ACCION FEMENINA -...
Transcript of ACCION FEMENINA -...
ACCION FEMENINAR E V I S T A M E N S U A L
DK L
C O N S E J O N A C I O N A L D E M U J E R E S D E L U R U G U A Y y de La Alianza Uruguaya para el Sufragio Femenino
HAZ A LOS O TEÍÍS LO Q üfc Q U ISIERA S PARA TI
NO PARA ELLA MISMA SIN O PARA LA HUM A NIDA D
Nuestras actividades
En el local del Ateneo celebró nuestra Institución, con fecha 3 del mes en curso, su Asamblea General estatutaria correspondiente al Ejercida 1919-1920, asistiendo a ella un buen número de asociadas.
Sintetizando su labor anual, las varias Comisiones que integran nuestro Consejo, presentaron los interesantes Informes que publicamos en este número, dando cuenta en ellos de las diversas gestiones realizadas de acuerdo con la autonomía que preside el trabajo de cada una, a fin de hacerlo más .eficiente.
Todos ellos son un apreciable exponente del entusiasmo e interés que gradualmente va intensificándose en nuestras filas y que, de año en año, ofrece una labor más compleja y más amplia,
Una intensa “ Orden del día” ocupó la atención de la Asamblea por más de dos horas, señalándose muy especialmente la designación de nueva Presidenta, por cese de la doctora Paulina Luisi, quien desde la fundación del Consejo ha venido desempeñando las funciones directivas, poniendo en ellas los altos valores de su talento y su entrañable amor a la cansa feminista, a la que ha sacrificado sin vacilación todas sus horas de descanso, y no pocas veces preciosas ventajas dientro ele su noble profesión, como médica talentosa y distinguida.
Siendo imposible pensar en su reelección por haber manifestado en oportunidad su irrevocable decisión de no acep
tarla en caso de producirse, hubo de verificarse nueva elección por voto secreto, triunfando la candidatura de la señora Emilia E. de Gallardo, elemento valioso entre nuestras filas, y justamente apreciado por su criterio sereno y desapasionado, sus extensas vinculaciones sociales y' su honrosa actuación en diversas instituciones de nuestro ambiente, a las tjue no ha regateado la consagración, de sus mejores energías.
Con frases amables la señora Echevarría de Gallardo agradeció a la Asamblea la distinción de que era objeto, expresando que sólo su amor a la causa feminista podía inclinarla a la aceptación del alto cargo de Presidenta, ya que no reconocía en su persona los talentos y prestigios de su antecesora la doctora L,uisi, para cuya actuación pedía un voto de aplauso, el que fue concedido por unanimidad.
Otras designaciones no menos acertadas hizo la Asamblea nombrando, con la misma aprobación de la presente, Presidenta de la Comisión de Sufragio a la señora Fanny Carrió de Polleri, expresándole así a la inteligente compañera el justísimo concepto que tiene de su talento y actividad.
'Seguidamente se confió a la señorita Caiimen Onetti la presidencia interina de la Comisión de Conferencias por renuncia de la señorita Angela A. Pérez y a la señora Olivia Sierra de Peyrallo la presidencia de 1a. Comisión Asistencia a las Mujeres, vinculándose así más directamente a la obra del Consejo estos dos elementes de sobresalientes condiciones y positivo valer, que han señalado bien su actuación dentro de la Comisión Directiva.
Con la designación de la distinguida profesora señorita Ismael a Navarra para integrar la Comisión Directiva, se cerró la serie de nombramientos, facultándose a la Mesa para llenar oportunamente la vacante de 2.a Presidenta.
En conocimiento de la Asamblea, por comunicación de la Secretaria señorita Angela A. Pérez, de la renovación de las autoridades del Consejo Internacional de Mujeres, que motiva el cese de la Condesa Lady Isabel Aberdeen en las funciones de Presidenta que ha venido desempeñando durante cuatro quinquenios sucesivos, y el nombramiento de Mine. C'hap- poniere Chaix, descollante figura del feminismo europeo, para sustituirle en el elevado cargo, la Asamblea por moción de la comunicante resolvió por unanimidad el envío de-un mensaje de salutación a estos distinguidos miembros del Consejo Internacional, expresándoles la -viva. simpatía con que el Consejo de Mujeres del Uruguay ha acompañado su brillante actuación.
•Cerró dignamente la Asamblea su laboriosa sesión con un
interesante debate sobre “ Homenaje a la doctora Paulina Lui-si” , en el que ge tomaron en consideración diversas mociones, todas abundantes en amables conceptos hacia la dignísima fundadora del Consejo.
De ellas destacamos una ele la señora Fanny Oarrió de Polleri sobre -colocación del retrato de la doctora Luis! en el sitio de honor en la Safe de Sesiones del Consejo, moción que fué aceptada por aclamación, y otra de la señora Laura P. de del Pino, quien deseando ampliar el homenaje dado a la doctora Luisi por lo-s méritos contraídos ante el Consejo, pidió fuera discernido a -ésta un título de honor qu.e sintetizara el reconocimiento de su obra.
Aceptada en principio la moción, se suscitó un vivo debate alrededor de cuál debería ser este título de honor, cerrándose la discusión con una moción expresada por la señorita Angela A. Pérez, en los siguientes términos: “ Siendoindiscutibles los méritos y prestigios de la doctora Paulina Luisi ante el Consejo y, por lo tanto, justísimo e! homenajearla dignamente al cesar en sus funciones de Presidenta, cree que debe convocarse oportunamente a Asamblea General »Extraordinaria, al único y exclusivo objeto de deíenñinar la forma de Homenaje a -la -doctora Luisi” .
Agregó la mocionant-e que a su juicio la decisión de una Asamblea especial daría may'or carácter de importancia a las resoluciones que se tomaran.
Aceptado el temperamento indicado, la Asamblea dió por terminada su labor, bien merecedora de nuestro más entusiasta aplauso.
L a D irección.
Palabras de apertura pronunciadas por la Vice- presidenta del Consejo N. de Mujeres del Uruguay, señora Emilia E. de Gallardo.
Queridas consocias: Dando cumplimiento a las disposiciones que rigen nuestra Institución, líenos aquí reunidas en Asamblea General.
Circunstancias que todas conocéis delegaron -en mí las delicadas funciones de la Yi-cepresid-encia, al ausentarse el alma
mover de nuestro Consejo, la doctora Paulina' Luisi, en ¡misión oficial del Gobierno del Uruguay’ ante los Congresos de Ginebra y Cristianía, llevando, además, como sabéis nuestra representación, a la que unió más tarde las de Paraguay y Portugal.
Momentos de dificultades económicas y de organización sorprendieron mi iniciativa en las nuevas funciones, doblando ¡mi responsabilidad. Mantuve, sin embargo, mi aceptación, alentada por la cooperación de mis compañeras de labor, tratando con ellas de conservar el sagrado depósito, haciendo, no siempre, obra ce brillo exterior, pero sí en todo momento obra reposada y serena, de acuerdo con los principios e ideales que basan nuestra querida Institución.
Haciendo labor de conjunto e impersonal, hemos acompañado con toda nuestra simpatía diversas gestiones, cuya enumeración encontraréis en los informes parciales de las Comisiones respectivas.
Cabe un aplauso a varias de esas Comisiones y es de justicia hacer notar cue si otras no realizaron tan amplia labor, cooperaron, en cambio, dentro de la Comisión Directiva, en forma que supera a las actividades que en el seno de sus Comisiones pudieron desarrollar.
Hemos acompañado en sus gestiones a la Comisión de Conferencias, organizando actos culturales y’ de propaganda en el Ateneo de Montevideo, siempre con el mayor éxito.
De esos actos destacamos con íntima satisfacción las conferencias realizadas en mayo, julio y agosto, a cargo de nuestras distinguidas consocias señorita Carmen Onetti y Angela A. Pérez y del talentoso y exquisito orador doctor Carlos M. Prando.
Las dificultades económicas de que os hablé al principio, unidas a la huelga de operarios tipógrafos, retrasó algunas veces la salida de nuestra revista, obligándonos, además, a publicar números dobles.
En el deseo de compensar en una mínima parte el esfuerzo de nuestras asociadas, hemos resuelto la publicación en cada número de dos páginas de “ Tarjetero profesional” , al que tendrán derecho por turno y siempre que hubiere sitio.
Como sabéis, desde junio nuestra Institución ocupa en el local del Liceo Franco-Uruguayo un amplio apartamento, cedido gentilmente por su Directora, nuestra cmsocia señorita lamaela Navarra. Allí está instalada nuestra Secretaría, atendida todos los días hábiles por la Secretaria Archivera de la Institución, sesionando la Mesa todos los martes, de la hora
17 y 112 a 19 y 1|2 y la Directiva el día 20’ de cada mes a las mismas horas.
Creo inútil insistir en toda la valiosa significación del gesto de la señorita de Navarra, máxime en épocas de dificultades económicas como la presente.
Conforme a lo resuelto en la Asamblea del 20 de noviembre de 1919, fue delegada nuestra Presidenta a los Congresos de Ginebra y Cristiania.
El informe oficial de esos trabajos no nos ha llegado aún por falta material de tiempo, pero comunicaciones de orden privado nos hacen saber la actuación descollante y honrosa para nuestro Consejo y para el Uruguay, de cuyo Gobierno fuera, como dije antes, delegada oficial.
Desde Lisboa nos llegaron comentarios halagüeños de la prensa, que transcribimos en A cción F emenina . Su conferencia sobre sufragio femenino, presidida por los Ministros del Uruguay y Argentina y1 el de Asuntos Extranjeros, fuá un enorme éxito, siendo nuestra querida Presidenta objeto de una calurosa manifestación de aplauso y simpatía.
Así, por intermedio de nuestra compañera, han quedado selladas oficialmente las relaciones del feminismo uruguayo y portugués y muy especialmente entre nuestro Consejo y el de mujeres portuguesas, presidido por la ilustrada doctora Adelaida Cafcette, figura descollante en el feminismo de Portugal.
