo, etc. Esta tendencia

    a la interdisciplinariedad, la transversalidad y la mezcla se ha enfatizado an ms en los ltimos aos, con la

    incorporacin de investigadores de diversas disciplinas: antropologa, sociologa, economa, ciencias polticas,

    humansticas, etc. Por otra parte, en ambas perspectivas la comunicacin es observada ms all de la mirada

    11 Segn Freire (2002), el pueblo posee un conocimiento prctico, vital y emprico que le ha permitido sobrevivir, interpretar y

    trabajar por siglos, un conocimiento que posee su propia racionalidad y estructura de causalidad, alejado del proceder positivista. Asimismo, en el lenguaje, el sentido comn o las creencias reside una filosofa espontnea, aunque dispersa, de enorme inters para articular transformaciones en la prctica diaria. La metodologa participativa apuesta por revalorizar este saber autnomo frente a un conocimiento cientfico centralizado, posedo y manejado por las lites. Es por ello que una de las funciones del comunicador-educador debe de ser ayudar a decodificar la conciencia tcita de las comunidades.

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    hegemnica informacional o estrictamente periodstica; es decir, como un proceso amplio orientado, no a la

    generacin de productos una campaa, un spot publicitario-, sino a que las comunidades se re-conozcan y

    se asuman, a largo plazo, como parte de proyectos de transformacin estructural ms all de los marcos de

    interpretacin hegemnicos que proyectan los medios convencionales. Emparentadas con los Cultural

    Studies, la comunicacin alternativa y la comunicacin/desarrollo son pensadas desde el marco de la cultura,

    las mediaciones y la hibridacin con lo hegemnico, lo popular o lo masivo (Martn Barbero, 1987).

    iv. La crtica a los modelos comunicativos imperantes. Otra de las seas de identidad de ambas

    disciplinas es el planteamiento de una crtica epistemolgica profunda al modelo comunicativo imperante

    tanto en la academia, como en los medios de comunicacin convencionales o en organizaciones

    comprometidas con el desarrollo agencias de cooperacin, movimientos sociales, asociaciones, etc.-,

    esencialmente vertical, persuasivo y conservador. Frente a la compartimentacin excesiva de los agentes del

    proceso comunicativo emisor activo frente a receptor pasivo- y a un feedback orientado esencialmente al

    control y reajuste del impacto de los estmulos emitidos por el emisor, este tipo de comunicacin privilegia una

    distincin entre informacin -acto unidireccional orientado a la transmisin de datos e ideas de los que

    supuestamente saben y/o controlan el poder informativo a los que saben menos y que generalmente

    ostentan menos poder, una informacin que, en ltimo trmino, conduce a la reproduccin social del statu

    quo- y comunicacin -proceso de relacin entre dos o ms sujetos, en el que, por medio de la participacin

    equilibrada de un nmero representativo de actores, se construye, a largo plazo, conocimiento, cultura y

    cambio social-. De esta manera, el foco se pone en la nocin de participacin, eje para reequilibrar el poder y

    el saber entre los diferentes miembros de la sociedad y nocin bsica para la democratizacin de la esfera

    pblica y la poltica.

    4. La invisibilizacin acadmica de la comunicacin alternativa y de la comunicacin para el cambio

    social

    De todo lo anterior se derivan dos corolarios que caracterizan tanto a la comunicacin alternativa como a la

    comunicacin para el desarrollo en su vertiente participativa:

    i. Por fomentar un tipo de comunicacin abiertamente comprometida con las transformaciones sociales,

    ambos mbitos constituyen un espacio para el desarrollo del activismo social y la construccin de (nuevos)

    movimientos sociales orientados a la difusin de flujos simblicos alternativos a la cultura dominante.

    ii. Producto de su carcter comprometido y cuestionador del status quo, ambas constituyen un fenmeno

    social constantemente invisibilizado, tanto por los sectores poderosos dentro de la sociedad como por sus

    instituciones representativas12.

    12 Esto explica, por ejemplo, las dificultades legales y econmicas a la hora de construir un tercer sector de la comunicacin, ajeno

    al binomio gubernamentalcomercial que se pueden apreciar en el caso espaol (Sez Baeza, 2008) y con diversos ejemplos a

  • 11

    Pero la comunicacin alternativa y para el desarrollo no slo han permanecido invisibilizadas como

    parte de la esfera pblica, sino tambin como objeto terico, puesto que los medios alternativos y radicales

    difcilmente aparecen en las tradiciones tericas dominantes de la investigacin sobre medios (Atton, 2002,

    p. 7). A pesar de que el rastreo bibliogrfico para la fundamentacin terica nos puede llevar hasta Bajtin y

    sus anlisis de las expresiones carnavalescas de la cultura popular (Downing, 2001) o hasta Bertold Brecht,

    que propugnaba un uso emancipador de la radio (Gumucio-Dagron y Tufte, 2008), la reflexin sobre la

    comunicacin alternativa y para el cambio social se ha constituido como un mbito menor de la enseanza

    de las teoras de la comunicacin, en correspondencia con la concepcin de una esfera pblica compuesta

    nicamente por comunicaciones pblicas-estatales y privadocomerciales.

