Acción Libertaria, Nº 53. Marzo 1942 (Incompleto)-Fla

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Los pueblos nunca pueden luchar sin el firme incentivo de lograr objetivos propios LOS INTERESES DE CLASE OBSTRUYEN LA ACTIVIDAD POPULAR ANTITOTALITARIA r Uno de los hechos m ás trágicos den- tro de la desesperada lucha que los pueblos sostienen frente a la plaga to- talitaria, consiste en que sus esfuer- zos son en gran parte frustrados, im- pedidos o desviados por intervención de las mismas fuerzas y factores so- ciales que en principio combaten a muerte el imperialismo nazifascista, más aún, que pretenden la dirección exclusiva de la lucha contra la referi- da plaga, no obstante haber contribui- do en alto grado a la expansión de la misma. Esas fuerzas se concretan, de un modo general, en todo cuanto repre- senta los privilegios de la clase capi- talista dirigente, la que, en su ceguera les, los de la democracia plutocrática, mas al fascismo en todas partes, con el fin de aplastar dentro de cada país todo movimiento de reivindicación obrera y popular; ha liquidado poco a poco las conquistas de la democra- cia histórica — de una significación revolucionaria— y, en el orden inter- nacional, ha permitido que las “po- tencias agresoras” se fueran expan- diendo y afirmando hasta el extremo que les resulta fácil pretender la he- gemonía mundial, lo que equivale de hecho a la liquidación como clases di- rigentes de los mismos grupos socia- les, los d fe la democracia plutocrática, que han contribuido eficazmente a la creación de este estado de cosas. Esto, que cada día resulta más evi- dente en el orden internacional, a tra- vés de la devastadora guerra que su- fre el mundo entero, corresponde a un proceso ocurrido anteriormente dentro de cada uno de los países que cayeron en las garras del fascismo y que los libertarios hemos denunciado con ar- gumentos decisivos, como ia acusación más formidable lanzada, cpntra el ca- pitalismo en decadencia. Las nuevas castas burocráticas del Estado totali- tario, que han crecido al amparo de la burguesía conservadora, se sintieron bastante fuertes como para librarse de toda “protección” y reclamaron pa- ra sí todo el poder. Eso significaron, en sustancia, todos los golpes de Es- tado fascistas que se produjeron en el viejo mundo, sin que ello fuera sufi- ciente para hacer escarmentar a la plutocracia que se decía democrática. La misma plutocracia que, desde el gobierno efectivo del Imperio Británi- co, permitió que el nazismo y el fas- cismo aplastaran a los pueblos de Aus- tria, Checoeslovaquia y España; que Etiopía fuera arrasada y que el im- perialismo fascista japonés m utilara e invadiera a China produciendo milla- res y millares de víctimas inocentes. Planteada la lucha por la hegemo- nía mundial, las mismas clases y gru- pos dirigentes que favorecieron la ex- pansión del fascismo, se han visto obli- gado a declarar contra éste una espe- cie de guerra santa, reclamando de los pueblos sacrificios supremos para destruirlo. Pero aún en medio de es- ta terrible contienda total y a pesar de los patéticos llamados que lanzan a los trabajadores los dirigentes de las democracias, solicitando su máxima contribución al esfuerzo bélico, se man- tienen los mismos vicios, las mismas trabas y defectos que han impedido a los pueblos realizar un esfuerzo eficaz para el aplastamiento del fascismo. E llo ocurre, simplemente, porque aún priman los intereses y los prejui- cios de clase de la burguesía, incluso sus más rancias modalidades conserva- doras e im perialistas. Subsiste ese egoísmo de clase que hizo sabotear a los magnates de la industria francesa, la producción de las fábricas nacionali- zadas y que hizo colaborar directa- mente a muchos de ellos con el “ene- migo nacional”. Ese mismo egoísmo ce- rril, agravado por el orgullo imperia- lista, determinó que los pueblos indí- genas de Malasia, de la isla de Sin- gapur y de Birmania, tratados poco menos que como esclavos por los do- minadores británicos, no tuvieran nin- gún deseo de luchar contra los invaso- res amarillos y más bien colaboraran con éstos. Algo semejante ocurre con los hindúes, a quienes los dirigentes británicos concitan a luchar contra el “enemigo común", pero resistiendo aún darle una sustancial independencia política, que significaría el abandono de cuantiosos intereses imperialistas.! Es que, para los jefes de la plutocra- cia mundial, la defensa de tales inte- reses constituye el objetivo esencial de la guerra y cuando se trata de renun- ciar a lina parte de los mismos, se es- fuma de inmediato su ardor bélico an- titotalitario. He ahí el gran peligro que amenaza a los pueblos que luchan o quieren lu- char por la libertad, contra la barba- rie fascista. Es el lastre de los intere- ses de clase capitalista, que gravita desastrosamente en todas partes y que no se manifiesta sólo en el aspec- to colonial. Es evidente qne los millo- nes de trabajadores, hombres y mu- jeres, de cuyo esfuerzo concentrado en fábricas y talleres depende, en últi- ma instancia, el aplastamiento del na-1 zifascismo, no pueden sentirse estimu- lados a rendir los terribles- sacrificios y “sobreesfuerzos” que se les reclama, sabiendo que sus amos y explotadores de siempre sólo se preocupan de sal- var sus propios intereses de clase, re- huyendo todo posible cambio en el sentido de la justicia social. Por e! contrario, desde que los pueblos tie- nen la sensación de defenüer algo pro- pio, desde que luchan por un porvenir mejor, desde que se sienten alentados por altos y generosos ideales de supe- ración colectivo, ningún sacrificio les resulta excesivo y ninguna fuerza pue- de vencerlos. Si la humanidad ha de salvarse de la barbarie totalitaria y no sufrir un simple cambio de etiquetas en las fuerzas opresoras, será echando por la borda todos los prejuicios conserva- dores y pasando por encima de los in- tereses de las clases privilegiadas, pa- ra fijarse objetivos de verdad era emancipación de los oprimidos. Sólo así podrán ponerse en acción las enor- mes fuerzas que se requieren para ter- m inar con el totalitarism o en ei mundo. FEDERACION AN ARCO-COMUNISTA ARGENTINA lilIH A liA LOS MEDIOS DE LUCHA DIRECTA SON LOS UNICOS EFICACES P OS procedimientos existen para luchar en el país contrd el fascismo: 1o. — Procedimientos y medios gubernamentales. 2o. — Procedimientos y medios populares. Hemos dicho repetidas veces desde estas columnas que no son las medidas gubernamentales las que pue- den combatir e impedir el advenimiento del totaiita rismo en un país —en este caso el nuestro—. No obs tante, notamos que de todos los sectores políticos ri claman con angustiosa insistencia las medidas gubei namentales que, según ellos, les pondrán a cubierto del peligro fascista. Nosotros consideramos estos re- clamos y las medidas que desde el Estado pudieran tomarse, no ya como innocuas, sino como una buena colaboración al desarrollo...oroaresivo del fascismo en MISERIA FISIOLOGICA DE NUESTRO P U E B L O LA SUBALIMENTACION EN UN PAIS PRODUCTOR DE ALIMENTOS Los gobernantes que hablan de la situación de emer- gencia y adoptan medidas para "vigorizar" las defen- sas del pais, olvidan un hecho de fundamental impor- tancia, del que con toda justicia se hicieron eco algu- nos órganos de la propia prensa burguesa. Olvidan que un enemigo implacable, provisto de armas terriblemen- te destructivas, está en acción desde tiempos inmemo- riales y cosecha los frutos más siniestros en todos los campos y en todas las ciudades argentinas. A ese ene- migo, contra el que son innocuas y frente al que re- sultan ridiculas todas las declamaciones oficiales y los más encendidos discursos y las más bellas promesas de para aniquilar sus bandas, organizaciones y agentes. Hacer efectivo el boycott a los productos de ¡os paí- ses fascistas. Negarse a cargar los barcos con destino a esoe países. Luchar contra la reacción en todas sus modalida- des. Ello significa desterra la ingerencia del Estado en los conflictos y organizaciones obreras. El repudio del control policial de las instituciones populares de todo orden. En una palabra: "conquistar IS oalle” y hacer efec- tiva la sooerania de aquel que en las constituciones se le denomina soberano. En el orden económico luchar por la elevación del "standard’’ de vida general que permita una mayor aptitud fisica para todos los habitantes del país: Por una más equitativa distribución de las tierras y riquezas; Por una intensificación del cooperativismo y todas las formas de economía popular. De esta manera no se irá a la concentración del poder del Estado, al fascismo, sino a la superación del actual régimen democrático plutocrático. LIBERTADES SE FACILITA LA PENERACION TOTALITARIA M UY pocos fueron quienes se lla- maron a engaño cuando nues- tro Poder Ejecutivo nacional anun- ció el decreto de estado de sitio en lodo el pais, aduciendo la razón de necesitar un control absoluto de la vida nacional a fin de garantizar el cumplimiento.de 1 o s’ compromisos contraídos por la Argentina en ma- teria de política exterior. Se estaba a poco tiempo de la entrada de los EE. UU. en la guerra, y esta acti- tud del gobierno de ser sincera, ten- dría ciertos v is o s de objetividad, pues se pensó en una persecusión inmediata de las organizaciones fas- cistas, las únicas que podrían moles- tar en realidad a un gobierno que siguiera una política de apoyo a las potencias aliadas. La verdad fué comprendida, sin embargo, por casi todos. Se trataba du una maniobra del gobierno reac- cionario, que le permitía eliminar a la oposición en su política interna, y proseguir cu cuanto a la política exterior en 1a misma posición sos- tenida hasta hoy, de aparente con- descendencia hacia las democracias, y solapada ayuda a los que en el país representan la "quinta colum- na” fascista. Los hechos, desde el momento mismo en que fué decre- tado el estado de sitio, demuestran esa realidad: se persigue solo a los militantes obreros, a los hombres de izquierda, a la prensa de oposición. Se han eliminado, al abolir todas las libertades comunes en épocas normales, las más firmes posibilida- des de que el pueblo afirme y prac- tique la solidaridad antitotalitaria. En cambio, nada se sabe sobre que hayan sido molestadas las ya des- cubiertas entidades nazis y fascistas, aparte del benévolo f a llo judicial contra los jefes detenidos antes del estado de sitio. Nada favorece más a los totalita- rios que esta falta de libertades. Sus representantes se mueven tran- quilamente, amparados por los fun- cionarios que simpatizan con su fi- nalidad. Obras sin encontrar reac- ción, cosa que no sucedería si el pueblo tuviera libertad de expresar- se, libertad de actuar en defensa de sus ideales. Lo que entenebrece aún más, el panorama nacional, es que las fuer- zas de la oposición, que dice susten- tar altos ideales democráticos, s e mantengan inoperantes frente a un hecho que amenaza en convertirse en estado permanente de cosas. SI no se reacciona a tiempo, se ejerce- rá, involuntariamente, la mejor ayu- da posible a la reacción y el tota- litarismo. NO OLVIDEMOS A LOS PRESOS DE BRAGADO Ninguno de los pronunciamien- tos judiciales que jalonaron el inicuo proceso de Bragado logró debilitar, y menos aún paralizar, la campaña popular que se ha venido cumpliendo para hacer justicia a nuestros compañeros Vuotto, Mainini y De Diago. Por el contrario, ante cada nuevo pa- so de los que dictaron fallos con- denatorios a pesar de las innu- merables evidencias sobre la ab- soluta inocencia de los obreros torturados por los esbirros de la dictadura uriburisla, la; opinión pública fuó intensificando su cla- mor y las organizaciones obre- ras, culturales, populares, así co- mo personalidades de las más di- versas tendencias ideológicas, pu- sieron más calor, más indigna- víctimas de una odiosa confabu- lación reaccionaria. La libera- ción de los tres hombres conde- ción, más fe en el triunfo de. la causa de los presos de Bragado, vados por la justicia de clase, se convirtió e¡i una bandera de lu- cha para el proletariado y para todos los hombres y mujeres conscientes del valor de los de- rechos pisoteados y escarnecidos por los que se dicati intérpretes, de las leyes. La sentencia dicta - (la por la S. ( : de la Nación plena validez ul fullo de la Gûmura Scgunda de Mercedes, no puso punto final al dramdti- co proceso. Es deber, de todos los políticos de cualquier partido, hay que denominarlo con el nombre bru- tal, con las palabras crudamente elocuentes que corresponden: se llama MISERIA, HAMBRE, DEBILIDAD FISIOLOGICA, DEGENERACION FISICA. Desde la espléndida y orgullosa capital que es Buenos Aires, hasta el más olvidado rincón de la más olvidada provincia o territorio argentino, sirven de campo de operaciones de ese enemigo que ataca en sus fuentes las energías vitales de las masas pobres de la república. Si no bastara la simple observación de la realidad que nos rodea, si no fuera suficiente comprobarlo en las barriadas proletarias de la gran urbe y en las ciu- dades, pueblos y campos del interior; si la vida diaria no mostrara los cuadros dibujados por la miseria en la calle, en los cuartuchos, en los y en los caminos, bastarían dos testimonios que por su fuente no admiten hospitales, en los conventillos, en las fábricas y talleres, en las chacras discusión: las cifras que dan el allisimo porcentaje de muchachos inep- tos para el servicio militar, y las cifras que indican los escalofriantes por- centajes de la mortalidad infantil, barómetros de primer orden para me- dir el grado de salud que goza un pueblo. Más indignante es constatar el estaao de miseria fisiológica de la Inmensa mayoría del pueblo, cuando se trata de un país que produce en «bundancia los alímenlos primarios vitales para el organismo humano, y cuando se comprueban las espantosas consecuencias del sistema que hace más caros y por tanto menos accesibles tales productos cuando el cierre de los mercados exteriores haría posible, sí algo de racional hubiera en la actual ordenación social, todo lo contrario. Sabido es que con la tole- rancia y protección de los gobiernos, los grandes capitalistas de la indus- tria y del agro, los intermediarios y acaparadores de todo matiz, alzan ios precios para compensar la merma de las exportaciones, destruyen cantidades fantásticas de artículos alimenticios o limitan los cultivos, mientras el hambre tortura y mata lentamente a millares de seres hu- manos despojados del derecho a la vida. Miserias sin fin pasan los ho- gares sostenidos por salarios que no alcanzan para lo más elemental. Mi- serias inauditas sufren los castigados por el azote de la desocupación, miserias desesperantes deben soportar los parias de la tierra, arrojados de ella sin piedad, errantes en busca de pan y techo o maldiciendo su Impotencia en medio del suelo fecundo al que entregaron toda su vida. i Puede un pueblo así castigado, así atormentado por la falta de pan, carne, leche, frutas verduras, \estitVo y viviendas sanas, en un país tan rico, tan extenso como este en qtjp vivimos, defender con pasión, con entusiasmo, semejante orden de cj*as, y responder a los llamados da quienes apuntalan los privilegios de las clases que viven a expensas de tanta Injusticia? No es preciso dar respuesta. Un pueblo que lucha con- tra el enemigo que sin cañones ni bombas destruye su salud lisien y condena a sus hijos desde que nacen a ser victimas do 1odas las pestes causadas por la subalimentación y la falla de higiene, tiene anle sí un primordial deber: luchar por la libertad al mismo tiempo que por con- diciones humanas dé existencia. STEFAN ZWEIG VENCIDO POR EL ESPIRITU DE BARBARIE pura, los amantes plalónícos de la paz y de la cultura desinteresada. No hay lugar para ellos, si quieren vivir sin concesiones a la barbarie. Sólo hay un modo de vivir digna* mente en estos momentos, sin trai- cionar los grandes ideales humanos. Es el modo de los luchadores, da los militantes, de los que resisten y combaten la barbarie, sin temor a ninguna violencia, a ningún sacri- ficio. sin relroceder ante ninguna audacia. El mundo enlero es hoy un campo de batalla donde la neu- tralidad se llama estupidez o cobar- día. Stefan Zweig no podía ser neu- tral, pero lampoco tenia condiciones de combatiente. V en su suprema sinceridad, no vio otra salida que el suicidio. Pero los militantes de la libertad y de la justicia, no han de seguir ése camino. Han de persistir en la acción combativa, hasta vencer la barbarie absolutista y hacer que el haya lugar en el mundo para los cultores de la belleza pura. He ahí un gran artista, un apa- sionado investigador del espíritu hu- mano, ciudadano de la Europa re- finada y culta de un pasado recien- te que ya parece muy remoto, que no pudo resistir más la presión re- fleja de la barbarie totalitaria y decidió abandonar un mundo presa de una regresión catastrófica, don- de todo es lucha, odio y destrucción y donde no queda ni un punió pro- picio p a ra la contemplación o la creación artística. No cabe mayor y más patética afirmación de sinceridad, de absolu- ta identificación del hombre con sus ideas, con sus conceptos étieos y es- téticos, con su obra de toda la vida. Stefan Zweig, no pudo seguir vivien- do en un universo invadido por el espíritu de la barbarie, contra el cual no se sentía con fuerzas ni ap- tudes para luchar. Y no encontran- do ya sentido ni finalidad a su exis- tencia, decidió ponerle término, cumpliendo el supremo y pasivo ges- to de protesta del vencido, que no quiere quedar a discreción de la infamia vencedora. Gesto hermoso, trágicamente acu- sador, pero lamentablemente estéril. Pero no vamos a lanzar reproches ante el cadáver del gran suicida. Sólo queremos señalar 1 a conclu- sión sintomática de ese gesto de desesperado renunciamiento. Y es que en esta hora de tremenda lu- cha y total destrucción que vive el mundo, no hay lugar para los so- ñadores, los creadores de belleza www.federacionlibertaria.org

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Los pueblos nunca pueden luchar sin el firme incentivo de lograr objetivos propiosL O S I N T E R E S E S D E C L A S E

O B S T R U Y E N L A A C T I V I D A D POPULAR A N T I T O T A L I T A R I A

r U n o d e lo s h e c h o s m á s t r á g i c o s d e n ­t r o d e l a d e s e s p e r a d a lu c h a q u e lo s p u e b lo s s o s t i e n e n f r e n t e a l a p l a g a to ­t a l i t a r i a , c o n s i s t e e n q u e s u s e s f u e r ­z o s s o n e n g r a n p a r t e f r u s t r a d o s , im ­p e d id o s o d e s v i a d o s p o r i n te r v e n c ió n d e l a s m i s m a s f u e r z a s y f a c t o r e s s o ­c i a le s q u e e n p r in c ip io c o m b a te n a m u e r t e e l im p e r i a l i s m o n a z i f a s c i s t a , m á s a ú n , q u e p r e t e n d e n l a d ir e c c ió n e x c lu s i v a d e l a l u c h a c o n t r a l a r e f e r i ­d a p l a g a , n o o b s t a n t e h a b e r c o n t r i b u i ­d o e n a l t o g r a d o a l a e x p a n s ió n d e la m is m a .

