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Celebración de los dones de la mujer

Domingo 8 de marzo de 2009

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Celebración de los Dones de la Mujer

Domingo 8 de marzo del 2009 Celebrando a las Mujeres en el “Dia Internacional de la Mujer” y en el “Aniversario de Calvino”

Escrito por Dale Lindsay Morgan y traducido al español por la Rev. Marissa Galván-Valle

Su congregación o grupo de mujeres puede usar este recurso en cualquier fecha que escojan para

celebrar a las mujeres.

Llamamiento a la adoración: Del Salmo 22: 23-31

Líder: ¡Ustedes que adoran a nuestro Dios, alábenle! Pueblo: Yo cumpliré con mis promesas en presencia de tus adoradores y adoradoras. Líder: Todos los confines de la tierra se acordarán y se volverán a ti; todas las familias de las naciones se postrarán ante ti. Pueblo: Porque tuyo es el reino. Tú eres el que gobierna sobre las naciones. Todos/as: Mis hijos e hijas serán fieles a ti, y se les hablará sobre nuestro Dios por todas las generaciones. Ellos y ellas vendrán y proclamarán tu justicia a un pueblo que aún no ha nacido: ¡Dios ha hecho todo esto!

Oración de confesión: Basada en Marcos 8: 31-38 Amoroso Dios, te confesamos que hemos puesto nuestras mentes en cosas humanas y no en cosas divinas. Jesús enseñó que debemos cuidar a otras personas y que debemos negarnos a nosotros(as) mismos(as) y llevar nuestra cruz diariamente en nombre del evangelio. Sin embargo, pasamos nuestros días en un egocentrismo personal, ocupados por nuestras propias preocupaciones. Permite que podamos tomar nuestra cruz hoy y todos los días al alcanzar a las personas hambrientas con comida, al dar perdón a aquellas personas que necesitan ser perdonadas y aceptación incondicional para toda persona que necesite sentir tu amor. En el silencio, te pedimos que escuches nuestras oraciones.

Oración de confesión en silencio

Seguridad de perdón: Basada en Romanos 4: 13-25 El apóstol Pablo le recuerda a la iglesia en Roma que somos salvos mediante la fe a través de la gracia de Jesucristo. Esta salvación viene a aquellas personas que creen en las promesas de Dios quien «levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor. Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.» Amigas y amigos, crean en las buenas nuevas de evangelio; en Cristo somos perdonados y perdonadas. ¡Demos gracias a Dios!

Himnos sugeridos: basados en las lecturas para el 8 de marzo del Leccionario Génesis 17: 1-7; 15-16 «¡Al Dios de Abraham, loor!» El Himnario Presbiteriano #17 Salmo 22: 23-31 «Alma, bendice a Dios» El Himnario Presbiteriano #21 Marcos 8: 31-38 «¡Alzad la cruz!» El Himnario Presbiteriano # 394 Romanos 4: 13-25 «Canto de esperanza / Song of Hope» The Presbyterian Hymnal #432 «Canto de alegría» El Himnario Presbiteriano #314

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Sugerencias para el programa

Las lecturas del leccionario pueden inspirar a las personas que planifican la adoración a pensar sobre maneras en que las mujeres han comunicado su fe como madres, maestras, ancianas, diaconisas, y líderes de misión. La fe de las mujeres puede ser recordada con flores en el presbiterio, con nombres impresos en el boletín o con globos de helio o un reconocimiento en el servicio de adoración. Una exhibición de fotos sobre el ministerio de las mujeres puede ser desplegada. Cada congregación tendrá su propia manera de celebrar los dones de sus mujeres de fe.

Un acercamiento dramático

Como es mencionado, este día que es separado para celebrar los dones de la mujer coincide con el año en que se celebran los 500 años del nacimiento de Juan Calvino. La lectura del día de hoy de Génesis nos recuerda a Abraham, el «padre de las naciones», así que se podría decir que Juan Calvino fue «el padre de la fe reformada». Para aplicar los pensamientos de Calvino al liderazgo de las mujeres en la iglesia en el día de hoy, la siguiente escena corta puede ser usada durante la adoración. Las palabras de Calvino son citadas de su trabajo de dos volúmenes, Institución de la religión cristiana, aunque obviamente están sacadas fuera de contexto. Los números en paréntesis que indican el libro, capítulo y el título de la sección, no deben ser leídos en voz alta, sino que son incluidos como referencia. �ota: Esta escena corta no es un debate. Es una conversación. Las mujeres y Calvino deben sonreír.

La escena comienza con dos mujeres que convocan la celebración en adoración.

