Abril-Junio • Año XXXVII • 2014/2 N. -...

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Abril - Junio Año XXXVII 2014/2 N. O 171

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Abril - Junio • Año XXXVII • 2014/2

N.O 171

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados,y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended demí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréisvuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y ligerami carga”.

Mt. 11, 28-30

Jesús es un esforzado portador de cargas: al encarnarse,cargó sobre sus hombros la naturaleza humana herida; al morir, cargóen su corazón con todo el pecado del mundo. Esta misión le parecióyugo llevadero y carga ligera, porque puso en la realización de lamisma toda la mansedumbre y humildad de su amor hasta el extremo.

Jesús es un portador de cargas solidario: cargado con suyugo, se acerca a los que vamos doblados y abrumados por el nues-tro, invitándonos a realizar un intercambio de yugos. Nos pide elnuestro y nos invita a uncirnos al suyo. Nos trae cuenta este trueque,porque nuestro yugo agobia y el suyo alivia y descansa.

Linus

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FamiliaMariannhill

ABRIL-JUNIOAÑO XXXVII - 2014/2

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ÍÍNNDDIICCEE

Intercambio de yugos

Sorpresas en cadena

Historia de una transformación

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P. Engelmar:Madera de santo (3)

Causa del P. Engelmar:Favores y testimonios

La vida de una parroquia en imágenes

El carisma misionerodel Abad Francisco (43)

Informe Sabelani 2013

En la tarde del 8 de diciembre de 2013

No voy a descolgar la Cruz

La formaciónde los futuros misioneros

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Lo que tienes por lo que te falta

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SE AUTORIZA LA REPRODUCCIÓN DE ARTÍCULOS DE “FA MI LIA MARIANNHILL”, CITANDO SU PROCEDENCIA Y ENVIANDO DOS EJEMPLARES A SU REDACCIÓN.

Foto de portada: ARNOLD SCHMITT CMM

Sorpresas

en cadena

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Un día, de buena mañana, Jesús subió desde el Monte de los Oli-vos a Jerusalén y se presentó en el templo. Allí le sorprende un grupode gente llevando a una mujer, que había sido sorprendida en adul-terio. Con esa excusa o pretexto quieren ahora sorprender a Jesús. Lacosa, pues, va de sorpresas.

Por experiencia sabemos que no todas las sorpresas, que se dan enla vida, son iguales. Las hay muy agradables, aportándonos algún bienno esperado. Hay otras que, dependiendo de grado de conmociónque traen consigo, pueden causar simplemente perplejidad o llegarincluso a generar susto y pánico. Y luego están aquellas otras sorpre-sas, que son lazos tendidos y trampas escondidas en el camino paraatrapar a otros.

La sorpresa que se llevó aquella mujer, al ser sorprendida en fla-grante adulterio, tuvo que tener todas las trazas de un buen susto.Pero con el pretexto del adulterio de esta mujer lo que se anda bus-cando es sorprender a Jesús, tendiéndole un lazo y escondiéndole unatrampa. La habilidad y sagacidad de los promotores de esta cadena desorpresas no es nada desdeñable. Empiezan por recordarle a Jesúsaquella ley, que manda apedrear a las adúlteras, y dicen que quierensaber lo qué haría Él con esa mujer. En el fondo a estos anónimos ca-zadores no les interesa aquella mujer, que será una víctima colateral desu estrategia. Tampoco les interesa la ley, de la que parecen ser tancelosos guardianes, porque sólo se fijan en la mujer que ha infringidola ley, y pasan de buscar al adúltero, infractor también de la mismaley. Lo que les interesa de verdad y en el fondo es cazar al mismo Jesús.Van derechos a por Él.

Y ahora es Jesús quien, por lo que empieza haciendo y luego ter-mina diciendo, les sorprende a ellos, dejándoles en la perplejidad. Jesús

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no parece tener prisa alguna en contestar. El texto dice que Jesús, en si-lencio, se puso a escribir en el suelo. Palabras en la arena es el título deuna obra dramática de un conocido autor español. ¿Qué estaría escri-biendo Jesús? Algunos dicen que puso en lista los pecados personalesde todos los que allí estaban. Otros creen que escribió el nombre deladúltero, que estaría entre el grupo de anónimos acusadores. Yo per-sonalmente creo que Jesús se puso a jugar con la arena, respirandohondo, para así armarse de paciencia y no perderla. Como le insistían,Jesús de forma lacónica responde lo que todos conocemos: Bueno, puesque empiece a arrojar piedras aquel que se encuentre sin pecado.

Sorprendidos, los acusadores desaparecen de la escena y se quedancara a cara los otros dos protagonistas: la adúltera pecadora y Jesús, elúnico que no tiene pecado y que tendría por ello derecho a tirar laprimera piedra. Y es ahora Jesús quien sorprende a la mujer, dicién-dole: Yo no te condeno; no peques más.

Así son las sorpresas de Dios: no juzga, pero tampoco patrocina elvicio, sencillamente perdona. Solemos ser bastante duros cuando setrata de juzgar a los demás y muy indulgentes cuando se trata de dis-culparnos a nosotros mismos. A los que tropiezan y caen les debería-mos tratar, como nos trata a cada uno de nosotros Dios, cada vez quetropezamos y caemos. En definitiva, tenemos que usar con los demásla misma medida generosa y amplia que Dios usa siempre con noso -tros. Se trata de curar el sentido de la vista, pues la tenemos de lincepara ver la paja en el ojo ajeno y decimos tenerla de topo a la hora depercibir la viga en el propio.

P. Lino Herrero Prieto CMMMisionero de Mariannhill

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Historia de una transformación

A ti, que entras en esta cueva y ves mis restos tendidos en este lechode hierbas, va dirigida esta carta, como testimonio postrero de la obrahecha por Dios en mi vida. No muevas ni entierres mi cuerpo, pueshas de saber que no importa dónde quede el cuerpo mientras el almaesté con el Amado, en abrazo seguro y confiado, por la eternidad.

Que ¿quién soy?..., que ¿cómo me llamo?... Lo segundo poco im-porta, pues pocas veces me llamaron por mi nombre. En cuanto a loprimero, te contaré mi historia, no por enorgullecerme de méritos queno poseo, sino para que contemples la obra que Dios, que me amó,hizo en mí; y renazca en ti la esperanza, y llegues a conocerlo, y aamarlo como yo le amé, y le sigo amando mientras te escribo estacarta y le amaré, como Él quiere y yo intuyo, por la eternidad.

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La primera vez que Le vi, iba apenas cubierta con una sábana y za-randeada de un lado a otro por hombres malos, lascivos, que me ten-dieron una trampa para acusarme y ponerle a prueba a Él. A todosellos conocía, en el más amplio sentido de la palabra, incluido aquelque les sirvió de cebo. ¿Mi nombre?, no les importaba, yo era sólo laadúltera, una simple coartada para un vil intento de acusación, peroel adúltero no estaba allí, escarnecido conmigo; ya había hecho su tra-bajo y ahora les tocaba a ellos, los adúlteros, de toda edad y condición,terminar la obra empezada.

Al llegar a donde Él estaba, me arrojaron al suelo, a sus pies, enmedio del grupo que le escuchaba, con violencia inusitada, interrum-piendo su predicación. ¡Ah, esos benditos pies que fueron mi primeravisión de Él y que nunca me cansaría de abrazar y de besar! Esos piesque se acercaron a mí después de que Él les dijera a todos que arroja-ran su piedra sobre mí, si estaban libres del pecado que me imputaban.Nadie quedó allí. ¡Qué gran verdad! Sólo yo, como aceite derramadoa sus pies, hecha un mar de lágrimas y confusión: La muerte había es-tado muy cerca esta vez y era fuerte, muy fuerte, su olor, pero másfuerte y cercana había sido la Vida.

Entonces se arrodilló ante mí. La sábana hecha jirones apenas me cu-bría nada, pero Él me miró de tal forma, que me sentí vestida y casta,como una de las vírgenes del Templo; nadie me había mirado nunca así.¡Cuánta pureza y amor hallé en aquellos ojos! Me sumergí en ellos y fuecomo un bautismo en las aguas del Jordán; había encontrado mi sitio:Mi sitio era allí, mi sitio era Él, que así me miraba. Y luego su voz, esavoz bendita que nunca olvidaré y que reconoceré enseguida cuando lle-gue a su presencia, me envolvió como un bálsamo, como un vestidonuevo, de gala y de triunfo, y me recreó: Yo tampoco te condeno. ¡Ah,mi Dios bendito! Era el primer nacido de mujer que no me reprochabani me condenaba, sino que me bendecía.

