Actas de la Octava Comferencia Sanitaria Panamericana

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Actas de la Octava Comferencia Sanitaria Panamericana Sesión Preliminar del 12 de Octubre de 1927 Presidencia del Doctor Paz Soldán Abierta a las 10 y 35 a. m., con la concurrencia de los señores Delegados por Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, se dió lectura’al despacho por el señor Secretario General de la Conferencia, designado por el Gobierno del Perú, Doctor Baltazar Caravedo, y del informe producido por la Secretaría General respecto a las credenciales de los señores miembros de la Conferencia, quienes fueron incorporados en el orden siguiente: Argentina.-Doctores Laurentmo Olascoaga, Nicolás Lozano y Alfredo Sordelli. Bo&ia.-Doctores Adolfo Flores y Adolfo Durán. Brasil.-Doctores Joáo Pedro de Albuquerque y Bento Oswaldo Cruz. Costa &ca.-Doctor Solón Núñez F. Ecuador.-Doctor Luis M. Cueva. Estados Unidos.-Doctores Hugh S. Cumming, Bolívar J. Lloyd y John D. Long. GuatemaZa.-Señor Pablo Emilio Guedes. Ha&.-Señor Victor Eieffer Marchand.’ Hon¿luras.-Doctor José Jorge Callejas. Panamá.-Doctor José Guillermo Lewis. Paraguay.-Doctor Isidro RamZrez. Perú.-Doctores Carlos Enrique Paz Soldán, Sebastián Lorente, Baltazar Caravedo, Daniel E. Lavorería y Julio C. Gastiaburú. Repúblka DomZnkana.-Doctores Ramón Báez Soler y Alejandro Bussalleu. Uruguay.-Doctor Justo F. Gonz&lez. Venezuela.-Doctor Emilio Ochoa. 1 El Doctor ffuillermo Angula y Puente Armo presentá sus credenciales en una sesión subsiguiente y fu6 incorporado a le Conferencia como Delegado por Haitf. 21

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Actas de la Octava Comferencia Sanitaria Panamericana

Sesión Preliminar del 12 de Octubre de 1927

Presidencia del Doctor Paz Soldán

Abierta a las 10 y 35 a. m., con la concurrencia de los señores Delegados por Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, se dió lectura’al despacho por el señor Secretario General de la Conferencia, designado por el Gobierno del Perú, Doctor Baltazar Caravedo, y del informe producido por la Secretaría General respecto a las credenciales de los señores miembros de la Conferencia, quienes fueron incorporados en el orden siguiente:

Argentina.-Doctores Laurentmo Olascoaga, Nicolás Lozano y Alfredo Sordelli.

Bo&ia.-Doctores Adolfo Flores y Adolfo Durán. Brasil.-Doctores Joáo Pedro de Albuquerque y Bento Oswaldo

Cruz. Costa &ca.-Doctor Solón Núñez F. Ecuador.-Doctor Luis M. Cueva. Estados Unidos.-Doctores Hugh S. Cumming, Bolívar J. Lloyd

y John D. Long. GuatemaZa.-Señor Pablo Emilio Guedes. Ha&.-Señor Victor Eieffer Marchand.’ Hon¿luras.-Doctor José Jorge Callejas. Panamá.-Doctor José Guillermo Lewis. Paraguay.-Doctor Isidro RamZrez. Perú.-Doctores Carlos Enrique Paz Soldán, Sebastián Lorente,

Baltazar Caravedo, Daniel E. Lavorería y Julio C. Gastiaburú. Repúblka DomZnkana.-Doctores Ramón Báez Soler y Alejandro

Bussalleu. Uruguay.-Doctor Justo F. Gonz&lez. Venezuela.-Doctor Emilio Ochoa.

1 El Doctor ffuillermo Angula y Puente Armo presentá sus credenciales en una sesión subsiguiente y fu6 incorporado a le Conferencia como Delegado por Haitf.

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El señor Presidente dejó constancia de encontrarse en viaje a esta capital el Doctor Julio Aparicio; razón por la cual no podía ser incorporado, hasta mejor oportunidad.

El señor Presidente provisional de la Conferencia expresó su saludo a los dignfsimos representantes de los países americanos, a nombre del Gobierno del Perú.

El señor Delegado por Haitf manifestó que su Gobierno lo había autorizado para designar un Delegado, y el señor Presidente pro- visional prometió incorporar con todo agrado al propuesto, Doctor Guillermo Angulo y Puente Arnao, tan pronto como llegase la comti- cación cablegráfica respectiva, prometida por el Señor Kieffer Mar- chand, ya que no era posible hacer esa incorporación sin credenciales.

A continuación, el señor Presidente provisional expresó su satis- facción por haber sido designado el Señor Ministro de la República Argentina en Lima para integrar la representación de ese país.

El Señor Secretario General di6 lectura a los siguientes cable- gramas :

“Doctor Paz Soldán.-Presidente Conferencia Sanitaria Paname- ricana.-Lima.-Lamento profundamente no ir por causa Congreso Tuberculosis aquí. Lozano, Sordelli llegarán dfa once.-Afectf- sima.-Aráoz Alfaro, Presidente Departamento Higiene.”

“Paz Soldán. Presidente Conferencia.-Lima.-Atentamente saludo ilustrada Asamblea.-Pablo Garcfa Medina, Director Higiene Colombia.”

El señor Presidente provisional manifestó que se habfa dispuesto contestar cablegráficamente esas comunicaciones.

El señor Presidente provisional invitó a los señores Delegados presentes a hacer uso de la palabra, y no haciéndolo ninguno de los concurrentes, levantó la sesión, invitando previamente a los señores Delegados para concurrir en corporación a saludar a los Señores Ministros de Fomento y de Relaciones Exteriores, y al Señor Presi- dente de la Repfiblica.

Eran las ll y 5 a. m.

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Octava Conferencia Sanitaria Panamericana

Sesión Inaugural del Miércoles 12 de Octubre de 1927

A las 6 p. m. se realizó en el Teatro Forero de Lima, la instalación solemne de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, con la asistencia del Señor Presidente de la República, Don Augusto B. Legufa, y el Consejo de Ministros, Miembros del Cuerpo Diplomático, Representantes de las Cámaras Nacionales y Regionales, Corpora- ciones Oficiales, miembros de las diversas Facultades de la Univer- sidad Mayor de San Marcos, y distinguidas damas y caballeros de la sociedad limeña.

Ocupaban el estrado, además de los señores Delegados extranjeros y nacionales, el Señor Doctor Pedro José Rada y Gamio, que presidió la actuación; los miembros de la Comisión Organizadora, Doctores Carlos Enrique Paz Soldán, Presidente provisional de la Conferencia; Sebastián Lorente, Presidente de la Delegación Peruana, y Baltazar Caravedo, Secretario General de la Conferencia; y el Doctor Hugh S. Cumming, Director de la Oficina Sanitaria Panamericana de Wáshing- ton.

El Señor Presidente declaró abierta la sesión y la orquesta ejecutó el himno nacional del Perú, y en seguida el señor Secretario General dió lectura a dos cablegramas de saludo de los Directores de Sanidad de Colombia y Ecuador, documentos que quedan incorporados en el archivo de la Conferencia.

El mismo Señor Presidente, Doctor Rada y Gamio, pronunció a continuación el siguiente discurso :

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Discurso del Doctor Pedro José Rada y Gamio Ministro de Relaciones Exteriores del Perú en la Inauguración de

la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana

SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SE~ORE,S DELEGADOS, SERORES: Me siento altamente honrado al tomar la palabra en este dfa solemne, en que,

por primera vez, se reúnen los Delegados de las naciones de este continente, nara celebrar la Octava Conferencia Sanitaria Panamericana, bajo la sombra de ía bandera del Perú y al amparo de sus instituciones púb1icas.y de sus libertades.

Es motivo de suma complacencia para mi patria y su Gobierno, veros aquf, señores Delegados, donde habéis venido trayendo el valioso contingente de vuestra ciencia, de vuestra experiencia y de vuestro patriotismo, para colaborar en la obra común de la sanidad continental, que se obra magna, porque al amparo de su blanca bandera, se asocian todos nuestros pueblos, se abrazan todos nuestros corazones y se une, en un común esfuerzo, el empuje panamericano para llevar por doquiera la salud y la vida que son los cimientos de toda grandeza nacional.

A las gárrulas discusiones de metafísicos nebulosos; a la invención de sistemas sociales, fruto de universidades muchas veces decadentes y estratificadas, ha sumido. en nuestro sielo. la oolftica internacional de la salubridad míblica. llamada a unir los cont%rentes y las naciones todas de la tierra, sin distmciones odiosas; porque la higiene, como fuente de preparación y defensa de la vida, es la orientación moderna de los gobernantes y la panacea universal para engrandecer las diversas manifestaciones de los Estados, no ~610 en lo que concierne a su gobierno propio, sino a las grandes manifestaciones de la solidaridad humana, por medio de la unión de todas las naciones del planeta. Y todo esto porque la salubridad, que es profilaxis universal, alejando los peligros morbosos, matando los bacilos que inutilizan los gérmenes de la existencia, prepara el medio individual v social de la vida. Por eso el radio de la salubridad nública se extiende a todos 10s ámbitos del planeta; comprende la tierra y el mar y mañana se extenderá también al cielo, donde harán la vigilancia de la salud universal de los hombres y de los pueblos, las aeronaves dedicadas a esa policía sorprendente y novedosa del porvenir.

Si la medicina exige el estudio de la anatomía y fisiología del cuerpo humano, compendio de las maravillas del cosmos, el estudio de la higiene y salubridad públicas demanda la comprensión de la anatomfa y de la fisiologfa de los conti- nentes. nara descubrir. en sus montañas. la esnina dorsal. v en sus valles. rfos y vertientes, la circulación de las arterias y de la savia de la vida por donde misteriosa y secretamente circulan los grandes impulsos que el Creador Supremo ha dado a la existencia sobre la tierra.

La polftica sanitaria se vincula con la polftica vial, porque las comunicaciones, acercando a los hombres y a los pueblos, les lleva hábitos de higiene, facilita la desecación de los pantanos y centros maláricos y difunde la cultura y la frater- nidad humana.

Se vincula también con la política de las irrigaciones, a efecto de convertir los eriazos, muchas veces focos de infección, y en todo caso como sábanas dc muerte extendidas sobre la corteza terraquea, en campos feraces, donde campcc constantemente la abundancia.

Se relaciona, igualmente, con la polftica de la higienización de las fábricas y talleres, de las viviendas baratas, de la construcción de las casas para obreros y de la industrialización general de un país con todos los resguardos merecidos a la salud y la vida de los trabajadores.

Se relaciona, a la vez, con la polftica de las industrias qufmicas, ya referente- mente a la sanidad de las materias colorantes y primas que se emplean para la elaboración de los articulos manufacturados, ya con la forma de trasportar, sin peligro para la salubridad pública y privada, los granos y ubkrimas cosechas de la agricultura, ya con el cuidado del vellón y de la lana, en sus diversas clases, para las industrias textiles, alejando el contagio de las epizotias animales y vegetales.

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La política sanitaria es también política hidráulica,. porque el agua es indis- pensable para la vida de los individuos, nara el cultrvo del hogar. servicio de ías poblaciones,. impulso de las industrias,-regadfo de los campos, laboreo de las minas y ejercrcro del comercio. En una palabra, el agua que es fuerza motriz que se obtiene en los ríos, en los lagos y en los pozos artesianos, en los ventisqueros y en las cataratas; el agua que forma el mar que bordea los continentes y las islas y que sirve de tersa superficie para la navegación; el agua que cae a la tierra en forma de rocfo o de lluvia; el agua, sefíores, factor constitutivo y pri- mordial del universo, es elemento sin el cual no tendría sentido el ejercicio de la higiene y de la sanidad públicas.

Desde que Luis Pasteur descubrió el mundo microbiano, existente en un bosque como en una gota de agua, echó los fundamentos de la sanidad pública. Antes se ignoraba de dónde provenfan las epidemias, los contagios, como el contenido de los focos de infección, ya de las aguas insalubres, como de los panta- nos. Si Copérnico descubrió el sistema astronómico del mundo y Newton la gravitación de la tierra, Pasteur descubrió el mundo invisible de lo infinita- mente pequeño, pero infinitamente grande, en el daño a los hombres y a las naciones. Y descubierto el origen del mal, di6 la voz de alerta a los higienistas, a los médicos, a los sanitarios ya todos los’hombres que se preocupan dela salud y de la vida, para que se proveyeran los remedios, se desecaran los pantanos, se destruyeran los focos infecciosos y se supiera que la salud puede reinar en el mundo, como puede reinar la paz, que es la salud del alma, en los corazones.

Es al genio incomparable de Pasteur a quien se debe, en gran parte, la sanidad moderna. Por él puede enorgullecerse el Nueva York de hoy, de no tener al año sino 30 casos de tifoidea, cuando antes esta enfermedad destruía millares de hombres.

Por conocerse el mundo microbiano es que la admirable y gran nación de los Estados Unidos de América ha nodido hacer de la Zona del Canal de Panamá uno de los centros más sanos de la tierra. Por ello mismo! Benito Mussolini ha podido establecer, recientemente, en Roma, la Escuela Superror de Malariología, destinada a estudiar la clínica, etiologfa y terapia de la enfermedad de los ano- pheles; y ha alcanzado nuestro gran Presidente, Don Augusto B. Leguía, con sus medidas de sanidad pública, reducir en un 50 por ciento el coeficiente de la mortalidad en el Perú.

Por eso, señores Delegados, en todos vuestros gloriosos paises, ocupa lugar preferente la sanidad pública, y sus ilustrados gobiernos se esfuerzan para pres- tarle la mayor atención v la eficacia con aue lo hacen. está nrobada uor vuestra capacidad, “que viene a traernos su ciencia y’ sus conocimiento; práctic& para que, anuándose todos los esfuerzos en bien de la salud pública, ésta, como una loco- motora incontenible, recorra nuestros países, sembrando el bien y destruyendo la anemia, la enfermedad y la muerte.-

El Perú se halla vinculado a las cuestiones médico-sanitarias en dos momentos de alto interés en la historia; me refiero al descubrimiento de las propiedades febrffugas de la corteza peruana de la quina, sin la cual no podría combatirse la malaria ni otras muchas enfermedades y endemias;. y al descubrimiento de, las propiedades anestésicas de la hoja sagrada de los incas, de la coca, que el opulento imperio peruano cultivó amorosamente! como elemento mantenedor de su tolerancia para la fatiga, y que la Providencra reservaba para la supresión del dolor hums.no.

El árbol de la quina lo ostentamos orgullosos en nuestro escudo nacional; ella lleva el nombre de la Condesa de Chinchón, curada por la admirable corteza en el palacio virreynal de Lima, y cuya leyenda, que recorre todos los países, decora los muros del Hosnital del Santo Esnfritu en Roma. Al lado de la chin- chona calisaya, se alza, según también la leyenda, esa mujer hermosa, la coca, que alimenta a nuestros indios y que ha venido a ser panacea contra el sufri- miento; y junto a la quina y a la coca, crecen, en tierra peruana, otros vegetales, como el que produce el balsarno peruano, de la familia de las leguminosas; el huaco, rival del salicilato de soda; el café; al extremo, que puede decirse, que la flora peruana encierra en sí toda la farmacopea del mundo.

El Perú ilustra la historia de las ciencias médicas e higiénicas, con nombres como el de Pedro Peralta Barnuevo y Rocha, como el del Doctor Cosme Bueno, cuya vasta producción, infatigablemente sostenida durante medio siglo, inicia el estudio de muchos problemas médicos nacionales.

En el crepúsculo de la colonia surgió el padre de la medicina peruana, nacido en una de nuestras provincias australes, la de Arica, cuna de hombres de ciencia y de mártires del amor a la libertad y a la patria, quien estableció la enseñanza médica entre nosotros, implantó la práctica de la anatomía en el Real Anfiteatro

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de San AndrEs, escribi6 su libro sobre el clima de Lima y colaboró con virreyes como Abascal. siendo conseiero de los libertadores San Martín v Bolfvar v fundador del heal Colegio de Medicina, Cirugía y Ciencias Naturales de San Fernando. Este prócer, Hip6lito de Unanue, semeja al NBstor de la Iliada homérica de nuestra emancipación, tiene de griego por su vasta cultura, de romano por la constancia de su carácter; era el compendio de un sabio y de un patriota. En estos dfas, señores Delegados, nos vais a acompañar a trasladar sus cenizas del mausoleo donde reposan en el Cementerio Matfas Maestro, al Panteón de los Próceres, sitio destinado a la inmortalidad de los que contnbu- yeron a darnos libertad y patria.

Más tarde ilustran los estudios médicos, Celso Bambarén, que aporta brillante contribución revolucionaria al conocimiento de la fisiologfa de las válvulas del corazón; JOSE Antonio Morales Alpaca inventa el fórceps, inmediato precursor del fórceps de Tarnier. El Dean Juan Gualberto Valdivia preconiza la humani- zación de la asistencia de alienados, en la que llega a ser una eminencia contem- noránea el doctor Hermilio Valdizan: Daniel Carrión ofrece su vida como holo- causto a la ciencia para estudiar la enfermedad de la verruga, y en torno a la actitud del mártir, se agrupan, para profundizar el conocimiento de la misma

’ enfermedad, los Odriozola y Barton, los Arce y Batistini, los Mackenie y Weis, los Tamayo y Monge, los Hercelles y Carvallo. Al mismo tiempo surge la figura mundial del sabio Edmundo Escamel, que acaba de recibir el homenaje de los centros cientfficos más famosos y de los sabios más connotados de nuestros días.

Defender con el mayor celo el preciso tesoro de la infancia, en torno a cuyas cunas ronda el porvenir de la patria, evitando la anacrónica orientación exclusiva- mente dirigida hacia el niño abandonado y enfermo; procurar, al amparo de la ley y con el indispensable concurso de la sociedad, que las generaciones nuevas hallen el mayor ndmero de condiciones propicias a su más perfecto desarollo, en el hogar y en la escuela; encauzar debidamente las aptitudes biol6gicas de los jóvenes, no ~610 con el objeto de evitarles el camino inadecuado sino con el de procurarles el mejor camino y el de mas eficiente contribución a la obra social; evitar a las colectividades, por medio de una organización conveniente, la agresión de los agentes nocivos; pero cuidar, al mismo tiempo, de colocarlas en condiciones de poder sufrir dicho daño y superarlo victoriosamente; tal, señores, a grandes rasgos, el problema sanitario moderno, honda y legítima preocupaciún de todos los paises cultos.

Abordar todos estos problemas entre nosotros, resueltamente; iniciar la polftica sanitaria en el Perú y llevarla a gran desarrollo, ha tocado a nuestro genial manda- tario Don Augusto B. Legufa. Abordar, con criterio científico y al mismo tiempo práctico, la solución de nuestros problemas sanitarios a fin de conservar e incre- mentar nuestra población; sanear nuestras ciudades; modernizar nuestra legisla- ción; amparar el trabajo de los obreros; higienizar las fábricas, talleres y campos; cuidar de la infancia en todas sus manifestaciones; proteger al indio para sacarlo a una vida higiénica y libre; impulsar la cultura nacional por senderos de pro- vecho v no de soñadas fantasfas: establecer la asistencia médica escolar: orienta el estudio sistemático de la patología y de la geograffa médica nacionales; dirigir su mirada a las endemias de la montaña para destruirlas; proteger a la mujer como doncella, madre y obrera.; amparar a los hombres de ciencia para que amplfen y perfeccionen sus disciplinas; procurar que a base de la salud, de la robustez y de la vida se engrandezca la nacionalidad para que fuerte de alma y de cuerpo pueda afrontar las dificultades del progreso y vencer los secretos del porvenir. Este es el cuadro, trazado a grandes rasgos, de la obra sanitaria del Presidente Leguía.

El primer acto en que se reveló el pensamiento sanitario del Señor Legufa fu6 la sanción de la Constitución Polftica aue nos riee. tuvo artículo 180 establece que los habitantes del territorio nacional están obuligadós a obedecer no ~610 las leyes de carácter civil, penal y político, sino también las que se refieren a la vida, a la salud y a la higiene públicas.

La Constitución de 1860, como las anteriores constituciones, no teman una sola palabra sobre la salubridad de los ciudadanos, como si ese fuera el problema que menos hubiera interesado a nuestros estad.istas anteriores al 4. de julio; -en cambio, la Constitución a que me refiero, consigna este articulo, que, por primera vez, despliega a todos los vientos de la opinión pública, sobre el fundamento constitucional, el amparo de la vida, de la salud, dc la higiene, de la salvación de los ciudadanos de la patria.

El artículo 470 de la misma Constitución. al desnleear otra bandera nueva en las instituciones del país, habla de la protección del obrero por medio de la repa- ración de los accidentes del trabajo; al mismo tiempo, establece que las leyes que amparan a los trabajadores y a los obreros, deben preocuparse tambi6n de

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su vida, de su salubridad y de su higiene; y de aquf que el Ministerio de Fomento haya expedido, desde la fecha memorable del 4 de julio, hasta el presente, muchas resoluciones tendientes a salvaguardar la vida de los trabajadores, cmdando la higiene en los talleres, la limpieza en las fábricas y en todos aquellos centros donde debe desenvolverse la acción del obrero. Y los articulos 550 y 560 son mucho más concretos, porque disponen que el Gobierno esta obligado a establecer asilos de asistencia pública y todos aquellos centros que tiendan a la conservación del capital humano en sus manifestaciones de la salud y de la vida; el artfculo 560 descorre completamente el velo de la legislación social en el Perú y establece los principios que deben regular nuestra vida institucional con relación a la pre- visi6n social y a la protección de los habitantes, todo en orden a las orientaciones modernas por las cuales los pueblos han luchado hasta conseguir la realización de esos ideales.

A esa acción impulsora de la salubridad pública en la labor del Señor Legufa, corresponde el haber afrontado el nroblema de la asistencia nública, reformándola últimamente; el establecimiento del sifilicomio; la fundación del’ leprosario de Iquitos; la construcción, en esta capital, del hospital para niños “Julia Swayne de Leguía”; la construcci6n del Hospital Arzobispo Loayza, bajo su protección y con dineros fiscales, en su mayor parte, votado por leyes de nuestro esclarecido Congreso Nacional; la reforma del Instituto de Vacuna para que elabore no ~610 la vacuna antivariólica, sino otras como la antitffica y sueros de distinta naturaleza; el establecimiento de la Junta de Defensa de la Infancia y del Instituto Nacional del Niño, con sus Gotas de Leche, Cunas Maternales y Roperos Infan- tiles; el establecimiento de salas-cunas en las fábricas, como de la estadística demografica y la dotación de oficinas departamentales de salubridad a todos los departamentos de la República, con sus médicos sanitarios y titulares, sus obstetrices, inspectores sanitarios y vacunadores, formando un verdadero tren en servicio de la sanidad pública; distribuyéndose gratuitamente los remedios, vacunas y sueros necesarios para combatir las enfermedades; el envío a las selvas del Madre de Dios del Doctor Pedro Weiss para que estudie la patogenia de muchas enfermedades de la montaña; la celebración del Congreso del Niño; de la Conferencia Nacional Antivenérea y de la Liga Anticancerosa.; la organización de la Liga Antituberculosa de Damas, formada por distingmdas matronas y señoritas de nuestra sociedad; el establecimiento de la sección que estudia las condiciones en que funcionan las fábricas de Lima y Callao, que ha requerido de sus propietarios las reformas convenientes, y que día a día va extendiendo su acción a los demás centros industriales del país. Combatió, hasta destruir completamente, la epidemia de la fiebre amarilla, que se extendió en los departa- mentos de Piura y Lambayeque, La Libertad y provincia litoral de Tumbes, en los años de 1919 a 1921, contando como auxiliar de esa campaña con la Insti- tución Rockefeller y con la competencia del Doctor Henry Hanson, quien dirigi6 los trabajos, coronandolos con el más cumplido éxito.

Asf como la acción del Presidente Legufa combate las epidemias, combate los vicios, prohibiendo la explotación de los fumaderos de opio; declarando el Callao puerto único para la importación de drogas tóxicas, las que ~610 serAn impor- tadas o exportadas por resolución de la Dirección de Salubridad, y establece las normas y el control para su uso, dando cumplimiento a la ley 4228 que persigue la toxicomania. Ha dictado el Reglamento Sanitario de ferrocarriles, auto- móviles, tranvfas y demás vehfculos; ha establecido el control y vigilancia, por medio del Instituto de Vacuna y Seroterapia, de la fabricación, importacrón y venta en la República, de sueros, vacunas bacterianas, productos biológicos empleados en el diagnbstico o en la terapéutica, salvarsanes y productos similares; ha declarado obligatorio el empleo de la nomenclatura nosológica adoptada por la Convención de Parfs de octubre de 1920; ha establecido dispensarios anti- palúdicos en diversas localidades del país. Puedo asegurar, sin hipérbole, que no hay institución de beneficencia, ni obra de salubridad pública que no cuente con el anovo más decidido v entusiasta del Señor Presidente de la Remíblica.

