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4 LOS PADRES DE FAMILIA.

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CORDOB.Í:— 1 8 3 9 .

Imprenta y Litografía de Don Fausto García Tena.

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IV se anuncia un Colegio nuevo para enseñanza de niñas , de la índole de aquellos que para formarse y subsistir necesitan una ruidosa publicidad. El de S ta . Yicteria de Córdoba, fundación de un insigne Prelado do esta Diócesis, es notable entre los establecimientos públicos de esta capital; cuenta ya cerca de un siglo desde su erección, y no ba menester recomendarse á si mismo con magnifieos prospectos; porque vive de recursos propios; el patronato que ejercen sus D i p u t a d o s - G o -bernadores perpetuos es un cargo puramente honorífico; el sobrante de las rentas y de las pensiones, cuando lo hay, se aplica al aumento pro-porcional de plazas gratui tas , á dotes, á la ampliación de enseñanzas» á premios para estímulos de aplicación, al mayor decoro y ornato del Colegio, y á proporcionar á las niñas el bienestar y comodidades que exigen su condicion, su tierna edad y su natural delicadeza. Los a h o r -ros de la ca ja no son, no pueden ser, para provecho de ningún indi-viduo part icular . No puede, por lo tanto, el presente manifiesto, que solo se dirige á los padres de familia, ser inspiración del interés a:a-terial , para causarles una ilusión agradable .

Por lo mismo que á la fundación de este Colegio presidió una idea grande, un pensamiento uoble y trascendental, que resalla en la sun-tuosidad y grandeza de su f ibr ica ; pensamiento sostenido por los Di-putados-Patronos y desarrollado cun laclo prudente, según lo ha permi-tido la variedad de los tiempo?; por lo misino nunca se ha empleado para grangear le celebridad el recurso de los brillantes programas: la modestia y el verdadero mérito suelen est ¡r juntos. Pero la demasiada modestia no deja de tener iflcom enientes. Hoy que las mil voces de la

p r r m lo anuncian lodo con repetición, y basta noticia* triviales que á nadie importan corren velozmente á todas parte», hoy el Colegio de Sla. Victoria de Córdoba, enemigo de llamar hacia si la a tención p ú -n i c a voceando, 110 es bien conocido en su misma provincia, y menos todavía en las colindantes. Si» duda que esto es un mal, no para e l Colegio, sino para la enseñanza de niñas, de las clases medianamente acomodadas, cuyos padres quieren y no saben donde dar las una e d u -cación mas cumplida que la de las escuelas ordinarias. Son muy pocos los colegios de Educandas en Andalucía, y su falta se siente mucho en ciudades importantes de esta pro\ ¡ncia y de otras Algunos padres oyen por acaso citar al de Santa Victoria; p reguntan ; se les informa, ya oral-mente; ya por Cartas, medios siempre incompletos y á veces apas iona -dos en sentido favorable ó adverso; tales informes no suelen sa t i s facer-los, porquo ó se ha pintado al establecimiento con colores muy s u b i -dos 6 muy pálidos, y ni lo uno ni lo otro conviene al tono medio que desean para la educación de sus niñas; dudan ; aplazan de un año para otro su resolución, y entretanto pasa la edad proporcionada al in len lo .

De aquí resulta la conveniencia de dar á conocer este Colegio tal como es, sin pasión, de una mane ja impareial y mucho mas completa que puedan hacerlo referencias inexactas. Tal es el objeto de la s i -guiente instrucción, en interés de aquellos padres que desean d;tr á sus Lijas en la tierna edad una educ.iciou esmerada, de donde tan tas ven-lajas resultan al bien de las familias y de la sociedad.

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Fundación del Colegio. i L ^ pi * % El l imo. Sr. D. Francisco Pacheco y Fernandez de Córdoba, por

su testamento de 3 de Abril de 1581 determinó la creación de este Co-legio, dotándolo con pingües rentas de bienes raices, y previniendo que para su institución s ín i e se como de modelo el de doncellas nobles que fundó en Toledo el Emmo. Cardenal Silíceo. Aquellos bienes fueron d e -

^amortizados á principios del siglo actual; pero el Gobierno paga el I i|u2 por 100 como interés de la correspondiente inscripción de deuda diferida

contra el Es tado . Varias causas detuvieron la fuudacion del Colegio hasta el año de

<760; en él se principió la obra , y con muy ligeras interrupciones aca-bóse en 1780: el total costo ascendió á no pocos millones de reales: la elección del sitio no pudo ser mas acer ta ra . En el punto mas céntri-co y mas alto de la ciudad descuella magestuosamente el edificio, con tres lineas de re jas al plano del muro ésterior en sus cuatro frente*' realzando la belleza del conjunto el elegante pórtico de la capilla y su e l evada cúpula , obras del celebre D. Ventura Rodríguez, arquitecto del Sagrar io de la Catedral de Jaén , al cual se asemeja mucho esta pre-ciosa rotonda. Todo lo demás fué trazado y dirigido por D. Baltasar Drébeton, arqui tecto francés, que desempeñó su encargo con par t icular inteligencia: se comprende bien esto entrando en el Colegio y r econo -ciéndolo prol i jamente Toda la planta ba ja está sobre magníficos s u b -terráneos con bóvedas de piedra: los pisos principal y segundo y los tejados descansan en bóvedas de ladrillo, construcción que asegura de incendios al Colegio: todas Jas piezas y oficinas son de una r egu la r i -dad geométrica y su distribución perfectamente calculada: todos los p a -vimentos á un nivel y embaldosados. Un gran patio central , r e spa lda -do de naranjos y con fuente en medio; anchas galerías con ventanas y balcones para la circulación interior, cla3es, salas de labores, de m ú -sica, de visitas, de guardarropas , de juegos , de archivo y de juntas; salones dormitorios, separadas las camas entre si con pabellones de cor -tinas, y cuartos de tocador inmediatos respectivamente; habitaciones pa-ra ta Directora, Maestras, Pres identa- y jaiozas de servicio; viviendas independientes para el Héctor, el C h o l l a n , el sacrislan y el portero; comedor, cocinas, despensa, a lmacenes, lav aderos, baños, jardines, lodo amplio, todo ventilado, pulcro, fodo sonnyeudo , mucha habitación sobran-te aun, y el tercer pi*o destinado á salones de juego y de paseo en días de lluvia; eu fio, cuanto puede apetecerse para comodidad, l im-

