A. T. Robertson Epocas en La Vida de Jesus

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    POCASEN LA VIDA

    DE JESS

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    NDICE

    Prefacio Captulo 1: LA CONCIENCIA MESIANICA DE JESUS Mat. 3:17 Captulo 2: LA PRIMERA INVITACION DE JESUS Juan 1:39 Captulo 3: LA NUEVA PARTIDA Mat. 11:29 Captulo 4: LA CAMPAA EN GALILEA Juan 6:67

    Captulo 5: LA ENSEANZA ESPECIAL DADA A LOS DOCE Mat. 16:15 Captulo 6: EL ATAQUE SOBRE JERUSALEM Lucas 13:34 Captulo 7: LA RESPUESTA DE JERUSALEM Lucas 23:21 Captulo 8: EL TRIUNFO FINAL DE JESUS Lucas 24:34

    PREFACION0Me disculpo por presentar otro libro acerca de Jess. El tema es inagotable. Quin puede presentar

    todas "las riquezas inescrutables de Cristo?" Cada poca tiene que interpretar a Cristo por s misma. En

    verdad cada hombre tiene que hacer lo mismo. Hemos vivido en un siglo de crtica aguda de sus orgenes.Hablando en general, el resultado ha sido sobre manera provechoso. Todo cuanto tiene que ver con losaspectos histricos de la carrera de Cristo ha sido investigado. Ya sabemos ms de

    los tiempos y del pensamiento de ese perodo. Ya ha sido examinado bien el fondo de la obra de Cristo.Estamos entrando en otro perodo de controversia teolgica sobre la persona de Cristo. Esta es an laidea dominante en los pensamientos de los hombres modernos.

    Este librito procura hacer una discusin franca y constructiva de la carrera de Jess como, estmanifestada en los Evangelios. No hay crtica tcnica de los orgenes, aunque el que lo escribe ha sacadosus propias conclusiones sobre muchos puntos que se mencionan incidentalmente. Los ocho captulosfueron pronunciados como discursos populares en julio de 1906 ante un auditorio compuesto de ministrosy un cuerpo grande e inteligente de otros obreros cristianos. La asamblea pidi la publicacin de losdiscursos. Se espera que, como publicaciones, sean tiles a algunos que desean una presentacin Positivade la carrera de Jess a la luz de la ciencia moderna, y en plena simpata con la posicin que se da aCristo en los Evangelios.

    No se procura aqu decir la historia de la vida de Jess, excepto cuando es necesario hacer un breveresumen para la interpretacin de aquella vida. Antes bien se llama la atencin al movimiento y poderclimatrico en la carrera de Jess. Las fuerzas histricas de esa vida parecen mezquinas desde un puntode vista, pero la corriente es profunda y rpida. Se presentan claramente los puntos decisivos en la vidade Cristo, acentuando menos otras cosas, a fin de que se sienta mejor la lucha titnica que Jess tuvoque trabar con la tirana* y el fanatismo eclesistico. Si el lector puede as "realizar" a Jess, hallar losEvangelios luminosos con una nueva luz. Se omite aqu toda la tablazn de la erudicin, para que toda laatencin del lector se fije en Cristo, quien luch por la libertad humana en el ms heroico de todos losconflictos. Gan la libertad del espritu humano al costo ms alto posible. Ahora los Gentiles pueden enverdad ver a Jess sin meter en pnico a ningunos predicadores. Todo el mundo puede ahora ver a Cristo,si es que los hombres tienen ojos para ver. "En medio de vosotros est uno a quien no conocis" (Juan

    1:26).Podra aadir que por veinte aos he estado enseando a estudiantes de Teologa Las cosas de

    Cristo. No doy bibliografa, pero mis agradecimientos a los grandes escritores sobre la Vida de Cristo sondemasiado numerosos para que los mencione. Sin embargo, no puedo menos que confesar que debomuchsimo a la enseanza sin par de Juan A. Broadus en esta institucin. Pero los mismos Evangelios hansido mi inspiracin principal en este estudio.

    A. T. Robertson,Louisville, Ky.,Septiembre, 1907

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    CAPITULO I.LA CONCIENCIA MESINICA DE JESS"Este es mi amado hijo, en quien tengo mi complacencia" (Mat. 3:17).HAY MUCHAS maneras de acercarnos a la vida de Jess. Ningn otro tema como ste ha producido

    tantos libros, y sigue producindolos de continuo. El conocimiento de Jess es, por cierto, la msexcelente de las ciencias. Y, sin embargo, nadie ha agotado el asunto ni escrito una discusin completa deCristo. Siempre ha sido as. Ninguno de los Evangelios da un retrato completo del Maestro; tampoco nosdicen los cuatro Evangelios todo cuanto quisiramos saber, ni, en verdad, todo cuanto antes se saba de

    Jess. En esto se encuentra un fuerte argumento en favor de la deidad de Cristo-esto es, lo inagotableque es el asunto. "Las riquezas de Cristo" son inescrutables, no se pueden sondear; y adems, soninagotables.

    1. El problema de Jess. Es un reto constante para los hombres, para los ms grandes de loshombres. Fue as al principio, y es as hoy da. Los hombres han estudiado el universo bajo el encanto deuna gran teora de desarrollo. Un desarrollo ordenado ha sido hallado en las distintas esferas de la cienciahumana. Pero qu hemos de decir acerca de Jess de Nazaret?

    Acaso ser l el producto de] mezquino ceremonialismo y del fanatismo eclesistico del farisasmo dePalestina? No se puede descubrir ninguna conexin entre Cristo y Platn, Scrates, Buda, o algn otro delos grandes pensadores que estn fuera del judasmo. Aqu est la verdad universal y absoluta que brotde una atmsfera de intenso orgullo y odio raciales. Aqu est el hombre que dio ms nfasis a losaspectos espirituales y morales en medio de los maestros que diezmaban la menta, el eneldo y el comino.

    Pero esto no es todo. Aqu est un hombre que vivi sin pecado en presencia de enemigos malignos,cuyo carcter es el ideal inaccesible de cuantos hombres han ledo su historia. Aqu est uno que tena lasms grandes pretensiones, que se deca ser igual al Dios viviente, segn el testimonio de los Evangeliosque nos relatan la historia de su carrera. Aqu est uno que proclama su derecho a la lealtad de todos loshombres, que ofrece rescatar a todos los que vienen a l, del pecado y sus efectos. Su perfecta vida y sussublimes enseanzas dan un aspecto serio a lo que de otro modo seran pretensiones absurdas.

    El tremendo poder de Jess sobre el mundo exige respeto, sea cual fuere la explicacin. Los hombresque son ms leales a Cristo son precisamente los que se han destacado como los ms prominentes en eladelanto de la civilizacin y en el mejoramiento de la raza. Las naciones donde la influencia de Jess esms grande son las ms respetadas entre los reinos de la tierra. Hace mucho que las nacionesprotestantes que estn libres de la dominacin sacerdotal han sido las ms influyentes en el mundo.

    Aun aquellos que desechan las pretensiones de Jess a la deidad por razones filosficas, como elProfesor G. B. Foster (siguiendo a Pfleiderer) o por razones crticas deshacindose de la evidencia de su

    carrera como el Profesor N. Schmidt (siguiendo a Bousset y a Wrede), son reverentes al tratar de lapersona de Jess, y hasta entusiastas acerca de su carcter.

    "Qu pensis de Cristo?" En verdad fue puesto para la cada y el levantamiento de muchos no slo enIsrael, sino en todo el mundo. Es el imn de los corazones humanos y la piedra de toque de la vida detodo hombre. Como Carlos Lamb, todos sentimos que si Jess viniera a nuestra presencia,instintivamente nos arrodillaramos. Jess se impone en nuestros corazones y en nuestras mentes. Noespera que dejemos a un lado la razn al llegar a resolver la cuestin con l. Necesitamos entonces todala inteligencia que tenemos. La dificultad es ver el problema como un todo y como es en realidad. En esteestudio nos fijamos en las cosas principales en su desarrollo histrico y procuramos entender su relacinmutua y sus resultados. No es posible ninguna explicacin meramente natural de Jess. Es absurdo, envista de todos los hechos, procurar hacerlo. Uno "mayor que Jons" est aqu, el Hijo de Dios. Loshombres no siempre han podido mostrar a Jess a los que han deseado verle. Felipe y Andrs estuvieron

    perplejos por la splica sencilla y corts de los griegos. A veces nuestros sermones esconden a Cristo,-estriste decirlo-en vez de revelarle. Nuestra teologa puede llegar a ser un velo que est sobre el corazn demodo que no se vea a Jess cuando se lee el Evangelio. Puede ser que nuestras disputas retraten a unCristo ausente y reflejen las ambiciones eclesisticas de los primeros discpulos en lugar de la elevacinespiritual de Jess.

    La luz escrutadora de la investigacin histrica moderna ha puesto en un relieve ms claro al Cristohistrico y las circunstancias en que viva. Podemos pasar por alto a Calvino y Agustn en nuestra buscade Cristo. Hasta podemos pasar por alto a Pablo, Pedro y Juan para llegar a Cristo mismo. Podemos vercmo comprendi a Jess cada uno de los apstoles, con lo cual cada uno contribuy a nuestrosconocimientos del Maestro. Podemos ver cmo al principio fueron ofuscados por la gran luz que los dejperplejos, cmo paulatinamente llegaron a comprenderle a l, a su mensaje y su misin. La revolucinobrada en los primeros discpulos es el milagro eterno del cristianismo y se repite todos los das en el

    mundo.Es la visin del Cristo Eterno. En nuestro estudio de Jess no podemos rodearle con limitacionessolamente histricas. Mientras estudiamos la lucha, la ms grande de todos los siglos, que trab con las

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    fuerzas humanas y sobre-humanas que hubo en su derredor, somos conscientes de un elemento mssublime en l. El mismo habl de este hecho trascendental, y esto dej perplejos y aturdidos a todos losque estaban en su derredor. Su vida no comenz cuando naci, ni termin cuando muri. El da de hoy elmundo no se arrodilla delante de un hroe de odio cuyo cuerpo est todava sobre el cerro del Glgota,sino delante del Cristo resucitado que est sentado sobre el trono de la majestuosa gloria a la diestra delPadre. Este es el retrato novotestamentario del Redentor que ha triunfado sobre la muerte y el sepulcro, yquien est dirigiendo una guerra victoriosa contra las huestes del mal. Este es el Salvador del pecado,quien ha hablado paz a nuestros corazones y en cuyo nombre trabajamos ahora. De modo que, cuando

    estudiamos juntos las condiciones humanas y las distintas pocas histricas en la carrera de Cristo, nopensemos que semejante esfuerzo puede explicar cuanto sea verdadero acerca de Jess entonces yahora. Pero, que ardan nuestros corazones dentro de nosotros; que Jess venga, ande y hable connosotros entre tanto que procuramos explicar algo del misterio del Nazareno.

