A Joaquín, por estar a mi lado y quererme Te quiero.

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AJoaquín,porestaramiladoyquerermecomosoy.Nuncadejesdehacermereír.

Tequiero.

Prólogo

KAMI

Nadiehubieseimaginadoqueesoocurriría.Simedejasenecharlavistaatrás,alomejor hubiese podido ver las señales, las pistas que de algunamaneramehabía ido autoconvenciendo de no saber interpretar. No quería verlo... ¿Pormiedo?No lo sabía, pero sí sé que sentí algo extraño aquella mañana al entrar al

instituto.Nome preguntéis exactamente qué fue, pero podía olerse algo en elaire...Podéis llamarlo intuición,premonición..., no lo sé, pero cuandoocurrió,mimentesintióalivio,nounalivioreal,claro,perosí lasensacióndehabersequitado un peso de encima, de haber comprendido por fin ese extrañopresentimientoquedesdehacíasemanasrecorríamicuerpoymispensamientos,alertándomedequealgo iba aocurrir, dequealgo se estabagestandoenesospasillos abarrotados de adolescentes, en esas clases donde las mentesfuncionaban para alcanzar lo que la sociedad nos imponía desde que éramoscapaces de hablar: «Estudia, aprueba los exámenes, entra en una buenauniversidad,pideunabeca, estudia, endéudatehasta las cejas, estudia, trabaja,paga los préstamos, trabaja, cómprate una casa, un piso, o vive de alquiler,búscate a alguien que te soporte y que te quiera, ten hijos, ahorra para tusestudios,trabaja...».

Yasíhastaelinfinito.Levanté la cabeza del examen final de física, igual que hicieron todosmis

compañeros,yunescalofríomerecorriódelacabezaalospies.Inmediatamente después del primer estruendo, vino el segundo y luego un

tercero.Sehizoelsilencioduranteunossegundosinfinitosyactoseguidooímoslos

gritos.ElprofesorDibetsepusolentamentedepieyyotuveelimpulsodehacerlo

mismo.De levantarmeycorrer,peroningúnmúsculodemicuerpo reaccionó,asícomotampocolohicieronlosdemiscompañeros.—Quealguien llameal911—dijo lentamenteacercándosea lapuertade la

clase.Nadiesemovió.—¿A qué estáis esperando? —nos apremió, y por fin a mi alrededor los

alumnosempezaronamoverse.Abrílabocaconvoztemblorosa.—Nadietienelosteléfonos,profesor...La mirada del profesor Dibet se clavó en la mía y vi el miedo cruzar sus

facciones.Solté un grito cuando se oyó el estruendo del siguiente disparo, esta vez

muchomáscerca.—¡Todosdebajodelospupitres!—ordenóelprofesor—.¡Ahora!Obedecimos sin decir nada, aunque los llantos no tardaron en llegar a mis

oídos.Miréhaciamiizquierda.Kate parecía totalmente aterrorizada, su cuerpo temblaba y se abrazaba a sí

mismaconfuerza.Mehubiesegustadopoderdecirlealgo,poderacercarmey rodearlaconmis

brazos,sentirelabrazodequienfuemiamigadesdelainfancia...aunqueyanonoshablábamos,todoloquehabíapasadoentrenosotrasnoteníaimportanciaenesemomento.Cuandoescuchéelsusurroquesalíadesuslabios,nofuicapazdeencontrarle

unaexplicaciónlógicaasuspalabras:—Estoesculpamía,esculpamía.Cerrélosojosconfuerzacuandoelsiguientedisparollegóaoídosdetodos.

Metapéautomáticamentelasorejasconlasmanosyempecéarezarensilencio.Thiago.Taylor.Oh,Diosmío...Cameron...Asíempezólapesadilla...,peromejorcomenzardesdeelprincipio.

PRIMERAPARTE

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KAMI

Nadie tenía ni la menor idea de dónde estaba Julian. Había pasado ya unasemana desde que Thiago había viajado a Nueva York para descubrir que elacosador del instituto, el que había estado manipulando a todos y alejando yponiendo a la gente en mi contra, había sido Julian Murphy, alias Jules. Elmismoque lanochequeviajamosaFallsChurchmehabía invitadoaverunapelículaensuhabitaciónparadrogarmeygrabarunvídeomíodesnudaysubirloalasredesparaquetodoslovieran.Elmismoquehabíaestadometiendomierdaentreunademismejoresamigasyyo,elmismoquehabíasubidofotosprivadasami propio Instagramdespués de chantajear ami hermano pequeño para queentraraenmihabitaciónarobarme...Elmismoquesehabíahechopasarporgayparallegarhastamí,elmismoquehabíajuradosermiamigo.Dejédeapretarellápizcontraelfolioypaséeldedoporencimadelagujero

que acababa de hacerle a mi dibujo debido a la fuerza con la que sin darmecuentahabíaestadopresionandoelpapel.Noeranadadelotromundo,garabatos sin sentido,peroque, si losmirabas

conperspectiva,tepodíanllegaraponerlospelosdepunta.Nadaquenofueselúgubresalíaúltimamentedeaquelloslápices,algoqueyaeradeesperar.¿Podíairapeoresemalditocurso?

Nolocreía...,nopodíatenertanmalasuerte.Lo que había estado pasando en el instituto me tenía tan distraída que las

últimas semanas ni siquiera había pensado en el divorcio de mis padres. Mimadreestabairreconocible,inestableportodolosucedido,porenterarsedequeasusdoshijosleshacíanbullyingenelcolegio,hartadequesupropiamadre,miabuela, ledijesequenoteníani lamenorideadecómocriarnos,cansadaypreocupada al ver que la paga que mi padre nos enviaba no le bastaba paramantener su alto nivel de vida, al que poco a poco iba a tener que irdesacostumbrándose.Almenosahoraparecíaunpocomáshumana,notanBarbieynotanestúpida

yllenadesuperficialidades.Yanoteníatiempoparaeso,nodesdequeeraellalaqueahoradebía llevar lacasa, llevarnosyrecogernosdelcolegio,hacernosdecomer,encargarsedemihermanopequeño...El día anterior me acompañó a la comisaría a poner una denuncia oficial

contra Julian por acoso, abuso sexual y difamación por medio de un vídeoprivado.No lohabía tenidoclaro,no sabía simeveía capazde enfrentarmeaalgoasí,deirajuiciocontraalguienaquienhastahacíapocohabíaconsideradomiamigo.Noqueríavolveraverlelacara,nopodía,peromimadreymiabuelahabían insistido, habían insistido muchísimo; aun así, los que finalmente meconvencierondehacerlofueronloshermanosDiBianco.¿Quéteníanaquellosdoschicosparaentrarenmicabezayarrasarcontodo?

¿Quéteníanparaquesuopinión,suconceptodemí,fueratanimportantecomoparaborrarmeelmiedoyconseguirenunasimpleconversaciónquehiciera loqueellosymifamiliaqueríanquehiciese?No me había olvidado de ese último momento que había compartido con

ThiagoensucocheeldíaquesedescubriólaverdadyJuliansellevólapalizadel siglo. No podía quitarme de la cabeza sus ojos verdes mirándomeprofundamenteyqueriendollegaramisubconscienteparadejarallíelmensajequelocambiabatodo.Mequería.Thiagomequería,ynisiquierasabíacómohabíapasado.Nohabíamosvueltoaquedarnosasolasdesdeentonces.Taylornoseapartaba

demíniunmomentoyThiagoestabamásdistantequenunca.Solosemehabíaacercado para convencerme de que denunciara a Julian. Nos había estadoescuchando desde su habitación, supongo, porque irrumpió en el cuarto deTayloryconvoztajantemeadvirtiódeque,sinolodenunciaba, loúnicoqueestabahaciendoeraponerenpeligroacientosdechicasque,comoyo,podíanllegaracruzarseenelcaminodeesementirosocompulsivoymanipulador.Solomebastóuncrucedemiradasparasaberqueteníarazón,joder,quetenía

todalarazóndelmundo.Asíquefuialacomisaríaylodenuncié.Loqueocurriódespuésaúnmeatormentaporlasnoches.Fueronensubusca, ibanaarrestarlo,perocuando llegaronasucasavieron

quenoestaba.Suspadresnoteníanideadesuparaderoy,cuandolospolicíaslespreguntaroncuándohabíasidolaúltimavezquelohabíanvisto,afirmaronquehabía sido aquella misma mañana y que les dijo que se iba a estudiar a labiblioteca.Desdeesoyahabíapasadounasemana.Julianestabaenparaderodesconocido,sehabíaesfumadosinimportarledejar

aplenavistadetodos,odecualquieraqueentraseensuhabitación,loscientosde fotos que había estado haciendo de todos los alumnos. Tenía contenidoaudiovisualyfotográficodetodoslosmiembrosdelequipodebaloncestoydetodaslasanimadoras...,perodelaquemáshabíaerademí.Centenaresdefotos,devídeos,fotosmíasprivadas,fotosinclusodeniña,que

a saber de dónde las habría sacado. ¿Tanto tiempo había estado espiándome,siguiéndome...?Julianeraunpsicópata.Unpsicópataobsesionadoconmigo.Había intentado acercarme aKate, él era su hermano, debía de saber algo,

peromiexmejoramigasehabíanegadoaquererhablarconmigo.ElliemehabíacontadoquehabíadejadoelequipodelasanimadorasyquedesdeloquehabíapasadoconJulianapenaslehabíanvistoelpelo.Yome fijé enella losúltimosdíasantesdeaquel finde semana.Noestaba

bienysupusequehaberdescubiertoquesuhermanoeraunmalditoacosadornodebió de ser nada fácil para ella. No es que Julian y Kate se llevasenestupendamentebien,dehecho,apenassetragaban,peroafindecuentaserasu

hermano.Taylorhabíaconseguidoescaparsedel castigo infligidoa todos losalumnos

quedieronunapalizaaJuliansietedíasatrásporqueconsiguióescabullirseentrelamultitud, peromuchos otros habían sido expulsados del colegio durante unmes, Dani incluido. Hubiese dado lo que fuera para que Taylor hubiese sidoexpulsadoconelrestodelosalumnos.Todoslosactostienensuconsecuencia.Peronofueasí.Cerré mi bloc de dibujo y lo guardé en el cajón de mi escritorio. Como

siempre, mis ojos se clavaron en la casa de enfrente, en esa ventana dondenormalmente dormía el causante demismejores sueños, pero también demispeorespesadillas.NohabíavueltoaestarsolaconThiagodesdeaqueldíaensucoche,cuando

me confesó que me quería, y desde ese día todas las células de mi cuerpoansiabanvolveracompartirunmomentoasulado.¿Habéissentidoalgunavezesasensacióndedolor,esasensacióndenecesitarelcontactofísicoconalguien?¿Comosivuestrocuerponecesitaradeesecalorenespecialparapoderavanzaryrecuperarsuvitalidad?Asímesentíayo.CuandoibaaveraTaylorycruzábamoselsalónparallegaralaescaleraque

nos conduciría a la planta de arriba, Thiago estaba allí, tumbado en el sofámirandola tele,odormidobocaabajoycon lacaraapoyadaenelantebrazo...Cuandoavecespasabaporelrellanoymirabahacialaderecha,asuhabitación,ahí estaba él leyendo un libro, o sentado frente a su ordenador, o,Dios no loquisiera,haciendoflexionessincamisetayconlamúsicaatodovolumen.Memoría.Memoría todas y cada una de las veces que pasaba a su lado y no podía

comérmeloabesos.Intercambiábamos miradas, eso no os lo voy a negar. Nuestros ojos se

buscaban como un sediento puede buscar agua en el desierto, nos faltaba unchutedelotroparapoderseguir,yesomedabamiedo,muchomiedo.Taylor estabamuy pendiente demí,muy atento,me tenía sobreprotegida y

temía que Julian apareciese para hacerme daño. La relación entre él y suhermanosehabíavueltomás fríade lonormal,apenas intercambiabanmásde

unafraseenmipresencia,yTaylorparecíaquererevitarcualquiermomentoencompañíadeThiago,especialmentesiestabayoconellos.Esocomplicabaaúnmás lascosas,porqueapenaspodíaverlo,apenaspodía

calmarmi angustia por saber cómo estaba, de querer quemi corazón se vieraanestesiado,aunquefueseporunrato,delomuchoqueloechabademenos.Peroalmenosnosquedabalaventana.Él,alcontrarioqueantes,dejabalascortinascompletamenteabiertasparaque

pudieraverlocuandoquisiera.Yyo,comorespuestaasugesto,hacíalomismo.Nuestrasventanaserandeesasgrandes,delasquellegabanhastaalsueloyporlasqueentrabamuchísima luz.¿Creéisnormalquehubiesecambiadode lugarmicamaparaquecuandomeibaadormirmisojospudiesenveratravésdeloscristalesaThiagohaciendolomismo?Estabaperdiendolacabeza,losé,perolonecesitaba.Asídesimple.

El lunes sepresentó lluviosoycon fuertesventiscas.Cuandome levantéa lassiete ymedia ymiré hacia fuera, sentí un escalofrío de esos que te animan aquedartemetidaenlacama.Esdifícildejarlassábanascalentitasyelrefugiodelahabitaciónsabiendoqueteesperaunalargajornadadeestudios,presentacióndetrabajos...,ytodoelloaderezadoconlahumedaddeundíalluvioso,peronoquedabaotra.Habíaqueintentarvolveralanormalidad.Mis «amigas» —las pongo entre comillas porque aún dudaba de la

autenticidaddesuamistad—habíanvueltoadirigirme lapalabra.Enel fondoteníaelpresentimientodequelohacíanporqueporculpadeJulianyomehabíavuelto a convertir en la comidilla del instituto y ellas, al igual que el resto,deseabanenterarsedeprimeramanodetodoloqueélmehabíahecho.Eraciertoquelarealidadhabíallegadoadistorsionarsehastaelextremoque

muchosafirmabanquehabíanvistoaJulianescondidoenelbosquequehabíadetrásdeljardíntraserodemicasa,ocaminandoporelpuebloaaltashorasdelanocheconunrifleenlamano.InclusohabíaalgunosidiotasqueasegurabanqueJulianhabíaconseguidodisfrazarseyseguíaacudiendoalinstitutodeincógnito.

Lodicho:ridiculeces.Sin embargo, la gente estaba nerviosa, ansiosa, temí que fuese capaz de

desvelarsecretosdeotrosestudiantes,quefuesecapazdearruinarreputaciones,vidas...odesvelarsecretosinconfesables.JuliansehabíaconvertidoenlapesadilladelInstitutodeCarsville,ylomás

curioso de todo fue que, a pesar de que todos le temían, también parecíanadmirarlo.Eraunaadmiracióninnataquecrecíadesdeelinteriordetodosalverque solounestudiantehabía sidocapazdecrear tanto revuelo,quehabía sidocapazdehackear teléfonosyordenadores...Mimejor amiga,Ellie, eraunadeesaspersonas.Esamañanamehabíapropuestoacercarmeasucasa,irmeconellaalinstituto

yasípoderhablaryquemecontaradeunavezquélehabíapasadoconJulian,qué había sido lo que había provocado que hasta ella se alejara de mí, queinclusoseenrollaraconmiex,uncapullointegral.Ellieestabacagada,comotodoslosquenoshabíamosvistoatrapadosenlas

telarañasdeJulian,ynoqueríahablardeltema,perodeesamañananopasabaquemecontaralaverdad.Le envié unmensaje de texto aTaylor diciéndole que nome recogiera,me

pusemi abrigomás calentito,mi gorro rojo ymis guantes y salí tempranodecasa, cuando mi madre y mi hermano aún seguían durmiendo. Mi abuela sehabíamarchadohaciaunpardedías,aunquehabíaprometidopasarsecadapocotiempoparaasegurarsedequenadievolvíaameterseconsufamilia.Fuera hacía un frío glaciar. La noche anterior había nevado y, aunque las

carreteras estaban limpias gracias a que las máquinas quitanieves habíanempezado su ardua tarea bien temprano esa mañana, las casas y los árbolesestabanrodeadosdeunagranmontañablancadealmenosunmetrodealtura.Medicuentadeque,adiferenciade lascarreteras, lasacerasestaban tambiénhastaarribadenieve,porloquetuvequeemprenderlamarchapordondeibanlos coches. Aún no había ni amanecido, pero nome importó. Necesitaba esemomentoparamí.Avecesestarsolohacetanbienalamente...DesdequehabíapasadolodeJuliannadiemedejabasola,nadiemequitabalosojosdeencima,memirabancomosi fueseunabombaapuntodeestallar,ydeseabacon todas

misfuerzassentirquetodovolvíaasercomoantes.Observé el paisaje ami alrededor y admiré el precioso lugar queme había

vistocrecer.Alcontrariodemuchos,quepensabanqueCarsvilleeraunpueblososoyaburrido,amímehabíaencantadocrecerrodeadadenaturaleza.AdorabalasNavidadesconmuñecosdenieveenelbosque;lastardesalsolbañándonosen el lago del pueblo, un lago que, amedida que nos habíamos ido haciendomayores, se había convertido enun lugardondebeber sinque los adultosnospudieranencontrarconfacilidad;lasnochesacampandoeneljardínparaverlasestrellasquelapocacontaminaciónlumínicadelazonanosdejabaver...Carsville...,elpueblodondenopasabanadayelmismoqueelmundoentero

conoceríadentrodemuypoco.LleguéacasadeElliecon tiempodepodercharlarantesdeque tuviésemos

que entrar al instituto. Llamé al timbre sabiendo que seguramente estaría yadesayunando.Meabriósupadre,unhombremuyaltoconelpelorizadoymuyoscuro.ElseñorWebbererauntipoqueintimidabaporsucorpulencia,peroque,enelfondo,erauncachodepan.—¡Hola,Kami!¿Cómoestás,pequeña?—mepreguntóabriéndomelapuerta

einvitándomeaentrar—.¡Entra,entra,quehaceunfríoquepela!¿Hasvenidoandando?—¡Buenosdías,señorWebber!Hoymeapetecíadarunpaseo—dijeconuna

pequeñasonrisa—.¿EstáEllie?—Estádesayunandoenlacocina—respondiócogiendomiabrigo,migorro,

mibufandaymisguantesycolocándolotodosobreelpercheroqueteníanenlaentrada.Dentrodelacasahacíauncalorcasiasfixiantedeloaltaqueteníanlacalefacción. A los pocos minutos de estar en ella me entraron ganas dearrancarme toda la ropa, pero me contuve y seguí al señor Webber hasta lacocina.LacasadeEllienoeramuygrande,lojustoparaquevivieransuspadres,dos

gatosyella.Elliesiempremedecíalomuchoqueenvidiabamigranhabitación,mi salón con televisión de plasma y mis impresionantes escaleras; siemprequeríaquenosreuniéramosenmicasa,yyo,quedeseabaalejarmedeaquellasimponente paredes, siempre buscaba una excusa para que finalmente nos

quedásemosensucasa,dondelaseñoraWebbernospreparabaelmejorpasteldemanzana de la historia. Su casa era mucho más hogareña que la mía, olíasiempreacaféreciénhechoyabolloscalentitos...Esincreíblecómosiempredeseamosloquenotenemos.Cuando entré en la cocina, una cocina asimismo pequeña, con una mesa

redondablancaenunaesquinayelmobiliariodemaderaclaracon limoncitosestampados, Ellie levantó la vista de su cuenco de cereales y me mirósorprendida.—¿Quéhacesaquí?—preguntóalmismotiempoquesumadre levantaba la

miradadelperiódicoymesonreíaautomáticamente.—¡Hola, preciosa! Hacía mucho que no te veíamos. ¿Quieres café? ¿Té?

¿Chocolate caliente? No lo tengo hecho, pero puedo prepararlo en diezminutos... —me ofreció poniéndose automáticamente de pie, dejando elperiódico sobre la mesa y acercándose a los fogones, lista para empezar aprepararloquefueraquemepusiesecontenta:asíeralaseñoraWebber.—Uncaféestaríamuybien,señoraWebber—dijesonriendosabiendoque,si

noledecíaquequeríaalgo,lalistadeopcionesqueempezaríaaofrecermeseríainfinitahastaquealgomegustase.MesentéjuntoaEllieylesonreícontimidez.—¿Teapeteceirandandoalinstituto?—lepreguntéesperandoquemedijera

quesí.Elliedudó...—¿Nocreesqueesmalaidea...,teniendoencuentaque...?—dejólafraseen

elaire.Los padres de Ellie no se habían enterado de casi nada de lo que había

ocurridoenelinstituto.Alnohabersevistoellainvolucrada,desdeDirecciónnosehabíanpuestoencontactoconellos,algoquesíhabíanhechoconlosmíosyconlamadredeTayloryThiago,demaneraqueElliehabíapreferidoahorrarlesasuspadreseldisgustodesaberquehabíaunlocoporahísueltoquesehabíadedicadoachantajearacasitodoslosalumnos.—De aquí al instituto solo hay veinte minutos... —insistí mirándola

significativamente.

Ellieaceptóensilencio,aunquecreíverensusojosciertonerviosismo.Noeratampocodeextrañar,todosestábamosbastanteasustadosyenfadadosportodoloqueJulianhabíaprovocado.MientrasdesayunábamosconlospadresdeEllie,nopudeevitardecirmeamí

mismaqueJulianerainofensivo.Loodiabaporloquemehabíahecho,portodaslasmentirasymanipulaciones,peronopodíacreerquefuesecapazdenadamás.Era un cobarde porque todos los ataques, chantajes y daños que nos habíaprovocadoatodosloshabíarealizadodesdeladistanciauocultandosuautoría.Julianseríaincapazdeabordarnosenlacalleparahacernosdaño.Oesoquisecreerentonces.Después de desayunar, nos pusimos nuestros abrigos, nuestros guantes y

bufandas,ysalimosalacalle.AlpadredeEllie,queeraquiensolíallevarlaencochealinstituto,nolehizomuchagraciaquenosfuésemosandandoconelfríoquehacía,peroconseguimosconvencerlo.Yacuandoporfinnosencontramossolas,caminandojuntoalacarreterapor

el carril bici, fui consciente de que las vibraciones que captaba de mi mejoramiganoeranerróneas.Algolepasaba.Yalgolepasabaconmigo.—Oye,Ellie...—empecéadecirdespuésdeunosminutossumergidasenun

silencioalgoincómodo,solointerrumpidoporeltrinardelospájarosydealgúnque otro coche—. ¿Te pasa algo conmigo?—pregunté yendo directamente algrano.No quería sentirme así con mi mejor amiga, ahora la necesitaba más que

nunca...Elliesequedócalladaunosminutos.—Siento mucho lo que pasó con Julian, Kami —afirmó mirando hacia el

suelo,aúnsinsercapazdemirarmealosojos.—¿AquéterefieresconlodeJulian?—Sabesquetambiénmeobligóahacercosasquenuncahubiesehecho...SelioconDanienlafiestadeHalloween...¡Comoparahabermeolvidadode

eso! La imagen de ellos dos juntos todavíame provocaba pesadillas, pero noporque estuviese celosa ni nada, sino porque que mi mejor amiga, alguien aquien quería y respetaba, fuese detrás delmismo energúmeno queme hizo la

vidaimposibledurantedosañosmecabreabaymeponíatristeapartesiguales.DaninosemerecíaaalguiencomoEllie.Elliesemerecíalomejordelomejor.Semerecíaunchicobueno,divertido,

que lahiciese reír,que lapicara,queconsiguieseempujarla ahacer cosasquesolayporsucuentanuncaharía...Semereceríaalmejorchicodelmundo,yesomismoledijesintitubear.Elliemiróhacialacopadelosárboles.—¿Y si el chico perfecto para mí estuviese fuera de mi alcance? —me

preguntóentonces,ysusojosbajaronhastaposarsesobrelosmíos.—Ningún tío decente y con cabeza te rechazaría, Ellie —respondí yo sin

dudarloniuninstante.Miamigaeraunpartidazo:inteligente,guapa,divertida,dulce...Ellievolvióadesviarlamiradademí,yentoncestuvequepreguntarle.—¿Quiéntegusta?—ledijesonriendo—.¿Loconozco?¿Vaanuestraclase?Hice un repasomental de las caras de nuestros compañeros y no creí ver a

nadiequepudieseacercarseniunpoquitoamerecerseamimejoramiga,perosiaellalegustabaalguno,noibaaseryoquienlequitaralailusión.—Sí...vaaalgunas—respondióylanotéponersemásymásnerviosa.¡Joder!

¿Quiénlegustaba?—Vengaya,Ellie,dímelo—insistícuandoviqueyaestábamoscasillegando

alinstituto.Ellievolvióadudar,perofinalmentetomóaireypareciódecidirse.—Noquieroquemeodiesporestoninada...,deverdadqueyonoquería,los

sentimientos aparecieron sin siquiera yo darme cuenta... —empezó a decir yentoncesescuchamosunbocinazoquenoshizopegarunsaltoalasdos.—¡Dios!—nopudeevitarsoltaralmismotiempoquemegirabaparaverel

cochedeloshermanosentrandoenelinstituto.Ambas, Ellie y yo, lo seguimos con lamirada hasta que se detuvo en una

plazadeaparcamientoquequedabamuycercadenosotras,peromuylejosdelaentradadelinstituto.MiestómagoempezóaburbujearnerviosocuandoThiagobajodelasientodel

conductordandounportazoysevolvióenmidirección.ConelrabillodelojoviaTaylorhacerexactamentelomismo.

—¿Quéhashechoahora?—mepreguntómiamiga,peronomediotiempoacontestar, ya que la imagen de los dos tíosmás guapos y fuertes del institutoviniendohaciamíconcaradecabreometeníatotalmenteparalizada.—¡¿Me puedes explicar qué coño haces viniendo al instituto andando tú

sola?!—me gritó uno de ellos y, al contrario de lo que podáis creer, no fueTaylor,minovio,sinosuhermano.Me quedé un poco en shock, porque normalmenteThiago era el quemejor

controlaba su temperamento en público. Mis ojos se desviaron a Taylor, quetambién me miraba furioso, aunque la furia parecía también ir dirigida a suhermanomayor.ThiagoteníaqueempezaracontrolarsedelantedeTaylor,puesavecesdabala

sensacióndequeseolvidabadequeeranoviadesuhermano,nodeél.—¿Quéquieresqueteexplique?¿Quemeapetecíavenirdandounpaseocon

mimejoramiga?—¡Tumejoramigaquehagaloquequiera,túnopuedeshacerlo!—volvióa

gritarmedeteniéndosefrenteamí.Joder...,tanalto,tangrande,tanjodidamenteirresistible...MiréaTaylorpara intentarconcentrarmeenelquedeverdadsemerecíami

atención.—Taylor, dile a tu hermano que deje de gritarme —le exigí enfadada y

molestaporelespectáculoqueestabadandodelantedetodoelinstituto.Di gracias por que estuviésemos lejos de la puerta y que solo fuesen los

pasajerosdeloscochesqueibanentrandolosquenosmiraranconcuriosidad.—Nopiensodecirlenadaporque,pormuchocorajequemedé, tiene razón.

¿Acasoerestontaynoteacuerdasdequeestásenelpuntodemiradeunloco?—mepreguntócabreadísimo.Mesorprendiótantoquesedirigieraamídeesaformaquedudéunsegundo

encontestar.—No la insultes —le soltó Ellie, metiéndose en la pelea, muy indignada

tambiéncontodalasituación.Taylorpareciórepararensupresenciaporprimeravez.—Mira,ricitos,piérdete—ledijodemalasmaneras—.Quierohablarconmi

novia a solas —agregó ahora mirándome solo a mí y mandándole un claromensajeaThiagotambién.Estemiróasuhermano,quememirabaamí,yluegosusojosvolaronalos

míos.Pudeleerle lamentetanclaramentequemesorprendió:dolor,enfado,rabia,

impotencia...; todo junto mezclado en una situación donde él y su mente mereclamabancomosuya,perodondelarealidadsealejabamuchodeseresa.Unaparte de mí quiso enfrentarse a él antes que a Taylor, aunque fuese parapelearme,peromicorazónestabadividido,puesesapartedemínoeralógicanirazonablecuandoloteníacerca.—Kami, si quieres venirte conmigo y dejar a estos idiotas aquí, hazlo. No

tienes por qué dar explicaciones por simplemente haber venido andado alinstituto.Taylorsevolvióhaciaella.—¿Quépartedelapalabra«piérdete»nohasentendido?MiréaTaylor,queenesemomentonocontrolabasugenio,yluegomefijéen

miamiga.Vidolorensusojoscuandoélsedirigióaelladeesamaneray,loqueespeor,viqueintentabaocultarlocontodassusfuerzas.Mi mente se quedó congelada unos instantes hasta que por fin pareció ser

capazdeencajartodaslaspiezas.AEllielegustabaTaylor.Esoesloquepasaba,loquemeocultaba...yconloquelahabíachantajeado

Julian.—¿Y qué parte de «me importa un comino lo que tú me digas» no

comprendestú?Élfueacontestarle,perodecidíintervenir:—Taylor,para—locortéymirétambiénaThiago,queparecíatenerganasde

ahorcarmeysacarmedeallíarastrasparapodergritarmeenprivadoyahorrarseasí cualquier tipo de escena—.Ha sidomi decisión venir andando, no piensoviviratemorizadaporloqueseaqueunniñodeinstitutopuedaquerer llegarahacerme.SiJulianhubiesequeridohacermedaño,lopodríahaberconseguidoenmilocasiones,pero¡nolohizo!Vosotros loveiscomounapeligrosaamenaza,

pero para mí es un chico patético que necesitó engañarme y engañarse a símismo para conseguir amigos. Es un indeseable, un mentiroso y un patéticogilipollasquesequedarásoloelrestodesuvida.Yahora,sinoosimporta,megustaríairaclaseacompañadademimejoramiga.Dicholocual,cogíaElliedelbrazoyechéaandar.NohabíadadonidospasoscuandoTayloryamehabíacogidodelbrazopor

detrás.—Tenemos que hablar—me exigió apretando los labios y sujetándome del

brazoconfuerza.Thiagofueadetenerasuhermano,perodecidíinterrumpirloantesdequela

situación empeorase hasta llegar a un punto donde se convirtiese en algoinsostenible.Loúltimoquequeríaeraenfrentaraloshermanosotravez.—Hablaremosen clasedebiología,Taylor—dije, y fui tan tajanteque creí

verensusojosquehabíaentendidoqueseestabapasandotrespueblos.Mesoltóy,aunqueelambientenoserelajóniunápice,almenosmedejaron

tranquila...porunrato.

Lasiguienteclasefueunmartirio:matemáticas,yencimasinpoderhablarconElliede loqueestabaseguraqueacababadeaveriguar.ElprofesorGómeznoteníapacienciaconlosalumnosynotolerabaquenadiehablaradurantesuclase.Enunaocasiónpillóadosestudiantesmandándosenotitasyloscastigóhaciendounexamencadasemanaduranteunmes.Lasnotascontaroncomomediadelaevaluación...¡Unalocura!Perolohizo.Ellie, además, no parecía querer entablar ningún tipo de conversación

conmigo,mirabahaciadelanteyapuntaba loqueelprofesordecíasinsiquieradirigirme una mísera mirada. Después del enfrentamiento con los hermanosapenas habíamos intercambiado más de dos frases, y eso que yo insistí enretomarlaconversacióndeaquellamañana.—Llegamostardeaclase,Kami,noesmomentodehablardemistonterías.Pero¡sustonteríasmeimportaban!Mehabíadadocuentadequehabíaestado

taninmersaenmisproblemas,eneldivorciodemispadres,enelacosador,en

miamistadconJulian,enminoviazgoconTayloryenmimalditaaventuraconThiagoqueapenaslehabíaprestadoatenciónamimejoramiga,¡yesonopodíaser!Meprometíamímismavolveraserladeantes,almenosencuantoaamistad

serefería.Nopodíadejardeladoaquieneshabíanestadoconmigoduranteaños,yfuejustoesepensamientoloquemellevóapensarenKate.¿SabíaKateloquehabíaestadohaciendosuhermano?¿Había sido consciente de que él había estado manipulándonos a todos?

¿Habíacolaboradoellaparaqueélconocieralossecretosdelosdemásalumnos?No era la única en el instituto que había estado especulando de esemodo,

muchos creían que Kate había estado ayudando a su hermano, y muchos lehabíandadolaespalda.Ahoraeraaellaaquienmirabanmal,parecíanhaberlacogidocomochivoexpiatorioalnoestarJulianparadarlacara,ydebidoaesoyo había vuelto a ganar el lugar que ocupaba antes. Ellie había bromeadodiciendo que la reina usurpadora había caído y que ahora yo volvía a reinardesde mi trono. Odiaba que se dirigiera a mí de esa forma tan superficial yridícula,peroerasumaneradeponerlehumoratodoloqueestabapasando.Yo no quería volver al lugar de antes, no quería el trono de reina de las

animadoras,noqueríaatención,noqueríanadadeese instituto..., simplementequería acabar ya el curso ymarcharme a la universidad sinmirar atrás. En launiversidadnopasabanestascosas,sesuponíaquelagenteyahabíamaduradoylos padres no estaban cerca para molestar ni coartar libertades, y eso erajustamenteloqueyonecesitaba.Empezardecero.LaimagendeTaylorvinoamicabeza.ÉlqueríaestudiarenHarvard,yyo,en

Yale. Iba a ser un problema cuando nos marchásemos a nuestras respectivasuniversidades, pero me aliviaba pensar que no era la única que tenía eseproblema.Eraalgoquetodossabíamosynopodíamoshacernadaparaevitarlo.Empezar una relación en el instituto siempre llevaba a pensar en qué pasaríacuando hubiera que separarse. Muy pocas eran las relaciones que duraban adistancia,ymáscuandoseempezaba launiversidad.Todasesas libertadesqueansiábamos tener podían llevar al descontrol, derivando en infidelidades o en

rupturastempranas.Quería pensar que mi relación con Taylor no iba a terminar así..., aunque

viendocómosehabíadesarrolladonuestronoviazgoyconThiagoaúnpresenteenmicorazón,habíallegadoalaconclusióndequenomemerecíaaningunodelosdos...,peroerademasiadodébilcomoparadejarlosescapar.¿Meconvertíaesoenlapeorpersonadelmundo?Creoquelarespuestaestabamásqueclara.

2

TAYLOR

Esperéfueradesuclasedematemáticasaquesalieraparapoderhablarconella.Mienfadohabíaquedadoensegundoplano,yaqueeltemaquedebíamostratareramuchomásimportantequeeso:suseguridad.MeimportabaunamierdaloquemedijeraoloquepensarasobreJulian.Ese

tíoerapeligroso,yalgoenmiinteriormedecíaquelahistoriaqueélteníaquecontaraúnnohabíallegadoasufin.Laesperabaapoyadoenlaparedfrentealapuertadelaula.Lasvisalirjuntas,

aunque se las notaba tensas. Ellie empezaba ya a tocarme demasiados loscojones,sobretodoporquenodejabademeterseentodoloqueledecíaaKamiohacíaconella.Quefuesesuamigayquisiesedefenderlameparecíabien,perono soportaba que estuviese buscándome las cosquillas cada vez quecoincidíamos.Cuandomevioalsalirdeclase,elmohíndeturnoborrósutímidasonrisay

me lanzó una mirada desafiante. Mis ojos le dedicaron simplemente unossegundosantesdepasaracentrarmeenminovia, la tíaquemevolvía locoentodoslossentidosdelapalabra.Kamisedetuvounsegundo,miróaEllieyluegoamíotravez;alverquele

costabadecidirse,meseparédelaparedymeacerquéaellas.

—¿Hablamos?—lepreguntésolomirándolaaella.Kamidudóunsegundo,perodespuésasintió.—Nosvemosmástardeenhistoria—leindicóaEllie.Esta asintió, me lanzó otra mirada envenenada y se alejó por el pasillo en

direcciónalastaquillas.Levantéelbrazo,locoléporlacinturadeKamiytirédeellahaciaatráshasta

quemiespaldachocócontralapared.Laabracéenterrandominarizensucuelloyellahizolomismo,dejandocaersucuerpocontraelmíoeinundándomedesufraganciadulceydeliciosa.Habíapasadoverdaderomiedoalnoverlaporelcaminoqueterminabaenel

instituto.Mi imaginación había volado, y había creado todo tipo de imágeneshorriblesqueaúneraincapazdehacerdesaparecer.—Porfavor,novuelvasahacerlo—dijecontrasucuello.Ellaseapartóparapodermirarmealacaraehizounamueca.—Nohehechonadamalo,Taylor—afirmó,ypor suposturapudeentrever

queelenfrentamientoquemihermanoyyohabíamostenidoconellaantesnolehabíahechonipizcadegracia.—¿Es mucho pedir que no te cruces el pueblo tú sola? —le pregunté

controlando las ganas que tenía de zarandearla y hacerla entrar en razón—.Julianestáahífueray,aunquelapolicíahayapasadodeltemadiciendoquesoloesunproblemademalaconductadeunmenor,yoséqueespeligrosoyséquevaavolver:esteasuntonohaacabado,Kamila—dije,pronunciandosunombrecompleto por puro impulso, pero es que no podía entender cómo no se dabacuentadequecorríapeligro.Nosabíaelniveldeesepeligro,perosíqueexistía,ynopodíapermitirquelepasaranadamalo.Kamiretrocedióunospasosymemirómuyseria.—Noestabasola,ibaacompañadadeEllie—respondió.Acontinuaciónmiró

hacia el pasillo por donde ella había desaparecido y se cruzó de brazos paravolveradevolvermelamirada.—Ellienocuenta,Kami,siJulianapareceescomosiniexistiese.—Ellieesmagnífica,Taylor.¿Cómopuedesdeciresodeella?Pestañeé sorprendido por su pregunta, y cuando fui a abrir la boca para

contestarle,meinterrumpió:—Ynomegustacómolatratas,porcierto—añadiómuyseria—.Notevasa

morirporserunpocosimpáticodevezencuando;alfinyalcabo,esmimejoramiga,deberíaimportarte.—Meimportastú—aclarétambiénmuyserioymirándolaalosojos.—Puesyoestoybien—afirmódandootropasohaciaatrás—.Notienesque

preocuparte, lo de Julian es agua pasada y quiero olvidarlo, pero no puedohacerlositúytuhermanoestáistodoeldíarecordándomelo.Respiré hondo e intenté tranquilizarme. Si fuese por mí y estuviese en mi

mano, lepondríaunejércitodetrásparaasegurarmedequeestabaasalvo.Sinembargo, no podía hacer eso y, por tanto, yo y mi hermano nos habíamosconvertidoeneseejércitoprotector.MehubiesegustadoquenofueseThiagoelotroguardián—cuantomásalejadodeKamiestuviesemejor—,peronopodíaprescindirdeél;dehecho,enmihermanoeraenquienmásconfiabasisetratabadelaseguridaddeKami.—Nospreocupamosporti—dijeyhastayofuiconscientedelaamargurade

mivoz.Kami se acercó amí yme colocó lamano enmimejilla.Me acarició con

ternurayluegoposósuslabiossobrelosmíoscondelicadeza.—Lo sé—dijo haciéndome cosquillas con su aliento— y os lo agradezco

muchísimo.Deverdadprometoquevoyaserprecavida,pero,porfavor,relajaosunpoco—insistió,ynopudemásqueasentir.—Vale—terminéaccediendoytirédeellaparadarleunbesodeverdad.Su

cuerposecurvójuntoalmíoymetímilenguasuavementeentresuslabiosparapodersaborearladespacio.Notécómosemeponíaduracasialinstanteyrecordéquenohabíamosvueltoatenersexodesdecuandolohicimosporprimeravez.Todoslosporosdemisernecesitabanesetipodecontactodenuevo,yellalo

sabía...y loevitaba.Seapartóencuantomismanosbajaronhastasuculoy laapretaroncontramierección.—Aquí no, Tay —dijo apartando mis manos, pero sonriéndome con las

mejillassonrojadas.Quéguapaera.

Acaricié su pelo largo y rubio y deseé llevármela a cualquier otro sitio.Anhelabaestarasolasconella,sinquenadienosmolestara,enunlugardondepodertenerrelaciones,dormirdespuésasuladoyprepararleeldesayuno.Avecestenerdiecisieteañoseraunaauténticamierda.—Vamosallegartarde—meadvirtióbesándomeenlamejilla—,yhoydicen

loshorariosdeexposicióndelostrabajosdesexualidad.Lamiréynopudeevitarlevantarlascejasjuguetón.—¿Túquieresdeverdadqueyotedéhoraparauntrabajitosexual?Serioalavezqueponíalosojosenblanco.—Unmesdespuésyaúnsiguesteniendomaterial.Eresuncrío.—Uncríoqueestádeseandometértelaotravez—nopudeevitarsoltar.Sí,erabastantemalhablado¿yqué?Kamimiró hacia ambos lados del pasillo para asegurarse de que nadie nos

habíaescuchado.—¡Taylor!Abrílosojosexageradamenteyellasoltóunarisitaadorable.—¿Teperturbanmiscomentariossalidosdetono?—Meperturbamáslosalidoqueestástú.—Hablólamismaquemerogabaqueselametie...—Metapólabocaconlamanoynopudeevitarempezarareírme.—¡Calla!—dijoponiéndoseaúnmásrojaqueantes.Lebaboseétodalamanoylaapartóhaciendounamueca.—¡Quéasco!—exclamólimpiándoselasalivaenmicamisa.—Vamosallegartarde—comentémirandomirelojdepulsera.Kamiabriólosojosconhorroralverlahora,igualqueyo,ysegirótirandode

mimanoconfuerza.—¡Vamos!Corrimosporelpasillohastalaclasedebiología.Losalumnosyaestabandentrodelaula,ynossorprendióque,cuandoabrimos

la puerta y entramos, no fuese la cara amable y sonriente de la profesoraDennell,sinolaseriayfríademihermanomayor,laquenosdiolabienvenida.Kamisedetuvoensecoyambosintercambiaronunamiradademasiadofugaz

paraquepudieradescifrarla.—Llegáis diez minutos tarde—dijo Thiago molesto al mismo tiempo que

negabaligeramenteconlacabezaalmirarenmidirección.—Losentimos—sedisculpóKamitirandodemíhastallegaranuestramesa

del fondo.Cuandonossentamosynosvolvimosa fijarenmihermano,vimosqueseguíamirándonosconmalacarayqueelrestodelosalumnosparecíaestaraguardandoaverquépasaba.—¿Porquéhabéisllegadotarde?—preguntóThiago.—No creo que estuviesen jugando al parchís, entrenador—soltó Victor di

Viani,ymuchosserieron.Kamimediouncodazoycuandolamirémeseñalóloslabioscondisimulo.

¡Mierda!Me limpié la boca con el dorso de la manga de la camisa y me dicuentadequehabíaaparecidoenclaseconrestosdelpintalabiosrojoqueKamillevabapuestoatodoslados.FulminéaVictorconlamiradamientrasintentabanofijarmucholavistaen

mihermano.Pensabadarleunapalizaaeseimbécil.—Castigados —dijo Thiago sin apenas inmutarse—. Los dos, después de

clase.—¡Vengaya!—exclamésindarcrédito.—Así tendréis tiempo para solucionar lo que sea que os ha hecho llegar a

clasediezminutostarde.—Comodeverdadtenganquesolucionarloqueestabanhaciendoahífuera...

—comentóDiViani.Apretéelpuñoconfuerza.Ibaamataraeseimbécil.—DiViani,tútambiéncastigado—dijomihermanosacandounospapelesde

sumaletíncomoquiennoquierelacosa.AlmenosesoaplacómisganasdepartirlelacaraaVictor,elcualsequedóa

cuadrosalrecibiréltambiénuncastigo.Miréamihermano.Aveceseracomosideverdadselasudaratodoloque

ocurríaasualrededor.MirétambiénaKamiymedicuentadequenolehabíaquitadolosojosdeencimaaThiagodesdequeestehabíadicholodelcastigo.

—Yotrabajoporlatarde—afirmóentoncesymihermanolevantólamiradadesuspapelesylaobservóduranteunossegundos.—¿Tengopintadequererquemeexpliques tuvida?—lecontestóy toda la

clasesesumióenunsilenciosepulcral.—Nopuedofaltaraltrabajo—insistióKamiapretandoloslabiosalacabarde

hablarytensándosesobrelasilla.—Thiago, no volverá a pasar—aseguré yo, que empezaba a cabrearme de

verdadcontodaaquellasituación.Joder,eramihermano:¿nopodíaenrollarseunpoco?—Claroquenovolveráapasarporqueelcastigoosharáaprenderque,cuando

unocometeunerror,dichoerroracarreaconsecuencias.—Túnisiquieraeresnuestroprofesor,siestuvieseaquílaprofesoraDaviesno

hubiesehabidoningúnproblema—contestóKami,yhastayopudenotarcómosuvozempezabaaelevarseunpoco.—Perolavidaesinjustaytehatocadoquehoytuprofesorseayo—replicóél

mirándola sin ningún tipo de arrepentimiento—. Y ahora me gustaría poderempezarlaclase—continuó—.MehadicholaprofesoraDaviesquetenéisquepresentaruntrabajo.Voyadeciroselordendepresentaciónquemehadadoyasípodéis...—Novoyacumplirelcastigo,Thiago.Nopiensoperdermitrabajoporhaber

llegadodiezminutostarde,losiento—anuncióKami,volviéndoloainterrumpirycruzándosedebrazos.Mihermanolevantólamiradadelalistaqueteníaentrelasmanosylafijóen

ella.—Kamila,fuerademiclase—ordenó.—Nisiquieraestuclase—lesoltóella.Leapretélapiernapordebajodelamesaparaquesetranquilizara.Conocíaa

mihermanoyquelehablasenasídelantedetodoslosdemásalumnosnoeraenabsolutounabuenaidea.—Fuera—repitióenfatizandocadasílabayseñalándolelapuerta.Kamise levantóhaciendochirriar lasilla.Cogiósus libros, sumochilayse

encaminóhacialapuertadandounsonoroportazo.

Mihermanocerrólosojosunsegundo,respiróhondo,memiróyyo,amivez,lo fulminé con la mirada. Luego se levantó y empezó a leer la lista depresentacióndetrabajos.Larabiameinundó,perounapartedemísupoqueelcastigonoeraporquele

hubiese molestado que llegásemos tarde, que también, sino porque Thiagoseguía cabreado por el descuido de Kami de venir andando sola al institutoestandoJulianenparaderodesconocido.Esaerasumaneradecastigarlaydeprotegerla.Yunapartedemídeseótenertambiénesepoder.

3

KAMI

Salídelaclasedandounportazo,algoqueibaencontradetodaslasnormasdeautocontrol y educación, pero es que me jodía taaanto que se pusiera asíconmigo...Noteníaningúnsentido...o,bueno,puedequesí,porquedesdequenos habíamos confesado lo que sentíamos, al margen de las miradas por laventana,ambosparecíamosestarmuycabreadoselunoconelotro.Eracomosinos enfadásemos con nosotros mismos por no ser capaces de aclararnos y lapagásemosconlapersonaqueenrealidadnosimportaba.¿De qué me valía que intercambiáramos miradas, momentos silenciosos si

despuésalahoradelaverdadparecíamosodiarnos?Caminéendirecciónalpasilloconlaintencióndemetermeenlabibliotecaa

estudiar,cuandoelchirridode lapuertade laclasemeobligóadetenermeyagirarme:eraThiago.Lo observé con atenciónmientras llegó a donde yo estaba. Iba vestido con

unos vaqueros, camisa, corbata y chaleco de lana azul marino. Era el típicoprofesor que hacía que te volvieras loca. Loca de remate. Y ahí estaba yo,intentandoportodoslosmediosquenosemenotase.—¿Vienesapedirmeperdón?Apretó los labiosunsegundoyporun instantecasicreíquemispalabras le

habíanhechogracia.—Estarás castigada todos los recreos del mes a partir de hoy—dijo como

quiennoquierelacosa—.Asícompensaráselnopoderquedarteporlatarde.—¿Sepuedesaberporquéhascambiadodeopinión?—preguntécruzándome

debrazos.Thiagomirómi postura desde su superioridad innata y siguió hablando sin

contestarme.—Estaréeneldespachodelgimnasioynoenlasaladeprofesores,paraque

losepas.Lomirésinentender.—Quemeesperesallíparaelcastigo.Mequedécalladaunos instantesy,cuandofueagirarseparavolveraclase,

hablé,consiguiendoquesedetuvierayvolvieraamirarme.—Teestáspasandotrespueblos,quelosepas—soltésinpodercallarme.—Teveoenelrecreo,Kamila—dijosinmás,volviendoalaclase.Mequedémirandolapuertapordondeacababadedesaparecerymefuiala

bibliotecaechandohumo.¡Todoslosrecreosdeunmes!Cuandoentréenlabibliotecabusquéunamesaquesabíaqueestabajuntoala

chimenea,queenestaépocadelañosiempreteníanencendida.Habíadossofásmullidosporlosquetodoslosalumnossepeleabanenépocasdeexámenes:nohabíanadacomosentarseallí,calentito,aestudiar,envezdeenlassillasdurasdelasdemásmesas.Al ser horario de clase, en la biblioteca había muy poca gente. Algunos

estudiantes cursaban asignaturas que tenían horas libres de estudio y no meextrañómuchoveralumnosdelúltimocursorepartidosporlasala.En nada empezarían los exámenes de diciembre y, teniendo en cuenta que

dichosexámenescontaríancomoelsetentaporcientodelanotafinal,todosnosjugábamos mucho. Justo cuando giré en la última estantería de cara a lasventanas,lavi:Kateestabasentadaenunodelossillonesjuntoalachimenea.Tenía en su regazo el libro de historia y la vista perdida entre sus páginas.

Estaba demacrada... Parecía muy triste. Cuando entré en su campo de visión

levantólosojosdellibroylosfijóenmíconsorpresa.—¿Te importa que me siente?—pregunté señalando el sillón que quedaba

libre.Katemiróhaciaallíyluegoempezóarecogersuscosas.—Yoyameiba—comentóhaciendoademándelevantarse.—No,no—ledijeacercándomeaella—.Notevayas,Kate.Solohevenido

aquíbuscandounpocodecalma...y,bueno,porquemehanechadodeclase—añadíintentandobuscarlamaneradevolveraconectarconella.NopodíadejardepensarquedesdequeJulianhabíallegadoanuestrasvidas

nuestraamistadsehabíaroto,yunapartedemíteníalasospechadequehabíasidotambiénengranparteculpasuya.—¿Tehanechadodeclase?¿Ati?—preguntósorprendida,loquedemostraba

lo poco que habíamos hablado los últimosmeses.Meses en dondeme habíancastigadoenalgunasocasionessincontarconquecasimeexpulsanporculpadepeleasqueteníanynoteníanqueverconmigo.—Amí,sí—respondísentándomeasulado,viendoquehabíadesistidodesu

ideadesalirdeallí...,porelmomento,almenos.—¿Quéprofesor?—ThiagoDiBianco—contestéconironía.—¿Ahoraesprofesor?—Desustitución—aclaré—.Mehacastigado todos los recreosdelmespor

haberllegadodiezminutostarde.—Yoelotrodíallegueveinteminutostardeaeducaciónfísicayniseinmutó

—medijo,cosaquemehizocabrearmemuchomás.—Esidiota—comentéestirandolasmanosfrentealfuegoparacalentármelas.Sehizoelsilencioduranteunossegundosylasdosnossentimosincómodasal

estarlaunajuntoalaotra.Mesentéenelsillónylamiré.—Kate,¿estásbien?—lepreguntéobservandosudemacradorostro.Ellapestañeóvariasvecesymemiró.—Muybien.¿Porquélopreguntas?Dudéunmomentoantesdehablar.—Imaginoqueloquehapasadocontuhermanohadebidodeserduropara

ti...—Hermanastro—mecorrigió.Podría haberle rebatido eso. Era medio hermano suyo, no hermanastro.

Compartíanpadre,pero,bueno,tampocopensabacriticarlaporquerercrearunaseparaciónentreellaylapersonamásmanipuladoraquehabíaconocidoenmivida.—Estoybien,perolagenteparecequererculparmeporloqueélhizo,yeso

noesjusto—dijoapretandoloslabiosconfuerza.—No,no loes.—Estabadeacuerdoconella—.¿Tienes ideadeporqué lo

hizo?¿Sabesdóndepuedehaberido?Katememiróydespuéssepusodepiecasideunsalto.—¿Creesquetengoalgunaideadedóndeestá?¿Enserio?¿Hasvenidoaquía

intentar sacarme información? ¡Pues no lo sé! ¿Te enteras? —me gritóconsiguiendo que casi todos los alumnos que estaban cerca se giraran hacianosotrasconsorpresaycuriosidad.—Oye, Kate..., lo siento —dije levantando las manos, asustada por su

exagerada reacción. Los ojos parecían querer salirse de las órbitas y por unmomentohastalleguéacreerqueestabacolocada.—¡Nolosientasydéjameenpaz!—chilló.Actoseguidosealejódemíyse

marchódelabibliotecapisandofuerte.Escondí la cabeza entre las páginas demi libro de biología e intenté hacer

como si nada hubiese pasado. La gente de la biblioteca siguiómirándome dereojoy,comoeradeesperar,alahoradelrecreomedioinstitutoparecíahaberseenteradodelencontronazoentreKateyyo.Algunas chicasmepararonen el patioparapreguntarme,yhastaEllievino

corriendoamiladoparaquelecontaradeprimeramanoelcotilleo.—Nopasónada,sepusocomounahistérica,Ellie,telojuro,nuncalahabía

visto así, y eso que Kate siempre ha sido bastante dramática —le expliquéentrandoporlapuertagrandeygirandoendirecciónalgimnasio.Ellie caminó ami lado escuchando lo que había ocurrido, hasta que se dio

cuentadedóndeestábamos.—¿Quéhacemosaquí?—mepreguntómirandosorprendidaelgimnasio.

—Thiagome ha castigado...—contesté ymiré el reloj—, y vuelvo a llegartarde, ¡joder! —dije colocando la mano en la puerta doble con intención deentrarsindemora.—¿Thiago?—mepreguntósorprendida,igualqueKatehacíaunrato.—Luego te cuento —le dije—. ¡Por cierto seguimos teniendo una

conversaciónpendiente!—legrité.Ellameignoróolímpicamente.Megiréycasichococonunamoledemúsculo,pielyhuesos.—¡Joder!—exclaméapartándomecuandosufragancialoenvolviótodo.—¿Vuelvesallegartarde?Di dos pasos hacia atrás para aclararme lamente yme fijé en él. Se había

quitadoelchalecoyllevabalacamisaremangadaylacorbataaflojada.—Veo que te relajas bastante para estar en tu horario lectivo —comenté

señalandosuropaydeseandoqueolvidaraeldetalledequehabíallegadotarde...otravez.—Notengoclasehastadespuésdecomer—dijoobservándomefijamente.Medicuentaentoncesdequeíbamosaestarsolos.Elgimnasioestabavacíoy

apenasentrabaluzporlasventanas,puestoqueafueraestabanevando.—Síguemealdespacho—meindicógirándose,ycruzótodoelgimnasiohasta

llegaraldespachodelentrenadorqueocupabadesdehacíaunassemanas.Cuandoentréviqueestaba todomuchomásrecogidoquecuandoeraeldel

entrenadorClab.No hacía falta pensarmucho para saber que eso era obra deThiago, él y sus neuras lo obligaban a tenerlo todo siempre perfectamenteordenado o «perfectamente desordenado», como solía llamar a su especialmaneradecolocarlascosas.Aparte de un escritorio, había una pizarra blanca donde se suponía que

planeabalasjugadas;enunrincóndeldespachotambiénhabíamuchascosasdelgimnasio,incluyendounmontóndepelotasdesinfladas.Thiagosesentóasumesa,cogióunlápizyempezóaescribiralgoenunfolio.

