WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra...

77

Transcript of WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra...

Page 1: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque
Page 2: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

El Colapso del Capitalismo..............................................2

La cresta de la ola.............................................................9

Sobre la ola.....................................................................14

Metamorfosis de la crisis...............................................20

Repercusiones de la crisis en la RD...............................25

Conclusiones..................................................................28

La Gran Estafa.................................................................32

En Conclusión................................................................44

Bibliografía Esencial......................................................47

Por un Urbanismo de Austeridad...................................48

Urbanismo y Austeridad................................................51

Ambiente y Territorio....................................................53

Ante un Sistema de Despilfarros....................................54Crisis del Urbanismo, Crisis del Sistema.......................54

Conclusiones..................................................................55

Impacto de la Realidad Mundialen la Educación..............................................................56

¿ Por qué fracasó el socialismo soviético?...................62

COLABORADORESAriel Dacal Díaz

Eduardo Rozas Aristy

Emilio José Brea García

Franklin Franco Pichardo

Luis Guzmán

Miguel Rosado

Pablo Hernández

DISEÑO & DIAGRAMACIÓNEngels Ozuna

Page 3: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

3El colapso del capitalismo

Era el final de una década en la que Ronald Reagan (1911-2004), en los EUA, y Margaret Thatcher (1925-), en el Reino Unido, como lideres del capitalismo neoliberal del mundo lo habían relanzado (1980) con medidas que redujeron los impuestos y los controles gubernamentales a las grandes empresas o corporaciones con el objeto de que realizaran nuevas inversiones, amentaran la productividad, reanima-ran la economía mundial y fomentaran nuevos negocios.

Y no es que yo no sientiera cierta alegria... pero la mía era de otra naturaleza. Era la de una persona de izquierda de-mocrática que había contemplado con tristeza y amargura como el marxismo-leninismo-estalinismo se había trans-formado en un dogma anquilosado, contrario a la dinámica evolutiva que normalmente siguen los aspectos ideológicos; como habían suprimido las libertades públicas instaurando las famosas «dictaduras del proletariado», dirigidas por burócratas corruptos; como habían confundido la estatifica-ción y el capitalismo de Estado con el socialismo; y, como intervenían de la forma más despiadada - basados en la teoría de la «soberanía limitada» - en los asuntos internos de los otros países.

Con el propósito de evitar que esta crónica resulte cansona o tediosa he tenido el cuidado o el buen tino de iniciar su cro-nología en el mes de junio de 2008, momento en el cual la crisis - objeto de este estudio - alcanzó su punto culminante, pues su origen se remonta bien atrás (1990) y difiere de las típicas detectadas o pronosticadas por Marx y otros teóricos de la economía y del marxismo.

El Colapso del Capitalismo(Para entender la crisis financiera mundial)

Eduardo Rozas Aristy

Causas de la crisisTodavía recuerdo, triste y anonadado, las extraordinarias manifestaciones de alegria y euforia de la derecha mundial, especialmente la criolla, cuan-do las multitudes alemanas derribaron el famoso muro de Berlín (1989), se deshizo el denominado «campo socialista» y se disolvió la gran Unión So-viética (1991); o sea, cuando fueron abatidas la mayor parte de las eviden-cias físicas o materiales de la concepción leninista-estalinista, sobre todo estalinista, del marxismo.

Otra aclaración importante se refiere a que emplearé las designaciones de las sumas de dinero usadas por España y por el Reino Unido, no la de Francia y los EUA que no tienen el millardo o los mil millones (1,000,000,000), ya que califican esa cifra como un «billón». En nuestro caso o en nuestro trabajo, un billón será un millón de millones (1,000,000,000,000) y un trillón será un millón de billones (1,000,000,000,000,000,000).

A principios de la década de los 90, como consecuencia de la disolución del antiguo «campo socialista», el mundo se transformó de bipolar a unipolar (siendo los EUA su polo principal) lo que les permitió a las transnacionales de los principales países capitalistas (especialmente norteameri-canas) a trasladar sus capitales y manufacturas a cualquier lugar del mundo con el objeto de evadir impuestos mediante legislaciones fiscales y comerciales complacientes o benefi-ciarse de excenciones impositivas completas en los llama-dos «paraisos fiscales», conseguir mano de obra barata y calificada, incrementar sus ganancias mediante devaluacio-nes monetarias impuestas al país anfitrión, asi como obtener nuevos recursos naturales. Anteriormente, dichas empresas efectuaban sus operaciones en un país y sus actividades en otros se limitaban a la venta de productos.

Al exportar sus capitales, las transnacionales norteamerica-nas pensaron que su capacidad de reinversión, generación de empleos y crecimiento económico, en el territorio con-tinental de los EUA, sería sustituida por otras empresas, provenientes de otros países, olvidándose que ellas ya se

Page 4: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

4 PORVENIR / abril 2009

habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque hubo un incremento de la inversión extranjera en los EUA, sobre todo japonesa, esa no fue suficiente - como veremos más adelante - para crear bienestar en la economía real.

Las políticas de Reagan y Thatcher, implementadas en la década de los 80, habían creado cierto crecimiento económico, sobre todo en Asia donde Corea del Sur, Hong Kong y Singa-pur habían logrado una prosperidad extraordinarias, siguiendo el ejemplo anterior de Japón y Taiwan. También, China había alcanzado una media de crecimiento anual del 10 %, entre fines de 1980 y principios de 1990, intro-duciendo métodos o procedimientos capitalistas al socialismo.

De manera, que el capitalismo lucía inbatible. Sus teóricos e ideólogos es-taban eufóricos. Peter Drucker1 decía: «Hace apenas unos pocos decenios, todo el mundo sabía que una sociedad postcapitalista tenía que ser marxista. Hoy todos sabemos que marxista es lo que no será la próxima sociedad». Y acto seguido agregaba para cuidarse las espaldas: «Pero casi todos sabemos también, o por lo menos presentimos, que los países desarrollados se están alejando de todo lo que se pueda lla-mar capitalista.»

La inflación provocada en la década de los 70 por las fuertes subidas de los precios del petróleo y sus deriva-dos (Guerra del Yom Kipur) se redujo a principios de los 80, gracias a las reducciones impositivas aplicadas a las corporaciones, al «laissez-faire» (doctrina que plantea que los gobiernos no deben intervenir en la economía) y

1 Drucker Peter, La Sociedad Postcapi-talista, Grupo Editorial Norma, págs. 4 y 5.

a la nueva caida de los precios de los insumos energéticos al reducirse la demanda mundial de petróleo; pero, al mismo tiempo, favorecieron grandes salidas de capitales del territorio norte-americano que generaron desempleo y altos déficit presupuestarios o fiscales.

Para cubrir o solventar dichos défi-cit, los sucesivos gobiernos federales norteamericanos se dedicaron a emitir Certificados o Bonos del Tesoro que fueron vendidos, principalmente a Ja-pón, a algunos países europeos, a los países petroleros y a los asiáticos de las nuevas economías emergentes.

De manera, que para el 10 de abril de 2005 la CBS News 2 reportaba que la deuda de los EUA por ese concepto era de casi de 7.8 billones de dólares (7,782,816,546,352.00). Así mismo, el

9 de septiembre de 2008 estaba cerca de 9.7 billones (9,675,780,842,309.87), después de crecer 1.93 millardos/día (1,093,000,000) desde el 28 de sep-tiembre de 2007. Como es obvio, lo anterior generó un gran aumento de dinero inorgánico o exceso de liquidez en la economía norteamericana y en la mundial.

2 Internet: http://www.brillig.com/de-bet_clock/

Una de las consecuencias de ese incre-mento ha sido el notable desarrollo de China en los últimos 30 años, el cual obedeció a las importantes gestiones del Council on Foreign Relations (CFR), que dio su visto bueno a las re-laciones de todo tipo entre esa nación y los EUA, a una agresiva política expor-tadora3, a un ahorro del PIB (Producto Interno Bruto) de un 40%, a una exa-gerada inversión de más de un 25% del PIB y a una enorme acumulación de reservas monetarias, principalmente, en dólares.

A junio de 2007, China tenía 1.35 billo-nes de dólares en reservas, creciendo a una tasa de 350 millardos/año, sin contar con las de Hong Kong que se acercaban a los 300 millardos. Japón, Taiwan y Korea del Sur también tenían y tienen considerables reservas de

dólares y no fueron afectados por la crisis asiática de 1997-98. El siguiente cuadro muestra los estimados de las principales reservas asiáticas hasta el 2012 en millardos de dólares.

Sin embargo, China tuvo que afrontar enormes sacrificios: retrasos en me-jorar los salarios de sus trabajadores, 3 Ålvarez Fernando, Anatomía de la República Dominicana 2008, Editora Búho, pág. 88, 2008.

Page 5: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

5El colapso del capitalismo

para mantener una mano de obra ba-rata, asi como devaluaciones sucesivas del Yuan, similares a las que se les ha-bían aplicado al Yen japonés. En 2004, 8.28 Yuanes equivalían a un dólar norteamericano. Hoy, 17 de septiembre de 2008, 6.84 Yuanes valen un dólar, lo que implica que aún cuando los pro-ductos chinos han perdido cierta com-petitividad comercial, sus ciudadanos tienen un mayor poder adquisitivo y un mejor nivel de vida.

Pagado el precio, China lleva años con un enorme saldo comercial positivo con los EUA. Dicho saldo se estima en alrededor de 250 millardos de dólares anuales. Hasta ahora ha utilizado una parte importante de esos fondos en la compra de instrumentos financieros, fundamentalmente, Certif icados o Bonos del Tesoro, que también le fa-cilitan a los EUA comprar las masivas cantidades de productos chinos y asiá-ticos que han dejado de producir sus transnacionales, lo que incrementa su deuda externa al sumarse a los déficit presupuestarios. Por tal razón, la ma-yoría de los economistas sostienen que un déficit de saldos corrientes entre 500 y 700 millardos, junto a los déficit fiscales, no se sostiene más allá de 5 o 6 años.

Como bien dice Fernando Ålvarez Bo-gaert (1941-) en su obra citada:

«El pueblo norteamericano ha estado consumiendo mucho más de lo que produce.»

Pero, a las familias norteamericanas se les indujo a través de estudiadas cam-pañas publicitarias, inteligentemente orquestadas, a gastar por encima de sus ingresos mediante el uso desenfrenado de las tarjetas de crédito, de las «pro-mociones» y «facilidades» del crédito bancario y de otros medios de pago que indudablemente estimulaban la voraci-dad del consumo y de las ventas.

Con el objeto de que se pueda captar mejor lo que explicamos, presentamos a continuación un gráfico que contiene los déficit presupuestarios del gobier-no federal de los EUA desde Lyndon Johnson (1908-1973) hasta George Bush (1924-), los cuales sumaron US$ 2,463,106,600,000 billones de dólares. Distribuidos de la siguiente manera:

Lyndon Johnson, de 1964 a 1968, 44.8 millardos; Richard Nixon (1913-1994), de 1969 a 1974, 67 millardos; Gerard Ford (1913-), de 1975 a 1976, 126.9 millardos; Jimmy Carter (1924-), de 1977 a 1980, 226.9 millardos; Ronald Reagan, de 1981-1988, 1.64 billones; George Bush, de 1989 a 1992, 1.4 billo-nes de dólares.

Tal y como dijimos, a ese saldo presu-puestario negativo, debemos sumarle el saldo corriente para tener una idea de la envergadura de la crisis norteameri-cana. Por lo que a partir de 1993 (año de inicio del primer mandato de Bill Clinton) hasta 2007 presentamos am-bos gráficos, en los que se puede obser-var que sólo Bill Clinton (1946-) logró, en su segundo período presidencial (1998-2001), haciendo ingentes esfuer-zos, algunos excedentes presupuestales menores, que más tarde fueron des-trozados por el presidente George W. Bush (1946-) en sus aventuras guerre-ristas o petroleras en Afganistán e Irak y en sus otros desaciertos.

Desde el 1945 a 2007, después de los acuerdos de Bretton Woods (1944), la moneda principal del mundo para acu-mular reservas y efectuar operaciones comerciales ha sido el dólar norteame-ricano.

Este acuerdo funcionó perfectamente hasta la mitad de la década de 1960, cuando Estados Unidos empezó a tener los importantes déficit señalados, que junto a las fuertes presiones (1965-69) del ex-presidente francés Charles de Gaulle (1890-1970) exigiendo el «pa-trón oro» en vez del «patrón dólar», evidenciaron que la oferta de dólares era muy superior a la demanda, lo que obligaba a su devaluación4. El 15 de agosto de 1971 el presidente Nixon sus-

pendió la convertibilidad del dólar en oro y en diciembre de ese mismo año se logró el Acuerdo Smithsoniano con los representantes de las diez principales monedas del mundo. Gracias a dicho acuerdo, los EUA devaluaron el dólar un 8% con respecto a la libra esterli-na. Pero esta devaluación no tuvo un efecto positivo inmediato en su balanza comercial, cuyo déficit pasó de 2,300 millones en 1971 a 6,400 en 1972, al mismo tiempo que el Gobierno Federal llevaba un política monetaria expansiva con el objeto de que su oferta monetaria aumentara en proporciones históricas.

4 Enciclopedia Encarta 2007.

Page 6: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

6 PORVENIR / abril 2009

Dicha situación volvió a presionar el valor del dólar, por lo que en febrero de 1973 se devaluó un 10% adicional y quedó definitivamente suspendida su convertibilidad al oro. En septiembre de 1985, los representantes de Reino Unido, Alemania Occidental, Francia, Japón y Estados Unidos acordaron tra-bajar en conjunto para reducir el valor del dólar. Así, en un año perdió un 40% respecto al marco alemán y más de un 50% frente al yen japonés. En los últi-mos 2 años se ha depreciado un 30% más. Hoy vale US$ 1.43/euro, lo que significa un dólar débil.

El petróleo se paga en dólares. Por lo tanto, un productor que vende el barril a 100 dólares, en realidad está recibien-do cerca de 70 euros, que es su precio real. Esas devaluaciones del dólar acompañada de un conjunto de factores, que relacionaremos, han contribuido a disparar los precios del petróleo y a agravar la crisis.

Entre el 1900 y el 1950 los precios del barril de petróleo oscilaron entre $1.50 y $1.70 dólares. De 1950 a 1970, años de consumo frenético, fue mantenido a $1.80 por las transnacionales de los países industrializados dueños de los pozos. Al surgir la OPEP y al recuperar los países productores sus yacimientos petrolíferos (1970-1980), además de la guerra del «Yom Kipur», entre Israel y los países árabes, el precio del barril se multiplicó casi por 20; o sea, alcan-zó los $32.00 dólares/barril. De ahí a

2005, pasó a $65.00 y a principios de 2006 a $70.00. Llegando el 13 de julio de ese año a lograr el precio record de $76.85 dólares.

Factores como la reducción anual sos-tenida de la producción petrolera en Noruega, Alaska, EUA, Mar del Norte, en el Reino Unido, y México, junto a la ausencia de inversiones importantes en ese sector, asi como, el incremento sustancial de la demanda por parte de China, India y de otras economías emergentes han ayudado a impulsar los precios hacia arriba disminuyendo la capacidad de compra de los norte-americanos de los miles de bienes y servicios derivados del petróleo.

También, las sucesivas crisis que ocu-rrieron como la de 1985 de las asocia-ciones de ahorros y préstamos (S&L), la de 1987 cuando se produjo el «crack financiero» en el que el Dow Jones bajo 22% y afectó todas las bolsas del mundo, el colapso del fondo Long-Term Capital Market (LTCM) que se inició en Asia en 1997 y repercutió en Rusia y Brasil en 1998, el estallido en el 2000 de la «burbúja» tecnológica que provocó la caída del Nasdaq en el 2002 un 78% y las quiebras fraudulen-tas de Enron y World Com en el 2001, han contribuido también al alza de los precios del petróleo y de los otros «commodities», pues los dueños de los capitales han preferido - por descon-fianza - invertir su dinero en esos.

Otro hecho que contribuyó grande-mente a propiciar la crisis fue el «des-cuido» o el «laissez faire» de la FED o de la Junta de la Reserva Federal (Banco Central de los EUA) al no im-poner fuertes regulaciones operativas a las bancas hipotecarias denominadas «Empresas Privadas» o «Financieras» (Private Equity) y a los «Fondos de Cobertura»5, tal y como hacían con los

5 Ålvarez Fernando, ob. cit., pág. 98.

bancos tradicionales, en un momento en que existía el exceso de liquidez señalado, lo que les permitió cuadru-plicar la cantidad de negocios en tan sólo 10 años o menos (1998-2006). Asi, se crearon centenares de organizacio-nes de préstamos hipotecarios, muchas de las cuales, para poder crecer en esa despiadada guerra competitiva, asu-mieron grandes riesgos y endeudaron fuertemente al pueblo norteamericano. Las financieras en vez de retener en su cartera las hipotecas, cobrando los intereses mensuales, según la usanza tradicional, se dedicaron a venderlas por debajo de su precio, especialmente a Fannie Mae y Freddie Mac, quienes a su vez las revendían dentro y fuera del país. Por eso y porque el capitalismo norteamericano es el soporte del capi-talismo mundial, la crisis ha explotado en todo el globo terráqueo.

El crecimiento de la liquidez y la no existencia de regulaciones a las hipo-tecarias crearon a partir de 1996 hasta el 2006 un crecimiento extraordinario de la demanda de viviendas y, en con-secuencia, un aumento exponencial de sus precios. Lo que condujo a decenas de millones de norteamericanos a tomar prestado una segunda hipoteca, para comprar otros bienes, pues su casa adquiría, diariamente, un valor

Page 7: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

7El colapso del capitalismo

ficticio superior al original de compra. O sea, las viviendas se convirtieron en fuentes de financiamiento de auto-móviles, enseres del hogar, etc., o en «bancos alternativos». Dicha situación se mantuvo funcionando relativamen-te bien, como dijimos, hasta el 2006, pero para mediados de 2007 empeza-ron a quebrar muchas de las susodichas instituciones hipotecarias, lo que creó un proceso extraño en la mecánica de la economía: disminuyó la oferta de viviendas, al mismo tiempo que dis-minuyeron las ventas y los precios, tal y como se demuestra en los siguientes gráficos:

Por lo que hemos podido analizar la crisis no sólo es atípica, sino que difie-re sustancialmente de las profetizadas por Karl Marx (1818-1883), Friederich Engels (1820-1895), Eduard Bernstein (1850-1932), Karl Johaan Kautsky (1854-1938), Vladimir Ilich Ulianov (1870-1924) y otros teóricos marxistas más recientes.

A largo plazo, Marx pensaba que el sistema capitalista desaparecería de-bido a que su tendencia a acumular

riquezas en pocas manos provocaría crecientes crisis de exceso de oferta y a un progresivo aumento del desempleo que reduciría la demanda de bienes de consumo. Para Marx, la contradicción entre los adelantos tecnológicos, con el consiguiente aumento de la produc-tividad, y la reducción del poder ad-quisitivo, por la concentración egoista en pocas manos de las riquezas, sería la causa fundamental del hundimiento del sistema capitalista.

Dichas crisis se reflejarían en un des-plome de los beneficios empresaria-les, graves conflictos entre patrones y obreros e importantes depresiones económicas. El resultado de esta lucha de clases culminaría en la revolución y en el avance hacia el socialismo, en una primera etapa, para luego dirigirse hacia la implantación del comunismo.

Ahora, igual que en la Gran Depresión (1929), la inmensa mayoría de los más reputados economistas no tienen res-puesta a la crisis. En el pasado, tuvo que surgir John Maynard Keynes (1883-1946) - quien junto a Adam Smi-th (1723-1790) y Karl Marx constituyen

los tres gigantes de la economía - para esbozar lo que sería el antídoto a una crisis atípica (la de 1929) no pronosti-cada por Marx.

Durante un fenómeno recesivo, y tam-bién durante una depresión económica, hay que aumentar la inversión privada o, en su defecto, aumentar el gasto público. Si lo que se produce es una ligera contracción, hay que facilitar los créditos y reducir los intereses para estimular la inversión privada y restablecer la demanda agregada, au-mentándola hasta alcanzar de nuevo el pleno empleo. Si la contracción es grande, habrá que incurrir en déficit presupuestarios, invirtiendo en obras públicas u ofreciendo subsidios a los sectores más perjudicados. La FED ha recurrido, de manera reiterada, a am-bos artilugios: la tasa de interés anual fue reducida a 2% en abril de 2008 y para mediados de ese mismo año el Gobierno devolvió al pueblo millones de dólares de impuestos recaudados, pero apenas la crisis comienza (6).

Y, hasta ahora, sus principales caracte-rísticas son:

- perdida del poder adquisitivo y entra-da en la pobreza de grandes sectores del pueblo norteamericano a conse-cuencia del endeudamiento extremo, de la cesantía laboral (desempleo de 6.1% en agosto de 2008) y de la perdida de sus ahorros;

- falta total de confianza en los organis-mos bursátiles o en los mercados de va-lores que han desplazado a los grandes inversionistas especuladores 6 hacia las adquisiones de petróleo, alimentos y

6 Los recortes sucesivos a las tasas de intereses que ha realizado la FED para tratar de reanimar la economía norteamericana han contribuido a desincentivar el interés de los inversionistas especuladores en los papeles com-erciales y en otros tipos de inversiones.

Page 8: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

8 PORVENIR / abril 2009

materias primas en general (commodities);

- como consecuencia de lo anterior y de las sucesivas deva-luaciones del dólar, los «commodities» han aumentado su precio considerablemente incrementando la inflación en me-dio de una tremenda recesión; o sea, creando estanflación;

- quiebra de bancos, financieras y de importantes empresas, sobre todo las de transporte aéreo y las fabricantes de auto-móviles, al tener que operar con costos muy por encima de los que les permite el mercado;

- intervenciones económicas, nacionalizaciones y estatiza-ciones mundiales de los Bancos Centrales en empresas y bancas privadas con problemas, para evitar graves colapsos financieros, contradiciendo el famoso «laissez-faire» prego-nado y defendido por los más reputados teóricos y econo-mistas del capitalismo;

- surgimiento en los círculos gobernantes o del poder norte-americano de ansias desorbitadas de conquistas, especial-mente, de países con reservas petroleras;

- deterioro creciente de las relaciones, de todo tipo, de los EUA con muchos países del mundo, particularmente con los latinoamericanos, su retaguardia tradicional, donde está na-ciendo un nuevo polo de poder político, económico y militar: Venezuela; y, por último,

- incremento mundial de las acciones delictivas, especifi-cante del tráfico de estupefacientes y del lavado de dinero procedente de esa actividad, debido a la inseguridad creada por la crisis y sus componentes financiero, social, energéti-co, alimentario y medio ambiental.

No hay duda, este es el resultado de un cuarto de siglo de aplicación del «sacrosanto» neoliberalismo7

19 de septiembre de 2008

7 Para documentar este trabajo de investigación he contado con mi propio archivo y el de mi ilustre amigo el Arq. Leopoldo Espaillat N., quien además me ha proporcionado el acceso a Internet, igual que el Arq. Luis Guzmán. También, debo agradecer a los otros distinguidos autores consultados y a la prensa nacional, sobre todo a El Nacional, El Nuevo Diario, Hoy, El Día y Clave que me han servido de valiosas fuentes de información.

Page 9: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

9El colapso del capitalismo

La cresta de la ola (junio-julio 2008)

Aunque real y efectivamente la crisis final del capitalismo estalló entre marzo y agosto de 2007 (alrededor de un año antes) cuando D. R. Hor-ton8- una de las constructoras más grandes de los EUA - advirtió el 8 de marzo que tendría fuertes pérdidas, debido a la caída del mercado de hipotecas «subprime»9 y a que sus ventas de nuevas viviendas se habían reducido un 28% en el primer tri-mestre del año,además, la solicitud de protección por bancarrota del 2 de abril de la financiera New Century Financial Corporation, la mayor de una veintena de compañías similares que venían experimentando problemas en los últimos meses, seguida por la negativa del 31 de julio de Bear Stearns10 a que sus clientes retiraran dinero en efectivo de sus «hedge fund» o «fondos de alto riesgo», no fue hasta junio de 2008 que se vio con claridad la gravedad y envergadura de la crisis por la que atravesaba todo el sistema capitalista estadounidense.

Sin embargo, es conveniente consignar que desde ese 31 de julio de 2007 hasta la quiebra definitiva de Bear Stearns, acaecida el 17 de marzo de 2008, dos meses y medio antes de junio, sucedió todo un alarmante proceso.

8 BBC Mundo.com

9 Una hipoteca «subprime» es un préstamo cuya tasa de interés es superior a la normal del mercado, debido a que siempre tienen un mayor riesgo.

10 Bear Stearns, junto a Lehman Brothers, Merrill Lynch, Goldman Sachs y Morgan Stanley, constituía uno de los cinco bancos de inversiones más grande de los EUA. En el 2007 declaró perdidas por 850 millones de dólares y finalmente fue adquirida por J. P. Morgan Chase por 270 millones de dólares, con papeles financieros, lo que significó pagar 2 dólares/acción, en vez de los US$ 150.00 originales.

El 9 de agosto el Banco Central Europeo (BCE) volcó al mercado el equivalente en euros de 120 millardos de dóla-res - la mayor intervención desde el 11/9/2001 - con el objeto de aplacar los temores europeos de que la crisis inmobiliaria norteamericana reduciría sus créditos. Por su parte, la Re-serva Federal de los EUA, intentando también calmar los ánimos del mercado, inyectó el día 13 de ese mismo mes, 2 millardos, un poco después que el BCE desembolsó otros 65 millardos adicionales y el Banco Central de Japón (BCJ) introducía 5 millardos más.

En el Reino Unido, el 15 de septiembre, los clientes de Northern Rock abarrotaron sus sucursales para retirar sus ahorros, después que dicho banco solicitara un préstamo de emergencia al Banco de Inglaterra por la falta de liquidez. El 18, de ese mismo mes, por primera vez en cuatro años, la FED reducía la tasa de interés en medio punto porcentual, en un intento por controlar el nerviosismo en el mercado hipotecario. Dicha tasa bajó de 5.25% a 4.75%.

El día 1 de octubre, la Unión Bancaria Suiza (UBS), uno de los bancos más grandes de Europa, informó que se vería obligado a hacer una depreciación de activos de 3,400 mi-llones de dólares, como resultado de las malas inversiones hechas en los créditos hipotecarios de los EUA. Al mismo tiempo, anunció su decisión de reemplazar ejecutivos y eli-minar 1,500 puestos de trabajo. También, el 5, Merrill Lynch anunció que tenía que asumir una pérdida de US$ 5,500 millones por compras de hipotecas de alto riesgo, pero más adelante también dijeron que tenían deudas incobrables por 7.9 millardos de dólares.

Como podemos imaginar al seguir «subiendo la marea», la cotización del dólar frente al euro volvió a desplomarse, buscando sus mínimos históricos. El desplome coincidió cuando el 18 de octubre el Bank of America, el segundo en tamaño de los EUA, informó de fuertes pérdidas en su área crediticia.

El 31 de octubre, la FED volvió a bajar su tasa de interés de 4.75 a 4.5%.

Para el 5 y el 9 de noviembre, respectivamente, Citigroup, grande entre los grandes, informaba de fuertes pérdidas con las «subprime»; mientras que Wachovia, la cuarta ins-titución bancaria de los EUA, las reportaba por US$ 1,100 millardos.

Page 10: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

10 PORVENIR / abril 2009

En otro coletazo de la crisis, el 10 de diciembre, UBS reportaba nuevas pér-didas por 10 millardos de dólares; y el 11, la FED reducía, una vez más, la tasa de interés a 4.25%, pensando que con esa medida, típicamente keynesiana, podían aliviar la situación. Esta fue la tercera baja de la tasa desde el 18 de septiembre.

El 19 de diciembre, Morgan Stanley anunciaba la venta del 10% de su capi-tal accionario al gobierno chino, para conpensar pérdidas por US$ 9,000 millones.

El 2008 entró bien caldeado, el 15 de enero Citigroup advirtió de una pérdida neta de 9,800 millardos de dólares en el último trimestre del 2007, colocando, además, US$ 18,000 millones de hipotecas «subprime» en la categoría de cuentas incobrables. El 17, Merrill Lynch, también anunciaba pérdidas de fin de año por US$ 7,800 millones.

El pánico bursátil no se hizo esperar y el 21 de enero las bolsas de valores de todo el mundo reportaron sus peores pérdidas desde el 11/9/2001. Rápida-mente, y por cuarta vez, la FED redujo la tasa de interés a 3.5%. La mayor dis-minución individual en 25 años. Pero, no satisfechos con esa medida, a los 9 días; es decir, el 30, volvieron a bajarla, ahora por quinta vez, a un 3%.

De manera, que cuando se produce la quiebra y venta de Bear Stearns (17/3/08) ya la crisis iba remontando hacia la «cresta de la ola». Los «Fon-dos de Cobertura» y otros inversio-nistas empezaron a enfrentar nuevas amenazas: los bancos que les presta-ban dinero estaban exigiéndoles su de-volución. Mientras tanto, los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G7 o el grupo de los siete países más industrializados

del mundo11 advertían sobre el agra-vamiento de la economía mundial, estimando que las pérdidas en los EUA podían llegar a 400 millardos de dólares. Asi mismo, el director del Fondo Monetario Internacional (FMI) dictaminó, olvidándose del «laissez faire», que se requerían intervenciones gubernamentales a nivel global para mitigar la crisis financiera.

Calificamos a junio-julio 2008 como la «cresta de la ola», debido a que en esos meses se sucedieron un conjunto de situaciones que resumiremos ahora y que luego explicaremos minuciosa-mente:

- ocurrencia en Wall Street y en otros países de tres pánicos bursátiles ma-yores;

- quiebras o casi quiebras de bancos y de importantes empresas;

- asomo de graves problemas financie-ros en las gigantes hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac;

- precio descomunal del barril de pe-tróleo;

- fuerte incremento del desempleo en Norteamérica y en el mundo; y,

- revelación del déficit presupuestario 2007-2008 del gobierno federal de los EUA.

Se podría decir que junio empezó con el anuncio de la aerolínea estadouni-dense Continental Airlines informan-do el jueves 5 que suprimiría 3,000 empleos y retiraría 67 aviones (Boeing 737-300 y 737-500) de su flota, con el objeto de reducir costos operativos frente a los altos precios generados por el alza de los combustibles. En ese

11 EUA, Cánada, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Japón.

momento, el barril de petróleo estaba costando 138.54 dólares, después de un incremento de más de 10 dólares en un sólo día.

La línea aérea explicaba, mediante un comunicado, que esas medidas eran urgentes y obligatorias para poder se-guir operando y enfrentar la más grave crisis desde los incidentes del 11/9/01. Dicho aviso se produjo un día después de que United Airlines, la segunda empresa de aviación comercial de los EUA, indicara que iba a retirar de sus operaciones cerca de 100 aviones y a suprimir de 1,400 a 1,500 empleos, apuntando en el horizonte a una pa-ralización catastrófica del transporte aéreo...

Esas noticias, junto a las perspectivas de que el barril de petróleo seguiría subiendo de precio en los próximos días, lo cual, como es lógico, favorecía la especulación, y a que el desempleo en los EUA había alcanzado en mayo un 5.5%, con la pérdida en el trimestre de 49,000 puestos de trabajo, la mayor en los últimos 22 años, además, de que desde diciembre de 2007 se habían esfumado 861,000 empleos y que 8.5 millones de estadounidenses estaban desempleados, favorecieron el 6 de junio el primer pánico de inversionis-tas de las bolsas de valores de todo el mundo tratando de retirar su dinero; lo que esbozó, claramente, la posibilidad de una catástrofe financiera de conse-cuencias inimaginables.

No es que los pánicos anteriores no fueran peligrosos, el problema es que este no se detenía.

El índice Dow Jones Industrial Average (DJIA) de Wall Street retrocedió cerca de 400 puntos, mientras que el tecnoló-gico Nasdaq perdió 300. El desplome se sintió en toda Europa, en especial en España, cuya economía tiene una gran relación con la norteamericana, donde

Page 11: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

11El colapso del capitalismo

cayó el índice Biex en 2.5%, situación que se agravó con la subida del Euri-bor12 a 5.4%. Grandes empresas y ban-cos españoles han sido afectados por el desplome de la bolsa madrileña, entre los que se encuentran BBVA, Grupo Santander, Iberia y la petrolera Repsol. Pero el desplome no sólo fue en España, también sufrieron caídas los mercados bursátiles del Reino Unido, Alemania, Francia, Asia, etc.

Así como los inversionistas (especula-dores) empezaron a buscar refugio en el «commodity» petróleo, también lo hicieron en los alimentos13, y en otros, disparando los precios hacia arriba. Como prueba presentamos dos tablas con los precios de las toneladas de maíz y trigo presentes y proyectadas al futuro.

Pero, por otra parte, las demás noticias no eran nada tranquilizadoras. En declaraciones en París, el 25 de junio, el presidente de la OPEP, Chakib Jelil (ministro argelino), pronosticaba que el petróleo llegaría a 150 o 170 dólares/barril en el verano, agregando que si se producía una agresión a Irán, segundo productor de petróleo de la OPEP, para que suspendiese su programa nuclear, el precio del barril podía escalar los 200, 300 o 400 dólares14.

De manera, que la especulación de los inversionistas se basaba, hasta cierto punto, en temores justificados. Por una parte, las sucesivas devaluaciones del dólar respecto al euro, las crisis geopo-líticas de Irán, Irak y Nigeria, así como, la subida de precio de los alimentos; lo que transformaba la crisis, tal como dijo Ignacio Ramonet (director de Le Monde Diplomatique), además de financiera, en energética y alimenta-

12 Euribor o índice para referencia de los préstamos hipotecarios. El Nacional 7/6/08, pág. 10.

13 Ålvarez Fernando, ob. cit., págs. 76 y 77.14 El Nacional 26/6/08, pág. 21.

ria; señalando, además, que cada una interactuaba con las otras. El pánico bursátil amainó algo en el transcurso de junio pero volvió a impactar con fuerza para el fin de mes. Goldman Sachs (ver llamada 3 en la página 15) calificó el jueves 26 de junio las accio-nes de Citigroup y de General Motors Corporation15 - dos de las 30 empresas cuyo valor de acciones contribuye a determinar el índice o promedio Dow

15 Las otras 28 son: Alcoa, American Express Co., AT&T, The Boeing Company, Caterpilar, The Coca-Cola Co., Walt Disney, E.I. Du Pont de Nemours & Co., Eastman Kodak Co., Exxon Mobil Corp., General Electric Co., Hewlett-Packard Co., Home Depot Inc., Honeywell International Inc., Intel Corp., IBM Corp., International Paper Co., J. P. Morgan Chase & Co., Johnson & Johnson, McDon-ald’s Corp., Merck & Co., Microsoft Corp., Minesota Mining & Manufacturing Co., Philip Morris Cos., Procter & Gamble Co., SBC Communications Inc., United Tecnologies Corp. y Walt Mart Stores Inc.

