A CIENCIA CIERTA · 2020. 6. 18. · Recorrer estos pasillos, los que pertenecieron al instituto...

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  • Í N D I C E

    Memoria de la Educación Trinidad Nogales Basarrate PÁG.Consejera de Educación y Cultura

    Una casa de todos los extremeñosValentín Cortés Cabanillas PÁG. Presidente de la Diputación de Badajoz

    Sobre el catálogo del patrimonio de los gabinetes científicosLuis Castellón Serrano PÁG.

    Buenas prácticas (políticas, académicas, ciudadanas) Remedios Tierno Velasco PÁG.

    Curiosidad. Fragmento. Etiquetas. Luis Sáez Delgado PÁG.

    C a T á L o g o

    Las colecciones de Historia Natural PÁG.Microscopía y proyección de imágenes PÁG.Láminas y modelos didácticos PÁG.gabinete de agricultura PÁG.

    Índice de las piezas PÁG.

    A CIENCIA CIERTA EL GABINETE DE HISTORIA NATURAL DEL INSTITUTO DE BADAJOZ, 1845 - 1962

    GOBIERNO DE EXTREMADURA

    Consejera de Educación y CulturaTrinidad Nogales Basarrate

    Directora General de Patrimonio Cultural María del Pilar Merino Muñoz DiRECCióN DEL pRoyECTo DE RESTauRaCióN DE LaS piEzaS Centro de Conservación y Restauración de Bienes Muebles Dirección General de Patrimonio Cultural José Javier Cano Ramos

    DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE BADAJOZ

    PresidenteValentín Cortés Cabanillas

    Director del Área de Cultura y Deporte de la Diputación de BadajozFrancisco Muñoz Ramírez

    Comisaria de la exposiciónLourdes Román aragón

    COORDINACIÓNJacinto pedro Carrasco Claver (BB)*AUTORES DE LAS ENTRADASJacinto pedro Carrasco Claver (BB)María yolanda López de Jesús (z)**Esther Muriel Rodríguez (BB)Francisco Javier Rodríguez Martín (BB)ASESOR FOTOGRAFÍAJuan antonio Romero Naranjo AUTORES DE LAS FOTOGRAFÍASJacinto pedro Carrasco Claver (BB)María yolanda López de Jesús (z)Esther Muriel Rodríguez (BB)Francisco Javier Rodríguez Martín (BB)Tekne Conservación y Restauración S.L.Vicente Valero Cumplido (BB)

    AUTORES DE LOS TEXTOSLuis Castellón Serrano Luís Sáez Delgado (BB)Remedios Tierno Velasco (BB)

    DISEÑOLuis CostilloIMPRESIÓNTECNigRaF S.L. Badajoz.ISBNDEPÓSITO LEGAL

    * iES Bárbara de Braganza** iES zurbarán

  • Es muy posible que en los recuerdos de todos los ciudadanos, por muchas experiencias que hayan vivido, quede siempre un espacio íntimo, único y permanente, para la memoria escolar. Los días pasados en la escuela o en el instituto conforman la personalidad, los gustos, las inquietudes, tanto como el resto de la vida pública, incluso de la vida familiar. Todos recordamos a

    nuestro primer maestro o maestra, a los mejores profesores y profesoras del instituto, tanto como sen-timos al cerrar los ojos el perfume escolar del lápiz, de la goma, de las páginas de los cuadernos, como oímos aún el timbre de las voces, el silencio de los exámenes, el retumbar de los pasos en las escaleras o en el patio donde se pasaron tantas horas. 

    La exposición que queda para siempre en el reflejo de este catálogo tiene algo de esa magia perso-nal de los recuerdos; los alumnos y alumnas que llenaron las aulas del instituto provincial de Badajoz reconocerán en sus páginas una parte importante de esa memoria,  de la alquimia melancólica del recuerdo, asociada a un momento especial de sus vidas. Queramos o no, estamos ante un álbum de fragmentos de fotografías personales, imágenes de animales o aparatos que serán completadas en la intimidad de cada memoria, perfiles que tienen nombres, fechas, huellas únicas. La vida escolar, que en el instituto se consagra en el trance de la adolescencia, se compone de esas figuras invisibles detrás de las que sucede la historia. y la historia tanto del gabinete de Historia Natural como de la Cátedra de agricultura del instituto de Badajoz está formada por muchas figuras, algunas visibles y recordadas en calles y plazas de la ciudad de Badajoz y otros lugares de España, otras invisibles pero esenciales para el desarrollo de nuestra región desde 1845: todas estas figuras relacionadas con la educación y la ciencia están detrás de la historia de Extremadura. y es nuestra obligación recordar y honrar su trabajo, del que aún nos beneficiamos, porque la educación tiene un tiempo largo de resonancia, y la obra de hace ciento cincuenta años aún vibra en nosotros.

    MEMORIA

    DE LA EDUCACIÓN

    Trinidad Nogales BasarrateConsejera de Educación y Cultura

  • Recorrer estos pasillos, los que pertenecieron al instituto general y Técnico de Badajoz y hoy forman parte de la Diputación provincial de Badajoz, se parece mucho a una imagen clásica de nuestra cultura, la que habla de los claustros del alma; cada vez que los recorro, cada vez que uno de no-sotros pasea por su renovada geometría, lo hace al mismo tiempo por el

    espíritu de una Extremadura en miniatura que reúne lo mejor de nuestra historia contemporánea: el sentido crítico, el deseo de libertad, la concepción igualitaria de la enseñanza, la conciencia de que el esfuerzo y el mérito son motores de desarrollo en una sociedad que desea el progreso de sus ciudadanos, la certeza de la educación pública de calidad como solución a muchos problemas. Este espacio que guarda la memoria de tantos extremeños es, al tiempo, una enorme fuente de energía que consigue, como entonces, sacar lo mejor de cada uno de nosotros. Exactamente aquello que nos demanda nuestro tiempo.

    En este sentido, no podemos anunciar como una novedad la exposición que recrea aquel viejo gabinete de Historia Natural, de la que tantos disfrutarán en la visita o en este catálogo, porque en realidad esas piezas, que representan la más avanzada ciencia, técnica y conoci-miento de su época, no vienen a la Diputación, sino que regresan a su casa. Vuelven a su casa, a la casa en la que permanecieron por más de un siglo mientras generaciones de pacenses encontraban, entre sus muros, la acogida y la confianza que tanto necesitaban. Creo que tanto debe Extremadura al instituto como, con los años, debe el mismo instituto a la región, y sin-gularmente a la provincia, en la que nació, porque el tiempo ha mezclado tanto sus raíces que se ha convertido en una de nuestras instituciones más ejemplares y respetables, y en una de las más extremeñas y pacenses, como sólo puede ocurrir con las instituciones que tienen como vocación el servicio a los demás.

    UNA CASA DE TODOS

    LOS EXTREMEÑOS

    Valentín Cortés Cabanillaspresidente de la Diputación de Badajoz

    por eso, aunque pueda parecer a destiempo, sería conveniente acompañar este catálogo, o al me-nos estas líneas, de una lista de agradecimientos: sería conveniente que los extremeños agradeciése-mos el impulso de las instituciones del momento, las que promulgan la llamada Ley pidal, por haber sido capaces de poner la educación por delante de otros intereses, incluso de otras necesidades; sería conveniente que recordásemos la lista interminable de profesores que llegan a Badajoz, intelectuales y científicos de primera línea, y que aquí desarrollan su tarea con la máxima generosidad, en ocasiones enfrentados a los que tratan de silenciar sus opiniones, pero siempre de cara a sus conciudadanos, y que encuentran su correlato en los profesores que han preparado esta exposición desde hace años;  re-sulta imprescindible agradecer el esfuerzo y la generosidad de todos aquellos que dotaron al gabinete de los objetos, animales, maquetas, láminas y aparatos que convertían cada instituto en un ágora en miniatura, en la vanguardia del conocimiento de occidente, y en especial la generosidad de los particu-lares que donando piezas contribuían al progreso de su tierra; sería, por último, imprescindible agrade-cer a los alumnos que confiaron en la educación pública y se vieron recompensados con su formación.

    El gobierno de Extremadura, a través de la Consejería de Educación y Cultura, ha querido reivindi-car este valor de la enseñanza visible en el patrimonio científico-educativo del instituto provincial de Badajoz, restaurando las piezas, participando en el catálogo y patrocinando todo el programa a Ciencia Cierta: es una muestra de nuestro compromiso con la educación pública, con el patrimonio cultural de la región y, sobre todo, con los extremeños y extremeñas que en él encuentren un sentido a esas dos dimensiones esenciales de lo humano, la educación y la cultura.

  • Es una experiencia por la que algunos hemos pasado, y reconozco que hay que tener una mezcla de tesón, optimismo, conocimiento, algo de locura y buen humor. Me refiero al hecho de abrir un armario sin saber qué contiene pero con el encargo de catalogar todo lo que alberga.

    Lo mismo puede ser un cilindro de cartón, madera y metal que podría co-rresponder a un telescopio, a un caleidoscopio o incluso a un tubo sonoro, vaya usted a saber. o una placa metálica dorada con los bordes dentados, que podría accionar una docena de aparatos distintos, pero que al estar aislada es como encontrar un botón suelto en el costurero y relacionarlo con éxito y rapidez a la camisa correspondiente.

    El primer paso para una catalogación es la identificación; ésta a su vez deberá ser complementada con datos como distribuidor, fabricante, fecha de adquisición, etcétera.

    Si la reflexión anterior es aplicable a instrumentos científicos, otrora tan frecuentes en los institutos, como fue este caso, no se queda atrás la dificultad para los elementos naturales, las colecciones de animales, mi-nerales o rocas. por un lado, por su estado de conservación, por otro, por la frecuencia de exotismos de difícil identificación y, por otro, por la propia nomenclatura que sería deseable conservar, ya que en más de ciento cincuenta años ha variado sensiblemente, suponiendo un valor científico añadido que no debemos obviar.

    Los datos, por antiguos y penosamente mal conservados en la mayoría de las ocasiones, son difíciles de obtener, máxime cuando los catálogos son auténticas piezas de bibliografía.

    Qué decir del proveedor de láminas de Historia Natural, si no hay referencias en muchas de ellas, de los modelos de agricultura, salvo alguna indicación difusa en un catálogo coetáneo con la República.

    Los institutos históricos heredamos en muchos casos un acervo de material científico que hoy suscita envidias (sanas) y admiración directamente proporcional al conocimiento del que tiene acceso al mismo. Es una parcela del patrimonio Cultural español que debemos equiparar a las demás.

