65 años como alfarero 25 de alfarería

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Libro publicado por la Asociación de Amigos del Museo de Alfarería Paco Tito, con motivo del homenaje por su jubilación.

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homenaje a Paco Tito

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ÍNDICEEL TALLER ALFARERO DE PACO “TITO”… Marcelino Sánchez Ruiz ........................................ 3CARTA DEL PRESIDENTE. José Antonio Baena Arranz ................................................................. 5SIEMPRE JUNTOS. Isabel Sánchez Ráez ............................................................................................ 7MAÑANA NOS VEMOS EN LA ALFARERÍA. Juan Pablo Martínez Sánchez ............................... 9A MI PADRE. Tíscar ............................................................................................................................. 11A MI MADRE. Tíscar ........................................................................................................................... 12COMO CUANDO LLEGA LA PRIMAVERA… Mª del Mar Latorre Delgado ............................... 13LA ALFARERÍA SEGÚN PABLO TITO (Dibujo) ............................................................................ 14QUERIDO ABUELO PACO. Reyes y Paloma ..................................................................................... 15EL RECUERDO DE UN AMIGO AGRADECIDO. Santiago García Aracil .................................. 16AMIGO PACO TITO. Manuel Ruiz Ruiz ............................................................................................ 17AMIGO-HERMANO PACO TITO. Francisco Delgado Molina ........................................................ 18A LA ATENCIÓN DE LOS AMIGOS DEL MUSEO DE ALFARERÍA… Antonio Reina .......... 19QUERIDOS PACO Y FAMILIA. Juan Angel Biedma ......................................................................... 20CON EL AGUA Y EL BARRO. María Luisa y Andrés ....................................................................... 21MANOS DE BARRO. Adela Palomares ............................................................................................... 22PARA MI BUEN AMIGO FRANCISCO MARTÍNEZ VILLACAÑAS… Pedro H. Muñoz ......... 23EN LA MESA Y EN EL JUEGO… Rafael Pérez Carrasquilla ............................................................ 26PACO TITO. TANTO CORAZÓN. Luis Navarro Ardoy ................................................................... 27PACO TITO Y EL MAR. Manolo de la Cruz ...................................................................................... 28MEMORIA DE LO COTIDIANO. Juan de la Cruz López López..................................................... 29A PACO TITO. Juan de la Cruz López lópez ........................................................................................ 31HOLA PABLO TITO. Juana Peironcely Tobal ..................................................................................... 32PACO TITO. MUSEO “MEMORIA DE LO COTIDIANO” EN ÚBEDA. Arsenio Moreno ......... 33MEMORIA FOTOGRÁFICA ............................................................................................................. 37POESÍA. Pascual y Encarna ................................................................................................................... 63AMIGO DEL ALMA. Carmen Garma y José María Iglesias ............................................................... 64PASODOBLE A PACO TITO. Gabriel Barbero de la Blanca .............................................................. 65QUERIDO AMIGO PACO. Jesús Maeso de la Torre........................................................................... 70FAMILIA DE PACO TITO. Manuel Medina González ...................................................................... 71A MI AMIGO PACO TITO. Manuel Medina González ..................................................................... 72A MI AMIGO PACO TITO II. Manuel Medina González ................................................................. 73FELIZ JUBILACIÓN. Manuel Rico ..................................................................................................... 74PALABRAS A MI AMIGO PACO TITO. José Luis Barella Balboa ................................................... 75DE QUIJOTES COMO PACO… José Román Grima ........................................................................ 76A PACO “TITO”, ALFARERO, ARTISTA Y AMIGO. A. Quesada .................................................. 77HOMENAJE A PACO TITO. José Luis Latorre Bonachera ................................................................ 78TITO. Manuel Mª Latorre Delgado ....................................................................................................... 81CURRICULUM PACO TITO .............................................................................................................. 82

ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL MUSEO DE ALFARERÍA PACO TITOC/. Valencia, 22 . 23400 ÚBEDA ( Jaén) . [email protected]

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homenaje a Paco Tito

El taller alfarero de Paco “Tito”25 años de equilibrio: tradición y cambio.

La conmemoración de 25 de años de este taller alfarero significan algo mucho

más importante que el valor que otorga el paso de todo ese tiempo dedicado al oficio del barro en este lugar tan especial.

Paco “Tito” representa muy bien el di-fícil equilibrio entre la tradición y el cam-bio, que han estado presentes por obligación y por decisión en su propia trayectoria pro-fesional y a la compleja evolución del valor de uso y cultural de las artesanías en esta so-ciedad de los siglos XX y XXI.

Cuando toma la decisión de dedicarse al oficio que conoce, que ha heredado y que ama, Paco inicia ese camino de equilibrar tradición y cambio, pues asume esa responsa-bilidad, no precisamente cuando la alfarería vive su mejor momento (se iniciaba la era del plástico y del duralex). ¿Cómo dedicarse al oficio que ama y a lo que mejor sabe hacer y poder hacer de esto un medio de vida?.

Con su buen saber hacer, con cabeza y con una estrategia (quizás inconsciente en algunos momentos), de conservar lo mejor de la tradición alfarera y de no renunciar a introducir cambios para mejorarla. Paco se ha empeñado en no alterar y conservar en lo esencial, las técnicas y las formas tradiciona-les, pero también se ha empeñado en intro-ducir los cambios necesarios para dignificar continuamente y poner en valor la alfarería

de Úbeda a través de un trabajo polifacéti-co que muchas veces trasciende lo artesanal y penetra en lo artístico, con sus esculturas, en algunos casos llenas de modernidad e inquietud investigadora formal y técnica, y otras – la inagotable serie de “El Quijote” - repletas de la mas profunda tradición de los belenistas y escultores barrocos.

Ha recibido numerosos premios que hablan claro de su capacidad, su obra se ha expuesto en las mejores salas de la geografía nacional, pero a él siempre le encontrarás en su obrador de la calle Valencia, en su espacio natural, sentado tras el torno, en apenas unos pocos metros cuadrados. El alfar es el refe-rente, es mas que un espacio físico, mas que un espacio productivo. Es todo un mundo, su mundo, no aislado, pues también se “cue-cen” otras muchas cosas mas que cacharros en el horno.

Esa sitio y lo que produce cada día es, por supuesto, patrimonio cultural vivo. Es un referente de la identidad de Paco, y también de la identidad de esta ciudad, que en su calle Valencia guarda uno de los orgu-llos más hondos para todo ubetense, el de nuestra alfarería, aún con una densidad de alfares activos que tienen que seguir sien-do vivos reflejos de tantas generaciones de esfuerzo y de innovación con el trabajo del barro, con esa magia del torno y del horno dirigidas por la mano segura pero delicada de los alfareros.

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Tradición en el obrador de Paco “Tito” y cambios en el alfar, ahora Museo, que tam-bién será objeto de innovación usando las nuevas herramientas de la comunicación al servicio de la difusión del patrimonio alfa-rero.

Tradición en las manos siempre llenas

de barro. Cambios para estar presente en un mundo global. Por cierto, impresiona poner en un buscador de Internet “Paco Tito” y que aparezcan 101.000 registros.

La tradición no es un freno, es la ener-gía que impulsa el oficio de alfarero, que es

un arte y al tiempo una fábrica. La tradición es la fuerza del torno, y el cambio es el barro que se transforma y cambia de masa informe a maravilla modelada. El equilibrio lo pone con las manos el alfarero, que aplica con la misma inteligencia la sabiduría que le da el conocimiento del pasado y no renunciar a permanecer en el futuro. Gracias Paco por saber mantener ese equilibrio.

En el mes de octubre de 2008.

MARCELINO SÁNCHEZ RUIZ.Alcalde de Úbeda.

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homenaje a Paco Tito

Carta del Presidente

Antes de dar comienzo a la lectura, ojeo o vistazo del texto que hay en sus manos,

vaya por delante todo mi agradecimiento. Como presidente de la Asociación de Ami-gos del Museo Paco Tito, y en nombre de la misma agradezco de corazón el esfuerzo realizado por las personas, entidades y co-lectivos, que han participado de cualquier forma en los preparativos del homenaje a nuestro entrañable y al mismo tiempo ilus-tre Sr. Don Francisco Martínez Villacañas “Paco Tito”.

Cuando surgió la idea de editar este manual, ( libro que recoge lo esencial o bá-sico de una materia) pensamos en la posibi-lidad de definir entre todos el perfil de Paco, con los colores que cada cual ve a través de su cristal. De manera que finalmente, esta obra, modelada por sus amigos y familiares, perdure como la suya por los siglos de los siglos...

Los escritos que aquí se compendian no conforman una obra literaria de gran ca-tegoría, ni si quiera lo pretenden, pero sí tie-nen una característica común: están escritos desde el cariño, la admiración y el deseo de que Paco se sienta arropado y querido en un momento de su vida que perfectamente po-dría haber pasado sin pena ni gloria, porque Paco no necesita grandes eventos para reunir a sus amigos, le basta un tomate, unas acei-tunas y un poco de vino para festejar cual-

quier día, entre semana, que estamos vivos. Pues bien, aún sabiendo todo esto, hemos querido celebrar contigo la gran fiesta que reconoce tu valía como alfarero, tu don como escultor y lo mejor de ti: tu capacidad de ha-cer amigos.

Yo, que tengo la suerte de encontrarme entre las personas que quieren a Paco, puedo decir que es un “artesano de la amistad” sin parangón. Nuestra amistad es joven, no pue-do recordar con él sus vivencias de niño, pero sé que aún se entristece al recordar su pelota de trapo. No conocí su día a día adolescente, ni aún su juventud, pero sí sé lo duro que ha trabajado durante toda su vida para ser lo que es: un buen hombre, un maestro.

Él cariñosamente, dice que soy sus ma-nos y sus pies... ¡Ojalá fuera yo tus manos!. Tus manos hacedoras de cántaros, lebrillos y parideras. Tus manos llenas de quijotes, reyes, sacerdotes, sanjuanes y personajes populares de lo más variopinto y de varios lugares.¡Ojalá fuera yo tus manos!

Definir al artista es harto difícil. Pero no es a mi a quien corresponde hacerlo. Paco Tito, el artista, se define solo; con su obra. Del curriculum de Paco Tito, cabe destacar que es Premio Nacional de Diseño y Reali-zación Cerámica desde el año 1972, y Cam-peón Regional y Nacional de destreza en el oficio alfarero desde el año 1973 y otros tan-

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tos reconocimientos, premios y menciones, que Paco ha ido cosechando a lo largo de su vida.

Me impresiona, me admira y me sor-prende mirar, las manos del amigo, que son las de un artista y saberlas responsables de tantas cosas bellas... El hermosísimo Mo-numento a los Alfareros, que se erige altivo en el centro de Jaén, y que rinde silencioso homenaje a tantos y tantos alfareros que le precedieron en el oficio, me impresiona, me admira y no deja de sorprenderme.

Se puede decir que al lado de Paco hay un ángel, su mujer. Y no haría justicia

si en estas pobres palabras no le brindara mi admiración y cariño. Por supuesto, no me ol-vido de sus hijos. Especialmente de Juan Pa-blo Martínez Sánchez “Pablo Tito”, al cual espero y deseo poder entregarle otro trocito de cariño, como este, dentro de 25 años.

JOSÉ ANTONIO BAENA ARRANZPresidente de la Asociación Amigos del

Museo de Alfarería Paco Tito

P.D.: Que seas muy feliz, en este día de tu ho-menaje. Tere y José Antonio

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homenaje a Paco Tito

Siempre juntos

Cuando me dijo mi hijo que yo debía de escribir algo para esta ocasión, respondí

asombrada:-Pero hijo mío, ¿Qué voy a escribir yo?.-Pues mamá, algo de estos 25 años en los

que tantas vivencias habéis tenido.Pues bien, después de mucho pensar,

ya en estos últimos días que me quedaban, que aunque no con sabias palabras, sí quie-ro que sea con el corazón y plasmar así los sentimientos que durante estos años hemos compartido.

Bueno pues empezaré diciendo lo difíciles que fueron los comienzos en esta santa casa.

Un buen día vino Paco diciendo que le había salido la oportunidad de comprarla. La verdad, yo me quedé un poco asombra-da y cómo no, asustada, porque era un trago grande de asimilar, ya que siendo sincera no estábamos como para hacer frente en aque-llos momentos a tan gran aventura. Cuan-do yo vi la casa, que con tanta ilusión había comprado, no sabía reaccionar, porque allí era difícil entrar por lo sucio y abandonado que estaba todo. Pero como yo sabía que él tenía la idea muy clara y sabía bien lo que quería le dije que adelante que contase con-migo y haríamos todo lo que hiciera falta. Y así empezamos, con mucho trabajo, sacrifi-cio y amor a salir de aquella difícil situación, con la ayuda de mi San Nicolás, que siempre está en los momentos más transcendentales de nuestra vida.

Gracias también a los hijos que tene-mos que son el mejor regalo que Dios nos puso en el camino. Nos bajábamos los cuatro todos los días, allí hacían sus deberes, en las cámaras llenas de trastos viejos les pusimos una mesa con su brasero y aunque con mu-cho frío y malas condiciones nunca se que-jaron de nada y cuando les quedaba tiempo, ayudaban a todo lo que podían. Ha sido una gran labor hasta que la casa quedó como ahora puede verse.

También, porque no decirlo, fue muy importante la ayuda que recibimos tanto de mis padres, hermanas y otros familiares y amigos que fueron bastantes los que se ofrecieron para estar con nosotros en esos momentos.

Porqué no decir también que aunque con mucho esfuerzo y trabajo hemos teni-do muchos ratos y días inolvidables, como bautizos, celebraciones muy entrañables y que tanto a nivel familiar, como de grandes amigos, hemos disfrutado.

