Ubicado en el centro histórico de Coyoacán, en la Ciudad de México, el Centro Cultural “Los Talleres”, A.C., es un espacio alternativo e independiente que promueve y difunde el arte y la cultura. Este 2011, “Los Talleres” celebra tres décadas de actividad como un espacio que ha crecido orgánicamente a partir de ciertas ideas centrales, como propiciar el encuentro entre artes escénicas y artes plásticas, la formación artística y la creación de un Foro dedicado a la danza.

Fundado en 1981 por la coreógrafa, bailarina, maestra y productora, Isabel Beteta, al paso del tiempo se ha especializado principalmente en danza, disciplinas corporales y artes plásticas, atendiendo también otras expresiones y aspectos del arte con énfasis en proyectos multidisciplinarios a través de su escuela y de las presentaciones en su Foro.

En su escuela se ofrece una amplia gama de talleres que invitan al público en general a acercarse a expresiones artísticas como el cine, las artes plásticas, la joyería, la cerámica, la fotografía, y a disciplinas corporales como yoga, capoeira y danza, con especial atención a la danza contemporánea. En estos talleres hay una opción para cada interés, gusto, afición o sensibilidad para la formación amateur y profesional.

En el Foro de “Los Talleres”, emblemático escenario independiente por el que han transitado innumerables personalidades y obras coreográficas memorables, se programan a lo largo del año diferentes Temporadas con presencia de creadores e intérpretes nacionales y extranjeros, propiciando el encuentro entre creadores e intérpretes y entre éstos y sus públicos. Es un lugar de referencia para artistas e interesados en esta disciplina, reconocido como un espacio indispensable para la exhibición de propuestas contemporáneas independientes, tanto nacionales como extranjeras.

Un abrazo al corazón es la primera idea que me llega a la cabeza al considerar el es-fuerzo que significa una labor de 30 años en el campo de la difusión de la danza con-temporánea mexicana, ya que desde sus inicios la nave de Los Talleres ha surcado mares agitados y difíciles. Ha sido gracias al timón firme de su capitana Isabel Beteta que se ha podido sostener su rumbo e intención, ya que como espacio independiente ha estado siempre abierto para las propuestas alternativas de la danza de nuestro país y del extranjero. Proyecto insólito cargado de imaginación, generosidad, esfuerzo y cierta dosis de sana locura.

Isabel Beteta como bailarina, coreógrafa, maestra y promotora de danza demostró a muchos que la idea era posible, que iniciar una cruzada así podía ser difícil pero no im-posible, y la lección que yo aprecio es la de haber podido sostenerla por estos primeros 30 años, en los cuales varias generaciones de bailarines, coreógrafos y espectadores han hecho de su proyecto un referente cultural al sur de la ciudad de México.

La comunidad de la danza contemporánea mexicana puede reconocer en la nave de Los Talleres y en su fundadora a los cómplices incondicionales en tiempos difíciles y un aliado frente a la promesa institucional de tiempos mejores.

Un abrazo al corazón para Isabel y Los Talleres en estos tiempos de celebración con los mejores deseos para que sigan fortaleciendo sus sueños.

Luigi Enrico LanzaLuigi Enrico Lanza

“Las celebracionesson grandes momentos de suspensiónque nos aguardan en las encrucijadas”

Centro CulturalLos Talleres 30 años

CENTRO CULTURAL “LOS TALLERES”

Francisco Sosa 29, Coyoacán, Ciudad de México

DirecciónIsabel Beteta

CoordinaciónLourdes Reynoso

Apoyo AdministrativoOlivia MartínezPaz AguirreMarina Martínez

Jefe de ForoSilverio García

Diseño GráficoKarola Trost

Difusión y PrensaLena Díaz OrtízElizabeth NochebuenaGuillermo HernándezmuDanzas creadores en movimiento

