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Historias recuperadas de ATE

Daniel Parcero

Fascículo 2. Héctor “la perra” Castro.

ATE, el Cordobazo y después...

ISSN ES 2469-0546

Abril de 2016. Asociación Trabajadores del Estado. CDN

Belgrano 2527. CABA. Tel.: 4122-5700

secgeneral@ateargentina.org.ar

parcerodaniel@gmail.com

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Agradecimientos

A las compañeras y compañeros Mirta Castro, JulioRosales, Norberto Sciarabino,

Guillermo Galíndez, Lucio Garzón Maceda, Eugenio Ferrari, Alberto Rosales (h), Segundo Gabriel

Núñez, Carlos “Pancho” Gaitán,Luis “Vitín” Baronetto, Cacho Mengarelli,

Hilda Bustos, Gustavo Zárate y María Palomeque.

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Prólogo

Ir al encuentro de Héctor “la perra” Castronos convoca y compromete

Así como el 17 de Octubre fue el hito histórico querepresentó la irrupción victoriosa de la clase trabajado-ra en la vida política del país, abriendo un ciclo que latuvo como protagonista de una experiencia de gobiernoque enorgullece, El Cordobazo es el símbolo de la rebe-lión obrera contra la dictadura presidida por el GeneralJuan Carlos Onganía y la bisagra que abrió el camino aotras tantas epopeyas que surcaron el territorio nacio-nal hasta lograr la retirada dictatorial en 1973.

Toda victoria, individual o colectiva, enorgullece aquienes la protagonizan, la alimentan y consolidan laidentidad de la clase.

Saber que Libertario Ferrari, el compañero de la ATEque con su argumentación en el Confederal de la CGTdel 16 de octubre del 45 contribuyó magistralmente adefinir la convocatoria a un paro general para el día 18–respaldando la sublevación popular que esa mismatarde comenzaba a ponerse en marcha–, nos enorgulle-ce como trabajadores estatales que somos.

Y encontrar la huella de nuestro gremio en esa otrarebelión popular histórica como fue El Cordobazo, esotro motivo de orgullo. Recuperar la memoria de Héctor“la perra” Castro, delegado de la Fábrica Industrias

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Mecánicas del Estado que llegó a presidir la filial deATE Córdoba; rescatar su protagonismo al frente deaquellos trabajadores que ganaron las calles de su pro-vincia, escribiendo con ellos ese capítulo trascendentede nuestra historia, es motivo de alegría y satisfacción.

Esta tarea, inscripta en la minuciosa investigaciónde nuestra memoria histórica, en la que estamos empe-ñados desde la recuperación de nuestro gremio amanos de sus trabajadores con la llegada de la demo-cracia –conquista de la que fuimos actores sustancia-les–, es meritoria y necesaria.

Meritoria, porque nos pertenece y enorgullece; nece-saria, porque nos convoca y nos compromete.

Mirarnos en la trayectoria de Libertario Ferrari; en lade ese otro “argentino maldito” que fue el salteño y pri-mer gobernador obrero, Carlos Xamena –a quien pudi-mos rescatar del silencio impuesto por la historiografíade los hacendados del noroeste de nuestro país–, o enla de “la perra” Castro, fortalece nuestras convicciones,permitiéndonos trasmitir una línea de comportamientoque nos respalde a la hora de superar algún momentode retroceso.

Redescubrir a Héctor Castro nos permite echar másluz sobre un momento histórico trascendente, sacándo-lo de las sombras y del olvido al que lo echaron la his-toriografía oficial del Cordobazo, la no oficial y la de lapropia ATE, junto a dirigentes de tanto valor como Car-los Dreizick, Atilio López, Agustín Tosco y ElpidioTorres, entre muchos otros protagonistas de aquellasgestas. Y al mismo tiempo, nos permite a quienes hoyinsistimos en ser coherentes con una línea de pensa-

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miento y conducta en nuestro gremio, poder mirarnosmás cerca de ese espejo, sentirnos orgullosos de formarparte de esa historia y poder compartirla con las nue-vas generaciones de militantes que transitan los nuevostiempos.

Siempre me impresionó el mural que preside el salónde actos de la seccional San Juan: obreros industriales,de la fábrica de autos, aviones cruzados por vías ferro-viarias… Un dibujo impactante que visibiliza artística-mente un Estado potente, precursor y a un trabajadororgulloso de su pujanza y protagonismo.

Los obreros de IME, representados por “la perra” enesos años, finales de los 60, eran al mismo tiempo larebelión contra la dictadura militar y la reivindicacióndel Estado como promotor del desarrollo industrial delpaís. De la misma manera, los trabajadores de Fabrica-ciones Militares, del Astillero Río Santiago y de lasminas de Río Turbio, entre otros, fueron símbolo de laresistencia contra la reforma neoliberal en los años 90,de la que también fuimos parte.

Mirarnos en esas conductas individuales y co-lecti-vas, más allá de los contextos históricos, permite reafir-marnos en una línea de comportamiento y de valoresque nos ayuden en estos tiempos a reinventarnos comoorganización, sin perder nuestra esencia rebelde ni elhorizonte de liberación nacional.

No por casualidad, sino gracias a ese sentido deconstrucción colectiva, afirmado en valores recibidos deaquellos compañeros que no claudicaron en el derrote-ro hacia la construcción definitiva de un Estado al ser-vicio de la Nación, los compañeros “Cacho” Mengarelli y

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Víctor De Gennaro fueron al encuentro con Castro.Eran tiempos en los que nuestra Agrupación NacionalUnidad y Solidaridad de ATE –ANUSATE–, frente a lacomplaciente conducción de nuestro gremio, se dispo-nía a dar la batalla en plena dictadura. “La perra” sesumó al desafío; pero lamentablemente no alcanzó adisfrutar los resultados de aquella contienda electoralde la ATE a fines del ´84, que seguramente lo hubiesetenido como protagonista.

Hoy, nosotros también vamos al encuentro de sumemoria y su justo reconocimiento.

Hugo “Cachorro” GodoySecretario General del CDN de la ATE

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Introducción

¿“La perra” Castro?

No muchos, pero tampoco tan pocos, han sido losmateriales en formato libro que se editaran describien-do específicamente ese magnífico episodio de alzamien-to de masas que significó El Cordobazo, que marcara elcomienzo del fin del régimen de facto en nuestra Argen-tina autodenominado Revolución Argentina, en el mar-co de la imposición en América latina de la Doctrina dela Seguridad Nacional.1

En aquellos textos, en su mayoría elaborados desdela pluma de pensadores y actores procedentes de dis-tintas tendencias políticas concurrentes en aquellosepisodios, que en el transcurso de los cuarenta y seisaños posteriores fueran tomados en cuenta para distin-

1 Estados Unidos definía de esta manera su política exterior en el contextode la Guerra Fría, legitimando la toma del poder por parte de las fuerzasarmadas y la violación sistemática de los derechos humanos. El amo delNorte se ponía “al servicio” del adiestramiento de los militares latinoameri-canos, poniendo a disposición las instalaciones de la Escuela de las Améri-cas en Panamá. Allí, eran recibidos los uniformados para instruirse entécnicas de contrainsurgencia: interrogatorios mediante torturas, infiltra-ción, inteligencia, secuestros y desapariciones de opositores políticos, com-bate militar, guerra psicológica, a la vez que se los proveía de manuales detortura y contrainsurgencia de la CIA, elaborados minuciosamente a estosfines. El argumento central no era otro que combatir aquellas ideologías,organizaciones o movimientos que, dentro de cada país, pudieran favorecero apoyar a “su” enemigo central que era el el avance subcontinental delcomunismo a partir del triunfo de la revolución cubana. El fin real, avanzaren su estrategia imperialista.

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tas interpretaciones, análisis, trabajos de investigacióny nuevas publicaciones, han sido injustamente pasadaspor alto la figura y la trayectoria militante del secreta-rio general de la seccional cordobesa de la ATE, “laperra” Héctor Castro, uno de los destacados protago-nistas en el desarrollo de los acontecimientos que de-sembocaron en aquella Córdoba Rebelde.

Como detallo más abajo, leyendo las actas de lasreuniones del Consejo Directivo referidas a la época,trabajando en la recuperación de la memoria históricade la ATE, encuentro en un informe presentado por unode los integrantes del secretariado, una mención decarácter persecutorio sobre la ausencia del citado diri-gente en momentos claves de los sucesos ocurridos enla capital cordobesa el 29 y 30 de mayo de 1969.

El apellido llamó mi atención al asociarlo al que, enlecturas efectuadas sobre el tema, me había propuestoinvestigar en algún momento, dado que siempre se lomencionaba sin mayores detalles sobre su persona. Enun periódico de la CGT de los Argentinos su nombre seencontraba vinculado a aquellos hechos, aunque sinprecisar su pertenencia sindical y sin dar pistas sobresu actuación: se trataba sólo de una mención comodirigente partícipe de aquella gesta, de importante pro-tagonismo. Un dato más preciso, pero no lo suficiente,aparece en el Nº 1 de la Revista “Los 70” –publicacióndel año 1997– bajo el título “Córdoba insurgente”, escri-to por Ángel Stival y Juan Iturburu.

Las páginas de la historia sindical desde entonceshasta hoy, dan cuenta de que la represión desatada porlas fuerzas de ocupación que arremetieron contra losmanifestantes durante aquellas puebladas había dejado

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como resultado “…veinte manifestantes muertos y cien-tos de detenidos, entre ellos Agustín Tosco, Atilio López yElpidio Torres”; pero la lista sobre quienes pesaba or-den de captura era mucho más amplia, encontrándose“la perra” entre los ubicados en los primeros lugares dela afanosa caza de brujas impartida por las fuerzas delorden.

Aquel efervescente 29 de Mayo en Córdoba, “la perra”Castro y Tosco –hasta que el segundo fuera apresado enhoras de la tarde–, habían permanecido prófugos en lasafueras de la ciudad durante la mayor parte del día.Únicamente en el periódico de la CGT A aparecido unasemana después de la gloriosa jornada de lucha, se hacereferencia a la activa participación de los dirigentesobreros “Agustín Tosco, de Luz y Fuerza, Atilio López dela UTA y Héctor Castro”. Así a secas, sin señalarse larepresentación y pertenencia del mencionado sindicalis-ta a la Asociación Trabajadores del Estado. Delegado deIndustrias Mecánicas del Estado –IME–,2 en las que ensu mejor momento llegaron a desempeñarse entre docemil y catorce mil operarios, fue el lugar desde el cual,

2 La denominación fundacional del emprendimiento industrial cordobésimpulsado por el primer peronismo, –y último foco de resistencia militante ala llegada de la dictadura de la autodenominada Revolución Libertadora de1955– fue Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME). Un enteestatal y conglomerado de fábricas autárquico creado entre 1951 y 1952,con el fin de promover la fabricación de aeronaves y automóviles, a partir delalto desarrollo tecnológico que había logrado el Instituto Aerotécnico deCórdoba. Hasta 1955, allí fabricarán aviones, automóviles, tractores, moto-cicletas, lanchas, armamento y máquinas herramientas. Estas últimas degran importancia por haber sido utilizadas en las fábricas que se instalarána partir del IAME, a las que además aportó mano de obra calificada. A par-tir del golpe, pasó a denominarse Dirección Nacional de Fabricación e Inves-tigación Aeronáutica, DINFIA. Un año después de instaurado el nuevo golpemilitar en 1966, DINFIA se divide en dos. Una permanece en el mismo lugarfabricando aviones –el Área Material Córdoba –AMC–; la otra, Industrias

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durante un proceso de normalización de la seccionalocurrido un año antes, resultó electo secretario general.

Las figuras de “el gringo” Tosco, Atilio López, ElpidioTorres, sin duda, concentraban toda la atención de lascrónicas periodísticas y políticas de la época.

Consultado Luis “Vitin” Baronetto, ex militante cor-dobés de Montoneros, ex preso político y figura derenombre y consulta permanente sobre aquellos acon-tecimientos setentistas en “la docta”, manifestó al autorque “Cuando la historia se limita a ensalzar a los líderesque más se destacaron es porque se quiere negar elcarácter colectivo de su construcción; o porque colocandoen el pedestal a los más brillantes se transmite el men-saje de que esa realidad pertenece a un pasado quedebe quedar allá y no puede repetirse. Así la historia espasado; y no memoria que movilice en el presente.

Especialmente vale esto cuando se recupera la histo-ria del movimiento obrero, que acumula valiosas y durasjornadas de lucha que han hecho crecer su dignidad.Pero casi siempre carece de escribas propios que den lapalabra a los protagonistas. Además la mayoría de lasveces los gremios tampoco han resguardado en susarchivos sus manifiestos, actas, declaraciones, afiches opanfletos, como memoria activa e imprescindible.

Los avances en las luchas han sido posibles por esaenorme cantidad de trabajadores simples participantesdel ‘montón’, y de aquellos que se transforman en mili-

Mecánicas del Estado, se traslada y se dedica a la parte automotriz. A par-tir de entonces, el emprendimiento sufrirá diversos intentos privatizadores,frente a los que los trabajadores del Estado se organizarán en resistencia.

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tantes porque despiertan la conciencia de sus derechosasumiendo la obligación de contagiarla. Están tambiénlos trabajadores que en ese camino van ocupando rolesque los compañeros les asignan y se hacen cargo de surepresentación. Son los delegados que luego avanzan enrepresentatividad y se convierten en dirigentes, ocupan-do lugares importantes en las organizaciones sindicales.