    2. La Primera Vista de Jess. Cuando el jovencito Jess viene a Jerusaln a los doce aos de edad,sabe que es el Hijo de Dios, y esto, en un sentido que no es verdadero de otros hombres. " No sabaisque debo ocuparme en los negocios de mi Padre?" Sus padres estuvieron admirados por la facilidad ypoder que mostraba en semejante lugar de dignidad, enseando y asombrando a los doctores de teologaen el seminario teolgico rabnico. Pero no est menos admirado l porque ellos ignoren que ste es ellugar ms apropiado del mundo para L Quin puede adivinar cules son los sueos dorados del futurode un jovencito hasta que un da el sol sale en su plena gloria? El jovencito ha desaparecido para siemprepor la revelacin del hombre, y el propsito varonil ha llegado para llenar el corazn y la vida. La palabra"debo" arroja una luz muy atrs sobre los aos sosegados de la vida del jovencito en Nazaret. Lostelogos modernos especulan con mucha erudicin acerca del tiempo en que Jess lleg por primera vez aser consciente del hecho de que l era el Hijo de Dios y tena que desempear una misin mesinica. Estaes una especulacin ociosa. Slo sabemos que a la edad de doce aos Jess sabe que Dios ha puesto sumano sobre l. Se siente a gusto en la casa de su Padre y se regocija en discutir cosas altas y santas.

    Todo el problema de la persona de Jess se nos presenta en este incidente. Lado a lado con estatemprana conciencia mesinica est el otro hecho de que "Avanzaba en sabidura y en estatura." Era unverdadero muchacho no obstante el elemento divino que haba en l, y tambin un muchacho obediente,porque estuvo sujeto alegremente a sus padres despus de este incidente. El nico muchacho querealmente saba ms que su padre y que su madre era un modelo de obediencia.

    Nos impresiona la soledad del jovencito Jess en este tiempo. No fue comprendido por los profesoresde teologa en Jerusaln, ni por sus padres, ni aun por su madre a quien haca mucho haba sido reveladoel futuro de su hijo. Acaso haba ella escondido su secreto tan profundamente en su corazn que faltaba

    poco para que fuera perdido? Pero haba pasado mucho tiempo y probablemente haca poco, o nada, delas cosas tontas relatadas por los evangelios apcrifos. Solamente una vez se levanta el velo durante losaos silenciosos, y as se arroja luz sobre la conciencia mesinica de Jess. Durante esos aos en Nazarettuvo una educacin humana, en su casa, en la sinagoga, en los campos con los pjaros y las flores, consus compaeros de juegos, en su trabajo en el taller de carpintera.

    Lucas es quien escribe este incidente, y su introduccin se parece mucho a la del historiador griegoTucdides. Es Lucas quien dijo que haba examinado cuidadosamente los orgenes y haba puesto cuidadopara escribir con exactitud. La narracin lleva el sello de la veracidad con la sencillez y realidad de sta.Es muy probable que Mara misma haya dicho a Lucas lo que se narra aqu. Es la moda actualmente, paraalgunos, poner en duda lo que dice Juan acerca de Jess, pero ntese que Lucas es el historiador.

    Se necesita decir una palabra, de paso, acerca de lo natural y real de una vida que tan pronto tieneconciencia de una misin sublime. La explicacin se halla en los hechos. No hay vestigio de artificialidad,

    de jugar un papel, en la carrera de Jess. Pasamos por alto a los que voluntariamente ciegos niegan queJess alguna vez pensara que era el Mesas y aun dicen que el Antiguo Testamento no predice un Mesas.Este resultado sorprendente se obtiene o desechando los pasajes o por una maravillosa exgesis decuanto insina un Mesas. No es extrao que el Hijo de Dios conociera a su Padre. Qu mejor lugar paraque aquella conciencia llegara a una actividad ms amplia y viva que en el templo del pueblo de Dios?

    Este jovencito de doce aos, que amaba a los pjaros y las flores y trabajaba bien en el oficio decarpintero, progresaba en favor para con Dios y los hombres. Y no es esto extrao. Combinaba la piedadprecoz con la popularidad. Cuando muri Jos, sin duda lleg a ser, en cierto sentido, el principal apoyode su madre. Ha habido jams otra madre que tuviera tantas cosas por qu regocijarse o tantas cosasque no entendiera acerca de su maravilloso hijo?

    3. Naci Jess de una Virgen? De propsito antes pasamos por alto su nacimiento para tratar de lhasta aqu. Esto ha llegado a ser una cuestin palpitante en la actualidad. El temperamento cientfico

    desea profundizarlo todo y a veces cree que ha logrado hacerlo; pero este sentimiento de omnisciencia noes monopolizado por el espritu cientfico. Los rayos X, el telgrafo inalmbrico, el radio, para no decirms, hacen hoy da que el verdadero cientfico tenga dificultad para decir lo que puede suceder en la

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    naturaleza, aun cuando no existiera Dios. Si en efecto existe Dios, no hay verdadera dificultad desde elpunto de vista de Dios.

    Pues bien, tanto Mateo como Lucas relatan la historia del nacimiento sobrenatural de Jess, pero desdedistintos puntos de vista; Lucas desde el punto de vista de Mara, Mateo desde el de Jos. Evidentemente,pues, hay dos relatos independientes de este gran acontecimiento, vinindonos ambos relatos de cerca deJerusaln, mientras vivan an Santiago y Judas, hermanos de Jess, y posiblemente, mientras vivaMara, la madre' Lucas pas dos aos en Cesarea, y era un historiador cuidadoso. En los primeroscaptulos de este evangelio que relatan este maravilloso acontecimiento hay indicios de que us un

    documento aramaico o hebreo y de que oy la historia de alguno que hablaba el aramaico. La primeracosa que se relata, despus de la introduccin de este cuidadoso historiador, es la narracin delnacimiento. Se narran aqu milagros, no necesariamente hermosas leyendas para idealizar o deificar aJess. Seran posibles las leyendas si la encarnacin de Jess fuese inherentemente imposible. Peroquin puede afirmar esto con confianza?

    El silencio de Marcos no puede alegarse contra Mateo y Lucas. Este Evangelio se escribiprobablemente en Roma bajo la influencia de Pedro y lejos del crculo de Jerusaln. No es sorprendenteque no se dijera nada al principio acerca del verdadero nacimiento de Jess. Fue conocido como el hijo deJos y Mara. El nuevo manuscrito siriaco de Mateo hallado en Sina dice, por cierto, en un pasaje, queJos engendr a Jess, pero en otro lugar se deja la declaracin original. El texto estuvo probablementesujeto a la escritura de los ebionitas, los cuales negaron la deidad de Cristo.

    Aunque el prlogo de Juan, que tiene un reconocimiento maravilloso del estado de Jess antes de suencarnacin, omite, en efecto, una discusin del nacimiento de Jess y as no tiene nada acerca delnacimiento de una virgen; no es para darnos una interpretacin fcil del origen de la persona de Cristo.Ciertamente Juan, porque no dudo que fue l quien escribi el cuarto Evangelio, no encierra la carrera nia persona de Jess dentro de lmites puramente humanos. La carrera terrenal de Jess no es sino unaporcin muy pequea aunque importantsima, de la existencia eterna del Hijo de Dios, quien estuvo con elPadre en el cielo antes de la encarnacin y quien ha vuelto al Padre despus de la resurreccin y laascensin. No es meramente una preexistencia ideal en lo que est pensando Juan aqu, sino la presenciapersonal con el Padre. Juan va ms all todava. El dice claramente acerca del Logos: "Era Dios." Este esun concepto capaz de comprenderse, que el Padre tuviera un Hijo, que es en efecto un corolario necesariode Padre. Pero Juan aun dice que este Hijo o Logos se hizo carne y habit entre nosotros. El Hijo de Dios,que era Dios y coexisti con el Padre, se hizo carne. Cmo? Me aventuro a preguntar: Sera esto unamera teofana? Era Jess un verdadero hombre? Tenan razn despus de todo, los gnsticos docticos,que sostenan que Jess slo pareca ser hombre? La interpretacin propia del lenguaje de Juan se halla

    en el nacimiento de una virgen, y slo all. El lo da por sentado como bien conocido. Si fuera en verdad elhijo de Jos, no sera "Dios unignito" (El verdadero texto).

    La dificultad es igualmente grande si volvemos a Pablo. Dice que Jess naci de una mujer,deshacindose as del gnosticismo doctico. Segn Pablo, era verdadero hombre. Pero sostuvo Pablo quetambin era verdadero Dios como Juan claramente crea? No aplica a Jess el trmino Dios, a menos queas lo indique en Rom. 9:5, y leemos iglesia de Dios (el texto correcto) en Actos 20:28. Pero en Col. 1:15-18, y en otras partes (como en II Cor. 8:9 y Fil. 2:6) Pablo describe a Jess de tal manera que nopuede ser para l otra cosa sino Dios. Puede ser que la cuestin del nacimiento de Jess de una virgen nofuese presentada a Pablo. Pero la verdadera deidad de Jess es enseada por Pablo, y esto es la cruz detodo el asunto. No tiene nada de inconsecuente con ello, ni tampoco lo tiene Juan. Todo el testimoniopositivo del Nuevo Testamento favorece esta explicacin, y no hay ni una palabra en contra de ella. Enverdad los conceptos teolgicos de Pablo y Juan la demandan. El Prof. Briggs (en North American Review

    de junio, 1906) afirma osadamente que el negar el nacimiento de una Virgen es negar la base filosficade la encarnacin de Cristo. Puede uno creer aun en la deidad de Jess -y ser lgico. Esto inquieta poco amuchas personas. La lgica hace Poco papel en la teologa de muchos. Pero no es posible pensar que Diosllegara a ser hombre sino por el nacimiento de una Virgen a menos que ha de tener as dos personas en launa en quien Dios ha entrado. Entonces la hereja del nestorianismo o dos personas es inevitable. Y auncuando Dios pudiera entrar as en semejante hombre, hacindolo no afectara a ningn otro hombre. SiJess es en verdad el Dios-Hombre, Hijo de Dios e Hijo de hombre, el nacimiento de una Virgen es lanica manera concebible en que se efectuara aquel gran acontecimiento. Y en verdad, este problema noes ms difcil que ninguna otra cosa relacionada con la deidad de Jess. Esto es, despus de todo, elproblema. La deificacin del emperador romano y de otros hroes y semi-dioses en tiempos antiguos noprueba que esto es lo que sucedi en el caso de Jess.

    Por esto pongmonos entre los pastores en los cerros de Beln p ara or cantar a los ngeles acerca de

    la paz en la tierra a los hombres que reciben el beneplcito de Dios. Encantmonos con este misteriotrascendental. El nio en el pesebre ha dado nueva esperanza a toda madre que hay en el mundo, nuevagloria a todo nio que existe en la tierra, nueva dignidad a todo hombre que ha sentido la influencia del

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    Hijo de Dios. En verdad salvar a su pueblo de sus pecados. Zacaras y Mara, Simen y Ana vislumbraronla luz que ilumina al judo y al gentil. Estos cantaron los primeros himnos cristianos. Haban visto lasalvacin de Israel. Los sabios caen a sus pies y los Herodes y Satans todava estn procurando obrar laruina del Cristo. Pero ni sacerdote, ni rey, ni diablo pueden detener la marcha del reino de Dios.

