30 años compartidos

34
1

Transcript of 30 años compartidos

Page 1: 30 años compartidos

1

Page 2: 30 años compartidos

2

Indice

5 Listados de alumnos y profesores9 Letras de himnos10 Notas del blog11 Jornada espiritual15 Carta de Rosana16 Anécdotas23 La llegada de la democracia29 Nuestro viaje de egresados33 Un ciclo se cierra34 A modo de epílogo

Page 3: 30 años compartidos

3

En este breve trabajovan a encontrar algunas anécdotas y co-mentarios que son, en su gran mayoría,

frutos de blog que creó Patricia López parala promoción 1983 del Colegio San Vicente

de Paul.

Hemos agregado todas las fuentes gráficasque pudimos recolectar, y si bien no todas

están incluídas en el libro, encontrarándentro de este disco un archivo completo

de las fotos de diversos compañeros ycompañeras que gentilmente las cedieron

para poder compartirlas con todos ustedes.Además de fotografías hallarán invitacionesa cumpleaños, pequeños escritos y dibujos

de esos años.

Como en todo trabajo de selección hemossido parciales y faltarán algunas cosas... lo

arreglaremos para la próxima.

También nos pareció interesante acompañaresto con algunos archivos de música de ese

momento.

Esperamos que les guste y les traiga bue-nos recuerdos.

Page 4: 30 años compartidos

4

Escribir sobre lo que pasó hace tantos años puede ser es-quivo, hasta inexacto en algunos casos, pero creemosque recordar (que significativamente en latín quieredecir «volver a pasar por el corazón») es bue-no, hace bien y reconforta.En ciertos casos un sutil olvido parece serel velo que suaviza y hace mullidas aque-llas cosas que fueron difíciles o du-ras,... y lo agradecemos. Cuando in-tentamos recordar esos cinco añoshay momentos que vienen con unanitidez espantosa, y otros queacarician con borrosa ternura, lle-vándonos por un breve instantehasta allí, hasta esos luminosospasillos o hasta las aulas de pi-sos de madera, o hasta lossombrias habitaciones superiores.Cuando entramos por primera vez,una fatal y hermosa mañana defebrero, con un porcino cancerbe-ro matemático por tutor del ingre-so, creímos que el momento seríaeterno, que nunca nos iríamos. Y asífue: algo de cada uno de nosotros, algode todos, aún vaga gritando y callandopor ese edificio donde, sin dudarlo, fui-mos felices.Recordemos ahora entonces, nuestros momentos.

¡Señores, de pie!La promoción número 22 del

Instituto San Vicente de Paul está presente.

Page 5: 30 años compartidos

5

Formación OriginalMarzo 1979Burden, AndreaBurgueño, Lila InésCaro, GladysCarranza, SilvanaCassarotto, SandraCastelluzzo, MarielColl, SandraEstrada, MarcelaLópez, Patricia AlejandraMartín, MarinaOporto, SilviaOsterrieth, María FernandaRovitti, GladysRuiz Díaz, SandraSchiagno, RosanaVillasboa, Julia

Brüllhmann, Fernando AndrésCarizzoni, MarceloCejas, JavierDinamarca, FernandoGagliolo, EduardoGerstner, Luis AlbertoGianola, Marcelo FernandoKikuchi, AngelKubitza, WalterLeonardi, AdriánLeonardi, MarceloLezcano, Manuel

Montes de Oca, ClaudioPintos, Matías GonzaloRozo, GermánSosa, Fernando CarlosSpavioli, DanielStraccia, Renán DanteTakasima, JorgeVan der Raadt, Luis

2º Año (1980)Entraron:Maidana, Miguel ÁngelHallof, Rubén DaríoLavieri, Luis Emilio

Lopes, HéctorMartínez, ClaudioZírpolo, Gerardo GabrielBarboza, SilviaBeliera, LorenaCámara, ?Rossi, Paticia

Salieron:Osterrieth, María FernandaVan der Raadt, Luis

Page 6: 30 años compartidos

6

1er. añoFrancisco Martínez El chancho (Matemática)Ioshimitsu El japonés (Actividades Prácticas)Sra. de Martínez (Dibujo)Gloria Vanutini La Vanutini (Geografía)Alicia Blois La Blois o La Tete (Castellano)María Di Doménica La Tana (Historia)Víctor Morra El Padre (Francés)Álvarez La Gallina Turuleca (Cultura Músical)Amalia (Educación Física)Olivo Montini Pinin (EducaciónFísica)Isabel Guardia La Negra (Formación Moral y Cívica)Marcelo Rojas (Religión)Ada Paupy de Amor (Biología)Noemí Farfaro La Momia (Preceptora)

2do. AñoLaura Walker (Matemática)Martínez (Dibujo)Teresita Gashu La China (Geografía)María Rosa Pallota La Garza (Castellano)María Di Doménica (Historia)Víctor Morra (Francés)Héctor Galatro El Sapo (Música)Adriana Díaz (Educ. Física)Isabel Carozo (Catequesis)Ada Paupy de Amor (Biología)

3er. AñoLaura Walker (Matemática)Carina Gómez (Dibujo)Sara Cufré (Historia)Teresita Gashu (Geografía)Alicia Blois (Castellano)Rosa María Calado (Biología)Ferreti / Mauricio Gómez (Contabilidad)Héctor Galatro (Música)Victor Morra (Francés)Isabel Monsalvo (Física y Química)Isabel Carozo (Religión)

Listado de profesores durante los 5 años(con sus respectivos apodos, obviamente)

Page 7: 30 años compartidos

7

4to. AñoPaupy de Amor (BiologíaUrbisaglia El Daddy (Inglés)Laura Walker (Matemática)Sara Cufré (Historia)Teresita Gashu (Geografía)Alicia Blois (Lengua y Literatura)Isabel Monsalvo (Física y Química)Isabel Carozo (Religión)

5to. AñoRoberto Gaytan (Instrucción Cívica)Olga Gaido (Inglés)Monsalvo / Toro (Química)Ana María Fernández La Melón (Física)Scarzi (Biología)Alicia Pagliarani (Psicología)Alicia Blois (Lengua y Literatura)Laura Walker (Matemática)Isabel Carozo (Religión)Urbisaglia (Filosofía)Teresita Gashu (Geografía)Sara Cufré (Historia)Olivo Montini (EducaciónFísica)

Page 8: 30 años compartidos

8

Cumpleaños

Las chicas:Barboza, Silvia (29/1)Burden, Andrea (16/6)Burgueño, Lila (30/11)Carranza, Silvana (19/5)Castelluzzo, Mariel (5/9)López, Patricia (17/12)Martín, Marina (21/12)Oporto, Silvia (13/9)Rovitti, Gladys (27/6)Ruiz Díaz, Sandra (16/1)Schiagno, Rosana (30/8)Villasboa, Julia (28/11)

