Actividad Doctrina Social

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Pastoral Popular, N°54, Noviembre-Diciembre. 1959. Santiago de Chile “… La asamblea general de todos los obispos, que es la primera desde hace casi un siglo, tendrá lugar en UN MUNDO TRANSFORMADO, sumamente diferente de lo que era en tiempos del Concilio Vaticano. De esta manera la asamblea general de todos los obispos deberá AFRONTAR TODOS LOS GRANDES Y NUEVOS PROBLEMAS QUE CONDICIONAN no solamente la vida de la Iglesia sino LA SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD… Si los obispos del mundo entero van a reunirse, lo harán en virtud de la misión que han recibido de Nuestro Señor DE CONTINUAR Y COMPLETAR SU ACCIÓN REDENTORA, LLEVANDO EL EVANGELIO A TODO EL UNIVERSO, a todas las naciones, a todos los hombres, bautizándolos y enseñándoles a observar todo lo que Él les ha prescrito para su salvación… A lo largo de un siglo las dimensiones del mundo se han encogido extraordinariamente. Ya no cuentan las distancias. Las noticias y las ideas se transmiten con una rapidez que era desconocida y aún insospechable antes. Un mundo nuevo ha nacido y UNA CIVILIZACIÓN MUNDIAL ESTA EN GESTACIÓN. SERA UNA CIVILIZACION CRISTIANA O UNA CIVILIZACION ATEA, he ahí el gran problema que va a imponerse a los Padres del Concilio con una urgencia tanto más trágica cuanto que la respuesta depende en grandísima parte de los esfuerzos que haga la Iglesia para resolverlos y por lo tanto, de sus trabajos… Por primera vez en la historia el mundo debe enfrentar a una empresa de demolición espiritual CUIDADOSAMENTE CONCEBIDA, METODICA Y ENERGICAMENTE CONDUCIDA, Y QUE ESTA EN VIAS DE REALIZACION EN EL MUNDO ENTERO, gracias a novísimas técnicas, tan temibles y eficaces que en menos de cincuenta años han proporcionado ya al comunismo ateo la conquista de un tercio de la humanidad. En los otros dos tercios, ocupa casi en toda partes posiciones tan importantes que ningún país logra librarse de él, estando casi todos ya fuertemente penetrados por su influencia. Su confesada intención es suprimir toda religión, y muy especialmente la religión católica, y destruir la Iglesia que es su depositaria”. Revista Mensaje, octubre de 1963. Mario Zañartu, “Religión y desarrollo”. Pero de hecho no hay, ni puede haber, incompatibilidad entre una vida religiosa bien entendida y un concepto más pleno de las necesidades temporales. Las razones son obvias e irrebatibles: a) Por un lado, una vida religiosa bien entendida trata de orientar al hombre, y por tanto a todo el hombre, hacia su fin último, Dios. Esta orientación implica, por definición, el máximo

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Pastoral Popular, N54, Noviembre-Diciembre. 1959. Santiago de Chile

La asamblea general de todos los obispos, que es la primera desde hace casi un siglo, tendr lugar en UN MUNDO TRANSFORMADO, sumamente diferente de lo que era en tiempos del Concilio Vaticano.De esta manera la asamblea general de todos los obispos deber AFRONTAR TODOS LOS GRANDES Y NUEVOS PROBLEMAS QUE CONDICIONAN no solamente la vida de la Iglesia sino LA SALVACIN DE LA HUMANIDAD Si los obispos del mundo entero van a reunirse, lo harn en virtud de la misin que han recibido de Nuestro Seor DE CONTINUAR Y COMPLETAR SU ACCIN REDENTORA, LLEVANDO EL EVANGELIO A TODO EL UNIVERSO, a todas las naciones, a todos los hombres, bautizndolos y ensendoles a observar todo lo que l les ha prescrito para su salvacin A lo largo de un siglo las dimensiones del mundo se han encogido extraordinariamente. Ya no cuentan las distancias. Las noticias y las ideas se transmiten con una rapidez que era desconocida y an insospechable antes. Un mundo nuevo ha nacido y UNA CIVILIZACIN MUNDIAL ESTA EN GESTACIN. SERA UNA CIVILIZACION CRISTIANA O UNA CIVILIZACION ATEA, he ah el gran problema que va a imponerse a los Padres del Concilio con una urgencia tanto ms trgica cuanto que la respuesta depende en grandsima parte de los esfuerzos que haga la Iglesia para resolverlos y por lo tanto, de sus trabajos Por primera vez en la historia el mundo debe enfrentar a una empresa de demolicin espiritual CUIDADOSAMENTE CONCEBIDA, METODICA Y ENERGICAMENTE CONDUCIDA, Y QUE ESTA EN VIAS DE REALIZACION EN EL MUNDO ENTERO, gracias a novsimas tcnicas, tan temibles y eficaces que en menos de cincuenta aos han proporcionado ya al comunismo ateo la conquista de un tercio de la humanidad. En los otros dos tercios, ocupa casi en toda partes posiciones tan importantes que ningn pas logra librarse de l, estando casi todos ya fuertemente penetrados por su influencia. Su confesada intencin es suprimir toda religin, y muy especialmente la religin catlica, y destruir la Iglesia que es su depositaria.

Revista Mensaje, octubre de 1963. Mario Zaartu, Religin y desarrollo.