La mejor prueba de la actuación de la doctora Luisi y de la gentileza del Consejo N. de Mujeres Portuguesas se sintetiza en el hecho de habérsele confiado la representación oficial de aquella entidad ante el Consejo I. de Cristiania.
En el VII Congreso de la. Alianza I. Sufragista, celebrado en Ginebra, no fué menos brillante la actuación de nuestra delegada. Sus informes nos darán oportunamente cuenta detallada de sus trabajos.
En el Congreso de Cristiania, realizado del 8 al 18 de septiembre ppdo.. nuestra Presidenta tomó parte activísima, llevando, como hemos dicho, no sólo nuestra delegación sino la oficial de Portugal y del Uruguay.
En tal carácter pronunció su discurso de presentación, que publicamos en un número de A cción F em enina .
Con satisfacción íntima hacemos constar la segunda proposición presentada al Congreso en nombre de nuestro Consejo y a p e fué aprobada. Dice así: “ Que el Consejo Internacional de Mujeres cree una Oficina Internacional de Informes sobre la. actividad feminista mundial, sobre su situación frente a la, lev y sobre trabajo. Esta Oficina debe, recibir las novedades del movimiento feminista de cada país, por intermedio
de los Consejos Nacionales respectivos. Será fundada una publicación oficial del Consejo Internacional como órgano de su Oficina Internacional de Informes” .
Innecesario nos parece insistir en la importancia de esta proposición, que una vez en vigencia reportará enormes ventajas al feminismo mundial, por el mayor conocimiento de sus trabajos, permitiendo, con la mayor difusión de orientaciones una mayor uniformidad en las mismas y más intensa y estimuladora acción de conjunto.
Terminada en Cristianía la misión de nuestra Presidenta, a fines de septiembre se encontraba de nuevo en Ginebra, concurriendo a la Conferencia Internacional de la Federación Abolicionista, en la que ha tomado parte activísima.
De “ iPour le droit el pour ía femine” , de Ginebra, extractamos e:l siguiente párrafo, comentando su actuación; en el citado Congreso: “ En una interesante sesión en la que valientemente la doctora Luisi refutó algunas afirmaciones de Mr. Graaf, nuevo Presidente de la Federación Abolicionista, entre ellas, la de que entiende Mr. Graaf “ que hay verdades para las mujeres y verdades para los hombres, que lo que es para unas no es para otros. Los médicos son competentes en materia médica, pero no en moral. Que den todo di servicio de su ciencia, pero que dejen la moral a otros” .
Dice así “ Mouveiment Feministe” : “ Dos veces la doctora Luisi, de Montevideo (que viene siendo en todas partes la niña mimada desde su aparición en Europa, en la primavera última, en ocasión del Congreso de Ginebra), pide la palabra. Ella habría dicho, sin duda, a Mr. Graff, cuáles han sido los estupendos progresos realizados en los últimos 20 años polla psicofisiología, que establece unión indisoluble entre lo moral y lo físico. Tratar físicamente una enfermedad sin tener en cuenta las contingencias morales, sería volver a caer en las tinieblas de los tiempos pasados. Pero, por dos veces le fué negada la palabra a la simpática doctora. Cuando más tarde —• después del té ofrecido durante el Congreso, por exquisita y acertada decisión de la Liga Antialcohólica, el P residente hubiera permitido indudablemente responder a Mr. de Graaf,-—la, doctora. Luisi se hallaba en una reunión privada de médicos, convocados 'por el Congreso para oir las revelaciones del doctor üffholz sobre el método Yernes. En lugar de la doctora Luisi, escuchamos una reedición de los debates americanos de la, víspera, cesando felizmente por una proposición de Mr. Yeillard.
En el intervalo de los Congresos de Ginebra y Cristianía, nuestra Presidenta asistió a.1 curso de vacaciones sufragistas
celebrado en Aesclii (Suiza), del 12 al 17 de julio, y aportando a él, según la frase de Mademoiselle (íourd, Directora de una importante revista de Ginebra, “ un elemento precioso de competencia médica a la vez que feminista” .
Hasta aquí, a grandes rasgos, la labor de nuestra Presidenta. Para esa labor os pedimos un voto de aplauso que tras- ¡ñutiremos complacidas, como merecida sanción y expresión de nuestro orgullo por su brillante actuación.
Al terminar, séancs permitido agradecer a la prensa de la Capital su gentil y amplia hospitalidad, dispensada a nuestras publicaciones y a la Comisión Directiva de este Ateneo la generosa cesión de sus salones siempre que han sido solicitados.
Paral vosotras, las que presentes aquí prestigiáis nuestra labor, estimulando nuestro esfuerzo, vaya nuestra palabra de agradecimiento primero y' de exhortación luego, a fin de que nos aportéis en todo momento vuestra ayuda, iluminándonos icón vuestras sugestiones, que tanto pueden intensificar la acción de nuestro Consejo.
Emilia E. de Gallardo, Vicepresidenta.,
Informe de la Secretaría del Interior
Péñora Vicepresidenta del Consejo Nacional de Mujeres delUruguay, doña Emilia Echevarría de Gallardo.
Al dar cuenta del movimiento de la Secretaría de este Consejo, cabe declarar que han predominado en la labor realizada durante el año que va a terminar, dos tendencias igualmente benéficas y humanas. Mientras una, da cuenta de la idealidad que persigue el Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay en la parte feminista, demuestra la otra que el espíritu esencialmente femenino de las damas que lo integran, se ha evidenciado una vez más, al preocuparse profundamente de todo aquello que atañe al bienestar social y material de las mujeres, empleadas y obreras, niños y, en general, de toda esa parte de la sociedad que tanto necesita de la ayuda, del consuelo y de la protección de aquellos, para los cuales la vida no tiene más que sonrisas.
V » ' A i v
lia tendencia de que os hablaba mas arriba se ha puesto en evidencia en la continuación de los trabajos pro sufragio femenino, punto importantísimo en nuestro vasto y, acaso, incomprendido programa de acción.
Vamos a dar cuenta de una manera sumaria, de cómo'se lian desarrollado los hechos durante eil año que fenece y que todo hace esperar se lian de ver coronados muy en breve por* el más franco de les éxitos.
En los primeros meses del corriente año y a iniciativa de la ¡Secretaria General señora Fanny C. de Polleri, se puso a consideración de la Mesa Directiva en la reunión efectuada el día 20 de mayo ppdo., un proyecto de ley por el que se pedía para las mujeres el derecho de votar y ser votadas en las elecciones municipales y' nacionales. Aprobado éste y lie- vando en su petición la firma de casi todos los miembros del Comité Directivo, fué presentado a la H . Cámara de Representantes. Al mismo tiempo nos dirigíamos a los distintos partidos políticos, solicitando que lo,s¡ miembros que llevan su representación, ocupando una banca en el Parlamento, prestaran su eficaz apoyo a tal iniciativa.
El más franco éxito coronó esta parte de los trabajos, pues la mayoría de esos partidos han respondido comunicando prestar su apoyo a tal iniciativa, máxime cuando en la plataforma política de algunos de ellos, figura, en primer término, la concesión del derecho de voto a las mujeres.
También con este mismo fin nuestro 'Consejo se dirigió a los Corpités Departamentales. Entre ellos merece destacarse- en primer término, la_ labor realizada por el de Durazno, que con todo acierto preside la distinguida dama doña Otilia S. de Galarza. Puesto en campaña inmediatamente de recibido- nuestro^ petitorio de adhesión, comunicaba telegráficamente pocos días después, que con el mayor éxito había dado término a su trabajo. Efectivamente, esta Secretaría recibió, con la natural satisfacción, una interesante nota de la señora Presidenta, acompañada de un entusiasta llamado a las damas del Durazno y la adhesión de éstas, cuyas firmas sobrepasan de doscientas., pon tal preciso apoyó, este 'Consejo,- que por razones de índole constitucional se había visto precisado a retirar su pedido de la Secretaría de la Cámara, se presentó al doctor don Héctor Miranda, solicitando hiciera suyo el más vehemente anhelo de .esta Institución, y'a que este señor, editorial mente en las columnas de “ La Defensa” , había defendida los derechos políticos de la mujer.
Con intensa satisfacción hemos visto que hace apenas unosr
días, el doctor Miranda lia presentado a la Cámara de que Jornia parte el citado proyecto.
Es de esperar que nuestro petitorio encontrará eco en el seno de esa corporación, ya que c-on su sanción no se hará más que cumplir un acto de estricta justicia.
Mientras el Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay se preocupaba de la conquista de los derechos políticos de la mujer, un distinguido miembro de la Cámara Departamental, don Alteo Bruñí, presentaba a consideración de la misma un interesante proyecto de ley, concediendo el voto municipal •a todas las mujeres. Al mismo tiempo solicitaba que la Cámara Departamental, en uso de una de las facultades que le acuerda la nueva Constitución, llamara la atención de nuestro Parlamento sobre la conveniencia de otorgar a nuestras mujeres, todas las concesiones civiles y políticas a que tiene derecho.
El Consejo Nacional de Mujeres, úpenlas tuvo conocimiento de la simpática gestión de nuestro compatriota, se apresuró a enviarle una nota de sincera adhesión, la que fue contestada en elogiosos términos por el señor Brum.
Nuestra revista A cción F emenina ha puesto en conocimiento de todas las asociadas las notas que con tal motivo se cambiaron.
Hasta aquí la obra feminista.Menos árida, tal vez más cerca del corazón de cada mujer,
tiene la otra parte de nuestro trabajo, durante este año, proyecciones vastas y simpáticas a la vez.
Haciendo obra eminentemente práctica de su apostolado, el Consejo Nacional de Mujeres se ha granjeado el aplauso y la adhesión de todos los que siguen de cerca la marcha de nuestro Centro.