Revista Conmemorativa30 AÑOS VIVIENDO LA DANZA

Coordinación EditoralLena Díaz Ortíz y Elizabeth Nochebuena

Diseño Gráfico y EditorialLiliana VelázquezGerardo CastilloLa Marmota Azul

ColaboradoresHéctor GarayHaydé LachinoMarco Antonio SilvaRoberto AguilarGloria MinauroRicardo Ramírez ArriolaCésar “Chacho” GuerraGustavo Emilio Rosales

Versión en línea:www.forolostalleres.com

Marco Antonio Silva

Un hogar para ladanza contemporáneamexicana

Los Talleres de Coyoacán, se pueden llamar con toda justicia “nuestros”, esa posesión única que se gana a fuerza de generosidad y permanencia. No hay bailarín o coreógrafo mexicano que no haya pisado, alguna vez en su vida, el escenario de este Centro Cultural. En la memoria de todos nosotros están esas noches dedicadas a montar luces, con el viento frío que llega del jardín y un café caliente en la mano para hacer aún más sabrosa la faena, mientras Don Silverio va enfocando luces y cómo hablar de la experiencia de este nuestro lugar sin mencionar la presencia de Ángela o Morgana, los perros amigos y compañeros de Isabel que siempre deambulan por el lugar y que son también parte de nuestros recuerdos.

A todos y cada uno de los que integran el equipo de trabajo de Los Talleres, se les habla con camaradería y afecto, porque de alguna manera forman, formamos, una gran familia que en lo sustantivo sabe estar unida en los momentos decisivos de la danza, como cuando nos reunimos para decir que la danza NO era una especie en extinción, o aquellas otras en donde el tema sería la seguridad social para todos y muchos tópicos más que hoy continúan siendo inquietudes vigentes del gremio dancístico.

Los Talleres son más que un Centro Cultural, son uno de los puntos referenciales de la danza contemporánea mexicana, no es casualidad que surgieran en el momento de mayor efervescencia artística que ha tenido en los últimos tiempos el arte coreográfico en nuestro país; Los Talleres son por sobre todas las cosas una más de nuestras cálidas y amorosas casas, un hogar que nos da referencia de nuestra pertenencia a la danza.

Hayde Lachino

Los Talleres:

foto: Cortesia Compania Andrea Cagnetti

Hoy, cuando el espacio forma parte ya de la dinámica de la danza, se nos olvida la audacia de la apuesta hecha por Isabel Beteta al abrir este Centro. En 1981 la danza contemporánea mexicana comenzó a construir, entre otras cosas, las condiciones sociales propicias para que la danza gozara del reconocimiento social que hoy tiene –aunque en este terreno aún falta mucho, pero mucho por hacer-, pero en aquellos tiempo, antes de las becas, dedicarse a bailar era una demostración de convicción y pasión.

¿Quién en su sano juicio apuesta su tranquilidad y su capital para invertirlo en un espacio para que las personas se dediquen a conectarse con el cuerpo o a presentar sus proyectos escénicos? Es obvio que nadie, que para hacerlo hay que estar francamente loco, de esa locura contagiosa que transforma vidas y realidades y cómo necesitamos, en los momentos actuales que transita el país, más de esa locura de quienes se empeñan en dar forma a sus sueños.

Decir que Los Talleres son un contrapeso necesario en las políticas oficiales de programación de los teatros; que son el único espacio independiente en el país, dedicado con exclusividad a la danza; decir que aquí han iniciado coreógrafos, bailarines y gestores que hoy son puntos de referencia; que por aquí han pasado compañías de todo el país, de muchos lugares del mundo, es decir sólo una parte de los aportes que se han construido en este espacio.

Decir que Los Talleres forman parte de nuestra vivencia personal, de nuestros ser íntimo como gente de danza en esta ciudad, en este país, es volver a ratificar nuestra apremiante sensación de gratitud por la locura que impulsó su creación y que a su vez, como espacio ya consolidado y validado hoy es centro motor de otras tantas locuras compartidas.

Felicidades por estos primeros 30 años de gozo y luchas compartidas.

CURSOS, TALLERES Y DIPLOMADOS EN CINE.Nuestros maestros cuentan con reconocida

trayectoria nacional e internacional.