    SOBRE EL CATÁLOGO DEL PATRIMONIO DE LOS GABINETES CIENTÍFICOS

    Luis Castellón Serranopresidente de la aNDpiH *

    Me gusta pensar que de algún modo hemos prolongado esta función pública del instituto en el valor que la Diputación ha tenido y tiene para toda la provincia de Badajoz: del mismo modo que el antiguo instituto, y más tarde al geminarse en dos, el actual iES Bárbara de Braganza en esta casa y el iES zurbarán a pocos pasos, satisfacía las necesidades formativas de los ciudadanos de toda la provincia, ofreciendo lo mejor que tenía para que esos mismos ciudadanos pudiesen desarrollar todas sus potencialidades, Diputación pone a disposición de los actuales ciudadanos, y de los de entonces, cuanto está en su mano para que el enorme talento de esta región encuentre la senda del éxito colectivo. prolongamos la vocación de servicio público que nos distingue. por eso, y desde el primer momento, nos comprometimos con esta iniciativa: reproducir, en la medida de lo posible, el viejo gabinete de Historia Natural resultaba con el paso del tiempo una exigencia cada vez mayor, porque de otro modo estaríamos hurtando a los pacenses del siglo XXi la experiencia sensorial que sus padres y abuelos sí pudieron disfrutar, la que lleva por los claustros de este edificio hasta el co-razón del conocimiento, hasta la médula de un saber compartido que por unos instantes regresa en el espacio y en el tiempo; la que también quisimos conservar para la memoria en la edición de este catálogo. Estamos persuadidos de que renovar ese espíritu del instituto provincial de Badajoz, el que consiguió reunir la esencia de lo mejor, el que unió a extremeños con tantos profesores venidos de fuera, la que no entendía ni entiende de fronteras, de clases o de diferencias, era una necesidad a la que había que anticiparse. y ahí, como en tantas otras ocasiones, ha querido estar la Diputación de Badajoz, cercana a sus ciudadanos y a sus mejores empeños.

  • Buenas Prácticas(Políticas, académicas,ciudadanas)

    Remedios Tierno Velasco

    Seguramente, las leyes, planes o proyectos que quedan en la historia como justos y convenientes fueron pensados para mejorar la vida de los ciuda-danos y procurar su felicidad y, probablemente, no hicieron otra cosa que recoger las aspiraciones que ya habrían sido formuladas por esas personas capaces de leer el mundo, de interpretar la sociedad y de adelantarse a las

    necesidades de sus conciudadanos. una de esas regulaciones atentas a la realidad fue el plan de Estu-dios de 1845, lo que conocemos como plan pidal, que impulsó la creación de institutos en cada una de las capitales de provincia, si bien ya antes se habían fundado algunos como los de Cáceres, Córdoba o Ciudad Real, por citar aquellos que recibían alumnos de Badajoz. así, gracias a ese plan provisor y a la insistencia de la Real Sociedad Económica de amigos del país —quizás la institución cultural más impor-tante en ese momento— pudo ver la luz el instituto de Segunda Enseñanza de Badajoz. Hasta entonces en esta ciudad se ocupaban de la enseñanza secundaria el Seminario Conciliar de San atón, fundado en 1644 y la Escuela Normal y Seminario de Maestros creada en 1844.

    En agosto de 1844 la RSEap, a instancias de Mariano de Castro pérez, solicita una vez más la crea-ción de un instituto; la reina otorga el Decreto de apertura del instituto provincial de Segunda Ense-ñanza en Badajoz y, por fin, el 13 de noviembre de 1845 se firma el escrito de creación. atrás queda una historia de cátedras diversas, como la de agricultura, ocupada en 1836 por Julián de Luna, quien al terminar el curso se queja a la Sociedad Económica de no tener “un palmo de terreno, un solo árbol en que poder hacer visible y demostrar prácticamente la gran ventaja de proceder en el cultivo con arreglo a las máximas de las Ciencias agrarias”, o las existentes en el Seminario de San atón.

    Este lamento de Julián Luna tendrá su continuidad en los que cada curso en las memorias finales los secretarios y directores van desgranando y en los numerosos escritos que dan cuenta de la desespe-rada búsqueda de fondos para que no desaparezca el instituto, para que se cree el colegio-residencia

    Trátase, Señora, de la creación de un Instituto de segunda enseñanza en esta capital, que más que en ninguna otra provincia hace suma falta en esta de Extremadura

    por sus circunstancias particulares de atraso y aislamientos.

    Escrito de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz a Isabel II, 1844.)

    por eso precisamente, porque nada hay más progresista que el respeto al patrimonio, es por lo que en algunos de estos institutos han surgido profesores concienciados y responsables cuya finalidad no sólo es la preservación del mismo, sino su puesta a disposición de la sociedad. un paso imprescindible es la elaboración de un catálogo, y para eso precisamente, para esa andadura, se creó en 2007 formal-mente la asociación Nacional para la Defensa del patrimonio de los institutos Históricos, aNDpiH, a la que pertenecen y colaboran como socios varios profesores del Bárbara de Braganza y del zurbarán, que de forma paralela a la labor en sus institutos se benefician de las actuaciones e informes proporciona-dos por dicha asociación. Estas actuaciones de los socios, de la asociación en suma, alguna relevancia tendrán, como es el caso del presente Catálogo, cuando ya en 2011 nos fue concedida la “Corbata de la orden de alfonso X el Sabio”, máximo galardón de la orden para los colectivos.

    Enhorabuena por el presente Catálogo.

    *asociación Nacional para la Defensa del patrimonio de los institutos Históricos.

  • El retrato de algunos profesores fácilmente identificables lo recoge Felipe Trigo en Los invencibles, donde se cuenta la llegada de un alumno al instituto de Badajoz: vemos el edificio y llamativos as-pectos de la vida escolar. otro caso más próximo es el de armengol Sampérez y Ladrón de guevara, profesor de gimnástica de cuya historia surgió la obra teatral armengol de Miguel Murillo.

    La renovación de los directores tenía que ver con los cambios políticos, con permutas entre directo-res o traslados de un instituto a otro con el mismo cargo. así, José Muntada andrade pasó por Badajoz, Teruel y Córdoba; Manuel María Saá Maldonado, llegó de almería; Julián Bosque y amiento marchó a Huesca al permutar su plaza con Carlos Soler; gregorio garcía de Meneses provenía de Huelva; Rafael Lama y Leña pasó de Badajoz a Cabra; Francisco Franco Lozano, llegó de Cáceres; anselmo arenas López procedía del instituto de Las palmas que había sido clausurado; Manuel portillo Jochmann dirigió los institutos de Canarias, Soria y Badajoz.

    Respecto a la ubicación del instituto, un conflicto referido al profesorado titular y sustituto motivó el traslado del Seminario al Hospicio provincial, que no reunía las condiciones necesarias y, de ahí al parador de la inglesa -antiguo convento de la Trinidad-. Será en 1851 cuando ocupe una parte del Con-vento de Santa Catalina, cedida por la Económica. Entre 1863 y 1869 se realizaron las obras del colegio de internos y las ampliaciones del mismo instituto.

    El edificio acogió además del instituto, la Escuela Normal, el Museo de pintura y desde 1871 la Biblioteca de la RSEap, entonces única de carácter público en Extremadura. El edificio sufrirá diversas reformas y a principios de siglo se erige un nuevo edificio sobre el solar del Convento de Santa Catali-na. Mientras duraron las obras el instituto ocupó la Escuela de artes y oficios en la calle San pedro de alcántara. El nuevo edificio de la calle obispo se entrega en 1912 y ahí continuará hasta 1962. En este momento el instituto provincial se divide en dos: el femenino Bárbara de Braganza que seguirá hasta 1985 en el mismo edificio y el masculino zurbarán que se traslada a su actual ubicación.

    que recibiría a los alumnos foráneos, para dotar adecuadamente los gabinetes o para ubicar el centro en un lugar apropiado.

    El instituto provincial nace como instituto de segunda clase por no estar claro con qué fondos se sostendrá; de momento se cuenta con el producto de matrículas, pruebas de curso, colación de grados, venta de Memorias, fundaciones y obras pías y con una consignación del presupuesto provincial. para ponerlo en marcha se nombra una Junta inspectora presidida por el director del instituto, representan-tes de la Diputación provincial y del ayuntamiento y dos vecinos de conocidas “ilustración y arraigo”; la Junta nombrará profesores sustitutos de las asignaturas en las que haya alumnos matriculados. Se decide que las clases empiecen el 1 de diciembre y terminen el 19 de julio; el director será elegido entre los profesores y cuando se resuelva el concurso el cargo lo ocupará un catedrático; también se nombrará un secretario. La Junta revisará las cuentas cada semestre antes de enviarlas al gobierno; se especifica que del presupuesto provincial se adquirirán máquinas e instrumentos y “habitación del edificio”.

    Entre 1845 y 1847 ocupará parte del edificio del Seminario de San atón y su primer director será Juan antonio utrera, catedrático, rector y administrador en el Seminario, beneficiado y canónigo de la catedral. Bajo su dirección las relaciones del Claustro con el Cabildo fueron tan estrechas que las me-morias del instituto se leían antes en la catedral que en el propio instituto. Curiosamente, este primer director se matriculó como alumno del 5º curso el primer año que funcionó el instituto para obtener el título de Bachiller. No creemos que sean muchos los casos de director y alumno en la misma persona.

    algunos de los profesores son recordados en el callejero de la ciudad, de otros se conocen sus publi-caciones y algunos de ellos han pasado a ser personajes literarios o referentes curiosos de la intrahis-toria de Badajoz.

    En el siglo XiX destacan Carlos Botello del Castillo, autor de dos compendios de aritmética premia-dos en la Exposición universal de Barcelona; Manuel María Saá Maldonado, poeta y traductor de la Epístola a los pisones de Horacio; Carlos Soler arqués autor en la década de los 80 de numerosas pu-blicaciones y traducciones entre ellas Os Lusiadas; Tomás Romero de Castilla que sostuvo una polémica en la prensa nacional con José Mª ortí y Lara sobre krausismo-catolicismo; anselmo arenas López, re-publicano, publica polémicos libros de Historia que le costaron la incoación de un expediente; Máximo Fuertes acevedo escribe sobre el darwinismo, algo innovador y conflictivo en la época; Julio Nombela Campos biógrafo de Larra.

    En el siglo XX encontramos como profesores a antiguos alumnos, convertidos en intelectuales de prestigio, como ángel Valbuena prat, Jesús Rincón Jiménez o José López prudencio.

