Acerca de Las Ideas - San Agustin

8/7/2019 Acerca de Las Ideas - San Agustin

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TODO YNADA DE TODO

SELECCION DE TEXTOS

DEL NEOPLATONISMO LATINO

MEDIEVAL

CLAUDIA D'AMICO(EDITORA)

GEDICIONES WINOGRAD



Agustin de Hiponapor Claudia D'Amico

Agustfn nace en Tagaste en el afio 354 y muere en Hipona en

el 430: 1 0 ubicamos, pues, en el Africa septentrional, que en su

epoca perteneda a Rorna, pocos afios antes de la caida del

Imperio Romano de Occidente. De hecho el terrnino de su

vida coincide con esta caida puesto que, mientras muere en

Hipona, la ciudad esta siendo siriada por los vandalos. Este

significarivo hecho hace que su epoca -particularmenre crftica-

pueda ser bien reconstruida pues ha quedado suficienrernenre

documentada, Su situacion fronteriza entre una edad hist6rica

y otra hace de Agustfn un pensador que opera como gozne

entre dos culturas, En efecto, posee una formaci6n que puede

considerarse antigua en sus contenidos basicos, pero que se

vuelve medieval por su inspiracion cristiana.! Se 1 0 caracteriza

como la gran slnresis del pensamiento que 1 0 precedio, el trans-

misor por excelencia de la cultura clasica a la Edad Media y, a

la vez, como aquel que, desde alli, ha puesto los cimientos del

pensamiento cristiano occidental.

La relaci6n de Agustin con eI pensamiento neoplaronico ha sido

evaluada muy diversamente. En 1 0 que se refiere a las alusiones

direcras al plaronisrno, Agustin en muchos pasajes de sus obras

ofrece distintos resurnenes de esra doctrina.? Estes resumenes '

indican la triparticion de la filosofia en fIsica, logica y etica.

Desde el punto de vista agustiniano las tres disciplinas abordan,

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CLAUDIA D'AMICOAGUSTf" DE HIPONA

desde distintas perspectivas, tanto a Dios como al mundo y al

alma humana. La [ectura de ciertos resurnenes escolares del

platonisrno a craves de Ciceron, ApuJeyo 0Calcidio, pudieron

ser el origen de estas sintesis agustinianas, aunque tam poco se

excluye una Fuente neoplat6nica.3 POf otra parte, el mismo en

sus Retractaciones declara que en su juventud padecia cierta

ambigiiedad en la consideraci6n de las docrrinas procedentes de

la Escritura y en la de los plaronicos. Esta obra de vejez sin

embargo pone en evidencia las resis centrales que, conforme a la

perspectiva agustiniana, sostendrtan los plat6nicos y con las que

Agustin sigue manifestando acuerdo: «Platen cierrarnente no se

equivocaba afirmando la exisrencia del rnundo inteligible [... J .

E I ha nornbrado mundo inteligible a la razon misma, eterna e

inconmutable, por medio de la cual Dios ha hecho el mundo-.?

Ahora bien, sin duda merece subrayarse la alusion que Agustin

hace en Confesiones acerca de la lectura directa de los libros de

los plaronicos (libri platonicorum). Se ha discutido mucho si

estos libri sedan solo las Eneadas de Plorino 0 deberian sumarse

textos de Porfirio, Respecto de las Eneadas hay cierro consenso

en sostener como conocidos por Agustin los tratados I 6 (<<Sobre

la belleza»}, I 8 (<<Sobreque son los males y de donde provie-

nen»), IV 3 (<<Problemas sobre el alma»), VI (<<Sobre las tres

hipostasis»). Adernas tanto en Conftsiones como en La ciudad de

Dios5 parece hacer alusi6n directa al tratado II I 2 (<<Sobrela

providencia»), Respecro de Porfirio debe considerarse como

conocida por Agustin al menos Sobre el retorno del alma; sin

embargo la Iista aun no esta cerrada.>

Evocando aquella lectura de su juventud y acaso como ejemplo

de la ambigiiedad aludida, llama la atencion sobre las semejan-

zas que establecia entre estos textos y la doctrina cristiana: «En

ellos [los libros de los platonicosj lef, no ciertamente con estas

palabras pero con identico senridoy con el apoyo de multiplesy variadas razones, que en el principio era el Verbo, y e] Verbo

