48836111 Libro Fundamentos de Antropologia Forense Israel D Lara Barajas

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INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA

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INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA E HISTORIA

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FUNDAMENTOS DE ANTROPOLOGÍA FORENSE

TÉCNICAS DE PROSPECCIÓN, EXHUMACIÓN

Y ANÁLISIS DE RESTOS ÓSEOS EN CASOS FORENSES

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COLECCIÓN CIENTÍFICASERIE ANTROPOLOGÍA

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FUNDAMENTOS DE ANTROPOLOGÍA FORENSE

TÉCNICAS DE PROSPECCIÓN, EXHUMACIÓNY ANÁLISIS DE RESTOS ÓSEOS EN CASOS FORENSES

Israel D. Lara Barajas

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INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

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Lara Barajas, Israel David.Fundamentos de antropología forense: técnicas de prospección, exhu-

mación y análisis de restos óseos en casos forenses / Israel D. Lara Barajas. —México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2009.

120 p.: fotos, il.; 23 cm. — (Colección Científica: 543. Serie Antropo-logía).

ISBN: 978-968-03-0380-9

1. Antropología forense — Ténicas. 2. Medicina forense — Técnicas. 3. An-tropología criminalística — Técnicas. 4. Antropología física — Técnicas. 1. t. II.Serie.

LC: GN69.8 L37

Portada: Cortesía del Equipo de Bioarqueología,Sección Antropología y Arqueología Forense, DAF/INAH.

Primera edición: 2009

D.R. © Instituto Nacional de Antropología e HistoriaCórdoba 45, Col. Roma, C.P. 06700, México, [email protected]

ISBN: 978-968-03-0380-9

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial deesta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y eltratamiento informático, la fotocopia o la grabación, sin la previa autorización porescrito de los titulares de los derechos de esta edición.

Impreso y hecho en México.

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ÍNDICE

Prólogo 9

Introducción 13

Antecedentes históricos de la antropología forense 19

Las ciencias forenses y su campo de estudio 23

Métodos y técnicas de la arqueología y lacriminalística de campo 31

Propuesta metodológica para la prospección, exhumacióny análisis de restos óseos en casos forenses 39

Aplicación de la propuesta metodológicaen un caso forense en el Estado de México 83

Discusión de resultados y conclusiones 111

Bibliografía 115

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PRÓLOGO

Para mi gusto, Holmes es un poco excesiva-mente científico. Casi toca en la insensibili-dad. Toma, desde luego, una forma bastantechocante si llega hasta golpear con un paloa los cadáveres en los cuartos de disección.

—iApalear cadáveres!Sí, para comprobar que clase de magu-

llamiento se puede producir después de lamuerte del sujeto...

—CY dice usted que no estudia medicina?No. ¡Vaya usted a saber qué finalidad bus-

ca con sus estudios!

Comentario del Dr. Stamford al Dr. Watsonsobre las investigaciones de Sherlock Holmesen la morgue.

La muerte tiene una sola cosaagradable: las viudas.

E. Jardiel Poncela.

Las ciencias forenses conforman un conjuntode disciplinas que utilizan todos sus métodos,conocimientos y técnicas para colaborar direc-tamente y de manera científica en la adminis-tración de justicia. Su aplicación en el actualmundo globalizado es cada vez más frecuentee indispensable en el combate contra la de-lincuencia y el crimen organizado, donde serequieren elementos de prueba altamente con-fiables y certeros, mismos que analizan otrosperitos, el agente del ministerio público, el abo-

gado defensor, el juez, e incluso, en no pocasocasiones, los medios de comunicación y, enconsecuencia, la población en general.

A la antropología forense, una de las cien-cias forenses, se le ha definido tradicionalmen-te como una rama de la antropología física,encargada ésta de la identificación de restoshumanos esqueletizados o que aún conservantejidos; así como su diferenciación taxonómi-ca de otros elementos óseos no humanos.

Sin embargo, para el Equipo de Bioarqueo-logía de la Dirección de Antropología Física delInstituto Nacional de Antropología e Historia,es necesario hacer hincapié que el término "an-tropología forense" involucra a las disciplinasantropológicas en general, en específico a laarqueología, la antropología física y la antro-pología cultural dentro del ámbito forense;aunque en la actualidad sólo es reconocida laantropología física forense, se ha observadoque en la práctica la aplicación de las otras doses indispensable.

Se auxilia con las técnicas de la tafonomía,estrategia de investigación de reciente aplica-ción en casos forenses. Asimismo, engloba lastécnicas de la arqueología y la antropología fí-sica forense en la investigación sobre el proce-so tanatológico. El uso de modelos tafonómicosen el análisis de contextos forenses permite es-timar el tiempo transcurrido desde la muerte,reconstruir las circunstancias antes y después

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de la depositación del cadáver y discrimina losfactores en los restos humanos que son produc-to de la conducta humana, de aquéllos pro-ducidos por los sistemas biológicos, físicos,químicos y geológicos.

Las técnicas tafonómicas indican cuándolos cadáveres fueron atacados por carnívo-ros, roedores o asesinados por seres humanos.Las diferentes formas en las que actualmen-te los criminales disponen de los cadáveres, ysegmentos de los mismos, pueden confundirsefácilmente con la acción de los diferentes tana-tófagos. La conducta de los homicidas puedeintroducir variaciones extremas de transpor-te, desmembramiento y otras alteraciones enlos restos humanos. Existen grandes diferenciasentre los grados de intemperismo, tanatófa-gos y el patrón de dispersión de cuerpos endesiertos, bosques, bajo el agua, en la tierra,y que el método tafonómico puede ayudar adescribir y explicar.

La correcta y oportuna aplicación de cadauna de estas técnicas, junto con las demás cien-cias forenses, robustece una estrategia de inves-tigación interdisciplinaria en donde trabajanconjuntamente el perito criminalista de cam-po, fotógrafo forense, arqueólogo forense, an-tropólogo físico forense, antropólogo culturalforense, psicólogo forense, los distintos cien-tíficos forenses del laboratorio de criminalís-tica que procesan los indicios recuperados, yque ayudan a objetivar en dictámenes, los cua-les constituyen un medio de prueba. Siguien-do este marco legal, el antropólogo forensepuede ayudar en el combate contra el crimen,cuyo crecimiento es paralelo al desarrollo urba-no en diversas regiones de nuestro país.

A pesar de que existe una demanda de an-tropólogos forenses en la sociedad mexicana,son pocas las oportunidades laborales paraestos profesionistas, pues se carece de infraes-tructura y recursos; sin embargo, ante el au-mento de la violencia y la criminalidad, susservicios son cada vez más requeridos, sobretodo, en las instituciones de procuración dejusticia.

Para abrir este nuevo campo de trabajo enMéxico es necesario divulgar la importancia dela arqueología y la antropología forenses entrelos ministerios públicos y sus auxiliares direc-tos: los servicios periciales y la policía ministe-rial, así como entre los órganos jurisdiccionalesencargados de la procuración, administracióne impartición de justicia, tanto del fuero co-mún como federal y militar; así como entrelos abogados penalistas, jueces, cuerpos po-liciacos y público interesado en el área.

En la actualidad no existe en el medio fbren-se mexicano un documento o manual de pro-cedimientos que expliquen la importancia delquehacer de la antropología forense; tampocoexiste una institución que se avoque a la ense-ñanza directa de esta disciplina. En este senti-do, el Equipo de Bioarqueología decidió abriren el año de 1999, en la Escuela Nacional deAntropología e Historia (ENAH), el Proyecto deInvestigación Formativa (PIE) "El campo de laarqueología y la antropología forense en Mé-xico: una propuesta intradisciplinaria", cuyoobjetivo primordial era formar nuevos cuadrosen el ámbito teórico, práctico y experimental,para desarrollar la formación de profesionalesen esta área de investigación que, como otrostemas, no es muy conocida en el ámbito foren-se nacional.

Los objetivos en este PIF fueron proporcio-nar una visión global sobre los conocimientos,procedimientos y técnicas aplicadas por lasciencias forenses en la investigación judicialde la muerte desde una óptica antropológica;mostrar los métodos y técnicas aplicados porla antropología forense para la búsqueda y re-cuperación efectiva de indicios para la inves-tigación de la muerte en casos de restos óseoshumanos en avanzado estado de descompo-sición o esqueletizados, con énfasis en el abor-daje de cuerpos expuestos en superficie osepultados en tosas clandestinas; así como,definir la importancia del manejo del lugar delos hechos O del hallazgo y de las evidencias re-cuperadas, y otorgar a los sujetos procesaleslas herramientas científicas necesarias para

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analizar e interpretar el dictamen antropoló-gico forense.

Otro de los propósitos del PIF era dar a co-nocer a los especialistas y su campo de estudio,con el objetivo de propiciar una investigacióncriminalística interdisciplinaria, en donde elfin principal sea localizar restos humanos es-queletizados o en avanzado estado de putre-facción, ya sea en superficie o en una fosaclandestina.

De esta forma, el PIF que se impartió en laENAII fue la base para abrir los diplomados deantropología forense de la Coordinación Na-cional de Antropología, en donde se abordanlos temas referentes al ministerio público co-mo órgano encargado de investigar y perse-guir los delitos, la criminalística de campo, lamedicina forense, la antropología física foren-se, la arqueología forense, la antropologíacultural forense, la tafonomía forense y la en-tomología forense, los cuales desde un puntode vista objetivo participan en una investiga-ción de campo.

Cabe señalar que Israel Lara Barajas for-mó parte del PIF y fue estudiante de la Terce-ra Promoción del Diplomado de AntropologíaForense, y para la cuarta, quinta y sexta emi-

sión fungió como responsable académico delproyecto.

El presente estudio fue presentado original-mente por el autor como trabajo recepcionalpara obtener el grado de licenciado en Antro-pología Física en la Escuela Nacional de An-tropología e Historia, en diciembre de 2002,y quien esto escribe tuvo a bien dirigir. Desdeel inicio de la investigación se decidió que elproducto final tuviera la característica de resol-ver un caso concreto empleando la antropo-logía forense y de tener un formato de manualde procedimientos, que sirviera tanto a los es-pecialistas en la materia como a otros peritosde las ciencias forenses, dada la carencia deeste tipo de publicaciones en el ámbito foren-se mexicano.

Llevar a buen término esta tarea no fue na-da fácil; sin embargo, este joven investigadorcon entusiasmo y conocimiento enfrentó el retoque se le encomendó y el resultado es el queahora tiene en sus manos.

Jorge Arturo Talavera GonzálezCoordinador del Equipo

de Bioarqueología de la DAF/INAH.

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INTRODUCCIÓN

Sabemos que en México existen zonas en don-de la actividad criminal es recurrente y es fre-cuente la localización fortuita de cuerpos enavanzado estado de descomposición o total-mente esqueletizados (en superficie o en fosasclandestinas).

En estos casos se requiere de la participa-ción de los órganos legales del Estado parasu resolución. De acuerdo con lo establecidoen el Artículo 21 Constitucional, la imposiciónde las penas es propia y exclusiva de la autori-dad judicial (el juez) y el ministerio público esel encargado de investigar y perseguir los de-litos; como responsable de las investigacionesdonde se presumen hechos delictivos, se au-xilia de diversos peritos, entre los que figuranel criminalista de campo, el fotógrafo foren-se, el arqueólogo forense, el antropólogo físicoforense, el antropólogo cultural forense, el psi-cólogo forense y los distintos especialistas fo-renses de laboratorio que procesan los indiciosrecuperados, los cuales se objetivan en dic-támenes interdisciplinarios que constituyen unmedio de prueba. Lo anterior se afirma conbase en el artículo 135, fracción tercera, delCódigo de Procedimientos Penales del Distri-to Federal y al artículo 206 del Código Penalfederal.

Sin embargo, el ministerio público, en lamayoría de los casos, sólo solicita la colabo-ración del perito criminalista, del fotógrafo

y del médico forense. Por lo tanto, cuando setrata de restos óseos o en avanzado estado deputrefacción, en las distintas entidades fede-rativas no cuentan con la presencia de un an-tropólogo físico ni de un arqueólogo forenseen el lugar de hechos o del hallazgo, cuya par-ticipación sería de gran utilidad no sólo parael análisis de los restos en el laboratorio, sinoen el campo mismo, ya que sus conocimientosacerca de las técnicas arqueológicas de ex-cavación y registro de elementos presentes enalguna fosa o en la superficie del hallazgo pue-de permitir la recuperación de indicios quese perderían si la excavación no está dirigidapor un especialista en esta disciplina. Además,su intervención serviría para rescatar elemen-tos valiosos, tales como la posición que guardael individuo, la disposición de todos los obje-tos asociados, la escena en general, así comoindicios que permitan inferir el tipo de herra-mienta que fue utilizada para realizar la fosa,entre otros.

Por desgracia, no se cuenta con una meto-dología que permita a los participantes desa-rrollar un trabajo interdisciplinario en el quecada uno de los especialistas presentes apor-te información sobre el hecho que se investi-ga y así obtener resultados más concretos yfáciles de interpretar; lo anterior marcaría ladiferencia de la forma de trabajo actual, enla que cada uno de los especialistas analiza de

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forma individual los indicios que le corres-ponden emitiendo dictámenes aislados queel juez tiene que interpretar y que recibe comomedios de prueba separados y no como undictamen interdisciplinario completo en todossus aspectos.

Hablar de una investigación criminalísticainterdisciplinaria, en donde el objetivo prin-cipal sea localizar restos humanos (óseos o enestado avanzado de putrefacción) en superfi-cie o en una fosa clandestina, obliga al inves-tigador forense a conocer a los especialistas ysu campo de estudio.

La antropología física en México, cornodisciplina científica, ha hecho aportaciones degran valor para el conocimiento del hombre,de su biología y la interacción de éste con sumedio. Entre las áreas del conocimiento don-de ha colaborado se encuentran las cienciasforenses, aportando una de las subdisclipli-nas de la antropología física más importantescorno es la osteología antropológica; además,ha destacado por las técnicas de identificaciónen restos áridos, en donde las técnicas tradi-cionales de identificación no pueden aportarmayor información, resultado de esto es el lu-gar que hoy ocupa la antropología física fo-rense entre las disciplinas forenses.

Sin embargo, el campo del antropólogo físi-co forense se ha visto limitado a los trabajos dellaboratorio; es decir, se encuentra reducidoa la limpieza, restauración y análisis de restosóseos, lo cual lo ha convertido en un especia-lista más del laboratorio de criminalística quepocas veces puede realizar investigación enel lugar del hallazgo o de los hechos, y muchomenos en la exhumación de los restos óseos,motivo por el cual tiene pocos elementos parapoder determinar los eventos en los que se vioenvuelto el individuo antes, durante y despuésde su muerte. Lo anterior puede proporcionardatos útiles para el análisis de los restos o sim-plemente garantiza que el esqueleto sea recu-perado adecuada y completamente; pero alno participar los especialistas indicados parael manejo de los elementos óseos, las inves-

tigaciones de este tipo no se realizan en unadinámica de interdisciplinariedad, pues no in-tervienen el antropólogo, el arqueólogo y elentomólogo, repercutiendo en la construcciónde investigaciones que, en su mayoría, no lle-gan a conclusión alguna.

Cuando se habla de antropología forense,según el Equipo de Bioarqueología del INAH, sedebe tener en cuenta que esta disciplina en-cierra tres subespecialidades de la antropolo-gía general. En primer lugar se encuentra laarqueología forense, que se puede definir co-mo la aplicación de las técnicas arqueológi-cas tradicionales, ligeramente modificadas deacuerdo con los requerimientos, para procesarel lugar del hallazgo o de los hechos en don-de un cuerpo o esqueleto están presentes. Ensegundo lugar se encuentra la antropologíacultural forense, encargada de estudiar las con-cepciones culturales sobre la muerte, la muer-te violenta en contextos rituales y los ritualesmortuorios; el investigador de esta rama pue-de, junto con el psicólogo forense, construir unperfil psicológico y cultural del victimario a par-tir del análisis del lugar de los hechos, los in-dicios recuperados y el tratamiento dado a lavíctima. En tercer lugar encontramos la antro-pología física forense, disciplina que tiene porobjetivo la identificación plena de un sujetopor medio del estudio de las características desus restos, ya sea totalmente esqueletizados oen avanzado estado de descomposición, puesesta subdisciplina tiene una amplia experien-cia con la biología y variabilidad del esqueletohumano; asimismo, puede determinar las cau-sas de muerte, siempre y cuando hayan dejadomarcas en los huesos (consecuencia de trauma-tismos), para intentar, en un trabajo interdis-ciplinario, reconstruir la mecánica de lesiones,señalar el posible agente vulnerante, ademásdel tratamiento antemortem, posmortem y la iden-tificación de la víctima. Sin embargo, el cam-po de acción del antropólogo físico forense nose limita sólo al estudio de los restos óseos enel laboratorio, ya que sus conocimientos acer-ca de las técnicas arqueológicas de prospec-

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ción y excavación le confieren capacidad paraparticipar en casos relacionados con indiciosóseos desde el lugar de los hechos o del hallaz-go, aunque lo ideal es que en investigacionesde este tipo la parte de prospección y excava-ción para la exhumación de restos sea llevadaa cabo por un arqueólogo forense (Talavera,Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:15).

Aquí cabe hacer algunas aclaraciones alrespecto, si bien existe desconocimiento delcampo de la antropología forense, el pococonocimiento se enfoca a una disciplina enespecial, la antropología física, por ser la pri-mera de las disciplinas antropológicas que tuvoincursión en casos forenses, en donde se bus-caba identificar individuos por medio de susrestos óseos; en la actualidad esta disciplinano sólo se ocupa de los restos óseos, sino quetambién ha comenzado a trabajar con pobla-ción viva y cadáveres frescos (descripción so-matométrica), estas áreas de nueva incursiónno se tocarán en el presente trabajo, pues nosenfocaremos al trabajo de búsqueda, exhuma-ción y análisis de restos óseos o en avanzadoestado de putrefacción, tomando como puntode partida la definición ya mencionada de an-tropología forense. La otra aclaración es conrespecto a esto último, aunque el Equipo deBioarqueiología del INAH proporciona unadefinición de antropología forense (Talaveraet al., 1999:15), ésta no se puede limitar sola-mente a tres especialidades de la antropologíageneral, ya que otras disciplinas como la lin-güística, la etnohistoria y la etnología tambiénhan sido requeridas en casos forenses y dedefensa de los derechos humanos.

La antropología forense es relativamentenueva en nuestro país, razón por la cual no esmuy conocida pero en la actualidad estamosllegando a un momento histórico para estadisciplina, ya que si bien no hay una granapertura, por lo menos los órganos encarga-dos de procurar y administrar justicia estánmás atentos a los avances registrados en estarama de las ciencias forenses. Por lo tanto,la antropología forense debe ser considerada

una especialidad clave para las investigacio-nes legales en donde se presuma el hallazgode restos óseos (relacionado con un probablehecho delictivo) y se requiera de un estudiode prospección en lugares abiertos o cerra-dos, así como una excavación sistematizadaque permita obtener mayor información res-pecto a la escena que se está analizando.

En nuestros días la participación de la antro-pología forense no sólo está teniendo cabidaen casos relacionados con el sistema judicial,sino que también ha participado en la inves-tigación de desastres masivos y, como ya semencionó, en materia de derechos humanos.La Organización de las Naciones Unidas hacomenzado a capacitar especialistas para quesean capaces de identificar rasgos caracterís-ticos, ya sea en un cadáver reciente o en esta-do avanzado de putrefacción, y que hayan sidoprovocados por violación de los derechos hu-manos, hay que recordar que en la mayoría delos casos de tortura, las víctimas no mueren.El interés de identificar las huellas o marcasprovocadas por tortura tiene como finalidadperseguir y castigar a los culpables de dichasviolaciones.

Al considerar que la aportación de la ma-yor cantidad de información sobre la investiga-ción del lugar de los hechos, o del hallazgo, esel objetivo principal de los científicos foren-ses de campo, se puede detectar una carenciaen la forma de realizarlas, ésta consiste en lafalta de una metodología integradora quepermita y requiera la participación de diver-sos especialistas de campo, como los ya cita-dos entomólogo, patólogo, antropólogo físico,antropólogo cultural y el arqueólogo, con lafinalidad de aplicar cada uno de los métodosy técnicas de estas disciplinas para la obten-ción de resultados más objetivos; es decir, ayu-dar a una correcta y completa interpretacióncriminalística del hecho estudiado.

Es importante la presencia de los diversosespecialistas de las ciencias forenses, ya quelos conocimientos con que cuentan, en cadauna de sus ramas, permiten obtener y aportar

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mayor información durante la investigación yde esta forma ayudar a que la procuración e im-partición de justicia sea más objetiva y que lasinstituciones encargadas de hacerlo no se veanenvueltas en casos tan polémicos como el dela finca El Encanto, en 1996. Cabe aclarar queel trabajo interdisciplinario aporta una grancantidad de datos que permiten al órgano en-cargado de impartir justicia (jueces penales)llegar a la resolución del caso y aplicar la penacorrespondiente.

Uno de los especialistas que participa deprimera instancia en una investigación es el pe-rito criminalista. La criminalística de campotiene como objeto de estudio el "lugar de loshechos o del hallazgo", motivo por el cual cuen-ta con una metodología especializada en elprocesamiento de los datos que aporta un lu-gar de hechos o de hallazgo. De esta forma, lacriminalística de campo se puede considerarcomo el eje de la investigación, ya que por surespaldo legal, esta disciplina es la indicadapara llevar a cabo este tipo de investigacionesy todos los especialistas que participen en elprocedimiento deben tener un conocimientoprevio de su método de trabajo, el cual seráenriquecido con las aportaciones de otras es-pecialidades.

Junto con el perito criminalista de campo,el perito fotógrafo forense es el primero enacudir al lugar de los hechos o del hallazgo, yaque se considera una de las técnicas de mayorutilidad e importancia, y es la encargada dedejar un testimonio visible de las característicasdel lugar en donde se lleva a cabo la investiga-ción, del proceso y de las características ge-nerales y específicas del lugar de los hechos odel hallazgo. No es suficiente contar con losconocimientos de fotografía tradicional, sinoque debe haber una preparación del peritoya que ésta le brinda mayor claridad de lo quenecesita fijar para ilustrar el dictamen o in-forme resultante.

La entomología por su parte es la encarga-da de llevar a cabo la recolección de insectosasociados (fauna necrófaga y necrófila) a un

cuerpo o restos óseos, pues cuenta con el cono-cimiento necesario para diferenciar las especiespresentes y establecer la etapa de desarrolloen la que se encuentra dicha fauna, así comosu relación con las características climáticasque imperan en la zona y determinar el "cro-notanatodiagnóstico", esto es, el tiempo esti-mado de muerte.

Al hablar del ministerio público se pre-tende dejar en claro cuál es su participacióndentro de una investigación, pero sobre todose hablará del marco legal en el que se realizasu participación; lo anterior es debido a queal hablar de casos forenses se debe tener co-nocimiento de lo que legaliza la participaciónde un especialista, así como de las limitacio-nes y obligaciones que esto implica.

El objetivo principal del presente texto esconsiderar cada una de la especialidades an-tes mencionadas para diseñar una metodolo-gía de investigación de campo y laboratorio,con la intención de evitar discrepancias entrelos especialistas durante la investigación, y queésta se desarrolle en un marco de respeto, pro-fesionalismo y legalidad, recordando siempreque cada una de las disciplinas participantesaportan aspectos diferentes sobre un mismohecho, trabajo interdisciplinario que resultade gran ayuda en casos legales, ya que en laactualidad se emiten informes y dictámenes in-dependientes que en muchas ocasiones noproporcionan claridad sobre los hechos quese investigaron. Un informe o dictamen resul-tante de una investigación llevada a cabo conesta propuesta puede aportar muchos datosy, sobre todo, concluir en algunos aspectos gra-cias a la interacción de diversas especialida-des. La actuación pericia' que se mencionaen el presente trabajo se considera con fun-damento en los códigos de ProcedimientosPenales, tanto el federal como el del DistritoFederal, teniendo en cuenta que cada esta-do de la república tiene su propio código, porlo que en cuestiones generales es aplicableaunque tal vez se tenga que adecuar a la rea-lidad legal de cada uno.

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La metodología propuesta en este librose aplicó en un caso específico en el Estado deMéxico, gracias a la promoción del trabajode la arqueología y la antropología forenseshecha por la Comisión Estatal de DerechosHumanos de Morelos y en especial del doctor

José Francisco Coronado Rodríguez, presiden-te de dicha comisión, y del doctor AbimelecMorales Quiroz, coordinador de Servicios Pe-riciales de la misma. La participación que setuvo en el caso y los resultados obtenidos sonun claro ejemplo de su utilidad práctica.

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ANTECEDENTES HISTÓRICOS

DE LA ANTROPOLOGÍA FORENSE

El término "forense" procede de la palabra la-tina prum, que significa "foro". El foro era ellugar en donde se reunían los senadores o tri-bunos para discutir con las curias (ciudada-nos) aspectos políticos, económicos y socialesdel imperio en la antigua Roma.

La palabra "forense" se asocia con la muer-te debido a un evento ocurrido también en laantigua Roma, en el año 44 a.C. Nos referimosal asesinato de Julio César. Durante el análi-sis del cuerpo de Julio César, el médico pre-sentó el cadáver ante el Senado y mostró quede las 23 puñaladas sólo una había quitado lavida al césar, ésa había acertado en el corazón.Gracias a este hecho histórico, todas aquellasdisciplinas científicas que colaboran en la im-partición de justicia y que presentan resulta-dos de peritajes o investigaciones, llevan eltérmino "forense" como una forma de apelli-do. Todas estas disciplinas son conocidas co-mo "ciencias forenses".

De todas las disciplinas que hoy constitu-yen las ciencias forenses, la antropología esla de más reciente integración. Las raíces de laantropología forense estadounidense (que esuna de las más desarrolladas en la actualidad)debe su origen a Thomas Dwight (1843-1911),quien es considerado el padre de la antropo-logía forense de Estados Unidos, principalmen-te por sus aportaciones a la investigación eneste campo. Ales Hrdlicka (1869-1943) desempe-

ñó un papel muy importante en el desarrollode la antropología física general en América,pero pocos fueron sus aportes a la antropolo-gía forense (Ubelaker, 1997:105).

H.H. Wilder (1846-1928) y Charles Dor-sey (1869-1931) fueron otros pioneros de la an-tropología forense. Dorsey llamó la atencióndel público hacia esta disciplina al testificar enel juicio contra Adolph Luetgert en Chicago.Posteriormente, el desarrollo de la antropolo-gía forense se incrementó de manera sustancialgracias a las actividades de Wilton Krogman(1903-1987), en especial a raíz de su artículoque el FBI Bulletin publicó en 1939 y de su obraThe Human Skeleton in Forensic Medicine, im-presa en 1962. Otra aportación importante fuela de T.D. Stewart, quien regularmente exa-minaba restos humanos para el FBI y publicódiversos escritos sobre el tema. Por su parte,en 1962, J.L. Ángel (1915-1986) comenzó susestudios de antropología forense, campo al quecontribuyó sustancialmente hasta su muerteen 1986 (Ubelaker, 1997:106).

A mediados de la década de 1960, se propu-so también intervenir en el lugar de los he-chos o del hallazgo con la finalidad de teneruna mejor interpretación de la evidencia os-teológica, produciéndose algunos trabajos eneste sentido. Pero no fue sino hasta el año 1976,con la impartición de un curso de arqueologíaforense, cuando se estandariza el trabajo de

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exhumación y registro en superficie de es-queletos y cuerpos en avanzado estado de pu-trefacción (Crespo, s.f.:3, en prensa).

En gran medida el crecimiento reciente dela antropología forense puede atribuirse a losaspectos organizativos. Así, en 1972 se con-formó la sección de la disciplina en la Acade-mia Americana de Ciencias Forenses (AmericanAcademy of Forensic Sciences), compuesta ini-cialmente por 14 antropólogos físicos (Ubela-ker, 1997:105). Esta asociación se encargó deincrementar el interés existente por esta áreay estimuló la investigación y difusión de los ca-sos estudiados. En 1977 se conformó la JuntaAmericana de Antropología Forense (Ameri-can Board of Forensic Anthropology), cuyasfunciones principales son la regulación de lapráctica de la antropología forense (a través deuna certificación), el establecimiento de requi-sitos y la aplicación de exámenes para certificar-se en este campo (Luy, 1998:147-148).

Los primeros casos en donde se dio a cono-cer la antropología forense y donde se demos-tró su utilidad, así como la importancia de sudesempeño en el ámbito legal, fueron en lasexhumaciones de los restos encontrados enlas fosas comunes de la segunda guerra mun-dial y de la guerra de Corea (Crespo, s.f.:3, enprensa).

En México, la antropología forense se prac-tica de manera oficial desde hace aproximada-mente 30 años. Con anterioridad sólo se sabede un caso en el que participaron dos especia-listas, uno de ellos antropólogo físico y el otroanatomista. Éstos fueron el doctor Luis VargasGuadarrama y el médico legista Mario AlvaRodríguez, cuya investigación fue publicadaen Criminalia, revista de criminalística que sepublicaba en aquellos años por la AcademiaMexicana de Ciencias Penales (núms. 9-11 deseptiembre-octubre de 1973, bajo el título "Mé-todos de superposición radiológica cranealcon fines de investigación identificativa"; Ro-mano [1999:1]).

En un trabajo titulado "La antropología fí-sica y la medicina forense", José María Luján

menciona algunas investigaciones que se pue-den considerar como antecedentes de la antro-pología física forense en México.

Estudios de antropología criminal, es un tra-bajo realizado por Francisco Martínez Bacay Manuel Vergara, en 1892 en la ciudad dePuebla. Por otra parte, en 1914 Francisco Mo-rán publicó Las arcadas dentales en relacióncon las tendencias criminales del individuo. En1939 Javier Romero Molina escribió "Brevesnotas acerca de la colección de cráneos dedelincuentes del Museo Nacional", en la Re-vista Mexicana de Estudios Antropológicos ( t.3:167-176). Anselmo Marino Flores, por suparte, escribe en 1945 "La criminología yuna técnica de craneología constitucionalis-ta", en la Revista Mexicana de Estudios Antro-pológicos (t. 7:1-3, 113-149; Romano, 2003:185-186).

Diez años después, Felipe Montemayor pu-blicó "Ensayo de antropología criminal en elreclusorio de Perote, Ver.", en Anales del Ins-tituto Nacional de Antropología e Historia (1952,t. 6:35-58). Anselmo Marino Flores publicó suinvestigación en 1964 junto con el doctor Car-los Serrano Sánchez, la cual llevaba por tí-tulo "Craneología y criminología", en Analesdel Instituto Nacional de Antropología e Historia(1963, t. 16:123-146; Romano, 1999:2). Para1982 se publica la investigación de GuadalupeEstrada Reyes bajo el título Cárcel de la Ciudadde Querétaro, en la que aunque no aparecen susnombres en la portada como colaboradoressí intervinieron los antropólogos físicos SergioLópez Alonso y Zaid Lagunas Rodríguez, abor-dando los temas de craneometría y somato-logía (Romano, 2003:186).

Un trabajo titulado "Estudios cromosómi-cos en una prisión mexicana", apareció en laRevista de Investigaciones Clínicas (22-251), cu-yos autores son los médicos C. Zavala, G. Mo-ra y R. Lisker. Otro del año 1971, tambiénpublicado en la Revista de Investigaciones Clí-nicas (23-301), se titula "Aberraciones gofo-sómicas en reclusas, estudio en la cárcel demujeres en la ciudad de México", por los doc-

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tores C. Zavala, A. Cobo, C. Núñez y R. Lisker,abordando la genética humana.

El enfoque que presentan los trabajos ante-riores está más dirigido a la criminología; sinembargo, Romano (1999 y 2003) señala que sepueden considerar como antecedentes de la an-tropología física forense o por lo menos de laincursión de esta disciplina en el ámbito legal.

Al doctor Moreno González se debe la ati-nada resolución de incluir la especialidad dela antropología física, en su modalidad foren-se, dentro de la criminalística el 2 de enero de1975, quedando descartado definitivamenteel anticuado concepto de "técnica métrica",como fue considerada durante muchos años,incluyéndose así la antropología física, dentrodel vasto cuerpo de investigaciones de la Di-rección General de Servicios Periciales de laProcuraduría General de justicia del DistritoFederal (PGJDF). El doctor Moreno Gonzálezsolicitó asesoría del destacado antropólogo yfilósofo, el doctor Felipe Pardinas, quien su-girió se invitara al maestro Arturo RomanoPacheco para iniciar, formalmente, la aplica-ción de la antropología física en los casos quelo ameritaran. Ese mismo día el maestro Ro-mano dictaminó sobre una cabeza humana yotros restos corporales semiesqueletizados,quedando inconclusa la intervención porquede inmediato fue identificada la víctima porlas ropas y otras pertenencias asociadas direc-tamente a los restos humanos (Romano, 1999:4-5).