Después llegaron nuestros hijos Juan Blas y María del Mar, para engrandecer nuestra casa y para poner allí su gran granito de arena en todo lo que en su buen hacer ha sido posible y con gran cariño han podido aportar.

Por último, esos cuatro nietos que vi-nieron para culminar finalmente la dicha en nuestra casa y en nuestra familia.

Primero Reyes y Paloma, que bajaban allí a jugar a ese hermoso patio y disfrutar de

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sus juguetes y a la vez hacernos felices a los abuelos que las llevábamos a comprar chu-cherías y gozar de esos buenos ratos.

Ahora les ha llegado el turno a Pablo Tito y Clara Isabel, aunque con la tienda, me he perdido muchas buenas anécdotas de este primor de niño, que desde tan pequeño le gusta tanto la alfarería. Tiene tanta gracia para hacer de guía a todo el que llega y en-señar, pese a su corta edad, lo que con tanto esfuerzo su abuelo y su padre han consegui-do: que la casa de tantas vivencias sea hoy MUSEO con letras grandes. Y de mi Cla-ra... que sigamos disfrutando de ella como hasta ahora.

No quisiera dejar en el olvido a las que ya no están pero que han sido muy im-portantes en toda esta historia. Familiares y amigos que tanto nos han visitado y se han interesado por aquello. Sea para todos nues-tra gran gratitud.

Y termino ya, reconociendo la gran labor del protagonista de esta gran historia y dándole gracias por estar todos tan con-tentos, felices y unidos, mi gran marido Paco Tito, que con tanta alegría se merece llegar a este día, un fuerte abrazo, que bien se lo merece.

ISABEL SÁNCHEZ RÁEZ

Paco Tito, con su mujer Isabel, sus tres nietas y su nieto, (Reyes, Paloma, Clara Isabel y Pablo Tito).

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homenaje a Paco Tito

Mañana nos vemos en la alfarería

Casi sin darnos cuenta, ha llegado el mo-mento.Dentro de unos días celebrare-

mos tus 65 años y hace aproximadamente un mes, se cumplieron 25 de tu acertada decisión de crear tu propio taller y tu pro-pio nombre “PACO TITO”. Nombre con el que has unido a toda nuestra familia o mejor dicho habéis unido a toda nuestra familia, ya que Paco Tito no eres solamente tú, si no que además es mamá, Isabel Sánchez Raéz, quien ha luchado junto a ti, pero siempre en la sombra, casi sin que se notase que estaba ahí dando su apoyo, sus consejos y por su-puesto su trabajo.

He tenido la suerte de compartir contigo trabajando, 17 de tus 25 años en la alfarería. Juntos los dos, nos hemos hecho grandes amigos, hemos compartido nuestras confidencias, y hasta en algún momento, he-mos discutido. Lo mejor de todo, es que he disfrutado de ti, he disfrutado y convivido con mi padre, he bebido de tu sabiduría y cada día que hemos pasado juntos a sido para mi una lección magistral.

Siempre he intentado parecerme a ti, eres mi modelo a seguir, tanto en lo pro-fesional como en lo humano. Me encanta verte trabajar en la rueda de al lado, y ver

Pablo y Paco Tito en la puerta del horno.

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como le vas dando forma a una pella hasta conseguir la pieza que tienes en tu mente. Es curioso como los dos entramos en un pique simpático, cuando estamos haciendo las mismas piezas, para ver a quién le cun-de más. Me maravilla verte modelando allí arriba. Me quedo imnotizado cuando te veo con la destreza que pasas el palillo de bog por el pegote de barro y de repente aparece, como por arte de magia, un loco Quijote. Me gusta verte cómo disfrutas enseñando a tu nieto, mi hijo TITO, nuestro futuro suce-sor (D.m), cómo se te cae la baba contando cómo enseña y hace de guía de la alfarería con las visitas que llegan hasta allí. Creo que vas a tener la suerte de disfrutar de él du-rante muchos años y si Dios quiere lo verás ocupando la rueda que yo ocupo ahora, y trabajando con nosotros.

Pero si algo me impresiona de ti, y tienes verdadera habilidad, es para hacer amigos. Hay hasta quien se atreve a decir que eres el mejor relaciones públicas de Úbeda ¡y algunos incluso creen que de la provincia!

Tú siempre has dicho que el mayor capital que has hecho en tu vida es el de tus amigos, y creo que es cierto. Si de algo puedes presumir es de tus amigos. Es entra-ñable la cita fiel de muchos amigos tuyos, que tienen por costumbre bajar una vez por semana a pasar un rato junto a nosotros en el obrador. Sin olvidar a los que viven fuera de Úbeda y cuando llegan a la ciudad, una de las primeras cosas que hacen es bajar a la alfarería para verte. O se juegan contigo, a los chinos, el desayuno de ese día para po-der conversar durante el café y los churros. Incluso hay hasta quien tiene por costumbre llamarte todas las mañanas de los sábados

por teléfono, para que lo tengas informado sobre las noticias de su ciudad natal.

La verdad es que te puedes sentir muy orgulloso de tus amigos, porque todo lo que hoy se ha organizado ha salido de su esfuerzo y sacrificio, pero sobre todo de sus corazones. Hoy, como siempre, estas acom-pañado por mamá, Tíscar, Juan Blas, María del Mar, Reyes, Paloma, Pablo Tito, Clara Isabel y yo que somos tu familia. Pero has conseguido hacer una familia mucho mas grande, que es la que te arropa hoy y te da su cariño y admiración, esa es la GRAN FA-MILIA DE TUS AMIGOS que tanto te quieren y te lo demuestran de esta manera tan contundente.

Siempre que te hemos preguntado qué querias que te regalásemos para algún cum-pleaños o santo, tu respuesta ha sido siempre la misma: “mucho cariño, hijos mios...”. Pues nada, aquí tienes todo el cariño y el amor de toda tu familia y amigos, disfrútalo.

Papá, ahora que te jubilas, tendrás más tiempo para poder darme la lección de la amistad, la que tu has sabido cultivar como nadie.

Por ser como eres, por saber lo que sabes, pero sobre todo por tener estos ami-gos...quiero ser como tú.

TE QUIERO.

JUAN PABLO MARTÍNEZ SÁNCHEZ“PABLO TITO”

P.D.: Mañana nos vemos en la alfarería y mientras nos comemos el almuerzo, continua-mos con las clases.

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A mi padreCon tus manos me creasteComo escultura de fino cristal tallado.Me diste forma y me llevastePor el sendero marcado.El color de tus ojos me donasteY algo de tu carácter acompasado.Con tus fuertes brazos me abrazasteMuchas veces con mi sonrisa eclipsado.Y con tu palabra me aconsejasteAun a sabiendas de no ser escuchado.Con mis alegrías reísteA veces entusiasmado.Y con mis tristezas llorasteSiempre apesadumbrado.Todavía no es tarde si escuchasesLo mucho que de ti me he fijado.

Si me sentí sola, Me acompañaste.Si necesite consejo,Me lo diste.Si me aleje,Me llamaste.Si del camino me desvié,Con mano firme y serenaMe encauzaste.

Quizás lo haya dicho poco,Pero dicen por ahí Que nunca es tarde si la dicha es buena.Y yo me atrevo a decirQUE TE QUIERO Y QUE TE QUIEROY que todo valió la pena.

Ubeda, Noviembre 2008

TISCAR

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A mi madre

Me diste la vida entera¿Qué más te puedo pedir?

Si de tu sangre estoy hechaY te alegras al verme felizSi siempre estas a mi ladoY soy la razón tú de existir

Me diste la vida entera ¿Qué más te puedo pedir?

Si eres la luz de mi esplendor Y eso no se puede fingirSi con ternura me protegesY así es más fácil vivir

Me diste la vida entera¿Qué más se puede pedir?

Si con mis logros reísteY mis fracasos te hicieron sufrirSi las metas que me marcasteFueron fáciles de cumplir

Me diste la vida entera ¿Qué más te puedo pedir?

Úbeda, Noviembre 2008

TISCAR

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homenaje a Paco Tito

Como cuando llega la primavera…

Como cuando llega la primavera, huele a flores…Ahora que ha pasado el frío del duro

invierno, y tú has hecho tu trabajo, ahora que sale el sol y la temperatura es más cá-lida, puedes salir al campo y recoger los frutos de las semillas que con tanto esme-ro, dejaste caer sobre la tierra. Tierra que regaste con amor y abonaste con toda tu persona: tu tiempo, tu dedicación, tu es-fuerzo, tu afán de superación...Esa en la que la mala hierba no ha podido crecer, porque tú no la has dejado.

Ahora, Paco Tito, empieza una vida mejor. En ella, paradójicamente el punto de partida está donde tu creíste que estaba la meta.

Ahora, puedes volver la vista atrás sin miedo, porque sabes qué hay y nada te va a sorprender. Detrás de ti sabes que están tus amigos siempre, tu familia por

encima de todo, tu trabajo incesante, tu obra quijotesca, tus recuerdos agridulces...Sabes qué y dónde situar cada cosa.

Es una verdadera suerte, o llámalo como quieras. Es un regalo de la vida, que la misma vida te da. Poder levantarte cada mañana con la conciencia tranquila del trabajo bien hecho y la posibilidad de vi-virla como tú quieras...¡ y con tu familia!

Nuestro querido amigo (mucho más que amigo), Juan Fuentes, tiene una inte-resante teoría que te sitúa en la juventud de la vejez. ¡ qué esperanzadora sentencia!. Volver a ser joven...aunque de otra etapa.

Disfruta con júbilo lo que aquí se celebra, que está modelado con el barro de nuestras almas y cocido con el calor de los corazones de todos los que te queremos.

¡Un beso enorme!

Mª DEL MAR LATORRE DELGADO

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La Alfarería según Pablo Tito

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homenaje a Paco Tito

Querido abuelo Paco:

Te escribimos tus nietas Reyes y Paloma, para ofrecerte un recuerdo para toda la

vida, y a la vez decirte lo mucho que te que-remos. Tú siempre nos has querido igual que nosotras a ti.

La verdad es que cuantas más cosas tie-nes que contar, mas te cuesta expresarlas.

¿Por donde empezar…..?, pues por el principio, claro, cuando llegó tu primera nieta: Reyes. Yo signifiqué la ilusión de la primera vez, los sueños cumplidos y de alguna manera el seguimiento de un proyecto que un día co-menzasteis la abuela Isa y tú.

Y después yo, Paloma, tu rubia de ojos azules que se parece tanto a ti que eres un ru-bio canoso también de ojos azules.

Cuatro años después, vino Tito, ese ru-bio de anuncio y que probablemente seguirá la tradición alfarera que un día nuestros abue-los, bisabuelos y tatarabuelos empezaron.

Y por fin, Clara, el torbellino parlan-chín de la familia.

Parte de tu vida es el barro, así que contaremos anécdotas graciosas que hemos vivido en la alfarería. Tantos años allí cuesta olvidarlos y nosotras los recordamos casi tan bien como tú. Hemos desempeñado muchos trabajos: hemos sido ayudantes de tienda cuando vendíamos contigo, guías turísticos cuando enseñábamos la alfarería, jardineras cuando cogiamos tomatillos de la tomatera que plantaste solo para nosotras.

También recordamos los buenos y en-tretenidos momentos que hemos pasado allí cuando tu nos contabas historias de tu infan-cia, unas verdaderas y otras inventadas, como cuando te comías garbanzos azules y suelas de zapatos podridas.

Las noches que nos hemos quedado en tu casa y hemos jugado a las cuatro en raya, a las cartas, a los juegos de palabras y muchos más. Reyes recuerda cuando siendo muy pe-queña te encantaba tirarte a jugar con ella en la alfombra y la montabas a burro.

Hemos hecho muchos viajes juntos, como cuando íbamos a Valencia a visitar a tu madre, la querida abuela Maria, o a El Mor-che de vacaciones y nos bañábamos en la pla-ya, era muy divertido. Y ahora que recuerdo, ¿te acuerdas tu de cuando fuimos a Cádiz y mi hermana Paloma era muy pequeña y a ti te hacia tanta gracia que yo le hablara para que ella sonriera?, ¿y de cuando te echaba cubitos de hielo?, ¡Que bien nos lo pasábamos!

Y ahora, estamos deseando que pase la semana para que lleguen los domingos y nos podamos ir todos juntos a comer.

Por todo esto, y por mucho más que seguramente se nos habrá olvidado, te damos las gracias a ti y a la abuela Isa, por todo lo que nos habéis dado y lo que os queda por darnos.

Recibe un abrazo muy fuerte de tus nietas que te quieren mucho.

REYES Y PALOMA Noviembre 2008

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El recuerdo de un amigo agradecido

Me uno con gran satisfacción a este me-recido homenaje que realza la perso-

nalidad y el prestigio del artista y artesano Paco Tito, y honra a la ciudad de Úbeda y a la Provincia de Jaén. Este homenaje llena de alegría a quiénes nos consideramos amigos suyos.

El barro se hace poesía en las manos de este inspirado modelador. Su inspiración creativa y su capacidad de aventura abren horizontes nuevos a la alfarería, y convier-ten el barro en expresión figurativa de la más emblemática literatura española, en testimo-nio de la historia costumbrista del pueblo, y en bello canto de una sencilla y embargante religiosidad.

En Paco Tito es mayor su profundi-dad que su ya extendido prestigio. Es más artista que artesano. Su habilidad estética lo-gra que su exquisita mente se una en maravi-llosa armonía con el gesto de sus manos. Por eso eleva la tierra, hecha barro, hasta donde apuntan sus ideas, su fe y sus sentimientos.