  • Curiosidad. Fragmento. Etiquetas. Una lectura contemporánea de los gabinetes de Historia Natural

    Luis Sáez Delgado

    iluminada por la llama de gas y la electricidad, acaso algo ennegrecida por el carbón que mueve la locomotora y el barco de vapor, la peripecia de los gabinetes de Historia Natural aparece como una máquina de movimiento continuo: en ese vértigo sosegado tan de su siglo entendemos los gabinetes

    como un proceso de superación permanente, del último Renacimiento al Clasicismo, de la ilustración al cientifismo del ochocientos, es decir, de la arbitraria galería de Curiosidades a los ordenados gabi-netes de Historia Natural y, por último, hasta el Museo Didáctico, resultado de una consagración del XiX que termina, como ese mismo siglo, en 1914. Leída del derecho, esta secuencia sigue un trazo ascendente, de progreso: la de los gabinetes es una historia lineal.

    pero también podemos leer la historia de esos gabinetes del revés; entonces, aquello que vemos no es una estela que atraviesa su futuro, sino el reflejo en el pasado de algunas de nuestras incertidum-bres, las que reunió Walter Benjamín en las notas dedicadas al coleccionista en el Libro de los Pasajes, esos mismos pasajes en los que encontraban abrigo taxidermistas y artesanos de las maquetas que por esos días fabricaban el catálogo de lo sabido como una mercancía para la provincia. pocas cosas, si hablamos de los gabinetes, confortan tanto como suponer a Benjamin ante el escaparate de las casas más prestigiosas, como auzoux o Verreaux, aceptando que también los exóticos animales naturalizados formaban parte de su cuento de hadas dialéctico.

    para leer del revés esta historia es preciso que otorguemos la condición de objeto arqueológico no tanto a los gabinetes como a nuestra mirada. Si en su devenir se encuentran los estratos de una com-prensión del mundo siempre imperfecta, siempre al borde de quedar satisfecha, en nuestra percep-ción hay algo de esa misma incapacidad para anticiparse: leer a contrapelo los gabinetes, no como un progreso constante —al socaire de Thomas Kuhn, como un progreso epiléptico— sino como el regreso permanente a dos o tres preguntas; el caos del universo que el gabinete quiere conjurar retorna en la

  • el Atlas Mnemosyne de Wartburg, tan lejos y tan cerca de la idea de gabinete, sea la última de las en-soñaciones de un mundo ordenado, a la mano de quien quiere aprender como un ensayo previo a la digitalización, como pudo ser el Museo imaginario de andré Malraux y como fueron un gabinete de Historia Natural ambulante las Misiones pedagógicas.

    En la sucesión fragmentaria del universo doméstico del gabinete encontramos otra referencia a la contemporaneidad: las maquetas, las monstruosas recreaciones en cartón piedra o cera de realidades diminutas, los animales contextualizados en el muñón de un árbol amputado o pegados a superficies dramáticamente pintadas —el gabinete fue un teatro del discernimiento— remiten a una experiencia de la reproducibilidad de la obra de arte ajena a su intención, a sus consecuencias, al momento en que Walter Benjamin confirmase que de ese modo se perdía el aura. El animal único y repetido, la extinción anticipada de cada especie, no son sino virtualizaciones de la realidad: en sus fragmentos, el gabinete nos reconcilia con nuestra imposibilidad de conocer el mundo, y se muestra, a nuestros ojos, como las ruinas de una net perdida.

    De todas las imágenes del gabinete, prefiero aquellas en las que del objeto cuelga una etiqueta: la pieza de papel pegada en la que el artesano deja su firma, la direc-

    ción de la empresa, el nombre del animal, el remoto lugar de su último vivir o, mejor, la etiqueta que con caligrafía esmerada apenas escribe el nombre científico, el espacio que le ha reservado la taxono-mía, la ciencia más pura del XiX, para que aguarde, reconocible, en el almacén de la memoria el Juicio Final. Creería con mucha más fuerza en la verdad de las criaturas que dibujó el Codex Seraphinianus si apareciesen con ese rectángulo que las clasifica. La etiqueta es, al tiempo, la promesa de un mundo ordenado y la certeza de un mundo que no alcanza un orden definido, y tiene algo de billete para viajar en el tiempo: acompañará a la pieza hasta que encuentre su sentido en el futuro, cuando nosotros seamos, ya, pasado.

    Las etiquetas, desaliento y confianza bajo la especie de un rótulo breve, son una de las herramien-tas del conocimiento que volvemos a utilizar, como si se hubiese removido el estante de la ciencia y tuviésemos que recolocarlo todo: no podemos ordenar el mundo, apenas etiquetarlo; los tags compo-nen el dibujo de un saber inseguro, y la nube de tags, cambiante, se vuelve una metáfora del presente: un horizonte nublado.

    Es el momento de regresar para siempre a Benjamin, al viejo Benjamin que pasea por parís como quien contempla un gabinete de Historia Natural en tránsito: para el coleccionista el mundo está presente, y ciertamente ordenado, en cada uno de sus objetos. pero está ordenado según un criterio sorprendente.

    ETIQUETAS

    lógica borrosa de la contemporaneidad. por eso este almacén del coleccionista nos atrae más allá del consuelo steam punk, de la estética vintage, de la historia contrafactual del diesel punk. El fantasma que recorre la Europa de los gabinetes entiende nuestras dudas. El presente líquido de Bauman baña la memoria del gabinete de Historia Natural y penetra en su interior y, hoy, para estas páginas, hace brillar tres constantes: la curiosidad, el fragmento y las etiquetas.

    La curiosidad edénica del gabinete de curiosidades: enseñanza y diversión en esta-do puro, una hybris acientífica que cada cierto tiempo aparece en el debate de la

    educación y que el XiX resolverá con paciencia. Benjamin comienza sus notas sobre el coleccionista con una cita de Baudelaire; “todas esas antiguallas tienen un valor moral”. El coleccionista, movido por su curiosidad, ahogado en la codicia de los otros, en la codicia del relato de lo que más allá del gabinete no posee, enriquece el ejercicio del espíritu que es la curiosidad, imprime ese valor moral, lo cotiza, y cada colección será una historia portátil del conocimiento. por eso su finitud, sus carencias, se nos muestran como la fórmula de su capacidad de comprensión: en los bordes de lo que no entiende, la curiosidad es una afición liminar, que el coleccionista, incluso devenido en grave profesor, en ázimo catedrático, en investigador o erudito, impulsa, mueve, motor inmóvil de su colección. El gabinete de Historia Natural, viejo testimonio de otro tiempo que retorna, trasluce la imagen invertida del parque de atracciones en la deriva del XX: es un parque de atracciones estático, pasivo, que necesita la intervención del sujeto. El mismo Libro de los Pasajes, cuando trata sobre la esencia del coleccionismo, recuerda cómo toda forma de aprendizaje es al tiempo una alegoría del mundo y una forma de engaño o, mejor, una forma de errar. poseer los objetos, intentar ordenarlos, entender sus accidentes, poco más que una alegoría de la educación y sus errores.

    La exploración, errática y errada, en el mínimo espacio del gabinete, como nuestro vagabundeo en la red, en la intimidad de la búsqueda de lo bizarro, de lo extremo, en el salto de link a link, consagra el valor moral de esa industria arborescente que llamamos curiosidad. En el gabinete contienden dos formas de saber finisecular: la unidad de la teosofía, que cierra la puerta por fuera, y el caos cierto de su interior.

    Sin embargo, la unidad sistemática fue un fetiche del conocimiento para los gabi-netes de Historia Natural: si el laboratorio y los engranajes de la física que miden o

    prueban son capaces de probar la realidad, el gabinete trata de ordenarla, pese a que no sea más que una colección de fragmentos; el azar del viaje, el capricho, a veces la estafa, conforman sus fondos, fondos que no pueden responder a una pregunta sencilla: ¿cuándo está completo un gabinete? Es posible que

    CURIOSIDAD

    FRAGMENTO

  • Las colecciones de Historia Natural Microscopía y proyección de imágenes Láminas y modelos didácticos Gabinete de Agricultura

    Catálogo

  • El interés por el conocimiento de la Naturaleza estuvo presente, desde los primeros momentos, en los planes de estudio de los institutos. En la normativa de 1866 se indicaba que estos centros debían contar con “...una colección de minerales y rocas. otra de zoología, en la que existan las principales especies, y cuando no, lámi-nas que las representen. un jardín botánico y herbario dispuesto metódicamente”.

    No sería fácil llevar la naturaleza al aula en una épo-ca en la que, por ejemplo, las ilustraciones eran escasas en los libros de texto. Esta carencia solía solventarse trasladándola parcialmente al aula mediante coleccio-nes de minerales, muestras de objetos naturales y de animales naturalizados. En el inventario que aparece en la memoria del curso 1860-1861 se cita, entre otras, una colección de 100 minerales regalados por el gobierno; para el gabinete de zoología, se detalla un catálogo con 105 animales disecados (principalmente pájaros), una colección de lepidópteros y otra de mariposas; para los estudios de Botánica “se cuenta con un jardín de 28 m de longitud por 9 m de latitud, hay una prensa para disecar plantas pero no hay herbario”. Será el profesor Valeriano ordóñez de adrián, responsable de impartir la docencia en esta Cátedra hasta su muerte en 1883, el que organice los primeros fondos.

    Su continuador, el profesor Mariano aguas Monreal, se encargará hasta 1917 de la clasificación y reposición de las diferentes colecciones. Entre 1884 y 1887, siendo director Máximo Fuertes acevedo, se ultiman numerosas adquisi-ciones de animales naturalizados. a finales del s. XiX las adquisiciones de nuevo material se vuelven muy escasas y habrá que esperar hasta el curso 1911-1912 para consig-nar una partida de 23 especies, en su mayoría roedores.

    Todas estas colecciones eran adquiridas en casas co-merciales o procedían de donaciones de particulares o de instituciones como el Museo de Ciencias Naturales, el Jardín Botánico de Madrid o la Estación Biológica de Santander. Seguir la “pista” a los ejemplares con los que contó el gabinete de Historia Natural a lo largo de su historia tratando, por ejemplo, de fijar la fecha de adqui-sición de los animales naturalizados o su procedencia, resulta especialmente complejo, sobre todo por la falta de detalle con que se citan en las memorias que se han podido consultar. aún más difícil es asignar a cada mi-neral y roca, de una colección de más de 1000 unidades, una identidad histórica determinada cuando en la ma-yoría de los casos no están ligados a ninguna etiqueta de referencia.

    En el inventario de 1962, realizado justo antes de que se divida el antiguo instituto provincial; algunos ejemplares se señalan como “sobresalientes”, así una serpiente boa disecada o un canguro. Lamentablemen-te hoy no tenemos constancia de estas dos piezas, aun-que sí son recordadas por antiguas alumnas del Bárbara de Braganza. También se cita un maxilar de ballena, en depósito en el Museo arqueológico Municipal desde octubre de 1966.

    a pesar de todas las vicisitudes, y aún cuando el estado de conservación general tanto de los animales disecados como de los conservados en líquido no es el deseado, se cuenta con una interesante colección de zoo-logía. Destacan los 135 ejemplares de aves, muchas de ellas exóticas, y sorprende que se hayan conservado 49 peces disecados, dada su fragilidad; además, quedan 25 mamíferos y 15 reptiles.

    LaS CoLECCioNES DE HiSToRia NaTuRaL

  • Morena, Muraena helena (Linnaeus, 1758) Cherna dorada, Cephalopholis aurantia (Valenciennes, 1828). Una pequeña muestra de la colección de peces disecados del Gabinete de Historia Natural que se compone de 49 ejemplares. Dada su fragilidad, tienen especial valor por su excelente estado de conservación. La mayor parte de esta colección posee una edad superior a los 125 años y procede de la afamada casa de taxidermia Édouard Verreaux (París). Se muestra una especie propia de nuestras aguas, la morena, que se encuentra tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico y una especie exótica como es la cherna dorada propia del Índico y del Pacífico. BBpez022 y BBpez005, IES Bárbara de Braganza.