A finales de 1975, el doctor Moreno Gon-zález, entonces director general de ServiciosPericiales de la PGJDF, organiza y encabeza unamesa redonda sobre "La identificación de ca-dáveres mediante el método de superposiciónfotográfica cara-cráneo con fines identificati-vos"; participando el propio doctor Moreno conel trabajo titulado "Aspectos médico forensesy criminalísticos del método de superposiciónfotográfica cara-cráneo con fines identificati-vos". En segundo lugar quedó el doctor MarioAlva Rodríguez con su ponencia "Aspectosanatómicos del método de superposición fo-

tográfica cara-cráneo con fines identificati-vos". En tercero y último lugar estuvo el trabajopresentado por el maestro Romano Pacheco,que llevó el título de "Aspectos antropológicosfísicos del método de superposición fotográ-fica cara-cráneo con fines identificativos". Lostres trabajos presentados se publicaron en Cr i-

rninalia, publicación de la Academia Mexicanade Ciencias Penales (año XL, núms. 5-12, 1974;Romano, 2003:190-191).

Asimismo, hace 26 años el doctor RafaelMoreno González hizo la invitación a ArturoRomano Pacheco para formar parte del gru-po de especialistas integrado a la DirecciónGeneral de Servicios Periciales de la PGJDF,

con esto se abría una etapa nueva al especia-lizarse un campo de la antropología física enlos casos que lo ameritaran. En la actualidad,como en el pasado reciente, el cráneo siguesiendo una pieza clave del esqueleto humanopara fines identificativos y una de las técni-cas mayormente empleadas es la de superpo-sición radiográfica cara-cráneo (Romano,1999:5).

En años más recientes (1993-1996), MaríaVillanueva, Carlos Serrano, Jesús Luy y KarlF. Link, investigadores de la UNAM y de laPGJDF, llevaron a cabo un estudio bajo el aus-picio de ambas instituciones. Su objetivo fueel desarrollo de un sistema de elaboración deretrato hablado asistido por computadora, ba-sado en las características fenotípicas facialesde la población mexicana (Villanueva et al.,

2003:339). Dicho sistema ha sido probado du-rante los últimos años y a decir de algunosperitos que lo utilizan, los resultados que seobtienen son muy certeros, lo cual acrecientala importancia de esta técnica.

Algo que se había descuidado en la inves-tigación forense en México era el desarrolloy aplicación de las técnicas de búsqueda, lo-calización, detección, exhumación y registrode restos esqueletizados y en fosas clandesti-nas (Talavera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999).Gracias al apoyo de la Coordinación Nacionalde Antropología y de su directora, Gloria Ar-

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tís, se obtuvo el financiamiento y los permisospara que la Sección de Arqueología y Antro-pología Forense de la DAF, junto con el doctorJosé Ortega, geólogo de la subdirección de Ser-vicios Académicos del INAH, aplicaran expe-rimentalmente el radar de penetración en lostres diplomados de antropología forense paramostrar a la comunidad antropológica, foren-se y de procuración de justicia, las ventajas deluso de esta moderna tecnología (Talavera, Ro-jas y Ortega, 2000).

En el año 2000 se abrió una línea de inves-tigación en antropología forense en el La-boratorio de Osteología de la licenciatura deAntropología Física de la ENAH. Se inició laformación de una colección de esqueletos con-temporáneos a partir de exhumaciones en elcementerio de San Nicolás Tolentino; se rea-lizó una tesis de licenciatura en AntropologíaFísica que ilustra la aplicación ordenada detécnicas de la arqueología forense en un casode violación de derechos humanos y se reali-zan labores de divulgación científica entre laopinión pública en prensa, radio, televisión yen conferencias sobre la utilidad de la arqueo-logía y la antropología forense en la CruzadaNacional en Contra del Crimen (Rojas, 2002,comunicación personal), también se aplicarondiversas técnicas para realizar una compara-ción morfológica entre una colección prehis-pánica, una colonial y una contemporánea yotros estudios enfocados a las entesopatías, sexoy estimación de edad en individuos infantilesa partir de los esqueletos recuperados de di-cho cementerio.

Hoy en día, pareciera que el tema de la an-tropología forense se está poniendo de "moda",ya que a la fecha se han realizado diferentestrabajos de investigación enfocados al área yen las instituciones de formación académicase abren líneas de estudio e investigación enantropología. Como resultado de lo anterior,se pueden encontrar tesis de licenciatura, maes-tría y doctorado.

En la actualidad, la Procuraduría Generalde Justicia del Distrito Federal cuenta, entresus múltiples especialistas, con dos antropólo-gos físicos: Jesús Luy Quijada (quien más tiem-po lleva trabajando en esa institución) y LuisEspinosa, ellos son los encargados de realizarlos peritajes correspondientes de antropolo-gía física en el ámbito forense de la ciudad deMéxico y en su haber han colaborado en casoscon la Procuraduría General de la Repúbli-ca, como el asesinato de mujeres en CiudadJuárez, Chihuahua. El Servicio Médico Foren-se del Distrito Federal cuenta, además, con unantropólogo físico, el cual es el responsable derealizar el estudio y descripción somatométri-ca de los cadáveres y contar con informaciónmás certera en las fichas de identificación. Enalgunos estados de la República Mexicana, co- -mo Puebla, Morelos, México y Jalisco, entreotros, ya se cuenta con especialistas en el áreaque han logrado colocarse dentro de este ám-bito. La Procuraduría General de la Repúbli-ca (PGR) cuenta también con especialistas deesta disciplina en su recién integrada Áreade Antropología en el Departamento de Iden-tificación.

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LAS CIENCIAS FORENSES Y SU CAMPO DE ESTUDIO

Las áreas que auxilian a la procuración e im-partición de justicia con su aplicación en elámbito forense, cuentan con métodos y técni-cas especializadas y ampliamente conocidas porquien las aplica. Desafortunadamente cuandodos o más investigadores van a colaborar en lainvestigación de un caso, se considera necesa-rio conocer el trabajo del otro u otros inves-tigadores sólo para cuestiones técnicas legalesy hasta burocráticas; pero en ningún momen-to se considera la importancia de conocer elo los campos que confieren a otros investiga-dores. Es precisamente este desconocimientodel quehacer de otras áreas lo que nos impiderealizar investigaciones interdisciplinarias(entendiéndose como la interacción de variosespecialistas que aportan distintos puntos devista sobre un mismo hecho para un fin común),donde lo único que importa es realizar el tra-bajo que se les designa, como una rutina, sinprestar atención a lo que realizan los demás ylo que es peor, sin saber que ellos pueden pro-porcionar información sumamente pertinentepara llevar a cabo una adecuada investigacióny, de esta forma, obtener resultados más com-pletos y objetivos.

Por tales motivos se tomará como punto departida la descripción de las áreas que inter-vienen de manera directa, o que deberían in-volucrarse, en un caso donde se investigue unafosa clandestina o se busquen restos humanos

dejados en superficie; la finalidad es contarcon una visión más cercana al campo y el ob-jeto de cada una de las disciplinas para podertrabajar con conocimiento del quehacer delotro y, así, empezar a impulsar trabajos inter-disciplinarios.

MINISTERIO PÚBLICO

Es el órgano constitucional encargado de in-vestigar y perseguir los delitos del orden co-mún que se cometen en el Distrito Federal yen los demás estados de la república, de acuer-do con lo establecido en el Artículo 21 Cons-titucional. En el Distrito Federal, al agenteinvestigador del ministerio público le compe-te la persecución de presuntos hechos delicti-vos, recibiendo las denuncias, acusaciones oquerellas sobre acciones u omisiones que pue-dan constituir un delito, iniciando la integra-ción de la averiguación previa, la cual se puededefmir como: "aquella etapa en la cual el agenteinvestigador del ministerio público tiene cono-cimiento de una serie de hechos probablemen-te delictivos, a partir de la acusación, querellao denuncia de cualquier tipo de personas". Loanterior se establece, de igual forma, en el Có-digo Federal de Procedimientos Penales, ensu artículo 2. Para esto se deben realizar todauna serie de diligencias para comprobar el cuer-

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po del delito y la probable responsabilidad yasí estar en aptitud de optar por el ejercicio dela acción penal, actuando como acusador, co-mo representante social de los ofendidos osujetos pasivos, o bien, abstenerse y decretarel "no ejercicio de la acción penal, al no acre-ditarse debidamente y en forma sustentada loselementos de tipo penal y la probable respon-sabilidad, dependiendo de sus investigacionesy diligencias ministeriales" (artículo 123 delCódigo Federal de Procedimientos Penales yartículo 3 del Código de Procedimientos Pe-nales para el Distrito Federal).

Cuando se recibe la noticia de un presun-to hecho delictivo por cualquier denunciante,querellante o acusado, o por remitentes (po-licía preventiva o policía ministerial) en laAgencia Investigadora, se presentan diversassituaciones en las cuales se requerirán de co-nocimientos especializados para su correctaapreciación, motivo por el cual se hace nece-saria la intervención de uno de sus auxiliaresdirectos (aparte de la policía ministerial) queson los Servicios Periciales, que aglutina a losperitos de diversas especialidades en dos es-tructuras: una centralizada que correspondea la Dirección General de Servicios Periciales,donde se tienen los diferentes laboratorios, ma-terial y equipo para el análisis y estudio de losindicios; y una estructura desconcentrada odescentralizada, que corresponde a la Sub-coordinación de Servicios Periciales de las 16Fiscalías Desconcentradas y sus Unidades deInvestigación del Ministerio Público, distribui-das en las 16 delegaciones políticas del Dis-trito Federal.

CRIMINALÍSTICA DE CAMPO

Ésta es una disciplina que aplica fundamen-talmente los conocimientos, métodos y técni-cas de investigación de las ciencias naturalesen el examen del material sensible significa-tivo relacionado con un presunt o hecho de-lictivo, con el fin de determinar, en auxilio de

los órganos encargados de administrar justi-cia, su existencia, reconstruirlo, o bien, seña-lar y precisar la intervención de uno o variossujetos en el mismo (Moreno González, 1993).Se considera la fuente primordial cte informa-ción indiciaria y se estima de vital importan-cia para la colección y estudio de las evidenciasfísicas con características identificadoras y re-constructoras (Montiel Sosa,1989:45).

Para esta disciplina, el lugar de los hechoso del hallazgo es una fuente invaluable de in-formación. El perito criminalista de campo euno de los primeros especialistas que acude allugar de los hechos o del hallazgo, a petición delministerio público, durante la integración dela averiguación previa. En la pericia criminalís-tica el auxilio inmediato al agente investigadordel ministerio público consiste, principalmen-te, en el asesoramiento y las orientaciones téc-nico-científicas que hace el criminalista en elescenario del suceso exclusivamente sobre cues-tiones técnicas (Montiel Sosa,1989:47).

Esta disciplina asiste al lugar de los hechoso del hallazgo y a otros lugares relacionados conel delito que se persigue, con la finalidad de rea-lizar las investigaciones y a través de la aplica-ción de los métodos y técnicas de las cienciasnaturales captar la información indiciaria,identificarla, seleccionarla y estudiarla cientí-ficamente mediante los métodos inductivo ydeductivo in situ, para después enviarla a losdiferentes laboratorios y especialistas a efec-to de realizar estudios ulteriores identificati-vos, cualitativos, cuantitativos y comparativos.

Cuando el perito criminalista llega al lugarde los hechos debe cumplir con la "metodo-logía general de investigación criminalística",la cual se detalla en el siguiente capítulo.

FOTOGRAFÍA FORENSE

La tarea del fotógrafo forense es observar, en->car y captar con su cámara cualquier indicio

por mínimo o insignificante que parezca, de-talles que sin la ilustración gráfica pasarían

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desapercibidos o se olvidarían. En consecuen-cia, el perito fotógrafo realizará todas las to-mas que permitan ilustrar de forma gráficael contenido del dictamen. Es una valiosa téc-nica de extensa aplicación criminalística y tie-ne que cumplir con dos condiciones básicas:exactitud y nitidez.

El fotógrafo forense debe intervenir en elsitio inspeccionado antes de que sean tocadoso movidos los indicios y cadáveres, con objetode plasmar en las gráficas la situación primi-tiva del escenario y de todas los indicios aso-ciados al caso, ya sea que se trate de muertesviolentas, robos, explosiones, incendios, derrum-bes, colisiones de vehículos y todos aquellos he-chos o siniestros que deban ser investigados.El perito fotógrafo realizará todas las tomas quepermitan ilustrar, en forma técnica, la exten-sa aplicación criminalística y su intervenciónestá determinada por la amplitud y profundi-dad del dictamen de la especialidad que co-rresponda. Las fotografías que se deben tomardel lugar de los hechos o del hallazgo se divi-den en cuatro tipos:

Vistas generales: placas que proyectan vis-tas generales desde cuatro ángulos di-ferentes, para este tipo de fotografías seutiliza el lente gran angular.Vistas medias: series completas de me-dianos acercamientos que relacionanmuebles, objetos, instrumentos y cuer-pos, cambiando de posición.Acercamientos: fotografías que exhiben losindicios asociados utilizando el testigométrico.Grandes acercamientos: placas fotográficasque señalan las particularidades de cadauno de los indicios asociados.

La fotografía forense es una especialidadde mucha importancia en todas las áreas dela criminalística y de las ciencias forenses, yaque es necesario obtener fotografías que pue-dan describir, por sí solas, el lugar de los he-chos o del hallazgo y sus indicios asociados,de tal forma que cualquier persona que vea

las gráficas pueda captar con precisión los in-dicios y sus características, y establecer su hipó-tesis y sus reflexiones inductivas y deductivas.

MEDICINA FORENSE

Es la aplicación de los conocimientos científi-cos, fundamentalmente de índole médico, parala resolución de problemas biológicos huma-nos que están relacionados con el derecho;conocimientos útiles para la administracióne impartición de justicia. La medicina forenselleva a cabo las siguientes actividades:

Emite certificados médicos para dejarconstancia del estado físico de una perso-na en el momento en que es presentadoante el agente del ministerio público.Realiza el seguimiento de necropsias conel fin de conocer la causa, circunstanciasy el tiempo aproximado de la muerte deun individuo.Dictamina en los casos de responsabili-dad profesional o institucional.Reglamenta lesiones en casos de incon-formidad con alguna instancia o insti-tución.Elabora dictámenes sobre mecánica delesiones y posición víctima-victimario, apo-yándose en información de otras áreas,tales como la criminalística, para determi-nar el objeto vulnerante que causó dichaslesiones y la posición que guardaba lavíctima con respecto al victimario.Emite actas médicas en donde se plasmatoda la información de los signos cadavé-ricos: livideces, rigidez, temperatura; loscuales ayudan a establecer el cronotana-todiagnóstico, así como la descripciónminuciosa de lesiones con las cuales sepuede establecer la probable causa demuerte.Elabora dictámenes sobre toxicología, gi-necología, proctología, andrología y edadclínica probable.

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Realiza o participa en el levantamientode un cadáver y exhumaciones.Asesora al ministerio público sobre ter-minología técnica usada por esta disci-plina.

La intervención de un médico forense que-da asentada en un dictamen, certificado o in-forme (PGJDF, 1996:51-55).

La idea de incluir a la medicina forense eneste apartado responde al hecho de que sidurante una investigación de campo en lugarde restos óseos se encuentra un cuerpo sepul-tado, ningún otro especialista está capacita-do para examinarlo como el médico, de noincluirlo, se caería en la misma dinámica deinterferencia y alteración de datos que sólo lecorresponden a él.

ANTROPOLOGÍA FÍSICA FORENSE

Esta disciplina antropológica se encarga de laidentificación de restos humanos esqueleti-zados. Para cumplir con sus objetivos utilizalas técnicas de la osteología antropológica, dis-ciplina que por sus métodos y técnicas sabediferenciar los restos óseos humanos de losno humanos, entre un esqueleto masculino yuno femenino, así como determinar caracte-rísticas tales como la edad al momento de lamuerte, el sexo, la estatura y la filiación bioló-gica, entre otras. También puede determinarlas causas de muerte, siempre y cuando hayandejado marcas en los huesos (consecuencia detraumatismos), para tratar —junto con el ar-queólogo forense, el criminalista de campo yel médico forense— de reconstruir las mecá-nicas de hechos y lesiones, señalar el posibleagente vulnerante, además del tratamiento an-temortem y posmortem dado a la víctima y, final-mente, su identificación. Además, se apoya enlas técnicas de la tafonomía, que es una disci-plina de la paleontología que se puede definircomo "el conjunto de leyes de lo enterrado oleyes de la tumba".

Actualmente la tafonomía se define como elestudio de los procesos posmortem que afectano preservan a los restos óseos o a un cuerpohumano, ya sea enterrado o en superficie, asícomo la reconstrucción de su biología y en-torno ecológico, además de la reconstrucciónde las circunstancias de su muerte. Para ello,se enfoca en la reconstrucción de los eventosdurante y después de la muerte por medio dela recolección y análisis de datos sobre el con-texto de deposición, describiendo las modi-ficaciones perimortem y posmortem de los restosóseos, tratando de estimar el intervalo posmor-tem (Talavera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:15).

La tafonomía forense es una estrategia deinvestigación de reciente aplicación a casos fo-renses, engloba las técnicas de la arqueologíay la antropología física forense en la investiga-ción sobre el proceso tanatológico. El uso demodelos tafonómicos en el análisis de contextosforenses permite estimar el tiempo transcurri-do desde la muerte, reconstruir las circuns-tancias antes y después de la depositación delcadáver y discrimina los factores en los restosóseos que son producto de la conducta huma-na, de aquéllos producidos por los sistemasbiológicos, físicos, químicos y geológicos.

Sin embargo, el campo de acción del antro-pólogo físico forense no se limita sólo al estu-dio de los restos óseos en el laboratorio, yaque sus conocimientos acerca de las técnicasarqueológicas de prospección y excavación leconfieren capacidad para participar en casosrelacionados con indicios óseos desde el lugarde los hechos o del hallazgo, aunque lo ideales que en investigaciones de este tipo, la partede prospección y excavación para la exhuma-ción de restos sea llevada a cabo en conjun-to con el arqueólogo forense.

ARQUEOLOGÍA FORENSE

La arqueología forense aplica las técnicas ar-queológicas establecidas, ligeramente modifi-

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cadas para cumplir con los requerimientos delregistro del lugar de los hechos o lugar del ha-llazgo, en donde un esqueleto o esqueletos, oun cuerpo o cuerpos están presentes.

Aunque en México no se practique de ma-nera usual, la importancia que tiene un espe-cialista en esta área radica en que cuenta conla preparación adecuada para llevar a cabo unaestrategia de prospección en campo, es decir,que en casos en donde se presume la existen-cia de una fosa clandestina o de un cuerpo ensuperficie pero no se cuenta con un sitio exac-to (puede ser que se informe de esto de mane-ra anónima o por confesión de un delincuentepero que no brinda mayores datos para su ubi-cación), el arqueólogo forense puede estableceruna estrategia de búsqueda de la fosa o de uncuerpo en el área que haya que investigarse.

Para llevar a cabo su tarea, la arqueologíaforense se vale de sus conocimientos de inves-tigación de gabinete, lo que le brinda informa-ción sobre el clima, terreno, vegetación, etc.,de la zona a investigar. De la misma forma lepermite establecer una estrategia de investiga-ción (lo que en arqueología se le conoce comola etapa de planeación) a realizarse en campo.En ese momento comienza el método de pros-pección de la zona en búsqueda de alteracionesen el terreno (topografía y vegetación princi-palmente) con la finalidad de ubicar los sitiosen los que pueda estar presente una fosa clandes-tina y que sean susceptibles de excavarse.

En este sentido, la arqueología forense apli-ca sus conocimientos para la buena exploración,registro y obtención de un cuerpo o cuerpos, ode restos óseos, así como del material sensiblesignificativo (indicios) en una investigación decampo dentro del ámbito legal.

en su conjunto. En un peritaje dentro del ám-bito forense se trata de mostrar aquellos puntosde coincidencia, de divergencia y de posibili-dades de ver la vida diferente, que pueda crearculpables o no; que pueda generar delitos ono; que propicie acciones contradictorias o in-comprensibles entre dos culturas, entre dos et-nias, entre dos grupos, etc. Trata de insertar elsaber antropológico en procesos jurídico-le-gales al servicio de individuos y colectividadesconcretas y que tienen una especificidad cul-tural que los distingue en un mundo eviden-temente intercultural. Sirve como un mediode prueba que muestra y fortalece aquellos as-pectos de la cultura del otro que se activan ono en acto delictivo, incluso es hablar de laimputabilidad o no de un hecho como delito,de acuerdo con las diferencias culturales perono en los términos jurídico-legales nacionales(Fabre, comunicación personal).

Esta disciplina, además, puede aplicar susconocimientos acerca de las concepciones cul-turales que se tienen en torno a la muerte, lamuerte violenta en contextos rituales y los ritua-les mortuorios, es decir, las variadas costum-bres funerarias en distintos contextos para pro-porcionar una interpretación de la escena quese está investigando; de esta forma puede apor-tar datos que asocien el hecho investigado conalguna costumbre o ritual determinado.

Este especialista puede participar en la in-vestigación de campo y junto con el psicólogoforense, construir un perfil psicológico y cul-tural del victimario a partir del análisis del lu-gar de hechos, los indicios recuperados y eltratamiento dado a la víctima.

ENTOMOLOGÍA FORENSE

ANTROPOLOGÍA CULTURAL FORENSE

En la actualidad, el antropólogo cultural estáfundamentalmente referido a la población in-dígena, buscando el reconocimiento de la diver-sidad cultural frente a la justicia y a la sociedad

La entomología forense se puede definir comoel estudio de los insectos (artrópodos) asocia-dos a un cuerpo muerto para determinar eltiempo transcurrido desde la muerte o el lla-mado "intervalo posmortem".

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Cuando un investigador criminalista se en-frenta a un cadáver tiene que responder a trespreguntas fundamentales: 1) ¿cuál fue la causade la muerte y las circunstancias en las que seprodujo?; 2) ¿cuánto tiempo ha transcurridodesde la muerte?, y 3) ¿en qué lugar se produ-jo ésta? De estas tres cuestiones, los artrópo-dos poco o nada pueden aportar respecto ala primera; esa labor, establecer la causa de lamuerte, corresponde al médico forense; sinembargo, tanto en la fijación del momento delfallecimiento como en la relativa a los posiblesdesplazamientos del cadáver, los artrópodospueden ofrecer respuestas y, en muchos ca-sos éstas son definitivas (Magaña, 2000:4).

La muerte de un ser vivo lleva consigo unaserie de cambios y transformaciones físico-quí-micas que hacen de este cuerpo sin vida unecosistema dinámico y único al que van asocia-dos una serie de organismos necrófagos, ne-crófilos, omnívoros y oportunistas, que se vansucediendo en el tiempo dependiendo del es-tado de descomposición del cadáver. Los princi-pales objetivos de la entomología forense son:

Establecer el cronotanatodiagnóstico (es-timación del tiempo que ha transcurri-do desde la muerte) mediante el estudiode la fauna cadavérica presente.Determinar la época del año en que haocurrido la muerte.Verificar que un cadáver ha fallecido enel lugar donde ha sido hallado o si ha si-do trasladado hasta el mismo.Proporcionar fiabilidad y apoyo a otrosmedios de datación forense.

El "intervalo posmortem" (iPm) puede ser usa-do para confirmar o refutar las declaracionesde un indiciado o probable responsable, asícomo para ayudar en la identificación de víc-timas desconocidas enfocando la investigacióndentro de un marco correcto de tiempo. La in-tervención del entomólogo puede llegar a servital en la investigación de un homicidio (Ma-gaña, 2000:4).

Debido a la gran dificultad para calcularla tasa de descomposición por el crecimientobacteriano, existe un gran número de estudiossobre el efecto de los insectos necrófagos enrestos humanos encontrados al descubierto.En los cadáveres se produce una progresión su-cesiva de artrópodos que utilizan los restos endescomposición como alimento y como ex-tensión de su hábitat. Esta sucesión de artró-podos es predecible, ya que cada estadio deputrefacción de un cadáver atrae selectivamen-te a una especie determinada; aunque el papelde las diferentes especies de artrópodos es va-riable y no todas participan activamente en lareducción de los restos (Magaña, 2000:6).

Existen dos métodos para determinar eltiempo transcurrido desde la muerte usandola evidencia de los insectos. El primero utili-za la edad de las larvas y la tasa de desarrollo.El segundo método analiza la sucesión de in-sectos en la descomposición del cuerpo. Ambosmétodos se pueden utilizar por separado o deforma conjunta, dependiendo siempre del tipode restos que se estén estudiando. Por lo ge-neral, en las primeras fases de la descompo-sición las estimaciones se apoyan en el estudiodel crecimiento de una o dos especies de insec-tos, particularmente dípteros, mientras que enlas fases más avanzadas se utiliza la composi-ción y grado de crecimiento de la comunidadde artrópodos encontrada en el cuerpo y secompara con patrones conocidos de sucesiónde fauna para el hábitat y condiciones más próxi-mas (Magaña, 2000:8).

BASES JURÍDICASDE LA PRUEBA PERICIAL

Uno de los objetivos del procedimiento penales llegar al conocimiento de la verdad histó-rica de los hechos sujetos a investigación; paralograr este objetivo intervienen en la procu-ración y administración de justicia las pruebasexistentes en la legislación mexicana, el obje-to es aprobar o desaprobar la existencia del

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delito y aplicar, cuando sea el caso, el derechopenal.

Por lo anterior, el ministerio público y eljuez requieren del apoyo de peritos especiali-zados para aclarar los problemas planteadosen aspectos técnicos periciales, basándose ensus dictámenes para que se ilustre y se formeun juicio en sus convicciones. El perito es lapersona que integra el conocimiento del juz-gador cuando se requiere la posesión y apor-tación de conocimientos especiales sobre unaciencia, arte o disciplina, diversos al derecho,en un caso concreto llevado a su decisión ju-risdiccional (Castillo, 2001:106).

Para que el perito pueda ejercer sus activida-des en las diferentes investigaciones, se deberásujetar a lo que establece el Código de Proce-dimientos Penales para el Distrito Federal ensus siguientes artículos (el código federal ylos estatales establecen cuestiones similares aéste):

Artículo 162. Siempre que para el examen dealguna persona o de algún objeto, se requie-ran conocimientos especiales, se procederáa la intervención de Peritos.

[...]Artículo 168. Los Peritos que acepten el

cargo, con excepción de los oficiales tienenobligación de presentarse ante el Juez paraque les tome la protesta legal. En casos ur-gentes, la protesta la harán al producir o ra-tificar el Dictamen.

Artículo 169. El Juez fijará a los Peritos eltiempo en que deban desempeñar su co-metido. Transcurrido éste, si no rinden sudictamen, serán apremiados por el Juez, delmismo modo que los testigos y con igualessanciones.

[...]Artículo 171. Los Peritos deberán tener

título oficial en la ciencia o arte a que se refie-re el punto sobre el cual deben dictaminar, sila profesión o arte están legalmente reglamen-tadas; en caso contrario el Juez nombrará apersonas prácticas.

[...]Artículo 175. Los Peritos practicarán todas

las operaciones y experimentos que su ciencia

o arte les sugieran y expresarán los hechos ycircunstancias que sirvan de fundamento a suDictamen.

Artículo 176. El Ministerio Público y el Juez,cuando lo juzguen conveniente, asistirán alreconocimiento que los Peritos hagan de laspersonas o de los objetos.

Artículo 177. Los Peritos emitirán su Dic-tamen por escrito y lo ratificarán en diligen-cia especial, en el caso que sean objetadospor falsedad, o el Ministerio Público o el Juezlo estimen necesario.

[-.]Artículo 180. La designación de Peritos

hecha por el Juez o por el Ministerio Público,deberán recaer en las personas que desem-peñen este empleo por nombramiento oficialy a sueldo fijo.

[...]Si no hubiere peritos oficiales, se nombra-

rá de entre las personas que desempeñen elprofesorado del ramo correspondiente en lasescuelas nacionales, o bien, de entre los fun-cionarios o empleados de carácter técnico enestablecimientos o corporaciones dependien-tes del Gobierno.

Si no hubiera peritos de los que se mencio-na en el párrafo anterior y el Juez o el Minis-terio Público lo estimen conveniente, podránnombrar otros. En estos casos, los honorariosse cubrirán según lo que se pague por costum-bre en los establecimientos particulares de quese trate, a los empleados permanentes de losmismos, teniendo en cuenta el tiempo quelos peritos debieron ocupar en el desempeñode su comisión.

En lo referente a los peritos, el Código Fe-deral de Procedimientos Penales establece, enlo general, las mismas disposiciones en su ca-pítulo IV.

Clases de peritos: para efectos de elección delos peritos en una investigación se clasificande la siguiente manera:

Peritos oficiales: Son los Peritos que ejercencomo auxiliares de los órganos de procu-ración e impartición de Justicia.Peritos privados: Son aquellos que no per-tenecen al Poder Judicial, pero son re-conocidos cuando son contratados por la

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víctima (quien denuncia), o por el victima-rio (quien es denunciado), también puedenser llamados por el Juez en los casos de"tercero en discordia".

De acuerdo con lo establecido en el Códi-go de Procedimientos Penales para el DistritoFederal en su artículo 135 y en el 206 del Có-digo Federal de Procedimientos Penales, laley reconoce como "medios de prueba":

La confesión.Los documentos públicos y los privados.Los dictámenes de peritos.La inspección ministerial y la judicial.Las declaraciones de testigos.Las presunciones.

Se admitirá como prueba en los términosdel artículo 20, fracción V, de la ConstituciónPolítica de los Estados Unidos Mexicanos, todoaquello que se ofrezca como tal, incluso aque-llos elementos aportados por los descubrimien-tos de la ciencia.

También se admitirán como prueba las de-claraciones de los servidores públicos que enejercicio de sus funciones y con autorizaciónfundada y motivada del procurador generalde Justicia del Distrito Federal, hayan simu-lado conductas delictivas con el fin de apor-tar elementos de prueba en una averiguaciónprevia.

Cabe aclarar que el perito, como órgano deprueba auxiliar del juzgador, sólo debe emitirsu opinión con las conclusiones técnicas res-pectivas y no asumir funciones que por dere-cho corresponden al juez en la apreciaciónde las pruebas; dicho de otra forma, el perito

no decide el valor probatorio de los efectos,quien lo hace es el ministerio público. Tambiénes importante que el perito no invada áreasque no le corresponden. Para el juez, la prue-ba pericial tiene los siguientes objetivos:

Descubrir la verdad.Determinar si un hecho es o no delic-tivo.Si una persona es o no la responsabledel hecho.Si es responsable del hecho, le ayuda aestablecer la pena que se le impondrá.

En términos generales, éstas son las espe-cialidades que pueden tener mayor relevanciaen un caso donde el objetivo de la investigaciónsea el de encontrar restos humanos sepultadosclandestinamente o dejados en superficie. Co-mo se ha visto hasta el momento, cada una delas disciplinas descritas cuenta con métodosy técnicas muy valiosas que captan un enfoquedistinto de algún hecho y pueden aportar in-formación realmente importante para la reso-lución del caso.

El hecho de que no se mencionen otras dis-ciplinas no quiere decir que no tengan cabidao que no puedan aportar información alguna;sólo se consideran aquellas áreas que tienenuna mayor utilidad en la práctica, si hablarde un trabajo conjunto con los especialistasmencionados suena un tanto utópico, lo seríamás si se insertara a otras áreas en el presentetrabajo. No está demás decirlo, que entre ma-yor sea el número de especialistas que anali-cen un hecho, más información se obtendráde éste.

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MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA ARQUEOLOGÍA

Y LA CRIMINALÍSTICA DE CAMPO

En este capítulo se abordarán de manera ge-neralizada las metodologías utilizadas por laarqueología tradicional y la criminalística decampo, ya que éstas constituyen el eje princi-pal sobre el cual se plantea la propuesta meto-dológica, con la finalidad de establecer basesclaras y apreciar así su aplicación en este tra-bajo.

METODOLOGÍADE LA CRIMINALÍSTICA DE CAMPO

Como se mencionó, la investigación crimina-lística es el eje de toda investigación forense, deahí la importancia de abordarla detalladamen-te con la finalidad de comprenderla y evitar,así, la alteración del lugar de los hechos o delhallazgo en donde se participe, ya que esto pue-de tener repercusiones legales para quien asílo haga y, en consecuencia, desvirtuar la in-vestigación.

El perito criminalista de campo acude al lu-gar de los hechos o del hallazgo a petición delministerio público. En la pericia criminalísti-ca el auxilio inmediato al agente investigadorconsiste, principalmente, en el asesoramientoy las orientaciones técnico-científicas, exclusi-vamente, que hace el experto criminalista enel escenario del suceso sobre cuestiones técni-cas. Por otra parte, coordina o indica las reglaspara la protección de los hechos, observa de

manera meticulosa el sitio con los métodos idó-neos, fija el lugar con las técnicas aplicables(que van a depender de si el lugar es cerradoo abierto), colecciona los indicios con la finali-dad de que sean estudiados de manera metó-dica y científica, y los suministra a las diversassecciones del Laboratorio de Criminalística(Montiel Sosa,1989:47).