estaba en Dios y el Verbo era Dios. Todas las cosas fueron hechas

por E I y sin E I nada ha sido heche. Lo que ha sido heche es vida

en E I ; y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las

tinieblas y las tinieblas no la comprendieron-.? Naruralrnente

reconoce que no leyo en los platonicos nada acerca de la encarna-

cion, rnuerre y resurreccion del Verbo divino. Aunque Agustin

parece ignorar la diferencia ploriniana entre 1 0 Uno y la Inte-

ligencia, podrfa sostenerse que la reasume como Trinidad cris-

t iana, de hecho afirma mas adelante: «Enconrre en aquellos l ibros,

dicho de diversas y multiples maneras, que, siendo de la forma

del Padre, el Hijo no considero una usurpacion ser igual aDios,

porque es por naturaleza 1 0 rnisrno»."

Tales lecturas habrian sido orientadas por los sermories de

Ambrosio, en los cuales muy frecuentemente se parafrasea la

obra de Plotino, pero merece mencionarse en un lugar desta-

cado el contacto con Simpliciano y a rraves de el con Mario

Victorino."

Como se sabe Agustin ha escriro una profusa obra. Un criterio

de clasif icacion es muchas veces el cronol6gico, distinguiend~

los textos anteriores al episcopado =dialogos fi los6ficos y algu-

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CLAUDIA D'AMICO AGUSTIN DE HIPONA

nos tratados-, y los textos escritos durante el episcopado. De

diversis quaestionibus 83 (Cuestiones diversas) es como su titulo

1 0 indica un volumen que contiene 83 cuestiones sobre temas

diversos redactadas por Agustin durante los anos que transcu-

rren desde su retorno a Africa en el 386 y su eleccion como

obispo en el 396, es decir un Agustin maduro pero aun joven.

Las Quaestiones representan en la anrigliedad tardla un genero

literario muy cultivado, baste recordar las Quaestiones conuivales

de Plutarco 0 las Saturnales de Macrobio, en ellas se agrupan las

ternaticas mas variadas. Las Quaestiones agustinianas no son la

excepcion, Agustin aborda en ellas temas exegeticos, teologicos,

filosoficos, morales. La cuestion nurnero 46, «Acerca de las

ideas», que aqui presentamos en su version cornplera, fue escrita

hacia el afio 391 y tiene un caracter definitivamente filosofico.l?

Sin duda, rodas ellas deben ser evaluadas como Fuentes posibles,

sin olvidar colocar en un lugar destacado todo el tratamiento

acerca del nombre en lengua larina inspirado directamente en la

[ectura de Ciceron.t- Por ultimo, no huelga mencionar aquello

que ha sido profusamente documentado por M. Grabmann:13

la importancia de este texto reside en la definicion de «idea» que

aporta, pues ella se proyectara a toda la Edad Media. Escoto

Eriugena, Anselmo de Aosta, Buenaventura, Alberto Magno,

Ulrico de Strasburgo, Tomas de Aquino, Enrique de Gante,

entre otros, integran la larga lista de pensadores cristianos lati-

nos en que la definicion es tomada casi de manera literal. 14

Agustin comienza con una presentacion problernatica del

nombre «idea», para ofrecer luego una definicion y un pequefio

tratado sobre el conocimiento de las mismas. La identificacion

del intelecto divino creador y las ideas plaronicas no es una

originalidad del pensamiento agustiniano. Como se sabe, en el

pensamiento cristiano tal identificacion se encuentra ya en los

Padres alejandrinos, inspirados por su parte en el De opificio

mundi (La creacion del mundo) del judio Filon de Alejandria.

