3.3. Literatura romántica - Lengua y Literatura / IES Camp de Túria (Liria, Valencia) – prof....

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4.3. Literatura romántica

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4.3. Literatura romántica

Introducción. La revolución romántica: conciencia histórica Tras el hundimiento del imperio napoleónico en 1815, Europa quedó

nuevamente sometida a los poderes del Antiguo Régimen y se restablecen las antiguas monarquías = enfrentamientos entre las tendencias absolutistas y liberales.

El liberalismo (económico y político) se convertirá en la gran doctrina del

siglo XIX.

Es también la época del nacionalismo a partir de un elemento común: la

creencia de que los pueblos con una historia, una lengua y unas costumbres propias constituyen una nación y, por lo tanto, tienen derecho a tener su propio estado, independiente de los demás.

Avance en la mecanización de la industria del continente, con lo que se

desarrolló la burguesía industrial y la clase obrera. A mediados del siglo XIX, el capitalismo se afianza como sistema económico dominante y estallan revoluciones burguesas, con la implantación de regímenes constitucionales que permitían la defensa de los intereses de esta clase.

Idea básica El hombre romántico pensaba que la realidad auténtica no estaba fuera del ser humano, sino en su propio espíritu, siendo una realidad no perceptible por los sentidos. De aquí arranca el culto al YO individual que llegaría a caer en el egocentrismo. El romántico pensará que el arte es una forma de conocimiento, y el artista, un "descubridor" favorecido por un don sobrenatural que le hace ser capaz de ver en su interior y poder comunicar a los demás mortales lo que ellos no pueden contemplar. El individualismo romántico fomentó también la exaltación de los sentimientos, la tendencia a abandonarse en las emociones violentas o suaves. El mundo de lo desconocido ejerció sobre los románticos una enorme atracción; pero entre ese desconocido ideal y el hombre se interpone la realidad. El artista tenderá entonces a proyectar sobre esa realidad su propio YO y, por tanto, la idealizará. El resultado de este proceso fue, casi siempre, en desencanto y la frustración

En un pequeño esquema, el recorrido emocional del

autor romántico se podría resumir en:

> lo que importa es la realidad del espíritu

arte = forma de conocimiento

> proyección del YO del escritor

> idealización de la realidad (para bien o mal)

> egocentrismo, frustración o exaltación

Temas predilectos el Romanticismo a.- Uso de motivos histórico-legendarios. El Romanticismo se interesó más por la Edad Media que por cualquier otra etapa del pasado. De ella recogió motivos y personajes muy diversos (reyes godos, árabes, castellanos,... con frecuencia recogidos de la tradición épica y trovadoresca). Ejemplo de ello es El señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco, seguidor de la fórmula de novela histórica planteada por Walter Scott. O El doncel de don Enrique el doliente, de Larra.

b.- Interés por las costumbres y el folklore local: el artista romántico tenía una fuerte conciencia regional y mostró gran interés por las tradiciones y costumbres del lugar en el que vivía (canciones, bailes, trajes, etc...) muchas veces mostradas de forma idealizada. Recordar la influencia en el folclorismo español de la obra de Washington Irving, Cuentos e la Alhambra. c.- Los sentimientos, en especial el amor y la muerte, en dos sentidos: a. un amor sentimental, que pone el mayor interés en los aspectos tristes y melancólicos, considerando el Amor como un ideal inalcanzable (por ejemplo las Rimas de G.A. Bécquer). b. un amor-pasión, entendido como sentimiento arrebatador e irreflexivo. Este tipo de amor suele ir unido a la rebeldía contra la sociedad, de manera que produzca tensiones y desgracias que suelen culminar en la infelicidad o la muerte (Don Alvaro, Don Juan). La muerte y su peculiar escenografía (cementerios, cipreses, tumbas, ...) son comunes en este período, como por ejemplo en El estudiante de Salamanca, de José de Espronceda.