Cinefilias, el espacio para aprender Cine.“Los Talleres”, Francisco Sosa 29. Coyoacán, D.F. / 5658-4455

www.cinefiliascursos.com.mx

años de Talleres 20 de

30

Isabel Beteta

Hablar de los 20 o 30 años de historia de un proyecto de vida es hacer un recorrido por la memoria de hechos que han formado la historia de un lugar pionero. A veces han trascendido los acontecimientos de esta historia: son las que se recuerdan, otras veces no. Como todo recuento hecho por la memoria, tendrá huecos, cosas que se olvidan: las intrascendentes.

Este año intentaremos hacer un recorrido por los acontecimientos que han sucedido en éstos años, entresacando aquello que ha quedado como recuerdo, parte de una historia; y lo que aún continúa teniendo vigencia con sus correspondientes transformaciones y adecuaciones.

¿Qué es entonces Los Talleres, de dónde salió?Es la respuesta al ideal de crear un espacio en el que artistas de diversas especialidades pudieran compartir y mostrar su proceso creativo.

Inició con el modelo de la “Bauhaus” como lugar que se dedicó precisamente a hacer eso: Experimentar y compartir hasta que dio luz a una escuela de diseño y de arquitectura que influyó por décadas a esos ramos. El otro modelo fue la compañía de los “Ballets Russes” dirigido por Diagiliev, quien supo reunir a los mejores artistas (músicos, bailarines, pintores que diseñaron vestuarios) para crear a la compañía mas trascendente de su época.

“Los Talleres” pretendía seguir el ejemplo, el ideario, la visión de gente y de lugares así, dentro de sus modestas posibilidades. La idea central era y es a la fecha estar en proceso; de ahí el nombre: Los Talleres

Así nació el Centro Cultural “Los Talleres” y ha pasado por todo tipo de procesos y etapas: Primero tuvieron las artes plásticas la precedencia con exposiciones de los artistas emergentes del momento (Alberto Castro Leñero, Gerardo Suter, Lourdes Grobet, y muchos más participaron) mientras, la danza exploraba que formato debía tomar.

foto: Cortesia DaDaDance Project “Soliloquios yDiálogos Bailados”

Poco a poco tomó forma la escuela de danza, las artes plásticas se fueron replegando, el edificio – la casona vieja - se fue transformando orgánicamente para dar cabida a los nuevos intereses y proyectos.

Así nació en 1990 el Foro de los Talleres como respuesta a la necesidad de mostrar los trabajos de prácticas escénicas de los alumnos de la escuela, e inmediatamente surgió el deseo de presentar danza profesional.

En ese momento y dadas las características íntimas del foro se generó la idea de “Soliloquios y Diálogos Bailados” que se puso en práctica en 1991.

Desde entonces ha conservado su formato: Un extranjero solista (o un dueto) y un mexicano (o dos) comparten un programa durante un fin de semana. La Temporada- Festival se ha expandido y las presentaciones se han llevado a otros lugares (Veracruz, Tlaxcala, Tijuana y dentro del propio D.F.)

Éste año celebramos dos décadas del Festival y tres del Centro Cultural ”Los Talleres” con una programación en la que participarán grandes personalidades de la danza mexicana y del extranjero, algunos se presentarán en el escenario y otros reflexionarán sobre lo que ha pasado en estos 30 años.

¿Cuáles han sido las grandes corrientes de la danza que nos han formado y cómo se han transformado, cómo se han mexicanizado?, ¿Han sobrevivido a la prueba del tiempo? ¿Cómo es que lo han hecho?, ¿Quién es el público de la danza contemporánea? ¿Qué se ha convertido en un género nuevo estable? ¿Para dónde va la danza contemporánea hoy?