En cuanto a las Fuentes directas de Agustin, las opiniones se

dividen entre aquellos que vinculan esta doctrina agustiniana al

platonismo medio y los que refieren que Agustin ida aqui al

rescate del «verdadero Platon- que conoce solo a traves del unico

texto traducido allatin y comentado por Calcidio, el Timeo.i)

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NOTAS

NOTAS

1.Cf. H-J Marrou: Sa in t Agustin c t la f in de l a cu lt ur e anti que, Paris, 1958: Xl.

2. Cf. Contra Academicos II I, 17, 37; De uera religione I II , 3; De civ itate <leiVIII. 6-8;

Epistola 118. 3. 15.

3. Cf. Pierre Hadot: «La presentation du plaronisrne par Augustin » , en A.M. Riner

(herausg.): K"ygma und Logos . Beit rage ZlI den geistesgeschichtl ichm Beziehungen zwis-

chen Antike und Cbristentum. Vigiliae Chrisrianae, vol. 35, n.I (1981) pp. 272-279.

4. Retractationes I , 3, 2: «Nee Plato quidem in hoc erravit , quia essemundum inrelligi-

bilem dixit [...J Mundum quippe ille intelligibilem nuncupavit ipsam rationern sempi-

ternarn arque incommutabilern, qua fecitDeus mundum». Traduccion propia.

5. Cf. De C ioi ta te De i X, 14.

6. Cf. Jean Pepin: «E x platonicorum persona". ttl ldes su r I" lectures philosopbioues de saint

AugU.ltin, Amsterdam, 1977, pp. 4-10.

7. Confesiones VII. IX. 13 (rraduccion S. Magnavacca. Buenos Aires, 2005. p. 189).

8. Ibidem.

9. Cf. infra: Mario Victorino. Introduccidn; Pierre Courcelle: Recherches sur les Confession>

de saint AugU.ltin, Paris, 1968. pp. 168-174.

10. Cf. Agusrin Una Juarez: «Estudio inrroducrorio a Ia Q,,,,estio de ideis de san Agustin.

Platonismo, rnedievo y modernidad», en Docummti e Studi mila tradizione filosofica

medieuale XV (2004). pp. 99-140.

11. Cf. Una Jua rez. op. c it . . pp . n4-5 . en las cua le s r efiere e sra sopiniones a J . Pep in y

A..Solignac rcspecrivamenre.

12. Agradezco la scleccion y traduccion de esros texros ciceronianos al profesor Antonio

Tursi. Disputas tusculanas 1.58: .y como nada existe, como esd ise rrado par Pla ten en

muchos lugares -pues juzga que no exisre 10 que seorigine y rnuera y que S(l I" exisre

aquella que essiempre tal como es; idea10 l lama el, nosorros especie- no pudo elanimo

conocer esascosas encerrado en un cuerpu. conocidas las tra jo; a partir de cliose sacaI.

adrniracion del conocimienro de las cosas tan nurnerosas» (Cumque nihil esset,ut in

omnibus locis a Platone disseri tur =nihi l enim putat essequod oriatur et interrai idque solum

esse. quod semper tale sit, qua le e st ; i dean appe ll at il le , nos speciem- non pot ui t an imus haec

in corpore inc/usus agnoscere, cognita attulit; exquo tam multarum rerum cognition isadmi-

ratio tolli tur); Cuestiones academicas I. 30: «Aunque seorigine a partir de los senridos,

con todo no esra en los senridos el crirerio de verdad: querian [los academicos] queI.

mente sea juez de las cosas, a ella sola consideraban id6nea para creersele porque ella

sola distingue 10 que es siernpre simple y de un uni co modo y tal c ua l es. A e sto e llos

lIaman idea, ya lIamada asi por Platen, nosotros con recritud podemos decir especie-