Yomequedéallídepiesinsabermuybienquéhacer.—Quiero que infles las pelotas y que arregles las que veas que están

pinchadasconesacintaaislantedeahí—dijoseñalándomeelrincón.Lomiréperpleja.

—¿Quieresqueinfletodasesaspelotas?—Sí—contestósimplementey,alverquemequedabacalladamirándolo,me

lanzó una mirada con sus ojos verdes—. No pensarías que te quedarías aquívagueandosinhacernada,¿no?—Es lo que normalmente hace cualquiera en un castigo, sí —respondí

apretandolosdientes.—Puesdeesonada—dijodejandoellápizsobrelamesaydedicándometoda

suatención—.Estoteserviráparaqueaprendasahacerloquesetedicey,sobretodo,anorebatirmeenclasedelantedelrestodealumnos.—¡Siterebatoesporqueeressuperinjusto!Thiagocasisonrió.—Injusticiashaymilesenelmundo,Kamila.Teaseguroqueestanoloes.—¿Porllegardiezputosminutostarde?—leincrepéelevandolavoz.Thiagovolvióamirarme,estavezmásserioqueantes.—Por ponerte en peligro de manera innecesaria —respondió y me quedé

flipandoconsucontestación.¡Asíqueesoeraporlodeesamañana!—¡¿Mehas castigadoporhabervenido andando al instituto?!—legrité sin

darcrédito.AlcontrarioqueTaylor,quealmenoshabíamostradociertoarrepentimiento,

Thiagomemiróyasintiócomoquiennoquierelacosa.—Exactamente—contestó—.Yaveráscomonolovuelvesahacer.—¿Yahorameamenazas?—Mmm...—exclamópensativo—.Sí,creoquesí.—Dejadeser tangilipollas,Thiago—dijeapretando losdientes trashablar,

deseandotirarlecualquiercosaalacabeza.—Dejatúdevolvermelococoncadaunadetussalidasyocurrencias.Surespuestamedejócalladaduranteunsegundo.—¿Tevuelvoloco?—preguntésinpoderevitarlo.Sus ojos y los míos se encontraron en la distancia que nos separaba y me

gustóverquetragabasaliva.—Las pelotas —dijo interrumpiendo la aceleración incontrolable de mi

corazón—.Ponteconellas.—Primero contéstame—rebatí acercándome a su mesa—. Porque hace ya

semanasqueapenasintercambiasmásdedospalabrasconmigo.—Meparece que lo que nos dijimos la última vez que estuvimos solos fue

másquesuficiente,¿nocrees?Mehabíadicho«tequiero»...Noshabíamosdicho«tequiero».Joder.—¿De que sirvió decirnos eso si al final vamos a estar así?—me atreví a

plantearle,sintiendolapenadequererlo,peronopodertenerlo.—Así¿cómo?—preguntóponiéndosedepie,rodeandolamesayapoyándose

enella,peroestavezsequedómuchomáscercademí,tantoquesialargabaelbrazolopodíatocar.—Yasabesloquequierodecir...—¿Asídesecos?¿Asídedistantes?¿Asídesolosenunahabitacióndurante

loquedureelmesdenoviembre?—¿Cómo?—Loquehasoído.Pestañeésorprendida.—Noestarásinsinuando...—Nohepodidoresistirmealatentacióndeestaralmenosmediahoracontigo

asolas—agregóencogiéndosedehombros.Micorazónsedetuvounosinstantes.—¿Mehascastigadoporquequeríasestarconmigo?—No —negó, aún quieto donde estaba, sus ojos eran lo único que me

acariciaba tanto por dentro como por fuera—. Lo he hecho porque estoy tanjodidamentecabreadocontigoquenecesitabaunamaneradeapaciguarmirabia,ycastigarte fueuna formamuygratificantedehacerlo...Elestarcontigoenelrecreoesunañadidoagradableperocasual.Elevélaspestañassinpoderevitarlo.—¿Agradable?—Muyagradable—secorrigióysupeporel levemovimientodesucuerpo

quealigualqueyosemoríaportocarme,porabrazarme,porbesarme...

Diunpasoalfrenteparaestarmáscercadeél,peronosemovió.Meacerquéunpocomás;misojosevitaronlossuyos,peroloquenopudeevitarfueapoyarla frente en su pecho. Respiré hondo e intenté calmar mis impulsos y, justocuando iba a apartarme, sumano subió y se colocó enmi cabeza. Sus dedosacariciaronmipelohastallegaralaspuntasyluegovolvieronarepetirelgestocon cuidado, conmimo. Sentí su boca besar lo alto demi cabeza y su narizaspirandoelaromademichampú.—Tienes que tomar una decisión —susurró, casi tan bajo que no pude

escucharlo.Cuandodijoesomimenteparecióhacerunclicinterno.¿Meestabapidiendo

loquemeestabapidiendo?Thiago pareció hacerse eco de mis pensamientos y me soltó, como si de

repentemipiellequemara.—Lo siento, olvida lo que he dicho —se disculpó apartándose de mí y

regresandoasuasientotraslamesa.Mequedéahíunmomento.—Nopodemos...—Yalosé—meinterrumpióélenuntonocortante.Miré al suelo unos instantes y la imagen de Taylor me vino a la cabeza.

Taylor..., mi chico ideal, quien me adoraba y me cuidaba y me quería comonadie...—Nopuedohacerledaño—dijeesperandoquemediera larazón,peropara

misorpresavolvióafijarlamiradaenmíymehablómuyclaro.—Ya sé lo estás haciendo, Kamila—respondió—. ¿Te crees que no se da

cuenta?Yesoquenosabedelamisalamitad.—Tú y yo tampoco podríamos tener nada —afirmé abriendo las manos y

señalando lo que había a nuestro alrededor—. Por fin te han dado unaoportunidad, podrían llegar a contratarte definitivamente... ¿Crees que quierohacerquepeligreeso?—Enunosmesesteirásalauniversidadynohabráproblema.—Sí, solo que estaré viviendo amiles de kilómetros...—apunté intentando

convencermedequeteníarazón:lonuestronoteníaningúnfuturo.

Eraimposible.—¿Quéesperasque tediga,Kamila?—replicó tirandoel lápizdecualquier

manera contra la mesa, donde rebotó para caer al suelo frente a mis pies—.Estoycansadodeesto,dedesearteatodashorasyverqueconquienduermesesconotro,otroqueesmimalditohermano,hermanoalqueadoro.Suspalabrasfueroncomocuchillosenmicorazón.—Entonces,¿quésolucióncreesquehay?—meatrevíapreguntar.—Ninguna...—respondió,ahoramáscalmado—.¿Ysabesporqué?Permanecíensilencioesperandoaqueélhablara.—Porquenisiquieratútienesclaroloquequieres.¿Tecreesquenoveocómo

lomirasaél?Veocómotehacereír,escuchotuscarcajadasatravésdelpasilloqueseparanuestrashabitacionesy,enelfondo,séqueesoesloquetemereces,séqueélvaapoderofrecertemuchomásdeloqueyopodréofrecertejamás...—Nodigaseso,Thiago—dijeacercándomeaél,pero levantó lamanopara

quemedetuviera.—Unapartedemíestárotapordentroysiempre loestará—admitiócon la

sinceridadgrabadaencadapalabra—.Simplementesoyasí,losacontecimientosme han llevado a ser así y no gozo del privilegio de poder hacer como si nopasaranada.—Todostenemosnuestrosdemonios,Thiago—insistí.—Peroyocargoconlosdemoniosdetodamifamilia...yelúnicoángelque

meprotegenoessuficienteparaahuyentaralosdemás.Sentí cómo mis ojos se llenaban de lágrimas al comprender que estaba

haciendo referencia a Lucy. Ella siempre sería la sombra que nos perseguiríatodalavida...Amí,aTaylor,asumadre...,peroenespecialaThiago.Nuncalosuperaríadeltodoy,pormuchoquequisieraqueesasombranonos

destruyera,siempresentíasupresenciasobrenosotros...acechándonos.Mealejédeélymesentéalotroladodelahabitación.Mesiguióconlamiradaysehizoelsilencio.Esperéunminutohastavolverahablar:—¿Alfinaltengoquehincharestaspelotas?Thiagonimemiró.

—Sí.Joder.

4

THIAGO

Nopuderesistirme.Nopude resistirmeapoderestarconellaa solas, aunque fuesemediahora.

Cuandovilaoportunidad,lacogíynomearrepentía.Echabademenossurisa,sumaneradeponermelosojosenblanco...Laechabademenosaella,enterita,dabaigualquenopudiesetocarlaobesarla...Almenosnecesitabaeso.Me habíamuerto de preocupación cuando Taylorme dijo que se había ido

andando al instituto y había tardado en aparecer.Me habían entrado ganas dezarandearlaporsertanestúpida,tanirresponsable,tanimprudente.¿Nosedabacuentadequeunpiradoestabaobsesionadoconellayandabasueltoporahí?Eltrabajodelapolicíaenesecasoestabasiendonefasto.Nohacíannada.Lo

habíanachacadotodoacosasdecríos.¿Cosasdecríos?¿Erancosasdecríosquetedrogaranytegrabaranparacompartirloenlasredes?¿Eracosadecríoshabermanipuladoaalumnosyaniñosacambiodeconseguirinformación?Nadadeloqueestabapasandomedababuenaespinayunapartedemísabía

queJulianapareceríatardeotemprano,yloquemásmiedomedabaeraqueiríaaporKam.Laqueríaaella,ylainsensatanoqueríadarsecuentadelpeligroquepodíasignificarqueJulianlainterceptaraenunodesuspaseosvespertinosporelmalditobosque.

Ahí estaba, sentada en un rincón de mi despacho, inflando pelotas con labomba de aire y soltándolas ruidosamente después por el despacho.No iba aentrarensuprovocación.¿Estabamolesta?Yoloestabamás.Las cosas que habíamos hablado..., las cosas que hacía dos semanas nos

habíamosdicho...¿Estabaperdiendo la cabeza? ¿Nomehabía prometido amímismonomás

Kam?¿Porquéentoncesmeempeñabaenestarcercadeella?Nopodíamostenernada.Joder.¿Cuándoibamicabezaaaceptarlodeunavez?Lamirédereojosinquesedieracuenta.Estabacon lavistaclavadaenel teléfonomóvil,hacíayaunratoquehabía

paradodehacerloquelehabíapedido.Supelorubioligeramenteonduladolecaíaporunodesushombrosyellano

dejabadetocárselo,deelevárseloenunacolapara luegovolveradejarlocaer.Había llegado a descubrir que era algo que hacía cuando se aburría o algo leestresaba.Encontadasocasionesmelahabíaquedadomirandodesdemiventana.Nose

mehabíapasadoeldetalledequeahoraelladormíadecaraalasuyayqueesomepermitíaobservarladesdeladistancia.¿Lohabríahechopormí?¿Paratambiénpoderobservarmeenmissueños?No

eran pocas las veces que hubiese deseado que entre su habitación y la míaexistiese un puente invisible para así poder meterme con ella en su cama yacariciarlahastaquesedurmiera...oacariciarlahastaquegritaraminombreaplenopulmón.Joder.Me removí incómodo en la silla, y sus ojos se apartaron del teléfono yme

miraron.Abriólabocaparadeciralgo,perojustoentonceslapuertademidespachose

abrióyentrómihermanoconcaradepocosamigos.—¿Qué se supone que estáis haciendo?—preguntó molesto, mirándonos a

unoyaotro.Pudeleersussentimientosalaperfección,yvielalivioensumiradacuando

alentrarnosviotanseparadosycallados.—Yo,planificandoelpartidodemañana,ytunovia,inflandolaspelotas—y

lodijeconsegundastambién,yapuestos...TaylormiróaKam,quesehabía tensadosobre su sillayhabíaguardadoel

móvil,ydespuésotravezamí.—¿Yporquécojonestienequeestarellaaquícontigo?—Taylor...—empezóKam,peromedielplacerdeinterrumpirla.—Cumpleconsucastigo—afirmémirándolofijamenteydándomecuentade

pordóndeibanlostiros.—Elcastigoesporlatarde,despuésdeclase.—Me lo ha cambiado para que pueda ir a trabajar, Tay —explicó Kam

obligándoloamirarla.Taylorsequedócalladounossegundos.—Yo también prefiero este castigo entonces —contestó mi hermano

desafiándomeadecirlequeno.Fuetentador...Nohabíamentidocuando la ideadeestarconKamen los recreosmehabía

despertadodetodopordentro,peroconsiderandolaconversacióndehacíaunosminutos...—Meparecebien.—¿Cómo? —preguntó Kam mirándome perpleja y delatándose sin darse

cuenta.—¿Qué pasa?—dijomi hermanomirándola conmala cara—. ¿No quieres

queestéaquí?Kamseremovióinquietaycontestódeinmediato.—Sontodoslosrecreosdeunmes,Taylor—dijoynosupesieraporqueno

queríaqueélsefastidiaraporsuculpaoporquequeríaestarasolasconmigo—.Nocreoquetemerezcalapenacambiarunatardeporunmes.—¡¿Un mes?! —exclamó ahora mirándome a mí—. ¿De qué coño vas,

Thiago?—meespetódandounpasohaciadelante—.¿Nocreesqueyahemos

tenidosuficientescastigosenloquevadeaño?¡Joder,eresmihermano!¿Quéputoproblematienesconnosotros?Mequedécalladounossegundossinsabermuybienquédeciry,cuandofuia

abrir la boca, la campana que daba por finalizado el recreo interrumpió mispensamientosylaconversación.KamselevantóyseacercóaTaylor.—Vamos, no quiero llegar tarde otra vez —dijo obviando que ambos nos

mirábamosdeunaformaenlaqueningúnhermanodeberíamirarsejamás.—Levántale el castigo, Thiago —me pidió sin moverse del lugar—. Se

acabaronestosjueguecitos,telodigomuyenserio.MiréaKamyluegoaTaylor.—Te levantoel castigo,Kamila, si jurasnovolverahacer algocomo lode

estamañana.Kammemiróysusojossoltaronchispas.—Prefieroperderelrecreoamilibertad—dijototalmenteenserio—.Mevoy

aclase.Rodeóamihermanoysaliódemidespachopisandofuerte.Miréhaciaabajoyneguéconlacabeza.Quéinsufribleera.Cuandomihermanovolvióahablar,estabamuchomáscercadeloquehabía

estadoantesdemí.—Aléjatedeella—dijomirándomealosojos—.Aléjatedeella,Thiago,ote

prometoquenorespondo.Nomediotiempoacontestarlequeyasehabíamarchado.Sentípena...,penayculpabilidad,aunquetambiénrabia.¿AcasoKamsedabacuentadeloquenosestabahaciendo?

5

KAMI

El partido contra el equipo del St. Anne era ese fin de semana. Lo habíancambiado de viernes a sábado porque algunos de sus jugadores de baloncestojugaban tambiénenel equipode tenisdel colegioy se les solapabanpartidos.Cosasdecolegiosprivados.AlmenosamímefacilitabapoderiraveraTaylorjugar.Noestabanlascosas

entrelosdoscomoparaencimanoirasuspartidos,perotambiénestaríaThiago,ylascosasdesdeellunesnohabíanidobienentrelosdos.Loscastigosduranteelrecreoerantensoseincómodos.Taylorhabíainsistidoencumplirloconmigo,demaneraquelostrescoincidíamosencerradoseneldespachodeThiagotodoslosdíasaesahora.Medolíavercómoapenassedirigíanlapalabrayyomesentíaenmedio.Thiagonomehablaba,megruñía,yTaylorlegruñíasimehablaba.Unalocura.Ylopeordetodoeraquelanocheanterior,despuésdetrabajar,habíaquedado

conTaylorensucasa.Habíamosvistounapelículaensuhabitaciónyluegounacosahabíallevadoalaotrayhabíamosterminadohaciéndolo...Elproblemavinocuandoyomeencontrémásenlalunaqueenaquellacama

conél.Taylorsediocuentadequenoestabanadapredispuestaysehabíacogido

unrebotedelocos.Mehabíadichoquenoentendíacómonolodeseabadespuésdehaberestadotantotiemposinhacerlo...,queélsiempreibadetrásdemí,yqueyocadadíaeramássecaymenoscariñosa.Leexpliquéqueestabaagobiadacontodo:conlosexámenes,coneltrabajo,

conelasuntodeJulian...yquemicabezaestabaenotraparte,peronadadeloqueledijelequitóesapenaydesilusióndesusojos.Nopodíaseguirasí,nopodíamosseguirasí.Thiagoteníarazón.Debíatomarunadecisión.QuedéconEllieenlapuertadelacafeteríaparapoderiralinstitutoencuanto

yoterminaradetrabajar.Mecambiéderopa,memaquilléunpocoymecaléungorrode lana, labufanday lasbotasdenieve;parecíaqueeseotoño ibaasermásinviernoqueotracosa.Preparé para ambas un vaso gigante de chocolate caliente con el

consentimiento de la señora Mill’s y juntas emprendimos el camino hacia elinstituto.Ellieseguíasiendoanimadora,porloquedebajodelabrigodeplumasibaperfectamenteuniformada,peinadaymaquilladaparalaocasión.Me alegraba saber que cuando veía a mis compañeras animando no sentía

nostalgiaalguna.Animarmehabíatraídomásdisgustosqueotracosa,ypreferíaestarcomoestabaahora.Aprovechéeltrayectohastaelinstitutopararetomaruntemaqueaúnnohabía

quedadoclarodeltodo:¿estabaElliecoladitaporTaylor?Ysinoeraporél,¿porquénoadmitíaqueestabacoladitaporalguien?—Tienesquecontármeloya—insistíporcuartavezmientrasobservábamos

cómo la gente llegaba poco a poco al gimnasio. Algunos padres ya habíanocupadoalgunospuestosenlasgradas,ymepreguntésilaseñoraDiBiancoiríahoyaverelpartido.Elliesoltóunsuspiroqueproyectóunanubedevahofrenteasurostro.—PrimerocuéntameloquepasóconTaylor—medijoyaceptéesetrato.—Nosé,Ellie...,esalgoraroquesientodentro.—¿Algo raro como qué? —me preguntó mirando hacia delante. Algunas

animadoras ya estaban allí charlando amigablemente. No sabía si hacía bien

contándoleestoaEllie,peroalfinyalcaboeramiamiga...,yyahabíaestadoenmisplanesconfesarleloquesentíaenmiinterior,porTayloryporThiago,perosospechar que mi amiga estaba enamorada de mi novio había hecho que mereplantearalascosas...—Estoymuyconfundida,porquedeverdadloquieromuchísimo,pero...Elliememiró,ylaformaenquelohizoconsiguióquedejaradehablar.Ylo

queelladijoentoncesmedejódepiedra.—EstáscoladaporThiago—terminóellapormí.—¡Quédices!—contestécasiautomáticamente.Sehizoelsilencioentrelasdos.Joder,¿tanobvioera?Elliesemequedómirandoysupequelosabía.—Alosdemáspuedesocultárselo,peroamíno—dijoyensusojoscreíver

ciertadecepción—.Desdeque llegaron loshermanos tehascomportadocomouna chica totalmente diferente... Entiendo que todo lo que viviste con ellos temarcó,perodesdeelminutounovicómolomirabas...,ynoaTaylor,Kami,sinoaThiago.—No es cierto—me defendí, temiendo que alguien la escuchara, temiendo

quepudiesellegaraoídosdeTaylor.—Claroqueloes,Kami—insistió—.Ylaverdadesquenoentiendoporqué

juegasconéldeestamanera...—Yonojuegoconél...—dijesintiendocómouncalornadabuenoempezaba

agenerarsedentrodemí.Ellie soltó un suspiro muy sonoro a la vez que dejaba caer los brazos

exasperada.—Admítelo de una vez—medijo elevando el tono y consiguiendoqueme

sobresaltara—.NosientesporTaylor lomismoquesientesporThiago,yél losabe,¡estoyseguradequelosabe!—¡Teequivocas!—repliquéigualandomitonoaldeellasindarmecuenta—.

¡Lo que te pasa es que te gusta Taylor! Por eso te inventas esas cosas, ¡paraconfundirme!LosojosdeEllieseabrieroncomoplatosysedesviaronhacialaderecha.

MiréhaciaatrásyallímeencontréaTaylor,queparecíaestarflipandoconloqueacababadeescuchar.Elliesepusodepiedeunbrincoyyocerrélosojosunsegundo.—Mierda—solté.—¿Yo te gusto? —preguntó Taylor con la incredulidad y la diversión

colmandocadaunadesuspalabras.Elliesepusounpocomásrojadeloqueyaestabaacausadelfríoylehizo

frente.—Ni en tusmejores sueños—contestó con voz ácida para después girarse

haciamí—.Deberíaspreguntarleaellaquiénlegustayquiénno.Esosíqueesparaquedarseflipando—ydichoeso,semarchóparajuntarseconelrestodelasanimadorasquelaesperabanenlapista.Mierda.No,Ellie,joder.Me giré hacia Taylor, cuya expresión de diversión había desaparecido casi

comoporartedemagia,ysentíunfuertedolorenelpecho.—¿A qué ha venido eso?—me preguntó sin quitarme los ojos de encima.

Nuncameimportótantosaberquéleíalagentedemícuandomemirabadeesamanera.Enmicabeza intentéelevar todos losmurosexistentesenmi interior,peronocreoquelohiciesetanbiencomomehubiesegustado.—¿Quiéntegusta,Kami?—preguntóalverquenodecíanada.Neguéconlacabeza.—Nadie—respondísintiendoquelosojossemellenabandelágrimas.—Esperabaquedijesesqueyo—contestóyvireflejadaensusojoslamisma

tristeza que yo sentía, pero inclusomás profunda que lamía; era una tristezaacompañadadedecepción,defuria,detraición...—Megustastú,Taylor—dijeynomentíaaldecirlo.—¿Porquétumejoramigaacabadedecireso,entonces?Neguéconlacabeza.—Nolosé...Yo...Hemosdiscutidoy...Taylormeinterrumpióyconsiguióquetodamiatenciónsecentraraenloque

soltóacontinuación.

—Yoestoyenamoradodeti—dijoconcalma—.¿Loestástúdemí?Dudé en responder..., dudé porque justo en ese instante vi a Thiago desde

abajomirándonosconcuriosidad.¿Se preguntaría por qué estaba llorando? ¿Vería mis lágrimas desde la

distancia?QuégraveerrorfuedesviarlamiradadeTayloraThiago.Taylorsegiróparafijarsequiénhabíacaptadomiatenciónenunmomentotan

vulnerablecomoese,ytodopareciócobrarsentidoparaél...,paramí,paratodos.—Losabía—dijomirandoalsuelounsegundo.—Taylor,no...—¿Tecreesquesoyidiota?—¡No,claroqueno!—contestéconrapidez.—Losabía—repitióunayotravez—.SabíaquenosoloeracosadeThiago,

quise creerlo, quise creer que solo él te miraba como yo te miro. ¿Cuándopensabasdecírmelo?¿Cuántomáspensabasseguirengañándome?—¡Yonoteengaño!—meapresuréamentir.¿Enquémomentomehabíaconvertidoenunapersonatanhorrible?—Tengoquebajaracalentar—dijotantristequemepartióelcorazón.Me puse de pie e intenté alcanzarlo con mi mano, pero se apartó,

imposibilitándomeelacercamientoquetantoansiaba.—Taylor,espera—lepedíperomeignoró.—Yaheesperadodemasiado.Nolevilacaracuandosoltóaquello.Bajóalacanchadebaloncestoypasó

juntoaThiagocasirozándoloconelhombro.Estemevolvióamiraryyonosupequéhacerniquédecir.Porsuertenohabíahabidodemasiadagenteparapresenciarloqueacababade

ocurrirentrenosotrosyagradecíenelalmaquenoseconvirtieraenuncotilleode instituto. Lo último que necesitábamos era volver a ser la comidilla delcolegio, pero de nada sirvió que en ese instante nadie hubiese oído la pelea,Taylorseencargóélsolitodeconvertirseenlacomidilladetodoelmundo.El partido empezó como siempre, los dos equipos enfrentados y Thiago

explicándoleslasjugadasantesdesalirajugar.Perolacosasecomplicócuando

eljuegodeTaylorcomenzóaserprácticamentedesastroso.Seloveíadistraído,enfadado, le pitaron varias faltas, y cuando Thiago pidió tiempomuerto y lollamóparahablarconél,empezaronadiscutir.Lagentenoentendíanada.Thiagolocogiódelbrazoparaalejarlounpocode

la muchedumbre de las gradas, pero Taylor se zafó de su agarre y volvió agritarle. Las animadoras estaban actuando en esemomento, y la música y sucanciónnodejabaanadieoírloquesedecíanloshermanos.Todo pareció detenerse cuando el brazo de Taylor salió volando y el puño

impactódellenoenelpómulodesuhermanomayor.Mepusedepiecasienelacto,aligualquehicieronunoscuantosalverloque

acababadeocurrir.Thiagonosemovió,se tocabalamejillaconlamanoysucaramostrabasu

rabia.—¿Nohacesnada?—leincrepóTaylorypudeoírloporquetodoelmundose

detuvoaescuchar.Thiagomemiróunsegundoysupeexactamenteloqueacababadepasar.Taylorsiguióelcaminodesusojosypareciótransformarse.LoempujóconfuerzayThiagosetambaleó.En ese momento varios miembros del equipo corrieron para separarlos,

aunquesolohizofaltareteneraTaylor.Thiago no hizo nada. Se mantuvo callado, mirando a su hermano de una

maneraquenosoycapazdedefinir.—¡Eresmihermano! ¿Cómohaspodido?—legritómientras lo arrastraban

caminoalosvestuarios.Thiagonolequitólosojosdeencimahastaquenodesaparecióporlapuerta

alfinaldelgimnasio.El partido tuvoque seguir y los chicosque se habían encargadode alejar a

Taylordeallíregresaroncomosinada.Thiagosiguiópendientedelpartidoymebastóunasimplemiradaparasaber

quetodosesperabanverquéhacía.Nolodudé.Yno porque fuera lo que la gente esperaba, ni porque fuese lo correcto, ni

porque era lo que tenía que hacer como novia, lo hice porque de verdad meimportabaesechicoquedurante tanto tiempo fuemicompañerodeaventuras,micompañerodejuegos,quienmeprotegíayquienmehacíareír.EraTaylor...Nopodíahacerledaño.Nopodíahacerlo.Bajédelasgradasyfuidirectaalosvestuarios,aunqueparahacerlotuveque

pasar por delante de Thiago que, al verme, no se cortó en detenermesujetándomedelbrazo.—¿Quélehasdicho?—mepreguntóyensusojospudeverladerrotadeun

hermano que había colaborado en romperle el corazón a alguien que no se lomerecíaenabsoluto.Misojossedetuvieronuninstanteenlarojezdesupómulo,queyaempezabaaponersemorado.—Nada...—dije queriendo queme soltara. En esemomento lo último que

deseabaera tenerlocerca,ynoporqueno lonecesitase,que sí, sinoporque laculpabilidadmequemabapordentro.Mequemabacomobrasasqueseextendíanportodosmismiembros,quemando...quemandomucho.Fuiaseguirmicamino,perovolvióadetenerme.—Novayas,Kamila—mepidióbuscandoconsusojosmimirada—.Noes

buenaidea.Mesoltédeuntiróndesuagarreylofulminéconlamirada.—¿Que no es buena idea? —le increpé a sabiendas de que estaba siendo

egoísta,dequemeestabaportandomalconél,comosifuesesuculpacuandonolatenía,élnohabíahechonada,ningunodelosdoshabíahechonada,todoesoeraculpamía,yenmiinteriorlosabía,peroaveceselcerebroactúademanerasquenonosesperamosytodalairaquesentíahaciamímismafuedirigidahacialaúltimapersonaaquienyodesearíahacerdaño—.Novuelvasatocarme,¡estoesculpatuya!Sequedóparalizado.Mesoltócomosimicontactolohubiesequemadoydiounpasohaciaatrás.—Meconfundes,¡mehasconfundidosiempre!—grité.Thiagoapretólamandíbulaconfuerzaymiróalrededor.

—Porfavor,tepidoquebajeslavoz—dijocontrolandoeltonoyhaciéndomecaer en que estaba a punto de montar una escena delante de todo el malditoinstituto,yno solo eso, sinoque, sime ibade la lengua, el trabajodeThiagocorreríaungravepeligro...Diunpasohaciaatrásymealejédeél.—Losiento—medisculpébajito,peromeescuchó.EnesemomentolamuchedumbregritócomolocayThiagodesviósusojosde

míalacanasta.Acababandeencestaruntriple.Sudistracciónmesirvióparapoderescabullirme.Fuicorriendohacialosvestuariossindudarlo.

Cuandoentréalosvestuariosdeloschicos,alprincipionolovi;lleguéacreerquesehabíamarchadoacasa,hastaqueelruidodeunadelasduchascaptómiatención:eraladuchadelfondo.Conprecauciónfuiacercándomehastallegaralfinal.Cuandogiréparaverdé

quiénsetrataba,allíestabaél.Aúnconlaequipaciónpuesta,peroempapadodearriba abajo. Su cara estaba apuntando hacia el chorro de agua que caía de laducha.Supelo,rebeldeymáslargodeloquelosolíallevarnormalmente,estabachorreando pegado a sus mejillas y de sus ojos salían lágrimas que queríanengañarmehaciéndosepasarporgotasdeagua.Nolodudé.Diunpasohaciadelanteyloabracé.Élsesobresaltó,peronomeapartó.Mimejillasepegóasuespaldaymisbrazoslorodearonconfuerza.¿Cómopodíahaberlehechodaño?¿Aél?Alamejorpersonaqueyohabíallegadoaconocer.Susmanosbajaronhastacogerlasmíasyporunsegundopenséquemeestaba

devolviendoelgesto,quemelasqueríaapretarconfuerzaparasujetarmecontraélynosoltarmejamás.

Peronofueesoloquehizo.Susmanos cogieron lasmías y las apartaron. Cuando se volvió para poder

mirarmealacara,supequelohabíaperdidoparasiempre.—¿Loquieres?—mepreguntómirándomedirectamentealosojos.Losdosestábamosempapados,chorreandoaguaycon toda la ropamojada.

Nisiquierasabíacómoibaahacerparavolveracasadeesaguisa,peroeneseinstantesentícomosielaguaquecompartíamosfueraloúnicoquenosmanteníaunidos.La pregunta queme hizo fue una de las preguntas quemásme ha costado

contestarenlavida.¿Loquería?Nopodíamentirle...Él,detodaslaspersonasquemerodeaban,eralaquemenosselomerecía.Mecostómirarloalosojoscuandoabrílabocapararesponder.—Os quiero a los dos —dije y en sus ojos pude leer a la perfección la

decepciónylapenaporunarespuestatanegoístaymiserablecomoesa.—Loúnicoquesignificaesoesquenoquieresaningunodeverdad.Ymerodeóparasalirdeladucha.Paraalejarsedemíydejarmeallísola...,

sola con mis pensamientos, con mi remordimiento, con mi pena, pena porhaberloperdido,porqueesoesloquedecíansusojosysuúltimafrase:quelohabíaperdido...yqueyanohabíavueltaatrás.HubiesedadoloquefueraporhaberleevitadoesedoloraTaylor,loquefuera

porhaberayudadoaqueesosúltimosdíasfuesenparalosdoscomolosmuchosdíasfelicesquellevábamoscompartiendodesdequenosconocimosydesdequeempezamosasalir.Esaseríaotracargaquellevaríasobremiconciencia,perodeloquemásme

arrepentífuedenohaberledejadoclaroqueparamíélsiemprehubiesesidolaeleccióncorrecta.

6

TAYLOR

Mesequé,mecambiéderopaymefuideallí.¿Enquémomentomividasehabíaconvertidoeneseinfierno?Infiernodonde

lachicaqueamabaeraamadapormihermano,infiernodondenosoloperdíaamichica,sinoqueperdíaamicompañero,aquienmehabíahechodepadre,amihermano,joder...Peronomeimportaba.Yanadaimportaba.Mesentíadestrozadoy,loqueerapeor,algomuyfeoempezabaagestarseen

miinteriorynadapodíahacerparacontrolarlo.¿Cómo iba a mirar a mi hermano sin queme entraran ganas de partirle la

cara?Eraimposiblevivirconélbajoelmismotecho,imposibleseguirteniendola

mismarelaciónquehastaentonces,que,aunquetensapormissospechasdequeél estuviese enamorado de mi novia, seguía siendo de hermanos..., pero¿aquello?NomehabíaatrevidoapreguntarleaKamidirectamente...,nomehabíavisto

capaz de preguntar si algo había ocurrido entre ambos, porque sabía que lomataría...

Sialgúndíallegabaaenterarmedequemihermanohabíatocadoaminoviaacabaríaconél,y loharíade lapeormaneraposible...Élme lohabíanegado,peroKamimeacababadeconfirmarqueloamaba...,queamabaaThiago;unapartedemínopodíasertaningenuocomoparacreerseesaputamentira,aunquelaotrapartedeseabacontodassusfuerzasquefueseverdad.¿Habríantenidoalgo?Claroquesí.Sino,¿cómoseenamoraunodelaotrapersona?¿TanequivocadohabíaestadoparacreerqueKamimequería?Elladecíaque

nos amaba a los dos...; eso es imposible, ¡una mentira! ¡No se podía estarenamoradodedospersonasalavez!Cuando me encaminé hacia el aparcamiento, me encontré con la última

personaquehubiesecreídoqueseacercaríaamíenesemomento...ytambiénlaúltimaconlaquequeríainteractuarentoncesdadoloocurrido.—¿Qué haces aquí? —le pregunté buscando las llaves del coche en mi

bolsillo.—Queríasabercómoestabas...—contestóElliemirándomeconaqueltemple

impasiblequeparecíallevaratodoslados.—Deputamadre—contesté,frío,alavezquelarodeabaymeacercabaala

puertadelconductor.—Queríapedirteperdón,también—añadiógirándoseyconsiguiendoqueme

detuvieraenmiintencióndeabrirlapuerta.—Perdón¿porqué?—lepreguntéfijándomebienenella.Teníaelpelooscuro

yondulado,casirizado,peinadoendoscoletasbajasadornadasconloslazosdelos colores del instituto.Me fijé en que temblaba de frío, a pesar de llevar elabrigoyelgorrodelanapuestos.Normalsidebajosolollevabaeluniformedeanimadora.—Porhabersidounabocazas...—Al menos has sido sincera —la corté—. Al parecer todos me estaban

mintiendoenlacara.Elliepasóelpesodeunpiealotrosinsabermuybienquédecir.—Igualmente,noeramaneradedecírtelo...—contestó—;dehecho,erauna

sospechanounarealidad,peroconozcoaKamilay...—Déjalo—lacortéodiandoquemecompadeciera.—Losiento—dijo,yséqueenverdadsentíavermeasí.Eraextraño...Elliesiemprehabíasidolaamigademinovia.Nadamás.Me había hecho gracia su forma de picarse conmigo y de buscarme las

cosquillaspor todo,peronuncamehabíadetenidoapensarmásallá.Segúnloquehabíaoídoantesenlasgradasyolegustaba...¿LegustabaaEllie?Lamiréconotrosojosporunmomento...,uninstantequemicerebroutilizó

comoexcusaparahuirdelodioylatristezaquesentíaenmiinterior.Ellieeraguapa.Nomuyalta,perodelgadaycurvilínea.Envariasocasiones

se había hablado de su culo en los vestuarios, pero nunca había prestadoatención.Teníalosojosdecoloravellanaconpestañasmuynegrasypecasquesalpicabantodasucara.EraelpoloopuestodeKami...Yalpensaresomicerebroregresóamipenainterior.—Deboirme—ledijeabriendolapuertadelcoche.—¿Y el partido? —preguntó y vi la preocupación en sus ojos marrones.

¿Preocupaciónpormí?¿Oporquedejabatiradosamiscompañeros?—Meimportaunamierda.Mesubíalcoche,metí las llavesenelcontacto,arranquéydimarchaatrás.

Cuandolaslucesseencendieronyvolvíafijarlavistaenella,lovi.Sí,aél.AJulian.

Salí del coche y corrí como alma que lleva al diablo hasta adentrarme en laoscuridaddelbosquecilloquehabíadetrásdelinstituto.Ellievinodetrásdemí.—¿Quépasa?—preguntómientrascorríaintentandoalcanzarme.—¡Sal,hijodeputa!—grité llenode rabia,deodio,de rencorpuroyduro.

Nadamevendríamejorquecogeraesemalnacidoymolerloapuñetazos.

—¿Aquiénhasvisto?—dijoElliedeteniéndoseamiladoyjadeandoporlacarrera.Nos quedamos callados. Su respiración se acompasaba con lamía y ambos

encendimoslaslinternasdenuestrosmóviles.—Nohables—leordenéintentandoaguzareloídoparaasípoderdeterminar

dóndesehabíaescondido.Esecabrónseguíaporaquí.¡Losabía!NoseiríahastanoacabarloquehabíaterminadoyesoerateneraKamipara

él.Sentímiedoalpensarquepudiesellegaraella,quepudiesetocarla,lastimarla.—Taylor..., ¿qué hacemos aquí? —me preguntó Ellie acercándose a mi

espaldaysujetándosedemiabrigo.—HevistoaJulian—respondígirándomeautomáticamentehacialaderecha

cuandoelruidodelcrujidodeunaramallegóhastamisoídos.—¡¿AJulian?!—casigritóymevolvídenuevopara taparle labocacon la

mano.—Chist—leordenémirandohaciatodaspartesyapuntandoconmilinterna.Ellieserevolvióhastaquetuvequesoltarla.Maldijeenvozaltacuandomiinstintomedijoqueyanoestabaallí.—Vámonos de aquí, por favor —me pidió y al fijarme en ella pude ver

claramentequeestabamuyasustada.Volvíabarrerellugarconlamiradaylaluzdelalinternaycomprendíqueno

erabuenaideaquedarmeallíenlaoscuridadconunpsicópatadandovueltas...,almenosestandoEllieallí.Siestuviesesolomehubieraimportadounamierda.—Vamos—repetíymiinstintomeanimóapasarleelbrazoporloshombros.

Parecíamuyasustadaytemblaba,defríoodemiedo,nolosabía.Cuando llegamos al aparcamiento del instituto, nos fijamos en quemuchos

alumnos regresaban ya a sus coches, y por sus caras era bastante obvio quehabíamosperdidoelpartido.Genial.Si no ganábamos el siguiente, no nos clasificaríamos para la semifinal. Y

aunqueenesemomentoteníaotrasmilesdecosasenlacabeza,elbaloncestoal

finyalcabomeimportaba...,meimportababastanteylahabíacagadojugandopésimamentemalaquellanoche.—Hemosperdido—comentóEllieamiladocuandollegamosadondehabía

dejadomicoche.—Yaloveo.—¡Eh, Di Bianco!—me gritaron a mi espalda. Cuando me giré vi que se

tratabadeVictor—.¡¿Québichotehapicadoantes?!MiréaEllieunsegundoyluegootravezaél.Queríamarcharmedeallí,joder,perosentíalanecesidaddeadvertirleaKami

quehabíavistoaJulian...—Olvídame—le dije a Victor y justo entonces vi a mi hermano salir del

gimnasio.Desdedondeestabapudevercómolehabíadejadoelpómulodebidoal puñetazoquenohabía podido evitar darle. Sus ojos se encontraron con losmíosymepreguntécómoibaahacerparaperdonarleloquemehabíahecho.—Deberíamosavisaralapolicía,¿no?YaKami—propusoEllieamilado.Porunmomentomesentítentadodesubirmealcocheylargarmeacasa,oa

dondefuera,peronopodía...Aunqueestuviesedestrozadohabíacosasmásimportantesqueesas.—Tenemosquehablar—anuncióThiagocuandollegóhastadondeyoestaba

—.Asolas—aclarómirandoaEllie.—Yanosveremos...—dijoellaymeapresuréarodearleloshombrosconel

brazo.—Tú no te vas a ninguna parte —contesté al mismo tiempo que Kami

aparecíatambiénaunospocosmetros.Conelpelohúmedoporhabersemetidoconmigoenladucha,parecíatotalmentedestrozada.Miinstintomeanimabaairhaciaallíaabrazarlaconfuerza,aestrecharlaentremisbrazosyahacertodoloposibleparaverlafeliz...,peroeseyanoibaasermicometidonuncamás.MiréaThiago.—HevistoaJulian—dijeypercibícómotodosucuerposetensónadamás

escucharsalirdemibocaesaspalabras.—¿Lo has visto? ¿Dónde? —preguntó buscando inevitablemente con la

miradaaalguienqueseguramenteyaestabamuylejosdeallí.

Ono.—Enlosbosques—respondíseñalandoasuespalda.Cuandosegirólavioigualquehiceyo.Kamiparecíanosabermuybienqué

hacer.—¿Yquéestabahaciendo?¿Haspodidodecirlealgo?¿Tehadichoalgo?—Saliócorriendo.Thiagovolvióamirarme.—Hayquedecírseloalapolicía—resolvió.Yohabíapensadoexactamentelo

mismo.—¿Vastúovoyyo?—planteédeseandolargarmedeallí,sobretodoporquevi

cómoKamiempezabaaacercarsehaciadondeestábamosnosotros.—Vayamoslosdos,Taylor—propusomihermano,yensutonopudepercibir

quedeseabaquearregláramoslascosas.JustocuandoKamillegóanuestrolado,deteniéndosejuntoaThiago,perosin

quitarmelosojosdeencima,decidícontestarle.—Ahora ella es tu responsabilidad —afirmé sintiendo un pinchazo en mi

corazón,peroaliviandomiegoalmismotiempo—.Yomevoyacasa.—Taylor,porfavor—dijoKamiconlavozquebradaporlapenacuandome

encaminéhaciaelcoche.—Olvídame, Kamila —respondí siguiendo mi camino—. Tú y yo hemos

acabado.PoruninstantecreíqueEllievendríaconmigo,peromebastóunasolamirada

paradarmecuentadequepreferíaquedarseconella.¿Cómoibaaserdeotramanera?Ellaeralareina.Yyosiempreseríaelestúpidovasallo.

7

KAMI

Observé cómo semarchaba conuna sensacióndedesazónnunca antesvivida.Sentía que se marchaba una parte de mí, una parte muy importante,imprescindibledesdesiempre...yparasiempre.Pero sumanera demirarmedejaba claro que, aunque estaba destrozadopor

perderme,ladecisiónestabatomada.ClavélosojosunmomentoenEllie,quetambiénhabíaseguidoconlamirada

ellugarpordondeTayloracababadedesaparecerconsucoche,ymepreguntéquéseleestaríapasandoaellaporlacabezaparamostrarsetantristecuandosegiróparapodermirarmeamí.—Hemos visto a Julian —anunció y esa frase me bastó para caer en la

realidaddelaquetantoansiabaescapar.—¿Cómo?—contestésintiendoelmiedoadueñándoselentamentedetodomi

cuerpo.—Dicemihermanoque lohanvistoallí,que lovioysaliócorriendo—me

explicó Thiago y cuando se volvió paramirarme fui incapaz de sostenerle lamirada.Nopodía.Algoenmi interiorsehabíarotoyestarconél,dabaigualquefueseahíen

medio, al aire libre y en compañía demimejor amiga,me incomodaba ymehacíasentirsuperculpable.—Osdije que Julian era un cobarde—les recordé apretando los labios con

fuerza.—Cobardeono,hayquedecírseloalapolicía—contestóThiago.—Habría que decírselo a sus padres también—comenté y una parte demí

consideróqueesoeramásimportantequelootro,porque,pormuchomiedoqueletuviese,enmiinteriorseguíaviéndolocomoelamigoquefue,noeracapazdeatribuirleelpeligroque representabani lagravedadverdaderade loquehabíahecho.—Suspadresmelasudan—soltócabreándoseporalgunarazónquenollegué

acomprender—.Osllevoacasa,vamos—seofreciómirandoaEllietambién.—Nohacefalta—replicóella,volviéndosehaciamí.¿Eraconscientedeloquehabíaprovocadoconloquedijohacíaunashoras?¿Era consciente de que su metedura de pata había hecho que mi novio

rompieseconmigo?¿Lo había hecho a propósito para conseguir eso justamente? ¿Que

rompiésemos?Lamirécomonuncaanteslahabíamiradoysentíquemellenabadealgomuy

feoyajenoamí.Nopensabainsistirenquevinieseconnosotros;dehecho,noqueríaestarcon

ningunodeellosdosenesosmomentos.—Llévalaaella—dijemirandoaThiago—,yocogeréelbus.Los ojos de Ellieme devolvieron lamirada con tristeza y algo parecido al

arrepentimiento.Necesitabaalejarmedeallíinmediatamenteporquesabíaquedeunmomentoaotromederrumbaríaymeecharíaallorar.Sinembargo,cuandofuiaalejarme,unamanomecogióconfuerzaporelbrazo.—Novas a ir en autobús—meordenóThiagomirándomecomo si hubiese

perdidoeljuicioporcompleto.—¿Porquéno?—¿Deverdadtengoqueexplicarteporqué?Sabíaque teníarazón,yaunque lasposibilidadesdequeJulianmeabordara

enunbusllenodegenteeranmuyremotas,casipreferíaesoquesubirmesolaauncocheconél.—Yome voy con las chicas—anunció entoncesEllie dando un paso hacia

atrás.Porsuexpresiónparecíaquererdesaparecerdelmapa—.Tellamomañana,¿vale?—medijomirándomeunpocoincómodaytambiénnerviosa.Nolecontesté.Enesemomentoestabaenfadadaconella,conTaylor,conThiago...¡Joder!,

estaba enfadada con elmundo, ¿y sabéis por qué? Porque a veces, cuando lacagamostanto,envezdemirarhaciadentroyapechugarconlasconsecuenciasdenuestrosactos,latomamosconlagentequenosquiereynosrodea.¿Cuántas veces habéis soltado una mala contestación a alguien que

simplemente os pregunta qué os pasa? ¿O cuántas veces habéis empezado adespotricarcontralavida,elmundoysushabitantessimplementeporquehabéishechoalgomal...vosotros?Es una locura cómo funciona a veces la mente humana; por alguna razón

somoslosseresvivosmáscomplicadosdelatierra,¿no?—Tellevaréacasa,vamos—dijoThiagoempezandoacaminar.Miré a mi alrededor comprendiendo que no me quedaba otra opción y lo

seguí.Alversumotoenelaparcamientodel instituto,comprendíque lascosasya

debíandeestartensasentreloshermanossihabíandecididovenirenvehículosseparados.UnacosaeracogerlamotoenplenoseptiembreyotramuydiferentecogerlaconelfríoqueveníayahaciendohacíavariosdíasenCarsville.—¿Quieresquemecongele?—nopudeevitarpreguntardemalasmaneras.«Dios,Kamila,para.¡Élnotienelaculpadenada!O,bueno,almenosnode

todo.»—¿Prefieresirandando?—mepreguntóysutonotambiénfuemástensode

lonormal.No contesté yme acerqué a él para queme diera el casco negro que tenía

guardadodebajodelasiento.Cuandomelopaséporlacabezasuolormeinundóportodaspartesysentíla

necesidaddeaspirartodoloquepudieraesafragancia,comosidebiesellenarme

deélporalgunarazónquecarecíadesentidoparamí,ymenosenesemomento.Seme acercó para asegurarse de que el casco estaba bien ajustado y en el

procesodehacerlosusdedosrozaronsinquererlapielsensibledemicuello.Todomicuerposeerizóysusojoscolisionaronconlosmíosenunamirada

quedejabaentreveratodaslucesquehabíasentidoperfectamentelareaccióndemicuerpoantesucontacto.—Vámonos—dijosubiéndosealamoto.Quitóconunmovimientodelpieel

caballeteyarrancóconunsonororuidoquecaptólamiradadealgunosalumnosquepasabanporallí.¿EraconscienteThiagodequeesopodíaversecomoalgoinapropiado?¿Era

conscientedequevolvíaaarriesgarsutrabajopormiculpa?Mesubídetrásdeélymesujetéfuertementealosasiderosdelasiento.Casipercibí su irritaciónantemiaversióna tocarlo,peroaceleró tan rápido

quenopudedecirnada,másquecagarmedemiedoalsentircómolamotocogíavelocidad,unavelocidadquesesentíaencadapartedemicuerpo.No fue soloel fríoheladochocandocontramicaraymismanos loqueme

hizoolvidarmede losasiderosysujetarmefuertementecontrasuespalda,sinotambiénelmiedoquesentíalnotar lavelocidaddesplazarmeunpoquitohaciaatrásenelasientodelacompañante.Me dio coraje tener que agarrarme a su cuerpo para sentirme segura, pero

preferíesoacongelarmeoacaerme.Tardéunsegundodemásenveradóndesedirigíacuando,envezdegirarala

derechaporelcaminoquenosllevaríaanuestrasrespectivascasas,semetíadellenoenelpueblo.—¿Dónde vas, Thiago?—le pregunté, pero o nome escuchó o decidió no

contestarme.MetensécuandosedetuvofrentealacomisaríadepolicíadeCarsville.—¿Porquéhasvenidoaquí?—lepreguntédenuevo,deseandocontodasmis

fuerzasestarencualquierotraparte.No quería ir allí a hablar de Julian. No quería recordar el bochornoso y

horriblemomentoenelquemimadreyyotuvimosquepresentarunadenunciayexplicaralosagentesquemehabíangrabadodesnudaylohabíansubidoalas

redes.—Puedesesperarmeaquíoentrarconmigo,túdecides—dijobajándosedela

motoysujetandoelcascoconsuantebrazo.—Nopiensoentrarahí.—Puesentoncesespérameaquí.Nomediotiempoarebatirleporqueyaestabaentrandoenlacomisaría.Miréamialrededor...,alpuebloquemehabíavistocrecer,ymepreguntéen

quémomentomehabíaconvertidoenlachicaalaqueacosaban,enlachicaalaquelagentemirabadereojo,enlachicaalaquesunovioladejabaporhaberseliadoconsuhermano...Cogíelmóvilymarquésunúmero.Nome preguntéis por qué, pero necesitaba oír su voz, necesitaba volver a

pedirleperdón,necesitabaquemeenvolvieraentresusbrazos...Amimente acudieron unmontón de recuerdos, junto a sonrisas robadas y

carcajadas a pleno pulmónmientras hacíamos el tonto en su habitación, en lacafetería donde trabajaba, o simplemente cuando nos sentábamos en su sofá aver una película... Así era Taylor..., alguien que te hacía reír, daba igual lasituaciónenlaqueteencontrases.Nome contestó, y cuando corté la llamada,me fijé en la foto que tenía de

salvapantallasyunalágrimaseescurriódemisojospararecorrerconlentitudelcaminodescendientepormimejillahastaperdersepormicuello.Me la limpié con el antebrazo para no dejar huella de una lágrima queme

merecíamásquenadie,y seguímirandoaquella fotoquenoshicimos la tardequeloayudéadecorarsucasaparaHalloween.SemehabíaacercadopordetrásparaasustarmeconunacaretadeFrankenstein,perolovivenirporelespejodelsalónydecidíhacermelatontayseryolaqueloasustaraprimero.Fuetalsusorpresacuandomegiréquesecayóalsuelodelaimpresión.Me reí tanto y su cara fue tan cómica que no pude evitar inmortalizar el

momento:conmicámara frontaldelmóvilmeacerquéa sucabeza, tiréde sucaretahaciaarribay lediunbesoen lamejilla justoenelmomentoenque ledabatambiénalbotónderechoparahacerelselfi.Su expresiónde aturdimientoy sorpresa en esa foto aún conseguía sacarme

unasonrisa.—Puedohablarconélsiquieres,Kam—comentóunavozamisespaldas.Bloqueéelmóvilymeloguardéenelbolsillotrasero.—¿Mellevasacasa?—contestéponiéndomeelcascootravez.Thiagomemiróunsegundoyparecióquererdecirmealgo.—Sube—dijoencambio,yesohice.Igual que me pasó cuando se desvió para ir a la comisaría, volví a

sorprendermecuando,envezdegirarporlacarreteraquenosllevaríaanuestrasrespectivascasas,sedesvióhaciaelcaminoquesalíadelpueblo.—¿AdóndevasThiago?—lepreguntéporencimadelrugidodelamoto.Nomedijonadayamedidaquenosalejábamos,empecéaponermemásy

másnerviosa,sobretodocuandosemetióporuncampoapenasiluminadoporlaluzdelfarodelamoto.Finalmente pude ver algomás que árboles frondosos aquí y allá, y cuando

Thiagodetuvolamotofrenteaunaespeciedecasacuadradaconruedasparecidaaesascaravanasantiguascasi todosmisproblemasparecierondesaparecer...almenosporuninstante,instantedondelacuriosidadpudocontodolodemás.—¿Qué es esto? —le pregunté cuando apagó el motor y el silencio

interrumpidoporlossonidosdelbosquepasóainundarlotodo.Sebajódelamoto,sequitóelcascoymepidióquehicieralomismo.Hicelo

quemeindicó.Miréamialrededor.Lanieveenesazonaaúnseguíasinderretirseylosaltos

árbolesestabancubiertosporesemantoblancoque,dadosupeso,notardaríaencaeralsuelo.Mefijéenquefrentealacaravanahabíauncírculodepiedrasconcenizasenmedioyalgunostroncosquemados,señaldequealguienhabíahechounfuegonohacíamucho.—Mi nueva casa —anunció y cuando lo hizo mis ojos se abrieron

sorprendidos.—¿Cómo?—lepreguntédandounpasohacialacaravanayadmirándolotodo

conunamiradadiferente.—Melacompréhaceunasemana—dijometiendolasmanosenlosbolsillos

desuchaqueta.