E s a s f u e r z a s s e c o n c r e t a n , d e u n m o d o g e n e r a l , e n to d o c u a n to r e p r e ­s e n t a lo s p r iv i le g io s d e l a c l a s e c a p i ­t a l i s t a d i r i g e n te , l a q u e , e n s u c e g u e r a le s , lo s d e l a d e m o c r a c i a p l u to c r á t i c a , m a s a l f a s c i s m o e n t o d a s p a r t e s , c o n e l f i n d e a p l a s t a r d e n t r o d e c a d a p a ís t o d o m o v im ie n t o d e r e iv in d ic a c ió n o b r e r a y p o p u l a r ; h a l iq u i d a d o p o c o a p o c o l a s c o n q u i s t a s d e la d e m o c r a ­c i a h i s t ó r i c a — d e u n a s ig n i f ic a c ió n r e v o lu c io n a r i a — y , e n e l o r d e n i n t e r ­n a c io n a l , h a p e r m i t id o q u e l a s “ p o ­t e n c i a s a g r e s o r a s ” s e f u e r a n e x p a n ­d ie n d o y a f i r m a n d o h a s t a e l e x t r e m o q u e le s r e s u l t a f á c i l p r e t e n d e r la h e ­g e m o n ía m u n d ia l , lo q u e e q u iv a le d e h e c h o a l a l iq u id a c ió n c o m o c l a s e s d i ­r i g e n t e s d e lo s m is m o s g r u p o s s o c ia ­l e s , lo s d fe l a d e m o c r a c i a p lu to c r á t i c a , q u e h a n c o n t r i b u id o e f i c a z m e n te a la c r e a c ió n d e e s t e e s t a d o d e c o s a s .

E s t o , q u e c a d a d í a r e s u l t a m á s e v i­d e n te e n e l o r d e n in t e r n a c io n a l , a t r a ­v é s d e l a d e v a s t a d o r a g u e r r a q u e s u ­f r e e l m u n d o e n t e r o , c o r r e s p o n d e a u n p r o c e s o o c u r r id o a n t e r i o r m e n t e d e n t r o d e c a d a u n o d e lo s p a í s e s q u e c a y e r o n e n l a s g a r r a s d e l f a s c i s m o y q u e lo s l i b e r t a r i o s h e m o s d e n u n c ia d o c o n a r ­g u m e n to s d e c is iv o s , c o m o ia a c u s a c ió n m á s f o r m id a b le la n z a d a , c p n t r a e l c a ­p i t a l i s m o e n d e c a d e n c ia . L a s n u e v a s c a s t a s b u r o c r á t i c a s d e l E s t a d o t o t a l i ­t a r i o , q u e h a n c r e c id o a l a m p a r o d e l a b u r g u e s í a c o n s e r v a d o r a , s e s in t i e r o n b a s t a n t e f u e r t e s c o m o p a r a l i b r a r s e d e t o d a “ p r o t e c c i ó n ” y r e c l a m a r o n p a ­r a s í to d o e l p o d e r . E s o s ig n i f i c a r o n , e n s u s t a n c i a , to d o s l o s g o lp e s d e E s ­t a d o f a s c i s t a s q u e s e p r o d u je r o n e n e l v i e jo m u n d o , s i n q u e e l lo f u e r a s u f i ­c i e n t e p a r a h a c e r e s c a r m e n t a r a la p lu to c r a c i a q u e s e d e c ía d e m o c r á t ic a . L a m i s m a p lu to c r a c i a q u e , d e s d e e l g o b ie r n o e f e c t i v o d e l I m p e r io B r i t á n i ­c o , p e r m i t ió q u e e l n a z is m o y e l f a s ­c is m o a p l a s t a r a n a lo s p u e b lo s d e A u s ­t r i a , C h e c o e s lo v a q u ia y E s p a ñ a ; q u e E t i o p í a f u e r a a r r a s a d a y q u e e l im ­p e r i a l i s m o f a s c i s t a j a p o n é s m u t i l a r a e in v a d ie r a a C h i n a p r o d u c ie n d o m il la ­r e s y m i l l a r e s d e v í c t im a s i n o c e n te s .

P l a n t e a d a l a l u c h a p o r la h e g e m o ­n í a m u n d ia l , l a s m i s m a s c l a s e s y g r u ­p o s d i r i g e n t e s q u e f a v o r e c i e r o n l a e x ­p a n s ió n d e l f a s c is m o , s e h a n v i s t o o b l i­g a d o a d e c l a r a r c o n t r a é s t e u n a e s p e ­c i e d e g u e r r a s a n t a , r e c l a m a n d o d e l o s p u e b lo s s a c r i f i c i o s s u p r e m o s p a r a d e s t r u i r l o . P e r o a ú n e n m e d io d e e s ­t a t e r r i b l e c o n t i e n d a t o t a l y a p e s a r d e lo s p a t é t i c o s l l a m a d o s q u e l a n z a n a lo s t r a b a j a d o r e s lo s d i r i g e n t e s d e la s d e m o c r a c i a s , s o l i c i t a n d o s u m á x im a

c o n t r i b u c ió n a l e s f u e r z o b é lic o , s e m a n ­t i e n e n lo s m is m o s v ic io s , l a s m i s m a s t r a b a s y d e f e c to s q u e h a n im p e d id o a l o s p u e b lo s r e a l i z a r u n e s f u e r z o e f ic a z p a r a e l a p l a s t a m i e n t o d e l f a s c is m o .

E l l o o c u r r e , s im p le m e n te , p o r q u e a ú n p r i m a n lo s in t e r e s e s y l o s p r e j u i ­c io s d e c la s e d e l a b u r g u e s í a , in c lu s o s u s m á s r a n c i a s m o d a l id a d e s c o n s e r v a ­d o r a s e i m p e r i a l i s t a s . S u b s i s t e e s e e g o ís m o d e c la s e q u e h iz o s a b o t e a r a lo s m a g n a t e s d e l a i n d u s t r i a f r a n c e s a , l a p r o d u c c ió n d e l a s f á b r i c a s n a c io n a l i ­z a d a s y q u e h iz o c o l a b o r a r d i r e c t a ­m e n te a m u c h o s d e e l lo s c o n e l “ e n e ­m ig o n a c io n a l ” . E s e m is m o e g o ís m o c e ­r r i l , a g r a v a d o p o r e l o r g u l lo im p e r i a ­l i s t a , d e t e r m in ó q u e lo s p u e b lo s in d í­g e n a s d e M a la s ia , d e l a i s l a d e S in - g a p u r y d e B i r m a n ia , t r a t a d o s p o c o m e n o s q u e c o m o e s c l a v o s p o r l o s d o ­m in a d o r e s b r i t á n i c o s , n o t u v i e r a n n in ­g ú n d e s e o d e l u c h a r c o n t r a lo s i n v a s o ­r e s a m a r i l l o s y m á s b ie n c o l a b o r a r a n c o n é s to s . A lg o s e m e j a n t e o c u r r e c o n lo s h in d ú e s , a q u ie n e s lo s d i r i g e n te s b r i t á n i c o s c o n c i ta n a l u c h a r c o n t r a el “ e n e m ig o c o m ú n " , p e r o r e s i s t i e n d o a ú n d a r l e u n a s u s t a n c i a l in d e p e n d e n c ia p o l í t i c a , q u e s ig n i f i c a r í a e l a b a n d o n o d e c u a n t io s o s i n t e r e s e s im p e r ia l i s ta s . ! E s q u e , p a r a lo s j e f e s d e l a p l u t o c r a ­c ia m u n d ia l , l a d e f e n s a d e t a l e s in t e ­r e s e s c o n s t i t u y e e l o b je t iv o e s e n c ia l d e l a g u e r r a y c u a n d o s e t r a t a d e r e n u n ­c i a r a l i n a p a r t e d e lo s m is m o s , s e e s ­f u m a d e i n m e d ia to s u a r d o r b é l ic o a n ­t i t o t a l i t a r i o .

H e a h í e l g r a n p e l ig r o q u e a m e n a z a a lo s p u e b lo s q u e lu c h a n o q u i e r e n lu ­c h a r p o r l a l i b e r t a d , c o n t r a la b a r b a ­r i e f a s c i s t a . E s e l l a s t r e d e lo s i n t e r e ­s e s d e c la s e c a p i t a l i s t a , q u e g r a v i t a d e s a s t r o s a m e n t e e n t o d a s p a r t e s y q u e n o s e m a n i f i e s t a s ó lo e n e l a s p e c ­t o c o lo n ia l . E s e v id e n te q n e lo s m il lo ­n e s d e t r a b a j a d o r e s , h o m b r e s y m u ­j e r e s , d e c u y o e s f u e r z o c o n c e n t r a d o e n f á b r i c a s y t a l l e r e s d e p e n d e , e n ú l t i ­m a i n s t a n c i a , e l a p l a s t a m i e n t o d e l n a - 1 z if a s c is m o , n o p u e d e n s e n t i r s e e s t im u ­l a d o s a r e n d i r lo s t e r r ib le s - s a c r i f ic i o s y “ s o b r e e s f u e r z o s ” q u e s e l e s r e c la m a , s a b i e n d o q u e s u s a m o s y e x p lo t a d o r e s d e s i e m p r e s ó lo s e p r e o c u p a n d e s a l ­v a r s u s p r o p io s i n t e r e s e s d e c la s e , r e ­h u y e n d o t o d o p o s ib le c a m b io e n e l s e n t id o d e l a j u s t i c i a s o c ia l . P o r e! c o n t r a r io , d e s d e q u e lo s p u e b lo s t i e ­n e n l a s e n s a c ió n d e d e f e n ü e r a lg o p r o ­p io , d e s d e q u e lu c h a n p o r u n p o r v e n i r m e jo r , d e s d e q u e s e s i e n t e n a l e n t a d o s p o r a l t o s y g e n e r o s o s i d e a le s d e s u p e ­r a c ió n c o le c t iv o , n in g ú n s a c r i f i c i o le s r e s u l t a e x c e s iv o y n in g u n a f u e r z a p u e ­d e v e n c e r lo s .

S i l a h u m a n id a d h a d e s a l v a r s e d e l a b a r b a r i e t o t a l i t a r i a y n o s u f r i r u n s im p le c a m b io d e e t i q u e t a s e n l a s f u e r z a s o p r e s o r a s , s e r á e c h a n d o p o r l a b o r d a t o d o s lo s p r e ju i c io s c o n s e r v a ­d o r e s y p a s a n d o p o r e n c im a d e lo s in ­t e r e s e s d e l a s c l a s e s p r iv i l e g i a d a s , p a ­r a f i j a r s e o b j e t i v o s d e v e r d a d e r a e m a n c ip a c ió n d e lo s o p r im id o s . S ó lo a s í p o d r á n p o n e r s e e n a c c ió n l a s e n o r ­m e s f u e r z a s q u e s e r e q u ie r e n p a r a t e r ­m i n a r c o n e l t o t a l i t a r i s m o e n e i m u n d o .

FEDERACION AN ARCO-COMUNISTA ARGENTINA

l i l I H A l i A

LOS MEDIOS DE LUCHA D I R E C T A S O N L O S U N I C O S E F I C A C E SPOS procedim ien tos ex isten p a ra luchar en el país

con trd el fascism o:1o. — Procedim ien tos y m edios gubernam en tale s.2o. — Procedim ien tos y m edios populares.Hem os dicho repe tidas veces desde e stas colum nas

que no son las m edidas gubernam en ta le s las que pue­den com batir e im pedir el advenim ien to del to ta iita rism o en un país — en este caso el nuestro— . No obs ta n te , no tam os que de todos los sectores políticos ri c lam an con angustiosa insistencia las m edidas gubei nam en ta le s que, según ellos, les pondrán a cub ierto del peligro fasc is ta . N osotros consideram os estos re­c lam os y las m edidas que desde el E stado pudieran tom arse , no y a como innocuas, sino como una buena co laboración a l desarrollo ...oroaresivo del fascism o en

MISERIA FISIOLOGICA DE NUESTRO P U E B L OL A S U B A L I M E N T A C I O N E N U N P A I S

P R O D U C T O R D E A L I M E N T O SL os go b e rn a n tes que hab lan de la situación de em er­

gencia y adop tan m edidas p a ra "vigorizar" las defen­sa s del pa is, olv idan u n hecho d e fundamental im por­tancia , de l que con to d a ju s tic ia se hicieron eco a lgu ­nos ó rganos d e la p ro p ia p ren sa burguesa. O lvidan que un enem igo im p lacab le , p rov is to de arm as te rrib lem en­

te destructivas, e s tá en acción desde tiem pos inm em o­ria le s y cosecha los f ru to s m ás s in iestro s en todos los cam pos y en todas la s c iudades a rg e n tin a s . A ese ene­m igo, c o n tra el que son innocuas y f re n te a l que r e ­su ltan rid icu las to d a s las declam aciones o ficiales y los m ás encendidos d iscursos y las m ás be llas p rom esas de

para an iq u ila r sus bandas, organ izaciones y agen tes.H acer efectivo el boyco tt a los p roductos de ¡os paí­

ses fasc istas.N egarse a c a rg a r los barcos con destino a esoe países.L uchar con tra la reacción en todas su s m odalida­

des. E llo significa d e s te r ra la inge rencia del E stado en los conflictos y organ izaciones obreras .

El repudio del con tro l policial de las instituc iones popu la res de todo orden.

En una p a lab ra : "co n q u is ta r IS oalle” y hace r efec­tiva la sooeran ia de aquel que en las constituc iones se le denom ina soberano.

En el o rden económico lu c h ar por la elevación del " s ta n d a rd ’’ de vida general que pe rm ita una m ayor a p titu d fisica pa ra todos los ha b itan tes del país:

P o r una m ás eq u ita tiv a d is tribución de las tie r ra s y riquezas;

P o r una in tensificación del cooperativ ism o y todas la s fo rm as de econom ía popular.

De e sta m anera no se irá a la concen tración del poder del E stado, al fascism o, sino a la superación del actual régim en dem ocrático plu tocrático .

LIBERTADESSE FACILITA LA P E N E R A C I O N T O T A L IT A R IAMUY pocos fueron qu ienes se lla ­

m aron a engaño cuando nues­tro P o d e r E jecu tivo naciona l an u n ­ció el decre to d e e stad o d e sitio en lodo e l pa is, aduciendo la razón de n ecesita r un con tro l ab so lu to de la v ida nacional a f in de g a ra n tiz a r e l c u m p lim ie n to .d e 1 o s’ com prom isos con tra ídos p o r la A rgen tina en m a ­te r ia d e po lítica ex terio r. S e e stab a a poco tiem po de la e n tra d a de los E E . U U . en la g u e rra , y e s ta a c ti­tu d del gobierno d e s e r sincera , te n ­d r ía c ierto s v i s o s d e objetiv idad , pues se pensó en u n a persecusión inm ed ia ta de la s o rgan izaciones fa s ­cistas, las ún icas que p od rían m oles­t a r en rea lid ad a un gobierno que sigu iera u n a po lítica de apoyo a las po tencias a liadas.

L a ve rdad fu é com prendida , sin em bargo , p o r cas i todos. S e tr a ta b a du u n a m an iob ra del gobierno reac ­cionario, que le p e rm itía e lim in a r a la oposición en su po lítica in te rna , y p ro seg u ir cu cuan to a la po lítica e x te r io r en 1a m ism a posición sos­te n id a h a s ta hoy, de a p a re n te con ­descendencia h a c ia la s dem ocracias,

y so lapada a y u d a a lo s que en e l pa ís r e p rese n ta n la "q u in ta colum ­n a ” fasc is ta . L os hechos, desde e l m om en to m ism o en que fué decre ­ta d o e l es tado d e sitio , d e m u estra n e sa r e a lid a d : se pe rsigue so lo a los m il ita n tes ob reros, a los hom bres de izquierda , a la p ren sa d e oposición. S e h a n elim inado , a l a b o lir to d a s la s lib e r tad e s com unes en épocas norm ales, la s m ás f irm es posib ilida­des de que e l pueb lo a firm e y p rac ­tique la so lidaridad a n tito ta lita r ia . E n cam bio, n a d a se sa b e sob re que h ayan sido m o lestadas la s y a des­c ub ierta s en tidades nazis y fasc ista s, a p a r te d e l benévolo f a l l o jud ic ia l c o n tra los je fe s de ten idos a n te s del e stad o d e sitio.

N a d a favorece m ás a los to ta lita ­rios que e s ta f a lta de libe rtades. S us rep rese n ta n tes se m ueven tr a n ­quilam ente, am p arad o s p o r los fun ­c ionarios que s im patizan con su fi­na lidad . O bras s in e n c o n tra r rea c ­ción, cosa que no sucedería si e l p ueb lo tu v ie ra lib e r tad de e x p re sa r­se, lib e r tad d e a c tu a r en de fensa de su s ideales.

L o que e n teneb rece a ú n m ás, e l p an o ram a nacional, es que la s fu e r­z as de la oposición, que dice su ste n ­t a r a lto s ideales dem ocráticos, s e m a n ten g a n inoperan tes f re n te a un hecho que am enaza en convertirse en e stad o pe rm a n en te d e cosas. SI no se reacciona a tiem po, se e jerce­rá , invo lun tariam en te , la m e jo r a y u ­da posible a la reacc ión y e l to ta ­lita rism o .

NO OLVIDEMOS A LOS PRESOS DE

BRAGADON in g u n o de los p ro nunc iam ien ­

to s jud ic ia le s q u e ja lo n a ro n e l in icuo proceso d e B ragado logró deb ilita r , y m en o s a ú n para liza r , la c a m paña po p u la r que se ha ven id o c u m p liendo p a ra hacer ju s t ic ia a n u e s tro s com pañeros V u o tto , M a in in i y D e D iago. P o r e l con tra rio , a n te cada n u e vo pa ­so d e los q u e d ic ta ron fa llo s con­den a to rio s a pesar d e la s in n u ­m era b les ev idencia s sobre la ab ­so lu ta inocencia d e los obreros to r tu ra d o s por los esb irro s d e la d ic ta d u ra u r ib u r is la , la; opinión púb lica fu ó in tensificando su c la­m o r y las o rganizac iones obre­ra s, c u ltu ra le s , popu la res, a s í co­m o persona lidades de la s m á s d i­v ersa s te n d en c ia s ideológicas, pu ­sieron m á s ca lo r, m á s ind igna- v íc tim a s d e una odiosa con fa b u ­lación reaccionaria . L a libera­ción d e los tr e s h o m b res conde- c ión , m á s fe en e l tr iu n fo de. la c ausa d e los p resos de Bragado, v ados por la ju s t ic ia d e c la se , se c o n v ir tió e¡i una bandera d e lu ­cha para e l p ro le ta riado y para todos los h om bres y m u je res c o n scien te s de l va lo r de los de­rech o s p iso teados y escarnecidos p o r los que se dicati in té rpre tes , d e las leyes . L a se n ten c ia d ic ta -(la p o r la S . ( : de la N ación

p lena va lidez u l fu llo de la G ûm ura Scg u n d a de M ercedes, n o puso p u n to fin a l a l d ra m d ti- co proceso. E s deber, d e todos

los políticos de cualquier pa rtido , h a y que denom inarlo con el nom bre b ru ­ta l, con la s palabras crudam en te e locuentes que co rresponden: se llam a M ISE R IA , HAMBRE, D EB IL ID A D FISIO L O G IC A , D E G E N E RA CIO N F IS IC A .

D esde la espléndida y orgu llo sa cap ita l que es B uenos A ires, h a s ta el m ás o lvidado rincón de la m ás olv idada provincia o te r r ito r io argen tino , sirven de cam po de operaciones de ese enem igo que a tac a en sus fuen tes la s energ ías vitales de la s m asas pob res de la república . S i no b a s ta ra la sim ple observación de la rea lid ad que nos rodea , si no fu e ra sufic ien te com probarlo en las b a rria d as p ro le ta r ia s de la g ran u rb e y en la s ciu­dades, pueb los y campos del in te rio r; s i la vida d ia ria no m o s tra ra los c uadros dibujados p o r la m iseria en la calle, en los cuartuchos , en los y en los caminos, b astarían dos te stim onios que p o r su fu en te no adm iten hosp itales, en los conventillos, en la s fáb ric as y ta lle re s , en las chac ras discusión : la s cifras que dan el a llisim o po rce n ta je de m uchachos inep­tos p a ra e l servicio m ilita r, y la s c ifra s que indican los esca lo frian tes po r­cen ta jes de la m ortalidad in fan til, ba róm etro s de p r im e r orden p a ra m e­d ir el g rado de salud que goza un pueblo.