Jones Industrial Average de Wall Street - reclasificándolas de «atractivas» a «neutras» y de «neutras» a «venta», respectivamente; mientras, el barril de petróleo alcanzaba la cifra de US$ 142.13.

Como es lógico, el pánico bursátil no se hizo esperar: ventas de acciones y compra de «commodities», incluyendo el oro, cuya onza aumentó sensible-mente su precio. Todavía el viernes 27 continuaba el pánico incrementando el barril de petróleo a 143.33 dólares, agravado por la perspectiva de que los EUA y sus aliados de la «comunidad internacional» sancionarían a Irán por su previsor programa nuclear.

Por otro lado, Kazajistán terminaba de anunciar que el inicio de operaciones de su campo petrolero Kashagan, uno de los más grandes del mundo, se había retrasado por dos años, lo que implica-

Page 12: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

12 PORVENIR / abril 2009

ba que comenzaría su producción en 2013.

Al continuar agriándose el conflicto con Irán, entre otros, tanto el oro como el petróleo y los alimentos continuaron su tendencia alcista. El jueves 3 de julio la Bolsa Mercantil de New York vendía el barril a US$ 145.33, mientras que el Brent del Mar del Norte estaba a US$ 146.69.

General Motors (GM), que antaño fue la primera empresa automovilística del mundo, también iniciaba su caída.

Merrill Lynch, decidió bajar el precio de las acciones de GM a 7 dólares, asi como estimar pérdidas significativas en sus ejercicios contables 2008 y 2009. Ya la compañía había hecho público, en Detroit, que sus ventas de junio del 2008 habían disminuido un 18.5% con respecto al mismo mes del año 2007.

Se estimaba que GM necesitaba una inyección de fondos de alrededor de 15,000 millones de dólares (15 millar-dos), asi como, deshacerse de varias marcas - de alto consumo de combus-tibles - que estaban dando problemas con las ventas: Hummer, Buick, Saturn y Saab, concentrando sus esfuerzos en

sus marcas tradicionales Chevrolet y Cadillac, tal y como habían hecho sus competidoras Ford motor Co. y Chrys-ler LLC. Ford vendió Land Rover y Jaguar, se escindió de Volvo y preparó un plan para acabar con el Mercury a fines de la década. Chrysler, también, hizo otro tanto para racionalizar su producción de vehículos.

Otro hecho que confirmaba que la economía estadounidense seguía agravándose fue el reporte laboral de que en junio se habían perdido 62,000 empleos adicionales a las cifras que reportábamos anteriormente.

Frente a las bravuconadas norteameri-canas, Irán respondió con unas pruebas de cohetes, de su arsenal misilístico, en las que demostraba que podían alcanzar sin mucho esfuerzo objetivos en Israel, Arabia Saudita, Kuwait y otros puntos de gran valor táctico y estratégico para los EUA. Ese sólo hecho facilitó que el petróleo subiera francamente a 145.85 dólares/barril.

A las pruebas iraníes, se agregaron un llamado a huelga del sindicato de pe-troleros del norte del Estado de Río de

Janeiro, de donde sale el 80% del crudo brasileño; anuncios de los rebeldes de Nigeria, país que es el mayor productor de petróleo de Åfrica, en el sentido de que volverían a atacar las instalaciones petroleras; y, EUA informaba que sus reservas habían bajado en 5.9 millones de barriles.

Como si eso fuera poco, las autoridades bancarias federales anunciaban el vier-nes 11 de julio que habían asumido el control y cierre de la casa californiana de préstamos IndyMac Bank, debido a su falta de liquidez, ocasionada por el no pago de las ya famosas hipotecas. La toma del control de las operaciones del banco con 32 millardos de dólares fue transferida a la correspondiente entidad reguladora, la Federal Depo-sit Insurance Corp., luego de que los clientes reportaran que no les contes-taban las llamadas telefónicas y que el servicio en línea (on line) había dejado de funcionar.

Según los Angeles Times y France Press, esta situación, en la que se supri-mieron más de 3,800 puestos de trabajo o la mitad de su fuerza laboral, fue calificada por los agentes reguladores

Page 13: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

13El colapso del capitalismo

oficiales como la segunda quiebra más grande en la historia de los EUA, des-pués del fracaso de un banco en Illinois en 1984.

Simultáneamente, con lo anterior, los insistentes rumores de que las dos gi-gantes hipotecarias norteamericanas Fannie Mae y Freddie Mac estaban en serios problemas continuaron in-tranquilizando la bolsa de Wall Street. Durante la semana las acciones de esas perdieron un valor de 46.2%, en el pri-mer caso, y 46.5 en el segundo. Y no era para menos, Fannie Mae tenía una deuda de 800 millardos de dólares y Freddie Mac de 740. Ambas habían ga-rantizado hipotecas, a un pueblo endeudado hasta la «coronilla», por más de US$ 5,300 millones; o sea, la mitad del controvertido y desregulado mercado inmobiliario estadouni-dense.

El mismo viernes 11 de julio se desató el tercer pánico bursátil, de los dos meses estudiados (junio-julio), el cual se ex-tendió con fuerza hasta el fin de julio, lo que obligó, por un lado, a la FED a realizar varias inyecciones de capital al mercado accionario y, por la otra, a los bancos comerciales a aumentar sus tasas de interés para préstamos, con el objeto de limitar o reducir sus riesgos.

El martes 15, los mercados bursátiles de Asia y Europa tuvieron grandes ba-jas. El índice Hang Seng de Hong Kong se desplomó 3.8%; el de Taiwán, un 4.5%; mientras que el Nikkei 225, de Tokio, rerocedió un 2%. El índice britá-nico FTSE 100 perdió 1.2%; el alemán DAX bajó 1.7%; y, el CAC-40 francés cedió 0.8%. Además, los inversionistas japoneses fueron estremecidos por la noticia de que sus tres principales ban-cos tenían muchos «activos dudosos»

de Fannie Mae y Freddie Mac.

En esa situación y en otras, como las dificultades que estaba atravesando la caja de ahorros Washington Mutual, el euro batió récord en los mercados de divisas. Ese día 15 de julio se colocó a 1.6038 dólares, lo que significaba una fuerte revaluación con respecto a su valor anterior de 1.5909 dólares.

Incluso se hablaba abiertamente, en dichos mercados, de que la próxima marca sería de 1.6050 o, quizás, de 1.6070 dólares.

Otros dos hechos contribuyeron tam-bién a lo anterior: las declaraciones del presidente de la FED, Ben Bernanke, en su comparecencia semestral frente al Congreso de los EUA, en el senti-do de que la tambaleante economía norteamericana afrontaba «numerosas dificultades», asi como, el anuncio de GM que planteaba fuertes reducciones de empleos para aligerar los costos de producción.

También el 15, la inmobiliaria española, Martinsa-Fadesa, con presencia en mu-chos países de latinoamérica (incluyen-do la RD), decidió suspender pagos y pedir protección a las autoridades para enfrentar una deuda de 5 millardos de euros, convirtiéndose en la primera gran víctima de una grave crisis en el otrora pujante sector de los bienes raí-ces de España; iniciando asi, una caída

libre de todo el segmento inmobiliario español, debido a los aumentos drás-ticos de las tasas de interés y a la pre-sencia de condiciones crediticias más rigurosas por parte de los bancos.

Todavía el jueves 17 y el sábado 19 de julio continuaba el pánico en Wall Street y en el resto del mundo, siendo sacudido por el anuncio16 primero de American Airlines (AA) y de Delta, que señalaban que habían perdido 2.5 millardos de dólares en el último trimestre; y, luego, de Continental y de Federal Express (Fedex), el gigante

del transporte aéreo de cargas y paquetes, que reportó una caída de US$ 241,000,000, lo que, ob-viamente afectaba todo su sistema de operacio-nes. Para que no faltara nada, la enorme Coca-Cola Company anunciaba que sus beneficios netos habían alcanzado 1.422 millardos de dólares; es decir, un 23% menos que la cifra lograda en el mis-

mo período del año anterior. Para el 17, Merrill Lynch, también, anunciaba pérdidas por 6,603 millones de dólares correspondientes al primer trimestre del año 2008.

El martes 22, la Washington Mutual17, ya mencionada, uno de los mayores prestamistas de los EUA, presentaba pérdidas del primer trimestre por 4,466 millones o 4.466 millardos de dólares.

Mientras Toyota, por más increible que parezca, registraba ventas récord (4,817,941 unidades) el miércoles 23, desplazando del liderato mundial a General Motors y los iraníes advertían que no retrocederían sobre el tema nu-clear, el precio del petróleo retrocedía

16 El Nacional, 17/7/08, pág. 21.17 http://antonionorbano.blogspot.com

Page 14: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

14 PORVENIR / abril 2009

rápidamente, pero, otros «commodi-ties» como el oro y otros metales au-mentaban. El jueves 24 llegó a situarse a US$ 123.89/barril.

Las malas noticias continuaron su cur-so. El viernes 25, Ford Motor Company 18 anunció pérdidas por 8.67 millardos de dólares correspondientes al ejercicio del segundo trimestre, registrando US$ 5,300 millones en rebajas contables de su negocio de autos y US$ 2,100 mi-llones de malos préstamos del negocio crediticio, sin aclarar el destino de los

18 El Nacional, 25/7/08, pág. 26.

otros US$ 1,270 millones restantes. El año pasado y en el primer trimestre de este año, la automotriz sorprendió a los analistas al obtener ganancias, mientras sus competidores tropezaban reiteradamente, pero le fue imposible mantener el ritmo alcanzado.

Ya para concluir este acápite, recorda-rán que en la páginas 5 detallamos los distintos déficit fiscales o presupuesta-rios de los sucesivos gobiernos fede-rales desde 1964 hasta 2007, además, destacamos su papel como coautores de la crisis. El martes 29 de julio, el

periódico El Día, en su página 19, nos reportó que dicho déficit sería en 2008 de 570 millardos de dólares, inclu-yendo 80 millardos gastados en las guerras de Irak y Afganistán, asi como otro tanto en los fondos de reembolsos fiscales que les hicieron a millones de familias norteamericanas para tratar de que siguieran gastando y evitar la recesión de la economía.

Un déficit de 570 millardos de dólares/año constituye un récord anual, que supera ampliamente el anterior o los 413 millardos alcanzados en 2004, y que sumados al déficit de la balanza de saldos corrientes de este año, el cual andará cercano a los 700 millardos, nos dice o nos presenta un cuadro real-mente dramático.

No creo que tengan dudas, junio y julio fueron meses desvastadores.

25 de septiembre de 2008

Después de la agudización de la crisis, durante los meses de junio y julio, el precio del barril de petróleo descendió el viernes 1 de agosto a US$ 122.48; pero ese mismo día, General Motors volvió con malas noticias declarando que en el segundo trimestre del 2008 había sufrido pérdidas por 15.5 millardos de dólares, superando a su competidor Ford que tenía «un rojo» de 8.7 millardos.

Sobre la ola (agosto-septiembre 2008)

La reducción en un 97.2% de los in-gresos fiscales al Estado de New York, provenientes de las actividades banca-rias, produjo que Pablo Pardo19, un ar-ticulista de «El Mundo.es.» escribiera un artículo bastante mordaz y satírico con el título «¿Quiere usted comprar el puente Brooklyn?», donde decía que el déficit anual de dicho Estado andaba por los 6.4 millardos de dólares. Más adelante, veremos, como nuevos hechos o situaciones empeorarán esa situación.

19 El Nacional, 2/8/2008, pág.21.

Page 15: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

15El colapso del capitalismo

A pesar de los inconvenientes, diversas medidas, para tratar de frenar un poco la especulación bursátil, lograron bajar el precio del barril de petróleo el día 5 de agosto a US$ 119.91 y a US$ 117.70 el 6, aún cuando los iraníes seguían sordos en el tema nuclear y persistían otros problemas estructurales y coyun-turales que tendían a disparar hacia arriba el precio del barril.

El 7, el presidente Chávez nacionalizó el Banco de Venezuela, propiedad del Grupo Santander, como parte de su programa de reforzamiento económi-co.

Ese mismo día 7, y como nota curiosa, el periódico Listín Diario reportaba, con foto y todo, un cable de la AP/Afganistán en el que un grupo de mari-nes, del segundo pelotón de la Compa-ñía Bravo, caminaban por un sembrado de amapolas o la planta de donde se extrae la heroína. El Talibán, cuyos combatientes luchan diariamente con-tra los marines, obtiene 100 millones de dólares anuales en impuestos a los campesinos por las cosechas, peajes, etc., dinero que emplean para fortale-cer su logística en la lucha contra la OTAN y las tropas del gobierno títere afgano. De inmediato surge la pregun-ta: ¿Porqué los marines no destruyen esas plantas?. De hecho, no las tocan

para no granjearse la animadversión de los campesinos. Lo que constituye un buen ejemplo de la doble moral del imperio.

Existe una droga «buena» y una «mala»; defendemos la democracia pero apoyamos las dictaduras; somos ardientes defensores del principio de no intervención en los asuntos inter-nos de otros Estados pero desde que podemos los intervenimos; y, somos partidarios del libre mercado y del «laissez-faire» mientras la competen-cia no nos perjudica. Esa son las graves contradicciones en que ha incurrido el

imperio y que han contribuido con el surgimiento de esta crisis.

Pero sigamos el hilo narrativo de la crónica...

El día 8 de agosto, el pánico en Wall Street no se hizo esperar, no por la me-dida de Chávez o por la actitud de los iraníes, sino por la cantidad de despi-dos laborales anunciados por General Motors, Weyerhaeuser Co. y Starbucks Corp. El Dow Jones, entre otros, cayó 225 puntos.

El martes 12, con todo y el problema georgiano, el barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI) bajó a

113.20 dólares y el coloso J. P. Morgan Chase informaba de pérdidas, sólo en julio, por 1.5 millardos de dólares, mientras que Wachovia anunciaba el despido de 6,954 empleados.

Para el 14, el Dow Jones perdió más de 100 puntos, la guerra en Georgia se intensificó y el petróleo repuntó a US$ 116.00/barril.

Aunque parezca increible, mientras ocurría toda esta debacle en el territo-rio continental norteamericano, el día 17 de agosto, Michael Phelps, un joven estadounidense de 23 años, sorprendía

al mundo conquistando la octava me-dalla de oro en los juegos olímpicos de Beijing; convirtiéndose así, en el mayor ganador de medallas de oro de toda la historia de las olimpíadas. Pero, además, mostraba que los EUA tienen suficientes recursos humanos para buscar nuevas fórmulas y construir un nuevo orden social, después que supere esta crisis final del capitalismo.

Una de esas fórmulas, quizás sea la sugerida el mismo día 17 por muchos analistas y científicos de la economía, en el sentido de aprovechar las grandes pérdidas y quiebras de los grandes conglomerados bancarios para frag-mentarlos o dividirlos con el objeto

Page 16: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

16 PORVENIR / abril 2009

de sobrevivir frente al vendaval. Se calcula que dichas pérdidas, hasta el momento, sobrepasan los 300,000 millones o 300 millardos de dólares.

Los partidarios de la divi-sión, que reclaman desde hace meses el desmante-lamiento de Citigroup - al que llaman «Citicorp», «Citicorpse» o «Citicadáver» porque lo suponen quebrado - se vieron alentados cuando el UBS AG europeo, resultado de la fusión de Swiss Bank Corp. y Union Bank of Switzerland en 1997, el mier-coles 13 sentaron las bases para des-hacer su unidad o modelo comercial tras un nuevo trimestre de grandes pérdidas.

Los creadores de los bancos globales o de los «grandes pulpos» como Citigroup, J. P. Morgan Chase & Co. y HSBC Hol-dings PLC habían prometido a clientes y accionistas un conjunto unificado y di-versificado de negocios que los defende-ría de la volatilidad económica, como ha sido el caso de las «hipotecas basura». Sin embargo, no sólo no los protegieron, sino que la crisis amenaza seriamente con destruirlos a ellos mismos. Organi-zaciones como el funesto FMI creen que la cifra de pérdidas bancarias puede al-canzar y sobrepasar el billón de dólares.

El día 20 empezó el final del mes de agosto con gran inestabilidad en la bol-sa, mantenimiento del precio del barril de petróleo cerca de los US$ 115.00 y con un empeoramiento del «índice del clima económico mundial». Según una encuesta del Instituto de Investigación Económica de Alemania (IFO), ese in-dicador retrocedió en el tercer trimestre (que se inició en julio) hasta 73.4 pun-tos20, frente a los 81.4 puntos del segun-do trimestre del año.

20 El Nacional, 20/8/2008, pág.20.

El IFO llevó a cabo una encuesta en julio entre 1,025 expertos de 92 países y la gran mayoría coincidió en que las perspectivas futuras no son halagüe-ñas. Sobre todo, para las economías europeas muy ligadas al área del dólar, como son los casos del Reino Unido, Italia y España; y para las asiáticas, como las de Japón, China, Taiwán, Singapur y Corea del Sur.

Antes de terminar el examen del mes de agosto y pasar al terrible septiembre, deseo referirme a otro hecho insólito u a otra disgregación que nos llegó21, con foto y todo, también el 20, desde el vecino Haití. Se trata de la venta al público, en los barrios pobres (Croix-bouquet) de Puerto Príncipe, de una especie de «galletita» denominada «tierra ágil» que se fabrica con tierra, sal y aceite vegetal. Lo que, obviamen-te, constituye una vergüenza para toda la humanidad y una de las mejores evi-

21 El Nacional, 20/8/2008, pág.8.

dencias de hasta donde ha llegado el capitalismo que se apropia de la riqueza minera de Haití.

Se podría decir, por los diferentes sucesos que ocurrieron, que durante todo el mes de septiembre los mercados bursátiles, del mundo entero, se

mantuvieron muy intranquilos o en es-tado de pánico o de semi-pánico, salvo en pocos y breves momentos en los que dieron ciertas señales de recuperación. El día 3 de septiembre, como com-plemento a la crisis de las bolsas de valores, Gallup anunciaba que el candi-dato del Partido Demócrata, el senador Barack Obama, obtenía un 50% de las preferencias electorales, debido a sus propuestas de cambios en la sociedad norteamericana. Así mismo, el petró-leo subió a US$ 110.00/barril.

Pero los días 4 y 5 las caídas en las bolsas se extremaron. La mayoría de las europeas bajaron más de un 1%: Londres un 1.35%, Francfort un 0.97% y París un 1.82%. Igual sucedió en Asia. El Dow Jones perdió un 2.99%, Nasdaq un 3.2% y la S&P 500 igual que el Dow Jones. No era para menos, circulaban fuertes rumores de que las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac habían colapsado.

El día 6 de septiembre el periódico El Nacional, en su página 21, daba cuenta de la estatización de esas empresas por parte del gobierno federal de los EUA.

Con esa medida el gobierno estado-unidense buscaba garantizar la mitad de la deuda hipotecaria de los EUA y los títulos con garantías estatales que estaban en poder de bancos locales y extranjeros. En ese momento, al final del segundo trimestre, se acababan de embargar por falta de pago alrededor de 1.2 millones de viviendas, según un

Page 17: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

17El colapso del capitalismo

informe del Mortgage Bankers Asso-ciation (MBA), lo que implicaba que aproximadamente 6 millones de perso-nas habían perdido sus hogares.

Pero el asunto era todavía más grave, cerca de 45 millones de personas te-nían sus viviendas hipotecadas, para pagarlas poco a poco, mes tras mes, pero, una gran parte no podían conti-nuar pagándolas.

Mientras, los días 11 y 12 de septiem-bre, la prensa informaba de disturbios en los departamentos separatistas de Bolivia y el descubrimiento de un complot de ex-militares para asesinar al presidente Chávez de Venezuela. Ambos hechos, indudablemente rela-cionados con los hilos invisibles de la famosa CIA, dieron base para que estos gobiernos expulsaran a los emba-jadores estadounidenses en sus respec-tivos países... ¡Vaya!, ¿quién recuerda la diplomacia de las cañoneras?

También, el periódico El Nacional, en su página 20, anunciaba que miles de pasajeros británicos se habían quedado varados en diferentes aeropuertos del Reino Unido, debido a la quiebra de la empresa aérea XL Leisure Group PLC.

La relativa tranquilidad creada con las estatizaciones de Fannie Mae y Freddie Mac se rompió de inmediato cuando Bank of America anunció que había adquirido la ya quebrada Merrill Lynch por 44 millardos de dólares. Lehman Brothers, que también esta-ba en quiebra, no tuvo tanta suerte y tuvo que declararse en bancarrota, lo que obligó a sus relacionados Bank of America, Barclays, Deutsche Bank y UBS a crear un fondo de garantía ur-gente de 70 millardos de dólares.

El pánico bursátil se aceleró y el Dow Jones perdió 2.34%, Nasdaq un 2.65% y S&P 500 unos 2.95%. Algo parecido sucedió en Europa, Asia y América

Latina, agravándose la situación al em-pezar los rumores de que la American International Group (AIG), la mayor aseguradora del mundo, también había quebrado.

Por otra parte, la situación en Bolivia seguía deteriorándose y simultánea-mente con unas declaraciones soli-darias del presidente venezolano con el gobierno boliviano, la presidenta chilena Michele Bachelet convocó de urgencia a todos los presidentes, miembros de la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), a una reunión para tratar el caso boliviano, lo que dio como resultado un comunicado conjunto apoyando con vehemencia la integridad boliviana.

Para ese martes 16 de septiembre es-taba claro, para todos los niveles de la economía mundial, la gravedad de la crisis. Por ejemplo, Strauss-Kahn, director del FMI, declaraba: «Estamos frente a una crisis financiera nunca vista porque nació en el corazón del propio sistema.»

Al otro día, miércoles 17, el gobierno federal de los EUA estatizó la AIG calmando un poco los ánimos de los inversionistas y el barril de petróleo que había bajado a US$ 90.83, en los días anteriores, volvió a subir de precio, situándose el 18 a US$ 97.16 primero y luego a US$ 100.04.

Lo más importante de todo fue, como dijimos, la conciencia que se creó de que la crisis era de envergadura y sería duradera. Por tal razón, los bancos centrales FED, BCE, Suizo, Reino Unido y Cánada se estaban uniendo, en un acuerdo que denominaron «swap», para prestarle fondos al primero con el objeto de que pudiese hacer frente a sus enormes obligaciones creditícias y legales. Es más, pensaban que además de la crisis actual se podían presentar otras como consecuencia de la dola-

Page 18: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

18 PORVENIR / abril 2009

rización mundial y de las estrechas relaciones económicas de los países europeos, asiáticos y latinoamericanos con los EUA.

Dicha intervención dio pie para que Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, declarara, refiriéndo-se a los británicos y a los norteameri-canos a quienes los europeos responsa-bilizan por la crisis, en tono sarcástico: «Ahora redescubren que se siguen necesitando los gobiernos.»

Mientras, los campesinos de Chu-quisaca, departamento del sureste de Bolivia, limítrofe con Paraguay, ex-pulsaban de su zona a los miembros de la agencia estadounidense USAID; la reserva federal o FED inyectaba el 20 de septiembre, buscando sosiego, un billón de dólares al mercado bursátil; al mismo tiempo, que Angela Merkel, primera ministra alemana, se sumaba a las críticas europeas al Reino Unido y a los EUA por las causas de la crisis. También, el banco Barclays, adquiría a Lehman Brothers, o lo quedaba de ese, por la ganga o la bicoca de 1.35 millar-dos de dólares (US$ 1,350,000,000). Más tarde, se reconocería que fue un error dejar sólo a Lehman Brothers, uno de los ocho bancos dueños de la FED.

A todo esto, la extrema derecha nor-teamericana se encontraba muy in-tranquila frente a las intervenciones gubernamentales en los negocios pri-vados y su actitud posterior sería muy beligerante, días más tarde, cuando el gobierno federal presentó el plan de rescate de los 700 mil millones. Así, el republicano Jim Bunning declaraba, por ejemplo, que: «el libre mercado ha muerto en los EUA y se está instituyen-do el socialismo.»

Goldman Sachs y Morgan Stanley, dos de los cinco bancos de inversiones que sobrevivían, de los cinco citados, se convirtieron en bancos comerciales con el propósito de recibir protección de la FED, acatando sus disposiciones. Como es obvio, esa decisión incre-mentó el pánico bursátil, pues se veía claramente que estaban eludiendo una declaración formal de quiebra. El Dow Jones bajó en 1.47%, el Nasdaq 1.18% y el S&P 500 un 1.56%. Conjuntamen-te, presas de pánico, aparecieron en el Congreso Bernarke y Paulson, solici-tando la aprobación de un paquete de 700 millardos de dólares (a ser cogidos prestados en el exterior) con la inten-ción de usarlos para «desintoxicar» el sistema, comprando las malas cuentas y carteras de los bancos quebrados.

Mientras Paulson, el Secretario del Te-soro, le rogaba a la Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, por

la aprobación rápida del citado plan, el petróleo subía ese 22 de septiem-bre a US$ 120.95/barril y una fuerza naval rusa se dirigía a toda máquina a Venezuela, para realizar maniobras con la armada de ese país en el mes de noviembre o el mes de las elecciones en los EUA.

El 24 de septiembre, dos días después, el gobierno federal informaba que el Federal Bureau of Investigation (FBI), dependencia del Departamento de Justicia, investigaba 29 de las empre-sas quebradas y a 26 de sus dirigentes corporativos, como una forma de decirle al Congreso que aprobaran el plan que ellos estaban trabajando en la búsqueda de los «responsables» de la crisis. Es conveniente recordar que el 19 de junio 2008, el FBI arrestó 406 personas, incluyendo corredores de bolsa y promotores hipotecarios, su-puestamente implicados en un fraude hipotecario de un millardo de dólares.

En el momento en que se discutía el plan en el Congreso (sin obtenerse ningún acuerdo) y el FBI hacia sus indagaciones, las acciones del banco Wachovia aceleraban su caída, bajando un 30%, para negociarse a US$ 9.55/unidad. Lo que propició que iniciara conversaciones con el Citigroup (Citi-Corpse) con la intención de fusionarse.

Así mismo, el Washington Mutual, ya

Page 19: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

19El colapso del capitalismo

«El paquete de intervención a gran escala de los mercados anunciado por el gobierno de los EUA está desati-nado, pues no responde directamente a la crisis inmobiliaria o el inicio del problema. Esto sólo es el principio de la crisis.»

«Los mercados han recibido con exu-berancia el anuncio de una interven-ción de cientos de miles de millones de dólares, pero el ciudadano común debe preocuparse, pues el país va ha-cia una recesión.»

«En lugar de comprar deuda tóxica a los bancos, que nadie quiere, el go-bierno debería conseguir la renegocia-ción de las hipotecas de las personas que están con el agua al cuello.»

«Ahora el problema fundamental es la gran cantidad de ejecuciones de hipo-tecas. El sistema se está desangrando por el peso de la deuda y parte de esa deuda es la guerra de Irak.»

«La guerra ha contribuido al debilita-miento de la economía. En 2008-2009 está previsto que tengamos el mayor déficit presupuestario de nuestra his-toria.»

«La situación es mucho peor de lo que usted imagina. Incluso gigantes in-dustriales pueden afrontar problemas de liquidez ahora. Los problemas son muy graves.»

«Hemos aprendido que no se puede dejar a los bancos regularse a sí mis-mos.»

definitivamente quebrado, cerró sus puertas el jueves 25 de septiembre en la noche al ser adquirida finalmente - una parte de sus actividades - por J. P. Morgan Chase, lo que, naturalmente, agravaba la crisis.

El cierre del Washington Mutual y el empantanamiento en el Congreso del supuesto plan de rescate financiero, provocó nuevas caídas de las bolsas mundiales y el presidente Bush, que hasta el momento se había mantenido a cierta distancia, advertía sobre el grave problema que estaba viviendo el siste-ma financiero.

El Lunes 29 de septiembre, el pre-sidente Bush efectuó una temprana exhortación para que la Cámara de Representantes del Congreso aprobase rápidamente la «ley de estabilización económica de urgencia 2008», como había sido bautizado el plan de rescate de los 700 millardos de dólares, el cual se encontraba aparentemente consen-suado o aprobado el domingo 28 en horas de la tarde entre los legisladores de ambos partidos (demócratas y repu-blicanos), fue rechazado por los diputa-dos 228 a 205, con el agravante de que 133 de los 228 votos de desaprobación eran de republicanos o del partido de Bush.

Inmediatamente comenzó el pánico en Wall Street y en el resto de los mercados bursátiles de Europa, Asia y América Latina. El final de la jornada terminó en la tarde del 29 con los siguientes resultados negativos: Dow Jones bajó 6.98% o 777.68 puntos, para un cierre de 10,365.45, Nasdaq un 9.14% y S&P 500 un 8.79%, las peores en toda la historia de Wall Street. La conmoción en el resto del mundo fue tan grande que la bolsa de Sao Paulo, Brasil, por ejemplo, tuvo que cerrar antes de tiem-po cuando la caída iba por un 9.36%, debido a que las devaluaciones de las acciones bursátiles eran muy escanda-

losas. Se estima que las pérdidas del Dow Jones ascendieron a 1.2 billones de dólares (1, 200,000,000,000), casi el doble del monto comprendido por el plan de rescate.

El desastre bursátil fue tan escanda-loso que opacó otras noticias de gran importancia: Gallup divulgaba una encuesta, tomada después del miér-coles 24 o el día que debatieron los candidatos Obama y Mccain, en la Universidad de Mississippi, en la que el primero aventajaba al segundo 50 a 42, o sea, 8 puntos porcentuales, la quiebra del banco hipotecario alemán Hypo Real State, que empeoró el pá-nico bursátil en Alemania y el triunfo, el domingo 28, del referéndum o refe-rendo ecuatoriano aprobando, con un 73.3% de los votos emitidos, la nueva Constitución Política del país, con un carácter decididamente socialista.

El clima de inseguridad en los mer-cados era tan alarmante que los in-versionistas no se refugiaron en los «commodities» tradicionales (petróleo, alimentos, metales, etc.), debido a la volatilidad de sus precios, sino que buscaron apoyo en las compras de oro, lo que provocó que el petróleo, por ejemplo, bajase de precio, situándose a US$ 96.36/barril.

Para concluir este acápite, no deseo marcharme sin reproducir dos impor-tantes declaraciones: una de Joseph Stiglitz, Nobel de Economía; y, la otra, de Peer Steinbrück, ministro de Finan-zas alemán, correspondientes a los días 20 y 25.

Iniciemos con las declaraciones de Sti-glitz22:

22 [email protected].

Page 20: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

20 PORVENIR / abril 2009

Luego, el jueves 25, aparecieron en el periódico El Nacional (página 20) las de Steinbrück:

«El mundo no volverá a ser igual que antes de la crisis financiera interna-cional, hoy por hoy, nadie puede pre-decir cuando acabará y exigirá nuevas reglas de tráfico para los mercados de capitales.»

«No se puede predecir todavía cuál será el alcance mundial de la crisis, pero parece probable que Estados Unidos perderá su estatus como po-tencia principal del sistema financiero internacional. Viene un mundo multi-polar. En el nuevo mercado financiero internacional los fondos estatales o bancos de Asia y Oriente Próximo

desempeñarán un mayor papel, como también los europeos con sus modelos de bancos universales, que han demos-trado ser mejores que los estadouni-denses.»

«Los que aseguran ver el final del tú-nel, quizás lo que están viendo son las luces del tren que se nos viene encima. El origen de la crisis está en los EUA y pone de manifiesto que los que prego-naban una política basada en el princi-pio anglo-americano de dejar hacer a los mercados, manteniendo al Estado lejos del juego de las bolsas han fraca-sado rotundamente. La argumentación de los defensores del laissez faire era tan simple como peligrosa. Lo primor-dial es crear reglas que eviten que los ban fuera de su sistema de contabili-dad o de su catálogo de cuentas.»

30 de septiembre de 2008

P.D.- El último día del mes, el 30, Wall Street se recuperó algo de las pérdidas del día anterior, pero las bolsas asiáticas cayeron estrepitosamente.

No hay duda, septiembre fue un mes funesto para el capitalismo. Para que no se dijera, el Senado de los EUA aprobó el paquete de rescate el Martes 30, en horas de la noche, después de una tumul-tuosa sesión y con el agravante de que la Cámara de Representantes (los diputados) no lo conocería hasta el jueves 2 de octubre.

Metamorfosis de la crisis

Dicho mes, en el que se suponía que ya había pasado lo peor, tenía reserva-das nuevas y desagradables sorpresas. El mismo miércoles 1 de octubre, el gobierno británico anunciaba que se había visto obligado a estatizar el ban-co Bradford & Bingley debido a que se encontraba en quiebra.

El jueves 2, la Berkshire Hathaway Inc. reportaba que inyectaría 3,000 millones de dólares a General Electric Co. (GE) para apuntalarla debido a sus pérdidas. Además, la empresa se comprometía a vender acciones por 12 millardos con el objetivo de recapita-lizarse. Es conveniente aclarar, que de las 30 compañías (ver llamada 15) que determinan el índice Dow Jones, sólo Walt Mart Stores Inc. y J. P. Morgan Chase no han tenido graves faltantes.

También, el jueves 2, en que la Cámara de Representantes seguía sin aprobar el

paquete de rescate de los 700 mil millo-nes de dólares, que ya había rechazado anteriormente, Ford, General Motors y Toyota registraban caídas en sus ventas de septiembre del 35%, 32% y 24%, respectivamente. La deuda pública nor-teamericana que a las 3:00 PM (GMT) estaba en US$ 10,029,449,651,447.94 o 10 billones, 29 millardos, 449 millones, 651 mil, 447.94 aumentó a las 8:53 PM (GMT), después de 5 horas, a US$ 10,127,112,107,649.32; o sea, la enorme cifra de 97 millardos, 662 millones, 456 mil, 201.38.

