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1 LOS SENTIDOS Los sentidos son el mecanismo fisiológico de la percepción , y permiten percibir lo que está a nuestro alrededor, así como determinados estados internos del organismo. Aunque tradicionalmente se hablaba de cinco sentidos, hoy en día se distinguen más, si bien los investigadores no se ponen totalmente de acuerdo en cuanto a su número y clasificación.

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LOS SENTIDOS

Los sentidos son el mecanismo fisiológico de la percepción, y permiten percibir lo que está a nuestro alrededor, así como determinados estados internos del organismo. Aunque tradicionalmente se hablaba de cinco sentidos, hoy en día se distinguen más, si bien los investigadores no se ponen totalmente de acuerdo en cuanto a su número y clasificación.

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EL SISTEMA OPTICO OCULAR El ojo humano es un sistema óptico positivo o convergente que forma una imagen invertida del mundo externo sobre la capa sensible de la retina, situada al fondo del globo ocular. Este capítulo es un resumen general de la estructura óptica y formación de la imagen por el sistema óptico del ojo humano. Se estudian las propiedades básicas del ojo como formador de imágenes. En primer lugar se especifican las características de los componentes del sistema óptico ocular de forma secuencial y después del sistema en su totalidad, describiendo algunos modelos que esquematizan la complejidad óptica del ojo humano y que facilitan los cálculos. A continuación se explica la formación de la imagen asumiendo que los rayos formadores de la imagen se comportan como rayos paraxiales. Finalmente, se describe como, debido a la coordinación que existe entre los diferentes componentes de la refracción ocular, el ojo en la mayoría de los casos alcanza la emetropía.

EL SISTEMA OPTICO OCULAR

La cornea es transparente y aproximadamente esférica con un radio de curvatura de aproximadamente 8 mm. La esclera es un tejido fibroso denso, blanco y opaco que tiene una función principalmente protectora y es casi esférica con un radio de curvatura aproximado de 12 a 13 mm.

Sección horizontal del ojo derecho visto desde arriba. Los puntos cardinales (F, F, H, H, N y N) son los correspondientes al ojo relajado.

La capa media del ojo es la úvea en la que se diferencian el iris en la parte anterior, la coroides en la parte posterior, y el cuerpo ciliar en la parte intermedia. El iris tiene una importante función óptica al regular el tamaño de su apertura, el cuerpo ciliar es importante para el proceso de la acomodación, y tanto el cuerpo ciliar como la coroides intervienen en importantes procesos vegetativos.

La capa más interna del ojo es la retina, que es una extensión del sistema nervioso central y está conectada con el cerebro por el nervio pico.

El interior del ojo está dividido en tres compartimentos:

1- La cámara anterior, entre la córnea y el iris, que contiene el humor acuoso óptica Fisiológica

2- La cámara posterior, entre el iris, el cuerpo ciliar y el cristalino, que contiene el humor acuoso.

3- La cámara vítrea, entre el cristalino y la retina, que contiene una masa gelatinosa transparente e incolora llamada humor vítreo o cuerpo vítreo.

Además, es de señalar que el ojo rota en su cavidad orbitaria gracias a la acción de seis músculos extrínsecos.

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ESTRUCTURA PTICA Y FORMACION DE LA IMAGEN

En el ojo los principios de formación de la imagen son los mismos que los de un sistema óptico convencional. La luz entra en el ojo a través de la córnea, para ser enfocada en la retina después de la refracción en la córnea, el elemento refractivo de mayor potencia, y la lente del cristalino. La luz se refracta de forma muy acentuada en la superficie corneal anterior debido a que la parte esférica central tiene una curvatura muy acentuada y a que existe una gran diferencia entre los índices de refracción del aire (1) y de la córnea (1,376). Sin embargo, la refracción en la cara posterior de la córnea es muy poco significativa debido a que el índice refractivo de la sustancia corneal es prácticamente igual al del humor acuoso. A continuación, la luz se vuelve a refractar otra vez cuando alcanza la cara anterior y posterior del cristalino. En este caso, el índice de refracción de la sustancia del cristalino es significativamente más alto que el de los humores acuoso y vítreo, pero las diferencias en las interfaces no son tan acusadas como la existente entre la córnea y el aire y por lo tanto la potencia refractiva es menor. Se deduce que la mayor parte de la refracción ocular tiene lugar en la superficie anterior de la córnea, cuyo poder refractivo (unas 40-45 D) es más del doble del que posee el cristalino (alrededor de 20 D). Sin embargo, una característica muy importante del cristalino es que su potencia puede cambiar cuando el ojo necesita acomodar a diferentes distancias. Este proceso se llama acomodación y se debe a una alteración en la forma de la lente.