Primera mujer: Hoy celebramos los dones de la mujer en la Iglesia Presbiteriana. Segunda mujer: Y los dones de las mujeres aquí en [nombre de la iglesia]. Primera mujer: Este año también celebramos el cumpleaños número quinientos del padre de la tradición reformada Juan Calvino. Él nació en 1509. Segunda mujer: ¿Qué Calvino cumplió 500 años? ¡De verdad es muy viejo! Bueno… lo sería si no se hubiese muerte… ¿Él está muerto, verdad? Primera mujer: Desafortunadamente sí. Pero, a pesar de eso, su espíritu sigue vivo en la iglesia. ¡De hecho, creo que veo el espíritu de Calvino ahora, entrando por el pasillo! Calvino, quien puede ser representado tanto por una mujer como por un hombre, entra vestido con un abrigo y pantalones negros, un sombrero negro de tela suave y espejuelos o anteojos de leer. Tiene en sus manos tres libros: en una mano tiene la Biblia y en la otra tiene los dos volúmenes de la Institución de la Religión Cristiana. Si usted no tiene estos libros en la biblioteca de la iglesia, los puede substituir con dos libros que no tengan dibujos en sus carpetas. Al llegar Calvino, le da los volúmenes a la sorprendida segunda mujer. Primera mujer: Doctor Calvino, ¿Es una Biblia lo que tiene en su mano? Calvino: Sí. Porque como los viejos o los lacrimosos o los que tienen cualquier otra enfermedad de los ojos… aunque vean que hay algo escrito no pueden leer dos palabras, mas poniéndose anteojos (aquí Calvino comienza a ajustarse los anteojos) comienzan a leer claramente, de la misma manera la Escritura, recogiendo en nuestro entendimiento el conocimiento de Dios… nos muestra muy a las claras al verdadero Dios. (1.6.1) Primera mujer: Simplificando esto, ¿la Biblia expresa la palabra y la voluntad de Dios? Calvino: Ninguno puede tener siquiera el menor gusto de la sana doctrina, sino el que fuere discípulo de la Escritura. (1.6.3.) Segunda mujer: ¿Entonces, cuáles son los dos libros que tiene ahí Doctor Calvino? Calvino: Aunque la Santa Escritura contiene la doctrina perfecta, a la cual no podemos añadirle nada… sin embargo una persona tiene que saber que buscar en ella (Introducción a la Institución).

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Segunda mujer: (Leyendo el título) Institución de la religión cristiana. ¿Aquí es dónde usted explica como leer la Escritura y celebrar nuestros dones? Calvino: La Escritura nos presenta una excelente razón, enseñándonos que no debemos considerar en los hombres más que la imagen de Dios. Segunda mujer: Doctor Calvino, no solamente hay «hombres» (como usted dice) en la iglesia. ¡También hay mujeres! De hecho, hoy estamos celebrando los dones que las mujeres particularmente contribuyen a los ministerios de la Iglesia Presbiteriana. Calvino: En muchas ocasiones cuando la Escritura presenta una lista de seres humanos, nombra solamente a los hombres… ¡Si hasta los niños saben que las mujeres son incluidas en la palabra «hombres».! (2.8.3) Segunda mujer: ¡Pues yo espero que mis hijos e hijas sepan que yo no soy un hombre! Primera mujer: Hoy estamos celebrando los dones de las mujeres que enseñan en la iglesia. Vamos a pedirles a todas las maestras que se pongan de pie, a las que dan clase en la escuela bíblica y en los campamentos de verano, a las de jóvenes y adultos… ¡Todas de pie! (Se levantan). Calvino: Dios… no sólo quiere que nosotros leamos la Escritura atentamente, sino que también nos da maestros y expositores que nos ayuden a entenderla. (4.1.5) Primera mujer: ¡Estas mujeres han ayudado a muchas personas en su entendimiento! Mientras ellas se sientan (las maestras se sientan) celebramos los dones de las diaconisas, y tenemos que agradecerle a usted Doctor Calvino, el que haya enfatizado las funciones de las personas laicas en la Escritura. Los ancianos y ancianas, diáconos y diaconisas son líderes llamados por Dios y ordenados por la iglesia para servir junto al clero. ¿Se pueden poner de pie todas las mujeres de la congregación que han sido ordenadas como diaconisas? (Así lo hacen). Segunda mujer: (Mirando los libros que tienen en sus manos) ¿Usted escribió sobre las diaconisas en su Institución? Calvino: El origen, la institución y el cargo de los diáconos lo refiere san Lucas en los Hechos de los apóstoles. Los apóstoles… piden al pueblo que elija siete hombres de buena vida, para que se hagan cargo de esto. (4.3.9) Segunda mujer: ¿La iglesia solamente tenía hombres de buena vida? ¿Qué pasó con Febe, la diaconisa que Pablo menciona en Romanos 16: «Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas. Les pido que la reciban dignamente en el Señor, como conviene hacerlo entre hermanos en la fe»? Primera mujer: Por siglos, en la tradición reformada, solamente los hombres sirvieron como diáconos. Fue en 1906 cuando finalmente las mujeres presbiterianas fueron ordenadas para servir. Calvino: Nadie debe asumir un oficio público en la iglesia sin vocación. (4.3.10) Segunda mujer: Doctor Calvino, las mujeres si tenían vocación. Sin embargo, por siglos a las mujeres no se les permitió contestar ese llamado… pero ahora, si pueden hacerlo. ¿Las ve? ¡Estamos celebrando los dones de estas diaconisas! Primera mujer: Mientras ellas se sientan nuevamente (las diaconisas se sientan) invitamos a todas las mujeres que son ancianas de la iglesia a ponerse de pie. (Así lo hacen.) La Iglesia Presbiteriana votó, en el 1930, para ordenar a las mujeres como ancianas gobernantes. Calvino: Si queremos que la Iglesia vaya de bien en mejor, debemos procurar con diligencia, según dice san Pablo, “que todo se haga decentemente y con orden”. Primera mujer: La Asamblea General tenía tres resoluciones que considerar ese año. Una era el ordenar a las mujeres como ancianas. La segunda pedía ordenar a las mujeres como ancianas y predicadoras. La tercera era dar una licencia a las mujeres para que pudiesen predicar. Segunda mujer: ¡La Asamblea no estaba preparada para ordenar o dar licencia a las mujeres para que predicaran!