En un momento vi pasar, como un torrente impetuoso, todos los pe-cados de mi vida, como una confesión silenciosa, pues no podía arti-cular palabra, y, sin sentir vergüenza por ellos ante Él, lloré arrepentida,mientras que en el lugar que ellos ocupaban quedaron paz, perdón,amor, virginidad, pureza… Estaba siendo recreada; ya no era más la

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mancillada, ahora era la regenerada y todo se lo debía a Él, que así mi-raba. Sólo Dios podía hacer algo así; y en Él estaba Dios y Él, ahora losé, era Dios, vivo y actuante, en forma humana, junto a mí y en mí,la indigna, la impura… la digna, la pura, la recreada. Después cubriómi desnudez con su manto y me dijo en un susurro: Vete en paz y nopeques más. Y por Dios que así lo hice: no volví a pecar más, pues yasólo a Él pertenecían mi corazón y mi alma, todo mi ser; ya sólo deDios, para siempre, quería ser.

Entonces tomé una determinación: recogí todas mis joyas y mi per-fume más caro, todo aquello que fue fruto y anzuelo de mi pecado, yataviada con mis mejores galas, como la primera dama de un Reymayor que David y Salomón juntos, le busqué, como la esposa delCantar de los Cantares, por toda la ciudad, hasta que lo encontré enla casa de un magnate llamado Simón, apodado el leproso.

No fue difícil entrar, pues frecuenté la casa en el pasado y todavía seacordaban de mí. En seguida me reconocieron, sorprendidos por mi osa-día, tanto el dueño como los invitados. ¡Cómo no, todos ellos me habíanconocido en la vida que había dejado atrás!, y muchas de mis joyaseran suyas y gran parte del perfume que traía, también. ¿Mi nombre?,

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no les importaba, sólo mi cuerpo. Me llamaban la magdalena, peropara ellos era la pecadora; y ellos, los pecadores, sin remordimiento al-guno de pecado y, al menos esta vez, sin piedras en las manos, entremiradas sucias, lascivas y cargadas de viles recuerdos, me señalaban yse hacían lenguas de mí, entre guiños y meneos de cabeza. Pero yo sólotenía ojos para Él, el único que, recatado, aguardaba en silencio, sinlevantar la mirada.

Olvidada de todo y de todos, me acerqué a Él por detrás y me arro-dillé junto a sus amados pies. Entonces, entre lágrimas de arrepenti-miento y gratitud, comencé mi confesión: Me fui despojando, una auna, de mis joyas, cada una de las cuales representaba un pecado omuchos pecados a la vez, y las ponía a sus pies, que regaba copiosa-mente con mis lágrimas y, a falta de toalla, secaba con mi pelo tantoatrevimiento, tanta gratitud, tanto amor, su perdón completo, mi can-dor recién hallado, mi pureza y virginidad recuperadas. Entonces quisederramar para Él lo que fuera el arma de mi pecado y ungir aquellosbenditos pies con algo más digno de Él que mis pobres lágrimas. Mascomo aquel ungüento perfumado era más denso que mi antigua culpay se negaba a salir, tuve que quebrar el frasco contra el suelo, comoquebrada estaba mi alma cuando Le conocí, y el aroma, antes pecado,subía ahora, regenerado, como el incienso de la tarde ofrecido a Diosen su Templo.

Ante los reproches de todos, que le salpicaban también a Él, miSeñor salió nuevamente en mi defensa y, en atención a mi devoción porÉl, perdonó todos mis pecados y expulsó todos mis demonios; algunosdicen que eran siete, no los conté. Sólo le miraba a Él, sólo le escu-chaba a Él y salí de allí llena del Amor de Dios, renacida y con una es-peranza firme en mi pecho: ¡Renacería a una vida nueva, en la que sóloexistiría Él, en la que sólo viviría por Él y para Él! Regresé a la casa fa-miliar y mis hermanos, Marta y Lázaro, me acogieron junto a ellos.Les conté todo lo que Él había obrado en mí y ellos me dijeron que Élera su amigo y que solía hospedarse en nuestra casa cuando asistía aJerusalén para la Pascua. ¡Se me salía el corazón del pecho por la emo-ción! Si era así, ¡ojalá que la Pascua se adelantara aquel año para aco-gerlo bajo mi techo, lo antes posible, como Él me acogió a mí!

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Y así, en la primera ocasión en que apareció por casa, durante lacena, dejé a mi hermana sola en la cocina y me escabullí para darle aÉl mi sorpresa. Mi corazón latía fuertemente en mi pecho. No sabía ex-plicarlo, era un impulso fuerte, una necesidad imperiosa de repetir elgesto de la pecadora siendo ya la renacida, la recreada, y no en casaajena, sino en mi propia casa. Me olvidé de mi familia, de los invita-dos y del qué dirán, y mi amor y gratitud se derramaron, una vez más,en forma de perfume, sobre aquellos adorados pies del Mensajero, quetrajo la Buena Noticia de la salvación a mi vida, mientras se los enju-gaba, nuevamente, con mis cabellos. Fueron, entonces, algunos de sussantos apóstoles y de mis invitados los que, con su incomprensión, meafrentaron en mi propia casa, poniendo a los pobres por pretexto. Unavez más, no importaba mi nombre, yo era la derrochadora y nueva-mente Él salió en mi defensa y dijo que aquello era para su sepultura.Sentí que una espada helada me atravesaba el corazón… ¡No, no eraesa mi intención!... ¿A qué se refería?

Pero así fue. Poco después le mataron, colgándolo de un madero, yno pude hacer nada para impedirlo cuando todos gritaban enloqueci-dos al gobernador: ¡Crucifícale, crucifícale! Sólo pude estar a los piesde la cruz, a sus pies. Y ya no eran mis lágrimas y mi perfume los que

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escurrían de ellos, sino su sangre preciosa, que yo no alcanzaba a en-jugar con mi pelo, como siempre había hecho, para que no se perdieraen la tierra. Cuando por fin lo bajaron de la cruz, cogí entre mis manosaquellos pies rotos, que un día se acercaron para darme vida y queahora yacían muertos, y los lavé con mis lágrimas, y los enjugué con mipelo, como aquella primera vez, y no los solté hasta que lo depositaronen el sepulcro y me arrancaron de su lado para rodar la piedra.

El Shabbat transcurrió exasperantemente lento, pero por fin llegóel primer día de la semana. Madrugué para ir al sepulcro y correr la pie-dra –ya me ayudarían los soldados– y ungir su cuerpo para la sepul-tura, tal como Él había dicho aquella vez en mi casa. Pero, cuandollegué, no había nadie, los guardias se habían ido, la piedra había vo-lado y mi Señor había desaparecido. Desconcertada, me dejé caer alsuelo y lloré de impotencia. Entonces, una vez más, su voz resonó sobremí. Yo no daba crédito a lo que oía. Él pronunció mi nombre: María –aÉl sí que le importaba mi nombre–, y lo pronunció con el mismo tonode voz de aquella primera vez, el día de mi visitación, en que me su-surró que me fuera en paz. Levanté la cabeza. Volvía a estar comoaceite derramado a sus pies, como aquella primera vez, pero esta vezno permitió que me abrazara a sus pies, sino que me levantó y meenvió en misión a mis hermanos y, desde aquel momento, ya no fuimás una mujer que le seguía a todas partes, como tantas otras, sinosu apóstol entre mis hermanos y su testigo entre mis semejantes.

Y ya que sabes mi nombre, te diré también el Suyo. Él es Jesús, Jesúsde Nazaret, el Mesías esperado, el Hijo de Dios, de María y de José, miAmado y Amigo, mi Rey y Señor, mi Salvador, el Amor de mi vida y demi eternidad. Él te espera para hacer en ti lo mismo que hizo en mí,por eso te trajo hasta aquí. Por favor, no te lleves esta carta, pues mu-chos más visitarán mi cueva y he de ser, también para ellos, testigo yapóstol de mi Señor, aun después de muerta, porque el Amor es másfuerte que la muerte y traspasa los cielos y salta hasta la vida eternay sigue viviendo en Él para siempre, ya sin ataduras vanas. Te dejo mibendición. Vete en la paz de Aquél, que te trajo hasta aquí y a Quienaquí has encontrado. Amén.