(Quamquam orirerur a sensibus, ramen non esseindicium ueritatis in sensib us; mentem

valebant rerum esse iudicem, solam consebant idoneam cui credere/til; quia sola cerneret id

quod reman me simplex et unius modi et tale quale esset. Hanc illi idian appellant, iam a

Platone ita nomi natarn. nos recte speciem possumus dicere),

13. M. Grabmann. "Des heiligen Augusrinus Quaestio De ideis (De divcrsis quaestio-

nibus LXXXIlI. qA6) in ihre r inhal rl ichen und geschich tl ichen Bedeu tung ». en

Philosophisehes jahrhuch des Giirres-Gesellschaft, XLII I (1930), pp. 297-307.

14. M. Grabrnann, op. c ir ., pp. 303-7.

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De ideis- Acerca de las ideas

1. Definitio Idearum, Ideas Plato primus appellasse perhibetur.

Non ramen si hoc nomen antequam ipse instituerer non erat,

ideo vel res ipsae non erant, quas ideas vocavit, vel a nullo erant

intellectae; sed alio fortassis atque alio nomine ab aliis atque aliis

nuncupatae sunt; licet enim cuique rei cognitae, quae nullum

habeat usitarurn nomen, quodlibet nomen imponere. Nam non

est verisimile sapientes aut nullos fuisse ante Platonem aut istas

quas Plato, lit dictum est, ideas vocat, quaecumque res sint, non

intellexisse, siquidem tanta in eis vis constituitur ut nisi his

intellectis sapiens esse nemo possit. Credibile est etiam praeter

Graeciam fuisse in aliis Gentibus sapientes, quod etiarn Plato

ipse non solum peregrinando sapientiae perficiendae causa saris

testatur, sed eriam in libris suis commemorat. Hos ergo, si qui

fuerunt, non existimandum est ideas ignorasse, quamvis eas alio

fortasse nomine vocitaverint, Sed de nomine hactenus dictum

sit. Rem videamus, quae maxime consideranda atque noscenda

est, in potestate constitutis vocabulis, ut quod volet quisque

appellet rem quam cognoverit.

1. Definicion de las ideas. Platen se ha mostrado como el

primero en dar nombre a las ideas; sin embargo, no era que no

existieran antes que el nombre fuera instituido aquellas a las

cuales el llarno «ideas» 0no fueran inteligidas por nadie, pero

[elias] probablemente han sido nombradas de un modo y otro,

por unos y por otros, Es lfcito, pues, a una cosa que es desco-

nocida, y que no tiene ningun nombre usual, imponer cual-

quier nombre. Pues no es verosfmil, 0bien que no haya habido

sabios antes de Plat6n, 0bien que ellos no hayan inteligido 1 0

que Platen, como se ha dicho, llam6 «ideas», sean la cosa que

fueren, dado que se establecen en elias tanros sentidos que

nadie podrfa ser sabio sin haberlas inteligido. Es probable,

empero, que haya habido sabios en otros pueblos adernas de

Grecia: 10 cual tarnbien el mismo Plat6n testimonio suficien-

temente, no s610 viajando para completar su saber sino

tarnbien corisignandolo en sus libros. Por tanto, si ellos han

existido, no se puede en modo alguno estimar que hayan igno-

rado las ideas aunque las hayan Hamado probablemente con

otro nombre. Pero, hasta el momento, se ha hablado acerca del

nombre. Veamos la cosa, la cual ha de ser maximarnente cons i-

derada y conocida, con el poder de consriruir e l vocablo segun

quiera cada uno, para designar la cosa que haya conocido.