Como-f&to de esta poli&a nueva de sanidad en el Perú, presentó & gobierno del Señor Leguia, al Parlamento Nacional, la famosa ley de saneamiento de 33 ciudades de la República.

La obra magna de saneamiento, realizada en Lima, es la del suministro de agua potable; de alcances verdaderamente grandiosos.

Las ant,iguas galerfas superficiales de la Atarjea de Lima han sido reemplazadas por nuevas, revestidas de concreto y cuya profundidad oscila entre 15 y 20 metros bajo el nivel del suelo; impidiendo asf que al captarse las aguas, éstas se contaminen. Se han construido alrededor de 3,000 metros de galerías filtrantes, con un rendimiento de más de 50 millones de litros, contra 25 que antes se obtenía;

* pudiendo contener los tanques de sedimentación, revestidos de concreto, 30 74794-28-3

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millones de litros, con un periodo de sedimentaci6n de diez horas. Estos tanques forman parte de un proyecto completa para instalar un grupo de filtros mecAnicos en cuva disposición de Lima.

se ha tenido en cuenta el futuro crecimiento de la población

El agua proveniente de la Atarjea, después de ser esterilizada por el cloro, es almacenada en el aran reservorio de cemento reforzado. de “La Pólvora.” ron capacidad actual para 13 millones de litros, pero con posibles ampliaciones futuras de dicho volumen. El agua pasa, de allf, al antiguo tanque de Ansieta, distante un kilómetro, por medio de una nueva tuberfa madre de 33 pulgadas y en seguida va a la distribución de la ciudad.

Las antiguas tuberfas de agua de Lima, inutilizadas casi totalmente por el tiempo y por la acción de la electrolisis, se han reemplazado por nuevas de fierro fundido, con válvulas de independencia, de limpia, de regulación y grifos para incendio. Las nuevas urbanizaciones están comprendidas en esta admirable red de distribución del agua. De las tuberfas, dos son matrices; una de 1S pulgadas que arranca del gran reservorio de “La Pólvora” y que abastece la zona alta; y otra de 30 pulgadas que arranca del reservorio de Ansieta y abastccc la zona baja.

El kilometraje de las tuberfas de fierro fundido es el siguiente:

Enlacapitalyurbanizacionesvecinas--------- ____ -___- ______ --- ..__ -_ 150 En San Miguel, Magdalena Antigua y Nueva, y Avenida Brasil-- _ - - _ _ _ _ _ _ 30 En Miraflores y urbanizaciones vecinas------- _____ --_- ____________ -___ 15

0 sea alrededor de 200 kilómetros, sin incluir 9 de tuberfas de 16 pulgadas de concreto reforzado, tipo Hume, colocadas a lo largo de la Avenida Legufa y a la salida del reservorio de Miraflores. El servicio de este balneario se ha completado con la construcción de dos reservorios reguladores de presión, de 235,000 y 2,150,OOO litros, ubicados, respectivamente, en el Parque Zoológico y en Mira- flores, y con dos v8vulas reguladoras de presión en la tuberfa madre, que abastece los pueblos de Magdalena y San Miguel.

Lo gastado en estas obras pasa de siete millones de soles. La pavimentaci6n es una de las manifestaciones del saneamiento de las pobla-

ciones. En Lima se han ejecutado estas obras con lozas de concreto reforzadas con malla metálica, 100,000 metros cuadrados; con base de concreto, 300,000; con base de concreto y superficie asfáltica, 300,000; de macadam asfáltico, 90,000 y de macadam con superficie de concreto asfáltico, 10,000; cifras que hacen un total de 800,000 metros cuadrados o sea mucho más de 100 kilómetros de pavimento de diversas clases; por un valor de diez millones de soles, mas o menos.

Las obras de saneamiento comprenden también las de canalización; habiéndose ejecutado, simultáneamente, un sistema conveniente de albañales, con gran número de desagües, no ~610 en la ciudad de Lima, sino en los pueblos de Magda- lena Nueva, Magdalena Vieja y Chosica, que hoy cuentan con un moderno sistema de albañales, de igual manera que todas las urbanizaciones que rodean Ia capital. El material empleado ha consistido en tuberfa de concreto de 6 pul- gadas a 16 pulgadas de diametro, tipo Hume. Hasta el dfa de hoy se han insta- lado, mas o menos, 100 kilómetros de albañales, sin considerar 5 de tuberfa de concreto reforzado, colocado en el pueblo de Chosica; y se han gastado 2,000,OOO de soles en estas canalizaciones.

Para completar las obras de saneamiento de la capital de la Repbblica, se le está dotando de convenientes hornos crematorios de basuras. Se acaba de construfr uno para 70 toneladas métricas, con capacidad preparada para ampliarlo al doble, con ubicación al norte de la poblacibn y en el lecho del rfo, conveniente- mente defendido de las crecientes del mismo. Trabajando dos unidades, a máxima capacidad, se podrfan cremar los desperdicios producidos por una pobla- ción de 300.000 habitantes.

Se une a esta obra de los hornos crematorios Ia de Ia destrucción de muladares, que no ha mucho se ha realizado en esta ciudad con los conocidos con las deno: minaciones de “El Tajamar,” “El Mont6n,” “El Martinete” v otros.

Las obras de saneamiento se han hecho extensivas, por ahora, a la ciudad del Cuzco, cuyos modernos servicios de agua y desagüe se hallan terminados.

Las aguas se captan de cinco manantiales diferentes y se conducen al servicio por 7,493 metros lineales de tuberfa de concreto armado, de 6 pulgadas a 12 pulgadas de diámetro, que atraviesa 19 quebradas y otras tantas colinas, para salvar algunas de las cuales ha habido necesidad de construir ocho tríneles, siendo el más largo de 271 metros!

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Los dos reservorios para la alimentación del agua, tienen una capacidad para 3,320,OOO litros, uno, y el otro para 395,000; con una red de distribución de 30,480 metros lineales de tubería de fierro fundido; abasteciendo un promedio de 75 litros por segundo, que a razón de 200 litros por habitante y por dfa, seria suficiente para una población futura de cerca de 40,000 habitantes; contando la ciudad del Cuzco, al presente, con solamente 23,000.

De los 251 servicios particulares de agua que tenfa la imperial ciudad, se ha llegado, hasta este momento, a 1,200. Estos tienen también su correspondiente sistema de albañales, tanto para los servicios domiciliarios como para controlar las aguas pluviales durante los dfas de tormenta.

El costo total de estas obras asciende a cerca de dos millones de soles. La ciudad de Arequipa está también en vfa de gozar, completamente, de los

modernos servicios de agua y desagüe. Para dotar a la ciudad de agua potable, se capta ésta del manantial llamado

“La Bedoya,” en el distrito de Chiguata, a 15 kilómetros al S. E. de Arequipa, con un gasto constante de 310 litros por segundo, y cuya calidad es superior a la de los manantiales de Yumina.

Para la instalación de los servicios se ha subdividido la ciudad en tres secciones independientes una de otra. La sección alta, que comprende el distrito de Miraflores; la sección media que comprende la parte central y la alta de la propia ciudad de Arequipa y el distrito de Yanahuara; y la tercera sección que abarca toda la parte baja de la población v el distrito de San Isidro; alimentándose cada sección por un -reservol;io.

Hasta la fecha se han colocado 40.476 metros lineales de tubería de fierro fundido, de 4 y 20 pulgadas de diámetro, con sus valvulas, accesorios y grifos; representando un 72 por ciento sobre el total de 55,772 metros lineales que será necesario utilizar.

Los tres reservorios para el abastecimiento de las secciones mencionadas, están completamente terminados; mide, cada uno, 24 metros de diámetro por 5.15

_ de altura, con capacidad para 2,260,OOO litros. La tubería que conduce el agua del manantial de “La Bedoya” al reservorio,

se halla también terminada, pasando por seis túneles de 40 a SO metros de largo, por debajo de tres torrenteras grandes y un sinnúmero de torrenteras pequeñas y sobre 3 puentes de concreto armado de 8.20 y 40 metros de largo: respectiva- mente. Mide la línea de conducción 12,679 metros. La realización de estas obras ha exigido la construcci6n de un camino carretero de 4 a 6 metros de ancho y con una longitud de 15,633 metros.

El sistema actual de conducción llevará un mfnimo de 254 litros por segundo, o sea 22,000,OOO de litros cada 24 horas, que a razón de 250 litros por habitante

‘al día, sera suficiente para una poblacrón futura de 100,000 habitantes; siendo la población actual de Arequipa de más o menos 48,000.

En Arequipa se ha iniciado, recientemente, la implantación del servicio de desagüe. Hasta hoy se han colocado 5,446 metros lineales de tubería Hume de 6 pulgadas; 561 metros lineales de 8 pulgadas; y 122 buzones de inspección. Tendra que llegarse a colocar 56,434 metros hneales de tubería de concreto reforzado y 4,066 de tuberia de concreto. Estos trabajos estarán terminados para el 28 de julio de 1928; y se utilizará también un tanque Imhoff para la purificación de las aguas excluidas y la irrigación *de 150 hectáreas de terreno zr;iden la seccrón denommada de Las Pampas VIejas, a tres kilómetros de la

’ Estas obras importan cerca de tres millones de soles. Los beneficios del saneamiento los disfrutarán, muy en breve, las ciudades de

Ayacucho, Puno, Sicuaní e Iquitos, especialmente esta última, dado el interés desplegado por el Gobierno. En seguida se acometerán las obras en otras ciudades de la República, y la ley del Congreso Nacional que manda sanear treinta y tres poblaciones del pafs ser& una realidad, a despecho de los pesimistas; y el Presidente Señor Leguía hab& realizado su magna iniciativa; obra de salubridad pública que bastarfa, ella sola, para inmortalizar su nombre, si a este rayo de luz de su administración no se unieran otros muchos, que forman el sol de su gloria.

Señores: La obra de la solidaridad americana es de la más grande importancia v trascendencia uara el norvenir de nuestro continente. Cuánto se trabaie nara estrechar sus vínculos de fraternidad y de concordia; cuanto se haga por’ ahnar sus esfuerzos en bien de la causa común; cuánto se predique a favor del pan- americanismo; cuanto se haga por la grandeza de América, siempre será poco, dado lo estupendo del ideal.

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30 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

Estas Conferencias Panamericanas, ya se refieran a la vialidad, al comercio, a la inmigración, a la sanidad pública o a cualquiera de las disciplinas de la vida, tienen un cometido trascendental en esa labor de fraternidad americana; fra- ternidad que no ~610 fu6 un sueño en la mente de los grandes libertadores como Washington, San Martín, v Bolívar, sino que nació realidad y realidad de inconm&surables limites será en el avenir de nuestras nacionalidádes.

Es labor americanista procurar, cada vez más, la unión intima de los ameri- canos, sajones y latinos. Wáshington es héroe de la libertad como Bolfvar. Las espadas de los dos genios se unen, como sus pensamientos de confraternidad americana se confunden.

A nombre del Gobierno quiero expresar, en esta oportunidad, sus agradeci- mientos a la Dirección de Salubridad, desempeñada por el competent,e y notable profesional Doctor Sebastián Lorente, por los servicios que ha prestado en la organización de esta Conferencia; reconocimiento que hago extensivo ala Comisión creada nara ese obieto v nue nreside el talentoso higienista Doctor Carlos Enrique Paz Soldan, orgüllo’de mi raza y prez de la cieñcia peruana.

El Perú, señores Delegados, recibe complacido vuestra visita y espera que vuestras sabias deliberaciones seran benéficas para la salubridad del continente, y que sus acuerdos serán dignos de los provechos americanos que derivaron de las Conferencias Sanitarias de Washington, México, San José de Costa Rica y La Habana.

-

Saludo a los señores Delegados y a sus nobles patrias, y me inclino reverente ante sus aloriosas banderas. aauf reunidas: formulando los más fervientes votos nor el éxito de vuestras labores. A Con la venia del Señor Presidente de la República, que con su presencia da brillo a esta actuación, declaro, en su nombre, inaugurada la Octava Conferencia Sanitaria Panamericana.

li;n seguida, y por orden alfabético, dijeron su saludo los Delegados de las naciones representadas en la Conferencia, tocándose previa- mente el himno de su país.

El Doctor Laurentino Olascoaga, Ministro Argentino, dijo lo siguien te : EXCELIZNTISIMO SEROR PRIZSIDXNTE, SJB~ORAS, SEÑORES:

En mi carácter de ministro argentino, cábeme el honor de asumir la repre- sentación de la delegación en este acto inaugural de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, para saludar en nombre de mi gobierno y de sus distinguidos delegados, Doctores Nicolas Lozano v Alfredo Sordelli. al Gobierno del Perú y a su pueblo hospitalario.

Gran honor y gran satisfacción porque debia también hacerlo a nombre de la Universidad de Tucumán, de la que soy su delegado especial.

Ilustres mandatarios del Perú; pueblo peruano; incólume pueblo de genera- ciones heróicas: Los Delegados de la República Argentina os saludan; os saludan en el pasado milenario de vuestras tradiciones incaicas; os saludan en el pretérito de vuestros fnclitos próceres libertarios; os saludan en el resurgimiento portentoso del presente; y os saludan en el revolucionario progreso que ya se vislumbra en vuestro porvenir. Os saludan t,ambién en vüestras damas que al orlar este recinto, para la inauguración de la VIII Conferencia Sanitaria, vierten su inefable perfume-saturando ia obra de la ciencia con infinitas riquezas de colorido y de amor.

Os saludan, por último, en este día de viejas remembranzas, dfa marcado en el calendario americano con el bautismo del linaje de la Raza.

Y evocando el nombre del Inca, que es columna del gran templo peruano, la delegación argentina exclama: l Al gran pueblo de Pizarro, salud!

Señor Presidente de la Conferencia, Señores Delegados: Cabeme la honra de formar parte de la Conferencia en representación de la

Universidad de Tucumán. No he trepidado en aceptar si bien no es la especiali- dad jurfdica ni literaria la que ha de desenvolver su galana guirnalda de flores en estética armonía con los temas de las ciencias mEdicas, pero hermanados al pensamiento de comunidad social, los principios de la higiene y sanidad pública, tienen algo de literarios y mucho de jurfdicos.

Toda la labor mental humana requiere una salud, una regularidad fisiológica y una capacidad psíquica. Es pues por los esfuerzos sanitarios sociales que aquellas modalidades se cumplen dando a los hombres J a los pueblos la gallardia física

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OCTAVA CONFERENCIA SA-NITARU PANAMERICANA 31

e intelectual para su eficacia en el desenvolvimiento humano. Por ello los sabios de la escuela moderna han dado representación a los abogados para cooperar en la legislación de la sanidad y de la higiene pública, hermanando así las ciencias todas del orden social, como el único bien de la humanidad.

Permitidme, pues, que en estilo jurídico o sociol6gico, que lo es también médico, os salude en nombre de la Universidad de Tucumán, ciudad ésta que no podfa quedar fuera de la representaci6n argentina en estos certámenes de las ciencias ya que ella misma fu6 sabia, fu6 gloriosa, fué fuerte porque al proclamar la independencia nacional, el 9 de julio de 1816, creó la higiene social bajo la sanidad de la libertad.

Sea pues mi delegación la representación del espíritu estudiantil, en medio de este cenáculo de representantes de la sabiduría médico sanitaria del continente.

Gracias pues, estimados colegas del espíritu, porque me permitáis el placer de escuchar y aprender.

El Doctor Adolfo Flores, Delegado de Bolivia, se expresó en la siguiente forma:

EXCMO. SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SEÑORES MINISTROS, SEÑORAS Y SEÑORES: Después de los acordes del himno de mi patria., más hermoso mientras más

lejos se está de ella, seguramente que quedar la mejor alguna palabra más sonora y brillante que la mía, para dirigirse al distinguido auditorio de la ciudad de los Virreyes y que explicará con elocuencia el alto significado en esta asamblea.

Pero no todo es cuestión de forma, ni este es un rito como el de las religiones muertas. Estas asambleas difieren en que son siempre frescas y originales y ~610 hay lugar en ellas para la verdad pura.

Como en esas grandes situaciones que producen crisis agudas y largas, la que nos ha dejado la guerra europea nos impone la necesidad de echar mano casi desesperada a la solidaridad americana, para comprender y orientarnos ens caos de nuestros problemas sanitarios y el mejoramiento de nuestra raza. poder esperar por mucho tiempo una gran inmigración a nuestros pafses, ne- cesitamos bastarnos con nuestro propio elemento y en consecuencia cuidar la salud de ellos en el máximum cooperativo de los pueblos cuyas delegaciones están presentes.

No hay para nosotros patria de la ciencia; ningún pafs puede monopolizar esta augusta conquista del saber, ni aun es admisible que existan razas que tengan este privilegio. Admitirlo sería practicar un orgullo insensato y casi deprimiente humillación. Todo pueblo físicamente sano tiene en sí el germen de las aptitudes, cuyo brillo es ~610 cuestión de tiempo o de oportunidad.

Y es precisamente, señores Delegados, lo que nos proponemos realizar; la oportunidad de que en el menor tiempo posible nueskos pueblos sean sanos y capaces de brillar en el cielo de la ciencia.

A estas conferencias, a las que concurren elementos preparados y distinguidos de cada país, vienen en su mayor parte ajenos a las minucias democráticas de cada pueblo y decididos a decir la verdad por encima de los prejuicios patrioteros, declarando honestamente debilidades inherentes a toda democracia, no para hacer una critica hiriente, sino para examinar las faltas y procurar una enmienda colectiva a nuestras desgracias. Es para realizar este plan que la asamblea ha de espiritualizarse un tanto; nos interesa conocer de los pueblos, a la vez que sus endemias, su organización social, su moral reinante y su polftica2 bases indispen- sables para acordar resoluciones eficaces que sugieran a los Gobiernos conductas enérgicas para con sus pueblos; de otra manera la tarea seria ineficaz. Es necesario que la lógica de nuestras conferencias infunda a los gobernantes la única concepción suprema de la ley y esta consiste en la salud del pueblo.

Honrado por mi Gobierno para representar a Bolivia en compafila de mi distinguido colega, el Doctor Adolfo F. Durán, ambos traemos el más cordial, el más sincero saludo de nuestra patria, a la que es ahora sede de la VIII Con- ferencia, que se halla unida a la nuestra con lazos indestructibles, que ha amarrado fuertemente y para siempre nuestra común historia.

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32 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

El Doctor Jo%0 Pedro de Albuquerque, Delegado por los Estados Unidos del Brasil, dijo:

EXCELLENTISSIMO SENHOR PHESIDENTE DA REPIJBLICA, EXCELLENTISSIMOS SE- NHORES MINISTROS, SENHOR PRESIDENTE DA 8a CONFERENCIA SANITARIA PAN-AMERICANA, SENHORES DELEGADOS, MINHAS SENHORAS, MEUS SENHORES: Deu-nos o Governo de nosso paiz urna insigne honra quando designou-nos

para represental-o na 8* Conferencia Sanitaria Pan-Americana, honra essa sobrelevada ainda pelo facto de ser essa Conferencia realizada na historica capi- tal na nobre terra peruana.

Tem assim a Nacão Brasileira a alevantada satisfacpao de trazer a sua co-irmá. do Pacifico, que tão gentil e carinhosamente neste momento nos acolhe, as mani- festacões de sua sympathia e do seu sincero apreco, ambos justos e merecidos, porque sempre nos uniram laGos de solido affecto e de reconhecida amizade.

Tivemos n6s arara felicidade de aportar-nos as plagas peruanas em urna época de verdadeiro resurgimento, de um accentuado suto de progresso, de vida nova, nesta grande nacao. 0 programma de governo tracado pelo seu preclaro Presi- dente está sendo realizado, com o concurso dedicado dos seus dignos auxiliares de administracão, de urna maneira rectilinea, sem hcsitacões, sem desfalleci- mentos. Milhares de kilometros de caminhos para automoveis, essas magnificas carreteras ja construidas ou em vias de construccão, sao as arterias que estão levando aos mais longinquos centros do paiz, a vitalidade, a energia dynamica, elementos essenciaes para que se tornem grandes e fortes as nacóes.

Tres seculos de conquista e dominacao nao impediram que pouco a pouco se fosse formando na terra neruana urna consciencia nacional. aue culminou a final na independencia e na creacao da vossa nacionalidade. Cogitaes agora, 8 esta Conferencia 6 disto urna prova eloquente, da creacao daquillo que eu chamaria urna consciencia sanitaria, no que procuramos tambem n6s outros realizar na AmBrica do Sul, isto 6, que nao 6 mais possivel resolver os grandes problemas industriaes, agricolas, ou os que se referem ás vias de comunica$o, sern- decisivo emprego de medidas sanitarias.

Esta Conferencia servir8 ainda para cada vez mais consolidar a frente sani- taria unica que as nacões americanas estáo procurando crear para a defesa da saude de suas populacóes e para o aperfeicoamento da raca. Do valor dessa frente sanitaria unica poder-se-a ajuizer pelo que se observou na grande guerra, quando toda a sciencia contemporanea contribuiu para preservar as tropas e as populacões contra as epidemias que as ameacaram. Essa frente sórnente cedeu em relacáo ao typho exantematico do lado oriental e em relacáo á grippe do lado occidental; sem a guerra, porém, que 6 sempre quem provoca, propaga e aggrava singularmente as molestias infecciosas, a importancia dessa frente 6 indiscutivel.

Ademais, vira esta conferencia contribuir urna vez mais ainda para estreitar bõas relapões, afim de que, na phrase feliz do notavel estadista norte-americano, Elihu Root, ao dar as boas vindas aos delegados a 2a Conferencia Sanitaria Internacional realizada em Washington, “se conhecam e entendam entre si todos os homens que representam essa humanidade que se acha collocada acima de todos os interesses e divisóes nacionaes.”

E n6s, representantes do Governo e do povo brasileiros, náo poderemos jamais esquecer que o Perú, em cuja seio nasceram, desabrocharam e viveram pelo menos tres das mais adiantadas civilizacões da terra, teve a elevada, a insigne honra de ter possuido, e de, com justo õrgulho, manter ainda a mais antigã universi- dade do hemispherio occidental e nao poderemos olvidar tåmbem que a lgmpha generosa, que-tao largamente contribüe para a forma@0 do nosso lendario e fecundo Amazonas e de muitos de seus affluentes, promana das lacrymaes e dos mananciaes das serranias peruanas, e fazemos votos para que o glorioso sol peruano que fulge desde as remotas épocas mayas c incaicas e que illuminou rutilamente o campo de batalha de Ayacucho, onde v6s outros e todas as nacóes sul-americanas de origem hespanhola, conquistastes o foral da vossa indepen- dencia, continúe a brilhar com a mesma intensidade, continúe a fulgir com o mesmo esplendor para mais gloria da terra peruana.

A continuación se tocó el himno colombiano en homenaje al Dele- gado de ese país que aún no habia llegado.

Después habló el Delegado de Costa Rica, Doctor Núñez, diciendo: SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SEÑORES MINISTROS, SEÑORAS Y SE~+ORES:

Es éste uno de los momentos más solemnes de mi vida; pendientes estan abn ) tas del himno de mi patria, notas sencillas, apacibles como el alma

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OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA 33

‘de nuestro pueblo; mujeres bellas como flores colman el ambiente de exquista poesfa; el rftmico movimiento de las veinte banderas que engalanan este recinto se me antoja el palpitar de los corazones de veinte pueblos confundidos en un solo sentimiento de panamericanismo; voces frescas de jóvenes llenos de fe en un porvenir mejor, entrelazan sus ideales sobre la plataforma veneranda que lesPt;iunda la;raz; experFmF de las cabezas canas. , . . . . “la tres veces coronada ciudad de los Reyes,” en su propio ambiente las viejas emociones de estudiante se bañan de juventud y las lineas borrascosas ya de la epopeya de la conquista y de la apoteósis de la independencia, se definen, se concretan y me conmueven tan hondo que como el poeta:

“Miro en Maipo a San Martin y me parece que escucho los clarines de Ayacucho

= --- y los tambores de Junfn.” La mas calida simpatía ha unido siempre, al través de los tiempos, a nuestros

dos pueblos. Tierra por excelencia hospitalaria la mfa, en sus fronteras el extran- jero deja su vestidura de tal para tomar la de costarricense de origen y entonar con todos el

“Salve oh tierra gentil Salve oh madre de amor.”

del canto de la patria. En la ciudad de Cartago, la vieja metrópoli de la República, moría en 1830 un

general de Bolívar; un general que bahfa sido jefe del estado mayor del Libertador y Presidente de la joven República del Perú: don José La Mar. Las crónicas de mi pafs relatan que la muerte del general que había llegado al pafs tres años antes, di6 lugar a una manifestación de simpatía sin precedente. En 1857, Costa Rica afianzó su soberanfa, rechazando al audaz filibustero que habia plantado ya sus tiendas escravistas en otras secciones de Centro América. A esta segunda independencia que Costa Rica sell6 con su sangre, contribuyó el Perú con su simpatfa y generosidad. Eterna es nuestra gratitud.