P. Juan José Cepedano Flórez CMMMisionero de Mariannhill

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NOTICIASCOLOMBIA

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de Mariannhill en

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Metidos ya de lleno en el año 2014, me gustaría compartir conlos lectores de la revista Familia Mariannhill todo lo que, como comu-nidad de Mariannhill en Colombia, hemos vivido en los últimos meses.Los colombianos denominan a todo proyecto de futuro o empresa ilu-sionante como la causa. Pues bien, enraizar Mariannhill en Colombiaes ahora nuestro plan y empresa: nuestra causa. Constatamos, llenos deagradecimiento, que la causa, paso a paso, sigue adelante. Sin la ayudade Dios, la de los demás hermanos de la Congregación y la de todosvosotros, amigos y bienhechores, no podríamos ni experimentar nidecir ciertamente esto. Los avances, que la causa está realizando, sonun estímulo ilusionante para seguir adelante, luchando por la misma.

Como ya estáis informados, gracias a un artículo que salió en el númeroanterior de esta revista, el plan de construir una nueva casa o centro misio-nero de Mariannhill en Bosa/Bogotá sigue adelante. Una vez que hemos lo-grado adquirir el terreno para ello y superados todos los complejos trámitesde su legalización, hemos comenzado ya con la construcción de la misma.La conveniencia de este proyecto está más que justificada. Por un lado, ser-virá como centro para las actividades parroquiales y sociales de la zona, quese nos ha encomendado; por otro lado, será el lugar donde pueda vivir lacomunidad de Mariannhill, que trabaja aquí, y los candidatos que ya se nosestán juntando. No sólo los fieles de la parroquia sino también los líderes ci-viles de la zona están ilusionados con el proyecto y no dejan de repetirnosy demostrarnos con hechos que están dispuestos a luchar para que estacausa llegue a buen fin. Y así, poco a poco, estamos notando cómo empie-zan a ponerse las bases de un incipiente, pero entusiasta grupo de gente,asociada a Mariannhill y su labor misionera. Comprobamos que todo pro-

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Preparando el altar para la celebración de la misa dominical en un centro comercial.

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yecto tiene viabilidad de futuro en la medida en que se haga no sólo parala gente, sino también junto con la misma gente.

La parroquia que se nos ha encomendado, situada en la zona de Bosa/Bo-gotá, es extensa y está super poblada: más de 100.000 personas. El actualedificio, que hace de Iglesia Parroquial, es pequeño y se encuentra situado enun extremo del todo el territorio de la parroquia. No es fácil para los fielespoder acudir a las celebraciones que en él tenemos. A la dificultad se añadeque también resulta peligroso. Por ello, no nos queda otra que tener las ce-lebraciones en otros lugares, situados en el mismo territorio de la parroquia,como son los salones de las escuelas secundarias públicas. Mientras sean dig-nos, utilizamos todos aquellos espacios, que se nos ofrecen, para poder tenerlas celebraciones litúrgicas. Últimamente, por ejemplo, venimos utilizandopara las celebraciones de la misa dominical las instalaciones de un gran cen-tro comercial. Damos gracias a Dios porque ahora, gracias a este nuevo es-

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Actuación del coro en la misa, que cada domingo se celebra en un centro comercial.

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El misionero de Mariannhill, P. Jeremy, autor de este artículo.

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pacio para las celebraciones, es más la gente que pude participar en las mis-mas. Cuando uno ve cómo cada domingo la gente acude a las celebracio-nes, deseosa de escuchar la Palabra de Dios y de participar en los Sacramentosde la Iglesia, uno entiende mejor aquella palabra del Señor: “La mies esmucha”… Pero también experimentamos en propia carne el hecho de queno podemos llegar a todos, haciéndose verdad aquello que el Señor añadió:“…pero los obreros son pocos”. Necesitamos más gente joven, que quiera en-tregarse a Dios, para servirle en esta causa.

Mientras esperamos seguir adelante con la construcción del nuevo Cen-tro Misionero de Mariannhill en Bosa/Bogotá, que marcará el comienzo deuna presencia más arraigada en Colombia, seguimos trabajando allí dondese nos van abriendo las puertas. El celo y el impulso misionero del AbadFrancisco y de nuestros antepasados nos impulsa a ello.

P. Jeremy Butawo Dube CMMMisionero de Mariannhill

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�. �������MADERA DE SANTO

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Esta nueva serie de publicaciones sobre el Venerable Siervo deDios, P. Engelmar Hubert Unzeitig CMM, sacerdote misionero deMariannhill, fallecido en el Campo de Concentración de Dachau en1945, reproduce partes de la Informatio. Este volumen fue elaboradopor el Dr. Andrea Ambrosi y Mons. José Luis Gutiérrez, Postulador yRelator respectivamente de la Causa de Beatificación/Canonizacióndel P. Engelmar.

Albergamos la seguridad de que, al leer estos textos, todos vamosa quedar convencidos de la verdad recogida en el título de esta nuevaserie de entregas. A saber: el P. Engelmar tenía madera de santo.

Continuamos con la publicación del último de los capítulos de laInformatio, que trata sobre la fama de santidad del P. Engelmar [Cfr.VIII: nn. 50-55].

FOTO: JUAN JOSÉ CEPEDANO FLÓREZ CMM

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VIIIFama de Santidad

c) POST MORTEM (continuación)

[53] El Abad Berthold Niedermoser, undécimo de los testigos, afirma que lafama de santidad del Siervo de Dios es muy fuerte y que por doquier crece elnúmero de personas, de cualquier clase y condición, que quieren dar a conocerla perfección de su vida: “La fama de santidad del Siervo de Dios persiste en nues-tros tiempos. Más y más se va extendiendo la devoción hacia él y las voces de aque-llos que quieren que su vida virtuosa venga a ser un ejemplo, tanto para los sacer-dotes como para los laicos, van aumentando en número”. [Summ., p. 87, 22]

El P. Leonhard Scheneeweis, decimocuarto testigo, cree que el Siervo deDios está llamado a ser modelo por la modestia y humildad de su vida: “Elmodo de vida del Siervo de Dios, su sensibilidad, su espíritu de disposición a favorde la causa de Dios, su modestia y su prontitud fueron sobresalientes. Puedo decirque el Siervo de Dios goza de fama de santidad. Su vida está siendo cada vezmás conocida y se le tiene como un ejemplo”. [Summ., p. 99, 13]

La señora Gerda Walter, vigésimo quinto de los testigos, afirma que suardiente deseo por la beatificación del Siervo de Dios se apoya en que él fueun sacerdote justo, entregado y altruista: “Respeto profundamente al P.Engelmar. Creo que puedo describirle como un hombre extremadamente justo.Recuerdo bien su vida. Por mi hermana, Paola, tengo entendido que en nuestraiglesia de Glöckelberg hay una vidriera dedicada a él. Ella me ha dicho que nues-tros paisanos están convencidos que el P. Engelmar fue en verdad injustamenteencarcelado. Ello es señal evidente de que sienten de veras el que fuera arresta-do y que consideran como algo grande que se ofreciera voluntario para cuidar delos moribundos. Todos nosotros estamos convencidos que él merece ser beatifi-cado”. [Summ., p. 142, 16]

El señor Paul Zywitzki, testigo decimonoveno, declara que la notable famade santidad del Siervo de Dios se apoya, en primer lugar, en su generoso amorhacia sus compañeros en Dachau. Por ello, tanto testigos como muchos otrosestán convencidos que debería ser puesto como ejemplo del perfecto amorcristiano, merecedor de toda alabanza y consideración: “En primer lugar, elhecho de que el Siervo de Dios haya servido a los enfermos y moribundos en elcampo de concentración le hace un gran hombre. Ello demuestra, en primer lugary sobre todo, su amor por los compañeros, dado que dio la vida por ellos. Tanto yocomo muchos otros, a los que he hablado del ejemplo de su vida en varias confe-

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rencias, estamos convencidos que es merecedor de toda alabanza y consideración.Así se explica que las voces de los que desean la beatificación del Siervo de Diossean cada vez más numerosas”. [Summ., p. 118, 27]

El señor Franz Handschuh, testigo número treinta y dos, comparte tam-bién esta misma opinión: “En primer lugar, los oficios que realizó por los enfer-mos y moribundos en el campo de concentración han hecho grande al P.Engelmar. Este amor es digno de toda alabanza y veneración. Voy oyendo que,por el ejemplo que él dio, las voces de los que desean su beatificación están cre-ciendo cada vez más”. [Summ., p. 135, 22]