* Sancti Aurelii Augutini, De diversis questionibus octoginta tribus (Corpus

Christianorum Serie Latina 44), Turnhout, 1970,

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DE IDEIS ACERCA DE LAS IDEAS

2. Ideas igirur latine possumus vel form as vel species dicere, lit

verbum e verbo transferre videamur. Si autem rationes eas voce-

mus, ab inrerpretandi quidem proprietate discedimus; rationes

enim Graece appellantur non ideae: sed tamen quisquis hoc

vocabulo uti voluerit, a re ipsa non abhorrebit. Sunt namqueideae principales quaedam formae vel rationes rerum stabiles

atque incommutabiles, quae ipsae formatae non sunt ac per hoc

aeternae ac semper eodern modo sese habentes, quae divina

intellegentia continentur. Er cum ipsae neque oriantur neque

intereant, secundum eas ramen formari dicitur omne quod oriri

et interire potest et omne quod oritur er interit.

Anima vero negarur eas intueri posse nisi rarionalis, ea sui parte

qua excellit, id est, ipsa mente atque ratione, quasi quadam facie

vel oculo suo interiore arque intelligibili, Et ea quidem ipsa

rationalis anima non omnis er quaelibet, sed quae sancta et pura

fuerir, haec asseritur illi visioni esse idonea, id est, quae ilium

ipsum oculurn, quo videntur ista, sanum et sincerum et

serenum et sirnilern his rebus, quas videre intendit , habuerir,

2. Por tanto, podemos llamar a las ideas en latin «forrnas» 0

«especies» para que se yea que traducimos palabra por pala-

bra.! Ahora bien, si las llamamos «razo nes» ciertarnente deja-

rnos de interpretar con propiedad. Con todo, si alguien

quisiera utilizar este terrnino, no se alejad. de la realidad

misma, pues en griego se llaman «razones- no «ideas». En

efecto, las ideas son ciertas formas principales 0 razones de las

cosas, estables e inconmutables, las cuales no son ellas mismas

formadas y, por eso, son eternas y permanecen siernpre del

mismo modo, contenidas en la inteligencia divina. Y porque

elias mismas ni se originan ni perecen, se dice, empero, que

conforme a ellas es formado todo 1 0 que puede originarse y

perecer, y redo 1 0 que se origina y perece.

Quis autem religiosus et vera religione imbutus, quamvis

nondum haec possit intueri, negare tamen audeat, immo nonedam profireatur, omnia quae sunt, id est, quaecumque in suo

genere propria quadam natura continentur ut sint, auctore Deo

esse procreata, eoque auctore omnia quae vivunt vivere, atque

universalem rerum incolumirarem ordinemque ipsum, quo ea

Por otra parte, se niega que el alma pueda intuirlas sino siendo

racional. Esta, su parte mas excelente, es decir la mente misma

o razon, es casi como con cierro aspecto u ojo suyo interior e

inreligible, Y ciertamente, 1 0 que res] 1 0 racional en el alma

misma no es todo ni cualquiera [de sus aspectos], sino aquello

que ha de ser santo y puro; esto se asegurara ser idoneo para tal

vision: es decir, aquel mismo ojo a causa del cual son vistas las

habra de poseer sano, puro y tambien sereno, de manera similara esas cosas que intenta ver.

Ahora bien, ,que [hombre] religioso y formado en la verdadera

religion, aunque todavia no pueda intuir esto, sin embargo, se .

atreverfa a negar [y ] en 1 0 profundo no declarfa abiertamente

tarnbien que to do 1 0 que es, es decir cualquier cosa que este

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DE IDEISACERCA DE LAS IDEAS

Sed anima rationalis inter eas res, quae sunt a Deo conditae,

omnia superat et Deo proxima est, quando pura est; eique in

quantum caritate cohaeserit, in tan tum ab eo lurnine illo

inrellegibili perfusa quodammodo et illusrrata cernit non percorporeos oculos, sed per ipsius sui principale quo excellit, id

contenida en su genero como en su propia naturaleza, para que

sea, ha sido creada par el autor Dios, que es por tal autor [que]

rodos los que viven, viven, y celebran que la conservacion

universal de las cosas yel orden mismo a causa de 1 0 cual ellas

carnbian, regular [e] irrevocablernenre sus cursos temporales,son contenidos y gobernados por las leyes del Dios sumo?