M ás ind ignan te es c o n s ta ta r el e s taa o d e m iseria fisiológica de la Inm ensa m ay oría del pueblo, cuando se t r a t a de un país que p roduce en «bundancia los alímenlos p rim a rio s v ita le s p a ra el o rgan ism o hum ano, y cuando se comprueban la s e spantosas consecuencias del s is tem a que hace m ás caro s y p o r tan to m enos accesibles ta le s productos cuando el c ierre de los m ercados ex teriores h a ría posible, sí algo de rac io n a l hub ie ra en la a c tu a l ordenación social, todo lo con tra rio . S ab ido es que con la to le ­ra n c ia y protección de los gobiernos, los g randes c ap ita lis tas d e la indus­tr ia y del agro, los in te rm ed iario s y a ca p arad o res d e todo m a tiz , alzan ios p recios para com pensar la m erm a de las exportaciones, destruyen can tidades fantásticas de a rtícu lo s a lim entic ios o lim itan los cultivos, m ien tras el hambre to r tu ra y m a ta len tam en te a m illare s de se res hu ­m anos despojados del derecho a la vida . M ise rias s in f in pasan los ho­g a re s sostenidos por sa lario s que no a lcanzan p a ra lo m ás e lem en ta l. Mi­se rias in au d ita s sufren los castigados p o r el azo te d e la desocupación, m iserias desesperantes deben so p o r ta r los p a ria s de la tie r ra , a rro ja d o s de e lla s in piedad, e rran te s en busca de pan y techo o m aldiciendo su Im potencia en medio del suelo fecundo a l que en treg aro n toda su vida.

i Puede un pueblo así castigado, así a to rm en tado p o r la fa lta d e pan, carne , leche, f ru ta s ve rdu ras, \estitVo y v iviendas sanas, en un país tan rico, ta n ex tenso como este en qtjp vivim os, de fender con pasión, con en tusiasm o, sem ejan te o rden d e c j*as, y responder a los llam ados da qu ienes a p u n ta la n los privilegios de la s c lases que viven a expensas de ta n ta In justic ia? No es p reciso d a r respuesta . U n pueblo que lucha con­t r a el enem igo que sin cañones n i bom bas de stru y e su sa lud lis ien y condena a sus hijos desde que nacen a se r v ic tim as do 1odas la s pestes c au sa d as p o r la subalim entación y la fa lla de h igiene, tiene a n le sí un prim ord ia l d e b er: luchar po r la lib e r ta d a l m ism o tiem po que p o r con­diciones hu m a n as dé ex istencia.

STEFAN ZWEIGVENCI DO POR EL E S P IR IT U DE B A R B A R IE

pu ra , los a m an te s p la lón ícos de la paz y de la c u ltu ra desin te resada . No h a y lu g a r p a ra ellos, si qu ieren v iv ir s in concesiones a la b a rba rie .

Sólo h a y un m odo d e v iv ir digna* m en te en estos m om entos, s in tr a i­c ionar los g randes ideales hum anos. E s e l modo d e los luchadores, da los m ilitan tes , de los que re s is ten y com baten la b a rb a rie , s in te m o r a n inguna violencia, a n ingún sa c ri­ficio. s in re lro c ed e r a n te n inguna audacia. E l m undo e n le ro es hoy un cam po d e b a ta lla donde la neu ­tra l id ad se lla m a estup idez o cobar­d ía . S tefan Z w eig no pod ía s e r neu ­tr a l , p e ro lam poco ten ia condiciones d e com batien te . V en su sup rem a sinceridad , no vio o tra sa lida que e l suicidio.

P e ro lo s m ilita n tes d e la lib e r tady de la justic ia , no han de segu ir ése cam ino. H an de p e rs is tir en la acción com bativa, h a s ta vencer la b a rb a rie a b so lu tis ta y h a ce r que e l ha y a lu g a r en el m undo p a ra los c u lto res de la be lleza pu ra.

H e ah í un g ran a rtis ta , un a p a ­sionado investigador del e sp ír itu hu ­m ano, c iudadano de la E u ro p a re ­fin ad a y c u lta de un pasado rec ien­te que y a p a re ce m u y rem oto, que no pudo re s is tir m ás la presión r e ­fle ja d e la b a rb a rie to ta lita r ia y decidió a b an d o n a r un m undo presa de una reg resión c a ta stró fica , don­de todo es lucha, odio y destrucción y donde no queda n i un punió pro­picio p a r a la contem plación o la creación a rtís tica .

N o cabe m ay o r y m ás pa té tica a firm ación de sinceridad , d e abso lu­ta identificación del hom bre con sus ideas, con sus conceptos é tieos y es­téticos, con su o b ra de to d a la vida. S te fan Zw eig, no pudo se g u ir vivien­do en un universo invad ido p o r el e sp ír itu d e la b a rb a rie , c o n tra e l cual no se s e n tía con fuerzas ni ap- tudes p a ra lu c h ar. Y no encon tran ­do y a sen tido n i fina lidad a su exis­tencia, decidió ponerle t é r m i n o , cum pliendo e l suprem o y pasivo ges­to de p ro te s ta de l vencido, que no qu ie re q uedar a discreción d e la infam ia vencedora.

G esto herm oso, trág ica m en te acu ­sador, pe ro lam en tab lem en te estéril.

P e ro no vam os a la n za r rep roches an te e l cad á v er d e l g ran suicida. Sólo querem os s e ñ a la r 1 a conclu­sión s in to m ática de ese gesto de desesperado renunciam iento . Y e s que en e sta h o ra d e trem en d a lu ­cha y to ta l destrucción que vive el m undo, no h a y lu g a r p a ra los so­ñadores, lo s c reado res d e belleza

www.federacionlibertaria.org

Page 2: Acción Libertaria, Nº 53. Marzo 1942 (Incompleto)-Fla

Los ferroviarios deben replantear el problema abarcando la derogación del Laudo y el aumento de los salariosSE TRABAJA ACTIVAMENTE POR U N A AUTENTICA FEDERACION OBRERA DE LA CONSTRUCCIONEL C o m ité d e R e la c io n e s d e S i n d ic a to s d e la C o n s t r u c c ió n ,

e x p r e s ió n d e u n f i r m e m o v im ie n to a u tó n o m o e n d ic h a i n d u s ­t r i a , c a r a c t e r i z a d o p o r s u r e p u d io a l a s m a n io b r a s c e n t r a l i s t a s ¡y p o l i t i q u e r a s d e la F O N C , h a v i s t o la n e c e s id a d d e p l a n t e a r j a lo s s in d i c a to s p o r é l r e la c io n a d o s » e l p r o b le m a d e la c re a c ió n 'd e u n o r g a n is m o e s t a b l e y d e f in id o e n s u f u n c io n a m ie n to o r g á - (n ic o , q u e r e a l i z a r a c o n m a y o r e s m e d io s y p o s ib i l id a d e s la m is m a l a b o r q u e v ie n e r e a l i z a n d o e l m e n c io n a d o C o m ité d e R e la c io n e s .

I E s t e p l a n t e o f u é r e s u e l to p o r u n a a s a m b l e a p l e n a r i a d e ¡ 'd e le g a d o s q u e s e h a b í a r e a l iz a d o e l 1 9 d e e n e r o , h a b ié n d o s e r e m i t id o u n a a m p l ia c i r c u l a r e x p l i c a t i v a a lo s o r g a n i s m o s a f e c ­t a d o s , e x p o n ie n d o lo s a s p e c to s m á s im p o r t a n t e s d e l p r o b le m a

EL AUMENTO DE FLETES Y PASAJES RED'JNDADARA EN PERJUICIO DIRECTO DL> “ STANDARD” DE V IH POPULARDE SP U E S de so p o rta r el gremio

ferro v iario du ran te la rgos años las consecuencias del “ laudo Ju sto " ; de haber conseguido por fin que sus dirigen tes, que pretenden poder solU' c lonar loa p roblem as con las e te rn a ­m ente d ila to ria s gestiones Lfcirocráti- cas y gubernativas, acepten la rea li­zación de paros que significan la ac­ción d irec ta que ellos siem pre han re­chazado, se halla f re n te al m ás des­

graciado desenlace que el problem a pudiera hab er tenido, ta n to desde el punto de v ista de los in tereses ob re ­ros ferrov iarios, ya que ni las re ten ­c iones fueron derogadas sino suspen­didas, como el de los in tereses popu­lares en general, que deberán su frir un nuevo encarecim iento del costo de la vida.

Este desenlace lo ha posibilitado el hecho de que los e sta tu to s de las

organizaciones obreras ferrov iaria s d irec tivas las enorm es facultad.es de que e stán inveslidas, las cuales debe­rán se r p rivativas de a sam b leas seccio nales, congresos y votos generales. Si a una acción de la base como la ú l­tim am ente rea lizada se un ie ran unas norm as e s ta tu ta r ia s de c a rá c te r fe- Je ra lis ta , los d irigen tes no hubieran podido conducir el problem a a la in­g ra ta a lte rn a tiv a del m om ento.

C ó m o se A fe c ta r á a lo s O b re r o s F e r r o r ia r ia sS i bien es c ierto que, prov isoriam ente , cesa rán las ̂ D em asiado bien saben los ferro vi: irios lo qué ello

ta lle s . B aste r e ­to do la in tensi- a iario s; la c lau- •rsión del perso- lUlante" ya que nen io de uno a ío do la N ación,

c u atrolen te 1

definidamente reaccionariaLA p r im e r reacc ión del c ap ita lis ­

m o f re n te a la s reiv ind icacio­nes del p ro le ta r ia d o o rganizado , a ú n en p le n a "edad d e o ro" de l li­b e ra lism o y de la dem ocracia , h a Bido de ind ignado rechazo y re p re ­sió n v io len ta . L os e s ta d is ta s e ideó­logos de la b u rguesía , s in d e ja r de p ro fe sa r te ó rica m en te los p o s tu la ­do* de lib e r tad d e m o crática y, p p r ta n to , adm itiendo e l p rincip io de li­b re asociación, c onsidera ron como su b v e rsiv a y a te n ta to r ia a l orden, 1a o rgan ización g rem ia l de los t r a ­ba jad o res , cuando e s ta o rgan izac ión no se p ropon ía s im p les fina lidades ele ayuda m u tu a , sino q u e se p la n ­ta b a f re n te a los p a tro n e s, ex ig ien ­do m e jo ras su s ta n c ia le s y poniendo • n cuestión e l p rin c ip io sa g ra d o del C ap ita lism o : el de su a bso lu ta y om ním oda vo lu n ta d d e n tro de la fáb r ic a , e l ta l le r o el estab lec im ien ­to com ercial. L a n e g a tiv a m á s em ­p e c in a d a p o r p a r te de los p a trones y la m ás d u ra lucha , se h a n p ro ­ducido s iem pre en to rn o a e s ta cuestión . N o e ra n ta n to la s m e jo ras «n si lo que provocaban la in tr a n ­sigencia c ap ita lis ta , sino e l hecho d e te n e r que reconocer a la s o rg an i­zaciones o b re ras com o, una po tencia y a d m itir q u e é s ta s im p u s ieran de­te rm in a d a s condiciones de trab a jo , lim ita n d o la fam osa " lib e rta d ’1 de lo s em presa rio s en que se b a sa ca ­s i exclu sivam en te e l libe ra lism o bu rgués, i

Com o decim os, fu é e sa la " p ri­m e r" reacc ión de la b u rg u es ía f re n ­te al p ro le tariado consciente y o rg a ­nizado que p la n te a b a su s reiv ind i­caciones de c lase . U na reacc ión en c ierto m odo in s t in tiv a y p r im a ria . S e c re ia, s in duda , que e sas rec la ­m aciones o b re ras e ra n f ru to de una ag itac ión a rti f ic ia l y que h a b ría n de te rm in a r con sólo e m p le a r un po­co de rigo r po lic ia l. L a conciencia "dem ocrática" de la bu rg u esía no se Iba a se n tir c o n tu rb a d a po r e l em ­pleo de p roced im ien tos que se sa lían un poco de su c redo político.

P e ro a poco de p o ner en juego el m étodo rep resivo , los d ir ig e n tes m is sagaces de la c la se d irig e n te com ­p rend ie ron que aquel podía s e r pe­lig roso y con tra p ro d u ce n te . L a o r­ga n ización o b rera , respondiendo a u n a p ro fu n d a necesidad de la c lase p ro d u cto ra , no podia s e r d estru ida

con m ed idas de v iolencia, que sólo ex asp e ra b an a los exp lo tados y les com un icaba u n a m ay o r conciencia de c lase , a p a r te que los gobiernos no pud ieron en tonces e m p lea r una rep resión to ta l como o cu rre a c tu a l­m e n te en m uchos países, inc luso en los q u e aún siguen considerándose naciones dem ocráticas.

P u e s to que e l m ov im ien to obrero y la o rgan izac ión co rrespond ien te no podían s e r e lim inados p o r la so­la v iolencia, los gobiernos m ás “avanzados” decid ieron a c u d ir a o tro p rocedim ien to , en v ís ta a a n u ­l a r la disposición com bal iva de los trab a ja d o re s . Y fué la legalización de ios sind ica to s, la c re c ie n te in te r­vención m ed iad o ra del K stado en los con flictos e n tre c a p ita l y tr a b a ­jo, la m inuc io sa legislación sobre cuestiones o b reras , el reconocim ien­to legal de c ie r ta s conqu ista s y, co­m o co ro la rio , e l fom en to de la bu­ro c rac ia sindical, u n a bu ro c rac ia cad a vez m á s a sim ilad a en esp íritu y en a c tu a ció n a la p rop ia b u ro c ra ­c ia e s ta ta l.

E l in te rvenc ion ism o del gobierno en los p rob lem as ob rero s es, pues, u n a fase de la acción conservado ra, a n tip ro le ta r ia de la bu rg u esía . E s ta se h a v isto ob ligada a r e a liz a r c ier­ta s concesiones, pe ro se la s a r re g la de ta l m odo que las m ism as conce- * iones —p ro d u c to de la p resión e je r ­cida po r la fu e rza o b re ra o rgan iza ­d a— s irv a p a ra m e lla r y desm enu­z a r e sa fuerza , qu itán d o le toda s ig ­n ificac ión rev o lu c io n a ría . Y en ese em peño, la c lase p a tro n a l c u en ta con la e ficaz co labo rac ión de la pe­queña c lase de funcionarios sind ica­les su rg id a en los g ran d e s o rg an is­m os c o rp o ra tiv is ta s .

P e ro es necesario , indispensab le, a c e n tu a r y fo r ta le c e r ese m ovim ien­to sano, pues, es la ún ica g a ra n t ía de que e l p ro le ta r iad o pueda re su r ­g ir com o fu e rza d e te rm in a n te en la s p róx im as tran s fo rm a c io n e s sociales. P o r eso, creem os de mim a im p o rta n ­cia e sc la rec e r la conciencia de los tr a b a ja d o re s organ izados , s inceros m il ita n tes de su sind ica to , p a ra h a ­c erles c om prender e l v e rd a d ero ca ­r á c te r reacc io n ario y rep resivo del in te rvenc ion ism o oficial en los pro- b lem as obreros, p rep a ra n d o su es­p ír itu p a ra rea cc io n ar c o n tra e l ava ­sa lla m ie n to c as tra d o r.

en el nm iiaao te rre n o ae las re ten ­ciones, y si a lguna objelón se levan­tó, tr a ta ro n de a p la s ta r la con el a r ­gum ento de que el m om ento e ra para los hechos y no pa ra la s discusiones;

como “ golpe político” a stu to -

te titud sospecho- ’ i solución

frltu de ecuanl ¡epresldertte

as consecuencias ya las conocemos: I em peoram ien to de las condiciones

MANIOBRAS ANTIOBRERAS DE LOS CONTRATISTAS S E C U N D A LA P R E F E C T U R A MA R I T I MAT ~ \E S D E h a c e u n t ie m p o a e s t a p a r t e , l a P r e f e c t u r a M a r í t im a ,

r e s p o n d ie n d o e v id e n te m e n te a i n s p i r a c io n e s p a t r o n a l e s d i ­r i g id a s a e l im in a r l a o r g a n iz a c ió n o b r e r a d e l a r i b e r a , e s t á a d o p ta n d o a c t i t u d e s f r a n c a m e n t e h o s t i l e s y p r o v o c a t iv a s f r e n t e a d ic h o o r g a n iz a c ió n d e lo s t r a b a j a d o r e s , p l a n t e a n d o u n p r o b le ­m a q u e é s to s d e b e n e n c a r a r c o n to d a e n t e r e z a , s i n o q u ie r e n d e j a r s e a r r e b a t a r c o n q u i s t a s d e e s e n c ia l im p o r t a n c i a .

E s a s i t u a c ió n s e h a p r e s e n ta d o ú l t i m a m e n te c o n m o t iv o d e lo s c o n f l i c to s q u e v ie n e n s u s c i t á n d o s e a b o r d o d e lo s b a r c o s , p r o v o c a d o s p o r la a c t i t u d d e a lg u n o s c o n t r a t i s t a s q u e p r e t e n ­d e n i n t r o d u c i r p e r s o n a l a d v e n t ic io , n o f e d e r a d o s , p a r a e f e c t u a r t a r e a s q u e c o n t r o l a y s o n d e l a e s p e c ia l id a d d e la F e d e r a c ió n d e C o n s t r u c c i o n e s N a v a le s y a l c u a l p a g a n s a l a r i o s m u y in f e - r io r e « a lo s e s t i p u l a d o s e n e l p l ie g o d e c o n d ic io n e s d e d ic h a F e d e r a c ió n .

E n to d o s lo s c o n f l i c to s a s í p r o v o c a d o s , l a P r e f e c t u r a t r a t a d e o p o n e r t o d a s la s t r a b a s y c h i c a n a s a la o r g a n iz a c ió n , d e s d e im p e d i r l a a c c ió n d e lo s d e le g a d o s c o n m u l t a s y o t r a s m a n io b r a s p e r s e c u t o r i a s , h a s t a s u m i n i s t r a r d i r e c t a m e n t e p e r s o n a l c r u m i r o a lo s i n e s c r u p u lo s o s y á v id o s c o n t r a t i s t a s , q u e e m b o ls a n e n o r ­m e s s u m a s a c u e n ta d e lo s m is e r a b l e s s a l a r io s q u e p a g a n a lo s i n c o n s c i e n te s q u e s i r v e n d e i n s t r u m e n t o s e n l a m a n io b r a a n t i ­o b r e r a , y a q u e e l v e r d a d e r o p r o p ó s i to d e lo s t a l e s c o n t r a t i s t a s y d e lo s t i b u r o n e s d e l a i n d u s t r i a n a v ie r a , e s t e r m i n a r c o n la o r g a n iz a c ió n s in d i c a l , p a r a g e n e r a l i z a r lo s s a l a r io s d e h a m b r e , s u p r im i r e l p a g o d e lo s e x t r a s y e s t r u j a r h a s t a e l m á x im o e l e s f u e r z o d e lo s t r a b a j a d o r e s .