  • Tortuga, Caretta caretta (Linnaeus, 1758). Tortuga boba, ejemplar adulto de 90 x 60 x 23 cm. Llegan a vivir más de 65 años. Ampliamente distribuida, actualmente se encuentra catalogada como especie en peligro de extinción por que-dar muchos ejemplares atrapados en las redes y por la pérdida de sus playas de desove.Hay varias citas en inventarios y memorias de compras de tortugas como en los cursos 1860-1861 y 1883-1884. En el acta de claustro de 9 de mayo de 1911 se notifica la donación por parte del Sr. Rubén Landa de, entre otro material científico, una tortuga perteneciente a Carolina Coronado. BBres001, IES Bárbara de Braganza.

    Hocico de pez sierra, Pristis pectinata (Latham, 1794). Donado por D. Pedro Fernández Mayor en el curso 1895-1896. Sus medidas son: 120 cm largo x 17 cm ancho. Este hocico es utilizado por el animal como detector de posibles presas, para remover el fondo lodoso y como defensa. Está provisto de poros sensibles al movimiento y a la electricidad. Los peces sierra se localizan en áreas tropicales y subtropicales alrededor de África, Australia y el Caribe, tanto en aguas dulces como saladas. BBpez049, IES Bárbara de Braganza.

  • Cocodrilo, esqueleto y ejemplar joven naturalizado.El esqueleto es de una cría y procede de la casa francesa Verreaux según consta en el sello de la cara inferior de la base. El ejemplar joven disecado tiene una longitud de 120 cm, la talla media de un adulto alcanza los 5 m. Tanto una pieza como otra corresponden a la especie denominada cocodrilo del Nilo, Crocodylus niloticus (Laurenti, 1768). En la memoria del curso 1883-1884 se detalla la compra de un ejemplar de cocodrilo. BBres003 y BBres004, IES Bárbara de Braganza.

  • Varano acuático, Varanus salvator (Laurenti, 1768). Este reptil carnívoro semiacuático, típico de pantanos, humedales y arrozales, está ampliamente distribuido por el sureste asiático. Bue-nos nadadores, pueden permanecer bajo el agua hasta 30 minutos. Este ejemplar, de cerca de 150 cm de longitud, procede de la Co-chinchina (actual Vietnam) según se puede leer en la etiqueta de la “maison” Verreaux. Finales del s. XIX, aunque podría ser anterior. BBres017, IES Bárbara de Braganza.

    Globo de cristal con esqueleto de ofidio.Esqueleto de ofidio montado en espiral sobre un eje vertical, prote-gido por una campana de cristal transparente de 22 cm de diámetro x 24 cm de alto. Todo el conjunto reposa sobre una base circular en madera negra con pequeñas patas de apoyo. Podría tratarse de un montaje de la Maison Tramond (París) aunque falta el sello que lo identifique. En la memoria del curso 1883-1884 se cita la compra de un esqueleto de culebra. BBres022, IES Bárbara de Braganza.

  • Cigüeña negra, Ciconia nigra (Linnaeus, 1758). Parecida a la popular cigüeña blanca pero de talla algo menor. Nuestro ejemplar de 85 cm de altura presenta rasgos de individuo inmaduro. Ave mi-gratoria que pasa los inviernos en África tropical y llega en primavera a nuestras latitudes. Puede volar entre 100 y 250 km diarios. Sin etiqueta de taxidermista, por su tipo de montaje podría deberse a Conrado Chaves, preparador taxider-mista del Museo Nacional de Ciencias Naturales que fue discípulo de Luís Benedito. Este dato si-túa esta preparación entre 1930-1940. BBave030, IES Bárbara de Braganza.

    Cálao filipino grande, Buceros hydrocorax (Linnaeus, 1766). Ejemplar de unos 70 cm de cabeza a cola procedente de Filipi-nas donde es endémico. Fue donado “por el distinguido alumno de este Instituto Sr. Fernández Chiralt” según consta en la memoria del curso 1912-1913. Esta ave caracterizada por su pico con “casco” y cola blanca habita en la selva. Anida en agujeros de árboles que sellan con barro entre los dos miembros de la pareja, quedándose la hembra encerrada dentro hasta que los pollos han nacido y crecido lo bastante como para sobrevivir. Aunque aún frecuente, empieza a considerarse “especie casi amenazada”. BBave022, IES Bárbara de Braganza.

  • Marabú africano, Leptoptilos crumeniferus (Lesson, 1831).Esta ave de aspecto poco agraciado pertenece también a la familia de las ci-güeñas. Habita en zonas pantanosas y sabanas del África subsahariana. Es un ave carroñera y cazadora de pequeños vertebrados que puede alcanzar los 120 cm de altura y los 8 kg de peso. En la memoria del curso 1884-1885 se cita la compra de un ejemplar de esta especie. BBave063, IES Bárbara de Braganza.

  • Martín cazador ganchudo y campanero tricarunculado.Dos pájaros exóticos. El primero, Melidora macrorrhina (Lesson, 1827) es una especie endémica de Nueva Guinea; el segundo, un ejemplar macho de Procnias tricarunculatus (Verreaux, J & Verreaux, E 1853) característico de América Central.Se trata de dos de las 80 aves disecadas (“colección de ochenta pájaros pre-ciosos”) adquiridas en el curso 1884-1885. BBave070 y BBave102, IES Bárbara de Braganza.

  • Flamenco común, Phoenicopterus roseus (Pallas, 1811).Ave esbelta con cuello curvo y patas muy largas. Las plumas del adulto van del co-lor rosa al rojo. Su coloración es debida a los pigmentos obtenidos de su alimento (pequeños crustáceos y algas). El ejem-plar, de 104 cm de altura, casi alcanza la talla media típica de un adulto. En el cur-so 1884-1885 (memoria) se compra un ejemplar de esta especie. Por las carac-terísticas de su montaje creemos que se trata de otro de los ejemplares atribuibles a la casa francesa Verreaux. BBave089, IES Bárbara de Braganza.

    Carraca india, Coracias benghalensis indicus (Linnaeus, 1766). Ave que habita en herbazales y tierras de cultivo de todo el sur de Asia. Ejemplar de 27 cm de largo montado sobre una peana blanca torneada, típica del taller de taxidermia E. Verreaux. Etiqueta rectangular característica que lleva escrita la sinonimia “Coracias indica”. Resaltan los tonos azul brillante del píleo, plumas de las alas y cola. BBave037, IES Bárbara de Braganza.

  • Ornitorrinco, Ornithorhynchus anatinus (Shaw, 1799).Ejemplar naturalizado que llega a Badajoz en el curso 1884-1885 según consta en la correspondiente me-moria. Los primeros ejemplares disecados que llega-ron a Europa hicieron pensar a los científicos que se trataba de una burla o una falsificación, ya que este animal de las antípodas presenta una mezcla de ca-racterísticas propias de grupos zoológicos muy dife-rentes. Montaje típico E. Verreaux, autentificado por etiqueta. BBres013, IES Bárbara de Braganza.

    Perdiz roja, Alectoris rufa (Linnaeus, 1758).Uno de los ejemplares más antiguos de los que consta referencia escrita. En la memoria del curso 1859-1860 se puede leer: “agregándose a los ejemplares existentes del reino animal 49 piezas perfectamente diseca-das por el conocido preparador Sr. Duthu”. La escritura a pluma de ese nombre en la base identifica al au-tor de esta pieza. Se trata de animales naturalizados por Juan Ramón Dut, “1r disecador” del Museo de Ciencias Naturales desde 1857. Se conservan otras cuatro aves de esa misma colección (gaviota, zara-pito real, vuelvepiedras y herrerillo). BBave008, IES Bárbara de Braganza.

  • Esqueleto de simio. Este esqueleto de mono serviría para ilustrar las lecciones de anatomía comparada que tuvieron una importancia radical en la segunda mitad del s. XIX. El montaje de los esqueletos (en este caso con una altura de 60 centímetros) se hacía siempre desta-cando las partes del animal más características de la especie. Fue adquirido en el curso 1880-1881 se-gún se puede leer en la memoria correspondiente. BBres020, IES Bárbara de Braganza.

    Tití común, Callithrix jacchus (Linnaeus, 1758).Primate arborícola americano (bosques del oriente brasileño) de hábitos diurnos. Este ejemplar mide 22 cm de longitud y su cola 29 cm. Se caracteriza por poseer dos grandes mechones de pelo blanco a ambos lados de la cabeza y por su cola anillada. Se alimentan de néctar, frutas e insectos. Sin datos del taxidermista pero con una etiqueta manuscrita: Ha-pale jacchus, Tití. En el curso 1881-1882 se compra un tití (memoria). Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Megaquiróptero, Pteropus.Género de murciélagos de gran talla (ejemplar de 73 cm de envergadura) conocidos vulgarmente como “zorros voladores”. La mayoría son de hábitos diurnos y se valen del sentido de la vista para orientarse, el sentido de la ecolocalización no suele estar bien desarrollado. Sus hábitos alimenticios son eminentemente frugívoros. Habitan las regiones tropicales y subtropicales de África, Asia y Australasia. A pesar de sus apariciones en “películas de miedo” son inofensivos para el hombre. Sin n.º de re-gistro, IES Zurbarán.

    Duiquero común, Sylvicapra grimmia (Linnaeus, 1758). Es uno de los antílopes más ampliamente distribuidos por el con-tinente africano. A estos antílopes se les denomina “duikers” que en afrikaans significa “buceador” o “zambullidor”, por su cos-tumbre de desaparecer en la espesura cuando son molestados.Se trata de un ejemplar de 90 centímetros de longitud y 65 cm de alto, posiblemente adquirido por el Instituto en el último ter-cio del siglo XIX, cuando se incrementa notablemente la colec-ción de animales naturalizados del Gabinete de Historia Natural. BBres016, IES Bárbara de Braganza.

  • Animales conservados en líquido. La utilización de líquidos conservantes supuso un incremento es-pectacular de las colecciones de invertebrados de cuerpo blando, peces, anfibios y reptiles. Primero se utilizó alcohol diluido y más tarde formol (sintetizado por primera vez en 1869).La colección, muy heterogénea, puede cifrarse en más de 100 fras-

    cos. La mayor parte son donaciones de instituciones o particulares, o muestras recolectadas por profesores y alumnos. Por ejemplo, en el acta del claustro de 15 de mayo de 1906 aparece la reseña:“el Museo de Ciencias Naturales a través de la Estación Biológica de Santander cede una colec-ción de animales inferiores con la única condición de abonar los frascos, el alcohol y los portes”. Sin n.º de registro, IES Bárbara de Braganza, IES Zurbarán.