El diámetro del haz de luz incidente se controla mediante el iris, que forma el diafragma del ojo. La abertura en el iris se llama pupila. Como ocurren todos los sistemas ópticos, el diafragma es un componente muy importante del sistema que afecta a un amplio rango de procesos ópticos.

ENFERMEDADES DEL SISTEMA ÓPTICO MÁS COMUNES.

Los ojos, la igual que el resto de partes del cuerpo, pueden sufrir enfermedades que afecten a su desarrollo y correcto funcionamiento. Las principales enfermedades de los ojos podemos agruparlas en las siguientes:

- Astigmatismo. Es un problema con el enfoque de los objetos, ya que la parte afectada del ojo es la córnea.- Cataratas. Muy frecuente en las personas mayores. Se trata de una opacidad que se forma en el cristalino. Puede aparecer por causa de la diabetes.- Conjuntivitis. Es una inflamación del ojo, que se vuelve de color rojizo y se tiene picor.- Miopía. Muchas personas sufren miopía, es decir, la dificultad para ver de lejos.- Glaucoma. Esta enfermedad del ojo se caracteriza por la acumulación del líquido en el ojo. Puede ser un problema grave que si no se soluciona a tiempo, puede llegar a perderse la visión.- Estrabismo. Corresponde a la desviación de un ojo con respecto al otro.- Daltonismo. Se trata de confundir colores, es decir, no ser capaz de distinguir dos colores.- Ceguera. Es la dificultad o la imposibilidad de ver.- Hipermetropía. Este es un defecto del ojo que hace que las imágenes se proyectan por encima de la retina haciendo que se transmitan de forma borrosa.- Presbicia. Es la dificultad para leer de cerca, debido a la pérdida de elasticidad del cristalino del ojo. Es la llamada vista cansada y es una de las enfermedades de ojos más comunes, que puede darse por el uso del ordenador.- Retinopatía. Se corresponde con una gradación de los capilares de la retina, con la consiguiente pérdida de líquido; como consecuencia, se nubla la vista.- Uveítis. Inflamación de la parte intermedia o del interior del ojo.- Desprendimiento de la retina. Es la separación entre dos capas de la retina

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EL TACTO

Introducción:

A través del sentido del tacto el hombre, como cualquier otro animal, percibe su propio cuerpo y descubre y mide el medio en el que se halla. Este sentido es principalmente cutáneo, en la piel existen distintos tipos de receptores que responden a estímulos específicos:

Los corpúsculos de P aci n i para la presión, responden a las vibraciones de alta frecuencia.

Los corpúsculos de M eiss n er para el tacto, a la vibración de baja frecuencia (se utilizan en el reconocimiento de superficies).

Los corpúsculos de R u ff i n i para el calor.

Los discos de Kr a u se para el frío.

Los diversos receptores han sido llamados por el nombre de sus descubridores:

La sensibilidad al tacto varía en las diferentes regiones corporales debido a que el número de receptores inmersos en la piel es diferente de unas zonas a otras. La nariz, los labios y las puntas de los dedos están muy poblados de receptores cutáneos, mientras que la espalda, el dorso de la mano, la pantorrilla, el brazo, etc., presentan una densidad menor.

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Distinguiremos dos estímulos como diferentes cuando se activen diferentes poblaciones de neuronas. Si solo se activa un receptor no distinguiremos mas que un estimulo.Los receptores necesitan de una intensidad mínima en un estimulo para que sean percibidos,así, si el estimulo no llega a esta intensidad mínima el receptor no lo captará. Al estimulo mínimo que se tiene que rebasar para que un receptor lo perciba se le denomina “umbral”. Si no se rebasa, el estimulo no ocasiona impulso nervioso.

Si se aplica un estimulo sobre un receptor este responde inicialmente de forma intensa, sin embargo si se mantiene por un tiempo este estimulo disminuye progresivamente su respuesta hasta llegar a anularse. A este fenómeno se le conoce como adaptación.