    Quin, pues, es Jess? Ninguna doctrina que nosotros podamos manifestar expresar todos loshechos-. Las teoras Kenolis de la humillacin de Cristo meten en la palabra de Pablo. en Filipenses 2:9,ms de lo que tena. Multiplican en vez de aminorar los problemas. Se deshacen en vaguedad. De qu sedesprendi Cristo cuando dej el lugar que tena al lado de su Padre en las alturas? Se aplicaba esto a su

    naturaleza divina o solamente a su gloria divina? Cunto del conocimiento de Dios y del poder de Diostuvo Cristo mientras fue hombre? Cmo podra el infinito Hijo de Dios someterse a limitacioneshumanas? Cmo podra el Impecable morar en la carne y no tener pecado? Si tuviera pecado, no podrasalvarnos a nosotros del pecado. Si el verdadero telogo se siente humilde aqu, debemos acordarnos deque el verdadero cientfico no se jacta de conocer la vida, la vida fundamental, la Fuente de todas lascosas. No entendemos ni la primera ni la segunda mitad de este problema, Dios u hombre. No es extraoque la combinacin causara nuevas dificultades. Tal vez cuando lleguemos a tener una visin clara acercade Dios y el hombre, nos pondremos a estudiar con ms confianza el asunto del Dios-Hombre. De todosmodos estamos seguros de que esta unin sublime de Dios y hombre ofrece la nica resolucin verdaderade la carrera y carcter de Jess de Nazaret. Es en la personalidad donde Dios y el hombre puedenpropiamente encontrarse. La filosofa puede ayudar un poco aqu por el nuevo nfasis dado a losproblemas de la personalidad. Podemos por medio de Cristo formar un concepto inteligible de Dios. SinCristo nuestras ideas de Dios tienden a deshacerse en lo abstracto.

    4. El Padre Sanciona al Hijo. La nueva de que se hacan cosas extraas junto al ro Jordn lleg aJess cuando l estaba en Nazaret. Ya era hombre entonces, el hombre Jess, y la nueva le interes. Nofue el llamamiento del desierto sino el llamamiento de su Padre el que oy aunque tuvo que ir al desierto.Un nuevo profeta haba aparecido en el desierto, un hombre que se vesta con ropa vieja, que tenahbitos extraos y un mensaje maravilloso. Pero el encanto de Juan no consista en su manera de vestirseni en su alimento. La grandeza no se adquiere imitando las excentricidades de otros, as que, no era elvestido semejante al de Elas el que distingui al Bautista, sino el espritu y el poder del profeta. Elmensaje era la cosa ms maravillosa acerca del hombre. Dijo que el reino de Dios estaba cercano, en vezde estar en el futuro lejano. Era verdad? La noticia se extendi hasta que toda Jerusaln y Judea salierona ver lo que era ms que tina caa mecida por el viento. Al fin los predicadores y maestros salieron paraor a este profeta de las montaas, algunos tal vez para burlarse de l y escarnecerlo. La osada delhombre los admir! Dijo que aun los predicadores deban arrepentirse como cualesquiera pecadores:

    publicanos y gentiles, y ser bautizados. Cmo si no furamos los hijos de Abraham! Pero este profeta noperdon ni a los encumbrados ni a los humildes: soldados, publicanos, ni sacerdotes. A los que searrepintieron los sumergi en el Jordn, y el nuevo rito hizo que muchos supusieran que l era el mismoMesas. Por un poco de tiempo Juan fue estimado en ms de lo que realmente vala (como sucede confrecuencia con los reformadores),, pero pronto disip semejantes opiniones fa as diciendo bruscamenteque l no era el Mesas. No era sino la voz del heraldo que clamaba en el desierto. No era digno dedesatar los zapatos del Mesas, el cual tendra un bautismo del Espritu Santo. Pero dnde es

    Dira Jess a su madre a dnde iba cuando sali de Nazaret? Haba llegado su crisis y l lo saba.Juan y Jess se encontraron en la ribera del ro. Juan haba recibido una seal por la cual habra dereconocer al Mesas. Sin duda haba esperado cada da aquella seal mientras bautizaba a las multitudes,y anhelosamente haba examinado cada rostro que se levantaba al emerger de las aguas. Tal vez nuncahaba visto a Jess, y si lo haba visto antes, fue slo brevemente, y no saba quin era el Mesas. Pero

    antes de que viniera la seal sinti instintivamente que estaba en presencia de l! Era incongruente que elMesas le pidiera a l el bautismo. Parece que Juan mismo no haba sido bautizado. Su bautismo exiga laconfesin de pecado, y en presencia del Impecable, Juan senta de nuevo su propia indignidad y suplicque Jess le bautizara. Pero Jess se mantuvo firme. Juan haca bien en sentir as, pero Jess era hombrey judo y deba obedecer el mandato que el Padre haba dado de que todos fuesen bautizados confesandosus pecados. El hecho de que no tena pecado que confesar no le exima de la obligacin de cumplir coneste acto recto de obediencia. No olvidemos nunca que a Jess le pareca que vala la pena venir desdeNazaret al Jordn, no para salvarse, porque no necesitaba ser salvo, y el bautismo no salva a nadie sinosimblicamente. Sancion por su propio ejemplo el bautismo en el Jordn, y ms tarde lo exigi de todossus discpulos. En verdad de un modo simblico manifestaba su propia muerte y resurreccin tambin,pero no es nada probable que Juan viera este punto.

    Pronto Juan vio que Jess tena razn para ser bautizado, porque el Padre habl en alta voz al Hijo, y

    el Espritu de Dios descans sobre Jess cuando sali del agua orando. Fue un momento augusto. ElPadre, el Hijo y el Espritu se unieron para celebrar este acontecimiento. Es claro que el bautismo de Jesstuviera una maravillosa significacin personal. Ha sido interpretada de distintos modos. Algunos imaginan

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    que en esa ocasin Jess lleg a saber por primera vez el hecho de que l mismo era el Mesas, el Hijo deDios, pero esta interpretacin no es justificada por los hechos. La protesta dirigida a Juan precisamenteantes del bautismo no era una negacin de que era el Mesas. Toda su conducta para con Juan fue la dequien ha arrostrado su destino y lo ha aceptado. Algunos de los gnsticos cerintianos imaginaron que elCristo, como un Aen o Emanacin de Dios, baj sobre Jess en su bautismo semejante a una paloma, yque este Cristo Aen era lo divino, siendo Jess mismo un mero hombre. Sin embargo, su bautismo era elprincipio de la obra pblica mesinica. Jess ahora se presentaba pblicamente. Haba cruzado ahora elRubicn y no era posible volver atrs. Haba puesto su mano en el arado y tena que seguir hasta el fin y

    meterlo profundamente. Fue la venida del Espritu Santo lo que constituy el ungimiento de Jess y no elbautismo.No confundamos las dos cosas. Podemos comparar con esto la dotacin proftica de] Antiguo

    Testamento.5. La Significacin Moral de la Tentacin. Los que escribieron los Evangelios no podan haber

    conseguido esta narracin sino de Jess mismo. Es probable que, mucho tiempo despus, relatara a losdiscpulos esta fiera lucha que, al principio de su ministerio, sostuvo con el prncipe del mal, como confrecuencia sucede con el joven predicador. Marcos apenas menciona el hecho, pero Mateo y Lucas dan losdetalles de la lucha titnica. No podra ocurrir sino al principio del ministerio. Satn deseara retar de unavez al Mesas. Como un len de la selva reta al que se mete en sus dominios. Con derecho o sin l, eldiablo pretenda que este mundo fuera suyo y de nadie ms. El haba hecho mucho para hacerlo unmatorral de pecado y dolor. Senta que no podra existir sino la enemistad entre l y Jess. Los EvangeliosSinpticos todos estn de acuerdo en poner la tentacin exactamente despus del bautismo. Era elmomento psicolgico. Todo converso nuevo tiene que sostener una nueva lucha con el diablo despus desu bautismo, "Te has portado locamente" dir el diablo.

    No podemos detenernos para discutir si fue una visita objetiva del diablo o meramente la influencia deuna sugestin diablica sobre la mente de Jess. Lo ms probable es que existieron ambos elementos. Noes ms difcil pensar que el diablo hiciera una manifestacin visible de s mismo a Jess, que creer dealguna manera en la existencia del diablo. Este es el verdadero problema. Si existe un verdadero espritudel mal que tiene acceso al alma del hombre y poder sobre ella, no necesitamos inquietarnos acerca de lodems. Sera un consuelo creer, como lo hacen algunos, que el diablo ha muerto. Ciertamente el pecadono ha muerto. Si no hay diablo, no lisonjeamos al hombre hacindole originalmente responsable de todoel mal que est en el mundo. Pero sea o no que el diablo apareciera objetivamente a Jess, fue en laregin espiritual donde se verific la tentacin. Marcos aun dice que Jess fue conducido por el Espritu aldesierto para ser tentado del diablo. Esto parece al principio ser un dicho duro, pero probablemente no

    quiere decir otra cosa sino que Dios deseaba que su Hijo encontrara de una vez al tentador para resolverla cuestin inmediatamente. No es que el diablo no hiciera otro esfuerzo, sino que se hiciera clara lamanera de afrontar los conflictos futuros.

    Es evidente que el diablo hace alusin a la aprobacin del Padre en el bautismo de Cristo cuando dijo:"Si eres el Hijo de Dios," como Dios haba dicho. No es que el diablo niegue que sea as; por cierto, laforma de la condicin da a entender que es verdad, y l dice, en efecto, "un Hijo de Dios," y no "el Hijo deDios," como Dios haba dicho, pero sugiere a Jess que hara bien en comprobar lo que haba dicho Dios.En esto no hara mal. Entonces tendra la experiencia personal para sostenerle. Tena mucha hambre yseguramente, si era Hijo de Dios, podra hacer obra creativa como la haba hecho Dios. Era una sugestinsutil. Jess hara milagros a favor de otros. Por qu no haba de empezar haciendo uno a favor de smismo? En una palabra, Haba Jess de ser un Mesas egosta? Pero la tentacin no habra sido tentacinsi hubiera sido puesta en aquella forma. En esto consiste el peligro de una tentacin, en que, al principio,

    su verdadero carcter est oculto y difcil de descubrir. Aqu se ocultaba la desconfianza en Dios.Los judos esperaban que la venida del Mesas fuese un gran espectculo. Con frecuencia suplicarn aJess que d una seal, que no meramente obre milagros, sino que, por ejemplo, obre algn granportento en el cielo. El diablo sugiere que Jess se acomode a la expectacin popular dejndolos verlebajar por el aire desde el pinculo del templo, como si descendiera directamente del cielo. Le saludarancon aclamaciones. Pero Jess no era un mero prestidigitador, no era un aeronauta de globo o paracadas.El diablo se hace piadoso y cita la Escritura, no citndola mal como lo hacen algunas buenas gentes, sinoque la aplica mal. En esto tambin el diablo no tiene monopolio. Pero Jess vio que sera presuntuoso, enlugar de confiado, osar hacer semejante hazaa. Adems de esto, hara mejor resolviendo la cuestinahora, en lugar de ms tarde, si habra de ser la clase de Mesas que el pueblo deseaba o la que el Padrehaba ideado. Todo predicador en una manera ms humilde, tiene que resolver un problema semejante.Es tan fcil seguir con la corriente, tan fcil caer desde una gran altura cuando est uno nervioso y lleno

    de miedo.Pero el diablo no haba acabado. Apel a la ambicin de Jess. Le ayudara a hacerse el rey del mundo.En esto el diablo haba tenido mucha experiencia. No que abdicara exactamente; l y Jess podran

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    gobernar juntos. Esto sera mejor que la guerra declarada. Ofreci a Jess todos los reinos del mundo y laglora de ellos. Era un cuadro fascinador que se present a la mente de Jess. Slo suplic comorecompensa que Jess se arrodillara delante de l aqu, en la montaa. Nadie ms estaba presente, ysera meramente un reconocimiento de los hechos del caso. El diablo realmente tena los reinos delmundo en su poder; por ejemplo, el gran Imperio Romano. No sera mejor hacer la paz y ser amigos enlugar de pelear? Podra volver este gran Imperio Romano, contra Jess, quien todava no tena discpulos,y si ganara algunos, podra usar este imperio contra el reino de Jess. Esto fue el busilis de la tentacin.Jess deseaba el mundo. En verdad haba venido para ganar el mundo, pero tena que quitar el mundo al

    diablo, y no tomar el mundo en las condiciones propuestas por el diablo y con el diablo como dictador.Cristo no fue confundido por la expectativa. Saba lo que significaba su decisin. Pero amaba demasiado almundo para traicionarlo as. No quera tener una mezcla del reino del cielo con el reino del mundo. Estabadispuesto a morir por el mundo. Es extrao decirlo, pero el diablo, en efecto, hizo que el Imperio Romanopeleara con Jess y lograra injertar mucho del mundo en la iglesia de la Edad Media. Pero Jess desechtodo compromiso y rendicin y mand a Satans que se fuera. Se fue, sojuzgado por el momento peroesperaba aprovechar otra oportunidad. As es que Jess tuvo que arrostrar la muerte en el mero principio.Tena que estar dispuesto a morir por los hombres antes de poder salvar a los hombres. As es que Jessescogi la sublime pero spera senda que conduca al Calvario, camino solitario y cansado. Su decisinsignific un conflicto eterno con Satans hasta vencer a ste, y hasta que los reinos de este mundo hayanllegado a ser los reinos de nuestro Seor y de su Cristo.