Estoy convencido de que ni el 25 ani-versario de la Alfarería, ni su propia jubila-ción podrán retirar a Paco Tito de la exce-lente dedicación que llena su vida; porque en ella desarrolla su vocación; y ésta constituye su misma identidad e inspira incontenible-mente abundantes y diversas obras precio-samente cuidadas. Pienso también que, si algún día, ojalá tarde mucho, sus manos no pueden modelar el barro para convertirlo en canto poético de estética melodía, su alma sola suplirá sus manos elevando en el silen-cio religioso del espíritu sensible un himno de gratitud a Dios por la creación; por esa obra divina que todo lo sacó de la nada y en

la que el hombre fue modelado con el barro de la tierra para que fuese su señor y viviera amándola como a su madre. Y, en ello, cul-minará su propia creación artística en diálo-go con esa otra materia que no se ve porque el espíritu goza de unas dimensiones que nos trascienden.

La obra artística de Paco Tito nos anima a entender la grandeza de la creación llevándonos a gustar sus inmensas potencia-lidades, y a respetarla cuidándola y utilizán-dola para desarrollar también la grandeza y dignidad del hombre. El primor de la belleza que el artista es capaz de descubrir y mostrar, utilizando la materia con el exquisito cuida-do que nace del amor, rompe con los intere-ses y egoísmos que maltratan la creación en perjuicio de los hermanos para quienes Dios la destinó, y nos animan a vivir y potenciar la ecología profunda y universal.

En la tierra nacimos, en ella vivimos y a ella volveremos como trampolín que nos eleva hacia las alturas del espíritu, hacia el inmenso horizonte de la trascendencia, y hacia el cálido regazo de Dios que es Padre amoroso, camino, verdad y vida.

Ojalá, como expresa la obra de Paco Tito, podamos cada uno llegar a convertir la tierra en instrumento de esa grandiosa vocación y meta que es la propia plenitud. Así construiremos un mundo nuevo capaz de respeto, de fraternidad, de paz y de espe-ranza, alentado por una clara y fuerte civili-zación del amor.

SANTIAGO GARCÍA ARACILArzobispo de Mérida-Badajoz

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homenaje a Paco Tito

Amigo Paco Tito:

Cuantas veces acudí a tu alfar de la calle Valencia en Úbeda, tu casa y también

la mía. Así lo entendí por el cariño de tu padre, el de tu hijo Juan Pablo y el tuyo pro-pio; pero no puedo dejar de mencionar a tu mejor apoyo, piedra angular y el alma de la familia me refiero a tu esposa Isabel, siem-pre recordando aquello que “detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer” y en este caso se justifica sobradamente.

Hoy en el 25 aniversario de este acontecimiento de trabajo y con motivo de tu merecida jubilación por aquello del término -júbilo- no por el descanso, por-que tú no conoces el reposo. Por ello, doy testimonio de mi gran afecto hacia ti y a ese proceso de esforzado trabajo con el fruto satisfactorio de tu obra sincera en la alegría y satisfacción de todos aquellos que como yo te quieren.

Decía Goethe: “Nada hay en el mun-do que produzca una alegría tan grande ni tan verdadera como el hallazgo de un alma privilegiada que nos abre sus puertas”.

En este mundeo tortuoso de las artes, has sido una de esas almas puras, porque en tus esculturas, figuras, piezas, se han gesta-do con la nobleza de la arcilla creadora y el impuso vitalista de tus manos. El barro se ha hecho copropietario de la obra negando el tiempo propio para convertido en liber-tad artística.

Mucho he escrito de ti y de tus traba-jos, pero me quedo con aquellas líneas rea-lizadas el 4 de diciembre de 1996 en Úbeda

con motivo de los singulares Quijotes: Paco Tito por sus anteriores etapas no renuncia a sus orígenes de taller artesano, ni mucho menos de sus raíces y de cualquier forma, continua siendo un modelo emisor por la lógica de un proceso creativo honrado y esto tiene la dimensión artística con ma-yúscula que bien se ha ganado... Hombre por su integridad, sencillez y manifiesta humanidad.

Artista por su ingenio creativo y aportaciones culturales a nuestra tierra. Enhorabuena, felicidades y un gran abrazo para ti y toda la familia.

MANUEL RUIZ RUIZ.Granada 22 de Septiembre de 2008.

Artista Plástico- Crítico de Arte.Coordinador del Gabinete Pedagógico de

Bellas Artes de la Junta de Andalucía en Granada.

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Amigo-Hermano Paco Tito:

Durante el corto período de tiempo (unos más y otros menos) que per-

manecemos en este mundo, creo, que sin descuidar la salud, tan necesaria e impres-cindible para contar este escrito por ejem-plo, la amistad verdadera sin lugar a dudas va situada inmediatamente detrás en el podio espiritual de los sentimientos. Es cierto, que por desgracia, no todos los días uno tiene la suerte de “conquistar” tanta dicha; pues las amistades auténticas y por derecho son di-fíciles de contabilizar, siempre se ha dicho que nunca llegan a completar ni los dedos de una mano.

Mi amigo-hermano, Paco Tito, si está inmerso al menos entre los dedos de una de mis manos. Sinceramente creo, que si en uno de los componentes orgánicos de mi sangre apareciera el valor de la amistad, convencido estoy que Paco, mi amigo, brillaría por dere-cho propio. Y no lo digo por vacilar ni por vanidad, es que él y yo, desde siempre, hemos compartido muy buenos ratos: culturales, so-ciales, etc…, y sobre todo, hemos mantenido conversaciones íntimas y tremendamente sinceras que siempre han huido de la frivo-lidad y la hipocresía. Estas charlas son las que definen absolutamente y sin paliativos la amistad de verdad, la amistad que jamás se retira del alma ni del corazón, porque se han fusionado entre ambos y para siempre los sentimientos más humildes, fieles y des-interesados. Después todo esto se confirma con creces cuando necesitas encontrar a tu verdadero amigo y siempre lo encuentras.

Recuerdo ahora Paco, chache, aquel día que te comprometí a que cogieras la pluma para que me prologaras mi primer libro, el Vie-jo Café, hace ya once años. Nunca te había puesto nadie en más aprieto, sin embargo, ¡te salió precioso!

Hoy Paco, amigo-hermano, el día que te toca jubilarte por ley (que no por otra cosa), estás arropado por tus seres queridos, familiares y amigos, que como yo, sentimos la imperiosa necesidad de compartir tu feli-cidad, tu cariño y tu amistad incondicional

¡TE DESEO PACO QUE HOY NO HAYA NADIE MÁS FELIZ QUE TÚ EN LA TIERRA!

Tu amistad sin parangónsirve al pobre y al rico,la brindas de corazóncomo siempre, Paco Tito.

FRANCISCO DELGADO MOLINANoviembre, de 2008

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homenaje a Paco Tito

A la atención de los amigos delMuseo de Alfarería de Paco Tito:

Creo que tenemos una anécdota (que para nosotros si tuvo mucha importan-

cia) y que la enviamos por si os parece bien incluirla en ese libro que pensais editar y que es la siguiente:

Fue un día del segundo año de exis-tencia de la alfareria, que decidimos hacer una visita a nuestros amigos Isabel y Paco y que despues de un rato de animada char-la (Mientras Paco iba creando verdaderas obras de arte con sus manos) nos decidimos por adquirir una preciosa jarra verde,que ha-biamos visto en una de las estanterias, que Isabel nos autorizó a coger de la misma y que una vez en la calle, vimos con sorpresa que en su interior habia algo y que resultó ser el dinero de la venta que hasta el mo-

mento habian hecho (unas once mil y pico de las antiguas pesetas de aquella fecha).

Naturalmente lo devolvimos a sus dueños (Isabel se emocionó mucho y a no-sotros nos salió la pieza gratis).

A Paco (del que nos consideramos sus amigos) decirle que: Estamos muy conten-tos de haber conocido en nuestra vida a un artista como la copa de un pino, pero sobre todo, la de haber conocido a “Un hombre de bien”.

Un cordial saludo para todos y que ha-remos lo posible por estar ese dia con nues-tro entrañable Paco.

Abrazos.

ANTONIO REINA

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Queridos Paco y familia:

De tus excelencias con el Barro del que todos procedemos no vamos a ha-

blar......, pues es de todos conocido tu maes-tría y buen hacer en el noble Arte de la Al-farería; … ¡no! ¡no! Yo quiero hablar aquí de tus excelencias y grandes dotes culinarias en el seno de la “Insigne y Bienaventurada Aso-ciación de Amigos de los Huevos Fritos con Cebolleta”. Asociación excelsa entre todas las que haya; pues es más dificil entrar en esta Asociación que en la Real Academia de la Lengua Española, ¡¡¡ Bien lo sabe Dios!!!

Al mismo tiempo que degustamos y nos inflamos con un manjar tan exquisito, hacemos patria, pues al Hortelano lo hace-mos multimillonario al comprarle Paco en la Plaza de Abastos la Cebolleta y no digamos el aceite, pues ya sabéis todos que los verda-deros huevos fritos con cebolleta tienen que freirse con Aceite de Oliva Virgen Extra, del que gastamos cantidades infinitas, práctica-

mente las Cooperativas de Úbeda no dan abasto para nosotros.........

En fin Paco, que te voy a decir yo, que tu no sepas ....., que es un honor para mi ser tu amigo, disfrutar de tu amistad y comernos los “famosísimos huevos fritos con cebolle-ta”, que los de CASA LUCIO de Madrid son una paparrucha frita al lado de los nues-tros.

Que Dios te guarde muchos años para bien de todos, con cariño.

JUAN ANGEL BIEDMA

P.D.: Se me olvidaba el producto más impor-tante, como son “nuestros huevos”… que son los mejores, con esa yema tan colorada y tan rica que tienen… ¿Dónde los compras Paco…?. Gracias.

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homenaje a Paco Tito

Con el agua y el barro

En aquellos remotos días de mi ya lejana niñez cuyo único defecto es que no vol-

verá, corría una coplilla que decía:

En la Calle Valencialos alfareros

con el agua y el barrohacen pucheros.

Y tú, Paco, ¡cuántos pucheros has hecho a lo largo de tu vida! De diferentes tamaños, formas y color; unos, recreados, rescatados del olvido –ese terrible lugar que la Civilización va ensanchando día a día-; otros, hijos de tu fértil imaginación y que tienen la particularidad de parecernos anti-quísimos.

Sólo hay que pasear, sin prisas, con el alma abierta a la sorpresa, por tu Museo de lo Cotidiano, para darse cuenta de todo lo hecho por tus mágicas manos. Porque el Museo de lo Cotidiano es una vuelta al ayer; un entrar de lleno en la vida de nues-tros abuelos; un no poder explicarnos cómo podrían vivir con todas esas antiguallas y sin ninguna de las cosas que hoy nos parecen tan normales; un admirarnos ante “cacha-rros” tan de pura fantasía como la alcolla, el filtro para el vino o la paridera, que parecen un timo a la credibilidad y sin embargo son reales. Como tú dices con tu fluido verbo, este museo “es una fuente del recuerdo”.

Pero tú, Paco, has llegado mucho más allá de los pucheros; de tus manos han sali-do esculturas grandes, como el monumento de Jaén, como tu padre o ese San Juan de la Cruz que, al mirarlo, ves que descansa un momento, exhausto y falto de fuerzas para emprender la tan dura pendiente que le lle-vará a la Casa de Úbeda; y figuras pequeñas, como el Cristo que baja de su cruz para ayu-darnos a llevar la nuestra; o los Quijotes, de precisión absoluta; o esos bustos, como los que recogen una instantánea de la vida de mis hijos.

Y no es todo, porque tú, Paco, ade-más de experto “pucherero” y gran escultor, escribes como los ángeles, eres un maestro alcaparronero y, sobre todo y por encima de todo, sabes ser amigo de tus amigos

Quizá haya que reformar la copla y cantarla así:

En la Calle ValenciaPaco Tito, el alfarero,

entre otras maravillas,hace pucheros.

Con nuestra eterna amistad

MARÍA LUISA Y ANDRÉS

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Manos y barro

Manos y barro que se funden.Mirada absorta en la esencia más absoluta.Movimiento y quietud en un baile de siglos.Pegote emergente e informeque ansía unas manosque dobleguen su fuerza,que le insuflen la vida que la mirada ya presagia.Manos, mirada, barro,baile circular, peonza saltarinaque desafía las leyes gravitatorias.Manos poderosas que conforman y depuran,barro, agua, lodo, en una trinidad envolvente.Corte limpio en el barro,Planeta que gira alrededor de su existencia.Obra única, nacimiento perfecto en su humildad.

(En la calle Valencia, una tarde amarilla de otoño)

ADELA PALOMARES

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homenaje a Paco Tito

Para mi buen amigoFrancisco Martínez Villacañas “PACO TITO”

Conocí a Paco “Tito” porque en los años 70, yo hacia un programa en Radio

Nacional a las cinco de la mañana, “Albo-rada”, ¡cuántos madrugones me costó!, y él a esas horas, una vez al mes me parece recor-dar, encendía el horno para cocer el barro al que había estado dando distintas formas de cacharros.

Yo acababa de empezar mi carrera profesional en la radio con el entusiasmo de los principiantes, abierto a descubrir nuevas cosas y con pasión por viajar. Paco “Tito”, desde muy temprano estaba en su Alfare-ría de la calle Valencia. Además del barro, como otra de sus aficiones era escuchar la radio, tenia en la Alfarería, justo encima de su cabeza, en un estante manchado de barro, uno de esos aparatos antiguos que él había cuidado con primor y por el que, no solo por la madrugada, sino prácticamente du-rante todo el día, se metía en su Alfarería la programación de Radio Nacional.

No recuerdo muy bien como se produ-jo el primer contacto, si fue a través de una carta o de una llanada telefónica, lo cierto es que, seguramente, como consecuencia de aquel contacto, se cruzaron nuestros cami-nos y realice la primera entrevista de mi vida a un alfarero, (yo no tenia ni puñetera idea de ese oficio tan extraordinario).