d.- La religión, motivo de inspiración, aparecerá con frecuencia en forma de verdaderas increpaciones

a Dios que, según el pensamiento de la época, se presenta distanciado e insensible a los problemas

humanos.

e.- La preocupación política y social. Los escritores intentarán llevar la libertad a todas las esferas de

la vida humana: libertad en política frente al absolutismo, y en lo literario buscando la supresión de las

reglas que impidan la espontaneidad del autor. Esta preocupación política les lleva en ocasiones a hacer

críticas a la situación social española, como por ejemplo el artículo periodísticos de M.J. de Larra,

Vuelva usted mañana. Conectado con este punto, conviene señalar también los llamados "artículos

costumbristas" de Mesonero Romanos

f.- La evasión del mundo que los rodea situando las obras en otros mundos creados por la imaginación del artista, fruto del desencanto de su propio tiempo. En el terreno literario podemos hablar de cuatro evasiones posibles:

a/ Evasión en el espacio: por un lado, crearán un nuevo concepto de la naturaleza, entendida como algo dinámico y sobre la que los autores proyectan sus propios sentimientos. Será un espacio natural tormentoso, oscuro, escarpado, cargado de misterio. Por otra parte, muchos autores gustarán de localizar sus obras en lugares exóticos y alejados para así evadirse de la triste y decadente Europa. Canción del pirata, Espronceda. b/ Evasión en el tiempo: el pasado, y la Edad Media en concreto, atrajo poderosamente a los románticos, ya que la distancia en el tiempo y el desconocimiento de aquellos siglos, los envolvían en un cierto encanto misterioso. Fruto de esa evasión temporal es el que se ponga de moda España y, sobre todo, su Edad Media. c/ Evasión en el misterio: los románticos siempre estarán abiertos al enigma, al misterio y a lo desconocido. Ellos parten de la idea de que el misterio es inaccesible a la mente humana común, sólo unos pocos, los elegidos, pueden llegar a desvelarlo. Es en el misterio, en lo desconocido, donde encuentra el hombre la razón para vivir que le negaba la realidad, es un camino que se abre para la búsqueda del Absoluto. Ejemplo son las Leyendas de Bécquer.

g.- El sentimiento de rebeldía y libertad: la insatisfacción ante la realidad engendra también la rebeldía contra lo establecido. Como consecuencia de este sentimiento de rebeldía, los artistas del Romanticismo querrán verse reflejados en una serie de personajes que son símbolos o ejemplos máximos de esa rebeldía contra lo establecido: a/ Prometeo, que representa el levantamiento del hombre contra su propio destino y contra los dioses que le crearon (Frankestein, de Mary Shelley). b/ Satanás, el ángel caído que desafía a Dios y se burla de lo sagrado (Don Félix, en El estudiante de Salamanca). c/ Caín, que representa la rebeldía contra Dios y contra todo lo que es considerado "bueno". d/ Don Juan, buscador del Absoluto a través del amor. Don Juan Tenorio, de José de Zorilla.

Prerromanticismo alemán: el movimiento del “Sturm und Drang”

Las primeras manifestaciones del Romanticismo europeo tuvieron lugar entre 1800 y 1830, aunque se coincide en ver un precedente en el movimiento alemán “Sturm und Drang” (tempestad e ímpetu), que nace en la segunda mitad del siglo anterior. Su principal exponente es Goethe con obras como Werther (en la que el protagonista se enamora de una joven comprometida, con lo que al final acabará suicidándose) y Fausto (en la que el protagonista pacta con el diablo para conseguir la eterna juventud). Otras grandes figuras del posterior Romanticismo alemán, además de Friedrich Schiller (sus dramas como Don Carlo o Guillermo Tell) o Friedrich Schlegel (y su revista Athenaeum). .

Cuadro esquemático Alemania:

Primera generación: Sturm und Drang. Segunda mitad del XVIII. Escenografía macabra y tormentosa. Desajuste espiritual.