  • Feto humano en formol. Fetos siameses en formol.Desde antes del siglo XIX existe una tradición en los museos de historia natural que consiste en conservar ejemplares teratológicos (deformes) tanto de animales domésticos como de restos humanos, para su compara-ción con los casos normales. Esto incluye animales dise-cados, esqueletos y ejemplares en líquidos conservantes.Como muestra de esta corriente nos encontramos con estos fetos humanos, dos de ellos siameses unidos por el hombro. Ambos están conservados en formol, en frasco de vidrio y sellados con parafina. BBfra001 y BB-fra002, IES Bárbara de Braganza.

    Expositor con diversos anfibios urodelos en medio líquido.Caja mural cuadrada, en madera, de 24 cm de lado. En el centro hay una ampolla de vidrio transparente de base plana y techo cóncavo que hace las veces de lupa para magnificar la preparación biológica (salamandras y tritones). Los ejemplares se conservan en medio líquido para poder observar su morfología externa. En el curso 1912-1913 se compra un lote de siete expositores entre los que se cita esta pieza. BBfra078, IES Bárbara de Braganza.

  • Colección de minerales y rocas.El grueso de la colección, que asciende a más de 1200 ejemplares, fue adquirido por compra a diversas casas nacionales y extranjeras, pero la colección también crece gracias a regalos y donaciones del gobierno, autoridades, particulares o de los propios profesores. Entre ellos se encuentran “rarezas” minerales valiosas por su belleza, su forma de presentación o alguna peculiaridad histórica. Fluorita, piromorfita, lava del Vesubio con moneda incluida y oro na-tivo. Sin n.º de registro, IES Bárbara de Braganza, IES Zurbarán.

  • El meteorito de Olivenza, del 19 de junio de 1924, con un peso más de 50 kg dejó una huella de medio metro de diámetro y aproximadamente otro tanto de profundidad. Fragmento de unos 7 cm y 406,2 gr. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Dos fragmentos de meteoritos, Guareña (1892) y Olivenza (1924).El meteorito de Guareña cayó el 20 de julio de 1892 fragmentado en varios trozos. La fracción más gran-de, de unos 32 kg, dejó un cráter de un metro de diámetro y una profundidad de unos 75 centímetros. Esta muestra, de unos 5,5 cm y 348,3 gr, es regalo de la Comisión de Monumentos al Instituto (memoria 1892-1893).

  • Colección de fósiles.Es curioso comprobar cómo en el inventario de 1860-1861 no aparece citado ningún fósil a pesar de que la paleontología ocupó gran parte de la producción científica duran-te ese siglo. Será el inventario de 1880-1881 el que informe que la colección paleontoló-gica cuenta con 150 fósiles, 91 de ellos procedentes de las investigaciones arqueológicas de Talavera la Real, donados por “un hijo de esta capital, el Sr D. Nicolás Díaz y Pérez”. En la actualidad, la “colección histórica” apenas sobrepasa los 40 ejemplares. Amonites. Sin n.º de registro, IES Bárbara de Braganza, IES Zurbarán.

  • La proyección de imágenes se incorpora a la práctica docente a mediados del siglo XiX. La utilización de esta técnica, en un principio reservada a los estudios univer-sitarios, va calando, poco a poco, en la enseñanza secun-daria.

    La preocupación por explicar el mecanismo que per-mite “capturar imágenes” surge desde temprano en el instituto de Badajoz. En el inventario de 1860-1861 se cita la adquisición por 80 reales de una cámara oscura para el gabinete de Física y, al tiempo, de un microscopio simple, posiblemente la primera puerta abierta al “mun-do microbiano”.

    En el curso 1880-1881 se realiza un gran desembol-so, y se adquieren junto con algunos juguetes ópticos (como un caleidoscopio y un estereoscopio) una nueva cámara oscura y una linterna mágica. Estos aparatos, además de ser utilizados para la investigación y la do-cencia, añadirían un componente lúdico, incluso mágico, al estudio de las ciencias.

    El afán por descubrir lo minúsculo queda reflejado en la compra (1881-1883) de dos nuevos microscopios, de mayor calidad, y una lente botánica.

    una vez incorporadas diferentes mejoras ópticas y lumínicas, simplificado su manejo y abaratado su precio, las linternas de proyección fueron muy populares a prin-cipios del siglo XX. Su uso por parte de los profesores del instituto general y Técnico de Badajoz no fue una excep-ción. La técnica fotográfica, cada día más sencilla, facilita-ba el acceso de los profesores aficionados a este medio. En el curso 1902-1903 se adquiere una máquina foto-gráfica y, a partir de ese momento, el gasto en placas de vidrio, papel sensible, revelador y fijador son constantes.

    Las proyecciones de vistas fijas en el aula empezaban

    a ser de gran utilidad, permitían ilustrar el discurso del profesor y, además, eran entretenidas. En la memoria del curso 1906-1907 se adquiere, con cargo al crédito ex-traordinario para material científico, un equipo comple-to de proyección, que incluye una potente linterna, un artefacto de proyección horizontal, otro de opacos y un aparato de proyecciones microscópicas. Como comple-mento a este último, en el curso 1908-1909, se compra un microscopio para microfotografía.

    El uso generalizado de las placas de linterna (transpa-rencias fotográficas sobre soporte de vidrio) se prolongará durante el primer tercio del s. XX. Hacia 1935, la aparición del formato de diapositiva de 35 mm en acetato, de menor fragilidad y más barato, acabará haciéndolas desaparecer a mediados de ese siglo.

    La llegada del cinematógrafo, la proyección de imáge-nes en movimiento, cuya primera exhibición pública fue realizada por los hermanos Lumière en 1895, se hace algo más de rogar. El uso de estos aparatos, mucho más cos-tosos, y que necesitaban cierta pericia en su manejo, no se consolida hasta la década de 1920. Entre los aparatos inventariados encontramos modelos que utilizan pelícu-la de 35 mm (la medida estándar más empleada) y pro-yectores de formato más económico, como el de 16 mm introducido por Kodak en 1923. Las aulas empezaban a enriquecerse con los medios audiovisuales.

    MiCRoSCopÍa y pRoyECCióN DE iMágENES

  • Microscopio E. Leitz modelo Stativ A (Wetzlar).Microscopio monocular de gran precisión. Enfoque ma-cro y micrométrico. Platina redonda que puede girar late-ralmente. Iluminación por espejo plano-cóncavo y con-densador de buena calidad. Tubo laqueado en negro con nº de serie 107607. Revólver para tres objetivos. Equipo óptico con oculares n.º 0 , I, III, IV, V y objetivos acromá-ticos n.º 2, 4, 6, y 1/12 (inmersión). Se conserva la caja de madera para almacenamiento y transporte. En la memoria del curso 1908-1909 se cita la adquisición de un microsco-pio de tubo ancho para microfotografía E. Leitz, montura A, y de un estuche para preparaciones microscópicas. Dis-tribuido por el representante, J. Ganzer (Barcelona). Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Triquinoscopio E. Leitz (Wetzlar). Microscopio especial para identificar al parásito triquina. Monocular cuya iluminación se lleva a cabo por medio de un espejo plano. Soporte en trípode de hierro lacado en negro y pletina cua-drada dotada de diafragma con 5 po-siciones. Tubo de latón que conserva el ocular original 10x no así el objetivo (monta uno de la casa Busch). Se trata del modelo Stativ VI de fina-les del s. XIX que tuvo mucha acep-tación en el primer cuarto del s. XX. Según su n.º de serie (209585) habría sido fabricado en 1923. BBopt001, IES Bárbara de Braganza.

  • Linterna de proyección Clément & Gilmer (París) modelo Universelle. Antecesora del proyector de diapositivas. Este modelo utilizaba como fuente lu-minosa un quemador regulable de petróleo de tres mechas y permitía la salida de humos gracias a una chimenea que falta. Proyectaba imágenes de transparencias en vidrio (placas de linterna). Conseguía aumentar la imagen hasta un tamaño de dos metros y medio. Probablemente se trate de un modelo de 1890-1900. BBopt005, IES Bárbara de Braganza.

  • Placas de linterna. Las “diapositivas” de finales del s. XIX y princi-pios del s. XX estaban constituidas por dos vi-drios que resguardaban el positivo de una emul-sión fotográfica. El número total de placas de la colección asciende a 566 ejemplares, todas mo-nocromáticas (blanco y negro), en dos formatos distintos: rectangular (10.1 x 8.2 cm) y cuadrado (8.2 cm). La mayoría procede de acreditadas ca-sas editoriales francesas, aunque también las hay alemanas y estadounidenses.A partir de 1935 comienza su declive con la apa-rición de las diapositivas en acetato de 35 mm, más baratas y resistentes. En la década de los 50 se dejaron de utilizar. IES Bárbara de Braganza, IES Zurbarán.

  • Aparato para proyecciones microscópicas. Utilizado con el cañón de proyección permitía la visión magnificada y a distancia de preparaciones microscópicas. El enfoque se realizaba por desplazamiento del tubo de latón con lentes y la intensidad lumínica se regulaba gracias a un diafragma provisto de dos orificios. Probablemente es uno de los accesorios (Max Kohl) que se citan como adquisiciones en la memoria del curso 1907-1908. BBopt014, IES Bárbara de Braganza.

    Cañón de proyección Max Kohl A. G. (Chemnitz).Con este robusto aparato de proyección de más de 15 kg se conseguían intensidades lumínicas muy potentes gra-cias a su lámpara inclinada Schuckert (arco voltaico de carbones). Con diferentes artilugios permitía proyectar opacos, transparencias, muestras microscópicas y se fa-cilitaban las explicaciones de algunos fenómenos físicos relacionados con la naturaleza de la luz.

    En la memoria del curso 1907-1908 se detalla la compra de diverso material científico. En esa lista figuran una “linter-na de proyección” y otros instrumentos y accesorios rela-cionados. Este modelo de cañón se repite constantemente en los catálogos de la casa alemana Max Kohl entre 1900-1910. BBopt026, IES Bárbara de Braganza.

  • Espejo cilíndrico con láminas de figuras anamórficas catóptricas.Base de madera cilíndrica a la que se adapta una lámina metálica que refleja las figuras a color de un cartón colocado en su base. Estas figu-ras anamórficas (figuras distorsionadas) deben estar convenientemente situadas bajo la base para formar una imagen normal sobre la lámina metálica pulida. En la memoria del curso 1880-1881 se cita la compra de un espejo cilíndrico con seis figuras. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Proyector portátil de opacos.Aparato en chapa de hierro (38 cm ancho x 33 cm alto x 28 cm fondo) cuya utilidad era proyectar objetos opacos planos: ilustraciones o dibujos en libros, fotografías y tarjetas postales; quizás también funcionase con pequeños objetos tridimensionales. La luz producida por una bombilla es reflejada en un espejo cón-cavo que ilumina el objeto intensamente, dirigida a través de la lente origina la imagen sobre una pared o pantalla. Está provisto de dos chimeneas de refrigeración. Distribuido por Jodra (Madrid). Podría tratarse de un modelo del segundo cuarto del s. XX. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Praxinoscopio Émile Reynaud. Juguete óptico patentado por Émile Reynaud en 1877. Este aparato consistía básicamente en un tambor cilíndrico giratorio, con una banda de imá-genes a color colocadas en su interior. Un prisma poligonal de espejos en su eje central reflejaba las

    imágenes de la tira creando una ilusión de movi-miento, una animación sin interrupciones. Segu-ramente adquirido en la última década del s. XIX. BBopt013, IES Bárbara de Braganza.La colección del IES Bárbara de Braganza guar-da seis tiras originales Émile Reynaud. Otras tiras ilustradas corresponden a trabajos realizados por alumnos entre los años 1950-1960, algunas de ellas tienen un indudable valor técnico y artístico.