Por fin, el Viernes 3 la Cámara de Representantes aprobó el paquete de rescate, siendo notorio, una vez más, la fuerte oposición de los diputados del partido de gobierno. La votación fue como sigue:

Page 21: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

21El colapso del capitalismo

Diputados/Partidos Sí No Totales

Demócratas

Republicanos

172

91

63

108

235

199263 171 434

Bush promulgó la ley el mismo día, pero no logró llevar confianza a los inversionistas del mundo, ni siquiera a los de su propio país. Ese día, el Wachovia, que buscaba una fusión con Citycorp, fue adquirido por Wells Fargo quien lo pagó con acciones por un valor de 15,100 millones de dólares, lo que inició de inmediato una litis con el Citicorp que alegaba violaciones al acuerdo o contrato anterior entre esos.

El sábado 4, los periódicos se hacían eco de la pérdida de 159,000 empleos en los EUA, sólo en el mes de septiem-bre, situándose la tasa en un 6.1% lo que elevaba el desempleo total acumu-lado en más de 9 millones de personas. Si esta semana fue problemática, la que empezaba el lunes 6 sería mucho peor, ya que se reportaba que la deuda pública, que el 9/9/08 estaba en US$ 9,675,780,842,309.87, había pasado en tan sólo un mes (6/10/08) a US$ 10,195,698,660,309.38; es decir, había subido 520 millardos de dólares y se desataba uno de los peores pánicos bursátiles de la crisis, el cual se man-

tuvo durante toda la semana. Dicho pá-nico comenzó en el Asia, de allí saltó a Europa y de esa a Wall Street y a la América Latina.

La situación de pánico se sintió con más fuerza el martes 7 en el Reino Unido debido a que el Lloyds TSB, el Royal Bank of Scotland (RBS), Bar-clays, Eric Daniels, Fred Godwin y John Varley comunicaban al gobierno de su majestad británica que estaban

confrontando problemas de liquidez. Además, el petróleo seguía bajando de precio, colocándose a US$ 81.57/barril. Por otra parte, la prensa criolla23.daba cuenta que los dominicanos regresaban masivamente de los EUA, huyendo de los efectos de la crisis.

Para el miércoles 8 y frente a la grave situación bursátil, los bancos centrales de los países más desarrollados, en un esfuerzo conjunto, redujeron las tasas de intereses a un mínimo posible. Así, la del Reino Unido quedó en 4.50%, la

23 El Nacional, martes 7/10/2008, pág.

Zona euro 3.75%, Suiza 2.30%, Cána-da 2.50%, EUA 1.50% y Japón 0.50% (ver cuadro 1 de la próxima pág.).

El cuadro anterior, tomado de la edi-ción del periódico Hoy del miércoles 8 de octubre, establece las pérdidas acumuladas por las principales plazas financieras del mundo, desde el 1 de enero de 2008 a la fecha. Pero no sólo caían las acciones de las bolsas, sino también el petróleo y otros «commo-dities», llegando a descender a US$ 77.38/barril.

No obstante, lo más impactante del momento fue la decisión del gobierno federal de instrumentar estatizaciones masivas, no nacionalizaciones, de los bancos quebrados, mediante la compra de acciones, con el objeto de restaurar el crédito inter y extrabancario peligro-samente suspendido. Ese día, jueves 8 de octubre, el Dow Jones retroce-día 7.33%, Nasdaq 5.47% y S&P500 4.84%, mientras la OPEP convocaba a una reunión urgente para el día 18 de noviembre, con la intención de discutir la caída de precios de los hidrocarbu-ros, causada por una preocupante con-tracción de la demanda industrial.

Antes de que el gobierno federal anun-ciara sus nuevas intervenciones ya en el mundo, incluyendo los EUA, se habían producido las siguientes estati-zaciones:

Como el viernes 10 la semana bursátil y el precio del petróleo terminaron así... (ver cuadro 2 de la próxima pág.)

los EUA convocaron de urgencia, a Washington, para el fin de semana, a todos los gobernantes del G7 (ver la llamada 11) con el propósito de discutir nuevas medidas para enfrentar la crisis. Al parecer se acordó que los otros seis países seguirían comprando Certifi-cados del Tesoro norteamericano u otros activos para dotar de dólares al

Page 22: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

22 PORVENIR / abril 2009

gobierno federal y, al mismo tieimpo, deshacerse de parte de sus reservas de dólares devaluados. Dicha acción rindió efectos muy positivos y el lu-nes 13 las bolsas de valores de todo el mundo no sólo frenaron el pánico sino que empezaron a recuperarse con gran vigor. Por ejemplo, el Dow Jones acu-muló 11.08%, el índice Nasdaq subió a 11.81% y el Standard & Poors 500 a 11.58%.

Pero ese lunes no todo fue felicidad, pues la empresa calificadora CMA Datavisión reportaba la probabilidad de quiebra de General Motors y Ford en un 90 y un 97%, respectivamente. Señalando, además, que Chrysler atra-vesaba, también, por momentos muy difíciles; siendo esos, indicadores de la economía real.

La situación de quiebra de importantes empresas automovilísticas evidenciaba que la crisis ya se estaba transfor-mando o se había metamorfoseado en una crisis típica de sobreproducción o sobreoferta, en la que el problema principal o su característica funda-mental reside en la drástica reducción de las ventas. Ese fenómeno lo vamos a observar en el futuro en otras empre-sas, incluso pequeñas y medianas, de los EUA y del mundo, ya que el voraz

consumidor norteamericano, de otros tiempos, está viendo disminuir, sensi-blemente, su poder adquisitivo, debido al desempleo que ocasiona ese tipo de crisis sistémica.

Asi, se crea una fuerte recesión, que algunas veces va acompañada de in-f lación, como ha estado sucediendo en los EUA, pues al desorganizarse la economía real se da el caso que asi como sobreabundan muchos pro-ductos otros escasean y por lo tanto aumentan su precio. Cuando ambos fenómenos - recesión e inflación - se producen simultáneamente, se genera, tal y como hemos expuesto, la terrible estanflación.

Son muchas las personas autorizadas que han declarado que EUA ya está atravesando por una situación de estan-flación, pero igual sucede en Europa y Asia. Un cable de la agencia española EFE daba cuenta el martes 14 de oc-tubre que la canciller alemana Angela Merkel había declarado en el congreso de la importante Confederación Ale-mana de Fabricantes de Maquinarias y Plantas Industriales (VDMA) que «la situación sigue siendo grave y no hay motivos para un optimismo pre-cipitado» refiriéndose, obviamente, al repunte de las bolsas del día anterior.

Otro cable, pero ahora de AFP desde Berlín, decía: «la noticia de que las mayores economías europeas, Alema-nia y Francia, están al borde de la re-cesión, mostró el martes que la crisis financiera ya impacta en la economía real y restó brillo al ímpetu alcista de las bolsas generado por los esfuerzos para combatirla»24.

Se estima que Alemania, la mayor eco-nomía europea, sólo crecerá un 0.2% el próximo año, lo que indica claramente que estarán en recesión. Pero, por otra parte, la Nissan (española) tendrá que despedir 1,680 trabajadores en una de sus plantas de ensamblaje debido a la baja demanda de las ventas. Lo mismo ocurrirá con otras ensambladoras de vehículos.

Igual ha anunciado PepsiCo Inc., el fabricante de la Pepsi-Cola y de otras bebidas y confites, en el sentido de que aplicará drásticas medidas restrictivas con el objeto de frenar sus pérdidas por la caída de las ventas. La Pepsi registró una reducción de un 9.6% en sus ganancias del tercer trimestre 2008 en medio de débiles ventas en los EUA y presentó planes para recortar costos en US$ 1,200 millones durante los

24 El Nacional, martes 14/10/2008, pág. 28

(Cuadro 1) (Cuadro 2)

Page 23: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

23El colapso del capitalismo

próximos tres años. Dichos recortes incluirán, entre otros, 3,300 empleos, alrededor del 2% de su fuerza laboral.

General Motors, después de intentar-lo infructuosamente con Ford, trata, desesperadamente, de fusionarse con Chrysler, incluso contrariando las opi-niones de muchos de sus ejecutivos y de sus empleados. Por supuesto, con la intención de reducir los efectos de una quiebra escondida o no anunciada.

Por lo que estamos viendo se evidencia que «la fiebre no está en la sábana», ese martes 14 de octubre, a pesar del anuncio que hizo el presidente Bush de adquirir acciones de nueve bancos quebrados o con serios problemas, por un valor de 250 mil millones o 250 mi-llardos de dólares, la volatilidad volvió a los mercados financieros, terminan-do la sesión de Wall Sreet con el Dow Jones perdiendo un 0.82%, el Nasdaq Composite 3.54% y el Standard & Po-ors 500 un 0.53%, mientras que el pe-tróleo se cotizaba a US$ 78.63/barril; o sea, que su precio seguía en picada.

También ese martes, Yanet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de San Francisco (banco central) decla-raba: «Los datos económicos recien-tes sugieren que la economía estaba más débil de lo esperado en el tercer

trimestre, señal probable de que esen-cialmente no hubo crecimiento alguno. El crecimiento para el cuarto trimestre parece ser más débil aún, muy proba-blemente con una rotunda contracción. Definitivamente, la economía de Esta-dos Unidos parece estar en recesión».

En Estados Unidos se define como «recesión» cuando ocurren más de dos trimestres de un año con caída del PIB (Producto Interno Bruto) real. La opi-nión de la Sra. Yellen fue recogida por la prensa mundial el miércoles 15 en grandes ttitulares, como el que mostra-mos a continuación correspondiente al periódico Hoy de nuestro país.

“La economía en Estados Unidos en-tra, oficialmente en recesión”

Wall Street, que había cerrado con pérdidas leves el martes 14, inició en pánico el miércoles 15 alcanzando al cierre la segunda peor caída de toda su historia. Dow Jones perdió 7.87%, Nasdaq 8.47% y S&P500 9.04%, no sólo del valor de las acciones de las 30 compañías relacionadas en la página 20, sino de muchas más .

Por otra parte, se informaba en CNN (en español) que Wells Fargo (el com-prador del Wachovia) había reducido sus ganancias en un 23% en el tercer

trimestre del año y que en América Latina el número de desnutridos había ascendido de 43 a 51 millones de per-sonas, mientras que en todo el mundo esa cantidad era de 923 millones.

Nuevas quiebras de empresas y casos de insolvencia económica seguirán sucediendo en el mundo este año y el próximo. Asi lo indicó la agencia de notación Moody’s, señalando que los sectores más expuestos serán: la construcción, las empresas aéreas y los restaurantes. «Con la degradación de las condiciones del crédito y la perspectiva de una economía débil, los casos de insolvencia y las quiebras van a aumentar. Las empresas actualmen-te en dificultades parecen estar entre la espada y la pared: por un lado, los mercados de crédito congelados; y, por el otro, un costo más elevado del crédito.»

Otro que también pronostica que la crisis financiera dará paso a profundos cambios en el mundo es el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien afirmó:

«Se acabó esto de que el mercado lo puede todo (...) Se acabaron los tiem-pos en que las economías emergentes dependíamos del FMI (...) Se terminó una América Latina sin voz propia.»

Page 24: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

24 PORVENIR / abril 2009

Salvo el respiro del lunes 13 de octubre, el pánico bursátil ya llevaba casi 11 días se-guidos. El jueves 16 de octubre, los mer-cados de Asia - que son los primeros en abrir al recibir primero la luz del sol - se desplomaron desde el inicio de la jornada. Ese pesimismo se transmitió a Europa y a la América Latina, pero no totalmente a Wall Street, pues el Dow Jones cerró con una ganancia de 4.68%, con 401.35 puntos y 8,979.26. La pérdida del Nikkei japonés fue de 11.41%, la segunda peor de su historia, la de Corea del Sur fue de 9.4%, Hong Kong 4.8% y Sidney 6.67%.

Se estimó, según fuentes de CNN (en es-pañol) del jueves 16, que las pérdidas del miércoles 15 en Wall Street alcanzaron la exorbitante cifra de un billón con cien mi-llardos de dólares (US$ 1,100.000,000,000 ). Además se informaba que el fenómeno recesivo mundial había disminuído el precio del barril de petróleo a US$ 69.35, lo que les obligaba a adelantar la reunión de la OPEP para el 24 de octubre, en vez del 18 de noviembre. Lo mismo sucedió con otras materias primas cuyos precios bajaron sensiblemente.

Mientras otros estados corrían a interve-nir en muchos de sus bancos, el Estado Suizo negaba cualquier posibilidad de compra de acciones en bancos con problemas, sin embargo, el jueves 16 El Nacional informaba, en su página 20, que dicho estado había inyectado 3,800 millones de euros al UBS a través de un préstamo de conversión obligatoria. Así, la Confederación Helvética detentará el 9.3% del capital del UBS.

Suiza, cuyas plazas financieras de Zúrich y Ginebra se encuentran entre las diez más importantes del mundo, se suma así a la lista de países que se han visto obliga-dos a intervenir en sus sistemas bancarios, con el objeto de transmitir confianza al mundo financiero.

Paralelamente, Nicolás Sarkozy, presi-dente de Francia y a la sazón de la UE, demandó, a nombre de esa última entidad, una cumbre urgente con los EUA para tratar de «refundar el capitalismo», pen-sando, quizás, o queriendo dar la impre-sión, de que esta es otra crisis cualquiera que pronto será superada. Quien sabe, a lo mejor tiene razón... pero, lamentable-mente para él, los hechos demuestran que esta será la última gran crisis del sistema capitalista.

La deuda pública norteamericana que el lunes 6 se reportaba en US$ 10,195,698, 660,309.38 ascendía al día de hoy a US$ 10,300,827,964,604.13; o sea, 105 millardos, 129 millones, 304 mil, 294.75 dólares más. \

Hoy viernes 17 de octubre, faltando 18 días para el 4 de noviembre o para las elecciones presidenciales en los EUA y con el mundo entrando de lleno en el fenómeno recesivo, no tiene sentido se-guir reportando el desarrollo diario de la crisis, pues esta será larga, tediosa y muy accidentada. Hasta ahora, el paliativo o remedio aplicado ha sido la inyección contínua de dinero a los bancos quebra-dos, lo que tarde o temprano va a generar más inflación o hiperinflación.

Es indudable que el acceso al poder en enero 2009 del partido demócrata o del republicano - dependiendo de quien resulte ganador en la contienda electoral de noviembre - imprimirá un enfoque o un tratamiento específico - distinto del actual - a la crisis, que puede agravarla o suavizarla. Para nadie es un secreto que el tratamiento que le dio el presidente Franklin Delano Roosevelt (1882-1945) a la crisis de 1929, armado con las teorías de su contemporáneo Keynes, fue decisi-vo para aminorar sus impactos en la vida económica de los EUA.

Tal y como dijo la agencia Moody’s las condiciones económicas tienden a em-peorar, aún cuando el mercado bursátil haya dado leves señales de recuperación, debido a que son muchos los bancos y las empresas, en todo el mundo, en difi-cultades, con pocos o ningunos recursos creditícios y sin mercados estables donde situar su producción.

Las fórmulas usadas hasta el momento para enfrentar la crisis son las mismas que se han aplicado en otras circuns-tancias para solucionar problemas o contradicciones del sistema y son las denominadas keynesianas. No entienden, como han dicho reputados economistas, que el capitalismo que conocemos hoy en día es insalvable. Necesitan usar la imaginación para idear nuevos mecanis-mos de solución, que indudablemente se diferenciarán de los señalados.

4 de octubre 2008

Page 25: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

25El colapso del capitalismo

Según los economistas25 la Balanza de Pagos está formada por tres cuentas: la cuenta corriente, la renta neta de inversión y la cuenta de financiamiento. La primera comprende las compras y ventas de mercancías y servicios, asi como las transferencias unilaterales con el exterior; la segunda, registra todos los cambios netos en la inversión extranjera; y, la tercera, contabiliza el saldo de la balanza o cuenta corriente si resultara negativo.25 Alvarez Fernando, ob. cit., pág. 156.

Repercusiones de la crisis en la RD

Si la economía de un país exhibe un saldo positivo en su cuenta corriente, quiere decir que vende (exporta) más de lo que compra (importa) en el exterior y, por lo tanto, posee ac-tivos en otros países, lo que le permite a su economía crecer. Por el contrario, si dicha cuenta presenta un saldo negativo, el país estará endeudado, perderá la capacidad de invertir y generar nuevos empleos, y, tarde o temprano, se paralizará su crecimiento ecomómico.

Por otra parte, si situamos en una escala de 0 a 10 la relación de la economía dominicana con la norteamericana, veremos que le corresponde entre un 7 o un 8, o quizás más, debido a la gran in-fluencia mundial de esa última, sobre todo, con las economías de Europa, Asia y Latinoamérica, que constituyen las otras zonas con las que nuestro país tiene relaciones económicas. Veamos un sencillo ejemplo: el automóvil de mayor circulación en la Repú-blica Dominicana es el Toyota, de origen japonés, sin embargo, la Toyota está asociada con la General Motors norteamericana.

Ahora bien, los principales ingresos de las divisas fuertes que necesitamos para cubrir nuestras carencias económicas - empe-zando por el petróleo - provienen: del turismo, de las remesas de los «dominicanos ausentes» o del exterior, de las exportaciones de las zonas francas, de los productos tradicionales y no tradicio-nales, y de la inversión extranjera, básicamente, estadounidense.

El turismo significa venta de bienes y servicios al exterior, las remesas son transferencias unilaterales y las exportaciones de productos al exterior también son ventas de bienes. Esas activi-dades, igual que la inversión extranjera, son parte de la Balanza de Pagos de la RD. Por lo tanto, determinar las repercusiones de la crisis en el país es un problema que tiene que ver con el estudio del comportamiento de dicha Balanza26.

26 Alvarez Fernando, ob. cit., págs. 157-162.

Para analizar dicho comportamiento, el economista Fernan-do Ålvarez dijo: «En la República Dominicana, el déficit de la balanza comercial es crucial en la determinación del resultado del balance de saldos corrientes, ya que el saldo positivo de la balanza de servicios (turismo) y las transfe-rencias unilaterales netas (remesas) no han logrado revertir, especialmente en los últimos tres años, el saldo negativo de la balanza comercial.»

Como se puede apreciar en el gráfico de la página siguiente, las importaciones de la RD pasaron de manera explosiva, de 4,770.82 millardos de dólares en 2004 a 10,353.9 millardos en 2007, lo que indica un enorme crecimiento de 117% en cuatro años.

Resultado o consecuencia de ese hecho es el crecimiento extraordinario del déficit de la balanza comercial, el cual ha pasado de cerca de - 4,000 millardos de dólares, en años anteriores, a - 6,000 millardos en el 2007, tal y como lo de-muestra el siguiente gráfico procedente del Banco Central de la RD.

Page 26: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

26 PORVENIR / abril 2009

Esta gráfica de arriba, tomada también del libro de Fernando Ålvarez, igual que las anteriores, muestra de forma elocuente el deterioro significativo de la Balanza de Saldos Corrientes de nuestro país. El déficit aumentó de - 477.8 millardos de dólares en 2005, a - 789.1 millardos en 2006 y se proyectó en - 1,600 en 2007; o sea, se triplicará en tres años.

En adición a lo anterior, tenemos que considerar que varios economistas asumen la deuda externa del país en 8.6 millardos de dólares al 30 de di-ciembre de 2007, lo que significó un aumento de 4.9 millardos entre 2000 y 2007 o un incremento de 134%, que es sumamente alto.

Asi mismo, la deuda de los certifica-dos de déposito emitidos por el Banco Central a los clientes de los bancos quebrados en 2003 sobrepasa, hoy por hoy, los 8 millardos de dólares. por tal razón Ålvarez expresa: «la suma-toria de la deuda externa y la deuda interna,representada por los certifica-dos de depósitos del Banco Central es extraordinariamente elevada para una nación tan pequeña como la nuestra,

muy especialmente si ocurriera una recesión en los Estados Unidos que corte el margen de las maniobras eco-nómicas del país.»

Como hemos visto en los cuatro acápi-tes precedentes, específicamente en el anterior, la crisis del capitalismo que mostraba características atípicas (no previstas por Marx) se ha transforma-do en una fuerte crisis típica (prevista por Marx) de exceso de oferta y poca demanda o sobreproducción, con toda su secuela recesiva. Lo que significa que la crisis pasó de la economía espe-culativa a la real.

¿Qué implicará eso para la República Dominicana?

¿Podrá el país sortear esas tremendas dificultades?

Después de la situación descrita, de grave déficit de la Balanza de Pagos y de un gobierno poco previsor y des-pilfarrador, tenemos que convenir que la crisis nos afectará profundamente. Disminuirán sensiblemente las reme-sas y la cantidad de «dominicanos ausentes» que las envían, tal y como reportó la Quisqueya Foundation en el gráfico anterior del 27/9/08. Así mis-mo, se reducirán los magros ingresos del turismo, las exportaciones - sobre

todo las de zonas francas y muchas de las tradicionales - y las inversiones ex-tranjeras; es decir, que se reducirán to-das, absolutamente todas, las entradas de divisas fuertes que tenemos, pues los EUA tendrán que aminorar, obli-gatoriamente, sus compras de bienes y servicios en el exterior.

Esos hechos, provocarán cierres de instalaciones industriales, comercios y establecimientos agropecuarios, ge-nerando el correspondiente desempleo y la reducción, vía impuestos, de los ingresos del gobierno. El sábado 4 de octubre, El Nacional reportaba en su página 2, en su columna Radar, lo si-guiente: «Los alrededor de 200 traba-jadores que fueron cancelados de una empresa de zona franca de Barahona puede que sea uno de los primeros síntomas de la desvastadora crisis

Page 27: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

27El colapso del capitalismo

financiera que agobia a los Estados Unidos. Los masivos despidos en la firma Hill Bes Dominicana, de capital coreano y con varios años en el país, fueron atribuidos a la falta de órdenes de compra.»

Como es obvio, el desempleo pro-ducirá un aumento de los niveles de pobreza - en la que ingresarán nuevos contingentes poblacionales, además del 48% existente con su 25% en in-digencia o pobreza extrema27 - lo que a su vez generará un incremento de las acciones delictivas que padecemos. (ver cuadro AL1)

Al recibir la economía menos dólares legales, se creará una fuerte demanda de esa moneda, de una parte del 52% de la población que compone las clases altas, con el objeto de seguir satisfa-ciendo sus desaforados o desproporcio-nados hábitos de consumo y ahorro, lo que creará inflación simultáneamente con la recesión expuesta. Como sabe-mos, ya ese fenómeno o proceso de la economía se le denomina: estanfla-ción.

El país sufre la estanf lación carac-terizada por la falta de inversiones y

27 Ålvarez Fernando, ob. cit., pág. 216.

de crecimiento económico, alzas de precios, reducción de las ventas, incre-mentos de las tasas de interés, etc., en fin paralización de la vida económica del país.

Tal y como se nos ha enseñado, las crisis económicas conducen a crisis sociales y estas a su vez a crisis políti-cas, sobre todo, por el nivel de rechazo que tiene el gobierno en muchos seg-mentos de la población; sin embargo, difícilmente una crisis política pueda producir cambios o transformaciones revolucionarias en la RD. Eso se debe al bajo nivel de conciencia social que exhibe la población.

Una gran parte de esa falta de concien-cia política de la población dominicana se origina en su bajo nivel educativo, con su 73% de pobres e indigentes y el «alto nivel de desigualdad» en la distribución de las riquezas, según lo expuesto por la CEPAL en el cuadro CP1.

En ese sentido, se podría argumentar que la Rusia donde se produjo la revo-lución de 1917 era el país más atrasado o uno de los más atrasados de Europa, donde la mayoría de su población era analfabeta o semi-analfabeta. Sin embargo, grandes sectores de su clase media, la clase obrera e incluso del campesinado tomaron conciencia de esa situación y desde 1898, a fines del siglo XIX, fundaron el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), de ideología marxista, que con Lenin a la cabeza dirigió la revolución de octubre del diecisiete, después de desarrollar

una labor educativa y de concientiza-ción política de casi 20 años. Más tarde, en 1918, el POSDR se transformó en el Partido Comunista Ruso.

Aquí no solamente no existe un parti-do político revolucionario importante, sino que las organizaciones de izquier-da o progresistas que existen tienen muy poca o ninguna influencia en una población atomizada e insensibilizada por la propaganda derechista. Si desea la prueba, sólo busque la cantidad de votos que han obtenido dichas agru-paciones políticas en las elecciones parciales y nacionales que se han cele-brado en el país en los últimos 30 años.

Descartada, por las razones expuestas, la posibilidad de que la crisis política, propiciada por la crisis económica, genere un cambio revolucionario, es-tudiaremos ahora la terrible opción del «estado fallido».

Foreign Policy y el Fund for Peace Ins-titute utilizan 12 criterios que van des-de la presión demográfica, los niveles de pobreza y desigualdad, la calidad de los servicios públicos, la imparcialidad de la justicia, el funcionamiento de las instituciones gubernamentales, etc. A cada criterio, en función de su nivel de deterioro, le otorgan un puntaje de 0 (mínimo) a 10 (máximo). De mane-ra, que si un país se acerca al «estado fallido» su puntuación buscará el 120 o 12 por 10. Haití, nuestro vecino, que es uno de los 20 «estados fallidos», re-conocidos hasta el momento, tiene una puntuación de 100.9, lo que lo coloca en el número 11 de los 20 señalados.

Page 28: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

28 PORVENIR / abril 2009

A un distinguido amigo le llamó mucho la atención el título de este trabajo: «El Colapso del Capitalismo». Es más, me sugirió, en varias ocasiones, que lo cambiara por otro menos contundente o «tremendista» como sería, por ejemplo: «La Transformación del Capitalismo». Sin embargo, me mantuve y me mantengo firme en «mis trece», por lo que pasaré de inmediato a justifi-car la certeza de mi decisión, cuya diferencia con el otro título - el sugerido por mi amigo - es similar a la que exite en el boxeo entre el «knockout» y el «knockout técnico».El «knockout» es cuando un boxeador queda aturdido o inconsciente después de recibir un fuerte golpe del contra-rio; mientras que en el «knockout técnico», el púgil no se encuentra inconsciente, pero es incapaz de seguir comba-tiendo.

Eso es lo que le está sucediendo al capitalismo como siste-ma social. No va a desaparecer de «golpe y porrazo», como el boxeador con «knockout». Pasará mucho tiempo antes de que eso suceda. En el futuro seguirán vigentes muchas prácticas o técnicas del capitalismo, tal y como sucedió con los dos sistemas sociales que le precedieron: la esclavitud y el feudalismo o régimen señorial. Los sistemas socio-económicos no se desarrollan en períodos de tiempo limita-

dos, definidos o en «compartimientos exclusivos», sino que dentro de un régimen social pueden reproducirse manifesta-ciones de otros precedentes e incluso siguientes. Caprichos de la dialéctica... llamémoslo así.

Si recurrimos a la historia, como fuente inagotable de ilus-traciones, comprobaremos la certeza de lo afirmado, pero antes vamos a definir el significado del término o de la palabra «colapso»

Según el DRAE la palabra «colapso» proviene del latín «co-llapsus» que significa: caer o arruinarse. Es la «destrucción, ruina de una institución, sistema, estructura, etc.» Desde el punto de vista de la mecánica se puede definir como:

Fernando Ålvarez, en su obra tantas veces citada28, refiere tres casos de contagios de «estados fallidos» a sus vecinos: 1) El de Sudán con la Repú-blica Central Africana y Chad; 2) So-malia con Eritrea, Etiopía y Kenya; y, 3) Afganistán con Pakistán, Tajikistán, Uzbekistán y Turkmenistán.

Es innegable que lo anterior nos lleva a la siguiente reflexión:

¿Dada la gran incidencia de la mi-

28 Alvarez Fernando, ob. cit., pág. 204.

gración haitiana en nuestro país y al deterioro palpable que se observa en todos los aspectos de la vida econó-mica, social y política de la República Dominicana, no será que nos estamos contagiando?

Analicemos fríamente los hechos.

La incidencia de esta crisis del sistema capitalista va a ser muy desfavorable o dañina para la República Dominicana, debido al bajo nivel educativo de una gran parte de su población y a la gran incidencia interna de la economía de

los EUA, al alto grado de corrupción que se observa en las distintas esferas de la sociedad dominicana, a la pene-tración o infiltración del narcotráfico y de otras actividades delictivas en las instituciones fundamentales del Estado Dominicano y al alto índice de descomposición familiar. Lo que hace temer, como es lógico, que estemos frente a una sociedad en vías de disolu-ción o camino al «estado fallido».

No obstante, el futuro dirá...

9 de octubre de 2008

Page 29: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

29El colapso del capitalismo

«Deformación o destrucción bruscas de un cuerpo por la acción de una fuerza.» También, desde la óptica médica: «Estado de postración extrema y baja tensión sanguínea, con insuficiencia circulatoria.»29

Ahora bien, según el Diccionario de Sainz Robles son si-nónimos de «colapso» los siguientes términos: desmayo, vahido, síncope, patatús y aletargamiento.30

Aunque en las definiciones existen contradicciones cuanti-tativas; y también, entre esas y los sinónimos, pues no es lo mismo «deformación» que «destrucción», ni «estado de postración» que «desmayo», me inclino por los sinónimos, pues esta crisis del sistema capitalista equivale a un colapso o estremecimiento, a un síncope o patatús, que ha iniciado el proceso de su desaparición definitiva.

De manera, que espero que mi amigo al fin acepte el título del ensayo y ahora, sin más preámbulos, vamos a la histo-ria.

Después de la caída del Imperio Romano de Occidente (475 d.C.), durante las invasiones «bárbaras» entre los siglos V y X, la esclavitud se transformó en un sistema menos vincu-lante y opresivo: la servidumbre feudal. No existe duda, de que la caída de dicho Imperio significó el colapso de ese injusto e inhumano régimen social.

De inmediato surge la pregunta: ¿Desapareció la esclavitud junto con el Imperio Romano? No, evidentemente que no. La exploración de las costas de Åfrica y el descubrimiento de América en el siglo XV, y su colonización en los tres siglos siguientes, propiciaron de forma considerable el comercio moderno de esclavos. Desde mediados del 1400 hasta 1870, casi cuatro siglos, entre 11 y 13 millones de africanos fueron exportados a América en condiciones de esclavitud.

Portugal, que necesitaba trabajadores para el campo, fue el primer país europeo que cubrió esa demanda con esclavos procedentes de Åfrica31.

Los portugueses iniciaron esa práctica en 1444, y en 1460 importaban entre 700 y 800 esclavos al año. Pronto Espa-ña imitó esa práctica macabra y la extendió al continente americano. También intentó aplicarla a los nativos de esas

29 Enciclopedia Encarta 2007, Diccionario de la Real Academia Española (DRAE).

30 Federico Carlos Sainz Robles, Diccionario Español de Sinóni-mos y Antonimos, Instituto del Libro, Cuba , 1968.

31 Enciclopedia Encarta 2007.

tierras, pero esos no la resistieron y para mediados del siglo XVI, después de múltiples denuncias y protestas por parte de algunos religiosos y de otras personas, la esclavitud indí-gena fue sustituida por las «encomiendas»32.

A partir de entonces, el tráfico de esclavos sólo afectó a los africanos. Desde 1501 se registró su presencia en las Anti-llas Mayores, donde entraban alrededor de 4,000 esclavos/año. Sin embargo, se podría decir que la distribución de esclavos africanos se efectuó casi en toda América, empe-zando por los EUA donde el sistema de plantaciones del sur necesitó de una gran cantidad de estos.

Dinamarca fue el primer país europeo que prohibió el co-mercio de esclavos en 1792, seguido del Reino Unido en 1807 y por la zona norte de los EUA en 1810, pero, en ese último país hubo que esperar que terminará la Guerra de Secesión (1865) para abolir la esclavitud en el sur. México la derogó en 1813, Venezuela y Colombia en 1821, Boyer en Dominicana en 1822, Uruguay en 1869, Cuba en 1886 y Brasil en 1888.

En general, el proceso de abolición de la esclavitud, en los primeros años de las nuevas repúblicas latinoamericanas, chocó con los intereses de oligarquías criollas conservado-ras reacias a su aceptación. Con el feudalismo o régimen señorial sucedió algo parecido a la esclavitud, por tal ra-zón subsistieron en nuestros campos, hasta nuestros días,

32 Las encomiendas surgieron mediante la Real Provisión de 20 de diciembre de 1503 y establecía la libertad de los indios, su obligación de convivir con los españoles y la de trabajar para ellos a cambio de un salario y manutención, junto con la obligación de los hispanos de educar a los nativos en la fe cristiana.

Page 30: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

30 PORVENIR / abril 2009

relaciones feudales de producción como, por ejemplo, la «aparcería»,.

Después de casi dos siglos (XII y XIII) de Cruzadas en el Cercano Oriente se encontraban pocas huellas de dichas guerras salvo numerosas iglesias, monasterios, algunos castillos e impresionantes fortificaciones, no había mucho más que ver o contemplar, mientras que en Europa se había afianzado el comercio con las ciudades italianas, se había generado un gran interés por las exploraciones del Oriente

- que a la larga conducirían al redescubrimiento de América - y se habían establecido plazas comerciales permanentes o de importancia duradera.

Gracias a esa dinámica actividad comercial, desarrollada en algunas ciudades del norte de Italia, estas experimentaron un crecimiento que les permitió desarrollar las clases de los comerciantes, artesanos y banqueros, o los burgueses, quie-nes, poco a poco, fueron tomando el poder en esas urbes.

Una vez que los burgueses de dichas ciudades aseguraron su independencia respecto a la autoridad de los gobernantes feudales del Sacro Imperio Romano Germánico, del que formaban parte sus territorios, empezaron a cuestionar la autoridad de sus respectivas noblezas feudales y con el tiem-po dichos nobles fueron despojados de su poder y obligados a abandonar sus inmensas propiedades.