C o m o p r u e b a d e lo q u e d e c im o s e s t á lo o c u r r id o e n e l c a s o d e l v a p o r “ G u a l e g u a y ” . A r a í z d e u n c o n f l i c to p r o d u c id o a b o r d o d e l m is m o , d o s d e le g a d o s d e l a F e d e r a c ió n c o n c u r r i e r o n p a r a b u s c a r l e s o lu c ió n . E s t o b a s t ó p a r a q u e la P r e f e c t u r a a p l i ­c a r a u n a m u l t a d e 5 0 p e s o s a c a d a u n o d e e l lo s , a l e g a n d o q u e h a b í a n c o m e tid o u n a in f r a c c ió n a c i e r to d ig e s to q u e p r o h íb e s u b i r a b o r d o s in p e r m i s o d e l c a p i t á n d e l b a r c o , f o r m a l id a d q u e e n la p r á c t i c a c a s i n u n c a s e c u m p le .

O t r o c a s o m á s g r a v e e s e l o c u r r id o c o n e l v a p o r “D art” , a l s e rv i c io d e l f r i g o r í f i c o S w if t . E l p e r s o n a l m a r í t im o d e este b a r c o s e d e c la r ó e n h u e lg a a r a í z d e h a b e r s id o r e c h a z a d o u n p e d id o d e m e j o r a s , L o s t r a b a j a d o r e s d e l a c o n s t r u c c ió n n a v a l , s o l i d a r iz á n d o s e c o n lo s m a r í t im o s , h iz o a s u v e z a b a n d o n o d e l a s t a r e a s d e r e p a r a c i ó n q u e e s t a b a e f e c tu a n d o e n e l d iq u e d e C a r e n a . I n m e d i a t a m e n te f u e r o n r e e m p la z a d o s p o r p e r s o n a l e n ­v ia d o p o r e l M in i s te r io d e M a r i n a , q u e a c tu ó d e s e m b o z a d a m e n te c o m o s u m i n i s t r a d a ¿ e c r u m i r o s , s ie n d o lo m á s l a m e n t a b l e q u e m u c h o s d e e s o s o b r e r o s q u e d e s e m p e ñ a n t a n t r i s t e p a p e l , están o r g a n iz a d o s e n T r a b a j a d o r e s d e l E s t a d o .

E s i n d u d a b le q u e c o n t a l e s m a n io b r a s , q u e n o s e l im i t a n a c a s o s a i s la d o s s ó lo s e t r a t a d e i n t i m id a r a lo s t r a b a j a d o r e s p a r a h a c e r lo s f l a q u e a r y d e s e r t a r d e l a o r g a n iz a c ió n , p a r a o b te ­n e r lo s f in e s h a m b r e a d o r e s a q u e n o s h e m o s r e f e r i d o a n t e s . P e r o n o e s m e n o s c ie r to q u e d i c h a s m a n io b r a s h a b r á n d e f r a ­c a s a r r o t u n d a m e n te , d e s d e q u e lo s o b r e r o s s e c o n c e n t r e n c o n m a y o r f i r m e z a d e n t r o d e s u s s in d i c a to s y p r a c t iq u e n c o n to d a d e c is ió n l a s o l i d a r id a d s in d i c a l . A s í lo c o m p r e n d e n lo s m i l i t a n t e s d e l a c o n s t r u c c ió n n a v a l , q u e e s t á n d is p u e s to s a a f i r m a r l a o r g a - . n iz a c ió n p o r e n c im a d e t o d a s l a s p r o v o c a c io n e s g u b e r n a m e n t a l e s y p a t r o n a l e s .

La despoblación del agro £vEÍE argentino y los interesesSi vicepresidente _ _

io de la s ta rifa s h a s ta dónde po­n d a . D adas las a que no llegan s y los repues- g ran elevación suponen que la o r lo tan to , no ) hab iendo com-

la rifa s al lado licación del des-

Jlverlas más.61o se ap licará a sino a la pobla­

os beneficios de laú se e stá apli- e la Comisión de

:iue los ferrov ia- e coloque fren te im portan tes mo-

•a debe ha llarse

» a condición de vayan d irigidas derechos do los

es m anejaban a DD.lúe las organiza-

ai fascism o co- lo en o tros pal- ;n E spaña, pero “alm acenes de

>les” . Los ob­ué los consigan propios medios

al fin y al cabo, fué e ludido por económ icas de todos los trab a ja d o recual incluso los ferrov iarios, que su friránper- tam bién el em peoram ien to de las

¡redentamlento del caudal condiciones de trab a jo .

¿e la oligarquía c rio llas ya estaban p lan teadas seguí

L a D e fe n s a d e la IH qn itlad y lo s In te r e s e s O b re ro sU na sana doc trina p ro le ta r ia enseña que cada vez

que un sec to r ob rero exige m e jo ras debe im pedir que pa trón a lce el va lo r de los productos que e labo ran — en este caso el de la s ta rifa s ferro v iaria s—, y a que, de o tra m anera , aunque pu d ie ra conseguirse que se eleva ran los sa lario s de todos los obreros, al elevarse e l costo de los productos que e l m ism o o!/.'e ro debe consum ir nos h a llaríam os a l final con la s igu ien te si­tuación : sa lario s m ás altos, costo de vida m ás alto tam bién . R esu ltado : igual que an tes de la lucha que ta n to pudo h a b er costado. Q ue esto no suceda es lo que deben de I r a ta r los ferrov iarios.

S e debe re p la n te a r el prob lem a — ya que con el de­c re to se a g rava la situación a n te r io r y hace rlo por la derogación lo la l del " laudo" y el aum en to de ios sa larios, ya que m ie n tras las Condiciones económ icas de los ob rero s em peoran d ia a día, con las e m presas su­cede lo con tra rio . E n efecto, com parando am bas s itua­ciones en los últim os dos años hallam os que, m ien tras e l costo de a l vida se h a elevado en un 40 o|o, la s em­p resa s han pasado de 23.809.570 de pesos oro de ga­nancias liqu idas en 1940, a 34.161.800 ,en 1941; es

decir, un aum en to de m ás de un 40 o'o. R esu lta , por lo tan to , lo sigu ien te : m ie n tra s la situación económica de los ob rero s ha m erm ado en un 40 o o, la de las em ­presas ha au m entado en m ás de esa can tidad .

N o im porta que las e n tra d as b ru ta s de la s em pre­sas no hayan aum entado en la m ism a proporción que la s ganancias. L a d iferencia se debe a las economías in troducidas en la explotación y a l m ayo r rendim ien to de trab a jo im puesto a l personal. D e e sta m an era , co­mo la s e n tra d as b ru ta s e ran m ás o m enos ap rox im a­das a las de años an terio res y el " laudo" se rig e por las m ism as, pudieron las em presas b u r la rse de él y , a pe sa r d e ob ten er m ás ganancias siguieron m etiendo la m ano en los bolsillos de su s operarios, pe ro eso sí, le ­galm ente.

I.a recuperación com bativa a l m ism o tiem po que la so lidaridad con los dem ás trab a ja d o re s y la refo rm a descen tra liza (lora do los esta tu to s , son las condiciones fundam enta les que deben e stab lecer a la b revedad los ferrov iarios —que, aunque díficil, por cuan to tend rán que c o n ta r con la adversidad de sus dirigen tes, im ­periosam ente necesarias— si qu ie ren s a lir del a to llade ­r o en que se hallan.

ES UN DEBER ESENCIAL ANULAR A LOS TRAFICANTES DEL MOVIMIENTO OBRERO

h a tra y ec to ria ile los g randes bit-rócratai del -,id én tica en cua lqu ier par do. D onde todavía pueden a c tuar, porque a u n no barrió con lodo el fa sc ism o , re p ite n d ia a d ia ac to s y posiciones que de term in a ro n e l fr a ­caso d e la s o rganizaciones p ro le ta ­rias y , con e llo , la s m á s vergonzosas derro ta s, a que lla s que se producen s i« am ago de lu c h a siqu iera , a n te el p r im e r in te n to serio de los e lem e n ­tos to ta lita rio s , h a s e norm es trage ­dias que sign ifica ron ta n to s desas­tre s , las crisis que, desem bocaron en la a c tu a l c on flagrac ión , ¡as leccio­nes tin ta s en sangre y lágrim as que en u n pa ís tra s o tro escrib ieron los pueblos doblegados por la. m o n s tru o ­sa reacción to ta lita ria , no a lte ra ron t i r itm o n i t i curso de la ac tividad da le s caud illo s dv l s ind ica lism o r e ­fo rm ista .

P ersis tie ron y p ersis ten en su la ­m en ta b le func ión de d estru c to res de la po tencia lidad p ro le ta ria . S iguen desviando a las o rganizaciones de su ru ta . C on tin ú a n fre n a n d o toda

expresión de rebeldía ju s ta y cua l­qu ier ensayo de acción d ignu de los trabaja ilores. M anejan a organism os nu m érica m en te poderosos cotilo a in s tru m e n to s de su propiedad. V iren esp lénd idam en te con los abultados sue ldos y v iá tico s extra ídos de las cuo ta s q u e pagan los a filiados. M a­niobran a discreción pura conservar ta le s posiciones y desbara tan la m e ­nor oposición con las "sanciones” disc ip linarias que e l cen tra lism o po­ne en sus m anos com o a rm a coiit/in- cenrr. Invocan a la clase obrera cuando tra ta n con los gobernantes , ruando hacen po lítica d e partido y cuando tra icionan a todas luces a los traba jadores q u e d irigen. En m o ­m en to s de tensa crisis, d e angustia u n iv ersa l, siguen e l juego burlesco de las conferencia s in ternacionales en que partic ipan delegaciones de gobiernos, p a tro n e s y " obreros”, de­signados por los gobernan tes de tu r ­no. M ien tra s lo s obreros su fre n co­m o nunca los e fec to s de s n propia ili b iliilud. perd iendo derechos y con ­qu ista s . e llo s ca lien tan am bic iones en los m in is te r io s ; m ie n tra s la reac­

ción golpea con c rec ien te v io lencia , ello s rinden p le ite sía a los m á s a l­to s re sponsables de la represión an- liobrera . E n una trayec to ria tan ' l e ­na de vergüenzas, poco resa lta l u i ­sa m ás o m enos. N u e va s g o ta s en el m a r d e sus claudicaciones son estas v is ita s p residencia les de los D om e- nech y com pañía , esos sa lto s de los que ju n ta n su s n om bres de candida­tos a d ipu tados a la s lis ta s m á s re ­accionarias, esas m an iobras escan­dalosas de los je fe zu e lo s s ta l in is ta s q u e p re tenden m onopolizar, e l g re ­m io de la construcción a l am paro de los "laudos” que im ploran a los go ­biernos d e cua lqu ier color. Im p á v i­dos en su m a rch a , los tra f ic a n te s del m o vim ien to obrero tío qu ieren v er, no pueden v e r por su conform ación Viciosa, las te rrib le s am ena ta s que penden sobre la cabeza de todos. Só ­lo te rm in a rá n 9U fu n e s to pape l, el día que los propios traba jadores los arro jen sin con tem p lac iones de to ­das p a rte s , recuperando e l dom inio de su s organizaciones. E s decir, el día de ' rigoroso re su rg ir p ro le ta ­rio.

HEM O S sustenido en d iversas oportun idades que uno de los

fac tores p rim ord ia les que con tribuye a que el cam po a rg e n tin o se despue­ble cada vez m ás, e ra el despotism o y la a rb itra rie d a d im puestos a las poblaciones ru ra le s y u rbanas po r la c asta o ligárquica de te rra ten ie n te s , como consecuencia d e la m ala dis­tribución de la tie rra , los a lto s a lqu i­leres im puestos a los colonos a rre n ­da tario s , los c on tra to s leoninos que fac ilitan la explotac ión desp iada de los pequeños a g ricu lto res y los s a la ­rios de h am b re con que es rem une­rado el p ro le tariad o ru ra l, condena­do a una pobreza s in lim ites.

A todo eso hay que a g re g a r la pé­sim a ob ra de los pa rtidos políticos que se han tu rn ad o en el poder, y que a trav é s de sus gobiernos lian seguido una po lítica a g ra ria de clase, destinada a a c rec en ta r los privilegios y las riquezas de los dueños de la tie rra . P o r eso no se ha p resen tado c ris is que no haya repe rcu tido inm e­d ia tam en te sob re el aum en to o dis­minución de la población que trab a ja la tie r ra , debiendo e m ig ra r hacia las ciudades en p rocu ra de los m edios de subsis tencia de que se le s p riva en e l campo.

E l c recien te uso de la s m áquinas y o tro s elem entos técnicos em pleados en la s faenas agríco las que perm iten rea liz a r a dos o tre s pe rsonas ta ­re a s p a ra las cuales se requerían diez o quince y con m a y o r em pleo de tiem po, han hecho el resto .

C inco m il m áqu inas desg ranado ras a g rane l, con cinco hom bres cada una rea lizan un trab a jo que a n tes co rrespondía a t re in ta po r ig u a l uni­d a d y en m enos tiem po y suprim e en la c arg a y d esca rga en la s e sta ­ciones o tros doce hom bres; la s 40.000 c c r ta - tr illa sup rim en sie te hom bres cada una y ab rev ia en tre s cu a rta s pa rte s la du ración del tiem po de faena. Los e levadores de g ranos han a rro ja d o , p o r su pa rte , a m ás de 40.000 hom bres a la desocupación.

T eniendo en cu en ta todos esos fac­to res , que en con junto nos presen tan la deso lada rea lid ad del cam po a r ­gentino, el pa ís agríco la -ganadero m ás rico del con tinen te, re su lta a lta ­m ente pa radóg ica y absu rda la a lir- m ación de algunos econom istas "es­pecializados", según la cual fa lta gente p a r a el tr a b a jo sg ra r io en nuestra cam paña. L a v e rdad e stá prec isam en te en la a firm ación con­tr a r ia : fa lta trab a jo para la gente que qu iere t r a b a ja r . C ierto es que g ran d e s zonas ag ríco las se e stán des­

poblando y que en m uchas p a rte s , las vacas d esa lo jan a los hom bres, es decir, que zonas a g ra ria s , que h a ­blan a lcanzado un g rad o de des­arro llo económ ico superior, vuelven a la e tap a m ás p rim itiva de la g a ra - de ría crio lla. Q ue m illares y m illa ­res de tra b a ja d o re s d e la t ie r ra se ven obligados a " em ig ra r" , concen­trándose en a lgunas c iudades y p rin ­c ipalm ente en la C ap ita l F e d e ra l, donde van en busca de un jo rn a l cualqu ie ra que no s iem pre encuen­tran . S in duda, si se r ea liz a ra un censo com parativo e n tre la pobla­ción a g ra ria a c tu a l y la co rrespon ­d iente a c ierta s épocas an te r io res a la c ris is p e rm anen te que pesa so b re nu estro cam po, se h a lla r ía que ah o ­ra hay allí m enos tr ab a ja d o re s . P e ­ro aún asi, no h a y escasez sino su r- abundanc ia de brazos, en re lac ión con las ta re as posibles y rem u n e ra- bles. La gen te h a ten ido que ab an ­d o nar sus h og ares —m uchas veces vio len tam en te desalo jada p o r la in i­cua ley del priv ileg io— porque le e ra m a te r ia lm e n te im posible con ti­n u a r subsis tiendo, aún en las condi­ciones m ás precaria s . E n genera l, h a sido la fa lta de trab a jo , la m iseria abso lu ta , lo que h a provocado y si­gue provocando las "m igraciones’' del cam po a la ciudad y la consi­gu ien te despoblación del a g ro a rg en -

F ácil es suponer la consistencia de los rem edios y pa liativos que pueden proponer quienes de ese m odo des­figuran e l prob lem a p lan teado . Al­gunas m e jo ras posibles, de c a rá c te r inm ediato, ta les .co m o el reb a jam ien ­to d e los cánones de a rrien do , la d iversificación de los cultivos, la sub ­división d e los la tifundios, etc., con lodo de s e r m edidas refo rm ista s que no a tac an la s bases del régim en, trop iezan con insa lvab les d ificu lta ­des. E s que p a ra n u e s tra reacciona­ria o liga rqu ía crio lla, n ad a es más sa erado e in tang ib le que los priv i- lefrios del te rra ten ie n te , inc lusa la fo rm a ru tin a ria de e x p lo ta r la tie­r ra y los hom bres que se deslom an sob re e lla .

S in em bargo , depende en g r a n p a rle de la solución ju s ta de los p rob lem as de la tie r ra , la solución del g ran prob lem a social a rg en tino . Y esa solución ju s ta sólo podrá h a ­lla rse en u n a vasta colectivización de la s tie r ra s y del trab a jo ag ra rio , que no sólo h a b rá de c re a r nuevas riquezas y a p rovecha r m e j o r le s ex isten tes, sino g a ra n tiz a r a cada producto r ag ra rio m ás a lto nivel de vida y m a y o r resp e to p o r su p e r­sonalidad . ■*

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Page 3: Acción Libertaria, Nº 53. Marzo 1942 (Incompleto)-Fla

N IA P O P U L A RHay' p e converti la f a io n democràtica burguesa en realidad socialO R D E N A M I E N T O S O C I A L I S T A Y F E D E R A L I S T A C OMO S O L U C I O N

Una larga experiencia práctica

L a doc tr ina de la soberanía, p o p u la r en e l rég i­m en dem ocrá tico fa lta por su base , a l e lu d ir el p ro ­b lem a fu n d a m e n ta l d e la econom ía , que a l m a n te n e r ¡os p riv ileg ios de c la se hace im posib le la igualdad de derechos que se destaca com o princip io neurá lg ico de aque l s is tem a . N o sólo es fic tic ia la sob e ra n ía que el pueblo e je rc e en e l cam po e s tr ic ta m e n te po lítico , e li­g iendo gobernan tes , sino que a u n e n e l su p u e sto da que en ese te rreno la p rac tica ra , de ja ría de se r due ­ño d e s u destino y re c to r de los aco n tec im ien to s por el s im p le hecho de depender p a ra s u ex is ten c ia de un s is te m a económ ico basado en la e xp lo tac ión d e los produc to res, en la m á s inicua desigualdad en d e re ­chos ta n caros com o los de sa tis fa ce r necesidades f i ­siológ icas, in te le c tu a les y é ticas. N o puede h a ber li­b e r ta d po lítica , igua ldad ju ríd ica , soberanía popular, s in e l e jerc ic io e fec tiv o de la igualdad económ ica y la in te rv en c ió n en la ge stió n económ ica , s in e l con tro l y la d irección del pueblo m ism o en todas las e s fe ra s d e la v id a co lec tiva . E n s ín te sis , nad a m e jo r e xpresa e l concep to de soberanía p o p u la r q u e la v ie ja fra se de un g ra n p re cu rso r de las ideas an a rq u ista s: la l i ­b e r ta d y la igualdad son im posib les s in e l socialism o e n e l o rden económ ico: d e l m ism o m odo que e l so­c ia lism o e s im posib le s in la libertad . L a base de un s is te m a q u e asegure a l pueb lo la soberanía q u e es p u ra m e n te teó rica en e l ré g im en a c tu a l, e s tá en la partic ipac ión a c tiv a y d ire c ta d e l pueblo en los orga ­n ism os e in s titu c io n es q u e e s té n a cargo de la eco­n om ía , d e las re laciones po líticas, d e la v id a c u ltu ra l, e tc ., e tc. P a ra re a liza r ta l s is tem a , es preciso su p r i­m ir los dos e lem e n to s que a p u n ta la n a la organización socia l v ig e n te : e l cap ita lism o , q u e es fu e n te de e sc la ­v i tu d económ ica p a ra las m asas produc to ras, y e l E s ­ta d o , q u e e s in s tru m e n to d e opresión a l se rv ic io de las c la ses dom in a n tes o de la s ca sta s burocrá ticas que se adu e ñ a n del poder. L a doble fo rm a prác tica , para g a ra n tiza r u n a soberanía popu la r s in ficc iones, es la q u e r e ú n e e l socia lism o y e l fe d era lism o , v a le decir la producción y d is tr ibu ción en base a las necesidades de los seres hum a n o s con igua l derecho a la e x is te n -

. ota, y la ordenación de las re laciones e n tr e indiv iduos y co lec tiv idades, e n tr e pueb los y reg iones, partiendo de la base, de la in te rv en c ió n d ire c ta d e los m ism os in teresados. E l dom in io co m ú n de la econom ía , la or­gan izac ión del tra b a jo p a ra fin e s socia les, la e lim i­nación d e todo p riv ileg io que p o sib ilite é l re su rg im ie n ­to de lo s a c tu a les a zo te s y vicios , sólo so» fa c tib le s

. .8» lo s m ism os traba jadores, m a n u a le s e in te lec tua les , coordinan la p roducción y la d is tr ibución , m ed ian ía órganos apropiados a e se fin . E xp e rie n cia s cum p lidas e n e l cu rso de la s d iversas revo luc iones de c a rá c te r social de n u e s tro sig lo , han de­m o stra d o que le jo s de te n e r que im p ro v isa r todo, c reando nu e vo s orqa- « ism os económ icos y ta n te a n d o m ed ia n te en sayos las m ejo res fo rtn a s de hacerlo s fu n c io n a r , ta le s órganos e x is ten en po tencia , y sólo serán n e ­cesarios a lgunos cam b ios en su e s tru c tu ra , para q u e s in colapsos fa ta ­le s in ic ien y desarro llen la n u e va m odalidad económ ica.