EL EQUILIBRIO

Los oídos no sólo oyen. También te ayudan a mantener el equilibrio. En el oído interno, encima de la cóclea, se encuentra el órgano o aparato vestibular, sede principal del equilibrio. Hay tres pequeños conductos enrollados en espiral denominados canales semicirculares. Al igual que la cóclea, están llenos de un líquido bilioso y contienen en su interior miles de pelitos microscópicos, son cilios sensoriales enormemente sensibles. Cuando mueves la cabeza, el líquido que hay en el interior de los canales semicirculares también se mueve. El líquido desplaza los pelitos, que transmiten señales nerviosas al cerebro sobre la posición de la cabeza. Y, en menos de un segundo, el cerebro envía información a los músculos adecuados para que puedas mantener el equilibrio.A veces el líquido que tienes dentro de los canales semicirculares se sigue moviendo cuando tú ya has dejado de moverte, por la inercia. Para entender esto, llena una taza de agua hasta la mitad. Seguidamente mueve la taza describiendo un movimiento circular y después detente. ¿Verdad que el agua sigue girando incluso después de que dejes de mover la taza? Eso es lo que ocurre en tus canales semicirculares cuando das vueltas sobre ti mismo o te subes a la noria en un parque de atracciones.Cuando dejas de dar vueltas o te bajas de la noria, el fluido que tienes dentro de los canales semicirculares se sigue moviendo. Y los pelitos que hay dentro de los canales siguen percibiendo el movimiento a pesar de que tú estás quieto. Por eso es posible que te marees y/o pierdas el equilibrio - tu cerebro está recibiendo dos mensajes contradictorios y está confundido sobre cuál es la posición de tu cabeza. En cuanto el líquido que tienes dentro de los canales semicirculares deje de moverse, tu cerebro recibirá la información adecuada, de modo que recuperarás el equilibrio y desparecerá el mareo.

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El equilibrio humano

Audición

El órgano de la audición y del equilibrio se encuentran situados en el oído interno. Cada uno de

ellos está diseñado para recibir una información diferente.

Las ondas sonoras que constituyen el estímulo auditivo se producen por incrementos y

decrementos de ondas de presión mecánicas transmitidas en un medio material elástico como

el aire o el agua. Están compuestas por un conjunto de ondas sinusoidales (o tonos puros) que

se caracterizan por su longitud de onda, amplitud, frecuencia y velocidad. La longitud de onda

es la distancia entre dos puntos de igual presión, la amplitud corresponde a la desviación

máxima de la presión sonora en reposo, normalmente se utiliza el término nivel de presión del

sonido o intensidad sonora, que es una medida de la energía que transporta la onda se mide

en una escala relativa logarítmica en belios (B) o decibelios (dB). La frecuencia sonora

corresponde al número de ondas o ciclos en la unidad de tiempo y se mide en ciclos pos

segundo (cps) o hertzios (Hz), siendo el oído humano sensible a un rango de frecuencias de

entre 20 y 20.000 Hz.Aunque la sensibilidad varía para cada frecuencia, en el hombre la mayor

sensibilidad se da en el rango de frecuencias de la voz humana (entre 1.000 y 4.000 Hz) para

las que el umbral de intensidad es 0 dB. El habla normal tiene una intensidad de unos 60 dB.

La sensibilidad del oído también se afecta por el enmascaramiento del sonido pues, en

presencia de un ruido de fondo (que enmascara), el número de receptores disponibles se

reduce.

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Estructura funcional del oído

El oído se divide en tres partes:

1. Oído externo. Está formado por el pabellón auricular y el conducto auditivo externo. El

pabellón funciona como una superficie de captación de las ondas sonoras, ayudando a localizar

el origen del sonido. El conducto auditivo externo, transmite las ondas sonoras hacia el

tímpano, membrana de forma cónica que es el límite entre el oído externo y el medio. Además,

funciona también como un resonador dentro de las frecuencias de 3-4 KHz que corresponden a

la región de máxima sensibilidad auditiva.

2. Oído medio. Está formado por una cadena de tres huesecillos que funcionan como un

sistema de palancas para transmitir la energía de la onda sonora desde el tímpano hasta la

cóclea. Las funciones que se desarrollan en esta sección son:

a) Adaptador de impedancia. La impedancia es una medida de la dificultad al paso de las

ondas sonoras y depende directamente de la densidad del medio así la transmisión de

sonido de aire a líquido es muy ineficaz. Así, si se compara la impedancia a nivel del aire

es con la que hay a nivel de líquido, la relación es 1:30, es decir es 30 veces superior en el

líquido. La estructura del oído medio permite salvar esta diferencia y realizar una

transmisión que garantice que la onda no se agote en su recorrido y pase al siguiente

elemento con suficiente intensidad. Las estructura que sirve para tal fin es la relación de

áreas entre la membrana timpánica y la membrana de la ventana oval que conecta con la

cóclea, dicha relación es precisamente 30:1, justo la inversa a la relación de impedancias.

