9 Amigos y Esperanzas

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Nº 8 AMIGOS Y ESPERANZAS (FI1 12-I) Querido Carlos. Concluye Aristóteles en los primeros capítulos de la Etica a Nicómaco que la felicidad es «una actividad del alma según la virtud perfecta». Tal virtud es la mejor, la más cumplida en su propia plenitud, aquella actividad más alta de la que el hombre es capaz. Cuál sea esa actividad, y por qué se dice de ella la felicidad, es algo que él mismo te explica con una lucidez que el paso de los siglos no ha podido empañar. Hay modos de ser feliz más altos que la simple huida del dolor, el crédito a la moral individualista o el triunfo a corto plazo. En esta nueva carta, que espero sea más breve, quisiera hablarte de dos maneras de ser feliz: dos actividades del alma más raras de lo deseable. Ponen en marcha cualidades humanas radicales: la apertura a los otros y la mirada al futuro. Son dos actividades con las cuales la libertad se funde y dignifica hasta transmutarse en dicha y estímulo para crecer. Dice C. S. Lewis, en un excelente libro titulado Los cuatro amores, que la amistad hoy es considerada «algo bastante marginal, no un plato fuerte en el banquete de la vida... Pocos la valoran, porque pocos la experimentan». Podrá extrañarte quizá que en un libro como éste te hable de la amistad. Quiero ser consecuente con lo prometido: apelar al hombre y a sus riquezas, a realidades no contextuales. ¿Hay algo menos convencional que los amigos? La amistad no es algo innato. No se da sin esfuerzo ; hay que conquistarla. Ha de ser alcanzada y mantenida. La amistad necesita, en primer lugar, unos presupuestos desde los cuales desplegarse. Y, después, dice el profesor Millán Puelles, «necesita tiempo» de crecimiento, de esfuerzo, de ganarse la confianza del amigo, de hacerse dignos de él. La amistad es, por tanto, un despliegue, un crecimiento y una diversificación a partir de una situación inicial, aquella en la cual los hombres y mujeres somos solidarios porque somos iguales. La solidaridad es una consecuencia de nuestra semejanza con los demás. Por eso surge espontáneamente, sin necesidad de pensar, y no puede desaparecer, por mucho odio o despotismo que exista: el otro, la otra, son iguales a mí. La solidaridad de unos hombres con otros es reacción e impulso naturales: los demás son como yo. La solidaridad es la unión de los individuos humanos de una misma especie. Es cemento de unión hasta formar sociedad cooperando juntos. Otro supuesto de la amistad es la fraternidad: todos somos hombres, descendemos de un tronco común. Somos por eso hermanos. La fraternidad no es algo que debamos alcanzar, no es un ideal. Es nuestra situación inicial, no un lema. Ya somos iguales. Es punto de partida, no de llegada. Somos hermanos, solidarios. Pero aún no somos amigos. Por eso la amistad, dice mi maestro, podría definirse como una conquista, un desarrollo voluntario, un intento de hacer coherente y madura la fraternidad y solidaridad humanas que existen entre los hombres. Como la amistad necesita tiempo, es un desarrollo que se vuelve resistente y duradero: no se rompe fácilmente. Éste es su primer carácter . Las amistades que se rompen con facilidad no son auténticas, sino simples solidaridades. El concepto de amistad efímera o superficial es contradictorio: ser sólo un poco conocidos es solidaridad sin más. La amistad, si es verdadera, aguanta, no se rompe por cualquier desacuerdo. Consiste en mantenerse amigos en el desacuerdo. No forma parte del ideal de la amistad estar de acuerdo en todo. Estarlo enteramente es imposible. Podemos coincidir en lo básico, y es ese consenso fundamental lo que justifica las discrepancias. Pero un acuerdo total es imposible. Discrepar es saludable si se mantiene el diálogo. Cada hombre tiene que ver con la realidad según su propia mirada, según el esfuerzo de sacar adelante lo que lleva entre manos. Por eso el ideal de la amistad no es el acuerdo total, sino, por así decir, dotar a la realidad del número suficiente de miradas que la realidad necesita para ser bien vista. A la realidad no le basta con la mirada de uno. Un solo par de ojos humanos no pueden agotarla. Lo que yo veo puede ser ampliado por otros; puedo aceptar el 1

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UNIVERSIDAD DE PIURA

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N 8 AMIGOS Y ESPERANZAS (FI1 12-I) Querido Carlos.