El perito criminalista de campo acude al lu-gar de los hechos o del hallazgo, debidamentepreparado con un estuche que contiene diver-sos aditamentos que le serán de utilidad paraobservar y fijar el lugar de los hechos, en ge-neral, y cada uno de los indicios presentes enél, así como para levantar, embalar y etiquetarlos indicios asociados; además, como instru-mentos de apoyo para realizar la descripciónescrita se deberá contar con una libreta a ma-nera de bitácora y un lápiz, anotando todos losdatos de importancia relacionados con el he-cho al ir aplicando la observación metódicay minuciosa del lugar, y conforme se vayan des-cubriendo los indicios.

Cuando el perito criminalista llega al lugarde los hechos debe cumplir con la "metodo-logía general de investigación criminalística",la cual se puede describir en cinco pasos prin-cipales:

1. Protección y preservación del lugar delos hechos o del hallazgo.

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Observación del lugar de los hechos parala búsqueda e identificación de indicios.Fijación del lugar.Colección de indicios: levantamiento, em-balaje y etiquetado.Suministro de los indicios al laborato-rio, aplicando la llamada "cadena de cus-todia", para su estudio y análisis.

Los cinco pasos anteriores se desglosan, asu vez, en una secuencia metodológica que secompone de diversas etapas con actividadesconcretas:

ANTES DE ACUDIR AL LUGAR DE LOS HECHOSSe deben considerar los siguientes datos quese encuentran en el libro de registro de Con-trol Diario de Solicitudes del Ministerio Pú-blico:

La fecha de la intervención: día/mes/año.La hora exacta en que se recibe el lla-mado.Forma en que se recibe el llamado, ya seade forma telefónica, escrita (oficio) o per-sonal.Nombre de quien hace el llamado, éstepuede ser el agente del ministerio públi-co o su oficial secretario.Número de llamado: corresponde alsector o delegación regional donde severificó el hecho de forma abreviada yseguido del número consecutivo que co-rresponda al llamado del ministerio pú-blico.Número de averiguación previa: es elconjunto de números que se le asigna acada averiguación que se inicia en el mi-nisterio público, éste lleva los siguientesdatos: fiscalía desconcentrada-UnidadTerritorial/número consecutivo que lecorresponde a la averiguación previa/año en el que se inicia la investigación-mescorrespondiente (01 al 12). Por ejemploAO-T3/246/99-03.

Número de turno: corresponde al turnode la guardia que recibe el llamado.Ubicación del lugar de los hechos: seanota el nombre de la calle o avenida,número del inmueble y la colonia (sinabreviaturas), en caso de ser lugar ce-rrado. En lugares abiertos se anotará enque calle se localizó el cadáver o se rea-lizaron los hechos, frente a qué número,junto a qué número de inmueble y en quecolonia; o bien en qué paraje, próximoa qué carretera, cercano a qué poblado,etcétera.

AL LLEGAR AL LUGAR DE LOS HECHOSUna vez que se ha llegado al lugar de los he-chos se debe tomar nota de las siguientes ca-racterísticas:

Anotar la hora exacta del arribo.Corroborar la dirección con las placas denomenclatura de las calles referidas ypreguntando a los vecinos del lugar.Anotar las condiciones meteorológicas,tales como el clima que impera en la zona(si hace frío o calor, húmedo o seco, etc.)y si hay presencia de lluvia al momen-to de llegar, se debe solicitar informa-ción del tiempo que ha durado ésta, yasean minutos, horas o días.Tomar nota de la luminosidad del lugar(si es natural o artificial y si es buena, re-gular o mala).Aplicar el interrogatorio pericial para co--rroborar si la escena ha sido alterada.

Una vez que se ha tomado nota de las ca-racterísticas antes mencionadas se procederáa continuar con los cinco pasos de la crimina-lística de campo:

1. Protección y conservación del lugar de los he-chos. Esta etapa de la investigación tiene comoprincipal objetivo (podría ser el único, sin em-bargo es el más importante de toda la investiga-ción) conservar la forma primitiva del escenariodespués de sucedido el hecho.

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2. Observación y descripción del lugar de loshechos. El sitio debe ser observado minuciosa-mente con la finalidad de reconocer si el lugarde los hechos es el original o si existen otrossitios asociados que se deben investigar. Delmismo modo, se tratará de localizar indicios fí-sicos asociados (identificadores y reconstruc-tores). Por supuesto que esta metodología nose puede aplicar de la misma forma en lugarescerrados y en lugares abiertos, por eso mismoexisten algunas variantes en cuanto a la formade llevarse a cabo, pero sin alterar la metodo-logía para que no se vean alterados lo resul-tados.

Observación y descripción de los exte-riores de un lugar cerrado. Caracterís-ticas del arroyo (tipo de suelo, númerode carriles, dirección). Ubicación y orien-tación del inmueble (dirección correcta,fijar la placa de nomenclatura de la ca-lle). Orientación de la acera donde está elinmueble (norte, sur, oriente o poniente).Características del inmueble (fijar foto-gráficamente, medir la fachada, númerode pisos, describir huellas de escalamien-to o deslizamiento, acabados, ventanascon o sin herrería, accesos peatonales yvehiculares, el color de la casa, depar-tamento, vecindad, etc., vidrios rotos oestrellados, cerraduras y sistemas de se-guridad forzados).Observación y descripción de lugarescerrados. Se observan y describen los ac-cesos al inmueble y la distribución quetiene, el ingreso debe ser por parte delperito criminalista y el fotógrafo foren-se. Se procede a observar el lugar de loshechos. Inmediatamente después se es-tablecen rutas de tránsito dentro de laescena para evitar la alteración de la mis-ma. La observación se debe realizar enforma de espiral o en abanico. Tomandoen cuenta el piso, los muros y el techo.La finalidad de esta observación es la deconocer la escena, en general, y la bús-

queda de objetos, armas, instrumentoso sustancias asociadas al evento.

C. Lugar abierto. Ubicación del lugar (calle,colonia, frente a qué número), descripcióndel arroyo vehicular (dirección, núme-ro de carriles), si el cuerpo se encuentraen la banqueta (se mide la anchura deésta y se orienta, se ubica el cadáver me-diante coordenadas utilizando puntos fi-jos y se dibuja y fija fotográficamente).Si el cuerpo se encuentra en el arroyo(lo mismo).

3. Fijación del lugar de los hechos. El objetivoprincipal de este paso es registrar general y par-ticularmente el lugar de los hechos o del hallaz-go y sus indicios, con la finalidad de plasmarsu situación y características materiales paraefectos de investigación científica. Las técni-cas aplicadas para este fin son:

Descripción escrita. En procedimientosen lugares externos o internos la des-cripción va de lo general a lo particular,tomando en cuenta tanto las áreas exte-riores como las interiores. A continua-ción de la vista de conjunto al detalle ydel detalle a los pequeños detalles y susparticularidades. La importancia de ladescripción escrita radica en que no seolvida la información y ésta proporcio-na una herramienta de alto valor parael criminalista a la hora de realizar el in-forme.Fotografía forense. Las fotografías quese deben tomar en el lugar de los hechoso del hallazgo se dividen en cuatro, quea continuación se mencionan: a) vistasgenerales: son placas que proyectan lavista general del lugar desde cuatro án-gulos diferentes utilizando el lente granangular; b) vistas medias: son placas querelacionan muebles, objetos, instrumen-tos y cuerpos, cambiando de posición; c)acercamientos: exhiben los indicios aso-ciados incluyendo el testigo métrico, y

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d) grandes acercamientos: señalan lasparticularidades de los indicios.Planimetría forense. El dibujo precisa,fundamentalmente, distancias entre unindicio y otro, o entre un punto de refe-rencia y un indicio, asimismo muestrauna vista general superior muy comple-ta del escenario dibujado.Moldeado. Se utiliza para obtener hue-llas de calzado, neumáticos y otros ob-jetos en terrenos blandos, así como frac-turas en objetos sólidos.

4. Colección de indicios. Se lleva a cabo en tresoperaciones fundamentales, dependiendo deltipo y características del indicio.

Levantamiento. Se deben usar guantes delátex desechables para evitar contaminarlos indicios que tengan valor identifica-tivo o reconstructivo, es decir, mantenerlos posibles vestigios de pólvora, saliva,sangre, huellas dactilares, entre otras.Etiquetado. Éste es un paso que se debehacer por separado, se utilizan dos eti-quetas, una que irá atada o pegada alindicio o dentro de la misma bolsa, re-cipiente, o caja en donde se vaya a em-balar y una más en la parte externa paraidentificar el indicio de que se trata.Cada una de las etiquetas deberá llevarlos siguientes datos: número de averi-guación previa, domicilio del lugar delos hechos, número de orden, descrip-ción del indicio, lugar preciso donde fuerecogido, estudio al que debe ser some-tido, fecha, nombre y firma del investi-gador.

C. Embalaje. Se refiere al momento y la for-ma en que serán guardados los indiciospara su traslado al Laboratorio de Cri-minalística, la forma y el lugar en quese embalen va a depender del tipo deindicio de que se trate, ya que no es lomismo embalar un arma de fuego queun indicio filamentoso.

5. Cadena de custodia. En criminalística seaplica esta cadena a todos los elementos quese encontraron durante la inspección crimi-nalística y que pueden ser materia de pruebadurante el proceso judicial; se establece estacadena para garantizar la originalidad e inte-gridad de todos y cada uno de los indicios. Enella entran todas las personas y condicionesque intervienen en la recolección, envío, ma-nejo, análisis y conservación. Se inicia en ellugar de los hechos o del hallazgo y terminacuando la autoridad judicial da por cerradoel caso o bien son desechados los indicios porno tener relación con éste.

METODOLOGÍADE LA ARQUEOLOGÍA TRADICIONAL

La arqueología es una ciencia empírica cen-trada, fundamentalmente, en el estudio de laconducta cultural del pasado a través de susrestos materiales, al mismo tiempo es una cien-cia que aporta sus técnicas a otras disciplinas,como las ciencias forenses.

La investigación arqueológica de campo pasapor tres momentos: prospección, excavacióny datación, cada uno de los cuales se desglosaen una variada gama de técnicas a aplicarsedurante el trabajo arqueológico. A continua-ción se desglosará cada uno de los momentosde la investigación con el objetivo de mostrarla metodología de forma detallada.

PROSPECCIÓN

La prospección sistemática de los yacimientosconduce al arqueólogo a los lugares donde exis-ten vestigios materiales del pasado. Para inten-tar localizar un yacimiento, en primer lugar,hay que realizar un estudio del relieve y de lahidrografía de la región, ver el mapa geológi-co y tener en cuenta el clima. Lo anterior sirvepara ubicar geográficamente los puntos másfavorables para habitar, es decir, aquellos lu-gares que presenten mejores oportunidadespara conseguir agua, alimento (cultivar), pro-

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tección natural, en resumen, que presentenmenos adversidades para la vida cotidiana. Elestudio previo se puede realizar por mediode las siguientes técnicas:

Investigación bibliográfica. Se deben con-sultar las fuentes escritas que aludan allugar, ya que éstas pueden aportar datossobre la existencia de núcleos de pobla-ción o de cualquier otro tipo de vesti-gios hoy desaparecidos.Cartografía. Es una herramienta con lacual se pueden conocer las característi-cas de un lugar, como la topografía, lahidrografía, la distribución y el tipo devegetación, etc., lo anterior es útil paraubicar los asentamientos humanos delpasado.Fotografía aérea. Es muy útil ya que faci-lita la detección de irregularidades enel terreno que pudieran corresponder aalgún asentamiento humano y que ob-servadas de forma aislada no se podríanidentificar con facilidad. Esta técnica ayu-da a comprender mejor la estructurageográfica de una región y en este senti-do es la guía y el complemento indispensa-ble de todo proceso de prospección.Estudios de superficie. El estudio de la su-perficie del terreno prospectado cons-tituye el primer contacto directo delinvestigador con el entorno a estudiar,esta fase es considerada insustituible, esdecir, que es la etapa de la investigaciónque mayor cantidad de datos proporcio-na, ya que durante el recorrido en la su-perficie se pueden recolectar fragmentosde cerámica, descubrir inscripciones dealgún muro que haya quedado expuestopor influencia de los factores naturales(la erosión, por ejemplo) o por la accióndel hombre (como la agricultura o algu-na construcción). Los datos obtenidos deesta forma pueden aportar informacióndel tipo y del tiempo al que correspondenlos yacimientos del lugar. Existen técni-

cas de prospección de reciente aparición,como las geofísicas (eléctrica, magnéti-ca, acústica) que permiten determinarlas variaciones en el subsuelo y delimi-tar, sin destrucción, un yacimiento ar-queológico.

5. Sondeo arqueológico. En esta etapa se lle-van a cabo pozos de prueba, los cualesayudan a encontrar rápida y económica-mente la clase de cosas que se encuentranen un sitio (Hole y Heizer, 1965:116), deesta forma se puede ratificar la existen-cia de vestigios y obtener datos precisossobre las características de éstos y de laestratigrafía del lugar para el planeamien-to de las estrategias a seguir.

EXCAVACIÓN

Una vez que se cuenta con los datos suficientespara precisar la existencia de un yacimientoarqueológico y antes de proceder a la excava-ción, se debe hacer la ubicación del sitio lo-calizándolo en un mapa topográfico y levantarun plano de la zona a excavar.

La excavación arqueológica consiste en bus-car todos los datos que la tierra esconde y re-gistrarlos. Esta búsqueda de vestigios mate-riales lleva implícito el análisis de las formasdescubiertas, así como la determinación estra-tigráfica de los datos obtenidos y el estableci-miento, por medio de la interpretación de dichaestratigrafía, de la sucesión cronológica o evo-lución interna (como puede ser la evoluciónde una ciudad a otra o de una etapa a otra) delos hallazgos que se superponen en un mismoyacimiento (Ramos, 1977:34).

Para esta parte de la investigación arqueo-lógica se aplican una serie de técnicas que acontinuación se mencionan:

1. Retícula. Es la cuadrícula que se estable-ce sobre la totalidad de la superficie delyacimiento prospectado, con lo que seobtienen amplios recuadros denomina-dos sectores, en el interior de los cualesse procederá a un nuevo cuadriculado.

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La cuadrícula es puramente topográficay sus líneas de intersección pueden estarmaterializadas sobre el terreno por me-dio de estacas e hilos; generalmente sólose establece la retícula con los hilos den-tro del sector sometido a excavación (Ra-mos, 1977:37). El orden de excavaciónla determinará el arqueólogo encarga-do y para esto existen dos métodos: elprimero se refiere al método de panal,el cual consiste en realizar la excavaciónde cada uno de los sectores dejando mu-ros entre éstos (de un metro de ancho)con la intención de poder apreciar la es-tratigrafía en cada uno de los sectoresy así poder hacer comparaciones entreéstos pero, sobre todo, tratar de recupe-rar el registro estratigráfico de todo elsitio. El segundo método no difiere mu-cho del anterior, se le denomina "tablerode ajedrez", la idea de éste es realizar laexcavación de forma salteada, es decir,que en una línea (línea A) que va de nor-te a sur y contiene seis sectores, sólo seexcavarán los sectores Al, A3 y A5, enla línea B se excavarán los sectores B2,B4 y B6, al final se tendrá una imagenparecida a un tablero de ajedrez.

2. Registro tridimensional. La retícula deexcavación es el elemento indispensablepara llevar a cabo una excavación y suutilidad está basada en el registro tridi-mensional de los objetos, cuerpos o res-tos óseos que se encuentran. Éste esde fundamental importancia en virtud deque la mayor información de una exca-vación no se limita a los artefactos encon-trados, sino a su relación espacial entreellos. La retícula debe guardar relacióncon los ejes principales del elemento queha de ser excavado. Esta retícula se hacecon hilos resistentes y estacas colocadasen las esquinas de lo que será la retícu-la. Cabe mencionar que el o los elemen-tos a excavar deben quedar ubicadosdentro de ésta y se trazarán cuantas re-

tículas sean necesarias para abarcar todoun sector o todos los sectores, dando unanomenclatura utilizando para esto losejes X y Y.Empleo de las coordenadas cartesianas. Con-siste en la utilización de las coordenadascartesianas en el lugar que se está inves-tigando, de esta forma, al momento deiniciar el trabajo en campo se debe ubi-car un punto cero o nivel de referencia,el cual debe ser establecido antes de di-vidir el lugar en sectores (ya que de aquípartirán cada uno de ellos), debe serfijo, es decir, se debe colocar en un lugarque difícilmente se destruya o se mueva.Posterior a esto se traza una línea baseque guardara relación con el punto ceroya que de él parten las coordenadas ho-rizontales. Por la línea de base pasará elnivel cero que sitúa el plano cero del queparten las coordenadas verticales (Lo-renzo, 1991:21).Herramienta. Al realizar una excavaciónarqueológica se debe contar con un con-junto de herramientas que permitan rea-lizar los trabajos de la mejor manera yque resulta necesaria para llevar a cabouna excavación arqueológica, dichomaterial es el siguiente:

Libreta de campo.Lápices o bolígrafos y marcadores in-delebles.Cartas topográficas, geológicas, etcé-tera.Cámara fotográfica, de video y gra-badora.Papel milimétrico.Escalímetro.Brújula.Teodolito.Estacas de madera o plástico.Hilo cáñamo grueso color blanco.Nivel de hilo.Flexómetro.Pizarrón y gises.

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Flecha y escala métrica.Plomada.Cucharillas.Brochas y escobillas de diferentes gro-sores.Recogedores y cubetas (pequeñas ygrandes).Cernidores.

5. Estrategia de excavación. Como ya es cono-cido, la excavación propiamente dichano es arbitraria, por lo que se debe apli-car una estrategia definida que permitarecuperar la mayor cantidad de datos deun sitio y que a la vez brinde la posibi-lidad de apreciación del contexto en sutotalidad. La excavación debe conside-rar los datos (como la profundidad a laque se localizaron irregularidades en elterreno) obtenidos durante la prospec-ción, de esta forma se sabe cuál es la pro-fundidad a la que se quiere llegar y conesto definir el tipo de herramienta quese utilizará. La metodología a seguir esla siguiente: la excavación se realiza porniveles métricos o por capas estratigrá-ficas, aunque esto último casi no se esti-la, la intención de esto es llevar un ordenque permita ir registrando adecuadamen-te los vestigios que vayan apareciendo.Por lo regular se utiliza pala y pico paraexplorar los primeros niveles (dependien-do de los resultados obtenidos en lospozos de sondeo), aunque es más reco-mendable realizar toda la excavación concucharillas. Es importante que la exca-vación se mantenga nivelada, es decir,que no se debe profundizar más en unaszonas que en otras. Si se sigue esta téc-nica de excavación la posibilidad de da-ñar los vestigios sepultados se reduce yse puede realizar un mejor registro e in-terpretación de lo encontrado. Cada vezque aparezca algún vestigio arqueológi-co es importante detener la excavacióny tomar nota de lo encontrado, ubicarlo

en un plano y registrarlo mediante foto-grafías y video.

6. Registro. En arqueología el registro esde vital importancia, ya que es el indica-dor posterior a la intervención del si-tio de la forma y el espacio en el que seencontraban dispuestos los objetos, es-tructuras, esqueletos, etc., que se encon-traron. El registro tridimensional es elmás usado, ya que brinda una ubicaciónespacial en planta y a la vez indica las pro-fundidades a las que se encontraron cadauno de los objetos. El registro tridimen-sional se hace mediante dibujos a escalay permite ubicar en éstos cada uno delos vestigios en las coordenadas y profun-didades a las que aparecieron. Ademásdel registro mediante dibujos, tambiénse utiliza la fotografía en blanco y negro,y de color, ya que da mejor cuenta de larealidad de los contextos tal como estáncuando son limpiados por los arqueólo-gos (Manzanilla y Barba, 1994:62). Lasfotografías se pueden tomar desde dis-tintos lugares para obtener diferentes án-gulos del contexto, al momento de tomarlas fotografías se deben utilizar escalasy flechas indicando el "norte" con la in-tención de tener una ubicación espacialy contextual de la fotografía. Tambiénes importante hacer un registro (dibujosy fotografías) de los perfiles estratigrá-ficos. Otra forma de registrar lo que seha encontrado durante una excavaciónes mediante cédulas de registro, las cua-les son muy variadas y específicas, las haydesde cédulas para el registro y la des-cripción de basamentos, hasta entierroshumanos; por supuesto cada una de ellascontendrá una cantidad de informaciónrecolectada en campo y otras más en la-boratorio.

LEVANTAMIENTO

Los objetos como cerámica, restos óseos, pol-vos (como el carbón, polen, etc.) que fueron

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oitt ados durante la excavación y que re-itneren de ser alta] izados en laboratorios debe-

rii: t ser levatitít( los y guardados cuidadosamenteen cajas, recubiertos con plástico de burbujapara evitar dañarlos, ya sea por el mal manejoo eventos inesperados. Esta etapa es la últimade una excavación arqueológica (del trabajo decampo) y continúa en los distintos laborato-rios como el de lítica, osteología, palinología,suelos y sedimentos, entre otros.

DISCUSIÓN

Como se puede apreciar, tanto la metodolo-gía de la arqueología tradicional como la dela criminalística de campo no son del todo di-ferentes, ya que ambas tienen como objetivo larecuperación del mayor número de objetos que

se encuentran asociados a un hecho, aunquecon sus variantes metodológicas y en sus ob-jetivos, se pueden distinguir algunos pasos queson el eje principal de cada una de las inves-tigaciones:

Observación del lugar a investigar.Registro de los indicios encontrados.Levantamiento de dichos indicios.Traslado de los indicios susceptibles deser analizados en laboratorio.

Estos pasos están implícitos en la metodo-logía de cada una de estas disciplinas y dan unaidea de la importancia que tienen los contex-tos, ya sean criminales o arqueológicos, parareconstruir los hechos que se llevaron a caboen ese lugar. Tanta es su similitud que se pue-de decir que un arqueólogo es un criminalis-ta del pasado y viceversa.

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PROPUESTA METODOLÓGICA

PARA LA PROSPECCIÓN, EXHUMACIÓN

Y ANÁLISIS DE RESTOS ÓSEOS EN CASOS FORENSES

Al realizar investigaciones de índole legal, endonde la participación de diversos especialis-tas es de vital importancia, surge la necesidadde conocer el método de trabajo de cada uno deellos para contar con una metodología que per-mita tener un mayor y mejor control de las va-riables que se presentan, así como estrategiasque permitan enfrentarse a dificultades que hande surgir durante la investigación, en especialen las que son llevadas a cabo en lugares abier-tos y con topografía irregular. En este capítulose presenta la propuesta que integra los prin-cipales pasos metodológicos de cada una delas disciplinas participantes.

Cuando se trata de algún caso en el que porconfesión, denuncia o querella se notifica alministerio público de la existencia de una fosaclandestina o restos humanos en superficie, conla característica de que se desconoce el lugarexacto en el que se encuentran, el ministeriopúblico se auxilia de los servicios periciales (cri-minalística de campo y fotografía forense); sinembargo, también puede pedir la participa-ción de un arqueólogo, un antropólogo físicoy un entomólogo que tengan preparación yconocimiento del ámbito forense; estos espe-cialistas cuentan con la formación y el cono-cimiento necesario para procesar un lugar dehechos o de hallazgo, pues tanto el arqueólo-go como el antropólogo físico están prepara-dos adecuadamente para aplicar las técnicas

de prospección para la localización de fosasclandestinas y restos humanos dejados en su-perficie.

Con los conocimientos del arqueólogo sepuede establecer una planeación de la inves-tigación en campo y permite, además, la coor-dinación de los especialistas que van a parti-cipar en dicho caso. En esta primera fase dela investigación destacan, por su importancia,los siguientes pasos a seguir.

INVESTIGACIÓN DE GABINETE

Esta etapa se considera una de las principalesdentro de la investigación previa del lugar delos hechos o de hallazgo, ya que la informa-ción que se obtenga será de gran utilidad paraplanear una estrategia de trabajo -adecuada altipo de terreno, clima, vegetación, etc. La in-vestigación bibliográfica sobre el lugar de loshechos o del probable hallazgo sirve para te-ner un primer acercamiento con la zona yconocer cuáles son las características socio-culturales, económicas y poblacionales, todoello es de gran utilidad para conocer la diná-mica de la localidad que se va a investigar. Dela misma forma se debe ubicar el lugar en lascartas topográficas de la zona para conocerla orografía, altitud, clima, vegetación, entreotras características, con la finalidad de con-

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tar con mayor información y elementos parauna mejor planeación de las estrategias a se-guir una vez comenzada la investigación en elcampo.

MATERIAL

Para llevar a cabo la investigación de maneraminuciosa y metódica es necesario contar conel equipo y el material necesario para cadauna de las siguientes fases, éste se describe enel cuadro de la página 41 y se hace una brevedescripción de su utilidad en la etapa corres-pondiente.

OBSERVACIÓN DEL LUGAR

En esta fase de la investigación se pretende,por medio de la observación del lugar en don-de se realizará la investigación, detectar lasalteraciones que ha sufrido el paisaje, dichaobservación se puede realizar ya sea median-te visitas previas al lugar, en el momento deiniciar la investigación, o al realizar la inves-tigación previa o con la ayuda de la fotografíaaérea. En lo que concierne a la vegetación, sebusca encontrar alteraciones como diferenciasen el crecimiento de ésta, lugares en dondeno haya vegetación o que se encuentre mez-

clada con la tierra así como elevaciones y de-presiones en el terreno (figuras 1 y 2).

Para los casos de ríos, normalmente se debeobservar el cauce de éste y la cantidad de aguaque transporta, si es de temporal o permanen-te, observar con detalle los lugares en dondese encuentren depósitos de sedimentos, así co-mo caídas de agua y hundimientos en el cau-ce del mismo. En casos de barrancas se debeobservar la pendiente de las paredes y el fondode éstas, tomando en cuenta los lugares endonde pudiera quedar atorado un cuerpo. Enesta parte de la investigación participan todoslos especialistas, ya que cada uno de ellos deberealizar anotaciones sobre las característicasque conciernen a su especialidad. Es muy im-portante considerar las condiciones climáticas(soleado, nublado, lluvia, etc.) y de ilumina-ción (natural o artificial y si es buena, regularo mala) que predominan en la zona, ya queéstas van a influir en la .forma —facilitandoo dificultando— en que se realice la obser-vación.

Durante esta etapa se pueden llevar a cabolas entrevistas a las personas que circulen ovivan cerca del lugar, con la finalidad de sabersi se han percatado de alguna actividad extra-ña en la zona, tales como disparos de arma defuego, peleas, visitas de vehículos por la noche,etc. Hablar con los lugareños no sólo brindainformación sobre el hecho, sino que permite

Figura 1. Depresión formada en el terreno

Figura 2. Depresión y crecimiento diferencial endebido a la presencia de una fosa clandestina. la vegetación en el lugar en donde se encuentra

una fosa clandestina.

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11.1,11.1, II IMIIMP/1

obtener información sobre la cantidad de per-sonas que transitan el lugar, eventos climáticosde importancia (si ha sido un año caluroso,seco o húmedo, caídas de cenizas volcánicas,deslaves de cerros), entre otros aspectos.

RECORRIDO DE SUPERFICIE

Cuando se trata de casos en los que el cuerpofue dejado en superficie, lo más recomendablees realizar recorridos en diferentes direccio-nes (lo que se conoce como peinar la zona);para esto se requiere de la participación de unnúmero considerable de personas (dependien-do del área a recorrer) alineadas y separadas

a una distancia de uno a tres metros entre sípara abarcar la zona en dos direcciones: nor-te a sur y este a oeste (figuras 3 y 4).

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Figura 3. Recorrido de superficie mediantetranseptos norte-sur y oeste-este.

Figura 4. Recorrido de superficie para la búsqueda de restos humanos y fosas clandestinas.

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Etapa Herramienta Utilidad

Observación del lugar Libreta de campo, boligrafos, lápices, brújula, reloj, Se deben anotar la hora de llegada al lugar y todos los datos que caracterizan a la zona a in-GPS, cámaras fotográficas (reflex y digital) y de vi- vestigar. Con la ayuda del GPS se ubica la zona en coordenadas para después localizarla en unadeo. carta topográfica. La descripción debe ser minuciosa y se deben tomar fotografías (vistas ge-

nerales) y video para tener imágenes que apoyen gráficamente el o los informes que se entre-garán.

Recorrido de superficie Silbatos o radios, brújula, varillas "T" (1.5 metros),banderines de color rojo o amarillo (1.5 metros),radar de penetración, detector de metales, detectorde gas butano o perros entrenados para este fin, li-breta de campo y lápices o bolígrafos.

Durante el recorrido en transeptos (peinado de la zona) se utilizan los silbatos para que loshagan sonar cuando se encuentre un probable indicio; lo ideal sería contar con radios quepermitan mantener una comunicación mucho niás directa; los recorridos serán establecidospor el arqueólogo forense y éste dirige la cuadrilla, el uso de la brújula es para orientar lostranseptos.

Conforme aparezcan los indicios se marcarán con los banderines y se continúa la búsque-da. El georradar se utiliza, si es que se cuenta con él, una vez ubicados los lugares con altera-ciones para realizar un sondeo y conocer el subsuelo para determinar discontinuidades en laimagen generada por este aparato.

Los detectores de metales y gas butano son herramientas de ayuda opcionales, al igualque los perros que podrían ayudar a detectar gases producidos por la descomposición de uncuerpo y algunos indicios metálicos que puedan estar presentes. Todos los datos que se obten-gan de esta etapa deberán ser anotados en la libreta de campo.

Sondeos Estacas de madera o plástico, hilo cáñamo gruesocolor blanco, nivel de hilo, brújula, flexómetro, cu-charilla, brochas y escobillas de diferentes grosores,recogedores pequeños y cubetas (pequeñas y grandes),cámara fotográfica y de video.

Con las estacas y el hilo se traza una retícula, el nivel de hilo y la brújula se utilizan paraorientar, nivelar y cuadrar la retícula, se comienza la excavación en el pozo con las cucharillasy las brochas (en niveles métricos), los recogedores y las cubetas ayudan a sacar la tierra delpozo.

Las cámaras fotográfica y de video se utilizan para realizar la fijación del procedimientoseguido.

Excavación Nivel de hilo, brújula, flexómetro, cucharilla, brochasy escobillas de diferentes grosores, recogedores pe-queños y cubetas (pequeñas y grandes), plomada,cernidores, cámara fotográfica y de video, cuadernode campo y grabadora.

Las cucharillas, las brochas y escobillas se utilizan durante todo el proceso de excavación pararemover la tierra por niveles métricos. El flexómetro y el nivel de hilo para ir tomando lasprofundidades de los niveles y los indicios encontrados y junto con la plomada para ubicadosespacialmente. Las cámaras, la grabadora y el cuaderno de campo ayudan a llevar un buenregistro del proceso.

Registro Cámara fotográfica y de video, cuaderno de campoy grabadora, hojas de papel milimétrico, escalímetro,lapiceros, nivel de hilo, brújula, flexómetro, pizarróny gises, banderines pequeños (dos por tres centíme-tros), una flecha y una escala métrica; cédula de re-gistro de entierro e inventario.

Las cámaras fotográfica y de video se utilizan para realizar la fijación de los indicios hallados;el cuaderno y la grabadora sirven para hacer una descripción escrita y verbal respectivamen-te. Las hojas milimétricas y el escalímetro son para llevar a cabo la planimetría (a escala) dela retícula y del lugar en que se está llevando a cabo la investigación.

En el pizarrón se deben anotar los datos correspondientes a la investigación; el nivel dehilo y el flexómetro sirven para ubicar la profundidad y la ubicación espacial dentro de la re-tícula, los banderines se utilizan para indicar la presencia de algún indicio (se numeran) a lahora de hacer la fijación, la escala métrica y la flecha se utilizan para dar una idea de las di-mensiones de los indicios y la flecha para indicar la orientación que guarda. Estos elementosdeben aparecer en las fotografías y el video tomados. Las cédulas sirven para registrar las ca-racterísticas e inventario del entierro.

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Etapa Herramienta ( illidad

Embalaje de indicios Bolsas de papel (distintos tamaños), bolsas de plásti-co tipo ziploc, frascos esterilizados, etiquetas autoad-heribles, marcador o plumones (no solubles al agua).etiquetas colgables, pinzas de distintos tamaños,guantes de látex, cubrehocas, cajas de cartón de variostamaños (con tapa), hilo cáñamo, plástico de burbu-ja, alcohol y agua. Cámara fotográfica y de video,cuaderno de campo y grabadora.