Labor meritfsima de cultura y confraternidad es ésta oue realizan los oafses de América con la periódica celebración de conferencias sanitarias internacionales. La atenci6n del mundo está hoy pendiente del más acertado camino a seguir para mejorar las condiciones de salud y vida de los pueblos como medios seguros de dicha y de progreso y hasta de paz y mantenimiento de la soberanfa.

Es extraordinaria la transformación que ha sufrido la higiene nacida al calor de los inmortales descubrimientos de Pasteur. Hermana enclenque y sumisa de la medicina de ayer, se ha convertido en su guiadora ineludible. Su radio de acción es tan amplio que no cabe ya en el marco que le trazan las ciencias médicas: individualista primero, regionalista después, e internacionalista hoy, su lugar está dentro de las ciencias sociales.

La cooperaci6n internacional sanitaria americana, nació el 5 de enero de 1881 cuando a iniciativa del Doctor James Cabell, presidente de la Junta Nacional de Sanidad de los Estados Unidos, se promovió la primera conferencia sanitaria en Wáshington. De la preocupación latina en ese sentido fu6 el Perú de las primeras naciones de América, en sentirla y hacerla sentir, al convocar en 1887 con el nombre de Congreso Sanitario Americano, una serie de conferencias de las cuales surgieron resoluciones encaminadas a hacer efectiva la profilaxis de la fiebre amarilla.

Prolijo seria enumerar los bienes de todo orden que estas conferencias han aportado a la causa de la civilización; y es que en ellas al mismo tiempo que táctitameute se labora por la mejor inteligencia entre los pueblos de América, se estimula la producción cientffica y se difunde y se panamericaniza ya que sin reservas cada cual vacia su carcaj de los frutos de su solar, para colmarlos con los de otras tierras.

El porvenir del mundo palpita en las entrañas de la joven América; no festi- nemos los acontecimientos con locas vanidades ni lo entorpezcamos con absurdas regresiones.

La labor de cultura y de dicha, y de paz que la Liga de las Naciones y la Funda- ci6n Rockefeller v la Oficina Sanitaria Panamericana realiza. es acreedora a la gratitud sempiterna del mundo. La primera pone frente a frente de su secci6n de paz, su sección de higiene, como dos faces de un mismo problema. La con- tribución de la Junta Internacional de Sanidad de la Fundación Rockefeller es preciosa. Ella ha hecho prácticas muchas de las conclusiones de las conferencias sanitarias y congresos médicos y ha influido en la educación higi6nica del pueblo, en la formaci6n de la conciencia sanitaria, sin los cuales basamentos, las más

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34 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

gallardas conquistas ~610 tienen carácter transitorio. Las leyes deben suceder a los hábitos y no estos a aquellos.

La Oficina Sanitaria Panamericana es nuestra propia casa cuyos intereses hemos puesto en las sabias manos de los Doctores Cumming y Long a ella recu- rrimos cada rato en busca del consejo oportuno y en solución de nuestras dudas.

Señor Presidente de la República, señoras y señores: Permitidme que salude en nombre de Costa Rica a las naciones de América aquf representadas y de modo especial a la del Perú que nos brinda su cálida hospitalidad; permi- tidme que formule mis mejores votos por el éxito cientffico y social de esta conferencia: que sus conclusiones sean prácticamente vividas en cada pueblo para dicha de sus hijos; y que el contacto aquí de representantes de diferentes paises de pasado igual y aspiraciones presentes y futuras semejantes, contribuya a estrechar más y más sus buenas relaciones.

Tal deseo condensa el mejor homenaje que la América de Colón puede hacer hoy 12 de octubre-Día de la Raza-en memoria del inmortal navegante.

A continuación habló el Delegado de Cuba, Doctor Fernando Rensoli, leyendo el siguiente discurso:

Séame permitido, señores, manifestar que la República de Cuba se asocia u bilosa a todas las demás Repúblicas americanas en esta obra de unificación sani- taria en beneficio del bienestar común; sin prejuicios, sin reservas, sin egofsmos de ninguna clase; y dispuesta siempre a no economizar recursos, m omitir esfuerzo alguno para lograr la realización del ideal, para nosotros supremo, de confra- ternización panamericana.

El interés de Cuba en los problemas sanitarios, tanto nacionales como inter- nacionales! no se ha desmentido en un solo momento desde la constitución de la República; y ha tenido decidido empeño en participar de cuantos congresos y conferencias de esa fndole se han celebrado en América. Cuba se ha mostrado, ademas, extraordinariamente celosa en el cumplimiento exacto de cuanto en ellas se hubiese convenido.

Este exacto cumplimiento ha sido y ser8 siempre la norma de conducta de Cuba en todos sus compromisos; como lo demostró de un modo evidente dando gran solemnidad a la VII Conferencia Sanitaria Panamericana celebrada en La Habana hace dos años; enviando después delegados a Wáshington para la Con- ferencia de Directores de Sanidad; y designándonos ahora para tomar parte en estos trabajos de revisión del Código Sanitario vigente.

Para ello venimos animados del propósito de no aventurarnos por el camino de hipotéticas especulaciones cientificas no comprobadas aún, o de dificil com- probación, sino seguir el mas sólido, más práctico y más lógico de aplicar los conocimientos y la experiencia adquirida hasta la fecha, para el logro de la salud y del bienestar de todos.

Es, pues, momento verdaderamente feliz para nosotros, Delegados de Cuba, este en que nos encontramos rodeados de los distinguidos representantes de las Repúblicas americanas, animados todos de iguales propósitos y laborando bajo el impulso de los mismos ideales.

Permitidme, pues,.ilustres Delegados de las Repúblicas americanas, que en nombre de Cuba dlrrja desde este sitio el más afectuoso saludo para todas ellas, con especial referencia a este cultfsimo, progresista y hermoso Perú, que con fraternal abrazo hoy nos recibe, nos agasaja y nos hace sentirnos como en nuestra propia patria.

Llegue también nuestro saludo respetuoso y sincero, a las delegaciones que se han visto imposibilitadas de estar aquí en estos momentos, pues estamos convencidos, y completamente seguros, de que están presentes, y los acompaña desde sus respectivos pafses un deseo, tan vehemente como el nuestro, de que esta VIII Conferencia Sanitaria Panamericana obtenga el mas señalado triunfo.

Luego hizo uso de la palabra el Doctor Luis M. Cueva, Delegado del Ecuador, diciendo lo siguiente:

EXCELENT~SIMOSE~~OR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SENORES MINIBTROS DE ESTADO, SEÑOR PRESIDENTE PROVISORIO DE LA CONFERENCIA, SERORES DELEGADOS,SE~~ORAS,SEÑORES: A nombre del Gobierno del Ecuador y del Servicio de Sanidad Pública de mi

pafs, os presento un cordial saludo y sincera felicitación por la trascendental reunión de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, en esta bella e histórica

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OCTAVA CONFERENCIB SANITARIA PANAMERICANA 35

Ciudad de los Reyes, emporio de la ciencia médica y avanzado centinela de la civilización en nuestra joven América.

Es para mf tan honroso como satisfactorio asistir a este torneo que la humani- dad contempla con fundadas esperanzas, porque ve en esta patriótica reunión la salvaguardia de los pueblos, expuestos todavía a los peligros de la puerta abierta para la introducci6n de las enfermedades exóticas, que tienden a incrementar las calamidades que las dolencias autóctonas ocasionan en estos paises de escasos recursos, la mayor parte de ellos, y de defectuosa organización sanitaria que, sin la cooperación internacional, no pueden alcanzar éxito absoluto, en los dificiles problemas de la salubridad pública.

Estas conferencias son, pues, de importancia suma, porque el apoyo mutuo entre las naciones es el desideratum aue ha de dar el triunfo aue ambicionamos en beneficio de todos los habitantes del orbe y en especial de ios del continente americano, digno del más brillante porvenir, ya que las distintas nacionalidades que lo forman se han conquistado honroso puesto en el concierto de las naciones civilizadas.

Yo, como representante de mi querida patria, pondr6 al servicio de esta sabia asamblea, todo mi esfuerzo y la buena voluntad que traigo para secundar las resoluciones que se tomen asegurándoos que mi Gobierno está decidido a llevarlas a la práctica, sin embajes, convencido de los propósitos altruistas de los distin- gu;gudt representantes que se han reunido aquf, para laborar en beneficio del

En el Ecuador se inicia actualmente una era de mejoramiento sanitario, con una nueva ley de amplios horizontes y un Código Sanitario, que consultan puntos no contemplados anteriormente ‘como es la división del psis en tres grandes Zonas Sanitarias, del Centro, del Litoral y del Sur, abarcando, cada una de ellas, las provincias que por su clima y posición geográfica deben estar atendidas por otros tantos Directores de Sanidad, teniendo en mira la mayor eficacia de los trabajos, dentro de un plan general, contando con la cooperación de los municipios para los servicios higiénicos locales, lo cual está llamado a dar resultados muy satisfactorios, que ya han comenzado a palparse.

Como Director de Sanidad aue sov de la Zona del Litoral. me es arato anun- ciaros que la ciudad de Guayaquil, pu&to principal de la República, av’lnza a pasos agigantados en su salubridad, mediante la cooperación que le prestan decidida- mente a la Dirección de Sanidad Pública la Junta Nacional de Saneamiento, organizada, por ley especial, últimamente, y el municipio, impulsando las obras fundamentales del saneamiento urbano, que consisten en la abundante provisión de agua potable, la canalización general de la ciudad y el solado, obras calculadas en algunos millones de sucres; agregándose a esto el esfuerzo particular de los propietarios que están sustituyendo las antiguas casas de madera con hermosos edificios de cemento armado, absolutamente higiénicos,. por todo lo cual ya se obtiene. como nrimer resultado. una anreciable disminución de la neste bubónica. importada el ako de 1908. No está lejano el dfa en que, transformada la población; Guayaquil llegue a ser uno de los puertos más bellos y salubres del Pacífico, para su bienestar propio y garantfa de las naciones vecinas. e

Para terminar, hago-votos muy sinceros porque el Bxito mas halagador corone 10s trabajos que hoy emprende la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, den- tro de suimpõrtantfsimõ programa, que deseo de corazón, verlo cumplido entodas sus partes.

Los hombres de ciencia que van a actuar, con el acopio de sus profundos cono- cimientos en la materia a desarrollarse y la preciada joya de sus sentimientos altamente humanitarios, tendrán como justo galardón y recompensa el agrade- cimiento de los pueblos. Vaya para ellos mi anticipado aplauso.

El Doctor Hugh S. Cumming, Delegado por Estados Unidos de América, dijo :

YOUR EXCELLENCY: In behalf of the delegation of the United States of America, 1 bring greetings

from our Government to the Government of Peru with whom it has such friendlv relations and common aspirations.

We wish to associate with our colleagues, representing sister Republics, in expressing our profound thanks for the hospltable invitation of His Excellency, the President of Peru, which enables us to take part in this Eighth Pan Ameritan Sanitary Conference, as a result of whose labors we feel confident there will be Am_,iiT;ch of benefit to the future health, happmess, and prosperity of Pan

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36 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

En seguida tocó saludar al Delegado de Guatemala, Señor Pablo E. Guedes, quien dijo lo siguiente: SEÑOR PRESIDENTE, SEROR MINISTRO, SERORES DELEGADOS:

Es timbre de orgullo para mí el poder asistir en esta solemne ocasión como representante de la República de Guatemala a la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, bajo cuyos auspicios se han congregado las más selectas mentali- dades del mundo mbdico, para añadir, cada una de ellas, un nuevo eslabón de gloria a las naciones que representan.

Cierto estoy que la ardua y trascendental labor que os habéis impuesto habra de esparcir sus óptimos frutos allende el mar, y las sanas medidas que hayan de acordarse en materia de profilaxia y sanidad, habrán de evitar, en más de un hogar, los acerbos dolores morales del luto y la viudez, al combatir eficazmente gérmenes de la enfermedad; nuestra misión como mensajeros y portavoces de cada una de nuestras decisiones, será más altamente apreciada, más noblemente comprendida, si a nuestra experiencia y conocimientos unimos una firme voluntad de hacer inmortales cada una de nuestras presentes sesiones, cada uno de nuestros actos.

Sea pues, este, mi saludo al ilustre Presidente de la República, y a sus dignos colaboradores en el Gobierno, a los preclaros compañeros que, desde lejanas tierras, han venido a ocupar un sitio de honor en estas conferencias; a los ilustres médicos de este hermoso país que hoy nos brinda con mano pródiga los frutos de su inagotable hospitalidad; sean para ellos y vosotros los parabienes y el fraternal saludo que Guatemala, por mi conducto, se complace en confirmaros.

El Delegado de Honduras, Doctor J. J. Callejas, se expresó así:

SEÑOR PRESIDENTE, SEROR MINISTRO, SERORES DELEGADOS: Con el mismo placer os dirijo un cordial saludo a nombre de mi patria. Es

un mensaje de fraternal solidaridad social del que soy portador. Bien deseara hacer doble mi misión oficial. La una haciéndome primero el intérprete de los sentimientos de especial simpatfa oue animan al Gobierno v pueblo hondureños respecto al Gobierno y puebio pernanos,. y otra, puramente científica, apropian- dome de algunas siquiera de vuestras vahosas iniciativas en materia de sanidad pública.

Mi Gobierno, señores, acogió con el mayor entusiasmo la galante invitaci6n del Gobierno peruano respecto a esta Conferencia, en la seguridad de que de ella se han de derivar los más benéficos resultados para las razas americanas. Y, seguro de que no he de regresar decepcionado, sino que antes más bien, provisto de un bagaje de importantes conocimientos que ahora no poseo, me anticipo a expresar al excelentisimo Presidente de la República, don Augusto B. Leguía y su digno gabinete a la brillante delegación peruana y a toda la conferencia reunida en cuerpo, mis más espontáneos y sinceros agradecimientos.

Después ’ usó de la palabra el Delegado de Panamá, Doctor Jos6 G. Lewis, el cual dijo lo que sigue:

EXCMO. SBROR PRESIDENTE DE LA REP~JBLICA, SEFIOR MINISTRO DE RELACIONES ~X;A~~RES, EXCMO. SEÑOR PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA, SERORAS,

E

La presencia de la República de Panamá en estas conferencias sanitarias panamericanas, es el testimonio más fehaciente de los beneficios prácticos que se derivan de los fines tan laudables como humanitarios que ellas persiguen.

Desde los dfas inmediatos al descubrimiento, el valle del Chagros y sus inmensos territorios adyacentes tuvieron celebridad por su estado, mundialmente conocido como insalubre. Las ferias de Portobelo eran hecatombes. La fiebre de oro que prendió en California, a mediados del siglo XIX, proporcionó victimas incontables a las enfermedades habituales de esas regiones. Por esos mismos años se construyó el ferrocarril de Panamá a Colón, que puso en contacto las orillas del Istmo con los dos océanos que las bañan, y cuenta la leyenda que cada traviesa de dicha via representa una vida humana inmolada en su construcción. Más tarde, el mueblo francés en un aesto heróico emnrendi6 la soñada tarea de romper la vértebra andina para dar p&o a las aguas deios dos mares y el mosquito se encargó de malograr tan tenaz esfuerzo.

Pinlay y Gorgas hicieron posible el Canal de Panamá. A ellos corresponde la gloria que significa la maravillosa transformación sufrida por el Istmo del extremo

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OCTAVA CONITEFÜZNCIA SANITAFU PANAMERICANA 37

doloroso que era, al renombre de que en la actualidad con razón disfruta, de ser uno de los más.sanos, más higiénicos de los paises tropicales, donde se habla ya de la fiebre amarilla como asunto del dominio de la fábula.

Si, Panamá no puede faltar a estas conferencias sanitarias, porque ella constituye el estudio clínico más patente del prodigio que engendra la aplicación, qaciente y perseverante, de la ciencia preventiva que nos reune, y con mayor motlv? ha de peFrse representada en esta Conferencia sl ésta lxene por sede la capital del

Vfkxlos de sin igual estrechez han unido siempre esta gloriosa República con mi patria.

Desde las orillas de la tierra mía partieron las naves que trajeron la fe y la lengua de la madre España a los vastos dominios de los Incas. Al sonar la era emancipadora, Panamá permaneció fiel a la Corona hasta el final de 1821, de suerte que a sus hijos no les cupo la honra de participar, efectivamente, en la epopeya inmortal sino despuks de haberse operado, en Guayaquil, la conJunción de los dos genios de la Libertad: Bolívar y San Martín. Para los istmeños ~610 hubo cosecha de laureles en los campos de Junín, Matar& y Ayacucho, únicos que les fu6 dado regar con su sangre para el logro de la redención americana.

Estos sacrifkios ofrendados por el pueblo panameño en aras de la emanci- pación peruana merecieron ser correspondidos con amor en 1903. Fué el Perú la primera República del continente latino que abrió los brazos para estrechar con afecto nunca desmentido a la nueva nacionalidad que entraba al escenario internacional sin @rimas ni sangre, pero resplandeciente en su personalidad de paz y armonfa.

Así, levantar la voz, como panameño, en la ciudad de Lima, es levantarla en un ambiente, para mE, casi patrio y es causa de intima fruición el evocar recuerdos, muchos tibios aún en nuestra memoria, que confunden el pasado con el presente y que predicen el porvenir de afectos inviolables que seguirán haciendo, per- petuamente, dos hermanas inseparables, dos hermanas con aspiraciones, tenden- cias e ideales idénticos, de la República del Perú y de la República de Panamá, cuyo saludo cordial me honro en traer para el Gobierno y el pueblo peruano y para los señores Delegados a la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana.

En seguida, el Ministro del Paraguay, Excelentísimo Doctor Isidro Ramírez, dijo : SE~%ORPRESIDBNTE DE LA REPÚBLICA,SEÑORES:

A ultima hora, el delegado m6dico de mi país no ha podido venir por circuns- tancias especiales. Pero el Paraguay no podía, no debfa, estar ausente en esta VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, celebrada hoy, en esta culta y hospitala- ria ciudad de Lima, bajo los mejores auspicios de este capacitado Gobierno del Perú. No podfa estar ausente, porque el Paraguay desde el origen de esta noble y elevada instituci6n internacional, ha puesto en ella su modesta semilla mez- clando entre las arrojadas a manos llenas por los demás pueblos, para formar ese gran Código Sanitario, de cuyas luminosas páginas se desprenden hoy, con fuerza eficaz de protección y de difusión, los más avanzados y sanos principios de pre- visión social. No podía estar ausente, porque también el Paraguay, en sus ansias de confraternidad, quería, anhelaba, cooperar, en este instante, con sus otras hermanas, coordinando y armonizando los intereses y las aspiraciones hasta llegar a la completa convivencia sanitaria, arrojando del camino los posibles obstáculos que podrfan perturbar el sentimiento de uni6n y de solidaridad internacional con que todos los delegados acudimos a este bello certamen cientffico.

Y he aqu&.señores, por qué el representante diplom8tico de aquella nación, es el que OS dmge las congratulaciones m& sinceras y el que con la emoción más alta formula un saludo fraternal en la persona de cada uno de los señores Delega- dos, a sus respectivos paises, haciendo votos porque estas deliberaciones se ins- piren siempre en el control y en la vigilancia de la salud pública, como supremo bienestar de estos pueblos y como medio de atenuar las angustias y de secar las Ugrimas de la humanidad doliente.

El Doctor Ramón Báez, por la República Dominicana, se expresb en la siguiente forma: SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SEÑOR MINISTRO DE RELACIONES EXTE-

RIORES, SEÑOR PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA, SEÑORES DELEGADOS, SEÑORAS Y SEÑORES:

Es motivo de intensa satisfacción y de inusitado regocijo para nosotros, el encontrarnos hoy eritre ustedes, ostentando las credenciales que nos han sido

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38 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

entregadas por el honorable Presidente de la República Dominicana, para repre- sentar a ésta, nuestra natria auerida. en la VIII Conferencia Sanitaria Pan- americana, qúe se inaugura hoy bajo’ los auspicios del Gobierno de este país encantador, tierra de héroes y de sabios, de bellezas incomparables y de sublimes grandezas.

Nuestro pafs tiene razones para sentirse orgulloso al poder trasmitir sus vivas aimpatfas al Gobierno y pueblo peruanos, y es este encargo especial que tenemos del honorable Presidente Vásquez, y que cumplimos muy gustosos hoy, al saludar en nombre del pueblo dominicano al glorioso e intrépido pueblo peruano.

Es nuestro más vivo deseo y el de todo el pueblo dominicano el que se estrechen cada vez más las cordiales relaciones que hoy nos unen felizmente, hasta con- seguir por un mutuo conocimiento que se traduzca en estrecho lazo de unión, una verdadera compenetración de los sentimientos de ambos países.

Es mayor, señores, la satisfacción que hoy experimentamos, porque tenemos la intima convicción aue del seno de esta reunión. del intercambio de ideas aue hoy se inicia de nuevo, habrán de surgir medidas de tangible e inmediato p’ro- vecho para el progreso sanitario del mundo, ya que se encuentran reunidos en esta conferencia conspicuos representantes de esta ciencia maravillosa, que se esfuerza cada vez mas en evitar victimas a la humanidad, y que se enorgullece al contar entre sus más distinguidos maestros, a esta pléyade de esforzados paladines que se reunen otra vez para tratar interesantfsimas cuestiones en relación con la vida y adelanto de los pueblos.

Nuestra patria concurre a esta conferencia plena de nobles entusiasmos y de cálidos anhelos a aportar su grano de arena para las bases sobre las cuales des- cansará el sólido edificio de la salud de los pueblos del continente americano, v desea exnresar los nobles sentimientos aue la animan v la Intima satisfacción que experimenta al poder hacer llegar hasta cada una de “las naciones aquí repre- sentadas, los votos fervientes de su profunda simpatía y de la gran admiración que siente por cada una de ellas.

Aprovechamos esta oportunidad para reiterar al Gobierno y pueblo peruanos, los cordiales saludos del Gobierno y del pueblo dominicanos, formulando votos sinceros por la felicidad y engrandecimiento de los pueblos aquí representados, por la ventura y dicha personal de sus gobernantes y porque el más lisonjero éxito corone las gestiones de esta Conferencia.

En seguida, el Doctor Justo F. González, Delegado Uruguayo, pronunció el discurso que va a continuación: SENSOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SEÑOR PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA,

SEÑORES DELEGADOS, SEWORAS, SEÑORES: La República del Uruguay, como en anteriores jornadas de labor sanitaria

panamericana, con invariable entusiasmo, asiste a la Octava Conferencia, para seguir el estudio y la orientación de diversos problemas, que se relacionan con la salud v la vida de los nobladores de América. Los trabaios van a reanudarse. con las mismas y ya expiesadas finalidades para alcanzar en armónica-y fraternai colaboración, el mejoramiento en el orden higiénico y social de todos los paises F16continente, que en este día glorioso conmemora la admirable empresa de

0 El Consejo Nacional de Higiene, que es en el Uruguay la autoridad superior

de sanidad, ha dedicado la debida atención a los temas y proposiciones que deben ser tratados, en esta importante reunión y el Código Sanitario suscrito por nosotros en 1924, en la ciudad de La Habana, ha sido objeto de particular estudio y las modificaciones sugeridas en la Conferencia de Directores de Sani- dad, realizada el año pasado en Wáshington, teniendo en cuenta lo propuesto en el mencionado Tratado. Nuestros dirigentes técnicos de salud pública estiman en alto valor la preciosa colaboración de la Oficina Sanitaria Panameri- cana, que cada día, extiende su radio de acción y está llamada a prestar los mayores y más útiles servicios, que contribuirán al bienestar general del con- tinente y de la humanidad, dadas-sus actuales proyecciones. -

La cooperación sanitaria, se afianza cada dia más, entre los paises de América, los cuales tienen ideales y -aspiraciones que les son-comunes y con frecuencia se observa que entre las más cercanas localidades se adoptan medidas o proce- dimientos, que tienen el valor de convenciones parciales, en determinados casos, que contribuyen evidentemente a protejer la salud de sus respectivas colectividades, desde los puntos de vista más diversos.

El Uruguay dirige los esfuerzos actuales en el sentido de obtener las mayores ventajas y eficaces resultados, en la sanidad y en la asistencia social, y los

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OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA P~AMERICANA 39

poderes públicos en cierto orden de actividades, se preocupan de resolver efi- cientemente aquellos problemas relacionados con la salud de la población, pudiendo añadirse que en el plazo transcurrido entre la Séptima y la Octava Conferencias se han anrobado diversos arovectos de fndole sanitaria v social. Las entidades relacionadas con la salud &lectiva, especialmente el “Consejo Nacional de Higiene y los servicios técnicos del municipio2 van ensanchando su campo de acción, y diversas instituciones, oficiales? semi oficiales y privadas, han contribuido con cierta amplitud al desenvolvimrento de la higiene pública, durante el tiempo a que nos hemos referido. No enumeraremos, fas institucio- nes, ni servicios técnicos creados, oficiales o privados, que contribuyen a la defensa de la salud colectiva en nuestro territorio; no obstante debo hacer men-

1 ción! por su carácter y significación internacional, de la instalación en nuestro medro del Instituto Americano del Niño, cuyas proyecciones, en el futuro, pueden deducirse de la importancia de su orientación técnica y de la valiosfsima e indispensable ayuda de los demás países americanos.