    6. La Presentacin de Jess hecha por Juan. Esta se halla de acuerdo con la descripcin sinptica,como se ve, por ejemplo en la tentacin. En el Evangelio de Juan, Jess es presentado como conscientedesde el mismo principio de que es el Mesas a quien ha sido encargada una gran obra para Dios,consciente tambin de que habra de morir por los hombres. Debemos notar tambin que este conceptode Cristo es presentado tambin en los Evangelios Sinpticos. Juan no ha hecho ms que acentuar lo queest implcito en la tentacin y expresado por el Padre en el bautismo. Jess es el Hijo de Dios. Juanpresenta a Cristo reconocido como el Mesas ya en el principio, y que aun entonces pretenda ser elMesas. Esto no es extrao, sino natural. As Juan relata que al principio los discpulos de Jessbautizaban, lo que segn parece dej de hacerse a causa de la popularidad de Jess con el pueblo y lahostilidad que result de parte de los fariseos; de] mismo modo relata las pretensiones mesinicas quepronto dejaron de mencionarse por la misma razn. El choque con las autoridades de Jerusaln en laprimera pascua evidenci que la crisis se precipitara de una vez si Jess persista en pretenderabiertamente ser el Mesas o en permitir que le llamaran as. Por lo tanto lleg a ser necesario que Jessusara de reserva en cuanto a la pretensin mesinica. Pero esta reserva no significa de manera alguna

    que Jess comenzara su carrera pblica meramente como otro rab o como profeta, a semejanza de Juancuando esperaba al Mesas, inducido finalmente por la expectacin pblica a pensar que l era el Mesas oa proponerse como el Mesas. Estas alternativas son muy inconcebibles e inconsistentes con cuantosabemos de Jess. No era un mero soador, no era fantico, ni actor, ni demagogo ni charlatn. Es difcilpensar en Jess como sabiendo l al principio de su ministerio que l mismo era el Mesas y que tendraque sufrir la muerte, pero tal destino est delante de todo verdadero soldado. Jess sigue valerosamentecaminando para encontrar su hora y cumplir su tiempo. La experiencia nos muestra que el tipo ms altode varonilidad se desarrolla en tiempos difciles.

    7. Los Trminos Aplicados a Jess Tienen un Inters Peculiar. Su propia frase favorita, Hijo delHombre, tena una significacin mesinica, aunque no se entenda generalmente as en ese tiempo. Servacomo una pretensin a su oficio, aunque en una forma oculta. Ciertamente significaba ms que la inspidapalabra aramaica "barnasha," hombre. En algunos pasajes esta idea es positivamente ridcula. Adems de

    esto el trmino acenta la encarnacin de Cristo. Es el hombre representativo. En pocas ocasiones Jessse llam el Hijo de Dios (en los Sinpticos as como en Juan) en un sentido que no es verdadero de losotros hombres. Los judos consideraban como blasfemia esta pretensin, porque pretenda ser igual aDios y reciba adoracin como Dios. Despus del principio de su ministerio no permita que le llamaranclaramente el Mesas hasta que suplic a Pedro directamente que dijera lo que pensaba de l. Aunentonces amonest a Pedro y a los discpulos a no llamarle Mesas pblicamente. Y sin embargo, bajo

    juramento delante del Sanedrn, Jess afirm que l era el Mesas, el Hijo de Dios, y el Hijo del hombre.Sufri en su muerte la pena de aquella confesin. No era blasfemia que el verdadero Mesas hiciera estapretensin. Y Jess haba sido identificado por Juan como el Cordero de Dios que quita el pecado delmundo. La ltima vez que el Bautista viera al Mesas se par mirndole, extasiado, con la gloria de lavisin. "El est en medio de vosotros" haba dicho, "y no le conocis." Y con frecuencia esto es ciertoahora con respecto al Cristo invisible y no reconocido.

    CAPITULO II.

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    LA PRIMERA INVITACION DE JESUS"Venid y veris" (Juan 1:39).SE NOS dice en Hebreos 5:8 que, "Aunque S Jess era Hijo, aprendi la obediencia por las cosas que

    padeci." Tena que ser hecho perfecto por la disciplina de la experiencia (Heb. 2:10). Slo as podrallegar a ser el Capitn (o Autor) de la salvacin, y podra alcanzar poder para ayudar a los tentados (Heb.2:18). La experiencia no viene como un don o una herencia, ni puede comprarse. Jess ya ha dado aentender al gran tentador el carcter de su trabajo. La larga guerra para el rescate del mundo hacomenzado, porque Jess vino no para traer paz, sino espada.

    1. Conexin con el Trabajo de Juan el Bautista. Cristo no estuvo completamente solo en su trabajoque desempeaba en favor del Reino de Dios. Unas pocas personas espirituales como Simen y Ana,Zacaras y Elisabet, de una generacin anterior, se quedaron, esperando la consolacin de Israel, aunque,generalmente hablando, la semilla del cristianismo se sembr en suelo estril. Pero Juan el Bautista, comoPrecursor del Mesas, haba descubierto algunos espritus escogidos que recibiran al Mesas con gozo.

    Juan el Bautista nunca vacil ni por un momento acerca del Mesas. Poda medirse a s mismoperfectamente-cosa muy difcil de hacer. Nos equivocamos en esto muy fcilmente. No permiti que laslisonjas ni las intrigas le apartaran de su cordial lealtad a Jess como el verdadero Mesas, la Esperanzade Israel. El Evangelio de Juan no narra el bautismo de Jess por el Bautista, aunque lo insina aludiendoa la seal del Espritu Santo descendiendo sobre l (1:33). Despus del bautismo de Jess, Juan no le viosino dos veces, por lo que sabemos, y esto en dos das sucesivos. Pero en cada ocasin su alma seextasi con la visin. All est el Cordero de Dios! Nada mereca ser mirado mientras Jess poda servisto. "Mir a Jess que iba pasando" (Juan 1:36). Se regocij de poder dar su testimonio deidentificacin. "Yo he visto, y he testificado que ste es-el Hijo de Dios" (Juan 1:34). Vio claramentetambin el aspecto sacrificial del Mesas. "E] es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan1:29). El Bautista no equivoc completamente, como sostienen algunos, la obra del Mesas, porque dijoexpresamente que Jess desempeara un ministerio espiritual (bautizar con el Espritu), no obstante quesu venida trajo inevitablemente juicio sobre el mundo.

    2. Los Primeros Discpulos. Estos eran discpulos del Bautista, Andrs y probablemente Juan elEvangelista, quienes creyeron al Bautista y dejndole siguieron a Jess. Fue un momento de muchasignificacin para Jess. Aqu, al menos, hubo un principio: dos almas preparadas por la obra del Bautista.Juan el Evangelista escribi de ello cuando era anciano, pero nunca olvid al travs de los aos elacontecimiento ni la hora del da, las diez de la maana (tiempo romano). Pasaron el da con Jess, elprimero de muchos das semejantes. La levadura del reino ya obraba. A Andrs pertenece la distincin deesforzarse primero para ganar a otro. El texto correcto (Juan 1:41) realmente dice que sta fue la primera

    cosa que hizo Andrs despus de su entrevista con Jess. Puso las cosas primordiales en primer lugar. Notena tiempo para hacer otra cosa. A Simn su hermano dice sencillamente: "Hemos hallado al Mesas."Fue una nueva de tremenda importancia. Podra ser la verdad? Pronto Simn mira cara a cara a Jess.Desde luego este hombre impresion a Jess. 'Te mir" con toda la penetracin de la naturaleza humanaque caracterizaba tanto a Cristo. Vio en Simn lo que en ningn otro jams haba visto -vio en verdad lainestabilidad, la mutabilidad, lo impulsivo, la debilidad de su naturaleza, pero ms all de todo eso vio lasposibilidades ms profundas y fuertes de este hombre y apel, como lo hace siempre, a lo mejor de l.Profetiz un nuevo nombre para Simn, el de Cefas o Pedro. No mereca an ser llamado Roca pero lomerecera. Lo que hizo Jess con Simn lo hace con todo hombre. La cosa ms notable acerca de Jess esque l pone en un hombre, lo que no ve en l. As Cristo ha levantado al mundo, hallando la mejor cosaen el hombre, desarrollndola, e introduciendo nueva vida en l, el Reino de Dios.

    El da siguiente Jess halla a Felipe y le dice explcitamente: "Sgueme." Fue un mandato extrao.

    Felipe no conoca a Jess. Por qu haba de seguir al extrao? Puede ser que fuese l discpulo delBautista, pero de todos modos Felipe era de Betsaida, la poblacin de Andrs y Pedro, los cuales estabanya con Jess. Este hecho cedi ante la demanda de Jess. As es actualmente. Seguimos a Cristo en parteporque lo hacen nuestros amigos. Adems de esto, hubo un tono de insistencia en las palabras de Jess.Pareca tener derecho de pedir este servicio supremo a Felipe. Es claro ahora que los hombres escucharnla invitacin de Jess. Ser posible ganar a los hombres para el reino de Cristo en oposicin al reino deldiablo.

    As como Andrs (y probablemente Juan el Evangelista) fueron movidos por el poder de la levadura, asFelipe es movido para hallar a Natanael. Cada uno trae uno. Por qu no? Esta es la obra normal delreino de Dios. "Le hemos hallado," dice Felipe. Eurkamen. Fue el mayor descubrimiento del mundo. Niel oro, ni los diamantes, ni los planetas, ni un nuevo sol, ni el radio pueden mencionarse al lado de estedescubrimiento de quien escribi Moiss y los profetas. Pero Natanael no era impulsivo como Simn. Era

    escptico. "De Nazaret acaso puede salir cosa buena?" (Juan 1:46). Como otros muchos escpticosresolvi todo el asunto refirindose a una cosa subordinada. Felipe le haba llamado "Jess de Nazaret hijode Jos." Natanael no viva lejos de Nazaret. Ser ciudadano de aquella poblacin le pareca un reproche.

