6 ac black flag

265

Transcript of 6 ac black flag

Page 1: 6 ac black flag
Page 2: 6 ac black flag

Estamosen laedaddeorode lapirateríayelNuevoMundoestáenplenaefervescencia.EdwardKenway—el intrépidohijomenordeuncomerciantedelanaquesueñaconhacerserico—sesienteprofundamenteatraídoporlagloriade la vidaenaltamar.Cuando la fincadesu familia sufreun terribleataque, llega para él el momento de escapar y, muy pronto, Kenway seconvierte en uno de los corsarios más temibles de su tiempo. Pero laavaricia, la ambición y la traición le siguen muy de cerca y cuando laevidencia de una gigantesca conspiración sale a la luz, amenazando condestruir aquello que más ama, Kenway no puede vencer sus ansias devenganza. Así es como Edward se sumergirá en la eterna batalla entreAsesinosyTemplarios.

www.lectulandia.com-Página2

Page 3: 6 ac black flag

OliverBowden

Assassin'sCreed:BlackFlagAssassin'sCreed-6

ePubr1.0lenny18.11.15

www.lectulandia.com-Página3

Page 4: 6 ac black flag

Títulooriginal:Assassin’sCreed:BlackFlagOliverBowden,2013Traducción:NoemíRiscoRetoquedecubierta:lenny

Editordigital:lennyePubbaser1.2

www.lectulandia.com-Página4

Page 5: 6 ac black flag

PRIMERAPARTE

www.lectulandia.com-Página5

Page 6: 6 ac black flag

1

1719(másomenos)

Unavezlecortélanarizaunhombre.Norecuerdocuándofue:en1719másomenos.Nidónde.Perosucedióduranteel

asalto a un bergantín español. Queríamos sus provisiones, por supuesto. Meenorgullezcodemantener laGrajillabienabastecida,perohabíaalgomásabordo.Algoquenoteníamosperonecesitábamos.Alguien,paraserexacto.Elcocinerodelbarco.

El cocinero de nuestro barco y su ayudante estabanmuertos.Habían pillado alayudante del cocineromeando en el lastre, lo que yo no permitía, por lo que fuecastigadoalamaneratradicional:seleobligóabeberunajarrallenademeadosdelatripulación.Deboadmitirquenuncamehabíaencontradoaunhombrequehubieramuertoporelcastigode lasmeadas,peroesofue loque leocurrióalayudantedelcocinero.Sebebiólajarrademeados,sefueadormiraquellanocheynuncamásselevantó. El cocinero se las apañó solo durante un tiempo, pero bien le gustaba untragoderon;ydespuésdeltragoderonerapropensoatomarelairenocturnoenlatoldilla.Leoíapisarfuerteporeltechodemicamarote,bailandounagiga.Hastaqueuna noche le oí pasar por el techo de mi camarote y bailar una giga, pero acontinuaciónhuboungritoyunchapoteo.

Sonó la campanay la tripulación corrió a la cubierta, donde tiramos el anclayencendimosfarolesyantorchas,peronohabíanirastrodelcocinero.

Teníanaunosmuchachostrabajandoconellos,desdeluego,peronoeranmásqueunoscríos;ningunoposeíaningúntalentoculinarioapartederemoverlaollaopelarpatatas, y llevábamos viviendo de comida cruda desde entonces. No había ningúnhombreentrenosotrosquesupierahaceralgomásqueponeraguaahervir.

Hacíapocohabíamostomadounbuquedeguerra.Unviajecitobuenísimoenelquenoshicimosconelúltimomodelodecañonesparalabateríadeuncostadoyunabodegallenadeartillería:alfanjes,picas,mosquetes,pistolas,pólvorayproyectiles.Graciasaunodeloscapturadosdesutripulación,queluegopasóaformarpartedemi tripulación, me enteré de que los señores tenían un barco con una reservaexcepcional en el que servía un cocinero especialmente hábil. Se decía que habíacocinadoparalacorte,peroofendióalareinayfuedesterrado.Nocreíniunapalabrade aquel rumor, peronopor ellodejéde repetirloy ledije ami tripulaciónque letendríamospreparandonuestracomidaantesdequeterminaralasemana.Enefecto,nosencargamosdeperseguiraaquelparticularbergantíny,cuandoloencontramos,noperdimostiempoenatacarlo.

Nuestranuevabateríadecostadoresultómuyútil.Nosacercamosyacribillamoslaembarcaciónacañonazoshastahacerlapedazos,destrozamoslasvelasyeltimón

www.lectulandia.com-Página6

Page 7: 6 ac black flag

quedóastilladoenelagua.Yaestabaescorandocuandomitripulaciónamarróysubióabordo.Corríanatoda

prisa,comoratas,porloslaterales,conelambientecargadoporelhedorapólvora,elsonidode losmosquetesdisparandoy losalfanjesyarepiqueteando.Yomehallabaentre ellos como siempre, con un alfanje en una mano y la hoja oculta fuera; elalfanje para la melé y la hoja para terminar a corta distancia. Dos de ellos seabalanzaronsobremíydespachéalprimerollevandoelalfanjealapartesuperiordesucabezaparacortarleeltricornioporlamitadaltiempoquelahojapartíasucabezacasiendos.Cayóderodillasconmiespadaentrelosojos,peroelproblemaeraquelahabía clavado demasiado y, cuando fui a sacarla, arrastré el cuerpo que todavía seretorcía.Entoncessemeechóencimaelsegundohombre,conterrorenlamirada;sinduda, no estaba acostumbrado a luchar y, conunmovimiento rápidode la hoja, leamputé la nariz, consiguiendo el efecto deseado de hacerle retroceder, salpicandosangrequesalíadelagujerodondehabíaestadosunapia,mientrasyousabaambasmanosparaporfinsacarmialfanjedelcráneodemiprimeratacanteycontinuarlabatalla. Terminó pronto,matamos lomínimo posible, puesto que yo había dado laordenespecialdenohacerdañoalcocinerobajoningúnconcepto.Habíadichoque,pasaraloquepasase,teníamosquellevarnosalcocinerovivo.

Y mientras su bergantín desaparecía bajo el agua y nosotros nos alejábamos,dejando atrás la niebla por el humo de la pólvora, un casco astillado y trozos delbarcodestrozadoquesemecíanenelmar, reunimosasu tripulaciónen lacubiertaprincipal para hacer salir al cocinero; apenas había un hombre entre nosotros sinsalivar,sinquesus tripasnorugieran.Sabíamosdetectarelaspectodealguienbienalimentado.Porsupuesto.

FueCaroline la quemeenseñó a apreciar la buena comida.Caroline,miúnicoamorverdadero.Eneltiempodemasiadobrevequepasamosjuntos,refinómipaladarymegustaríapensarquehabríaaprobadomipolíticarespectoalacomidaycómolepaséamitripulacióneseamorporlascosasbuenas;unatripulaciónquesabíacomoyo, en parte debido a lo que ella me había enseñado, que un hombre feliz es unhombremenospropensoacuestionarlaautoridaddelbarco,razónporlaquedurantetodosestosañosenelmarnuncahellegadoaolerunmotín.Niuno.

—Aquíestoy—dijo,dandounpasoalfrente,aunquesonómásbien«caquisoy»,alllevarlacaravendadaporquealgúnidiotalehabíacortadolanariz.

www.lectulandia.com-Página7

Page 8: 6 ac black flag

2

1711

Pero,bueno,¿pordóndeiba?Caroline.Queríassabercómolaconocí.Bien, tiene su historia, como dicen. Tiene su historia. Puesto que tengo que

remontarme al pasado, a una época en la que yo era un simple criador de ovejas,antes de saber nada de Asesinos, de Templarios, de Barbanegra, de BenjaminHornigold,deNasáuodelObservatorio;ynohabríasabidonadadetodoesosinohubiera sido por un encuentro casual en laAuld Shillelagh, en un día caluroso deveranode1711.

Elasuntoesqueyoeraunodeaquellosalborotadoresalosquelesgustababeber,aunqueesomemetieraenunoscuantoslíos.Bastantes…incidentes,adecirverdad,delosquenoestoydemasiadoorgulloso.Peroesaeslacruzquetienesquesoportarsi tienesdebilidadpor labebida;es raroencontraraunborrachocon laconcienciatranquila.Lamayoríadenosotroshabráconsideradodejarloenunauotraocasión,parareformarnosytalvezencomendarnosaDiosohaceralgoconnuestravida.Peroentoncesllegaelmediodíaysabesquelomejoresotrotrago,asíquevasdirectoalataberna.

Las tabernas a las queme refiero estaban enBristol, en la costa suroeste de laquerida vieja Inglaterra, donde estábamos acostumbrados a inviernos extremos yveranosmagníficos, y aquel año, aquel año en particular, el año en que la conocí,1711,comodigo,noteníamásquediecisieteaños.

Ysí,sí,estababorrachocuandosucedió.Poraquelentonces,mepasababorracholamayorpartedeltiempo.Quizá…,bueno,noexageremos,noquierohablarmaldemímismo.Peroquizásílamitaddeltiempo.Talvezunpocomás.

Mi casa estaba en las afueras de un pueblo llamado Hatherton, a unos oncekilómetrosdeBristol,dondeéramospropietariosdeunapequeñagranjadeovejas.Amipadreleinteresabaelganado.Siemprelehabíainteresado,asíque,altenerme,sehabíaliberadodelaspectodelnegocioquemásdespreciaba,esdecir,losviajesalaciudadconlamercancía,regatearconloscomerciantesyvendedores,negociar,llegaraacuerdos.Encuantoalcancélamayoríadeedad,loquequieredecirencuantofuilosuficientemente hombre para mirar a los ojos de nuestros socios del negocio ycomerciarcomounigual.Bueno,esoeraloquehacíaymipadreestabaencantadodedejarmehacerlo.

Mi padre se llamaba Bernard. Mi madre, Linette. Eran de Swansea pero setrasladaron al suroeste de Inglaterra cuando yo tenía diez años. Todavía tenemosacentogalés.Supongoquenonos importabamuchoquenoshicieradiferentes.Eracriadordeovejas,nounadelasovejas.

Padre ymadre solían decir que tenía un pico de oro, ymimadre en particular

www.lectulandia.com-Página8

Page 9: 6 ac black flag

opinabaqueeraunbuenmozoyqueconmiencantopodíaconseguircualquiercosaquemepropusiera;yescierto,hastayomedigoamímismoquetengobuenamanopara lasmujeres.Pongámosloasí: tratarcon lasesposasde loscomercianteseraunterrenodecazadondeteníamáséxitoquealregatearconsusmaridos.

Elmodoenquepasabaeldíadependíade laestación.Deeneroamayo,era laépocadelpartodelasovejas,cuandoestábamosmásocupados,cuandopermanecíaenlosestablosdesdeelamanecer,tuvieraresacaono,porqueteníaquecomprobarsialgunaovejahabíaparidodurantelanoche.Entalcaso,lasllevábamosaunodelosestablos más pequeños para ponerlas en los rediles, que llamábamos chironas delparto, donde mi padre se encargaba de ellas mientras yo limpiaba los comederos,volvíaallenarlos,ycambiabaelhenoyelagua;ymimadreanotabaaplicadamentelosdetallesdelosnuevosnacimientosenundiario.Poraquelentonces,yonosabíaescribir.Ahorasí,porsupuesto,Carolinemeenseñó,juntoconmuchasmáscosasqueme convirtieron en un hombre, pero no entonces, porque ese deber recaía en mimadre,cuyosconocimientosnoeranmuchomejoresquelosmíos,perosíbastabanalmenosparallevarunregistro.

Amis padres les encantaba trabajar juntos.Más razón aún para que a padre legustaramandarmealaciudad.Mimadreyéleranuñaycarne.Nuncahevistoadospersonas tan enamoradas y que tuvieran menos necesidad de demostrarlo. Seapoyabanelunoalotro.Erabuenoparaelalmaverlo.

Enotoñollevábamosloscarnerosporlospradosapastarconlasovejas,paraquepudieran continuar produciendo más corderos para la siguiente primavera. Loscamposexigíanunmantenimientoydebíanconstruirseyrepararsevallasymuros.

Eninvierno,sieltiempoeramuymalo,llevábamoslasovejasalosestablos,lasmanteníamoscalientesyasalvo,listasparaenero,cuandocomenzabalaépocadelospartos.

Peroeraenveranocuandomejorme lopasaba.La temporadadeesquileo.Mispadresrealizabanlamayorpartedeltrabajomientrasyoviajabamásamenudoalaciudad,no con la carnede res, sino con el carro cargadode lana.Yera enveranocuando tenía cada vez más oportunidad de frecuentar las tabernas de la zona. Enrealidad, podía decirse que era un habitual de estos locales, con mi chalecoabotonado, un calzón corto, medias blancas y un tricornio marrón ligeramenteestropeadodelquemegustabapensarqueeramidistintivo,porquemimadredecíaquemequedababienconmipelo(quesiemprenecesitabauncorte,perocuyocolorrubioeramuyllamativo,sisemepermitedecirlo).

Fueenlastabernasdondedescubríquemidondelapalabramejorabatrasunascuantascervezasalmediodía.Labebida tieneeseefecto,¿no?Suelta la lengua, lasinhibiciones,lamoral…Noesqueyofueseprecisamentetímidoniretraídocuandoestabasobrio,perolacervezamedabaesaventaja.Yalfinyalcabo,eldineroqueconseguíade lasventas adicionales como resultadodemi labiagracias a labebidacubríadesobralosgastosdelacerveza.Oalmenosesoeraloquemedecíaparamis

www.lectulandia.com-Página9

Page 10: 6 ac black flag

adentrosporaquelentonces.Yhabíaalgomás,apartedelaridículaideadequeelEdwardborrachoeramejor

vendedorqueelEdwardsobrio.Setratabademiestadomental.Porque laverdaderaquemecreíadiferente.No,sabíaqueeradiferente.Había

veces en las queme sentaba solo por la noche y sabía que veía elmundo de unamaneraquenadiemásloveía.Ahoraséloquees,peroentoncesnolopodíaexpresarconpalabrasapartededecirquemesentíadiferente.

Yyafueraporesooapesardeeso,habíadecididoquenoqueríasercriadordeovejasdurante todamivida.Losupedesdeelprimerdía,cuandopuseelpieen lagranjacomounempleado,ynocomounniño,ymeviamímismo,despuésmiréamipadreycomprendíqueyanoestabaallíparajugar;notardaríaenirmeacasaasoñarconunfuturoenelquezarpabaaaltamar.No,eseeramifuturo,ypasaríaelrestodemividacriandoovejas,trabajandoconmipadre.Mecasaríaconunachicadel pueblo, tendríamos niños y les enseñaríamos a cuidar las ovejas, como habíanhechosuspadres,igualquesusabuelos…Vielrestodemividapreparada,comolasprendasdetrabajoquesedejanarregladassobrelacama,yenvezdeinvadirmeuncálidosentimientodesatisfacciónyfelicidad,meaterroricé.

Asíquelaverdadera,ynohaymododesuavizarlo—losiento,padre,descansaenpaz—,queodiabamitrabajo.Yloúnicoquepuedodeciresquetrasunascuantascervezas, bueno, lo odiaba menos. ¿Estaba olvidando mis malditos sueños con labebida?Probablemente.Lociertoesquenopensabaenesoporaquelentonces.Loúnico que sabía era que en mi hombro, posado como un gato sarnoso, había unprofundo resentimiento por cómo estaba acabandomi vida o, peor aún, por cómohabíaacabado.

Tal vez fuese un poco indiscreto respecto a algunos de mis sentimientosverdaderos.Puedequedevezencuandolehubieradadoamiscompañerosbeodoslaimpresióndequeen lavidameaguardabancosasmejores. ¿Quépuedodecir?Erajoven,arroganteyunbebedorempedernido.Unacombinaciónletalenelmejordeloscasos.Ysindudaestenoeraelmejordeloscasos.

—Creesqueestásporencimadelosquesoncomonosotros,¿no?Oíaesoamenudo.O,almenos,variacionesdelomismo.Quizás habría sido más diplomático por mi parte responder con una negativa,

peronolohacíaymemetíaenunascuantaspeleas.Quizáseraparademostrarqueeramejorqueellosen todo, incluidas laspeleas.Quizáporqueamimaneraestabadefendiendo el nombre demi familia. Puede que fuera un bebedor.Unmujeriego.Arrogante. De poca confianza. Pero no era un cobarde. Oh, no. No me asustabaluchar.

Y fue durante el verano cuandomi temeridad alcanzó su punto álgido; cuandoestuvemásborrachoymontémásescándalo,ysobretodocuandomásresultéserunincordio. Pero, por otra parte, también habíamás probabilidades de que ayudase aunajovenenapuros.

www.lectulandia.com-Página10

Page 11: 6 ac black flag

3

Ella estaba enAuld Shillelagh, una taberna amedio camino entreHatherton yBristol, que yo frecuentaba a menudo y, a veces, en verano, cuando mis padrestrabajabansindescansoenelesquileoyyoviajabaconmásregularidadalaciudad,lavisitabavariasvecesaldía.

Admito que al principio nome fijémucho en la joven, lo que era raro enmí,porquemeenorgullecíadesaberlaubicaciónexactadecualquiermujerguapadelosalrededores. Además, la Shillelagh no era la clase de sitio donde esperabasencontrarteaunamujerhermosa.Unamujer, sí.Cierto tipodemujer.Pero seveíaqueaquellachicanoeradeesas:erajoven,másomenosdemiedad,yllevabaunacofiadelinoblancoyunsayo.Meparecióunasirviente.

Peronofuesuvestimentaloqueatrajomiatención,sinoelvolumendesuvoz,que contrastaba totalmente con su aspecto.Estaba sentada con tres hombres, todosmayoresqueella,quereconocíenseguida:TomCobleigh,suhijoSethyuntalJulian,cuyoapellidonorecordaba,peroquetrabajabaconellos.Treshombresconlosquehabía intercambiadopalabrase inclusogolpes.De losquemedespreciabanporquecreíanqueyolesdespreciaba,alosquelesgustabatanpococomoellosamí.Estabansentadosenunostaburetes,contemplandoalajovenconmiradaslascivasyvoracesque revelaban un propósito más oscuro, aunque no dejaran de sonreír mientrasaporreabanlamesaylaanimabanaquebebieradeunsorbounajarradecerveza.

No, no se parecía a ninguna mujer de las que normalmente frecuentaban lataberna,peroporlovistoestabadecididaaactuarcomounadeellas.Lajarraeracasitangrandecomolamuchacha,yallimpiarselabocaconlamanoydejarlasobrelamesa, loshombres respondieronconvítoresygritaronparaquese tomaraotra; sinduda,lesalegrabavercómosetambaleabaunpocoensutaburete.Probablementenocreían en la suerte que habían tenido al encontrar a una cosita tan hermosa comoaquella.

Observémientrasdejabanquelachicabebieratodavíamáscervezaconelmismorevueloacompañandosulogroy,entonces,cuandolajovenhizolomismoqueantes,allimpiarselamanoconlabocaytambalearseaúnmáseneltaburete,loshombressemiraronentreelloscomodiciendo:«Eltrabajoestáhecho».

Tomy Julian se levantaron y empezaron a, según sus palabras, «acompañarla»hasta la puerta porque «Ya has bebido demasiado, preciosa, te llevaremos a casa,¿vale?».

—A la cama—añadió Seth con una sonrisa de complicidad, creyendo que lodecíaparasusadentrosaunqueleoyeratodalataberna—.Vamosallevartealacama.

Le lancé unamirada al camarero, que bajó los ojos y se sonó la nariz con eldelantal.Unclientesentadoenlabarra,amilado,mediolaespalda.Cabrones.Másmevalíahaberlepedidoayudaalgato,pensé,ydespués,conunsuspiro,engullímicerveza,mebajédeltabureteyseguíalosCobleighhastalacalle.

www.lectulandia.com-Página11

Page 12: 6 ac black flag

Parpadeé al salir de laoscuridadde la taberna a labrillante luz solar.Mi carroestabaallí,tostándosealsol,juntoaotroquepenséquepertenecíaalosCobleigh.Alotro lado de la calle, había un corral con una casa al fondo, pero sin rastro delgranjero.Estábamos solos en la vía pública: el padre y el hijoCobleigh, Julian, lachicayyo,claro.

—Vaya, Tom Cobleigh —dije—, las cosas que se ven de buena tarde. Cosascomoatiyatusamigotesemborrachándoosyemborrachandoaúnmásaunapobrejovenindefensa.

LachicaseinclinócuandoTomCobleighlesoltóelbrazoysediolavueltaparadirigirseamíconeldedoyalevantado.

—No te metas en esto, Edward Kenway, zoquete. Estás tan bebido y eres tanlibertinocomoyo;nonecesitosermonesdelosdetucalaña.

SethyJuliantambiénsehabíandadolavuelta.Lachicateníalosojosvidriosos,comosisumentesehubieraidoadormiraunquesucuerposiguiesedespierto.

—Bueno.—Sonreí—. Puede que sea un libertino, Tom Cobleigh, pero no mehacefaltaecharcervezaporelgaznatedelasmuchachasparallevármelasalacama,ydesdeluegononecesitoquedosamigosmeayudenendichatarea.

TomCobleighseenrojeció.—Menudocabróndescaradoestáshecho.Lavoya subir ami carroy lavoya

llevaracasa.—Nomecabelamenordudadequepretendessubirlaatucarroyacompañarlaa

casa. Lo queme preocupa es lo que tienes planeado hacer entre subirla al carro yllevarlahastaallí.

—Asíqueesoesloquetepreocupa,¿eh?Unanarizyunpardecostillasrotassítepreocuparáncomonotemetasentuspropiosasuntos.

Eché un vistazo con los ojos entrecerrados a la calle, donde los árboles quebordeabanelcaminodetierrabrillabancontonosverdesydoradosbajoelsol,yalolejosvislumbréunasolafiguraalomosdeuncaballo,relucienteypocodefinida.

Di un paso hacia delante y, si había estado amable o de buen humor hastaentonces,desaparecióesaactitud,casiporsímisma.Cuandohabléacontinuación,mivozsonódura.

—Deja en paz a la chica, Tom Cobleigh, o no me haré responsable de misacciones.

Los tres hombres se miraron entre sí. Del mismo modo que lo habían hechomientrasselopedía.Soltaronalamuchachayellapareciócasialiviadadeponerseen cuclillas, mientras apoyaba una mano en el suelo y nos miraba con ojosadormilados,sindudaajenaatodoloqueseestabahablandoensunombre.

EntretantoyomirabaalosCobleighyconsiderabamisprobabilidadesdeganar.¿Algunavezhabía luchadocontra tresa lavez?Bueno,no.Porquesipeleabascontres a lavez, entonces,másque luchar, tedabanunapaliza.Pero«vamos,EdwardKenway»,medijeparamisadentros.Sí,bienmirado,erantreshombres,perounode

www.lectulandia.com-Página12

Page 13: 6 ac black flag

elloseraTomCobleigh,queyanoeraningúnchaval,puestoquerondabalaedaddemi padre. El otro era SethCobleigh, el hijo de TomCobleigh.Y si eres capaz deimaginar qué tipo de persona ayudaría a su padre a emborrachar a una joven,entonces puedes hacerte una idea de la clase de persona que era Seth, un gusanotaimadoqueprobablementesaldríahuyendodeunapeleaconloscalzonesmojadosenvezdemantenersefirme.Yencima,estabanborrachos.

Porotro lado,yo también loestaba.Además,contabanconJulianque,a juzgarporsuaspecto,podíaapañárselassolo.

Pero yo tenía otra idea. Ese jinete solitario que alcanzaba a ver a lo lejos. Silograba entretener a losCobleighhasta que llegara, eraprobableque la balanza seinclinaseamifavor.Alfinyalcabo,sieljinetesolitarioteníabuencarácter,seguroquesedetendríaparaayudarme.

—Bien, Tom Cobleigh —dije—, tenéis ventaja sobre mí, eso lo puede vercualquiera, pero ¿sabes? No sería capaz de volver a mirar a mi madre a los ojossabiendoquehedejadoquetúytusamigotesraptéisaesapreciosidad.

Mirélacalleyviqueeljineteestabaacercándose.«Vamos—pensé—.Noleesperes».—Asíque—continué—,aunqueterminéisdejándomellenodesangreaunlado

delcaminoyconsigáisllevarosalamuchachitadetodasmaneras,voyahacertodoloqueestéenmimanoparaponéroslolomásdifícilposible.Yalomejorhastaosvaisconunojomoradoyunbuendolordehuevosporlasmolestias.

TomCobleighescupióymemiróentornandosusojosarrugados.—Esoestodo,¿no?Bueno,¿vasaquedarteahíparadohablandodeellotodoel

día,ovasacumplircontudeber?Porqueeltiempoesoro…—Sonrióconmalicia—.Tengocosasmásimportantesquehacer.

—Sí,escierto,ycuantomástiempopase,másprobabilidadeshaydequelapobremuchacharecuperelasobriedad,¿no?

—Nomeimportadecirtequemeestoyhartandodeestaconversación,Kenway.—SevolvióhaciaJulian—.¿Ysiledamosunalecciónaestecabroncete?Ah,yunacosamásantesdeempezar,Kenway,nosirvesniparalustrarloszapatosdetumadre,¿entiendes?

Esomellegóalalma,hedereconocerlo.QuealguiencomoTomCobleigh,conlamoraldeunperrobabosoylamitaddesuinteligencia,fueracapazdellegartealalmacomosimiculpabilidadfueseunaheridaabiertayluegometerteeldedoenlallagaparacausaraúnmásdolor,bueno,sindudafortaleciómiresolución,comomínimo.

Juliansacópechoyseadelantóconungruñido.Adospasosdemí, levantólospuños, bajó el hombro derecho e intentó golpearme. No sé con quién estabaacostumbrado a pelearse fuera de las tabernas, pero seguro que tenían menosexperienciaqueyo,porqueyamehabíadadocuentadequeeradiestroynopodríahaberdejadomásclarassusintencionesniaunquelohubieraintentado.

Latierraselevantóenunanubealrededordemispiesmientrasleesquivabacon

www.lectulandia.com-Página13

Page 14: 6 ac black flag

facilidadylepropinabaunderechazo.Gritódedolorcuandoledibajolamandíbula.Ysihubieraestadoél solo,habríaganado labatalla.PeroTomCobleighyaestabaencima de mí. Lo vi por el rabillo del ojo y tardé demasiado en reaccionar. Losiguiente que recuerdo es que unos nudillos me golpearon la sien y me dejaronaturdido.

Me tambaleé un pocomientrasme daba la vuelta para atacar, ymis puños semovieronconmásfuriadeloquehubieraquerido.Esperabapoderasestarungolpedesuerte,yaquenecesitabaalmenosderribaraotrohombrepara igualar lapelea.Pero ninguno de mis puñetazos alcanzó a Tom Cobleigh mientras este retrocedía;además, Julian se había recuperado de mi ataque a una velocidad alarmante y seabalanzabasobremídenuevo.

Lanzóunderechazoquemedioen labarbillaymehizodarvueltashasta casiperderelequilibrio.Elsombrerosalióvolando,semepusoelpeloenlacaraymehallabaenunestadodegranconfusión.¿Yadivinaquiénempezóadarmepatadas?El gusano deSethCobleigh, que animaba a gritos a su padre y a Julian almismotiempo.Esecabronazotuvosuerte.Subotamealcanzóelestómagoy,comoyahabíaperdidoelequilibrio,caíalsuelo.

Lopeorquepuedepasarteenunapeleaescaerte.Encuantotecaes,seacabó.Através de sus piernas vi en la calle al jinete solitario, quien ahora era mi únicaoportunidaddesalvaciónyprobablementedeescaparconvida.Pero loquevihizoqueme diera un vuelco el corazón.A lomos del caballo no iba un hombre, no setratabadeuncomerciantedispuestoabajarsedesumonturaparacorrerenmiayuda.No,eljinetesolitarioeraunamujer.Montabaenelcaballoahorcajadasenvezdeamujeriegas,peronocabíadudadequesetratabadeunadama.Llevabaunsombreroyunvestidoveraniegodecoloresclaros,yloúltimoquepenséantesdequelasbotasdelosCobleightaparanmivistayunalluviadepatadascayerasobremífuequeerahermosa.

Pero¿yqué?Subuenaspectonoibaasalvarme.—Eh—oí—,vosotrostres.Dejadahoramismoloqueestéishaciendo.Se dieron la vuelta paramirarla y se quitaron el sombrero, colocándose en fila

paraquelamujernomevieraenelsuelo,tosiendo.—¿Quéestápasandoaquí?—exigiósaber.Porelsonidodesuvoz,supequeerajoveny,aunquenoeradealtaalcurnia,sin

dudaeramuydistinguida,demasiadoparaircabalgandosincompañía.—Solo estábamos enseñándole a este joven algunosmodales—respondióTom

Cobleighconvozronca,sinaliento.Lehabíadejadoexhaustodarmepatadashastacasimatarme.—Bueno,paraesonohacenfaltatreshombres,¿no?—replicóella.Ahora la veía, era el doble de hermosa de lo que había pensado al principio,

mientras fulminaba con la mirada a los Cobleigh, que por su parte parecían muyavergonzados.

www.lectulandia.com-Página14

Page 15: 6 ac black flag

—Esmás,¿quéestáishaciendoconestaseñorita?Señalóalamuchacha,queseguíasentadaenelsueloaturdidayembriagada.—Ay,señora,lepidodisculpas,señora,peroestajovenesunaamiganuestraque

habebidodemasiado.Elrostrodeladamaseensombreció.—Estajovennoesvuestraamiga,desdeluego,sinomidoncella,ysinolallevoa

casaantesdequemimadredescubraquesehafugado,prontosequedarásinempleo.Mirófijamenteacadaunodeloshombres.—Conozco a los hombres y creo que sé exactamente lo que ha pasado aquí.

Ahoravais a dejar enpaz almuchachoy a continuar vuestro camino antesdequedecidallevarestomáslejos.

Con excesivas reverencias, los Cobleigh treparon a su carro y desaparecieronenseguida.Mientras tanto, la mujer desmontó y se arrodilló para hablarme. Habíacambiadolavoz.Ahorahablabadulcemente.Oípreocupación.

—MellamoCarolineScott.Mi familiaviveenHawkinsLane,enBristol.Dejequelelleveamicasaparacurarlelasheridas.

—Nopuedo,mi señora—respondí, incorporándome y tratando de esbozar unasonrisa—.Tengotrabajoquehacer.

Ellasepusodepieyfruncióelentrecejo.—Entiendo.¿Heevaluadobienlasituación?Cogí mi sombrero y comencé a sacudirle el polvo. Ahora estaba incluso más

estropeado.—Sí,miseñora.—EntoncesledoylasgraciasytambiénseloagradeceráRosecuandorecobrela

sobriedad.Esunachicadeconductadescuidadaynosiemprees fácilde tratar; sinembargo,noquieroverlasufrirporsuimpetuosidad.

Enesemomentodecidíqueellaeraunángely,mientras lasayudabaamontar,mientrasCarolinesujetabaaRose,queseapoyabatambaleándosesobreelcuellodelcaballo,tuveunpensamientorepentino.

—¿Puedo volver a verla, mi señora? Para darle las gracias cuando tenga unaspectounpocomáspresentable,quizá.

Melanzóunamiradadepena.—Metemoquemipadrenoloaprobaría—respondió,y,trassacudirlasriendas,

semarchó.Esanochemesentébajoel tejadodepajadenuestracabaña,contemplando los

pastosalejadosdelagranjamientraselsolseponía.Normalmentemispensamientossecentrabanencómoescapardemifuturo.

PeroesanochepenséenCaroline.CarolineScottdeHawkinsLane.

www.lectulandia.com-Página15

Page 16: 6 ac black flag

4

Dos días más tarde me desperté al oír un grito. Me apresuré a ponerme lospantalonesy salí de lahabitacióncon la camisadesabrochada, todavía calzándomelasbotas.Conocíaesegrito.Eramimadre.Unos instantesmás tarde, susgritos sehabían convertido en sollozos, que fueron sustituidos por los improperios de mipadre. Las suaves palabras malsonantes de un hombre que había demostrado sercorrecto.

DespuésdemipeleaenlaAuldShillelagh,regreséa la tabernaparahaceralgoconmiscortesymoratones.Paraanestesiareldolor,porasídecirlo. ¿Yquémejormaneradeconseguirloqueconunoodostragos?Porlotanto,cuandoalfinallleguéacasa,estabaunpocohechopolvo.Ycuandodigo«hechopolvo»,quierodecirtan«hechopolvo»comoloestaríaunhombredespuésdehaberestadoañosenlaguerraporqueteníamoradosenlacarayenelcuello,ylaropahechajirones.Perotambiénestabahechopolvocomounhombrequesehabíapasadomuchobebiendo.

Cualquiera de las dos cosas era suficiente para disgustar a padre, así quediscutimos, yme avergüenza decir que elegí ciertas palabras delante demimadre.Porsupuestopadresepusofuriosotambiénporesoymepegóunrevés.Peroloquede verdad le encolerizó fue que la refriega (como la llamaba porque se negaba aaceptarqueyoestuvieraprotegiendoelhonordeunadamayqueélhabríahecholomismoenmilugar)hubierasidodurantelajornadalaboral.Loquemipadreveíaeraqueellosestabanagotadosdetantotrabajaryyo,encambio,meemborrachabaymemetía en peleas, mancillando el buen nombre de los Kenway, y en este caso enparticular,haciendoacopiodemásproblemasparaelfuturo.

—Los Cobleigh. —Alzó las manos, exasperado—. ¡Esas malditas manzanaspodridas!—exclamó—.Teníanqueserellos,¿no?Nonosdejaránenpazylosabes,¿verdad?

Enefecto,salícorriendoalpatiodelanteroaquellamañanayallíestabapadre,consu ropa de trabajo, consolando a madre, que estaba con la cabeza hundida en supecho,sollozandoensilencio,deespaldasaloqueestabaenelsuelo.

Me llevé lamanoa labocaalvercon loque sehabíanencontrado:dosovejasmuertas,conelcuellocortado,launajuntoalaotrasobrelatierraoscurecidaporlasangre. Las habían colocado así para que supiéramos que no eran víctimas de unzorroounperrosalvaje.Paraquesupiéramosquehabíanmatadolasovejasporunarazón.

Unaadvertencia.Venganza.—LosCobleigh—espeté, sintiendoque la furia comenzabaabullir comoagua

hirviendoenmiinterior,acompañadadeunapunzanteculpabilidad.Lostressabíamosqueeranmisaccioneslasquehabíanprovocadoaquello.Mipadrenomemiró.Surostroreflejabatodalatristezaypreocupaciónqueera

deesperar.Comodigo,eraunhombrerespetadoydisfrutabadelasventajasdeese

www.lectulandia.com-Página16

Page 17: 6 ac black flag

respeto;susrelacioneshastaconsucompetenciasellevabanconbuenaeducaciónyrespeto.NolegustabanlosCobleigh,porsupuestoqueno—¿yaquiénsí?—,peronuncahabíatenidoproblemas,niconellosniconnadie.Estaeralaprimeravez.Eraalgonuevoparanosotros.

—Séloqueestáspensando,Edward—dijo.Medicuentadequenosoportabamirarmeyselimitóaquedarseabrazandoami

madreconlosojosclavadosenalgúnpuntoalolejos.—Perorecapacita—añadió.—¿Enquéestoypensando,padre?—Estáspensandoqueerestúelquenoshatraídoestadesgracia.Estáspensando

enirahablardelasuntoconlosCobleigh.—Bueno, ¿y qué estás pensando tú? ¿Dejarles que se salgan con la suya?—

Señaléalasdosovejasensangrentadasqueyacíanenelsuelo.Elganadosacrificado.Elsustentoperdido—.Tienenquepagarporello.

—Nopuedehacersenada—dijo,simplemente.—¿Aquéterefieresconquenopuedehacersenada?—Hace dos días seme acercaron para queme uniera a una organización.Me

dijeronqueeraunaorganizacióndecomerciantes.Almiraramipadre,mepreguntabasiveíaunaversiónmayordemímismo,y

quemepartiera un rayo por pensarlo, pero esperaba fervientemente que no.En suépoca había sido un hombre apuesto, pero ahora tenía el rostro lleno de arrugas ydemacrado. El ala ancha de su sombrero de fieltro cubría unos ojos que siempreestabancansadosymirabanalsuelo.

—Queríanquemeuniera—continuó—,perolesdijequeno.Comolamayoríadeloscomerciantesdelazona,losCobleighhandichoquesí.Disfrutandelaprotecciónde la organización de comercio, Edward. ¿Por qué si no crees que harían algo tandespiadado?Estánprotegidos.

Cerrólosojos.—¿Hayalgoquepodamoshacer?—Continuaremos como antes, Edward, y esperemos que acabe aquí, que los

Cobleigh sientan que se les ha devuelto su honor.—Memiró con sus viejos ojoscansadosporprimeravez.Nohabíanadaenellos,nienfadonireproche.Soloderrota—.¿Puedocontarconquelimpiarástodoestomientrasyomeencargodetumadre?

—Sí,padre—respondí.Mimadreyélcomenzaronacaminarhacialacabaña.—Padre—le llamé cuando llegaban a la puerta—, ¿por qué no te uniste a la

organizacióndecomerciantes?—Lo comprenderás algún día, si alguna vez maduras —contestó sin darse la

vuelta.

www.lectulandia.com-Página17

Page 18: 6 ac black flag

5

MientrastantomispensamientosvolvieronaCaroline.Laprimeracosaquehicefueaveriguarquiéneray,alpreguntarporHawkinsLane,meenterédequesupadre,Emmett Scott, era unmercader acaudalado que comerciaba con té, quien sin dudasería considerado un nuevo rico por la mayoría de sus clientes, pero no obstanteparecíacreerélmismoquepertenecíaalaaltasociedad.

Unhombremenosobstinadoqueyo,menosengreído,bienpodríahaberescogidouncaminodiferentealqueoptéyoparaalcanzarelcorazóndeCaroline.Alfinyalcabo, su padre proveía de excelentes tés a las personas adineradas del suroeste deInglaterra; tenía dinero suficiente para tener sirvientes a su servicio en una casagrandeenHawkinsLane.Nosetratabadeunpequeñoagricultorniselevantabaalascinco de la mañana para dar de comer al ganado. Era un hombre con recursoseconómicoseinfluencia.Loquedeberíahaberhecho—hastasaberloerainútil—eraintentar haberle conocido. Ymucho de lo que sucedió posteriormente—mucho—podríahaberseevitadosialmenoslohubieraintentado.

Peronolohice.Erajoven,¿sabes?YnoeradeextrañarquelossemejantesaTomCobleighme

odiaran.Eramuyarrogante.Apesardemiestatussocial,creíaqueganarmeelfavordeuncomerciantedetéerarebajarme.

Algoqueséesquesiamasa lasmujeres—talesmicasoynomeavergüenzaconfesarlo—,encuentrasciertabellezaentodasellas,sinimportarsisononoloqueseentiendeporbellezaclásica.PeroconCarolinetuvelamalasuertedeenamorarmedeunamujercuyabellezaexteriorigualabaalainterior,yporsupuestosusencantosseguramenteatraíanlaatencióndeotros.Asíquelosiguientequeaverigüédeellafueque había atraído la mirada de Matthew Hague, hijo de Sir Aubrey Hague, elterratenientemásimportantedeBristol,yunejecutivodelaCompañíaBritánicadelasIndiasOrientales.

Segúnloqueentendí,eljovenMatthewteníanuestraedadyeraunpresumidoyengreídodondeloshaya,quesecreíamuchomásdeloqueera.Legustabadárselasdehombredenegociosastuto,comosupadre,aunqueeraevidentequenoposeíalaaptituddesupadreenese terreno.Además, legustabaconsiderarseunaespeciedefilósofoyamenudoledictabasuspensamientosaundelineantequeleacompañabaatodaspartes,conlaplumaylatintapreparadasparaanotar,fuerancualesfuesenlascircunstancias, las ideas de Hague, como por ejemplo: «Una broma es una piedralanzadaalagua,lasrisaslasondasquedeja».

Tal vez sus frases eran muy profundas. Lo único que sé es que no hubieraprestado mucha atención —en realidad, me habría unido a las risas y burlasgeneralizadas que parecían acompañar a lamención de su nombre—si no hubierasidoporelhechodequehabíamostrado interésenCaroline.Talveznomehabríapreocupadotantosinohubierasidoporotrosdosfactores.QueelpadredeCaroline,

www.lectulandia.com-Página18

Page 19: 6 ac black flag

EmmettScott,alparecerhabíaprometidoaCarolinealchicodeHague;ytambiénelhechodequeelchicodeHague,posiblementedebidoasuactitudcondescendiente,sutendenciaacometererroresfundamentaleshastaenlastransaccionescomercialesmássencillas,ysuhabilidadparaprovocaralagente,tuvieraunguardaespaldas,unhombrellamadoWilson,queeraunbrutoinculto,peromuycorpulento,conunojoligeramentecerrado,delquedecíanqueeramuyduro.

—Lavidanoesunalucha,puestoquelasluchassonparaganaroperder.Lavidaesparavivirla—habíanoídoqueledictabaMatthewHagueasudelgadodelineante.

Bueno,porsupuesto,paraMatthewHaguenohabíamuchoporloqueluchar.Enprimer lugar, porque era el hijodeSirAubreyHague, y, en segundo lugar, porqueteníaunguardaespaldasamenazadorqueleseguíaatodaspartes.

De todos modos, me puse a investigar dónde estaría Caroline en una tardesoleada. ¿Cómo? Bueno, podríamos decir que esa era una buena ocasión paracobrarmeunfavor.¿TeacuerdasdeRose,ladoncellaalaqueayudéasalvardeundestino peor que la muerte? Bueno, pues se lo recordé un día en que la seguí deHawkins Lane al mercado, y me presenté mientras ella atravesaba los puestos,evitando hábilmente los gritos de los vendedores con un cesto que sujetaba con elbrazo.

Nomereconoció,porsupuesto.—Estoyseguradenotenerniideadequiénesusted,señor—dijoconunosojos

unpocoasustadosquesemovíanentodasdirecciones,comosisuspatronosfueranaaparecerderepenteporalgunodelospasillosentrelospuestos.

—Bueno,puesyoséexactamentequiéneres,Rose—respondí—,yfuiyoelqueme llevé una paliza por defenderte en la puerta de la Auld Shillelagh la semanapasada.Apesardeloborrachaqueestabas,esperoquerecuerdeslapresenciadeunbuensamaritano.

Asintió a regañadientes. Y, sí, tal vez no fuera lo más propio de un caballeroutilizar a lo mercenario las circunstancias desafortunadas de una jovencita para…bueno, no querría pasarme diciendo «chantajear», pero sí me aproveché de ello.Estabaenamoradoy,dadoque la escrituranoerami fuerte, habíadecididoqueunencuentro cara a cara conCaroline era lamejormanera de empezar el proceso deganarmesucorazón.

Con mi encanto podía conseguir cualquier cosa que me propusiera. Bueno,funcionaba con los comerciantes y de vez en cuando con las muchachas que meencontrabaenlastabernas.¿Porquénoibaavalertambiénconlasdealtacuna?

GraciasaRosesupequeaCarolinelegustabairatomarelairealosmuellesdeBristol los martes por la tarde. Pero añadió, con un rápido vistazo a izquierda yderecha,quedebíatenercuidadoconelseñorHague.Conélysucriado,Wilson.ElseñorHagueteníadevociónporCaroline,segúnRose,yeramuyprotectorconella.

Asíquealamañanasiguientemeasegurédehacerunviajealaciudad,movílamercancíalomásrápidamenteposibleydespuésmedirigíalpuerto.Elambienteallí

www.lectulandia.com-Página19

Page 20: 6 ac black flag

estabacargadoconeloloral salitredelmar,estiércolybreahirviendo; seoían losgraznidosdelasgaviotas,asícomolosincesantesgritosdelosquetrabajabanenlosmuelles: los miembros de las tripulaciones llamándose mientras cargaban ydescargabanlosbarcoscuyosmástilessemecíanligeramenteenlasuavebrisa.

Entendía por qué aCaroline podía gustarle estar allí. El puerto estaba lleno devida.Desdehombresconcestosdemanzanasreciéncogidasofaisanesconcordelesalrededordelcuello,hastacomerciantesquemeramentedepositabansuscestosenelmuelleygritabanalosmarinerosvisitantes,ylasmujerescontelasquetratabandeconvencer a los demás de que estaban llevándose una ganga. Había niños quevendíanfloresoyesca,oquecorríanentrelaspiernasdelosmarinerosyesquivabana los comerciantes, casi tan anónimos como los perros que deambulaban por losmurosdelpuertoyhusmeabanenlosmontonesdebasuraylacomidapodridaquesehabíabarridohastaallíeldíaanterior.

EntretodosellosestabaCarolineque,conunlazoenelsombreroyunasombrillasobreelhombro,yRosedetrásdeella,aunoscuantospasosrespetuosos,parecíatodauna dama. Y aun así, advertí—yo mismo guardaba las distancias mientras tanto,debíaescogerelmomentoadecuado—quenomirabacondespreciolaactividadquese desarrollaba a su alrededor, aunque habría sido fácil para ella hacerlo. Por sucomportamientosabíaqueella,aligualqueyo,disfrutabaviendolavidaentodassusformas.Mepreguntésiella,al igualqueyo,algunavezhabíacontempladounmarque brillaba lleno de tesoros, mástiles de barcos que se inclinaban ligeramente,gaviotas que volaban hacia donde comenzaba el mundo, y si se preguntaría quéhistoriasteníanquecontarloshorizontes.

Soy un romántico, es cierto, pero no un romántico imbécil, y había habidomomentos desde aquel día fuera de la taberna en los que me preguntaba si missentimientoscadavezmásfuertesporCarolinenoeranenparteunainvencióndemimente.Alfinyalcabo,habíasidomisalvadora.Peroahora,mientraspaseabaporelpuerto,volvíaenamorarmedeella.

¿Esperaba hablar con Caroline vestido con mi ropa de criador de ovejas? Porsupuestoqueno.Asíquehabíatomadolaprecaucióndecambiarme.Envezdemisbotas sucias, llevaba un par de zapatos con hebilla de plata, unas medias blancaslimpiasyuncalzónnegro,unchalecoreciénlavadosobrelacamisayunsombrerodetrespicosajuegoenvezdelmíomarrón.Teníaelaspectodetodouncaballero,siseme permite decirlo: era el hijo de un respetado comerciante de la zona, joven,apuesto,yestaballenodeconfianza.UnKenway.Elnombredecíaalgoalmenos(apesardemisintentosdeconseguirlocontrario),ytambiénmeacompañabaunjovenpillollamadoAlbert,alquehabíasobornadoparaquehicierauntrabajoenmifavor.Nohacefaltasermuyinteligenteparasuponer lanaturalezadedichotrabajo: ibaaayudarme a impresionar a la hermosaCaroline.Una operación con la chica de lasflorespocodespuésyyateníalosmediosparalograrlo.

—Bien,¿recuerdaselplan?—ledijeaAlbert,quememiródesdedebajodelala

www.lectulandia.com-Página20

Page 21: 6 ac black flag

desusombreroconunosojosviejosparasuedadyunaexpresiónenelrostrode«yaloheoídoantes»—.Sí,amiguito,vasadarleesteramilletedefloresaesabellezadeahí.Sedetendráytedirá:«Ah,joven,¿porquérazóntepresentasconestasflores?».Yseñalaráshaciaaquí.

Le indiqué dónde me colocaría, orgulloso como un pavo real. Caroline mereconocería del otro día o al menos desearía darle las gracias a su misteriosoadmirador.Albertdebíainvitarmeaacercarmeyenesemomentocomenzaríaaatacarconmiencanto.

—¿Yyoquésacodeesto?—preguntóAlbert.—¿Túquésacasdeesto?¿Quétallasuertedequenotedéuntortazo?Fruncióellabio.—¿Quétalsitevasalaporra?—Muybien—contesté,dándomeporvencido—,aquítienesmediopenique.—¿Mediopenique?¿Esoesloúnicoquepuedesofrecerme?—Adecirverdad,hijomío,esloúnicoquepuedoofrecerte,ydiríaquecruzarel

puertoydarleuna floraunabellamujeresel trabajomás fácilquehahabidopormediopenique.

—¿Novaconellaunpretendiente?Albertestiróelcuelloparamirar.Y,porsupuesto,prontoquedaríaclaroexactamenteporquéAlbertqueríasabersi

Caroline iba acompañada. Pero en ese momento en particular me tomé su interéscomosimplecuriosidad.Nadamásqueuncotilleo.Unpocodecháchara.Asíquemirespuestafueno,quenolaacompañabasupretendiente;ledielramilletedefloresysumediopenique,yleenviéasucometido.

Mientraselmuchachocaminaba,unobjetoquesujetabaconlaotramanoatrajomiatenciónyentoncesmedicuentademifallo.

Era una pequeña navaja. Y el chico tenía los ojos clavados en el brazo deCaroline,delquecolgabaunmonedero.

«¡Ay,Dios!Unratero».EljovenAlberterauncortabolsas.«Cabroncete», dije para mis adentros e inmediatamente eché a correr por el

puertotrasél.Estaba amedio camino entre nosotros, pero, al ser pequeño, se escabullía con

rapidez entre el hervidero de personas. Localicé a Caroline, ajena al peligroinminente,unpeligroquelehabíaenviadoyosindarmecuenta.

A continuación vi a tres hombres, que también se dirigían haciaCaroline.Treshombresqueconocía:MatthewHague,sudelgadocompañeroquetomabanotas,ysuguardaespaldas,Wilson.Meencogípordentro.Másaúncuandovique losojosdeWilsonseapartabandeCarolineparamiraraAlbertyluegovolvíanaella.Seveíaque era bueno.Enun santiamén se había dado cuenta de lo que estaba a puntodeocurrir.

www.lectulandia.com-Página21

Page 22: 6 ac black flag

Medetuve.Durante un segundoquedé totalmente desconcertado.No sabía quéhacer.

—¡Eh!—gritó Wilson, atravesando su tono brusco el parloteo y los chillidosincesantesdelaventacallejeradeldía—.¡Oye,tú!

Y salió disparado. Pero Albert había llegado a Caroline y, con un gestoincreíblemente rápidoy fluido,acercó lamanoa lacintadelmonederode la jovenparacortarlayelminúsculobolsodesedacayócuidadosamenteenlaotramanodeAlbert.

Carolinenoadvirtió lapresenciadel ladrón,peronopudoevitarver la enormefiguradeWilsonechándoseleencima,porloquegritódesorpresa,inclusomientraselhombreselanzabamásalládeellaparaagarraraAlbertporloshombros.

—Este joven bribón tiene algo que le pertenece, señorita —bramó Wilson,zarandeandoaAlberttanfuertequeelmonederodesedacayóalsuelodelpuerto.

LosojosdeCarolineseposaronsobreelbolsoyluegomiraronaAlbert.—¿Es eso cierto? —preguntó, aunque la prueba la tenía delante y, de hecho,

ahorasehallabasobreunmontóndeboñigadecaballoasuspies.—Cógelo, cógelo—estabadiciéndoleHague a su compañerodelgado; acababa

dellegaryyaestabacomportándosecomosihubierasidoélelquehubieseapresadoaljovenqueblandíaunanavajaenvezdesuguardaespaldasdedosmetros—.Daleunalecciónaeserufián,Wilson.

Haguehizoungestoconlamanocomosiintentararepelerunanocivaflatulencia.—Seráunplacer,señor.Todavíanosseparabanunosmetros.TeníanaAlbertbienagarrado,perosusojos

aterrorizadosdejarondemiraraWilsonparadirigirseadondeyomehallabaentrelamultitud, y cuando nuestras miradas se cruzaron, se quedó mirándome con airesuplicante.

Apretélosdientes.Aquelcabroncetehabíaestadoapuntodearruinartodosmisplanesyahoramemirabaenbuscadeayuda.¡Menudocaradura!

PeroentoncesWilsonlecogióporelpescuezoconunamanoyllevóelpuñoalestómagodeAlbert.Conesotuvesuficiente.VolvióaencenderselamismasensacióndeinjusticiaquehabíatenidoenlatabernayalcabodeunsegundomeabríapasoaempujonesentrelamuchedumbreparaayudaraAlbert.

—¡Eh!—grité.Wilsonsevolvióparamirarmey,aunqueeramásgrandequeyo,ymuchomás

feoqueyo,acababadeverlepegaraunniñoymehabíahervidolasangre.Noesunamanera especialmente caballerosa de llevar a cabo una pelea, pero sabía porexperiencia tantodelquedacomodelque recibequenohabíamodomás rápidoylimpiodetumbaraunhombre,asíquelohice.Leasestéungolpeconlarodilla.Conla rodilla en los huevos, para ser preciso. Tan rápido y tan duro que el gigantescomatóngruñónqueestabaapuntodeatacarmeseconvirtióalinstanteenunapiltrafa,conlasmanosenlaentrepiernamientraslloriqueabaycaíaalsuelo.

www.lectulandia.com-Página22

Page 23: 6 ac black flag

Haciendo caso omiso de los gritos de indignación de Matthew Hague, cogí aAlbert.

—Pídeleperdónaladama—leordené,señalándoleconundedo.—Perdón,señorita—dijoAlbertobedientemente.—Ahoralárgate—dijeyleindiquéconlamanoquesemarcharadelpuerto.No le hizo falta una segunda invitación y desapareció en un periquete, lo que

provocóinclusomásprotestasporpartedeMatthewHague,ydigraciasaDiosporquealmenosAlbertestuvierafueradeescenaynomedelatara.

Había salvado almuchacho de una paliza peor, peromi victoria era efímera ydesdeluegonotuvetiempodedisfrutarla.Wilsonyaestabadepiey,aunqueeldolordesuspelotasdebíadeestardescomponiéndole,enesemomentonosentíanadamásque furia. Él también era rápido y, antes de que tuviera tiempo de reaccionar,meagarró yme sujetó con fuerza. Intenté apartarme, bajé un hombro y llevé el puñohaciasuplexosolar,peronologrélavelocidadnecesariayélutilizósucuerpoparabloquearme;gruñíamásporsatisfacciónqueporelesfuerzomientrasmearrastrabatotalmenteporelpuertoylagentesedispersabaantesupresencia.Enunapeleajustahabría tenido una oportunidad, pero entre sus ventajas se encontraban una fuerzasuperiory la repentinavelocidadalimentadapor lacólera.Acontinuaciónmispiesdieronpatadasenelairemientrasélmearrojabaalmardesdeelmuelle.

Bueno,siemprehabíasoñadoconquemellevaranaaltamary,conelsonidodeunascarcajadassonandoenmisoídos,medirigíalaescaleradecuerdamáscercanaparasalirdelagua.Caroline,Rose,Hagueysusdoshombresyasehabíanmarchado,peroviquealguienmetendíaunamanoparaayudarmeasubir.

—Amigo,dejaqueteayude—dijounavoz.Alcélamiradacongratitud,apuntodeaceptarlamanodemisamaritano,cuando

vielrostromaliciosodeTomCobleighasomandoporelbordedelpuerto.—¡Vaya,lascosasquesevencuandosalessintumosquete!—exclamóynopude

hacernadaparaevitarquemepropinaraunpuñetazoenlacara,quemeapartódelaescaleradecuerdaymehizocaerdenuevoalagua.

www.lectulandia.com-Página23

Page 24: 6 ac black flag

6

TomCobleigh sehabíaesfumado,peroWilsondebíadehabervuelto sobre suspasos.Resultóque tras asegurarsedequeHagueyCaroline estabanbien, se habíaapresurado a regresar al puerto y me había encontrado sentado en unas escaleras,curándome las heridas. Me tapó la luz y al alzar la mirada, me dio un vuelco elcorazón.

—Sihasvueltoparavolvera intentarlo—dije—,no te lopondré tan fácil estavez.

—Nomecabeduda—respondióconunligeroestremecimientodedolor—,peronohevenidoaarrojartedenuevoalmar,Kenway.

Aloíresaspalabras,lemirécondureza.—Esoes,chico, tengomisespías,ymehancontadoqueun jovencaballerode

nombre Edward Kenway ha estado haciendo preguntas sobre Caroline Scott. Esemismo joven caballero de nombreEdwardKenway estuvo implicado en una peleafueradelaAuldShillelagh,enelcaminoaHatherton,lasemanapasada.EsemismodíalaseñoritaScottsehallabaenelcaminoaHathertonporquesudoncellasehabíafugado,ytúylaseñoritaScotthablasteisdespuésdelaltercado.

Seacercótantoqueolíaelcaférancioensualiento.Prueba,siesquehacíafaltaalguna,dequenoestabaparanadaintimidadopormínipormitemiblereputación.

—¿Voybienencaminadohastaahora,Kenway?—Puedequesí.Élasintió.—Eso creía. ¿Cuántos años tienes, chico? ¿Qué? ¿Diecisiete?Más omenos la

mismaedadquelaseñoritaScott.Medaamíqueestáscultivandociertapasiónporella,¿verdad?

—Puedequesí.—Yo creo que sí. Bueno, voy a decirlo una vez y nada más que una vez: la

señoritaScottestáprometidaconelseñorHague.Estaunióntienelabendicióndesuspadres…

Melevantódelsuelo,pegándomelosbrazosaloscostados.Demasiadomojado,sucio y agotado para resistirme, y de todas formas sabía lo que sucedería acontinuación.

—Siteveorondándoladenuevoointentandolograrmásproezasparallamarsuatención,notedarássolounchapuzónenelmar.¿Haquedadoclaro?

Asentíconlacabeza.—¿Yquéhaydelrodillazoenlaspelotasqueestásapuntodedarme?Sonrióforzadamente.—Ah,¿eso?Espersonal.Fuefielasupalabra,y tardéunratoenpoderponermedepieparavolverami

carro.Nosolomehabíanhechodañoenlasbolas,sinoquetambiénmehabíanherido

www.lectulandia.com-Página24

Page 25: 6 ac black flag

elorgullo.

www.lectulandia.com-Página25

Page 26: 6 ac black flag

7

Aquella noche estaba tumbado en mi cama, maldiciendo mi suerte. HabíaarruinadocualquieroportunidadconCaroline.Lahabíaperdido.Todograciasaesegolfillo codiciosodeAlbert, pornomencionar aHagueycompañía.Había sufridounavezmásamanosdeTomCobleigh,ymipadrememiróconrecelocuandolleguéacasa,unpocomástardedelohabitual,y,aunquemehabíacambiadoderopa,porsifuerapoco,todavíaibamojado.

—¿Nohabrásestadootravezenesastabernas?—preguntócontonoamenazante—.Diosmeayudesioigoquehasestadomanchandonuestrobuennombre…

—No,padre,noesnadadeeso.Seequivocaba,nohabíapasadopor la tabernadecaminoacasa.Dehecho,no

había asomado el hocico por una cervecería desde la pelea fuera de la AuldShillelagh. Me decía a mí mismo que el encuentro con Caroline había tenido unefectosobremí.Unsobrioefecto,literalmente.

Bueno,nolosabía.Empecéapreguntarmequetalvezmividaestabaallí,entreespuma de cerveza, alrededor de sonrisas descuidadas de mujeres facilonas sinapenas dientes y aúnmenosmoralidad, y al trigésimo verano transportando lana aBristolmevolveríaindiferente;habríaperdidocualquieresperanzaquealbergaradevermundoalgúndía.Pocoapoco la tentaciónde las tabernasse reafirmóunavezmás.

Y entonces sucedieron dos cosas que lo cambiaron todo. La primera fue uncaballeroquesesentóamiladoenlabarradelaGeorgeandDragondeBristolenuna tarde soleada. Un caballero vestido elegantemente con unos puños de camisallamativosyunapañoleta colorida, que sequitó el sombrero, lodejó en labarrayseñalómibebida.

—¿Puedoinvitarleaotra,señor?—mepreguntó.Era muy distinto al «hijo», «muchacho» o «chico» que tenía que soportar no

diariamente,sinoatodashoras.—¿Yaquiéntengoquedarlelasgraciasporlabebida?¿Quéquerríaacambio?

—preguntéconcautela.—Talvezlaoportunidaddehablar,amigo.—Eldesconocidosonrióymeofreció

la mano para que se la estrechase—. Me llamo Dylan Wallace, encantado deconocerle,señor…Kenway,¿verdad?

Porsegundavezencuestióndedíassemepresentabaunapersonaqueconocíaminombre,aunquenoteníaniideadeporqué.

—Ah,sí—dijo,sonriendo(almenoseramássimpáticoqueWilson,reflexioné)—.Sécómosellama.EdwardKenway.Menudareputacióntieneporestoslares.Dehecho,yomismolehevistoenacción.

—¿Enserio?Lemiréconlosojosentrecerrados.

www.lectulandia.com-Página26

Page 27: 6 ac black flag

—Vayaquesí—respondió—.Lagenteconlaquehehabladomehadichoqueestáunpocoacostumbradoa las trifulcas,peroaunasínopuedehaberolvidado lapeleaenlaAuldShillelaghelotrodía.

—Nocreoquemepermitanolvidarla—suspiré.—Bien,señor,irédirectoalgrano,porquepareceunjovenquesabeloquequiere

yespocoprobablequeloquevayaadecirleleconvenzadeunmodouotro.¿Algunavezhapensadoenhacersealamar?

—Bueno,ahoraquelomenciona,señorWallace,unavezconsiderémarcharmedeBristolydirigirmeenesadirección,asíes.

—Y¿quéledetiene?Neguéconlacabeza.—Esaesunabuenapregunta.—¿Sabeloqueesuncorsario,señorKenway?Antesdequepudieracontestar,yaestabadiciéndomelo.—SonbucanerosalosquelaCoronalesdaunapatentedecorso.Verá,lanobleza

ylosportuguesesestánayudándoseconlostesorosdelNuevoMundo;estánllenandosuscofresyel trabajodeloscorsariosesdetenerlosocogerloqueestáncogiendo.¿Entiende?

—Séloqueesuncorsario,muchasgracias,señorWallace.Séquenotepuedenjuzgarporpiratería,amenosqueataquesabarcosquepertenezcanatupropiopaís.Esasí,¿no?

—Oh,sí,esasí,señorKenway.—DylanWallacesonrióabiertamente—.¿Quélepareceríaqueme inclinaraymesirvierayomismouna jarradecerveza?Esoseríarobar, ¿no? El camarero intentaría detenerme, pero ¿y si estuviera haciéndolo conimpunidad? ¿Y si mi robo tuviera el sello real de aprobación? De eso estamoshablando,señorKenway.Delaoportunidaddesaliraaltamaryservirsedetantooroy tesoros como pueda llevar el barco de su capitán. Y al hacerlo, no solo estarátrabajando con la aprobación de Su Majestad la reina Ana, sino que estaráayudándola.HabráoídohablardelcapitánChristopherNewport,FrancisDrakeoelalmiranteSirHenryMorgan.Todosellossoncorsarios.¿Qué lepareceríaañadirelnombredeEdwardKenwayaesailustrelista?

—¿Quéestádiciendo?—Leestoyproponiendoconvertirseencorsario,señor.Lemirédetenidamente.—Ysileprometopensarenello,¿quésacausteddeesto?—Mellevocomisión,porsupuesto.—¿Noobligannormalmentealoshombresparaestetipodecosas?—No a los hombres de su calibre, señor Kenway. No a los hombres que

consideramosquetienenmaderadeoficial.—¿Todoporqueprometoluchando?—Porelmododecomportarseenesapelea,señorKenway,entodoslossentidos.

www.lectulandia.com-Página27

Page 28: 6 ac black flag

Asentí.—Siprometopensármelo,¿significaquenotengoquedevolverlelacerveza?

www.lectulandia.com-Página28

Page 29: 6 ac black flag

8

Esanocheme fuia lacamasabiendoque le teníaquedeciramipadrequemidestino no era criar ovejas, sino que iba a embarcarme en una aventura de capa yespadacomocorsario.

Se sentiría decepcionado, desde luego, pero quizá también en cierto modoaliviado. Sí, por un lado, había sido una ventaja haber desarrollado habilidadescomerciales y haberlas aprovechado para el beneficio de la familia. Pero, por otrolado,estabalabebida,laspeleasy,claro,lasdesavenenciasconlosCobleigh.

Poco después de que depositaran los dos cadáveres en nuestro patio delantero,hubo otro incidente: al despertar, descubrimos que habían soltado el rebaño por lanoche. Mi padre pensó que habían roto deliberadamente las cercas. No le habíacontadoamipadreloquesucedióenelmuelle,peroeraevidentequeTomCobleightodavíameguardabarencor,unrencorqueprobablementenoibaadesaparecerenunfuturopróximo.

Erayoquienhabíacargadoamipadrecontodoaquello.Ysiyodesaparecía,talvezterminaríalavendetta.

Y así, tendido en mi lecho aquella noche, mi única decisión era cómocomunicarle lanoticiaamipadre.Ycómolecomunicaríamipadre lanoticiaamimadre.

Yentoncesoíalgoenlaventana.Unosgolpecitos.Measomé,agitado.¿Quéesperabaver?Noestabaseguro,peroelrecuerdodelos

Cobleigh estaba todavía fresco enmimente. Pero en vez de a ellos, vi aCarolineScott, sentadaahorcajadasenuncaballo,bajo lapálida luzde la luna,enelpatio,comosielmismísimoDiosestuvieraalumbrandosubelleza.

Ibavestidaparaacudiralaescueladeequitación.Suropaeraoscura.Llevabaunsombreroalto,unacamisablancayunachaquetanegra.Conunamanosujetabalasriendasy laotraestabaalzada,apuntode lanzarel segundopuñadodegravaamiventana.

Yomismoeraconocidoporusarelmismotrucoparallamarlaatencióndealgunaamiga y recordabamuy bien el temor de despertar a toda la casa.Así que cuandotiraba piedras a la ventana, normalmente lo hacía tras la seguridad de unmuro depiedra.Caroline no.Esa era la diferencia de nuestra posición social.Ella no temíasalircorriendodelapropiedadporquelaecharanconcajasdestempladasyunabotaen el trasero. Ella era Caroline Scott de Hawkins Lane en Bristol, a la queacompañabaelhijodeundirectivodelaCompañíaBritánicadelasIndiasOrientales.Fuera o no una cita clandestina—y no cabía duda de que esta era clandestina—,escondersedetrásdemurosdepiedranoeraparaella.

—Bueno…—susurró.Viquesusojossemovíanbajolaluzdelaluna—.¿Vaadejarmeaquífuerasentadatodalanoche?

No.Al cabo de unos instantesme hallaba en el patio, a su lado, cogiendo las

www.lectulandia.com-Página29

Page 30: 6 ac black flag

riendasdelcaballo,alejándoladelapropiedadmientrashablábamos.—Susaccionesdelotrodía—dijo—.Sepusoengranpeligroparaprotegermede

aqueljovenladrón.(Sí,sí,yaséloqueestáspensando.Ysí,sí,mesentíunpococulpablealoírsus

palabras).(Peronodemasiado).—Nohaynadaqueodiemásqueunabusón,señoritaScott—contesté.Almenosteníalaventajadequeeraverdad.—Esocreíayo.Estaeslasegundavezquemehaimpresionadolagalanteríade

susacciones.—Hansidodosocasionesentoncesenlasquehetenidoelplacerdequeestuviera

presente.—Meinteresa,señorKenway.Ysuinteréspormítampocopasadesapercibido.Permanecí callado y paseamos durante un rato. Y aunque no pronunciamos

palabra, nuestro silencio significaba algo. Como si conociéramos los sentimientosquealbergábamoselunoporelotro.Sentílaproximidaddesubotademontar.Porencimadelcaloryelolordelcaballo,creípoderolerlospolvosquellevaba.Nuncaanteshabíasidotanconscientedeunapersona,delacercaníadeunapersona.

—Esperoquelehayandichoqueestoyprometidaconotro—dijo.Nosdetuvimosenelcamino.Habíamurosdepiedraaambosladosdelsenderoy

losverdespastosmásalláestabansalpicadosporelblancodelosrebañosdeovejas.El aire era cálido y seco a nuestro alrededor, ni siquiera una brisa perturbaba losárbolesquesealzabandelimitandoelpaisaje.Enalgún lugar seoyóelgritodeunanimal,quesufríamaldeamoresoestabaherido,perodesdeluegoerasalvaje,yunrepentinoalborotoenlosarbustosnossobresaltó.Nossentíamoscomointrusos.Unasvisitasnodeseadasenlacasadelanaturaleza.

—Vaya,nocreoque…—SeñorKenway…—PuedellamarmeEdward,señoritaScott.—Bien,túpuedesseguirllamándome«señoritaScott».—¿Enserio?—Bueno,venga,puedesllamarmeCaroline.—Gracias,señoritaScott.Memiródesoslayo,comosiestuvieracomprobandosiestabaonoburlándome

deella.—Bueno,Edward—continuó—,sémuybienquehasestadohaciendopreguntas

sobre mí. Y aunque no pretendo saber lo que te han dicho, creo que conozco loesencial:queCarolineScottestáprometidaaMatthewHague;queMatthewHaguelabombardeaconpoemasdeamoryquelaunióntienelabendicióndesupadrey,porsupuesto,delmío.¿Estoyenlocierto?

Admitíquehabíaoídolomismo.

www.lectulandia.com-Página30

Page 31: 6 ac black flag

—Talvezenelpocotiempoquehemospasadojuntostehayaspercatadodecómomesientoacercadeeseacuerdoenparticular.

—Nosabríadecirte.—Pues entonces te lo contaré. La idea de casarme con Matthew Hague me

revuelveelestómago.¿CreesquequierovivirenlacasadelosHague?Seesperademíquetrateamimaridocomoaunrey,quehagalavistagordaasusaventuras,quelleve la casa, que grite a los sirvientes, elija las flores, escoja los tapetes, vaya devisita,tomeeltéycotilleeconlasotrasesposas.

»¿Creesquequieroescondermebajolaspreocupacionestrivialesdelosmodalesylaetiquetahastaqueyanomeencuentreamímisma?Enestemomentovivoentredosmundos,Edward,ypuedoverambos.Elmundoquecontemploenmisvisitasalpuerto es elmundo que esmás real paramí,Edward.El que estámás vivo.Y encuantoaMatthewHague,ledespreciocasitantocomoasupoesía.

»Nocreasquesoyunadamiselaenapuros,indefensa,porquenolosoy.Peronohevenidohastaaquíenbuscadeayuda.Hevenidoaayudarmeamímisma.

—¿Hasvenidoapormíparaayudarteatimisma?—Sitúquieres.Elsiguientepasotetocaati,perosilodas,hazlosabiendoesto:

cualquierrelaciónentrenosotrosnotendrálabendicióndemipadre,perosítendrálamía.

—Perdón,peronomepreocupatantotupadrecomolaelecciónquehahechoporti.

—YlaideadeenemistarteconlosHague,¿tedesalienta?Sabíaqueenaquelmomentonadamedesalentaría.—No,Caroline.Nosdespedimos,acordandoquevolveríamosavernos.Ydespuésdeeso,nuestra

relacióncomenzóenserio.Éramoscapacesdeguardarunsecreto.Durantealgunosmeses,dehecho,nuestrosencuentrosfuerontotalmenteprivados:momentosrobadospaseandoporlossenderosentreBristolyHatherton,cabalgandoporlosprados.

Hasta que un día anunció que Matthew Hague planeaba pedir su mano enmatrimonioalamañanasiguiente,yelcorazónsemeparó.

Estabadecididoanoperderla.Pormiamorporella,porquenopodíapensarenotra cosa sino en ella, porque cuando estábamos juntos, saboreaba cadamomento.Cadapalabra,cadagestoquehacíaCarolineeracomonéctarparamí; todoenella,cadacurva,superfume,surisa,susmodalesrefinados,suinteligencia.

Ytodoesopasópormimentemientrasmeapoyabasobreunarodillaylatomabade lamano,porque loqueestabacontándomequizánoerauna invitaciónsinounadespediday,enesecaso,bueno,almenosnoseconoceríamihumillaciónalolargoyanchodeestemundo,sinoqueselimitaríaalospájarosenlosárbolesylasvacasenloscamposquenosobservabanconojossomnolientosymasticabanpensativamente.

—Caroline,¿quierescasarteconmigo?—lepregunté.Contuvelarespiración.Durantenuestronoviazgo,todaslasvecesquehabíamos

www.lectulandia.com-Página31

Page 32: 6 ac black flag

quedado, todos los besos robados que habíamos compartido, habían estadoacompañados por la sensación de no creer en la suerte que tenía. Era como simeestuvierangastandounabroma.MedioesperabaqueTomCobleighsalierasaltandodeentrelassombras,riéndoseacarcajadas.Ysinoeraeso,sinosetratabadeunabroma vengativa a mi costa, entonces tal vez yo era una simple diversión paraCaroline,unaúltimaaventuraantesdededicarsealasobligacionesfamiliares.

—Ah,Edward.—Sonrió—.Creíquenuncamelopedirías.

www.lectulandia.com-Página32

Page 33: 6 ac black flag

9

Sinembargo,nopodíaaceptarloyaldía siguientemeencontrabaviajandoa laciudad,dirigiéndomeaHawkinsLane.LoúnicoquesabíaeraqueMatthewHagueteníaplaneadohacerleunavisitaaquellamañana,ymientrasavanzabafurtivamenteporlacarreteraypasabaporunafiladecasasentrelasquesehallabaladeella,mepreguntésiestaríaallíahora,talvezhaciendosuproposición.

SiunacosacaracterizabaaCarolineerasuvalentía,eraunadelasmujeresmásvalientes que había conocido, pero aun así estaba dejando pasar la oportunidad devivirelrestodesusdíasrodeadadelujos;ypeoraún,ibaaescandalizarasuspadres.Yomismoconocíamuybienlapresióndeintentarcomplaceraunpadre,lotentadorqueeraseguiresecamino.Unalmadescontentaounalmaatormentadaporlaculpa,¿cuáleralacruzmásdifícildesoportar?

Conmigodelante—yestoysegurodequemequería—talvezladecisióneramásfácildetomar.Pero¿yporlanoche,cuandorondabanlasdudasyveníanavisitarte?Quizáshabíacambiadodeopiniónyestaba,enesemismomomento,sonrojándosealaceptarlaproposicióndeMatthewHague,yescribiéndomementalmenteunacarta.

Ysiesosucedía,bien,suponíaquesiempremequedabaDylanWallace.Pero entonces, por el rabillo del ojo, vi la puerta principal abierta y apareció

Wilson,seguidorápidamenteporeldelineante,ydetrásdeellosibaMatthewHague,queleofrecíasubrazoaCaroline,conRosealaretaguardiamientrasempezabansuspaseos.

A cierta distancia, les seguí durante todo el camino hasta el puerto, dándolevueltas a sus intenciones. Seguro que no iban al puerto. El puerto era sucio,nauseabundo y estaba abarrotado de gente, hedía a boñiga, brea ardiente, pescadorecién cogido y hombres que acababan de regresar de meses en el mar sin darsedemasiadosbaños.

Sedirigíana loqueparecíaunagoletaamarradaalmuelle, alrededorde laquehabíareunidosvarioshombres.Noobstante,costabaverloporquedelapartetraseradelbarcocolgabaunaespeciedelona,quetapabaelnombredelanave.Sinembargo,alacercarseelgrupocreísaberdequésetrataba.Creíconocersuplan.

Comoeradeesperar,sedetuvierondelantey,aunquelaembarcaciónseguíafuerade mi vista, observé como los ojos de Caroline se movían nerviosos deMatthewHague a la goleta y supuse que ella también había averiguado el propósito de suvisita.

Lo siguiente que supe fue que Hague se había arrodillado; el personal de lagoleta,Wilsonyeldelineanteestabandepieconlasmanosalaespalda,preparadosparalarondadeaplausosmientrasMatthewHaguesedeclaraba:

—Querida,¿meharíaselhonordeconvertirteenmiesposa?Carolinetragósalivaytartamudeó.—Matthew,¿te…tenemosquehacerestoaquí?

www.lectulandia.com-Página33

Page 34: 6 ac black flag

Lelanzóunamiradacondescendienteyluego,conungestoefusivodelamano,ordenó que retiraran la lona de la parte trasera de la goleta. Allí grabado en unaláminadeoroestabaelnombredelbarco:Caroline.

—¿Quéotrositioibaasermejor,querida?Y si no hubiera sido por la situación hasta habría disfrutado un poco al ver a

Caroline desconcertada.Normalmente estaba siempremuy segura de símisma. Ladudaylaexpresióncercanaalpánicoqueviensusojos,sospechoqueeratannuevoparaellacomoloeraparamí.

—Matthew,debodecirquemeestásabochornando.—Cariño,queridaCaroline,mipreciosaflor…—dijoylehizounpequeñogesto

a su delineante, que inmediatamente empezó a buscar su pluma para anotar laspalabraspoéticasdesuseñor—.Pero¿dequéotramanerapodríahabertereveladomiregalomarital?Bueno,deboinsistirenquemedesunarespuesta.Porfavor,contodaestagentemirando…

Y sí, al echar un vistazo,me di cuenta de que parecía que el puerto entero sehabíadetenido,todosesperabanlaspalabrasdeCaroline,quefueron…

—No,Matthew.Hague se levantó de forma tan brusca que obligó a su delineante a retroceder

rápidamente y este estuvo a punto de perder el equilibrio. El rostro de Hague seoscurecióyfruncióloslabiosmientrasintentabaguardarlacomposturayforzabaunasonrisa.

—¿Esunadetusbromitas,quizá?—Metemoqueno,Matthew,estoyprometidaaotro.Hague terminó de ponerse de pie hasta alcanzar toda su altura, como si

pretendiera intimidar a Caroline. Al final del grupo de espectadores, sentí que lasangremehervíaycomencéaavanzar.

—Aotro—repitióconvozronca—.Y¿quiénresultasereseotrohombre?—Yo,señor—anunciécuandolleguéalfrentedelamultitudymepresentéaél.Memiróconlosojosentrecerrados.—Tú—espetó.Por atrásWilson ya empezaba a acercarse y en sus ojos vi la furia por haber

hechoyocasoomisodesuadvertencia.Yporqueaquelloseconvertíaensufracaso.Hagueextendióunbrazoparadetenerle.—No,Wilson—dijoyañadiólanzandounaclaraindirecta—:Aquíno.Ahorano.

Estoysegurodequemiseñoraquerráreconsiderarlo…Una oleada de sorpresa y supongo que la ausencia absoluta de gracia se había

apoderadodelgentío,quevolvíaaagitarsemientrasCarolinedecía:—No,Matthew,Edwardyyovamosacasarnos.Seacercóaella.—¿Ytupadrelosabe?—Todavía no—respondió y después añadió—:Aunquemeda la impresiónde

www.lectulandia.com-Página34

Page 35: 6 ac black flag

queprontolosabrá.Durante un momento, Hague se limitó a temblar de furia y, cuando se dio la

vuelta,mecompadecídeverdaddeélporprimeravez;perono sería laúltima.Alinstante, se puso a ordenar a voces a los que estaban por allí que volvieran a sutrabajo,despuéslegritóalatripulacióndelagoletaquecolocarandenuevolalona,luegolesdijoaWilsonyaldelineantequeabandonabanelpuerto,lediolaespaldaaCaroline de forma deliberada y a mí me lanzó una mirada de odio al marcharse.DetrásdeélibaWilsonynuestrosojosseencontraron.Lentamentesepasóundedoporelcuello.

La verdad era que no debería haberlo hecho;Wilson no era un hombre al queprovocar,peronopudecontenermeyledevolvísuamenazademuerteconunguiñodescarado.

www.lectulandia.com-Página35

Page 36: 6 ac black flag

10

YasífuecomoBristolseenteródequeEdwardKenway,uncriadordeovejasquenoganabamásdesetentaycincolibrasalaño,ibaacasarseconCarolineScott.

¡Menudo escándalo! El hecho de que Caroline Scott se casara con alguien declaseinferiordaríabastantedequehablar.QuehubierarechazadoaMatthewHagueenelprocesoconstituíaunrevuelo,ymepreguntésielescándaloalalargajugaríaennuestrofavor,porquenollegaronlasrepresaliasaunqueyomearmabadevalorpararecibirlas.Duranteun tiempobusquéaWilsonencadaesquinayelprimervistazoconelquetodaslasmañanasmirabamipatiodesdelaventanaestaballenodetemor.NoviaWilsonporningunapartenioínadadeMatthewHague.

Alfinal,nadiedefueraamenazónuestraboda.NofueronlosCobleigh,EmmettScott,MatthewHagueniWilson.Fuealguiendedentro.Fuiyo.