Por todas partes se intensifican las actividades sanitarias, y las instituciones relacionadas con la salubridad local se reorganizan y modernos planes se ponen en ejecución. Puede afirmarse ‘que la República del Perú, se encuentra entre los Estados del continente que prestan mayor atención a la sanidad y previsión social. Desde hace tiempo conozco el extraordinario impulso de sus hombres dirigentes, que cada día añaden nuevas conquistas en el dominio de la higiene y de la medicina social y hace algunos años, con motivo de celebrarse en Monte- video la III Conferencia de Higiene, Microbiología y Patología tuve ocasión de hacer notar los progresos que en materia médica y sanitaria, venia realizando el Perú, el cual no dejó de estar represent,ado en dicha conferencia, dictando su Gobierno, un decretó por República del Pacífico.

el cual -se me nombraba delegado de esta hermosa Agradecí la inmerecida distinción y acepté el honroso

cometido. Dije en aquella oportunidad, que el Perú, dada la alta finalidad de sus hombres de Gobierno, ayudados por las autoridades técnicas locales, adqui- riría un singular relieve por su obra sanitaria. Hoy señores, podemos apreciar la evolución de este país, en el sentido indicado y su valiosa cooperación en la sanidad continental y lo que representa y significan los nuevos organismos, sus instituciones de enseñanza, de investigación cientffica, el desarrollo de la cultura física en la población y sus importantes disposiciones legales. La labor ha sido incesante y continuada, y merece un particular elogio. Y ahora, señores, per- mitidme que cumpla con el gratísimo deber de saludar cordialmente en nombre del Gobierno que represento y del pueblo uruguayo a la progresista República del Perú, formulando votos por su felicidad, y engrandecimiento, sintiéndome en este momento altamente reconocido a la hermosa y culta ciudad de Lima, que tan gentil recepción nos dispensa y cuyas cálidas manifestaciones de aprecio y simpatfa, estrechan cada vez más, los fuertes lazos de Panamericanismo, expresando también, mis mejores augurios y deseos, por el franco éxito de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana.

El Excelentfsimo Ministro de Venezuela, Doctor Emilio Ochoa, dijo a nombre de su país lo que sigue:

EXCELENTÍSIMO SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, ExcnmwrfsrMo SEÑOR MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES, DISTINGUIDO SEÑOR PRESIDENTE DE LA VIII CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA, HONORABLES COLEGAS, SEÑORES:

En nombre de Venezuela y su Gobierno, a quienes tengo por honra representar, y en el mío propio, saludo respetuosa y efusivamente a la docta asamblea que en este acto solemne inaugura sus sesiones.

Estas conferencias, cuyo fin principal es propender al mejoramiento de la salubridad pública. son acogidas en el mundo entero con verdadero benenlácito: de allí que- la cul’ta capital del Perú le haya prestado su generoso c8ncursÓ y el Gobierno, presidido por su ilustre magistrado, el Excelentfsimo Señor don Augusto B. Leguía, su valioso apoyo, lo cual, como es natural, empeña el agradecimiento de cada uno de nuestros países y el de cada uno de sus miembros.

En esta época de incesante progreso, la sanidad pública ha tenido nuevas necesidades que remediar y nuevos problemas que resolver; y es justo confesar que ha correspondido brillantemente a su cometido, como lo prueban sus métodos y medios de defensa cada día mejorados; como lo atestiguan las investigaciones de sus sabios, quienes armados con la lente poderosa de sus microscopios sor- prenden a drario en ese campo de lo infinitamente pequeño a esos mínimos cuerpos, formidables en su obra de destrucción, que minan y aniquilan la salud del hombre, que dificultan el comercio y retardan el florecimiento de los pueblos:

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40 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

y son esos mismos apóstoles abnegados de la ciencia, los que después de aprisionar a esos sutiles enemigos en sus tubos de ensayo y someterlos a un prolijo estudio, proporcionan al hombre los medios para exterminarlos o el suero o vacuna que lo preserve contra sus dañinos ataques. Y ya hay muchas victorias ganadas; señalaré como una de las más importantes y a la cual ha contribuido la Fundación Rockefeller con su humanitaria y poderosa ayuda: la extinción de la fiebre amarilla.

Las oficinas de sanidad pública, tal como existen hoy en los paises de América, son algo muy distinto a los organismos que de esta indole funcionaban ayer; las actuales, de creación puede decirse moderna! tienen un radio de acción mayor, responden mejor a las necesidades sanitarlas y marchan de acuerdo con lss nuevas adquisiciones de la ciencia.

Venezuela, desde 191’, cuenta con una Oficina de Sanidad Nacional, con asiento en EU capital y Jurisdicción en todo el país, creada por el benemérito General Gómez, Presidente de la República, quien empeñado en el progrewEf; nuestra patria, le presta en toda oportunidad su decidida colaboración. Oficina está dotada de un personal muy competente y de un arsenal moderno que le permite atender en cualquier momento y con la mayor eficacia a las neccsidadcs sanitarias del país.

Señores : En nombre de mi patria, de su Gobierno, de sus autoridades sanitarias y en cl

mío propio hago votos muy sinceros por la prosperidad de la gran nación peruana por su hidalga y encantadora capital siempre dispuesta a dar acogida generosa aI extranjero, por la felicidad del Excelentísimo Señor Presidente de la República y su distinguido Gobierno, por los países que aqui dignamente representhis, por la ventura personal de cada uno de vosotros y por el éxito de esta Conferencia que hoy se inicia bajo los mejores auspicios.

,

Todos estos discursos fueron precedidos por el himno de cada país. En seguida, el Presidente provisional de la Conferencia, Doctor

Carlos Enrique Paz Soldán, pronunció el siguiente discurso:

SEBOR PRESIDENTE DE LA RICP~BLICA, SEWOR MINISTRO DE RELACIONES EXTE- RIORES, SIRORES DELEGADOS DE AMÉRICA, SIZÑORAS Y SEÑORES: Cómo quisiera abandonarme a los desbordamientos liricos de la palabra en esta

hora singular en que los representantes de la higiene americana se reúnen una vez m&s, para trabajar de consumo y al calor de la hospitalidad peruana por cl afianzamiento progresivo de la política sanitaria en tierras del Nuevo Mundo.

Cómo me serla f8cil darle al verbo, bajo la magia del entusiasmo colectivo y de la atención social que ahora nos envuelue! fuerza capaz para prestarle cse misterioso poder que le convierta en el princlplo de la acción y que en este caso seria tan útil al triunfo de las ideas redentoras de la medicina social.

Cómo recojería, pródigamente, en mi discurso, para darle sonoridad y belleza perdurables, el hondo palpitar jubiloso de esta asamblea sobre la cual contemplo, como si irradiara de nuestros corazones, inmaculada y divina, la santa imagen de América, nuestra gran patria común.

Cómo se elevaría el pensamiento hasta culminancias soberbias, únicamente con enunciar el valor profundo y simbólico de estas Conferencias Sanitarias Americanas: himnos de paz y de vida, mensajes de fraternidad y de esperanza, luces permanentes capaces de guiar al Nuevo Mundo hasta Ias metas de SU pro- videncial destino. -

C6mo se dignificarian las frases! si con ellas envolviéramos, inmaterialmfnte, para ponerla en evidencia, la oposlclón irreductible que existe entre estas reumones cordialos oue aproximan, Dar obra de los higienistas obreros de la vida, a los pueblos de America en ágplexos de concordia; y aquellas luchas enconadas y crueles, que entre las lobregueces de la pasión, siembran la muerte, la guerra, la lucha fratricida entre los hombres que vivimos la inmensa extensión desolada del continente.

Cómo sería sencillo mi discurso de esta tarde hasta llegar a convertirse en una oración, si lo inspirara en tales sentimientos, que no son únicamente mios, sino idénticos a los que animan a todos los americanos de buena voluntad.

Pero otra es mi obligación al hablar en esta ceremonia. Debo dejar escuchar la VOZ del deber para-informar a los higienistas de América sobre la manera como he procurado cumplir el honroso encargo que me hicieron en La Habana, en 1924, al designarme, por aclamación, P&idente provisional de la Conferencia que en estos momentos acaba de inaugurar el señor Ministro de Relaciones Exteriores.

Y he de comensar mi honrosa tarea, exponiendo la forma como el Gobierno del Perti, hoy entre manos:capaces y sólidas que laboran incansablemente por

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OCTAVA CONFERENCLA SANITARIA PANAMERICANA 41

el afianzamiento de nuestra grandeza, por la renovación de los dfas de luz y poderfo del Incanato extinto, ha procurado la designación de Lima como sede de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana.

En esta fiesta de ambiente cientffico debe brillar la verdad y es en servicio de ella aue rindo un calido homenaje de justiciera gratitud al eminente estadista que iige los destinos de mi pattia. Yo os saludo señor Presidente Leguia y junto con las reverencias de mi lealtad os ofrezco las gratitudes de esta VIII Conferencia Sanitaria Panamericana a la cual habéis nrodieado vuestra atenci6n y solicito apoyo.

* v

Yo siento que estas palabras mfas serán acojidas con júbilo por esta asamblea que habrá de acompañarme a tributaros un aplauso espontáneo brotado de lo hondo de su conciencia.

Y he de hacer extensivas estas gratidudes’ al señor Ministro de Relaciones Exteriores, Doctor Rada y Gamio, de quien mal puedo hacer el elogio vinculado como me hallo a él, por vhxlo~ de sangre y de amistad,.pero que ha prodigado a la oreparación de la Conferencia sus meiores cuidados.

Tampoco puedo silenciar la parte que ha correspondido al señor Ministro de Fomento, don Ernesto Sousa, quien ha prestado a nuestras tareas su fntimo consejo y EU mejor atención.

Y cumplida con esta obligación castellana e hidalga de dar gracias públicamente por los favores recibidos, permitidme que enfríe mi expresi6n, que la traiga al campo severo de la higiene, que es fundamentalmente ciencia, sin dejar de ser por ello arte y de los mas cabales, para deciros lo que debo decir en esta tarde como Presidente provisional de la Conferencia.

Pero antes que el entusiasmo y la emoción dejen de conducir mi discurso, os ruego un rato de atención para recojer en esta hora de fiesta y de triunfo de la higiene americana, el recuerdo de aquellos gallardos paladines que en la lejanfa del tiempo, ya caídos, se ostentan como los grandes antepasados de la medicina social en ef Continente.

Hoy se cumplen los veinticinco años de estas Conferencias. Bajo el encanto de la fecha. miremos con honda emociõn la vida melanc6lica v bella aue fu6 la de los grandes higienistas que sembraron en América, con dolo> y con fatiga! las ideas que ahora comienzan a lucir como cosecha pródiga en futuros, defimtlvos adelantos sanitarios.

EE así como contemplo, sentados a la diestra de HIPÓLITO UN~NUE, el Padre de la Medicina Americana, quien prodig6 a la América al abrirse a las realidades de la libertad los primeros consejos médicos sociales, a CARLOS FINLAY, el cubano genial que con la garra del genio arrancó al misterio su secreto sobre la propagación de las enfermedades por intermedio de las especies zoológicas vivas, haciendo de la endemogenesis de la fiebre amarilla un asunto susceptible de recibir soiuciones prácticas capaces de permitir a la civilización su imperio sobre la inmensa extensi6n, hasta entonces vedada o poco menos al hombre, del trópico americano; veo a WALTER WYMAN, el gran iniciador de estas Con- ferencias, el norteamericano comprensivo y generoso, que primero vislumbró cuanto podfa servir al progreso humano en el mundo de Col6n, la reuni6n con- stelacional de sus higienistas, ampliando de esta suerte su obra de coordinaci6n de la higiene en los Estados Unidos con la más fecunda e infinita todavfa de la cooperacián sanitaria panamericana; veo a EDUARDO LICEAGA, el héroe de la paz en México, el austero sacerdote de la higiene, que en tierras del Anahuac con labor tesonera e infatigable supo hacer brillar, a despecho de fatales sombras de la pasión polftica, la luz divina y serena de la medicina social, tuteladora de vidas y defensora de los que han hambre de salud y de felicidad biológica; veo a WILLIAM CRAWFORD GORCTAS, el sabio de la sonrisa, afable, bueno, comprensivo y que como los soldados del deber cay6 dando frente a su eterna enemiga, la insalubridad, despu6s de haber escrito, como un trazo imborrable para su per- duración en los siglos, sobre el haz del Istmo de Panamá, su nombre en esa obra de redención de la tierra y de beneficio del hombre; veo, más cerca de nosotros, más de casa si se me permite la expresión, a tres gallardos paladines de la medicina social en América del Sur: OSWALDO GONZ~LVEZ CRUZ, JOSI? PENNA y EMILIO MARCONDES RIBAS. El primero, tendrá por siempre,. como pedestal inmarcesible de su fama, las tierras maravillosas que se abren en torno de Guanabara, como un enorme amplexo de amor y de ambición; allí el nombre de OSWALDO es nombre que trae a la memoria de las gentes el recuerdo emocionado de un santo que realizó el milagro de la redención del Brasil de la fiebre amarilla, de la peste y de otros males morbosos dejando como signo y blasón de su talento ese templo de ciencia en el que puso los refinamientos todos de su espíritu tallado para las grandes perduraciones, y que se llama el “Instituto Oswaldo Cruz”; PENNA es-el sfmbolo de la voluntad argentina de dominar, por el saneamiento, esa inmensa heredad que~recibió del antiguo Virreynato de Buenos Aires; EMILIO

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42 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

RIBAS escribe, en ese parafso de Sao Paulo, durante veinte años de consejos y de abnegaciones, la página de mayor emoción tal vez de cuántas han escrito con su vida, los higienistas del Nuevo Mundo meridional, su pobreza franciscana y su rebeldía ante las dádivas prestan a su memoria el halo impresionante de la virtud, la mas frágil de las fuerzas humanas.

Cuando un continente tiene en su estirpe figuras tan recias y cuando una disciplina cientffica puede enunciar nombres tan puros y altos, cabe fundada- mente el optimismo y la posibilidad de afirmar con certidumbre, que el triunfo definitivo y final no esta lejano.

Y ya que hemos dirijido nuestra mirada al ayer, a los que nos antecieron en esta peregrinación hacia la salud y la vida de la América, tributemos a la memoria de tres luchadores por el triunfo de la medicina social, la palabra de justiciera alabanza que debemos.

,

Ellos son los muertos que hemos registrado en las filas de las conferencias americanas. Evoquemos los manes de Diego Tamayo Figueredo, el Bayardc de la medicina cubana, de Alfredo Vidal y Fuentes, el hombre que no obstante un cuarto de siglo de encumbramiento sanitario, no conoció, en su tierra el Uru- guay, ni las mordeduras de la envidia, ni las ponzoñas del odio y de la infamia y la pura existencia de Juan Guiteras. Sus nombres, dichos hoy, tienen en vez de sabor de adiós, el sentido profundo de una resurrección.

Señores: Debe el Presidente provisional de cada Conferencia Sanitaria Pan- americana hacer en este día y en esta hora un resumen de los avances efectuados por la política sanitaria continental. Y atento a los deberes que me corresponden habr6 de hacer tal sintesis no pidi6ndole al verbo mayor esplendor que el que exije la vozi de la obligación.

Desde 1924, fecha de la VII Conferencia de La Habana, hasta el día jubiloso de hoy, los avances de la higiene aplicada en Am6rica son en realidad asom- brosos. Ya harán tal balance, documentadamente, las eminentes personali- dades de la higiene aue son hov nuestros huésnedes.

Pero tal pr:greso: con ser i”mportante, no es igual al que se está efectuando por el mundo. Sobre este particular la AmErica no ha dado todavia la plenitud de sus posibilidades. Es verdad que podemos apuntar en nuestro haber, como una verdadera revolución ideológica en el campo de la doctrina médico social, el Código Panamericano aprobado en Habana y que comienza a ser ratificadó por los paises del continente, pero sus audacias teóricas no han podido ser incor- poradas a la vida social de la América. . Urge acelerar la marcha e incorporar definitivamente el Nuevo Mundo a la apresurada caravana de los pueblos que se preocupan, hasta concederle el primer puesto de las atenciones nacionales, del problema de la poblaci6n.

Mientras que en América ~610 han tenido lugar dos reuniones: la de La Habana y la de Directores de Sanidad, en Wáshington, que fijó nuestra orden del dfa, en el mundo se han verificado las tres grandes asambleas internacionales de higiene: de Paris, de 1926, que acaba de aprobar una nueva carta orgánica de la higiene internacional; de Singapour, que ha dado al Asia la conciencia de sus deberes médico sociáles y la posibilidad de cumplirlos por la cooperaciOn, y por último, la recientfsima reunión de las naciones de Oceania. aue en Melbourne han definido su voluntad de entrar nor el intercambio de informaciones sanitarias v aor la unificación de los métodos de lucha, respetando sin embargo las impo&tivas circunstancias locales, por los senderos de la internacionalización médico social. Y si a ellas agregamos las reuniones periódicas, cuatro por año, que se efectúan en Europa por la Oficina Sanitaria de Paris y por la Sección de Higiene de la Sociedad de las Naciones, el balance no resulta en verdad muy favorable para nuestro continente.

He querido puntualizar este hecho, porque estoy seguro que lejos de dismi- nuirnos, tendra que estimularnos para hacer m6s frecuentes nuestras delibera- ciones sobre la coordinación de la política sanitaria panamericana.

Yo tengo fe profunda en que tal habra de acontecer y la tengo, porque basta con dejar que lo afirmen las fuerzas adivinatorias que se guardan en lo recóndito del espiritu y que vibran al unfsono con las palpitaciones de esta hora triunfal.

Yo sé que la América es el continente providencial guardado por Dios para que en él se abra un nuevo ciclo de la historia humana. Y sé además, que será por el cultivo de la raza como tal destino tendrá que cumplirse.

En este dfa simbólico. aue nos recuerda el homenaje de un europeo, Cristóbal Colón, a la magnificenoia de las tierras nuevas encon&adas por su ‘genio; en este dfa que trae a la memoria ese humilde prosternarse de un hombre ante el misterio que su esfuerzo revelaba, yo quiero, navegante de la medicina social., prosternar a mi vez la frente ante los deslumbramientos que diviso para la política sanitaria americana, en esta hora que tiene tanto de porvenir y que se ilumina con los fulgores de la ciencia y de la fraternidad continental.

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Octava Conferencia Sanitaria Panamericana

Primera Sesión Plenaria del Jueves 13’ de Octubre de 1927

Abierta la sesión, a las 10 y 45 a. m., bajo la presidencia del Presi- dente provisional, Doctor Carlos Enrique Paz Soldán y actuando como secretario el Secretario General, Doctor Baltazar Caravedo, e integrando la Mesa el Presidente de la Delegación Peruana, miem- bros de la Comisión Organizadora, el Doctor Paz Soldán da cuenta de la llegada del Doctor Julio Aparicio, Delegado de Colombia, quien es incorpwado, previa la exhibición y confrontación de credenciales.

El Doctor Aparicio.-Tengo que lamentar una vez más la dificultad de los viajes, que no me ha permitido llegar oportunamente a la sesión inaugural de la Conferencia; pero ya que no fu6 posible cumplo el encargo que tengo de presentar homenaje de simpatfa y cariño para el Gobierno y pueblo peruanos y para las Delegaciones con las cuales voy a tener el honor de colaborar, y estoy seguro de que la Conferencia será fructífera en sus labores, tanto por la preparación de las Delegaciones, cuanto por la del Doctor Paz Soldán, quien a los múltiples m&itos que tiene, une la de ser hábil organizador, como lo ha demostrado en repetidas ocasiones. Yo vengo a trabajar y confío en que llevaré muchas enseñanzas a mi país, y que mi Gobierno aceptará las resoluciones que se adopten. (Aplausos.)

EZ Presidente provisional.-De acuerdo con lo previsto por el Reglamento de esta Conferencia y con el plan de trabajos, se va a proceder a la elección de Presidente activo; deplorando que un impedimento del Señor Ministro de Relaciones Exteriores nos prive de su presencia en la presidencia de la Mesa; razón por lo cual preside la Comisión Organizadora.

333 Doctor Gonz&lez.-Propongo a la Asamblea para Presidente al Presidente provisional, Doctor Carlos Enrique Paz Soldkt. (Aplausos.)

EZ Doctor Cumm&g.-Propongo, en nombre de la Delegación de los Estados Unidos, que la elección del Doctor Paz Soldán, propuesta por el Delegado de Uruguay, sea hecha por aclamación. (Grandes aplausos.)

El Doctor Paz SoZ&ín.-Señores Delegados: El acto generoso que atabais de practicar colma en mi vida un momento de inolvidable recuerdo. Habeis querido, sin duda, demostrar una vez más la generosidad de América y, sobre todo, de los hombres que viven la higiene americana. Yo, desde el fondo de mi espíritu, os doy rendidas

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VI OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

gracias, y acepto esta aclamación como la expresión cabal que los higienistas americanos tienen de los progresos sanitarios de mi patria, a la que servimos un grupd de higienistas peruanos con la mirada fija en el porvenir sanitario del continente. Y quiero agrade- cerlo como un voto de confianza y de previsión a la labor de la Comisión Organizadora,. que integran mis distinguidos compañeros Doctores Lorente y Caravedo, en cuyo nombre recojo el premio qul habeis querido tributarnos. (Aplausos.)

De acuerdo con el mismo Reglamento, se va a proceder a la elección y sorteo de las vicepresidencias.

El? Doctor Lauorerh-S - enor Presidente : me permito proponer que se elija como Vicepresidentes a los jefes de ciones representadas en esta Conferencia.

cada una de las Delega-

Ei? señor Presidente.-S’ 1 1 a proposición no es objetada, la Mesa la amplía en el sentido de que sean aclamados Vicepresidentes los jefes de las Delegaciones. (Aplausos.) En consecuencia, quedan procla- mados los Vicepresidentes de esta Asamblea.

Se va a proceder al sorteo de orden de las vicepresidencias. Practicado el sorteo se obtiene el siguiente resultado:

1. Colombia. 2. Honduras.

9. Costa Rica.

3. Panamá. 10. Venezuela.

4. Paraguay. , ll. Haití.

5. Estados Unidos de América. 12. Uruguay.

6. Guatemala. 13. Ecuador.

7. Bolivia. 14. Argentina.

8. República Dominicana. 15. Cuba. 16. Brasil.

En consecuencia, invito al Doctor Aparicio y al Doctor Callejas para que ocupen asiento en el estrado.

(Los Doctores Aparicio y Callejas ocupan asiento al lado del Pre- sidente.)

Se va a proceder a la elección de Secretarios. ZZZ Doctor Gonzábz.-Propongo para esos cargos a los Doctores

Lorente y Caravedo. E? señor Presidente. -El Doctor Caravedo ha sido nombrado

Secretario General de la Conferencia, de conformidad con los regla- mentos. Yo voy a ampliar la proposición del Doctor González pidiendo la designación de tres Secretarios: uno que exprese el pensal miento en inglés, otro en español y otro en portugués, y propongo a la consideración de los señores miembros de la Asamblea a los Doctores: Bolívar J. Lloyd, Alfredo Sordelli y Bento Oswaldo Cruz. Si los señores Delegados no hacen observación se dará por aprobado. (Pausa.) Aprobado. En consecuencia proclamo Secretarios de la Conferencia a los Doctores Lloyd, Sordelli y Cruz, y los invito a ocupar sus asientos en el estrado.

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OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA 45

Se va a tratar del nombramiento de las comisiones. EZ Doctor González.-Entiendo que, conforme al programa, deben

formarse cuatro o cinco comisiones. La primera, que sería la del Código Sanitario; la segunda, de Profilaxis y Epidemiología; la tercera, de Administración Sanitaria; la cuarta, de Protección a la Infancia; y la quinta, que sería Comisión de la Oficina Sanitaria Panamericana.

Ei! Doctor Lloyd.--El señor Presidente de la Delegación de los Estados Unidos me encarga insinuar la creación de cuatro comisiones: una, que seria la Ejecutiva; la segunda, de Resoluciones; la tercera, del Código Sanitario; y la cuarta, que trataría de los asuntos pre- sentados. Al hacer esta insinuación, el Doctor Cumming se basa en el hecho de que varios países tienen un sólo delegado, al que sería difícil asistir a varias sesiones, mientras que siendo cuatro, tendría más tiempo para asistir a los debates.