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    Nazaret tena mala reputacin, y de todos modos no era el lugar mencionado en el Antiguo Testamento;por lo tanto el Mesas no poda vivir all. Despus de todo la lgica no sirve como coche en qu viajar. Hadicho alguien que la mejor cosa del mundo sali de Nazaret. Pero Felipe tuvo paciencia. Slo suplic quelo probara. "Ven y ve." Las pretensiones de Jess no han de resolverse por las discusiones abstractas. Elargumento de la experiencia es un argumento cientfico. Felipe apoy su argumento precisamente enesto. Saba lo que Jess haba hecho por l. Natanael no poda rehusarse a venir. De modo que vino parainvestigar a Jess, pero hall que Jess ya lo haba diagnosticado dicindole que era "verdaderamente unisraelita en quien no haba engao." As, pues, es una cuestin personal entre Natanael y Jess. "De

    dnde me conoces?" Es la primera vez que Jess exhibe a los hombres su conocimiento sobrenatural. Elescepticismo de Natanael se desvanece ante esta experiencia sobrenatural. Acepta a Jess como el Hijode Dios y el Rey de Israel. Salta al fin del camino y reconoce el elemento divino de Jess "el hijo de Jos."Jess profetiza cosas mayores que las que Natanael ha de ver, porque Jess es el vnculo entre la tierra yel cielo. Los ngeles ascienden y descienden sobre el Hijo del hombre, como Cristo se llama ahora porprimera vez. Es significativo notar cmo los trminos principales aplicados a Jess despus se presentan

    juntamente al principio. El es el Mesas, el hijo de Jos, de Nazaret, el Hijo del hombre, rab o maestro, elRey de Israel, l Cordero de Dios, el Hijo de Dios.

    3. El Primer Milagro. El diablo haba procurado hacer que Jess obrara su primer milagro para supropio favor. Nunca obr milagros sencillamente para s mismo, aunque l mismo era el gran milagro.Juan Bautista no obr milagros, de modo que no podemos decir que era dado por sentado que un profetaobrara milagros. Es verdad que los milagros de Cristo presentan dificultades a la moderna mentecientfica. En ese tiempo crearon una dificultad tambin; y tanto fue as, que los enemigos de Jessatribuyeron al diablo ese poder milagroso. Pero los modernos consideran los milagros como relacionadoscon la persona de Cristo. Si era en realidad el Hijo de Dios no es sorprendente que ejerciera el poder deDios. La otra dificultad se halla en la relacin de Dios al mundo. Si Dios no ha agotado su poder en lasleyes de la naturaleza que nos son conocidas, no podemos limitar la expresin de su voluntad. Mientrasms real y espiritual sea Dios, menos razn tenemos para negar su poder en la naturaleza. La sugestinpara este milagro vino de la madre de Jess, y muestra que ella saba que haba entrado en su obramesinica y crea en l. Y, sin embargo, aunque la demanda era perfectamente natural e indica unarelacin ntima de compaerismo entre madre e hijo, una demanda fue creada por ella para que seprecisara la nueva situacin. El mismo hecho de que haba entrado en su obra mesinica hizo imposibleque Mara ejerciera ya el poder de madre sobre l. Jess no manifest aspereza usando la palabra"mujer," pero era necesario que ella llegara a entender la nueva relacin. Tal vez no haba llegado su"hora" para una demostracin pblica como la que lleg ms tarde en Jerusaln. En efecto adopt la

    sugestin de su madre y cambi el agua en vino, en verdadero vino. As, pues, Jess tena poder sobre lanaturaleza. Su primer milagro es tan difcil como otro cualquier, l es Seor de la naturaleza y el aguareconoci ese hecho y respondi a su voluntad.

    "El agua consciente vio su Dios y se sonroj."Jess saba cmo mezclarse en la vida social en una manera tal que bendijera y regocijara a otros. No

    era un asceta que se guardara separado de los hombres. Vivi en el mundo pero no fue contaminado porel mundo. El que ama la temperancia, como lo haca Jess, no tiene que hacer una exgesis falsa de estehermoso incidente para justificar su defensa de la prohibicin. Los vinos poco intoxicantes de aqueltiempo fueron tomados con tres partes de agua y eran semejantes a nuestro te o caf en sus efectos.Jess no abogaba por la cantina moderna con su trfico en almas humanas. La gloria de Jess semanifest al pequeo grupo de media docena de discpulos quienes ahora ya ejercan ms fe que antes enel nuevo Maestro. Una visita breve a Capernaum con su madre y el grupo de discpulos sigui a la fiesta

    de las bodas de Can.4. La Crisis con las Autoridades de Jerusaln. Era propio que fuera Jess a la fiesta de la Pascua. Nohubo ocasin mejor para que el Mesas llegara a conocer a los lderes religiosos del pueblo que esta granfiesta. Aqu, por primera vez vemos una nota de tiempo en el ministerio pblico de Cristo, y es Juan en suevangelio quien la da, y no uno de los Sinpticos. Tomando en consideracin slo lo que ellos dicen, laobra de Cristo podra haber ocupado un solo ao, aunque un ao muy lleno de trabajo. Pero Juan, sitomamos su evangelio como regularmente cronolgico, lo hace ocupar por lo menos dos aos y medio contres pascuas, con la posibilidad de tres aos y medio. De modo que fue en la primavera del ao 27 D. deC. cuando Jess estuvo en Jerusalem por primera vez desde su bautismo, el cual se efectu seis mesesantes. Est en el templo, la casa de su Padre, donde al estar tuvo gusto siendo un jovencito de doce aos.Sabe que la casa de su Padre es contaminada con el trfico y venta de palomas y ovejas, el sonido deldinero y la gritera de los cambistas posados en los corredores del Atrio de los Gentiles. No se ocupa en la

    discusin teolgica como antes, pues este ultraje, pues estas supercheras que enriquecan a lasautoridades sacerdotales, conmovieron tanto a Jess que desde luego se volvi reformador y manifest suautoridad proftica y mesinica. Se objeta que los Sinpticos dan el incidente al fin del ministerio de

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    Cristo y no al principio como lo hace Juan. Pero seguramente era de tal naturaleza que es probable quevolviera a suceder cuando los traficantes contaminaron as el templo otra vez. La influencia de Jess noera sino personal y momentnea. Los hombres volvieron en s y quedaron admirados de que se hubieransalido. Los judos demandaron una seal en defensa de sus pretensiones, pues haca lo que solamente elMesas tenla el derecho de hacer. De modo que aqu, al principio, la cuestin se suscita entre Jess y lasautoridades eclesisticas. Podra haber hecho una gran seal y hecho afirmacin verbal de que l era elMesas. Le habran aceptado? Al contrario, le habran matado entonces en lugar de haberlo hecho tresaos ms tarde. En efecto, les da una seal, pero de tal manera que ni ellos ni los discpulos la entienden.

    Les dio la seal de su muerte y resurreccin, la gran seal en que basaba toda su carrera. La dio en formasimblica y parablica, pero por ese mismo motivo se grab en la mente del pueblo, aunque malentendida, como se ve cuando en el juicio de Jess esta mala interpretacin es la nica cosa que losenemigos de Jess pueden hallar en su contra. Y en la cruz le arrojarn a su rostro su dicho de quedestruira el templo y volvera a levantarlo en tres das. No haba dicho esto. Haba dicho que, si ellosdestruyeran el templo de su cuerpo, volvera a levantarlo en tres das. Esta no es meramente lainterpretacin que Juan hace de la parbola de Jess. Es la nica interpretacin que est de acuerdo conla carrera de Cristo. Se objeta que es un anti-clmax que Jess anunciara su muerte as, al principio, yque no habra tenido nimo para seguir adelante si ste hubiera sido el fin previsto. Pero esta objecinmira de una manera demasiado mezquina la carrera de Jess, y hace demasiado pequea su alma. Sunico objeto al venir al mundo fue el de morir por los pecadores. No se suicidara. Dejara cumplirse losacontecimientos. No apresurara su "hora," pero seguira valerosamente hasta encontrarla. Quitar de lamente de Cristo este anticipado conocimiento de su muerte le robara de este elemento trascendental deherosmo, le representara como un ciego andando a tientas buscando el bien, en lugar de ser el granespritu constructivo quien vio que la nica esperanza de la raza era que pusiera su vida por ella. Perohacindolo y antes de hacerlo har tambin la parte de un hombre. Atacar las condiciones malas en lareligin y en la vida que hay en todo su derredor. Presentar a los hombres lo ideal, tanto en la palabracomo en el hecho. Su muerte descansar sobre una vida que mereca vivirse, y esto le recomendar loshombres por todos los siglos. Este es un concepto digno de Cristo, y es el que se da en los evangelios.Comenzar con la casa de Dios. Esta necesita ser limpiada, Aun cuando los hombres investidos deprivilegios concedidos o permitidos Por las autoridades profanaran la casa de Dios, protestar. Protestaran cuando vuelvan. Levantar su voz y su mano en contra de los que violan la ley y la decencia. Lamano est levantada todava y azota a todo violador de la ley y de] orden.

    5. Una Entrevista con un Erudito Judo. Nicodemo se senta atrado a Jess como lo es un erudito aotro. Era un espritu semejante, un hombre versado en las cosas ms profundas. Pero haba ms. Las

    seales que l obr en Jerusaln probaron que Dios estaba con el nuevo maestro. Y sin embargo Jessera Persona non grata al Sanedrn, del cual Nicodemo era miembro. Cristo era ya un hombre desechadopor los doctores en teologa. Se deba en parte al hecho de que Jess no era tcnicamente hombre ascomo ellos lo entendieron, no era graduado de su seminario rabnico, no haba aprendido de ellos; pero enparte tambin a que haba un elemento novedoso en sus enseanzas. Su punto de vista era tanextraordinario Y tan distinto, que al principio no podan comprenderle. Pona en peligro la teologa deellos. Su choque con ellos en el templo lo acentuaba todo. Los rabes recelaban dificultades. No obstantetodo esto, Nicodemo se senta atrado hacia l. Podemos imaginar a este erudito tmido pero inquisitivoyendo a una tienda de campaa fuera de la ciudad, mirando recelosamente por todos lados. Susobservaciones introductorias abrieron el camino para una conversacin ms ntima. Aqu est un hombremuy distinto, tanto de Simn como de Natanael. Es el erudito investigador limitado por las costumbres ypor una abstraccin intelectual, atrado por la verdad a fin de hallar el camino que lo lleve fuera del

    laberinto. Nicodemo es el esclavo del sistema ceremonial, y no lo sabe. Por esto Jess inmediatamente lepresenta el corazn de todo el asunto, la necesidad del nuevo nacimiento para la entrada al Reino deDios. La impotencia de Nicodemo en presencia de la idea fundamental en el reino de la gracia muestracunto estuvo enredado en la red del legalismo. Jess procura ayudarle sugirindole una idea msadelantada que su propio punto de vista. Debe haber no solamente un nacimiento nuevo ceremonial, locual era fcil para Nicodemo, sino un nacimiento espiritual, que es dado por sentado entre nosotros. "Oses necesario nacer de nuevo." Nicodemo haba venido para pedir luz y haba recibido ms de la que sabautilizar, aunque era destinada a atraerle hacia el reino. Pero Jess insisti en que esto era una verdadmeramente elemental y terrenal en el reino y no una verdad celestial que tuviera su origen en elpropsito eterno de Dios como se muestra en la necesidad de la muerte propiciatoria de Cristo. Este"necesario" era demasiado profundo para Nicodemo, y todava estamos admirados por la profundidad delamor manifestado en Juan 3: 16, ya sea porque estas palabras fueran la interpretacin del evangelista o

    las ltimas palabras de Jess a Nicodemo.Jess tuvo ms xito en su obra realizada en Judea que en la que hizo en Jerusaln, no obstante que,aun all, ms gente crea nominalmente en Jess que la que mereca su confianza. En Judea la ola de la

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    popularidad se levant tan alta que se despertaron los celos de los fariseos. Pero el Bautista no permitique los celos entraran en su corazn, cuando Jess le gan en el favor popular. El arresto de Juanmeramente mostr lo que sucedera a Cristo cuando llegara la hora de la crisis.