“La perra” Castro es uno de esos dirigentes cordo-beses representativos y olvidados. No estuvo entre losdestacados de la época. Pero los que ocuparon la prime-ra plana no podrían haber sido lo que fueron sin su con-curso y el de tantos otros que conformaron esos gruposdirigentes protagonistas de hechos relevantes del movi-miento obrero en Córdoba. Si Atilio López llegó a serquien fue, tanto en la histórica CGT de Córdoba desde1957, como en las jornadas del Cordobazo de 1969 o enel corto período de su vicegobernación en 1973, es por-que contó con un grupo de militantes y dirigentes quehicieron el mismo camino. Se trataba de un grupo que seencontró coincidiendo en preocupaciones que cada unodescubrió en su propia realidad laboral. Compartiendo lapalabra, intercambiando experiencias, la mayoría de lasveces con algo en la mesa para ‘picar’ y la jarra de vinohaciendo la ronda, consolidaron una relación de amigos,con coincidencias que perdurarían por años”.

Desde la presente publicación y parafraseando alcompañero “Vitín”, hoy desde la ATE a la que perte-neció “la perra” Castro, intentaremos humildementedar un paso adelante para reivindicar y reafirmar “elcarácter colectivo de su construcción”, permitiendo que“la historia sea memoria” y ayudarnos “a movilizar elpresente”.

Daniel Parcero

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1. Cuadro de situación

El país, ATE y la Federación Córdoba

Desde las elecciones nacionales de la ATE llevadas acabo en setiembre de 1965, en las que por lista únicaHeraclio Sosa fuera electo secretario general del CDN y“el polaco” Roberto Juan Horvath como su adjunto, laseccional Córdoba se encontraba intervenida bajo laresponsabilidad del dirigente nacional Raúl Espíndola.El interventor contaba con la colaboración del dirigentelocal Enrique Dupurré –oficiando de secretario–, y la dedos compañeros de los talleres de DINFIA, a los que seles tramita la correspondiente licencia gremial desdeBuenos Aires para que se hagan “cargo de la depuraciónde padrones a fin de poder normalizarla en un tiempoprudencial”, que no sería muy cercano. De estos trámi-tes se encargarán Alberto Rosales y Carlos Rojas, dosmilitantes peronistas que sobresalen por su interés enparticipar de la vida sindical, que en poco tiempo seganarán las simpatías de la dirección nacional y llega-rán a ocupar puestos de conducción. No obstante, lasituación de la filial se mantiene sin mayores progresos,al menos hasta el 28 de mayo de 1966 en que se reúnepor última vez el Consejo Directivo Nacional, antes deque fuera derrocado el Presidente Arturo Illia.

Instalado el General Juan Carlos Onganía en la CasaRosada el 28 de junio, el secretariado de la ATE reciénvolverá a reunirse un mes más tarde, y en esa reunión

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no realizan evaluación alguna respecto de la nueva rea-lidad por la que comienza a transitar la Argentina.

Pero sí se informa sobre la existencia de una críticasituación hacia el interior de la organización, que tienevarias seccionales intervenidas y recibe escasa cotiza-ción de las restantes, por lo que se decide aplazar larealización de los congresos ordinario y extraordinariodel gremio previstos para el 26 y 30 del mes de julio yse resuelve programarlos para fines de noviembre.

Krieger Vasena, había anunciado la puesta en mar-cha del plan económico denominado de “estabilizacióny desarrollo”, cuyas pautas no vislumbraban garantizarni una cosa ni la otra, ganándose de inmediato la desa-probación de los dirigentes cegetistas, además de remo-ver el polvo en las arenas sindicales, luego de que varioslíderes obreros dieran su anuencia al jefe del derroca-miento militar y presidente de facto.

La respuesta será el anuncio de un paro nacionalpara el 1° de marzo, declarado como el comienzo de unnuevo plan de lucha, que tendrá pronta fecha de venci-miento debido a la capitulación de buena parte de lamisma dirigencia.

La inmediata contrapartida al anuncio de medidasde fuerza, fue la respuesta oficial difundida través delConsejo Nacional de Radiodifusión y Televisión, dispo-niendo que todas las administraciones de estacionesradiales y televisión “adopten las medidas que sean ne-cesarias para impedir la emisión de noticias, comenta-rios o avisos que directa o indirectamente aludan al planadoptado por el C.C.C. del día 3 de febrero”.

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A raíz de esta disposición, diversas audiciones radia-les de organizaciones sindicales fueron levantadas. Elderecho de huelga, pronto dejaría de serlo. Fue dis-puesta la suspensión de la personería gremial de losferroviarios. Además, el gobierno faculta a todas lasempresas y organismos dependientes del Estado paraque, de acuerdo a la situación de cada una de ellas, seprocediera a suspender inmediatamente y por el térmi-no de treinta días todas las licencias gremiales.

Krieger Vasena no era un desconocido. Hijo de unbanquero turco involucrado en la caída del gobierno deYrigoyen, había ocupado el mismo cargo durante la dic-tadura de Aramburu, oportunidad en que propició elingreso de Argentina al FMI, llegando luego a ser funcio-nario del mismo Fondo. Durante aquella gestión fuerondesnacionalizados los depósitos bancarios, ingresandoel país en un círculo de endeudamiento e inflación,sumando nuevos créditos para pagar los intereses depréstamos anteriores. Y a sabiendas de que sería impo-sible cumplir con las obligaciones contraídas, la Argen-tina se incorpora al FMI y al Banco Mundial en 1956.Al término de aquella dictadura, a fines de abril de1958, la deuda externa superaba en 1.100 millones dedólares a las reservas de oro y divisas; el país se encon-traba en default; invirtiendo la situación de fines de laSegunda Guerra Mundial, durante el peronismo, cuan-do las reservas de oro y divisas acumuladas en el BancoCentral superaban el endeudamiento externo en 1.300millones de dólares.

La confianza depositada en los uniformados de lafracción profesionalista del Ejército, promovida en juniodel año anterior por Vandor –UOM–, José Taccone–LyF– y Rogelio Coria –UOCRA–, entre otros “popes”

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sindicales, comienza a resquebrajarse. Habían pasadoocho meses y comenzaba a develarse la verdadera in-tencionalidad de la planificación militar dispuesta porel mayor exponente del golpismo, que se había anun-ciado bajo la amenazante frase: “La revolución argenti-na no tiene plazos sino objetivos”.

El programa económico ganaba cada vez más oposi-tores. Ya no eran sólo los sectores populares afectadospor la inflación, el incremento en los costos de serviciospúblicos y el congelamiento de sus salarios sino queaparecieron quejas de parte de un amplio abanico depequeños, medianos y hasta algunas corporacionesempresarias. También de la UIA y, sobre todo, de losgrandes terratenientes nucleados en Sociedad Rural,una vez que se les impusieran retenciones a las impor-taciones, luego de las enormes ganancias que obtuvie-ron como consecuencia de la devaluación. A ellosobreviene la privatización de medios radiales y televi-sivos y la disminución de las tarifas aduaneras, entreotras medidas que tendieron a favorecer a los sectoresmás concentrados. También se dio curso a una reformadel Estado, mediante la disminución de su personal yla racionalización de los organismos públicos.

El gurú liberal en cuyas manos estaba la economía,había determinado la consolidación de los intereses delos grupos financieros concentrados en la cúspide delgobierno bajo la tutela de las bayonetas.

Un nuevo encuentro del Confederal de la CGT resuel-ve retomar el plan de lucha con la realización de unnuevo paro por 48 horas, contando con la adhesión delFrente de Gremios Estatales con la firme participaciónde los trabajadores del Estado, siendo la voz cantante

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del respaldo del sector el secretario de organización deATE, Juan Horvath, verdadero hombre fuerte del gre-mio que iba creciendo a la sombra del titular HeraclioSosa. Además, y a pesar de su crítica situación finan-ciera, la organización se compromete a aportar recur-sos para la difusión de la medida dispuesta.

La respuesta del gobierno se hizo sentir en formainmediata por medio de la suspensión de 1.500 traba-jadores de Fabricaciones Militares; y pocas horas mástarde, son despedidos 22 mineros de YCF y 2.000 esta-tales de San Juan.

En la sede de la calle Belgrano, el secretariado mani-fiesta su disconformidad con la aplicación de la Ley17.294, por la que el gobierno pasa a fijar los montosde las Convenciones Colectivas de Trabajo, y se decidereunir más información sobre medidas que afectan a laclase trabajadora en general y a los estatales en parti-cular, para elaborar una declaración cuya redacción yfirma quedaban a cargo de la Secretaría de organiza-ción. Es derogada la Ley de hidrocarburos, por la que elcarbón, la leña, el petróleo y el gas, eran consideradospropiedad nacional que debían ser administrados por elEstado. A partir de este momento, dichos recursospodían quedar a cargo de instituciones de capitalextranjero, con el consecuente impacto que podía oca-sionar en el ámbito laboral.

Las autoridades del Consejo Nacional mantendránreuniones con funcionarios de distintas áreas parareclamar por los cesanteados sin lograr respuestassatisfactorias. Se encuentran también con el ObispoPodestá y con Monseñor Caggiano para solicitarles queintercedan ante las autoridades; pero lejos de lograr

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sus objetivos, cesantean al mismísimo secretario gene-ral, Heraclio Sosa, y en Córdoba al cuerpo de delegadosde DINFIA junto a otros 70 trabajadores, acusados deser “elementos disolventes de extrema izquierda en elámbito laboral”. La Dirección Nacional de Fabricación eInvestigación Aeronáutica, –DINFIA– será dividida endos, creándose las empresas Área Material Córdoba(AMC) y la Industrias Mecánicas del Estado (IME),donde se producirían nuevos despidos.

Las autoridades del CDC debían renovarse en octu-bre del 67 al vencer el mandato de dos años de gestión.La conducción saliente coincide en la confección de unasola nómina y se conforma la lista Azul y Blanca, enca-bezada por Juan Roberto Horvath.

El acto eleccionario se realiza un mes antes de lo pla-nificado, el 18 y 19 de octubre y las nuevas autoridadesasumen el 28. El titular capitalino, Pedro Avellaneda,ocupará la secretaría general adjunta y será designadopara representar a la ATE en los asuntos de la centralobrera. Serán de la partida el pampeano Clemente Fe-rreira, el correntino Delfín Reguera y el cordobés ÁngelBonfil, todos referenciados en la ortodoxia peronista.

En la seccional Córdoba –que permanecía interveni-da–, ya empezaban a vislumbrarse algunos movimien-tos organizativos desde las bases, que no conformabandel todo a las autoridades del cuerpo directivo nacional,conocedoras de lo que acontecía en aquel territorio gra-cias a los “aportes” que realizaba el mismo Bonfil.

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2. Los andares de “la perra”

Las informaciones llegadas al CDC daban cuenta deque un delegado de IME al que se conocía como “laperra” o “la picha” Castro, con cierta incumbencia en elámbito gremial de la ciudad, venía trabajando en elarmado de una lista, en conversaciones con dos com-pañeros de los que sólo se mencionan sus apellidos:Rosales y Rojas.

A Castro se lo vinculaba con una antigua militanciaen la resistencia frente a la autodenominada Revolu-ción Libertadora en 1955, desde la Alianza LibertadoraNacionalista, liderada en Córdoba por Carlos Pedrotti.Desde los medios locales hegemónicos del momento, aPedrotti se lo sindicaba como el autor intelectual deuno de los “atentados” de mayor repercusión nacionalperpetrado en 1960 “contra el gobierno de Frondizi”, lle-vado a cabo en una estación de servicio de la ciudad deCórdoba y en el que se involucrara a afiliados a la ATE.Castro era un militante de buenas migas con encum-brada dirigencia obrera de la capital de la provincia,entre los que se destacaban Atilio López y Carlos“Serrucho” Dreizik, dirigente del Sindicato de Emplea-dos Públicos (SEP), –con quien tenía una férrea amis-tad–, ambos destacados referentes de la CGT Regional,denominada “legalista”.

Cabe destacar, sin hacer juicio de valor alguno, queen la historia de la ATE hasta ese momento, y durantealgo más de cuarenta años, Córboba y la seccional Bue-

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nos Aires serán las que presenten mayor conflictividadrespecto de las orientaciones tomadas por CDC.

Los primeros pasos de “los libertadores”y las repercusiones en Córdoba

Derrocado Perón, el Presidente Provisional GeneralEduardo Lonardi, luego de haber hecho especial refe-rencia en su mensaje inicial a sus intenciones de man-tener buenas relaciones con la dirigencia obreraafirmando que no habría “ni vencedores ni vencidos”,estableció cierto acuerdo “en las sombras” con lasmáximas autoridades de la CGT, encabezada por el tra-bajador del Estado Héctor Di Pietro, que días anteshabía renunciado a la secretaría general adjunta nacio-nal de la ATE. Esto permitió un recambio “de figuritas”,por el que los dirigentes integrantes de aquel secreta-riado, Andrés Framini –textiles–, Luis Natalini –Luz yFuerza– y Dante Viel –UPCN– ocuparían su lugar. Lo-nardi expresaba así su voluntad de normalizar la situa-ción de algunas organizaciones intervenidas por lamisma CGT y de proceder a desalojar de otras a algu-nos dirigentes antiperonistas y comedidos que se ha-bían dado al asalto intervencionista a sus espaldas, conla anuencia de distintos sectores influyentes en losintríngulis del poder de facto.

Las ideas componedoras de Lonardi no fueron acep-tadas por sus pares, hasta que finalmente se produceel recambio y la dupla Aramburu-Rojas asume el poder.El 4 de octubre desalojan a Di Pietro de la central obre-ra y es reemplazado el triunvirato conformado por Fra-mini, Natalini y Viel, que a poco de asumir declaran unparo general.