Así, se impusieron las familias burguesas de los Medici (1434) en Florencia, los Visconti primero (1277-1477) y lue-go los Sforza (1450-1535) en Milán, los Gonzaga (1328-1708)

en Mantua, los Scala (1405-1797) en Verona, los Carrara (1318-1405) en Padua, los Malatesta (XIII-XVI) en Rimini, los Este (1208-1598) en Ferrara, los Dogos, de diferentes familias, (697-1797) en Venecia y los Papas, hasta el día de hoy, en Roma. De todas esas ciudades-estados, una de las más destacadas fue Florencia, cuna del Renacimiento Ita-liano y de la Edad Moderna, cuya industria, especialmente la de confección de prendas de lana, su comercio y su banca le permitieron a sus burgueses acumular inmensas fortunas. El gremio de la lana, el más rico de todos, empleaba 300,000 obreros y poseía más de 200 tiendas a comienzos del siglo XIV. Su comercio se extendió por todo el mundo conocido y su moneda de oro, el florín, se convirtió en la referencia del comercio europeo.

Es indudable que el colapso o el inicio de la desparición del feudalismo - y su sustitución por el capitalismo - ocurrió en la Italia del «quattrocento». Sin embargo, su eliminación total tuvo que esperar varios siglos más. En Francia fue abolido en 1789, cuando se produjo la Revolución Francesa; en España, después de la Resolución de las Cortes de Cádiz de 1811, que se terminó de aplicar en 1837; en el Imperio Austro-Húngaro, en 1848; y, en Rusia, en 1861, por ejemplo.

Si observamos con detenimiento, esclavitud y feudalismo fueron eliminados, de la gran mayoría de los países del mun-do, en el transcurso del siglo XIX. La primera después de 14 siglos de su colapso y el segundo después de 5. Lo mismo sucederá con el capitalismo, seguirán subsistiendo diferen-tes modalidades de relaciones capitalistas de producción en muchos países, durante mucho tiempo, mientras otros tran-

Page 31: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

31El colapso del capitalismo

sitarán el camino al socialismo, en versiones desconocidas, tal y como está sucediendo en algunos países latinoamerica-nos, en los que el Imperio ya ha perdido, parcial o totalmen-te, su nefasta influencia y control.

Como vimos en el acápite 1 y como lo pronosticó mi distin-guido amigo el Arq. Leopoldo Espaillat N. esta crisis viene de lejos. Se incubó en el mismo seno de las sociedades ca-pitalistas más encumbradas, especialmente, en la sociedad norteamericana, pero con la particularidad de que no es una sóla crisis, sino muchas crisis al mismo tiempo. De ahí, la calificación de colapso a este particular momento histórico.

Antes de que se produjera el famoso «lunes negro» bursátil del 19 de octubre de 1987, al final del segundo mandato de Ronald Reagan, muchas publicaciones económicas im-portantes - como «Business Week» - ya habían advertido que los EUA se dirigían hacia una catástrofe económica, debido a las salidas de capitales - sin restricciones - hacia los «paraisos fiscales» del exterior buscando maximizar las ganancias, a la eliminación de las regulaciones o controles legales de las actividades bancarias y especulativas, a la retirada del Estado de la jungla económica (laissez-faire) dejando que operaran las leyes del darwinismo social, a las reducciones impositivas a las grandes corporaciones con el objeto de que reinvirtieran en el desarrollo del país (en vez de hacerlo en las bolsas de valores), a la erradicación de los fondos de ayudas sociales y a la eliminación de agencias gubernamentales - como la de energía y educación - claves para el desarrollo humano de la población norteamericana, entre otras de las desacertadas medidas tomadas por Mr. Reagan cuando asumió el poder en 1980.

El Sr. Reagan, neoliberalista económico a lo Milton Fried-man (1912-), al principio tuvo suerte con su política y sus medidas económicas. Entre 1984 y principios de 1986 el «mi-lagro económico» pronosticado por Reagan y su corte parecía una realidad. La economía norteamericana crecía, pero en cifras, después que las altas tasas de intereses pagadas por sus bancos, las ventas de Certificados del Tesoro y algunas inversiones ex-tranjeras, especialmente japonesas, atrajeron un enorme flujo de capitales foráneos, procedentes principalmente de Europa, de Japón y de los países de la OPEP, con sus famosos «petrodóla-res». El aumento del consumo masivo generó un déficit mensual de la balanza comercial de 15 millardos de dólares; pero, además, favoreció un incremento de las importaciones que mermaron el liderazgo de los EUA en varias ramas de la alta tecnología. Hoy, Japón y Alemania le superan en la cantidad instalada de indus-trias robotizadas.

El paro laboral, también, comenzó a descender por debajo de un

7%, mientras crecía el movimiento de dinero y, por supuesto, el consumo desenfrenado. Un dólar fuerte aseguró una enorme capacidad de importación y brindó a grandes sectores de la clase media estadounidense la oportunidad de un consumo exquisito. En la euforia consumista de 1987, los norteamericanos sólo aho-rraron un insignificante 3% del PNB, menos de la mitad del 7% ahorrado en 1980, mientras los japoneses reservaban o guarda-ban un 16% y los alemanes un 12%.

Otro aspecto importante que debemos tratar fue el fenómeno de la reconversión industrial que se produjo durante los años 80, el cual fue causado por diversas razones, entre las que se encuentra la contaminación ambiental que estaba afectando al Cánada, que generó fugas de capitales del nordeste industrial a diferentes ciu-dades del sur o lo que se conoce como el «sunbelt» (faja del sol), sustituyendo una parte de la industria pesada norteamericana por industrias de tecnología «blanda» y por servicios. Esos cambios redujeron los salarios reales y dejaron muchos pueblos vacíos en los alrededores de Detroit, Chicago, Pittsburgh, Minesota, New York y Carolina del Norte, mientras surgieron otros en Texas, California, Colorado, Alabama, Georgia y Carolina del Sur, atra-yendo a miles de inmigrantes de México, América Central y de otras partes del continente americano y del mundo. En 1967, el 50% de los obreros de los EUA se dedicaba a la producción de bienes. Para 1987, 20 años después, sólo el 20% estaba ocupado en ese tipo de actividad, mientras un 50% laboraba en empresas de servicios.

Todo este proceso fue descrito, magistralmente, por Barry Blues-tone y Benett Harrison en su leida obra: «La Desindustrializa-ción de América».

En 20 años (1967-1987), la destrucción de la industria de los EUA en favor de las «burbújas» y de la especulación financiera obligó a comprar en el exterior todo tipo de artículos manufacturados: máquinas-herramientas, acero, automóviles, electrodomésti-cos, textiles, etc.; contrario a 1962, año éste en el que los EUA creaban el 52% de los bienes y servicios que circulaban en el comercio mundial. Hoy, esa realidad se ha reducido cuantitativa y cualitativamente, tal y como lo señalara Luis Ignacio López en su famoso libro: «Adiós, Mr. Reagan».

Ya, para 1984 existían en los EUA 35 millones de pobres, de los cuales 15.5 millones estaban en la indigencia plena, lo que signi-ficaba un 14% de una población de 250 millones de habitantes.

Después del 15 de agosto de 1971 (ver la página 7) el dólar ya no era la moneda de una superpotencia económica sino un papel-moneda emitido por una economía en declive y cuya producción petrolera se había reducido considerablemente. Los sucesos terroristas del 11/9/2001 le dieron el pretexto a los EUA para

Page 32: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

32 PORVENIR / abril 2009

tratar de apropiarse o controlar el 70% de la producción mundial de petróleo, siempre y cuando hubiesen podido dominar la franja euroasiática que comprende desde los Balcanes hasta Pakistán. Hoy, todos sabemos que lo que ha sucedido es un atascamiento o enchivamiento militar en Irak y Afganistán.

El incremento de los gastos militares, que siempre han sido altos en el Imperio, el consumo excesivo, sobre todo de productos foráneos, la ausencia de controles rigurosos a las actividades financieras, los sucesivos déficit comerciales y fiscales o pre-supuestarios, la reducida inversión, las grandes deudas con el exterior, la necesidad de elevadas importaciones de petróleo y la pérdida de competitividad tecnológica son los factores o razones principales que han conducido a los EUA a este «callejón sin salida» o a este colapso del capitalismo, cuyas raíces se remontan, tal y como hemos visto, desde muy lejos.

Decimos «colapso del capitalismo», porque el proceso de caída de dicho sistema no se circunscribirá sólo a los EUA, sino que comprenderá todo el mundo, debido a la gran penetración de la influencia económica norteamericana, sobre todo, a partir del fin de la segunda guerra mundial.

Sabemos que una gran parte de la industria europea y asiática fue montada para venderle a ese coloso o a ese mercado prác-ticamente ilimitado que eran los EUA; o sea, para satisfacer su desmedido y exigente consumo.

A partir de 2002, año en el que la pérdida de valor del dólar se ha hecho más ostensible, tanto los países europeos como los asiáticos han estado recibiendo montañas de dólares devaluados, como pago por sus mercancías, por lo que se encuentran en estos momentos con grandes reservas que para lo único que les sirven es para comprar activos norteamericanos.

Si intentan el cambio a otras monedas más fuertes, como sería el euro o las libras esterlina o escocesa, por ejemplo, crearían una demanda excesiva de dichas monedas y provocarían una hiper-revaluación que reduciría drásticamente sus exportaciones. Por esa razón, todos esos países tratan de apuntalar o de proteger el dólar, tal y como está sucediendo en la actualidad.

Europeos, japoneses, chinos y asiáticos, en general, tratan de prolongar la agonía porque saben que un desenlace a corto, me-diano o largo plazo los golpeará irremediablemente. Saben que la desdolarización de sus megareservas tiene que hacerse poco a poco, lentamente, pues un proceso súbito puede crear una catás-trofe financiera mundial.

Otra acción que han puesto en práctica esos países es la compra de «commodities», es decir, petróleo, alimentos, oro y otros metales, sin embargo, frente a la amenaza de una gran recesión, como desenlace final de la crisis (ver acápite 4), también estarían votando el dinero, pues esos bajarían sus precios al disminuir fuertemente sus respectivas demandas.

De manera, como el «colapso» del capitalismo ha atrapado a todo el mundo, cabe preguntarnos: ¿Qué van a hacer con sus productos todos esos países que pensaban venderlos en los EUA?, ¿Qué va a hacer el mundo con la sobreproducción que se viene incrementando diariamente desde casi 30 años?

Nada, absolutamente nada.

Obligatoriamente vendrán cierres de industrias, quiebras, des-empleo y reducciones del poder adquisitivo. La crisis típica enunciada por Carlos Marx.

Más grave aún, surgirán fuertes confrontaciones sociales en

Page 33: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

33El colapso del capitalismo

muchos países, incluso en el territorio del Imperio, que destruirán poco a poco al capitalismo o lo irán acercando a su desaparición definitiva. Evidentemente, el sistema social que lo sustituirá será el socialismo o un régimen social equivalente en el que exista un mínimo imprescindible de propiedad privada sobre los medios o los factores de producción (inmuebles, trabajo y capital) para que no se produzca o se produzca una mínima plusvalía a favor de alguna persona en particular. Pero, ese socialismo presentará diferentes modalidades.

Es casi seguro que versiones medianamente conocidas o total-mente desconocidas del socialismo serán implementadas por personas o países que conocieron de cerca las acepciones antihu-manas estalinista, maoista, coreana y la extremadamente cruel del kmer rojo camboyano.

Decimos esto, porque para muchos pensadores de izquierda «socialismo democrático», «socialdemocracia» y «socialismo» no significan lo mismo. Para Rodrigo Borja33, por ejemplo, el «socialismo democrático» significa desarrollar el socialismo en países subdesarrollados manteniendo la libertad y la pluralidad democrática, sin recurrir a ningún tipo de métodos dictatoriales; considera, por otra parte, la «socialdemocracia» como la versión socialista propia de los países altamente desarrollados del norte de Europa (Finlandia, Suecia, Noruega, Alemania, Austria y Dianmarca) en los que el movimiento obrero ha alcanzado, con pocos sobresaltos, grandes conquistas sociales; y, esti-ma como «socialistas», a los partidos del sur de Europa, cu-yos logros, propósitos y metas son distintos a los anteriores.

En la actualidad, se han iniciado en nuestro continente, ade-más del cubano, tres ensayos importantes: el venezolano, el ecuatoriano y el boliviano. Esperemos a ver como culminan, deseándoles de antemano un porvenir venturoso.

11 de octubre de 2008

33 Rodrigo Borja, Socialismo Democrático, Instituto de Ciencias Políticas y Administración «José Fco. Peña Gómez», PRD, Santo Domingo, RD.

Page 34: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

32 PORVENIR / abril 2009

I

El pueblo dominicano alcanzó su independencia separán-dose del Estado haitiano y constituyéndose en nación inde-pendiente mediante la proclamación del surgimiento de la República Dominicana en febrero de 1844, en medio de una de las más profundas crisis económicas que conoció Haití durante el siglo XIX, situación que agrietó su aparato polí-tico administrativo y militar, detalle este último que contri-buyó a la consolidación de los ideales independentistas de los dominicanos.

Esa gran crisis económica, que registra un origen europeo y que se inició en el viejo continente con la caída de los precios de los productos agrícolas, que no fue superada en la patria de Dessalines y que duraría décadas, también se

Franklin Franco Pichardo

Trujillo, la deuda exterior dominicana y la creación en 1947 del sistema monetario y bancario de la República Dominicana

(Toda la falsecdad sobre la creación del peso dominicano)

Page 35: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

33La gran estafa

dejó sentir muy prematuramente en la recién fundada República Dominicana, acentuada aún más entre nosotros por el estado permanente de guerra que vivimos a partir de 1844, y hasta 1855, debido a la inmediata situación belicis-ta creada por la oligarquía militar que heredó el poder en aquel país, después del derrocamiento del gobierno provi-sional de Charles Herard.

Durante los primeros diez años después de fundada la República Dominicana, y en menor medida aún después, los gastos militares del joven Estado do-minicano, debido a la casi permanente situación de movilización de su impro-visado ejercito que envolvió gastos no menores del 70% de su presupuesto, y que de paso desorganizó su preca-rio aparato productivo material pues gran parte de los brazos dedicados a la agricultura fueron utilizadas para la defensa del territorio, (en un país de una escasa población que apenas alcan-zaba los 250,000 personas) originó un estado de pobreza y miseria espantoso, que vino acompañada de un proceso endémico de corrupción.

Todo lo anterior se conjugó con el for-talecimiento sobre la cima del poder de los grupos más conservadores naciona-les, sin fe en el destino de la República, rabiosamente hispanistas y racistas, que convirtieron a nuestra nación, die-cisiete años después, en 1861, en una provincia española.

Como se conoce la anexión a España fue superada y restaurada la República en 1865, luego de una intensa guerra dirigida por líderes militares proceden-tes de las masas populares, jornada que contó con la solidaridad de Haití y de su presidente Geffrard.

Pero esta contienda que fue encabe-zada por el sector liberal nacional, paradójicamente, no modif icó las arcaicas estructuras económicas y

sociales de nuestra nación, facilitando así el retorno al control del poder de los mismos grupos conservadores pro-anexionistas, inaugurándose entonces una situación de inestabilidad política catastrófica, a causa de la lucha entre conservadores y liberales, que sólo duró hasta la instauración en 1884 de la dictadura de Ulises Heureaux, régimen que fue decapitado en una acción mag-nicida ocurrida en julio de 1899.

Durante estos primeros cincuenta y seis años de vida republicana, y aún mucho después, no existió ordena-miento financiero y monetario alguno en la República Dominicana.

Lo impidió, primero la crisis económi-ca permanente en que vivió la nación desde su surgimiento, los recurrentes conflictos políticos que sacudieron el país y la incapacidad de sus propios go-bernantes, carentes de conocimientos elementales en cuestiones monetarias y bancarias, inclinados todos por su propia ignorancia a la simple emisión monetaria en cada oportunidad en que el Estado confrontaba necesidades financieras. Emisiones monetarias ordenadas por el Poder Ejecutivo, que se efectuaban, pero no siempre, con la aprobación del Congreso. Esas emisio-nes se iniciaron en 1844 para sustituir la moneda haitiana.

Tan tempranamente como en 1847, Benigno Filomeno de Rojas, diputado ante el Congreso de la República, exa-minando el caos monetario creado en nuestro país apenas tres años después de proclamada la independencia, en un informe presentado ante nuestro parlamento (junto a Teodoro Stanley Heneken, un comerciante oportunista inglés que adquirió nuestra ciudadanía) escribió:

“La depreciación que ha sufrido la moneda nacional de la República pro-viene de las mismas causas que han

producido los mismos efectos en todos los países cuyo estado de guerra ha causado gastos mayores a las entradas, y cuya diferencia ha sido satisfecha con emisiones de papel moneda; que encontrándose en exceso de lo que las necesidades del momento mercantil exige, desde luego empieza a decaer”.

“Tal es el estado de la circulación actual a que deseamos aplicar un remedio; es decir, que figuran en la circulación diez veces la cantidad de pesos que el movimiento comercial del país puede emplear, por consiguiente cada peso ha decaído al valor

real y proporcionado que le puede caber o que puede representar en la circulación monetaria, es decir, de diez centavos”. (Legislación monetaria y bancaria de la República Dominicana. Banco Central. 1955. Págs. 25-26).

Poco después, refiriéndose al mismo problema, otro congresista dominicano señalaba:

“Esta moneda, sin garantía alguna, esta sujeta a un millón de inconvenientes que sería inútil enumerar, y contra-yéndonos a su valor, ningún ciudada-no sabe lo que posee, porque éste es convencional o imaginario, según las circunstancias del que da o recibe”. (Ibídem. 1955. Pág. 26).

Ningún economista dominicano, tam-poco ningún historiador, ha podido cuantif icar la cantidad de moneda nacional emitida entre 1844 y 1900, suma que estimo deben sobrepasar en pesos dominicanos los 250 millones. Y resulta imposible la determinación de su número en razón de que no pocas emisiones monetarias se efectuaron clandestinamente y sin autorización alguna del Congreso de la República. A esto último abría que añadir las emisiones monetarias realizadas por falsificadores, cuestión que resultaba

Page 36: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

34 PORVENIR / abril 2009

fácil en aquella época, en el caso del papel moneda, debido a la baja calidad de las impresiones de los billetes, una gran parte efectuadas, en principio, en nuestro país.

Esa realidad condujo a la utilización preferencial, (sobre todo entre los comerciantes, y de parte de los go-bernantes para los fines de cobro de impuestos) de las monedas de oro y plata extranjeras: mexicanas, venezola-nas, y en menor medida, colombianas. Una moneda de gran circulación en el

comercio durante este siglo, era la de-nominada por el pueblo como “onza de oro”, acuñada tanto en México como en Venezuela y también en España. Más tarde, como veremos, a partir del siglo XX, la moneda de uso corriente lo fue la norteamericana. Primero me-tálica, más tarde, en papel moneda.

Importante es subrayar que, durante el siglo XIX, sin embargo en el seno del pueblo, entre los campesinos y los jornaleros analfabetos en su mayor parte, la moneda nacional, en perma-nente estado de devaluación cotidiana, era el medio obligado de intercambio, al carecer ambos grupos de recursos

elevados para el ahorro en monedas extranjeras.

Pedro Francisco Bonó, uno de nues-tros principales intelectuales del siglo XIX, señala en uno de sus ensayos las enormes perdidas que sufría el cam-pesino dominicano en sus actividades comerciales, pues al vender el fruto de su cosecha en las ciudades, recibía por pago de parte de los comerciantes compradores una enorme cantidad de viejas papeletas que trasladaba hacia su fundo en sacos y serones.

En medio de aquella situación caótica que narramos, durante el siglo XIX, fueron elaborados varios proyectos dirigidos a la creación de entidades bancarias que permitieran la organiza-ción de un sistema monetario nacional estable.

En mis investigaciones he registrado diez proyectos fallidos durante ese siglo, dirigidos a la instalación de una entidad bancaria en nuestro país. El primero data de 1869, y el último, el único que se concretizó, ocurrió en 1889. Todos estos proyectos fueron concertados con empresas financieras extranjeras, casi todas vinculadas al capital financiero judío-europeo o nor-teamericano.

La permanente situación de inestabili-dad financiera (y política) en que vivió la República, condujo inexorablemen-te a casi todos sus gobiernos, a caer en manos de especuladores internos (algunos relacionados con el capital internacional) asociados en lo que la historia nacional registra con el nom-bre de: Compañías de Crédito.

Estas Compañías de Crédito estaban integradas generalmente por grupos de comerciantes importadores y exporta-dores, en su mayor parte extranjeros, que prestaban al gobierno para cubrir los gastos perentorios dedicados a la

cobertura de los pagos de la adminis-tración pública, aunque no en pocas veces para cubrir también los gastos de nuestras guerras intestinas.

En casi todos los casos las “Compañías de Crédito” se instalaban en las princi-pales ciudades portuarias de la nación, y prestaban a los gobiernos con las ga-rantías de los ingresos de las aduanas de los respectivos puertos donde operaban y de los documentos gubernamentales emitidos por los gobernantes a su favor (tales como pagarés, giros, vales, etc.)

que podían ser utilizados como medio de pago con fines de cubrir compromi-sos impositivos por importaciones.

Los intereses que cobraban las compa-ñías antes citadas, variaban de acuerdo a las circunstancias. En tiempos de paz, oscilaban entre el 2 y el 2 1/2 mensual lo que equivale al 24 y al 30% anual; en épocas de conflictos y de lu-chas intestinas los intereses podían ser más altos.

En este último aspecto es oportuno su-brayar que no pocas veces estas Com-pañías de Crédito actuaban como fi-nanciadoras de “revoluciones”, y todas

Page 37: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

35La gran estafa

estaban relacionadas con determinadas banderías políticas.

Posiblemente en esa vinculación entre los diferentes grupos de las Compañías de Crédito y los caudillos naciona-les que vivían en permanente estado conspirativo organizando rebeliones armadas “al vapor” se encuentra una de las causas claves del endeudamiento exterior dominicano.

Endeudamiento exterior que se inició en 1869, con una estafa organizada por prestamistas ingleses propietarios de la empresa: Hartmont y Cia, con la complicidad del mandatario domi-nicano, Buenaventura Báez, quienes orquestaron una operación fraudulenta mediante la cual el Estado dominicano fue endeudado por cerca de ochocien-tos mil libras esterlinas, pagaderos semestralmente, durante 25 años, reci-biendo apenas al momento de la firma del contrato, 38 mil.

Durante las casi seis décadas finales del siglo XIX, las finanzas del Estado dominicano permanecieron en per-manente estado deficitario. La cosa comenzó a mejorar a partir de los años setenta, cuando el resurgimiento de la industria azucarera, originada como consecuencia de la huida de inversio-nistas cubanos con motivo de la lucha por la independencia en la patria de Martí, inyectó ciertos bríos a la ali-caída economía nacional, realidad que permitió ampliar los ingresos fiscales, pero no suficientes como para cubrir los gastos totales del Estado. Pero en-tonces otra plaga detuvo ese pequeño respiro: la del desorden administrativo y la corrupción sin paralelos instaura-dos por la dictadura de Heureaux.

En 1889, durante el régimen dicta-torial de Heureaux, los dominicanos conocieron del funcionamiento de la primera organización bancaria, cuando fue creado el Banco Nacional, bajo el

patrocinio de la firma francesa Crédito Mobiliar de Paris, entidad que además de dedicarse a las actividades bancarias normales, asumió además el derecho a la emisión monetaria y se convirtió también en prestamista del gobierno y del propio gobernante, entidad finan-ciera que resultó finalmente engañada, hecho que obligó a la intervención di-recta del gobierno de Francia en el con-flicto creado entre el mandatario domi-nicano y el referido banco. Situación de conflicto que aprovechó muy bien en 1893 un selecto grupo de buitres del

negocio especulativo norteamericano, pues sus integrantes organizaron una empresa financiera bajo el nombre de Santo Domingo Improvement Co., con la cual compraron la deuda exterior dominicana que ascendía ya casi a 880 mil libras esterlinas, y que a partir de 1888, se encontraba en manos de la firma europea Westerdorp Company, empresa con la cual se había contraído otro préstamo por la suma de 540 mil libras esterlinas para la construcción de un ferrocarril.

En este segundo contrato también el Estado dominicano fue engañado pues la Westerdorp, sólo construyó 20 kiló-

metros de vías férreas y las maquina-rias y vagones nunca llegaron.

Además de estas deudas, ahora en ma-nos de inversionistas norteamericanos, el gobierno de Heureaux contrajo otras con prestamistas locales. Los últimos envolvían compromisos cercanos a los dos millones de dólares, y continuó tomando nuevos préstamos con la Santo Domingo Improvement Co. El último, efectuado en agosto de 1897, lo fue por la suma de $4,236.750 libras esterlinas.

Es bueno significar que la operación de la compra y traspaso de la deuda exte-rior dominicana y del Banco Nacional, de parte de la Santo Domingo Impro-vement Co., se efectuó en el momento en que se iniciaba un crecimiento agre-sivo del capital financiero norteameri-cano en el Caribe, proceso que culminó décadas después con el desplazamiento en esta región de los capitales financie-ros ingleses, franceses y alemanes.

A decir verdad, prácticamente todos los gobiernos que conoció el país a par-tir de la independencia nacional, con la excepción de los de Espaillat, Billini y Meriño, que no registraron en total tres años en el poder, fueron pródigos en la malversación de los fondos públicos y en el endeudamiento de la República, pero ninguno alcanzó los extremos del régimen de Heureaux.

Durante este mandato, el desorden administrativo alcanzó niveles tales, que al momento de su desaparición en 1899, fue imposible determinar el mon-to total de los compromisos en deudas que tenía la República.

Agregamos a lo anterior, lo que expre-sa Max Henríquez Ureña en su obra, “Los yanquis en Santo Domingo”, donde refiere: “… al desaparecer la administración de Heureaux, el mayor desconcierto reinaba en los asuntos

Page 38: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

36 PORVENIR / abril 2009

oficiales, pues mucha documentación fue destruida al saberse del avance de la revolución”.

El investigador dominicano Julio C. Estrella, refiere en cambio, siguiendo informaciones publicadas casi sesenta años después, que la deuda pública dominicana a la muerte de Heureaux, ascendía a $34,083.76, dividida de la siguiente forma: $23,957.078, en deu-da exterior, más $10,126.68, de deuda pública. (La moneda, la banca y las fi-nanzas en República Dominicana. Pág. 133. UCMM. 1971).

II

Nuestro país, en tal virtud, entró al siglo XX en el marco de una verdadera situación de desastre económico y una deuda exterior monstruosa y dos de las primeras medidas tomadas por los nue-vos gobernantes estuvieron dirigidas, primero, a prohibir constitucionalmen-te las emisiones monetarias; y segun-do, al esclarecimiento del total general de las deudas contraídas en nombre de la República.

El primer objetivo se cumplió inmedia-tamente mediante una nueva reforma constitucional, pero el otro, la aclara-ción de la deuda exterior, dio origen a una larga brega de negociaciones con la empresa Santo Domingo Improvement Co., que duró varios años, en la que sa-lió vencida nuestra nación y ganancio-sos los “financistas” norteamericanos.

En efecto, aprovechando de su in-fluencia en las altas esferas del poder estadounidense, frente a la oposición de los negociadores dominicanos que se resistían a aceptar las cifras altísi-mas que los inversionistas señalaban como deuda nacional, los dueños de la Santo Domingo Improvement Co., demandaron y obtuvieron el apoyo de su gobierno.

El conflicto creado fue sometido a un arbitraje internacional de un tribunal compuesto por tres jurados, dos norte-americanos y un dominicano, que todo indica actuó y votó también a favor de la Improvement, donde se condenó al país al reconocimiento de una deuda de 4.5 millones de dólares. Allí, se estipuló, además, que en lo adelante, como garantía para el cumplimiento de los pagos de la deuda “sería el go-bierno de Estados Unidos el encargado de las recaudaciones aduaneras por medio de un agente financiero, sin cuyo conocimiento no podía efectuar-se ningún pago”. Lo que significaba que las aduanas del país hipotecadas a la Santo Domingo Improvement Co., pasarían a manos del gobierno de los Estados Unidos. (Antonio de la Rosa. “Las finanzas de Santo Domingo y el control dominicano. Editora Nacional. 1970. Pág. 112).

Ese fallo, que tuvo que ser aceptado por el gobierno dominicano, selló de-finitivamente la intervención “legal” del gobierno norteamericano en nues-tro sistema administrativo financiero, hecho que al cabo de pocos años fue la excusa fundamental para originar la 1ra. Intervención Militar de Estados Unidos en nuestro país.

Es oportuno subrayar que el desas-tre económico registrado con el cual entramos al siglo XX, sacó de circu-lación, casi por completo, el ya des-acreditado papel moneda nacional y en el intercambio comercial interno y externo se acentuó el uso de monedas de oro americano y el dólar en papel, internamente también continuaron circulando monedas mexicanas, vene-zolanas y colombianas de oro y de pla-ta. Las papeletas de las emisiones del gobierno de Heureaux, emitidas por el Banco Nacional, fueron sacadas de circulación mediante remate, al cambio de 16 y 18 pesos papel, por un peso oro americano. (Colección de Leyes. Tomo

XV. Pág. 255). A comienzos del año 1901, según informa la Gaceta Oficial de fecha 19 de enero de 1901, habían sido amortizados billetes por un valor de $1,324,356, lo que significaba una sangría para las endebles finanzas nacionales, pero también motivo para continuar tomando prestado, pero esta vez a prestamistas nacionales.

No es nuestra intención seguir fiel-mente el derrotero del endeudamiento exterior dominicano, pero es necesario apuntar que su ritmo continuó, pero de ahora en adelante, exclusivamente con banqueros de Estados Unidos, los cuales desplazaron completamente a los europeos.

Y dentro de ese orden es oportuno destacar que la Convención Dominico-Americana de 1907, siguió riguro-samente el espíritu intervencionista trazado en el Laudo Arbitral de 1903 y de otro acuerdo conocido en nuestra historia como Modus Vivendi, firma-do en 1905. Es decir, esa convención estableció definitivamente el absoluto control de Estados Unidos sobre la economía nacional.

Pero ahora con el siguiente agravante: La Convención Dominico-Americana de 1907, ratificada por los Congresos de Estados Unidos y el dominicano, envolvió un arreglo definitivo que obli-gó al pago de deudas dudosas, como lo eran el reconocimiento de reclamacio-nes exageradas y fraudulentas de va-rias firmas agiotistas norteamericanas, vales sin fecha de la contaduría, canje de antiguos billetes del desaparecido Banco Nacional, fundado durante la dictadura de Ulises Heureaux y hasta el pago de deudas privilegiadas para cubrir “gastos de revoluciones”.

Es decir, la Convención de 1907 regis-tró como válidos todos los reclamos elevados en aquel momento, a la ma-nera y según la conveniencia de los

Page 39: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

37La gran estafa

supuestos acreedores norteamericanos, europeos y dominicanos, y los convir-tió en deuda pública nacional, y condu-jo además a nuestra nación, a un nuevo endeudamiento, esta vez, con la firma estadounidense Kuhn, Loeb y Co., por un valor de 20 millones de dólares.

Acorde con esa convención, Estados Unidos asumió la administración de nuestras aduanas, principal fuente de ingresos del Estado, y también de las obras públicas. Los ingenieros Jacob y David, con oficinas en New York, fueron encargados de elaborar todos los proyectos para las nuevas construc-ciones.

Cuando esta Convención comenzó a ser conocida, como era natural, antes de ser aprobada por nuestro Congre-so, se originaron protestas y conatos de revueltas en su contra. Ese fue el momento elegido por el Presidente de Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, para escribir una nota a su Secretario de la Marina, donde expresó:

“En cuanto a la cuestión de Santo Do-mingo, dígale al almirante Bradford que reprima toda revolución. Me propongo mantener la isla en el status quo hasta que el Senado (norteame-ricano) haya tenido tiempo de tomar una decisión sobre el tratado, y trataré todo movimiento revolucionario como un esfuerzo para trastornar el Modus Vivendi. Estoy completamente seguro de que esto es esencialmente legítimo, aunque puede haber alguna dificultad técnica o expediente”. (Perkins, Dex-ter. “Historia de la Doctrina Monroe”. Eudeba. Buenos Aires, Argentina. 1964).

Como se conoce, en 1916 nuestro país fue intervenido militarmente por Esta-dos Unidos tomando como excusa un conflicto interno que, a su entender, ponía en peligro las recaudaciones aduaneras y, por tanto, el pago de la

deuda externa que mantenía nuestro país en ese momento, exhibiendo como base una interpretación antojadiza de la Convención Dominico-Americana de 1907.

Durante esta ocupación militar, que duró hasta 1924, la circulación de la moneda norteamericana se consolidó, tanto en metálica como en billete, aun-que alguna moneda fiduciaria nacional, acuñada durante el siglo XIX, en can-tidad muy reducida, también permane-ció circulando.

Es importante que acentuemos que esta intervención militar se produce - ya Haití había sido intervenido el año anterio r- en el marco de la fase del intervencionismo militar de Estados Unidos en toda América Latina, pro-ceso iniciado en 1898 con la Guerra Hispanoamericana que convirtió a Puerto Rico en colonia y a Cuba en un protectorado norteamericano. En el caso particular nuestro, esa ocupación militar fue estimulada por los propie-tarios norteamericanos de importantes ingenios azucareros que necesitaban urgentemente ampliar sus actividades productivas, para aprovechar así las alzas que se habían originado en ese dulce, antes y durante el estallido de la 1ra. Guerra Mundial, que se inició en 1914.

Para el caso dominicano todo este pe-ríodo esta descrito brillantemente por Melvin M. Knight, destacado investi-gador norteamericano, en su obra “Los Yanquis en Santo Domingo”.

Recordemos que esa conf lagración originó una alza extraordinaria en todo el mundo en los precios de azúcar (y de otras materias primas) como con-secuencia natural del desplome de la industria azucarera europea y asiática, pues no debemos de olvidar que Japón y Rusia, participaron en este conflicto mundial.

Solamente Francia, Checoslovaquia, Austria-Hungría, Alemania, Rusia y Ucrania, tenían en 1913 una producción azucarera de 6,924 millones de tonela-das, reduciéndose en 1915, a causa de esta guerra, a apenas 2,803 millones de toneladas. Por su parte, en ese primer año citado de 1913, una libra de azúcar en el mercado internacional se cotizaba a 2.15 centavos de dólar, elevándose a 4.77 en 1916, y a 28.53, en 1919.

Pues bien, durante esa ocupación militar los industriales azucareros norteamericanos multiplicaron varias veces sus propiedades territoriales, al amparo de desalojos forzados de pe-queños propietarios, también mediante compras, y asimismo, facilidades dis-puestas por el gobierno interventor, y de una reforma que modificó el sistema de propiedad de la tierra, hecho a la medida de los dueños de ingenios, la-tifundistas y agrimensores negociantes acaparadores de tierras.