He tenido tiempo de sobra para pensar en las razones, por supuesto. Y elproblema fue que seguía dándole vueltas ami encuentro conDylanWallace y suspromesas de riquezas en lasAntillas.Quería partir y regresar a casa conCarolinesiendo un hombre adinerado. Empezaba a verlo como mi única oportunidad deconvertirmeenunhombredeprovecho.Miúnicaoportunidaddeserdignodeella.Porque,claro,sí,estabalagloriainmediata,otalvezpodríallamarse«importancia»,porhaberconvertidoaCarolineScottenmiesposa,porhaberlasacadodelasgarrasdeMatthewHague, pero a esa sensaciónpronto le siguióuna especiede…bueno,solopuedocalificarlocomo«estancamiento».

EmmettScotthabíadadoungolpecortanteenlaboda.SupongoquedeberíamoshaberagradecidoqueélylamadredeCarolinesedignaranaasistiralacelebración.Aunquepormipartenoestuvieranadaagradecido.Habríapreferidoque losdossehubieran mantenido al margen. Odiaba ver a mi padre, con la gorra en la mano,inclinándose y arrastrándose frente a Emmett Scott que al fin y al cabo no era unnobleprecisamente,sinounsimplecomerciante,separadodenosotrosnoporrangoaristocrático, sino únicamente por el dinero. Sin embargo, me alegré de queestuvieranallíporCaroline.Noaprobabanelmatrimonio,enabsoluto,peroalmenosnoestabandispuestosaperderasuhijaporello.

Unavezoía sumadredecir:«Soloqueremosqueseas feliz,Caroline»,y supequehablabaporellasola.LosojosdeEmmettScottnoalbergabantaldeseo.Veíalamiradadeunhombrealquehabíannegadolaoportunidaddeascenderenlaescalasocial,unhombrealquehabíantruncadosussueñosdegranpoder.Fuealabodademalaganaotalvezporelplacerdeproferirsudeclaraciónalasalidadelaiglesia,despuésdequesehubieranhecholosvotos.

Emmett Scott tenía el pelo negro, peinado hacia delante, unas oscurasmejillashundidasyunabocaconlaformaperennedelanodeungato.Surostro,dehecho,teníalaexpresiónpermanentedeunhombrequemuerdelapulpadeunlimón.

Salvoenestaocasión,cuandosuslabiosesbozaronunaligerasonrisaydijo:

www.lectulandia.com-Página36

Page 37: 6 ac black flag

—Nohabrádote.Su mujer, la madre de Caroline, cerró los ojos con fuerza, como si fuese un

momento que había temido y hubiera tenido la esperanza de que no ocurriera.Imaginéquehabíandiscutidosobreelasunto,perolaúltimapalabralateníaEmmettScott.

Así que nos mudamos a una construcción anexa a la granja de mi padre. Ladecoramoscomomejorpudimos,peroalfinyalcaboerauncobertizojuntoalacasafamiliar: lasparedesestabanhechasdepalosybarro,yeltejadodepajanecesitabaconurgenciaunarreglo.

Nuestrauniónhabíaempezadoenverano,porsupuesto,cuandonuestrohogareraun fresco refugio lejos del sol abrasador, pero en invierno, con la humedad y elviento, dejaba de ser un refugio. Caroline estaba acostumbrada a las casas de laciudad,hechasdeladrillo,conelbulliciodeBristolasualrededor,consirvientesquelelavaranlaropa,quecocinaran,queatendierantodossuscaprichos.Encambio,aquínoerarica.Erapobre.Ysumaridoerapobre.Sinporvenir.

Comencé a visitar otra vez las tabernas, pero ya no era elmismo hombre queantes,noelqueeracuandoestabasoltero,elborrachoescandaloso,elalegrebufón.Ahorateníaelpesodelmundosobreloshombrosymesentabadeespaldasallocal,encorvado,dándolevueltasalacabezajuntoaunacerveza,conlasensacióndequetodoshablabansobremí,comosidijeran:«AhíestáEdwardKenway,quenopuedemantenerasuesposa».

SelohabíasugeridoaCaroline,claro.Lodeconvertirmeencorsario.Yaunquenohabíadichoqueno—eramimujerdespuésdetodo—,tampocohabíadichoquesí,yensusojosencontrabadudaypreocupación.

—Noquierodejartesola,peromemarcharíapobreypodríavolverrico—ledije.Bueno,siibaamarcharme,seríasinsubendición.Meiríasinsuconsentimientoy

ladejaríasolaenlachozadeuncorral;supadrediríaquelahabíaabandonadoysumadremedespreciaríaporhaberlahechodesdichada.

Nopodíaganar.—¿Espeligroso?—preguntóunanocheenlaqueyohablabadesercorsario.—Nosepagaríatanbiensinolofuera—respondíy,claro,aceptóaregañadientes

quefuese.¿Quéotraopciónlequedaba?Peronoqueríadejarlaconelcorazónroto.Unamañana desperté del aletargamiento de la embriaguez, parpadeando por la

luzsolar,ymeencontréaCarolineyavestidaparaeldíaqueteníamospordelante.—Noquieroquetemarches—dijo,sediolavueltaysaliódelahabitación.Otra noche estaba sentado en laLividBrews.Megustaría decir que no era yo

mismomientras estaba de espaldas a los demás en la taberna, encorvado sobremijarra, tomandograndestragosentrepensamientososcuros,observandocomobajabaelnivel.Siempreobservandocomobajabaelniveldecerveza.

Perolotristedelasuntoeraqueasíerayoentonces.Habíadesaparecidoeljoven

www.lectulandia.com-Página37

Page 38: 6 ac black flag

quesiempreteníaunasonrisayunaocurrencia.Seguíasiendounhombrejoven,peroahorateníalaspreocupacionesdelmundosobremishombros.

Enlagranja,Carolineayudabaamimadre,alaquealprincipiolehorrorizabalaidea y afirmaba que la muchacha era demasiado fina para trabajar en una granja.Caroline se rio e insistió.Cuando la vi cruzar a zancadas elmismopatio donde lahabía visto por primera vezmontada a horcajadas en su caballo, con un sombreroblancoreciénlavado,lasbotasdetrabajo,unsayoyundelantal,mesentíorgulloso.Pero verla con la ropa de trabajo ahora me recordaba mi propio fracaso comohombre.

EnciertamaneraloempeorabaelhechodequeaCarolinenoparecíaimportarle;era como si fuese la única persona de por allí que no veía que su posición actualestabamuypordebajoenlaescalasocial.Elrestosísehabíadadocuentayyoeraelquemásprofundamentelosentía.

—¿Quieresotracerveza?Reconocílavozdetrásdemíymedilavueltaparaverle:setratabadeEmmett

Scott, elpadredeCaroline.Laúltimavezque lehabíavistohabía sidoen labodacuandolenególadoteasuhija.Ahoraleofrecíaasuodiadoyernountrago.Aunqueesoes loque tiene labebida.Cuandobebes tantocomoyo,cuandoobservascómobajaelniveldetucervezaytepreguntasdedóndehasalidolasiguiente,aceptasunajarradecualquiera.HastadeEmmettScott.Tuenemigoacérrimo.Unhombrequemeodiabacasitantocomoleodiabayoaél.

Así que acepté su oferta de cerveza, él pidió otra y, al acercar el taburete, loarrastróporlaspiedrasdelsueloantesdesentarse.

¿Recuerdas la expresión de Emmett Scott? ¿La del hombre que chupaba unlimón? Ahora que hablaba conmigo, el odiado Edward Kenway, dirías que casiparecíasufrirmás.Latabernaeraunlugarenelquemesentía totalmentecomoencasa,unambienteenelquepodíaperderme,peroaélnolepegabanada.Devezencuandomiraba por encima de un hombro, luego del otro, como si temiera que derepentefuesenaatacarlepordetrás.

—Nocreoquehayamostenidonuncaoportunidaddehablar—dijo,yyomereíburlonamentecomorespuesta.

—Suapariciónenlabodaacabóconeso,¿no?Labebidadesdeluegomehabíasoltadolalengua,mehabíadadovalor.Esoyque

enlabatallaporsuhijayohabíaganado.Sucorazón,despuésdetodo,mepertenecía.Ynohabíamayormuestradesudevociónpormíqueelhechodehaberdejadotantoparaestarconmigo.Hastaéldebíadehabervistoeso.

—Ambossomoshombresdemundo,Edward—selimitóadecir,ysenotabaqueintentabaparecerllevarlasriendasdelaconversación.

Peroyolehabíacalado.Veíaloqueeraenrealidad:unhombreruinyasustado,intimidadoenlosnegocios,quepateabaalosdemás,queprobablementepegabaasuscriadosyasuesposa,quesuponíaquemissemejantesteníanquehacerlereverencias

www.lectulandia.com-Página38

Page 39: 6 ac black flag

ybesarlelospiescomohabíanhechomispadresenlaboda,loquemeprovocabaunapunzadadeiracadavezquemeacordaba.

—¿Ysihacemosuntratocomoloshombresdenegocios?Lediunbuentragoamicervezaylemiréalosojos.—¿Quétieneenmente,suegromío?Surostroseendureció.—Quelaabandones.Quelaeches.Loquequieras.Perodéjalalibre,envíalade

vueltaacasaconmigo.—¿Ysilohago?—Teconvertiréenunhombrerico.Terminéloquemequedabadecerveza.Señalólajarraconlacabezayunosojos

inquisitivos.Yorespondíquesí,esperéaquefueraaporotrayluegomelabebícasideuntrago.Lasalaempezabaadarvueltas.

—Bueno,imaginoqueyasabeloquepuedehacerconsuoferta,¿verdad?—Edward—dijo, inclinándosehaciadelante—,túyyosabemosquenopuedes

manteneramihija.Túyyosabemosqueestásaquísentado,desesperado,porquenopuedes mantener a mi hija. La amas, eso lo sé, porque antes yo era como tú, unhombresincualidades.

Lemiréconlosdientesapretados.—¿Sincualidades?—Ah,esverdad—espetó,recostándose—.Erescriadordeovejas,chico.—¿Quéhapasadocon«Edward»?Creíaqueestabahablándomecomoaunigual.—¿Unigual?Nuncallegaráeldíaenqueseasunigualparamíylosabes.—Seequivoca.Tengoplanes.—Yaheoídocuálesson.Convertirteencorsario,enunhombredefortunaenalta

mar.Notienesloquehacefalta,EdwardKenway.—Sílotengo.—Notieneslafibramoral.Estoyofreciéndoteunmododesalirdelagujeroque

hascavadotúmismo,chico;tesugieroqueloreflexionesbien.Bebíelrestodemicerveza.—¿Ysimelopiensomientrasmetomootra?—Comoquieras.Unanueva jarra apareció en lamesadelante demíy comencé a convertirla en

historiamientraslacabezamedabavueltas.Teníarazón.Estoeralomásabrumadordetodalaconversación.EmmettScottteníarazón.AmabaaCarolineperonopodíamantenerla.Ysirealmenteeraunmaridoresponsable,aceptaríasuoferta.

—Noquierequemevaya—dije.—¿Ytúquieresirte?—Quieroqueapoyemisplanes.—Nuncalohará.—Mequedaunaesperanza.

www.lectulandia.com-Página39

Page 40: 6 ac black flag

—Siteamacomoafirma,nuncatedejarámarchar.Hasta en mi estado de embriaguez no podía negar su lógica. Sabía que tenía

razón.Élsabíaqueteníarazón.—Has hecho enemigos, EdwardKenway.Muchos enemigos. Algunos de ellos

sonpoderosos.¿Porquécreesqueesosenemigosnosehanvengadodeti?—¿Lesdoymiedo?Enmivoz,laarroganciadelborracho.Elhombreseburló.—¡Porsupuestoquenolesdasmiedo!TedejaronenpazporCaroline.—Asíquesiaceptarasuoferta,¿noleimpediríanadaamisenemigosatacarme?—Nadasalvomiprotección.Noestabasegurodeeso.Terminéotracervezayélsehundiómásenelabatimiento.Seguíaallíalfinalde

lanocheysumismísimapresenciamerecordaba lomuchoquesehabían reducidomisopciones.

Cuando intenté ponerme en pie paramarcharme, las piernas casime fallaron ytuve que agarrarme a un lado de lamesa paramantener el equilibrio. El padre deCaroline, conuna expresiónde asco en el rostro, se acercó a ayudarmey antesdedarmecuentaestabaacompañándomeacasa,peronoporquequisieravermeasalvo,sinoporquequeríaasegurarsedequeCarolinemevieraeneseestadodeembriaguez,yterminóviéndomemientrasyollegabariéndome.

—Este borracho es un hombre arruinado, Caroline —dijo Emmett Scott conengreimiento—.Noescapazdevivirentierraymuchomenosenelmar.SisevaalasAntillas,serástúlaquesufra.

—Padre…,padre.Ellasollozaba,estabamuydisgustada,ydespués,cuandoyaestabatumbadoenla

cama,visusbotasalejarseysemarchó.—Viejogusano—logrédecir—.Seequivocaconmigo.—Esoespero—respondiómimujer.Dejéquemiimaginacióndeembriaguezsemellevara.—Me crees, ¿verdad? ¿Nome ves en la cubierta de un barco, entrando en el

puerto?Y sí que soy un hombre con cualidades…Miles de doblones caen demisbolsilloscomogotasdelluvia.Loveo.

Cuandolamiréestabasacudiendolacabeza.Ellanoloveía.Yaldíasiguiente,cuandorecobrélasobriedad,yotampoco.Era solo cuestión de tiempo, supongo. Mi falta de porvenir comenzó a

interponerseennuestromatrimonio.Repasémisopciones.Porunlado,EmmettScottmeofrecíadineroacambiodedevolverleasuhija.Porotro,missueñosdenavegar.

AmbassuponíanromperleelcorazónaCaroline.

www.lectulandia.com-Página40

Page 41: 6 ac black flag

11

AldíasiguientevolvíaveraEmmettScott:regreséaHawkinsLane,dondellaméasupuertaparasolicitaraudiencia.¿QuiénibaarespondersinoRose?

—SeñorKenway—dijo,sorprendidayalgosonrojada.Hubounmomentoviolentoydespuésmepidióqueesperara.Pocodespués,me

llevaronaldespachodeEmmettScott,unahabitacióndominadaporunescritorioenelcentro,conunartesonadoqueleotorgabaunaatmósferaseriayoscura.Élestabadelantedelescritorioy,enlapenumbra,consupelooscuro,suexpresióncadavéricaysusmejillasahuecadasparecíauncuervo.

—¿Haspensadoenmioferta,entonces?—preguntó.—Sí—contesté—,ycreíaquelomejoreracomunicarlemidecisióncuantoantes.Secruzódebrazosysurostroesbozóunasonrisatriunfante.—¿Hasvenido,pues,adecirmeloquequieresacambio?¿Cuántovalemihija?—¿Cuántoestabadispuestoapagar?—¿Estaba?Me tocaba amí sonreír, aunque fui prudente de no pasarme.Emmett Scott era

peligroso.Estabajugandoaunjuegopeligrosoconunhombrepeligroso.—Esoes.HedecididomarcharmealasAntillas.Sabía dónde podía encontrar a Dylan Wallace. Le había dado a Caroline la

noticia.—Entiendo.Pareciópensarmientrasgolpeabarítmicamentelasyemasdelosdedos.—Peronopretendesirteparasiempre,¿verdad?—No.—Esasnoeranlascondicionesdemioferta.—Nosonexactamentelascondicionesdesuoferta,no—respondí—.Dehecho,

se trata de una contraoferta. Unamedida que espero que acepte. Soy unKenway,señorScott;tengomiorgullo.Esperoqueloentienda.Entiendatambiénqueamoasuhija,apesardeloqueesolepuedaafectar,peronodeseomásquelomejorparaella.MepropongoregresarricodemisviajesyconmifortunadarleaCarolinelavidaquesemerece.Unavida,estoyseguro,queusteddesearíaparaella.

El hombre asentía, aunque el fruncimiento de sus labios revelaba su totaldespreciohaciaesaidea.

—¿Y?—Ledoymipalabradequenoregresaréaestascostashastaqueseaunhombre

acaudalado.—Entiendo.—YledoymipalabradequenolecontaréaCarolinequeintentócomprarla.Seleoscurecióelrostro.—Entiendo.

www.lectulandia.com-Página41

Page 42: 6 ac black flag

—Loúnicoquepidoesquemeden laoportunidaddehacerfortuna,dedarleaCarolinelavidaalaqueellaestáacostumbrada.

—Seguirássiendosumarido.Esonoesloqueyoquería.—Ustedmeconsiderauninútil,creequenosoyunbuenmaridoparaella.Espero

demostrarlelocontrario.Mientrasestéfuera,sindudaverámásaCaroline.Talvezsuodiohaciamíseatanfuertequeaprovechelaoportunidadparaponerlaenmicontra.Laverdadesquetendrámuchasoportunidades.Además,puedomorirenelmaryentalcasovolveráconustedparasiempre:unajovenviuda,todavíaenedaddemerecer.Eseesmitrato.Acambiolepidoquemepermitaintentarconvertirmeenunhombredeprovechosinponermeobstáculos.

Asintióconlacabeza,considerandolaidea,quizásaboreandolaimagendequeyomurieseenelmar.

www.lectulandia.com-Página42

Page 43: 6 ac black flag

12

DylanWallacemeasignóalatripulacióndelEmperador,queestabaatracadoenelpuertodeBristolypartíaalcabodedosdías.Regreséacasayse locontéamimadre,amipadreyaCaroline.

Hubo lágrimas, desde luego, recriminaciones y súplicas para que me quedara,perofuifirmeenmidecisión,ytrasdarlanoticia,Caroline,consternada,semarchó.Necesitabatiempoparapensar,dijo,ynosquedamosenelpatio,observandocomosealejabaalgalope;consufamilia,dondealmenosledaríalanoticiaaEmmettScott,quiensabríaqueestabacumpliendomipartedeltrato.Solopodíaesperar—odeberíadecirqueesperabaporaquelentonces—queél tambiéncumplieraconsupartedeltrato.

Aquísentado,hablandocontigoahora,despuésdetantosaños,bueno,tengoquedecirquenosésilohizo.Peroyosí.Enbreve,loharé.Yajustarélascuentas…

Peronofueentonces.Enaquellaépocaerajoven,estúpido,arroganteyfanfarrón.ErantanpresuntuosoqueencuantoCarolinesemarchó,volvíalastabernasytalvezcreíquehabíavueltoalgodemiantiguavivacidadmientraslecontabaatodoaquelqueescuchabaquemeibaanavegar,yqueelseñorylaseñoraKenwayprontoseríanunaparejaricagraciasamisesfuerzosenaltamar.Disfrutabamuchodesusmiradasburlonas, sus réplicas de que sacaba los pies del tiesto o que no tenía suficientecarácter para ese cometido; que pronto volvería con el rabo entre las piernas; queestabadecepcionandoamipadre.

Niunavezdejéque semeescaparauna sonrisa.Mi sonrisade seguridad.Unasonrisaquehabríadicho:«Yaveréis».

Peroinclusoconlabebidadentrodemíyaundíademipartida—otalvezporesosmotivos—,suspalabrasaúnmeafectaban.Mepreguntabaamímismosiseríalobastantehombrecomoparasobreviviralavidadecorsario,siregresaríaconelraboentrelaspiernas.Y,sí,sabíaquealomejormoría.

Ytambiénqueellosteníanrazón:estabadefraudandoamipadre.Habíavistoladecepciónensusojosenelmomentoenquedi lanoticiayallíhabíapermanecidohastaentonces.Eratristeza,quizáporquesusueñodellevarjuntoslagranja,queibadesvaneciéndose, se había roto para siempre. No me marchaba para adoptar unanueva vida, sino que rechazaba totalmente la antigua. La vida quemi padre habíaconstruido para sí mismo, para mi madre y para mí. Estaba rechazándola. Habíadecididoquememerecíaalgomejorqueeso.

Talveznuncapensédemasiadoencómoafectaríaaquellasituaciónalarelaciónque tenía Caroline con mis padres, pero, ahora que miro al pasado, era absurdoesperarquelachicasequedaraenlagranja.

Unanoche,cuandoregreséacasa,melaencontrévestidaelegantemente.—¿Adóndevas?—dijearrastrandolaspalabras,pueshabíapasadolamayorparte

delanocheenunataberna.

www.lectulandia.com-Página43

Page 44: 6 ac black flag

Fueincapazdemirarmealosojos.Asuspieshabíaunasábanaatadaparaformarunpetatemuylleno,quenosecorrespondíaconsuatuendo,y,alfijarmebien,medicuentadequeibamásarregladadelohabitual.

—No,esque…—Alfinalmemiróalosojos—.Mispadresmehanpedidoquevayaavivirconellosyamímegustaría.

—¿Aquéterefierescon«vivirconellos»?Túvivesaquí.Conmigo.Medijoquenodeberíahaberdejadodetrabajarconmipadre,quedeberíaestar

contentoconloquetenía.Deberíahaberestadocontentoconella.Atravésdelaconfusióndelacervezaintentédecirlequeerafelizconella.Que

todo lo que hacía era por ella. Había hablado con sus padres cuando se habíamarchado,claro,yaunqueesperabaquesupadrelapusieraenmicontra,nopensabaqueesegusanoempezaraahacerlotanpronto.

—¿Un sueldo decente? —bramé—. Ese trabajo era casi un maldito robo.¿Quieresestarcasadadurantetodatuvidaconuncampesino?

Habíahabladodemasiadoalto.Nosmiramosymeencogíalpensarquemipadrepodría estar oyéndonos. Entonces semarchó y yo salí detrás de ella para intentarconvencerladequesequedara.

Fueenvano,yalamañanasiguiente,cuandorecobrélasobriedadyrecordélosacontecimientos de la noche anterior, mis padres estaban sobre mí, mirándomefijamente,conexpresionesrecriminatorias.NosololesgustabaCaroline—hastadiríaquelaquerían—,porquemimadrehabíaperdidoaunahijahacíamuchosaños,porloqueCarolineparaellaeralahijaquenuncahabíatenido,sinoquetambiénechabauna mano en la granja a cambio de un salario mínimo. Para ayudarnos, decía mimadre…

—¿Quizásantesdeque llegueelbebé?—decíamimadrey ledabaamipadresonrienteuncodazoenlascostillas.

Carolineseponíacoloradísimaalescucharesaspalabrasycontestaba:—Quizá.Bueno, estábamos intentándolo. Pero eso se acabaría cuando me marchara de

viaje,claro.Yapartedequelesgustarayecharaunamanoenlagranja,eraunamujermásencasayhabíaestadoayudandoamimadreconsusnúmerosysusletras.

Ahora no estaba, se había ido porque yo no estaba contento conmi suerte. Sehabíaidoporqueyoqueríacorreraventuras.Porquelabebidayanohacíanadaporevitarelaburrimiento.

Mimujersepreguntabaporquénopodíaser felizconella.Peroyosíerafelizconella.

Fui a verla, intenté convencerla de que cambiara de opinión. Por lo que a mírespectaba, seguía siendomi esposa, yo seguía siendo sumarido, y lo que estabahaciendoeraporelbiendelmatrimonio,porelbiendelosdos,nosolomío.

(Ycreoquemeengañabaamímismo.Alomejorenciertamedidaeraverdad,

www.lectulandia.com-Página44

Page 45: 6 ac black flag

pero sabía, y probablemente ella también, que, aunque desde luego yo queríamantenerla,tambiénqueríavermundomásalládeBristol).

Nosirviódenada.Medijoqueestabapreocupadaporquemehicierandaño.Lecontestéquetendríacuidado;queregresaríacondinerooseloenviaría.Ledijequenecesitabaquecreyeraenmí,peromisargumentoscayeronensacoroto.

Llegó el día en que tenía que partir, el día en que les dejaba. Empaquetémiscosas, las eché sobre el lomo del caballo y me fui, con esas mismas miradas derecriminación que me perforaban la espalda y se clavaban en mí como flechas.Cabalguéhacialaoscuridadmientrascaíalanoche,congrantristeza,hastaencontrarelEmperador.Peroenvezdelaesperadalaboriosidad,meencontréconelbarcoquedebíazarparalamañanasiguientecasidesierto.Lasúnicaspersonaspresenteseraungrupode seis hombres que supuse que seríanmozos de cubierta.Estaban sentadossobrebarriles, apostando, conpetacasdepiel llenasde roncercade lamano,yuncajóndefrutacomomesaparalosdados.

Aparté los ojos de ellos para mirar al Emperador. Se trataba de un buquemercante reparado, que flotaba alto en el agua. Las cubiertas se hallaban vacías,ninguna de las lámparas estaba encendida y las barandillas brillaban a la luz de laluna.Eraungigantedormidoy,apesardesentirmeperplejoantelafaltadeactividad,seguíaasombrándomesualturaysutamaño.Serviríaenaquellascubiertas.Dormiríaen las hamacas de las dependencias bajo cubierta. Subiría a los mástiles. Estabacontemplandominuevohogar.

Unodeloshombresmemirócondetenimiento.—¿Enquépuedoayudarte?—preguntó.Tragué saliva, al sentirmemuy joven y sin experiencia, y de pronto empecé a

preguntarme trágicamente si todo lo que habían dicho sobre mí —el padre deCaroline,losborrachosdelastabernasyhastalamismaCaroline—eracierto.Que,enrealidad,talveznoestabahechoparalavidaenelmar.

—Hevenidoaunirmeavosotros—dije—.MeenvíaDylanWallace.Elgrupodehombresserioytodosmemiraroninclusoconmásinterés.—DylanWallace,elhombredereclutamiento,¿eh?—dijoelprimero—.Yanos

mandóunparantesquetú.¿Quéesloquesabeshacer,chico?—ElseñorWallacepensóqueteníamaderasuficienteparaservir—respondí,con

laesperanzadesonarmásseguroycapazdeloquemesentía.—¿Quétaltieneslavista?—quisosaberuno.—Latengobien.—¿Tienescabezaparalasalturas?Supe a qué se referían cuando señalaron el punto más alto de la jarcia del

Emperador,lacofa,elpuestodevigía.—ElseñorWallacemeveíamásbiencomounmozodecubierta,creo.Dehechohabía dichoque teníamaderadeoficial, aunqueno iba a decírselo a

aquellostipos.Estabanerviosoyerajoven,peronoestúpido.

www.lectulandia.com-Página45

Page 46: 6 ac black flag

—Bueno,¿sabescoser,muchacho?—fuelarespuesta.Estabanburlándosedemí,seguro.—¿Qué tiene quever coser con ser corsario?—pregunté, sintiéndomeunpoco

insolenteapesardelascircunstancias.—El mozo de cubierta tiene que saber coser, chico —contestó uno de los

hombres.Comolosdemás,teníacoletaytatuajesqueaparecíandebajodelasmangasyporencimadelcuellodesucamisa—.Tambiéntienequeserbuenoconlosnudos.¿Setedanbienlosnudos,chico?

—Esassoncosasquepuedoaprender—respondí.Me quedé mirando al barco con las velas recogidas, el cordaje colgando en

lazadasbienhechasdesdelosmástiles,yelcascotachonadodecañonesdelatónqueasomabandesde lacubiertadeartillería.Meviamímismocomo loshombresqueestaban sentados sobre unos toneles delante de mí, con los rostros curtidos ybronceadosporeltiempoquepasabanenelmar,yunosojosbrillantesdeamenazayaventura.Losguardianesdelbarco.

—Ademástendrásqueacostumbrarteamuchasotrascosas—apuntóunhombre—,rasparlospercebesdelcascoocalafatearelbarcoconalquitrán.

—¿Tienes cuerpo para elmar, hijo?—preguntó otro. Ahora se reían demí—.¿Podrás controlar tu estómago cuando las olas y los vientos huracanados azoten laembarcación?

—Me imaginoque sí—respondí, añadiendoconunarranquede iraprecipitada—:Detodosmodos,esanoeslarazónporlaqueelseñorWallacecreyóqueseríaunbuentripulante.

Semiraronentreellosyelambientecambióunpoco.—¿Ah,no?—dijounodeellos,girandolaspiernas.Llevabaunospantalonesde

telasucia—.Yentonces,¿porquécreíaeloficialdereclutamientoqueseríasunbuentripulante?

—Cuandomevioenacción,creyóquepodíaresultarútilenunabatalla.Selevantó.—Unluchador,¿eh?—Esoes.—Bueno,puestendrásmuchasoportunidadesdedemostrartushabilidadesenese

campo,chico,yempezarásmañana.Alomejorhastayomeofrezcoparauncombate,¿no?

—¿Aquéterefierescon«mañana»?—pregunté.Sehabíasentadodenuevoyhabíavueltoaconcentrarseeneljuego.—Mañanaescuandopartimos.—Medijeronquezarpábamosestanoche.—Partimosmañana,muchacho. El capitán ni siquiera ha llegado. Saldremos a

primerahora.Lesdejé,sabiendoquebienpodríanserellosmisprimerosenemigosenelbarco;

www.lectulandia.com-Página46

Page 47: 6 ac black flag

aunasí,mequedaba algode tiempo,unpocode tiempoparahacer las cosasbien.Recuperémicaballoymedirigíacasa.

www.lectulandia.com-Página47

Page 48: 6 ac black flag

13

GalopéhaciaHatherton,haciacasa.¿Porquéregresaba?Talvezparadecirlesquelosentía.Talvezparaexplicarles loqueestabapasandopormicabeza.Al finyalcabo, era su hijo. Quizámi padre reconocía enmí algún vestigio de élmismo.Yquizásiloveía,meperdonaba.

Porquemientrascabalgabadevuelta,caíenlacuentadequeloquemásdeseabaeraqueélmeperdonase.Queambosmeperdonaran.

¿Eradeextrañarqueestuvieradistraído,quehubiesebajadolaguardia?Mehallabacercadecasa,dondelosárbolesformabanunpaseoestrecho,cuando

notéunmovimientoenelseto.Paréensecoyescuché.Cuandovivesenelcampo,percibesloscambiosyhabíaalgodistinto.Dearribaproveníaunfuertesilbidoquesolopodríahabersidounaadvertenciayalmismotiempovimásmovimientodelantedemí,salvoqueestavezfueenelpatiodenuestragranja.Melatíaelcorazónconfuerzamientrasespoleabaalcaballoymedirigíaalcorral.Enesemismoinstanteviel inconfundible resplandordeunaantorcha.Noeraunfarol, sinounaantorcha.Eltipodeantorchaqueusaríasalintentarprenderfuegoaalgo.Enesemismoinstanteviunasfigurascorriendoybajolaluzdelaantorchadistinguíquellevabancapuchas.

—¡Eh!—grité,intentandodespertaramispadres,perotambiénparaahuyentaralosatacantes—.¡Eh!—volvíagritar.

Unaantorchatrazóunarcoenelaireygirósobresusextremos,dejandounrastronaranjaenelcielonocturnoantesdecaerenunalluviadechispassobreeltejadodepajadenuestracasa.Estabaseco,muyseco.Intentábamosmantenerloempapadoenverano porque el riesgo de incendio era elevado, pero siempre había algo másimportantequehacerysupongoquenosehabíamojadoduranteunasemanaporqueestallóconungran¡pum!

Vimásfiguras.Tres,talvezcuatro.Yentonces,justocuandoentrabaenelpatioymedetenía,unaformasaltósobremídesdeunlateral,meagarraronlatúnicaconlasmanosymearrastrarondesdelapartetraserademicaballo.

Semecortólarespiraciónalcaerviolentamentecontraelsuelo.Cercahabíaunasrocasdelmurodepiedra.Armas.Despuésapareciósobremíunafiguraquetapabalaluna,encapuchada,comolasotras.Antesdepoderreaccionar,seinclinóyalcancéaverbrevementecomosemovía la teladesucapuchaporsurespiracióndificultosa;después me dio un puñetazo en la cara.Me retorcí y su segundo golpe fue en elcuello.Asuladoaparecióotrafigura,viundestellodeaceroy,alsaberquenopodíahacernada,mepreparéparamorir.Peroelprimerhombredetuvoal recién llegadoespetandounsimple«No»;almenosmesalvédelcuchillo,peronode lapaliza,yunabotaenelestómagomedoblóporlamitad.

Esabota…Reconocíaesabota.Volvió a golpearme, una y otra vez, hasta que por fin paró ymi atacante salió

corriendo.Mellevélasmanosalvientreherido,mehiceunabolaytosí,mientrasla

www.lectulandia.com-Página48

Page 49: 6 ac black flag

oscuridadamenazabaconenvolverme.Quizáselopermitía.Laideadesumirmeenelolvido resultaba tentadora. Dejar que la inconsciencia se llevara el dolor, que melanzaraalfuturo.

El sonido de unos pies corriendo mientras mis atacantes escapaban. Algunosgritospococlaros.Losbalidosdelasovejasinquietas.

Perono.Estabatodavíavivo,¿verdad?Apesardehaberestadoapuntodebesarelacero,semehabíadadounasegundaoportunidad,queerademasiadobuenaparadejarla pasar. Tenía que salvar a mis padres. E incluso en ese instante supe queaquellagentelopagaría.Eldueñodeesasbotasibaa lamentarnohabermematadocuandotuvolaoportunidaddehacerlo.Deesoestabaseguro.

Me incorporé. El humo flotaba por el patio como un banco de niebla que seacercaba. Uno de los establos ya estaba en llamas. La casa, también. Tenía quedespertarlos,teníaquedespertaramimadreyamipadre.

La tierra ami alrededor estaba bañada por el resplandor naranja del fuego.Alponermedepie,oíunoscascosdecaballoymedilavueltaparaverretirarseavariosjinetes,quesealejabandelacasa,sutrabajoterminado,lafincaenllamas.Cogíunaroca y consideré arrojarla a uno de los jinetes, pero había otros asuntos másimportantesde losquepreocuparsey,conungruñidoenparteporelesfuerzoyenparteporeldolor,lalancéalaventanamásaltadelagranja.

Dienelblancoyrecéporquebastaraparadespertaramispadres.Elhumoahoraeramásdensoenelpatioyelrugidodelasllamas,comouninfiernodesatado.Lasovejasgritabanenlosestablosmientrassequemabanvivas.

Aparecieronenlapuerta:mipadreseesforzabaporsalirentrelasllamasconmimadre en brazos. Tenía el rostro congelado y la mirada perdida. En lo único quepodía pensar era en asegurarse de que sumujer estuviera a salvo. Tras sacar amimadredelalcancedelasllamasydejarlaconcuidadoenelpatiocercadedondeyomeencontraba,sepusoderechoycomoyosequedómirandoboquiabiertoaledificioincendiado. Corrimos hacia el establo, donde los gritos de las ovejas habíandisminuido.Nuestroganado,elganadodemipadre,habíamuerto.Yentonces,conelrostro caliente y encendido por la luz del fuego,mi padre hizo algo que nunca lehabíavistohacer.Comenzóallorar.

—Padre…Llevéunamanohaciamipadre,peroélretiróelhombroconungestofurioso,y

al volverse haciamí, con la cara ennegrecida por el humo y surcada de lágrimas,tembló por la violencia contenida, como si requiriera todo su autocontrol impedirdarmeunapaliza.Molermeagolpes.

—Veneno. Eso es lo que eres—dijo con los dientes apretados—, veneno. Laruinadenuestrasvidas.

—Padre…—Vetedeaquí—espetó—.Vetedeaquí.Noquierovolveraverte.Mi madre se movió como si estuviera a punto de protestar, pero en vez de

www.lectulandia.com-Página49

Page 50: 6 ac black flag

enfrentarmeamásdisgustos,envezdecausarmásdisgustos,montéenmicaballoymemarché.

Seríalaúltimavezquelosvieraaambos.

www.lectulandia.com-Página50

Page 51: 6 ac black flag

14

Galopéenlanocheconelsufrimientoylairacomocompañeros,dirigiéndomealaciudad,yparéenlaAuldShillelagh,dondetodoaquellohabíacomenzado.Entrétambaleándome,conunbrazoaúnsujetándomeelpechoheridoyelrostropalpitandoporlosgolpesrecibidos.

Cesaronlasconversacionesdelataberna.Habíacaptadosuatención.—EstoybuscandoaTomCobleighy a la rataque tieneporhijo—logrédecir,

respirando con dificultad, fulminándolos con lamirada por debajo demi frente—.¿Hanestadoaquí?

Medieronlaespalda.Encorvaronloshombros.—Noqueremosproblemasaquídentro—dijoJack,eldueño,desdedetrásdela

barra—.Yanoshasdadosuficientesproblemasparatodaunavida,muchasgracias,EdwardKenway.

Pronunció«muchasgracias»comosifueraunasolapalabra.Muchasgracias.—SabrásloquesonproblemasdeverdadsiestásprotegiendoalosCobleigh—le

advertíymeacerquéalabarraazancadasmientrasélibaabuscaralgoqueyosabíaqueestabaallí,unaespadaquecolgabadeunclavofueradelavista.Lleguéprimeroymeestiréconungestoqueactivóeldolorenmiestómago,perolacogíylasaquédelafundaconunrápidomovimiento.

TodosucediódemasiadodeprisaparaqueJackreaccionara.Mientrasseplanteabacogerlaespada,lehabíancolocadoesamismaespadaenelcuello,muchasgracias.

La luz de la taberna era tenue. El fuego ardía en la chimenea, unas sombrasoscuras se movían por las paredes y los borrachos me miraban con los ojosentrecerradosyatentos.

—Bueno,dime—dije,dirigiendo laespadahacia lagargantadeJack,haciendoqueseestremeciera—,¿hanestadoestanocheaquílosCobleigh?

—¿NosesuponíaqueestanochezarpabasenelEmperador?NofueJack,sinootrapersonalaquehabló.Alguienquenoveíaenlapenumbra.

Noreconocíalavoz.—Sí,bueno,cambiaronlosplanesytuvesuertedequeasífuera;delocontrario,

mimadreymipadresehabríanquemadoensuscamas.—Alcélavoz—.¿Acasoesloquequeríaistodosvosotros?Porqueesohabríapasado.¿Losabíais?

Se podría haber oído caer un alfiler en esa taberna. Desde la oscuridad meobservaban: losojosdeunoshombresconlosquehabíabebidoy luchado,deunasmujeres con las que me había acostado. Guardaban secretos. Continuaríanguardándolos.

Fueraseoyóunruidometálicoyeltraqueteodeuncarroquellegaba.Todoslosdemáslooyerontambién.Latensiónenlatabernaparecióaumentar.PodríanserlosCobleigh,queestabanallíparademostrarsucoartada,talvez.AúnconlaespadaenelcuellodeJack,learrastrédesdedetrásdelabarrahacialapuertadellocal.

www.lectulandia.com-Página51

Page 52: 6 ac black flag

—Quenadiediganiunapalabra—lesadvertí—.Quenadiediganiunapuñeterapalabraoleabrirélagargantaaestehombre.Laúnicapersonaquevaasalirheridaestanocheeslaqueprendiófuegoalagranjademipadre.

Seoyeronvocesfuera.OíaTomCobleigh.Mecoloquédetrásdelapuertajustocuando se abrió, con Jack como escudo, con la punta de la espada clavada en sucuello.Elsilencioerasepulcraleinmediatamenteevidenteparalostreshombresquefueron una fracción de segundo demasiado lentos para darse cuenta de que algoocurría.

CuandoentraronoílarisaguturaldeCobleighquesecortabaensuslabiosyviunpardebotasquereconocí,lasbotasquepertenecíanaJulian.Asíquesalídedetrásdelapuertayleatraveséconlaespada.

«Deberíashabermematadocuandotuvistelaoportunidad»,pondríaenmilápida.Detenido en el umbral de la puerta, Julian se quedó embobado, con los ojos

abiertosdepar enparmientrasmirabaprimeroabajo, a la espada incrustadaen supecho,yluegoamisojos.Loúltimoqueviofueasuasesino.Suúltimoinsultofuesalpicarmelacaradesangrealtosermientrasmoría.Noseríaelúltimohombrealquemataríaenmivida.Deningunamanera.Perosíelprimero.

—¡Tom!¡EsKenway!—seoyóquealguiengritabadentrodelataberna,peronoeranecesariohastaparaalguientanestúpidocomoTomCobleigh.

LosojosdeJuliansepusieronvidriososyseapagólaluzenelloscuandoretirélaespadaycayóenelumbraldelapuertacomounborrachoensangrentado.DetrásdeélsehallabanTomCobleighysuhijoSeth,boquiabiertos,comohombresquehabíanvisto un fantasma. Su idea de una jarra refrescante y el alarde satisfactorio delentretenimientonocturnoseolvidaroncuandosalieronporpiernasdelataberna.

ElcuerpodeJulianestabaenmedioyganaronunosvaliosossegundosmientraslepasabaporencimaysalíaalaoscuridaddelacalle.Sethsehabíatropezadoyestabalevantándose del suelomientrasTom, sin esperarle, sin pararse a ayudar a su hijo,cruzabalacarreteracorriendoparadirigirsea lagranjadeenfrente.Al instante,meechéencimadeSeth,conlaespadamanchadadesangretodavíaenlamano,ysemepasóporlacabezaconvertirleenelsegundohombrequemataba.Mehervíalasangrey,despuésdetodo,dicenqueelprimeroeselmásdifícil.Y¿noestaríahaciéndolealmundounfavoraldeshacermedeSethCobleigh?

Perono.Huboclemencia.Yademásdepiedad,teníadudas.Cabíalaposibilidad—escasa,peroaunasíposibilidad—dequeSethnohubieraestadoallí.

Al pasar a su lado, le golpeé fuertemente la parte trasera de la cabeza con laempuñaduradelaespadayfuirecompensadoconungritodeindignaciónydolor,yel sonido de su cuerpo al derrumbarse, afortunadamente inconsciente,mientras yoechabaacorrer,moviendoenérgicamentebrazosypiernasalcruzarlacalleenbuscadeTom.

Séloqueestáspensando.TampocoteníapruebasdequeTomhubieraestadoallí.Perosimplementelosabía.Losabía.

www.lectulandia.com-Página52

Page 53: 6 ac black flag

Alotro ladodelacalzada,searriesgóaecharunvistazorápidoporencimadelhombroantesdecolocarambasmanossobreelmurodepiedraparaimpulsarse.Alverme,emitióunpequeñogemidodeterrorytuvetiempodepensarque,apesardeserunhombreenérgicoparasusaños—sindudaelmiedoayudabaasuvelocidad—,estaba alcanzándole, y lancé la espada de una mano a otra para saltar el muro,aterrizarsobrelosdospiesalotroladoysalircorriendotrasél.

Estaba lo bastante cerca para oler su hedor, pero el hombre había llegado a uncobertizoyhabíadesaparecidodemivista.Oícercaelrocedeunabotaenlapiedra,comosiuna tercerapersonaestuvieraenelpatioymepreguntévagamentesiseríaSeth.Otalvezelpropietariodelagranja.AlomejoreraunodelosborrachosdelaAuld Shillelagh. Como estaba concentrado en encontrar a TomCobleigh, no le diimportancia.

Meagaché juntoa lapareddelcobertizoaescucharconatención.DondequieraqueestuvieseCobleigh,habíadejadodemoverse.Miréaizquierdayderecha,ynovimásqueedificiosdelagranja,unosbloquesnegrosencontrasteconlanochegris,yoísoloelbalidoesporádicodeunacabrayelsonidodelosinsectos.Alotroladodelacallehabíaluzenlaventanadelataberna,peroporlodemásestabatranquila.

Entonces,enaquelsilenciocasiopresivo,oíuncrujidoenlagravaalotroladodeledificio.Estabaallíesperándome.

Penséennuestrasposiciones.Esperaríaquesalieracorriendotemerariamentedellateral del cobertizo. Así que, muy despacio y tan callado como pude, avancésigilosamente hasta la esquina contraria.Hice un gesto de dolor cuandomis botasmovieronlaspiedrasyesperéqueelruidonoseoyera.Luegoempecéaacercarmeporellateraldeledificioyalfinalmedetuveaescuchar.Siestabaenlocierto,TomCobleighestaríaalacecho,alotrolado.Simeequivocaba,podíaesperaruncuchilloenelvientre.

Contuve la respiración y después me arriesgué a asomarme por el lateral delcobertizo.

Habíacalculadobien.Cobleighsehallabaenlaotraesquina.Estabadeespaldasamí, con un cuchillo en sumano levantada.Agachado, esperaba que yo apareciera.Podríahaberlealcanzadocontreszancadasrápidasyclavarlelaespadaenlacolumnavertebralantesdequeledieratiempoatirarseunpedo.

Perono.Lequeríavivo.Queríasaberquién lehabíaacompañado.Quiéneraelhombrealtoquellevabaunanillo,capazdeimpedirqueJulianmematase.

Asíqueledesarmé.Literalmente.Meabalancésobreélylecortéelbrazo.Oalmenosesafuelaintención,porquemifaltadeexperienciacomoespadachín

eramuyevidenteo¿esquelaespadaestabamuypocoafilada?Encualquiercaso,alllevarlaconambasmanosalantebrazodeTomCobleigh,lecortólamangayseabriócaminoenlacarne,peronoleamputóelbrazo.Almenossoltóelcuchillo.

Cobleighgritó,seapartóyagarrósubrazoheridoquesalpicódesangreelsueloylapareddelcobertizo.Almismotiempoviunmovimientoenlaoscuridadyrecordé

www.lectulandia.com-Página53

Page 54: 6 ac black flag

elruidoquehabíaoído,aquellaotrapresenciaposible.Demasiadotarde.Deentrelassombrassalióunafigurabajo la luzde la lunayviunosojos inexpresivos trasunacapucha,ropadetrabajoyunasbotasquenoséporquéestabandemasiadolimpias.

PobreTomCobleigh.Noseloesperabayprácticamenteseechósobrelaespadadeldesconocido,queloinmovilizóalempujarsuhojaporlaespaldayatravesarlelacaja torácicade talmodoque lapuntasaliópordelantechorreandosangre.Bajó lavistayemitióungruñido,suúltimaexpresiónenestemundo,antesdequeelextrañomovieralaespadaaunladoyelcadáverseapartaradelahojaparacaeralsueloconunfuertegolpe.

Hay un dicho, ¿no? El enemigo de mi enemigo es mi amigo. Algo así. Perosiempre hay una excepción que confirma la regla y en mi caso se trataba de unhombreconcapuchayunaespadamanchadadesangre.Todavíameescocíaelcuellodelamarcadesuanillo.Aúnmedolíalacaraporsuspuñetazos.NoteníaniideadeporquéhabíamatadoaTomCobleigh,pero tampocomeimportaba,asíqueconelrugido de un guerrero me lancé hacia delante y nuestras espadas sonaron comocampanasenelsilenciodelanoche.

Esquivaba los golpes con facilidad. Uno. Dos. Cuando iba hacia delante, yaestaba llevándome hacia atrás y me obligaba a defenderme de mala manera. ¿Unespadachínsinexperiencia?Nisiquieraeraespadachín.Bienpodríaestarblandiendoun garrote o una porra por la destreza que tenía con la hoja. Con unmovimientosibilantedelapuntadesuespadaabrióuncorteprofundoenmibrazoynotéquelasangre caliente bajaba por el bíceps y empapaba lamanga, antes de quedarme sinfuerzas en lamanoque sostenía la espada.No estábamos luchando.Ya no.Estabajugandoconmigo.Jugabaconmigoantesdematarme.

—Muéstrameturostro—dije,jadeando,peronocontestó.Laúnicaseñaldequelohabíaoídofueunaligerasonrisaensusojos.Despuésel

arcode su espadame engañóy fui demasiado lento—no solounpoco lento, sinomuylento—paraimpedirquemehicieraunsegundocorteenelbrazo.

Volvióaatacar.Otravez.Entoncesmedicuentadequecortabaconlaprecisióndeunmédico,suficienteparaherirme,peronoparaprovocardañosirreparables.Síparadesarmarme,desdeluego.Yalfinalnonotéquelaespadaresbalabaporlayemademisdedos.Solooíquecaíaal sueloybajé lavistaparaverlamanchadacon lasangredemibrazoheridoquegoteabasobrelahoja.

Talvezesperabaquesequitaselacapucha.Peronolohizo.Ensulugar,llevólapuntadesuespadapordebajodemibarbillayconlaotramanomeindicóquemepusieraderodillas.

—Nomeconocessuficientesicreesquevoyamorirderodillas, forastero—ledije.Mesentíaextrañamentetranquiloanteladerrotaylamuerte—.Sinoteimporta,mequedarédepie.

Respondióconuntonograveyrotundo,posiblementecambiado.—Nomorirásestanoche,EdwardKenway.Pordesgracia.Perotedigounacosa:

www.lectulandia.com-Página54

Page 55: 6 ac black flag

a menos que el Emperador zarpe contigo mañana, esta noche no es más que elcomienzoparatodoslosquellevenelapellidoKenway.Márchateaprimerahoraynoseharámásdaño a tumadreni a tu padre.Pero si ese barcoparte sin ti, sufrirán.Todossufriréis.¿Lohedejadoclaro?

—¿Puedoconocerlaidentidaddemiscortesesenemigos?—pregunté.—No.Solodeberíassaberqueexistenfuerzasenelmundomáspoderosasdelo

queposiblementepodrías llegaracomprender,EdwardKenway.Estanoche lashasvistoenacción.Hassufridoporsuculpa.Queestoseaelfinal.Novuelvasjamásaestascostas.Yahora,EdwardKenway,arrodíllate.

Alzólaespadaymegolpeóenlasienconlaempuñadura.Cuandodesperté,mehallabaenelEmperador.

www.lectulandia.com-Página55

Page 56: 6 ac black flag

15

AlmenoscreíaqueestabaenelEmperador.Oesoesperabadetodosmodos.Yconun fuertedolorde cabeza,me incorporé en lahamaca,mepuse lasbotasparacaminarporlacubiertaysalídisparadohaciadelante.

Se interrumpió la caída… pormi cara.Me quedé gruñendo sobre los tablonesunos instantes, preguntándome por qué me sentía tan ebrio cuando no recordabahaberbebidonadaenrealidad.Salvo,porsupuesto,quenoestuvieraborracho.

Perosinoestababorracho,¿porquésemovíaelsuelo?Seinclinabaaunladoyaotro,ypaséunratoesperandoaqueseestuvieraquietohastaquemedicuentadequeelconstantebalanceoeraprecisamenteeso.Constante.Noibaaparar.

Sinequilibriosobreelserrínintentéponermederecho,conlasmanosextendidascomo un hombre pasando por la cuerda floja. Todavía me dolía el cuerpo por lapalizaquemehabíandado,pero estaba recuperándome,puestoquemisheridasyateníanunoodosdías.

Loquemellegóacontinuaciónfueelambientecargadoporunolor.No,noeraunolor,sinounhedor.

¡Oh,Diossanto!Apestaba.Eraunamezclademierda,meados,sudoryaguademar.Unolorqueluegosupequeerapropiodelazonadelbarcobajocubierta.Igualque todas las carnicerías y tabernas tenían un olor particular, también sucedía lomismobajocubierta.Lomásaterradoreralorápidoqueteacostumbrabasaello.

Eraolorahombre,yenelEmperadorhabíacientocincuenta tipos,quecuandonoestabanensuspuestos,colgandodelajarciaohacinadosenlascocinas,dormíanacurrucadoscontralascureñasenlacubiertadeartillería,oenhamacasparecidasaesaenlaquemehabíadespertado.

Enesosmomentosseoíaaunmiembrodelatripulación,riéndoseporlobajoenlassombrasmientraselbarcodababandazosyyosalíadisparadocontraunsoportedemaderaparaluegogolpearmeconviolenciacontralacolumnadeenfrente.Cuerpoparaelmar,lollamaban.Teníaqueconseguirmantenerelequilibrio.

—¿EstamosenelEmperador?—preguntéalapenumbra.El crujido del barco. Tenía que acostumbrarme a eso, igual que al olor y al

movimiento.—Sí,estásenelEmperador—merespondieron.—Soynuevoenelbarco—dijealaoscuridad,agarrándomecomosimefuerala

vidaenello.Seoyóunarisitaáspera.—Nomedigas.—¿Aquédistanciaestamosdetierra?—Aundía.Tetrajerondormidooinconsciente.Demasiadabebida,diríayo.—Algoasí—contesté,sindejardeagarrarmeadondepodíaparanocaerme.Mi mente retrocedió a los acontecimientos del día anterior, pero era como

www.lectulandia.com-Página56

Page 57: 6 ac black flag

juguetearconunaheridaabierta.Demasiadopronto,demasiadodoloroso.Necesitabaencontrarlesentidoaloquehabíapasado.Necesitabaenfrentarmealaculpayteníacartasqueescribir.(CartasquenohubierapodidoescribirsinlasclasesdeCaroline,me recordé a mí mismo, con una nueva sensación de arrepentimiento). Pero todoaquellotendríaqueesperarhastamástarde.

Detrásdemíoíunsonidochirrianteydesgarrador.Medilavueltaymeesforcépor ver en la penumbra; cuando mis ojos se adaptaron, distinguí un cabrestante.Arribaoíunospasosyvocesalzadasdehombrestrabajandoenlacubiertasuperior.Elcabrestantecrujía,chirriabaygiraba.

—¡Tirad!—gritabanarriba—.¡Tirad!Apesardetodo,aquelsonidomeconvirtiódenuevoenunniñoinocente.Eché un vistazo a mi alrededor. A cada lado tenía las formas redondas de las

cureñas.Loscañonesbrillabandébilmenteenlaoscuridad.Enelotroextremodelacubiertaviunaescaleradecuerdacolgandodeuncuadradoconluzdeldía.Medirigíallíysubíalalcázar.

Pronto descubrí cómo mis compañeros de tripulación habían conseguido tenercuerpoparaelmar.Nosolovestíanconunestilodistintoaloshombresentierra—chaqueta corta, camisa de cuadros y calzón largo de lona—, sino que tambiéncaminabandemaneradiferente.Elcuerpoenteroparecíamoverseconelbarco,algoquesucedíaporpuroinstinto.Paséelprimerpardedíasabordolanzadodeunpilaraunposteporlasagitadasolasbajonosotros,ytuvequeacostumbrarmealsonidodelasrisascadavezquequedabadespatarradosobrelacubierta.

Pero cuandome acostumbré al olor bajo las cubiertas, al constante crujido delcasco y a la sensación de que elmar entero semantenía a raya por unos cuantostablonesdemadera insignificantesy capasde calafateo, aprendí amovermeconelmovimientodelagua,conelEmperador;ynotardéencaminarcomocualquierotrohombreabordo.

Miscompañerosdetripulacióneranmorenos,hastaelúltimodeellos.Lamayoríallevabanunpañueloatadosinapretaralcuello,teníantatuajes,barbaypendientesdeoro.Habíatambiénentreloscompañeroshombresmayores,conlosrostrosmorenosycurtidoscomovelasderretidas,conojoscautosdepárpadoscaídos,perolamayoríateníanunosdiezañosmásqueyo.

Enseguidameenterédequeprocedíandetodaspartes:Londres,Escocia,Galesyel sur de Inglaterra. Muchos de los nuestros, alrededor de un tercio, eran negros;algunosesclavosfugitivosquehabíanencontradola libertadenelmar,a losqueelcapitányelrestodelatripulacióntratabancomoaigualesodeberíadeciralosqueelcapitán y el resto de la tripulación trataban tanmal como al resto. También habíahombresdelascoloniasamericanas,deBoston,Charleston,Newport,NuevaYorkySalem.Lamayoríaparecíanllevararmasunidasalcuerpo:alfanjes,puñales,trabucosdechispa.Siemprealgomásqueunapistola, alparecer,yprontoaverigüéqueeradebidoalpeligrodequefallaseelprimeroporlahumedaddelacarga.

www.lectulandia.com-Página57

Page 58: 6 ac black flag

Lesgustababeberron,eranincreíblementeordinarioshablando,sobretododelasmujeres,ynadalescomplacíamásqueunadiscusiónacalorada.Peroloquemáslesuníaeraelcódigodelcapitán.

El capitán Alexander Dolzell era escocés. Un hombre corpulento que rara vezsonreía.Cumplíaconelcódigodelbarcoynada legustabamásquerecordárnoslo.De pie en el puesto de mando, con las manos en la baranda mientras estábamosreunidosenelalcázar, lacubiertaprincipalyelcastillodeproa,nosadvertíaqueacualquier hombre que se durmiera de servicio se le cubriría de brea y plumas. Acualquier hombre al que se encontrara con otro hombre se le castigaría con lacastración. No se permitía fumar bajo cubierta. Ni orinar en el lastre. (Y, porsupuesto,comoyatehecontado,eseartículodelcódigoenparticularlodictabanmispropiasórdenes).

Noobstante,eranuevoenelbarco.Enaquelpuntodemicarreranocreoquenisiquierasemehubieraocurridoromperlasnormas.

Prontocomencéahacermeal ritmode lavidaenelmar.Conseguímantenerelequilibrio,aprendíausarunladouotrodelbarcodependiendodelvientoyacomercon los codos en lamesa para impedir que el plato se deslizara por ella.Mis díasconsistían en estar en el puesto de vigilancia o de guardia. Aprendí cómo hacersondeosenaguaspocoprofundasy lobásicoennavegación.Y tambiénaprendídeescuchar a la tripulación,que, cuandonoexagerabahistoriasdebatallas contra losespañoles,nolegustabanadamásquetransmitirpedacitosdesabiduríanáutica:«Siel cielo de noche es anaranjado, el marinero no estará enojado. Si es naranja alamanecer,alertaporloquepuedacaer».

El clima.Losvientos.Éramosesclavosdeellos.Cuandoeramalo, al ambientealegre de siempre le sustituía uno de carácter serio puesto que la tarea diaria demantener laembarcacióna flote seconvertíaenunasuntodesimplesupervivenciacon los vientos huracanados, y comíamos algo rápidamente entre cuidar las velas,arreglar el casco y achicar agua del barco. Todo se hacía con la desesperaciónsilenciosayconcentradadehombresquetrabajabanparasalvarsuspropiasvidas.

Esas temporadas eran agotadoras, nos consumían físicamente. Me manteníandespierto,medecíanquesubieraalosflechastesoquemeencargaradelbombeobajocubierta, y cualquiermomento de descanso era bajo cubierta, acurrucado contra elcasco.

Entonceseltiempomejorabaycontinuábamoslavida.Observabalasactividadesde los miembros más viejos de la tripulación, cómo bebían, apostaban y corríandetrás de las faldas, y comprendí lo relativamente aburridas que habían sido mishazañasenBristol.AlgunosdelosquesolíaencontrarmeenlastabernasdelsuroestedeInglaterracreíanserunosmatonesybebedoresempedernidos,perodeberíanhabervistoamiscompañerosdebarcoenacción.Seponíanapelearporcualquiercosa.Secaíaunsombrero,sacabanloscuchillosysederramabalasangre.Enmiprimermesenelmar,oíqueaplastabanmáshuesosqueenlosanterioresdiecisieteañosdemi

www.lectulandia.com-Página58

Page 59: 6 ac black flag

vida.YnoolvidemosquemecrieenSwanseayBristol.Aunasílaviolenciasedesvanecíatanrápidocomohabíaestallado;loshombres

que hacía unos momentos sostenían cuchillos contra los cuellos de los otros sereconciliaban con una ronda de fuertes abrazos que parecían doler tanto como lapelea,peroporlovistoteníanelefectodeseado.Elcódigoestablecíaquelaspeleasentrehombresdebíanterminarentierraenundueloconespadaopistola.Enrealidadnadiequeríaeso,claro.Unacosaeraunariña,perolaposibilidaddemorireraalgomuy diferente. Así que las peleas tendían a acabar tan rápido como empezaban.Estallabalafuriaydespuéssecalmaba.

Porestemotivo losauténticosagraviossucedíanmuyesporádicamenteabordo.Yotuvelasuertedeserlavíctimaenunodeellos.

Fuiconscienteenmisegundootercerdíaenelbarco,porquemedilavueltaalsentirunamiradapenetrantequedevolvíconunasonrisa.Unasonrisaamistosaoesocreíayo.Peroloqueparaunhombreesunasonrisaamistosaparaotroeschulería,yloúnicoquelogréfueenfurecerloaúnmás,porquemefulminóconlamirada.

Aldíasiguiente,mientrascaminabaporelalcázar,megolpearonenelcodotanfuertequecaíderodillasy,allevantarlavista,esperandoverunrostrosonrientede«¡Tepillé!»,meencontréconlasonrisitadesuficienciadelmismohombremientrasmirabaporencimadelhombrodecaminoasupuesto.Erauntipocorpulento.Conelquenotegustaríaenemistarte.Aunqueparaélyoparecíayaunenemigo.

MástardehabléconFriday,unmozodecubiertanegroqueamenudoocupabalahamacajuntoa lamía.Cuandoledescribíalhombrequemehabíaderribado,supoenseguidadequiénestabahablándole.

—EseesBlaney.Blaney.Asíeracomolellamaban.Ydesgraciadamente—desgraciadamentepara

mí—Blaneymeodiaba.Meodiabaamuerte.Lomásprobableeraquehubieseunarazón.Puestoquenuncahabíamoshablado,

nopodía serunabuena razón,pero lo fundamental eraque existía en la cabezadeBlaney, así que, al fin y al cabo, eso era lo que importaba.Esoy el hechode queBlaneyeraenormey,segúnFriday,unexpertoespadachín.

Blaney,talveztelohayasimaginadoya,eraunodeloscaballerosconlosquemeencontrélanochequelleguéprontoparalasalidadelEmperador.Bueno,séloqueestás pensando, que era con el que hablé y quería darme una lección por miinsolencia.

Pues si pensabas eso, te has equivocado.Blaney era uno de los otros hombressentadosenunbarril,jugandoalascartas.Unhombrebrutoysimple,delquesediríaque teníaunafrenteprominenteyunascejasespesasqueestabanpermanentementejuntas,fruncidas,comosisiempreestuvieraconfundidoporalgo.Apenasadvertísupresencia aquella noche y, ahora que lo pienso, tal vez fuera ese el motivo de suenfurecimiento;talvezporesonaciólarencilla:sesentíaignoradopormí.

—¿Qué debe de tener en mi contra? —pregunté, a lo que Friday solo pudo

www.lectulandia.com-Página59

Page 60: 6 ac black flag

responder encogiendo los hombros ymascullando: «Ignóralo», para después cerrarlosojos,indicandoquenuestraconversaciónhabíafinalizado.

Yesohice.Loignoré.Obviamente eso provocó que Blaney se enfureciera aún más. A Blaney no le

gustaba que le ignorasen. Blaney quería que le prestaran atención. Quería que letemieran.Elhechodequeyonomostrasemiedo,bueno…,avivósuodiohaciamí.

www.lectulandia.com-Página60

Page 61: 6 ac black flag

16

Entretanto, había otras cosas en las que pensar. Por ejemplo, un rumor quecirculaba entre la tripulación sobre que el capitán se sentía excluido del botín.Nohabía asaltos desde hacía dos meses; habíamos ganado una miseria y habíamurmullos de descontento, lamayoría de los cuales salían de su camarote. Era dedominiopúblicoquenuestrocapitánsentíaqueestabacumpliendoconsupartedeltrato,perorecibiendomuypocoacambio.

¿Quétrato?,tepreguntarás.Bueno,comocorsarios,garantizábamoslapresenciadeSuMajestad;eracomosi fuésemossoldadosnoalistadosa suguerracontra losespañoles.Acambio,desdeluego,nospermitíanasaltarsusbarcosconimpunidad,loque significaba todos los que quisiéramos, y durantemucho tiempo eso había sidoexactamenteloquehabíasucedido.

Sin embargo, cada vez había menos naves españolas en el mar. En el puerto,comenzamosaoírrumoresdequelaguerratalvezestabaterminando;queprontosefirmaríaunpacto.

El capitán Dolzell, en cambio, bueno, había que reconocerle el mérito de sercapazdeadelantarseenel tiempoyverenquédirecciónsoplabaelviento.Yaquenos quedábamos sin botín, decidió tomar unas medidas que se salían de nuestrocometidosegúnlapatentedecorso.

Trafford, el primer oficial, se hallaba junto al capitán Dolzell, que se quitó eltricornioparasecarseelsudordelafrente,antesdevolveracolocárseloydirigirseatodosnosotros:

—Esteasaltonosharáricos,muchachos;seosromperánlosbolsillos.Perodeboadvertiros,delocontrarionoestaríacumpliendoconmideberdecapitán,dequeesunaaventuramuyarriesgada.

Arriesgada.Sí.Existíael riesgodelapresamiento,elcastigoy lamuertealcaerdelcadalsodelverdugo.

Me habían dicho que se le aflojaban las tripas al colgado. Los pantalones delpirataseatabanalostobillosparaimpedirqueseescaparalamierda.Loquemásmeasustabadetodoeratalhumillación.NoeracomoqueríaquemerecordaraCaroline,colgandodeunasoga,apestandoamierda.

NohabíadejadoBristolparaconvertirmeenunfugitivodelaley,enunpirata.Ysime quedaba en el barco y seguíamos el plan del capitán, así sería. Los propiosmarinesde laCompañíaBritánicade las IndiasOrientales sindudaunirían fuerzasconlaarmadadeSuMajestadparairdetrásdenosotros.

No,nomehabíaalistadocomocorsarioparaconvertirmeenpirata,peroalmismotiempo,siibaaregresaracasa,nopodíahacerlosindinero.Teníalaideadequesivolvíaricopodríapagarelpreciodemicabezayapaciguaramisenemigos.

Asíqueno,nomehabíaalistadoparaconvertirmeenpirata.Eldineroqueganaseloibaaganarlegalmente.

www.lectulandia.com-Página61

Page 62: 6 ac black flag

Y, por favor, deja las risitas. Sé lo extraño que resulta ahora, pero por aquelentoncestodavíateníapasiónenlasentrañasysueñosenlacabeza.Asíquecuandoel capitán expuso su oferta, cuando dijo que sabía que no todos los que estaban abordo querrían formar parte de aquello, que el que no quisiera formar parte debíadecirlo en ese momento o callar para siempre, para que él pudiera organizar sudesembarco,diunpasoadelante.

Fridaymedetuvoconunamanosubrepticia.Sinmirarme.Selimitóaimpedirqueavanzara y se quedó con la vista clavada al frente. Por el lateral de la boca dijo:«Espera»ynotuvequeesperarmuchoparaaveriguarporqué.Cincomiembrosdelatripulación se habían separado del resto, unos buenos hombres que no queríanparticipar en la piratería.Cuando el capitán dio la orden, el primer oficial arrojó aesoscincohombresporlaborda.

Eneseinstantedecidímantenerelpicocerrado.Ydecidíqueseguiríaalcapitán,pero solo hasta cierto punto. Le seguiría, cogeríami parte del botín y saltaría delbarco.Después de saltar del barco,me uniría a otros corsarios—al fin y al cabo,ahora era unmarinero con experiencia— y negaría haber estado en elEmperadorcuandosecometióesedelitoterrible.

En cuanto al plan, no era especialmente complejo. Tenía sus fallos, tengo queadmitirlo,perodenuevomehallabaatrapadoentrelaespadaylapared,ningunademisopcioneseramuyatractiva.

Mientraslassúplicasdeloshombresarrojadosporlabordasealejabandetrásdenosotros, el capitán continuó resumiendo sus planes de piratería. No fue tan lejoscomoparasugerirqueatacáramosalaArmadaReal,aquellohabríasidounsuicidio,peroconocíaunobjetivoqueseencontrabaenlacostaoestedeÁfrica.Asíque,enenerode1713,allísedirigióelEmperador.

www.lectulandia.com-Página62

Page 63: 6 ac black flag

17

Enerode1713

Mientras navegábamos entre las islas echábamos el ancla en alguna bahíaprotegidaoenelestuariodeunaría,yenviábamosahombresatierraparaconseguirsuministros:madera,agua,cerveza,vinoyron.Podíamosestarallídíasypasábamosel tiempocogiendotortugasparacomer,disparandoalazara lospájarosycazandoreses,cabrasocerdossipodíamos.

Una vez tuvimos que carenar el Emperador, lo que incluía encallarlo y usarpoleasparadarlelavuelta.Utilizamosantorchasencendidasparaquemarlasalgasylos percebes, lo calafateamos y cambiamos los tablones podridos, todo bajo ladireccióndelcarpinterodelbarco,quesolíaansiarocasionescomoaquella.Loqueno nos sorprendía mucho, la verdad, porque nosotros también aprovechamos laoportunidadparahacerreparacionesenlosmástilesylasvelas,asíquetuvoelplacerdedarórdenesal intendente,asícomoalprimerysegundooficial,a losquenolesquedómásremedioquemantenerlabocacerradayseguirconlatarea.

Fueron días felices: pescando, cazando, disfrutando de la incomodidad denuestrossuperiores.Fuecasiunadecepcióntenerquezarparotravez.Perozarpamosigualmente.

ElbarcotraselqueíbamoseraunbuquemercantedelaCompañíaBritánicadelasIndiasOrientalesynostopamosconélenlacostaoestedeÁfrica.Habíahabidomuchoscomentariosenvozquedabajocubiertaacercadesilainiciativaeraacertada.Sabíamosque,alatacarunanavetanprestigiosa,nosconvertiríamosenhombresenbuscaycaptura.Peroelcapitánhabíadichoquesolohabía tresbarcosdeguerraydosbalandrospatrullandotodoelmarCaribe,yqueserumoreabaquelanavedelaCompañíaBritánicadelasIndiasOrientales,laGaleraAmazona,portabatesorosy,sideteníamoslaGaleraenmarabierto,lejosdetierrafirme,deberíamossercapacesdesaquearlaembarcaciónanuestroantojoyconseguirescapardeallí.

Aunque¿nonospodría identificar la tripulaciónde laGalera?,mepreguntéenvozalta.¿No lediríana laarmadaque lesatacóelEmperador?Fridayacababademirarme.Nomepreocupóesamiradaquemehabíalanzado.

Laencontramosaltercerdíadebúsqueda.—¡Barcoalavista!—oímosquegritabanarriba.Estábamos acostumbrados a oírlo, así que no nos hicimos ilusiones. Nos

limitamosaobservarcómodeliberabanelcapitányelintendente.UnratomástardeconfirmaronquesetratabadelaGaleraypartimoscruzandolasaguashaciaella.

Al acercarnos, alzamos una enseña roja, la bandera británica, y como era deesperarlaGalerapermaneciódondeestaba,creyendoqueéramoscorsariosinglesesdesubando.

www.lectulandia.com-Página63

Page 64: 6 ac black flag

Yasíera.Enteoría.Los hombres cebaron sus pistolas y comprobaron la acción de sus espadas.

Prepararon los ganchos de abordaje y se dispusieron a manejar los cañones. AlcolocarnosjuntoaellosydarsecuentalatripulacióndelaGaleradequeestábamoslistos para el combate, nos hallábamos lo suficientemente cerca para ver comocambiaban la expresión de su rostro y el pánico avanzaba al galope por laembarcacióncomounayeguaasustada.

Les obligamos a virar. Nuestros hombres corrieron a las bordas, donde seprepararon para la acción, apuntando las pistolas, colocándose en los cañonesgiratoriosoconlosalfanjesdesenvainados,enseñandolosdientes.Yonoteníapistolaymiespadaeraunacosaviejayoxidadaqueel intendentehabíaencontradoenelfondodeunarcón…Apretadoentredoshombresquemedoblaban la edadyerandiezvecesmástemibles,hiceelmáximoesfuerzoparafruncirelentrecejocontantaferocidadcomoellos.Paratenersumismoaspectosalvaje.

LoscañonesdeabajoestabanenfocadoshacialaGaleradeenfrente.Estábamosaunapalabradeabrirfuegoconunadescargadecañonazos,suficientepararompersunave por la mitad y mandarlos a todos al fondo del mar. En los rostros de sutripulación se veía lamisma expresión de preocupación y terror. Eran las caras deunoshombresalosquehabíanpilladoporsorpresayqueteníanqueenfrentarsealasterriblesconsecuencias.

—Quevuestro capitán se identifique—dijonuestroprimeroficialpor el huecoque quedaba entre las dos embarcaciones. Sacó un reloj de arena y lo arrojóviolentamentesobrelabandadelaborda—.Traedaquíavuestrocapitánantesdequeseagotelaarenaoabriremosfuego.

Tardaron hasta que el tiempo casi se había agotado, pero al final el hombreaparecióenlacubierta,vestidoconsusmejoresgalasymirándonosfijamenteconloqueélcreíaqueeraunaexpresióndedesafío,aunquenopodíaocultareltemorensusojos.

Hizoloquelemandaron.Obedeció,ordenóquelanzaranunbote,luegosubióabordo y le llevaron remando hasta nuestro barco. En secreto no pude evitar sentirlástimapor él.Sepuso anuestramercedparaproteger a su tripulación, lo que eraadmirable,ymantuvolacabezaaltacuando,mientrasascendíaporlaescaleradesdesu bote, fue abucheado por los hombres a cargo de los cañones montados bajocubierta, antes de que lo agarraran bruscamente de los hombros para tirarlo por labarandadelabordayquecayeraenelalcázar.

Cuando le pusieron de pie se apartó de los hombres que le agarraban de lasmanos,echóloshombroshaciaatrásy, trascolocarsebienlachaquetaylospuños,exigióveralcapitán.

—Sí, estoyaquí—dijoDolzell, quebajódelpuestodemandoconTrafford, elprimeroficial,alazaga.

El capitán llevaba su tricornio con una badana atada debajo y tenía el alfanje

www.lectulandia.com-Página64

Page 65: 6 ac black flag

desenvainado.—¿Cuálessunombre,capitán?—preguntó.—Me llamo capitánBenjaminPritchard—contestó agriamente el capitán de la

marinamercante—yexijosaberquésignificaesto.Se puso derecho hasta alcanzar toda su altura pero no igualaba la estatura de

Dolzell.Pocoshombresloconseguían.—Quésignificaesto—repitióDolzell.El capitán sonreía ligeramente, posiblemente era la primera vez que le veía

hacerlo.Lanzóunamiradaenarcoaloshombresreunidosenlacubiertayunarisitacruelrecorriónuestratripulación.

—Sí—contestóelcapitánPritchardremilgadamente.Hablabaconunacentodeclase alta. Por extraño que parezca, me recordó a Caroline—. Qué significa estoexactamente. ¿Es consciente, o no, de quemi barco es propiedad de la CompañíaBritánicadelasIndiasOrientalesyestáregidoporella,ademásdequedisfrutamosdelatotalproteccióndelaarmadadeSuMajestad?

—Igual que nosotros—respondióDolzell y almismo tiempo señaló la enseñarojaqueondeabaenlagavia.

—Me parece a mí que perdieron ese privilegio en el instante en que nosordenaron parar a punta de pistola. A menos que, por supuesto, tenga una razónexcelenteparahaberlohecho.

—Asíes.Miré hacia donde la tripulación de laGalera estaba inmovilizada por nuestros

cañones,pero tancautivadapor los acontecimientos en cubierta comonosotros.Sepodríahaberoídoelvuelodeunamosca.Elúnicosonidoeraeldelasolasdelmarchocando contra los cascos de nuestros barcos y el susurro de la brisa en nuestrosmástilesyjarcias.

ElcapitánPritchardsesorprendió.—¿Tieneunabuenarazón?—Sí.—Entiendo.Entoncesquizádeberíamosoírla.—Sí, capitán Pritchard. He obligado a su nave a virar para que mis hombres

puedanrobartodoloquetengandevalor.Verá,lasgananciasenelmarhansidomásbienescasasúltimamente.Mishombresseestáninquietandoysepreguntancómolespagaránenesteviaje.

—Ustedesuncorsario, señor—replicóel capitánPritchard—.Si continúaconestalíneadeactuación,seconvertiráenpirata,estaráenbuscaycaptura.—Sedirigióa la tripulación entera—. Todos estaréis en busca y captura. La armada de SuMajestad os atrapará y arrestará. Acabaréis en la horca y vuestros cuerpos seexpondránencadenadosenWapping.¿Esesoloquedeverdadqueréis?

«Temeasalmorir.Huelesamierda»,pensé.—Segúnheoído,SuMajestadestáapuntodefirmartratadosconlosespañolesy

www.lectulandia.com-Página65

Page 66: 6 ac black flag

losportugueses.Misservicioscomocorsarioprontonoseránnecesarios.¿Cuálcreequeserámilíneadeactuaciónentonces?

El capitán Pritchard tragó saliva, puesto que no había respuesta para aquellapregunta. Y en ese momento, por primera vez en la vida, vi sonreír de verdad alcapitán Dolzell, lo suficiente para revelar una boca llena de dientes rotos yennegrecidos,comouncementeriosaqueado.

—Bueno,señor,¿ysinosretiramosparahablardelparaderodeltesoroquepuedatenerabordo?

El capitánPritchard estaba apuntodeprotestar cuandoTrafford semovióparaagarrarloyobligarleasubirlosescaloneshastalasaladenavegación.Loshombres,entretanto,centraronsuatenciónenla tripulacióndelanavedeenfrenteyreinóunsilencioincómodoyamenazador.

Entoncescomenzamosaoírlosgritos.Mesobresaltéydirigí losojoshacia lapuertadelcamaroteenelquesehabían

metido.LelancéunamiradaaFridayyviqueéltambiénteníalavistaclavadaenlapuertadelasaladenavegación,conunacarainexpresiva.

—¿Quéestápasando?—pregunté.—Calla.Manténlavozbaja.¿Quécreestúqueestápasando?—¿Estántorturándole?Pusolosojosenblanco.—¿Quéesperabas,ronypepinillos?Losgritoscontinuaron.Enelotrobarco lasexpresionesde loshombreshabían

cambiado.Hacíaunmomentonosmirabanconresentimiento,conhostilidad,comosiestuvieran haciendo tiempo antes de lanzar un ingenioso contraataque. Como sifuéramosunossinvergüenzasy truhanes,a losqueprontodaríanunapalizaporserunosperrosdespreciables.Ahoraensusojoshabíapuroterror,porquepodíanserlospróximos.

Eraextraño.Mesentíaavergonzadoperoalavezenvalentonadoporloqueestabasucediendo.Había causadomi parte de dolor y había dejado pena ami paso, peronuncahabíasidocapazdesoportarlacrueldadporquesí.Dolzellhabríadicho:«Noesporquesí,chico,sinoparaaveriguardóndeestáescondidoeltesoro».Perohabríaestadodiciendounaverdad amedias.Porque el hecho era que, en cuantonuestroshombresirrumpieranensunave,enseguidalocalizaríanelbotínquehubieseabordo.No,elauténticopropósitodetorturaralcapitáneracambiarlascarasdeloshombresqueestabanenfrente.Teníaqueinfundirterrorensutripulación.

Entonces,despuésdenosécuántotiempo,talvezuncuartodehoraoasí,cuandolosgritosalcanzaronunpico,cuandolasrisitascruelesdelosmozosdecubiertaseagotaronyhastaelhombremásdespiadadohabíaempezadoapreguntarsesi,talvez,sehabía infligidosuficientedolorporundía, lapuertade la saladenavegaciónseabriódegolpe.YDolzellyTraffordaparecieron.

Conunaexpresiónadustadesatisfacción,elcapitáncontemplóaloshombresde

www.lectulandia.com-Página66

Page 67: 6 ac black flag

nuestropropiobarcoydespués los rostros inquietosde laotra tripulación,antesdeseñalarydecir:

—Tú,chico.Estabaapuntándomeamí.—S…sí,señor—tartamudeé.—Alcamarote,chico.Vigilaalcapitánmientrasaveriguamosquévalelapenade

lainformaciónquenoshadado.Tútambién.Señaló a alguienmás. No vi de quién se trataba porque fui corriendo hacia la

parte delantera del alcázar, abriéndome camino entre unamarea de gente hacia labordamientrasloshombressepreparabanparasubiralaotranave.

YentoncestuveelprimerodedosimpactosalentrarenlasaladenavegaciónyveralcapitánPritchard.

El camarote teníaunagranmesade comedorque sehabía colocado aun lado.Como lamesa del intendente, sobre la que estaban colocados sus instrumentos denavegación,mapasycartas.

Enmediodelcamarote,elcapitánPritchardestabasentado,atadoaunasilla,conlasmanosalaespalda.Habíaunolorsalobrequenopodíaidentificar.

LacabezadelcapitánPritchardcolgabaylabarbillaseapoyabaenelpecho.Aloírlapuerta,lalevantóymemiróconsusojosnubladosyatormentadosporeldolor.

—Lasmanos—dijoconvozronca—.¿Quémehanhechoenlasmanos?Antesdequepudieraaveriguarlo,tuvelasegundasorpresacuandomicompañero

carceleroentróenlahabitación.NoeraotroqueBlaney.«Oh,mierda».Tiródelapuertaparacerrarla.Apartódemílavistaparamiraral

heridocapitánPritchardyluegovolvióafijarseenmí.Fueraseoíanlosgritosdenuestratripulaciónmientrassepreparabanparasubira

laotranave,peroparecíacomosiestuviéramosaislados,comosisucedieramuylejosyparticiparagentealaquenoconocíamos.SostuvelamiradadeBlaneymientrasmecolocabadetrásdelcapitán,dondeteníalasmanosatadasalaespalda.Ymedicuentadedóndeveníaelolor.Eraelolordelacarnequemada.

www.lectulandia.com-Página67

Page 68: 6 ac black flag

18

DolzellyTraffordhabíanpuestomechasencendidasentre losdedosdelcapitánPritchardparahacerlehablar.Estabandesperdigadassobrelos tablones, juntoaunajarradealgoquecuandoacerquélanarizcreíqueeraaguademarquehabíanusadoparaverterlaensusheridas,paraqueledolieraaúnmás.