He aquí, ahora, todos sus trabajos, detallados sumariamente. El 4 de diciembre de 1919, profundamente emocionadas por el afligente espectáculo que ofrecen las desgraciadas víctimas del alcohol y convencidas de que, ejerciendo sobre ellas una mejor tutela, hubieran podido salvarse para sí y para la humanidad, nos dirigimos por nota al señor Director de la Asistencia Pública, doctor don José Marti rene, solicitando la creación de sanatorios para alcoholistas. Fundábamos nuestro pedido en la opinión de las altas cumbres científicas que no titubean en asegurar que en el ebrio hay que reconocer a un enfermo, susceptible de mejoramiento y de cura. Apoyaba este proyecto el hecho de que en los países de legislaciones más avanzadas, como Suecia, la ebriedad no está considerada como una falta que cae bajo la sanción penal, sino como una-
enfermedad digna de la mas grande de las atenciones, j a que ella es origen de otras grandes males que azotan al mundo.
Nuestra gestión de humanidad no ha de caer en el vacío y más temprano o más tarde, la Asistencia Pública Nacional contará con una obra de este género, y'a que desde su fundación y bajo los distintos facultativos directores que ha tenido, se ha distinguido entre sus similares de América por la obra de higiene y de profilaxis que viene realizando.
En las primeras reuniones efectuadas en el corriente año,, una de las señoras que componen la Comisión Directiva, invocando razones de humanidad, puso en conocimiento de la misma, que en la mayoría de nuestros grandes magazines estaba prohibido el uso del ascensor a las señoritas empleadas,, en actos del servicio. Dió motivo esto a una interesante nota, que fué dirigida a los señores propietarios en cuyas casas hay ascensor para el servicio del público. Plena de razones, invocando los más elementales sentimientos de humanidad y justicia, esta nota fué escuchada por casi todos los propietarios, habiendo recibido su correspondiente respuesta, unas, comunicando haber concedido y'a tal mejora y otras prometiéndola para muy en breve.
Respondieron a nuestras notas las siguientes casas: “ LaMadrileña” , “ Nueva Sirena” , “ Tienda Inglesa” , “ London- París” y “ Marabotto” . Es de desear que aquellas que no lo hicieron, hayan lo mismo concedido tal mejora a sus empleadas, ya que ello implica un acto de estricta justicia.
En otra reunión, se tomó en consideración una denuncia formulada por una socia, por la que se declaraba que en una conocida casa de comercio, s*e infringía escandalosamente la ley obrera, de ocho horas de trabajo, obligando a sus empleadas a trabajar con exceso, habilitando también los días festivos. Después de un cambio de ideas, ste resolvió que nuestra Vioepresidenta, acompañada de la señorita Enriqueta Rodríguez Diez, se entrevistara con el señor Anaya, Director de la Oficina N. de Trabajo, para ponerlo en conocimiento de tal denuncia y solicitar tomara las -medidas del -caso.
Del resultado de esta visita da cuenta el informe de lg señorita de Rodríguez Diez, por el que commni-ca que el señor Anaya prometió ocuparse a la mayor brevedad de la citada denuncia. Posteriormente hemos tenido noticia d'e que la señorita empleada sólo trabaja -las ocho horas reglamentarias, teniendo también libres los días de fiesta.
De más vastas proyecciones y' siempre dentro de la defensa y protección social, es la obra inieia-d-a sobre protección a la infancia. En virtud de sus estatutos -el Consejo Nacional de
Mujeres no debe propiciar obra alguna de beneficencia pública, pudiendo sí dar la iniciativa o prohijarla con su adhesión .
La desesperante crisis económica por que atraviesa el país, que tanto se hace sentir en todas las clases sociales, y máig profundamente en las clases humildes, motivó la gestión de que damos cuenta en seguida. Consistió ésta en solicitar de los señores directores de Escuela los datos necesarios sobre los niños que asisten a ellas en deficientes condiciones de alimentación y vestido, como también el sexo a que pertenecen. Se tuvieron así datos estadísticos verdaderamente dolorosos. 40 escuelas de Montevideo, comprendiendo también el Departamento, respondieron a nuestro pedido, arrojando un total de 2,028 niñas y 1,698 varones que concurren a nuestras escuelas en tristísimas condiciones de ropa y alimentación.
Una vez recabados tan importantes como elocuentes datos, este Consejo se dirigió oon cilios al Concejo Departamental de Administración, a quien los ofreció para que sirvieran de base a las gestiones que iniciara esa Corporación en pro de los niños menesterosos.
Junto con tal ofrecimiento se remitió también la copia de un interesante trabajo expedido a nuestra solicitud por la Presidenta del benemérito “ Patronato de la Infancia en la Escuela” , en el que, con lujo de detalles, se da a conocer la labor de la Institución, así eomo también las enormes dificultades financieras con que lucha para desenvolver su vasto programa de acción.
Con intensa satisfacción hemos visto que el Concejo Departamental de Administración viene realizando una simpática obra de beneficencia y amparo social.
No terminan aquí los trabajos del Consejo en este orden de cosas. Ultimamente, habiendo tenido conocimiento de que la Asociación Cristiana de Jóvenes, ;por medio de su Departamento de Estudiantes, venía realizando una bellísima obra de protección moral al gremio de canillitas, nuestra institución, en el deseo de vincular su nombre a aquella obra, y traduciendo un vehemente deseo formulado por un grupo de miembros del citado departamento, se apresuró a ofrecer in- eondicionalmente los buenos oficios de su Comisión Directiva, así como también la cooperación personal^ de todas las señoras que la componen.
Todavía no se ha llevado a la práctica este proyecto, pero •la gestión está bien encaminada y esperamos poder ofrecer en breve un interesante informe sobre este tópico. El alma de la mujer florecerá una vez más y sus manos, manos suaves
que saben de caricias, derramarán sobre esas pobres almitas abandonadas, toda su ternura, toda su cariñosa bondad.
En este orden de cosas, y enterada la Mesa del estado en que se encontraban los pequeños delincuentes que se alojan en la Jefatura, se dirigió al señor Ministro del Interior, doctor Gabriel Terra, ofreciendo su ayuda moral a los trabajos que proyectara el señor Ministro sobre ese tópico. La Comisión formada por las señoras E. E. de Gallardo y Fanny C. de Polleri, recibió las felicitaciones del señor Ministro, retirándose gratamente impresionada.
Entre las diversas adhesiones recibidas de distintas asociaciones cabe destacarse por su importancia la del “ Patronato del Sordomudo ’ ’. que ha delegado su representación ante el Consejo en la distinguida señora Magdalena L. de Lamaudie.
La Asociación “ José Pedro Varela” ha renovado su delegación, habiendo recaído ésta en la inteligente educacionista señora Isabel A. de Pazos.
Notas importantes ha recibido esta Secretaría durante el año que fenece, entre ‘las que cabe destacar las recibidas del Departamento de Rocha, por lo que ellas señalan para el progreso de nuestra causa. Ha llegado de allá una extensa comunicación, en la que se pone en conocimiento de nuestro Consejo que ha sido fundada y ha celebrado ya su primera Asamblea, una nueva asociación feminista. Sus estatutos, calcados en los nuestros, hacen, esperar que en la floreciente ciudad róchense, las mujeres conscientes se han de unir en una misma aspiración y que así unidas han de marchar hacia una nueva era de reivindicaciones feministas. Preside la Asociación Feminista Róchense la señora Felicia Barra!.
Posteriormente, nuestra delegada en aquella ciudad, señora Cora V. de Renánd, nos comunicó por nota que con motivo de la visita de nuestro primer magistrado, doctor Baltasar Brum, el Comité Feminista Róchense habíale solicitado la creación de una escuela para mujeres en su doble faz de primaria y profesional. Mucho halaga a nuestro feminismo la actitud de nuestras compañeras roebenses, y en nota pasada a ’la señora de Renaud hacemos votos por que ese deseo se vea pronto realizado.
Ya son dos los departamentos que Se han agregado a nuestras filas y nos acompañan abiertamente en nuestra lucha. Se b,acen gestiones para aumentar ese número. Florida, Mal- donado y otros se incorporarán en breve.
El Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay' lia continuado con tesón la obra de cultura femenina. Interesantes conferencias y lecturas comentadas se han realizado bajo la organización de la Comisión de Conferencias y Propaganda (a cargo actualmente de la señorita Angela A. Pérez, por ausencia de su Presidenta la señora Cata Castro de Quíntela) y el Comité Ejecutivo.
La primera lectura comentada 'estuvo a cargo de la señorita Carmen Onetti, inteligente profesional, que disertó brillantemente sobre “ Misión social de la mujer” . A pesar de que modestamente señaló su trabajo como una simple lectura comentada, podemos asegurar, sin temor de equivocamos, que fuá interesante conferencia.
(La segunda fué encomendada a nuestra Secretaria de Actas, la distinguida intelectual señorita Angela A. Pérez, quien, con singular maestría, nos habió de “ Reeducación social” . El complejo tema abordado fué tan magistralmente tratado, que dejó en el ánimo de la selecta concurrencia que llenaba el salón del Ateneo una gratísima impresión. A grandes rasgos estudió las múltiples modalidades de los espíritus femeninos y su diferente concepción de la vida. Abogó por la intensificación de las lecturas comentadas, entendiendo que ellas afirmarán la cultura femenina, atraerán su atención hacia más serios problemas, invitando a meditar y a interesarse por los más profundos problemas humanos.
Ambas lectoras fueron largamente aplaudidas por el selecto auditorio que llenaba la sala del Ateneo.
El ciclo de conferencias que conjuntamente con la Comisión respectiva organizara nuestra Mesa Directiva, fué iniciado por el brillante orador doctor don Carlos María Pran- do, quien con palabra galana y fácil nos habló del “ Ideal del progreso” . El informe de la Comisión de Conferencias dará cuenta a Oa Asamblea del sonado triunfo que alcanzó el Consejo de Mujeres con esa Conferencia. A nosotros bástenos decir que el Salón del Ateneo resultó estrecho para contener a la. selecta concurrencia que asistió a tal acto, ávida de oir al distinguido orador.