En 1915, los ingenieros azucareros nor teamericanos poseían 452,000 tareas de tierra, elevándose en 1920, según Melvin M. Knight, a 2,700,662.

Sin embargo, debemos anotar que los interventores adoptaron varias medi-das de corte desarrollista que favore-cieron el desarrollo económico nacio-nal, tales como: la construcción de dos importantes carreteras que unificaron el hasta entonces inexistente mercado nacional, la adopción de políticas sa-nitarias que limitaron la expansión de algunas enfermedades ya endémicas, la ampliación del servicio eléctrico y de varios acueductos, construcción de puentes de concreto y acero sobre los principales ríos (Ozama, Haina, Nigua, Yuna, Yaque del Sur, Yaque del Norte, etc.). Oportuno es tener en cuenta que todas las construcciones importantes fueron confiadas a empresas norteame-ricanas.

Page 40: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

38 PORVENIR / abril 2009

Naturalmente todo lo anterior fue po-sible debido a la bonanza registrada en la economía dominicana que permitió ampliar los ingresos fiscales entre 1916 y 1920, año este último en que esa mejoría se detuvo, a causa de la crisis del mundial de 1920, que derribó los precios del azúcar y de casi todas las materias primas en nuestro continente, originando un decaimiento pocas veces visto en la economía nacional.

Para tener una idea de la magnitud de la crisis, señalemos que en 1920 las expor taciones alcanzaron los $45,305,620 millones de dólares y que al año siguiente apenas llegaron a los $14,338,354 dólares.

A causa de esa crisis, que afectó se-riamente los ingresos del gobierno interventor, fueron paralizadas muchas obras públicas iniciadas entre 1917 y 1919, y el gobierno militar, actuando en nombre de la República, recurrió al endeudamiento exterior para poder terminarlas.

Las informaciones que he recogido permiten establecer los siguientes empréstitos realizados por el gobierno norteamericano de ocupación, todos concertados en empresas bancarias norteamericanas y con intereses que oscilaban entre el 5 y el 8%, anual-mente.

1917 5,000,000

1920 2,500,000

1922 7,700,000

1922 500,000

Como se conoce las tropas norteame-ricanas de ocupación abandonaron el país en 1924, después de establecer dos años antes un acuerdo con los princi-pales dirigentes políticos dominicanos mediante el cual fue formado un Go-

bierno Provisional presidido por un magnate azucarero, hijo de un italiano, Juan Bautista Vicini; el acuerdo en-volvía, además, el reconocimiento de todas las cláusulas de la Convención de 1907 que mantuvo el absoluto control norteamericano sobre las finanzas del país y el de todas las disposiciones “le-gales”, conocidas como Ordenes Eje-cutivas dictadas por los interventores, a favor de los dueños de los ingenios norteamericanos, que entregaron mi-llones en tareas de tierra a sus empre-sas; también, la de aceptar como valida la deuda exterior contraída por los ocu-pantes y otras barbaridades cometidas contra nuestra República.

Al Presidente Provisional Vicini, le siguió en el poder el caudillo Horacio Vásquez, instalado el 12 de julio de 1924, gobierno que inmediatamente continuó el derrotero del endeuda-miento externo haciendo aprobar, ape-nas días después de tomar el mando, el 26 de ese mismo mes, una resolución del Congreso mediante la cual se autorizó la emisión de nuevos bonos al 5½% redimibles en dos años, por valor de US$2,500,000, amparándose para obtener la aprobación de Estados Unidos, de un empréstito no concluido concertado por el gobierno interventor con la firma financiera norteamerica-na, Lee, Higginson and Co. Con este nuevo empréstito la deuda exterior se elevó a US$13,534,276.14.

La casi totalidad de este empréstito fue empleado en la compra de las empresas de agua y luz de Puerto Plata y Santia-

go, propiedades norteamericanas.

No conforme con el préstamo anterior, meses después, en diciembre de ese mismo año de 1924, el recién inaugura-do gobierno de Vásquez estableció otro, esta vez por la suma de US$25,000,000, con el propósito de “consolidar la deu-da exterior y continuar el programa de obras públicas”, como en anteriores ocasiones, bajo la administración de empresas de Estados Unidos. Antes de iniciar la entrega, por sumas parciales, el gobierno de Estados Unidos exigió la firma de una nueva Convención que copiaba los términos fundamentales de la Convención Dominico-Americana de 1907.

Hasta aquí hemos intentado efectuar un apretado resumen sobre el curso del largo y abigarrado endeudamiento externo dominicano. Pasamos ahora a tratar fundamentalmente el proceso de creación del peso dominicano.

III

El general Rafael L. Trujillo, jefe mi-litar entrenado por los ocupantes, bajo cuyo mandato diecisiete años después, es decir en 1947, fue creada la moneda nacional, el peso dominicano, alcanzó el poder mediante una asomada militar ocurrida contra Vázquez en febrero de 1930 y legalizada mediante elecciones fraudulentas en mayo de ese mismo año. El hecho ocurrió en el marco de las consecuencias de la gran Crisis Mundial que había estallado en Wall Street en octubre del año anterior (1929) que originó la quiebra de cen-tenares entidades financieras en todo el mundo.

En Estados Unidos las consecuencias de esa crisis fueron tan graves que, se-gún propios investigadores, durante el primer año, cinco millones de obreros perdieron sus empleos y ya en 1932 los desempleados sumaban 12 millones.

Page 41: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

39La gran estafa

En nuestro país las repercusiones de esa crisis (a la que se agregaron las consecuencias de un ciclón que azo-tó en septiembre de ese último año la región Sur, destruyendo la ciudad capital) fueron también terribles: se desplomaron los precios de nuestros principales artículos de exportación – azúcar, café, tabaco y cacao - redujo los ingresos fiscales, obligó a despidos de empleados del Estado y a retener el pago a miles de ellos, se detuvieron las obras públicas en construcción, decenas de escuelas públicas fueron cerradas, se redujo la escasa asistencia sanitaria, el comercio local perdió su crédito en el exterior, los ingenios azu-careros redujeron el volumen de su pro-ducción, y los precios de los productos de primera necesidad se elevaron muchísimo, aumentando hasta niveles insospechados el hambre y la miseria. (Véase al final anexo sobre ingresos fiscales 1929-1933)

Tal situación catastrófica fue valorada por los propios representantes diplomá-ticos y financieros norteamericanos de servicio en Santo Domingo y en razón de la brutal caída de los ingresos fisca-les (en cerca de un 50%) partió de ellos mismos la recomendación de un acuer-do que envolvió una moratoria en los pagos dedicados a la amortización del capital, hecho que se atribuyó Trujillo a su propia iniciativa, luego de promul-gar, con la aprobación Estados Unidos, una “ley de emergencia” en 1931, que redujo el pago de la deuda exterior. Pero los intereses continuaron siendo pagados por el Estado dominicano.

Como parte de este acuerdo entre Tru-jillo y el gobierno de Estados Unidos, William F. Dunn, que había trabajado como director de Rentas Internas en Haití, fue designado por el gobierno de Estados Unidos como “contralor”, aunque el gobernante dominicano lo llamó: “asesor financiero”.

Es importante anotar que la crisis es-timuló la inquietud social y política y que durante los dos primeros años se registraron varios conatos de rebelio-nes y conspiraciones, lo que aprovechó Trujillo para decapitar el arraigado caudillismo regional. Durante los pri-meros tres años la dictadura empleó la mano dura y asesinó a todos los líderes que ofrecieron signos de resistencia o los forzó al exilio. No pocos dirigentes políticos opositores salvaron la vida huyendo por la frontera dominico-haitiana.

En ese orden, es oportuno subrayar que el mismo “contralor” recién recomen-dado por Estados Unidos, nombrado y pagado por el gobierno dominicano con un salario de US$10,000 anuales, más gastos personales, William Dunn, a los pocos meses de su llegada a nues-tro país, en informe rendido a Was-hington sobre la situación económica dominicana, escribió:

“Es mi convicción que si no se logra algún tipo de financiamiento en una forma temprana, el país revertiría al desorden interno y la anarquía y su postración económica se hará más profunda e inevitablemente surgirá un atraso en el pago de la deuda externa”.

Pero el dictador fue un hombre afor-tunado. En 1932 ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, del Partido Demócrata, y puso en práctica en lo

inmediato lo que fue llamado el “New Deal”, haciendo suya las recomenda-ciones del economista inglés Keynes, orientadas a la creación masiva de empleos mediante la inversión del Es-tado como instrumento fundamental de combate a la crisis económica, al mismo tiempo aplicó hacia América Latina la llamada política del “Buen Vecino”, anunciada en la Conferencia Internacional de los Estados Ame-ricanos efectuada en Montevideo, Uruguay, en diciembre de 1933, que permitió anular en Cuba la Enmienda Platt de su constitución, acelerar la desocupación de Haití, y en nuestro país inauguró un nuevo tratamiento en sus relaciones con Estados Unidos que permitió suavizar las presiones sobre el cobro de la deuda exterior.

Dentro de ese vuelco de la política exterior de Estados Unidos, debemos de recordar que en 1933, Roosevelt estableció relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. Poco después de la reunión de Montevideo, Roosevelt ex-plicó en declaraciones divulgadas por el Departamento de Estado: “Ninguna República sudamericana le debe dinero a Estados Unidos, este es un asunto de esas Repúblicas y cualquiera de los te-nedores de bono”. (B. Vega. “Trujillo y el control financiero norteamericano”. Fundación Cultural Dominicana. 1990. Pág. 177-178). Esa nueva orientación más blanda de la política exterior nor-teamericana hacia América Latina, inaugurada por la administración de Roosevelt, permitió al gobierno do-minicano, posponer por nueva vez los pagos a la amortización del capital de su deuda con los banqueros norteame-ricanos, pero no así los intereses, y en consecuencia, extender hasta 1937 la “Ley de Emergencia” promulgada por Trujillo en 1931, la cual originalmente estaría vigente sólo hasta 1934.

Figura clave en esta conquista domi-nicana lo fue el Dr. Joseph Davies,

Page 42: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

40 PORVENIR / abril 2009

dirigente del Partido Demócrata, cola-borador y amigo cercano de Roosevelt en la campaña electoral, asesor del presidente Wilson durante el tratado de Versalles (Paris, 1918), ex-senador, quien fue contratado por una altísima suma (US$128,000 como pago ade-lantando y 18,000 dólares al año) por Trujillo como abogado (cabildero) y asesor en asuntos financieros en Was-hington, durante una visita que realizó a nuestro país en 1933. Davies, además, era íntimo amigo del Secretario de Es-tado, Cordel Hull. Ese mismo año otro amigo de Hull y Roosevelt, Oliver P. Newman también dirigente del Partido Demócrata, fue designado por Truji-llo como “asesor financiero”, es decir controlador (en sustitución del anterior, William Dunn, republicano), y quien junto a Davies, recomendó al gobierno de su país extender la suspensión del pago de las amortizaciones de la deuda exterior dominicana hasta 1937, con el propósito de que el gobierno domi-nicano pudiera emplear los fondos a necesidades vitales y obras públicas, “con el fin de dar empleo a la clase obrera, (y) aliviar la miseria producida por la crisis económica y dar impulso a una rehabilitación permanente”. Más adelante, Davies agregaba: “Dicha ley ha permitido al Gobierno Dominicano sobrevivir. Sin ella se hubiera produ-cido un caos” (Herrera, Cesar. “De Hartmont a Trujillo”. Impresora Domi-nicana. 1953. Pág. 206).

Cuando estas palabras eran escritas, 1933, la crisis del capitalismo iniciada en 1929, hacía estragos en los Estados Unidos y para ese año el número de desempleados sobrepasaban los cator-ce millones de personas y en las princi-pales ciudades de ese.

país su gobierno y muchas entidades caritativas habían iniciado la distribu-ción de alimentos cocidos en las calles para paliar el hambre de los desemplea-dos. En 1935, sin embargo, se comenzó

a sentir una mejoría en la economía dominicana, comenzaron a crecer las exportaciones y los precios de nuestros principales artículos comercializados en el exterior: azúcar, café, cacao y tabaco, realidad que permitió un ligero crecimiento en los ingresos del Esta-dos. Pero también crecían las arcas del tirano quien ya había dado inicio a un monopolio personal en el comercio de ciertos artículos alimenticios: car-ne, leche, sal, etc. Al propio tiempo, con los recursos dejados de pagar a la amortización de la deuda exterior se reiniciaron las obras públicas y se comenzó una política de fomento de la producción agrícola con la creación de centenares de colonias agrícolas, muchas de las cuales fueron fundadas en la Zona Fronteriza.

Se inició también en esos años una po-lítica económica orientada a la sustitu-ción de importaciones de importantes productos alimenticios de gran consu-mo, tales como arroz, habichuela, maíz y maní, para la producción de aceite, que hay que reconocer que fue exitosa. Ese hecho, permitió, incluso, iniciar exportaciones de algunos de esos pro-ductos, y de plátanos, yuca y guineos, etc., a las pequeñas Antillas. Tales resultados facilitaron la primera re-elección del dictador Trujillo en 1934, logro que alcanzó con la ayuda de la represión y con el apoyo de los empre-sarios azucareros norteamericanos.

Esa política de sustitución de impor-taciones fue estimulada a su vez por un fenómeno externo que permitió su ampliación: El estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Esa conflagración universal, como se conoce, inf ló los precios de muchos productos agrícolas de nuestro con-tinente. Particularmente en el caso dominicano, algunos alcanzaron su du-plicación, hecho que permitió el logró de una balanza comercial sumamente

favorable y un aumento no registrado nunca, de los ingresos fiscales. (Véase al final apéndice estadístico sobre el comercio internacional).

Al amparo de esa situación y de la aplicación de la política del “Buen Ve-cino” del Presidente Roosevelt, y con la ayuda de cabilderos norteamerica-nos encumbrados, incluso, hasta en el Senado de Estados Unidos, el gobierno logró en 1940, la firma de una nueva convención que permitió al Estado dominicano el cobro de los ingresos aduaneros y a su vez, el dominio de la política arancelaria.

En consecuencia, la entrega de la ad-ministración de las aduanas fue una conquista de un valor incalculable para el insaciable espíritu de acumulación de capitales del “Benefactor”.

Sin embargo debemos subrayar que con esta nueva convención, (que fue bautizada por el gobierno como “Tra-tado Trujillo-Hull”) el Estado Domi-nicano ponía en garantía, no sólo los ingresos aduaneros, sino además todos sus ingresos fiscales. En consecuencia, la esfera de la seguridad de la deuda exterior fue ampliada.

IV

El desorden financiero creado por los dirigentes del Estado dominicano, la inestabilidad política casi permanente en que vivió el país durante varias dé-cadas del siglo XIX y las dos primeros del XX, (salvo el periodo en este últi-mo siglo del período (1905-1911) de la dictadura de Cáceres) y como hemos dicho, la corrupción reinante en las áreas administrativas de los diferentes gobierno, alejó toda posibilidad del es-tablecimiento de un sistema bancario y monetario nacional.

Sin embargo, además de las agiotistas compañías de crédito, algunos comer-

Page 43: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

41La gran estafa

ciantes importadores y exportadores ejercieron operaciones típicamente bancarias. Tal el caso, por ejemplo de Santiago Michelena, de origen puerto-rriqueño, quien llegó a tener a princi-pios del siglo XX, la corresponsalía del National City Bank, de New York, y por ello actuó como depositario de los fondos de la Receptoría de Aduanas.

Sin embargo, a partir de la consolida-ción del dólar, como medio circulante, y de la Convención de 1907, que hi-potecó las finanzas de nuestra nación, traspasando en ese orden nuestra so-beranía a Estados Unidos, en 1912, se estableció el primer banco extranjero en nuestro país: The Royal Bank Of Canadá.

Ese mismo año se creó otro de corta dirección, integrado por un grupo de comerciantes nativos y extranjeros, que duró hasta 1920 y que quebró en medio de la crisis económica mundial de 1929.

A estos dos les siguió el National City Bank, que llegó en 1917, cuando le fue quitada la franquicia de su repre-sentación a Michelena, para crear una sucursal con el nombre de: Internacio-nal Banking Corporation, empresa que continuó manejando los fondos adua-neros. Este banco norteamericano, en tal virtud, llegó durante la 1ra. Guerra Mundial y la 1ra. Intervención Norte-americana, justamente cuando comen-zaron a dispararse hasta las nubes los precios del azúcar.

El National City Bank a su vez era pro-pietario de la Puerto Rico Sugar Co., empresa que ese mismo año instaló un ingenio azucarero en la zona Este del país que bautizó con el nombre de: “Central Romana”.

Estas tres empresas financieras fueron creadas al amparo de la ley No. 4911 de Instituciones Bancarias, promulgada

en 1909 durante el régimen de Cáceres, la cual permitió la instalación de ban-cos, bajo la clasificación de:

1) Banco de Emisión, para cuya organi-zación se establecía un capital mínimo de 500 mil dólares.

2) Bancos hipotecarios, en cuyo caso el capital solo ascendía a 100 mil dó-lares, y

3) Bancos Refaccionarios, que la ley estipulaba podían fundarse con tan sólo 50 mil dólares.

Entre los bancos creados, el de mayor éxito fue el First National, entre otras cosas por el monopolio que tenía como depositario de los fondos de la Recep-toría de Aduanas y por sus vínculos con los negocios azucareros.

Al amparo del notable auge registrado por la economía nacional durante y después de la 2da. Guerra Mundial, el gobierno dominicano entró en negocia-ciones para comprar el First National City Bank, proyecto que culminó el 26 de octubre de 1941, fundando al propio tiempo, con un capital inicial de un mi-llón de dólares, el Banco de Reservas de la República Dominicana.

Ese banco surgió con dos privilegios establecidos mediante ley: el de ser depositario de los fondos del Estado, y además, el de Agente Fiscal.

Ambas características lo convertían en una entidad financiera poderosa, con-dición que el dictador aprovechó muy bien para ampliar su gran capacidad especulativa, abriendo una fuente im-portante para sus negocios personales. Recordemos que a causa de la guerra mundial el crédito se había reducido en todo el mundo.

En los momentos en que fue firmada esa operación el banco vendido se en-

contraba descapitalizado, pues sus pro-pietarios, año tras año, exportaban los beneficios y sus principales actividades se derivaban de los depósitos de la Re-ceptoría de Aduanas y de los fondos de las empresas azucareras.

El contrato de venta envolvió el com-promiso del gobierno de entregar a la firma vendedora durante 10 años, el 1% del valor de los depósitos privados, pero nunca más de 50 mil dólares al año.

Cuatro años después (1 de junio de 1945) fue creado también por el Es-tado dominicano, el Banco Agrícola e Hipotecario (más tarde, Agrícola e Industrial) con un capital de dos millo-nes de dólares, con el cual el dictador abrió otra fuente importantísima de negocios.

Pero el paso más importante dado por la dictadura de Trujillo en su estrategia de convertirse no solo en amo de la vida política de la nación, sino también del comercio y de la industria del país, fue logrado con la creación de la mone-da independiente nacional y la funda-ción del Banco Central de la República Dominicana, en 1947, mediante la ley No. 1528, de ese último año. En este tema, necesariamente tenemos que detenernos un poco, pues en nuestro país, aún hoy en día, en pleno 2008, es decir, sesenta y un año después, y más de casi medio siglo luego de desaparecida la dictadura de Trujillo, no pocos economistas nacionales, empresarios, financistas y dirigentes políticos, sostienen, tal y como dijo el aparato propagandístico del tirano, en aquella época, que la creación del peso dominicano y la fundación del Banco Central de la República, constituyeron dos pasos de elevado sentido naciona-listas y patrióticos.

En 1947, con ambos hechos Trujillo se hizo llamar, además de los más de 20

Page 44: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

42 PORVENIR / abril 2009

títulos rimbombantes ya acumulados: “Restaurador Financiero de la Repú-blica”, y fue levantado un monumento para conmemorar el hecho que aún se conserva en la principal avenida de la ciudad capital.

Pero al humilde expositor de este ensayo le parece, en cambio, que con la creación del sistema monetario na-cional, se llevó a efecto el fraude más colosal de todos los que ha padecido la República en su historia. Veamos:

A decir verdad, el dictador dominicano comenzó a acariciar el negocio de la creación del peso dominicano a media-dos de la década de los años cuarenta, en medio de la bonanza económica re-gistrada en nuestro país durante la 2da. Guerra Mundial, y un año después de los Acuerdos de Bretton Woods, mo-mento cuando se inicia la supremacía del dólar en la economía mundial. Así lo expresan varios documentos con-sultados, entre otros un memorándum confidencial de la Embajada de Esta-dos Unidos de fecha 2 de junio de 1945, donde se manifiesta el interés del go-bierno dominicano en la contratación de un experto en asuntos monetarios (B. Vega. Estados Unidos y Trujillo. Págs. 82-83. Fundación Cultural Do-minicana. 1982).

Pero en lugar de uno, los funcionarios del Departamento de Estado de Es-tados Unidos, pusieron a disposición del gobierno dominicano, dos, ambos especialistas importantes de la Re-serva Federal, el máximo organismo financiero del Estado norteamericano: fueron ellos los doctores Robert Triffin y Henry Wallich.

Entre los dos el más activo lo fue el segundo, egresado y miembro de Yale University, amigo y colaborador de los famosos Milton Friedman y Paul Samuelson, quien fue el verdadero redactor de las cuatro legislaciones que

crearon el sistema monetario y banca-rio de nuestro país.

Además, de estos dos economistas recomendados por el gobierno de Estados Unidos, el dictador, aprove-chando de sus buenas relaciones con el régimen de Juan Domingo Perón, contrato al economista argentino, Raúl Prebisch, quien también fue de los artificies del sistema monetario domi-nicano y asesor en materia de políticas de sustitución de importaciones.

Como se recordara, el dólar norte-americano desde principios del siglo XX, proceso que se afianzó con la 1ra. Intervención militar de Estados Unidos (1916-1924) se impuso como moneda en el ordenamiento de nuestro inter-cambio.

Pero debemos señalar que existía en verdad una pequeña proporción circu-lante en moneda metálica subsidiaria nacional de reducido valor, una parte acuñada a finales del siglo XIX, la cual fue sacada de circulación en 1937, cuando fue efectuada por el gobierno dominicano otra emisión en moneda subsidiaria que alcanzó casi un millón y medio de pesos.

Fuera de esa escasa representación na-cional monetaria subsidiaria, el dólar en papel moneda, era el instrumento monetario fundamental de cambio.

Todos estos asesores contratados coin-cidieron en que la economía de la na-ción era saludable y que dada la mag-nitud del medio circulante en moneda extranjera (dólares), nuestro país podía fácilmente crear su sistema monetario nacional sin ningún sacrificio, median-te la simple operación del cambio de la moneda circulante por una moneda nacional.

Los asesores explicaron, además, que ese medio circulante era tan amplio

que podía abarcar la suma necesaria – como reserva - para la garantía de la emisión de la nueva moneda.

Con claridad meridiana el Dr. Triffin lo manifiesta: “La creciente liquidez monetaria que ha experimentado la Re-pública Dominicana a causa de la gue-rra, indica la conveniencia de encarar el problema monetario en sus aspectos más simples. El momento actual ofrece la oportunidad no sólo de establecer un sistema monetario independiente, sino, como consecuencia de esa ope-ración, el pagar inmediatamente la deuda externa”. (Informe confidencial del Dr. Triffin para el Departamento de Estado. Agosto 1945. B. Vega. Estados Unidos y Trujillo. Fund. Cultural do-minicana. Pág.87)

Más adelante el asesor norteamericano habla más claro: “De la creación de la moneda nacional podría salir un exce-dente en dólares, que puede estimarse en 7-8 millones de pesos como mí-nimo”, agregando además… “podría aconsejarse el uso de ese fondo para la liquidación de la deuda extranjera”.Su-gerencia que fue seguida pero de otra forma, pues el gobierno a mediados de 1947, momentos antes de la Fundación del Banco Central, como parte del pa-quete de medidas negociadas en Was-hington, pagó la totalidad de la deuda a los tenedores de bonos norteameri-canos, que ascendía en ese momento, a US$9,271,855.55.

Para cubrir y reunir esa suma, el go-bierno ordenó al Banco de Reservas, creado años antes, la compra de una emisión de bonos del Estado, por la casi totalidad de esa cifra. Es decir, que la deuda externa fue pagada utilizando los recursos en depósitos del sector privado nacional.

Siguiendo en tal virtud las recomen-daciones de sus asesores, en octubre 9 de 1947 fue fundado mediante varias

Page 45: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

43La gran estafa

leyes, el sistema monetario y bancario dominicano.

Estas leyes fueron la ley monetaria No. 1528, la cual creó el peso dominicano, la ley orgánica No. 1529 del Banco Central, que originó la institución emisora de nuestra moneda y sus me-canismos de regulación, la ley General de Bancos No.1530, que estableció las normas del sistema, incluyendo la Superintendencia de Bancos, y la No. 1531, denominada “ley de Bretton Woods”, la cual establece y regula las relaciones monetarias internacionales con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco de Reconstrucción, hoy Banco Mundial (BM).

En la última parte de nuestra exposi-ción hemos expresado que con la crea-ción del sistema monetario y bancario nacional, “se llevó a efecto el fraude más colosal entre todos los padecidos por la República en su larga historia”, y nos toca ahora comenzar a demos-trarlo.

De paso les adelanto que la tarea no es difícil, no es cosa del otro mundo, pues solamente hay que tener en cuenta varios datos esenciales: la cantidad de dólares que circulaban en nuestro país y los depositados en los bancos al momento de la creación del sistema y contrastarlas con las cifras indicadas oficialmente por el banco recién crea-do, como medio circulante. De entrada les señalo que un discurso pronunciado por Trujillo en octubre 8 de 1945, don-de anuncia a la nación el plan general de la creación del sistema monetario, se expresa que: … “los bancos estable-cidos en el país tenían un balance en New York a la indicada fecha del 30 de junio, una suma total de $29,168,000 dólares. Adicionada a esa cantidad la suma de $19,047,000 el total de divisas en dólares en favor de la República podría estimarse en $48,215,000”. (Le-gislación Monetaria y Bancaria de la

República Dominicana. Banco Central. 1955). ¿Decía el tirano la verdad al se-ñalar tales cifras? ¿No ocultaba nada? ¿Era mayor la suma real? Bien llegado a este punto, es oportuno subrayar que Jesús María Troncoso Sánchez, alto funcionario del gobierno dominicano, principal ideólogo de la reforma mone-taria, apenas unos cuantos meses antes, en abril de ese año, en un informe pre-parado para el gobierno dominicano sobre las negociaciones que se llevaban a efecto en Washington, estableció, que sólo “los balances en dólares, en New York, de los tres bancos que ope-raban en Santo Domingo, ascendían a US$42.9 millones”. (B. Vega. “Trujillo y el Control Financiero Norteamerica-no”. Pág. 559).

Es de rigor apuntar sobre este último dato, que la cifra envuelve solamente, lo depositado en billetes y que no así la moneda subsidiaria, que nunca fue enviada en deposito a Estados Unidos, y que se estimó, como hemos apun-tado, en menos de millón y medio de pesos; por tanto, dejamos a un lado, en la cuestión de la estafa, la moneda subsidiaria. (Véase en apéndice esta-dístico, cuadro de moneda subsidiaria. 1937-1946).

Pues bien: entre la suma en dólares depositada por los bancos en New York indicada por Trujillo en su discurso, y la señalada por Troncoso Sánchez, hay una diferencia de $5,315,000 dólares. ¿Fue ese el monto total de la estafa? Continuemos.

Pero más interesante aún es esta otra información documental, que va en la misma dirección del descubrimiento del engaño hecho a la República por Trujillo y sus asociados. En 1955, en un artículo publicado en la revista de la Secretaría de Finanzas se señala, que el acervo total en dólares circulantes en el país, al momento de la creación del sistema monetario y bancario domi-

nicano, en 1947, más los depósitos en los bancos, ascendía a US$60,087,174 dólares.

La estafa, al parecer fue mayor que la indicada anteriormente. (Ambrosio Ål-varez. «Algunas palabras sobre nuestra moneda». Secretaría de finanzas. 1955. pág. 17). Teniendo en cuenta la diferen-cia entre la cifra ofrecida por Trujillo cuando anunció en su discurso la crea-ción del peso dominicano y la ofrecida por Ambrosio Ålvarez, la estafa se elevaría a $11,872,174.

Por último, permítanme presentarles esta perla: En 1951, el Banco Central publicó en su boletín, por primera vez, un compendio detallado de las estadís-ticas monetarias nacionales entre ese último año y 1947, fecha de la funda-ción de esa entidad.

Pues bien, en ese boletín, que resume las actividades correspondientes de enero a diciembre de 1947, en el cuadro relativo al medio circulante, se informa que su total ascendía a $47,705,000. Este dato acentúa la posibilidad de que la estafa superara los once millones de dólares. Advertimos que el peso dominicano emitido, según la ley, tenía igual valor al dólar e idéntica represen-tación en oro que la establecida para esa moneda: 0.88671 gramo.

A decir verdad, es difícil establecer exactamente el monto total de la estafa organizada por Trujillo y sus socios con motivo de la creación del sistema monetario nacional.

En primer lugar, mucha de la docu-mentación que se necesita para llegar a ese objetivo ha sido destruida por quienes heredaron allí el poder des-pués de su ajusticiamiento en mayo de 1961, (no pocos de los cuales fueron sus cómplices) y si bien es cierto que es posible que queden ciertos papeles en el Banco Central que pueden permitir

Page 46: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

44 PORVENIR / abril 2009

el total esclarecimiento del monto real, solo algunos altos funcionarios de ese organismo tienen acceso a ellos. Según parece, el fantasma de Trujillo mero-dea por allí protegiendo celosamente bóvedas y archivos.

Hemos expresado que la creación del sistema monetario abrió al dictador po-sibilidades financieras amplísimas que le permitieron extender sus actividades comerciales e industriales personales. En ese mismo boletín del Banco Cen-tral antes citado, en los datos corres-pondientes a diciembre de 1947, apenas dos meses después de haber sido crea-do, aparece ya, como parte de la deuda interna pública, la compra de la empre-sa Salinera Nacional, C x A, de propie-dad del tirano, la cual había vendido a la entidad emisora de nuestra moneda por $2,777.693.23, cuando apenas valía menos de doscientos mil pesos. (Véase en apéndice, cuadro estadístico del Banco Central de 1947, pero publicado en 1951, cuatro años después).

La estafa, al parecer fue mayor que la indicada anteriormente. (Ambrosio Ål-varez. «Algunas palabras sobre nuestra moneda». Secretaría de finanzas. 1955. pág. 17). Teniendo en cuenta la diferen-cia entre la cifra ofrecida por Trujillo cuando anunció en su discurso la crea-ción del peso dominicano y la ofrecida por Ambrosio Ålvarez, la estafa se elevaría a $11,872,174.

Por último, permítanme presentarles esta perla: En 1951, el Banco Central publicó en su boletín, por primera vez, un compendio detallado de las estadís-ticas monetarias nacionales entre ese último año y 1947, fecha de la funda-ción de esa entidad.

Pues bien, en ese boletín, que resume las actividades correspondientes de enero a diciembre de 1947, en el cuadro relativo al medio circulante, se informa que su total ascendía a $47,705,000. Este dato acentúa la posibilidad de que la estafa superara los once millones de dólares. Advertimos que el peso dominicano emitido, según la ley, tenía igual valor al dólar e idéntica represen-tación en oro que la establecida para esa moneda: 0.88671 gramo.

A decir verdad, es difícil establecer exactamente el monto total de la estafa organizada por Trujillo y sus socios con motivo de la creación del sistema monetario nacional.

En primer lugar, mucha de la docu-mentación que se necesita para llegar a ese objetivo ha sido destruida por quienes heredaron allí el poder des-pués de su ajusticiamiento en mayo de 1961, (no pocos de los cuales fueron sus cómplices) y si bien es cierto que es posible que queden ciertos papeles en el Banco Central que pueden permitir el total esclarecimiento del monto real, solo algunos altos funcionarios de ese organismo tienen acceso a ellos. Según parece, el fantasma de Trujillo mero-

dea por allí protegiendo celosamente bóvedas y archivos.

Hemos expresado que la creación del sistema monetario abrió al dictador po-sibilidades financieras amplísimas que le permitieron extender sus actividades comerciales e industriales personales. En ese mismo boletín del Banco Cen-tral antes citado, en los datos corres-pondientes a diciembre de 1947, apenas dos meses después de haber sido crea-do, aparece ya, como parte de la deuda interna pública, la compra de la empre-sa Salinera Nacional, C x A, de propie-dad del tirano, la cual había vendido a la entidad emisora de nuestra moneda por $2,777.693.23, cuando apenas valía menos de doscientos mil pesos. (Véase en apéndice, cuadro estadístico del Banco Central de 1947, pero publicado en 1951, cuatro años después).

Lo anterior constituye sólo una mues-tra, aunque temprana, de la forma en que la tiranía utilizó el nuevo sistema monetario y bancario creado, para con-vertirlo en una fuente inagotable para conseguir los recursos de sus proyectos comerciales e industriales. A partir de aquí, no solo le fue posible el obtener créditos fáciles y sin ninguna garan-tías, sino además, efectuar jugosos ne-gocios vendiendo a los bancos creados empresas en quiebra a precios sobre-valuados, e incluso, volver a comprar esas mismas empresas ya recuperadas, a precios irrisorios.

El sistema monetario y bancario creado en 1947, puesto al servicio personal del tirano Trujillo, fue un factor determinante en el proceso de la acumulación de los capitales que hicieron posible el que se convirtiera, apenas 10 años después, en uno de

los hombres más ricos de América Latina.

Al momento de su muerte, de todos los capitales invertidos en la industria na-cional, $306,833,029, el dictador era propietario del 51% ($155,265.50).

La incipiente burguesía dominicana apenas alcanzaba el 7% ($21,567,375), y el 42% (130,000,000) se encontraba en manos de inversionistas extranje-ros, en su mayor parte, norteameri-canos.

Page 47: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

45La gran estafa

Page 48: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

46 PORVENIR / abril 2009

Page 49: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

47La gran estafa

1) Antonio de la Rosa. Las finanzas de Santo Domingo y el control americano. Editora Nacional. Santo Domingo. 1973.