Es con gran entusiasmo que nos embarcamos en un año de recuerdos, reflexiones y proyecciones con 30 AÑOS DE TALLERES 20 DE “SOLILOQUIOS Y DIÁLOGOS BAILADOS” y lo que seguirá.

foto: Cortesia Nemian Danza Escenica

foto

: ©Ri

card

o Ra

mire

z A

rrio

la /

360g

rado

sfot

o.co

m

foto

: ©Cé

sar "

Chac

ho" G

uerr

a

foto

: ©Cé

sar "

Chac

ho" G

uerr

a

foto

: ©La

Mar

mot

a A

zul

foto

: ©Ri

card

o Ra

mire

z A

rrio

la /

360g

rado

sfot

o.co

m

foto

: ©G

loria

Min

auro

foto

: ©G

loria

Min

auro

foto

: ©Ro

bert

o Ag

uila

r

foto

: ©Ro

bert

o Ag

uila

r

Al pasar de los años, o todo se hace viejo, o permanece inalterable , inmutable, inamovible. Si se trata de danza, intelligent motion como la calificara Alvin Nikolai, los lenguajes coreográficos consagrados, permanecen en la medida de lo posible, puros, intactos y, en la medida de lo improbable, se incrustan en el corazón de las nuevas tendencias, germinan, híbridos, asimilados y perfectamente identificables, en los nuevos patrones de movimiento.

Los estilos, las escuelas coreográficas, a la vez que envejecen a la luz de nuevas premisas, permanecen intactas, como si fuesen nuevas, como si fuesen actuales y, en gran medida, lo son. La danza ha grabado su historia en innumerables cuerpos que aún pululan sobre los escenarios y en los salones de clases. Wigman, Graham, Nikolai, Limón, Bausch, Cunningham, Norton, Ailey, Murray, entre otros, prevalecen, son transmitidos de generación en generación de bailarines, e inf luencian la producción de obras y desde luego, inciden en la docencia. Y claro, al paso del tiempo, surge también y permanece, un espacio independiente consagrado a la danza, que es generador, cantera, y prohijador de nuevas tendencias, protector de las existentes y muchas veces ejerce para beneplácito de creadores e intérpretes, un mecenazgo pródigo, digno de un nuevo Renacimiento.

Estamos hablando del coyoacanense Centro Cultural Los Talleres, bajo la égida de Isabel Beteta, que desde hace ya 30 años, se inscribe por derecho propio en una denominación de origen que lucha por su pervivencia , cultural e independiente, habiéndose constituido como el primer espacio off inba en los prodigiosos años 80, que se abocó a la tarea específica de acunar, acoger y auspiciar a una amplia representatividad de la naciente danza contemporánea mexicana, un fenómeno estético único e irrepetible, que emanó del esfuerzo de cientos de bailarines y coreógrafos, empeñados en camb iar el paisaje coreográfico nacional con su arte y porque no decirlo, con su disidencia.

La danza de las cosas20 años de Soliloquios y

Roberto Aguilar

foto: ©Roberto Aguilar

Diálogos Bailados

La temporada Soliloquios y Diálogos Bailados cumple 20 años.

Durante este lapso, Los Talleres de Coyoacán, se ha convertido en referente obligado de la danza contemporánea independiente y no solo eso, también en campo de prueba y laboratorio donde se catan y degustan las nuevas ofertas coreográficas, donde se calan los noveles creadores, los consagrados, los reconocidos y los desconocidos. Una pléyade de bailarines mexicanos e internacionales, ha danzado en este breve espacio, unas veces abarrotado, otras medio vacío o medio lleno, según se vea. No obstante y por ello, la función ha continuado.

Desde la Danza moderna americana hasta la Danza contemporánea internacional, pasando por el Butoh y el Teatro de danza alemán, mejor conocido entre nosotros como danzateatro, todas las corrientes, y como no, los posmodernos también, han conformado la programación, año con año, de esta temporada sostenida a toda costa que es muestra de la congruencia y el compromiso de una mujer, Isabel Beteta, ella misma bailarina y coreógrafa también, que ha hecho posible el sueño de muchos.

Danzaria

Hablar de danza contemporánea es una paradoja, una construcción entre poética y profética de un destino sin cumplir. Entre la felicidad hedónica de un trayecto con múltiples posibilidades imaginativas y el logro no exento de frustraciones de un destino que nos obligará a empezar siempre de nuevo y casi desde cero.