El Doctor RensoK-Estoy de acuerdo con lo propuesto por el doctor Lloyd, pues el excesivo numero de comisiones subdivide el trabajo.

El señor Presidente.-La Mesa, atenta a las sugestiones de los señores que han hecho uso de la palabra, cree que la organización de comisiones daría el máximum de rendimientos, y que podrían esta- blecerse del modo siguiente: la Ejecutiva, en la que estamos todos de acuerdo; otra para el Código Sanitario, que tendría a su cargo los temas 1, 17, 25, 26, y 27. La tercera, de Organización Sanitaria, se ocuparía de los temas 2, 3, 4, 5, 6, 8, 16, 21, y 29; y la cuarta, de Patología, Saneamiento y Profilaxia en América, tendría a su cargo los temas 7, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 18, 19, 20, y 22.

El Doctor Lavoreda.--¿Y la proposición No. 28? - El señor Presidente.-Esa proposición dice “Progresos de la sani-

dad pública en los países americanos, memorias e informaciones.” En el programa está anunciada una sesión con ese objeto, para hoy a las 4 de la tarde; de modo que en esa sesión se podría dar lectura a dichas memorias, sobre las que no cabe discusión.

EZ Doctor Cueva.-Me permito insinuar que la primera comisión se dedicara únicamente al estudio del Código Sanitario, quitando la palabra “ejecución.” c

El señor Presidente.-Se trata del estudio del Código Panamericano y de su ejecución por cada país, de manera que debe subsistir la denominación; pero si el señor Delegado del Ecuador lo desea, podríamos decir : “y su ejecución por los paises americanos.”

No haciéndose objeción, quedan organizadas las comisiones y vamos a ocuparnos de su composición. Yo creo que todos los senores Delegados tienen derecho a figurar en todas, pero es indudable que tendrán preferencia por determinados temas, y en la sesión de

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Ia tarde recibiremos las indicaciones de los delegados para su incor- poracibn a dichas comisiones. Al mismo tiempo, la Mesa ruega a los señores Delegados se sirvan presentar sus trabajos a fin de que pasen a las respectivas comisiones para su estudio.

El Doctor Lorente.-Pido a la Asamblea proclame Presidentes honorarios a los Jefes de Estado representados en esta Conferencia.

&‘l Doctor Rensoli-Yo creo que debe proclamarse Presidentes de Honor a los Presidentes de todas las naciones que forman la Unión Panamericana. Hay algunos Delegados, como el de México, que no est%n presentes por diversas causas, pero que tienen asiento en la Conferencia; por lo que juzgo que debe considerarse a todos los Presidentes de esa institución internacional.

El señor Presidente.-En las reuniones anteriores ha sido criterio invariable designar Presidentes de Honor a los Jefes de las naciones representadas en la Conferencia, distinción que implica el reconoci- miento del interés y dedicación de los gobiernos americanos. Si los no concurrentes recibieran ese nombramiento, se juzgaría ese acto como sugestión interesada. El caso de México está contemplado, puesto que en nuestro programa figura esa nación y existen en nuestra cancillería los documentos relativos al nombramiento del Doctor Manuel Gea González, profesional bien conocido y que no ha venido por razones de salud, como Delegado de ese pafs.

El Doctor Olascoaga.-Me adhiero a todo lo aducido. El señor Presidente.-Apoyada la proposición por las Delegaciones

de Argentina, Costa Rica, Estados Unidos, y Colombia, se pasarán los cablegramas respectivos.

La Mesa cree interpretar el sentido de alta cortesía y reverencia que debemos al Gobierno del pafs, proponiendo un voto especial para el Señor Presidente del Perú, a quien no podemos dirigirnos por cable; de manera que propongo la designación de una comisión que se apersone ante el Señor Presidente de la República con el fin de comunicarle este acuerdo. Si no se hace objeción alguna, propongo a los Doctores Hugh S. Cumming, Adolfo Flores, Mario G. Lebredo, y Ramón Báez Soler, para que en unión del Presidente de la Dele- gación Peruana, Doctor Sebastián Lorente, transmitan al Señor Presidente de la República los sentimientos que la América acaba de haber ostensibles. (Aplausos.)

Antes de que la Comisión desempeñe su cometido vamos a tratar del nombramiento de la Comisión Ejecutiva.

Ez Doctor Callejas.-Tratándose de una comisión de alta impor- tancia y teniendo nuestro Presidente los conocimientos relativos a los temas que vamos a tratar, estimo conveniente se le dé la facultad de designar a los miembros de esa comisión.

El señor Presidente.-En debate. Vurias voces.-Apoyada.

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El señor Presidente.-La comianza unánime que se dispensa 8 la Mesa revela una vez más el espfritu cordial que anima a los señores Delegados, y en acatamiento a su mandato, propongo el siguiente personal para el Comité Ejecutivo: Doctores Hugh S. Cumming, Fernando Rensoli, Solón Núñez F., João Pedro de Albuquerque y Julio Aparicio. Es una designación que comprende las tres Américas; norte, centro, y sur. Los señores que la aprueben se servirán mani- festarlo. (Pausa.) Aprobada; debiendo estar integrado, conforme al Reglamento, por el Presidente y el Secretario General de la Con- ferencia.

Ez Señor Guedes.-Como debe elegirse Vicepresidentes honora- rios, propongo al Doctor Escomel, notable facultativo peruano; que ha hecho tanto por la humanidad doliente.

El señor Presidente.-Si ninguna delegación apoya la proposición se dará por no aceptada. (Pausa.) La proposición del señor Delegado de Guatemala, que demuestra su gentileza, no ha sido apoyada.

El doctor González.-Antes de terminar la sesión deseo poner en conocimiento de la Asamblea que en Córdoba, República Argentina, está funcionando el Congreso Internacional de Tuberculosis, que trata de cuestiones de gran interés, desde el punto de vista profilác- tico, particularmente de la vacunación antituberculosa; y creo que, por razones de solidaridad cientf5ca continental, es conveniente que la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana le dirija un especial saludo, haciendo votos por el éxito de ese certamen.

El señor Presidente.-En debate. El Doctor Callejas.-Encuentro bastante cortés y simpática la

proposición que se acaba de formular; pero creo que ante todo debe- mos ser justos. En esa conferencia está representado todo el con- tinente americano y siendo así es a la corporación misma a la que habria que dirigirse. Es por éso que, con mucho sentimiento, no estamos de acuerdo con la proposición.

EZ señor Presidente.-Si ningún señor Delegado apoya la proposi- ción se dará por rechazada.

n Doctor Gonzdbz.-Mi intención fué rendir homenaje a ese Con- greso, pero. . . .

El señor Presidente.-¿El Doctor González retira su proposición? No hay nada en debate.

EZ Doctor Ochoa.-Me permito recordar al señor Presidente que esta tarde hay una recepción en el Ministerio de Relaciones Exterio- res; por lo que sería conveniente reunirnos a las 3, a fin de dejar terminada la labor.

El señor Presidente.-En debate. (Pausa.) Aprobado. Ruego a los Delegados se sirvan inscribirse en las comisiones, mientras se sus- pende la sesión, con el ftn de que la Comisión designada para saludar al Señor Presidente de la República cumpla su cometido.

Se suspendió la sesión a las ll y 30 a. m.

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Reabierta la sesión, a las 12 m. El Doctor Lorente.-La Comisión que la Asamblea tuvo a bien

nombrar para trasmitir su acuerdo al Señor Presidente de la Repd- blica ha llenado su cometido.

El Doctor Cumming.-En cumplimiento del acuerdo de la Confe- rencia, nos constituimos donde el Señor Presidente de la República, quien nos manifestó que aceptaba gustoso cl alto honor de Presi- dente Honorario de esta Asamblea.

El señor Presidente.-La inscripción de Delegados en las comisiones está, terminada, por lo que va a procederse a la designación de presi- dente de cada una de ellas.

El Doctor Long.-Yo propongo que sean las comisiones las que los designen.

El señor Presidente.-Al voto, (Pausa.) Aprobado. El Doctor Callejas.-Voy a modificar la proposición que hiciera el

Delegado por Uruguay, Doctor González, en el sentido de que nos concretemos a emitir un voto de aplauso al Congreso Internacional de Tuberculosis que se celebra en estos momentos en Córdoba.

El señor Presidente.-los señores que lo aprueben se servirán manifestarlo. (Pausa.) Aprobado. Se trasmitirá el voto.

Siendo las 12 y 15 p. m. se levantó la sesión, citándose a los señores Delegados para las 3 de la tarde.

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Octava Conferencia Sanitaria Panamericana

Segunda Sesión Plenaria del Jueves 13 de Octubre de 1927

Presidencia del Doctor Paz Soldán

Abierta a las 3 y 45 p. m. y actuando como secretarios los Doctores Caravedo, Lloyd, Sordelli, y Cruz, el señor Presidente invitó a los Doctores Lewis y Ramfrez para que tomasen asiento en el estrado, como vicepresidentes de turno.

El señor Presidente.-Conforme al programa, se va a dar comienzo a la lectura de informes sobre los programas sanitarios de cada país, siguiendo el orden del sorteo. El señor Delegado por Colombia tiene la palabra.

El Doctor Julio Aparicio.-Yo me permito proponer, ya que los informes un poco largos demandarian demasiado tiempo, se haga un extracto de los puntos más importantes del informe, por que de lo contrario la sesión se alargaría demasiado.

EZ señor Presdente.-En debate la proposición de la Delegación por Colombia. (Aprobado.) Los extractos se harán a juicio de los señores relatores y la Mesa escuchará con gran complacencia a odos los señores Delegados.

El Doctor Julio Aparicio.--La Delegación de Colombia se permite llamar la atención de la Conferencia sobre algunos puntos del progreso sanitario de su pafs, que a su juicio son más importantes. Uno de ellos es el relativo ala sanidad de los puertos. Los últimos Congresos, justamente impresionados con la necesidad de resolver este problema, votaron la cantidad de 4,000,OOO de dólares para la sanidad de los puertos, en partidas de 400,000 dólares anuales; la primera partida ha principiado a invertirse en el presente año. La Dirección de Sanidad confía en que con esos recursos y algunos más que puedan obtenerse, podrá atender con eficacia a la sanidad de los puertos, al punto de poderlos considerar en la clase A, que es de las mejores.

En cuanto a las medidas a que están dedicados esos fondos, Colom- bia ha empezado a hacer obras de alcantarillado y acueductos, y organizará el año entrante y con la contribución eficaz de la Institu- ción Rockefeller, la lucha contra el paludismo.

Otro punto sobre el cual me permito insistir es el relativo a la lepra. Colombia ha sido señalado siempre como un país muy leproso y las estadísticas indican que el problema, serio en sí, no es tan grave como se ha dicho, y me voy a permitir indicar aquí algunas cifras.

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50 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

Actualmente hay en Colombia tres establecimientos o colonias hos- pitales, en los cuales se encuentran recluídos, según las últimas esta- dísticas, 6,846 enfermos, lo que da, para una población de 7,500,000, una proporción un poco menor de 1 por ciento (leyó). Como digo, hay tres colonias hospitales en las que está reclufdo el 75 por ciento de los enfermos. La Academia Nacional de Medicina, consultada por el Gobierno, es de parecer que se construyan dos mas, buscando aquellas regiones donde la lepra es endémica, y es ése el propósito del Gobierno, aun cuando hay dificultades en lo que respecta a SU ubicación, pues cuando se trata de comprar terreno para la edifi- cación de una colonia de esa clase, todos los vecinos dificultan el negocio; pero el Gobierno está resuelto a llevar a cabo el proyecto, con el fin de que cada una de las colonias no tenga un número excesivo de enfermos, y sean más fáciles de manejar. La colonia de Agua de Dios, por ejemplo, en la que el número de enfermos llega a 3,000, es dificil de manejar. Ese es otro punto sobre el cual quería insistir. Además, hay una misión colombiana que ha ido a las islas Hawai para estudiar la organización de las leproserías y en breve nos dará nuevas ideas para perfeccionar nuestra campaña contra la lepra.

Un punto al que se refieren bastante las conclusiones de la última conferencia de La Habana, es el relativo alas obras públicas y caminos, puesto que es bien sabido que los caminos incrementan no sólo la riqueza del país sino también contribuyen a mejorar su higiene. El pais ha entrado en vía de creciente progreso y todos los dineros conseguidos en empréstitos están dedicados a obras públicas como son: Caminos, carreteras, ferrocarriles, etcétera; de manera que a las regiones más apartadas llega ya la civilización y por consiguiente la higiene.

Ahora tenemos, el asunto de acueductos, y debo hacer mención sobre todo de la lucha contra las enfermedades de origen hídrico, como la disenterfa amibiana y la fiebre tifoidea. Esta enfermedad era muy corriente, sobre todo en Bogotá, pero a favor del agua clorificada ha decrecido considerablemente y ya se presentan pocos casos, y las curvas hechas respecto a la tifoidea indican un descenso rápido desde que hacia la clorización de las aguas se empezó a hacer la canalización. Estos procedimientos han ido extendidndose a las capitales de los departamentos, lugares en donde tambi6r.r se han hecho trabajos de acueductos y alcantarillado.

Tengo también que informar, como punto importante y que considero como orgullo de mi país, respecto a la campaña contra la uncinariasis, campaña que se inició con la contribución del Instituto Rockefeller, que nos ha ayudado generosamente, y que ha dado resultados excelentes. Las estadfsticas del año pasado respecto a su tratamiento, dan un porcentaje bastante elevado, lo que indica que

. la campaña del año pasado ha sido superior a Ia de los otros pafses

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OCTAVA CONFERENCU SANITARIA PANAMERICANA 51

americanos reunidos. .Y lo considero como un orgullo, puesto que indica el entusiasmo que la Dirección de Salubridad ha puesto, para combatir esta enfermedad que entre nosotros es una de las que resta el mayor número de brazos a la industria y a la agricultura. Sufren por esta endemia un número considerable de trabajadores y tratar de volverles la salud es propender a la riqueza del pak.. La campaña de saneamiento no es tan facil como lá curativa, porque a la gente de campo es difkil obligarla y acostumbrarla a la higiene; éste es un asunto, a mi modo de ver, sumamente grave, que sólo se resolverá cuando se eduque al pueblo. Con este objeto se ha estable- cido la enseñanza obligatoria de higiene en las escuelas, y es indu- dable que los muchachos, a los cuales se enseñan ciertas prácticas de higiene, serán más tarde los más eficaces colaboradores de las cam- panas sanitarias, que hoy por hoy son bastante difíciles de realizar. Sin embargo, según las últimas estadísticas, se han construido desde 1920 hasta fines del año pasado, 135,094 letrinas; ésta es una cifra muy halagüeña, aunque la gente trata de justificar su mala voluntad, alegando que ellas crían al zancudo, porque hay una capa de agua superficial; habría pues necesidad de hacer letrinas más costosas, lo que como se comprende, es imposible. Con todo, la dirección de sanidad y el departamento de uncinariasis continúan luchando y haciendo uso de todos los medios a su alcance (propaganda, edu- cación, etcetera), para ver si al fín se logra algo de esta campaña.

Un punto tambien importante es el relativo a la tuberculosis. Se puede decir que era desconocida en nuestra antiplanicie, que es de clima considerado como muy favorable para los tuberculosos, lo que di6 por resultado que afluyeran no solamente enfermos de la costa, sino también extranjeros con tuberculosis más o menos avan- zada, constituyendo focos de contaminac.ión. De manera que esta enfermedad casi desconocida, ha llegado a constituir un problema serio en mi país. No puedo informar sobre los trabajos serios que se han hecho a este respecto por que esa misma confianza en la bondad del clima ha hecho que descuidemos el problema. Pero actualmente el Congreso nos ha subvencionado para comenzar una campaña en forma. Actualmente tenemos unos pocos sana- torios y en los hospitales, pabellones especiales para incurables; pero ésto es muy poco y la Dirección de Salubridad quiere intensificar esa lucha, sobre todo en lo que a su tratamiento respecta, a fin de que las probabilidades de curación sean mayores.

La mortalidad infantil es otro problema que nos preocupa, ya que es grande, por la costumbre de nuestro pueblo de abusar de ciertas comidas. La gente del pueblo no puede convenir en que el mejor alimento para el niño es la leche de la madre y desde temprana edad comienzan a darle una alimentación artificial sin dirección alguna,. que trae como resultado casos de enteritis infantil y aún acidosis,

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52 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

ocasionando una mortalidad relativamente elevada. Las estadísticas acusan una mortalidad infantil de 20 por cada 100 defunciones. En Bogotá y en ciertas ciudades de la costa del Atlántico, ese porcentaje es de 17 por ciento.

Fuera de las infecciones intestinales, hay que tener en cuenta también las infecciones pulmonares, como la grippe, no la española, sino los resfriados, complicación frecuente del pulmón ocasionada por los vestidos insuficientes de nuestra clase pobre.

Se han establecido gotas de leche en los principales centros, para proveer a la gente pobre de leche de buena calidad, y asociaciones destinadas a fomentar la crianza materna, es decir, alimentar a la madre para que ella pueda alimentar al hijo.

Debo también informar de la existencia en Bogotá de un buen laboratorio de higiene, fundado por los Drs. Martínez y Santa Maria y destinado a la fabricación de productos biológicos; hoy ya produce bastante pero está todavía en desarrollo. Este laboratorio lo compró la nación porque distintas misiones americanas que estuvieron en Bogotá, consideraron que era una organización muy buena y que no podía sostenerse con recursos particulares. Ese laboratorio estuvo antes a cargo de un profesor alemán y del Profesor Uribe, que hizo sus estudios en la Universidad de Harvard.

En cuestiones de estadística, puedo informar que ya está estable- cida la sección central de estadística dependiente de la Dirección General de Higiene. Es nn ramo que se está desarrollando bastante bien y que servirá mucho para las labores de sanidad.

Por titimo, en Colombia no existe desde hace muchos años ninguna de las enfermedades llamadas pestilenciales. El último foco de fiebre amarilla que se presentó en Huacaramanga, en el interior del país, ha desaparecido; el cólera es desconocido; la peste bubónica no se ha presentado aún, no obstante que los puertos del Pacífico no están defendidos; quizá esto se deba a que no hay muelles en el litoral, lo que hace difícil el paso de las ratas. Además, y teniendo en cuenta ésto, las construcciones modernas se hacen a prueba de ratas.

Drogas heroicas: El año 1920 se di6 una ley según la cual no se puede importar drogas heroicas sin previa licencia de la Dirección Nacional de Higiene que no da licencia sino cuando la farmacia que lo solicita reune ciertas formalidades. La exportación está prohibida. Esto seguramente ha disminuido el consumo de drogas heroicas, pero falta ejercer un control más severo para evitar el contrabando.

En cuanto a drogas en general y especialidades farmaceuticas, hay una comisión que funciona bajo la dependencia de la Dirección General de Higiene, y a la cual debe ir todo específico que debe venderse en el pafs. Esa comisión hace los estudios y analisis de dichos productos y si su informe es desfavorable no se permite la venta de ellos.

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En cuanto a los específicos contra las enfermedades venéreas la ley prohibe la venta y el anuncio si la comisión de especialidades farma- céuticas y la Academia de Medicina no tienen un concepto favorable de los mismos. En esta forma la Dirección de Higiene ha creído que debe luchar contra el abuso de los charlatanes, procurando que los individuos que sufren de estas dolencias acudan al médico para que les haga un tratamiento racional.

Este es el pequeño resumen que me he permitido ofrecer a la con- ferencia sobre el progreso sanitario habido en Colombia. En el informe detallado que presento constan todas las resoluciones dictadas en materia de organización sanitaria.

Respecto al Código Sanitario está más o menos en vigencia aún cuando no ha sido todavia ratificado por el Congreso, porque se pensó que habiendo algunas modificaciones que se introdujeron en Wáshington, era mejor esperar que esta Conferencia las adoptara para entonces ratikarlas y ordenar su estricto cumplimiento.

El punto de vista de Colombia es sostener la política panamericana sanitaria, de tal manera que todo lo que se haga en favor de esa idea tendrá el apoyo del Gobierno de Colombia. (Aplausos.)

EZ señor Presidente.-La Conferencia ha escuchado complacida el informe del Delegado de Colombia.

Antes de conceder la palabra al siguiente Delegado, el señor Secre- tario va a dar lectura a la nota oficial transmitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en que nos hace saber que el Gobierno de Haití ha confirmado su representación profesional en esta Conferencia, además del Señor Eieffer Marchand, ya reconocido, al Doctor Guillermo Angula y Puente Arnao.

El señor Secretario General.-(Leyó.) (Cable.) El señor Presidente.-En consecuencia, queda incorporado el

Doctor Angula y Puente Arnao como Delegado por Haití. Se va a dar lectura a un telegrama enviado a la Mesa por el Doctor Solón Núñez.

El señor Secretario GeneraZ.-(Leyó.) El señor Presidente.-Tiene la palabra el Delegado por Honduras. El Doctor Callejas .-Yo voy a procurar, como el Delegado por

Colombia, ser lo más breve en cuanto a la exposición del progreso alcanzado por la sanidad pública de mi pafs. Pero debo declarar que en algunos tópicos tengo que detenerme un tanto, porque no quiero privarme de la satisfacción de exponer ante la VIII Conferencia Sanitaria todos los detalles respecto al progreso alcanzado por la sanidad de mi patria que, a mi juicio, son de bastante importancia, por la razón de que es una inskitución nacional que hasta hace pocos . años no existía sino en pequeño concepto, diseminada en leyes de policia, leyes municipales que no se cumplían sino en el caso en que una epidemia diezmaba a toda una población.

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Digo aquí que “Partiendo del principio de toda organización sanitaria. . . .” (Leyó).2 (Aplausos.)

Ez Doctor Lewis.-(Leyó.) El Doctor Ramirez.--(Leyó.) EZ Doctor LZoóyd.-El señor General Cumming me encarga presentar

el informe de la Delegación de los Estados Unidos. Me voy a limitar a llamar la atención de la Asamblea hacia tres o cuatro puntos de interes general. (Leyó.)

El Doctor Durán.-Como Delegado de Bolivia debo manifestar que la organización sanitaria de mi país y sus progresos higiénicos están calcados en los de los demás pafses. Pero tiene algunas particu- laridades que voy a relatar de modo suscinto, para no fatigar la atención de mis colegas.

Comenzaré por hacer algunas consideraciones geográfico-topo- gráficas. Existen dos estados geográfico-topográficos: uno alto, de una elevación de tres a cuatro mil metros, que se extiende desde el lago Titicaca hasta la frontera argentina. Son quinientos a seiscien- tos mil kilómetros cuadrados. Estainmensa extensión, que llamamos el altiplano, tiene una temperatura en que predomina el frio; haylugares de nieves perpetuas. Ahí domina el tifus, las enfermedades eruptivas. Ha sido por esta razón una de las principales preocupaciones del Gobierno el saneamiento del altiplano. Otra parte es la región baja, verdadera zona amazónica, muy extensa y despoblada, que ofrece las mayores dificultades a causa de la falta absoluta de comunica- ciones. Esto planteó la necesidad de implantar lineas ferroviarias que se han construido uniendo ciudades importantes, como Cocha- bamba, que es departamento agrfcola; Oruro, departamento minero; Sucre, Potosí, etcétera. Este ha sido el primer paso para atender a la higiene. Se ha llegado a construir cerca de 1,000 kilómetros de lineas, de las que predomina la longitudinal, que empalma con el ferro- carril argentino. Además de estas redes se han construido caminos carreteros. Luego se ha procedido a canalizar las principales ciuda- des, como La Paz, Cochabamba, y otras ciudades están en trabajos de reparación y supresión de letrinas, silos, etcétera, tan perjudiciales a la salud.

Hechas estas ligeras consideraciones generales, voy a ocuparme de las afecciones frecuentes ahí. El paludismo es muy conocido y frecuente en la región amazónica, y es difícil combatirlo por la extensión e impenetrabilidad de los bosques; pero el Gobierno ha nombrado delegaciones especiales de carácter administrativo que tienen el deber de atender al saneamiento de las minas y a la asis- tencia y prevención de los casos palúdicos. Después tenemos la tifoidea ebertiana y paratífica en los centros poblados. Pero tengo

’ Resumen del Informe publicado en el BoLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA corres- pondiente al mes de noviembre de 1926.

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OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA 55

la satisfacción de anunciar a mis colegas que estas enfermedades infecciosas han sido dominadas casi en un 50 por ciento, debido al cambio de canalización e instalación de servicios higienicos, y sobre todo la captación de agua pura, hecha en La Paz al nivel de las nieves perpetuas y trasladada por tubos de concreto. Lo mismo ha ocurrido en Cochabamba, que tiene una red de 40 kilómetros para la provisión de agua potable y limpia de impurezas; razón por la cual han dismi- nuido también las infecciones intestinaIes. Pero existe todavía un grupo de población refractaria a las costumbres higiénicas, toda vez que buena parte de la población boliviana está formada de aborígenes, si bien poco a poco van modificando sus costumbres, tanto por causa de la instrucción obligatoria, cuanto por el servicio militar obligatorio, de donde salen enteramente trasformados en lo que a higiene se refiere.

