3-LOS FILÓSOFOS ENAMORADOS

8/9/2019 3-LOS FILSOFOS ENAMORADOS

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Ivn Rodrigo Garca Palacios

Enamoramiento,filsofos, poetas

y Zaratustra enamorado

"(...) sern ceniza, mas tendr sentido;polvo sern, mas polvo enamorado".(Francisco de Quevedo y Villegas,Amor constante ms all de la muerte).

"Cuando el pensamiento yace sepultado en cavernas, mostrar elenamoramiento su raz desde el ms profundo de los infiernos".

("When Thought is clos's in Caves Then love shall shew its toot in deepestHell").

William Blake, The Four Zoas.

Porque slo soy un Lector Ludi (1), las lecturas que les voy a proponer tienen

el propsito de provocarles el deseo y la curiosidad de explorar "ms all" sobre

el asunto del enamoramiento y sus consecuencias.

Cuenta la leyenda que Aristteles, ilustre predecesor de la filosofa occidental,

vctima de "los furores" perversos del enamoramiento, fue sometido y cabalgado,desnudo y en cuatro patas, por la hetaira ateniense Herpyllis, desnuda y ltigo en

mano. As slo se sea una leyenda, algo de verdad persiste en ella.

Muchos siglos despus, la xilografa de Hans Baldung Grien, La Belleza


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hostiga con su fusta a la sabidura, en 1513, o una de las tantas representaciones

de ese motivo realizadas por artistas de la Alta Edad Media y la modernidad

temprana (2), recuerdan ese bochornoso suceso:

Suceso que por extravagante y extrao amerita una explicacin amplia como la

que escribi Peter Sloterdijk en su Critica de la razn cnica:

"Un primer ejemplo nos pone al gran filsofo Aristteles en el papeldel loco por amor. Una ancdota cuenta de l que, cierto da,habindose enamorado apasionadamente de la hetaira ateniense

Herpyllis, perdi su propia voluntad, entregndose a sus humoradas sinmayor consideracin. En cierta ocasin, la clebre puta orden al

pensador andar a gatas delante de ella, y l , dcilmente, sin voluntad,se dej tomar el pelo y la obedeci. Humillado, se puso a cuatro patas

por el suelo sirviendo a su seora como animal de silla. Este motivoanecdtico lo ha recogido Hans Baldung Grien en el ao 1513 -lapoca de Eulenspiegel- segn la Lai d'Aristote de un poeta francsmedieval. El filsofo de barba cana, vuelta la mirada al observador,gatea a cuatro patas a travs de un jardn vallado, mientras que una

Herpyllis de ancho trasero y vientre prominente est sentada en suespalda; en la mano izquierda sostiene las riendas que salen de la bocadel filsofo de ancha frente y en la derecha, con un pequeo dedoelegantemente extendido, una fina fusta. De forma distinta a la delfilsofo humillado que mira insistentemente al observador, sta, con elantiguo tocado alemn en la cabeza, un poco inclinada hacia el lado,tiene la mirada clavada en el suelo. Sus hombros estn cados, su


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cuerpo resulta algo tosco, gordo y melanclico. El sentido qunico dela historia significa: la belleza hace vibrar su fusta sobre la sabidura,el cuerpo vence a la razn; la pasin hace dcil al espritu, la mujer

desnuda triunfa sobre el intelecto masculino; la razn no tiene nadaque oponer a la fuerza de conviccin que poseen los pechos y caderas.Por supuesto que aqu estn presentes los clichs femeninos de moda,

pero el punto clave no est, sin embargo, en ellos, sino en el hecho deque describen una oportunidad del "poder" femenino. En el cuadro deBaldung Grien, el momento reflexivo del filsofo ha pasado a lahetaira. Efectivamente, tambin ella es "slo una puta" y, sin embargo,en absoluto es una "pena que sea una puta". sta echa mano de una

posibilidad de soberana propia. Puede ser que quien cabalga sobreAristteles sea una mujer peligrosa, pero lo que es cierto es quequedar por encima del desprecio. El que una Herpyllis pretendacabalgar sobre el inteligente hombre puede servir a ste, por un lado,de aviso, pero, al mismo tiempo, tambin le permitir la experiencia desaber a dnde lleva esto. Ella, con su cabeza reflexivamente inclinadahacia un lado, ve venir lo que l ah abajo parece temer todava: ellatiene ms claro que todo esto es slo el comienzo y que Aristteles, ala larga, no va a seguir siendo tan tonto. Cierto que para l la cosaempieza a cuatro patas, pero si l es tan inteligente como se dice,terminar a la espalda" (3).

Pero la historia de esa leyenda no concluye ah para los filsofos enamorados.