Tenía lasmanos llenas de ampollas, carbonizadas por algunas partes, en carnevivaysangrandoporotras,comosilashubieranablandadoconunamaza.

Busquéunabotelladeagua,todavíacautelosorespectoaBlaney,preguntándomeporquénosehabíamovido.Porquénohabíahablado.

Terminóconmitortura.—Vaya,vaya,vaya—bramó—,miraquiénesestamosaquí.—Sí—respondísecamente—.Quésuerte,¿eh,amigo?Viunajarradeaguaenlamesalargayfuiacogerla.Élignorómisarcasmo.—¿Quétramasexactamente?—Voyabuscaraguaparaecharlaenlasheridasdeestehombre.—El capitán no ha dicho nada de que tengamos que atender las heridas del

prisionero.—Estásufriendo,hombre,¿noloves?—Amínomehables así, chaval—espetóBlaney con tal furia quemeheló la

sangre.Noobstante,noibaademostrarlo.Eramuybravucón.Siempreduroporfuera.—Suenascomosiestuvierasbuscandopelea,Blaney.Esperabahaberdadolaimpresióndeestarmássegurodemímismodeloqueen

realidadestaba.—Sí,talvez.Llevaba una pistola en el cinturón y un alfanje a la cintura, pero la plata que

parecíaasomarporsumano,casidelanada,eraunpuñalcurvo.Traguésaliva.—¿Yquéplaneashacer,Blaney,conelbarcoapuntodemontarunaincursióny

nosotrosaquívigilandoalcapitán?Bueno,noséquéesloquetienescontramí,porqué me guardas rencor, pero tendrá que resolverse en otro momento, me temo, amenosqueseteocurraalgomejor.

CuandoBlaneysonrióabiertamente,destellóundientedeoro.—Oh,tengootrasideas,chico.Semeocurrequetalvezelcapitánintenteescapar

ysetellevepordelanteenelproceso.¿Yquétalestaotra?Laideadequefuistetúelqueayudóalcapitán.Quedesatastealprisionero,tratastedeescaparyfuiyoquientedetuvo, y terminé con ambos en el proceso.Creo que esa ideame gusta aúnmás.¿Quémedices?

Lodecíaenserio,losabía.Blaneyestabadispuestoahacerloestavez.Sinduda

www.lectulandia.com-Página68

Page 69: 6 ac black flag

queríaevitarlosazotesquerecibiríapordarmeunapaliza.Peroahorameteníadondequería.

Entoncessucedióalgoquemeindicóloquedebíahacer.Mearrodilléparamiraral capitány algo atrajomi atención.El anilloque llevaba.Un sellogrueso conunsímboloqueconocía.

El día queme desperté en elEmperador me había encontrado un espejo bajocubierta y me había examinado las heridas. Tenía cortes, moratones y arañazos;parecíaloqueera:unhombrealquehabíanpegadounapaliza.Unadelasmarcaseradelpuñetazoquemehabíapropinadoelhombrede lacapucha.Suanillomehabíadejadounaseñalenlapiel.Elsímbolodeunacruz.

AhoraveíaesemismosímboloenelanillodePritchard.Apesardelaincomodidaddelpobrehombre,nopudecontenerme.—¿Quéesesto?Mi voz, un poco demasiado aguda y demasiado alta, bastó para levantar

sospechasenBlaney,queseapartódelapuertacerradadelcamaroteyavanzóporlahabitaciónparamirar.

—¿Quéesqué?—decíaPritchard,peroBlaneyyanoshabíaalcanzado.Yéltambiénhabíavistoelanillo,aunquesuinterésenélteníabienpocoquever

consusignificadoymásbienconsuvalor.Sinvacilación,haciendocasoomisodeldolor de Pritchard, se lo arrancó, despellejando el dedo de piel quemada ychamuscadaalmismotiempo.

Losgritosdelcapitántardaronunratoencalmarsey,cuandosecalló,lacabezaquedó colgando sobre el pecho y un largo hilo de saliva chorreó al suelo delcamarote.

—Dameeso—ledijeaBlaney.—¿Porquédeberíadárteloati?—Vamos,Blaney…—comencéadeciryentoncesoímosalgo.Ungritoprovenientedefuera.—¡Barcoalavista!Noeraquenoshubiéramosolvidadodenuestrariña,másbienlahabíamosdejado

a un lado unmomentomientras Blaney decía: «Espera aquí», y señalando con supuñalsemarchódelahabitaciónparaverquépasaba.

Lapuertaabiertaenmarcabaunaescenadepánicofueray,cuandoelbarcodiounbandazo,secerródegolpe.ApartélavistadeallíparamiraralcapitánPritchardquesequejabadedolor.Nuncaquiseserpirata.ErauncriadordeovejasdeBristol.Unhombre en busca de aventura, es cierto. Pero de forma legal, no ilegal.No era undelincuente, un forajido. Yo no quería formar parte de la tortura de hombresinocentes.

—Desátame—dijoelcapitánconunavozsecaporeldolor—.Puedoayudarte.Puedogarantizarteelperdón.

—Simecuentalodelanillo.

www.lectulandia.com-Página69

Page 70: 6 ac black flag

ElcapitánPritchardmovíalacabezadespaciodeunladoaotrocomosiquisieradeshacersedeldolor.

—El anillo, ¿qué anillo…?—decía, confundido, intentando averiguar por quédemonios aquel joven mozo de cubierta estaba preguntándole por algo tanirrelevante.

—Un hombremisterioso que consideromi enemigo llevaba un anillo como elsuyo.Tengoqueconocersutrascendencia.

Serecompuso.Suvozeraresecaperomoderada.—Sutrascendenciaesungranpoder,amigomío,ungranpoderquepuedeusarse

paraayudarte.—¿Ysiesegranpoderseusóenmicontra?—Esotambiénpodríasolucionarse.—Creoqueyalohanusadocontramí.—Libérameyusarémiinfluenciaparasolucionarlo.Seacualseaeldañoquete

hayanhecho,puedoarreglarlo.—Incluyealamujerqueamoyaalgunoshombrespoderosos.Sus siguientes palabras me recordaron algo que el hombre encapuchado había

dichoaquellanocheenelcorral.—Hayhombrespoderososyhombrespoderosos.TejuroporlaBiblia,chico,que

lo que sea que te haya sucedido puede arreglarse. Lo que sea que te hayan hechopuedesolucionarse.

Yaestabatoqueteandolosnudos,perojustocuandolascuerdassesoltaronyseescurrieronhaciaelsuelodelcamarote,lapuertaseabrióderepente.EnelumbralsehallabaelcapitánDolzell.Conojosdeloco.Teníalaespadadesenvainada.Detrásdeél había ungran alboroto.Loshombresquehacía unmomento estabanpreparadospara subir a laGaleraAmazona, con una unidad de combate organizada como erapropiodeloscorsarios,derepenteseencontrabaninmersosenelcaos.

ElcapitánDolzelldijounapalabra,perofuesuficiente.Lapalabrafue«corsarios».

www.lectulandia.com-Página70

Page 71: 6 ac black flag

19

—¿Señor?—dije.YgraciasaDios,Dolzellestabademasiadopreocupadoporlosacontecimientos

comoparapreguntarsequéestabahaciendodetrásdelasilladelcapitánPritchard.—Vienenloscorsarios—gritó.Llenode terror aparté la vista deDolzell paramirar lasmanosque acababade

desatar.Pritchardrevivió.Yaunquetuvolaastuciademantenerlasmanosalaespalda,no

pudoresistirseyprovocóaDolzell.—EsEdwardThatch,quevieneanuestrorescate.Serámejorquecorra,capitán.

A diferencia de usted, Edward Thatch es un corsario fiel a laCorona y cuando lecuenteloquehatenidolugaraquí…

Condosgrandeszancadas,DolzellavanzórápidamenteyempujólapuntadesuespadacontraelvientredePritchard.Pritchardsetensóensuasiento,atravesadoporla hoja. Echó la cabeza hacia atrás y sus ojos al revés se clavaron en losmíos unsegundo,antesdequesucuerposedesplomaraenlasilla.

—Noledirásnadaatuamigo—gruñóDolzellmientrasretirabalaespada.LasmanosdePritchardcayeronsinvidaasuscostados.—Tienelasmanosdesatadas.LosojosacusadoresdeDolzellseapartarondePritchardparaclavarseenmí.—Suespada,señor,cortólacuerda—contestéypareciósatisfacerle.Sediolavueltaysaliócorriendodelcamarote.AlmismotiempoelEmperadorse

agitó.Más tardedescubriría que el barcodeThatchnoshabía dadode lado.Huboalgunosquedijeronqueelcapitánhabíacorridohacialaluchayqueelimpactodelanavedeloscorsarioslehabíatiradodelacubiertaporlabordaalagua.Habíaotrosqueafirmabanqueelcapitán,altenerlahorcaenmente,sehabíatiradoporunlateralparaevitarsucaptura.

Delasaladenavegacióncogíunalfanjeyunapistolaquememetíenelcinturónysalícorriendodelcamarotehacialacubierta.

Meencontréconunbarcoenguerra.Loscorsarioshabíanabordadoporestribor,mientras a babor la tripulación de la Galera Amazona había aprovechado laoportunidad para contraatacar. Nos superaban en número e incluso cuando corríahacia la refriega blandiendo mi espada, veía que la batalla estaba perdida. Por lacubierta corría a raudales lo que parecía un río de sangre y por todas partes veíahombresconlosquehabíaservidomuertos, tendidospor laregala,conloscuerposllenos de cortes sangrantes. Otros seguían luchando. Se oía el estruendo de losmosquetesylaspistolas,losalaridosagonizantesdelosmoribundos,losgritosdelosguerrerosenlosbucanerosatacantes.

Yaunasí,yomeencontrabaextrañamentefueradelabatalla.Lacobardíanuncahabíasidounproblemaparamí,peronoestoysegurodesiintercambiémásdedos

www.lectulandia.com-Página71

Page 72: 6 ac black flag

estocadas con uno de los enemigos antes de que el combate pareciera haberterminado.Muchosdenuestroshombresestabanmuertos.Elrestocomenzabaacaerde rodillas y dejaban caer las espadas sobre la cubierta, deseando, sin duda, laclemencia de nuestros invasores. Algunos todavía luchaban, incluyendo al primeroficial,Trafford,alqueacompañabaotrohombrequenoconocía—Melling,creoquesellamaba—,ymientrasyoobservaba,dosdeloscorsariosatacantesseabalanzaronsobreélalavez,moviendolasespadascontantafuerzaque,apesardeladestrezaquesetuvieraenelcombate,nadapodíadetenerlosyleempujaronhacialabaranda,abriéndolecortesenlacara,gritandomientrasambosleclavabanlasespadas.

ViqueBlaneyseencontrabaallí.Nomuylejos,tambiénestabaeltercercapitán,unhombrequemástardesabríaquesellamabaEdwardThatchyquealcabodeunosaños elmundo conocería comoBarbanegra. Era igual que lo describía la leyenda,aunqueentoncesnotuvieralabarbatanlarga:altoydelgado,conelpelomorenoyabundante.Habíaestadoenlarefriega,teníalaropasalpicadadesangrequegoteabadelahojadesuespada.Élyunodesushombreshabíanavanzadoporlacubiertayyomehallabacondosdemiscompañerosdebarco,TraffordyBlaney.

Blaney.Teníaqueserél.Y ahora la batalla había terminado. Vi que Blaney me miraba a mí, luego a

TraffordydespuésaThatch.FormóunplanyalinstantellamóaThatch.—Señor,¿puedoacabarconellosporusted?Giró su espada para apuntarnos a Trafford y a mí, y me dedicó una sonrisa

maliciosa.Ambosnosquedamosmirándolesindarcrédito.¿Cómopodíahacereso?—¡Menudocabróndespreciable estáshecho!—gritóTrafford, indignadopor la

traición,yseabalanzósobreBlaneyblandiendosualfanjemásconesperanzaqueconexpectativa,amenosquesuexpectativafueramorir,porqueesofueexactamenteloquesucedió.

BlaneyseapartósinproblemasaunladoyalmismotiempoleclavólaespadaenelpechoaTraffordconunmovimientopocolimpio.Lacamisadelprimeroficialserasgóy lasangreempapólapartedelantera.Lanzóungruñidodedolorysorpresa,pero eso no le impidió atacar por segunda vez, incluso con más furia, aunquelamentablemente. Blaney le castigó por ello, cortándole de nuevo con el alfanje,estocada trasestocada, alcanzandoaTraffordunayotravezen lacarayelpecho,incluso después de que Trafford hubiera dejado caer su propia espada. Cayó derodillas y, con un espantoso quejido y la sangre borbotando de los labios, saliódespedidoporlacubiertaysequedóinmóvil.CogíunaespadaymeabalancésobreBlaney, pero mi ataque fue tan descuidado como el del pobre Trafford, y Blaneyapenasseesforzóparadesarmarme.

El resto de la cubierta había quedado en silencio. Todos los hombres quequedaban vivos ahoramiraban hacia nosotros, cerca de la entrada al camarote delcapitán,dondesoloquedábamosBlaneyyyoentrelosinvasoresylapuerta.

www.lectulandia.com-Página72

Page 73: 6 ac black flag

—¿Acabo con él, señor?—preguntó Blaney con la punta de su espada en micuelloyvolvióasonreírburlonamente.

La multitud pareció apartarse alrededor de Edward Thatch mientras esteavanzaba.

—Bueno…—Señaló a Blaney con su alfanje, que seguía goteando sangre denuestratripulación—.¿Porquémellamas«señor»,muchacho?

LapuntadelaespadadeBlaneymehacíacosquillasenelcuello.—Esperabaunirmeausted,señor—respondió—,ydemostrarlemilealtad.Thatchcentrósuatenciónenmí.—Ytú,joven,¿quétienesenmente?Merefieroademásdemoriramanosdeun

compañero.¿Tegustaríaunirteamitripulacióncomocorsarioomorircomopirata,yaseaamanosdetucompañeroodevueltaacasa,aInglaterra?

—Yonuncaquiseserpirata,señor—respondíenseguida.(Dejadesonreír)—.Loúnico que quería era ganar algo de dinero para mi esposa en Bristol, señor, peroganadohonradamente.

(UnBristoldelquemehabíandesterradoyunaesposaalaquemeimpedíanver.PerodecidínomolestaraThatchconlospequeñosdetalles).

—Sí.—Thatch se rio y extendió un brazo para señalar detrás de él a la grancantidaddehombrescapturados—.Ysupongoquepodemosdecirlomismodecadamiembrodetutripulaciónquehaquedadoconvida.Todosloshombresjuraránquenuncatuvieronintencióndeconvertirseenpiratas.Dicenqueseloordenósucapitán.Quelesobligaronencontradesuvoluntad.

—Gobernabaconmanodehierro,señor—dije—.Todos losquehanhechoesaafirmaciónestabandiciendolaverdad.

—Teruegoquemecuentescómoconsiguióvuestrocapitánconvencerosdeentrarenesteactodepiratería—exigióThatch.

—Diciéndonos que pronto seríamos piratas de todos modos, señor, cuando sefirmaraunacuerdo.

—Bueno,lomásprobableesquetuvierarazón—susurróThatchpensativamente—. No voy a negarlo. Aun así, eso no es excusa. —Sonrió abiertamente—. Nomientrasyosigacomocorsario.JuréprotegeryayudaralaarmadadeSuMajestad,loque incluyevigilar embarcaciones como laGaleraAmazona.Bueno, no eres unespadachín,¿verdad,chico?

Neguéconlacabeza.Thatchserio.—Sí,esoesevidente.Aunquenotehaimpedidoabalanzartesobreestehombre,

¿no? Sabiendo que encontrarías la muerte en la punta de su espada. ¿Por qué lohiciste,entonces?

Meericé.—Blaneysehabíavueltountraidor,señor;mesacódemiscasillas.Thatch metió la punta de su alfanje en la cubierta, apoyó ambas manos en la

www.lectulandia.com-Página73

Page 74: 6 ac black flag

empuñadurayapartólosojosdemíparamiraraBlaney,quehabíaañadidoreceloasucarahabitualdeenfadoporincomprensión.Sabíacómosesentía.PorlaconductadeThatch era imposible saber por quién se inclinaba. Se limitó amirarme amí ydespuésaBlaneyyluegoamíotravez.

—Tengo una idea—bramó al fin y todos los hombres en cubierta parecieronrelajarsedeinmediato—.Arreglemosestoconunduelo.¿Quédecís,muchachos?

Como en una balanza, el ánimo de la tripulación se elevó mientras el mío sehundía. Apenas había usado una espada. Blaney, por el contrario, era un expertoespadachín.Resolveríaelasuntoenunabrirycerrardeojos.

Thatchserio.—Ah,peronoconespadas,muchachos,porqueyahemosvistoqueestedeaquí

tieneciertadestrezaconlahoja.No,sugierounapelealimpia.Sinarmas,nisiquieracuchillos.¿Tevabien,chico?

Asentíconlacabeza,pensandoquepreferíanopelear,perounapelealimpiaeralomejorquepodíaesperar.

—Bien.—Thatch dio una palmada y su espada vibró en lamadera—.Vamos,muchachos,formaduncírculoparaquepuedanempezarestosdoscaballeros.

Eraelaño1713ymehallabaalbordedelamuerte,deesoestabaseguro.Ahoraquelopienso,esofuehacedoceaños,¿no?Seríaelañoenquenaciste.

www.lectulandia.com-Página74

Page 75: 6 ac black flag

20

—Entoncescomencemos—ordenóThatch.Los hombres subieron por las jarcias y se colgaron de los mástiles. Había

hombresenlosflechastes,lasbarandasylascubiertassuperioresdelostresbarcos.Todos y cada uno de ellos estiraban el cuello para verlo mejor. Actuando para elpúblico, Blaney se arrancó la camisa para quedarse solo con los pantalones.Consciente de mi torso enclenque, hice lo mismo. Entonces bajamos los codos,alzamoslospuñosynosestudiamosdetenidamente.

Mi oponente sonrió con sorna tras sus antebrazos alzados. Los puños eran tangrandes como jamones y el doble de duros. Los nudillos eran como narices deestatuas.No,estenoeraelduelodeespadasqueBarneyprobablementequería,peroera lo siguiente mejor. La oportunidad de pulverizarme con el consentimiento delcapitán.Dedarmeunapalizademuerte sin arriesgarse aprobar el látigodenuevecolas.

En las cubiertasy las jarcias seoían losgritosde la tripulación, interesados enpresenciarunbuencombate.Conloquequierodeciruncombatesangriento.Soloporlossilbidoscostabasabersiteníanunfavorito,peromepuseensulugar:¿quéquerríaversifueraellos?Querríaverdeporte.

«Puesdémoselo»,pensé.Alcémás lospuñosypenséenqueBlaneyhabíasidocomounenormegranoenelculodesdequeyohabíapuestoelpieabordo.Nadiemás. Solo él. Ese imbécil retrasado. Todomi tiempo en el barco lo había pasadoesquivandoaBlaneyypreguntándomeporquémeodiaba,dadoquenoeraestiradoniarrogantecomolohabíasidoencasa.Lavidaenelmarhabíadominadoesapartedemí.Meatreveríaadecirquehabíamaduradounpoco.Loqueestoydiciendoesquenoteníaningúnmotivorealparaodiarme.

Peroentoncessemeocurrió.Larazón.Meodiabaporquesí.Soloporquesí.Ysinohubieraestadoporallíparaquemeodiara,habríaencontradoaotrapersonaqueme sustituyera. Uno de los mozos de camarote, quizás. Uno de los negros.Simplementelegustabaodiar.

Y por eso le odiaba yo, y canalicé ese sentimiento, ese odio. ¿Perplejo por suhostilidad?Lotransforméenodio.¿Leevitabadía trasdía?Lotransforméenodio.¿Teníaquemirarsuestúpidacaradeburrodíatrasdía?Lotransforméenodio.

Yporesarazónelprimergolpefuemío.Avancéypareciósalirexplotandodemí.Meaprovechédemivelocidadymitamaño,meagachébajosuspuñosprotectoresylemachaqué el plexo solar.Soltóun«uf»y retrocedió tambaleándose.La sorpresamásqueeldolorlehizobajarlaguardia,loquemebastóparamovermerápidamentealaizquierda,llevarhaciadelanteelpuñoizquierdoyencontrarunlugarencimadesuojoderechoque,duranteundeliciososegundo,creíquepodríaserperfectoparaterminarconél.

Loshombres lanzaronun rugidode aprobacióny sedde sangre.Había sidoun

www.lectulandia.com-Página75

Page 76: 6 ac black flag

buen puñetazo. Lo suficiente para abrir un corte que empezó a gotear un chorrocontinuode sangrepor su rostro.Perono,nohabíabastadoparamatarley sucarareflejaba aún más desconcierto que su expresión de enfado habitual por nocomprender nada. Estaba inclusomás furioso. Le había propinado dos golpes y élningunoamí.Nisiquierasehabíamovidodelsitio.

Retrocedí.Noesque fueramuyhábil conel juegodepiernas,perocomparadoconBlaneyeraágil.Además,teníaventaja.Habíavertidolaprimeragotadesangreyteníaalpúblicodemilado.DavidcontraGoliat.

—¡Vamos, gordo asqueroso! —le provoqué—. Vamos, esto es lo que queríashacerdesdeelprimermomentoenquepiséelbarco.Veamosloquetienes,Blaney.

Latripulaciónmehabíaoídoygritabasuaprobación,talvezpormisagallas.Porelrabillodelojo,viaThatchecharhaciaatráslacabezayreírse,conlamanoenlabarriga. Para guardar las apariencias, Blaney tenía que actuar. Tengo quereconocérselo.Yactuó.

Friday me dijo que Blaney era un experto con la espada y era un miembroesencial del pelotón de abordaje del Emperador. Pero no había mencionado queBlaney también era bueno con los puños. Se le había olvidado. Y yo, por algunarazón,nuncasupusequesupieraboxear.Perounodelosconsejosnáuticosquehabíaaprendidoeraquenuncasedebíasuponernaday,enestaocasiónalmenos,loignoré.Unavezmásmiarroganciamehabíametidoenproblemas.

¡Qué rápido se volvió la multitud cuando Blaney atacó! Nunca caigas en unapelea.Esa era la regla de oro.Nunca caigas en una pelea. Pero nome quedómásremediocuandomediounpuñetazoycomenzaronasonarcampanasenmicabezamientras iba a gatas por la cubierta y escupía dientes acompañados de un hilo desangre y flemas. Mi vista tembló y se nubló. Me habían golpeado antes, claro,muchasveces,peronunca,nuncatanfuertecomoentonces.

Entreeltorrentededoloryelbramidodelosespectadores—bramabansudeseodesangreyBlaneyibaadársela,congusto—,seinclinóhaciamí,acercandolacaralo suficiente para que oliera su aliento rancio, que salía como niebla sobre unosdientesnegrosypodridos.

—«Gordoasqueroso»,¿eh?—dijoyescupióunaflemaverde.Noté labofetadadel esputoenmi rostro.Unacosaque sehadedecir sobre la

provocaciónde«gordoasqueroso»esquesiempreleshacemoverse.Entoncessepusoderechoysubotaseacercótantoamicaraquevilasgrietasen

elcueroy,todavíaintentandodeshacermedeldolor,levantéunamanopatéticacomosiquisierapararlainevitablepatada.

La patada, en cambio, cuando vino hacia mí no iba dirigida a mi cara, sinodirectamentealvientre,yfue tanfuertequemelevantódelsueloycaídeespaldassobre la cubierta. Por el rabillo del ojo vi a Thatch y quizá si había pensado queestabaafavordemíenelcombate,habíasidounerror,porquesereíaconlasmismasganasdemidesgraciaquecuandosacudíaBlaney.Rodédébilmentehastaponerme

www.lectulandia.com-Página76

Page 77: 6 ac black flag

deladomientrasveíaqueBlaneyveníahaciamí.AlzólabotaparaaplastarmeymiróaThatch.

—¿Señor?—preguntó.Alamierda,noibaaquedarmeesperando.Conungruñido,leagarréelpie,selo

retorcí y le tumbé sobre la cubierta. Los espectadores se estremecieron con nuevointerés.Silbaronygritaron.Aclamaronyabuchearon.

No les importaba quién ganara. Solo querían espectáculo. Pero ahora Blaneyhabíacaídoyconunaoleadadefuerzarenovadameabalancésobreél,aporreándoleconlospuñosalmismotiempoquellevabalasrodillasasuentrepiernayestómago,atacándolecomounniñoenmediodeunapataleta,confiandocontratodaesperanzaenpoderderribarloconungolpedesuerte.

Noloconseguí.Esedíanohabíagolpesdesuerte.Blaneymeagarrólospuñosylosllevóhaciaunladoparagolpearmeconlapalmadelamanoenlacarayenviarmevolando hacia atrás. Oí como se me rompía la nariz y noté que la sangre salía aborbotones del labio superior. Blaney se acercó con pesadez y en esta ocasión noesperó el permiso de Thatch. Esta vez iba amatarme. En sumano destellaba unahoja…

Seoyóelestruendodeunapistolayunagujeroaparecióensufrente.Sequedóboquiabiertoyelgordoasquerosocayóderodillas,muerto,enlacubierta.

Cuandosemeaclarólavista,viqueThatchmetendíaunamanoparaayudarmealevantarmedelsuelo.Enlaotrasosteníauntrabucodechispa,todavíacaliente.

—Tengounavacanteenmitripulación,muchacho—dijo—.¿Quieresocuparla?Asentíconlacabezamientrasmeponíaenpieybajélavistahaciaelcuerpode

Blaney.Unavolutadehumoseelevódelagujerosangrantedesufrente.«Deberíashabermematadocuandotuvistelaoportunidad»,pensé.

www.lectulandia.com-Página77

Page 78: 6 ac black flag

21

Marzode1713

Akilómetrosdedistancia,enunlugarquenuncahabíavisitadoynuncavisitaría—aunque,despuésdetodo,nuncaerademasiadotarde—ungrupoderepresentantesdeInglaterra,España,Francia,PortugalyHolandaestabansentadospararedactarelborradordeunaseriedetratadosqueterminaríancambiandotodasnuestrasvidas,nosobligaríanatomarunanuevadirección,romperíannuestrossueños.

Peroesoaúnestabaporllegar.Antesmehallabaadaptándomeaunanuevavida,unavidaquemegustabamucho.

Eraafortunado,supongo,porqueEdwardThatchmehabíaacogido.Decíaqueeraunluchador.Ycreoquelegustabatenermeporallí.Solíadecirqueconmigoteníaaunapersonade confianzay estaba en lo cierto, así era; porqueEdwardThatchmehabía rescatado de embarcarme en una vida de delincuencia bajo las órdenes delcapitánDolzell;bueno,deesoode terminararrojadopor labordacomoalgunodeaquellospobrestipos.Graciasasuintervención,ygraciasacontarconsuprotección,podríaconvertirmeenunhombredeprovecho,regresaraBristolconCarolinecomounhombredecalidad,conlacabezabienalta.

Y,sí,soloporquetúyyosepamosquenosaliódeesamanera,nolohacemenoscierto.

La vida en elmar eramuy parecida a como había sido antes, pero con ciertasdiferenciasatractivas.NohabíaningúnBlaney,claro.Loúltimoquevideeselastreen mi vida fue su cuerpo deslizándose hacia el mar como una ballena muerta. Ytampoco estaba el capitán Alexander Dolzell. Acabó condenado a muerte por losbritánicosen1715.Sinesosdos, lavidaenelbarcomejoróinmediatamente;era lavidadeuncorsario.Ydeesemodoentablábamoscombatecuandopodíamosconlosespañolesylosportugueses,nosllevábamoselbotíncuandopodíamos,yjuntoconlashabilidadesdeunmarinerocomencéaperfeccionarelartedelcombate.Thatchmepusobajosuprotección.Deélaprendíamejorarmidestrezaconlaespadaymeenseñóausarlapistola.

YgraciasaEdwardThatchtambiénaprendíciertafilosofíadevida,unafilosofíaque él en su época aprendió de otro bucanero mayor, un hombre al que servíaEdward,quetambiénseríamimentor.UnhombrellamadoBenjaminHornigold.

¿YdóndeibaaconoceraBenjaminsinoeraenNasáu?Noestoysegurodequealgunavezconsideráramosrealmente«nuestro»elpuerto

deNasáuenlaislaNuevaProvidencia,porquenoéramosasí.Peroeraunaespeciedeparaíso para nosotros, con los abruptos acantilados a un lado, su larga playa enpendientequebajabahaciaunmarpocoprofundo—demasiadopocoprofundoparalosbuquesdeguerradeSuMajestad—,elmuelledondedescargábamoselbotínylas

www.lectulandia.com-Página78

Page 79: 6 ac black flag

provisiones, y la fortaleza en la ladera de la colina, que daba a una colecciónvariopinta de casuchas, cabañas y destartaladas terrazas de madera. Por supuesto,teníaunpuertomaravilloso,dondelasembarcacionesdisfrutabandeunrefugiofrentea los elementos y frente a nuestros enemigos. Dificultaba aún más el ataque elcementeriodebarcos,dondelosrestosdelasestructurasdeembarcacionesquemadasyencalladaseranunaadvertenciaparalosincautos.Habíapalmeras,oloraaguademarybreaenelaire,tabernasyronabundante.YEdwardThatchestabaallí.AligualqueBenjaminHornigold.

MegustabaBenjamin.HabíasidoelmentordeBarbanegra,igualqueBarbanegraeraelmío,ynohabíamejormarineroqueBenjaminHornigold.

Yaunasí,aunquecreasquesolodigoestoporloquesucedióposteriormente,vasa tener que creerme cuando te juro que es verdad. Siempre pensé que había algoúnicoenél.Noerasoloquetuvieseunportemásmilitaryunanarizaguileñacomoun encopetado general inglés, sino que se vestía también diferente, más como unsoldadoquecomounbucanero.

Peroaunasí,megustaba;sinomegustabatantocomoEdward,bueno,entoncesle respetaba igualquea él, si nomás.Al finy al cabo,Benjaminera elquehabíaayudadoafundarNasáu.Soloporeso,megustaba.

EstabanavegandoconEdwardenjuliode1713,cuandoasesinaronalintendenteenunviajeatierra.Dossemanasmástarderecibimosunmensajeymellamaronalasdependenciasdelcapitán.

—¿Sabesleer,hijo?—Sí,señor—respondí,ypenséuninstanteenmiesposaqueestabaencasa.Edwardestabasentadoenunladodesumesadenavegaciónenvezdedetrásde

ella.Teníalaspiernascruzadasyllevabaunaslargasbotasnegras,unfajínrojoenlacinturay cuatropistolas enunagruesa correade cueroque le atravesabaelpecho.Juntoaélhabíamapasycartas,peroalgomedecíaquenoeraesoloquequeríaqueleyese.

—Necesitounnuevointendente—dijo.—Oh,señor,nocreoque…Soltóunacarcajadaysedioconlaspalmasenlosmuslos.—No, hijo, yo tampoco lo «creo». Eres demasiado joven y no tienes la

experiencianecesariaparaserintendente.¿Noescierto?Memirélasbotas.—Venaquí—dijo—yleeesto.Hiceloquemepidieronyleíenvozaltaunabrevecomunicaciónconnoticiasde

untratadoentrelosingleses,losespañoles,losportugueses…—¿Significaeso…?—preguntéalacabar.—Asíes,Edward—contestó,yfuelaprimeravezquemellamóporminombre

envezdedirigirseamíconun«hijo»oun«muchacho».Enrealidad,creoquenovolvióallamarme«hijo»ni«muchacho»—.EsosignificaquetucapitánAlexander

www.lectulandia.com-Página79

Page 80: 6 ac black flag

Dolzellteníarazónyquelosdíasdegloriadeloscorsarioshanterminado.Mástardedaréaconocerlanoticiaalatripulación.¿Meseguirás?

Lehabríaseguidohastaelfindelmundo,peronoselodije.Melimitéaasentir,comosituvieramuchasmásopciones.

Memiró.Todoesepelonegroy labarba leconferíanasusojosunbrilloextrapenetrante.

—Seráspirata,Edward,unhombreenbuscaycaptura.¿Estássegurodequeestoesloquequieres?

Adecirverdad,no,pero¿quéremediomequedaba?NopodíaregresaraBristol.Nomeatrevíaavolversinunbuenmontóndedineroylaúnicamaneradehacermericoeraconvirtiéndomeenpirata.

—ZarparemoshaciaNasáu—dijoThatch—.PrometimosreunirnosconBenjaminsi esto sucedía alguna vez.Me atrevería a decir que uniremos fuerzas, puesto queambos perderemos tripulación tras este anuncio. Me gustaría tenerte a mi lado,Edward.Tienes valor, corazóny destreza en el campodebatalla, y siemprepuedousaraunhombredeletras.

Asentí,halagado.Aunque al volver a mi hamaca y estar solo, cerré los ojos por miedo a que

pudieranbrotarlaslágrimas.Nohabíaidoalmarparaserpirata.Oh,porsupuesto,noveíaningunaotraopciónsinoseguiresecamino.Otrosestabanhaciéndolo,incluidoEdwardThatch.Peroaunasí,noeraloquequeríahacer.Nuncaquiseserunforajido.

Sin embargo, como digo, no me quedaba más remedio. Y a partir de esemomento,abandonémisplanesderegresaraBristolcomounhombredecalidad.LomejorquepodíaesperareraregresaraBristolcomounhombreacaudalado.Apartirdeesemomento,miobjetivofuelaadquisiciónderiquezas.Apartirdeesemomento,meconvertíenpirata.

www.lectulandia.com-Página80

Page 81: 6 ac black flag

SEGUNDAPARTE

www.lectulandia.com-Página81

Page 82: 6 ac black flag

22

Juniode1715

No hay nada que suene tan fuerte como el estallido de un cañón. Sobre todocuandoexplotajuntoatuoído.

Escomosi tegolpearanconnada.Unanadaqueparecequereraplastarte.Ynoestássegurodesisetratadeunefectoóptico,porelimpactoyelmareoqueprovocala explosión, o si el mundo de verdad está temblando. Probablemente ni siquieraimporte.

En alguna parte impacta el cañonazo. Los tablones del barco se astillan. Hayhombresconlosbrazosylaspiernasmutilados,yhombresquebajanlamiradayenlospocossegundosquelesquedanantesdemorirsedancuentadequeyanotienencuerpoyempiezanagritar.Loúnicoqueoyesacontinuaciónsonloschirridosdeuncascodañadoylosdesgarradoresalaridosdelosmoribundos.

Nuncateacostumbrasalestallidodeuncañón,almodoenqueabreunagujeroentumundo,peroeltrucoestáenrecuperarserápidamente.Eltrucoestáenrecuperarsemásdeprisaquetuenemigo.Asíescomosobrevives.

Nos encontrábamos en la costa del cabo Buena Vista, en Cuba, cuando losingleses atacaron. Los llamábamos ingleses por el bergantín, aunque los inglesesconstituían el centro de nuestra tripulación y yomismo era inglés de nacimiento einglés de corazón. Pero no contaba para nada como pirata. Eras enemigo de SuMajestad(elreyJorgehabíasucedidoalareinaAna),enemigodelaCorona.LoqueteconvertíaenenemigodelaarmadadeSuMajestad.Deesemodo,cuandoseoía:«¡Barco a la vista!» y veíamos la enseña roja en el horizonte, al ver una fragatahaciendoespumamientrasavanzabaennuestradireccióny figurascorriendodeunladoaotroenlacubierta,loquedecíamosera:«¡Losinglesesestánatacando!¡Losingleses están atacando!», sin tener en cuenta pequeños detalles como cuáles erannuestrasverdaderasnacionalidades.

Yesta venía con rapidezhacia nosotros. Intentábamosdar la vuelta para ponerdistancia entre nuestro barco y sus cañones de seis libras, pero se nos echaronencima, cortándonos el paso por la proa; los teníamos tan cerca que veíamos elblancodelosojosdelatripulación,elbrillodesusdientesdeoro,eldestellodelsolenelaceroquesosteníansusmanos.

Lasllamasbrotaronensuslateralescuandoestallaronloscañones.Elacerorasgóelaire.Nuestrocascochirrióycrujiócuandolosdisparosencontraronsuobjetivo.Sehabíapasadoeldíalloviendo.Ygraciasalhumodelapólvoraseibaapasarlanochelloviendo. Nos llenó los pulmones, nos hizo toser, nos asfixió, resoplamos, y nosenvióaúnmáshacialaconfusiónyelpánico.

Yentoncesllegabaaquellasensacióndelmundoquebrándose,esaimpresión,esos

www.lectulandia.com-Página82

Page 83: 6 ac black flag

momentosenlosquetepreguntabassitehabíanalcanzado,siquizásestabasmuerto,ytalvezasíeracomotesentíasenelcielo.Olomásprobable—enmicasoalmenos—,enelinfierno.Ydesdeluegodebíadeserlo,porqueelinfiernoeshumo,fuego,dolorygritos.Asíqueenrealidad,estuvierasonomuerto,nohabíadiferencia.Fueracomofuese,estabasenelinfierno.

Alprimerestallido, levanté losbrazosparaprotegerme.Porsuerte.Notéquesemeclavabanenelbrazofragmentosdemaderaastilladaquedeotromodomehabríanperforado la cara y los ojos, y el impacto bastó para hacerme retrocedertambaleándome,tropecéycaí.

Usaban palanquetas, unas grandes barras de hierro que dejaban un agujero enprácticamente todo, siempre y cuando estuvieran lo bastante cerca. En este caso,funcionaron.Alosinglesesnolesinteresabaabordarnos.Comopiratascausaríamoselmenordañoposibleennuestroobjetivo.Nuestropropósitoerasubirabordodelaembarcaciónysaquearla,durantevariosdíassieranecesario.Eradifícilsaquearunbarco que se hundía. Sin embargo, los ingleses —o este mando en particular, almenos— o sabían que no teníamos ningún tesoro a bordo o no les importaba;simplementequeríandestruirnos.Yestabanrealizandounbuentrabajo.

Meobligué aponermedepiey sentí algo calienteque corría pormibrazo.Almirar,vique salía sangreporunaastillaquemanchaba los tablonesde lacubierta.Conungestodedolor,mearranquélamaderadelbrazoylalancéporlacubierta,sinapenasdarmecuentadeldolormientrasintentabaveratravésdelhumodelapólvoraylafuertelluvia.

Se alzó una ovación en la tripulación de la fragata inglesa cuando pasórápidamentejuntoanuestroestribor.Seoyóelestallidoyelsilbidodelosmosquetesy los trabucos de chispa. Las granadas y los tarrosmalolientes nos caían encima,explotabanenlacubiertayseañadíanalcaos,a losdestrozosyalhumoasfixiantequenosenvolvíacomounamortaja.Lostarrosmalolientesenparticularsoltabanunatrozgassulfurosoqueponíaaloshombresderodillasydejabaelairetandensoynegroquecostabaver,calcularlasdistancias.

Aun así, vi la figura encapuchada que se hallaba en la cubierta del castillo deproa.Teníalosbrazoscruzadosyseguíavestidoconsutúnica,comportándosecomosilosacontecimientosquesedesarrollabananteélnolepreocuparanlomásmínimo.Esolosabíaporsuposturaysusojosquebrillabandebajodelacapucha.Unosojosqueduranteunsegundoseclavaronenmí.

Entoncesanuestrosatacantesselostragóelhumo.Unbarcofantasmaaparecióenmediodelaireviciadoporelpolvo,lalluviasofocanteylosgasesasfixiantesdelostarrosmalolientes.

Amialrededor solooía el sonidode lamaderaalpartirsey los alaridosde loshombres.Habíamuertospor todos lados,que inundabanconsusangre los tablonesdestrozados.Atravésdeunahendiduraenlacubiertaprincipalviaguabajocubiertayarribaoí losquejidosde lamaderayeldesgarredelvelodehumo.Alcé lavista

www.lectulandia.com-Página83

Page 84: 6 ac black flag

paraver nuestra velamayormediodestrozadapor las balas encadenadas.Unvigíamuertoconlamayorpartedelacabezadesprendidacolgabadelospiesdelacofayyahabíahombressubiendoporlosflechastesparaintentarcortarelmástilroto,perollegarondemasiadotarde.Yaestabaescorando,bamboleándoseenelaguacomounamujergordaquesedabaunbaño.

Por fin se aclaró bastante el humo y vimos que la fragata inglesa estabarodeándonosparautilizarsuscañonesdeestribor.Peroahoranocorríatantasuerte.Antesdeapuntaralbarco,elmismovientoquehabíadisipadoelhumoamainó,susvelas hinchadas se aplanaron y perdió velocidad. Nos habían dado una segundaoportunidad.

—¡Aloscañones!—grité.Losmiembrosde la tripulaciónqueaúnquedabandepieecharonacorrera los

cañonesencureña.Preparéuncañóngiratorioylanzamosunaandanadacontralaquenopudohacernadalafragataquenosatacaba.Nuestrosdisparoscausaroncasitantosdaños como los que nos habían ocasionado ellos. Y ahora nos tocaba a nosotrosalegrarnos. La derrota se había convertido si no en una victoria, al menos en unahuidaconsuerte.Talvezalgunosdelosnuestrosinclusosepreguntabanquétesoroshabríaen lanavebritánica,yviaunoodos, lospocosoptimistas,conganchosdeabordaje,hachasypunzones,dispuestosaatacarelbarcoycogerlosdeunoenuno.

Perocualquierplansetruncóporloquesucedióacontinuación.—¡Elalmacén!—gritóalguien.—Estáardiendo.Lanoticiafueseguidadegritos,ymientrasmirabadesdemipuestoenelcañón

giratoriohaciaproa,vilasllamasalrededordelabrechaenelcasco.Entretanto,enlapopaseoíanlosgritosdenuestrocapitán,elcapitánBramah,mientrasenlacubiertadepopadelbarcodeenfrente,elhombredelatúnicaentróenacción.Literalmente.Descruzólosbrazosyconunsaltocortosecolocósobrelabarandilladelacubiertayalinstantecruzóanuestrobarco.

Durante unmomento,me dio la impresión de que era un águila, con la túnicaextendidaasuespaldaylosbrazosabiertoscomounasalas.

A continuación vi caer al capitán Bramah. Agachado sobre él, el hombreencapuchadoretiróelbrazoydesumangasalióunahojaoculta.

Esahoja.Medejóparalizadounsegundo.Las llamasde lacubiertaardiendolailuminaronyentonceselhombreencapuchadoselaclavóalcapitánBramah.

Mequedémirándolefijamente,conmialfanjeenlamano.Detrásapenasoíalosgritosdelatripulaciónmientrasintentabanenvanoimpedirqueelfuegosepropagaraporelpolvorín.

«Se incendiará—pensé distraídamente—. El polvorín explotará». Pensé en losbarriles de pólvora que había allí almacenados. El barco inglés estaba lo bastantecerca para que la explosión agujereara seguramente el casco de ambasembarcaciones. Eso lo sabía, pero solo eran pensamientos distantes. El hombre

www.lectulandia.com-Página84

Page 85: 6 ac black flag

encapuchado me tenía embelesado con su trabajo. Cautivado por aquel agente demuerte,quehabíaignoradolamatanzaasualrededormientrasaguardabaelmomentooportunoyesperabaparaatacar.

Habíaterminado,elcapitánBramahestabamuerto.Elasesinoalzólamiradadelcadáver del capitán y una vezmás nuestros ojos se encontraron, solo que en estaocasiónalgoestallóensusfacciones;alinstantesepusodepiedeunsolosaltoágilquediosobreelmuertoyseabalanzósobremí.

Alcémialfanje,decididoanoentrarfácilmenteenelgranmisterio.Yentoncesen la popa —de hecho, en el polvorín, donde nuestros hombres no habían sidocapacesdesofocarelfuegocuyasllamashabíanencontradoelalmacéndepólvora—seoyóunagranexplosión.

Del estallido, salí volando por la cubierta, describiendo un círculo en el aire yencontrandounmomentodeperfectapaz,sinsabersiestabavivoomuerto,siseguíateniendo todosmismiembros, aunqueenesemomentonome importara.Sin saberdóndehabíaidoaparar:simehabíaestrelladocontra lacubiertadeunbarcoymehabía roto la espalda, sihabíaaterrizadoempalado sobreunmástilpartidoo simehabíalanzadohaciaelojodelinfiernoenelalmacén.

Oloqueenrealidadmehabíapasado:caeralmar.Alomejorestabavivo,alomejorestabamuerto,alomejorestabaconsciente,a

lo mejor no. Fuera como fuese, parecía estar no muy lejos de la superficie,observandoelmarqueteníaencima:unamanchacambiantedetonosnegros,grisesynaranjasporlasllamasdelosbarcosqueardían.Juntoamípasaroncadáveresconlosojos muy abiertos, como si estuvieran sorprendidos a pesar de estar muertos.Descoloraronelaguaenlaquesehundieron,dejandounreguerodetripasytendonesfibrosos como tentáculos.Viunpalodemesana rotogirando en el aguay cuerposatrapadosenlasjarciasquelesarrastrabanhastalasprofundidades.

PenséenCaroline.Enmipadre.LuegoenmisaventurasabordodelEmperador.Pensé en Nasáu, donde solo había una ley: la ley de los piratas. Y, por supuesto,penséencómoEdward—EdwardThatch—mehabíaguiadodecorsarioapirata.

www.lectulandia.com-Página85

Page 86: 6 ac black flag

23

Penséentodoesomientrasmehundía,conlosojosabiertos,conscientedetodolo que sucedía a mi alrededor: los cadáveres, los restos de los barcos… Eraconsciente,aunquenomepreocupaba.Comosiestuvieraocurriéndoleaotrapersona.Almirar atrás, sé por qué fue en ese breve instante—y fue breve—mientrasmehundíaenelagua.Enesemomentohabíaperdidolavoluntaddevivir.

Alfinyalcabo,Edwardmehabíaadvertidorespectoaestaexpedición.Medijoquenofuera.«EsecapitánBramahesunproblema—mehabíadicho—.Recuerdaloquetedigo».

Teníarazón.Yyoibaapagarconmividapormicodiciayestupidez.Y entonces la encontré de nuevo. La voluntad de aguantar. La encontré. La

agarré.Lazarandeé.Lallevécercademipechoydesdeaquelmomentonuncamásvolví a soltarla.Di patadas,moví los brazos yme dirigí a toda velocidad hacia lasuperficie,atravesandoelaguayrespirandoentrecortadamente.Impresionadoporlamatanza queme rodeaba, contemplé como se hundía lo último que quedaba de lafragatainglesaqueaúnestabaenllamas.Portodoelmarhabíafuegospequeñosqueel agua pronto apagaría, escombros flotando por todas partes y hombres, claro,supervivientes.

Entonces,talcomohabíatemido,lostiburonesempezaronaatacarycomenzaronlos gritos, gritos de terror al principio y luego,mientras los tiburones investigabancon más detenimiento, gritos de agonía que se intensificaban cuantos másdepredadores se reunían y comenzaban a alimentarse. Los gritos que había oídodurante labatalla,aunqueerandeangustia,noteníannadaqueverconlosalaridosquedesgarrabanaquellatardellenadehollín.

Fuiunodelosafortunados,cuyasheridasnobastaronparaatraerlaatencióndelostiburones,ynadéhastalaorilla.Enalgúnmomentomegolpeóuntiburónalpasar,pero por suerte estaba demasiado preocupado por unirse a la comilona como paradetenerse.Elpiesemeenganchóenloqueparecíaunaaletaenelaguayrecéparaquelasangrequegoteabanofuerasuficienteparatentaraqueeltiburónsealejaradela carnada más abundante en algún otro lado. Era una cruel ironía que los másgravementeheridosfueranlosprimerosenseratacados.

Digo«atacados»,peroyasabesaquémerefiero.Seloscomieron.Losdevoraron.Noteníamododesabercuántossobrevivieronalabatalla.Loúnicoquepuedodecires que vi a la mayoría de los supervivientes acabando como comida para lostiburones.YonadéalaseguridaddelaplayaencaboBuenaVistayallímedesploméaliviadoyagotado,ysilatierrafirmenohubieraestadohechatotalmentedearena,probablementelahabríabesado.

Habíaperdidoelsombrero.Miqueridosombrerodetrespicos,quehabíaestadoenmicabezatantodehombrecomodeniño.Loquenosabíaentonces,claro,eraquesetratabadelprimerpasoparaliberarmedelpasado,paradespedirmedemiantigua

www.lectulandia.com-Página86

Page 87: 6 ac black flag

vida.Además,aúnteníamialfanje,ysimedabanaelegirentreperdermisombrerooelalfanje…

Ybien,despuésdedarlasgraciasporlasuertequehabíatenidoyprestaratenciónporsioíaaotrosuperviviente,aunquesolosonabangritosdébilesalolejos,mepusebocarribayentoncesoíalgoamiizquierda.

Eraungruñido.Alecharunvistazo,vique la fuenteeraelasesinocon túnica.Habíaidoapararamuypocadistanciademíyhabíatenidosuerte,muchasuerte,deque los tiburonesnose lohubierancomido,porque,cuando rodósobresuespalda,dejóunamanchacarmesíenlaarena.Ymientrasyacíaallí,conelpechosubiendoybajando, su respiración era entrecortada y se llevó las manos al estómago. A unestómagoqueevidentementeestabaherido.

—¿Tambiéntuvistesuerte?—pregunté,riéndome.Habíaalgoenlasituaciónquemeresultabagracioso.Inclusodespuésdeaquellos

añosenelmar,todavíaseguíaexistiendoalgodelcamorristadeBristol,quenopodíaevitar quitarle importancia a la situación, por oscura que fuera. Me ignoró. O almenosignorólaocurrencia.

—LaHabana—gruñó—.TengoquellegaraLaHabana.Esaspalabrasmesacaronotrasonrisa.—Bueno,construiréotrobarco,¿no?—Puedopagarte—dijo con losdientes apretados—.¿Noes eso loquemásos

gustaalospiratas?Milescudos.Esohabíadespertadomiinterés.—Siguehablando.—¿Meayudarásono?—quisosaber.Unodenosotrosestabagravementeheridoynoerayo.Melevantéparaecharle

unvistazo,paraverlatúnicaenlaquesupuestamenteestabaescondidasuhoja.Mehabía gustado la pinta de aquella hoja. Tenía la impresión de que un hombre enposesióndeesaarmaenparticularpodríallegarlejos.Sobretodoenlaprofesiónquehabíaelegido.Noolvidemosqueantesdequeelpolvoríndemibarcoexplotaraesehombreestabaapuntodeusaresamismahojacontramí.Talvezcreasqueerauninsensible.Talvezcreasqueeracruelydespiadado.Pero,porfavor,comprendequeentalessituacionesunhombredebehacerloqueseanecesarioparasobrevivir,yunabuena lecciónque aprendes si estás en la cubierta de unbarco en llamas es dar elgolpefinal:terminareltrabajo.

Segundalección:sinoconsiguesterminareltrabajo,lomejoresnoesperarayudadetuobjetivoprevisto.

Y tercera lección: si de todas formas le pides ayuda al objetivo previsto,probablementeesmejornoenfadarseconél.

Portodosestosmotivostepidoquenomejuzgues.Tepidoquecomprendasporquélemirétanfríamente.

—Notieneseseorocontigo,¿verdad?

www.lectulandia.com-Página87

Page 88: 6 ac black flag

Memiró,susojoscentellearonuninstanteyenunsegundo,másrápidodeloquepodría haber previsto, hasta imaginado, sacó una pistola del bolsillo y la empujócontra mi estómago. El susto más que el impacto del cañón del arma me hizoretrocedertambaleándomehastacaermedeculoaunospasosdedistancia.Conunamanoagarrándoselaheridaylaotraapuntándomeconlapistola,sepusodepie.

—Malditospiratas—gruñóconlosdientesapretados.Vi su dedo emblanquecerse en el gatillo. Oí el chasquido del percusor de la

pistolaycerrélosojosesperandoundisparo.Perono llegó.Ydesde luegono lo oí. Sin dudahabía algo excepcional en ese

hombre—sugracia, suvelocidad, suatuendo, sueleccióndearmas—,peroseguíasiendosolounhombre,yningúnhombrepodíamandaralmar.Nisiquieraélpudoevitarqueselemojaralapólvora.

Cuarta lección: si vas a ignorar la primera, segunda y tercera lección,seguramenteseamejorquenosaquesunarmallenadepólvoramojada.

Alperdersuventaja,elasesinosediolavueltaysedirigiódirectamenteallímiteforestal,sujetándoseaúnconunbrazoelestómagoheridoyconelotroapartandolamaleza. Entró y desapareció. Durante un segundo, me quedé sentado, incapaz decreer enmi suerte: si hubiera sidoungatohabríausadoalmenosdosdemis sietevidas,yesosolohabíasidohastaentonces.

Luego, sin pensármelo dos veces—bueno, quizá tal vez sí lo pensé dos vecesporque, después de todo, le había visto en acción y, con herida o sin ella, erapeligroso—,salídetrásdeél.Teníaalgoqueyoquería.Suhojaoculta.

Oícomoatravesabalaselvamásadelante,asíque, ignorandolasramasquemegolpeaban la cara y esquivando las raíces amis pies, le perseguí.Aparté una hojaverdeygruesadeltamañodeunbanjoyvilahuelladesangrequehabíadejadoallíunamano.Bien.Ibaporbuencamino.Másadelanteseoyóelsonidodeunospájarosinquietos atravesando las copas de los árboles, y consideré que apenas debíapreocuparmeporperderleporquelajunglaenteraseagitabaporelsonidodesutorpeavance. Por lo visto, su gracilidad había desaparecido, se había perdido en ladescuidadaluchaporlasupervivencia.

—Tematarésimesigues—oíquedecíadelante.Lodudaba.Porloquepodíaver,susdíasdematarhabíanterminado.Yasíresultó.Lleguéalclarodondesehallaba,dobladoporeldolorenlaherida

delestómago.Estabaintentandodecidirquécaminotomar,peroaloírqueyosalíadeentre lamaleza, sevolvióhaciamíconungiro lentoydoloroso,comounancianosufriendoundolordebarriga.

Recuperóalgodesuviejoorgulloyciertoánimodeluchasereflejóensusojosaloírseelsonidodelmetaldeslizándose.Desumangaderechasaliólahoja,quebrillóenlapenumbradelclaro.

Semeocurrióquelahojadebíadehaberinspiradotemorensusenemigosy,siconseguíasquetusenemigostetuvieranmiedo,teníasmediabatallaganada.Laclave

www.lectulandia.com-Página88

Page 89: 6 ac black flag

era lograr asustarlos. Desgraciadamente, igual que habían terminado sus días dematar, lo mismo ocurría con su habilidad para inspirar terror en sus oponentes.Agotadoyencorvadoporeldolorquesufría,sutúnica,lacapuchaeinclusosuhojaparecíanbaratijas.Nomeprodujoningúnplacermatarloyposiblementeéltampocomerecíamorir.Nuestrocapitánhabía sidounhombrecruelydespiadado, alque legustabanlasflagelaciones.Dehecho,legustabantantoqueerapropensoarevelarsusecretoyadministrarlasélmismo.Disfrutabahaciendo loque llamaba«haceraunhombregobernadorde supropia isla», loqueenotraspalabraseraabandonarloenunaisladesierta.Nadiemásquesumadreibaallorarlamuertedenuestrocapitán.Elhombredelatúnicaprácticamentenoshabíahechounfavor.

Pero el hombre de la túnica también había estado a punto de matarme. Y laprimeraleccióneraquesitedisponesamataraalguien,serámejorquetermineseltrabajo.

Estoysegurodequeéleraconscientedeellomientrasmoría.Despuésrevolvíentresuscosas.Ysí,elcuerpotodavíaestabacaliente.Yno,no

estoy orgulloso, pero, por favor, no olvides que era—y soy— un pirata. Así querebusquéentresuscosas.Delinteriordesutúnicasaquéunacartera.

«Hummm—pensé—,untesoroescondido».Perocuando lavolquéenel sueloparaqueel sol secaraelcontenido loquevi

fue…, bueno, no se trataba de un tesoro. Era un extraño cubo de cristal, con unaabertura en un lado. ¿Un adorno, tal vez? (Más tarde descubriría lo que era, porsupuesto, y me reiría de mí mismo por pensar que no era más que un adorno).Tambiénhabíaunosmapasquedejéaunlado,asícomounacartaconunsellorotoquecuandoempecéaleerlamedicuentadequeconteníalaclaveparatodoloquequeríadelmisteriosoasesino…

SeñorDuncanWalpole:

Aceptosugenerosaofertayesperosullegadaconimpaciencia.Si de verdad posee la información que deseamos, tenemos losmedios pararecompensárseloespléndidamente.Aunquenolehevistolacara,creoquereconoceréeltrajetristementecélebredesuordensecreta.Portanto,vengaaLaHabanadeprisayconfíeenqueseletratarácomoaunhermano.Seráungranhonor conocerlepor fin, señor;ponerle rostroa sunombreyestrecharle lamanomientras le llamoamigo.Suapoyoanuestrasecretaymásnoblecausaesalentador.Sumáshumildeservidor,

ElgobernadorLaureanoTorresyAyala.

www.lectulandia.com-Página89

Page 90: 6 ac black flag

Leílacartadosveces.Yunaterceravezporsiacaso.«ElgobernadorTorresdeLaHabana,¿eh?»,pensé.«Lerecompensaremosespléndidamente,¿eh?».Unplanhabíaempezadoatomarforma.EnterréalseñorDuncanWalpole.Almenosledebíaeso.Sefuedeestemundotal

como había llegado —desnudo— porque necesitaba su ropa para comenzar miengaño y, aunqueme lo diga amímismo,me quedaba perfectamente. Tenía buenaspectoconsutúnica.Semeveíabienenelpapel.

Representaraquelrol,encambio,seríaunacuestiónmuydistinta.¿Quiéneraelhombreporelqueibaahacermepasar?Bueno,yatehehabladodelauraqueparecíarodearlo.Cuandoatésuhojaocultaamiantebrazoeintentéexpulsarlacomoélhabíahecho, bien…, no pasó nada.Retrocedí almomento en que le vi hacerlo e intentéimitarle.Unmovimientodemuñeca.Setratabadealgoespecial,evidentemente,paraevitarquelahojaseactivaraporaccidente.Sacudílamuñeca.Giréelbrazo.Movílosdedos.Todofueinútil.Lahojapermanecíatercamenteensuarmazón.Erapreciosayalavezaterradora,perosinoseengranabanobeneficiaríaennadaaunhombreniaunabestia.

¿Quéibaahacer?¿Llevarlaencimayseguirintentándoloconlaesperanzadedarconelsecretofinalmente?Poralgúnmotivodecidíqueno.Medabalaimpresióndequeesahojaestabarelacionadaconalgúnconocimientoarcano.Sidescubríanquelallevabaencima,podíatraicionarme.

Con tristeza la tiré y luegome dirigí a la tumba que había preparado paramivíctima.

—SeñorWalpole…—dije—,vayamosarecogersurecompensa.

www.lectulandia.com-Página90

Page 91: 6 ac black flag

24

Meencontréconellosa lamañanasiguienteen laplayadelcaboBuenaVista:había una goleta anclada en el puerto, botes que llegaban a tierra y cajonesdesembarcadosyarrastradosalaplaya,dondehabíansidoapiladosporloshombresalicaídos, sentados en la arena con las manos atadas, o tal vez por los soldadosinglesesaburridosquelosvigilaban.Cuandoyollegué,estabaacercándoseuntercerbarcoydesembarcaronmássoldadosquelanzabanmiradasalosprisioneros.

Noestaba segurodeporqué estabanatados aquelloshombres.Definitivamenteno parecían piratas. Por su aspecto, más bien comerciantes. En cualquier caso,mientrasseacercabaotrabarcaderemosibaaaveriguarlo.

—ElcomodorohaseguidohaciaKingston—anuncióunodelossoldados.Teníaen común con los otros que llevaba un tricornio, un chaleco y un mosquete—.Tenemosquerequisarelbarcodeestepalurdoyseguirle.

Así que era eso. Los ingleses querían su barco. Eran igual de malos que losmismísimospiratas.

Aloscomercianteslesgustabacomercasitantocomobeber.Asíquetendíanaserrobustos.Unodeloscautivos,sinembargo,estabainclusomáscoloradoehinchadoquesuscompañeros.Eseerael«palurdo»delquehablabanlos ingleses,elhombrequemástardeconoceríacomoStedeBonnet,yaloírlapalabra«Kingston»,parecióespabilarylevantólacabeza,queantesestabagachamientrascontemplabalaarenaconlamiradadeunhombrequesepreguntabacómohabíaacabadoallíycómoibaasalirdeaquellasituación.

—No,no—estabadiciendo—,nuestrodestinoesLaHabana.Nosoymásqueuncomerciante…

—¡Calla,malditopirata!—respondióunsoldadofurioso,quearrojóarenaconelpiealacaradeldesgraciado.

—Señor—dijo el hombre acobardado—, mi tripulación y yo tan solo hemosancladopararecogeraguayprovisiones.

Entonces, por alguna razón conocida únicamente por ellos, los compañeros deStede Bonnet eligieron aquel momento para escapar. O tratar de escapar. Con lasmanosaúnatadas,sepusierondepiecondificultadyecharonacorrerhaciaellímiteforestal donde yo estaba escondido observando la escena. Al mismo tiempo lossoldados,alversuhuida,alzaronlosmosquetes.

Lasbalascomenzaronasilbarhacialosárbolesamialrededoryvicaeraunodelos comerciantes en una explosión de sangre y sesos. Cayó otro con un alarido.MientrastantounodelossoldadoshabíacolocadolabocadesurifleenlacabezadeBonnet.

—Dameunarazónporlaquenotengaquereventarteelcráneo—gruñó.PobreBonnet,acusadodepiratería,apuntodeperderunbarco,alquelefaltaban

unossegundosparaqueunaboladeaceroleatravesaraelcerebro.Hizolaúnicacosa

www.lectulandia.com-Página91

Page 92: 6 ac black flag

queunhombreensuposiciónpodíahacer.Tartamudeó.Farfulló.Posiblementehastamojólospantalones.

—Hummm…Hummm.Entoncesdesenvainémialfanjeysalídeentrelosárbolesconelsolamiespalda.

Elsoldadosequedóboquiabierto.Noséquéaspectotendríaalsalirbajolaluzdelsolconmitúnicaalviento,moviendoelalfanje,perobastóparadeteneralfusilero.Unsegundoenelquevaciló.Unsegundoquelecostólavida.

Alcémiarma,leabríelchaleco,sustripassederramaronsobrelaarenaygiréenelmismomovimientoparaarrastrarmihojaporelcuellodeotrosoldadoquehabíaallícerca.Doshombresmuertosenunabrirycerrardeojos,yunterceroapuntodecorrer sumismodestino al atravesarle con el alfanje; retiré la hoja de su cuerpo ymurió retorciéndoseen laplaya.Cogíelpuñaldemicinturóncon laotramano, lolancéalojodeuncuarto,quecayódeespaldasconungritodesorpresamientraslasangresalíaaborbotonesde laempuñadura incrustadaensurostro,manchandolosdientesdelabocaquechillaba.

Lossoldadosapenashabíandadoaalgunodeloscomerciantesqueescapabany,aunquenoeran lentosvolviendoacargar lasarmas, seguíansinser rivalesparaunespadachín.EseeselproblemadelossoldadosdelaCorona.Confíandemasiadoensusmosquetes:estupendosparalasmujeresnativasasustadas,peronotanefectivosacorta distancia con un luchador que había aprendido su oficio en las tabernas deBristol.

El siguiente hombre estaba todavía apuntando con el mosquete cuando lodespaché con dos golpes decisivos. El último de los soldados fue el primero queconsiguiódispararporsegundavez.Looíromperelairejuntoaminarizymeasustó;comencéagolpearleelbrazoconfuriahastaquesoltóelmosqueteycayóderodillas,suplicandoporsuvidaconunamanolevantadahastaqueleacalléconlapuntademialfanjeensucuello.Dejódehablarconunúltimobalbuceo,conlasangreinundandolaarenaasualrededor,yyomecoloquésobresucuerpoconloshombrossubiendoybajandomientrasrecuperabaelaliento; teníacalorvestidoconla túnica,perosabíaque me las había apañado bien. Y cuando Bonnet me lo agradeció diciendo:«¡GraciasaDios, señor,quemeha salvado! ¡Milgracias!»,no ledio lasgraciasaEdward Kenway, el granjero de Bristol. Había comenzado una nueva vida. EraDuncanWalpole.

ResultóqueStedeBonnetnosolohabíaperdidoasutripulaciónsinoqueademásno sabía navegar. Había impedido que los ingleses requisaran su barco, pero a talefectoyomelohabíaquedado.Teníamosunacosaencomún:ambosnosdirigíamosaLaHabana. Su barco era rápido y él era hablador pero buena compañía, así queviajamos juntos en lo que era una asociación que nos beneficiabamutuamente, almenosdemomento.

Mientras estaba al timón le pregunté sobre él.Me enteré de que era rico peroinquietoysindudaleatraían,digamos,otrasmanerascuestionablesdeganardinero.

www.lectulandia.com-Página92

Page 93: 6 ac black flag

Poralgosiempreestabapreguntandoporpiratas.—LamayoríaestáenElPasodelosVientosentreCubayLaEspañola—ledije,

conteniendounasonrisamientrasdirigíasugoleta.—No debería preocuparme por queme atacaran los piratas, a decir verdad—

añadió—.Mibarcoespequeñoynotengonadadegranvalor.Cañadeazúcarysuproducción.Melaza,ronyesascosas.

Mereíalpensarenmipropiatripulación.—NohaypiratasobrelaTierraqueledélaespaldaaunbarrilderon.LaHabanaeraunpuertopequeñorodeadodeunbosqueypalmerasaltas,cuyas

hojas verdes y exuberantes se movían suavemente por la brisa, recibiéndonosmientras nuestra goleta avanzaba hacia el muelle. En la concurrida ciudad losedificiosdepiedrablancacontejadosdepizarrarojaparecíanruinosos,erosionados,descoloridosporelsolyatacadosporelviento.

Atracamos y Bonnet se puso con su negocio, el negocio que había ayudado amantenerlazosamistososconnuestrosantiguosenemigoslosespañoles,ylollevabaacaboutilizandolaantiquísimatécnicadiplomáticadevenderlescosas.

Parecíaconocerlaciudad,asíque,envezdeirmesolo,esperéaqueterminarasumisión diplomática y después acepté acompañarle a una posada. Mientras nosdirigíamos allí, se me ocurrió que el antiguo yo, Edward Kenway, habría estadoansiosoporencontrarunataberna.Yaestaríasedientoeneseinstante.

Perono teníaganasdebebery reflexionésobreesomientrasatravesábamosLaHabana,esquivandoaloshabitantesqueseapresurabanporlascallesbañadasporelsol,observadosporviejossuspicacesquenosmirabanconojosentrecerradosdesdelas puertas. Lo único que había hecho era cambiarme de nombre y ropa, pero eracomosimehubierandadounasegundaoportunidadalconvertirme…,bueno…,enunhombre.ComosiEdwardKenway fueseunensayoparapoder aprenderdemiserrores.PeroDuncanWalpoleseríaelhombrequesiemprehabíaqueridoser.

Llegamosalaposaday,mientrasquelastabernasdelpasadodeEdwardhabíansido lugares oscuros con techos bajos y sombras que brincaban y danzaban en lasparedes,dondeloshombresseencorvabansobrelasjarrasyhablabanporlacomisuradeloslabios,aquí,bajoelsolcubano,brillabaunatabernaalairelibre,conmarinerosdecaracurtida,musculosos trasmesesenelmar,asícomomercaderescorpulentos—amigosdeBonnet,claro—ygentede laciudad:hombresyniñoscon lasmanosllenasdefrutaparavender,ymujeresintentandovenderseasímismas.

Unmozode cubierta sucio y borrachomemirómal cuandome sentémientrasBonnetdesaparecíaparaencontrarseconsucontacto.A lomejoralmarinerono legustaba mi aspecto—después del asunto con Blaney estaba acostumbrado a esascosas—oquizáseraunhombrehonradoynoaprobabaelhechodeque lehubierabirladolacervezaaunborrachoquedormía.

—¿Puedoayudarte, amigo?—pregunté sobreelbordedelvasoqueacababadeagenciarme.

www.lectulandia.com-Página93

Page 94: 6 ac black flag

Elmarineroemitióunchasquidoconlaboca.—¡Mira tú por dónde encontrar a un galés en estas tierras godas! —dijo

arrastrandolaspalabras—.Yotambiénsoyinglésyestoyhaciendotiempohastaquelapróximaguerrarequieramisservicios.

Fruncíellabio.—QuésuertetieneelreyJorge,¿eh?Alteneraunaletrinacomotúondeandosu

bandera.Aquellolehizoescupir.—Eh, tú —dijo. La saliva brilló en sus labios al inclinarse hacia delante y

echarmeelalientoagriodelabebidadeunasemana—.Hevistoesacaraantes,¿no?IbasconesospiratasdeNasáu,¿verdad?

Mequedéhelado,miréenseguidahaciadondeBonnetestabadándomelaespalday luego al resto de la taberna. No parecía que nadie le hubiera oído. Ignoré alborrachoqueteníaallado.

Seinclinóhaciadelante,acercándosemásaúnamicara.—Erestú,¿no?Es…Habíaempezadoasubirlavoz.Unpardemarinerosenunamesacercanamiraron

ennuestradirección.—Erestú,¿no?Ahoracasigritaba.Me puse de pie, le agarré, levantándole de su asiento, y lo estampé contra la

pared.—Cierraesabocazaantesdequetelallenedebalas.¿Meoyes?Elmarineromemiróconcaradecansado.Nomostrabaseñaldequehubieraoído

unapalabradeloquelehabíadicho.Entrecerrólosojos,seconcentróydijo:—Edward,¿no?«Mierda».Lamaneramásefectivadesilenciaraunmarineroparlanchínenunatabernade

La Habana era rebanándole el pescuezo. Otras formas incluían un rodillazo en laentrepiernayelmétodoqueyoescogí.Elcabezazo.

Legolpeélacaraconlafrenteysussiguientespalabrasmurieronenunacamadedientesrotosmientrascaíaalsueloysequedabainmóvil.

—Cabrón —oí por detrás y me di la vuelta para encontrarme a un segundomarinerodecarasonrojada.

Extendílasmanos.«Eh,noquieroproblemas».Peronobastópara impedir el derechazoque recibiómi cara.Y a continuación

estabaintentandoveratravésdeunacortinacarmesídedolorquemeatravesabalapartedeatrásdelosojosmientrasllegabandosmiembrosmásdelatripulación.Mebalanceé y le di, lo queme regaló unos valiosos segundos para recuperarme. Esaparte Edward Kenway, que había enterrado tan profundamente en mí, ¿iba a

www.lectulandia.com-Página94

Page 95: 6 ac black flag

exhumarla ahora? Porque dondequiera que estés en elmundo, ya seaBristol o LaHabana,unapelea enunbar esunapelea enunbar.Dicenque laprácticahace laperfeccióny, aunquenuncahabíaafirmadoqueyo fueseperfecto, ladestrezaen lalucha,pulidadurantemi juventuddesperdiciada,prevalecíay los tresmarinerosnotardaronenquedarhechosunmontónquejumbrosodebrazosypiernas,ymobiliariorotoqueahorasoloservíaparaencenderfuego.

Todavíaestabasacudiéndomeelpolvocuandoseoyóquegritaban:«¡Soldados!»yacontinuaciónmehalléhaciendodoscosas: laprimera, corriendoa todapastillapor lascallesdeLaHabanaparaescaparde loshombresconmosquetey lascarasrojascomotomates;lasegunda,intentandonoperderme.

ConseguílasdosymástardemereuníenlatabernaconBonnet,paradescubrirno solo que los soldados le habían quitado el azúcar, sino también que se habíanllevado la cartera de Duncan Walpole. La cartera que iba a llevarle a Torres.«Mierda».

PodíavivirconlapérdidadelazúcardeBonnet,peronosinlacartera.

www.lectulandia.com-Página95

Page 96: 6 ac black flag

25

LaHabana es la clase de lugar donde puedes holgazanear sin llamarmucho laatención.Yenundíanormal.Losdíasquecuelganpiratas,enlamismaplazadondetienen lugar lasejecuciones,entoncesnoseesperasoloquepierdasel tiempo,sinoqueteanimanaello.LaalianzaentreInglaterrayEspañapuedequefueraprecaria,perohabíaciertosasuntosenlosqueambospaísesestabandeacuerdo.Unodeellosera que ambos odiaban a los piratas.Y el otro era que a ambos les gustaba verloscolgados.

Asíqueenelcadalsoenfrentedenosotrosseencontrabantresbucanerosconlasmanosatadas,mirandoconojosmuyabiertosyasustadosentrelassogasqueteníandelante.

No muy lejos estaba el español al que llamaban El Tiburón, un hombrecorpulento, con barba y ojos sin vida. Un hombre que nunca hablaba porque nopodía,unmudo.Aparté lavistadeélparamirara loscondenados.Entoncesmedicuentadequenopodíamirarlosypensé:«GraciasaDios,noestoy…».

De todos modos, no habíamos ido allí por ellos. Bonnet y yo estábamos deespaldasaunmurodepiedradesteñidoporloselementos,mirandoatodoelmundocomo si observáramos con despreocupación a la gente pasar y esperáramos laejecución, sin ningún interés en la conversación de los soldados españoles quecotilleabananuestrolado.Oh,no,ningúninterés.

—¿Todavíateinteresaecharleunvistazoalcargamentoqueconfiscamosanoche?Heoídoquehayunoscajonesdeazúcaringlesa.

—Sí,seloshanquitadoauncomerciantedeBarbados.—Duncan—dijoBonnetporellateraldelaboca—,estánhablandodemiazúcar.Lemiréyasentí,agradecidoporlatraducción.Los soldados continuaron hablando de la pelea en la taberna la noche anterior.

Mientras tanto, en el tablado un oficial español anunciaba la ejecución del primerhombre,exponíasuscrímenesyterminabaentonando:

—Porlotantoquedassentenciadoamorirenlahorca.AsuseñalElTiburóntiródelapalanca,laescotillaseabrió,loscuerposcayeron

ylamuchedumbreexclamó:«Oooh».Meobliguéamirara lostrescadáveresquesecolumpiabanaldarmecuentade

queestabaconteniendolarespiraciónporsiacasoeraverdadloquemehabíandichode que perdían las entrañas. Aquellos cuerpos se mostrarían colgados por toda laciudad.Bonnetyyoyahabíamosvistoesascosasdurantenuestrosviajes.Poraquínotolerabanalospiratasyqueríanqueelmundolosupiera.

Teníacalorconlatúnica,peroenesemomentomealegrabadeirdisfrazado.Nos marchamos, puesto que nuestra expedición al patíbulo nos había dado la

información que necesitábamos. La carga estaba en el castillo. Así que debíamosdirigirnosallí.

www.lectulandia.com-Página96

Page 97: 6 ac black flag

26

Elenormemurodepiedragrissealzabasobrenosotros.¿Tapabadeverdadelsoloeratansolounailusión?Encualquiercaso,teníamosfríoynossentíamosperdidosensusombra,comodosniñosabandonados.Hayquereconocerqueloscubanos,losespañolesoquienquieraqueconstruyeraelespléndidocastillodelosTresReyesdelMorro, sabían cómo edificar una fortaleza intimidante. Tenía alrededor de cientocincuentaañosyestabatambiénconstruidaparadurar;parecíaqueseguiríaallícientocincuenta años más. Desde sus muros contemplé el mar y me la imaginébombardeada por el ataque de un buque de guerra. «¿Qué impresión dejarían lasbalasdeacerodeloscañones?»,mepregunté.Nomucha.

Detodosmodos,yonoteníaunbuquedeguerra,sinouncomerciantedeazúcar.Asíqueloquenecesitabaerapoderentrardeunamaneramásdisimulada.Laventajacon la que contaba era que nadie en su sano juicio quería estar en el interior deaquellos oscuros e inquietantes muros, puesto que allí era donde los soldadosespañoles torturaban a sus prisioneros para sonsacarles confesiones y tal vez hastallevaban a cabo ejecuciones sumarias. Solo un loco querría entrar donde el sol nobrillaba, donde nadie te oía gritar. Aun así, no se podía entrar así porque sí. «Eh,amigo,¿podríasdecirnosdóndeestálasalaconelbotín?Heperdidounacarterallenadedocumentosimportantesyuncristalraro».

Gracias a Dios por las prostitutas. No porque estuviera cachondo, sino porquehabía encontrado el modo de entrar… Entrar en la fortaleza, quiero decir. Esasmujeresqueseganabanlavidaporlanoche,bueno,teníanrazonesparaestaralotroladodeaquellosmuros,asíque¿quiénmejorqueellasparaayudarnosaentrar?

—¿Necesitas una amiga, gringo? ¿Necesitas una mujer? —preguntó una,acercándosefurtivamente,moviendosupecho,luciendounoslabiosrojosrubíyunosojosmuypintados,llenosdepromesas.

Tirédeellaparaapartarladelosmurosdelcastillo.—¿Cómotellamas?—pregunté.—¿Minombre,señor?—dijoenespañol.—¿Hablasinglés?—No,inglésno.Sonreí.—Peroeloroesunalenguahabladaportodos,¿no?Sí, resultó que Ruth hablaba en oro. Casi tenía fluidez en oro. Y su amiga

Jacqueline,también.Bonnet estaba merodeando por allí y parecía receloso. Se hicieron las

presentaciones y unos minutos más tarde estábamos caminando, con totaltranquilidad,hacialapuertaprincipaldelcastillo.

Cuandoyacasihabíamosllegado,miréhaciaatrás,dondeestabaelajetreo,yelcalor y bullicio de La Habana parecieron alejarse, mantenidos a raya por la

www.lectulandia.com-Página97

Page 98: 6 ac black flag

imponente piedra y las altas atalayas del castillo, que irradiaba una especie demalignidad,comolosmonstruosmíticosquelosmarinerosdecíanquevivíanenlasprofundidadesinexploradasdelosocéanos:gordosymortíferos.«Basta»,medijeamímismo.Estabaponiéndomenerviosísimo.Teníamosunplan.Habríaqueversisepodíallevaracabo.

En el papel de guardaespaldas musculoso, golpeé con el puño el portillo yesperamos a que se abriera. Dos soldados españoles portando mosquetes conbayonetas salieron y nosmiraron aBonnet y amí de arriba abajo,mientras que aRuthyJacquelinelesteníanreservadasunasmiradasespecialmentelascivas.

Representémipapel.Mehiceelduro.RuthyJacquelinerepresentaron tambiénsupapel.Actuaronconsensualidad.El trabajodeBonneterahablarsuidioma,queentendíenparteyelrestomelocontómástarde.

—Hola—dijo—.Metemoqueningunademisdosamigassabeespañol,porloquemehanpedidoquehableporellas,ymicompañero—meseñaló—estáaquíparagarantizarlaseguridaddelasseñoras.

(¡Mentira!Contuve la respiración.Parecíaque sobrenuestras cabezas teníamosunletreroqueanunciabanuestradeshonestidad.¡Mentira!).

Los dos soldados miraron a las chicas que, enriquecidas con oro, por nomencionar varios vasos de ron, se acicalaban y hacían pucheros de forma tanprofesionalquenadiehubieracreídoquelohacíanparaganarselavida.Aunquenobastóparaconvenceralosguardias,queestabanapuntodeecharnosysertragadosde nuevo por la bestia gris, cuando Bonnet pronunció las palabras mágicas: ElTiburón.LaschicasestabanallíporquelashabíallamadoElTiburón,elverdugo,lesaclaró,ylosguardiaspalidecieroneintercambiaronunamiradanerviosa.

Lehabíamosvistotrabajandoantes,claro.Norequeríaningunahabilidadespecialtirar de una palanca, pero sí requiere cierta—¿cómo lo diríamos?— oscuridad decaráctertirardelapalancaqueabrelaescotillaymandaatreshombresdirectosalamuerte.ElsimplehechodepronunciarelnombredeElTiburónerasuficienteparainspirarmiedo.

