Acordaos de la Mujer de Lot - Lucas 17:32

Introducción

Uno de los mayores retos para un predicador que ha estado predicando en forma expositiva es tratar de formar un sermón para algún evento especial. Pero, el día de hoy le damos gracias a Dios por su Palabra porque cualquier pasaje que fuera leído seguramente hablará a los corazones porque la palabra de Dios es “viva y eficaz” (Hebreos 4:12).

El propósito de hoy será el exponer un pasaje de la Biblia con fidelidad y que el Espíritu Santo mediante la iluminación que obra en nuestra vida aplique su Palabra para nuestra edificación y salvación. El día de hoy hablaremos de la “mujer de Lot”.

Vivimos en un tiempo donde la gente sigue lo nuevo. Cuando sale un modelo de automóvil nuevo todos van a las agencias para adquirirlo. Cuando vemos una computadora nueva vamos a las tiendas para admirarlas y aquella computadora que decíamos que era buena, veloz, y hacía todo lo que nosotros queríamos ahora la vemos lenta y anticuada. El día de hoy el Señor Jesucristo nos indica no a mirar hacía lo nuevo sino a considerar una mujer del pasado. Nos exhorta a recordar a la “mujer de Lot”.

Nuestro sermón será de esta forma:

1. El contexto de Lucas 17:32

2. La historia de la familia de Lot

3. Contestar la pregunta - ¿Porque hemos de recordar a la mujer de Lot?

4. Aplicación a nuestra vida

I. El contexto de Lucas 17:32, Lucas 17:20-37

Vemos en este pasaje que los fariseos están preguntando a Jesús - “cuándo había de venir el reino de Dios” (Lucas 17:20). Ellos estaban esperando que el Mesías que había de venir destruyera el gobierno de Roma, liberara a Israel de este gobierno opresor, y estableciera su reino de 1,000 años sobre la tierra. Pero, la realidad era de que dentro del plan de redención Jesús había venido a la tierra con un propósito específico - “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21).

Llegamos pues a la conclusión de que los fariseos no estaban buscando tener una relación con Dios (de Padre a hijo) sino que ellos buscaban que el Mesías derrotara a Roma. Ellos querían los beneficios de la venida del Mesías pero no anhelaban el perdón de los pecados estaba ofreciendo Jesucristo.

Las cosas no han cambiado. Hoy en día cuando se hace propaganda para una campaña evangelista se habla de que Jesús sana, Jesús solucionará tus problemas económicos, Jesús salvará tu matrimonio, Jesús hará esto, Jesús hará aquello - y la gente viene, pero por el interés porque el hombre si es dejado a su propia voluntad jamás buscara de Dios el perdón de los pecados.

En el versículo 21 el Señor declara - “porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”. Esto significa que el reino de Dios no había llegado en forma literal como un gobierna sobre la tierra sino que era un reino con su trono, no en Jerusalén, sino dentro del corazón del hombre. El reino de Dios era espiritual.

De aquí el Señor da varios ejemplos ejemplos de como será el día del Hijo del Hombre. Este gran día del Hijo del Hombre es el mismo que se menciona en Malaquías 3:1-2, 4:1-2; Mateo 24:30; 1 Thesalonicenses 5:2; 2 Pedro 3:10. Este día se define como el día en que Cristo regresará (la segunda venida de Cristo) para consumir su juicio sobre la humanidad. Tanto para inaugurar su reino milenial en el que entraran a reinar junto con Él los santos, como para el juicio final que vemos en Apocalipsis 20:11-15 en que “la muerte y el Hades” serán “lanzados al lago de fuego” y “el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 21:14-15).

Lucas 17:20-37 nos habla de este gran día terrible de juicio, del castigo y condena de Dios sobre los impíos. Y nos da el Señor el ejemplo de la gente en los días de Noé (Lucas 17:26-27). “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos”.

Pero en Lucas 17:28-29 se nos da el ejemplo de la gente en “los días de Lot; comían bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos”.

En los dos casos se nos habla que antes de que vino la destrucción la gente estaba realizando sus actividades normales. La gente estaba desempeñando sus labores ordinarias. En el caso de Noé sabemos que fueron salvos él, su esposa, sus hijos y sus nueras (Génesis 6:13). Pero, hay un gran contraste entre el caso de Lot y su familia.