E n p r im e r té rm ino , son los sind ica to s obreros, de la in d u s tr ia y los secto res cam pesinos, los llam ados a c u m p lir ta le s fu n c io n es , pasanito de su pap e l de in s tru m e n to s de resis tencia con tra las fu e rza s cap ita lis ta s a l de e lem e n to s de re co n stm c c ió n económ ica y social. E n segundo té r ­m ino , la s cooperta iyas, de puradas d e sus vicios burocrá ticos y adap tadas ~.Jf!?~llUi0VaS f unc ‘ones soc ia listas, son o rganism os q u e pueden com ple-

tobor de los sind ica to s, sobre todo en las ¡unciones q u e co- stribución . E l caso m á s no ta b le y e jem p la r sobre ta l

sis tem a , lo ten em o s en e l rea lizado d u ra n te la g u e rra por e l p ro le ta- rxado español. Sabido es q u e fu e ro n los sind ica to s de industr ia , las le c tw id a d e s cam pesinas, las federac iones re g ionales y nac ionales de cada u n a y todas las ind u str ia s c " " -■ ■ - m in istraU vos y económ icos de cada localidad, de cada reg ión y de todo e l pa ís, qu ienes tu v ie ro n a su cargo la n u e va ordenación económ ica, p u e s ta a p rueba en horas d ifíc iles y llenas d e obstácu los d e todo género, resu lta n d o una va lio sís im a dem ostración sobre la p rac tic idad del s is ­te m a propugnado por los a n a rq u ista s com o so lución a l p ro fu n d o m a le s ­ta r social d e term inado por las in ju s tic ia s y absurdas norm as del capi­ta lism o . E l federa lism o , com o m étodo de re lacionam ien to , es indispen­sab le p a ra e v ita r los e fec to s n e fa s to s de l c en tra lism o , y ta m b ié n la e x ­perienc ia ha dem ostrado que los p roduc to res pueden prac tica rlo , su p e ­rando s u prop ia labor, corrig iendo su s fa lla s , p a r t i c ip a n d o en su m a , en e l p roceso de tra n sfo rm a ció n que tie n e p o r p rincip io y por m e ta la so­beranía a u té n tic a d e l pueblo.

co n tr ad ic e losteóricos de la

postuladosdemocracia

La dem ocracia ha nacido, h istó ricam ente , como un vasto m ovim iento poseídos y decla rados so b ran tes en la sociedad, sino que disponían ade- ideológico y popular destinado a a firm a r los derechos ina lienab les del m ás de los reso rte s necesarios p a ra re p r im ir v io len tam en te cualqu ie r in- individuo, f re n te a los abusos del poder, rea l, feudal u oligárquico. ten tó en vasta escala de reivindicación económ ica, po r p a rte de los mis-

En co n tra de la volun tad despótica de los reyes y señores de derecho mos. E llo ha sucedido en c ircunstancia s consideradas norm ales, cuando divino, la dem ocracia a firm ó el principio de soberan ía popular, o sea la la dem ocracia fo rm al e stab a en su apogeo, como lo prueban , sin ir m ás voluntad de la m ayoría del pueblo, ya que nunca pudo im aginarse la lejos, los g randes p rocesos sociales y las represiones a n tio b re ras que unanim idad de c riterio s, ni s iqu iera en las co lectividades m ás reducidas, han ten ido luga r en las p rop ias repúblicas am ericanas que, como E sta-

C reem os innecesario referirn o s aqu í a la g ran significación revolu- dos Unidos y la A rgen tina , han sido y siguen siendo considerados como c íonaria que tuvo en todo el m undo la expansión de los ¡deas dem ocrá- proto tipos de dem ocracia con tinen tal.ticas, a cuyo influjo in su rg ie ron los pueblos secu la rm en te oprim idos, de- Ese estado de cosas se ha ag ravado , ev iden tem ente, desde que la ir ibando los ve tustos poderes abso lu tos y destrozando en g ran p a rte los declinación genera l de la dem ocracia , co rrespond ien te al auge de las teo- pesados yugos feudales . Sin la divulgación de los principios dem ocráticos, r ía s y las p rác ticas to ta lita r ia s , h a hecho que los g obernan tes que aún no se hab ría p roducido la g ran eclosión popular que llena la histo ria se titu lan dem ocráticos, cediendo a un m im etism o de c ircunstancia s, se del siglo pasado, elevando el nivel de dign idad de la m asa popular, ni hayan dado a a p lica r en escala c rec ien te los m étodos propios del abso- se hab ría desarro llado el g ran m ovim iento ob rero y socialista , en cuyo lutism o to ta lita rio , de ta l m odo que a p a r te de las lim itaciones y restric- resurg im len to y e fectiva depuración en co n tra rá la hum anidad una solu- clones de Índole económ ica, que han hecho una ficción del principio de ción efectiva a los p rob lem as que la afligen . soberan ía popu la r, se han producido una serie de aboliciones form ales

Pero una cosa es la dem ocracia como esencia doc trinaria o como ten- las libe rtades consag radas por las constituc iones dem ocráticas, ba jo el dencia político-social y o tra m uy d is tin ta la rea lidad de los regím enes consabido p re tex to de reg la m e n tarla s , pa ra m ejor defensa de la propia dem ocráticos ac tua lm en te ex is ten tes o que han dejado de ex istir, en v irtud dem ocracia.de c ircunstancias h a rto conocidas. Es pe rfec tam en te com prensib le que en ta le s condiciones, la crisis

T eó ricam ente , dem ocracia sign ificaba iguales derechos pa ra todos del s istem a se prec ip ite y que no haya mucho fe rv o r en las m asas por los individuos, ausencia de privilegios de c lase, sobe ran ía popular, goce defenderlo. Solo en la m edida que se com prende el g rave peligro que ilim itado de las libertades de palab ra , de p rensa , de reunión, etc. En la significa el m a l m ay o r del abso lu tism o to ta lita r io — cosa que no siem pre p rác tica y en v irtud de la consagración del principio de propiedad privada ocu rre con la Intensidad que fu e ra de desea r— se m an ifiesta c ierta re­de la t ie r ra y de los m edios de producción, en n inguna p a rte se han acción en defensa de la dem ocracia , que no a lcanza a te n e r la pujanza cum plido los postulados fundam en ta les de la dem ocracia . La form ación y el d inam ism o que la lucha en las condiciones ac tu a le s requiere, de los poderosos núcleos decap ita lis tas, que m edian te el control efectivo A nuestro juicio, e s ta debilidad no puede rem ediarse apelando a la de la riqueza social pud ieron im poner las no rm as y leyes que les con- repetición de v ie jas y a b s trac ta s consignan de legalidad , que ja m ás tu - venían, hizo ilusoria y pu ram en te fo rm al la participación del pueblo en vieron v irtua lidad creado ra . La solución no e stá en a ñ o ra r un pasado la dirección de la "cosa pública". N uevas o ligarquías, industria les, f inan- que no puede vo lver ni en e x a lta r f icc io ie s en las que nad ie cree. La c ieras o m ercan tiles fueron ocupando el luga r de los an tiguos señores solución e stá en am p lia r, com p lem en ta r y hace r efectivos los póstula- feudales, sin perjuicio de que subsis tie ran c ierta s fo rm as de feudalism o, dos prim itivos de la dem ocracia , esos postu lados de igualdad , libe rtad y el de los g randes te rra ten ie n te s , que en países agríco la -ganaderos como soberan ía popula r que im pulsaron a las m u ltitudes a la acción revolu- el nuestro , han constitu ido , desde los p rincipios de la Independencia na- clonarla , dem oledora de v iejos y anacrón icos privilegios, c ionaf y constituyen aún, la v e rdadera c lase gobernan te. Y eso, no sólo La experiencia de siglo y m edio de luchas po líticas y sociales debe en m érito al frau d e e lec to ral o de o tros recursos de nuestra picaresca serv irnos pa ra c o rreg ir e rro re s fundam en ta les , desechando todo lo falso política, sino, fundam en ta lm en te por la grav itac ión de su desproporcio- y vicioso que se haya experim en tado en las relaciones sociales. La Igual- nada influencia económica, que les pe rm ite a c tu a r com o á rb itro s de la dad política, sim plem ente teó rica , debe com plem entarse con una cqui- vida colectiva. ta tiv a organización económ ica de la sociedad sin su p e r e s tru c tu ra para-

La du ra experiencia co tid iana, m ás que cualqu ie r c rítica teó rica , ha s ita r la que e tern ice el c irculo vicioso de los privilegios de clase, enseñado a los pueblos que los g randes principios de libe rtad , de igya ld^J, El solo hecho de fija rse como obje tivo esta p rofunda rec tificación del de ju sticia y de soberan ía popular, en que se basan los postulados funr'’1- régim en dem ocrático , cuyo desarro llo lógico nos llevará a la sociedad m entales de la dem ocracia, han sido casi siem pre f ra ses huecas, altív> - lib e rta ria , se rá un estím ulo su fic ien tem en te poderoso como pa ra provo- nan tes f re n te al predom inio Indiscutible de la c lase cap ita lis ta y t w r s t ¡ c a r él g ran resu rg im ien to popular que se necesita p a ra sa lv a r del m ás nlente, que no solo condenaban al h am bre a m illares de p roductores dea- espantoso nau frag io los va lo res m ás preciados de la civilización.

F A V O R E C E A L F A S C I S M O E L D E S C R E D I T O DE L O S P A R T I D O S

UNA FICCION ELECTORAL BAJO EL ESTADO

DE SITIOS i la ficción que rep rese n ta e l s is tem a e lec to ra l cc •

m o p resu n ta expresión d e la vo lun tad soberana del- - -------------------— w o, c u o «« ,«» cmes ,,uu w sa!ta , a . la vista. \ la luz d,e la experiencia

rresponden a la d istribución . E l caso m á s no ta b le y e jem p la r sobre ta i !I ,s to n t:a d d ,la dem ocracia burguesa , la d is tanc ia en tre 7" *"--------- — - ..................................... - - ia teo ría y la p rác tica adqu iere m agn itudes inconm en­

su rab les cuando e l ejercicio d e l su frag io se rea liz a en............... ....... ................ a ua uuwu 1111 c lim a de v iolencia y am enazas, de silencio forzoso

i y todas las industr ia s coordinadas m ed ia n te los consejo s técn ico-ad- y de re Presión- E l im perio del estado de sitio, que pone

N o es posib le m a n te n e r im p u n e m e n te engañado al jnieblo, por tiem po inde fin ido , n i se pued e e specu­la r sie m p re sobre la ingenuidad o la fa l ta de m em o - r io de las m asas, por m u ch o q u e la h is to ria nos o frez­ca in fin id a d d e e jem p lo s d e com o am bos fa c to re s h a n con tribu ido a e n cu m b ra r e n e l poder a diversos de­m agogos y a v en tu re ro s políticos.

Podrá, e l pueblo se r a rrastrado u n a y d ie z veces d e trá s de fó rm u la s o d e caudillos q u e lo im presionaron con deslum bradoras prom esas y fra se s e fec tis ta s . Po­drá vo lve rse hoy hacia aque llo s q u e rechazó a y er, por haberse v is to de fraudado por los m ism o s y to rn a r, en. u n tr is te m o v im ien to d e v a iv é n hacia los m ism os que repud ia ra ta n ta s veces. P ero llega u n m o m en to en que e l m o nó tono ju e g o te rm in a p o r desgaste , por ago ­ta m ie n to de la paciencia popu la r o por la d ifu s ión de n u e va s ideas y p rincip ios que im p u lsa n a l pueblo a la, propia acción renovadora , que sign ifica e l desp laza­m ien to o e l eclipse de los v ie jo s caudillos y tu to res , c uyos tru co s, p uesto s en descub ierto , los cu b ren de irrisión.

C uando o curre e sto ú ltim o , es decir, cuando e l p ueblo a c tú a por prop ia c u en ta , p rescind iendo de d i­r ig en tes onerosos, es cuando se producen los cam bios revo lucionarios en la sociedad, cum p liéndose la s v e r ­daderas e ta p a s d e l p rogreso que corresponden a o tra s ta n ta s épocas h is tó ricas . P ero ta m b ié n sucede, y des­g ra c iadam en te con m a yo r fre cu e n c ia , que las m asas, a fu e r z a de su fr i r sucesivos desengaños, caen en un estado d e in d iferen cia , de a p a tía colectivai, que la s inhibe de toda v ir il reacción , cuando se tra ta d e de* te n d er v ie ja s co nqu ista s , con lo c u a l los a v en tu re ro s reaccionarios, a sp ira n tes a dic tadores, encu e n tra n e l cam ino a llanado a su s am biciones.

N o e s in c u rr ir en n inguna exageración p e sim ista , e l a f ir m a r q u e en e l preciso m o m en to a c tu a l nos ha ­lla m o s acá en u n o d e esos tr is te s estados de decep­ción co lec tiva , en que la pasiv idad g e nera l favorece la consum ac ión d e los p la n es reaccionarios. L os par­tidos c lásicos del pa ís, o fic ia lis ta s y opositores, han cuido en e l m á s abso lu to descréd ito a n te la op in ión de la “m asa ciudadana” que, por ru tin a o por ob liga­ción les s ig u e concediendo su s v o to s , en esas periódi­cas fa rsa s q u e son las e lecciones. L os unos, p o r ba­sarse c ín ica m e n te en e l fra u d e m á s escandaloso, la que -,:o ¡es im pide te n ta r los recursos v ie jo s d e la 'd e ­m agogia. L os oti'Os, porque ja m á s p a san d e ¡os fá c i­les a la rdes verba les , en ¡o q u e se re fie re a de fender los derechos del pueblo y sobre todo " la p ureza del

m á* u r r * su frag io '’ .estando siem pre d isp u e sto s a a c ep ta r las

L a m a sa ha com prendido y a desde hace tie m p o que ta n to u n o s co­m o o tro s, los o fic ia lis ta s com o los oposito res, só lo buscan pa r tic ip a r de a lg ú n m odo en e l poder, para fin e s e n te ra m e n te pa r ticu la re s y suba l­te rnos. Y a ú n a que llo s que podrían te n e r m ira s m á s v a s ta s y desin te re ­sadas, dan p ru e b a de ta n ta incapacidad y cobardía, son ta n v a c ila n tes y tem erosos en su s posiciones, q u e e l p ueb lo descon fía de e llo s y los in ­vo lu cra en la m ism a apreciación de sp rec ia tiv a : “T odos son igua les" . E s decir, todos son fa lso s, am bic iosos o incapaces.

A h o ra bien. S i e s te h echo se m a n ife s ta ra c o rre la tiva m e n te con un la confe- P ropósito d e actu a ció n d irec ta , d e superación del a c tu a l o rd en de cosas

que consagra la opresión de ¡a. g ra n m ayoría socia l, po r u n a m inoría priv ileg iada ; s i u n a fe c readora y revo luc ionaria ocupara e l lu g a r da la ingen ua con fia n za en los d ir ig en te s , es indudab le q u e e s te fe n ó m en o del descréd ito de los p artidos po lítico s sig n ifica ría una m a n ife s ta c ió n f

d adera actuación del gobierno a rgen tino renc ia de Rio. E s s in tom ático el hecho de que sola­m ente d u ran te la s ho ras en que se vo ta se le v an ta el estado de sitio. Cuando m ás h a ría fa lta , de acue rdo a

Í ? t r a ? “ r a 7 i b S t . a , “ » ‘ M o n u , a n ,p w io ,o ¿ a r a «odoj tos a m a r te « d , l p r o g r a o éoriaL1 • • • E n ese sen tido , es decir, e n e l de lograr e sa reacción p o s it iva

las m asas, hem os orien tado los ' ' ' '

LOS PARTIDOS DE IZQUIERDA

Fraseología

convencional

y monida

m anos del gobierno los re so r te s capaces de im poner s in d ificu ltades su s cand ida to s y p lanes politicos, ha colocado a los pa rtid o s de la oposición en e l tr is te papel de inofensivos p ro p ag a n d ista s a los que estuvo vedada c ualqu ie r expresión d e c ritica que ro z a ra a las sa g ra d as f igu ras del elenco e s ta ta l. S i los o rad o res se a tiev ian a exponer la m ás leve du d a sob re la ju steza o la honestidad de l o ficialism o, si hacían cualqu ie r in ­cursión en el te rre n o de la política In ternacional o a tac ab a n a l to ta lita r ism o , los recu rso s de "excepción” que e l e s tad o de sitio "au to riz a a em p lea r" se ponían e r ju e g o s in consideración a lguna. L a policía in te rru m ­pía a los o radores, o rdenaba la disolución de los actos y ca rg ab a sob re el público a l m en o r asom o de p ro ­testa, de ten iendo de paso a a lgunos concu rren tes . L a razón invocada e ra siem pre la m ism a: violación de las restricciones im puestas , p o r el estado de sitio. D e esta m anera , ios "poderosos" pa rtid o s m a y o rita rio s de la C apita l, tuv ieron que f re n a r su s trad ic iona les a taques a l pa rtid o oficialista, en tant.o que é ste decia y hacia lo que le v in iera en g an a . Y m ie n tra s los o rad o res con­se rvado res h acían caba llo de b a ta lla de la po lítica in­te rnacional de l gob ierno , con a la rd es h ipóc ritas de pa­cifismo, nad ie pudo p oner en descubierto e l juego que favorece a los to ta lita r io s n i p one r de re lieve la ver-

votos del pueblo expusieran su s opiniones, c riticas y p lanes de acción, es decir en e l periodo p ree lec toral, el rég im en de excepción an u la los derechos fundam en­ta les de l pueblo y a lo sum o to le ra que los oposito res se ingenien p a ra ex p lo tar e sa m ism a fa lta de lib e r tad como a rm a de p ro paganda pa rtid is ta . Si en p le n a Ca­p ita l F e d e ra l la ficción e lec to ra l se cum plió en ta les condiciones, qué no pod ría decirse del proceso "dem o- ulu(¡ c iá tico ” que tuvo po r escenario a la s p rov incias, donde el frau d e m á s escandaloso se puso en p r á c t i c a en Liempos d e plena no rm alidad in stituc ional, con la g a ­ran tía , teó rica po r supuesto , de la s leyes y del poder f e d e ra l . . . L os d ipu tados que re su l ta ro n elec tos bajo lo som bra del estado de sitio no te n d rá n inconveniente en proclam arse au tén tico s rep rese n ta n tes de l pueblo, con la m ism a tran q u ilid a d con que lo hacen los go­be rnan tes surg idos de pa rod ias e lec to ra le s en que se em p learon la s m an iob ras ilícitas m ás descaradas. N o im porta que la coacción tr a b a ra la re la tiv a lib e r tad que d eb iera s e r n a tu ra l en la h o ra del su frag io . N o im porta que e l pueblo v o ta ra s in en tusiasm o, porque la experiencia le enseñé que la fa rsa po lítica no r e ­suelve su s g ran d e s p roblem as. P a r a g obernan tes y e le­gidos, p a ra los que viven de la po lítica , tam b ié n eso se llam a dem ocracia. L a dem ocracia con candado en la boca y c arg as policiales. L a " lib e rta d rac ionada", que d iría un ilu s tre je fe s o c ia l is ta . . .