2) “Reconstrucción Financiera”. Colección Trujillo. 1944. Gobierno Dominicano. Vol. XV y XV, Bis.

3) Franklin Franco Pichardo. “Historia económica y finan-ciera de la Rep. Dominicana, 1844-1960”. Editora Univ. Sto. Dgo. 1993.

4) Ferkman- Peck, James. “Historia de la Economía Mun-dial. Editora Tecno. España. 1998.

5) Trujillo, Rafael. “Reajuste de la deuda externa. Editora El Caribe. 1959.

6) Vega, Bernardo. “Trujillo y el control financiero norte-americano. Fundación Cultural Dominicana. 1990.

7) Vega, Bernardo. “Los Estados Unidos y Trujillo, 1945”. Fundación Cultural Dominicana. 1982.

8) Herrera, Cesar. De Harmont a Trujillo. Editora El Caribe. 1953.

9) Brinkley, Alan. “Historia de Estados Unidos”. Mac-Graw Hill. México. 1997.

10) Estrella, Julio C. “La moneda, la banca y las finanzas en la República Dominicana. Univ. Madre y Maestra. Santiago, 1971.

Bibliografía Esencial

Page 50: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

48 PORVENIR / abril 2009

Emilio José Brea García

La política estatal que propala una falsa imagen de desarrollo se concentra en estadísticas y variables económicas de dudosas procedencias por sus manipulaciones, mientras las grandes mayorías se aglomeran en concen-traciones poblacionales carentes de garantías existenciales óptimas, con economías de subsistencias invariables que hacen cada vez más insosteni-ble la viabilidad de las supuestas sustentaciones de equidad que se supone deben regir los patrones de conducta dentro de los regímenes democráticos y hacer factibles esas expectativas de vida, en un mejor y más promisorio mañana colectivo.

El descontrol del Estado ha sido de tal magnitud, en los úl-timos 53 años (1955-2008), que las apenas perceptibles pero incipientes acciones cosméticas aplicadas a la geografía ur-bana que caracterizó la urbanística pos trujillista, destacada como obra de gobierno en los mandatos de J. A. Balaguer R., como un logro sutil que ha sido borrado o engullido dentro del caos totalizado que evidencia el descontrol urbano, por un lado, y el despilfarro, también urbano, por el otro. Ello propició el deterioro de consolidados estamentos de clase media y media alta al mismo tiempo que permitió el forta-lecimiento de los hacinamientos periféricos en los barrios pericentrales de la capital dominicana y en los de las princi-pales ciudades dominicanas.

En el ínterin, quedan las clases en ascenso, obreros, trabaja-dores medios y profesionales universitarios especializados, desprovistos de todo tipo de seguridad social, sometidos a la vorágine inmisericorde de la comercialización de la

salud privada, carentes del auxilio laboral que garantice permanencias sostenidas que a su vez resistan planificacio-nes familiares donde el estudio de los descendientes y la adquisición de bienes materiales para la facilitación del tra-bajo hogareño propendan en beneficios a corto, mediano y largo alcance dentro de esos grupos, sean o no organizados políticamente. Abandonados a su suerte, estos estamentos, que son la mayoría, dependen de medalaganarias ofertas propagandísticas que suelen airearse cada cuatro años desde las dirigencias de los partidos que se distribuyen el poder municipal o central.

Como un artificio de eficiente captación de enriquecimien-to económico (nunca jamás intelectual, ni espiritual, ni cultural) los mecanismos de autorización de proyectos se las ingenian para facilitar la permeabilidad en sectores ya acomodados dentro de perfiles socioeconómicos diferentes, que garantizan estabilidad y paz urbana, para fomentar en

Page 51: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

49Por un urbanismos de austeridad

ellos los desequilibrios con el atractivo del multipisos.

como panacea de la reconcentración poblacional, pero dejando siempre fue-ra del alcance económico a los sectores verdaderamente necesitados del acceso a las viviendas.

Recientemente se ha estado viendo la pugna sectorial entre pasajeras au-toridades municipales y establecidos grupos de lugareños que demandan respeto a sus adquisiciones inmobilia-rias y construcciones en distintas zonas de la capital dominicana, fenómeno que no es extraño en otras localidades del interior del país. Mientras por un lado se propugna por la redensificación poblacional y constructiva, por el otro, sin siquiera amagos de las responsa-bilidades que deben regir semejantes propuestas, los municipios evaden realizar los estudios necesarios (planes maes- tros, estratégicos y de manejo) que permitan ejercer un control demo-crático de la cuestión urbana puesta en juego.

Mientras tanto, no hay acuerdo ni coordinación entre las entidades que deben trabajar al unísono para ofrecer garantías de servicios a la ciudadanía, desde la simple seguridad ciudadana, escasa hasta inducir al terror urbano (o terrorismo barrial), en las calles y par-ques domésticos de nuestras ciudades, hasta los irresponsables manejos de los servicios de luz, agua, recogida de basura, reparaciones, asfaltados, ilu-minaciones y mantenimientos de vías. Esos aspectos, que son los mas nota-bles, esconden otros menos visuales y que apuntan hacia la corrupción como norma del comportamiento colectivo y que se nota irrefutablemente en el dejar que ocurran acciones como las violaciones de transito permanentes en calles y avenidas de cualquier ciudad dominicana.

Ese desorden, el descontrol y falta de autoridad, ha apuntalado al urbanismo del despilfarro. Esto permite reflexio-nes íntimas y colectivas. Creemos ineludible la imposición de un modelo de urbanismo renacentista, en el sen-tido estricto de su relación histórica, dado el agotamiento del modelo frau-dulento del urbanismo que esconde ilegalidades como el lavado de activos, el narcotráfico y otras modalidades de evasión de impuestos. Creemos

oportuno desmontar el marco de re-ferencias obnubilantes que hacen del urbanismo opulento y de ostentación, un fin de dudosa procedencia y hones-tidad. Debemos dejar de vernos en el espejo de Dubai y en el espejismo de los exclusivos enclaves turísticos de la región Este, donde la mano de obra la aporta, a precio vil, el indocumentado haitiano, humillado una vez más por la truculencia de un poder que se hace ciego ante las iniquidades del sistema.

En las ciudades, y muy especialmente

en la capital dominicana, donde no hay ni planes, ni modelos, ni estrategias, ni planificación a ningún plazo, se impo-ne una moratoria que permita auscultar el riesgo de peligro que muchas edifi-caciones han heredado y eso no puede seguir tardando. Un experticio forense es urgente que sea aplicado, para poder detectar errores y poder aplicar co-rrectivos. Esa acción preventiva debe seguir con una acción de convivencia urbana de probada armonía. Pero todo esto solo es posible si hay la voluntad de llevar a cabo un urbanismo austero, un verdadero urbanismo de austeri-dad.

Austeridad quiere decir sobrio, sin alardes, sencillo, severeo, ajustado…

De la austeridad... y por la austeridad. Cada gobernante, cuando toma pose-sión habla de austeridad, pero no la cumple. En consecuencia se han dicho muchos discursos, se han elaborado muchos planes y se han ofrecido ideas para soluciones económicas, todas consustanciales con el derrotero que si-gue la nación y en ella sus ciudadanos, gobernados y gobernantes.

Los despilfarros físicos, las ostentacio-nes y opulencias materiales, conducen el país que parece va siendo agredido desde dentro y con acciones de sus pro-pios ciudadanos que violan no solo los elementales cánones de convivencia ciudadana, sino que también maltratan la naturaleza, realizando un dramático ecocidio que se manifiesta en campos, reservas científicas y fores- tales, en parques nacionales, cuencas de ríos, laderas de montañas, valles, playas, la-gos, lagunas, arroyos y en el mar; tanto en sus costas, como bien adentro.

Las ciudades ofrecen un deprimente panorama de acumulaciones de basu-ras malolientes, infecciosas y contami-nantes; en ellas se deteriora el paisaje urbano y se transforman las áreas ver-

Page 52: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

50 PORVENIR / abril 2009

des que son ocupadas y colonizadas para usos abusivos.

En nombre del desarrollo hemos permi-tido que se fomenten los desequilibrios ambientales y sociales, estos últimos evidentes en el comportamiento haci-nado de las clases mas necesitadas, los trabajadores, obreros, y la ciudadanía de clase social baja, (que es la mayoría), la que no tiene acceso a los servicios básicos, que vive en medio de la in-salubridad pública porque entre otras cosas, no tienen vías expeditas para llegar a sus hogares, lugares de trabajo y escuelas, y no tienen medios para la sana diversión y/o los esparcimientos masificados.

Son el caldo de cultivo de una cultu-ra inapropiada, de la incultura. Esos estrechos márgenes de posibilidades de esparcimientos han generado alter-nativas indeseables para la diversión. Los resultados son muchos y eviden-tes. Traerlos a colación sería intentar, infructuosamente, de elaborar un fes-tinado tratado antropológico. Mientras tanto la clase media baja, y la subsi-guiente clase media (en el piramidal or-den sociológico), luchan por mantener niveles de accesibilidad a renglones de consumo esenciales, para la sobrevi-vencia material, recurriendo hasta a la espiritualidad religiosa, en un ejercicio de estoicismo espartano.

En esas circunstancias, dentro de la realidad que viven y habitan los es-tamentos sociales de ingresos bajos, magros o inexistentes, hay un espejo distorsionante que facilita el maquilla-je, con efectos grandilocuentes, de un paisaje repleto de espejismos brutales, de contradicciones físicas, evidencia-dos en el fenomenal crecimiento ver-tical que acusa la capital dominicana y otras urbes de altas concentraciones poblacionales con relación a la realidad económica y social de la República Dominicana.

El aparato de comercialización presio-na persistentemente y lo hace en las es-feras políticas, principalmente dentro de los estamentos del poder municipal, intentando y logrando conseguir, en la mayor cantidad de casos, la modifica-ción de las atribuciones del suelo, en sus variantes de reclasificación y reca-lificación de densidades tanto pobla-cionales como constructivas, y en un proceso que denominan ilusoriamente como “dinámico” pero que en realidad es especulativo1.

Es así como surge poco después de mediados del siglo pasado y luego de la

guerra militar intestina (“revolución” o “civil”) del 1965, una maquinaria de poder sectorial identificada en las aso-ciaciones de constructores, ferreteros, bancas empresariales, aseguradoras, publicitarias, medios de comunicación, grupos de empresas constructoras y/o de ingenieros y arquitectos, que,

1 De especular -Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios- 4ta. fig. y/o -Procurar provecho o ganancia fuera del tráfico mercantil- 6ta. fig., ambas en la página 630 del Diccionario de la Lengua Española.

entre otros, elijen zonas de bajas den-sidades constructivas, porque han sido habitadas desde tiempos remotos por componentes socioeconómicos de altos ingresos con acceso al poder político, y propone construir en ellas nuevas soluciones habitacionales de alturas mayores a las que tradicionalmente se han permitido por ley, para lo cual apelan a influir en los estamentos de poder municipal para que se apliquen nuevas reclasificaciones y recalifica-ciones de densidades en esos sectores de esas ciudades, tomando como única variable el índice de aglomeración poblacional y el número de pisos y/o

niveles que las edificaciones puedan llegar a alcanzar en altura.

En el Distrito Nacional la excusa es realmente vaga, en otros municipios de la capital también, y el esquema se repite harto escandalosamente, en las poblaciones del interior.

Se argumenta que el territorio tiene una alta vocación de desarrollo vertical porque ve agotarse los espacios hábiles de crecer en lo físico, puesto que la ley que modificó, inconstitucionalmente, la capital dominicana (Santo Domin-go), convirtiéndola en una provincia

Page 53: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

51Por un urbanismos de austeridad

con siete municipios, dejó al DN con sólo 94 kilómetros cuadrados de te-rritorio que ahora son argumentados como muy pocos, para con esa excusa y como las áreas verdes no se pueden urbanizar (aunque son robadas junto a calles que se incorporan a las cons-trucciones fraudulentas), ofrecer la alternativa de crecimiento vertical para una alta densificación que presente un nuevo perfil altimétrico de toda la ciu-dad, pero principalmente del Distrito Nacional donde hay toda una confusión de enfoques erróneos que la pretenden presentar como parte de un desarrollo urbano cuando en realidad lo que está ocurriendo es un voraz deterioro social e inmobiliario.

Olvidan adrede que una ciudad no pue-de medirse solamente por sus índices de crecimiento físico, horizontal o ver-tical, puesto que los índices realmente vitales son los que les dan sustentación a la posibilidad de que los conglome-rados puedan habitar, descansar y tra-

bajar en ámbitos con niveles de acceso a los servicios indispensables de esos asentamientos humanos.

Agrupados ahora en la modalidad de “torres” que, muy cercanas unas de otras, vulneran esenciales normas de seguridad, reales y virtuales (físicas y perceptivas), quebrando privacidades, negando acceso a vínculos con la na-turaleza (vistas, paisajes, panorámicas) e incrementando la contaminación del subsuelo por el aumento de las descar-gas sanitarias, al mismo tiempo que se elevan las demandas de los precarios servicios de suministros de agua y luz, de recogida de basura, de rutas y/o acceso al transporte colectivo, mien-tras disminuyen las posibilidades de obtener, en lógico equilibrio ambiental, espacios para el esparcimiento y solaz de sus habitantes, retribuido ideal-mente en mayores áreas verdes, tan urgentes en estos tiempos de perdidas incesantes dentro de la lucha que libra el ser humano, absurdamente, contra

su propia naturaleza.

Es por todo lo anterior que se hace per-tinente reflexionar hacia la búsqueda de reales soluciones lo suficientemente abarcadoras para que reflejen el sentir de las mayorías y esa búsqueda puede conducirse al través de un urbanismo para y de la austeridad.

Hay una evidente y palpable contra-dicción que se manifiesta en el de-nominado desarrollo (físico) urbano, interpretado erróneamente como visos del progreso, y peor entendido como resultado del adelanto. La obnubilación se enfatiza cuando nos percatamos que realmente lo que hay es un proceso involutivo que disminuye capacidades de seguridad y disfrute, de bienestar y placer, que es el que precisamente ma-nifiestan las excluyentes barriadas de apiñamiento selectivo en que preten-den convertir a las ciudades las cons-trucciones indiscriminadas de alturas verticales sin el adecuado control.

El gran ausente del URBANISMO ha sido siempre la ECO-LOGÍA y dentro de ella, la CULTURA del AGRO, o AGRI-CULTURA, la herramienta de subsistencia primordial que ahora mismo alcanza su mayor punto de atención mundial con la crisis generalizada, no sólo financiera, sino alimen-taria, precisamente porque se ha dispuesto entregar la tierra a los proceso de explotación inmobiliar y/o industrial y/o de explotación minera, al desarrollo carretero y vial y mas re-cientemente, a la explotación improbable e insospechada de

combustibles sustitutos extraídos de extensiones sembradas de maíz para producir etanol.

El URBANISMO, en el estricto sentido de la palabra, ha sido concebido como el recurso científico para la planifica-ción de las ciudades, pero restrictivamente excluye la plani-ficación del territorio extra urbano, es decir el que se supone que debe suplir los alimentos que produce la explotación racional de la tierra en sus componentes naturales y orgá-

URBANISMO Y AUSTERIDAD

Page 54: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

52 PORVENIR / abril 2009

nicos, la explotación agrícola, la ganadera, avícola, en fin, aquella de todo tipo que suministra recursos de subsistencia alimentaria.

Recientemente el fenómeno de expansión territorial ha per-mitido - a grupos cívicos - alertar y advertir la indiscrimina-da manera de explotación inmobiliar de que se hace recurso para el supuesto desarrollo en ciudades donde terrenos de alto valor agrícola se dedican a lo inmobiliario (Moca, Salcedo, Tenares, San Francisco de Macorís, Constanza, Jarabacoa, Santiago, La Vega, y otras de otras regiones) atestiguan dramáticamente sobre el fenómeno de extrate-rritorialidad urbano que ensancha ciudades sacrificando distancias y extensiones de servicios imposibles de agenciar por ahora.

Ese fenómeno genera a su vez otro de valor especulativo, que es el aumento de la renta urbana del centro de las ciudades.

Los desplazamientos y las expansiones generan a su vez nuevas modalidades de urbanizaciones ruralizadas, haci-nadas, informales, pero otras son muy formales, de amplios solares para cada vivienda; las que antes eran fincas se lo-tifican y quedan predios solariegos de amplias dimensiones que son ofertados casi como áreas verdes con la posibilidad de ser edificadas.

Es así como ha nacido un urbanismo de lo edificado y lo edi-ficable, pero no de lo inedificable, como “planificación” (solo diseño) de los continentes, es decir del tamaño, dimensión, altura y forma de los edificios, pero no de los contenidos (humanos, sociales, culturales), para los usos y funciones de esos edificios. Es un urbanismo de lo individual y lo privado

donde se privilegia las viviendas de alto costo, de lujos, las oficinas y comercios de alta rentabilidad (en compra o alqui-ler), y las viviendas para el descanso privilegiado; nunca es, ni ha sido, un urbanismo de lo público y lo esencialmente social, en el término más puro de su acepción sociológica y humana, lo cual quiere decir que excluye los espacios verdes, los equipamientos comunes, las viviendas de interés social, los edificios de usos públicos y hasta a las gentes de escasos recursos.

Ha sido éste “urbanismo” el que ha producido los peores y más pésimos resultados que ahora lamentamos y padecemos todos y todas.

Ha sido el “urbanismo” de las expansiones “como manchas de aceite” sobre tela, desvinculado del proceso de inserción de servicios equilibrantes y con acceso a ellos, con la dispersión como norma, con las distancias y las velocidades vehiculares como elemento cotidiano de medición (“estamos a diez minu-tos de tal sitio”). Así las municipalidades, cambiantes en sus funcionarios electos, reciben ciudades imposibles, ciudades congestionadas e ineficaces en su organización, y mermadas en su productividad urbana como ente integrador humano, porque se deshumanizan se disgregan y se hacen agobiantes. Huir de ellas cada fin de semana es casi una obligación que solo impiden los altos precios de los combustibles y las altas rentas de los lugares vacacionales. Sin embargo el peligro de las ciudades sigue latente, porque van dejando para la explotación inmobiliar, y siempre a la espera, sus territorios circundantes, sustituyendo agricultura por cultura del arrabal y/o la explotación organizada de la urbanización para el retiro periférico, “lejos del mundanal ruido” en el invento anglo-sajón (Ebenezer Howard) de “la ciudad satélite”.

Page 55: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

53Por un urbanismos de austeridad

AMBIENTE Y TERRITORIO Ambos términos se definen como disciplinas urbanísti-cas y se suponen acertados reguladores de la vida (el ambiente) y el desarrollo de las ciudades (el territorio).De las experiencias de salvaguarda fí-sica del Centro Histórico de Santo Do-mingo, que vio fracasar la tendencia, a partir de los años entre 1971 y 1978, de convertirla en Ciudad Museo pero que a partir de 1998 ha regresado, len-tamente, a revivir de entre el marasmo de abandono de la vitalidad cotidiana, de esas experiencias debieron salir las premisas para la salvaguarda, ya no simplemente física, sino también social, y con ella, para otros distritos residenciales de valores patrimoniales medios, como es el caso de Gascue, por ejemplo. Reducida al ambiente exclusi-vamente arquitectónico sin poder resis-tir el embate de la voracidad empresa-rial, esa zona residencial de Gascue, sin historia de piedras coloniales, ha ido cambiando su fisonomía y ya es muy frecuente la coexistencia de consulto-rios médicos, clínicas privadas, salones de belleza, tiendas, colmados con sus jaulas inmensa de botellones sobre las aceras y el trepidar de los “deliverys”, pequeños restaurantes (que son los menos) y las disposiciones precarias de los desechos sólidos, además de ofici-nas públicas y privadas que demandan estacionamientos, y los infaltables talleres de mecánica con su gracejo de ignominia particularizada no solo en el material humano que lo suele componer, sino en el servido por sus amenizaciones musicales, y sus olores siempre de grasas contaminantes.

Agréguense los colegios e institutos y hasta universidades. Los desequi-librios van en aumento. La principal

intervención de Gascue provino del propio Estado que a partir de 1972 inició la transformación del centro de la barriada construyendo oficinas pú-blicas de alta demanda de actividades y grandes concentraciones de gente por el carácter recaudador de muchas de ellas. Y desde mediados del siglo pa-sado ya estaba allí la sede principal de la Policía Nacional (puesto que la gran mansión de dictador estaba cerca), lo cual fue facilitando la permisividad de empresas pequeñas que giran entorno de las necesidades complementarias de las actividades que allí se gestan.

Luego de los restantes edificios admi-nistrativos, vino mas de una universi-dad privada y las necesidades de alo-jamientos para estudiantes extranjeros, algunos centros asistenciales relacio-nados con las actividades académicas y hasta algunos pequeños centros de diversiones donde los juegos de mesa, la comida rápida y los servicios de fo-tocopiado, impresión y otros, han dado sostenimiento al efecto fenomenoló-gico de las demandas estudiantiles de esos centros universitarios.

Pero Gascue reacciona distinto a la Zona Colonial. Esta última mermó su capacidad de atención ciudadana luego del proceso de restauro que concluyó en 1978 y no ha podido seguir conse-cuentemente después de ese año, que no sea atrayéndose el cautivo público de los turistas que la visitan con prisas diurnas, porque son traídos desde los lejanos resort de las costas del este o más cercanos, para disfrutar de “pano-rámicas culturales” que miran desde las ventanillas de los autobuses. Cuan-do bajan lo hacen frente a tiendas de ar-tesanías que negocian esas paradas con los operadores turísticos y guías. La espontaneidad no existe. Pero a partir de 1998, un ensayo comercial, puesto en marcha desde una ruina reconstrui-da (el Fuerte San Gil fue convertido en

restaurante y bar) empezó a devolver la confianza de los mas jóvenes para visi-tar “la zona” como ahora sencillamente se le dice. Ese redescubrimiento histó-rico impulsó las nuevas gestiones co-merciales con los atractivos inmuebles de la zona intramuros y los resultados han sido halagüeños.

Ocurre que actualmente ya son “mate-ria prima”, el agua y la luz solar (que ha fracasado como proyecto privado para la generación de energías individuales, pero que el Estado debiera asumir, pero ya, sin mayores dilaciones e incluso incluir la energía del oleaje marino y la de los vientos).

Dentro de poco también será materia prima el aire limpio porque todo él mismo parece que esta irremediable-mente contaminado. Así, poluciona-dos, pasan a ser recursos finitos cuando debieran seguir siendo infinitos. Pero la ciencia humana se evidencia fracasada ante la racionalidad vegetal que usa la luz solar como fuente de toda su ener-gía. Millones de años lo atestiguan. Nosotros despilfarramos también la inagotable fuente de energía solar que recibimos diariamente, ni la usamos ni la almacenamos.

En consecuencia, el problema de la austeridad deja de ser uno de escala nacional para convertirse, desde hace 53 años, en uno de carácter mundial. Pero sabiéndolo desde hace todo ese tiempo, nunca hicimos nada y ahora te-nemos prisa. La prisa suele ser la peor consejera en materia de búsqueda de soluciones. Pero si nos auxiliamos de la planificación, que siempre que llegue nunca será tarde, entonces podríamos empezar a facilitarnos panoramas de entendimiento entre la naturaleza y las necesidades del hombre.

Page 56: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

54 PORVENIR / abril 2009

El gigantismo urbano es despilfarro del suelo. La verticalización de las construc-ciones es despilfarro de los recursos eco-nómicos. Ambos son una provocación al buen sentido y a la lógica del uso racional de los recursos naturales. Asentadas so-bre la placa del Caribe, el quinto sistema tectónico de mayor intensidad sísmica del planeta, la República Dominicana no de-biera tener rascacielos. Por eso la ley, que data de 1946, intenta, sin lograrlo porque es objeto de violación y burla, establecer parámetros estudiados en otros países de mejor y mayor tradición constructiva. Pa-rís es un ejemplo. La inmensa volumetría de sus edificaciones no pasa de siete pisos o niveles. Tres zonas acogen las edificacio-nes en alturas superiores. Los riesgos son los mismos que los de New York, puestos dramáticamente en evidencia el 11 de septiembre del 2001, una fecha que hizo tambalear los cimientos de la arquitectura de ostentación , la opulenta y especula-tiva, porque se agregaba, a partir de ese momento, un nuevo elemento de atención a las seguridades de los edificios. El terro-rismo (con la procedencia que fuere y con la anuencia o no de los que estan supues-tos a prevenirlo) aquí advertido porque ya hay demostraciones espeluznantes sobre esa fatídica fecha, sus orígenes y conse-cuencias.

CRISIS DEL URBANISMO,CRISIS DEL SISTEMAEl urbanismo cambia de lugar y fomenta otros escenarios. Ahora es Dubai, con sus torres atractivas que des- mienten las igualdades terrenas de los mortales, inaccesibles para todos. Una economía de dominación basada en la hegemo-nía petrolera, lo hace posible. Pero renovar la planificación urbanística no es crear concentraciones en altura porque se presiona el desequilibrio puntual de focos ya de por si sometidos a tendencias de múltiples demandas de servicios municipales.

Lo que se debe plantear es un nuevo reto para buscar, dise-ñar y construir nuevas soluciones habitacionales de acceso a las mayorías, sectorizadas para así impedir el acoso y dependencia del transporte deficitario. Esto lo debe facilitar una política de viviendas, para la vivienda, sin discrimina-ción ciudadana, ricos y pobres, dentro de un plan físico de austeridad, sin avasallamiento, sin opulencias ni ostentacio-nes ficticias ni reales.

Las diferentes tipologías del despilfarro, en una sociedad como la nuestra, adormecida por décadas, dentro de una rumiante economía yo-yo, dependiente, parasitaria e indi-gente internacionalmente, obligan a la búsqueda de sistemas autosuficientes y productivos internos. Concentrar las inver-siones por renglones de prioridades, podría evitar el despil-farro de los recursos que entonces ameritan altos costos de conexiones viales o aéreas. Aeropuertos que se construyen pero no se usan porque no hay real demanda: Barahona, por ejemplo, y/o Samaná que tiene dos: Catey y Arroyo Barril, ambos muy cercanos pero muy solitarios.

La austeridad y el crédito inmobiliario deben llegar a todos. Eso facilitaría acceso a proyectos y obras de menor cuantía en los sectores realmente necesitados. Esto no es necesaria-mente construir nuevas soluciones habitacionales, como se suele hacer para demagógicamente dejar entrever que hay trabajo realizado. No. Se debe invertir con bajos intereses y plazos dilatados en la reconstrucción y renovación de edifi-cios abandonados. En el malecón han empezado a derribar edificios que pudieron ser salvados. Ahora el mercado espe-culativo iniciará acción. Se perdieron referentes documen-tales, obras de buena facturación, una casa morisca (al lado del complejo de cines frente a Guibia) y otra racionalista (también frente a Guibia), un adefesio que nunca progresó (Arlequín) y uno de breve estampa que fue exitoso muy bre-vemente (Le Café).

El Edificio Copello acaba de ser vendido a “inversionis-tas” extranjeros (españoles) y se teme una transformación mimética, tal cual ocurrió con el antiguo Hotel Comercial.

Page 57: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

55Por un urbanismos de austeridad

El patrimonio edificado no solo es co-lonial, es republicano, es moderno, es contemporáneo y hay que salvaguar-darlo a como de lugar. No tiene fecha de caducidad.

Con ellos hay otros ejemplos de edi-ficios públicos, heredados de la “era”, abandonados sin excusa, como ocurrió con el Hotel Jaragua, que se argumentó caería de un momento a otro y resistió dos ataques distintos, por diferentes sistemas de demolición, durante una semana completa, para ver quebrarse sus estructuras físicas, lo cual puso en evidencia el carácter entreguísta y especulativo de esa enajenación pa-trimonial llevada a cabo con el visto bueno de la seudointelectualidad gu-bernamental de pasajeros que abordaba en ese momento el tren de la historia

gubernamental dominicana.

Atacar esos edificios indefensos para demolerlos y sustituirlos, no a ellos sino al espacio en que están o estaban ubicados, edificios solo preservados por el deseo y conocimiento de es-tudiosos e intelectuales de la cultura hereditaria, es lo que se denomina pre-servar un sistema de compartimientos estancos a la espera, sellados por una impronta que le lacera su historial, porque todos provienen de aquella “era” cuando, lastimosamente hay que decirlo, se construía con mucho mayor cuidado y respeto cuando las obras eran públicas.

Esas construcciones, a menudo en buen estado, son susceptibles de ser modernizadas, incluso con poco dine-

ro, pero son demolidas para justificar un cambio en la calificación del suelo, agiotista a todas luces, y para así au-mentar esa rentabilidad.

Entre el despilfarro del suelo, el pa-trimonial, el social y el económico, se impone un urbanismo de la austeridad. Urbanísticamente, el del suelo es el que está en condiciones más críticas. Ya se ha oído que ahora se presenta la expec-tativa especulativa de la ruta del Metro. Como el suelo es un recurso limitado, como el petróleo, el carbón y otros mi-nerales y metales, debe administrarse con mucho cuidado, principalmente en las ciudades presionadas desde dentro y fuera de las respectivas municipali-dades.

Desde siempre, la batalla que se libra por la conservación patrimonial se considera elitista. Igual ocurre con la ecología. Pero lo realmente elitista es reservar las mejores costas, las mejores playas, las mejores panorámicas, los mejores valles (siempre de estupendos cultivos), las mejores laderas y cimas de montañas, para letreros comerciales, para publicidad comercial que incita al consumo de tabaco y alcohol, para pro-paganda política, y/o para edificaciones de sectores privilegiados.

La socialización del gasto no llega hasta aquellos que tienen acceso a estos lugares; ellos obtienen los bene-ficios de sus poderes autárquicos. Solo los servidores, obreros y empleados, “disfrutarán” de laborar allí. Ahora creemos que a la larga batalla social y cultural, se agregará, positivamente, una nueva estrategia política que debe

favorecer una legislación exorcizada, para evitar pésimas interpretaciones de los inexistentes “espíritus” de las leyes, verdaderos fantasmas a los que apelan, cual sortilegio, los especuladores del territorio que hacen despilfarro de los recursos a costa de las socializaciones de perdidas y capitalizaciones de ga-nancias puntuales.

La legislación y la gestión urbanística deben ponerse a tono con las necesida-des mundiales de austeridad ecológica. Eso lo esperan los ciudadanos y ciu-dadanas que se han puesto al servicio del debate, ya sin regular sus derechos y comprendiendo sus deberes, para enfrentar unidos los desmanes que se hace al territorio en nombre del desa-rrollo urbano, que es mentira que lo sea puesto que lo que hay es deterioro inmobiliario, especulativo, excluyente, ostentoso y opulento por demás.

La participación ciudadana, en los debates recientes, su protagonismo sin temores, ha frenado las desorbitadas intenciones de los especuladores lo-cales y extranjeros sobre específicos territorios nacionales. La clase profe-sional consciente, compromisoria de su papel como agente y factor de cambio para una mejor sociedad, ha resurgido con mayores bríos y se pone del lado de la ley y las mejores intenciones, para corregir entuertos ya hastiantes y sofocantes que actúan sobre nues-tras ciudades. Ahora todos y todas esperamos, de nuestros legisladores y legisladoras, una aptitud diáfana y una actitud cónsona con los postulados de sus respectivas elecciones: Servir a las mayorías ciudadanas. Apelen por un URBANISMO AUSTERO y tendre-mos mejores ciudades y campos…

Page 58: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

56 PORVENIR / abril 2009

En la sociedad de hoy constituye una necesidad la vinculación de la educa-ción superior con la ciencia, la tecnología, el aparato productivo y la socie-dad en general, para que nuestros países, y particularmente la República Dominicana, enfrenten los desafíos de la globalización y la sociedad de la información, asi como otros paradigmas innovadores.

de la Realidad Mundial en la Educación

Impacto

Pablo Hernández //Miguel Rosado

Esa vinculación es necesaria en virtud de que las institu-ciones educativas del más alto nivel tienen una gran res-ponsabilidad con la sociedad y los organismos creados por ella para generar, acoplar, almacenar, transmitir y difundir conocimientos científicos, tecnológicos y humanísticos.

Los conocimientos se crean y obtienen por medio de la investigación; se acopian y recuperan con las actividades, los servicios de información y documentación, se transmi-ten por la docencia y se difunden a través de los servicios culturales y la extensión de las instituciones de educación superior.

Los centros de enseñanza superior no solo deben poseer el conocimiento que la sociedad requiere, sino aportarlo con oportunidad, suficiencia y calidad a la población que lo de-manda. Tal conocimiento se utiliza para planear y empren-der el desarrollo humano e impulsar el desarrollo económi-

co y el progreso social, político y cultural, además permiten seleccionar los saberes que existen en otras sociedades y cultivar otros nuevos.

Como las sociedades son cambiantes, las instituciones de educación superior deben transformarse para estar en armo-nía con las necesidades y expectativas de aquellas. Deben identificar y jerarquizar la demanda de conocimientos para satisfacerla; pero, además, deben anticipar los cambios y auspiciarlos.

En los últimos años el mundo experimentó profundas transfor-maciones. Se inició un proceso de globalización económica, social, política y cultural que ha desatado rotundos cambios a nivel de las comunicaciones, de la informática y a nivel de la integración y complementación económica de los países.

Junto con los afanes de modernización económica, han

Page 59: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

57Impacto de la realidad mundia en la educación

surgido nuevos desafíos para las insti-tuciones de enseñanza superior que las obligan a modificar tanto su quehacer académico y administrativo como su interacción con la sociedad para res-ponder mejor a las necesidades de esta. En todas partes, la educación superior ha experimentado una transformación de tan gran alcance en sus estructuras institucionales y en los métodos de enseñanza-aprendizaje.

La educación superior se encuentra en crisis en muchos países del mundo, pues, mientras aumenta el número de alumnos, la financiación pública dismi-nuye. Además la expansión de la matri-cula se ha concentrado en programas de estudios que requieren un bajo nivel

de gastos de personal, de equipo y fun-cionamiento, en lugar de ámbitos que exigen mas recursos, como las ciencias naturales y la físico-química.

Entre los factores que han inducido tales cambios están el aumento de la demanda social de formación a nivel superior; la necesidad de dirigirse a una clientela mas diversificada; las cambiantes necesidades del mercado laboral; el inmenso desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y sus numerosas apli-caciones a las funciones y necesidades de la educación superior.