Guiñando el ojo, Bonnet añadió que a El Tiburón le gustaban las chicas dePortugal. Ruth y Jacqueline continuaron representando bien sus papeles, soltandorisitasybesosfalsos,ycolocándosebienlospechosdeunmodoinsinuante.

—El Tiburón es lamano derecha del gobernador, su sicario—dijo uno de lossoldadosconrecelo—.¿Quéoshacepensarqueestáenelcastillo?

Tragué saliva.Mediounvuelco el corazón contra la caja torácicay le lancé aBonnetunamiradadereojo.«Demasiadoparasuinformación».

—Querido.—Sonrió—. ¿En serio crees que esta cita tendría la aprobación delgobernador Torres? El Tiburón necesitaría un nuevo trabajo si el gobernador ledescubriera en compañía de prostitutas.Y en cuanto a hacerlo en la propiedad delmismogobernador…

Bonnetmiródeunladoaotroylosdossoldadosestiraronelcuelloparaoírmás

www.lectulandia.com-Página98

Page 99: 6 ac black flag

secretos.—No hace falta que os diga, caballeros —continuó Bonnet—, que estar en

posesióndeesta informaciónosponeenunaposiciónmuydelicada.Porunaparte,ahorasabéiscosassobreElTiburón,elhombremáspeligrosodeLaHabana,nonosolvidemosdeeso;yélpagaríao talvezmataría—hizounapausa lobastante largapara dejar que calara esa información— para protegerse. Cómo manejéis estainformaciónsindudadictaráelniveldegratituddeElTiburón.¿Lohedejadoclaro,caballeros?

Amítodoaquellomesonabaabobadas,peropareciótenerelefectodeseadoenlosdoscentinelas,queporfinseapartaronparadejarnosentrar.

Yentramos.—Lacantina—dijounodelosguardias,señalandounpasilloquebajabaporel

patiodondenosencontrábamosenaquelmomento—.DecidlesqueestáisbuscandoaEl Tiburón; os indicarán la dirección adecuada. Y decidles a estas damas que secomportensinoqueréisquereveleninvoluntariamentelaverdaderanaturalezadesuvisita.

Bonnetlededicósumejorsonrisazalamera,seinclinóalpasaryalmismotiempohizo un gesto pícaro en mi dirección. Habíamos dejado atrás a dos guardiastotalmenteengañados.

Meapartédelosdemásalsubirunasescaleras,conlaesperanzadeteneraspectodeperteneceralafortaleza.Almenosestabatranquilo:apartedeloscentinelas,habíamuypocastropas.Porlovisto,lamayoríasehabíareunidoenlacantina.

Yomedirigídirectamentealasaladondeguardabanelbotínyestuveapuntodegritardealegríaalencontrarlacarteracontodoslosdocumentosyelcristalpresenteyenbuenestado.Melometíenelbolsilloymiréamialrededor.Malditasea.Paraser lasaladelbotínestaba tristementevacía,noguardabanadadevalor.Apartedeunabolsaconunascuantasmonedasdeoro(quefueronamibolsillo),loúnicoquehabíaeranloscajonesdeazúcardeBonnet.Melosquedémirandoysemeocurrióquenohabíamosprevistorecuperarlos.«Losiento,Bonnet,esotendráqueesperaraotraocasión».

Unosminutosmástardemereuníconellos;habíandecididonoarriesgarseairala cantina y en su lugar habían estado paseando nerviosamente por los pasillos,esperando mi regreso. Bonnet se sentía demasiado aliviado al verme como parapreguntarmeporelazúcar—eseplacerenparticulartendríaqueesperaramástarde—y,trassecarseelsudordelafrenteporlosnervios,nosllevódevueltaalcorredorparabajarlosescalonesalpatio,dondenuestrosamigosloscentinelasintercambiaronunamiradacuandonosacercamos.

—¡Vaya!Volvéispronto…Bonnetseencogiódehombros.—Preguntamosenlacantina,peronohabíanirastrodeElTiburón.Posiblemente

hayahabidounerror.Talvezsusdeseoshayansidosatisfechosenotraparte…

www.lectulandia.com-Página99

Page 100: 6 ac black flag

—Le diremos a El Tiburón que estuvisteis aquí, entonces —dijo uno de losguardias.

Bonnetasintióconaprobación.—Sí,porfavor,perorecordadserdiscretos.Losdosguardiasasintieronconlacabezayunoinclusosediounosgolpecitosen

ellateraldelanariz.Nuestrosecretoestaríaasalvoconellos.Mástarde,enelpuerto,cercadelbarcodeBonnet,leentreguélabolsaquehabía

afanado de la sala del castillo donde guardaban el botín. Me pareció que era locorrecto,paracompensarlodesuazúcar.Noeratanmalo,¿sabes?

—Oh,noesunapérdidatangrande—dijo,perocogióeldinerodetodasformas.—¿Tequedarásmucho?—lepregunté.—Unascuantassemanas.LuegoregresaréaBarbados,devueltaalaburrimiento

delhogar.—Noteconformesconelaburrimiento—ledije—.ViajaaNasáu.Vivelavida

comocreasconveniente.Para entonces ya estaba a medio camino de la pasarela y la tripulación que

acababadeadquirirsepreparabaparazarpar.—¿NoheoídoqueNasáuestállenadepiratas?—Serio—.Pareceunlugarmuy

chabacano.Lopensé.PenséenNasáu.—No,noeschabacano—contesté—,sinoliberado.Sonrió.—Oh, Dios, eso sería una aventura. Pero no, no. Soy marido y padre. Tengo

responsabilidades.Lavidanopuedesertodoplacerydiversión,Duncan.Duranteunmomentomehabíaolvidadodelaidentidadquehabíaasumidoyme

estremecípor la culpa.Bonnetnohabíahechonadamásqueayudarme.Noestabasegurodequémehabíadado.Supongoqueeralaculpa.Peroseloconté.

—Eh,Bonnet.MellamoEdwardenrealidad.Duncanessolounnombre.—Ah… —Sonrió—. Un nombre secreto para tu encuentro secreto con el

gobernador…—Sí,elgobernador—dije—.Eso.Creoqueyalehehechoesperarbastante.

www.lectulandia.com-Página100

Page 101: 6 ac black flag

27

FuidirectamentealaresidenciadelgobernadorTorres,unaenormemansióntrasunasparedesabruptasypuertasmetálicas,muylejosdelalborotodeLaHabana.Allílesdijealosguardias:

—Buenas tardes.SoyelseñorDuncanWalpoledeInglaterraquevieneaveralgobernador.Creoqueestáesperándome.

—Sí,señorWalpole,porfavor,entre.«Esofuefácil».Laspuertaschirriaron,unsonidodiariodelcalurosoverano,y lasatravesépara

echarmiprimervistazoacómovivíalaotramitad.Portodasparteshabíapalmerasyestatuasbajassobrepedestales;yenalgúnsitioseoíacorrerelagua.Existíaunaclaradiferencia con la fortaleza: aquí reinaba la opulenciamientras que allí lo hacía lasuciedad,aquíeratododecoloresvivosmientrasqueelotrolugareraintimidante.

Mientras avanzábamos, los dos centinelas mantenían detrás una distanciarespetuosaperoaunasívigilante,yconmiespañollimitadopillabafragmentosdesuchismorreo: al parecer, llegaba un par de días tarde; al parecer, era un asesino ypronunciaronlapalabradeunmodoextraño.Conénfasis.

Mantuveloshombrosatrás,labarbillaalzada,ypensabasoloquedebíacontinuarcon el subterfugio durante un ratomás.Disfrutaba siendoDuncanWalpole.Habíasido liberador dejar a Edward Kenway, y había ocasiones en las que considerabadespedirme de él para siempre. Por supuesto había partes de Duncan que queríamantenercomorecuerdo:sutúnica,porejemplo,suestilodeluchar.Suporte.

Aunqueenesemomentoloquequeríaeramirecompensa.Entramosenunpatio,quemerecordabavagamentealdelafortaleza,salvoque

mientras el otro era un cuadrado pedregoso al que iban a parar pasillosensombrecidos, este era un oasis de esculturas, plantas de hojas exuberantes ygaleríasornamentadasdelpalacioqueenmarcabanuncieloazulintensoyunsolqueardíaalolejos.

Ya había allí dos hombres. Ambos bien vestidos. Evidentemente, hombres declaseydistinción. «Másdifíciles de engañar».Cercade elloshabíaun estante conarmas.Uno de ellos apuntaba con una pistola a un objetivo. El otro limpiaba otrapistola.

Cuandomeoyeronentrarenelpatioconloscentinelas,eltiradormiró,molestopor la interrupción,ydespués,alsacudirunpocoloshombros,se tranquilizó,miróporlalíneadelapistolayapretóelgatillo.

Elsonidoretumbóporelpatio.Recibiólaaprobacióndeunospájarosasustados.Unadiminutavolutadehumoseelevódelcentromuertodelobjetivo,quesehabíamecido ligeramente en su trípode.El tiradormiró a su compañero conuna sonrisasardónica y el otro le respondió subiendo las cejas por la impresión; aquel era elvocabulariodelagenteadinerada.Yluegovolvieronsuatenciónamí.

www.lectulandia.com-Página101

Page 102: 6 ac black flag

«EresDuncanWalpole—dijeparamisadentroseintenténoencogermebajosuexamen—.EresDuncanWalpole.Unhombrepeligroso.Unigual.Hassidoinvitadoporelgobernador».

—¡Buenastardes,señor!—Elhombrequehabíaestadolimpiandoelarmasonriódeorejaaoreja.Teníaelpelo largoycanoso, lo llevaba recogidohaciaatrás,y surostroparecíahaberpasadomuchashorasbajolabrisadelmar—.¿EstoyenlociertosipiensoqueesDuncanWalpole?

RecordécómohabíahabladoWalpole.Contonoscultos.—Esesoyyo—respondí,ysonétanfalsoamisoídosquecasiesperabaqueel

limpiadordearmasmeapuntaseconsupistoladirectamenteyordenaraalosguardiasquemearrestasenallímismo.

Encambio,dijo:—Esocreía.—Aúnsonriendo,cruzóazancadaselpatioparatendermelamano,

queeratanfuertecomounroble—.WoodesRogers.Unplacer.WoodesRogers.Habíaoídohablardeélyelpiratadentrodemípalideció,porque

WoodesRogers era un hostigador para losmíos. Se trataba de un antiguo corsarioque, desde que declaró que odiaba a los que se habían vuelto piratas, se habíacomprometidoadirigirexpedicionescuyoobjetivoeraacabarconellos.LegustaríavercolgadoaunpiratacomoEdwardKenway.

«PeroeresDuncanWalpole—medijeamímismoylemiréalosojosmientrasleestrechabalamanoconfirmeza—.Nounpirata,oh,no.¡Diosmelibre!Unigual.Tehainvitadoelgobernador».

Elpensamiento,aunqueerareconfortante,sedesvanecióenmimentecuandomedicuentadequesehabíafijadoenmíconunamiradacuriosa.Almismotiempolucíamedia sonrisa burlona, como si estuviera pensando algo y estuviese seguro desoltarlo.

—Debodecirquemiesposa tieneunojo terriblepara lasdescripciones—dijo,evidentementedejandoquesucuriosidadsacaralomejordeél.

—¿Disculpe?—Miesposa.LaconocióhaceunosañosenelbailedemáscarasdelosPercys.—Ah,claro…—Decíaqueustedera«endemoniadamenteapuesto».Sindudaunamentirapara

avivarmiscelos.Mereíparaseguirlelabroma.¿Deberíaofendermeporqueélnomeencontrara

endemoniadamente apuesto? ¿O debería estar contento porque la conversacióncontinuaba?

Conlosojosensuarma,optéporloúltimo.Ahoramepresentabanalsegundohombre,unfrancésoscuro,deaspectocauto,

llamadoJulienDuCasse,quesereferíaamícomoel«invitadodehonor»yhablabade una «orden» a la que se suponía que debía unirme. Otra vez me llamaron«asesino»yvolvióaserconeseextrañoénfasisquenopodíadescifrar.

www.lectulandia.com-Página102

Page 103: 6 ac black flag

«Asesino,asesino,asesino».Estabaponiendoendudalahonestidaddemi«conversión»aesa«orden»,ymi

menteregresóalcontenidodelacartadeWalpole:«Suapoyoanuestrasecretaymásnoblecausaesalentador».

Mepreguntécuálseríaentonceselsecretoylanoblecausa.—Nohevenidoparadesilusionar—dijeconairevacilante.A decir verdad, no tenía ni la más remota idea de lo que se le pasaba por la

cabeza.Loqueyoqueríaeradarlacarteraconunamanoyrecibirunabolsallenadeoroenlaotra.

Siesonoeraposible,noqueríaseguiradelante,porqueenesemomentomesentíacomosimiengañofueraavenirseabajoencualquierinstante.AlfinalfueunaliviocuandoelrostrodeWoodesRogersdibujóunagransonrisa—lamismasonrisaquesindudapondríaalpensarenlascabezasdelospiratascolgandodelassogas—,mediounapalmadaenlaespaldaeinsistióenqueparticiparaenlarondadedisparos.

Aceptécongusto,cualquiercosaparaquedejarandepensarenmí,ymepuseahablaralmismotiempo.

—¿Cómoestásuesposa,capitánRogers?¿SeencuentraenLaHabana?Contuvelarespiración,armándomedevalorparaoírsuspróximaspalabras.«¡Sí!¡Estáaquímismo!Cariño,teacuerdasdeDuncanWalpole,¿no?».Peroencambiodijo:—Oh,no.No,llevamosdosañosseparados.—Sientooíreso—respondí,pensandoenlaexcelentenoticiaqueera.—Confíoenqueestébien—continuó,conuntoquedeañoranzaensuvozque

metrajounbreverecuerdodemipropioamorperdido—,pero…nosabríadecir.HeestadoenMadagascarcatorcemeses,persiguiendopiratas.

Esohabíaoído.—QuerrádecirLibertalia,laciudadpirata.EraLibertalia enMadagascar.Según la leyenda, el capitánWilliamKiddhabía

paradoallíen1697yterminómarchándoseconsololamitaddesutripulaciónporqueelrestoquedóseducidoporelestilodevidadeunautopíapiratacuyolemaera«porDiosylalibertad»,enfatizandolodelibertad.Sedecíaqueallíperdonabanlavidaalosprisioneros,matabanelmínimoposibleycompartíanlosbotinesdemanerajusta,sinimportarelrangonilaposición.

Sonabademasiadobienparaserdel todociertoyhabíamuchosquecreíanqueeraunlugarmítico,peroyoestabasegurodequeexistía.

Rogersestabariéndose.—LoquevienMadagascarnofuemásquelasconsecuenciasdeunatristeorgía.

Lastierrasdeunrufián.Hasta losperrossalvajesparecíanavergonzadosdelestadoenelqueestaba.Encuantoalosveinteotreintahombresquevivíanallí,nopuedodecir que estuvieran andrajosos, puesto que lamayoría no llevaba ropa. Se habíanvueltoindígenas,comodiceelrefrán…

www.lectulandia.com-Página103

Page 104: 6 ac black flag

PenséenNasáu,dondenosetoleraríaviviraesenivel,almenosnoantesdequeanocheciera.

—Y¿cómotratóconellos?—preguntésiendoelretratodelainocencia.—Muy sencillo.Lamayoríade lospiratas son tan ignorantes como losmonos.

Simplementelesofrecíunaopción…AceptarelindultoyregresaraInglaterrasinuncéntimoperolibresosercolgadosenlahorcahastamorir.Costósacardeallíaloscriminales,peronoslasapañamos.Enelfuturo,esperoutilizarlasmismastácticasenlasIndiasOccidentales.

—Ah—dije—,meimaginoqueNasáuserásuobjetivo.—Muyastuto,Duncan.Sí.Enrealidad…EncuantoregreseaInglaterratengola

intencióndesolicitarlealreyJorgequemeconviertaenemisariodelasBahamas.Engobernador,nadamenos.

Asíqueera eso.Nasáuera el siguientepaso.El sitioqueconsiderabami lugarespiritualestababajoamenaza,poruncañónconcureña,labaladeunmosqueteotalvezelgarabatodeunapluma.Perobajoamenazaencualquiercaso.

Conseguí destacar en los disparos y estaba sintiéndome bastante satisfechoconmigomismoengeneral.Asíquemispensamientosvolvieronalarecompensa.Encuantotuvieramidinero,podríaregresaraNasáuparaavisaraEdwardyBenjamindequeelinfameWoodesRogersteníaensupuntodemiralasBahamaspornuestrapequeñarepúblicadepiratería.Queibaapornosotros.

YentoncesseabrióunacajayoíqueRogersdecía:—Maravilloso.Esuntiradordeprimera,Duncan.Tanbuenoconlapistolacomo

consucuchillademuñeca,imagino.«Cuchillademuñeca—pensédistraídamente—.¿Cuchillademuñeca?».—Ojalátuvierauna—decíaDuCassemientrasleechabaunvistazoavariashojas

ocultasexpuestasenlacaja,unashojascomoaquelladelaquemehabíadeshechoaregañadientesenlaplayadelcaboBuenaVista—.Duncan,¿dóndetienelacuchillademuñeca?JamáshabíavistoaunAsesinotanmalequipado.

Otravez.Asesino.UnAsesino.—Ah,serompió.Desgraciadamente,nosepudoreparar—respondí.DuCasseseñalólaselecciónenlacaja.—Entonceselijauna—susurró.¿Erasumarcadoacentofrancésoquisoquesonaramáscomounaamenazaque

comounaoferta?Me pregunté de dónde habrían salido las hojas.De otros asesinos, claro. (Pero

¿eranasesinosoAsesinos?).Walpolehabía sidounodeellos,pero¿habíapensadocambiar?¿Erauntraidor?¿Quéeraesa«orden»alaqueplaneabaunirse?

—Estossonunosrecuerdos—dijoJulien.«Lashojasdehombresmuertos».Metílamanoenlacajaparasacaruna.Lahoja

brillabaysuscorreasmerozaronelbrazo.Enesemomentocaíenlacuenta.Queríanque la usara. Querían verme en acción. Ya fuera como prueba o por deporte, no

www.lectulandia.com-Página104

Page 105: 6 ac black flag

importaba.Encualquiercasoqueríanunademostracióndecompetenciaenunarmaqueyonohabíautilizadojamás.

Inmediatamentepasédeestarorgullosoporhabermedeshechodeaquelmalditotrasto (¡me hubiera traicionado!) amaldecirme por no habérmelo quedado (¡podíahaberpracticadoyahorasercapazdeusarlo!).

MepusefirmedentrodelatúnicadeDuncanWalpole.Unimpostor.Ahorateníaqueserél.Teníaqueseréldeverdad.

Observaron cómome ataba la hoja. Un chistemalo sobremi falta de prácticaprovocóunasrisasdecortesíaperoforzadas.Alponérmela,dejéquecayeralamangasobre lamanoymientras caminábamosempecéa flexionar losdedos, ajustando lamuñeca,intentandoaveriguardóndeestabaelsegurodelmecanismo.

LahojadeWalpole estabamojada el día que luchamos. ¡Quién sabe!Quizá seestropeódeverdad.Esta,engrasadayresplandeciente,¿semostraríamásdispuestaacolaborar?

Recé por que ese fuera el caso. Imagínate sus caras si no conseguía hacerlafuncionar.

«¿Estásegurodeserquiendicequees?».«¡Guardias!».Porinstintomeencontrébuscandolavíadeescapemáscercana.Ynosoloeso,

sinoquedeseabahaberdejadolamalditacarteraconlosdocumentosdondelahabíaencontrado,deseabahaberdejadoenpazaWalpole.¿QuéproblemateníaconlavidadeEdwardKenway?Erapobreperoalmenosestabavivo.YapodíaestardevueltaenNasáu,planeandoasaltosconEdwardycomiéndomeconlosojosaAnneBonnyenlaOldAvery.

Edwardme había advertido que nome fuera con el capitánBramah.Desde elmomento en que lo sugerí,me dijo queBramah era problemático. ¿Por qué no leescuché?¡Malditasea!

LavozdeJulienDuCasseinterrumpiómispensamientos.—Duncan—pronuncióconacento—,¿seríatanamabledecomplacernosconuna

demostracióndesustécnicas?Meestabanprobando.Cadapregunta,cadadesafíoquemelanzaban…Todoera

un intento de obligarme a demostrar mi valía. Hasta ese momento lo habíaconseguido.Noconunanotaexcelente,aunquesíhabíaaprobado.

Peroahoratraspasábamosloslímitesdelpatioymellevabanaloqueparecíaunazonadeentrenamientoreciénconstruida,dondeunpaseodecéspedestababordeadoporaltaspalmeras,conobjetivosenunextremo,ymásalláseveíaloqueparecíaunlagoornamental,quebrillabaazulbajolaluzdelsol.

Trasellímiteforestal,unassombrassemovíanentrelostroncosescamososdelaspalmeras.Másguardiasporsiqueríasalirhuyendo.

—Creamos un pequeño campo de entrenamiento al esperar su llegada —dijoRogers.

www.lectulandia.com-Página105

Page 106: 6 ac black flag

Traguésaliva.Mis anfitriones se apartaron, expectantes. Rogers aún llevaba la pistola, que

sosteníaconunamanosinapretar,peroconeldedoenelgatillo;yJulienapoyabalapalma derecha en la empuñadura de su espada.Tras los árboles, las figuras de losguardias permanecían inmóviles mientras esperaban. Hasta el zumbido de losinsectosyelcantodelospájarospareciódisminuir.

—Seríaunapenamarcharsesinverleenacción.WoodesRogerssonrióperosusojosreflejabanfrialdad.¡Menudasuerte!Laúnicaarmaqueteníanosabíacómousarla.«Noimporta.Puedoconellos».Para el luchador bristoliano de antes no eranmás que un par de gilipollas que

buscabancamorra fueradeuna taberna.PenséenWalpole luchando,perfectamenteconscientede su entorno.En cómo sedesharía de esosdospara luego abalanzarsesobre los guardias antes de que tuvieran ni siquiera la oportunidad de levantar susmosquetes.Sí,podíahacerlo,lescogeríadesprevenidos…

«Ahoraeselmomento—pensé—.Ya».Mepreparéyechéhaciaatráselbrazoparalanzarelprimerpuñetazo.Ylahojaseactivó.

www.lectulandia.com-Página106

Page 107: 6 ac black flag

28

—Oh,bienhecho,Duncan—dijoRogers,aplaudiendo,ydespuésdemirarleaélyaDuCasse,mefijéenmisombrasobrelahierba.

Teníaunaposebastantebuenaconlahojaengranada.Además,creíasabercómolo había hecho: tensando el músculo que iba desde la parte superior del brazo alantebrazo…

—Muyimpresionante—dijoDuCasse.Se acercó, me cogió el brazo con una mano que usó para soltar un seguro y

entonces,conmuchocuidado,usólapalmadesuotramanoparavolveracolocarlahojaensuarmazón.

—Bueno,veamoslarepetición.Sinapartarlosojosdeél,retrocedíunpasoyadoptélamismaposición.Estavez

no intervino la suerte y, aunque no sabíamuy bien lo que estaba haciendo, estabasegurísimo de que funcionaría. No me preguntes cómo lo sabía. Simplemente losabía.Comoeradeesperar:clic.Lahojasaltódelsoporteybrillómalvadamentebajoelsoldelatarde.

—Unpoco ruidosa.—Sonreí,poniéndomechulo—.Lo ideal esqueno seoiganada.Porlodemás,estábien.

Sus retos eran interminables, pero al final sentí que estaba actuando más porplacer que por reconfirmación. Las pruebas se habían acabado. Los guardias sehabían alejado y hasta DuCasse, que llevaba su cautela como una vieja levitapreferida, parecía haberse relajado. Para cuando dejamos la zona de entrenamientoimprovisadayasedirigíaamícomosifuéramosamigosdetodalavida.

—LosAsesinostehanentrenadobien,Duncan—dijo.«LosAsesinos»,pensé.Asísellamabaaquelgrupo.Walpolehabíasidomiembro

pero pretendía traicionar a sus hermanos como el gusano asqueroso queevidentementeera.

Traicionarlosparaqué,eralapregunta.—Elegisteelmomentoperfectoparadejarlos.—Arriesgastemucho—seentusiasmóRogers—.TraicionaralosAsesinosnunca

esbuenoparalasalud.—Bueno—respondíconciertapomposidad—,tampocoloesbeberalcohol,pero

meatraenigualmentesuspeligros.SeriomientrasyodirigíamiatenciónaDuCasse.—¿Y qué está usted haciendo aquí, señor? ¿Cuál es su relación con el

gobernador?¿Oacabadeconocerlecomoyo?—Ah,yosoy…¿Cómolollaman?Untraficantedearmas.Tratoconarmamento

robado.—Esunaespeciedecontrabandista—tercióRogers.—Fusiles,cuchillos,granadas.Mealegraproporcionartodoloquepuedamatara

www.lectulandia.com-Página107

Page 108: 6 ac black flag

unhombre—aclaróelfrancés.Habíamosllegadoalaterraza,dondeviporprimeravezalgobernadorTorres.Teníaunossetentaaños,peronoeragordocomolamayoríadeloshombresricos.

Aparte de una perilla recortada, tenía la caramorena y arrugada, coronada por uncabelloblancoyfino,peinadohaciadelante,yconunamanosobrelacazoletadeunapipadeboquillalarga,mirabacondetenimientoatravésdeunosanteojosredondoslacorrespondenciaquesujetabaconlaotramano.

No levantó la vista, no al principio. El que nos miró fue el hombre de barbaespesaqueesperabapacientementetrassuhombroderecho,conlosbrazoscruzados,tanquietocomounadelasestatuasdelpatioydiezvecesmásfrío.

Lereconocíenseguida,porsupuesto.Eldíaanteriorlohabíavistoeliminaratrespiratas.¡Caramba!Aquellamismamañanahabíadichotenerunasprostitutasparaél.ElTiburóneraespañoly,aunqueaestasalturasyadeberíahabermeacostumbradoaun examen riguroso por parte demis anfitriones, sus ojos parecieron atravesarme.Duranteunrato,mientrasclavabasumiradaenmí,estuvetotalmenteseguronosolodequehabíahabladocon losguardiasdel castillo, sinodeque lehabíandadounadescripción detallada de mí, y de que en cualquier momento alzaría un dedotembloroso,meseñalaríayexigiríasaberporquéhabíaestadoenlafortaleza.

—GranMaestroTorres.FueRogerselquerompióelsilencio.—ElseñorDuncanWalpolehallegado.Torres levantó lavistaymemiróporencimadesusanteojos.Asintió, luego le

pasólacartaaElTiburónygraciasaDiosquelohizo,porquesignificabaqueporfinElTiburónapartaríalosojosdemí.

—Leesperábamoshaceunasemana—dijoTorres,perosinmuchairritación.—Mis disculpas, gobernador—contesté—.Mi barco fue atacado por piratas y

nosbarrenaron.Lleguéayer.Asintiópensativamente.—¡Quémala suerte!Pero¿fuecapazde salvardeesospiratas losartículosque

meprometió?Asentíypensé:«Unamanoparadartelacarteraylaotraparacogereldinero».

DemitúnicacogílabolsayladejéenunamesabajajuntoalasrodillasdeTorres.Lediounacaladaasupipa, luegoabriólacarteraysacólosmapas.Habíavistoantesaquellos mapas, claro, y para mí no significaban nada. Ni tampoco el cristal, dehecho.PerosísignificabanalgoparaTorres.Nocabíaningunaduda.

—Increíble—dijocontonodeasombro—,losAsesinos tienenmásrecursosdelosqueimaginaba…

Y ahora cogía el cristal, lo miraba con los ojos entrecerrados a través de susanteojos y le daba vueltas con los dedos. Ese adorno o lo que quiera que fuese…Bueno,paraélnosetratabadeunadorno.

Volvió a guardar los papeles y el cristal, y le hizo una seña con lamano a El

www.lectulandia.com-Página108

Page 109: 6 ac black flag

Tiburón,queseacercóacogerlacartera.Despuésdeeso,Torresmeestrechólamanoylamovióarribayabajoenérgicamentemientrashablaba.

—Es un placer conocerle por fin, Duncan —dijo—. Es muy bien recibido.Vamos,caballeros.—Leshizoungestoalosdemásparaquelesiguieran—.Tenemosmuchodequehablar.Vamos.

Empezamosaalejarnosdelaterraza,todosmuyamigos.Seguía sin pronunciarse palabra sobre la maldita recompensa. «Mierda». Cada

vezmemetíamásenalgodeloquenoqueríaformarparte.

www.lectulandia.com-Página109

Page 110: 6 ac black flag

29

Estábamos alrededor de una gran mesa en una habitación privada: Torres, ElTiburón,DuCasse,Rogersyyo.

ElTiburón,quecontinuabatraselhombrodesupatrón,sosteníaunacajalargayfina como una caja de puros. ¿Eran imaginaciones mías o tenía los ojosconstantementeclavadosenmí?¿Veíaa travésdemíohabíaalgoque lealertaba?«Señor,unhombreextrañovestidoconunatúnicaestababuscándoleantes».

Aunque no lo creía. Aparte de él, todos los demás en la habitación parecíanrelajados,aceptabanbebidasdeTorresyhablabanafablementemientrasélhacía losuyo. Como cualquier buen anfitrión, se había asegurado de que sus huéspedestuvieran las copas llenas, pero me pregunté por qué no tenía empleados que lassirvieran;yentoncescreí saber la respuesta:por lanaturalezadenuestroasuntoenaquellahabitación.Puedequeelambientefuerarelajado—almenosdemomento—,peroTorres sehabíaaseguradodecolocarauncentinelacercade lapuertaconungestoqueparecíadecir:«Todoloquesedigaenestahabitaciónessoloparanuestrosoídos»,laclasedegestoquemehacíasentirmenostranquiloconformepasabanlossegundos y desear haber tomado nota de la frase de la carta sobremi apoyo a su«secretaymásnoblecausa».

«Debo recordar para la próxima vez considerar el hecho de convertirme enimpostor —pensé—, y eludir las causas nobles. Sobre todo si son causas noblessecretas».

Peroahoratodosteníamosnuestrasbebidas,asíquebrindamosyTorresdijo:—Reunidos por fin.Y con una compañía tan continental… Inglaterra, Francia,

España…Ciudadanosdeimperiostristesycorruptos.TrasungestodeTorres,ElTiburóncruzólasala,abriólacajaquesosteníayla

dejósobrelamesa.Viunforrodeterciopelorojoyeldestellodelmetalensuinterior.Fueraloquefuese,parecíaimportanteyseconfirmósindudacuandoTorresdejódesonreíryelbrillonaturaldesusojosfuereemplazadoporalgomásserio;empezabaloqueobviamenteeraunaceremoniadeciertarelevancia.

—Pero ahora sois Templarios —estaba diciendo—, los secretos y verdaderoslegisladoresdelmundo.Porfavor,cogeosdelasmanos.

Elambienteagradabledeprontosevolviósolemne.Sedejaronlasbebidas.Memovíenseguidahaciaun ladoalverque losdemássehabíancolocadoa intervalosalrededordelamesa.Losiguientequehicemientrasmepedíanyofrecíanlamanofuepensar:«Templarios».Asíqueeraneso.

Y ahora parece extraño decirlo, perome relajé.Me relajé al creer que no erannadamássiniestroqueunasociedadsecreta.Unestúpidoclubcomocualquierotroestúpido club, lleno de tontos engañados y pedantes, cuyos presuntuosos objetivos(¡«lossecretosyverdaderos legisladoresdelmundo»nadamenos!)eranpalabrería,tansolounaexcusaparadiscutirsobrebaratijasytítulossinsentido.

www.lectulandia.com-Página110

Page 111: 6 ac black flag

Me pregunté cuáles serían sus preocupaciones. Y la verdad era que no meimportaba. Después de todo, ¿por qué iba a interesarme? Como pirata habíarenunciado a toda ley salvo a la de la piratería. Mi libertad absoluta. Estabagobernadopornormas,porsupuesto,peroeranlasnormasdelmaryadheridaaellasestabalacuestióndelanecesidad,desobrevivir,másqueadquisicióndeunaposiciónsocialeirpavoneándoseporahíconvestidosybaratijas.MepreguntabacuálerasudisputaconlosAsesinosydescubríquetambiénmeimportabauncomino.

Asíquesí,merelajé.Nolestoméenserio.TorrescolocóelprimeranilloeneldedodeDuCasse.—Nuncateolvidesdenuestropropósito.Guiara todas lasalmasrebeldeshasta

queencuentrenuncaminotranquilo.SecolocóunsegundoanilloeneldedodeRogers.—Paraguiartodosloscaprichoshastaqueloscorazonesapasionadosseenfríen.«Bobadas»,pensé.Noeranmásqueafirmacionesvacíasysinsentido.Notenían

otra finalidad que la de conceder al orador una autoridad inmerecida. Míralos,recibiéndoloconentusiasmo,comosisignificasealgo.Unoshombresestúpidos tanengañados al creerse su propia importancia que eran incapaces de ver que no seextendíamásalládelasparedesdeesamansión.

«Anadieleimporta,amigos.Anadieleimportavuestrasociedadsecreta».AhoraTorressedirigíaamíymecolocabaelterceranillomientrasdecía:—Paraguiartodaslasmentesrebeldesaunpensamientoseguroysensato.«Sensato»,pensé.Eraparamondarsederisa.Yentoncesbajélavistaalanilloquemehabíapuestoeneldedoyderepenteya

nomehacíagracia.DerepenteyanopensabaenesosTemplarioscomounaestúpidasociedadsecretasininfluenciafueradesuscasas,porqueenmidedoestabaelmismoanilloquelucíaelcapitánBenjaminPritcharddelbarcodelaCompañíaBritánicadelasIndiasOrientales;elmismoanilloquellevabaelhombreencapuchado,ellíderdelgrupoquehabíaquemadolagranjademipadre,losdosquemehabíanadvertidoquehabíaimplicadaunagranfuerzaterrible.YdeprontomepuseapensarquefueracualfueseelproblemaqueteníaaquellagenteconlosAsesinos,bueno,meponíaamídelladodelosAsesinos.

Demomento,esperaríaelmomentoadecuado.Torresretrocedióunpaso.—Porlaluzdelpadredelentendimientoquecomiencenuestrotrabajo—dijo—.

HacedécadaselconsejomeconfiólatareadelocalizarenlasIndiasOccidentalesunlugar olvidado que nuestros precursores una vez llamaron el Observatorio. Miradaquí…

En lamesa delante de él estaban extendidos los documentos de la cartera, quehabíacolocadoallíElTiburón.

—Fijaos en estas imágenes y grabadlas en la memoria —añadió Torres—.Cuentanunahistoriamuyantiguaeimportante.Desdehacedosdécadasheintentado

www.lectulandia.com-Página111

Page 112: 6 ac black flag

portodoslosmedioslocalizaresteObservatorio…Serumoreaqueellugarcontieneunaherramientadeincreíbleutilidadypoder.Albergaunaespeciedeesferaarmilar,si queréis llamarla así. Un artefacto que nos garantizaría el poder de localizar ymonitorizaratodosloshombresymujeresdelaTierra,seacualseasuubicación.

»Imaginaosloquesignificaríateneresepoder.Coneseaparatonohabríasecretosentre loshombres.Nimentiras.Ni artimañas.Solo justicia.Pura justicia.Esaes lapromesadelObservatorio.Ydebemosconseguirlaparanosotros.

YasífuecomomeenterédelaexistenciadelObservatorio.—¿Conocemossuparadero?—preguntóRogers.—Prontolosabremos—respondióTorres—porquetenemosalhombrequesílo

sabe.SellamaRobertsyantesseleconsiderabaunSabio.DuCasseseburlóconunarisita.—Hace cuarenta y cinco años que nadie ha visto a un Sabio de verdad. ¿Está

segurodequeesteesauténtico?—Sí—respondióTorres.—LosAsesinosvendránaporél—dijoRogers.Mirélosdocumentosqueestabanextendidosdelantedenosotros.Erandibujosde

lo que parecía una antigua raza de personas construyendo algo, supuestamente elObservatorio.Esclavospartiendo rocasy transportandoenormesbloquesdepiedra.Parecíanhumanos,peronoeranhumanosexactamente.

Unacosasísabía:estabaempezandoaformularseunplan.EsteObservatorio,quesignificabatantopara losTemplarios,¿paraquéserviría?Mejordicho,¿paraquéleserviría a un hombre que planificaba vengarse de la gente que había ayudado aincendiarsuhogardelainfancia?

Elpequeñocubodecristalestabaaúnsobrelamesa.Lediunascuantasvueltas,igual que había hecho en la playa del cabo Buena Vista. Ahora observaba comoTorreslocogíaycontestabaalmismotiempoaRogers.

—Sí, los Asesinos vendrán a por nosotros, pero, gracias a Duncan y a lainformaciónquenoshaentregado,losAsesinosprontodejarándeserunproblema.Todo se aclararámañana, caballeros, cuando conozcáis al Sabio vosotrosmismos.Hastaentonces…bebamos.

Nuestroanfitriónseñaló lasbebidasde lamesay,cuandomedieron laespalda,fui hacia los documentos y me metí en el bolsillo una página del manuscrito, undibujodelObservatorio.

Justoatiempo.Torressediolavueltaparapasarlascopasaloshombres.—Busquemos juntos elObservatorio, pues con suspoderes los reyes caerán, el

cleroseencogerádemiedo,yloscorazonesylasmentesdelmundoseránnuestros.Bebimos.Bebimosjuntos,aunqueyoteníaclarísimoquebebíamosenhonordecosasmuy

diferentes.

www.lectulandia.com-Página112

Page 113: 6 ac black flag

30

Aldía siguientemepidieron reunirmeconmis«compañerosTemplarios»enelpuerto al nortede la ciudad, donde sedecíaque llegaría la flotadel tesoro conmirecompensa,ypodríamosseguirhaciendoplanes.

Asentí,conganasdedarlaimpresióndeserunTemplarioentusiasta,maquinandoconmisnuevosbuenosamigosparahacerloquelosTemplariossolierantramar:elasuntillo de ser capaces de influir en «los hombres y mujeres de la Tierra». Enrealidad, lo que pretendía hacer—esto entre tú y yo— era coger el dinero, poneralguna excusa, la que fuera necesaria, y marcharme. Estaba deseando gastarme eldineroycompartirlainformaciónreciéndescubiertaconmisaliadosenNasáu,luegoencontraría elObservatorio, recogería el botíny contribuiría a laperdiciónde esosTemplarios.

Peroantesteníaquecogermidinero.—Buenosdías,Duncan—oíqueWoodesRogersmesaludabadesdeelmuelle.Era una mañana fresca en La Habana, el sol aún tenía que alcanzar toda su

temperaturaysoplabaunaligerabrisadelgolfodeMéxico.ComencéaseguiraRogersydespuésoíquealguiengritaba:—¡Edward!¡Hola,Edward!Durante un segundo creí que se trataba de alguien que se había equivocado,

inclusomiréporencimadelhombroparaveraesetalEdward.HastaquemeacordédequeEdwarderayo.YoeraEdward.ElestúpidoEdward.Quien,porunsentidodeculpa fuera de lugar, había confesado su secreto al chismoso más grande de LaHabana,StedeBonnet.

—Encontréaunhombrequecompróelazúcarquemequedaba.Todounéxito,debodecir—medijodesdeelotroladodelpuerto.

Ledevolvíelsaludo—unanoticiaexcelente—,conscientedequeteníalosojosdeRogersclavadosenmí.

—TehallamadoEdward—dijomicompañero,conaquellasonrisacuriosaenloslabiosquehabíavistoeldíaanterior.

—Oh,eseeselcomerciantequemetrajohastaaquí—leaclaré,conunguiñodecomplicidad—.Porprecaución,lediunnombrefalso.

—Ah…Bienhecho—replicóRogers,sinestarmuyconvencido.DilasgraciaspordejarelpuertoprincipalcuandoRogersyyonosreunimoscon

elmismogrupodeTemplariosquenoshabíamosencontradoenlamansióndeTorreseldíaanterior.Estrechamoslasmanos,conlosanillosdenuestrahermandadtodavíafrescos en nuestros dedos, relucientes, y nos saludamos con un breve gesto de lacabeza.Hermanos.Hermanosdeunasociedadsecreta.

YentoncesTorresnosguiohaciaunafiladepequeñascabañasdepescadores,conbotesderemosatadoscerca,enelagua.Nohabíanadieporallí,porahora.Teníamosaquellazonadelpuertoparanosotrossolosyesaerala intención,sinduda,cuando

www.lectulandia.com-Página113

Page 114: 6 ac black flag

Torresnosllevóalfinal,dondeunosguardiasesperabanjuntoaunachozaydentro,sentadoenunacajaalrevés,conbarbayropaharapienta,yunamiradaabatidaperodesafiante,estabaelSabio.

Vicomocambiaronlascarasdemiscompañeros.JustocuandoelconflictoentreladerrotaylaagresividadparecíatenerlugarenelrostrodelSabio,losTemplariosparecierontenertambiénunaluchainterna,puestoquelemirabanconunamezcladelástimayrespeto.

—Aquí está —dijo Torres, hablando en voz baja, casi con reverencia, fueraconsciente o no—. Un hombre que tanto Templarios como Asesinos llevabanbuscandomásdeunadécada.—Sedirigió alSabio—:Mehandichoque se llamaBartholomewRoberts.¿Escierto?

Roberts,elSabio,ocomoquieraquelellamenhoyendía,nodijonada.SelimitóamiraraTorresconhostilidad.

SinapartarlosojosdelSabio,Torresabrióunamanoalaalturadelhombro.ElTiburóncolocóensupalmaelcubodecristal.Elmismocubodecristalporelquemehabíapreguntado.Ahoraibaaaveriguarloqueera.

TorresvolvióahablarlealSabio.—Reconoceesto,segúncreo.BartholomewRoberts permaneció en silencio. El Sabio no decía nada. Tal vez

sabíaloquepasaríaacontinuación.Torreshizounaseñayaparecióunasegundacajaal revéssobre laquesesentódecaraalSabio,unhombrefrentealotro,salvoqueuno era el gobernadordeLaHabanay el otro estaba andrajoso, teníaojosde lococomolosdeunermitañoylasmanosatadas.

Torres fue a esasmanos atadas, llevóhacia ellas el cubode cristal y lo colocósobreelpulgardelSabio.

Losdoshombressequedaronmirándoseelunoalotroduranteunrato.LosdedosdeTorresparecíanmanipularelpulgardelSabioenciertomodo,antesdequeunagotadesangrellenaraelvial.

Observé sin estarmuy seguro de qué estaba presenciando.El Sabio no parecíasentir dolor y aun así sus ojos iban de un hombre a otro, como si estuvieramaldiciéndonos, incluyéndome a mí; me miraba con tal ferocidad que tuve queresistirelimpulsodesalirhuyendo.

¿Porquédiantrenecesitaban la sangrede aquelpobrehombre? ¿Qué teníaqueverconelObservatorio?

—Según antiguas leyendas, se necesita la sangre de unSabio para entrar en elObservatorio—dijoDuCassesusurrando,comosimeleyeralospensamientos.

LaoperaciónhabíaterminadoyTorresselevantódesucaja,unpocotembloroso,sosteniendo en unamano el vial para que todos lo viéramos.Bajo la luz el cristalllenodesangreotorgabaasumanounbrillorojizo.

—Tenemoslallave—anunció—.Ahorasolonoshacefaltalaubicación.TalvezRobertsdeseefacilitárnosla.

www.lectulandia.com-Página114

Page 115: 6 ac black flag

Leshizounaseñalalosguardiasparaqueavanzaran.—Llevadloamiresidencia.Y eso fue todo.El espantoso procedimiento terminóyme alegré de abandonar

aquelextrañoescenariocuandoregresamosalpuertoprincipal,dondehabíallegadounanave.Laqueconteníaeltesoro,esperaba.Loesperabacontodamialma.

—¡Cuánto alboroto por un hombre!—le dije a Torres mientras caminábamos,intentandosonarmásdespreocupadodeloqueestabaenrealidad—.¿DeverdadeselObservatoriounapresatanimportante?

—Sí,claro—respondióTorres—.ElObservatoriofueunaherramientaconstruidaporunarazaprecursora.Suvaloresinconmensurable.

Pensé en los antiguos quehabía visto dibujados en lamansión. ¿Serían la razaprecursoradelaquehablabaTorres?

—Ojalápudieraquedarmeaver cómo terminanuestrodrama—dijoRogers—,perodeboaprovecharestosvientosyzarparhaciaInglaterra.

Torresasintió.Aquelbrillofamiliarhabíaregresadoasusojos.—Porsupuesto,capitán.Tedeseovelocidadyfortuna.Losdoshombresseestrecharonlamano.Hermanos.Hermanosdeunasociedad

secreta. Y entonces Rogers y yo hicimos lo mismo, antes de que el legendariocazadordepiratassedieralavueltaysemarchara,paracontinuarsiendoelazotedebucanerosportodaspartes.Nosvolveríamosaencontrar,losabía.Aunqueesperabaqueesedíallegasemástardequepronto.

ParaentoncesyahabíallegadounodelosmozosdecubiertadelbarcoylehabíaentregadoaTorresalgoquesospechosamentepodríacontenermidinero.Aunquelabolsanofuesetanpesadacomoyoesperaba.

—Considero este el primer pago de una inversión a largo plazo—dijo Torres,entregándomelabolsa.Labolsasospechosamenteligera—.Gracias.

Lacogícautelosamente,sabiendoporelpesoqueteníaquerecibirmás,yaldecirrecibirmásmereferíaamásdinero,perotambiénmásdesafíosalosquetendríaqueenfrentarme.

—Me gustaría que estuvieras presente en el interrogatorio de mañana. Ven amediodía—dijoTorres.

Eso fue todo. Para recoger el resto de mis honorarios tendría que ver cómoaterrorizabanalSabio.

Torresmedejóymequedéallíunmomentoenelmuelle,reflexionando,antesdemarcharmeparaprepararme.HabíadecididoqueibaarescataralSabio.

Ymepreguntéporquéhabíadecididorescatarlo.Quierodecir,¿porquénomelimitéacogereldineroquemehabíandado,darmelavueltayhenchirlasvelasparaunviajehastaNasáuenelnoroeste?PodríahabervueltoconEdward,BenjaminylosplaceresdelaOldAvery.

MegustaríadecirqueeraundeseonoblequererliberaralSabio,perohabíaalgomás.Alfinyalcabo,podíaayudaraencontrareseObservatorio,eseartefactopara

www.lectulandia.com-Página115

Page 116: 6 ac black flag

seguiralagente.Y¿paraquéserviríaunacosacomoesa?Siselovendíaalapersonaadecuada,sería rico,elpiratamásricodelCaribe.VolveríaconCarolinesiendounhombre adinerado.Así que a lomejor fue simplemente la codicia lo queme hizodecidirme a rescatarlo.Ahora que lo pienso, probablemente unamezcla de las doscosas.

Encualquiercaso,fueunadecisióndelaqueenbrevemearrepentiría.

www.lectulandia.com-Página116

Page 117: 6 ac black flag

31

EradenocheylasparedesdelamansióndeTorresformabanunlímitenegrobajouncielogrissinestrellas.Elruidodelosinsectosseoíamásquenunca,casiahogabaelsonidodelacorrientedeaguayelsuavesusurrodelaspalmeras.

Conunvistazorápidoaizquierdayderecha—habíacalculadomiacercamientopara asegurarme de que no hubiera centinelas—, flexioné los dedos y salté, meimpulsé a la parte superior delmuroymequedé allí un segundopara controlar larespiraciónyaguzareloídoporsidetectabaunospasos,alguiengritando:«¡Oye!»,oelsilbidodelasespadasaldesenvainarse…

Yentonces,alnooírnada—nadaapartedelosinsectos,elaguayelsusurrodelviento nocturno azotando los árboles—, salté al otro lado, a los jardines de lamansióndelgobernadordeLaHabana.

Comounfantasma,atraveséelterrenoyentréeneledificioprincipal,dondemearrimé a las paredes del perímetro del patio. En mi antebrazo derecho sentí lareconfortantepresenciademihojaocultayatadasalpecho teníamispistolas.Unaespada corta colgaba demi cinturón bajo la túnica y llevaba una capucha quemecubríalacabeza.Mesentíainvisible.Mesentíaletal.MesentíacomosiestuvieraapuntodeasestarungolpealosTemplariosy,aunqueliberaralSabionoequivalía,no,aldañoquesushermanosmehabíanhechoamí,ytampocoibaadejarloenempate,representabauncomienzo.Eramiprimerataque.

Además,tendríalaubicacióndelObservatorioypodríallegaraélantesqueellos.Yesoeraungolpemuchísimomásgrande.Lesdolería.Pensaríaencuántodañoleshabíahechomientrascontabamidinero.

Tuvequehacerunaconjeturafundamentadaparasaberdóndeteníaelgobernadorsuscárcelesestatales,peromecomplacedecirqueestuveenlocierto.Setratabadeunpequeñorecinto,separadodesumansión,dondehalléunmuroaltoy…

«¡Quéraro!¿Porquéestálapuertaabierta?».Entré sigilosamente. Unas antorchas en soportes de pared iluminaban una

matanza.Habíacuatroocincosoldadosmuertosenelsuelo,conagujerosenormesenlasgargantas,ycarnepulverizadaensuspechos.

NoteníaniideadedóndesehallabaelSabio,peronocabíaningunadudadequeyanoestabaallí.

Oíunruidodetrásdemídemasiadotardeparadetenerelgolpe,peroatiempodeimpedirquemedejarainconsciente,ysalídespedidohaciadelante;caímal,perotuvelaastuciaderodaralmismotiempo.Enelsueloviclavadaunavaraqueibadirigidaamí.Enelotroextremohabíaunsoldadosorprendido.Melevanté,leagarrédeloshombrosyledilavuelta.Enesemismoinstantelediunapatadaalastadelavaraparapartirlayselaclavéenelcuerpo.

Sesacudíacomounpezfueradelagua,atravesadoconelastarotadesupropiavara, pero no me entretuve a admirar cómo agonizaba. Un segundo soldado se

www.lectulandia.com-Página117

Page 118: 6 ac black flag

abalanzósobremí,enfadado,talycomounoseponealvermorirasuamigo.«Bueno—pensé—,veamossifuncionaotravez».Clic.Lahojaocultaseactivóyelacerodesuhojaseencontróconelacerodelamía,

medeshicedesuespadayleabrílagargantaconunrevés.Desenvainélaespadademi cinturón a tiempo de encontrarme con el tercer atacante. Tras él había dossoldadosconmosquetes.CercadistinguíaElTiburón,conlaespadadesenfundada,pero sostenida junto a la cadera como si observara la pelea. Vi que uno de lossoldadoshacíaunamuecay fueunaexpresiónque reconocí,unaexpresiónqueyahabíavistoantesenhombresdelacubiertadeunbarcoamarradoalmío.

Disparó justocuandoclavaba tanto laespadacomolahojaocultaenelsoldadoqueteníadelante,lesujetabaconambasarmasylehacíagiraralmismotiempo.Sucuerpo,yamuerto,sesacudiócuandolabaladelmosqueteleatravesó.

Solté a mi escudo humano y le arranqué un puñal del cinturón mientras caía,rezando por que mi puntería fuese tan buena como siempre, después de pasarincontableshorasencasaatormentandotroncosconcuchillosarrojadizos.

Yasífue.Eliminénoalprimermosquetero—queyaestabahaciendounintentonerviosoderecargar—,sinoalsegundo,quecayóconelcuchilloincrustadoentrelascostillas.

Deunsaltomeabalancésobreelprimeroylediunpuñetazoenelestómagoconlamanodelahoja,demodoquetosióymuriósobreelmango.UnasgotasdesangredescribieronunarcoenlanochealretirarlahojaymedilavueltaparaencontrarmeconelataquedeElTiburón.

Aunquenohubotalataque.ElTiburóncalmóelritmodelapeleayenlugardecomenzaraatacarenseguida,

simplementesequedóallícomosinada,lanzandolaespadadeunamanoaotraantesdedirigirseamíconella.

Muybien.Almenosnohabríamuchacharladuranteestecombate.Gruñí y avancé, describiendo semicírculos con las hojas en el aire, con la

esperanza de aturdirlo, desorientarlo. Su expresión apenas cambió, y con rápidosmovimientos del codo y el antebrazo bloqueó mi ataque con facilidad. Estabaconcentrándose enmimano izquierda, lamano que sostenía la espada, y antes nisiquieradedarmecuentadequeestabahaciéndolo,mialfanjesaliódisparadodemismalditosdedosalsuelo.

Ahora la hoja. Se concentró en ella, como si supiera que era nueva para mí.Detrásdeélsehabíanreunidomásguardiasenelpatioy,aunquenopodíaentenderloqueestabandiciendo,erabastanteobvio:noerarivalparaElTiburónyacabaríaconmigoenunabrirycerrardeojos.

Asíresultó.Elúltimodesusataques terminóconungolpeenmibarbilla.Notéque se me aflojaban los dientes y que me daba vueltas la cabeza mientras caíaprimeroderodillasparaluegoacabardebruces.Bajomitúnica,lasangrecorríapor

www.lectulandia.com-Página118

Page 119: 6 ac black flag

loslateralescomosudorylasúltimasfuerzasquemequedabanselasllevóeldolor.El Tiburón se acercó. Una bota pisó mi hoja y me inmovilizó el brazo; me

pregunté vagamente si el arma tendría una hebilla que fuera fácil de desabrochar,aunquenomebeneficiaríaennada,puestoquelapuntadesuespadameempujabaelcuello,preparadaparaelúltimogolpeletal…

—Essuficiente—gritarondesdelapuertadelrecinto.Conlosojosentrecerradosa travésdeunvelodesangre,viquelosguardiasse

apartabanparadejarpasoaTorres,seguidodeDuCasse.LosdosTemplarioshicieronaunladoaElTiburónconunempujóny,conunaligerairritaciónenlosojos—elcazadorsenegóamatar—,el sicariosealejó.Parasertesincero,nomeentristecióverlemarcharse.

Respiraba entrecortadamente. Tenía la boca llena de sangre y escupí cuandoTorresyDuCasseseagacharonparaestudiarmecomodosmédicosexaminandoaunpaciente. Cuando el francés llegó ami antebrazo, casi esperaba queme tomara elpulso,peroencambiodesatólahojaocultaconunosdedosexpertosyluegolatiró.Torresmemiróymepreguntésideverdadestabatandecepcionadocomoparecíaosisoloerateatro.Mecogiólaotramano,mequitóelanillotemplarioyseloguardóenelbolsillo.

—¿Cuálestuauténticonombre,bribón?—dijoTorres.Desarmadocomoestaba,meayudaronaincorporarme.—Es,ah…,capitánTocahuevos.Volví a escupir, esta vez cerca del zapato de DuCasse, y apartó la vista de la

manchadesangreparamirarcondesdén.—Noesmásqueunsuciocampesino.Fueagolpearme,peroTorresleretuvo.Habíaestadoechándoleunvistazoalos

cadáveresdelpatio,comosiintentaseevaluarlasituación.—¿DóndeestáelSabio?—preguntó—.¿Lohasliberado?—Nohetenidonadaqueverconeso,aunquedeseabahacerlo—logrédecir.Porloquesabía,lehabíansoltadoamigosAsesinosohabíaorganizadounafuga

él solo. En cualquier caso, se había ido; estaba fuera de peligro y en posesión delsecreto que todos queríamos: la ubicación del Observatorio. Mi visita había sidoinútil.

Torres me miró y debió de ver la verdad en mis ojos. Su relación con losTemplariosleconvertíaenmienemigo,perohabíaalgoenelviejoquemegustaba,oalmenos que respetaba. Tal vez él también viera algo enmí, la impresión de quequizáno éramos tandistintos.Deuna cosa estaba seguro: si la decisión lahubieratomado DuCasse, habría visto mis tripas caer al suelo del recinto. Pero Torres selevantóyleshizounaseñaasushombres.

—LlevadloalpuertoyenviadloaSevillaconlaflotadeltesoro.—¿ASevilla?—inquirióDuCasse.—Sí—respondióTorres.

www.lectulandia.com-Página119

Page 120: 6 ac black flag

—Pero podemos interrogarle nosotros mismos —dijo DuCasse y oí la cruelsonrisaensuvoz—.Dehecho…Seríaunplacer.

—Por eso precisamente tengo la intención de confiarle el trabajo a nuestroscolegasenEspaña—dijoTorresconfirmeza—.Esperoquenoseaunproblemaparati,Julien.

Hastaconfundidoporeldoloroílairritaciónenlavozdelfrancés.—Non,monsieur—contestó.Aunasí,disfrutósobremaneradejándomeinconsciente.

www.lectulandia.com-Página120

Page 121: 6 ac black flag

32

Cuando desperté estaba en el suelo de un galeón, al parecer bajo cubierta. Setrataba de un galeón grande, de los que parecían usarse para transportar… gente.Tenía las piernas sujetas con unos grilletes de hierro, unos grandes grillosinamovibles,esparcidosportodoelespacio,algunosvacíosyotrosno.

No muy lejos distinguí más cuerpos en la penumbra. Al fondo había máshombres, supuse que una docena aproximadamente, encadenados como yo, perocostabasaberenquéestadoporsusbajosgemidosy losmurmullosque llegabanamisoídos.Enlaotrapuntaestabanapiladaslasquecreíqueeranlasposesionesdelos cautivos: ropa, botas, sombreros, cinturones de cuero, mochilas y baúles. Enmediodetodoaquellocreívermitúnica,todavíamanchadadesangredelapeleaenelrecintodelaprisión.

Recordarásquedijecómoolíabajocubierta,¿no?Bueno,estaolíadiferente.Eraelolordeladesgracia.Elolordelmiedo.

Unavozdijo:«Comedrápido»,yuncuencodemaderacayóconungolpesordojuntoamispiesdescalzos,antelasbotasdecueronegrasdeunguardiaqueseretiró,yvi la luzdelsolporunaescotillayoíel ruidoquehacíaunaescaleramientras lasubían.

Dentrodelcuencohabíaunagalletasecadeharinayunmanchóndeavena.Nomuy lejos estaba sentado un hombre negro que, como yo, miraba la comida condesconfianza.

—¿Tieneshambre?—lepregunté.Nodijonadani semovióparacoger el cuenco, sinoque llevó lasmanosa los

grilletesdesuspiesyempezóa intentarabrirlos,conunaexpresiónenel rostrodeprofundaconcentración.

Alprincipiocreíqueestabaperdiendoeltiempo,peromientrasmovíalosdedos,deslizándolosentrelospiesyloshierros,memiróy,aunquenodijonada,creíverensus ojos el fantasma de una dolorosa experiencia. Se llevó lasmanos a la boca yduranteunmomentoparecióungatolavándose,hastaquemetióesamismamanoenlaavenaparamezclaraquelmejunjeconsusalivayluegousarloparalubricarelpieenelgrillete.

Ahora sabía lo que estaba haciendo y no podía más que contemplarlo conadmiraciónyesperanzamientrascontinuabaconsutarea,engrasandoelpiecadavezmáshastaqueestuvolosuficientementeresbaladizopara…

Intentarlo. Me miró, acalló cualquier muestra de ánimo incluso antes de quepudieradecirnada,luegosediolavueltaytiróalmismotiempo.

Habría gritado de dolor si no hubiera estado tan concentrado en permanecercallado.Cuandosacóelpiedelgrillete,estabacubiertodeunarepugnantemezcladesangre,salivayavena.Peroahoraeralibre.Ydetodasmanerasningunodenosotrosqueríacomeravena.

www.lectulandia.com-Página121

Page 122: 6 ac black flag

Alzólavistahacialaescaleraquesubíaalacubierta,ambosnospreparamosporsi aparecía un guardia, y empezó a probar con el otro pie que no tardó en liberar.Agachadosobre lamaderacon lacabeza ladeada, escuchabamientrasunaspisadasarribaparecíanmoversehacialaescotillayluego,porsuerte,volvieronaalejarse.

Hubounmomentoenquemepreguntésisimplementemedejaríaallí.Alfinyalcabo,nonosconocíamos;nomedebíanada.¿Porquéibaaperdereltiempoyponerenpeligrosupropiointentodefugaparaayudarme?

Pero a continuación, después de unos instantes en los que vaciló—tal vez élmismosepreguntabasierasensatoayudarme—,seacercócondificultadhaciamí,comprobólosgrilletesycorrióhaciaunaparteocultadetrásdemíparavolverconlasllaves.

MedijoquesellamabaAdewalémientrasabríalosgrilletes.Ledilasgraciasenvozbajaaltiempoquemerestregabalostobillos.

—¿Quéplantienes,amigo?—susurré.—Robarelbarco—selimitóadecir.Megustabacómosonabaeso.Aunqueprimerorecuperélatúnicaylahojaoculta,

yañadíamiconjuntounpardetirantesdecueroyunachaquetadepiel.Entretantomi nuevo amigoAdewalé usaba las llaves para liberar a los demás

prisioneros.Cogíotrasdeunclavoenlaparedymepuseahacerlomismoqueél.—Estefavortienetrampa—ledijealprimerhombrealquemeacerquémientras

abríaconlallaveloqueleteníaretenido—.Vasanavegarconmigo.—Teseguiríahastaelinfiernoporesto,amigo…Había más hombres de pie, ya sin grilletes, que de los que quedaban todavía

apresados,y talvez losdearribahabíanoídoalgoporquederepente laescotillaseabrió y el primer guardia bajó las escaleras ruidosamente con su espadadesenvainada.

—Eh—dijo.Peroese«eh»resultósersuúltimapalabra.Yamehabíacolocadolahojaoculta

(apesardelpocotiempoquelahabíallevado,enciertamanerameresultabafamiliar,casi como si la tuviera desde hacía años) y con un movimiento del antebrazo laaccioné, di un paso hacia delante y se la clavé al guardia profundamente en elesternón.

Nofuiprecisamentesigilosonisutilyleapuñalétanfuertequelahojaleperforóla espalda y le sujetó contra los escalones hasta que la arranqué de allí. Acontinuación vi las botas de un segundo soldado y la punta de su espada cuandollegaronlosrefuerzos,peroporestenoesperé.Conunrevéslecortéjustopordebajodelasrodillasyelhombregritómientrassecaía,perdiendolaespada,perdiendoelequilibrio.Lehabíacortadohastaelhuesounadelaspiernasporlaparteinferiorylesalíalasangreaborbotonesmientrassereuníaconsucompañerosobrelamadera.

Aaquellasalturasyasetratabadeunmotínagranescala.Loshombresliberadoscorrían a las pilas de bienes confiscados para recuperar su equipo, armarse con

www.lectulandia.com-Página122

Page 123: 6 ac black flag

alfanjesypistolasyponerseunasbotas.Viqueempezabanriñas—¡tanpronto!—pordequiéneracadacosa,peronohabíatiempoparahacerdeárbitro.Unbuentiróndeorejasfueloquehizofaltaparaquenuestronuevoequipoestuvieralistoparaentrarenacción.Arribaoímoselsonidodeunospiescorriendoyunosgritosdepánicoenespañolmientraslosguardiassepreparabanparaelalzamiento.

Peroentonces,sucedióalgomás.Elbarcodeprontosesacudióporunaráfagadeviento.MiréaAdewaléymovióloslabios.Dijounapalabra:huracán.

Denuevoparecióqueelbarcosehabíaestrelladocontraalgocuandounasegundaráfagadevientonosalcanzó.Eltiempojugabaennuestracontra;debíamosganarlabatallarápidamenteynecesitábamoshacernosconnuestropropiobarcoporqueesosvientos,apesardesufuria,noerannada—nada—comparadosconlafuerzadeunhuracánagranescala.

Sepodíacalcularsullegadacontandoel intervaloentrelasprimerasráfagas.Sepodíaverladirecciónenqueveníaelhuracán.Ysierasunmarineroexperimentado,queeramicaso,podíasaprovechartedelhuracán.Asíquesiemprequezarpáramospronto,podríamosdejaratrásacualquieraquenospersiguiera.

Sí,esoera.Elterrordelhuracánfuesustituidoporlaideadequepodíamoshacerque jugaraanuestro favor.Podíamosaprovecharnosdelhuracánydejaratrása losespañoles.LedijeunascuantaspalabrasaAdewaléaloídoyminuevoamigoasintióyempezóadifundirelplanentreelrestodeloshombres.

Estaríanesperandoquesaliéramosporlaescotilla.Esperaríanunataquefaltodecoordinación,desordenado,enelalcázar.

«Hagámoslespagarporsubestimarnos».Ordené a algunos hombres que se quedaran cerca del pie de las escaleras e

hicieranelruidodehombresquesepreparabanparaelataque,llevéalrestoapopa,dondeirrumpimosenlaenfermeríaysubimosahurtadillaslasescalerasquellevabanalacocina.

En cuanto salimos a la cubierta principal, como era de esperar cogimos a lossoldados españoles de improviso, de espaldas a nosotros, apuntando con losmosqueteshacialaescotilladelalcázar.

Eran idiotas. Eran unos idiotas descuidados que no solo nos habían dado laespalda,sinoquellevabanmosquetesaunapeleadeespadas,ypagaríanporelloconaceroensustripas,atravésdesusgargantas.Porunmomento,elalcázarseconvirtióen el campo de batalla mientras le sacábamos partido a la ventaja que nos habíabrindado el ataque sorpresa, hasta que yacieron muertos o moribundos a nuestrospies.Losúltimossetirabanporlabordapresasdelpánicoynosotrosrecuperábamoselaliento.

Aunque las velas estaban recogidas, el barco semecía como si lo azotara otraráfaga de viento. El huracán estaría sobre nosotros de unmomento a otro. En lasnavesdelpuertoquepertenecíana laflotadel tesorovimossoldadosdistribuyendopicasymosquetesmientrasempezabanaprepararseparanuestroataque.

www.lectulandia.com-Página123

Page 124: 6 ac black flag

Necesitábamosunbarcomásrápidoqueese;Adewaléyalehabíaechadoelojoaunoyconducíaaungrupodehombresporlapasarelahastaelmuelle.Lossoldadosenelpuertomoríanporsusespadas.Hubounestallidodemosquetesyalgunosdelosnuestros cayeron, pero ya estábamos corriendo hacia el siguiente galeón detrás denosotros,unaembarcaciónbonita,laembarcaciónqueprontoharíamía.

Subimos a ella justo cuando el cielo seoscurecía, un telónde fondo apropiadoparalabatallayunaugurioaterradordeloqueestabaporllegar.

Elvientonosazotaba.Estabahaciéndosemásfuerteynosgolpeabaconrepetidasráfagas.Seveíaquelossoldadosespañolesestabandesorganizados,tanasustadosdela tormenta que se aproximaba como de los prisioneros que se habían escapado,incapacesdeevitarelataquedeningunodelosdos.

Labatallafueatrozysangrienta,peroterminóenseguidayelgaleónfuenuestro.Durante un instanteme pregunté siAdewalé querría asumir elmando; en realidadtenía todo el derecho a hacerlo. Este hombre no solome había liberado, sino quehabíalideradolacargaquenosayudóaconseguirelbarco.Ysidecidíacapitanearsupropiobarco,tendríaquerespetarloyencontrarelmío,irpormicuenta.

Perono.Adewaléqueríanavegarconmigocomointendente.Y yo estuvemás que agradecido, no solo porque quería servirme, sino porque

había elegidono llevarse sus habilidades a otra parte.Adewalé sería un intendenteleal,unhombrequenuncaalzaríaunmotíncontramímientrasyofueseuncapitánjustoeimparcial.

Losupedesdeelprincipiodenuestraamistad,aligualqueloséahoratrastodosestosañosdecamaradería.

(Ah,peroelObservatorio…ElObservatorioseinterpusoentrenosotros).Zarpamosencuantodesplegamoslasvelasylosprimerossoplosdelatormenta

queseavecinabalashincharon.Nosazotabanlosvientosdecostadoaldejarelpuertoymiréatrásdesdemipuestoeneltimónparaverlosbarcosquequedabandelaflotadel tesoroasaltadosporelvientoy la lluvia.Alprincipio losmástiles semovieronpeligrosamente de un lado a otro, como péndulos fuera de control, y despuéschocaronlosunoscontralosotroscuandolatormentallegó.Sinlasvelaspreparadaseran presas fáciles yme llenó de gozo verlos hechos trizas por el huracán que seaproximaba.

Elaireparecíaenfriarsecadavezmásanuestroalrededor.Sobremicabezavilasnubesjuntándose,cruzandoraudaselcieloytapandoelsol.Acontinuaciónnosazotóelviento,lalluviayelaguadelmar.Anuestroalrededorlasolasparecíancrecercadavezmás: eran imponentesmontañas de agua con crestas espumosas que estaban apuntodeahogarnos,delanzarnosdeunenormecañóndemaraotro.

Lasavesdecorralcayeronporlaborda.Loshombresseagarrabandelaspuertasde los camarotes.Oí losgritosde losmozosde cubiertadesafortunadosque salíandisparados del barco. El fuego de la cocina se había apagado. Todas las puertas yescotillas estaban derribadas. Tan solo los hombres más valientes y diestros se

www.lectulandia.com-Página124

Page 125: 6 ac black flag

atrevíanasubiralosflechastesparaintentarcontrolarelvelamen.Eltrinquetesepartióytemíporelmástilprincipalylamesana,peroaguantaron,

graciasaDios,yalabéalSeñorensilencioporaquelbarcorápidoyluchadorquenoshabíadadoeldestino.

El cielo estaba lleno de nubes negras que de vez en cuando se separaban parapermitirquepasasen los rayosde sol, comosi el sol fueraunprisionero tras ellas,como si el clima se burlara de nosotros. Aun así seguimos avanzando, con treshombresaltimónyotroscolgandodelasjarciascomositratarandehacervolarunaenormeyabominablecometa,intentandodesesperadamentellevarleladelanteraalatormenta.Disminuirlavelocidadseríarendirse.Yrendirsesignificaríamorir.

Pero nomorimos, no ese día.Detrás de nosotros el resto de la flota del tesoroestabadestrozada en el puerto, pero este barco—justo el barcoque contenía a losprisionerosliberados—habíaconseguidoescaparyloshombresqueteníamos—unatripulaciónmásbienescasa—nosjuraronlealtadaAdewaléyamí,yestuvierondeacuerdo con mi propuesta de zarpar inmediatamente hacia Nasáu. Por fin iba aregresaraNasáu,paraveraEdwardyBenjamin,yreincorporarmealarepúblicadepiratasquehabíaechadotantodemenos.

Tenía ganas de enseñarlesmi barco.Mi nuevo barco.Al que había llamado laGrajilla.

www.lectulandia.com-Página125

Page 126: 6 ac black flag

33

Septiembrede1715

—¿Lehaspuestoatunuevobergantínelnombredeunavedemierda?Sihubierasidocualquierotrohombre,habríadesenfundadomipistolao talvez

activado lahojaocultaparaque se tragara suspalabras.Perose tratabadeEdwardThatch.NoeraBarbanegratodavía,oh,no.Todavíateníaquedejarsecrecerelvellofacial,queleotorgaríasualiasmásfamoso,peroaúnteníatodaesafanfarroneríaqueera tan característica de él como la barba trenzada y las mechas encendidas quellevabaenella.

Benjamin también estaba allí.Estaba sentado conEdwardbajo los toldosde laOldAvery,unatabernaenlacolinaquedabaalpuerto,unodelospocoslugaresdelmundoquemeeranqueridosymiprimeraparadaobligadaalentrarenNasáu.UnaNasáuquemealegrabaverapenascambiada:eltramodeocéanodelmáspuroazulen el puerto, los barcos apresados que llenaban las costas, las banderas inglesasondeandoensusmástiles,laspalmeras,laschozas,elenormefuertequedescollabasobre nosotros, la bandera de la calavera ondeando bajo la brisa del este… Hementido. Sí había cambiado. Estabamás concurrida que antes. Descubrí que unosnovecientos hombres y mujeres la habían convertido en su base, de los cualessetecientoseranpiratas. IncluyendoaEdwardyBenjamin,queplaneabanasaltosybebían,bebíanyplaneabanasaltos,queeslomismo.

Cerca había otro pirata que reconocí. Sentado solo estaba JamesKidd, del quealgunosdecíanqueeraelhijodeWilliamKidd.Perodemomentocentrémiatenciónenmisantiguoscompañerosdebarcoyambosselevantaronparasaludarme.Aquínohabíaningunaformalidad,lainsistenciaenlacortesíayeldecoroquecoartanalrestode la sociedad. No, me recibieron con el auténtico saludo de piratas; Edward yBenjamin me dieron grandes abrazos, los azotes piratas de las Bahamas, pero enrealidaderanunosbuenazos,con lágrimasdegratituden losojosalveraunviejoamigo.

—PorDios,dichososson losojossalados—dijoBenjamin—,venaquíaecharuntrago.

EdwardlelanzóunamiradaaAdewalé.—¡Vaya,Kenway!¿Quiéneseste?—Adewalé,elintendentedelaGrajilla.Y ahí fue cuando Edward hizo su comentario socarrón sobre el nombre de la

Grajilla.Ningunode elloshabíamencionado la túnicaque llevabapuesta, pero talvezeseplacerdebíaesperar.Sindudahabríaunmomento,despuésdelabienvenida,cuando ambos me pegarían un repaso, y me pregunté si se quedarían mirandoembobadosmiropaolessorprenderíacómohabíacambiado.Cuandonosconocimos

www.lectulandia.com-Página126

Page 127: 6 ac black flag

no era más que un crío, pero había dejado de ser un adolescente irresponsable yarrogante,unchicodelosrecados,perdidamenteenamoradoperounmaridodepocaconfianza,paraconvertirmeenotracosa,unhombrellenodecicatrices,endurecidoporlabatalla,queyanoeratandescuidadoconsussentimientos,ni tanliberalconsus emociones, un hombre frío en muchos aspectos, un hombre cuyas auténticaspasionesestabanenterradasmuyadentro.

Alomejormisdosantiguosamigosveíaneso.Alomejorhabíanadvertidoesatransformacióndeniñoaadulto.

Lescomentéqueestababuscandohombresqueformaranpartedemitripulación.—Bueno—dijoEdward—,poraquíhaymuchoshombrescompetentes,peroten

cuidado.Unosmarinerosdelreyaparecieronhacequincedíascausandoproblemasycreyendoqueestelugarerasuyo.

Nomegustabacómosonabaeso.¿EraobradeWoodesRogers?¿Habíaenviadoungrupodeavanzada?¿Ohabíaotraexplicación?LosTemplarios.¿Quizásestabanbuscándome? ¿Buscabanotra cosa?Ahorahabíamucho en juego.Debería saberlo.Habíahechomuchascosasparaprovocaraquellasituación.

ResultóquealreclutaramáshombresparamibarcoibaatenerunpocomásdeinformaciónsobrelapresenciadelosinglesesenlasBahamas.LoshombresconlosqueAdewaléyyohablamosnoscontaronquehabíanvisto soldadospavoneándoseconloscoloresdelrey.Losbritánicosnosqueríanfuera,bueno,claroquesí,éramoscomounaespinaclavadaenSuMajestad,unagranmanchasuciaensuenseñaroja,pero parecía que había aumentadomás si cabe el interés de los ingleses. Así quecuando me reuní más tarde con Edward, Ben y James Kidd, que también estabapresente,enlaOldAvery,desconfiémásdelohabitualdelosrostrosdesconocidosymeasegurédehablarenvozbajaparaquenomeoyeran.

—¿Alguna vez habéis oído hablar de un lugar llamado el Observatorio?—lespregunté.

Había estado dándole muchas vueltas. Al mencionarlo, James Kidd movió losojos.Lelancéunamirada.Erajoven,tendríaunosdiecinueveoveinteaños,unpocomás joven que yo y también un poco impulsivo. Así que, mientras Thatch yHornigoldnegabanconlacabeza,fueélelquehabló.

—Sí —contestó—, he oído hablar del Observatorio. Es una antigua leyenda,comoElDoradoolaFuentedelaJuventud.

Les conduje a una mesa donde, con un vistazo a izquierda y derecha paracomprobarsihabíaenellocalalgúnespíadelrey,aliséeldibujoquehabíarobadodela mansión de Torres y lo coloqué sobre la mesa. Tenía las esquinas un pocodobladas, pero aun así ahí estaba, delantedenosotros, la imagendelObservatorio,quelostreshombresmiraronconinterés,algunosconmásinterésqueotros.Algunosfingíannoestartaninteresadoscomoenrealidadloestaban.

—¿Quéhasoído?—preguntéaJames.—Sesuponequeesuntemploounatumba,queescondeuntesorodealgúntipo.

www.lectulandia.com-Página127

Page 128: 6 ac black flag

—¡Ah,joyas!—bramóEdward—.¿Prefierescuentosdehadasaloro?Edward no iba a participar en la búsqueda delObservatorio. Lo supe desde el

principio.Diablos,losabíaantessiquieradeabrirlaboca.Queríatesorosquepudierapesarenbalanzas; cofres llenosde reales,oxidadoscon la sangrede susanterioresdueños.

—Valemásqueeloro,Thatch.Diezmilvecesmásdeloquepodríamossacardecualquierbarcoespañol.

Benmiraba tambiénsinestarconvencido;adecirverdad,elúnicooídoquemeprestabaatencióneraeldeJamesKidd.

—Robandoalreyparapagaralospobresfuecomollegamosaquí,muchacho—dijoBenconuntonodeamonestación.Señalóconundedosucioycurtidomidibujorobado—.Estonoesunafortuna,esfantasía.

Mis dos antiguos compañerosdebarco eran la sal de la tierra, los dosmejoreshombres con losquehabíanavegado,peromaldije su faltadevisión.Hablabandedosotreslogrosquenosdaríanparatirarunosmeses,pero¡yoteníaenmenteunapresa que nos arreglaría la vida! Por no mencionar que me convertiría en uncaballero:unhombreprometedor,acomodado.

—¿TodavíasueñasconesameretrizdeBristol?—semofóBencuandomencionéaCaroline—. ¡Jesús!Déjaloya,muchacho.Nasáuesdonde tienesqueestar,noenInglaterra.

Yduranteuntiempointentéconvencermedequeeraverdad,dequeteníanrazón,yquedebíaponermiatenciónen tesorosmás tangibles.Durante losdíasquepasébebiendo,planificandoasaltos,llevandoacaboesosasaltos,bebiendoporeléxitoyplanificandomás asaltos, tuve tiempo de sobra para reflexionar sobre la ironía detodoaquello.Alestarsentadoalamesaconmis«amigos»Templarioshabíacreídoqueeranunosilusos,unostontos,yansiabalacompañíademiscompañerospiratasconsuformafrancadehablarysupensamientolibre.Sinembargo,ahoraenNasáume encontraba con hombres que habían cerrado sus mentes, a pesar de que lasaparienciasreflejaranlocontrario,apesardeloquedecíaneinclusodelsimbolismodelabanderanegra,quemeregalaronunatardecuandoelsolnosazotaba.

—No ondeamos colores aquí, pero alabamos la falta de ellos —dijo EdwardmientrasmirábamoshacialaGrajilla,dondeAdewalésehallabajuntoalasta—.Deestemodo,dejemosquelabanderanegraindiquetulealtadala libertadnaturaldelhombre.Estaestuya.Ondéalaconorgullo.

La bandera se agitó suavemente por el viento y me sentí orgulloso. Estabaorgulloso.Estabaorgullosodeloquerepresentabaydelpapelqueyojugabaeneso.Había ayudado a construir algo quemerecía la pena, había dado un paso hacia lalibertad;lalibertaddeverdad.Peroaunasíseguíahabiendounprofundohuecoenmicorazón,dondepensabaenCarolineyeneldañoquehabíacausado.Verás,cariño,habíaregresadoaNasáusiendounhombrediferente.¿Estabanaquellaspasionesbienenterradas?Esperabaeldíaenelqueactuarenrelacióncontodoeso.

www.lectulandia.com-Página128

Page 129: 6 ac black flag

Mientras tantohabíaotrascosasen lasquepensar,concretamente laamenazaanuestro modo de vida. Una noche nos encontrábamos sentados alrededor de unahogueraenlaplaya,connuestrosbarcos,elBenjaminylaGrajilla,ancladoscercadelacosta.

—¡Por la república pirata,muchachos!—brindó Thatch—. Somos prósperos ylibres,yestamosfueradelalcancedelclerodelreyylosrecaudadoresdedeudas.

—CercadequinientoshanprometidolealtadaloshermanosdelacostadeNasáu.Noestámallacifra—apuntóJamesKidd,quemelanzóunamiradadesoslayoquefingínoadvertir.

—Cierto.—Thatcheructó—.Aunquenecesitamosunasdefensasresistentes.Sielreyatacaralaciudad,nospisotearía.

Cogílabotelladeronquemepasó,laalcéhacialaluzdelalunaparaexaminarlostrozosdesedimentosqueflotabanyentonces,satisfecho,diunsorbo.