•quistas n u e s tra c rít ic a a la t _ m ocrac ia a c tu a l y p a r tic u la rm e n te a l s is te m a parla m en ta rio . N u e s tr a f in a lid a d no fu é nunca p u ra m e n te n e g a tiva , sin o q u e consis tió sie m p re una n u e v a creación social, donde los conceptos d e lib e rta d y de justicia , no fu e ra n m era s ab s trac c io n e s , sin o que se tra d u jera n en rea lidades de la v ida co tid iana . A si, en los períodos d e ac tiv id a d y de lu c h a po p u la r, todo c uan to s ign ifica ra u n desprestig io d e l o rden estab lecido , una, pér­dida de fe de l pueblo en sus d ir ig en te s , e ra u n s ín to m a a le n ta d b r , u n

~io d e sign ificación positiva .H oy, en cam b io , no ocurre eso. E lim in a d o e l fe r v o r revo luc ionario

de o tra s épocas, son casi s ie m p re los reaccionarios — c h o ra los fa sc is ta s — los benefic ia rio s del de scréd ito de los p artidos clásicos. L a a to n ía po­p u la r da p ie a la dem agogia de esos e lem e n to s, que incluso se apro ­p ian c ín ica m e n te d e a rg u m e n to s q u e sólo tie n en v a lo r e n boca d e loa a u té n tic o s revolucionarios.

LOS PARTIDOS DE DERECHA

P uede e l m undo venirse abajo , y los pa rtid o s po líticos apris ionados p o r la r u tin a y envuelto s en la s tra m a s de am biciones que la m ism a po­lítica hacen forzosas, segu irán im pertu rbab les su cam ino, sin e lev a r In p u n te ría en los obje tivos, s in e scap ar de la relam ida o ra to r ia e lec toralis- ta . s i de algo le s sirven los g rav ísim os acontecim ien tos que siem bran la m u e rte y el h o r ro r cada d ia con m ás am p litu d e in tensidad , es p a ra u ti­lizarlo s com o m u le tillas p a ra ex ig ir a l pueblo que los eleven a los c a r­gos públicos, p a ra te n e r " re p re se n tan tes capaces de capear

La crítica libertaria

Inaudito

desparpajo

demagógico

L a c r í t i c a l i b e r t a r i a d e l a ac-

, to rm e n ta" . E , p rec isa ™ ,« ;, la « tu a c k in « 't a 'q ü e i "¡StS, J? , « * * *ta n ta s cosas trascenden ta le s p a ra la hum anidad , la que p e rm ite fo rm ar 1 ‘‘o m o , r e p r e s e n t a e l re - juicio ace rca de los incu rab les vicios de los llam ados pa rtid o s de izqu ier- g>n»en d e m o c r á t i c o c a p i t a l i s t a , da, a cuyo f re n te figura, p o r su cau d a l de a filiados y vo tan tes , el socia­lis ta E s tá dicho y a que ni las p rop ias d e rro ta s trág ica s de los g ran d e s d e iu -ia d e i n c o n f o r m is m o o a n n p a rtid o s soclaldem ócratas de E u ro p a s irv ió de oscarm fento a los refo r- I,n c < ,n l0 ,m ,s n ’ ° 0 a u nm is tas de aquí, que siguen tran q u ilam en te la v ie ja hue lla en la que se e s te r i1 a f a n d e s t r u c t iv o , s in o b a te e l bom bo de_ la honestidad civíea y la capacidad de los legislado- I)or pi c o n t r a r i o e s t á i n s p i r a d a jre s o ediles surg idos de la C asa del Pueblo. Cuando e l pueblo su fre los e n u n p r o p ó s i to a l t a m e n t e c o n s -efectos de la crisis, cuando esta p lan teado e l te rr ib le prob lem a de la t r u c t i v o 'e n c a m in a d o 'g u e rra , cuando se van pe rd iendo los ú ltim os derechos y lib e rtad es los ! , .soc ialistas e ncuen tran la s a lid a en la incondicional e n trega a la po lítica m i r e , a (-o n v iv e n c i¡

; su s orac iones de ferv ie n tes dem ócratas * 0 s f a c t o r e s d e p e r m a n e n t e s

n o p a s a r o n n u n c a d e s u f o r m u ­la c ió n d o c t r i n a r i a . Q u e r e m o s q u e e l p u e b lo s e a r e a lm e n te D U E Ñ O D E S U S D E S T I N O S , c o m o s e h a p o s tu l a d o c o n s t a n t e ­m e n te , s i n p e r m i t i r l o j a m á s .

. . . . , . . . E s t o e q u iv a le a p o n e r to d o s lo sd e l r e g tm e n a c t u a l d q s e l i a b r a n b i„ l e s , IK;¡a|CB, l a s CTea.

b u r g u é s . P e r o n o s i n t e r e s a f u n ­d a m e n ta lm e n te e v i t a r q u e la

. . - , , m i s m a s e a a p r o v e c h a d a o c o n ­n o r e s p o n d e a t in a s im p le te n - .. „d e lic ia d e in i’m tfn r n iU m i, n a n n f u n d id a p a r a f in e s r e a c c io n a -

n o s . E n te n d e m o s q u e lo s m a le s

angloyanqui, en la repetic ión (

o r r e g i r m e d ia n t e u n a r e g r e - c ¡o n e s h u m a n ¿ ( a , s e rv J c ¡0 d e

. s u p r i - s l ° n a * I) a s a ( l ° , l a a b o lic ió n d e j a s n e c e s id a d e s h u m a n a s . L a d e - h u m a n a *a s l i b e r t a d e s e l e m e n ta le s y l a m o c r a c i a c a p i t a l i s t a lo s h a p u e s -

:o n c e n t r a c ió n d e l p o d e r e n m a - t o a d is p o s i c ió n d e u n a m in o r íay cu^(*° 'ia b la su . m áxim o, e l Dr. R epetto , hace pa- c o n f l i c to s , o u e s ig n i f i c a n d e r r o - 110S u n E s t a d o p r o v id e n c ia l , p r iv i le g ia d a . E l t o t a l i t a r i s m o

la situación* p o r "el t o i S - ’ N a d a 'd í oh. ' 5\ e 5 t e r “ “ " ¡ » n d e r iq u e z a s , c u a lq u ie r a q u e s e a s u f o r m a e x - p r e t e n d e r e s t r i n g i r a u n m á s e s a’ ’ ‘ * __. . m ÍQ Pria P vn lrtfd f 'tÁ n eivulí̂ f, fprlnr n en fum is e r i a , e x p lo ta c ió n , r i v a l id a - t e r i o r

d e s i n t e r n a c io n a l e s y g u e r r a s p r in c i p i s t a . a n iq u i la d o r a ;

s u f u n d a m e n t a c i ó n

f u n d a - a c t u a l e s n o e s t á e n la v u e l t a j

h a b la r de la com bativ idad perd ida p o r el pueblo ' y de la desesoeran te a p a tía de los s ind ica tos ob rero s de la C. G. T .; nada de lla m a r a la lucha activa , a la recuperación del e sp íritu d e rebeld ía , a la rép lica e n é r­gica, firm e, no im porta a costa de qué sacrificios, p a ra a p la s ta r a la re ­acción to ta lita r ia . S e sigue hab lando e l lenguaje de s iem pre y la dem a­gogia lleva h a s ta lo m ás d eg radan te . P o r e jem plo a e sc r ib ir a r tie u lr s r>n i • • > . ~ ------------------periódicos sta lín ianos, después de h a b er sido tra tad o s como p e rro s p o r ,1 < n ta le s . a e s e r e g n n e n , s e h a n s i s t e m a s d e f in i t iv a m e n t e s u p e - quíenes ah o ra les apoyan. P o r su p a rte , los soc ialistas obreros, ad ep tos a s a t*° s ¡pm p r e e n h e c h o s c o n - r a d o s , n o e s t á e n la r e g r e s i ó n de la linea m oscovita, y a pe sar de ello, perd ie ron el apoyo de su s com - c r e t a s , q u e l a e x p e r i e n c ia l l i s tó - - -• - - -pinches, dándose e l caso novedoso del desdoblam iento de n uestros bol- r i c a eneviques criollos, que a lza ro n la consigna de v o ta r a los radicales los socialistas. I rá n a l congreso los socialistas, v ictoriosos en la C apital.No tem b la rán los burg cia demos

. inofensivo.'

; e sp an ta rán los fascista: ' de su s " tanques" viejos

m in o r ía , c a m b ia n d o lo s i n t e ­g r a n t e s d e l a m is m a . N u e s t r a p o s ic ió n c r í t i c a , e m in e n t e m e n te

L a s o lu c ió n d e lo s p r o b le m a s c o n s t r u c t iv a , t ie n e p o r o b je to a m p l ia r h a s t a e l m á x im o g r a d o la s p o s ib i l id a d e s d e d i s f r u t e , p a ­r a to d o s lo s h o m b r e s , l le v a n d o

- u n p a s a d o le ja n o , s in o e n la a s u s ú l t i m a s c o n s e c u e n c ia s , lo s ¡e h a e n c a r g a d o d e s u b r a - c r e a c ió n d e n u e v a s f o r m a s d e p r in c i p io s t e ó r i c o s d e l a d e m o - :on t e r r i b l e e lo c u e n c ia . c o n v iv e n c ia q u e n o s e r í a n e n e l c r a c ia , la q u e h a f r a c a s a d o p o r

N u e s t r a s o b je c io n e s le n ta l e s

— . . / í u e r e c t i f i c a r f o n d o o t r a c o s a q u e la e x p re - n o h a b e r lo s c u m p l id o j a m á s y.siguen .- <*ndo lle n u e s t r a p o s ic ió n c r í t i c a a n t e s ió n p r á c t i c a d e p r in c i p io s t a n - h a b e r d e s f i g u r a d o l a s r e a le s

1» d e m o c r a c ia y *>i l ib e r a l i s m o t a s v e c e s e n u n c ia d o s , (»ero q u e c o n o u i s t a s d e l a m a s a p o p u la r .

D errochando enorm es sum as de d inero , los e lem entos conservadores que in teg ran la llam ad a C oncordancia, h a n rea lizado una cam paña elec­to ra l tan e spec tacu la r como u ltradem agógica. P a ra llen ar la s sa las en que sus o radores rep e tían las consabidas m onsergas de costum bre en de­m an d a del "voto consciente” de los ciudadanos, ap e la ro n a todos los re ­cu rsos capaces de se rv ir de im án p a ra las d escreídas m u ltitu d es y de d a r color a sus " triu h fa le s m an ifestaciones p a rtid a r ia s '’. Cuando h ay p la ­ta en abundanc ia se consigue todo, m enos e l sincero y calu roso apoyo popular, y a que e l juego se ve a p r im e ra v ista y los cam peones del ofi­c ialism o son conocidos de sobra . P e ro la im presión se da, y los a lto s di­r ig en tes pueden h a ce r asi m éritos a n te los suprem os m an d ata rio s. D es­de el chillón carte l que a fea los m uros, h a s ta el m eju n je de a rte p a ra todos los gustos con los d iscursos de los ilum inados candidatos. Buenos A ires vio un innegable esfuerzo de a rtific io s p ropagandísticos, que quiso a u re o la r la f ig u ra e je de toda la dem agogia de la s derechas: el D r. Cas­tillo , presun to "g ran conducto r”, a quien se a trib u y ero n inic ia tivas, p ro ­yectos y ob ras que sa lvaron a l país del d e rru m b e y lo llevan p o r la sen­da tran q u ila de la paz y la p ro sp erid a d . . . E l d e sparpajo de los conser­vadores y rad icales del bando “a n tip erso n a lista" , alcanzó lim ites inaud i­tos. P arece im posible que "se hab le de cosas re lam id as pero de algún va lo r p a ra e l pueblo, que nunca la s ve p rac tic a r , como eso del su frag io lim pio y la sob e ran ía popular, cuando hace apenas d ías los m ism os c h arla tan e s que las ex altan consum aron los frau d es m ás descarados; im posible parece que se pueda invocar la lib e r tad y a seg u ra r que el gobierno que apoyan y a quien "h ay que d a r la m a y o ría ” se rá g a ra n tía ind estru ctib le de la dem ocracia, cuando se está en pleno estado de sitio y se a sa ltan y d isuel­ven los actos de la oposición; inconcebible p arece que la audac ia de los lim osneros de votos llegue a ta n to como h a ce r de la g u e rra un " le it mo- tiv " de su préd ica, p a ra e x p lo ta r todos lo s aspectos horrib les, el do lo r y la angustia , la s consecuencias espan tosas que im plica. P a rec e increíb le que se sa lg a a la calle a h a ce r ga la de un pacifism o a u ltran za , so p re ­tex to de que sólo el apoyo a l gobierno a c tu a l lia rá posible que la A r­gen tin a no sea a rra s t ra d a a la heca tom be m undial. P e ro todo eso, y m u­cho m ás en e l te rre n o de la m e n tira y la h ipocresía, de la fa rsa y de la bam bolla e lec to ralista , fué ’a base del ru idoso a taq u e " a los c iudadanos” de los políticos reaccionarios, que a p u n ta la n a quienes vienen ahogando

la s ú ltim as lib e r tad e s públicas, rep rim iendo la acción independiente de los ob reros, favoreciendo con su inacción a los to ta lita r io s y llevando a l p a is po r los peligrosos recovecos de una po lítica que se p leg aria a la s po­tencias del "eje” -=i la s c ircunstancias se lo re m i t ie ra n .

www.federacionlibertaria.org

Page 4: Acción Libertaria, Nº 53. Marzo 1942 (Incompleto)-Fla

C o n t r a f i l oLO S tiem pos cam bian y e llo Impone el cam bio de v iejos conceptos y de­

fin ic iones h is tó ricam en te va lede ras . El socialism o m a rx lsta ba tió todos los récords en m a te r ia de readap tac iones y cam bios tácticos. El m a te r ia ­lismo dia léc tico y el riguroso cientificism o de las in te rp re tac iones de los fenóm enos sociales, no fueron obstáculo, sino po r el co n tra rio fac ilita ron , en su juego de contrad icciones, las m ás audaces renunc ias ¡deológioas y los sa lto s m ás encon trados en las p ostu ras tác ticas . ¿ R esu ltado de todo eso? Pues, el socialism o c aren te de e sp íritu y potencia lidad socialista. N ada puede e x tra ñ arn o s, ah o ra , m ie n tras h ierve el m undo en sang re y se d e rru m b a n to d a s las fo rta le za s de la dem ocracia burguesa , que, sigu iendo el e jem plo de los pa íses en g u e rra que racionan los alim entos, se propugne una novísim a fó rm u la en relación a la libe rtad , m adre augus­ta pero ta n p ro stitu ida , a tono con la época. Se t r a t a de la " lib e rtad rac ionada" , y su Inventor es nada m enos que el com pañero N úm ero 1 de los soc ia lis ta s argen tinos. Es s in tom ático que el Dr. Repetto la haya e xpuesto en el s ta lin ls lm o periódico "O rien tación” . . .

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DIJIM O S a lg u n a vez en A CCIO N L IB E R T A R IA que e l fracaso de la dem ocracia e s tab a docum entada en la r ea lid a d po lítica de nuestro

país, cad a d ía con m ayores re lieves de cosa carcom ida p o r la podredum bre . U n día, todo, ab so lu tam en te todo, depend ía de la vu e lta a la p residencia del D r. O rtiz . E l destino d e todos los 12 m illones de h a b itan tes pendía d e uh hilo , que e ra n a d a m ás y n a d a m enos que el p oder v isual del p r im e r m a g is trad o . L os sta lin ian o s criollos lo d e m ostraron con puntos y com as. Q uedó, s in em bargo , em puñando e l tim ón del E stado , e l vice­presiden te C astillo . Y ahora , sus p a rtid a r io s h a n ha llad o e l ad je tivo p re ­ciso, m a tem ático , p a ra ha ce rlo f ig u ra r en la h is to ria . E s, au n q u e lo duden rad ic a le s y socialistas, e l “g ra n conductor” , que im pidió háb ilm en te en Rio, algo trem en d o : que " la s m a d re s argen tinas , l lo re n an te los c uadros h o rrib le s de la g u e rra" (y m ucho m ás, según los apostólicos d iscursos del D r . M ujica en su p ropaganda p ree lec to ra l) . U n episodio sim ple, difundido p o r rad io e l d ía de la s elecciones, e s tam b ién todo un s ín tom a: e l vice­p resid en te denunció a la po lic ía que ha b ía ex trav iado s u . . . l ib re ta de e n ro lam ien to . P e ro todo re su ltó un e rro r . L a l ib re ta del “g ra n conductor1’ fu é h a llad a en su prop io dom icilio . C om entarios so b ra n . D icen g us el o rd en em pieza p o r casa.

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A veces los M esías de tipo H ltler, llegan ta rd e con sus bagajes de ch a r la tan e s cu ra lo todo . Eso le ocu rre a l doctor Manuel Fresco, a lto

e jem plo de los casos patológicos en que el apellido define en a lgún aspecto a quien lo lleva. Fasc ista desde la p rim era hasta la ú ltim a cé lu la de su cuerpo y en todos los recovecos de su a lm a — que suponem os la tiene, y de subido color— , está d ispa ra tando a la som bra de su Unión N acionalista A rgentina , sobre te m as como este : “ El E stado, el c ap ita ­lism o y el p ro le tariad o ”, u o tro s de parecido te n o r. E s fu ribundo paladín de la causa de los p ro le tario s y qu iere la m uerte de todos los exp lo tadores. Sueña, d e lira por el advenim ien to de la ju stic ia social. Y e x a lta f igu ras: Rosas, U riburu e . . . Irigoyen. Oyéndolo a tra v é s de las em isoras ‘'dem o­c rá tic as” . no se sabe qué d iagnosticar: si f re scu ra de dem agogo e x acer­bado o a taq u e de locura cóm ica p a ra hace r r e ir a la gen te en una ho ra ta n densa en lágrim as.