En Lucerna, a mediados de mayo de 1882, Friedrich Nietzsche se inspira en ella

para coreografiar y plasmar en una clebre fotografa "los furores" de su

enamoramiento por la joven y bella rusa, Lou Andreas Salom, aquella que lo

compuls a escribirAs habl Zaratustra y algo ms:


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Por asombroso que pueda parecer, la interpretacin que hace Peter Sloterdijk

de la xilografa de Hans Baldung Grien, se puede aplicar, palabra ms palabra

menos, a la fotografa coreografiada por Nietzsche para l, Lou Andreas Salom

y Paul Re.

El enamoramiento de Nietzsche es un caso excepcional por su conexin con

As habl Zaratustra y porque en ese poema es posible explorar y descubrir los

misterios del enamoramiento.

Sobre el tema del enamoramiento de Nietzsche por Lou escrib mis textos:

Zaratustra enamorado yZaratustra, mi hijo (4). Sobre ello hablar ms adelante.

Antes voy a contar otras historias de los enamoramientos de otros filsofos y

otros poetas.

***

Los enamoramientos de Aristteles y Nietzsche no son ni los primeros ni los

nicos ni los ltimos; las historias de filsofos y poetas preados por "los

furores" del enamoramiento, son historias con "mucha tela para contar".

Para empezar, hay que decir que el enamoramiento es un imperativo natural,

un mecanismo evolutivo para el Homo-Humano, necesario, temporal, repetitivo

e incontrolable, mediante el cual el cuerpo y la mente se trasforman. Pero

tambin, el enamoramiento es, para la imaginacin, un ideal, un anhelo de

unidad y perfeccin:

"Porque el enamoramiento como fenmeno neurobiolgico es


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instinto, apetito, emocin, deseo y sentimiento y como eventoexistencial, biogrfico y cultural, se corresponde como un asuntosagrado, ertico, heroico, trgico y cmico:

Sagrado, porque es una experiencia de lo divino.Ertico, porque, en la plenitud de sus significados, es la fuerzaentrpica que forma y transforma el cuerpo y la mente de los amantes.

Heroico, porque hace que los enamorados desplieguen la totalidadde unas energas, fuerzas y poderes de las que no saban eran

poseedores.Trgico, porque su fin es ineludible e ineluctable.Cmico, porque el pcaro Eros siempre se sale con la suya" (5).

Es en el mbito de esas concepciones del enamoramiento de la carne y del

espritu, en ese estro amoroso y creativo, donde se producen las reacciones y

manifestaciones que los poetas y los filsofos expresan en sus obras y escrituras.

Estticas las de los poetas y hermticas las de los filsofos.

Ello se explica porque, en los estados extremos: xtasis y agonas del

enamoramiento, cada persona, acorde con su naturaleza y con la visin de s

mismo, reacciona de manera extrema, una especie de terapia para recuperar la

armona emocional y corporal (6). La escritura es el remedio de filsofos y

poetas.

Es en el enamoramiento de filsofos y poetas, o bien por xtasis o bien por

agona, donde es necesario buscar la raz y la compulsin que los impulsa a

escribir sus grandes obras. La compulsin a concebir y realizar una obra es un

estado de enamoramiento.

Bien conocidos son los casos de filsofos y poetas que han realizado grandes

obras y poemas compulsados por el enamoramiento y en la posterior agona de

los fracasos amorosos que los sumieron en agudas crisis existenciales.


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Es lo que sucedi a Arqumedes y su Heureka! Heureka!. Arqumedes,

enamorado, enajenado y en el perpetuo xtasis de su ciencia, del que cuenta

Plutarco:

"A menudo los criados de Arqumedes le llevaban a los baos contrasu voluntad, para lavarle y ungirle, y aun estando all, siempre estabadibujando figuras geomtricas, incluso en las mismas cenizas de lachimenea. Y mientras lo estaban ungiendo con aceites y dulces

perfumes, con sus dedos dibujaba lneas sobre su cuerpo desnudo,hasta tal punto estaba fuera de s, y llevado de un xtasis o trance, conel deleite que tena en el estudio de la geometra".

Ms conocidos y documentados unos casos que otros, las historias de la

filosofa y de literatura ilustran de manera evidente esa conexin sublime y

trgica del enamoramiento con la vida y la obra de sus autores.

A manera de breve lista, presento algunos de esos casos para ilustracin y

estmulo que provoque una Lectura Ldica.

Para comenzar por algn lugar en el tiempo: de la Grecia antigua sonconocidos los casos, entre muchos, el enamoramiento no correspondido de Safo

por Faonte, inspiracin de doloridos versos o el de Scrates por Alcibades,

motivo de serias reflexiones sobre el amor, la amistad y el desvelo por s mismo.

De all a Roma, tambin entre muchos, la locura de Lucrecio, debida, se

cuenta, a una pcima amorosa de Lucilia, as como el fantasmagrico

enamoramiento de Virgilio por su mujer Plocia, el que recrea Hermann Broch enLa muerte de Virgilio.