—EntoncesvayamosabuscarelObservatorio—sugerí—.SihaceloqueafirmanlosTemplarios,seremosinvencibles.

Edwardsuspiróyfueacogerlabotella.Meoíandecirlomismomuchasveces.—Novuelvasconesasbobadas,Kenway.Esuncuentoparaniños.Yomerefiero

adefensasdeverdad.Robemosungaleónycambiemosloscañonesaunlado.Seríaunbonitoadornoparaunodenuestrospuertos.

Adewaléintervino:—No será fácil robar un galeón español entero. —Su voz era lenta, clara,

reflexiva—.¿Tenéisalgunanaveenmente?—Yosí,señor—contestóThatcharrastrandolaspalabras—.Yoslamostraré.Es

unavaca.Unagordaylenta.Yasífuecomolanzamoselataquealgaleónespañol.Entoncesnolosabía,desde

luego,peroibaatoparmeotravezconmisamigoslosTemplarios.

www.lectulandia.com-Página129

Page 130: 6 ac black flag

34

Marzode1716

Pusimos rumbo suresteopor ahí.Edwarddijoquehabíavisto aquelgaleónenparticularmerodeandoporeltramoinferiordelasBahamas.ZarpamosabordodelaGrajilla y mientras avanzábamos nos encontramos hablando con James Kidd,interrogándolesobresufamilia.

—ElhijobastardodeldifuntoWilliamKidd,¿eh?—AEdwardThatch lehacíamuchagraciaaquellarelación—.¿Esciertoquetegustacontaresahistoria?

Lostresnoshallábamosenlacubiertadepopa,compartiendouncatalejocomosifueraunabotelladeron,pasándonosloparaecharunvistazoatravésdeunmurodenieblaalanochecer,tandensoqueeracomointentarveratravésdelaleche.

—Esomedijomimadre—respondióKiddremilgadamente—.Soyel resultadodeunanochedepasiónjustoantesdequeWilliamdejaraLondres…

Costaba saber por su voz si le había molestado la pregunta. Él era diferente.Edward Thatch, por ejemplo, llevaba el corazón en la manga. Se enfadaba y almomento pasaba a estar alegre. No importaba que estuviera dando puñetazos orepartiendo abrazos embriagados que rompían las costillas, siempre sabías quéesperardeEdward.

Fueran cuales fuesen las cartas de Kidd, las mantenía bien pegadas al pecho.Recordéunaconversaciónquehabíamosmantenidohacíauntiempo.

—¿LerobasteeseatuendoaunpetimetreenLaHabana?—mepreguntó.—No, señor—respondí—. Lo encontré en un cadáver…Uno que iba por ahí

diciéndomemierdasalacaratansolounosinstantesantes.—Ah…—dijoysurostroreflejóunaexpresiónimposiblededescifrar.Sinembargo,nopudoocultarsuentusiasmocuandoporfinvimoselgaleónque

estábamosbuscando.—Esebarcoesunmonstruo.¡Miradquétamañotiene!—exclamóKiddmientras

Edwardsejactabacomodiciendo:«Oslodije».—Síynopodemosestarmuchodelantedeél.¿Hasoídoeso,Kenway?Manténla

distanciayatacaremoscuandolafortunanossonría.—Alamparodelaoscuridad,lomásseguro—dijeconelojoenelcatalejo.Thatch tenía razón.Eraunapreciosidad.Unbonitoadornoparanuestropuerto,

sinduda,yunaimponentelíneadedefensaensímismo.Dejamos que el galeón se alejara hacia una interrupción del horizonte en la

distancia que parecía ser una isla. Inagua, si me acordaba bien de las cartas denavegación,dondeunacalaeraellugarperfectoparaanclarnuestrasvelas,ylavidaanimalylasplantasabundanteslahacíanidealparaabastecernosdeprovisiones.

Edwardloconfirmó.

www.lectulandia.com-Página130

Page 131: 6 ac black flag

—Conozcoeselugar.EsunbastiónnaturalusadoporuncapitánfrancésllamadoDuCasse.

—¿JulienDuCasse?—pregunté,incapazdeapartarlasorpresademivoz—.¿ElTemplario?

—Elnombreescorrecto—respondióEdward,distraído—.Nosabíaquetuvierauntítulo.

—Conozco a ese hombre—dije con tono de gravedad—.Y si vemi barco, loreconocerá de cuando estuvo en La Habana. Lo que significa que sabrá quién lomanejaahora.Nopuedoarriesgarme.

—Yyonoquieroperderesegaleón—replicóEdward—.Pensémoslo…yquizádebamosesperaraquehayaoscurecidomástodavíaantesdesaltarabordo.

Mástardeaprovechélaoportunidadparadirigirmealoshombres.Mesubíalasjarciasymirédesde arriba a todos losque estaban allí reunidos, incluidosEdwardThatch y JamesKidd.Me pregunté, allí colgado unos instantes,mientras esperabaque reinase el silencio, si Edward me miraba y se sentía orgulloso de su jovenprotegido, un hombre al que había enseñado las prácticas de la piratería. Esoesperaba.

—¡Caballeros! ¡Como es costumbre entre los nuestros, no nos lanzaremosprecipitadamentealalocuradeseguirlasórdenesdeunosolo,sinoqueactuaremossegúnlalocuradenuestropropiocolectivo!

Rieronacarcajadas.—Elobjetodenuestraatenciónesungaleónconaparejodecruzquequeremos

porlasventajasquenosofreceráenNasáu.Asíquelopongoavotación…Todoslosque estén a favor de asaltar esa cala y tomar el barco que pisen fuerte el suelo ygriten:«¡Sí!».

Loshombresrugieronsuaprobación.Nohuboniunasolavozdedisconformidadentreellosymelevantóelánimooírlo.

—Yaquellosqueseoponganquegimoteen:«¡No!».Noseoyóningún«no».—¡Nuncahaestadoelconsejodelreytanunificado!—braméyloshombresse

unieronamí.MiréaJamesKidd,ysobretodoaEdwardThatch,quesonrieronconaprobación.Poco después de zarpar hacia la cala, se me ocurrió una idea: tenía que

asegurarmedequeseocupabandeJulienDuCasse.SiveíalaGrajilla,mejordicho,simeveíayluegoescapaba,lespodíacontardóndeestabaasusaliadosTemplariosyyonoqueríaeso.NositodavíaalbergabalaesperanzadelocalizarelObservatorio.Y,apesardeloquedecíanmiscompañeros,eseeraelcaso.Reflexionésobreelasunto,meditélasdistintasposibilidades,yalfinaldecidíhacerloquehicierafalta:saltarporlaborda.

Bueno, no directamente. Primero les conté a Edward y James mis planes, yentonces,cuandolesdijeamisamigosqueplaneabaseguiradelanteysorprendera

www.lectulandia.com-Página131

Page 132: 6 ac black flag

DuCasseantesdequeempezaraelataqueprincipal,saltéporlaborda.Nadéhastalaorilla,dondememovícomounespectroenlanoche,pensandoen

DuncanWalpolealhacerlo,recordandolanocheenlaqueirrumpíenlamansióndeTorres,ydeseédetodocorazónqueestaveznotuvieraelmismoresultado.

PaséjuntoaungrupodeguardiasdeDuCasseyconmilimitadoespañolentendísolo fragmentos de la conversaciónmientras se quejaban por tener que ir a buscarprovisionesparaelbarco.Estabaanocheciendocuandolleguéauncampamentoymeagaché entre lamaleza.Desde ahí, escuché una conversación en el interior de unatienda.Reconocíunavozenparticular,ladeJulianDuCasse.

Ya sabía que DuCasse tenía una casa solariega en la isla, donde sin duda legustabarelajarsetrasregresardesusintentosdecontrolarelmundo.Elhechodequeno hubiera vuelto allí significaba que esto no era más que una breve visita pararecogerprovisiones.

Perohabíaunproblema.Enelinteriordelatiendadecampaña,miantiguocolegaTemplario estaba rodeado de guardias. Probablemente se trataba de guardiasagresivos y pocodispuestos a colaborar, a los que lesmolestaba tener que recogersuministrospara elbarco,pornomencionar sentir lapunta afiladade la lenguadeJulienDuCasse.Peroeranguardiasdetodasformas.Echéunvistazoalcampamento.Al otro ladohabía una hoguera que se había consumidohasta casi quedar solo lasbrasas.Cercademívicajasybarriles,yalmirarotravezelfuego,medicuentadequeloshabíanpuestoallíapropósito.Comoeradeesperar,cuandomeacerquéparaverlomejor,viqueerandepólvora.Meechélamanoalanuca,dondeguardabalapistola paramantenerla seca.Mi pólvora estabamojada, claro, pero el acceso a lapólvorayanoeraunproblema.

Enmediodelcampamentohabía tressoldados.Supuestamentedeguardia,peroenrealidadfarfullabanalgoquenoalcanzabaaoír.Lomásseguroeraqueestuvieseninsultando a DuCasse. Había más grupos yendo y viniendo, añadiendo másprovisionesa lapila: leñaprincipalmente,astillasparaencenderel fuego,asícomotoneles de agua que salía de un abrevadero cercano. Apostaba a que no eraexactamenteelfestíndejabalíyaguafrescademanantialqueesperabaDuCasse.

En las sombras y con un ojo en el movimiento de los soldados, me acerquésigilosamentealosbarrilesyabríunagujeroenelfondodeunodeellos,lobastantegrande para llenarme las manos de pólvora y dejar un pequeño rastro mientrasavanzabaporellímitedelrecintohastaestarlomáscercadelfuegoquemeatrevía.Milíneadepólvoratrazabaunsemicírculodesdedondehabíaestadoagachadoantestraslosbarriles.EnelotroextremodelcírculoseencontrabalatiendadecampañaenlaqueestabasentadoJulienDuCasse,bebiendoysoñandoconlosgrandesplanesqueteníanlosTemplariosparadominarelmundo,ygritandoimproperiosasusrenuenteshombres.

Sí.Teníafuego.Teníaunrastrodepólvoraqueibadelahoguera,pasandoporlamaleza,hastallegaralosbarriles.Teníaaunoshombresquevolaríanporlosairesya

www.lectulandia.com-Página132

Page 133: 6 ac black flag

Julien DuCasse aguardando nuestro ajuste de cuentas. Ahora lo único que mequedabaporhacereracalcularlotodoparaqueningunodeaquellostorpessoldadosvieramimechaimprovisadaantesdequedetonaselapólvora.

Agachado, avancé hasta la hoguera, luego empujé una brasa hacia el rastro depólvora.Mepreparéparaelsonidoqueibaahacer—ibaasonarmuchísimoporlanoche— y le di gracias a Dios por el ruido que hacían los soldados. Y entonces,mientraslamechasealejabademísilbando,esperénohaberinterrumpidoelrastrode pólvora sin darme cuenta; esperé no haberlo mojado con nada por accidente;esperéqueningunodelossoldadosllegarajustoenelinstanteenque…

Y entonces llegó uno. Llevaba un cuenco lleno de algo. Fruta, quizá. Pero lealertó el olor o el ruido y se detuvo al borde del claro paramirar sus botas justocuandoelchisporroteodelrastrodepólvorapasóporsuspies.

AlzólavistaysuslabiosformaronunaOparapedirayudacuandosaquéunpuñalde mi cinturón, eché el brazo hacia atrás y lo lancé. Agradecí de nuevo aquellastardes perdidas destrozando árboles en Bristol y le di gracias a Dios cuando lealcanzó el cuchillo en alguna parte cerca de la clavícula; no había sido unlanzamientoespecialmentecertero,perohabíafuncionado.Demodoque,envezdealertarlosagritos,emitióunsonidoapagado,sofocado,ycayóderodillas,rozándoseconlasmanoselcuello.

Loshombresenelclarooyeronel ruidodesucuerpoalcaerconelcuenco,dedondesaliórodandolafruta,ysevolvieronparaverdedóndeprocedía.Derepenteestaban alerta, pero no importaba, porque, mientras cogían los mosquetes de sushombrosysealzabaungrito,noteníanniideadeloqueestabaapuntodesuceder.

Supongoquenosabíanquélesatacaba.Medilavuelta,metapélosoídosconlasmanosymehiceunovillomientraslaexplosiónsacudióelclaro.Algomedioenlaespalda.Algoblandoyhúmedo,enloquenoqueríapensar.Alolejosoígritosysupeque en cualquier momento llegarían más hombres, así que eché a correr hacia elclaro. Pasé por cuerpos destrozados de soldados en varios estados demutilación ydesmembramiento, lamayoríamuertos,unodeellossuplicandolamuerte.Atravésdeldensohumonegroqueinundabaelclaro,flotabanascuasenelaire.

DuCassesaliódelatienda,maldiciendoenfrancés,pidiendoagritosquealguienapagara el fuego. Tosiendo, resoplando, movía la mano enfrente de su cara paraapartar el humo y las partículas asfixiantes del hollín abrasador, e intentaba ver atravésdelaniebla.

Yalcolocarmedelantedeél,mevio.Yséquemereconocióporqueasíloexpresó.«Tú»fuelaúnicapalabraquedijo

antesdequeleclavaramihoja.Unahojaquenohabíahechoruido.—¿Recuerdas el regalo queme hiciste?—Hizo un ligero sonido de succión al

sacárseladelpecho—.Bueno,puesrespondemuybien.—Hijodeputa.

www.lectulandia.com-Página133

Page 134: 6 ac black flag

Tosió y la sangre le salpicó el rostro. A nuestro alrededor caía la descargallameantecomounanevadasatánica.

—Tan enérgico como la bala de unmosquete y aun así lamitad de intenso—logródecirmientrasseleagotabalavida.

—Lo siento, amigo, pero no puedo arriesgarme a que le cuentes a tus colegasTemplariosquesigoporaquí.

—Tecompadezco,bucanero.Despuésdetodoloquehasvisto,despuésdetodolo que te mostramos de nuestra orden, sigues adoptando la vida de un bribónignorante,sinpropósito.

Alrededor de su cuello vi algo que no había advertido antes.Una llave en unacadena.Tirédeellaysedesprendiófácilmenteenmisdedos.

—¿Esunhurtoalalcancedetuambición?—semofó—.¿Notienescerebroparacomprenderhastadóndellegalanuestra?¡Todoslosimperiosdelmundo,abolidos!Unmundolibreyabierto,sinparásitoscomotú.

Cerrólosojosmientrasmoría.Susúltimaspalabrasfueron:—Queelinfiernoqueencuentresseaeldetupropiaespecie.Trasdemíoí hombresque entraban en el claroy supeque era elmomentode

marcharse.A lo lejosoímásgritosy los sonidosde labatalla.Miscompañerosdebarco habían llegado, tanto la cala como el galeón no tardarían en ser nuestros yaquel trabajo nocturno pronto terminaría. Y mientras desaparecía entre la malezapenséenlasúltimaspalabrasdeDuCasse:«Queelinfiernoqueencuentresseaeldetupropiaespecie».

Yaloveríamos,pensé.Yaloveríamos.

www.lectulandia.com-Página134

Page 135: 6 ac black flag

TERCERAPARTE

www.lectulandia.com-Página135

Page 136: 6 ac black flag

35

Mayode1716

HabíanpasadodosmesesyestabaenTulum,enlacostaestedelapenínsuladeYucatán.¿Cuáleraelmotivodeestarallí?ElsiempremisteriosoJamesKiddyloquemehabíaenseñadoenlaisladeInagua.

Estabaesperando,ahoramedoycuenta.Esperabaelmomentodepillarmeasolas.TraslamuertedeDuCasse,elrobodesugaleóny…bueno,digamosel«traspaso»del resto de los franceses, una operación que se redujo a «uníos a nosotros yconvertíos enpiratas»o«disfrutaddel baño»,Thatch zarpó aNasáu con el galeónespañol,llevándoseconélalamayoríadeloshombres.

Adewalé,Kiddyyomismonosquedamosconunavagaideadecómopodíamosutilizar lacala.Loqueyoteníaenmente,porsupuesto,erarelajarmeenlaplayaybeber hasta que se agotara el suministro de ron para luego regresar aNasáu. «Oh,construisteis el puerto fortificado sinmí. ¡Qué lástima perderme la oportunidad deayudar!».Algoasí.

LoqueKiddteníaenlacabeza…Bueno,¿quiénlosabía?Almenoshastaqueseacercóamíaqueldía,cuandomedijoqueteníaalgoqueenseñarmeymellevóalaspiedrasmayas.

—Sonraras,¿verdad?—dijo.No se equivocaba. Desde lejos parecían un montón de escombros, pero, al

acercarnos,viqueenrealidadsetratabadeunaformacióncuidadosamentedispuestadebloquestalladosdemaneracuriosa.

—¿Perteneceestoalosquellaman«mayas»?—lepregunté,fijándomebienenlapiedra—.¿Oesazteca?

Memiró.Teníalamismamiradapenetranteyburlonaquesiempreponíacuandohablaba.Mehacía sentir incómodo,para ser sincero. ¿Porqué siempremedaba lasensacióndeque teníaalgoquedecir,algoquecontarme?Esascartasquesujetabacerca del pecho había veces que quería arrancárselas de las manos y mirarlas yomismo.

Aunqueelinstintomedecíaqueloaveriguaríaasudebidotiempo.Aquelinstintodemostraríatenerrazónyesofueloqueocurrió.

—¿Setedanbienlosacertijos,Edward?—mepreguntó—.¿Losrompecabezas,lasreflexionesyeso?

—Nosoypeorquecualquierotro—respondíconprudencia—.¿Por?—Creoquetienesundonnaturalparaeso.Lopercibíhacealgúntiempoportu

maneradetrabajarypensar.Elmodoenqueentiendeselmundo.Nosestábamosacercando.—No estoy seguro de eso.Ahoramismo estás jugando a las adivinanzas y no

www.lectulandia.com-Página136

Page 137: 6 ac black flag

entiendoniunapalabra.Asintió.Loquefuesequefueraacontarme,noibaasalirtododeunavez.—Trepahastaahíarriba,porfavor.Quieroquemeayudesaresolverunacosa.Juntos subimos como pudimos al montón de rocas al lado del que estábamos

antes agachados. Cuando James puso una mano en mi pierna, la miré; estaba tanbronceada,curtidayajadacomoladeunpirata,conelmismoenrejadodediminutoscortes y cicatrices ganados en el mar. Pero era más pequeña, los dedos estabanligeramentereducidos,ymepreguntéquéestabahaciendoallí.Sí…«Perono.Seguroqueno».

Entonces sepusoahablar.Sonabamás serioqueantes, comounhombre santomeditando.

—Concéntrateyprestaatencióncontodoslossentidos.Dejaatráslasombrayelsonido,profundizaenlamateria,hastaqueveasyoigasunaespeciederesplandor.

¿De qué iba aquello? Sumano agarrómi pierna conmás fuerza.Me animó aconcentrarme. La forma de agarrarme, toda su actitud en realidad, no toleraba laincredulidadyhacíadesaparecerlarenuencia,miresistencia…

Yentonces…,entonceslovi.No,nolovi.¿Cómopuedoexplicarlo?Losentí…,losentíconmisojos.

—Unresplandor—dijeenvozbaja.Estaba en el aire ami alrededor, rodeándome completamente. Era una versión

másintensadealgoquehabíaexperimentadoantes,sentadoenelcorraldemicasadeHatherton,aaltashorasdelanochecuando,enunsueño,mimentevagólibre.Eracomosideprontoelmundosehubieravueltounpocomásbrillanteymásclaro.Eracapazdeoírcosasconunaclaridadespecial,vercosasqueteníadelanteyantesnohabíapodidover;yestoeralocurioso:comosiestuvieracontenidoenmiinteriorunenormebanco,unaenormecriptadeconocimientoqueesperasemiacceso,yloúnicoquenecesitaraparaabrirlaeralallave.

Yesofuetodo,allísentado,conlamanodeKiddagarrándomelapierna.Eracomosihubieseencontradolallave.Sabíaporquémehabíasentidodistintodurantetodosaquellosaños.—¿Loentiendes?—preguntóKiddentredientes.—Creo que sí.Ya había visto antes algo parecido.Brillando como la luz de la

lunasobreelocéano.Escomoutilizartodoslossentidosalavezparaverlossonidosyoírlasformas.¡Menudacombinación!

—Todos los hombres y mujeres de la Tierra tienen una especie de intuiciónescondida—estabadiciendoKiddmientraspensabaenmímismocomounhombrequedeprontohabíasidotransportadoaotromundo.Unciegoquederepentepodíaver.

—He tenido esa sensación lamayor parte demi vida—le dije—, solo que enciertamaneracreíaqueestabarelacionadaconmissueñosoalgoasí.

—La mayoría nunca la encuentran —continuó Kidd—, otros tardan años en

www.lectulandia.com-Página137

Page 138: 6 ac black flag

sacarla.Peroparaunospocosfueradelocomúnestannaturalcomorespirar.Loquehassentidoeslaluzdelavida.Delovividoenelpasadoyelpresente.Elresiduodela vitalidad que viene y va. Práctica. Intuición. Los sentidos de cualquier hombrepuedensobrepasaraquelloconloquehannacido.Siseintenta.

Despuésdeaquello,nosseparamosyacordamosreunirnosenTulum;esaeralarazónporlaquemeencontrababajoaquelcalorabrasadorintentandohablarconunanativaqueestabajuntoaloqueparecíaunpalomaryquemehabíamiradoconlosojosentornadosalllegaryo.

—¿Tieneesascosascomomascotas?—pregunté.—Mensajeras —respondió en un inglés titubeante—. Así es como nos

comunicamosentreestasislas.Comocompartimoslainformación…yloscontratos.—¿Loscontratos?—repetí,pensando«Asesinos».«¿LoscontratosdelosAsesinos?».MedijoqueKiddestabaesperándomeenuntemployseguíadelante.¿Cómolo

sabía?¿Yporqué,mientrasandaba,teníalasensacióndequeestabanesperandomillegada? ¿Por qué,mientras cruzaba un pueblo formadoprincipalmente por chozasbajas, me sentía como si sus habitantes estuvieran todos hablando sobre mí,mirándome boquiabiertos cuando dirigía la vista en su dirección?Algunos vestíantúnicas largasysueltas,decoloresvistosos,y llevaban joyas, lanzasypalos.Otrostenían el pecho desnudo y llevaban taparrabos, tenían marcas pintadas y extrañosadornos, brazaletes hechos de oro y plata, y collares de cuentas con huesos porcolgantes.

Mepreguntésiseríancomolagentedemimundo,sujetosalaideadelestatusyla clase social. Y al igual que en Inglaterra se reconocía a un hombre de la altasociedadporelcortedesusprendasylacalidaddesubastóndepaseo,losqueaquíestabanenlapartesuperiordelaescalasimplementellevabantúnicasmáselegantes,joyeríamáselaboradayteníanunosdibujosmásintrincados.

Tal vez Nasáu sí fuera el único sitio que de verdad era libre. O tal vez meengañabaamímismorespectoaeso.

Yentoncesfuecomosilajungladesaparecieraymuyaltosobremíaparecióenformadepirámideuninmensotemplomayaescalonado,conenormespeldañosquesubíanporelcentrodelascapasdepiedra.

Mientrastragabasalivadepieentrelamaleza,notélasramasylostallosreciéncortadosamialrededor.Hacíapocosehabíadespejadouncaminoy loseguíhastallegaraunaentradaalpiedeltemplo.

«¿Ahídentro?Sí.Ahídentro».Palpéloslateralesyconesfuerzolocrucéhastapoderentraraloqueparecíael

accesoaunacámara,peronotanoscuracomoesperaba.Comosialguienyahubieraencendido…

—CapitánKenway—dijounavozentrelassombras.Eraunavozquenoreconocíayalinstantedesenfundélapistolaymedilavuelta

www.lectulandia.com-Página138

Page 139: 6 ac black flag

mirandoenlaoscuridad.Peromisnuevosenemigosteníanlaventajadelasorpresayme quitaron la pistola de lamano en elmismomomento en queme cogían desdeatrás para inmovilizarme. La antorcha titilante iluminó las figuras encapuchadas ymisteriosas que me retenían, mientras que delante de mí habían aparecido doshombres de entre las sombras.Uno de ellos era JamesKidd.El otro, un indígena,encapuchadocomoel resto, que tenía la caraoculta en lapenumbra.Yduranteunsegundo se limitó a mirarme fijamente. Me miró hasta que dejé de forcejear ymaldeciraJamesKidd,hastaquemehubecalmado,yentoncesdijo:

—¿DóndeestáelasesinoDuncanWalpole?LelancéunamiradaaKidd.Consusojosmeaseguróquetodoibabien,queno

corríapeligro.Noséporquéconfiéenél.Alfinyalcabo,mehabíaengañadoparaacabarenaquellareunión.Pero,noobstante,merelajé.

—Muertoyenterrado—respondírefiriéndomeaWalpole,ynoviqueelnativofrenteamítorcieraelgesto,apesardeloenfadadoqueparecía.Enseguidaañadí—:Despuésdeintentarmatarme.

Elnativohizoungestobreveyreflexivoconlacabeza.—No sentimos su desaparición. Pero fuiste tú el que llevó a cabo su última

traición.¿Porqué?—Eldineroeramiúnicoobjetivo—contestéinsolentemente.Se acercó, y entonces pude verle bien. Era un indígena, tenía el pelo oscuro y

unos ojos penetrantes en un rostro moreno y arrugado, adornado con pintura.Realmenteestabamuyenfadado.

—¿Eldinero?—dijofirmemente—.¿Deberíaconsolarmeconeso?—Tieneelsentido,mentor—intervinoJames.El sentido.Eso lo entendía. Pero había dicho «mentor». ¿Cómo es que un jefe

indioeraelmentordeJames?Almencionarmisentido,eljefeindio,elhombrequeluegoconoceríacomoAh

Tabai,pareciócalmarse…—JamesmehacontadoqueconocistealosTemplariosenLaHabana—dijo—.

¿VistealhombrealquellamanelSabio?Asentíconlacabeza.—¿Reconoceríassucarasivolvierasaverle?—preguntóAhTabai.—Creoquesí—respondí.Pensóyentoncespareciótomarunadecisión.—Debo estar seguro —dijo enseguida, y entonces él y sus hombres

desaparecieron en las sombras, dejándome solo con James, queme lanzóunaduramiraday levantóundedoque expresaba«nodigas ni unapalabra» antes depoderprotestar.

Cogió una antorcha, haciendo una mueca por la luz cada vez más escasa queproporcionaba,ydespuéssedirigióhaciaunpasilloestrechoqueseadentrabamáseneltemplo.Allíeltechoeratanbajoqueíbamoscasidobladosmientrasavanzábamos,

www.lectulandia.com-Página139

Page 140: 6 ac black flag

ambosconscientesdeloquepodíaestaracechandoenaquellaestructurademilañosdeantigüedad,delassorpresasquenostendríaguardadas.Mientrasqueenlacámaranuestraspalabrasteníaneco,ahoralasamortiguabanlasparedes,rocashúmedasqueparecíanagolparsesobrenosotros.

—¡Mehasenredadoparametermeaciegasenestelío,Kidd!¿Quiéncoñoeraelbufóndeantes?

—AhTabai—respondióporencimadelhombro—,unAsesinoymimentor.—Asíquetodosformáispartedeunaestúpidareligión.—Somos Asesinos y seguimos un credo. Pero no nos obliga a actuar o

someternos…Soloaserprudentes.Saliódel túnelde techobajoparaentrarenotropasillo,perounoquealmenos

nospermitíairderechos.—Uncredo—dijemientrascaminaba—.¡Oh,cuéntame!Meencantaríaoírlo.—«Nadaesverdad,todoestápermitido».Esaeslaúnicacertezaenelmundo.—¿«Todo está permitido»?Megusta.Megusta cómo suena.Pensar lo queme

gustayactuarcomomeplazca…—Repiteslaspalabrascomounloro,Edward,peronolasentiendes.Soltéunacarcajada.—No te pongas altivo conmigo, Kidd. Te seguí como un amigo y me has

engañado.—Tehe salvado el pellejo al traerte aquí, hombre.Estos te queríanmuertopor

confraternizarconlosTemplariosylesconvencídelocontrario.—Bueno,brindoporeso.—Sí,yapuedesbrindar.—AsíquelosTemplariosseguíanalostuyos,¿no?JamesKiddserio.—Hasta que llegaste tú y metiste la pata, éramos nosotros los que les

perseguíamosaellos.Leshabíamoshechosalirhuyendodemiedo.Peroahorallevanladelantera.

«Ah…».Mientras seguíamos avanzando por los pasillos oía ruidos extraños a nuestro

alrededor.—¿Hayalguienaquíconnosotros?—Esposible.Noshemosmetidoenunlugarprohibido.—¿Estánvigilándonos?—Sinduda.Nuestras palabras cayeron como una piedra, retumbando en las paredes del

templo.¿HabíaestadoKiddantesallí?No lohabíadicho,peroparecíasabercómoabrir las puertas con las que nos encontrábamos; luego pasamos por escaleras ypuentesquesubíanysubían,hastaquellegamosaunaúltimapuerta.

—Loqueseaquenosespereal finaldeestecaminoserámejorquemerezca la

www.lectulandia.com-Página140

Page 141: 6 ac black flag

penaporeltiempoquehepasadoaquídentro—dije,irritado.—Esodependerádeti—respondiómisteriosamente.Acontinuaciónlaspiedrasbajonuestrospiescedieronycaímosalagua.

www.lectulandia.com-Página141

Page 142: 6 ac black flag

36

Elcaminoestababloqueadoporescombros—otroreto—,asíquenadamosbajoel agua hasta que por fin, justo cuando empezaba a pensar si podría aguantar larespiraciónunsegundomás,salimosalasuperficieynosencontramosenunacharcaenunextremodeotragrancámara.

Seguimosadelante,salimosdeesacámarayatravesamoslasiguientedondenostopamosconunbustoquemostrabaunrostro.Unrostroquereconocí.

—¡Dios!—exclamé—.Esél.ElSabio.Peroestacosadebede tenercientosdeaños.

—Incluso podría ser más antigua —dijo Kidd. Apartó la vista de mí paracontemplarelbusto—.¿Estássegurodequesetratadeél?

—Sí,losojosledistinguen.—¿DijeronlosTemplariosporquéqueríanalSabio?Recordécondesagrado.—Lesacaronunpocodesangreparameterlaenunpequeñocubodecristal.«El cubo que les diste», recordé, pero no me sentí culpable. ¿Por qué iba a

hacerlo?—¿Comoeste?—inquirióKidd,queteníaensusmanosotrovial.—Sí.PretendíantambiénpreguntarleporelObservatorio,peroescapó.Kidd hizo desaparecer el vial en las profundidades de su bolsa y pareció

consideraralgoantesdeapartarsedelbustodelSabio.—Yahemosterminado.Regresamos y encontramos unas nuevas escaleras que atravesaban las entrañas

deltemplohastadirigirnoshacialoqueparecíaunapuerta.Aldeslizarse,vilaluzdelsol por primera vez en lo que tenía la sensación de haber sido horas, y al instanteestabacogiendoairefresco.Envezdemaldecirelcalordelsolcomodecostumbre,loagradecíatraselfríohúmedodelinteriordeltemplo.

Kiddsehabíadetenidomásadelanteyestabaescuchando.Echóunvistazoatrásymeindicóconungestoquedejasedehacerruidoymepusierafueradelavista.Nosabía qué estaba sucediendo, pero le obedecí y luego le seguí. Lenta ysilenciosamentenosacercamosadondeseencontrabaAhTabaiescondido trasunaroca;estabaescondidoporquealolejosoímoselinconfundiblerebuznocockneydelossoldadosinglesestrabajando.

DetrásdelarocaesperamosensilencioyAhTabaivolviósupenetrantemiradahaciamí.

—Laestatuadeltemplo—susurró—,¿eraelhombrequevisteenLaHabana?—Eraclavado,sí—lerespondí.AhTabaivolvióaobservaralossoldadosporencimadelbordedelaroca.—PorlovistosehaencontradoaotroSabio—dijoenunsusurro—.Lacarrera

haciaelObservatorioempiezadenuevo.

www.lectulandia.com-Página142

Page 143: 6 ac black flag

—¿Poresoestamossusurrando?—pregunté.—Esto es por tu culpa, capitán Kenway—dijo Ah Tabai en voz baja—. Los

mapasquelesvendistealosTemplariosleshanllevadodirectosanosotros.Yahoralosagentesdedosimperiossabenexactamentedóndeoperamos.

Kiddestabaapuntodedarunpasohaciadelanteparallamaralossoldados.Sindudasesentíamásagustoderribandoasoldadosinglesesqueaindígenas,peroAhTabailedetuvo.ConunamanofrenóaKiddmientrasdirigíalosojoshaciamí.

—HancogidotambiénalatripulacióndeEdward—dijo.Mesobresalté.«Latripulaciónno.Adewaléymishombresno».PeroAhTabai,

conunaúltimamiradadereprocheenmidirección,seescabulló.TraséldejóloqueerainequívocamenteunacerbatanaqueKiddrecogió.

—Cogeesto—dijo,entregándomela—.Noatraeráslaatenciónytecobrarásunascuantasvidas.

Ymientrasmedabaunosconsejossobrecómoutilizarla,mepreguntésiaquelloera parte de otro desafío. ¿O era algo nuevo? ¿Estaban entrenándome?¿Evaluándome?

«Quelointenten—penséconaireamenazante—.Nosoyhombredenadie,salvodemímismo.Respondosoloantemíymiconciencia.¿Reglasybaratijas?Nosonparamí,gracias».

Pormípodíanmetersesucredodondenobrillabaelsol.Además,¿porquéibanaquererme?¿Poresesentido,quizá?¡Pormidestrezaenlabatalla!

«Nosalebarato,caballeros»,penséalllegaralperímetrodelclarodondehabíandepositadoamitripulación,sentadosespaldacontraespalda,conlasmanosatadas.

Buenoschicos,estabandándolesalossoldadosinglesestodotipodeproblemas:—¡Déjamelevantarme,estúpido,yenfréntateconmigocomounsoldado!—Sisupieraslaqueseosvieneencima…Creoqueharíaiselpetateyecharíaisa

correr.Metí elprimerode losdardosen la cerbatana.Sabía loque se teníaquehacer:

eliminara los soldados inglesesunoauno, intentar igualarelnúmerounpoco.Unpobre indígena desafortunado me ofreció el entretenimiento que me hacía falta.Dando gritos de indignación se puso de pie tambaleándose e intentó huir. Lossoldados centraron su atención en él, agradecidos por la diversión, y se llevaronalegrementelosmosquetesalhombroparadispararle.Crac.Crac.Comoramasquese rompíanenelbosque.Seoyeronunas risascuandocayóenunabrumacarmesí,peronoadvirtieronqueunodelossuyossedesplomabaensilenciotambiénsobrelamaleza,mientrasllevabalamanohaciaeldardodecerbatanaquesalíadesucuello.

Cuando los guardias regresaron al claro, crucé por detrás de ellos y al mismotiempo lancéunsegundodardo,estavezal soldadoque ibaen la retaguardia.Girésobre mis talones y le agarré al caer, y mientras arrastraba su cuerpo hacia losarbustos,digraciasaDiosporelalborotoquecausabanmishombres.Noteníanniidea de mi presencia, pero no podrían haberme ayudado más aunque les hubiera

www.lectulandia.com-Página143

Page 144: 6 ac black flag

avisado.Unsoldadodiomediavuelta.—Oye—dijoalnoverasuamigo—,¿dóndeestáThompson?Ocultoentrelamalezametíelsiguientedardoyllevélacerbatanaamislabios.

ToméunpocodeaireehinchélasmejillascomoKiddmehabíaenseñado.Eldardose le clavó debajo de lamandíbula y probablemente pensó que le había picado unmosquito,justoenelinstanteenqueperdiólaconsciencia.

Ya estábamos enmarcha. Desdemi posición privilegiada entre losmatorrales,conté.Treshombresmuertos, seis todavíavivos,y sipodíaacabarconunparmásantesdeque losguardias restantes sedierancuentandequeestabanderribándolos,bueno,entoncespodríaterminarconlosdemásyosolo.Yoymihojaoculta.

¿MeconvertíaaquelloenAsesino?¿Ahoraquemecomportabaypensabacomounodeellos?Alfinyalcabo,¿nohabíaprometidolucharcontralosTemplariosporloquehabíasucedidoenHatherton?

«Elenemigodemiamigoesmiamigo».No.Yotrabajosolo.Norespondoantenadie.Loscredosnosonparamí.Había

pasadoañosdeseandoliberarmedelosconvencionalismos.Noibaadejartodoeso.Los soldados estabanmirando a su alrededor. Empezaban a preguntarse dónde

estabansuscompañeros.Ymedicuentadequenoteníael lujodepoderescogeraotro.Teníaqueeliminarlosatodosalavez.

Seiscontrauno.Peroteníalaventajadelasorpresay,mientrassalíadelamalezadeunsalto,loprimeroquehicefuecortardeungolpedehojalascuerdasqueatabanaAdewalé.Detrásdemí, se apresuróabuscarunarma.Teníamihojaen lamanoderecha y la pistola en la izquierda. Colocado entre dos hombres con los brazosextendidos, apreté el gatillo de la pistola y corté con la mano derecha al mismotiempo,cruzandolosbrazosdelantedemí.Unhombremurióconunabalademetalatravesándoleelpechoyelotroconunaheridaenormeenlagarganta.

Dejé caer la pistola vacía, giré sobre mis talones, cogí una nueva pistola delcinturón y descrucé los brazos al mismo tiempo. Dos nuevos objetivos, y en estaocasiónconunrevésdelahojaleabríelpechoaunhombre,mientrasdisparabaauncuartoenlaboca.Parélaestocadadeunaespadaconlahojayentoncesunsoldadose abalanzó sobre mí enseñando los dientes, sin darme tiempo a coger la tercerapistola. Durante unos instantes intercambiamos golpes y era mejor de lo que meesperaba,mejorde loquemehabíaatrevidoapensar,porque,mientrasmalgastabaunos valiosos segundos superándole, su compañeromemiraba por el cañón de sumosquete,preparadoparaapretarelgatillo.Meagachésobreunarodilla,llevéhaciaarribalahojaycortéalespadachínenelcostado.

«Untrucosucio.Unamalajugada».Huboalgodesusentidodelhonoringlésindignadomientrassoltabaunalaridode

angustiaydolor,ysuspiernascedíanhastacaeralsuelo,conlaespadamoviéndoseinútilmente,peronobastóparaimpedirquemihojaseclavarabajosumandíbulayle

www.lectulandia.com-Página144

Page 145: 6 ac black flag

atravesaraelpaladar.Un truco sucio. Una mala jugada. Y una estupidez. Ahora estaba en el suelo

(nuncateagachesenunapelea)conlahojaatascadaenmioponente.Unapresafácil.Intentécogerlatercerapistolaconlamanoizquierda,pero,amenosquesumosquetefallaseporquelapólvorasehabíamojado,yoestabamuerto.

Lemiréyviqueponíacaradeestarapuntodedisparar.UnahojaaparecióensupechocuandoAdewaléleatravesóconlaespada.Suspiré,aliviado,mientrasmeayudabaalevantarme,pueshabíaestadocerca—

asídecerca—delamuerte.—Gracias,Adé.Sonrió,meindicóconungestodelamanoquenohacíafaltadarlelasgraciasy

ambos miramos al soldado. Su cuerpo se levantó y cayó con el último aliento.Retorció una mano antes de quedarse inmóvil y nos preguntamos a qué podríadeberse.

www.lectulandia.com-Página145

Page 146: 6 ac black flag

37

Loshombres no tardaronmucho en estar libres, y James y yo estábamos en laplayadeTulum—unTulumquevolvía a estar enmanosde losnativos envezdesoldadosoesclavistas—,contemplandoelmar.Maldiciendo,mepasóelcatalejo.

—¿Quiénestáahí?—pregunté.Una inmensa galera navegaba por el horizonte, alejándose cada vezmás según

pasabanlossegundos.Apenaspodíadistinguiraloshombresenlacubierta,perounoenparticularparecíadarinstruccionesalosdemás.

—¿Ves a ese vejete miserable? —dijo—. Es un negrero holandés llamadoLaurens Prins.Ahora vive como un rey en Jamaica. El cabrón es nuestro objetivodesdehaceaños.¡Malditasea,casileteníamos!

Kiddteníarazón.EsetraficantedeesclavossehallabaenTulumperoahoraibacamino de ponerse a salvo. Consideraba su misión un fracaso, sin duda. Pero almenoshabíaescapadoconsulibertad.

Otro Asesino no muy contento era Ah Tabai, que llevaba una cara tan seriacuandosereunióconnosotrosquenopudeevitarreírme.

—¡PorDios!VosotroslosAsesinossoisungrupomuyalegre,¿eh?Noveomásceñosfruncidosyfrentesarrugadas.

Mefulminóconlamirada.—CapitánKenway,hasdemostradosermuyhábil.—Ah,gracias,amigo.Esundonnatural.Fruncióloslabios.—Peroeresunmaleducadoyunarrogantequevaporahíconununiformequeno

sehaganado.—Todoestápermitido.—Mereí—.¿Noesesevuestrolema?Puedequeelnativofueseviejoperosucuerpoeramusculosoysemovíacomoun

hombremuchomásjoven.Noobstante,surostropodríaestartalladoenmaderayensusojoshabíaalgorealmenteoscuro,algoantiguoperoa lavezsinedad.Mepusenerviosocuandomemirófijamenteyduranteunmomentopenséquetalveznodiríanada,quesimplementemeharíaencogermebajoelcalordesudesprecio.

Hastaqueporfinrompiósuhorriblesilencio.—Te absuelvo de tus errores enLaHabana y el resto de los lugares—dijo—,

peronoeresbienvenidoaquí.DespuésdeesaspalabrassefueytrassumarchaJamesmelanzóunamirada.—Perdona,amigo,ojaláfueradeotraforma—dijoyentoncesmedejósolopara

reflexionar.«MalditosAsesinos»,pensé.Eran igualdemalosque losotros.Menudaactitud

moralistaysanturronaquetenían.Somosesto,somoslootro.Comolossacerdotesdecasa que solían esperar fuera de las tabernas y te maldecían por ser un pecador,exigiendoquetearrepintieras.Queríanquetesintierasculpabletodoeltiempo.

www.lectulandia.com-Página146

Page 147: 6 ac black flag

«PerolosAsesinosnoquemaronlagranjadetupadre,¿no?—pensé—.FueronlosTemplarioslosquehicieroneso».

«YfueronlosAsesinosquienesteenseñaronautilizarelsentido».Conunsuspiro,decidíquequeríalimarasperezasconKidd.Noestabainteresado

en el camino que él quería que tomara, pero me lo había pedido; creía que eraadecuado.Habíaalgoimportanteeneso.

Le encontré junto al mismo palomar en el que antes me había topado con laindígena.Allíestaba,toqueteandosuhojaoculta.

—Menudogrupoalegrequeestáishechos—dije.Aunque frunció el entrecejo, una luz en susojos revelóqueestaba contentode

verme.Noobstante,dijo:—Te mereces nuestro desprecio, Edward, al ir por ahí pavoneándote como si

fuesesunodenosotros,llevandolavergüenzaanuestracausa.—¿Quéeseso,vuestracausa?Comprobósuhoja—lametióylasacó—yluegodirigiósusojoshaciamí.—Paraserte sincero…Matamosgente.A losTemplariosya suscómplices.La

gentealaquelegustaríacontrolartodoslosimperiosdelaTierra…Ydicenhacerloennombredelapazyelorden.

Sí,yamehabíatopadoantesconesetipodepersonas.Laspersonasquequeríanjurisdicciónsobretodoelmundo.Habíacompartidoelpanconellos.

—SuenanalaspalabrasdeDuCasseensulechodemuerte—dije.—¿Ves?Tienequeverconelpoder.Consentirsesuperioralosdemás.Robarnos

lalibertad.Yaesalibertadyoleteníamuchísimocariño.—¿CuántotiempollevassiendounodeesosAsesinos?—lepregunté.—Yahaceunpardeaños.ConocíaAhTabaienSpanishTownyhabíaalgoenél

quemeinspirabaconfianza,unaespeciedesabiduría.—Y¿todoestoesideasuya?¿Esteclan?Kiddserio.—Oh,no,losAsesinosylosTemplariosllevanmilesdeañosenguerraportodo

elplaneta.Losindígenasdeestenuevomundoteníanunafilosofíasimilarduranteeltiempoquellevabanaquíy,cuandollegaronloseuropeos,nuestrosgruposdigamosque…sejuntaron.Lasculturas,lasreligionesylosidiomasmantienendivididosalospueblos…,perohayalgoenelcredodelosAsesinosquecruzatodaslasfronteras.Elcariñoporlavidaylalibertad.

—SuenaunpococomoNasáu,¿no?—Parecido.Peronoesexactamentelomismo.CuandonosseparamossupequenoseríalaúltimavezqueveríaaKidd.

www.lectulandia.com-Página147

Page 148: 6 ac black flag

38

Juliode1716

Mientras los piratas de Nasáu terminaban de derrotar a los guardias de PortoGuarico,entréenlasaladeltesorodelfuerteyelsonidodelasespadaschocando,eltraqueteodelosmosquetesaldispararylosgritosdelosmoribundosdisminuyerondetrásdemí.

Sacudí la sangre demi espada, disfrutando de la expresión de sorpresa que leprodujomipresenciaasuúnicoocupante.

ElúnicoocupanteeraelgobernadorLaureanoTorres.Estabaigualquecomolorecordaba.Conunosanteojossobrelanariz,unabarba

bienrecortadayunosojosbrillanteseinteligentesqueserecuperaronfácilmentedelaimpresióndeverme.

Ydetrásdeél,sehallabaeldinero.JustocomohabíaprometidoCharlesVane…El plan se había urdido dos días atrás. Estaba en la Old Avery. Había otras

tabernasenNasáu,desdeluego,otrosburdelestambién,yestaríamintiendosidijeraquenomehabíaaprovechadodetodosellos,perofuealaOldAverydonderegresé,dondeAnneBonny,lamesera,servíalasbebidas(ynohabíaningunamásguapaqueAnneBonnyqueseinclinarahacialapiqueraconunajarraenlamano),dondehabíapasadotantosratosfelicesagradeciendoesemagníficotrasero,riéndomeacarcajadasconEdwardyBenjamin,dondetrashorasbebiendoparecíaqueelmundonopudieratocarnos, y donde, desde que había regresado aNasáu desde Tulum, descubrí quehabíarenacidomised.

Oh, sí. Justo como en los viejos tiempos en Bristol, cuanto más descontentoestaba,más sed tenía.En esemomento por supuesto no era consciente, no era tanpropenso a atar cabos como debería haber sido. No, en vez de esome limitaba abeber hasta saciarme y me ponía incluso más nervioso, dándole vueltas alObservatorio, cómo entraba en mis planes de hacerme rico y derrotar a losTemplarios;dándolevueltasaJamesKiddyCaroline.Yaqueldíaenparticulardebíadeparecerqueestabamuyabsortoenmispensamientosporque loprimeroquemedijoelpirataconocidocomoCalicóJackRackhamfue:

—¡Eh,tú!¿Porquémemirasfijamente?¿Estásenamorándotedemí?Lemiréconlosojosadormilados.Estabalosuficientementeborrachoparaquerer

pelearmeconél; demasiadoborrachoparahacer algoal respecto.Y,bueno,CalicóJackestabajuntoaCharlesVane,ambosacababandellegaraNasáu,ysureputaciónles precedía. Estaba en boca de todos los piratas que pasaban por Nasáu. CharlesVane era capitán delRanger, y Calicó Jack su intendente. Jack era inglés pero sehabía criado en Cuba, así que tenía un aire moreno sudamericano. Además delatuendodecalicóquelehabíadadosuapodo,llevabaunospendientesdearograndes

www.lectulandia.com-Página148

Page 149: 6 ac black flag

yunpañueloenlacabezaqueparecíaresaltarsulargafrente.Puedequeyofueraelmenos apropiado para hablar, pero aquel hombre bebía constantemente. Su alientosiempreapestabaaalcoholyteníalosojospesadosyadormilados.

Vane,entretanto,eraelmásastutode losdos,pensandoyhablando,aunque talvez no elmás elegante. Tenía el pelo largo y despeinado, llevaba barba y parecíademacrado. Ambos iban armados con pistolas en los cinturones sobre el pecho, yalfanjes,yolíanmaltrasmesesenelmar.Ningunodelosdoseraeltipodepersonaen la que enseguida confiarías: Calicó Jack, tan distraído como achispado; Vane,pendientedeunhilo,comosiestuvierasiempreaunlapsusdelaviolenciarepentina.Ytampocolesdisgustabaestafarasupropiatripulación.

Aunasí,eranpiratas,losdos.Delosnuestros.—Sois bienvenidos a Nasáu, caballeros—les dije—. Todo aquel que participa

justamenteesbienvenido.DebedecirseunacosadeNasáu,sobre tododelmantenimientodeNasáu,yera

quecomoencargadosteníamosabuenospiratas.Alfinyalcabo,practicasbastantecuandoestásenelmaryesunacuestiónde

supervivenciainmediatatenertubarcocomounapatena.Sinordennilimpiezaestásmuerto.Así que en tierra firme, cuando no se trata realmente de sobrevivir—o almenosnoescuestióndesupervivenciainmediata—,tedalasensacióndequeesalgoque deberías hacer… Vaya, que aquel lugar era un antro. Nuestro gran fuerte deNasáu se desmoronaba, por las enormes grietas en sus muros; nuestras chozas sederrumbaban; nuestras reservas y provisiones estaban mal conservadas ydesordenadas, y en cuanto a las letrinas…, bueno, sé que hasta ahora no te heahorradoprecisamentelosdetallesescabrososdemivida,peroseráaquídondepare.

Lo peor de todo era el olor, con diferencia.No, no procedía de las letrinas—aunqueeldeallítambiénerabastantemalo,simepermitesdecírtelo—,sinoquesetratabadeunhedorquesehabíaadueñadodetodoellugar,queemanabadelaspilasdepielespodridasdeanimalesquelospiratashabíandejadoenlacosta.Cuandoelvientosoplabaenladireccióncorrecta,¡oh,Diosmío!

AsíquenosepodíaculparaCharlesVanecuandomiróasualrededory,aunqueera gracioso viniendo de un hombre que olía como alguien que había pasado elúltimomesenelmar,loqueélhabíahechoexactamente,dijo:

—¿YestaeslanuevaLibertalia?Apestaigualquetodaslaspocilgasenlasquerobéelpasadoaño.

Unacosaessertúmismogroserorespectoatupropiotugurio,peroesharinadeotrocostalcuandoalguiensemeteconel tuyo.Derepente teponesa ladefensiva.Aunasí,lodejépasar.

—Noshabíanhecho creer queNasáu era un sitio donde los hombres hacían loquelesveníaengana.

Calicó Jack resopló.Pero antesdequepudiera responder, la salvación llegó enformadeEdwardThatch,quienconunbramidoquepodíahabersidounsaludo,pero

www.lectulandia.com-Página149

Page 150: 6 ac black flag

también un grito de guerra, apareció en lo alto de las escaleras e irrumpió en laterraza,comosilaOldAveryfueraunapresaqueélestuvieraapuntodesaquear.

Edward Thatch tenía también un aspecto muy diferente, porque a suimpresionantecabellerahabíaañadidounaenormebarbanegra.

Siempreunespectáculo, sehallaba frente anosotros con lasmanos extendidas.«¡Mirad!». Luego me puso sobre aviso y se trasladó al centro de la terraza,asumiendoelmandosinnisiquieraintentarlo.(Loqueescurioso,cuandoteparasapensarlo, porque a pesar de ser una república, un lugar de máxima libertad,seguíamoscumpliendoconnuestraspropias formasde jerarquía, y conBarbanegraporallínocabíadudadequiénestabaalmando).

Vane sonrió abiertamente.Al desaparecer su cara de pocos amigos, también sedesvaneciólatensiónenlaterraza.

—¡ElcapitánThatch!Verparacreer.¿Yeseespléndidohocicoquehascultivado?SefrotósupropiovellofacialmientrasBarbanegrasepavoneaba.—¿Porquéondearunabanderanegracuandosirveigualunabarbanegra?Thatchserio.Ese fue de hecho elmomento en el que nació su leyenda.Elmomento en que

tomóelnombredeBarbanegra.Continuaríatrenzándoseelvellodelacara.Cuandosubíaabordodelosbarcos,semetíamechasencendidasparaaterrorizaratodoaquelque leveía.Esoayudóaqueseconvirtieraenelpiratamás infame,nosoloen lasBahamas,nosoloenelCaribe,sinoentodoelanchomundo.

Edwardnofuenuncaunhombrecruel,aunqueteníaunareputacióntemible.PerocomolosAsesinos,consus túnicasy lasdespiadadashojasquesaltabandelugaressecretos, como los Templarios, con sus símbolos siniestros y sus constantesinsinuaciones sobre fuerzas poderosas, Edward Thatch —Barbanegra, como se leterminó conociendo— conocía muy bien el valor de hacer que tus enemigos secagaranenlospantalones.

Resultóquelacerveza,elrefugioylabuenacompañíanoeranlasúnicasrazonesporlasqueCharlesVaneyCalicóJacknoshabíanhonradoconsupresencia.

—Sedicequeelgobernadorcubanotienepensadorecibirunmontóndeorodeunfuertecercano—dijoVanecuandonossirvieronunasjarrasyencendimoslaspipas—.Hastaentonces,estáahí,deseandoquelocojan.

YasífuecomonosencontramossitiandoPortoGuarico…Bueno, la lucha había sido sangrienta, pero breve. Con todos los hombres

armadosynuestrasbanderasnegrasondeando,llevamoscuatrogaleonesalabahíaydisparamosalafortalezaparaavisardequehabíamosllegado.

Luegoechamoselancla,lanzamoslasyolas,caminamosporlosbajíos,gruñendoydandogritosdeguerra,enseñandolosdientes.ViporprimeravezaBarbanegraenplenocombateyrealmenteeraaterrador.Paralabatallasevestíatododenegroylasmechasen subarbachisporroteabandemodoqueparecíaestar llenade serpientes,envueltasenunanieblaespeluznante.

www.lectulandia.com-Página150

Page 151: 6 ac black flag

Nohaymuchossoldadosquenodieranmediavueltayecharanacorreralverenlaplayaaquella cargaque sedirigía a ellos;dehecho, fue loquehizo lamayoría.Aquellosvalientesquesequedaronalucharomorir,acabarondelaúltimamanera.

Yome llevéunascuantasvidas,con lahojaen lamanoderechaqueyaera tanparte demí como los dedos y la pistola acribillando en la izquierda. Cuandomispistolas se vaciaron, desenvainé el alfanje. Algunos de nuestros hombres no mehabíanvistoaúnenacciónydiscúlpameporadmitirquehabíaciertaespectacularidaden mi combate, mientras iba a gran velocidad de un hombre a otro, eliminandoguardiasconunahojaenunamanomientrasacribillabaatirosconlaotra,acabandocondos,avecestres,alavez;guiadonoporlafurianilaseddesangre—noeraunanimal, había poca ferocidad o crueldad en lo que hacía—, sino por la maña, lagracilidadyladestreza.Habíaciertoarteenmiformadematar.

Yentonces,cuandoelfuertefuenuestro,entréenlasaladondeLaureanoTorresestaba sentado fumando su pipa, supervisando el recuento del dinero, con dossoldadoscomoguardaespaldas.

Había llegado el momento de que sus dos soldados se convirtieran en dossoldadosmuertos.MelanzóunamiradadedesprecioydesagradohaciamiatuendodeAsesino,queparaentoncesyaestabaunpocoestropeado,perotodavíaeradignodever,ymihojaserecogióbajoelpuño.Lasangredesusguardiassefiltróporlamanga.

—Vaya,hola,SuExcelencia—saludé—.Habíaoídoquetalvezestaríaaquí.Serio.—Conozco tucara,pirata.Perohabías tomadoelnombredeotro laúltimavez

quehablamos.«DuncanWalpole».Leechabademenos.Adewaléyasehabíareunidoconnosotrosenlasaladeltesoroyapartólavistade

loscadáveresdelossoldadosparamiraraTorres.Seleendurecieronlosojos,quizásalrecordarquelehabíanencadenadoenunadelasnavesdelgobernador.

—Bueno—continué—,¿quéestáhaciendounGranMaestroTemplariotanlejosdesucastillo?

Torresadoptóunairealtanero.—Preferiríanoresponder.—Y yo preferiría no cortarte los labios para dártelos de comer —dije

alegremente.Funcionó. Puso los ojos en blanco, pero parte de su petulancia se había

desvanecido.—Tras su huida de La Habana, ofrecimos una recompensa por la captura del

Sabio.Hoyalguienafirmahaberloencontradoyesteoroessurescate.—¿Quiénlohaencontrado?—pregunté.Torresvaciló.Adewalésellevólamanoalaempuñaduradesuespadaylosojos

leardierondeodioalmiraralTemplario.

www.lectulandia.com-Página151

Page 152: 6 ac black flag

—Untraficantedeesclavos llamadoLaurensPrins—susurróTorres—.ViveenKingston.

Asentí.—Nosgustaestahistoria,Torres,yqueremosayudarteaterminarla.Perovamosa

hacerloanuestramanera.Utilizándoteatiyatuoro.Nolequedabamásopciónylosabía.NuestrasiguienteparadaeraKingston.

www.lectulandia.com-Página152

Page 153: 6 ac black flag

39

AsífuecomounosdíasmástardeAdewaléyyonosencontramosasándonosporelcalorenKingstonmientrasseguíamosdecercaalgobernador,quesedirigíaasureuniónconPrins.

Se decía quePrins tenía una plantación de azúcar enKingston.El Sabio habíatrabajadoparaél,peroPrinshabíaoídoporahílodelarecompensaypensóenhacerelintercambio.

¿Íbamos a asaltar entonces la plantación?No.Demasiados guardias.CorríamosunaltoriesgodealertaralSabio.Además,nisiquierasabíamosconseguridadqueseencontrabaallí.

Encambio,queríamosusaraTorresparacompraralhombre:Torresse reuniríaconPrins,ledaríalamitaddeloroyleofreceríalaotramitadacambiodelaentregadelSabio;Adewaléyyonosabalanzaríamos sobreellos, cogeríamosalSabio,nosesfumaríamos con él y le sonsacaríamos la ubicación del Observatorio. Luego,seríamosricos.

Sencillo,¿eh?¿Quépodíasalirmalconunplantanbienlabrado?Larespuesta,cuandollegó,vinoacompañadademiviejoamigoJamesKidd.TorresfuerecibidoenelpuertoporPrins,unviejoobesoquesudababajoelsol.

Ambos caminaron juntos, hablando, con dos guardaespaldas delante y otros dosdetrás.

¿DaríaTorres laalarma?Talvez.Ysi lohacía,entoncesPrinsseguroqueteníasuficienteshombresbajosusórdenesparavencernosfácilmente.Perosiesosucedía,Torres sabía que mi primera estocada sería para atravesarle la garganta. Y si esoocurría,ningunodenosotrosvolveríaaverjamásalSabio.

Lo curioso es que no le vi. No al principio. Era como si le percibiera o fueseconsciente de su presencia.Miré ami alrededor, delmodo en que se hace cuandohueles a quemado cuando no debería oler de esamanera. «¿Qué es ese olor? ¿Dedóndeviene?».

Soloentonceslevi.Unafiguraquemerodeabaentrelamultitudalotroladodelmuelle,partedelambiente,perovisibleparamí.Unafiguraque,algirarlacara,viquiénera.JamesKidd.Porsuaspecto,noestabaahíparatomarelaireycontemplarlasvistas.SetratabadeunasuntodelosAsesinos.Habíaidoamatar…¿Aquién?¿APrins?¿ATorres?

«¡Jesús!».Nosmantuvimos cerca delmuro del puertomientras conducía haciaallí a Adewalé, cogía a Kidd y le arrastraba hacia un callejón estrecho entre doscabañasdepesca.

—Edward,¿quédemoniosestáshaciendoaquí?Seretorcióenmismanos,peroyolesujetabafácilmente.(Yahoraquelopienso,

¡quéfácilfueinmovilizarlecontralapareddelacabaña!).—EstoysiguiendoaesoshombresparaquemellevenhastaelSabio—ledije—.

www.lectulandia.com-Página153

Page 154: 6 ac black flag

¿Podríasaguantarhastaqueapareciera?Kiddlanzólascejashaciaarriba.—¿EstáaquíelSabio?—Sí,amigo,yPrinsestállevándonosdirectamenteaél.—¡Madremía!—Pusocaradefrustración,peroyono ledabamásopciones—.

Memantendréalmargenunrato,peronomucho.TorresyPrinssehabíanalejadoynonosquedabamásremedioqueirtrasellos.

FuidetrásdeKiddyaprendíunpardeleccionesinsitusobreelartedelsigilodelosAsesinos. Y también funcionó. De maravilla.Manteniendo cierta distancia fuimoscapaces de permanecer fuera de la vista y captar fragmentos de la conversación,comocuandoTorresprotestóporhacerleesperar.

—Estoyhartándomedeestepaseo,Prins—decía—.Yadebemosdeestarcerca.Resultóqueasíera.Pero¿cercadequé?NoeralaplantacióndePrins,esoseguro.

Delantehabíaunadestartaladavallademaderayelarcodeunaentradaextrañaaloqueparecíauncementerio.

—Sí, ya hemos llegado —respondió Prins—. Debíamos estar en igualdad decondiciones, ¿entiende?Me temo que nome fío de los Templariosmás de lo queustedsefíademí.

—Bueno,sihubierasabidoqueerastandelicado,Prins,tehabríatraídounramodeflores—dijoTorresconunhumorforzado,yconunúltimovistazoasualrededor,entróenelcementerio.

Prinsserio.—Ah, no sé por quémemolesto…Por el dinero, supongo. Ingentes sumas de

dinero…Suvozseapagó.Conungestodelacabeza,entramosenelcementeriodetrásde

ellos, agachados, usando las lápidas torcidas para cubrirnos, sin perder de vista elcentro,dondeTorres,Prinsysuscuatroguardaespaldassehabíancongregado.

—Ahoraeselmomento—medijoKiddcuandonosreunimos.—No.NohastaqueveamosalSabio—respondíconfirmeza.ParaentonceselTemplarioyeltraficantedeesclavosestabanllevandoacaboel

trato.Deunsacoquelecolgabadelacintura,TorressacóunabolsaquetintineabaconoroyladejóenlasmanosextendidasdePrins.Leuntabalasmanosnoconplatasinoconoro.Prinslosopesó,sinapartarlosojosdeTorres.

—Estonoesmásqueunapartedelrescate—dijoTorres.Almoverellabio,diounapistadequenoestabatanserenocomodecostumbre—.Elrestoestámuycerca.

Elholandéshabíaabiertolabolsa.—Me duele traficar con alguien de mi propia raza por dinero, señor Torres.

Dígame…¿QuéhahechoesetalRobertsparadisgustarle?—¿Es esto alguna especie de piedad protestante con la que no estoy

familiarizado?—Talvezotrodía—dijoPrins,que inesperadamente le tiró labolsaaTorresy

www.lectulandia.com-Página154

Page 155: 6 ac black flag

estelacogió.—¿Qué?PeroPrinsyaestabacomenzandoaalejarse.Leshizounaseñaasusguardiasala

vezqueledecíaaTorres:—¡La próxima vez asegúrese de que no le sigan!—Y luego se dirigió a sus

hombres—:Encargaosdeesto.PeroloshombresnocorrieronhaciaTorres,sinohacianosotros.Conlahojaactivada,salídedetrásdemilápidaymepreparéparaencontrarme

conelprimerataque,quebloqueéconungolpehaciaarribaquealcanzóelcostadodel primer hombre. Fue suficiente para que se detuviera en seco y le rodeé paraclavarle el filo de la hoja en el otro lado del cuello, cortando la arteria carótida,pintandoeldíaderojo.

Se desplomó y murió. Me limpié su sangre de la cara, luego giré sobre mistalonesyperforéelpetodeotro.Desviéaun tercerhombre lanzándolecontraunalápida,peroluegolehicepagarsuerrorconacerocandente.LapistoladeAdewalérestallóy,alcaerelcuartohombre,elataqueterminó.PeroKiddyahabíaechadoacorrer detrás de Prins. Con una última mirada hacia donde se encontraba Torres,aturdidoe incapazdeasimilarel repentinogirode losacontecimientos, le lancéungritoaAdewaléyluegoechéacorrertrasellos.

—Perdiste tu oportunidad, Kenway —me dijo Kidd por encima del hombromientrasamboscorríamosporlascallesbañadasporelsol.

—Kidd,no.Vamos,hombre,podemoscolaborarenesto.—Tuvistetuoportunidad.ParaentoncesPrinssehabíadadocuentadeloquepasaba:suscuatrohombres,

susmejoresguardaespaldas,yacíanmuertosenelcementerio—quéoportuno—,sehabíaquedadosolo,mientrasleperseguíaunAsesinoporlascallesdeKingston.

Loqueélnosabíaeraquesuúnicaposibilidaddesupervivenciaerayo.Eradignode lástima. Nadie en su sano juicio quiere que Edward Kenway sea su únicaesperanza.

YentoncesalcancéaKidd,leagarrédelacinturayletiréalsuelo.(YtejuroporDiosquenolodigoporloquesucederíadespués,peropenséque

eramuyligero,quesucinturaerademasiadodelgada).—No puedo dejar que lo mates, Kidd —dije jadeando—, no hasta que haya

encontradoalSabio.—Llevo una semana acechando a ese cerdo, siguiendo sus movimientos —

respondióKidd,enfadado—,ymeencuentroaquínoconunosinocondosdemisobjetivos.¿Vasaquitarmealosdos?

Nuestrosrostrosestabantanpróximosquepodíasentirelcalordesuira.—Paciencia—dije—ytendrásatuspresas.Seapartó,ahorafurioso.—Muybien—aceptó—,pero,cuandolocalicesalSabio,vasaayudarmeacoger

www.lectulandia.com-Página155

Page 156: 6 ac black flag

aPrins.¿Entendido?Escupimosyestrechamos lasmanos.Elvolcánhabíaentradoenerupción,pero

ahoraparecía calmarse,ynosdirigimosa laplantacióndePrins.Despuésde todo,tendríamosqueentraralafuerza.¿Quétepareceesodetenerquetragartetuspropiaspalabras?

En una baja colina que daba a la plantación de azúcar, encontramos unaplataforma y nos sentamos un rato. Observé cómo trabajaban abajo. Los hombresesclavos cantaban tristemente mientras cortaban la caña, cuyo constante susurroparecía flotar en la brisa, y lasmujerespasaban a trompicones, encorvadaspor lospesadoscestosdelazafra.

Adewalémehabíacontadocómoeralavidaenunaplantación:cuandosecortabalacañayserecolectaba,pasabapordosrodillosmetálicosyerafrecuentequeesosrodillossellevaranelbrazodeunhombre.Ycuandoesosucedía,laúnicamanerade«sacaralhombrede suaprieto»eracortándoleelbrazo.Tras recogerel jugode lacañade azúcar, llegaba elmomentode evaporar el aguadel azúcar, pero el azúcarhirviendo se convertía en un material pegajoso que quemaba y te dejaba unascicatriceshorribles.

—Teníaamigosqueperdieronlosojos—dijo—,losdedosylosbrazos.Ycomoesclavos,créemesitedigoquejamásoímosalabanzaodisculpadeningúntipo.

Pensé en algo que me había dicho: «Con esta piel y esta voz, ¿dónde puedosentirmeagustoenelmundo?».

MedicuentadequeloshombrescomoPrinseranlosartíficesdelsufrimientodesu pueblo, su ideología era lo contrario a todo en lo que yo creía y todo lo quedefendíamosenNasáu.Creíamosenlavidaylalibertad.Noenesa…subyugación.Esatortura.Esamuertelenta.

Apretélospuños.Kidd se sacó una pipa del bolsillo y fumó un pocomientras observábamos las

idasyvenidasdebajodenosotros.—Hayguardias patrullando la ciudadde una punta a otra—dijo—.Meparece

queusanlascampanasparaindicarquehayproblemas.¿Ves?Allí.—Nosinteresainutilizarlasantesdeavanzardemasiado—sugerípensativamente.Porelrabillodelojovialgoextraño:Kiddselamíaelpulgar,luegoloapretaba

contralacazoletadesupipaysefrotabalacenizaporlospárpados.—Contantoshombresporaquí,nopodemoscontarsoloconelsigilo—dijo—,

así que haré lo que pueda para distraerlos y atraer su atención, y de esemodo tútendrásoportunidaddeeliminarlos.

Le observé, preguntándome qué demonios estaba tramando, cuando se cortó eldedoconunanavajaminúsculaparasacarunagotadesangreyllevárselaaloslabios.A continuación se quitó el tricornio y el lazo del pelo, se despeinó y se echó elcabello para delante.Se chupó el dorsodeunpulgar y, comoungato, lo usóparalavarselacara.Yentoncesempujólosdedoshacialaencía,sequitóunostrozosde

www.lectulandia.com-Página156

Page 157: 6 ac black flag

algodónmojadoquelehabíanengordadolasmejillasylostiróalsuelo.Despuésselevantólacamisayempezóadesabrocharseuncorséquesesacóde

debajo;lotiróalsueloyreveló,alabrirselacamisaporarribayensancharelcuello,loquesinlugaradudaseransuspechos.

La cabezame daba vueltas. ¿Aquel hombre tenía pechos? No. Era unamujer.Porque cuando finalmente aparté los ojos de sus pechosy lemiré a la cara,medicuentadequenoeraningúnhombre.

—NotellamasJames,¿verdad?—dije,aunquenofueranecesario.Ellasonrió.—Lamayoríadelosdíasno.Vamos.Ycuandosepusodepie,suposturacambióde talmodoqueyanocabíaduda.

Antescaminabaysemovíacomounhombre,peroahoraestabatanclarocomolospechosquelucíaeneltorso.Eraunamujer.

Empezaba ya a bajar por la colina hacia la valla de la plantación cuando medeslicéparaalcanzarla.

—¡Portodoslosdiablos!¿Cómoesqueeresunamujer?—Dios,Edward,¿esnecesarioexplicarlo?Bueno,hevenidoahaceruntrabajo.

Yatedivertirásmástarde.Pero laverdaderaquenomehacíagracia.Parasertesincero, teníasentidoque

recurriera a vestirse comounhombre.Losmarinerosodiaban llevar a unamujer abordodelbarco.Eran supersticiosos.Si aquellamujermisteriosaqueríavivir enelmar,debíahacerlocomounhombre.

Yalreflexionar,alucinéanteaquelpuñeteroasunto.¡Cuántovalordebíadetenerparahacerloquehabíahecho!Ymira,cielo,queheconocidogenteextraordinaria.Algunosmalos.Algunosbuenos.Lamayoríaunamezcladebuenoymalo,porqueesoesloquesomoslamayoríadenosotros.Detodosellos,megustaríaquesiguieraselejemplodeella.SellamabaMaryRead.Séquenoloolvidarás.Eslamujermásvalientequejamásheconocido,sinexcepción.

www.lectulandia.com-Página157

Page 158: 6 ac black flag

40

Mientras esperaba aMary en la entrada, oí a unos guardias hablando.Así queTorresselashabíaapañadoparaescabullirse.Interesante.YPrinsestabarefugiadoenla plantación al temer por su vida. Bien. Esperaba que el miedo se agarrara a suestómagoconmanosgélidas.Esperabaqueel terrorlemantuvieradespiertoporlasnoches.Ansiabaverloensusojoscuandolematase.

Aunqueantesdebíaconseguirentrar.Yparaesonecesitaba…Yaestabaallí.Yteníaquereconocérselo,eraunaactrizespléndida.Porquesolo

Dios sabe cuánto tiempo llevaba convenciéndonos a todos nosotros de que era unhombreyahoraestabaallírepresentandosunuevopapel,sincambiardesexoenestaocasiónsinohaciéndosepasarporenfermaantelosguardias.Y,sí,actuandodeformamagistral.

—¡Altoahí!—ordenóunsoldadoenlapuerta.—Porfavor,mehandisparado—dijoconvozronca—.Necesitoayuda.—¡Jesús,Phillips,mírala!Estáherida.Elmás compasivo de los dos soldados dio un paso adelante y la puerta de la

plantaciónseabrióanteella.—Señor—dijocondebilidad—.Meencuentromalymareada.Elsoldadocompasivoleofrecióelbrazoparaayudarlaaentrar.—Dios os bendiga, muchachos—dijo y atravesó renqueando la puerta que se

cerrótrasellos.Desdemilugarestratégico,porsupuesto,noveíanada,perosílooía:elsusurro

delahoja,elsonidoapagadoalclavarseenellos,elsuavegemidocuandoselesibaelúltimoresquiciodevidayelgolpedeloscuerposalcaeralsuelo.

Ya estábamos los dos dentro y corríamos por el recinto hacia la casa.Probablementenosvieranlosesclavos,perosolonoscabíaesperarquenodieranlaalarma. Nuestras oraciones fueron atendidas porque unos instantes más tardeentrábamossigilosamenteenlamansión,haciéndonosgestosparamovernossinhacerruidoporlashabitaciones,hastaquenostopamosconélenunaglorietadeunpatiotraserofueradelacasa.Agachados,cadaunoaunladodelarco,nosasomamosylevimosallí,deespaldasanosotros,conlasmanosenelestómago,contemplandosusjardines, satisfecho con la suerte que había tenido en la vida. Era un traficante deesclavos gordo, cuya fortuna se había labrado a partir del sufrimiento de otraspersonas.¿Recuerdasquehedichohaberconocidoaalgunosmalos?LaurensPrinseraelprimerodelalista.

Nosmiramos.Lapresalepertenecíaaellay,aunasí,poralgúnmotivo(¿porqueintentaban reclutarme?),me hizo una seña con lamano para que pasara delante ydespués fue a explorar el resto de la mansión. Me erguí, atravesé el patio y mecoloquésigilosamentebajolaglorieta,detrásdeLaurensPrins.

Yactivélahojaoculta.

www.lectulandia.com-Página158

Page 159: 6 ac black flag

Oh,lamanteníabienengrasada;deloúnicoquepuedesestarseguroencuantoalospiratasesdequeapesardenoserunaspersonasespecialmentehogareñas,nimuyhacendosas—elestadogeneraldeNasáuerapruebadeello—,manteníamosnuestrasarmasenbuenascondiciones.Lamismafilosofíaqueseguíamosconelbarco.Unacuestióndenecesidad.Unacuestióndesupervivencia.

Lomismo conmi hoja.Cuando semojaba la limpiaba a fondo y la engrasabahastacasiahogarla,demodoqueapenashacíaruidoalexpulsarla.Eratansilenciosa,dehecho,quePrinsnolaoyó.

Lancéunamaldiciónyporfinsediolavuelta,sorprendido;talvezesperabaveraunodesusguardiasyestabaapuntodegritarleporsuinsolencia,poracercárseletansigilosamente.Noobstante,leclavélahojayabriólosojosdeparenparmientraslebajabaalsuelo,conlahojaaúndentrodeél,sujetándolemientraslasangreinundabasuspulmonesylavidacomenzabaaabandonarle.

—¿Porquéteciernessobremícomouncuervo?—Tosió—.¿Paraversufriraunhombre?

—Noesqueustedhayacausadopocosufrimiento,señorPrins—ledijedemododesapasionado—.Estoesuncastigo,supongo.

—Quéridículasnavajasyfilosofíatanpreciada—seburló,elpatéticodespreciodeunhombremoribundo—.Vivísenelmundo,peronopodéismoverlo.

Lemirésonriendo.—Seequivocarespectoamimotivo,anciano.Yosolovoytrasunasmonedas.—Comoyo,muchacho—dijo—.Comoyo…Murió.Estabasaliendodelaglorieta,dejandoatráselcadáver,cuandooíunruidoarriba.

AlcélamiradayvienunbalcónalSabioRoberts,justocomolerecordaba.TeníaaMaryderehényleapuntabaconuntrabucodechispaenlasien—chicolisto—altiempoquelaagarrabadelamuñecaparaimpedirqueactivarasuhojaoculta.

—He encontrado a tu hombre—dijoMary, que no parecía preocupada por lapistolaensucabeza.

AlSabionoleimportaríautilizarla.Loveíaenelcalordesusojos.Ardían.«Merecuerdas,¿verdad,amigo?—pensé—.Soyelhombrequeestabaallíalladomientrastesacabansangre».

Yasíera.—ElTemplariodeLaHabana—dijo,asintiendoconlacabeza.—NosoyTemplario,amigo—respondí—.Esonofuemásqueunaestratagema.

Hemosvenidoaquíasalvarteeltrasero.(Lo que por supuesto significaba que íbamos a torturarle hasta que nos dijera

dóndesehallabaelObservatorio).—¿Asalvarme?YotrabajoparaelseñorPrins.—Puesnoeshombrealquellamarseñor.PretendíavendertealosTemplarios.Pusolosojosenblanco.

www.lectulandia.com-Página159

Page 160: 6 ac black flag

—Alparecer,nosepuedeconfiarennadie.TalvezserelajóporqueMaryeligióesemomentoparaactuar.Llevóeltacónde

subotaalaespinilladelhombre,queprofirióungritodedolormientrasellasemovíaaunladoyconseguíaliberarsedeél.Intentócogerleelarma,peroelSabiolaapartó,apuntó y, al disparar, erró el tiro. Ella perdió el equilibrio y él aprovechó laoportunidadparagirarsobrelabarandadelbalcónygolpearlaconambospies.Conun grito, saltó por la barandilla y me preparé para cogerla, pero ella se agarró albalcóndeabajo,dondesequedócolgadabalanceándose.

Entretanto, el Sabio había sacado otra pistola, pero los guardias llegaron,alertadosporeltiroteo.

—Roberts—grité,pero,envezdedispararalosguardias,dirigiósusegundotiroalacampana.

Clang.No podía fallar y tuvo el efecto deseado: mientras Mary caía ágilmente del

segundobalcónparareunirseconmigoyactivabasuhoja,losguardiasentrabanenelpatio por los arcos. Apoyamos una espalda en la otra, pero no había tiempo deevaluaranuestrosenemigoscontranquilidad.Estabansacandomosquetesypistolas,asíqueentramosenacción.

Creo que salía a seis por cabeza. Fueron doce hombres los que murieron condistintosgradosdevalentíaydestreza,yalmenoshubouncasodedudosaaptitudparacualquiertipodecombate,porelmodoenquecerrabalosojosygimoteabaalentrarcorriendoenlabatalla.

Oímos los pasos demás hombres que llegaban corriendo y supimos que era elmomento de huir; salimos a toda velocidad del patio, cruzamos el recinto y por elcaminoanimamosalosesclavosparaquesemarcharanyfueranlibres.Ysinonoshubieranperseguidotantossoldados,habríamosparadoparaobligarlesaescapar.Porloquevi,nosésiaprovecharonlaventajaqueleshabíamosdado.

Más tarde nos detuvimos y, cuando terminé de maldecir mi suerte por haberperdidoaRoberts,lepreguntécómosellamabadeverdad.

—MaryReadcomomimadre—respondióyalmismotiemponotéalgocontralaentrepierna.

Albajarlavista,viquesetratabadelapuntadelahojaocultadeMary.Estabasonriendo,graciasaDios.—Peronoledigasniunapalabraanadie—dijo—otútambiéndejarásdeserun

hombre.Yjamásselodijeanadie.Alfinyalcabo,estamujersabíacómomeardepie.

Noibaasubestimarla.

www.lectulandia.com-Página160

Page 161: 6 ac black flag

41

Enerode1718

QueridoEdward:

Te escriboparadarteuna tristenoticia.Tupadre fallecióhaceunmes,debidoaunapleuritis.Nomuriósufriendoymealegradecirquefueenmisbrazos.Asíquealmenosestuvimosjuntoshastaelfinal.

Éramospobrescuandofallecióyporesoheaceptadountrabajoenunataberna de la zona, donde me encontrarás si quieres mantenercorrespondencia.Hanllegadoamisoídosnoticiasdetushazañas.Dicenqueeres un pirata de cierta infamia. Ojalá pudieras escribirme y disipar mismiedosenesteasunto.LamentodecirquenohevistoaCarolinedesdequetemarchasteyporlotantonopuedotransmitirteningúndetallesobresusalud.

Tumadre.