Los chicos:Brüllhmann, Fernando (10/12)Gagliolo, Eduardo (2/11)Gerstner, Tito (29/4)Gianola, Marcelo (22/11)Hallof, Rubén (12/11)Kikuchi, Angel (23/5)Leonardo, Marcelo (4/12)

Maidana, Miguel (27/6)Montes de Oca, Claudio (19/1)Pintos, Matías (13/4)Sosa, Fernando (15/9)Spavioli, Daniel (29/4)Straccia, Renán (16/9)Takasima, Jorge (5/3)Zírpolo, Gerardo (7/2)

Page 9: 30 años compartidos

9

Himno al colegio SanVicente

En un grito de amor el corazóna entonar va con ínclito valorproclamando juventud vicentinaque es tu ideal el saber y la virtud.Y luchar por la fe en Cristo Rey,y el honor del colegio San Vicente.Con la bandera blanca y azuladaen alto, en alto la mirada.Adelante, adelante, juventudjuventud a la brega.Prometamos seguir siempre el ejemplodel padre de los pobres,que Escobar sea la flor de caridad.

Juventud argentinatu ideal es viva llamade una gran renovaciónes un grito de heroísmoque venera el patriotismocon la fe del corazón.

Padre Machina

Himno a San Vicente

Padre de los pobres, pastor de los humildestu paso por la vida fue siembra del amortu mano abierta al pobre, tu corazón maestrofue padre San Vicente, evangelio en acción.

Fuiste paz en guerras, bandera en las batallaspor un mundo fraterno, de los pobres la voz.Poblaste los caminos de manos sembradorasde hombres y mujeres en pos del Redentor.

Sublime San Vicente, imitador de Cristoun fuego de evangelio quemó tu corazón.El cielo de tu Francia cubriste de palomasy pies de misioneros que al mundo trascendió.

El sacerdote pobre, el ilustrado obispola dama de nobleza formaron tu legióny una semilla nueva del corazón de Cristodió flores para siempre, la iglesia renovó.

Tu herencia preferida, el pobre, el desvalidoauna a los hombres golpeando el corazóny los fieles del mundo hoy buscan tu banderade servicio y de entrega al Cristo del dolor.

Page 10: 30 años compartidos

10

Notas del Blog

El 19 de julio de 2007 nacía la idea decrear un medio que sirviera para com-partir momentos y novedades con quie-nes egresaran del SanVi en 1983… Asísurgió este blog, nuestro blog.Hoy, en vísperas del Día del Amigo,quiero inaugurar este blog en honor amis compañeros del Sanvi, e invitarlosa sumarse ingresando comentarios y agenerar nuevas reuniones.De este modo propongo un lugar vir-un lugar vir-un lugar vir-un lugar vir-un lugar vir-tual de encuentro, con la esperanzatual de encuentro, con la esperanzatual de encuentro, con la esperanzatual de encuentro, con la esperanzatual de encuentro, con la esperanzade que ese encuentro no sea sólo vir-de que ese encuentro no sea sólo vir-de que ese encuentro no sea sólo vir-de que ese encuentro no sea sólo vir-de que ese encuentro no sea sólo vir-tualtualtualtualtual... con la intención de que no nosquedemos en buenas intenciones sola-mente y que no se pierda el cariño fra-terno que nos tenemos...

Los hechos más destacados fueron:*Haber reencontrado a la Batra y haberla sumado como una partícipeentusiasta de nuestras reuniones, y comentarista de lujo del blog.*Haber conseguido un eco desde nuestra Patagonia por parte del traviesoe inolvidable Matos.*Haber podido estar presentes representando a nuestro grupo durante lafiesta del cincuentenario del colegio.*Haber logrado que algunos se animen a insertar comentarios en el blog,que sirven como prueba de que hay alguien del otro lado, y que las notaspublicadas están destinadas, efectivamente, a los integrantes de lapromo’83.

Page 11: 30 años compartidos

11

Jornada espiritualDurante la jornada espiritual realizada en las instala-ciones del colegio, allá por el año 1981, en momen-tos en que cursábamos el 3er. año de la secundaria,un grupo de alumnos planeaba un encuentro noctur-no… obviamente, a escondidas de la profesora decatequesis, Isabel.Alguien –no recuerdo quién- había llevado un equipode música, y algunos cassettes con los temas delmomento (¡¡los greatest hits de los 80’s, súper deonda!!), y se comenzó a correr una voz entre los miem-bros del grupo.“Esta noche a las 2 de la mañana nos juntamos todosen la terraza… avisá a los demás…”Pocas voces sensatas se escucharon decir “¿Para qué?¿Y si nos pescan?”

No importaba si nos pescaban, la idea revolucionaria eraencontrarnos todos –chicos y chicas- en la terraza, con elgrabador, para escuchar música bajo las estrellas…Yo, la chica seria, la tímida y poco traviesa, tuve en aquelentonces un rapto de rebeldía adolescente y me enganchéen esa movida, por lo tanto me había ofrecido a ir habita-ción por habitación para despertar a mis compañeras.Fiel a mi palabra, puse un despertador a la hora convenida ycon mucho cuidado empecé a susurrar en cada cama, parano despertar a los mayores. Me costaba más de lo pensadodespertarlas… había algunas que roncaban, literalmente, yno me escuchaban.Marina se despertó sobresaltada y exclamó: «¿Ehhh? ¿Ehhhh?«¿Ehhh? ¿Ehhhh?«¿Ehhh? ¿Ehhhh?«¿Ehhh? ¿Ehhhh?«¿Ehhh? ¿Ehhhh?¿Qué pasaaa?»¿Qué pasaaa?»¿Qué pasaaa?»¿Qué pasaaa?»¿Qué pasaaa?», en voz alta… y fue mi perdición… Escuchépasos rápidos y decididos en el pasillo. ¡Era Isabel! ¡¡Y enci-ma yo no estaba en mi habitación!!