De Roma hasta los inicios del Renacimiento y a la hermtica sublimacin del

enamoramiento en la Amada y en la Sabidura.


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Petrarca y los sonetos a su enamoramiento por Laura:

Belleza de Laura

Volaba la dorada cabelleraa Laura que en mil nudos la envolva,y de los ojos el fulgor arda,como el sol en mitad de su carrera.

De su piedad, o falsa o verdadera,en el color de su rostro se tea:yo que al amor dispuesto me senta,qu mucho fue que de improviso ardiera?

No era su leve andar humana cosa,sino de forma anglica y volante;no mortal pareca, sino diosa:

y al mirarla as sola semejantepor lo bella, modesta y pudorosa,yo ser juraba su inmortal amante.

(Cancionero).

El enamoramiento sublimado y nunca consumado de Dante por Beatriz. Dante,

en su Incipit vita nova (Comienza la vida nueva), describe su primera

contemplacin de Beatriz y la emergencia y trasmutacin de su enamoramiento

eterno. Tambin lo har en laDivina comedia y enEl convivio:

"Y a la verdad que desde entonces enseorese Amor de mi alma,que a l se uni incontinente, y comenz a tener sobre m tanto

ascendiente y tal dominio, por la fuerza que le dara mi mismaimaginacin, que vime obligado a cumplir cuanto se le antojaba.Mandbame a menudo que procurase ver a aquella criatura angelical.Yo, pueril, andbame a buscarla y la vea con aparecer tan digno y tannoble que ciertamente podansele aplicar aquellas palabras del poetaHomero: No pareca hija de hombre mortal, sino de un dios. (DanteAlighieri,La vida nueva, II).


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El enamoramiento de Dante es provocado por la imagen de una bella nia a

cuya adoracin y exaltacin dedicar el resto de su existencia y obra, pero, como

luego explicar en el texto de la Vita Nova y con mayor amplitud enEl convivio,en esa imagen tambin se encarnar la idea de la Sabidura.

Despus de Dante, ser Giordano Bruno quien inspirar la idea y el tono de lo

que ser el poder trasformador del enamoramiento. Idea de antigua tradicin

convertida en "furor" y, luego, en Espaa, en ideal mstico:

"CICADA: Entiendo: porque el amor transforma y convierte en la

cosa amada".(...) "TANSILLO: As es. He aqu pues cmo Acten, convertido en

presa de sus propios canes, perseguido por sus propios pensamientos,corre y "dirige los nuevos pasos" -renovado en cuanto procededivinamente y con mayor ligereza, es decir, con mayor facilidad y conms eficaz vigor- "hacia la espesura", hacia los desiertos, hacia laregin de las cosas incomprensibles; de hombre vulgar y comn comoera, se torna raro y heroico, tiene costumbres y conceptos raros, y llevauna vida extraordinaria. Y en este punto "le dan muerte sus muchos y

grandes canes", acabando aqu su vida segn el mundo loco, sensual,ciego e ilusorio, y comenzando a vivir intelectualmente; vive la vidade los dioses, ntrese de ambrosa y de nctar se embriaga" (Los

Heroicos Furores, I, 4).

Ser en la Espaa inquisitorial del 1500-1600, en donde el enamoramiento

ser, o locura de poetas: Tirso de Molina, Quevedo, Lope de Vega, o visin

mstica: Fray Luis de Len, Teresa de Jess, Juan de la Cruz:

"Oh noche que juntasteAmado con amada,amada en el amado transformada!"(San Juan de la Cruz,La noche oscura).

Ya en los inicios de la Ilustracin y en contra de tan luminoso racionalismo, el


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enamoramiento har de las suyas, tal es el caso de la trasformacin del filsofo

del Sentir, Jean-Jacques Rousseau, como lo muestra Ernst Cassirer:

Rousseau ha descrito en las Confesiones cmo su enamoramientopor la Seora d'Houdedot hizo que el filsofo, el crtico social, elapstol de la libertad se transformara de nuevo en el pastorextravagante: El grave ciudadano de Ginebra -exclamadolorosamente- volvi a ser de repente el pastor extravagante (7).

Ser Goethe, perpetuo enamorado de la poesa, la filosofa, las ciencias y detantas mujeres, quien mejor comprenda que los "furores" del enamoramientoenajenan la carne y el espritu del enamorado con sus tinieblas y luces, agonas y

xtasis, locura y sabidura.El joven Goethe, en el primer Fausto, es quien mejor describe el previo

desasosiego:

"Y an te preguntas por qu tu corazn se para, temeroso, en elpecho? Por qu un dolor inexplicable inhibe tus impulsos vitales? Enlugar de la naturaleza viva, en medio de la que Dios puso al hombre, loque te rodea son osamentas de animales y esqueletos humanoshumeantes y mohosos" (Johann W. Goethe,Fausto, I, Noche).