Segunda generación.- Hölderlin. Emoción ante el paisaje. Dolor ante la realidad contemporánea. Creación poética. Hombre abandonado por Dios. Sus creaciones estaban dotadas de gran sensibilidad y nostalgia, y su lenguaje se caracterizó por sus imágenes y símbolos. Destaca su composición El archipiélago, en la que canta su nostalgia por la Grecia clásica. Novalis. Ausencia de la amada y el deseo del reencuentro. La noche, símbolo de muerte, es vista como posibilidad de reencuentro. Escribió Himnos a la noche, en la que la noche es la descubridora del verdadero sentido del mundo y hace posible el retorno a una divinidad que el día ha corrompido

Tercera generación: Heine. Imitación de las formas populares. Sentimiento amoroso. Sátira social contra los valores alemanes.

Goethe, La despedida

¡Deja que adiós te diga con los ojos,

ya que a decirlo niéganse mis labios!

¡La despedida es una cosa seria

aun para un hombre, como yo, templado!

Triste en el trance se nos hace, incluso

del amor la más dulce y tierna prueba;

frío se me antoja el beso de tu boca

floja tu mano, que la mía estrecha.

¡La caricia más leve, en otro tiempo

furtiva y volandera, me encantaba!

Era algo así cual la precoz violeta,

que en marzo en los jardines arrancaba.

Ya no más cortaré fragantes rosas

para con ellas coronar tu frente.

Frances, es primavera, pero otoño

para mí, por desgracia, será siempre.

Hölderlin, Diotima (2)

Ven y apacíguame, tú que supiste calmar elementos,

luz de las musas celestes, del caos el siglo,

guía la lucha feroz con celestial armonía,

hasta ver en el pecho mortal lo disperso agruparse,

y la antigua índole humana, tranquila, valiente,

ver serena del vórtice del tiempo, y fuerte, surgir.

¡Vuélve al alma indigente del pueblo, radiante belleza!

¡Torna a la hóspite mesa, y al templo torna otra vez!

Pues que Diotima vive, como leve brote de invierno,

y aunque rica en su espíritu propio, busca la luz.

Pero ya el sol del espíritu, ya el bello mundo se oculta,

y en la noche glacial sólo hay fragor de huracanes.

Heinrich Heine

¡Otra vez Dios!... De nuevo la mañana.

De nuevo su pureza conseguida.

De nuevo en mi tarea, la encendida

propuesta de una estrofa soberana.

Florece el corazón. Cunde la sana

canción de lo que nace. Todo olvida.

La luz cae sobre el alma esclarecida

y el alma la acrecienta en su campana.

Naciendo está el amor, ¡oh dulce instante!

Posible es la bondad, Dios es posible...

La muerte y el dolor, mudos despojos.

Hay un silencio nuevo. Una fragante

promesa de ventura preferible...

Sólo recuerdo el valle de tus ojos.

Novalis, Himnos a la noche (emparentados con Versos nocturnos de Young y las Noches lúgubres de Cadalso, superan a ambos en profundidad y en perfección) ¿Qué ser vivo, dotado de sentidos, no ama, por encima de todas las maravillas del espacio que lo envuelve, a la que todo lo alegra, la Luz –con sus colores, sus rayos y sus ondas; su dulce omnipresencia–, cuando ella es el alba que despunta? Como el más profundo aliento de la vida la respira el mundo gigantesco de los astros, que flotan, en danza sin reposo, por sus mares azules, la respira la piedra, centelleante y en eterno reposo, la respira la planta, meditativa, sorbiendo la vida de la Tierra, y el salvaje y ardiente animal multiforme, pero, más que todos ellos, la respira el egregio Extranjero, de ojos pensativos y andar flotante, de labios dulcemente cerrados y llenos de música. Lo mismo que un rey de la Naturaleza terrestre, la Luz concita todas las fuerzas a cambios innúmeros, ata y desata vínculos sin fin, envuelve todo ser de la Tierra con su imagen celeste. Su sola presencia abre la maravilla de los imperios del mundo. (…)

En poesía destacan especialmente los poetas ingleses:

Wordsworth, con una poesía que se centra en el análisis del yo, la meditación solitaria y la emoción producida por la contemplación de la naturaleza.