Pero de hecho no hay, ni puede haber, incompatibilidad entre una vida religiosa bien entendida y un concepto ms pleno de las necesidades temporales. Las razones son obvias e irrebatibles:a) Por un lado, una vida religiosa bien entendida trata de orientar al hombre, y por tanto a todo el hombre, hacia su fin ltimo, Dios. Esta orientacin implica, por definicin, el mximo desarrollo posible del hombre, e incluye por tanto un desarrollo social ordenado al desarrollo humano integral.b) Por otro lado, un concepto ms pleno de las necesidades temporales no presenta la satisfaccin de ellas como un fin ltimo, al que hayan de subordinarse todos los otros aspectos del hombre. La satisfaccin de las necesidades temporales es buscada por su aporte al desarrollo integral del hombre, por su aporte a la felicidad humana. No es otra la razn por la que los hombres se interesan en los variados aspectos de su desarrollo social.

Declaracin de cristianos que se tomaron la Catedral de Santiago, el 11 de agosto de 1968, y que dieron origen al movimiento Iglesia Joven

Revolucin en la Iglesia? S, ya es una palabra que se comienza a escuchar Nuestra voz no se alza hoy contra el Papa Paulo VI. Tampoco contra el Pastor de nuestra dicesis, el Cardenal Ral Silva. Denunciamos la estructura de poder, de dominio y de riqueza en la que se ejerce a menudo la accin de la Iglesia; la mentalidad y las organizaciones que condicionan y desvirtan la labor de la Jerarqua Eclesistica.

El Congreso de Bogot

Es esta estructura la que cambia el signo positivo que debera tener un Congreso Eucarstico. El Papa cae en esta red.Las solemnes sesiones de Bogot peligran de servir ms a las compaas tursticas, a los reporteros de revistas que alimentan la curiosidad de la sociedad de consumo, a los afortunados del dinero que pueden pagar los ms caros hoteles para ver al Papa, y a todos los que se benefician de los gestos grandiosos y espectaculares organizados por las diplomacias civil y eclesistica El compromiso real de la Iglesia con la liberacin de los oprimidos, no se mide por gestos de la magnitud de un Congreso Eucarstico. Cristo no necesita de multitudes que canten por las calles y aclamen a su Vicario, ni miles de cirios, ni de hermosos altares. Cristo, presente en el pobre, necesita de la accin de los que creen en El, de una accin decidida, valiente y generosa, destinada a cambiar las condiciones de vida de una masa latinoamericana, explotada a veces por los mismos cristianos Le pedimos a la Iglesia que se defina en defensa del oprimido, que se arriesgue a perder su situacin de privilegio, para animar la liberacin de los explotados, a fin de que sta se realice sin nimo mezquino y vengativo, sino movida por espritu evanglico Pero para que tal transformacin exista, es necesario que la Iglesia cambie internamente. Tiene que renunciar a una cierta prctica y a una organizacin que la hacen aparecer como una secta. Los valores de obediencia, de disciplina, de uniformidad, de prudencia, priman sobre otros, ms evanglicos. El acentuar estos valores eclesisticos, convierten necesariamente a la Iglesia en una secta. La pobreza, la libertad, el servicio, la comprensin abierta y audaz, son los valores que deben cambiar el rostro de la Iglesia.

Revista Cristianismo y revolucin, segunda quincena de abril de 1969

Presupuestos. La situacin del pas descripta en el documento es una situacin temporal; lo que est en juego en esta situacin son diversas reas de realidades temporales, econmica, social, cultural, poltica.Ahora bien: de acuerdo a la visin de los documentos de Medelln esta realidad temporal, es teolgicamente interpretable. Es decir, ella no es explicable slo ni suficientemente a partir de los fines, leyes y categoras de cada una de esas reas (econmica, poltica, cultural), ni tampoco solamente desde fines y categoras globalmente humanistas, esto es, cuya medida y criterio est dada, en ltimo trmino, por el hombre) (p. ej. La categora de progreso); sino que esa realidad temporal es explicable, puede y requiere ser explicada a partir de los fines y del plan que Dios traz sobre la historia humana (desde el misterio o plan de Dios), y por consiguiente desde las categoras de la fe o de la teologa.Esta interpretacin es proftica, e implica que los acontecimientos y situaciones histricas se dan como signos o no-signos de que el plan de Dios se va cumpliendo, de que la historia responde o no al logos (a la idea) que Dios tiene del mundo, a su palabra y a su gape (a los intereses del amor con el que Dios puso en marcha este mundo e historia).En este presupuesto terico, teolgico, el que lleva a una lectura cristiana de los signos de los tiempos, de los diversos tiempos y de las diversas regiones. Detrs de ello hay evidentemente una determinada concepcin teolgica de la realidad temporal; y brevemente puede resumirse esa concepcin de esta forma: la realidad temporal (la historia y lo que el hombre hace en esta historia, como construccin del mundo) no es indiferente sino que est en relacin con respecto al destino escatolgico del hombre y su realizacin (destino ltimo, religioso); que esa relacin no es siempre y slo negativa (la realidad temporal como nula, invalida y contradictoria con los valores escatolgicos) tampoco que esa realidad temporal es siempre y automticamente positiva con respecto a la dimensin escatolgico-cristiana del hombre; sino que es ambigua, vlida o invlida, positiva o negativa y por consiguiente ha de operarse, sobre esa realidad y situacin temporal, en cada tiempo y lugar, un discernimiento: discernir el tiempo, sus signos, implica dar un juicio sobre la situacin temporal dese la visin de la fe.