Las bolsas de papel se militan para embalar los indicios óseos y materiales que contenganhumedad, las bolsas de plástico (ziploc) para guardar los indicios filamentosos y otros indiciospequeños, los frascos esterilizados para guardar muestras tomadas va sean <le fauna, sustanciaso tejidos. El alcohol se utiliza como conservador. Las etiquetas autoadheribles se colocan enel exterior de las bolsas que contienen los indicios, y cada uno de éstos llevara otra etiquetacolgante dentro para evitar confusiones. Los guantes y el cubrebocas deberán llevarse puestosdurante todo el proceso para evitar la contaminación de los indicios y al mismo liempo comoprotección de los agentes patógenos presentes.

Las cajas de cartón se utilizarán para guardar y separar, proteger y trasladar todos los in-dicios (biológicos y no biológicos), los indicios óseos deberán guardarse en cajas especialescon plástico de burbuja para evitar su deterioro durante el traslado al laboratorio. Al igualque en las etapas anteriores el procedimiento debe quedar registrado en fotografía, video,cuaderno de campo y grabadora.

Análisis de restos Brochas, pinceles y cepillos dentales suaves, palitosde madera, esponjas y franelas. Tabla osteométrica,osteómetro, mandibulómetro, bibliografía sobreosteometría y osteología morfológica, cédulas deregistro ()sicológico, cámara fotográfica y de video,cuaderno de campo y grabadora.

Las brochas, pinceles, cepillos dentales, palitos de madera, esponjas y franela sirven pararealizar la limpieza (le los restos óseos. La tabla osteométrica, el osteómetro y el mandibuló-metro son necesarios para realizar el análisis osteométrico de los restos, la bibliografía com-plementará y fundamentará el análisis morfométrico. Las cédulas apoyan al registro de losdatos obtenidos, nuevamente la cámara fotográfica, de video, el cuaderno de campo y lagrabadora servirán para realizar la fijación del procedimiento de análisis.

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Cada una de las personas deberá caminarlentamente observando al frente, derecha e iz-quierda, si la vegetación impide ver el terreno,se recomienda ayudarse de varillas para re-moverla (figuras 5A y 5B) y así poder observarmejor el área que le corresponde, todas laspersonas participantes deben caminar a la mis-ma velocidad, sin adelantarse o atrasarse.

Figura 5A. Direcciones de observación que cadauna de las personas participantes en el recorridodebe cubrir.

Figura 5B. Varilla "T", se utiliza para sentir lacompactación del terreno.

Cuando se encuentra algún indicio, ya seaóseo o de algún otro tipo, se requerirá poneruna marca (se recomienda utilizar banderinesrojos o amarillos de 1.5 metros de altura) paraseñalar el lugar y continuar el recorrido (fi-gura 6).

Las marcas que se van dejando nos permi-tirán reconstruir la mecánica de dispersión delos restos óseos, y en determinado momentola escena en general.

Otra técnica aplicable a esta etapa (le la in-vestigación es la utilización del radar de pe-netración, que es un instrumento utilizad() pol-los geofísicos para realizar mapeos del sub-suelo, ésta ha demostrado ser una técnicageofísica recomendable para la detección detumbas por no resultar destructiva ni intrusi-va; cubre fácil y rápidamente grandes áreas yse puede aplicar a todo tipo de terrenos, salvocuando en el subsuelo se tienen materialesarcillosos saturados de agua, lo cual atenúalas ondas cle radar por su alta conductividadinduciendo a que las prospecciones se llevena cabo en estos casos en épocas de secas (Ta-lavera, Rojas y Ortega, 2000:12).

El radar de penetración no sólo permite laubicación de una fosa clandestina, sino que tam-bién ayuda a conocer la forma de los rasgos

enterrados, la profundidad a la que se encuen-tran y elabora un perfil de los mismos. Cabeaclarar que este radar no detecta esqueletos orestos parcialmente descompuestos, sino or-denamientos anómalos en el subsuelo y piezasde metal (Talavera, Rojas y Ortega, 2000:12).Otra ventaja que presenta es que con las lec-turas obtenidas nos permite planear la estra-tegia de excavación y recolección de indiciosantes de remover la tierra y alterar el área quese está investigando (Talavera, Rojas y Ortega,2000:7).

Una vez que se ha ubicado la fosa o los res-tos óseos en superficie, es necesario protegery preservar el lugar de los hechos o hallazgo,esto es, acordonar la zona. Es recomendabledelimitar un área de 50 metros a la redonda yhacer otra delimitación cercana a la escena,

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Figura 6. Los banderines se colocan en el lugar en donde se encuentra algún indicio, éstos deben serde colores que contrasten con el paisaje.

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que incluya a todos los elementos presentessin dejar nada fuera de ésta. Ubicar puntosque se utilicen como entrada y salida del lu-gar, así como restringir el paso a personas quesean ajenas a la investigación (figura 7).

Ya que se ha delimitado la zona, se estable-cen rutas de acceso, no siempre se deben tomarlas que se hayan establecido antes de nuestrallegada, ya que en éstas pueden estar presen-tes huellas de pisadas que correspondan conel calzado del o los autores del hecho, lo reco-mendable es establecer rutas de acceso nuevascon el debido cuidado para no alterar el lu-gar. También se debe observar todo en formacompleta y metódica, y fijar la escena de ma-nera escrita, fotográficamente, dibujos y si secuenta con el equipo, en video, con la finalidadde dejar testimonio, por distintos medios, delorden que guardaba el lugar de hechos o dehallazgo.

SONDEOS

Cuando se trata de fosas clandestinas o restoscubiertos por sedimentos se procederá, unavez ubicado el sitio probable, a realizar pozosde sondeo, es decir, se harán pequeños po-zos (de un metro por un metro) con la finali-dad de sondear y ver si ahí se encuentran losrestos. Estos pozos se realizan en los lugaresdonde se ha observado alguna alteración delpaisaje. Para tener un mayor control de lospozos se debe trazar una retícula, esto es, selimita la zona con un cordón para delimitarla zona a excavar a la vez que permite llevar unmejor registro.

Es muy importante que se ubique el nortey se establezca un nivel cero en un punto fijo(datum) cercano a la zona (puede ser la basede un árbol, una roca de tamaño considerable,un muro, etc.), el cual servirá de referencia para

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Figura 7. Vista de la zona acordonada.

tornar las profundidades a las que se trazaronlos pozos y, en general, del nivel en el que setrabaja y se encuentren los restos. Este puntode referencia servirá para que si en un futurose requiere visitar la zona se cuente con un re-ferente que ayude a identificar el lugar exactoen el que se trabajó. Es de vital importanciaque la excavación del pozo sea metódica,utilizando cucharillas y bajar en niveles mé-tricos de entre 10 y 30 centímetros, lo anteriortiene el propósito de que si se encuentran losrestos a una profundidad mínima no se al-teren con alguna herramienta no adecuada yse preserve mejor la escena.

Cuando se trata de fosas es muy importan-te prestar especial atención a las característi-cas de éstas y tratar de conservar el contornooriginal de la fosa ya que esto nos puede ayu-dar a inferir si el acto fue planeado y la fosase realizó para ese fin y hubo premeditaciónal realizarla, o si por el contrario hay indiciosde que fue una fosa improvisada, además debrindar elementos que nos permitan inferirel tipo de herramienta utilizada para su rea-lización (figuras 8 y 9).

Figura 8. Vista de una excavación en donde serespetó el contorno original de la fosa.

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Figura 9. Detalle de uno de los perfiles de lafosa, se observan marcas dejadas por laherramienta con que fue hecha.

EXCAVACIÓN

Cuando en uno de los pozos de sondeo se en-cuentra algún indicio es recomendable nocontinuar la excavación y ampliar la retículapreestablecida a un tamaño considerable (dosmetros por dos metros es una buena opción)en la dirección que indique el indicio y quecontenga todos los elementos dentro de ella.

El proceso de excavación debe ser muy cui-dadoso y se debe poner mucha atención, encasos de fosas clandestinas, en el suelo que seestá excavando ya que muchas veces es posi-ble observar el contorno de la fosa y tratar derealizar la excavación respetándolos debido alos motivos que ya fueron expuestos. Es reco-mendable llevar la excavación de maneracontrolada, es decir, que toda la superficie deexcavación se encuentre al mismo nivel métri-

co y si en algún nivel se encuentra un indiciose registre adecuadamente para después proce-der al embalaje y continuar con la excavación.

Cabe hacer la aclaración de que en una ex-cavación de este tipo no conocemos la profun-didad a la que se encuentren los restos óseosy la distribución de los indicios, por tal motivodebemos olvidarnos de utilizar herramientaspesadas como palas y picos o, peor aún, tras-cabos, como sucedió en el caso de la finca ElEncanto, lo más adecuado es hacer sólo uso decucharillas y brochas. También es importantemantener los perfiles de la fosa de forma ade-cuada ya que así podemos observar la estra-tigrafía del lugar y de alguna forma inferir loshechos ocurridos después de dejar el cuerpo.

Es de vital importancia realizar la excava-ción utilizando el equipo de protección míni-mo: guantes, cubrebocas y gogles, esto con lafinalidad de no contaminar los indicios y deprotección contra algún agente patógeno quepueda estar presente en el lugar.

Las herramientas que se utilizan para rea-lizar la excavación son las siguientes: cuchari-llas metálicas, estacas de madera, hilo, agujasde disección, niveles de hilo, espátulas, escobi-llas, recogedores (de diferentes tamaños), bro-chas y pinceles de diferentes tamaños, bolsasde papel, plástico y etiquetas, flexómetro, cin-ta métrica, plomada, pizarrón, gises, flecha yescalas, papel milimétrico, escalímetro, lápi-ces y cédulas de entierro y de inventario (figu-ras 10A y 10B).

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Figuras 10A y 10B. Material necesario para excavar. Fotografía de Gerardo Cordero, cortesía delantropólogo físico Arturo Talavera G.

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Todo este equipo permite llevar una exca-vación sistemática y cuidadosa, hay que recor-dar que se debe ser especialmente minuciosocuando se perciba o detecte algo que pudieraser un indicio, ya sea orgánico o inorgánico.

Una vez localizado el entierro, se procedea limpiar con cuidado la parte expuesta parasaber de que elemento óseo se trata y la orien-tación que tiene (figura 11), de esta forma sesabrá en que dirección continuar, este proce-so se debe realizar con extrema precaución,ya que nos indicará el estado de conserva-ción en que se encuentre todo el esqueleto, siel hueso está muy humedecido y se despren-den las capas superficiales de éste, se deben

Figura 11. Proceso de excavación, se debe buscarla posible orientación del esqueleto y procedercon mayor cuidado para no alterar nada.

utilizar brochas de menor tamaño y dureza. Unbuen conocimiento de la anatomía ósea es útilpara inferir el hueso, el lado y la región del cuer-po que se está explorando, así como si se tratade un hueso aislado o si guarda relación ana-tómica. El hallazgo de dos o más huesos hu-manos articulados no es indicativo de que seencontró un esqueleto completo, hay que re-cordar que cuando se trata de casos forensesel tratamiento posmortem puede variar de acuer-do con la conducta del o los victimarios y siem-pre existe la posibilidad del descuartizamientode la víctima; o bien, se puede deber a proce-sos tafonómicos, de cualquier forma esto sedebe analizar en el laboratorio para reforzaro descartar esta idea.

Durante el proceso de excavación es posi-ble encontrar objetos asociados (monedas, pa-peles, credenciales, ropas, armas, proyectilescle arma de fuego, casquillos, navajas, etc.) alesqueleto, los cuales serán considerados comoindicios y de la misma forma en que se exploróel esqueleto se deben explorar estos objetos,ya que permitirán contemplar el escenario deforma general (figuras 12 y 13), dichos objetostambién ayudan a tener una idea de tempo-ralidad, posible identidad de la víctima (aun-que no deben ser concluyentes) y a catalogarel entierro como histórico o contemporáneo.

Es muy importante conservar todos los in-dicios en su posición original, no se debenlevantar para observarlos de cerca ni para lim-piarlos, ya que esto sería una alteración dellugar de los hechos o del hallazgo y puede te-ner consecuencias legales para quien cornetaesta acción.

También es necesario recoger muestras detierra a diferentes profundidades (15 centíme-tros de la superficie, encima de los restos ydebajo de éstos), pues nos ayudará a conocerlas características del suelo y saber cuáles fue-ron los procesos tafonómicos que actuaron so-bre el individuo; del mismo modo si existe lapresencia de fauna necrófila y necrófaga seránecesario tomar muestras para establecer elcronotanatodiagnóstico.

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Figuras 12 y 13. Dos escenas diferentes, a la izquierda un contexto prehispánico y a la derecha uno detipo criminal (fotografías tomadas durante prácticas del curso de osteología a cargo del A.F. ArturoTalavera, en 2001).

REGISTRO

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Realizar el registro del lugar donde se realizanlos trabajos es de suma importancia, pues nospermite conservar imágenes de la zona y lasalteraciones del paisaje observadas. Este re-gistro se lleva a cabo mediante fotografías devistas generales, medianos y grandes acerca-mientos del lugar y de los indicios (óseos y noóseos) encontrados; si se cuenta con video,también se debe utilizar, aunque este últimono se considera un medio de prueba ya quepuede ser alterado, es un recurso de apoyoprincipalmente para el investigador.

Al tomar las fotografías y el video debenestar presentes la flecha para indicar hacia don-de se encuentra el norte, escalas métricas quesirvan de referencia, banderines pequeñosnumerados para indicar el orden de aparicióny la ubicación de los indicios y un pizarrón quetenga escritos los datos del lugar, la fecha, elnivel excavado, la profundidad, la capa estra-tigráfica y la hora (figura 14).

El registro manual consiste en realizar undibujo del lugar excavado (a escala 1:25, 1:20o 1:10) que contenga todos los elementos pre-sentes en la retícula (figura 15A) o zona de ex-cavación y a través de cédulas de inventario y

411111~~~....-Figura 14. Registro fotográfico de un lugar dehechos o de hallazgo. Fotografía tomada duranteprácticas del curso de osteología a cargo delantropólogo físico Arturo Talavera (2001).

entierro (figuras 15B y 15C), las cuales con-tendrán todos los datos sobre las característi-cas que presenta el escenario.

También es conveniente realizar dibujos enplanta de toda la zona investigada, así comocortes transversales y longitudinales que per-mitan ver la distribución de los indicios sobreel terreno, la estratigrafía del lugar y el ángu-lo de buzamiento, entre otras características(figura 16).

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Cifj DIRECCIÓN DE ANTROPOLOGIA FISICA

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DIRECCIÓN DE ANTROPOLOGIA FISICASección Antiopologia y Atqueologia Forense

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Escala 110Prof. Max.: 65 cmProf. Min.:43 cmAeot.: Metros

Figura 15A. Dibujo del contenido en una retícula(Israel Lara, 2002).

Figuras 15B y 15C. Cédulas de inventario y entierro de restos óseos. Cortesía del Equipode Bioarqueología del [NAL!.

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Figura 16. Dibujo en planta y corte de una barranca (Israel Lara, 2001).

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EMBALAJE DE INDICIOS(ÓSEOS Y NO ÓSEOS)

Todos los indicios que sean encontrados de-berán ser fijados y posteriormente embalados,si el análisis -e puede realizar casi de inmedia-to, los indicios se pueden guardar en bolsasde plástico, pero si el análisis tardará algu-nos días, lo mejor será guardarlos en bolsasde papel o envolverlos en papel estraza paraevitar que la humedad que contiene el indicioforme hongos.

El levantamiento y embalaje de los indiciosse podrá llevar a cabo de la siguiente forma:los primeros indicios que serán levantadosson los que estén más alejados del cuerpo oesqueleto, posteriormente los que se encuen-tren sobre la superficie del cuerpo o de loshuesos, a continuación los huesos o el cuer-po y por último los que se encuentren deba-jo del cuerpo. Durante este procedimiento nose debe olvidar la toma de muestras ya sea detejido, fauna, suelo, etc. Para iniciar esta eta-pa más que en otras se debe esperar la pre-sencia del agente del ministerio público o desu auxiliar secretario, para que den "fe legal"de los procedimientos seguidos.

En este momento es donde, normalmente,surgen los problemas entre los peritos partici-pantes; pues por lo general cada uno levantalos indicios correspondientes a su especialidady en ocasiones no se respeta a los demás, dan-do como resultado la alteración de los indiciosque corresponden a otras disciplinas, de estaforma lo más conveniente sería una interacciónentre los investigadores en donde la comuni-cación, el entendimiento y el profesionalismoestén de por medio, trabajando así se podránalternar los turnos para el levantamiento y elembalaje de indicios de acuerdo con el or-den que guarden en el lugar de los hechos. Portal motivo, cabe hacer la aclaración que los in-dicios materiales son competencia del peritocriminalista, la fauna corresponde al entomó-logo, los indicios óseos y lo relacionados conel suelo son responsabilidad del antropólogofísico y del arqueólogo, respectivamente.

El levantamiento de los restos óseos, al igualque el proceso de excavación, debe ser cui-dadoso y metódico. Los primeros elementosóseos a levantarse serán los de las extremida-des inferiores, ya que en caso de que no se lleveadecuadamente el levantamiento o que el ma-terial óseo se encuentre muy deteriorado sonpiezas que por lo general no aportan muchainformación en el análisis antropofísico, co-mo lo podría ser el cráneo; por supuesto quelo anterior puede cambiar de acuerdo con lascondiciones de trabajo y a la posición que guar-den los restos, ya que no siempre se encuen-tran extendidos. Antes de levantar alguno delos huesos se debe liberar, es decir, que conla ayuda de agujas de disección o palitos demadera tratar de quitar la tierra que los man-tiene adheridos al suelo debido a que en mu-chas ocasiones el hueso y el suelo se adhierende tal forma que al momento de levantarlo sefragmenta, llevando a cabo esto en cada unode los huesos la posibilidad de obtener unmayor número de elementos óseos completosaumenta, lo anterior se traduce en mayoreselementos para realizar un análisis antropo-físico en laboratorio; además, es pertinenterecordar que es responsabilidad del perito enantropología física mantener en buen estadolos indicios óseos, de lo contrario se puede fin-car responsabilidad penal en su contra pordestrucción de los mismos.

Durante esta fase de la investigación es devital importancia llenar cédulas de inventa-rio, tanto esquemática como descriptiva, enlas cuales quedarán registrados todos los ele-mentos óseos y las condiciones en que se fue-ron encontrados.

Cada uno de los indicios deberá llevar unaetiqueta colgante dentro de la bolsa y una au-toadherible fuera de ella con los siguientesdatos: lugar, fecha, número del indicio, profun-didad, capa estratigráfica, hora y nombre dequien excavó. Es importante señalar que an-tes de colocar las etiquetas deben anotarse losdatos para evitar comprimir el indicio al mo-mento de hacerlo. Los restos óseos que seanembalados deberán ser guardados en una caja

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de cartón duro con la finalidad de que no sedañen durante el traslado al laboratorio, enel fondo de la caja deberá ponerse plástico deburbuja para amortiguar cualquier golpe odaño que pudiera registrarse.

En este momento se establece la cadena decustodia, que no es más que la certificación pormedio de documentos de las personas quetienen indicios en su poder, de primera instan-cia sería el perito criminalista quien posterior-mente canaliza los indicios a los laboratoriosde las especialidades correspondientes parasu análisis, esta canalización debe realizarsepor escrito de parte de quien entrega y quienrecibe o devuelve para no romper con dichoprocedimiento.

ANÁLISIS DE LOS RESTOS ÓSEOS

Los restos óseos constituyen la materia detrabajo del antropólogo físico, por lo tanto elanálisis debe realizarse por este profesionistaya que cuenta con el conocimiento necesariopara extraer la información que brindan losrestos óseos. Una vez en el laboratorio, se pro-cede a romper los sellos de las cajas de cartóny bolsas de papel estraza para comenzar con elanálisis de los huesos excavados. Cuando aúnconservan tejido blando —durante el trabajo decampo se deben tomar las muestras correspon-dientes—, es recomendable conservar algunoshuesos y dientes, para evitar contaminarlos, ytener la posibilidad de realizar análisis de ADN.

Una vez hecho lo anterior, es necesario elimi-nar la mayor parte de tejido de forma manual,ya que en ocasiones las partes blandas cubrenáreas de la topografía ósea que son diagnósti-cas para el análisis osteológico. Es recomenda-ble llevar un registro del proceso de limpiezade los huesos y de las herramientas que fueronutilizadas. Después los huesos se sumergen ensolventes como el hipoclorito de sodio (30 porciento de agua) dos o tres días o el peroxidode hidrógeno industrial. También se puedenhervir los huesos o usar insectos carnívoros

como algunas clases de escarabajos. Para eli-minar la grasa se utiliza acetona industrial. Esnecesario contar con la indumentaria mínimade protección (guantes, cubrebocas, gogles ybatas desechables); para la limpieza de los hue-sos las brochas, pinceles y cepillos dentalessuaves pueden ser de gran utilidad y ayudana evitar daños al hueso. De ser necesaria la res-tauración del material se realizará pegándolocon un adhesivo que pueda eliminarse en casode que así sea necesario. Actualmente se cuen-ta con un polímero llamado "mowithal", elcual puede retirarse con acetona. Asimismo,es necesario levantar un inventario del mate-rial óseo presente, cuantificarlo y describir elestado de conservación y las características ta-fonómicas. Por último, las características sobre-salientes de los huesos se deben fijar mediantefotografías en color.

Una vez listos para el análisis morfológico,se debe ser extremadamente minucioso en elestudio de cada uno de los restos tomando encuenta los siguientes puntos:

Los rasgos morfológicos.Las condiciones patológicas.

3. La evidencia de traumatismos antemor-tem, perimortem y posmortem.

Durante el análisis de los restos no se debeperder de vista que uno de los objetivos prin-cipales de la investigación es individualizar alsujeto en estudio, por lo tanto existen diez pre-guntas obligatorias que deben ser respondi-das durante el análisis científico en el lugar delos hechos o del hallazgo y en el laboratorio:1) ¿es hueso?; 2) ¿es humano?, estas dos pri-meras se responden en el lugar del los hechoso del hallazgo, hay que tomar en cuenta queantes de mover todo el aparato de justicia,incluidos los expertos en ciencia forense, esnecesario establecer si el reporte es de un pro-bable hecho delictivo; por tal motivo, es muyimportante establecer si la denuncia de restosóseos encontrados por circunstancias fortui-tas, accidente o confesión, no se confundencon otros materiales como pueden ser con-

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creciones de cal, tubos de plástico, cortezas ve-getales, etc., también es necesario conocer laanatomía y topografía ósea comparada, así co-mo las características histológicas del huesotanto humano como de otras especies anima-les domésticas y silvestres más comunes en elárea donde se localizaron los restos óseos (Ta-lavera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:14-15).Las siguientes preguntas son: 3) ¿es moderno?;4) ¿cuáles huesos están presentes?; 5) ¿cuántosindividuos son?; 6) ¿cuál es su afinidad bioló-gica?; 7) ¿cuál es el sexo?; 8) ¿cuál es la edad?;9) ¿cuál es la estatura?; 10) ¿cuáles son las ca-racterísticas particulares? Estas últimas ochopreguntas se deben contestar mediante el aná-lisis de laboratorio.

En realidad muchas de estas preguntas sepueden responder desde el lugar de los hechos,ya que los especialistas en el área tienen lacapacidad de hacerlo; sin embargo, siemprey sin excusa alguna deberán corroborarse me-diante el análisis de laboratorio. El trabajo an-tropofísico de identificación se puede realizarmediante dos etapas: la identificación generaly la identificación particular.

IDENTIFICACIÓN GENERAL

Esta etapa tratará de dar respuesta a variaspreguntas.

¿Es moderno o no?La antigüedad de un resto óseo con impor-tancia medico-legal es de entre 70 y 80 años,mayor que esto, pertenece al campo de estu-dio de la antropología forense histórica quereconstruye las muertes violentas ocurridas enel pasado. Lo anterior se establece por el tipode artefactos en superficie y excavación, así co- -mo la estratigrafía (Talavera, Rojas, Crespo ySánchez, 1999:15). Otros indicadores puedenser las evidencias de prácticas culturales y al-teraciones corporales. En ocasiones, cuandolos restos óseos se encuentran enterrados sepueden encontrar restos de grasa en los hue-sos, lo cual puede dar una idea de ser contem-poráneo pero si el esqueleto fue hallado en

superficie no se debe esperar encontrar grasaya que está expuesto a un mayor grado de in-temperización.

¿Cuáles huesos están presentes?Esto se facilita bastante cotejando la informa-ción de las cédulas de campo. Esto es necesa-rio para saber si hubo degradación o pérdidadel material óseo durante la sepultura, si fuemutilado o si no se recogió completo al indi-viduo. Éste es el paso principal cuando lleganal laboratorio restos sin registro de campo (Ta-lavera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:15).

¿Cuántos individuos son?Se puede dar una aproximación en el campocuando son pocos huesos. Una vez en el labo-ratorio es necesario separarlos para poder es-tablecer el "número mínimo de individuos"(NMI). Cabe señalar que esta procedimientoes más que necesario cuando los restos óseosllegan al laboratorio sin ningún tipo de regis-tro de campo. Para establecer el NMI se pue-den seguir los siguientes pasos:

Separar los elementos óseos humanosde los no humanos.Clasificarlos por segmentos óseos y la-teralizarlos.

Contar el NMI de los segmentos com-pletos o fragmentos del lado derecho.Considerar la posible unión de cadafragmento y si es posible determinarsu edad.Realizar la misma operación con ellado izquierdo.Verificar si los elementos del lado de-recho corresponden numéricamentecon los del lado izquierdo.

5. Los elementos izquierdos que no co-rresponden con su lado derecho enedad y morfología deben incluirseen el número mínimo de individuos.

Luego de realizar lo anterior en todos loselementos pares e impares, el mayor númerode individuos determinados para todos los ele-

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mentos constituye el NMI del conjunto (Tala-vera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:15).

¿Cuál es su afinidad biológica?Las variaciones esqueléticas han sido estudia-das en su mayoría en el nivel de las razas prin-cipales o geográficas, conforme los gruposen este nivel son las más fáciles de distinguiry las categorías que los antropólogos más usan.Las diferencias en los caracteres esqueléticosde la región facial son suficientes para per-mitir la separación de más del 75 por cientode los miembros de uno de los grupos ante-riores.

El grupo biológico está condicionado porla carga genética y los factores ambientales; enMéxico la población presenta diversos feno-tipos, los cuales han sido originados por lamezcla de diversos grupos biológicos (origi-nada durante la migración hacia América degrupos de cazadores-recolectores; durante laépoca colonial de individuos europeos blan-cos y negros) y aun en la actualidad hay un altoíndice de migración que ha originado un mes-tizaje muy amplio (Olvera, 2003).

Estimar el grupo biológico y ubicar a los in-dividuos dentro de uno de los tres grupos bási-cos (caucásicos, negroides y mongoloides), esúnicamente como un mecanismo de clasifica-ción para observar las diferencias y determinarlos componentes biológicos para su estudio yno con fines discriminatorios, es decir, que apartir del conocimiento de esta característicase puede determinar cuáles son las tablas o pa-rámetros que se utilizarán en las etapas con-secutivas por ser las que más corresponden ypresentan más confiabilidad dentro del grupobiológico al que corresponde el individuo enproceso de identificación. La estimación delgrupo biológico nos permite obtener informa-ción para ser aplicada en:

La caracterización de individuos y gru-pos que habitaron en el pasado.Establecer árboles filogenéticos.En antropología forense.

Aunque la antropología física moderna cuen-ta con marcadores genéticos para describirla variación humana, el esqueleto aún es útilpara establecer categorías biológicas para losindividuos. Éstas se vuelven parte del registropersonal de identificación y el antropólogo fo-rense debe articular sus hallazgos, lu anterior

ha originado un gran interés entre los antro-pólogos físicos forenses para entender mejory definir la variación poblacional en el esque-leto humano (Olvera, 2003). Para estimar elgrupo biológico hay dos métodos: el morfos-cópico y el métrico.

Morfología cranealNEGROIDE: frente vertical abombada, de ras-gos infantiles. Líneas de inserciones muscularesligeras. No existe borde en la apertura piri-forme de las fosas nasales; prognatismo facialy alveolar. Órbitas cuadradas, paladar rectan-gular. Son dolicocráneos; presentan ligera de-presión poscoronal (figura 17A) (Ubelaker,1978:119).

Figura 17A. Negroide (Bass, 1978:84-86).

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Figura 17B. Caucasoide (Bass, 1978:84-86).

CAUCASOIDE: pómulos retraídos, aberturanasal angosta con bordes inferiores cortantes,paladar angosto y triangular. Presenta metopis-mo, órbitas redondeadas, glabela prominenteen sexo masculino, es ortógnata, marcas de in-serción muscular notables (es variable) (figura17B) (Ubelaker, 1978:119).

MONGOLOIDE: cráneo redondeado, insercio-nes musculares ligeras a marcadas, cara planapor la proyección de los huesos malares; dien-tes incisivos en pala (figura 17C) (Ubelaker,1978:119).

Hay que tomar en cuenta que en poblacio-nes como la nuestra, existe un alto grado demestizaje, por lo que al revisar un cráneo po-demos encontrar un verdadero mosaico derasgos.

Morfología dentalOCLUSIÓN: en general, las poblaciones mongo-loides, especialmente los habitantes originariosamericanos, tienen una excelente oclusión den-tal, con una relación perfecta en la mordedu-ra (Ubelaker, 1978:120).

Figura 17C. Mongoloide (Bass, 1978:84-86).

Anzw.cióN: los antiguos habitantes ameri-canos frecuentemente la presentan. Algunosgrupos, especialmente los que subsisten comocazadores-recolectores, pueden presentar unrápido desgaste dental. Esta condición con-trasta marcadamente con las poblaciones mo-dernas, donde el desgaste oclusal es muchomás gradual (Ubelaker, 1978:120).

TAMAÑO: en general, los clientes de los abo-rígenes australianos, melanesios, indios ame-ricanos y esquimales son más largos (Ubelaker,1978:120).

FORMA DE PALA: muchos incisivos maxila-res mongoloides tienen los bordes marginalesde la superficie lingual prominentes, dandoasí una apariencia en forma de pala (figura 18).Lo anterior se presenta en casos extremos (Ube-laker, 1978: 120).

CÚSPIDE DE CARABELI: una cúspide extrapuede estar presente en la superficie mesiolin-gual de los molares maxilares (figura 19). Máspronunciada en los primeros molares y se pue-den presentar algunas variaciones en los otrosmolares. Su frecuencia es alta en blancos y com-

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Figura 18. Placa de Turner para la clasificación de dientes en forma de pala en incisivoscentrales superiores (arriba) e incisivos laterales superiores (abajo). Tornado de Pompa(1990:108-109).

Figura 19. Formas de expresión de la cúspidede carabelli y del protostiido. Tomado de Pompa(1990:56).

parativamente baja en mongoloides y negros(Ubelaker, 1978:120).

PROTOSTILIDO • una cúspide o tubérculo ex-tra se encuentra algunas veces en la superficiemesiobucal de los molares mandibulares (fi-gura 19). La frecuencia de esta característicaes alta en grupos mongoloides (incluidos losindios americanos y los esquimales) (Ubelaker,1978:120).

Morfología del fémurLa curvatura anterior del fémur es una de lascaracterísticas que permiten estimar el gru-po biológico, morfoscópicamente se observaque el grupo negroide no presenta curvatura,el caucasoide ligera y el mongoloide presen-ta una curvatura muy marcada. También semide el ángulo de curvatura y permite ubicaral individuo en un grupo biológico a partirde las características mencionadas (Stewart,1972).

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CraneometríaLa estimación del grupo biológico a partir delcráneo es uno de los temas más ampliamentedesarrollados; sin embargo, para la poblaciónmexicana sólo hay un método que se aplica yque posee un porcentaje de certeza mayor, esel método de funciones discriminantes pro-puesto por Gilles y Elliot (1962, citado en 01-vera 2003), éste usa mediciones bien definidas,fórmulas de función discriminante derivadade muestras grandes de blancos, negros e in-dios americanos y ha sido probada en diversasmuestras craneales. El procedimiento es el si-guiente: se utilizan ocho medidas cranealesreferidas en la tabla, al tener los valores de ca-da medida absoluta se realizan las operacionesmatemáticas con cada coeficiente. Primerodebe determinarse el sexo, para esto se utilizala última columna de la tabla, el valor de ca-da medida por el coeficiente perteneciente a

la misma respetando su signo negativo o posi-tivo y se suman al final los resultados y se cote-ja con el punto de corte establecido, un valormenor al punto de corte será femenino y unomayor masculino. Al tener el sexo establecidose utiliza la columna del sexo correspondien-te y se realizan las operaciones al igual que elanterior, se coteja el resultado para blancosversus negros y el de blancos versus indios, altener estos dos valores se ubican en una grá-fica de pares de coordenadas, donde se ubicaen el eje X es el resultado del continuum blan-co-indígena y el del eje Y es el resultado delcontinuum blanco-negro (Olvera, 2003).

La gráfica se divide en tres segmentos deacuerdo con el punto secciona' por sexo y eje,donde se ubican los individuos, si es que su ubi-cación es muy clara no hay duda sobre su grupobiológico, pero si está disperso se debe observarla predominancia hacia cuál grupo pertenece.