    Por ende, al privilegiar como tema de investigacin a los grandes medios, la opcin terica y

    metodolgica ha sido la divisin de la comunicacin en un modelo simple y estandarizado que deriva

    directamente de la retrica aristotlica, readaptada siglos ms tarde por Harold Lasswell (Nixon, 1963) en las

    categoras de emisormensaje-receptor, de lo que derivan investigaciones y producciones tericas que

    intentan explicar la influencia del sistema de medios masivos desde alguna de estas perspectivas13. Sin

    embargo, el proceso ocurrido en el camino es que aquella diferenciacin originalmente analtica se ha

    naturalizado, sin cuestionar sus implicancias epistemolgicas, en el sentido de delimitar artificialmente el

    campo de investigacin de la comunicacin de masas, y de volver invisible la comunicacin alternativa y la

    comunicacin para el cambio social como objeto y como mbito de discusin dentro de las teoras de la

    comunicacin14.

    De hecho, si observamos cualquiera de los principales compendios metatericos que ordenan la

    teora de la comunicacin, ya hayan sido escritos por autores espaoles o traducidos al espaol (De Fleur y

    Ball-Rockeach, 1993; Moragas, 1982; McQuail, 2000; Rodrigo Alsina, 2001; Wolf, 1991), observaremos que

    pocos o casi ninguno dedican siquiera unas pginas al abordaje de estas cuestiones. Otra derivacin es que

    los programas docentes o el propio corpus terico y prctico de la disciplina, estn circunscritos, en general, a

    un nmero limitado de autores y textos cannicos, la mayor parte de ellos de corte occidental -Lasswell,

    Schramm, Berlo, Adorno, Williams, etc.- y limitado a las escuelas tericas tradicionales funcionalista, crtica-,

    un hecho que limita su apertura radical a otras geografas y perspectivas de estudio. Esto viene siendo as

    desde que Paul Lazarsfeld (1941) distinguiese entre investigacin estadounidense administrada y europea -

    nivel internacional. Esto es patente en el futuro Proyecto de Ley General de la Comunicacin Audiovisual que actualmente se discute en el Senado, en el que se desatiende la Resolucin del Parlamento Europeo (2008) o declaraciones de Naciones Unidas que propugnan una atencin diferenciada para la funcin social del tercer sector de la comunicacin, obligando a los medios comunitarios a concurrir como uno ms al mercado de licencias, sin preferencias pero con limitaciones de financiacin.

    13 Se entiende, de esta manera, la fuerza adquirida histricamente por las corrientes de investigacin sobre usos, efectos y recepcin; o la investigacin sobre la construccin de la informacin y las noticias desde estos grandes medios. 14 A diferencia del sistema oficial de medios, las experiencias de comunicacin alternativa y de la comunicacin para el cambio social son objetos de estudio indisciplinados, cuyas expresiones se han caracterizado histricamente por su carcter inconstante, difuso y en ocasiones efmero: si se los mira con el mismo foco de anlisis que los medios tradicionales no se podr decir mucho de ellos y su influencia ser denostada. Por esto mismo, es necesario tambin aplicar sobre estos objetos una mirada histrica de largo plazo, pues su existencia es mucho ms antigua y compleja de lo que parece a primera vista, al punto que su persistencia histrica y geogrfica pone en evidencia su influencia en la vida social como expresin de las luchas por el cambio social.

  • 12

    o crtica, en palabras de Horkheimer (2003)-, una clasificacin que es adoptada de manera muy poco

    reflexiva por los principales compendios que sistematizan la disciplina.

    Dicho en otras palabras, la historiografa tradicional de la teora de la comunicacin ha tendido a

    adoptar una visin occidental y limitada del campo, al relatar sus orgenes y principales hitos histricos como

    una contribucin esencialmente estadounidense y europea, con aportaciones o subsidiarias de otras

    regiones -Latinoamrica, Asia y frica-, consideradas, de menor valor, cuando no meras disputas

    ideolgicas o polticas y, por consiguiente, acientficas.

    Esto ha incidido, por ejemplo, en escasa presencia de teoras de la comunicacin para el desarrollo

    de origen latinoamericano dentro de la teora oficial sobre la comunicacin. Pero adems nos atrevemos a

    insinuar que, en el caso de la teora de la comunicacin alternativa de origen occidental, lo que tambin ha

    existido es una invisibilizacin de los propios sectores contra-hegemnicos internos en los respectivos

    centros de poder.

    Esta situacin no es ajena a la realidad espaola, donde tanto la comunicacin alternativa como la

    comunicacin para el desarrollo/cambio social siguen teniendo una proyeccin muy limitada en el mbito

    universitario. En primer lugar, su presencia es precaria tanto en los programas acadmicos de las antiguas

    licenciaturas como en las nuevas currcula de los grados de Periodismo, Comunicacin Audiovisual y

    Publicidad. Y en el caso de existir alguna materia dedicada a estas cuestiones, se trata siempre de un rea

    circunscrita a los estudios de periodismo y no al resto de titulaciones. Algo diferente es la situacin de los

    post-grados y cursos de especializacin, en la que se observan ciertos avances en los ltimos aos15. Lo ms

    significativo es tal vez el aumento de grupos de investigacin o iniciativas crticas desde la dcada de los

    noventa, con ncleos en la Universidad de Sevilla, la Universidad Complutense de Madrid o la Autnoma de

    Barcelona, entre otras16. Empero, no existe an ninguna revista acadmica dedicada a la problemtica17, y

    son escasos los compendios bibliogrficos que abordan de forma sistemtica estas cuestiones.