Page 12: 30 años compartidos

12

No sé si recuerdan, pero las camas eran de hierro, altas, similares a las que hay en los hospitales,que además de chillar cuando nos cambiábamos de posición, no ocultaban a nadie que quisieraesconderse debajo. Tonta de mí…Lo único que atiné a hacer fue meterme bajo la cama, sabiendo que en ese momento se me iba aacabar la aventura…

“¡¡NENA!! ¿¿ QUÉ ESTÁS HACIENDO AHIIIIIIÍ??...”“¡¡NENA!! ¿¿ QUÉ ESTÁS HACIENDO AHIIIIIIÍ??...”“¡¡NENA!! ¿¿ QUÉ ESTÁS HACIENDO AHIIIIIIÍ??...”“¡¡NENA!! ¿¿ QUÉ ESTÁS HACIENDO AHIIIIIIÍ??...”“¡¡NENA!! ¿¿ QUÉ ESTÁS HACIENDO AHIIIIIIÍ??...” fue el grito de Isabel.Tartamudeé cualquier respuesta, así que nunca le respondí realmente... allí confirmé que se habíaacostado vestida, porque sino no podía haber llegado tan rápido, con toda la ropa puesta y concara de sueño interrumpido.Y sí… si me preguntan, sentí un poco de culpa, pero ello no me impidió saborear haber hecho algoen contra de las reglas (aunque me haya mojado el camisón del susto... ).

Page 13: 30 años compartidos

13

Recuerdos del encuentro espiritual- Las naranjas que golpeábamos contra la pared para aflo-jarles el jugo (al Palomo se le reventó una en el intento…).- Los desayunos con tostadas con mermelada y margarina(“no es manteca”, dijo Matos).- Los encuentros en la capilla donde decíamos lo que nosmolestaba de nuestros compañeros (recuerdo las miradas

azoradas de algunos, que no entendían de qué les estába-mos hablando… en mi caso recuerdo que le pedí perdón aFernando B. y su mirada era un enorme signo de interroga-ción… “¿De qué estás hablando, Willis?”).- Los momentos de terapia grupal que nos llevaban al llanto.- Las charlas que nos daban Isabel y el cura.

Page 14: 30 años compartidos

14

- Los fogones.- Las tazas de sopita quick al anochecer.- Las canciones de Gerardo, con el Colo en guitarray Silvana en flauta dulce (únicas e inolvidables).- Las travesuras del Portugués Lopes.- La máscara azul de Germán Rozo.- Las payasadas del Taka.- Las carcajadas de Marina (¿el aparatito de la risaya estaba entonces?).- Las firmas de los libritos, con recuerdos y dedi-catorias de todos, inclusive de Isabel.

Además…- Se acuerdan de la carta que le escribimos al pa-trón de la Batra para que le dé franco esos días? Eltexto decía: “Escúcheme Don Patrón: Queremos queSilvia venga al encuentro. (21, 22 y 23/10/81)Firma 3er. Año Sanvi”. Y le seguían las firmas nues-tras. Acá está la prueba...- En uno de los fogones representamos “La Pelu-quería de don Mateo”, con Rubén como Don

Mateo, Silvia O. comoAlelí, Berta comoYuyito, creo que elColo como Rolo… ay,ayúdenme arecordaaaarr!!El Pigme y Matostambién actuaban, yno podía faltar el ac-tor del grupo, elTaka…

Page 15: 30 años compartidos

15

Fragmento de unacarta de Rosana a laBatraInstituto San Vicente de Paul5to. Año. Hora de HistoriaMartes 2 de agosto de 1983

Queridísima “Batra”:Estamos en la hora de historia, y te escri-bo porque tengo unas ganas “grandísimas”de VER TUS FOTOS (¿se nota?)…Quiero que sepas que nunca nos olvidamosde vos y que me gustaría en serio que ven-gas a mi casa o al colegio (por favor avisácuándo). Vení pronto.El jueves vamos al Planetario, pero a las12 hs., así que tenemos clase como siem-pre.

Te cuento:Gerardo: escucha a la Tana. Ay, terminóde leer!Montes: se pellizca la cara.Renán: hace dibujitos.Kiku: anota lo que hay que escribir.Marina: dormita feliz y contentaSilvana: escribe ¿qué?... no sé…Andrea: vuela y delira con comida ¡quierecomer camarones!Fernando B. y Marcelo G.: juegan.

Miguel: mira y habla.Tano: tiene medio turrón paracomerse, pero como la Tana lepescó la otra mitad, está es-perando que termine la horapara comerlo.Eduardo: habla con Marcelo G.Tito: está enojado porqueMatías le escribió el blaizer.Matos: está escribiendo unacarta.Marcelo: usa anteojos y ahoraestá, no sé, escribiendo unacarta.Fernando: charla con Silvia yMiguel.Lila: no sé qué escribe.Mariel: le duele la panza.El Gordo: está volando.Taka: se caga de risa.Patricia: mira revistas y se ríe.Julia, Sandra y Gladys: estánrisueñas.Ah! Y yo: le estoy escribiendo una carta a una ploma, chantay cheta amiga mía.Espero que vengas esta semana y que escribas. ¡Ah! ¡FELIZDÍA DEL AMIGO!¡LLEGÓ EL DADI!Te quiere mucho…

Rosana SchiagnoPdPdPdPdPd: Parece que viene Alejandro Lerner a Sportivo. Despuéste digo cuándo para que vengas.

Page 16: 30 años compartidos

16

Anécdotas

La lección de historiaLa Tana: -A ver, a ver... quién me dahoy una hermosa lección...(comienza a mirar a los alumnos, mien-tras Pintos se escribe un machete en lamano, Martín suspira, Carranza y Mon-tes de Oca repasan la lección en vozbaja, Oporto mira para otro lado,Leonardi, distraído, conversa conBurden…, Takasima le cuenta chistes aCastelluzzo… y los demás la miran con

pánico rogando que apunte la vista paraotro lado…)

La Tana: -Leonarrrrrrrrrrrdi, pase alfrente.(Leonardi, justo que daba una carcaja-da, medio se atraganta pero toma cora-je y pasa al frente).

La Tana: -A ver Leonarrrrrrrrrrrrrrrdi,hábleme de la Babilonia deNabucodonosorrrrrr.Leonardi:- Bueno, en Babilonia estabaNabucodonosor, y bueno… ejem…

construyó palacios y otras cosas comotemplos y fuertes pero después los de-molió Jerjes y … estem… cuando fueHerodoto a visitarlo estaba todo des-truido… y….

La Tana: -Siéntese. TIENE UN UNO.