b) Amplificador. El oído medio permite un incremento de la energía de la onda sonora,

obtenida mediante la proporción de superficies de las membranas descritas anteriormente;

y, por otro lado, la cadena de huesecillos que une ambas membranas y actúa como una

palanca mecánica multiplicando x2 ó x3 la energía de la onda sonora.

c) Regulación de la intensidad de la onda sonora. La cadena de huesecillos está fijada a

las paredes de la caja del tímpano mediante unos músculos. Cuando se produce la llegada

de sonidos fuertes se desarrolla el denominado reflejo timpánico, mediante este

mecanismo se modifica el grado de contracción de los mismos eliminando tensión sobre

las membranas y disminuyendo la transmisión de la onda sonora. Es un sistema de

protección, para impedir el posible daño que pudiera producirse sobre las membranas ante

una vibración excesivamente fuerte. Las ondas sonoras en condiciones fisiológicas

normales llegan hasta la membrana de la ventana oval a través de la cadena de

huesecillos; este tipo de conducción del sonido se denomina conducción osicular. La

ausencia de la cadena de huesecillos, o vaciado del oído medio, puede hacer que las

ondas sonoras lleguen a la membrana oval por el aire contenido en la caja del tímpano,

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este tipo de conducción se denomina conducción aérea. Por último las ondas sonoras

pueden hacer vibrar la membrana oval debido a la vibración de los huesos del cráneo

denominándose a este tipo conducción ósea.

3. Oído interno. Alojado en el peñasco del temporal presenta una estructura de conductos

bastante compleja, de ahí que también reciba el nombre de laberinto. Está formado por el

laberinto óseo y en su interior el membranoso. Tiene dos regiones:

El vestíbulo y los canales semicirculares que constituyen el órgano del equilibrio.

La cóclea o caracol, que es un tubo enrollado de unos 3,5 cm que da dos vueltas y ¾ sobre

su eje donde se localizan los receptores auditivos.

La cóclea o caracol se divide mediante dos membranas en tres canales o rampas. La

membrana de Reissner separa la rampa vestibular de la media, y la membrana basilar separa

la rampa media de la timpánica. La rampa vestibular y la timpánica están llenos de un líquido

de composición similar al líquido intersticial denominado perilinfa y la rampa media o conducto

coclear está lleno de un líquido de composición similar al intracelular y que se llama endolinfa.

La rampa vestibular y la timpánica se continúan en el extremo del caracol a través del

helicotrema y cada una de ellas en su origen o base tienen una membrana, la rampa vestibular

la membrana de la ventana oval y la rampa timpánica la membrana de la ventana redonda que

comunica con el oído medio. Los receptores sensoriales se encuentran agrupados en el órgano

de Corti, situado a lo largo de toda la rampa media sobre la membrana basilar. Contiene

diversos tipos de células, entre ellas dos tipos de células ciliadas (células receptoras). Las

células ciliadas forman cuatro hileras, tres externas y una interna. Los cilios (30-150) se

proyectan dentro de la endolinfa y están cubiertos por una membrana gelatinosa llamada

membrana tectorial. En la base de las células ciliadas se encuentran células de sostén.

1. Tono o altura del sonido. Es decir, la capacidad de diferenciar la frecuencia del sonido. La

deformación de la membrana basilar tiene una amplitud máxima en zonas diferentes

dependiendo de la frecuencia de la onda sonora. Como la membrana basilar es más ancha y

menos rígida en el vértice que en la base del conducto coclear, los sonidos de alta frecuencia,

o tonos agudos, dan el máximo de desplazamiento en la base de la cóclea, mientras que los de

baja frecuencia, o graves, dan el máximo cerca del vértice de la cóclea. Por lo tanto las células

sensoriales que son preferentemente estimuladas se localizan en regiones diferentes

atendiendo al tono del sonido. Las distintas señales procedentes de las diferentes porciones de

la cóclea ascienden de forma ordenada hacia la corteza auditiva, lo que significa que, en estas

vías hay una organización de las fibras en función de su origen o lo que es lo mismo en función

de las frecuencias. Esta organización por tonos, es similar a la observada en la sensibilidad

somatoestésica y, recibe el nombre de organización tonotópica.

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2. Intensidad del sonido. Viene dada por la frecuencia de potenciales de acción en las fibras

sensoriales y permite diferenciar sonidos fuertes de débiles.