    15 En la Facultad de Comunicacin de la Universidad de Sevilla se desarroll durante algunos aos un Master en Comunicacin y Desarrollo, as como el Experto Universitario en Comunicacin y Desarrollo Local, programas pioneros en el Estado espaol. Otras iniciativas destacadas fueron el Postgrado en Comunicacin para el Desarrollo, del Instituto de Educacin Continua-IDEC de la Universidad Pompeu Fabra; la orientacin al cambio social del Programa Modular en Tecnologas Digitales y Sociedad del Conocimiento, de la Universidad Nacional de Educacin a Distancia; o el Curso de Postgrado de la Universidad Autnoma de Barcelona-UAB La Comunicacin de los Conflictos en la Paz. Recientemente, en la Facultad de Ciencias de la Informacin de la Universidad Complutense de Madrid se ha venido desarrollando con buena acogida el Programa de Doctorado Interdepartamental Comunicacin, Cambio Social y Desarrollo; as como el Master en Comunicacin Social, con especialidad en Comunicacin, Desarrollo y Cambio Social. Por otro lado, desde la Universidad Autnoma de Barcelona-UAB se viene apostando por la comunicacin para el desarrollo en el Master Europeo de Intermediacin Mediterrnea-MIM y en la Diplomatura de Posgrado en Comunicacin, Cooperacin Internacional y Mediacin Sociocultural en el Mediterrneo, promovido por el Observatorio Mediterrneo de la Comunicacin-OMEC. 16 Sin nimo de ser exhaustivos, podemos destacar el Grupo Interdisciplinario de Estudios en Comunicacin, Poltica y Cambio Social-ComPolticas, de la Universidad de Sevilla; los trabajos de investigacin y sensibilizacin del Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperacin Internacional-Hegoa, de la Universidad del Pas Vasco; o algunas iniciativas del Instituto de la Comunicacin de la Autnoma de Barcelona-INCOM-UAB. 17 A este respecto el nico journal dirigido al anlisis de estas cuestiones es Redes.Com o Revista de Estudios para el Desarrollo Social de la Comunicacin, promovida por el Grupo Interdisciplinario de Estudios en Comunicacin, Poltica y Cambio Social (COMPOLITICAS).

  • 13

    5. Resultados del estudio

    Seguidamente se presentan los resultados de un pequeo estudio exploratorio acerca del conocimiento,

    percepcin y destrezas en comunicacin alternativa y para el desarrollo del profesorado universitario espaol

    en teora de la comunicacin. La metodologa empleada consiste en una breve entrevista cualitativa

    compuesta de dos preguntas abiertas y no direccionales, remitida por correo electrnico a un centenar de

    profesores de las universidades pblicas (ver anexo).

    La estrategia consisti en observar, valorar y comparar similitudes y diferencias cualitativas

    significativas en la percepcin del objeto de estudio. Para ello se formularon dos preguntas generales. La

    primera intentaba evaluar qu entiende el profesorado por la nocin de comunicacin alternativa. En segundo

    lugar, se demandaba si en la programacin de la materia se abordan las distintas perspectivas y teoras que

    comprende el mbito. En caso de que la respuesta fuese afirmativa, se solicitaba adems sealar los

    modelos y autores de referencia, as como la ubicacin de estas cuestiones en el programa acadmico. En

    caso de que fuese negativa se peda indicar los motivos para excluir estos contenidos del currculo.

    Teniendo en cuenta ciertas pautas para la correcta accesibilidad y usabilidad de los cuestionarios

    online, y las dificultades habituales para la recopilacin de una muestra considerable de respuestas, se envi

    el mismo formulario en dos rondas sucesivas, con un margen de dos semanas, los das 6 y 20 de noviembre

    de 2009. Finalmente se consigui reunir un total de veinte respuestas, lo que a nuestro entender supone un

    nmero bajo de retorno, aunque suficientemente significativo para obtener una primera valoracin acerca del

    conocimiento del objeto y su tratamiento en el currculo18. A continuacin se detallan los primeros resultados

    derivados de esta fase exploratoria de estudio19:

    Respecto de la definicin de comunicacin alternativa que manejan los docentes, las respuestas

    pueden catalogarse de la siguiente manera:

    La mitad (10) reconoce incorporar esta temtica en sus cursos y el resto (10) reconoce no recogerla. Las

    18 De estos veinte cuestionarios, uno se consider no valido, ya que no responda a las preguntas planteadas sino que invitaba

    revisar la pgina web del entrevistado. 19 La mayora de las respuestas corresponde a profesores de las autonomas de Madrid (9) y Andaluca (4). El cuestionario fue

    completado por igual nmero de hombres (10) y mujeres (10).