El surgimiento de la radio y la televi-sión y su expansión en el primer tercio del siglo XX infundió mayor comple-jidad al funcionamiento de las institu-ciones de educación superior.

Esos medios, dotados de la más alta tecnología, fidelidad, precisión, rapi-dez y amplitud, podemos considerarlos como producto de una autentica revo-lución en la tecnología de la comuni-cación.

Se trata de hechos y fenómenos socia-les vitales para comprender la situación por la que atraviesa la educación su-perior en los actuales momentos. Esos son factores que inciden en aspectos igualmente importantes y significa-

tivos, tales como la financiación y la asignación de recursos; el manteni-miento y el mejoramiento de la labor académica; la expansión de las nuevas tecnologías de la comunicación.

Uno de los desafíos económicos críti-cos que afrontan muchos países es el de cómo aumentar su capacidad para adaptase a los cambios que se produ-cen en la economía, la tecnología y el comercio internacional.

La repercusión de los cambios econó-micos y tecnológicos son tales que si no se encaran a tiempo y de manera

adecuada pueden desencadenar proble-mas sociales y políticos de imprevisi-bles consecuencias.

El impacto del desarrollo tecnológico es de tal magnitud, que todos los países tienen que utilizar normas y equipos mundialmente aceptados. Esto tiene una gran incidencia en el factor hu-mano, que depende de la enseñanza o tiene relación con ella, principalmente en el plano de la formación superior.

Las consecuencias de todo ellos afecta especialmente a la educación superior, pues en ese nivel se aborda la forma-ción de una fuerza laboral de calidad de la cual depende la creación de pro-ductos, bienes y servicios de calidad.

Del análisis de los desafíos con que se enfrenta el desarrollo social, económi-co y cultural en un mundo que se trans-forma rápidamente, se deprende que las instituciones de educación supe-rior, con sus funciones de enseñanza, formación, investigación y servicios, representan un factor necesario para el desarrollo. La educación superior es clave para poner en marcha los proce-sos más amplios que se requieren para hacer frente a los desafíos del mundo moderno.

Se aprecia, pues, de una nueva visión de la educación superior que combine

Page 60: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

58 PORVENIR / abril 2009

las demandas de la universalidad y el imperativo de una mayor pertinencia para responder a las expectativas de la sociedad, sus funciones con respecto a la enseñanza, la investigación y los servicios conexos, de sus vínculos con el mundo del trabajo, con el Estado y la financiación publica y sus interac-ciones con otros niveles y formas de educación.

Algunos pensadores sociales creen que el mundo está en el pórtico de una revolución social tan profunda como las revoluciones agrícola e industrial. Un exponente temprano prominente de esta profética visión lo fue el sociólogo Daniel Bell, quien aseguro que la in-formación nueva cambiará las bases de la organización, produciendo una so-ciedad de información o pos-industrial nueva (1973-1979).

En la sociedad de la información, la encomia se centra en la producción de bienes; los recursos mas importantes son el capital físico (minas de hierro, por ejemplo) y el trabajo. La mayor parte de la fuerza de trabajo participa en la producción ¿Qué conduce al po-der económico y social?

En cambio, en la sociedad de la in-formación la economía se basa en el suministro de servicios; el recurso mas importante es el capital humano (co-nocimiento, información, formación); la mayor parte de la fuerza laboral participa en la investigación o en el suministro de servicios (educación, atención, salud, etc.).

La microelectrónica y otras industrias basadas en la ciencia y las nuevas tecno-logías están a la vanguardia, marcando el camino hacia una sociedad nueva.

Argumentaba Bell: ´́ En la sociedad de la información las tecnologías que una vez fueron usadas para automatizar y manejar la producción de bienes serán

ampliadas a la planeación social. En contraste con el barullo del primer ca-pitalismo, la eficiencia técnica condu-cirá a una sociedad más racional y hu-mana. Las necesidades de las persona serán satisfechas, incluso mas allá del nivel básico, liberándolas para volver su atención a bienes superiores´́ .

Así como una sociedad industrial es definida por la calidad de bienes como señas de un nivel de vida, la sociedad pos-industrial es definida por la cali-dad de vida medida por los servicios y comodidades: salud, educación, re-creación y artes.

Cada vez se hace más difícil aislarse de las grandes tendencias globales. El proceso de globalización aún esta incompleto y los cambios por ocurrir

son todavía impredecibles y ocurrirán con rapidez. La educación y el conoci-miento, indudablemente, son las piezas claves para el futuro y se colocan en el centro de los cambios que están por venir como única forma de avanzar hacia una sociedad libre, justa y desa-rrollada.

Peter Drucker, jurista norteamericano; Guy Sorman, economista francés, y Kenichi Ohmae, ingeniero nuclear japonés, considerados como los ma-gos gerenciales de América, Europa y Asia, respectivamente, comparten la visión de que la educación y el cono-cimiento de los individuos son piezas claves para el futuro.

En su libro más reciente, La Sociedad Pos-Capitalista publicado en 1999,

En los últimos años el mundo experimentó profundas transformaciones. Se inició un proceso de globalización económica, social, política y cultural que ha desatado rotundos cambios a nivel de las comunicaciones, de la informática y a nivel de la integración y com-plementación económica de los países.

Page 61: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

59Impacto de la realidad mundia en la educación

Drucker manifiesta su convencimiento de que la única ventaja real y sostenible en las sociedades exitosas del presente y fututo es la relación entre el conoci-miento y su uso por los individuos.

Afirma que la sociedad pos-capitalista aborda el ambiente en que los seres humanos viven, trabajan y aprenden. No se ocupa del individuo, pero, en la sociedad del conocimiento en que vivi-mos, el rol de los individuos es central. El conocimiento no reside en un libro, un banco de datos, un programa de computadora; estos últimos solo con-tienen información.

El conocimiento siempre esta encarna-do en una persona; transmitido por una persona; creado, aumentado o mejora-do por una persona; usado o abusado por una persona. Por eso, el cambio en la sociedad del conocimiento pone al individuo en el centro. Así, aparecen nuevos retos, nuevos temas, nuevas preguntas sobre el representante de la sociedad del conocimiento, la persona educada.

Lo anterior cambia el significado mis-mo de persona educada. También cam-bia el sentido de lo que significa estar y ser educado. Así, se convertirá en un asunto crucial la definición de la perso-na educada. Al convertirse el conoci-miento en el recurso clave, la persona educada enfrenta nuevas exigencias, nuevos desafíos, nuevas posibilidades. La persona educada incrementa su im-portancia en el mundo de hoy.

En su excelente obra, Peter Drucker hace énfasis en los cambios actuales y en la fundamental importancia del conocimiento y su impacto en lo que es o será la educación del futuro. Ante la nueva realidad mundial y los desafíos que nos sugiere, Drucker concluye: ´́ Al menos una cosa podemos predecir: el cambio mas fundamental será el cam-bio en el conocimiento, en su forma

y contenido, en su significado, en su responsabilidad y en lo que significa ser una persona educada´́ .

Por su parte, Guy Sorman, en su libro Los Verdaderos Pensadores de Nues-tros Tiempos, indica que la garantía de las libertades sociales, económicas y políticas dentro de un marco de educa-ción abierta y general permitirá encon-trar la mejor solución a los problemas del futuro.

Asimismo, Kenichi Ohmae, en sus obras El Poder de la Triada (1985) y Mas allá de la Fronteras Nacionales (1987), insiste - dada su condición de asesor de varios gobiernos de países en vías de desarrollo y de principales gurú gerencial japonés durante la década de los ochentas - en el rol fundamental de la educación, al enfatizar en la educa-ción sobre todas las otras actividades, pero sin faltar a los educados como un grupo privilegiado especial. ´´ Ense-ñarles a ser lideres en vez de elites´́ , es el reto del porvenir.

La importancia de la educación en el desarrollo y del conocimiento como eje de las sociedades libres en el futuro es compartida no solo por personalidades como las antes citadas, sino por mu-chas otras, así como por organismos internacionales.

En un informe del Banco Mundial sobre la pobreza en Latinoamérica durante los ochentas, se enfatiza el problema educativo como la causa principal de las enormes desigualdades de la región: ´́ Debido a que el trabajo es la principal posesión de los pobres, el mejoramiento de la calidad y dis-tribución de la educación representa un mecanismo clave para reducir las grandes desigualdades y disminuir el numero de individuos que viven en la pobreza absoluta´́ .

Finalizada la década de los ochentas,

ese organismo internacional y otros de igual nivel se empeñaron en encontrar una visión para la educación, hallar el propósito y la misión de generar in-dividuos educados y conscientes para lograr un desarrollo justo, equitativo y sostenido.

La educación concierne a todos-gobierno, individuos, comunidad- y su solución requiere primero el reconoci-miento de la gravedad de los problemas que nos afectan en materia educativa y luego un gran esfuerzo conjunto de to-dos los sectores de la sociedad basado en el consenso y la participación.

Ante la realidad imperante a nivel mundial, surgieron en 1990 planes de-cenales de educación con el fin de bus-car salidas basadas en las condiciones propias de cada país. La búsqueda de soluciones a los problemas derivados de esos procesos de cambios rápidos depende del desarrollo de la educación, comprendida, claro está, la educación superior.

Las instituciones de educación supe-rior deberán producir las necesarias transformaciones para convertirse en los referentes de los cambios que la sociedad requiere.

En el aspecto académico es menester elevar la eficiencia y la calidad. Los productos de la docencia, la investiga-ción y la difusión de la cultura deben contribuir a superar los retos de la globalización, mitigar las diferencias económicas, sociales y culturales y mejorar los procesos políticos.

Es necesario que las instituciones de educación superior desarrollen pro-cesos administrativos más eficaces y que promuevan fuentes adicionales de financiamiento para apoyar mejor el desarrollo académico.

Las estrategias de desarrollo de la

Page 62: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

60 PORVENIR / abril 2009

Universidad deberán estar destinadas, en primer lugar, a coadyuvar con el de-sarrollo humano sostenible del país, a fin de que el crecimiento económico se ponga al servicio del desarrollo social y garantice una sostenibilidad ambiental y respeto por los derechos humanos.

El mantenimiento de buenas relaciones con el Estado y con la sociedad en su conjunto deben considerarse como un requisito necesario para una gestión y un funcionamiento adecuado, indis-pensables para la preservación de la institución, de su libertad académica y de su autonomía.

La universidad debe manejarse con transparencia eficiente y la utilización eficaz de los recursos financieros, hu-manos y materiales debe verse como una manera de rendir cuentas a la so-ciedad.

El Estado y la sociedad en general deberán comprender que financiar la educación su-

perior no es una carga, sino una inversión nacional a largo plazo para acrecentar la competitividad económica, el desarrollo cultural y la cohesión social.

La satisfacción de las necesidades de la sociedad y las expectativas que suscita la educación superior dependen en últi-ma instancia de la calidad del personal docente, de los programas de los estu-diantes tanto como de las infraestruc-turas y de los medios universitarios. Las medidas para acrecentar la calidad en la institución deberán estar destina-das, en todo caso, al mejoramiento de la Academia y alcanzar los objetivos institucionales.

La evaluación permanente del perso-nal académico y administrativo, así como de los planes de estudios y de los programas de asignaturas, deberán establecerse como un mecanismo nor-mal y cotidiano para la búsqueda de la calidad, con la misma importancia que la renovación de la enseñanza.

En ese tenor, la universidad debe preparar informes para fines de la evaluación quinquenal que se lleva a cabo bajo el control de la Secretaria de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

Es necesario que se fomente en la universidad un sistema de formación avanzada, integrada, abierta, flexible y crítica, en el cual el alumno, en proceso de enseñanza aprendizaje, acentué su autoeducación, en su calidad de sujeto activo y de protagonista de su propio aprendizaje y desarrollo.

La vinculación estrecha de la universi-dad con la sociedad, y en particular con las actividades productivas, es no solo una necesidad sino una obligación que debe ser atendida de inmediato, a fin de que la institución pueda cumplir con su misión y con su encargo social.

Ante la pujante globalización y la ten-dencia integracionista es imperioso afi-

Page 63: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

61Impacto de la realidad mundia en la educación

nar las normas de vincu-lación entre las facultades de la Academia y entre las escuelas de cada facultad a fin de implantar progra-mas interdisciplinares de estudios y atender las nue-vas demandas de personal calificado, conocimiento científ ico y desarrollo, adaptación y asimilación de tecnologías.

Deberá fomentarse la vin-culación de las universi-dades e institutos de edu-cación superior entre si, a fin de unificar criterios sobre planes de estudios, programas de asignaturas, grados académicos, titu-lación, convalidaciones, etc., para un desarrollo armónico del sistema de educación superior del país.

El entrelazamiento con el aparato productivo y la sociedad en general deberá verse como una es-trategia para el desarrollo académico de la univer-sidad. Al propio tiempo, la interacción estrecha con las organi-zaciones sociales y las dependencias gubernamentales servirá para que la academia se retroalimente y defina con mas certidumbre sus requerimientos para mejorar los sistemas de informa-ción y documentación, incluir proble-mas reales del entorno inmediato en los planes y programas de estudio, así como actualizar la plantas académicas, definir los conocimientos específicos de utilización para actividad produc-tiva y los grupos sociales circundante, modernizar instalaciones y equipos y aumentar las publicaciones útiles para la sociedad.

El conocimiento y uso de las tecno-

logías de la información y comunica-ción generan un desarrollo interactivo que modifica los procesos, insumos y productos del sistema de educación superior, como parte de la cultura y la sociedad en su conjunto.

Esta interacción dinámica ejerce una acción transformadora en la enseñan-za, el aprendizaje, la investigación, la educación permanente, la extensión y otros componentes del sistema, por lo que deberá darse prioridad a la intro-ducción de tales tecnologías.

La construcción de aulas virtuales debe ser una meta urgente para todas las facultades, escuelas e institutos de

investigación científica y para la extensión, el postgrado y la educación permanente.

En el marco del esfuerzo de transformación que im-pulsan las universidades, resulta necesario replan-tear la investigación desde perspectiva de las nuevas tendencias de impacto del futuro en la educación superior, la ciencia y la tecnología que fortalezca y potencie las capacidades intelectuales, culturales, científicas y tecnológicas, humanísticas y sociales. La investigación, aparte de ser una función prin-cipal de toda universidad, es, además, un prerrequi-sito de su calidad cientí-fica y de su importancia social.

“La tecnología esta in-f luyendo profundamente sobre la manera en que la gente piensa y actúa, alterando dramáticamente la forma y la dirección de la sociedad, y cambiando

la naturaleza de la competitividad. La manera como se anticipen y reaccionen las comunidades, regiones y naciones frente al nuevo ambiente competitivo va a determinar en gran medida la sa-lud y viabilidades de sus economías “, aseguran W. Smilor y G. Koozmetsky, y agregan:

“Nuevas alianzas institucionales están alterando las estrategias y táctica del desarrollo económicos la diversifica-ción. Nuevas relaciones entre el sector publico, el privado y la academia están teniendo importantes consecuencias en la manera en que pensamos y actuamos respecto al desarrollo económico”

En la sociedad de la información las tecnolo-gías que una vez fueron usadas para automatizar y manejar la producción de bienes serán amplia-das a la planeación so-cial. En contraste con el barullo del primer ca-pitalismo, la eficiencia técnica conducirá a una sociedad más racional y humana. Las necesida-des de las persona serán satisfechas, incluso mas allá del nivel básico, li-berándolas para volver su atención a bienes su-periores

Page 64: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

62 PORVENIR / abril 2009

Este último presenta características muy particulares, por ser la experiencia de origen para la asunción política de tal tipo de transición y haber sido un referente casi obligado para el resto de los intentos. De ahí su consabido inte-rés para las ciencias sociales. Al mismo tiempo, dado que el ensayo soviético terminó, resulta más factible inquirir acerca de él por su condición de proce-so históricamente concluso.

El intento de transición a una sociedad socialista, en oposición a las estructu-ras productivas e ideológicas del capi-talismo, tuvo en el proyecto soviético y en la posterior Unión de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS), el ensa-yo más extendido en correspondencia con el tiempo que abarcó, su alcance fronterizo, su estructuración producti-va, política, ideológica, militar e inter-nacional, y su resonancia post mortem.

Desde el estallido de octubre, los acon-tecimientos soviéticos han sido una recurrencia en los espacios del pensa-

miento y de la política. La incursión en las etapas y temas de esta historia ha estado impregnada de una evidente polarización ideológica. Aun cuando el corolario final de ese intento de tránsito a una sociedad no capitalista fuera la pérdida de una preciosa oportunidad para socavar las bases del dominio burgués, repensar, comprender y, sobre todo, asumir las características del pro-ceso de transición soviético en su con-junto brindan elementos imprescindi-bles para explicar lo que ha acontecido en Rusia desde 1991, y para configurar las alternativas anticapitalistas que de-manda el siglo XXI.

Cualquier pretendido emancipatorio que parta de los límites del capitalismo para su realización debe revisar, una y otra vez, las formas, circunstancias, aportes y desfalcos de esa experiencia. Los noventa años que nos separan de octubre de 1917 son el camino más sólido andado por y para el socialismo. Desestimar esta premisa histórica y

política en la lucha anticapitalista es un anuncio de futuros fracasos.

Tal significación es el punto de moti-vación principal para estas páginas, en las que se desarrollan algunas ideas y se esbozan otras, no desde el sosegado e «imparcial» recuento histórico, sino a partir del compromiso político que gana sustancia desde el abordaje cientí-fico del proceso en cuestión, y permite enmarcar los análisis y conclusiones, así como destacar legados del proceso de transición soviético al socialismo. Además, se trata de la antesala histó-rica que permite conocer los orígenes, tendencias y potenciales resultados del proceso de restauración capitalista que sucede en los países del espacio posts-oviético.

Para ordenar las reflexiones, es per-tinente plantear las problemáticas siguientes: ¿quiénes detentaron el poder en la Unión Soviética? ¿Se pue-de hablar de ruptura con el proyecto bolchevique? ¿Cuáles son las razones

Amplia y diversamente abordado, el tema de la transición cuenta con va-rios estudios de caso que se enmarcan, de un lado, en las transformaciones dentro del sistema capitalista mismo, dando cuenta, fundamentalmente, de modificaciones de regímenes dictatoriales a democráticos. De otra parte, se ubica la cuestión del llamado tránsito del capitalismo al socialismo, igual-mente estudiados con amplitud. En este segundo grupo se destaca el intento de crear un «socialismo soviético».

el socialismo soviéticoAriel Dacal Díaz

¿ ?fracasóPor q

Page 65: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

63¿Por qué fracasó el socialismo soviético?

del fracaso histórico de la transición soviética al socialismo? «La clase imprevista» Como toda experiencia de la sociedad humana posterior a las comunidades gentilicias, el compo-nente vital que explica la edificación de instituciones, normas de conducta, códigos ideológicos y las propias es-trategias políticas, es la relación do-minador versus dominado, que emana de la contradicción entre las clases que compiten o cohabitan en una época histórica determinada. Este criterio, como recurso metodológico, permite acercarse con mayor certeza al proceso soviético, sin desestimar las tensiones que impuso a los marcos teóricos sobre las relaciones de clases.

Recordemos que como parte de las clases contendientes dentro de Rusia, antes de las revoluciones de 1917, la burguesía nacional se desarrolló muy tardíamente, con mucha lentitud, y subordinada a las potencias imperia-listas del momento, sobre todo Francia, Inglaterra y Alemania. En esa lógica, la revolución de febrero de 1917 pro-pició a la burguesía la posibilidad de disfrutar de algo que había sido inca-paz de hacer. En realidad, no había en Rusia una base social burguesa capaz

de asimilar, aprovechar y mantener esa oportunidad, máxime cuando existía una pujante clase trabajadora y sobre todo un movimiento revolucionario, lo cual atribuyó un matiz muy relevante a los dos procesos revolucionarios de 1917 1.

Por su parte, la clase obrera rusa mino-ritaria, pero con una vanguardia bien organizada no se encontraba suficien-temente desarrollada y madura para el ejercicio del poder y para la ejecución de las medidas que emanaban de este. Los hechos acontecidos durante varias décadas develaron, como veremos más adelante, que la dictadura del proleta-riado, explicada por Lenin en El Esta-do y la Revolución como dominación de clase, no pudo ser realizada como dictadura por el proletariado y se con-virtió, andando por las interioridades de su propia historia, en una dictadura del Partido, que conduce para el prole-tariado.

Dentro del cuadro socioclasista ruso, el campesinado era la clase más nu-merosa, lo que impuso una fisonomía contradictoria al Estado obrero surgido tras la Revolución, e hizo entender a

1 Christopher Hill, La Revolución rusa, Edición Revolucionaria, La Habana, 1990, p. 18.

los dirigentes de la emancipación la necesidad de contar con ella para man-tenerla en pie. La burocracia tuvo un papel definitorio. Se debe partir de que el estrato burocrático no es privativo del socialismo. En el caso ruso, tuvo sus orígenes consolidados y tipifica-dos en el período zarista, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Con la centralización absolutista, creció numéricamente el sector de los funcionarios, así como su importancia, debido a su utilidad para el ejercicio de la dominación. La copiosa burocracia que se arraigó en la estructura política devino una de las características del Estado zarista y una herencia para el Estado soviético, forzado a incorporar individuos del anterior aparato gu-bernamental para cumplir funciones técnicas y especializadas en las nuevas estructuras. Con ellos, se asumía la mentalidad zarista que, lógicamente, no se podía superar por un decreto re-volucionario.

A finales de 1920, el número de funcio-narios del Estado había pasado de poco más de 10,000 a la astronómica cifra de 5,800,000, que sobrepasaba en cinco veces la de los obreros industriales. En agosto del mismo año, 48,400 antiguos

1770-1831Georg Wilhelm Friedrich Hegel

1818-1883Karl Heinrich Marx

1820-1895Friedrich Engels

Filósofos rusos

Page 66: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

64 PORVENIR / abril 2009

oficiales zaristas se habían alineado como especialistas militares en el Ejér-cito Rojo2.Al final de la guerra civil, muchos de ellos ocuparon diversas responsabilidades políticas y adminis-trativas, trasladando a sus funciones la formación militar de ordeno y mando.

A partir de esta realidad, Lenin insistía en calificar a Rusia como un Estado obrero con fuertes deformaciones bu-rocráticas. Explicó el fenómeno como una excrescencia parasitaria y capita-lista en el organismo del Estado obrero, nacida del aislamiento de la Revolución en un país campesino, atrasado y anal-fabeto3.

Desde esta lógica, José Stalin fue el rostro más visible de la burocracia y, a su vez, el estalinismo, como tipifica-ción del socialismo soviético, resultó el modo de la ruptura con el proyecto bol-chevique. Ambos fueron, en principio, resultado y no causa de los desenlaces de la Revolución. Después, el estalinis-mo se convirtió en causa estructural y sistémica del fracaso soviético.2 Ted Grant, Rusia, de la revolución a la contrarrevolución, Fundación Federico Engels, Madrid, 1997, p. 108.

3 Ted Grant y Alan Word, Lenin y Trotski, qué defendieron realmente, Fundación Federico Engels, Madrid, tomado de www.engels.org.

El proceso burocratizador tuvo sus orígenes en el inicio mismo de la re-volución, pero su consagración como sector dominante en la sociedad tuvo lugar en la década de los años 30. Las reglas, la jerarquía, la especialización, hacen del grupo burocrático un esta-mento carente, casi en lo absoluto, de creatividad. La costumbre de consultar a una instancia superior convertida prácticamente en norma destruye toda posibilidad de iniciativa de los fun-cionarios, que solo cumplen misiones técnicas. La dinámica mimética que genera esta tendencia respecto al jefe diseminó por toda la Unión Soviética pequeños dictadores intermedios que eliminaron gradualmente a sus rivales mediante el halago y adulación a las autoridades superiores y la imitación de sus métodos.

Al estallido de la Revolución, los cua-dros políticos bolcheviques no eran numerosos. A pesar del crecimiento numérico de la membresía del Partido, la calidad de sus cuadros no tenía simi-lar correspondencia. Progresivamente fueron ascendiendo a los principales cargos administrativos f iguras de relieve secundario dentro de la revo-lución debido, entre otros factores, a que muchos viejos combatientes de la vanguardia perecieron durante la con-tienda civil o se separaron de las masas al ocupar cargos de menor relevancia; otros se acomodaron a las nuevas condiciones de poder. Este aspecto es parte del proceso de degeneración del proyecto bolchevique.

Tras la muerte de Lenin se abrieron las puertas del Partido a una nueva hor-nada, conocida como «la promoción Lenin». El resultado fue que se ahogó el núcleo revolucionario con individuos de los más diversos orígenes sociales y sin una preparación política acorde con las tradiciones de los bolcheviques. Estos individuos fueron moldeados por los hombres del aparato, que habían sido elegidos a dedo por Stalin, quien desde 1919 encabezó el Comisariado

1917-2Mihail Alexandrovich

1894-1917Nikolai Alexandrovich Romanov

1917-3Georgy Lvov

Gobernantes rusos desde 1894

hasta 2008

...el estalinismo se convirtió en

causa estructural y sistémica del

fracaso soviético.

Page 67: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

65¿Por qué fracasó el socialismo soviético?

del Pueblo para la Inspección Obrera y Campesina, desde donde controló el movimiento de cuadros durante va-rios años. Esto le permitió tener bajo control puestos y figuras claves. Baste decir que de 75 a 80% de la militancia del Partido se había afiliado después de 1923, y solo 1% de los miembros tenía su afiliación antes de la Revolución4.

La burocracia soviética, que devino «clase imprevista»5 respecto al papel antagónico entre el proletariado y la burguesía, se privilegió del poder es-tatal y administró la propiedad pública beneficiándose de ella. Es cierto que sus miembros no poseían capital priva-do; pero al no recibir control por el res-to de los sectores sociales, dirigieron la economía, extendieron o restringieron todas las ramas de la producción, fija-ron los precios, articularon el reparto, definieron el destino del excedente, dominaron el conocimiento y su di-vulgación y controlaron los medios de producción de ideas. De este modo mantuvieron el partido, el ejército, la policía y la propaganda que los susten-

4 Ted Grant, ob. cit., p. 118.

5 Término tomado del artículo de Alexei Goussev, «La clase imprevista: la burocracia soviética vista por León Trotski», tomado de www.herramienta.com.

taba, lo cual permitió su reproducción durante décadas6.

¿Mediante qué códigos de cultura po-lítica dominó la burocracia soviética? Las masas que ejecutaron la Revolu-ción en 1917 portaban la mentalidad de la servidumbre, sin ninguna expe-riencia democrática, y el desarrollo de la conciencia del proletariado clase llamada a encabezar la Revolución era patrimonio de un pequeño número de hombres y estaba relacionado más con un «adelanto» del campo de las ideas que con las condiciones histórico-materiales que hicieran más abarcador este tipo de conciencia. Las masas rurales la mayoría en ese momento eran portadoras de los elementos más

6 El análisis respecto al tema de la burocracia tiene una de sus aristas más polémi-cas en sus vínculos o su autonomía respecto a otras clases. Para algunos autores, la burocracia no podía convertirse en elemento central de un sistema estable, pues solo era capaz de traducir los intereses de otra clase. En el caso soviético, se balanceaba, según este criterio, entre los intereses del proletariado y el de los propietarios. León Trotski fue uno de los mayores exponentes de esta visión. Por otro lado, algunos autores afirman que la burocracia no expresaba intereses ajenos, ni oscilaba entre dos polos, sino que se manifestaba como grupo social consciente, según sus propios intereses. Milovan Djilás es un referente impor-tante para esta segunda visión, específicamente en su obra La nueva clase.

conservadores, afianzados en el alto nivel de analfabetismo existente, ma-teria prima valiosísima para el adoctri-namiento.

Por su parte, la burocracia usurpadora fue otro ejemplo histórico de cómo los vencedores incorporan la mentali-dad de los vencidos, algo previsto por Lenin. En este caso, heredaron como códigos de la dominación el control absoluto, el elitismo político, la idea de que la «muchedumbre» no sabía ni era capaz de dirigirse, por lo que necesita-ba una figura que sintetizara los des-tinos del país. Uno de los rasgos más apreciados por el ciudadano promedio de Rusia respecto a sus dirigentes es la imagen de hombre fuerte, capaz de enfrentar con determinación las difi-cultades cruciales del país.

Como norma, dentro de la URSS se desvinculó la responsabilidad de la fi-gura máxima respecto a los problemas, creando un ambiente místico a su al-rededor. Junto a esto, en el imaginario social se impuso el criterio de que las capas intermedias de los dominadores eran las responsables del estado de cosas existente.

En el contexto ruso, este hecho tuvo

1917-1924Vladimir Ilich Lenin

1917-4Alexander Kerensky

1924-1930AleksÇi RÏkov

1941-1953I¢sif Stalin

Page 68: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

66 PORVENIR / abril 2009

gran significación, como lo demuestra el estallido revolucionario de 1905, donde se quebró la legitimidad del zar frente a las masas, tras varios fracasos de reivindicaciones que partían del su-puesto de que los funcionarios públicos cometían excesos no conocidos por el zar, y que contravenían sus decisiones. Como similitud histórica, a fines de los años 80 la arremetida contra la figura de Stalin tuvo una función similar en la deslegitimación del régimen.

Durante el período soviético, el ejer-cicio político de la burocracia fue una negación del intento bolchevique, que concebía nuevos códigos respecto a la política y la participación de las masas, no solo como fuerza motriz en la explosión subversiva, sino también con el carácter revolucionario de los soviets como elaborador, ejecutor y controlador de las decisiones, lo cual se expresó en que de órganos espontáneos de lucha de las masas, adquirieron fun-ciones de Estado. Con el advenimiento del estalinismo, tales principios fueron destronados y la oportunidad de lograr la participación política de las masas incluyendo los mecanismos de movili-zación, real y autónoma fue cercenada. En ese proceso, las organizaciones

políticas y de masas sufrieron una con-siderable atrofia.

Lo que aconteció en Rusia después de la Revolución, resultado de sus propias circunstancias, fue el advenimiento de un nuevo sector dominante basado en el poder del Estado en lugar del dinero y de la propiedad; sus integrantes se vieron a sí mismos como los nuevos hombres del poder en un sistema no capitalista, pero sí marcadamente eli-tista desconectados por completo del control de las masas, las que, dadas las encrucijadas de esta historia, no fueron el sujeto político de su propia emancipación.Del bolchevismo al es-talinismoCuando se aborda el intento de transición soviética, es recurrente encontrar una diluida frontera, en el mejor de los casos, entre las prácticas políticas de Lenin y de Stalin. No se trata de un asunto secundario, ni de un detalle histórico que invite a la preci-sión. Delimitar esta frontera implica, esencialmente, distinguir entre un proyecto político revolucionario dentro de los complejos avatares de la Revolu-ción rusa y las prácticas conservadores que las mismas complejidades históri-cas delinearon como alternativas. Esta necesidad no emana de diferencias for-

males entre una figura y otra, sino del deslinde de concepciones y prácticas distintas desde un escenario histórico común, respecto a cómo fundar la nueva sociedad, el papel de la inteli-gencia colectiva y la creación política, en el intento de subversión estructural y cultural que supone la transición al socialismo.

Respecto a la significación de Vladimir Ilich Lenin, se han tejido los más va-riados contrapunteos. Sin detallar los que, por obvias razones de clase y con diferentes formulaciones, tergiversan las virtudes históricas del genio bol-chevique, resultan diversas las tenden-cias de quienes validan su legado. En este grupo se encuentran apologéticos que continúan embalsamándolo, defen-sores que intentan la objetividad nece-saria en el balance de su pensamiento y obra, nostálgicos que buscan, a casi un siglo de distancia, las soluciones a los problemas de hoy y de mañana en su pensamiento, etc. Consíganlo o no, a todos les cabe el mérito de intentar enmarcar la utilidad revolucionaria que representó la vida de Lenin en el eterno intento de cambio de la sociedad humana.

Pero existe una tendencia que si bien

1982-1984Yuri Andropov

1964-1982Leonid Ilyich Brezhnev

1953-1964Nikita Khrusjtsjov

1984-1985Konstantin Chernenko

Page 69: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

67¿Por qué fracasó el socialismo soviético?

puede incluirse en este lado del debate sobre el jefe bolchevique, es nociva. En ella se intenta ver la historia de la URSS como una continuidad, como etapas de un mismo proceso, sin rup-turas más o menos violentas. Lo con-tradictorio de esta postura es que no emana de burócratas en el poder que necesitan legitimarse con la evocación de continuidad respecto al proyecto fundacional, sino de honestas personas desconcertadas con los resultados de la oportunista conversión formal de la burocracia en burguesía a partir de 1991. La más desoladora señal está en homologar a Lenin con su sucesor, Stalin. El daño que causa este error valorativo es mortal. O peor, es fun-cional a los intentos de descrédito del pensamiento y la obra de Lenin, tan necesario a la burguesía para consoli-dar su hegemonía. Dada la reiteración de esta falsa vinculación, retomamos el pretérito intento por deslindar a Lenin de Stalin mediando apuntes sobre el pensamiento y obra de uno y otro. Si bien el estallido bolchevique concebía nuevos códigos respecto a la política, con el advenimiento del estalinismo la burocracia aplicó como códigos de dominación el control absoluto. El líder de Octubre destacó:

Es necesario tener presente que la lucha exige de los comunistas que sepan re-flexionar. Es posible que conozcan per-fectamente la lucha revolucionaria y el estado del movimiento revolucionario en todo el mundo. Sin embargo, para salir de la terrible escasez y miseria lo que necesitamos es cultura, honestidad y capacidad de razonar7.

Contrariamente, la naturaleza autorita-ria de la burocracia soviética frenó las pretensiones democráticas que repre-sentó el proyecto bolchevique. La falta de participación real, de espacios cívi-cos de contrapartida y control del po-der, afectó todos los niveles de la vida social: desde el funcionamiento econó-7 Vladimir I. Lenin. «Informe Político al undécimo congreso del Partido», La última lucha de Lenin. Discursos y escritos, 1922-1923, Pathfinder, Nueva York, 1997, p. 65.

mico hasta las cuestiones étnicas. Bajo el pretexto de ser guía de la sociedad, el Partido Comunista de la Unión So-viética (PCUS) se convirtió, en manos de la burocracia, en una maquinaria que frenó, desvirtuó y violentó el acto de creación política iniciado por Le-nin al frente de los bolcheviques. Los nexos tentativos entre Lenin y Stalin se encuentran en que este último, aprove-chando algunas condiciones creadas en vida del líder revolucionario, desvirtuó el sentido de la dirección partidista hacia el totalitarismo. Lenin había or-ganizado el Partido bolchevique para dirigir a los obreros, no para domarlos o subyugarlos. La conversión del apa-rato partidista en un instrumento de control en manos de la burocracia fue un proceso definitorio en el decurso de los acontecimientos y de los sentidos históricos asumidos por esta para la transición «socialista».