3. Localización del sonido. El origen del sonido con respecto a nuestro cuerpo es posible

conocerlo por la forma con que se procesa la información procedente de cada oído. Si la fuente

del sonido está más próxima a un oído que a otro, existirá un retraso sonoro, entre la llegada

del estímulo a cada oído. Esta diferencia temporal en el procesado de la información permite

determinar la localización. Otro parámetro que es utilizado con el mismo fin, es la diferencia en

la intensidad sonora. El sonido más próximo a un oído que a otro llegará con un valor de

intensidad superior, ya que en la transmisión hasta el segundo consume parte de su energía y

por lo tanto llega con menor intensidad. Las fibras aferentes primarias forman parte del nervio

estato-acústico (o vestíbulo-coclear, u VIII par craneal). Penetran en el encéfalo y la primera

sinapsis se realiza a nivel de la parte superior del bulbo, en los núcleos cocleares, dorsales y

ventrales; conservando su organización tonotópica, que se va a mantener en todos los núcleos

de relevo y en la corteza auditiva. Las fibras secundarias continúan ascendiendo una parte de

ellas ipsilateralmente, y la mayor parte sufren decusación ascendiendo contralateralmente. La

segunda sinapsis se produce en los núcleos del complejo olivar superior que recibe información

de los dos oídos y está implicado en la localización del sonido. Las fibras terciarias ascienden

hasta los tubérculos cuadrigéminos formando parte del lemnisco lateral. Las fibras cuaternarias

llegan al cuerpo geniculado del tálamo y las fibras quintas forman la radiación acústica que

alcanza la corteza auditiva primaria situada en la porción superior del lóbulo temporal y las

áreas secundarias de la audición, que están adyacentes a la primaria. Estos centros son

responsables del análisis de los sonidos complejos; albergan la memoria inmediata para la

comparación de los tonos y son responsables de la escucha intencionada o atenta.

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Sentido químicos

Los sentidos químicos, el gusto y el olfato, se encuentran entre las respuestas más elementales

del ser vivo a su entorno. Los receptores del gusto y del olfato son quimioreceptores, se activan

ante estímulos de naturaleza química. Los receptores del gusto son receptores secundarios,

mientras que los del olfato son las neuronas aferentes primarias modificadas. La diferencia

entre ambos respecto al estímulo radica en que los quimiorreceptores gustativos detectan

moléculas que están en solución, y los olfativos, moléculas que además de ser solubles han de

ser también volátiles.

SENTIDO DEL GUSTO

 Sensibilidad gustativa

En la mucosa lingual se encuentran pequeñas proyecciones denominadas papilas gustativas,

en ellas se alojan los botones gustativos (10.000). Los botones se localizan en las papilas de la

lengua, en la mucosa del paladar blando incluyendo la úvula, en la epiglotis, la faringe y el

primer tercio del esófago. Los botones están formados por células de sostén y células

sensoriales (50/botón), estas células derivan de células epiteliales y se renuevan cada 10 días.

Las células receptoras envían prolongaciones en forma de microvellosidades por su extremo

apical y a través de una pequeña apertura, el poro gustativo, quedan expuestas a los estímulos

químicos. En la cara basal o polo opuesto las células receptoras hacen sinapsis con fibras

aferentes. Existen clásicamente cuatro sabores primarios: dulce, salado, ácido y amargo, y

también se ha incorporado un quinto conocido con el nombre de umami, correspondiente al

glutamato y aspartato sódico utilizados ampliamente en la comida oriental. El sabor dulce

corresponde a moléculas de naturaleza glucídica y a otras como algunos aminoácidos, alanina,

glicina, o incluso ciertas proteínas. El sabor ácido se debe a la concentración de H+, pero con

el mismo pH no todos los ácidos proporcionan la misma sensación. El sabor salado está

causado normalmente por cationes como el Na+ o el Li+, pero la presencia de diferentes

aniones (Cl– , SO42–, NO3

–) modifica la cualidad del sabor. El sabor amargo está causado por

compuestos orgánicos muy diferentes, quinina, cafeína, nicotina, morfina, etc. Normalmente el

sabor dulce es considerado agradable porque suele corresponder a sustancias nutritivas, los

otros sabores son considerados agradables siempre que sea en baja concentración. La

complejidad del sabor de los alimentos es debida a la mezcla de las diferentes modalidades

gustativas y añadidamente a la información olfatoria. El reconocimiento de un sabor

determinado depende de la actividad de una población de células gustativas. La transducción

de la señal varía de acuerdo con las cuatro modalidades de gustos:

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Estímulo ácido. El sabor ácido se debe a los iones H+. Estos bloquean los canales de K+

localizados en la membrana produciéndose su despolarización.