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Las nuevas autoridades cegetistas, luego de aceptarla determinación oficial de que el 17 de Octubre seríadía laborable y de haber retirado del Estatuto de la cen-tral obrera el preámbulo que la alineaba a la DoctrinaPeronista, se comprometían a convocar a eleccionesgremiales en 120 días, previo disponerse una amnistíageneral de afiliados. De inmediato, y sin darle tiempo alGobierno a establecer un régimen de control y verifica-ción sobre lo que consideraba debía ser “un procesodemocrático con garantías legales”, algunas organiza-ciones resolvieron “legalizarse”; entre ellas, un grupode sindicatos cordobeses –del que surgirá el liderazgodel titular de la Unión Tranviarios del Automotor, AtilioLópez–, que también emprendería al poco tiempo lanormalización de su CGT Regional.

Los acuerdos alcanzados, sin embargo, no iban de lamano del pensamiento y pretendido accionar de los dis-tintos grupos que disputaban el control y la conducciónde la Revolución Libertadora. Incluso ya anunciados losacuerdos, el mismo Ministro de Trabajo, Cerruti Costa,recibe a una comisión de dirigentes Pro Recuperaciónde sindicatos libres, quienes tras manifestar su males-tar, reciben la promesa del jefe de la cartera laboral deque “el gobierno revolucionario ha de saber responderleal sindicalismo libre”.

Mientras tanto, la conspiración política abrazada alala nacionalista y clerical de las Fuerzas Armadas,logra incidir sobre los militares “ultragorilas”, y el 11 denoviembre se establece una Junta Consultiva que sehace cargo del Congreso, constituida por cuatro miem-bros de los sectores políticos socialistas, demoprogre-sistas, conservadores y radicales, dos democristianos ydos de la Unión Federal. Estos últimos, expresiones de

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la politiquería eclesiástica antiperonsista, tomaron lasriendas de la representación parlamentaria bajo la pre-sidencia del Almirante Rojas. Será el principio del fin delos días de Lonardi y el preanuncio de la llegada deAramburu a la presidencia dos días después. La direc-ción obrera lanza un paro por tiempo indeterminado ysus dirigentes son rápidamente encarcelados. El cesede actividades se cumplirá solo el día 15; al día siguien-te se anuncia por medio de un comunicado la suspen-sión de la medida. El lucifuercista Natalini recupera sulibertad y es obligado a entregar la sede de Azopardo alinterventor naval Capitán de Navío Patrón Laplacete.

Finalmente habrá vencedores y vencidosy también quienes resisten

Intervenida la CGT por la Marina, junto a un grupode asesores civiles vinculados al reducido ámbito delsindicalismo antiperonista, durante un año y medio losasuntos de los trabajadores del Estado se dirimieron enése ámbito, permaneciendo las puertas de la sedenacional de la calle Belgrano bajo gruesas cadenas ycandados, en tanto que desde la sede de Azopardo 802trataban de encontrar algún estatal colaboracionistaque pudiera garantizarles un funcionamiento a medidade sus intereses.

Una vez realizado el testeo de los “asesores” del inter-ventor cegetista, Capitán de Navío Patrón Laplecettepor las 128 seccionales con las que la ATE contaba almomento del golpe setembrino del 55, y habiendoencontrado a las personas “confiables” que necesita-ban, –entre las que se destacaba el dirigente rosarinoAntonio Vitale–, convocaron a la normalización del gre-

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mio para mayo de 1957, de la que participaron apenas69 seccionales que estaban en condiciones estatuta-rias. Como resultado, Vitale fue nominado secretariogeneral, mientras que la secretaría adjunta recayó en elcordobés Gustavo Álvarez Voco –presuntamente de RíoTercero–, quien fuera junto a Vitale y al representantede la seccional Fray Luis Beltrán, uno de los tres sindi-calistas que pactaron con la intervención militar. Vitaleserá el encargado de abrir las puertas de la ATE parareincorporar a José Silvetti, ex dirigente de la seccionalBuenos Aires y militante socialista alistado en las filasde la corriente antiperonista conocida como “los 32 gre-mios independientes y democráticos”. Años atrás, habíasido expulsado de la ATE por ser unos de los principa-les actores del proceso divisionista por el que atravesóla organización hasta la llegada del pre peronismo,entre comienzos de los años 30 y 1944.

La administración de Vitale al frente el CDC seránefasta y determinará una nueva intervención haciafines del mismo 1957 que favorece a Silvetti, quien sehace cargo de la organización antes de finalizar el año,por el tiempo que demandara la normalización demo-crática con la llegada del Gobierno de Frondizi. Paraentonces, abril de 1958, llegará al CDC el rosarino Sal-vador Trippe, quien se encargará de intervenir a laFederación Córdoba debido a que no giraba los impor-tes correspondientes a las cotizaciones por las queadeudaba 400 mil pesos. Los rumores indicaban que ladirigencia cordobesa distraía los recursos en activida-des políticas, obviamente vinculadas con la resistenciaperonista.

En julio de 1958, el Gobierno de Frondizi intervienela ATE. Designa al frente a un ex diplomático, descono-

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ciendo la elección en la que Trippe resultara secretariogeneral, disponiéndose la creación de un Consejo Con-sultivo encargado de la normalización. En enero del añosiguiente, 1959, aquel Consejo resuelve crear un Conse-jo Provisional, del que otro rosarino, con un brillantefuturo por delante, resultará secretario general. Se tra-taba de “el colorado” Héctor Quagliaro, referenciado co-mo activo militante de la resistencia peronista lugareña.

En Córdoba Capital, otro joven próximo a cumplir 30años, Héctor Castro, quien a los 23 años, tras la reelec-ción de Perón, se desempeñara como secretario delsenador provincial Juan Vaschetto,3 comenzaba a sobre-salir en los talleres de pintura de IME. Su padre, Euse-bio Nemecio Castro, operario desde su fundación de laFábrica Militar de Aviones en el Taller 90, hizo uso delbeneficio que le garantizaba la vigencia del Estado deBienestar y pudo hacer ingresar a su hijo a los talleresde aprendices de la fábrica que brindaban salida labo-ral, en los que creció y desarrolló su espíritu solidario ymás tarde de rebeldía de clase frente a la injusticia.

Caído el Gobierno popular, Castro sufrirá la primerapersecución –e inmediata detención– de una serie casiininterrumpida que padecerá durante su trayectoriasindical.

A pesar de las proscripciones y la vigencia del Decre-to Ley 41614 del 5 de marzo de 1956, desde la sede cen-tral de CGT se decide dar comienzo al proceso

3 Juan Vaschetto fue senador por Córdoba Capital, mandato 1952 a 1958,destituido por el Golpe el 22 de septiembre de 1955.4 El Decreto Ley prohibía expresamente "La utilización de imágenes, símbo-los, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y obras artísticas,

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normalizador nacional y a la correspondiente depura-ción dirigencial. La CGT Regional Córdoba, que porentonces se encontraba bajo la intervención de uncomandante de Aeronáutica de apellido Suárez, fue laprimera en acelerar los tiempos y emprender la tarea.

El abogado cordobés Lucio Garzón Maceda, unsocialista disidente, no gorila y apartado de la orgánicapartidaria, por aquellos momentos columnista del dia-rio Orientación,5 caracteriza a Suárez como “dialoguista,liberal democrático y simpático, que abría bastante eljuego (…) y en los primeros meses del 57, a pedido de ladirigencia de gremios normalizados, accede a crear unConsejo Asesor para normalizar la Regional”. El prime-ro de julio de 1957, como resultado de un PlenarioGeneral de representantes sindicales –entre otros detranviarios, panaderos, trabajadores del vidrio, aguasgaseosas, empleados de farmacia, gastronómicos,empleados de comercio, telefónicos, prensa y mecáni-cos–, tras una prolija selección de cuadros que no afec-taran el humor de las cúpulas intervencionistas, los

(...) que sean (...) representativas del peronismo"; incluía una lista de voca-blos proscritos tales como "peronismo", "peronista", "justicialismo", "justicia-lista", "tercera posición", además de la Marcha peronista y los discursos delpresidente depuesto. Declaraba que estas disposiciones eran de orden públi-co, impidiendo la alegación de derechos adquiridos para resistirla.Establecía las penas para los infractores, entre las cuales se encontraba lareclusión de treinta días a seis años, una multa, la inhabilitación para de-sempeñar cargos públicos y la clausura temporal o permanente del local, sise tratase de un comercio o empresa.5 Orientación surgió como un diario peronista publicado en la ciudad de SanFrancisco hasta 1955. A Córdoba Capital lo lleva Alfredo Terzaga, historia-dor y militante de la izquierda nacional en el Frente Obrero de la provincia.Al año siguiente lo compra el profesor Sobral, dirigente radical, poniéndoloal servicio del proyecto de integración frondifrigerista con el peronismo,desde donde Terzaga y el joven abogado Lucio Garzón Maceda continuaránrealizando sus aportes.

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dirigentes coincidieron en la persona del secretariogeneral de la Unión Tranviarios del Automotor (UTA)Hipólito Atilio López –hijo de una familia trabajadora,radical yrigoyenista– para encabezar el agrupamiento.Garzón Maceda será el representante del Sindicato dePrensa en esta nueva agrupación gremial que seríareconocida como “legalista”,

“Vitín” Baronetto, ex detenido político en tiempos dela última dictadura, biógrafo del Obispo Enrique Ange-lelli y militante cordobés de Derechos Humanos, agregaque “El nucleamiento de los “legalistas” que encabezó elNegro Atilio entendió, en un proceso de rápido aprendi-zaje exigido por la dura realidad de resistencia, quehabía que aprovechar las “grietas” –según el lenguajeactual– para recuperar las herramientas propias de lostrabajadores usurpadas por el “gorilaje” antipopular de1955. Las estrategias en ese entonces fueron varias, nosiempre coincidentes. Otros, más expuestos en el perío-do peronista, fueron proscriptos o perseguidos; y obliga-dos a replegarse, sus posturas fueron quizás másintransigentes”.

Rememora Baronetto que “Uno de los principalesreclamos de la CGT normalizada fue el cese de la inter-vención en los sindicatos de la provincia de Córdoba. Erafundamental para luchar contra la carestía de la vidaque los trabajadores contaran con la herramienta legalque les pertenecía. Lucha que tuvo expresión contunden-te el 12 de julio de 1957, el primer paro a la dictadura deAramburu y Rojas”, convocado desde la recientementeconformada ‘Intersindical’, obligando al gobierno provi-sional a liberar a la mayoría de los presos gremiales ypolíticos, levantar el estado de sitio y conceder algunasmejoras.

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Destaca el ex cuadro político militar de Montonerosque “Aquel grupo de dirigentes sindicales se constituyóen referencia para los trabajadores. Nuevos militantes,nuevos dirigentes de distintos lugares laborales fueronsumándose. Especialmente porque el nucleamiento ori-ginal recuperaba una historia política del movimientoobrero, su identidad con el peronismo y sus banderasantioligárquicas y antiimperialistas, tal como quedó ex-presado en aquel Plenario de 1957, de donde surgió elPrograma de la Falda, que todavía hoy –a casi sesen-ta años– aparece como incumplido. Y vale la pena aquídestacar otra característica. No había allí intelectualesdestacados. Predominaba la aún corta pero intensa ex-periencia de lucha, que reivindicaba los mejores logrosde los gobiernos peronistas interrumpidos por el golpegorila del 55 y reclamaba políticas estratégicas para ladignidad del país y los trabajadores”.

Los hechos llevaron a los militares a la determina-ción, antes de finalizar agosto, de convocar a la reali-zación de un congreso normalizador de la CGTintervenida hasta ese momento; pero a la hora de lle-varse a cabo hubo disidencias y no se llegó a nominarautoridades.

Durante el congreso, los intentos del interventorpara lograr una dirección dócil, apoyado por los sindi-catos que se habían entregado al “sindicalismo amari-llo”,6 –entre los que figuraba la ATE–, fracasan. De los

6 La caracterización surge de la historia del sindicalismo francés, cuando afines de 1890 un grupo de mineros que rechazaban las huelgas fundan unsindicato que promovía la reconciliación de clases, rechazando las medidasde fuerza. Las ventanas del local de reunión tenían papel transparente ama-

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94 gremios presentes se retiran 32 que se nuclearánbajo la denominación de “independientes y democráti-cos”. Permanecieron en el recinto 62 organizaciones,que adoptarán esa misma designación. “Las 62” fueronuna confluencia de peronistas y comunistas que nodurará mucho tiempo, sino hasta cuando los 19 repre-sentantes prosoviéticos deciden apartarse, mientras losrestantes comienzan a funcionar como “brazo” políticosindical del proscripto peronismo.

Carlos “Pancho” Gaitán, ex operario de IAME y afilia-do a la ATE hasta poco después del golpe militar, mili-tante en 1957 de la Resistencia Peronista desde las filasde la Alianza Libertadora Nacionalista de la provincia,evoca la trascendencia de aquella CGT “legalista” anivel nacional: “…llegando a ser la anfitriona del Plena-rio convocado por la CGT y las “62” para el mes de octu-bre en la localidad serrana de La Falda, donde elMovimiento Obrero definió un Plan de Gobierno. Elmismo preveía en el sector agro-ganadero la consigna de`la tierra para el que la trabaja´; definía el comercio exte-rior como una actividad soberana de la Nación; proponíael control obrero de la producción y la participación de lostrabajadores en las empresas públicas y privadas y pre-veía una seguridad social integral y universal para todoslos trabajadores y sus familias y donde Andrés Framinifue el orador de fondo”.

rillo, color que fue elegido para distinguirse del rojo que utilizaban los sindi-catos socialistas. En nuestro país se adjudicó el término "amarillos", al sin-dicalismo de características reformistas, y a dirigentes participacionistas degobiernos antiperonistas, conciliadores con las respectivas patronales y/ osumisos a los regímenes de facto.