Miréladireccióndelremite.Noestabasegurodesiecharmeareíroallorar.

www.lectulandia.com-Página161

Page 162: 6 ac black flag

42

Bueno, sé que estuve enNasáu a principios de 1718—enqué otra parte iba aestarsinoeraenmicasa—,pero,parasersincero,solorecuerdoalgunosfragmentos.¿Porqué?Esunapreguntaque tendrásquedirigírsela a esadeahí, lavocecitadelinterior que te dice que necesitas otro trago cuando sabes que ya has bebidosuficiente.EsaeralavocecitaqueempezabaaabuchearynomedejabapasarporlaOldAverysinentrarparaquedarmeallítodoeldía;medespertabaalsiguiente,hechounos zorros, sabiendo que solo había una cosa queme hacía sentirmejor: quemeatendieraAnne Bonny, la camarera de la OldAvery. Y entonces, ¿sabes? Todo elciclo—esemalditocicloatroz—empezabaotravez.

Ysí,soyconscientedequebebíaparaahogarmidescontento,peroesoesloquepasa con la bebida, a menudo no sabes por qué te emborrachas mientras estáshaciéndolo. No te das cuenta de que beber es un síntoma, no una cura. Así queobservabasentadocomoNasáuseveníaabajo.Alestar tanborracho,semeolvidóindignarmepor ello y en su lugar pasaba día tras día en lamismamesa de laOldAvery, ya fueramirando fijamente el dibujo que había afanado delObservatorio ointentando escribirle una carta a mi madre o a Caroline. Pensando en mi padre.Preguntándomesielincendiodelagranjahabíaaceleradosumuerte.Mepreguntabasi tambiéntenía laculpadeesoysabíaque larespuestaera larazónpor laque lascartasamimadreterminabanarrugadasenelsuelodelaterraza.

Claro que no estaba tan absorto en mis problemas como para olvidarme decomermeconlosojoseldeliciosotraserodeAnneBonny,aunqueestuvieraprohibida(oficialmente, lo estaba. Pero a Anne digamos que le gustaba la compañía de lospiratas,yasabesquéquierodecir).

Anne llegóaNasáuconsumarido, James,unbucaneroafortunadoporhabersecasado con ella. Dicho esto, la chica actuaba como si no temiera echar miradasinsinuantesacualquiera,loquellevabaapreguntartesiJamesBonnyteníalascosasbajo control.Habría apostado que servir cervezas en laOldAvery no fue idea delmarido.

—Enestaciudadnohaymásquemeadose insectos—solíaquejarseal tiempoqueseretirabadelacaramechonesdepelo.

Teníarazón,peroaunasísequedaba,eludiendolasinsinuacionesdelamayoríayaceptandolasdeunospocosafortunados.

Fueenesaépoca,mientrasmeregodeabaenmipropiadesgraciaypasabalosdíassaliendoderesacasparametermeenotrasnuevas,enlaqueoímoshablarporprimeravezdelperdóndelrey.

—¡Esunmontóndemierda!EsoeraloqueopinabaCharlesVane.Suspalabraspenetraronenelcolocónque

mehabíapillado.«¿Cómo?».

www.lectulandia.com-Página162

Page 163: 6 ac black flag

—Es una estratagema—bramó— para cogernos desprevenidos en su ataque aNasáu.Yaveréis.Recordadloqueosdigo.

«¿Elquéesunaestratagema?».—No es ninguna estratagema,Vane—dijoBarbanegra, cuya voz revelaba una

seriedad inusual—. Lo he oído directamente de la boca del repulsivo capitánbermudeño.Ofrecenelindultoacualquierpirataqueloquiera.

«Unindulto».Asimilélaspalabras.Hornigoldestabatambiénallí.—Seaunatretaono,creoqueestáclaroquelosbritánicosvolveránaNasáu—

dijo—.Conarmas,sinduda.Afaltadeideas,propongoqueseamosdiscretos.Nadadepirateríaoviolencia.Nohagáisenfadaralreyporahora.

—Elhumordelreynoesasuntomío,Ben—lereprendióBarbanegra.Benjaminsevolvióhaciaél.—Loserácuandoenvíeasussoldadosaeliminarnuestrosresiduosdeestaisla.

Miraatualrededor,hombre,¿merecelapenamorirporestacloaca?Teníarazón,porsupuesto.Apestabaycadavezmásconelpasodelosdías:era

una mezcla vomitiva de mierda, agua de sentina y cuerpos podridos de animalesmuertos. Pero, aunque te resulte difícil de creer, era nuestra mezcla vomitiva demierda, agua de sentina y cuerpos podridos de animales muertos, y estábamosdispuestosalucharporella.Además,noolíatanmalcuandoestabasborracho.

—Sí,esnuestrarepública.Nuestraidea—insistióBarbanegra—.Unatierralibreparahombreslibres,¿recuerdas?Puedequeestésucia,pero¿nosiguesiendounaideaporlaquemerecelapenaluchar?

Benjaminapartólavista.«¿Yasehabíadecidido?¿Habíahechosuelección?».—No puedo estar seguro—dijo—, porque, cuandomiro los frutos de nuestros

añosdetrabajo,loúnicoqueveosonvómitos…,holgazanería…,idiotez.¿RecuerdasloquedijesobreBenjamin?¿Quesevestíadeformadiferenteyque

teníaunportemásmilitar?Mirándoloahoraenretrospectivacreoquenuncaquisoserpirata,quesusambicionesestabanenelotrobando,conlaarmadadeSuMajestad.En primer lugar, nunca le gustó especialmente atacar barcos, lo que era raro entrenosotros.BarbanegracontólahistoriadecómounanavebajosumandositióunavezunbalandrosoloparaqueBenjaminrobaralossombrerosdesuspasajeros.Esofuetodo,solosellevólossombreros.Ysí,puedequepiensesqueeraunblandengueynoqueríaaterrorizardemasiadoalospasajeros,yquizátengasrazón.Peroelhechoesque,deentretodosnosotros,BenjaminHornigolderaelquemenosparecíaunpirata,casicomosinoestuviesedispuestoaaceptarqueeraunodenosotros.

Siendoeseelcaso,supongoquenodeberíahabermesorprendidoloquesucediódespués.

www.lectulandia.com-Página163

Page 164: 6 ac black flag

43

Juliode1718

QueridísimaCaroline…Yhastaahílleguéenesaocasiónenparticular(ubicación:laOldAvery,comosi

hicierafaltadecirlo).—¿Dándoleformaatussentimientos?AnneBonnyestabasobremí,morenayhermosa.Unplacerparalavista.—Noesmásqueunabrevecartaacasa.Detodosmodos,meimaginoqueletrae

sincuidado.Arruguéelpapelylotiré.—Ah,tienesuncorazónduro—afirmóAnnemientrassalíadedetrásdelabarra

—.Deberíasermásblando.«Sí—pensé—.Tienesrazón,chica».Yesecorazónblandoparecióderretirse.En

los meses transcurridos desde que oímos hablar del indulto del rey, Nasáu quedódivididaenaquellosqueaceptaronelperdón,losqueplaneabanaceptarlodespuésdeunúltimoasalto,ylosqueestabanamuertecontraelindultoymaldecíanatodoslosdemás,dirigidosporCharlesVane,y…

¿Barbanegra?Miviejoamigonogastabalapólvoraensalvas,peroahoraquelopiensocreoquehabíadecididoquelavidadepiratanoeraparaél.SehabíaidodeNasáualacechodealgunapresa.Anuestrosoídosllegabannoticiasdegrandesrobosy extrañas asociaciones. Empecé a pensar que cuando Barbanegra dejó Nasáu noteníaningunaintenciónderegresar.(Y,porloqueyosé,nuncavolvió).

¿Yyo?Bueno,porun lado,no terminabade fiarmedeVane.Porotro lado,noqueríaaceptarelindulto,loquemeconvertíaenamigodeVanequisieraono.Vanehabíaesperadoque llegaran los refuerzos jacobitas,peronunca lohicieron,asíqueempezóahacerplanesparamarcharse,talvezparaestablecerotrarepúblicapirataenotra parte.Embarcaría en laGrajilla ymemarcharía con él. ¿Qué otra opciónmequedaba?

Yentoncesllegóesamañana,unosdíasantesdenuestrapartida,enlaqueestabasentado en la terraza de laOldAvery, intentando escribirle una carta aCaroline ypasandoeltiempoconAnneBonny,cuandooímosunoscañonazosqueproveníandelpuerto. Se trataba de una salva de once cañonazos y supimos exactamente quésignificaba.Losbritánicosllegabanparatomarelcontroldelaisla.

Y allí estaban. Un asedio que cerraba las dos entradas al puerto. Su fuerza laformaban los barcos de Su Majestad Milford y Rose. Dos buques de guerraacompañados de una flota de cinco naves en las que había soldados, artesanos,provisionesymaterialesdeconstrucción;unacoloniaenteraibaaechardeallíalospiratasyaarreglarNasáudevolviéndolesurespetabilidad.

www.lectulandia.com-Página164

Page 165: 6 ac black flag

AlacabezaseencontrabaelbuqueinsigniaDelicia,queenviababotesderemosparasortearelcementeriodebarcosyalcanzarnuestraplaya.Alllegarnosotrosallí,juntoalosdemásmarinerosdeNasáu,susocupantesestabandesembarcando.NoeraotrosinomiviejoamigoWoodesRogers.Estabanayudándoleabajardelboteyteníamejoraspectoquenunca,aunqueseleveíamásagobiado.¿RecuerdassupromesaalgobernadordeLaHabana?Lahabíacumplido.¿RecuerdasquemedijoqueplaneabaaplastaralospiratasdeNasáu?Porlovistotambiénteníapensadocumplireso.

NuncahabíaechadotantodemenosaBarbanegra.Estabasegurodequemiviejoamigo Edward Thatch habría sabido qué camino tomar. Una mezcla de instinto yastucialehabríaimpulsadocomoelviento.

—¡Vaya,quemeaspensielreyJorgenosehacansadodenuestrastravesuras!—exclamóCalicóJackamilado,tentandoaldestino.

—EseeselcapitánWoodesRogers—respondí.Como no tenía prisa en volver a encontrarme con él, retrocedí entre la

muchedumbre,peroseguí lobastantecercaparaoírlemientras lepasabanaRogersunpergaminoqueconsultóantesdedecir:

—Deseamosnegociarconloshombresquesehacenllamargobernadoresdeestaisla.CharlesVane,BenHornigoldyEdwardThatch.Acercaossisoistanamables.

Benjamindiounpasoadelante.—Rufiáncobarde—leinsultóJack,contodalarazóndelmundo,puestoqueese

fueelmomentoenqueNasáullegóasufinynuestrasesperanzasdelarepúblicasetruncaron.

www.lectulandia.com-Página165

Page 166: 6 ac black flag

44

Noviembrede1718

No fue hasta que le encontré cuando me di cuenta de lo mucho que le habíaechadodemenos.

Noteníalamenorideadequeibaaperderleparasiempre.FueenunaplayadeCarolinadelNorte,OcracokeBay,justoantesdelamanecer,

yélestabadandounafiesta,claro,llevabadespiertotodalanoche,claro.Laplayaestabasalpicadadehogueras, loshombresbailabanunagigaalsonde

un violín que había más allá y otros se pasaban el ron entre ellos, riéndose acarcajadas. Asaban un jabalí y el delicioso aroma me abrió un agujero en elestómago. Tal vez aquí, enOcracokeBay, Barbanegra había establecido su propiarepúblicapirata.TalveznoteníainterésenvolveraNasáuyhacerlascosasbien.

CharlesVaneyaestabaallíyalacercarme,caminandocondificultadporlaarenahaciaellos,anticipandoyaellicorenloslabiosyeljabalíenlabarriga,selevantó,terminandosindudasuconversaciónconBarbanegra.

—¡Eresunagrandecepción,Thatch!—bramócruelmentey,alverme,añadió—:Dicequehadecididoquedarseaquí. ¡Quesevayaa lamierdayqueoscuelguenatodoslosqueseguísaestepobrediablohacialaoscuridad!

Le habría cortado el cuello a cualquier otro por traicionar la causa. Pero no lohizoporqueeraBarbanegra.

Lehabríapuesto losgrilletesacualquieraporsu insolencia.Peronohabíasidoasí.¿Porqué?Quizáporculpabilidad,porqueBarbanegralehabíadadolaespaldaalapiratería.Quizáporque cadavezquepensabas enCharles teníasque admirar suvalor, su devoción por la causa. Ninguno de ellos había luchado tanto contra elindulto como Charles. Ninguno había resultado tan fastidioso a Rogers como él.Había lanzado un brulote contra el asedio y había escapado para luego continuarorganizandounasaltoenNuevaProvidencia,haciendotodoloquepodíaparacrearproblemasenelperiododegobernadordeRogersmientrasesperabaquellegasenlosrefuerzos.ElrefuerzoenparticularqueestabaesperandoibavestidodenegroparaelcombateyseleconocíaporelnombredeBarbanegra.Perocuandolleguéalaplayaaquella agradablemañana, al parecer se habían truncado las últimas esperanzas deCharlesVane.

Semarchó,levantandonubesdearenamientrasregresabaporlaplaya,lejosdelcalortitilantedelashogueras,temblandodefuria.

Observamos como se marchaba. Miré a Barbanegra. Tenía los cinturonesdesabrochados, al igual que el abrigo, y su barriga recién adquirida empujaba losbotonesdelacamisa.Nodijonada,tansolomeindicóquemesentaraenlaarenaasulado,mepasóunabotelladevinoyesperóaquetomarauntrago.

www.lectulandia.com-Página166

Page 167: 6 ac black flag

—Esehombreesuncapullo—dijoligeramentebebido,señalandoconlamanoellugardondeCharlesVanehabíaestado.

«Ah—pensé—,perolo irónicoesquetucompincheEdwardKenwayquiere lomismoqueesecapullo».

Puede que Vane fuera leal a la causa, pero no tenía la fe de los compañeros.Siempre había sido un hombre cruel y más tarde incluso sería más despiadado ysalvaje.Mehabíandichoquesunuevotrucoeratorturaraloscautivosatándolosalbauprés,metiéndoles fósforos bajo los párpados para luego encenderlos.Hasta loshombresqueleseguíanhabíanempezadoacuestionarle.AlomejorVanesabíaigualqueyoqueNasáunecesitabaunlíderqueinspiraraaloshombres.NasáunecesitabaaBarbanegra.

Barbanegrase levantó—CharlesVaneyanoeramásqueun lejanopuntoenelhorizonte—ymehizoseñasparaquelesiguiera.

—Séquehasvenidoparallevarmeacasa,Kenway.—Parecíaemocionado—.Tufeenmímeconmueve,pero,conNasáudestrozada,creoqueheterminado.

Estabadiciendolaverdadcuandodije:—Yonoopinolomismo,amigo.Peronoenvidiotuestado.Asintió.—¡Dios,Edward!Vivirasíescomovivirconungranagujeroenlastripas,ycada

vezquetusentrañascaenalsueloestásobligadoarecogerlasyvolveraguardártelas.CuandoBenyyonosplantamosporprimeravezenNasáu,infravalorélanecesidaddeencontrargenteconcarácterque lediera formayguiarael lugarasuverdaderopropósito.Peronomeequivoquérespectoalacorrupciónqueconllevaeserumbo.

Duranteunmomento,mientrascaminábamos,escuchamoslamareaenlaarena,el suave susurro, el ruido del mar al retirarse. Tal vez él, comome pasaba a mí,cuandopensabaencorrupción,seacordabadeBenjamin.

—Encuantounhombrelecogeelgustoalliderazgo,lecuestaimaginarporquénoestáalmandodelmundoentero.

Señalóhaciaatrás.—Séque esoshombres creenque soyunbuen capitán, pero amínomegusta

nada.Soyarrogante.Mefaltaelequilibrionecesariopara liderardesdedetrásde lamultitud.

Creíasaberaquéserefería.Creíentenderle.Peronomegustaba.NomegustabaelhechodequeBarbanegrasedistanciaradenosotros.

Caminamos.—¿TodavíabuscasaesetalSabio?—mepreguntó.Lecontestéqueasíera,peronoledijequelabúsquedadelSabiohabíaconsistido

principalmenteenestarsentadoenlaOldAverybebiendoypensandoenCaroline.—Ah, bueno, al tomar una presa el mes pasado, oí que un hombre llamado

RobertsestabatrabajandoenunbarcodeesclavosllamadolaPrincesa.Quizáquierasiraecharunvistazo.

www.lectulandia.com-Página167

Page 168: 6 ac black flag

Así que el carpintero de ojosmuertos, el hombre con conocimiento eterno, sehabíatrasladadodelasplantacionesalosbarcosdeesclavos.Teníasentido.

—LaPrincesa.¡Gracias,Thatch!

www.lectulandia.com-Página168

Page 169: 6 ac black flag

45

Losbritánicos iban a porBarbanegra, por supuesto.Más tarde averigüé que setratabadeunafuerzaqueteníaalfrentealtenienteMaynarddelbarcodeSuMajestadPearl. El gobernador de Virginia había puesto precio a la cabeza de BarbanegradespuésdequeloscomerciantesprotestaranporsuhábitodesalirdeOcracokeBaypara robar aquí y allá; el gobernador estaba preocupado por que la ensenada deOcracokeseconvirtieraprontoenotraNasáu.Algobernadorno legustaba teneralpiratamásinfamedelmundoensujardíntrasero,asíquelepusoprecioasucabeza.Yentoncesllegaronlosbritánicos.

Loprimeroqueoímosfueelsusurrodelaalarma:«Vienenlosingleses.Vienenlosingleses».AlmirarporlaescotilladeloscañonesdelbalandrodeBarbanegra,elAdventure, vimos que habían lanzado un pequeño bote e intentaban acercarse anosotrossigilosamente.Leshabríamosdestruidocompletamente,claro,sinohubierasidoporunacosa.Unacosafundamental.¿Sabesaquellafiestadelaquetehablaba?¿Dondehabíavinoyjabalí?Habíaseguido.Yseguido.

Teníamosunaresacadecampeonato.Ylamejorreacciónquetuvimosfueahuyentarelboteconalgunosdisparos.Éramos muy pocos a bordo del barco de Barbanegra aquella mañana. Veinte

comomucho.Peroyoeraunodeellosynoteníaniideadequeibaaparticiparenloquesucedióacontinuación:eldestinodelpiratamásfamosodelmundo.

Había que reconocer que, aunque tuviera resaca, como todos nosotros,BarbanegraconocíaloscanalesalrededordeOcracokeBay;partimos,levamosanclasyllegamosrápidamentealosbancosdearena.

DetrásdenosotrosibanloshombresdeMaynard.Ondeabanlaenseñarojaynonos dejaron duda de lo que pretendían.Lo vi en los ojos deBarbanegra.Mi viejoamigo Edward Thatch. Todos los que estábamos a bordo delAdventure aquel díasabíamosque iban tras ély solo trasél.LadeclaracióndelgobernadordeVirginianombrabaaunsolopiratayesepirataeraEdwardThatch.Creoquetodossabíamosquenoéramoslosverdaderosobjetivosdeesosinglesesobstinados,sinoBarbanegra.Sin embargo, ningún hombre se entregó ni se tiró por la borda. No había ningúnhombreentrenosotrosquenoestuvieradispuestoamorirporél;esaeraladevociónylealtadqueinspiraba.OjaláhubierautilizadoesascualidadesalserviciodeNasáu.

Eldíaestabatranquilo,nohabíavientoenlasvelasytuvimosqueusarlosremospara avanzar. Podíamos ver el blanco de los ojos de nuestros perseguidores yviceversa.Barbanegracorrióalapopa,dondeseinclinósobrelabordaygritóporelcanalencalmahaciaelbarcodeMaynard:

—¡Malditosseáis,villanos!¿Quiénessois?Y¿dedóndevenís?Losdelbarcodeatrásnocontestaron,simplementesequedaronmirándonoscon

ojosinexpresivos.Lomásseguroeraquequisierandesconcertarnos.—Por nuestros colores ya veis que no somos piratas —bramó Barbanegra,

www.lectulandia.com-Página169

Page 170: 6 ac black flag

señalando a su alrededor mientras su voz retumbaba extrañamente desde losempinadosbancosdearenaaambos ladosdelestrechocanal—.Tiradunboteparasubirabordoyveréisquenosomospiratas.

—Nopuedoprescindirdeunbote—respondióMaynard.Hubounapausa—.Osabordarémuyprontoconmibalandro.

Barbanegramaldijoylevantóunvasoderonparabrindarporél.—¡Brindo por tu condenación y la de tus hombres, que no sonmás que unos

cachorroscobardes!Notendrécompasión.—Yo tampoco espero misericordia, Edward Thatch, y no la obtendrás de

nosotros.LosdosbalandrosbajoelmandodeMaynardseacercaronyporprimeravezen

mividavi ami amigoEdwardThatch sin saber quéhacer.Por primeravez enmivida,creívermiedoenaquellosojos.

—Edward…—intentédecir.Quería apartarle a un lado, quería que nos sentáramos como habíamos hecho

tantas veces en laOldAvery, para tramar un plan, confabular, pero esta vez no setratabadeconseguirunapresa,no,sinodeescapardelosingleses.Lograrponernosasalvo.Anuestroalrededorla tripulacióntrabajababajounaespeciedeaturdimientoprovocadopor la bebida.ElmismoBarbanegra estaba tomando rony subía la vozcon su embriaguez.Ypor supuesto, cuantomásborracho,menos abierto a razonarestabaymásimprudentesyprecipitadaseransusacciones,comocuandoordenóqueprepararan los cañones y, como no teníamos balas, los debían llenar de clavos ytrozosdehierroviejo.

—Edward,no…Intentédetenerlealsaberquedebíadehaberunamaneramejordeescapardelos

ingleses, más discreta. Al saber que el hecho de disparar sería firmar nuestrasentencia de muerte. Nos superaban en número y estaban mejor armados quenosotros.Sushombresnoestabanborrachosniteníanresacayardíalaluzdelfervorciego en sus ojos. Querían una cosa y esa cosa era Barbanegra, un Barbanegraborracho,enfadado,furiosoyprobablemente,ensecreto,aterrorizado.

Pum.Laondaexpansivadelcañonazofueamplia,peronovimosmásqueunvelode

humoyarenaquenublabanuestravisión.Duranteunos largos instantesesperamosconteniendo la respiración para ver qué daños había causado nuestro ataque y loúnico que oímos fueron gritos y el sonido de lamadera al partirse. Fueran cualesfuesen losdaños, sonabagrave,ycuandoseaclaró lanieblavimosqueunode losbarcosquenosperseguíanhabíaviradoaunladoysehabíaencallado,mientrasqueal parecer también habíamos alcanzado al otro, ya que no había indicios de latripulaciónabordoyalgunaspartesdesucascoestabandestrozadasyastilladas.Delasbocasdenuestroshombressalióunadébilperosinceraovaciónyempezamosapreguntarnossinoestabatodoperdidoalfinyalcabo.

www.lectulandia.com-Página170

Page 171: 6 ac black flag

Barbanegra,amiladoenlaborda,memiróymeguiñóelojo.—Elotroaúnnossigue,Edward—leadvertí—.Responderánalosdisparos.Yasílohicieron.Utilizaronbalasencadenadas,quedestrozaronnuestrofoque,y

loqueanteshabíansidogritosdevictoriaseconvirtieronenalaridoscuandonuestrobarcodejódeestarenbuenestadoparanavegar,setambaleóhaciaunladodelcanaly escoró, con los mástiles astillados rozando los empinados bancos.Mientras nosmecíamosinútilmenteeneloleaje,elbalandroquenosperseguíaseacercóanuestroestribor, dándonosunabuenaoportunidaddever cuánta fuerza lesquedaba.Por lovisto,bienpoca.Vimosaunhombrealtimón,conMaynardasuladohaciendoseñasmientrasgritaba:

—¡Acércate,acércate…!YfueentoncescuandoEdwarddecidióqueatacareralamejordefensa.Ordenóa

los hombres que se armaran y se prepararan para abordar, y esperamos con laspistolaslistasylosalfanjesdesenvainadoslaúltimaluchaenuncanaldesiertoenlasIndiasOccidentales.

Elhumodelapólvoranosenvolvía,unascapasespesascolgabancomohamacasenelaire.Meescocíanlosojosyledabaalaescenauntoquemisterioso,comosielbalandroinglésfueseunbarcofantasmaqueaparecíaentrelosplieguesdeunabrumaespiritual.Paradarlemásefecto,suscubiertasestabanvacías.SoloseveíaaMaynardysuoficialaltimón,Maynardgritando:«Acércate,acércate…»conojosdeloco.Suaspecto,pornomencionareldelbarco,nosdioesperanzas;nosdioesperanzasdequequizásestuvieranpeordeloquepensábamosalprincipio;queestonoeralaúltimabatalladespuésdetodo;quealomejorvivíamosparalucharotrodía.

Resultóserunafalsaesperanza.TodoestabaensilenciosalvoporloschillidoshistéricosdeMaynardmientrasnos

escondíamos agachados tras la borda. No tenía modo de saber cuántos hombresquedabanvivosenelbalandro,perounodelosnuestrosalmenosteníaseguridadensímismo.

—Hemosdadoatodosenlacabezaexceptoatresocuatro—gritóBarbanegra.Advertí que llevaba su sombreronegroyhabía encendido lasmechasde subarba,queestabaenvueltaenhumo;sehabía libradode laresacayresplandecíacomoundiablo—.Saltemosabordoycortémoslesenrodajas.

«¿Solotresocuatro?Teníanquequedarmásvivos,seguro».Peroparaentonceslosdoscascoshabíanchocadoy,conunsalto,Barbanegranos

guioporellateraldelAdventurehastaelbalandrobritánico,rugiendounbrutalgritodeguerramientrasloshombressalíanentropelhaciaMaynardyelprimeroficialaltimón.

PeroMaynard actuaba tan bien comomi amigaMaryRead, porque, en cuantonuestros doce piratas estuvieron a bordo del barco, aquella expresión histéricaabandonósu rostroygritó:«¡Ahora,hombres, ahora!», seabrióunaescotillaenelalcázarycaímosenlatrampa.

www.lectulandia.com-Página171

Page 172: 6 ac black flag

Sehabíanescondido,habíanfingidoestarmuertosparahacernossubirasubarco.Yahorasalían,comoratasescapandodelasalcantarillas,dosdocenascontranuestrosdocevalientes;enseguidasellenóelambientedelrepiqueteodelacero,elestallidodelosdisparosylosgritos.

Unhombresemetiróencima.Legolpeéenlacara,almismotiempoactivémihoja,ymeapartéaunladoparaevitarlafuentedesangreymucosidadquesaliódesunariz.Conlaotramanososteníalapistola,perooíaBarbanegrallamándome:

—Kenway.Lehabíanderribadoyunapiernasangrabagravemente.Sedefendíaconlaespada

ybuscabaunapistola.Letirélamía,lacogióylausóparaeliminaraunhombrequeibaaporélconunalfanjelevantado.

Peroestabamuerto.Amboslosabíamos.Todoslosabíamos.—¡En un mundo sin oro, podríamos haber sido héroes! —gritó mientras se

abalanzabansobreél.MaynardlideróunnuevoataquecontraélyBarbanegra,alverqueseacercabasu

enemigo, mostró los dientes y movió la espada. Maynard chilló con la manochorreandosangremientrasseapartabaconlaguardiabajaysuespadacaída.Cogióunapistoladesucinturón,disparóyledioaEdwardenelhombro,haciéndolecaerotravezderodillasalsuelodondelanzóungruñidoyblandiólaespadamientrassuenemigoseabalanzabasobreélsinpiedad.

Anuestroalrededorvimásdelosnuestrosderribados.Saquémisegundapistola,disparé,ylehiceaunodesushombresuntercerojo;peroseabalanzaronsobremíenmasa.Eliminéaunoscuantos.Acabéconellossinmisericordia.Yelhechodesaberquemisiguienteatacantemoriríadelmismomodomantuvoa rayaaunoscuantos,otorgándomelaoportunidaddeecharunvistazoyvermoriraEdwardporlosmilesde cortes en las rodillas. Pero aun así seguía luchando, rodeado de buitres que leasestabangolpesconsusespadas.

Lancéungritodefrustraciónyenfado,ygiréconlasmanosextendidasmientrasmihojaformabaunperímetrodemuertequeazotabaaloshombreslanzándoloshaciaatrás.Cogílainiciativa:melancéhaciadelantedándoleunapatadaaunhombrequeestabadelantedemí,demodoquesupechoysucaraseconvirtieronenmitrampolínparaderrumbarlabarreradehombresquemerodeaba.Mihojadestellóenelaireydos enemigos cayeron con las venas abiertas al tiempo que la sangre llegaba a lacubierta conungolpe audible.Al aterrizar, crucé la cubierta a todavelocidadparaayudaramiamigo.

Pero no lo conseguí. Por mi izquierda apareció un marinero que detuvo miavance,unhombrebrutoycorpulentoqueseabalanzósobremí.Comoambosnosmovíamosmuyrápido,ningunodelosdospudodetenerel impulsoquenosllevóaunladodelaborda,decabezaalagua.

Viunacosaantesdecaer.Vilagargantademiamigoabierta,unacapadesangreensupecheraylosojoshaciaarribamientrasBarbanegracaíaporúltimavez.

www.lectulandia.com-Página172

Page 173: 6 ac black flag

46

Diciembrede1718

Nohasoídogritaraunhombrededolorhastaquenohasoídoaunhombrealqueacabandevolarlelarótula.

Ese fueel castigoqueCharlesVane le impusoal capitándelbarcodeesclavosbritánicoquehabíamosabordado.Esemismobarcohabíaprácticamenteacabadoconla nave de Vane, por lo que tuvimos que acercar la Grajilla y permitir que sushombres subieran a bordo. Vane se había puesto furioso, pero aun así no erasuficientemotivoparaperderlosestribos.Alfinyalcabo, todaaquellaexpediciónhabíasidoideasuya.

HabíatramadosuplanpocodespuésdelamuertedeEdward.—Así que han matado a Thatch —dijo mientras estábamos sentados en el

camarote del capitán en laGrajilla, con Calicó Jack borracho y dormido al lado,tumbadoconlaspiernasrectasenlasillademodoqueparecíaestardesafiandoalagravedad.

Eraotrodelosquesehabíannegadoarecibirelindultodelrey,asíqueteníamosquecargarconél.

—Le superaban en número—dije refiriéndome a Barbanegra. La imagen queacababadellegaramicabezanoerabienvenida—.Nopudealcanzarle.

Recordabasucaída,verlemorir,lasangremanandodesugarganta,cortadacomosifueraladeunperrorabioso.Toméotrolargotragoderonparaquedesaparecieralaimagen.

Habíaoídoquecolgaronsucabezadelbaupréscomountrofeo.Ynosllamananosotrosescoria.—Malditodiablo,eratemible,perosucorazónestabadividido—dijoCharles.Habíaestadojugueteandoconlapuntadesucuchilloeneltablerodemimesa.A

cualquier otro invitado le habría dicho que parase, pero no a Charles Vane. UnCharlesVanederrotadoporWoodesRogers.UnCharlesVanequellorabalamuertedeBarbanegra.Ysobretodo,unCharlesVaneconuncuchilloenlamano.

Pero tenía razón en lo que decía. Aunque Barbanegra hubiera sobrevivido nocabíadudadequepretendíadejaratrássuvidaanterior.EstaralfrenteysacarnosdelajunglanoeraalgoqueleatrajeraaEdwardThatch.

Nos callamos. Tal vez ambos estábamos pensando en Nasáu, en que formabapartedelpasado.Otalvezambosnospreguntábamosquéhacerenelfuturo,porque,trasunosinstantes,Vanerespiróhondo,pareciórecobrarlacomposturaysegolpeóenlosmuslosconlospuños.

—Bueno, Kenway, he estado reflexionando sobre ese plan tuyo —anunció—.Ese…Observatoriodelquenodejasdehablar.¿Cómosabemosqueexiste?

www.lectulandia.com-Página173

Page 174: 6 ac black flag

Lelancéunamiradadesoslayoparaversiestababromeando.Alfinyalcabo,nohabríasidoelprimero.SehabíanmofadomuchodemishistoriasdelObservatorioyno estaba de humor para más burlas, al menos no en ese momento. Pero nobromeaba,lodecíamuyenserio,einclinadohaciadelanteensusilla,esperabaunarespuesta.CalicóJackseguíadurmiendo.

—Tenemos que encontrar un barco de esclavos llamado la Princesa. A bordodeberíaestarunhombrellamadoRoberts,quepuedellevarnoshastaallí.

Charlespareciómeditarlo.—Todos los esclavistas trabajan para la Compañía Real Africana. Busquemos

cualquieradesusbarcosyempecemosahacerpreguntas.Pero, por desgracia para todos nosotros, el primer barco de la Compañía Real

Africana con el que nos encontramos le hizo unos agujeros a las velas de laembarcacióndeVane,elRanger,yestetuvoqueserrescatado.Alfinalabordamoselbarco de esclavos, donde nuestros hombres ya habían acallado a la tripulación, yencontramosalcapitán.

—EstecapitánafirmaquelaPrincesazarpadeKingstoncadapocosmeses—ledijeaVane.

—Muybien.Fijaremosunrumbo—dijoVane.Ladecisiónestabatomada:íbamosadirigirnosaKingstonysindudaelcapitán

delbarcodeesclavoshabríasalidobienparadosinohubieragritadofuriosamente:—¡Me habéis destrozado las velas y las jarcias, mequetrefes! Me debéis una

parte.TodohombrequeconocieraaCharlesVanepodríahabertedicholoquesucedióa

continuación. No exactamente, pero algo parecido: violencia terrible, sinremordimientos.Yesofueloqueocurriócuandosediolavuelta,sacólapistolayseacercóalcapitánconunrápidomovimientofurioso.Luegolepusolabocadelarmaenlarodillamientraslevantabalaotramanoparaimpedirquelasangrelesalpicara,yapretóelgatillo.

Sucediórápido.Contotalnaturalidad.YdespuésCharlesVanesealejó,pasandoamilado.

—¡Malditasea,Vane!—¡Hayquever,Charles, lamala lecheque tienes!—exclamóCalicóJack,que

extrañamenteseencontrabasobrio,unhechoqueeracasitansorprendentecomolosgritosdesgarradoresdelcapitán.PeroelborrachodesiempreparecíatenerganasdedesafiaraCharlesVane.

Vanesevolvióhaciasuintendente.—Nomejodas,Jack.—Esmimandatojoderte,Charles—espetóCalicóJack,quenormalmenteestaba

borracho,perohoyseencontrabadehumorparadesafiarlaautoridaddeVane,porlovisto—.Muchachos—ordenó y como si fuera una señal, como si hubieran estadoesperandoaquellaoportunidad,varioshombres lealesaCalicó Jackdieronunpaso

www.lectulandia.com-Página174

Page 175: 6 ac black flag

adelanteconlasarmasdesenfundadas.Nossobrepasabanennúmero,peroesonodetuvoaAdewalé,queestabaapunto

dedesenvainar su alfanje cuando sintió todo el pesodeunguardia en la cara y sedesplomósobrelacubierta.

Yomismomeencontréconunmontóndepistolasapuntándomealacaracuandohiceelademándeiraayudarle.

—Veréis… Los chicos y yo tuvimos una pequeña reunión mientras vosotrosperdíaiseltiempoconeste—dijoCalicóJack,señalandoalnegrerocapturado—.Yllegarona laconclusióndequeseríauncapitánmásapropiadoenvezdevosotros,perrosinsensatos.

HizounaseñahaciaAdewaléymehirviólasangrecuandoafirmó:—A ese creo que lo venderé por diez libras en Kingston. Pero no puedo

arriesgarmeconvosotrosdos.Estábamosrodeados.Nuestroshombres,Charlesyyoéramosincapacesdehacer

nada.Mepuseadarlevueltasalacabeza,preguntándomeporquéhabíasalidotodotanmal.¿NecesitábamostantoaBarbanegra?¿Confiábamostantoenélquesetorciótodotanterriblementeensuausencia?Esoparecía.Esoparecía.

—Lamentarásestedía,Rackham—dijeentredientes.—Yalamentolamayoría—susurróelamotinadoCalicóJack.Su camisa india de colores vivos fue lo último que vi cuando otro hombre se

acercóconunabolsanegraenlamanoconlaqueacontinuaciónmecubriólacabeza.

www.lectulandia.com-Página175

Page 176: 6 ac black flag

47

YasífuecomonosencontramosaisladosenProvidencia.TrasunmesaladerivaenelRangerdañado,claro.

Jacknoshabíadejadocomidayarmas,peronoteníamosmediosparagobernarelbarco,asíquefueunmesenelmarenelqueintentamosenvanorepararlasjarciasylosmástiles rotosypasamos lamayorparte del día ocupándonosdel bombeoparamantenernos a flote; un mes en el que tuve que oír a Vane despotricarconstantemente.Sacudíaelpuñoenelaireydecía:

—¡Tecogeré,JackRackham!Teabriréencanal.Tesacarélosórganosylosusarécomocuerdasparaunmalditolaúd.

Pasamos la Navidad de 1718 en elRanger, cabeceando en las olas como unabotella de licor de la que se habían deshecho, rezando por que el clima fuesemisericordioso.Tansoloélyyo.Yporsupuestonoteníamoscalendariosninadaporel estilo, así que era imposible saber cuándo caía Navidad o en qué día 1718 seconvirtió en 1719, pero te aseguro que pasé el tiempo escuchando aCharlesVaneexpresarsuodioalmar,alcielo,amíysobretodohaciasucompincheCalicóJackRackham.

—¡Tecogeré!¡Yaverás,vilcanalla!Y cuando intentaba reprenderle, insinuarle que tal vez sus gritos constantes

perjudicabannuestramoralenvezdebeneficiarnos,sevolvíacontramí.—¡Vaya,vaya,eltemibleEdwardKenwayhahablado!—berreaba—.Leruego,

capitán,quenosdigacómosalirdeesteapuroyquése leocurreparagobernarunbarcosinvelasnitimón.

Nunca sabré por qué no nosmatamos el uno al otro durante ese tiempo, pero¡Dios, cuánto nos alegramos al avistar tierra! Soltamos grandes carcajadas, nosabrazamosysaltamosarribayabajo.LanzamosunayoladelsiniestradoRangery,alcaerlanoche,remamoshastalaorillaparadesplomarnosenlaplaya,agotadosperoeufóricosporquedespuésdeunmesaladerivaporfinhabíamosencontradotierra.

AlamañanasiguientenosdespertamosparaveralRangerdestrozadoenlaplayaynosinsultamospornohaberpensadoenecharelancla.

Yluegomaldijimosnuestrasuertealdarnoscuentadelopequeñaqueeralaisladelaqueahoranopodíamosescapar.

Providencia, así se llamaba, era una isla pequeña con bastante historia. Unahistoria sangrienta, además. Los colonos ingleses, los piratas y los españoles nohabíanhechomásquelucharporelladurantelamayorpartedelsiglo.Hacíacuarentaaños,elgranpiratacapitánHenryMorgansefijóenella,larecuperódelosespañolesylausócomobaseduranteuntiempo.

Cuando Vane y yo nos plantamos en la isla, era el hogar de algunos colonos,esclavosfugados,convictosyunospocosmisquitosquequedaban,nativosdeallí.Sepodíaexplorarelfuerteabandonado,peronohabíamuchomás.Almenos,nadaque

www.lectulandia.com-Página176

Page 177: 6 ac black flag

comer o beber. Y sí, podía ir nadando hasta Santa Catalina, pero era inclusomáspequeña.Así que principalmente pasábamos los días pescando, buscandoostras enpequeñascharcasydevezencuando teníamosunaespeciedeenfrentamientoscongruposdenativosquepasaban,andrajososcolonoserrantesopescadoresdetortugas.Los colonos, en particular, siempre llevaban una expresión de terror como si sedebatieran entre atacar y salir corriendo, y podían hacer ambas cosas. Sus ojosparecían girar en las cuencas en diferentes direcciones a la vez y hacían extrañosmovimientosnerviososconloslabiosresecosporelsol.

MevolvíhaciaCharlesVanetrasunencuentroenparticularparacomentarloyviqueéltambiénteníaesaexpresióndeloco;susojosparecíangirarenlascuencasyhacíaesosextrañosmovimientosnerviososconloslabiosresecosporelsol.

HastaquelacuerdafrágilquemanteníacuerdoaCharlesVaneundíaserompióycreóunanueva tribuenProvidencia.Una tribudeunasolapersona.Deberíahaberintentado hablar con él: «Charles, mantengámonos unidos», pero estaba hasta lacoronilla de Charles Vane y, de todas formas, no iba a ser la última vez que nosviéramos. Para empezar, se aficionó a robarme las ostras, salía de la junglacorreteando, con pelo por todas partes y sin afeitar, con la ropa hecha jirones y lamiradadeunlocoensusojos.Merobabalasostrasqueyoacababaderecoger,meinsultabayluegovolvíaaescabullirsehacialamalezadesdedondemeinsultabaunpoco más. Yo pasaba los días en la playa, nadando, pescando o examinando elhorizonteenbuscadenaves,todoeltiempoconscientedequeCharlesmeseguíalapistaescondidoentrelamaleza.

Unavezintentéreprenderle.—¿Porquénohablasconmigo,Vane?¿Vasacontinuarconestalocura?—¿Locura? —respondió—. No es ninguna locura que un hombre luche por

sobrevivir,¿no?—Noquierohacertedaño,figura.Resolvamosestocomocaballeros.—Ah.Dios,quédolordecabezameestádandoesteparloteo.¡Apártateydéjame

vivirenpaz!—Eso haría si dejases de birlarme toda la comida que recojo y el agua que

encuentro.—Nodejarédehacerlohastaquemepaguesconsangre.Túfuistelarazóndeque

nos pusiéramos a buscar negreros. ¡Por tu culpa Jack Rackham se quedó con mibarco!

¿Vesaloqueteníaqueenfrentarme?Aquelhombreestabaperdiendolacabeza.Meculpabaporcosasqueclaramentehabíansidoerrorsuyo.ÉlfueelquesugirióirabuscarelObservatorio.Fueélquiencausónuestrasituaciónactualalmataralcapitánesclavista. Yo tenía tantas razones para odiarle como él para despreciarme. Ladiferenciaentrenosotroseraqueyonohabíaperdidolacabeza.Almenosaúnno.Porlovisto,estabaesforzándosepararemediarlo.Cadavezestabamásloco.

—¡Tuscuentosdehadasnosmetieronenestelío,Kenway!

www.lectulandia.com-Página177

Page 178: 6 ac black flag

Se quedaba entre los arbustos, como un roedor en la maleza ensombrecida,acurrucadoenlasraíces,rodeandoconlosbrazoslostroncosdelosárboles,agachadoensupropiapestilencia,observándomeconojoscobardes.EmpezóapasársemeporlacabezaqueVanetalvezqueríamatarme.Manteníamishojaslimpiasy,aunquenolasllevabaencima—mehabíaacostumbradoallevarpocacosa—,lasteníaamano.

Antesdedarmecuentahabíapasadodeserun locoquedespotricabacontramíentrelamalezaadejarmetrampas.

Hastaqueundíadecidíqueyaerasuficiente.TeníaquemataraCharlesVane.Lamañanaquemepropusehacerlo,teníaelalmaenlospies.Mepreguntésiera

mejor tener un loco como compañero que no tener compañía. Pero ese loco meodiabayprobablementequeríamatarme.Eraéloyo.

Lo encontré en una charca, sentado, agachado con lasmanos entre las piernas,intentandohacerfuegoycantandoparasímismounacanciónsinsentido.

Estabadeespaldasamí,facilitándomequelomatase,eintentéconvencermedeque era un acto de humanidad terminar con su sufrimiento, mientrasme acercabasigilosamenteyactivabamihoja.

Peronopudeevitarlo.Vaciléyenesemomentosaltósutrampaymelanzóconunbrazocenizasalacara.Mientrasretrocedíatambaleándome,sepusodepie,conelalfanjeenlamano,yempezólabatalla.

Ataque.Parada.Ataque.Utilizabamihojacomounaespada,chocabacontrasuaceroyrespondíaconelmíopropio.

Yme pregunté si pensaba que le había traicionado. Probablemente. El odio ledabafuerzasyduranteunos instantesdejódeserelpatético trogloditaenelquesehabíaconvertidoalregresarlaluchaasumirada.Peronoerasuficienteparadarlelavuelta a la batalla. Las semanas que había pasado agachado en la maleza,alimentándosedeloquerobaba,lehabíandebilitadoyledesarméfácilmente.Envezde matarle, guardé la hoja, la desaté y la tiré, arrancándome la camisa al mismotiempo;yluchamosconlospuños,desnudoshastalacintura.

Entonces,cuandolederribéyempecéagolpearle,mecontuveyparé.Mepuseenpie,respirandocondificultad,consangregoteandodelospuños.Debajodemí,enelsuelo,sehallabaCharlesVane.Unhombredejado,conaspectodeermitaño.Yo,porsupuesto,apestaba,peronohedíatantocomoél.Olíaalamierdaquevisecaensusmuslosaldarsemediavueltaenelsuelo,yescupióundienteacompañadodeunhilofinode saliva a lavezque reíapara sus adentros.Reíapara sus adentros comounloco.

—Tú,nenaza—dijo—,solohashecholamitaddeltrabajo.Neguéconlacabeza.—¿Esestamirecompensaporcreerenlomejordeloshombres?¿Porpensarque

una rata inmunda como tú podía mostrar un poco de sentido común de vez encuando? Quizá Hornigold tenía razón. Quizás el mundo sí necesita hombres conambición,queimpidanalosquesoncomotúestropearlotodo.

www.lectulandia.com-Página178

Page 179: 6 ac black flag

Charlesserio.—Oquizánotienesagallasparavivirsinremordimientos.Escupí.—Nomeguardesunlugarenelinfierno,desgraciado.Aúntardaréenirporallí.Yentoncesledejéymástarde,cuandoechémanodelabarcadeunpescador,me

preguntésidebíairabuscarle,perodecidíhacerlocontrario.QueDiosmeperdone,peroyahabíaaguantadobastantealmalditoCharlesVane.

www.lectulandia.com-Página179

Page 180: 6 ac black flag

48

Mayode1719

Lleguéa Inagua trasmeses fuera,agradecidodeestarvivoy felizporveramitripulación. Me alegré incluso más al ver lo contentos que se pusieron al verme.«¡Está vivo! ¡El capitán está vivo!».Estuvieron celebrándolo durante días, dejaronsecalabahíaymeregocijópresenciarlo.

Mary también estaba allí, pero vestida como James Kidd, así que aparté elrecuerdo de sus pechos y la llamé James cuando otros estaban presentes, inclusodelantedeAdewalé,queraravezsealejabademídespuésdemiregreso,comosinoquisieradejarmefueradelavista.

EntretantoMaryteníanoticiasdemisaliados:habíancolgadoaStedeBonnetenWhitePoint.

PobreStede.Miamigocomercianteevidentementehabíacambiadodeopiniónencuanto a los piratas, tanto que había adoptado su modo de vida. Le llamaban «elcaballeropirata».Llevabaunbatínytrabajóuntiempolasrutasmásalnorte,antesdeencontrarse a Barbanegra en sus viajes. La pareja se había asociado, pero porqueBonnet era tanmal capitán pirata comomarinero, es decir, un capitán piratamuymalo,ysutripulaciónsehabíaamotinadoparaunirseaBarbanegra.ParaBonnetelinsulto definitivo fue que tuvo que quedarse como «invitado» en el barco deBarbanegra, la Venganza de la Reina Ana. Bueno, no fue el «insulto definitivo»obviamente.Elinsultodefinitivofuesercapturadoycolgado.

Entretanto en Nasáu —la pobre Nasáu llena de problemas—, James Bonnyespiaba para Woodes Rogers, lo que deshonró más a Anne que lo que le habíadeshonradoellaaélconsusdevaneos,mientrasRogersdabaungolpemortala lospiratas.Enunademostracióndefuerza,habíaordenadoqueahorcaranaochodeellosenelpuertodeNasáu,ydesdeentoncessuresistenciasehabíadesmoronado.Hastaelplandematarlohabíasidopocoentusiastayenseguidaseabandonó.

LagranalegríafuequehabíancapturadoaCalicóJackysehabíarecuperadolaGrajilla.ResultóqueelalcoholsacólomejordeJack.LoscorsariosbajolasórdenesdelgobernadordeJamaicalealcanzaronalsurdeCuba.Jackysushombreshabíandesembarcado y estaban durmiendo lamona bajo las tiendas cuando los corsariosllegaron,asíquehuyeronhacia la junglay recuperaron laGrajilla.Desde entoncesaquel vil canalla había vuelto a Nasáu donde convenció a Rogers de que leconcedieraelindultoeibaporlastabernasvendiendorelojesrobadosymedias.

—¿Yahoraqué?—preguntóMarytrascontarmelasnoticias—.¿Todavíabuscasesafortunadifícildealcanzar?

—Sí,estoycerca.HeoídoqueelSabiosaledeKingstonenunbarcollamadolaPrincesa.

www.lectulandia.com-Página180

Page 181: 6 ac black flag

Jamessehabíalevantadoyempezabaaalejarseparadirigirsealpuerto.—Hazmejorusodetuambición,Kenway.EncuentraalSabioconnosotros.SereferíaalosAsesinos,porsupuesto.Reinóelsilenciocuandopenséenellos.—No tengo estómago para vosotros y vuestros misterios…, Mary. Quiero

saborearlabuenavida.Unavidafácil.Ellanegóconlacabezayempezóaalejarse,perodijoporencimadelhombro:—Nadiehonradotieneunavidafácil,Edward.Esdolorosaparaaquelquecausa

elmayordolor.SilaPrincesazarpabadeKingston,entoncesyoteníaquedirigirmehaciaallí.¡Diosmío,Kingstoneraprecioso!Deuncampamentoderefugiadoshabíapasado

aserlaciudadmásgrandedeJamaica,loquenosignificabaquefueraespecialmentegrande, sino tan solo lamás grande de Jamaica.Los edificios eran nuevos aunqueparecíandestartaladosy teníanvistasaunascolinaspobladasdebonitavegetación,acariciadasporunabrisamarinafrescaqueproveníadePortRoyalyse llevabaunpocoelcalordelsolabrasador;solounpoco,cuidado,solounpoco.Meencantaba.EnKingston, echéunvistazo ami alrededor ymepregunté siNasáupodría habersido así, si nos hubiéramos quedado allí. Si no nos hubiéramos permitidocorrompernoscontantafacilidad.

Elmareradeunazulmuyclaro,parecíarelucirymanteníaenaltoalosbarcosqueestabanancladosenlabahía.

Durante un momento, mientras contemplaba boquiabierto la belleza del mar yrecordaba los tesoros que ofrecía, pensé en Bristol. Cuando estaba en el puerto ymiraba el océano, soñando con ser rico y correr aventuras. Aventuras sí habíaencontrado.Pero¿lariqueza?Bueno,laGrajillanohabíaestadototalmenteinactivaduranteeltiempoqueyohabíapasadoenProvidencia.Habíancogidoalgunaspresas.Añadidoaloqueyateníaenmiscofres,noeraricoexactamente,perotampocoerapobre.Talvezporfineraunhombreacaudalado.

«OjalápudieraencontrarelObservatorio».(¿Ves,cariño?Lacodiciaeslaperdicióndemuchoshombres).Amarradosalmuelleestabanlosbotesderemosylasyolas,peronoencontraba

loqueamímeinteresaba.Medetuveymellevéuncatalejoalojo,examinandoelhorizonte en busca de alguna señal de un barco esclavista —la Princesa—,parándomeadisfrutarde lavistade laGrajillapara luegocontinuar.Ciudadanosycomerciantes pasaban afanosamente, todas las mercancías estaban a la venta.También había soldados. Españoles, con sus tricornios y túnicas azules, y losmosquetesalhombro.Unpardeellospasójuntoamí,aburridosychismorreando.

—¿Aquévieneestealboroto?Hoytodostienenunpalometidoporelculo.—Sí,estamosenalertapor lavisitadeunespañol.Se llamaToreador,Torreso

algoporelestilo.Así que estaba aquí. Rogers y él. ¿Acaso también sabían lo del Sabio en la

Princesa?

www.lectulandia.com-Página181

Page 182: 6 ac black flag

Entoncessemeocurrióalgomuyinteresantecuandooíqueunsoldadodecía:—¿Sabesdequémeheenterado?ElgobernadorRogersyelcapitánHornigold

son miembros de una sociedad secreta. Una orden secreta formada por franceses,españoles,italianosyhastaalgunosturcos.

Estaba pensando en los Templarios, incluso cuando vi a Adewalé haciéndomeseñas.Seencontrabaacompañadodeunmarinerosudoroso,deaspectonervioso,quese presentó como trabajador de la Compañía Real Africana. Un marinero al queAdewaléhabíapersuadidoparahablarconunpuñalocultoensuscostillas.

—Cuéntaleloquemehasdicho—leordenóAdewalé.Elcomercianteparecíaincómodo.Comocualquiera,supongo.—Llevoochosemanasomássinver laPrincesa—dijo—, loquesignificaque

prontoregresará.Le dejamosmarcharse y reflexionamos sobre la noticia.LaPrincesa no estaba

aquí…todavía.Decidíquepodíamosquedarnos.Llevaríamosaloshombresatierra,nos aseguraríamos de que se comportaban e intentaríamos no llamar demasiado laatención…

Adewalémellevóaunlado.—Estoy cansándomede perseguir esas fantasías tuyas,Edward.Y lomismo le

pasaalatripulación.«Loquemefaltaba.Lamalditatripulaciónestádescontenta».—Ánimo,hombre,yaestamoscerca—leaseguré.Mientrastantosemeocurrióunaidea.IrenbuscadeRogersyBenjamin…Alnoalejarmedelpuerto,losencontré,yempecéaseguirles,recordandoloque

mehabíaenseñadoMary.Permanecífueradelavistayuséelsentidoparaescucharsuconversación.

—¿Haavisadoa loshombres?—estabapreguntandoWoodesRogers—.Vamosjustosdetiempo.

—Sí —respondió Hornigold—, habrá dos soldados esperándonos en laencrucijada.

—Muybien.«Ah,unaescolta.¿Pordóndemerodearían?».Comonoqueríaquemecogieranpor sorpresa, echéunvistazoami alrededor.

PeroHornigoldvolvíaahablar.—Si no le importa que se lo pregunte, señor, ¿para qué son estasmuestras de

sangrequeestamosrecogiendo?—TorresmehadichoquesenecesitasangreparaqueelObservatorio funcione

correctamente.—¿Aquéserefiere,señor?—SisedeseausarelObservatoriopara,digamos…,espiaralreyJorge,entonces

haríafaltaunagotadesangredelreyparahacerlo.Enotraspalabras,unamuestradesangrenosdaaccesoalavidacotidianadeunhombre.

www.lectulandia.com-Página182

Page 183: 6 ac black flag

Tonterías.Nolehicemuchocasoenesemomentoylolamentaríamástarde.—Entonces,¿Torrestienepensadoespiarme?—quisosaberBenjamin—.Porque

lehedadounamuestrademipropiasangre.—Yotambiénselahedado,capitánHornigold.AsícomotodoslosTemplarios.

Esunamedidadeprevención.—Ydeconfianza,creoyo.—Sí,peronotema.Torreshaenviadonuestrasmuestrasaunacasaseguradelos

TemplariosenRíodeJaneiro.NoseremoslosprimerossujetosdelObservatorio,seloaseguro.

—Sí,señor.SupongoqueesunpequeñoprecioapagarporloquemehandadoacambiolosTemplarios.

—Exacto…Yentoncesfuecuandomeencontréconlaescolta:llamémoslesbrutonúmerouno

ybrutonúmerodos.—¿Enquépodemosayudarte?«Ah—pensé—,asíqueestossonlosdossoldadosdelosqueestabaishablando».

www.lectulandia.com-Página183

Page 184: 6 ac black flag

49

El bruto número uno es zurdo pero quiere que piense que usará la derecha.Elbruto númerodos no esmuydiestro en el combate.Demasiado relajado.Cree quepodráderrotarmeconfacilidad.

—Bueno, ¿adónde ibas?—preguntó el número uno—. Porque mi amigo y yohemosestadoobservándotey tendrásqueperdonarme, jefe,perotienetodalapintade que estabas siguiendo al señor Rogers y al señor Hornigold para escuchar suconversación…

El señorRogers y el señorHornigold en cuestión ignoraban el trabajo que susguardiasestabanhaciendoporellos.Esoerabueno.Loquenoeratanbuenoesqueestabanalejándoseytodavíamequedabamuchoporoír.

«Asíquedeshaztedeestostipos».Teníacomoventajamihojaoculta.Estabaatadaamimanoderecha.Miespada

colgaba a un lado también, así que la cogería con la izquierda. Un espadachínexperimentadoesperaríamiataqueporeseladoysedefenderíaenconsecuencia.Elbrutograndullónnúmerounoeraunespadachínexperimentado.Medicuentaporlaformaenqueplantabaunpieligeramenteenfrentedelotroyladeabaelcuerpoaunlado (aun así, cuando llegó el momento, cambió enseguida los pies, haciendo elamagodeatacarmeporotrositio,peroeso también loanticipé),yesoesporqueelgranbrutonúmerounoesperabaquedesenvainaralaespadaconlamanoizquierda.Peronosabíaqueteníaunahojaocultaquesaldríadeladerecha.

Asíquenosquedamosmirándonosfijamente.Sobretodoelbrutonúmerounoyyo.Yentoncesactué.Estirélamanoderechacomoprotegiéndome,activélahojayataqué;elbrutonúmerodostodavíaestabasacandosuespadacuandoleclavélahojaenelcuello.Almismotiempo,saquélaespadadelcinturónconlamanoizquierdayfuicapazdedefenderelataquedelbrutonúmerouno.Nuestrasespadaschocaronconlafuerzadelprimerimpacto.

Elbrutonúmerodosgorgoteóymurió,mientras la sangresalíaentre losdedosquehabíallevadoalagarganta.Ahoraestábamosenigualdaddecondiciones.Blandíla hoja y la espada ante el bruto número uno y vi que su anterior expresión, unaexpresióndeconfianzaensímismo—hasta inclusosediríadearrogancia—,habíasidosustituidaporelmiedo.

Debería haber corrido. Probablemente le habría atrapado, pero debería haberhuido. Debería haber intentado advertir a sus señores de que un hombre estabasiguiéndoles.Unhombrepeligroso.UnhombreconlashabilidadesdeunAsesino.

Pero no echó a correr. Se quedó a luchar y aunque era un hombre diestro, yluchaba con más inteligencia y valor de lo que yo estaba acostumbrado, pecó deorgullo,enlascallesdeKingstonconungrupodepersonasmirándonos,unorgulloquenopudosacrificaryquefueloquefinalmentelellevóalaperdición.Ycuandollegó su fin, que así ocurrió, pero solo trasmuchos esfuerzos,me aseguré de que

www.lectulandia.com-Página184

Page 185: 6 ac black flag

acabaserápidoyqueeldolorfueramínimo.Lostranseúntesretrocedieroncuandomeescapéendirecciónalosmuellesconla

esperanzadealcanzaraRogersyHornigold.Loconseguíalllegarallíymeagachéjunto a dos borrachos en el muro del puerto mientras ellos se reunían con otrohombre:LaureanoTorres. Se saludaron con unmovimiento de cabeza, sumamenteconscientesdesupropiaimportancia.Bajélacabeza—resoplé,olíademasiadoaron—cuandoTorresmiróhaciadondeyoestabayluegolescomunicólanoticia.

—Unospiratasasaltaron laPrincesa hace seis semanas—dijo—.Ypor lo quesabemos,elSabioRobertsseguíaabordo.

Maldijeparamisadentros.¡SiloshombressupieranlocercaquehabíamosestadodeunasbrevesvacacionesenKingston!Peroahorateníamosqueiracazarpiratas.

Comenzaron a caminar y yo me levanté para unirme a la muchedumbre, paraseguirles,invisible.Usandoelsentidoparaoírtodoloquedecían.

—¿Qué hay de la ubicación actual del Sabio? ¿La conocemos? —preguntóTorres.

—África,SuExcelencia—respondióRogers.—África…¡PorDios,losvientosnofavorecenesaruta!—Estoydeacuerdo,GranMaestro.Deberíahabernavegadohastaallíyomismo.

Unademisgalerasdeesclavosesmásquecapazdehacerunviajerápido.—¿Una galera de esclavos?—dijo Torres, descontento—.Capitán, te pedí que

abandonarasesaenfermizainstitución.—No logro ver la diferencia entre esclavizar a algunos hombres y a todos los

hombres —apuntó Rogers—. Nuestro objetivo es dirigir el rumbo de toda lacivilización,¿no?

—Uncuerpoesclavizadodespiertaen lamente la sublevación—dijoTorresdemaneracortante—,pero,siesclavizaslamentedeunhombre,sucuerpolaseguirádeformanatural.

Rogerssedioporvencido.—Cierto,GranMaestro.Habíanllegadoalperímetrodelosmuelles,dondesedetuvieronenlaentradade

unalmacénruinosoyobservaronlasactividadesquesellevabanacaboalotroladode la puerta abierta. Unos hombres parecían estar deshaciéndose de cuerpos,despejandoelalmacénoapartándolosaunlado,quizáparasubirlosauncarrooaunbarco.O,loqueeramásprobable,paraecharlosdirectamentealmar.

Torreshizolapreguntadelaqueyomismoqueríasaberlarespuesta.—¿Quéhapasadoaquí?Rogerssonriófríamente.—Estoshombresopusieronresistenciaanuestrasgenerosaspeticionesdesangre.

Eranpiratasycorsariosensumayoría.Torresasintió.—Entiendo.

www.lectulandia.com-Página185

Page 186: 6 ac black flag

Me tenséante la idea,miré loscuerpos, conbrazos torcidos,piernas torcidasyojosciegos.Noeranhombresdiferentesamí.

—He estado usandomi indulto del rey como excusa para recogermuestras detodosloshombresposibles—dijoRogers—,ycuandosenegabanlescolgaba.Tododentrodeloslímitesdelmandato,porsupuesto.

—Bien,porquesinopodemosvigilaratodoslossinvergüenzasdelmundo,serámejorqueelmarsedeshagadeellosporcompleto.

Continuaronavanzando,dirigiéndosealarampadeembarque,peroHornigoldsequedóatrás.¿Porqué?¿Porquénolesacompañaba?Yentonceslovi.Conlosojosentrecerrados, lamiradaexpertadeunmarino, escudriñóelhorizonteyestudió losbarcosancladoscomocentinelasenelbrillanteocéano;susojosseposaronsobreunanave enparticular.Y entonces, conuna sacudidade la impresión,medi cuenta dedóndeestábamos,dequeestábamosmirandoendirecciónalaGrajilla.

Hornigoldsepusotenso,llevólamanoalaempuñaduradesuespadaysediolavuelta lentamente. Sabía que estaba buscándome, suponiendo que si estaba allí laGrajillayonoandaríamuylejos.

—Edward Kenway—me llamó, mientras barría los muelles con la mirada—.Imagínate mi sorpresa al ver tuGrajilla aquí anclada. ¿Has oído todo lo que hasvenidoaoír?¿IrásahoraarescataralSabiodenuestrasgarras?

Enretrospectiva,loquehicefueunpocoprecipitado.PeronopudeevitarpensarenelhechodequeBenjaminhabíasidounodenosotros.Unodemismentores.UnamigodeEdwardThatch.Yahoratrabajabaparaintentardestruirnos.Todaesarabiaemergióalasuperficiecuandosalídedetrásdeunascajasparaenfrentarmeaél.

—¡Malditoseas,traidor!¡Noshasvendido!—Porqueheencontradouncaminomejor—respondióHornigold,que,envezde

desenfundarsuarma,hizoungestoconlamanoyoícomoenelalmacéndedetrássedesenvainabanunasespadas—.LosTemplariosconocenelorden, ladisciplinay laestructura—continuó—. Pero tú nunca podrías comprender esas sutilezas. ¡Adiós,viejoamigo!¡Unavezfuistesoldado!Cuandoluchabasporalgoreal.¡Algomásalládetimismo!

Se marchó, casi echando a correr. Del almacén salieron sus refuerzos y loshombresseacercarondetrásdeél,formandounamedialunaamialrededor.

Lescogíporsorpresaalavanzarrápidamente.Cogíaunmarineroquemovíasuespada sin ningún efecto concreto, le di la vuelta para usarlo como escudo y leempujéhaciadelanteparaquesusbotaspatinaranporlapiedradelpuerto.

Almismotiemposeoyóelestallidodeunapistola,ylabaladeunmosquetequeibadirigidaamíalcanzóamiescudohumanoantesdelanzarloalafiladehombres.Con lamano izquierda cogí la primera pistola. Disparé a un rufián en la boca, laenfundé y cogí la segunda al tiempoque activaba la hoja y le abría el pecho a untercerhombre.Descarguélapistola.Noobstante,undisparodescarriadoledioaunhombrequesosteníaunalfanjeyletiróalsueloconlasmanosenelestómago.

www.lectulandia.com-Página186

Page 187: 6 ac black flag

Me agaché yme di la vuelta para coger las piernas del siguiente hombre, y leeliminéconunrápidoydespiadadogolpedehojaenelpecho.Despuésmepusedepie,dispersandoalosdosúltimoshombres,cuyascaraseranretratosdeterror,quenodeseabanunirsea suscompañerosmuertosnidesangrarseenel suelodelpuerto,ysalícorriendohaciamibotederemosparavolveralaGrajilla.

Mientras remaba hacia donde estaba atracado mi barco, me imaginé laconversación con el intendente, en la que me recordaría que los hombres noaprobabanmibúsqueda.

AunquesílespareceríabienencuantoencontrásemoselObservatorio.EncuantoencontrásemosalSabio.

Ytardéunmes,peroloconseguí.

www.lectulandia.com-Página187

Page 188: 6 ac black flag

50

Juliode1719

LeencontréenPríncipe,unatarde,enuncampamentollenodecadáveres.Estafue la informaciónqueconseguídelSabio,BartholomewRoberts,enparte

facilitadaporélmástarde,enpartegraciasaotros.En primer lugar, teníamos algo en común: ambos éramos galeses, yo nací en

Swansea y él era de CasnewyddBach, y se había cambiado el nombre de John aBartholomew.Seechóalmarcuandosoloteníatreceaños,comocarpintero,antesdeserunobjetodeinterésparaestasociedadsecretaconocidacomolosTemplarios.

A principios de 1719, con los Templarios y los Asesinos tras él, el Sabio sehallabasirviendocomoterceroficialenlaPrincesa,justocomomehabíancontado,alasórdenesdelcapitánAbrahamPlumb.

ComoaverigüéenKingston,aprincipiosdejuniolaPrincesahabíasidoatacadaporpiratasabordodelRoyalRoveryelRoyalJames,dirigidosporelcapitánHowellDavis.Dealgunamanera,Roberts,astutocomoélsolo,engatusóalcapitánHowellDavis.Convencióalcapitánpirata,quecasualmentetambiéneragalés,dequeeraunmagníficooficialdenavegación,quebienpodríahaberlosido,peroademáseracapazdehablarengalésconelcapitánDavis, loquecreóunfuertevínculoentre losdoshombres.

Se decía que aBartRoberts al principio no le entusiasmaba la idea de hacersepirata,pero,comoverás,seencontrabaensunuevotrabajocomopezenelagua.

YentoncesdesembarcaronenPríncipe.Bueno,elRoyalRover,porquealRoyalJames tuvieron que abandonarlo debido a los daños causados por los gusanos.Asíque el Royal Rover se dirigió a Príncipe y, como izó los colores británicos, lepermitieron atracar, mientras la tripulación representaba el papel de marinerosinglesesdevisita.

Segúnloquehabíaoído,elcapitánDavisteníaunplan,queconsistíaeninvitaralgobernador de Príncipe a bordo del Rover con el pretexto de darle de comer yentoncestomarlocomorehénparaexigirunenormerescateporsuliberación.

«Perfecto.Nopodíafallar».Pero cuando Davis llevó a los hombres a encontrarse con el gobernador, les

tendieronunaemboscadaenuncampamentoduranteeltrayecto.Yallífuedondelleguéyo.Entré sigilosamenteenel campamento, en la escenadesoladade laemboscada,

donde el fuego se había consumido hasta solo quedar encendidas las ascuas; dehecho,habíaunhombretumbadosobrelasbrasasqueseapagaban,cuyocadáversecocinaba lentamente.Esparcidosa sualrededorhabíamáscadáveres.Algunoseransoldados;otros,piratas.

www.lectulandia.com-Página188

Page 189: 6 ac black flag

—¿CapitánKenway?—dijounavozymedilavueltaparaverleallí.EraelSabio.Talvezmehabríaalegradoalverle;talvezhabríapensadoquemi

viajehabíallegadoasufin.Sinohubieraestadoapuntándomeconunarma.Antelainsistenciadelcañóndesupistola,levantélasmanos.—Otrasituaciónterrible,Roberts.Tenemosquedejardevernosasí.Sonrióforzadamente.«¿Guardaalgúnresentimientohaciamí?»,mepregunté.Al

finyalcabo,noteníaniideadecuáleseranmisplanes.Lapartelocademísediocuentadequenosesorprenderíasipudieraleerlasmentes.

—Dejadeseguirmeytudeseoseharárealidad—dijo.—Nohaynecesidaddeesto.Yasabesquecumploconmipalabra.A nuestro alrededor la selva estaba en silencio. Bartholomew Roberts parecía

estarpensando.Meparecióextraño.Ningunodelosdosteníacaladoalotro.Ningunodelosdossabíaloquedeverdadqueríaelotro.Yosísabíaloquequeríadeél,claro.Pero¿yéldemí?¿Quéquería?Medabalaimpresióndeque,fueraloquefuese,seríamás oscuro ymisterioso de lo que podía llegarme a imaginar. Lo único que teníaclaroeraque lamuerteseguíaaBartRobertsyyonoestabapreparadoparamorir.Todavíano.

Habló.—Hoy han matado a nuestro capitán Howell en una emboscada portuguesa.

¡Tontotestarudo!Leadvertíquenodesembarcara.AhoraBartholomewRobertsmehablabadelrecientementefallecidocapitán.Por

lovisto,habíadecididoqueyonoeraunaamenazayenfundólapistola.Yclaroestá,elataque.Creíasaberquiénestabadetrás.—Loorganizaron losTemplarios—ledije—.Losmismosque te llevaronaLa

Habana.Sacudiósuslargoscabellosalmoverlacabezaypareciópensaralmismotiempo.—Ahora veo que no puedo escapar de ellos, ¿no? Supongo que ha llegado el

momentodecontraatacar.«Asímegusta»,pensé.Mientrashablábamos,observabacomosequitaba susharaposdemarineroy se

ponía los pantalones del capitán muerto y luego la camisa. La camisa estabamanchadadesangre,poresosedeshizodeellayvolvióaponerselasuya;despuésmetió loshombros en el abrigodel capitán.Tiródel lazo en el peloparadejárselosuelto.Secolocóeltricorniodelcapitánenlacabezaylaplumasemovióaldarselavuelta para mirarme. Aquel era un Bartholomew Roberts distinto. El tiempo quehabíapasadoenelbarcolehabíahechorecuperarlasaludenlasmejillas.Susrizosmorenos brillaban al sol y estaba resplandeciente con la chaqueta roja y el calzóncorto, las medias blancas y el sombrero a juego. Tenía todo el aspecto de unbucanero.Teníatodoelaspectodeuncapitánpirata.

—Bueno—dijo—,debemosirnosantesdequelleguenlosrefuerzosportugueses.DebemosvolveralRover.Tengoalgoqueanunciarymegustaríaquelopresenciaras.

www.lectulandia.com-Página189

Page 190: 6 ac black flag

Creí saber lo que era y me sorprendía en cierta manera—no era más que unhumildemozodecubierta, al finyalcabo—,peroporotro ladonomesorprendíaporquesetratabadeRoberts.ElSabio.Ylostrucosqueguardabaenlamangaeraninterminables. (Cuidado,Kenway.Espeligroso).Yefectivamente,cuando llegamosalRover, donde los hombres esperaban nerviosos las noticias de la expedición, sesubió a una caja de un salto para que le atendieran. Le miraban con los ojosdesorbitados: el humilde mozo de cubierta, un recién llegado a bordo que estabainiciándose,ahoraresplandecíaconlaropadelcapitán.

—Enuntrabajohonradolaraciónescorta,elsueldobajoysetrabajaduro.Sinembargo, como caballeros acaudalados disfrutamos de abundancia y satisfacción,placerycomodidad,libertadypoder…Porlotanto,¿quéhombresensatoelegiríalaantigua vida, cuando el único peligro que corremos los piratas es una miradaavinagradadelosquenotienenfuerzaniesplendor?

»Llevo con vosotros seis semanas y durante ese tiempo he adoptado vuestropunto de vista como elmío propio, con tanta convicción que tal vez os asuste verreflejadasvuestraspasionesenmídeformatanclara.Pero…siloqueveisenmíesavuestrocapitán,bien…¡Serévuestromalditocapitán!

Se tenía que reconocer que era un discurso entusiasta. Con unas pocas frasesbrevesenlasqueproclamabasuafinidad, teníaaaquelloshombrescomiendodelapalmadesumano.Cuandosedisolviólareunión,meacerqué,pueshabíadecididoqueeraelmomentodehacermijugada.

—Estoybuscando elObservatorio—le dije—.La gente dice que eres el únicohombrequepuedeencontrarlo.

—La gente tiene razón. —Me miró de arriba abajo para confirmar susimpresiones—.Apesardequemedesagrada tu impaciencia,veoen tiun toquedegenio sin poner a prueba.—Me tendióunamanopara que se la estrechara—.SoyBartholomewRoberts.

—Edward.—Ahoranotengosecretosquecompartircontigo—medijo.Me quedé mirándolo, incapaz de creer lo que estaba oyendo. Iba a hacerme

esperar.

www.lectulandia.com-Página190

Page 191: 6 ac black flag

51

Septiembrede1719

Malditohombre.MalditoRoberts.Queríaqueesperasedosmeses.Dosmesesenteros.Despuésdebíaencontrarme

conélaloestedelasislasdeSotavento,alestedePuertoRico.Consolosupalabra,navegué con la Grajilla de vuelta a Inagua. Allí descansé con la tripulación untiempo, cogíamos presas cuando podíamos y mis cofres se llenaron; y fue en esaépoca,creo,cuandolecortélanarizalcocinerodeaquelbarco.

Cuandonoestábamosrobandoniyoestabacortandonarices,pensabaenmicasa.LeescribíacartasaCarolineenlasqueleasegurabaqueprontoregresaríasiendounhombre adinerado, y entonces me preocupaba por el Observatorio porque eraconscientedequeenélhabíadepositadotodasmisesperanzasdelograrunafortuna.TodoesobasadoennadamásqueunapromesadeBartholomewRoberts.

Yluego¿qué?MiúnicaideaenlacabezaeraelObservatorio,unlugardeenormepotencialderiqueza.Peroinclusosiloencontraba—inclusosiBartRobertscumplíasupalabra—seguíasiendounafuentederiquezapotencial.¿NoeraEdwardelquesemofabadeaquellaidea?Mehabíadichoqueloquenosinteresabaeranlosdoblonesde oro. Tal vez tenía razón. Aunque encontrara esa asombrosa máquina, ¿cómodemonios ibaaconvertirlaen lariquezaqueesperabaobtener?Despuésde todo,siconellatehacíasrico,¿porquéRobertsnolahabíaaprovechado?

«Porqueteníaotropropósito».Yme acordé de mis padres.Mi mente volvió al incendio de nuestra granja y

pensédenuevoendarungolpealosTemplarios,esasociedadsecretaqueusabasuinfluenciaypoderparaoprimiracualquieraqueloscontrariase;alosqueguardabanrencor.Todavíanoteníaniideadequiénestuvoexactamentedetrásdelincendiodelagranja.Niporqué.¿MeguardabanrencorporhabermecasadoconCarolineyhaberhumilladoaMatthewHague?¿Oestabanencontrademipadreysetratabadeunasimple rivalidad de negocios? Sospechaba que probablemente eran ambas cosas.QuizálosKenway,quehabíanllegadodeGalesyqueleshabíanavergonzadotanto,semerecíanquelospusieranensusitio.

Habíadecididosaberloconcerteza.UndíaregresaríaaBristolymevengaría.Y a eso también le daba vueltas. Hasta que un día de septiembre reuní a la

tripulación y preparamos laGrajilla, la calafateamos, reparamos losmástiles y lasjarcias, dejamos listos los obenques, llenamos la cocina hasta arriba, cargamos lasmunicionesyzarpamoshacianuestroencuentroconBartholomewRoberts.

Comohedicho,nocreoquesupieraalgunavezloquelepasabadeverdadporlacabeza.Él tenía sus propios planes y nome los iba a contar.Lo que sí le gustabahacer,encambio,erahacermeadivinar.Tenermependiente.Alpartir,mehabíadicho

www.lectulandia.com-Página191

Page 192: 6 ac black flag

que tenía asuntos que atender y luegome enteré de que pretendía regresar con sutripulaciónaPríncipeparavengarseporlamuertedelcapitánHowellDavisluchandoconlagentedelaisla.

Atacaronpor lanoche,matandoa tantoshombrescomofueposible,yhuyeron,nosolocontodoeltesoroquepudieronllevarse,sinoconloscomienzosdelatemiblereputacióndeBlackBart:misterioso,valienteydespiadado,aptoparallevaracabotemerariosasaltos.Comoelqueestábamosapuntode realizar.ElqueempezóconRobertsinsistiendoenquelaGrajillaseunieraaélenunaexcursiónporlacostadeBrasilhastalabahíadeTodososSantos.

Notardamosmuchoenaveriguarelmotivo.Unaflotadenomásdecuarentaydosbuquesmercantesportugueses.Además, sinescoltade la fuerzanaval.Robertsno perdió el tiempo en capturar una de las naves alejadas para «dialogar» con elcapitán.Nofuealgoenloqueyoparticipara,perodelmagulladooficialdelamarinaportuguésaveriguóqueelbuque insignia llevabaunarcón,uncofreque,segúnmedijo,contenía«unosvialesdecristalllenosdesangre.Puedequeteacuerdes».

Vialesdesangre.¿Cómoibaaolvidarlos?Anclamos laGrajilla y llevé aAdewalé y la tripulaciónmínima hastaRoberts

parareunirnosensunaveportuguesarobada.Hastaentonceshabíamospermanecidoenlaperiferiadelaflota,peroahoraparecíadividirseyvimosnuestraoportunidad.Elbuqueinsigniaestabaprobandosuscañones.

Anclamosaciertadistancia,observamosyBartholomewmemiró.—¿Eressigiloso,EdwardKenway?—Asíes—respondí.Leechóunvistazoalgaleónportugués.Estabaancladonomuylejosdetierracon

la mayoría de la tripulación en la cubierta de artillería, disparando tierra adentro,realizandoejercicios.Noibaahaberunmomentomejorparasubirabordo,asíque,trasungestodecabezadeBartRoberts,saltéporlabordaynadéhaciaelgaleón,enunamisiónmortal.

Trassubirporunaescaladegato,meencontréenlacubierta,dondememovíensilencio sobre los tablones hasta toparme con el primer hombre.Activé la hoja, leatravesédeprisalagarganta,luegoleacompañéhastaelsueloyletapélabocaconlamanomientrasmoría.

Todoeltiempomantuvelosojosenlospuestosdevigilanciaylascofasdearriba.Medeshicedeunsegundocentineladelamismaformayluegocomencéatrepar

por las jarcias hacia la cofa. Allí un vigía escudriñaba el horizonte, moviendo elcatalejodeizquierdaaderecha,pasandoporelbarcodeRobertsydevueltaotravez.

Se centró en la nave de Roberts, detuvo largo rato la mirada en ella, y mepregunté si se estaban despertando sus sospechas. Tal vez. Tal vez estabapreguntándoseporqué loshombres abordonoparecían comerciantesportugueses.Pareciódecidirse.Bajóelcatalejoyviqueselehinchabaelpechocomosifueraagritar, justocuandosaltéhaciaelpuestodelvigía, le agarrédelbrazoydeslicémi

www.lectulandia.com-Página192

Page 193: 6 ac black flag

hojahaciasuaxila.Arrastrémiotrobrazopor sucuellopara silenciar losgritosmientras la sangre

salíaaborbotonespordebajodesubrazo,ydioelúltimoalientocuandoledejécaerenlacofa.

ElbarcodeBartseacercóy,mientrasyodescendíaporelflechaste,lasdosnaveschocaronysushombresempezaronaentrarentropelporloslaterales.

Se abrió una escotilla en el alcázar y aparecieron los portugueses, pero notuvieronlamásmínimaoportunidad.Lescortaronelcuelloytiraronloscuerposporlaborda.Encuestióndeunospuñeterosinstantes,elgaleónestabacontroladoporloshombresdeBartRoberts.Noleshabíanservidodemuchosusprácticasdetiro.

Todoloquepodíasaquearsesesaqueó.Unmozodecubiertaquearrastróuncofreparaofrecérseloasucapitánconunasonrisadeorejaaoreja,conlaesperanzadeoíralgunoselogios,norecibióninguno;Robertsleignoróeindicóquecargaranelarcónensubarcorobado.