Concluye Aristteles en los primeros captulos de la Etica a Nicmaco que la felicidad es una actividad del alma segn la virtud perfecta. Tal virtud es la mejor, la ms cumplida en su propia plenitud, aquella actividad ms alta de la que el hombre es capaz. Cul sea esa actividad, y por qu se dice de ella la felicidad, es algo que l mismo te explica con una lucidez que el paso de los siglos no ha podido empaar.

Hay modos de ser feliz ms altos que la simple huida del dolor, el crdito a la moral individualista o el triunfo a corto plazo. En esta nueva carta, que espero sea ms breve, quisiera hablarte de dos maneras de ser feliz: dos actividades del alma ms raras de lo deseable. Ponen en marcha cualidades humanas radicales: la apertura a los otros y la mirada al futuro. Son dos actividades con las cuales la libertad se funde y dignifica hasta transmutarse en dicha y estmulo para crecer.

Dice C. S. Lewis, en un excelente libro titulado Los cuatro amores, que la amistad hoy es considerada algo bastante marginal, no un plato fuerte en el banquete de la vida... Pocos la valoran, porque pocos la experimentan. Podr extraarte quiz que en un libro como ste te hable de la amistad. Quiero ser consecuente con lo prometido: apelar al hombre y a sus riquezas, a realidades no contextuales. Hay algo menos convencional que los amigos?La amistad no es algo innato. No se da sin esfuerzo; hay que conquistarla. Ha de ser alcanzada y mantenida. La amistad necesita, en primer lugar, unos presupuestos desde los cuales desplegarse. Y, despus, dice el profesor Milln Puelles, necesita tiempo de crecimiento, de esfuerzo, de ganarse la confianza del amigo, de hacerse dignos de l.

La amistad es, por tanto, un despliegue, un crecimiento y una diversificacin a partir de una situacin inicial, aquella en la cual los hombres y mujeres somos solidarios porque somos iguales. La solidaridad es una consecuencia de nuestra semejanza con los dems. Por eso surge espontneamente, sin necesidad de pensar, y no puede desaparecer, por mucho odio o despotismo que exista: el otro, la otra, son iguales a m. La solidaridad de unos hombres con otros es reaccin e impulso naturales: los dems son como yo. La solidaridad es la unin de los individuos humanos de una misma especie. Es cemento de unin hasta formar sociedad cooperando juntos.

Otro supuesto de la amistad es la fraternidad: todos somos hombres, descendemos de un tronco comn. Somos por eso hermanos. La fraternidad no es algo que debamos alcanzar, no es un ideal. Es nuestra situacin inicial, no un lema. Ya somos iguales. Es punto de partida, no de llegada. Somos hermanos, solidarios. Pero an no somos amigos. Por eso la amistad, dice mi maestro, podra definirse como una conquista, un desarrollo voluntario, un intento de hacer coherente y madura la fraternidad y solidaridad humanas que existen entre los hombres.

Como la amistad necesita tiempo, es un desarrollo que se vuelve resistente y duradero: no se rompe fcilmente. ste es su primer carcter. Las amistades que se rompen con facilidad no son autnticas, sino simples solidaridades. El concepto de amistad efmera o superficial es contradictorio: ser slo un poco conocidos es solidaridad sin ms. La amistad, si es verdadera, aguanta, no se rompe por cualquier desacuerdo. Consiste en mantenerse amigos en el desacuerdo. No forma parte del ideal de la amistad estar de acuerdo en todo. Estarlo enteramente es imposible. Podemos coincidir en lo bsico, y es ese consenso fundamental lo que justifica las discrepancias. Pero un acuerdo total es imposible. Discrepar es saludable si se mantiene el dilogo.

Cada hombre tiene que ver con la realidad segn su propia mirada, segn el esfuerzo de sacar adelante lo que lleva entre manos. Por eso el ideal de la amistad no es el acuerdo total, sino, por as decir, dotar a la realidad del nmero suficiente de miradas que la realidad necesita para ser bien vista.