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Hacia la interna de la Regional Córdoba, habrárepercusiones y las representaciones locales irántomando nuevos posicionamientos a partir de los quevan adoptando las direcciones nacionales. Por los diezaños venideros coexistirán, sin coincidencias, la CGTOrtodoxa conducida por Correa, secretario general delsindicato de los trabajadores de la Madera –cuyos diri-gentes una vez producida la fractura nacional de la quesurge la CGT de los Argentinos liderada por RaymundoOngaro, se alinearán “curiosamente” en ésta–; la “Lega-lista”, liderada por Atilio López, en la que se alinearáATE una vez normalizada y los independientes de lacorriente sindical clasista, vinculada con el Movimientode Orientación Radical, sindicalistas comunistas yalgunos peronistas en la que trascendía la figura deAgustín Tosco.

Destaca el Dr. Lucio Garzón Maceda, que “La imagennítida de Mayo del 69 refleja que la conducción represen-tada por Atilio López, Elpidio Torres y Tosco, conjunta-mente a sus colaboradores directos y los sindicatoslegalistas, es el bloque triunfante del 69. En el caso deAtilio y Elpidio la representación tenía más homogenei-dad derivada de la mayoría de los trabajadores peronis-tas. Tosco representaba mayor diversidad. La alianzalegalistas e independientes fue más sincera y transpa-rente, y dialécticamente fue útil a ambos”. Aquella diri-gencia fue capaz de estar al nivel alcanzado por laefervescencia de las bases y del descontento provenien-te de distintos sectores sociales frente a una nueva ins-tancia dictatorial, colocándose al frente de lasdemandas.

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3. ATE en la división delMovimiento Obrero

A comienzos de marzo del 68, el secretariado de laATE se había vuelto a reunir con el objetivo central deconsiderar la situación por la que atravesaba el movi-miento obrero. Una comisión sindical de 20 miembrosen que había quedado conformada la dirección cegetis-ta, había realizado la convocatoria a normalizar la cen-tral obrera con fecha 28 de marzo.

Era un secreto a voces que el ministro de TrabajoRubens San Sebastián “normalizaría” alguno de losgremios sancionados con intervenciones, para posibili-tar el acceso de dirigentes “confiables” al futuro arma-do, y de esta manera tener más organizaciones de sulado a la hora del Confederal, garantizando así losresultados. Augusto Vandor –UOM–, Alonso –obreros deindustrias del vestido– y Armando March –Empleadosde Comercio– aspiraban a la constitución de una Cen-tral reconocida por el gobierno. Perón, en tanto, dabasu guiño a una central de la resistencia a través de sudelegado personal el Mayor Alberte.

El vandorisimo hace sus esfuerzos para convencer alos gremios intervenidos de no participar en las votacio-nes, para garantizar la legalidad del desarrollo quedemandaba el régimen y evitar cualquier impugnación.Llegado el momento del encuentro en la sede de la UTAno se había logrado ningún acuerdo, por lo que se pasaa un cuarto intermedio durante el que los seguidores deVandor se retiran de la escena deliberativa y se recluyen

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en la sede de Azopardo 802. Por el otro sector, el secre-tario adjunto de la intervenida Unión Ferroviaria, Loren-zo Pepe, sería una de las espadas encargadas de reunirvoluntades ante la necesidad de participación de los gre-mios intervenidos y de contener su presencia. Es así,que por aproximación al lugar donde se llevaban adelan-te las deliberaciones, deciden reunirse en la sede nacio-nal de la ATE, donde se pergeña el armado de una lista,que finalmente resultará proclamada al reiniciarse elCongreso, con la presencia de una sola de las partes.7

A propuesta de Horvath, Pedro Avellaneda, del sectorSalud Pública, dirigente del CDC en representación dela seccional Buenos Aires, ocupará una pro secretaría.Avellaneda era un hombre de estrecha confianza de “elpolaco” Horvath. Al momento de regresar al recintodeliberativo en la sede la UTA, el encargado de procla-mar la lista no fue otro que el entonces secretario deorganización y delegado congresal de UPCN, CarlosCuster.

La respuesta no se hizo esperar. Vandor, Alonso yPomares (este último bancario), convocan a un Congre-so paralelo instando a la participación con el gobierno.

El Programa del 1° de Mayo constituía en sí mismoun auténtico programa de gobierno con una proyecciónde la economía de corte socialista.

7 Tras hacer una pormenorizada descripción de las crueles consecuenciasdel plan de entrega, la declaración sentenciaba en sus párrafos finales:“Agraviados en nuestra dignidad, heridos en nuestros derechos, despojadosde nuestras conquistas, venimos a alzar, en el punto donde otros las dejaron,las viejas banderas de la lucha”.

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“Los trabajadores de nuestra Patria, compenetradosdel mensaje evangélico de que los bienes no son propie-dad de los hombres sino que los hombres deben adminis-trarlos para que satisfagan las necesidades comunes,proclamamos la necesidad de remover a fondo aquellasestructuras. Para ello retomamos pronunciamientos yahistóricos de la clase obrera Argentina, a saber: La pro-piedad sólo debe existir en función social. Los trabaja-dores, auténticos creadores del patrimonio nacional,tenemos derecho a intervenir no sólo en la producciónsino también en la administración de las empresas y enla distribución de los bienes. Los sectores básicos de laeconomía pertenecen a la Nación. El comercio exterior,los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y losfrigoríficos deben ser nacionalizados.

Los compromisos financieros firmados a espaldas delpueblo no pueden ser reconocidos. Los monopolios quearruinan nuestra industria y que durante largos años noshan estado despojando, deben ser expulsados sin com-pensación de ninguna especie. Sólo una profunda refor-ma agraria, con las expropiaciones que ella requiera,puede efectivizar el postulado de que la tierra es de quienla trabaja. Los hijos de obreros tienen los mismos dere-chos a todos los niveles de la educación de que hoy gozansolamente los miembros de las clases privilegiadas”.

Entrega de premios por actividades realizadas en el Club de Pesca deTrabajadores del IME. Al centro de pie, el secretario general de la ATE,Héctor Castro.

Reunión de camaradería en el Club de Pesca de Trabajadores del IME, alcentro, el dirigente de la ATE, Héctor Castro.

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4. “La perra” llega a la conducción de ATE

“Vitín” Baronetto brinda una síntesis sobre el desa-rrollo que da pie, a partir de aquella normalización de laRegional obrera, al surgimiento de una renovación decuadros, que cumplirá un destacado rol en la provinciaa partir del alzamiento de masas iniciado en 1968: “Alcalor de aquellas experiencias fueron sumándose otros,que llegaron a las conducciones de sus gremios. Consti-tuyeron una generación de dirigentes que nunca se pen-saron únicos, irremplazables ni eternos. Tampocoutilizaron las estructuras sindicales para enriquecerse.Se hicieron cargo de la conducción sindical porque suscompañeros los colocaron allí, y asumieron sus interesessin medias tintas. En una incompleta enumeración pode-mos destacar a “la perra” Castro de ATE, Lino Verde deAOMA, el “Negro” Atilio y el “Tuerto” Tapia de la UTA,Erio Lumello de SUTIAGA, Raúl Ángel Ferreyra y Carlos“serrucho” Dreysik del SEP, Juan Godoy de los panade-ros y Alberto César Giménez de los pasteleros, asesina-do el 22 de febrero de 1976, cuando se incrementó larepresión, ya entonces a cargo del genocida generalLuciano Benjamín Menéndez. Ellos aprendieron en lalucha sindical que los intereses de los trabajadores sólopueden encarnarse en plenitud si se asume también lalucha política. Los ‘legalistas’, aquella denominación ges-tada en la resistencia que respondió a la estrategia devalorizar la recuperación de las estructuras sindicales,fueron los dirigentes que comprendieron mejor la reali-dad político sindical de Córdoba. Se diferenciaron de losque serían luego llamados “ortodoxos”, por su concepción

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amplia, integradora y plural de la realidad sindical cor-dobesa, que los hizo asumir un comportamiento políticoigualmente pluralista, aunque ellos tuviesen fuertementearraigada la identidad peronista, que le valió ocupar sulugar como ‘legalistas’ en las 62 Organizaciones”.

Para 1968, cuando el hartazgo del pueblo frente a ladictadura comienza a manifestarse en distintos puntosdel país, “la perra” Castro, quien fuera operario de la Di-rección Nacional de Fabricaciones e Investigación Aero-náutica –DINFIA–, y para 1967 delegado de los talleresde IME donde se fabricaban las motos Puma, redoblabasus esfuerzos para reorganizar la seccional cordobesa deATE. Encabezará una lista en la que lo acompañaronHeredia como secretario general adjunto, Carlos Rojascomo tesorero, Alberto Rosales, como secretario de ac-ción social y Julio Granados como secretario administra-tivo; poniendo fin a la historia intervencionista de la filial.

Para estos momentos, el mayor nutriente afiliatoriode la seccional provenía del sector del establecimientodedicado a la fabricación de aviones, con importantepresencia de afiliados de la sastrería militar, de hospi-tales, judiciales, de sanidad, empleados públicos, ener-gía atómica, vialidad nacional y del liceo militar. Enestas condiciones, el ascenso de “la perra” fue tan sin-gular como meritorio.

Entrevistado por el autor en Córdoba, en enero de2016, Segundo Gabriel Núñez (foto), por entonces unoperario de 26 años, delegado de metalurgia en IME yrecientemente afiliado a la ATE, recuerda que: “La‘picha’, tenía bastante predicamento en el taller, no asíen todo el ámbito del establecimiento, y comienza a bus-car adhesiones cuando aún se encontraba la in-terven-

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ción que recayera sobre lagestión del flaco Barbati,quien se había impuestoen las últimas elecciones aBustamante, todos deIME. Castro era un tipoque sobresalía y se impo-nía delante de los de-más.Enseguida logró que loacompañaran GabrielHeredia, el gordo Díaz,Mendoza, Rojas, Rosales,que fueron parte de ladirectiva. Yo participé dosperíodos después, cuandoATE fue de la JTP –Juven-tud Trabajadora Peronis-ta–, como yo, a partir del28 de abril de 1973, desdemi militancia en Montoneros”.

Una vez instalado en la antigua sede de la ATE, en lacalle Corrientes al 480, Castro convocará a dos perso-nas de su estrecha confianza a acompañarlo comoempleados en su gestión. Una, su hermana Mirta (foto),–que también se había afiliado a la ATE siendo emplea-da del Hospital de Niños–, para hacerse cargo de lastareas administrativas. El otro, Eugenio Ferrari, opera-rio del área meteorológica del Aeropuerto, militantecomo “la picha” de la Alianza Libertadora, al que desig-na secretario personal. Eugenio será prescindido a par-tir de la aplicación de la Ley de Reforma del Estadoimplementada por el Ministro de Economía KriegerVasena, que incluyó la disminución del personal y laracionalización de los organismos públicos. A partir de

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ese momento, además de asistir personalmente a Castrocumplirá funciones junto a Mirta en el área administra-tiva del sindicato. Más allá de que los responsables sin-dicales estaban muy lejos de ser idóneos en la materia,“la perra” consideraba necesario mantener un estrictocontrol de la administración y para ello necesitaba con-tar con gente de su estrecha confianza.

Puesta en marcha la Federación ATE Córdoba, Mirta,hermana mayor de Castro recuerda que “una de lasmejores prestaciones que ofrecíamos a nuestros afiliadosera el consultorio odontológico, que era atendido por eldoctor Obregón Cano, quien había sido senador peronistaen 1951, y que una vez proscripto el peronismo hacíaunos años, había fundado el partido Tres Banderas, sien-do elegido diputado nacional en las elecciones de 1962,que fueron anuladas cuando el peronismo ganó 10 de las14 gobernaciones”. Junto a Atilio López, Obregón Canoserá uno de los principales líderes de El Cordobazo y enlas elecciones en que Héctor José Cámpora resulta elec-to presidente llegó a la gobernación de la provincia,acompañado por el máximo dirigente de la UTA.

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Desde este preciso momento y hasta la caída delgobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, eldesempeño de Héctor Castro fue tan gravitante, comomeritorio y reivindicable no sólo en la ATE, sino en eldesarrollo político sindical de “la docta”.

Al frente de la ATE, Castro adhiere a la CGT “legalis-ta” y dos años más tarde en una recomposición de susautoridades, ocupará la secretaría de actas.

ATE y el atentado a la Shell

El secretario general electo, “la perra” Castro y su fla-mante secretario personal, Ferrari, eran compañeros dela militancia política en las filas del nacionalismo de “ElChino” Alcides Pastor Moyano, otro afiliado a la ATE,que cumplía tareas en la Comisión Nacional de EnergíaAtómica. Moyano, –un dirigente que en poco tiempopasará a ocupar el segundo lugar de relevancia en laseccional–, nada tuvo que ver con el portador del mismoapellido, de nombre Oscar y de mote “el perro”, acusadode haber tenido una destacada participación en el aten-tado terrorista “más mortífero de la historia contemporá-nea de Córdoba”, como lo calificaran los medios localesde la época. El ataque ocurrió el 16 de febrero de 1960,cuando en una operación adjudicada al jefe de la Alian-za Libertadora, Carlos Pedrotti, volaran los depósitos denafta que la empresa Shell-Mex tenía en barrio San Fer-nando, en cercanías a un ramal ferroviario, donde seregistraran trece muertos y más de veinte heridos. Cali-ficado como “atentado” por los medios de Córdoba, ha-bría sido cometido en repudio a la visita del ministro deEconomía Álvaro Alsogaray y del secretario de Guerra,general Rodolfo Larcher. Lo cierto es que el episodio sig-

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nificó el prefacio de la caída del gobernador electo en1958 –el frondicista Arturo Zanichelli– y de la interven-ción federal a los tres poderes de la provincia.