Un actor en la familiaFines de Septiembre de 1983… Se acer-ca el fin de las Vicentinas y todavía nopreparamos el sketch que cada cursopresenta tradicionalmente para el cie-rre de las jornadas.Todavía estamos con la divagación pos-terior al viaje de egresados… algunospensando en preparar el examen de in-greso a la facultad… otros decidiendola carrera…En fin, hubo poco tiempo para prepararun lindo sketch, sin embargo no quere-mos hacer papelones, porque nuestrogrupo ya había hecho algunas presen-taciones teatrales bastante buenas yaplaudidas, en diferentes ocasiones.Y bueno, ya que estamos, vamos arman-do algo medio improvisado, y pensa-mos en aprovechar algunas ventajas deeste año de recuperación de la demo-cracia, donde los candidatos presentansus listas por primera vez en tanto tiem-po…

Page 17: 30 años compartidos

17

La escena se desarrolla en un trendesopilante, donde van desfilando va-riados personajes de la política, el es-pectáculo y la vida cotidiana…Pasa Renán representando al candidatoradical, con un cartel de propaganda“AHORA, ALFONSO”, y explicando su pro-puesta… espectacular aparición, muyaplaudida…Luego pasan otros personajes que le danun toque de gracia, pero ahí viene él…el actor del grupete, haciendo de “Gau-cho Barralde”, con su pichón de peludoy con el “¡Qué ganas tengo de darleun abrazo!”

Mi memoria un poco juega a las escon-didas en este momento porque no re-cuerdo en detalle a cada uno de los per-sonajes que desfilaban por ese vagón…(tal vez alguien me ayude a recordarexpresándolo en algún comentario),pero en pocas líneas resumo el senti-miento cálido expresado en ese grupohumano que formábamos…Anoche me sentí orgullosa de vos, Taka,Jorge, Japonés, Yoshi, por regalarnosun poquito de vos a través del lingüistay vocabularista Ioshio, en “Cuentos deFontanarrosa”. Sentí que realmente “hayun actor en la familia”. Y no es por ca-sualidad...

Sapo cancionero¡Memorable suplencia fue la del profe-sor de música, el “venerable” HéctorGalatro, a quien apodábamos «El Sapo»!Creo que nadie, pero NADIE se ha olvi-dado de su paso por el colegio, brevepero contundente. Recuerdo variasanécdotas relacionadas con su perso-na…

Cuando hacíamos los ensayos del coro,algunos queríamos ganarnos su escasasimpatía y nos sometíamos con valen-tía a que nos tomara la prueba

definitoria para integrarlo. Una vez ubi-cados según su evaluación, nos hacíarelajar la mandíbula hacia los costados,hacia arriba, hacia abajo...

En uno de esos ensayos -donde no po-día volar ni una mosca, vale aclarar-,estaban Julia y Mariel super tentadasde la risa, tratando de aguantar las car-cajadas, sin mucho éxito porque susrostros enrojecidos y sus ojos llorososlas delataban… Intenté descubrir, sinque el profe lo notara, qué era lo queocasionaba aquellas convulsiones disi-

Page 18: 30 años compartidos

18

muladas… Y lo vi y no lo pude creer,porque en ese momento entré yo tam-bién en ese mismo estado de risa insos-tenible…

Él, muy concentrado, vocalizaba con laboca abierta… a-a-a-a-a… e-e-e-e-e…o-o-o-o-o… Y en su paladar había algoextraño, blanco, que se veía a lo lejos…algo que no alcanzábamos a detectar asimple vista y que nuestro ojo agudizadoal máximo nos obligaba a observar endetalle... ¡era el chicle que estabapegadoooooo!Parece que su costumbre era pegarse elchicle al paladar para practicar canto, yasí lo mantenía hasta el final del ensa-yo… Cuando tocaba el timbre al termi-nar la clase, el chicle quedaba en liber-tad… ¡y nosotros también, gracias aDios!

Matos, le robaste unasonrisa a más de unprofe…Son las siete y media de la mañana ynos acompaña el bullicio de siempremientras nos preparamos para formar.Luego, el obligado silencio durante elizamiento de la bandera… algunas ri-sas que se escapan, algún rezagado que

llega más tarde, en general los días co-mienzan del mismo modo.

Sin embargo, ese día tiene un agregadoespecial: la ronda que algunas vecesdecidía hacer nuestra rectora y profe-sora de geografía, la Gashu. Había ele-gido presenciar una clase de nuestrocurso (¿una clase de qué materia era?Uhh! maldita memoria…), e ingresa nibien nos acomodamos en nuestros lu-gares, buscando un banco libre paraubicarse. Al fondo hay uno: es el dePintos, que siempre –o casi siempre-llega tarde, y allí se sienta ella, tratan-do de pasar desapercibida.

Obviamente, es una clase diferente, conuna inusitada atención de parte nues-tra al tema que se está dando. No haycharlas entre Oporto y Burgueño, ni ri-sas de Ruiz Díaz por los chistes de Hallof,ni tareas apresuradas de Villasboa parala academia de inglés, ni distraccionesde Straccia o de Gagliolo por las revis-tas de cómics japoneses de Kikuchi, nitrenzas cosidas que Rovitti le suele ha-cer a López, ni explicaciones de quími-ca por parte de Zírpolo a Gerstner o aSpavioli… En otras palabras, no vuelani una mosca.

En ese ambiente silencioso se visualizapor la ventana que da al pasillo unacabeza con rulos que pasa como unaráfaga en dirección al aula. Es Pintos,con su cabello revuelto, la camisa afue-ra del pantalón, la corbata torcida, lle-vando bajo el brazo los libros sin forrary con las hojas sueltas.

Entra abruptamente, sin darnos tiempode advertirle, rompiendo esa armoníade silencio, y sorprendido exclama:“¡Eh! ¿qué les pasa que están todostan callados?”. Es entonces cuandonuestra querida rectora se pone de pie,lo mira con esa seriedad que mete mie-do y le dice: “Pintos, ¿éstas son horasde llegar?”.

Page 19: 30 años compartidos

19

“Glup!, Glup!”, se escucha cómo tragasaliva el pobre, poniendo cara de“tragame, tierra”. En aquel momento esinevitable la risa… comienza a reírseMartín, le siguen Maidana y Leonardi, ynos contagian a todos… la Gashu in-cluida, quien más tarde sale del aulamoviendo la cabeza y disimulando unasonrisa: “¡Ay, estos chicos, estos chi-cos…!”