La señora Ángela Stiller, testigo número treinta y cuatro, declara que lavida santa del Siervo de Dios se haya bien cimentada y enraizada en lamemoria de la gente de su pueblo. Más aún, muchas son las personas queestán convencidas que el Siervo de Dios intercede por ellos: “Tanto mis sue-gros como yo, así como las personas que han venido a tener conocimiento de loshechos de la vida del P. Engelmar, hemos quedado impresionados por ello.Estamos felices de que él permanezca en la memoria de la gente. El monumentolevantado en nuestra patria chica pretende reforzar esto. Ello hace que el Siervode Dios esté siendo cada vez más conocido. Estoy segura de la que gente ha que-dado muy impactada por su vida así como por su piadosa muerte en Dachau.Todos nosotros, que una vez fuimos ciudadanos de Greifendorf, estamos con-vencidos de que el P. Engelmar vela con cuidado sobre todos nosotros. En laparroquia de Pfaffenrot hemos experimentado su gran ayuda. Esta ayuda ha sidocalve y de capital importancia para trabajar juntos. Con certeza podemos decirque su ayuda ha venido de lo alto. Algunos afirman literalmente: ‘El P. Reidel, elP. Gustl Schneider y el P. Engelmar velan sobre nosotros, extendiendo sus manossobre nosotros para protegernos’ ”. [Summ., p. 172, 6-7]

El P. Edgar Emmerich, octavo de los testigos, cree que un signo que prue-ba la fama de santidad del P. Engelmar después de su muerte es el hecho deque –aunque sólo ello fuera en 1968, cuando las condiciones sociopolíticas lohicieron posible– sus cenizas hayan sido enterradas en la Iglesia del SagradoCorazón de la Congregación de los Misioneros de Mariannhill: “Es bien sabidoque incluso los sacerdotes, que con él estuvieron prisioneros, tuvieron en gran esti-ma al P. Engelmar y que trabajaron con gran empeño para que su cuerpo fuera inci-nerado por separado y sus cenizas preservadas. Dado que cuando sus cenizas seenterraron en la Iglesia del Sagrado Corazón yo no estuve presente, no puedo decirque allí se diese algo extraordinario”. [Summ., p. 77, ad b]

El P. Josef Albinger, segundo testigo y compañero de prisión del Siervo deDios, recuerda que un hecho tangible de la fama de santidad del Siervo de Diosdespués de su muerte fue la afluencia de gente, compañeros de prisión y fie-les que se dieron cita en la Iglesia del Sagrado Corazón para la inhumaciónde sus cenizas. Todos estaban profundamente conmovidos: “Los sacerdotes,

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que habían sido prisioneros con él en Dachau, y los fieles todos que llenaban laIglesia, nos sentimos muy conmovidos por las ceremonias que tuvieron lugar enel entierro del Siervo de Dios, en la Iglesia del Sagrado Corazón. Lo considerocomo un signo de su fama de santidad”. [Summ., p. 32, 29]

La participación de tantos fieles en la ceremonia para el traslado de losrestos del Siervo de Dios debería ser considerada como prueba evidente desu fama sanctitatis post mortem, así lo señala el P. Heinz Roemer, cuarto de lostestigos: “Su fama de santidad, en la medida en que sé, también se ve demos-trada por el hecho de que la urna con sus restos fue enterrada en la iglesia enpresencia de muchos de sus compañeros prisioneros y de muchos fieles”.[Summ., p. 46, 22]

De la misma opinión es también la Hna. Adelhilde Unzeitig, quinto de lostestigos y hermana menor del Siervo de Dios: “Cuando recuerdo las solemnesceremonias y el gran fervor que había en las almas de los que estuvimos presen-tes cuando las cenizas del Siervo de Dios fueron enterradas en la iglesia del con-vento, creo que eso puede ser considerado como señal de su fama de santidad.Fue algo solemne, que llevó a nuestras almas a elevarse y conmoverse”. [Summ.,p. 55, 39]

El párroco de Buchen, Rvdo. D. Richard Scheider, vivió durante cuatroaños con el P. Engelmar en el campo de concentración de Dachau. El 12 deDiciembre de 1979, escribió una evaluación, basada en los datos de su expe-riencia, que tenía conservados en sus apuntes. En dicha evaluación, de mane-ra comprensible, relata el comportamiento del P. Engelmar en aquel lugar desufrimiento y enfatiza sus dones humanos y morales. En este punto, tenemosinterés en reproducir justamente la última parte de su testimonio, donde éldemuestra el por qué el P. Engelmar era considerado como un mártir de laFe y de la compasión hacia el prójimo: “Su celo por las almas se hizo especial-mente evidente cuando se declararon las fiebres tifoideas en el campo. Los barra-cones abarrotados de gente y la higiene insuficiente fueron la causa de que seprodujera la epidemia. Algunos barracones fueron aislados y destinados sola-mente para los enfermos. Tan alta fue la cifra de mortandad, que después delmes de Diciembre de 1944, los casi mil pacientes de uno de aquellos barraconesmurieron todos en el espacio de cuatro semanas. Al final ya nadie quería ir a tra-bajar en los barracones infectados. Movidos por tanta miseria, se acercaron a lossacerdotes pidiendo voluntarios, que hasta el momento no habían sido requeri-dos para este trabajo. Preguntando quién se ofrecería voluntariamente para cui-dar de los contagiados por la enfermedad, fueron tantos los sacerdotes que seofrecieron voluntarios, ya del clero secular así como de entre los religiosos, que elnúmero vino a ser mayor del que era necesario. El P. Engelmar fue uno de ellos.[Continuará]

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Causa del P. Engelmar:FFaavvoorreess yy tteessttiimmoonniiooss

El testimonio de una devotaEs todo un gozo para mí agradecer al P. Engelmar Unzeitig todos los favores, que duran-

te los últimos años he recibido, al ir rezando la novena en su honor. Por favor, rezad por mí.Tengo problemas de salud.

Mrs. A.C.

El testimonio de un esposoMi esposa y yo hemos venido rezando constantes novenas al P. Engelmar durante nueve

meses, pidiendo por muchas causas, incluida la sanación de un cáncer de vejiga, que yo pade-cía. El cáncer me fue diagnosticado hace nueve meses, en Septiembre del año 2010. Aunquetodavía me siguen tratando de esta enfermedad, el resultado de la última biopsia resolvió queno había indicadores de cáncer.

Mark T.

El testimonio de una madreNuestra hija completó el máster en educación. Tuvo éxito en pasar todos los exámenes,

excepto los del área de matemáticas. Lo intentó tres veces más y en cada uno de estos intentosel puntaje que obtenía se iba acercando cada vez más al aprobado. Recé la novena en honor alP. Engelmar, pidiendo que pudiera aprobar el examen. Hoy, Viernes Santo, ha recibido la noti-cia de que ha pasado. Para ella esto es un milagro personal. Gracias sean dadas a Dios.

P.J.K.

El testimonio de un devotoEscribo en relación a un favor recibido gracias a la intercesión del P. Engelmar Unzeitig. El

favor me vino por los resultados de una resonancia magnética y de una biopsia, practicadaen el hígado de mi hermana. Se le habían descubierto dos pequeños tumores en su hígado,con la consiguiente preocupación de que fueran cáncer. Los resultados de las pruebas des-cartaron la presencia del cáncer. Recientemente se ha sometido a otra resonancia magnéticay la masa de ambos tumores ha disminuido ligeramente. Tanto mi hermano como yo hemosestado rezando novenas al P. Engelmar, pidiendo por estos resultados tan buenos. Agradezcoal Señor que haya escuchado nuestras oraciones por la intercesión del P. Engelmar.

Gerald M.

El testimonio de la hijaQuiero compartir con vosotros mi gran historia. Durante 10 años trabajé en la misma

empresa. Sencillamente tengo que decir que me gustaba. Éramos como una familia. Perohace tres años fui despedida. Era tanta la tristeza que no podía ni creérmelo. Todo por lo quehabía luchado se había perdido, había desaparecido. Mi madre se daba cuenta de lo tristeque me encontraba. Ella empezó a contarme casos de gente, a la que vosotros ayudáis. Pidiónos enviaran unos libritos del P. Engelmar y yo empecé a rezar las oraciones. Después de unasemana conseguí un trabajo. Me encontraba tan feliz que sentía como si hubiera vuelto a ser

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persona. Llevaba sólo cinco horas en el nuevo trabajo, cuando la encargada me dijo que lacosa no iba. Total, que de nuevo estaba en la calle. Ganas me entraron de tirar la toalla. Unasemana más tarde conseguí otro empleo y allí estoy desde entonces. Me encuentro muy feliz.Verdad es que necesito un trabajo mejor, pero estoy segura de que vendrá. Ésta es mi granhistoria. Lo que quiero ahora es daros las gracias por todo.