Junto a “el perro” Oscar Moyano, también fue acusa-do y detenido Carlos “Pancho” Gaitán –ex operario deIAME, con los años reconocido dirigente nacional einternacional de los trabajadores metalmecánicos–, sinque jamás se esclareciera el caso. “A 56 años, no haycondenados, y en consecuencia no hay actores identifi-cados”, resaltó Gaitán.

Oscar Moyano –y no Alcides, de honrada trayectoriaen la historia de la seccional de la ATE–, de acuerdoa crónicas periodísticas difundidas décadas más tarde,habría sido por la misma época el autor material dela colocación de artefactos explosivos en el diario LaVoz del Interior, dentro de la serie de operativos foquis-tas de la ALN, y con los años se lo relacionaría a la tri-ple A.

Castro, Ferrari, Gaitán y “el perro” Moyano, porentonces se alineaban en las filas de la ALN conducidalocalmente por Pedrotti, cuando aún la presidía nacio-nalmente Guillermo Patricio Kelly y todavía no se habí-an desvinculado de la conducción nacional para pasara funcionar bajo la misma denominación pero de mane-ra autónoma.

En la Córdoba rebelde,para Horvath, ‘la perra’ “desapareció”

El año 1969 fue rico en luchas tanto en Córdobacomo en varios puntos del país. “La perra” Castro, ya al

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frente de la ATE y respaldando el accionar de AtilioLópez, titular de la seccional de la Unión del TransporteAutomotor –UTA– y Secretario General de la CGT “lega-lista”, mantenía la seccional en franco crecimiento almomento de tener que afrontar un nuevo proceso elec-toral. Comenzaba a vislumbrar un “frente de tormenta”interno, al advertir las aceitadas relaciones que Rosalesy Rojas mantenían con el dirigente nacional Ángel Bon-fil, hombre de estrecha confianza del secretario generalnacional Juan Horvath, de quien ya se comentaba veníamanteniendo conversaciones con la ortodoxia vandoris-ta y se encontraba próximo a desertar de la combativi-dad representada en la CGT de los Argentinos.

En esta coyuntura, “la perra” decide reforzar su tropay convoca al “Chino” Moyano a ser su adjunto, mante-niendo la atención de los asuntos de la obra social y losadministrativos en manos de su secretario personal,Eugenio Ferrari. Aunque sin deshacerse de Rosales yRojas –para evitar cualquier actitud intervencionista–,comienza a retacearles ciertas consideraciones.

Cuenta el hijo de Alberto Rosales, –quien lleva sumismo nombre– “Yo era chico, pero recuerdo que mi pa-dre comentaba que Castro le escamoteaba recursos”.

Al respecto, Eugenio Ferrari sostiene que “las sospe-chas de Castro recaían más sobre Rojas, quien maneja-ba los recursos y era el que por esos motivos manteníauna relación más estrecha con Horvath, y por medio dequien, sin dudas, era que le llegaban al secretario gene-ral nacional los rumores sobre todos nuestros movimien-tos. Y creo que ‘la picha’ no se equivocaba, porque tiempodespués, y dejando un desbarajuste financiera en laseccional, renunció y se trasladó a La Rioja. En el man-

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dato siguiente entra Moyano como tesorero, al que le de-cían ‘el mago de las finanzas’”.

A partir de la radicalización por izquierda del pero-nismo en la provincia, que se abre con los sucesos demayo del 69, Castro logra fortalecer su impronta yresulta reelecto sin oposición por un nuevo período,hasta 1971, reafirmando su liderazgo, permaneciendoleal a Atilio López y manteniendo un indisoluble víncu-lo con su amigo Dreizik.

El onganiato había designado como gobernador deCórdoba al ex juez Carlos José Caballero. Las distintasfracciones sindicales cordobesas, en concomitancia conel hastío que comenzaban a expresar distintos sectoresde la comunidad hacia la dictadura por sus políticas derepresión y violación a las libertades públicas y dere-chos humanos, su plan privatizador, la pérdida adqui-sitiva de los salarios y los despidos, comienza a reunirsepara pensar en alguna forma de unidad en la acción,para resistir y pasar a la ofensiva contra la dictadura.

La sede de la ATE de la calle Corrientes fue variasveces punto de reunión y “la perra” Castro el anfitrión.Se iban consolidando acuerdos y acercamientos políti-cos con “el gringo” Tosco, perteneciente al sector gremialagrupado en torno a los gremios denominados indepen-dientes, en el que confluían la militancia sindical comu-nista, maoístas y los integrantes del Movimiento ObreroRadical. Y también dialogaban con la ortodoxia.

A partir de las coincidencias alcanzadas por estastres expresiones sindicales, se resuelve convocar con-juntamente a un plenario provincial de gremios del queparticipan dirigentes de 82 organizaciones, que conclu-

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yen en un reclamo reivindicativo con el compromiso dellevarlo a planos de lucha, para arrancarle a los dicta-dores conquistas salariales, el fin de las privatizaciones,la defensa de la fuente de trabajo, la reincorporación delos despedidos, la restitución de las libertades públicasy la defensa del sábado inglés.

Ángel Stival y Juan Iturburu –mencionados más arri-ba–, describen con precisión en la Revista los 70 aque-llos movimientos de las superestructuras sindicales:“La torpe política del gobierno de Onganía había empuja-do la unidad en la acción de sectores gremiales que polí-ticamente, tenían muy poco en común. Por sobre la CGTde los Argentinos –antecedente decisivo del Cordobazo,aunque en ese momento fuera más una referencia ideoló-gica que un instrumento concreto de lucha–, legalistas(vandoristas), ortodoxos (peronistas de derecha) e inde-pendientes (comunistas, radicales e izquierda indepen-diente), coincidieron en lanzar el paro activo del 29 demayo”.

Se había resuelto que el punto de reencuentro de lasmasas movilizadas, entre la que se encontraba buenaparte de la dirigencia sindical, fuera la sede de la centralobrera en Vélez Sarfield 137. Eugenio Ferrari, presenteen el lugar en representación de “la perra” Castro, co-menta que llegado el momento de mayor voltaje calleje-ro, “suena el teléfono del lugar, y al atender, una voz algodesencajada, pide hablar con Correa, quien se encuentracon que lo llamaba el General Jorge Calcagno, –con el queseguramente habría tenido alguna conversación previa alos movimientos–, quien le reclamaba que las cosas habí-an ido muy lejos, que había que desacelerarla porque delo contrario iba a reprimir. El negro le contesta que la cosano se puede parar más, que no puede hacer nada”.

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Su testimonio abona las afirmaciones del periodistaHugo Presman, quien en sus comentarios sobre el Cor-dobazo señala que “la intervención del Ejército se demo-ró como consecuencia de que el General AlejandroAgustín Lanusse retrasó la llegada de las tropas delGeneral Jorge Calcagno8 para desgastar al triunfador dela interna de azules y colorados”.9 Lo que no tenían pre-visto ni los conductores de la represión, ni las direccio-nes obreras, era la dimensión que iba a tomar la jornadade protesta convertida en un estallido social que pasaríaa la historia, llevándose puestos a Onganía, a su suce-sor Marcelo Levingston y obligando al propio Lanusse areplantear su estrategia.

Volviendo a la nota periodística de Ángel Stival y JuanIturburu, ambos resaltan que “El lucifuercista AgustínTosco y el mecánico Elpidio Torres fueron las mayoresfiguras del Cordobazo, pero en su elaboración y concre-ción también estuvo el importante gremio de los choferes(UTA) que encabezaba Atilio López, además de MiguelÁngel Correa (maderero), Héctor Castro (ATE), Jorge Ca-nelles (UOCRA) y Carlos Borelli (petroleros), quienes tu-vieron activa participación en las luchas previas queprepararon el clima de la rebelión. En rigor, puede decirseque la gestación de este gran movimiento duró casi tres

8 El General Calcagno será el Jefe del Ejército durante la Presidencia de Héc-tor Cámpora.9 Los azules y colorados fueron dos facciones que se enfrentaron en elseno de las Fuerzas Armadas en 1962 por sus diferencias en torno a la par-ticipación del peronismo. Los azules estaban de acuerdo con permitir unacceso limitado a algunos dirigentes peronistas, con el fin llegar a la demo-cratización del país y al mismo tiempo combatir a los grupos de extremaizquierda. Los colorados, por su parte, asimilaban el movimiento peronistaal comunismo y abogaban por erradicarlo completamente. Vencieron losazules y su comportamiento en el poder de facto fue el de los colorados.

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años, ya que comenzó con las luchas estudiantiles del 66,cuyo resplandor persistió hasta 1969 y que dejó un movi-miento estudiantil activo, fuertemente influido por lasmovilizaciones de la CGTA y por sus propias reivindicacio-nes. La conciencia antidictatorial del estudiantado univer-sitario no estaba en duda. Más aún, en su interior fluía unproceso de incesantes rupturas políticas y reagrupamien-tos, reflejo de profundas tendencias de cambio que latíanen la sociedad. Los obreros de la industria automotriz, porsu parte, en especial los de la planta de IKA Renault, enSanta Isabel, se habían templado en la lucha por sus pro-pias reivindicaciones, contra el llamado sábado inglés ylas quitas zonales. Los choferes de la UTA también vení-an de duros enfrentamientos con las empresas de trans-porte urbano de pasajeros, que recién comenzaban aconstituirse tras el desmantelamiento un tanto desprolijode la Corporación Argentina del Transporte Automotor(CATA).Toda la población, en fin, de una Córdoba liberta-ria, portadora de una rebeldía legendaria y que ahoraatravesaba un momento especial de su historia, no sopor-taba el opresivo clima impuesto por la dictadura...”.

También jugaron un rol importante los trabajadoresde las empresas FIAT y Perkins, del complejo industrialde Ferreyra, quienes junto a la militancia clasista ten-drán un significativo desempeño durante el segundoCordobazo.

En el preciso momento de los acuerdos alcanzadosen pos de la unidad en acción, llegarán reacomoda-mientos de los distintos frentes sindicales en relación ala CGT de los Argentinos, liderada en esos momentospor el peronista ortodoxo y secretario general de los tra-bajadores de la madera Miguel Ángel Correa. Productode aquellos enroques, Héctor Castro alineado en la CGT

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“legalista”, ya líder de los trabajadores del Estado, serádesignado secretario de actas; y su amigo y compañeroCarlos “serrucho” Dreikzic, representando al Sindicatode Empleados Públicos como vocal.

Leyendo las actas de las reuniones del Consejo Direc-tivo de la ATE al 20 de junio del 69, encontramos queen los folios 294 al 296 –correspondientes a la primerarealizada luego del 29 de mayo, día del Cordobazo–, seanaliza “la destacada participación de los trabajadoresdel Estado en la jornada de paro declarado el día 30 demayo”. Las autoridades del gremio bajo la conducciónde Juan Roberto Horvath señalan que deben “lamentarque como consecuencia del mismo fueran detenidos en laciudad de Córdoba los compañeros Rojas y Rosales,como así también el cuerpo de delegados que constituyen111 compañeros de Industrias Mecánicas del Estado,entre ellos nuestro compañero del Consejo Directivo Án-gel Bonfil, quienes fueron objeto de sanciones, y queluego por gestiones del cuerpo fueron dejadas sin efecto”;poniendo énfasis específicamente sobre que “ni en laseccional ni en su domicilio fue encontrado el secretariogeneral seccional Héctor Castro, y tampoco se encontra-ron las llaves del local para poder realizar gestiones”.Agrega que recién pudieron abrirse las puertas el día 7,cuando el CD se disponía a nombrar un triunviratopara hacerse cargo de la seccional –para lo que habíacontratado los servicios de un cerrajero que abriera lapuerta y de un escribano a fin que labrase un acta–,“cuando de repente, aparece Castro” junto a Ferrari parahacerse cargo de la seccional, a pesar de que hasta esemomento pesaba una orden de captura sobre él y sobretoda la comisión directiva.

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Comenta Eugenio Ferrari (foto) que “‘la picha’, unavez en conocimiento de que nuevamente le habían dicta-do captura, me había dado expresas instrucciones demantener vigilada la sede sindical y de avisarle de inme-diato cualquier novedad que requiriera hacernos presen-tes. Mientras, pasaba a la clandestinidad, para seguiroperando desde ahí, como también hizo el Gringo Tosco.Yo mismo lo llevé a refugiarse en Tanti, junto a AtilioLópez y a Lino Verde Torres de la Asociación ObreraMinera. Así que días después, en cuanto vi movimientosextraños en el interior y sabiendas de que sólo nosotrosteníamos llave, le avisé y volvió a hacerse cargo enmedio de la intrusión que resultó ser una comitiva deBuenos Aires. Él hizo valer su autoridad ‘¿Ustedes quié-nes son?, ¿qué tienen que estar haciendo acá?’ les dijo.Para colmo era de sacar pecho y cuando estaba así, sele ponía cara de malo, aunque era más bueno que Las-

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sie10 y se terminó el trámite de intromisión en nuestrosasuntos”.