Aproveche la primera oportunidad que tuve para viajar a Úbeda, no había estado nunca en esa hermosa ciudad, y conocí per-sonalmente, no solo a Paco “Tito”, también

a su padre, se sentaba en una silla pequeñita de enea en la planta de calle de lo que en la actualidad es el museo, junto a una ven-tanita orientada al sur por la que entraba el sol generosamente, haciendo trébedes para la siguiente cocción. Hace mucho que no voy por Úbeda, pero hay un busto en barro que Paco hizo a su padre y que en algún lugar de la Alfarería - Museo debe estar, seguro que en lugar preferente. Los que no le conocieron basta que miren ese busto, tiene una hermosa expresión de vida, y es tal como yo le conocí en aquel mi primer viaje a Úbeda.

Para mí, aquel viaje supuso un gran descubrimiento, allí vi por primera vez una Alfarería por dentro, conocí todo el proce-so desde amasar el barro, tornear, modelar, cocer, hasta disfrutar del producto final, así como los pormenores de la construcción del horno que el propio Paco Tito había hecho con sus manos. Hasta cometí la osadía de sentarme en el torno.

Sin embargo el gran descubrimiento fue la de ese ser maravilloso, sencillo, entra-ñable y muy cercano, ese enorme artista que es Paco “Tito” y el de toda su familia, su padre, (creo recordar que solo llegué a verle en aquel primer viaje allá por los años 70), Isabel su mujer, que no puede ocultar su amor y admiración hacia Paco, se le ve en la cara, siempre a su lado como gran apoyo en lo personal y en lo artístico. Y qué decir de sus hijos Tíscar y Juan Pablo que hacen que esa familia sea una piña.

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Tras aquel primer viaje, en el que Paco “Tito” ya me habló de la ilusión que tenia por hacer un museo en su Alfarería en el que se recogieran los cacharros antiguos y que se llamaría “Memoria de lo Cotidia-no”, siguieron muchos más. La relación se fue afianzando tanto en lo personal, como en lo profesional, entre el periodista radiofónico y el artista del barro. (A algunos compañeros del medio Radio y Televisión les descubrí quien era Paco “Tito” y luego han sentido por él una enorme admiración).

Me acuerdo de muchas cosas de mis viajes a Úbeda, algunas son de tipo personal

como por ejemplo la boda de Juan Pablo o el afecto que siempre me dispensó la familia “Tito”, que es reciproco, pero tengo un re-cuerdo muy especial del día en que por fin Paco “Tito” vio hecho realidad aquel deseo de crear en la Alfarería el museo “Memoria de lo Cotidiano”. Uno se puede imaginar los nervios y la emoción de toda la familia de Paco “Tito” en aquel día tan señalado. Asistieron, como dirían las crónicas, las au-toridades civiles, militares y hasta eclesiás-ticas, muchísimos amigos de toda España y vecinos en general. En medio de aquel tu-multo, (si el piso aguantó la gran cantidad

Retrasmisión de un programa de RNE, con Pedro Muñoz.

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homenaje a Paco Tito

de personas que estábamos en aquella planta de la Alfarería de la calle Valencia es que su construcción es de buena calidad), estaba un joven, casi niño, Juan Pablo Martínez, elegantemente vestido, con un folio bajo el brazo donde tenia escritas unas palabras que dedicaría a su padre como parte del acto de inauguración del museo. Llegado el mo-mento se subió a unas escaleras para poder ser visto por todos los asistentes y en medio de un respetuoso silencio leyó aquel folio. La admiración que Juan Pablo siente por su padre como ser humano y como artista quedó públicamente expresada y para mí, lo que también es importante, descubrí que oficialmente, a partir de ese momento, Juan Pablo seria el continuador de la saga alfare-ra de Francisco Martínez Villacañas Paco “Tito”, era su compromiso y con testigos. Me emocionó por eso y porque cuando me acerqué para felicitarle, era la primera vez que hablaba en público ante tanta gente ma-yor, me dijo “todavía me tiemblan las piernas quillo (ahora diría apañao), pero lo que has oído es la verdad”. Nunca lo dudé.

En la actualidad me siento orgullo-so de que mi casa parezca una sucursal del Museo de Paco “Tito”, hay cacharros de él por todas partes. Particularmente le tengo mucho cariño a una pieza que está en lugar preferente de mi salón. Se trata de un cuerpo de mujer en barro, con ciertos aires cubistas, que debe ser una de las primeras piezas que modeló Paco “Tito”. Un día se presentó en mi casa de Madrid acompañado de su mujer Isabel con una enorme caja de embalaje en la que venia este regalo impagable. Como todo artista que se precie, Paco “Tito” ha-bía empezado a buscar nuevos caminos en

el arte del barro y ese camino imparable creo que es el que le llevó a ese momento brillan-tísimo, como creador, que fue su Exposición Itinerante de los Quijotes. Esa exposición en la que pudimos ver distintas escenas del Quijote hechas en barro y con las que Paco “Tito” se sumó a las conmemoraciones del IV Centenario de la publicación del libro de Miguel de Cervantes. Los que vimos la exposición, quedamos gratamente sorpren-didos, además, por el busto de D. Miguel de Cervantes que presidía la exposición, obra de Juan Pablo “Tito”. No cabe duda que lo que aquel jovencísimo dijo en la inaugura-ción del museo años atrás, se había hecho realidad, la tradición familiar continuaba. Es posible que con el nacimiento del hijo de Juan Pablo, o los de su hermana Tiscar, la saga de Paco “Tito”, continúe por mucho tiempo.

Para terminar quiero decir dos cosas. La primera es que he conocido a cua-

tro generaciones de los “Tito”, esto significa que soy muy mayor, aunque me sienta como un chaval.

La segunda es que los amigos que vie-nen a mi casa pueden ver a la entrada una cantarera con dos hermosas piezas verdes, en una de las cuales se lee: “Para ti Pedro con la amistad y el afecto que tu sabes mantener. Tu buen amigo Paco “Tito”.

Pues Paco lo que propongo es que cambiemos la colocación de los nombres de tal manera que yo te pueda decir: “Estas pa-labras para ti Paco, con la amistad y el afecto que tu sabes mantener. Tu buen amigo Pedro H. Muñoz”

PEDRO H. MUÑOZMadrid octubre de 2008

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En la mesa y en el juego, se conoce al ca-ballero. Reza el dicho popular y yo he

tenido la ocasión de conocer a un gran caba-llero y mejor artista, Paco. No es que hallamos coincidido en timbas de póker ni carreras de caballos sino en el juego más enriquecedor, desde mi punto de vista, que es hacer turis-mo. Isabel y yo hemos arrastrado una vida muy ‘sacrificada’ como buenos turistas por esas rutas veraniegas en las que hemos par-ticipado juntos. Espero y deseo de corazón

que Sicilia no haya sido nuestro último des-tino juntos y que la vida de jubilado te sirva para hacer renacer el joven artista, creador e innovador que todos tus amigos conocemos. Foto adjunta en Erice Sicilia con Maru Lola mi hija.

RAFAEL PÉREZ CARRASQUILLA te desea

SALUD

En la mesa y en el juego…

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homenaje a Paco Tito

No hay palabras sin corazón. No ha co-razón sin palabras. Son dos enunciados

que muy bien ejemplifican la persona de Paco Tito.

La memoria me hace retroceder a unos años en los que la amistad de su hijo Juan Pablo hizo que le conociese.

Con la mirada puesta en aquello que moldeaba y sus mágicas manos que acari-ciaban un pedazo de barro, descendí varias veces aquel verano hacia su lugar de trabajo que cuesta recordar con exactitud su fecha. Eso es lo de menos. Lo relevante, y así es como bien lo recuerdo, era descubrir a esa persona ensimismada en su obra. Lo real-mente relevante era escuchar sus anécdotas mientras no dejaba de enseñarnos valores de la vida tan importantes como la lealtad, la solidaridad, la igualdad y, por supuesto, la amistad y el compañerismo. La sexualidad y los amoríos en ocasiones completaban nues-tro manual de enseñanza básico para la vida que día tras día, él, Paco, nos ofrecía con tan-ta naturalidad y serenidad.

Manos transformadoras de pedazos de barro en arte y palabras que transfor-man la visión de aquellos adolescentes que éramos. Dos instrumentos que ha utilizado Paco Tito para saber vivir como se merece,

Paco Tito. Tanto corazón.

para tener a tanta gente que le aprecia y al mismo tiempo tan cerca, para saber decir de una manera llana que la vida tiene sentido de seguir siendo vivida, que su lugar siempre estará ocupado por él, por el espíritu siempre vivo que mantiene, y que siempre habrá un hueco en su corazón para ti, para ellas, para ellos, para nosotros, para nosotras, y para vo-sotros y para vosotras. Pero Paco Tito tam-bién es consciente de que, poco a poco y con pausa, hay que dejar paso a los que le pre-ceden: hijo, nieto o nietos, biznietos... todo estará por venir.

¡Qué gran suerte encontrar a personas con tan grandes corazones como Paco Tito! Son pocas las personas que disfrutan con su trabajo, y ese disfrutar es lo que ha hecho que todo aquello que sus manos acaricien al-cance casi la perfección. Y ese disfrutar es lo que a hecho de ti, Paco, una persona llena de energía y de enorme capacidad para trans-mitir paz, sinceridad y alegría.

Apañao, un besote y a seguir para ade-lante. O mejor dicho, “no cambies, no cam-bies, no cambies... no cambies, no cambies, no cambies...”

LUIS NAVARRO ARDOYSociólogo

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Paco Tito y el mar

Cualquier tarde de agosto, Paco en el torno o modelando, yo sentado por allí,

aprovechando el fresco del alfar.Aparecen algunos de los múltiples vi-

sitantes o admiradores, no muchos para que la broma funcione.

Al poco rato Paco hace como que re-toma la conversación conmigo:

-¿Pero de verdad es el mar tan gran-de?

-Que si Paco que te lo he dicho cien veces que es enorme.

-No me lo puedo creer, ¿y no se ve el final?

-No se ve, ven a verlo y te convence-rás.

Yo, dirigiéndome al visitante que tiene ya una cara de asombro acojonante.

-Es que Paco no ha visto el mar y no se cree lo que le cuento y aunque lo invito nun-ca tiene tiempo de venirse conmigo a verlo.

El visitante -¿De verdad no ha visto Ud nunca el mar?

-Ya ve Ud, ¿Ud lo ha visto? ¿Es como dice Manolo?

-Pues sí es grandísimo y desde la orilla no se ve el final.

- No me va a quedar más remedio que ir a verlo.

Fin de la actuación.Un fuerte abrazo.

MANOLO DE LA CRUZ

P.D. Paco a partir de ahora podrás añadir: ya que estoy jubilado.

Realizando un Cristo en la arena. Playa de la Barrosa junto a Antonio Gutiérrez “El Viejo”.

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homenaje a Paco Tito

Memoria de lo cotidiano

Hace bastante tiempo, cuando Paco Tito era todavía Francisco Martínez Vi-

llacañas y decidió dejar un trabajo estable y bien remunerado en una empresa de recono-cida solvencia para lanzarse a la aventura de vivir del barro, no podía imaginarse que lo que entonces era un sueño se iba a convertir en la esplendida realidad que hoy conoce-mos quienes hemos seguido su trayectoria y contemplado la transformación de su casa de la calle Valencia en el magnífico Museo Memoria de lo Cotidiano.

Pero, aunque entonces no pudiera imaginarlo, lo cierto es que Memoria de lo Cotidiano no ha sido, ni mucho menos, fru-to del azar: ha sido, es, la suma del trabajo de muchas horas al día, muchos días al año y muchos años, en los que al esfuerzo coti-diano ha sabido añadir la dosis necesaria de entusiasmo, el tesón y la disciplina, el gusto por lo bien hecho, aderezado todo ello con ese catalizador que no se puede adquirir en el mercado: el genio para hacer de un trozo de barro un objeto precioso, unas figuras con vida propia, inmortales en su fragilidad pero imborrables en el recuerdo de quienes han tenido –hemos tenido- la oportunidad de verlas, tocarlas, admirarlas e incluso seguir el proceso creativo y su evolución desde que eran un simple pegote de barro que ha ido adquiriendo forma hasta llegar a la purifica-ción del fuego.

Pero incluso con todos estos ingre-dientes, esta obra no habría sido posible sin

un elemento trascendental: el amor que Paco ha puesto en todas sus creaciones, desde el mas humilde puchero hasta esas maravillo-sas escenas de El Quijote, pasando por esas majestuosas ánforas árabes o los enormes platos que decoran desde los salones de tan-tas casas particulares a las más importantes sedes oficiales de este país, o tantos bustos con los que ha inmortalizado a personas más o menos conocidas, para deleite de sus co-nocidos y que se encuentran repartidos a lo largo y ancho de los cinco continentes, en los que el arte de Paco es conocido y ha contri-buido notablemente a extender el nombre de Úbeda y Andalucía, siendo numerosísimas las personas que al reclamo de su obra se acercan hasta la calle Valencia a contemplar un arte milenario sabiamente conservado, deleitándose con el sueño, hecho realidad, que Paco tuvo hace bastantes años, cuando todavía no era Paco Tito.

Claro que esta breve reflexión queda-ría incompleta sin una mención, obligada, al ambiente que ha rodeado a Paco en todo este tiempo. Desde su Padre, el genial Tito, que contribuyó con su presencia hasta el final de sus días a imbuirle ese amor por lo sencillo, -y ¿qué puede haber más sencillo y humil-de que un trozo de barro?-, hasta su familia, soporte fundamental en toda su trayectoria. Trayectoria que tiene la suerte de ver con-tinuada en su descendencia: Juan Pablo ya no es una promesa, es la continuidad de una obra que está obligado a conservar, pero sin

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dejar de lado su creatividad, su impronta, al igual que hiciera Paco con respecto a su pa-dre.