Lacaravananoparecíanuevaenabsoluto,ytampocoesqueestuvieseenmuybuen estado, pero daba la sensación de ser un buen lugar para admirar lasestrellas,sentarsefrentealfuegoycharlardurantehoras.A mí las excursiones en caravana siempre me habían parecido de lo más

divertidas.HacerlaRuta66encaravanahabíasidounademispeticionesdiariasde todos los veranos a mis padres, pero ellos nunca quisieron hacer nadaparecido.Unhoteldecincoestrellaseramejorqueeso,unhoteldondealfinaltodos los días eran iguales y terminabas aburriéndote a pesar del lujo y lasbuenasvistas.Estacaravananoteníapintadepodercircular,almenosnodemomento,pero

sentícuriosidadporvercómoerapordentro.—¿Por quéme has traído aquí?—le pregunté ahora girándome para poder

mirarloalosojos.Seencogiódehombros.—Creo que tenemos que hablar y este es un buen lugar para hacerlo —

respondió.—Nohaynadadequehablar—dijesentándomesobreunadelaspiedrasque

habíacolocadasjuntoalosrestosdelahoguera.—Mihermanohadescubiertoquenosgustamos,Kam,creoquesíhayalgode

loquedebemoshablar...Miré hacia los árboles abrochándome hasta arriba la chaqueta e introduje

despuéslasmanosenlosbolsillos.Hacíafríoyapesardeesounapartedemíempezóasentirseagustoenaquel

lugaralejadodelmundo.Poruninstantemesentícomosimehubiesenmetidoenunaburbujatemporal...,unlugarparapoderpensaryreflexionar...—¿Quétehandichoenlacomisaría?—lepreguntéintentandoevitareltema

quequemaba.Almenosparaganarunpocodetiempo...NomesentíapreparadaparaenfrentarmeamissentimientosymuchomenosalosdeThiago.—Sonimbéciles—contestóalejándosehaciaelladoderechodelacaravanay

reapareciendoconvariostroncosdeleña—.Mehandichoqueinformaránasuspadres,peroquenopuedenhacermuchomás.Consideranqueesunasuntodebullyingdecolegioymehandichoqueprefierenqueseael institutoelque lo

gestione.—¿Que logestioneel instituto?Perosiyanovaanuestro instituto, ¡lohan

expulsado!—Esomismoleshedichoyo—contestócolocandolostroncosyenrollando

elpapeldeperiódicoparapoderprenderelfuego.Lo observé durante unosminutosmientras lo hacía y cuando la hoguera se

encendió, el entorno, blanco y frío, adquirió una tonalidad cálida gracias alreflejodelasllamas.Extendí las manos para poder calentármelas junto al fuego y a los pocos

segundoselcalorempezóadescongelartodosmishuesos.MesentímuyagustoycuandoThiagoentróalacaravanaaprepararunastazasdecafé,másaún.Cuando regresócon loscafés,nose sentó frenteamí, sinoami lado,y fui

muyconscientedeesamaniobramuysutilparapoderfinalmenteacercarseamí.—Toma—medijotendiéndomelataza.Rodeémismanosconellaylediun

traguitoquemecalentópordentro.—Gracias—contestémirandoelfuego.—Kamila,amímegustaestomenosquea ti,créeme—confesóentoncesy

pudesentirsusojosclavadosenmiladoderecho.Yoseguímirandolasllamas,seguímirándolas porque sabía que si giraba la cara y lomiraba de frente, ahíteniéndolo tan cerca de mí, cometería una estupidez, una estupidez que soloañadiríamásleñaalfuego,nuncamejordicho.—Erami novio... y mi mejor amigo—dije, a pesar de saber cuál sería su

respuesta.—Esmihermano—afirmóenfatizandoelverboparadejarmeclaroquepara

éleramásdifícil...Claroqueeramásdifícil,porqueerasufamilia.—¿Tecreesquenolosé?—repliquéelevandoeltono,levantándomedeallíy

alejándomedeél—.¡Soylapeorpersonadelmundo!—gritéalosárbolesalavez queme abrazaba amímisma para volver a calentarme, porque nadamásalejarmedelfuegoelfríohabíavueltoparacalarmeloshuesos.—Venaquí—meindicóThiagoyporel tonodesuvozsupequeesoeralo

únicoquequería.Estarconmigo...almenosunrato,unratodondepudiésemosestarsinnadieal

otro lado de la puerta, o sin nadie a punto de llegar, o sin nadieinterrumpiéndonosporestarhaciendoalgoprohibido.—Nopuedo—dije sin ser capaz aúndevolvermeparamirarlo.Me tapé la

caraconlasmanosyempecéallorar.Yanopudeevitarlomás,yanopudecontenerme.Nada estaba bien desde hacía meses, nada parecía ir encaminado a

solucionarse,sinoalrevés.Meabrazópordetrásymevienvueltaensucuerpograndeyfuerte,calientey

agradable.Susbrazos.¿Quémejorrefugioqueese?Me volví y me escondí en su cuerpo, lo abracé con fuerza y dejé que me

consolara,dejéquemecalentara,dejéqueporunosinstantessolofuésemosélyyo.—Nohaynadademaloenquerer,Kamila—afirmójuntoamioído—,yeso

es lo que tú haces tan bien..., querer, cariño; eso es lo que te ha traído a estemomentoyestelugar.—Noestábienquereradospersonas...Hayalgomaloenmí.Susmanosmesujetaronlasmejillasymeelevaronlacaraparapodermirarme

directamentealosojos.Tuvequeparpadearvariasveceshastaconseguirverconclaridad,ycuandosusojosverdesmedevolvieronlamirada,comprendíqueloquedecíaeraverdad.Ojosverdes.Ojosazules.Losqueríaalosdos.¿Estabatambiénenamoradadeambos?—No hay nadamalo en ti..., lo únicomalo es que eres humana—me dijo

enjugandomis lágrimasconsusdedos—.Ycomohumanoquesoy también tedigoqueamaresalgomuydifícilycomplicado.Sepuedeamaryodiaralavez,sepuedequererydetestaralavez,sepuedeestartristeysonreír,sepuedeestarllenodeiraysoltarunacarcajadallenadejúbilo...Yeneseinstantemedicuentadeunacosa.Sepodíaamaramásdeunapersona,sí...,peroyodeseabasolopoderamara

una.Yesaunaeraél.Esoloteníamásqueclaro.Éleraquiendespertabaenmícosasquesoloélpodíaprovocar.Thiago era el único que con sus besos conseguía que quisiese morir para

poderrecuperarme...Éleraquienconsusimplepresenciaconseguíaquemeentrasenganasdesalir

corriendoporpurasupervivencia...¡Joder!,quererlodelamaneraenlaqueyoloqueríanoerasanoparanadie,noerabuenoparamí,nitampocoloseríaparaél.¿PodíaThiagoquerermebien?¿Podíayodarleellugarquesemerecía?—Pasalanocheconmigo,Kam—mepidióentoncesbajandosuslabiospara

acariciarmismejillasenrojecidasporelfrío—.Quédateaquí,damecalorcontucuerpo,concédemesolamenteeso,yluegoyapodrásdecidirquéquiereshacer...Teprometoqueno intervendré...ennada,da igual ladecisiónque tomes,perocreoquememerezcounanoche...,unasola.Lapropuestaylasimágenesqueibanligadasaellacasiconsiguieronqueme

doblara en dos para amortiguar el cosquilleo que generaban las mariposasgigantescasqueacababandeinundarmiestómago.—Enséñame tu nueva casa...—le pedí tragando saliva y con el pulso y la

menteamilporhora.Lo que hiciese en esa caravana marcaría un antes y un después, lo sabía,

amboslosabíamos.Mesoltóyjuntosfuimoshacialapuerta.SentíacomosifueseaentrarenlamentedeThiago,unapartedemídeseaba

contodassusfuerzasvercómoalguientanenigmáticocomoélpodíadecorarunsitio como ese, pero cuando me abrió la puerta y me invitó a pasar sentí loúltimoquehubiesecreídopodersentirentrandoenunacaravanadeThiagoDiBianco.Losmuebles eran rústicos pero bonitos.A la derecha y en el relativamente

escaso espacio interior, había una mesa con un sofá en tonos grises y conalmohadones de cuadros escoceses azules. Estaba segura de que esosalmohadonesnoloshabíacompradoélymemoríaporpreguntarlededóndelos

habíasacado.Lapequeñacocinaestabanadamásentraryteníadospequeñasventanitascon

cortinas a juego con los cojines. En el suelo, un felpudo de IronMan que alinstante tuve claro que sí lo había puesto él. Platos y vasos acumulados decualquiermaneraenelescurridor,peroesosí,todoslimpios,yalaizquierdaunacamadematrimonioquenosabíanicómocabíaeneseespacio.Lacamaestabahecha, ¿cómo no? Por último, una pila de libros descansaba en una estanteríaquehacíalasvecesdemesilladenoche.Habíaotrapuertaquesupusequeeraladelcuartodebaño,yunateleunpoco

pequeñaenlaesquinadelsalón...Diunpasohaciadelanteymiréconsorpresaeldibujoquelehabíahechoyo

hacíaunosmesesyporelquesehabíacogidounrebotedelocos.La imagendenosotrosdeniños juntoconsuhermanaLiliconsiguióquese

me encogiera el corazón..., pero no de una manera triste o mala, sinoemocionante.Ese lugar era exactamente lo que Thiago representaba...Austeridad, cariño,

añoranza, masculinidad y, lomás importante, simpleza, porque él era así. Unchico simple con sueños pequeños, una mente brillante y una caravana porhogar.Asíeraél,y loquemásmesorprendiónofueratificar loqueyasabía,sino

verquemegustabatodoloqueveía,quemesentíaidentificadaconlaspequeñascosasqueformabanpartedeél...ypartedemí.Mesorprendiósentirmecomoencasa.

8

THIAGO

Verlaallí...,enmiespacio,entremiscosas...Joder.Noestabaorgullosodecómose habían sucedido los acontecimientos para llegar a ese momento concreto,tampoco podía regodearme en las expectativas, que eran muchas, a pesar desaber con certeza que siempre estarían impregnadas de un sabor amargo,producido por saber que estaba haciendo algo que dañaba a una persona quequeríamásqueamímismo,perosomosdébilesy,comolehabíadichoaKamhacíaunrato,somoshumanos.Nopodíacontrolarloquesucedíaenmicuerpoyenmimentecadavezque

misojosseencontrabanconesesermaravilloso.Nuncapudehacerlo:nicuandoera un niño y mi razón de ser —aparte de hacer el cafre— se centraba enenrabietarla, ni ahora, que al mirarla solo podía imaginarme besándola,acariciándola,viviendoconella,siendosuamigo,suconfidente,haciéndolamía,porqueenmimente siempre lo fue,desdeelminutounoenquemis labios seposaronsobrelossuyosenaquellaaventuraqueemprendimossiendocríos.Peroelverdaderoproblemaerajustamenteeso:lamente.Enmimenteellame

pertenecía, y no como si fuese un objeto, para nada, teníamuy claro que laspersonasnosondenadie,sinodeunamaneraqueexcedíamispropiosprincipiosomis propios prejuicios.Mi alma la reclamaba,mimente la necesitaba ymi

cuerpolaanhelabatodoslosdíasquepasaban.Estabaenamorado.Ynomepreguntéiscómolosabíaocómoloteníatanclaro,simplementees

así, uno lo sabe, si hay dudas, es que algo no va bien, y por eso miincertidumbre,mismiedosadarunpasoen falso,porqueKam también sentíaalgo pormi hermano... Si no, ¿por qué lloraba por él? ¿Por qué lo echaba demenos?¿Porquénolebastabaconmigo?¿Eraciertoesodequesomoscapacesdeamaramásdeunapersona?Enmi

cabeza eso no tenía cabida, pero a lo mejor era porque yo, tan terco ycuadriculado,tanchapadoalaantiguasentimentalmentehablando,noconcebíapoderquereranadiequenofueseella.Nopodíajuzgarla, lamentehumanaescomplicada,peroesonoquitabaque

cadalágrimaderramadapormihermanomehundieraenlomásprofundodemipropiatristezapersonal.¿Estabaceloso?No lo tenía del todo claro, pero lo que sentía cuando la veía con él o la

imaginaba con él no era nada que quisiese cultivar o a lo que quisieseacostumbrarme.Era difícil..., todo era difícil, porque entendía las razones por las que podía

estarenamoradadeTaylor.¿Cómonoibaahacerlo?Loquenoentendíaeraporquéestabaenamoradademí.Eso síqueme resultabadifícildecomprender,peromedaba igual..., estaba

allí,¿no?Ylamaneraenlaquesucuerporeaccionabacuandoyoestabacercatambién tenía que significar algo fuerte..., algo importante, algo especial...,¿verdad?—¿Quiéneligióesoscojines?—preguntóentonces.Como siempre, sus salidasme pillaban totalmente fuera de juego. Parpadeé

confusounmomentohastaquecomprendíloquemeestabapreguntando.«¿Loscojines?Yoquésé.»—Estabanaquícuandomelavendieron—contestéfijándomedetenidamente

ensuperfil.Sunariz,diminutayrespingona,siempremehabíahechogracia...,sobretodo

porque era la parte de su caraquemásutilizaba.Ospreguntaréis cómopuedealguienusar lanarizparaexpresarnada...,puesKamilaHamiltonlohacía.Erasumaneradefruncirlacuandoalgoledabaasco,osumaneradeladearlacuandopensabaenalgoconmuchodetenimiento.Cuandoseelevabaunpoquito,cuandosonreía, o cuando respiraba profundamente cuandohabía perdido la paciencia.Luegoestabansusojos...marrones,bonitos,expresivosyrodeadosdepreciosaspestañas.Siempremehabíadespertadomicuriosidadcómounachicatanrubiaytan blanca podía tener las pestañas tan negras y espesas... Su mirada metransportaba,mecalmaba,meenloquecíaymeanimabaahacerloquefueracontaldesersucentroycaptarsuatención.—Ya decía yo... —comentó entonces, adentrándose un poco más en la

estancia.Se detuvo demasiado cerca de mi cama..., no es que lo hiciese adrede, no

habíamuchomásespacioquerecorrer,peromimentevoló,empezóavolaryyanohubomaneradedetenerla.¿CuántasvecesmehabíaimaginadodesnudandoaKam?¿Cuántasversiones

de esa acción aún circulaban por mi pensamiento? Unas veces lo hacía conlentitud, colmándola de besos, saboreando hasta el último recoveco de su pieldesnuda, pálida y suave como la porcelana..., otras actuaba de manera muydiferente.No había lugar para besos, ni para detenerme en nada que no fueraarrancarletodoymeterlemipollahastaelfondo...Supongoquesomosanimalesdeinstintosy,joder,avecesmecostabacontrolaresospensamientos.¿Sentiríaellalomismocuandomeveía?¿Leentraríanganasdearrancarmela

ropaycomermeabesos?Tuvequedarlelaespalday,conlaexcusadeencenderlacalefacción,lediun

momentoamicuerpopararelajarse.—Me gusta esto—comentó entonces y no tuvemás remedio que volver a

girarmeparaencararla.La imagen de ella sonriéndome... con sus ojos aún enrojecidos por haber

lloradoysupelorubiodespeinadotrashabersequitadoelcasco,noteníanombreniposibledescripciónprofunda.Erapreciosa...,eramagnífica...,era ladulzurapersonificada... ¡Joder!,era la

mujerdemivida.—Amímegustastú—nopudeevitarcontestar.Sehizoelsilencioycasipudevercómoellatragabasaliva.—Nisiquieraentiendoporqué—dijo.Joder...—Ojalápudierasestarenmimenteahoramismo—dijedandounpasohacia

delanteensudirección—.Teaseguroquesetedespejaríantodaslasdudas.Sus ojos parecieron no poder seguirmanteniendomimirada y se desviaron

hacialaventanadelacaravana.—Estánevando—comentóyseguísumiradaparacorroborarloqueacababa

dedecir.Eracierto.Nevaba.—Es peligroso llevarte a casa entonces —repliqué dando otro paso en su

dirección.—¿Porlanieve?—preguntóahoramirándomeotravez.—Las ruedas podrían patinar... y no queremos eso—añadí dando un paso

más.—Deberíaentoncesllamaramimadreydecirleque...Sutitubeomeenamoróaúnmásdeella.—Deberíasdecirlequenodormirásencasahoy.Laaceleracióndeloslatidosdesucorazónfueevidenteporquefuejustamente

unecodelosmíos.—Aunquesidejadenevarpodríasllevarmeacasa,¿no?¿Estabaasustada?—Cariño,tellevaréadondemedigasenelinstanteenelquemelopidas—le

dijeparatranquilizarla.Debía recordar que ella eramás joven que yo... que tal vez pasar la noche

conmigonoentrabaen susplanesonoeraunaprioridadcomo loeraparamídesdequedescubríloqueeratenerunaerección.Pareció relajarsecuando ledijeesoymeamonestémentalmentepor ser tan

imbécil.

«Relájate,Thiago.Nopuedescagarla.»—¿Teapetecenunosmacarronesconqueso?—leofrecíseparándomedeella

ydirigiéndomeamipequeñacocina.—Vale—aceptóellayobservéconel rabillodelojocómose sentabaenel

sofá.Lediunpocodeespacioyempecéasacarlosingredientesdelanevera.—¿Túsabescocinar?—mepreguntó.Lamiréofendido.—Sécocinardesde los treceaños,cariño—respondíponiendoelaguaenel

fuegoparapoderhervirla.—Si tú sabes cocinar entonces yo soy chef —replicó levantándose y

remangándose—.Nuncahasprobadomismacarronesconqueso.Megiréhaciaellaapoyandomicaderaenlaencimeradelacocina.—Nosubestimesmishabilidadesculinarias.—Ni tú lasmías—contestó levantando lamiradapara podermirarme a los

ojos.Le sacaba casi una cabeza y en ese instante me hubiese gustado estirar la

mano,enterrarlaensunucaybajarmicabezaparadevorarlelaboca.Supequelovioenmisojos,perotambiénviquenoeraelmomento.Lesonreíy juntosnospusimosacocinar.Fuealgo increíble,porquepor fin

estábamossolosytranquilos,porfinpodíasentirquenadienosinterrumpiríayquenohacíamosnadahorrible...Alfinyalcabo,mihermanoyasabía loquehabía,almenosnoestábamosmintiéndole...,¿no?Sabía que lo que me dijera era simplemente una excusa para no sentirme

comounamierda,peronecesitabaeso,necesitabaesemomentodeintimidadconKam...Yaapechugaríaconlaculpaaldíasiguiente.Pusemúsica y cenamos en lamesa que, bordeada por el sofá, dominaba el

diminuto salón de la caravana. No me avergonzaba por haberla llevado a unlugarcomoaquel,perounapartedemínecesitabaverquéleparecía,cómosecomportaba, ver si su vida y la mía eran de verdad tan incompatibles comosiempremehabíaempecinadoencreer.Peronadamáslejosdelarealidad.Kamparecíamuyagusto,hastasequitó

las botas y se sentó sobre sus rodillas en el sofá mientras que, dando buenacuentadelplatodemacarronesconqueso,mecontabaquedentrodeunosmesestendríalaentrevistapresencialenYale.Esatambiéneraunaespinaquesemeclavabaporquefinalmenteseiría...,se

iría,joder,yyomequedaríaallíviviendoenunacaravanademalamuerteconuntrabajoque,pormuybienquesemediera,eracomplicadoqueseprolongaraeneltiempo,pueseradifícilquemehicieranuncontratofijo.Almenosteníaelconsuelo de que las horas a la comunidad ya habían acabado y, demomento,mientrassiguieratrabajandoenelinstituto,podríavivirallí;quenoeramucho,peroalmenosmepermitíateneralgodeintimidad.La cosa es que aún nome había atrevido a contárselo a mi madre. Taylor

tampoco sabía nada de ese sitio y una parte demí sentía que por ahora debíamantenerloensecreto.—¿Y desde cuándo te gustan las caravanas? —me preguntó Kam

terminándoselosmacarronesydejandoelplatosobrelamesa.—Desdesiempre—leexpliquélevantándomeyrecogiendolamesa.Nohabía

muchoquerecoger,solodosplatosunvasoyunacerveza—.Hacíaya tiempoqueplaneabacomprarmealgo,lospisosestáncarísimosyconloquecobroenelinstitutosolomedabaparaesto...—¡Me encanta este lugar!—exclamó ella interrumpiéndome—.Me parece

acogedoryespecial...—¿Tepareceespecialencontrarteconratasenelvátercuandotelevantaspor

lamañanayvasahacerpis?Kamseencogióabrazándoselaspiernasymiróhaciatodosladosconhorror.Mereí.—Tranquila,yaestácontrolado—ledije,yeracierto,aunqueelsustoqueyo

mellevélaprimeranochequepaséenlacaravananoselodeseabaanadie.—¿Quéopinatumadrey...?—secallócuandofueamencionaramihermano.—Nolosaben—contestévolviendoasentarmeasuladoenelsofá.Mefijé

encómosehabíahechosupropiohueco,apoyandolaespaldacontralapareddelespaciodondeestaba incrustadoel sofá,ydeseéacercarmeybesarla—.Comomi hermano se irá a la universidad el año que viene,me da un poco de cosa

dejarlasola...Iréyvendrésinquesedécuentadequeyatengoalgopropio...Kammemiróconsorpresa.—Esgenialquehagaseso...,muchosnoloharían—afirmóyviensusojosun

brilloparecidoalorgullo.—Aunqueporunaparteestoysegurodequeirmedecasaaliviaríabastantela

tensión que hay ahoramismo entre Taylor y yo, y que sé que amimadre lepreocupa.Kam bajó la mirada y supe que captó mi tal vez no tan sutil giro de

conversaciónparahablardeloqueverdaderamenteeranecesariohablar.—Tuhermanonuncamevaaperdonaresto—dijoaúnsinmirarme.—¿Aquéterefierescon«esto»?Memiróalosojosantesdecontestar.—Aloquesientoporti...—Pues tendrá que aprender a vivir con ello, Kam. Yo vivo sabiendo que

tambiénloquieresaél...,vivosabiendoquetehabesado,quetehatocado...,quetehahechoelamor,joder.Volvióacerrarlosojosunmomentoyseabrazóasímisma.—¿Puedoconfesarteunacosa?—preguntóabriéndolosdenuevo.Asentíesperandoaquehablara.—Nuncalleguéasentirmedeltodoagusto.—Agusto¿conqué?—preguntéponiéndometensosinpoderevitarlo.—Con el sexo...—respondió y pude ver cómo susmejillas se teñían de un

adorablecolorrosado—.Sentíacomosi...comosi...—¿Comosiqué?—inquirí.Kammedevolviólamiradasabiendoperfectamentequeloquesaldríadeesa

bocapodríallegarainclinarlabalanzaenunsentidocontrarioaldeahora.Otalvezno...,nolosabía,peroqueríacreerqueyoteníaalgoquever.—Comosiestuviesehaciendoalgomalo...Mellevéunchascoconsurespuesta,másquenadaporqueesperaba...queyo

tuviesealgoquever.—¿Ahoramevasadecirquecreíasqueestabaspecandooalgoparecido?Esbozóunasonrisaquesoloduróuninstante.

—Sentíacomosi...,comositeestuvieseengañandoati.Contuveelaliento.—¡Losé!Esridículo—exclamótapándoselacara.Meacerquéytirédesusmanoshaciaabajo.—No lo es —respondí, sintiendo una repentina paz interior que no sentía

desde hacía muchísimo tiempo—. No puede serlo cuando yo he sentido lomismo...concadaunadelaschicasconlasquemeheacostado,Kam.Dejastehuella enmí, y lo hiciste cuando aún no era lo suficientementemaduro comoparaentenderquehabíaencontradoalamujerdemivida.—Pero,Thiago—dijonegandoconlacabeza—.Esoesunalocura...,esoes...—Esaesmi realidad—la interrumpí, todavía sujetándole lasmanoscon las

mías.Melasllevéaloslabiosybesésusnudillos—.¿Quieresquetambiénsealatuya?Los segundosquepasaronhastaque abrió laboca fueron los segundosmás

llenosdeincertidumbredemivida.

9

KAMI

Ahíestábamos losdos,comonuncahabíamospodidoestardesdequeélhabíaregresadoaCarsville:solos.Solosdeverdad.¿Cómoexplicarloquesentíaalestarcompartiendoalgodecotidianidadcon

Thiago Di Bianco? ¿Os lo podéis imaginar? Simplemente verlo cocinar meprovocaba contracciones en el útero, me aceleraba la respiración y hacía quesintiesequeelcorazónmeibaaestallar.Era tan guapo... Parecía tan grande, tan masculino, moviéndose por aquel

espaciotanpequeñoyalaveztanacogedor.Nopodíaevitarfijarmeentodoloquehacía,yencómolohacía.Misojosseguíansusgrandesmanosalládondeiban,yafuesesujetarelcoladordelapastaounacerveza...Todoélmeponíaacien,me despertaba de un letargo sexual en que no sabía queme encontrabahastanopasarmásdemediahoraconélasolas,yahoraibaymedecíaqueyoeralamujerdesuvida,quecomprendíaloquehabíasentidoalacostarmeconsuhermanoporqueélllevabasintiendolomismodesdesiempre.¿Mementía?Nopodíamentirmeenalgoasí,peromeparecíatanabsurdo,tanirrealqueél

desdetanpequeñosintieraesaconexiónconmigo.Pero¿porquémesorprendía

cuandoyohabíasentidoyseguíasintiendolomismo?Eracomounacuerdaquetirabademíhaciadondeélestuviese.¿Habéisescuchadohablardelaleyendadelhilorojo?¿Esaleyendaquedice

que nacemos predestinados a conocer a una persona en concreto, y que esapersonaeselamordenuestravida?Suenaabsurdo,losé,peroloquesentíaporélsuperabaconcrecescualquiercosaquehubiesepodidosentirconTaylor,conDanioconcualquierpersonaalaquehaquerido.Conélera...diferente.Noestabadiciendoqueesehilorojoexistiera,perotalvez...talveznosotros

debíamosestarjuntos...,¿no?—Lo curioso de todo esto es que justamente nada parece real...—comenté

viendocómosuslabiosbesabanmisnudillos.—No elegimos a quién queremos—me dijo élmirándome como cualquier

mujerdeberíasermiradaalgunavezensuvida.—Pero¿sídequiénnosenamoramos?—planteé.Sonrióymimundoempezóadarvueltasymásvueltas.—¿Estásenamoradademí?—mepreguntóentonceselmuycanalla.—Soloséquenosénada—contestésonriendo.—¿MecitasaSócrates?—¿Quieres que te cite a otra persona? —contesté automáticamente y sin

poderdejardesonreír.—¿Ysimejordejasdehablarparaquetepuedacomerlaboca?Nosmiramosytodopareciódetenerse.No fue un beso pasional ni nada muy elaborado. Thiago simplemente se

inclinóhaciamí,estirólamano,meacariciólamejillay,entrelazandosusdedosenmipelo,tiródemíhaciaélyposósuslabiossobrelosmíos.Al principio fue algo extraño, como si fuésemos ciegos y estuviésemos

abriendolosojosyviendoporprimeravez,fuecomosinuestrasmanoshubiesenestadocubiertasporguantesy,por fin,nos loshubiesenquitadoparadejarnossentir verdaderamente el tacto de la piel del otro sin barreras ni nada de pormedio.Enelfondomesentíaculpableysabíaqueesosguantes,esosobstáculos,por

muy metafóricos que fueran solo podían resumirse en una sola palabra, en

realidadenunnombreconcreto:«Taylor».Élhabía sidoquiennoshabíamantenido separados,ynome refierodeuna

maneramala,tampoconegabamiresponsabilidadenelasunto,porque,alfinyalcabo,yoloquería,yolohabíabuscadoyyohabíaaceptadotenerunarelaciónconél...,peroaligualquedecíalaleyenda...Medabalasensacióndequeelhilorojo que me unía a mi alma gemela no era muy largo, al menos no en esemomentoenconcreto.—Venaquí—susurrócontramislabioscogiéndomeconsusenormesbrazosy

sentándome a horcajadas sobre él.Al principio apenas había espacio, pero sinparar de besarme apartó la mesa con el pie para así dejarme lugar y poderbesarmecomoélqueríahacerlo.Sentir su lengua entrando en mi boca después de tanto tiempo fue incluso

revelador.Suaromameenvolvíaportodaspartesynosoloporqueexistieseeneseinstantedoscentímetrosdefinoaireentrelosdos,sinoporquetodoloquemerodeabaolíaaél, todoloquehabíaallíerasuyoytodoestabaimpregnadoconsuesencia.Sus grandes manos subieron por mi espalda y me acariciaron mientras yo

hacía lo mismo con su cara: mis manos no pudieron evitar acariciar su pielrasposaporlabarbaincipientenimispárpadosabrirseparapodermirarlo.Nuestrasbocassesepararonysolofueronnuestrosojosloquesedetuvieron

uninstanteparapoderdecirsemuchascosas,cosasquenohacíafaltaverbalizarenvozalta,cosasqueniélniyoentendíamosaún,peroqueadquiriríanmuchosentidoenesemomento,despuésdetantotiempo.Sindecirnada,melevantóymellevóhastasucama.Dejéquelohicieraporqueeneseinstanteesoeraloqueambosdeseábamos.Nosmerecíamosesemomentopara losdos,nosmerecíamosese instantede

intimidadenesaburbujatemporalenlaqueparecíamoshabernosencerradoyenlacualnadaninadiepodíaentrarparainterrumpirnos,porquenadiesabíadóndeestábamos...Cuandosentísupesadocuerposobreelmío,solopudepensarqueestabaen

casa.Pertenecíaaesemomentoyaeselugar...¡Quelesdieranalasconsecuencias,

alosremordimientos,atodoloqueestuvieseporllegar!Algoenmiinteriormegritóqueloabrazaraconfuerzaynolodejaraescapar,

algoenmiinteriormeinstóaaprovecharcadainstantequepudiésemosdedicarlea ese encuentro íntimo, donde nuestros cuerpos solo ansiaban el contacto delotrosinmuchomásquedecir.Sumanosecolópormicamisetaysusdedoscomenzaronatrazartodotipode

dibujosinconclusossobremipieldesnuda.Mereíynopudeevitarpreguntar:—¿Quéhaces?Thiagosonrióymicorazónvolvióasufriruncolapso.¿Quéteníaesechicoquesusimplesonrisaponíamimundopatasarriba?«Quecasinuncasonreía»,medijomivozinterior.Cuandotienespocodeunacosa,máslaansíasymáslavaloras...—Tengociertasdudas—dijomirándomefijamentecomosiquisieseencontrar

larespuestadesusdudasenmisojos.—¿Quétipodedudas?—Noquierocagarlacontigo...Noquieroirdeprisa,nohaynecesidaddehacer

esto ahora, podemos esperar, podemos ver cómo van las cosas, cómo teencuentrastúconrespectoaTaylor.—Letapélabocaconmimanoantesdequeelnombrede suhermano interrumpiera algoquedebíapasar,queansiabaquepasara—. Chist—le dije atrayéndolo hacia mí—, lo que sea que tengas quedecirme,dímeloconbesos.Yesohizo.Mebesóy,joder,quémaneradebesarme.Setomósutiempo,enesomerecordóacuandoéramospequeños,merecordó

aquesiemprequeconseguíamoschucherías,Tayloryyoéramoslosprimerosenacabárnoslastodasyélsiempreteníaunaenelbolsillo.«Hay que administrarlas bien», decía y, cuando se comía la chocolatina, el

chupa-chups o lo que fuera que tuviese en lamano lo hacía con calma,muylentamente,eincluso,aveces,conelpapel,volvíaaenvolverlagolosinaqueseestuvieracomiendoy laguardabaparamás tarde.«Asíseprolongaelplacer»,nosaseguraba.

Yesohizoexactamenteconmigo.Mevolvióloca.Su boca jugó con mi cuerpo a la vez que sus manos me desnudaban con

exasperantelentitud.Lasmíascorríanconganasdearrancarlelaropayveresecuerpoescultural,

besar ese cuerpo escultural, pero no me dejó: con una mano me sujetó lasmuñecasconfuerzamientrasqueconlaotraibaquitándomecapasalavezquesubocalamía,mordíaybesabahastaelrincónmásrecónditodemianatomía.Me revolví inquieta cuando vi hacia dónde dirigía su cabeza y, aunque una

partedemídeseabacontodassusfuerzasquesedetuvieraporvergüenza,laotraagradeció que fuese más fuerte que yo y que me retuviera muy firmementecontralacamaparahacerloquehizoacontinuación.Empezó despacio..., besándome lentamente alrededor y acerándose con una

lentituddesquicianteyplacenteraapartesiguales.Cuandosedetuvoporfinenel centrodemicuerpo, lamiendo...,mordisqueandoybesandoel centrodemiplacer,creíquemoriría,quemoriríaliteralmentedegusto.Mecomiócomosisetrataradeundeliciosomanjar.—Podría quedarme aquí toda la noche —dijo y su aliento haciéndome

cosquillasahí,casimellevadeungolpealorgasmo,perono...,nomedejó—.Aún no —susurró separándose de mí y anclándome firmemente contra elcolchón.Fuera, la nieve había pasado a convertirse en lluvia y el repiquetear de las

gotascontraeltechodelatóncreabaunambientedelomásrománticoenaquellacaravana,delacualdeseabanosalirjamás.—¿Aúnno?—preguntésindarcrédito.¿Estechicoeraconscientedeque loqueestabahaciendoconmicuerpoera

algo de otro universo? ¿Era consciente de que amí normalmenteme costaballegaryquedejarpasarunorgasmoeracasicomoescupirlealcielo?—Tecorreráscuandoyolodiga—ylocuriosodeesafrasefuequeporalguna

extraña razónme puso tan caliente que el siguiente roce de su lengua en miclítorisme hizo explotar como si de una bomba se tratara.Ni él ni yo nos loesperábamos y, cuando acabé de gritar, porque sí, fue el primer orgasmo en

dondenecesitégritarparadeverdadsentirlaliberacióntotalquealgoasípodíaproducirme,Thiagoparecióquererdejarsedetantavuelta,dejardejugarconelcarameloycentrarseporfinenloqueimportabadeverdad.—No puedo creer que te hayas corrido.—Madremía, lo dijo enfadado, sí,

estabamolesto,aunquenomolestoenplanmal...Noséexplicarlo,peroloquesíséexplicaresquenotardónimediosegundoenarrancarmetodaslasprendasycapasquellevabapuestas,yeranmuchas,creedme.—Eres como una cebolla —comentó cuando por fin me quitó la última

camisetainteriortérmica.Mereí,peromesilencióconunamanoenmiboca.—Necesito follarte,Kam—confesóentoncesmirándomedirectamente a los

ojos.Su frase consiguió que cualquier vestigio de broma desapareciese del

ambiente.—Ynecesitohacerlodurantehoras,nomevaleunavez,nidos...—Eres ambicioso —dije mientras mi mano buscaba su miembro y lo

encontrabaparaacontinuaciónapretarloconfuerza.Joder...,lateníatandura...Ahí fui yo la que pasó a tener elmando, aunque creo quemás bienme lo

cediódebuengradocuandocomprendiócuáles eranmis intenciones alvermebajarpocoapocohasta llegara tener sumiembroaescasosmilímetrosdemicaray,porconsiguiente,demiboca.Intentéhacerlomismoqueél...,jugar,lamer,besar,morder,peroaloscinco

segundosdehaceresoseincorporóymemiróconfiereza.—Métetelaenlaboca.Ynotardénimediosegundoenhacerlecaso.¿Porquéengañarme?Amíno

megustabajugarconlacomida.Lachupédurantetodoeltiempoquemedejóhacerlosinllegarélacorrerse.Si seguíamos así al final no llegaríamos a hacerlo, y yo necesitaba con

urgenciasentiresapartedesuanatomíadentrodemí.—No aguanto más —dijo estirando la mano y cogiendo algo de su

improvisadamesilladenoche.Loobservécondetenimientomientrasseponíael

preservativoy,cuandometumbéparaesperarquesecolocaraencima,hizoalgoquenomeesperaba.—Ponte a cuatro patas—me indicó, pero no esperó a que lo hiciera... Sus

manosmecolocaronenaquellaposturaenlaquenuncanadiemehabíacolocadoysupequetodoconélseríanuevoydiferente...porqueeramayor,porqueteníaexperiencia,porqueconseguíadespertarenmíalgoquenadiehabíaconseguidodespertarjamás,yeraquererdisfrutar,saberquepodíagozarydesearcontodasmisfuerzasprovocaresomismoenlaotrapersona.Cuando lo había hecho conDani, todo había sido un desastre, y luego con

Taylorfuebonitoyespecial,lentoyromántico,perotampocomedespertónadaquenopudierasimplementedefinircomosatisfactorio...Thiagomevolvió loca.Descubrióenmíaalguienqueni siquierasabíaque

existíay,joder,quéliberadorfue.No lo hicimos ni una ni dos, sino muchas más veces, algunas lentas,

susurrándonoscosasbonitasaloído,cosasprofundas,empalagosasy llenasdepurpurinaqueenotroinstantemeprovocaríanhastarisa,peronoenese...Fueelmomentodesoltarlaverdadydecirnostodoloquehabíamosguardadodurantemeses.Yotras fueron rápidas, guarrasy llenasde cosasprohibidas susurradastambiénaloído.Podríapasarmemuchaspáginasdescribiendocómohicimoselamor, pero me quedaría corta, así que mejor simplemente os lo dejo a laimaginación...

Noséenquémomentomedormí,soloséquecuandoabrílosojosalamañanasiguienteunaluzbrillanteyblancaentrabaporlasventanasapenascubiertasporlascortinasdecuadros.Estiré lamanoparaapagar laalarmadelmóvilysentícómoalguiengruñíabajomicuerpoysedesperezabahaciendoquenotaracadamovimiento muscular. Miré hacia abajo y sus ojos me recibieron con unasonrisa,lamejordelassonrisas,enrealidad.Nosécómo,perohabíaterminadodurmiéndomeencimadeél...desnuda.Sentícómoelcalordelbochornoseapoderabadetodomisery,cuandofuia

apartarme,susbrazoshicieronunaespeciede llavedekaratepara impedirque

movieraunsolomúsculo.—¿Adóndetecreesquevas?—mepreguntóenterrandosunarizenmicuello

yapretándomecontrasucuerpofebril,febrilydesnudo.No lecontestéymeacerquéabesar sucuello.¿Podíaseguirdisfrutandode

aquella maravillosa experiencia o la mañana traería consigo la realidad y losproblemas?Elmóvilsonóhaciéndomeverquemehabíanllegadovariosmensajesyuna

partedemísupoquealgunosseríandemimadre.—Tengoquevolveracasa—dijeintentandoalcanzarelteléfono,quealestar

prisioneraenlosbrazosdeThiago,sehabíaquedadofuerademialcance.—Esta es tu casa—medijo haciéndomegirar y colocándose encimademí

conmiespaldacontraelcolchón.—Bueno, llamar a esto «casa» es ser un poco ambicioso, ¿no crees?—lo

piquéymeencantósumaneradeencogersedehombros.Ledaba igual...porqueThiagoeraasí, se la sudaban lasapariencias, loque

pudieseopinarlagenteoloquepensasenlosdemás.—Túhacesqueestoparezcaunoasis—medijobesandolapuntademinariz.Sonreí.—Sabesqueestababromeando,meencantaesto—afirmélevantandolamano

yacariciándoleelpelocomohabíadeseadohacerenmilesdeocasiones.—¿Quién lo diría?—dijo en voz alta y me dio la impresión de que se lo

preguntabamásasímismoqueamí.—¿Porquélodices?—Bueno...,estocomparadocontucasa...Lomiréconcondescendencia.—Hablóelquesecrioenunachabola.Serio.—Sabesquetucasaeslamásgrandedelbarrio,lasdemássoloprocuranno

desentonar.—Y lo hacen bastante bien —afirmé a sabiendas que, por mucho que se

quisiera hacer el moderno, él también se había criado en un ambienteprivilegiado y con ciertos lujos—. ¿No te da miedo estar aquí solo? —le

pregunté consciente de que yo no duraría durmiendo ahí sola enmedio de lanadanimediosegundodereloj.—¿Miedoaque?—replicó—.¿Aloslobos?—¿Aquíhaylobos?—dijemirandohacialaventanaconlaintencióndesalir

corriendo.—Estamos al lado del bosque, las posibilidades de que un lobo se presente

aquíexisten,pero sonmuy remotas.Además, tengounaescopetadebajode lacama...porsilasmoscas.Lomirésorprendida.—¿Tienesunaescopeta?—preguntésindarcrédito—.¿Nohayqueteneruna

licenciaparaesooalgoasí?—En Virginia no hace falta, solo hay que ser mayor de edad y no tener

antecedentespenales.—Túlostienes,¿no?—Me dijeron que si hacía un cursillo del control de la ira borrarían mis

antecedentes, ymenosmal, porque encontrar trabajo con antecedentes en estepaísesalgoprácticamenteimposible,almenosuntrabajodecente.Subocamordisqueómiorejamientrasmeexplicabalodelasarmas.—¿Deverdadcreesqueunanimalsalvajepuedeveniraquíamolestarte...?Memiróalosojosantesdecontestar.—Solohayunanimalquemepreocupay¿sabescuáles?Neguéconlacabeza.—El ser humano —declaró incorporándose y dejándome repentinamente

desnudaydesamparada.Saliódelacamaysepusolospantalonesdechándal.—¿Usaríaslaescopetacontraunapersonadecarneyhueso?—Usaría la escopeta si alguien intentara entrar en mi casa a robarme o

hacermedaño.Tengoque tenercuidado.Como túbienhasdicho,estoestáenmediodelanada,sinomeprotejoyo,noloharánadie;lapolicíapasadeveniraquí,estoestáfueradesujurisdicción.—Meestánentrandoganasdesalircorriendo,losabes,¿no?Thiago sonrió de lado y sacó una sartén del pequeñomueblecito que había

debajodelfregadero.—Si estás conmigo no te pasará nada malo, puedes estar segura de eso.

¿Tortitas?—preguntóacontinuacióncomosinada.Asentí mientras empezaba a buscar mi ropa interior entre el amasijo de

sábanas. Encontré mis bragas y mi sujetador, y no tardé ni medio minuto enponérmelosparanoparecerunaneandertalenmediodelaselva.Encuantomelospuse,algodetelaaterrizóenmicabezaycuandolocogívi

queerasucamiseta.—Póntela—meordenódemaneracariñosa,yyo,cualfanidiota,melapasé

porlacabezaysentícomosiloqueacabasedehacerfueselomásemocionantedel universo. ¿Tan colada estaba por ese chico?—. Te queda bien—observóThiagomirándomeconojosdequerercomermeabesos.—A ti te queda bien no llevarla—le dije admirando sus abdominales y su

cuerpofuerteyesbelto.—¿Sí?—mecontestócomoquiennoquiere la cosamientras sacaba lo que

necesitabayseponíaahacerlamasaparahacerlastortitas.—Te ayudo —me ofrecí colocándome a su lado y supervisando si los

ingredientesqueusabaeranloscorrectos...Nopodíaevitarlo,lacocinayyonosllevábamosbienyavecessemehacíadifícilcederelcontrol.Cocinamoslosdosenunsilenciocómodo,ymientraspasabanlosminutosno

pudeevitarrecordarunatardeenlaqueTayloryyonospusimosahacertortitasensucasa.Élnoteníaniideayloúnicoquehizofuemolestarmeydesordenarlotodo. Empezó incluso una pelea de harina y masa que terminó con los dostiradosenelsueloytodohechoundesastre.Sumadrecasinosmatacuandoviocómo dejamos la cocina y ahí me di cuenta de lo diferentes que eran loshermanos.MientrasobservabalometiculosoyperfeccionistaqueeraThiago,nopodíaevitaranhelarunpocoesachispaqueTaylorllevabaatodaspartesyquecontagiabaaquien fueraque lo rodeara.Pero teníaqueentenderquenopodíatenerlos a los dos, que no podía meter a Taylor y a Thiago en un vaso,mezclarlos y tener al chico ideal para mí, eso no existía y cuanto antes mehicieraalaideadequehabíaperdidoaTaylorparasiempre,mejor.Thiagopusolamesamientrasyopreparabaunoscafés.Despuésnossentamos

juntosadesayunar.—¿Cómoquiereshacerlohoyenelinstituto?—meplanteóalrato.—¿Hacerqué?—repliquélimpiándomelabocaconunaservilletadepapel.—Tengo que llevarte y no es buena idea que lleguemos juntos... Creo que

debemos esperar un poco de tiempo para que todo se asiente y mi hermanopuedahacersealaideade...—¿Lonuestro?—pregunté.Thiagoestirólamanoymepellizcóellóbulodelaorejaconcariño.—Sabesqueporahoranopuedesaberlonadie,¿verdad?—mepreguntó.Asentí.Sabíaqueenelinstitutonoloveríannadabien;dehecho,eramuyprobable

quenosexpulsaranalosdossialguienseenteraba.—Nosveremosaquícuandopodamos,¿vale?—medijoconunasonrisatan

cariñosaquesemefuerontodaslasdudasquetenía.No pudimos alargarmás nuestra pequeña escapada y, a pesar de saber que

debíairaclase,deseécontodasmisfuerzasquedarmeallíescondida.Hoy aún sigo preguntándome qué hubiera pasado o cómo se hubiesen

desencadenado las cosas si él y yo hubiésemos decidido faltar a clase yquedarnosallí.Las cosas pasan por algo, estoy segura, y las vueltas que da la vida la

conviertenenunamontañarusadelaquenosabescuándovasapoderbajar.Dehecho,¿algunaveznosbajamos?Lorecogimostodorápidamente,nosduchamosjuntosenladuchadiminutade

la caravana, y compartimos besos robados y caricias que nos calentaron pordentro,peronopudimosrecrearnostodoloquequeríamos.Teníamosqueirnos.Fueraestabatodonevadoycostóunpocosalirconlamoto.AlasochoymediaThiagoestabadejándomeenmicasay,almirarhaciala

suya,solopuderezarparaqueTaylornonosvierallegarjuntos.—Dameunbeso—mepidiócolocando lamanoenminucay atrayéndome

haciaél.Nosbesamosynosdijimoscosasbonitas.Si hubiese sabido lo que nos esperaba aquel día, me hubiese detenido en

decirlemilesdecosasmás...yhubiesealargadoesemomentotodalavida.

10

TAYLOR

Los vi llegar. Los vi llegar y no fui tan tonto como para dejar queme vieranespiándolos.Joder,cómodolía...Cómodolíayquéenfadadoestaba.Peroeramejorlarabia

queeldolor,preferíasentiresomilvecesantesquedejarqueesedolorprofundoyterriblemerompierapordentro.LatraicióndeKamieraalgoquenuncajamáspodríaperdonar,perolademi

hermano...Nuestrarelación,paramí,habíaacabadoparasiempre.Noteníanilamenorideadedóndevenían,sisehabíanidoaunhoteloaun

parque,perounacosaestabaclara:habíanpasadolanochejuntos.Nopodíaevitarpreguntarme:¿porquéél?¿NoveíaKamicómoéramos los

dos cuando estábamos juntos? ¿No sentía esa misma conexión que yo sentíacuandoestabaasulado?Me fijé enqueentrabaa sucasacon rapidezyque segiraba justoantesde

cruzarlapuertaparapodersonreírleunavezmás.Aél...Joderlesonreíaaél.Mealejédelaventanayterminédevestirme.Iralinstitutoeraloúltimoque

meapetecía,yhastameplanteéquedarmeencasayfingirestarenfermoparanotener que enfrentarme a aquella situación tan incómoda y dolorosa, pero ya

habíanempezadolosexámenesyjustoesedíateníaeldematemáticas,cuyanotadebía clavar si quería compensar todas mis faltas para poder entrar en launiversidad.EstabapasándomelasudaderadelosKnicksporlacabeza,cuandomimóvil

vibróllamandomiatención.Había ignorado todas las llamadasdeKami,perocuandodejóde llamarme,

deseéquelohicieraparapodercogerleelteléfonoyescuchardesubocaquesearrepentía, pero nada de eso ocurrió. Las llamadas y losmensajes dejaron dellegar,yyomequedémirandoeltechointentandohacermealaideadequeminoviaestabaenamoradademihermano.Poresocuandovisunúmeroenlapantallaesamañana,mesorprendíyvolví

adudar.Noqueríanipodíahablarconellaymenosdespuésdevercómollegabaenla

motodemihermano.Elmensajequemeenvióentoncesdecíalosiguiente:

Séquesoylaúltimapersonaalaquequieresverenestemomento,pero,porfavor,porfavor,perdónameynoodiesaThiago.Tequieroyesperoquecuandoestéspreparadomedejeshablarcontigoyexplicártelo

¿Explicarmeelqué?¿Quemehabíaengañadodurantetodoestetiempo?Nohabíanadaqueexplicar...Ylodequenoodiaraamihermano...Ellanoeranadieparapedirmealgoasí.¿Cómoseatrevíaainmiscuirseeneso?Joder,quécabreadoestaba.Cogí las llavesdelcocheybajé lasescalerasparasubirmeaélydesayunar

porelcamino,puesloúltimoquequeríaeracruzarmeconThiago,peroalbajaralacocinanosolomeencontréconél,sinoquetambiénestabamimadre,quenadamásvermeaparecerporallísupoquealgonoibabien.MimiradaseclavóenladeThiagoyelambientesetensóhastaelpuntode

quesepodíacortarconuncuchillo.—Desayunaréfuera—comentésimplementeconlaintencióndesalirdeallí.—¿Porqué?¿Quéhapasadoahora?—preguntómimadremirándonosaunoy

aotroalternativamente.

—Taylor, tenemos que hablar—dijo entoncesThiago consiguiendo quemedetuvieracuandoyamedirigíaalapuerta.Megiré.—¿Dequé?¿Decómotehasfolladoaminovia?—preguntéyapesardeque

mimadre abrió los ojos sorprendida y soltó una exclamación amonestándomeporhablardeesamaneraanteella,nofueesoloqueconsiguióquemequedaraacuadros,sinoverlaverdadenlosojosdeThiago.Sehabíanacostado.Nomehacíafaltaningunapruebaniquemeloadmitieraenvozalta,solome

bastóversumiradaparasaberqueeracierto,quelohabíahecho.—¡Serás hijo deputa...!—le espetémirándolo comonunca enmivida creí

quemiraríaamihermano.Me sentí tan traicionado, tanto, que en esemomento lo odié con todasmis

fuerzas.—¡Taylor!—megritómimadrecabreadísimaytensaalmismotiempo.—Nopuedeshablarasídelantedemamá—merecriminóThiagoponiéndose

enpie—.Pídeledisculpas.Soltéunacarcajada.—¿Tecreesconelderechodedecirmecómotengoquehablaryloquepuedo

decirdespuésdeloquehashecho?—Loquetengasquedecirmemelodicesenprivadoynodelantedeella.Miréamimadre.—Losiento,mamá—medisculpésinsentirloniunpoco.Mispuñosestaban

tanapretadosamiscostadosquemeestabahaciendodañoenlaspalmasconlasuñas—. Siento mucho que hayas criado a un hijo que es un mentiroso, unmanipuladoryunauténticonarcisista.—¿Qué has hecho, Thiago?—preguntó mi madre mirándolo directamente,

aunqueélnoapartólosojosdemíenningúnmomento.—¿Deverdadpiensasesodemí?—Sí—afirmédemaneratajante—.Lopiensoporqueloeres,creesquetodoy

todosgiramosatualrededor.Kamieraminovia...¡Noteníasningúnderechoaentrometerte!

—Mira, Taylor, te voy a dejar clara una cosa —dijo acercándose a mí ymanteniendolacomposturacomosiemprehacíaenocasionesasí,cosaqueamíconseguíasacarmedemiscasillas—.SientomucholoquehapasadoconKam,nuncafuemiintenciónquelascosasllegaranhastaestepunto,intentéapartarme,perodenadasirvió...Nocontrolamosaquienamamos,joder.¡Llevocoladoporelladesdequetengodiezaños!—Eramía—afirméapretandolosdientesyaloírmesucarasetrasformó.Sus

manosvolaronymesujetaronconfuerzadelacamiseta.—Ellanoesdenadie—medijo.Yoloapartédeunfuerteempujón.—Novuelvasaponermelasmanosencima.—¿Oquéharás?—mepreguntó.—¡Basta! —intervino entonces mi madre, interrumpiéndonos—. ¡Sois

hermanos!Nopodéisdejarqueunachicaseinterpongaentrevosotros,lafamiliaesmásimportanteque...—Oh, por favor...—la corté—.Nome vengas ahora con ese cuento chino

sobrelafamilia.—Mamá tiene razón —dijo Thiago respirando con profundidad—. No he

hechotodoslossacrificiosquehehechoparaqueahoraterminemosasí—dijopasándoselasmanosporlacara.—Siemprehablasdesacrificiosysacrificios...,pero¡noereselúnicoquetuvo

quehacerlos!—Todoloquehehecholohiceparaqueatiyamamánoosfaltaradenada

—expuso mirándome dolido, pero mi cabeza solo interpretaba hostilidad,mentirasymásmentiras:estabaciegoporlarabiaynoqueríavernadadeloquesabíaqueeraverdad—.Todoloquehicetehapermitidoatipoderoptaraunabuena universidad, poder ser el capitán de un equipo que pasará a las finales,poderconseguirunabecadecente...—Que yo sepa, he tenido que deslomarme estudiando y entrenando para

logrartodasesascosas.Túnohasconseguidoesopormí,lohehechoyosolito.—Sinofueraportodoloquemamáyyohemoshecho,nisiquierahubieses

podidoseguirestudiando...—¿Vasaecharmeesoencara?—contrataquéponiéndomemásymásfurioso

—.¡Fuistetúquiennoquisorecibirniuncéntimodepapá!¡Fuistetúquiendijoquenolonecesitábamos!—¿Queríaseldineromanchadodeunasesino?—¡Thiago!—exclamómimadrecasialavezqueyo.—¡Noesunasesino!—legrité—.Esuncabróninfielygilipollas,pero¡élno

lamató,joder!¡Fueunaccidente!Mihermanosetransformóaloírmedeciresoytampocofuedeextrañar.Ese

tema en mi casa era tabú. De eso no se hablaba, solo me había bastadomencionaramihermanaunsegundoparaquemimadresellevaralasmanosalacarayseecharaallorar.—Suserroresfueronlosquelamataron,porlotanto,sí,esunputoasesino,

unasesinoquemearruinólavidaymequitótodaslasoportunidadesdelasquetúdisfrutasahora.—¡Túnoereselúnicoqueperdióaunpadreyaunahermana,Thiago!Hablas

demisoportunidades,¡yoheluchadoparatenerlas!¡Túelegisteelcaminofácilymiracómotehaido!—¡¿Elcaminofácil?!—¡Me tienes tanta envidia que ni siquiera has dudado en arrebatarme a la

chicaquequiero!¡Vivetuputavidaydejaenpazalosdemás!Mihermanosecallóentoncesysehizoelsilencio.Memiró durante lo que pudieron ser horas o segundos, despuésmiró ami

madre que, calladamente, lloraba sentada en una silla, destrozada al ver a sushijosdiscutircomojamáslohabíanhecho.¿Quénoshabíapasado?—Nuncafuemiintenciónrobartenada,Taylor—declaróThiagoenvozmuy

baja.Derepenteparecíacansadoymuchomásmayordeloqueenrealidadera,yunapartepequeñademí,muyenterradaenelfondodemicorazón,sesintióculpable—.Sideverdadpiensastodoeso,seráporquenohehecholascosastanbiencomocreía...Simepidesquenolavuelvaaver,loharé.Eresmihermanoytequiero...Yaperdíaunahermana,novoyaperderteatitambién.Peroyo...laquiero... Estoy enamorado de ella —confesó ahora levantando la mirada yfijándola en la mía para que leyera la sinceridad en sus ojos antes de

preguntarme—:¿Deverdadquieresquemealejedeella?Tardémenosdeunsegundoenresponder.—Sí—contestésindudarloniunmomento—.Quieroquetealejesdeella...y

demí.Parasiempre.

11

KAMI

Mimadrenos llevóamihermanoyamíal instituto.Desdetodoloquehabíapasado con elMomo, con Juliany con sus compañeros de clase,Cameronnoparecíaserelmismo.Sí,eramihermanitopequeño,elmismoquecorríaporlacasadisfrazadodeoruga,dearañaodealgúnbichoraromientrassujetabaasuiguanaJuanaenunamanoyunapistola láseren laotra,peroalgoenélhabíacambiado: se había vueltomuchomás asustadizo, muchomás dependiente, ymuchísimomásinsegurodesdequelehabíanhechobullying.Los niños podían sermuy crueles y no sería hasta esemomento cuando yo

comprenderíadeverdadlasconsecuenciastancatastróficasquepodíasuponereltrataraalguiencomosifuesebasura.—¿TerecojoalasalidaotepasaabuscarTaylor?—mepreguntómimadre

enlapuertadelinstitutoalavezqueleabrochabaelabrigoamihermanoylecolocabaelgorrodelanaenlacabeza.—Taylormedijoqueestefindemellevaríaaloscars—comentómihermano

mirándomedesdeabajo,conlailusiónllenandosusojosazules.Quemimadreaceptasemirelaciónconelhijodelamujercuyomatrimonio

había destrozadoya era un logro infinito, peroque ademáspermitiese que, devezencuando,nosllevásemosporahíconnosotroseralapruebamásfehaciente

dequemimadrehabíacambiado.¿CómoesexplicabayoahoraquehabíarotoconTayloryquelomásseguro

eraquedentrodeuntiempoempezaseasalirconThiago?Niyoeracapazdeafrontaraúnesarealidadenmicabeza;sabíaquequedaba

un largo camino por recorrer hasta que ambas familias aceptaran almenos laideadequeThiagoyyonosqueríamos.Quéilusafuialcreerquealgoasípodríallegaraocurrir.—Recógemetú—lepedísincruzarlamiradaconella.Noqueríaquesospechasenada,noqueríaqueseentrometiera,niempezasea

hacermepreguntas.—Os veo luego, portaos bien —se despidió besando a mi hermano y

lanzándomeamíunamiradainterrogativa.CogíaCamerondelamanoyempecéacaminarhaciaalinstituto.—Oye, Kami—me dijo el enano rascándose la frente y casi quitándose el

gorro.Selovolvíacolocarbiensobrelacabeza—.¿EsciertoqueelMomoeratuamigodisfrazado?Lomiréunsegundopreguntándomeaquésedebíaahoraesapregunta.Había

hablado largo y tendido con él para explicarle que elMomo no existía y quenadieleharíadaño.—Yanoesmiamigo,Cameron—lecontestémirando inevitablementeami

alrededor...VeraTayloroaThiagometeníaconlosnerviosaflordepiel.Temíaver al primero porque no sabía qué me diría o cómo reaccionaría al vermedespuésdeloocurridoeldíaanterior,yalsegundo,porquememoríadeganasdeenterrarmeentresusbrazosysentirsufraganciainvadiendomissentidosunavezmás.Nohabíapodidodejardepensarenél,derememorarloquehabíamosestado

haciendo aquella noche. Sus manos, su boca, su cuerpo unido al mío de lamaneramáspasional,reconfortanteyplacenteraquehabíapodidosentirjamás...¿Quéharíaalverme?Sabíaqueteníamosqueguardarlonuestroensecreto,almenosporuntiempo,

peroloquenoesperabaeraquepasarapormiladosintansiquieradirigirmeunasimplemirada.