    6. Una Entrevista con una Mujer Samaritana. Es difcil ponernos en el lugar de Jess mientrashablaba con la mujer samaritana junto al pozo de Jacob. Todo se opona a su esfuerzo para ganar a estamujer solitaria. Tena las fuerzas agotadas por el largo viaje de] da sobre los montes. Tena hambre. Eramujer, y los judos no esperaban que un rab platicara en pblico con una mujer. Era samaritana, y odiadaan ms enrgicamente por los judos por ser media juda. Era una mujer que haba tenido maridos en

    demasa y cuyo carcter y reputacin creaba un caso muy delicado y difcil de manejar. Seguramente steera un caso ms desesperado que el de Nicodemo. Todo motivo de raza, preocupacin e inclinacinpersonal le sugerira que la dejara sola. Pero Jess nunca lleg a mayor altura que cuando se despertpara ganar a esta mujer pecadora. Comenz con pedir un poco de agua: El nico tpico que tenan encomn. No hay estudio ms fino en el mtodo de ganar almas que en la pericia suprema mostrada porJess aqu para vencer todo obstculo y para despertar al fin la conciencia de la mujer misma. Anhel unacontroversia teolgica cuando lleg a sospechar que Jess era profeta. No vea que un predicador fueranecesario para otra cosa, sino para disputar con l. Pero Jess no le permiti divagar y le revel lapalabra ms alta que tena que pronunciar acerca de Dios y de] culto, y le dijo claramente que l era elMesas, cosa que no haba dicho a Nicodemo. El resultado justific la paciente perseverancia de Jess,porque la conversin de ella condujo a la de otros muchos. Jess vio en la salvacin de esta mujersamaritana la promesa de la victoria. En verdad, los campos de] mundo estaban blancos y listos pararecibir la hoz del segador, ya que una mujer como sta poda ser convertida. La mies est todava blancaesperando a los segadores, pero el alma de Jess se aliment con este bendito fruto. Ya no deseabaalimento ni agua. Le bastaba la voluntad de Dios. Ahora se estaba haciendo el Salvador del mundo, paraque aun los samaritanos pudieran ser salvos.

    7. El Llamamiento a Nazaret. No es sorprendente que Jess deseara visitar a Nazaret. En verdad,ms tarde hizo una segunda visita, segn la narracin de Marcos y Mateo. Era justo que diera a Nazaret,el lugar de su niez y juventud, una buena oportunidad. Por cierto, Jess se ausent despus de subautismo, hasta que hubo iniciado bien su ministerio. Vino despus de haber adquirido una reputacincomo rab, y aun ms, porque muchos haban odo hablar de sus milagros. Pero quedaron dudas en lamente de algunos de que un joven carpintero, creado en su poblacin, a quien conocan, pudiera hacertodas las cosas que le eran atribuidas. Les pareca que haban odo informes equivocados. Pero al principioJess fue tratado con suma cortesa. Despus de haber ledo el famoso pasaje en el rollo de Isaas y dehaberlo devuelto al ayudante, Jess se sent junto al pupitre de lectura. Esta era la seal de que iba a

    pronunciar un discurso, y al memento todos los ojos se fijaron en l. Estuvieron muy alertas porqueentonces podran juzgar ellos mismos lo que haba en l para justificar su reputacin repentina ganadadesde que los haba dejado. No tenan que esperar mucho porque Jess se apropi el cumplimiento eneste da de la promesa mesinica que acababa de leer. La misma osada de la pretensin los hizoescuchar al principio con simpata. Pensar que el Mesas haya aparecido en nuestra poblacin! Sedespert su orgullo, y fueron encantados por sus maravillosas palabras. Sin embargo, no era ste el hijode Jos? La incredulidad se expres en sus rostros y tal vez hubo murmullos. Algunos son mortalmenteofendidos cuando sus vecinos y amigos tienen ms xito en la vida que ellos. No pueden admitir en ellosdones y trabajo superiores a los suyos propios. Es este resentimiento oculto que encuentra Jess cuandolo interpreta con la parbola o proverbio, "Mdico, crate a ti msmo." Anhelaban que hiciera algunos delos milagros de que haban odo hablar. Despus de todo, era fcil hablar. Haznos uno o dos milagros.Jess poda interpretar con exactitud la psicologa de una multitud. Pero en vez de satisfacer su curiosidad

    ociosa, les dio una reprensin severa, citndoles el ejemplo de la soberana de Dios como se muestra enel caso de la viuda de Sarepta y el de Naamn el siro. Nazaret no tena ms privilegios naturales en elreino que cualquiera otra poblacin. Entendieron esto como una ofensa a su orgullo de pueblo, einmediatamente todos se llenaron de ira, de modo que procuraron quitar la vida al hroe de la horaanterior. Fue un resultado triste, pero Jess no fue sorprendido, porque dijo, Ningn profeta es acepto ensu misma patria. Ya era claro que Nazaret no poda ser el centro de su trabajo en Galilea. Jess habatenido demasiada popularidad en Judea y por esto haba tenido que poner fin a su trabajo all. Pero notiene demasiada popularidad en Nazaret.

    8. El Nuevo Hogar. Dnde haba deponer Jess ahora el centro de su obra? Tena que estar enalguna parte de Galilea. Se haba hecho imposible tenerla en Judea, y por supuesto no poda estar enSamaria. En Galilea no haba otra ciudad ms cosmopolita que Capernaum. Los fariseos tenan menosinfluencia en Galilea que en Judea, y al menos haba aqu una oportunidad de sembrar la semilla del reino

    libre de la influencia dominante de los eclesisticos de Jerusaln. El elemento gentil en Galilea era todavaconsiderable, especialmente alrededor del mar de Galilea, que era el centro de un gran comercio. Elmundo exterior se haca sentir en Capernaum, aunque los judos tenan all una sinagoga, ddiva de un

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    generoso centurin romano. Nazaret misma estuvo cerca de uno de los grandes caminos que habla entreEgipto, Siria y Mesopotamia para las caravanas. El aramaico y el griego eran los idiomas que se oan conms frecuencia, y Jess y los discpulos probablemente hablaban ambos, segn la ocasin, as como lohaca Pablo tambin.

    Parece que la media docena de discpulos que haban estado con Jess en Judea y Samaria no fueroncon l a Nazaret, sino antes bien a sus distintos hogares. Cuatro de ellos, que eran dos pares dehermanos, haban vuelto a ocuparse de la pesca. Cuando Jess vino a Capernaum para vivir, pronto halla Andrs y a Simn, a Santiago y a Juan. Es verdad que no haban tenido en esta ocasin ningn xito, y

    estaban remendando y lavando sus redes. Jess sugiri a Simn que guiara su barca ms adentro parahacer otro esfuerzo. Un pescador siempre puede hacer un esfuerzo ms. Pero Simn ya no tenaesperanza. "Alas a tu palabra echar las redes." Si eso agradaba a Jess, hara otro esfuerzo, aunquehaba trabajado toda la noche sin cog& nada. El resultado humill a Simn y fue posible que Cristoenseara una leccin espiritual valiosa para Simn y para todos los otros. Tendr tan poca fe comopescador de hombres? Esta es la segunda vez que estos cuatro hombres siguen a Cristo, aunque todavano como Apstoles. Continan con l, dejando definitivamente de pescar.

    En la sinagoga de Capernaum Jess se pone frente a un extrao auditorio, aunque no hostil. Lo queasombr a la asamblea fue la independencia personal de Jess como maestro. No era esclavo del pasado,corno lo era el rab ordinario que tema una opinin nueva que no tuviese el apoyo de algn rab de laantigedad. Pero Jess no enseaba como los escribas, sino como uno que tena autoridad. Tena laautoridad de la verdad en lugar de la de algn custodio que se haba apropiado el deber de la ortodoxia.Haba pasado mucho tiempo desde que una nueva idea se haba expresado en esta sinagoga, e hizo unaconmocin. Lo que necesita el mundo es la verdad, sea nueva o antigua. Una mentira no es una verdadpor habernos llegado desde muchos siglos pasados. Un plpito no debe tener el afn de cosas meramenteantiguas, ni la comezn de cosas meramente nuevas. En este caso la verdad era una sensacin. Qu esesto? Una nueva enseanza?" Tenemos aqu el primer caso de muchos en que Jess san a un pobreendemoniado. El demonio reconoci a Jess como el Santo de Dios, pero su testimonio no fue bienrecibido por motivos obvios. No sera provechoso para Jess recibir tal atencin. Pero el pueblo seasombr por su poder de echar fuera al demonio. Hay dificultades serias en conexin con los demonios,su realidad y su relacin con la enfermedad. Sabemos muy poco del mundo de los espritus y de losfenmenos psquicos para poder negar la realidad de los demonios. Si existe el diablo, sin duda puedenexistir los demonios. Los misioneros en China actualmente afirman que han visto fenmenos semejantes.No quisiramos dar a entender que Jess meramente condescendi con las ilusiones del tiempo. Lasenseanzas de los babilonios y persas acerca de los demonios no prueban necesariamente que la idea de

    Jess fuera una ilusin o un engao.Es claro que la vida en Capernaum era llena de actividad. En este mismo sbado Jess san a la

    suegra de Pedro, de una fiebre. Notad que no se hace protesta alguna en este sbado contra lascuraciones hechas en este da. Los fariseos no han comenzado todava a obrar en su contra en Galilea.Una de las escenas ms be~ llas en la vida de Jess se ve al fin de este da. Al ponerse el sol, se par enla puerta de la casa y san a todos los que pasaban. Su nombre y su fama llenaron toda la poblacin.

    9. La oposicin comienza tambin en Galilea. La tensin sobre Jess fue ahora muy grande. Levemos levantndose mucho tiempo antes del amanecer para hallar un lugar tranquilo y dedicarse en l ala oracin, Y aun as la multitud le busca. Jess ya no se queda en Capernaum, sino que hace un viaje porcasi toda Galilea, segn parece, con estos cuatro discpulos. No nos quedan ningunos incidentes de esteprimer viaje formal por el Pas, aunque Puede ser que la curacin de] leproso sea uno. Debemos ampliarlas declaraciones generales hechas en los evangelios e imaginar la gran cantidad de trabajo hecho. En el

    caso de] leproso se hizo tanta excitacin que Jess tuvo que retirarse de nuevo al desierto para orar.Haba mandado estrictamente al hombre que no dijera nada, pero, corra sucede con frecuencia, muchoms se divulg la noticia.

    Se nos dice, sin embargo, de varios incidentes que acaecieron en Capernaum despus de su vuelta all.Uno de ellos es el del caso del paraltico que fue bajado por el techo a causa de la multitud que estaba alderredor de la puerta. La cosa significativa aqu es que los fariseos estn presentes, anhelando culpar aJess y hacer acusaciones contra l. Esta es la primera vez que vemos a los fariseos oponindose a l enGalilea.