A la realidad no le basta con la mirada de uno. Un solo par de ojos humanos no pueden agotarla. Lo que yo veo puede ser ampliado por otros; puedo aceptar el enriquecimiento de las miradas de los dems. La amistad tiene algo que la transciende y la funda: la realidad, las cosas, la importancia de lo que hay que descubrir, pensar y hacer juntos, compartir una tarea, unos problemas. Este carcter compartido de la amistad est muy bien expresado por C. S. Lewis: describirnos a los enamorados mirndose cara a cara, y en cambio a los amigos, uno al lado del otro, mirando hacia adelante, absortos en algn inters comn.

Por cierto, me pareci especialmente interesante el modo en que este autor ridiculiza la sospecha de que en la amistad hay siempre un componente homosexual. Es una manera cmica de no entenderla.

El inters comn de los amigos es una tarea compartida en alegre camaradera. Pero qu clase de tarea es sa? Para contestar podemos dividir en dos fases el crecimiento propio de la amistad. La primera es la fase inmadura la llamaramos camaradera juvenil, compartir actividades ldicas en las que encontramos interesante la compaa del otro. La amistad infantil y juvenil empieza siempre as: jugar y divertirse juntos. Pero la autntica amistad madura con el tiempo: la vida, con los aos, diversifica las circunstancias de los amigos, surgen situaciones nuevas, de alejamiento, y la vida del otro se vuelve diferente a la nuestra. Se hace ms difcil entonces compartir el juego y la tertulia abstrayendo de lo que somos fuera de l, como hacamos antes.

Es la fase madura: el amigo nos interesa no slo por lo que dice, sino por lo que es. La ayuda mutua es recabada como favor que se pide y se da: esto no se le hace a un amigo. La amistad autntica es comprender y compartir el sufrimiento y el gozo del otro, y ayudarle en su tarea. Conocimiento y ayuda, en definitiva. As maduran los amigos. Su lazo es imn atrayente, ms fuerte que la disgregacin connatural a la vida. La amistad es lealtad, estar unidos en la adversidad y la ventura, asumir como parte de nuestra existencia la del otro, y organizarse contando con ella, para integrar ambas en un camino comn. Lo muestra bien la pelcula Eternamente amigas.

El segundo elemento de la amistad es el carcter iluminante del dilogo que la constituye. Ante todo amistad es conversar, hablar, intercambiar miradas, lo que se ha averiguado, participar del saber de otro. Dice Pieper que la amistad se nota en el decir sin reticencias ni disimulos: el amigo es la persona con la que se piensa en alto, con la que se habla sinceramente, aquel con quien somos sinceros. Con el amigo no nos andamos con remilgos, es aquel con quien nos podemos sincerar. La amistad es mbito de intimidad. Al amigo se le introduce en casa, el lugar donde somos por fuera como por dentro. No es una visita. Forma parte de nuestro hogar. As pues, el segundo elemento de la amistad es la pluralidad compatible y enriquecedora de los puntos de vista, el dilogo iluminante, franco, sincero. Toda mirada puede iluminar a otra porque ha visto algo que el otro an no. El dilogo va del desacuerdo al intercambio de opiniones, al dejarse convencer sola y exclusivamente si el otro tiene razn, si lo que dice es verdad. Eso es ser amigos. La justificacin para hablar con el amigo es justamente que haya algo importante que decir: los pequeos crculos de amigos que dan la espalda al mundo son los que los transforman de veras, dice Lewis.

El tercer elemento de la amistad es la movilizacin de energas por el dilogo: es una potenciacin recproca. Con lo que el otro ve, aado a lo que he visto, incremento lo que veo, y lo que asimilo lo devuelvo al otro. La amistad saca al otro de la indiferencia y pone en marcha su iniciativa, ampla el radio de lo que a l le va. Lo mismo es ser capaz de amistad y ser capaz de compromiso, de aumentar la atencin a las cosas grandes. El enemigo de la amistad es la falta de inters, el pasotismo y la indiferencia. La amistad moviliza, crea energas. Hoy se alude a esto con el trmino sinergia: una concurrencia de mpetus que se multiplican recprocamente. La mayor sinergia es ser amigos.