Este es el contexto. El Señor esta hablando del juicio repentino que vendrá sobre la tierra. Estos ejemplos (incluyendo el ejemplo del juicio sobre Sodoma y Gomorra) son para ilustrar como será “el día en que el Hijo del Hombre se manifiesta” (Lucas 17:30).

II. La historia de la familia de Lot, Génesis 19

En Génesis 19 vemos la historia de Lot y su familia. Sabemos que Lot (quien era sobrino de Abraham) habitaba en Sodoma. Génesis 13 relata la razón por la cual Lot y Abraham se separaron por cuanto había “altercado” entre ellos dos, entre sus pastores de Abraham y los de Lot por cuanto Dios los había prosperado en gran manera (Génesis 13:8). Según Génesis 13:10 - “Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese a Sodoma y a Gomorra.

Estando Lot en Sodoma es cuando Dios decide destruía a Sodoma y a Gomorra. Dios declara a Abraham “Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré” (Génesis 18:20-21). Esta ciudad se había corrompido de tal manera que abundaba el homosexualismo, la inmoralidad, la perversión entre grandes y pequeños (Génesis 19:4).

Abraham intercede por la ciudad. En ningún momento Abraham menciona a Dios que Lot sea preservado. Pero, él intercede para que Dios salve a esta ciudad si acaso estuvieran allí justos que aun temen a Dios. Es Dios quien toma la iniciativa de enviar dos ángeles a Sodoma para

alertar a la familia de Lot. Estos ángeles habían sido enviados con una misió

n especifica que es revelada en Génesis 19:12 - “Y dijeron los varone

s a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo l

o que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir e

ste lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante d

e Jehová; por cuanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo”.

En esto

sale Job para alertar a sus yernos (“los que habían de tomar sus hijas” - es posible que solo estaban desposadas

y no estaban aun casados). Él fue claro y declaro que Dios había de destruir la ciudad (Génesis 19:14)

. No hicieron caso. Por lo tanto “al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate,

toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad. Y deteniénd

ose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la miser

icordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad”.

Notemos que Lo

t se detuvo. No sabemos porque se detuvo pero si hub

o un momento de duda, de resistir la Palabra y volun

tad de Dios, pero por causa de la misericordia los á

ngeles tomaron a toda la familia de Lot por la mano

y lo sacaron fuera de la ciudad.

El texto clave de e

sta historia la vemos en Génesis 19:17 - “Y cuando l

os hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vi

da; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura;

escapa al monte, no sea que perezcas”.

En seguida vemos

que el “sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar (la tierra donde se iba a refugi

ar). Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego

de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura

, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Entonces la m

ujer de Lot miró atrás, a espadas de él, y se volvió estatua de sal”.

III. Contestar la pregunta - ¿Porque hemos de recordar a la mujer de Lot?

Ant

es de contestar esta pregunta veamos un poco acerca de los datos biográficos que nos dan la Biblia. Es inte

resante que no se sabe mucho de esta mujer. En Génesis 11:27-31 se menciona a Lot por primera vez. Au

n no se habla de su esposa. En Génesis 13 se habla acerca de los

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problemas que habían entre los pastores de Lot y de Abraham. Aun no se menciona que tenía esposa. En Génesis 14 cuando se narra la historia de la captura de Lot por los 4 reyes (Amrafel, Arioc, Quedorlaomer, y Tidal - Génesis 14:1) no se menciona específicamente que Lot tenía esposa.

Es muy posible concluir que la “mujer de Lot” era de la tierra de Sodoma. No lo podemos asegurar al 100% pero es una conclusión muy realista.

No se nos dice como se llama. No se nos dice de donde era. No se nos dice quienes eran sus padres. Nada de eso. Es interesante que una mujer tan desconocida en la historia de la Biblia sirve como ejemplo en los labios del Señor Jesucristo - “acordaos de la mujer de Lot”. Al oír estas palabras los fariseos y judíos que escuchaban al Señor inmediatamente sentirían la impresión y magnitud de las palabras del Señor Jesucristo - la mujer de Lot, la mujer que se convirtió en estatua de sal, la mujer que habiendo tenido la oportunidad de ser salva miró hacia la ciudad de destrucción y se convirtió en estatua de sal.

Que terrible juicio vino sobre esa mujer. Pero, muy bien la Palabra de Dios declara en 1 Corintios 10:6-12 que “estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros”.