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AL P roceso de Riom, que ocupa la atención pública, m ás que p o r las acusaciones im puesta s po r los nazis p o r la s au todefensas de los

pe rso n a jes que se s ien tan en el banquillo , no c ab ría ub icarlo en u n co­m e n ta r io risueño de esta sección. E s, en ve rdad , todo un sím bolo del d ra m a de F ra n c ia . D e su s vergüenzas de a y e r y de su e n tre g a in fam e de hoy , D e lodo un rég im en que enarbo ló los princip ios de la G ran R e­volución y se hundió en el fango de los negociados financieros y políticos, com plicándose con c rím enes sin nom bre que se lla m a ro n : m a tan z as en la s colonias, o negocios a rm a m e n tis ta s con los enem igos, v e n ta de m a te ­r ia le s d e g u e rra a qu ienes después iban a a rro d illa r la , tra ic ión a l m ás g ran d e d e los pueblos, a la E sp a ñ a hero ica, etc., e tc. P e ro los d ram as tie n en sus a spec to s cóm icos, sus fases que reb a san lo rid ícu lo p a ra a lca n ­z a r lo gro tesco . C item os, sólo a lgo : los jueces, invocando la ley, m ie n tras que H itle r m a ta s in asco "re h en e s” y la G estapo dom ina sob re Vichy; L eón B lum , haciendo cuestión le g al de la com petencia de los jueces; G am elin , sacrificándose con su " je n e reponse pas"; D alad ie r acusando a a lto s je fe s m ilita re s y a lo s m a g n a te s d e la g ra n in d u s tria ; G uy La C h a m b re c a rgando a cu en ta de lo s ob rero s franceses la cu lpa del desastre ; y , p a ra no s e r extensos, e l gesto "g rand io so de P ie rre Coi, que desde los E sta d o s U nidos se h o n ra con la responsab ilidad de h a b er en tregado a E sp a ñ a unos c u a tro a v io n e s . . . L os " g ra n d es hom bres" no tienen noción de los lim ites. M ie n tras e l m undo se d esan g ra g rac ias a su s erro res , in sis ten en s e r " g ra n d es” . . .

Ha muerto Thomas MooneyAPEN A S a los dos años de h a b er recuperado la libe rtad , después de

un m artiro log io de 23 años tíe prisión, acaba de ex tinguirse la vida de T om as Mooney, el que fu e ra eficaz an im ad o r del m ovim iento pro le­

ta rio norteam ericano , en un periodo p a rticu la rm en te tem pestuoso de lu­chas y de reacción cap ita lis ta .

El de Mooney ha sido un oaso clásico de represión a n tio b rera , o r­ganizado con toda la hipocresía y la fa lta de escrúpulos de que es ca­paz la ju sticia de c lase, ba jo la presión y los d ic tados de la p lu tocracia om nipotente . La burguesía de San Francisco necesitaba an iq u ila r a las organizaciones o b re ras que ac tu a b an en la g ran ciudad del Pacífico y que p lan teaban Im portan te s cuestiones de reivindicación pa ra Ifl» t r a b a ­jado res . M ooney e ra uno de los d irigen tes y an im adores m ás activos de ese m ovim iento y fué e legido como v ic tim a exp ia to ria en el plan rep re ­sivo, encam inado no solo a e lim ina r de cu a lq u ie r m odo a los m ilitan tes de p rim e ra fila , sino a in fam ar y pe rsegu ir a la s organizaciones que ellos rep resen tab an . E ra el m étodo c arac terís tico em pleado p o r el cap i­ta lism o yanqui, c re ad o r de g randes organism os policiales de c a rác te r p a rticu la r, cuyo com etido e ra p re p a ra r com plots y seudo a ten tados pa ra echa rlo s a la cuen ta de los odiados “subversivos".

El 22 de Junio de 1916 se produjo el estallido de una poderosa bom ba a n te el desfile de u n a m anifestación pa trió tica, ocasionando nu ­m erosas víc tim as. Inm ediatam ente, sin causa que lo Ju stifica ra , fueron acusados Mooney y o tro m ilitan te, Billlngs, de se r los au to re s del a te n ­tado . El a p a ra to pol¡.claco-judlclal se puso en m archa a toda presión pa ra lo g ra r la condena de los acusados y a fuerza de a p lica r las más g ro tescas aberrac iones ju ríd icas, M ooney y Billlngs fueron condenadas a m uerte. El p residen te W ilson conm utó la pena po r la de prisión pe rpé tua.

Desdo ese monJ#*to y d u ran te o » 1 un ouarto de siglo, los nom bres de M ooney y B lilings d ieron m otivo a una Incesante cam paña de re iv in­dicación, a tra v é s de la cual su inooencia fué plenam ente dem ostrada , asi como la inaud ita infam ia de quienes u rdieron la t r a m a del burdo proceso.

Al Igual que la oam paña por Sacco y V anzettl — que no pudieron se r a rran c ad o s a los verdugos— y que la cam paña efec tuada e n tre nos­o tros p o r V uotto, de Diago y M ainlni, puso en conmoción a la pa rte más sana y generosa del pueblo, p o r encim a de diferencias políticas e Ideo­lógicas, m otivando una v e rdadera c ruzada popular en pro de la Justi­cia. A tra v é s de ta le s cam pañas m illare s de hom bres y de m ujeres, lo­g raron fo rm arse una c la ra conciencia socl^J, com prendiendo sobre qué base de crím enes y de m e n tira s e stá a sen tado el orden legal.

Mooney fué rescatado y rehab ilitado , pero su ex istencia, m inada por un largo cau tiverio , se extinguió m ansam ente . Que esa honda trag ed ia sirv a de ejem plo a nuestro pueblo, pa ra que no pe rm ita con una con­fiada pasividad que o tro ta n to ocu rra acá con los inocentes presos de B ragado. R escatém oslos an tes que sea dem asiado ta rd e , an tes que la acción Im placable del presidio nos devuelva t r e s m oribundos, en lugar de los cam a ra d as anim osos y firm es que s iem pre conflan volver a la libertad , en plena energ ía vita l.

ENRIQUE MALATESTA

P L A N E S DE RECONSTRUCCION

D

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IOS salve a los rad icales, que, después de los últim os acontecim ientos parecen condenados a una tr is te , Irrem ediab le b an ca rro ta . Pe rd ie ­

ron a su caudillo de ¡as “ p a té tica s m iserab ilidades” y em pezaron a des­com ponerse y pe rde rse en mil laberin to s , a d ividirse en ex tre m istas y le ­ga lista s, a buscar nuevos jefes, a c re a r el “cuco” de vein te revoluciones y d e o tra s ta n ta s tran s ig en c ias en “bien de la P a tr ia ” , a go lpearse en los com bates de sus caudillejos en pleno ascenso a las cúsp ides bien re n ta ­das, a p e rd e r posiciones, como cualqu ie r po litiquillo sin experiencia en los sucios m anejos e lec torales. E s el colmo. A hora, no sólo pierden la C ap ita l y su s “ Q uin tas de f ie r ro ” y “e tc. de ace ro”, sino que en las prov incias en que gobiernan todav ía — en E n tre Ríos— o donde gobiernan he rm anos de leche — caso de T ucum án— tam b ién m ord ieron el polvo de las m ás so rp resivas d e rro ta s . N o hacen revoluciones, no hacen elecciones buenas. No ganan en sus p ropios ba lu a rte s . P o r lo m enos, que Dios les ayude a re to m ar v iejos senderos. Q ue “ rea p re n d an ” o hace r frau d e donde to d av ía tienen el m ango que se les e stá resbalando de las m a n o s . . .

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I A g ran solución h a sido h a llad a . E l p le ito de los ferrov iario s , que j h a s ta h ic ieron a lgunos paros, in sp irándose en propósitos que se desta ­

can en o tro lu g a r, quedó en m anos de l m ism ísim o D r. Castillo . L os obreros, a lgunos de los cuales g anan m enos de Í00 pesos m ensuales, según Do- m enech , que g a n a un poquitin m ás, no pu e d en a g u a n ta r m ás la r e te n ­ción d e descuentos, van a " lo g ar justic ia" . L a g ra n solución, la sap ien ­tís im a s a lid a e s é s ta : e l P o d e r E jecu tivo a u to riz a e l aum en to d e un 10 p o r c ien to en la s ta rifa s p o r f le te s y de un 5 p o r c ien to en los pasajes. D e ta l m a n era , la s pob res em presas m illonaria s so r te a rán la crisis. S urge e s ta p reg u n ta , que cualqu ie r m iope puede c o n tes ta r : ¿Q u ién p a g a rá los p la to s ro to s? P a rec e que, s i e l G obierno no p a g a la s d iferencias a los que d eban p a g a r la s ta rifa s , e l pueblo se rá , como siem pre, l a v íctim a. E l c írcu lo vicioso se rep ite. E l pueblo su fre . E l pueblo paga.

T 7TJ m undo que exp lo ta u n a vez y o tra , y nos pone a n te la trem enda re a lid a d de u n a c a tá s tro fe to ta l, y a no puede se r defendido como

algo acep tab le n i p o r los m ás acé rrim os sostenedores de sus a c tu a les in s ­tituciones. U na sociedad que condena a la especie hum ana a c ae r de una tra g e d ia a o tr a m ás in tensa , de u n a calam idad a o tra de m ay o r a m ­plitud, es u n a sociedad que no puede se ñ a la rse como e jem plo d e orden y de ju stic ia social. In ú til se ría a leg a r que la g u e rra que hoy a b ra za a todos los con tinen tes tie n e su causa l en e l fascism o y en el nazism o, porque d e inm ed ia to su rg e la o tra v e rd a d innegable : que e stas a b e r ra ­ciones to ta lita r ia s son f ru to s engend rados p o r el s is tem a im p eran te : o e s ta o tra , ta n c ie r ta com o aquella : que a n tes de l nacim ien to del to ta lita ­rism o de m oderno tipo , tuv im os g u e rra s y m ás gu e rra s , de las cuales la de 1914 fu é un exponente bien c laro . Q uienes viven d e os privilegios y qu ienes cu idan desde e l p oder que ta le s priv ileg ios no f . d errum hen , se ven forzados a a d m itir la necesidad de un cam bio en la s norm as de vida cap ita lis ta , nuevos ru m b o s en la econom ía m undia l, m a y o re s g a ra n tía s p a ra e l goce de los derechos a rra sa d o s p o r e l to ta lita rism o , etc., etc. Los a lcances d e -lo s p la n es de reconstrucción post-bélica son d is tin to s: y a pos­tu lan p rocedim ien tos p a ra g a ra n t ir la s lib e rtad e s esenciales de la de­m ocracia, y a se b a san en la necesidad d e m e jo ra r la s condiciones d e vida de los pueb los; a veces, se lim ita n a f o r j a r te o ría s sobre una m ay o r cooperación económ ica y u n a m ás am plia lib e r tad de com ercio, y o tras tra z a n los lineam ien to s d e o rgan ism os in ternacionales de relación polí­tica. U n fa c to r com ún los vincula, y p o r c ierto en lo fundam enta l del p rob lem a. T odos los p lanes y p rogram as, todas la s refo rm as, no conm ue­ven los cim ien tos d e la sociedad c a p ita lis ta n i echa p o r t ie r ra a los g ran ­des im perios que dom inan e l universo.

L a cuestión social, que tien e sus ra íces en la desigualdad de clases, en la ex istencia de l E s ta d o com o e lem ento de opresión pe rm anen te , en el s is tm a ju ríd ic o que legaliza la exp lo tac ión de los p roductores p o r la s m i­no rías d e priv ileg iados, en la n a tu ra le z a m ism a del s istem a económico ta n c a ro a la bu rguesía, p o r lib e ra l que se m u e stre , queda en todos lo s a n ti­cipos d e reconstrucc ión h a s ta a h o ra conocidos como cosa in tocable, y po r ta n to subsis ten te en su c a rá c te r d e incubado ra de los m ás g randes m ales de la hum anidad . P a r a e l p ro le tariado , que busca d a r solución al p rob le ­m a em ancipándose com o c lase, in stau rando un sistem a económico rac io­nal que a tien d a a la s necesidades d e todos, suprim iendo los poderes que co artan la lib e r tad , dando nuevo ru m b o a la s relaciones e n tre individuos y pueblos, queda pend ien te la cuestión en to d a su m agn itud . N inguna de la s a p a ra to s as exp resiones su rg idas de los discursos oficíalos, de las con ferencias d e d ip lom áticos y cancille res, d e los pa rtid o s que apoyan a d e term inado bando con tendien te en la g u e rra , pueden ha ce rle o lv ida r su propio obje tivo.

A nte e] hecho ev iden te d e que la cris is ac tua l no a lte ra la h is tó rica función d e la s c lases dom inantes, e l p ro le tariado debe a c tu a r como fu e r­za a p arte , t r a ta n d o p o r todos los m edios de e x tirp ar a l to ta lita rism o , p e ­ro im poniendo y rea lizando aquella s tran sfo rm aciones que solo pueden s e r p roducto de su p ro p ia acción. E l m undo no puede vo lve r a s e r como fué a n tes d e e s ta g u e rra que se p ro p ag a cada d ía que p a sa a nuevas zo­n as d e la tie r ra . P e ro e l m undo que su r ja después de la indispensable d e rro ta to ta lita r ia , s e rá lo que e s hoy, con disfraces m e jores o peores de hum an ita rism o , si lo s tra b a ja d o re s no ocupan su puesto, s i no a c tú a n a liem po y con p le n a conciencia d e su fu e rza y capacidad como fac to r de I ite ra c ió n social. P r im e r ■ prob lem a, pues, an te e sta d isyuntiva, es e l de convertirse en e sa fu e rza conciente, a p ta p a ra ta n difícil em presa . E xis­te e l cam ino: e s e l que lleva a l socialism o libertario .

✓ C IN C U E N T A años de v ida ac tiva V_< y revo lucionaria , in tervención en c uan to s hechos se sucedieron en tre el 1870 y 1920 en Ita l ia , docenas de lib ros y fo lle to s doc trinario s y com ­ba tivos: ta l po d ría s e r la sín tesis biográfica, de l lu c h ad o r a n a rq u is ta E rric o M ala testa , si e lla fuera su fi­c ien te p a ra poner de m anifiesto la e x tra o rd in a r ia im portancia que su ac­tuación h a tenido, no sólo en el com- po an arq u ista , en e l que sus c laros conceptos dieron v ida —o a firm a ro n —a u n a m e jo r in te rp re tac ió n del p ro ­b lem a social, sino en g e n era l en el vasto cam po d e d is tin ta s tendencias socialistas, hondam en te conmoví .lo po r sus c rítica s y co n tro ve ic ip s de tip o doctrinario .

D otado d e una in te ligencia supe­rio r, que le pe rm itía e n c a ra r y dis­c e rn ir c la ram en te a ú n a q u e ll-s pro­b lem as m ás com plicados do 1". vida hum ana, en e l te rre n o filosófico, cien- tif ico o económico, su enorm e capa­cidad de acción le llevó a rea liz a r una fo rm a co m binada de ex istencia, en la que los p rofundos y ex tensos e stud ios filosóficos no excluían la mi- litan c ia p rác tic a de todos los dias, en la s luchas político-sociales de su pue ­blo. en u n a época ta n a b a rca tiv a en acontecim ien tos de significación m un­d ia l como la que le tocó v iv ir. A tra v é s de todos sus e scrito s — citados p o r N e ttla u y F a b ttr i— se v islum bra fundam en ta lm en te ese sen tido idea­lis ta que le hizo v iv ir ta n in tonsa­m ente. P a r a M ala testa , toda la g ran ­diosa o b ra de los filósofos de todos los tiem pos, ten ia un v a lo r rela tivo’ si se re legaba a un p la n o sólo acce­sible a las m en ta lid ad es superiores, sin con ten ido o proyecciones de in ­te ré s p a ra e l con jun to de la hum an i­dad. Asi, su c la ra visión y com pren­sión d e las d is tin ta s teo rías en boga refe ren tes a la s condiciones esencia­les d e sociab ilidad del s e r hum ano, le llevaron a d e sa rro l la r la concepción del “vo lun ta rism o h istó rico", como de m ostrac ión de la necesidad de ac ­tu a r p a ra conseguir la e levación m a ­te ria l y e sp iritu a l de la especie. P e ­ro no se lim itó a p ro p ag a r su tesis filosófica, s ino que confirió a ésta un to ta l sen tido revo lucionario y prác tico, que sacudió p rofundam ente a todos los núcleos idealis ta s del m undo, p rom oviendo polém icas de ca r á c te r constructivo .

E n 1871 se inició M a la te s ta en las activ idades socialistas, a l in g resa r en el pequeño g rupo c reado tr e s años a trá s p o r M iguel B akunin , de quien puede decirse que fué el p ropu lso r de la tendenc ia ve rd a d eram en te socialis­ta en Ita lia , pues los postu lados de M azzini y G ariba ld i deben s e r c la­sificados como c o rta m e n te repub lica ­nos. E se núcleo, que constitu ía la r e ­p resen tación ita lia n a d e la In te rn a ­c ional de M arx y B akunin , rea lizab a tum u lto s ca lle je ro s en N ápoles, en uno de los cuales fu é deten ido por

p r im e ra vez M ala testa , stendo aún

P E N S A D O R Y MILITANTE ANARQUISTA

A L. dar a esta Sección de nuestro periódico un ca­

rácter permanente, m ovidos por la necesidad de actualizar las ideas y las actuaciones de los grandes hombres del socialismo universal, en un momento que se caracteriza por la falta de espíritu combativo — consecuen­cia de las contradicciones y de­cepciones de la época— y más aun por la imprecisión de los objetivos y la confusión de ideas que tengan un verdadero senti­do transformador favorable del régimen económicosocial, hemos creído provechoso ocuparnos de uno de los pensadores que ma­yor gravitación /w tenido en el campo del anarquismo, Errico Malatesta, una vida integramen­te dedicada al servicio de la su­peración humana, que puede ci­tarse siem pre como ejemplo de claridad y realismo revoluciona­rio, al mismo tiempo que de rec­titud moral y espíritu de lucha.

estu d ia n te d e m edicina.D esde entonces, in terv ino ac tiva ­

m en te en todos los sucesos provoca­dos p o r los izqu ierd istas en su pais, cuya m ención se ria ex tensa , pero puede s in te tiza rse en e stas fechas y da to s: 1874, insurrección fracasada , con in te rvención de B akun in ; 1876, congresos de F lo re n cia y B erna; 1877, in su rrección d e B enevento ; y destie­r ro p o r dos años, de 1878 a 1881; ac ­tuación in tonsa c-n E gip to , Suiza, F ra n c ia , Bélg ica y luego en L ondres, de 1881 a 1883; 1883, reg reso a I ta ­lia, edición en F lo rencia del pe riód i­co "L a Q uestione Socia le"; 18Í55, des­t ie r ro en S ud A m érica: 1889, segundo d e s tie rro en L ondres, h a s ta 1897; R e­g reso a I ta l ia y edición del pe riód i­co "L 'A gitazione"; prisión, fuga de u n a is la : 1900, te rc e r d e s tie rro en L ondres h a s ta 1913, v ia jes a E E . UU. actuación in te n sa en In g la te r ra ; 1913, nuevo reg reso a I ta l ia , edición d e l pe­riòdico "V o lon tà" ; 1914, insurrección

de R om aña y A neona; 1914, cuarto d e stie rro en L ondres, h a s ta 1919; 1920. reg reso a I ta l ia y edición del periód ico "U m an itá N ova"; ac tiva p articipación en la f ru s tra d a revo lu­c ión de 1920, insurrección d e A nco- no, ocupación de las fáb ricas en M i­lá n ; detención de M ala testa , proceso en M ilán en 1921; 1922, nueva edi­ción de "U m an itá N ova” y suspensión de activ idades con el advenim ien to d e l fascism o.