Y es de justicia, antes de acabar, men-cionar a tantos y tanto amigos que a lo largo de los años han animado a Paco con su pre-sencia, con sus visitas, con el aliento necesario en momentos más o menos difíciles, y, sobre todo, con su admiración y cariño, muchos de los cuales han decidido formalizar esa rela-ción integrándose en la Asociación de Amigos

del Museo de Alfarería de Paco Tito, no solo para salvaguardar su amistad y su obra, sino para que ésta sea aún más conocida.

Felicidades a Paco y, por extensión, a todos cuantos hemos tenido ocasión de con-templar y admirar ese barro convertido en ARTE.

JUAN DE LA CRUZ LÓPEZ LÓPEZ Úbeda, octubre de 2008

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homenaje a Paco Tito

A Paco Tito

Te apellidas Martínez Villacañas,Como Paco Tito eres conocidoPor tu obra, noble barro cocidoQue sacas de la tierra y sus entrañas.

Tierra humilde, arcilla silenciosaPor tus manos moldeada, acariciadaY después, en el fuego, acrisoladaPara adquirir su forma más hermosa.

Un sueño: “Memoria de lo Cotidiano”Fue tu realidad primeraY en “realidad” has tornado una quimera:Los sueños de Alonso Quijano.

Sancho, Dulcinea, Clavileño,Rocinante, Rucio y Barataria,Todos, fruto del ingenioDel más grande y célebre EscritorCobran vida en tus manosDe Alfarero noble y Escultor.

Y así, Úbeda y La Mancha hermanadas:Por un lado el ingenio cervantinoPor otro, tu arte, que es divinoY contemplan las gentes, admiradas.

D. Miguel nos prendó con su palabra,La belleza de tu obra nos arroba.Noble arcilla, vieja y mora...No son tus manos, Paco, no,¡Es tu corazón que la enamora!

JUAN DE LA CRUZ LÓPEZ LÓPEZÚbeda y Abril, 1997

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Hola Pablo Tito

Como puedes ver no me he olvidado de ti. Adjunto a esta carta te mando todas

las fotos que hicimos durante la maravillosa visita que mi marido y yo realizamos a vues-tro increíble y grandioso museo y taller de cerámica.

Quisiera también felicitaros como personas, porque aunque el tiempo que pa-

samos con vosotros no fue mucho para mi fue suficiente, me di cuenta en seguida que lo que en ese taller se respira, es algo mas que una importante tradición alfarera y me refiero por supuesto a la tradición familiar. Personalmente, percibí mucho sentimiento en todo lo que vi y escuché, sobre todo con el pequeño Pablo Tito. Nunca me olvidaré de ese pequeño niño guiándonos por ese mundo de la alfarería que conoce tan bien a pesar de su corta edad. Nos trasmitía todo lo que contaba, no solo que lo que veíamos es un arte heredado de generación en ge-neración sino que viendo el mundo de lo cotidiano, como su abuelo a titulado a toda sus obras, se percibe que las cosas están pen-sadas y echas con mucho sentimiento, que la tradición familiar para ese niño de apenas cuatro años ya le ha calado hondo, fue capaz de trasmitírmelo y eso hará que siempre re-cuerde al pequeño Pablo Tito.

Para finalizar esta carta le deseo al pequeño que cumpla sus sueños, pero sobre todo que nunca olvide que por encima de todos los éxitos y lo material esta la familia, y una familia con esa tradición si que es un gran éxito.

Sin mas un afectuoso saludo y un beso para el pequeño Pablo Tito, de Juani y Enri-que desde Vitoria.

JUANA PEIRONCELY TOBAL Vitoria, 24 de Septiembre de 2008.

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homenaje a Paco Tito

PACO TITO.Museo “Memoria de lo Cotidiano” en Úbeda

La tradición alfarera en Úbeda hunde sus raíces en la Edad Media. Actividad de

origen mudéjar, mantendrá su producción in-cólume a partir de la expulsión de esta minoría en el siglo XIV, trasmitiéndose de generación en generación hasta nuestros días.

En el “repartimento” de alcábalas de 1591 ya figuraban un total de 59 alfareros, a los que tendríamos que unir otros artesanos del barro que aparecen bajo los epígrafes de olleros, tinajeros, barreros, etc. Y es que la producción ceramista de Úbeda bien podía competir por aquellas décadas con la de otros grandes centros alfareros hispanos como Ma-nises, Triana, o Talavera de la Reina. De ella, “del mucho y buen vedriado verde, que se labra en la ciudad de Úbeda en la calle que dicen de Valencia –daba cuenta el maestro Ximenez Patón en 1618- que siendo muy larga es toda de oficiales barreros que proveen muy grande parte de estos Reynos de vedriado”.

Loza verde y blanca, ocre y negra de manganeso. Cerámicas relacionadas, por su tipología y técnica, con aquellas otras piezas “guebri” persas de los siglos XI y XII con di-bujos esgrafiados y baños de óxido metálico en verdes y melados –nos comenta Cayetano Anibal González-. Pero en Úbeda también se labran vasijas con dibujos incisos; sin olvidar las suntuosas pilas bautismales de resonancias morisco-toledanas, o brocales de pozo deco-rados por el viejo sistema “urdido”; amén de loza de mayor calidad y precio, “vidriado azul y blanco”, como el que aún en 1789 subsistía de creer a Bernardo de Espinalt en su Atlante Español.

Los alfareros, a un tiempo conocidos como “vedriaderos”, disfrutaban de ordenan-zas propias y su proceso de aprendizaje cul-minaba con un examen ante los veedores del gremio. Agrupados en la hermandad de San Cristóbal, ya en el siglo XVII el obraje del ve-driado era la única artesanía exportadora de la ciudad, resto glorioso de una productiva acti-vidad industrial desaparecida.

En el siglo XVIII, según el Catastro de Ensenada, son 27 los maestros y oficiales alfa-reros que aún persisten en la población, repar-tidos en 13 “hornos corrientes de varro pardo o alpharería y vedriado blanco”.

La alfarería proseguiría su tradición a lo largo del siglo XIX. El oficio del barro había adquirido carta de naturaleza en una ciudad, Úbeda, donde todo un barrio de arrabal, San Millán, de un modo u otro vinculaba su activi-dad laboral, festiva y comunitaria, a un gremio honrado y humilde como era el de los alfare-ros. La plaza de los Olleros, la calle Valencia, quedaban definitivamente constituidas por ca-sas de parcela rectangular, de parcele estrecha y profunda, en cuyos patios traseros, linderos al campo, los hornos de leña de cacharros, o los grandes hornos tinajeros, competían en ac-tividad y buen hacer.

Todavía a principios de los años cin-cuenta del pasado siglo, recuerda el propio Paco Tito, aún subsistían en la calle Valencia una treintena de obradores en producción. Luego los nuevos modelos de vida, la emigración, la introducción en los domicilios particulares de agua potable, la incorporación paulatina del plástico, iría acabando de un modo inexorable

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con una tradición de siglos, hasta dejar redu-cido el número de talleres activos en nuestros días a seis. Todo un milagro de permanencia en el tiempo, un tiempo que había dejado de ser el tiempo de la cerámica de uso popular vinculado a las tareas agrícolas, domésticas, constructivas.

Por estas fechas un alfar, el de Pablo Martínez Padilla, “Tito”, se constituía, jun-to a otros como el de Almalza, Góngora o Alameda, en último reducto de una actividad centenaria, noble y bizarra, llamada a desapa-recer. Años difíciles, marcados por la creciente precariedad de un mercado antaño pobre pero estable. Tiempos donde la venta de cacharros cada vez se va viendo más reducida a pequeños pueblos convecinos a Úbeda, pueblos de La Loma, El Condado, las Sierras de Cazorla y Segura, donde la labor, los cántaros, los botijos, los lebrillos y cazuelas, se venden a bajo precio, o se cambian directamente por productos de la tierra en un trueca inveterado.

En el seno de este taller, en el seno de “una familia de estirpe alfarera, cuyos orígenes –nos cuenta él mismo- son el barro arrancado de las entrañas de los universales “Cerros”, na-cía acabado el año de 1943 Francisco Martí-nez Villacañas, “Paco Tito”.

El obrador paterno, de manera directa o indirecta, proseguía la tradición familiar de varias generaciones de hombres vinculados al oficio. Allí se incorpora Paco a la corta edad de once años. Allí ya está su hermano Juan. Allí se amamanta en una tarea que requiere largos años de aprendizaje, profesionalidad, dedica-ción y –cómo no- vocación por el trabajo pa-ciente y bien hecho.

Pero los tiempos que corren no son fá-ciles y la crisis alfarera, al memos de un modo circunstancial, le afecta directamente. ¿Qué

hacer en una profesión que no tiene futuro, un trabajo que no da ni para comer? Paco, como otros, se ve forzado a buscar otros derroteros profesionales a su vida. Pero su vida es la pella de barro que adquiere forma en sus manos; su vida es el viejo obrador de la calle Valencia, y pronto regresa a su viejo oficio donde su padre resiste, de un modo numantino, los envites de los nuevos tiempos.

Sin embargo algo empieza a cambiar. La sociedad española, que ha dado de un modo definitivo la espalda a unos modelos de uso y consumo pertenecientes ya al pasado, en su proceso de modernización comienza a mi-rar la cerámica con otros ojos.

Nacía una nueva mirada para unos ob-jetos ancestrales carentes ya de utilidad. Era la mirada estética, ornamental e incluso colec-cionista, la que sustituía una arcaica valoración instrumental.

Esta novedosa puesta en valor de nues-tra cerámica conllevaba la salvación de una artesanía herida de muerte. Pero también la paulatina desaparición de piezas cuya utilidad había perdido todo interés para un mercado tantas veces superficial.

Por estos años, inicios de los 70, Paco Tito comienza a cosechar sus primeros reco-nocimientos profesionales: Premio Nacional de Diseño y Realización Cerámica (Madrid, 1972), Campeón Nacional de destreza en el oficio (1973), Primer Premio en el Concur-so Nacional de Argentosa (Barcelona, 1975), Segundo Premio del Certamen Internacional de Escultura Jacinto Higueras. Premios que continuaría atesorando, como –entre otros- de nuevo el Primer Premio de Alfarería en el Certamen Nacional de Argentosa (Barcelona, 1984), el premio “Mejores artesanos españo-les”, otorgado por la Universidad Compluten-

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homenaje a Paco Tito

se de Madrid (1986), o el Premio Ciudad de Jaén de Artesanía Artística (1988).

El prestigio profesional de Paco Tito es cada vez más reconocido entre profesionales y público en general, como lo atestigua las múltiples exposiciones individuales y colecti-vas en las que participa a partir de la década de los 80: Linares (Sala Eduma, 1983), Úbe-da (Sala de Exposiciones de la caja General de Ahorros, 1985), Granada (Caja General de Ahorros, 1988), Madrid (Galería Blasco Garay, 1989), Jaén (Museo Provincial, 1990), Córdoba (Palacio de Congresos), etc. La ce-rámica popular, algo impensable en épocas pretéritas, se asomaba a las salas de exposi-ciones adquiriendo sus productos categoría de objetos artísticos.

Una muestra excepcional en su trayec-toria artística y profesional fue la celebrada en Sevilla en 1992. Esta exposición titulada “Memoria de lo cotidiano”, organizada por la Fundación Machado en la Casa de Murillo, supuso –posiblemente- un antes y un después en la carrera de Paco Tito.

La exposición, que significó un esfuerzo de recuperación casi arqueológica de piezas en desuso por parte de su autor, estuvo acompa-ñada de un excelente catálogo donde autores como A. Muñoz Molina, Antonio Gala, Ar-cadio Blasco, Emilio Sempere, etc, ofrecían sus comentarios y visiones sobre un autor cuya producción alcanzaba un grado de reconoci-miento y aceptación ya nacional.

Esta muestra, cuya ordenación quedaba establecida siguiendo el orden de usos de sus objetos, antes que dispersarse tuvo la enorme fortuna de quedar reagrupada para siempre en el obrador de Paco en Úbeda, tras ser someti-das sus instalaciones a un profundo proceso de rehabilitación integral.

El taller de Paco Tito, en la calle Valen-cia, es una antigua casa cuyos antiguos oríge-nes tal vez se remonten a los siglos XV-XVI. Esta vieja fábrica había experimentado sucesi-vas operaciones de renovación, siendo la más importante la sufrida por el inmueble en las primeras décadas del pasado siglo. Sin embar-go, su estructura, así como la ordenación de su zona fabril, patios, secaderos, horno, almacén, continuaban respetando de un modo preciso la ordenación tradicional de la casa-alfar ube-tense.

La intervención, a la que era sometida la vieja casa-obrador, afectó fundamentalmente a la consolidación y puesta en valor de deterio-rados espacios, hoy dotados de un recuperado esplendor, en los cuales habría de ser ubicada con carácter definitivo la exposición perma-nente “Memoria de lo cotidiano”.

Esta colección, instalada en su espacio natural, que no es otro que aquel en el que fue creada, comparte la doble y extraordinaria circunstancia de poder ser admirada no solo en su entorno, urbano, doméstico, sino en el mismo seno donde la producción alfarera se lleva a cabo. De este modo, el visitante no solo tiene acceso a la visión de unos determinados objetos, cuyas formas e historia estuvo vincu-lada a los trabajos y los días de generaciones anteriores, sino que puede contemplar –a un mismo tiempo- un prototipo de casa tradicio-nal y popular en estado prístino, al tiempo que visualiza y vive todo el proceso de elaboración de una artesanía en sus secuencias diacrónicas y manufactureras: Torno, vidriadero, secadero, horno de leña, albañar de barro, almacenaje.