El plumero voladorSuena el timbre indicando el fin del re-creo… Algunos chicos que están com-prando en el kiosco se apuran a tragarel sándwich o el alfajor, otros que es-tán sentados en el patio se levantan singanas, los que están en el baño van sa-liendo sin apuro… Si bien lo hacen conlentitud y pachorra, nadie escapa al re-greso a las aulas…

Están los tranquilos que se acercan con-versando…, los traviesos que se des-peinan entre sí…, los que circulanempujándose…, los estudiosos que ca-minan repasando la lección en vozbaja…, las parejas de tortolitos que vanmuy juntos hasta la puerta…, los queentran rápido y «hacen tiempo» en elaula mientras esperan que llegue el pro-fesor…, los que llegan corriendo por-

que se entretienen en otra cosa y se leshace tarde…

Entre aquéllos que llegan primero y em-piezan con las humoradas, hay un japo-nés y un gordito simpático, que tienenla brillante idea de jugar a pincharsecon los compases. Pinchazo va, pincha-zo viene, después de un rato se cansande molestarse entre ellos y buscan otroa quien fastidiar, y el nuevo blanco esun reservado muchacho que practicaartes marciales, normalmente un chicotranquilo y estudioso…

¡¡Crash!! ¡¡Plash!!Todos buscan el ori-gen de aquel rui-do… es un vidrioque estalla justocuando el resto delos alumnos estánentrando al salón. Elvidrio de la puertacae roto como si hu-biera recibido ungolpe de jabalina…en realidad es unplumerazo dirigidoal japonés, que porsuerte no da en elobjetivo, en el mo-mento en que tam-

bién llega al aula una profesora suplen-te muy joven, que está desde hace pocotiempo en el colegio dictando química.

No recuerdo si huyó despavorida o si seenojó ante aquel episodio……………¡¡No pue-de ser, si el nuestro es un curso tantranquilo!!

Page 20: 30 años compartidos

20

Passez au tableau, s’ilvous plaît!

Cuando cursábamos segundo año, enuno de los recreos estaba el Padre Mo-rra parado cerca de la fuente del patioprincipal, charlando con algunos alum-nos. También había un nene, que no sécómo apareció ahí, que jugaba metien-do la mano en el agua de la fuente,mientras el Padre le sonreía y le hablaba.

En eso se le acercan algunos chicos denuestro curso, y Javito Cejas le pregun-ta: “Padre, ¿es su hijo?”.Chaaaann!!

Imagínense la mirada azorada del Pa-dre diciendo: “¡Si, es mi hijo... en lafé. Es mi ahijado!!”

Para quienes no pudieron ir a la fiestade los cincuenta años del Sanvi, va estafoto del querido Padre Morra, quien ac-tualmente vive en San Juan… Vean eldetalle del escudito abrochado en elbolsillo de la camisa. ¿Qué tal?

ConfesionesestudiantilesSin dar nombres todavía, seguro quechicos y chicas se acuerdan de ese pro-fesor que siempre se agachaba para le-vantar las cosas que nosotros tirábamosal piso a propósito… Quienes se senta-ban delante de todo eran los principa-les “culpables”… lapiceras, gomas deborrar, tizas… Qué casualidad, quesiempre que teníamos clase con él, ha-bía algo tirado en el suelo, pero no pormucho tiempo, porque el profe se ocu-paba de colocarlo sobre el escritorio.¿Se habrá dado cuenta alguna vez?

Y algunas chicas seguramente se acor-darán de cuando un grupito de noso-tras iba al baño a ponerse brillo de la-bios para parecer más “atractivas”.

Jajaja, como si el jumper (que se pare-cía más a un hábito gris de monja que aun atuendo sexy) hubiera podido ayu-dar a que dicho profesor se fijara enalguna de nosotras…

Y los varones seguro que se acuerdan –porque yo lo recuerdo poco y nada- deaquella profesora de dibujo que tuvi-mos por muy poco tiempo en 3ro., muyjoven y bonita. A ver quién de los mu-chachos se anima a agregar detalles, queno los conozco… Yo sólo recuerdo lascaras de enamorados que algunos po-nían al verla…

Una de cal y una dearenaSituación 1: Estamos en clase de músi-ca con el profe Galatro, finalizando elbimestre, durísimo bimestre.Tuvimos que remar mucho en aguas tur-bias… con la historia de la música, conlos compases, con los ensayos de coro,con las pruebas matadoras… Sospecha-mos que esta vez va a haber varios alum-nos desaprobados.El Sapo saca su libreta con las notas ycomienza a leer.“Todavía no cerré las notas, pero les leo

Page 21: 30 años compartidos

21

las que han coleccionado hasta el momen-to… Hallof: 5, 4, 7. Sosa: 7, 6, 6. Pintos:4, 7, 8. Gagliolo: 10, 9, 8. Gianola: 9, 6,10. Kikuchi: 8, 7, 8. Leonardi: 1, 1, 1, 1, 1,1….”MoralejaMoralejaMoralejaMoralejaMoraleja: ¡Ehhh, injusticia! ¿Por qué detodos tenía tres notas y de Leonardi cincoo seis? ¡Y todos unos…!unos…!unos…!unos…!unos…! ¡¡No valeeee!!Acá hay olor a persecución…

Situación 2: Estamos en prueba de geo-grafía. Sabemos que habitualmente cuan-do está la Gashu no vuela ni una mosca…ésta no es la excepción. Sin embargo,hay algunos alumnos que han perfeccio-nado la técnica del machete a tal pun-to, que los profesores caen en la trampainocentemente.Leonardi se ingenia para transcribir fiel-mente los conceptos pedidos en el exa-men, y escribe y escribe afanosamente…(escribe: sinónimo de “se copia” en estecaso), sin percatarse de que por la ven-tana lo está observando la profe de cas-tellano.“¡Qué sorpresa, Leonardi! Nunca me lohubiera imaginado de usted!” (le dijoella cuando entró al salón).Moraleja: La vida te da sorpresas, sor-presas te da la vida. Si perfeccionás latécnica del machete, no olvides vigilarla ventana (no vaya a ser cosa que tevigilen a vos…)

Los árboles muerende pieEn 4to. Año, cursando literaturacon la Blois, decidimos hacer galade nuestras aptitudes teatrales pre-sentando una adaptación de “Losárboles mueren de pie”. Hubomucho trabajo de organización,selección de los actores, prepara-ción del guión, elección del ves-tuario, la música y el maquillaje, y

otros menesteres indispensables parael éxito de la obra.

Como el padre Likosar no nos dejabaensayar en el salón de actos, tuvi-mos que pensar en otra alternativa…y sí, la casa de Renán era el lugarideal, centro de tantas reuniones yfiestas de cumpleaños, con sus am-plios salones para este grupo de ado-lescentes inquietos…No recuerdo todos los detalles, perolos principales están grabados tanto

Page 22: 30 años compartidos

22

en mi memoria como en la de los protagonistas… Yo actua-ba por primera vez, un papelito insignificante pero necesa-rio en la introducción, la secretaria… La Batra querida re-presentaba a la mucama. Los principales roles: Renán era elabuelo –papel hecho especialmente para él-, Andrea era laabuela –grande, Zócalo, con tus dotes de actriz-, el papel denieto estaba representado por dos actores: Matías y Jorge –el impostor y el verdadero-, momento crucial en la vida deeste último, ya que tomó a partir de entonces su decisiónde ingresar al Conservatorio de Arte Dramático.