    Definicin de Comunicacin Alternativa N (20)

    4

    Medios ni pblicos ni privados (3sector) 2

    Comunicacin de los mrgenes 2

    Comunicacin transformadora 2

    No conoce el concepto 2

    Comunicacin precaria y no lucrativa 1

    Comunicacin para el desarrollo 1

    1

    1

    No responde 4

    Canales, circuitos e instituciones no tradicionales del

    sistema de com. de masas

    Com. comunitaria, participativa, democrtica

    Com. de las redes sociales

  • 14

    razones de la mitad que no la integran son las siguientes (a veces ms de una razn por respuesta):

    La mitad que integra estos temas lo hace en apartados diversos, aunque podra establecerse una diferencia

    entre quienes los presentan como parte de contenidos tericos crticos (las 3 primeras filas) y quienes lo

    hacen en contextos ms neutrales y descriptivos (las 5 filas restantes):

    Por ltimo, entre el grupo de los profesores que incorporan la materia, las referencias tericas tambin son

    variadas, tanto en paradigmas como en autores. No obstante, es posible establecer la siguiente

    categorizacin:

    6. Discusin de los resultados

    Una primera seal de alerta que arrojan los resultados es el escaso inters del profesorado universitario por la

    N

    Falta de tiempo 5

    Enfoque del curso 5

    Falta de conocimiento del tema 2

    No responde 2

    Razones para no incorporar la

    comunicacin alternativa en los programas

    (respuestas mltiples)

    N

    3

    3

    3

    1

    No responde 1

    Paradigmas y autores utilizados (respuestas

    mltiples)

    Economa Poltica (Schiller, McChesney, McBride,

    Mattelart)

    Teora Crtica Latinoamericana (Beltrn, Simpson,

    Prieto Castillo, Kapln , Alfaro, Pasqualli, Martn-

    Barbero)

    Tericos del discurso y/o el lenguaje (Garfinkel,

    Chomsky, Van Dijk)

    Postmodernos (Baudrillard, Lyotard)

    N

    Teora Crtica 3

    2

    Crtica al determinismo tecnolgico 1

    Estructura de la comunicacin social 1

    Informacin y Desarrollo 1

    Historia de la Comunicacin 1

    Prcticas de comunicacin alternativa (documentales) 1

    1

    Parte del programa en que se incorpora la

    comunicacin alternativa (respuestas mltiples)

    Discursos hegemnicos/contrahegemnicos

    Comunicacin Audiovisual en Iberoamrica

  • 15

    temtica de la comunicacin alternativa, lo que de alguna manera viene a confirmar lo planteado en lneas

    anteriores acerca de su falta de visibilidad en la agenda terica sobre la comunicacin. Alienta, no obstante, la

    disposicin de varios de los profesores y las profesoras a seguir aprendiendo y profundizando en el futuro en

    estas cuestiones.

    Con respecto a las definiciones que se manejan, la mayora de ellas se adecua a la planteada en la

    fundamentacin terica de este trabajo, derivada de los principales compendios meta-tericos que ordenan el

    campo (Gumucio y Tufte, 2007; Rodrguez, 2001; Downing, 2000; etc.). De manera explcita, consideramos

    nicamente errnea aquella conceptualizacin que identifica alternatividad con precariedad, puesto que

    pierde de vista los factores de carcter estructural (principalmente legislativos y derivados de condiciones

    institucionales) que dificultan la labor de los medios comunitarios y que explican sus dificultades econmicas

    como una consecuencia ms que como un atributo deseado.

    Por otro lado, la relevancia del factor falta de tiempo como una de las razones principales para no

    integrar esta materia en los cursos, abre, desde nuestro punto de vista, dos vas posibles de salida: su

    incorporacin de manera transversal dentro de otras perspectivas ms amplias -lo que ocurre en los casos de

    los encuestados que ya la han incluido-, o plantearla como un contenido especfico, lo que merecera un

    curso por separado o un mdulo especfico dentro del programa.

    El enfoque del curso como un factor que explica la ausencia de la comunicacin alternativa dentro

    de los contenidos, agrupa argumentos diversos. Uno de los que innegablemente ms llaman la atencin es el

    referido a la perspectiva profesionalizante que se otorga a la materia de teora de la comunicacin, segn

    la cual es conveniente ensear a los estudiantes el funcionamiento del sistema tradicional de medios

    (gubernamentales o comerciales) dado que es en ellos donde se van a insertar profesionalmente en el futuro.

    Si bien esta referencia slo aparece en uno de los cuestionarios completados -antes como una crtica que

    como una defensa-, esto nos plantea la pregunta acerca de la imposibilidad epistemolgica de introducir

    estas cuestiones en la medida que, por un lado, el enfoque de toda la enseanza universitaria de la

    comunicacin est orientada a la profesionalizacin, y, por otro, que la comunicacin alternativa en general se

    plantea precisamente hacia la ruptura del paradigma clsico de emisor-receptor y apuesta por un receptor

    convertido en emisor como el grado mximo de la audiencia activa, difuminando as la distincin entre

    autodidacta y profesional (Mattelart, 1982; Atton, 2002). De esta manera, la legitimidad de este fenmeno

    social como digno de teorizacin requerira asimismo de una serie de transformaciones que exceden a las

    voluntades e intereses de unos cuantos docentes. Sin embargo, la realidad parece ir ms rpido que la

    reflexin puesto que, ante la precarizacin que han de enfrentar los estudiantes de comunicacin una vez

    acaban sus estudios, existe entre ellos un nmero cada vez mayor que est considerando y valorando el

    trabajo en medios de comunicacin alternativos (comunitarios, no lucrativos, etc.) como salida laboral, incluso

    de mejor calidad no slo en trminos econmicos sino tambin de realizacin vocacional20.

    20 Como seala la Coordinadora General de la Red de Medios Comunitarios-ReMC, era mentira que te tuvieras que callar cosas.