    Caleidoscopio E. Leybold’s Nachfolger (Colonia).Juguete óptico constituido por un cilindro opaco de 18 cm que encierra tres espejos inclinados y que guarda cuentas de colores entre dos láminas de vidrio. Al mirar por el extremo opuesto e ir volteando el tubo gracias a su rosca en forma de rueda de timón se crean imágenes simétricas multiplicadas.En la memoria del curso 1880-1881 se cita la compra de uno de estos aparatos. A principios del s. XX, en los ca-tálogos de esta casa alemana, sigue apareciendo este mo-delo de caleidoscopio. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Dos estereoscopios de mano. Dos tipos de visores especiales que producían en el espectador un impactante efecto tridimensional. El estereoscopio tipo Brewster (izquierda) consiste en una caja de madera en forma de pirámide truncada y está especialmente diseñado para vistas en vidrio. El estereoscopio tipo Holmes (derecha) es reconocible por su máscara ajus-table a la cara. Asido con una mano, se emplea la otra para desplazar el par estereos-cópico y enfocar las imágenes. Se utilizaba con vistas opacas montadas sobre cartón.En la memoria del curso 1880-1881 se cita la compra de un estereoscopio con 6 vistas opacas y 6 transparentes, podría tratarse del visor Brewster. BBopt007 y BBopt008, IES Bárbara de Braganza.

  • Proyector cinematográfico Pathé KOK (París).Proyector de cine mudo fabricado por “Pathé frères” para el mercado de cine en casa. Es uno de los pocos modelos producidos en el formato de película de 28 mm. Aparece a la venta en 1912 y en el catálogo se publicitaba como “Appareil fonctionnant à la main et produisant lui-même sa lumière électrique” y se vendía al precio de 325 francos. El arrastre de la película se hace por manivela, este movimiento es aprovechado por una dinamo que genera suficiente corriente para encender una bombilla de 6 voltios. Este modelo también puede funcionar con corriente eléctrica. Aunque utilizaba película ininflamable no tuvo excesivo éxito en Europa y fue susti-tuido en 1922 por el modelo Pathé Baby. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Anteojo terrestre. Se trata de un telescopio de refracción. Consta de una lente objetivo y una lente ocular montadas en un tubo de latón de 106 cm de longitud y 7 cm de diámetro. El ocular enfoca mediante un sistema de tornillo cremallera. Utili-zable tanto para la observación astronómica como terrestre. Va provisto de un trípode de madera. Estimada su adquisición a finales del siglo XIX. En la memoria de 1881-1882 se citan la compra de un anteojo de larga vista y otro de campaña. BBopt017, IES Bárbara de Braganza.

  • Proyector cinematográfico de 16 mm Zeiss Ikon A. G. (Dresde).Modelo Schmalfilmprojektor con n.º serie W26957, de 37 x 30 x 17 cm. Proyector de 16 mm, de curioso diseño, en el que las bobinas se colocan en el mis-mo eje que la linterna, por debajo de ésta. Es una versión motorizada (125-220 voltios) pero puede desconectarse y manejarse manualmente. Se pueden observar dos placas metálicas, una con la marca y n.º de serie y otra con datos técnicos (lámpara de 100 watios). Modelo fabricado entre 1929 y 1932. BBopt009, IES Bárbara de Braganza.

    Proyector cinematográfico de 35 mm Kinobox C Zeiss Ikon A. G. (Dresde).Proyector de cine mudo portátil con apariencia de maleta. La caja externa de madera con cubierta de cuero guarda en su interior los instrumentos y mecanismos necesarios para la proyección. Para su correcto funcionamiento la lámpara debía colocar-se en el exterior de la estructura; un conjunto de espejos permitía dirigir la luz reflejada en dirección a la película. Por su número de serie (W55491) de-bió ser adquirido entre 1925 y 1935. BBopt012, IES Bárbara de Braganza.

  • Aparato portátil de rayos X de Mónico Sánchez (Piedrabuena).Máquina de rayos X en miniatura construida por el Laboratorio Eléctri-co Sánchez de Piedrabuena (Ciudad Real). Ocupa el espacio de una ma-letín de viaje relativamente pequeño (46 x 22 cm) y no llega a la decena de kilos de peso. Sus aplicaciones médi-cas eran muy interesantes: toma de ra-diografías, tratamiento de neuralgias, artritis, bronquitis y otras dolencias. Este aparato tuvo diversas patentes entre 1908 y 1910. Distribuido por la casa Cultura (Madrid). Sin n.º de re-gistro, IES Zurbarán.

    Las imágenes producidas podrían ob-servarse sin necesidad de cámara os-cura gracias a un visor con pantalla fluorescente.En el acta de sesión de claustro cele-brada el 5 de marzo de 1907 se cita la compra de una estación radiográ-fica completa a la casa alemana Max Kohl. Entre los elementos aludidos aparece un “fluoroscopio”, podría tratarse de este visor. Distribuido por la casa Cultura (Madrid). Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Las primeras láminas murales diseñadas específica-mente para la enseñanza aparecen alrededor de 1820, en ellas se instruía sobre las denominadas “lecciones de cosas”. Estas láminas, pensadas para ilustrar las explica-ciones del profesor, se utilizaban como herramienta au-xiliar y fueron diseñadas siguiendo unas pautas estrictas para cumplir un cometido principalmente expositivo. a lo largo de la segunda mitad del s. XiX serán las casas comerciales francesas y alemanas, las que apoyándose en atractivos catálogos y respaldadas por técnicas de impresión cada vez más precisas, consigan controlar el mercado.

    aunque este tipo de materiales alcanzó su máximo esplendor entre 1870 y 1920, en el instituto provincial de Badajoz fueron desde un principio una herramienta pedagógica habitual. En el inventario del curso 1860-1861 ya se citan dos colecciones de láminas muy cono-cidas “la Escuela cuenta con una colección de láminas de Historia Natural de andriveau goujon y la colección completa de aquiles Conte”. Desgraciadamente no se conservan ninguno de estos ejemplares.

    Es interesante señalar que la utilización didáctica de los cuadros murales, a veces muy criticada desde posi-ciones pedagógicas innovadoras, ha sobrevivido durante más de un siglo y medio como recurso didáctico para la enseñanza de las ciencias.

    Con el mismo propósito didáctico, las maquetas o modelos de Ciencias Naturales tuvieron un gran desa-rrollo y fueron construidos en materiales muy diversos: cera, distintos tipos de pasta de papel, escayola, madera o materiales plásticos. Los acabados de algunas de estas piezas son sorprendentes; pintadas con colores natura-les, a veces con detalles de miniaturista, muchas de ellas

    verdaderas “obras de arte”, tan sólidamente construidas que han soportado un siglo pasando de mano en mano del alumnado. La importancia de este tipo de materiales era tal que a finales del s. XiX el Museo pedagógico Na-cional incluso recomendaba la compra en determinadas casas comerciales como Deyrolle (parís) o Luis Soler pujol (Barcelona). La lectura de las memorias-resumen de cada curso da idea de la abundancia de maquetas y modelos en el instituto de Badajoz, especialmente en el periodo que va de principios del s. XX a la guerra Civil.

    Entre ellas son de especial interés los modelos clásti-cos, constituidos por piezas desmontables para facilitar su estudio, y que se adquieren para la cátedra de Fisio-logía e Higiene (asignatura incluida en los planes de es-tudio desde 1868 hasta 1936). También cabe destacar la preocupación por los estudios de anatomía comparada o por los detalles de organografía botánica que se ve re-flejada en la compra de un gran número de estas figuras desmontables.

    Una de las fuentes más importantes para reconocer los materiales utilizados son los catálogos que fabrican-tes y distribuidores de material didáctico publicaban pe-riódicamente. Su estudio también nos permite hacernos una idea de cuál era la orientación didáctica, los métodos de enseñanza de cada asignatura, en un momento dado.

    LáMiNaSy MoDELoS DiDáCTiCoS

  • Modelos anatómicos desmontables del ojo y oído humano del Dr. Auzoux.Estas dos piezas, de producción seriada, semi-ar-tesanal, fueron elaboradas en papel maché y alam-bre en los talleres de los sucesores de Louis Tho-mas Jérôme Auzoux. Este anatomista y naturalista francés (1797-1880) constituyó en 1827 la entidad comercial “Maison Auzoux”, responsable de la elaboración de modelos clásticos (desmontables) de anatomías humanas y animales, que se popula-rizaron por Europa, especialmente en los centros docentes de enseñanza media y universitaria.Ojo de 35 x 32 x 14 cm. En la memoria del curso 1888-1889 se cita la compra de un ojo artificial “para explicar los efectos de las lentes sobre el cristalino”. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Oído completo de gran tamaño, oreja de 38 x 23 cm. Pieza autentificada por leyenda, datada en 1908; adquirida, según memoria, durante el curso 1907-1908. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Modelos anatómicos desmontables de la laringe-árbol bronquial y del riñón humano del Dr. Auzoux.Este modelo de laringe, como la mayoría de la colección Au-zoux, permite la disección anatómica del conjunto al desensam-blar los corchetes y ganchillos metálicos de sus engarces. Para facilitar su utilización didáctica los detalles anatómicos están numerados y las zonas de anclaje marcadas con pegatinas en papel encolado. Modelo autentificado por la leyenda caligrafia-

    da a pluma “Anatomie clastique du Dr Auzoux, 1908”. En la memoria del curso 1907-1908 queda referida la compra de un modelo clástico de laringe. BBdid014, IES Bárbara de Braganza.El riñón humano, muy aumentado (60 x 30 cm) se puede abrir sagitalmente para mostrar los cuerpos piramidales y los cálices renales en el interior. Firmado con fabricante y datación en 1909. Adquirido, según memoria, durante el curso 1908-1909. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Cráneo humano adulto desmontado.Preparación craneal humana “monté à la Beauchêne” (anatomista fran-cés del siglo XIX) que facilita el estudio de su compleja estructura anatómica. El conjunto se presenta desmontado con sus 22 huesos individuales separados por las zonas de sutura. La estructura se mantiene gracias a distintas barras y anclajes metálicos atornillados a los huesos. En el acta de claustro de 26 de septiembre de 1922 se detalla la compra de un cráneo desmontable con cargo a un donativo del Sr. Francisco Pagés y Belloc. En la placa de la peana se puede ver el sello metálico del distribuidor, Jodra (Madrid). Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Muñeco humano desmontable.Figura anatómica humana desollada, construida en yeso y cartón piedra policromado, de unos 80 cm de altura donde se puede estudiar el sistema muscular humano al detalle. Los paquetes musculares son desmontables y permiten la visión profunda del interior del cuerpo humano. En la base circular de madera se aprecia el sello del distribuidor Jodra. Probablemente adquirido en el segundo cuarto del s. XX. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Caja expositora que muestra la articulación de la rodilla.Trabajo de anatomía humana realizado por la alumna Enriqueta Pérez Delgado de sexto curso y fechado en 1944-1945. A partir de una base de hueso cortado longitudinalmente (tibia, fémur y rótula) se ha reconstruido la masa muscular y el tejido adiposo moldeando la escayola. Una vez pintado, se han señalado las es-tructuras más importantes. BBdid034, IES Bárbara de Braganza.