Heather

El testimonio de la madreDurante dos años mi hija ha estado intentando conseguir un empleo. Le hablé de pedir la

intercesión del P. Engelmar. Así que pedí me enviaran dos libritos con la novena del P.Engelmar. Estábamos rezando la novena por segunda vez cuando las agencias de empleo nosdieron la noticia de que había conseguido un trabajo. Ahora se encuentra trabajando en unaempresa de vidrios con una jornada de cuarenta horas semanales. A punto estuvo de tenerseque volver a vivir con nosotros en casa. Mi agradecimiento a la bondad del P. Engelmar, queha escuchado nuestras oraciones. Muchas gracias, P. Engelmar, por tu amable ayuda y por larapidez en contestar nuestras oraciones. Bendito sea el P. Engelmar. Amén.

Judith Sánchez, madre de Heather

De conformidad con los decretos del Papa Urbano VIII, declaramos que con la publicaciónde estos favores y testimonios en nada se pretende prevenir el juicio de la AutoridadEclesiástica.

Aquellas personas que crean haber recibido alguna gracia o favor por la intercesión delVenerable Siervo de Dios, P. Engelmar H. Unzeitig CMM, se ruega lo comuniquen a ladirección de esta revista.

Todas las personas interesadas en recibir la vida, la novena o la estampa del VenerableSiervo de Dios, P. Engelmar H. Unzeitig CMM, lo pueden solicitar con toda confianza a ladirección de esta revista.

Se agradecen los donativos que, para sufragar los gastos de la Causa de Beatificación delP. Engelmar, nos podáis hacer llegar, ya por giro, cheque o por transferencia bancaria.Indicad con claridad que la finalidad del donativo es la Causa del P. Engelmar.

PRECESDios, Padre Bueno, te pedimos:Que el amor del P. Engelmarhacia Ti nos anime a hacermás religiosa nuestra vida;

Que su celo misionero mantengavivo en nosotros el afán apostólico;

Que su entrega a los demás,en especial a los más necesitados,

nos sirva de ejemplo;Que su paciencia en la adversidad

nos conforte en la hora de la prueba;Que el sacrificio de su juventud

estimule a los jóvenes a respondercon generosidad a la vocación.

ORACIÓNOh Dios, tú quisiste que

el P. Engelmar fuera misionero en un campo de concentración. Lleno de amor por Ti y por los prisioneros con los que convivía,

se entregó de manera especial al serviciode los enfermos y de los moribundos.

Haz que sigamos su ejemplo de caridad;ayúdanos en nuestras necesidades

por la intercesión de tu siervo Engelmar y concédenos ver glorificado su nombre

en medio de tu Iglesia.Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

En el corregimiento colombiano de Montañasdel Totumo [Paz de Ariporo/Casanare] se encuentra la parroquia de María Auxiliadora.Hace ya cinco años que los Misioneros de Mariannhill nos hemos encargado del cuidado pastoral de la misma.

Pretencioso es querer apresar la vida de esta parroquia de llaneros en un puñado de imágenes, pero lo vamos a intentar.

La vida de una parroquia EN IMÁGENES

FOTO: JOSÉ FRANCISCO FLORES ZAMBRANO CMM

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Así luce de noche el templo parroquial después de las obras de su restauración y renovación.

FOTO: DAVID FERNÁNDEZ DÍEZ CMM

Vigilia de la Pascua: el P. José Francisco Flores Zambrano CMM celebra el bautismo de una pequeña.

FOTO: JOSÉ FRANCISCO FLORES ZAMBRANO CMM

El P. José Francisco FloresZambrano CMM en una sesión de catequesis parroquial al aire libre.FOTO: JOSÉ FRANCISCO FLORES ZAMBRANO CMM

El P. David Fernández Díez CMM a caballo en dirección a una de las veredas, que forman parte

de corregimiento Montañas de Totumo y de la parroquia.

FOTO: DAVID FERNÁNDEZ DÍEZ CMM

María, Auxiliadora del Pueblo Cristiano, es la Patrona de la parroquia.

El pasado 24 de mayo de 2013 los cristianos de Montañas de Totumo celebraron su fiesta

por todo lo alto: Misa solemne, presidida por el Obispo del Vicariato, procesión, parrillada, rodeos y baile…

María ha empezado ya a hacer su obra entre las gentes llaneras,que se acogen a su protección.

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En este número de Familia Mariannhill publicamos la terceraentrega del octavo de los estudios sobre el carisma misionero delAbad Francisco; estudio éste que lleva por título: “El Abad Francis -co y la promoción vocacional” y que fue elaborado por el P. Johan -nes Sigrist CMM.En este estudio el autor destaca la capacidad del Abad Francisco

de suscitar vocaciones misioneras. Sin dicho gancho vocacional elAbad Francisco no hubiera podido sacar adelante todas sus em-presas misioneras. Como ha ocurrido con los estudios anteriores ya publicados, la

longitud del presente estudio nos irá obligando a ir espaciando supublicación en varias entregas.

del Abad Francisco

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1. ENTUSIASMO MISIONERO

La segunda mitad del siglo XIX secaracterizó por un gran entusiasmomisionero. En 1868 el cardenalLavigerie funda la Asociación de losMisioneros de África, comúnmenteconocida como Padres Blancos. Unaño después funda la rama femeninade dicha Asociación. En 1875 SanArnold Janssen funda la SociedadMisionera del Verbo Divino. En 1884el benedictino P. Andreas Amrhein deBeuron construye en Reichenbach,en el Alto Palatinado, la primera casamisionera de Alemania. Con ello pu -so la primera piedra de la Con gre ga -ción de los Benedictinos Misionerosde Santa Otilia. El P. Amrhein fundótambién una rama femenina: la Con -gre gación de las Benedictinas Misio -ne ras de Tutzing.

A petición del Obispo JamesRicards, el mismo prelado que en1880 se trajo a los Trapenses a Dun -brody, llegaron a finales de 1877 aKingwilliamstown, en África del Sur,las Hermanas Dominicas del Con -vento de Santa Úrsula en Augsburgo[Alemania]. Esta comunidad creciórápidamente. Doce años después dehaber llegado, pudieron fundar enNatal una nueva rama de la Orden:

La Congregación de Santa Catalinade Siena de Oakford. Transcurridostan sólo 15 años después de la llega-da de las primeras Hermanas, lasmonjas dominicas en Sudáfricaalcanzaban el número de 110.

2. LA EMIGRACIÓNEn aquellos años la escasez de

recursos y las condiciones de trabajomiserables llevaron a muchos euro-peos a dejar su patria, buscando lafelicidad en algún país lejano. En elEncuentro Nacional Católico, cele-brado en Maguncia en 1872, sefundó la Sociedad de San Rafael parala defensa de los emigrantes. Uno delos posibles destinos para los alema-nes con intención de emigrar eraÁfrica del Sudoeste. En los añosochenta del siglo XIX este territoriose había convertido en una coloniaalemana. El Abad Francisco, que yase encontraba en África, seguía coninterés loa avatares políticos deAlemania en el África Austral. Escribe,al respecto, en 1885: “En la costaoccidental de África ya se han anexio-nado la nueva tierra, se han izado lasbanderas y se han marcado las fronte-ras. Parece que también en el este deÁfrica ha comenzado la anexión.

VIII. EL ABAD FRANCISCO Y LA PROMOCIÓN VOCACIONAL (3)Segunda Parte: Razones para el crecimiento rápido de losmonjes y de las hermanas en Mariannhill

Antes de profundizar más en el tema de la animación vocacional del AbadFrancisco y de su actividad en este campo, queremos echar una ojeada a laépoca en que le tocó vivir. En relación a nuestro tema hay que mencionar dosfactores, que probablemente hayan favorecido el desarrollo de Mariannhill. Asaber: el entusiasmo misionero de su tiempo y el fenómeno de la emigración.