  • 16

    Otra entrada a la imposibilidad epistemolgica tiene que ver el cuestionamiento del carcter

    cientfico de una teorizacin de la comunicacin que adopta un compromiso abierto con la transformacin

    social y que no separa la relacin entre teora y praxis. Al respecto, somos partidarios de quienes, como

    Thompson (1981), conciben la experiencia como base de toda reflexin terica y acusan de miserable al

    conocimiento que no emana de la realidad concreta y compleja. En este sentido, consideramos que tanto el

    campo de la comunicacin alternativa como el de la comunicacin para el cambio social logran saldar esta

    crtica dado que su vinculacin con la realidad concreta no es simplificadora ni reduccionista, al adentrarse en

    la complejidad de lo social para intentar descubrir el sustrato participativo que reside en cada grupo humano y

    estimular desde ah propuestas concretas de desarrollo co-participado.

    7. Alternativas y propuestas

    La construccin del Espacio Europeo de Enseanza Superior (EEES), conocida como la convergencia de

    Bolonia, est reformulando el campo de los estudios de comunicacin hacia el desarrollo de destrezas y

    aptitudes tcnicas, lo cual implica el necesario acomodo de los cursos de teora/s de la comunicacin, no ya

    para adaptarse a la convergencia europea, sino incluso para sobrevivir en un contexto tecnicista y con

    grandes dficits tericos, adaptacin que debe llevarse a cabo sin renunciar a su propia esencia humanstica

    y de pensamiento social (Garca Jimnez y Garca Avils, 2009).

    Desde el punto de vista de nuestros hallazgos, uno de los comentarios aparecidos en los

    cuestionarios era que Bolonia estaba reduciendo el tiempo dedicado a los cursos tericos en las carreras de

    comunicacin, en un doble sentido: menos cursos y cada vez ms breves. Por ende, esto estaba incidiendo

    en la falta de tiempo para dedicar a la comunicacin alternativa y comunicacin para el cambio social dentro

    de las materias de teoras de la comunicacin.

    Mencionadas estas condiciones estructurales de la institucin universitaria espaola y europea,

    pensamos que la visibilizacin de estos campos tericos -y de las realidades comunicativas a las cuales

    remiten- debe articularse en una estrategia con varios frentes simultneos: por un lado, es precisa su

    referencia dentro del campo general de las teoras de la comunicacin ya sea como un contenido especfico

    dentro del mapa terico general o como un campo que dara por s mismo para disear paralelamente un

    curso sobre comunicacin desde una vertiente contra-hegemnica en acto; por otro lado, hay una serie de

    temas del currculo dentro de las cuales ambas disciplinas podran considerarse contenidos transversales. De

    esta ltima forma, la referencia dentro del marco terico general podra ser integrada de distintas maneras:

    La economa poltica de la comunicacin muestra, por ejemplo, el modo en que la situacin de

    precariedad y marginalidad que sufren los medios de comunicacin que se apartan del binomio estatal-

    comercial no es un atributo intrnseco a su alternatividad, sino que es consecuencia de un marco poltico,

    Era mentira que todos los medios te explotaran. Era mentira que tuvieras que tragar para luego tener un sueldo decente. Todas esas cosas son mentira en los medios comunitarios, pero estos no se ensean como salida laboral, cuando realmente lo es (Meda, 2009).

  • 17

    econmico y jurdico concreto. Una serie de ejercicios de poder se encuentran a la base de su invisibilizacin

    y en ese marco, contamos con estudios de economa poltica que han trabajado especficamente este tema

    (Mattelart y Piemme, 1981; Downing, 2000).

    Los estudios culturales ingleses, por su parte, al poner el foco sobre las resignificaciones que realizan

    las audiencias y sobre el trnsito entre lo masivo y lo popular, constituyen otro marco desde el cual abordar la

    comunicacin alternativa y para el cambio social, con autores dedicados de manera especializada a la

    reflexin respectiva (Atton, 2002).

    Por su parte, la teora latinoamericana de la comunicacin se caracteriza por su crtica a la condicin

    de subalternidad otorgada por determinadas geo-polticas del conocimiento a su propio aporte terico, razn

    por la cual no es casual que desde este continente se hayan producido numerosos aportes a la teora de la

    comunicacin alternativa y para el cambio social (Beltrn, 2008). Por lo mismo, es posible que la dificultad por

    introducir esta temtica y estos autores en el campo de las teoras de la comunicacin revista incluso una

    doble dificultad.

    Por otro lado, como parte de lo que hemos denominado un curso sobre comunicacin en una

    vertiente contra-hegemnica, nos parece que la reflexin terica sobre la comunicacin alternativa y para el

    cambio social podra contribuir al debate ms amplio sobre el tercer sector de la comunicacin al cual diera

    fundamentacin terica. El tercer sector de la comunicacin es tambin un concepto reciente y an en

    construccin, pero heredero de distintas conceptualizaciones signadas desde las ideas de alternatividad y

    cambio social (Sez Baeza, 2008). Para efectos de este artculo, entendemos el tercer sector de la

    comunicacin como aquel formado por:

    a) Actores privados que tienen una finalidad social.

    b) Gestin de organizaciones sociales de diverso cuo.

    c) Orientacin a satisfacer las necesidades de comunicacin y a habilitar el ejercicio del derecho a la

    informacin y libertad de expresin de las personas integrantes de comunidades determinadas, sean stas

    territoriales, etnolingsticas o de intereses, ante las cuales son responsables.

    d) Abiertos a la participacin lo ms amplia posible respecto a la propiedad del medio y el acceso a la

    emisin, as como a las diversas decisiones de programacin, administracin, operacin, financiamiento y

    evaluacin.

    e) Sin fines de lucro (ReMC, 2009)21.