Luego, de repente, se oyó un grito de los vigías: «¡Barco a la vista!» y almomentoregresamosen tropelalbarcorobado.Algunosde loshombres rezagadosinclusocayeronalmarmientraselbarcodeRobertsseapartabadelbuqueinsigniaynosmarchábamosporquedosbuquesdeguerraportuguesessenosestabanechandoencima.

Se oía el estallido de losmosquetes, pero estaban demasiado lejos para causarningúndaño.GraciasaDiosestábamosenunbarcoportuguésrobado;nodeseabandisparar sus cañones con cureñas contra nosotros. Todavía no. Probablemente nohabíanlogradoentenderlo.Probablementeaúnestabanpreguntándosequédemoniosestabapasando.

Navegamosporlabahía,conlasvelashinchadasgraciasalvientoyloshombrescorriendobajocubiertaparaprepararloscañones.Delantedenosotrosestabaancladala Grajilla y recé por que Adewalé hubiera ordenado ocupar los puestos devigilancia.DigraciasaDiosporquemiintendentefueraAdewaléynoCalicóJack,porqueteníalagarantíadequesehabríaaseguradodequelosvigíasestuvieranensusitio.RecéporqueesosvigíasestuvierantransmitiendolanoticiadequeelbarcodeRobertssedirigíaatodavelocidadhaciaellosconlaarmadaportuguesadetrásyquedebíanprepararsusposicionesylevaranclas.

Estabanhaciéndolo.Aunque estaban persiguiéndonos, todavía tuve tiempo de admirar lo que amis

ojos es una de las vistasmás hermosas en elmar: laGrajilla, los hombres en susjarcias, las velas desplegándose congracia, cómo las amarraban, y luego el sonidoquehacíanalinflarse,unruidoquepodíaoírinclusodesdemiposiciónestratégicaalolejos.

Noobstante,connuestravelocidadestábamosalcanzándolarápidamente,aligualque laGrajilla ganabavelocidad tambiény, tras intercambiar unasbrevespalabrasconRoberts,mefuia lacubiertadepopayenmimentevolvióaaparecerDuncan

www.lectulandia.com-Página193

Page 194: 6 ac black flag

Walpole, elquehabíacomenzado todoaquelviaje,mientras saltabade lapopadelbarcodeRobertshacialaGrajilla.

—¡Ah,nohaynadacomoloscálidosvientosdelinfiernosoplandoentucara!—oí que Roberts gritaba mientras yo me agachaba y observaba cómo nuestras dosnavessedespegaban.

Di órdenes para que preparasen abajo los cañones a popa. La reticencia de losportugueses a abrir fuego se había terminado, pero su indecisión les había costadocara,puestoquefuelaGrajillalaqueprimeroderramósangre.

Oí estallar los cañones a popa yme di la vuelta en la cubierta de abajo.Vi elmetalcandentecruzara todavelocidad la superficiedelocéanoparaclavarseen laembarcaciónalfrente,viastillassalirvolandodeagujerosirregularesenlaproayporelcasco,hombresytrozosdehombresuniéndosealosescombrosqueyaplagabanelmar.Enlaproasurgieronunaalasdeespumamientrassehundíaypudeimaginarmela escena bajo cubierta, con los hombres en las bombas, pero en la nave ya habíaentradodemasiadaaguaypronto…

Sediolavueltaenelaguaycomenzóaescorarmientraslasvelasseaplanaban.Mishombresgritarondeentusiasmo,peroasualrededoraparecióunsegundobarcoyahífuecuandoBartholomewRobertsdecidióprobarsuspropioscañones.

Eldisparoencontrósuobjetivo,igualqueelmío,yunavezmásnosencontramoscon laescenade lanaveportuguesasiguiendoadelante, inclusomientrassehundíaporlapopaysucascoparecíahabersidovíctimadelataquedeuntiburóngigantesco.

Ambosbarcosnotardaronendejardemantenerseaflote,elsegundomásdañadoqueelprimero,ylanzaronbotesaltiempoqueloshombressaltabanporlaborda.Laarmadaportuguesasehabíaolvidadodenosotros,almenosdemomento.

NosmarchamosylocelebramosdurantealgunashorashastaqueRobertsordenóque ambas naves echaran anclas. Yo, por mi parte, me quedé alerta en el alcázarpreguntándome:«¿Yahoraqué?».

Habíacebadomispistolasyteníaapuntolahoja,yatravésdeAdewalélehicesaber a la tripulaciónque, sihabía indiciosde traición,debían lucharpara salvarseellos mismos en vez de rendirse a Roberts, sin importar cómo. Había visto cómotrataba a los que consideraba sus enemigos. Había visto cómo trataba a susprisioneros.

Aunque ahora me llamaba desde el otro lado y había hecho que sus hombrespasaranunacuerdaparaqueprimeroyoydespuésAdewalécruzáramosasubarco.Mequedéen la cubiertamirándole.Había tanta tensiónenel ambientequecasi sepodíasaborear,porque,siRobertsteníaplaneadotraicionarnos,aqueleraelmomentoapropiado.Flexionélamanohaciaelmecanismodelahoja.

Roberts, en cambio, fuera lo que fuese lo que estuviera planeando —no meequivocabaaldecirqueplaneabaalgo—,noibaallevarloacaboeneseinstante.Alpronunciarunapalabra,dosmiembrosdesutripulaciónavanzaronconunarcónquehabíamosliberadodelbuqueinsigniaportugués.

www.lectulandia.com-Página194

Page 195: 6 ac black flag

—Aquíestámibotín—dijoRoberts,conlosojosenmí.Era un cofre lleno de sangre. Eso era lo que había prometido. No era

precisamenteloqueyobuscaba.Peroveríamos.Veríamos.Los dos marineros dejaron el arcón en el suelo y lo abrieron mientras la

tripulaciónse reuníaalrededorparamirarnos.Me recordóeldíaquehabía luchadocon Blaney en la cubierta del galeón de Edward Thatch. Ahora hacían lomismo.Treparon a losmástiles y las jarcias, y se colocaron sobre la bordapara vermejorcomoelcapitánllevabalasmanosalinteriordelarcón,cogíaunodelosvialesyloexaminabaalaluz.

Un murmullo de desilusión recorrió a los que estaban mirando. No hay oro,muchachos. No hay monedas de plata. Lo siento. Solo unos frascos queprobablementeparaquiennoeraexpertopodíaparecerqueconteníanvino,peroyosabíaqueerasangre.

Haciendocasoomisodeladecepcióndesutripulación,quenoleimportabanada,Robertsexaminabalosvialesunoauno.

—Ah,veoquelosTemplarioshanestadoocupados.Dejóelfrascocondedoságilesquedanzabansobreloscristalesresplandecientes

paracogerotro, levantarloa la luzyexaminarlo.Anuestroalrededor loshombres,desconsoladosporelgirode losacontecimientos,bajabanporel flechaste,saltabandelabordayvolvíanasusasuntos.

Robertsestudiócondetenimientootrocristal.—EslasangredeLaurensPrins—dijoymelalanzó—.Yanosirveparanada.Me fijé bien en ellamientras Roberts repasaba rápidamente los contenidos del

cofre,diciendonombres.—Woodes Rogers. BenHornigold. Hasta elmismísimo Torres. Son cantidades

pequeñas,guardadasconunpropósitoespecial.TeníaalgoqueverconelObservatorio.Pero¿qué?Yanoibaaburlarsedemícon

máspromesas.Notéqueempezabaaenfadarme.Lamayoríadesushombreshabíanvuelto al trabajo, el intendente y el primer oficial estaban cerca, pero yo tenía aAdewalé.Quizá,soloquizás,eraelmomentodedemostrarleaBartholomewRobertsloserioqueyoera.Quizáseraelmomentodedemostrarlequeestabahartodehacerel idiota.Quizáseraelmomentodeusarmihojapara insistirenquemecontara loquequeríasaber.

—Tienesque llevarmealObservatorio,Roberts—dijecon firmeza—.Necesitosaberquées.

Robertsparpadeó.—¿Paraqué,eh?¿Lovenderásdelantedemisnarices?¿Otrabajarásconmigoy

loutilizarásparaaumentarnuestrasganancias?—Loqueseaquemejoremisuerteenlavida—respondíconcautela.Cerróelarcóndeungolpeyapoyóambasmanosenlatapacurva.—¡Quéridículo!Milemaesunavidacortaperofeliz.Estodoeloptimismoque

www.lectulandia.com-Página195

Page 196: 6 ac black flag

puedomostrar.Pareció reflexionar. Contuve la respiración y volví a pensar: «¿Y ahora qué?».

Entoncesmemiróy aquella expresiónmaliciosahabía abandonado susojos, ahorainexpresivos.

—Muybien,capitánKenway.Tehasganadounvistazo.Sonreí.«Porfin».

www.lectulandia.com-Página196

Page 197: 6 ac black flag

52

—¿Losientes,Adewalé?—lepreguntémientrasseguíamosalRoverporlacostadeBrasil—.Estamosasolounosinstantesdelbotínmásgrandedetodos.

—No siento nada más que el aire caliente en mis oídos, capitán —dijoenigmáticamente,conlacaraalviento,respirandolabrisa.

Lemiré.Unavezmásme sentí casi dominadopor la admiraciónhacia él.Ahíestabaunhombrequeprobablementemehabíasalvadolavidacientosdevecesynocabíadudadequeme lahabía salvadopor lomenos tres.Ahí estabael intendentemás leal, talentoso y entregado a su trabajo que ningún capitán pudiera tener; quehabíaescapadodelaesclavitudperoaunasíhabíatenidoquelidiarconlasburlasdeamotinadoscomoCalicóJack,quesecreíansuperioresaélporsucolor.Ahíestabaunhombrequehabíasuperadolavidadepantoquequelehabíatocado,yallíhabíamucha porquería, el tipo de horrores que solo conocía un hombre al que habíanvendidocomoesclavo.UnhombrequeestabaamiladoenlaGrajilladíatrasdíasinexigirgrandesbotines,ningunoquelehicierarico,quepedíapocomásqueelrespetoquesemerecíaypartedelasgananciasparapodervivir,unlugardondedescansarlacabezaycomidahechaporuncocinerosinnariz.

Y¿cómoselohabíapagado?Hablando,hablandoyhablandosobreelObservatorio.Yaúnnohabíadejadoeltema.—Vamos, hombre. Cuando consigamos ese tesoro, tendremos la vida resuelta.

Todosnosotros.Multiplicadopordiez.Asintió.—Comodesees.ParaentonceslaGrajillanoestabalejosdelRoverymiréporlacubiertaparaver

asucapitán,igualqueélmemiróamí.—¡Ahdelbarco!—exclamé—.Echaremosanclasynosreuniremosentierra.—Tesiguen,capitánKenway.Mepreguntodurantecuántotiempo.Le cogí el catalejo aAdewalé, subí rápidamente por el flechaste y aparté a un

vigíaenlacofamientrasmellevabaelcatalejoalojo.—¿Quécreesqueeseso,muchacho?—reprendíalvigía.Erajoven,tanjovencomoyocuandomeuníalatripulacióndelEmperador.—Esunbarco,señor,perohaymuchísimosbarcosenestasaguasynocreíque

estuvieratancercacomoparadarlaalarma.Cerréelcatalejoylefulminéconlamirada.—Tú no piensas, ¿no? Ese barco de ahí es nada más y nada menos que el

Benjamin.Elmuchachopalideció.—Sí,exacto,elBenjamin.CapitaneadoporBenjaminHornigold.Sinonoshan

alcanzadoesporquenoqueríanalcanzarnos.

www.lectulandia.com-Página197

Page 198: 6 ac black flag

Comencéabajarporelflechaste.—Venga,chico—legritéalvigía—.Dalaalarma,aunqueseatarde.—¡Barcoalavista!LacostacubanaestabaanuestroestriboryelBenjamindetrásdenosotros.Pero

ahoramehallabaaltimón,quesequejócuandoviré,yloshombresbuscarondóndeasirse cuando nuestros mástiles se balancearon, se sumergió el lateral a babor yempezamosagirar,hastaquelamaniobrasecompletó.Loshombresrefunfuñabanyprotestabanmientrassacábamoslosremos,arrizábamoslasvelasycomenzábamosaavanzarparaencontrarnosdefrenteconelBenjamin.«Noteesperabasesto,¿verdad,Benjamin?».

—Capitán, piensa con detenimiento lo que estás a punto de hacer —dijoAdewalé.

—¿Dequétequejas,Adewalé?EsBenHornigoldelquevieneamatarnos.—Sí,yesetraidortienequemorir.Pero¿yentonces?¿Podrássaberconseguridad

quemereceselObservatoriomásqueélylosTemplarios?—No.Peronome importa intentarlo.Aunque, si tienesuna ideamejor,dímela

sinfalta.—OlvídatedetrabajarconRoberts—dijoconunapasiónrepentina,algoquerara

vezhabíavistoenél,puesnormalmenteeramuytranquilo—.DíseloalosAsesinos.TráelosaquíypermítelesqueprotejanelObservatorio.

—Sí,lostraeréaquí.Siestándispuestosapagarmeunabuenasumaporello,loharé.

Emitióunsonidodeindignaciónysemarchó.Delantedenosotros,elBenjaminhabíadadolavuelta—Hornigoldnoteníaganas

deluchar,porlovisto—yvimosaloshombresenlosmástilessujetandolasvelas.Aparecieron los remosyprontoestuvieronazotandoelagua,ynuestrosdosbarcoscomenzaronunacarreraderemos.Duranteunbuenratoloúnicoqueoífueelgritodel timonel,elcrujidodelbarcoyelchapoteode losremosenelaguamientrasyoestabaenlaproadelaGrajillayHornigoldsehallabaenlapopadelBenjamin, sinapartarlosojoselunodelotro.

Mientrasíbamosatodavelocidad,elsolsehundíaenelhorizonte,titilandounaluz naranja, los últimos rayos antes de caer la noche, y traía consigo viento delnoroestequearrastrabaniebla tierraadentro.ElBenjaminprevióelvientoconmáséxito que nosotros. Nos dimos cuenta al verles desplegar las velas, y pusierondistanciaentreellosynosotros.

Unos quinceminutosmás tarde, estaba oscuro y la bruma avanzaba hacia esaparte de la costa cubana que llaman el Espinazo del Diablo, unos peñascos queparecen la columna vertebral de unmonstruo gigantesco; la luna le otorgaba a lanieblaunresplandorfantasmal.

—Será una lucha difícil si Hornigold nos arrastra más hacia esa niebla —leadvertíaAdewalé.

www.lectulandia.com-Página198

Page 199: 6 ac black flag

Ese era el plan de Hornigold, pero había cometido un error, un error muyimportante para unmarinero tan experimentado. Se encontró con que el viento loempujaba.Entrabadesdeelmarabierto,lellevabahaciadondenoqueríaenlacosta,convirtiendolosbancosdearenadelEspinazodelDiabloenunaconfusióndecapasimpenetrablesdenieblayarena.

—Losvientosestánsacudiéndoloscomosifueranunjuguete—dijoAdewalé.Mesubí lacapuchadela túnicaparaprotegermedelvientofríoqueacababade

empezaraazotarnosalestardentrodesualcance.—Podemosaprovecharloparaacercarnos.Memiró.—Siesquenoacabamoshechostrizas.Volvieronarecogerselasvelas,peroelBenjaminnolohizoatiempo.Lesestaba

zarandeando.Viahombresintentandoarrizarlasvelas,perolesresultabamuydifícilenaquellascondiciones.Unosecayóynosllegaronsusgritosporlasráfagas.

ElBenjaminestabaenapuros.Semecíaenunmarcadavezmáspicado,azotadoporelvientoquesellevabalasvelas,primerohaciaunladoyluegohaciaotro.Virócercade los bancosdelEspinazo.Loshombres correteabanpor las cubiertas.Otrosalió disparado por la borda. Habían perdido el control. Estaban a merced de loselementos.

Yo me encontraba en el castillo de proa, con una mano apoyada y la otraextendida, sintiendoel viento en lapalma.Noté lapresiónde lahojaoculta enmiantebrazoysupequeprobaríalasangredeHornigoldantesdequeavanzaralanoche.

—¿Puedeshacerlo,hermano?¿Estássegurodeesto?Benjamin Hornigold, que me había enseñado tanto sobre el mar. Benjamin

Hornigold,elhombrequesehabíaconsagradocomopirata,quehabíasidoelmentordemigranamigoEdwardThatch,queluegohabíasidomimentor.Enrealidad,nosabíasieracapaz.

—Parasersincero,esperabaqueelmarselotragaseyquehicieraeltrabajopormí—ledije—,peroharéloquesetienequehacer.

Miintendente.Diosbendigaamiintendente.SupoeldestinodelBenjaminantesincluso de que las Parcas lo supieran.Ymientras la nave se estrellaba de costadocontraunbancodearenaalto,queporlovistosehabíadesplazadoporunaráfagadeviento, transformadoenunanubede arenayniebla,Adewalévioque tambiénnosarrastraríaanosotros.

Vimos las siluetas de algunos miembros de la tripulación rodando por lascubiertas superiores, unas figuras que apenas se distinguían en la oscuridad. Meacerquéa labordadelcastilloconunamanoapoyadaenlapletinadeproayluegouséelsentido,talcomoJamesKiddmehabíaenseñado.Yentreaquelloscuerposdehombres caídos que se deslizaban por la cubierta del barco hacia los cenagososbancosdearenayelagua,fuicapazdedistinguirlaformadeBenjaminHornigold.

—Volveré—dijoporencimadelhombro.

www.lectulandia.com-Página199

Page 200: 6 ac black flag

Yentoncessalté.

www.lectulandia.com-Página200

Page 201: 6 ac black flag

53

El ruido de los mosquetes en laGrajilla comenzó tras de mí en una batalladesigual entre mi barco y la tripulación del ahora varadoBenjamin. Mis sentidoshabíanvueltoalanormalidad,peroHornigoldestabahaciéndomeunfavoralanimarasushombresagritosalavezquelosmaldecía.

—Lohabéishechomuymalahíatrás,muchachos.Ysisobrevivimosaestedía,por Dios que os voy a desollar vivos. Manteneos firmes y estad preparados paracualquiercosa.

Pero en el momento en que aparecí de entre la niebla en un banco de arenacercano,enlugardeserfielasuspalabras,pusopiesenpolvorosa,subióalacimadelapendienteylacruzó.

MishombreshabíanempezadoausarmorteroscontralatripulacióndelBenjaminquehuía,ycuandoesosproyectilesempezaronacaerenlaarenaamialrededor,misituación se tornó peligrosa. Hasta que uno explotó cerca de Benjamin y, actoseguido,estedesapareciódemivistaalotroladodelbancoenunalluviadesangreyarena.

Subíhastalacimaatodavelocidaddeseosodesabercuálhabíasidosudestinoylopaguéconunaestocadaenelbrazoquemehizouncortesangrante.Conunsolomovimiento me di la vuelta y accioné la hoja para recibir su siguiente ataque, ynuestro acero echó chispas al chocar. La fuerza de su ataque bastó para enviarmerodandobancoabajoyélselanzótrasdemíporlapendiente,blandiendounalfanje.Lealcancéconmisbotasy leapartédeunapatada,mientras lapuntadesuespadacortabaelairejuntoaminariz.Rodé,mepuseenpieyechéacorrertrasélhastaquenuestras hojas se encontraron de nuevo. Durante unos instantes intercambiamosgolpes.Erabueno,peroestabaheridoyyoeramásjoven,ademásdeestarencendidoporelfuegodelavenganza,asíquelecortéelbrazo,elcodoyelhombrohastaqueapenaspodíatenerseenpieolevantarlaespada,ylematé.

—Podías haber sido un hombre que defendiera algo verdadero—dijomientrasmoría. Los labios pronunciaban las palabras con cuidado y tenía los dientesmanchadosdesangre—.Peroahoratienescorazóndeasesino.

—Bueno,esmuchomejorqueloquetútienes,Ben—respondí—.Elcorazóndeuntraidor,quesecreemejorquesuscompañeros.

—Sí,yestádemostrado.¿QuéhashechotúdesdequecayóNasáu?Nadamásquematarysembrarelcaos.

Perdílosestribosyexclamé:—¡Tefuisteconlosqueantesodiabas!—No—dijo.Fueacogermeparaexpresarsuopinión,peroapartésusmanoscon

ira—.EstosTemplariossondistintos.Ojalápudierasverlo.Perosicontinúasconelrumbo que llevas ahora, encontrarás que lo sigues tú solo y al final solo existe lahorca.

www.lectulandia.com-Página201

Page 202: 6 ac black flag

—Puedeser—contesté—,peroahoraelmundotieneuntraidormenosyesomebasta.

Peronomeoyó.Yaestabamuerto.

www.lectulandia.com-Página202

Page 203: 6 ac black flag

54

—¿Estámuertoelcazadordepiratas?—preguntóBartholomewRoberts.MiréaBartholomewRoberts, esepersonajemisterioso,unSabio,uncarpintero

que había elegido la vida de un pirata. ¿Era esta la primera vez que visitaba elObservatorio?¿Porquémenecesitabaallí?Habíamuchaspreguntas,unaspreguntasdelasquesabíaquejamásobtendríarespuesta.

Nos encontrábamos en Long Bay, en la costa norte de Jamaica. Había estadocargandopistolasmientrasllegábamos.Luegohizosupreguntaalaquecontesté:

—Sí,lomatéyomismo.Asintió y continuó limpiando sus armas. Le miré y de pronto me embargó la

cólera.—¿Cómoesquesolotúpuedesencontrarloquebuscantantos?Serio.—Nací con recuerdos de este lugar. Recuerdos de una época completamente

diferente,creo.Como…comootravidaqueyaviví.Negué con la cabeza y me pregunté si alguna vez me liberaría de aquel

galimatías.—Dejadedarrodeos,hombre,yhablaconsentido.—Hoyno.«Ni ningún otro día», pensé, enfadado, pero antes de poder encontrar una

respuestaseoyóunruidoenlaselva.¿Nativos?A lomejor les habíamosmolestado con la batalla entablada entre la

GrajillayelBenjamin.Seobligóasubirabordoalosquequedabandelatripulaciónde Hornigold y dejé que mis hombres se encargaran de eso. «Ocupaos de losprisionerosyesperadme.Volverépronto».MehabíaembarcadosoloenesareuniónconBartholomewRoberts.

Mehizoungestoparaquepasaradelantedeélydijo:—Detrásdeti,capitán.Elcaminoquenosesperaespeligroso.Acompañadosdeunadocenadehombres suyos empezamos amovernospor la

jungla,abriéndonoscaminoporentrelamalezamientrascomenzábamosaascender.Me pregunté si debería poder ver ya el Observatorio. ¿No eran grandes edificios,construidos en picos altos? Alrededor de las laderas la vegetación nos saludaba.Arbustosypalmeras.Nadamásalcanzábamosadivisar,exceptonuestrosbarcosenlabahía.

Habíamos avanzado unos cientos de metros cuando oímos un sonido entre lamaleza y algo salió como un rayo hacia uno de nuestros laterales. Uno de loshombres deRoberts cayó y allí donde debía estar su cabeza no habíamás que unagujerobrillantellenodesangre.Conozcoelgolpedeunbarrotecuandoloveo,perosehabíamarchadotanrápidocomohabíallegado.

Latripulaciónseestremeciódemiedoydesenvainaronlasespadas,cogieronlos

www.lectulandia.com-Página203

Page 204: 6 ac black flag

mosquetesasuespaldaylaspistolasdesuscinturones.Seagacharon.Preparados.—Los nativos de estas tierras opondrán resistencia, Edward—dijo Roberts en

voz baja mientras recorría con la vista una maleza silenciosa, que guardaba sussecretos—.¿Lesharásretrocedersiesnecesario?¿Matarás,sihacefalta?

Activémihojaoculta.—Prontosabrásdemí.Entoncesmeagaché,rodédeladohacialaselvaymeconvertíenpartedeella.

www.lectulandia.com-Página204

Page 205: 6 ac black flag

55

Los nativos conocían bien su tierra, pero yo estaba haciendo algo quesimplementeno esperaban, estaba llevandohacia ellos la pelea.Yde esemodo, elprimerhombreconelquemetopénoesperabavermeysusorpresafuesuperdición.No llevaba más que un taparrabos, el pelo negro recogido y un garrote que aúnbrillabaconlasangredelbucanero;ylosojosabiertosdeparenparporlaimpresión.Losnativossoloestabanprotegiendoloqueerasuyo.Noeraningúnplacerdeslizarmihojaentresuscostillasyconfiéenquesumuertefuerarápida,perotampocoibaadejardematarle.Luego,continué.Enlaselvacomenzaronaresonarlosgritosylosdisparos,peromeencontréconmásnativosymatéaunoscuantosmáshastaqueporfinlabatallaterminóyregreséconelgrupoprincipal.

Habíancaídoocho.Lamayoríadelosnativoshabíanmuertobajomihoja.—LosguardianesdelObservatorio—medijoBartholomewRoberts.—¿Cuántotiempollevaestagenteaquí?—lepregunté.—Oh… Al menos mil años o más. Unos hombres muy entregados. Muy

mortíferos.Eché un vistazo para ver lo que quedaba de su grupo, de los hombres

aterrorizados y traumatizados que habían visto como se cargaban uno a uno a suscompañerosdebarco.Despuéscontinuamosnuestroviaje,seguimossubiendohastaque nos topamos con unosmuros de piedra gris que contrastaban con los coloresvibrantes de la jungla, un edificio monolítico que se alzaba muy por encima denosotros.

ElObservatorio.Mepreguntéporquénoseveía.Cómohabíapermanecidoinvisible.—¿Eseso,entonces?—Sí,unlugarcasisagrado.Loúnicoquehacefaltaesunagotadesangre…Ensumanoaparecióunapequeñadagaynoapartólosojosdelosmíosmientras

lausabaparapincharseelpulgar; luegocolocóeldedoconunasgotas rojasenunhuecodiminutojuntoallateraldelapuerta,queempezóaabrirse.

Los seis nosmiramos los unos a los otros.Tan soloBartRoberts parecía estardisfrutando.

—Yseabrelapuerta—dijoconlavozdeunhombredelespectáculo—trascasiochentamilaños.

Seapartóaunladoparaquesushombrespasaran.Losnerviososmiembrosdelatripulación se miraron entre ellos, luego obedecieron las órdenes de su capitán ycomenzaronaavanzarhacialapuerta…

Yentonces,poralgúnmotivoquesoloélconocía,Robertslosmató,aloscuatro.Conunamanohundió la daga en la cuenca del ojo del primer hombre y apartó elcuerpodeunempujónalmismotiempoquedesenfundabaunapistolaydisparabaalrostrodelsegundo.Losúltimosdosmiembrosdelatripulaciónnotuvierontiempode

www.lectulandia.com-Página205

Page 206: 6 ac black flag

reaccionarcuandoBlackBartdesenfundólasegundapistolaydisparóaquemarropaen el pecho de un tercer hombre, sacó la espada y atravesó con ella al últimosuperviviente.

Era el mismo hombre que había llevado el arcón a la cubierta, el que habíamirado a Roberts esperando algún elogio. Emitió un extraño sonido de asfixia yRobertslosostuvoasíunsegundoparaluegoclavarleelalfanjehastalaempuñaduraygirarlo.Elcuerpoensuhojasetensóyelmozodecubiertamiróasucapitánconojossuplicantesydesconcertadoshastaquesucuerposerelajó,sedeslizódelaceroycayóalsueloconungolpe.Elpechoseelevóunpardevecesydespuéspermanecióinmóvil.

Muchasmuertes.Muchasmuertes.—¡Jesús,Roberts!¿Tehasvueltoloco?Sacudió la sangre de su alfanje y después la limpió escrupulosamente con un

pañuelo.—Másbienlocontrario,Edward.Estosbromistassehabríanvueltolocosalver

loquehayalotroladodeestapuerta.Perosupongoquetúestáshechodeunapastamásdura.Bueno,cogeesearcónytráeloparaacá.

Hiceloquemepidió,aunquesabíaqueseguiraRobertseramalaidea.Unaideaterrible.Perofuiincapazdenohacerlo.Habíallegadomuylejosparaahoraecharmeatrás.

Dentro,unaespeciedeantiguotemplo.—Sucio y deteriorado —dijo Roberts—, no es exactamente como yo lo

recordaba.Peroesofuehaceochentamilenios.Lefulminéconlamirada.«Másgalimatías».—¡Québobadas,esoesimposible!Surostroerainescrutable.—Pisacomosicaminarassobrehielofino,capitán.Por unos escalones de piedra descendimos por el centro del Observatorio y

entramosenunagrancámarapuente.Todosmissentidosestabanvivoscuandomiréamialrededoryasimilélavastaamplituddelespacio.

—Esbonito,¿eh?—dijoRobertsenvozbaja.—Sí—respondíymedicuentadequeestabasusurrando—,comosacadodeun

cuentodehadas,unodeaquellosviejospoemas.—Antes había muchas historias sobre este lugar. Unas historias que se

convirtieronenrumoresyluegoenleyendas.Elprocesoinevitabledeloshechosqueseconviertenenficciónantesdedesaparecerporcompleto.

Entramos en una nueva sala juntos, una sala que únicamente podía describirsecomounarchivo,unespacioenormeconestanteríasbajasenlasquehabíaapiladoscientosdepequeñosvialesconsangre, igualesquelosdelcofre, igualesqueelquehabíavistousaraTorresenBartholomewRoberts.

—Másvialesdesangre.

www.lectulandia.com-Página206

Page 207: 6 ac black flag

—Sí.Estoscuboscontienenlasangredeunpuebloantiguo.Unarazamaravillosaensuépoca.

—Cuantomáshablas,hombre,menosteentiendo—dije,irritado.—Solo recuerda una cosa: la sangre de estos viales ya no vale ni un real para

nadie,peropuedequesívalgaotravezenunfuturo.Peronoenestaera.Ahora nos hallábamos en las entrañas de la tierra y atravesamos los archivos

hacia loqueera la salaprincipaldelObservatorio.Volvíaa ser sorprendenteynosquedamosunsegundoestirandoelcuelloparaverdesdeun ladode lagrancámaraabovedadaalotro.

Enunextremodelasalahabíaloqueparecíaunpozo,dondeseoíaunchapoteomuylejosqueindicabaquecorríaaguaporalgunaparte,mientrasqueenelcentroseelevabaunatarimaconuncomplicadodibujotalladoenlapiedra.MientrasRobertsmepedíaquedejaraelarcónenelsuelo,comenzóaoírseunruidobajo.Unligerozumbidoquealprincipioresultabaenigmáticoperoempezabaahacerse…

—¿Quéeseso?Sentícomosituvieraquegritarparaquesemeoyera,aunquenoeranecesario.—Ah,sí—dijoRoberts—,unamedidadeseguridad.Essolounmomento.Anuestro alrededor las paredes habían empezado a resplandecer y desprendían

una luz blanca titilante tan hermosa como perturbadora. El Sabio se acercó a laplataforma elevada en elmedio y llevó lamano hacia unamarca en el centro. Elsonido desapareció de inmediato y la sala a nuestro alrededor volvió a quedar ensilencio,aunquelasparedesseguíanbrillando.

—¿Quéesestelugar?—lepreguntéaRoberts.—Considéraloungrancatalejo.Unartefactocapazdeveraunagrandistancia.Elresplandor.Lasangre.Este«artefacto».Lacabezacomenzabaadarmevueltas

yloúnicoquepodíahacereraobservarboquiabiertocomoRobertsllevabalamanoalcofrecondedosexpertosparasacarunvial,comosifuesealgoquehubierahechomuchasvecesantes,ylollevabahacialaluz,igualqueeldíaenquehabíaobtenidoelarcón.

Satisfecho,seinclinóhacialatarimaelevadadelantedeélydejódentroelcristal.Yentonces,algosucedió,algoqueaúnmecuestacreer.Elresplandordelasparedesparecióondularyextendersecomounabrumaquesetransformabanoennieblasinoenimágenes,unaseriedeimágenesopacascomosiestuvieraviendoporunaventanaa…

www.lectulandia.com-Página207

Page 208: 6 ac black flag

56

«CalicóJackRackham,comoquemellamoEdwardKenway».Peronoestabamirándole.No.Eracomosiyofueraél.Comosimiraseatravés

desusojos.Dehecho,laúnicarazónporlaquesabíaquesetratabadeCalicóJackeralatelaindiadelamangadesuabrigo.

EstabasubiendolasescalerashacialaOldAvery.Mediounvuelcoelcorazónalveraquelviejolugar,másdeterioradodeloquenuncaanteshabíaestado…

Loquesignificabaquenoeraunaimagendelpasado.Noeraunaimagenqueyomismohubieraexperimentado,porquenuncahabíavistolaOldAveryeneseestadodedeterioro.NohabíavisitadoNasáudesdequesepudriódeverdad.

Yaunasí…,aunasí…Estabaviéndolo.—¡Estoesbrujería!—farfullé.—No. Ese es Calicó Jack Rackham… En algún lugar del mundo en este

momento.—En Nasáu—dije tanto para él como para mí mismo—. ¿Esto está pasando

ahoramismo?¿Estamosviendoatravésdesusojos?—Sí—respondióRoberts.Nofuecomosivolvieramiatenciónalaimagen.Simplementeestabadelantede

mí.Comosiyofuerapartedeella,comosiestuvieradentrodeella.Enciertomodoloestaba,porquecuandoCalicó Jackmovió la cabeza, la imagen semovióconél.ObservécomomirabahaciaunamesadondeAnneBonnyestabasentadaconJamesKidd.

Le echó un buen vistazo a Anne Bonny. A ciertas partes de ella. Cabrónasqueroso.Peroentonces,¡oh,Diosmío!Sediolavueltaenlamesaenlaqueestabasentada con James Kidd y le devolvió la mirada. Me refiero a que lo miró conlascivia.¿Sabesesaexpresiónquetedesnudaconlosojos?SeestababeneficiandoalviejoCalicóJack.

«Malditasea.Tienenunaaventura».A pesar de todo—a pesar de las maravillas del Observatorio—, me encontré

conteniendolarisaalpensarenJamesBonny,esechaqueterotraidor,alqueleponíanloscuernos.¿CalicóJack?Bueno,aquelpuñeterocretinomehabíaabandonado,¿no?Por loqueno lepodíaniver.Peronoshabíadadoarmas,municiónymanduca,y,bueno,estabacalentandolacamadeAnne,asíquehabíaquereconocerleelmérito.

AhoraCalicóJackestabaescuchandocharlaraAnneyJames.—Nosé,Jim—decíaAnne—.Notengonilamásmínimaideadecómodirigir

unbarco.Esenoesuntrabajoparaunamujer.¿Quédemoniosestabantramando?—Paparruchas.He visto a unmontón demujeres que saben arrizar una vela y

girarelcabrestante.—¿Ymeenseñaríasaluchar?¿Conunalfanjeoalgoasí?¿Quizásamanejaruna

www.lectulandia.com-Página208

Page 209: 6 ac black flag

pistola?—Todoesoymás.Perotienesquequererlo.Ytrabajarparaconseguirlo.Nohay

tropiezosenelverdaderoéxito.YentoncesCalicóJackconfirmó loqueyopensaba.Suvoz incorpóreapareció

retumbarenlapiedra.—Oye,muchacho,lachicaalaqueestáscortejandoestáconmigo.Nomolesteso

terajo.—Que te den por culo, Rackham. «Muchacho» es lo último que deberías

llamarme…«¿Ah,sí?»,pensé.¿JamesKiddestabaapuntoderevelarsudisfraz?James estaba metiendo la mano debajo de su camisa mientras Calicó Jack

bramaba:—Ah,¿enserio…,muchacho?RobertssacóelcubodeloscontrolesdelObservatorioylaimagenseesfumó.MemordíellabioypenséenlaGrajilla.AAdénolegustabanuestrasituación

actual.Semoríaporzarpar.Peronoloharíasinmí.¿Verdad?Peroahoraelresplandorqueseadueñabadelacámaraantenosotrossevolvióa

transformarenotracosayolvidécualquierpensamientosobre las intencionesde laGrajillacuandoRobertsdijo:«Probemosconotro.ElgobernadorWoodesRogers».Colocóotrocubodecristalenlaconsolayseformaronnuevasimágenes.

EstábamosviendoatravésdelosojosdeWoodesRogers.AsuladoseencontrabaTorresynomuylejosElTiburón.DeprontolavisiónsellenódelaimagendeunvialconsangrequealzabaRogersparaexaminarlo.

Estabahablando.—Esunaideaatrevida,perodebopensármelodetenidamente.LasaladelObservatoriosellenódelsonidodelavozdeTorresalresponder.—UnasimplepromesadelealtadesloúnicoquetienesquesugerirlealaCámara

delosComunes.Unjuramento,ungestoyunsencillotrámiteceremonialdesangrequecogeremosdeldedo.Esoestodo.

¡Cristo! Lo que fuese que estuvieran tramando Anne y Mary no era nadacomparado con lo de esta gente. Todavía intentaban sangrar al condenadomundo.«Sangrar» era la palabra clave. Y ¿cómo iban a hacerlo? Pretendían controlar elparlamentoinglés.

AhorahablabaRogers.—Los ministros pueden traerme problemas, pero debería ser bastante fácil

convenceralaCámaradelosLores.Adoranelexcesodepompaysolemnidad.—Exacto.Dilesqueesunamuestradefidelidadalrey…contraaquellosquese

alzancontralosjacobitas.—Sí,claro—respondióRogers.

www.lectulandia.com-Página209

Page 210: 6 ac black flag

—El detalle fundamental es la sangre. Debes obtener una muestra de cadahombre.QueremosestarseguroscuandoencontremoselObservatorio.

—Estoydeacuerdo.Robertsretiróelcubodelaconsolaymemiró,coneltriunfoenlosojos.Ahora

sabíamosloquetramabanlosTemplarios.Nosoloeso,sinoqueíbamosunpasopordelante.

Las imágenes habían desaparecido, el extraño resplandor había vuelto a lasparedesyyomequedépensandosimelohabíaimaginadotodo.Entretanto,Robertssacóalgodelaconsolaylosostuvoenloalto.Unacalavera.Lacalaveraenlaquecolocólosvialesdesangre.

—Unaherramientamuyvaliosa,¿ves?—Brujería,esoesloquees—dije.—Nadadeeso.Cadamecanismoquedaaesteartefactosu luzesalgo físicoy

verdadero.Antiguo,sí,peronoesnadasobrenaturalniextraño.Le miré con reserva, pensando: «Estás engañándote a ti mismo, amigo», pero

decidínoseguirporahí.—Conesoseremoslosseñoresdelocéano—dije.Quería sostener la calavera y alargué la mano para cogerla, dominado por el

deseodesentirsupesoenlapalmademimano.Creítemblarcuandoseacercóconella,conlamanoextendida.Peroentonces,envezdeentregármela,sediolavueltadepronto,golpeándomelacaraconelcráneo,ymelanzóalsuelodelObservatoriohastaelabismodelpozo.

Caíy,albajar,choquéconlapiedraylavegetaciónpegadaalacaradelaroca,pero fui incapaz de agarrarme para detener la caída.Noté un dolor punzante en elcostadoydiconelaguadeabajomientrasdabagraciasaDiosportenerelaplomodeconvertirmicaídaenlomásparecidoaunazambullida.Desdeaquellaalturaaquellareacciónpodíahabermesalvadolavida.

Aun así mi entrada en el agua fue desagradable. Al impactar, me esforcé pormantenerme a flote mientras tragaba agua e intentaba no dejar que el dolor en elcostadomearrastrarahaciaabajo.Cuandosalíalasuperficieparacogeraire,alcélavistayviaRobertsmirándome.

—En mi código no existe la lealtad, joven —se mofó de mí, con su vozretumbando en el espacio entre ambos—. Desempeñaste tu papel, pero nuestracolaboraciónhaterminado.

—Ereshombremuerto,Roberts—bramé,soloquenosaliócomoelrugidoquepretendía.

Teníalavozdébil.Detodasmanerasyasehabíamarchadoyyoestabademasiadoocupadointentandoocuparmedelmalditodolorenelcostadoyponermeasalvo.

Cuandomerecompuse,encontréunaramasaliendodemicostadoylaheridaquemeteñíalatúnicaderojo.Tiréconungrito,medeshicedelpaloyapretélosdientesmientrasme llevaba lamanoa laheridaynotabaque la sangre se filtrabapormis

www.lectulandia.com-Página210

Page 211: 6 ac black flag

dedos.Roberts,cabrón.«Eresuncabrón».Dealgúnmodo,apesardeldolor,conseguítreparporlasparedesdelpozohasta

llegaralObservatorio.Volví sobremispasos, atravesé lacámarapuenteypasé loscadáveres de la entrada, para renquear de vuelta a la playamientras no dejaba desudarporeldolor.Peroencuantosalítambaleándomedelapuroylleguéalaplaya,loquevimellenódeangustia.LaGrajilla,miqueridaGrajilla,sehabíamarchado.AhorasoloestabaelRoverancladoenlacosta.

Y allí donde la playa se encontraba con el mar, había amarrada una yola. Eltimonel y los remeros aguardaban a su capitán en silencio como centinelas, con elmarasusespaldas.EsperabanalcapitánBartholomewRobertsqueestabadelantedemí.

Se agachó. Le brillaron los ojos y sonrió con aquella peculiar sonrisa falta dealegría.

—Oh… Tu Grajilla ha volado, ¿eh, Edward? Esa es la belleza de unademocracia… La mayoría gana. Sí, puedes navegar conmigo, pero con untemperamento tan fuertecomoel tuyome temoquenosharásarderhastaquesoloqueden las cenizas. Por suerte sé que la recompensa que le ha puesto el rey a tucabezaesgenerosaytengointencióndecobrarla.

El dolor resultaba insoportable. No podía aguantarlo más y sentí que medesmayaba.LoúltimoqueoícuandolaoscuridadmereclamófuequeBartholomewRobertsseburlabademíenvozbaja.

—¿Alguna vez has visto el interior de una prisión jamaicana, chico? ¿Lo hasvisto?

www.lectulandia.com-Página211

Page 212: 6 ac black flag

CUARTAPARTE

www.lectulandia.com-Página212

Page 213: 6 ac black flag

57

Noviembrede1720

Puedenpasarmuchascosasenseismeses.Peroenlosseismeseshastanoviembrede1720esascosas lepasaronaotragente.Yoestuvepudriéndomeen lacárceldeKingston.MientrasBartholomewRoberts se convertía en el piratamás temido delCaribe, al frente de un escuadrón de cuatro naves, con el buque insignia RoyalFortunealacabeza,yointentabasinéxitodormirhechounovilloenelsuelodeunaceldadondehabíatanpocositioquenopodíatumbarmeestirado.Cogíalarvasdelacomidaymetapabalanarizparatragármelas.Bebíaaguasuciayrezabaparaquenomematara.Observabalaluzgrisarayasqueentrabaporlosbarrotesdelapuertayescuchaba el clamor de la cárcel: los insultos; los gritos nocturnos; un constanterepiqueteoquenocesabajamás,comosialguien,enalgunaparte,pasaraeldíaylanochehaciendoruidoconuna tazaen losbarrotes;y,aveces,escuchabamipropiavoz,solopararecordarmequeseguíavivo,ymaldecíamisuerte,maldecíaaRoberts,maldecíaalosTemplarios,maldecíaamitripulación…

Me había traicionado Roberts, por supuesto —aunque eso no era ningunasorpresa—, pero también laGrajilla. El tiempo que pasé en la cárcel me dio ladistancia que necesitaba para ver que mi obsesión por el Observatorio me habíacegado respecto a las necesidades de mis hombres y dejé de culparles porabandonarmeenLongBay.Decidíque si teníabastante suerte comoparavolver averlos, les saludaría como hermanos, les diría que no les guardaba rencor y medisculparía.Aunasí,laimagendelaGrajillamarchándosesinmísehabíagrabadoafuegoenmicerebro.

Noestuveallídurantemuchomástiempo.Sindudamijuicioseacercaba,aunquetodavíateníanqueavisarme,claro.Ydespuésdeljuiciomecolgarían.

Eldíaanteriorse lohabíanhechoauno.Merefieroaquehabíancolgadoaunpirata. El juicio se celebró en Spanish Town, y cinco de los hombres juzgadosacabaronenlahorcaaldíasiguienteenGallowsPoint.AlosotrosseislosahorcaronaldíasiguienteenKingston.

Unode losquehabíancolgadoerael capitán JohnRackham,elhombrealquetodosconocíamoscomoCalicóJack.

Pobre Jack. No era un buen hombre, pero tampoco era especialmente malo.¿Quién puede ser más imparcial? Esperaba que hubiera podido beber suficientealcoholantesdequeleenviaranalpatíbuloyasímantenersecalienteparaelviajealotrolado.

ElasuntoeraqueCalicóJackteníaunpardetenientesysujuicioempezabaaquelmismo día. Me llevaron a la sala del tribunal, porque decían que era un testigo,aunquenomehabíancomunicadosideladefensaodelaacusación.

www.lectulandia.com-Página213

Page 214: 6 ac black flag

Verás,aquellosdostenientesnoeranotrosqueAnneBonnyyMaryRead.Yesoteníasuhistoria.Habíapresenciadoelprincipiodelahistoriaconloquevi

enelObservatorio:Calicó JackyAnneBonnyeranamantes. JackhabíausadosusencantosparaapartarladeJames(aqueltipodetestable)yllevárselaalmar.

Abordosevestíacomounhombre.Ynoeralaúnica.MaryReadtambiénibaabordodeaquelbarco,vestidacomoJamesKidd,ylostres,CalicóJack,AnneyMaryestaban involucrados.Lasdosmujeresvestíanconchaquetadehombre,pantaloneslargos y pañuelo al cuello. Llevaban pistolas y alfanjes y eran tan temibles comocualquierhombre(ymáspeligrosas,puestoqueteníanmásquedemostrar).

Durante algún tiempo navegaron por la zona aterrorizando a los buquesmercantes,hastaqueaprincipiosdeañosedetuvieronenNuevaProvidencia.Erael22 de agosto del año de Nuestro Señor 1720, cuando Rackham y unos cuantosmiembrosdesutripulación,incluidasAnneyMary,robarondelpuertodeNasáuunbalandrollamadoelWilliam.

Por supuesto,WoodesRogers sabíaexactamentequiénerael responsable.Hizopública una proclamación y envió un balandro abarrotado de sus propios hombresparacogeraCalicóJackyasutripulación.

Pero el viejo Calicó Jack estaba en buena racha y mientras tanto bebía en labodegadelalmirante, loquees lomismoquedecirquese ibade juerga,al tiempoqueatacababarcospesqueros,buquesmercantesyunagoleta.

ARogersnolegustabanadayenvióunasegundanaveaporél.PeroaCalicóJacknoleimportabaycontinuósupirateríahaciaeloestehastala

puntadeJamaica,dondeseencontróconuncorsariollamadocapitánBarnet,quienviolaoportunidaddeganarunpocodedineroacambiodelpellejodeJack.

Enefecto, Jack fue abordadoy su tripulación se rindió, esdecir, todos exceptoMaryyAnne.Segúnloquehabíaoído,Jackysutripulaciónsehabíanidodejaranayestabanborrachosohabíanperdidoelconocimientocuando loshombresdeBarnetlesatacaron.Comounasfieras,MaryyAnnemaldijeronalatripulaciónylucharonconpistolasyespadas,perolasvencieronycruzaroncontodoslaislahastalacárceldeSpanishTown.

Comohedicho,yahabíanjuzgadoycolgadoaJack.AhoralestocabaaAnneyMary.Nohabíavistomuchassalasdetribunalesenmivida,graciasaDios,peroaunasí

jamáshabíavistouna tan llenacomoaquella.Misguardiasmehicieronsubirunasescaleras depiedrahasta unapuerta conbarrotes, la abrieron,me empujaronhaciauna galería y me pidieron que me sentara. Les miré desconcertado. «¿Qué estápasando?».Peromeignoraronysequedarondepiedeespaldasa lapared,conlosmosquetespreparadosporsiacasointentabaescaparme.

Pero¿escaparmeadónde?Teníalasmanosesposadasyamialrededormetíanapresión a hombres en la galería para que tomaran asiento: espectadores, testigos…Todos ellos llevaban los ojos hacia las dos infames piratas, Anne Bonny y Mary

www.lectulandia.com-Página214

Page 215: 6 ac black flag

Read.Estaban juntasanteel juez,que las fulminócon lamiradamientrasgolpeabael

mazo.—Loscargos,señor,losoirédenuevo—ledijoalalguacil,quesepusodepiey

seaclarólagarganta.—El tribunal de Su Majestad sostiene que las acusadas, Mary Read y Anne

Bonny, atacaron de forma hostil, delictiva y pirática siete barcos pesquerosdeterminados.

Durante el pequeño alboroto que hubo a continuación, sentí que alguien sesentabadetrásdemí.Dospersonas,dehecho,peronolesprestémuchaatención.

—En segundo lugar —continuó el alguacil—, este tribunal sostiene que lasacusadas vagaban por alta mar atacando y disparando hasta tomar dos buquesmercantesdeterminados,cuyoscapitanesytripulacionestemieronporsusvidas.

Entonces los asuntos del tribunal se alejaron hasta convertirse en un ruido defondocuandounode loshombres sentadosdetrásdemí se inclinóhaciadelanteyhabló.

—EdwardJamesKenway…—ReconocílavozdeWoodesRogersenseguida—.NacidoenSwansea,hijodepadreinglésymadregalesa.CasadoalosdieciochoañosconlaseñoritaCarolineScott,delaqueahoraviveseparado.

Levantélosgrilletesymedilavueltaenelasiento.Ningunodelosguardiasconlosmosquetessehabíamovido,peroobservabancondetenimiento.JuntoaRogers,dearribaabajounhombredealtorango,estabasentadoLaureanoTorres,eleganteyserenoenelcalortempladodelasaladeltribunal.Aunquenoestabanallíporasuntosdepiratas.HabíanidoporasuntosdeTemplarios.

—Mehandichoqueesunamujerpreciosa—dijoTorres,saludandoconungestodelacabeza.

—Silatocáis,cabrones…—gruñí.Rogersseinclinóhaciadelante.Notéquemeempujabanenlacamisayalbajarla

vistavilabocadesupistolaenmicostado.DesdemicaídaenelObservatorio,poralgúnmilagro había evitado la gangrena o la infección, pero la herida no se habíaterminado de curar. Él no lo sabía, por supuesto; no podía saberlo. Pero aun asíconsiguiódarmejustoahíconelcañóndesuarmaehiceungestodedolor.

—SiconoceslaubicacióndelObservatorio,dínoslaysaldrásdeaquíenseguida—dijoRogers.

Porsupuesto.Esaeralarazónporlaqueaúnnohabíasentidoelardordelasogadelverdugo.

—Rogerspuedemantenerarayaaesossabuesosbritánicosduranteuntiempo—dijoTorres—,peroesteserátudestinosinocooperas.

Estabaseñalandoalasaladeltribunal,dondeeljuezestabahablando,dondelostestigosestabancontandolascosashorriblesqueAnneyMaryhabíanhecho.

Al terminar su advertencia, Torres y Rogers se levantaron justo cuando una

www.lectulandia.com-Página215

Page 216: 6 ac black flag

testigodescribía intensamenteycondetallecómolahabíanatacadolasdospiratas.Decíaque sehabíadado cuentadeque eranmujeres«por lograndesque eran suspechos».EltribunalserioaloíraquellohastaqueelmazodeljuezsilenciólasrisasyelgolpeahogóelruidodelapuertacuandoRogersyTorressalierondeallí.

Anne yMary, entretanto, no habían dicho ni una palabra. «¿Qué pasa? ¿Os hacomidolalenguaelgato?».Nuncaanteslashabíavistotancalladas,peroahíestaban,tan mudas como una tumba. Se contaron historias de sus hazañas y en ningúnmomento metieron baza para corregir nada ofensivo; no dijeron ni pío cuando eltribunallasencontróculpables.Permanecieroncalladashastacuandolespreguntaronsipodíandaralgúnmotivoporelquelasentenciademuertenodebieraseraprobada.

Así que el juez, que no conocía a las dos mujeres, y tal vez las tomó porreservadas,dictósentencia:muerteporahorcamiento.

Yentonces,soloentonces,abrieronlaboca.—Señor,selosuplicamospornuestrosvientres—dijoMaryRead,rompiendoel

silencio.—¿Qué?—exclamóeljuez,palideciendo.—Estamosembarazadas—dijoAnneBonny.Searmóelescándalo.MepreguntésilosdosretoñosseríandeCalicóJack,elviejodiablo.—Nopuedecolgaraunamujerconunniño,¿no?—dijoAnneporencimadel

tumulto.La sala del tribunal estaba desconcertada. Como si previeramis pensamientos,

unode losguardiasmeempujódesdeatrásconelcañóndesumosquete.«Nise teocurra».

—¡Silencio! ¡Silencio! —gritó el juez—. Si lo que afirmáis es cierto, sesuspenderánvuestrasejecuciones,perosolohastaquesalgáisdecuentas.

—¡Entonces tendré un bombo la próxima vez que llame ami puerta!—bramóAnne.

EsaeralaAnnequeyorecordaba,conlacaradeunángelylabocadelmarineromás rudo.Yvolvióaagitaral tribunalmientrasel juez,con lacaracolorada,dabagolpesconelmazoyordenabaqueselasllevaran.Lasesiónestallóenelcaos.

www.lectulandia.com-Página216

Page 217: 6 ac black flag

58

—Edward Kenway. ¿Recuerdas que una vez me amenazaste con cortarme loslabiosydármelosdecomer?

El rostro de Laureano Torres apareció de entre la penumbra al otro lado de lapuerta de mi celda en la prisión, enmarcada por las ventanas, divididas por losbarrotes.

—Aunquenolohice—lerecordéconlavozroncaporlafaltadeuso.—Perolohabríashecho.«Cierto».—Peronolohice.Sonrió.—Lastípicastácticasdeterrordeunpirata:simplesypocosutiles.¿Quédicestú,

Rogers?Tambiénmerodeabaporallí.WoodesRogers,elgrancazadordepiratas.Cercade

lapuertademicelda.—¿Poresomehabéisnegadocomidayagua?—dije,afónico.—Oh.—Torres se rio—. Aún te espera mucho. Todavía queda la cuestión de

arrancartelaubicacióndelObservatorio.TambiénestáloquelehicisteaHornigold.Ven,déjanosmostrarteloqueteaguarda.¡Guardias!

Llegaron dos hombres, el mismo par de secuaces de los Templarios que mehabíanacompañadohastalasaladeltribunal.TorresyRogerssemarcharonmientrasme ponían grilletes en las muñecas y los tobillos. Luego, arrastrándome por losadoquines,mesacarondelaceldaymellevaronporunpasilloparasacarmealpatiodelaprisión,dondeparpadeéporelsolcegador,respiréairefrescoporprimeravezensemanasydespués,paramisorpresa,cruzamosalotroladodelapuertaprincipaldelacárcel.

—¿Adóndemelleváis?—dijerespirandocondificultad.Laluzdelsolerademasiadointensa.Nopodíaabrirlosojos.Parecíaquelostenía

pegados.Norespondieron.OíalossonidosdeKingston.Lavidacotidianacontinuabaami

alrededor.—¿Cuántoospagan?—intentédecir—.Sealoquesea,soltadmeylodoblaré.Sedetuvieronderepente.—Buen hombre, buen hombre —mascullé—. Puedo hacerte rico. Solo

llevadme…Recibíunpuñetazoenlacaraquemepartióel labioyrompióalgoenminariz

quelahizoempezarasangrar.Tosíygemí.Cuandomecolgólacabezahaciaatrás,unrostroseacercóalmío.

—Calla.Enmarcha.Parpadeé,intentandoenfocarlavista,intentandorecordarsucara.

www.lectulandia.com-Página217

Page 218: 6 ac black flag

—Te lo haré pagar —murmuré. Me chorreaba de la boca sangre o saliva—.Acuérdatedemispalabras.

—Cállateolapróximavezserálapuntademiespada.Mereí.—Estás hasta arriba demierda, amigo. Tu señorme quiere vivo. Simematas,

ocuparásmilugarenesacelda.Oalgopeor.Atravésdeunvelodedolor,sangreylapenetranteluzsolar,viquesuexpresión

seoscurecía.—Yaloveremos—gruñó—.Yaloveremos.Y entonces el viaje continuómientras yo escupía sangre e intentaba aclararmi

cabezacasiinútilmente,hastaquellegamosaloqueparecíaelpiedeunaescalera.OímurmuraraTorresyRogers,yluegouncrujido;cuandolevantélabarbillayechélavista hacia arriba, vi una jaula colgante. Uno de los secuaces había subido por laescalera para abrirla y la puerta se entreabrió con un quejido del metal oxidado.Aquelsoldejusticiaestabaabrasándome.

Intentéhablar,tratédedecirlesqueestabamuertodesedyquepodíamoriralsol.Y si eso sucedía —si moría—, entonces nunca averiguarían dónde estaba elObservatorio.SoloBlackBarttendríaesainformaciónyquémiedodaba,¡BlackBartacargodetodoesepoder!

«Yalotiene,¿verdad?Poresolehasalidotodotanbien».Peronotuvelaoportunidaddedecirlo,porquemeencerraronenlajaulacolgante.

Meencerraronenesajaulaparaqueelsolhicierasutrabajo.Paraquemecocinaralentamente.

www.lectulandia.com-Página218

Page 219: 6 ac black flag

59

Al atardecermis dos amigos vinieron a buscarme yme llevaron de vuelta a lacelda.

Mi recompensaporsobrevivir fueagua,uncuencoquemedejaronenel suelo,justo lasuficienteparamojarmelos labios,mantenermeconvidayusarlasobre lasampollasypústulasquemehabíacausadoelsol.

LlegaronRogersyTorres.—¿Dóndeestá?¿DóndeestáelObservatorio?Conunoslabiossecosyagrietadoslessonreí,peronolesdijenada.«Osestádejandoadosvelas,¿eh?Roberts,quierodecir.Estádestrozandotodos

vuestrosplanes».—¿Quieresvolverallímañana?—Claro—susurré—.Sí.Mevabienelairefresco.Nofuitodoslosdías.Algunosmequedabaenlacelda.Otrossolomedejabanallí

colgadounashoras.—¿Dóndeestá?¿DóndeestáelObservatorio?Algunosdíasmedejabanallíhastabienentradalanoche.Peronoestabatanmal

cuandoelsolseocultaba.Seguíahechounovillodentrodelajaulacomounhombremetidoenunaletrina,contodoslosmúsculosyhuesosdelcuerpoaullandodedolor;seguíamuriéndomedesedydehambre,conlacarneenrojecidaporlasquemadurasdelsol.Peroaunasínoestabatanmal.Almenoselsolsehabíaocultado.

—¿Dóndeestá?¿DóndeestáelObservatorio?«Cadavezquemesubísahíosresultamásmolesto,¿no?Cadadíamalgastadoes

untriunfodeBlackBartsobrelosTemplarios.Almenosestáeso».—¿Quieresvolverahímañana?—Claro.Noestabasegurodeaguantarallíotrodía.Poralgúnextrañomotivoconfiabaen

que no memataran. Confiaba en que mi determinación fuese mayor que la suya.Confiabaenmipropiafuerzainterior.

Peroestuveallícolgadootrodía,agachado,hechounovilloenlajaula.Ycuandovolvió a caer la noche, oí que los guardias semofaban demí; se recreaban en ladesgraciadeCalicóJackyencómohabíanarrestadoaCharlesVane.

«Charles Vane —pensé—. Charles Vane… Le recuerdo. Intentó matarme. ¿Ointentématarleyoaél?».

Luegooíelsonidodeunabrevebatallacampal,enlaquecayeroncuerposyhubogemidosapagados.

Ydespuésseoyóunavoz.—Buenasnoches,capitánKenway.Tengounregaloparati.Abrílosojosmuy,muydespacio.Enelsuelo,debajodemí,teñidosdegrisbajo

la luz mortecina del día que se apagaba, había dos cadáveres. Mis amigos, los

www.lectulandia.com-Página219

Page 220: 6 ac black flag

secuaces de los Templarios.Ambos tenían la garganta cortada.Un par de sonrisascarmesíesadornabansuscuellos.

Agachadojuntoaellos,buscandoensus túnicas las llavesde la jaula,estabaelAsesinoAhTabai.

Había supuestoquenovolvería averlo jamás.Al finy al cabo, elAsesinoAhTabainoeraungranseguidordeEdwardKenway.Probablementepreferiríahabermecortadoelcuelloenvezderescatarmedelacárcel.

Porsuerteparamí,habíaescogidorescatarmedelacárcel.Pero…—Noconfundasmisintenciones—dijomientrassubíaporlaescalera,trashaber

encontradolallavecorrectadelacerradura,ymecogiójustocuandoestuveapuntodecaermedelajaula.

Tenía un odre lleno y sostuvo la tetina contra mis labios.Mientras bebía notélágrimasdealivioygratitudsurcandomismejillas.

—HevenidoporAnneyMary—estabadiciendomientrasmeayudaba abajarporlaescalera—.Nomedebesnadaporesto.Perosimeofrecestuayuda,teprometounsalvoconductoparaescapardeestelugar.

Mehabíadesplomadoenelsuelo,dondeAhTabaimepermitiórecomponermeyvolvióadarmeelodre.

—Necesitaréarmas—dijealcabodeunosminutos.Sonrióymeentregóunahojaoculta.NoerapocacosaparaunAsesinodarleuna

hojaaunintrusoy,mientrasmeponíaencuclillasenelsueloparaatármelaalbrazo,me di cuenta de queme estaba honrando de algunamanera. Aquella ideame diofuerzas.

Mepuseenpieyengranéelacero,comprobéelfuncionamientodelahojayvolvíaguardarla.Habíallegadoelmomento,elmomentodeirasalvaraAnneyMary.

www.lectulandia.com-Página220

Page 221: 6 ac black flag

60

Habíaqueprovocaralgunasdistracciones.Asíqueyodebíabuscaralasmujeresmientrasélseencargabadeeso.Muybien.Sabíadóndelasteníanynomuchomástarde, cuando la primera de sus explosiones me proporcionó la distracción quenecesitaba,pudecolarmeenelrecintodelaprisiónydirigirmehaciaellas.

Entonces,mientrasmeacercaba,oíunosgritosy lavoz inconfundibledeAnneBonny.

—Ayudadla, por el amor deDios. Id a buscar ayuda.Mary está enferma.Quealguiennosayude,porfavor.

Comorespuestaoíelsonidodelossoldadosintentandoacallarla,golpeandolosbarrotesdesuceldaconlasculatasdelosmosquetes.

Annenosecallaba,esmás,ahoraleschillaba.—Estáenferma.Porfavor,estáenferma—gritaba—.Seestámuriendo.—Unpiratamenos,quémásda—dijounodeloshombres.Eché a correr, con el corazón saliéndoseme del pecho al tiempo que notaba el

dolorenelcostado,peroloignoréaldoblarunaesquinaenelpasillodeesepabellón;mientrasavanzabaconunamanoenlapiedrafríaparaestabilizarme,laotrayaestabaactivandolahoja.

Losguardias estabannerviosospor las explosionesdeAhTabaiy losgritosdeAnne.Elprimerosediolavueltaylevantóelmosquete,peropasélahojapordebajoyporarriba,paraatravesarlelacajatorácica,leagarréporlanucayselaclavéhastaelcorazón.Sucompañerosehabíadadolavueltaaloírelcuerpocaersobrelapiedrayabriólosojosdeparenpar.Fueacogersupistola,perolealcancéantesdequesusdedos se curvaran para desenfundarla y, con un grito, salté y golpeé hacia abajo,clavándoleaéltambiénmihoja.

«Estúpido movimiento». No estaba en condiciones de emprender ese tipo deacción.

Inmediatamentesentíundolorpunzanteenelcostado,queardíacomoelfuego.Comenzabaenlaheridaysubíaybajabaporelcuerpo.Sacudiendobrazosypiernas,caí con la hoja incrustada en el guardia y aterricémal, pero la saqué y rodé paraencontrarmeconelataquedelúltimoguardia…

GraciasaDios,AhTabaiapareciópormiderecha,consuhojaactivada,yunossegundosmástardeelúltimoguardiayacíamuertoenlapiedra.

Se loagradecícon lamiradaycentramosnuestraatenciónen lasceldas,en losgritos.

Habíadosceldasunajuntoalaotra.Annesepusodepie,consucaradesesperadaapretadaentrelosbarrotes.

—Mary—estabasuplicando—,ocupaosdeMary.Nohizofaltaquelorepitiera.Delcinturóndeunguardiacogílasllavesyabríla

puertadeMary.Enelinterior,lamujerusabalasmanoscomoalmohadaenelbajoy

www.lectulandia.com-Página221

Page 222: 6 ac black flag

suciocatreenelqueestabatumbada.Supechosemovíaconunarespiracióndébily,aunqueteníalosojosabiertos,suvistapermanecíaclavadaenlaparedsinverla.

—Mary —dije, inclinándome sobre ella y hablando en voz baja—. Soy yo,Edward.

Respiraba de forma regular, pero dificultosa. Sus ojos permanecieron dondeestaban, parpadearonperono semovieron, no enfocaron.Llevabaunvestido, perohacíafríoenlaceldaynohabíamantasparataparla.Niaguaqueecharlealoslabiosresecos.Lebrillabalafrenteporelsudorynotéqueardíacomounacalderacuandopuseunamanosobreella.

—¿Dóndeestáelniño?—pregunté.—Selollevaron—respondióAnnedesdelapuerta.«Menudoscabrones»,penséconlospuñosapretados.—Notengoniideadedóndeestá—continuóAnneyderepentegritóalsentirella

dolor.«¡Jesús!Precisamenteloquenecesitábamos».«Bien,vámonos».Tan cuidadosamente comopude, ayudé aMary a sentarse, luegopasé subrazo

pormihombroymepusedepie.Mipropiaheridasequejó,peroMarygritódedolorypude imaginarmeel sufrimientoporelqueestabapasando.Despuésdedara luznecesitabadescansar.Sucuerponecesitabauntiempopararecuperarse.

—Apóyateenmí,Mary—ledije—.Vamos.Por alguna parte se oyeron los gritos de unos soldados que se acercaban. Las

distracciones de Ah Tabai habían funcionado; nos habían dado el tiempo quenecesitábamos,peroahoralastropassehabíanrecuperado.

—Buscadentodaslasceldas—oí.Comenzamosaavanzara trompiconesporunpasillopararegresaralpatio,con

AhTabaiyAnnealacabeza.PeroMarypesabayyoestabadébildespuésdepasardíasynochescolgadoenla

jaula; además, en la herida del costado —¡Dios, cómo dolía!— algo debió deromperseporqueestallóeldolorynotélasangre,calienteyhúmeda,corriendoporlacinturillademicalzón.

—Porfavor,ayúdame,Mary—lesupliqué,perosentíaquesucuerpoflaqueaba,comosidejaradelucharylafiebrefuerademasiadoparaella.

—Para,porfavor—medecía.Su respiración era inclusomás irregular. La cabeza iba de un lado a otro. Las

rodillasparecíanhabercedidoysehundióenlasbaldosasdelpasillo.Másadelante,AhTabaiayudabaaAnne,queseagarrabaelvientreconlasmanos,ysevolvieronpara pedirnos que nos diéramos prisa, al oír más gritos detrás de nosotros, mássoldadosquellegaban.

—¡Aquínohaynadie!—gritóalguien.Yahabíandescubiertolafuga.Seoyeronlospasosrápidosdemássoldados.

www.lectulandia.com-Página222

Page 223: 6 ac black flag

AhTabaiyAnnellegaronalapuertadelpatio.Uncuadradonegroseconvirtióengrisyelairenocturnosefiltróhaciaelpasillo.

Los guardias estaban detrás de nosotros. Delante, Ah Tabai y Anne ya habíancruzadoelpatioyestabanen lapuertaprincipal,dondeelAsesinosorprendióaunguardiaquesedeslizóporelmuroymurió.Annesepusoagritarporquenecesitabaayudaparaatravesar laportezueladel recintode laprisióny salieronal resplandoranaranjadodelincendioquehabíanprovocadolasexplosionesdeAhTabai.

PeroMarynopodía andar.Yano.Hiceunamuecadedolor al agacharmeparacogerlaenbrazosynotéotravezlasensacióndedesgarroenelcostado,comosilaherida,aunquetuvieraunaño,simplementenopudierasoportarpesoextra.

—Mary…Ya no podía cargar con ella y tuve que dejarla sobre las piedras del patio. A

nuestroalrededoroíalasfuertespisadasylossoldadosquesellamabanentresí.«Muybien—pensé—,quevengan.Mequedaréaluchar.Esunbuenlugarpara

morircomootrocualquiera».Marymemiró,fijólavistayconsiguiósonreírantesdequeunanuevaoleadade

dolorlerecorrieraelcuerpo.—Nomueraspormí—logródecir—.Vete.Intentédecirno.Peroteníarazón.Latumbéeintentéponerlalomáscómodaposiblesobrelosadoquines.Teníalos

ojosllorososcuandohablé.—Malditasea.Deberíashabervividomásqueyo.Mededicóunasonrisacasiimperceptible.—Yahecumplidoconmiparte.¿Cumplirástúconlatuya?Su imagen se dividió como simirase a través de un diamante yme sequé las

lágrimasdelosojos.—Sivinierasconmigo,podría—lepedí.Nodijonada.«No,porfavor.Notevayas.Túno».—¿Mary…?Estabaintentandodeciralgo.Llevémiorejaasuslabios.—Estarécontigo,Kenway—susurróynotésuúltimoalientocalienteenmioído

—.Estarécontigo.MelevantéymiréaMaryRead,sabiendoqueyahabríatiempoparallorarmás

tarde su pérdida, cuando recordaría a una persona extraordinaria, tal vez la másextraordinaria que había conocido. Pero demomento pensaba en que los soldadosbritánicoshabíandejadodaraluzaaquellabuenamujer,lehabíanarrebatadoalbebéy la habían dejado herida y febril en la celda de una prisión. Sin mantas que lataparan.Sinaguaquerozarasuslabios.

Oíalosprimerossoldadosbritánicosaparecerenelpatiodetrásdemí.«Justoa

www.lectulandia.com-Página223

Page 224: 6 ac black flag

tiempoparavengarmeunpocoantesdemihuida».Activélahojaymedilavueltaparaenfrentarmeaellos.

www.lectulandia.com-Página224

Page 225: 6 ac black flag

61

Supongoquesepodríadecirquebebíunpocodespuésdeesoyviapersonasenmidelirio,figurasdelpasado:Caroline,WoodesRogers,BartholomewRoberts.

Yafantasmastambién:CalicóJack,CharlesVane,BenjaminHornigold,EdwardThatch.

YaMaryRead.Finalmente,trasunajuergaquenosécuántoduró,lasalvaciónllegóenformade

Adewalé.SeacercóamíenlaplayadeKingstonyalprincipiopenséquesetratabade otro fantasma, otra figura de mis visiones. Que venía a mofarse de mí. Arecordarmemisfracasos.

—CapitánKenway,parecesuncuencodepudindeciruelas.«Una demis visiones.Un fantasma.Un truco que estaba jugándomemi pobre

menteconresaca.Ysí,yaquehablamosdeella,¿dóndeestámibotelladelicor?».Hastaqueme tocócon lamanoyyo le toquéaél,esperandoquesusdedosse

convirtieranenvolutasdehumoysedesvanecieran,peroeranreales.Tanduroscomolamadera,igualdefiables.Yreales.

Meincorporé.—¡Dios,tengolacabeza…!Adewalémelevantó.—Enpie.Melevantéfrotándomemipobrecabezaapuntodeestallar.—Me pones en un apuro, Adewalé. Después de dejarme con Roberts, debería

guardarterencoralverteaquí.—Lemiré—.Perolaverdadesquemealegro,malditasea.

—Yotambién,hermano,yestaráscontentoalsaberquetuGrajillasiguedeunapieza.

Me cogió del hombro y señaló al mar. Quizá fue la bebida que me hizoemocionarmemásdelacuenta,perosemellenaronlosojosdelágrimasalvolveravermibarco.Loshombresestabanen laborday también losvi en las jarcias, susrostrosen lasescotillasde loscañonesdepopa, todosycadaunodeellosmirandohacia laplaya,dondeAdewaléestabaconmigoahora.«Vinieron»,pensé,ycuandobajóunalágrimapormimejilla,melasequéconlamangademitúnica(unregalodedespedidadeAhTabai,aunquedesdeentonceshabíahechobienpocoporhonrarles).

—¿Zarpamos ya? —le pregunté, pero en ese momento Adewalé ya estabaalejándoseysubíaporlaplayahaciaelinterior—.¿Temarchas?—legrité.

—Sí,Edward,porquemereclamanenotraparte.—Pero…—Cuandotucorazónytumenteesténpreparados,visitaalosAsesinos.Creoque

entoncesloentenderás.Así que seguí su consejo. Navegué con laGrajilla hacia Tulum, donde había

www.lectulandia.com-Página225

Page 226: 6 ac black flag

descubierto mi sentido y había conocido a Ah Tabai. Allí, dejé a la tripulación abordo y fui a buscar a Ah Tabai, solo para llegar tras un ataque. Entré en lashumeantesruinasdelpueblodelosAsesinosyencontréallítambiénaAdewalé.Allíeradondelereclamaban.

—¡Jesús,Adewalé!¿Quédemonioshapasadoaquí?—Túeresloquehapasado,Edward.Eldañoquecausastehaceseisañosnoha

terminado.Meestremecí.Asíqueeraeso.LosAsesinosseguíansufriendolasrepercusiones

deaquellosmapasquehabíavendidoalosTemplarios.Lemiré.—Noesfácilllamarmeamigo,¿verdad?¿Poresoestásaquí?—Lucharalladodeunhombrequesedejallevartantoporelbeneficiopersonaly

la gloria es difícil, Edward.Y he llegado a la conclusión de que losAsesinos (sucredo)sonunrumbomuchomáshonorable.

Así que era eso. Las palabras deMaryRead yAhTabai no habían servido denada conmigo, pero Adewalé les había prestado atención. Ojalá yo me hubieraesforzadomásporhacerlomismo.

—¿Hesidoinjusto?—preguntó.Neguéconlacabeza.—Duranteañosheidoporahícogiendoloquesemeantojaba,sinimportarmeun

pimiento aquellos a los que hacía daño.Y aquí estoy…, con riqueza y reputación,perosinsentirmemássabioquecuandomefuidecasa.Aunasí,cuandomedoylavueltaparamirarelrumboquehellevado…,nohayningúnhombreniningunamujeralosquehequeridoquesigaamilado.

Hablóunanuevavoz:AhTabai.—Haytiempopararedimirse,capitánKenway.Lemiré.—Mary…Antesdemorirmepidióquehicieraelbienporella.Quearreglarael

líoquehabíaarmado.¿Puedesayudarme?AhTabaiasintiócon lacabeza.Adewaléyélsevolvieronhacia laciudadyyo

caminéjuntoaellos.—Mary te tenía aprecio, Edward —apuntó Ah Tabai—. Veía algo en tu

comportamiento que le hacía tener esperanzas en que algún día lucharías connosotros.—Hizounapausa—.¿Quéopinassobrenuestrocredo?—inquirió.

Ambos sabíamos que hacía seis años—¡Dios, hacía solo un año!—me habríaburlado y habría dicho que era una tontería. Ahora, en cambio, mi respuesta fuediferente.

—Esdifícildecirlo,porquesinadaesverdad,entonces¿porquécreerenalgo?Ysitodoestápermitido…¿Porquénoperseguircualquierdeseo?

—Sí,¿porqué?AhTabaisonriómisteriosamente.

www.lectulandia.com-Página226

Page 227: 6 ac black flag

Lasideaschocabanenmicabezaymicerebrocantabaconnuevasposibilidades.—Puedequeestaideaseasoloelprincipiodelasabiduríaynosuúltimaforma

—dije.—EseesungranpasodelEdwardqueconocíhacemuchosaños—dijoAhTabai,

asintiendoconsatisfacción—.Edward,eresbienvenidoaquí.Seloagradecíypregunté:—¿CómoestáelhijodeAnne?Sacudiólacabezaybajólamirada:eraungestoquelodecíatodo.—Esunamujerfuerte,peronoinvencible.MelaimaginéenlacubiertadelWilliam,llamandocobardesasuscompañerosde

barco.Sedecíaquehabíadisparadoa loshombresmientras seencogíandemiedo,borrachos,bajocubierta.Podíacreérmelo.Podíaimaginarmeloterribleymagníficaquehabíaestadoaqueldía.

Fuihaciadondeestabasentadapara reunirmeconella,con lavistaclavadaporencimadelascopasdelosárboles,enelmar.Seabrazósuspropiaspiernasygirólacarapálidahaciamíconunasonrisa.

—Edward—mesaludó.—Sientotupérdida—dije.Sabíaunpardecosassobreloquesignificabalapérdidayaprendíamáscadadía.—Simehubieraquedadoenlacárcel,selohabríanllevado…—Suspiróalvolver

surostrohacialabrisa—.Yahoraestaríavivo.QuizásestasealamaneraqueDiostienededecirmequenopodíasermadreporlavidaquellevo.Maldiciendo,bebiendoyluchando.

—Eresunaluchadora,sí.Enlacárcel,oíhistoriassobrelasinfamesAnneBonnyyMaryRead,queseenfrentabanjuntasalaarmadadelrey.Solovosotrasdos.

Soltóunacarcajadaqueenparteeraunsuspiro.—Todo es cierto.Y hubiéramos ganado aquel día si Jack y susmuchachos no

hubieranperdidoelconocimientoporlabebida.Ah…Edward…Yanoquedanadie,¿no?Mary.Rackham.Thatch.Ytodoslosdemás.Lesechodemenos,apesardelobrutosqueeran.¿Tepasaatitambién?¿Sientesesevacío?

—Sí—respondí—.¡Quesemelleveeldiablosino!Recordé cuandoMaryme puso lamano en la rodilla y yo le hice lomismo a

Anne.Lamiróallíapoyadaunmomento,alsaberqueeratantounainvitacióncomoun gesto de consuelo. Y entonces colocó su propia mano sobre la mía, apoyó lacabezaenmipechoynosquedamosasíunrato.

Ningunodelosdosdijonada.Nohacíafalta.

www.lectulandia.com-Página227

Page 228: 6 ac black flag

62

Abrilde1721

Habíallegadoelmomentodearreglarlascosas.Eraelmomentodeatarloscabossueltos, de ocuparme de algunos asuntos; había llegado elmomento de vengarme.Rogers,Torres,Roberts…Todosteníanquemorir.

MehallabaenlacubiertadelaGrajillaconAdewaléyAhTabai.—Conozcobastantebienamisobjetivos.Pero¿cómolosencontraré?—Tenemosespíaseinformadoresentodaslasciudades—dijoAhTabai—.Visita

nuestrasoficinasylosAsesinosdeallíteayudarán.—EsosolucionalodeTorresyRogers—ledije—,peroBartholomewRobertsno

estarácercadeningunaciudad.Puedequetardemesesenencontrarle.—Oaños—estuvode acuerdoAhTabai—,pero eresunhombrecon talentoy

cualidades,capitánKenway.Creoqueleencontrarás.Adewalémemiró.—Ysiestásperdido,notemaspedirleayudaatuintendente.Sonrió.Se lo agradecí con un gesto de la cabeza y después continué hacia la toldilla,

dejandoqueAhTabaiyAdewalébajaranporunaescaleradecuerdahaciaelbotederemosquesemecíajuntoanuestrocasco.

—Intendente—dije—,¿cuálesnuestrorumboactual?Ellasediolavuelta,resplandecienteconsutrajedepirata.—Haciaeleste,capitán,siesqueaúnnosdirigimosaKingston.—Asíes,señoritaBonny,asíes.Dalaorden.—¡Levadanclas,desplegadlavelamayor,muchachos!—gritóyresplandecióde

felicidad—.¡NosdirigimosaJamaica!Primero, a porRogers. En la oficina deKingstonme dijeron su paradero; que

asistiría a un acto político en la ciudad aquellamisma noche.Después de eso, susmovimientosnoestabanclaros;teníaqueserestanoche,megustaseono.

Y ¿cómo?Decidí disfrazarmede un diplomático de visita,RuggieroFerraro, yantesdemarcharmecogíunacartaqueguardabaenmitúnicayselaentreguéaljefede la oficina. Era una carta dirigida a Caroline Scott Kenway de Hawkins Lane,Bristol.Enella lepreguntabasiestabaasalvo,siseencontrababien.Eraunacartallenadeesperanzaperocargadadepreocupación.