Coleridge, que destaca por su Balada del viejo marinero, que cuenta la historia de un marinero que fue castigado por matar a un albatros con la muerte de toda su tripulación. Sin embargo, al final es perdonado por un ermitaño, que le impone como penitencia contar su historia . Las Baladas líricas de Wordsworth y Coleridge rompen con las reglas neoclásicas. Situaciones de la vida cotidiana en

lenguaje sencillo. Rechazo del racionalismo y desorden espiritual.

Lord Byron. Crea personajes marginados y rebeldes, que se preocupan sólo por sus necesidades personales. Destaca su poema Caín, en la que la historia de Caín y Abel se convierte en un reflejo de la rebelión romántica contra la injusticia divina por elegir a Abel y no a Caín, por haber creado un género humano que paga la culpa de sus primeros progenitores. Recordada es también su primera obra Childe Harold.

Las peregrinaciones de Childe Harold, W. Turner > recordar el descubrimiento y la importancia del paisaje en el Romanticismo

Percy B. Shelley, que compuso Adonais, que es una elegía por la muerte de Keats en la que hay una

aceptación serena de la muerte, porque esta siempre será derrotada por la inmortalidad del espíritu

humano. También escribió el drama Prometeo liberado, que cuenta la historia de la liberación de

Prometeo como rechazo de cualquier forma de tiranía.

John Keats. Destaca su poema Oda a una urna griega, que trata sobre el poder inmortalizador de la

belleza, manifestado en las producciones artísticas que elaboraron los antiguos griegos.

Lord Byron, Acuérdate de mí

Llora en silencio mi alma solitaria,

excepto cuando está mi corazón

unido al tuyo en celestial alianza

de mutuo suspirar y mutuo amor.

Es la llama de mi alma cual lumbrera,

que brilla en el recinto sepulcral:

casi extinta, invisible, pero eterna...

ni la muerte la puede aniquilar.

¡Acuérdate de mí!... Cerca a mi tumba

no pases, no, sin darme una oración;

para mi alma no habrá mayor tortura

que el saber que olvidaste mi dolor.

Oye mi última voz. No es un delito

rogar por los que fueron. Yo jamás

te pedí nada: al expirar te exijo

que vengas a mi tumba a sollozar.

John Keats, A la soledad

¡Oh, Soledad! Si contigo debo vivir, Que no sea en el desordenado sufrir De turbias y sombrías moradas, Subamos juntos la escalera empinada; Observatorio de la naturaleza, Contemplando del valle su delicadeza, Sus floridas laderas, Su río cristalino corriendo; Permitid que vigile, soñoliento, Bajo el tejado de verdes ramas, Donde los ciervos pasan como ráfagas, Agitando a las abejas en sus campanas. Pero, aunque con placer imagino Estas dulces escenas contigo, El suave conversar de una mente, Cuyas palabras son imágenes inocentes, Es el placer de mi alma; y sin duda debe ser El mayor gozo de la humanidad, Soñar que tu raza pueda sufrir Por dos espíritus que juntos deciden huir.

En el Romanticismo italiano destaca, sobre todo, por la figura de los escritores Ugo Foscolo (1778-1827), autor del famoso poema Los sepulcros, y de la novela epistolar (al estilo de Werther), titulada Las últimas cartas de Jacopo Ortis.