La Revolución removió todas las zonas de la sociedad rusa: las instituciones, las normas, las ideas, los valores. En ese movimiento telúrico, el Estado obrero concedió amplios derechos jurí-dicos y políticos a los ciudadanos como la legalización del divorcio y el aborto, la eliminación de la potestad marital,

1991-1999Bor°s Yeltsin

1985-1991Mikhail Gorbachev

1999-2008Vladimir Putin

2008Dimitri MedvÇdev

...para salir de la terrible escasez y miseria lo que nece-sitamos es cultura, honestidad y capaci-dad de razonar

Page 70: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

68 PORVENIR / abril 2009

la igualdad entre el matrimonio legal y el concubinato, etc. A partir de 1926, bajo el régimen de Stalin, se instituyó nuevamente el matrimonio civil como única unión legal. Más tarde se abo-lió el derecho al aborto, junto con la supresión de la sección femenina del Comité Central y sus equivalentes en los diversos niveles de organización partidaria. En 1934, se prohibió la homosexualidad, y la prostitución se convirtió en delito. No respetar a la familia se convirtió en una conducta «burguesa» o «izquierdista» a los ojos de la burocracia. Los hijos ilegítimos volvieron a esta condición, que había sido abolida en 1917, y el divorcio se convirtió en un trámite costoso y pleno de dificultades8.

El mecanismo sutil, paciente e integral de reformulación y regresión utilizado por Stalin para hacer infértiles los pro-gresos de Octubre alcanzó, en primer orden, a las instituciones detentado-ras de violencia, las que igualmente se hicieron funcionales a los nuevos intereses. En sus orígenes, el Comité de Seguridad del Estado (KGB)9 tuvo como objetivo combatir la contrarrevo-lución, los sabotajes y la especulación, objetivos de legítima defensa frente a la oposición reaccionaria que generó

8 Adriana D Atri, «Un análisis del rol destacado de las mujeres socialistas en la lucha contra la opresión y de las mujeres obreras en el inicio de la Revolución Rusa», tomado de www.re-belión.org, 20 de octubre de 2003. En el artículo «Una gran iniciativa», Lenin da cuenta del sentido revolucionario de estas medidas como uno de los avances más importantes de la Revolución que validaban su rumbo comunista.

9 Hasta la muerte de Stalin, los servicios secretos de la URSS funcionaron con distintos nombres: Cheka, GPU, OGPU, NKVD, KGB, MGB. En 1953 se fusionó el MGB (Ministerio de Seguridad del Estado) con el MVD (Ministerio de Asuntos Interiores) y tomó el nombre de Komitei Gosudarstvennoi Bezopasnosti, la conocida y temida KGB.

la Revolución; pero esas lógicas moti-vaciones iniciales se modificaron pro-gresivamente con el ascenso de la bu-rocracia al poder, hasta convertirse en el órgano preservador de los intereses del Estado burocrático, cuyo objetivo fue eliminar la oposición de las propias fuerzas revolucionarias.

El Estado obrero necesitaba su propia institución armada para defender sus intereses, máxime por las agresiones, que no se hicieron esperar, de cator-ce países al unísono. Para ese fin fue creado el Ejército Rojo en enero de 1918. Como nuevo concepto, la política de los dirigentes bolcheviques estaba abierta a constante debate, en el cual los uniformados tuvieron un papel importante. Naturalmente, el ejército profesaba las mismas ideas del Partido y el Estado. Pero la institución armada no escapó a la arremetida reaccionaria de la burocracia, la que de inmediato comenzó a transformarla en defensora de sus intereses, arrancándole progre-sivamente la esencia popular que le dio origen.

La medida que refleja con mayor cla-ridad este proceso fue el decreto que restableció el cuerpo de oficiales, un golpe demoledor a los principios re-volucionarios que originaron esta ins-titución armada, uno de cuyos pilares fue, precisamente, la liquidación de ese cuerpo, dándole jerarquía al puesto de mando, que se ganaba con capacidad, talento, carácter, experiencia, etc. El cuerpo de oficiales veló entonces ce-losamente por la «pureza» y fidelidad de los uniformados al «Partido» y al «Estado socialista». De igual manera, se fue apagando el espíritu de libertad y debate que había en las filas del Ejér-cito, en estrecha relación con el criterio de que «ningún ejército puede ser más

democrático que el régimen que lo nutre»10.

Entre los elementos más sensibles está la ruptura de uno de los principios básicos del programa bolchevique, por el cual los sueldos de los más altos funcionarios no debían sobrepasar la media del salario obrero. Bajo el perío-do de Lenin, el diferencial máximo de salario se mantuvo en una relación de 1 a 4, rango que el propio Lenin calificó de «diferencial capitalista».

La regla que impedía que los funciona-rios del Partido Comunista recibieran un salario mayor que el de los obreros calificados, conocido como el «máxi-mo del Partido», fue abolida el 8 de febrero de 1938. Para 1940, cuando un obrero ganaba 250 rublos mensuales, un diputado recibía 1,000, un presi-dente de República 12,500 rublos y el presidente de la Unión 25,000 rublos en igual período.(11) Para los años de la perestroika, existía el conocido «abastecimiento especial», lo que elevó el nivel adquisitivo de los miembros de la nomenclatura muy por encima de lo percibido por un obrero o un inge-niero.

En 1921, debido a la entrada incontro-lada de nuevos miembros al Partido, Lenin desarrolló una «purga» interna que implicó la expulsión de 200 000 militantes. Su objetivo era difundir las tradiciones e ideales de Octubre, fuer-temente amenazados por el ingreso de individuos que se montaron en el carro de la revolución con poco desarrollo político. Esta «purga» no tuvo nada en común con los crímenes de Stalin, ni con la paranoia colectiva que este 10 León Trotski, «¿Qué es y adónde se dirige la Unión Soviética?», La revolución traicionada, Pathfinder, Nueva York, 1992, p. 184. 11. Suzzane Labin, Stalin el Terrible, Editorial Huapes, S.A., Buenos Aires, 1947. p. 136.

Page 71: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

69¿Por qué fracasó el socialismo soviético?

impuso en la URSS. No hubo policía secreta, juicios políticos, ni mucho me-nos campos de concentración.

En el proceso de conformación de los marcos estalinistas del régimen so-viético, la recomposición del partido resultaba vital. Varios datos brindan con claridad las coordenadas de esas transformaciones: entre 1930 y 1934, el partido dejó de ser de facto una or-ganización obrera; en 1930, los obreros representaban 49% de la militancia; en 1934 esta proporción había caído a 9,3%. Junto a este proceso, se produjo el control casi monopolista del partido por la «clase de los directores». En 1923, solo 23% de todos los directores de fábricas soviéticas eran miembros del partido; en 1936, la cifra se acerca-ba a 100%.(12) Esto fue una constante. Para 1986, la proporción de obreros miembros del Partido era menor de 30% entre los 19 millones de militantes del PCUS.

La austeridad y la ética, emanadas del

compromiso con las masas, que carac-terizaron a los bolcheviques, quedaron progresivamente inutilizadas por las huestes estalinistas. Los dirigentes bolcheviques permanecían cerca de los obreros y los campesinos, caminaban por las calles sin escoltas y hacían caso omiso a las jerarquías. Cuando se consideran las condiciones de lujo y privilegios que la burocracia estali-nista fue creando para sí, aislada de la población, protegida detrás de muros de seguridad o custodiada por numero-sos guardaespaldas, podemos entender mejor la diferencia ética que entrañó el proyecto bolchevique y la decadencia estalinista.

El relacionamiento internacional del Estado soviético durante décadas dio la razón a los temores de Lenin, quien había previsto, basado en hechos que tuvo que enfrentar en sus últimos me-ses de vida política, el peligro de que «el gran ruso» heredado de los años de dominación y explotación zarista permaneciera en la política del nuevo

Estado con la consecuente degenera-ción del internacionalismo que estaba llamado a realizar la URSS. Señalaba Lenin:

En tales condiciones, es natural que la libertad de separarse de la unión [?] sea un simple pedacito de papel incapaz de defender a los no rusos de la embestida de ese hombre realmente ruso [?] ese opresor que es el típico opresor ruso. No hay duda de que los obreros soviéti-cos y sovietizados, que constituyen un porcentaje ínfimo, se ahogarán en ese océano de la canalla gran rusa chovi-nista como una mosca en la leche.(13)

El hecho real, a pesar de lo que aparecía en la Ley de leyes y otras regulaciones, implicaba la imposibilidad de afirmar que las repúblicas que conformaban el Estado soviético coordinaran sus actividades con el Centro, sino que se subordinaban directamente a Moscú. Stalin no hizo sino nombrar desde arriba a los responsables políticos. Las élites de las repúblicas, aunque arriba-

Page 72: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

70 PORVENIR / abril 2009

ran a posiciones de determinada im-portancia, escasamente podían obtener puestos relevantes a nivel de la Unión, donde el predominio ruso llevaba el peso fundamental. El jefe de la Revo-lución rusa prestaba especial interés a los conceptos emanados de la práctica política frente al tema de la Unión:

Una cosa es la necesidad de unirse contra los imperialistas de Occidente, defensores del mundo capitalista. En eso no cabe duda alguna [?] Otra cosa es cuando nosotros mismos caemos, aunque solo sea en cuestiones de de-talles, en actitudes imperialistas hacia las nacionalidades oprimidas, socavan-do así nuestra sinceridad de principios, toda nuestra defensa de principios de la lucha contra el imperialismo.(14)

Como corolario de estos apuntes dife-renciadores, el propio Lenin, conoce-dor de la influencia de las personalida-des en los procesos históricos, anunció la incompatibilidad de Stalin con el máximo cargo político de la URSS.

Stalin es demasiado rudo, y ese defecto [?] se hace intolerable con el puesto de secretario general. Por eso propongo a los camaradas que piensen una ma-nera de relevar a Stalin de ese cargo y designar en su lugar a otra persona que en todos los aspectos tenga sobre el camarada Stalin una sola ventaja: la de ser más tolerante, más leal, más cortés, y más considerado con sus ca-maradas, menos caprichoso, etc. Esta circunstancia podrá parecer un detalle insignificante. Pero creo que desde el punto de vista de protegernos de la escisión [?] es un detalle que puede adquirir una importancia decisiva.(15)Sustituir no es superarLa lección capi-tal del fracasado intento estalinista es-tuvo en no comprender que de lo que se trata no es de sustituir al capitalismo,

sino de superarlo. La institucionalidad económica y política del socialismo realmente existente difería en sus formas de la capitalista; los preceptos ideológicos rompían de tajo con los promulgados por la beligerante bur-guesía, los cánones artísticos fueron contestatarios en la forma, los asideros culturales se pretendieron diferentes; pero en la integración orgánica de estos espacios del entramado social no se fundó una subversión del capitalismo.

Faltó la cualidad distinta (instrumento de la revolución eficiente y perdurable): la superación del régimen burgués y su hegemonía.

Por tanto, la idea de que la revolución es el exterminio total de la vieja so-ciedad condujo a perder la necesaria referencia y conexión entre lo viejo y lo nuevo. El proyecto de cambio no pue-de erigirse sobre quimeras ni buenas intenciones; es importante sopesar el

Page 73: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

71¿Por qué fracasó el socialismo soviético?

estado real de las circunstancias en el enfrentamiento con la sociedad capi-talista, y hacer uso del apoyo científico en la conformación de pronósticos, lo que implica romper con la tendencia al acomodamiento insustancial del saber (16) o, dicho de otro modo, a convertir la mediocridad en virtud.

En la esfera económica, el desafío de la construcción del socialismo está en lo-grar una mayor productividad del tra-bajo, al imponer, con el desarrollo de la técnica, bajos precios a las mercancías como modo de erosionar al capitalis-mo. En esa dirección, la superación de la sociedad capitalista implica el pleno dominio de la ciencia burguesa, de su capacidad generadora de riquezas, y en ningún caso su negación dogmática, ni desatender, en esa práctica, la herencia científico-técnica de la sociedad hu-mana.

Trotski avizoró que la Unión Sovié-tica estaba más amenazada por una invasión de productos capitalistas a bajos precios que por una intervención militar. Esta tesis tuvo su validación, por una parte, en el caso extremo de la Segunda guerra mundial, cuando el país puso en función su potencialidad de contingencias y logró la victoria con el épico esfuerzo del pueblo; sin embargo, en ningún caso soportó la avalancha de productos a bajos precios que llegaron a mediados de la década de los 70, cuando comenzó a abrir su economía a Occidente.

En los debates respecto a la signifi-cación de la Unión Soviética como modelo de desarrollo socialista para los países atrasados, se argumentaba su capacidad para industrializar el país durante los años del régimen de Stalin. Este criterio desatiende que la posi-bilidad de construir, en pocos años,

muchas fábricas del tipo más moderno estaba asegurada, por una parte, por la alta técnica del Occidente capitalista; y por otra, por el régimen de plan eco-nómico. En este dominio se asistió a la asimilación de las conquistas ajenas y no a la creación de nuevas condiciones y potencialidades en tanto modelo de desarrollo viable para una economía periférica y anticapitalista.

Desde finales de la década de los 20, el modelo económico soviético frenó la especialización y la introducción de nuevas técnicas, lo que impidió un uso racional de los recursos. Debido a la estructura vertical y voluntarista que se impuso al proceso productivo, el de-sarrollo de un sector iba en detrimento del otro, sin la debida integración entre ellos. En este esquema, las unidades productivas, lejos de ser autónomas, eran presas de la desmedida primacía de los criterios políticos sobre las ne-cesidades económicas (otro punto de ruptura con los preceptos iniciales).

Dos datos ayudan a comprender lo que significa la idea anterior. A la altura de 1987, el país contaba con 3,6 veces más ingenieros que los Estados Unidos; pero con una productividad del trabajo comparativamente desfavorable. En igual período, fabricó 801 millones de pares de zapatos de cuero y los Estados Unidos solo 290 millones. No obstan-te, en este país no había escasez de zapatos, las tiendas ofrecían variedad y calidad, acompañadas de precios accesibles. En la Unión Soviética, formalmente había también muchos zapatos, pero en realidad nada digno de comprarse.(17)

Cada nueva sociedad nace de lo edifi-cado por la anterior y la supera. Para Trotski, esa era una de las dificultades fundamentales de la soviética, pues

esta tenía «que resolver los problemas de la producción y de la técnica que el capitalismo avanzado [había] resuelto [hacía] largo tiempo». Partiendo de esta premisa, no podía hablarse, como hacían los dirigentes del Kremlin, de una etapa socialista en el proceso soviético. Como resultado, la Unión Soviética presentaba una estructura comercial propia de países subdesa-rrollados. Era exportadora de materias primas y combustible e importadora de productos industriales y de alta tecno-logía, rasgos que sin duda la colocaban en una posición desfavorable según la correlación de fuerzas del mercado mundial, y la hacían dependiente de otras potencias. Se calcula que en 1986 la Unión Soviética había acumulado una deuda externa próxima a los 41 mil millones de dólares.

Aparejado a ello, la utilización, en ge-neral, del salario igualitario suprimió el estímulo individual en la producción de bienes y servicios, lo que representó un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas y a la postre in-fluyó en la socialización de la pobreza. No comprendieron que el socialismo, lejos de suponer la pobreza, implica eliminarla.

Durante el período soviético, las estadísticas referentes a los salarios estuvieron embozadas por una densa bruma, lo que resultó contradictorio al tratarse de un «Estado obrero», y de estar este tema en la médula de los in-tereses vitales de los trabajadores. Los datos permitirían un análisis objetivo de esa situación; por paradójico que sea, eran más accesibles en cualquier país capitalista, amén de los intereses de clase que justificarían otra cosa.

En resumen, hubo un estancamiento de las relaciones de producción capi-

Page 74: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

72 PORVENIR / abril 2009

talistas, no su superación, en nombre de estructuras y relaciones producti-vas que supondrían la existencia del socialismo, incluso cuando se hubiera propiciado la coexistencia de estruc-turas mixtas. Dentro de este esquema, los obreros continuaron disociados de los medios de generación de riquezas. No se convirtieron en dueños reales de estos, debido a que los elementos burocrático-administrativos los man-tuvieron distanciados de la propiedad efectiva. En esa dinámica, la nueva organización de la producción, preten-dida como socialista, tuvo un carácter formal.

La adulteración del objetivo socialista estuvo en identificar la estatatización de la propiedad con la socialización, limitándose así la complejidad y profundidad de lo que Marx había entendido como superación del modo de producción capitalista. (18) Esas verdades fueron más poderosas que los logros, también muchos, en aspectos sociales concernientes al nivel educa-cional, de instrucción, los avances en salud y seguridad social, así como en los resultados en la actividad científica. La producción de alimentos, vivien-das, vestidos, además del tiempo libre fueron proporcionados a la población en menores niveles que los países oc-cidentales, bajo la concepción de los mínimos que permitía el modelo; a pesar de lo cual los niveles de distri-bución social fueron superiores y se alcanzaron resultados no vistos con anterioridad en la historia, gracias a los beneficios de la economía planificada.

Pero de lo que se trata es de distribuir la riqueza, no la pobreza. Por tanto, la bondad y novedad de un mecanismo de distribución social no sirve de mucho cuando está desconectado de la gene-

ración social de recursos que lo hagan operativo y lo validen. En esa contra-dicción funcional entre la pobre gene-ración de riquezas y, por consiguiente, su deficiente distribución, estuvo la base del socialismo «de carencias» que tipificó al modelo soviético.

En materia política no se superó al capitalismo. No se dio paso a un me-canismo más eficiente de participación ciudadana en la toma de decisiones en los distintos espacios de realización, ni siquiera en el debate respecto a la conformación de estas. El modelo autoritario aplicado en la Unión Sovié-tica y su expansión mimética a otras experiencias, obnubilaron el intento de un verdadero poder del pueblo, no ya como fuerza motriz en la toma del poder, sino como sujeto activo en su reproducción. La monopolización del poder por el Partido-Estado negó los avances que, mediante sus luchas, los oprimidos habían logrado dentro del capitalismo en diferentes niveles y pe-ríodos, incluida de modo imprescindi-ble la propia experiencia de los soviets, que pasaron de órgano espontáneo de lucha de las masas a adquirir funciones de Estado.

La lenta muerte de Octubre comenzó cuando los soviets pasaron a ser un espacio decorativo dentro del sistema político soviético. Con el advenimien-to del estalinismo dichos principios fueron destronados y la oportunidad de lograr la participación política de las masas incluyendo los mecanismos de movilización, real y autónoma fue cercenada. En ese proceso, las organi-zaciones políticas y de masas sufrieron una considerable atrofia que generó un tipo específico de cultura política entre los ciudadanos soviéticos en general, y entre los trabajadores en particular.

Como esencia del déficit democrático de esta práctica, el esquema de un solo partido capitalizó un concepto único de verdad que no tenía canales reales de interrogación con sujetos políticos ajenos al propio partido. En el pro-ceso de tergiversación de la práctica política inicial de los bolcheviques, de interlocutor con mayor desarrollo ideo-lógico real, legitimado y desarrollado, el PCUS pasó a ser censor y árbitro. (19) La conversión de la necesidad en virtud, como temió Rosa Luxemburgo, explica el tránsito del partido único de medida coyuntural (1921) a rasgo esencial del sistema consagrado cons-titucionalmente.

Como elemento distintivo del modelo político soviético desde la etapa de Stalin y hasta los últimos años de exis-tencia de la Unión Soviética, el sistema requirió una extrema supremacía del Partido Comunista, mediante la supre-sión de todas las fuerzas sociales que no estaban controladas y subordinadas a él, o al menos de sus posibilidades de acción. El Partido fundió en su activi-dad práctica al aparato administrativo y sus instituciones, se hizo del gobier-no y cumplió las funciones de este, razón por la cual se le conoce como el partido-Estado.

En la sociedad política y civil no hubo una instancia de carácter masivo fuera del alcance del partido-Estado; todas eran reproductoras de sus dictámenes políticos y seguían al pie de la letra sus directrices, sin que hubiera el más mínimo asomo de presión o contrapo-sición al sistema. Indiscutiblemente, fueron dispositivos efectivos de control político, en vez de funcionar como fuerzas autónomas de la sociedad ci-vil. Se violentó de manera errática y costosa la función social del partido

Page 75: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

73¿Por qué fracasó el socialismo soviético?

y el Estado dentro de la sociedad en edificación.

Esta práctica dio como resultado que durante las décadas de poder estali-nista, los órganos y las instituciones estatales se convirtieran en simples ejecutores de las directrices centrales sin ser responsables de lo que sucedía en el proceso productivo y político; de ese modelo afloró el autoritarismo de «los de arriba».

El PCUS fue un instrumento de control social. El tema de pertenecer a la orga-nización política no solo era necesario a quien pretendiese hacer «carrera política», sino a todo ciudadano que aspiraba, desde el más diverso puesto profesional, a ascender y tener éxito en la rama en la que laboraba. Puestos de trabajo, cargos, reconocimientos y otras valoraciones que debieran estar sujetas a la calidad profesional, al ta-lento, al aporte social, eran cautivos de la pertenencia al partido, y a la tenen-cia del «carné», lo que sin duda favore-ció, en muchos casos, las ventajas de la mediocridad y el oportunismo frente a la virtud y el talento.

En resumen, los elementos esencia-les del modelo político erigido por la burocracia soviética fueron: a) la centralización estatal extrema; b) la de-formación de la función del partido en la sociedad; c) la capacidad de decisión sobre todos los aspectos de la sociedad en manos de una reducida élite; d) la inmovilidad de los conceptos, dada la atrofia del pensamiento social crítico; y e) la anulación de los criterios diver-gentes, incluso mediante la violencia. Por tanto, tampoco en materia política superó al capitalismo.

Una muestra de ese catastrófico des-atino fue intentar diluir la individua-

lidad en un colectivo cada vez más abstracto, con marcado irrespeto hacia lo distinto, esquematizar un modelo de ciudadano recio, inflexible, como si un hombre nuevo pudiera realizarse por decreto. Todo esto tuvo de fondo una concepción demasiado simplista del hombre, que ignoraba completamente la psicología y sus modificaciones en atmósferas diversas.

Otra prueba aberrante de esta práctica fue el espíritu de autocrítica otra de-formación del ideal inicial a la que se sometían individuos e instituciones. Siempre y en todas partes, la autocrí-tica se limitaba a los organismos de ejecución de la escala inferior, los que se vituperaban como indignos de los organismos superiores de decisión. El método era efectivo, pues distrajo durante décadas la atención a los pro-blemas estructurales y de principios que presentaba el régimen, y ponía en manos de las masas la «solución» a problemas de baja escala, más bien a solucionar consecuencias mientras las causas permanecían intocables.

La unidad poder-verdad que tipificó al régimen soviético tuvo nefastos resul-tados. La falta de diálogo y de cons-trucción conjunta, en lugar de las cua-les prevaleció la revelación de justezas en el discurso oficial y la adecuación de los planteamientos que lo susten-taban, trajeron como consecuencia un profundo resentimiento hacia valores antes compartidos, desesperanza en la posibilidad de influir en el cambio, y apatía desmovilizadora.

Tampoco se trata de asumir el debate como vehículo de escape en espacios periféricos a las decisiones políticas, sino como revelación de las distintas aristas de la verdad, entendida como proceso permanente de penetración en

el complejísimo mundo social contem-poráneo y su transformación. La cultu-ra sin participación se atrofia y genera contradicciones contraproducentes a las posibilidades de cambio del sis-tema. En los años 80, la experiencia soviética tuvo como corolario que la población supiera lo que no quería, pero no lo que quería. Se desató una fuerza destructiva que, lejos de cobijar la reflexión y el diálogo, se convirtió en lo que algunos sociólogos catalogaron como «histeria colectiva».

Después de la muerte de Lenin no solo su cuerpo fue embalsamado (símbolo nefasto de lo que fue luego la Unión Soviética), sino su pensamiento, que se enclaustró en manuales en aras de adoctrinar a las masas analfabetas ru-sas. Consecuentemente, el marxismo se desnaturalizó y se esgrimió como una doctrina rígida, inmutable, justifi-cadora más que aclaradora. El pensa-miento social se metió en una camisa de fuerza, impidiendo la confrontación con otras corrientes (de modo científi-co) y el propio enriquecimiento de las teorías desarrolladas por Marx. Se cer-cenó el carácter científico de la teoría valga decir, su inmanencia y se asesinó el espíritu de la Gran Revolución de Octubre.

Pensar de otra manera era un peligro para los privilegiados del «socialismo soviético». Su dirigencia no solo reveló incapacidad para mantener con vida el espíritu revolucionario en el proceso de enfrentamiento a las circunstancias históricas en que interactuó, sino im-posibilitó cualquier vestigio de pensa-miento divergente, crítico, desafiante de la autoridad. Por esa razón, como ha señalado Jorge Luis Acanda, «la con-signa de la libertad de pensar de otra manera le era indigerible». (20)

Page 76: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

74 PORVENIR / abril 2009

Mientras la lógica del capitalismo se manifiesta en la concentración de la propiedad en pocas manos, a la par que socializa los sueños de alcanzar la prosperidad aun a quienes viven en las peores condiciones, es un hecho que, sin omitir su contralógica, devela efi-ciencia en el ejercicio hegemónico de la clase que sustantiva el sistema. Sin embargo, en la experiencia soviética se socializaron los bienes materiales y se privatizaron los sueños, (21) de ese modo se redujo a un grupo de personas la capacidad de construir la alternativa social.

Una visión de conjunto de las razones hasta aquí expuestas conduce a con-cluir que no existió una sustitución cultural en el nuevo sistema, pues no superó los aspectos distintivos del capitalismo circundante, ni superó lo que, paralelamente durante varias dé-cadas, iba aconteciendo en Occidente como reflejo del desarrollo integral de la sociedad. Más bien predominó un sentimiento de anhelo y mimetismo por aquello que, producido fuera de las fronteras del país, implicaba mayor nivel de elaboración y de desarrollo, tanto en el ámbito material como es-piritual.

La imposibilidad de las autoridades soviéticas de detener el bombardeo cultural dirigido desde Occidente fue un elemento que caló en los intereses del ciudadano corriente, en esa necesi-dad de consumo limitada por años, que se convertía en una alternativa no solo material, sino ética. Por otro lado, la propia dirigencia sentía esa tentación, y sus niveles de consumo diferían de lo que el discurso oficial apuntaba. Este tema se presenta desde los orígenes mismos del poder burocrático, cuya élite hizo un cambio de ropaje formal,

pero en esencia mantuvo el espíritu ostentoso, acaparador y excluyente de la burguesía, y aspiraba, con recelo campesino, a los modos de vida del citadino occidental.

Otra de las lecciones fundamentales del proceso soviético fue que ninguna fuerza puede monopolizar el know how de la Revolución, ni poseer una infalible capacidad valorativa sobre cada expresión revolucionaria. El ni-vel de desarrollo de Rusia, la práctica revolucionaria en sí misma y la propia necesidad mundial de la Revolución, invalidaron la pretensión de construir el socialismo en un solo país (al menos a la usanza estalinista).

La experiencia de la política exterior soviética, en general, derivó en que los intereses de la revolución internacional y los intereses nacionales de la Unión Soviética se fundieran, lo que produ-jo importantes costos al movimiento emancipador y a la propia idea de la revolución socialista mundial, como único modo previsible de subvertir al capitalismo global.

En el plano teórico, intentaron homo-logar lo más posible las revoluciones posteriores con lo sucedido en Rusia, forzando similitudes, aun en los deta-lles, en procesos que diferían sustan-cialmente; lo cual, sin dudas, roía e inmovilizaba la teoría y la práctica de las revoluciones.

En cualquier caso, quedó demostrado que se puede comenzar la revolución socialista en un solo país, pero no con-cluirla en esas condiciones. Sin dudas, las experiencias particulares son el nutriente constante para el proyecto emancipador global a partir del objeti-vo de eliminar el dominio burgués en todas sus dimensiones.

Aunque se establecieron nuevas estruc-turas económicas, nuevas tendencias políticas y éticas, de manera relati-vamente programadas, no hubo una sustitución histórica real. Esto hizo posible que, al menor descuido de los «preservadores del régimen», las fuer-zas del capitalismo, subyacentes por décadas, vieran la luz y se adueñaran del poder político para cambiarlo todo a su alrededor. En realidad, el modelo soviético no solo fue incapaz de rever-tir el sistema antagónico, sino también de resistir a su desafío económico y tecnológico.

El cambio de las formas instituciona-les, la simulación de valores nuevos en el discurso patentizador, y el recurso evocativo del porvenir como hecho, validaron el criterio de que «es infi-nitamente más peligroso confundir el presente con el futuro en política que en gramática». (22)

Al ubicar la experiencia soviética en el pretérito, intento por establecer una so-ciedad libertaria, desde la modernidad se divisa la disyuntiva como lo destacó Hal Draper entre socialismo desde arriba y el socialismo desde abajo. Se trata de una de las claves explicativas del fracaso soviético que merece una mayor atención, no asumida en estas páginas más que como enunciado. El propio Draper apuntó que «la historia del socialismo puede leerse como un continuo, pero repetidamente fallido esfuerzo para liberarse de la vieja tra-dición de la emancipación desde arri-ba», (23) de lo cual dio cuenta la quie-bra del potencial de los soviets frente al partido único de la burocracia.

Desde este punto de vista, la lucha por el socialismo que implica no la susti-tución sino la superación del modo de producción capitalista adquiere una

Page 77: WordPress.com · 4 PORVENIR / abril 2009 habían adueñado - a partir del fin de la II Guerra Mundial - de la gran ma-yoría de los negocios importantes del mundo. No obstante, aunque

75¿Por qué fracasó el socialismo soviético?

demanda histórica inmanente: el socia-lismo desde abajo contra el socialismo desde arriba, una exigencia más verifi-cable a la luz del acontecer estalinista. En otros términos, los trabajadores rusos en particular y los ciudadanos soviéticos en general, dado el meca-nismo sistémico erigido en su nombre, no fueron los creadores de su propia emancipación. (24)

A la vuelta de la historia, como re-sultado totalizador del sistema y la concepción estalinistas, se reiteró la conducción política en nombre de los oprimidos, sin la participación directa y creciente de estos. Marx develó este problema como un desafío esencial-mente revolucionario:

Los trabajadores del mundo han espe-rado durante demasiado tiempo que algún Moisés les conduzca fuera de su cautiverio. Tal Moisés no ha llegado ni llegará. Yo no os sacaría de él, aunque pudiera, pues si pudierais ser sacados, también podríais ser llevados de nuevo a él [como sucedió a partir de 1991 en la URSS]. Yo aspiro a convenceros de que no hay nada que no podáis hacer por vosotros mismos. (25)SubrayarEl socialismo soviético posterior a Lenin no fue una alternativa válida, articu-lada y viable al capitalismo, porque la burocracia usurpadora no era, ni podía serlo, portadora de una ideología supe-rior, de un proyecto cultural, entendido como instrumental quirúrgico para realizar la nueva sociedad o crear las condiciones para lograrla. Esta es una de las claves históricas que explican el fracaso de la transición soviética al socialismo.

Los hombres que se hicieron del poder no eran los comunistas ref lexivos y cultos que Lenin previó como materia prima imprescindible para afrontar y

vencer el gran reto histórico que Rusia asumió en 1917. En realidad, su prácti-ca política constituyó una ruptura con ese principio. Estos hombres, paula-tinamente extendidos en la sociedad y convertidos en el sector dominante, resultaron un subproducto de la revolu-ción y revelaron su incapacidad para ti-monear la historia rumbo a la creación del socialismo.

Los trabajadores rusos fueron despo-jados del poder que habían alcanzado desde sus luchas; su participación política no se hizo efectiva. Para la burocracia resultó necesario el proceso de restauración capitalista comenzado en 1991 como modo de mantener sus privilegios, en lugar de promover la articulación de mecanismos efectivos para el control de los trabajadores y la participación política de la población que atentaran contra sus intereses. Nunca se ha visto un proceso históri-co en el que los sectores dominantes hagan una revolución contra ellos mis-mos. Los trabajadores rusos sufrieron una enorme atrofia política por los años de la dictadura de la burocracia, caracterizada por la incapacidad para articular sus propios intereses median-te la organización consciente y poder realizar una revolución política desde abajo.

Las condiciones que dieron origen a la Revolución de Octubre, si bien se han modificado en sus formas, no han des-aparecido, y el capitalismo muestra su incapacidad para resolverlas. A pesar del resultado final y las encrucijadas del intento, la experiencia soviética no está conclusa, pues la necesidad de cambio social radical desborda con creces los límites ruso-soviéticos.

Sigue en el orden del día la revolución anticapitalista, y más concretamente la

revolución socialista. El fracaso de esta experiencia, originalmente emancipa-dora, no significa en modo alguno que, en otras condiciones históricas y con otros factores objetivos y subjetivos, el resultado del proyecto socialista será el mismo, y mucho menos da crédito a la falsa convicción del carácter inviable de cualquier intento de sustituir el capi-talismo por el socialismo. (26)

No obstante la posposición de la tran-sición al socialismo que los aconte-cimientos de la URSS imponen para Rusia y el resto del mundo, queda en pie el subversivo camino iniciado con el proyecto bolchevique, que subsiste bajo los escombros de la dictadura bu-rocrática. En 1922, Lenin profetizó:

Puede ser que nuestro aparato estatal sea defectuoso, pero dicen que la pri-mera máquina de vapor también era defectuosa. Incluso no se sabe si llegó a funcionar, pero no es eso lo que im-porta; lo importante es que se inventó. No importa que la primera máquina de vapor haya sido inservible, el hecho es que hoy contamos con la locomotora. Aunque nuestro aparato estatal sea pé-simo, queda en pie el hecho de que se ha creado; se ha realizado la invención más grande de la historia; se ha creado un Estado de tipo proletario. (27)