Nos place también dar cuenta que en, esta obra de cultura hemos vinculado nuestra acción a la Asociación Cristiana de Jóvenes. En efecto: empeñada esa Institución en una obra de mejoramiento cultural, invitó en diversas ocasiones a. los miembros de la Comisión Directiva (del Consejo a tomar parte en sus debates. La importancia de los ternas tratados, que fueron “ /.Cuál será la misión de la mujer en el futuro?” , “ Educación femenina” y “ Sufragio” , hablan bien alto de
las profundas preocupaciones de la Asociación Cristiana de Jóvenes, que con loable entusiasmo viene estudiando los diversos problemas capitales que surgen en las sociedades modernas .
Debemos dar cuenta también ,del valioso contingente de sodas inscriptas durante este año, a la vez que comunicamos que el 'movimiento de borradas ha sido ca.si nulo.
Hemos tenido el placer de dar cuenta lo más detallada posible de la obra y del movimiento de esta Secretaría.
Saluda a la señora Vicepresidenta muy' atentamente.
La Secretaria.
Informe de la Secretaría del Exterior
Señora Vicepresidenta del Consejo Nacional de Mujeres delUruguay, doña Emilia Echevarría de Gallardo.—Presente.
Tengo el agrado de elevar a vuestra consideración el Informe correspondiente a la Secretaría del Exterior, actualmente a mi cargo.
La realización de los importantes congresos de Ginebra y Cristian!«, motivaron en los primeros meses del año corriente una extensa correspondencia sostenida en su mayor parte por nuestra Presidenta, la doctora Paulina Luisi. Este Consejo ha mantenido relaciones continuas con las organizadoras de los citadas Congresos. Interesante correspondencia que obra en nuestro Archivo se ha recibido de Europa. En nuestro Copiador del Exterior se ha tomado nota de todas 'las notas emitidas en contestación.
La partida de nuestra Presidenta, doctora Luisi, nara Europa, efectuada el 9 de marzo del corriente año, ha hecho menguar >el movimiento de esta Secretaría, ya que ella, al llevar nuestra representación oficial a los Congresos realizados, ’quedaba plenamente habilitada para tornar las resoluciones que creyera oportuno.
Dell éxito de este viaje y de los beneficios oue él reporta a nuestra Institución, da cuenta acabada una importante gestión llevada a cabo por la doctora Luisi. bajo el madrinazco de algunos miembros distinguidos dél Consejo Nacional de
Mujeres Francesas: la adhesión oficial de nuestra Institución al Consejo Internacional de Mujeres, presidido hasta ahora por Lady Abetdeen Temair, Virreina de Irlanda.
Los diarios y revistas llegados hasta nuestra mesa de tra bajo, nos hablan en elogiosos terminas de la estada de la doctora Luisi en los países de Europa. Conferencias públicas, vibrantes discursos, interesantes crónicas en los más importantes diarios europeos, en las cuales surge siempre el nombre de este Consejo, estrechamente unido al de nuestra fundadora y Presidenta. Nos ba valido .ello un importante renombre entre las feministas de allá.
Hemos tenido el placer de transcribir en nuestra revista A cción F e m e n in a algunas crónicas llegadas a Montevideo, y que, traducidas del portugués y del francés las hemos ofrecido a nuestras compañeras y lectoras. Por ella podremos darnos cuenta de lo que representa para nuestra joven Institución, el viaje de nuestra Presidenta. El nuevo’impulso que tomará el Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay y el _ enriquecimiento de nuestro Archivo del Exterior será debido, en su mayor parte, a la tarea que la doctora Luisi ha aceptado gustosa y que ha de llevar a feliz término.
Después de este preámbulo que creemos necesario, por cuanto ello implica un merecido homenaje a la labor y al entusiasmo de la doctora Luisi, almo, mate? del movimiento feminista en nuestro país, paso a ciar cuenta de una manera sumaria del movimiento atendido por nuestra Secretaría durante el año que fenece.
Con motivo de la adhesión del Uruguay' al Convenio contra la Trata de Blancas, suscrito en París en el año 1910, hemos recibido valiosas felicitaciones, entre ellas la de la señora Rosalía Liglliton de Róbinson, en nombre de la National Vigilante Association, con sede en la República Argentina. Nuestra Secretaria General, doña Fanny Garrió de Polleri, realizó a mediados del corriente año un viaje a Buenos Aires, que aprovechamos gustosas para enviar a nuestras compañeras de labor y de ideal en la Argentina nuestro fraternal saludo .
Una interesante correspondencia surgió a raíz de este ̂viaje, 'que nos ha valido estrechar más y más nuestras relaciones con él Consejo Argentino.
iCoii el Consejo de Chile y con las intelectuales de aquel país hemos mantenido urna casi constante correspondencia, habiendo recibido últimamente una interesante relación sobre la inauguración del “ Hogar de Estudiantes” , que fundó y sostiene el Consejo Nacional de Mujeres de Chile.
De allí también nos lia llegado la interesante revista “ Evolución”, dirigida por la distinguida intelectual señorita Sofía de Ferrari Rojas.
Con el Paraguay también hemos mantenido una interesante correspondencia. El doctor Telémaco Silveira, leader del feminismo en aquel país y -miembro de la Cámara de Representantes, nos ha escrito repetidas veces sobre la importancia y conveniencia de la fundación de un Consejo de Mujeres en. su tierra y s-otre un interesante proyecto de ley del que es autor y por el cual se le concede a las mujeres paraguayas el derecho del voto.
Desde Alemania hemos recibido un pedido de -envío de nuestra revista, suscrito por -el señor Otto Geiss-el. Hemos tenido el ¡placer de enviársela.
El Consejo Internacional nos ha enviado distintas notas y cuestionarios, hemos «respondido a todos ellos por intermedio de las Comisiones respectivas.
Desde la lejana Nueva Gales del Sur herno-s recibido una nota firmada por la señora Rosa Sic-ott.
De Austria hemos recibido una comunicación solicitando el envío de nuestra revista para la mesa de lectura de la Liga Volkenfund.
Esperamos el regreso de la doctota Luisi, convencidas de que este Archivo s-e verá enriquecido con notas de positivo- valor. Es cuanto, -por el momento, tenemos que informar a usted.
Saluda a usted atentamente.
La Secretaria.
Informe de la Comisión de Educación
Señora Presidenta del Consejo Nacional de Mujeres, doña Emilia E. de Gallardo.—Presente.
Distinguida señora:
Tengo -el honor de elevar a usted el Informe de los trabajos realizados por la Comisión de Educación, durante el año en curso.
Iniciadas las tareas del año 1920, la Comisión de Educa-
i ción manifestó, por intermedio de su Presidenta, en la reunión celebrada.por el Consejo el día 20 de marzo, que no era posible realizar ningún propósito, sin tener local destinado a las sesiones.
¡La señora Emilia E. de Gallardo, .designada ese mismo día Presidente Interina del Consejo, por ausencia de la doctora Paulina Luisi, ofreció gentilmente su domicilio y, en consecuencia, desde entonces, la Comisión pudo entrar de lleno en el desempeño de su cometido, celebrando reuniones semanales, con asidua asistencia de las Vocales señoras Emilia E. de Gallardo, Isabel A. de Pazos y señoritas Agustina Altuna, Luisa Casterán, Ana M. Falco, Carmen Onetti, Angela A, Pérez, Isabel Puig, -hasta el 18 de junio en el referido local; después, en el que fué generosamente cedido para sede del Consejo, por la señorita Ismaela Navarra, Directora del Liceo Franco-Uruguayo.
La Comisión, después de esbozar un plan de trabajo amplio, resolvió concentrar sus esfuerzos ante todo a la realización debida de la idea expuesta por ella en -la primera Asamblea celebrada por el Consejo Nacional de Mujeres, el día 30 de junio de 1917: “ Institución de Madrinas Escolares” .
Después de estudiar el proyecto presentado a ese respecto el año anterior, se resolvió hacer propaganda en el seno de las familias hasta reunir un número de 50 jóvenes dispuestas a velar por la educación de un alumno ele las escuelas púnicas, programar los fines confiados a esas jóvenes y dar posesión de los cargos, solemnemente, en acto público.
La Comisión se dirigió por nota a las autoridades escolares, pidiendo autorización para que las madrinas visiten las escuelas con el fin de adoptar un ahijado y ponerse debidamente en relación c-on las maestras. I.a autorización concedida ha sido comunicada por nota a esta Comisión y a las escuelas por circular.
El Registro especial formado para 3a inscripción de Madrinas, cuenta actualmente con 27 nombres. Se han repartido -las tarjetas que deben acreditar la condición del cargo y se espera -que cada madrina anote su ahijado para efectuar la ceremonia proyectada.
Montevideo, octubre de 1920.
E nriqueta Comptf, y R iqué, Presidenta.
Aída Fardil,: Secretaria. ’
Informe de la Comisión de Prensa
Montevideo, 10 de noviembre de 1920.
Señora Vicepresidenta del Consejo Nacional de Mujeres delUruguay, doña Emilia E. de Gallardo.
En respuesta a lo solicitado por nota fecha 4 de octubre y dando así cumplimiento a disposiciones estatutarias en vigencia, elevamos a usted el Informe correspondiente a la labor realizada en el presente año.
Muy sencillo nos será sintetizar nuestro trabajo por cuanto él ha debido reducirse por múltiples circunstancias a la propaganda en Ja prensa metropolitana, la que, como en años anteriores, ha acogido benévolamente nuestros envíos, coope-, raudo eficazmente a nuestra labor.
La prensa del interior ha transcripto diversos artículos, extendiendo así nuestra propaganda.