DETERMINACIÓN RACIAL DESDE EL CRÁNEO EN BLANCOS AMERICANOS,NEGROS E INDIOS POR EL ANÁLISIS DE FUNCIONES DISCRIMINANTES

Discriminant Function Codficients

Males FemalesMate

Variables 147hite versusBlack Indian

lVhite versusBlack Indian

versusFemale

Basion-prosthion 3.06 0.10 1.74 3.05 -1.00

Glabella-occipital length 1.60 -0.25 1.28 -1.04 1.16

Maximum cranial breadth -1.90 -1.56 -1.18 -5.41

Basion-bregma height 1.79 0.73 -0.14 4.29

Basion-nasion length -4.41 -0.29 -2.34 -4.02 1.66

Max. Bizigomatic breadth -0.10 1.75 0.38 5.62 3.98

Prosthion-nasion height 2.59 -0.16 -0.01 -1.00 1.54

Nasal breadth 10.56 -0.88 2.45 -2.19

Sectioning point 89.27 22.28 92.20 130.10 891.12

Percent correct Base Test Base Test 82.9

Whites 80.0 87.9 88.0 100.0

Blacks 85.3 92.1 88.0 81.8

Indians 94.7 76.9 93.3 87.1

FUENTE: modificado de (;illes y Elliot (1962, Table 1) (Novotny et al., 1993:78; citado en Olvera, 2003:90).

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M 22.28F 130.10

GRÁFICA DEL CONTINUUM

La clasificación esta basada sobre el sectoren el cual los puntos discriminantes se ubican,tratados como pares de coordenadas dentro dela gráfica, el eje X representa el continuum blan-co-indio y el eje Y representa el continuumblanco-negro. Por ejemplo, puntos de X = 20,Y = 106 clasificados de acuerdo con su sexo co-mo negro (modificado de Gilles y Elliot, 1962).

¿Cuál es el sexo?Se determina por medio de la gracilidad o ro-bustez del esqueleto craneal y poscraneal.Existen huesos que presentan diferencias mor-fológicas de acuerdo con el sexo, algunos delos más utilizados son el cráneo, pelvis, huesoslargos y los dientes, aunque el hueso que siguepresentando mucha mayor confiabilidad enla determinación del sexo es la pelvis. Ense-guida se presentan las técnicas más usuales parala determinación de sexo.

Determinación del sexo por la morfologíade los huesos

CRÁNEO. Masculino. Es de mayor tamaño, pesa-do, con huellas de inserción muscular pronun-ciadas, sobre todo en la región occipital, lasapófisis mastoides masivas y bien desarrolla-das; la región frontal es huidiza, con los arcossupraorbitales pronunciados y el borde supe-rior de las órbitas es más bien redondeado (La-gunas y Hernández, 2000:33) (figura 20).

Femenino. Menor tamaño, ligero, las inser-ciones musculares están menos marcadas, lasapófisis mastoides menos desarrolladas; laregión frontal abombada, los arcos supraorbi-tales desvanecidos y el borde superior de lasórbitas es cortante (Lagunas y Hernández, 2000:33) (figura 20).

MAND ÍBULA. Masculino. Muestra mayor altu-ra del cuerpo y rama ascendente y el ángulomandibular es menor (Lagunas y Hernández,2000:33).

Femenino. Tiene mayor amplitud del ángu-lo mandibular. La altura del cuerpo y la ramaascendente son menores (Lagunas y Hernán-dez, 2000:33).

Figura 20. Algunas características del cráneopara determinar sexo (White, 2005:388-389).

PELVIS. Ésta es la región del esqueleto que pre-senta mayor confiabilidad en la determinacióndel sexo.

Masculino. Es más pesada y robusta. La es-cotadura ciática mayor es más cerrada y profun-da. El iliaco es más alto que en femeninos, lasección superior en masculinos es más peque-ña que la inferior. La carilla auricular tieneforma de "L". No presenta arco ventral; el án-gulo subpúbico es cerrado. La rama isquipú-

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bica se presenta convexa, su porción media esancha y plana. (Lagunas y Hernández, 2000:34-35) (figuras 21 y 22).

Femenino. Es más ancha y baja. La escota-dura ciática mayor presenta un ángulo de aper-tura mayor. Se encuentra presente un surcopreauricular, es mucho más constante en el iliony es marcado, profundo y ancho, la carilla au-ricular tiene forma de "C" o triangular. Se en-cuentra el arco ventral; el ángulo subpúbicoes abierto. La rama isquipúbica se presenta cón-cava, su porción media es angosta y afilada (La-gunas y Hernández, 2000:34-35) (figuras 21y 22).

HUESOS LARGOS. En general los esqueletosmasculinos presentan huesos relativamente máslargos, pesados y robustos, con epífisis bien de-sarrolladas y con zonas de inserción muscularmuy marcadas (Brothwell, 1987:94). Los hue-sos femeninos se distinguen por ser muy grá-ciles, cabe hacer mención que la evaluaciónde los huesos largos para la determinación desexo no es del todo confiable ya que éstos pue-den estar alterados por cuestiones de laterali-dad, genética o actividad; no se debe perder devista que hay que analizar todo el esqueletoantes cle adjudicarle cualquier característica.

Existen algunos rasgos de los huesos largos,como la cabeza del fémur, el húmero y el radioque se pueden medir y a través del resultadoobtenido, estimar el sexo del individuo ana-lizado (véase la tabla de la página siguiente).

¿Cuál es la edad?Uno de los datos más importantes del procesode identificación es la estimación de la edad.El esqueleto presenta cambios en su morfología(grosor, tamaño y otras características presen-tes o ausentes), éstos sirven para poder dife-renciar etapas del crecimiento en individuosinfantiles, subadultos y adultos jóvenes; sin em-bargo, cuando se rebasa esta última se vuelvemás complicada la labor de estimar la edad co-rrectamente, ya que a partir de ésta los cambiosque se presentan en el esqueleto son mínimos.

Figura 21. Diferencias sexuales en pelvis (White,20'05:394-395).

Figura 22. Diferencias sexuales en las regionespúbica y subpúbica del iliaco (Phenice, 1969,citado en White, 2005, imágenes de White,2005:396-397).

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Hueso Medida a tomar Masculino Femenino

Fémur Diámetro transverso de la cabeza 48 mm y + - de 43 mm

Húmero Diámetro vertical máximo de la cabeza 47 mm y + - de 43 mm

Radio Diámetros máximo y mínimo de la cabeza 23 mm y + - de 21 mm

FUENTE: datos tomados de Lagunas y Hernández (2000:34-35).

Para estimar la edad biológica de un esque-leto se toman en cuenta algunos rasgos de éste,tales como el cierre de las suturas craneales,la fusión de las epífisis de los huesos largos, elbrote dentario (desidua, mixta y permanente),los cambios en la morfología de la sínfisis pú-bica y de la carilla auricular. Todo lo anteriorse establece con fórmulas de regresión, pun-tos craneométricos y funciones discriminantes(Talavera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:15).Al igual que con el sexo, la edad se debe esti-mar mediante el método multifactorial.

OBLITERACIÓN DE SUTURAS CRANEALES. Enrealidad este método es poco usado en la ac-tualidad ya que no es del todo confiable y seusa sólo para obtener datos de referencia, yaque el margen de error que presenta puedeser considerable y alterar los resultados del aná-lisis realizado a un esqueleto, por lo que noes recomendable utilizarlo solo, sino comocomplemento.

El método consiste en hacer una evaluaciónvisual del grado de obliteración de las distintassuturas craneales en puntos muy específicos,

al ir haciendo dicha evaluación se asignará unvalor que va de O a 3, siendo cero el valor parauna sutura abierta y tres para una sutura ce-rrada totalmente. En la figura 23 se muestranlos puntos y la forma en que se asignan los valo-res y se obtienen resultados.

Figura 23. Puntos a evaluarse para la estimaciónde la edad mediante la obliteración de suturascraneales (Meindl y Lovejoy, 1985, citado enLagunas y Hernández, 2000:38).

Sitios que se observan en la bóveda ectocraneal Sitios a observar en la zona lateral-anterior ectocraneal

Mediolambdoide

LambdaObelion

Sagital anterior

BregmaMediocoronal

Medio coronal

PterionEsfenofrontal

Esfenotemporal inferior

10. Esfenotemporal superior

NOTA: cada punto es una región abarcada por todas las suturas dentro de un círculo de un centímetro dediámetro.

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Forma de calificar el grado de obliteraciónde las suturas craneales:

0. Abierta; no hay evidencia alguna de obli-teración.Mínima; ocurrencia de algunas proxima-les, la calificación se asigna para algu-nos proximales mínimos a moderados(desde un solo hueso puente, hasta un50 por ciento de sinostosis en el sitio).Significante; es marcado el grado de proxi-mación, pero alguna porción del sitio noestá completamete fusionada.

3. Completa; el sitio está completamentefusionado.

ERUPCIÓN DENTAL Uno de los indicadores másvaliosos de la edad lo constituyen, con mucho,los dientes, no sólo mientras están brotando,sino también por lo que se refiere a los cam-bios que se producen durante la vida adulta(Brothwell, 1987:95,97). Por supuesto, el bro-te dental sirve, sobre todo, para poder estimarla edad en individuos infantiles, subadultos yadultos jóvenes, ya que al momento de crup-cionar completamente los dientes permanen-tes no se presentan cambios (en lo referente alcrecimiento) en la dentadura, pero sí se obser-va un desgaste de las piezas, lo cual está másbien relacionado con la dieta y la oclusiónde cada individuo. En la figura 24 se muestra

ESTIMACIÓN DE LA EDAD BASADA EN LA SUTURA PROXIMALDE LA BÓVEDA ECTOCRANEAL

Reunión de calificaciones N Media edad .S. D.Alineacióninter-decile

O (abierto) 24 -351, 2 12 30.5 9.6 19443, 4, 5, 6 30 34.7 7.8 23-457, 8, 9, 10, 11 50 39.4 9.1 28-4412, 13, 14, 15 50 45.2 12.6 34-6316, 17, 18 31 48.8 10.5 35-6019, 20 26 51.5 12.6 34-6321 (cerrado 13 43-

FUENTE: datos de Meindl y Lovejoy (1985).

ESTIMACIÓN DE LA EDAD BASADA EN LA SUTURA PROXIMALECTOCRANEAL LATERAL ANTERIOR.

Reunión de calificaciones N Media edad s. D.Alineacióninter-decile

O (abierto) 42 -431 18 32.0 8.3 21422 18 36.2 6.2 29-443, 4, 5 56 41.1 10.0 28-526 17 43.4 10.7 30-547, 8 31 45.5 8.9 35-579, 10 29 51.9 12.5 36-6911, 12, 13, 14 24 56.2 8.5 49-6515 (cerrado 21

FUENTE: datos (le Meindl y Lovejoy (1985).

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Figura 24. Secuencia de formación y erupcióndental en la población amerindia, los dientessombreados representan la dentadura decidual(Ubelaker, 1978:64).

la secuencia de formación y erupción dentalpara la población amerindia (Ubelaker,1978:64).

UNIÓN EPIFISIARIA. Otra técnica para estimarla edad en individuos subadultos y adultos jó-venes es la valoración del grado de osificaciónde las epífisis del esqueleto poscraneal. Cadauno de los huesos presenta variaciones respec-to a otros en la edad a la que se unen las epí-fisis a las diáfisis (figura 25), por tal motivo estemétodo es muy confiable, sin embargo, no sedebe hacer una estimación tomando en cuen-ta un solo hueso, nuevamente se hace necesarioevaluar todo el esqueleto para poder obtenerun rango de edad más confiable, pero ademásse debe complementar con las otras técni-cas para la estimación de esta característica.

En lo referente a la estimación de la edadpor medio de la unión y osificación de los ele-

Figura 25. Edades de la unión epifisiaria devarias partes del esqueleto. Todas las cifrasrepresentan rangos de edad en años(Brothwell, 1987:98).

mentos óseos, William Bass (1987) tambiénproporciona información al respecto, de la cualse desprende el cuadro de la página 64. Cabeaclarar que en su mayoría, los periodos de osi-ficación y edades de erupción se han elabora-do sobre la base de muestras de Estados Unidosy europeas y es posible que no sean aplicablesexactamente a otras partes de la población delmundo (Brothwell, 1987:95).

CAMBIOS EN LA SÍNFISIS PÚBICA. La sínfisis pú-bica es una de las regiones que más valor indi-ciario representa y que brinda mayor exactitudpara la estimación de la edad, ya que presentavariaciones en su morfología durante la adul-tez y posteriores a ésta. Para la estimación dela edad por esta técnica hay que observar la fi-gura 26, en la cual se muestran los cambiosque sufre la sínfisis durante 10 fases de la edada partir de los 18 años, hasta más de 50 años.

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Primarios: pubis e isquion

pubis, isquion e iliaco

Secundarios: cresta iliaca

tuberosidad isquiática

7-8 años

12-15 años

Aparece: pubertad, une: 16-23 años

Aparece: pubertad, une: 16-23 años

Pelvis

EDAD DE UNIÓN Y OSIFICACIÓN DE LOS ELEMENTOS ÓSEOS

Elenrento Centro de osificación

Inicio y término de unión

Primarios: las dos mitades del arco, 1-3 años

Vértebra arco con cuerpo

3-7 años

Secundario: total 5

17-25 años

Omóplato

Primarios: escafoides con omóplato

Secundarios: cavidad glenoidea

acromion

ángulo inferior

borde medial

15-18 años

15-18 años

16-22 años

17-22 años

17-23 años

Primarios: cuerpo

Cinco semanas de nacido

Clavícula

Secundarios: extremo est ernal

12-21 años

extremo acromial

19-20 años

Húmero

Primarios: diáfisis

Secundarios: cabeza

epífisis distal

epicóndilos

Intrauterino

Aparece: primer año, une: 17-24 años

14-18 años

15-19 años

Primarios: diáfisis

Ocho semanas intrauterinas

Radio Secundarios: epífisis proximal

Aparece: 5-6 años, une: 16-18 años

epífisis distal

Aparece: primer año, une: 16-18 años

CúbitoSecundarios: epífisis proximal

epífisis distal

Aparece: 7-14 años, une: 15-19 años

Aparece: 6-7 años, une: 17-20 años

Mano:

metacarpianos y Diáfisis

14-21 años

falanges

Fémur

Secundarios: epífisis proximal

epífisis distal

trocánter mayor

trocánter menor

Aparece: primer año, une: 14-19 años

Aparece: intrauterino, une: 16-22 años

14-19 años

14-19 años

Tibia Secundarios: epífisis proximal

Aparece: intrauterino, une: 15-20 años

epífisis dista!

Aparece: primer año, une: 13-18 años

PeronéSecundarios: epífisis proximal

epífisis distal

Aparece: 3 años, une: 14-17 años

Aparece: primer año, une: 11-20 años

FUENTE: datos imnit(b)s Ilitss ( 1987).

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Figura 26. Modelo estándar de Todd, 10 fases dela edad en la sínfisis púbica. (Ubelaker, 1978:76).

18-19 años: la superficie de la cara sinfisiales áspera, con ondas transversas separadas pordepresiones muy marcadas.

20-21 años: la superficie sinfisial se encuen-tra arrugada, hay ondas transversas separadaspor canales comenzando cerca del límite dor-sal hay una formación de la textura del hueso;comienza la osificación de los nódulos en laparte superior, no hay delimitación de extre-midades; presencia del ángulo puntual.

22-24 años: la cara sinfisial progresiva de lameseta dorsal; gradualmente comienza a sermás definido el margen dorsal, no hay delimi-tación de extremidades.

25-26 años: hay un ascenso del ángulo ven-tral, correspondiendo a la delimitación de laextremidad inferior.

27-30 años: hay pocos o ningún cambio enla cara sinfisial, el margen dorsal aumentaen claridad y definición; comienza la extremi-dad superior a la osificación del nódulo.

30-35 años: en la cara sinfisial se forma unaespecie de ángulo, hay más variaciones que enlas edades juveniles; incrementa la definiciónde extremidades, desarrollo y culminación dela pared ventral.

35-39 años: la cara y el aspecto ventral cam-bia de una textura granular a hueso denso.

39-44 años: la cara sinfisial generalmente eslisa e inactiva, las extremidades claramentedefinidas, no hay marca de la líneas dorsal niventral.

45-50 años: caracterizado por una buenamarcación del borde de la cara sinfisial, pre-senta uno o más bordes marcados.

50-X años: la cara sinfisial está erosionada ymuestra osificación, el borde ventral está rotoy el desfiguramiento aumenta con la edad.

Es importante aclarar que para aplicar estatécnica no es recomendable utilizar sínfisisque presenten algún tipo de erosión o mues-tren una conformación apreciablemente anor-mal (Brothwell, 1987:103).

Una técnica que se usa, y que además es degran confiabilidad, es la evaluación de los cam-bios en la carilla auricular (Lovejoy et al., 1985),la cual se basa sobre todo en los cambios quese van presentando como parte del proceso de-generativo normal en la unión sacro iliaca, deesta forma, entre más edad tenga un individuomayor desgaste se observará en la región, aun-que en muchas ocasiones se confunden con lasalteraciones producidas por la osteoartritis.

Aplicando cada una de estas técnicas se ob-tiene un rango de edad más confiable y se pro-cede conforme al método multifactorial parala estimación de la edad. Es importante queen los casos en los que se sufre de carencia depiezas óseas para poder aplicar este méto-do, se estime una edad relativa con los huesospresentes, siempre dejando en claro las defi-ciencias y los problemas que se presentaronal tratar de hacer la estimación (véase la figu-ra 27).

¿Cuál es la estatura?Esta característica se obtiene mediante fórmu-las matemáticas, midiendo las longitudes máxi-mas y fisiológicas de los huesos largos, talescomo el fémur, el húmero, el cúbito, el radio,la tibia y el peroné con una tabla osteométri-

o

o

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Figura 27. Cambios en la carilla auricular del iliaco (Lovejoy et al., 1985). Imágenes tomadas delLaboratorio de Osteología del Posgrado en Antropología Física de la ENAFI.

ca (Talavera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:15). A la fecha muchos investigadores de todoel mundo (principalmente de Estados Unidos)han desarrollado fórmulas y tablas para ob-tener la estatura de un esqueleto, sin embargo,dada la variabilidad biológica entre las pobla-ciones no todas se pueden aplicar a la poblaciónmexicana, afortunadamente Genovés (1966)elaboró unas tablas para la población mestizadel centro de México (Lagunas y Hernández,2000:52), mediante las cuales se puede obte-ner una estatura, hasta el momento éstas hanresultado bastante buenas y no se duda de suaplicación para nuestra población.

Para obtener la estatura mediante las tablasde Genovés (véanse las tablas 1 y 2 que se encuen-tran en las páginas 67 a 71) se toma la longitudmáxima de cualquiera de los huesos largos an-

tes mencionados y se busca en dichas tablas pararelacionarla con la estatura correspondiente.

Por ejemplo: si la longitud de un fémur esde 41.16 centímetros y corresponde al sexomasculino, la estatura con que se relacionaen la tabla 1 es de 1.57 metros. Si el fémur co-rrespondiera al sexo femenino se consulta latabla 2 y la estatura sería de 1.54 metros.

FÓRMULAS DE REGRESIÓN PARA LA OBTENCIÓN

DE ESTATURA. Genovés también propone la es-timación de la estatura a partir de huesos lar-gos mediante la aplicación de coeficientes deregresión, los cuales fueron corregidos por DelÁngel y Cisneros para su adecuada aplicación.Para aplicar esta técnica se utiliza la longitudmáxima del hueso en centímetros (Lagunas yHernández, 2000:59)

Hombres Mujeres

Estatura = 63.89 + 2.262 (fémur)

Estatura = 91.26 + 1.958 (tibia)

Estatura = 94.07 + 1.919 (peroné)

Estatura = 83.44 + 2.510 (húmero)

Estatura = 94.80 + 2.615 (cúbito)

Estatura = 98.22 + 2.668 (radio)

Estatura = 47.20 + 2.589 (fémur)

Estatura = 61.29 + 2.720 (tibia)

Estatura = 54.55 + 2.988 (peroné)

Estatura = 32.35 + 4.160 (húmero)

Estatura = 58.72 + 3.991 (cúbito)

Estatura = 66.92 + 3.923 (radio)

66

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Ejemplo: si se tiene un fémur que mide 39.8centímetros y corresponde al sexo masculinose haría la siguiente operación:

Estatura = 63.89 + 2.262 (39.8)Estatura = 63.89 + 90.0276Estatura = 1.53 metros

TABLA 1PROPORCIONALIDAD ENTRE HUESOS LARGOS Y ESTATURA

EN INDÍGENAS DEL CENTRO DE MÉXICOHOMBRES (CENTÍMETROS)

Estatura Fémur Tibia Peroné Húmero Cúbito Radio

132.50 30.33 21.06 20.02 19.55 14.42 12.85133.00 30.55 21.32 20.28 19.75 14.61 13.04133.50 30.77 21.58 20.54 19.95 14.80 13.23134.00 30.99 21.83 20.80 20.15 14.99 13.41134.50 31.21 22.09 21.06 20.35 15.18 13.60135.00 31.43 22.34 21.32 20.55 15.37 13.79135.50 31.66 22.60 21.58 20.75 15.57 13.98136.00 31.88 22.85 21.84 20.95 15.76 14.16136.50 32.10 23.11 22.10 21.15 15.95 14.35137.00 32.32 23.36 22.36 21.35 16.14 14.54137.50 32.54 23.62 22.62 21.55 16.33 14.73138.00 32.76 23.87 22.88 21.74 16.52 14.91138.50 32.98 24.13 23.14 21.94 16.71 15.10139.00 32.20 24.38 23.40 22.14 16.90 15.29139.50 33.42 24.64 23.67 22.34 17.09 15.47140.00 33.64 24.90 23.93 22.54 17.29 15.66140.50 33.87 25.15 24.19 22.74 17.48 15.85141.00 34.09 25.41 24.45 22.94 17.67 16.04141.50 34.31 25.66 24.71 23.14 17.86 16.22142.00 34.53 25.93 24.97 23.34 18.05 16.41142.50 34.75 26.17 25.23 23.54 18.24 16.60143.00 34.97 26.43 25.49 23.74 18.43 16.79143.50 35.19 26.68 25.75 23.94 18.62 16.97144.00 35.41 26.94 26.01 24.14 18.82 17.16144.50 35.63 27.19 26.27 24.34 19.01 17.35145.00 35.86 27.45 26.53 24.54 19.20 17.54145.50 36.08 27.71 26.79 24.74 19.39 17.72146.00 36.30 27.96 27.05 24.94 19.58 17.91146.50 36.52 28.22 27.31 25.14 19.77 18.10147.00 36.74 28.47 27.57 25.34 19.96 18.29147.50 36.96 28.73 27.84 25.54 20.15 18.47148.00 37.18 28.98 28.10 25.74 20.35 18.66148.50 37.40 29.24 28.36 25.94 20.54 18.85149.00 37.62 29.49 28.62 26.14 20.73 19.04149.50 37.84 29.75 28.88 26.34 20.92 19.22150.00 38.07 30.00 29.14 26.54 21.11 19.41

67

Page 66: 48836111 Libro Fundamentos de Antropologia Forense Israel D Lara Barajas

TABLA 1 (CONTINUACIÓN)

Estatura Fémur Tibia Peroné Húmero Cúbito Radio

150.50 38.29 30.26 29.40 26.73 21.30 19.60151.00 38.51 30.51 29.66 26.93 21.49 19.79151.50 38.73 30.77 29.92 27.13 21.68 19.97152.00 38.95 31.03 30.18 27.33 21.87 20.16152.50 39.17 31.28 30.44 27.53 22.07 20.35153.00 39.39 31.54 30.70 27.73 22.26 20.54153.50 39.61 31.79 30.96 27.93 22.45 20.72154.00 39.83 32.05 31.22 28.13 211.64 20.91154.50 40.05 32.30 31.48 28.33 22.83 21.10155.00 40.28 32.56 31.74 28.53 23.02 91.98

155.50 40.50 32.81 32.00 28.73 23.21 21.47156.00 40.72 33.07 32.27 28.93 23.40 21.66156.50 40.94 33.32 32.53 29.13 23.60 21.85

157.00 41.16 33.58 32.79 29.33 23.79 22.03157.50 41.38 33.83 33.05 29.53 23.98 22.22158.00 41.60 34.09 33.31 29.73 24.17 22.11

1523.50 41.82 34.35 33.57 29.93 24.36 22.60159.00 42.04 34.60 33.83 30.13 24.55 22.78159.50 42.26 34.86 34.09 30.33 24.74 22.98160.00 42.49 35.11 34.35 30.53 24.93 23.16160.50 42.71 35.37 34.61 30.73 25.13 23.35161.00 42.93 35.62 34.87 30.93 25.32 23.53161.50 43.15 35.88 35.13 31.13 25.51 23.72162.00 43.37 36.13 35.39 31.33 25.70 23.91162.50 43.59 36.39 35.65 31.53 25.89 24.10163.00 43.81 36.64 35.91 31.72 26.08 24.28163.50 44.03 36.90 36.17 31.92 26.27 24.47164.00 44.25 37.15 36.43 32.12 26.46 24.66164.50 44.48 37.41 36.70 32.32 26.65 24.85165.00 44.70 37.67 36.96 32.52 26.85 25.03165.50 44.92 37.92 37.22 32.72 27.04 25.22166.00 45.14 38.18 37.48 32.92 27.23 25.41166.50 45.36 38.43 37.74 33.12 27.42 25.60167.00 45.58 38.69 38.00 33.32 27.61 26.78167.50 45.80 38.94 38.26 33.52 27.80 25.97168.00 46.02 39.20 38.52 33.72 27.99 26.16168.50 46.24 39.45 38.78 33.92 28.18 26.34169.00 46.46 39.71 39.04 34.12 28.38 26.53

169.50 46.69 39.96 39.30 34.32 28.57 26.72170.00 46.91 40.22 39.56 34.52 28.76 26.91170.50 47.13 40.48 39.82 34.72 28.95 27.09171.00 47.35 40.73 40.08 34.92 29.14 27.28171.50 •17.57 10.99 40.34 35.12 29.33 27.47

68

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•TABLA 1 (CONTINUACIÓN)

e172.00 17.79 41.24 -10.60 35.32 29.52 27.66

172.50 48.01 11.50 10.86 35.52 29.71 27.84173.00 48.23 41.75 11.13 35.72 29.91 28.03173.50 48.45 42.01 41.30 35.92 30.10 28.22174.00 48.67 42.26 41.65 36.12 30.29 28.41174.50 48.90 42.52 41.91 36.32 30.48 28.59175.00 49.12 42.77 42.17 36.52 30.67 28.78

175.50 49.34 43.03 42.43 36.71 30.86 28.97176.00 49.56 43.28 12.69 36.91 31.05 29.16176.50 49.78 43.54 42.95 37.11 31.24 29.34177.00 50.00 43.80 43.21 37.31 31.43 29.53

177.50 50.22 44.05 43.47 37.51 31.63 29.72178.00 50.44 11.31 43.73 37.71 31.82 29.91178.50 50.66 44.56 43.99 37.91 32.01 30.09179.00 50.89 44.82 44.25 38.11 32.20 30.28

179.50 51.11 45.07 44.51 38.31 32.39 30.47180.00 51.33 45.33 44.77 38.51 39.58 30.66180.50 51.55 45.58 45.03 38.71 32.77 30.84181.00 51.77 45.84 45.29 38.91 32.96 31.03

181.50 51.99 46.09 45.56 39.11 33.16 31.22182.00 52.21 46.35 45.82 39.31 33.35 31.41

FUENTE: tomado de Lagunas y Hernández (2000:54-55).

TABLA 2PROPORCIONALIDAD ENTRE HUESOS LARGOS Y ESTATURA

EN INDÍGENAS DEL CENTRO DE MEXICOMUJERES (CENTÍMETROS)

Estatura Fémur Tibia Peroné Húmero Cúbito Radio

127.50 31.01 24.34 24.42 22.87 17.23 15.44128.00 31.20 24.53 24.58 22.99 17.36 15.57128.50 31.40 24.71 24.75 23.11 17.48 15.70

129.00 31.59 24.89 24.92 23.23 17.61 15.82129.50 31.78 25.08 25.09 23.35 17.74 15.95130.00 31.98 25.26 25.25 23.47 17.86 16.08130.50 32.17 25.45 25.42 23.59 17.99 16.21

131.00 32.13 25.63 25.59 23.71 18.11 16.33

131.50 32.56 25.81 25.76 23.83 18.24 16.46132.00 32.75 26.00 25.92 23.96 18.36 16.59132.50 32.94 26.18 26.09 24.08 18.49 16.72

133.00 33.14 26.36 26.26 24.20 18.61 16.84133.50 33.33 26.55 26.43 24.32 18.74 16.97134.00 33.52 26.73 26.59 24.44 18.86 17.10134.50 33.72 26.92 26.76 24.56 18.99 17.22

69 )

))

)

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TABLA 2 (CONTINUACIÓN)

Estatura Fémur Tibia Peroné Húmero Cúbito Radio135.00 33.91 27.10 26.93 24.68 19.11 17.35135.50 34.10 27.28 27.10 24.80 19.24 17.48136.00 34.30 27.47 27.26 24.92 19.36 17.61136.50 34.49 27.65 27.43 25.04 19.49 17.73137.00 34.68 27.84 27.60 25.16 19.61 17.86137.50 34.88 28.02 27.76 25.28 19.74 17.99138.00 35.07 28.20 27.93 25.40 19.87 18.12138.50 35.26 28.39 28.10 25.52 19.99 18.24139.00 35.45 28.57 28.27 25.64 20.12 18.37139.50 35.65 28.75 28.43 25.76 20.24 18.50140.00 35.84 28.94 28.60 25.88 20.37 18.63140.50 36.03 29.12 28.77 26.00 20.49 18.75141.00 36.23 29.31 28.94 26.12 20.62 18.88141.50 36.42 29.49 29.10 26.21 20.74 19.01142.00 36.61 29.67 29.27 26.36 20.87 19.13142.50 36.81 29.86 29.44 26.48 20.99 19.26143.00 37.00 30.04 29.61 26.60 21.12 19.39143.50 37.19 30.23 29.77 26.72 21.24 19.52144.00 37.39 30.41 29.94 26.84 21.37 19.64144.50 37.58 30.59 30.11 26.96 21.49 19.77145.00 37.77 30.78 30.28 27.08 21.61 19.90145.50 37.97 30.96 30.44 27.20 21.74 20.03146.00 38.16 21.14 30.61 27.32 21.87 20.15146.50 38.35 21.33 30.78 27.44 21.99 20.28147.00 38.55 31.51 30.94 27.56 22.12 20.41147.50 38.74 31.70 31.11 27.68 22.25 20.54148.00 38.93 31.88 31.28 27.80 22.37 20.66148.50 39.13 32.06 31.45 27.92 22.50 20.79149.00 39.32 32.25 31.61 28.04 22.62 20.92149.50 39.51 32.43 31.78 28.16 22.75 21.05150.00 39.71 32.62 31.95 28.28 22.87 21.17150.50 39.90 32.80 32.12 28.40 23.00 21.30151.00 40.09 32.98 32.28 28.52 23.12 21.43151.50 40.29 33.17 32.45 28.64 23.25 21.55152.00 40.48 33.35 32.62 28.76 23.37 21.68152.50 40.67 33.67 32.79 28.88 23.50 21.81153.00 40.86 33.72 32.95 29.00 23.62 21.94153.50 41.06 33.90 33.12 29.12 23.75 22.06154.00 41.25 34.09 33.29 29.24 23.87 22.19154.50 41.44 34.27 33.45 29.37 24.00 22.32155.00 41.64 34.45 33.62 29.49 24.12 22.45155.50 41.83 34.64 33.79 29.61 24.25 22.57156.00 42.02 34.82 33.96 29.73 24.38 22.70

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TABLA 2 (CONTINUACIÓN)

Estatura Fémur Tibia Peroné Húmero Cúbito Radio

156.50 42.22 35.01 34.12 29.85 24.50 22.83157.00 42.41 35.19 34.29 29.97 24.63 9 2.96 157.50 42.60 35.37 34.46 30.09 24.75 23.08158.00 42.80 35.56 34.63 30.21 24.88 23.21158.50 42.99 35.74 34.79 30.33 25.00 23.34159.00 43.18 35.92 34.96 30.45 25.13 23.47159.50 43.38 36.11 35.13 30.57 25.25 23.59160.00 43.57 36.29 35.30 30.69 25.38 23.72160.50 43.76 36.48 35.46 30.81 25.50 23.85161.00 43.96 36.66 35.63 30.93 25.63 23.97161.50 44.15 36.84 35.80 31.50 25.75 24.10162.00 44.34 37.03 35.97 31.17 25.88 24.23162.50 44.54 37.21 36.13 31.29 26.00 24.36163.00 44.73 37.40 36.30 31.41 26.13 24.48163.50 44.92 37.58 36.47 31.53 26.25 24.61164.00 45.12 37.76 36.63 31.65 9 6 . 3 8 24.74164.50 45.31 37.95 36.80 31.77 26.50 24.87165.00 45.50 38.13 36.97 31.89 26.63 24.99165.50 45.70 38.31 37.14 32.01 26.76 25.12166.00 45.89 38.50 37.30 32.13 26.88 25.25166.50 46.08 38.68 37.47 32.25 27.01 25.38167.00 46.28 38.87 37.64 32.37 27.13 25.50167.50 46.47 39.05 37.81 32.49 27.26 25.63168.00 46.66 39.23 37.97 32.61 27.38 25.76168.50 46.85 39.42 38.14 32.73 27.51 25.88169.00 47.05 39.60 38.31 32.85 27.63 26.01169.50 47.24 39.78 38.48 32.97 27.76 26.14170.00 47.43 39.97 38.64 33.09 27.88 26.27170.50 47.63 40.15 38.81 33.21 28.04 26.39171.00 47.82 40.34 38.98 33.33 28.13 26.52171.50 48.01 40.52 39.15 33.45 28.26 26.65172.00 48.21 40.70 39.31 33.57 28.38 26.75172.50 48.40 40.89 39.48 33.69 28.51 26.90173.00 48.59 41.07 39.65 33.81 28.63 27.03173.50 48.79 41.23 39.81 33.93 28.76 27.16174.00 48.98 41.44 39.98 34.05 28.89 27.29174.50 49.17 41.62 40.15 34.17 29.01 27.41175.00 49.37 41.81 40.32 34.29 29.14 27.54175.50 49.56 41.99 40.48 34.41 29.26 27.67176.00 49.75 42.17 40.65 34.53 29.39 27.80176.50 49.65 42.36 40.82 34.65 29.51 27.92177.00 50.14 42.54 40.99 34.77 29.64 28.05

FUENTE: tomado de Lagunas y Hernández (2000:54-55).