El cuarto elemento es su carcter personal. Slo las personas pueden ser amigas. Hay una caracterstica de la persona de la que ya te habl, y que conviene volver a resaltar: es un ser generoso, lo cual significa ser fuente de actos, de novedad, origen. La persona es el nico ser que puede dar sin perder. Ser persona consiste precisamente en eso: poner en la realidad algo nuevo, aumentar lo que existe sin perder el propio ser. Es fuente de realidad. Cuando da, no pierde, gana, se expresa a s misma. La persona aporta, aguanta, sostiene, sirve de fundamento para las realidades a que da lugar. La persona es fuente de ser.

El don es parte irrenunciable de la amistad: quien regala algo no espera nada a cambio. El don es gratuito. La amistad da lo mejor que tiene desinteresadamente. Por eso, lo ms opuesto a la amistad es la instrumentalizacin del otro. Cuando el otro no es un fin, sino un medio, no se alcanza el juego de intimidades, la amistad se degrada. S yo slo busco que el otro haga lo que a m me conviene en un momento dado, le estoy utilizando. El clculo es ajeno a la amistad. Pensar qu gano y qu pierdo en mi relacin es puro inters. Hoy, como siempre, el desinters es moneda rara en las relaciones humanas. Incluso hay quien dice que sencillamente no existe: todos los hombres se mueven por inters propio. se es el motor del mundo: John Stuart Mill, el pensador ms puro del liberalismo, lo razon detalladamente, junto a muchos otros que explican la conducta humana, e incluso el conocimiento, como una determinacin o consecuencia de los intereses (el marxismo por ejemplo).

No se admite que la relacin mutua tenga unas exigencias propias ms importantes que los puros intereses de cada uno. La amistad autntica, por el contrario, es desinteresada, no instrumentaliza, sino que da. Responde a una exigencia metafsica profunda del ser humano: la de tener rplica y encontrarme con otra persona para ser yo mismo. Sin el otro no alcanzo a conocerme a m mismo, pues para conocerme necesito expresarme, y para expresarme he de manifestarme. Manifestarse es hablar, ser escuchado, comprendido. Y eso exige alguien que escuche. Por eso dice m maestro que una persona sin rplica, sola, es un absurdo: no tendra a nadie a quien manifestarse para conocerse. No sera nadie, ni siquiera para s.

La realidad fontal de la persona desafa el paso del tiempo, est por encima de l. Por eso la amistad enlaza con las virtudes, que son nuestro modo de organizar el tiempo y guardar lo que actuamos y conocemos. Por ejemplo: vivir el presente en la amistad es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo. Esto es la definicin clsica de justicia. Pero se trata de dar perpetua y constantemente, no una sola vez. Si no vivimos la Justicia, no somos felices porque el otro no tiene lo suyo. Para que nosotros seamos felices los dems tambin han de serlo. Toms de Aquino dice que el amigo es aquella persona para la que se quiere algo: lo que le pertenece como suyo y le corresponde. Por eso, la amistad en presente es la virtud de la justicia.

Y la amistad vivida hacia el pasado? Es la piedad, el modo justo de comportarnos respecto de nuestro origen. La piedad es reconocer que no podemos pagar una deuda: hay deudas impagables; uno no puede pagar que le hayan dado la existencia. Por muy personas que seamos, antes somos criaturas con una existencia recibida. La piedad se vive con Dios, con los padres y con la patria. Cuando se es amigo, se tiene piedad, pero no compasin. Quien es amigo de verdad no da importancia a la generosidad. Cmo no va a ser generoso con aquel a quien ama, aquel de quien recibe algo que no se puede devolver, alguien que nos engendra el alma, el cuerpo o el espritu?

Y despus, el futuro. El destino ms alto de la persona es la fama, la gloria, el perdurar. Lo vimos al hablar de los clsicos. Por eso la amistad est hecha de estima, de honor hacia el amigo. Los amigos se deben honor, estima, confianza en que el amigo vale, en que tiene algo slo de l, en que ese algo culminar. Ser amigo incluye la estimacin, pero tambin la irritacin: el que no se irrita cuando el amigo se porta mal es un adulador o un indiferente, pero no un amigo. Hay que ser partidario del amigo, estar a su lado, defenderle, estimarle, querer lo mejor para l. La estimacin es la clave de la amistad.