    Ahora bien, con respecto a los enfoques desde los cuales se puede trabajar de manera transversal

    determinadas perspectivas o conceptos, se nos ocurre dejar planteadas otras dos propuestas:

    21 Esta definicin de la Red de Medios Comunitarios que existe a nivel del territorio espaol est basada en el documento

    Principios para un Marco Regulatorio Democrtico sobre Radio y TV Comunitaria (AMARC, 2008) y en la Resolucin del Parlamento Europeo, de 25 de septiembre de 2008, sobre los medios del tercer sector de la comunicacin (TSC) (2008/2011(INI).

  • 18

    Esfera pblica (realmente existente): el abordaje terico de la esfera pblica o de la opinin pblica

    realmente existente exige una referencia a la coexistencia de dos esferas (la oficial y la alternativa).

    Un anlisis de este tipo permitira desarrollar un conocimiento de la esfera pblica ms ajustado a la

    complejidad de la realidad histrica; esto es, con fuerzas e intereses movindose en todas

    direcciones, a veces incluso de manera contradictoria.

    Audiencias: el grado mximo de la audiencia activa es su transformacin en emisor. Al respecto,

    consideramos que todas las experiencias de comunicacin que se amparan los conceptos de

    alternatividad y cambio social se ajustan a esta nocin de la audiencia y dan juego para explorar las

    diversas formas en las cuales los receptores pueden ser parte activa del proceso comunicativo, ya no

    slo en la resignificacin de los mensajes, sino en la generacin de los mismos. Este acercamiento

    entronca tambin con la tradicin de la educacin/comunicacin, en su vertiente progresista,

    conocida a veces tambin como edu-comunicacin (Garca Matilla, Huergo).

    A modo de cierre, ofrecemos a continuacin un pequeo mapa de autores y libros de referencia sobre

    comunicacin alternativa y comunicacin para el cambio social, con el objeto de favorecer a los docentes de

    teora de la comunicacin un primer acercamiento al mbito. No se trata en absoluto de una cartografa

    exhaustiva ni suficiente, pero puede ayudar a modo de gua a fin de incorporar estas temticas en la currcula

    futura de la asignatura.

    Nuestra propuesta bibliogrfica en el campo de la comunicacin alternativa es la siguiente:

    Atton, C. (2002): Alternative Media. London: Sage. Es uno de los textos que marca la renovacin del debate

    de la comunicacin alternativa en el mbito anglosajn, retomando antiguas discusiones, tanto conceptuales

    como prcticas, con respecto al desarrollo de los medios comunitarios.

    Berardi, F.; Jacquemet, M. y Vitali, G. (2004): Telestreet: mquina imaginativa no homologada. Barcelona: El

    Viejo Topo. Un texto que retoma la reflexin sobre los medios alternativos desde el punto de vista de la

    tradicin situacionista europea. Sugerente en sus observaciones sobre el momento tecnolgico y cultural

    contemporneo.

    Downing, J. (1984): Radical media: the political experience of alternative communication. Boston: South End

    Press. Un libro clsico realizado desde la perspectiva de la economa poltica de la comunicacin y con un

    importante aporte a la comprensin del fenmeno como corriente subterrnea permanente en la historia de

    Estados Unidos. Un segundo volumen, ampliado y actualizado, sali a la luz en 2001: Radical Media:

    rebellious communication and social movements. California: Thousand Oaks.

  • 19

    Garca-Canclini, N. (1989): Las culturas populares y el capitalismo. Mxico: Nueva Imagen. Este libro es

    crucial por su aporte conceptual a la concepcin de la comunicacin alternativa como expresin de la cultura

    popular al interior de una teora materialista no reduccionista de la cultura.

    Halleck, D. (2002): Handheld visions. The impossible posibilities of the community media. Nueva York:

    Fordham Press. Texto clave para entender la trayectoria de la comunicacin audiovisual alternativa en

    Estados Unidos, en el contexto institucional de los canales de acceso pblico.

    Reyes Matta, F. (ed.) (1983): Comunicacin alternativa y bsquedas democrticas. Mxico: ILET. Volumen

    clsico del aporte terico latinoamericano a la reflexin terica sobre la comunicacin alternativa, con

    contribucin de autores provenientes de distintos pases del continente.

    Rodrguez, C. (2001): Fissures in the mediascape. An international study of citizen's media. Cresskill, NJ:

    Hampton Press. Uno de los textos que en el mbito anglosajn ha reintroducido y popularizado la reflexin

    sobre la comunicacin alternativa, partiendo del concepto de medios ciudadanos.

    Simpson Grinberg, M. (ed.): Comunicacin alternativa y cambio social. Mxico: Premia. Otro volumen clsico

    de la contribucin latinoamericana a la reflexin sobre comunicacin alternativa.