Cuandoalcabodeuninstantepasópormiladoymisojosseclavaronensunuca,penséqueeratodopartedelplan.Penséqueerasumanerademantenerlonuestroensecreto,asalvodelasopinionesydelpeligroquepodríasuponerquelosdemásprofesores,alumnosoelmismodirectorsupieran loquehabíaentrelosdos.En cambio, cuando fue Taylor quien pasó por mi lado, fue totalmente

diferente.Nomerehuyólamirada,nomeesquivóparaquenuestrasmiradasnosecruzaran.Contratodopronóstico,separóparasaludaramihermanito.—¿Qué pasa, campeón? —le dijo a Cam, que lo miró ilusionadísimo—.

¿Preparadoparanuestraexcursióndemañana?Misojosbuscaronsumiradayvique,apesardefingirquenadapasaba,el

dolorestabaahí,comiéndolopordentro.¿Porquéhacíacomosinada?—Oye,Taylor—hablé,pero laexclamacióndefelicidaddemihermanome

interrumpió.—¡¡¡Sííí!!!—gritóentusiasmado.—Nos vemos luego, enano —se despidió sacudiéndole el gorro y, justo

cuandocreíaquesemarcharíasindecirmenada,sedetuvodelantedemí—.¿Tetomasuncaféconmigoalahoradelalmuerzo?—mepreguntó.—Claro—contesté,unpocoaturdida,ymáscuandoseinclinóhaciadelantey

mebesódulcementeenlamejilla.¿Quédemoniosestabapasando?—Vamos,Cam—dijeempujandosuavementeamihermanoparaentrar.Como todas lasmañanas tuve que dejarmi teléfonomóvil en una bolsa de

plásticoyentregárselaenlaentradaaljefedeestudios.Despuésdeloocurridocon Julian, se tomaban lasmedidasantibullyingmuy en serio, y los teléfonosmóvilesquedabancompletamenterequisadosenhorario lectivoydentrode lasinstalacionesdelcentroescolar.Acompañé a mi hermano hasta la puerta de su aula, donde se quedaría

esperandounahoramásomenosaquecomenzaransusclases.—Nos vemos luego, ¿vale, enano? —le dije besándolo en la mejilla y

girándomeparallegaramiprimeraclase.—¡Oye,Kami!—megritócuandoyacasihabíaalcanzadoelfinaldelpasillo.Megiréparamirarlo.—¿Ysinosvamosacasa?—mepropusoyautomáticamenteunasonrisase

dibujóenmicara.—¿Quiereshacerpellas?—repliqué.Camnomedevolviólasonrisa.—Noquieroestaraquí—afirmóyaloírlotuvequeacercarmeaél.—¿Porqué?—lepreguntéarrodillándomeasulado—.Antesteencantabael

colegio.Camseencogiódehombrosyfijósumiradaenlamía.—Prefieroestarencasa...contigoyconmamá—confesócolocándosebiensu

mochila, que casi era más grande que él—. Podríamos llamar a papá...,preguntarlecómoestá...Ahímedicuentadelapocaatenciónquelehabíaprestadoamihermano,del

pococontactoquehabíamostenidolasúltimassemanasconnuestropadreylomalquedebíadeestarpasándolodespuésdelasmalditasmentirasdeJulianysuperversa tendenciaahacersepasarpor seresescalofriantesqueasustabana losniños.—Estatarde,despuésdeclaselollamaremos.¿Teparece?Mihermanoterminóporasentir.—Nos vemos luego—le dije abrazándolo, y luegome dirigí a la parte del

centropertenecientealinstituto.Cuandolleguéalastaquillas,Elliemeesperabaapoyadaenlamía.Lamiréduranteunossegundossinsabermuybienquédecirle.—Losientomuchísimo—sedisculpóyviensusemblantequedeverdadlo

sentía.Una parte de mí seguía muy molesta con ella, se había inmiscuido en mi

relación y había conseguido que Taylor rompiera conmigo haciéndolemuchísimodañoenelproceso,perolaotrapartesabíaqueenrealidadtodoesohabíasidoculpamía.Nopodíaculparlaaellaporalgoquemehabíabuscadoyosolita;alfinyalcabo,habíasidoyoquienhabíaengañadoaTaylor,habíasido

yoquienlehabíaestadomintiendoymiafánpornohacerledañoymiegoísmopornoperderlenoshabíanllevadoatodosaesasituación.—Estábien,Ellie—lecontestéacercándomeaella—.Ahoramismo,contodo

loquetengoencima,loúltimoquenecesitoesperderamimejoramigaporunchico—añadíabriendomitaquilla,cogiendomislibrosparalaclasedefísicaycerrándolaotravez.Elliesonrióyviquesusojossehumedecían.—Oye,tranquila—ledijesorprendiéndomedeverlaasí.—Es que la he liado tanto, Kami... —comentó limpiándose una pequeña

lágrima—.Noséquémepasó...Esqueséquetúnoeresasí,yverquemimejoramigalehacíaesoa...—Alchicoquetegusta—terminéporella.Elliememiróabriendomucholosojosynegandoconlacabeza.—Yo...—Nopasanada,deverdad—la tranquilicéy justoenese instantepudever

conelrabillodelojocómoTaylorseacercabaasutaquillaalfinaldelpasillo.Noestaba solo;me sorprendióver que eraKatequien en ese instantehablabaconél.Elliesiguiómimiradaytambiénpusocaradesorpresa.—¿Quésetraeráentremanos?—Niidea—contestéobservandocómoTaylornegabaconlacabezaymiraba

alaquehabíasidomuyamigamíaconcaradenoentenderabsolutamentenada.Cuandosesepararon,Taylortuvoquepasarpornuestroladoinevitablemente

parairseasuclasedeliteratura,clasequecompartíaconEllie,yapesardetodoloquehabíapasado,apesardeloquehabíavividolanocheanteriorconThiago,sentíunpinchacitodeceloscuando,alpasarpornuestrolado,llamóamiamigaconunasonrisa.—¿Tevienes,Webber?—lepreguntódeaquellamaneraqueconseguíaquea

lastíasnostemblasenlasrodillas.AEllieseleiluminaronunpocolosojos,peromemiróamíantesdetomar

ningunadecisión.—Nosvemosluego—lesdijealosdos.

¿OesqueTaylorsehabíaolvidadodequemehabíadichoquequeríahablarconmigoalahoradelalmuerzo?—Suerteen tuexamende física—medeseóTaylor, con loqueamí seme

aceleróelpulsocasiprovocándomeuninfarto.—¿Cómo has dicho?—le pregunté sintiendo quemi boca seme secaba de

repente.—Tu examen —respondió mirándome un segundo preocupado—. Me ha

dichoKatequeahoratenéiselfinaldefísica,¿no?—¡Mierda!—soltéenvozaltamirandodeunladoaotro.—¿Setehabíaolvidado?—mepreguntóElliesindarcrédito.¡Joder!—Yyoquecreíaque tehabíaspasado toda lanocheestudiando—comentó

Taylormirándomealosojos.¿Eraesounapullita?¿Lodecíaporquesabíaquehabíapasadolanochecon

Thiago?¿LehabíadichoThiagoalgoalrespecto?¿Yporquéahoraderepenteseleveíaotravezdistante,secoymalhumorado?

¿Porquéhacía soloun rato semehabía acercadocomosiempreparadecirmequequeríahablarconmigo?—Joder, voy a suspender... Mierda, mierda, mierda —exclamé para mí

intentandoolvidarmedetodolodemás,deThiago,deTaylor,demihermano,demimejoramiga...¡Joder,teníaunputoexamen!—Tienesdiezminutospararepasarantesdequeempieceelexamen—intentó

animarmeEllie,sinéxito.—Nosvemosluego—dijealejándomecasialacarreraendirecciónalaclase

defísicaconlaintenciónde,almenos,repasarmelasfórmulas...Mierda, lasputas fórmulas, sinome las sabía,¿cómodemonios ibaahacer

losproblemas?Me senté en mi pupitre, y comencé a repasar aquellas letras y números

colocadosdemaneraestratégica,loscualeseneseinstanteseconvirtieronenlomásimportantedemivida.«Memorízalas,memorízalas»,medecíamicerebro,comosimefueselavidaenello.Daría loque fuerapor regresar justo a esemomento.Ese instante endonde

mis preocupaciones eran las de cualquier adolescente: exámenes, peleas conamigas,exnovios,amoresnuevos,padresseparados...Es increíble cómo magnificamos los problemas hasta dejar que gobiernen

nuestrasvidas.Esmuytípicooírdeciraalguienquienteescuchaesode«Noteagobies por eso, piensa que hay gente que no tiene para comer», y es cierto,joder.Lasdesgracias afectan amiles depersonasynoshablande ellas en lostelediarios, en los periódicos... Sabemos de ellas cada día. Aun así, somosincapacesdeverycompararparaserconscientesdelasuertequetenemos.Nosomoscapacesdeverlohastaquenospasaanosotrosmismos,hastaque

es a nosotros a quienes esas desgracias acuden para robárnoslo absolutamentetodoygolpearnoscon la fuerzade la realidad, lapurayúnicarealidaddequesomos un mísero grano de arena en una playa infinita, un mísero grano quesobrevivealasdesgraciasporquesimplementetienesuerte,porque,sideverdadnos detenemos a analizar nuestras flaquezas, hace tiempo que ya deberíamosestarextinguidosenununiversoqueesunaamenazaconstanteypeligrosa...Daría lo que fuera por volver atrás.Hubiese hecho las cosas de formamuy

diferente.Pero¿dequésirvemirarhaciaatráscuandolavidatetira,teempuja,tegolpea

ytearrastrahaciadelante?

12

KAMI

Nadiehubieseimaginadoqueesoocurriría.Simedejasenecharlavistaatrás,alomejor hubiese podido ver las señales, las pistas que de algunamaneramehabía ido autoconvenciendo de no saber interpretar. No quería verlo... ¿Pormiedo?No lo sabía, pero sí sé que sentí algo extraño aquella mañana al entrar al

instituto.Nome preguntéis exactamente qué fue, pero podía olerse algo en elaire...Podéis llamarlo intuición,premonición..., no lo sé, pero cuandoocurrió,mimentesintióalivio,nounalivioreal,claro,perosí lasensacióndehabersequitado un peso de encima, de haber comprendido por fin ese extrañopresentimientoquedesdehacíasemanasrecorríamicuerpoymispensamientos,alertándomedequealgo iba aocurrir, dequealgo se estabagestandoenesospasillos abarrotados de adolescentes, en esas clases donde las mentesfuncionaban para alcanzar lo que la sociedad nos imponía desde que éramoscapaces de hablar: «Estudia, aprueba los exámenes, entra en una buenauniversidad,pideunabeca, estudia, endéudatehasta las cejas, estudia, trabaja,paga los préstamos, trabaja, cómprate una casa, un piso, o vive de alquiler,búscate a alguien que te soporte y que te quiera, ten hijos, ahorra para tusestudios,trabaja...».

Yasíhastaelinfinito.Levanté la cabeza del examen final de física, igual que hicieron todosmis

compañeros,yunescalofríomerecorriódelacabezaalospies.Inmediatamente después del primer estruendo, vino el segundo y luego un

tercero.Sehizoelsilencioduranteunossegundosinfinitosyactoseguidooímoslos

gritos.ElprofesorDibetsepusolentamentedepieyyotuveelimpulsodehacerlo

mismo.De levantarmeycorrer,peroningúnmúsculodemicuerpo reaccionó,asícomotampocolohicieronlosdemiscompañeros.—Quealguienllameal911—dijoconparsimoniaacercándosealapuertade

laclase.Todospermanecimosinmóviles.—¿A qué estáis esperando? —nos apremió y por fin a mi alrededor los

alumnosempezaronamoverse.Abrílabocaconvoztemblorosaycontesté:—Nadietienelosteléfonos,profesor...La mirada del profesor Dibet se clavó en la mía y vi el miedo cruzar sus

facciones.Solté un grito cuando se oyó el estruendo del siguiente disparo, esta vez

muchomáscerca.—¡Todosdebajodelospupitres!—ordenóelprofesor—.¡Ahora!Obedecimos sin rechistar, aunque los llantos no tardaron en hacer acto de

presencia.Miréhaciamiizquierda.Kate parecía totalmente aterrorizada, su cuerpo temblaba y se abrazaba a sí

mismaconfuerza.Mehubiesegustadopoderdecirlealgo,poderacercarmey rodearlaconmis

brazos,sentirelcariñodequienfuemiamigadesdelainfancia...Aunqueyanonoshablábamos,todoloquehabíapasadoentrenosotrasnoteníaimportanciaenesemomento.Cuandoescuchéelsusurroquesalíadesuslabios,nofuicapazdeencontrarle

unaexplicaciónlógica:—Estoesculpamía,esculpamía.Cerrélosojosconfuerzacuandoelsiguientedisparollegóaoídosdetodos.

Metapéautomáticamentelasorejasconlasmanosyempecéarezarensilencio.Thiago.Taylor.Oh,Diosmío...Cameron...Asídioiniciolapesadilla...

Elruidodelaalarmadeincendiosresonóportodoelinstitutoyahogóeldelosdisparos,dejándolomomentáneamenteensegundoplano.«¡Todos los alumnos diríjanse a las aulas de aislamiento!», «¡Todos los

alumnosdiríjansea lasaulasdeaislamiento!»,empezóadecirunavozpor losaltavoces.Eratodouncaos,elruidodelasalarmas,eldelavozartificial,elruidodelos

disparos... ¿Cuántas veces habían disparado ya? ¿Cuántas vidas se habíancobradoentanpocotiempo?¿Erareal?—Poneos todos de pie—ordenó el profesorDibet—. Saldremos de uno en

uno lo más rápido posible. A unos pocos metros de aquí hay un aula deaislamiento,allípodremosencerrarnosyesperaraquevengalapolicía.¡Vamos!Todosnosdirigimosalapuertadeclaseconprisasy,cuandolaabrimos,lode

fueraeraunacompletalocura.Lagentecorríadespavorida,seempujabanunosaotrosparaalcanzarlasalida

máscercana,nadiehacíacasoalosaltavocesquenosindicabanquefuésemosalasaulasdeaislamiento,yesomismopasóconmigrupo.Encuantoseabriólapuertatodosempezaronacorrer.Me vi empujada por los alumnos que había amis espaldas y caí de bruces

contraelsuelo.—¡Kami!—oíqueKategritabajustocuandounpiegolpeabamipómulocon

fuerza.

Poruninstantecerrélosojosaturdidaporelintensodolor.Alagentenoleimportabaqueyoestuvieseenelsuelo,pasabanacentímetros

demicuerpo,corríansinquererverque,aligualqueyo,otroshabíantropezadoyestabansiendopisoteadosporquienessemovíanconfuriosopánicohacia lasalida.Unamano tiró de mi sudadera hacia arriba y me encontré con los ojos de

Kate,quememirabanconhorror.—¿Estásbien?—mepreguntómirandomiherida.Me toqué el pómulo y asentí a pesar de que el dolor seguía siendo muy

intenso.Miréamialrededoryelpánicodelosdemásseadueñódemí.Cogísumano

confuerzaytirédeella.—¡Vamos,Kate!¡Hayquesalirdeaquí!—legritéintentandocorrerhaciael

lugar al que parecían dirigirse todos. Los disparos se escucharonmás cerca ysentícómoelmiedolecausabauncortocircuitoamislatidos,tanaceleradosquesolopedíanvolverasuestadodereposonatural.—¡No!—gritóellatirandodemíendireccióncontraria—.¡Noloentiendes,

Kami!—Memirabaconlosojosmuyabiertos—.¡Nosepuedesalir!—Pero¡¡¿quédices?!—lepreguntéansiandoseguiralresto.—Lassalidasestáncerradas,¡nosepuedesalir!—¿Cómolosabes?—dije,sindarcrédito.—Kami,esmihermano,¿vale?—medijoentoncesdejándomesinaliento,sin

fuerzasyconlamismasensaciónquesimehubiesendesinfladodegolpe—.¡EsJulian!¡Julianestáhaciendotodoesto!Neguéconlacabeza.No...nopodíaser.—Hacerradotodaslassalidasconcandados...Unfuertedisparoseguidodemuchosgritos llegóanuestrosoídosy lasdos

nosagachamosdemanerainstintiva.Visangrealfinaldelpasilloyesobastóparaimpulsarmeareaccionar.Tiré de Kate con fuerza y empezamos a correr en dirección contraria a la

salida.

Diosmío...Diosmío...Julian...Julianestabahaciendoesto...Era difícil correr en dirección contraria al resto de los alumnos y ambas

intentamosdecirlealagentequesedirigíadespavoridahacialasalidaprincipalquenosepodíasalirporahí.Subimos las escaleras que daban a la planta superior, donde estaban los

laboratorios y frené en seco cuando vi el pasillo lleno de sangre. Habíacuerpos...,cuerposdeestudiantesportodoelpasillo.Misojosnoqueríanver,peromimiradasefijabaencadaunodelosdetalles.Loshabíanmasacrado...Lleguéavermásdecincodisparosenelpechode

unaniñadenomásdetreceaños...—Oh,Diosmío—exclamóKatedeteniéndosehorrorizada—.Oh,Diosmío...—Nomires—leordené,apesardequemisojosseguíanrecorriendocadauno

de los cuerpos; todos ellos con cara de pánico, caídos al suelo de cualquiermaneraensudesesperadointentodeencontrarunasalida.En mi cabeza se solapaban muchos pensamientos, todos alarmantes, y no

sabíamuybiencómodeterminarcuáleraelmásimportante.Necesitabapensar,necesitabaunlugardondepoderaclararmelasideas.Empujé la puerta que había ami derecha y entré tirando deKate almismo

tiempo.La clase estaba prácticamente vacía, si no contábamos con los cadáveres,

claro.MequedéenshockcuandovialaprofesoraDenell,muerta,enelsuelo.Sus

ojos miraban hacia arriba, inexpresivos, y en su cuerpo había tres heridas debala: una en el estómago, una en el pecho y otra en la cabeza.A su lado, unenormecharcodesangreseibaextendiendopocoapocohastacasialcanzarlapuerta.Mirémiszapatosyhorrorizadaviquehabíanpisadoesamismasangre.—¡Vámonos de aquí!—bramó Kate y, justo en ese instante, la alarma de

incendiosdejóde sonar.En laplanta en laqueestábamos, losgritos cadavezeranmenosaudibles,pero loquenodejabade resonareran los silbidosde lasbalas.

—Chis—ledijeparaquesecallaratirandodeellahaciamíycruzandoelaulahastaalcanzarlosarmariosdelfinal.—Kami...—Nosmeteremosaquídentro,¿vale?—leindiquéy,concuidadoycomosi

fueseunaespeciedeautómata,empecéasacarlascosasquehabíaallíguardadasparapoderhacernosunhueco.Nofuetareafácilpasarlascosasdeunarmarioaotrosinhacerruido,perolostirosseoíanlejos,enlaplantainferior.—¡Escóndete ahí! —le susurré y nos metimos dentro cerrando la puerta,

apretujándonoscomopodíamosenesepequeñoespacioreducidodondeapenascabíamosdecuclillas.MiréaKate...Sucaraparecíaotra,nuncahabíavistotantomiedoreflejadoen

unasfacciones,yalgomedijocuandonuestrasmiradasseencontraronqueellapensabalomismodemí.—Kami... —empezó a decir con cuidado, en voz muy baja—, no solo es

Julian—revelóabrazándoseasímismaconfuerza.—¿Qué...quéquieresdecir?—lepreguntéhorrorizada.Katetardóunossegundosencontestar:—Nosoloesél...Sonmás...Esonopodíaestarpasando.—¿Cómoquemás?¿Cuántosmás?—lepreguntéintentandomantenermivoz

enuntonobajo—.¿Cuántos,Kate?—Dos—contestómuysegura—.Nosondelinstituto,losconocióatravésde

supáginaweb...«Supáginaweb...»LamismaqueThiagomehabíadichoqueteníacontenido

homófobo,racista...—¿Cómo puede estar pasando esto? —me pregunté a mí misma sin

podérmelocreer.—Julianesunpsicópata,Kami...,yestáobsesionadocontigo.—Porfavor,nomedigaseso...Noinsinúesquetodoestolohacepormí...Nomehacíafaltaqueellameloconfirmaraporqueenelfondodemicorazón

sabíaqueyoeralacausante,nosignificabaquefuesemiculpa,perosíquehabíasido la que había hecho detonar todo aquello. Julian se había obsesionado

conmigo y eso había derivado en cosas muy feas... Lo ocurrido hacía unassemanasenelinstituto,lapalizaqueledieron...—Acabarácontodosmientraspuedahacerlo—declaróKate—.Loharáhasta

darcontigo,Kami...Estáloco...Nosabeslascosasquehahecho,lascosasquemehahechoamí...TodoloquehabíapasadoconKateparecíateneralgodesentidocuandopor

finlavidispuestaasincerarseconmigo.—Deverdadqueintentéalejarme,intentéquemedejaratranquila,hastahablé

con mis padres, pero tiene una manera de engatusar a la gente... No mecreyeron...—Estábien,Kate,tranquila—tratécalmarla,peromeinterrumpió.—¡Túnoloentiendes,Kami!—megritóentonces,sintenercuidadoalgunoy

sincontrolarsutonodevozenabsoluto.Sieraciertoquehabíadosmásapartede Julian, no eradifícil quepudiesen estar cercadel auladebiología.Podríanoírnosyentonces...No...,joder,no;nopodíamorir,nopodíamorirtanjoven.—Porfavor,bajalavoz—lesupliqué.—Sabráqueestamosaquí,Kami—measeguró,yensusojosvilaverdad,y

tambiénnotéelhorrorylasinceridadencadaunadelaspalabrasquepronunció.—No—negué sabiendo que nuestro escondite era bueno: ese instituto era

inmenso, no podía saber dónde estábamos, al menos no tan rápido... Soloteníamosquemantenernoscalladas...Soloteníamosque...—Lehemandadounmensaje,sabequeestásconmigo—confesóalavezque,

conunalentitudinfinita,sacóelteléfonomóvildesubolsillotrasero.—¿De...dedóndelohassacado?—empecéadecircasisinaliento—.¡¿Qué

hashecho,Kate?!—¡Tienesqueentenderme!¡Sinoledigodóndeestás,mematará!—¡Nopuedesdecírselo!—gritéenvozbajasujetándolelamuñecaconfuerza,

lamismamuñecaquesosteníasuputoteléfonomóvil.—Meprometióquenomepasaríanada,mejuróquesi...—¡Esmentira,Kate!¿Noloves?¡Noleimportanadie!—¡Losiento,perotengoquehacerlo!

Ni siquiera dejé que terminara la frase. Abrí la puerta del armario dondeestabametidaysalídeallícorriendo.—¡Kami!Nomiréhaciaatrás.Salídisparadaporelpasilloycorríhastalassiguientesescaleras.Micerebro iba registrando sinqueyomedieracuenta los cadáveresque se

acumulabanpor lospasillos,por lasescaleras...Todosellospilladosa traición,porlaespalda,ensuintentodesalirhuyendo...Habíanqueridohuircomoestabahaciendoyoenesemismoinstante.Vi el hueco que había debajo de las escaleras ymemetí dentro. Tenía que

pensar...Teníaquepensarynoperderlosnervios.Mellevélasmanosalacabezaypenséenmihermano.Joder... Tenía que ir a buscarlo: estaba solo, los alumnos de primero no

entrabanhastalasnueve...Recordéentoncessuinsistenciaenirnosacasaaquellamañana.¿Sabría algo? ¿Habría el hijo de puta de Julian hecho algo para volver a

amenazarlo? ¿Habría conseguido llegar a él de nuevo, sin que nos diésemoscuenta?Enmimente pudever aCameron aterrorizado, solo, sin saber quéhacer ni

adónde ir; en mi mente me imaginé a Julian o alguno de los otros dosapuntándoloconlapistolaydisparando;imaginéquelasangrequehabíaporelsuelo era la de mi hermanito de siete años; me imaginé llegando tarde,contándoleamispadresquenohabíapodidohacernadaparasalvarlo...Abrílosojosymejuréamímismaquenodejaríaquenadamalolepasara.Mefijéenelpasillo,losgritosdelagenteaúnseescuchabandesdedondeyo

estaba,peromeponíalospelosdepuntanotarquecadavezseoíanmenos.Olosquegritabanhabíandecidido esconderse y aguantar a ser rescatados, o habíanmuertoynohabíanadamásaterradorqueeso.¿DóndeestaríaTaylor?¿YThiago?Recordé entonces haber visto a Kate hablando antes con Taylor... ¿Qué le

habríadicho?¿Estaríatambiéntramandoalgoraroconél?¿SeguiríaórdenesdeJulianparaayudarloaencontrarloymatarlocomoqueríahacerconmigo...?

Nuncaentodamividanotétantolaausenciademiteléfonomóvilcomoenaquelinstante.¿SabríaJuliandeaquellanuevanormativa?Obviamente lo sabía.Kate era suespía, ella lehabría estado informandode

todoloqueestabaocurriendoenel instituto...¿Lohabíautilizadoasufavorapropósito?Nosabíaquéhacer,niadóndeir.Yjustocuandocreíaquemevolveríalocaescuchandotantosgritos,lovi.Unchico...yotro.Erandos,e ibancargadoshasta lascejasde todo tipode

armamento.Escopetas,rifles,metralletas,quecolgabandesusespaldascomosise trataran de simplesmochilas inofensivasmientras admiraban la pistola queunodeellosllevabaensumanoderecha.—LacompréenWaltmart.Setentayochodólares—dijoelchicomoreno,no

muyaltoyvestidocompletamentedenegro.—¡Joder! Amíme cobraron ciento cincuenta por esta, tío—le contestó el

otro,unpelirrojogordo,malvestido,que levantó lapistolaycerróunojoa lavezqueapuntabahaciaelfinaldelpasillo.—¿Medejasprobarla?—lepidióelmorenocolocándosesupropiapistolaen

lapartedeatrásdesuvaquero.Cogióladelpelirrojoylalevantó.—Joder,¿nopasanadie?—preguntóyelpelirrojoserio.—¿Hacemoslodeantes?—¡Dalecaña!Los observé casi sin respirar. Horrorizada, petrificada de miedo... Me

temblaban tanto las piernas y las manos que apenas podía controlarme... Loslatidoserantanfuertesquetemíaquepudiesenoírlosdesdedondeellosestaban.—¡Poraquí!¡Aquíhayunasalida!¡Poraquí!—gritóelgordocambiandola

voz y haciéndolamás aguda—.No tengáismiedo, hemos conseguido abrir lapuerta,¡vamos!Lohizotanbien...,sonabatanseguro,tanreal...Yomelohubiesecreído.Miréhorrorizadacómoalospocosminutosdeélseguirgritando,ungrupode

chavalessalierondelaclasequehabíaalfinaldelpasillo.Metapélabocacuandoelarmadelmorenoempezóadispararsintregua.

Cuatrodeloscincoadolescentesdenomásdecatorceañoscayeronalsueloensangrentadosygritandodedolormientrasqueunadelaschicas,rubiaycontrenzas, salía corriendo en dirección contraria sin que ninguna de las balasconsiguieraalcanzarla.—EsaseladejamosaJules—decidióelpelirrojocaminandohaciadondelos

chicoshabíancaídoabatidosporlosdisparosdelotro.Cerré los ojos cuando las balas impactaron en las cabezas de los

ensangrentadosyheridos,rematándolosyacabandoasíconsusvidassindejarlesopciónningunadepoderrecuperarse,depodersalirvivosdeaquellapesadilla.Cuandoabrílosojos,unadelaschicasquehabíacaídoalsueloencontrómi

miradaylafijóenmí.Algoparecióiluminarseensusojoscuandomevio,perosolo le dio tiempo a decir «Ayud...» antes de que el pelirrojo le dispararadirectamenteenlacabeza.Ahogué un grito mordiéndome fuerte el brazo y recé en silencio para que

aquellapesadillaseacabase.«Porfavor,Dios,nodejesquemuera.Porfavor,Dios,protegeamihermano,

protegeamisamigos,protegeaTayloryaThiago...Porfavor,nodejesqueleshagandaño...»¿Dónde estaba Dios cuando pasaban cosas así? ¿Dónde estaba cuando de

verdadlonecesitábamos?—¿Dóndecreesqueestará?—lepreguntóeldenegroapartandolamiradade

los chicos muertos, como si se tratara simplemente de basura que hubieseencontradoenelsuelo.—No lo sé..., pero tengo ganas de ver lo que hace con ella—respondió el

pelirrojo.—Solo espero que la comparta con nosotros—le contestó su compañero y

algoenmiinteriorsupoconcertezaquehablabandemí.Teníaquelargarmedeallí.

13

TAYLOR

Físicaavanzadaerapancomido.Nosotrosnoteníamosexamenhastalasiguientesemanayver a laprofesoraDowley repasar losmismosproblemasunayotravez,yloqueespeor,detenersemilesdevecesporqueaúnhabíagentequenosehabíaenteradodenadamesacabadequicio.Apenashabíaprestadoatención.Sentadoenlamesadelfondo,conEllieami

lado, nos habíamos dedicado a hablar a través de notas.Habíamos elegidomicuadernopara la tarea,ynos lohabíamos idopasandoycontestando teniendocuidadodequelaprofesoranosediesecuenta.Para ella no era nada nuevo que apenas prestase atención; al principio me

había vuelto loco llamándome la atención a cada rato e incluso llegando acastigarme, pero cuando empezó a ver que sacaba sobresalientes, decidiódejarme tranquilo.Ladiferenciade aqueldía esquehabía reclutado a alguienparaquesiguieramismalospasos,ylasmiradasennuestradirecciónsehabíanrepetidoenmásocasionesdelasquemehubiesegustado.¿Elliesacababuenasnotas?Ni puta idea, perome estaba haciendomás amena la clase, todo había que

decirlo.«¿Quétaltúdía,Webber?»,lehabíaempezadopreguntandoyo.

Apesardequeeldíaanteriorhabíasidounamierda,unamierdaporquehabíadescubiertoqueminoviaestabaenamoradademihermanoyencimamehabíavuelto a encontrar con el loco obsesionado con ella en el aparcamiento delinstituto.SaberquelegustabaaEllie,envezdeprovocarmedolordecabeza,mehabíahechosentirmuyhalagado.Noosvoyamentir,nomehabíafijadoenelladeesamaneray tampocoes

que tuviese intenciónde conquistarla, nimuchomenos, peromecaíabien... yhabíademostradoque le importaba...dealgunamaneraextraña,yaqueapenaspodíamosllamarnosamigos,yosiemprelahabíavistocomolamejoramigademinovia,habíasidolaúnicasinceraconmigoenmuchotiempo.«Son lasochoyveintede lamañana»,mehabía respondido sacándome sin

quererunasonrisainesperada.Levantélamiradaylafijéenella.Noshabíamossentadojuntosporqueyose

lohabíasugerido.¿Estabamalquesucompañíamealiviaraunpocoeldolortanintensoqueintentabacontodasmisfuerzasesconderdelantedelosquemásmequerían?Lapeleaconmihermanoaúnconseguíaprovocarmeescalofríos,perohabía

sidocompletamentesinceroaldecirlequesealejaradeKamiydemí.Sehabía acabado esode fingir ser amigos, buenos hermanos, confidentes y

colegas...;esohabíadejadodeserasíhacíayamuchotiempo.«Suficiente para que hayas entendido de una vez los fenómenos

ondulatorios»,lecontestéechándomehaciaatrásenlasilla.Sumiradaasesinamehizograciaymásgraciamehizoaúncuandoempezóa

escribirlateoríadememoria.Le arranqué la libreta y contesté: «Vale, vale; eres más lista de lo que

pensaba».«Másquetú,seguro.»—DiBiancoyWebber,¿podéisprestaratenciónporfavor?Ambosdesviamos lamiradadenuestros ojos y la clavamos en la profesora

Dowleyasintiendoensilencio.Laconversaciónvíalibretasiguiósucurso,hastallegarapreguntarnoscosas

más personales. No os voy a mentir: de nuevo, fui yo quien desvió la

conversaciónhaciaalgomáspersonal...Noséporqué,peroqueríasabermásdeella...Preguntarlesobresuvida,susaficiones,susintereses.Mesorprendióaveriguarquenoeracomoyolahabíadibujadoenmicabeza

—animadora, guapa y simple—, sino que teníamuchas otras virtudes quemehicieron entender por qué había sido la mejor amiga de Kami durante tantotiempo.Puedodecirconcertezaquehablarconellayreírmeconellafuelomejorde

aquellamañana...,aunque tampocoeramuydifícilsuperar loquepasaríaa losveinteminutosdequelaprofesoranosvolvieseaecharlabroncapornodejardehablarynohacerniputocasodesusexplicacionesaburridas.Estábamosennuestromundo...hastaquelooímos.Losentimosmuycerca.Demasiado.Elestruendodeldisparonoshizopegarunsaltoatodosyquedarnoscallados

duranteloqueduróunsegundoquesemeantojóeterno.Losgritosvinierondespués.Yotrosmuchosmásdisparostambién.Proveníandelauladeallado.Estábamospetrificados,peroelshockrealvino

cuando vimos la puerta que compartíamos con esa aula temblar y los gritosacercarse.Fueentoncescuandoenlaventanadelapuerta, laredondatípicadelos laboratorios, aparecieron las caras de varios alumnos que se acercarongritando con intención de escapar... en vano, porque alguien les disparó pordetrás,salpicandodesangreelcristalyprovocandounareaccióncasiinmediataenmipropiocuerpo.Nolodudé.Melevantédemiasiento,cogílamanodeEllieytirédeellahacialapuerta

traseraquecomunicabaconlasiguienteaula.Notécómo losdemásalumnosdemiclasehacían lomismo,peroconunos

segundosderetraso.Segundosqueseríancruciales.Losgritoseranatronadores...,desgarradores:o tecongelabanenelsitioo te

impulsabanacorrercomonuncajamáslohabíasllegadoahacerentuvida.

—¡Diosmío!—¡Socorro!—¡Corred!—¡Todosfuera!Fueloquemásseescuchóduranteesosprimerosminutos.Después ya no sé ni describiros lo que comenzó a salir de las gargantas

aterrorizadasdelcentenardealumnosqueempezaronacaercomomoscasantelosdisparosdelaAK-47portadaporunchicoalto,desgarbadoperofuerte,conelpelooscuro—rapadoasaberporquérazón—aligualquesusojos:Julian.Cuandolovisupequeaquelloseríaelfin.Elfinparamuchos...,perosobretodoelfinparaella.

Bajamoslasescalerasatodavelocidadal igualquehicierontodoslosalumnosquetuvierontiempodesalirhuyendodeaquellamatanza.En mi cabeza solo podía ver la puerta de salida...Si conseguíamos salir,

aquellapesadillaacabaríaaunqueunapartedemíseestremecíaante lasimpleideadepensarqueKamiomihermanoestuviesendentroynecesitasenayuda.Fue terrible... lo quemis ojos vieron nadamás bajar y llegar al pasillo que

dabaalasalida...Creoquejamásloolvidaré.Habíadoschicosmás,armadoshastalosdientes,disparandosinmiramientos,

riéndosemientras lohacíanygenerandolapeormasacrequejamásveríanmisojos.Losalumnoscaíancomomoscas,laspuertasnoseabríanylosgritoserandesgarradores.—¡Diosmío!—escuchéaElliedeciramisespaldas.Nolodudé.Giréenladireccióncontrariaytirandodeellaempezamosacorrer.Nosolo

eraJulian...Habíamás...Porlomenosdosmás.¿Cómopodíaestarpasandoeso?¿En qué momento Julian se había convertido en la pesadilla de todos

nosotros?Algofuenaciendodentrodemípocoapoco,unasganasintensasdevomitar,

unasensaciónrara,deculpabilidad,deresponsabilidad...Nosécómoexplicarosloquesentí,peroenmimentesereproducíaunayotravezloocurridoelúltimodía que todos vimos a Julian... La paliza que le dieron y en la que yomismoparticipé.Noquisedarlevueltaseneseinstante,porqueenmicabezaprevalecíaloque

esehijodeputanoshabíahechoatodosdesdeelminutoenelquellegó:habíamentido,habíarobadoinformación,habíavioladolaintimidaddetodosyhabíaabusadodeKami.Medabaiguallomalquesepudiesehabersentidoentonces...nadajustificaba

susactos,nadaenabsoluto.—¡¿Dóndevamos?!—mepreguntóEllie,peroyosolopensabaenlasiguiente

salida que había por detrás. Recé a Dios para que no nos encontrásemos conningún otro loco desquiciado y asesino, y me tranquilicé al ver que nosalejábamosdel ruidode losdisparos,concentradosenese instanteen lapuertaprincipaldelinstituto.Peroalllegaralapuertadeatrás,mellevéelmismochascoquemuchosotros

estudiantes.—¡Estácerrada!—¡Lasdelgimnasiotambién!—¡Estamosatrapados!—¡Vamosamorir!Hiceunbarridovisualportodoslosalumnosdesesperadosquehabíaallí,pero

noviniaKaminiamihermano.—¡Joder!—gritéyalgunosdelosquehabíaallímeoyeronysegiraronhacia

mí.—¿Dóndepodemosir?—Porfavor,Taylor,¡ayúdanos!¡Porfavor!Noteníanilamenorideadequiéneseran,peromemirabancomosiyofuese

unposiblesalvador.Nopodíaencargarmedemásgente,yateníaaEllieconmigo,ycuantosmás

fuéramos,menosprobabilidadestendríamosdesalirvivosdelinstituto.—Nolosé...Yono...

—Porfavor,iremoscontigo...—Taylor, deja que vengan...—me pidió Ellie demanera que solo yo pude

escucharla.«Piensa,piensa...Joder,Taylor,piensa,¡malditasea!»—Labiblioteca—indiquéentoncesenvozalta—.Vamosalabiblioteca.Nomedetuveenfijarmequiénmeseguía,nopodíateneresaresponsabilidad,

perosíquelideréelcaminohaciaallí.Noestabacerca,peropordondegiramosnoseoíandisparos...De repente las alarmas de incendios se detuvieron y la calma fue

atemorizadora. Algunos pegaron grititos de asombro, repentinamente másasustadosporesoqueporloqueestabaocurriendoapocosmetrosdedistancia.—¡Chisss!—ordenémirandohaciaatrás.Joder...Noshabíanseguidocasidiezpersonas.Loscontémentalmenteenmediosegundo...Uno,dos, tres,cuatro...Eransiete...Vale,ycontandoaEllieyamí,éramos

nueveentotal...¿Dóndedemoniospodíaesconderanuevepersonas?Conseguimosllegaralabibliotecay,paramisorpresa,noparecíahabernadie

porallí.—Coged algo con lo que bloquear la puerta, ¡vamos!—los alenté y todos

empezamosabuscar.—¿Estosirve?—preguntóunachavaladenomásdecatorceañosportandoun

palodeescobaensumanoderecha.—Sí,¡dámelo!—ledijeyatranquélapuertaconél—.Ahoradebemoscolocar

algoparaterminardebloquearla.¡Tú!—ordenéseñalandoaunchicodelúltimocurso cuyo nombre no recordaba, pero que tenía pinta de estar en forma—.Ayúdameaempujarestaestantería.Conlaayudadeesechicoyunpocotambiéndelresto,conseguimoscolocar

laestanteríayelescritoriodelabibliotecariadelantedelapuerta.—Esto losdetendrá,¿verdad?—mepreguntóunaniñaqueaparentabapoco

más de doce años. Era afroamericana yme llegaba un pocomás arriba de lacadera.

—Sí,losdetendrá—lementíyluegolesordenéatodosquesecolocaranbajolasventanas.Entonces corrí hacia el teléfono fijo que sabía que había allí. En contadas

ocasionesmehabíafrustradoalverquelabibliotecariacharlabaamigablementeydemanera eterna con sunovio sin prestar atención a los que estábamos allíestudiando. Por eso había ido hacia allí. Necesitábamos ponernos en contactoconelexterior.¡Malditanormaqueprohibíalosteléfonosmóvilesdentrodelinstituto!Marquédeprisael911,perolaslíneasestabansaturadas.—¡Mierda!—¿Quépasa?—mepreguntóEllie.—Imposiblecontactar,laslíneasestánhastaarriba.—Peroesoesbueno,¿no?—dijoella—.Significaquelapolicíavienehacia

aquí...Noqueríaseralarmante,perosi todas laspuertasestabancerradas...¿Cómo

demoniosibanaentrarsindelatarsusposiciones...?Estoibaairparalargo...,ymássabiendoquehabíaalumnosdentro.Meacerquéalaventanaymeasomé.Seescuchabansirenasypudever las lucesde loscochesdepolicíaquecon

totalseguridadyaestaríanaparcadosdelantedelaspuertas.Noqueríanipensarenloqueaúnnosesperaba...Sacaralosvivosprimero,si

es que alguno conseguíamos salvarnos, y luego los muertos..., que erandemasiados.Nopudeevitarpensarentodaslasvidasquehabíanquedadoarruinadasentan

pocos segundos, padres que quedarían destrozados para siempre al ver quehabíanarrebatadolasvidasdesushijos...Laimagendemimadreymipadrecuandomihermanamuriósematerializó

delantedemisojoscomosisetratasedeunapelícula,ysolopudepensarenquenoledeseabaesoanadie...Noqueríavolveraviviraquellojamásenmivida.Nopodíavolveracausarleesedoloramimadre...Nopodríasoportarlootravez.TeníaqueencontraraThiago...Teníaquesacaraesoschicosdeallí,teníaque

salvarlos.

Nome preguntéis por qué enmi interior sentí que erami deber..., por quépenséquealguienmehabíapuestoallíaqueldíayaaquellahoraparasacaraesosniñossanosysalvosdeeseinfierno,perosimplementeaceptéqueesaeramiobligación.Necesitaba conseguir que los policías supieran dónde estábamos para que

pudieranrescatarnos.Pero¿cómoleshacíallegarelmensajesilasventanasdelabibliotecaquedabanalotroladodelaspuertasprincipalesdelinstituto,queeradonde,porloquepodíaver,estabanlaspatrullas?Laslucesseapagaron.Yentoncessupequehabíacometidounerrorgarrafal.Fue como si pudiésemos sentir la energía del ambiente desaparecer por

completoenunínfimosegundo.—¿Quéhapasado?—preguntóunchicogordito.Elliemiróhaciaarriba.—Hancortadolaluz.No...En elmismo instante en el que esoocurriómedi cuenta demi error, de lo

idiotaquehabíasido.Corríalteléfonoysupequeestabamuerto...Noseoíanadaalotrolado,nos

habíancortado la luzparadejarnossinmaneraalgunadecomunicarnosconelexterior.Ellossabíanquehabíateléfonosfijosenelinstituto...Enlabiblioteca,enlos

despachosdelosprofesores...yenlacocina...Y yo acababa de desperdiciar la única oportunidad de llamar a quien fuera

paraquedieraelmensajedequeestábamosencerradosenlabiblioteca.Podríahaberllamadoacualquieraypedirlequetransmitieraelmensajealapolicía...Amimadre,aalgúnamigodeNuevaYork...—¡MIERDA! —solté tirando el teléfono con fuerza contra la mesa y

llevándomelasmanosalacabeza.Yjustoentoncesoímosunruido.Nosmiramosunosaotrosyaguantamoslarespiración.¿Sabíanqueestábamosallí?

14

THIAGO

Loprimeroquesemepasóporlacabezaaloírlosdisparosfueella.Ellaynadiemás.Noos voy amentir, después vino la preocupación infinita pormi hermano,

pormisalumnos,porlosprofesoresyamigosquehabíaidohaciendoalolargodeesosmeses,peroalprincipioenmimentesolopodíaverlaaella.Consupelorubiodibujandounaestelaenelsueloy lasangrerodeándolay

otorgándoleesaauradepersonasinvida...Esamismaauraquehabíarodeadoamihermanacuandolavidalefuearrebatadaporerror.Esa imagen sería la misma que me haría mover cielo y tierra para

encontrarla...Necesitabaverlaconvidaparaquelaotraimagendesaparecierademicabezaymedejasevolverarespirartranquilo.Me dolía en lo más profundo de mi ser que la última vez que habíamos

intercambiadomiradas,laúltimavezquenoshabíamosvisto,yohubiesepasadode ella de aquellamanera tan fría. Ymás después de la noche que habíamoscompartido.Tenerquealejarmedeellaparapreservarlarelaciónconmihermanoerade

las decisiones más difíciles que había podido tomar. Me había visto entre laespaday lapared,había tenidoqueelegir entremi familiao la chicaa laque

amaba,conlaqueapenashabíacomenzadoalgoyconrespectoalacualhabíamilesderazonesporlasquelascosaspodíansalirmal.Nomejuzguéis,os lopidoporfavor,mipapeldehermanomayormehabía

obligadodesdemuypequeñoatomardecisionesquenuncahubiesetomadodenoserporlascircunstancias.VerlamaneraenlaTaylormehabíadevueltolamirada...Nosetratabadeuna

simple pelea, de un simple encontronazo de hermanos: ahí había odio, habíarencor...,ynopodíapermitireso...Nopodíadejarquemisdecisionesrompierantodavíamásamifamilia...Pero una cosa es hablar de la mente y otra cosa muy distinta hablar del

corazón.Éramos cuatro los docentes que estábamos en la sala de profesores cuando

empezaron los tiroteos. Dos maestras de infantil, entre ellas Maggie, y unprofesor de los mayores que se había acercado para decirnos que su hijo, decuatroaños,noibaairesedíaalaescuela.Lospequeñosestabanapuntode llegar,entrabana lasnuevede lamañana,

unahoramástardequelosmayores,queentrabanalasocho.MeenterédespuésqueloúnicobuenodetodaaquellalocuraeraqueloshijosdeputaresponsablesdelamayormatanzadelestadodeVirginianohabíanpodidomasacraraniñosdeentretresydoceaños.—¿Habéisoídoeso?Me había puesto de pie automáticamente, al igual que Maggie, con quien

habíatenidounarelaciónsexual,quenohabíaidoamás,peroquehastalafechasehabíaacabadoconvirtiendoenalgomástensoqueotracosa.Nos acercamos hasta la puerta y entonces pudimos oír claramente cómo

empezabanlosdisparos.Disparosquetardaríanmuchotiempoenterminar.—Llamaal911—ledije aMaggie, que sehabíaquedadoparalizadapor el

miedo.Peroellanosemovió.Sucarahabíaperdidotodoelcolorysusojosestaban

vacíos.Alverquenoreaccionaba,cogíelteléfonoymientrasmelocolocabaenlaorejaseñalélapuerta.—Corred hasta la puerta de salida. ¡Vamos! Os alcanzo en cuanto pueda

comunicarme...Ellosfueronsaliendodeunoauno.Mientrassentíamilatidoeneloído,rezabaparaquemecogiesenelteléfono.—Emergencias,dígame.—SeestáproduciendountiroteoenelInstitutodeCarsville.—Dígamesunombre,señor.—SoyThiagoDiBianco,entrenadordelinstituto.Estamosenlaparteestedel

centro,enelalainfantil.¡Debeevitarqueningúnniñoentreenlasinstalaciones!—Miréelrelojyviqueeranlasnuevemenoscuarto...¿Habríaentradoalguno?—Laspatrullasvandecamino,señor.¿Estáustedherido?—No,pero...Yentoncesocurrió.Oí los gritos... Los gritos de ellos, de los profesores, de mis amigos..., de

Maggie.—¿Señor?Soltéelteléfonodecualquiermaneraybarríconlosojoslahabitaciónlomás

rápidoquepude.Al final de la sala de profesores había una puerta que comunicaba con un

pasilloquedabaalapartetraseradelasaulasinfantiles,unpasilloconlavabos,enelque losniñoscolgaban losdibujosy lasmanualidadesquehacíanen lostalleres.Apenas pude salir de la sala de profesores, cuando una voz hizo que me

detuvieseenelacto.Meescondítraslapuertaalmismotiempoqueelmiedoamoriramanosde

unlocomeatravesósinapenasdejarmetiempoarazonar.—Venga...Séqueestasahí—dijounavozdesconocida.Teníaquesalirdeallí.Siabríalapuertameveríaymemataría.El miedo que sentí cuando escuché que se acercaba se intensificó casi un

trecientosporciencuandoviqueunadelaspuertasquedabaalpasilloseabríaaunosmetrosdemí.Mi miedo a morir desapareció cuando unos ojos azules me devolvieron la

mirada.

—¿Thiago?Nolodudé.Nomeimportabaquemedispararanporlaespalda...,nomeimportabaloque

pudiesepasar.Élno.Corrícomonunca lleguéacorrerenmividayenelmismo instanteenque

llegué hasta él, la puerta de la sala de profesores se abrió, dejando un blancofácilycertero.Oíeldisparocasialmismoinstanteenquemetirédeladocontralapuertapor

dondeCameronHamiltonacababadesalir.Sentíelsilbidodelabalacruzarmelaorejaizquierdaysuimpactocontralaventanaquehabíaalfinaldelpasillo.Cerrélapuertalomásrápidoquepudecolocandounescritorioysindudarlo

niunsegundocogíalniñoenbrazosysalíalpasillocorriendocomoalmaquellevaaldiablo.Élapenashablóy,sinohubiesesidopor lofuertequemerodeabaelcuello

consusbrazos,habríapensadoqueestabaherido...oalgopeor.Tuve que pasar por delante de los cuerpos de quienes habían sido mis

compañeros...,pordelantedequienhabíasidomiamigayamante.Leshabíandisparadoenlacabeza...ysuscuerposhabíancaídodecualquier

manerasobreelsuelo,quehabíaempezadoyaamancharsedeunescalofriantecolorrojo.—Nomires—leordenéaCammientrasloapretabafuertementecontramíy

salíaalvestíbuloprincipaldelcolegio,dondeseoíantodotipodedisparos.Meagaché intentandoproteger aCameron conmi cuerpo, y unamiradamebastóparaqueelmiedoqueya recorríami cuerpo se intensificarahastaproducirmeganasdevomitar.Cuerposapiladosjuntoapuertasquenoseabrían.Sangreportodaspartes.Gritos.Miedo.Eraelinfiernoenlatierra...ynoteníanilamenorideadequéhacer.Medejéllevarporelpuroinstintodesupervivenciaquesupongoquenossale

atodosenocasionescomoesta,instintoqueyamehabíaguiadoenelpasadoyquemevolvíaasorprender,estavezenalgoquenosolometeníaaterrorizado,sino que sabía que eramuchomás grande que cualquier cosa quemehubiesesucedidoenelpasado...Independientementedelodolorosoytraumáticoquefuepara mí y mi familia, en esto estaban involucradas demasiadas personas...Demasiada gente pasaría hoy por lo mismo que había pasado yo hacía ocholargosaños.ApretéaCameronfuertementecontramicuerpojurándomequeharíaloque

estuvieseenmimanoymásparasacaraeseniñodesieteañosconvida.Nomepasaríalomismoqueentonces.Novolveríaaverlosojossinvidadeunniñoalquelequedabatodalavida

pordelante,unniñoquenosemerecíaverlomaloquepodíaserelserhumano.Mi mente iba a toda velocidad, intentando pensar, intentando recordar las

puertasquehabíaenelinstituto.Corría todavelocidadhacia lacafetería.Enmicabezaserepetíaunayotra

vezquenecesitabaarmarmedealguna forma,quenecesitaba teneralgoenmibolsillo,algoquenofuesenbolisy lápicesparaque,si llegabaelmomentodetenerqueenfrentarmeaesosasesinos,nomepillaranconlaguardiabaja.Mealejédelosdisparosymicorazónpudorelajarse,almenosunpoco.—¿Dóndevamos,Thiago?—mepreguntóCameronaloído.Estabatanasustadoquesuvozeraunfinohiloqueapenaspudeescuchar.—Nosesconderemosenlacafetería.Todovaasalirbien.Ledijecorriendoporaquellospasillos,pasillosdesiertos,pasillosdondeaún

lamuertenohabíadejadosuhuella,cosaqueerabuenaymalaalavez.Ahora lo pienso yme arrepiento, ahora lo pienso y entiendo que esmejor

esconderse donde ya hay sangre, donde ya haymuerte..., porque un lienzo enblancoesparatreslocosmacabroscomoDisneylandiaparaunniñodeseisaños.Cuandolleguéalacafeteríamesorprendiónoencontraranadie.Entendíaque

partede lagentehabríacorridoa lapuertaprincipalsin tener tiempodepodersalir,yaqueahílosesperabanlosasesinos...,pero¿dóndeestabaelresto?Cruzamos la cafetería hasta llegar a la cocina. Las grandesmesas de acero

inoxidablenoteníanningúnalimentosobreellas,alcontrariodelaspocasveces

que me había acercado para pedir más pastel de chocolate... Una de lascocineras, alta, fuerte y más mayor que mi madre había sido mi compinchedurante todos aquellos meses. La señora Puck me había dado pastel extrasiemprequeselohabíapedidoyalentrarenlacocinadeseéquenoestuvieseenelinstitutocuandotodoaquelloempezó,deseécontodasmisfuerzasquealserprimerahoraestuvieseaúnensucasa.BajéaCameronalsueloyleordenéquesequedarajuntoalapuertamientras

yocorríahacialapartedeatrás,dondeestabaelalmacénypordondeabríanaloscamionesquetraíanlosalimentosparaalimentaramásdedosmilalumnos.Cuandovilapuertaelaliviomerecorriódepiesacabeza.Esaeralasalidade

lapesadilla.SoloqueríaqueCameronsefueradeallí...,despuéspodríabuscaraKamyamihermano,asegurarmedequeestabanbienyllevarloshastaallíparaquetambiénsefueran.Fui directo a la puerta para abrirla, pero pormucho que empujé... no logré

moverlaniuncentímetro.—Estántodascerradas—afirmóunavocecitapordetrás.AlgirarmeviqueCameronteníalosojosllenosdelágrimas.—¿Cómolosabes?Cammiró a derecha e izquierda, parecía no saber qué decir. Apretaba con

fuerzaunmuñecoenformadedinosaurioquenomehabíafijadoquellevabaenlamanoymemirabacomosinecesitasequeledijeraqueélnoteníalaculpadenada.—Meobligó...—confesóymeacerquéhastaél—.Meobligóaayudarlo...—¿Quiénteobligó,Cameron?—ElMomo...—contestóyvielterrorensusojos.—ElMomonoexiste.—¡Síexiste!Ymeobligó...Meobligóaponercandadosentodaslaspuertas...Séquedemicaradesaparecióelpococolorquemequedaba.Todaslaspuertas...—Élempezóporladerechayyoporlaizquierda,ynosencontramosdelante

delaclasedelaseñoritaMaggie.Meordenóquemequedaraallí.—¿Lopudistever,Cam?