(Como especial gestión hemos realizado la de obtener del diario metropolitano “ La Mañana” un sitio gentilmente cedido en sus columnas, y desde junio ppdo., en la sección titulada “ Para nosotras” , hemos intentado realizar la labor cultural y de propaganda que creemos conviene a nuestras orientaciones.
Una vez o dos por semana ha aparecido sin interrupción la sección citada, procurando interesar a nuestras mujeres en los varios problemas feministas, sin apartarnos de la feminidad que creemos debe realzar y prestigiar en todo momento la obra del feminismo.
A ésta y al mantenimiento de relaciones con algunas revistas feministas, como “ Nuestra causa” , de Buenos Aires, y “ Evolución” de Santiago de Chile, ha reducido la Comisión de Prensa su labor, por lo que espera la benevolencia de las autoridades directivas, a quienes presenta su atento saludo.
Angela A. Pérez. Secretaria.
F anny Carrió de P ollert, Presidenta.
Informe de la Comisión Artes, Oficios y Profesiones Accesibles a la Mujer
Señara Presidenta del Consejo N. de Mujeres, doña Emilia E. de Gallardo.—Presente.
En contestación a su nota del 4, me es grato comunicar a usted que en la Comisión que tengo el honor de presidir se han hecho trabajos tendientes al mejoramiento del proyecto de ley que reglamenta el trabajo de 'las mujeres y los niños. Este trabajo ha sido hecho con el señor Subdirector de la Oficina Nacional de Trabajo, bachiller Cesar Oharlone, quien me ha prometido su valioso contingente en este asunto.
'Remito a usted una copia de ése trabajo.[Saluda a usted muy' atentamente.
Launa P. de del Pino.
(Copia del estudio efectuado por la señora Presidenta de la Comisión de Artes, Oficios y Profesiones, doña Laura P. de del Pino y el señor Charlone, en la ley que reglamenta el trabajo de las mujeres y los niños:)
“ Montevideo, 31 de mayo de 1920.—Excmo, Señor Ministro de Industrias, doctor don Luis C. Caviglia. — Excmo. Señor : Aprovechando la ocasión de que en breve el II. Senado tratará en discusión particular el proyecto de ley que reglamenta el trabajo de las mujeres y los niños, tengo el honor de comunicar a Y. E. las discordancias que esta Oficina ha anotado entre las disposiciones de aquel proyecto y las del acuerdo recientemente adoptado por la Conferencia I. de Trabajo,—do la que fue parte nuestro país,—por si Y. E. considera oportuno solicitar a nuestra Cámara alta que sean tomadas en cuenta a objeto de armonizar nuestra legislación en ese importante aspecto, con las conclusiones a que ha arribado dicho Congreso universal, en el que han tenido representación ios distintos agentes que colaboran en la producción de las riquezas. Pocas, en verdad, han sido las modificaciones introducidas a lo acordado por las Conferencias de Berna en 1906 y 1913,—cuyas conclusiones tuvo muy en cuenta el legislador uruguayo,—lo que demuestra el carácter
, t£ a V* i/
del referido proyecto, (.'empalando lo resuelto en las- Conferencias de Berna con los acuerdos de la Conferencia de "Wás- hington, adviértense tres modificaciones esenciales. Primera modificación.: “ Se eleva a 18 años el mínimum de edad para la admisión de los menores en los trabajos nocturnos” ; la Conferencia de Berna de .1913 recomendó la adopción de un convenio internacional, prohibiendo el trabajo nocturno de los menores de ló años. Usté es el mínimum adoptado por nuestro legislador. En vista de las respuestas recibidas de parte de los Estados que fueron consultados por el Comité organizador de la Conferencia, se decidió éste a gestionar se elevase dicho mínimum a 18 años, lo que fúé adoptado en la sesión del 28 de noviembre del año ppdo. He aquí la parte fundamental de la respectiva resolución:' “ Artículo 2.° Se prohíbe el empleo durante la noehe, de niños menores de diez y ocho años en los establecimientos industriales, públicos o privados, o en sus dependencias, con excepción de aquellos en los cuales únicamente se emplean los miembros de una misma familia, salvo los casos abajo previstos. La prohibición del trabajo nocturno no se aplicará a los niños que están empleados en las industrias enumeradas a continuación, en trabajos que en razón de su naturaleza deben necesariamente 'ser continuados día y noche, a) Usinas de hierro y acero: trabajos en los que se emplean hornos de reverbero o a regeneración y galvanización de las láminas y del alambre (excepto los talleres de templado),, b) Vidrieras, c) Fábricas de papel, d) Fábricas azucareras donde sé trabaja el azúcar en bruto, f) Reducción de minerales de oro. Estas excepciones, hace constar la Comisión informante, fueron adoptadas luego de prolijo estudio y madura reflexión, sometiéndolas ■una a una, a la opinión de los técnicos. Todas ellas se justifican por la naturaleza de determinadas industrias, en las que ,1a labor debe ser continua, es decir, noche y día, y donde el trabajo se verifica por equipos de obreros que se relevan en el transcurso de la jornada. La Comisión procuró, pues, que la regla prohibitiva se aplicase hasta donde fuera posible. Aun mismo tratándose de las industrias mencionadas, aconsejó que no se conceda autorización a los menores de 18 años, para trabajes que no fueren necesariamente continuos” . Segunda modificación: “ Se eleva a once semanas el descanso que debe otorgarse a las madres obreras antes y después del parto” . El proyecto sancionado por la H. Cámara de Representantes establece en su artículo 9.° quedas mujeres en. cinta reposarán oc-ho semanas, entendiéndose que este raposo comenzaría cuatro semanas antes . del embarazo. El
acuerdo de la Conferencia de Wàshington establece que el reposo será de 12 semanas, entendiéndose que seis de ellas son anteriores al alumbramiento. El Comité organizador de la Conferencia manifestó en su informe preliminar, qne las leyes 'vigentes en los distintos países acusan notorias divergencias en cuanto a la extensión, la forma y las circunstancias de la protección de la mujer en cinta. No existe, pues, un acuerdo universal sobre este importante problema. No obstante, se nota en la legislación una tendencia definida, en el sentido de aumentar el plazo de la prohibición. En virtud de esa circunstancia, la Comisión en mayoría propuso el término de doce semanas, que fué aceptado, contrariamente a la opinión de la mayoría, que abogaba por reducir a ocho semanas aquel término. Tercera modificación: “ Se estableceque el patrón no puede despedir a la mujer obrera durante la ausencia motivada por una enfermedad comprobada por certificado médico como resultante de un embarazo, y que la coloque en la imposibilidad de reanudar sus trabajos. En opinión de esta Oficina, como más adelante se hace constar, esta es una modificación que nuestro legislador debe tener muy en cuenta, por cuanto 'llena un vacío existente en el .proyecto que discute el II. Senado. No hemos encontrado en dicho proyecto ninguna disposición que declare ilegal el acto del patrón que despide a la madre obrera durante la ausencia motivada por una enfermedad que tiene su origen en el mismo embarazo. He aquí la forma como la Conferencia de Washington establece una garantía tan necesaria: “ Art. 4.° En caso de que una mujer se ausente de su trabajo en: virtud de Jo dispuesto en los párrafos a) y' b) de esta Convención, o permanezca alejada durante un período más largo, como consecuencia de una enfermedad comjprob&da por certificado médico como resultante de su embarazo o de su parto, y que la coloque en la imposibilidad de reanudar su trabajo, será ilegal para su patrón, hasta que su ausencia haya alcanzado un duración máxima fijada por la autoridad competente de cada país, despedirla durante dicha ausencia o a una espera tal que la espera del preaviso ■ expire, mientras dure la mencionada ausencia” . En la respuesta a la primera de las modificaciones, es opinión de esta Oficina que no se perjudicaría la producción si se elevase en dos años el mínimum establecido para la prohibición del trabajo nocturno a los adolescentes. No sólo la ciencia médica proclama esa necesidad, sí se quiere más vigorosa la salud de nuestras clases obreras, icuya'S avanzadas son los menores que, desde temprana edad, consagran al trabajo todas sus energías, sino que la mayoría
de los Estados partícipes de la Conferencia expresaron su opinión favorable a dicha reforma. Debe presumirse, por tanto, que la producción universal no ha de sufrir perjuicios, cuando los mismos interesados, en singular coincidencia de pareceres y de propósitos, proclaman la necesidad de elevar ■más todavía el mínimum consagrado en la última Conferencia de Berna. Si, como es de esperarse, se celebra al respecto un convenio universal, no podría aducirse en este caso el argumento corriente, según el cual toda limitación, sea de la jornada de trabajo o de la actividad de determinadas categorías de obreros (mujeres y niños), traería aparejada para el país que tales reducciones hiciere, una disminución de la producción, que aprovecharía a loa otros países que, observando una conducta distinta frente al problema social, no limitase en ninguna forma la actividad de la clase proletaria. Si reducción hubiera, la producción disminuiría con carácter universal, sin que ningún país pudiese obtener indirectamente un provecho por las disminuciones de los otros. En caso que nuestro legislador aceptase las conclusiones de la 'Conferencia de Washington, estimo que convendría no detallar en la ley las excepciones intencionadas por aquella Conferencia. A mi juicio, entra más bien en las facultades reglamentarias del Poder Ejecutivo, enumerar los casos en que en las condiciones propias de la ¡industria sería justo permitir el trabajo de los menores de 18 -años, bastando a tal efecto con que el legislador estableciese el principio de que podrían ser admitidos cuando el trabajo debiese ser necesariamente continuo. Este temperamento presentaría la ventaja de hacer más flexible nuestra ley, permitiendo que ella se adapte ¡mejor a las condiciones ambientes, de acuerdo con las cuales tal vez fuese preciso admitir a lo.s adolescentes en industrias que, aunque de conformidad con el principio de la continuidad del trabajo, no ¡estarían comprendidas las excepciones de la Conferencia de Wàshington. Cree, ¡asimismo, esta Oficina que sin irrogar perjuicios a los interesados, podría elevarse a doce semanas el descanso concedido a las madres obreras. El espíritu de la legislación social en este importante aspecto es el de proteger la salud de la madre y' del niño, asegurando a la primera el reposo que la ciencia médica aconseja como necesario. S¡e ha notado, en efecto, que la mayoría de las enfermedades que aquejan a las madres obreras tienen por origen el haber concurrido al trabajo antes de que sus fuerzas se lo permitiesen. Es así como ¡se compromete la salud de la madre que, producido el alumbramiento, tiene una nueva misión social que cumplir, y la salud del niño que será el obre
ro, el .productor de mañana, y que por tal motivo es acreedor a que la ley proteja, en la forma más eficaz posible, su ¡bienes, tar físico. Como antes lo hemos dicho, la tercera modificación, de ser aceptada, llenaría un vacío del proyecto de ley que actualmente s¡e discute. E,s necesario garantizar a nuestras obreras, que durante su ausencia ocasionada por una enfermedad derivada del embarazo, no será despedida por el patrono, pues si esto ocurriese se perjudicaría el doble interés de la madre y del niño. Nuestro proyecto reconoce que la madre obrera tiene derecho a un descanso en virtud de su embarazo, aunque no :1o establece de manera expresa, es de sentido común que legalmente el patrón no podría despedirla, -pues de ocurrir así no existiría tal derecho. Pero nada prescribe nuestro legislador para los casos en que la ausencia continuara pasado el período, en virtud de una enfermedad derivada del embarazo ¡mismo. Convendría contemplar .estos casos en la ley, estableciendo ¡que sería ilegal el despido. Asimismo debería otorgarse un subsidio qu¡e podría ser igual al ¡concedido durante el período del parto, ya que la dolencia obedece ¡a una misma causa, y ya que debe tutelarse el mismo interés de la madre y del niño. Tampoco establece nada el proyecto para los casos en que el contrato de trabajo termine durante la ausencia provocada por el parto. iStabre este particular, podría tomarse como ejemplo la legislación suiza, .según la cual, el contrato de trabajo no puede terminar en aquella fecha. He aquí, someramente expuestas, las conclusiones esenciales para nuestra legislación, adoptadas por la Conferencia de Washington en lo referente a.l trabajo de las mujeres y de los niños. Podría nuestro país adelantarse a la Convención Universal que se ha resuelto suscribir, si consagrase dichas conclusiones en nuestra legislación positiva. D¡e ocurrir así, nuestra ley de trabajo de mujeres y niños estaría de perfecto acuerdo con lo resuelto en aquel gran acto internacional, del que fué parte nuestro país. Saludo a V. E . con mi consideración más distinguida. — (Firmado:) Mario I. Granáal.