Ser hombre es ser amigo de los dems. El egosmo es una frustracin ontolgica, una oclusin de nuestra capacidad de otorgamiento. Si no tengo amigos, soy ontolgicamente pobre, estoy slo. Ya hemos hablado de la soledad: est solo quien no da. Dice un dicho hind en la pelcula La ciudad de la alegra: Todo lo que no se da, se pierde. No compartir lo mo es perderme, empobrecerme, porque entonces no puedo recibir nada de lo que los otros tienen. El hombre es as. Te aconsejo fundar tu visin de ti mismo en la estructura donal de la persona. Si no, te saldr una antropologa en la que el hombre es un sujeto que slo pretende autor realizar un dinamismo ciego, ajeno a los dems, atento slo a un resultado que se toma inerte y amenazador.

Quisiera hablarte un poco de la esperanza, una virtud radicalmente importante en la estructura de la existencia humana. Para ser felices hemos de esperar de una peculiar manera. La esperanza anuda en s muchas cosas.

El primero de sus elementos es el optimismo. El que espera, espera un mundo mejor; piensa que ste es mejorable, y por eso no se instala en el presente, sino en el futuro, en el trayecto que conduce a mejorar. Dice mi maestro que esperar es, ante todo, ser optimista: podemos ir a ms.

Si la esperanza se monta en el trnsito hacia el futuro, si lo mejor est por advenir, pero no llegar sin contar conmigo, el futuro se torna una tarea. La tarea es el tercer ingrediente de la esperanza y me impone un deber: construir el futuro. Pero la condicin es que en l yo sea mejor. Si no, caemos en la utopa. He de ser yo quien lo alcance.

Llevar a cabo la tarea me exige una cuarta dimensin: saber con qu recursos cuento. Ahora, en el presente, no cuento con todos; son ms bien escasos. Si yo contase ahora con todo lo necesario, lo bueno sera el presente. Para qu necesito entonces el futuro? Lo mejor sera disfrutar lo que tengo. Pero no, los recursos con que ahora cuento son escasos. El futuro no est asegurado de modo necesario. Tiene riesgo, es incierto, puede no ser alcanzado. Lo importante de la esperanza es decir: si esperar es querer ser ms, por muchos recursos que ahora tenga, nunca son suficientes, porque lo que ahora soy es poco. As se conjura el pesimismo conformista.

Lo importante es que los recursos son escasos. Por tanto, necesito ms. Como no los tengo, necesito que alguien me los facilite: necesito ayuda. No puedo acometer slo la aventura de la esperanza: tengo que ser ayudado. Si no, la tarea esperanzada es imposible. La ayuda es una dimensin irrenunciable de la aventura esperanzada.

Como ya te dije en una carta anterior, la narracin de la vida humana es la mxima expresin de su ser. La persona se manifiesta en sus actos, en sus palabras, en sus gestos. Y todos ellos pueden ser dichos abstractamente, pero cuando son narrados expresan ms cercanamente el hontanar del que surgen, porque la persona es biogrficamente.

La estructura de la tarea esperanzada se puede ver con mucha claridad en un ejemplo: la historia de Frodo, en El Seor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. En esta narracin, cuyos detalles puedes leer t mismo con verdadero goce, hay varios elementos: primero un sujeto, Frodo. Despus, una tarea: llevar el anillo. Despus, algo ms: alguien le ha dado a Frodo ese encargo. Que la tarea est encargada, y no sea una ocurrencia o un capricho del sujeto, es ingrediente necesario para que la tarea sea esperanzada, y para que tenga el carcter pico que adquiere toda tarea de este tipo, tal y como lo narra la literatura. La existencia humana tiene verdadero carcter pico.

El encargo es la ayuda originaria por excelencia. Es lo que pone en marcha la historia, por as decir. El encargo no lo pone el protagonista, sino otro. En este caso Frodo recibe el anillo sin buscarlo, sin haber sospechado siquiera el alcance real de la tarea recibida. Esto se ve cuando nuestro protagonista pregunta refirindose al Anillo: Por qu vino a m? Por qu fui elegido? Y el mago Gandalf el Gris le replica: Preguntas que nadie puede responder. De lo que puedes estar seguro es de que no fue por ningn mrito que otros no tengan. Ni por poder ni por sabidura, a lo menos. Pero has sido elegido y necesitars de todos tus recursos: fuerza, nimo, inteligencia.