Negóconlacabeza.—Medejóunacarta...yunacajaconloscandados.—¿Porquénoledijistenadaatumadre...oaKami?—¡PorquedijoquesiselodecíaaalguienleharíadañoaJuana!Juanaerasuiguana...Joder,malditohijodeputa.—Está bien—dije abrazándolo con fuerza y tranquilizándolo—. Está bien,

pequeño...Meseparédeélylomiréalosojos.—Ahora escúchame atentamente—le pedí obligándolo a prestarme toda su

atención—.¿Quépuertascerraste?Cameronsequedóunossegundosensilencio...pensando.—La del gimnasio, la de la cafetería, la que da el patiecito de la sala de

profesores...Enmimenteempezóadibujarseelmapadelinstituto,intentandoaveriguarsi

habíaalgunapuertaqueselehubieseescapado...Nohabíatantaspuertas.Meincorporéprocurandocontodasmisfuerzasignorarelmiedoyelhorror

desaberqueeraelhijodeputadeJulianquienhabíaempezadoestamasacre.Ahoradebíaignorarlaculpabilidadquesentíapornohabertomadomedidas

másserias,pornohabertratadodeconvenceralapolicíadequeJuliannosoloeraun adolescentequehabíahuidode su casa...La culpabilidadpornohaberacabadoyomismoconél...«Céntrate,joder.»Ambos, Cameron y yo, miramos hacia arriba cuando el ruido de los

helicópterosempezóaresonarsobrenuestrascabezas.Yentoncesfuecuandolovi:laventilación.Los conductos de la ventilación eran lo suficientemente grandes para que

cupiéramos los dos perfectamente, solo teníamos que escalar con cuidado yllegarhastalaazotea.—¡Poraquí,Cam!—leindiquécorriendohaciadondeseveíalarejilladela

ventilación.Para llegarhastaarribaypoderromperla, ibaanecesitarunaescalera...¿De

dóndecojonessacabayounaputaescalera?—Estámuyalto...—dijoelniñohaciéndoseecodemispensamientos.—¡Mierda!Mirédesesperadohacia todos lados...Todas lasventanasdel instituto tenían

rejas, no había manera de salir... No si la policía no se ponía a romper loscandados, cosaqueestaba segurodequenoharíanhastaquenocreyesenquefueseseguro.Camyyonosmiramoscuandounavozespeluznanteempezóahablarporla

megafoníadelcolegio:«Estáisencerrados,queridoscompañeros».Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Pude reconocer su voz... Pude

reconocerladeinmediatoapesardeestardistorsionada.Mispuñossecerraroninevitablementeconfuerza.«Todas las puertas están cerradas con candados de acero que, por si no lo

sabíais,sonprácticamenteirrompibles»,siguiódiciendoalavezqueconfirmabaloqueyahabíadescubiertograciasaCam.«Al contrario de lo que pensaréis demí ahoramismo..., no esmi intención

acabarcontodosvosotros.Osdejarémarchar,unoauno,simeayudáisconmicometidodehoy,uncometidoquellevomesesplaneando,uncometidoquenoslibraráatodosdeunalistadeindeseadosqueesmejorfulminardeunavezportodas.»Cammemirabaconhorror.Elniñoestabaaterrorizadoycomprendíqueesa

mismavoz,distorsionadaporalgúntipodeaparato,habíasidolamismaquelohabía estado amenazando y obligándolo a hacer cosas que él jamás hubiesehecho.—Tranquilo—le dije en voz baja y los dos volvimos amirar hacia arriba,

prestandoatenciónaloqueesedementedecía.«Estoesmuyfácil...Solotenéisquetraerantemíalaspersonasquetengoen

mipreciadalista,unalistaqueosleeréacontinuación,luegoospodréismarchar.Repito,simetraéisaestagentuza,osiréisdeaquí,unoauno,sinunrasguño.»Lalistaeslasiguiente...»Y entonces empezó a nombrar a todo tipo de gente, pero no eran gente

cualquiera, casi todos pertenecían al equipo de baloncesto, al grupo de las

animadoras...Nofuefácilescucharunoaunolosnombresdemisjugadores,losnombres demuchas de sus novias... En esa lista se concentraba la élite de laescuelayotroschicospopulares.«Dani Walker, Harry Lionel, Ellie Webber, Chloe Harrison, Aron Martin,

VictoriaTribecky,AmandaChurch,VictordiViani,MarissaDigeronimo,ChloeHarrison...»Losnombressiguieronsumándosehastaalcanzarlaveintena.Semetensótodoelcuerpocuandohizounapausayvolvióahablar:«Yahoralostresmásimportantes,queridoscompañeros.Todoslosconocéis,

todos habéis querido ser ellos, todos hemos caído rendidos a sus pies. Porquecómo resistirse a dos hermanos que parecen sacados de una puta película deHollywood,¿verdad?¿Cómono ibais ababearcomoperrasencelo?¿Verdad,chicas?OsponíaiscachondascuandoveíaisentrarporlapuertaaloshermanosDiBianco».Cammemiróabriendomucholosojos.«Pero nada aliviará mejor mi rabia que si traéis ante mis ojos a quien de

verdadhajodidomividadesdeelinstanteenquelavi.»Ni os puedo explicar lo que sentí... Elmiedome poseyó cuando adiviné el

nombrequediríaacontinuación.«Esa chica a la que todos amáis y odiáis por igual, esa chica que solo con

existir roba toda la luzquepuedealbergarunasimplehabitación...Esamismachicaquejugóconmissentimientos,quemecautivóconsumiradaysusonrisaparadespuésdespacharmecomosifueseunmalditoobjetodefectuoso.»—Hijodeputa—soltéenvozaltaconelcorazónencogido.«Vosotros lo veis como una peligrosa amenaza, pero para mí es un chico

patéticoquenecesitóengañarmeyengañarseasímismoparaconseguiramigos.Esun indeseable, unmentirosoyunpatéticogilipollasque sequedará solo elresto de su vida» dijo Julian, repitiendo lasmismas palabras que había dichoKameldíaquehabíaidoandandoal instituto...,elmismodíaqueTayloryyodiscutimos con ella por exponerse así cuando el paradero de Julian aún eradesconocido.Me chocó muchísimo descubrir que él había estado escuchando..., que él

habíaestadosiguiéndola...«Eso es lo que ella dijo. Pero ¿sabes quién se quedará solamuy pronto?»,

preguntó Julian soltando una risita. «Tú, Kamila Harrison, porque te mataré.Pero antes mataré a todos tus seres queridos delante de tus ojos, uno a uno,porque nomereces seguir viviendo después de lo queme hiciste. Si no vas aestarconmigo,tenporseguroquenoestarásconnadie.»Cam se abrazó con fuerza a mi pierna y yo no pude ni abrir la boca para

intentartranquilizarlo.«Siqueréisqueestopare,traedmeatodosycadaunodelosdelalista,perosi

queréisqueestotermine...,traedmeaKamila.»El pitido del megáfono resonando fuertemente por todo el instituto fue lo

últimoqueescuchéantesdequelapuertadelcomedorseabrieraconunfuertegolpe.

15

KAMI

Temblaba.Temblabaynopodíahacernadaparapodertranquilizarme.Habíavistocómomatabanamiscompañeros,cómolosasesinabanasangre

fría. Había visto cómo intentaban huir y se veían encerrados dentro de uninfierno... Un infierno que acababa de descubrir que había sucedido por miculpa.«¿Sabesquién sequedará solamuypronto?Tú,KamilaHarrison,porque te

mataré,peroantesmataréa todos tusseresqueridosdelantede tusojos,unoauno,porquenomerecesseguirviviendodespuésdeloquemehiciste.Sinovasaestarconmigo,tenporseguroquenoestarásconnadie.»«Mataréatodostusseresqueridos.»«Mataréatodostusseresqueridos.»«Mataréatodostusseresqueridos.»No podía dejar de oír esa frase repitiéndose una y otra vez en mi cabeza,

repitiéndose y consiguiendo que me faltase el aire, que se me revolviera elestómago,quemeentrasenganasdevomitar.Apoyéambaspalmasenelsueloyprocurérespirar.Estabasola.

Ahorasíquenopodíaintentarpedirayuda.¿Meentregaríanmiscompañeros?¿Meentregaríansabiendoqueesosignificaríamimuerte?¿Cómonoibanahacerlo?¿Cómonoibanahacerlosabiendoqueestábamos

pasandoporesapesadillapormiculpa?«¡NoesculpaTUYA!».Megritóotravozdentrodemicabeza.«¡Fuistebuenaconél!¡Fuistesuamiga!¡Élfuequientraicionótuconfianza!

¡Él fue quien violo tu intimidad! ¡Él fue quien utilizó a tu hermanito paraconseguircosastuyas!»Respiréhondootravezyacontinuaciónfijélavistaalfinaldelpasillo.Losdosasesinoshabíandobladolaesquinaysehabíanidoendirecciónala

cafetería. Julian debía de estar en el despacho del director, que era donde seencontrabaelequipodemegafonía,loquelosituabamuylejos...¿Eramioportunidad?Irenbuscademihermanoeracasiunahazañaimposible,loeramientrasesos

dosestuviesencerca.Solo podía rezar para que Cameron hubiese podido escapar o para que al

menoshubieseencontradounbuenesconditedonderefugiarse.Seledabamuybienesconderseenlugaresinsólitos,yenelfondodemialmacreíayesperabaquehubiesepodidodarconunsitioseguro...almenoshastaquepudieseirensubusca.No tenía ni lamenor idea de adónde ir, pero necesitaba un lugar en el que

pudieseocultarme,unlugardondenoestuviesetanexpuestacomoloestabaallí,debajodelasescaleras.Conmuchomiedoeintentandohacerpocoruido,emprendíelcaminohaciala

biblioteca.Intenténopensar,nomirarloscuerposmuertosdemiscompañerosamipaso,

perounapartedemínecesitabacomprobarsiallíestabaalgunodemisamigos,necesitabaasegurarmedequeningunodeesoscuerposeradeTaylor,deThiago,deKate,nideningunademisamigas...Elcaminodesdelasescalerashastalabibliotecaeralargo,teníaqueatravesar

todounbloquedeaulasymicorazónlatióenloquecidodurantetodoeltrayecto.

Ni siquiera sabía cómo conseguía caminar, cómo conseguía moverme haciadelante,yaqueelmiedoestabaimpregnandotodomimetabolismo,eraunmiedoabsorbente,densoeincreíblementeabrumador,perosupongoqueelserhumanoenocasionesasítiradeadrenalina.Yenesosmomentoslaadrenalinacorríapormisvenasdeformaparalelaalmiedoyfuncionabacomocombustibleparahacerquemispiessiguierandandounpasotrasotro.Finalmenteconseguí llegara labiblioteca,peroal intentarempujar lapuerta

viqueestababloqueada.Escuchéungritoahogadodentrodelasalaysupequeallíhabíamásalumnos

escondidos.—¡Dejadme entrar! ¡Por favor!—dije todo lo alto queme permitía aquella

situación.Seprodujounrevueloyentoncessentíalivioporprimeravezdesdequehacía

yacasidoshorashabíacomenzadoesapesadilla.—¡¿Kami?!—¡¿Taylor?!—¡Ayudadme! —dijo Taylor, y a continuación oí el ruido de algo

arrastrándose.Lapuertaseabrióyallíestabaél.Nolodudé.Yéltampoco.Susbrazosmerodearonconfuerzaymicabezaseenterróensupecho.Notéquedabadospasoshaciaatrásmetiéndomeconélenlabibliotecayque

los que estaban allí colocaban otra vez lo que fuera que habían puesto en lapuertaparaquenadiepudieseentrar.—¿Estás bien? ¿Estás herida? —me preguntó mi exnovio sujetándome la

cabezaymirandocadarincóndemipielparaversiteníaalgúnrasguño—.¿Quées esto? ¿Qué te ha pasado? —preguntó de nuevo tocando con suavidad mipómuloderecho.Hiceunamuecadedoloryempecéallorar.Empecé a llorar desconsoladamente y sentí como si la tensión que había

estadoacumulandoporfinabandonasemicuerpodejándomerota.

Rotaporqueaúnnopodíacreerloqueestabapasando,rotaporque,apesardetodo,verqueTaylorestabaallí,asalvo...—Tranquila...,tranquila,nena—medijoabrazándomeotravez.Sentía como si miles de ojos estuviesen puestos en nosotros y aunque una

partedemísemoríadeganasdeverquiénesestabanallí, laotrasabíaquelasotrasdospersonasalasquequeríaverestabanmuylejosdeeselugar.Taylormellevóconélhastaelfinaldelabibliotecaparapoderteneralgode

intimidadyvolvióafijarsusojosenlosmíos.—¿Estásbien?Asentíensilencioehiceunaligeramuecadedolorcuandosusdedosrozaron

consuavidadmipómuloderecho.—¿Y esto? —me preguntó angustiado, examinando el hematoma que

seguramenteempezabayaacambiardecolor.—Mecaí al sueloy alguienmediounapatada...Taylor...Taylor, ¿qué está

pasando?¿Cómopuedeestarsucediendoesto...?—Tenemos que sacarte de aquí, tenemos que salir de aquí todos... —dijo

abrazándomedenuevo.Estabatanasustado...—.Diosmío,nopuedocreerqueestésaquí...Pensé...,pensé...Levantélosojosparabuscarloytrasmitirlemimismomiedo.—Taylor...,laspuertasestántodascerradas—leexpliqué—.Éllashacerrado

todas, me lo ha explicado Kate... Taylor, Kate lo sabía todo... Sabía lo queocurriríaeintentódecirleaJuliandóndeestabaparaquepudieravenirapormí...ElsemblantedeTaylorcambióyalgoensucabezaparecióiluminarse.—Estamañana...—empezó—.EstamañanaKatemedijoquequeríavermea

segunda hora, que tenía que decirme algo importante y que la esperara en laentradadelinstituto...—Julian le pidió que nos entregara... Si lo hacía, la dejaría marcharse con

vida.Estáloco,Taylor...,estálocoyosmataráatodospara...—dijeyentoncesalguienapareciópordetrásynosinterrumpió.Cuandomegiréparaverdequiénsetrataba,viqueeraEllie.—¡Ellie!—grité llenándome de alivio y alegría a partes iguales.Me lancé

sobreellaynosdimosunabrazoquenosreconfortóaambasporigual—.¡No

puedocreerqueestésaquí!Mefijéenlaslágrimasquesedeslizaronporsusmejillasymeasusté.—Kami..., antes vi..., antes vi a Chloe en el suelo... Estaba rodeada de

sangre...Sentícomosimearrancaranunapartedemicorazón.Chloehabíasidonuestraamigadesdelainfancia.Nohabíamoscompartidola

mismaamistadqueyohabíallegadoatenerconKateyEllie,perosiemprehabíaestadoconnosotras,siemprehabíasidolacabralocaquenosmetíaenlíos...NosabrazamosotravezysolopudevolverapedirleaDiosquenosprotegiera

a todos, y que por favor hiciese algo para que la pesadilla que estábamosviviendollegaseasufin.Ellieseapartóymiróporencimademihombro.—Deberíasvolver...,noosvaagustarloquealgunosempiezanadecir—nos

aconsejópreocupada.MiréaTaylor,queestabamuyserio,ylostresregresamosalasalaprincipal

delabiblioteca.Noeranmuchoslosquehabíaallí...Reconocíaunachicagorditademiclase

dematemáticas y el restome sonaba de vista.Todos parecíanmuy asustados,sobretodolosmáspequeños,quenotendríanmásdetreceaños.Fueunchicogordo,alto,elquediounpasoalfrenteynosmiróconelceño

fruncido.—¿Quéesloqueocurre?—preguntóTaylormirándolofijamente.Elchicomiróasuscompañerosyavanzódenuevo.—Ya lo habéis oído, ¿no? —respondió mirándonos fijamente—. Los tres

estáisenlalista.Taylor semovió y se colocó delante de nosotras en una postura claramente

defensiva.—Esperoquenoestésinsinuandoloquecreoqueestásinsinuando—dijocon

unaseriedadquenolehabíaescuchadoenlavida.Losotrosdoschicosquehabíajuntoaéldierontambiénunpasoadelanteyse

pusieronalladodelchicogordo.—Notenemosporquépagartodosporesto—declaróunodeellos,elquese

habíacolocadoaladerechayelqueeraélmásaltodelostres.—Aquí hay críos —añadió el otro señalando al grupo de cinco niños de

primero,queseguíanloqueocurríacomosisetrataradeunpartidodetenis,unpartido en donde no parecían querer intervenir—. ¿De verdad vais a ser tanegoístascomoparapermitirquetodosmuramosporvuestraculpa?LoquehabíatemidocuandoescuchéaJulianhablarconvozdistorsionadapor

losaltavocesestabaocurriendoantemisojos.Taylordiounpasoalfrente.—¿Quévasahacer?—loretó—.¿Llevarnosarastrasyvercómonosmatan?El chico no pareció dudarlo ni un instante y dio otro paso al frente

encarándoseconquieneraprácticamentedesumismaalturaymasamuscular.Enmicabezase reproducíanmilesdesituacionesposiblesy todasacababan

mal.Elloseranmásquenosotros..., sin tener encuentaqueeran tres tíos, contra

Taylor, que, vale, era fuerte, pero ¿qué opciones teníamos Ellie y yo si seproducíaunenfrentamientocuerpoacuerpo?—No pienso morir, tío —afirmó muy serio—. Esta puta locura tiene que

acabar.El ruido de los helicópteros volviendo a sobrevolar el instituto nos hizo

levantaratodoslavistahaciaarriba.Ylomejorquepudopasarentoncesfue lavozdeunpolicíadirigiéndoseal

colegioporprimeravezdesdequehabíaempezadoesalocura:«HablaeljefedepolicíadeCarsvilleymedirijoexpresamentealosasaltantes:deponedlasarmasysaliddelinstitutoconlasmanosenalto.Repito.Deponedlasarmasysaliddelinstitutoconlasmanosenalto».Todoscontuvimoselaliento.El ruido de los helicópteros seguía resonando por encima de nuestras

cabezas...Sipudiésemosllegaralaazotea...—¿Deverdadsecreenqueestoshijosdeperravanasalirconlasmanosen

alto sin más? —preguntó Ellie intentando mantener la atención en lo queacabábamosdeoír.

Elchicoquehabíadejadoclaroquequeríaentregarnosparanomorirvolvióapronunciarse.—No van a rendirse hasta no acabar con lo que se han propuesto hacer—

aseverómirandoaTaylorfijamente.—Mira, pedazo de imbécil—le dijo entonces dirigiéndose a él de la peor

maneraposibleenunasituaciónendondeparecíamosestarenclaradesventaja—,vuelveaamenazarmeconentregarmeaesosasesinosytejuroporDiosquelospróximosminutosvanaserlosúltimosquerespires.Lacosaseestabadescontrolando.Lostresdieronunpasohaciadelanteysupequeteníamosquesalirdeallí.Debíamos alejarnos de la biblioteca lo antes posible y lo más rápido que

pudiésemos,antesdequeTayloryesoschicossepusieranapelearoagritarydelatarannuestrapresenciaallí.MeacerquéaElliedemaneraintuitivaynoscogimosdelamanoconfuerza.—¡Parad ya!—gritó entonces una de las chicas que hasta ahora no había

abierto la boca—. ¿No veis lo que estáis diciendo? ¡¿Quién nos dice que nosdejarán marchar después de entregarlos?! ¡Lo mejor que podemos hacer esquedarnosaquíyesperaraquelapolicíahagasutrabajo!Todos la escuchamos y todos parecimos tomarnos unos segundos para

reflexionar.—Lapolicíanoharánadamientras tengaconstanciadequehayniñosvivos

dentrodelinstituto.—¡Eso no lo sabes! ¡No sabes nada! —dijo la chica, encarándose a él,

mirándoloentreasustadayfuriosa—.Haceunahoraestabasdiciendoquemenosmal que habíamos seguido a Taylor hasta aquí, quemenosmal que habíamospodidoencontrarunrefugio,y¿ahoraquieresentregarloaélyasusamigasparaquemueran?—¡Cállate!—¡Déjalaenpaz!—leordenóTaylor,yentoncessucedióloqueestabaclaro

queterminaríasucediendo.Taylornofueelprimeroendarelprimergolpe,cosasorprendente,perosífue

elprimeroenesquivarlo.

Supuñodiodellenoenelpómulodelgilipollaseseyluegoelgordosesumó.Enmenos de un segundo eran tres contra uno, y los demás no sabíamos quéhacer.Peroentoncesocurriólopeor.Losdisparosregresaron.Ytodosnosdetuvimosyaguantamoslarespiración,expectantes.Oímosgritos,másdisparos...Todosnosalejamosdelapuertaynosescondimosdondepudimosynoseme

escapóeldetalledequenossiguieronconlamiradaencuantonosalejamosdelapuerta.¿Deverdadibanaentregarnos?Taylorme cogió por la muñeca, y lomismo hizo con Ellie, y nos arrastró

hacialaslargasfilasdeestanterías.Corrimosatravesandolasfilasyfilasdeestanteríasconlibrosqueocupaban

unadelaszonasmásgrandesdelinstituto.Aúnpodíarecordarelañoenelquereformaron la biblioteca, haciéndolamás grande, incluyendo salas de estudio,saladevisionadoyunaladeinformática.Cuandoconseguimosllegarcasialfinalnospusimosdecuclillasenelsuelo.—Tenemos que salir de aquí —comentó Taylor muy serio, mirándonos a

ambas.—Nopodemos,estaremosexpuestos...—dijoEllieaterrorizada.—Nos van a entregar —aseguró Taylor entonces—. No lo dudarán. Están

acojonados,haránloqueseaparasalirdeaquí...Eraincreíbleloqueocurríacuandosesometíaalserhumanoaunasituación

devidaomuerte.Losquehabíansidocompañerosnuestros,losquehabíancompartidoapuntes

ypartidosconnosotros,ahoranosamenazabanconentregarnosaunosasesinosquehabíandejadoclaroquenosmataríansindudarlo.—Pero¿cómosalimosdeaquí?¿Adóndevamos?Taylormemiróantesderesponderysehizoecodemispensamientos.—Tenemosquesubiralaazotea.Sillegamosarriba,loshelicópterosharánsu

trabajo; de hecho, no descarto que sea por ahí por donde estén planificando

entrar...—¿Alguiensabecómosellegaalaazotea?Lostresnosmiramosynegamosconlacabeza.—Loprimeroessalirdeaquíyencontrarotrolugardondeescondernos.—Taylor,yonopuedoirmedeaquísinmihermano,tengoqueencontrarlo...

Nosésihapodidosalir,siestáescondidoenalgunaparteosi...No pude terminar la frase. Seme entrecortó lo que iba a decir y tuve que

volveracontrolarmisganasdeecharmeallorar.—ThiagosabequeCamentraantesalcolegio...Élestásiempreenlasalade

profesoresdelospequeños,seguroquehaintentadobuscarlo...NohabíapensadoenesoyTaylorteníarazón:Thiagosiempreestabaallí...¿Habría podido encontrarlo? ¿Se habría acordado de que Cam esperaba

siempresoloenelpasillodesuclaseaquelosdemásniñosyprofesoresllegasenalasnueve?—¿Yquéplanseteocurreparasalirdeaquí?—planteóentoncesEllie.Taylorseasomóalpasillo.—Seráimposiblerazonarconellos...Laúnicaopciónquequedaessalirporla

mismapuertaquehemosbloqueadoconlosmuebles.—Pero¿ysilosasesinosestánfuera?Taylornosmiróyvielmiedoensusojos.—Vendránaquítardeotemprano...—dijoycasipudevercómosucerebroiba

atodavelocidadintentandoidearunplanparapodersalirdeallíyhuirnosolode los asesinos, sino también de nuestros compañeros—. Solo es cuestión detiempo que nos busquen en la biblioteca...Y cuando vengan, aprovecharemosparasalirdeaquícomoalmaquellevaaldiablo.

16

THIAGO

TirédeCameronconfuerzayambosnosescondimosdetrásde lapuertade lacocina.Leindiquéconungestodelamanoquesemantuvieracalladoybusquédesesperadoconlosojosunlugardondepoderescondernos.—Tedijequeaquínohabíanadie—comentóuno,ysupequeeraelmismo

quehacíaunratonoshabíaperseguidoporlasaulasdeinfantil.—Heoídoalgo—dijootro.Eraunavoznuevaparamí.¿Cuántoshabía?—Deberíamosiralabiblioteca,ahíseguroquehayunoscuantos—insistióel

primero.—Julesnoshadichoquelorevisemostodo...,yesoesloquepiensohacer.Measoméporelpequeñohuecoquehabíaentrelabisagradelapuertaylos

viporfinconclaridad.Uno era más gordo que el otro. Iban vestidos de negro, llevaban armas

colgadasdelhombroysendaspistolasenlamano.Miréalniñoqueteníaaterrorizadoamiladoysupequedebíasacarlodeallí

comofuese.Pero¿cómo?Laúnicamaneradeescapareraporlaazoteay,parasubirallí,necesitábamosunaescalera.Sabíaqueenmantenimiento teníanuna,perolasalaestabaenlaotrapuntadelinstituto...¿Cómodemoniosibaallegar

hastaallíyvolverconellasinquemevieran?«Creandounadistracción»,medijo unavoz enmi cabeza. «Claro, como si

fuesetanfácilcrearunadistracciónconlaayudadeunniñodesieteaños».—Miraenlascocinas—ordenóentoncesunodeellos.Tuvequepensarrápido...,muyrápido...,tanrápidocomonuncaenmividalo

habíahecho.CogíaCamerondelamanoymealejédelapuertahastaalcanzarlaalacena.

Nosvimosrodeadosdetodotipodecomida,incluidaslatasdeconserva,salsas,bolsasdepatatas,cartonesdelecheycientosdebebidasenlata.«Piensa,piensa.»Misojossedesviaronhaciaarriba.El falso techo estaba hecho de paneles y no era tan alto como los de las

cocinas.Meayudédelasestanteríasyconpocoesfuerzoconseguíllegarhastaarriba,

donde con alivio pude ver que los paneles se desplazaban simplementeempujando hacia arriba.Al asomarme vi que lamaquinaria de los extractoresestabasuspendidasobreunaplataformaquecolgabadeltecho.Habíahuecoparalosdos.—¡Ven,Cam!—lepedíentresusurros.Elniñopillóalvueloloquepretendíahaceryalzándoloconmismanospude

conseguirquelassuyasllegaranasujetarsealaplataformaconfuerza.—Subeconcuidado—leindiquéymecalléautomáticamentecuandooíalos

asesinosanomuchadistanciadeallí.Porsuerte lacocinaeragrandeyhabíanempezadoamirarporlaotrapunta.—Joder,menosmal,algodecomer—escuchéquedecíauno.—Dameunpocodeeso—dijoelotroy,agradeciendoa todos losespíritus,

santos o lo que fuese que había ahí arriba, pude conseguir que Cameronterminase de escalar y desplazase uno de los paneles. No estaba seguro de siaguantaríamipeso,peronoteníamosotraopción.Porsuertepasaríanporallítansolounossegundosysemarcharían.Subípor lasestanteríasenfrentadashastacolarmicabezaporelagujerodel

falso techo que había quedado libre tras quitar uno de los paneles. Tenía que

subirme conmucho cuidado, puesto que los paneles que lo constituían apenaspodríanaguantarmipeso,peroayudándomeconlospiesyestirandolasmanosconseguícogermedirectamentea laplataformaque, enel interiordeese falsotecho,sosteníalamaquinariadelosextractoresysubíapulsoconlosbrazos.Yasolo quedaba colocar el panel de nuevo y rezar para que esos dos asesinos semarcharanloantesposibledelacocina.Cuando el techo volvió a estar cubierto, pude respirar con algo de

tranquilidad.—¿Estásbien?—lepregunté aCamviendoque sehabíahechounovilloy

temblabaasustadoentrelágrimasquelecaíandeformasilenciosa.—Vanamataramihermana,¿verdad?—medijodeformaentrecortada.Miréalniñofijamenteantesdehablar.—Nopermitiréqueletoquenniunpelo,Cam,teloprometo.Memovíparapasarlemibrazoporencimayreconfortarlodealgunamaneray

seprodujouncrujidoquehizoquenostambaleáramos.—Mierda—exclaméensilencioasomándomeparaverlosagarresdeltecho.Joder...,noibaaaguantar.—¿Quépasa?—preguntóelniñoasustadosiguiendomimirada.—Cam...,notemuevas—lepedíenunsusurro.Casinorespirábamos,pero,aunasí,laestructuravolvióacrujir.«Joder, ¡venga ya!», grité en mi interior, deseando que pasaran ya por la

alacenapara poder bajarme.Una cosa eran los veinte kilos deCamyotra lossetentakilosmíos.Finalmente dejaron de comer y siguieron registrando la cocina. Pudimos

escuchar perfectamente cuándo entraron a la alacena y temí que la estructuradondenoshabíamossubidocrujieseotravezdelatandonuestraposición.—Aquínohaynadie—comentóunodeellos.—Vámonos, anda—le contestó el otro—. Aún quedan unos cuantos de la

lista...Aloírlossupequeyahabíanconseguidomataraalgunos...,pero¿acuántos?

¿CómopodíasabersimihermanooKamseguíanconvida?¿Cómopodíasabersinoloshabíanasesinadoasangrefría?

Cuando estuve seguro de que se habían marchado, me bajé de allí lo másrápidoquepude.Elfalsotechovolvióacrujirydilasgraciasaqueapenashabíatenidoqueaguantarunoscincominutos.Apoyándomeconlospiesenlasestanterías,measoméparamiraraCameron,

queestirólosbrazosenmidirecciónparaqueloayudaratambiénaélabajardeallí.Neguéconlacabeza.—Debesquedarteaquí, colega—ledijedespuésdeasegurarme, almenosa

simplevista,dequelaestructuravolvíaaparecerestable.—¿Qué?¡No!¡Llévamecontigo!—Nopuedo,Cam,espeligroso...Yahasvistoloquesoncapacesdehacer.—

Elniñoempezóalloraryanegarconlacabeza—.Escúchame,tequedarásaquí,yo iré abuscaruna escaleraparapoder salir por los conductosdeventilación.Ahíestarásasalvo...Novolveránabuscarporaquíynadiemiraráeneltecho,créeme—insistí.Finalmenteviqueasentía,aunquelaslágrimasseguíancayendo,silenciosas.—¿Tienesmiedo,Thiago?—mepreguntóentonces.Sentíquesemeencogíaelcorazón.—Muchísimo,pequeño—lerespondí—,perotodovaasalirbien.Tesacaré

deaquí...—¿YaKami...yaTaylor?—Losbuscaréytodossaldremosporlaazotea,¿vale?Elniñoasintióyledediquéunasonrisa,lamejorquepudeconseguirenuna

situacióncomoesa.—Esperaaquíunsegundo—ledijecuandosemeocurrióalgoimportante.Salí de la alacena, asegurándome antes de que no había nadie por allí, y

revolvíenloscajonesdelacocinahastaencontrarloquebuscaba.Cuandovolvíaasomarlacabezaporelfalsotecho,viqueCamparecíamás

calmado.—Ten. —Le tendí un cuchillo—. Úsalo si es necesario. Y Cam... —dije

haciendounapequeñapausa,yaquenosabíamuybiencómodecirloquequeríasincausarleuntrauma—,seloclavasenelojo,¿vale?Justoaquí.—Leseñaléel

lugarexacto.Elniñomemiróasustado,peronodudóenasentir,serio.—Vendréaporti...,teloprometo.Tapéeltechoconelpanelymeguardéelotrocuchilloquehabíacogidoenla

partetraseradelpantalón.Ahoralacosasecomplicaba.

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KAMI

Notardaronenllegar.Tal como había dichoTaylor, los dos que yo había visto antes cerca de las

escalerasllegaronalapuertadelabibliotecayempezaronaempujar...Ycomotambién había previsto Taylor, los cabrones de nuestros compañeros nosdelataronencuantosevieronanteunpeligroinminente.—¡Abridlapuerta!—bramaronmientrasempujabanyempezabanadisparar

contralamadera,provocandogritosyllantosentrelosqueestábamosallí.Nadieintentódetenerlosy,cuandoconsiguieronabrirsepasoaempujones,los

quenoshabíanamenazadocondelatarnosempezaronagritar.—¡Estánallí!¡Estánallí!—decíaunodeellos.—¡Losdelalista!¡KamilaHarrison,EllieWebberyTaylorDiBianco!¿Cómopodíanhacernoseso?CogílamanodeEllieylasdosmiramosaTaylorconhorror.—Salid corriendo, yo los distraeré —nos indicó él. Ambas negamos

automáticamenteconlacabeza.—No—dijereforzandominegativa.—¡Queosmarchéis!—nosordenóconfiereza.NonosdiotiempodevolveraresponderporqueTayloryasehabíalevantado

delsueloysedirigíaalladocontrariodelapuerta.MiréaEllie sin saberquéhacerodeciryellamemiróa suvezasustaday

nerviosa.—Veporallí—oímosqueledecíaunoalotrodetrásdelapuerta.Mierda,seibanaseparar.Taylornolodudó.Saliócorriendoendireccióncontrariaalapuerta...yelloslovieron.—¡Allí!—gritaronalmismotiempoqueyogritaba«¡Taylor!»,desesperaday

aterrorizadaantelaideadequelepasaraalgo.—¡Vamos!—medijoEllietirandodemí.Corrimostodolorápidoquepudimos,desesperadasporalcanzarlapuerta,la

únicaposiblesalidadeaquelhorror.Unamiradamebastóparasaberque losmismos treschicosquenoshabían

amenazadononosdejaríanescapar.Yentoncesocurrióloúltimoquehubiesecreídoquepasaría.Losdemás...,losotroscincochicosychicasquequedabanallí,seabalanzaron

sobre ellos, cogiéndolos desprevenidos y permitiéndonos llegar a la puerta yescapar.—¡Corred!—chillóunade lasniñas, sin saberque al hacer eso acababade

condenarseasímisma.Nomiréhaciaatrás.Ellienomelopermitió.Salimoscorriendopasilloabajo

comoalmaquellevaeldiablo,huyendoparasalvarnuestrasvidas,huyendoparapoderescaparyentonces...,entoncesocurriólopeor.Casihabíamosllegadoalfinaldelpasillo,casihabíamosconseguidogirarala

derechayalejarnosdeallícorriendotodoloquenuestraspiernasnospermitían,cuando, justo antes de doblar la esquina, el estruendo de varios disparos meobligaronatirarmealsueloytaparmelacabezademanerainstintiva.—¡No!—gritóalguienamisespaldas.Esperéaque llegaraeldolor,esperéasentir loquedebierondesentir todos

losalumnosqueyahabíanmuertoamanosdeesosdesalmados,esperéanotarlahumedaddelasangremancharmiropayaquemisojossecerrarandebidoaladebilidad provocada por la pérdida de sangre, pero nada de eso llegó a

producirse.Todo pasó a cámara lenta... Esamaldita cámara lenta de la que siempre se

hablaenlaspelículas,delaquesiemprenoshablanlaspersonasquehansufridounaexperienciatraumáticaocercanaalamuerte,esamaneraenquedescribencómo todo pareció ralentizarse, cómo fueron capaces de ver varias cosas a lavez,desentirvariascosasalmismotiempoyderegistrarensuscabezastodoslosdetallesdecuantopasabafrenteasusojos.Esacámaralentamepermitióserconscientetantodemipropiacaídacomode

lacaídademimejoramiga.Nofuemisangre laquemanchóelsuelo;nofuemicuerpoelquesufrióel

impactodealgoquelodestrozaríapordentro;nofuemicerebroelqueviosuvidapasarantesusojos,nimimentelaquecontristezatuvoquedeciradiósatodasesascosascon lasquehabía soñadodepequeña;no fueronmisojos losque con cansancio desearon cerrarse ymantenerse abiertos casi con lamismaintensidad,nimicuerpoelquesedebatióentrelavidaylamuertedurantelargossegundos.Fueeldeella...,eldemimejoramiga.EldeEllie.—No...—sentíqueelsusurroseescapabademislabios.Susojossiguieronelsonidodemivoz.Sus últimas fuerzas se concentraron en doblar ligeramente la cabeza hasta

podermirarme.Intentóhablar,intentódecirmealgo,yesasúltimaspalabrasnopronunciadas

seríanlasquemeperseguiríanelrestodemivida.Lasangreempezóasalirdesuboca,sumiradapasódeestarasustadaaserla

deunapersonasinvidaencuestióndesegundos.Murióprácticamenteenelacto.Sinpoderdespedirse,sinpoderabrazarmeniamíniasufamilia...Sumuerte

fue casi instantánea, una muerte que de no haber sido por Julian se habríaproducidodentrodemuchísimos años...Unamuertequehabríavisitado aunaEllie mayor..., con sueños cumplidos, con un marido, hijos, viajes, estudios,risas, cumpleaños, peleas, besos, encuentros, recuerdos y todas esas cosas que

todosmerecemosvivir.Peroqueaellaleacababandearrebatar.Suvida.Alcompleto.Consolodiecisieteaños.—¡Corre,Kami!—elgritodeTaylorbastóparadespertarmedelletargoenel

quemesumíenunossegundosqueparecieronunaeternidad.Lacámararecuperósuvelocidadnormalytodoloquehastaeseinstantehabía

quedadoatenuadoregresóparaatormentarme,másaúnsicabe,hastaconseguirquemicuerporeaccionase.Me levanté del suelo como pude y utilicémi rabia, mi dolor, mi profundo

dolor,paraalejarmedeallí corriendo,paradoblar laesquinaydejarde serunblanco...Ycuandogiréporelpasillolovi.Ahíestaba.Thiago.—Kam...Suslabiospronunciaronminombreyelimpactodeverlovivocasiconsiguió

paralizarme.Nosénicómolleguéaél,nosénisiquierasilleguéamoverme,soloséque

sus brazos me alcanzaron, que su cuerpo me envolvió con fuerza y que derepentepasédeestarenunpasillodondelosdisparosseproducíanaapenasunosmetrosdemíaencontrarmeenunlugarcerrado,pequeñoyllenodepolvo,peroensusbrazos...Joder,enlosbrazosdeThiago.—Kamila...—dijo sujetándomepor lasmejillas, sus ojos casi fotografiando

mentalmentemisrasgos.Susdedosmeacariciaronconcuidadoysentíquemisojos, que apenas habían podido pestañear, como si la imagen de Ellie seresistiese a abandonar mi mirada, volvieron a enfocar... Pudieron enfocarlo aél..., a él..., al amor de mi vida, a la única persona que podía llegar arecomponermetrassufrirtodaaquellaviolencia,desesperación,sangreymuerte.—Hamuerto...—conseguídecirdespuésdenosécuántotiempoensilencio.Ahoraqueecholavistaatrás,séqueestabaenestadodeshock,séqueestuve

asímuchoratoyqueélmesusurrópalabrastranquilizadorasaloído,meacariciólapielcondulzurayternurahastaconseguirtraermedevuelta...Devueltadeunlugaroscuroyfeo,unlugarquellegaríaaconoceralaperfección,unlugarquellegaría a convertir en mi refugio, un refugio de tristeza; tristeza, muerte ydesesperación.—¿Quiénhamuerto,mi vida?—mepreguntó con la voz en calma, pero el

miedoenlamirada.—Ellie... —contesté en un susurro muy bajo, casi inaudible—. La ha

matado...Julianlahamatado.Porque había sido él. Lo había visto, almirar hacia atrás, al sentir que nos

disparaban por la espalda... No habían sido los otros, los otros se habíanentretenidomatandoaloschicosychicasquenoshabíanayudadoytambiénalosquenoshabíandelatado.Julianhabíasalidodedondefueraquesehubieraescondidoyhabíamatadoa

miamigasinpensárselodosveces.Yo seguía con vida... porque no era su intención matarme... Su intención,

comobienhabíadicho,eraacabarcontodosmisseresqueridos.—Chist—medijoabrazándomeyentoncesfuiconscientedequiénlohacía.Sentísuolorllegarmeatodaspartes,sufraganciaysucalor.Abrílosojos,meseparédeélylomiré.Thiagoestabavivo.—¿Thiago?—preguntésinllegaracreérmelo.—Sí,cariño...,soyyo—medijoconlosojosbrillantes,llenosdeemoción—.

Teníatantomiedo,tantomiedodeencontrartemu...—No lo estoy —lo interrumpí intentando recomponerme, intentando

recomponermis sentimientos, intentando borrar demimente la imagen demiamigaydetodasaquellaspersonasmuertasparapoderconcentrarmeplenamenteen él... Joder... Joder, si hubiese sabido todo lo que se nos venía encima..., sihubiese sabido el tiempo que iba a tener que esperar hasta volver a tener unaoportunidadcomoesa...—Thiago,hayquesalirdeaquí...Nosvanamataratodos...—loinstéconel

miedoenlavozylatristezaenelcorazón.

PenséenTaylor... ¿Habríapodidoescapar?¿HabríaconseguidohuirdeesosdosasesinosantesdequeJulianloviese?—Taylor...—dijeysentícómoThiagodejabaderespirar—.Taylornosayudó

aescapar...Estábamosenlabibliotecayalgunosdeloschicosqueestabanconnosotrosquisierondelatarnos,quisieronentregarnosparaquelosliberaran...Hasidohorrible,Thiago...Nosé...Nosésiélestábien,solomedijoquecorrierayluego...,luegoEllie...—¿Taylorestávivo?—mepreguntóThiagoparapoderasegurarse.—Loestaba...Loestabahaceunmomento,pero...Yentoncesmecallé.DejédehablarnosoloporqueThiagometapólaboca

consuenormemano,sinoporquemecalléaloírquehabíaalguienahíafuera.MiréconlosojosmuyabiertosaThiagohastaqueapartósumanodemiboca

ymeindicóconungestodesusdedosquememantuvieracallada.—Quieroquemelostraigáisvivos,¿mehabéisoído?Conlosdemáshacedlo

queosdélagana,peroconesostres...Aesostreslosquierobiendespiertos—ordenóJulian.Semeestremeciótodoelcuerpoalvolveraoírsuvoz.La última vez que habíamos hablado fue antes de que descubriese queme

habíaestadoengañando,connuestraamistad,consuhomosexualidad,contodo.Ese chico estaba trastornado, estaba loco y lo que dijo a continuación casi

consiguióquemeterminaradederrumbardeltodo.—Nohemospodidoencontraralniño,Jules—anuncióentoncesunodeellos.Todomicuerposetensóenelacto.—Tienequeestarporalgunaparte...¡Encontradlo,joder,solotienesieteaños,

nopuedehaberidomuylejos!Thiagome sujetócon fuerza, estavez tuvoque retenermecontra laparedy

apretarfuertementesumanocontramibocaparaquenosemeescaparaningúnsonido.«¡Hijodeputa!»,mehubiesegustadogritarlealacara.Mihermano...,mihermanito...,Cam...Encuantosealejarondedondeestábamosescondidos,Thiagomesoltóyme

forzóaprestarleatención.

—Escúchame —me dijo entonces obligándome a centrar mis ojos en lossuyos—.Tuhermanoestábien...Estáasalvo.—¡¿Has visto a Cam?! —exclamé con la voz temblorosa y las lágrimas

queriendo salir, queriendo empapar mi rostro de nuevo, pero no podíapermitirmeeso,noenesemomentotancrítico,eracomosimicuerpolosupiera,comosiunacorazamehubieseobligadoamantenermeserenaotodoloserenaquesepuedeestarenunasituacióncomoaquella.Debía aguantar..., ya habría momentos para llorar o para derrumbarse y

lamentarseportodoaquello.—Sí,estáescondido.Abrílosojosconhorror.—¿Escondido?¿Dónde?—Diosmío...Diosmío,mihermano...,mihermano

estabaallí,enellugarmáspeligrosoparacualquieraquefueseamigoofamiliarmío—. Llévame con él... necesito verlo, necesito... —le rogué mientras meabalanzabahacia lapuerta, intentandosalir,peroThiagome retuvo, tiródemibrazoymeobligóaprestarleatención.—Está a salvo, Kam, te lo prometo —me aseguró muy serio—. Ahora

necesitoquetecentresyquemeayudesasacarosdeaquí.—Nohaymaneradesalir,todaslaspuertasestán...—Cerradas,losé—terminópormí—,perosaldremosporeltecho,¿vale?Si

conseguimosllegaralaazotea,loshelicópterososverányosrescatarán...Esomismoera loque se le habíaocurrido aTaylor...Esomismonoshabía

dichoaEllieyamí,quedebíamosllegaralaazotea...,pero¿cómo?—¿Cómopiensasllegarallíarriba?—Por la ventilación—me contestómuy seguro—.En las cocinas están los

conductosdeventilaciónydanalaazotea,sonlosuficientementegrandescomoparaquepodamosescalarconcuidadoapoyándonosconlaespaldaylospies...Esallídondehedejadoatuhermano,loescondíenunfalsotecho.—Vayamos con él —le dije deseando salir de allí, deseando ver con mis

propiosojosquemihermanitoestabavivo,queestababien.—Antesnecesitamosconseguirunaescalera—comentóapretándoseelpuente

delanariz,cercadelosojos.

Seloveíacansado...,cansadoymuymuypreocupado.—¿Estásbien?—lepregunté.Élasintiódeinmediato.—Hayunaescaleraenlasalademantenimiento.Siconseguimosllegarallíy

llevarlaalacocina...—¿Podremossalir?—terminéporél.—Podremossalir—meconfirmó.Nosmiramosunsegundo...yelsegundoseconvirtióenminutos.Mehubiese

quedado horas admirando esos ojos verdes, esamirada queme hacía temblar,que me hacía sentir a salvo a pesar de encontrarme en ese infierno, que meprovocabadetodopordentro...—Thiago...—dije,yelmerohechodepronunciar sunombreconsiguióque

metemblaraelcuerpo.Susojosbrillaronconalgoquenoséexplicar,unamezclademiedo,amory

promesasquenosepodíanverbalizar...,yentoncespasó.Subocaseencontróconlamíayelbesofuedistintoatodoslosbesosqueya

nos habíamos dado, que habían sido pocos para disgusto mío. Fue como sisupiera lo que iba a pasar, como si supiera que ese beso podía llegar a ser elúltimo.Miespaldadiocontralaparedysusmanosbajaronportodomicuerpoen una desesperada necesidad de sentirme cerca, de calentar su cuerpo con elmío,devolverasentirmesuya.Por unosminutos solo estuvimos él y yo; todo el horror que se producía a

escasosmetrosdenosotrospareciódejardeexistir.Susmanos sujetaronmi rostro comoqueriendomemorizar cadaunodemis

rasgos,subocalimpiólosrestosdelágrimasqueaúnhumedecíanmismejillasy,cuandodeverdadnosfundimosenunbesoquenosdejóaambossinrespiración,supequeeraél...,quenohabíanadiemás,quenoexistíanadiemás.—Teamo—medijomirándomealosojos—.Nuncaloolvides,¿vale?Pestañeéparapoderverloconclaridad.—Prométemequesaldremosdeestaconvida...Prométemequecuandoesto

acabeestaremosjuntos...,quemellevaráscontigoadondevayasomeseguirásadondevayayo...Prométemequenohabráundíaendondenonosdigamos«te

quiero», que no existirá distancia entre los dos... Prométeme que antepondrástodoanosotrosdos,porqueyolovoyahacer...Sidealgomehaservidotodoesteinfierno,esparasaberconcertezaquelavidaescortayquequieropasarlacontigo.Sus ojos decían de todo almismo tiempo que no decían nada. ¿Por qué se

contenía?¿Porquédudaba?Yentoncesabriólabocaypronunciólaspalabrasmágicas,lasúnicaspalabras

queyonecesitabaoírparaarmarmedevalorysalirahíaenfrentarmecontodo.—Teloprometo.Ysoloentoncessentílafuerzanecesariaparapoderseguir.Meacaricióelpelo,mecolocóunmechónsueltodetrásdelaorejaybesóla

puntademinariz.—¿Estáslistaparasalirdeaquí?Asentí,abrimoslapuertayvolvimosalinfierno.

18

TAYLOR

Todo pasó demasiado deprisa, tan rápido que no estaba seguro de cómo sehabíanproducidolosacontecimientos.SolosabíaquehabíatenidoquedistraeraesoshijosdeputaparaqueEllieyKamipudiesensalircorriendodeallí.Fui rápido, tirécosaspara llamar laatenciónydespuéscorríhacia lapuerta

paraintentarescapar.Mesorprendiódescubrirquelosdemásloshabíanayudadoasalirsinquelos

tres alumnos imbécilespudiesenhacernadapara evitarlo...Eso fue claveparaque yo también consiguiese escapar, ya que salí casi un minuto después queKamiyEllie.Unavez fuera,mi cerebro registró loqueocurría aunavelocidad increíble,

llegando hasta ver varias cosas a la vez. Por un lado, estaban ellas, que casillegaban al final del pasillo, donde doblarían la esquina para desaparecer ybuscarotrorefugioy,porotro,estabalaimagendeJulian,depie,alfinaldeesepasillo,levantandolapistolayapuntandoconincreíblesangrefríaaunadeellasdos.Grité «¡NO!» casi desgarrándome la garganta, pero es que ver muerta... a

cualquieradelasdoseraunaideasimplementeinsoportable.Debíasalvarlas...,debíaprotegerlas...,ynoloestabahaciendobien.

Alprincipioalverqueambassecaíanalsuelopensélopeor.Dosdisparos...Unoacadauna.¿Habríandadoenelblanco?Mehubiesegustadocorrerhaciaellas, tirarmeencimaparaprotegerlas,pero

sobretodoparaasegurarmedequeestabanbien.Peromiinstintodesupervivenciaactuópormí,seadueñódemicuerpoyme

obligó a correr para esconderme. Para esconderme de ese psicópata. Esepsicópataquenimevioomásbiennomequisoniver,cuandotuvodelantealarazóndetodossusproblemas.Asuobsesióndesdehacíatantosmeses,alachicaconlaquehabíasoñadodesdequelavio.Kami era lo único que él en realidad quería... Entonces, ¿por qué perder el

tiempo y detenerse conmigo cuando la tenía a ella a apenas unos metros dedistancia?Podríamosdecirquesuobsesiónconsiguiósalvarme.Ymisubconscientesupoaprovecharsemejorquemiconsciencia.Meescondí.Peronomefuimuylejos,no.Meescondíenlaclasedeenfrente.Pudeverporlaventanitaquehabíaenlapuertacómoalgunosdeloschicos

quehabíanestadoconnosotrosenlaclasecorríanalempezarlosdisparosdentrodelabiblioteca.PudevercómoJulianibadetrásdeKamiquesehabíalevantadoyrecéparaquepudieseencontrarrefugio.Despuésvicómolosotrosdosasesinosdesaparecíanpasilloabajo.Y cuando el pasillo se sumió en un silencio insoportable, salí y corrí hasta

donde estaba ella... Corrí rezando en silencio y pidiéndole a Dios que noestuviesemuerta.Caíalsueloasulado...Sumelenacastañarodeabasurostroylasangreseguía

marchándolotodoasualrededor.—Porfavor,Webber...,nomehagasesto—leroguéapartándoleunmechón

depelodelacara.La esperanza me recorrió por entero cuando vi que pestañeaba levemente

hastaconseguirabrirlosojosymirarme.

—Diosmío,Ellie...—exclamétirandodeellahastapoderacunarlaentremisbrazos—.Tevasaponerbien,tevasaponerbien,teloprometo—leasegurésinserconscientedequemivozsemequebrabatantasvecesqueprobablementenihabía podido entenderme. Las lágrimas caían por mi rostro de una manerainverosímil...inverosímilcuandosetratabadeunachicaconlaqueapenashabíatenidorelación...—Ta-Taylor...—dijoentrecortadamente.—Chis...—lasilenciéacunándoladespacio—.Nohables...—M-megu-ustas,Tay-lor—dijodespacio.Lasangresalíaporsubocaypor

losorificiosdondelasdosbalashabíanatravesadosucuerpo.—Losé..., losé,pequeña...—lecontestésintiendoundolorenelpechoque

nollegabaacomprender.—Mehu-bie-segu-ustadosalircon-tigo—confesóysusonrisaconsiguióque

metemblaratodoelcuerpo.—Y a mí me hubiese encantado —le respondí mirándola de otra manera,

mirándolayborrandolasheridasylasangredesucuerpo.Lamiréyenmisojosaparecieron miles de imágenes de Ellie..., miles de imágenes que mi cerebrohabía ido guardando en mi cabeza sin ser consciente de que lo hacía. Susonrisa..., su manera de buscarme cuando entrenábamos en la cancha debaloncesto y ella practicaba las coreografías de animadora..., sus piquescontinuos en el comedor, y su forma de fruncir el ceño cuando yo aparecía ydecíaalgunatontería.Sumaníademorderselasuñasosupeculiarmaneraderecogerseelpelocon

cualquiercosaqueencontrara,yafueraunboli,unlápiz,unpalillochinoountenedor.Susonrisaerapreciosaypocasvecesmelahabíadedicado,aunquesiempre

serierademisbromas,aunsindarmecuentadequemeestabaescuchando.¿Lahabíapicadoaconciencia?¿Habíadisfrutadohaciéndolarabiar?—Siempre fuiste una tocapelotas —le dije y la dificultad que le supuso

sonreírmemerompiódefinitivamentepordentro.—Ytúsiem-prefu-fuisteuncreí-ído—contratacó.Sonreí.

—Deberíashabérmelodicho—ledijesinpoderdejardeacariciarsupelo,susmejillas...—Es-tabasen-enamoradodelaper-so-naequi-vo...—Empezóatoserytuve

queincorporarlaparaquepudiesevolverarespirar.—Tranquila...Chisss,nohables,porfavor—lepedídesesperadoalverquesu

vidasemeescurríaentrelasmanossinqueyopudiesehacernadaparasalvarla.—Dis-fru-tapor...por...mí,¿va-ale?—mepidió.Asentíconlacabezaymefijéensusbonitosojosclaros.¿Porquésentíaqueestabaperdiendoaalguienimportante?¿Porquémedolía

tantoaquello?¿Porqué?Sin pensarlo, dejándome llevar por mis instintos más básicos, me agaché

sobre ella y posémis labios sobre los suyos. Sumano apretada contra lamíasintiendomis latidosenloquecidossemovióenun intentode retenermecontraella.Ycuandomeaparté...,cuandoporfinmeaparté,supequeyanoestaba.

Nosabíaadóndeir,niquéhacer.Ladesesperanzaempezabaaadueñarsedemíytambiénlatristezayelmiedo.