Importante es Giacomo Leopardi (1798-1837), cuyo pesimismo se vierte en composiciones como A sí mismo, El infinito o A Italia. Poesía pesimista y desconsolada por el enfrentamiento con la realidad. Sus temas son la superioridad de la Antigüedad sobre el mundo moderno y la soledad, así como una aguda crítica al cristianismo, por considerarlo culpable de la desaparición del mundo antiguo.

El romanticismo italiano tuvo también una gran novela histórica, I promessi sposi (Los novios), de Alessandro Manzoni.

Giacomo Leopardi, A Italia ¡Italia mía! Miro muros, arcos, columnas, simulacros, las caídas torres de nuestros padres; mas no encuentro la gloria, ni el hierro y los laureles que abrumaban a nuestros ascendientes. Hoy, inerme el seno muestras y la sien desnuda; ¡cielos! ¡Cuántas heridas! ¡Qué mortal lividez! oh, cuál te veo, ¡bellísima mujer! Al cielo digo y al mundo: ¿quién la puso en tal miseria? Y por mayor afrenta duras cadenas cíñenle los brazos. Así, suelto el cabello, el velo roto yace en tierra doliente y olvidada, y la faz escondida en el regazo, llora. ¡Llora, Italia infeliz! justo es que llores, tú, que a todos venciste en las dichas al par que en los dolores. (…)

Ugo Foscolo, Los sepulcros ¿Del ciprés a la sombra, en rica urna Bañada por el llanto, es menos duro El sueño de la muerte? Cuando yazga Yo de la tumba en el helado seno, Y no contemple más del sol la lumbre Dorar las mieses, fecundar la tierra, Y de yerbas cubrirla y de animales, Y cuando bellas, de ilusión henchidas, No pasen ya mis fugitivas horas, Ni, dulce amigo, tu cantar escuche Que en armonía lúgubre resuena; Ni en mi pecho el amor, ni arda en mi mente El puro aliento de las sacras Musas, ¿Bastará a consolarme yerto mármol Que mis huesos distinga entre infinitos Que en la tierra y el mar siembra la Muerte?

En cuanto a la novela: Walter Scott. Los personajes de Walter Scott son personajes planos, cuya personalidad no es analizada con profundidad. Escribió Ivanhoe, que presenta el conflicto entre normandos y sajones por el trono de Inglaterra en el siglo XII. En esta obra el protagonista es el joven valeroso sajón Ivanhoe, que se enfrenta al cruel Juan Sin Tierra, que había usurpado el trono a Ricardo Corazón de León.

Alejandro Dumas. Escribió las novelas de aventuras Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo.

Víctor Hugo. Destacan sus novelas Nuestra señora de París, que cuenta los amores desgraciados de Cuasimodo (campanero jorobado de la catedral de Notre Dame) y la gitana Esmeralda a la que ha raptado. Compone Los miserables, que trata de la historia de un hombre que después de pasar muchos años en prisión intenta iniciar una nueva vida.

Podemos destacar también dentro de esta novela histórica al ruso Pushkin con La hija del capitán (novela histórico-legendaria cuya protagonista es una heroica mujer) y al italiano Manzoni con Los novios.

Novela intimista, basadas en el conflicto espiritual del protagonista. J. W. Goethe (Las desventuras del joven Werther), Benjamín de Constant (Adolfo) o Alfred de Musset (La confesión de un hijo del siglo).

Novela gótica, en la que predomina lo fantástico y lo misterioso. Iniciada

con El castillo de Otranto (1764), de Horace Walpole, cabe destacar Mary W. Shelley (Frankenstein o el moderno Prometeo).

Novela sentimental: Jane Austen (con obras como Orgullo y prejuicio) :

Conflicto entre sentimiento y razón. Personajes de las clases medias y mujeres protagonistas que se apartan de lo común. Por lo general en un ambiente rural provinciano y con final feliz: matrimonio adecuado en lo estético, moral, sentimental y económico.

Novela costumbrista Novela por entregas (folletín) Novela histórica (Walter Scott)