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También en nuestra costa los alemanesquieren poner su pie”.1

La llamada de atención sobre elproceso colonizador le da al Abad laoportunidad de hacer un llamamientoa los lectores de No-me-olvides.Escribe: “Los hombres llenos del Espíritudeben pisarles los píes a los colonizado-res y, allí donde ondea la bandera, hande plantar también la cruz, como señalde que desde ahora Cristo ha tomadoposesión de esta tierra”.2

La alusión a los factores externos,que han influido positivamente en laactividad vocacional del Fundador deMariannhill, no pretende en modoalguno quitarle a él su mérito. Otrossuperiores religiosos pudieron traba-jar bajo las mismas condiciones de laépoca, sin obtener el mismo éxito

que él. De ello él mismo se daba per-fectamente cuenta, cuando escribeen 1887: “¿Por qué será que yo puedotraer al Natal, tierra de negreros,ladrones y caníbales, cada vez a másHermanos y Hermanas, mientras queotros misioneros en el extranjero sequejan de que no pueden reclutar niHermanos ni Hermanas?” 3

3. EL ARRASTRE VOCACIONALDEL ABAD FRANCISCO¿Por qué logró el Abad lo que

otros no lograron o, al menos, sólo enbastante menor medida? ¿Qué es loque le abrió las puertas de tantoscorazones? ¿Cómo logró mover a tan-tos a emprender la aventura del segui-miento de Cristo, guidados por él?

Grupo de novicios del monasterio de Mariannhill

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1 Hojita No-me-olvides, n. 2 [1885/III]. 2 Ibidem.3 Hojita de San José, n. 4 [1887/III].

Grupo de novicios del monasterio de Mariannhill

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La personalidad del Abad erafuerte y definida, dotada de muchascualidades naturales y dones sobre-naturales. El Hno. José Welzel, en lasmemorias que escribió en 1950, con-signa algunos rasgos y valores de lapersonalidad del Abad Francisco,destacando sobre todo su elevadoidealismo y la amplitud y profundidadde su espiritualidad. Expresa luego suconvicción de que han sido lasextraordinarias cualidades del AbadFrancisco las que han atraído y entu-siasmado tanto a jóvenes como adul-tos a la hora de integrarse en el pro-yecto misionero de Mariannhill.

Tenemos que mencionar unadeterminada facultad, que el AbadFrancisco ha empleado intencionada-mente y con gran habilidad en su

labor de animación vocacional, asaber: su destreza a la hora de escribiry de hablar. Sabía perfectamentecómo utilizar la palabra hablada yescrita para la consecución de sus obje-tivos y de los de la Iglesia en Sudáfrica.

4. LA PALABRA HABLADAAL SERVICIO DE LA ANIMACIÓNVOCACIONAL

Fueron varias las ocasiones en lasque el Abad Francisco viajó desdeÁfrica del Sur a Europa para partici-par en los Capítulos Generales de suOrden o para tratar otros asuntosimportantes. Siempre que se le pre-sentaba la ocasión, la aprovechabapara hacer una intensa campaña vo -cacional. [Continuará]

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Comparto con vosotros, queridos amigos de la Familia Mariannhill, unresumen del Informe del Centro Sabelani, correspondiente al ejercicio delaño 2013. Me interesa destacar, junto con el elenco de actividades reali-zadas, logros y fracasos, el impacto bienhechor que Sabelani tiene en labarriada de Norwood y en los suburbios cercanos. Baste para ello cons-tatar cómo, después de las clases diarias, niños y adolescentes inundannuestros patios de juego; cómo los jóvenes vienen a nuestras instalacio-nes para charlar, debatir, jugar al fútbol o hacer gimnasia; o cómo losadultos se juntan en nuestros salones para compartir sus inquietudes yresolver sus diferencias de manera amistosa. Han pasado 13 años desdeque comenzamos con este Proyecto, que se financia gracias a la ayuda desus bienhechores, tanto locales como de otros países. Gracias a la gene-rosidad de todos ellos, un año más hemos podido combatir muchassituaciones de marginación, aportando a los que en ellas se encontrabandosis no pequeñas de esperanza.

La educación de nuestros jóvenes: Dosson las condiciones que ponemos a los jóvenes que quieren venir aresidir en el Hogar Sabelani: ser económicamente pobres y tenerganas de estudiar. Durante el año 2013 han sido diecisiete los jóve-nes que han residido en el Hogar. Por razones de estudio, algunosjóvenes, becados por Sabelani, han vivido en otros lugares. No puedomencionar ahora el nombre de todos ellos, pero debo decir que elabanico de estudios cursados ha sido de lo más variado: Con -tabilidad, Informática, Derecho, Carpintería, Fontanería, Mecánica,Medios de Comunicación Social, Medio Ambiente, Pedagogía,Hostelería, Restauración, Jardinería. ¿Planes de futuro? Como es habi-tual, tenemos más sueños que medios económicos para poder reali-zarlos. Pero la falta de medios no debe impedirnos soñar. Queremosayudar a los que se gradúan a poner en marcha pequeños negocios,a fin de que puedan trabajar como autónomos. A Robert Mosebi lehemos ayudado a montar un taller de chapa y pintura. Le va bien.

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InformeSabelani 22001133

Además este joven ha contratado a otros jóvenes, a los que está intro-duciendo en ese trabajo. Viendo cómo le va a Robert Mosebi, otrosdos jóvenes, Odwa y Sibabalwa, que han terminado Informática,quieren ahora montar su propia empresa. Mandla, después de traba-jar durante casi cuatro años en un bufete de abofados, anda ahoraqueriendo montar su propio bufete.

El trabajo con los jóvenes: Desde un principioSabelani se ha volcado en ayudar a los niños y a los jóvenes. En cuantosalen de la escuela, nuestras instalaciones se llenan de chavales que vie-nen a practicar deportes. El fútbol les atrae como un imán. En vez deandar por las calles, expuestos a toda clase de peligros, estos chavalespueden ahora jugar y socializar. Además sus padres están tranquilosporque saben donde están sus hijos. Thomas Tshitshi, además de entre-narlos, se ha convertido en un consejero para ellos. Gracias a variasorganizaciones, contamos con balones y equipos de ropa. El manteni-miento del terreno de juego es bien costoso. Los domingos se jueganlos partidos de una Liga, integrada por ocho equipos. Os podéis imagi-nar el ambiente que se crea en esos partidos, donde esposas y noviasson las primeras animadoras de los futbolistas. Sabelani cuenta tambiéncon un pequeño gimnasio, bien utilizado por los jóvenes del barrio ypor nuestros residentes. A los externos les pedimos una cantidad sim-bólica por utilizar las instalaciones del mismo. Lo que más aceptacióntiene son las pesas. Tener una buena condición física es un incentivopara no caer en la bebida y en las drogas.

El complejo Nonkathalo: Junto a los terrenos dejuego se encuentra situado un pequeño centro comunitario multiu-sos. En él, después de que marchan los pequeños de la guardería, sedan clases de apoyo escolar para aquellos que más dificultades tienen

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El P. Guy Cloutier CMM con el primer grupo de jóvenesdel Hogar Sabelani, que se graduaron en la Universidad.

FOTO: SABELANI HOME / SUDÁFRICA

en sacar adelante sus estudios. Los fines de semana las dependenciasdel complejo se utilizan por los jóvenes del vecindario. Los domingospor la mañana se lo cedemos a los miembros de la comunidad de laIglesia Ortodoxa de Etiopía para que puedan celebrar su culto. En elcomplejo tenemos un pequeño parque con juegos para los máspequeños. Para hacer frente a los gastos de mantenimiento del com-plejo, tenemos en el mismo algunas habitaciones alquiladas.

La vida en la residencia: Gracias a que el HogarSabelani lleva ya años de rodaje, el ambiente y la atmósfera en elmismo han cambiado un montón. Las peleas físicas son ya cosa delpasado. Los residentes, por orden de rotación, saben que han decolaborar en la preparación de la comida y el mantenimiento y lim-pieza del Hogar. Como los residentes ya son jóvenes adultos, experi-mentan los mismos retos y problemas que el resto de los jóvenes desu edad. La reunión que cada día tenemos al final de la jornada sirvepara que unos a otros se ayuden a superar tales dificultades: el usodel dinero, los enfados con la novia, el abuso del alcohol, la exigen-cia del estudio. Entre todos se ayudan para no caer en la trampa delo que llamados ‘los atajos’, que no dejan de ser círculos viciosos. Elcamino a seguir es la honestidad, la integridad, la justicia, el respeto.Tales valores les han de orientar a la hora de formar su propia familiay de realizar su trabajo profesional. Gracias a que el Hogar propor-ciona a los residentes un entorno de vida saludable, mucho deportey una alimentación equilibrada, hemos tenido muy pocos problemasmédicos. Pero todo ello implica un no pequeño desembolso econó-mico. A ello hay que añadir aquellas ayudas extraordinarias que sehan de prestar para salir al paso de casos especiales, como son el quealguno de nuestros jóvenes pueda participar en la escuela tradicionalde la circuncisión, atender algún caso de pacientes de cáncer, ayudara construir una casa, pagar un funeral.