    Vidal Beneyto, J. (Ed.) (1979): Alternativas Populares a las comunicaciones de masas. Madrid: Centro de

    Investigaciones Sociolgicas. Texto clave para entender el aporte terico europeo a la reflexin terica sobre

    el mbito, con participacin de autores provenientes de distintos pases y publicado en el contexto de la

    Transicin espaola.

    Vinelli, N. y Rodrguez Espern, C. (2004): Contrainformacin. Medios alternativos para la accin poltica.

    Buenos Aires: Continente. Un texto que marca la renovacin a nivel latinoamericano de la reflexin sobre la

    comunicacin alternativa, trazando un puente con la reflexin continental generada en los 80s y con la

    renovacin de experiencias que determina el contexto de las nuevas tecnologas.

    En el caso de la comunicacin para el desarrollo/cambio social, tambin cabra destacar una decena de

    textos fundamentales:

    Alfaro, R. M. (1993): Una comunicacin para otro desarrollo. Lima: Calandria. Basado en la experiencia del

    colectivo peruano Calandria, el libro supone una renovacin del campo con la asistencia de los estudios

  • 20

    culturales y entendiendo el papel neurlgico de la comunicacin en la construccin de identidades y

    autonoma individual y colectiva.

    Cimadevilla, G. (2004): Dominios. Crtica a la razn intervencionista, la comunicacin y el desarrollo

    sustentable. Buenos Aires: Prometeo. Sugestivo libro que plantea una detallada crtica al modelo de razn

    productivista e intervencionista que subyace en las concepciones de desarrollo de las agencias, as como una

    revisin de los paradigmas crticos desde la nocin de sostenibilidad.

    Freire, P. (2002): Pedagoga del oprimido. Madrid: Siglo XXI. El volumen que, para muchos, marca el giro

    participativo definitivo en los estudios de comunicacin para el cambio social. En l aparecen planteadas las

    reflexiones medulares del pedagogo brasileo en torno al papel de una comunicacin/educacin dialgicas

    para la concientizacin y la transformacin social.

    Gumucio-Dagron, A. (2001): Haciendo olas. Historias de comunicacin participativa para el cambio social.

    Nueva York, NJ: The Rockefeller Foundation. Un recorrido por cincuenta experiencias en comunicacin

    participativa en regiones como Asia, frica o Latinoamrica. Orientado al planteamiento de estrategias sobre

    el terreno, el libro detalla origen, evolucin, metodologas y principales obstculos de cada uno de los

    proyectos descritos.

    Gumucio-Dagron, A y Tufte, T. (Eds.) (2006): Communication for social change anthology: Historical and

    contemporary readings. New Jersey, SO: Communication for Social Change Consortium. Primer y nico

    reader sobre comunicacin para el cambio. Agrupa ms de doscientos textos clsicos y contemporaneous.

    Desde su aparicin, se ha convertido en una referencia indispensable para acceder tanto a los escritos

    fundacionales de la disciplina como a los que actualmente impulsan su desarrollo.

    Kapln, M. (1985): El comunicador popular. Quito: CIESPAL. Volumen clsico orientado a la divulgacin de

    teoras, metodologas y estrategias de comunicacin para el cambio entre colectivos de educadores y

    comunicadores populares.

    Martn Barbero, J. (1987): De los medios a las mediaciones. Comunicacin, cultura y hegemonia. Barcelona:

    Gili. El volumen que marca una renovacin indirecta, pero radical, de los estudios de comunicacin alternativa

    y para el cambio social, desvelando los estrechos vnculos existentes entre lo popular, lo culto o lo masivo, y

    entendiendo la comunicacin, no ya desde los medios o las tecnologas, sino desde las mediaciones

    culturales y desde su relacin con lo popular.

  • 21

    Melkote, S. R. (1991): Communication for development in the Third World. Theory and practice. London: Sage.

    Volumen que recorre la historia de la teora de la comunicacin para el desarrollo, detenindose

    especialmente en los enfoques crticos y participativos e incluyendo perspectivas innovadoras procedentes

    del pensamiento asitico.

    Servaes, J. (1999): Communication for development. One world, multiple cultures. Cresskill, NJ: Hampton

    Press. Libro que marca un punto de inflexin en el mbito al hacer sumario de la evolucin del pensamiento y

    la praxis de los ltimos cincuenta aos y al identificar distintas vas para la investigacin y planificacin futura

    de polticas y programas de comunicacin y desarrollo.

    Sparks, C. (2007): Globalization, development and the mass media. London: Sage. Volumen reciente que

    establece un recorrido por la evolucin de la teora de la comunicacin para el cambio, e incorpora los ltimos

    debates en torno a la globalizacin y a las insuficiencias de ciertos enfoques crticos del imperialismo cultural.