El fastidio de Horvath respecto de la ausencia deCastro –no explicitado en su total dimensión– escondíasu ánimo intervencionista hacia la seccional cordobesaen momentos en los que se encontraba negociando suretiro de la central obrera combativa. Se trataba de unaestrategia de parte de la dirigencia nacional del gremio–orientada por él mismo–, en su afán por alcanzar unreacomodamiento frente al próximo proceso reunifica-dor que venía alentando Perón desde el exilio, a travésde su delegado personal Daniel Paladino –ya “despedi-do” de aquella delegación el Mayor Alberte–, de las 62Organizaciones y de la burocracia vandorista.

Fue durante aquellos acontecimientos cuando el yamencionado Baronetto conoce a Castro. “Conocí al se-cretario general de ATE Córdoba, “la perra” Castro enese contexto a fines de la década del 60, a poco de lle-gar a Córdoba para continuar mis estudios eclesiásticos.Poco tiempo después, desde mi lugar de militancia políti-ca y barrial en la Juventud Peronista y el Centro Vecinalde Villa El Libertador tuve especial afinidad con estegrupo legalista que encabezaba Atilio López. Ellos cons-tituían para nosotros como la herencia viva de la largaresistencia de los trabajadores, desde la identidad quetambién era mayoritaria en nuestro barrio. Los vimos enlos balcones de la CGT antes y después del Cordobazo.En aquellas paradigmáticas jornadas de lucha ellos

10 Lassie fue el nombre dado en los años 60 a la perra collie de una serie tele-visiva norteamericana que luego llegaría al cine y a libros de aventuras, cuyoprotagonismo la registra en la historia como “la perra más buena y famosadel mundo”.

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jugaron un rol fundamental. Las columnas de ATE, conCastro a la cabeza –hasta que decidiera pasar a la clan-destinidad–, se sumaron con toda la fuerza del númeroy la bronca contenida por la ruta 20 hacia el centro. Eracuando todavía la fábrica militar de aviones que habíainstalado el Brigadier San Martín, IAME o IME, con sufamoso Rastrojero, resistían los intentos de vaciamientoy transferencia de tecnología y mano de obra especiali-zada a otras automotrices que se habían radicado enCórdoba unos años antes. Sin el concurso de las colum-nas obreras desde la periferia fabril de la ciudad, el Cor-dobazo no hubiese tenido la magnitud y trascendenciaque tuvo. Aunque la historia escrita haya destacado sóloel protagonismo de algunos dirigentes –que ciertamentelo tuvieron– aquella jornada de protesta no se hubiesemasificado sin la activa participación de los cerca deochenta dirigentes de los gremios que la definieron en elplenario de la CGT, comprometiéndose a movilizar sushuestes. La mayoría de esos dirigentes fueron persegui-dos, aunque pocos lograron ser detenidos y condenadospor aquellos infames “consejos de guerra especiales”inventados por la dictadura militar. Los otros, acostum-brados ya a las correrías de la resistencia, lograron ocul-tarse y zafaron. La solidaridad obrera los protegió en laclandestinidad. Pero estuvieron presentes al año siguien-te, para la primera conmemoración del Cordobazo, en laesquina de Bv. San Juan y Arturo M. Bas, el lugar dondecayó asesinado Máximo Mena por las balas policiales. Yreclamando la libertad de los que aún seguían encarcela-dos. Fue la continuidad de la lucha que se expresó enmarzo del 71 en el “Viborazo”; y fue organizándose polí-ticamente en la campaña “Luche y Vuelve” del 72 cuan-do el movimiento peronista inició su marcha hacia laselecciones”.

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Sede de la CGT Regional Córdoba, ubicada en la calle Vélez Sardsfield 137,en pleno centro de la capital cordobesa.

Plenario de gremios "legalistas". En primera fila a izquierda, Héctor "laperra" Castro.

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5. El CDC desanda la senda combativa

El alineamiento de Horvath por las filas del sindica-lismo combativo, iniciado con su paso por la resistenciaperonista en Ensenada, su ciudad de origen, comenza-ba a transitar un camino de ida, sin retorno, hacia laortodoxia sindical donde se mantendrá firme a lo largode su liderazgo al frente del gremio. Pero a pesar de suinclinación a la “verticalidad” –en obediencia a las de-mandas que personalmente le hiciera Perón en Madrid–y de su traición a Ongaro, sus aspiraciones serándefraudadas por el resto de los popes gremiales con losque había confrontado y a los que ahora se acercaba enbusca de acuerdos.

Tal como venía haciendo con otros dirigentes, Perónle reclamó a Horvath apartarse del ongarismo. Para eljefe del Movimiento, el dirigente gráfico “no entraba enrazones” respecto de sus necesidades de alcanzar launidad que le garantizara la posibilidad del ansiadoretorno. Un intento que había fracasado algo más decuatro años atrás por la ineptitud y el aburguesamien-to en que cayera la adicta dirigencia política y sindical.Pero El General insistía en la idea de que “a la hora dehacer ladrillos, se requiere de juntar la bosta y el barro.Y yo los necesito a todos”.

Precisamente aquella dirigencia obrera, a la quePerón aconsejara en aquel momento “desensillar hastaque aclare”, por entonces liderada por el líder metalúr-gico Augusto Vandor, quien a tres años de instalada la

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dictadura de los monopolios encabezada por el generalOnganía y alentado por sus adláteres colaboracionis-tas, se encontraba negociando una salida democratistacuya fórmula lo incluyera junto al jaqueado militar libe-ral ultracatólico, lejos del consentimiento del General.

Perón, advirtiendo el desgaste del gobierno autocrá-tico, pensó en sacarle ventaja a los tiempos de los pasosdel vandorismo, para forzar la unidad y aceitar suregreso. Pero los tiempos del pueblo fueron más concre-tos y determinantes a la hora de golpear por lo bajo alrégimen. La participación de dirigentes sindicales inter-medios que no dejaban de visitar las fábricas, ejercien-do la legítima representación de las bases fue partecompacta de la alianza plebeya.

Serán las decididas movilizaciones obrero-estudian-tiles del interior rebelado, las que darán el jaque matea la dictadura, creando las condiciones reales que con-ducirán a la apertura electoral y a posibilitar de la vuel-ta de Perón.

La conducción nacional de la ATE, que hasta enton-ces integraba el Consejo Directivo Nacional de la CGTde los Argentinos con la representación del dirigentecapitalino Pedro Avellaneda, venía de realizar “infruc-tuosas gestiones” ante aquélla “para tratar de lograr launificación del movimiento gremial argentino. Perolamentablemente tenemos que decir que no fuimos escu-chados como era de desear ya que los compañeros delsecretariado a través del compañero Raymundo Ongarosostienen que la unidad debe darse a través de lalucha”; en tanto, “en las conversaciones con la CGT Azo-pardo sí encontramos aparentemente predisposición a launidad”.

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La pretendida unidad llegará poco después, con elcorrimiento de varios dirigentes alineados hasta enton-ces en la combatividad y una vez asesinado el LoboVandor en un operativo comando orquestado por unaorganización armada en la propia sede de la UOM. Elaño entrante, durante la realización del CCC será nomi-nado el metalúrgico José Ignacio Rucci para ocupar lasecretaría general. Cónclave del que la ATE no partici-pó, debido al resultado fallido que tuvieron los acuerdosprevios que se intentaron por vía de las 62 Organizacio-nes para alcanzar un cargo en la nueva conducción.Cargo con el que sí será beneficiada la UPCN, para mal-humor de la dirigencia nacional del gremio.

16 de mayo de 1969, Reunión de referentes sindicales reclamando la inme-diata convocatoria a elecciones libres. Al centro el secretario general de lostrabajadores de la madera, el ortodoxo Miguel Correa. Al centro a la izquier-da, el secretario general de la ATE, el "legalista", Héctor Castro; a la derechade Correa el dirigente Iumelo, titular de los trabajadores de Aguas Gaseosas.

Acto por la libertad de Agustín Tosco, secretario general del Sindicato deTrabajadores de Luz y Fuerza. Adelante a la izquierda, Atilio López y detrásla perra Héctor Castro, titular de los Trabajadores del Estado. A la derechade Atlio, René Salamanca –de saco– secretario general del SMATA.

Acto realizado luego de laliberación de Agustín Tosco.A su derecha, Atlio López yen el centro, detrás deambos, Hector Castrosecretario general de laATE.

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6. ATE Córdoba coherente y frontal

Destaca Mengarelli que “La represión dictatorial,como siempre, se cobró víctimas matando, torturando,encarcelando, persiguiendo a dirigentes y militantescomo Atilio, Agustín, Héctor Castro y muchos más; perotambién como contrapartida podemos decir que nopudieron frenar el crecimiento fenomenal de referenciapolítica, que el pueblo trabajador le brindó y les siguebrindando al querido negro Atilio López y al gringo Agus-tín Tosco y que el Cordobazo le firmó a los dictadores sucertificado de defunción. Las luchas que se multiplicaronen el país posteriormente, y una segunda gesta en Cór-doba, en 1971 que se conocerá como El Viborazo, agota-ron al régimen. Lo que quiero resaltar claramente, es queentre los protagonistas del Cordobazo, ‘la perra’ Castroy ‘el serrucho’ Dreizik, fueron promotores y activistas deesa gesta obrero-estudiantil, que se ubica entre las másrepresentativas y reconocidas de nuestro país mundial-mente. Ellos le pusieron el cuerpo y resistieron en todoslos frentes”.

La jornada de lucha protagonizada por estudiantes,obreros, sectores de la clase media y amas de casa quese sumaron callejeramente a la protesta que tuviera suorigen en el disconformismo universitario por el au-mento de los aranceles de los comedores, sumada aotros antecedentes de manifiesta rebeldía popular envarias provincias, tendrán su correlato en una internaen el Ejército por la cual se desplaza a Onganía de lajefatura del gobierno de facto y se designa al General

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Marcelo Levingston en la continuidad presidencial;novedad que no logrará calmar la furia popular.

En marzo de 1971, tras el segundo Cordobazo –nue-va rebelión obrero estudiantil también conocida comoViborazo–, se hará cargo del gobierno el general Alejan-dro Agustín Lanusse, quien contaba con la colabora-ción la Unión Cívica Radical del Pueblo liderada porRicardo Balbín, que aportará al doctor Arturo Mor Roigpara conducir el Ministerio de Interior. A partir deentonces tendrá lugar una apertura de la actividad polí-tica, impulsando desde el mismo gobierno, que daránacimiento al Gran Acuerdo Nacional.

Pero lo cierto es que el agotamiento de la autodeno-minada Revolución Argentina, era más que un secretoa voces: las lecciones de la insurrección popular marca-ron los días de los dictadores. Derrumbaron sus ilusio-nes de preservar el respeto de las grandes mayoríashacia los uniformados en usufructo del poder y deimpedir, a pesar de todos los esfuerzos realizados, lapostulación de Perón a la presidencia. Con el caminoallanado, ya en la cúspide del poder de facto y con elacuerdo de la partidocracia tradicional, Lanusse darienda suelta a un idea democratista centrada en unpacto con Perón. Como prenda de unidad y reconcilia-ción, le ofrecía un gesto reparador a su persona queincluía la restitución del grado militar, de sus bienesconfiscados y el levantamiento de la proscripción alperonismo; todo a cambio de la “bendición” del generaldesterrado a su aspiración presidencial. Para llevar lanegociación adelante, el Ministro de Interior, ArturoMorg Roig, debería articular la estrategia con DanielPaladino, delegado de Perón en Argentina.

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En tanto, la espiral de violencia generada por laacción de las diversas fracciones armadas peronistas yno peronistas seguía creciendo. Los asesinatos de mili-tares y policías, los asaltos a bancos y los secuestros deempresarios no cesaban.

Cabe mencionar que el 13 de octubre de 1967,integrantes del Movimiento de la Juventud Peronistaliderados por Envar el Kadri, habían dado nacimiento alas Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), confluyendocon Acción Revolucionaria Peronista, de John WilliamCooke y el Movimiento Revolucionario Peronista deGustavo Rearte –nacido en 1957–. Se trató de unaexperiencia de lucha armada con centro en Taco Ralo,al interior de Tucumán, que fue rápidamente desbara-tada por la acción de las fuerzas de seguridad.

A fines de los 60 surgen las Fuerzas Armadas Revo-lucionarias (FAR), cuyo ideal era entrenarse y unirse alas guerrillas rurales iniciadas por el Che Guevaraen Bolivia. Sus miembros provenían mayoritariamentede una fractura producida en el interior de la Federa-ción Juvenil Comunista. Entre sus primeros jefes yfundadores debe destacarse a Carlos Olmedo, referenteideológico de la organización, muerto el 3 de noviembrede 1971 en lo que se dio en llamar “El combate deFerreyra”, ocurrido en ese barrio industrial de la ciu-dad de Córdoba. Esta fue la fracción armada que seadjudicara el incendio de trece supermercados Mini-max en Buenos Aires, en repudio a la visita del magna-te norteamericano Nelson Rockefeller el 26 de junio de1969, día en que se llevaba a cabo una medida de fuer-za declarada por la CGT los Argentinos y una multitu-dinaria movilización se concentraba en el barrio deOnce.

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El 30 de julio de 1970, un comando de las FAR, enuna segunda operación militar pública, copa la ciudadde Garín en el Partido de Escobar de la zona norte delGran Buenos Aires. El hecho fue planificado por Rober-to Quieto, asesor letrado del gremio de prensa, el cor-dobés Carlos Olmedo y Marcos Osatinsky. Meses mástarde, Julio Rosales se incorpora a las FAR como res-ponsable político en Córdoba.