Me aterrorizaba pensar que podía encontrarme aKami o ami hermano en elsueloigualqueaEllie.No podía dejar de recordar las últimas palabras que le había dicho a mi

hermanomayor,nopodíadejardepensarenlospocosmomentosquehabíamoscompartidoloquellevábamosdecursoyeldañoquenoshabíamoshechoelunoalotro.¿Cómohabíamosllegadoaeso?Mejuréamímismoque,sillegábamosasalirvivosdeaquello,miformade

verelmundocambiaría.Novolveríaasufrirporunachica,nidejaríaquepasaseunsolodíasindecirlealagentequemerodeabaquelosquería.Veríaseriesconmimadre,medabaigualquefueranesostruñosromanticones

que ella insistía en poner en Netflix, me tumbaría con ella en el sofá y laabrazaría hasta quedarme dormido. Con mi hermano planificaría viajes yexcursiones, jugaría un uno contra uno todas las tardes si hacía falta, como

habíamos hecho desde que éramos pequeños, y con Kami..., con Kami lointentaríatodo,perosinoeraposible,ladejaríamarchar...Ysidejarlamarcharsignificabaqueseenamorasedemihermano,loaceptaríayseguiríaconmivida.LehabíaprometidoaElliequeloharía,ypensabacumplirconmipromesa.Vagué desesperado por los pasillos, sin saber qué hacer, intenté buscar una

salida,encontrarunapuertaabierta.Mecrucéconestudiantesquemepararonymepreguntaronquédebíanhacer,perolosignoréyseguímicamino.Devezencuandoseoíandisparos,gritos...Nodebíadequedarmuchagente

conviday, sin embargo,nadieparecíahacernadapara salvar a lospocosqueseguíamosluchandoporsobrevivir.Lapolicíaestabafuera,lasambulanciasesperabanaquenosrescataran,pero

nadieentrabaasalvarnos...Nadiehacíanada,estábamossolos.¿Porqué?¡¿Porqué,joder?!Nomeextrañaquealfinalmeencontrasen.Nomeextraña tampocoque lapalizaquemedieronmedejara inconsciente

durante lo que pudieron ser horas... Tres contra uno..., y uno especialmentecabreadoyllenodeodiohaciamí,yaospodéisimaginarenloquepodíaderivar.Ahoraqueecholavistaatrás,mepreguntoquéhubiesepasadosiThiago,en

vezdeescucharporlosaltavocesdelcolegioqueestabavivo,hubieseescuchadoqueestabamuerto.Seguramentehoytodoseríadiferente.Porqueélsehubiesesalvado...ÉlhubieseescapadoconKamiyconCameronyelqueestaríalejos,muymuy

lejos,seríayoenvezdeél.Pero las cosas no pasan según uno tiene pensado..., sino que la vida te

sorprendedándoteunabofetadaen toda lacarayencimaesperaque sonríasysigasadelante.Puesqueledenalavidayasufilosofía.Pero,sobretodo,quelesdenaesoshijosdeputa.

19

THIAGO

Conseguimosllegarhastalasalademantenimientoyaunqueparezcaunalocura,de verdad os puedo asegurar que fue como si un ángel nos guiara en todomomento.Nonoscruzamosconnadie,losdisparosqueseoíanenlalejaníanosalentaban a seguir adelante, a hacer todo lo posible para poder huir de aquelinfierno.Cruzamos pasillos y subimos escaleras hasta llegar a la sala donde

encontraríamoslaescalera.Unaescaleraqueeragrandeyaparatosa.Aunqueibaahacertodoloposibleparallegarhastalascocinassinservistos,sabíaqueeraalgoprácticamenteimposible.MevitentadodeencerraraKamenalgunaparteyhaceraquellosinella,peroyosolonopodíaconesaescalera,lanecesitaba...yjoder esto también lo hacíamos porCameron.Había que sacarlo de allí comofuera,menegabaaquelamuertedeunniñopequeñovolvieraarecaersobremiconciencia.Esomehizopensarenmihermanayencómo, sin saberlonientenderlo, la

sentía más presente que nunca, por todas partes, a mi alrededor, conmigo,guiándomeparaconseguirnuestroobjetivo.Cuandocogimoslaescalerasabíaquelascosassecomplicarían.Unacosaes

dos personas atravesando el instituto teniendo muchísimo cuidado de no ser

vistosyotramuydistintacargaralgograndeypesadoypasardesapercibidos.Laacerquéhaciamíantesdeabrirlapuertaysalirdeallí.—Teamo—ledijebesandosuslabiosunaúltimavez—,noloolvidesnunca,

porfavor.Kammemiró yme bastó eso como respuesta. El amor, el cariño, el deseo

estabantanclarosenesosojosmarrones,quenadaevitaríaquelucharaporellaenelfuturo.Unonopodíadejarescaparalgoasí...Salimosconcuidado,cargandoconlaescalera,yodelanteyelladetrás.Como

oshedichoantes,fuecomosinosguiaraunángeldelaguarda.No vimos a nadie, no nos cruzamos con nadie; el silencio, el miedo y la

incertidumbre fueron nuestros compañeros durante el tiempo que tardamos enllegaralacafeteríaydespuésalascocinas.—Poraquí—leindiquéaKamcuandoconseguimosapoyarlaescalera.Mesiguióhastallegaralaalacenay,conelcorazónenunpuño,escaléporlas

estanteríasyconseguíabrirelfalsotecho.Unosojosenormesyazules,asustadosyllorososmedevolvieronlamirada.—Teprometíquevolvería,¿no?—ledijesonriendo.Susonrisamellenódealegríaynodudécuandoestirósusbrazoshaciamí.—¿Cam?—preguntóKami,queesperabajuntoalapuertallenadeansiedady

nerviosismo.Cuandobajéalniñopudepresenciaralgomágico.Doshermanosquesereunían,dosvidasquesesalvarían,dospersonasquese

queríanconlocura.—¿Estásbien?¿Tehashechodaño?—lepreguntabaKammientrasrepasaba

sucuerpoconojoscríticos.—Estoybien—asegurabaCameronabrazandoasuhermanacomosifuesesu

salvaciónmásgrande.Queloera.—Ahora toca la mejor parte..., escalar —les dije a ambos intentando

transmitirseguridad.—Estoescomosifueraunamisión,¿verdad?—nospreguntóCamaambos.Nopudeevitarsonreír.

—Exacto,unamisióndeespíassecretos—leaseguréymepusemanosa laobra.Apoyamos laescaleraen lapared, justodebajodeuna rejilladeventilación

queesperabaquesepudiesesacarconfacilidad;sinoeraasí,enprevisiónhabíacogidodosdestornilladoresdelasalademantenimiento.Subíconcuidado,aunqueantesdehacerloatrancamoslapuertadelacocina

conunpalodeescoba,quenoibaaserdemuchaayuda,peroalgodetiemponosdaríaencasodequeconsiguierandescubrirnos.Comotemía,necesitélaayudadeunodelosdestornilladoresparapodersacar

larejillay,cuandomeasoméporelhuecoquehabíadejado,mefijéenqueelespacioestabajustocomoparaquecupieran.Tambiénviqueelconductodeventilaciónenunmomentodadodoblabahacia

laderecha,demaneraqueKamyCameron solo tendríanquegatearhasta allíparadespuésseguiryllegaraunatrampillaquedabaaccesoalaazotea,oesoesperaba.Sino,podríanesconderseallíhastaquetodaestapesadillaacabara.—Cam, sube—leordenéquedándomeenelúltimopeldañoy sabiendoque

ibaa tenerquepegarleunempujónparaconseguirque llegaraacolarseporelhuecoquehabíadejadolarejilla.—Vamos—loalentóKamyelniñosubióconcuidadohastallegaradondeyo

estaba.—Damelamano—lepedíy lo levantéapulsohastaqueconsiguiómeterse

por el agujero—. Ayúdate con los pies... así —lo insté fijándome en que secolocarabienynohubiesepeligrodequesecayera.Elniñonotardónimediosegundo en pillarle el truco a subir apoyándose con la espalda y los pies y,cuandosubióunpoco,memiróentusiasmado.—¡Esfácil!—exclamósonriente.—Ennadaestaréis lejosdeaquí,os loprometo—ledijesintiendocómoun

pesodemipechoempezabaaatenuarse.Necesitaba saber que estaban a salvo, necesitaba asegurarme de que no les

pasaríanada.MiréaKam,quememiróasuvezdeformaextraña.Subióhastallegarhasta

dondeyoestaba.

—Tú no vienes con nosotros, ¿verdad?—me preguntó yme quedé calladocomo toda respuesta—.Thiago..., por favor—me rogó con los ojos llenos delágrimas.—Tengoqueencontrarlo,Kam—ledijesabiendoqueloentendería,sabiendo

perfectamentequeellaharíajustolomismoenmilugar.—Prométemequesaldréislosdosconvida...Porfavor,prométemelo.—Harétodoloquepueda—leasegurébesándolaunavezmás.Mehubiesegustadoentretenermehoras,perodebíadarmeprisa...Silosotros

veníanyveíanlaescalera,seríaelfin.Ayudé aKam a subir hasta el conducto de la ventilación y, cuando los dos

estuvieron ya dentro, puse la rejilla nuevamente, así nadie sospecharía quehabíansalidoporahí.—Ahora solo tenéisque seguir el conducto...Puedequepara salirnecesites

esto... —le indiqué tendiéndole uno de los destornilladores—. Cuando estéisarribaosverányosrescatarán.Kamasintióynosmiramosnuevamente,enesamiradasepodíanconcentrar

milesdecosas,milesdepalabrasnuncadichas,milesdebesosimposibles,perosobretodopudeverensusojoselrecuerdodelanocheanterior...Elrecuerdodelos dos siendo felices, amándonos de verdad, compartiendo risas, secretos yconfesándonostodoloquenosqueríamos,apesardelosproblemasyapesardetodoloquehabíamostenidoqueviviryaguantarhastallegarhastaallí.Ypensarqueesamañanahabíadecididodejarlamarchar...Cómocambiatodocuandoteencuentrasalfilodelamuerte...Escuandode

verdad sabes loquemerece la penay lo queno, lo únicoque te importay loúnicoquedeverdadquieres.Y entonces, interrumpiendo lamiradamás bonita ymás significativa demi

vida,unavozsonóporlosaltavoces.Esavoz...,lapeorvoz.—Estemensajevaparavosotros...—empezódiciendoJulian—.Sí,vosotros,

sabéisperfectamenteaquiénmeestoydirigiendo—añadióylamiradadeKamsetransformóencuestióndesegundos—.Tengoenmipoderalpobrehermanitoque nadie quiere —dijo Julian captando toda mi atención—. Tengo aquí

conmigo al capitán del equipo de baloncesto..., al guaperas que se creemejorqueelresto,algilipollasquepensóquepodría tocaramichicaynopagar lasconsecuencias.Me tensé cuando se escuchó claramente el ruido de un golpe y después un

lamentodedolor.—Taylor Di Bianco... —Kam me miró horrorizada—. ¿Quieres decir unas

últimaspalabras?—Sá-ca-ladea-quí,herma-no.—Suvoz...rotaporeldoloryporlosgolpes

encendióalgodentrodemí.Otravezno...,otraveznopasaría.—Kami—dijo dirigiéndose a ella en particular por primera vez desde que

había empezado esta locura—, si novienes y te presentas antemí...,mataré aeste...yluegoalotro...,ydespuésencontraréatuhermanitoyharéexactamentelomismoconél...MicuerpoactuódeprisacuandoviquelaintencióndeKamieradesatornillar

larejillaybajardelconductodeventilación.—¡No!—exclamémirándolamuyserio—.Saldeaquí,Kamila,yosacaréa

mihermanodeesta.—¡Osvanamatar!¡Mequiereamí,Thiago!¡Nolopermitiré!—dijosacando

elprimertornillo.—¡Mierda,Kam,no!Bajédelasescalerasylasapartédesualcance.Lamirédesdeabajo.—Sacaatuhermanodeaquí...Esaestuobligación...Yoharélomismoconel

mío—ynolamiré,nomequedéaescucharsusquejasnisusintenciones,mefuiporquesabía...,joder,sabíaque,sinomeibadeallí,ellaconseguiríabajarysepondríaenpeligro,ysobremicadáverdejaríaqueeseenfermovolviesesiquieraacruzarunamiradaconella.—¡Thiago,nolohagas!—gritóantesdequeyosalieraporlapuerta.Yaestabahecho...Ahoramequedabalopeor.Loúnicoque teníaparadefendermeeraundestornilladoryuncuchilloque

habíapodidocogerdelacocina.Hastayomedabacuentadequeloqueestabaa

puntodehacereraunsuicidio,peronohabíaotra...NoibaadejaraTaylorallí,no iba a abandonarlo. Estaría con él... hasta el final, porque eso es lo que sesuponequehacemosloshermanos.Poruninstantepenséenmimadre,enlodolorosoqueseríaparaellaperdera

susdoshijos,perdernosatodosenrealidad...Porunmomentomeplanteédarmelavueltayregresar,escaparconKamysalirdeallí,pero¿cómoibaahacerlo?Eldolordemimadre,saberqueesolamataría,fueloquemehizodudar,pero¿aquiénqueríaengañar?SialgolesucedíaaTaylor,mimadremoriríaigualquesinospasabaalgoalosdos.¿Cómosesobrevivíaalamuertenosolodeunhijosinodedos...?Teníaque intentarlo...Era laúnicaopciónquequedaba, laúnicaopciónque

nosofrecíaalgunaposibilidaddequelostrespudiéramosseguiradelante.OtravezpasólomismoquecuandocruzamoselinstitutoconKamllevandola

escalera.Nohabíanadie...Nomecrucéconnadie,sincontarconloscadáveres,claro.¿Cuántagentehabíamuertoesedía?¿Cuántasfamiliasquedaríandestrozadas

despuésdeaquello?Unarabiabrutalseapoderódemí.Unodioracional,puro,abrazador;unodio

quemellenódeadrenalina,quemellenódeenergíayquemeobligóatomarunadecisiónmuyimportante.Moriríaaqueldía...,peromellevaríaconmigoatodoslosquepudiera.

20

KAMI

Nomequedómásremedioquehuir.Nomequedómásremedioquedejaradospersonasqueamabaconlocuraparasalvaramihermano,salvarmeyo.Pensé en dejarme caer... Pensémuy seriamente quitar la rejilla y saltar sin

importarmelasconsecuenciassiasíconseguíadetenerlo,perounamiradaalniñode grandes ojos azules me bastó para saber que Thiago tenía razón. Miobligaciónerasacarlodeallí,ponerloasalvoyrezarparaqueesemomentonofueseelúltimoencompañíadeunhermanoDiBianco.Noscostóunpocodesplazarnosgateandoporelconducto.Fuemuyextrañoir

por el techo viendo a través de las rejillas las aulas donde había dado clase,algunas con alumnos muertos y sangre y otras vacías, como si estuvieranesperandoeliniciodelasiguienteclase.Enunmomentodadoeltimbrequeanunciabaeliniciodelrecreoresonópor

todoelcolegioconsiguiendoquetodoslospelosdemicuerposeerizaran.Muchosyanuncavolveríanaoíresesonidoypensaríancontentosqueporfin

tocaba un descanso. Muchos ya nunca irían sonrientes en busca de suscompañerosyamigos,niabriríansustaquillasconperezaintercambiandolibrospesadosporotros.Medolía...,medolíatantoquenosabíacómoibaasuperarlo.

—¡Mira,Kami!—exclamóentoncesmihermanoseñalandohaciaarriba.Ahí estaba... la trampilla que daba a la azotea. Podríamentiros y decir que

sentí alivio,podríamentirydecirque la alegríameembargó,perono fueasí.Sentí como sime quitaran un peso de encima, eso sí, porquemi hermano sesalvaría,perounapartedemínecesitaba regresar...,necesitabavolveradondeestaban loshermanos,necesitabasalvarlos,hacer loque fueraparasacarlosdeallí con vida, pero ¿quién me garantizaba que ese hijo de perra los dejaríamarcharcuandometuvieseamí?Losodiaba...,nuncadejaríaquesemarchasendeallívivos.Abrí la trampilla y con cuidado salimos afuera. La luz nos cegó

momentáneamente,perodespuéslasombradelhelicópteronospermitióverque,enefecto,habíanestadoesperandoquealgúnalumnosalieraporallí.—¡Estamosaquí!—gritómihermano—.¡Estamosaquí!Cammeabrazóconfuerza,sucorazoncitoaúnibaamilporhoraysualegría

casifuecontagiosa.Mefijéenqueelhelicópterodescendíahastaconseguirposarseenlaazotea

cuyasdimensionespermitíanquelohiciesesinproblema.Unpolicíabajóyvinocorriendohacianosotros.—¿Estáisbien?—nospreguntóechándonosunvistazoymirandohaciaatrás

—. ¡¿Hayalguienmás convosotros?!—gritóparahacerseoír por encimadelruidodelasaspas.Neguéconlacabezaysudecepciónmeterminóderomperelcorazón.Cogióamihermanoenbrazosymeindicóquelosiguiera.Corrimos hacia el helicóptero y nos subimos. Cam flipaba con todo lo que

veía,parecíaajenoaloquepasabaapocosmetrosdedistancia.Nos pusieron unos cascos y el helicóptero se elevó alejándose del instituto,

alejándosedeaquelinfierno.Miréalpolicíaquemeobservabaconatención.—Hantardadodemasiado...—ledijeylarabiaacudióparaborrardemiser

cualquier vestigio de pena, tristeza o culpabilidad—. ¡¿Por qué no han hechoalgo?!Elpolicíanodijonada.

Éltambiénparecíaenfadado.Cuandoaterrizamosenunaexplanadalosuficientementegrandeparaacoger

elhelicóptero,medi cuentadequenoestábamos lejosdel instituto, sinomuycerca.—Necesitoquevengasconmigo—mepidióelpolicía—,necesitoquehables

coneljefe.Su manera de mirarme, su forma de no contradecirme en el helicóptero

consiguióqueloescucharaatentamente.—Todo lo que les puedas decir será de gran ayuda... —dijo, y entonces,

cuandonosacercamosalacallequedabaalaparcamientodelcolegio,vimos...las furgonetas, la gran aglomeración de periodistas y familiares que llorabandesesperados,seabrazabanypedíanquesehicieraalgo.Había ambulancias y carpas... policías por todas partes, furgones inmensos

conhombresarmadosconmetralletas...¿Todoesoynohabíanconseguidodeteneratresadolescentesarmados?—Poraquí—meindicóelpolicía.Teníalamanodemihermanobiensujeta,nopensabaperderlodevista.Cuando la gente nos viomuchos se abalanzaron sobre nosotros, incluida la

prensa.—¿Haysupervivientes?—¿EstáEmilyviva?¡¿EmilyDavinson?!¿Estáviva?—¿Hasvistoamihijo?¡HasvistoaHarry?—¡¿Cómohabéisescapado?—¿Dóndeestáelresto?Mihermanoseabrazóamí,asustadoylapolicíanosescoltóhastalacarpa.Todohabíapasadotanrápidoquecuandomevirodeadadepolicíasynode

familiares ni periodistas sentí la necesidad de salir ahí fuera y dar unaexplicación, pero ¿qué iba a decirles? ¿Que prácticamente todos estabanmuertos?—¿Cómo te llamas?—me preguntó una mujer vestida de traje, una mujer

elegantequeseacercóanosotrosconcalmayunasonrisaenlacara—.¿Estáisheridos?

Fuemihermanoelquecontestópormí.—YosoyCameronyellamihermanaKami...Laseñoralesonrióyluegomemiróamísinpoderocultarsupreocupación.—Cameron, ¿tepareceque tuhermanayyo charlemosun ratomientrasmi

amigotellevaalaambulanciaparaqueseasegurendequeestásbien?—Estoybien...—afirmómihermanosinsoltarme.—Losé...Hassidomuyvaliente,¿losabes?Élasintiódespacio.—Cam,espérameenlaambulancia...,yoiréenunmomento—leindiqué.—Quiero ir con mi mamá —dijo entonces con sus ojos llenándose de

lágrimas.El policía que nos había llevado hasta allí dio un paso hacia delante y se

agachóparapoderhablarconél.—Venconmigoyllamaremosatumamá,¿teparece?Mihermanomemiróyyoasentí.Vi cómo el policía le cogía la mano y lo llevaba fuera. Tuve la urgente

necesidad de correr hacia él, de no perderlo de vista, pero sabía que menecesitabanallí,sabíaquedebíacontarlesloqueestabapasando.—Tienequeentrar—dijedesviandolamiradademihermanoycentrándola

enesamujer—.Ya—añadímuyseria.Lamujermeindicóquemesentara,peromenegué.—¿Aquéestánesperando?—preguntéatodoslosquehabíaallíreunidos,los

cualesmemirabanqueriendosabermás.—Tenemosconstanciadequeelasaltantetienevariosrehenes...Nopodemos

entraryponerlavidadelosniñosenriesgo,elprotocolo...—¡Meimportaunamierdaelprotocolo,losestánmatandoatodos!Lamujercallóymeescuchó.—Apenasquedanadieconvida...Niños...,miscompañeros,miamiga...—La

vozsemequebróytuvequesentarmealsentirquederepentelaspiernasnomesostenían.—Tranquila—meintentócalmarlamujer.—¡Usted no lo entiende! —grité desesperada—. No les importa nadie,

mataránatodossinohacenalgoya.—¿Cuántosson?—Tres—contestédeinmediato.Sumiradadeasombromeconfirmóquenoteníannipuñeteraideadeloque

estabapasandoenelinterior.Segiróhaciaatrásysedirigióaunodelosqueestabanallí.—DíseloaMontgomery—ledijomuyseria,ydespuésvolvióacentrarseen

mí—.Ahoranecesitoquemelocuentestodo...Quieroquemeexpliquestodoloquehasvisto,todoloquesabes.Yesofueloquehice.Lecontétodo,lecontéquesetratabadeJulian,lecontélaimplicacióndesu

hermanaKate,queJules teníaunapáginaweb llenade taradoscomoél,comolos dos que lo acompañaban... Le expliqué lo que había ocurrido hacía unassemanas con él, cómo habíamos descubierto que era una persona totalmentediferente a lo que nos había estado dejando ver, que se había obsesionadoconmigo,quehabíanencontradosuhabitaciónllenaderecortesydecosasmías—fotos,objetos,dibujos,vídeos...—yquenadiehabíahechonadaalrespecto.Le conté que había desaparecido y que lo habíamos vuelto a ver la nocheanterior durante el partido de baloncesto... Le conté cómo se había dirigido atodoslosalumnospormegafoníadesdeeldespachodeldirectorparadecirqueteníaunalistadegentequequeríamatar...Leexpliquécondetallestodoloquehabíanvistomisojos,todosloschicosychicasquehabíavistomoriramanosdeesosdesalmados...LeexpliquéqueThiagonoshabíallevadohastalosconductosdeventilaciónyleconté tambiénquehabíanusadoamihermanitoparacerrartodas laspuertasyquenadiepudiesesalir.LeexpliquécómohabíanmatadoamimejoramigaycómoJulianhabíadejadoclaroqueeraamíaquienquerían.Lapolicíaescuchóatentamentetodamideclaración,sininterrumpirme.—Sinoentranya,noquedaránadieaquienrescatar.Lamujermemiróduranteunos segundosydespués segiróparadirigirsea

todoslosquehabíaallí.—Alamierdalosprocedimientos,vamosaentrar.Yentoncesexplotólalocura.

Todos se pusieron en marcha, todos se movieron mientras que la mujer seponía a discutir con un hombre de prominente barriga y vestido con traje dechaqueta.Agucéeloídoparaintentarescucharloquedecían.—Nopuede...—Claroquepuedo...yloharé.Lediolaespaldayregresóhaciamí.—¿Dóndeexactamentemehasdichoqueestabantusamigos?Lamiréconelúltimovestigiodeesperanza.—Eneldespachodeldirector...EstoycasiseguradequeJulianestáallí...con

Taylor,esperandoaqueyoaparezca.Ella asintió y entonces escuché un revuelo fuera de la carpa donde nos

encontrábamos.Cuandomegiréparaverdequiénsetrataba,viquemimadreylaseñoraDi

Biancoexigíanquelasdejaranentrar.—¡Mamá!—gritécuandolavi.Corríhaciaellacomocuandoeraniña,comocuandomeesperabafueradela

guarderíayverlamellenabadealegríaporquesabíaqueporfinmemarchabaacasaamerendar.Me abrazó con fuerza, enterré mi cabeza en su hombro y empecé a llorar

desconsolada.—¿Dóndeestátuhermano,Kamila?¿DóndeestáCameron?Meapartéunpoco.—Estábien...Estáfueraconlosmédicos,peronotieneunrasguño...Elalivioenlacarademimadrefuetanevidentequecuandomeabrazósupe

deverdadqueelmayormiedodesuvidaacababadepasarledelantedesusojos,peroporsuerte,tanrápidocomohabíallegado,sehabíadesvanecido.—Miniña...yaestá...—Kamila,¿dóndeestánmishijos...?¿Dóndeestánmisniños?—mepreguntó

entonceslamadredeThiagoyTaylor.Lamiréconlosojosllenosdelágrimas.—Estándentro...Thiagonossacóamihermanoyamídeallí,perosequedó

parairabuscaraTaylor...

—Diosmío...—exclamólamadredeThiagollevándoselasmanosalabocaparamitigarelllanto.Misojossedesviaronalainspectora,quehabíasidotestigodeeseencuentro

y se había mantenido en segundo plano. Cuando las tres nos giramos paramirarla,susojossecentraronenlosdelaseñoraDiBianco.—Teprometoqueharétodoloqueestéenmismanosparasacarlosdeahícon

vida.Ypormuyinverosímilquepudieraparecer...,melacreí.Tuvequehacerlo.Mi madre me abrazó con fuerza y, justo cuando me acababa de decir que

fuéramos a buscar a mi hermano, un policía entró en la carpa y corrió haciadondeestábamosnosotras.—Alguienmáshasalidopor laventilación, teniente—anunciómirandoala

mujerqueacababadeprometermealgoimposible.Miréalpolicíaesperanzada.—¿Sabequiénes?—preguntólamadredeTaylor,desesperada.Quise correr hacia allí, quise correr para descubrir que Thiago finalmente

habíadecididoseguirnos,queestabaasalvo...—No,perolosabremosenpocosminutos.Miréhacialapuertadelacarpayrecéensilencio.Porfavor,Dios,queseaél.Porfavor.

21

TAYLOR

Apenas podía respirar.Me habían golpeado,me habían dejado inconsciente y,cuandohabíaconseguidovolveraabrirlosojos...,habíanvueltoacomenzar.Julianmiraba...apoyadoenlamesadeldespachodeldirector,observandocon

satisfaccióncómosusdosperros jugabana intentarmatarme,perosin llegaraconseguirlo.¿Porquénomemetíaunabalaenlacabezayacababadeunavez?AlpensarenesonopudeevitarmirarhaciaelcuerpodeldirectorHarrison,

cuyosojosabiertos, sinvida,presenciaban todo loqueocurríaenelquehacíaunashorashabíasidosulugardetrabajo.—Cuando te sumaste a lapalizaquemedierondelantede todoel instituto,

juréquetemataría...—dijoJulianentonces,interrumpiendomispensamientos,pensamientos desesperados que cada vez eran más reducidos debido al dolorintensoquesufríaenprácticamentetodoelcuerpo—.Vosotros,los«populares»oscreéisconderechoadeciryhacerloqueosvieneengana...Losprofesoresossubenlasnotas,novayaaserquenopodáisjugarunpartido;eldirectorospasapor alto todas vuestras gamberradas; los demás alumnos os miran como sifueseisdioses...¿Yporqué?¿Porquesabéisencestarunapelotitaenunaro?»Desde que tengo uso de razón he sido el mejor de mi clase: todo

sobresalientes. Creí que con eso me ganaría el respeto y la admiración de lagente que me rodeaba, pero ¿sabes lo que me hacían? —me preguntóacercándoseamí,poniéndosederodillasamiladoysujetándomedelpeloparaobligarmeaclavarmisojosenlossuyos—.¿Sabesloquemehicieroncuandotenía diez años, sacaba dieces y levantaba la mano en clase para dar lasrespuestascorrectas?Nodijenada...Loescuchésimplementeporquenomequedabamásremedio.—Mecogíanymemetíanlacabezadondeacababandecagar—dijoconasco

—.¿Algunavezhassentidoloqueesquelamierdasemetaportuboca...,portunariz...,nopoderrespirarporeloloryqueteentrenarcadasyvomites...vomitesenlamierdayluegotemetanlacabezaotravezallí?Cerrélosojosymepreguntéporquéderepentelarabia,elodioytodoloque

sentíahaciaéltambiénincluíalapena.—No es agradable—afirmó zarandeándome para que volviera amirarlo—.

Notardéenaprenderlalección.Mecambiédecolegio,envezdediecesempecéa sacar sietes, seises y medio... Descubrí que si de vez en cuando tenía unsuspenso lagente temirabaconmejorcara, tequeríaensusgrupitos, se reíanporlasnotaspésimasquesacaban...¿Sabeslocomplicadoqueessuspenderunexamenaposta?»Descubríquesi trabajabamicuerpo,sipracticabaalgúndeporte, laschicas

se fijaban en mí... Descubrí que medir uno ochenta y tener los músculosmarcados conseguía sonrisas, guiños, invitaciones a fiestas. Porque ¿quiénquiere a una mente brillante al lado cuando se puede tener a un gilipollasafeitadoyconmusculitos?Me soltóy siguió caminandopor lahabitación,pronunciando sumonólogo,

monólogo que no tenía interés en oír, porque vale, sí, lo que le habían hechoestabamal,peroesonojustificabalamuertedecientosdepersonas.—Siempre me ha gustado observar a la gente..., analizar sus actos, sus

intenciones,sussueñosydedóndevienenestos...Descubríqueentendiendoalagente consigues abrirte paso casi por donde quieras..., descubrí que así podíallegaraconseguirloquequisiera...Notecreasquefueunprocesorápido,paranada...Tuvequepasarpormuchoscolegioshastallegaraentendercómoyqué

debíahacerparaencajar,yentonceslleguéaquíyvosotroscambiasteistodosmisesquemas...Tú,por ejemplo, sin irmás lejos, eres el capitándel equipo, salescon lachicamásguapadeestecolegioy,mirapordónde...,noveoquenadiemetatucabecitaenelretreteporsacardiecesyquererestudiarenHarvard.Selevantóysoltóunacarcajada.—Cambiastetodosmisesquemas...,conseguistequetemiraradeunamanera

diferente,conseguiste...quequisierasercomotú—confesónegandocomosiloque dijera fuese inaudito—. Y de repente me convertí en un idiota más quequiere ser como el chico popular... ¿En qué cabeza cabe que yo en cualquierrealidad, mundo, planeta o universo, quiera parecerme en los más mínimo aalguiencomotú?—planteóy,sinprevioaviso,mepegóunapatadaquemedejósin respiración—. Lo siento. ¿Te ha dolido?—me preguntó; yo simplementeoptéporquedarmeensilencio—.Supongoqueunorecibeloqueda,orecibeloque siembra, no recuerdo muy bien el dicho, pero entiendes por dónde voy,¿verdad?—Otrapatadallegócasisinprevioaviso.Siseguíagolpeándomememataría.—¿Porquénolomatasyyaestá?—ledijoentoncesunodelosasesinos,que

porloquehabíaoídosellamabaRapper.—Buenapregunta—contestó Julianmoviéndome la cabeza conel pie...No

teníafuerzasniparadefenderme..., lohabíahechocongarrasydientescuandomepillaroncruzandoelpasilloquedabaalaescaleraprincipaldelinstituto,perotrescontraunoeraalgoimposible,ymáscuandoteponenunapistolaenlanuca—. ¿Sabes por qué aun no te hematado?—me preguntó y, otra vez, preferíquedarmecallado,aunqueelsilencioqueseprodujoporminegativaadarunarespuestaseviosustituidodeinmediatoalescucharunruidoenelexterior.TodosmiramoshacialapuertayentoncesJulianvolvióhablar:—Poresto...,porestoaúnnotehematado.—Sueltaamihermano,Jules—elsonidodesuvozfuecomosimeaplicaran

algo de anestesia en las heridas..., aunque la sensación de alivio duró poco...,muy poco, ya que mi cerebro no tardó en unir imágenes, en predecir conexactitudloqueibaapasardeahíenadelante...—¡No!—conseguígritar,peroelpiedeJulianvolvióagolpearme,estavezen

lacara.Sentí que la sangre inundaba de nuevomi boca y escupí para quitarme ese

sabormetálicoydesagradable.—¡Suéltalo!—insistiómihermanosinpoderapartarsusojosdemí.Porsuexpresiónnodebíadetenermuybuenaspecto.Me bastó una simplemirada para saber que el talRapper y el otro estaban

apuntandoaThiagoconsuspistolas.¿Por qué había vuelto? ¿Por qué se metía en la boca del lobo cuando las

posibilidadesdesalirconvidaeranprácticamentenulas?«Porquenuncatedejaríaenlaestacada,poreso.»Julianempezóareírse.—¿Yporquédeberíahacerlosisepuedesaber?—lepreguntóalejándosede

míyacercándoseaélcomosifueseunleónacechandoasupresa.—Porque a cambio me tendrás a mí —contestó separando las manos y

enseñándolelaspalmasparademostrarlequesehabíapresentadoallísinningúntipodearma.—¿Por qué soltarlo cuando puedo teneros a los dos?—contestó Julian con

unasonrisa.—Porunasimplerazón...—dijodandounpasohaciadelante—:Kate.Sehizoel silencioencuantomihermanomencionóa lahermanadeJulian.

Inclusodesdemiposición,tiradoenelsuelo,pudevercómosetensabaycómoelambientecambiabaencuestióndesegundos.—¿Dóndeestá?—inquirióapretandolospuños.—Vaya...,nomeesperabaesareacción, loadmito...Acabasdedemostrarme

queahoraestamosempatados.Tuhermanapormihermano,yseamossincerosenesto,Jules...,aquiendeverdadquieresmeterleunabalaenlacabezaesamí,noaTaylor.—¿Porquéestástansegurodeeso?—replicóysuvozsonótangélidaqueme

estremecíaloírla.—Porque la chica por la que estás obsesionado de manera enfermiza está

enamorada demí... y no sabes cómo lidiar con ello. Por eso estás aquí, ¿no?Porqueporunavezhabíasconseguido todoloquequerías,porunavezhabías

conseguidoa lachica...,yvay seenamorade loopuestoa loque llevasañosintentandoser.¿Quétengoyo?Notengocarrera...,notengotrabajo...Hetenidoquetrabajarparalacomunidady,sicometounsolodelitomás,memeteránentrerejas...QueKamseenamorarademírompiótodostusesquemasporqueporfinte diste cuenta de que daba igual lo que hicieras, daba igual que fueses elempollónquesacababuenasnotasoelchicopopularquejugabaenelequipoysejuntabaconlosotrospopulares...Dabaigualporqueelproblemalotienestú,elproblemaestáenti.Ysiempreloestará.—Cierra la boca y dime dónde estáKate—exigió apretando los dientes—.

¡Dimedóndeestáonometemblarálamanoalapretarelgatillo!—meamenazóapuntándomeconlapistola.Mihermanosonrió.¡Joder,Thiago!—SueltaaTaylorynostendrásalosdos.Eseeseltrato.Yentoncessupequeelplandemihermanonosaldríabien...Julianeraincapazdeamar.Julianeraincapazdesentirempatía,penaoremordimiento.—No hay trato, Di Bianco —dijo levantando la pistola y apuntándolo

directamentealacabeza.Yjustoentonces,justocuandocreíaqueveríaamihermanomorirdelantede

misojos,unestruendoprocedentedefueranossobresaltóatodos.Yacontinuacióntodopasómuydeprisa.Alguiengritó«¡Policía!»,mimenteintentóretenerloqueocurría,loquemis

oídosescucharonyloquemisojosvieron,yaún,mecuestaentenderbienloquepasó.Seescucharondosdisparosantesdequeconsiguieranentrar eneldespacho

del director y eso bastó para que todo se desvaneciera, para que todami vidadieraungirodecientoochentagradosytodoloquemásqueríadesaparecierademivista.Mihermano...Mihermano sangrandoen el suelo, la sangre saliendode su cabeza, porque

esehijodeputa,esehijodeputa,antesdesuicidarsehabíadecididollevarseami

hermanomayorconél.Mearrastréhastaélcomopude,comomepermitieronmisheridas,yfuecomo

silosdosnosquedáramosatrapadosenunaburbujamientrasanuestroalrededorseproducíauntiroteosincontrol,desesperadoyterriblementepeligroso.Ningunodelostresconsiguiósalirdeeselugarconvida,perolostresdejaron

elmundohabiendoconseguidoloquepretendían:llevarseconellosatodoslosquepudieron:lesdioigualquefueranchicasochicos,lesdioigualquefueranprofesores o niños, no les importó nada... Nada hicieron para dejar algo deesperanza,entraroneneseinstitutoaprovocarunamasacre,allenarlospasillosdesangre,lágrimas,tristezainfinitayterrorhumano,ysemarcharonenloqueamiparecerfueunamuerterápida,nadadolorosaylosuficientementeplacenteracomoparaqueañosdespuésaúnmecostasecerrarlosojosydormirmesinrabia.Peronosolosellevaronacientosdeestudiantes,acientosdeinocentes...,sino

quesellevaronamihermano.Aél...,amihermanomayor,alniñoquemehabíaprotegidosiempre,alniño

quehabíasaltadoelríoprimeroparadespuéspodercogermedelamano,alniñoquecrecióymeenseñóajugaralbaloncesto...Aladolescentequemeenseñóafumaraescondidasdenuestramadre,elmismoquemeanimócuandomedabamiedo besarme con mi primera novia y, sonriente, me dijo que, una vez queempezase, no habría quien me detuviese... El mismo que me hacía losmacarronesconquesomásricosqueheprobadoenmivida;elmismoquemedabacollejas sin razóncadavezque tenía laoportunidad;elmismoquehabíavistotodosycadaunodemispartidos,aunsabiendoqueéljamáspodríavolveracompetir;elmismoque,cuandonuestropadresefue,lodiotodoparaqueesafigurapaternanomefaltase...Mihermano.Thiago.

22

KAMI

No pude evitar sentir decepción cuando a quien rescataron de la azotea fue aKate. Cuando la trajeron, totalmente aterrorizada a la misma carpa en cuyointerior me habían obligado a sentarme, solo pude gritar por dentro. Ya nadapodíahacer,habíacontadotodoloquesabía, todoloquehabíavistoytodoloquecreíaquepodíallegarapasar.—¿Cómo te llamas?—lepreguntó la inspectoracuando la trajeronenvuelta

enunamantaylasentaronamilado.Lamadre deThiago lamiraba como si en ella se escondiese la respuesta a

todassusplegarias.Nuestrasmiradassecruzaronynopudeevitarabrirlabocaparahablar.—¿Loshasvisto?¿HasvistoaThiagooaTaylor?—lepreguntédesesperada.—SeñoritaHamilton,dejequeseayoquien...—Mehasalvado...—anuncióKatemirándoselasmanos.—¿Quiéntehasalvado?—intervineignorandoalainspectora.—Él...medijoquehabíaunamaneradeescapar...mepidió...mepidióqueos

dijera...—¡¿Quién,Kate?!—Thiago—dijomirándomealosojos—.Losientomuchísimo,Kami,yono

quería...Yonoqueríahacerledañoanadie,yo...—MiróalamadredeThiago,queescuchabaensilencio,ysepusoallorardesconsoladayatemblarcomosiestuviesesufriendounataquedepánico.—¡Llamenaunmédico!—gritólainspectora.—No,no—dijoKatelimpiándoselacaraybuscándomeconlamirada—.Me

preguntóalgunascosas...Medijoquenecesitabaganar tiempo,quenecesitabaconseguirtodoslosminutosposiblesparaquelapolicíapudieseentrar.—¡Selodije!—legritéalainspectora—.¡Tienenquedarseprisa!—Ya he dado la orden para entrar, Kamila —anunció—. ¿Te dijo dónde

estarían?Kateasintió.—Estáneneldespachodeldirector...Lasegundaplantaa laderecha,detrás

delasescalerasquedanalazonadeloslaboratorios.Lainspectoraselevantóyseacercóasuscompañerosquehabíanoídotodolo

quehabíamosdicho.Cogiósuwalkieysedirigióalosagentes.—Confirmamos posición de los asesinos... Se encuentran en la segunda

planta.—Novanallegaratiempo...—comentóentoncesKate.—¿Por qué lo dices? —le pregunté cogiéndola del brazo y obligándola a

mirarme.—Se lo dije..., se lo dije a Thiago... A mi hermano no le importo... No

conseguirá nada amenazándolo con que amíme pueda ocurrir algo para quedejenmarcharaTaylor...—¿Esotedijoqueibaahacer?Kateasintió.—Dios mío... —exclamó la señora Di Bianco temblando y sofocando los

sollozos.—Ledijequeviniera conmigo,Kami, te loprometo, insistímucho,pero se

negó.Estabadecididoa salvar a suhermano.Medijo...,medijoque tedijeraquetequiereyqueloperdones...Las lágrimas empezaron a rodar pormismejillas y justo entonces pudimos

escuchar losdisparos.Primero fuerondos, lejanos,nadaqueveracomohabía

sido escucharlos desde dentro del instituto, y luego, casi al mismo tiempo,vinieronmuchosmás.—¡No!—gritédeformaimpulsiva.Salícorriendodelacarpa,corríhastadondemedejaronllegar,corríhastaque

pudeverconmispropiosojoslaspuertasdelquehabíasidomicolegiodesdelainfancia,peroentoncesalguienmesujetóconfuerzaymeimpidióacercarme.—¡Lleváosladeaquí,espeligroso!—gritóunpolicía.En la lejaníapudeescuchara lamadredeTaylorydeThiagogritandopara

queladejaranpasar,paraqueladejaranalcanzarme,paraqueladejaransentirsemáscercadesushijos,paraquepudierahacerexactamenteloqueyohacíaeneseinstante.Me bastó una sola mirada para ver el despliegue de policías armados,

apuntandoconsusmetralletasalapuertadelinstituto.—¡Abatidos!—anuncióentoncesunavozporelwalkiedelpolicíaqueteníaa

miderecha—.Lostreshansidoabatidos,señor.Pude respirar... Pude respirar un poco al oír que se había acabado, que los

habíancogido.—¿Nohaypeligro?Confirmen.—Nohaypeligro,señor.Elpolicíaindicóalrestoquepodíanavanzaryentonceslamismavozvolvióa

hablarporlaradio.—Solicito una ambulancia, ¡una ambulancia urgente, señor, dos chicos

gravementeheridos,unoconheridadebala!Mimundopareciódetenerse...Mividasepusoensuspenso...—No...—dijeensilencio,enunsusurrodesgarrado—.No...Elhombrequemeteníasujetaconfuerzaporlosbrazosaflojósuagarrealver

quedejabadeponerresistencia.Misfuerzashabíandesaparecido...Yentonceslossacarondeallí.Pude oír la radio... Pude oír las palabras del agente que desde dentro

notificabaasujefeloquepodíaverseenelcolegio.—Muchosmuertos,señor...Buscamosalgúnsobreviviente...Estoes...Hasido

unamasacre...Peromisojosseguíanclavadosenlaentrada,ajenaalosgritosdelamadrede

Thiago,ajenaa lospadresqueseagolpabancontra lospolicíasporquequeríanentrarybuscarasushijos,buscarlosparaencontrarlosmuertos,sangrandoenelsuelo,acompañadosdeamigos,profesores...Yentoncesdoscamillas salieronprecipitadamentede lapuertaprincipaldel

institutoempujadasporparamédicosquecorríandesesperadospara llegara lasambulancias.Solounvistazobastóparasaberquiénveníaprimero.—¡Thiago!—Saquéfuerzasquenomequedabanparazafarmedelpolicíaque

meteníasujetaycorrídesesperadahastaalcanzarlo—.¡Diosmío!Sangraba... ymucho. Sus ojos estaban cerrados, su cuerpo laxo, sin vida...,

pero,entonces,¿cómopodíaseguirsangrando?—¿Quélepasa?¡¿Estágrave?!—¡Apártate,niña!—meordenóunmédico.LamadredeThiagoconsiguióabrirsepaso.—¡No!—gritócuandoviolomismoqueacababandevermisojos.Lehabíandisparado...enlacabeza.Noibaasobrevivir...Noiba...—¡Esmihijo!¡Esmihijo!¡Dejadquevaya,dejadquemeacerque!—rogóla

señoraDiBiancoyfinalmenteladejaronpasar.Vilaambulancia...,corríhastaallíyvicómodejabanentrarasumadre.Antesdequemecerraranlapuertaenlasnaricesmehabló:—Taylor,Kami...Cuidadeél...Asentí con las lágrimas dificultándome la visión y el corazón queriéndose

salirdemipecho.—Heridadebalaenlaparteizquierdadelcráneo,conorificiodesalida.Pulso

débil...Lapuertasecerró.«Heridadebalaenlaparteizquierdadelcráneo.»Esonopodíaestarpasando...

Yfueentonces,cuandocasimetirodecabezasobrelaambulanciaparaquemedejaransubirmeconellos,cuandoescuchéminombre...Minombrepronunciadoconunavozdébilydestrozada.Cuandomegiré,vi

queveníaotracamilla,estavez llevandoaTaylor,que tenía tantosgolpesqueapenasselepodíareconocerbien.—¡Taylor!—Corríhaciaél.Lloraba.—Kami...,mihermano...,mihermano...—Está vivo, Taylor...—le dije. Era lo único a lo que en esemomentome

aferrabaynecesitabaqueélhicieralomismo.LosmédicosseapresuraronameteraTaylorenotraambulanciay,cuandoles

rogué queme dejaran estar con él,me dijeron que solo los familiares podíanacompañarlos.—Pero¡estásolo!—lesgritéalosmédicos,quemeignoraronysefueroncon

él,dejándomeallísola...Respiré hondo y mi cabeza empezó a dar vueltas. Giré sobre mis pies y

empecéaverloquesucedíaamialrededor.Gritos... gritos por todas partes... Llantos, llantos desgarradores y ruidos de

sirenas.Ambulanciasquellegabanyseiban,periodistas,fotos,másperiodistasenarbolandograbadorasqueseacercabanqueriendounadeclaración...«Eresunadelaspocassupervivientes.»«¿Conocíasalosasesinos?»«¿Esechicoeratunovio?»Mi cabeza giraba y giraba. En un momento dado subí la vista al cielo...,

helicópteros con cámaras... nos grababan. Querían saber lo que había pasado,queríancontar...,contarlealmundolatragediadeprimeramano.Mevolvíhacialaspuertasdemicolegio...Empezabanasacarcadáveres,cubrían loscuerposconlonasy losapoyaban

enlosjardinesdelaentrada.Comenzabanaamontonarse...¿Estabaentreesoscuerposcubiertoseldemimejoramiga?Todomedabavueltas...—¡Kami!

Elgritodemihermanoenlalejaníaconsiguióllegarhastamissentidos,peroestosfueronclaros:tocabadescansar.Laoscuridadmealcanzóymicuerpocayóalsuelootorgándomelapausaque

micorazónnecesitaba.«Porfavor,Dios,nomehagasdespertarsiélnodespiertaconmigo.»Esefuemiúltimopensamiento.

Medespertéenelhospital.Alprincipiomicerebromejugóunamalapasadaymehizocreerquemedespertabaundíamásenmihabitacióncon losmismosproblemasquehabíavenidoacarreandohastalafecha.¿MeseguiráodiandoTaylor?¿PodrépasarunratoconThiago?¿Mesaldrábienelexamendefísica?Pero cuando vi dónde estaba..., cuandomis ojos recorrieron la habitación y

asimilaron lo queme rodeaba, aquella presión que se había instaurado enmipecho desde que había empezado toda aquella pesadilla volvió, pero esta vezmás intensamente,más intensamenteporque recordéqueThiagocorríapeligrodemuerte,porquerecordéquemimejoramigaestabamuerta,porquesupequeTaylorestabagravementeherido.Meincorporéysentíunpinchazodolorosoenelbrazo.Albajarlavistaviquemehabíanpuestounavíaynodudéenarrancármela

deunfuertetirón.—¡¿Quéhaces?!—mepreguntómimadre,quejustoenesemomentoentraba

enlahabitación—.Notelaquites,Kamila...—¿Cómo estáThiago? ¿YTaylor?—pregunté desesperada, ignorando ami

madre,queseacercóparasujetarmeeintentartranquilizarme.—Losestánoperando...alosdos—mecontestóconlapreocupacióntiñendo

surostro.Me fijé en ella. Parecía como si de repente hubiese envejecido diez años.

Tenía los ojos rojos e hinchados, y eso hizo que me preocupara, que mepreocupara más todavía, porque temía que no me estuviese contando toda la

verdad.—Mamá...Mamá,¿quépasa?—Nada,Kami, tranquilízate, ¿vale?He estado acompañando a lamadre de

Thiago, cariño, están haciéndole una neurocirugía de urgencia. La bala noatravesólalíneacentraldelcerebro,noshandichoqueesoesunabuenanoticia,peroquelaoperaciónvaadurarhoras...—¿Dóndeestá?Llévameconsumadre—lepedíbajándomedelacamilla.Mimadre no intentó retenermey agradecí queme indicara el caminoyme

acompañara hasta llegar a la sala de espera. Allí estaba Katia Di Bianco, lamismaquehacíaañoshabíatenidoquepresenciarcómosuhijapequeñamoríaentresusbrazos,lamismaqueahoradebíaaguardarenlasaladeesperaaquelaaccióndeunosasesinostrastornadosnoarrebataralavidadesusdoshijos.—¡Kami!—dijoencuantomevio.Meabrazócon fuerzay sentí sucuerpo

temblorosocontraelmío—.¿Estásbien?Tedesmayaste...—Estoybien.¿CómoestáTaylor?—lepreguntéodiandolavida,odiandoel

odioquehabíaenelmundo,lamaldadylaviolencia,odiandotodoaquelloquenoshabíallevadoaviviresatragedia,esahorribletragedia.—Lo están operando... Tenía dos costillas rotas y una contusión—contestó

respirandohondo—,peroestábien.Mehandichoquenoesnadagrave,queenunassemanasestarábien,peroThiago...—añadióyunsollozosaliódelomásprofundodesualma.Sentícómomisojosactuabancomoreflejodelossuyos,ysehumedecíanpor

completo.—Sepondrábien...,losé...Sepondrábien,señoraDiBianco.—Diosteoiga,cariño...—dijoysusojossedesviaronparafijarsemásalláde

mihombro—.Tumadretienemuchasuertedesaberquelosdosestáisbien...Mesentítanmal...Sentí tanta rabia, tanta tristeza en mi interior... Me entraron ganas de salir

corriendo,dehuirdeaquellarealidadespantosa,debajarmedeese trenque loúnicoqueparecíaeraquererirmásrápidohastallegaraestrellarse.Viamimadrequesujetabaamihermanitodormidoenbrazos.Loquehabíatenidoquever...

Ylasuertequehabíamostenido.La madre de Thiago y Taylor no podía volver a perder a un hijo... No

podíamosperderaThiago;noahora,nocuandonosquedabantantascosasporvivir,cuandonosquedabatantoporconocerelunodelotro...Hacía apenas unas horas habíamos estado durmiendo juntos..., habíamos

estado enredados en los brazos del otro, comiéndonos a besos, conociendonuestros cuerpos, dándonosplacer y empezando a querernos..., a querernosdeverdad, porque eso se sabe... Se sabe cuándo es la persona, se sabe porque laconfianzasurgeencuestióndeminutos,porquelasganasdehacerlepartícipedetodoloqueterodeanacedesdelomásprofundodelcorazón;esalgoreal,casipalpable.Lohabíasentido,habíavistonuestrofuturoynomehizofaltaestarsaliendo

conélaños,nomehizofaltaconocerhastasumáspequeñodefectonisuvirtudmásgrande,simplementelosupe.Porqueeraél...,éleramimitad,mimedianaranja,mialmagemelaocomo

queráisllamarlo,medabaigual.Yosolosabíaunacosa:éleraelquemeharíalachica más feliz del mundo, el que me haría rabiar más que nadie, el queconseguiría consolarme del más profundo dolor, el que me protegería con sucuerpoyconsumente,elquemedaría todo loqueestuvieseensusmanos,y¿cómolosabía?Losabíaporqueyoharíaexactamentelomismoporél.Esperamos durante horas en aquella sala. Taylor salió el primero. La

operaciónhabía idobienyahorasolohabíaqueesperaraquedespertarade laanestesia.Ibaanecesitarmuchoreposo,perosuvidanocorríapeligro.Sentí un inmenso alivio cuando supe que estaba bien, cuandopude ver con

mispropiosojosquerespirabaporsímismoyque,apesardelascontusiones,seguíasiendomiTaylor,mimejoramigo.Encambio,conThiago...Soloenunaocasiónsalióunodelosmédicospara

decirnosquehabíasufridounaparada,peroquehabíanconseguidoreanimarlo.Estábamosenvilosabiendoquesuvidapendíadeunhilo,sobretodoporquelaoperaciónnohacíamásquealargarsemásymás.Fuerondiezhoras lasqueestuvieron intentandosalvarle lavida.Diez largas

horasdondetuvieronquecontrolarsupérdidadesangre,extraerlosfragmentosde hueso que habían penetrado en el cerebro y deshacerse del tejido cerebralmuerto que había dejado la bala en su recorrido a través de su cabeza. Nosexplicaronqueesohabíasidobueno,yaquesignificabaquelaenergíadelabalasehabíadisipadoenelespacioynodentrodesucavidadcraneal.Apartedetodoeso, tuvieron que realizarle una craniectomía descompresiva, lo que viene asignificar que tuvieron que extraer parte de su cráneo para que la inflamaciónproducida en el cerebro no lomatase. A diferencia de los demás órganos delcuerpo,quetienensuficienteespacio,elcerebroeselúnicoqueestálimitadoporloshuesoscraneales...oesofuemásomenosloqueentendícuandolosmédicosnosloexplicaron.—Los siguientes días serán cruciales —dijo el neurocirujano, que parecía

agotado tras haber estado operando durante tantas horas seguidas—. Si lainflamacióndelcerebrobaja,podremosvolveracolocarlelapartedelcráneoyconcluirlaintervención.—Entonces,¿sepondrábien?—preguntósumadremirandoalmédicocomo

sifueseDiosquehabíabajadoalatierra—.¿Vaarecuperarse?ElmédicomiróaKatiaconmuchaseriedad.—Suhijoestágravementeherido,señora..., lasposibilidadesdesobrevivira

un balazo en la cabeza son del cinco por ciento, diecinueve de cada veintepersonasmuerenenelactoysuhijoacabadepasarsediezhorasconlacabezaabiertaenunquirófano.Todos parecimos quedarnos sin respiración hasta que el médico volvió a

hablar.—Peroesjoven...,hademostradounafortalezaporlaquemuchospagaríany

su buen estado físico ha hecho que, a pesar de la hemorragia, su presiónsanguínea no bajara durante casi toda la intervención y el abastecimiento deoxígenodesucuerposemantuvoestable.—Elneurocirujanohizounapausaycontinuó—: Fue crucial que al llegar aquí no estuviera completamenteinconsciente, respondió cuando le pedimos que nos apretara la mano, y esodemuestraquesusfuncionescerebralesseguíanactivas,apesardel trauma.Lacirugíahasidounéxito,señora,peroahorasoloquedaesperar...