Establecido y concedido esto ~quien se atreverfa a decir que Dios

creo todo irracionalmente? Porque, si no se puede decir 0creer

esto rectarnente, resta que rodas las cosas han sido creadas segun

razon, Y no e l hombre segiin la [rnisrna] razon que el caballo:

estirnar esto, pues, es absurdo. Por tanto, los singulares han sido

creados por sus propias razones, Ahora bien, ~donde estan esras

razones que deben ser vistas sino en la misma mente del crea-

dor? Pues no veta cualquier cosa establecida exterior a sf, en

cuanto conforme a ello const ituira 1 0 que consrituia: en efecto,

opinar esto es sacrilegio. Y que si todas las razones de las cosas

creadas 0 que deben ser creadas estan contenidas en la mente

divina, y nada puede haber en la mente divina que no sea eterno

e inrnutable, y a estas razones principales de las cosas Platen las

llamo «ideas»: [diremos] no solo [que] son ideas sino que elIas

son verdaderas puesto que son eternas y, de ese modo tarnbien

permanecen inconmutables. Y a craves de la participacion de las

cuales es todo 1 0 que es, cualquiera sea su modo de ser.

quae rnutantur suos temporales cursus cerro rnoderarnine cele-

brant, summi Dei legibus contineri et gubernari? Quo consti-

tuto atque concesso, quis audeat dicere Deum irrationabiliter

omnia condidisse? Quod si recte dici vel credi non potest, restat

ut omnia ratione sint condita, nec eadem ratione homo qua

equus; hoc enim absurdum est existimare. Singula igitur propriis

sunt creata rat ionibus, Has autern rationes ubi esse arbirrandum

est nisi in ipsa mente Creatoris? Non enim extra se quidquam

positum intuebatur, ut secundum id constitueret quod

constituebat; nam hoc opinari sacrilegum est. Quod si hae rerum

omnium creandarum creatarumve rationes divina mente conti-

nentur, neque in divina mente quidquam nisi aecernum atque

incornrnutabile potest esse, atque has rationes rerum principales

appellac ideas Plato, non solum sunr ideae, sed ipsae verae sunt,

quia aeternae sum et eiusdern modi atque incommutabiles

manent. Quarum participatione fit ut sit quidquid esc, quoquo

modo est.

Pe;:roel alma racional entre estas cosas que son creadas por Dios,

a todas supera; yes proxima aDios cuando es pura. Y en cuanto

se une a el por caridad, en esta medida ella, inundada en cierto

senti do e ilurninada por el con esta luz inteligible, ve a estas

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DE IDEIS ACERCA DE LAS mEA'>

est, per intellegentiam suam, istas rationes, quarum visione fit

beatissirna, Quas rationes, litdictum est, sive ideas sive formas

sive species sive rationes licet vocate, et multis conceditur appe-

llare quod liber, sed paucissimis videre quod verum est.

razones, no par los ojos corporeos, sino par 1 0 principal de sf

mismo, esto es por su inteligencia. Par la vision de elias se

vuelve beadsima. Estas razones, como se ha dicho, pueden ser

llamadas «ideas» 0«forrnas» 0«especies. 0«razo nes», y es

concedido a muchos llamarlas como quieran pero a muy pocos

ver 1 0 que es verdadero.

NOTAS

I . El rermino lar ino idea t raduce, muchas veces , el griego eidos. Sin embargo, para Ciceron,

a quien Agust in s igue, el terrnino griego idea s e t raduce me jo r po r e l l ar ino species (Ciceron,

Disputas tusculanas 1,58; Cuestiones academicas I ,30). Cf supr a, p . 50 n. 12.

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Acerca de Las Ideas - San Agustin

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