Es por ello que los objetos cerámicos de Paco Tito, antes que parecer estáticamen-te musealizados en el tiempo y en el espacio, adquieren la dimensión vital, la comprensión

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compleja y completa, de su propia existen-cia. Aquí el oficio, el quehacer de siglos, está acompañado de un modo permanente por el producto final y elaborado de su actuación, y viceversa. Y es este uno de los criterios más valorados por la más reciente museología et-nográfica, el objetivo que muchos museos de artes y costumbres populares quisieran en la actualidad alcanzar, venciendo las decimonó-nicas barreras de un planeamiento museográ-fico enciclopédico y mudo.

De todo lo anteriormente dicho puede fácilmente deducirse el acentuado carácter pe-dagógico y didáctico que la casa-obrador de Paco Tito, y las colecciones que custodia, en-cierra para un público en general, otra de las características más ponderadas y eficaces de la museografía moderna. Y todo ello conseguido de un modo natural, sin la presencia de un ar-tificio impertinente, aquel que se interpone de un modo innecesario entre usuario o visitan-te y museo, entendido éste como mecanismo enajenante y distanciador de unas piezas, de un hacer, condenados a ser el acta de defun-ción de su propia ser, de su propia existencia, hoy lejana y arcana.

Por si todo ello fuera poco, los espacios museográficos de la casa-obrador de Paco Tito guardan otra de sus colecciones permanentes más valiosas y entrañables. Son sus piezas de terracota, fruto de la doble faceta mantenida por Paco a los largo de las últimas décadas como alfarero y escultor.

Conocidas son sus colecciones de Qui-jotes, pequeñas y deliciosas figuras en barro cocido que ilustran los principales pasajes de la inmortal obra de Cervantes. Estas piezas, delicadas y minuciosas, ya han sido expuesta por una buena parte de la geografía española, alcanzando un entusiasta grado de admira-

ción y popularidad. Y junto a ellas, otras mu-chas, en tantos casos maquetas y modelos de obras llevadas a cabo con otros materiales y formatos.

Es cierto que hablamos de colecciones diferente, terracotas y utensilios cerámicos. Pero no es menos cierto que a ambas les unen el barro, como materia prima, y las manos que las elaboraron. A la postre son expresiones de una misma sensibilidad, honesta, meticulosa y popular, y de un mismo oficio, aquel que sabe conjugar con sabiduría de siglos los cuatro ele-mentos de la Creación.

Paco Tito no solo ha sabido mantener una tradición inmemorial, recuperando ob-jetos, formas y texturas, que dormían en la memoria el sueño de un pasado pleno de hu-manidad, sencillez y cotidianeidad. Paco Tito, autor y autodidacta, cuya sensibilidad lleva en su sangre la fuerza ancestral y desbordante de tantos antepasados, crea por naturaleza guiado por un instinto pretérito y esencial. Sus im-presionantes piezas de cerámica, sus grandes jarrones nazaritas, sus brocales, sus pilas bau-tismales, sus grandes platos donde la filigra-na compite con el infinito, conversan con los modestos pucheros y cacharros en donde Dios –de creer a Teresa de Jesús- también habita. De sus manos los pasajes del Quijote adquie-ren un aroma antiguo y poético, un sabor de apólogo tradicional. El barro se hace palabra para contarnos historias sencillas, para hablar-nos de un tiempo que se nos fue entre los de-dos sin que apenas intentásemos atraparlo.

Hoy, las grandes manos de Paco, sus dedos robustos y enormes, nos devuelve ese tiempo en este museo que guarda toda la me-moria de un pasado cotidiano.

ARSENIO MORENO MENDOZA.

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MemoriaFotográfica

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Atando un bulto de cántaros. 1960.

Primera Comunión. 1952.

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Cumpliendo con la patria, año 1965

Haciendo una tinaja,año 1970.

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Paco Tito posando con el segundo y el tercer Premio Nacional de Alfarería. Año 1973.

Trabajando delante del jurado del Premio Nacional de Alfarería. Año 1973.En el centro del jurado Matías López (Presidente de Vidrio y Cerámica).

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En el horno con el profesor D. Enrique Tierno Galván.

Con Victor Manuel y Ana Belén.

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Cociendo en el horno pequeño. Año 1980.

Abuelo Tito.

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Restaurando el horno Árabe. 1983.

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homenaje a Paco Tito

Isabel y Paco en los comienzosde su propio taller, año 1983.

Cociendo el primer horno en el taller de Paco Tito.

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Sacando toda la familia el primer horno cocidoen el taller de Paco Tito. 1983.

Sacando el horno. 1985

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Tres generaciones en el horno

Cuatro generaciones.

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Junto al Abuelo Tito en el obrador. 1998.

Paco Tito, Isabel yJuan Pablo en el obrador.

El Abuelo Tito y Paco Tito, cociendo.

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Con su inseparable Isabel con dos pie-zas para el Parlamento de Andalucía. 1988.

En el Horno.

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Las primeras lecciones a su hijo Juan Pablo. 1978.

Las primeras lecciones a su nieto Pablo Tito. 2005.

Con su hijo y su nieto, la última generación de la saga.

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Demostración en Burgos. Año 2001.

Entrega del PremioAl-Andalus. Año 2003.

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Con Quique Camoiras

Con Lola Herrera

Con Antonio Muñoz Molina

Con Antonio Gala

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Hermandad Gastronómica de los Trebederos. (Comida en el patio del Alfar).

Algunos miembros de la Hdad. Gastronómica de los Trebederos.

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Almuerzos de Navidad y Semana Santa con los amigos en el Alfar.

En el Pantano de Iznajar junto a familiares y amigos

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Con S.M. los Reyes. 2006.

Con S.M. la ReinaDña. Sofía. 2006

Visita de S.M. la Reina Dña. Sofía en Úbeda. 12 de Marzo de 2008.

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En el obrador. 2008.

Haciendo un porrón. 2008.

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Entrada al Museo de Alfarería Paco Tito “Memoria de lo Cotidiano”

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Salas del Museo de Alfarería Paco Tito “Memoria de lo Cotidiano”

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La Manija. 2008.

Modelandoun Quijote

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Foto de familia en el 40 aniversario de Boda. Abril de 2008.

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Moldeador del sueñocreador tangible,manos de diseñopensamiento libre.

Barro sin moldura,dáctil terciopelo,Dios, maestro y mito.

Sabiduría pura, arcilla sin velo,genio Paco Tito.

Capacidad plenaausente de orgullo,merece la penaser amigo tuyo.

PASCUAL Y ENCARNA.

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Amigo del alma

Paco has sido y sin duda seguirás siendo un recuerdo imborrable en nuestros co-

razones.

Nuestro primer viaje a España nos en-frento al llegar a Úbeda casi por casualidad con ese arte incomparable y único de tu alfa-rería. Esa mezcla visceral tuya con tu tierra, de la que extraías mágicamente formas, nos deslumbró desde el primer momento y aún hoy nos fascina. Nuestra casa sigue atesoran-do tu “memoria de lo cotidiano” en platos, jofainas y adornos.

Tu padre, que conoció a nuestros dos hijos mayores, nos brindó su calidez, sonrisa y habilidades. Sus gafas y su historia son un recuerdo que atesoramos.

Luego él quedó en el recuerdo y con su fuerza tú seguiste adelante. Tus manos desde el barro modelaban y creaban esas hermosuras. Vasijas, “cacharros”, como tu los llamas y los valientes Quijotes.

Pablo sigue tu legado. Y tú te encuen-tras enseñando a tu nieto a continuar con esa historia.

Nos abriste las puertas de tu casa y alrededor de ese brasero, que jamás olvida-remos, junto con tu mujer nos contamos las alegrías y penurias de la vida.

Nos hablamos casi todos los años, para contarnos las pequeñas y grandes cosas de lo que nos acontece. Lamentamos no po-der abrazarte muy fuerte en este homenaje merecido a tu trayectoria, coherencia y ver-dad para con lo auténtico: tú arcilla molde y simiente de toda tu vida.

Te queremos entrañablemente y re-cordamos esta amistad a la distancia como un único tesoro.

!Feliz homenaje merecido, amigo del alma!

CARMEN GARMA y JOSÉ MARÍA IGLESIAS,

desde Argentina.

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Pasodoble a Paco TitoGABRIEL BARBERO DE LA BLANCA

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Querido amigo Paco:

En este punto de nuestras vidas, sólo le rindo culto al talento creativo, a la inteligencia y a las amistades sinceras, y esas virtudes tú las atesoras

a manos llenas.

Con ubetenses como tú, nuestra Úbeda es más Herencia de la Hu-manidad, porque tú llenas con el arte de tus manos y tu generosidad de tu alma sus piedras, su historia y sus latidos.

Se decía en Roma, que cuando alguien se retiraba de la vida pública, había alcanzado la “SERÉNITAS”, la serenidad.

Tú lo lograste hace tiempo.

Ahora disfrútala en compañía de Isabel, de tus hijos y nietos y de nuestros paisanos.

Siempre en el corazón, tu amigo:

JESÚS MAESO DE LA TORRE

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Famiilia de Paco Tito

Querida familia.

No he podido alargar mas mi poesía, pero dentro de ella va el cariño y respeto que siempre le hemos tenido la familia Me-dina Cuadros a nuestro Paco Tito, hombre tan sencillo como grande y tan bueno como excelente. Una vida llena de vivencias y am-parada siempre en la conciencia de hacer las cosas como se deben de hacer y respetando las normas de conducta de todo el que lo conoce y lo seguirá conociendo por muchos años.

Paco Tito en nuestra vida, ha sido siempre, una figura imprescindible de nues-tro vivir diario, pues cuando pasaba mas tiempo de lo debido, siempre había un re-cuerdo que debía de completarse visitándolo en su puesto de trabajo, junto al barro y el horno y siempre dejando una sonrisa por el suelo y otra mirando a la cada del amigo al que siempre recibió con el alma y en muchas ocasiones con el barro entre los dedos que era la forma de hacer llegar su cariño a todos cuantos le queremos.

El recuerdo hacia su familia, sus fa-miliares fallecidos y su cariño hacia todos los que le rodean le han hecho símbolo de la humildad y de la sencillez, al que solo le importa que al encender el horno y realizar los rezos, se pueda obtener la mejor cosecha del arte alfarero al que ha dedicado su vida

y siempre evitando que ningún hielo alcan-ce el chirimoyo que crece en la pared de la puerta que da acceso al horno de su vida.

Hoy me siento honrado y feliz pues

puedo escribir de un amigo que sé que ade-más de cercano es cierto y que no niega una sonrisa aún a pesar de que alguna pena le agobie. Paco no merece estas palabras mías, merece un lugar en la gloria de la cultura, de la provincia de Jaén y del cielo que le cubre.

Me siento honrado, repito, con su amistad y su abrazo cálido que nunca me falta y lo que siempre pido es que no se ol-vide de mi y siga siendo siempre COMO SIEMPRE LO FUE, ÚNICO.

Un abrazo muy grande con todo mi corazón y el de mi familia.

MANUEL MEDINA GONZÁLEZ

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A mi amigo Paco Tito

Creciste entre la arcilla de tu entornodonde tu vida fue como el tributoque dio tu arte sublime y absolutoensalzando la tierra con el horno.

Tu aprendiste a ser hombre trabajandode sol a sol, lunas y madrugadastus manos nunca fueron agotadasy esperaste la vida siempre andando.

Aprendiste a ser pobre pero honradoy ya crecen las nieves en tus sienes,orgulloso estarás de donde vienespues nunca renunciaste a tu pasado.

Modesto fuiste ayer, hoy y mañana,tu noble condición nobleza enubrespues para ti es igual abril que octubrey la igualdad es en ti envidia sana.

Siempre fuiste del pobre compañeroy nunca te alejaste de tu gente,pasaste por la vida de prudentey tu orgullo fue ser siempre alfarero.

A tus padres les quieres desde niño,los mencionas en cada dos por tresy al igual que a tus hijos y mujera todos les compartes el cariño.

Y en tu etapa de amores muy secretoshay algo que yo quiero revelary es tu nueva visión del verbo amarcuando vistes de amor a tus cuatro nietos.

En fin, que quieres, Paco, que te digasi la vida la empiezas cada díay siembras en tu entorno la alegríay consigues que el tiempo la bendiga.

Tu seguirás soñando entre figurasque tu sabes hacer y darles vida,nada de ti se apaga ni se olvidaprisas la tierra y rozas las alturas.

MANUEL MEDINA GONZÁLEZMadrid, 15 de Octubre de 2008

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homenaje a Paco Tito

A mi amigo Paco Tito II

Te da la vida afán y santa casajunto al horno de barro de tus sueñosy al igual que tus nietos tan pequeñostu ilusión por vivir nunca se pasa.

Y nunca pasará pues de tu ejemplose bañaran los montes y los riosy tus años tan tuyos como míossiempre serán eternos como el templo.

Hoy se hace resplandor el campo opacode los años que pasan y se vannuestras vidas aun siguen y estaránsiempre llenas de amor, querido Paco.

MANUEL MEDINA GONZÁLEZMadrid, 15 de Octubre de 2008

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Feliz jubilación

Con tu niña y este pequeño llegasteAquí muchas vacaciones pasasteHicimos nuestra buena amistadMuchos arroces a la banda comimos.Tus Cristos de arenaTe esperan en tu playa del El MorcheEste pequeño te reemplazará en tu jubilaciónBuenas manos nos dejas de buen maestroNuestro amigo Paco Tito.

Te deseamos mucha felicidad en tu jubilación.

Un abrazo.MANUEL RICO, El Morche (Málaga)

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Palabras a mi amigo Paco Tito.