    Cristo ya no tendr libertad de obrar aqu en Galilea. Ha de observarse tambin que vinieron no slo detoda aldea de Galilea, sino tambin de Judea y Jerusaln estos fariseos y doctores de la ley que estabansentados all (Lucas 5: 17). El viaje reciente haba perturbado las aguas en Galilea, y evidentemente lostelogos locales haban pedido ayuda a los de Jerusaln. Qu haba de hacer Jess en medio de tanta

    ortodoxia tradicional? Ya le haban condenado en su corazn como culpable de hereja. Los ojos de estoshipcritas de larga barba, brillaban de envidia y sonrieron de satisfaccin. Han de haber dicho: Noprocurar engaar ya que estamos nosotros aqu, porque estamos prontos para descubrir sus imposturas!

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    Jess de una vez les dio la oportunidad. Ofreci al paraltico el perdn de sus pecados. Esto irrit suscorazones porque segn su teologa nadie sino Dios puede perdonar pecados. Por lo tanto Cristo habapretendido ser Dios. Pero aun as no hicieron ms que sentir indignacin y manifestarla por sus miradas.No tenan tanto valor corno suponan tener. Pero Jess conoca sus corazones y acept el reto noexpresado. Mand al paraltico que alzara su cama y anduviera inmediatamente all mismo como unaprueba de su poder sobre la tierra, y como el Hijo del hombre, para perdonar pecados. Era audaz. Lamayor ofensa de todo fue que el paraltico en efecto se levant sin pedir el permiso de ellos! "Jamsvimos semejante cosa!", dijo el pueblo. Y los fariseos? Ya le temieron; y an ms, resolvieron arruinarle.

    Si le dejamos slo destruir toda la teora farisaica. El mundo no podra sobrevivir aquella calamidad!Jess gan un discpulo notable cuando Lev acept su invitacin. Los fariseos no le habran invitado aser discpulo de ellos. "Los publicanos y los pecadores" eran reprochados como los hombres ms bajos.Esto era peor que tomar unos pescadores ignorantes como discpulos. Tal vez fue el mismo hecho de queJess menospreciaba la casta social por buscarle, lo que impresion a Lev. Este publicano era unverdadero hombre, y al momento sigui a Jess. Fue lleno de gratitud al nuevo ministro y leal a sus viejosamigos. Por esto hizo un banquete para Jess y convid a una gran multitud de publicanos y pecadores, yJess acept la invitacin. No convid a los fariseos pero ellos fueron! Habran rehusado una invitacinformal. Eran demasiado piadosos para asociarse con semejante "gentuza." Era la costu7mbre en esetiempo que vinieran a un banquete cuantos quisieran y se pararan junto a la pared para rnirarlo, siqueran hacerlo. Estos piadosos fariseos y sus escribas (estudiantes) hicieron esto. Ellos, parados all,comentaron la conducta de Jess- Ocupacin del eitos a !-mientras l coma a su gusto. "Come y bebecon publicanos y pecadores." Jess oy lo que decan y dijo: "Id y aprended." Esto a los doctores enteologa! S, id y aprended que el espritu es ms que el formulismo ante los ojos de Dios, aunque no antelos vuestros. Estimando a los fariseos as como ellos se estimaban, Jess haba venido para sanar a losenfermos, no a los sanos.

    Despus de esta disputa viene la discusin acerca del ayuno. Aun algunos de los discpulos de Juan elBautista son influenciados por los fariseos para que se quejen de que los discpulos de Jess no observanlos ayunos prescritos. Por esto no son ortodoxos. Esta queja da a Cristo una oportunidad para bosquejarpor medio de tres ilustraciones (la del esposo, del vestido nuevo, de los cueros para el vino), la distincinvital entre el Cristianismo y el Judasmo. El Cristianismo es espritu y el Judasmo es forma. Es imposibleinjertar el judasmo en el cristianismo. El dejar de ver esto casi hizo naufragar el Cristianismo en eltiempo de Pablo, y al fin hizo un tipo hbrido que domin al travs de la Edad Media, perjudicando aspermanentemente la causa de Cristo.

    Por primera vez vemos a Jess junto al lecho de un moribundo. No tom sino a Pedro, Santiago y Juan,

    y al padre y la madre de la muchachita. Tom a sta de la mano, y ella se levant. La muerte no podapermanecer donde estaba la vida cuando la vida habl. Si este milagro nos parece difcil de creer,podemos recordar que todos son difciles para nosotros y fciles para Dios. Jess deseaba guardar secretoeste gran hecho, porque ya se haba despertado la envidia de los fariseos, y l prevea una nuevahostilidad de parte de ellos. As como en el caso de los dos ciegos, mand que nadie lo supiera, pero fueintil. El resultado fue lo que previ Cristo. Ya osaban decir los fariseos, "Por el prncipe de los demoniosecha l fuera los demonios." No negaron la curacin, mas la atribuyeron al diablo. Los demoniossimplemente obedecieron a su prncipe.

    Jess no es ya oscuro ni desconocido. Su pretensin ha sido oda por toda la tierra. Es el blanco detodas las miradas. Pero ha ganado en la rpida y creciente lucha con los fariseos?

    CAPITULO III.LA NUEVA PARTIDA"Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de m" (Mat. 11:29).JUAN REANUDA la narracin, y estamos en Jerusaln en una fiesta (Juan 5:1). No sabemos sin

    embargo cul fiesta ser, ni en qu tiempo del ao Jess est aqu. Considerndolo todo, podemosmirarla como una pascua, aunque con mucha reserva e incertidumbre. Si es as, el ministerio de Jess haseguido un ao y medio. De todos modos, es la segunda vez que hallamos a Jess en Jerusaln, siendoambas ocasiones descritas por Juan, quien por regla general escribe del ministerio de Jerusaln o Judea,mientras los Sinpticos generalmente presentan, la obra en Galilea. Cuando Jess estuvo aqu antes,tena cierta popularidad entre el pueblo, tanto en la ciudad como en el pas alrededor. Pero losgobernantes le eran hostiles. Jess ya no viene como un rab oscuro de Nazaret, sino como un maestro yobrador de milagros que ha conmovido toda la Galilea, Ya tiene una gran reputacin.

    1. Un Conflicto Sobre el Sbado. Los fariseos no se atenan sencillamente a las ordenanzas literalesy ceremoniales del Antiguo Testamento, sino que haban aadido muchas ms.

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    En verdad haban hecho que el da fuese una carga en lugar de una bendicin. Una gran parte de lareligin farisaica consista en cuidar de que otros obedecieran al pie de la letra todas las reglas insulsasque haban inventado. Apenas poda uno voltearse en el da del sbado sin quebrantar una de aquellasleyes farisaicas. Si una mujer se miraba al espejo en el da del sbado, podra ver una cana y ser tentadaa arrancarla. Usar dientes postizos en el sbado era llevar una carga. Pero en el caso de Jess la cuestindel sbado era ms ocasin que causa. Y haca mucho que se haban resuelto oponerse a l y a susenseanzas. En Galilea lo culparon de comer con publicanos y pecadores, por no hacer que sus discpulosayunaran, por arrogarse el poder de perdonar pecados y por lo tanto de la blasfemia, por estar en liga con

    el diablo. Cada nuevo eslabn que pueden aadir a la cadena es bien recibido. No se le suplic a Jessque sanara al hombre que estaba junto al Estanque de Betesda. No era conocido al hombre impotenteque por mucho tiempo haba esperado una curacin junto al estanque. Era el da del sbado y Jess tomla iniciativa. Aunque el pobre hombre no saba quin era el que le deca que se levantara y llevara sucama, la misma cosa que no poda hacer, sin embargo, se senta impelido a procurar hacerlo. A los judosque le vieron no les importaba su curacin. Esta les pareca cosa comparativamente insignificante. La cosade importancia para ellos era que cargaba su cama en sbado. El hombre senta que era culpable, y echla culpa en el que le haba curado---seguramente una gratitud extraa. Para colmo de todo, cuando llega saber quin lo haba curado, fue y lo dijo a los judos.

    Jess no haba buscado inquietudes sobre el asunto, pero no quera esquivarlas. No se nos dice culfue la forma de persecucin que usaron al principio contra Jess, pero se defendi alegando el ejemplo delPadre. La defensa era peor que la ofensa. Esta vez procuraron matarle porque se hizo igual con Dios,llamndole su propio Padre. Jess no neg la acusacin. Antes bien la admiti, y prosigui, haciendo laprimera apologa formal que de s mismo y su trabajo poseemos (Juan 5:19-47), para probar que es igualal Padre en todas las cosas esenciales, sin embargo no hace nada contrario al Padre. Ms bien se regocijaen hacer la voluntad del Padre, y el Padre le ha puesto su sello de aprobacin, y lo har as hasta el fin.Era, como se dice, lanzar el guante a sus enemigos, aunque ellos no lo alzaron. No saban exactamentecmo sera mejor proceder, porque el hombre que haba sido curado era un argumento tremendo a favorde Cristo. No podan igualarle en el debate, a pesar de todas sus sutilezas dialcticas. Pero la cua habaentrado ms profundamente.

    2. La Batalla se Renueva en Galilea. Para los fariseos de Jerusaln Jess era ahora un meroviolador del sbado. Vuelto a Galilea los fariseos no tardan en presentarse otra vez. Pasando por loscampos de trigo en el sbado, sus discpulos cortaron las espigas y restregaron el grano con las manos.La ofensa tcnica para los fariseos era el restregar el grano. Esto era trabajo. Al momento los fariseoshacen el ataque contra los discpulos. Es cansado y mezquino tener que tratar seriamente semejantes

    quisquillas. Pero Jess procedi a defender lo que haban hecho sus discpulos con cinco argumentos.Apel al ejemplo histrico de David quien comi los panes de la proposicin en sbado, cuando hua. Lesrecuerda que los sacerdotes trabajan en el templo el sbado, y Jess se dice ser ms grande que eltemplo. Recuerda el mensaje de Dios en seas: "Deseo la misericordia, y no el sacrificio." La ceremoniano vala nada ante los ojos de Dios a menos que el culto espiritual la acompaara. Una leccin que losescribas haban obscurecido y uno de los profetas tena gran dificultad en reforzar. Adems de esto, elhombre no fue hecho para el sbado, sino el sbado para el hombre, una verdad obvia, pero que confrecuencia se esconde de la vista. Esto sucede con la misma Biblia. Los hombres no son salvos para quehaya quien obedezca la Biblia, sino que la revelacin se da para ayudar a los hombres a venir a Dios. Y,para poner fin a todo el negocio, Jess es Seor aun del sbado. Jess acataba la enseanza del AntiguoTestamento, pero no se esclavizaba a la mera forma. Neg que lo que haban hecho los discpuloscontradeca la verdadera significacin del Antiguo Testamento. Pero aun cuando lo hiciera, dio a entender

    que tena derecho a introducir un nuevo orden de cosas, porque l era y es ms grande que el sbado. Noamplific este punto, pero en l se halla el germen de la actitud del Nuevo Testamento respecto al da dedescanso. Se haba librado de sus enemigos pero les haba dejado una picadura molesta afirmando susupremo poder sobre el da de descanso.

