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3. EL TRABAJADOR Y SU EDAD. La edad como factor social en el trabajo tiene que ver con la imposibilidad o incapacidad para cumplir con sus papeles y responsabilidades debido al deterioro de sus habilidades, sin embargo consta decir también que es lo que se considera incumplimiento de las actividades en otros sectores económicos, es decir, que tan joven o madura es la mano de obra no dependientemente de un número asignado al cuerpo sino de su experiencia en el área de trabajo. La tasa de actividad varía acorde a la edad, siendo los grupos de 30 años los expectativos en tareas laborales y los de por debajo de los 30 inactivos, ya sea debido a su inestabilidad profesional o semicalificados en dichas tareas. Considerando los 64 años como límite por derecho a una pensión, empero como hemos dicho anteriormente, puedo no ser aplicado debido a la influencia sobre el hecho de que se conserve en el trabajo por una parte de la experiencia obtenida en la mano de obra a lo largo de su carrera profesional. Ésta actividad profesional más allá de la edad de los 60 años, como es en otros sectores variante, es de igual forma tanto en oficios y las categorías profesionales, la afluencia de nuevos trabajadores en las instrucciones escolares tienden a una nueva forma de construcciones, y por ende a un auge de trabajos potencialmente dirigidos a una renovación sobre- oficios, es decir a un rejuvenecimiento del sector profesional. Las relaciones entre trabajadores de avanzada

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3. EL TRABAJADOR Y SU EDAD.

La edad como factor social en el trabajo tiene que ver con la imposibilidad o

incapacidad para cumplir con sus papeles y responsabilidades debido al deterioro

de sus habilidades, sin embargo consta decir también que es lo que se considera

incumplimiento de las actividades en otros sectores económicos, es decir, que tan

joven o madura es la mano de obra no dependientemente de un número asignado

al cuerpo sino de su experiencia en el área de trabajo. La tasa de actividad varía

acorde a la edad, siendo los grupos de 30 años los expectativos en tareas

laborales y los de por debajo de los 30 inactivos, ya sea debido a su inestabilidad

profesional o semicalificados en dichas tareas. Considerando los 64 años como

límite por derecho a una pensión, empero como hemos dicho anteriormente,

puedo no ser aplicado debido a la influencia sobre el hecho de que se conserve en

el trabajo por una parte de la experiencia obtenida en la mano de obra a lo largo

de su carrera profesional. Ésta actividad profesional más allá de la edad de los 60

años, como es en otros sectores variante, es de igual forma tanto en oficios y las

categorías profesionales, la afluencia de nuevos trabajadores en las instrucciones

escolares tienden a una nueva forma de construcciones, y por ende a un auge de

trabajos potencialmente dirigidos a una renovación sobre-oficios, es decir a un

rejuvenecimiento del sector profesional. Las relaciones entre trabajadores de

avanzada edad o de diferentes a los 65 años, se definen pues cada vez más en

términos sociales: no es ya la capacidad física o psicológica del individuo, sino

cierto número de usos, ritos, normas, ligados a la organización de la industria, los

que deciden las etapas de la vida de trabajo. Como mencionamos y reafirmamos

anteriormente se puede ser viejo pero no demasiado para conservar cierto trabajo

debido pues a la experiencia o el conocimiento sobre dicha labor con objeto de

proseguir activo.

Fidel Antonio Cárdenas Díaz.

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VIII. EL DESEMPLEO

La noción de desempleo en un principio se encuentra establecido por censos

sindicales, y en aquellos dónde el trabajo está saturada en exceso de laboralistas,

los desempleados tienden a ganarse la vida de manera diferente a la de una

profesión por decirlo así, por ejemplo los socorristas a domicilio como parroquiales

reestablecen al individuo a una labor para que de esta manera haya un

desempeño no ocioso, sin embargo existe también el hecho de no participar en las

tareas que se le asignan por parte del necesitado, y más aun así obteniendo éste

cierto beneficio debido a la ley que estos grupos de asistencia promueven. Las

crisis suelen ejercer en el individuo cierta desidia hasta el punto de cebarlo como

funcional generando así la mendicidad como profesión. Estas obligaciones

suponen pues una legalidad más no moral, por el hecho de que el número de

menesterosos tiende a aumentar en razón directa por los socorristas y los

servicios que se le dan. En cierta forma las fuentes que generan desempleo

tienden a expandirse entre las masas ya sea porque están establecidas en los

censos por trabajadores en abundancia o por la generación de desempleo

mediante la solidaridad social. Y debido a que el desempleado es visto como un

hombre despojado de una parte de su capacidad de vida social éste tiende a

modificar sus técnicas de vida social, ya se trate de medios puestos en práctica

para ganarse la vida o de los medios por los cuales se liga a la comunidad, en

éste caso la asistencia tiende a buscarle y generarle estos medios sin que el

individuo tome iniciativa, generando así más desempleados. El análisis del

desempleo debe precisar tanto en las características de población activa como la

no activa más proveída, lo cual no es idéntico a la definición empleada como es la

palabra desempleo.

Fidel Antonio Cárdenas Díaz.