El 1° de junio de 1970, un mes antes del copamientode Garín, la organización armada Montoneros se habíapresentado ante la sociedad a través de un comunicadoreferido al secuestro y asesinato del general y ex presi-dente de facto Pedro Eugenio Aramburu, cabeza de laRevolución Libertadora que en 1955 había derrocado algobierno constitucional de Perón. La agrupación políticomilitar de izquierda peronista que inspiraba su accionaren el “foquismo” estaba liderada, entre otros, por Fer-nando Abal Medina, Carlos Gustavo Ramus, JoséSabino Navarro y Mario Firmenich.

A mediados del 71 se llevarán a cabo las elecciones derenovación de autoridades en ATE, en las que a nivelnacional resulta electo el correntino Rómulo Reguerapor lista única. Horvath, quien había sido despedido desu puesto de trabajo meses antes, decide no ocuparpuestos de relevancia, ubicándose en la lista como deci-mocuarto vocal, aunque seguirá manejando los hilosconductivos de la organización. En Córdoba, la fórmulaHéctor Castro-Alcides Pastor Moyano resulta reelecta.

Para estos tiempos ya se había conformado en Cór-doba el Frente de Agrupaciones Peronistas de ATE, enun intento por contener al peronismo revolucionario, alas expresiones alineadas en la ortodoxia y también al

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clasismo. Este tipo de agrupamientos comenzaba adarse al interior de otras seccionales de la ATE, impul-sados por jóvenes trabajadores peronistas que se sentí-an contenidos por aquella memorable frase que Perónlanzara desde su exilio. Las seccionales Rosario, Bue-nos Aires, La Plata y Santa Cruz no quedarían al mar-gen de esta experiencia.

El operario de IME Julio Rosales, acompañado por el“colorado” Yanulli del cuerpo de delegados de la fábricade aviones del Área Material Córdoba, es designadocomo presidente del Frente de Agrupaciones Peronistasde la ATE a moción de Héctor Castro durante unaasamblea de delegados.

En ese mismo frente se negocian las futuras candi-daturas de la seccional con vistas a las elecciones del73’. “La perra” dejará la posta a Reynaldo CustodioRamallo, militante barrial y trabajador de IME, acom-pañado por Alcides Pastor Moyano de la CNEA; miem-bros de las Fuerzas Armadas Peronistas; de larecientemente constituida JTP y un grupo importantede ex dirigentes cesanteados de la ATE, a lo largo de losdieciocho años de proscripción del peronismo. Todosocuparán cargos en la lista, destacándose GuillermoGalíndez en la secretaría de prensa y difusión. La“picha” Castro se reserva para integrar las sábanaselectorales del peronismo camporista.

Los gremios y agrupaciones peronistas combativos

Comenzando 1972, el Plenario de Gremios y Agrupa-ciones Peronistas Combativos emiten una declaración

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por la que definen “obediencia a Perón hacia arriba, y alas bases hacia abajo”.

Entre los firmantes se encontraban el metalúrgicoAvelino Fernández por la mesa de conducción, el navalDe Luca y el Negro Aguirre por la Regional rosarina dela CGT A y Héctor Castro por la ATE cordobesa. De lasdeliberaciones habían participado 204 delegados, entreellos el telefónico Julio Guillán, el ferroviario LorenzoPepe, el dirigente del tabaco Roberto Digón y HéctorQuagliaro de ATE Rosario. Entre los párrafos del docu-mento final se destaca que hay que “Permanecer con lamirada puesta en las tres banderas peronistas, a travésde la construcción del socialismo nacional, mediante elcumplimiento del Programa de Huerta Grande y del 1°deMayo del 68’, exigiendo como incondicional el regreso dePerón como conductor del proceso de liberación nacio-nal”. La conferencia de prensa se llevó a cabo en la sedenacional de los telefónicos; “la perra” Castro, sobre quienpesaba –una vez más– orden de captura en la capitalcordobesa por declaraciones menores, llega acompañadopor Norberto Sciarabino, asesor legal de la seccional.

Héctor Castro,secretario gene-ral de la seccio-nal Córdoba dela ATE –a laderecha– en unaconferencia deprensa de laCGT "legalista",junto a susecretario gene-ral, –al medio–Atilio López.

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7. Perón le rompió el GAN a Lanusse

Por intermedio de sus interlocutores, Perón hacesaber a Lanusse que no habría acuerdo. El 6 de julio del72’ da por terminadas las negociaciones y el GAN entraal cementerio de la historia junto a las ambiciones delgeneral dictador. Reaccionó contra el militar exiliado conuna frase amenazante llena de sustento dictatorial: “Lefalta el cuero para volver”. Y “sobre el pucho” declaró lacláusula de residencia, por la que quedaba impedido deser candidato a presidente si no regresaba al país antesdel 25 de agosto. De todas maneras, la estrategia presi-dencialista del usurpador del poder ante la partidocra-cia tradicional y gorila que confluía en el GAN, lo obligaa desistir de la misma el día posterior.

Esta vez la urgencia de Perón demandaba que la tác-tica superara a la estrategia. Sabía que contaba conmenos vida que tiempo para volver a la Patria, y queuna vez en ella debería poner en orden el Movimiento,las distintas expresiones colindantes y a la politiqueríatradicional, incluido Balbín.

A Perón le da el cuero y vuelve

De manera inesperada, Perón regresa al país el 17 denoviembre. Los comentarios que le acercaban al líder aMadrid en los últimos meses, hacían referencia a undesgaste de la oficialidad gorila y a la presencia de vien-tos de simpatía entre importante sectores uniformados.

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Pero su arribo estuvo rodeado de un desproporcionadooperativo de seguridad perfectamente alineado a la dic-tadura y en los cuarteles no existía ninguna manifesta-ción de algarabía por su regreso. Tres días más tarde,el jefe del justicialismo cita a una ronda de dirigentespolíticos con el ánimo de alcanzar una declaración con-junta para exigir transparencia en los comicios, cuyaconvocatoria contaba desde el inicio con una funda-mental restricción. El encuentro más trascendente selleva a cabo en el restaurante Nino de Vicente López.Ante la presencia de numerosos jefes sindicales, losprincipales dirigentes de los muchos partidos políticosinvitados hicieron uso de la palabra sin que se oyeramás que una voz disonante: la del dirigente nacionaldel Frente de Izquierda Popular, Jorge Abelardo Ramos,quien expuso la necesidad de movilizar a las masaspopulares, convocadas por la CGT y la ConfederaciónGeneral Económica para obligar al Gobierno a derogarla cláusula de residencia impuesta. No sería el últimoen hablar, pero su discurso no tuvo eco favorable.

Perón, tras corroborar que su cuero estaba más dis-puesto que la delicada epidermis de los dirigentes delmovimiento que los albergaba, viendo que no contabacon las condiciones necesarias para su postulación,resuelve designar como su candidato a la presidencia aHéctor Cámpora y el 14 de diciembre regresa Puerta deHierro.

Cámpora al Gobierno, Perón al PoderLa JTP y Héctor Castro diputado

Luis Baronetto reflexiona sobre aquellos momentos.“Los ´legalistas´ se habían ganado un lugar preponde-

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rante y participaron de la interna peronista apoyando aRicardo Obregón Cano y a Atilio López, que expresabanla mejor historia de resistencia a las dictaduras pro oli-gárquicas y extranjerizantes. No fue obra del azar queHéctor ´la perra´ Castro, de ATE y Lino Verde, de AOMAintegraran por el movimiento obrero la lista de diputadosprovinciales del FREJULI (Frente Justicialista de Libera-ción) que triunfó en Córdoba, en segunda vuelta el 15 deabril. El gobierno popular se hizo cargo del gobierno el 25de mayo de 1973. Los diputados obreros asumían larepresentación de los trabajadores en el ámbito parla-mentario, para aportar desde esos intereses a los delpueblo en general. Pero hay que decir también que eraun reconocimiento al rol gremial y político jugado en lasluchas de esos años”.

El 11 de marzo de 1973 por la tarde se conocerá elresultado de los comicios. La fórmula del Frente Justi-cialista por la Liberación Nacional –FREJULI– ganó laselecciones con más del 49.5% de los votos. El postulan-te radical, Ricardo Balbín, había salido segundo con un21,3%. De esta manera Héctor Cámpora se convertía enPresidente. En Córdoba, Obregón Cano resulta electogobernador en segunda vuelta, acompañado por AtilioLópez y el combativo dirigente de la ATE, Héctor Ricar-do Castro, logra una banca como diputado provincial.

El 28 de abril de 1973, en un acto formal que reunióa diez mil jóvenes trabajadores en la Federación de Box,se constituyó la Juventud Trabajadora Peronista (JTP).El objetivo político de la JTP se centrará hacia el inte-rior del Movimiento enfrentando a la burocracia sindi-cal. Varios jóvenes peronistas de las seccionales de laATE del interior del país y de la seccional Buenos Airesse alinearán en el sector; entre ellas Córdoba.

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El 25 de mayo Cámpora asumirá el Gobierno, luegode una campaña electoral desbordante de gestos y dis-cursos que alentaban la lucha armada entre proclamasde socialismo nacional algo indefinidas. De inmediatollegará la liberación de presos, procesados y detenidossin proceso por causas políticas. Antes de que el Con-greso votara la amnistía a los detenidos, fueron disuel-tas las secciones policiales de carácter represivo a losmilitantes políticos. La democratización avanzaba entodos los planos de la vida política del país, a la par quese sucedían el desorden y nuevos hechos de violencia.

Castro tendrá un buen desempeño legislativo, aun-que la mayoría de sus iniciativas parlamentarias nopudieron ser aprobadas. Sólo tuvieron curso favorablealgunos proyectos relacionados con ampliaciones quebeneficiaron al Club de Pesca de los trabajadores deIME; otro de declaración referido a la defensa de lasIndustrias Mecánicas del Estado sistemáticamente sa-queadas por los monopolios imperialistas –que a pesarde la llegada del Gobierno Popular continuaba bajo elcontrol de direcciones gorilas que poco antes habíandespedido a 250 operarios– y uno alentando la fabrica-ción de los aviones Pucará y Pampa.

Una nota publicada a fines de agosto de 1973 en elperiódico cordobés de la JTP, El Peronista, se refiere a lasituación por la que atravesaba el norte de la provinciade Córdoba, “que se encuentra marginado del proceso deproducción, condenado al analfabetismo y la miseria”, loque ha dado lugar a que, “ante esta situación, prolonga-da desde mucho tiempo atrás, se haya presentado en laCámara de Diputados por parte de los diputados obrerosLino Verde Torres –mineros– y Héctor Castro –ATE–, [unproyecto] por el que se propone la necesidad de transfor-

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mar radicalmente las estructuras de producción de losdepartamentos Sobremontes, Río Seco, Tulumba, Totorale Ischilín”. La iniciativa propone la creación de unaComisión de Estudios encargada de diseñar un plan dedesarrollo integral del norte cordobés, con la participa-ción de distintos organismos competentes, del Banco dela Provincia y de la CGT Regional, con la concurrencia,además, de organismos nacionales como la UniversidadNacional de la Provincia, el Banco Nación, el Banco deDesarrollo y ministerios nacionales. La preocupaciónde los legisladores se centraba en “impulsar una salidaefectiva a la difícil situación socioeconómica que viven loshabitantes de la región, que padece un desmesuradoauge de enfermedades como la tuberculosis, el malde Chagas y la brucelosis”. La propuesta, afirman los“dipusindicales”, “pretende colaborar en el corto plazollevando al sector a encaminar una economía de abun-dancia, para acercarnos al pensamiento de aquel granargentino que fuera Hipólito Yrigoyen y contribuir al logrode una Argentina libre, justa y soberana, como es el pro-pósito de nuestro líder, el Tte. Gral. Juan Domingo Perón”.

El Perón que volvió

Por entonces, el aliento de Perón a la “juventud mara-villosa” y al socialismo había encontrado un límiteoportuno y la necesidad de una inmediata resolución desu parte que volvería a colocarlo en el rumbo del nacio-nalismo burgués.

El 18 de junio de 1973 habrá elecciones en la ATE yel 2 del mes entrante la Junta Electoral pone en funcio-nes a las nuevas autoridades: Juan Horvath asume la

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conducción nacional, acompañado por Quagliaro en lasecretaria general adjunta. En aquella elección, votan25 mil quinientos de los 76 mil afiliados empadronados.Lo hacen por una lista única, siguiendo la tradición decasi cuarenta y ocho años.

En Córdoba, gracias a los acuerdos previos entre elelecto diputado Héctor Castro y Julio Rosales, llegan ala titularidad de la seccional Reginaldo Custodio Rama-llo, secundado por el Chino Moyano; Hugo Bustamantecomo secretario gremial; Oscar Chávez, secretario deorganización; Guillermo Galíndez, secretario de prensay difusión y Elías Bianchi como vocal titular, integran-tes de la Lista Azul. Se imponen por 110 votos de dife-rencia a la Morada y Blanca, integrada por el Peronismode Base y sectores de izquierda –comunistas y “chino-ístas”– que postulaba en primer lugar a Luis Domín-guez: 915 votos para Ramallo y 805 para Domínguez.La lista avalada por la perra Castro, sostenía el lema deque “ATE es de los trabajadores y no de los traidores.Por Perón Presidente ya”; y levantaba un programa quepriorizaba el compromiso de reincorporar a los cesan-tes por razones políticas, gremiales y conexas; la efi-cientización de los contratos y plantas transitorias; larecuperación efectiva de los servicios sociales; la reacti-vación de las industrias básicas del Estado; la plenadefensa de la democracia sindical y la permanencia enlas 62 Organizaciones.