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Primera mujer: Así que la resolución que proponía la ordenación de las mujeres como ancianas fue aprobada por la Asamblea. ¡Y miren a todas las ancianas que están de pie en el día de hoy! Celebramos los dones que estas mujeres traen a nuestra congregación y a toda la iglesia. ¡Ustedes trabajan tanto que es mejor que se sienten a descansar! (Se sientan.) Calvino: Un líder de la iglesia de la antigüedad, Tertuliano planteaba que no se permita a la mujer hablar en la Iglesia, ni enseñar, ni bautizar… a fin de que no usurpe el oficio del hombre, y menos el del sacerdote. (4.15.21). Segunda mujer: Yo puedo recordar a muchas mujeres en los Evangelio que proclamaron a Cristo. ¡El testimonio de la mujer en el pozo hizo que toda su aldea fuera a ver a Jesús! María de Magdala fue enviada por el propio Cristo a ir y contar las noticias de la resurrección. Calvino: Las palabras de Cristo [a los apóstoles] son claras: «Id, enseñad a todas las naciones, y bautizadlas». Ya que él no nombra a otros como ministros para bautizar, sino a los mismos que designó para predicar el Evangelio, cualquiera que sin vocación legítima bautiza obra muy mal, al ingerirse en la jurisdicción de otro (4.15.22). Primera mujer: Sin embargo, Doctor Calvino, hemos extendido la ordenación que usted hizo disponible para los laicos para que incluya a las mujeres laicas también. Nuestras mujeres enseñan y dan testimonio del evangelio. No solamente eso, sino que ahora tenemos mujeres ordenadas al ministerio pastoral de la iglesia… ¡y hemos estado haciéndolo por 50 años! (�ota: Si hay mujeres pastoras en su congregación, este es el momento de reconocerlas.)

Calvino: … este es el más… útil ejercicio de humildad cuando Dios nos acostumbra a obedecer a su Palabra, aunque sea predicada por aquellas personas que son inferiores en dignidad. Porque ni el sol, ni los alimentos y la bebida son tan necesarios para la conservación de la vida presente, como lo es el oficio de los pastores para la conservación de la Iglesia (4.3.1,2). Primera mujer: Doctor Calvino, ha sido un regalo el tenerle aquí para celebrar los dones de las mujeres de la iglesia este año, para celebrar a las mujeres que están sirviendo en los oficios que estaba en las Escrituras y que usted reclamó para las personas: los oficios de maestro y maestra, diácono y diaconisa, y anciano y anciana. ¡Le damos gracias a Dios por su fe… y por la suya! Calvino: Tener fe es tener fijo el corazón con una constante certidumbre y una sólida seguridad, y saber dónde descansar y poner el pie con seguridad (3.13.3) Primera mujer: Su fe ha hecho que usted sea «un antepasado de las naciones». Así de numerosos son sus descendientes de la tradición reformada. ¡Feliz cumpleaños Doctor Calvino! Calvino: (Recogiendo sus libros y caminando hacia la salida por el pasillo) Yo me considero uno entre aquellos que escriben aprendiendo y aprenden escribiendo. (Prefacio a la Institución). Segunda mujer: ¡Y nosotras nos consideramos a nosotras mismas como mujeres que celebran los dones que han recibido de Dios! Primera mujer: Como diría Juan Calvino, «¡A Dios sea la gloria!» Dale Lindsay Morgan es una pastora presbiteriana honorablemente retirada y la autora de dos estudios

bíblicos de la Revista Horizons: Lo que ella dijo: Mujeres citables en las Escrituras y ¡Jubileo! El

Evangelio de Lucas para los/as pobres

Recursos

Douglass, Jane Dempsey.Women, Freedom, and Calvin. Philadelphia:Westminster, 1985. Douglass, Jane Dempsey y Margit Ernst-Habib.“Calvin, Ecumenism, and Justice.” Theology and Worship Occasional Paper No. 19. PDS item 70420-06-007** McKee, Elsie Anne, Trans./Ed. John Calvin: Writings on Pastoral Piety. New York: Paulist Press, 2001.