Hemos de recordar:

1. Que la mujer de Lot era Sodomita (es decir era de Sodoma).

Ella era ciudadana de Lot. Era esposa de un hombre reconocido en Sodoma por cuanto su esposo al llegar los ángeles estaba “sentado a la puerta de Sodoma”. Lot era alguien importante. La mujer de Lot por lo tanto llevaba ese mismo status, era una mujer fina, una mujer de importancia, una mujer elegante.

2. Que la mujer de Lot tuvo la oportunidad de ser salva.

La Palabra de Dios declara “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). La oferta de salvación se hace universal - a todos los hombres. No es un grupo selecto a quien se le predica la oferta de salvación sino a todos los hombres.

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En el caso de la mujer de Lot vemos que esta oportunidad fue tan real que los mismos ángeles la tomaron de la mano para sacarla de la ciudad de Sodoma (Génesis 19:16). Fue tan real esta oportunidad que los ángeles no los dejaron hasta que salieron fuera de la ciudad e iban encaminándose hacia Zoar (la ciudad donde se habrían de refugiar).

3. Que la mujer de Lot tuvo un encuentro con ángeles.

En Hebreos 13:2 vemos “no os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”. Ella literalmente hospedó ángeles en su hogar. Muchos se maravillarían de eso. Pero, ahorita la mujer de Lot esta sufriendo el tormento del castigo de Dios a pesar de haber hospedado ángeles. El hecho de que ella haya hecho algo por un ser angelical no aseguraba ni significaba nada en cuanto a su salvación.

Muchas de ustedes tal vez han hospedado ángeles. Muchas de ustedes tal vez han probado de la gloria de Dios. Muchas de ustedes han tenido experiencias espirituales. Pero, hermanas, no se engañen a ustedes mismas - todo eso no tiene nada que ver con la seguridad y realidad de su salvación. Su salvación no se hace segura mediante esas cosas/experiencias.

4. Que la mujer de Lot actuó a espaldas de su marido.

En Génesis 19:26 leemos “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espadas de él, y se volvió estatua de sal”.

La mujer de Lot actuó a escondidas. Hizo algo a espaldas de Lot. Ella sabía la orden que los ángeles habían dado y por lo tanto sabía que Lot tal vez iba a contradecirle si ella le contaba su deseo de lo que iba a hacer. Ella rompió el orden de Dios en que la mujer debiera someterse a la autoridad y liderazgo de su marido. Quiso ocultar sus hechos ante los ojos de su marido. Pero, aunque ciertamente Lot no miró lo que estaba por hacer - el ojo de Dios estaba sobre ella y al instante la juzgo.

Hermanas, no hagan las cosas a espaldas de sus maridos. Cuantas mujeres hay en las iglesias que hacen cosas a espaldas de su pastor, a espaldas de los hermanos, a espaldas de sus padres y vecinos. Pero, lo más vergonzoso que puede haber en un matrimonio es que una mujer viole la confianza que su marido la ha depositado y haga cosas a espaldas de él. Esta violando los

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votos sagrados del matrimonio de lealtad, confianza, y honestidad. Y esto Dios lo va a juzgar.

5. Que la mujer de Lot miró atrás hacía Sodoma.

¿Porque hizo esto? Realmente no lo sabemos. Pero, por lo menos sabemos que ella era una mujer de posición, era una mujer de alta sociedad, era una mujer de muchas posesiones. Tal vez sentía el dolor de que todo iba a ser consumido por el fuego de la ira de Dios. Tal vez se sentía aun atraída por el placer y mundanalidad de Sodoma. Puede haber muchas razones por las cuales las mujeres miran hacia atrás.

Muchas hermanas, el día de hoy, no son estatuas de sol por la gracia y misericordia de Dios, pero muchas de ustedes han mirado hacia atrás. ¿Que pasaría si este juicio fuera vigente? La realidad es que este pecado ha sido cometido por los Cristianos a lo largo de la historia de la iglesia. Muchas mujeres que antes eran piadosas y tomaron la decisión de agradar a Dios, de despojarse de lo malo que las ataba ahora nuevamente han vuelto al mundo, han vuelto Sodoma, han vuelto al lodo. La Palabra de Dios declara - “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2 Pedro 2:20-22).

Ese versículo describe exactamente a la mujer de Lot. Habiendo salido ya de la ciudad de la destrucción mira hacía atrás y su estado postrero es peor que el primero.