Solodejaronquelovierasumadre.Thiagoingresóenlaunidaddecuidadosintensivosconuncomainducidoyasíestuvoveintiocholargosdías.Surecuperacióneralenta,lainflamaciónbajaba,peromuypocoapocohasta

quepudieronoperarlodenuevoparacerrarleelcráneo.Esosdíasfuerondurísimos.Lospeoresdíasdemivida.NosolosufrimosporThiago,sinoporquenuestro

pequeñopueblo,nuestropequeñopueblodeCarsvilleseconvirtióenlanoticianacional y mundial por excelencia. Fueron cientos los periodistas que seaglomeraron fuera de la casa de los supervivientes y a las puertas de nuestroinstituto para poder contarle al mundo lo ocurrido allí. Fueron doscientas lasmuertesqueseregistraronalolargodelossiguientesdías,yentrelosfallecidosseencontrabaprácticamentetodoelpersonaldocente,incluyendoeldirector.Elrestoerancientosdealumnosquefueronasesinadosasangrefríayquemurieronensumayoríaenelactouhorasdespuésenunquirófano.Elpueblosesumióenunlutototal,lamayoríadelosestudiantesdelInstituto

de Carsville eran hijos, nietos, amigos o familiares de los dueños deprácticamentetodosloscomerciosdelpueblo,quecerraronparapoderempezarundueloqueseprolongaríaduranteañosoinclusotodalavida.Todosperdimosaalguien.Aunamigo,aunhermano,aunprofesoroaun

simplecolega.TodostuvimosqueandardetrásdeloscientosdecochesfúnebresquerecorrieronelpueblohastallegaralcementeriodeCarsville.Latristezainundabatodoslosrinconesexistentesenesepueblodequincemil

habitantes,ahorademenos,claro,ytodostuvimosquevercómonuestrosseresqueridos eran enterrados delante de nuestros ojos, seres queridos que en sumayoría no superaban ni los diecisiete años de edad. Vidas truncadas, sueñostruncados, vidas enteras, llenas de entusiasmo, alegría, objetivos y ganas devivir.Tuve que presenciar cómo enterraban a tres demis amigas.Lisamurió dos

díasdespuésdeltiroteo...Nosuperólasoperacionesnilostraumasqueprovocóen su cuerpo el impactode losbalazosquedestrozaron su cuerpo.Melissa, aligualqueEllie,murióenelacto,cuandolasbalasatravesaronsucabeza.Verasusfamiliasdestrozadas...,veralosseñoresWebberenterrarasuúnica

hija...Eldolor...Eldolorera tan intensoqueni siquierasécómoexplicarlonidescribirloenestaspáginas.NopudeevitarsentirrabiacuandoviaDani,vestidodenegro,enelentierro

denuestroscompañeros.Élhabíatenidolasuertedeestarexpulsadocuandoseprodujo el tiroteo. No había presenciado nada de lo que el resto de nosotroshabíamostenidoquever,imágenesquesequedaríangrabadasennuestrasretinasel restodenuestrasvidas...Ypensarqueélhabíasidounode losprimerosenprovocarlapalizamonumentalqueseledioaJulianenlaentradadelcolegio...Sabía que eso no justificaba lo que Julian había hecho, pero simplemente

necesitaba buscar un chivo expiatorio, necesitaba buscar a un responsable,porqueelverdaderoresponsableyanoestaba...,habíatenidosupropiofuneral,funeral al que muchos fueron para poder gritar a su tumba todo lo que nopudierongritarleenpersona,funeralalquetuvoqueacudirlapolicíaparaevitarlosdisturbiosqueinevitablementeseterminaronproduciendo.Ojalásepudrieraenelinfierno.Fuerondíasmuyduros,semanasinterminables,conentierrostodoslosdías...

Todoseranseresqueridos, todossemerecíanundueloyque losrecordásemosenvida.Mipadrevolvióacasaencuantoseenteródeloocurrido.Sequedócuatrodíasconnosotros,cuatrodíasduranteloscualesdurmióenel

sofá, nos hizo la cena e intentó hacer todo lo que estuvo en su mano paraayudarnosasanar.Intentamosmanteneralejadoamihermanopequeño,nolollevamosaningún

entierro,ymiabuelacuidódeélcuandomipadresefue.Camnoterminabadecomprender lo que había ocurrido y tampoco sabía que se habían presentadocargoscontraél,yaqueélsehabíavistoinvolucradocuandocerrópartedelaspuertasconloscandadosqueJulianledio.Por suerte las pruebasde acosoy losmensajes que lemandaba Julian ami

hermanito fueronsuficientesparaque lacosano fueramásallá,pero, aunasí,Camnoeraelmismo.Misdíasdespuésdel tiroteose resumíanenacudira funeralesyenvisitara

los hermanos en el hospital.Me senté horas junto a la camadeThiago, horas

durantelasquerezabacadadíaparaquevolvieraaabrirlosojosymededicarauna sonrisa.Dividíami tiempopara estar conTaylor, aquiendieronel alta alcabodeunosdías.Lloramosjuntos...abrazadosensuhabitaciónportodoloquehabíamostenido

queveryvivir,yportodaslaspersonasalasquetuvimosquedeciradiós.A pesar de sus muletas y de que estaba muy dolorido, no faltó a ningún

entierro,aningunamisa,yjuntosnoshicimoscompañíaynosdimosconsuelohastaquelosfuneralesylasmisasacabaron.Tuvimosqueverapsicólogosytuvimosquehablarconlapolicíaytambién

conlaprensa.Fuimosdelospocosquevivieronparacontarloyasumimosesepapelcontodalaresponsabilidadqueesoimplicaba.Fueronmuchoslospadresqueacudieronanosotrosenbuscaderespuestas,enbuscadeunconsueloquenunca llegaría, pero hicimos lo que pudimos...Hicimos todo lo que estuvo ennuestras manos para ayudar y para dejar de sentirnos culpables por habersobrevivido...Fue duro ver las imágenes en la televisión, fue duro escuchar hablar de las

víctimasyverlasentrevistasdelospadresquellorabandelantedelascámaraspidiendorespuestas,pidiendoresponsables.LostreschicosinvolucradoseneltiroteosellamabanJulianMurphy,Rapper

VantinskyyLucasO’Donnel.Los treseranmenoresdeedady los treshabíanconseguidocomprararmasymunicióncomoparapoderllevaracaboloqueenadelanteseconoceríacomola«matanzadeCarsville».Tres chicosmenores de dieciocho años fueron capaces de comprar armas y

municiones e introducirlas en un instituto lleno de niños y adolescentes, yllevarse con ellos a más de doscientas víctimas y ahí... joder, ahí es dondeverdaderamente estaba el problema, el gran problema que abriría debates entodaslascadenasdetelevisión,elgranproblemaque,adíadehoy,eraunadelasgrandeslacrasdenuestropaís.¿Porquécojonessevendíanarmas?Yloqueespeor:¿porquécojonesselas

vendíananiños?¡Lasarmasmatan,nosirvenparadefenderse,esoestareadelapolicía! ¡En eso se nos iban los impuestos, joder, en pagar a todos losorganismosdeseguridadqueexistíanenestaputaprimeranacióndelmundo!

Perodenadaserviríadeciresoentelevisión,eraunaluchaquenollegaríaaningunaparteydelacualyonomeveíaconfuerzasparapoderformarparte.¿Eraunacobarde?Puedequelofuera,sí.Peroenesemomento,eneseprecisomomentodemi

vida, solome importabaunacosa:queelamordemividavolvieseaabrir losojosyasonreír.Ynadaapuntabaaqueesofueseaocurrir.

23

KAMI

Esperar...Quémal seme daba... Qué poca paciencia tenía. Siempreme había creído

alguienpaciente,alguiensereno,alguienquesihacíaeltrabajomentalnecesariopodía ir contra marea si era necesario, pero esta espera..., esta jodida esperaestabasiendolapeor.Thiagonosedespertaba.Losmédicosinsistíanenquetodohabíaidobien,enquelasoperacionesalas

quelotuvieronquesometerhabíansidounéxito,quehabíaactividadcerebral,pero que de momento, desgraciadamente, no mostraba signos de quererdespertar.Medejaroniraverlo,sumadremepidióquefuerayestuveallí...ensilencio,

observándolo.Unavendablancalerodeabalacabeza.Respirabaporsímismo,peroestabamuyquieto...,muytranquilo;esosí,parecíaestardurmiendo.Sumadremedecíaquealcabodepocodespertaría,queestabaseguradeello,

y yo creía lomismo.Enmi pensamiento no existía otra posibilidad, no podíasoportarnisiquieraimaginarmelocontrario.Thiagoibaadespertar.Perolosdíaspasaban,ydespuéslassemanas.

Lavidasiguiósucursoyyotuvequetomardecisiones importantes.Unadelasgrandesdiscusionesfueaquécolegionosmandarían.ElInstitutodeCarsvillecerrósuspuertas,nadiequisoregresarasuspasillos,

nadie quiso ni pasar por delante de ese edificio. A los pocos alumnos quesobrevivimos nos reubicaron en institutos de pueblos cercanos, pero yo meneguéenredondo.—Tienesqueterminarelinstituto,Kamila—dijomipadremuyseriocuando

cenábamosporNavidad.HabíadecididoregresaraCarsville,almenosporuntiempo,parapoderestar

cerca de nosotros. Mi madre parecía más contenta de tenerlo de vuelta. Eraextraño,perolosucedidoenelinstitutohabíaprovocadoenellaunaespeciedecatarsisoalgoasí...Desdeesemomento,todocambióparatodos.Tambiénparamipadre.Nohizofaltaquelovivieradeprimeramano,porquedurantelashorasque no supo si seguíamos vivos se había replanteadomuchas cosas, y una deellaserasuformadeverlavida.Parecía que como familia podíamos sacar algo bueno de lo ocurrido, pero

ahoramispadresparecíanhabersealiadoenmicontrayqueríandecidirsobremifuturoysobreloqueeramejoropeorparamí.Peronoloibaapermitir:sidealgomehabíaservidoloocurridoenelinstituto,eraparadarmecuentadequelavidaesunregaloquepuedeevaporarsecasisinquenosdemoscuenta,yqueesdemasiadofrágilparavivirlacomoquieranlosdemás.—Y lo haré—contesté mirándolo con calma—, pero lo voy a hacer a mi

manera.—ElColegioSaintMichaelseselmejordelestado...Osbecaránalosdos,no

hacefaltaniquepaguemos...Esoeraotra...Losucedidoenelinstitutohabíasidotanmediáticoquetodoel

mundoparecíaquerervolcarseendarnosalossupervivientesloquefuera.Noshabíanllegadoregalos,famosossehabíanpuestoencontactoconnosotros,noshabían ofrecido becas... Parecían olvidar que lo único que queríamos eradespertardeesapesadilla,yesononoslopodíaregalarnadie.—Nopiensoir—declarémuyseria.Mi padre golpeó la mesa y los tres, mi hermano, mi madre y yo, nos

sobresaltamos.—¡Acabaráslosestudioseirásalauniversidad!Nopiensopermitirqueesos

asesinosarruinentambiéntufuturo.Dijo«también»porquemividaestabaarruinada.Yanadaeralomismo,eracomosimehubiesenquitadoelalma.Era un ente que seguía instrucciones vitales. Comía, dormía, hacía algo de

ejercicio...Peronadamás.Noquiseiralpsicólogo.Noquiseseguirtrabajando.NoquisehacernadaquenofuerairaveraThiagoalhospital.Enesoconsistíamivida.Eniravisitarloyhacerlecompañía.Ni siquiera hablaba con él... Solo me sentaba en una silla a su lado y lo

observaba.Díatrasdía...,esaeramividaenesaépoca,yesoharíahastaqueélvolviesea

abrirlosojos.—Taylorempezaráeneneroaestudiardesdecasa.Melodijoayersumadre...

Esotradelascosasqueoshanofrecidodemaneragratuita,asípodrásgraduartesiguiendotupropiohorarioynotendrásqueveranadie...Eseeraotrotema.Noqueríaveranadie.Anadie.NisiquieraaTaylor.No podía mirarlo a los ojos y no sentirme culpable, no podía estar con él

cuandosentíaenlomásprofundodemialmaquetodoloocurridohabíasidoenparteculpamía.YohabíasidoamigadeJulian...Yodebídarmecuentadequenoeranormal,dequealgooscuroescondía,ylopeoresqueellosmeadvirtieron.Ambos.TayloryThiagomeadvirtieronsobreélyyonoquiseescucharlos.Yahorasusvidasestabanarruinadaspormiculpa.—Nomeparecebuenaidea.Kamitienequeacabarconlasmejoresnotassi

quiereentrarenYale,yesonololograráestudiandodesdecasa.

—Yano tengo interés en ir aYale, papá—le dije dejando el tenedor en lamesaymirándolofijamentecomonuncahabíahecho—.¿Deverdadcreesqueme importa la universidad ahoramismo, cuando la persona a la que amo estápostradaenunacama?—No puedes parar tu vida por eso, Kamila —me contestó igualando mi

seriedadoinclusosuperándola.—Solovoyapararlahastaqueéldespierteyluegopodré...—¡Nova a despertar!—megritó entoncesdejándomedepiedra.Al vermi

cara,bajóeltonoehizoelamagodecogermelamano.Laapartécasiporactoreflejo.—Losiento—sedisculpómipadre—.Nopretendíaserinsensible,niquitarte

laesperanza,pero,hija,lasprobabilidadesdedespertardeuncomapasadaslastressemanas...—Despertará —le dije de manera tajante, sintiendo cómo mi corazón

acelerabasuritmo—.Vaadespertar,losé,ycuandolohaga,yoestaréasuladoesperándolo.Nodejéquemedijerannadamás,ypocomeimportóquefueseNavidad.Me

levantédelamesaymeencerréenmihabitación.Nadieibaaobligarmeadejarlo...Noloharía.Jamás.

Finalmenteoptépor seguirelcursodesdecasa.Amihermano lomandaronalSaintMichaelsytodaslasmañanasobservabacómoconsuuniformeazuldejabalacasaparairconunasonrisaasunuevocolegioque,segúnél,eraunapasada.Esa admirable cómo los niños a veces son capaces de superar cualquier

trauma. También había que tener en cuenta que Cam había visto «poco» enrelacióncontodoloquehabíaocurridoennuestroinstituto...,todoloqueyooTaylorhabíamostenidoquever.Taylorhabíavenidoavisitarmeprácticamentetodoslosdíasdespuésdesalir

del hospital y nos habíamos dicho todo lo que debíamos decirnos durante esaprimera semana que duraron los entierros, pero después de eso le había dicho

que necesitaba espacio. El único momento en el que nos veíamos era en elhospital, cuando a veces nos cruzábamos al ir o venir de ver a Thiago.Finalmentellegamosaunaespeciedeacuerdoentresumadre,suhermanoyyoynosturnamosparahacerlecompañía.Sihubiesesidopormíymispadresmehubiesendejado,mehabríapasadoel

díaylanocheconél.Era curioso que a pesar de todas las horas que pasaba a su lado nunca fui

capazdedecirlenada.Apenaspudeabrirlaboca,sololomiraba.Lomirabamientraslasagujasdel

reloj seguían avanzandoy llegaban a la hora enque teníaquemarcharme.Envozaltanoemitíasonido,peropordentroteníaganasdegritar.Lomásdurofuevercómosucuerpoempezabaadeteriorarse.Subarba,que

él solía dejarse crecer muy poco, era densa, y el pelo, que llevaba siempredespeinado, lucía repeinado por las enfermeras de una forma que, de poderverse,estabaseguradequeélodiaría.Tambiénperdíamasamuscular,apesardelosesfuerzosdelosfisioterapeutas.Fueduronotarcómodesaparecíasufísicodeatleta,peromásdurofuevercómoselollevabandelhospitalaunaclínicaparacuidadosespeciales.Mi alma se rompía y mi corazón sangraba al ir comprendiendo que las

posibilidadesdevolverahablarconélcadavezeranmenores.Sumadre estaba destrozada, perome sonreía cada vez queme veía llegar.

Tenía fe en que si seguía visitándolo, él volvería a abrir los ojos, y yo queríacreerla...Queríacontantasfuerzasqueesoocurrieraquehabíapasadoaocupartodoeltiempodemivida,todoeltiempodemimente.InclusoTaylor, pasados los tresmeses desde el tiroteo, dejó de ir con tanta

asiduidad.Le dolía verlo así,me confesó una tarde queme invitó a tomar uncaféenlacafeteríadelaclínica.—Tienes que seguir adelante, Kami—me dijo cogiéndome las manos con

fuerza—. No puedo ver como tú también desapareces —me confesó conlágrimasenlosojosylapenaenlamirada.Neguéconlacabeza.—Va a despertarse, Taylor..., lo sé—insistí y tuve que mantener la calma

cuandomepidióqueloabrazara.—¿En quémomento lo nuestro se convirtió en esto,Kami?—me preguntó

consubocainmersaenmicuelloysufraganciainundándolotodo.Nosupequédecir...Nosupequédecirleaélparapodercurarsucorazónroto,

un corazón roto por partida doble, pormí y por su hermano. Simplemente loabracéydespuésmemarchédeallí.Losmesessiguieronpasando,cumplílosdieciochoyagradecíquemispadres

respetaranmidecisióndenocelebrarlo.Lesdijequenoqueríaregalosnitartasnifiestas,noqueríaabsolutamentenadamásqueestaresedíaconThiagoenelhospital. Los dieciocho hubiesen sido unmomentomuy feliz de haber estadoThiago consciente. Hubiese significado que ya no violábamos ninguna ley,puestoque losdoséramosyamayoresdeedad.Hubiese seguidoexistiendoelproblemadelinstitutoydequeéleraprofesoryyoalumna,peroesoalmenosera un problema que se solventaría cuando los meses avanzaran y yo megraduara.Pero cumplir dieciocho no fue como había planeado... Y todos parecieron

comprenderloynadiemeregalónada.NadieexceptolamadredeThiago,quiendecidióhacermeunobsequioaquellatardedeenero.Se acercó a la habitación donde estaba su hijo y me tendió un pequeño

sobrecitodeterciopelo.—Felicesdieciocho,cariño.SéqueThiagohubiesequeridoquelotuviesestú.Cuando lo abrí, vi que dentro estaba la pulsera de colores que él siempre

llevabapuesta...Lapulseraquesuhermanitalehizoyqueéljamássequitó.Eraunapulserahechaconpiedrecitasdecolores,deesasdeplásticoconlasquelasniñasjugábamoscuandoéramospequeñaseintentábamosvenderenlaspuertasdenuestrascasas.—Selatuvieronquecortarparalaoperación...Sonreícomopudeapesardequelaslágrimasempezabananublarmelavista.—Gracias, señora Di Bianco —dije con la voz entrecortada mientras me

colocaba la pulsera y ellame ayudaba a hacerle un nudo fuerte—.Nome laquitaré.Mebesóenlafrenteysemarchó.

Elinviernodejópasoalaprimaverayconlaprimaverallegaronlosexámenesfinales.He de admitir que seguir el curso desde casa me ayudó a concentrarme y

estudiarensífueloquemicabezautilizócomoexcusamomentáneaparadejarde pensar en Thiago, al menos durante algunas horas. No hacer ningunaactividad, almargen de estudiar e ir al hospital, se tradujo en unas excelentesnotasenlapruebadeaccesoalauniversidad.Cuandolasvi,nopudecreérmeloyunaparteínfimaenmiinteriorsealegróysesintióorgullosademímisma;encambio,otrasolopudopensarenEllie...,enmiamiga.¿Cuántasveceshabíamoshabladodeiralauniversidad?¿Cuántasveceshabíamossoñadoconvivirenlaresidencia, salirde fiestaypasárnosloengrande?Yal acordarmedeEllie,nopude tampoco evitar pensar en los demás..., en todos ellos: en mis amigos.Amigos que ya no conseguirían ir a la universidad, ni graduarse, ni crecer, nienamorarse, ni nada..., porque estaban muertos, muertos por culpa de unasmalditas armas cargadas por el diablo... o más bien por tres indeseablesperturbados.Mispadressealegraronmuchísimoeinsistieronenquepresentarasolicitudes

a distintas universidades, incluyendo Yale. Toda mi vida había esperado esemomentoconilusión...Sinembargo,cuandotuvequerellenaruncuestionarioenelqueponía«Escribeunhechodifícilentuvidaquehayastenidoquesuperar»,lailusiónseconvirtióenlapeorexperienciademivida.Revivir loocurridoyplasmarloenunpapel...Nisiquierasési lohicebien,

porqueningunapalabraeracapazdedescribirloquevivíenelinstitutonialoquemeenfrentabadíaadía,cadavezqueabríalosojosporlamañana.Nohabíamanera humana de describir lo duro que era ver cómo la persona de la queestaba enamorada se moría cada día un poco más..., tal vez porque no habíapalabraseneldiccionarioparadescribirtantodolor.Sinembargo,miredacciónpareciósurtirefecto,porquegraciasaellayamis

notasmeadmitieronentresuniversidadesdelaIvyLeague.Los cincosgrandes sobresmeesperaban sobre lamesade la cocina cuando

lleguéaquellatardecalurosadelhospital.Mispadres,quecadavezparecíanmásinseparables, esperaban impacientes para que los abriera, aunque ni siquiera

hacíafalta.—Tehanadmitidoentodas,Kami...EnPrinceton,enHarvardyen...—Yale—dije acercándome a lamesa y levantando aquel pesado sobre con

letrasazulesydoradas.—¡Cariño, has entrado! —exclamó mi padre abrazándome con fuerza—.

Annie,sacalabotelladechampán...Abracéamipadre,peroloúnicoqueparecíarepetirseenmicabezaunayotra

vezeralosiguiente:«YaleestáenConnecticut,NewHaven».«YaleestáenConnecticut,NewHaven».«YaleestáenConnecticut,NewHaven».Nopodíairmedeaquí...—No puedo irme...—empecé a decir, y mis padres callaron.Mimadre se

detuvofrentealaneveraymipadrememiróextrañado.—¿Quéquieresdecirconeso?Noqueríatenerqueenfrentarmeaellos,noeneseprecisoinstante,cuandola

realidaddesaberquenopodíamarcharmemedolíaamítambiénymeremovíatodopordentro.Mipadreparecióleermelamente.—Noestarásinsinuandoque...—Haréloquetedije.Esperaréaquedespierteydespués...—¡Deningunamanera!—megritófurioso—.Heaguantadoyheesperadoa

que los días, las semanas y losmeses te ayudaran a superarlo, pero se acabó,Kamila,¡seacabó!Lomiréconincredulidad.—¿Elqueseacabó?—Novasavolveraesehospital.Mereíamargamente.—Nopuedesdecirmeadóndepuedoonopuedoir.—Vasairalauniversidad...¿Mehasoído?¡VasairaYale!—¡No!¿Noloentiendes?—legritésindarcrédito—.Noquieroalejarmede

Thiago,nopiensoirme...

—VoyahablarconKatia,Kamila...Sisiguesempecinadaenesto,mevasaobligarahaceralgoquenoquiero.Ahísíqueconsiguiócaptarmiatención.Mequedéquietamirándolo.—Katiadeseaqueestéallí,creeigualqueyoquesiseguimosyendo,quesi

estamosconél...—¡Basta,Kamila!—megritóentoncesmimadreconlágrimasenlosojos—.

¡Tienesque superarloy seguir con tuvida!—Respiróhondoy seacercóamílentamente—.Nosevaadespertar,cariño...—dijosuavizandoeltono—,noloharáycuandoecheslavistaatrásverásquedejastepasartuvidaesperandoalgoquenuncavaasuceder.—¡Vosotrosnosabéisnada!Memarchéfuriosaamihabitaciónyllorédurantehoras.AntesdedormirmemiréporlaventanaesperandoqueThiagoaparecieraallí

porartedemagia,deseéqueseprodujeraunmilagroymeloimaginéabriendolosojos,preguntandopormíyregresandoasucasaparaasomarseasuventana,justo como estaba haciendo yo, y sonreírme desde allí, como había hecho encontadasocasiones.Perosuhabitaciónestabaaoscuras.

EldíasiguientederecibirmicartadeingresoenYale,medespertétemprano,apesardequeapenashabíapodidodormir,ymefuialhospital.Nosdejabanestarallídurantetodoeldíasiqueríamos,ysumadremehabíapuestoenlalistadepersonasquepodíanvisitarlo.Llegué,mesentéasuladoyallímequedédurantehoras.Todaslashorasque

medejaronestar,hastaquesumadreaparecióen lahabitaciónymepidióquesalieraparahablarconmigo.—Tus padres me han llamado, Kam... —me dijo. Oír ese diminutivo

consiguióquemicorazónseencogieradedolor—.Mehandichoquenoquieresiralauniversidad...—IrécuandoThiagodespierte.

Sumadremesonrióyluegomeabrazó.—Nosabesloquemeayudasaberquetú,aligualqueyo,confíastantoenque

miniñovolveráaabrirlosojos,pero,Kamila,nopuedodejarqueechesaperdertuvida...Meapartédeellaylamirésincomprender.—Pero es mi decisión, Katia... Yo quiero estar aquí, mis padres no lo

entienden, pero lo harán... —me detuve cuando ella empezó a negar con lacabeza.—Losiento,cariño...—dijoconlosojosllenosdelágrimas—,nopuedodejar

quesigasasí...—¡Pero...! —empecé notando el miedo en mi voz, sintiendo que me

ahogaba...—Hoyserátuúltimavisita—meanunciómirándomemuyseriaapesardela

tristezagrabadaensumirada.—No...—A partir de mañana dejarás de estar en la lista de visitantes... Lo siento

muchísimo, Kami... De verdad que hacerte estome duelemás amí que a ti,créeme,peroeslocorrecto.—No...no,no,porfavor—roguéacercándomeaella,cogiéndolelasmanos

—, por favor, nome separes de él...No lo hagas, por favor, yo sé que puedohacerquevuelva,yoséquevaadespertar.Porfavor,nomealejes...—Empecéallorarymispiernasmefallaron.Caíderodillasfrenteaellayseguísuplicandoquemedejaravisitarlo,peronohubomanera.Lloró conmigo hasta que finalmente comprendí que no había nada que yo

pudierahacer.Me alejaban de Thiago... Me alejaban de él y eso significaba que no lo

volveríaaver...Seríacomosiestuviesemuerto.

Llorédurantesemanas.Lloré,grité,rompícosas,meencerréenmihabitaciónyapenashabléconmispadresdurantetodoelverano.Llorétantoquemequedésinlágrimasy,cuandoesoocurrió,tuvequepensar

una manera de no perder el contacto con Thiago. Necesitaba saber cómoevolucionaba,necesitabasabersihabíaalgúnavance.Taylor vino a verme en dos ocasiones y lloré sobre su hombro. Lloramos

juntos porque él sentía mi dolor y lo entendía. A él lo habían aceptado enHarvard...ytambiénsemarchaba,tambiéndejabaasuhermanoatrás.Sumadresequedabasolaconesacarga,peroentendíaqueéldebía seguiradelante,quedebíavivirporsuhermano,porqueporesoThiagohabíaregresadoabuscarlo,poresohabíasacrificadosuvidaporlasuya,paraqueTaylorpudieseconseguirtodossussueños.Debíavivirporél,yesofueexactamenteloquemedijo.Cuandosemarchómesentéenmiescritorio,mirépormiventanaymandéun

correoalauniversidadaceptandomiplaza.Cuando se lo conté a mis padres me miraron como si hubiese perdido la

cabeza.—¿AHarvard?—¡¿AHarvard?!—Sí, a Harvard —respondí muy seca. Llevaba semanas sin hablarme con

ellos—.Queríaisquefuesealauniversidadyesoesloquevoyahacer.—Pero¿porquéHarvard?¿QuépasaconYale?Mimadrefuelaquerespondiópormí:—VaaHarvardporqueallíesdondeiráTaylor.Nodijenada,peromesorprendióquedescubrieraperfectamentemisrazones.—¿QuétienequeverTaylor...?Nolescontesté,salídelacocinaysubíaencerrarmeenmihabitación.MeibaaHarvardporqueTayloreramiúltimaconexiónconThiago.Siambos

empezábamosendiferentesuniversidades,endistintosestados,yanuncajamássabría nada de Thiago, no más de lo que su madre aceptara contarme porteléfono. Y, además..., Taylor era como un analgésico para mí... Calmaba midolorymepermitía seguir sintiendoaThiagocerca...Séqueera retorcido, séquenoeralocorrecto,peronomeimportaba,nomeimportabaloquepudiesenpensarmispadres,oKatia,oTaylor,oinclusoThiagosiestuvieseconsciente.Nisiquieraselodijeaél.Dehecho,élnolosupohastamuchotiempodespués.

Paramíeralamejorsoluciónaalgoquemeconsumíapordentrocadadíaunpocomás.Finalmentellegóelmomentodeirme.Tuvequehacermaletasquenoquería

hacer, tuve que hacer un esfuerzo emocional para cerrar puertas que aún nopodía ni quería cerrar y tuve que dejar a una familia que, aunqueme costaseadmitirlo,habíasidomisalvavidasdurantetodosesoslargosmeses.LepedíaKatiaquemedejaradespedirme.Mispadreslocomprendierony,finalmente,ellaaceptóquefueseaverlouna

últimavez.Recuerdoentraryapenasreconocerloenesacama.Habíapasadoelveranosin

poderiraverloysuaspectosehabíadesmejoradoeltriplequeenlosprimerosmesesdecoma.Entréensuhabitación,pero,adiferenciadetodasmisotrasveces,mequedé

alpiedesucama.Nomesentéyloobservéensilenciopensandocontodasmisfuerzasenque

quería que se despertase, sino que la rabiame inundó por dentro y el enfadoacabócontodoeldolorqueteníaguardado...Almenosduranteunosminutos.Semehizorarooírmivozenaquellahabitación,peroabrílaboca...,laabríy

empecé a hablar... Empecé a soltar todo lo que tenía en mi interior. Empecéhablandoyterminégritando,gritandoconfuria,conganasdepegarle,dehacerledaño, tantodañocomoélmehabíahechoamímarchándoseydejándomeallísola.—¿Cómohaspodidohacermeesto?—empecé—.¡Meprometistequesaldrías

deallíconvida!¡Meprometistequeestaríamosjuntos!¡Mejurastequeestaríasamilado,paralobuenoyparalomalo!¡Tepedíquenofueras!¡Tesupliquéqueviniesesconmigo! ¡Perohiciste loque tedio lagana, tuvisteque ser elhéroe,tuvistequesacrificar tuvida...!¿Cómopretendesqueyoahoracontinúeconlamía si no estás conmigo? ¿Cómo pretendes que siga adelante sabiendo querespirasysueñas?¡Sabiendoqueentuinconscienciaaúnmequieres...!Medejécaerasu ladoyapretésumanoconfuerza, la rabiadio lugaraun

llantosinfin,asollozosquesoloyopodíacomprender...otalveztambiénél.—Vuel-vecon-mi-con-migo,porfavor...—lesupliquéllenándolelapalmade

sumanoconmis lágrimas—.Vuelveconmigoparaqueestapesadilla termine,para que esto acabe de una vez... Por favor, te necesito... Siempre te henecesitado, siempre te he querido... Desde que éramos pequeños siempre hasdespertadoalgoenmí...Por favor,nomedejessola,nomeabandonesenestemundollenodeodio,miedo,tristezaypena...Porfa-vor,vue-lve...Nosécuántotiempoestuvellorando.Pudieron ser horas... o más, lo único que sé es que nadie entró en la

habitación, lo único que sé es que me dejaron mi espacio y me dejarondespedirmecomoquiseynecesitéhacerlo.—MevoyaHarvard—dijecuandocomprendíqueyaerahorademarcharme,

cuando me cansé de esperar a que abriera los ojos para mí—.Me obligan aseguir con mi vida, pero lo que ellos no saben es que nunca voy a dejar deesperarte...—Limpiélaúltimalágrimasilenciosaquerodópormimejilla.—Tequiero,Thiago...Cerrélapuertaalsalirdesuhabitación.Loquemis ojos novieron fue el levemovimientoque sudedo anular hizo

nadamáscerraryolapuertaymarcharmedeallí.

SEGUNDAPARTE

Eldescenso

24

KAMI

Dosañosdespués...

Muchascosaspasanendosaños...,tantasquenuestrocerebroguardalamitaddeellas muy al fondo de nuestros recuerdos porque es prácticamente imposibletenerlaspresentes todasennuestrodíaadía.¿Cómoos loexplicoparaqueoshagáisunaideadeloqueocurriódurantetodoesetiempo?¿Paraqueentendáisloserroresquecometí,todosellosprovocadospormidesesperadanecesidaddeseguiradelanteysuperarundolortanprofundoquealprincipionomedejabanisiquierarespirar?Memarché a la universidad en contra de todosmis deseos, obligada por la

gentequesupuestamentemequeríaydeseabalomejorparamí...Talvezahora,coneltiempo,puedollegaraentenderlos,peroenesosmomentostodosellosseconvirtieronenmisgrandesenemigos.Apenashabléconmispadresduranteeseprimerañodeuniversidad,yconKatia...Lasconversacionesconellaempezaronsiendolargas,yolehablabasobremividaenHarvardyellamecontabacómoseguía esperando que Thiago despertase, pero llegó un momento..., llegó unmomento en que la conversación empezó a durar cada vez menos, cada vezmenos, hasta que sentí el dolor en su voz cuando tenía que decirmeque nadahabíacambiado,quetodoseguíaigual.

Fuedurotomarladecisióndedejardehablarle.Ymásduro fue tener que enfrentarme aTaylor, queme rogóquedejara de

agobiarasumadreyaél...porqueasíeraimposibleavanzar.Talvezteníarazón,tal vez lo que debíamos hacer era seguir hacia delante..., pero para mí eraimposible si mirar hacia delante significaba dejar a Thiago atrás. Necesitabasaberdeél,mantenerlaesperanza,peroTayloryKatiamerogaronqueparara...Lafrustraciónmeinundabacadavezqueibaallamarparapreguntarypensabaenloquemehabíanpedido,tantoque,alfinal,enunarrebatoderabiayllantos,meviobligadaatirarmiteléfonoalabasura.Eralaúnicamanera.Asíperdíloscontactos: el de su madre, el de Taylor, el de cualquiera que pudiese seguirdiciéndomequeThiagoseguíaigual,encama,deteriorándosecadadíaunpocomás.Fuedurorenunciaraesasllamadas,alúnicovínculoqueaúnmequedabacon

CarsvilleyconThiago,peroaveceslaesperasehacetanlargaquelaesperanzaseevaporaconcadaunodelosdíasqueesperasquetellamenparadecirtequeporfinhahabidoalgúncambioreal.Me di cuenta con los meses de que estaba haciendo mucho daño... A mis

padrespornollamarlos;amihermanito,pornosercapazdefingirfelicidadalteléfono;alamadredeThiagoporhaberlaabandonadoy,encima,poratosigarlaconllamadasquesololerecordabanquenadahabíacambiadoyquetodoseguíaigual...,pero,sobretodoydeloquemásmearrepentí,fuedeldañoquelehiceaTaylor.Nopuedojustificarmisactos,niporquélohice,peromicorazón,micuerpoy

mimentelonecesitaronporuntiempocasicomoelairepararespirar.No fue algo automático, de hecho, al principio, cuando llegué aHarvard lo

evitétodoloquepude.Enunaocasiónnosencontramosenelcampusyflipótantodevermeallíque

simplementenosabrazamosconfuerza.Nostomamosuncaféenunacafeteríapequeña,charlamosdenimiedadesyfinalmenteélsoltólagranpregunta:—¿Quédemonioshacesaquí,Kami?Ynopudementirle.Nosupehacerlo.

—Túeresloúnicoquememantienecercadeél...La pena en sus ojos, el dolor que le ocasionabanmis palabras no era nada

comparado con lo que yo sentía, o eso creí en ese momento. Me olvidé porcompleto de que Taylor, además de haber perdido a su hermano, me habíaperdido a mí; no pensé en sus sentimientos ni en que un abrazo mío podíahacerleestremecerdearribaabajoytampocosupeque,enladistancia,susojosme habían seguido por el campus o que había habladomuchas veces conmicompañeradehabitaciónparasabersiestababien.Soncosasdelasquenoeresconscienteporquecuandoestásenelestadoenel

quemeencontrabayo,soloestásahogadaentupropiodolor,entupropiodueloyentupropiamente.Charlamos, sí, Taylor y yo hablamos durante horas, pero después de ese

encuentronosvolvimosadistanciar.Ignorésusmensajes,ignorésusllamadasyvolvíaencerrarmeenmímisma.Despuésdeesacharlanosseparamosdurantemeses,yapenasnosvimos,hastaquefinalmentecoincidimosenunafiesta.Yo había estado meses sin salir... Mi compañera de habitación y algunas

amigasquehabíahechoenelcampusyanisiquierameinsistían,aprendieronaquerermetalcomoyoera,omásbientalcomomehabíamoldeadoeldolor,yrespetaronqueconmigosolopodíancontarparatomarnosuncaféoiraverunapelículadevezencuando.No recuerdo qué fue exactamente lo queme empujó a ir con ellas aquella

noche,noséquéfuequésentíparaporfinlevantarmedelacama,ponerellibroqueestabaleyendoaunladoyarreglarmeparasalirconellas.No os creáis que esa decisión era una especie de señal de que empezaba a

superarlo o algo parecido, al contrario, estaba tan sumida en la pena y en ladesesperaciónquecreoquemimentehizo loúnicoquecreyóqueevitaríaquecometieraunalocura.Necesitaba desesperadamente volver a sentir..., volver a tenerlo cerca y por

esarazónfuiaesafiesta...,paraencontrarlo,parapodervolveraverlo.NoaThiago,claro...Perosíalúnicoquemelopodíarecordar.Al principio no lo vi.Me ofrecieron una copa y la acepté; luego otra, y ni

siquieralodudé...Bebíydejéqueelalcoholmeayudaraarelajarme,algoque

habíahechoenmásdeunaocasiónmientrasllorabasolaenmihabitación.Cuandoporfinloviyoestabaenunaesquinayélenotra.Sonreía.Estabaguapísimo.Habíadoschicasconélyhablabanamigablemente.Al principio me molestó verlo tan a gusto entre tanta gente, verlo bien...;

joder,verloasídebiencuandosuhermanosepudríaenunacama,sepudríaenuna camaporhaberlo salvado,pero tan rápido como tuve esepensamiento, loexpulsédemicabeza.Yahabíapasadopor la fasedeodiar la causapor laque lohabíaperdidoy

sabíaquenopodíaculparaTaylorporhabersobrevivido,aunapesardequelohabíahechograciasasuhermano.Supongo que sintió que alguien lo observaba porque de repente empezó a

recorrerlahabitaciónconlamirada...hastallegaramí.Vilasorpresaensusojosylasonrisaqueaparecióunsegundodespués.Noleimportóinterrumpiralachicaconlaquehablaba,simplementesealejó

deellasydesuamigaycruzólahabitaciónhastallegaramí.Le sonreí y fue como si hubiese olvidado cómo se hacía, no sentí dolor ni

muchomenos,perosíunatirantezextrañaenmismejillas.—Creí que nunca te vería en una de estas fiestas —me comentó con

amabilidad.—Yo tambiénme siento un poco rara estando aquí—le contesté sin poder

evitarfijarmeenlodiferentequeestaba.Sehabíadejadoalgodebarbayllevabaelpelomáscorto.Sabíaquejugabaen

elequipodebaloncestodelauniversidadyviéndolosupequeseguramenteteníaacientosdechicasdetrás.—Creoquehashechobienensalirunpoco—dijomirandomicopa—.¿Qué

bebes?—Gin-tonic—respondí,sinconfesarqueenmibebidahabíamásginebraque

tónica.Tuvo que hacer un esfuerzo para poder oírme, ya que la música estaba

altísima.

—¿Teapetecesalirafuera?—mepreguntóysusonrisamerecordómomentosbuenos,cariciasdulcesyrisasexplosivas.Asentí y salimos al porche de la casa. Era una casa enorme, muy

probablementedealgunahermandad,aunquenoestabasegura.—¿Cómollevaslosexámenes?—empezópreguntándome.LociertoeraqueelnivelacadémicodeHarvarderaunalocura,perocomolo

únicoqueyohacíaeraestudiar...—Bastantebien,porsuerte,¿ytú?—lepreguntéamivez.—Voy tirando..., aunque no te voy a engañar, muchas veces me siento un

inútil.Puselosojosenblanco.—Estoyseguradequenohastenidoproblemas.Volvióasonreírmeyesasonrisafueeliniciodetodo.Después de esa fiesta me acompañó a casa, me confesó que se alegraba

muchísimo de verme y me pidió que, por favor, le cogiera el teléfono ycontestarasusmensajes...,quesuintenciónsoloerasabersiestababien.Ylohice.Empezamos a hablar..., volvimos a quedar. Un café se convirtió en quedar

paracomerydespuésenquedarparacenar.Volvimos a ser Taylor y Kami, inseparables, y cuando creía que habíamos

recuperadolaamistad,esaamistadquenoscaracterizaba,quenosdefinía...,mebesó.Fueunbesodulce,llenodesentimientosencontrados,llenodealgoquenosé

explicar.Noloparé.Nolohiceporquemegustó lasensación,cerrar losojosyvolverasentir lo

quefuera...Loquenoesperéfueenloquenosconvertimos.Porquedelodulcesepasórápidamenteaalgocarnal.Dejamos de quedar para cenar, dejamos de quedar para tomar café: solo

quedábamos para tener sexo, para follar, porque no hay otra palabra paradescribirloquehacíamos.Fue raro... Una búsqueda en el otro de un perdón que no nosmerecíamos,

porque, joder, la culpa era enorme. Me sentía como una mierda, sentía queengañabaaThiago,mecreílapeorpersonadelmundoyesofuefinalmenteloquenosterminódestruyendo.El sexo se convirtió en algo salvaje, en algo posesivo. Tan posesivo que el

Taylor y laKami que una vez se enamoraron desaparecieron para dejar en sulugaralgofeoydesesperado.Despuésdelsexosalvajeveníanlaspeleas,losreproches,loscelos,elquerer

ser alguien que jamás seríamos porque había demasiado dolor dentro denosotros,yyaestábamoscansadosdenadarcontracorriente.YonuncaolvidéaThiago.Nuncadejédepensarenél,eraaélaquienveía

cuando Taylor me tocaba, era en él en quien pensaba cuando sus manos meapretabanconfuerzaymehacíanllegaralorgasmo.Por aquel entonces ya estábamos en segundo año de carrera, ya no éramos

unos niños y una parte de mí empezó a hacer preguntas equivocadas. FuedespuésdequeKatiayyocortáramoselcontacto,cuandoTaylormepidióquedejaraasumadretranquilaporquesololehacíadaño.Cuandoperdíesecontactofueaélaquienacudí.Primerodemanerasutil—«Todosigueigual,¿verdad?»,«¿Hay alguna novedad»— y luego ya desesperada por saber cómo estabaThiago: «¿Sabes algo nuevo?», «¿Tú crees que despertará?», «¿Has podidoverlo?»,«¿Quéaspectotieneahora?»...—¡Basta!—megritódeteniendoelcocheenmitaddelacarretera.Measusté.—¡¿Notedascuentadeldañoquehaces?!¿Quédemoniosestamoshaciendo,

Kamila?¡Explícamelo,malditasea,porqueyoempiezoavolvermeloco...!Yteníatodalarazóndelmundo.—Estotienequeacabar...—dijomoviendolacabezadeunladoaotro—.No

lohassuperado...,pormuchoquemehayasdichoquemequieres,siguesconélenlacabeza,ynoporqueteimportesusalud,sinoporqueestástanjodidaporhaberloperdidoquenosabesseguircontuvida.Meestásutilizandoparasaberdeél...¿Novesloretorcidoqueestodoesto?—Taylor,yo...—Losiento...,deverdad,peroahoramismonecesitoalejarmedeti,necesito

olvidarteparapoderseguiradelante.Yotequiero.¿Noloentiendes?—Yotambiéntequiero...—ledijeconsinceridad.—Peronoestásenamoradademí—meinterrumpióenfatizandocadapalabra

yconsiguiendoquemequedaracompletamentecallada—.Yahoraporfinloheentendido.Siempre en el fondo lo he sabido, pero cuandovolvimos a liarnos,creí...,nosé,creíquepodíamosserelsalvavidasdelotro,quejuntospodíamosllegara ser felices,quepodíacuidarteyhacerte sonreír,peroal final solonoshemoshechomásdaño...Nomegusta,nomegustaenquiénmeheconvertido.Túyyonoestamoshechosparaestar juntos,ypormuchoquemeduela,creoqueeselmomentodeponerlepuntoyfinalalonuestro.Llorémuchísimo.Claro que lloré, porque Taylor era mi droga, mi analgésico y ver cómo se

alejabademímedestrozó...Porque,creedme,sealejó,muchísimo,nosupenadadeélenmeses,nosabríanadadeélhasta...,bueno,hastaquepasó.Finalmente volví a casa por Navidad, regresar a Carsville fue tan doloroso

comohabíaimaginado.Mihermanoestabaenorme,ycuandomevio,yanoseseparódemídurantetodamiestanciaallí.Hice las paces con mis padres, que volvían a estar juntos, aunque seguían

peleándosedevezencuando,peroalmenosveíaamihermanofeliz.Elpueblo,apesardelatragedia,volvíaatenereseencantoespecial,ycuando

di un paseo por la plaza fue como si nada hubiese ocurrido... Dicen que eltiempolocuratodo,peromegustaríadecirleaquieninventóesedichoquefueraaCarsvilleylesdijeralomismoalasfamiliasquedepuertasparaadentroaúnlloraban las pérdidas de sus hijos.Fueduro entrar en la cafetería de la señoraMill’s y descubrir que su marido había fallecido... Cuando me vio parecióalegrarse, pero la pena de sumirada era la de alguien que había perdido a sucompañerodevida,alpadredesushijos,aquienlaconquistó,enamoróehizofelizdurantecincuentalargosaños.Me sirvió una taza gigante de café con una pizca de canela y charlamos

duranteunbuenrato.Mepreguntópormifamilia,ypormisclasesenHarvard,me dijo que el instituto tenía planeado abrir el año siguiente, a pesar de quemuchos padres eran reticentes a enviar a sus hijos allí. Finalmente nos

despedimosycuandosalídelacafetería,yadenoche,mefijéenqueempezabaanevar.Nollevabaparaguasninada,perodisfrutédeunpaseoque,sinsaberlo,tanto

necesitaba...Necesitabahacerlaspacesconmipuebloquemehabíavistocrecer,pormuydolorosoquefuese,yaquecualquierrincónincluíalapresenciademisamigas,amigasqueyanoestabanyqueechabatantísimodemenos.FinalmentemeatrevíavisitaralamadredeThiago.Katiamerecibióconuna

sonrisa,sumiradaestaballenadedolor,peronadamásvermetiródemíymeabrazócon fuerza.Supe en elmomento enque lavi que algomaloocurría, ycuandofinalmentedescubrídequésetrataba,creíquemequedabasinaire,creíquemecaeríaalsueloynovolveríaadespertarjamás.—Taylordicequeeslomejor...,queThiagonuncahubieseaceptadovivirasí

durantetantotiempo,queesonoesvida...—¿Taylorhasidoquientehametidoesaideaenlacabeza?Katiasemirólasmanos.Estabatanhundida...—Yoyanoséquéhacer...Veocadadíacómosedeteriora,cómolapersona

queundíafueyanisiquieraestá...—¡Claroqueestá,Katia!¡Esél!¡Yvaavolver!¡Losé!Ellanegóconlacabeza.—¡Nopodéisdesconectarlo!—gritésindarcrédito—.¡Nopodéishacerlo!Katiasequedócallada...—Sitúpudieras...—empezódiciendo,perosecalló.Lamiréfijamente.—Siyopudiera,¿qué?Negóconlacabeza.—Katia,dímelo.Loquesea,haréloquesea...—Taylormehizoprometerlequenotelodiría...,quetúyaestabasmuymaly

quenecesitabasavanzar...Tuspadresmepidieronqueteprohibieseiravisitarlo,yocreí...Esperéaquecontinuara.—Laúltimavezqueloviste...,durantelossiguientesdíasmostróunamejoría

muynotoria..., inclusomovió losdedosy enunaocasión abrió losojos...Los

médicos me dijeron que era normal, que eran respuestas inconscientes aestímulos,peroquenosignificabaquefueraadespertar...Losdíaspasaronyyanovolvióaocurrirmás,peroyo...—dijomirándomeesperanzada—,creoquefueporti...Yocreoqueteescuchóyquequeríaregresar.Loquesentíenesemomentofuealgoindescriptible.LaúltimavezqueviaThiagofueparadecirledetodo,legrité,medesquité

con él pensando que no podía escucharme, pero lo había hecho..., lo habíahecho.Yopodíahacerqueéldespertase.—¿Otravezconeso,mamá?—escuchamosquedecíaTaylordesdelapuerta

delacocina.CuandomegiréviaunTaylormuydisgustado,inclusoenfadado.Nuestrasmiradassecruzaron.Hacíamesesquenonosveíamos,desdequehabíamosrotoloqueteníamosy

él me había pedido que necesitaba alejarse de mí... Alejarse de mídefinitivamenteparapodersuperarloyavanzar.—Tedijequedejarasamimadretranquila—dijoentoncesdirigiéndoseamí.Abrílabocaparahablar,perofueKatiaquiencontestópormí:—Kamnomemolestaenabsoluto,Taylor—replicómirándolomuyseria.—¡Claroquelohace!Me levantéde la silla con intenciónde irme,pero sumadremecogióde la

muñecareteniéndomeasulado.—¡Nosquiereayudar!—legritóycreoquefuelaprimeravezqueviaKatia

Di Bianco dirigirse a su hijo de esa forma—. ¡Voy a probarlo todo antes dedesconectaramihijo!Taylorabriólabocaconincredulidad.—¿Túteestásoyendo?—legritóenrespuesta—.Kamilanoes lasalvación

deThiago,mamá, ella no tiene la cura a su enfermedad... ¡Estás perdiendo eljuicio!—¡No puedo perder a otro hijo!—dijo rompiendo a llorar—. Si Thiago se

muere,yoirédetrás,¡¿noloentiendes?!Taylorsecallóylamirófijamente.Pasaronvariossegundoshastaquedecidió

romperelsilencio:—Pues tendré que aprender a vivir sabiendo que ya no tendré ni madre ni

hermanos.Dichoesto,diomediavueltaysemarchó,nosinanteslanzarmeunamirada

dedecepción.Pero¿quépodíahaceryo?¡YoeracomoKatia!¡Yonecesitabacreerqueaúnexistíaunamaneradehacerlovolver!Porqueexistíaunamanera,¿verdad?

25

THIAGO

¿OsacordáisdelapelículaInterestelar?Seguroquesí...EsapelimaravillosadeChristopher Nolan, donde Mathew McConaughey nos introduce en unaespectaculartramadeunviajeintergalácticoparasalvaralahumanidad...Esunpeliculón,conmuchosgirosysecuenciasincreíblesquesucedenensumayoríaenelespacio.Alverlasiempresentícuriosidadporunacosa,nadaquetuvieraqueverconelargumentodelapelículaensí,sinoconlarazónporlaquetodoelmundoparecíaquedarseconunaescenaconcretadelapelícula...,solouna:esaescena en donde Anne Hathaway y Mathew McConaughey deben bajar alplanetadeMiller,queorbitatancercadeunagujeronegroqueeltiempoenéltrascurre tan lento que una hora allí significan siete años en la Tierra. ¿OsimagináisdarosunpaseoporMilleryquealregresardescubrieraisquevuestramadre,vuestroshijos,ovuestrosnietostienensieteañosmás?Seríaalucinante,¿verdad?Pues bien, a mí era como si me hubiesen obligado a pasar la noche en el

planeta de Miller. Como si me hubiesen dicho: «Duerme aquí, amigo, no tepreocupesdenada,descansaquedentrodeochohorastedespertaremosparaquepuedasregresaratuvidanormal».¿Amividanormal?

¿Porquéibaaquererregresarcuandoaquíseestabatanagusto?¿Porquéibaaquerermarcharmecuandolateníaaella,aquí,amilado?—¿Jugamosotravez?Abrílosojosyahíestaba.Susojosazules,supelorubio...Seguíateniendocincoaños,cosaquenotenía

ninguna lógicao,bueno, talvezsí, si teníamosencuentaqueestábamosenelplanetadeMiller.—¿Oooootra vez? —le pregunté alargando la palabra, lo que hizo que su

sonrisaseensanchara.—Ahorame toca amí ser la que se esconde—medijo abriendo losojosy

empezandoaalejarse.Sonreí.—Estábien...¡Uno...,dos...,tres...!¿Cómonoibaajugarconmihermanita?¿Cómonoibaaaprovecharhastael

último segundo cuando llevaba años sin verla, cuando creí que nunca jamásllegaríaaverladenuevo?Habíamoscreadonuestrapropiarutina,onuestrapropiadinámica,másbien.

Desdehacíasolounosdías,nosdedicábamosadarpaseosporaquellalagunasinnombre, después comíamos macarrones con queso (siempre lo mismo) yjugábamos a las cartas, al escondite, a las muñecas o incluso se animaba yjugábamosabaloncesto.Era un retiro queme estaba tomando con calma, una calma necesaria para

poder recuperar el tiempo perdido conmi hermanita, con lamisma hermanitaquemuriósieteañosatrásydelacualnisiquierapudedespedirme.Aprovechéesetiempoconellaparahablardeaqueldía.Ella apenas recordaba nada, pero aceptó mis disculpas cuando un día,

llorando,lesupliquéquemeperdonara.Preguntabamuchopormamá,esosí,atodashoras.Medecíaque laechabademenos,sobre todocuandodebía irseadormir,peroquelegustabaestarallí...Allí...,pero¿dóndeera«allí»?En mi cabeza era el planeta de Miller, vale, pero eso era porque veía

demasiadacienciaficción.Enrealidaddebíamosdeestarenalgunaparte,¿no?

¿Lleguéacreerqueestábamosenelcielo?Porsupuestoquelohice,creoquefueloprimeroquesemepasóporlacabezacuandolaviaella,pero,¡vamos!,¿no había nadie más aquí? ¿Éramos los únicos que habitaban el más allá, elcielo,elotromundoocomoqueráisllamarlo?Esoeraimposible.Perocomonoteníarespuestas,dejédehacermepreguntas.Disfrutédemiestanciaallí,tuvetiempodepensar,decurarmicorazónconla

presenciadelapersonaquelohabíaheridoalmarcharsedemilado.¿Estabarealmentemuerto?Llegó un momento durante mi corta estancia allí que de verdad llegué a

creerlo, inclusohastaasimilarlo...,peroentonces..., entonces,¿porquéavecescuandosoñabalaveíaaella...?Estaba muy enamorado de esa chica... Joder, tanto que a veces deseaba

regresarcontodasmisfuerzas,medabaigualquetuvieraaLucyacurrucadaenmiregazo.Aveces...,soloaveces,creíaoírla,peromuypocasapesardequelasentíamuymuycerca.Amimadre también lasentíyamihermano...Escuchésusdisculpas tantas

vecesquecasime las sabíadememoria,queríadecirleque seolvidarademí,que no necesitaba pedirme perdón por nada, que estaba bien, que estaba conLucy,queera...¿feliz?¿Loera?Enelfondosupongoquesiempresupequepodíaregresaryporesoestabatan

tranquilo. Tranquilo en especial por mi familia, por mi madre, a la que leencantaríaoír todoloquesabíadeLucy,a laquelecuraríaelalmadiciéndolequesuniñaestabaperfectamentebien,asalvo,ybien.Pero¿aella?¿Quéhabíasidodeella?Podíarecordarlavezquemegritóunmontóndecosas...Solohabíanpasado

unosdíasenrealidad...creo,peroséqueeneseinstantetuvemuchasganasderegresar,deabrazarlaparapodertranquilizarlaydecirlequelosentía,quesentíahaberfaltadoamipalabra,quenohabíasidomiintencióndefraudarlaypedirlequemeesperara...Soloenesaocasiónmesentímáscercadeallíquedeaquí,máscercademi

vidaen laTierraquemividaenelplanetadeMiller, peroesa sensaciónduróapenasunsegundo...Despuésyadejédeescucharla...Yanopudeoírlamás...Eso fue extraño,porquedealgunamanera suvozera comounhiloqueme

manteníacercadeallí,unhiloquecadavezsealejabamásymásymeanimabaa quedarme donde estaba... Si, total, estaba muy a gusto y en muy buenacompañía.LaTierramehabíadadomuchosdoloresdecabeza,mehabíaencontradocon

demasiadas piedras en el camino, y ya, para rematar, el tiroteo del instituto...¿Cómoibaaquerervolver?Pero entonces su voz..., su bonita voz volvió a resonar en alguna parte de

aquellugar,oalomejorsimplementepodíaoírlaenmicabeza.«Thiago...,porfavor,vuelve...Porfavor,vuelveconmigo.»Levantélavistaalcieloyunagotacayósobremicabeza.¿LlovíaenelplanetadeMiller?—Sonlágrimas—dijoentoncesmihermana.Apareciódelanadaymecogiódelamanoconfuerza.—¿Lágrimas?—pregunté.Asintió.—Sí..., las de ella, las deKami—expuso, como si la hubiese visto ayer o,

bueno,comosipudieraverlaeneseinstante.—¿Cómolosabes?—Porquelosé—contestóencogiéndosedehombros—.Quierequevuelvas...Nodijenada...,solodejéquelalluviaempaparamicara,mipelo,miropa...Yentoncessupealgoconcerteza.—Fuistetú,¿verdad?—lepregunté.Lucysonrió.—¿Aquéterefieresconquesifuiyo?Meagachéasuladoparapodermirarladirectamentealosojos.—Túmeguiasteporelinstituto...TúhicistequeconsiguierasacaraKamya

suhermanodeallí.¿Aquesí?