Ha disminuido la tifoidea, -el tifus; la viruela que antes era fre- cuente, no lo es ahora, a causa de la vacuna obligatoria.

La tuberculosis en Bolivia era casi desconocida antes de ahora; y es natural que en un clima tan seco y de aereación casi perfecta fuera difícil se produjera la tuberculosis; pero la inmigración, el tránsito de extranjeros y las buenas condiciones del clima que llevaba a los enfermos en busca de alivio, han sido perjudiciales para Bolivia, en lo que a este mal se refiere. Esto ha obligado al Gobierno a preocu- parse del asunto y lo ha decidido a establecer un sanatorio modelo, a 4,000 metros sobre el nivel del mar, a f?n de aprovechar los beneficios del clima.

Réstame hablar de un último punto: Bolivia, como ustedes saben, es por desgracia un país mediterraneo y es propósito del Gobierno y de sus higienistas defender sus fronteras. Ya tendré oportunidad de presentar a vuestra ilustrada consideración una proposición que haré en nombre de mi Gobierno, para que la Conferencia Sanitaria la tenga en cuenta. Y si Bolivia llega a tener una policía sanitaria que vigile sus fronteras habrá dado un gran paso en materia de sanea- miento y mejora de sus poblaciones. (Aplausos.)

El Doctor Bdez Soler.-(Leyó.) El señor Presidente.-Para hacer un breve paréntesis, después de la

interesante disertación del señor Delegado por la República Domini- cana, voy a someter a la consideración de la Asamblea la constitu- ción de las comisiones, tal como han sido realizadas en la mañana de hoy. La segunda comisión ha sido organizada y se ocupará del Código Sanitario Panamericano. Su constitución es la que consta de la relación que va a leer el señor Secretario.

El señor Secretario.-(Leyó.) El señor Presidente.-% algun señor Delegado ha sido omitido,

puede ser considerado sin perjuicio del derecho que tienen todos los miembros de la Asamblea para concurrir a cualquiera comisión.

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56 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

El Doctor RensoK-Yo deseo que cuando haya oportunidad me sea dable decir algunas palabras acerca de los progresos sanitarios realizados en Cuba.

El señor Presidente.-Vamos a seguir la sesión y para que la Asam- blea tenga un rato de reposo y no se verifique la lectura en forma automática, vamos a seguir ocupándonos de la constitución de las comisiones.

De manera que la segunda comisión está expedita para comenzar sus labores.

La tercera comisión trata de la organización sanitaria de los Estados americanos y no ha designado su presidente. La Mesa, atenta al funcionamiento de la Asamblea, cree necesario llenar esa laguna, y se permite insinuar el nombre del Doctor Callejas, Director de Salubridad de Honduras. (Aprobado.) Y para secretario al Doctor Lewis. (Aprobado.)

Se va a dar lectura al personal de la citada comisión. El señor Secretario.-(Leyó.) El señor Presidente.-Si algún señor ha sido omitido se servirá

manifestarlo. (Pausa.) Entonces queda constituida la tercera comisión.

La cuarta, de estudio de epidemiología y profilaxia tampoco ha elegido presidente. . . . .

El Doctor Ochoa.-Ya un grupo de esa comisión ha señalado al Doctor González para presidente, y como tal lo propongo. (Apro- bado.)

El señor Presidente.-En consecuencia el Doctor González, pro- fesor de higiene y Delegado del Uruguay es el presidente de esa

comisión. Propongo para secretario de ella al Doctor Sordelli. (Aprobado.) Se va a dar lectura al personal de esta comisión.

El señor Secretario.-(Leyó.) El Doctor Durd,n.-Desearía saber en qué comisión figura mi colega

el Doctor Flores. EZ señor Presidente.-En la tercera, de organización sanitaria en

los Estados americanos. En el programa de mañana viernes figuran trabajos de la Con-

ferencia, a las 10 y a las 4, pero como es potestativo de la Asamblea modificar ese programa provisional, propongo se reserve el día dc mañana para que funcionen tres comisiones: la del Código Sanitario en la mañana y la tercera y cuarta en la tarde. De este modo tendrá material el Comité Ejecutivo para el plenario del sábado.

El Doctor Lebredo.-Suplico a la presidencia se nos dé copia de los distintos temas de cada comisión.

EZ señor Presidente.-Hoy recibirá cada presidente la nómina corres- -b pondiente.

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OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA 57

Debo recomendar, asimismo, a los señores Delegados designen a los que deban hacer uso de la palabra en la recepción oficial que ofrecerá el municipio de Lima el dfa de mañana. Yo me permito proponer a los Doctores Albuquerque y Aparicio.

El Doctor Ochoa.-Creo que el Doctor Lewis ha sido de signado para tomar la palabra.

ITZ señor Presidente.-El Doctor Lewis trae un doble mensaje: como delegado y como concejal. Serán, pues, tres los oradores, ya que la ciudad de Lima tiene grandes deseos de oir la voz de los repre- sentantes de los países americanos.

El Doctor Núñez.-La organización sanitaria de Costa Rica es de ayer, pero como ella conste en un estudio que la Oficina Sanitaria Panamericana tuvo la deferencia de pedirme, voy a limitarme simple- mente a dar lectura a los más importantes capítulos del pemíltimo número del Boletín de esa Oficina.3 (Leyó.)

Esta organización tiene otra ventaja y es, que por muy buena voluntad que tuviera en épocas anteriores, la Facultad de Medicina, que actuaba como cuerpo consultivo, nada hubiera podido hacer para que prevalecieran las leyes, por cuanto no tenía potestad para incorporarse al Congreso. Pero con la creacióli de la Sub-Secretaría de Hacienda, el Secretario que trabajó con toda deferencia, podía asistir al Congreso y defender sus proyectos, y fu6 de ese modo como pudimos hacer nuestro Código Sanitario. Al mismo tiempo que se hizo este Código se creó el Servicio de Asistencia Pública para el tratamiento de las enfermedades venéreas y se crearon clínicas en todas las capitales de provincia.

En cuanto a la lepra se refiere, los leprosos, que no pasan de un centenar en mi pafs, están la mayor parte centralizados en un lepro- comio. Dimos un decreto que facilita la libertad de los leprosos, con el fin de que no creyeran que esta institución era una cárcel donde van a terminar sus días sin ver más a la familia, sino un lugar del que pueden salir curados.

Dimos también otro decreto, el 8 de octubre de 1923, con el objeto de reglamentar el consumo de drogas heroicas, y por medio de un farmacéutico honorable de mi pafs, hicimos un cálculo de la cantidad de drogas que podría consumirse en el país, teniendo en cuenta el consumo de las droguerías. Además, consideramos lo que cada botica paga por patente y por esta cantidad calculamos la importa- ción de drogas que hacfa y que, sin hipérbole, se importaba por toneladas. En el día este consumo está reducido, tan reducido que hubo la crítica de un padre de familia porque se había importado dos o tres kilogramos de estas drogas. Esto nos demuestra que se ha formado ya la conciencia sanitaria.

1 Número de septiembre de 1927.

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58 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

Dimos también el año 1924, una ley fundando una escuela de inspectores de higiene, y tengo aquí una ley de la que voy a ocuparme con mayor amplitud, relativa ala campaña contra el ofidismo, llamada a protejer a los trabajadores que están expuestos a la mordedura de culebras. La ley aparece en la última parte de este tratado.

La ley de servicio de Asistencia Pública tiene bajo su control las enfermedades venéreas. En lo que se refiere a la tuberculosis, no sé si sucede lo que di’cen los Delegados de Colombia y Bolivia, que este mal aumenta: a mí me parece que no, porque en la actualidad el diagnóstico se hace con más fac.ilidad, merced a los rayos X y a los análisis de laboratorio.

El 16 de mayo de 1927 se ha creado una Secretaría de Salubridad y Protección Social. La Sub-Secretaria, ya lo he dicho, tuvo la ventaja de poder ingresar dentro del mismo Congreso para defender sus proyectos, pero tiene otro escollo y es, que los presupuestos pasan por el Secretario de Hacienda, y generalmente los Secretarios de Hacienda no son muy espléndidos con las otras carteras. Entonces no quisimos dejar las cosas así y cambiamos todas estas cuestiones llamadas de beneficencia, nombre anticuado que debe borrarse y las consideramos como instituciones de protección social, lo que cons- tituye verdaderamente una de las funciones más importantes del Estado; instituciones como un hospital, como una “gota de leche,” son instituciones sobre las cuales el Estado no sólo debe velar adminis- trativamente, sino también de modo técnico. Entonces englobamos los dos nombres eu uno sólo: el de previsión social y asistencia pública, que no son comprendidos por el pueblo, lo denominamos protección social, que envuelve las dos ideas ya mencionadas, de previsión y de asistencia. (Aplausos.)

El Doctor Ochoa.-Voy a dar lectura al informe preparado por el Director de Sanidad de mi país y presentado a la Conferencia de Directores de Sanidad reunida últimamente en Wáshington.4 (Leyó.)

El Doctor Angula y Puente Arnao.-(Leyó.) El señor Presidente.-Señor Delegado: El acuerdo previo de la

Asemblea fué que los Delegados, al tratar de sus informes, lo hicieran en extracto. Como el que está leyendo es un interesante trabajo impreso, sería mejor que se repartiera entre los colegas. Debemos estar, dentro de un cuarto de hora, en la recepción que ofrece el Señor Ministro de Relaciones Exteriores; de modo que el señor Delegado lo repartirá el día de mañana y le agradeceremos doble- mente su trabajo y su gentileza.

El Doctor Lorente.-Creo que sería provechoso repartir este informe impreso (el de la delegación peruana) a los señores Delegados, para que lo puedan apreciar y examinar con toda atención, así es que mañana lo pondré en sus manos para que puedan estudiarlo.

< Wase el BOLETÍN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA de enero de 1927.

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OCTAVA CONFERENCU SANITARIA PANAMERICANA 59

El Doctor González.-Voy a hacer un breve resumen de los puntos que se refieren a la sanidad del Uruguay. Hay la tendencia de hacer los organismos técnicos de sanidad, porque hasta este momento no hemos centralizado la sanidad. Así tenemos, por ejemplo, la Asis- tencia Pública, que hace una parte de la sanidad, al mismo tiempo que los municipios y ciertas instituciones especiales. En el momento actual se trata de reunir todas esas instituciones bajo un centro sanitario, que para unos sería una Dirección General, sin perjuicio de que otros opinan que es conveniente reunir la Asistencia Pública con el Ministerio de Higiene y hacer un Ministerio de Higiene y de Previsión Social.

En la capital y en las poblaciones de cierta importancia, el pueblo responde a la campaña antiinfecciosa; pero en la campiña es más difícil; sin embargo se va insistiendo a fin de que todos aquellos que tienen motivos especiales para defenderse de la fiebre tifoidea, con- curran a los sitios destinados para ello. Por eso es que se trata, por el Ministerio de Obras Públicas, que también hace higiene, de sanear y proveer de agua potable a todas las provincias del interior. Actual- mente este servicio está en excelentes condiciones y está teénica- mente controlado, habiéndose añadido cloro lfquido, labor que se va difundiendo en las cabezas de departamento.

Ahora bien hay una cuestión que no puedo dejar pasar, y es la que se refiere & la mortalidad infantil en el Uruguay, porque debo hacer conocer a la Asamblea que en el mes de mayo se instaló ahf una comisión para estudiar este problema. La Sociedad de Higiene de la Liga de las Naciones nombró dos delegados para estudiar este problema en los distintos países, y trataron de darle la mayor ampli- tud, haciendo notar las condiciones en que el Uruguay se encuentra respecto a la mortalidad infantil. Para un pueblo de 449,000 habi- tantes . . . (Leyó.) Se trata, pues, de estudiar mejor este punto para ver cuales son las medidas a adoptar. En realidad, las medidas han sido propuestas por los pediatras que se ocupan de estas cues- tiones, medidas que tienden a reducir la mortalidad infantil, que aunque pequeña puede ser mejorada. También la madre embarazada tiene leyes de protección. Y en cuanto a los niños, puedo decir que se ha suprimido casi por completo su abandono, y si en otras épocas eran llevados a ciertas oficinas del Gobierno, hoy son llevados a consultorios especiales.

En lo que se refiere a la sífilis, debo decir que hay un instituto protiáctico de la sífilis. Actualmente la profilaxis es educativa; se hace propaganda por todos los medios posibles: conferencias, libros, et&era; se habla francamente de la palabra síhlis y hay conferencias de esta naturaleza a las que concurren damas, y creo que hemos hecho algo bueno quitando a este vocablo su sentido misterioso. A nuestro llamado han respondido muchas corporaciones e instituciones,

L 74794-2-5 ’

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60 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

poniendo dispensarios, de los que hay actualmente 41 en toda la República. Debo hacer notar que hemos obtenido la cooperación internacional antivenérea, acordando con el Brasil una manera de actuar conjunta, colocando un dispensario en la misma frontera para afrontar la lucha antivenérea.

Un último punto es el que se refiere a la higiene escolar, y es tan importante que no voy a exponerlo aquí. Aún no estamos satis- fechos con el sistema de enseñanza y hay gran evolución al respecto. Se trata de proteger al niño durante el período de enseñanza y llevarlo a parques escolares especiales. Respecto a los parques debo decir que el Parlamento acaba de votar una partida para la construcción de uno de esos establecimientos con capacidad para 5,000 niños en la planta suburbana de la ciudad. Además, se va a dar una educación activa a los niños, dejando de lado los viejos métodos.

EZ señor Presidente.-El Delegado por el Ecuador va a hacer uso de la palabra para exponer sus puntos de vista sobre el progreso sanitario de su país; y quedan aún Argentina y Cuba. En cuanto al Brasil, el señor Presidente de la Delegación, Doctor Albuquerque, nos ha manifestado que la Asamblea conocerá el progreso sanitario de su magnífico país por la lectura del informe que ha entregado a la Secretaría.

El Doctor 0ueua.-(Leyó.) El Doctor SordeK-Respetuoso como el que más de los principios

de la higiene y sabiendo que la fatiga es antihigiénica, el Delegado de la Argentina hace gracia de la lectura del informe y se permite sólo recomendar el estudio del Director del Departamento Nacional de Higiene, Doctor Aráoz Alfaro. (Aplausos.)

El Doctor RensoK-Muy pocas palabras tengo que decir respecto a los progresos sanitarios de Cuba y las mejoras introducidas reciente- mente en esos servicios. (Leyó.)

Eì señor Presidente.-Habiendo concluido la lectura de los trabajos sobre los progresos sanitarios de América, la Mesa, antes de levantar la sesión, recoge los aplausos producidos para proclamar los grandes progresos sanitarios de la América. Se levanta la sesión.

Eran las 6 y 5 p. m.

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Octava Conferencia Sanitaria Panamericana

Tercera Sesión Plenaria del Lunes 17 de Octubre de 1927

Presidencia del Doctor Paz Soldán

Abierta a las 10 y 50 a. m., actuando como secretarios los Doctores Caravedo, Sordelli, Lloyd y Cruz, el señor Presidente invita a los señores Doctor Cumming y Guedes para que integren la Mesa como vicepresidentes de turno.

Se da cuenta de un cablegrama comunicando la designación del Doctor Julio C. Gastiaburú como Delegado de Nicaragua, a quien se declara expedito para incorporarse, ocupando el número 17 en el sorteo de vicepresidencias.

De otro, comunicando haberse designado al Doctor Jaime G. Bennett como secretario de la Delegación de Costa Rica; declarán- dosele expedito para llenar su cometido.

De otro, del Congreso de Tuberculosis de Córdoba, aplaudiendo a la VIII Conferencia Sanitaria. Se mandó contestar y archivar.

De otro, de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, deplorando que el Delegado de ese país no haya podido concurrir a la Asamblea. Al archivo.

De otros, agradeciendo la designación de Presidentes de Honor hecha en favor de los Jefes de Estados Americanos. Se pasaron al archivo.

Todos estos despachos se incorporaron a los documentos de la Conferencia.

El2 señor Presidente.-Señores Delegados: de acuerdo con la organi- zación general de los trabajos, el Comité Ejecutivo ha procedido a tomar conocimiento de los votos que le han sido sometidos por las distintas comisiones, los que somete a la ratificación del plenario, para que figuren en el Acta Final de la Conferencia. El señor Secre- tario va a dar lecturas a esos votos, que el Comité Ejecutivo hace suyos.

El señor Secretario.-(Leyó.) El Doctor Núñez.-Interpretando el sentir general, me permito

proponer que la comisión encargada de trasmitir este voto al Señor Presidente de la República esté integrada por dot,os los señores Delegados.

~3 señor Presidente.-En debate. Si ningún señor hace uso de la palabra, se dará por aprobado. (Aprobado.) Ha sido aprobado con

61

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62 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

el voto unánime de las delegaciones, y la Mesa acordará oportuna- mente lo necesario para que sea comunicado al Señor Presidente de la República.

El señor Secretario.-(Leyó.) El señor Presidente.-En debate el voto relativo a toxicomanfas.

Si no se hace observación se dará por aprobado. (Aprobado.) El señor Secretario.-(Leyó.) $Z señor Presidente.-En debate el voto sobre el Ministerio de

Higiene. Si no se hace observación se dará por aprobado. (Apro- bado.)

El señor Secretario.-(Leyó.) El señor Presidente.-En discusión el voto sobre trabajo e higiene

industrial. Si no se hace observación, se dará por aprobado. (Apro- bado.)

El Comité Ejecutivo sesionará esta nocha para tomar conoci- miento de las conclusiones a que hayan llegado las otras comisiones, que presiden los Doctores Lozano y González. Por lo que respecta a los temas 27 y 28, la Delegación de 10s Estados Unidos anuncia que en la próxima sesión plenaria del miércoles serán discutidos.

El Doctor Durán.-Tengo que presentar una pequeña moción, que no sé si es pertinente.

El señor Presidente.-La proposición sobre libreta individual está ya sometida a la comisión que preside el Doctor Lozano, y la otra, a la que preside el Doctor González.

Señores Delegados : en la tarde de hoy, a las 4 y 30, debe realizarse la inauguración del Instituto de Medicina Social, órgano de preparación de los futuros higienistas del Perú, y después, en la Facultad de Medicina, una actuación científica, para la que han sido especialmente invitados los señores Delegados. La Mesa, en uso de sus atribuciones y con la benevolencia de los señores Delegados, ha designado al destacado higienista Doctor González para que haga uso de la palabra en esa actuación, y al Doctor Long, para que exprese su pensamiento en inglés en nombre de la Asamblea. Se levanta la sesión.

Eran las ll y 10 a. m.

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Octava Conferencia Sanitaria Panamericana

Cuarta Sesión Plenaria del Miércoles 19 de Octubre de 1927

Presidencia del Doctor Paz Soldán

Abierta a las 10 y 50 a. m. con asistencia de casi la totalidad de los miembros, el señor Presidente invitó a los Doctores Adolfo Flores, Presidente de la Delegación de Bolivia y Ramón Báez, Presidente de la delegación de la República Dominicana, tomando asiento en el estrado como vicepresidentes de turno.

El señor Presidente.-Señores: En nuestro programa de trabajo del día de hoy figura: en la mañana, trabajos de la conferencia; 5 en la tarde: sesión plenaria de la Conferencia para:

A) Aprobación y firma del acta general con los votos, acuerdos y conclusiones.

B) Elección de la sede de la IX Conferencia. íT) Designación del Presidente provisional de la misma. D) Designación de los miembros de la Oficina Sanitaria Panameri-

cana. Por lentitud explicable de los trabajos de la Conferencia, el Acta

Final no estará lista hasta el día de mañana para la firma de los Dele- gados. En esta virtud antes de someter a conocimiento del plenario los temas que vamos a tratar en esta sesión, yo consulto si los señores Delegados no tendrían inconveniente en realizar en el plenario de hoy en la mañana la elección que está prevista para la tarde; de esa manera los señores Delegados tienen libre la tarde de hoy.

Varias voces.-Aprobado. El señor Presidente.-Vamos entonces a ocuparnos de los temas

de la sesión de hoy. Queda suspendido el plenario de esta tarde. El secretario va a dar lectura a dos telegramas recibidos. El señor Secretario General.-Leyó: (Uno enviado por el Presidente

de la República Argentina y otro por el Presidente de Colombia.) El señor Presidente.-Se va a dar lectura a una nota que ha pasado

la Delegación del Brasil y que refleja sobre el espíritu cordial y americanista de est,a Asamblea.

EI! señor Secretario General.-Leyó: “Señor Presidente de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana: “No podía dejar de transmitir telegráficamente a mi Gobierno 16s

términos con que, en la sesibn inaugural de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, recordó V. E. a los Delegados, los nombres,

. para todos los brasileños sagrados, de Oswaldo Cruz y Emilio Ribas. 63

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64 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

“En respuesta a mi comunicación el Señor Ministro de Relaciones Exteriores me da instrucciones para que presente oficialmente los agradecimientos del Gobierno Federal por el homenaje de V. E. a dos de los hijos de que con mayor justicia se enorgullece el Brasil.

“Tengo la honra de reiterar a V. E. las protestas de mi más alta consideración.

(0 “c. DE FREITAS VALLE, “Encargado de Negocios del Brasil.”

El señor Presidente.-He querido se dé lectura a esta nota de aplauso a la Presidencia, como la expresión de los sentimientos que despiertan en los pueblos americanos las palabras inaugurales con que estas Conferencias acost’umbran a abrir sus sesiones. (Aplausos.)

Antes de dar lectura, señores, a los votos que vienen del Comité Ejecutivo, yo invito a los señores Delegados a una visita de la mayor import*ancia que va a tener lugar el dfa de mañana con carácter informal a una de las plantaciones de pasteurización de la leche, que tenemos en la Capital, a que han sido invitados especialmente los señores Delegados. . . . Como la visita a las obras del Hospital del Niño ha debido suspenderse por el estado de aquellas, mañana a las 10 y 30 a. m. los señores Delegados que quieran podrán concurrir a visitar uno de los elementos de salubrificación con que cuenta nuestra Capital.

Se va a dar lectura, señores, a los votos cuya redacción final ha sido hecha por el Comité Ejecutivo, bien entendido que se trata de los votos que han sido ya aprobados por las comisiones respectivas y remitidos oportunamente a aquel, que se ha limitado a la apro- bación final y a la homologación de estas conclusiones, y una vez que Uds. las aprueben figurarán en las actas en el capítulo impor- tantísimo de los votos y conclusiones de esta Conferencia.

El señor Secretario va a dar lectura a los votos. Si algún delegado tuviera que hacer después de la lectura de cada voto se servirá solicitar la palabra. Si no lo hiciera, daremos como aprobación ese silencio.

El señor Secretario General.-(Leyó in extenso las resoluciones con- tenidas en el Acta Final de la Conferencia.)

La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana aprueba el siguiente memorandum d% interpretación del Código Sanitario Panameri- cano. . . .

El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana recuerda a todos los

países signatarios . . . . El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana sugiere a las naciones

signatarias o adheridas la utilidad de organizar . . . . El señor Presidente.-Aprobado.

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OCTAVA CONFERENCIA SAKITARIA PANAMERICANA 65

La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana recomienda a la Oficina Sanitaria . . . .

El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana recomienda a los

gobiernos de los países . . . . El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, considerando que la

estadística . . . . El Señor Lozano.-Creo que falta un agregado propuesto por la

Delegación de Cuba, de que se hagan las estadísticas quincenalmente. El señor Presidente.-Estos informes deberán ser pasados quince-

nalmente . . . . Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, considerando que la

institución de los inspectores sanitarios de navíos . . . . El señor Presidente.-*Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana pide muy respetuosa-

mente a los gobiernos signatarios el fiel cumplimiento del Art. Jo . . . . El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana teniendo en cuenta

la participación de los gobiernos de las Repúblicas americanas . . . . l!Z señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana reafirma una vez

más que para la erradicación . . . . El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana con el fin de conocer

el desarrollo y extensión de la parasitosis intestinal . . . . El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana considera que el

alastrim debe ser . . . . El señor PresG?ente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana recomienda a los

gobiernos americanos que cooperen . . . . Eí señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana declara que las

toxicomanías . . . . El señor Presidente.-Aprobado. La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana reitera su adhesión

a la reforma del Estado . . . . El señor Presidente.-Aprobado. Se va a dar lectura a los votos que se acaban de presentar a la

consideración del plenario. El señor Secretario.-(Leyó.) La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana ha tomado conoci-

miento del proyecto de reglamento sobre higienización de la leche . . . . 33.7 señor Presidente.-En discusión.