En la ejecucin de la tarea hay dos elementos ms: primero, la ayuda acompaante que se presta al sujeto en cuanto est en el trance de la accin misma, caminando hacia el objetivo. Y despus algo correlativo, que aparece en toda pica: lo que se opone a la esperanza, la contrariedad, el adversario. Ambos elementos varan en cada caso, pero estn siempre presentes.

Frodo tiene una inmensa cantidad de trampas que superar y de ayudas encantadas que le abren camino. Es un hroe pequeo, magnificado por el acecho del adversario y la audacia y tozudez de su empeo y el de sus acompaantes. La tarea recibida exige una fidelidad y una adhesin inmensas. En Frodo el personaje se transmuta en la sustancia misma de su misin.

Pero esto no agota la estructura del relato. El ltimo factor globalizante de la tarea es que hay un beneficiario: una persona, distinta del sujeto, a la cual va a beneficiar la tarea encomendada. Esto no puede faltar, porque la esperanza es incompatible con la soledad. El fruto, el futuro mejor, no puede ser para m slo. Es otorgado a otros.

Lo dice muy bien Frodo en ese mismo dilogo:

A dnde ir? Qu me guiar? Cul ser mi tarea?

No ves muy lejos dijo Gandalf, ni yo tampoco. Tu tarea puede ser encontrar las Grietas del Destino, pero quiz ese trabajo est reservado a otros. No lo s. De cualquier modo, an no ests preparado para un camino tan largo.

En efecto, no dijo Frodo-. Pero mientras tanto, qu ruta tengo que tomar?

Hacia el peligro, de modo no demasiado directo ni demasiado imprudente...

La estructura esencial de la historia de Frodo, que tiene gran cantidad de matices aadidos, es la estructura misma de la realidad. Es decir, la pica es verdad, o dicho de otro modo, nuestra existencia es pica. Por eso, si faltan algunos de estos elementos, la historia se vuelve falsa, tiene lugar una mutilacin de la esperanza, que se vuelve entonces tan ridcula como la utopa: no se puede pretender que sin Frodo, sin nadie, el anillo llegue a su destino.

Cabe aadir dos elementos ms de la esperanza. El primero est especialmente de manifiesto en el caso de Frodo: el riesgo. Si no se arriesga, no hay esperanza, precisamente porque los recursos con que se cuentan son escasos (en el caso de Frodo realmente escassimos, desproporcionadamente escasos; las historias ms corrientes no tienen tanta desproporcin entre recursos y riesgo, aqu el riesgo es total, la incertidumbre completa, por eso el valor que se requiere es mayor). Pero el riesgo convoca la solidaridad de los dems: Frodo recibe tantas ayudas precisamente porque arriesga mucho, y porque todos son beneficiarlos.

La esperanza siempre convoca, en ltimo trmino, las dos grandes fuerzas del espritu: la amistad y el antagonismo, el amor y el odio. Una fuerza positiva y otra negativa. Si alguien como Frodo se atreve a correr el riesgo de un futuro mejor para la humanidad, cmo no va a convocar? La esperanza es, pues, asunto de corazn grande, intrpido. El corazn del que espera es como una proa. Por eso est siempre protegido, precisamente porque se expone, porque no se mete en una guarida (qu habra hecho Frodo si hubiera renunciado a su misin?).

El ltimo ingrediente de la esperanza es la alegra. El que arriesga, convoca, y est alegre, porque va hacia una ganancia. La esperanza es la alegra del mundo. Cuanto ms grande es la esperanza, ms beneficia a la realidad. ()La esperanza, como ves, es pilar fundamental de nuestra existencia porque es el modo humano de encarar el futuro. Disculpars que me haya alargado ms de lo habitual: el asunto lo mereca, y an volveremos sobre ello. Si te he hablado as es para inspirarte una inquietud: ser feliz est ms all del xito, del presente, de mis propias fuerzas. Hay que poner en juego la libertad y mezclarse con otros en tareas comunes que nos exceden y amplifican. El camino de la felicidad pasa por el t, necesita tiempo y sufrimiento. El hombre feliz tiene muchas cosas que recibe y saca de s, tambin la incertidumbre y el esfuerzo. Espero haberte sabido conducir por el camino hacia dentro del que venimos hablando.

Hasta muy pronto.Del libro: "Entender el mundo de hoy, de Ricardo Yepes Stork. Carta UndcimaPAGE 1