5 narración iturbide

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Corría el año de 1783, cuando un terrateniente español y una criolla noble engendraron a un militar y político mexicano: Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu. Pasado el tiempo, al cumplir los 14 años de edad, se enroló en el Ejército Realista, destacando siempre por su espíritu de lucha y gran valor. Pero eso era apenas el principio de lo que el aguerrido héroe iba a dar a la nación.

En 1810, al dar inicio la Independencia, que dirigía el cura Hidalgo, Iturbide se negó a participar en la insurrección contra los españoles y defendió la ciudad de Valladolid que era atacada por las fuerzas revolucionarias. Dicha hazaña le valió que lo ascendieran al alto nombramiento de Capitán.

Con triunfos como los que obtuvo al combatir a los indígenas, capturando a Albino Liceaga y Rayón, etc., logró que lo ascendieran a rangos cada vez más altos. Fue nombrado Comandante General de la Provincia de Guanajuato, lugar donde, implacablemente, persiguió a los rebeldes.

Al recibir acusaciones por abuso de autoridad y malversación de fondos, el Virrey Calleja destituyó, pero el apoyo del auditor Bataller lo absolvió.

Continuó su caminar militando y, a los 30 años de edad, fue nombrado Comandante General del Sur, en donde combatió la insurrección de Vicente Guerrero. Pero al verse superado por el enemigo se unió a él, sellando éste episodio con un abrazo en Acatempan al presentar juntos el Plan de Iguala. Con el Ejercito Trigarante pasó a dominar todo el país y esto provocó que el nuevo representante del rey, Don Juan O’Donojú firmara el tratado de Córdoba en donde se reconocía la Independencia de México.

Al año siguiente, Iturbide se proclama Emperador de México y los republicanos de aquella época realizaron una conspiración.

Disolvió el Congreso y formó una junta. Fue entonces cuando el gobernado de Veracruz, general Santa Anna, proclamó la República, recibiendo el apoyo de otros generales y sus tropas, provocando que Iturbide abdicara y saliera del país refugiándose en Europa, en el año de 1823.

Un año después, decidió regresar y, sin saber que había sido condenado a muerte, a su llegada, fue detenido y fusilado a los 41 años.