¿Se acuerdan del gran día? Llamaron a los demás cursospara que nos vieran… Fue emocionante… todavía meacuerdo de la ovación que nos dieron todos, incluyendo alos profesores y a la Gashu… emocionados, con los ojosempañados por el final conmovedor, al son de “Carrozasde fuego”….

Ese grupo humano que había comenzado a unirse en 3ro.después del encuentro espiritual pudo consolidar esa unióncon acciones como ésta, consagrándose en 5to. duranteel viaje a Bariloche.

A mis compañeros del SanVi les ofrezco este recuerdo,esperando que también esté presente en sus memo-rias… les digo que no dejemos escapar este senti-miento que nos caracterizó siempre… cariño fraternoy ganas de compartir momentos aunque los caminossean distintos, como los árboles de Casona, fuertes,siempre de pie…

Page 23: 30 años compartidos

23

La llegada de laDemocracia1983, el año del resurgimiento de lademocracia. Se respiraban aires de li-bertad, después de tantos años de opre-sión y de regímenes militares.La juventud estaba aprendiendo a ex-presarse más libremente, y en esa nue-va actitud había, como en todo, con-ductas acertadas y otras desatinadas.

Estando en 5º nos llevaron a los cursosmás altos a ver un documental sobre lahistoria de nuestro país, guionado des-de una óptica diferente a la conocidahasta entonces… Parecía que estába-mos por romper cadenas… libertad, li-bertad, libertad.

Los candidatos a Presidente tenían suespacio, pero se notaba, se palpaba, queel ganador era Alfonsín… la juventudtoda se había volcado en su gran mayo-ría en su favor, y cada vez que se lonombraba se escuchaba una ovación lle-na de vigor juvenil.Y digo que algunas cosas desafortuna-das sucedieron, que en otro momentonos hubieran resultado impensadas,porque mientras esperábamos en la ve-reda que nos hicieran entrar al cine, los

varones no tuvieron mejor ideaque empezar a gritarle piroposa una de las profesoras más lin-das que teníamos, Isabel, laprofe de química… lamenta-blemente no sabían que ella es-taba embarazada en ese mo-mento, y tampoco sabían cómoexpresaría su enojo…

De regreso al colegio tuvimos –es de-cir, “tuvieron ellos, los chicos”- una re-primenda como nunca escuché, y uncastigo terrible… “Las chicas vayan allaboratorio… los varones saquen unahoja…”Miradas de “tragame, tierra” y frasescomo “pero señora, yo no tuve nada quever” abundaron, pero nada la conmo-vió… En ese último mes de trabajo,antes de pedir licencia por maternidad,les complicó la cursada a unos cuantosy se desquitó de aquella mala idea deque le gritaran cosas en la calle sus pro-pios alumnos…

Y bue... no nos habían dicho que noconfundamos libertad con expresiónjuvenil….

PACOSNAEn esa época, Renan patrocinaba unpartido político llamado PaCosNa, o Par-tido del Costado Nacional, definidocomo no derecha, no de izquierda, unpartido del costado. Haciendo proseli-tismo había llegado hasta a pegar pe-queños volante en los postes de alum-brado.

Centro de EstudiantesEn plena ebullición del sentido demo-crático, fuimos a plantearle a la direc-ción de la escuela que teníamos ganasde formar un Centro de Estudiantes.Luego de escucharnos atentamente, nosdespidieron diciendo que era una es-cuela privada, y que eso no tenía lugarahí. Un fracaso, pero un buen intento...

Page 24: 30 años compartidos

24

Melón, melón...Traiganmelón...¡Qué manera de reírnos!Si mal no recuerdo, era una profesoraque nos enseñaba física, y estuvo comosuplente durante poco tiempo, sin em-bargo le dimos un apodo que quedó parala historia.

El día que se presentó a dar clases nospidió la carpeta para ver qué temas ha-

bíamos visto hasta el momento. Ob-viamente, nosotros no queríamos de-dicarle mucho tiempo al estudio, en-tonces los chamuyeros de siempre lehablaban y le contaban cosas para queel tiempo pasara más rápido.-Bueno, chicos -dijo cuando tocó eltimbre anunciando el fin de su clase-Cualquier libro que tengan sobre lamateria, «traiganmelón».¿Quién se acuerda de su nombre ver-dadero?Yo no... Desde entonces, la llamamos«La Melón».

Un zapato con vueloEl césped del patio interno del cole-gio estaba sembrado de todo tipo deelementos diversos, insólitos... Ha-bía no sólo lapiceras, gomas de bo-

rrar, cartucheras (en síntesis, útiles es-colares), sino también efectos persona-les: pañuelos, paraguas, llaves...

Pero qué es todo eso? OOOOOhhhhh!!!Si alguien se hubiera sentado al costa-do de la fuente a contemplar el paisaje,hubiera podido descubrir el origen deaquel sembradío. Los nombrados obje-tos volaban por la ventana de quintoaño, cual pájaros liberados de sus jau-las.

Este vuelo (o mejor aún, «revoleo») sehubiera prolongado indefinidamente, ano ser porque quien nos descubrió fuenuestra querida rectora, la que no ne-cesitó quedarse a la vera de la fuentecontemplando pensativa la naturalezadel lugar, sino que había bajado de su«Fitito» último modelo y mientras ca-minaba rápidamente por el patio des-cubrió un objeto contundente que des-cendía de nuestra ventana.

Pocos minutos bastaron para que apa-reciera ceñuda en nuestro salón y muyseriamente nos dijera, mostrándonos elzapato de Rosana: «Señores, ¿esto quésignifica...?»

»Glup, glup»... ya era costumbre son-rojarnos porque una vez más nos ha-bían descubierto.

El trinar del PalomoEstaba ojeando algunos papeles amari-llentos de mis recuerdos, esas páginasarrugadas que están semisujetas al li-bro de mi memoria, en busca de remi-niscencias… en busca de instantes quefueron pasando y que pudieron haberquedado atrapados…Doy vuelta la página y un recuerdo di-fuso se asoma y me dibuja una sonrisa

Page 25: 30 años compartidos

25

piadosa…

Estando en la clase del nunca bien pon-derado profe Galatro, no podía volar niuna mosca, al mejor régimen militar.Sin embargo, había alumnos que pare-cían no hacerse cargo del mensaje so-berano del profesor y cuchicheaban con-tinuamente.