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Celebración festiva en el Hogar Sabelani.

FOTO: SABELANI HOME / SUDÁFRICA

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Situación financiera y gestión: Desde que Sa be -lani comenzó su andadura, la marcha del Hogar ha dependido de lasdonaciones de sus bienhechores. Si un día éstas cesaran, el Hogar ten-dría que cerrar sus puertas. Durante el 2013 las donaciones en espe-cie han sido abundantes. Gracias a ello hemos podido ayudar deinmediato a los más necesitados del entorno. Las aportaciones dedinero, provenientes de Austria, Alemania, Estados Unidos y Canadá,países donde está presente Mariannhill, se han utilizado principal-mente para la educación de los jóvenes más pobres. Hemos podidotambién pagar las deudas pendientes del año anterior. La marcha nor-mal del Hogar propició que el Consejo de Administración no tuvieraque reunirse muchas veces. Los años no pasan en balde y yo me estoyacercando a los setenta. No sé cuánto tiempo más podré seguir alfrente de este proyecto, tan en línea con la más genuina tradición deMariannhill, que se ha preocupado desde siempre de atender demanera mancomunada las necesidades, tanto primarias como funda-mentales, de aquellos entre los que trabaja.

P. Guy Cloutier CMMMisionero de Mariannhill

Uno de los equipos de fútbol de chavales, que juegan en el campo del Hogar Sabelani.

FOTO: SABELANI HOME / SUDÁFRICA

En la tarde del 8 de diciembre del 2013

PROFESIÓNPERPETUA

DEL

FRT. TOMÁS CAMISSONEGUETSANE

CMMFOTO: ESTUDIO MIGUEL ÁNGEL / SALAMANCA

El día de la fiesta de la Inmaculada del año pasado, lostejados de la ciudad de Salamanca amanecieron blancos,debido a la fuerte helada caída en la noche precedente;ello no impidió que, avanzando el día, el sol se dejara verluminoso a lo largo de toda la jornada.

En la tarde de aquel día festivo, en la Iglesia del Patrono de la ciudad, San Juan de Sahagún, uno de los jóvenes religiosos de Mariannhill, que en aquella ciudad se están formando, realizó su profesión perpetua como miembrode esta Congregación.

El Frt. Tomás Camissone Guetsane CMM, proveniente de Mozambique, se consagró de por vida a Dios en elmarco de una celebración eucarística, especialmente festiva. Buena parte de las canciones escogidas para lacelebración lo fueron en su lengua materna. El coro dejóvenes de la parroquia y los otros Fratres de Mariannhillse encargaron de interpretarlas. Especialmente alegresfueron el canto de ofrendas y el de acción de gracias,pues a la música con ritmos africanos se unió la danza.

Presidió la Eucaristía el P. Lino Herrero Prieto CMM, Superior Provincial de los Misioneros de Mariannhill en España, acompañado de los otros sacerdotes de Mariannhill en España y de otros sacerdotes amigos de la comunidad. En su homilía, al hilo del relato de lavocación de María, narrado en el trozo del Evangelio de la fiesta, fue delineando el relato vocacional del Frt. Tomás.

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FOTOS: ESTUDIO MIGUEL ÁNGEL / SALAMANCA

Reproducción de la fórmula de la profesión.

El Frt. Tomás, leída la fórmula de su profesión,

la firma ante la mirada del Superior Provincial.

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El P. Anselmo y los Frts. Innocent, Tomás y Rafael encabezan, danzando,

la procesión de ofrendas.

La comunidad de los Misioneros de Mariannhill después de la celebración.

FOTOS: ESTUDIO MIGUEL ÁNGEL / SALAMANCA

Después de la homilía tuvo lugar el rito de la profesiónperpetua como tal. Tras haber sido llamado, el profeso respondió a las preguntas del escrutinio, manifestando

así su libre voluntad y generosa disposición de consagrarsea Dios de por vida al servicio de la misión de la Iglesia en el seno de esta familia religiosa y misionera, que es

Mariannhill. Terminado el escrutinio y mientras el profesoestaba arrodillado, toda la asamblea invocó para él la

bendición de Dios y la protección de lo Alto con el cantode las Letanías de los Santos. Concluidas las Letanías, el Frt. Tomás leyó la fórmula de la profesión religiosa,

escrita de su puño y letra. Una vez firmada, la colocósobre el altar, como expresión del ofrecimiento de su vida

a Dios y al servicio de su plan universal de salvación.Puesto el profeso otra vez de rodillas, el celebrante leyósobre él el largo y bello texto de la Bendición Solemne.

El rito terminó con la aceptación del Frt. Tomás en el seno de la Congregación y con el abrazo de paz.

Después de la celebración eucarística, todos los que quisieron pudieron acercarse al centro parroquial

de San Boal, donde fueron obsequiados con un vino español.

Terminó así un día especialmente hermoso para la Iglesia y lleno de esperanza para la familia religiosa

y misionera de Mariannhill en España.

The Observer

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Doctor Mario Juliano, Presidente de Pensamiento Penal: Acuso recibode su nota y de la del Dr. Onaindia.

Mi respuesta a vuestra pretensión es la siguiente: no voy a descolgarninguna Cruz. Tampoco voy a disponer que otro lo haga. Porque creo enDios y porque soy católico. Porque tengo reverencia por la Cruz de Cristo,el inocente crucificado por los hombres y el más inocente de los condena-dos, que representa, además, la fe mayoritaria y la identidad de nuestropueblo. Porque la Cruz no ofende a nadie, sea o no creyente, ni nadiepuede sentirse agredido, inquieto, molesto y, menos, discriminado por supresencia. Porque contrariamente a lo que Uds. suponen o creen, la pre-sencia de la Cruz es símbolo de piedad, de consuelo y de misericordia; essímbolo de que quienes se desempeñan frente a ella, tienen temor de Diosy, por ello mismo, inspiran más confianza en que actuarán de acuerdo ala justicia y a la verdad, con buena voluntad y con la máxima imparciali-dad. Porque finalmente, la libertad religiosa que Uds. dicen pregonar ydefender, es precisamente para que quienes quieran hacerlo, cuelguen,lleven o exhiban la Cruz, y no para que nos obliguen a quitarla, ocultar-la o disimularla.

Soy consciente, no obstante, de que Uds. están embarcados en unatriste misión en la que muy probablemente lograrán los fines que los des-velan. Tal vez porque la Cruz es incompatible con este mundo en el quese confunde el bien con el mal, en el que se privilegian supuestos derechosde la mujer a costa del derecho a la vida de los niños; en el que imperala deslealtad, la mentira, la corrupción; en el que ya no interesa la pro-tección de la familia y de la infancia, y se las supone independientes de laprotección del matrimonio. En fin, la Cruz parece no tener más lugar enuna nación desolada, ciega y sorda a las leyes eternas, que no son de hoyni de ayer, que huye de la Verdad y de la Belleza, y que se empeña enignorar y abandonar a Cristo. Pero Cristo no nos abandonará, aún cuan-do repudien y quiten su Cruz.

Pueden hacer pública esta respuesta, cuando quieran y ante quienquieran.

Saludo a Uds. muy atentamente.

Luis María Rizzi

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mmiissiioonneerroossLa vocación siempre viene de Dios. Aunque se sirva de muchos in-

termediarios y medios, Dios es siempre el que toma la iniciativa de lla-mar a un joven, invitándole a una vida de especial consagración a Él.Mariannhill reconoce con agradecimiento que las vocaciones queahora tiene son un regalo de Dios. Con cada nueva vocación Dios vi-sita nuestra Congregación.

Luego el que cree haber sido llamado tiene que darle a Dios su res-puesta personal. La libertad soberana de Dios a la hora de llamar es-pera la respuesta en libertad del que es llamado. Y para que estarespuesta sea generosa y bien cimentada, Mariannhill se ve en la obli-gación de dar la adecuada formación a cada una de estas jóvenes vo-caciones. Y aunque Dios sea siempre el primer formador del llamado,no desaparece por ello el reto y el deber que tiene Mariannhill de for-mar humana, cristiana, espiritual, profesional y teológicamente a suscandidatos.

Esta formación es un largo proceso, dividido en etapas, que exigede los formadores preparación, dedicación y compromiso personal.Los formadores tienen en sus manos plantas que empiezan a germi-nar y han de hacer lo posible para que su crecimiento no se vea frus-trado y puedan alcanzar frutos de madurez. Y todas estas exigenciasno se pueden atender sin medios económicos. Necesitamos desespe-radamente de becas y donativos para poder formar las vocaciones que

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ahora tenemos. Así también podéis hacer realidad la común llamadaa la misión recibida en el bautismo.