  • 22

    BIBLIOGRAFA ATTON, Chris (2002) Alternative media. London: Sage. BARRANQUERO, Alejandro (2009) Latinoamrica en el paradigma participativo de la comunicacin para el cambio. Mlaga: Universidad de Mlaga. Servicio de Publicaciones-SPICUM. BASSETS, Llus (Ed.) (1981) De las ondas rojas a las radios libres. Barcelona: Gili. BELTRN, Luis Ramiro (2005) La comunicacin para el desarrollo en Latinoamrica. Un recuento de medio siglo. Presentado en III Congreso Panamericano de la Comunicacin. 12-16 Junio. Buenos Aires (Argentina). [www.portalcomunicacion.com, consultado el 27/12/2009]. BELTRN, Luis Ramiro (2008) La comunicacin y el desarrollo democrtico en Latinoamrica: memoria de una quimera irrenunciable. En J. M. Garca de Madariaga, J. C. Calvi, F. Tucho Fernndez y M. Meda (Eds.): Polticas de comunicacin en Espaa y Latinoamrica: medios convencionales, tercer sector audiovisual y alfabetizacin digital. Madrid: Dykinson. DE FLEUR, Melvin L. y BALL-ROCKEACH, Sandra (1993) Teoras de la comunicacin de masas. Barcelona: Paids. DE FONTCUBERTA, Mar y GMEZ MOMPART, Jos Luis (1983) Alternativas en comunicacin. Crtica de experiencias y teoras. Barcelona: Mitre. DOWNING, John (2000) Radical media: Rebellious communication and social movements. California: Thousand Oaks. [1 Ed. 1984] FREIRE, Paulo (2002) Pedagoga del oprimido. Madrid: Siglo XXI. GARCA JIMNEZ, Leonarda (2007) Las teoras de la comunicacin en Espaa: Un mapa sobre el territorio de nuestra investigacin (1980-2006). Madrid: Tecnos. ----------------- y GARCA AVILS, Jos Alberto (2009) La docencia de teora de la comunicacin en Espaa: Qu hemos estado haciendo hasta ahora? Qu podemos ensear con Bolonia?. Presentado en Symposio internacional de innovacin educativa en el espacio europeo y latinoamericano. 6-7 Mayo. Madrid (Espaa). GUMUCIO-DAGRON, Alfonso (2001) Haciendo olas. Historias de comunicacin participativa para el cambio social. New York, NJ: The Rockefeller Foundation. -------------------(2004) El cuarto mosquetero: La comunicacin para el cambio social. Investigacin y desarrollo. Revista del Centro de Investigaciones en Desarrollo Humano, Vol. 12, N 1, pp. 1-22. ------------------- y TUFTE, Thomas (Eds.) (2006) Communication for social change anthology: Historical and contemporary readings. New Jersey, SO: Communication for Social Change Consortium. HABERMAS, Jrgen (2002) Historia y Crtica de la Opinin Pblica. Mxico: Gustavo Gili. [1 Ed. 1981] HORKHEIMER, Max (2003) Teora crtica. Madrid: Amorrortu. KAPLN, Mario (1985) El comunicador popular. Quito: CIESPAL. LAZARSFELD, Paul F. (1941) Remarks on Administrative and Critical Communication Research. Studies in

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    ROCKEFELLER FOUNDATION, THE (1999) Communication for social change: A position paper and conference report. New York. RODRIGO ALSINA, Miquel (2001) Teoras de la comunicacin. mbitos, mtodos y perspectivas. Barcelona: Universitat Autnoma de Barcelona. RODRGUEZ, Clemencia (2001) Fissures in the mediascape. An international study of citizen's media. Cresskill, NJ: Hampton Press. SEZ BAEZA, Chiara (2008) Tercer sector de la comunicacin. Teora y praxis de la televisin alternativa. Una mirada a los casos de Espaa, Estados Unidos y Venezuela. Tesis doctoral. [http://www.tesisenxarxa.net/TDX-1021109-003052/, consultado el 27/12/09]. SERVAES, Jan (1999): Communication for development: One World, multiple cultures. Cresskill, NJ: Hampton. SORIANO, Jaume (2008) El efecto ANECA. Presentado en Congreso I+C: Investigar la comunicacin. Congreso Fundacional de la Asociacin Espaola de Investigacin de la Comunicacin. 30 de Enero-1 de Febrero. Santiago de Compostela (Espaa). VIDAL BENEYTO, Jos (Ed.) (1979) Alternativas populares a las comunicaciones de masas. Madrid: Centro de Investigaciones Sociolgicas-CIS. WOLF, Mauro (1991) La investigacin de la comunicacin de masas. Crtica y perspectivas. Barcelona: Paids.

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    Anexo: Listado de Universidades contactadas y nmero de docentes en cada caso Universidad Antonio de Lebrija (1) Universidad CEU- Cardenal Herrera (6) Universidad Europea Miguel de Cervantes (1) Universidad Francisco de Vitoria (1) Universidad de Granada (1) Universidad de La Laguna (1) Universidad Politcnica de Valencia Espaa (1) Universidad de Valladolid (1) Universidad Ramon Llull (3) Universidad San Jorge (1) Universidad San Pablo CEU (5) Universitat de Lleida (2) Universitat Jaume I de Castelln (2) Universitat Pompeu Fabra (3) Universitat Rovira i Virgili (1) Universidad de Alicante (2) Universidad Carlos III de Madrid (4) Universidad Catlica San Antonio de Murcia (1) Universidad CEU San Pablo (2) Universidad Complutense de Madrid (10) Universidad de Mlaga (4) Universidad de Navarra (3) Universidad de Nebrija (1) Universidad del Pas Vasco (1) Universidad Rey Juan Carlos (13) Universidad de Zaragoza (1) Universitat Autnoma de Barcelona (5) Universitat Oberta de Catalunya (4) Universidad de Salamanca (2) Universidade de Santiago de Compostela (1) Universidad de Sevilla (2) Universitat de Valncia (2) Universidad de Valladolid (8) Universitat de Vic (2) Universidade de Vigo (3)