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66 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

El Doctor Long.-He querido manifestar que esta idea la he tenido yo también y que no la había presentado por no haber tenido opor- tunidad. Yo apoyo esta idea y agregaría que en la próxima confe- rencia sanitaria se debe presentar una ordenanza modelo para la [eche. Y digo ésto porque ya en los Estados Unidos y en uno o dos paises más de la Unión Panamericana se ha adoptado una ordenanza sobre la leche respecto a la manera de producirla, su pasteurización, etcétera, la que es resultado-de estudios y experiencias de muchos años.

El señor Presidente.-Debo informar al señor Delegado que la Mesa ha estimado necesario separar esto en dos votos por la distinta significación de ellos. Este voto, por lo menos así lo estima la Dele- gación peruana, representa en buena cuenta un estfmulo a un grande esfuerzó en que está empeñado el Perú en pro de la higienización del suministro de leche.

La cuestión sometida por el Dr. Long, de tanta importaneia, ha sido contemplada en un proyecto de voto que ha presentado la Delegación del Uruguay, que planteada en la forma que desea el Dr. Long, podrá ser motivo de una discusión de la próxima Conferencia.

De manera que está dividido, por así decirlo, el criterio de la Asamblea en dos notaciones sucesivas que cristalizan dos votos. Si ningún señor hace observación se dará por aprobado lo propuesto por la Delegación dominicana. (Votación.)-Aprobado.

Ahora se va a dar cuenta del voto de la Delegación del Uruguay. El señor Secretario.-Leyó. El Doctor González.-Esta proposición está apoyada por la Dele-

gación de Venezuela, que no ha firmado. EZ señor Presidente.-La ampliación de los Estados Unidos es sobre

la ordenanza modelo que discutirá la IX Conferencia. El Doctor Rensoli.-A mi me parece que en la confección de esa

ordenanza modelo hay que tomar en cuenta que hay un patrón de leche para cada región. De manera que sería conveniente aclarar que se refiere a la pureza de la leche, con solo las variaciones locales en calidad del producto.

El Doctor Long.-Cuando yo propuse la confección y estudio de una redacción de ordenanza modelo, mi idea era hacer exactamente lo que hicimos en La Habana sobre el reglamento de drogas. Los miembros de la Conferencia recordarán que esa Conferencia adoptó allí un proyecto de ordenanza modelo para la reglamentación de las drogas que debía servir de base al estudio de las confecciones de ordenanzas de otros países. Esa es mi idea con respecto a la leche. No propongo que se adopte la ordenanza en forma íntegra, sino que se tome en cuenta al confeccionar las distintas ordenanzas de cada país.

El señor Presidente.-Yo creo que estando de acuerdo la mayoría de las Delegaciones, el voto podría aprobarse con cargo de redacción

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OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA 6’7

para lo cual hab& de solicita;la autorización respectiva en vista de la escasez de tiempo. Los señores que acuerden autorizar a la Mesa con tal objeto se servirán manifestarlo. (Votación.) Aprobado.

Se va a dar cuenta de un voto propuesto por la Delegación argen- tina.

Ei! señor Secretario.-Leyó: La VIII Conferencia Sanitaria Pan- americana recomienda que se forme un personal sanitario sobre la base. . . . . (siguió leyendo).

.ZG? Doctor Long.-Estoy completamente de acuerdo con la propo- sición. Pero el Doctor Lozano debe recordar que en el Congreso Científico de Lima se trató algo semejante. Por eso quisiera saber si podría modificar su redacción haciendo llamar la atención de que ha sido adoptado por otros congresos y que reiteramos lo que se adoptó en ellos.

l37 Doctor Lozano.-Con mucho gusto. El señor Presidente.-Al. lado de esto existe una resolución de la

VII Conferencia que dice: (Leyó.) Ha sido precisamente a mérito de eso que se ha creado en el Perú el Instituto de Medicina Social. El doctor Lozano lo amplía en el sentido de crear la magistratura sanitaria.

32. Doctor Long.-Yo propongo entonces, contando con el apoyo del Dr. Lozano, que se sustituya esa redacción por esta otra: La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana reitera la resolución del III Congreso Científico de Lima con referencia a la formación de la carrera sanitaria.

El Doctor Callejas.-Yo suplico a la Secretaría dé lectura a la moción presentada por la Delegación de Honduras y apoyada por la Delegación de Colombia referente poco más o menos al mismo punto. Se refiere a la organización en América de un personal sanitario subalterno y al mismo tiempo la inmovilidad de los empleados y que establezca en forma de carrera.

Ez señor Presidente.-La proposición no ha llegado a la Secretarfa y la Mesa tendría un gran placer en recibirla.

B Doctor Lewis.-Me parece que es la misma proposición que el Dr. Lozano retiró para modificarla.

El Doctor Lozano.-Yo la tenía presentada y tengo entendido que venía a ser lo mismo que proponía el señor Delegado de Honduras.

El señor Presidente.-Yo creo que toda la Asamblea está de acuerdo y que el voto puede ser suscrito colectivamente por la Delegación argentina, de Honduras y Colombia, y apoyada por la Delegación de los Estados Unidos. Pasa por la aprobación del plenario con cargo de redacción.

Se va a dar cuenta de otro voto. El señor Secretario.-Leyó : “La VIII Conferencia Sanitaria Pan-

americana recomienda al estudio y resolución de la IX el punto

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68 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

relacionado con la organización sanitalia de los hospitales.-Fdo.- González.”

Eí Doctor Long.--Yo no tengo objeción que hacer; apruebo la idea y sólo tengo que agregar las recomendaciones de la Oficina Sanitaria Panamericana.

El señor Presidente.43 no se producen observaciones, se dará por aprobada. Aprobada.

El señor Secretario.-Leyó : “Dada la importancia de los trabajos de sanidad. . . .”

El señor Presidente.-Este voto acaba de ser aprobado por la Asamblea en el voto referente a intercambio de notas, observaciones, etcétera.

Aquí hay dos votos de la Delegación del Uruguay, a los que se va a dar trámite dada su importancia.

El señor Secretario.-Leyó: “La VIII Conferencia Sanitaria Pana- mericana, teniendo en cuenta que determinados países de América se preocupan de la enseñanza escolar. . . .”

El señor Presidente.-Se trata, señores, del problema de la higiene escolar, problema de alta importancia, pero que no ha sido contem- plado en nuestra orden del día.

El Doctor Long.-Que se adopte. El señor Presidente.-Apoyada por la Delegación de los Estados

Unidos. El Doctor Ochoa.-Y la Delegación de Venezuela. El Doctor Lozano.-La de la Argentina también. El Doctor Rensoli.-Igualmente la de Cuba. El señor Presidente.-Aprobada. El señor Secretario.-Leyó : “En vista de los progresos alcanzados

en la lucha antituberculosa . . . .” El Doctor Long.-Pido la palabra para apoyar la proposición y al

mismo tiempo para manifestar a nombre del General Cumming que nosotros en los Estados Unidos estamos ahora reuniendo todos los datos que podemos obtener, y hay un especialista en tuberculosis, el Dr. William Charles White y otros especialistas más encargados de ésto, para llegar a una conclusión al respecto. De manera que el General quedará agradecido si pueden obtener todos los datos posibles de las experiencias que han obtenido con la vacunación antituberculosa, y formar un criterio basado en la experiencia general.

El señor Presidente.-En vista del apoyo general queda aprobado. - Se va a dar lectura a una proposición suscrita por los presidentes de todas las Delegaciones. La Mesa atenta a la solicitación de la Asamblea la somete a su consideración y se abstiene de la dirección del debate, que recomienda a la consideración del Dr. Báez.

El señor Secretario.-Leyó: “Las delegacionesa mericanas reunidas en Lima con ocasión de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana

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OCTAVA CONFERENCIA SA~-ITAXIA PANAMERICANA 69

tributan un voto de aplauso al Presidente de la Conferencia, pro- fesor Carlos Enrique Paz Soldán. . . .”

EZ Doctor Lozano.-Por aclamación. (Grandes aplausos.) El Doctor Báez.-Aprobado por aclamación. El señor Presidente.-Señores: Ayer lo dije y hoy vuelvo a repe-

tirlo: No hay como el silencio para expresar el agradecimiento. A ’ nombre de la delegación del Perú, a nombre mío, yo os expreso mi

profundo reconocimiento. (Aplausos.) Se va a dar lectura a un voto de la Delegación del Brasil. El señor Secretario.-Leyó: “La VIII Conferencia Sanitaria Pana-

mericana sugiere a los Gobiernos americanos que consideren la cuestión de la obligación del examen prenupcial. . . .”

El señor Presidente.-En debate la proposición. El Doctor AZbuquerque.-Es nada más que una sugestión. El señor Presidente.-La Mesa se encuentra confusa para interpre-

tar la sonrisa de los señores Delegados. El Doctor Núñez.-La vez pasada yo sometí la cuestión y se quedó,

en esa reunión, de proponer el asunto para la próxima Conferencia 0 sea ésta. El Doctor Long discutió ampliamente sobre la materia y se vió que en el estado actual de las cosas es algo precoz.

El Doctor Cueca.-Si el Doctor Albuquerque quisiera aceptar una modificación, la proposición quedaría así. (Leyó.)

El Doctor Long.-Siento mucho pedir otra vez la palabra. Yo propongo que se cambie de redacción en el sentido de proponer que se incluya un estudio de las experiencias obtenidas en los varios pafses y se recomiende para la próxima Conferencia.

El señor Presidente.-En diciembre de este año debe realizarse en La Habana la Primera Conferencia Panamericana de Eugenesia y Hominicultura que estará entregada al examen de los problemas del nacimiento y mejoramiento de la raza humana; primer esbozo de un congreso sobre población que ya ha tenido lugar en Ginebra. En esta materia hay un gran movimiento en el mundo. El punto merece un debate más extenso que el que podríamos consagrarle; tanto más cuanto que la triste experiencia de los países americanos en esta materia es poca. Nacer en la extensión de la América no es el hecho de un contrato civil ni.rcligioso; y en esta virtud las regla- mentaciones excesivas para los pocos que van al contrato religioso podría representar un obstáculo más. Se trata, pues, de un asunto muy complejo; y yo hago esta observación a título de colaborador del idealismo que preside la proposición del Delegado del Brasil. Con este motivo, quedará como una sugestión el estudio para la próxima Conferencia. De manera que, con cargo de redacción, la deremos por aprobada.

EZ Doctor Núñez.-El Comité Ejecutivo me encomendó la redac- ción de la idea del Delegado del Brasil que podría quedar así: “La

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70 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

VIII Conferencia Sanitaria Panamericana, sugiere que para las futuras Conferencias. . . .” (Leyó.)

El señor Presidente.-En debate.-Aprobada. El Doctor Flores.-Q uer a f h acer uso de la palabra sobre una proposi-

ción mía que no ha sido tramitada por la comisión respectiva. Yo propuse a la III Comisión la cuestión de la limitación de la produc- ción del alcohol en los pafses sudamericanos. Yo no quise hacer una ’ larga disertación sobre los males que produce en nuestras pobla- ciones el alcoholismo. Hubiera sido inútil. La comisión no se ha dado cuenta de la gran importancia de este asunto de tanta trascen- dencia o no ha tenido tiempo para ocuparse de él. Pero es lo cierto que yo estimo que la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana cometería una omisión que puede ser censurable al no ocuparse de uno de los factores más grandes de la degeneración de la especie. Hemos discutido y sancionado voto sobre la toxicomanía, que al fin y al cabo abarca a un pequeño grupo de sujetos y no tiene la extensión del que me ocupa. Sin embargo la Conferencia no ha tocado la cuestión del alcoholismo. Creo, pues, que debe hacerse un voto en este sentido.

El señor Presidente.-Si algún señor hace uso de la palabra. El Doctor González.-Yo creo que no debe hacerseunvoto que reitere

lo que se solicitó en otra Conferencia. Y basado en el criterio que acaba de establecer el Delegado de la Argentina de la necesidad de estudios especiales de conformidad con las condiciones particulares de cada pafs, yó propongo que ese voto podrfa ser así: “La VIII Conferencia Sanitaria Panamericana reitera a los gobiernos de los distintos países la conveniencia de desarrollar en el plazo más breve . . . . ” (Leyó.)

&? señor Presidente.-Oportunamente presentará el Doctor González la redacción, dándose por aprobada la proposición en esta forma.

Vamos a proceder en seguida al plenario de esta tarde. En primer lugar tenemos la designación de la sede de la próxima Conferencia. Me pongo de pié para ser el intérprete de una proposición que se hace a la Mesa suscrita por la Delegación del Brasil, y que expresa un anhelo de esta Delegación que yo someto a la consideración de la Asamblea. La proposición dice lo siguiente: “La Delegación del Brasil a la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana tiene la elevada satisfacción y el grande honor de proponer que sea escogida para sede de la IX Conferencia la ciudad de Buenos Aires.” (Aplausos.)

“Para Presidente provisional de la IX Conferencia al Dr. G. Aráoz Alfaro.” (Aplausos.)

En consecuencia, la Mesa, atenta a la aclamación de la Asamblea, declara que se acuerda señalar a la ciudad de Buenos Aires como sede de la IX Conferencia Sanitaria Panamericana y al mismo tiempo proclama como Presidente provisional de esa Asamblea al Presidente

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de la Delegación Argentina ausente en cuerpo, pero presente en espíritu en esta sala, nuestro grande amigo y admirado profesor Dr. Aráoz Alfaro. Yo creo, señores, que dentro del marco espléndido de aquella ciudad y bajo la dirección vigilante, atenta y entusiasta del eminente Director del Departamento Nacional de Higiene de la Argentina, la IX Conferencia proseguirá la serie de triunfos que marcan el derrotero de esta institución, verdaderos surcos que vienen haciendo florecer las ideas para el progreso sanitario de las naciones del continente . . . . (Grandes aplausos.)

El Doctor Lozano.-Lamento que en este momento no esté presente nuestro Ministro, Presidente de la Delegación por ausencia del Dr. Aráoz Alfaro. Yo quiero agradecer efectivamente, con el mayor calor de mi alma,. las elegantes palabras con que ha formulado su proposición la Delegación del Brasil y el apoyo efusivo de la Asamblea por la designación de la ciudad de Buenos Aires como sede de la IX Conferencia. Deseo expresar el profundo agradecimiento a nombre del Dr. Aráoz Alfaro, que para nosotros no es sólo una per- sonalidad culminante sino algo más: representa una institución, no sólo en materia de higiene sino de filantropía, de acción social; es un hombre completo que estimamos muchísimo, que está al frente de las reparticiones sanitarias y que seguramente dirigirá con entusiasmo todos los preparativos para la IX Conferencia.

Deseo agradecer a nombre de nuestro Gobierno, a nombre de los Delegados y en el mio propio, todas las esquisitas amabilidades que ha tenido el Doctor Paz Soldán, nuestro ilustre Presidente, a la Mesa Directiva y a todos los colegas que acaban de darnos a los argentinos una prueba de americanismo y cariño que estimo profundamente. Seréis recibidos como cuadra a la distinción de todos vosotros y será para nosotros una oportunidad magnífica para expresaros cuanto los argentinos sentimos y palpitamos al unísono con todos los pueblos de América. Muchísimas gracias. (Aplausos.)

El Doctor Long.-He querido pedir la palabra solamente para hacer una pregunta: creo que debemos consultar al Gobierno de la Argen- tina, sobre la fecha en que debemos celebrar la próxima Conferencia. Porque la costumbre ha sido dejar a la conveniencia del Gobierno interesado de fijar la fecha exacta. Según me parece, las conferencias han sido tal vez con demasiada frecuencia; es decir que la marcha de la sanidad en los varios países es algo lenta. Con conferencias cada tres años quizá no hemos tenido tiempo para que los problemas se desarrollen en forma para presentar conclusiones deiinitivas. Solamente quiero plantear la idea.

Además hay que tener en cuenta otra cosa: en la V Conferencia de los Estados Americanos de Santiago de Chile se adoptó una resolu- ción en el sentido de que tuviera lugar en los Estados Unidos cada cinco años un Congreso de Directores de Sanidad, y lo resuelto en él,

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72 OCTAVA CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA

incorporarlo a las Conferencias Sanitarias. Habría que ajustar esta resolución con nuestra futura manera de proceder.

He planteado la cuestión y no tengo nada más que decir. El Doctor Lozano.-A mí me parece muy bien la sugestión del Doc,toI

Long, que sea cada 5 años, coincidiendo con la reunión del Congreso de Directores.

El Doctor Lloyd.-También quiero decir que sería conveniente que se reunieran los Directores de Sanidad con un año de anticipación a estas conferencias, para facilitar la confección del programa.

El Doctor F’lores.-Yo entiendo que este asunto debe acordarlo el Gobierno de la nación que ha sido designado como sede de la próxima Conferencia.

El señor Presidente.-La Mesa va a intervenir en el debate y yo pido excusas por ello. Yo comprendo lo que pudieramos llamar el caso de conciencia del Doctor Long; pero hay que tener en cuenta que institución que no sesiona con cierta periodicidad es institución condenada a morir; que precisamente cuando en el mundo hay una tendencia a realizar reuniones de esta índole cada vez más frecuentes nosotros no vamos a dar la nota contraria. En Europa se han reunido cuatro grandes asambleas internacionales en este año: dos de la Oficina de Higiene Pública de París, y dos de la Sección de Higiene de la Liga de las Naciones. Al mismo tiempo ha habido dos reuniones en Oriente : la de Singapore, donde se están hechando las bases de una carta pan- asiática de sanidad y hace ocho meses otra en la ciudad de Melbourne, en donde el Gobierno Australiano convocaba a una gran conferencia con el mismo objeto. Sería, pues, verdaderamente curioso y sobre- todo llamaría la atención que en el momento en que la Conferencia Sanitaria Panamericana afirma su personalidad y, alcanza su apo&o, se redujera condenándose ella misma a no reunirse con la periodicidad que hasta entonces.

Yo en este punto de vista discrepo con las idéas del Doctor Long, y juzgo peligroso que nosotros encomendemos a una Conferencia de Directores de Sanidad anterior la confección del programa. Algo

. más: desde el punto de vista panamericano no hay que olvidar que no obstante las perfecciones que realizamos, se recogen de preferencia los movimientos ideológicos de Europa y los que colaboramos por Panamérica debemos tener un interés grande en hacer más frecuentes las reuniones de la Conferencia.

Hay aun más: sobre la Mesa existe una proposición de los Estados Unidos que precisamente tiende a darle a las reuniones americanas una mayor elasticidad de la que ha tenido hasta este momento.

En esta virtud, yo propongo que se deje al Gobierno Argentino, como ha sugerido el Delegado de Bolivia, los plenos poderes de convocar, de acuerdo con la Oficina Sanitaria Panamericana, que siempre inter- viene como sugestionadora o cooperadora, a la IX Conferencia Sanitaria Panamericana.

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El Doctor Long.-Yo al plantear estas ideas he querido honrada- mente hacer conocer a la Conferencia todas las circunstancias. Yo favorezco el plazo que la Conferencia estime conveniente.

El Doctor Lozano.-Yo también creo, mirando las cosas desde un punto de vista práctico, que hay interés en multiplicar estas reuniones. Creo, asimismo, que esa reunión de los Directores de Sanidad no tiene objecto; y que solamente deben reunirse estas Conferencias Panamericanas. Que se reunan los jefes de sanidad para que nos fijen un programa es disminuirnos en las capacidades que vamos a traer las Delegaciones para apreciar todos los asuntos de la higiene.

El señor Presidente.-No habiendo nada concreto, la Mesa no tiene que someter nada a votación.

El Doctor Lavoreda.-Yo creo que la Delegación de Bolivia ha tocado el punto concreto: Ha propuesto que se deje al Gobierno Argentino la determinación de la fecha.

El señor Presidente.-Pero esa es la costumbre en estas Conferencias. Ahora, vamos a proceder a la constitución de la Mesa de la Oficina

Sanitaria Panamericana. Para ilustración debo decir que para la Mesa se proponen los siguientes puestos: Director de Honor; un Director; un Vicedirector; un Secretario y cuatro Vocales. Vamos la proceder por orden a la designación de estos cargos. Se suspende la sesión por breves momentos para que se preparen las cédulas. . . .

El Doctor Long.-Con ocasión del puesto de Director de Honor, me parece que no hay necesidad de votación: Yo propongo que se elija por aclamación Director de Honor de la Oficina Sanitaria Panameri- cana, al Dr. Carlos Enrique Paz Soldán, que ha presidido tan eficaz- mente esta Conferencia. (Aplausos.)

El Doctor Paz Sol&ín.-A mi vez, yo creo que la sede de la Oficina Sanitaria Panamericana, que es Wáshington y la personalidad desta- cada dentro de este movimiento panamericanista sanitario del Dr. Hugh S. Cumming, cuya sola presencia es por decirlo así un índice de alto tono intelectual, nos está indicando que ya que Uds. han tenido la gentileza extraordinaria de aclamar al presidente de honor por los precedentes establecidos, yo pido que, no por los precedentes sino por los altos méritos y significación intelectual e internacional del Dr. Cumming, lo aclamemos como Director de la Oficina Sanitaria Pan- americana. (Aplausos.)

El Doctor Cumming.-(Habló en inglés.) Deploro no poder hablar la lengua en que se tratan estos asuntos en la Conferencia, para expresar mis sentimientos de agradecimiento por el honor que se confiere. Por lo que a mí toca, continuaré laborando con el mismo entusiasmo que hasta ahora, con la ayuda eficaz del Dr. Long y del Dr. Lloyd. Estoy plenamente satisfecho de ver el frente único que presentan los países de Panamérica; que en cuanto a la Conferencia se refiere, ella significa una solidaridad mayor de Bmérica frente al mundo entero.

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Z? señor Presidente.-Vamos a proceder a la elección de Vicedirector. El Doctor Lozano.-Yo creo que procediendo con el mismo espíritu,

no puede faltar en la Oficina el Dr. Long que es un eminente higienista y el Dr. Lloyd, de manera que entre ellos debe hacerse la designación.

Yo por lo menos declaro no estar habilitado para hacer una pro- posición en la persona de cualquier Delegado y delego esas funciones en los Drs. Cumming y Paz Soldán.

El señor Presidente.-El Dr. Cumming me había expresado previa- mente un criterio que en su espfritu no es de sorprender. El cree que la Oficina Sanitaria Panamericana ganaría en eficiencia y resulta- dos procurando introducir efectivamente en su vida interior a todos los exponentes de la higiene continental, y con gran gentileza ha acogido algunas sugestiones de lo que está llamado a tener carta de ciudadanfa en nuestras expresiones: la latinización de la Oficina Sanitaria Panamericana, sin que ésto represente otra cosa que una cooperación de los países confundidos con la gran nación del norte en un mismo ideal sanitario.

En cuanto a la proposición del Dr. Lozano la Mesa le expresa su profunda gratitud, porque las sugestiones de la Mesa, como serán las del Dr. Cumming, no pueden hacerse con otro criterio que el de la rotación natural.

Si el Dr. Cumming me permite yo expresaré a nombre de él y mfo los puntos concretos de los que han de ser los nuevos soldados de la Oficina Sanitaria Panamericana-y tengo que proponer como un acto de justicia, como un acto de reconocimiento, como una promesa de acción entusiasta y eficaz para Vicedirector de la Oficina Sanitaria Panamericana al Dr. Mario G. Lebredo. (Aplausos.)

La anterior Conferencia de La Habana me señala un nombre que en mis labios tiene el sentido de un nombre fraterno. Debemos suceder a Dr. Francisco M. Fernández en el puesto de Secretario y yo propongo el nombre del Presidente de la Delegación Peruana Dr. Sebastián Lorente. (Aplausos.)

Y cumpliendo, señores, con la expresión de confianza de esta Asamblea, yo voy a pronunciar, cuatro nombres que si son aceptados con aplausos serán los únicos para Vocales. Comenzaré pronunciando el nombre del Dr. Solón Núñez, que nacido en una tierra pequeña como él decía ayer “tal vez para mejor llevarla en el corazón,” nos ha aportado a esta Conferencia una decisión, una nitidez y un afecto tales, que yo estimo que su presencia en la Oficina Sanitaria será un motivo más para continuar aplaudiendolo y admirándolo. (Aplausos.)

Propongo, señores, y es el segundo nombre, al Dr. Ramón Báez Soler, representante de la América insular, que está impuesta por una consideración geográfica. (Aplausos.) La IX Conferencia será sobre el frente Atlántico, y es precedente que los miembros de la

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Oficina que han de trabajar por la orden del día tengan conocimiento regional de los problemas. En esta virtud propongo como tercer nombre el del Dr. Justo F. González. (Aplausos.)

Y por último, yo voy a proponer al cuarto miembro de la Oficina Sanitaria Panamericana un amigo de todos vosotros, muy querido, cuya dulzura de trato y cuya alta mentalidad será una garantía más de acierto en esa Oficina y que aportará todavía el sentido especial con que se ven las cosas de la vida cuando se piensa en otro idioma. Me refiero al Dr. João Pedro de Albuquerque. (Aplausos.)