Estímulo salado. La mayor parte de la sal proporciona una elevada concentración de iones

Na+ en el espacio extracelular, dichos iones entran a favor de gradiente a través de

canales pasivos, provocando una despolarización.

Estímulo amargo. Existen proteínas receptoras para sustancias amargas. Da lugar a una

activación de la fosfolipasa C, que aumenta la concentración de insitol trifosfato y éste

libera Ca++ de los depósitos intracelulares produciendo la despolarización.

Estímulo dulce. Las sustancias dulces son un grupo variado al que pertenecen no sólo el

grupo de biomoleculas glucídicas. Interaccionan con receptores específicos acoplados a

una proteína G, que activa la adenilcilasa y aumenta la concentración de AMPc. Este

incremento conduce a la activación de una proteinquinasa y a la fosforilación y bloqueo de

los canales de K+ despolarizando la célula. 

Los potenciales de acción desencadenados por un estímulo gustativo se transmiten a los

nervios gustativos a través de sinapsis. A la hora de determinar si un sabor es agradable o

desagradable no sólo interviene el tipo de estímulo sino que la concentración del estímulo

también participa en la sensación. Su función es la protección, con el objeto de no introducir en

el organismo sustancias lesivas. La mayor parte de las sustancias tóxicas presentan un sabor

amargo que da lugar a su rechazo con lo que son suficientes concentraciones muy bajas para

detectar dicho sabor (4 mg/litro); en cambio, otras sustancias menos peligrosas requieren

concentraciones mucho más altas para hacer una identificación del sabor (ej.: salado presenta

un umbral de 1.000 mg/litro). Las fibras aferentes gustativas inervan de forma muy ramificada

los botones gustativos. Estas fibras penetran en el encéfalo a través de los pares craneales VII,

IX y X (facial, glosofaríngeo y vago). A nivel del bulbo establecen la primera sinapsis en una

parte del núcleo del tracto solitario denominada núcleo gustativo, las fibras secundarias realizan

la segunda sinapsis en núcleo ventral posteromedial del tálamo, y las terciarias alcanzan la

corteza sensorial gustativa, localizada en la posición inferior del lóbulo parietal, al lado de la

información somato sensorial de la lengua.

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SENTIDO DEL OLFATO

Sensibilidad olfatoria

 El sentido del olfato no está muy desarrollado en el ser humano. Se trata de un sentido que es

relevante en otros animales, pero que en la evolución de la especie humana ha quedado

relegado a favor de otras modalidades sensoriales. El epitelio olfatorio es una pequeña zona de

2,5 cm2, en el techo de las fosas nasales, bajo la lámina cribosa del etmoides. El aire al

penetrar en la cavidad nasal, debido a lo tortuoso de sus paredes, desarrolla una serie de

turbulencias permitiendo a las sustancias contactar con el epitelio o mucosa olfatoria. En dicho

epitelio hay células de sostén y células sensoriales o células olfatorias (10 millones) que se

recambian cada 30 días. Estas células son neuronas bipolares, con una prolongación

dendrítica ciliada (de 5 a 20 cilios) que acaba en la superficie del epitelio nasal recubierta por

una capa de moco.

Los estímulos olorosos son difíciles de clasificar, existen unos 10.000 estímulos diferentes que

son agrupados de forma muy subjetiva en múltiples clasificaciones. Dentro de ellas una de las

más comunes les clasifica en siete olores primarios: alcanforado, almizclado, floral, mentolado,

etéreo, acre y pútrido. Cualquier estímulo ha de ser una molécula volátil, que alcanza el epitelio

olfatorio a través de la vía aérea; debe a continuación disolverse en la capa mucosa para

estimular la célula olfatoria.

Los receptores olfatorios son muy sensibles, es decir tienen umbrales de estimulación muy

bajos, unas pocas moléculas de una sustancia química son suficientes para detectar la

sensación de un olor. El umbral de excitabilidad o límite absoluto define la concentración

mínima de una sustancia necesaria para reconocer que huele a algo. Por ejemplo, para el

metilmercaptano (presente en el ajo), la concentración se encuentra en el rango picomolar. El

umbral de identificación es superior, y depende de la humedad del aire, de la temperatura y del

tipo de sustancia, específicamente de su solubilidad. Estos receptores se adaptan rápidamente

(1 minuto), este hecho explicaría que olores que al principio son muy evidentes, no se detectan

al cabo de un tiempo. Esta adaptación no se produce en el propio receptor sino a nivel del

sistema nervioso central.