C ada una de e stas fechas se ñ ala una actuación que se ría necesario de­t a l la r esm eradam en te a fin de com­p ren d e r e l g ran esp íritu idealis ta y revolucionario de M ala testa . D e to ­das e llas , es sin du d a la m ás im por­ta n te la com prendida en los suce­sos d e 1920, que fueron e l resu ltado de u n a préd ica co n stan te e n tre los tra b a ja d o re s y pudieron s ign ificar el com ienzo de u n a v a s ta acción insu­rrecc iona l en Ita l ia , de no m e d ia r la a c titu d tra id o ra de los d irigen tes so- cial-dem ócra tas, que p o r tem or a l a rra ig o de la s ideas an arq u ista s en la revolución que se gestaba , sabo ­te a ro n a é s ta y c once rta ron el cono­c ido acue rdo d e R om a e n tre los in­d u stria les y los rep rese n ta n tes de las federaciones, que prác ticam en te en ­tregó la s fáb r ic as ocupadas a l go­b ierno, a b o rtando el m ovim ien to r e ­volucionario. M a la testa estuvo en to ­do m om ento en con tac to d irec to con los pocos núcleos insu rrec to s , p rev i­n iéndoles c laram en te c o n tra la t r a i ­c ión de su s d irigen tes y renunciando é l m ism o a o tra pa rticipación que no f u e ra la de in c ita r a l com bate revo lu ­c ionario. N i ese fracaso , n i su de ten ­c ión p o s te r io r en 1921, en la que se le hizo ob je to de m alos tra to s , a f in de a rra n c a r le inform aciones so­b re e l m ovim ien to de M ilán, lo g ra ­ro n h a ce r m e lla en su esp íritu , que se m an ifestó m ás a ltan e ro que nunca en e l proceso del año siguiente . A u n a edad a vanzada —c erca n o a los s e ten ta años— tuvo aún fuerza de vo­lu n ta d p a ra ded ica rse luego, en una treg u a que le im pedia no o b stan te ao tuar, a h a ce r e l a nális is d e los fe­nóm enos actuales , m ed ian te escritos sob re e l peligro ve rdad ero del fasc is­mo, que en su aparición fué d isfra ­zado con u n a háb il dem agogia a fin de g a n a rse sim patías e n tre la juven ­tu d que deseaba e l resu rg im ien to de I ta l ia en la p o stguerra , s in s a b e r a c iencia c ie r ta lo qué quería.

E n los años que fu ero n p a ra é l de m a y o r activ idad revo lucionaria , trazó e n su vida e l pa ra le lo e jem p lar de una doble pe rsonalidad m ilitan te y e stud iosa , con un m ism o propósito d e educación de la s m asas , p a ra lo que como a n a rq u is ta p e n sa l» que d e ­b ía se r la v e rd ad era rev o lu c ió n ;u n a tran sfo rm ación rad ic a l de la sociedad hum ana, basada ta n to en cam bios económ ico-políticos como fundam en­ta lm e n te en la e levación m o ral e in ­te lec tu a l de la s m ayo rías oprim idas.

EL PENSAMIENTO DEL LUCHADOR ITALIANOCO N CEPTO S DE MALATESTA

A los que acusan a los a n a rq u is ta s de Ilusos al p re ­te n d er la “ liberación abso lu ta", respondía Mala-

te sta con c laras p a lab ras :“ No soy nada abso lu to en n u estras concepciones,

porque estam os p rofundam ente convencidos de la re la ­tiv idad de to d a s la s cosas, al m enos respecto a cuan to los hom bres pueden concebir. N osotros no rec lam a­mos una libe rtad ab s trac ta , m etafísica que, al rom per los vínculos que ligan al hom bre a la na tu ra le za y a la sociedad, negaría y an u laría a la hum anidad . R ecla­m am os sim plem ente lo que se podría lla m a r la libe r­ta d social, es decir, la igualdad lib e r ta r ia pa ra todos, una igualdad de condiciones ta l que pe rm ita a todos hace r la propia volun tad con el oólo lim ite im puesto por las inev itab les necesidades n a tu ra le s y por la igual libe rtad de los o tros” .

Su visión rea lis ta del prob lem a de la revolución, al que ded ica ra toda su vida, le llevó a desechar el concepto dem asiado ingenuo que c ifraba todo el éxito de la tran sfo rm ación en el sim ple hecho de a rm a s que e lim ina ra al poder constitu ido . Fué M alatesta uno de los an arq u ista s que m ás insistió s iem pre en la neoe«r- daddad de la p reparación técn ica an tes de te revolu­ción, en el conocim iento de las cuestiones económ icas y políticas de las que dependería , en defin itiva , el éxi­to real de cualqu ie r m ovim iento insurreccional. T al es su pensam ien to al respecto :

“ Yo digo que pa ra abo lir las instituc iones sociales m aléficas hay que sa b e r con qué qilsrem os su stitu irla s , no en un m añana m ás o menos lejano, sino de inm e­d iato, el día mism o de la dem olición. N o se destruye real y p e rm anen tem en te m ás que lo que se su stitu y e; y re le g a r pa ra m ás ta rd e la solución de los p roblem as que se presen tan con la urgencia de la necesidad, se­ria d a r a las in stituc iones que se p re tende abo lir el tiem po de rehace rse de la sacudida rec ibida e im po­nerse de nuevo, ta l vez con o tros nom bres, pero c ie r ta ­m ente con la m ism a s u s ta n c ia . . .

“ Lo im portan te , lo inm ed ia tam en te urgen te , es la o rganización de la vida m a teria l, es decir, la sa tis fac ­ción de las necesidades prim ord ia les y el tr a b a jo que debe p roveer a aq u ella s necesidades. Pues lo que no consigam os hace r rea liz a r con m étodos nuestro s se rá hecho necesariam ente por o tro s con m étodos a u to ri­ta rio s . La an arq u ía no se rea liz ará sino cuando se sepa v iv ir sin au to rid ad ; y en aquella s p roporciones en que se logre pasarse s in la au to rid ad ”.

T am bién con respecto a los m étodos de lucha y tá c tica s a e m p lea r p o r los revolucionarlos , ten ía Ma­la tes ta un concepto a ltam en te rea lis ta , sin que e llo fue ­r a en desm edro de su co nstan te p réd ica en pro de la rec titud de propósitos y en c o n tra de la s posib les des­viaciones de los a n a rq u is ta s dem asiado ansiosos de In­te rv e n ir en los hechos sociales de todo m om ento, a quienes a len ta b a y preven ía a la vez:

“ Se tr a t a de e p en e r la 'u e rz a a la fu e rza ; hace fa lta un irse pa ra desem barazarse de la m onarquía, que im pide todo progreso , toda m ejora. P erm anezca cada cual lo que es y haga tam b ién su propaganda oon las p rop ias ¡deas y por el propio p a rtid o ; pero la s d ife­re n c ia s , por g randes que sean , que dividen los d iversos pa rtidos y sectores, no deben Im pedir que é stos se unan pa ra un obje tivo de term inado , cuando rea lm ente existe un in te rés com ún a todos. ¿Y qué in te rés m ás u rgen te que el de con q u ista r las oondiciones esenciales de libe rtad sin las cuale s el pueblo cae en el e m b ru te ­c im iento y se vuelve incapaz de reacc ionar, y los p a r­tidos y sec to res no tienen m odo de p ro p ag ar sus ideas? A nte la b ru ta lidad de c ie r ta s situac iones toda discu­sión se encuen tra in te r ru m p id a : e6 preciso o b r a r . . . Se« r ía e rro r g randísim o ob ra r cada uno po r prop ia cuen ta sin en ten te a lguna, y c o rre r el riesgo de p a ra lizarse re­c ip rocam ente con ve n ta ja del enem igo com ún, incluso t r a t a r con una acción c o nce rtada de a seg u ra rse aque­lla v ic toria m a teria l que es condición necesaria da c ualqu ie r tran sfo rm ación del orden ac tua j de cosas".

EL abandono to ta l Se los p r in c i­p io s y f in a lid ad e s del soc ialis­

m o. com o m ovim iento genera l d e l p ro le ta r iad o y como d oc trina econo- m ico-social, es un ra sg o com ún en ca­s i todos los p a rtid o s que se llam an soc ia lis ta s o com unistas y que co rres­ponden a la r a m a m a rx is ta . a u to ri ta ­r i a d e l socialism o. E n d ive rsas opor­tu n id a d es nos hem os ocupado de este hecho, que no constituye u n a m ani­festac ión rec ien te de la ac tiv idad de dichos p a rtidos, los que fueron echan­do p o r la borda, desde hace varios decenios, todo el b ag aje doc trinario y de tran sfo rm ación social que cons­t itu y ó su raz ó n de se r e n e l cam po de la s luchas sociales. A l e s ta l la r la p r im e ra g u e rra m und ia l en 1914, so puso en evidencia que e l c recien te reform ism o le g a lita rio y la a d ap ta ­ción a la s condiciones im puestas p o r la bu rguesía, hab ían qu itado toda

- v ita lid a d y e fic iencia a l socialism o m a rx is ta de los diversos países, de ta l m odo que, pese a sus so lem nes de cla raciones prev ias , en e l sentido d e oponerse a la g u e rra m ed ian te u n a m ovilización revo luc ionaria de la s m asas o b re ras y la declaración d e hue lga genera l, los p a rtid o s so­c ia lis ta s c o labo raron con la s casta s m il ita ris ta s de su s respectivos países, i i la rea lizac ión de la g ra n heca-

j e de 1914-1918.

E sa defección significó la b anca ­r ro ta de l socialism o oficial, e l que nunca volvió p o r su s fueros do c tri­na rio s , salvo po r la m an ifestación de a lgunas m inorías oposicionistas, que no lo g ra ro n g ra n in fluencia en la

S O C I A L I S T A S Q U E A U N NO O L V I D A R O N SUS P R I N C I P I O S

m a sa y que c o nstituye ron después los núcleos básicos p a ra la fo rm a ­ción de los p a rtid o s com unistas, su r ­gidos con m otivo de la revolución ru sa y la creación d e la T e rc e ra I n ­te rnacional, l a que según L enín , de- b ia re a n u d a r la co rrien te socialista , de acue rdo con los postu lados m ás ortodoxos del m arx ism o . L enín y su s d iscípulos estigm atizaron de un m odo im placab le , a los “soc ial t r a i ­do res” de la S egunda In ternaciona l, calificándolos d e tra id o re s del socia­lism o y lacayos de la bu rg u esía . Con­side rando que la denom inación “so­c ia lis ta ” hab ia sido p ro stitu id a po r aquello s elem entos, L en ín propuso que e l p a rtid o de los bolcheviques — fracción m a y o ri ta r ia de la socialde- m ocracia ru sa— to m a ra la de "co­m un is ta" , con cuyo nom bre debian designarse todos los pa rtid o s que se a d h irie ra n a la In te rn a c io n a l d e M os-

Com o lo dem ostró la experiencia, lo s ta le s pa rtid o s ta rd a ro n m enos en a b an d o n a r sus postu lados revolucio­n a rio s que los pa rtid o s socialistas. S om etidos a u n a d irección u l tr a cen­tr a l is ta , no ta rd a ro n en convertirse e n in stru m e n to s de la po lítica ex te ­r io r d e l gobierno ruso y com o éste ha b ía re su e lto te rm in a r con todo m o­vim ien to revo lucionario d e c a rác te r iM ernac ional d e acue rdo gen la fó r­

m ula de "socialism o en un solo país” , los p a rtid o s com unistas sin d e ja r su lenguaje dem agógico, caye ron en e l m ás desteñ ido reform ism o y se dis­pusieron a co lab o ra r con lo s secto­res m ás c a rac terizados de la bu rg u e ­sía, a rch ivando todas las consignas c lasis tas y olvidándose p o r com pleto del socialism o como doct r in a que d e ­b ía p ro fe sa r y re a liz a r e l p ro le ta r ia ­do p a ra lo g ra r su em nncipación. E s ­te proceso do defección y abandono p o r p a rte d e l com unism o de los p r in ­c ipios del socialism o y de la acción revo luc iona ria de l p ro le ta r iad o fué rea lm en te fu lm inan te , de ta l modo que e l desprestig io del té rm ino "co­m un is ta" se p rodujo m ás ráp id am en ­te que el de su an tec eso r genérico y p o r cuyo desprestig io se ha b ía p ro ­ducido e s te h is tó rico cam bio de nom bres.

M ucho a n te s de l esta llido de le g u e rra ac tua l, e ra y a u n a tr is te y c aba l r ea lid a d cuan to a q u í a ca b a ­m os d e s e ñ a la r y d e lo cu al nos h e ­m os ocuado en d ive rsas opo rtun i­dades. A hora, e lla se ha hecho m á s a bso lu ta , si cabe. Socialism o y co­m unism o se han iden tificado de ta l m odo con e l rég im en do m in an te <i«-

m ocrá tico cap ita lis ta, que p a ra nada se diferencian de c ualqu ie r pa rtido refo rm ista libe ral, en cuan to a sus consignas inm edia tas y el contenido de su propaganda. C ierto es que a h o ra ex iste e l ju stifica tivo d e la n e ce sa ria lucha co n tra el fascism o, que es e l enem igo m ás peligroso e inm edia to . P e ro esto, que puede ex­p lic a r de term inados ac to s de colabo­rac ión defensiva fren te a l enem igo común, no es su fic ien te p a ra ju s t i­f ica r el abandono to ta l de la s re i­v indicaciones revo lucionarias y m e­nos aún si se considera que la g u e rra a c tu a l h a de p roducir lógicam ente i-g enuna form idable conm oción social, p rop icia a un p rofundo cam bio de e s tru c tu ra , la que es, p o r o tra p a r­te , im prescind ib le p a ra estab lecer una paz ju s ta y e stab le. Y si no se crea desde y a en la s m asas una pred ispo­sición a a c tu a r revo lucionariam ente, qu ién y cómo se a p rovecharán las opo rtun idades revolucionarias q u e h 'ab rán d e p rese n ta rse ?

S e n ta d a n u e s tra a b so lu ta oposición a ese renunciam ien to a l socialismo, que es casi genera l en los partidos m a rx is ta s que aún quedan, nos com­place d e s ta c a r honestam ente la s ex­cepciones que se m an ifiesten den tro de esa co rrien te , a si qpmo los puntos d e coincidencia con n u e s tra oropia,

posición, s in pe rju icio de m a n ten e r aquello s que nos separan , en cuan to a la concepción genera l de la so­ciedad.

U na de esas excepciones la o fre ­ce e l pa rtid o soc ia lis ta n o rtea m e ri­cano, ta l como lo r e f le ja su órgano oficial “T h e C ali” . "A p e sa r de l to r­m entoso ' am b ien te de g u e rra que re i­n a en el pa is y anqu i y no obstan te a d o p ta r u n a p rec isa posición de lu ­cha a fondo c o n tra e l to ta lita rism o , el pa rtid o de N o rm an T hom as no in ­c u rre en e l incondicionalism o que ca­ra c te r iz a a soc ialista s y com unistas de e s ta s tie r ra s , f re n te a l gobierno de Roosevelt y de un m odo g e n era l a n te la burguesía d irig en te n o r te ­am ericana . P o r e l c on tra rio , e jerce u n a critica v igorosa y fundam en ta l de la adm in is trac ión 'd e los e s fu e r­zos del pueblo, en g ran p a rte m a l a p rovechados en v ir tu d de la in fluen ­c ia pern ic iosa del egoísm o cap ita lis­ta , que d e n ingún m odo h a abando ­nado su s m ezquinos in te re se s de

P e ro lo que queríam os d estacar aquí no es esc a spec to de su tá c ti­ca, sino la posición soc ialista p rop ia ­m en te dicha» X p a ra clic» trad u c i­

m os del m encionado periód ico un r e ­cuadro que exp resa sin té ticam en te la posición del p a rtid o y que a firm a lo sigu ien te :

“ Los socialistas proponen: L a piip- p ied ad social y la adm in is trac ión de­m ocrá tica de lo s m edios de p roduc­c ión y de distribución . L a liqu ida­c ión del cap ita lism o p rivado , deb ien­do im p lan ta rse en su lu g a r e l colec­tivism o. P e ro co lectivism o sin dem o­c racia po lítica e in d u stria l, llega a s e r to ta lita r ism o . Socialism o sign ifi­ca D em ocrac ia to ta l” .

“ Los soc ialista s com baten : L a p ro ­p iedad y la explotación p r iv ad a de los m edios n ecesario s de la vida, p a ­r a f ines de beneficio en p a rticu la r. L a prop iedad b u ro crá tica del E s ta ­do o su c o n tro l p o r p a rte de una oebienessincélite po lítica o pa rtid o d irigen te. T o­do a taq u e c o n tra los de rechos de los trab a ja d o re s . T o d a c iase de d isc ri­m inación rac ia l o re lig iosa. E l fas­cism o en to d a s su s form as, sea ex­t r a n je ro o nacional" .

S in p re ju z g a r en n ingún sentido sob re e l g rad o de consecuencia en la luc h a d e los soc ialista s no rtea m e ­ricanos, en re lac ión con esto s p rin c i­

pios, no podem os m enos que se ñ ala r la g ran d iferencia que ex iste e n tre e s ta posición y la que m an tienen q h a n m an ten ido los de o tro s países. S o b re todo, nos com place d e s tac a r l a re fe ren c ia a la "dem ocrac ia polí­tic a e in d u s tria l" y la oposición a l c o n tro l de la p rop iedad social por un E s ta d o bu rocrá tico o u n a clase po lítica d irigen te , que rep rese n ta la c lase p riv ileg iada en los pa íses to ta ­lita r io s y que constituye procisam en- te e l fundam en to del E s ta d o sovié­tico, ta l como funciona en la R usia de S ta lin . E v iden tem en te la re fe r id a exp resión d e princip ios se propone a p u n ta r el repud io d e ese régim en, que solo es u n a c a r ic a tu ra del socia­lism o, pu esto que excluye la libe rtad , la dem ocracia to ta l.

S abem os que es m uy e scasa la in ­fluenc ia a c tu a l de l socialism o en la g ran dem ocracia c a p ita lis ta del no r­te. P e ro a ú n a sí consideram os un hecho positivo y a len ta d o r la exis­tencia a llí d e un núcleo organizado que su s te n ta sanos princip ios de lu ­cha, los que tienen im portan te s pun ­tos de coincidencia, enunciados ¿n sen tido genera l, con los que nosotros susten tam os y que constituyen las bases e senciales de nu estro movi­m ien to soc ialista lib e rta rio . N o cree­m os. desde luego, que los socialistas n o rteam ericanos, educados en e l m a r­x ism o a u to rita rio , después de to ­do, adopten pun to s de v ista rea lm en­te lib e rtario s . A ai y todo nos com-

' p lacem os en su b ra y a r esos punto» a e coincidencia y los som etem os a la consideración de los que, d e un m odo o de o tro luchan los m a les de l cap ita lism o y del to ta lita rism o , se« gu ros d e que solo bajo la o rien ta ­ción de ta le s principios puede se r osa lucha eficaz y fecunda en re su l tad o * . c o n s íiu c u ío s .

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