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pieza, salubridad, recreo, ejercicio y arreglo el mas esmerado y pro-lijo, cuanlo pueda exigir el ánimo mas descontentadizo, todo lo hal la-rá en este suntuoso edificio. Difícilmente se verá otro con .mejores con-diciones ni mas adecuadas al objeto de su fundación. Y por esto c a b a L mente nos liosos detenido eu tan minuciosa descripción, que tal vez parezca exnjerada; no lo es< en realidad. Los i lustrólos Patronos que dieron cumplimiento á la voluntad del Fundador concibieron tan g r a n -diosa idea en toda su magnitud, y comprendieron perfectamente có.no se relacionan lo material y lo moral en estos establecimientos para los fines de la e n s e ñ a n z a y de la educación. E l arquitecto por su par te inter-p e l ó fielmente aquella idea

Ojeada general sobre la organización del Colegio.

Facultados los Patronos-Administradores por el F u n d i d o r para formar "los Estatutos del Colegio, cuando llegara el caso de su creación, d i e -

ronle unas Constituciones calcadas, digámoslo asi, sobre las del de Don-celias Nobles de Toledo, sujetándose también á otras clausulas del t e s -tamento del llustrisimo Sr. Pacheco. Estas Constituciones son las que hoy rigen, salvo algunas modificaciones hechas despues. sin al terar suslancialmente el primitivo pensamiento; pero que hasta cierto ¿punto han dado al Colegio una nueva fisonomia, mejorándolo progresivamen-te, ¿izándolo al nivel de los adelantos de la enseñanza, y acomodan-dolo á !as razonables exijencías de otras nuevas épocis y oirás c i r cuns -tancias. Las mismas Constituciones, con sabia previsión, ordenan que asi se haga.

Aunque el Fundidor dió á su proyectado establecimiento el humi l -de título de Colegio de Doncellas pobres, no se limitaba su intención dentro de un circulo reducido; fué su ánimo bien esplicito crear un gran centro, una escuda ejemplar, para la enseñanza y cristiana educación de doncellas honestas, modelos de buena crianza y de virtud útiles á la Religión, á sus familias y al Estado ^ en cualquiera que despues tu-viesen, de Beligmas, casadas ó vírgenes. Quiso que un cierto número

de niñas pobres, (no de solemnidad, sino de otra esfera) proporcio-nado á las rentas de la casn, se educase manteniéndolas enteramente á sus espensas: y quiso también que los beneficios, de la educación alcanzaran á otras do mejor fortuna, cuyos padres pudieran costearlas en clase de pensionistas, dejando á la prudencia de los Diputados-Go-bernadores determinar el número que debia admitirse, tanto de estas como de aquellas, l lubo pues s iempre Colegialas tic gracia sostenidas en todos conceptos por el establecimiento, y Colegialas porcionistes cos-teadas por sus padres ó sus familias. Todas son alumnas internas; no se admiten medio-pupilas ni esternas.

E n t r e las Colegialas no hay diferencia alguna; todo es igual en unas y otras; hasta el t raje es uniforme: solo se distinguen las de gracia en algunos trámites y formalidades sobre documentos que han de p r e c e -der á s u admisión, y en la opcion á dotes, que solo el las tienen cuan-i do han permanecido en el Colegio doce años continuos.

Unas y otras antes de ser admitidas han de justificar su leg i -timidad (no legitimación) con la part ida de bautismo en correspondien-te forma legal, y harán también constar el perfecto estado de su sa-lud v estar vacunadas, W TI

Dos terceras parles de las Colegialas de gracia han de ser natu-rales de Córdoba o de otro cualquier pueblo de esta Diócesis: á l a s reblantes no se exi je esta condicion: entre todas son prefer idas las p a -rientas del Fundador en grado mas próximo.

Pueden ser pensionistas las naturales de cualquier punto de E s p a -ña ó del estrangero.

No hay época determinada del año para la admisión de Colegia-las: como su enseñanza no esta su je ta á periodos académicos, son a d -mitidas cuando sus padres ó tutores lo solicitan, y se las destina a la sección correspondiente sirgua el grado de instrucción que tienen al ingresar.

La edad que se requiere no lia de bajar de seis años ni cscedcr de diez muy poco mas ó menos.

El tiempo de permanencia en el Colegio es á voluntad de los padres . L a e n s e ñ a n z a e s continuada: no hay vacaciones sino losd ias de asueto y

alivio de clases marcados por el r e g l a m e n t o general de Instrucción pr imaria . El orden de salidas periódicas y extraordinarias, y ausencias t e m p o r a -

les se esplicará despues. La regla establecida sobre esta materia es i n -variable por parte del Colegio: si algún pariré no la respeta, el esta-b l e c i m i e n t o condesciende en casos excepc iona les ; pero si las ex igen-cias son f r e c u e n t e s , prefiere que la niña Colegiala sea retirada decidida-mente: á nadie se oculta la perturbación trascendental que ocasiona el abuso de las salidas; los padres mismos son los mas interesados en que la disciplina del Colegio sea muy severa sobre este punto.