La conducción de Ramallo, un joven militante barrialde la JTP, se verá desbordada por conductas ejercidaspor algunos dirigentes alejados del compromiso sindi-cal, que provocarían la renuncia de otros.

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El Consejo Directivo se volverá a reunir en aquel añoen dos oportunidades más. Una de ellas a comienzos deagosto y la última en diciembre.

El Consejo Directivo Nacional volverá a reunirse enotras dos oportunidades durante ese año electoral: acomienzos de agosto y en el mes de diciembre.

En la última reunión, la voz cantante sobre el aline-amiento político sindical de la ATE en los nuevos tiem-pos que corrían, fue la del secretario general, el polacoJuan Horvath. Desde ahora todo habrá de dirimirse“dentro del Movimiento Nacional Justicialista”, dijo, anti-cipando sanciones disciplinarias para aquellos queintentaran estrategias por fuera. El reposicionamientode Horvath hacia la derecha ya se hacía inocultable.

El 13 de julio Cámpora renuncia al Gobierno paradar lugar a nuevas elecciones sin la proscripción dePerón. Lo sustituye interinamente Raúl Lastiri, yernode López Rega, el ministro de Bienestar Social que seencargará de montar la estructura paramilitar de terro-rismo de Estado en nuestro país. Perón se encontrabaen suelo patrio desde el 20 del mes anterior. Luego deun corto proceso electoral llegará a su tercera presiden-cia, que asume el 12 de Octubre de 1973, en un paísenvuelto en un clima de alta conflictividad social.

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8. El final con honra de “la picha”

El 27 de febrero de 1974, Obregón Cano y AtilioLópez son desplazados de la gobernación de Córdoba,durante golpe institucional conocido como “Navarrazo”promovido por un jefe policial de la provincia. Se inter-viene solamente el Poder Ejecutivo, mientras que elLegislativo sigue funcionando normalmente con la com-plicidad de la mayoría de los legisladores en respaldo delas nuevas autoridades. El primer interventor designa-do fue Duilio Brunello, reconocido peronista histórico,quien será reemplazado más tarde por el brigadier RaúlOscar Lacabanne. Este último, famoso por sus métodosfascistas, prestó su apoyo a un grupo parapolicial decaracterísticas similares a las de la Triple A, denomi-nado Comando Libertadores de América. Aquella ges-tión dispuesta por la presidenta en ejercicio, IsabelPerón, actuó como antesala del golpe cívico-militar delaño 1976.

Vitín Baronetto expone su pensamiento sobre aque-llas instancias. “El golpe policial de febrero de 1974 –el‘Navarrazo’–, que destituyó al gobernador Obregón Canoy a su vice Atilio López, inició en Córdoba el terrorismode Estado, que se profundizó en septiembre con la llega-da del lopezrreguista brigadier Oscar Lacabanne y el vilasesinato del Negro Atilio por las 3 A el 16 del mismomes en Buenos Aires. Hubo repliegue obligado porquedespués vino la larga noche dictatorial, lo que no impidióel reencuentro regularmente esporádico en torno a lamesa de algún bar de La Cañada; hasta que la represión

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también cayó allí y en la confusión de apodos y apellidosse lo llevaron a “Serrucho”.

El 1° de julio de 1974 muere el presidente Juan Do-mingo Perón.

La feroz persecución sobre militantes, representan-tes de la cultura, dirigentes políticos y sindicales y ase-sinatos provocados por esta tenebrosa organización(AAA), se cobra la vida de Atilio López el 16 de setiem-bre de 1974; y el gringo Tosco, también amenazado,pasa a la clandestinidad y muere el 5 de noviembre de1975.

El 24 de marzo de 1976 la prepotencia dictatorialasalta nuevamente el poder y asume la conducción delpaís una junta militar integrada por las tres armas.Con los genocidas Videla, Agosti y Massera al frente delEjecutivo se inicia la intervención armada más asesinaque registra la historia de la República Argentina, sig-nada por matanzas y desapariciones de personas.

Cuenta Mengarelli: “Con la democracia interrumpida,‘la perra’ Castro y su inseparable amigo ‘serrucho’ Dreik-zic, habiendo perdido todos sus fueros sindicales y legis-lativos, permanecían por momentos sobrevivientes, pormomentos clandestinos, como el puchero que ganaban.Miles de compañeros fueron expulsados de sus laburospor disposición del Poder Ejecutivo Nacional con la apli-cación de una de las dos leyes de prescindibilidadimpuestas: ‘por razones de seguridad’ o ‘por racionaliza-ción administrativa’. Otros, en actividad, conservabansus trabajos sin dejar de ser controlados o perseguidos”.

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Un grupo de dirigentes estatales y activistas de dife-rentes provincias y seccionales de ATE, comienzan areunirse en esa clandestinidad para darse fuerzas yresistir a la dictadura. Algunos habían sido separadosde la conducción burocrática de Juan Horvath, quevenía manteniendo lazos con los militares procesistas.Entre los despedidos se encontraban Víctor De Genna-ro y Héctor Quagliaro, quienes convocan a una reuniónen la Casa de Nazareth de la Iglesia de Santa Cruz. El 9de diciembre de 1977 se realiza el encuentro al queasisten, entre otros, Germán Abdala y Luis Vila y dieronvida a la Agrupación Nacional Unidad y Solidaridad deATE -ANUSATE. El agrupamiento se planteó dos objeti-vos básicos: la recuperación del sindicato y de la demo-cracia, acumulando fuerzas en el movimiento obrero através de la Comisión Nacional de los 25, genuina repre-sentación sindical de la nueva resistencia.

La nueva resistencia de ATE Córdoba

Un grupo de esos dispuestos resistentes llegaba deVilla María, cesanteados por la dictadura junto a CachoMengarelli. Dando los primeros pasos organizativos enla provincia, se relacionan con un militante del PartidoComunista que conocía a ‘la perra’ Castro y se ocupa dearticular una cita. Cuenta Cacho: “Fue en el año 1978,subí a un taxi en Alta Córdoba y me bajé en la direcciónque me habían dicho. Se trataba de un taller de chapa ypintura. Allí estaban ‘la perra’ y ‘el serrucho’ ganándoselos garbanzos. Después de una amena conversación yde explicar que ANUSATE sostenía las mejores tradicio-nes de la clase, nos pusimos de acuerdo, y en los años79 y 80 ‘la perra’ participó de los primeros encuentros

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nacionales de la Agrupación. Lamentablemente Castro yDreikzic fallecen muy cerca uno del otro, en el año 1983.‘La perra’ murió el 1° de mayo a los 53 años de edad yCarlos Dreikzic en julio de ese mismo año”.

Con el aporte de Luis Baronetto concluimos estatarea de recuperar la memoria de Héctor “la perra” Cas-tro: “No pudo ver el amanecer de la democracia en el 83.Pero seguramente su conducta transparente y la firmezade sus convicciones siguen aleteando en cada asamblea,en calles y plazas, donde los trabajadores de ATE conti-núan luchando por justicia y dignidad”.

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Apéndice Documental

HÉCTOR RICARDO CASTRO

LEGISLADOR OBRERO DE LA ATE PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE LEGISLACIÓN SOCIAL,SALUD PÚBLICA E HIGIENE

Reseña de su labor parlamentaria

q Proyecto de Declaración por el que solicita al PE y alCongreso de la Nación que la actual Área MaterialCórdoba se transforme en la Fábrica Nacional de Avio-nes, bajo la estructura de empresa del Estado depen-diente del Ministerio de Economía, “constituyéndosenuevamente en avanzada tecnológica y de investiga-ción, dirigida con criterio empresario por un directoriocon sede en Córdoba, y representativo de todos lossectores que han vivido y sentido el proceso”.

q Proyecto de Ley para que se establezca el régimengeneral de jubilaciones, pensiones y retiros de Cór-doba.

Pasajes sobre puntos salientes del proyecto durantela exposición del legislador:

“(…) procurando satisfacer en alto grado la tremendaansiedad del hombre argentino, del ser humano cor-dobés, cuya pretensión es nada más ni nada menosque cubrir plenamente sus necesidades primarias ylas de sus protegidos (…) después de haber entrega-

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do lo mejor de su vida al servicio del Estado (…)incorporando al personal policial, del servicio peni-tenciario y a todos aquellos servidores que desempe-ñan tareas cuya insalubridad es determinante devejez prematura, o de posibles infecciones o enferme-dades irreductibles en el orden provincial o munici-pal (...)”Al argumentar en defensa del restablecimiento del82% y 75% móvil para las jubilaciones y pensionesCastro sostuvo: "El jubilado no recibe un beneficio,sino que tiene un derecho al que se ha hecho acree-dor en toda una vida de trabajo (…) a pesar que laCaja no se encuentra en situación propicia para sol-ventar las erogaciones (…) procurando al máximo noagravar con incrementos sensibles la aportaciónjubilatoria de los beneficiarios, manteniendo para elrégimen general la misma tasa que regía, de 12,5 %,se aumenta la contribución por aportes de los entespatronales. Y se prevé la subvención del Estado pro-vincial en base a los estudios financieros de factibili-dad practicados por la Caja, en atención a unamedida de la trascendencia que significa el pago del82 y 75% móvil, que repercute inevitablemente en elsistema de reparto de cobertura que sustenta a losmodernos sistemas previsionales”.Al reforzar su argumentación en lo referido a la pro-puesta en cuanto a la injerencia del Estado, el legis-lador sostuvo que “La relación óptima que debeexistir entre el número de afiliados activos y de pasi-vos, debe ser de 5 activos por cada pasivo, en tantola Caja provincial se maneja con una relación de 3.4por cada pasivo, lo que implica que, de no mediaruna razonable retribución adicional del Estado, laCaja marcharía a su quiebra financiera”.“Las leyes jubilatorias anteriores, nacionales como

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provinciales, prevén ajustes anuales en relación alos aumentos percibidos por los activos, y que sepagan a año vencido, lo que lesiona las posibilidadesde ganancias de los jubilados y pensionados, agrava-do por el desarrollo inflacionario, por lo que se pro-pone dos reajustes anuales con retroactividad al 1°de enero y 1° de julio”.“El proyecto también prevé el otorgamiento de prés-tamos de bajo interés a los afiliados por medio de laCaja siempre que las condiciones financieras de éstalo permitan”.“El presente proyecto acuerda el derecho a pensión ala mujer que, no habiendo estado unida en matrimo-nio al afiliado fallecido, habiendo convivido con él, almenos los 10 últimos años, constituyendo de hechouna vida de hogar; y que cuando obrara estas cir-cunstancia, pero del trámite no surgiera culpabilidadde la esposa legítima en la separación de los cónyu-ges, las pensiones serán compartidas por ambas”.

q Proyecto de Ley de creación del Instituto de EstudiosCriminológicos de la Provincia.

q Proyecto de Ley para el funcionamiento en el ámbitode la Provincia de organismos con las funcionessimilares a las que cumplen en el ámbito comerciallos denominados “clearing de deudores morosos”

q Proyecto de Resolución, para la investigación decasos de corrupción policial de 1966 en adelante.

q Proyecto de Declaración dirigido al Congreso de laNación, solicitando la creación del Instituto Nacionalde la Vivienda de Interés Social, con las reformaspropuestas.

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q Proyecto de Declaración dirigido al Congreso de laNación, solicitando la reincorporación de empleadosy obreros despedidos en el período comprendidoentre el 16 de septiembre de 1955 y el 25 de mayo de1973.

q Proyecto de Declaración, solicitando al PEN la rein-corporación o jubilación de empleados y/o funciona-rios cesanteados por razones políticas, gremiales ysociales, pertenecientes a IME, Ejército, Aeronáutica,Universidad Nacional de Córdoba.

q Proyecto de Resolución dirigido al Congreso de laNación, manifestando la urgencia de una nuevalegislación referente a la Administración de ObrasSanitarias de la Nación.

q Proyecto de Resolución dirigido al Poder EjecutivoProvincial solicitando la ampliación de la red de dis-tribución de agua en la localidad de la Paz, Departa-mento de San Javier.

q Proyecto de Resolución dirigido al Poder EjecutivoProvincial comunicando que consideraba necesaria yurgente la constitución de una Comisión Especial deEstudios y la elaboración de reformas que son nece-sarias en los Códigos de Procedimientos Civil yComercial, y Contencioso Administrativo de la pro-vincia y la Ley Orgánica del Poder Judicial”.

q Proyecto de Ley de creación de la Comisión de Estu-dios para el Desarrollo del Norte de la Provincia deCórdoba.

q Proyecto de Ley de Promoción Industrial.

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q Proyecto de Ley sobre eximición del impuesto inmo-biliario en toda la provincia a los propietarios de laúnica unidad de vivienda habitada por su titular.

q Proyecto de Resolución dirigida al Poder EjecutivoProvincial para que por intermedio del Banco Provin-cia de Córdoba y el Instituto de Promoción Indus-trial, solicite la interrupción de líneas crediticias a lafirma Cooperativa Cementera Argentina Ltda. hastatanto proceda a la reincorporación de los 123 traba-jadores despedidos en marzo de 1967, por causasgremiales y políticas.

q Homenaje en el 153º aniversario de la muerte delGral. Martín Miguel de Güemes.

Además de sus propios proyectos, el diputado HéctorCastro acompañó con su firma decenas de otros dediversa índole.

Durante la sesión extraordinaria de Homenaje por elfallecimiento del Presidente Juan Domingo Perón parti-cipó con un emotivo y militante discurso.