    Mural de anatomía humana con mecanismo de acierto. 1. Huesos y músculos 2. Aparato digestivo.Mural de grandes dimensiones (92 x 122 cm) utilizado para ilus-trar las clases sobre anatomía básica del cuerpo humano. Su pecu-liaridad radica en que está provisto de un mecanismo de acierto con avisador luminoso y acústico. Citado en el catálogo de 1945 de Materiales Didácticos de la Editorial D.C.P. (Dalmáu Carles, Pla) Gerona. BBdid026, IES Bárbara de Braganza.

  • Modelos murales de disecciones anatómicas Deyrolle (París).Murales en escayola, montados en soporte de madera rectangular, de di-secciones anatómicas de animales que permitían la observación de sus órga-nos internos.Se trata de la representación de un co-nejo, con cabeza desmontable (corte sagital) unida por ganchos. Las vísce-ras se han representado extendidas por el soporte para su mejor observación.Fabricado por la casa francesa Les fils d´Émile Deyrolle (París) y distribuido por establecimientos Jodra (Madrid). Forma parte de una colección de 11 modelos, posiblemente adquiridos al-rededor de 1930. BBdid00, IES Bárba-ra de Braganza.

    Modelo anatómico del corazón de un cocodrilo.Otro de los modelos en papel maché y alambre de la co-lección “Anatomie Clastique du Dr. Auzoux”. De gran ta-maño (25 x 18 cm) y en una sola pieza, no es desmontable. Este corazón, a pesar de tener cuatro cámaras como en los mamíferos, permite la mezcla de sangre oxigenada y desoxigenada a través de un foramen. En la memoria del curso 1906-1907 se puede constatar la compra de un modelo de corazón de cocodrilo Auzoux entre otras 5 piezas adquiridas en esta casa francesa. BB-did031, IES Bárbara de Braganza.

  • Modelo desmontable de flor de colza R. Brendel.Modelo de flor de colza (Brasica napus var. oleifera) de 48 cm de altura, construido en pasta de papel, alambre y escayola. Pegada a la peana de madera se encuentra la etiqueta circular identificativa (modelo nº 18) de la casa berlinesa R. Brendel. Desde finales del siglo XIX y hasta principios del XX, Robert Brendel primero, y Reinhold Brendel más tarde (padre e hijo), producían modelos a gran escala de flores y frutos de los principales grupos botánicos. Su catálogo llegó a contar con más de 150 ejemplares diferentes. Sin nº de registro. IES Zurbarán.

  • Modelos anatómicos Deyrolle (París) del corte transversal de raíz, tallo y hoja. Tres modelos de gran tamaño (de aprox. 50 cm de alto) fabri-cados en yeso policromado. Dos de ellos están apoyados en un soporte de madera rectangular con eje giratorio que permite la observación de las estructuras tisulares más importantes. Fabri-cados por Les fils d´Émile Deyrolle (Paris) y distribuidos en Es-paña por establecimientos Jodra (Madrid). Adquiridos alrededor de 1930. BBdid012, IES Bárbara de Braganza.

  • Colección de láminas murales de Zoología. Zoologische Wandtafeln del Dr. Paul Pfurtscheller (Stuttgart).Litografías en papel barnizado de un tamaño considerable (140 x 125 cm) que nos muestran a todo color, con gran rigor científico e indudable valor artístico, detalles anatómicos tanto externos como internos de los principales grupos animales. Todos los murales de Pfurtscheller exhiben calidades visuales similares: una imagen gran-de del animal entero rodeado de detalles de la anatomía.

    De las 39 láminas que constituían la colección completa sólo se con-servan 11 láminas: caracol terrestre (lám. 3), tiburón (lám. 4), erizo de mar (lám. 5), estrella de mar (lám. 11), esponja de mar (lám.12), abeja I (lám. 13), cangrejo de río (lám. 15), protozoos ciliados (lám. 17), araña (lám. 25), rana II (lám. 27) y lombriz (lám. 33). En acta de claustro de 27 de octubre 1928 se acuerda adquirir tres láminas murales de Pfurtscheller para zoología. Eran distribuidas por la casa Sogeresa (Madrid, Barcelona). Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Lámina mural de la araña de jardín. Zoologische Wandbilder, Tafel 26 del Dr. H. Täuber. Litografía en papel sobre tela con refuerzos metálicos de dimensiones 90 x 60 cm. En la parte inferior izquierda aparece el nombre del autor y en la par-te inferior derecha su editor Gustav A. Rietzschel (Leipzig). Posiblemente distribuido por la casa Cultura Eimler-Basanta-Haase (Madrid) durante el primer cuarto del s. XX. Existe otra lámina de dimensiones y características semejantes sobre la lombriz de tierra que se supone del mismo autor. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Mapa en relieve de África de la casa Oros (Madrid).Mapa físico donde se señalan los principales “accidentes geográficos” ta-les como montañas, sierras, mesetas, desiertos, ríos... de ese continente. Construido en yeso, de un tamaño de 107 x 90 cm, policromado y a esca-la 1:10.000.000. Se cuenta con otro ejemplar que muestra la orografía de América del Sur. Hay muy pocas referencias bibliográficas, probablemente adquiridos alrededor de 1930. Sin n.º de registro, IES Bárbara de Braganza.

  • Aparato para simular la formación de pliegues y fallas.Urna de madera de 45 x 20 x 12 cm con caras frontales de vidrio. En su interior un sistema formado por cuatro láminas de fieltro soporta tres piezas trapezoidales de madera con franjas horizontales coloreadas. Mediante la presión lateral de dos tornillos exteriores de madera, el conjunto pasa de una situación de “estratos horizontales” a una serie de pliegues en su base (fieltro) y una zona de fallas en la parte superior. Sin referencias que puedan datar esta pieza. BBdid030, IES Bárbara de Braganza.

  • Las enseñanzas agrícolas no fueron obligatorias en los “nuevos institutos” hasta el curso 1876-1877, aunque ya estaban contempladas en los planes de estudio de las Escuelas primarias desde 1849. En el caso del instituto provincial de Badajoz fue el profesor Marino Dávila y Fi-gueroa quien se hizo cargo por vez primera, inicialmente como auxiliar, de la asignatura de agricultura elemental durante ese primer curso, con 41 alumnos inscritos. Este profesor, catedrático desde el curso 1880-1881, seguirá ocupándose de estos estudios, casi de forma ininterrum-pida, hasta su muerte en septiembre de 1902.

    En un principio, los materiales con los que se cuenta para impartir esta materia serían prácticamente inexis-tentes, salvo aquellos que quizás se “recuperasen” de la primitiva Cátedra de agricultura, creada en la ciudad en 1820 por la Real Sociedad Económica de amigos del país. Sin embargo, en febrero de 1884, el entonces di-rector, Máximo Fuertes acevedo anunciaba que se había convertido “un depósito de trastos viejos en una cátedra, dotándola de estantería, modelos de aparatos agrícolas, productos de cereales, plantas aromáticas, plantas texti-les etc. y decorándola con objetos alusivos a esta ense-ñanza”. Hacía poco más de seis años que esta materia se había establecido en los institutos.

    pero al igual que ocurrió con los aparatos destinados a otras enseñanzas, en especial los de Física, Química y las colecciones de Historia Natural, durante los últimos años del s. XiX y primeros del s. XX la crisis social y econó-mica que sufrió España impidió que siguiera aumentan-do el material de enseñanza para la Cátedra de agricul-tura. Desde 1890 y hasta 1903 no se encuentran en las memorias anuales referencias a adquisiciones de nuevo material.

    a partir de ese año y hasta la desaparición de la Cá-tedra de agricultura (tercer decenio del s. XX), el goteo de adquisiciones es continuo, también el de donaciones. La importancia que la agricultura tenía en el Centro en estos años se pone de manifiesto en la cantidad de ma-quetas con que se llegó a contar: utensilios de labranza, modelos a escala de maquinaria agrícola e instrumentos de transformación de productos agrícolas. a esto hay que añadir la adquisición de colecciones de láminas, de se-millas y tierras, así como las notas sobre animales útiles y perjudiciales para la agricultura y ganadería encontrados en documentos y memorias.

    La mayor parte de los objetos que se muestran en este apartado de la exposición, pertenecen a esta última etapa de la Cátedra de agricultura.

    gaBiNETE DE agRiCuLTuRa

  • Reproducciones a escala de maquinaria agrícola.En el año 1876 las enseñanzas agrícolas se hacen obligatorias en los Institutos de segunda enseñanza. Uno de los deberes de las cátedras de agricultura era ocuparse de difundir los adelantos técnicos y explicar el funcionamiento de la maquinaria destinada a la preparación y labrado de la tierra, siembra y recolección de las cosechas. Entre los años 1881-

    1883 se adquiere una gran cantidad de miniaturas de herramientas y maquinaria agrícola tanto en madera como en metal. En el curso 1883-1884 se contempla un gasto de 1085 pesetas en modelos agrícolas. En la imagen: arado y rodillo dentado crosskill (en hierro y madera), cultivador con rastra de púas (metal laqueado en azul). Sin n.º de re-gistro, IES Zurbarán.

  • Máquina vertical de vapor Georges Carette (Nuremberg).Modelo a escala de máquina de vapor que servía para mostrar el mecanismo de conversión del calor en energía mecánica. En el hogar se quemaba alcohol y ese calor hacía hervir el agua de la caldera. La presión del vapor generado movía el pistón del cilindro y este movimiento se transmitía a un volante.Está construida en cobre, con peana de hierro, tiene una al-tura total de 50 centímetros. Podría ser del fabricante alemán Georges Carette. Se puede ver la reproducción de una pieza prácticamente idéntica en el catálogo de esta casa de 1911. En la memoria de 1909-1910 se cita la compra de un máquina de vapor vertical de 49 cm que debe ser esta. Sin n.º de registro, IES Bárbara de Braganza.