Informe de la Comisión de Conferencias
Montevideo, 10 de noviembre de 1920.
Señora Vdeepresidenta del Consejo N. de Mujeres del Uruguay, doña Emilia E . de Gallardo.
Interinamente ¡a cargo de la Comisión de ¡Conferencias, por licencia de la Presidenta titular señora Cata Castro de Quiniela, cúmpleme informar a usted y por su intermedio a la H. Asamblea, del trabajo realizado durante el presente año.
¡Solicitadas mis actividades en varias otras esferas de indiscutible responsabilidad, no me ha sido posible desarrollar tan plan de trabajo tan amplio como hubiera deseado.
Ha sido posible, sin embargo, con la amable cooperación del Comité Ejecutivo del Consejo, organizar diversos actos de propaganda, realizados todos ellos en el Ateneo de Montevideo, cedido gentilmente siempre que fué solicitado.
Las Lecturas Comentadas se celebraron, la. primera con fe- feha 10 de junio y ¡estuvo a -cargo de nuestra inteligente compañera de labor, la profesora señorita Carmen Onetti. En forma brillante habló de la “ Misión social de la mujer” y aun cuando sólo se trataba de una Lectura Comentada, la disertación de la señorita de' Onetti tuvo pasajes felices y bellísimos, ¡que le dieron carácter de conferencia.
Con elévado y firme criterio la señorita de Onetti estudió las condiciones actuales de la mujer, en sus fases más importantes: esposa y inadre.
Abogó por la intensificación de la cultura femenina para que, en consecuencia, pueda llegar a la conquista de los más altos ideales.
Este hermoso acto cultural se cerró ¡brillantemente con una entusiasta improvisación del conocido intelectual señor E. Rodríguez Fabregat, quien aplaudió sin reservas la obra de cultura y reivindicación que realiza nuestra. Institución.
La segunda, a cargo de la que suscribe, se efectuó también en el Ateneo.__ Un selecto auditorio llenó, en ambas lecturas, el amplio sa
lón del Ateneo.El ciclo de conferencias cargo de distinguidos intelectuales
fué iniciado por el doctor Carlos María Prando, cuyo valioso concurso no necesita comentarios.
El tema, brillantemente desarrollado, fue “ Ideales de progreso” , habiendo cosechado' el distinguido orador merecidos aplausos de la selecta y numerosa concurrencia que llenaba ese día el Ateneo, siendo de lamentar que, dado lo limitado del salón, muchas personas se vieron obligados a permanecer fuera de él, en pasillos y vestíbulos.
La segunda conferencia debió ser realizada por la doctora Clotilde Luisi, miembro descollante entre nuestros intelectuales. Un viaje inesperado a Europa pbligó la postergación de la conferencia, que deberá realizarse ,posiblemente en el mes de marzo del año próximo.
Em estos momentos se organiza una importante conferencia a cargo del doctor Santín Garlos Rossi, facultativo distinguido, cuiya intelectualidad se ha destacado en nuestro ambiente, en forma que hace honor a nuestro país.
Otras personalidades distinguidas han respondido afirmativamente a nuestras solicitaciones, por lo que esperamos realizar, en 1921, un interesante ciclo de actos culturales y de propaganda que favorecerán ampliamente las finalidades de nuestra Institución.
Es cuanto tengo que informar a la señora Vicepresidenta, a quien tengo el honor de saludar muy' atentamente.
Angela A. Pérez.
Informe de la Comisión Traía de Blancas
'Montevideo, 10 de noviembre de 1920.
Honorable Asamblea :
De acuerdo con las disposiciones estatutarias en vigencia, tengo el honor de elevar a vuestra consideración el Informe que corresponde a la labor efectuada por esta Comisión, durante el período de diciembre de 1919 hasta la fecha.
Aunque el programa de trabajo sea vastísimo no ha Ado posible a esta Comisión realizar de él sino una parte mínima, acaso por la especial característica de ese trabajo, fundado en principios avanzados de profilaxis social.
No hay aún eu nuestro ambiente todó el conocimiento de
la obra que puede realizar una Comisión de “ Trata de Mancas” . Existe un arraigado prejuicio social que perjudica su acción y una muy equivocada interpretación aún de su mismo título.
Con estos precedentes no es extraño que su labor haya sido limitadísima, a pesar de toda la buena voluntad desplegada.
■Consagra sí, con especial satisfacción el triunfo obtenido, relativo a la adhesión del Uruguay al “ Convenio Internacio- nal contra la Trata de Blancas’ \ firmado en París en 1910. Esta importantísima gestión, iniciada ante el Poder Ejecutivo por la Comisión “ Unidad de la Moral” , en julio de 1919 obtuvo en junio del ¡presente año el más lisonjero éxito, el cual fué comentado por ¡la prensa de esta Capital y dé Buenos Aires en elogiosos términos para nuestra Institución. *
Pasando a los casos individuales, hemos de destacar especialmente uno, que aun en estos momentos absorbe nuestra atención.
Se trata de una infeliz mujer, que desde la Maternidad, solicitó nuestros buenos oficios, a fin de que le fuera retirada, por la autoridad correspondiente, el Carnet de Prostitución. Regenerada quizá para siempre por el hijo dado a luz, llena su alma al sentirse madre, por claridades por ella jamás vislumbradas en su vida mísera de antes, esta desgraciada víctima de nuestras costumbres no tendió en vano sius brazos a nuestra Comisión. De inmediato y profundamente conmovidas por ¡las condiciones especiales d.el caso, dirigimos a¡l señor Jefe de Policía, general don Juan A. Pintos, la siguiente nota:
“ Montevideo, 31 de octubre de 1920.—Señor Jefe de Po- “ licía, general don Juan A. Pintos. — La Comisión contra “ la Trata de Blancas del Consejo Nacional de Mujeres, con “ personería acreditada, solicita de esa Jefatura el retiro del “ “ Carnet de Prostitución” con ¡que está prontuariada la “ mujer M. S., actualmente en la Maternidad.
“ La referida mujer ha solicitado nuestra protección para “ dejar de ejercer y su buen deseo está abonado por el per- “ sonal de la Maternidad, verdaderamente edificado con el “ ¡amor ¡que siente por su hijo, .los cuidados que le prodiga “ y el no desear separarse de él en forma alguna.
“ Eil doctor Cortabarría. informó su buen estado de salud “ y cualquier otro dato que de él se desee.
“ En espera de una pronta resolución al respecto saluda al “ señor Jefe muy atentamente.
(Firmado:) Emilia E. de Gallardo, Presidenta. ’ ’
Aun no hemos llegado a la 'completa solución de este asunto, que según comunicación que tenemos a la vista, ha sido pasado por la Jefatura -con el informe correspondiente, & la Inspección -S. de la Prostitución, que es a quien tocará resolver .
Esperamos que nuestras gestiones sean coronadas por el éxito y podamos muy pronto tener la satisfacción de haber cooperado a la redención de una pobre mujer, hasta ayer al margen de la sociedad.
Hasta aquí cuanto tenemos que informar a la Honorable Asamblea.
Emitía E. de Gallardo.
lniorme del Patronato de la Infancia en la Escuela
Pocitos, 6 de junio de 1920.