Dentro de este panorama Isabel Beteta ha construido un lugar dentro de la danza en México. Podríamos entender el lugar como el sitio en una jerarquía o el sitio físico en un territorio. Lo primero no le preocupa, con la humildad de estar a diario inmersa en la creación. Lo segundo es mucho más que una sede para su compañía o un edificio donde tomar una clase interesante. Ha creado un espacio cultural en todo el sentido de la palabra. Aquel espacio físico sí, pero con amplios significados que se irradian en una comunidad.

Los significados como vasos comunicantes estrechan las relaciones entre grupo-escuela-foro-temporadas que se constituyen en el cuarteto de formas de expresiones culturales que se vinculan entre sí y llenan de vida el Centro Cultural Los Talleres. Este espacio que ahora cumple tres décadas de acción cultural ininterrumpida en el panorama de la danza contemporánea en nuestro país. El cuarteto de acciones culturales es indisoluble desde hace tiempo, se relaciona y refuerza uno a otro. Hablaré de uno de estos elementos, una cara visible a los espectadores: las temporadas y de manera particular la de Soliloquios y diálogos bailados. Una temporada pensada y realizada como un homenaje a una de las esencias de la danza: la interpretación aunada a una inteligencia sensible.

Festivales y temporadas de solistas van y vienen; los soliloquios perduran por la sagacidad en la selección de los artistas. En el foro de Los Talleres, durante los primeros meses del año sabemos que habrá un reto compartido con los espectadores.

Personajes, danza pura (como si esta existiera), experimentaciones, combinaciones multimedia, diversos estilos en una temporada que tiene ya un sitio dentro de la programación de la danza en la ciudad de México. Un gran acierto que se conjuga con los otros propósitos del Centro Cultural Los Talleres y que con toda seguridad seguirá su trayecto por muchos años más.

En espera delos SoliloquiosHéctor Garay

foto: ©La Marmota Azul

foto: ©Gloria Minauro

El Centro Cultural Los Talleres celebra este 2011 la vigésima edición del Festival “Soliloquios y Diálogos Bailados”, que a lo largo de los años se ha consolidado como una de las temporadas de danza más esperadas en nuestra ciudad por presentar las expresiones más personales de intérpretes y creadores, mexicanos y extranjeros, que más allá del virtuosismo técnico propio del bailarín, son destacados por su madurez escénica y por sus muy particulares universos creativos.

Con una programación rica y diversa en estilos y tendencias creativas, esta temporada internacional expondrá y reflexionará acerca de las grandes corrientes o Escuelas de la danza y del cómo, a partir de éstas, se ha influído en la re-configuración de la expresión contemporánea de la danza en este milenio.

Del 11 de febrero al 13 de marzo, se presentarán a creadores e intérpretes provenientes de Estados Unidos (Kathryn Alter y Martin Lofsnes), de Portugal (Andrea Gabilondo), de México (Shanti Oyarzábal, Lola Lince, Antonio Salinas, Serafín Aponte, Rodolfo y Saúl Maya, Oscar Ruvalcaba e Isabel Beteta), y de Japón (Natsu Nakajima), que en cinco programas diferentes compartirán el escenario con trabajos maduros, de autor, escénicamente emocionantes e inquietantes para el espectador.

Con apoyo del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del FONCA, del Instituto Nacional de Bellas Artes a través de la Red Nacional de Festivales de Danza, y en alianza con diferentes instituciones culturales de México y del extranjero, esta vigésima edición extenderá sus actividades llevándolas también a otros recintos del Distrito Federal..

Además de funciones en el Foro de Los Talleres, en el marco del Festival, del 10 de febrero al 12 de marzo se realizarán presentaciones en la UAM Iztapalapa; se ofrecerán dos cursos especiales de danza para estudiantes y profesionales: “Danza Butoh” con Natsu Nakajima y “Técnica Limón” con Kathryn Alter; se dará inicio al ciclo de mesas de reflexión en torno al arte coreográfico “Pasado y futuro de la danza contemporánea en México”.

foto

: ©O

scar

Lar

a

360º