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La identificación general (determinacióndel sexo, estimación de la edad, estatura y afini-dad biológica) se realiza mediante las diversastécnicas y métodos morfoscópicos y métricosutilizados por la antropología física. Es reco-mendable que las dos primeras preguntas secontesten en el lugar del hallazgo para evi-tar confundir y retrasar las investigaciones (Ta-lavera, Rojas, Crespo y Sánchez, 1999:12). Unavez que la etapa de identificación general hasido concluida se procede con la siguiente fasede la identificación.

IDENTIFICACIÓN PARTICULAREn esta etapa se contesta la pregunta número0, es decir, se analizan las características del

esqueleto que van a ayudar a particularizarlo.

¿Cuáles son las características particularesde los restos óseos?La identificación particular se puede estable-cer observando las huellas de prácticas cultu-rales y de actividad, éstas se establecen por laforma y medidas de la sección de huesos lar-gos, los traumatismos que pueden ser por im-pacto de un objeto romo o por algún arma defuego. Se debe registrar el elemento óseo endonde se localiza el traumatismo, la edad delindividuo en el momento de la fractura, el tipode ésta y lateralidad en una cédula gráfica, lasprótesis, placas, o cualquier otro elemento quese encuentre en algún hueso son de gran uti-lidad para identificár al individuo. Existen otrosrasgos que ayudan a particularizar el esquele-to, tales como las patologías y las huellas de ac-tividad que nos ayudan a inferir el estilo devida que llevaba el individuo. De igual forma,si existen reportes de personas desapareci-das que coincidan con los rasgos generales delesqueleto estudiado, es recomendable solici-tar a los familiares o personas que reportan ladesaparición, el mayor número de datos clí-nicos, tales como trabajos dentales, cirugías,radiografías o enfermedades crónicas —comola artrit is—, ya que estos datos se cotejan con la

información obtenida del análisis previamen-te practicado al individuo (Talavera, Rojas, Cres-po y Sánchez, 1999:16).

PATOLOGÍAS. Las patologías constituyen unacaracterística que ayudan en el proceso de iden-tificación, ya que por los rasgos que dejanmarcados en los huesos se puede saber si unapersona presentaba tal o cual enfermedad,siempre y cuando haya tenido el tiempo sufi-ciente como para afectar la estructura ósea. Deser este el caso se pueden hacer inférencias so-bre malestares físicos que presentaba el in-dividuo, aunque no es concluyente, sí puedeproporcionar información que sirva comoreferencia para lograr la identificación de unapersona. En antropología física éstas consti-tuyen un indicador de la relación salud-enfer-medad de poblaciones pretéritas.

Existen enfermedades que por sus afeccio-nes causan efectos visibles, como es el caso delas artritis degenerativas, ya que éstas puedenllegar a modificar en un alto grado la estruc-tura del hueso y con ello provocar una altera-ción en la región del cuerpo afectada. Cuandose localizan patologías de un grado de afec-ción extremo y cuyos efectos se perciban a sim-ple vista, éstos pueden llegar a conformar loselementos identificadores primordiales, yaque en la actualidad pocas patologías llegana un estado tan avanzado y quienes las pade-cen poseen características muy particularesderivadas de ellas.

Algunas otras enfermedades están relacio-nadas con la actividad, es decir, que son el efec-to de las labores cotidianas de un individuoy forman parte del proceso degenerativo nor-mal del cuerpo humano.

ENTESOPATÍAS. Son modificaciones óseas pre-sentes en los sitios de inserción de músculos oligamentos, causadas por hiperactividad de losprincipales músculos responsables del movi-miento y se distinguen claramente de aquellaslesiones cuyo origen es metabólico o infeccio-so. Pueden tener forma de crestas, pozos, ru-

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gosidades o exostosis (Lagunas y Hernández,2000:59).

Al igual que las patologías, en casos forenses,las entesopatías o huellas de actividad brindaninformación de referencia, pero difícilmente devalor identificativo. Debido a la gran gamade actividades ocupacionales que existen en laactualidad no es del todo posible determinaralguna ocupación específica mediante el estu-dio de estos rasgos en un esqueleto.

A diferencia de las poblaciones prehispáni-cas en las cuales se tienen ubicadas las activida-des ocupacionales y las marcas que dejan enlos huesos, en una población contemporáneasimplemente se debe hacer referencia al gra-do de actividad que muestran los huesos y, enespecial, a las regiones que afectan más seve-ramente, de esta forma se puede hacer refe-rencia a distintas actividades que incluyan eltrabajo de los componentes del sistema mús-culo-esquelético en cuestión, aunado al hechode que en los casos forenses no se estudian po-blaciones sino individuos, lo cual dificulta unpoco más este trabajo.

TRAUMATISMOS. El trauma se puede entendercomo la intervención violenta que da comoresultado la interrupción de la estructura yel funcionamiento normal de un órgano o delcuerpo en su conjunto. Un traumatismo gene-ralmente es consecuencia de influencias ex-trínsecas sobre la parte afectada del esqueleto,provocados por diversos factores que puedenser culturales o medioambientales (Lagunasy Hernández, 2000:59).

Los traumatismos más comunes son lasfracturas (figura 28), una fractura es cualquiersolución de continuidad en un hueso. Por logeneral, la fractura regresa a su posición nor-mal mediante la manipulación (Tortora y Anag-nostakos, 1993:177).

TIPOS DE FRACTURA.1. Parcial (incompleta). Es una fractura en

la que la línea de separación que cruzael hueso es incompleta.

Completa. En este tipo la línea de ruptu-ra del hueso es completa, de tal maneraque el hueso se parte en dos o más por-ciones.Cerrada (simple). Es una fractura en laque el hueso no se expone a través dela piel.Abierta (compuesta). En esta fractura losextremos de ruptura del hueso hacenprominencia a través de la piel.Conminutas. Es una fractura en la queel hueso se rompe en varios segmentosen el sitio de impacto, los pequeños frag-mentos del hueso se encuentran entrelos dos fragmentos mayores principales.En rama verde. Es una fractura parcial enla cual se rompe un lado del hueso y elotro solamente se curva, este tipo se pre-senta sólo en niños.Espiral. Es una fractura en la que el hue-so se rompe mediante un giro.Transversa. Es una fractura en 'ángulorecto con respecto al eje longitudinal delhueso.Impactada. Es una fractura en la que unfragmento del hueso se incluye firme-mente en otro.Fractura de Pott. Fractura del extremodistal del peroné, con una lesión seriaen la articulación distal de la tibia.Fractura de Colles. Fractura del extremodistal del radio, en la que el fragmen-to distal se desplaza posteriormente.Desplazada. En esta fractura no se con-serva el alineamiento anatómico de losfragmentos óseos.No desplazada. Se conserva el alineamien-to anatómico del hueso.Por estrés. Es una fractura parcial quese origina por la incapacidad para sos-tener una tensión repetida.Patológicas. Son fracturas que se debena la debilidad de un hueso provocadopor procesos patológicos, como el casode neoplasia, osteomielitis, osteoporo-sis y osteomalacia.

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Figura 28. Tipos de fracturas: 1) conminuta; 2) (le Colles;3) impactada; 4) de Pott; 5) de rama verde y 6) expuesta(Tortora y Anagnostakos, 1993:176).

REPARACIÓN DE FRACTURAS. El hueso en oca-siones requiere de meses para sanar (como elfémur que tarda aproximadamente seis me-ses en hacerlo), ya que el calcio suficiente pa-ra fortalecer y endurecer el hueso se depositade manera gradual. Las células óseas tambiéncrecen y se reproducen de forma lenta, auna-do a esto el aporte sanguíneo disminuye (Tor-tora y Anagnostakos, 1993:178). El proceso decuración de un hueso se puede explicar en tresetapas, a saber:

I. Como resultado de la fractura se rom-pen los vasos sanguíneos que atraviesanla línea de fractura. Conforme la sangrese acumula en los extremos lesionadosde los vasos, se forma un coágulo en el

sitio de la fractura y alrededor de ella.Este coágulo se le conoce como hema-toma de la fractura y se presenta, porlo general, a las seis u ocho horas de lalesión. El tejido lesionado muere.Se desarrolla un crecimiento de nuevotejido óseo, "un callo", dentro y alrede-dor del área fracturada, éste forma unpuente entre las áreas separadas delhueso. La parte del callo que se formaa partir de los osteoblastos del periostiose le conoce como callo externo, por lotanto a la parte del callo que se formaa partir de los osteoblastos del endosi-to se le llama callo interno.La fase final de la reparación de unafractura es el remodelamiento del callo.

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Figura 29. Reparación de una fractura: a)formación del hematoma; b) formación del calloexterno e interno; c) fractura curada (Tortora yAnagnostakos, 1993:176).

Las porciones muertas de los fragmen-tos originales se absorben de maneragradual por los osteoblastos. En algu-nos casos, la curación es tan comple-ta y tan perfecta que difícilmente sepuede observar la línea de fractura. Sinembago, por lo general permanece co-mo evidencia del sitio de la fractura unárea adelgazada en la superficie delhueso (figura 29) (Tortora y Anagnos-takos, 1993:178).

Las fracturas se pueden considerar comohuellas de violencia, de su ubicación y de seve-ridad va a depender que el trabajo del antropó-logo físico forense pueda aportar informaciónsobre la causa de muerte. En la figura 30 semuestran algunas huellas de violencia dejadaspor distintos instrumentos.

Las armas cortocontundentes como losmachetes, espadas, hachas y cuchillos grandespueden dejar cortes incompletos en el huesoobservándose fracturas secundarias en los lí-mites de éstos e incluso pueden llegar a separarsecciones de hueso, lo anterior va a depen-der del ángulo y la fuerza con que se ejerza laagresión.

Los objetos contundentes de punta romapueden ocasionar fracturas en los huesos, enel cráneo la fractura puede adoptar la formadel objeto vulnerante.

Como se menciona en la parte referente ala curación de una fractura, si el individuo so-brevive presentará regeneración ósea, lo que

indicará al antropólogo físico forense que lalesión ocurrió en una etapa antemortem y el gra-do de sanación dará referencia del tiempotranscurrido desde que ocurrió la lesión has-ta el momento de la muerte del individuo.

En casos en que se encuentran lesiones enlos huesos que no presentan indicio de regene-ración ósea, se puede determinar que el indivi-duo murió inmediata o casi inmediatamentedespués de haber ocurrido el hecho. Hay otracaracterística para poder determinar si un trau-matismo ocurrió antemortem, perimortem o pos-mortem, dicha característica es la infiltraciónsanguínea que se presenta en los huesos, estosólo ocurre cuando un individuo está vivo.

Así, resulta de vital importancia que el antro-pólogo físico forense tenga el conocimientonecesario para diferenciar entre una infiltra-ción sanguínea en hueso provocada por untraumatismo de una ocasionada por los pro-

Figura 30. Variaciones de los tipos de lesionescraneales: 1) corte de hueso por instrumentocortocontundente; 2) corte parcial con fracturassecundarias por instrumento cortocontundente;3) lesión ocasionada por objeto punzante, la tablainterna del hueso se desprende; 4) lesión conhundimiento, causada por objeto romo, presentafracturas secundarias en forma de círculo(basado en Brothwell, 1987).

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cesos de descomposición del cuerpo birma-no. Las primeras se caracterizan por ser muyespecíficas y aisladas, las segundas son más ge-neralizadas y se observará una línea de acumu-lación hemática.

Otro traumatismo muy común en casos fo-renses son los provocados por proyectil de ar-ma de fuego, cuyas características pueden serconfundidas con algún traumatismo posrnor-tem, o simplemente como destrucción ósea porprocesos tafonómicos. Los orificios que dejaun proyectil en el hueso, por ejemplo en el crá-neo, pueden variar dependiendo de la distanciaa que fueron hechos el o los disparos: adop-ta una forma redonda cuando la distancia esmayor a 15 centímetros y en forma de estrellacuando el disparo se efectúa a menos de 15 cen-tímetros.

De igual forma que en los tejidos blandos,en el hueso también es posible diferenciar en-tre un orificio cle entrada y uno de salida, ladeterminación de esa característica aporta in-formación para la reconstrucción de hechos,en específico se puede determinar la posiciónque guardaba la víctima con respecto al victi-mario al momento del disparo.

ORIFICIO DE ENTRADA. Puede ser estrellado(figura 31) o redondo, el diámetro en la par-te externa del hueso será menor que en laparte interna, ya que en esta última se provo-ca un desprendimiento de la lámina internadel cráneo.

ORIFICIO DE SALIDA. El diámetro va a sercomparativamente más grande que el de entra-da y su forma es mucho más irregular, en estecaso la lámina desprendida es la externa.

Existen características en los huesos, que,igual que las fracturas, son el resultado de lainteracción del hombre con su medio, este ti-po de características se pueden traducir comotrabajos dentales, prótesis plásticas o metáli-cas, incrustaciones en los huesos (figuras 32y 33) para ayudar a consolidar fracturas, porejemplo las de tipo conminuta, las cuales pue-den ayudar en casos forenses a la identifica-ción de un individuo.

' .•

Figura 31. En esta imagen se muestra un orificiode entrada provocado por proyectil de arma defuego, nótese la forma un tanto estrellada quepresenta, corresponde a un disparo hecho a unadistancia no mayor de 15 centímetros (fotografíacortesía de Roberto Sánchez).

Figura 32. Derecha: fémur con amputación a laaltura de la mitad de la diáfisis, se observa laregeneración ósea incompleta de la parte afectada.Izquierda: fémur con fractura de cuello, presentauna prótesis metálica en sustitución de éste(fotografías correspondientes a los individuos 57y 37 de la Colección San Nicolás Tolentino).Fotografía de Israel Lara, 2008.

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Figura 33. Dos tipos de prótesis dentales,aspectos como éste son de vital importanciadurante el proceso de identificación (fotografíatomada de la Colección San Nicolás Tolentino).

Otras técnicas de apoyo a la identificaciónantropológicaEn el área de las ciencias forenses se consideracomo auxiliar de investigación de delitos a todoaquel arte que mediante sus métodos aporteinformación para la localización de víctimas yvictimarios, en la identificación de restos óseosdesconocidos. La reconstrucción facial en susdiversas modalidades, planimétricos, escultó-ricos o virtuales, junto con otras artes son unaherramienta útil sin considerarse una pruebaconfiable e inconclusa en los casos legales (Gay-tán, 2006:2); ya que los dos principales proble-mas que presenta esta disciplina son, por unlado, la relación existente entre el tejido blando(músculo) y su apoyo óseo, y el desarrollo deun criterio para establecer similitudes (Lebe-dinskaya, Balueva y Veselovskaya; 1993:1).

Una técnica de identificación muy usadaen la actualidad y que cuenta con un alto gra-do de confiabilidad es la de sobreposición fo-tográfica cara-cráneo, esta técnica se aplica

buscando correspondencia de característicasfisonómicas que exhibe el negativo o la foto-grafía de la persona que se busca con la ti-pología craneal que muestra el negativo o laradiografía del cráneo en cuestión (Montiel,1989:185). Para esto se debe poner el cráneoen la misma posición del rostro de la fotogra-fía, haciéndolas coincidir tomando como guíalos puntos craneométricos y somatométricos.

Desde el punto de vista antropológico debebuscarse, fundamentalmente, la coincidenciaentre las características de los tejidos blan-dos de la cara que se aprecian a través de lafotografía y las características de los huesosde la cara y los dientes (Montiel, 1989:187).Se debe observar, además de la coincidenciaentre los puntos antropométricos y craneo-métricos, la correcta localización de las si-guientes regiones:

Contorno del cráneo.Relación entre el ojo y la órbita.Relación entre la nariz y la apertura pi-riforme.Localización de la oreja.Contorno de los maxilares.Forma y localización del mentón.Ubicación de las regiones geniales.Correspondencia entre las piezas den-tales (si se aprecian en la fotografía).

En el siguiente ejemplo se toma una imagendel cráneo en la misma posición que guardael rostro del individuo y a la misma escala, conla finalidad de hacer coincidir los puntos cra-neométricos correspondientes a la región fa-cial (figuras 34A, 34B y 34C).

Existen variantes de esta técnica, una de ellases la de sobreposición radiofotográfica crá-neo-cara, la cual consiste en tomar una radio-grafía del cráneo en estudio y superponerlaa la fotografía, la finalidad es buscar la corres-pondencia de características faciales óseas yblandas. Otra variante más es la que se realizapor medio de un sistema de circuito cerrado

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Figura 34A. Fotografía del cráneo en norma frontal. Figura 34B. Fotografía proporcionada para sucotejo con el cráneo investigado. Figura 34C. Sobreposición de las imágenes. Se trató de hacercoincidir los puntos craneométricos de la nariz y los malares. Como se puede observar la coincidenciasólo se presenta en el malar derecho, por lo tanto, se descarta la posibilidad de correspondencia entrelas imágenes. Cuando la correspondencia se presenta en todos los puntos, se logra una identificaciónpositiva (aunque hay que sumar todas las pruebas para ser concluyentes).

de televisión, utilizando dos cámaras de tele-visión, una enfocando el cráneo y otra a la fo-tografía y, así, por medio de una mezcladorade imágenes se efectúa la sobreposición.

También se pueden hacer comparacionesradiográficas del cráneo u otros elemento óseos,cuando se cuenta con una radiografía del crá-neo o de otro hueso y en el laboratorio estánpresentes estas piezas se toman radiografías paracomparar la configuración de los senos fronta-les (en cráneo) y la estructura ósea, la caracterís-tica más confiable son los senos craneofaciales,esto es posible gracias a que esta característicaes distinta en cada uno de nosotros.

Otro método para identificar el rostro de unindividuo mediante el cráneo es el de recons-trucción facial. Ésta se basa principalmente envolver a construir, con materiales plásticos, eltejido blando de un cráneo perteneciente a al-gún individuo que permanece en calidad dedesconocido.

En los últimos 20 años, la reconstrucciónfacial ha adquirido gran importancia en el mun-do, la historia de esta disciplina como métodocomparativo se inicia con los estudios de H.Welcker, que hizo la identificación del cráneo

del poeta alemán Schiller y de Dante Alighie-ri, en el siglo XIX, de esta manera comenzaronlos estudios sobre medidas de espesor de te-jidos blandos, así como la búsqueda de la me-jor metodología para realizar la reconstrucción( Gay tan, 2006:10).

Por otra parte, este método complementay sistematiza un conjunto de conocimientos so-bre la biología del rostro, es por esto que sesugiere la intervención de dos personas; porun lacio, el conocimiento antropológico queaporta el perfil biológico del sujeto, su edadsexo, afinidad racial, estatura y rasgos particu-lares, todas la características morfológicas, queguiarán al escultor durante el proceso de apli-cación de las técnicas de reconstrucción decada una de la estructuras faciales, aunque elmismo antropólogo físico puede hacer ambaslabores siempre y cuando tenga los conocimien-tos de carácter plástico para realizar el traba-jo (Gaytán, 2006:64).

Métodos de reconstrucción facialMétodo americano o de espesores faciales. Consis-te en conectar cada uno de los puntos facialescolocados en el cráneo, siguiendo un ordena-

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miento en réplicas de yeso a partir del cráneooriginal.

El cráneo proporciona la información ne-cesaria para reconstruir cada detalle de la fi-sonomía. Para llevar a cabo este método esnecesario adoptar una serie de medidas (diá-metros y perímetros) del cráneo original y rea-lizar un molde de yeso del mismo. Las medidastomadas sirven como base para determinar losíndices craneométricos y de esta forma obte-ner algunas características particulares, comoel grupo biológico, forma de los ojos, de la na-riz y de la boca, dimensión y forma de la cara,así como la robustez o gracilidad que tenía lapersona en vida. El segundo paso es colocartestigos de goma (figura 35) o de algún otromaterial indeformable en algunos puntos os-teométricos del cráneo, dichos puntos debenser proporcionales a la profundidad del tejidoblando y su ubicación será en las líneas medialy laterales de la región craneofacial.

Posteriormente se unen los puntos con bandasde plastilina de escultor, siguiendo los contor-nos craneales y respetando los puntos propor-cionales a la profundidad del tejido blando

(figura 36). Los espacios que quedan entre lasbandas se rellenan con plastilina (figura 37) yse esbozan ojos, nariz y labios. Se procede a mo-delar los rasgos faciales de la siguiente forma:

Figura 36. Unión de los testigos de goma conbandas de plastilina (fotografía tomada durantelas prácticas del PIF de antropología forense,archivo personal).

Figura 35. Forma en que se colocan los testigosde goma, norma lateral (fotografía tomadadurante las prácticas del l'IF de antropologíaforense, archivo personal).

Fig. 37 Rellenado de los espacios libres entre losindicadores de espesor facial (fotografía deIsrael Lara, cortesía de la doctora María Villanueva,Laboratorio de Antropología Forense, IIA-UNAM).

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Figura 38. Proceso de reconstrucción, aquí se hacolocado una capa de piel, a la que se le haránlos detalles finales (fotografía de Israel Lara,cortesía de la doctora María Villanueva,Laboratorio de Antropología Forense, IIA-UNAM).

Ojos. Se debe considerar que el ápice dela córnea, vista en norma frontal, se en-cuentra en la unión de dos líneas, una deellas parte del punto supraorbital al or-bital y la otra del borde medial de la órbi-ta al borde lateral o ectoconquio.Nariz. Para esto se debe tornar en cuen-ta que la anchura de la apertura piri-(Orme equivale aproximadamente a tresquintas partes de la anchura nasal to-tal, cuando ésta se mide alrededor cle lasalas.Labios. La anchura de la boca es aproxi-madamente igual a la distancia interpu-pilar, además, la disposición (le la bocaes poco variable por lo que al reconstruir-la es necesario tener en cuenta la formade las arcadas alveolares.

Una vez concluido el trabajo escultórico,se colocan el cabello, las cejas, las pestañas, eincluso las arrugas, de acuerdo con la edad delsujeto en estudio.

Figura 30. Reconstrucción terminada, se le asociaron rasgos de la edad ycabello (reconstrucción de Edgar Gaytán, fotografía de Israel Lara, cortesía dela doctora María Villanueva, Laboratorio de Antropología Forense, IIA-UNAM).

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Método ruso o anatómico. También llamadotridimensional, iniciado por el doctor MikhailGerasimov. Como todos los métodos de re-construcción facial, este método determina,primero, cuidadosamente el perfil biológicodel esqueleto (sexo, edad, estatura y rasgos dis-tintivos de la cara), posteriormente se procedea reproducir los músculos, glándulas y cartí-lagos de cada zona, empezando por los múscu-los de la masticación y después con los de laexpresión facial, finalmente con los músculosesfínteres que rodean a la boca y los ojos ylos cartílagos nasales, al termino de esta fasese reconstruyen las glándulas parótidas y lagri-males y, finalmente, se coloca una delgada capade piel sobre la cara tomando en cuenta la to-pografía creada por la musculatura, agregan-do las líneas de arrugas y pliegues de acuerdocon la edad estimada del individuo.

Método inglés o combinado. El británico Ri-chard Neave conjunta los métodos anatómicocon los puntos cefalométricos y los cartílagosnasales empleando la técnica de Gerasimov,después utiliza la técnica propuesta por Krog-man (método Manchester) para obtener la am-plitud de la boca basada en la distancia entrelos bordes exteriores de los bordes caninos, osi existe ausencia de ellos, por los bordes in-ternos del iris. Siguiendo las fases del métodoruso, a diferencia de que la cara se reconstru-ye una mitad y al estar concluida se prosiguecon la otra, con la finalidad de respetar la asi-metría bilateral, de tal modo que cada ladoresponda directamente a las características rea-les del cráneo.

Los métodos combinados son excelentesherramientas morfocomparativas que utilizanla sobreposición fotográfica cara-cráneo, ra-diológica y foto-foto.

Método bidimensional o planimétrico. Se em-plea en dos dimensiones con los mismos princi-pios que utiliza el método americano, tomandouna serie fotografías del cráneo con sus res-pectivos marcadores de espesor de tejido, enplano de Frankfurt, tanto frontales como la-terales, en este método se pueden utilizar dos

técnicas de reconstrucción bidimensional. Elprimero por un programa de computadora secolocan los rasgos de forma que vayan ajus-tando a la morfología del cráneo, en imágenesque se superponen a modo de transparencia detal forma que la imagen del cráneo no pierdasu visibilidad. Otra forma es la de sobreponeruna hoja calca de papel albanene sobre la foto-grafía impresa a escala real y con un lápiz suavese van trazando las estructuras faciales segúnlo vayan dictando las técnicas utilizadas (Gay-tán, 2006:71-76).

La reconstrucción facial se aproxima hastaun 75 a 80 por ciento al rostro real que tenía elsujeto en vida, ya que se pierden algunos deta-lles como cicatrices, lunares y distribución devello facial, características que no se puedendeterminar con base en el cráneo.

Marcadores genéticosEl análisis del ácido desoxirribonucleico (ADN)es el avance más reciente y notable de la identi-ficación forense. Los primeros trabajos de estetipo fueron realizados en personas vivas, es-pecíficamente en casos de inmigración en In-glaterra y en la identificación de violadoresmediante la comparación de su ADN y el de losfluidos seminales encontrados en las víctimas.

La identificación de restos esqueléticos apartir del análisis genético es una de las úl-timas aplicaciones de esta metodología. Elmétodo consiste en la recuperación de ADN

mitocondrial o nuclear de huesos y dientes ysu comparación con el ADN extraído de la san-gre, saliva o cabellos de los probables fami-liares de la víctima (Fondebrider y MendoÇa,2001:68).

Estudio de las prendas de vestirLa ropa que se encuentra asociada a algún es-queleto o cuerpo enterrado clandestinamen-te es circunstancial, aunque el examen de lasprendas que pueda conservar el individuo pue-de proporcionar datos importantes, como elestrato socioeconómico, no es ni debe ser con-cluyente ya que la ropa no es garantía de nada

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por el simple hecho de no ser parte del cuerpoaunque se encuentre asociado a éste.

La participación del antropólogo físico y elarqueólogo forense es de gran utilidad no sóloen el análisis de los restos en el laboratorio,sino también en el campo, ya que sus conoci-mientos acerca de las técnicas arqueológicasde excavación y registro de elementos presen-tes en alguna fosa clandestina o en superfi-cie puede permitir la recuperación de indiciosque se perderían si en la excavación no estánpresentes dichos especialistas. Además de quesu participación permite rescatar elementosvaliosos, tales como la posición que guarda elindividuo, disposición de todos los objetos aso-ciados y la forma en que éstos se encuentran re-lacionados con el cuerpo o esqueleto, así comoindicios que permitan inferir el tipo de herra-mienta que fue utilizada para realizar la fosa.

Cabe hacer mención que en la actualidadno se ha desarrollado una metodología quepermita a los investigadores forenses llevara cabo un trabajo interdisciplinario y en el quecada uno de ellos aporte información especia-lizada acerca del hecho que se investiga, y deesta forma obtener resultados más concretosy fáciles de interpretar, lo que marcaría la di-ferencia de la forma de trabajo actual en la quecada uno de los especialistas analiza, de formaindividual, los indicios que le correspondenemitiendo así dictámenes aislados que el jueztiene que interpretar y que recibe como me-dios de prueba separados y no como un dicta-men interdisciplinario que sea más completoen todos sus aspectos. Partiendo de esto, el pre-sente trabajo debe verse como una propuestade trabajo en un intento por mejorar la inves-tigación criminalística en nuestro país.

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APLICACIÓN DE LA PROPUESTA METODOLÓGICA

EN UN CASO FORENSE EN EL ESTADO DE MÉXICO

En el presente capítulo se dan a conocer lostrabajos realizados durante la primera etapade la investigación que realizó la Comisión Es-tatal de Derechos Humanos de Morelos en elEstado de México, dichos trabajos correspon-den al proceso de detección, exhumación,fijación y recolección de restos óseos y otrosindicios en el lugar de los hechos que fueronllevados a cabo durante los meses de septiem-bre y octubre de 2001 en el Estado de México.

Cabe hacer mención que nuestra participa-ción fue posible gracias a la oportunidad quenos brindó la Comisión Estatal de DerechosHumanos de Morelos, la cual nos permitió de-mostrar la utilidad de nuestro trabajo comoantropólogos en la investigación criminalísti-ca del lugar de los hechos.

Se debe hacer la aclaración de que todas lasinferencias que se hicieron durante la inves-tigación tuvieron como único objetivo trazaruna estrategia adecuada para proseguir conel trabajo. Por su parte, las conclusiones a lasque se llegaron están fundamentadas en in-vestigaciones especializadas realizadas previa-mente y las observaciones hechas en el lugardonde se llevaron a cabo los trabajos. Todo loanterior se fundamenta en el artículo 234 delCódigo Federal de Procedimientos Penales yen el 175 del Código de Procedimientos Pena-les del Distrito Federal, el cual dice:

Los peritos practicarán todas las operacionesy experimentos que su ciencia o arte les sugie-ran y expresarán los hechos y circunstanciasque sirvan de fundamento a su dictamen.

Con la finalidad de guardar el respeto quemerece el caso, se han omitido los datos de lavíctima y sus familiares, lo anterior para no he-rir la susceptibilidad de las personas relacio-nadas en tan lamentables hechos.

ANTECEDENTES DEL CASO

LOS HECHOS DELICTIVOSLa versión oficial del caso indica que se trata deun secuestro, la víctima, un joven de 23 añosde edad que habitaba en uno de los munici-pios del estado de Morelos. Un individuo quetrabajó para el hermano de la víctima y dos per-sonas más fueron los que cometieron el deli-to. Los victimarios indican que la víctima losreconoció mientras lo tenían secuestrado y porese motivo decidieron privarle de la vida.

Según consta en la declaración del victima-rio, la noche entre el 10 y el 11 de septiembrede 1998, alrededor de las 24 horas se trasladóa la víctima del lugar en donde lo mantenían

privado de su libertad hasta el lugar en dondele quitaron la vida ( aproximadamente cuatro

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kilómetros de distancia), que corresponde (asílo señaló el responsable) a un punto de la Ba-rranca Zopilocalco, específicamente debajo deun puente (figura 40) construido para el cru-ce de peatones y vehículos automotores, cabemencionar que en esta parte de la barrancase acostumbra tirar basura y animales muer-tos, por lo que resultaba ser el lugar ideal paradejar un cuerpo sin que fuera descubierto cleinmediato.

La versión manejada indica que el trasladose hizo a pie y la víctima iba desnuda, esto conla finalidad cíe que no pudiera escapar de losvictimarios. Una vez que se encontraron de-bajo del puente se le colocó de rodillas y se leejecutó con un arma de fuego "tipo revólver"calibre 38 (figura 41). Hay que hacer la aclara-ción que ni en la declaración oficial del victi-mario ni en el expediente del caso se menciona

Figura 40. Vista de la parte inferior del puenteque cruza la Barranca Zopilocalco, el basureroque se menciona se ubica al otro lado del mismo.

Figura 41. Recreación de la forma en queprivaron de la vida a la víctima. La posiciónvíctima-victimario fue inferida ya que nocontábamos con ese dato.

cuál fue la posición exacta en la que quedó elcadáver después de que le dispararon, sin em-bargo. sí se especifica que el cuerpo de la víc-tima fue dejado en superficie, es decir, queno se le sepultó en algún sitio, simplemente lodejaron en la posición y el lugar en que quedódespués de recibir el impacto del proyectil.