En el banco que estaba detrás del míose sentaba el Palomo, mientras estába-mos en segundo año, y no me pregun-ten las circunstancias detalladas ni loshechos secundarios porque no los re-cuerdo, pero en un minuto determina-do se hizo un silencio total y el profe-sor, con ese vozarrón característico quenos hacía fruncir “el quetejedi” (diríaMariel) exclamó:-¡Sosa, póngase de pie!... y cante elHimno Nacional para todos…

Ese fue el día en que el palomo se con-virtió en canario, no sólo por su trinar,sino por lo pequeñito que se volvió (dela vergüenza)… seguro que de este epi-sodio no se olvidó nadie, y muchos es-tuvieron agradecidos de no haber teni-do que estar en su lugar.

¡Pobre, Fer! ¿Alguien se acuerda delporqué de esa humillación gratuita?

La profe distraídaGeneralmente alborotábamos el salón lasveces que teníamos clase de dibujo conla Sra. de Martínez. Había pocos que laseguían con sincera atención, pero detodas maneras siempre la tratamos conrespeto, de eso no había dudas…

Hasta que no pudimos evitar una con-moción generalizada aquella vez, estan-do en clase con el profe Galatro (uy,me estoy acordando mucho deél últimamente, mala señal…),momento en que entró la su-sodicha profesora a hablar conél. Rosana señaló hacia el pisoy cuando vimos lo que nos mos-traba, no pudimos aguantar larisa… La profesora se habíapuesto un zapato de cada co-lor, y actuaba como si nada…obviamente no se había perca-tado de eso, ni de nuestras ri-sas tampoco.

Y cuando se retiró, el profe demúsica, con una sonrisa soca-rrona (gracias, Colo, por recor-dármelo) dijo: “Es una señoramuy especial”.

Gags de primeroTerror en la clase¿Por qué le tendríamos tanto miedo?En primero teníamos geografía con “laVanutini”, ¡como para olvidarse deella...!Llegaba siempre tarde, cuando faltabanquince minutos para que termine la cla-se, pero ese breve lapso sólo era sufi-ciente para generarnos alguno que otroretorcijón en el estómago.

Page 26: 30 años compartidos

26

Yo, sinceramente, no recuerdo qué mo-tivaba ese miedo… me quedó la sensa-ción, pero no la explicación…

Mirar en perspectivaY ya que estamos hablando de mujeres,sigo con la profe de dibujo, despistadacomo ella sola, a quien no podíamosevitar mirarle los zapatos cada vez quela cruzábamos.

Bien hizo Marina en recordar que noshacía “mirar en perspectiva”, achinandolos ojos para ver el dibujo así como bo-rroso… y aunque les parezca mentira,aún lo hago (¿será por la presbicia delos 40...?)

Las mellizas del curso“¿Ustedes son mellizas?”, preguntó laprofesora Guardia, que nos daba For-mación Moral y Cívica, dirigiéndose aRosana y a Mariel, con lo cual generóuna carcajada generalizada y una mira-da de extrañeza entre ellas. “¡Pero sison igualitas…!”

Los chistes del ChanchoA ver si alguien se anima a comentar…quién recuerda alguno de los chistesmalos que nos contaba el profesorMartínez en la clase de matemática.Siempre tan simpático, trataba de apor-tarle humor a la clase, para romper elhielo… lástima que no aprendimosmucho de la materia… aunque sí nosreíamos forzadamente de los chistes(para impresionar bien, ¿vio?)

Actividades prácticas¿Ioshimitsu era el apellido del profe deactividades prácticas? Ay, corríjanme,por favor… mi mente está cayendo enpicada.

Recuerdo que las chicas llevábamos untejido que nos duró todo el bimestre…porque no avanzábamos nada, nos pa-sábamos la hora haciendo tarea paraotras materias, mientras que los varo-nes hacían avioncitos de madera balsa,veladores con luz de verdad y cosas dehombres que a él le interesaban más.

Se me lengua la traba… digo, seme traba la neuronaEstuve tratando de recordar, pero mequedé estancada… ¿en catequesis deprimero tuvimos a Marcelo Rojas? Creo

Page 27: 30 años compartidos

27

que todavía era seminarista, hasta quemás tarde se mudó a Mar del Plata ydejó la carrera. Alguien que me sopapeey me recuerde algo, plis! O voy a termi-nar como el escribidor peruano (¿o chi-leno?) de la novela de Vargas Llosa…jajaja

¿Qué profesor oprofesora...1-1-1-1-1- ...decía con voz nasal y señalandocon el dedo...?“A ver, usté...!”2-2-2-2-2- ... dijo al final del año...?“Éste fue el peor segundo año quetuve...”3-3-3-3-3- ... nos explicaba un tema usandoexactamente las mismas palabras queteníamos registradas en el libro...?(Otra pista para la 3: y cuando los alum-nos se avivaron, seguían con el dedo enel texto a medida que él/ella hablaba...)4-4-4-4-4- ... nos hacía parar muy parejitos allado del banco y nos revisaba las uñas ylos zapatos antes de empezar la clase?(Otra pista para la 4: tenía tan mal alien-to que queríamos que pase rápido)5-5-5-5-5- ... nos dijo una vez:“““““Saquen una hoja y escriban todo loque sepan sobre ......., no importa sino estudiaron, van a ver que saben másde lo que suponen”.

6-6-6-6-6- ... durante una prueba agarró la hojadel Emi Lavieri y la sacudía en el airemientras él transpiraba como un locoporque del otro lado tenía escrito el ma-chete en lápiz?

Page 28: 30 años compartidos

28

La gorra del Padre HéctorLa gorra del Padre Héctor, qué lo tiró!!!Era la gorra de todos, estuvo en todas partes.

Acá doy testimonio de aquellos momentosde hace un cuarto de siglo..Y contra todos los pronósticos, volvió roja,blanca y negra... no toda negra como su-poníamos, después de tantas manos y ca-bezas por las que pasó...

Page 29: 30 años compartidos

29

Nuestro viaje de egresados

“Toda la noche hasta que salga el sol tocando en unabanda de rock and roll sin parar…”

Las supercanciones, toda la adrenalina y la energía a full.Salidas nocturnas, paseos en catamarán, caminatas por laciudad y por los Arrayanes, temerarias prácticas de esquí,viajes en aerosilla, jodas en el hotel… De todo, menos tiempopara descansar…

Una de las habitaciones la compartíanRubén, Emi, Taka y el Tano. Después devarios días de actividad plena, los tresprimeros se habían percatado de que elcuarto era un desorden total, y deci-dieron comenzar a acomodar sus cosas.Pero también tanto trajín ininterrum-pido necesitaba un paréntesis, porqueasí no hay cuerpo que aguante.

Esto es lo que pensaba el Tano, quienen uno de los regresos al hotel, al en-trar al cuarto vio a sus compañeros enplena tarea de limpieza y decidió queiban a tener que esperar un rato si que-rían que él también hiciera su parte…¡ahora necesitaba descansar!