    Colección de miniaturas agrícolas niqueladas.Se conservan un total de 17 piezas. En la memoria del curso 1909-1910 se cita la compra de distintos modelos niquelados de arados: Brabant, vertedera giratoria, escarificador etc. En la imagen: arado volteador y sembradora. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Alambique Richard-Danger (París)Consta de varios elementos en metal y alcanza los 30 cm de altura. El cilindro calado, donde falta el mechero, sostiene una caldera cerrada de cobre que comunica por un tubo con un serpentín refrigerado que está apoyado sobre un segundo cuerpo cilíndri-co. Este último guarda el reservorio, una probeta graduada donde se acumula el destilado. Su princi-pal uso era la destilación del vino para determinar su grado alcohólico.En el exterior del tanque de refrigeración lleva gra-bado en relieve el sello del fabricante que autentifica la pieza. Podría tratarse del alambique que se adquie-re según acuerdo de claustro de 31 de octubre de 1905. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Estufa de laboratorio en cobre Hijos de J. Giralt Laporta. Estufa cúbica de pequeño tamaño, con tres orificios para la salida de vapores o la instalación de termómetros para controlar la temperatura. Una resistencia eléctrica conse-guía que el interior mantuviera la temperatura constante. Se utilizaba para desecar muestras de diferentes tipos, para cultivo de microorganismos o para esterilización de mate-rial. Al interior se accede por una portezuela con bisagras. Posee 7 bandejas cuadradas de base perforada. La fecha de adquisición se sitúa entre los años 1920 y 1940. Fabricante: Hijos de J. Giralt Laporta, Barcelona-Madrid. BBvar001, IES Bárbara de Braganza.

  • Bomba de incendio.Aparato dispuesto sobre un cajón de madera de (40 x 30 x 14 cm) cuyo interior está revestido con una lámina metálica. Sobre este soporte se dispo-nen tres cilindros de vidrio. Los cilindros laterales, más pequeños, funcionan alternativamente como bombas impelentes al manipular la palanca metálica apoyada sobre el cilindro central. En este cuerpo, de mayor diámetro, es donde vierten las bombas laterales. El agua se absorbe desde la caja situada en la base y puede salir a chorro gracias a una manguera conectada al cilin-dro central.En la memoria del curso 1880-1881 se apunta la adquisición de un modelo de bomba de incendio. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Prensa hidráulica Secrétan (París).Máquina de base 38 x 24 cm y altura de 35 cm con dos cuerpos de bomba de distinta sección, construidos en vidrio y provistos de depósitos y arma-duras metálicas. En el interior de cada uno de ellos se encuentra un pistón. Mediante una palanca se acciona el pistón de la bomba de menor sección, se produce así la inyección de agua en el cuerpo mayor que produce el ascenso del otro pistón. Una plataforma asociada a este empuje comprime el cuerpo que interese. Está provista de dos sistemas de seguridad, uno de ellos situa-do en el tubo de comunicación entre los dos cuerpos, el segundo, permite vaciar los depósitos gracias a una llave. Este tipo de prensa se utiliza para extraer aceite o comprimir fardos de algodón. Posiblemente se trate de un modelo de la segunda mitad del siglo XIX. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Máquina neumática Grasselli y Zambra (Madrid).Sirve para hacer el vacío. Los émbolos suben y bajan mediante una rueda dentada que engrana en sus cremalleras y es movida por una manivela de dos brazos. Este movimiento extrae el aire de la campana. Fabricada por Grasselli y Zam-bra (ópticos de S. M., Madrid). Dimensiones: altura 58 cm, lon-gitud 50 cm, diámetro de la cam-pana 28 cm. En el inventario del Gabinete de Física que se puede ver en la memoria de 1860-1861 aparece citada una. En el catálo-go de la casa de 1860 se vendía una máquina de estas caracterís-ticas al precio de 2300 reales de vellón (campana de cristal por 40 reales). En la memoria de 1886-1887 se cita otra máquina neu-mática. Sin n.º de registro, IES Bárbara de Braganza

    Modelo en miniatura de prensa para aceituna.Miniatura en hierro forjado de base cuadrada y 14 cm de lado. El mecanismo de prensado se encuentra entre cuatro columnas de 21 cm de altura y es un plato que sube y baja gracias a un hu-sillo vertical (tornillo sin fin) ac-cionado manualmente por palan-ca. En este modelo a escala, los capazos con la aceituna molida están representados por discos de madera de 8 cm de diámetro y 2 cm de grosor.Este tipo de prensa se generali-zó a partir de 1880, sustituyendo sistemáticamente los antiguos métodos de prensado (prensa de viga y quintal, llamadas “ára-bes”). En la memoria del curso 1883-1884 se cita la compra para el Gabinete de Agricultura de una prensa para aceituna de pa-lanca múltiple. Sin nº de registro. IES Zurbarán.

  • Reproducción de una colmena de abejas.Con forma de pequeño armario de madera y dimensiones de 49 x 37 x 16 cm. Las guardas anterior y posterior se pueden retirar para observar su interior. Faltan los marcos o cuadros. Acompañan a este modelo dos cajas de cartón, una contiene cera de abeja sin blanquear y otra cera blanca. En el curso de 1883-1884 se adquiere una colmena de alzas. El colegio de 2ª enseñanza de Fregenal de la Sierra cede dos modelos de colmenas, una francesa y otra inglesa, en el curso 1909-1910. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Gallo paduano, Gallus gallus domesticus (Linnaeus, 1758).Procedente de las llanuras del Po (Ita-lia), es una raza con un gran copete muy poblado, con barba y patillas bien desa-rrolladas, de porte fiero y altivo. Curio-samente es una raza que estuvo a punto de desaparecer en los años sesenta del siglo XX. Uno de los pocos ejemplares de animales domésticos disecados con los que se cuenta. Probablemente ad-quirido a finales del s. XIX. BBave050, IES Bárbara de Braganza.

  • Preparaciones microscópicas sobre la filoxera del Dr. A. Blankenhorn (Karlsruhe).La filoxera (Dactylosphaera vitifoliae) es un insecto hemíptero, pará-sito de la vid que estuvo a punto de acabar con la producción de vino en Europa. De origen norteamericano, llegó al viejo conti-nente a través de Francia en 1863. El primer foco detectado en España se declara en Málaga en 1877. La enfermedad se extien-de rápidamente por todo el país. Esta caja de cartón contiene 23 preparaciones microscópicas procedentes del Instituto enológico de Karlsruhe que fue dirigi-do por el Dr. Blankenhorn entre 1868-1875, y donde se llevaron a cabo importantes experimentos sobre la biología de la filoxera, incluyendo algunos pruebas de lucha biológica. Sin n.º de regis-tro, IES Zurbarán.

    Lámina mural sobre viticultura y vinificación.Lámina italiana de 97 x 63 cm, perteneciente a la serie “Inseg-namento Oggetivo/Alimenti”, donde se muestran ilustracio-nes sobre el cultivo de la vid, la vendimia y la obtención de vino. Destaca el apartado correspon-diente a los utensilios de cultivo y a las enfermedades de la parra. Diseñada por C. da Corti basán-dose en litografías de F. Sartori. Distribuida por J. Esteva Marata (Barcelona), probablemente du-rante el primer cuarto del s. XX. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

  • Lámina mural sobre setas comestibles y venenosas.Lámina italiana de 97 x 63 cm, perteneciente a la serie “Insegna-mento Oggetivo”. Se muestran, en un formato a doble columna, dibujos de las especies más conocidas de setas comestibles y vene-nosas. Litografía sobre soporte de cartón de V. Malinverno. Distri-buida por J. Esteva Marata (Barcelona), probablemente durante el primer cuarto del s. XX. Sin n.º de registro, IES Zurbarán.

    Mural sobre el riego de los naranjos.Mural en relieve construido en escayola, policromado y barnizado, donde se muestra la técnica del riego en un cultivo de naranjos. En la memoria del curso 1914–1915 se detalla la compra de 7 facsími-les, en relieve, de distintos sistemas de riego. BBdid018, IES Bárbara de Braganza.

  • Caja expositora con distintos insecticidas. Caja rectangular (51 x 36 x 4 cm) cerrada por una tapa de cristal que con-serva 20 muestras de insecticidas de uso común a finales del s. XIX. Cada uno de ellos se guarda en frasco de vidrio con tapón de corcho. Presen-tan etiqueta con su nombre, uso y dosis. Incluye muestras tan peculiares como: petróleo, nicotina, flor de azufre, sulfato de cobre, pelitre, jabón negro, pimienta cayena, etc. BBcol014, IES Bárbara de Braganza.

    Frascos y tarros de la Cátedra de Agricultura.La colección consta de unos unos 140 ejemplares. Hay una gran di-versidad de tipos, tamaños y etiquetas; destacan aquellos que guardan diferentes muestras de “tierras”, semillas, productos agrícolas o gana-deros y abonos.De izquierda a derecha se muestran: frasco de la Exposición regional extremeña de 1892 (Badajoz) con flor de azufre para aplicar como plagicida al tronco de los frutales, frasco con “tierra ocrosa” y frasco fechado en 1900 que contiene “canutos de langosta”. Sin n.º de registro, IES Bárbara de Braganza, IES Zurbarán.

  • alambique Richard-Danger 105animales conservados en líquido 44, 45 anteojo terrestre 70 aparato para proyecciones microscópicas 63 aparato para simular la formación de pliegues y fallas 96aparato portátil de rayos X de Mónico Sánchez 74Bomba de incendio 107Caja expositora con la articulación de la rodilla 84Caja expositora con distintos insecticidas 117 Cálao filipino grande 30Caleidoscopio E. Leybold’s Nachfolger 66Campanero tricarunculado 35Cañón de proyección Max Kohl a. g. 62Carraca india 36Cherna dorada 23Cigüeña negra 31Cocodrilo, ejemplar naturalizado 27Cocodrilo, esqueleto 26Colección de fósiles 52, 53Colección de minerales y rocas 48, 49Colección de miniaturas agrícolas niqueladas 102 Cráneo humano desmontado 83Duiquero común 43Espejo cilíndrico 65Esqueleto de simio 40

    Estereoscopio Brewster 68Estereoscopio Holmes 69Estufa de laboratorio en cobre Hijos de J. giralt Laporta 104Expositor con diversos anfibios urodelos en medio líquido 46Feto humano en formol 47 Fetos siameses en formol 47Flamenco común 37Frascos y tarros de la Cátedra de agricultura 116gallo paduano 110 globo de cristal con esqueleto de ofidio 29Hocico de pez sierra 24Lámina mural de la araña de jardín del Dr. Täuber 94Lámina mural sobre setas comestibles y venenosas 105Lámina mural sobre viticultura y vinificación 112Láminas de figuras anamórficas catóptricas 65 Láminas murales de zoología del Dr. pfurtscheller 92, 93Linterna de proyección Clément & gilmer 58Mapa en relieve de áfrica oros 95Máquina neumática grasselli y zambra 108Máquina vertical de vapor georges Carette 103Marabú africano 32Martín cazador ganchudo 34Megaquiróptero 42Meteoritos 50, 51Microscopio E. Leitz modelo Stativ a 52Miniatura de prensa para aceituna 109Modelo anatómico de la laringe del Dr. auzoux 80 Modelo ana