Tiempo después uno cle los victimarios fueaprehendido por el secuestro y asesinato de dosjóvenes en la misma zona, durante su decla-ración dijo haber participado en el secuestroy asesinato correspondiente al presente caso.Una vez que se dio aviso a las autoridades com-petentes en el estado de Morelos y se ratificóla información acerca del joven secuestrado,se prosiguió con la investigación. Según la in-

formación proporcionada por la ComisiónEstatal de Derechos Humanos de Morelos, lostrabajos realizados por parte del cuerpo de pe-ritos oficiales consistieron en lo siguiente:

Visitas al lugar de los hechos con la in-tención de obtener información de re-ferencia con los habitantes del pobladocercano.Recorrido de superficie en la barrancapara tratar de ubicar algún probable in-dicio relacionado con el caso.Se tomaron fotografías del lugar y se hizoun levantamiento planimétrico.

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Durante el recorrido de superficie se hizouna recolección de los restos óseos quese fueron localizando, de los cuales nin-guno resultó ser humano.

Posteriormente los elementos úseos encon-

trados fueron canalizados al Laboratorio deGenética Forense para que se les practicaraun análisis de ADN y de esta forma confirmarsi eran humanos y si correspondían a la vícti-ma buscada. Como era de esperarse, los re-sultados fueron negativos y el caso quedo enespera ya que no había elementos que compro-baran la existencia de un cuerpo en ese sitio.Sin embargo, a decir del antropólogo físicodel Departamento de Identificación del Es-tado de Morelos, tenían las indicaciones dehacer confrontas permanentes con los restosóseos de identidad desconocida que aparecie-ran en todo el estado.

Los familiares de la víctima fueron insisten-tes tanto en el Estado de México como en elde Morelos por la falta de información sobreel paradero de los restos de su familiar y deesta forma solicitó ayuda a la Comisión Esta-tal de Derechos Humanos de Morelos con lafinalidad de que se le asesorara en la formade proceder. Por aquellos días, la comisión aca-baba de tener conocimiento sobre la antropo-logía y arqueología forenses y su campo deestudio, por ello sugirió la colaboración del

arqueólogo J. Martín Rojas Chávez y los pa-santes en antropología física, Itzel Landa Juá-rez e Israel D. Lara Barajas, así como el maestroen Ciencias, Santiago Vergara Pineda, especia-lista en entomología forense, por medio desu Coordinación ¿le Servicios Periciales.

La idea de que participáramos en este casosurgió como una alternativa a los trabajos rea-lizados por la Coordinación de Servicios Pe-riciales de Morelos, que no habían brindadomuchos resultados y se confió en que la apli-cación de la metodología de la arqueología yantropología física forenses pudieran tenermayor éxito.

EL LUGAR DE LOS HECHOS

El lugar en donde se llevaron a cabo los hechosdelictivos se encuentra localizado en el muni-cipio de A mecameca, Estado de México, en lapoblación de San Mateo Tecalco, específica-mente en la Barranca de Zopilocalco (cono-cida así entre los habitantes del lugar) (plano1), debajo de un puente construido con rocacareada unida con cemento y el techo construi-do con el mismo tipo de roca colado con cemen-to. Este puente sirve como paso para cruzarla barranca a peatones y vehículos automo-tores y tiene ocho metros de ancho aproximada-mente (figura 42). Este rasgo cultural se ubicaen las coordenadas geográficas 19"05'49" la-

Figura 42. Vista del camino de terracería que cruza la barranca, debajo de éste se encuentra el puentemencionado.

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Plano 1: ubicación

Ubicación geográfica

19°05'49" Latitud norte

98°50'03" Longitud oeste

24°0 msnm de altitud

PLANO 1

SAN MATEO TECALCO, MUNICIPIO DE AMECAMECA, ESTADO DE MÉXICO

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titud norte, 98°50'03" longitud oeste, a unaaltitud de 2 400 metros sobre el nivel del mar.

A este lugar se accede por la carretera 115y se da vuelta en una brecha que se encuentraa cinco kilómetros del poblado San Mateo Te-calco. El lugar está rodeado de campos de cul-tivo de maíz.

Se arribó al lugar el día viernes 28 de sep-tiembre de 2001, a las 7:35 horas para comen-zar la exploración del lugar con la intenciónde que tanto los visitadores de la Comisión Es-tatal de Derechos Humanos de Morelos comolos investigadores involucrados directamente,conociéramos la versión de los hechos por par-te de los familiares de la víctima, lo anterior deacuerdo con las declaraciones de los autoresdel hecho. Al lugar acudieron dos visitado-res de la CEDH de Morelos, un perito crimi-nalista, un entomólogo, un arqueólogo, dosantropólogos físicos por parte de la Coordina-ción de Servicios Periciales de dicha comisión;personal del ministerio público y de Servicios

Periciales de la Procuraduría General de Jus-ticia del Estado de México, correspondienteal municipio de Amecameca, así como fami-liares de la víctima y algunos trabajadores queauxiliarían en los trabajos de excavación.

La geología de la zona está formada por de-pósitos aluviales del cuaternario y rocas inter-medias basálticas del mismo periodo (Moo-ser, Montiel y Zúñiga, 1996: hoja Amecameca6b). Esta barranca se formó por erosión hí-drica y la pendiente del lugar. De acuerdo conlos reportes de las precipitaciones, ésta es unade las zonas más húmedas del Estado de Méxi-co. En la última década se han registrado fuer-tes fluctuaciones en la precipitación mediaanual y mensual (tabla 3).

El clima es húmedo y la cantidad de sol varíade acuerdo con la nubosidad que se presentaen la zona, por las mañanas y por las nochesse registran temperaturas bajas y los días sue-len ser calurosos. La vegetación es bosque mix-to, predominando las coníferas (figura 43).

Figura 43. Vista general de la zona.

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250

200

.s.1 100a'.

.1) 50

OJul Ago Sep Oct

q Máxima Media n Mínima

Dic

PRECIPITACIÓN MEDIA, MÁXIMA Y MÍNIMA DE LA REPÚBLICA MEXICANAPERIODO 1941-2000

TABLA 3PRECIPITACIÓN MEDIA MENSUAL Y ANUAL EN MM PERIODO 1941-2000

A ños Ene Fel) Mar Abr May ¡un ful Ago .Sep Ort Nov Dic Anual

1941 29.5 24.7 21.8 27.8 49.9 120.7 137.9 118.4 184.5 88.0 34.1 48.2 883.51942 20.3 20.6 13.0 13.4 47.9 92.0 153.6 177.8 162.7 49.8 41.4 26.8 819.31943 35.0 9.8 13.7 13.9 34.4 118.8 119.7 131.9 178.7 72.3 39.1 49.8 815.21944 20.0 19.2 25.1 9.3 32.1 117.0 102.9 165.0 200.2 55.7 39.0 18.6 824.11945 20.0 10.9 11.5 8.8 24.7 70.1 127.2 146.7 101.6 93.6 12.4 11.2 638.81946 35.5 14.7 7.6 31.3 38.7 36.7 105.2 124.8 145.7 94.1 33.0 38.0 765.31947 35.8 15.0 11.3 17.6 59.7 98.6 105.6 186.5 124.1 77.4 43.1 56.0 830.71948 26.5 25.4 10.3 18.1 45.4 106.2 180.1 108.3 148.8 80.5 38.3 31.4 799.31949 45.5 20.0 11.5 17.1 36.7 98.0 122.7 106.7 151.8 64.6 14.0 31.0 719.61950 27.2 14.3 22.8 19.0 43.5 103.1 159.1 96.6 121.4 79.7 10.4 9.0 706.11951 12.3 8.5 18.9 10.5 42.2 91.3 130.6 127.3 135.9 71.5 23.2 21.4 693.61952 10.1 10.1 16.4 32.1 45.0 141.7 143.3 124.8 137.8 42.2 36.5 22.4 762.41953 4.7 17.8 10.8 12.2 23.2 83.1 132.0 131.1 95.1 89.2 27.5 26.0 652.71954 18.4 12.6 9.7 23.6 52.4 117.2 148.4 127.1 143.2 90.0 15.4 8.1 759.11955 29.3 10.8 9.3 8.8 26.4 66.7 215.7 169.4 212.1 97.0 26.7 20.4 892.61956 16.5 10.1 6.5 15.0 67.8 115.6 125.7 101.3 114.8 46.9 27.3 20.9 668.41957 19.8 23.7 19.2 20.6 41.3 82.3 115.6 108.8 126.5 70.9 15.0 16.7 660.51958 47.7 24.3 26.0 9.7 43.5 139.2 153.8 129.4 203.6 130.5 60.9 29.2 997.81959 18.3 19.8 8.2 43.9 37.4 122.4 131.7 135.4 89.6 108.7 30.0 30.3 775.71960 34.1 10.5 8.5 16.3 27.2 64.9 153.9 149.4 98.8 82.4 27.9 25.5 699.41961 46.7 11.5 10.1 15.3 23.4 130.8 157.7 109.3 118.5 62.0 40.4 20.3 746.01962 20.4 9.4 12.9 28.8 24.7 107.8 111.2 107.0 147.2 73.7 24.6 25.9 693.61963 15.5 11.3 10.6 18.1 39.4 101.4 162.8 122.3 146.0 55.1 29.5 36.2 748.41964 20.2 9.6 14.9 13.1 52.5 106.3 127.3 108.1 148.4 50.6 32.0 46.6 729.61965 25.0 22.5 12.8 21.3 28.4 90.6 130.2 142.7 123.2 64.0 27.2 54.0 741.91966 27.7 28.2 17.6 28.5 51.5 128.3 131.9 156.0 123.1 93.7 18.6 27.0 832.1

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é))))

TABLA 3 (CONTINUACIÓN)

Años Ene Feb Mar A br May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Anual

1967 32.5 12.6 22.2 21.0 38.8 116.3 128.0 154.8 179.0 83.2 30.2 50.0 868.6

1968 29.7 32.6 39.8 32.2 40.5 95.3 152.1 135.5 145.1 68.3 30.9 37.3 839.3

1969 23.6 20.9 13.4 13.6 30.8 67.2 156.3 160.9 141.8 66.5 32.1 25.1 752.2

1970 18.7 25.7 13.8 9.6 30.0 123.8 142.4 162.3 183.1 45.8 18.9 8.9 783.01971 11.8 7.5 11.1 12.3 33.6 126.4 120.1 163.0 142.9 97.3 26.7 20.8 773.5

1972 23.0 11.0 15.1 15.6 59.3 132.1 156.9 134.3 112.4 73.9 53.0 22.9 809.5

1973 25.9 39.9 9.5 16.3 39.5 135.3 143.8 158.6 149.8 83.8 22.4 20.5 845.31974 22.6 16.5 14.6 21.3 36.9 102.9 144.3 122.4 170.6 53.2 36.2 25.2 766.7

1975 25.1 11.0 9.1 8.1 47.3 85.1 153.5 138.4 135.5 63.5 21.0 20.0 717.6

1976 20.0 16.8 12.4 26.4 35.3 107.2 196.8 121.5 142.5 96.0 73.3 39.8 878.0

1977 20.9 10.0 8.0 17.2 36.7 110.8 107.5 128.0 101.1 67.4 30.1 26.2 661.91978 19.1 28.5 29.5 12.3 39.1 107.5 142.3 134.3 194.3 92.1 30.0 37.4 866.4

1979 36.5 18.3 17.2 20.4 41.6 98.5 127.2 141.5 116.4 35.7 20.1 43.5 716.9

1980 34.5 23.3 12.5 21.7 34.0 74.2 114.9 157.5 151.9 63.9 35.3 25.8 749.51981 56.3 25.9 22.6 41.8 44.9 148.4 149.3 163.5 139.5 87.5 17.5 25.5 922.8

1982 18.5 19.3 13.2 27.5 55.8 64.4 112.8 89.0 111.3 62.8 41.3 53.6 669.5

1983 29.3 44.0 43.1 11.0 41.6 65.2 155.6 143.9 151.4 74.8 40.3 29.5 829.71984 54.4 13.4 8.2 8.7 64.7 132.9 176.5 144.1 153.2 52.7 23.8 60.8 893.4

1985 36.0 16.5 15.0 37.2 51.5 126.9 139.8 118.8 106.1 65.5 31.9 25.4 770.6

1986 15.2 14.9 10.7 26.3 57.4 122.7 115.8 103.8 125.2 83.0 36.8 36.2 748.0

1987 20.1 22.0 16.8 21.8 52.6 101.4 152.5 113.8 104.1 32.1 28.2 23.8 689.21988 20.2 13.2 17.7 21.7 24.8 121.6 162.4 173.8 123.8 49.7 17.8 18.8 765.6

1989 22.5 12.7 9.7 14.0 26.1 85.7 110.0 158.9 124.1 52.4 34.6 41.1 691.8

1990 23.8 25.8 18.7 14.8 44.7 80.4 201.7 157.7 153.9 92.8 30.8 32.7 877.8

1991 17.9 22.1 10.7 10.2 30.3 99.9 171.5 103.8 155.5 72.2 43.3 59.0 796.4

1992 86.2 30.5 19.0 26.6 51.6 69.1 130.0 132.1 124.7 74.2 39.1 26.2 809.3

1993 43.2 15.3 14.2 15.8 34.2 133.4 117.6 164.1 204.0 70.4 33.0 14.4 859.6

1994 25.5 13.7 13.7 18.9 23.0 70.7 102.0 153.2 129.2 79.4 43.8 45.1 718.21995 22.6 22.6 16.2 18.3 38.6 89.1 122.5 179.4 127.4 66.5 35.4 28.2 766.8

1996 5.9 6.0 8.5 15.9 23.4 105.5 112.9 165.9 114.9 66.8 26.5 12.2 664.41997 16.8 15.8 28.3 38.5 39.6 75.0 105.6 103.3 115.7 77.1 51.5 24.9 692.11998 12.2 18.0 12.8 6.4 7.6 68.9 138.7 139.2 172.5 112.0 43.6 11.1 741.0

1999 8.4 8.2 11.7 14.0 25.1 126.4 154.5 138.0 150.1 80.7 18.6 18.4 754.1

2000 11.6 11.4 14.3 14.7 68.9 140.4 89.1 130.0 124.6 92.2 37.3 20.7 765.22001 14.8 24.2 18.0 23.7 53.2 89.9 135.1 139.2 146.2

Ene Feb Mar Abr May Jun jul Ago Sep Oct Nov Dic Anual

Máxima 86.2 44.0 43.1 43.9 68.9 148.4 215.7 188.5 212.1 130.5 73.3 60.8 997.8Media41-00 25.9 17.7 15.2 19.1 39.8 103.7 137.9 137.0 140.6 73.3 31.3 29.1 771.8

Mínima 4.7 6.0 6.0 6.4 7.6 64.4 99.1 89.0 89.6 32.1 10.4 8.9 638.8

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89

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En cuanto a la fauna del lugar, sólo se tomaen cuenta aquella que pudiese influir en losprocesos tafónómicos que van a afectar a uncuerpo. Existen perros que se juntan en jauríaspara alimentarse. Lo anterior pudo constatarsela noche del domingo 30 de septiembre, fechaen la cual estos animales lograron consumir to-talmente el cadáver de dos cerdos depositadosel día anterior alrededor del mediodía en elbasurero contiguo a la zona de investigación.

Es una zona deshabitada, el poblado máscercano es San Mateo y se encuentra a unadistancia aproximada de dos kilómetros. Exis-ten dos caminos de terracería que cruzan estazona, los cuales se unen en dirección al po-blado. Estas vías conectan el pueblo con loscampos de cultivo y tanto el tránsito de perso-nas como el de automóviles es escaso.

La Barranca Zopilocalco se utiliza como re-lleno sanitario, por lo que toda la zona se en-contró cubierta por basura y agua acumulada

por las lluvias correspondientes a la tempo-rada reciente. De hecho se percibía un fuertemal olor en toda la zona como resultado de lamezcla de la basura con el agua.

El acceso a la barranca se realizó por unode los lados con algunas dificultades, ya que elsuelo estaba mojado y la vegetación del lugardificultaba el acceso (figura 44).

Se realizó un recorrido por la barranca, guia-dos por los familiares de la víctima quienesnos indicaron el lugar de los hechos y las ac-tividades realizadas por parte del personal deServicios Periciales de la procuraduría mexi-quense, en las visitas anteriores.

Después de inspeccionar visualmente el lu-gar de los hechos y escuchar la versión de éstos,narrados por el hermano de la víctima, se plan-tearon dos posibles escenarios de lo ocurridodespués de que le dispararon a la víctima.

ESCENARIO 1: nos permite inferir que el in-dividuo se proyectó contra el muro, durante

Figura 44. Vista del lugar por donde se realizó el acceso a la barranca.

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un tiempo conservó esta posición (figura 45)y posteriormente, al descomponerse, rodóubicándose en decúbito dorsal semiflexiona-do (figura 46).

ESCENARIO 2: permite inferir que el indivi-duo cae en decúbito lateral derecho (figura 47),

rueda y queda colocado en decúbito dorsalsemiflexionado (figura 48).

Según los hechos relatados se manejó comohipótesis la posibilidad de que el cadáver sedescompuso in situ, al quedar atrapado entrelas rocas dentro del túnel, posteriormente el

Figura 45. Momento en que el individuo seproyectó contra el muro para mantener estaposición durante un tiempo (fotografía tomadadurante la reconstrucción de hechos).

Figura 46. Posición que pudo haber adoptado lavíctima al rodar debido a los procesos dedescomposición (fotografía tomada durante lareconstrucción de hechos).

Figura 47. La víctima pudo haberse proyectadode forma lateral al momento de ser ejecutada(fotografía tomada durante la reconstrucción dehechos).

Figura 48. Al proyectarse de lado, la víctimapudo haber rodado hacia su derecha y quedar endecúbito dorsal semiflexionado (fotografíatomada durante la reconstrucción de hechos).

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agua que escurre desde las partes altas del lu-gar desarticuló los restos humanos en el año1998 y tal vez en 1999, ésta transportó los res-tos esqueletizados por la barranca, los cualesfueron cubiertos por limos.

Tomando en cuenta lo anterior, se ubicó lazona en donde acontecieron los hechos y des-pués de haber observado el relieve del lugarse procedió a delimitar las zonas en donde sepracticarían pozos de sondeo. Se retiró la ba-sura que se encontraba dentro del túnel y ala salida de éste se removieron los sedimentosacumulados (limo, arena y rocas pequeñas tras-portadas por el agua) con la finalidad de bus-car restos óseos o algún otro tipo de indicio,pero desafortunadamente no se encontraronrestos óseos ni ningún otro tipo de indicio quepudiera relacionarse con el caso.

DESCRIPCIÓN DE LAS EXCAVACIONES

El túnel en donde se realizaron los hechos tie-ne una ligera pendiente (plano 2) hacia el sur,mide ocho metros de largo y la anchura del mis-mo va desde los 2.5 metros en su parte másancha (al oriente) hasta los 99 centímetros ensu parte más angosta (al poniente) y la alturaes de tres metros la máxima y 1.5 la mínima.

En el vano oeste del túnel, en sus lados nor-te y sur existen grandes rellenos compuestospor rocas y limo, en el lado norte se puedenobservar unos costales utilizados para conte-ner este relleno, los cuales fueron colocadosrecientemente, ya que debajo de ellos se encon-tró una tapa de peltre que aún no se oxida.

Hacia el oeste existe una superficie ligera-mente plana de ocho metros de largo, que ter-mina en una caída de agua de cuatro metrosde alto, en donde existe una "poza" de plantacircular de seis metros de diámetro en la cualse acumula gran cantidad de sedimentos, aguay basura. La barranca continúa de forma rec-ta hacia el sur unos cuatro kilómetros aproxi-madamente, según lo que se puede apreciaren la carta topográfica, con una ligera pen-

diente. Se procedió a trazar un pozo de unmetro por 1.5, denominado "Pozo 1" en el vanoeste del puente. En la esquina norte del va-no se ubicó el banco de nivel o nivel 0, utilizadopara ubicar la profundidad de los indicios decada uno de los pozos. En el mismo lugar setomó una lectura de las coordenadas geográ-ficas con el GPS. Se reticuló otra área de unopor 1.5 metros, denominado "Pozo 2" a unadistancia de 3.10 metros del vano oeste y untercero de uno por uno metros, a 1.5 metrosdel anterior. Posteriormente se unió el pozo2 y 3 ampliando la excavación del "Pozo 3" yse le denominó "3A". La elección de los luga-res para trazar los pozos se realizó con baseen las características del terreno, observadasdurante el recorrido de superficie, tales sitiosson aquellos que presentaban elevaciones, de-presiones y rocas que funcionaran como tram-

pas naturales para los restos (véase corte enel plano 2).

Se utilizó la barra "T" para sondear la pro-fundidad del depósito ya que éste era muysomero. Gracias a estos sondeos se determinóexcavar por niveles métricos de 30 centíme-tros. Al mismo tiempo se ubicó un cuarto pozode uno por dos metros en la "poza". Primerose vació toda el agua que ésta contenía con laayuda de una bomba y se decidió comenzarla excavación con palas un primer nivel de unmetro de profundidad debido a la gran can-tidad de sedimentos que se pueden apreciaren los cortes y al sondeo de la barra "T", elcual dio como resultado un metro de profun-didad.

Al iniciar los trabajos se trazó el pozo 1 y seprocedió a limpiar de basura el lugar, lo an-terior se hizo de forma manual y con la ayudade cubetas se extrajo el agua acumulada (fi-guras 49 y 50).

PROCESO DE EXCAVACIÓN

A continuación se describen los hallazgos decada uno de los pozos.

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PLANO 2

BARRANCA ZOPILOCALCO, SAN MATEO TECALCO

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Figuras 49 y 50. Vista del lugar como se encontró (arriba) y proceso de limpieza del mismo (abajo).

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Pozo 1Ubicación: este pozo se trazó a la salida deltúnel, lugar en donde se encontró acumu-lación de agua, ya que existía una pequeñadepresión provocada por la salida y caí-da del agua del túnel y por ser consideradauna trampa natural en donde pudo haberquedado atrapado el cuerpo o restos óseosde la víctima, está orientado hacia el nores-te a una distancia de 16 centímetros de lasalida del túnel.Dimensiones: se trazó un pozo de uno por1.5 metros, la profundidad máxima es de1.68 metros y la mínima de 1.55 metros (fi-gura 51).

Figura 51. Trazado de retícula para el pozo desondeo número 1 después de limpiar el lugar.

Objetivo: buscar restos óseos que hayan si-do depositados, ya que ésta es la salida deagua del túnel.Características de la excavación: la superficieestaba cubierta por una gran cantidad debasura y agua estancada. Esto último dificul-tó la excavación, constituyendo un procesolento de remoción del agua que se acumula-ba al subir el nivel freático, deteniendo mo-mentáneamente la excavación para podersacar nuevamente el agua. Por ello se deci-dió remover los primeros treinta centímetroscon pico y pala, posteriormente se encon-tró una capa de rocas que se removieron ma-nualmente y por último se regresó al picoy pala.

Figura 52. Vista del pozo 1 al momento deencontrar la capa de rocas.

Estratigrafía: la capa I está compuesta porlimo color café oscuro, raíces delgadas y ba-sura. El espesor mínimo de esta capa es de25 centímetros, y el máximo es de 50. La capaII está compuesta por grandes rocas debasalto vesicular negro, de varios tamañosque oscilan entre los 20 centímetros de diá-metro hasta 50 centímetros de largo por 25de ancho. La capa III está compuesta porarena de color café claro, con gravas y gra-villas. Aquí se detuvo la exploración debidoal peligro que representaban los rellenosde rocas y limo, ubicados al norte y sur delpozo 1, por lo que se procedió a cubrir lacapa III con un plástico de color negro paradejar un testigo de la profundidad a dondese llegó. Todas las capas se cernieron por se-parado para buscar fragmentos de hueso oartefactos que permitieran fechar los ha-llazgos (figura 53).Resultados: en este pozo de sondeo no seencontró nada, sin embargo, fue de granutilidad para conocer la profundidad origi-nal y conocer la estratigrafía y los eventosocurridos en el lugar, como por ejemplo elderrumbe en el vano oriente en época re-ciente (figuras 54 y 55).

Pozo 2Ubicación: este pozo está orientado haciael noreste y se estableció a una distancia

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1,

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ESTRATIGRAFÍA DEL POZO 1

Acotación: metros1111•11111MIP

Escala: 1:25

Figura 53. Dibujo de la estrat igrafía del pozo 1.

Figuras 54 y 55. Fin de excavación en el pozo 1, para conservar la profundidad original de éstese cubrió el fondo con un plástico negro.

de 5.88 metros de la salida del túnel (figu-ra 56).Dimensiones: se trazó un pozo de uno por1.5 metros, la profundidad máxima es de1.23 metros y la mínima de 1.16 metros.Objetivo: tener un perfil estratigráfico pro-fundo y total que sirviera para guiar la ex-ploración e interpretar la secuencia de de-positación (figura 57).

Características de la excavación: la superficieestaba ligeramente húmeda y con poca ba-sura. Se excavó con pico y pala hasta llegaral lecho rocoso (figura 58).Estratigrafía: la capa I está compuesta porun limo café oscuro, cuyo espesor mínimoes de 20 centímetros y el máximo de 38, con-tiene raíces delgadas, poca basura y algunosmateriales arqueológicos (navajas prisma-

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Figura 56. Vista de la retícula trazada en el lugarelegido para realizar el pozo 2.

Figura 57. Detalle del perfil estratigráficoobtenido en el pozo 2.

Figura 58. Vista general del pozo 2.

ticas). En el contacto de la capa I y II se en-contraron raíces más gruesas de dos a trescentímetros de diámetro. La capa II está com-puesta por arena de color café claro, gravasy gravillas sin basura. El espesor mínimo esde 53 centímetros y el máximo de 60. Lacapa III es el lecho rocoso de basalto vesicu-lar (figura 59). Todas las capas se cernieronpor separado para buscar fragmentos dehueso o artefactos que permitieran fecharlos hallazgos.Resultados: en este pozo se encontraron al-gunas navajas prismáticas de obsidiana decolor verde, lo que permite inferir que enlos alrededores de la zona existe un sitio ar-queológico. Al finalizar la exploración secubrió con un plástico negro el nivel ex-cavado.

Pozo 3Ubicación: la orientación del pozo es haciael noreste y la distancia que hay entre la sa-lida del túnel y el pozo es de 8.88 metros(figura 60).Dimensiones: se trazó un pozo de un metropor un metro y la profundidad máxima esde 39 centímetros y la mínima de 36.Objetivo: ver si no existían restos óseos yaque por la topografía del lugar y al aflorarla roca de basalto vesicular, se consideró queel lugar era una trampa natural para losposibles restos óseos viajando en suspen-sión en aguas turbulentas.Características de la excavación: dado los po-bres resultados del pozo 2, se decidió bajarlentamente y con mucho cuidado, utilizan-do la pala ya que se consideraba que era undepósito muy somero.Estratigrafía: la capa I está compuesta porun limo de color café oscuro con pocas raí-ces muy delgadas y basura. El espesor mí-nimo de la capa I es de 36 centímetros y elespesor máximo es de 39. Posteriormentese continuó la excavación con cucharillaubicándose un rasgo (un pequeño depósi-to de material cultural) que consiste en una

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11111161111111111111111 -. 11111,111 • lila • warmrame• o il ruanigaiimiumiewn

Mai NE! no"—

o57 Arena y grava

Basallo

ESTRATIGRAFÍA DEL POZO 2

Nivel O 4 4

0.82

0.40 0.40

0.38

0.36 0.48

0.40

Acotación: metros

Escala: 1:25Figura 59. Dibujo de la estratigrafía del pozo 2.

Figura 60. Área reticulada para llevar a cabo un tercer pozo de sondeo.

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0.90 0.36 0.37tt

Limo4r.ttft, .

Basalto

Escala: 1:25Acotación: metros • MI

0.36 0.37

—4.-- Nivel O

ESTRATIGRAFÍA DEL POZO 3

Figura 61. Dibujo de la estratigrafía del pozo 3.

teja de arcilla, una bolsa de plástico, frag-mentos de una taza y materia orgánica, den-tro de un canal formado por el transportefluvial de materiales intruyendo la capa II.Ésta se compone de arena color café claro,gravas y gravillas (figura 61). No se siguióprofundizando, sólo se raspó la superficiede la capa con cucharilla para exponer com-pletamente el canal relleno por basura ymateria orgánica en donde se depositó lacostilla humana encontrada. Toda la capase cernió para buscar más fragmentos dehueso o artefactos que permitieran fecharlos hallazgos.Resultados: durante este proceso se localizómuy superficialmente, a las 13:19 horas del29 de septiembre de 2001, un elemento óseoque se identificó como humano (figuras62 y 63). Se ubica en el eje de las X a 70 cen-tímetros, en el de las Y a 39 centímetros ycon un nivel de Z de 56 centímetros. Nose encontró nada más. Al finalizar la explo-ración se cubrió con un plástico negro elnivel excavado.

Pozo 3AUbicación: este pozo se orientó al noreste auna distancia de 7.38 metros de la salidadel túnel (figura 64).

Figura 62. Vista del pozo 3 al momento en quefue hallada la costilla humana.

Figura 63. Acercamiento del elemento óseoencontrado.

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Figura 64. El pozo 3A resultó de la extensión delpozo 3 con dirección al este.

Dimensiones: se trazó un pozo de uno por1.5 metros, la profundidad mínima es de36 centímetros y la máxima de 38.Objetivo: buscar el inicio del canal rellenocon materia orgánica y basura para ver siexistían más restos óseos atrapados.Características de la excavación: se trabajó concucharilla hasta llegar al canal menciona-do, se raspó toda la superficie para expo-nerlo. En este nivel se detectó in situ la tapade una lata y una moneda (figura 65), ma-terial que nos permitió fechar los eventosde depositación posteriores a los hechos de-lictivos. Toda la tierra obtenida de esta capase cernió por separado para buscar frag-

Figura 65. Detalle (le la tapa de lata y la monedaque se encontraron.

mentos de hueso o artefactos que permitie-ran fechar los hallazgos.Estratigrajía: esta capa estratigrática estácompuesta por limo de color café oscuro conpocas raíces muy delgadas y un poco de ba-sura (figura 66). El espesor mínimo de lacapa I es de 36 centímetros y el espesor má-ximo es cle 38.Resultados: sólo se encontró una tapa de latay una moneda, lo cual sirvió para haceruna datación de la capa de suelo en dondese encontraron. Al finalizar la exploración secubrió con un plástico negro el nivel exca-vado (figura 67).

ESTRATIGRAFÍA DEL POZO 3A

Nivel O

fi0.37 0.37 0.37 0.34

0.82

0.32

0.32

Limo

Basalto

Acotación: metros Escala: 1:25

Figura 66. Dibujo de la estratigrafía del pozo 3A.

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Figura 67. Al finalizar la excavación en los pozos3 y 3A se cubrió con un plástico negro el nivelexcavado.

Figura 68. Vista general del sitio en el que sedecidió trazar el pozo de sondeo número 4, aquíya aparece sin agua.

Pozo 4Ubicación: se orientó al noreste en la pozaformada por la caída del agua (figura 68).Dimensiones: se trazó un pozo de uno pordos metros y la profundidad máxima a quese llegó fue de un metro (figura 69).Objetivo: como es la zona en que se presentauna gran acumulación de agua y sedimen-tos, se decidió trazar este pozo con la inten-ción de buscar restos óseos humanos quehayan quedado atrapados en el lugar.Características de la excavación: se realizó unsondeo con la barra "T" determinándoseexcavar un primer nivel de un metro con

Figura 69. Vista de la retícula para el pozo 4,nótese la cantidad de agua que se encuentra enel lugar.

la pala. El proceso de excavación fue muylento debido a la gran cantidad de agua acu-mulada y al elevado nivel freático de la zo-na. Constantemente era necesario detenerla excavación para vaciar el agua del pozoque se filtraba de los perfiles. Estos últimosse derrumbaron en repetidas ocasiones,debido a la humedad de los mismos y a queson una mezcla de limo, arenas, gravas, gra-villas y basura, en resumen una capa noconsolidada. El pozo perdió su forma rec-tangular, quedando de una forma elípticabastante irregular en planta (figura 70). Sedecidió detener la excavación a este nivel ya

Figura 70. Detalle de las dificultades quesurgieron durante la excavación, la gran cantidadde agua que se filtraba por los perfiles y elderrumbe de éstos.