La transducción olfatoria se realiza al unirse una molécula disuelta en la capa de moco a las

moléculas receptoras situadas en los cilios de los receptores olfatorios. La unión activa la

adenilciclasa vía una proteína G. Se produce un aumento de la concentración de AMPc y, en

consecuencia, la apertura de los canales de Na+ en la membrana celular del receptor y la

despolarización de la célula. Los axones amielínicos pertenecientes a las células olfatorias

forman la fila olfatoria o par craneal I. Penetran en la cavidad craneal a través de la lámina

cribosa del etmoides y sinaptan en el bulbo olfatorio donde se encuentran las células mitrales y

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células en penacho, sobre estas células se realiza una fuerte convergencia y están sometidas

además a control eferente. Las fibras secundarias forman la cintilla olfatoria o tracto olfatorio,

que discurre por la base del encéfalo y se divide en dos fascículos principales uno medial y otro

lateral. El medial establece sinapsis en el núcleo olfatorio anterior y en el tubérculo olfatorio. El

núcleo olfatorio anterior es un centro de integración que procesa información bilateral. Desde el

tubérculo olfatorio las neuronas de segundo orden se proyectan al núcleo medial dorsal del

tálamo, y desde aquí a la corteza orbito-frontal.

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::::::JUEGOS PARA ESTIMULAR TUS SENTIDOS::::::

Oído: Juegos para unos oídos finos1. El juego del despertador: a este juego se puede jugar con un niño o con varios. Todos estamos en una habitación y un niño se marcha fuera. Cuando no está en la habitación, pones el despertador para que suene a los dos o tres minutos y lo escondes (en un cajón, detrás del sofá..., tienes que adaptar la dificultad del escondite a la edad del niño). Llamas al niño para que entre y espere a que suene el despertador. El niño debe intentar encontrar el despertador siguiendo los sonidos que emite. Es un juego de estimulación simple que entrena la capacidad auditiva y se puede jugar con niños muy pequeños.

Para niños a partir de los dos años.

2. La lotería auditiva: para este juego tienes que grabar varios ruidos, por ejemplo un coche cuando arranca, una puerta que chirria al cerrar, un tren que se pone en marcha, una cerilla que se enciende etc. Para cada sonido grabado, buscas una imagen en revistas, las recortas y pegas encima de unas tarjetas blancas. Estas se reparten en el suelo. Pones la cinta con los sonidos grabados. El juego consiste en señalar la tarjeta que corresponde al sonido que se escucha en cada momento. El que primero la identifica correctamente, se queda con la tarjeta. El ganador es el que más tarjetas tiene al final. En este juego, los niños comprenden las relaciones y aprenden a memorizar.

Con un poco de ayuda pueden jugar niños a partir de los tres años.

3. Parejas de sonidos: para preparar este juego, necesitas algunas cajitas negras de los carretes de fotos y materiales diversos como arroz, guisantes, piedras, arena o algodón. Tienes que llenar dos cajitas vacías con cada material y apuntar el contenido de cada cajita en una etiqueta en la base de la misma. Primero agitas una cajita tras otra para escuchar cada sonido. Después mezclas las cajitas. El juego consiste en identificar las cajitas que llevan el mismo contenido a través de los sonidos que producen al agitarse. Los niños se concentran en lo que escuchan pero al mismo tiempo vinculan lo que escuchan con la imagen del contenido de cada cajita. Fomenta la fantasía y la capacidad de combinar varias informaciones.

A partir de los cuatro años.

Vista: Juegos que abren nuevas perspectivas4. Arcoiris: para los niños, la luz es transparente. Aún tienen que aprender que detrás de esta supuesta invisibilidad existe un mundo escondido de colores que se pueden visualizar. Para ello, se puede o bien comprar una bola de cristal biselado que divide los rayos de sol en los colores del espectro o crear, con el chorro que sale de la manguera, un arcoiris. En ambos casos, refracta la luz en rayos coloridos. Despierta la curiosidad.

A partir de los dos años.

5. Caminatas nocturnas: quien apenas ve algo, escucha con más intensidad. Esta experiencia fortalece la percepción corporal, la autoestima y la confianza. Los niños mayores aprenden que se pueden fiar de sus sentidos y de las personas que les guían a través de la noche. Especialmente interesantes suelen ser las caminatas nocturnas guiadas por expertos de asociaciones de ornitología o de medio ambiente.

A partir de los cuatro años.