Tanto las niñas gratuitas, como las de pago, han de traer cierto ajuar que se especificará mas adelante: la d i rec tora dá recibo de to-do este equipo, y con la presentación de ese documento se devuelva el ajuar entregado al retirarse definitivamente la Colegíala.

La pensión que pagan las llamadas porcíonistas es solamente por alimentos, enseñanza general y asistencia en las enfermedades leves. Las que ingresaren hasta un período ya anterior han gozado y aun disfrutan como derecho adquirido el pequeño beneficio del lavado y repaso de sus ropas blancas dentro y por cuenta del Colegio, pero este servicio se ha limitado á favor de las gratuitas únicamente y de las que eutraron antes del indicado período con ese privilegio.

Para la asistencia de todas las colegialas paga el es tablec imien-to un número suficiente de mozas de servicio sol teras , de b u e -S S fl I % - fS na fama y probada honradez, no consintiendo familiaridad ninguna e n -tre las niñas y sus sirvientas.

No se permite que las mozas ni dependiente alguno del Colegio, pi-dan ni admitan, aunque se les ofrezca con instancia, gratificación, pro-pina, agasajo de entrada ó de salida, aguinaldo, ni otra cualquiera especie de dádiva llámese como se quiera.

Tampoco se permite la entrada de aya ó doncella para estar permanentemente al servicio especial de una ó mas, aunque los inte-

Tesados en ello quieran pagar al Colegio pensión por cuota a l iment i -c ia i1e tal asistenta ó remuneración de otra c lase .

Las Colegialas no reciben visitas sino de sus padres , hermanos, lios y otros parientes eercanos, pero con esta diferencia: los padres pue-den visi tarlas cuando tengan por conveniente en horas de r e g l a m e n t o , pasando á la sala interior de vis i ta y hab lándolas á solas si asi lo r • » i m

qu ie r en : los hermanos y ot ivs par ientes , y aun las personas meramente conocidas y de cierta distinción, serán recibidos en la s a l a - l o c u . toiio, solamente en dias festivos desde las J O á la í de la mañana , á menos que haya un motivo de par t icular urgencia , y en todo easo acompañada la niña por una superiora

No se admiten car tas ni recados á las Colegialas sino por c o n d u c -to de la Directora , única persona a quien debe l legar primero toda clase de correspondencia.

No se dá ent rada á n ingún género de comestibles para determi-nada Colegiala, aunque procedan de su casa, y mucho menos á otros ob-jetos, como libros, a lha jas y adornos de tocador, t ra jes y demás no com-prendidos en la l ista de l a j u a r qv.e se están para al final de esta Ins -t rucción: aun la ropa limpia sen ana l no pas(a á manos de las niñas sino por las de la Pres identa receptora de ropas. Jl i.

P a r a mas cabal conocimiento de la organización del Colegio en todas sus fases ampl iaremos la presente Ins t rucción á otros varios puntos que se re la-cionan mutuamente y const i tuyen la economía total del establecimiento.

Gobierno del Colegio.

La dirección del Colegio, asi en la par te discipl inar como en la administrativa y econó.nica, correspondí* a los S*es, D i p u t a d o s - A d -ministradores, instituidos por el Fundador por ( ie fes solidarios y a r -bitros para la gobernación del establecimiento, sujetos sin embargo al Gobierno Supremo y á las autor idades const i tuidas en todo lo que determinen las leyes de Instrucción públ ica . Los Dipu tados -Admin is -tradores ó Pat ronos , según mas comunmente se les l lama, son el Dean

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- 1 0 -e | poetoral y el Magistral de la Santa Iglesia Catedral que en c u a l -quier tiempo hubiese en ella con tales denominaciones ú otras equi-valentes.

A los Diputados pertenece dictar coantas disposiciones juzguen opor-tunas para que se cumplan las generosas intenciones del Fundador , m o -dificar las Constituciones cuando necesario fuese; de fender los derecho» del Colegio en el terreno de la ley ¿in el concurso de ningunas otras per-sonas; nombrar las Maestras, Profesores auxiliares, Capel lán, Méd i -cos y demás personal de la casa; admitir Colegialas pensionistas y fijar el número de las de gracia; nombrar también Mayordo no depositario-con fianzas y recibirle cuentas anuales; determinar , en fin, cuanto crean conveniente para el mejor régimen, fonen to y esplendor de la I n s -titución.

Representa al Fundador, como Patrono familiar, el poseedor de c ier -to vinculo fundado por el Illmo. Sr. D. Francisco Pacheco, que lo e* hoy el Exmo. Sr . Marqués de Yalmediano, Ariza, e tc .

Corresponde al Patrono también el nombramiento- de Rector y D i -rectora del Colegio, y el de las Colegialas de g r a s n , en el n n d o y forma que prefijan las constituciones.

El l l lmo. S r . Obispo que en cualquiera tiempo fuese de Córdoba-es el Gefe Superior del Colegio en cuanto se refiere á su jur isdicción ordinaria en lo espiritual, ejerce la al ta vigilancia que compete á su dignidad sobre la pureza de la enseñanza, y goza por h fundación la regalía de intervenir las cuentas cuando le parezca y celar por la o b -servancia de las Constituciones. Los Sres. Obispos han mirado s iem-pre este Colegio con predilección.

Para el régimen inferior, prácticas religiosas, enseñanzas y orden d o -méstico hay un Rector Pbro . , un Capellan, Directora y Vico-Directora y Maestras de Instrucción primaria superior, todas con título, dos P r e s i -dentas , un Profesor auxiliar de primeras letras y otros dos para la enseñanza de música. Cada cual tiene marcado el círculo de-sus f u i r ciones, y todo está regularizado con la conveniente gradación. Todo

el mecanismo interior se subordina á la Directora, cuyo inmediato G e -fe es ei Rec tor , y este recibe órdenes de lo* Diputados.