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que el pozo se inundó completamente yya no fue posible seguir profundizando, otroaspecto que se consideró fue el riesgo querepresentaba continuar la excavación paralos peones que trabajaban dentro de ésta,ya que corno se mencionó los perfiles se de-rrumbaban constantemente.Estratigrafía: debido a las condiciones del te-rreno no se pudieron apreciar los estra-tos de este pozo aunque sí se detectó queel terreno está compuesto por limo, arenas,gravas, gravillas y basura, lo que da comoresultado, en combinación con la gran can-tidad de agua presente, una capa no conso-lidada.Resultados: dada la humedad de la tierra ex-traída, no se pudo cernir (el movimiento almomento de excavar la convirtió en lodo),por lo que se optó por revisar con una cu-charilla para buscar fragmentos de huesoy artefactos culturales; sin embargo, no serecuperó nada.

Pozo 5Ubicación: este pozo se ubicó en uno de loscomederos de perros encontrados al este,siguiendo el rumbo de la barranca.Dimensiones: el pozo trazado fue de un me-tro por 50 centímetros, la profundidad delpozo llegó a 12 centímetros (figura 71).

Figura 71. Pozo de sondeo trazado en uno (le loscomederos de perros que se encontraron, sólo sehallaron huesos no humanos.

Objetivo: comprobar la teoría de que se tra-taba de un comedero de perros, ya que enun principio sólo se observaba un pequeñofragmento de hueso.Características de la excavación: se excavó uti-lizando únicamente cucharilla y algunos pali-tos de madera, ya que los restos óseos seencontraban cubiertos por una capa some-ra de sedimentos.Resultados: en este pozo se encontraron doshuesos que no correspondían a algún hu-mano, se comprobó que uno de ellos erade cerdo y el otro probablemente de borre-go, también se encontraron algunos dien-tes (molares) que no eran humanos (figuras72 y 73), esto permitió corroborar que,efectivamente, los perros que rondan el lu-gar siguen el patrón de alimentación antesmencionado y las probabilidades de en-contrar restos óseos humanos en algunode estos comederos aumentó.

Figuras 72 y 73. Detalle (le los elementos óseosno humanos encontrados.

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Toda la tierra que se sacó de los pozos desondeo fue cernida con la finalidad de encon-trar fragmentos de hueso humano o algún otroindicio que se pudiera relacionar al caso (fi-guras 74A y 74B), desafortunadamente no seencontró nada.

Figuras 74A y 74B. Proceso de cernido de latierra extraída de los pozos de sondeo para labúsqueda de fragmentos óseos.

ELEMENTOS CULTURALES

ENCONTRADOS

Los artefactos asociados encontrados in situnos permiten ubicar el rango temporal en laque se formó la capa I. Al estar dentro del ca-nal de materia orgánica y basura que intruyela capa II, fueron sellados por la formación desuelo que constituye la capa I, el limo colorcafé. Al limpiarse la tapa de lata encontradase observó que tiene una fecha de caduci-

Figuras 75 y 76. Tapa y moneda encontradas,estos elementos ayudaron a temporalizar lacapa en que se encontraban.

dad señalada para el año 2002 (figura 75). Estetipo de productos se enlatan para una dura-ción aproximada de dos años, así que esa latase fabricó aproximadamente a finales de 1999y principios del año 2000 como máximo. Otroelemento que se tomó en cuenta para podertemporalizar esta capa fue la moneda encon-trada (figura 76), dicha moneda fue acuñadaen 1998.

Si tomamos en cuenta que en septiembrede 1998 aumentó el nivel de precipitación arras-

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tranco todos los posibles materiales acumula-dos, incluyendo los restos humanos, se puedepensar que a finales de ese año comenzó la for-mación de suelo y depósito de esos artefactos,siendo cubiertos por el limo transportado porlas lluvias y el arrastre del agua. Seguramen-te entre el año 1999 y 2000 la costilla encon-trada quedó atrapada entre el plástico y la tejaque se encontraron al final del canal del pozo3 (figuras 77 y 78).

ELEMENTO ÓSEOSe trata de una costilla derecha, cle un indi-viduo adulto, de sexo indeterminado, la cabe-za y el tercio externo de la porción esteri tal delcuerpo están rotas (y ausentes), presenta doscarillas articulares completas (figura 79). Por

Figuras 77 y 78. Vista general y detalle de losobjetos con los que quedó atorada la costillahumana hallada.

Figura 79. Detalle de la costilla encontrada en elPozo 3.

las características que presenta se trata pro-bablemente de la tercera costilla. A simplevista no presenta patologías

Dicha costilla se encontró atorada con unpedazo de plástico y de manera superficial,lo cual indicaba que había quedado atrapadaen ese lugar al ser arrastrada por la corrientede agua. Los procesos tafonómicos observa-dos en esta son los siguientes:

Coloración café rojizo a negro, húmeda,presenta una mancha de color café oscu-ro en la superficie externa, sin trauma-tismos antemortem visibles. La coloraciónque presentaba el resto óseo es proba-ble que se debiera al terreno en el que seencontró, aunque una vez que se secó elhueso tomo una coloración más clara.Tampoco se observó evidencia de habersido masticada o roída por carroñeroso roedores, las fracturas que ocasiona-ron la pérdida de las porciones faltantesprobablemente se debieron al arrastrede ésta ocasionado por el agua y a losgolpes con las rocas que recibió mien-tras era transportada por la corrientede agua. Lo anterior se apoya en la se-rie de experimentos que llevaron a caboBoaz y Behrensmeyer en 1976, en don-de describen la trayectoria de un huesosometido a corrientes de agua, más ade-

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Figura 80. Dibujo de la costilla encontrada, lasporciones en blanco estaban ausentes.

lante se describen los detalles de estosexperimentos.

Mientras llegó el ministerio público para darfe legal del hallazgo y los peritos criminalista,fotógrafo y médico del municipio de Amecame-ca para ubicarla, fijarla y embalarla, el huesose secó notablemente debido a la radiación so-lar y al viento que hacía. El elemento óseo seembaló en una bolsa de plástico, previamen-te etiquetada, y se llevó a cabo la cadena decustodia, es decir, que se entregó al perito cri-minalista del municipio para que él lo cana-lizara con el perito antropólogo forense delEstado de México, en la Coordinación de Ser-vicios Periciales de la ciudad de Toluca parasu estudio.

Cabe mencionar que no se realizó un aná-lisis más detenido del elemento óseo encon-trado debido a los problemas legales querepresentaría para nosotros, ya que nosotrosno formamos parte del cuerpo de peritos ofi-ciales de la Procuraduría General de Justiciaasentados en Amecameca, la investigación no

la llevó a cabo el ministerio público del Esta-do de México ni de Morelos, sino que la rea-lizamos personal de la Comisión Estatal deDerechos Humanos de Morelos, quienes es-tábamos autorizados para realizar nuestrotrabajo pero en ningún momento se espera-ron el hallazgo del resto óseo, ya que existíaun gran escepticismo por parte de las autori-dades, porque ellos habían realizado ya dos re-corridos por la zona buscando restos óseoshumanos y de la recolección de huesos que hi-cieron ninguno correspondía a un humano,esto lo determinaron mediante análisis de ADN.

Al aparecer el resto óseo se presentó al grupode peritos oficiales en compañía del ministe-rio público en turno para dar fe del hallazgoy fijarlo mediante los procedimientos crimi-nalísticos, al solicitar la autorización para rea-lizar el análisis del elemento óseo, ésta nos fuenegada y desafortunadamente no se pudo lle-gar a ningún acuerdo con ellos para el estudiode esta costilla. El argumento fue que por cues-tiones de procedimiento legal ellos tenían queremitir el indicio óseo al antropólogo físico delServicio Médico Forense (Semefo) de la ciudadde Toluca para su estudio, dado que no exis-tía ningún convenio de colaboración entre lasprocuradurías del Estado de México y de Mo-relos.

ESTRATIGRAPIA DEL LUGAR

De acuerdo con los sondeos practicados enlos pozos 1, 2, 3 y 3A, podemos hacer un es-bozo de la microestratigrafía del lugar de loshechos. Los depósitos recientes de esta partede la Barranca de Zopilocalco constan bási-camente de tres capas (figura 81):

• Capa I. Está formada por limo, la cualpresenta una coloración café oscuro. Latextura que presenta es de fina a áspera,sus partículas miden aproximadamentedos micras, pueden formar terrones quese deshacen al presionarlos. En ocasio-nes presenta lentículas de materia orgá-

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ESTRATIGRAFÍA DE LA ZONA

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Acotación: metros Escala: 1:25 •liweems

Figura 81. Dibujo de la estratigrafía de la zona donde se realizaron los trabajos.

nica. El grosor que tiene esta capa es de25 a 50 centímetros. Contiene raíces del-gadas, gusanos, basura, materia orgáni-ca en descomposición, monedas de lasdécadas 1980 y 1990, así como materialarqueológico compuesto por navajas pris-máticas de obsidiana de color verde yfragmentos muy erosionados de cerámi-ca pulida de color rojo.Capa II. Consta de arena de color caféamarillento, gravas y gravillas de rocavolcánica y metamórfica de forma esfé-rica, elíptica ojival. La textura es raspo-sa y pegajosa al tacto. Tiene un espesoraproximado de 50 centímetros. En el con-tacto con las capas I y II se presentan raí-ces gruesas (2-3 centímetros de diámetroaproximado). Se encuentra muy poco ma-terial cultural, en ocasiones sólo mate-rial prehispánico compuesto por navajasprismáticas de obsidiana muy fragmen-tadas y erosionadas.Capa III. Corresponde al horizonte C.Está compuesto por basalto vesicular decolor negro, se encuentra erosionado poracción del agua. La topografía en perfiles ondulada y el corte longitudinal es irre-gular presentando elevaciones y depre-

siones constantes en las cuales se forman

acumulaciones de sedimentos, vegeta-ción y basura arrastrados por el agua.

De acuerdo con la formación de suelo, cre-cimiento de raíces, los artefactos encontradosy los datos de la precipitación pluvial se pue-de decir que la capa I se formó en los últimosaños, es decir de 1998 a 2001. La capa II, com-puesta principalmente por arenas, gravas ygravillas se forma en un periodo en donde laslluvias eran más torrenciales. Durante estoseventos el limo depositado es transportado porla fuerza del agua barranca abajo. Los registrospermanecen con altibajos hasta 1993, cuandose registran en el mes de septiembre un máxi-mo de 204 milímetros, algo cercano a los 203.6milímetros del año 1958, los 212 milímetrosde 1955 y los 200.2 de 1944. Después de 1993se muestra una tendencia decreciente llegan-do al año de 1997 a 115.7 milímetros. El año de1998, año en el que sucedieron los hechos quenos ocupan, la precipitación media para el mesde septiembre aumentó bruscamente a 172.5milímetros decreciendo a 150.1 en el año de1999, 124.6 en el 2000 y 146.2 en el 2001. Porlo anterior el espesor de la capa I es muy so-mero (20 a 30 centímetros).

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II^

Mientras se realizaba el lento proceso de de-saguar el lugar para excavar el pozo 1, se reco-rrió la Barranca de Zopilocalco hacia el estey al oeste para buscar visualmente restos óseos.Esta labor resultó difícil debido al gran creci-miento de la vegetación de la zuna y a la gran

cantidad de agua y basura que contiene dichabarranca, pero el sábado 29 de septiembre de2001, se observó que unos lugareños tiraronun par de cerdos en un basurero aledaño allugar de los hechos, uno mediano de 50 kilo-gramos aproximadamente y el otro de más de80, este último quedó en el fondo de la cárca-va; mismos que para el día 4 de octubre ha-bían desaparecido producto de la depredaciónde carroñeros, que en este caso, a decir de losoficiales de policía que custodiaban el sitio,fueron los perros que habían devorado a loscerdos durante la noche del domingo 30 de sep-tiembre. En el sitio sólo se encontró la maxi-lar inferior del cerdo más pequeño, se sugiereque los demás restos fueron dispersados en elcampo, sin saber en qué radio por que se hizoun recorrido de búsqueda y reconocimiento decomederos, ya que los perros tienen el hábitode tomar una parte del alimento y llevarlo aalgún sitio elegido por ellos mismos. Así se ubi-caron zonas de alimentación de carnívoros (fi-gura 82) al sur de la "poza", justo debajo delrelleno sanitario y donde se observó que losnativos del lugar arrojan animales muertos, loque genera la acumulación de huesos. Tam-bién al oeste del túnel se localizaron algunosdepósitos de huesos que indican zonas de ali-mentación de carnívoros parcialmente cubier-tos por una capa somera de limo y vegetación(figura 83).

Estas evidencias nos permitieron proponerun tercer escenario de lo que pudo haber ocu-rrido tras dejar el cuerpo en el lugar. Éste fueparcialmente desarticulado y dispersado porlos carnívoros del lugar hacia la parte este, elresto del cuerpo se descompuso y esqueletizódentro del túnel, después un fuerte torrente deagua arrastró los huesos barranca abajo. Estose propuso debido a que dentro del túnel se

Figuras 82 y 83. Comederos de perrosencontrados en el curso de la barranca. Por lascaracterísticas que presentan se pudo determinarque unos son más recientes que otros.

encontraron marcas de sedimentos en los mu-ros casi llegando al techo (figura 84). En laparte estrecha del túnel se encontraron algu-nas ramas atrapadas entre las rocas que for-man el techo, mismas que fueron acarreadaspor el agua (figura 85).

También se pueden observar telarañas (figu-ra 86) y arañas adultas (Araneae: Pholcidae), asícomo grillos adultos (Orthoptera: Gryllacridi-dae) (figuras 87 y 88) de la subfamilia Rhaphi-dophorinae (Vergara, comunicación personal)y ya que ambos grupos de artrópodos son ha-bitantes de sitios muy sombreados y húmedoscomo cuevas, y al encontrarse en las cavidadesdel techo pedregoso e irregular del puente,se sugiere que al menos en esta temporada de

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Figura 8•r Marca dejada por el nivel alcanzadopor el agua en la temporada cíe lluvias delaño posterior al crimen.

Figura 85. En el techo del túnel se encontraronalgunas hierbas atrapadas (señalado con laflecha), lo que indica que el nivel cíe agua haalcanzado el techo del mismo.

lluvias no llegaron a subir tanto como para al-canzar el techo del puente, debido a la presen-cia de estos artrópodos adultos y que con lastemperaturas bajas del lugar tardan en llegara esta etapa de desarrollo; este microhábitatcomplejo no pudo ser destruido, la presenciade artrópodos indica que por lo menos duran-te 2001 el agua no llegó a los niveles alcanza-dos en otras temporadas de lluvias. Según loreportado por los habitantes del lugar en losúltimos años, han caído fuertes lluvias que hanproducido un gran flujo de agua y ésta a suvez transporta una gran cantidad de materia-les como sedimentos, rocas y basura barranca

Figura 86. La flecha indica la ubicación de lastelarañas encontradas por el entomólogo.

Figuras 87 y 88. Insectos encontrados en el techodel túnel (fotografías cortesía del maestroSantiago Vergara, entomólogo).

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abajo. Esto se puede comprobar según los /re-gistros de la Comisión Nacional del Agua so-bre precipitación en el Estado de México enlos últimos diez años (tabla 3).

RECONSTRUCCIÓNDE LOS HECHOS

Después de obtener la información se pue-den reconstruir los hechos posteriores a la no-che entre el 10 y el 11 de septiembre de 1998.Para realizar esto es necesario auxiliarse conlos trabajos sobre tafonomía forense realiza-dos durante los últimos treinta años por variosacadémicos en Estados Unidos.

En nuestro caso, el proceso de descompo-sición y esqueletización en un contexto abier-to y en superficie. El análisis tafonómico delproceso de esqueletización en superficie per-mite:

Estimar el intervalo posmortem.Reconstruir el escenario posmortem.

3. Distinguir entre las alteraciones tafonó-micas de las causadas por la conductadelictiva.

En el caso que nos ocupa, los factores queen la superficie dispersan y transportan los es-queletos son:

Tanatófagos: roedores y carnívoros (pe-rros, coyotes, lobos, felinos, etc.).Gravedad y pendiente del terreno: al per-derse las conexiones lábiles y persisten-tes del esqueleto.

C. Procesos pluviales.

Para este caso, la actividad de los tanató-fagos, posiblemente fue únicamente de car-nívoros. Esto por lo observado la noche deldomingo 30 de septiembre, ya que según Ha-glund (1997:367) la actividad de los carnívorosconsiste en:

Consumo de tejido blando.Desarticulación y daño de los huesos, al-terando así la posibilidad de recuperaríntegramente el esqueleto.

c) Mover y dispersar a cierta distancia losrestos óseos.

Los carnívoros mueven los restos humanosdependiendo de su peso y tamaño, el peso ytamaño del cadáver, la topografía del lugar,la densidad de la vegetación y las barreras na-turales (Haglund, 1997:377). En este caso, lasbarreras naturales serían la rocas que atrapa-ron los restos dentro del túnel.

Otro agente tafonómico presente en el lu-gar de los hechos es la pendiente del terreno.Ésta, sumada a los procesos fluviales, permi-ten explicar la dispersión de los restos óseos.

Los sistemas fluviales crean ambientes desedimentación. Las arenas y gravas indicanque el canal fluvial se encuentra activo, la pre-sencia de arcillas y limo reflejan periodos endonde se forma suelo y menor actividad flu-vial. Las unidades fluviales a menudo se rom-pen por discontinuidades geográficas. Puedenexistir periodos en donde se dé una gran de-positación de sedimentos y se forme poco sueloo periodos de poca actividad fluvial en dondese da escasa depositación y una intensa forma-ción de suelo. Esto dependerá de la precipi-tación pluvial, el tipo de rocas y la pendientedel terreno (Behrensmeyer, 1994:187).

La distancia a la que viajan los restos óseosen un sistema fluvial depende de diversos fac-tores que han sido estudiados mediante simu-laciones en el laboratorio.

Boaz y Behrensmeyer colocaron diferentesrestos óseos en un tanque lleno con agua y are-na depositada en el fondo, la velocidad delflujo se simuló inyectando aire a presión en eltanque. Los resultados de este experimentosobre la conducta hidrodinámica de los restosóseos humanos indican que la dispersión obe-dece a varios factores (Boaz y Behrensmeyer,1976:60):

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La forma del segmento óseo. Por ejem-plo, los huesos largos y los dientes seorientan a lo largo del flujo. El cráneopor su forma esférica tiende a rodar trans-versalmente transportándose a largasdistancias. Los segmentos óseos pla-nos, curvos y con mayor densidad óseatienden a agruparse y a viajar a menordistancia. Para el caso que nos ocupa,una costilla, por su forma curva descri-be una trayectoria ondulatoria y errá-tica, lo cual le resta velocidad dentro delflujo.La cantidad y presión del flujo del agua.La pendiente del terreno.Materiales en suspensión (arena, rocasy basura).

Debido a los hechos narrados por el victi-mario y a los indicios encontrados durante laexploración de los pozos 3 y 3A, se concluyó alfinal de la primera etapa de investigación que:

Un cuerpo humano fue depositado enla Barranca de Zopilocalco, no se puedeasegurar que corresponde al individuoque se buscaba por la falta de datos parahacerlo.El cadáver fue consumido, transportadoy dispersado por los carnívoros que ha-bitan en la zona. Posteriormente los res-tos sobrantes fueron dispersados porlos fuertes torrentes de agua resultantesde las temporadas de lluvias de 1998 y1999.Debido a que el resto óseo encontradono permite particularizarlo con el aná-lisis morfoscópico desarrollado por la

antropología forense, no se puede aso-ciar al occiso.

RECOMENDACIONES

Al finalizar la primera etapa se recomendó se-guir con la búsqueda, durante la estación desecas, de enero a marzo de 2002, concentran-do la investigación en la salida oeste del túnel,profundizar y extender todavía más en el pozo4 y trazar uno más en la desembocadura dela "poza".

Realizar un recorrido de superficie en elcuadrante noreste del túnel para localizar áreasde alimentación de carnívoros, limpiar con ma-chetes y peinar con rastrillos el área y realizarsondeos en cada uno de los comederos que seencuentren, además de recorrer la barrancapara encontrar zonas factibles en donde se pue-dan practicar sondeos para localizar más restosóseos que sean susceptibles de individualiza-ción y, así, poder identificar positivamente ala víctima.

Contar con una copia del expediente paraanalizarlo completamente y entrevistar de nue-vo al victimario para obtener más información(como la posición en que quedó la víctima des-pués de recibir el disparo) sobre los hechos.

Por último, se hace una recomendación paraque se lleve a cabo un recorrido de superficieen el lugar en donde se mantuvo privada desu libertad a la víctima, con la intención de com-probar si no existe una fosa clandestina en lazona y las declaraciones sobre el traslado ala Barranca de Zopilocalco sean falsas.

Debido a la falta de interés por dar segui-miento al caso y llevar a cabo la segunda eta-pa, la investigación sigue pendiente.

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DISCUSIÓN DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Como se ha mencionado desde el inicio deeste trabajo, la interdisciplina es una estrate-gia de trabajo que permite afrontar un hechodesde puntos de vista diferentes, aportados porespecialistas con formaciones y perfiles dis-tintos, esta estrategia de investigación ha sidoretomada por diferentes especialidades cien-tíficas ya que ha demostrado, a lo largo de suaplicación, que es la mejor forma de estudiode fenómenos y hechos gracias a que los re-sultados obtenidos son más completos y ob-jetivos. La intención de transpolar esta formade trabajo al ámbito forense es la misma quese persigue actualmente pero con la certezade que la participación multiespecializadapodrá arrojar mejores resultados.

En la actualidad, las procuradurías cuentancon peritos capacitados en diversas áreas delas cuales se auxilian para poder llevar a cabouna mejor impartición de justicia; sin embar-go y sin el afán de criticar o desacreditar lasformas de actuar existentes, cabe señalar queuna gran mayoría de los especialistas conque cuentan han recibido una formación em-pírica, es decir, que sus conocimientos los hanaprendido en el transcurso de su estancia co-mo peritos y no de forma académica, aunquehay que reconocer que los cursos de capaci-tación que se imparten para la formación dedichos peritos son de alto nivel académico. Apesar de lo anterior se siguen presentando mu-

chos problemas y errores de procedimientoya que no se ha fomentado el trabajo interdis-ciplinario, aunque no dudo que haya algunasexcepciones.

La criminalística de campo cuenta con unametodología de múltiples aplicaciones y portal motivo coincide con un gran número dedisciplinas que usan el método científico. Estametodología aplicada a la criminalística ofre-ce la oportunidad de obtener muy buenos re-sultados en el momento de procesar un lugarde hechos o de hallazgo y brinda mejores re-sultados cuando el lugar investigado es interve-nido por varias especialidades con aportacionesmás completas y con sustento científico.

Actualmente existe una tendencia a la pro-fesionalización de los involucrados en muchasáreas, el sector forense no está excluido de estatendencia y a la fecha incorpora personal máscapacitado para llevar a cabo trabajos de dis-tinta índole. Por tal motivo también ha comen-zado a incluir nuevas especialidades en susfilas, como es el caso de la antropología y en-tomología, ya que éstas y sus subdisciplinas handemostrado la capacidad para participar encasos en los cuales su aportación resulta be-néfica para la investigación, tanto en campocomo en laboratorio, y esto se refleja en las con-clusiones a las que se llegan.

También han surgido nuevos problemas deaplicación de muchas de las técnicas que han

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sido desarrolladas en otros países, ya que losparámetros que se utilizan no coinciden conlos que se tienen que afrontar en nuestro país;por ejemplo, la aplicación del conocimientode la entomología forense es útil en lo general,pero existen muchas particularidades medio-ambientales que pueden variar, pues en Mé-xico existe una gran diversidad de ambientesque varían con los usados para experimentosen otros lugares.

Lo mismo ocurre con la antropología física,siendo un tanto críticos con esta disciplina nospodemos dar cuenta de que no hay investiga-ción para conocer la biología esquelética denuestra población actual y de esta forma co-nocer el rango de confiabilidad que tiene laaplicación de técnicas para el estudio de unesqueleto que se han desarrollado en otros paí-ses (principalmente en Estados Unidos), yaque por el grado de mestizaje que presenta elgrupo mexicano, cabe la posibilidad de queno sean tan aplicables; sin embargo, han de-mostrado que son útiles para el fin que fueronpropuestas. Lo anterior se debe a que no se haestimulado el interés para llevar a cabo pro-yectos de investigación que permitan obte-ner datos sobre la población actual. El sectorantropofísico mexicano sólo cuenta con trescolecciones de restos óseos de población con-temporánea, la colección de cráneos proce-dentes de la Penitenciaria de Lecumberri, laque está siendo formada en el Laboratorio deAntropología del Departamento de Anatomíade la Facultad de Medicina de la UNAM y la Co-lección San Nicolás Tolentino, las dos últimasaún se encuentran en etapa de formación e in-vestigación. Debido a lo anterior, es necesarioel apoyo a la investigación en áreas como laantropología física forense y la entomologíaforense para que en un futuro tengamos mues-tras y estudios testigos que nos permitan rea-lizar diagnósticos y llegar a conclusiones másconfiables en cualquier área.

Como se ha visto, la aplicación de los mé-todos y técnicas de la arqueología y antropolo-gía física forenses son de gran utilidad para la

investigación de casos en donde se presumela existencia de restos óseos, ya sea en super-ficie o enterrados clandestinamente. Es sufi-ciente analizar los resultados que se obtuvieronen el caso en donde se aplicó la propuesta me-todológica aquí planteada, en la cual la meto-dología tradicional de investigación hecha porlos peritos en diligencias oficiales, no obtuvomayores resultados ya que sólo se limitaron ahacer una búsqueda superficial del cuerpo ode restos óseos y se hizo una recolección dehuesos que, según su criterio, podrían ser hu-manos y se les practicó, hasta donde sabemos,análisis de ADN para determinar su correspon-dencia, no se trata de dementar el trabajo denadie, sin embargo, es de cuestionarse la for-ma en que se llevó a cabo la búsqueda de losrestos de la víctima y más aún la falta de ca-pacidad o de algún especialista que tenga losconocimientos necesarios para poder distin-guir entre los restos óseos de un humano y decualquier otro animal, sobre todo si el lugar enel que se está trabajando resulta ser un sitiodestinado a la depositación de basura del po-blado cercano y en donde a simple vista se dis-tinguen restos óseos de animales completos yfragmentados, los cuales en su mayoría pre-sentan características de haber sido sometidosal calor por cocción.

Esta falta de capacidad obedece a que entrelos especialistas que acudieron al lugar no seencontraba ningún antropólogo físico, mé-dico o veterinario, que en determinado mo-mento son los más capacitados para diferenciarlos restos humanos de los no humanos, y a lafalta de visión o desconocimiento por partedel ministerio público por no haber solicitadola intervención del antropólogo físico; defi-nitivamente no puede ser por desconocimien-to, ya que al no permitirnos hacer el análisisdel elemento óseo localizado con la aplica-ción de esta metodología nos argumentaronque para esto estaba el antropólogo físico deToluca.

Otro aspecto que resalta la importancia dela participación de la arqueología y antropo-

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logía física en casos como éste, lo muestra lafalta de conocimiento sobre aspectos tafonó-micos, ya que éstos permiten construir infe-rencias sobre el destino de un cuerpo que esdejado en superficie, cuando esto pasa el ca-dáver queda expuesto a los factores medio-ambientales, entendiéndose éstos como lavegetación, la precipitación pluvial, la pen-diente del terreno, la temperatura, la fauna yla microfauna, por lo que no se debe esperarencontrar el cuerpo completo ni en el mismolugar en el que se le dejó. Hay que reunir unaserie de conocimientos que ayuden a comple-mentar los escenarios y de esta forma podertrazar una estrategia de investigación ade-cuada.

Como se ha mencionado, uno de los pro-blemas más comunes en la investigación cri-minalística es la ausencia del arqueólogo y delantropólogo físico forense en el campo y que-da en tela de juicio dicha actitud ya que, notodos los especialistas que acuden al lugar delos hechos o del hallazgo cuentan con la for-mación y el conocimiento necesario pararealizar el trabajo correspondiente a la antro-pología, de igual forma queda demostrada laimportancia de la participación del arqueólo-go forense en la escena a investigar, pues a tra-vés de la aplicación ordenada de una serie detécnicas permitió a los demás participantes te-ner información sobre el lugar, así como lascaracterísticas topográficas y geográficas, elclima, la vegetación y lo más importante es queproporcionó datos relevantes durante la inves-tigación, como el hecho de haber observadoque en el lugar en donde se planeó el primerpozo de sondeo había ocurrido un derrumberecientemente y que, por lo tanto, la superfi-cie original, en la que debió quedar el cuerpode la víctima después de que le dispararon,había quedado sepultada por el perfil de labarranca derrumbado. Otra aportación delarqueólogo que trabajó en esta investigaciónfue la ubicación del cauce de la corriente deagua y los lugares que pudieran haber funcio-nado como trampas naturales para el cuerpo,

en una de los cuales se localizó el segmentoóseo.

En conjunto con el criminalista se logró ha-cer una reconstrucción de los hechos con baseen los escenarios que se elaboraron mediantela información con que se contaba hasta elmomento y de esta forma inferir lo que pudohaber sucedido con el cuerpo de la víctimacuando fue dejado en el lugar.

La información brindada por parte del en-tomólogo forense fue crucial, ya que localizóuna serie de insectos al interior del túnel y conesto se pudo saber cuánto tiempo hacía queel nivel del agua no llegaba al techo del mismoy conocer un aspecto más de la historia del lu-gar, lo cual proporcionó herramientas parainferir el destino del cuerpo y complementarla información recabada para llevar a cabo lareconstrucción de los hechos.

Una de las ventajas que se tuvieron duran-te la investigación fue el grado de comunica-ción entre todos los participantes, ya que unao dos veces por día nos sentábamos a intercam-biar ideas y reportar actividades y en cada unade las cosas que hacía cada especialista parti-cipábamos los demás con la intención de apor-tar o simplemente de informarnos acerca delos que otros investigadores habían observadoy del trabajo que se había llevado a cabo. Loanterior fue de gran utilidad, de esta formacada una de las especialidades presentes apor-tábamos y complementábamos la estrategiaque debíamos seguir o el rumbo que daríamosa la investigación. De hecho la integración delequipo de trabajo fue tal que en más de unaocasión nos ayudábamos con la intención deacelerar los trabajos pero siempre bajo la su-pervisión del especialista de la actividad quese estaba llevando a cabo.

Cuando se presentó el caso de los cerdosdejados en el basurero continuo, se planteó laposibilidad de hacer un experimento y dejaruno de ellos en el mismo sitio que dejaron alocciso para darle seguimiento y saber lo quele pudo haber pasado al cuerpo de la víctima;sin embargo, esto no fue necesario ya que a

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la semana siguiente que regresamos, los cer-dos habían sido desarticulados y dispersadospor los perros, como se menciona en el aparta-do de tafonomía forense, los carnívoros comolos perros tienen hábitos alimenticios muy es-pecíficos y nos dimos a la tarea de buscar estossitios encontrándonos no con unos cuantos, si-no con muchos y todos contenían huesos, al-gunos recientes y otros más cubiertos por limo,razón por la cual se planteó el tercer escenariode trabajo.

El que apareciera el segmento de la costi-lla fue un gran aliciente para nosotros ya queesto significó que la aplicación de la metodo-logía que motiva el presente trabajo es útil ycon ella se pueden obtener resultados concre-tos. Aunque para muchos el haber encontra-do una costilla humana no signifique nada, paralos que participamos en esta investigación fueun éxito, ya que apostamos todo y teníamos enjuego nuestra credibilidad ante la ComisiónEstatal de Derechos Humanos de Morelos ylas procuradurías de ambas entidades, peroante todo con los familiares de la víctima. Sinembargo, tampoco quedamos conformes yaque el objetivo final del trabajo de investiga-ción era recuperar el mayor número de restos

óseos humanos y que correspondieran a la víc-tima de tan desagradables hechos y de estaforma contribuir a la tranquilidad de la fami-lia a la cual perteneció.

Es una lástima que a la fecha no exista elinterés por dar continuidad a este trabajo deinvestigación, ya que ha demostrado su utili-dad práctica y la importancia que tiene ya nosólo el arqueólogo o el antropólogo físico, si-no el trabajo interdisciplinario en la inves-tigación criminalística.

Desde mi punto de vista y siendo un tantoidealista, cada una de las procuradurías, la fe-deral o las estatales, deberían contar con ungrupo intradisciplinario de investigadores fo-renses preparados para abordar de formaprofesional los casos en donde se presuma laexistencia de cuerpos o restos humanos ente-rrados clandestinamente, ya sean el resultadode una conducta criminal o de un sistema po-lítico represivo como ha sucedido en algunospaíses como Argentina o Guatemala. Afortu-nadamente, día con día las autoridades encar-gadas de la impartición de justicia en nuestropaís integran nuevas disciplinas a sus activi-dades, incrementando el nivel académico yprofesionalizando la labor criminalística.

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Fundamentos de antropología forense. Técnicas de prospección,exhumación y análisis de restos óseos en casos forenses,

se terminó de imprimir en febrero de 2009en los talleres gráficos del

Instituto Nacional de Antropología e Historia.Producción: Casa Juan Pablos / Dirección de Publicaciones

de la Coordinación Nacional de Difusión.

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