Lucyasintióensilencio,susonrisaaúnensuslabios.—Sabíaqueyonopodíatenertantasuerte...—Te dispararon en la cabeza... —dijo mi hermana con un poco de

incredulidad.—Y de alguna manera aún sigo vivo..., contigo..., aquí, en el planeta de

Miller...—¿Endónde?—mepreguntóriéndose.Lamirésindecirnada.—Estonoesningúnplaneta,tonto...—Entonces,¿quées,listilla?—repliquéysequedóunsegundocallada.—Supongoqueesellugardondedebíasestar.Noentendíesacontestación,perotampocolepedíquemelaexplicara.Nosquedamoscallados,viendollover,sentadoselunoalladodelotro,hasta

quesuvozinterrumpióelsilencio.—Vasairte,¿verdad?—mepreguntó.Mirésusojosazulesydudé...—Nolosé...

26

KAMI

Apesardelareticenciademispadres,alfinalmearmédevalory,casidespuésdeunañoymedio,volvíalaclínicadondeestabaingresadoThiago.Sumadreestabaallíy,cuandomeviollegar,meabrazóconfuerza,conlosojoshúmedosylaesperanzaensusirisclaros.Volverallídespuésdetantotiemponofuefácil,fueremovertodoeldolor,la

tragedia,lapérdida;recordaresosdíasoscurosdondemesentabaasulado,sindecirnada,yllorabaporquenoestuvieseconmigo,peromásdurofueentrarensuhabitaciónyverelestadoenelqueestaba.EsapersonanoseparecíaennadaaThiago.Estabaconsumido, tandelgado

que daba miedo. Su cara parecía la de otra persona, su musculatura habíadesaparecidocasiporcompletodespuésdemásdeunañoymedio,yvereso...fueduro,peromásduroeraverlorespirarporuntuboyalimentarseatravésdeunavíaintravenosa.Meentraronganasdesalircorriendoy,alverlasmáquinasqueloayudabana

seguirconvida,empecéapreguntarmesiloqueTaylordecíaqueeramejorparaél,erarealmentelomejorparaél.¿QuépensaríaThiagosisevieseasí?¿Quénospediríaagritossisupieraquetodoapuntabaaquelequedabanaños

postradoenunacama?Sentímiedo...,miedodeempezaracreerqueestabaequivocada,que loque

tanenelfondocreíaqueeralomejorparaélquizánolofueseenrealidad.Losprimerosdíasmequedésentadaasulado,sinsabermuybienquédecir.

Empecé contándole un poco cómo era mi vida... Le hablé de Harvard y leexpliqué mis razones para haber elegido esa universidad en vez de Yale. Alprincipiofueraroporqueunapartedemísentíaquehablabasola,peropocoapocofuesiendomásymásfácil,inclusoseconvirtióenunaespeciedeterapiapersonal.Elprimersignodequeaquellofuncionabanotardóenllegar.Ocurriódosdías

después de acudir a la clínica, fue algomuy leve, casi imperceptible, pero viclaramentecómounodesusdedossemovíasobreelcolchón,apenasfueunlevemovimiento,peropasó.Losegundoqueocurriófuequedespuésdevisitarlotodoslosdías,alséptimo,

suspárpadostemblaronotravezligeramente.Aviséalosmédicosdeambascosas,peroningunodeellosdemostrósorpresa

o esperanza. Me explicaron que Thiago tenía actividad cerebral, que inclusosoñaba,yqueesoslevesmovimientospodíanserresultadodeloquefueraqueen ese momento estuviese soñando; en definitiva, me aclararon que era algonormal.Perodenormalnada.Nomeimportóloquemedijeron,mellenédeilusión,deesperanzaylesdije

a mis padres que no acudirá ese trimestre a la facultad. Hubo una peleamonumentalencasa,inclusomispadresvolvieronahablarconKatia,peroellamerespaldóentodomomento.Estoeramuchomásimportantequetodolodemás,ynopararía...,nopararía

hastademostrarqueambasllevábamoslarazónyqueThiagoabriríalosojos...,losabriríaparamí,parasumadre,parasuhermano,porque,joder,estabaseguradequesemoríadeganasdeseguirviviendo,peronodevivirasí,postradoenunacama,sinodevivirdeverdad.Alasdossemanasdeiraverlo,lossignosdequealgoestabacambiandoya

erantanevidentesquelosmédicostuvieronqueprestarnosatención.

—Vamosairquitándolelasedaciónpocoapoco...Cuandolointentamoshaceun año, su cuerpo no reaccionó como esperábamos, pero creemos que ahorapuede llegar a ser diferente —nos informó su médico, que ya nos habíaexplicado que no nos hiciésemos ilusiones, que simplemente intentarían vercómorespondíaanteesecambio.Lohizofavorablemente,peroapasosmuylentos.Sucuerposeagitabaysu

corazón sufría taquicardias, pero consiguieron bajarle la sedación, muy poco,peroalgo.Sumadreyyoestábamosexultantes.Loquehacíamosfuncionaba:Thiagome

oía,queríaregresar...,queríavolveramí.Pasó unmesmás y consiguieron quitarle el tubo que respiraba por él. Ver

cómovolvía a respirar por símismo fue la alegríamásgrandequeviví desdeantesdeltiroteo...Mifelicidad,miesperanzanecesitabanhacerlovolver.Yo seguía contándole mi vida, todo en orden, aunque evitando contarle la

relaciónque tuveconTayloryqueacabódefinitivamenteconnuestraamistad,hastaqueyasupequenopodíaseguirocultándoselo.Le conté todo, le confesé que volvimos a salir, que estuvimos juntos varios

meses. Le expliqué que nuestra relación empezó bien, pero que acabóconvirtiéndoseenalgorepulsivoytóxico.Lecontéquenosacostamos,yquenome arrepentía de haberlo hecho porque así habíamos podido probar que lonuestro nunca hubiese funcionado... Le conté que me pegué a él de formaegoísta,porquemerecordabaaél,porqueeraloúnicoquememanteníacuerda.Nofuefácilhablarledeello,pero,adíadehoy,creoquefueeldetonanteque

impulsósumejoríahastallegaradespertarlo.Porquesí...,Thiagodespertó.

Dosaños...,dosañosexactospasaronhastaqueThiagoDiBiancodecidióvolveraabrirlosojos.Fue un día cualquiera, aunque un día que recodaré toda mi vida. Un día

lluvioso,undíafrío.LaNavidadestabacerca...,seríalaterceraNavidaddesdeque ocurrió el tiroteo. En unmes cumpliría veinte años... ¿Quién lo diría? El

tiempohabía volado cuando en realidadhabía sido congelado, congeladoparaThiago, para su madre, para Taylor, para mí..., porque el tiempo se congelacuandoalguienaquienquieresseencuentraentrelavidaylamuerte.Yoestabaconélcuandoabriólosojosyoslocuentodeestamaneraporque

nadapasócomoyocreíaqueibaapasar.¿Sealegródeverme?Porsupuestoquesí,aunqueenesemomentoélnisabíadóndeestaba,niquién

era,nirecordabanadadeloquehabíaocurrido.Tardóunosdíasenorientarse,enrecordarlarazónporlaquehabíaestadoencomadurantedosaños.No fue fácil contárselo, ni tampoco ver su cara cuando los médicos le

explicaron las lesiones que había sufrido su cerebro y las lesiones que habíasufridosucuerpoalhaberestadodormidotantotiempo.Ahí fue donde todo empezó a flaquear. Donde mis visitas dejaron de ser

recibidas con sonrisas, donde empezamos a comprender que lo que le habíasucedidoaThiagopodíadejarmuchassecuelas...,demasiadas,enrealidad.Sefrustrabacuandolaspalabrasnolesalían,cuandohablarseconvirtióenun

problemaparaél.EramuyduroveraalguientanfuertecomoThiagopasarporalgoasí,yuna

partedeélempezóanoquererquefueseaverlo.Apenasme hablaba, decía que le costaba, pero yo sabía por las enfermeras

quecadadíaprogresabamásymás.Setensabacuandoentrabaasuhabitaciónyparecíaincómodoconmigoallí.¿Porqué?¿Porquésesentíadeesaforma?—VuelveaHarvard...—medijoduranteunadesussesionesdefisioterapia.

Estabatandébilqueapenaspodíalevantarseydarmásdetrespasosseguidos.—Quieroestaraquí...,quieroayudarte...—Pero¡yono!—megritóconsiguiendoquetodosenlasaladerehabilitación

segirasenparamirarnos—.Memataquemeveasasí...Nopuedo...,nopuedotenertecercaahoramismo.Necesito...necesitoquetevayas.Seagitó,tuvoqueparar,losmédicosvinieronyalfinalsumadremedijoque

lomejorseríaquemefuera.—Dale espacio,Kami—dijo en la cafetería del hospital dondeThiago aún

seguíaingresado—.Nosesienteélmismo,sucuerpoysumentelotraicionany

noquierequeloveasasí...Conozcoamihijo,yséque,aligualqueyosabíaquelo traerías de vuelta, ahora mismo que estés aquí solo va a hacer que surecuperaciónvayamáslenta.Fue difícil tomar la decisión, me resistí al principio, pero era cierto que

cuandomeveíaseponíapeor,cuandoentrabaaverlosecabreabaygritabaquemelargara.Lloréporlasnochesyforcésonrisasporlasmañanas...¿Qué estaba pasando? ¿Iba a perderlo finalmente... después de todo lo que

habíatenidoqueesperarparatenerloconmigo?Alfinalnomequedóotraopciónquehacerloquemepedía.—Voyaesperarte—leasegurécuandofuiaverloasuhabitacióneldíaantes

de regresar a la universidad. Sus ojos estaban clavados en la ventana. Por susemblante, parecía estar enfadado o molesto, y no lo entendía... Joder, noentendíaquéocurríaniporquésenegabaaprestarmeatención.—Estaba conmi hermana—dijo entonces abriendo la boca por fin, por fin

para decir algo que no fuera una queja sobre su cuerpo o su mente o sobrenecesitarestarsolo.Mequedédepiedracuandodijoaquello.—¿Aqué...aquéterefierescontuhermana?—Puesmerefieroaqueestabaconlaúnicahermanaquetengoyqueperdí...

Estabaconella,podíaverla,podía abrazarla,podía correry jugar al esconditecon ella... Comíamos y charlábamos, hasta que al fin sentí que ese dolor tanintensodesaparecíadedentrodemí.Mequedécalladaesperandoaquecontinuara.Tampocosabíamuybienqué

decir, ya que su hermana estaba muerta. Así que, si había estado con ella...,¿significabaesoqueThiagolohabíaestadotambién?—Metrajistedevueltayteloagradezco,peroaveces...—¿Avecesqué?—lepreguntéconelcorazónenvilo.—Avecesmepreguntosideverdaderaloquedebíapasar,sideverdadeste

esmilugardespuésdeloqueocurrió...—Tu lugar es donde este yo..., ¿no?—pregunté intentando con todas mis

fuerzasnoecharmeallorar.

Susojosverdessefijaronenlosmíos.—Ni siquiera sé si la recuperación será completa..., ni siquiera sé si podré

volveracaminarcomoantes,acorrer,ajugaralbaloncesto...Nisiquierasésimicuerposevaaterminarrecuperandodeesto...—Hizounapausayaguardéaquecontinuara—:Temerecesalgomejor.—Memerezcoestarcontigo...—empecédiciendo,peromeinterrumpió.—¡No!—megritómuyalterado—.Temerecesteneraalguienquenoseauna

cargaparati,temerecesaalguiensano,cuerdo,fuerteycapazdedartetodoloquenecesitasyencambioyo...—Vasaponertebien...—Necesitoquetevayas,Kamila—dijopronunciandominombrecompleto,y

todos sabíamos lo que eso significaba—.No quiero volver a repetírtelo—meadvirtiómirándomealosojos.Sentírabia...¿Sabíaéltodoloqueyohabíasufrido?¿Eraconscientedelesfuerzomentaly

emocionalquesupusoveniraverlotodoslosdías,sacarfuerzadedondenolateníaparapoderconseguirunmilagro?¿Asímeloagradecía?Mepusedepie.—Creo que me merezco mucho más que esto...—respondí procurando no

derramarniunasolalágrima—.¿Tienesideadeloque...?—Yono te lo pedí—mevolvió a interrumpir—.Agradezco tu esfuerzo, tu

ilusiónytuempeñoenconseguirquedespertase,peronopuedoseguirdondelodejamos,nopuedonimirartealacarasinsaberquenotemerezco,asíque,porfavor,márchate y empieza tu vida de una vez por todas, porque amí aúnmequedaunlargocaminoporhaceryesuncaminoquequierorecorrersolo.¿Solo?Me fui de allí con la cabeza a punto de explotar y la tristeza del rechazo

doliéndomeportodaspartes.Noentendíamuybienloquemepedía,noentendíanada.Peropusedistancia.VolvíalauniversidadydejéatrásalaKamidepresiva,alaKamisinfuerzas,

alaKamiquesequedabaencerradaensuhabitaciónleyendocasosdegenteque

había despertado del coma, o informándome sobre los efectos secundarios deunalesióncerebral.Volví a ser yo, dejé el dolor atrás a pesar de que al principiomedolió,me

doliódemasiado,peronopodíaseguirsacrificandomividaporotros.Yohabíacumplido,habíaluchadoporél,pornosotros...Siélnoqueríaverlo

y su formade agradecérmelo era esta, entonces tal vez..., tal vezhabía estadomuyequivocada.

27

THIAGO

Me convertí en alguien que no era. Despertar y verla allí... fue lo másmaravilloso que podría haberle pedido a la vida, pero nada sale como unoespera,ynadaestansencillo,ymenoscuandounodespiertadeuncomadedosaños.¡Dosaños!Joder...,perosiparamíhabíanpasadodías;esaeralasensaciónquesentíaen

mi interior. Al principio me encontré muy desorientado, muy perdido, perodespués los recuerdos fueron apareciendo y recordé con todo detallemi final.Recordéeltiroteo,elmiedo,ladesesperación,lanecesidaddesacaraKamiyasu hermano de allí, el riesgo que corrí al regresar para intentar salvar a mihermano,unamisióncasi imposible,prácticamente suicida,peroquealmenoshabíasalidocomoesperaba...o,bueno,casi.Habíaaceptadoque irallísuponíamimuerte, lohabíaaceptadoysabíaque

causaríadolor,peroquesalvaríaaTayloryesoparamíerasuficiente.Nuncacreíquepodría sobreviviraundisparoen lacabezaymuchomenos

imaginéquemepasaríadosañosencoma.Kamestabadiferente...Sumiradaeradistinta,eralamiradadeunadulto,un

adultoquehabíapasadopordemasiado,unadultoqueescondíatantodolorque

incluso hasta incomodaba. Su aspecto era parecido, pero parecíamayor, habíaperdidoesaauraadolescentequesiemprelahabíaacompañado,esainocenciayternura que la caracterizaba habían dejado lugar a la chica que me mirabaesperanzadadesdelospiesdelacama.La quería..., joder, la amaba con locura, pero mi mente era incapaz de no

sentirotracosaquedespreciohaciamímismo.No fue fácil verme en un espejo, ver mi cuerpo deteriorado. Estaba tan

delgadoytanpálidoquealprincipionisiquieramereconocíenelreflejoquemedevolvía la mirada. Pero eso fue lo demenos..., lo peor fue no tener controlsobremicuerpo,nopodermovermeconagilidad,noencontrarlaspalabrasparaexpresarme...Parecíacomosimicerebrosiguiesedormido,aturdido,aletargadoynuncafueseasereldeantes.Empecéaleer,ainformarmeyhabléconlosmédicos.Medijeronquetuviera

esperanza,queconrehabilitaciónytiempovolveríaasereldeantes,peroesonomelopodíanafirmaralcienporcien,ysinunarecuperacióncompleta,yonomeveríacapazdeestarconella,noasí,joder,nosiendounacargaparaelladeporvida.Latratémuymal,ahorapodíaverlo.Nosemerecíaaalguiencomoyo,nose

merecíaalapersonallenaderabiaenlaquemehabíaconvertido,nosemerecíaa esa persona oscura, deprimida, enfadada y dolorida que solo era capaz depensarensímisma.No había lugar en mi cabeza para ella porque solo podía pensar en

recuperarmedetodaslassecuelasquemicuerposufríaporelcoma,peroahorapodíaentenderporquémepuseasí,porquéesofueloúnicoquemeimportó.Porella...lohacíaporella.Queríasereldeantesporqueesaeralaúnicaformaderecuperarla,detenerla

en mi vida, de poder amarla como se merecía... Joder, nos merecíamos unaoportunidad,unapuñeteraoportunidadporfin.Nosupedeelladuranteunaño.Me llamaba pero no le cogía el teléfono, así que llegó unmomento en que

dejódehacerlo.Alprincipio loagradecí, fueunalivio,porque rechazarlaunayotravezme

mataba por dentro, pero pasados unos días empecé a desear volver a ver unallamada perdida suya.Aquello solo podía significar una cosa: queKamhabíaseguidoadelante...sinmí,talcomoyolehabíapedidoquehiciera.Mi hermano, por el contrario, estuvo ahí para mí durante toda mi

recuperación,nosealejó,meaguantóyaguantótodosmisataquesdeira,todosaquellosmomentosenlosquedeseetirarlatoalla.—Tienesquerecuperarla,Thiago...Sino,¿dequéhaservidotodoesto?—me

dijoundíaenelquedeverdad,deverdad,queríadejarlotodoyabandonar.—Yanoleimporto...—dijellevándomeuncigarroaloslabios.Habíavueltoafumar,unerrorpormiparte,perounerrorquemepermitípara

podertranquilizarmedealgunamanera.—Que su vida haya vuelto a la normalidad no significa que no te quiera,

hermano...Nuncahevistoaalguienluchartantoporotrapersonacomolohizoella por ti...—Hizo una pausa y levanté los ojos para mirarlo—. Te ama deverdad...Ypormuchoquemeduelaadmitirlo,ahoraséquedebéisestarjuntos...Tienesquerecuperarla,yparahacerlo,tienesqueponertebien.Y así seguí... Mi hermano fue mi gran apoyo. Siempre que podía venía a

verme y pasábamos horas charlando. Empecé a notar que cada vez parecíadolerlemenoshablarmede ellay también comencé a sentirmiedocuandomecontaba que a ella se la veía bien, que salía con sus amigas, que acudía a lospartidosdebaloncestode launiversidadyque incluso seapuntabaa todas lasfiestas.Nuncamedijosisalíaconalguienono,yyotampocoquisepreguntar.Enesosmomentos,loquenecesitabaeracentrarmeenmirecuperaciónynada

más.Mehizo faltaunañoenteroparapodervolvera sentirquemicuerpoerael

mismoqueantesdelcoma,aunasí...Joder,aunasí,nomerecuperédeltodo.—Tedaunairesexy—medijoTaylorcuandolostres,mimadre,mihermano

yyo,sentadosenelporchedecasa,dejábamosqueelsolnosbañaraycalentara.Mimadresonrióynosmiróconalegría.—¿Tú crees? —pregunté levantando el bastón pinchándole en los

abdominales.

Losteníatandurosquefuecomosipinchaseaunapared.Elmuycabrónteníaunestado físico envidiable, yno eraparamenos, porque acababande ficharloparajugarenlaligaDdelaNBA.Nos reímos y al verlos... al verlos allí conmigoy a salvo, por fin sentí que

volvíaaseryo.Nopodíaseguirmanteniendoesaactitudautodestructiva.Joder,¡seguíamosvivos!YdeciresosiendodeCarsville...eraunputomilagro.NuncahabíallegadoacontarleamimadremiencuentroconLucy.Nuncale

conté cómo sentí que mi hermana pequeña me había guiado por el instituto,cómomehabíaprotegido,ni tampoco lehabléde losmomentosquecompartíconellamientrasestabaencoma.Nomehabíavistocapazdehacerloporqueunapartedemísesentíaculpable

dehaberladejado,peroahora,despuésdemesesderecuperación,sabíaquemilugarestabaaquíyqueLucy...estaríabien.Miréamimadreylavifeliz,laviencalmaporfin,connosotrosasulado,y

supe que había llegado el momento de contárselo todo, por muy irreal odescabellado que pudiera parecer: necesitaba explicárselo y ella necesitabasaberlo.—Lucyestábien,mamá—volvíacontestarledespuésdecontárselocontodo

lujodedetalles.Mihermanonosdaba laespalda... conuncigarroen laboca.Sabíaque sus

ojos estaban hinchados intentando contener las lágrimas ymimadre... parecióqueporfinpodíaponerlepuntoyseguidoaesemomentoycontinuaradelante.Levantósumanoymeacariciólamejilla.—Sabíaqueellacuidaríadeti...,eligierasloqueeligieses.Sabíaqueestaríais

juntos.—Medijoquetedijeraquetequiereyquenotepreocupesporqueeltiempo

allí y aquí es diferente...Me dijo que cuando os volvieseis a reunir para ellahabríanpasadosolounosdías.Novolvimosahablardeesetema.Jamás...,perosupequecontarlesmihistoria,contarlesloquesentíconellalos

ayudóporfinacerraresecapítulo.

Tardé en tener el valor de ir a buscarla... Tardé tanto que el tiempo parecióestirarsehastaqueellaacabólacarreraysegraduóenBellasArtes.No me arrepiento de no haberla ido a buscar antes. Creo que los dos

necesitábamoscrecer,madurarydejarpasarel tiempoparapoder lamernos lasheridasyaprenderaquerernoscomoesdebido,comonosmerecíamos.Mepresentéenlauniversidadeldíadespuésdesugraduación.Noteníanila

menor ideadecuáleseransusplanesodequédiríacuandoposarasusojosenmí. No sabía si estaba con alguien, si se había enamorado de otro o, por elcontrario,seguíapensandoenmí.Tuvemuchomiedo,osloadmito.Perocuandomepresentéantesupuerta,supequehabíahecholocorrecto,lo

supe muy en el fondo de mi corazón. Pasara lo que pasara entre los dos, almenospodíadecirquehabíavueltodeentrelosmuertosparairensubusca...,quehabíavueltograciasaellayque,joder,esodebíadesignificaralgo...,¿no?Alprincipio, cuandomeabrió lapuerta,no la reconocí.Sehabíacortadoel

pelo y lo llevaba peinado en dos trencitas a ambos lados de su cabeza.Vestíaunosvaquerosrotosysuciosdepintura,untopnegrodetirantesyunacamisarojaacuadrosatadaalacintura.Meabriólapuertaytodopareciódetenerse.Meabriólapuertaylavidacontuvoelaliento.¿Medejaríaregresarconella?¿Medejaríaamarlacomoqueríaamarla?¿O,porelcontrario,mecerraríalapuertaenlasnarices?Creoqueospodéisimaginarloquepasó...¿Verdad?

28

KAMI

Alprincipiomequedéparalizada.Comosihubiesevistounfantasma.Misojosrecorrieron su cuerpo, recorrieron cada centímetro de su anatomía, intentandoencontraralchicoquedejédosañosatráspostradoenunacama...,aesechicosin fuerzas, malhumorado, enfadado y lleno de rabia, ese chico que no supoquerermecuandoyolohabíadejadotodoparahacerlovolver,parahacerlovivirotravez.Nofue fácilasimilaresa imagen,yaunquemicorazónsequedócongelado,

mi cerebro siguió funcionando y mandando imágenes a mi cabeza para quepudiese asimilar que sí, que era él..., que ese chico altoy fuerte, ese chicodeojosverdesypelocastaño,despeinadoyconunbastónenlamanoderechaeraél,eraThiago.Sentídetodo...Milesdecosas,algunasbuenasyotrasmalas,perosobretodo

lo que sentí fue rabia..., rabia por no haber podido estar con él, rabia por nohaberpodidoayudarloallegarallí,rabiaporquemividahabíacambiado,porqueélyanoformabapartedeella,ymuchamásrabiaporqueesolohabíadecididoél,noyo.—Kam,¿puedo...?—No—locorté—.Nopuedes.

Merecorrióconsumirada...Susojosverdesviajaronportodomicuerpoysedetuvieronenmisojos.Parecíaperdido...,muyperdido.—Solodejaquetediga...—No quiero queme digas nada—contesté apretando la puerta con fuerza,

contantafuerzaqueempecéasentirdolorenlosdedos—.Nopuedesdecirnada,absolutamente nada porque lo que nos dijimos en el pasado es lo que nos hallevadoaestemomentoy sé..., joder, séque sivuelvesamirarmeyaabrir labocaharásquetodamividavuelvaaseruncaos,ynopuedo...,joder,nopuedo,noahora,losiento.Fuiacerrarlapuerta,perosumanomedetuvo.—Porfavor—insistió—,damecincominutos...Solocincominutos.Neguéconlacabeza.—MevoyaEuropa,Thiago—dijeconlavozalgotemblorosa—.Mevoytres

mesesyahoramismoloúltimoquequieroesquemehagasdudarsobrealgoquellevo planeando hace mucho tiempo, algo que quiero hacer y algo que memerezcodespuésdetanto...,detantodolor,detantoestudiar,detantoechartedemenosaunsabiendoquenoibasavolverydetantoesperarquemellamarasoquetepresentarasanteestamalditapuerta...—Kam...—¡Ya es tarde! —le grité perdiendo la compostura—. Lo siento —me

disculpéconlavozmáscalmada.Necesitabacerrarlapuerta.Vi la tristeza en sus ojos y casi flaqueo..., casi vuelvo a dejarlo todo para

lanzarmeasusbrazos,peroalgoenmi interiormedijoqueno,meexigióquesiguieraconmivida,quesiguierasegúnloplaneado.Yesofueloquehice...,almenosduranteuntiempo.

Recorrí Europa. Viajé por Francia, paseé por los Campos Elíseos y subí a laTorreEiffel.VisitéLondresyEscocia,ycuandomefuideallíhastasemepegóalgoel acento...ViajéaBerlínyme llenédehistoria.También recorrí Italiaycomípastaareventar.VisitéPragayLuxemburgoyviajétambiénaEspaña,para

disfrutar de sus playas y de aquel plato tan rico llamado «salmorejo». MeenamorédelmardeGreciaycorrípor lasmontañasdeAustriacomo lohabíahechoSissiemperatrizconsushermanas.Me subí en aviones y en trenes, en coches compartidos y enmotos que ni

siquiera sabía conducir. Crecí, pensé,maduré, lloré, extrañé, reí, conocí gentequellevaríasiempreenmicorazóny,cuandoterminédeviajar,supeque,apesarde mi empeño, a pesar de todo mi esfuerzo en dejarlo marchar, en cerrar lapuertaporfin...,nofuicapazdehacerlo.Dioigualcuántoskilómetrospusededistancia,cuántosmareshuboentrelos

dos, enmi cabeza permanecía la imagen deThiago, triste, pidiéndome que ledejarahablaryyocerrándolelapuertaenlasnarices.En ese momento creí que se lo merecía, que de verdad era lo que debía

hacer...,perocuandoelcorazónquiereloquequiere...,¿porquénegárselo?¿Sehabíaequivocado?Por supuesto que sí, pero también lo hice yo, también lo hice yo

abandonándomeamíparasalvarloaél,porqueunonopuedeabandonarse,unonopuedeolvidarsedesímismo...Éllohizobien,élsecentróenélparasanar,paracurarseyregresarmásfuerte,yyo,encambio,tirédeuncarrollevándomea gente conmigo, arrastrándolos ami dolor, y eso lo único que consiguió fuehacerqueyo...,joder,queyomeperdieraenelcamino.Eseviajemeabriólosojos,mehizoentenderquenadaescomounoleeenlos

libros, que no hay un manual sobre cómo querer o sobre cómo superar untrauma. Cada persona es diferente y las decisiones que tomamos pueden serbuenasparaunosymalasparaotros.Laúnicaverdadesquehayquevivir,joder,porquelavidasondosdíasyporqueamardebeseralgobueno,algoquetellenede paz, algo que te haga recorrer un aeropuerto corriendo, subirte a un taxi,pagar una fortuna y llegar a una puerta tras la cual no sabes lo que te vas aencontrar.Esperé...esperéaquemeabrieraycuandolohizo...Joder,cuandolohizosolopudedarunpasohaciadelante.Solopudedarun

paso hacia delante taparle la boca conmimano y decirle lo que seme habíaquedadoatascadoenlagargantadesdequevolvíaverloantemipuertadespués

decasidosaños.—Nomedigasnada...o,bueno,siquieresdeciralgo...Dímeloconbesos.

Epílogo1

KAMI

Dosañosdespués...

Abrí los ojos y el leve traqueteo volvió a causar enmí una sensación de pazinfinita.Alprincipiotuvedudasdesiseríacapazdeaguantareseestilodevida,perodespuésdecasiunañoviviendoenlacarretera...,joder,habíadescubiertoquehacerlomellenabademilesdecosasbonitas.Fuedivertidísimoelprocesodecamperizarelautobús,porquesí,decidimos

dejaratráslacaravanaylanzarnosaunaaventuraaúnmayorqueesa:decidimoscomprar un autobús... Sí, sí, comopodéis oír, un autobús amarillo, además, eltípicoautobúsescolaramarillodetodalavida.Tuvimos que ahorrar muchísimo y trabajar sin parar. Vendí uno de mis

mejorescuadrosparapoderayudaraThiagoacomprarlo,peromereciólapena.Juntos conseguimos hacer de un autobús hecho pedazos nuestro hogar, y nosquedóunacasitaespectacular...,espectacularteniendoencuentaquenoeraunamansión, ni mucho menos, pero si estábamos juntos, no necesitábamos nadamás.Élseencargódeldiseñoydelamanodeobra,yyodeponerlobonito.Yasí, de esa forma, al año de empezar nuestra relación, dijimos adiós a todo elmundo y nos lanzamos a la aventura.Yo pintaba allí donde íbamos y Thiagoteletrabajabaenelautobúsconsuordenador.Estabaempezando,peroyahabía

conseguido tres inversores para un proyecto de alquiler de campers de lujo yestabamuyentusiasmadoconla idea.Sisalíabien,podríamosempezaravivirsin tenerqueapretarnoselcinturón,aunque tampoco teníamosprisa:vivíamosbien,nonos faltabadenadayamímeencantabadespertarmecadadíaenunsitio diferente. Nos recorríamos ferias de arte, donde yo intentaba venderalgunosdemiscuadros,yconesoyeltrabajodeThiagoíbamostirando.Medesperecéymeincorporéconmisbrazosaúnporencimademicabezay

miréhaciadelante.Ahíestabaél,sentadoalvolantedenuestroautobús,conunatazadecaféapoyadaenelposavasosysusojosenlacarreteraquenosllevaría...¿dónde?Nolosabía...Megustabaquemesorprendieraconnuestronuevodestino.Me

bajédelacama,mepusemiszapatillasconformadeconejoyconunasonrisavimidesayunoenlamesa.Melopreparabasiempre,ysiemprehacíaalgunacaritaconloshuevosyelaguacatesobreelpan.Cogímiplatoymitazadecaféymesentéasulado,lacarreterasealargabainfinitafrenteanosotrosysusonrisamerecibióconalegríayentusiasmo.—Buenosdías,preciosa—medijo tirandodemíparadarmeunbesoen los

labios.—¿Adóndevamos?—pregunté,aloquerecibíunarisacomorespuesta.Nuncamelodecía...,peroyoseguípreguntando.—Yaloverás...,tevaaencantar.Meloquedémirandosinpoderevitarlo.Lamanera en la que nos queríamos era..., no sé ni cómo explicarlo, pero a

vecesme sentía hasta desbordadade amor.Mi corazónyano tenía lugar paraquererlomás,paraamarloconmáslocuradelaqueyalohacía,ycadavezquememirabasabía...,sabía...queelsentíaexactamentelomismopormí.Québonito,¿no?Québonitoeselamorcuandoescorrespondido,cuandoes

sano, respetuoso, valiente, pasional y divertido... sobre todo divertido. Con eltiempofuidescubriendoesafacetaqueThiagocompartíaconTaylor,peroquehabíamantenidoescondidadurantemuchotiempo.Thiagoeramuydivertido.Eraesaclasedepersonaquehacebromas,peroque

no se ríe, y eso era lo quemás graciame hacía.Así era él, que, además,me

amabasobretodaslascosasymecuidabacomosifueseunareina.Alprincipio,nos costóhacerborróny cuentanueva.Discutíamosmucho,y

luegoarreglábamos lascosasde lapeormaneraposibleo,bueno,de lamejor,dependedecómosemire,conelsexo.Tuvimosquesentarnosydecirnostodoloquellevábamosdentro.Fueundía

muyduro,peroundíaquemarcóunantesyundespués.Nosgritamos,lloramos,perofinalmenteencontramosconsueloelunoenelotro,ydesdeesedía...,desdeesedíatodofuesobreruedas,ynuncamejordicho.A Taylor apenas lo vimos durante ese primer año. Sabíamos de sus logros

porque hablábamos con él yme hacíamuy feliz saber que había cumplido susueño, y aunque sabíamos que tenía sus rollos y que chicas no le faltaban,Thiagoyyocoincidíamosenquenohabíasidocapazdevolverseaenamorar,yeso...,esonospesaba...Sobretodoamí.Finalmentellegamosanuestrodestino,elGranCañón.Mefuidandocuenta

cuandoeldesiertoylatierrarojaempezaronaformarpartedenuestropaisaje.Mesorprendícuandodejamosel autobúsaparcadoenuncampingyThiago

me dijo que no dormiríamos allí.Me sorprendió porque intentábamos ahorrartodo lo posible, pero tampoco iba a decir que no a dos noches en un hotelitopreciosodonde,sinsaberlo,élyahabíareservadodosnochescontodoincluido.Nosinstalamosenunahabitaciónpreciosaconvistasaldesierto.Mientrasyo

sacabalaropademimaletaybuscabamineceserparaponerloenelbaño,élsefuefuera,albalcón.Loseguíconlamirada.Cómono,seibafueraparapoderfumar.Aúnnecesitabaelbastónaveces,peroyacasi lohabíaabandonadoporcompleto. Su cuerpo, después del coma, tardó en recuperar lamusculatura deantes,peroañosdespuésThiagovolvíaasereltíoimponente,altoyfuerte,quemevolvíalocaymehacíasentirseguraalmismotiempo.Observécomoseapoyabaenlabarandillayfumabadisfrutandodelasvistas.

Paramí,eneseinstantelasvistaseranél.Dejéloqueestabahaciendoysalíalbalcón,colocándomeasulado.Subrazomerodeóporloshombrosytiródemíhaciasucostadoparapoder

besarmeelpelo.Nosquedamosensilencioadmirandoelpaisajehastaqueélabriólabocapara

poderpreguntarmealgocurioso.—¿Eres feliz conmigo? —dijo, y tuve que mirarlo a los ojos antes de

contestar...,aesospreciososojosverdes.—¿Ytú?¿Loeresconmigo?Sonrió.—¿Algunavezdejarásdecontestarmeconotrapregunta?Meencogídehombroshaciéndomeecodesupropiasonrisa.—Esunamaníaquetengo.Sehizounpequeñosilencioyélsepusoserio.—Túmehaceslapersonamásfelizdeesteplaneta,Kam—dijoycontuveel

alientosinsiquieradarmecuenta—.¿Tienesideadeladevecesquepenséqueno llegaría a congeniar con nadie? ¿La de veces que creí en el fondo de micorazónquenadieseríacapazdeamarme?Neguéconlacabezayfuiahablar,perometapólabocaconunbesocortóy

siguióhablando.—Notienesidea...Notienesniideadecómomehacessentir...,detodoloque

tequiero.Esquetequierotantoqueaveceshastameduele...Meduelequererteasíporquemehacessentirdébil...,débilenelmejorsentidodelapalabra,pero,alfinyalcabo,débil.—Esperéaquecontinuarasinatrevermeadecirnada—.Tienesentusmanosmividaymicorazón,enunsuspiropuedesrompermeenmilpedazos,yesomeaterroriza,pero,joder,fuistecapazdeconectarconmigoaun cuando estaba prácticamente muerto... ¿Te das cuenta de la locura queparecetodoesto?—Paramíeselreflejodelomuchoquetequiero—dije.Susmanosacunaronmicaraysubocaseacercólentamentealamía.—Parasiempre,¿verdad?—mepreguntó.Sonreí.—Parasiempreymásalládeparasiempre.Serio.—¿Esoexiste?—mepreguntó.—Nosé...Dímelotúquepasasteunatemporaditaporallí.Mebesócomorespuestaysentíquemederretía.

Fueunbesobonito,precioso, llenodeamorydecariño,ynuncapenséqueseríaelúltimobesoantesde...—¿Quierescasarteconmigo?—mepreguntóderepente,separándosedemíy

esperandounarespuesta.Mepillótandesprevenidaquemequedécallada,enshock.¿Thiagopidiéndomeenmatrimonio?¡Nolepegabanada!Yporunsegundocreíquesupreguntahabíasidofrutode

la emoción delmomento, pero no...Metió lamano en su bolsillo y sacó unacajita.¡Unacajita!Abrílosojosconincredulidad.—No es un arrebato..., que ya veo por donde van tus pensamientos—dijo

nerviosoesperandounareacciónpormiparte.El anillo era precioso..., con un pequeñodiamantito en el centro,muy fino,

elegante,ynadapresuntuoso...—Pero...—dijesindarcrédito—.¿Cuándo?¿Cómo?—El anillo lo compré hace unosmeses... en aquel pueblecito del norte que

visitamosyquetegustótanto.¿Teacuerdas?Asentísintiendocómolaemociónmeembargabaporcompleto.—Hetardadoenpedírteloporquequeríahacerlodeunamaneraespecial,en

un lugar especial..., pero al final me he dado cuenta de que cuanto más loplaneabamásveíaquenada ibaaser losuficientementebuenopara ti,asíquedesde entonces lo llevo siempre en el bolsillo. Supe que, cuando fuese elmomento,losentiríayahora...aquí...Unalágrimasedeslizópormimejillaysonreícomounatonta.—Tequierotanto...—dijesintiendoquetodomicuerpotemblabadeemoción,

denerviosismo,desorpresaydeamorinfinito.Memiróaunesperandoaqueledieraunarespuesta—.Claroquesí...,claroquemecasarécontigo...Meabrazóconfuerza,levantándomedelsueloyhaciéndomegirar.Nosbesamosconlocura,conpasiónytuvimosqueforzarnosapararparaque

pudieraponermeelanilloenmidedoanular.Fuecomositodocobrarasentido...,todo.Elconocernosdepequeños,nuestra

separaciónduranteaños,nuestro reencuentro,nuestrosenfados,el casihaberlo

perdido, el haberlo recuperado... Todos esos años nos habían llevado a esemomento,yfueentoncescuandoporfinpudeperdonarme...Pudeperdonarmeamímismayaaquellosquenoshabíanhechodaño.Perdonarmeliberó...,medejóvolverarespirartranquila,mepermitióavanzar

yseguiradelante,empezardecero,empezardeceroconesehombrealquetantoqueríayconquienmemoríadeganasdecompartirmivida.Daba igualque fueradeunamanera tanpeculiar, connuestroautobúsy sin

rumbo fijo, daba igual porque estábamos juntos, estábamos a salvo y juntos...porfin.Hicimos el amor aquella noche, nos besamos y acariciamos y nos dimos

placerdurantehoras,sinquererdejardehacerlojamás.Finalmente nos dormimos abrazados sobre aquella cama de hotel y fue

entoncescuandosupequetodoestabadicho.Noshabíamosamadobajito...,ensecreto...yconmillonesdebesos.

Epílogo2

TAYLOR

Supongo que no todos tienen ese final «fueron felices y comieron perdices».Desde lacanchadebaloncestopodíaverlosdarsebesosenelcuello, sonreíryhastasalirenlamalditaKissingCam...Peronoosequivoquéis:yanomedolíacomoantes,lohabíasuperado,deverdad.Pormuchoquemehubiesecostadoenelpasado,verlosjuntosahoramehacía

feliz,porqueaellaselaveíaradianteyaél...,bueno,amihermanoselecaíalababa,literal.Quéascodaelamorempalagoso...,enserio.Al menos yo tenía esto..., y cuando digo «esto», me refiero al baloncesto.

Había conseguido entrar en laNBA: jugaba en el equipo del Boston Celtics yestabacobrandounapasta...Mividahabíadadoungirodecientoochentagrados,ahoravivíaenunputo

pisodemillonarioenelcentrodeBostonymepasabalosmesesviajandodeunladoparaotro,compitiendo,ganandopartidos—avecesperdiendo—einmersoen una vida que era la hostia, pero que también se había convertido en algosolitaria.Lamayoría demis compañeros de equipo o estaban casados o se tiraban a

todoloquesemovía,(yosololohacíadevezencuando),perocontantoviajey

tantoentrenamientoavecesunoechabademenosunpocodeafecto...Novoyaponermeenplanlloricaninada,pero, joder,desdeKaminohabía

vueltoasentirnadaigualporningunaotrachica,yyaempezabaapreguntarmesimidestinoeraquedarmesolodeporvida.Eltípicoricachónsolteroquetienequepagarparaconseguirafecto...Quétriste,joder.De ese humor estaba yo aquellamañana, justo lamismamañana en la que

debíanegociarunodelosmejorescontratospublicitariosdemicarreraydebíahacerloconella...,joder,quépocolaaguantaba,quépocolasoportaba,conesosaires de superioridad, esa manera exigente de decirme que tampoco se mesubieralafamaalacabezayque,simedecíaquedebíallevarelputosignodeNiketatuadoenlafrente,debíahacerlosinrechistar,porqueellaeraquienhabíaconseguidoquelamejormarcadedeportesdelahistoriaquisiesepatrocinarme.EralahijadeunodelosgrandesjefazosdelosCeltics,oseaqueyaospodéis

imaginar cómo de insufrible podía llegar a ser. Cuandome la presentaron, loprimero que pensé fue que estaba muy buena, y que sus ojos negros eranpreciosos,pero,claro,alosdosminutosabriólabocayyanopudetragarla.Mehubiese encantado pedir otro representante, pero ¿cómo iba a decirle que noqueríatrabajarconellasiendolahijamayordeJackGates?Siesetíodecíaqueella debía representarme, tenía que agachar la cabeza y decir que sí, y mássiendoelreciénllegadoyteniendoaúntantoquedemostrar.Dejé que entrara en mi despacho y no pude evitar fijarme en su atuendo.

Vestidodetubonegro,siemprenegro,ytaconesdeinfarto(eramásbajitaqueunMinion).Avecesmeparecíaquesustaconescadadíaeranmásaltos,yesosolopodíahacermeverelcomplejoqueteníalapobrecitaconsumetrocincuentadealtura.Avecesparamolestarlamecolocabadepie,apoyadoenelescritorio,soloparaintimidarlayhacerlasentirinferior(soloenaltura),porqueyaosdigoqueparecíaladiosadelasnegociacionesysabíaperfectamentequeellaeraquienenrealidadteníalasarténporelmango,hechoqueleencantabadejarclaroalamásmínimaoportunidad.—Buenas,DiBianco—dijopasandopormiladohastallegaramiescritorio,

donde sacó unos papeles y los colocó encima de la mesa—. Aquí está el

contrato.Me acerqué y me senté en mi sillón cogiendo el contrato y empezando a

leerlo. Cuando me di cuenta de que eran más de treinta páginas, levanté lamiradayclavélosojosenella.—Estoesbroma,¿no?—¿Demasiadaspáginasparauncerebrosinneuronas?Tiréelcontratoencimadelamesaymelaquedémirandoensilencio.Sonrió.—Losiento,mehepasado.—Soyingeniero, lista.Alcontrarioqueotros,yomehetenidoquecurrarel

estaraquísentado.Algooscurocruzósusfaccionesysupequemehabíapasado.—FuilamejordemipromociónenHarvard,niseteocurraveniraquía...—¿EnHarvard?¿Tú?—¿EnHarvard?¿Tú?—merebatióelevandosucejaperfectamentedepiladay

mirándomeconcondescendencia.Maldijeparamisadentrosymecentréenloquerealmenteimportaba.—Bueno,dejemosdeverquiénlatienemásgrandeyvayamosalgrano.—Ni siquiera voy a contestar a esa vulgaridad que acabas de soltar por la

boca,ymenosteniendoencuentaqueteacabasdereferiramícomoauntíoconpolla, pero tienes razón, vamos al grano: Nike te quiere a ti y te quiere porcompleto.—¿Cómotú?—Nisiquierasédedóndecojonessalióaquellarespuesta.—Loúnicoqueyoquierodetiestufirmaenesecontratoquemehallevado

mesesnegociar.—¿Cuánto?—pregunté.—Unmillónportemporada.—Hashecholosdeberes,¿eh?—contestéimpresionado.Joder,esoeramuchísimodinero.—Y de eso exactamente quería hablarte —dijo sentándose en la mesa y

mirándomeconesosojosqueerandemasiadodeseablesparanoimaginármelosclavaditosenmímientrasderodillas...—.Quierosubirmiporcentaje—anunció,

ycualquierpensamientoeróticodesapareciódemicabeza.—¿Qué?—contestécasiatragantándome—.¡¿Túestásloca?!Nisiquierapareciópestañear.—Sinofuesepormí,notendrías...—Sinofueseporti,nada,tendríaotrorepresentanteyachuparla.—Exacto, a chuparla te irías si llegases a conseguir un contrato como este

siendotuprimeratemporadaenelequipo.—Esonolosabes.—Claroquelosé,idiota.¿Quiéntecreesquehablóconmipadreparaquete

recomendaraaNikecomolapróximaestrella?Estecontratoesbueno,sí,perocuandolleguesademostrarquiéneresycómojuegas,podremosnegociarhastaeltriple.Nos quedamos callados... los dos, y creo que no fue consciente de que

acababadepiropearme...unmontón.—¿Túhablastecontupadre...demí?Vicómosusmejillassecoloreabanligeramenteycasicreíqueestabametido

enunsueñotipoMatrix.¿Esachicasonrojándose?Pero¡sinoteníasangreenlasvenas!—Espartedemitrabajo...Observo,valoro...—Dasporculo...Golpeó la mesa con suminúsculamano y no pude evitar sonreír como un

idiota.—¿Puedesaceptaryfirmar?—Nosé...Necesitootroalicientequemellameunpocomás...—¿Másqueunmillóndedólares?Estirélosbrazosporencimadelacabezaymedesperecé.—¿Teaburro?—mepreguntóellafulminándomeconsumirada.—Mevendríabienunmasajitoenlaespalda...Estoyreventadodelpartidode

ayer...—dijesinquitarlelosojosdeencima.—Notepasesniunpelo,DiBianco—meadvirtióapretandolos labioscon

fuerza.Meinclinéhaciadelanteyclavémisojosensucara...,enesosojosdeespesas

pestañas,enesoslabiospintadosdecarmín...—O,sino,¿qué?—dijesorprendiéndomeotravezconloguapaqueera.—O,sino,puedohacerquetuvidaenesteequiposeauninfierno—contestó

contodalaseriedadquelacaracterizaba.—Joder,mehaentradohastamiedo—comentériéndomedeella.Sebajódelamesaymearrancóelcontratodelasmanos.—Oaceptasmiofertaoadiósaestecontrato—medijoamenazándomecon

romperlo.—Nitútecreescapazde...—Joder,quesinolocreía,loacababaderomper...

delantedemisnarices—.Pero¡quécojones...!—Sijuegasconmigo,estoesloquepasa.—¿Quetirastodotutrabajoportierra?—¿Tecreesqueereselúnicojugadorconelquepuedotrabajar?—Soylafuturaestrella,túlohasdicho...,yaunqueteconozcoahoraséque

noescasualidadquehayaselegidotrabajarparamí.Erescomoyo...,quiereslomejor.Nosmiramosduranteunossegundoseternos.—Firmamimaldito treinta por cientoyvolverás a tener esaoferta sobre la

mesa—dijomuysegura.Dudéduranteunossegundos.—Lofirmaré...—afirmé,yenseguidalevantéundedoparadetenersusonrisa

desatisfacción—,peroconunacondición.Esperóaqueabrieralaboca.—Deberássermiacompañanteenlabodademihermano—dijeobservando

sureacciónconatención.Memiró y luego soltó por la boca el aire que estaba conteniendo, como si

estuviesealiviada.—Nisiquierasabíaqueteníasunhermano.—Tengomis secretos—contestéobservándolaconatención.Deverdadque

parecíaaliviada.—¿Quécreíasqueteibaapedir?—preguntéahoraconcuriosidad.—Nada—dijo colocando el contrato sobre la mesa—. Está bien iré... Me

parece patético que no seas capaz de conseguirte una cita sin tener quechantajear,peroyaerespatéticodeporsí,porqueloseasunpocomás...Firma—meordenó,yviensusojosquedeseabamarcharsedeallí.Mepusedepie,rodeélamesaquenosseparabaymecoloquédelantedeella.Tuvoquelevantarlosojosparapodermirarmedirectamente.—¿Quécreíasque te ibaapedir?—volví apreguntar empezandoaverpor

dónde iban los tirosycabreándomeporelmerohechodequeellamecreyeracapaz...—.Contesta,Victoria—la insté llamándola por su nombre de pila porprimeravezdesdequenosconocíamos.Parecióestremecerseantelamencióndesunombre.—Firmaelcontrato,Taylor—dijoyminombreensuslabiosporprimeravez

meprodujoundolorpunzanteenlaentrepierna.De repente me moría de ganas de besarla..., de morder ese labio tan

voluptuosoconmisdientesysentirsulenguaenroscadaconlamía.Joder,teníaquecontrolarme.Sinapartarmisojosdelossuyos,cogíelbolígrafoquemetendíayfinalmente

meagachésobrelamesaparafirmarelaumentodelporcentajedesusganancias.Unasonrisaaparecióensucarayalgodentrodemíparecióvolveradespertar.—Encantada de hacer negocios contigo —declaró dándome la espalda y

metiendoelcontratoensumaletíndecueronegro.Sefuehastalapuertayantesdequesemarcharadecidíhablar.—Yo nunca te pediría que hicieras nada de eso, Vic—comenté usando el

motequesabíaquemásodiaba.Sedetuvodelantedelapuertaynosemovió—.Notelopediríaporquelaquevaaterminarrogándomequelohagavasasertú.Y no pude callarme..., joder, no pude cortarme porque lo que acababa de

sentir...Ni siquiera se giró para darme una de las contestaciones de las suyas. Se

quedóensilencio,sinmirarmeyfinalmentesaliódemidespacho.Mequedéquietomirandopordondeacababadedesaparecer.¿Acababa de insinuarle a la hija de mi jefe que se moría por acostarse

conmigo?¿Yquésignificabaesesilencio?

«Joder,Taylor...,nosalesdeunaqueyateestásmetiendoenotra...»,ysabéisperfectamentealoquemeestoyrefiriendo,nomeseáismalpensados.O,bueno...,sí.

Agradecimientos

¡Yyasonocholibros!¿Quiénlodiría?HanpasadocasicuatroañosdesdequepubliquéCulpamía,desdequeelsueñodetodamividasecumplió,ydeverdadqueaúnmecuestacreerlo.NuncaolvidaréesosmesesenlosquesubíamilibroaWattpad y las poquitas lectoras que teníame hacían comentarios yme pedíanmás. Nunca creí que fuese capaz de llegar tan lejos, y por ello debo dar lasgraciasatodoslosquehancontribuidoaquehoypuedadecirquesoyescritora.GraciasalequipodePenguinRandomHouseporlaoportunidaddecrecery

dellegaralugaresalosquenuncacreíposiblellegar,ygraciasenespecialamiseditoras,RosayAda,porsupacienciayporestirarlosplazosdeentregahastacasiconvertirlosenalgoimposible.Sé que ha sido duro para todos, pero al menos podemos decir ya con

seguridad¡quehemosterminadolatrilogíaconéxito!Graciasamifamilia,quemehaayudadoyescuchadocuandocreíaquenoiba

asercapazdeterminarlaatiempo.Soismimejorapoyoyosquieroconlocuraatodos.Ydebodarlasgraciasamiequipodelectorasexprés:miprimaBarymishermanas Ro y Belén, por leeros el libro en horas y darme opiniones muynecesariasparaqueestoslibrosfuesenlomejorquepodíanser.Bar,siempreestásahí,apesardeladistancia,ydeverdadquesintimislibros

nuncallegaríanaserloqueson.Graciasportusinceridadyportuscorrecciones.Graciasa ti, Joaquín,porsermimejorcompañeroyporaguantarmeenmis

peoresmomentos.

Y,porúltimo,graciasotravezati,porseguiraquí,porconfiarmetutiempoyesperarquepueda sorprenderte, enamorarte, lloraryhacérselopasarmal, pero¿quéseríadeunlibromíosinotehicierasufrirunpoco?Deverdadqueesperoque lo hayas podido disfrutar y que vuelvas a darme la oportunidad desorprenderte...,peroalmenosdarmealgunosmeses.;)¡Osquieroatodos!¡Hastaelpróximo!

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Kamila Hamilton debe decidir entre los dos hermanos Di Bianco: Thiago oTaylor…TayloroThiago.Escogeraunosignificarenunciaralotro,pero¿cómopuededejaratrásunapartedesímisma?

Thiagohaceque toque el cielo con losdedos,Taylor sabeque jamásva asoltarsumano.

PerocuandoKamicreequeporfinsucorazónhadecidido,lapesadillamásrealestáapuntodecomenzar.

¿EstaránTayloryThiagoalaaltura?¿PodráevitarKamiqueelamorarrasecontodo?

¿Quésucederácuandolavidadecidaporellosunavezmás?

MercedesRon es una joven escritora española que ha triunfado enWattpad,dondetienemásde258kseguidores.Losdosprimerostítulosdelasaga«Culpamía» llevan más de 33 millones de lecturas acumuladas. Actualmente seencuentraescribiendolatercerapartedelasaga.

Ediciónenformatodigital:abrilde2021

©2021,MercedesRon©2021,PenguinRandomHouseGrupoEditorial,S.A.U.

TravesseradeGràcia,47-49.08021Barcelona

Diseñoeilustracióndeportada:©EstudioSantaRita

PenguinRandomHouseGrupoEditorialapoyalaproteccióndelcopyright.Elcopyrightestimulalacreatividad,defiendeladiversidadenelámbitodelasideasyelconocimiento,promuevelalibreexpresiónyfavoreceunaculturaviva.Graciasporcomprarunaediciónautorizadadeestelibroyporrespetarlasleyesdelcopyrightalnoreproducirnidistribuirningunapartedeestaobraporningúnmediosinpermiso.AlhacerloestárespaldandoalosautoresypermitiendoquePRHGEcontinúepublicandolibrosparatodosloslectores.DiríjaseaCEDRO(CentroEspañoldeDerechosReprográficos,http://www.cedro.org)sinecesita

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ISBN:978-84-18318-42-9

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Índice

DímeloconbesosPrólogo.KamiPrimeraparte

1.Kami2.Taylor3.Kami4.Thiago5.Kami6.Taylor7.Kami8.Thiago9.Kami10.Taylor11.Kami12.Kami13.Taylor14.Thiago15.Kami16.Thiago17.Kami18.Taylor19.Thiago20.Kami21.Taylor22.Kami23.Kami

Segundaparte.Eldescenso24.Kami25.Thiago26.Kami27.Thiago

28.KamiEpílogo1.KamiEpílogo2.TaylorAgradecimientosSobreestelibroSobreMercedesRonCréditos