Todos vosotros, por y desde el bautismo, sois misioneros. Ponéis enejercicio esa vocación misionera cuando rezáis por las misiones, cuandoanimáis a vuestros hijos y nietos para que piensen en ser misioneros,cuando ofrecéis vuestras dificultades y dolores de la vida en favor de lalabor misionera. Y también cuando colaboráis económicamente en laactividad misionera de la Iglesia y en la formación de los que serán losfuturos hermanos y sacerdotes misioneros de Mariannhill.

Os proponemos hacer esta buena obra: apoyar económicamentecon becas o donativos la formación de los futuros misioneros de Ma-riannhill. Cada donativo o beca que Mariannhill recibe para la forma-ción de sus candidatos es una inversión de futuro. Vuestra generosidadhará posible que los candidatos de hoy lleguen a ser mañana buenosreligiosos y misioneros de Mariannhill, sacerdotes o hermanos. Ma-riannhill anima a todos los que lean estas líneas a invertir en futuro.Ayudar en la formación de una vocación es ver aumentar el saldo enel Libro de la Vida. Y así lo que comienza por iniciativa de Dios termi-nará también en el mismo Dios.

P. Lino Herrero Prieto CMMSuperior Provincial

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El Frt. Innocent ShavaCMM, procedente de Zimbabwe, es uno de los jóvenes que actualmente se están formando en la Casa de Mariannhill en Salamanca.

FOTO: JOSÉ ALONSO TORRES MORENO CMM

El carisma Mariannhill, suscitadopor el Espíritu Santo en la Iglesia a tra-vés del Siervo de Dios, Abad FranciscoPfanner, está constituido por una espi-ritualidad y por una misión.

Nuestra espiritualidad tiene su cen-tro en Cristo Redentor, quien pornuestra consagración religiosa ha ve -nido a ser nuestro único bien (pobre-za), nuestro único amor (castidad) ynuestro único Señor (obediencia).Vivimos esta consagración en comuni-dad. Son notas características de nues-tra espiritualidad la oración al Corazónde Cristo por la salvación de todos loshombres; la celebración diaria de laEucaristía para que la Sangre de Cristosiga lavando a la humanidad entera; y

la devoción a María, Madre del Redentor y Madre de los redimidos. La fiestade nuestra Congregación es el 2 de febrero, en que ce lebramos a María pre-sentando a Jesús en el tem plo como luz de las naciones. Patrones y protecto-res de de la Congregación son: San ta Ana, San José, San Benito, San FranciscoJavier y Santa Teresa del Niño Jesús.

Nuestra misión es un servicio a la misión de la Iglesia y consiste en la evan-gelización de los pueblos que aún no creen en Cristo, promoviendo su libera-ción integral y la formación de nuevas comunidades locales. También formaparte de la misión de nuestra Congregación la animación misionera del Pueblode Dios, la promoción y formación de vocaciones misioneras y el desarrollo decauces para que el Pueblo de Dios colabore en la misión universal de la Iglesiacon su oración, sacrificio y limosna.

Mariannhill

© JOHANNA SEEN CPS

Un Carisma Eclesial

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Una Congregación Misionera

Una Familia Universal

Mariannhill es una Congregación religiosa y exclusivamente misionera, quenació el 2 de febrero de 1909, al decretar el Papa San Pío X la separación delMonasterio de Mariannhill, en Sudáfrica, de la Orden Trapense.

En cuanto Congregación religiosa y misionera, Mariannhill es una comuni-dad internacional, integrada por sacerdotes y hermanos, que desarrollan suactividad misionera en Sudáfrica, Zimbabwe, Zambia, Mozambique, Kenia,Colombia y Papúa-Nueva Guinea. Los Misioneros de Mariannhill también tie-nen comunidades en Alemania, Austria, Suiza, Holanda, Italia, Polonia, Canadá,Estados Unidos y España, que se dedican a la animación misionera del Pueblode Dios y a la formación de jóvenes con vocación misionera.

Los Misioneros de Mariannhill (CMM) colaboran estrechamente con lasHermanas de la Preciosa Sangre (CPS), fundadas por el Abad Francisco.

Niños, jóvenes, familias, enfermos nos ayudan en nuestra tarea misionera y formancon nosotros y las hermanas de la Preciosa Sangre la Familia Mariannhill.

Como familia no olvidamos a los que nos ayudan y por sus necesidades e inten-ciones se reza cada día en nuestras comunidades y se ofrece una misa diaria en laCongregación.

Como familia no olvidamos a los que nos ayudaron: nuestros bienhechores difun-tos. También rezamos por ellos cada día en nuestras comunidades y por su eterno des-canso se ofrece una misa diaria en la Congregación.

Como familia invitamos cordialmente a otros a formar parte nuestra.

FOTO: ARNOLD SCHMITT CM

M

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• Siendo sacerdote o hermanomisionero.

• Rezando y ofreciendo sacrificiospor las misiones y por vocacionesmisioneras.

• Ayudándonos a contactar conjóvenes que tengan inquietudesmisioneras.

• Suscribiéndote a la revista “FamiliaMariannhill” y dándola a conocer.

• Apoyando con tus donativos los proyectos de desarrollo yevangelización que llevan a cabonuestros misioneros.

• Enviándonos intenciones de misa.• Ofreciendo herencias y legados.• Comprometiéndote a un objetivo

concreto:

Beca Futuro Misionero (2.000 € al año)Envío de 10 Kg. de ropa a nuestras misiones (50 €)Adquisición de la Biografía de nuestro Fundador (12 €)Adquisición del libro“La Cruz y sus caminos” (10 €)

FFOORRMMAA DDEE AAYYUUDDAATTRRAANNSSFFEERREENNCCIIAA:: DDeeuuttsscchhee BBaannkk [[BBaannCCoorrrreeooss]]:: GGrraann VVííaa,, 2255--2299 ·· 3377000011 SSaallaammaannccaa ·· CCCCCC:: 0000119944116677 0000 44001100000011666600 // IIBBAANN:: EESS5533 00001199 44116677 00004400 11000000 11666600 // BBIICC SSWWIIFFTT CCOODDEE:: DDEEUUTTEESSBBBB

GGIIRROO PPOOSSTTAALL:: MMiissiioonneerrooss ddee MMaarriiaannnnhhiillll •• AArrttuurroo SSoorriiaa,, 224499,, BBaajjoo AA--BB •• 2288003333 MMAADDRRIIDD

Nombre y Apellidos ................................................................................................................................................

Dirección .....................................................................................................................................................................

Código Postal y Población.....................................................................................................................................

Provincia........................................................................................................................................................................

Ven a formar parte de nuestra Familia

FOTO: ARCHIVO CMM / COLOMBIA

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N.o 59

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El misionero de Mariannhill, P. David Fernández Díez CMM, observa cómounos cristianos de Montañas de Totumo [Colombia] colocan una cruz en el lugardonde, en un futuro, se levantará su templo parroquial. Así, de manera tan plás-tica, vemos plasmado aquello que de niños aprendimos en el catecismo: que laseñal que mejor identifica a todos los seguidores de Cristo es la Santa Cruz.

Esto se dice bien y pronto, pero cuando en el horizonte de la propia vidaempieza a dibujarse la cruz, miramos hacia otro lado y huimos de ella, como sila cruz fuera algo impropio de los cristianos. Quiere el Señor que los suyos va-yamos detrás de Él con la propia cruz y que en ello pongamos mucho amor.

¿Cómo es la cruz, a la que el misionero se ha de abrazar y ha de llevar conamor? El número de nuestras Constituciones, arriba citado, lo indica: que no seavergüence de hablar de ella; que tenga el valor de predicarla con la propia vida;que persevere, fiel y generosamente, en la propia vocación misionera.

“Con valentía anunciamos el misterio de Cristo, sin avergonzarnos del escándalo de la cruz [1Cor 1: 18]. Preparamos el camino del Señor, llevando una vida según el Evangelio, con paciencia, aguante, amabilidad y amor sincero [AG 24]. Perseveraremos de manera fiel y generosa en nuestra vocación”.

[Constituciones CMM 209]

NUESTRA PÁGINA VOCACIONAL

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www.mariannhill.es

FOTO: ARNOLD SCHMITT CMM

Da lo que tienes para que merezcas recibir

lo que te falta.San Agustín [354-430]