Olfato: Juegos para narices estrellas

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6. Juego de la mariposa nocturna: El olfato está estrechamente vinculado con el centro de las emociones en el cerebro. Por esto, este juego fomenta la capacidad de orientarse por su „propia nariz“ – que es por sus propios sentimientos. Repartes los niños en dos grupos. Unos representan a las hembras y los otros a los machos. Las „hembras“ se echan cada una un poco de aceite perfumado o de perfume y se esconden en lugares cercanos. Das los frascos a los machos se les da y ellos tienen que intentar oler dónde está la „hembra“ que lleva este olor.

A partir de los cuatro años.

Gusto: Juegos para niños hambrientos7. ¿Sabe a ..? Pon varios cuencos en la mesa. Cada cuenco debe llevar un alimento diferente, coge algo dulce, algo ácido, algo pegajoso, algo salado, según lo que tengas en casa. Primero los niños pueden mirar todo lo que hay. Luego pones a un niño una venda para los ojos y los demás niños eligen lo que le dan a probar. Una vez que lo tiene en la boca, tiene que adivinar lo que es.

A partir de los tres años.

Tacto: Juegos para descubrir los sentidos8. ¡Tócalo!: coge un saco o una bolsa que no deben ser transparentes y llénala con cosas variadas que los niños deben poder identificar solamente a través del tacto. Puede ser, por ejemplo, un trozo de madera, un cepillo, un juguete, un plátano – lo que tengas a mano.

A partir de los dos años.

9. Andar descalzo: construye un camino al aire libre pegando varios materiales encima de placas de poliestireno (fieltro, papel de aval, hilos de lana, papel de esmeril) y entre ellas pon cubos con arena, agua o fango. La tarea consiste en caminar por este camino con los ojos cerrados adivinando los materiales que pisas. Estimula el tacto y fomenta la apertura para nuevas experiencias.

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ENTREVISTADoctor Pablo Méndez Barroso: 'Aunque muchas enfermedades oculares pueden presentarse a cualquier edad, es cierto que cada una tiene unas patologías típicas'

Hablamos con el especialista del Centro de Oftalmología Su trabajo es cuidar la vista de cientos de pacientes.

¿Lentes de contacto desechable o permanente? Hoy en día existen numerosas posibilidades en el terreno de las lentes de contacto y yo no diría que hay una lentilla mejor o peor, sino que se debe adaptar a cada paciente según sus condiciones oculares y personales.

El ‘ojo seco’ es otro de los trastornos más habituales, especialmente si tenemos en cuenta que hay veces en que nos pasamos demasiado tiempo trabajando delante del ordenador, ¿cómo se diagnostica y cómo es su tratamiento? El ojo seco hoy en día es una enfermedad que puede deberse a múltiples causas. Estas pueden dividirse en aquellas que inducen una disminución en la producción de lágrima por las glándulas lagrimales y aquellas que provocan una mala calidad de la misma por alteraciones de sus componentes mucosos y grasos, los cuales han cobrado una importancia cada vez mayor en el estudio de esta patología.¿Cuándo debe operarse una catarata? La catarata debe operarse cuando afecta significativamente a la visión del paciente en sus actividades habituales; dependiendo de las necesidades de cada persona, la operación se indicará antes o no.

El glaucoma es, posiblemente, una de las alteraciones que más preocupan, porque si no se trata a tiempo puede derivar en ceguera. ¿Cómo detectarlo y qué tratamiento ha de seguir el niño? El glaucoma es una enfermedad poco frecuente en los niños, pero con unas consecuencias potencialmente devastadoras en este grupo de edad si no se trata inmediatamente. Generalmente se manifiesta con molestias a la luz, lagrimeo, opacidad corneal, crecimiento exagerado del ojo y pérdida rápida de la visión

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¿Qué otros trastornos pueden llevar a una persona a perder la visión? Además de los enumerados anteriormente existen muchas enfermedades que pueden conducir a la ceguera. Infecciones corneales severas, traumatismos, uveítis, desprendimientos de retina, neuritis ópticas u otras neuropatías, alteraciones retinianas degenerativas,etc… La lista es muy larga y los oftalmólogos debemos estar preparados para conocerlas y tratarlas en lo posible. 

¿Qué consejos daría para mantener una buena visión, más allá de las siempre recomendables visitas periódicas al oftalmólogo? Además de la medicina preventiva realizada en las visitas periódicas, se deben respetar unos simples consejos para no dañar la visión. Una buena higiene ocular, sobre todo si trabajamos en ambientes potencialmente lesivos, es necesaria para evitar infecciones o irritaciones, emplear gafas protectoras en cualquier trabajo o actividad en el que podamos recibir un traumatismo ocular.