Señora Emilia E. de Gallardo, Vicepresidenta del ConsejoNacional de Mujeres del Uruguay.
Muy distinguida señora :
Acuso recibo a la comunicación por la cual esa Directiva manifiesta su deseo de enterarse de nuestra actuación y métodos empleados para la protección de los escolares desvalidos, y' del número de escuelas y de niños que hoy gozan de esta protección.
En contestación, tengo el honor de informar a ese Consejo que son seis las escuelas -que nuestra Institución protege y -en es-as escuelas, qu-e son muy numerosas, hay un porcentaje de doscientos escolares desvalidos, que son los que se sientan diariamente a la mesa de la- merienda -escolar. Este porcentaje de doscientos niños por cada escuela, arroja un total de mil doscientos niños -que tal beneficio reciben. Estas escuelas son': dos -en Pocitos, dos en el Paso del Molino, una en el barrio Buceo y otra en el Puerto, -calle 25 de Mayo. Entre las seis consumen pan y leche por valor de seiscientos pesos. Este enorme presupuesto es mantenido solamente con fiestas sociales, es decir, también cuenta eo-n la suscripción:
pero ella, es absolutamente insuficiente. Por ejemplo: en los Pocitos la suscripción llega a unos setenta pesos y el presupuesto de las dos escuetas de la localidad pasa de doscientos pesos; sólo la Escuela de Avenida Brasil y 26 de Marzo gasta mensual mente noventa y1 nueve pesos de teche.
A esto se agrega la necesidad de dar a los niños débiles, calificados por el Médico Escolar de pretuberculosos, el aceite de bacalao, que junto con la merienda diaria harán el sal- vataje del niño, el acual, abandonado a su miseria, sería una ■víctima segura del monstruo de la tuberculosis. Ahora bien: a este niño, pobre y débil, hay necesidad de abrigarlo, y este es otro problema de difícil solución. Sin embargo, hasta ahora se ha hecho todo; el niño lia sido vestido y alimentado; tonificado y cuidado hasta en sus tristezas, pues con la obra ■“ la muñeca en la clase” , “ el día del niño bueno” y otras iniciativas, tratamos de levantar el espíritu infantil, de darle alegrías: las mismas alegrías que disfrutan los niños mimados por la suerte.
También tenemos en marcha la obra de “ los lentes” , la cual consiste en proporcionar a 'los niños de vista corta o enferma, la asistencia y los lentes que necesiten para poder estudiar con comodidad.
También tememos programada la obra del “ cepillo de ■dientes” ; pero aun no la hemos emprendido a pesar de 1a, urgencia que ella entraña, por la falta de recursos con que tropezamos para una empresa de tal magnitud y vastedad.
La obra del “ Patronato de la Infancia en la Escuela” es "“ un mar sin orillas” o “ un pozo sin fondo” ; pero ella es una necesidad nacional y' casi no se concibe un país que se estime y en el cual no exista esa tutela de la escuela ejercida por la sociedad que la rodea; casi no se concibe que ese interés por el mejoramiento de la raza no sea en todos una preocupación primordial.
Uno de 'los resultados inmediatos de nuestros métodos de protección infantil, es el rápido aumento de la asistencia y la regularización de ella. El niño que sabe que en la escuela tiene su merienda, no falta ni en día, de lluvia.
La Comisión Central del Patronato, al comprobar ese beneficio, se apresuró a proveerlos de un abrigo apropiado y gastó mil pesos en capas de paño con capuchas, para defenderlos de la lluvia y del frío.
Esta Comisión, en sus profundas meditaciones sobre la cuestión recursos, se ha formado el convencimiento de qne sería útil y daría grandes rendimientos para la obra de protección a la infancia, establecer un impuesto sobre las entra-
das a los espectáculos públicos; una pequeña cosa que, sin encarecer demasiado la diversión de las gentes acomodadas, diera el pan a los desheredados. Un centesimo por cada entrada de biógrafo o teatro produciría uña mina, y aplicada esa mina a la obra del Patronato, ¡qué lejos iríamos!
También los naipes podrían pagar nn centesimo para la merienda escolar y, como desgraciadamente entre nosotros se usa y abusa de ellos, el rendimiento sería grande, y' asá, de muchos granos de arena, haríamos la grande obra’ que nos hemos propuesto, y que en pequeña escala hemos ya puesto en marcha, empujándola hacia adelante con todas nuestras energías.
Antes de concluir debemos informar a ese Consejo, que hemos formado Comisiones delegadas en Rocha, Artigas y Meló, las cuales ya trabajan para levantar los recursos, necesarios .
Aprovecho la oportunidad para saludar a la señora Vice- p resi denla con mi más alta consideración y estima.
(Firmado:)
Susana Gallegos de Berro, Secretaria.
A na Chain de P iñeyro, Presidenta.
Nuestra acción cultural
Prosiguiendo con tenaz empeño su labor cultural y de propaganda, nuestra Institución clausuró con la brillante sesión del día 30 del mes en curso, el ciclo de conferencias de 1920.
El distinguido sociólogo doctor Santín Carlos Rossi tuvo a su cargo esta clausura, que fué una hermosa fiesta espiritual para el numeroso y selecto público que se dió cita en el Ateneo, atraído por el prestigio intelectual del distinguido conferencista.
_A1 intentar hacer un comentario digno de la interesante disertación del doctor Rossi, no vacilamos en ce¡íer la palabra a nuestro ilustrado colega “ La Mañana” , cuya crónica del 31 de diciembre nos honramos en transcribir:
Dice así:“ E n el A teneo.—La conferencia del doctor Saútín C. Rossi.
— Una disertación interesarbiísima.—Bajo los auspicios del Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay, se realizó ayer de tarde en el Ateneo, ¡la anunciada conferencia del doctor San- iín Rossi sobre el tema “ Condiciones sociales e individuales indispensables para la igualdad social de los sexos” .
Comenzó el doctor Rossi manifestando que cada vez que procúrala desentrañar la importancia legal de la igualdad de la mujer en la sociedad, se sentía frente a un problema trascendental, de difícil solución.
¡Sostuvo la necesidad de elevar la moral individual de la mujer, como asimismo la eficacia del establecimiento de una amplia legislación en materia de derechos, que pueda orientarla hacia la conquista definitiva de la igualdad social.
Estableció luego algunas diferencias entre ambos sexos, •desde el punto de vista fisiológico. El grado de libertad de la mujer varía entre los diversos países y las distintas clases sociales. Así, mientras en los países de habla sajona posee una cantidad de prerrogativas que llegan casi a equiparar su condición social con la del hombre, en los latinos esas libertades que se otorgan a la mujer no llegan a colocarla en perfecto pie de igualdad con aquél, sobre todo en el orden político.
Recurriendo a. un desmontaje de la maquinaria humana,— prosiguió diciendo el doctor Rossi,—notamos que ella desempeña tres funciones: nutritivas, reproductoras y espirituales.
Analizando el estado actual de la sociedad en el rubro de estas tres funciones, encontramos (pie la situación de la mujer es privilegiada en lo que se ¡refiere a la primera de ellas.
La segunda función, o sea la reproductora, tiene sus derivados, tales como el sentimiento, el amor y la familia.
La mujer no puede resolver el problema sentimental y el del amor por su propia voluntad, de acuerdo con la organización actual de ¡la sociedad, pues el hombre conserva aún el derecho de elección. Existe, pues, en forma manifiesta, la esclavitud social de la mujer en lo que se refiere al sentimiento.
Es necesario resolver esta cuestión en el sentido de la más amplia libertad.
Pero el amor no es la aspiración única de las reivindicaciones femeninas. Busquémoslas en otro orden de funciones; en ¡las funciones de relación o las intelectuales.
El placer, el arte, la cultura, no están por lo común, al alcance de la mujer a la cual graciosamente se le otorga ese privilegio.
Y si bien es cierto, por otra parte, que ella está, en general,
*rP
eximida de la carga del trabajo material, no es menos cierto quefha permanecido en el transcurso de los pasados siglos, y aún en el presente, al margen del progreso material e intelectual de la humanidad.
En las sociedades primitivas y rudimentarias, existió esclavitud absoluta en la mujer. En los últimos siglos tal estado de cosas ha evolucionado a pasos por demás lentos.
Se ha acusado al cristianismo de haber proy ectado una sombra de tristeza sobre la condición del sexo débil, estableciendo para éste una inferioridad no disimulada con respecto al hombre. El único culpable del estado actual de la mujer es el hombre. Lo que se requiere es más cultura y más nobleza en las generaciones actuales, para llegar a la igualdad de los sexos. Es necesario, por otra parte, libertar a la mujer económicamente, y para ello es imprescindible colocarla en condiciones tales -que pueda ganarse su subsistencia en cualquier circunstancia y en la forma que ella quiera escoger.
Por último, hay que equipararla al hombre en lo qu-e se refiere a los derechos de iniciativa y de acción. Las diferencias que existen entre ambos sexos son más l ien de orden fisiológico o funcional que anatómico, lo cual corrobora las aseveraciones de -que no -existen motivos que justifiquen su desigualdad social.
Afirmó luego el doctor Ros-si que existe la necesidad de proporcionar la instrucción y educación sexual, de acuerdo con los elevados -métodos pedagógicos, con el objeto principal 'de quitarle a ella el carácter vedado que hoy se le da. Para demostrar la importancia que reviste la educación sexual, basta -con citar la teoría filosófica de un sabio vienes, que sostiene nue todos los desequilibrios intelectuales y fisiológicos dependen de la anomalía que ¡caracteriza las funciones de reproducción.
Según la opinión del conferencista, esta teoría contiene una gran verdad demostrada en el terreno de -la práctica, a pesar de s-er en parte -exagerada.
En resumen: la organización actual que mantiene a la mujer al margen d¡e tocios 'los acontecimientos de índole intelectual y' social, debe desecharse. Es -preciso renovar totalmente la. mentalidad] masculina y la legislación social, concediendo amplia libertad de iniciativa y de acción al llamado sexo débil.