Llevo tiempo queriendo decirte, a ti, que elevas el barro a la categoría de esencia de la materia, que dignificas el agua

con que se mezcla la arcilla para formarlo, que usas el fuego para dar solidez y perennidad al fruto de tu trabajo, que respiras el aire de estos cerros que compartimos, el mismo que orea tus cacharros... quiero decirte a ti, amigo afable y hospitalario... que agradezco infinitamente haber compartido contigo los ratos tan agradables que hemos echado juntos, la amistad que me has brindado desde siempre y las lecciones de humildad y humani-dad que me has dado.

Que nuestra amistad perdure muchos años.

Con mis mejores deseos.

JOSÉ LUIS BARELLA BALBOA

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De quijotes como Paco…

Sólo cuando, en sus correrías, aquel preho-mínido dejó de usar sus extremidades de-

lanteras para apoyarse y empezó a utilizarlas para coger frutos y asir objetos, manipulando torpemente con ellas hasta hallar soluciones, entonces, sólo entonces, empezó a ser per-sona, a ser inteligente. La inteligencia nació por el uso de las manos, y por ellas se inició el desarrollo y el progreso.

También las artes -expresión superior de la inteligencia- nacieron de los diferentes usos dados a las manos: con los pigmentos y colores vio la luz la pintura; en los materiales duros encontró su apoyo la arquitectura; de signos y grafías se urdió el telar de la escri-tura, de la rítmica ruptura del silencio sur-gieron los gorriones en los pentagramas… Y con el barro, ay, con el barro se hizo Tito; o la cerámica, que es lo mismo que decir Paco Tito.

Este alfarero amasa la dócil y rojiza arcilla mezclándola con la levadura de la ins-piración y los sentimientos y, en la noria del torno, a base de mimos y caricias, va gestan-do la criatura artística hasta que, ya forma-da e independiente, un cordón umbilical la separa y la deposita en el cálido regazo del horno. De las manos de Paco, como si de un prestidigitador del barro se tratara, han salido desde platos, ánforas y multitud de objetos y utensilios, “memoria de lo cotidiano”, hasta una mágica pléyade de esculturas inmortali-zadas en la eternidad de un instante.

De entre ellas, en la Casa de la Cul-tura de Mengíbar y hasta el próximo 2 de

abril, tenemos la posibilidad de contemplar una espectacular colección, patrocinada por la Fundación Cruzcampo: 26 figuras que representan a otros tantos personajes o mo-mentos de nuestra mayor obra literaria, Don Quijote de la Mancha. Con realismo cervan-tino y precisión miniaturista, Paco Tito ha dado cuerpo y alma a las más bellas páginas nacidas de la imaginación de don Miguel de Cervantes. Una exposición que, a menos de un año del IV centenario de la primera edición de nuestra mayor obra literaria, su-pone un acontecimiento y una ocasión única para rendir un doble homenaje: a Paco Tito, como uno de los más grandes artistas que ha dado de nuestra provincia; y a Don Quijote, como el libro que debiéramos empezar a leer o releer para mejor prepararnos a celebrar los cuatrocientos años de su existencia.

Si las manos son el instrumento que utiliza el corazón para hacerse caricia, las de este artesano -padre, hijo y nieto de alfareros, sencillo como el barro y genial como su obra- acarician el barro hasta hacerlo vida. Aquel Miguel Ángel del Renacimiento, cuando terminó su Moisés le dio un último golpe con el cincel, como si fuese un soplo de vida, exigiéndole que hablara; ahora, cuatrocientos años después, a través de este Miguel Ángel del barro, don Quijote recobra y reivindica su locura ante este mundo tan “correctamente” cuerdo y “legalmente” injusto.

JOSÉ ROMÁN GRIMA

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homenaje a Paco Tito

A Paco “TITO”, Alfarero, Artista y AMIGO

Veinticinco años, te contemplan trabajando,en tu Alfar Museo, en esta celebración,vísperas ya de retirarte, por tu jubilaciónquisiera yo a ti ensalzarte, amigo sin discusiónpara poder tu valía alabar,pongo mi buena intención,plumas afamadas y mejores lo haránseguro, en esta publicación pero con más cariño, te digo yo, que noeso lo sabes de corazón.Alfarero te afamaste,artista sin discusión,de la electricidad te alejastepara el barro trabajar,fue sabia tu decisión, en aquellos tiempos difícilesy lo recuerdas con dignidad.De tus manos salieron sin pararvasijas, platos y jarronesEsculturas de belleza sin igual.Bustos afamados e Ilustres Quijotes que en tu “MUSEO” conservas, como una religión.Juntos están, en la misma exposición,Las más humildes vasijas, que de “Lo Cotidiano” provienen,rivalizando en bellezacon ilustres Quijotes,y hasta el Rey, hierático,desde su pedestal, se alegra,de tan singular compañía.Ahí quedaran para siempre

para el que quiera admirarlasson el reflejo de tu trabajo tu cariño y dedicación.Como Artista y Alfareroo como Alfarero y Artista. Que lo mismo da, que da lo mismo,No hay otro igual.En otro apartado, quisiera metermey es, en de tu tremenda humanidad,si como alfarero eres grande¿como amigo? “No hay quien de Mas”conversador impenitenteamable por demás siempre agradando a la gentetu Alfar, abierto de par en parel que viene de visita,se lleva tu amistady yo me siento halagado,contento y entusiasmado,de poder, a los cuatro vientos, pregonar, que más que amigo, eres Hermano. ¿Qué quieres que te diga más?.Para no ser pesado, con esto termino ya,cuantas cosas podría contarpero como este día es tuyodisfrutemos de tu amistad.

Al más que amigo, hermano, en su25 aniversario como Artista y Alfareroy en su 65 Cumpleaños Felicidad Total.

A. QUESADAOctubre 2008

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Homenaje a Paco Tito

No veo yo a Paco jubilado. Es que ni me lo imagino y mira que soy capaz de

echarle hilo a la cometa. Repaso mis carpetas de imágenes en el ordenador y me ha salido el abuelo Pablo sentado en su silla de enea haciendo trébedes por aquello de ayudar. Iba de alfar en alfar repartiendo su tiempo entre los hijos. Tampoco veo yo a Paco sentado haciendo trébedes mientras Juan Pablo o Pablo Tito trabajan en la rueda si es que ese futurible se hace realidad.

¿Cómo será Paco jubilado?. ¿Alguien puede pensar que se va a jubilar realmente?.

¿Y qué hace con tanta imaginación almace-nada, con tanto arte por desarrollar, con tan-ta experiencia por transmitir….?. Y ahora que tiene un museo…, ¡que va!, ¡que va!, que no se a qué viene este lío.

Y hablando del Museo, desde la pri-mavera del año pasado, Úbeda cuenta con dos museos de carácter oficial. Desde princi-pios de la década de los setenta, Rafael Vañó Silvestre, consiguió la apertura del Museo Arqueológico sito en la Casa Mudéjar. En la primavera del pasado año, gracias al esfuerzo, el tesón y el amor a las cosas de su tierra que posee Paco, consiguió no sin las dificultades lógicas, que aquella casa de la Calle Valencia se incluyera en la Red Andaluza de Mu-seos. No hay más museos en la ciudad por muchos rótulos indicativos que, aún con el consentimiento del Excmo. Ayuntamiento, se encuentren en las calles. Bien entendido que estamos hablando al día de hoy de mu-seos con entidad oficial, de museos legales, de museos que cumplen todos los requisi-tos que establece la nueva ley y que, ya en el plazo de dos años como máximo, acabará con la desinformación que existe al respecto. No habrá posibilidad en el futuro de eso tan llamativo como “museo del jamón”, “museo del calcetín”, etc… y tantos nombres dispa-ratados de los que, así porque sí, cualquiera quiere apropiarse. Ya se advierte. En el plazo indicado cualquier iniciativa de este tipo o pasa por los requisitos que establece la ley o deberán cambiar de nombre y hacer desapa-

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homenaje a Paco Tito

recer indicadores, rótulos en establecimien-tos si no quieren ser sancionados.

Paco ha conseguido tener su museo. O mejor dicho, algo que es muy suyo lo ha dado para la ciudad que ama, para su Úbe-da. Y es que la definición y el titulo “Museo de Alfarería Paco Tito, Memoria de lo Co-tidiano”, tiene un sentido total. No se trata de una colección de piezas de cerámica, de una recopilación de objetos, como algo de recuerdo, que he ido recogiendo por dónde he pasado. Los coleccionistas tienen su sitio en la nueva legislación, que hace sus distin-ciones al respecto. Lo de Paco es tratar de conseguir que no se pierda el cacharro que, desde tiempo inmemorial, se ha estado ha-ciendo en Úbeda de generación en genera-ción. Es el homenaje a todos los alfareros de la ciudad, a los que siguen y a los que es-

tuvieron. Es el homenaje especial, por qué no, al fundador de la saga, a Pablo Martínez Padilla, el genial Tito. Es mantener un hilo conductor que una pasado, presente y futuro. Lo que hay en la planta alta abuhardillada del Museo de la calle Valencia, es la histo-ria del barro modelado doméstico, con sabor a aceite, a vino, a queso, a puchero…., es la vida misma sacada con la ayuda de una pa-ridera, el olor a matanza de un lebrillo… y todo, lejos ya, muy lejos, de la industria del plástico que nos invadió y sigue haciéndolo. Ese es el hilo conductor, el discurso, el plan museológico, la actividad. Y lo ha hecho con la categoría que siempre ha mantenido y que le llevó ya en el año 1973 a ser premiado como campeón nacional de destreza en el oficio por el ministro del ramo de entonces García del Ramal. El reconocimiento no es, pues, de hace unos días.

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Y no hemos abordado su talla de es-cultor autodidacta, sus afamados “quijotes” que han recorrido casi toda España y parte del extranjero y que forman parte de otra co-lección dentro del mismo museo.

Lo del homenaje está bien. Siempre será un buen momento para estar con él,

para decirle que ya va para mayorcete, como excusa para juntarnos los amigos y comer juntos, para saber que su persona consigue llenar el Parador y que hay gente que se ha quedado fuera, para que Isabel se ponga tier-na, para que reciba cartas de adhesión y las guarde, para que sus nietos, cuatro, como el agua, el fuego, el aire y el barro, que han con-formado su vida, pululen, corran y salten a su alrededor…

Pero, por encima de todo, me quedo con el hombre bueno, sencillo, noble, sen-timental. Me quedo con el amigo, con su gracejo, con su sonrisa, con sus pies algo pronados como sus brazos abiertos, con sus grandes manos hechas para dar el abrazo sincero. Alguien así nunca, nunca, se puede jubilar.

JOSÉ L. LATORRE BONACHERA

Director del Museo Arqueológicode Úbeda

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homenaje a Paco Tito

Tito

En esta hora de homenaje, proclive a la apertura del arcón de las vivencias platea-

das del ayer, recuerdo con cariño aquellas as-fixiantes tardes de la canícula ubetense, cuando, desiertas las calles, un aire mortecino parecía dormitar también la siesta mientras que el sol se afanaba en derretir las doradas piedras silla-res que dan fuste a la ciudad.

Pocas eran las opciones refrescantes de las que disponía un chaval de pantalón corto y canicas para diluir aquella tórrida atmósfera con algo de diversión asequible, y sin duda una de las más estimulantes la constituía la visita al alfar de los Tito, en el castizo barrio Sanmilla-nero en el que antaño se fundieran hermanadas tres de las culturas que conforman el tuétano de nuestras esencias.

Aquel lugar gozaba de un aura especial, no sólo por que disponía de una suerte de cli-matización natural nada desdeñable y más en aquellas horas solaneras; sino por cuanto entre el frescor de sus muros se respiraba la herencia centenaria de un saber delicadamente transmi-tido de cultura a cultura, de padres a hijos, de alfarero a alfarero; y porque destilaba un hos-pitalario perfume de amistad, de acogida de propios y extraños, que gracias a las musas ha perdurado hasta nuestros días.

La sensación de entrar en la propia casa siempre me invadió al pisar este entrañable en-clave de la Calle Valencia, al que acudía con ojos de niño a mirar a los maestros, a escuchar a los mayores, a sentir pausadamente, a extasiarse del aroma del arte, y por qué no, a degustar de soslayo cualquier modesto manjar de los que

Paco siempre sabe compartir con quien a su lado llega, ya sea un recio ochío, ya unas habas tiernecicas, o un subrepticio chorrillo de vino.

En cualquier momento la tertulia surgía como agua brotando de un límpido manantial, y nos envolvía a todos enamorándonos del gus-to de hablar, de oír, de discrepar sin ofuscación, de compartir, de aprender; Paco supo ser siem-pre un cabal maestro de ceremonia y crear en su taller una atmósfera en la que todos nos sentía-mos queridos, parte importante de aquella fa-milia de geometría variable, miembros del ve-nerable clan de artesanos abierto a sus amigos, a los que eventualmente tan pronto enrolaban en atractivas tareas propias de su arte, como en improvisadas celebraciones familiares.

La vida sería mejor con más hombres como nuestro Paco, con más gentes dialogan-tes, prestas a ganarse honradamente el pan con el sudor de su frente, y a compartirlo con quien sea menester, personas amigas de sus amigos, amantes del arte, de la familia, de su ciudad…

Espero y deseo que muchas generacio-nes de ubetenses puedan como yo, seguir dis-frutando de este remanso de historia anclado en el tiempo, de la liturgia de la amistad, de la ceremonia de sellado del ancestral horno mu-sulmán que en perfecto maridaje con la cruz de adobe pare por millares pequeñas joyas de oro verde aceituna que pueblan estantes de todo el mundo llevando indisolublemente unidos el nombre de su hacedor y el de su pueblo.

Gracias Paco.