Más tardeaquellanocheencontréalhombrequebuscaba,RuggieroFerraro.Lematé enseguida, cogí su ropa y junto a los demásme dirigí a la fiesta donde nosrecibieronenelinterior.

ElhechodeestarallímerecordóacuandomehicepasarporDuncanWalpole,cuandovisitéporprimeravezlamansióndeTorres.Aquella intimidación,sentirme

www.lectulandia.com-Página228

Page 229: 6 ac black flag

fuera de lugar, posiblemente sin entender nada, pero persiguiendo cierta idea defortuna,buscandolamaneramásrápidadeconseguirdinerofácil.

Ahoratambiénbuscabaalgo.BuscabaaWoodesRogers.Perolasriquezasyanoeranmiprincipalpreocupación.AhoraeraunAsesino.

—SupongoqueustedeselseñorFerraro—dijounahermosainvitada—.Adorosufruslería.¡Quéeleganciaycolor!

«Gracias,señora,gracias».Lehiceunareverencia, talcomoesperabaquefueracostumbreenItalia.Puedequefuerahermosa,peroyateníasuficientesmujeresenmivida de momento. Caroline me esperaba en casa, por no mencionar ciertos…sentimientoshaciaAnne.

Yentonces,justocuandomedicuentadequegrazieeralaúnicapalabraitalianaquesabía,WoodesRogerssepusoapronunciarsudiscurso.

—¡Damasycaballeros,unbrindispormibreveocupacióncomogobernadordelas Bahamas! Puesto que, bajo mi supervisión, no menos de trescientos piratasdeclaradosaceptaronelindultodelreyyjuraronfidelidadalaCorona.

Surostroadoptóunairedespectivo,amargoysarcástico.—Ysinembargo,debidoatodosmiséxitos,SuMajestadhaconsideradoquelo

másadecuadoesdespedirmeyobligarmearegresaraInglaterra.¡Genial!Fueunfinalmalhumorado, llenoderesentimientoparaundiscurso,ycomoera

deesperar los invitadosnosupieroncómotomárselo.Duranteel tiempoqueestuvoenNasáu había repartido panfletos religiosos para intentar convencer a los alegresbucanerosdeNuevaProvidenciaparaquedejarandebeber tantoyabandonaran lacostumbredefrecuentarprostitutas,asíquetalveznoestabaacostumbradoalalcoholy parecía bambolearse en su propia fiesta, despotricando contra cualquierdesafortunadoqueseencontraraasualrededor.

—¡Hurra,hurraporlosinnobleseignorantesmojigatosquegobiernanelmundoconunpalometidoenelculo!¡Hurra!

Continuóy el siguiente invitadopusounamuecadedolormientras el anfitriónseguíasoltandosusquejas.

—Llevé a esos brutos a Nasáu para que se curasen, por Dios, y así me loagradecen.Increíble.

Le seguí por la sala,manteniéndome fuera de su vista, intercambiando saludosconlosinvitados.Debídehacercientosdereverenciasymurmurargraziecienveces.HastaqueporfinRogers,por lovisto,agotó labuenavoluntaddesusamigosy,aldarotravueltaporelsalón,seencontróconquecadavezhabíamáspersonasqueledaban la espalda. A continuación se tambaleó, aislado en la sala, mirando a sualrededor, y descubrió que sus antiguos amigos estaban entablando conversacionesmás emocionantes. Durante un segundo vi alWoodes Rogers de antes: recobró lacompostura,echóhaciaatrásloshombros,levantólabarbillaydecidiócogerunpocodeaire.Sabíaadóndeiba,probablementeantesqueél,asíquefuefácilsaliralbalcóndelantedeélyesperarleallí.Entonces,cuandollegó,leclavélahojaenelhombroy,

www.lectulandia.com-Página229

Page 230: 6 ac black flag

conunamanosobresubocaparaimpedirquegritara,lebajéhastaelsuelodelbalcónyleapoyéenlabalaustrada.

Todo sucedió demasiado rápido para él. Demasiado rápido para contraatacar.Demasiado rápido para incluso sorprenderse, e intentó fijarse en mí con sus ojosebriosyafligidos.

—Unavezfuistecorsario—ledije—.¿Cómotienestantafaltaderespetoporlosmarinerosquesolointentanabrirsecaminoenestemundo?

Miróhaciadondeestabamihojatodavíaincrustadaensuhombroysucuello.Eralo que le mantenía con vida porque, en cuanto la retirara, se abriría la arteria, elbalcónquedaríainundadodesangreyélestaríamuertoenunminuto.

—Túnopuedesentendermismotivos—respondióconunasonrisasardónica—.Túquehas pasado todaunavidadesmantelando todo lo quehacebrillar a nuestracivilización.

—Síque lo entiendo—insistí—.Hevisto elObservatorio y conozco supoder.Usaríaseseartefactoparaespiar.Vosotros losTemplarios loutilizaríaisparaespiar,chantajearysabotear.

Asintióconlacabeza,peroelmovimientoleprodujodolorylasangreempapósucamisaysuchaqueta.

—Sí,peroseríaporunabuenacausa.Paragarantizarlajusticia.Paraeliminarlasmentirasybuscarlaverdad.

—NoexisteningúnhombreenlaTierraquenecesiteesepoder.—Sinembargo,dejasqueelforajidoRobertslouse…Neguéconlacabezaparasacarledesuerror.—No.Voyarecuperarlo.Ysimedicesdóndeestá,detendréaRoberts.—EnÁfrica—contestóyretirémihoja.La sangre salió a borbotones de su cuello y el cuerpo se hundió contra la

balaustrada,muriendodeformaindecorosa.¡Quédiferenteeraelhombrequehabíaconocidohacía tantosañosen lamansióndeTorres!Unhombreambiciosoconunapretóndemanos tan firme como sudeterminación.Yahora suvida terminabanosoloacausademihoja, sinoenuna fugaetílica,uncúmulodeamarguraysueñosrotos.AunquehabíaexpulsadoalospiratasdeNasáu,nolehabíanotorgadoelapoyoquenecesitabaparaterminarsutrabajo.Losbritánicoslehabíandadolaespalda.Susesperanzasdereconstruirlaislasehabíantruncado.

La sangre estaba formando un charco en la piedra y aparté los pies para nomancharme. Su pecho se movía lentamente. Tenía los ojos entrecerrados y larespiracióncomenzóaserirregularmientraslavidaseleesfumaba.

Entoncesoíungritodetrásymesobresalté.Medilavueltayviaunamujer,cuyaeleganteropacontrastabaconlaexpresióndepánico:conunamanosetapabalabocayabriólosojosdeparenpar,aterrorizada.Seoyóelmurmullodepiescorriendoyaparecieron más figuras en el balcón. Nadie se atrevía a enfrentarse a mí, perotampocoseretiraban.Solomiraban.

www.lectulandia.com-Página230

Page 231: 6 ac black flag

Maldije, me puse en pie y brinqué a la balaustrada. A mi izquierda quedó elbalcónllenodeinvitados.

—Grazie—lesdije,despuésextendílosbrazosysalté.

www.lectulandia.com-Página231

Page 232: 6 ac black flag

63

Febrerode1722

YmedirigíaÁfrica,dondeBlackBart—ahoraelpiratamástemidoeinfamedelCaribe—continuaba eludiendo a los británicos. Sabía cómo lo hacía, desde luego,porqueposeíalacalaveradelObservatorioyestabautilizándolaparaprevercualquiermovimientoensucontra.

Mientras navegaba con la Grajilla para darle caza, Roberts robaba barcosfrancesesy los llevabaa lacostadeSierraLeona.SuRoyalFortunepermanecíaalfrentedelaflotaycontinuabanavegandoalsuroesteporlacostaafricana:asaltando,saqueando y desvalijando a su paso, mejorando constantemente sus naves yconsiguiendomejoresarmas,máspoderyconvirtiéndoseenunhombremástemibledeloqueyaera.

Nos topamos con las espeluznantes pruebas de su campaña de terror en enero,cuandonavegamospor lassecuelasnodeunabatallasinodeunamasacre:Robertscon su Royal Fortune había atacado doce barcos anclados en Ouidah. Todos sehabíanrendidosalvounbarcodeesclavosinglés,elPorcupine,ycuandosenegarona deponer las armas, Roberts se puso tan furioso que ordenó abordar el barco yprenderlefuego.

SushombresinundaronlascubiertasdebreaeincendiaronelPorcupinecon losesclavostodavíaabordo,encadenadosenparejasbajocubierta.Losquesaltaronporlabordaparaescapardelfuegofuerondesmembradosporlostiburonesylosdemássequemaronvivosomurieronahogados.Unamuertehorrible,horrible.

Paracuandollegamos,elmarestabarepletodeescombros.Unrepugnantehumonegroenvolvíatodalazonayardiendoenelocéano,casienlalíneadeflotación,sehallabaelcascocalcinadodelPorcupine.

Indignadosporloquehabíamosvisto,seguimoselrastrodeRobertshaciaelsur,hacia Príncipe, donde había anclado su barco en la bahía y se había llevado a ungrupodehombresatierraparaacamparyrecogerprovisiones.

Esperamos.Entonces,alcaerlanoche,diórdenesalatripulacióndelaGrajillaparaqueesperaraunahoraantesdeatacaralRoyalFortune.Despuéscogíunbotederemosparairalacosta,mepuselacapuchadelatúnicaymedirigíalinterior,guiadoporlosgritosylascancionesqueoíaalolejos.Yentonces,alaproximarme,mellegóelpenetranteolorde lahoguera.Meagachéporallí cercayvi el suave resplandordivididoporlamaleza.

Noestabadehumorparahacerprisionerosyuségranadas.Igualquesucapitánera famoso por decir que no daba cuartel, yo tampoco, ymientras el campamentoestallabaenexplosionesygritos,yseformabaunanubeasfixiantedehumonegro,medirigíalcentroagrandeszancadasconlahojayunapistolapreparadas.

www.lectulandia.com-Página232

Page 233: 6 ac black flag

Labatalla fuebreveporque fui implacable.No importóque algunos estuvierandurmiendo, otros desnudos y la mayoría desarmados. Tal vez los hombres quevertieronbreaenlascubiertasdelPorcupineseencontrabanentre losquemurieronconlapuntademihojaclavada.Esoesperaba.

Roberts no se quedó a luchar.Cogió una antorcha y salió corriendo.Detrás denosotrosseoíanlosgritosdelamatanzaenelcampamento,perodejéasutripulaciónmoribundayfuitrasél,leperseguíporunsenderohastaunatorredevigilanciasobreunpromontorio.

—¡Vaya,mira quiénme persigue ahora!—exclamó—. ¿Es un espectro que havenidoaasustarme?¿O losdemacrados restosdeunhombrequeenviéal infierno,queahoravuelvearrastrándoseparamolestarme?

—No,BlackBartRoberts—lecontestéagritos—.¡Soyyo,EdwardKenway,quehavenidoadetenertuimperiodeterror!

Entrócorriendoen la torredevigilanciay subió.Le seguíy salídevuelta a lanocheenlapartesuperiorparaveraRobertsalbordedeledificio,juntoalprecipicio.Meparé.Sisaltaba,perderíalacalavera.Nopodíapermitirmedejarlesaltar.

Movióelbrazoquesosteníalaantorcha.Estabahaciéndoleseñasaalguien,pero¿aquién?

—Nolucharéteniendotúventaja,muchacho—dijo,respirandocondificultad.Dejólaantorchaenelsuelo.Ibaasaltar.Comencéaavanzarparaintentarcogerleperosehabíaido.Meacerquéalborde

sobremivientreparaasomarmeyviloquemehabíaestadoocultando,loqueBlackBartsabíaqueestabaallí,aloquelehabíaestadohaciendoseñas.

EraelRoyalFortune,ybajoelresplandordesuslámparasviqueRobertshabíacaídoenlacubiertayestabaquitándoseelpolvodeencimamientrasmirabahacialapareddelarocaenlaqueyoestabatumbado.Lerodeabansushombresyalinstanteme aparté puesto que los mosquetes habían empezado a disparar y las balascomenzabanaalcanzarlapiedraamialrededor.

Yentonces,nomuylejos,vilaGrajilla.Justoatiempo.Buenosmuchachos.Cogílaantorchaycomencéahacerlesseñas.EncuantoestuvieronlobastantecercayviaAnnealtimón,conloscabellosondeandoalvientomientrasllevabalaGrajillajuntoalapareddelacantilado,yseacercólosuficiente…

Salté.Ylapersecucióncontinuó.Fuimos detrás de él por unos pasadizos rocosos de la costa al tiempo que

disparábamos nuestros cañones de cureña cuando podíamos. Como respuesta sushombres nos disparaban con mortero y los míos les atacaban con mosquetes ygranadascadavezqueestabanasualcance.

Un«¡Barco a la vista!» alertó de unbuquede guerra británico, el barcodeSuMajestadSwallow,yconhorroradvertíquetambiénibadetrásdeRoberts.Esebuque

www.lectulandia.com-Página233

Page 234: 6 ac black flag

de guerra tan armado y decidido sin duda estaba tan harto de las historias de sushazañascomonosotros.

¿Selo íbamosadejaraellos?No.NopodíapermitirquehundieranelFortune.Roberts llevaba la calavera del Observatorio consigo. No podía arriesgarme a queterminaraenelfondomarinoynovolvieraaversejamás.

—Ahíllevanunartefactoquetenemosquerecuperar—ledijeaAnne—.Tengoqueabordarelbarcoyomismo.

Loscañonesestallaron.Ahoralastresembarcacioneshabíanentradoencombate,laGrajillayelSwallowconunenemigocomúnperosinseraliados.Nosatacabanpor todas partes. Mientras los británicos acribillaban nuestra borda y sacudíannuestrosobenques,lediaAnnelaordendedarseprisa.

Pormiparte,habíadecididonadar.Noesfácilnadardeunbarcoaotro,sobretodosiambosestáninvolucradosen

unabatalla.Peronotodoelmundoposeemideterminación.Teníalaproteccióndelapenumbrademilado,pornomencionarelhechodequelatripulacióndelFortuneyateníabastanteconloquelidiar.Alsubirabordo,meencontréelbarcosumidoenelcaos.Unbarcoporelquepodíapasarprácticamentedesapercibido.

Me llevé unos cuantos por delante en el camino, y le corté el cuello al primeroficialymatéalintendenteantesdeencontraraBlackBart,quesediolavueltaparaenfrentarse a mí con la espada desenvainada. Me asombró y hasta casi encontrégracioso que se hubiera cambiado de ropa. Se había puesto de tiros largos paraencontrarsecon los ingleses:uncalzónyunchalecocarmesí,unsombreroconunaplumaroja,yllevabaunpardepistolasenunasfundasdesedaenloshombros.Loquenohabíacambiadoeranaquellosojossuyos.Unosojososcurosqueseguramenteeranunreflejodelalmaennegrecidaycorroídadesuinterior.

Luchamos, pero no fue una pelea que destacara. Black Bart Roberts era unhombrecruel,unhombreastuto,siesquelasabiduríapodíaexistirenunhombretancarentedehumanidad.Peronoeraunespadachín.

—¡Caramba, Edward Kenway!—exclamó mientras luchábamos—. ¿Cómo noibaaimpresionarmelaatenciónquemehasprestado?

Lenegué lacortesíadeuna respuesta.Seguí luchando implacablemente, segurono de mi destreza—puesto que ese habría sido el Edward Kenway arrogante delpasado—,sinoporquecreíaque saldríavictorioso.Yasí fue.Por fincayóal sueloconmihojaclavada,obligándomeaagacharme.

Sonrióyllevólosdedosadondelahojaestabaclavadaensupecho.—Unavidacortaperofeliz,comoprometí—dijo—.¡Québienmeconozcoamí

mismo! —Sonrió con un poco de suficiencia y clavó los ojos en mí—. ¿Y tú,Edward?¿Hasencontradolapazquebuscabas?

—No apuntaba tan alto—le dije— porque ¿qué es la paz sino una confusiónentredosguerras?

Pareciósorprendidounsegundo,comosinomecreyeracapazmásquedegruñir,

www.lectulandia.com-Página234

Page 235: 6 ac black flag

exigirorouotrajarradecerveza.QuéplacenterofuequeensusúltimosmomentosBartholomewRobertspresenciaraelcambioenmí,quesupieraqueelresponsabledesumuertenoestuvoguiadoporlacodiciasinoporunacausamuchomásnoble.

—Eres un estoico, entonces.—Se rio—. Tal vez te juzgué mal. Puede que lesirvasdealgodespuésdetodo.

—¿Quelesirvadealgo?—repetí,desconcertado—.¿Dequiénhablas?—Oh…Estáalaespera.Sepultada.Esperabaencontrarla,verladenuevo.Abrir

lapuertadeltemployoírlapronunciarminombreunavezmás.Aita…«Galimatías.Másgalimatías».—Hablaclaro,hombre.—Nacídemasiadopronto,comomuchosotrosantes.—¿Dóndeestáelartefacto,Roberts?—lepregunté,cansadoyadesusacertijos

inclusoalfinal.Desuropasacólacalaveraymelaofrecióconlosdedostemblorosos.—Destruyeestecuerpo,Edward—dijomientraslacogíayseapagabasuúltima

chispadevida—.LosTemplarios…Simeatrapan…Ymurió.Notiréelcuerpoporlaborda,encomendándoloalasprofundidades,por

él, ni por la paz de su alma, sino para que los Templarios no lo encontraran.Quienquieraquehubiera sido—o loquehubiera sido—aquelSabio, el lugarmásseguroparasucuerpoeraelfondodelmar.

«Yahora,GranMaestroTorres,voyaporti».

www.lectulandia.com-Página235

Page 236: 6 ac black flag

64

Al llegaraLaHabanaunoscuantosdíasantes,encontré laciudadenestadodealertamáxima.Por lo visto, habían avisado aTorres demi llegada inminente y noquiso correr ningún riesgo: los soldados patrullaban las calles, registraban a losciudadanos y les obligaban a revelar sus rostros, y el mismo Torres se habíaescondido,acompañado,porsupuesto,desufielguardaespaldasElTiburón.

HabíautilizadolacalaveradelObservatorio.BajolaatentamiradadelajefadelaoficinadelosAsesinos,RhonaDinsmore,cogíunvialdelasangredeTorresconunamano y la calavera con la otra. Mientras observaba como lo hacía funcionar, mepregunté qué opinión tendría demí. ¿Me vería como a un loco? ¿Unmago? ¿Unhombrequeusabalacienciaantigua?

—Graciasalasangredelgobernadorvemosatravésdesusojos—ledije.Parecía tan intrigada como escéptica. Y al fin y al cabo, ni siquiera yo estaba

seguro de eso. Lo había visto funcionar en el Observatorio, pero en imágenesinvocadasdentrodelacámaraporRoberts.Ahoraestabaintentandoalgonuevo.

Noteníaporquépreocuparme.Lasangrerojadelvialparecióteñirelinteriordela calavera y las cuencas de los ojos ardieron de color escarlata cuando empezó aresplandecer y a mostrar imágenes en la parte superior de su lustroso cráneo.Estábamosviendoa travésde losojosdel gobernadorLaureanoTorres, que estabamirando…

—Esoes…Esoesjuntoalaiglesia—dijo,atónita.Al cabodeunos instantes salí en subúsqueday seguí aTorreshasta su fuerte,

donde se había preparado la trampa. En algún punto un señuelo había sustituido aTorres.Fueélquiencayóbajomihoja,yallí,esperándometraslosmurosdelfuerte,implacable,silenciosocomosiempre,estabaElTiburón.

«Debistehabermematadocuando tuvisteoportunidad»,pensé.Porque laúltimavez que me había vencido se había enfrentado a un Edward Kenway distinto; lascosas habían cambiado desde entonces—yo había cambiado—y teníamucho quedemostrarle…

Así que, si esperaba ganarme tan fácilmente como lo había hecho antes, iba allevarse una decepción. Avanzó, fintó, cambió de lado, pero yo anticipé elmovimiento,medefendísinproblemas,contraataquéylehiceuncorteenlamejilla.

Nogruñódedolor,nooiríaesodeElTiburón.Peroenaquellosojosturbioshabíaunaligerainsinuación,undiminutoatisbo,dealgoquenohabíavistolaúltimavezquehabíamosluchado.Miedo.

Yaquellomeestimulómásquecualquier tragode licor.Volvíaavanzarcon lahojadestellando.Sevioobligadoaretroceder,defendiéndoseaizquierdayderecha,intentando sin éxito encontrar un punto débil en mi ataque. ¿Dónde estaban susguardias?Noloshabíallamadoalcreerquememataríasindificultad.

Pero qué equivocado estaba, pensé mientras seguía adelante, esquivaba a mi

www.lectulandia.com-Página236

Page 237: 6 ac black flag

izquierda y golpeaba de revés con la hoja, cortándole la túnica y abriéndole unaheridaprofundaenelestómagoquecomenzóachorrearsangre.

Lehizoirmáslento.Ledebilitó.Lepermitíquecaminarahaciadelante,contentoalverquesusestocadascadavezeranmásdesesperadasyalazarmientrasyoseguíaatormentándoleconpequeñosperosangrientosgolpes.Agotándole.

Ahoraeralento,eldolorlehacíadescuidado.Volvíaavanzarconmialfanje,lecortéconlahojaocultaylaretorcíensuestómago.Ungolpemortal,seguro.

Tenía la ropa hecha jirones y manchada de sangre. La sangre de su estómagosalpicóelsueloyelhombresetambaleóporeldoloryelagotamiento;memiróensilencio,perocontodalaangustiadeladerrotaensusojos.

Hasta que al final acabé con él y yació perdiendo las fuerzas, muriendolentamente bajo el despiadado sol de La Habana.Me agaché y llevé la hoja a sugarganta,dispuestoaclavárselabajolabarbillahastaelcerebro.Terminórápido.

—Enciertaocasiónmedisteunaleccióndehumildadquemeayudóamejorar…—ledije—.Mueresabiendoque,apesardenuestrosconflictos,ayudasteaqueunsinvergüenzaseconvirtieraensoldado.

Mihojahizocomounruidodesucciónalacabarconél.—Abandonaestavidaporunapazduradera,abajoentrelosmuertos—ledijeasu

cadáverymemarché.

www.lectulandia.com-Página237

Page 238: 6 ac black flag

65

Torres, desesperado, había huido. Al lanzar los dados por última vez, habíadecididobuscarélsoloelObservatorio.

FuiabuscarleconlaGrajilla,peroelalmasemecaíaalospiesconcadahoraque pasaba sin ver ni rastro de Torres, y conforme pasaban las horas también nosacercábamos más a Tulum. ¿Lo encontraría? ¿Ya sabía dónde estaba? ¿Habíaencontradoaotrapobrealmaquetorturar?¿UnAsesino?

Yentonces llegamosa la costadeTulumyvimoselgaleóndeTorresanclado,acompañadodeotrasembarcacionesmáspequeñasmeciéndosealoslados.Vimoselbrillodeunoscatalejosyordenévirarababor.Alcabodeunosinstantes,aparecieronunoscuadradosnegrosenelcascodelgaleónespañolyelsolsereflejódébilmenteenlostubosdeloscañonesantesdequeseoyeraunruidosordoyunaráfagadefuego,humoybalasquechocaroncontranosotrosycontraelaguaanuestroalrededor.

La batalla en el barco continuaría pero tendría que hacerlo sin su capitán ytambién sin su intendente, ya que insistió en acompañarme. Juntos Anne y yosaltamosporlabordaparasumergirnosenelaguaazulybrillante;nadamoshastalaorillayluegocomenzamosacaminarporunsenderohastaelObservatorio.

Notardamosmuchoentoparnosconlosprimeroscadáveres.Igualqueloshombresenelgaleónluchabanporsusvidascontraelataquedela

Grajilla, loshombresqueacompañabanaTorreshabían tenido tambiénque luchar.Los nativos, los guardianes delObservatorio, les habían tendido una emboscada ymás adelante oímos que seguía el conflicto: emitieron unos gritos desesperadoscuandoloshombresenlaretaguardiadelacolumnaintentaronenvanoahuyentaralosnativos.

—EstatierraestábajolaproteccióndelreyFelipe.¡Decidleavuestroshombresquesedispersenomorid!

Pero serían ellos los que morirían. Al atravesar la maleza a poca distancia deellos,viquesusexpresionesde incomprensiónseapartabandeledificiomonolíticodel Observatorio—¿de dónde ha salido eso?— para examinar la alta hierba a sualrededor.Moriríanasí:aterrorizadosysinentendernada.

EnlaentradadelObservatoriohabíamáscuerpos,perolapuertaestabaabiertayalgunoshombresevidentementehabíanconseguidoentrar.Annemepidióqueentrarayo; ella montaría guardia. Y así, por segunda vez, entré en aquel extraño lugarsagrado,aqueltemploenorme.

Alponerunpieensuinterior,recordélaúltimavezquehabíaestadoallí,cuandoRoberts había matado a sus hombres en vez de dejar que se trastornaran cuandovieran lo que había dentro.Como era de esperar, cuando entré sigilosamente en laenormecámaradelprincipio,unossoldadosespañolesaterrorizadoshuíangritando,con lamiradaperdida, comosi lavidaen susojos sehubiera extinguido.Comosifuerancadáverescorriendo.

www.lectulandia.com-Página238

Page 239: 6 ac black flag

Me ignoraron y les dejé marchar. Bien. Distraerían a los guardianes delObservatorioquehabíafuera.Ycontinuéadelante,subílasescalerasdepiedra,paséporlacámarapuente—mássoldadosaterrorizados—ydespuésmedirigíalasaladecontrolprincipal.

EstabacasiallícuandoelObservatoriocomenzóazumbar.Elmismosonidoquete destrozaba el cráneo y que había oído en mi primera visita. Eché a correr,abriéndomecaminoentremássoldadosdesesperadosquetratabandeescapar,yentréa toda velocidad en la cámara principal: las paredes de piedra comenzaban adesmoronarsemientraselObservatorioparecíasacudirseyvibrarconaquelzumbido.

Torresestabaenelpaneldecontrol elevado, intentandohacerseoírporencimadel estruendo, llamando a los guardias que o bien no estaban ya allí o intentabanescapar,tratandodesortearlaspiedrasquecaíanasualrededor.

—Examinad la zona.Encontrad elmododedetener esta locura—gritó con lasmanosenlosoídos.Sediolavueltay,alverme,sesobresaltó—.Estáaquí.Matadlo—gritó,señalándome,salpicandoconsaliva.

Ensusojoshabíaalgoquejamáscreíquefueracapazdesentir:pánico.—¡Matadlo!Tan solo quedaban dos de sus hombres dispuestos a luchar, valientes pero

insensatos,ymientraslacámarasesacudía,comosiquisierasoltarse,acabéconellosenbreve.AhorasoloquedábamosTorresyyo.

ElGranMaestroTemplarioechóunvistazoalacámara,apartólamiradadeloscadáveresdesushombresyvolvióacentrarseenmí.Elpánicohabíadesaparecido.HabíavueltoelTorresqueyorecordabayensurostronohabíaderrotanimiedo,nisiquieratristezaporsuinminentemuerte.Habíafervor.

—Podríamoshabertrabajadojuntos,Edward—dijoconlasmanosextendidas—.Podríamoshabertomadoestepoderparanosotrosyponerderodillasaesosimperiosmiserables.

Negóconlacabezacomosiestuvierafrustradopormí,comosiyofueraunhijodescarriado.

«No,losiento,amigo,peroyanosoyunhijodescarriado».—Hay tanto potencial en ti, Edward—insistió—, te queda tanto por hacer…

Podríaenseñartecosas.Misteriosmásalládecualquiercosaquepuedasimaginar.No. Él y los suyos no habían hecho nadamás que buscar la restricción demi

libertady terminar con lavidademis amigos.Empezandopor la noche enBristolcuando lanzaron una antorcha ami corral, los suyos nome habían traídomás quedesgracias.

Leclavé lahojaygruñódedolormientras laboca se le llenabade sangrequederramóporloslabios.

—¿Tesientesrealizadoconmiasesinato?—preguntódébilmente.Laverdaderaqueno.—Solohellevadoacabomitrabajo,Torres.Igualquetúhabríashechoconmigo.

www.lectulandia.com-Página239

Page 240: 6 ac black flag

—Comohemoshecho,creo—logródecir—.Yanotienesfamilia,niamigos,nifuturo.Tuspérdidassonmayoresquelasnuestras.

—Puede,peroalmatarteheenmendadomimásgraveerror.—¿Deverdadcreeseso?—Acorralaríais a toda la humanidad en una prisión bien amueblada: segura y

sobria,aunqueaburridísimaydesprovistadealma.Asíquesí,despuésdetodoloquehevistoyaprendidoenestosúltimosaños,locreo.

—Llevasbientusconvicciones—dijo—.Tepegan…Era como estar en trance. El ruido del Observatorio, las piedras cayendo ami

alrededor, los gritos de los soldados que huían… Todo había quedado de fondomientras Torres hablaba y solo fui consciente de ello otra vez cuando su últimoalientomurióenloslabiosysucabezacayósobrelapiedra.Seoyóelsonidodeunabatalla a lo lejos, los soldados eran eliminados sin compasión, antes de queirrumpieran en la cámara Anne, Adewalé y Ah Tabai. Tenían las espadasdesenvainadas,manchadasdesangre.Suspistolashumeaban.

—Torres despertó algo terrible en el Observatorio —le dije a Ah Tabai—.¿Estamosasalvo?

—Creo que sí, en cuanto devolvamos el artefacto —respondió, señalando lacalavera.

Anneestabamirandoasualrededor,boquiabierta.Inclusomediodestrozadaporeldesprendimientoderocas,lacámaratodavíaeraunespectáculo.

—¿Cómollamáisaestesitio?—preguntó,atónita.—LaestupidezdelcapitánKenway—dijoAdewalé,dedicándomeunasonrisa.—Sellaremos este lugar y tiraremos la llave—anuncióAhTabai—.Hasta que

aparezcaotroSabio,estapuertapermanecerácerrada.—Laúltimavezqueestuveaquí,habíaviales—ledije—llenosconlasangrede

hombresantiguos,segúnmedijoRoberts.Peroahorayanohaynada.—Entoncesdebemosrecuperarlos—dijoAhTabaiconunsuspiro—antesdeque

losTemplariosseenterendeesto.Podríasunirteanosotrosenesacausa.«Podría.Podría.Pero…».—Solodespuésdearreglarloquehearruinadoencasa.ElviejoAsesinoasintióconlacabezayentonces,comosisehubieraacordadode

pronto,sacóunacartadesutúnicaymelaentregó.—Llególasemanapasada.Medejaronmientraslaleía.Ycreoquesabeslanoticiaquecontenía,¿verdad,cariño?

www.lectulandia.com-Página240

Page 241: 6 ac black flag

66

Octubrede1722

Teníamosunbuenmotivodecelebraciónyesohicimos.Sinembargo,conaquellanoticia había disminuidomi interés en la embriaguez, así que dejé la euforia a losmiembrosdelatripulacióndelaGrajilla,queencendieronhogueras,asaroncerdosybailaronycantaronhastaquenopudieronmás; luegosedesplomaronydurmieronallímismo,después sepusierondepie, cogieron labotellade licormáspróximaycomenzaronotravez.

YomesentéenlaterrazademicasaconAdewaléyAhTabai.—Caballeros,¿quéosparece?—lespregunté.Leshabíaofrecidomicasacomobase.—Nosvendrábien—dijoAhTabai—,peronuestroobjetivoalargoplazodebe

serdispersarnuestrasoperaciones.Vivirytrabajarentrelaspersonasqueprotegemos,talycomorecomendóunavezAltaïrIbn-La’Ahad.

—Bueno,hastaentonces,esvuestraparaloquecreáisconveniente.—Edward…YamehabíalevantadoparairabuscaraAnne,peromevolvíhaciaAdewalé.—¿Sí?—El capitán Woodes Rogers sobrevivió a sus heridas —me dijo. Maldije al

recordarlainterrupción—.DespuésregresóaInglaterra.Avergonzadoyconunagrandeuda,peronodejadeserunaamenaza.

—Terminaréeltrabajocuandovuelva.Tenéismipalabra.Asintió con la cabeza y nos abrazamos antes de separarnos para reunirme con

Anne.Nos sentamos en silencio unmomento, sonriendo por las canciones, hasta que

dije:—Navegaré a Londres los próximos meses. Me haría ilusión que me

acompañaras.Serio.—Inglaterranoessitioparaunairlandesa.Asentí.Talvezeralomejor.—¿TequedarásconlosAsesinos?—lepregunté.Negóconlacabeza.—No.Noalbergoesetipodeconvicciónenmicorazón.¿Ytú?—Alalarga,sí.Cuandolamentesesereneylasangreseenfríe.Justo entonces oímosun grito a lo lejos, un barco entraba en la ensenada.Nos

miramoselunoalotro,alsaberambosloquesignificabalallegadadeaquelbarco:unanuevavidaparamí,unanuevavidaparaella.Laqueríaamimodoycreoque

www.lectulandia.com-Página241

Page 242: 6 ac black flag

ellatambiénamí,perohabíallegadoelmomentodesepararnosylohicimosconunbeso.

—Eres un buen hombre, Edward —dijo Anne, con los ojos brillantes allevantarme—.Ysi aprendesaestablecerteenun sitiodurantemásdeuna semana,tambiénserásunbuenpadre.

Ladejéymedirigíalaplaya,dondeungranbarcoentrabaenelmuelle.Bajaronla plancha y apareció el capitán, sosteniendo la mano de una niña pequeña, quebrillabamásquelaesperanzacontansolonueveaños.

Ypenséqueeraselvivoretratodetumadre.

www.lectulandia.com-Página242

Page 243: 6 ac black flag

67

Eras una pequeña visión. JenniferKenway, una hija que nunca supe que tenía.Embarcasteenunviaje,encontradelosdeseosdetuabuelo,peroconlabendicióndetuabuela,paraencontrarmeydarmelanoticia.

Miamadaestabamuerta.(¿TepreguntasteporquénollorémientrasestábamosenelmuelledeInagua?Yo

también,Jenny.Yotambién).Y en aquel viaje a casa llegué a conocerte. Aun así había cosas que no podía

contarte, porque todavía tenía mucho por hacer. Antes he hablado de atar cabossueltos,deasuntosdelosquedebíaencargarme.Bien,aúnquedancabosporataryasuntosqueresolver.

LlevéaBristolalatripulaciónindispensable,algunosdemishombresmásleales.NavegamosporelAtlántico,unatravesíadurayagitada,quesehizosoportabletrasunaparadaenlasAzoresparaluegocontinuarelviajealasislasbritánicasyllegaraBristol.A casa, a un lugar que no había visitado desde hacía casi una década.Unlugaralquemehabíanadvertidoquenovolviese.

AlentrarenelcanaldeBristol,labanderanegradelaGrajillasebajó,sedoblóyse guardó con cuidado en un arcón demi camarote.En su lugar izamos la enseñaroja. Al menos bastaría para que nos permitieran desembarcar, y en cuanto lasautoridadesportuariasdescubrieranquelaGrajillanoeraunanavedelamarina,mellevaríanatierrayanclaríanelbarcoaciertadistanciadelacosta.

EntoncesvielmuelledeBristoldespuésdetantotiempoycontuvelarespiración.MehabíaencantadoKingston,LaHabanaysobretodoNasáu,pero,apesardetodoloquehabíasucedido—oalomejorporello—,esteseguíasiendomihogar.

Las cabezas se volvían en mi dirección mientras caminaba a zancadas por elpuerto,unafiguramisteriosa,vestidanocomounpiratasinocomootracosa.Talvezalgunos de losmás viejos se acordabandemí: los comerciantes con los que habíahechonegocioscuandoerauncriadordeovejas,loshombresconlosquebebíaenlastabernascuandoalardeabade irmealmar.Semovían las lenguas, lanoticiacorrió.«Hasta dónde», me pregunté. ¿Llegaría a Matthew Hague y Wilson? ¿A EmmettScott? ¿Sabría que Edward Kenway había regresado, más fuerte y poderoso queantes,yqueteníaasuntospendientes?

Encontréunacasadehuéspedesen laciudadyallípasé lanoche.A lamañanasiguienteconseguíuncaballoensilladoypartíhaciaHatherton,cabalgandohastaquelleguéalaviejagranjademipadre.

Noestoymuysegurodeporquéfuiallí.Creoquesoloqueríaverla.Ydurantealgunosinstantesesofueloquehice.Mequedéjuntoalapuertabajolasombradeunárboly contemplémi antiguohogar.Lahabían restaurado,por supuesto,y solo enpartereconocíalacasaenlaquehabíacrecido.PerounacosaqueestabaigualeraeledificioanexodondehabíaempezadomimatrimonioconCaroline;elcobertizoenel

www.lectulandia.com-Página243

Page 244: 6 ac black flag

queteconcebimos,Jennifer.MemarchéyamediocaminoentreHathertonyBristol,untrayectoqueconocía

muybien,medetuveenunlugarquetambiénconocíabien.LaAuldShillelagh.Atémi caballo fuera, me aseguré de que tuviera agua, y luego entré para encontrarlaexactamenteigualacomolarecordaba:contechosbajosyunaoscuridadqueparecíafiltrarsedelasparedes.Laúltimavezqueestuveallí,habíamatadoaunhombre.Miprimerhombre.Muchosmáshabíancaídobajomihojadesdeentonces.

Ymataríaamásenelfuturo.Detrásdelabarrahabíaunamujerdeunoscincuentaaños,quealzósucansada

cabezaparamirarmemientrasmeacercaba.—Hola,madre—lasaludé.

www.lectulandia.com-Página244

Page 245: 6 ac black flag

68

Me llevó a una mesa apartada, lejos de los ojos fisgones de unos cuantosborrachos.

—Asíqueescierto—dijo.Sus largoscabellos teníancanas.Su rostroestabademacrado, cansado.Solo—

¿solo?—hacía diez años desde la última vez que la había visto, pero era como sihubieseenvejecidoveinte,treintaomás.

«Todoesculpamía».—¿Quéescierto,madre?—lepreguntéconprudencia.—¿Eresunpirata?—No,madre,nosoyunpirata.Yano.Meheunidoaunaorden.—¿Eresunmonje?Leechóunvistazoamitúnica.—No,madre,nosoyunmonje.Esotracosa.Suspiró,sindarmuestrasdeestarimpresionada.Alotroladodelabarra,eldueño

estaba secando unas jarras y nos observaba con ojos de lince. Le reprochaba eltiempo que pasaba fuera de la barra, pero no iba a decirle nada.No con el pirataEdwardKenwayporallí.

—Yhasdecididoregresar,¿no?—dijo—.Oíquehabíasvuelto.Queentrasteayeren el puerto, que bajaste de un reluciente galeón como si fueras un rey. El granEdwardKenway.Esoesloquesiemprehabíasquerido,¿no?

—Madre…—Siempre fuiste detrás de eso, ¿no? Querías marcharte a hacer fortuna,

convertirteenunhombredeprovecho,¿no?Eso incluíahacertepirata,¿eh?—dijocondesprecio.Nocreíhabervistojamásamimadreconesaexpresióndedesdén—.Hastenidosuertedequenotehayancolgado.

«Todavíapuedenhacerlo,simecogen».—Yanoesasí.Hevenidoahacerbienlascosas.Pusounacaracomosihubieraprobadoalgodesagradable.Otraexpresiónqueno

lehabíavistojamás.—Ah,sí,¿ycómopiensashacerlo?Hiceungestoconlamano.—Paraempezar,notienesquetrabajaraquí.—Trabajaré aquí cuandomeplazca, jovencito—replicó—.No creas que vas a

comprarmeconororobado.Unoroqueeradeotragenteantesdequelesobligarasadárteloconlapuntadetuespada.¿Eh?¿Noesasí?

—Noesasí,mamá—susurré,sintiéndomejovenderepente.HabíadejadodeserelpirataEdwardKenway.Noeraasícomohabíaimaginado

quesería.Lágrimas,abrazos,disculpas,promesas.Noasí.Meinclinéhaciadelante.

www.lectulandia.com-Página245

Page 246: 6 ac black flag

—Noquieroqueseaasí,mamá—ledijeenvozbaja.Ellasonrióconsuficiencia.—Esefuesiempretuproblema,¿no,Edward?Nuncaeresfelizconloquetienes.—No…—comencéadecir,exasperado—.Merefieroa…—Yaséaquéterefieres.Terefieresaqueliastelascosasynosdejasteanosotros

elproblema.Ahoravienesaquícontusropaselegantesyunpocodedinero,creyendoquepuedesvolverycomprarme.NoeresmejorqueHagueyScottysusamigotes.

—No,no,esonoesasí.—Heoídodecirquehasllegadoacompañadodeunaniña.¿Estuhija?—Sí.Fruncióloslabiosyasintió,reflejandounpocodecompasiónenlosojos.—FueellalaquetecontólodeCaroline,¿no?Apretélospuños.—Sí.—TedijoqueCarolineteníaviruela,quesupadrelenególamedicinayterminó

consumidaenesacasadeHawkinsLane.Tedijoeso,¿no?—Sí,medijoeso,mamá.Serascólacabezayapartólamirada.—Queríaaesachica.ACaroline.Laqueríadeverdad.Paramífuecomounahija,

hastaquesemarchó.—Melanzóunamiradadereproche.«Esofueculpa tuya»—.Fuial funeral, soloparapresentarmis respetos,mequedéen laentrada,peroScottestabaallíconsusamigotes,MatthewHagueyaquel tipo,Wilson.Meecharondelcementerio.Dijeronquenoerabienvenida.

—Lopagarán,mamá—dijeconlosdientesapretados—.Pagaránportodoloquehanhecho.

Memiróenseguida.—¿Ah,sí?¿Ycómolovanapagar,Edward?Dime.Vasamatarlos,¿no?¿Contu

espada?¿Tuspistolas?Sedicequeloshombresalosquebuscassehanescondido.—Mamá…—¿Acuántoshombreshasmatado,eh?—preguntó.Lamiré.Larespuesta,porsupuesto,era«innumerables».Medicuentadequeestabatemblando.Defuria.—Creesqueesoteconvierteenunhombre,¿no?—dijoysupequesuspalabras

estaban a punto de hacermemás daño que ninguna hoja—. Pero ¿sabes a cuántoshombresmatótupadre,Edward?Aninguno.Niuno.Yéleraeldobledehombrequetú.

Meestremecí.—Noseasasí.Séquepodíahaberhecholascosasdeotramanera.Ojaláhubiera

sidodiferente.Peroahorahevuelto…Hevueltoaarreglarellíoquearmé.Estabanegandoconlacabeza.—No, no, no lo entiendes, Edward. Ya no hay ningún lío. Las cosas deberían

www.lectulandia.com-Página246

Page 247: 6 ac black flag

habersearregladocuandotemarchaste.Teníanquehabersearregladocuandotupadreyyolimpiamosloquequedabadenuestracasayempezamosdenuevo.Aquelloleenvejecióaños,Edward.Años.Ellíoteníaquehabersearregladocuandonadiequeríahacernegociosconnosotros.Norecibimosniunacartatuya.Niunapalabra.Naciótuhija,tupadremurióynosupimosdelgranexplorador.

—Noloentiendes.Meamenazaron.Osamenazaronavosotros.Medijeronquesiregresabaosharíandaño.

—Túhicistemásdañodelqueellospodríanhabernoshecho,hijomío.Yahorahasvenidoaremoverlotodootravez,¿verdad?

—Tengoquehacerbienlascosas.Selevantó.—Noenminombre.Notendrénadaquevercontigo.Alzólavozparadirigirsea todosenla taberna.Solounospocoslaoirían,pero

prontocorreríalanoticia.—¿Lo oís?—dijo en voz alta—. Le repudio. El gran y famoso pirata Edward

Kenwaynotienenadaqueverconmigo.—Conlasmanosplanassobre lamesa,seinclinóhaciadelanteydijo entredientes—:Ahora lárgate,queyanoeresmihijo.Veteantesdeque lesdigaa los soldadosdóndepuedenencontraralpirataEdwardKenway.

Memarchéycuando,decaminoalacasadehuéspedesenBristol,medicuentade que tenía mojadas las mejillas, me permití llorar, agradecido por una cosa.Agradecidoporquenohubieranadieamialrededorquevieramislágrimasnioyeramisgemidosdedolor.

www.lectulandia.com-Página247

Page 248: 6 ac black flag

69

Pues sí, los culpables se habían escondido. Y allí les acompañaban otros esanoche, los Cobleigh entre ellos. Pero no deseaba acabar con todos ellos. No meapetecía eliminar a unos hombres que habían recibido órdenes. Los que meinteresabaneranlosquehabíandadoesasórdenes:Hague,Scotty,porsupuesto,elhombrequemehabíamarcadolacaraconlainsigniadelosTemplarioshacíatantosaños.Wilson.

Unoshombresqueseescondíandemí.Cuyaculpabilidadconfirmabaelhechodequeseescondierandemí.Bien.Queseescondieran.Quetemblarandemiedo.

Sabíanqueibatrasellos.Yasíera, ibaaporellos.Aquellanoche,si todosalíabien,Scott,WilsonyHagueestaríanmuertos.

Perosabíanqueibaaporellosyporesomisinvestigacionestendríanquellevarseacabodeformaunpocomásdiscreta.Cuandodejélacasadehuéspedesalamañanasiguiente,lohicesabiendoqueestababajolamiradadeespíasTemplarios.Memetíenunatabernaqueconocíahacíaaños—mejorquemisperseguidores,sinduda—ydi gracias por tener la suerte de que siguiera teniendo lamisma letrina en la partetrasera.

Contuvelarespiraciónenlapuertaparanoaspirarelhedor,mequitérápidamentela túnica yme puse una ropa que había cogido de laGrajilla, una ropa que habíallevadopuesta hacíamuchas,muchas lunas:mi chaleco largo abotonado, el calzónpor la rodilla, las medias blancas y un tricornio marrón estropeado. Y así vestidoabandonélataberna,saliendoporunacallediferentecomootrapersona.Noeramásqueotrocomerciantedecaminoalmercado.

Allí laencontré,exactamentedondeesperaba,y ledienelcestoque llevabaalbrazoparaquesupieraqueestabadetrásdeella.

—Recibítumensaje—susurré.—Bien—dijoRosesingirar lacabeza, inclinándoseparaexaminarunasflores.

Conunvistazoaizquierdayderechasacóderepenteunpañueloyseloatósobrelacabeza—.Sígame.

AlcabodeuninstanteRoseyyomerodeábamoscercadeunosestablosruinososenunrincóndesiertodelmercado.Mirélaestructuraymesobresaltéalreconocerla.Yo mismo había guardado mi caballo en aquellas cuadras hacía muchos años.Entonceserannuevasyprácticasparaelmercado,perolaexpansióndelospuestoshabía cambiado con el paso de los años, las entradas se habían trasladado y losestabloshabíancaídoendesusoyyasoloservíanparadeambularporallícerca,parallevaracaboreunionesclandestinascomolanuestra.

—HaconocidoalapequeñaJennifer,¿verdad?—preguntó.Se cambió el cesto de brazo. Era una chica joven la primera vez que me la

encontré en la Auld Shillelagh. Diez años más tarde seguía siendo joven, pero lefaltaba aquella chispa, aquella vena rebelde que la había hecho huir. Eran las

www.lectulandia.com-Página248

Page 249: 6 ac black flag

consecuenciasdeunadécadadetrabajomonótono.Pero,como lasbrasasdeun fuegocasiapagado, todavía lequedabaalgode su

antigua naturaleza, porque me había enviado una carta donde me pedía que mereunieraconella;yallíestaba,teníacosasquecontarme.Entreellas,esperabaquemerevelaraelparaderodesuseñorysusamigos.

—Sí—respondí—,heconocidoamihija.Estáasalvoenmibarco.—Tienesusojos.Asentí.—Tienelabellezadesumadre.—Esunaniñapreciosa.Leteníamosmuchocariño.—¿Yobstinada?Rosesonrió.—Oh, sí.Decidióque teníaqueverlecuando la señoraCaroline fallecióel año

pasado.—MesorprendequeEmmettselopermitiera.Roseseriodesatisfacción.—Noselopermitió,señor.Fuelaseñoradelacasaquienloorganizó,ellayla

señoritaJennifer loplanearontodo.Elseñorseenteróundíaenquealdespertar laseñoritaJenniferyanoestaba.Seenfadó.Seenfadómucho,señor.

—¿Huboreuniones?Memiró.—Sí,podríamosllamarlasasí,señor.—¿Quiénfueaverle,Rose?—ElseñorHague…—¿YWilson?Asintióconlacabeza.«Todoslosconspiradores».—Y¿dóndeestánahora?—Noloséexactamente,señor.Suspiré.—Entonces,¿porquémehasinvitadoaveniraquísinotienesnadaquedecirme?Volviósucarahaciamí.—No sé dónde se esconden, señor, pero sí sé dóndeplanea estar esta noche el

señorScott,porquemehapedidoquelelleveropalimpiaasusoficinas.—¿Alalmacén?—Sí,señor.Tienequeirporasuntosdenegocios,señor.Tienepensadoestarallí

personalmenteymehapedidoquevayacuandosehagadenoche.Mequedémirándolaunbuenrato.—¿Porqué,Rose?¿Porquéestásayudándome?Miróaunladoyaotro.—Porqueunavezayudóasalvarmedeundestinopeorquelamuerte.Porquela

www.lectulandia.com-Página249

Page 250: 6 ac black flag

señoraCarolinelequería.Yporque…—¿Qué?—Porque ese hombre se quedó de brazos cruzados mientras moría. No le

consiguió la medicina que necesitaba, ni a ella ni a la señora Scott, que tambiénestabaenferma.Lamadreserecuperó,perolaseñoraKenwayno.

—¿Porquénolesdiolamedicina?—Pororgullo,señor.Fueélquientrajolaviruela,peroserecuperó.Creíaquela

señoraScotty laseñoraKenwaytambiénserecuperarían.Peroempezaronasalirleunasampollasterriblesentodalacara,señor.¡Oh,jamáshavistoalgoparecido…!

Alcéunamano,alnoquereroírmás,aldesearpreservarlaimagenqueteníadeCaroline.

—Hubouna epidemia enLondresy creemosque el señorScott contrajo allí laenfermedad.Hastalafamiliareallatemía.

—¿Túnotecontagiaste?Memiróconculpabilidad.—Nosvacunaronconesacosa.Elmayordomojefeseencargódeelloynoshizo

jurarsilencio.Suspiré.—Bienporél.Puedequeosahorraseungransufrimiento.—Señor.Lamiré.—¿Estanoche,entonces?—Sí,estanoche,señor.

www.lectulandia.com-Página250

Page 251: 6 ac black flag

70

Yteníaqueseresanoche.—¿EsustedEdwardKenway?—mepreguntóladueñadelacasadehuéspedes.SellamabaEdith.Llamóalapuertademihabitaciónysequedóenelumbral,sin

aventurarseairmásallá.Estabapálida,lavozletemblabaysusdedosjugueteabanconeldobladillodeldelantal.

—¿EdwardKenway?—Sonreí—.¡Vaya!¿Porquédicesalgoasí,Edith?Seaclarólagarganta.—Dicen que llegó un hombre en un barco. Un hombre que iba vestido como

usted ahora, señor. Y que ese hombre es EdwardKenway, que una vez consideróBristolsuhogar.

Elcolorhabíavueltoasusmejillasyseruborizóalcontinuarhablando.—HayotrosquedicenqueEdwardKenwayhavueltoacasaparavengarseyque

aquellos a los que guarda rencor se han escondido, pero, al ser unos hombrespoderosos,hanreunidorecursoscontrausted,quierodecir,contraél.

—Entiendo—dijeconprudencia—.¿Yquétipoderecursospuedenseresos?—Una tropa de soldados se dirige aBristol, señor, y se espera que llegue esta

mismanoche.—Ya veo.Y sin duda irán directos a donde esté hospedándose ese tal Edward

Kenway,conlocualEdwardKenwaytendráquedefenderse,yseguramenteseráunabatallasangrienta,conmuchasvidasperdidasymuchosdañoscausados.

Tragósaliva.—Sí,señor.—Bueno,puedesestarsegura,Edith,dequenoocurriránadadesagradableaquí

estanoche.Pues sindudaEdwardKenway seocuparáde ello.Yhasde saberunacosa de él, Edith. Es cierto que antes era un pirata y que participó en cosasdespreciables,peroahorahaescogidouncaminodistinto.Sabequeparaverdiferentesehadepensardiferente.Yhacambiadosumaneradepensar.

Lamujermemiróperpleja.—Muybien,señor.—Yahoradebomarcharme—ledije—.Indudablementenoregresaré.—Muybien,señor.Sobremicamahabíaunfardoconmiscosas,querecogíymeechéalhombro.

Luegomelopensémejorysolomellevéloquenecesitaba:lacalaverayunabolsapequeñacondinero,queabríparadejarunamonedadeoroenlamanodeEdith.

—Oh,señor,estoesmásquegenerosidad.—Hassidomuyamable,Edith—contesté.Seapartóaunlado.—Hayunapuertatrasera,señor—dijo.Fui a una taberna donde sabía que encontraría al timonel de laGrajilla, que

www.lectulandia.com-Página251

Page 252: 6 ac black flag

estabaesperandomisórdenes.—Birtwistle.—Sí,señor.—TraelaGrajillaalpuertoestanoche.Nosmarchamos.—Sí,señor.Y después me dirigí a la zona de almacenes, por callejuelas y tejados,

permaneciendoagachadoyenlassombras.Ypensé:«¡Oh,Mary,ojalápudierasvermeahora!».ElalmacéndeScotteraunodelosmuchoscercadelpuerto,dondelosmástilesde

losbarcosatracadosseveíansobrelostejados.Lamayoríadelosalmacenesestabandesiertos,cerradospor lanoche.Soloel suyo teníaseñalesdevida:unasantorchasencendidasteñíanunapequeñazonadecargaconuntonodenaranjatitilante.Cercahabía unas cajas vacías y junto a la puerta un par de guardias. Almenos no eransoldados—¿habrían llegado ya a la ciudad?—, sino caracortadas de la zona quegolpeaban garrotes en las palmas de susmanos, que probablemente pensaban queaquelerauntrabajofácilyseguramenteesperabantomarunacervezamástarde.

Me quedé enmi sitio, una sombra en la oscuridad, observando la puerta. ¿Yaestaría allí dentro?Todavía estaba considerando enquémomento entrar en acción,cuandollegóRose.Llevabaelmismopañuelodeantesyelcestollenoderopaparasuodiadoamoyseñor,EmmetScott.

Losdosforzudosquevigilabanlapuertalelanzaronunamiradalascivaaldarunpaso al frente para detenerla. Pegado al lateral del almacén adyacente, avancésigilosamenteparaoírquédecían.

—¿EstáaquíelseñorScott?—preguntó.—Ah —dijo uno de los caracortadas con un fuerte acento del suroeste de

Inglaterra, sonriendo burlonamente—. Eso depende de quién lo pregunte, ¿no,querida?

—Letraigoropa.—Debesdeserlacriada,¿no?—Esoes.—Bueno,estáaquí,asíqueserámejorqueentres.Estaba lo bastante cerca para ver que ponía los ojos en blanco mientras se

apartabanparadejarlaentrar.«Bien.AsíqueScottestáahídentro».Enlaoscuridadcomprobéelfuncionamientodemihoja.Nodebíaprecipitarme,

pensé.Nodebíamatarle.Antesdemorir,Scottteníaquehablar.Doblélaesquinadelalmacényvialosdosforzudosatansolounospasosdemí.

Noeramásquecuestióndeesperarelmomentoadecuadopara…Oíungritodentro.Rose.Ydejódesercuestióndeesperarelmomentoindicado.

Habíallegadolahoradeentrarenacción.Salídelaoscuridad,salvéladistanciaqueme separaba de los centinelas, activé la hoja y le corté el cuello al primero antes

www.lectulandia.com-Página252

Page 253: 6 ac black flag

incluso de que el grito de Rose se hubiera apagado. El segundomaldijo e intentógolpearmeconsugarrote,peroleagarrédelbrazoquemovió,lellevécontralapareddelalmacénylematéclavándolelahojaenlaespalda.Sedeslizóporlaparedinclusomientras yome agachaba junto a la portezuela del almacén y levantaba unamanoparaabrirla.

Labaladeunmosquetepasósilbandosobremicabezamientrasentrabarodandoyechabaunvistazorápidoaunalmacénllenodearconesdeté,conunagrúapórticodondeestabanlasoficinasenunextremo.

Enlagrúapórticohabíatresfiguras,unadeellasenelriel,comosiestuvieraapuntodesaltarlosseismetrosquehabíahastaelsuelo.

Fuiaparardetrásdeunmontóndecajas,measoméyretrocedícuandootrabaladio contra la madera que tenía al lado, llenándome de astillas. Pero aquel vistazorápidobastóparaconfirmarque,sí,habíatrespersonasenlagrúapórticosobremí.EstabaWilson,queapuntabaconunapistolaamiescondite.AsuladoestabaEmmettScott, sudandomientras con unos dedos agitados y temblorosos intentaba recargarotrapistolaparapasárselaaWilson.

Y encima de ellos estabaRose, que se tambaleaba de unmodo inseguro en labaranda,aterrorizada.Lesangrabalaboca.Elcastigoporelgritodeadvertencia,sinduda.Tenía lasmanos atadasy le habíanpuestouna soga alrededordel cuello.Loúnicoque impedía que cayera de la horca improvisada eraWilson, que la sosteníaconlaotramano.

Silasoltaba,secaería.—Quédateahí,Kenway—dijoWilsonmientraselpolvoseasentaba—,oserás

responsabledelamuertedelacriada.Mehabíandesarmado.MemataríanyluegocolgaríanaRoseporsutraición.«Nosipuedoevitarlo».Saquélapistolademicinturónycomprobéqueestuvieracargada.—Fuistetúeldeaquellanoche,¿verdad,Wilson?¿Ellíder?¿Eraselquellevaba

capucha?«Teníaquesaberlo.Teníaqueestarseguro».—Sí.Ysilohubierandejadoenmismanos,habríaismuertotodosaquellanoche.Casisonreí.«Perdistetuoportunidad».Arribaenlabaranda,Rosegimoteabaperosecontrolaba.—Tira la hoja oculta, Kenway, no voy a sujetarla eternamente —le advirtió

Wilson.—¿Yquéhaydeti,Emmett?—dije—.¿Estabasallí?—No—replicó,nerviosoyasustado.—Aunquehabríascelebradomimuerte.—Erascomotenerunaespinaclavada,Kenway.—Tuorgullohasidotuperdición,Scott.Tuorgullohasidolaperdicióndetodos

www.lectulandia.com-Página253

Page 254: 6 ac black flag

nosotros.—Nosabesnada.—Séquedejastemoriramiamada.—Yotambiénlaquería.—Noesuntipodeamorqueyoreconozca,Scott.—Noloentenderías.—Entiendo que tu ambición y tus ansias de poder han llevado a la muerte a

muchaspersonasyahoralopagarás.Del interior demi túnica saqué un cuchillo arrojadizo y lo sopesé en lamano.

«Unpocodistintoausarárbolescomoblancoparapracticareltiro».Melevantéymemovípocoapocohaciaelbordedelapila,respirandolentay

profundamente.—¿Preparado?«Preparado».—Vamos,Kenway—dijoWilson—,notenemostodala…Salírodandodemiesconditeatodavelocidadyalcancémiobjetivo,aldisparar

conlapistolayusarelcuchilloarrojadizoalmismotiempo.Alcancémis dos objetivos. Emmett Scott giró con un agujero en la frente, su

pistolacayósobrelostablonesdelpórticomientrasWilsonrespondíaalosdisparosantesdequemicuchilloledieraenelhombro.Retrocediógritandodedolorycayócontra la pared de la oficina con la hoja clavada al tiempo que la sangre salía achorrosmientrasintentabacogersinéxitolasegundapistola.

Subalahabíadadoenelblanco.Notéqueseintroducíaenmihombro,peronoiba a dejar que me derribara. Ni siquiera iba a permitir que aminorara mi ritmo.PorqueWilsonhabíasoltadoaRosey lachicaestabacayendo,con labocaabiertapor un grito que no oí por encima del eco de los disparos y el fuerte dolor enmicabeza.

Cayó.Lacuerda sedesenrollódetrásdeella.Ymevino la imagendel fracaso,una imagen en la que la cuerda se tensaría, tiraría de su cuerpo y el cuello serompería.

«No».Atodavelocidadlediaunacaja,mesubíaellacorriendoypeguéunsalto.Giré,

activé la hoja y, con un grito por el esfuerzo, corté la cuerda, cogí a Rose por lacinturayamboscaímosconunfuertegolpesobreelsuelodepiedradelalmacén.

Perovivos.Arriba oí aWilson quemaldecía. Cogí una segunda pistola del cinturón, miré

entreloshuecosdelostablonesencimademíy,alverquelaluzparpadeaba,disparéunavez.Se oyóotro grito en el pórticoy luegoungolpemientras se dirigía a lasoficinas.

Me obligué a ponerme en pie. El dolor de mi herida era intenso y la antiguaheridadelcostadoempeorótambién,loquemehizorenquearmientrasmedirigíaa

www.lectulandia.com-Página254

Page 255: 6 ac black flag

lasescalerasde lagrúapórticoparaperseguiraWilson.Atravesé laoficina,dondeencontréunapuertatraseraabiertaquellevabaaotrasescaleras,yalfinalcontuvelarespiraciónymeinclinéporlabarandillaparaecharunvistazoalosalmacenes.

Ni rastro. Solo el ruido distante de los barcos parados y el graznido de lasgaviotas.Meconcentréparausarelsentidoyoíalgo.PeronoeraWilson.Loqueoífueelsonidodeunospasosmarchandoalacercarsealazonaportuaria.

«Estabanllegando.Lossoldadosestabanllegando».LancéunamaldiciónyregresécojeandoalinteriorparavercómoestabaRose.Se

pondríabien.VolvíacorrerparaseguirunrastrodesangrequehabíadejadoWilson.

www.lectulandia.com-Página255

Page 256: 6 ac black flag

71

Estabasasalvoenmicamarote.Dormida,segúnmedijeron.Asíqueteperdisteloquesucedióacontinuación.Ydoygraciasporello.

LleguéalpuertoymeencontréconqueWilsonhabíamuertoporelcamino.Sucuerpoestabaalpiedelasescaleras.Sedirigíaaunbarcoquereconocí.Unoquelaúltima vez que lo había visto se llamabaCaroline, pero desde entonces le habíancambiado el nombre en honor de la mujer con la que se había casado MatthewHague.SellamabaCharlotte.

Hagueestabaallí.Unhombrequeaguardabalamuerte,aunqueaúnnolosupiera.En la gris neblina del atardecer distinguí a unas figuras no muy definidas que semovíanporlabordadepopa.Guardias.Peronomeimportaba.Nadaibaaimpedirmequesubieraabordodeesebarco.

SilosguardiashabíanvistouoídolacaídadeWilson,probablementepensaríanque era un borracho. Y si me veían agachado junto a su cuerpo, probablementepensaríanqueyoeraotroborracho.Nolesimportaba.Aúnno.

Conté cuatro mientras corría junto al muro del puerto hasta llegar a donde laGrajillayanoestabaatracada.Entre losdosbarcoshabíaotromáspequeñosujetoconcuerdaquedesenrolléysolté,dándoleunempujónalapopadelaembarcaciónparaquesealejaraantesdesalircorriendohaciamibarco.

—Hanley—dijedirigiéndomeamiintendente.—¿Sí,señor?—Preparaloscañones.Estabasentadoconlospiessobrelamesadenavegaciónylosbajó.—¿Qué?¿Porqué,señor?Ymalditasea,señor,¿quélehapasado?—Mehandisparadounabalademosqueteenelhombro.—¿Encontróaloshombresquebuscaba?—Adosdeellos.—Iréallamaraldoc…—Déjalo,Hanley—gruñí—.Puedeesperar.Mira,hayunanaveanuestroestribor

quesellamaCharlotte.Allíestáeltercerhombrequebusco.Preparadloscañonesdeestribory,simiplanfalla,hacedlavolarporlosaires.

Corrí hacia la puerta del camarote, me detuve y arrugué la cara de dolor alvolvermehaciaél.

—Ah,¿Hanley?—¿Sí,señor?Sehabíalevantadoysurostroreflejabapreocupación.—Serámejorque tambiénprepares loscañonesdepopa.Yasegúratedeque la

tripulaciónestéarmada.Haysoldadosencamino.—¿Señor?Lelancéunamiradadedisculpa.

www.lectulandia.com-Página256

Page 257: 6 ac black flag

—Tú date prisa, Hanley. Si todo sale bien, nos marcharemos de aquí en unosinstantes.

No parecía haberle tranquilizado. De hecho, se le veía más preocupado. Ledediqué lo que esperaba que fuera una sonrisa de seguridad y saqué una cuña dedebajodelapuertadelcamarotealmarcharme.

Elbarcodevelahabíaempezadoaalejarseenelmaraladeriva.Oíungritoenlacubierta delCharlotte cuando lo vieron. La risa. «Idiotas». Lo vieron como unabroma,nounpeligro.Saltéporlaborda,plantélospiesenelsuelodelpuertoycorríunoscuantosmetroshastalapopadelCharlotte.

—SoyWilson—grité enmimejor imitación del sicariomuertomientras subíaporlaescaleradecuerda.

Unrostroaparecióporlabordaparasaludarmeylediunpuñetazo,learrastréporencimadelabarandayletiréalsuelo.Susgritosalertaronaunsegundohombrequeseacercócorriendoaloquesuponíaqueeralaescenadeunaccidente…Hastaquemevioamíylahoja,quebrillóbajolaluzdelalunaantesdepasarladerevésporsugarganta.

Ignoréa losdosúltimoscentinelasycorrípor lacubiertahaciaelcamarotedelcapitán,me asomé por la ventana y tuve el placer de ver aMatthewHague, a unMatthewHaguemayor,queporloqueparecíaestabapreocupado,depiejuntoalamesa,acompañadodesudelineante.

Al echar un vistazo, vi a dos centinelas moviéndose atropelladamente por lacubiertahaciamíyabrílapuertadelcamarote.

—Tú—ledijealdelineante.Haguedejócaerunacopaquesosteníaenlasmanos.Ambosmemirabanconojos

desorbitados.Arriesguéotramiradaaloscentinelas.Maldijeycerrédeunportazoelcamarote,

coloquélacuñaymedilavueltaparaenfrentarmealosdosguardias.«Podríanhaberescapado»,dijeparamisadentrosmientrasmorían.Fuedecisión

suyalucharcontramí.AbaborseabríanlasescotillasdelacubiertadeartilleríadelaGrajillayaparecieronlasbocasdeloscañones.«Buenoschicos».Vihombresenlacubiertablandiendomosquetesyespadas.Alguiengritó:

—¿Necesitaunamano,capitán?No,nohacíafalta.Mevolvíhacialapuertadelcamarote,saquélacuñayabríla

puerta.—Bien, últimaoportunidad—leordené al delineante, queprácticamente seme

echóencima.—Archer—gimióHague, pero ninguno de nosotros estaba escuchando cuando

saquéaArcherdelcamaroteyvolvíacerrarlapuerta,dejandoaHagueaprisionado.—Bájate del barco—le ordené a Archer, que no necesitó más invitaciones y

corrióhacialapopa.Comencé a oír la marcha de los soldados mientras se acercaban al muro del

www.lectulandia.com-Página257

Page 258: 6 ac black flag

puerto.—¡Brea!—lepedíamitripulaciónenlaotracubierta—.¡Traedbarrilesdebreay

daosprisa!MetiraronunbarrildesdelaGrajillaymelancéaporél,loabríyloesparcípor

lapuertahaciaelcamarote.—Por favor…—oíqueHague suplicabadesde el interior.Estabagolpeando la

puertaatrancadaconlacuña—.Porfavor…Perohiceoídossordos.Lamarchaestabamáscercaahora.Cascosdecaballos.El

estruendodelasruedasdeloscarros.Miréhaciaelmurodelpuerto,esperandoverlaparte superior de las bayonetas mientras vaciaba el segundo barril de brea en lacubierta.

¿Seríasuficiente?Esoserviría.Yentonceslosvi.Vilosmosquetesdelossoldadoscuandoaparecieronperfilados

enlapartesuperiordelmurodelpuerto.Eneseinstanteellostambiénmevieronamíycogieronlosmosquetesdeloshombrosparaapuntarme.AmiladolatripulacióndelaGrajillahizolomismomientrasyolevantabaunaantorchaysaltabaalflechaste,trepandohastaunpuntoenquepodíasoltarlaantorcha,saltardelasjarciasyescapardelasllamas.

Silosmosquetesnomealcanzabanantes,claro.Yentoncesseoyólaorden.—¡Altoelfuego!

www.lectulandia.com-Página258

Page 259: 6 ac black flag

72

Laordenveníadeuncarruajequesehabíadetenidoenelpuerto,cuyapuertaseabrióantesinclusodehaberseparado.

Deélsalierondoshombres:unovestidodelacayo,quedispusolosescalonesparaelsegundo,uncaballeroaltoydelgadoquellevabaropaelegante.

Y luego apareció un tercer hombre. Un señor corpulento con una larga pelucablanca,unacamisaconchorreras, calzónyuna finachaquetade satén.Unhombrequeparecíahaberdisfrutadodemuchascomidasensuépocaymásdeunacopadeoportoybrandyparaacompañaresosalmuerzos.

Ellacayoyelhombrealtosequedaronboquiabiertosalserconscientesdetodoslos cañonesque estaban apuntando en sudirección.Por accidenteo a propósito sehabíancolocadoenmedio:lasarmasdelossoldadosaunlado,loscañonesencureñaylosmosquetesdelaGrajillaalotro,yyoenlasjarcias,preparadoparadejarcaerlaantorchaencendidaenlacubiertadeabajo.

El caballero corpulentomovió la boca como si la ejercitara antes de ponerse ahablar.Entrelazólasmanossobreelpecho,semeciósobresustalonesysedirigióamí:

—¿TengoelplacerdedirigirmealcapitánEdwardKenway?—¿Yquiénesusted?—respondí.Mispalabraslesresultarongraciosasalossoldadosenelmurodelpuerto.Elhombregruesosonrió.—Llevafueramuchotiempo,capitánKenway.Estabadeacuerdo.Serelamióloslabiosyformóunasonrisa.—Entonces leperdonopornosaberquiénsoy.Sinembargo,creoqueconocerá

minombre.MellamoWalpole.SirRobertWalpole.SoyelPrimerLorddelTesoro,ministrodeHaciendayLíderdelaCámaradelosComunes.

Yjustoestabapensandoqueerauntítuloimpresionanteyquedebíadeserunodeloshombresmáspoderososdelpaís,cuando…«Walpole.Nopodíaser».

Peroestabaasintiendo.—Sí, capitán Kenway. Duncan Walpole, cuya vida e identidad tomó como

propias,eramiprimo.Sentíquemeponía inclusomás tenso.¿Aquéestaba jugando?¿Yquiénerael

hombrealtoasulado?SemepasóporlacabezaqueteníaciertoparecidoaMatthewHague.¿Eraesesupadre,SirAubreyHague?

Walpolemehizoungestotranquilizadorconlamano.—Estábien.Miprimonosoloestaba involucradoenasuntosde losqueyome

manteníaalmargen,sinoqueeraun traidor.Me temoquese tratabadeunhombreconpocosprincipios.Unhombredispuestoavenderalmejorpostorlossecretosdeaquellosqueconfiabanenél.Meavergonzabaverque llevabaelapellidoWalpole.

www.lectulandia.com-Página259

Page 260: 6 ac black flag

Creoquetalvezustedlehizoamifamiliaunfavorenmuchossentidos.—Yaveo—dije—.¿Yporesoestáaquí?¿Paraagradecermequeasesinaraasu

primo?—Oh,no,nadadeeso.—Entonces ¿a qué debo el placer de su visita? Como puede ver, tengo otros

asuntosqueatender.La antorcha hizo un ruido cuando la moví para causar efecto. En el camarote

cerradodelCharlotte seoyeron losgolpesdeHaguemientras intentabaescapardeallí.Porlodemás,habíaunsilenciotensoentrelossoldadosylosmarinerosquesemirabanentresíporloscañonesdesusarmas,ambosbandosesperandosusórdenes.

—Bueno,capitánKenway,sonprecisamenteesosasuntoslosquenoshantraídoaquí,me temo—respondióWalpole—,puestoquenopuedopermitir que continúeconsuactuallíneadeactuación.Adecirverdad,voyatenerquepedirlequetireesaantorchaalmarybajedeahíahoramismo.Esoo,lamentándolo,tendréquedecirlesamishombresqueledisparen.

Mereíalegremente.—Simedispara,mishombresdevolveránlosdisparos,SirRobert.Metemoque

hasta usted saldrá perjudicado en el tiroteo. Por no mencionar a su amigo… SirAubreyHague,¿no?

—Así es, señor—dijo el hombre alto dando un paso adelante—.He venido apedirclemenciaparamihijo.

Sabíaqueparaélaquelchicohabíasidounadecepción.—Déjemeversusdedos—lepedí.Hague levantó las manos y relució un anillo templario. Se me endureció el

corazón.—Yusted,SirRobert.Continuabaconlasmanosenlazadassobreelestómago.—Veráquenollevoningúnanillo,capitánKenway.—¿Porquéleparecedivertido?Segúnhevisto,losTemplariosdisfrutandecierto

rangoyestatus.¿CómoséquenoestoydirigiéndomeasuGranMaestro?Sonrió.—Porque ningún poder es absoluto, y mi propósito aquí no es actuar como

embajadordeunladouotro.Miintenciónesimpedirunactodebarbarie.Memofé. «¿Barbarie?».No pareciómolestarles cuando incendiaron la casa de

mispadres.¿Dóndeestabaentonces,SirRobertWalpole?¿Bebiendooporto,talvez,con sus amigosTemplarios? ¿Vanagloriándosepor abstenerse de sus planes?Podíapermitírselo,claro.Suriquezaypoderyaestabanasegurados.

EnelcamaroteMatthewHaguelloriqueabaygimoteaba.—Haregresadoaestascostasparavengarse,¿verdad?—dijoWalpole.—Habíapersonasconlasquetengoasuntospendientes,sí.Walpoleasintió.

www.lectulandia.com-Página260

Page 261: 6 ac black flag

—¿WoodesRogersesunodeellos?Soltéunabrevecarcajadadesorpresa.—Sí.Élseríaunodeellos.—¿HabríaalgunadiferenciasiledijeraqueRogersactualmenteestápudriéndose

enlaprisióndelosdeudores?¿Quelasheridasquelecausóhandejadosusaludenunterriblemalestado?¿Quesuordenleharepudiado?Sufuertetemperamento,sucontinuo tráfico de esclavos. Es un hombre destrozado, capitán Kenway. Mepreguntabasipodríaconsiderareseasuntozanjado.

Teníarazón.¿QuémásdañospodíacausarlemihojaaRogersapartedelibrarledesusufrimiento?

—No es lo quemásme preocupa ahoramismo—contesté—. Ese honor se lollevaelhombredeesecamaroteahíabajo.

Walpolesonriócontristeza.—Unchicotontoysuperficial,quesedejainfluenciarporotros.Créamecuando

le digo, capitán Kenway, que los principales malhechores en aquel episodio enparticularyahanmuertoporsuspropiasmanos.TengalacertezadequelavergüenzaqueestásufriendoMatthewescastigosuficienteporsusfechorías.

Respiré hondo. Pensé en mi madre preguntándome cuántas personas habíamatado.Penséen lacrueldaddeBlackBart.PenséenelespíritudeMaryRead,elvalordeAdewaléylagenerosidaddeBarbanegra.

Ypenséenti.PorqueTorressehabíaequivocadoaldecirqueyonoteníaanadie.Síqueteníaaalguien.Teteníaati.Atiquebrillabasdeesperanza.

—Me gustaría hacerle hoy una oferta, capitán Kenway—continuóWalpole—.Unaofertaqueesperoqueencuentrefavorable,queporfin terminarácon todoesteasuntolamentable.

Explicó resumidamente su propuesta. Yo escuché. Y cuando terminó, le di mirespuestaytirélaantorcha.

www.lectulandia.com-Página261

Page 262: 6 ac black flag

73

Pero,porsupuesto,lalancéalmar.Porque había ofrecido el perdón para mis hombres y para mí; cada uno de

aquellosrostrossevolvióparamirarme,expectantes;losrostrosdeunoshombresenbusca y captura que tenían la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva. Nosofrecióatodos,acadaunodeaquellosmarineros,otravida.

Y Walpole había ofrecido mucho más. Una propiedad. La oportunidad deconvertirme en un hombre de provecho con contactos enLondres.Cuando por finbajédelasjarcias, lossoldadoshabíanretiradolosmosquetesyla tripulacióndelaGrajilla sehabía relajado.Después sehabía liberadoaMatthewHague,quecorrióhaciasupadreysedisculpóantemíllorando,mientrasWalpolemecogíadelbrazoyme apartaba a un lado para hablarme de a quiénme presentarían enLondres: a lafamiliaStephenson-Oakley,unabogado,unayudantellamadoBirchquemeayudaríaenmisnuevosnegocios.

Measeguróquemimisericordia se recompensaríagenerosamente.Acambioseencargaría de queme convirtiera en el hombre que siempre había querido ser: unhombredecalidad.

Porsupuesto,desdeentoncesheaumentadomisexpectativas.Peroeldinero,losnegociosyunacasaenLondresseríanunosbuenoscimientossobrelosqueconstruirunanuevavidamásrica.Eranunoscimientosmuybuenos,desdeluego.

Un lugar que podría usar para atender mis otros asuntos. Los asuntos de losAsesinos.

¿Vamos,cariño?¿ZarpamosaLondres?

www.lectulandia.com-Página262

Page 263: 6 ac black flag

Listadepersonajes

Adewalé:antiguoesclavoy,mástarde,intendenteyAsesinoAhTabai:AsesinoBlaney:marineroAnneBonny:camareraenlaOldAveryy,mástarde,pirataCalicóJackRackham:pirataSethCobleigh:hijodeTomCobleighTomCobleigh:padredeSethCobleighAlexanderDolzell:elprimercapitándeEdwardJulienDuCasse:TemplarioElTiburón:verdugoyguardaespaldasdeTorresMatthewHague:pretendientesinéxitodeCarolineScott,hijodeSirAubreyHagueBenjaminHornigold:piratafundadordeNasáuJulian:amigodelosCobleighBernardKenway:padredeEdwardCarolineKenway,desolteraScott:esposadeEdwardEdwardKenway:AsesinoJennifer(Jenny)Kenway:lahijadeEdwardyCarolineLinetteKenway:madredeEdwardJamesKidd:pirataLaurensPrins:esclavistaholandésMaryRead:laverdaderaidentidaddeJamesKidd,AsesinaBartholomewRoberts,tambiénconocidocomoBlackBart:SabioypirataWoodes Rogers: Templario cazador de piratas y, más tarde, gobernador de lasBahamasRose:criadadelosScottEmmettScott:padredeCaroline,comerciantedetéenBristolSeñoraScott:madredeCarolineEdward Thatch, también conocido como Barbanegra: corsario que se volviópirataLaureanoTorres:TemplariogobernadordeLaHabanaCharlesVane:pirataDylanWallace:hombredereclutamientoDuncanWalpole:TemplarioWilson:criadodeMatthewHague

www.lectulandia.com-Página263

Page 264: 6 ac black flag

Agradecimientos

Agradecimientosespecialesa:

YvesGuillemotJulienCuny

AymarAzaiziaJeanGuesdonDarbyMcDevitt

Ytambiéna:

AlainCorreLaurentDetocSébastienPuelGeoffroySardinXavierGuilbertTommyFrançoisCecileRusseilJoshuaMeyer

EldepartamentolegaldeUbisoftChrisMarcus

EtienneAllonierAntoineCeszynskiMaximeDesmettre

TwoDotsJulienDelalandeDamienGuillotinGwennBerhaultAlexClarkeHanaOsman

AndrewHolmesVirginieSergentClémenceDeleuze

www.lectulandia.com-Página264

Page 265: 6 ac black flag

OLIVERBOWDEN. Seudónimo deAntonGill, un escritor e historiador britániconacidoenIllford,Essex(Inglaterra)el22deoctubrede1948.Bajosupropionombre,hapublicadounaseriedenovelasdesuspenseambientadasenelantiguoEgipto,TheEgyptianMysteries.GraduadoenLiteraturaInglesadelClareCollegedeCambridge,hasidounescritorindependientedesde1984,yhasidotraducidoypublicadoentodoel mundo. Ha escrito una gran variedad de libros de historia, y ha trabajadopreviamenteenelteatro,laradioylatelevisión.AntonestácasadoconlaactrizMarjiCampi,ydividesutiempoentreLondresyParís.

www.lectulandia.com-Página265