Ahora en día las mujeres que miran hacia atrás no lo reflejan en que se han convertido en estatua de sal sino que lo reflejan en su conducta y carácter. Son las mujeres que en lugar de profesar piedad, santidad, pureza, quietud de espíritu, modestia, honestidad ahora al pasar reflejan vanidad (como si fuera una pasarela de un show de modas), lascivia, prepotencia, falta de oración, desprecio a la autoridad del marido en el hogar, desprecio a la autoridad del pastor en la iglesia, desprecio a las disciplinas bíblicas.

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Que la mujer de Lot afectó a su familia.

En Génesis 19:30-38 vemos una escena horrenda de incesto en que la

s hijas de Lot tienen relaciones con su padre para quedar embarazadas y así tener d

escendencia. ¿Pero, donde estaba la esposa de Lot? Ella había quedado en la carre

tera que salía de Sodoma hacía Zoar convertida en una estatua de sal. Ella estaba in

móvil, incapacitada, sin poder hacer nada por este pecado tan grave que estaba p

or ocurrir.

Muchas mujeres que después de haber conocido a Cristo ahora miran hacia atrás afectan tremen

damente sus familias. Los hijos al ver el testimonio vergonzoso de su madre el poco temor de Dios que tenían ahora vien

e a ser por completo eliminado. El poco recato que había en la familia se pierde y por completo se desenfrenan ta

nto el marido como los hijos.

Es triste, pero una realidad, que cuando una mujer en un hogar Cristiano (aunque el marido es la cabeza del hogar

) pierde su testimonio Cristiano el hogar es cautivado por el mundo y hay un caos total.

IV. Aplicación a nuestra vida

¿Pero, porque fue que sucedió esto?

¿Y como es que puede esto ocurrir en la vida de la mujer Cristiana? Hemos hecho algunas especulaciones acerca del porque la m

ujer de Lot miro hacía atrás. Pero, la respuesta más sencilla es que simplemente no le creyó a Dios.

Dios declaró instrucciones especific

as por medio del ángel - “Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas”. ¿Cual es

la razón por la cual seguimos ofendiendo a Dios? Porque no creemos en su Palabra - de otra manera viviríamos en obediencia al Señor. Herman

os, realmente creemos - el alma que pecare esta morirá - ? Si la creemos porque aun ofendemos a Dios.

La respuesta es sencilla - tal

vez la creemos en concepto - o sea creemos que realmente Dios lo habló pero hemos perdido el temor al juicio de Di

os. Por cuanto no tememos el juicio y castigo de Dios nos hemos relajado en nuestro caminar Cristiano. Mucho se ha

bla de los atributos de Dios - y es posible que la mujer de Lot al mirar hacia atrás pensó en el amor de Dios, en la mi

sericordia de Dios, en que Dios ya había tenido tanta misericordia de ellos que

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seguramente no iba a suceder nada si ella miraba hacia atrás. Pero, la realidad es que Dios es amor y también es un fuego consumidor (Hebreos 12:29).

¿Hermana, crees en Dios? ¡Seguramente que sí! ¿Pero, mi pregunta ahora es - temes a Dios? ¿Realmente temes a Dios? Eso no lo vas a confirmar mediante un “Amen”. Eso más bien se confirma mediante tu vida. Si tu vida esta sumergida en las cosas del mundo - te puedo asegurar que no temes a Dios. No es posible tener seguridad de salvación cuando estamos viviendo un estilo de vida que no corresponde a los hijos de Dios. Pero, si tu vida esta inundada por el Espíritu de Dios y tu deseo es agradar a Dios entonces puedes llegar a la conclusión que no solamente amas a Dios, no solamente crees en Dios, sino que también temes al Dios de los cielos.

Hermanas, acordaos de la mujer de Lot. Si el Espíritu Santo ha hablado a tu vida yo te invito a este altar y decirle al Señor:

1. Ten misericordia de mi.

2. Perdona mis faltas.

3. Perdóname porque aunque digo creer en ti, mediante mis hechos demuestro que he dejado de temerte.

4. Perdóname porque yo he hecho cosas a espaldas de mi esposo.

5. Perdóname porque yo he afectado a mi familia. Mi familia se ha desenfrenado porque ha visto que yo misma he dejado de temer a Dios.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros” 1 Juan 1:9-10

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