50-Dime en Qué Piensas Te Dire Que Sientes

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Dime en qué piensas y te diré qué sientes “Aún sin contar a la gente, la población de la Tierra es riquísima: se han registrado dos millones de especies […] Con relación a los microorganismos en concreto, se sospecha que se conoce menos del 1%. Solo en nuestra cavidad bucal habitan unos 100 millones de bacterias. En nuestro colon hay unos 70 billones de bacterias que ayudan en la digestión. Así pues, alrededor del 90% de las células de nuestro cuerpo no son humanas, sino que se trata de microorganismos”. El texto precedente pertenece a una placa informativa de una de las estaciones de la exposición “El Tunel de la Ciencia ”, la que visité hace un par de años. Me llamó mucho la atención el hecho de que transportamos, sin saberlo, tamaña cantidad de microorganismos en nuestro cuerpo. Algunos beneficiosos y otros no tanto. Esto es realmente como descubrir un universo dentro de este “contenedor biológico” que somos. Inmediatamente lo relacioné con un escrito de Depak Choppra que dice –sin citar estudio al respecto- que el ser humano produce alrededor de entre 50.000 y 80.000 pensamientos al día. Es igualmente de impresionante que “transportemos” por día tamaña cantidad de pensamientos, y tal vez, sin detenernos a discernir si son o no beneficiosos para nosotros. ¿Cómo lograr darnos cuenta de cuáles de esos pensamientos nos benefician y cuáles no? Una forma de saberlo es a través de la observación de lo que estos pensamientos producen. Si la mayoría o gran parte del día me encuentro en una emoción que me cierra posibilidades, es muy probable que esta emocionalidad esté siendo producida por dichos pensamientos. La frecuencia de aparición de estos pensamientos puede llegar a transformar una emocionalidad pasajera en

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Emociones, sentimientos, pensamientos... cuál es la relación entre unos y otros? Cómo influyen en nuestras vidas...?

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Dime en qué piensas y te diré qué sientes

“Aún sin contar a la gente, la población de la Tierra es riquísima: se han registrado dos millones de especies […] Con relación a los microorganismos en concreto, se sospecha que se conoce menos del 1%. Solo en nuestra cavidad bucal habitan unos 100 millones de bacterias. En nuestro colon hay unos 70 billones de bacterias que ayudan en la digestión. Así pues, alrededor del 90% de las células de nuestro cuerpo no son humanas, sino que se trata de microorganismos”.

El texto precedente pertenece a una placa informativa de una de las estaciones de la exposición “El Tunel de la Ciencia”, la que visité hace un par de años.

Me llamó mucho la atención el hecho de que transportamos, sin saberlo, tamaña cantidad de microorganismos en nuestro cuerpo. Algunos beneficiosos y otros no tanto. Esto es realmente como descubrir un universo dentro de este “contenedor biológico” que somos. Inmediatamente lo relacioné con un escrito de Depak Choppra que dice –sin citar estudio al respecto- que el ser humano produce alrededor de entre 50.000 y 80.000 pensamientos al día. Es igualmente de impresionante que “transportemos” por día tamaña cantidad de pensamientos, y tal vez, sin detenernos a discernir si son o no beneficiosos para nosotros.

¿Cómo lograr darnos cuenta de cuáles de esos pensamientos nos benefician y cuáles no? Una forma de saberlo es a través de la observación de lo que estos pensamientos producen. Si la mayoría o gran parte del día me encuentro en una emoción que me cierra posibilidades, es muy probable que esta emocionalidad esté siendo producida por dichos pensamientos. La frecuencia de aparición de estos pensamientos puede llegar a transformar una emocionalidad pasajera en un estado de ánimo permanente. Y de este modo se produce un ciclo de reforzamiento, es decir, un pensamiento que cierra posibilidades provoca una emoción de cierre de posibilidades, esta repetición continúa y desemboca en un estado de ánimo de cierre de posibilidades, que da lugar a más pensamientos que cierran posibilidades, y así se vuelve a repetir el ciclo.

De esta forma vemos cómo la emoción y el lenguaje (conversaciones internas en forma de ideas o pensamientos) se influencian mutuamente. Afortunadamente hay, además de estos, un tercer dominio que conforma la coherencia que es cada ser humano: el cuerpo. En este dominio podemos encontrar una salida al ciclo de reforzamiento de los pensamientos y emociones que nos limitan. Simplemente haciendo un cambio en nuestra

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corporalidad podemos modificar nuestra emoción y/o nuestro pensamiento, y con eso modificar el observador que estamos siendo. Si estamos acostados, pararnos; si estamos caminando en forma enérgica, detenernos por un instante o aminorar la marcha; si estamos encorvados, erguir el torso. O simplemente hacer el ejercicio de pasar al plano de lo consciente cada uno de nuestros movimientos o posiciones corporales, registrar cada uno de los músculos tensionados y los que están en reposo. Registrar las molestias o dolores que pueden estar sucediéndose en alguna parte de nuestro organismo. Y si tenemos tiempo disponible, hacer un ejercicio de relajación, masajeando mentalmente cada una de nuestras partes, desde la cabeza a los pies.

Al focalizar nuestra atención en el cuerpo, se genera una conversación interna que refiere a este dominio, y, como biológicamente no podemos mantener 2 conversaciones simultáneas, esta nueva conversación que aparece desplaza a la conversación anterior de cierre de posibilidades, y de esta forma se modifica el estado emocional en el que nos encontramos. Estas modificaciones en el dominio corporal nos ayudarán a modificar nuestra emoción y nuestro lenguaje, para hacer la vida más plena, más armoniosa, más acorde o alineada con nuestra visión de lo que queremos que pase.

La invitación para esta semana, es a observar (con la periodicidad que cada uno le parezca conveniente) cada uno de estos 3 dominios: cuerpo, emoción, pensamiento. Preguntas guía para la reflexión:

* ¿Qué dominio es más fácil de observar? * ¿Qué dominio es más difícil de tener en cuenta?* Si no puedo “parar de pensar” y esto me genera emociones de no posibilidad, ¿qué cambios corporales puedo

ejercitar para cambiar mi emocionalidad?* Si encuentro que el cuerpo constantemente me duele o está tensionado y esto me mantiene en un estado

emocional de cierre de posibilidades ¿qué nuevos pensamientos puedo introducir para generar un estado emocional que me abra posibilidades?

* Si me observo en una emocionalidad de cierre de posibilidades, ¿qué pensamientos estoy produciendo? ¿Qué disposición corporal mantengo recurrentemente?

“No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones.” - Jorge Bucay (1949-?) Escritor y psicoterapeuta argentino.

Hasta nuestro próximo encuentro!Para que disfrutes este viaje EN-TREN-A-TU-VIDA!

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