MANUEL Mª LATORRE DELGADO

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Curriculum Paco Tito

Francisco Martínez Villacañas, más cono-cido como Paco “Tito”, nace en Úbeda

en diciembre de 1943. Es hijo del popular y conocido alfarero Pablo Martínez Padi-lla “Tito”. A los 11 años de edad inicia el aprendizaje del oficio del barro de la mano de su padre, hasta los 20 años asiste a cla-se de modelado en la E.A. y O.O.A.A. de Úbeda. Del año 1965 al 1972, se mantiene un poco al margen de las artes, trabajando en otras actividades, a causa de los malos tiem-pos por los que pasa el oficio de alfarero.

En 1972, se le concede en Madrid el Premio Nacional de Diseño y Realización Cerámica.

En 1973, fue proclamado Campeón Regional y posteriormente, el mismo año, Campeón Nacional de Destreza en el Ofi-cio de Alfarería.

También en este año se le concede en su ciudad el título “UBETENSE DEL AÑO 1973”.

En el mismo año, por encargo del pre-sidente del entonces Sindicato Nacional de Vidrio y Cerámica, realiza una estatuilla en terracota, del Ministro de Relaciones Sindi-cales, D. Enrique García Ramal, para obse-quiarlo con motivo de la inauguración de la sede del mencionado sindicato.

En 1976, se le encargan unas piezas de diseño exclusivo para el actor, Mario More-no “Cantinflas”.

En 1978, realiza por encargo de los Padres Carmelitas Descalzos, un busto a “San Juan de la Cruz” para su museo en la ciudad de Úbeda.

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homenaje a Paco Tito

En 1980, realiza por encargo, y entrega a SUS MAJESTADES LOS REYES DE ESPAÑA, un busto a S.A.R. EL PRINCI-PE DE ASTURIAS D. FELIPE”.

En 1981, se le otorgó el Segundo Pre-mio en el Certamen Internacional de Es-cultura “JACINTO HIGUERAS”.

En 1982, Mención de Honor en el Certamen Nacional de Pintura y Escul-tura, como homenaje a “RAFAEL ZABA-LETA”.

En 1984, Primer Premio de Alfarería en el Certamen Nacional “FIESTA DEL CANTIR”, en Argentona, Barcelona.

En 1986, es nombrado profesor de ce-rámica de I.C.E. de la Universidad Pontifi-cia de Salamanca.

En este mismo año la Universidad Complutense de Madrid, le concede el pre-mio “Mejores Artesanos Españoles”.

En 1987, realiza y diseña los trofeos para la “Casa de Úbeda en Madrid “.

En 1988, consigue el Primer Premio Ciudad de Jaén de Artesanía Artística.

También en este año realiza un monu-mento a San Juan Bosco, para Úbeda, Cór-doba y Granada, con motivo del centenario de la muerte.

Por encargo de la presidencia del Par-lamento Andaluz, realiza dos vasos de la Al-hambra, de gran tamaño, para la entrada de la sede.

Realiza un monumento a la Consti-tución en Paimogo, Huelva.

Diseña y realiza el trofeo para el con-curso nacional de fotografía “Ciudad de Úbeda”.

En 1989, realiza el monumento para Sabiote, a “D. Andrés de Vandelvira”.

En 1990, realiza un monumento en Úbeda, al Padre Villoslada, fundador de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Fami-lia, con motivo del cincuenta aniversario de la fundación de la mencionada institución.

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En 1991, diseña y realiza los trofeos para el “Cross del Aceite de Torredonjime-no”.

Por encargo de la Casa de Úbeda en Madrid, realiza y entrega a S.M. el Rey D. Juan Carlos I, un plato de grandes dimen-siones.

En 1992, realiza el monumento en Alcalá la Real, al Padre D. Sebastián Tala-vera.

Realiza el monumento en Úbeda a don Sebastián Villar.

En Chiclana de la Frontera realiza un monumento a la “Virgen de “Guadalupe”, patrona de Úbeda.

En 1993, realiza un monumento en Málaga al “Padre Mondejar”.

Monumento a “San Juan de la Cruz”, para el Convento Carmelitas Descalzas de Jaén.

Diseña y realiza durante varios años consecutivos los trofeos para “EXPOLIVA”.

Desde este mismo año realiza el trofeo oficial del “Festival Internacional de Músi-ca y Danza Ciudad de Úbeda”.

En 1994, la Casa de Úbeda en Madrid le concede el Premio “Cerros de Úbeda”.

En este mismo año realiza obras de rehabilitación en su alfar para acoger en la planta superior del mismo el Museo Paco Tito Memoria de lo Cotidiano, que recu-pera una colección de todas las piezas tradi-cionales de la alfarería ubetense.

Modela a finales de este mismo año una estatua de San Juan de la Cruz que ac-tualmente se puede contemplar en el museo carmelita de la ciudad de Úbeda.

En 1995, realiza un busto para el mo-numento al “Padre Morales”, en Gredos.

Por encargo de la Unión General de Trabajadores realiza un plato de grandes di-mensiones, regalo de este sindicato para la boda de S.A.R. la Infanta Elena.

En 1996, realiza un atril para Su San-tidad el Papa Juan Pablo II.

También en este año realiza la colec-ción de esculturas “Los Quijotes de Paco Tito, homenaje a Cervantes”.

En 1997, el Diario Jaén le concede el Premio Jiennense del año 1996, en el apar-tado de arte.

En Junio de este año, fue investido Comendador de honor de la Muy Ilus-tre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo y recibe la Medalla de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena.

Como encargo del Parlamento Anda-luz, realiza unas réplicas en miniatura de los Vasos de la Alambra que ya hiciera en 1988, como regalo institucional.

En 1998, se le concede el “Premio Casa de Jaén en Granada”.

Realiza un monumento a tamaño natural al “Padre Morales”, para Madrid y Ávila, y un “Quijote” modelado para Su Majestad la Reina Doña Sofía, por encargo

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homenaje a Paco Tito

de la Diputación Provincial de Jaén. En este mismo año recibe también Su Majestad una Sagrada Familia en terracota, en su visita a las Escuelas Profesionales de la Sagrada Fa-milia de Úbeda.

En 1999, realiza un monumento en Ávila a Santa Teresa de Jesús.

Por encargo del Diario Jaén realiza un mural en terracota conmemorativo por el ejemplar 20.000 de este diario.

En 2001, diseña y realiza el monu-mento “Los cuatro elementos, homenaje a los alfareros” para la plaza de la Constitu-ción de Jaén.

En 2002, realiza una escultura en te-rracota, a tamaño natural, como homenaje y monumento, a su padre.

En 2003, la Casa de Andalucía en Bur-gos le concede el “Premio Al-Andalus”.

En 2004, el Museo San Juan de la Cruz inaugura la sala número 12 con el nombre “Sala Paco Tito”.

Durante los años 2004 y 2005 realiza dos colecciones de figuras de Don Quijote, para la Fundación el Monte de Sevilla y para el Ayuntamiento de Tarancón.

En 2005, diseña y realiza el Belén que Diario Jaén promociona entre sus lectores, para la Navidad de este año.

En 2006, realiza un busto para un mo-numento a Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, en Baeza ( Jaén). Que inauguraron SS.MM. en Junio de este mismo año.

Este año la Universidad Popular de Jaén pone como nombre a una de sus aulas “Paco Tito, Alfarero”.

En abril de 2007, su alfar es declarado como MUSEO DE ALFARERÍA PACO TITO MEMORIA DE LO COTIDIA-NO, inscristo en el Registro Andaluz de Museos, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

En este año realiza un busto a D. An-tero Guardia, que se inaugura en el Teatro Ideal Cinema de Úbeda, en el mes de Sep-tiembre.

En marzo de 2008, le hace entrega, a S.M. la Reina, de un atril en barro vidriado en verde, trofeo del Festival Internacional de Música Ciudad de Úbeda.

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Paco Tito ha transmitido el amor al barro también a su hijo Juan Pablo (Pablo Tito), y juntos los dos luchan por mantener la más pura tradición árabe, conservando aún uno de los últimos hornos árabes de leña que quedan funcionando en España.

Gracias a la juventud de su hijo re-cientemente se incorporan a las nuevas tec-nologías, creando una página web original, atractiva y elegante, www.pacotito.com. También han realizado un documental en formato DVD, sobre el proceso de la alfa-rería en Úbeda, titulado ESTIRPE DE BARRO.

Su taller está declarado BIEN DE INTERÉS ETNOLÓGICO, por la Junta de Andalucía.

Han sido numerosas las conferencias y coloquios que en distintas universidades, institutos y centros culturales ha pronuncia-do sobre alfarería.

En su taller se han grabado infinidad de reportajes para televisión, de los que se pueden resaltar; Oficios para el recuerdo, Artes y tradiciones populares (TVE), He-cho a mano, Museos de Andalucía, Carta blanca, Tal como somos, Viaje al Sur (Ca-

nal Sur), A toda página (Antena 3), y una largo etc.

Exposiciones Individuales1983 LINARES ( Jaén). Sala de Arte Edu-ma.1985 ÚBEDA ( Jaén). Sala de Exposiciones de la Caja de Ahorros de Granada.1986 GUARROMÁN ( Jaén). Casa de la Cultura.1987 GRANADA. Sala de Exposiciones de la Caja Provincial de Granada.1988 ALMUÑECAR (Granada). Sala de Exposiciones de la Caja de Ahorros de Gra-nada.1989 MADRID. Sala de Arte Blasco de Garay.1990 JAÉN. Museo Provincial.1992 CÓRDOBA. Palacio de Congresos y Exposiciones.Exposición “Paco Tito, Memoria de lo Co-tidiano”1992-93 SEVILLA. Casa Museo Murillo.1993 LINARES ( Jaén). Sala de Arte “El Lugarillo”.1993 PARIS. Café de Madrid.1994 GRANADA. Museo Arqueológico y Etnológico.1994 WASHINGTON. “Muestra Semana de Jaén”.1998 JAÉN. Casino de Artesanos.

Exposición “Los Quijotes de Paco Tito”Desde la primera exposición que se realizó en 1997, en Ciudad Real, hasta nuestros días se han realizado más de 90 exposiciones por toda la geografía nacional entre las que cabe destacar:

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homenaje a Paco Tito

1997 CIUDAD REAL. Museo López Vi-llaseñor.1997 y 2005 ÚBEDA ( Jaén). Hospital de Santiago.1997 MÁLAGA. Salón de Actos del Hos-pital Civil “Carlos Haya.1997-98 y 2005 JAÉN. Palacio de Villar-dompardo y Casa Almansa.1998 MADRID. Círculo de Bellas Artes.1998 GRANADA. Casa de Jaén en Granada.1999 CARMONA (Sevilla). Ayuntamien-to.1999 SANTIAGO DE COMPOSTELA. Hostal Reyes Católicos.2000 CALAHORRA (La Rioja). Museo Provincial.2000 CHICLANA DE LA FRONTERA (Cádiz). Sala Vasallo.2000 TORRELAVEGA (Santander). Caja Cantabria.2003 CANARIAS. Fundación Mapfre Guanarteme.2004 TARANCÓN (Cuenca). Ayunta-miento.2005 VALDEPEÑAS. Sala Municipal.2005 SEVILLA. Casa de la Provincia.

Exposiciones Colectivas1983 SEVILLA. Expoarte.1985 LINARES ( Jaén). Sala de arte Edu-ma.1986 ALMUÑECAR (Granada). Parque de El Majuelo.1991 ÚBEDA ( Jaén). Muestra de Artesanía Andaluza.1992 ÚBEDA ( Jaén). Muestra de Artesanía Andaluza.

1992 CÓRDOBA. Feria de Alfarería An-daluza (Artesano invitado).1992 SEVILLA. Expo-92.1993 ÚBEDA ( Jaén). Muestra de Artesanía Andaluza.1997 JAÉN. Macro-exposición de acerca-miento a la cultura gitana.1998 ÚBEDA ( Jaén). Muestra de Artesanía Andaluza.1999 ALCALÁ LA REAL. ( Jaén). Macro-exposición de acercamiento a la cultura gi-tana.2000 ÚBEDA ( Jaén). Muestra de Artesanía Andaluza.2007 LA RAMBLA (Córdoba). Invitado especial en la 75 Exposición de Alfarería ciudad de La Rambla.

Obras en MuseosMuseo de Alfarería Nacional. Argentona (Barcelona).Museo Provincial de Jaén. Museo Nacional de Escultura Jacinto Hi-gueras. Santisteban del Puerto ( Jaén).Casa Museo Murillo. Sevilla.Museo Casa “Los Tiros”. Granada.Museo Arqueológico y Etnológico. Granada.Museo de Alfarería. Úbeda ( Jaén).Museo de San Juan de la Cruz. Úbeda ( Jaén).Paco Tito Memoria de lo Cotidiano. Úbeda ( Jaén).

Colecciones PrivadasCasa Real. Madrid.El Vaticano. Roma.Parlamento de Andalucía. Sevilla.Fundación El Monte. Sevilla.

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Ayuntamiento de Tarancón. Tarancón (Cuen-ca).

BibliografíaCerámica Popular Española.Ruta de los Alfares.Guía de los Alfares de España.Alfares y Alfareros de España.Artesanía de España.Artesanía Andaluza.Andalusien Land und Leute am Guadalqui-vir (Alemania).Úbeda, voyage dans la rue Valencia.Made in Andalucía, arts and crafts of south-ern Spain.El lapiz de Vica.Reencuentro desde el corazón con Úbeda y Baeza.Úbeda en el Quijote.

El Olvido.Descubra España.Gastronomía y turismo de España.Paco Tito, Memoria de lo Cotidiano.Los Quijotes de Paco Tito.

Y un largo etcétera de libros, guías, prensa y publicaciones en las que se habla de Paco Tito y su alfar.

MUSEO DE ALFARERÍA PACO TITO MEMORIA DE LO COTIDIANOFCO. MARTÍNEZ VILLACAÑAS

“PACO TITO”C/ Valencia, 22

23400 Úbeda ( Jaén)www.pacotito.com

[email protected]