Page 30: 30 años compartidos

30

Vio una cama tentadora y exclamó: “¡Alfiiiin, una caaamaaa!”,y se desplomó sobre ella. De lejos pare-cía un colchón a resortes… Parecía…,lástima que no lo era…¡¡¡¡Pluuuummm!!!! Se vino abajo des-armada completamente…

¡Pobre Tano! Y digo “pobre”… porqueinstantáneamente se le pasó el sueño…y debió postergar su anhelado descan-so hasta el viaje de regreso…

El 18 de junio se cumplieron veinticin-co años de nuestra partida a Bariloche.Tantos momentos vividos no puedensino estar presentes en nuestros recuer-dos...

La tarjetita que el Taka nos hizo pararegalarnos antes de salir...El micro con las ventanillas que deja-ban pasar el aire helado...El guía de turismo que volvió locas aunas cuantas... cómo se llamaba?Heriberto, Rigoberto, Humberto?No sé qué Berto era, seguro que Sandrase acuerda...Las eternas canciones de Gerardo y lasque hicimos nuestras también...Las caídas de Marina en la nieve...La cama que rompió el Tano con su vi-gor juvenil...

Los almuerzos en el salón, donde nos llamaban «San VicentePa-úl»...El rescate en el camino nevado de los chicos de Martínez...Las parejitas que algunos conseguimos para no sentir tantofrío...Los bailes en las discotecas...Los chocolates calientes y las masas...La escalada al Cerro Catedral, el viaje en aerosilla (yo fuicon Ángel... ¿te acordás, Kiku querido, de mis manos hela-das a pesar de los guantes?)El instructor de esquí (mmmmm... cómo lo perseguíamos!chicas, estaba reee-fuerteee).

Page 31: 30 años compartidos

31

Las caminatas por las calles del centro,en tan marcada pendiente que nos do-lían las piernas...La despensa de alimentos en el placardde la Batra, Sandra, Lila, Silvia y

Gladys... comilonas!El paseo en catamarán...La recorrida del bosque de Arrayanes,con la cabaña de Bambi...El paso por la Basílica de Luján, al re-greso...

Sigan ustedes ayudándome a enume-rar... me emocioné... ¡¡¡QUIERO VOL-VER!!!

Page 32: 30 años compartidos

32

Veinte años no es nada...

Éste fue el texto de la invitación quepreparamos para el festejo de nuestrosveinte años de egresados.

¿Alguien la guardó en su caja de re-cuerdos?Te acordás...Te acordás...Te acordás...Te acordás...Te acordás...... de nuestra época de adolescentes,cuando llegábamos dormidos a las sie-te y veinte al hall de entrada del SanVicente?... de los zapatos de dos colores de laprofe de Dibujo?... de los experimentos en el laborato-rio de química?... de la jornada espiritual con Isabel,donde sacamos algunos «trapitos alsol»?... de los regalitos del amigo invisible?... de los asaltos donde bailábamos«Funkytown»?... de los despelotes que hacíamos enlas clases del Daddy?... del aparatito de la risa de Marina?... de los bailes para juntar plata paraBariloche?... de los tropezones y caídas en la nie-ve, cuando pretendíamos «esquiar»?

Podríamos seguir y seguir, pero ¿porqué no hacerlo personalmente, todosjuntos, como antes, donde la risa y elbullicio nos acompañaban?¿Por qué no vernos ahora, gordos, pe-lados o panzones, pero auténticos, conel mismo cariño que siempre caracte-rizó a la «Promoción’83"?Si aunque sea un pequeño es-tremecimiento sentiste al re-cordar alguno de estos mo-mentos, vení a la reunión queestamos organizando el día 12de diciembre, a las 20 horas,en el hall de entrada del SanVicente. ¿Te vas a acordar...?Pasaron veinte años, y real-mente queremos pasar lista yque todos digan ¡Presente!

Page 33: 30 años compartidos

33

Un ciclo se cierra

Pasaron veinticinco años, un cuartoPasaron veinticinco años, un cuartoPasaron veinticinco años, un cuartoPasaron veinticinco años, un cuartoPasaron veinticinco años, un cuartode siglo, toda una vida...de siglo, toda una vida...de siglo, toda una vida...de siglo, toda una vida...de siglo, toda una vida...

A veces añoramos revivir algunas cosaspasadas, deseando que vuelvan, aunquesea en el recuerdo, para dibujar unasonrisa nostálgica.

A veces vivimos esos momentos con unamagnitud diferente, o, quizás, con ga-nas de que pasen rápido, por cuestio-nes personales que nos fueron marcan-do.

Algunos intentamos hacer confluir enun espacio propio esas vivencias comu-nes, queriendo incluso volver atrás enel tiempo y mezclar nuestras risas comoantaño.

Sin embargo, siento que nuevamente unciclo se ha cumplido. Y para que eseciclo o popurrí de momentos no se pier-da, para que perdure ese sabor a ado-lescencia compartida, creo que lo me-jor es recordarlo con una sonrisa y con-servar el cariño que alguna vez pudoexistir, que seguramente jamás se per-derá.

Page 34: 30 años compartidos

34

A modo de epílogo

Sigo soñando y pensando que fue ayer y no 25 años que ter-minamos el colegio secundario.Ese colegio que todos días nos veía llegar, esas mañanas fríasde invierno donde nosotras con el jumper tiritábamos en elpatio, mientras se izaba la bandera y que en verano transpirá-bamos por el bleizer, los zapatos cerrados y las medias.Se acuerdan del rigor de esas aulas austeras, despojadas y sincalefacción y con menos quejas, si hacía frío o calor a aguan-tar, pero eran otros tiempos.Había grandes silencios, muy pocos se atrevían a hablar, tiem-pos oscuros que nuestro país vivía, casi a nuestras espaldas,por nuestra edad cándida y tierna.Pero la vida sigue, nunca se detiene el tiempo y nuestra ado-lescencia es parte de nuestra historia.Grandes cambios físicos y emocionales sufrieron nuestros cuer-pos, que luego fuimos aceptando, como los nuevos amigosque con los años escolares fuimos cosechando y otros losfuimos perdiendo, siendo hoy un lejano recuerdo, pero la vidapasa y las amistades también.Gracias por ser mis amigos, otros mis compañeros; de todosnos acordamos con cariño y espero que cada uno se acuerdede alguna forma de nosotros, los egresados 1983.No nos olvidemos de ese momento en el cual los amigos son lomás importante y duradero que nos regala la vida.Hasta siempre, los llevo en mi corazón.

Lila