Plan de educación.

La educación, lomada la pa labra en su mas lato sentido, no es , no puede ni debe ser la misma para todas las clases de la sociedad: se comprende bien que una señorita de alto rango debe recibir una e d u -cación mas dis t inguida, que otra cuya posicion social y demás c i r cuns -tanc ias la destinao á vivir en un g rado mas inferior. Pero hay cier-tos principios generales aplicables á todas las categorías, á todas las educaciones, y sean despues los que se quieran los accesorios mas p r o -pios para cada una de ellas. E s a educación fundamental es la que se d a en el Colegio de Santa Victoria. Teniendo en cuenta q u e sus a lumnas pertenecen á la clase media, por lo genera l , no aspira á educar e s -pecialidades pa ra que brillen en el gran mundo; no intenta dar una educación de fantasía, digámoslo asi, que podrá convenir , tal vez, á personas determinadas, pero que de seguro no t rae ventajas a lgunas á las niñas de mediana clase, ni es la que desean para sus hijas los pndres de familia de posicion regular . S e han hecho de moda en v a -rios establecimientos, como par le in tegra l de t o d a b u e n a educación, se-gún suele decirse, ciertas enseñanzas de adorno, que aunque se omi -tan en otros no dejará por ello de ser buena la educación de las n i -ñas . Música vocal ó instrumental en grande escala, equitación, natación, gimnasia, declamación, dibujo natural , conocimientos muy avanzados en la ciencia del cálculo, contabilidad por el sistema de partida doble, ti-rar á la pistola, retórica y poética, y muchas otras cosas, son p i r a la generalidad de las n ñas superfluidades de todo punto inútiles, por mas que el capricho de la moda se empeñe en recomendarlas. Y no solo inú-tiles, sino perjudiciales, generalmente hablando; porque al paso que des-vian a l a s jóvenes de esa apacible senda por donde d rbe marchar la que algún dia será madre de familia y directora de una casa bien a r r eg l a -d a , les suelen inspirar aficiones vanidosas, tendencias á un orden de v i -

Í 2 — > ih y de c o s t u m b r e s e s t e n o a sa condición, y una invencible repúd-r a n l a á las prosaicas ocupaciones caseras. Asi no es raro ver que un í »iñ» recien salida del Colegio, soñando ea un mundo ideal, y habi tua-da á un método de vida eseénlrico, mira todo cuanto la rodea en la rasa paterna muy por bajo de sus doradas ilusiones, y conciba cu profundo tedio, t n orgulloso desden hacia las mecánicas tareas cid or-den doméstico, que le parecen indignas de una joven elegante. ¿Y m es esto sificiente para hacer su propia infelicidad y la desesperación

de su marido, cuando lo tenga?. Se pondera mucho la importancia de la educación física; pero la organización física de la muger n o s e p r e s -ra á c i e r t o s ejercicios, ni es necesario á su salud el desarrollo de una robustez atlética, ni está llamada á trabajos de gran fuerza m u s c u b r . Por lo demás, nuestras costumbres españolas no demandan pa a las niñas un sistema de educación hasta cierto punto varonil, ni el es tu-dio de muchos idiomas, ni la vasta instrucción que -deben poseer las mugeres sabias.

Tales son las doctrinas que en el Colegio de Santa Victoria d e -terminan el giro de la educación y sus límites. Bajo estos principios el plan se reduce á lo s igu ien te .= lmpr imi r en el tierno corazon de las educandas máximas religiosas y de la moral mas pura, para que en él se arraígen los sentimientos cristianos, todos los seulimientos nobles y generosos que únicamente la religión cristiana sabe inspirar, hasta el punto de hacer en ellas como instintivo el amor de toda virtud. H a -bituarlas desde los tiernos años al recocimiento, á los trabajos apaci-bles y tranquilos propios de la muger, al orden y arreglo en toda la economía interior de la casa, al decoro y honestidad en el porte sin afee-taciones chocantes, á unos modales cultos y dignos sin rayar en la e x a -geración y en una frivolidad risible, á que resalto en todas sus a c -ciones la modestia, la mas humilde docilidad, pero sin bajeza, esa dulzura y suavidad de caracler, ese virginal pudor, ese ambiente de pureza que dá un realce singular á las mas bellas cualidades morales y físicas; en dos palabras, á desenvolver y nutrir en sus corazones el

—13— sentimiento religioso, el sentimiento de su propia dignidad y todas las amables dotes que deben adornar á la muger cristiana, á la mugerde buena sociedad, á la h i ja r á la esposa, á la madre, á la ama de su casa ,

A estos principios se atiene el Colegio para la educación religiosa, moral y social de sus a lumnas : lodo en él conspira á ese objeto: las pract icas , el ejemplo, el método de asistencia, el sistema de promios y correcciones, la inalterable regularidad en las ocupaciones y l abo-res, las enseñanzas de mero adorno y las de primeras letras.

'i i I 1 I 1 i —' I k . ̂ I I J>, • -t Instrucción literaria. • ni fin i t i í i o ^ i 1 y \ ,.1 [fft wp sp » i !? > s J.J .' i 'trttr

La clase de primera enseñanza es clase superior con todas las con-diciones que exige la Ley de Instrucción pública de 9 de Setiembre de 1857.—Comprende las siguientes materias.

Lectura . — Esc r i t u ra . — Doctrina cristiana y nociones de Historia S a -grada, acomodadas á las niñas. —Princip ios de Gramática castellana y egercicios de Or tograf ía .—Princip ios de aritmética, con el sistema l e -gal de pesos, medidas y monedas. - Elementos de Historia General y de Geografía , especialmente de España.—Nociones de higiene domésti-ca .—Enseñanza teórico-práctica de economía doméstica, de los deberes de la madre de familia, y reglas de buen gobierno para el ama de c a -sa. Ademas de esta instrucción reciben la enseñanza de labores pro-pias del bello sexo y la de elementos de dibujo de adorno aplicado ¿ las mismas labores . Liii L i ' ! 1 • •!'••'' .j i

1" Labores comunes y otros egercicios.

Cortar y coser toda clase de ropas blancas, ó de color, nuevas, y componer y zurcir las usadas.

Calar y marcar en todas telas. Bordar en blanco, en tul, en seda, al pasado y al tambor. P lanchar , rizar, hacer punto de media, de encaje, de guante, y de

malla con a g u j a de gancho.

—14— - • ¿ Hacer fleco», trenzadas y cordones con lebr i l lo , y á mano. Hacer algunos dulces v enterarse prácticamente en la p r e p a r a -

ción v c o n s e n ación de ciertos comestibles. j « i

Alternar, cuando tienen mas de 12 años, en la inspección de las ope-raciones d i a r i a s d e l arreglo doméstico, e j ecu tando ellas mismas lomas delicado y pulcro del aseo y buena disposición de lodo el mobiliario.

Labores de habilidad y entretenimienlo.

En horas extraordinarias, y sin perjuicio de las ocupaciones prefe-rentes, se entretienen las niñas en hacer, según ellas gusten, (loresde •a r ias clase?, frutas de cera y de cristal, a l m o h a d i l l a s de tocador, canastillos de alfileres y seda ó de alambre y c l a v i l l p o r t a m o n e d a s de granate, ruedos de estambres, punti l las de flores de papel de c o -lores, cofrecitos de cristal, y varios otros objetos de pr imor: ó bordar en cañamazo con felpillas y con estambres, ó hacer laminitas bordadas con pelo y seda, imitando las litografiadas, cuadros huecos cen p a j a -ros de relieve, estampas de papel picado, etc. etc. etc.

Juefjos y recreost

El tiempo está distribuido con tal economía que son muy breves los ratos destinados á la recreación. Desde luego son completamente desconocidos los juegos violentos y estruendosos. Cuadran mal á ni-ñas finamente educadas lo? entretenimientos vulgares , que imprimen cier-ta rudeza y descompostura ageuas á su ciase. Ordinariamente, si el tiempo está sereno pasean por los jardines, cultivan sus tiestos de (lo-res cada una en el cuadro que le pertenece, lo cual suele ser o b -jeto de una graciosa emulación,- ó formando grupos juegan en las salas de recreo al volante, al ajedrez, á la oca, ó á la aduana, á formar mosaicos, grecas y figuras geométricas con tablillas de colores, y h a -cer combinaciones alfabéticas y numerales con piezas sueltas; ó bailar galops, «chotis, etc. en las salas de música; ó conversar familiarmen-te, ó, en fin, si son menorcitas se entretienen con juguetes . E n todos

—15— los para jes eslan constantemente vigiladas por las superioras, que en ta -les momentos prescinden hasta cierto punto de la superioridad para que gocen con espansíon los placeres de la vida de familia.

Eu las estaciones medias se dan algunos dias de campo, llevando á las niñas á cua lquiera de las casas de recreo de los deliciosos a l r e -dedores de Córdoba, que son incomparables por 9U natural belleza y sa lubr idad.

Por Pascua de Navidad se les permiten algunas diversiones e s -traordinarias dentro tle casa; hacer máscaras, declamar algún trozo de comedía* imitar un baile de trajes, dar serenatas con panderas, etc.

Correcciones \j Premios; Exámenes.

El Colegio de Santa Victoria no tiene Código penal, (permítase la frase). Corrige, pero no cas t iga . -En un establecimiento de varones se necesita rigidez, y por lo general , un sistema de represión muy t i -rante, y hasta duro á veces. En un Colegio de niñas, que á su na -

r,, , . . i tural timidez y blandura de condicion reúnen los principios de educa-ción que ya traen de sus casas, no se necesita conminar con castigos y leyes penales, como á traviesos cadetes; todo amago de violencia, todo alarde de rigor debe eliminarse de estas casas, donde todo debe estar en consonancia con el plan de educación templada, suave, afec-tuosa y amable, con el cual se forma en las niñas un carácter de esas mismas condiciones. Toda niña bien nacida es muy sensible al a l h a -go y á la ternura; por el contrario, se enoja con vehemencia contra todo lo que la maltrata y la oprime: la sola idea de ser reprehendida le causa rubor, y se abst iene: un mal modo ó un empellón la in l l a -man, y la ira la hace pertinaz, incorregible: sabido es que la mu-ger en sus afectos ó en sus odios vá fácilmente hasta los estreñios. Tengamos en cuenta para su educación esa predisposición de su ín-dole natura l , v guardémonos de hacerla miedo con el te r ror de cas-tigos aflictivos.

No hay pues, en este Colegio castigos, sino privaciones para las

s r que no cumplen su deber; p r i v a d de una salida, de un en t re te -nimiento, de una afición. Se amonesta, se reprehende una, y o tra , y otra v e x ; ^ de las fallas á los padres; y si nada de esto alcanza se pide á la familia que retire aquella niña del Colegio.

Fn punto a premios se consideran como tales para las Colegialas ,!e gracia los dotes que se les consignan cuando se ret iran del estable-cimiento despues de doce años de permanencia en él . Estos dotes v a -rían desde 150 hasta 400 ducados, según la calificación de méritos que hacen los D i p u t a d o s , ' a t e n d i e n d o á la conducta* apl icación, ade-lantos y demás circunstancias en que se haya dist inguido cada a lum-Da. Pa ra esta apreciación se tiene a la vista un libro l lamado El Re-gis tro, en donde cada niña tiene anotados en su hoja respect iva los h e -chos mas importantes que la caracterizan, las enseñanzas en que mas adelanta, sus labores mas notables, resultados de s u s examenes, e t c . -EI Registro comprende igualmente á las pensionistas, y se guarda c u i -dadosamente por los Patronos en el Archivo

Anualmente se celebran exámenes generales con presencia del P r e -lado, Gobernador de la Provincia, una comision de la Jun ta P r o v i n -cial de escuelas, Inspector de las misma*, otras Autor idades y perso-nas de distinción convidadas al efecto; p«To sin dar libre entrada al público. Los examinadores son aquellos de los S res . presentes que se dignan preguntar según les p lace , teniendo á la vista minuciosos i n -terrogatorios escritos por las niñas sobre todas las materias de e n s e -ñanza que corresponden á cada sección. Las Maes t ras y Profesores au-xiliares son únicamente testigos presenciales del acto.

Por resultado del exámen son adjudicados alli mismo por los Sres. de mayor dignidad los premios, que están á la vista en tres g rupos destinados á las tres censuras de Aotable, Aprovechadax Regular.

Los premi s son objetos de primor y gusto, de mas ó de menos precio.3=:V. g. Costureros e l e g a n t e s . - Cajas de música —Joyeros de chi-na .—Estuches y neceseres de señora para distintos usos. - Cartapacios. — Escribanías. - Libros devotos con bellas tapas. - Cajas de juguetes y

de dulces, y otros muchos análogos, que las ninas pueden conservar como un grato recuerdo de su primera edad y del Colegio donde r e -cibieron su enseñauza

En el salón de exámenes se exponen las labores de toda especie egecutadas por las Colegialas, con el nombre de la a u t o n en cada objeto.

Prácticas religiosas.

Oyen Misa todos los di as desde el coro, á donde siempre van con un velo blanco á modo de cofia flotante sobre la espalda: antes y des-pues de la Misa rezan ciertas oraciones.

Despues de la comida dan gracias en el coro también: allí son l o -dos los actos religiosos.

Las que tienen edad y la correspondiente instrucción en doctrina cris-tiana confiesan y comulgan el dia último festivo de cada mes .—Comunio-nes estraordinarias, el dia de Santa Victoria, y en otras grandes solemnida" des en que hay comunion general en b Catedral ó en otro templo coa indulgencia plenaria.

Las Colegialas nunca asisten como Corporacion á fiestas de I g l e -sia fuera de su capilla.

En las salidas á paseo llegan primero á rezar el jubileo circular á la Islesia donde se celebra. o

Antes de cenar rezan el Rosario y otras oraciones. Al acostarse cada una reza en silencio sus pai t iculares devociones,

lo mismo que al tiempo de levantarse. Desde de Enero de 1839 se hace cargo el Colegio de propor-

cionar á las ninas todos los libritos de devocion, como también los d e -mas de texto en las clases para que haya la mas perfecta uniformidad en todo.

Aunque la Capilla del Colegio está abierta al culto público, no se celebran en ella funciones parroquiales ni otras costeadas por persona* par t iculares .

E n las festividades de Ntro. Sr . Jesucristo y de la Sma. Virgen

hay por las U r d e s e jerc ic io , con manifiesto, leyéndose durante un cuarto de hora materia para meditación en la media hora siguiente y conclu-yendo con el Rosario y otras preces.

Se celebran con solemnidad los oficios de S e o n n a Santa . En los Domingos de Cuaresma por la tarde, despues de un punto

de lección espiritual y de la meditación, el Rector hace una breve plá-tica moral á las Colegialas á puerta cerrada, junto á la reja del coro.

En los casos de fallecimiento del Sr Obispo, Patrono familiar, ó D¡-potados-Gobernadores celebra el Colegio una Vigilia y Misa solemne de requiera.

Si muere dentro del Establecimiento alguna niña ó maestra se le hace el funeral con la decencia y pompa que corresponde. En sos enfermedades son objeto del cuidado mas particular y afectuoso.

Salidas. == A usencias temporales.

Son dias de licencia general para salir las niñ>s á las casas de sus padres ó encargados los Domingos primeros de mes; pero la sal i-da no es obligatoria; por el contrario seria muy de desear que no se-hiciera us> de tal licencia tan frecueutemcute: nada perdía en ello la disciplina iuterior del Colegio, y privándose los padres de ese gusto tendrían otro mayor haciendo mas tardías las displicencias de sus hijas al regresar; desagrados que suelen durar mas tiempo del que se cree, y entibian la aplicación. Sin embarga, esta costumbre inmemorial con-tinua: los padres que con ella se conforman aceptan las consecuen-cias y nada hay que decir.

Las ninas que salen en esos dias lo han de hacer acompañadas por personas conocidas que los padres enviarán. Esta circunstancia es ge -neral en toda ocasion de salida extraordinaria.

La salida periódica se entiende desde las nueve de la mañana, lo mas temprano, basta una h(ra despues de anochecer. Para pernoctar fuera del Colegio es necesaria licencia espresa de los tres Sres . Diputados.

Esa misma licencia se requiere para una n ¡ña se ausente por

temporada. Los padres que por cualquier motivo insten p i r a obtenerla £' i M». . U _

deben notar que si al regresar su hija se halla ade lan tada la sección á que pertenecía antes de su ausencia, retrogada á la inmediata inferior.

Antes se ha dicho que el Colegio no da vacaciones, ni mas asue-tos que los ordenados en el Reglamento general de Instrucción p r ima-r i a . Consiguientemente no hay descueutos por ausencias temporales en ios pagos de la pensión al imenticia: suscriben tácitamente á esta con-dición los padres que retiran sus hijas por un tiempo dado.

Salid <s ord inar ias .—A paseo en los dias festivos que hace buen t i em-p o . — A visitas con las s u p e r i t a s , algunas veces, para que vayan a d -quiriendo cierta soltura y buenos modales de sociedad.—A algunas so-lemnidades religiosas, de larde en t a r d e . — A ver las ferias, por una vez — A toros, comedias, bailes y espectáculos públicos, nunca.

Cuando por especial licencia pernoctan las niñas en sus casas rue-ga el Colegio á sus familias no las lleven al teatro, ni las vistan otro t r age que el del establecimiento: es incalculable el mal efecto que pro-ducen desperes esas condescendencias, por muy sencillas que parezcan: tiempo vendrá eu que no ofrezcan inconvenientes; d u r a n t e la colegia-» i t 'i • • 1,1 ' 4 a \ » *• , tura los tienen muy graves .

En las salidas á paseo y demás ocasiones que van juntas todas las Colegialas no van alineadas guardando formacion. Es t a antigua cos-tumbre se lia quitado por razones que cualquiera comprende fácilmente. O t ra s corporaciones no podrán dejar de hacerlo asi sin tocar en d i f i -cultades; pero en un colegio de niñas con las circunstancias de este es preferible el método que hoy se observa de llevarlas en secciones, y c a -

da sección al modo de una familia dirigida por una superiora, sin g u a r -dar el orden de parejas y distancias iguales, que tiene aspecto de mar-cha militar. Distribución de horas.

Disfrutan las Colegialas nueve horas de sueño en invierno y ocho en verano. En esta estación se levantan á las seis de la mañana, y en aquella á las siete, habiéndole acostado á las diez de la noche en todo tiempo.

— Apenas se levantan alzan y doblan las ropas de sus camas las que

put den hacerlo; se lavan y se peinan en sus respectivos cuartos de locador, las mayores por si solas, y las menorcitas auxil iadas por aque l l a s .

Los Dominios se levantan medi;> hora antes para que tengan t i e m -po de lavarse lou pies y hacer el peinado y aseo general de su p e r -sona con mavor delicadeza.

" ' ' H Oyen Misa á continuación', despues almuerzan: á seguida entran en

las clases, dadas las ocho, hasta las once: de.nde esta hora se ded ican á las labores y á d a r lección de música las que aprenden este ramo de adorno: á la una se sirve la comida*, despues juegan ó posean por las galerías y jardines: en los meses de mayor calor duermen un poco de s i e s t a : á las dos ó las tres, según el tiempo, á las clases y labores: antes de anochecer juego y merendar: por la noche labores de cierta especie, estudio de lecciones del siguiente dia ó repaso de las anter iores , y dibujo, todo despues del Rosario rezado en el coro: á las nueve la cena: á las diez, ó algo mas tarde en verano, á los dorrailorios. Próxi -mo á ellos queda siempre una lámpara y lo demás necesario para toda contingencia.

Cada dormitorio tiene ocho ó diez alcobas formadas con pabellones de cortinas: en cada alcoba una cama de hierro, una mesita de noche para la escupidera, una perchita de hierro para colgar las ropas, una banqueta para desnudarse y una pequeña alfombra á los p'ie$. En cada dormitorio hay una Maestra en su alcoba al frente de todas.

En las estaciones medias y el verano son mas largos los ratos de recreación de la larde.

En los dias no lectivos se ocupan las horas que en los demás son de clase en arreglar los guardarropas, escribir á sus casas las niñas, recibir alguna visita, leer la Educación pintoresca, ti Museo délas fa-milias, ó el Mentor de la niñez, periódicos a que está suscri to el C o -legio, ó en plantar y regar llores, y varios otros entretenimientos no menos útiles que ag rad ib l e s .

V \ rtC « r * c?f, 7 > r f ¡ r n w r r r 1 • •• z r * r - ' ' •• f j i u * [ !> i : r . » f t > 5 " , f . • r i ' Ortfen de alimentóos. r U . .'-'I ' - ' i •'/>•' *t «J • m - " Li • ?

Almuerzo. - Chocolate con revanadas fr i tas , con migas, con pan y manteca ó pan solo á veeos* huevos fritos, té con leche y bollos, un f r i t o de carne con salsa, una menestra, tortillas, guiso de espárragos', pescados frescos, e tc . , al ternando.

Comida.—Sopa variada de pan ó pas tas , buen cocido y postres , i) los dias festivos un principio fuer te y una ensalada, á mas de lo

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üicrio. E n a igunos dias, no raros, se añade un plato dulce. Mer ienda .—Pan y f ru tas secas ó del :tiempo. Cena .—Ensa lada : un guisado ó asado; postre. Las mesas están dispuestas para cada d iez niñas una: en cada roe-— i BBS, k.- BP _

sa pres ide una superiora: las niñas mayores , al ternando, distribuyen: no hay tasa ni ración en nada: los al imentos son los mismos para la Directora y Maestras que para todas las niñas; no se consiente la mas mínima distinción para nadie : hay el mas atento cuidado en la limpie-za y buena calidad de l o s alimentos:, el servicio todo es de loza muy decente • - ;

No está de mas volver á repetir aqui que está rigurosamente prohi-bida la entrada de comestibles como regalo, sean para quien sean y procedan de donde quiera. 1 • • 1 1 ' L! I •4 i L1 i , ? n ^ v j ' ) i ¿i i' : j i V» ' • • i r \ .

Cuota alimenticia y otros pagos.

La pensión se paga por trimestres anticipados al respecto de 5 r s . diarios hasta I d e Junio de 1859. Hasta esta fecha sostendrá el Colegio ese tanto de pensión, apesar de la alza siempre creciente de las sub-sistencias: de ella en ade lan te será de 6 rs. diarios para las que in -gresen desde ese día.

Aparte de la pensión pagan los padres las dos únicas enseñanzas de adorno que hay , música y d ibujo , 20 rs, al mes por cada una.

Al mismo tiempo de pagar el primer trimestre de nueva entrada se han de abonar: 60 rs . , derechos del Rector por la revisión de

documentos que á él deben dirigirse para examinarlos y anotarlos con *u V * B ° antes de pa ia r á la Secretaría. 2.° 2 2 5 rs . por valor de la cama de hierro que se da á cada nina. Si el padre gusta de l l e v a r -se la cama cuando su hija se vá para no volver, lo hará como con lo demás que le es propio; y si prefiere dejarla al establecimiento, es-te le abona 120 rs. y readquiere ese mueble, que ha de ir forzosa-mente al taller para su completa renovación.

Son del cargo particular de cada padre los gastos que su n iña ocasione para el material de sus labores, que han de pertenecerle como cosa propia; y los demás de libros, correo y otros meramente personales.

No hay descuentos por razón de ausencias voluntarias de las ni-ñas, ni devolución de un pago hecho sino en solo dos casos; por fa l lec i -m i e n t o , ú grave enfermedad que ha retenido en su casa á la Colegia-la, ó por mudar de domicilio sus padres , vecinos de Córdoba, t r a s l a -dándose á otro pueblo y llevándose á su hija; pero ni en uno ni en otro caso se hace mérito de cantidad que no llegue á un mes de pensión.

Las niñas no pueden tener dinero, ni mucho ni pouo: el que sus padres destinen para los gastos que se les ocurran, ha de entregarse á la Directora, quien lleva un libro de cuentas corrientes con cada alum-na, por lo respectivo á tales m enLdencias.

Ajuar que deben traer las educandos, tanto de gracia como pensionistas.

Dos colchones con henchimiento de lana, de dos varas y cua r t a castellanas de largo por una y cuarta de ancho.

Seis sábanas de lienzo entrefino. Seis fundas de almohada, algo mas finas y cpn guarnición. Dos almohadas. Dos mantas para abrigo. Una colcha ó sobrecama de percal con arandela . Dos toballas cubre-almohadas, de tela clara, al gusto. Una alfombrita de vara y media de largo por tres cuar tas de ancho. Tres chambras ó armillas blancas para dormir.

—23— Cuatro papal inas para dormir, lisas y sin adornos. Tres peinadores de lienzo, lisos. Cuatro trapos de lienzo para en jugarse los pies. Dos esponjas graudes íinas. Seis camisas y seis enaguas blancas l i sas ; Seis pares de medias blancas de hilo, punto liso. Dos enaguas para ahuecador . Dos refajos de bayeta encarnada. Seis toballas para lavarse. Dos cuadros de coco blanco p^ra ir al coro. Cuatro balas de percal, colores b:ijos, dos para invierno y dos para

verano. U n vestido de merino negro. Una mantelelela de merino azul según modelo de casa . Otra id. de tafetan id. para verano. ' * * rt m 1 Un sombrero de raso azul , según modelo de ca9a. Pañuelos de hombros para todas estaciones. Dos mantones de abrigo-Pañuelos de bolsillo y para la mano, al gus to . Tres pañuelos de seda para la cabeza.

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Guantes negros, abanico y un rosario sencillo. Seis servilletas, dos cubiertos de plata m ircados, y cuchillos. T res pares de zapatos abotinados. Pendien tes lisos de oro sin p i ed ras , Un estuche para tocador, con espejo. Cepillos d e ropa, de dentadura , pa ra las unas y para limpiar los peines. Botes de pomada , jabón 6 pastas para lavarse las manos. Calzador de asta. Peines, c l a ro y espeso, cuatro trapos pa ra limpiarlos y envolver los . Un cos turero con su alületero, dedal , t i jeras, etc. Dos c o r s é s , agujas de hacer media y canastilla. C u a l r o pantalones blancos las niñas menores.

Cuatro delantales blancos las mayores. Cuatro pares de mangas blancas. Cuatro cuellos, una manteleta de , seda y un velo las mayores ' . l ín libro devocionario. (Lo hay en el Colegio.)

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Documentos para la admisión de las Colegialas.

Solicitud á los Diputados por el padre ó tutor, espresando el nom-bre, apellidos y edad de la niña edücanda.

Partida de bautismo de la misma y la de confirmación si la hub ie -se recibido, legalizadas viniendo de otra provincia.

Certificación por facultativo en egercicio, acreditando que la joven go-za buena salud, esta vacunada ó ha pasado las viruelas, que no p a -dece alferecía ni otro mal habitual.

I ÍLJ ••!> £ . n * • ' * Estos documentos se dirijen al Sr . Rector del Colegio, y cuando

los Diputados acuerdan la admisión se avisa al interesado por la Secretaria. f i ri

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Cuando se han de proveer algunas plazas de gracia se anuncia con tiempo, dando las instrucciones oportunas.

Al fin de cada t r imes t re la Secretaria dirige á cada padre una co-municación. manifestando el estado de sa lud , adelantos ó inaplicación, comportamiento, gastos extraordinarios, e tc . , de su hija, y si necesita ro-pas ó alguna ot?a cosa.

í La Colegiala cuyos padres no,*vivan en Córdoba ha de tener un en -

cargado vecino de esta Ciudad, con quien se entenderá el Colegio c u a n -do sea preciso. . 1 r b t ' ' )

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