    La controversia acerca del sbado sigue todava hasta ahora en varias partes de Palestina, y sinembargo los enemigos de Cristo no pueden alegar en contra de l algo que sea bastante serio para quesirva a su propsito. Una dificultad que tenan los rabes era que ni ellos mismos acataban estrictamentelo que tan diligentemente predicaban a otros. Ellos tenan ortodoxia farisaica, pero no la practicaban. Poresto nunca podan llegar hasta el lmite del negocio. El sbado siguiente, sin embargo, en una sinagoga deGalilea' vuelve a trabarse de nuevo la lucha. Esta vez los fariseos estn prevenidos. Parece que sabanque Jess asistira a esta sinagoga, y queran ver si sanara all al pobre hombre que tena una mano secay que estaba presente. Lo hara estando ellos all para delatarle? Estuvieron muy conscientes de su

    importancia, estos defensores de la fe. Pero Jess saba sus pensamientos -pensamiento solemne paranosotros-y se refiri al asunto. Hizo que el hombre se parara donde todos pudieran verle. Entonces trabla lucha con sus enemigos: Mucho depende de la manera en que se manifiesta una cosa. Jess les

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    pregunt si era recto hacer bien o hacer mal en el da sbado. Esto era incontestable. Entonces preguntsi un hombre vala ms que una oveja. Esto era el nudo de toda la cuestin. Teman contestar esto. Losojos de Jess chispearon disgusto al mirarlos, mientras mandaba al hombre que extendiera su mano,precisamente delante de los fariseos y muy cerca de ellos. Para los fariseos esta completa derrota les erainsoportable, y sin embargo, qu podan hacer? No podan evitar que el hombre extendiera su brazo. Nohubo sino un remedio. Mataran a Jess. Un hombre nunca os perdonar por contestarle con unargumento incontrovertible. Es una ofensa mortal. Hasta consultan con sus antiguos enemigos, losherodianos, sobre el asunto, tan amargo era ahora su odio al Nazareno.

    3. La Nueva Organizacin. La necesidad de ella es ahora manifiesta. No necesitamos especular sobrecul sera el plan de Jess antes de este tiempo, ni decir que ahora hace un cambio radical en sus ideas.No hay nada que justifique semejante declaracin. Lo que es claramente cierto es que ahora ya no puedems esperar que los acontecimientos sigan su curso. Hay una oposicin organizada contra Jess la cualtiene su centro en Jerusaln, una verdadera conspiracin resuelta a no perdonar esfuerzo para lograr ladestruccin de Jess. Satans ya est apresurndose a llevar a cabo su amenaza.

    Ha puesto en contra de Jess a los lderes religiosos de la poca, los expositores de la ortodoxiatradicional del da. El diablo ansa conservar la fe inicua de los fariseos. Se muestra como el campen dela fe. Presenta a Jess como un innovador, un hereje. Si Jess ha de ganar la victoria, tendr que vencerel Judasmo rabnico as como los poderes del pecado. Por ms que Jess previera todo esto, el resultadosera inevitablemente el aislamiento. Vino como el Mesas de su pueblo, y los maestros acreditados deltiempo le cerraron la puerta en su rostro.

    Ni es esto todo. Tena unos pocos creyentes sinceros, pero hasta ahora ningn grupo organizado deadherentes, ningunos discpulos unidos a l con ganchos de acero. Era un conflicto tan amplio como elmundo y que tena que durar por los siglos. Deban darse pasos respecto al futuro. Ya haba pasado lamitad del ministerio pblico.

    El propsito de este grupo se manifiesta en Marcos 3:14.... Han de estar con Jess, de predicar, ytener autoridad sobre los demonios. Este cuerpo de predicadores no era una iglesia local, ni la iglesiageneral. Es un cuerpo especial de hombres escogidos para un prop6sito especial. A ellos ha de serencomendada la obra de hacer que el Cristianismo inicie su carrera universal. Han de estar con Jesshasta que vuelva al Padre, a fin de que aprendan de Cristo y sean verdaderos expositores de l y susideas. Estos hombres deben ser maestros del Reino. El propsito de Jess es, pues, el de ensear a losmaestros. As garantizar la interpretacin correcta de su mensaje y misin y la obra del Reino de Dios.Es verdad que el trabajo de Jess con estos hombres necesitar tambin la enseanza del Espritu Santo,pero el cimiento en que edificarn ser puesto por Jess mismo. Cuando este grupo de hombres haya sido

    educado por Jess, los dejar para que hagan el trabajo bajo la direccin de Espritu Santo. El granMaestro, pues, tena una clase de doce para que le acompaasen de continuo por casi dos aos. Elescogimiento se hizo bajo circunstancias muy solemnes. Jess haba pasado toda una noche en oracin.Fue una crisis, porque, humanamente hablando, todo dependa de la seleccin de estos hombres. Hablcon el Padre acerca de ello toda la noche. En el vago crepsculo de la maana baj la montaa con elroco del cielo sobre su frente. Ya, tan temprano, en el da se haba reunido una gran multitud decreyentes e incrdulos. Parece que llam a unos hombres, a "los que l quiso," para que subiesen a l,dejando la multitud. Entonces los nombr como Apstoles. Este era un trmino antiguo, pero desdeentonces habra de tener para ellos una nueva significacin. Despus baj con ellos a una planicie de lamontaa. Aqu, al menos, est un ncleo. Justificarn la eleccin de Jess? Haba arriesgado su todo enellos escogindolos, como dijo despus, porque los conoca. Algunos de ellos, en verdad, los ms de ellos,haban estado con l bastante tiempo. A los dems, probablemente Jess los haba observado

    cuidadosamente.Pero quines son estos hombres? Seis de ellos probablemente, Andrs y Simn, Santiago y Juan,Felipe y Natanael, se hicieron discpulos al principio en Betania, ms all del Jordn. Otro, Lev, dej suasiento de publicano algn tiempo despus. A los otros cinco, Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo, Toms,Simn el Cananeo, y Judas Iscariote, los encontramos aqu por vez primera. Todos son de Galilea conexcepcin de Judas Iscariote, quen es de Judea. Este hecho le separa de una vez, pero parece tenercapacidad para los negocios (no obstante que era predicador), y pronto llega a ser el tesorero de lacompaa. Hay tres grupos de hermanos, Simn y Andres, Santiago y Juan, Santiago hijo de Alfeo y Judasel hermano de Santiago. Simn el Cananeo, o Celotes, haba pertenecido al partido de los Celotes quems tarde instigaron la guerra con los romanos. Cuatro de ellos eran pescadores. Ninguno de ellos habatenido educacin teolgica hasta ahora. Con Jess haban de estar en la escuela ms excelente que elmundo haba visto. Aristteles ense a Alejandro el Grande, pero Jess era el maestro de estos

    hombres. Aprendieron menos que lo que mereca olvidarse, de lo que tendran que olvidar si hubieranestudiado en las escuelas de Jerusaln; pero todava participaron de las opiniones teolgicas comunes al

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    tiempo. Ser una tarea demasiado difcil an para el poder de Cristo levantar a estos hombres a lainterpretacin espiritual de] Reino de Dios antes de su muerte y resurreccin.

    Se equivoc Jess al escoger estos hombres? Dnde podramos haber hallado hombres mejoradaptados a su propsito? Ni en Jerusaln ni en Judea, y Judas sali de Judea. Todos eran hombres dehabilidad, como ensea el resultado. Jams ha vivido un espritu ms raro que Juan. Simn Pedro eraverstil y alerta. Andrs era hombre prudente. Toms era cauto. Natanael (Bartolomeo) era libre deengao, aunque un poco escptico. Lev tena los hbitos rnetdicos del hombre de negocios. Simn elcelote tena abundante celo. Santiago, hermano de Juan, era uno del crculo de los tres escogidos, y

    hombre en quien se poda confiar. Parece que Felipe era prctico y prudente. De Santiago el Menor y desu hermano Judas (Tadeo) no podemos formar un retrato muy claro, aunque no podemos asegurar quefuesen caracteres negativos. En una ocasin Judas muestra una falta de entendimiento espiritual (Juan14: 22). Haba as una gran variedad en caractersticas personales, y cada uno tena su lado fuerte. AunJudas Iscariote no careca de aptitudes especiales pues de otro modo no habra sido escogido comotesorero (as es en cuanto a los tesoreros actuales que se fugan con el dinero; no se les hubiera confiadoal no haber tenido ellos capacidad para manejarlo). Tena su oportunidad, aunque haca mal uso de ella.

    4. La Declaracin de Principios. El Sermn del Monte haba causado mucha discusin y auncontroversia. Ningunas otras palabras de Jess resaltan tan decisivamente como stas. Comnmente seentienden como tpicas de la mente de Cristo. El ideal de la justicia manifestado aqu es todava la metadel mundo civilizado a pesar de la idea de unos pocos de que las enseanzas de Jess carecen del todo deconsonancia con la vida moderna.

    Parece que la ocasin de este discurso fuese la eleccin de los doce apstoles. Lucas representa as elasunto, y por lo general l es cronolgico. Segn Mateo el Sermn est al principio del ministerio enGalilea ms bien como un tipo de las enseanzas de Jess. Pero tanto Mateo como Lucas, lo dan como unverdadero discurso en un lugar definido. No se diferencian esencialmente en las circunstancias, porque ellugar "llano" de Lucas, como dice la versin nueva, era probablemente un lugar llano en la falda de lamontaa tal como el que se ve en los Cuernos de Hattin cerca de Tiberias. Desde este lugar llano esprobable que Jess subi un poco la falda de la montaa y se sent para dirigirse al pueblo.

    Pero no hemos de pensar que Jess se diriga solamente a los doce o simplemente a los creyentes,porque tanto Mateo como Lucas mencionan la presencia de las multitudes, narrando Lucas, en verdad,que vinieron de Jerusaln y de Tiro y de Sidn. Es probable que hubiera muchos gentiles all, ociertamente muchos judos que hablaban el griego. Es posible, aunque no indubitable, que Jess en estaocasin hablara en griego. Pero aunque el discurso era general en su naturaleza e idneo para todos,tenla una aplicacin especial para los doce y puede compararse con el discurso final dirigido a ellos la

    noche antes de su muerte, como se narra en Juan 14-17. Estas dos ocasiones distan mucho la una de laotra. La realidad y la unidad del sermn, por lo tanto, pueden asumirse.

    Mateo relata mucho ms que Lucas, pero son en su mayor parte cosas concernientes a su actitudrespecto a la enseanza judaica. Los informes dados por Mateo y Lucas comienzan y concluyen de lamisma manera y estn de acuerdo en sus argumentos generales. Es posible, aunque no necesariamentecierto, que algunos de los dichos subsecuentes de Jess hayan sido introducidos en este gran discurso.Pero es mucho ms probable que los mismos dichos, o. Dichos semejantes que se hayan aqu fueronsencillamente repetidos por Jess en otras ocasiones. La repeticin no es sencillamente permisible; sinoque es necesaria para el servicio efectivo, especialmente en el caso de un maestro popular que tena quehablar a auditorios distintos en partes diversas del pas. Todos admiten que este sermn tieneesencialmente la unin retrica como est narrado por Mateo y Lucas. El Sermn del Monte es un buenejemplo de Jess. El elemento de la parbola no es tan conspicuo como en algunos de los discursos

    subsecuentes, pero est aqu en el caso de los dos caminos, los dos edificadores, y en numerosasalusiones figurativas. Aqu se hacen distinciones claras, anttesis, invectivas, paradojas, ilustraciones,preceptos, amonestaciones, ruegos. Pero no debemos cometer la equivocacin de suponer que Jess hayadicho en esta ocasin, en forma condensada todo c