Se va a dar lectura a una proposición presentada por los Doctores Cumming y Long, y que la Mesa ha creído necesario presentar a posteriori.

El señor Secretario.-(Leyó.) El señor Presidente.-Como se ve, las dos proposiciones tienden ã

darle mayor elasticidad a la Oficina Sanitaria. El Doctor Cumming.-(Habló en inglés.) La experiencia que he

adquirido como miembro de la Dirección de Sanidad en la Liga de las Naciones y otras organizaciones, me obliga a insinuar se celebre una reunión periódica, por lo menos de uno de los vocales que com- ponen la Junta Directiva, para en esta forma tomar acuerdos con- cernientes al ramo.

EZ Doctor Long.-Y también que necesita un representante viajero para mantenerse en contacto constante con los países; que esa ha sido la experiencia de la Oficina Internacional Sanitaria de París.

El señor Presidente.-Yo creo que las dos proposiciones presentadas no admiten mayor discusión. Son aprobadas.

Con ésto ha concluido, por decirlo así, la doctrina de la VIII Con- ferencia. El día de mañana a las 3 se verificará el último plenario que tendrá por objeto la firma del Acta Final. Oiremos al mismo tiempo las palabras de adiós, las más tristes.

El Doctor Lewis.-Propongo que en lugar de ser todos los Delega- dos sean dos los que lleven la palabra a nombre de todos.

Ez señor Presidente.-Los señores Delegados que así lo acuerden. (Votación.) Aprobado. Se levanta la sesión.

Eran las 12 y 20 p. m.

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Octava Conferencia Sanitaria Panamericana

Sesión de Clausura del Jueves 20 de Octubre de 1927

Presidencia del Doctor Paz Soldán

Abierta a las 6 y 15 p. m., con asistencia de todas las Delegaciones, el señor Presidente manifiesta que la sesión va a constar de dos partes: la primera, dedicada a la lectura de un trabajo original del sabio japonés Hideyo Noguchi, sobre la verruga peruana; y la segunda, a la lectura de discursos y firma del Acta Final.

El señor Presidente.-Tiene la palabra el Doctor Lavorerfa, que ha hecho la versión del trabajo del Doctor Noguchi. Y estando presente en la sala el Señor Ministro del Japón, tengo el agrado de invitarle asiento en el estrado. (Aplausos.)

El Doctor Lavoreda.-(Leyó.) (Grandes aplausos.) El señor Presidente.-Se suspende la sesión, a fin de proceder a la

firma del Acta Final y del Protocolo. Reabierta a las 6 y 35 p. m., el señor Presidente cede la palabra

al Doctor Cueva. El Doctor Cueva.-

SMon PRESIDENTE, SECTORES: Los representantes de las naciones de América reunidos en esta histórica capital,

que ocupa por mil títulos puesto culminante en la historia del Continente Ameri- cano, me han investido de la alta misión de dirigiros la palabra, en este momento solemne en que vais a dar por terminadas las labores de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana y si, en mi carácter de Delegado del Ecuador me fuera honroso hacerlo, este honor se crece y se refuerza con la distinción de que he sido objeto.

La VIII Conferencia Panamericana ha terminado sus trabajos, cumpliendo con el programa oficial que tuvierais la bondad de hacerle conocer con tanta oportunidad, y ha formulado votos y resoluciones concluyentes nacidas al calor del intercambio de ideas, encaminadas a buscar la armonización de los procedi- mientos internacionales, para el mejor éxito de sus labores en tras de la salud de todo un continente, y del bienstar de los palses que nos dieran su representación.

Es indudable, señor Presidente, que el Cxito de este certamen internacional de higienistas, se debe al apoyo decidido del Gobierno del Perú, que preside vuestro ilustre mandatario y estadista de grandes merecimientos, Señor don Augusto B. LeguE?, y a vuestra activa e inteligente dirección en la Presidencia de la Comisión Organizadora, que con la precisa clarividencia de don nada común, supisteis rodearos de la valiosa y seleccionada cooperación de los elementos más presti- giosos en el cuerpo profesional del Perú, facilitando de esta manera las conclu- siones con que ha coronado la difícil tarea que se le recomendara, y la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana puede ufanarse, con justo timbre y orgullo, no solamente de los elevados indeales que la reunieron, sino tambi6n de haber interpretado en sus disposiciones, el sentimiento de los pueblos, que unidos por hechos legendarios e hist6ricos de una misma y heroica epopeya, quieren mantener esa unión, a través de los tiempos, librando juntos las más hermosas victorias de otra epopeya más grande: la salud de la humanidad. . . .

Al terminar, señor Presidente, permitidme agradeceros, en nombre de los Delegados de América, la ben6vola acogida de que hemos sido objeto de parte de vuestro Gobierno, y de vuestro Eximio Presidente la ilustrada colaboración que

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OCTAVA CONFERIZNCIA SANITARIA PAXAMERICANA 77

habéis puesto al servicio de la Asamblea en la presidencia con que nos habéis honrado, y también que os presentemos nuestras congratulaciones como alto exponente de la culta sociedad de esta capital, por las manifestaciones de simpatfa que nos ha dispensado; y expresaros que los aplausos prodigados al inaugurar nuestros trabajos repercutirán siempre en nuestros corazones, como el testimonio de gratitud hacia vuestro Gobierno, hacia vosotros los compañeros de la repre- sentación peruana, y hacia el florido jardfn limeño, que no faltó, como no podia faltar, dándole a la ceremonia de inauguración, mayor realce y mayor esplendor, con su presencia.

He dicho.

(Aplausos.) El señor Presidente.-41 Doctor Rensoli tiene la palabra. El Doctor RemoE.-

SEWORES: S610 un deber, grato pero diffcil para mi, me obliga a dirigiros estas palabras: Nadie menos capacitado que yo para poder ostentar en esta ocasión la repre-

sentación de todas las Delegaciones reunidas en la VIII Conferencia Pan- americana. Hab&, sin embargo, querido honrar a Cuba confiándome esa alta representación, y yo no me considero con derecho a renunciar tan grande honor; ni me es posible eludir el cumplimiento de vuestro mandato.

¿Pero cómo podré yo expresar en breves frases, no sólo mi agradecimiento personal, sino el de la totalidad de los Delegados aqui reunidos? LLograré yo formar con las flores del reconocimiento de todos estos dignosDelegados la hermosa corona que otro artffice más experto sabría confeccionar para depositarla a los pies de este Gobierno, de esta sociedad, de este exquisito Perú, templo abierto donde se rinde culto libre y severo al progreso y a las más altas virtudes?

Seguramente que no; porque a ningún otro podría conmover más profunda- mente verse en la necesidad de formular la desnedida desoués de terminadas nuestras labores, y con ellas la permanencia en este pais incomparable por su belleza, por su cultura, su fastuosa hospitalidad, y su exquisita cortesía.

Todas las despedidas, señores, son siempre emocionantes; pero alejarnos del Perú después de haber disfrutado de sus más espléndidos agasajos; después de habernos encontrado subyugados por algún tiempo por todos sus encantos y de haber sentido de cerca la intensa emoción que produce contemplar sus titánicos esfuerzos por dominar a la naturaleza y ver cómo levanta ésta, altiva, sus barreras formidables pero ya vencidas; abandonar forzosamente los lugares donde hemos vivido intensa vida durante breves días y donde hemos gozado de las más exquisi- tas emociones del espíritu; despedirnos de la’grata compañfa de personas que se esfuerzan en abrumarnos bajo el peso de sus demostraciones de simpatía; decir adiós, y dispersarnos después, es sin duda alguna tarea superior a mis fuerzas.

Baste, pues, señores, que me limite a manifestar que nos volvemos a nuestros respectivos países con el recuerdo imperecedero de vuestra cortesía, hospitalidad y gentileza, signo’ y compendio de toda verdadera nobleza; que cada uno de nosotros se considerara para siempre ligado a vosotros por los vínculos del mayor afecto y de la amistad más sincera; que nos vamos apenados por tener que dejaros; pero alegres, satisfechos, regocijados por el éxito alcanzado; por el hermoso espectkulo de cordialidad que ha reinado durante toda la Con- ferencia; por la prueba indiscutible que hemos dado de solidaridad panameri- cana.

Esta Conferencia. señores. ha sido la demostración más evidente de lo que vale reunirnos, tratarnos, conocernos, estrecharnos en busca de bienestar comhn, dejando a un lado la suspicacia, el recelo y la altivez de los que ~610 pueden resultar males permanentes.

Y este grandioso espectáculo de solidaridad americana; el más completo, el más lleno de promesas para el futuro, lo hemos dado los médicos, los higien- istas, los sanitarios! No en balde la medicina se ha considerado en todos 10s tiempos como revestida del manto sacerdot,al! No en balde llevamos en nuestro ser grabadas con el buril de acero de nuestra vocaci6n las sagradas palabras “ Paz, amor, caridad, desinterés, altruismo, humanidad, igualdad y sacrificio. . . . !”

Recojamos, pues, con legítimo orgullo el lauro que nos corresponde; apresté- monos a seguir por estos nuevos derroteros de política sanitaria internacional; y esperemos confiados a que actúen los que deban actuar; a que den, los que

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dar puedan; a que ante la salud pública cedan los egoísmos, la intransigencia no se conozca; la humanidad se apiade!

Permitidme, señores, que después de esta invocación hagamos llegar al Hono- rable Señor Presidente de la Repfiblica, a los Señores Ministros y autoridades, a las instituciones públicas y privadas que han rivalizado cn hacernos grata nuestra estancia aquf, a la clase médica de Lima y a los peruanos todos la expreción más sentida de nuestra gratitud, y el más ferviente voto por la pros- peridad y grandeza de esta República, de la que nos alejamos con emoción.

Y nosotros, delegados hermanos, separémonos con un estrecho abrazo, y juntos demos un sonoro viva a este grande, majestuoso y magnifico Continente Americano, que nos alberga con iguales derechos, con la misma fe, con las mismas esperanzas, con los mismos ideales y con igual destino! (Aplausos.)

El señor Presidente.-El Doctor Lorente, Presidente de la Dele- gación Peruana, tiene la palabra.

El Doctor Lorente.- SEROR PRESIDENTE DE LA VIII CONFERENCIA SANITARIA PANAMERICANA,

* SEÑORES DELEGADOS, SERORES:

Es con fervoroso sentimiento de higienista y de americano como me dirijo a esta Asamhlea para traducir y formular el Intimo voto con que clausura sus labores, voto en que se condensan todos los que quedan de nuestras deliberaciones señalando como hitos luminosos una proficua jornada en la vfa de la cooperación sanitaria panamericana.

Me abstendré de toda hipkbole acerca del valor de esta jornada. El higienista no es un ideólogo sino un realizador, de modo que le toca medir sus avances y sus victorias con objetividad estadística. Hemos trabajado bien, al impulso del mismo anhelo, profesional y humano a un tiempo! de-ensanchar y afirmar la colaboración dc nuestros puchlos en materia sanitarla. He aquf, a mi juicio, el mejor elogio de esta Conferencia que significa un paso hacia la solidaridad sanitaria.

Por la naturaleza de sus deliberaciones, esta Asamblea tiene un carácter eminen- temente practico, lo mas lejano posible de la academia. Los temas propuestos a nuestro estudio son, forzosamente, temas prácticos, respecto a los cuales es nuestro deber arribar a conclusiones precisas cuya aplicación conduzca de manera segura a la higiene continental, a la consecuencia de sus m6s inmediatos objetivos. Con este concepto hemos trabajado en reuniones cuyo ambiente ha tenido mas de laboratorio que de parlamento; pero no por esto han sido menos fecundos en el servicio de nuestros ideales americanistas.

El panamericanismo no ha prosperado, tal vez en ningún campo, tanto como en el de la cooperación sanitaria que, obedeciendo a un imperativo de la realidad, establece la más igualitaria y altruista de las solidaridades: la lucha por la defensa y el mejora,miento de la especie humana. Las convenci0ne.s sanitarias pan- americanas al coordinar los métodos y aumentar el conocimiento reciproco, estimulan a los pueblos menos adelantados y premurosos a alcanzar pronta- mente el nivel de progreso higiénico de los que-marchan a la vanguardia. El ejemplo de los Estados Unidos señala nuestro derrotero. La gran República del Norte es la nación que mejor ha abocado y resuelto sus problemas médico sociales según lo prueban así sus índices de mortalidad y morbilidad, como el tono de vitalidad y juventud de su raza, apta y pronta para las mas audaces empre- sas. La fuerza y el brío vitales de los Estados Unidos no se manifiestan ~610 por el emneño de noseer las meiores usinas. las meiores ciudades ni las meiores manuiacturas, kino sobre todo y ante todÓ por la ambición de producir los me.jores hombres, el af8n de record man tiene a mi parecer, este alto sentido biológico y eugénico. Y esto nos revela que todo el grandioso y admirable edificio del desarrollo norteamericano reposa sobre las bases de un nuevo y positivo concepto de la sanidad.

Esto no puede sorprendernos si recordamos que la higiene moderna es una de las tlnicas creaciones de la civilización occidental. Los conocimientos históricos contemporaneos establecen perfectamente la primacía incontestable, la superio- ridad absoluta de nuestra civilización a este resoecto sobre todas las civiliza- ciones que le han precedido, ninguna de las cuales alcanzó una noción igual del valor de la salud humana y menos aún imaginó anilogos medios de defenderla y preservarla.

AmErica es el continente predestinado para que esta civilización realice sus mas altos ideales. Crisol de todas las razas, crucero de todos los caminos del mundo, Am6rica ha recibido el ingente patrimonio de ciencia y de ideal de Europa para engendrar un nuevo tipo h;manõ, en el cual se aducen y exaltan todas las virtudes

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y se borren todas las taras de la especie. La higiene americana ha realizado la más extraordinaria v característica obra de la historia sanitaria, llevando a cabo la salubrificación de Panamá y Cuba. Uno de los más arraigados prejuicios del hombre euroneo. el de la insalubridad e inferioridad ineluctables del trópico. ha sido destruído pÓr la voluntad y el genio de los higienistas, cuyo esfuerzo ha vencido a la naturaleza, creando en el regazo ecuatorial condiciones físicas para el desenvolvimiento de un tipo standard de vida, tan perfecto como el del mejor centro mundial. Tan espléndida conquista tiene para el porvenir una trascen- dencia inconmensurable, ya que del dominio del trópico depende, según todas las previsiones, el florecimiento de una gran civiliza&% en este continente.

América tiene problemas médico sociales específicamente propios, cuya solu- ción integral y certera reclama la elaboración y unificación de su conciencia sanitaria, en armonía con una realidad singular dentro del panorama del mundo. Nuestro continente necesita población. El porvenir de los países latinos de América depende de su aptitud para acrecentar pronta y ventajosamente su capital humano. Los Estados Unidos tienen sanjada esta cuestión hace algún tiempo. Sus índices vitales le aseguran un vigoroso crecimiento autóctono y éste le ha consentido ya restringir al mfnimum la inmigración. La América Latina, en tanto, debe abrir sus fronteras a las corrientes inmigratorias. Este hecho nos diferencia fundamentalmente de Europa y Asia, continentes superpoblados que sufren de exceso de población y de desequilibrio entre los medios de subsistencia v el desarrollo demográfico. Si en la América Latina la natalidad no encuentra ningún freno y la población es prolífica,. la mortalidad infantil, en cambio, por el desenvolvimiento limitado aún de la asrstencia social y de la educación popular, alcanza cifras excesivas. La salvación de la infancia y la protección de la madre se presentan, por tanto, como los objetivos más importantes del Estado en el terreno asistencial, para que no sean los propios factores económico sociales de estos países los que empobrezcan su vitalidad.

Y lo mismo nos indican los otros aspectos de la realidad biológica, económica y social de la América Latina: que el desarrollo de los países que la componen está subordinado a la solución del problema sanitario. La higiene v la asis- tencia tienen la misión, tanto de favorecer la multiplicación y a mejóramiento del capital aut6ctono como de atraer las más convenientes y provechosas inmi- graciones, favoreciendo luego su asimilación por los núcleos nacionales. Ningún país que no se halle en situación de garantizar a sus propios habitantes condi- ciones satisfactorias de salubridad puede esperar que converjan hacia su terri- torio corrientes inmigratorias procedentes de naciones más adelantadas

Tiene la sanidad -panamericana otro problema particular determinado por la situación geográfica del continente. Me refiero a la dualidad de conceptos que informan la política sanitaria de América, según que mira a Europa o al Asia. Mientras el tráfico con Europa, exiie la eliminación de todas las barreras capaces de estorbarlo, en nuestras relaciones con Asia, en donde subsisten aun viejos flajelos, debemos, como lo indiqué en la Conferencia cuarentenaria de Panamá, mostrarnos precavidos. No podemos cerrar nuestras puertas al Asia, aue guarda un rico matrimonio de cultura v de tradición v aue nos abre anchas <fas de intercambio comercial, pero los pueblos de la costa del Pacifico estamos obligados a defendernos de las influencias mórbidas que de ese viejo continente puedan venirnos.

Las Conferencias Sanitarias Panamericanas cumplen, pues, mediante la cooperación de los personeros de la higiene pública de cada país, la magna obra de armonizar la pauta sanitaria continental con las .necesidades de la realidad médico social y los medios cientfficos y económicos de que se dispone para enfrentarlas; y de impulsar y orientar la acción de los países americanos, como sugestiones dictadas por la renovación cientffica y el estudio practico de los oroblemas de la sanidad.

En ambas direcciones, la labor de la VIII Conferencia que clausura en este momento sus sesiones, ha sido extraordinariamente eficaz y activa. El Código Sanitario Panamericano queda perfeccionado y complementado y en condi- ciones de inmediata ratificación por los paises signatarios El procedimiento relativo a las ratificaciones propuesto por el distinguido Delegado cubano, Doctor Rensoli, allana y precisa dicho trámite., en forma que evita toda demora. “El Memorandum de Interpretación,” por inteligente iniciativa de nuestro eminente colega el Doctor Long, separa los acuerdos que tienen el carácter de una aclara- ción de los que, por su naturaleza, implican una modificación o adición que requeriría ratificación especial, estorbando la urgente entrada en vigor del Código.

Las recomendaciones de la Conferencia a los Gobiernos de América son todas de la más señalada importancia. Merecen ser especialmente destacadas las

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que sugieren radicales medidas en la sanidad marftima y portuaria-construcci6n de muelles y barcos a prueba de ratas y establecimiento de inspectores sanitarjos de navios; la que ratifica el criterio de centralización y autonomía de los servicios de sanidad y asistencia social, en virtud del cual se proclama la necesidad de reunir esos servicios bajo la autoridad técnica y administrativa de un ministerio especial; la que declara que la salud y el bienestar de las clases trabajadoras se encuentran estrechamente ligadas al progreso económico y biosocial de toda nación y que, en consecuencia, corresponde a la administraci6n sanitaria central ejercer particular vigilancia y tutela de la salud obrera en las fábricas, talleres, y demds centros industriales; la que propone una campaña integral para prevemr y remediar los daños y peligros entrañados por la propagación de las toxicomanfas, uno de los más graves fenómenos de la presente hora médico social; la que reafirma el concepto que debe presidir la lucha contra la peste bubónica, plan- teando esta cuestión en toda su magnitud; la que estimula las campañas sanitarias contra las enfermedades venéreas y en pro del aminoramiento progresivo de la prostitución; la que propone la adopción en todos los paises que no la hayan efectuado aún, de la nomenclatura de las causas de muerte que rige en los Estados Unidos; la que establece el cuerpo de comisionado viajero de la Oficina Sanitaria Panamericana con el fin de acrecentar la coordinación y aproximación de los diversos departamentos de sanidad; la que invita a los Estados americanos a proseguir activamente, dentro de las modalidades propias de cada medio, la lucha contra el alcoholismo; la que señala la necesidad de la preparación pro- fesional del personal de sanidad, estableciendo la carrera sanitaria y reco- mendando para este fin la fundación de institutos de higiene y medicina social; la que después de pronunciarse por el empleo extensivo de la pasteurización y demás procedimientos cientfficos como medio de obtener la higienización de la leche, incluye en el programa de la próxima Conferencia el tema de una ley u ordenanza sobre el particular; la que aprueba los puntos de vista formulados sobre esta cuestión por la comisión nombrada por el Gobierno peruano para estudiarla; la que somete a la IX Conferencia el importante tema de la organización hospl- talaria dentro del mecanismo de la sanidad y pide a la Oficina Sanitaria Paname- ricana la recolección sistemática de informaciones sobre la situación de los hospitales; y la que solicita la atenci6n de los Gobiernos para la mejor solución de los trascendentales oroblemas de la higiene escolar.

Todos estos votos de la Conferencia-comprueban la visión cabal y precisa que, de los problemas sanitarios de América tienen los representantes de la sanidad panamericana congregados aquí con elevado espfritu realizador a la vez que con exaltado realismo americanista y con profunda fe en los grandiosos destinos del continente.

Reclama igualmente el mayor encomio la acertada designación de Buenos Aires como sede de la IX Conferencia que encontrará en esa gran urbe, hogar grato y propicio. Que los estimados colegas de la Delegación argentina llevan a nuestros queridos compañeros de la patria de San Martin el mensaje fraternal de nuestra entusiasta congratulación por ese voto, especialmente simpático a la Delegación peruana, por los lazos históricos y sentimentales que unen al Perú a la Argentina.

Amplio espfritu americanista ha merecido, igualmente, la elección del nuevo personal de la Oficina Sanitaria Panamericana al dar participación preferente en su composición a la América Latina y llevar a la presidencia de honor de ese organismo continental., al ilustre higienista Doctor Paz Soldan que, con tan singular acierto y tan infatigable celo ha dirigido nuestras deliberaciones, hábil- mente secundado por nuestro distinguido colega el Doctor Caravedo, Secretario de la Conferencia. Personalmente debo a la asamblea el más profundo reconoci- miento nor el honor altísimo aue me ha disoensado al elegirme Secretario General de la Oficina Sanitaria Panamericana, voto en el cual qÜiero ver ante todo,.una expresión mas de vuestro sentimiento de cordialidad y estimaci6n por la samdad peruana.

Me toca finalmente referirme con particularfsima satisfacci6n al voto que expresa el aplauso de la Conferencia al Presidente de mi patria, don Augusto B. Legufa,, por la grata hospitalidad ofrecida a los Delegados y por los progresos excepcionales que bajo su administración han alcanzado en el Perú las obras basicas de la higiene y del saneamiento Este voto panamericano consagra autorizada o internacionalmente la magnífica obra médico social del eminente estadista que con genial visión del porvenir, preside nuestros destinos.

A nombre de la Delegación peruana y como Director de Salubridad Pública del Perú, declaro mi agradecimiento a las Delegaciones aquf reunidas por este valioso voto.

Page 61: Actas de la Octava Comferencia Sanitaria Panamericana

OCTAVA CONFERF,NGIA SANITARLA PANAMERICANA 81

Señores Delegados: He hecho, brevemente, el resumen de los trabajos cul- minantes de la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana y la afirmación de los ideales que inspiran a la sanidad del Continente Colombino. Ha concluido una jornada de la labor a que todos los higienistas de América entregamos lo mejor de nosotros mismos: el ideal y la voluntad de construir Ia futura civilización americana sobre la base del bienestar y el mejoramiento humanos. Pero bien sabemos que en esta jornada no culmina y mucho menos concluye nuestro esfuerzo. El progreso científico, contra todo pesimista augurio, tiene inagotables perspectivas; y en la ciencia sanitaria le corresponde actuar sobre una realidad, inconstante movimiento y continua modificación. Por consiguiente nuestro maximo voto debe ser porque cada Conferencia marque un nuevo instante de la higiene panamericana y estrechando más y más la colaboración de nuestros países, sepa atalayar con generosa y amplia visión el espléndido porvenir del nuevo mundo.

A todos vosotros expreso? en nombre de la Conferencia, mis más cordiales agradecimientos por la intehgencia y brillante colaboración que habéis prestado a sus trabajos. Y creo interpretar también el sentimiento unánime de la Asamblea y de la Delegaci6n peruana, confiando a cada Delegación el encargo de transmitir a la sanidad pública de su país nuestra entusiasta congratulacibn por la eficiente obra que en el último período ha realizado y que hemos apreciado y aplaudido con ascendrado espíritu de solidaridad panamericana. (Aplausos.)

El señor Presidente.-Señores DeIegados: ha llegado la hora de la despedida, de la palabra “hasta luego.” Los sentimientos de esta sala llegan tan a lo hondo del corazón, que tienen casi el valor de un juramento, que yo, a nombre de la Asamblea, elevo al altfsimo para que continúe la noble tradición que ya tiene esta Conferencia Sanitaria, laborando incansablemente por el porvenir del continente americana.

Quedan clausuradas las sesiones de la Octava Conferencia Sanitaria Panamericana. (Aplausos.)

Eran las 6 y 50 p. m.