Por ©tifa part-e, para e-1 advenimiento de la igualdad social de la mujer, es imprescindible hacer sentir al hombre la responsabilidad de su condición. -Se debe ir a la supresión del vicio, del juego, del alcoholismo y de la prostitución, o-u-e mi_
lian el fundamento de la familia y de la sociedad. Después de haber efectuado todas estas reformas de carácter indirecto, reinaría el orden fisiológico. Sólo restaría concederle todas las igualdades civiles asegurando, además, su protección por parte del Estado.”
Tales fueron, en síntesis, las ideas expuestas por el doctor Kessi en su brillante conferencia de ayer, en la cual evidenció una vez más su vasta erudición en cuestiones de sociología v fisiología.
La concurrencia aplaudió con calor la interesantísima disertación que acababa de oir.
Entre otras damas asistentes lal acto, notamos lia presencia de las señoras Emilia Echevarría de Gallardo, Margarita Sierra de Sánchez, Margarita Munar de Sanguinetti, Clara Balparda de Salterain, Fanny 'Garrió de Polleri, Mme. Scri- he de Kadiseh, Concepción A. de Reiqiueséns, Carola Torres de Ahellá, Ana Bruzzone de Scarone, señoritas Carmen Onet- ti, Edelmira Etorena, Obdulia Durán, Angela A. Pérez. Enriqueta Rodríguez Diez, Amiba, Sayaens Osoro, María García San Martín, Blanca Lovener, Chiarella Cortes!. Bonino, Oter- mín Martínez Hoz, Gallardo, Moratorio, etc.
Natalidad
Después de la hecatombe, los hombres están aterrados de los claros oue hay' en sus filas. Han destruido. Pretenden reedificar. Pero, como si la experiencia nada les hubiera enseñado, pretenden reedificar sobre las bases une quedaron. En vano quieren dar apariencias de reorganización social al edificio que intentan levantar sobre viejos criterios como base. En vano hablan de grandiosas reformas, de construir la sociedad futura sobre nuevos cimientos curiosamente amasados con los idealismos utópicos de algunos sociólogos visionarios y los funestos prejuicios de los viejos conceptos de castas y de clases.
Y así, pregonando la. paz, trabajando solamente para, su estabilidad futura, profetizando la obra magna que habrá de salir de esa larga y penosa gestación de la Conferencia de las Naciones, los hombres danzan alrededor del supuesto cadáver de la guerra, que se afirma destruida para siempre.
Entretanto, sociólogos y políticos miran con despreocupación
vigilante hacia el rincón de las madres, pidiendo a sus vientres fecundos un trabajo intensivo, para que en estas horas de paz que vivimos, la mujer llene los claros que dejara la guerra en las filas varoniles, con la misma intensidad de labor, con el mismo empeño con que, en las horas trágicas, amontonaban sus manos los proyectiles mortíferos destinados a destru ir la propia obra de su sexo: ¡los hijos!
Ayer, las mujeres llenaban las usinas de guerra en la febril preparación de municiones, sin que fuera obstáculo a sus empeños y a su fatiga, ni la debilidad física del sexo ni la “ sacrosanta misión de madre7’. . . Se necesitaban pertrechos de guerra, que para la insaciable avidez de la tragedia, eran siempre escasos... A fabricarlos todos los brazos eran buenos, y todos eran pocos... ¡Para triunfar en la matanza se olvidó las discusiones de bufete!
Entretanto, los políticos que miraban al futuro veían con espanto disminuir la cantidad de contingente humano, y mientras pedían a los brazos femeninos: ¡municiones!, pedían a sus vientres: ¡hijos!
Y, como en verdad, la tarea resultara demasiado penosa, las mujeres obreras contestaron un día: ¿El Estado quierehijos?... ¡Que los baga!... y declararon la huelga a la maternidad: el problema del aborto llegó a ser aterrador.
Grandes damas, ricas burguesas y pobres obreras se negaron a la maternidad; por mangas o por faldas, las mujeres de los países en guerra quisieron sacudir su carga natural.
En Alemania se llegó a dictar contra ello leyes casi diré impositivas. Los países en guerra temieron un momento falta de combatientes. La juventud quedó segada en flor, destruida o inutilizada antes de haber espigado...
Y hoy, sociólogos y políticos a una, piden: ¡hijos!,¡ hijos! ...
¿Para qué? Si en verdad no creemos con el sociólogo francés que sea necesario para la felicidad humana disminuir el número de habitantes de la tierra, nos preguntamos también el alcance de esa, demanda angustiosa, de esa campaña vigorosa a favor de la repoblación.
Nosotras las mujeres, también decimos: ¡hijos! ¡hijos!... pero hijos sanos y vigorosos, brotes robustos de primavera, que no enfermizas yemas de árboles gastados.
Y la mujer, apenas salida de las fábricas, y el varón, apenas regresado de la rucia trinchera, exhaustos una y otro por las privaciones y los dolores de toda especie, dolores de cuerpos y de almas, no pueden, ¡ y no quieren! un retoñar malsa-»
no, entre las miserias que aún habrá de soportar la clase .proletaria, en este penoso (Jopo güeña!
Si, como se pregona en todos los países, queda asegurada la paz futura, y el convenio famoso de las naciones en guerra es el bíblico arco de la alianza, ¿por qué sociólogos y políticos se afanan en fomentar la natalidad a toda costa?, ¿por qué exigen a la clase proletaria el nuevo tributo de un esfuerzo penoso y, como en un inmenso liaras, pretenden intensificar la producción de hombres?
Es que el problema de la natalidad, tal como nos lo presentan en el momento actual, — que pide número más que calidad, — está tan vinculado con el problema de la paz, que ambos son, en el fondo, una sola cosa.
Se necesitan hombres, pronto, hombres que puedan servir cuanto antes, hombres capaces de formar en un momento dado ejércitos poderosos, y es por eso que cada país, a pretexto de reponerse de las pérdidas sufridas en la guerra, rivaliza a outrance con los otros, amigos o enemigos, en alcanzar una elevada cifra en su natalidad...
Bienvenida sea esa campaña a favor de la natalidad, si ella busca acrecentar el número de brazos para forjar en los talleres y en las fábricas el fecundo progreso de mañana y sn abundante riqueza...
Bienvenida si ella se preocupa al mismo tiempo que quiere acrecentarla, de proteger y de educar a esa niñez, que desde la ignota ultraeuna se afana en traer sobre la tie rra ...
Bienvenida, si con previsora tutela, se incauta de la maternidad creadora, y destina de las arcas del Estado la parte que hasta ayer destinó a la guerra...
Pero, ¡ay de ios pueblos! ¡ay de la raza! si la magnífica propaganda encubre el deseo de serví:- el poder de las naciones, traducido por fuertes ejércitos y formidables armamentos. ..
¡ Ay de ¡os pueblos! ¡ ay de la raza! si el militarismo yergue su tétrica figura sobre las cunas promisoras...
Y ¡ ay !! si brota una obispa -que reanime el no apagado incendio !. . .
Diia. P aulina Luisi.
Documentos oficiales
Rocha, 18 de octubre ele 1920.
Señora Presidenta del Consejo N. de Mujeres del Uruguay,doña Emilia E. de Gallardo.—Montevideo.
Tengo el agrado de poner en su conocimiento y por su intermedio, del H. Consejo que usted dignamente preside, que el Comité Feminista Róchense visitó al Excmo. señor Presidente de la República doctor Baltasar Bruñí, en ocasión de su honrosa visita a esta ciudad y solicitó de él la creación de una escuela para mujeres, en su doble taz de primaria y profesional .
Fácil os será comprender, ya que bien sabéis del espíritu caballeresco y democrático de nuestro joven e inteligente Primer Mandatario, la forma en que recibió nuestra visita y' atendió nuestra solicitud.
El doctor Brurn terminó 1a. luminosa cuanto halagadora improvisación que nos dirigiera, pasando a.1 Excmo. señor Ministro de I . Pública allí presente, el pedido por nosotras formulado. El doctor Mezzera respondió a nuestra demanda en esa forma brillante y persuasiva que constituye su característica, prometiéndonos ponerse de acuerdó con el Consejo Nacional de Enseñanza., a fin de obtener que en el año próximo se realice nuestro pensamiento. No.s prometió también darnos intervención en la formación de los programas respectivos, a fin de que ellos sean confeccionados de acuerdo con las exigencias del ambiente. Y, como el doctor Mezzera es Ministro que promete solamente cuando sabe que puede cumplir, cosa que acaba de ser confirmada en beneficio de ¿tocha, el Comité Feminista Róchense espera confiadamente la próxima realización de una de sus más grandes esperanzas, la que permitirá dar un paso hacia el progreso de la causa que ese H. Consejo viene desenvolviendo de manera tan brillante como eficaz.
Oportunamente daré cuenta de los trabajos que realicemos..Saludo a usted con mi más alta consideración.
Cora V igliola de Renaud, Delegada del C. N. de Mujeres.
« C O L E G I O M O D E L O
• *i ;•
»
1 8 »le J u l i o . 2 0 4 0 M o n t e v id e o
Directora: Concepción Antonelli de Requeséns.— Admite pupilas, medio pupilas y externas.
E L I N S T I T U T O
Directora: Carinen Onetti.— Preparación Magisterial y Universitaria. Recibe alumnas internas y externas.
A v . 1 8 «le J u l i o , 2 0 4 1 M o n t e v i d e o
«LICEO FRANCO URUGUAYO »
C o n s t it u y e n t e , 1 4 0 8 M o n t e v i d e o
Establecimiento educacional para niñas y señoritas. Admite pupilas, medio pupilas y externas.
H a reanudado el servicio de automóvil para la conducción de alumnas externas.
Ismaela Navarra,Directora.
La Dirección de «Acción F emenina» ofrece incondicionalmente esta página a las profesionales asociadas al Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay.