4 Hobsbawm Rebeldes Primitivos Introducción y Bandolero Social

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hobsbawm un gran historiador

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  • m s s hi toria-ciones e mp s1nas, . , , 1 n .... r, Y .,...._.

    sido . studiados . n r 1 ,. a s i - pisodi , constitutiv ), . r . t t n la 1 is oria . -n ral d 1 1 s istoriador

    h~yan t d n u. r toca a s 1mpor-tan ia entr - . 1 i , . i y av a den ds-cuti nd . cu 1 ci ci - n st d v .. nir.

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    n l u h , . r s, ;a a . 1tac1or1 qu - udi m r . . , t . s m no

    ntroplogc 1 ars las socie- l'YI

    ~o x raas reliquias del , J vi i 11tos sociales moder

    11.,,,.. _ 1r pa occidental desde fina-

    l I l sur_ id s- en pocas ulteriores en ~ yo del mundo, han solido enf Ou ____ squema interpretativo de acre-

    n e provisto de una base lgica razona~ o razo obvias, los historiadores se han cen-

    tra - mo imientos obreros y socialistas y en ac1ue ... llo o - e se han inc.luido en el ro.arco socialista#

    , e considera comnmente que todos stos pasaron pri-mero por unas fases primitivas>> - -as, las asociaciones de oficiales, y los socialismos luddita; r8.dcai, jacobino y utpico , , para evolucionar luego hacia formas modernas, variables de un pas a otro, v.ero subSumibles dentro de 'UD marco comn b.astante generalizado. L,os movimiento, obreros desarrollan, pues, ciertos tipos de organizacin sindicAl y cooperativa, ciertas f orinas de organzaci6n pol-tica, como los partidos de masa) y cierto gnero de proH grama y de ideologa, como el socialismo desprovisto de preocupaciones extraterrenales. . Los temas de este libro no caben dentro de ninguna

    de ambas divisiones. Por la primera impres6n parece debieran incluirse en la primera categora. De todos mo-

    10 : . ~ ,'

  • na orprender de encontrar a Vardarelli y, con l, a . aci. n m Ja Mafia o los movimient-os milcn rio - , n 1 Ed . i- ur ., . a. P ro lo que nos importa 2qul . s u no 1 s . nt SlTJ , r1 la Edad lVie-

    . a ino n 1 sigl 1 y xx, y . e 1 echo los l ti-1110 1 O a la.. h . , 1 d.: n nrriero 1n1..1sitada" ment crecido~ r t1Jzon u- . . disc1.1ten en el t-ex.to,

    <

    Tan1,,;..xl) ' t" pl1edtn Iin1in t s f x menos so pretexto de que ~on n1argi11al , .

  • lidad, y la adquisicin por su parte de la conciencia pol-tica ha h dho d . nuestro siglo el ,ms revolucionario de la l1istoria. Por sta razn, e l estudio de sus 1novi,micntos no s sol tn nt cL1J.iioso, interesante o emocionante parr el qu or.ll,ptt del destino de los hombres; ,tie11e ta.mhin J. " .un portan la r11ct1ca .. .

    L h m res y mt1jeres de que aqt1 nos oct1pamos d.ifier~ d. 1 s i11gles s en que 110 han nacido en el Jnu,n ... do d 1 e . itali, m orno nace 11.t1 .mecnico de la cuenca d 1 T n ) e n u tr . generaciones de sindca:li.smo detrs de .. . I,1 g . l 11 su calidad de inmigra.ntes de primera gen r ~i6n l . que resul,ta todava ms catastrfico, les 11 ga t mun o trado desde fuera, unas veces con insidia, r el operar de fuerzas econmicas que no com .. ptend n y s bre las q ue r10 tie11en co11trol alguno; otras con descaro, rnet~liante' fa conquista~ revolucio.nes y cam .. bios fundam ntales en el .sisten1a imperante, mutaciones cuyas consecuencias no alcanzan a comprende1-, at111que hayan contribuido a ellas. 1.,odava no se desarrollan jun ... to con la sociedad 1noderna o dentro de ella: son desbra-vados a la fuerza para acoplarlos a las exige11cias de esta sociedad, o, lo q t1e se da con menos frecuencia, irrumpen en ella, como ocurre en el caso de Ja clase media mafiosa siciliana. Su probletna es el ele c1110 adaptarse a la vida y iu.chas de la sociedad moderna, y el tema de este libro es l proceso de adaptacin ( o el fracaso en el empeo adaptador) tal oual queda expresado en sus movimientos sociales arcaicos .

    Palab1'as co1n.o las ele y no fle .. ben, sin emlJatgo, desencamin.ar11os. I""'os movimientos discuti,dos en es-t,e volumen tienen todos

  • al parentesco o a la tribu, que,, combinados o no oo. . vfnrulos territoriales,1 son la c]!Y-~-para .J~.~ co~prens?n d las que suelen calificarse de sociedades primitivas, no han dejado de existir. ero aunque tienen to.dava 1 una importancia considerable, h,an dejado de ser la forma primordial de defensa del hombre contra las arbitrarieda-

    k

    d s d l mundo que le. rodea. . a dscriminaci6n entte stas dos fases de los movimientos sociales .primitivos,.

    no puede llevarse al xtremo, pero creo que debe hacerse. d(l Los problemas a qu da pie no se discuten en este libro, p .ro acaso conv ng ilustrarlos con brevedad, mediante j mplos tomados de la historia del bandolerismo ~oci?-l

    Esto nos pone ~ ente a dos tipos extremos del bando-1 ro. un lado, hallamos . , .... , ~ ., ,

    que se encuentra por ejemp o en C6rcega, - '

    . .. . , . . s, sino un 1n 1v1 uo que uc a a con y para los de su sangre (aun los ricos de ella) contra otro grupo de parentesco, incluidos sus pobres. En la ott.a punta contamos con el clsico , era y es esencialmente u _ - . -~ .. -:

    ~ ~ , .. _ ,. . , , . . otros representan tes e ' a que otns Moro llama-ha la conspitaci6n de los ricos>> . Entre aJll ... bos ex:tteinos se escalona toda una g:ama ,de evolucin hist6rica que no me propongo exponer con, de;enmiep.to. A-s, todos los ani.embros de la comunidad de ,sangre, ~inclu.i~ ."-.. dos los bandoleros, pJeden ,: .. _' , , t ~, ,, . , , , , . . ; , ~ . ; : - ~. . que tratan ele imponer es su ey. : uede ser que se consideren todo,s ellos, en coleotividad, los pobres, frente a los digamos ricos habitantes .. d.e, las llanur,as que someten a sus depredaciones- Pueden v:er.se. estas dos situaciones, que evan grmenes de ~~Y.!~irn .. tos sociales segn los entendemos nosotros, en~el pa~adQ d,e los serranos sa1:dos, estudiados por el doctor Cagnet,ta,

    l.. No me Ptopon,o -entrar en. la dstusi6n resucite.da en I. Sc.httt,ctt, Go111r11mtfll dn4 Politk1 111 Tribal Socil1J,s, Londres, 19,6,

    ,

  • 1

    ' "' 1 l ma moderna ( venga o no t. f n.1n t . i 1 tranjera) puede, y proba-

    , l 11 11t . 1 l11r . t r 1 equilibrio social de la .; . i : ln_ l . .) 1,1~ t~~ :::i~1 . 1 ir i n algltnos grupos de paren-r .s ~ . t . 1tt\1 t l1ns :1 :is -. y tr s . en grupos pobres,

    ,'i _ . 1 l 1 1nt'n1 d . 1 v nculos cognaticios mismos . , "P'\., u , \1 1 t 1 li . i .1 i t ma del bandolerismo de la

    "

    n n ll ~ 1 de mad-re>>, como probable-"11"\

  • . d 1 . t1"en en sin duda alguna algo en comn Pes1nos an a uces - d M 1 . lo los cultos del e .. e anes1a,

    Norte tien n algo en comun con las . de lo~. mineros b f de Durham P. ro nunca debe 0J.v1darse qt1e car on eros . . ue el

    su investigacin. . . . l d. . ~ El prin1er ~onjunto d mov11n1entos socia es. 1scut1-

    dos en este libr es pr . dominantemente vural> ~-1 menos en la Etiropa occi .. r1tal y meriJionul de los siglos x1x y x" , aunque n hay razn a1".>1lt)rs tica algur1a . para qt1e queden limitadas al mundo can1pesino. (De hecho, la Mafia tenia ~lgunas

  • Lo mejor es considerar la Mafia y fenmenos similar s (captulo. 11) co~o una forma algo ms compleja ' bandolerismo soc1al. Se pueden com.parar e11 cuanto SU

    1 , d ' . o.rgaru.zac1on y) su~i . ,~Qlqg~a ,son comnmente elementalts,

    en cuanto en lo fundamental resultan socie dad y tambin en cuanto son formas endmicas, aunque a veces sean asimismo epidmicas. Co1no ocurre con e:l bandolerismo social, es casi imposible que estas formas sepan ,adaptars.e a los movimientos sociales moder.nos .. o sean asimiladas po1 ellos. Por otra parte, las mafias son a . la vez ms permanentes y ms poderosas, por ser menos un rosario de rebeliones personales, y ms un sistema normativo in6titucionalizado., situado fuera de la norma estatal. En caios extremos puede11 llegar al punto de constituir un sistema d.e derecho y de poder virtualmente para-lelo al de los gobernantes oficiales, o subsidiario de ste.

    Po.r su car.cter profundamente arcaico, y aun prepo .. ltico, el bandolerismo y la Mafia resultan difciles de clasificar en trminos polticos modernos . P.ueden ser y son utilizados por diversas clases, y de hecho ocurre, como con la Mafia, que ~e vuelvan fundamentalmente instrume.nto de los hom,bres que detentan las riendas del poder o que aspiran a ello, por Jo que dejan de ser por completo movimientos de protesta social.

    Los varios *m.9vi.mj_~p_t9s_ mile...n:ar.iqs de que 1ne ocu .. po los lazaretistas toscanos (captulo 111), los movi-mientos agrarios andaluces y sicilia'.nos ( captu,los IV y V)- difieren del ha,ndolerismo y de la Mafia en que

    t~IJ.~P ~ -t) ~.ariz rev9lcjon.ariQ. Y-~~ . ~~f9rriJ:fl-, ... ~.~~p.-;.9..ue, p.or. ello .mismo, resulta tps hacedera su modei:n1zac.16n .. .y :

    b ., d d . . 1 d t. sy._.! .. .;~Q!.

  • -,

    va, , ,pino que no hay n.iodemizaq~~' o si la hay, e muy l nta . jpcom,pJ~-~ cua_ndo el asunto qued_a e manos xclus1vamente ~~pesl~:~ La hay en cambio, com .. pl tsima y coronada por el xito~ 6i el movimiento mile-nario se nmar,ca en ti.na organizacin, una teora y ,; un programa que lleguen a lo campesinos desde afuera, Esto queda ilustrado mediante el contraste existente entre.: los anarquistas de los pueblos .andaluces y los socialistas y comu11istas d las aldeas sicilianas; los prime1os, con v rtidos a la teora que vena a decir a lo,s campesinos

    ue sus modalidades espontneas y arcaicas de agitaci6n social eran justas y adecuadas; los ltimos, conversos de la teora q exi a ransf ormacn de dichos "-m-,t.odo . .

    1 s, gundo conjUDJ o de estudios se ocupa esencial# m . nt d movimientos urbanos o industriales. Es., claro est, de ambicin mucho n1s limitada, puesto que ~e ha dejado :a un lado, con pleno conocimiento, de ello, casi t,odo lo referente a la principal tradi ., n de , itaclQ11es urbanas y obrer~ . . o cabed ~-~ ... ,:,e que es. tod~~a ,mucho lo que debe l. - se acerca de la fase primitiva y aun de la.s ,ms desarrolladas, de las agitaciones obreras y socialistas - por ejemplo acerca de las fases utpicas .del socialismo . , pero este libro no se ropone tanto complementa,r o evaluar de nuevo una. : istori~ cu os rasgos generales resultan ya bastante bien . conoc _ os, cuanto llamar la atencin sobre ciertos temat que .se hao estudiado muy poco y que todava ignoramos en gran parte_ Por ello nos o.copamos aqu de fenmenos- qu~ cabe califica,; de marginales sin ningn miedo a. equ1'*

    ,,< ...

    vocarse. , ..,-, El estudio de 14 f!f/llfJa ca tulo ., ., I) ~e centra en,, lo

    . '. - , . . . . !C, que quiz sea , - , . . ~ . ' , , .,,,, # . ,, - ,,_. , . . . - 1 - 8 ' .

    ' . ., especialmente en cierta clsAe>' 'ge grandes 1urbes . reindustria,Jes_ La turba constituye un ten6meno sngu.armente :difcil de analizar con lucidez;

    1

  • careca de :6.liacin poltica o 1deolog1ca firme Y _duradera, fuera de la fidelidad que acaso llegara a sent1r P,r su ciudad o los smbolos de sta. Normalmente podra con-siderarse que la turba es reformista, en cuanto. pocas veces concibi, ,si es que jams Jo hizo, la edificacin de un nuevo tipo de sociedad, cosa m11y distinta de la en-mienda de anormalidades y de injqsticias insertas en una vieja organizacin tradicio.t1:al d:e la sociedad .. No obstnte la .. tutb&1 era perfectamente capaz de movilizarse detrs ~~,Jefes que s eran revolucionarios, al1nque no se perca-taSe del todo de las implicaciones de ese su carcter revo-lucionario, y debido a su carcter urbano y colectivo estaba familiarizada con el concepto de la >. Por esta razn 110 rest1Ita nada fcil contestar a la pregunta de si es adaptable a 1as condiciones moder-nas. El hecho de que tendiese a desaparecer en la ciudad industrial de tipo moderno hace que la pregur1ta quede no pocas veces contestada sin ms , ya que una clase obrera industrial organizada acta siguiendo pautas muy distintas. Y cuando no desapareci> a lo mejor deberamos formular la pregunta de modo distinto: en qu momento dej la turba, cuando estuvo movida por lemas clara-mente polticos, de seguir slogans tradicionales { Iglesia y Rey>>), para obedecer a lemas modernos, jacobinos, socia-listas o similares? Y, hasta qu punto supo diluirse de modo permanente en los movimientos modernos a que se vinculara? _Tengo la impresin de que fue y es funda-mentalmente 1nadaptable, lo que de hecho no puede sor-prendernos.

    ~~~ .. ~~.ctf:l~.Rfa.r~r!s ( captulo VII) representan un fen6-meno ms claramente transitorio entre lo viejo y lo nue-

    . . 1 . . VO: organ1zac1011es pro _etarias y asp~1 .. aciohes que se mani-festaban por el conducto de la ideologa religiosa tradi-

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  • esar . , . , . ..

    Europa occlde11ta Y. ~e~L( e mo rupo descristianizado, l l . ~ to le o t\ 1 la . 1 salvo e onl e era c. ' 1 . rotestantismo a sta pecu ia.r

    t~ , n1 . a arca1 . . derarse e te enom n e . . rzort

    dan ser revoluc1onar1os, l c. 10 , . . ne" veces, l1.l~ algL1~1ts r,1zo11cs idcc)lg1cas ~ ID:[, razo ., sociolg!cas por las qu 1, s se tas obreras tienden a llevar la imprl)nta reformi t . N cabe duda de que las sectas obreras, aunque n njunto hayan demostrado ser bas-tante adaptables a los movimentos obreros mode~nos ~e cariz moderado.> han dado pruebas de alguna res1stenc1a a acoplarse a los movimientos revolucionarios, a1.111 cuan-do siguieran generando revoluciona~ios individuales. Esta generalizacin, empero, pued-e ser fruto de la mera expe-riencia britnica, ,generalizacin por tanto c.Jue parte de la historia de un pas en que los movin1ientos obreros revolucionarios han sido anorn1almente dbiles en los l t-

    .. -mos cien anos. El ltimo estudio, acerca del -ritual en los movimientos

    sociales ( captulo VIII), res11lta bajo cualquie1 concepto difcil de clasificar. Lo he incluido sobre todo porque la peculiar cristalizacin ritual de ta11tos movimientos de esta clase en el perodo que n1edia entre finales del si-glo XVIII y mediados del x1x, resulta tan palmariamente primitiva o arcaica, en la acepcin corriente de la palabra, que h.ubiera resultado difcil dejarlo fuera. Pero perte-nece esencia!m~nte a la ~istoria de la corriente principal de los mov1m1entos socia.les modernos, que tra,nscurre del jacobinismo al socialismo y el comunisino modernos Y que va de'Sde las p'rimetas asbciaciones profesi.onales d~

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  • obr. s l . indi li t . r . u . . t it.-. sta11t scncill . 0Ian1ent int 11 c1il ir 1 ar .t . ..

    Y l funcin de 1 ritu 1 s r{stin , qu l s 1 te n s h 11 ido clesdibujndos C()ll. ottn .. 1 m vimi nt haca m s modc-r110. 1 stt1dio d.e la r 1anclac.l ritu 1 ~ v lt1cionari ~ m nn1 1 ,u f ~. nt t 1 a d f

    ) 1 ) ems e11menl~~

  • 1 1

    rior. n 1 }, i Ui'IJ.'-1 h., , f , . l movimientos obrero , . mpcsin s o!n42lsrj1~ e . los fe .. JJ1Denos .. ~se -=piten,wde.t.al modo., que es.ta de cie~cia no , _ . ta demasiado grave para una, investi.gaci6n de .. carc-ter )in.titado. O tras veces, la sola tarea de lograr una ima"' gen coheren,te, ordenada y racional partiendo de un mQn .. t6n de datos dudosos y mutuamente excluyentes, es casi imposible. Los captulos sobre la Mafia y el Ritual, por ejemplo,, se , -_ decir en el mejor de -los casos que '.son coherentes. El problema de s interpretaciones y explita .

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    '

  • ciones formuladas son tambin ciertas resulta mucho ms difcil de comprobar que n lo tocante a> pongamos por caso, los 'bandoleros social s. El investigado1 de las Ma~ :6.as pocas veces ti n ms mat rial a su alcance, para f.un-damentar sus un. os de vista, que algn irtcide11te }?asa-blemente bi n . ocum ntado. An en el caso de Sicilia, sn material s muy pare , saJ.vo acaso er1 lo qt1e I1ace a un perodo oncret n la vo1.uci6n de la l\J.afia> y a11 aqu sus fu nte fundan n gran prte en la fama

    n . l , r . - o os>>. Y lo que es ms, el rr1aterial exi tente es menudo contradictorio, aunque tenga as-

    ecto d ntid m "n y no co,11sista en esa. clase de hismorre en a i nalista que, como la rr1iel fl las rnos-

    br st tipo de tema. El historiador que hablas nfiad , y no digamos el que sentenciase e:

  • . . as fur _ , s d .u . on e

    "' I -

    .. gun o . . , ta e dia... j . . rios mo m1en!

    .

    - . . 0 de fa ,e p rehistr1~. ndu~e agitaci . - i . Puede que d presente intent O es equivocado o sea premamro. Por ott p ....... ,.

    co ven a que arr . e por este iesb . ancar a destiempo ...

    un

    L sea ste el lugar para un n . gunos e los trminos utilizad~ con -- Uell ....

    .. en curso de este estudio. Resultar{ . ped 1nt e6nir . aquellos que se prestan a interpret . in

    . ... - 1 .. ., ' d . eqm, .. oca. a... La ut~zac1on por mi e t~rmm mo feudal acaso se preste a la crtica. de los medie -

    " . : , pero romo el argumento dd texto no sufre e sustitucin de ste por otro tnn.ino, de su mi~ -n., no 11.e parece necesario explicarla ni d fe11de1'l Por otra parte, el argumento desean.. . parcialment . sobre la aceptacin de la discriminacin entre movi-mientos sociales revolucionarios ,,; mo imientos so-ciales reformistas.. Resulta pues conveniente qu - di, gamos algo acerca de estos vocablo ..

    El principio subyacente est claro.. Los reformistas aceptan d marco general de tJDa instituci6n o de un resJidad .social, pero creen que es susceptible de m~ jora o, cuando han entrado en l los abusos, de ~ forma; los revolucionarios~ insisten en Ja necesidad de transf or1narlo f11ndamentalmente o de sustituirlo.. Los refor1:nistas se proponen mejorar o modificar la tno-.narqu(a )' o reformar la Cmara de ]os, Lores; los re-volucionarios estn convencidos de . e no se pued . hacer ruada til con ninguna de am as instituciones como no sea abolrJas. Los reformistas. desean c1car una sociedad en Ja que lo.s gendarmes no sean arbi-trsrios ni los jueces esten a merced de terratenien y mercaderes; los rcvolucionari~s, aunque ~mparten su ~impata por estas metas, qu_ie!eD un socte{'l.i,1 . n la ue no e ist.an gendarmes n .f' 1 " lt .u

    23

  • ,

    24

    actual, por no mencionar a terratenientes y tnetcade,. res. En aras a la comodidad se utilizan as los tr-minos par.a describir movimientos que tienen formada una opinin acerca del orden social en su conjunto, y no acerca de instituciones concretas dentro de l. Esta discriminacin viene de antiguo. La hizo, en efecto, Joaqun de Fiore (1145-1202) el milenario a quien Norman Cohn ha llamado, no sin razones para ello, el inventor del sistema proftico conocido ms influyente de Europa antes de la aparicin del marxismo. Dis .. =tingua entre el imperio de la justicia o del derecho, que consiste esencialmente en la regulaci.n equitativa de las relaciones sociales en el seno de una sociedad imperfecta, y el reino de la libertad} que pertenece a la sociedad perfecta. Es importante recordar que ainbas cosas distaban m11cho de ser lo mismo, -aunque aqulla fues,e fa.se preliminar necesaria en la va a la segunda.

    La importancia de esta cii!i.~.~q_.Q.~! adica en que los ,, . f . b ., d d" " movun1entos re or,m1stas o raran , _ e mo o 1st1nto

    . . ...

    de_.Jq~s. _r~yoJ~fl.QU.~rJ_q~, y distintas sern su oi:g~iz .. cin, su estra1tegia, su tctica, etc. Por ello interesa cuando se estudia un n1ovbniento social,. saber a cul

    de ambas categoras pertenece. ' ' Y es.to n.o es nada fcil, ft1.era de e.as os extremos y

    c~ortos perodos de tiempo, lo que a su vez no implica la necesidad de abandonar la distincin. Nadie negar las aspiraciones revolucionarias de los movimientos mi .. lenarios que rechazan el mundo existente hasta el pun ... to de negarse a sembrar, cosech.ar y has,ta procrear mientras siga existiendo; como nadie negar t,ampoco el carcter reformista del, pongamos por caso, Comit Parlamentario del TUC britnico, a finales del sigl I pasado: P~ro lo. comn es que Ja situacin sea m s compleJa, 1.nclus1ve cu~ndo no v1~ne ofuscada por . l resistencia (universal en la poltica) que ofrecen l. personas a la adjudicacin de . descripciones precis s cuyas in1pl.caciones les desagradan; as, nos encontr .... ~ mos con la negativa de .los radical.socialistas france,- a abandonar 1.as ventajas electorales de una, designa ... ci6n que oculta el hecho d.e no ser ellos ni .r di . .

    . . 1 ru socia tsta,s.

    "

  • En .. la ... pt~L.-lQdQ . .hwnbt~, que no 1Sa l mism un doctor Pangloss, . o o ' QPJ.~tid.9 a o _ . . del nfmo __ revolucio _ .. ello con una

    :PIU IJ!'!IQ . . . ...... 2 )' ,.;,

  • ..

    sideran (con razn o sin ella) revolucionarios o ref?r .. Jnistas, y que parten .al actuar de supuesto_s ~ev?}uc10-narios o reforn1istas,. Sin embargo, esta dist1nc1on ha sido atacada indirectamente, sobre todo por los que . 1 .b. 1 d d d f . . , rue,gan a pos1 1 1 .. a e to a tr,ans ovmac1on revo-

    lucionaria de la sociedad, y aun la de que seres huma-nos racionales siquiera lleguen a concebirla; y estos que la niegan -son pues incapaces de comprender lo qu.e se proponen los movimientos revolucionarios. (Vase la tendencia persiSiente, primero sisteioatizada por los c,rimin61ogos positivista.s de fin.ales del si-glo XIX, ,a considerarlos como fenmenos pertenecien-tes al mbito de 1a psicopatologa.) No es ste lugar para discutir tales opiniones. El leotor de este libro no n.ecesita ,simpatizar con los revolucionarios, ni me-nos a,n con los revolucionarios primitivos. Solament.e

    l . . se e encarece que recono:z,ca .su ex1stenc1a, y que re ... conozca que ha habido p,or lo menos algunas, revolt1-ciones que cambiaron profundamente la sociedad, aun-que ello no desemboca.se por fuerza en lo que se haban propuesto los revolucionarios, ni fuese la trans .. fonnacn tan .radical, tan compleja ni tan aca,bada co-mo ellos J,o haban querido. fyf as el reconocer que se dan, en, la sociedad mutacio,nes profundas y fundamen~ tales no depende de que se tenga la conviccin de _que la utopa es realizable.

    ~ .

  • 11. EL BANDOLERO SOCIAL

    B ndol ros s lt a r . caminos preocupan a la p lic , pero tambi debi r n preocupar al l1istoriador. Porque n ci rto s n i . el . andolerismo es una forma m~' s ien pri1niti . t t sta social orgar1izada, acaso la m pri1nitiva qu ,e, n cernos. En cualquier caso, en no . s s i d , 1 ven as los pobres, que por lo mismo proteg n . l ban1dolero, le consderar1 su def en.-or > 1 idealizan, y le convierten en un mito: Robn de

    los Bosques en Inglaterrg, Janosik e11 l)oJ.or1ia y Eslov~~~ quia, Diego Corrientes en Andaluca,. que probablemente on todos ellos personjes que existieron y que han su"'

    frido esta transfiguracin. A su vez, el propio bandido tra.ta 1d,e vi.vir conforme a su papel, aun cuando l rr1i:s-mo no sea un rebelde social consciente. Como es na-tural, Robn de l,os Bosques, el arquetipo del rebelde ,so-cial, que robaba al rico pat"a dar al pobre y que nunca mat, sal~o .en legtim~ defehsa o por justa venganza, no es el un1co personaJe de esta clase .. El , que no est dispuesto a cargar con las cruces tradicionales qt1e corresponden al estado llano en una sociedad de clases: la pobreza y la isumisin, puede librarse de ellas unin-dose a los opresores o sirvindoles, tanto como alzndose en su contra. En todas las sociedades campesi-nas exi~-ten bandoleros de los seores ta11to como ba,ndoleros camp.esinos, por n~ aludir a los ba11doleros del Estado, a,unque nada ms reciba los honores de coplas y anc-dotais el bandido campesino. Clientelas seoriales, guar-dias, soldados mercenarios, provienen ptJes no pocas veces

    27

  • de la misma cante.ta que los b . . ;Jeros .. _ _ .. Adems segn prueba la experiencia de Espaa merid.ional -entte

    1850 y 1875, un tipo de bandolero puede f-' . te convertirse en otto tor11ndose el Jadr6n y contrabandis-ta generoso en bandolero protegido por d cacique lo-cal. El estado rebelde a IIK1el individiud es de por s fe.-, nmeno socialmente o.eutro, y por lo tanto refleja 1 divisiones y las luchas internas de la . " . Volv~ mos a ocuparnos del partirular en el cap o sobre ,;l;M, Mafia.

    No obstante, existe algo parecido , im: ~ ac bandolerismo -social, y de ello quiero hablar, por m ; que sean pocos los bandoleros -que tecoge . bistori , y no slo la ley . a los que cabe j todo en esta clase. Sin embargo, hay a!gun , como An o Duca (Angiolillo), que lo representan ectament .

    No es en absoluto falta de realismo describir , 1 n-dido . Y es que la csracters ms . te bandolerismo social es su notable uniformidad y rei-teracin de sus formas .. El 1n1tcri utilizado en ptu.lo procede casi del todo de Euro- i-glos XVIII a XX, y ,de b de ' _ . ' 1 ri

  • -

    para ilustrar lo que a . J a las. autor"

    .... ...... , . , ' . ~ . ...... ...., ...... ,.. .

    -

    ... ' ~m2.~~,.J~!!. ue,. ' ' . os puebl.Qs n , ~ os . os anos ,: m1esttu siglo, .

    mismo que en Ja.s aldeas . . tas del siglo xv11. Y . ~so casi todos los bandido,s acaban : r.., .. ,. ......,.. .. ,ft que si-einpiza a~y~vers._deiDas . . .. i~igQdc - .. ~ ~11d91~F9 i~divkluar .- ra derioid a que petn,anez-ca el caractert ,, endmico . ' etsmo. ' . / ,. - '

    ~ . ;

    ~b : ;~,el ban.dido crpata del siglo .xv111, . tr!la por su amante; Nilcola Sh.4i~j, del que dice que tuvo en su apogeo hacia 1918-1920. fue .o sus amigos. A,ng~l~ D~a ( olillo), los tiem de 1760-1784, a.cas.o e.l ejemplo 111s p.1ro bandole--rismo social, y d.el que Benedetto Crocc brin do un a:nlisis magistral,' sufri el mi~mo fin. Asi1x1ismo, en 1950, acababa $US d.as .alff

  • un bandolero por la polica. 6 Y los ca1npesinos a su vez aaden a la-s muchas otras cualidades legendarias y he-

    , roicas del bandido la de su invulnerabilidad. De Angio : lillo se deca que tena una sortija mgica que desviaba el plomo de las balas. Shuhaj era invulnerable porque y aqu haba teoras encontradas tena un ramillete ver~ de con el que orillaba las balas, o porque una bruja le haba hecho beber una pcima que le inmunizaba contra ellas; por ello fue precisa un hacha para matarle. Olelcsa Dovbush, el legendario bandolero y hroe crpata del si~ glo ~ I I I , solamente poda morir de tiro de bala de plata que hubiese sido guardada durante u,n ao en una fuen-te de trigo primaveral, bendecida por un sacerdote el da de los doce grandes san tos, y sobre la que doce ,sa-cerdotes hubiesen dicho doce misas. No me cabe la me ... nor duda de que mitos simila1es forman parte del folklore que rodea a muchos otros bandoleros clebres.7 Como es 1,,. . .. d " . . . . og1co,. ni-nguna e e&tas }practicas n1 creencias provienen una de otra. Surgen en distintos lugares y perodos, por-que las s,ociedades y situaciones gel}.erador:as del bando~ lerismo social s,on inuy parecidas.

    Acaso conveng.a esbozar la imagen tpica de la carre-ra del bandolero social. Un hombre se vuelve bandolero

    porque hac:e algo que la opinn local no considera delic---tiv~o, pero que es criminal ante los ojos del Estado o de ],os grupos rectores de 1a localidad. As, Angiolillo se e.ch .al monte despus de ur1 altercado ace1~ca de un ga .. nado que apacentaba donde no le corresponda, C

  • . , tanto que Ang lo Macri, de Deliano-va,

    madamente 160 bandoleros .registrados en la ,prov1nc1a de Reggio Calab ria en 1955, la mayora de los 40 que se echaron al n1onte .por homicidio estn conceptua-dos localmente como homicidas . E l E stado se inmiscuye en querellas privadas y un hombre pasa a la categora de > ante sus ojos. E l Estado se i,n-teresa por un campesino debido a alguna pequea infr~ccin de la ley, y ste se echa .al campo porqt1e no sabe lo que har con 1 un sistetna, que ni con_oce a los ca~pesinos ni los I ti nd y al que los cam-pesinos no entienden tampoco. Mariani 1ionigi un ban-dolero sardo de la ltima d ad . 1 i 1 . as~do, sali6 al ca~~o porque estab~ . a. u~ d r . tenido por c~mp11c1~ad en un hom1c1d10. J . t .~ . r la misma ra-zon se h1~0. b~ndol ro 1 i v ni. Campesi (apodado P1sc~mpala) ft1 n, 1 st I polica en 1896, y dete~1do al . Ll ~s 1 ~ cas

    1 is

  • handista que tena dinero bastante para sobornarle; un cto que seguramente se estimar . De hecho,

    lo que se ha dicho de Cerdea tiene, casi seguramente, plica.cin ms general:

    La de un bandolero empieza casi siempre con algn incidente, que por s. no es grave pero Ie echa fuera de bando: un cargo de origen polidaco por alguna infracci.n, y encaminado ms contra su persona que a sancionar un delito; un falso testimo-ni.o; un error o una intriga judiciales; una sentencia injusta a confinamiento, o una sentencia de este tipo considerada injusta por el intcresado.11

    lmporta que el balbucie.nte bandolero socia sea con-siderado como o sencillamente como no cul-pable. de delito, por los vecinos de la regin, ya q_ue de lo contrario, y si fuere visto como infractor de los

    alores loca.les, dejara de gozar de la -p:rotecci6n local con la que debe poder contar del todo. Desde luego, casi todo el que tome la contra a los opresores y al Es* tado ser con toda probabilidad considera.do u.na vcti-m.a, un hroe, o ambas cosas. Una vez huido un hombre, pasa pues a tener la proteccin natural de los campesinos y .tambin la que le propo1ciona el peso d.e ,la norma local, que defiende

  • . Y .en todas partes con el apoyo de la opini6n pblica. !P:~lso p:~_de.._Ql.1~-'\ci.ua... come-4iaee-.eas-isiempre,,.. .. .,..,cet .ca c;l.~. su .. pueklo."o dentro

  • za ocupant . El gobierno espaol de los anos 50 a~abo con la actividad de las guerrillas republicanas en la sierra andaluza volvindose contra los smpatizantes y los abas-tecedores republicanos de los pueblos, forzando as a los huidos a robar comida y enajenarse los pastores sin filia-cin poltica quienes por lo mismo se mostraron .dis- puestos a dar informacin contra ellos.16

    U b . , 1 , nas cuantas o servac1ones mas c.omp ementaran nuestro esquema del mecanismo de la vida del 'bandole-ro . Se trata en gen~ral ele un hombre joven y soltero o sin cargas familiares, aunque slo sea porque resulta mucho ms difcil para un individuo sublevarse con-tra el aparato

  • "

    e nv n1 nc1a 1~ n1z tv . s la e ril e . a11 t1et 1nida e 11

    r i '. al d s ll j f . . e n 1 r al 1 il s a t . e u as - as, los tr s al un "' h m { asi

    f 1 a t 1 ado . n la .Maremma en 1897 h l a . irl , r .traicin).18 De cuadri,llas i l as s s n a h robres se habla aludiendo a 1 .; at al 1 s l iglo x1x, pero gozaban del

    l s a il}U . s 1 les c1ue los tenan a s 1eldo; 1ed c. 1 . n,o pertenezcan ~ll n1.bito .de

    s e t 11 j ningn concepto.1 u E11 pocas de 1e

    v ll1Ci 11, cuand l s cu.adrillas se co11vierten e11 virtt1ales uni.clad s d g rrill , 1 egabtlf). a formc.1rse gt'Ltpt)~ [tt~t mayores > de t1nos cL1a11.tos cer1 ten ares de horr1b1 .. es. lVf.~ts

    .r Ita~ia el Sur tambi11. stas se beneficiaro11. . del apoyo f111anc1e1.,o y (\e o tra clase q L1e les prestaba11. las aL1t01"i - clades borbnicas. l.Ja cuadrilla de bandoleros gL1er1ille- ros es nor1naln1ente t1r1 ,con1puesto de n1ltiples t1nida-des 1nt1cho ms pequeas que la conju11tG1, c1ue llegabft1~1 a ponerse de acuerdo para las operacio11es 0011c.:1etas . E 11 Capitanata, bajo Joaqu11 IV1urat, haba algo as con10 setenta ct1adrillas, y en B,asilicata, en 1860 y ~1os inme--diatos, .treinta y nueve, cont11dose u11os treinta e n J\puM la. El n:C1rn1,er,o medio de miembros de la CL1ad1illa e 11 Basilica,ta era de , pe1~0 las estadsticas no arrojan ms de qL1nce o diecisis por unidad. Puede

  • -1 : - . -,_ - 1 ' i i ' 1 . ,ilil, , , ' ,. "'' ' - ! . . - .,.- uy j drilla aupi. ron

    nte r; o lo qu n cifr m yores conduce a ... ion ntro J uni,I Je . ( . observar qu le un a.e ric 1 J J, . 01n1onente .a las .11cft r protcsr nt u r produc n or fisi-rid d, como cristi n ,fblic:i ,1 1 W t ountry,

    ro11iedi trent tres Dele gle i en lo e 1 &1ntc nlrim dka l siglo x x. } "

    ',, l>ern"'' ~x ,;t n1c11tc 1 u Ilegal, . r ,una . ill . l.kpc1l,lc-r ' . a.\1,t,n .. , l 111cho u bici 'ra

    no1 t1 ttst"lh7i , I~ l.i tc11si llegar J . situa-i6n ~i .., ~"-'ffl 1Jc.-j qu ituacin nter-

    cional -.. t'n l rt,x ,, qt1 i nt 799 y 1815 ~a 1

    . ilit ura,rntt" s,1 con 1nu1 a lar~o de v~r1;'s --- y de la pN.,1a"Ci611 J q . . ~ ne.fic1ase. G1ulia-

    ( ve 111\"0 much ) ur s 1 anos. Pero cahf: .efr" im que . ob(n l . o ques con a~guna amb1c16n

    suer e si lograse sobrevivir durante ms de uo - s J nosik, el bandid.o prototipo de los

    pncipios del siglo XIX y tambin Shuhaj, du-~ n d aos, argento Romano en Apulia, despus

    860 perdur tteinta meses, y cinco aos quebra-rcsistax.ia de los bandoleros borb6ni.cos ms te.-

    Sur. Sin anbargo, una pequefia cuadrilla ais- , . pretensione,s como la d,e Domenico Ti-

    , en I co es del Lacio, pudo seguir adelante duran e veinte afias (aprox, 1,870A1890). Si el Estado se Jo ~ "tfa, el bandolero . , a 1obrevirvir y retirarse a . vida campesIMI corriente, p,orqu-e el ex bandolero se . iatqtaba ficilmente en la sociedad, ya que slo el Es~

    20.. LUCt~ff,, 11 Brif.4#l4U,io Polltico tZ Meiz.og,iortio 4'lt4lia, 181' 1111, B.m, 1942, p. 7); Lucarell, Il Brl&11ntaggjo Poltico delle PugJie do,o B . 1860, Bu, 1946, pp. 102-10), 13, .. 1)6; Racioppi, op. c:il~. p 299. Bln11 DktiolHJl'1 of St1 ,,,J Her,sies, Londres, 1874, voces; MctWis'9, d11111ito.

  • 111

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  • bros de cordel, qL1 11t1lt:ii)li r, r1 n torno suyo, ,le dotaron de 1nu h s l ~ l )S tll 1il1t1 lt s tlel r1roe al estilo de Ro.bn de los Bos a 1 ~s ! li1l. ~111liJ,1 i> "11clerezo de e11tuer-t(os, cortesa, ser'l!ti lt l .ll t111 i(>l~, nstu ~ia y valor, una ubi-cuidad que qt1\1nl i, t1r11 v t,. l tl 1 11a i11visibilidad , to-dos los bandido van I 1 . ,11i ~ 'ci tns or el ca.mpo bajo disfraces iinpen tl'1\ l .\s~- .te. I~:1 Sll ~flSO, toda esta plei-

    . tesa era in1n r i i 1, y l 1,' sil\ll ~i tftS de c1t1ien las cono- . e van todas a ] ei.11111 11 .. ' t . - 11 lr , 1 viejo miembro del C O m t de SU 1 U . . (1 l) 1 i "\ \ , ge11te, o sea a varias familias de obr ro, irla11d s sin especializar

    _ 1-.. ~e Campde11 Town. 1 mit . d l_ ban.~lolero generoso, .es-\Ytn o no convencido , d 11 til a los bandoleros.

    Sin embargo, so11 n1t1 "'11 1 u no r1eces1tan que se l,es imponga est,e pap l. ,,br 11 conf.o.rme a l de modo espontneo, como hiz a ,qual Tanteddu ele Cerdea cu-yos puntos de vista ( al. '. influid.os por el comt1nismo) quedan evidenciad,os con n1~ : t .nimiento en el apn-dice. As ta1nbin, se 1n ii ql1 t1n famoso bandolero calabrs de la quinta ant rpr a la primera guerra mt1n-dial haca regularme11t , er t1~ a de do11ativos en met-lico al Partido Socialista. .- conoce11 bandidos genero-sos que :l,o son de modo si t m tico . Gaetano V ardarelli de Apt1lia, qt1e ft:te perd,onado por el Rey y luego trai-cionad.o y asesinado por 1 en 1 . 1 , ) a11da,ba siempre dis-tribuyendo entre los pobr - pQrt d _ ll botn, regalan_do sal, orderiando a los alcabal ro qu die1"an pan a los cortijeros s,o pena de n1t1ert , y xigi ndo de la hurgue-38

  • ,.

    sa terrateniente local que autorizase a los pobres a re-

    vidades, vase el apndice.) Ang1ol1llo tuvo un caracter excepcional por su empeo sistemtico de lograr una jus-ticia ms general de la qtte poda lograr mediante d-divas oc-asionales e intervenciones individuales. Cuando llegaba a un pueblo cualquiera se nos dice organi-zaba un tribunal, oa a los litigantes, pronunciaba sen-tencia y cumpla todas las f uncio11es de u11 magistrado. >> Hasta se dice de l que juzg y co11de11 il delincuentes comunes. Order1aba que se rebajasen los precios del gra-

    d1str1bu1a a los pobres. Con otras palabras, obraba de gobierno paralelo en inters de los campesinos. o cabe sor.prenderse de que todava en 1884 su pueblo hiciese por1er su nombre a la calle mayor.

    De modo ms primitivo y ms propio de ello , los bandoleros meridionales de los aos 6 del siglo pa-sado, como los que actuaron entr 1799 y 1815, se con-sideraban defensores del pueblo contra Jos terr t nie11 tes y los . Aca o no pre ente Italia meri-dional en estos perodos el ca ms cercano al de un . rvoluci6n de masas y una gu rra le liberacin acaudi-llada por bandoleros social . ( o en vano ha pasado el tr,mno de

  • su C,isto: se detuvo en Sboli, lo profundo qt:xe es ,...._ recuerdo d,e lo.s bandoleros hroes entre los ca~ meridionales, para quienes los aos de los OD se cu-entan entre las escasas parcelas de la histo1ia que -resultan vivas y reales, . r d b . . de que perpt -~-cen, lo que no es verd.a de reyes y batallas. . su .......r_ los han.doleros vestidos con traje aim . . . 00 y vando la es.carapela borbnica, o llevando iodu1nen ~ ms solemne, eran los vengadores y los defensotes .pueblo. No porq1Je su camino fuese un in sin ll hemos de negarles el anhelo de li. .e : ~ les impulsaba. .

    Es tambin natura.l que las fe . . ~ bandolero fueran los enemigos quin ~ l bre. Segn nos ensea la traruci6n, slcn,ptt cucnc las vctimas entre miembros de 1 8fU singul rme,, odiados de los desheredados: (Robn B.osques y Dick Turpin), prel ~ . monjes (Robn de los Bosques y Angiolillo). prestamitt cachfles (Angiolillo y chinderh nncs), extranie . oc . ue venan a perturb r la . i arad .ional del campcs.i . n socledade preindu trial . epolitic -se cuenta entre 1 vr timu oberano, que t te y encarna la justicia. hecho, .

    , con frecuencia al pe . al t. ~ , f: casando en u empc upriallrle " ndole ene 3.8 cea que v la . rt U. _ pu coa fl, tklto t noclmlen. de fondo 1n1a,, el del oberano el mi . : la j . RoblnH. y D .

    .

    ' In Jtalp. 11... . 11 W.. . . ladcL I

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    El ,hecho de que el bandolero, sobre todo cuando. ~o . estaba posedo de un sentido profundo de su rnisi6n, vi.:. viera bien y lo hiciese con os,tentacin de su riqueza, no era en general motivo bastante para que se le enajenase el pblico. La sortija de Gi.uliano adornada por un soli-tario de diamante, los manojos de cadenas y condecora-ciones .con que se engalanaban los bandoleros antifrance-ses de la ltima dcada del siglo XVIII, hacan. que los campesinos viesen en ellos smbolos del triunfo sobre los ricos y los poderosos y tambin, acaso, pruebas del po-der que los bandoleros tenan de protegerles. X:. es .. que uno de los ms sealados .~ractiy~s d.~l b~~1544.o .. ~~, Y es; el de que se trata de un muchacho Joven _ qu,~ _ha,

    salido ad~lante, co~pensaci6n viva d.~l fraca:so:cte 1~ ~asa en elevarse por encima de su pobreza y 'de S!l cndici6n. inerme y swnisa.2~ As que, paradjicamente, la ostenta cin en el gasto por parte del bandolero, como los Ca dillacs chapados de oro y los dientes incrustados de dia-mantes de.1 arrapiezo que ha llegado a cam.pe6n del mun-do de boxeo, s,irve para vincularse a sus admiradores, y no a separarle de ellos; siempre y cuando no se aleje demasiado del papel heroico que le ha sido impartido por las gentes.

    mo Emperador estuvo apoyado en la ventana observando. Pero las balas rebotaban sobre l e iban a dar en los cuerpos de los que disparaban, mat,ndoles. Entonces, el Emperador orden6 que cesase el fuego y con-cluy6 la paz cqn Dovbush. Le dej6 libre de luchar donde quisiera, siem-pre y cuando no lo hiciese contra las mesnadas imperiales. Y para cer tificarlo, le hizo entrega de una carta con su sello . . Y durante tres das y tres noches, Dovbush fue el huspe-d del Emperador en la corte impe-rial. Olbracht, op. cit.} p, 102.

    25. As{ era de verdad: era l un pastor endeble, pobre, un enfet~ mo 1 un loco. Porque como dicen los que predican e interpretan las Es ct'i turas, el Scfior quiso probar con su e:jemplo que todos nosotros~ todo el que teme, todo el que es humilde y pobre, puede realizar grandes hazaas, si Dios lo permite. Olbracht, op. cit., p. 100. Ob~rvese que los jefes de cuadrillas legendarias no suelen ser los de mayor corpulen cia. ni los m,s duros~, de los que forman en ellu.

    41

    1

  • ' '

    , El molde fundamental del b,andolerismo, tal y como he tratad.o de esbozarlo aqu, se encuentra casi ur1iver-sa1mente bajo ciertas condiciones: es rural y no urbano. Las sociedades ca,mpesinas en las que se desarrolla tie-nen ricos y pobres, hombres poderosos Y' hombres dbi-les, dominadores y dominad.os, pero permanecen p1ofun-da, tenazmente tradicionales, y por su estructura son pre-capitalistas. Una sociedad agrcola como la del es.te de Inglaterra, la de Nor.manda. o la de Dina111arca en el si-~lo XIX, no es lugar apropiado para el que busque ban-dolerismo social. (No cabe duda de que sta es la ra-zn ,por la qt1e Inglaterra, que dio al mundo Robn de los Bosques, el arquetipo del ban,dolero social, nCJ hay_a producido ningn ejemplar notable de esta especie des-de el siglo XVI. La ideali.zacin de los criminales que ha pasado a formar parte de la tradicin popular, se ha apo-derado de figu1~as urbanas, como Dick Turpin y Mac-Heath, en tanto que los ms,eros 1-abriegos aldeanos no l.legaban a mucho ms que a una: m.,odesta admiracin por furtivos de audacia excepciol)a!. ) Adems, aun en socie-dades atrasadas y t1adicional~s en las que hay ba11didos,. el. bandolero so.cal solamente surge mientras el pobre no .ha ..... ~Jc~uz~do c.Q~ciep.cia .,poltica ni ha adquirido, intodos ms eficaces de agitacin soci-al. El bandolero es un fe-n'6ffi~o ptepl-~t,ico~ su fuerza est~ en proporcin inver'-sa de aquella con que cu,entan los movimientos revolucio-narios agrarios organizados, y el socialismo o el comunis .. mo. El band9ler~smo desapareci de Sila ,calabresa -ante,s de1..il'1.t.P.,tjmsra gerra. mundial, cuando irrumpieron el so,.. eialismo. :y .~la~ .. . as.Qciaciones campesinas. Perdur en el As-promon.te, la tierra del gran Musolino y ,de much.os ,otros hroes populares por los que las .mujeres oraban de modo enternecedor.2'6 Pero aqu est menos desarrollada la or-ganizacin campesina. Montelepre, la ciudad de Git1liano, es uno de los pocos lugares de la provincia de Palermo

    26. Vase el nmero especial dedica,do a Calabria, de II Ponte1 1953~

    42

  • 1

    donde faltaba una asociacin campesina de importanci!.: aun dl1rante el alzamiento campesino na.cional de 189 3.,-- ' y donde an hoy se vota mL1cl10 . men.os 91:1e en cualqu1er otra parte en favor de los partido~ pol1t1cos., ?esarrolla-dos, y mucho ms por grupos marginales lunat1cos como so11 los monrqt1icos o los separatistas sicilianos.

    En estas sociedades, el bandolerismo es endmico. Pero parece qt1e la probabilidad de qt1e el ba11dolero ge-neroso se convierta e11 l1n f en1neno ele importancia .au-m.en ta ct1ando Sll equilibrio tradicional llega a quebrarse : durante pero.dos de estrecheces anormales como han1bres y gt1erras, despus de ellos, o en moment.os en ,que los colmillos del dinmico mt1ndo rr1oderno se hincan e,n las comunidades estticas para destruirlas o transformarla ,. Como estos momentos se presentaron, en la historia de la .mayora de las sociedades campesinas en los siglos XIX y xx, nuestra poca es en cierto aspecto la poca clsica del ban

  • ..

    por ra2one s: cial,.. qu Olbraoht ha descrito como de : Cosrumbre en form preci a pondera.da. . \. ",- Pero to mismo manifiesta la tragedia del bandolro social. La soci dad campe ina lo crea y~,e~_Jlale. . de.,~I c0:an .. do siente l necesidad d un defensor y un prote.ctoe -pero ste es pr cisament el momento en que no puede a_ arla.. es que el handole:risme .. seei.a!,.1auoque.-w-

    , .esta es una protesta recatada y nada revolucionaria! No 1

    ~ rote ta contra el hecho de que los campesinos sean .po ... . .. L . .... - y.estn . primidos sino rontra el hecho de que la:i

    reza y la opresi6n ultan a veces excesivas. De los hroes bandoleros no e espera que configuren un mundo de igualdad. lam . nt ueden enderezar yerros y demos-trar que algunas .. la opresin puede revertirse. Y to-davfa men r la o ibilidad d.e que entiendan lo que est ocurriendo en ,o pueblos sardos, eso que hace que un s hombres tengan .mucho ganado, y que otros, que so~ lan tener alguno no tengan ninguno; lo que empuja los aldeano calabreses a las minas carbonferas nortean1eri-.,01nas, o lo que colma de eitcitos, fusiles y deudas las m.onta.as c1~pa.t as. La funci.n prctica Se trata de un sueo pode.roso, y sta es la razn por la que se f~rman mitos acerc,a de los g,randes bandoleros, leye~ das_ que les _dotan de un poder sobrenatu:tal y de ~se ripo de 1ru:nortal1dad que corresponde a los grandes reyes jus-tos . del pasado ..ue no murieron de veras, sino que se halJan, adormed os y qu~ volverQ~ A.si mismo .JuermA

    ' .. , . .. .. y. 1 y .. . ~

  • ..

    adelanta ..AJ- a1na Ja, en

    , ra q , 1an einer-........... o 1 r terro

    Jan.za por is Justtoa, a vengar la injusticia . . ta bi , an en 10. Estados Unidos d y r nd h ....... pen entes uchar . n .1 mo lo IWW, aum-d.o lo creyeron n ar1. 1 vctoria de hombres Y corpora on s ant i n .. eyeron que el

    en ad . u . . , . Calif rnia. Porque, qu se- ~ ca del pu bl , nsores atuviesen itt~ . le-mente muerto ? . 9 , , t.. ,

    . ,. ~ la . .....,.~JeVa . . ~ft ~. ~ : Lo ms -que puede hacer es luchar contra ell'. y tratai'd &,.s: tniirl~. , - , ---- .,.

    Para vengar la injusticia, no dar tregua a los seo-res, arrebatarles la riqueza que robaron, y hi' . ~.G.L- ~ _J --~1 ,; err

  • la muerte. La venganza, que en perodos revolucionarios deja ,de er c;osa privada para convertirse en asunto de cl se requiere sangre, y el espectculo de la iniquidad de tr zada puede em,briagar a los hombres.31 Y la des-tru i n . m ha visto atinadamente Olbracht, no es tan slo un liberacin nihilista, sino un intento ,f til de eli-min , r t do cuanto pueda i,mpedir la edificacin de una

    co~nidad campe~ina sencilla y estable: los productos del 1uJ el m. r enemigo de la justicia y del trato condig-n . qu la de truccin nunca es indiscriminada. Lo qu r ult _til p ra l s pobres se salva.82 Ah tenemos el jemplo d l . b ndoleros me1ldionales que en los aos 60 d 1 i l p d.o . nquistarQn las ciudades de Lt1ca-nia, pa a n en t rbellino por ellas, abriendo crceles, quemand r.chi aqueando las casas de 1os ricos y di tribuyen. l qu " no quet'an para s al pueblo: un procedimie t rud salvaje, heroico y revelador de su desamparo.

    Porque el b~ dolerismo como fenmeno social en si-tuaciones semejantes ex:a y; es ineficaz desde todo punto de vista. Pritnero, lo es porque es incapaz de suscitar ha5ta- una organizacin de ,guerrilla eficiente. Des,de lue-.go lograron lo.s bandoleros provocar un alza.miento bor-bnico contr.a la conquista nortea eran bandidos de

    .~ verdad y no meros partidarios polticos del trono derro-

    31. Se ,encon:trar una buena descripcin del efecto psicolgico de la quema del barrio mercantil de una ciudad espaola en Gamel Woolsey, D,estb's Otb,er KingdomJ 1939. .,

    32. I ls ont ravag les vergers, les cultures scienrifiques, coup les arbres fr ui ciers . Ce n 'est pas seulement pat haine irraisonne contre tout ce qu i a appartenu au segnettr, c,est aussi pa1 calcul. Il fallai t galiser 1.e domaine, l eplan r... pour ren.dre le par tage possible et quitable . .. (Voila] porquoi ces hommcs qui, s'ils ignorent la valeur d"un tableau , ,d'11n mcuble ou d 'une ser.re , savent cependan.t la ,raleur d,une plantation d,atbrcs m.iitlers ou d'une exploitation perfectionne, brisent, brulent et saccagent le tout indistinctement .>> R. Labry, Autour du A,toi,jik, Pa1s, 1923,. p . 76, acc1~a del saqueo de las mansiones rurales del gi,bernia de Ch~nigov, en 1905. La fuente utilii ada consiste en las actas ele los tes.timor1i

  • cado como a l,egab .n .U opon. nt ge . P-ro-cuando un sol~ dado borbnico spa l, Borj s, trat de hacerles formar un movimiento d u rrilla . rctico, . e opusieron y le ech ron. La -tructur mi ma d la cuadri*lla espont-

    ~ ha . im sibl n . d may-01 envergadura, y r d qu 'l nu v. cuad1illas de Luca-

    ru pudi r n s guir ttr - 't un imponiendo inse-ridad n 1 - s, , taban 1 nadas d antemano. En ~ndo lug r, lo porq. . u i f . loga les impeda con-

    c1~ 1r en -6 ~.u , beli . o u los bandidos fu e-n ncrillmcnt t i,i ! is . n poltica ya c1ue

    r n nte todl~ leal 1 , e 1 t esino , sino porque la tr ion 1 1 l aban estaba condenada

    , l f r , o porqu 1 i la nueva opresin se ala-. jnJ -1 1 --o ind fensos . Podan los ,borbo-~

    . p I r uc: distribuiran la tierra de los terratev ni . nte I e m si11os, pero r1t1nca lo hicieron; a lo m que llegaron fu. a entregar a unos cuantos eJ, ban-do! po icio . s de mando en el ejrcito. J_Jo n1s proN , b qu - baran tr,aicionndoles y matndoles des-, u d-e valido de ell,o.s. Giuliano se cor1virti en

    marioneta de fuerzas polticas que no comp1enda, al dejarse investir del caudillaje militar de los separatistas sicilianos, dominados por la Mafia. Dato obvio si los hay ,, acerca de los hombres que se valieron de l y l11ego se lo quitaron de encin1a, es que la concepcin que ellos t . . de una Sicilia independiente era muy distinta de la que ,l abrigaba, desde luego mucho m,s cercana sta de la propia de los campesirios organizados cuyo 1nitin el 1 de mayo acri'bill en la Portella della Ginest1a e.n_ el ao 1947.

    Para convertirse en defensores efi.cace,s de su pueblo, los bandoleros t.enan que dejar de serlo; he aqu la pa--radoja de IOS Robn de lo~ Bosques m.odernos . Clarcl que podan auxiliar las rebeliones campesinas, ya que en

    }}.. Racioppi, op. cit ., cap. XXI, en lo que toca a toclo esto.

    47

  • '

    eStos movimient?s de masa suele ser el pequeo grupo antes que la crec~da muchedumbre el que prepara el terre-no para una accin eficaz fuera del pueblo mismo,34 y, qu r.aejot ncleo para tropas de choque de esta ndok que las existentes cuadrillas bandoleras? As, el ao 1905, las actividades campesinas del pueblo ucraniano de By-khvostova fueron principalmente iniciad.as por el cosaco V assili Potapenlto ( el de su cuadrilla) y ,el campe-sino Pyotr Cheren1ok ( su ) con sus hombres. . Ambos haban sido expulsados de la comunidad aldea-.. na previamente por delitos que hab.ain cometido no s~-bemos si la expulsin fue reflejo de la voluntad pop . o fruto de presiones ejercidas desde arriba , y luego readmitidos. -Lo mismo que en otros pueblos, estas cua-

    . drillas que representaban a los campesinos pobres y sin tie..qas, a la vez que encarnaban el sentir de la comunidad coritra los elementos individualistas y los acotadores de predios,. fueron barridas por una contrarrevolucin aldea-na operada por los kuJaks.36 Sin . argo, la cuaclrilla no poda ser una forma perdurable de organizaci6n para cam~ pesinos revolucionarios. En el mejor de los casos fa prestar auxilio temporal a campesinos por lo dems desor-ganizados.

    Por ,todo ello, los poetas romnticos que ide ,han al bandido, como lo hizo Schiller en su Bandidos, esta-ba.n equivocados al pensar que se trataba de autnticos . Los anarquistas bakuninistas que los idealiza~ ron rns sisten1ticamen1te por s.u carcter destructor, y

    '

    34. Esto se deduce cla1amente del estudio de la sublevAci6n de los campesinos ingleses en 1830, de la que n0 hay ms versi6n real Impresa hasta al1ora que la de J. 1,. y B. Hammond, The Villag~ Lllbo11ra .. . 3.5 . . Labry, op. cit., reproduce

  • '

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    que creyeron que p ca , e ta' - , , perdiendo u tiempo y l ti de campe ino , ".'._,.. Podan llegar tener al &ito en te t rreno. Existe por lo meno un ca.so q , un movimiento campesino primitivo dond la doctrina anarquista tuvo combina,, da con un fuerte filn b . ol ro convirti en .~ fuerza revoluciona.ti ti gional importan , aunque tem.-poral. P ._ qui pu d realm nt _ qu , con todo el - o . guerr1ill d _ u jefe, p da haber preva--lecido Makhnovshdn . de Ucra,nia d _ l Sur de 1918-1921, quienqui . qu hubi ido el vencedor . 1 de la guer1 civil ru q . p o se ventilaba? 81. ~

    m futuro t de la organzaci6n poU,tica. _ 1-~ luch

    cho 10 h de ellos

    . ' -r'~ ;

    ,

    1' .. _ _ _ . _ , de la aristocracia, de la burocracia y , :

    ,

    dd. dao. Estt. . se discute con mayor det11imiento en F. della : Pa1m~ La banda del Matcse e il faJlimento della teoria anarchica "'. / dc1]1 modant cc]lauede>' in Italia, Movimento OpnaJo, N. S., 19541 pp. J37-J85.

    )7. La versin ms objetiva de cst,e movimi:ento se hallar ~ en W. H. Cbamberlin, The Russan &volution, 11, pp. 232 y ss., del que procede la dta~ La vetsn _ - .. ista clsica es la de P . Arshinov. Las memorias de .. .. ,- --de las que se citan extractos en el apndice , no parece.ti llegar ms all de. 1918. Los historiadores anarquistas denie--ga_n . amente todq lo que toca al filn bandolero,.,, que por su

    . parte los . hist.orladores bolcheviques exagcf;an, pero no por ello deja de etiadrar con el pri.mitivsmo notablemente puro de este interesante,

    d 'ad _..J d , p peto e&lf4C1~aroente poco est\HJ1a o movimiento. or cierto que no fue mera casualidad que .,v, .POt m.ts que sus actividades cubran

    tJQ amplia regin de Ucrania del Sur, regresase una y otra. vez a su pueblo natal de Gulai-Polye, en el que estaba anclado, como cualquier jefe de cuadrilla campesino cprlmitivo (Cbamberlin, op. cit., p. 237). Vivi desde 1884 a 1934, como exiliado despus de 1921, Se convirti al anarquismo poco ,de cumplidos los veinte aos.

    49 '

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    1 ~ 1., l , N , 1 .t . 1 111 r1i,~11,lc, viva, ,J . 1 *'11.A l ' 1 11 / l l l .I ,_. . , . { , . V H l( r ( . 1 ( .l U

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    . rlo. El b ol ro d la >) public la sg 1i . t cla ~ en 1863 (A. Lucarelli, Il Brigantag ,io Poltico delle 0u-glie dopo l 1860, p. 1.38 ).

    .50

    Fuera los traidor s, fu ra 1 m ndi . , viv 1 . 11 reino de Npoles coi u muy cri tian s b ran , viva el Vicario de Cristo, Po IX, y vivan st os h rm nos republicanos entusiastas .( . d ci , los ari aldin y mazzinianos, que se . ncontraban tambin n la . '6 ) S1Cl D ,

  • ,,.. 1 bt,rt'6,,i,-,,,. f rN1t I librr r 1 11 ' ral,.,I . ~haz l ,,

    trt ,,~,Ida h1,1rr ,l,vrr . 1 11cl0Jtt ( , llora , Pri, t. or1a l l111111t 1 , 1 r,h ~ilo

    r Nr , ; 1 1 ! 1'11. r \1>1)) y , 111 ,11r 1111 ntoa di 1l'-ld1 . 1 1 ta ,, , , S tx,y

    mal 1, 1,, rt\il, , 1 r I r, , c,,nv Ir i 1.u1,lrtll 1 1 rcll1 , op

    12 81, J.a , ,1n,. ~an , r "' 1 11t,,\ j 1 1,11 a I al , , ,rr -.., la e r nf 11 u ,

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    11111,,J,lla, u~ v nt r r 1 1 M #

    : 1 xcepc10--In punce, 1 -soci l. A i, 10& do~ ban . '' a:obe

    rell, tan 18 5 1818 d ri os . t

    n campe 1na, pe a qu arr .. ndolero corrientes s lo

    o ur.ra.-a ga.antrt o ---lo que viene a. ser Jo sol . Gaetano Meo111artino (Vardarelli), que

    pan ,. en los carbonaras con su cua-dnU. 1816 o 18 J 7 ~ era .n guarnicio11ero; Ciro Annic-c:l1aarico, 111m6 a la ta . . l .s Dec1s1, r. . un

    1cla:1 na sacerdote de oriaen campe i . y d id s . ,..,. - haba echado 11 monre en los tiempos

    ICOI por trict mente ,"_ politic s, sa-' 1111 al1erado , torno a una muj. r. (Ac-rea de sus

    iow mi religiosa . lumini tas, v . Lucarelli, 111,.1118, pp. 29-1)1 .) . mo lgico, i:fa m .. -. f~I para un intelectual --n rtesano de pueblo

    ue no ,olla nutrir la 61 s bandoleras" adqui" rir una ,. 1 poltica relativamente . erna que para

    ocu os m custodiar la cabras o para campe-

    . , y ten1endo ,en cuen.ta

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