Para luego ser posedo por la radiante felicidad:

(Abre el libro y observa el signo del Macrocosmos) Ah!, qu deleitecorre de sbito, al mirarlo, por todos mis sentidos. Siento cmo la

joven y santa felicidad vital me fluye por msculos y las venas conrenovado ardor. Fue acaso un Dios el que escribi estos signos quecalman el furor de mi interior, llenan mi pobre corazn de gozo y, conun impulso secreto, me desvelan las fuerzas naturales? Soy acaso, undios? Todo se llena de claridad. En estos trazos puros se evidencia ante

mi espritu la activa naturaleza. Ahora s que entiendo lo que dice elsabio: No est cerrado el mundo espiritual; son tus sentidos los queestn cerrados, es tu corazn el que est muerto; discpulo, levanta, y

baa infatigablemente tu pecho terrenal en la aurora (Johann W.Goethe,Fausto, I, Noche).

Ser el viejo Goethe y al final de la segunda parte de Fausto, quien comprendala naturaleza y el misterioso propsito del enamoramiento


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Al final del fin, el viejo Fausto entona su postrer canto:

Todo lo que ha ocurrido

es slo una parbola.Lo que es inalcanzablese convierte en suceso.Lo que es indescriptiblese ha realizado aqu.Lo eterno-femenino.nos permite avanzar.

(Johann W. Goethe,Fausto, II, Barrancos).

Contra el racionalismo y de retorno a las tinieblas del espritu y en los inicios

del Romanticismo y no propiamente un romntico l, Friedrich Hlderlin y su

enamoramiento por Susette Gontard, su Ditima, es causa de la transformacin

de su poesa, segn lo escribi Hans-Georg Gadamer:

"Para Hlderlin, el encuentro de lo superior tuvo lugar en laseparacin de Ditima, en la despedida que vino a destruir unafelicidad real. Fue la experiencia de lo divino, que aparece

precisamente en su privacin, lo que otorg a la poesa de Hlderlin su

nuevo tono, ante el cual nuestro siglo reaccion como ante algototalmente nuevo. Es importante que haya sido la experiencia de una

prdida lo que revelara al poeta el ser divino. A partir de la "divinidad"del amor, que Hlderlin experiment, su tono potico registr unatransformacin radical" (8).

Luego, ya s el romntico de los romnticos, Novalis, Friedrich von

Hardenberg, enamorado. La amada de Novalis fue Sophie von Khn:

"A finales de este ao, 1794, Novalis se encuentra con Sophie vonKhn. Queda subyugado. Ser el gran amor de su vida. Lo que ahorasucede es un Romanticismo como forma de vida, algo que en el fondoslo est en los libros.

La muchacha slo tiene trece aos; procede de buena familia. Portanto, no hay impedimentos para el matrimonio, al que Novalis est


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decidido de inmediato; el inconveniente es quizs la tierna edad de lanovia. Pero el padre se inclina por hacer la vista gorda, pues tambin lha cogido cario a la muchacha. En cambio, los amigos no podan

comprender lo que fascinaba a Novalis, ya que no encontraban aSophie especialmente atractiva. Slo Tieck reacciona con arrebato.Ninguna descripcin podra expresar, escribe, "con qu gracia y celesteencanto se mueve este ser supraterrestre, y qu belleza la rodea deresplandor y la ha revestido de emocin y majestad" (9).

Sophie von Khn es por y a quien Novalis escribe su novela Enrique de

Ofterdingen, susHimnos a la noche y su anhelo de ver la Flor Azul.

Del enamoramiento expresado como poesa al enamoramiento como asunto dela reflexin filosfica:

Soren Kierkegard escribi, tras la crisis amorosa con Regina Olsen, sus obras

ms inquietantes y hermticamente autobiogrficas: Temor y temblor, La

repeticin y Tres discursos edificantes, publicadas simultneamente, en 1843.

As mismo:Diario de un seductory Culpable? No culpable?, tambin de ese

mismo ao. Sobre esta crisis escribi en suDiario de 1849:

"Si quisiera saberse cmo -aparte de la relacin con Dios- he sidoimpulsado a ser el escritor que soy, respondera: ello ha dependido deun anciano, que es el hombre a quien ms debo -y de una joven, con laque he contrado la ms grande deuda- y tambin de lo que porinclinacin debe haberme sido dado como una posibilidad, a saber,unidad de vejez y de juventud, del rigor del invierno y de la dulzura dela primavera; el uno me educ con su noble saber, la otra con su

agradable superficialidad".El enamoramiento de la vida real se hace novela. De la mujer real tras Sonia, la

Amada de Dostoievski-Raskolnikov, si se sabe, ella es:

"Apolinaria Sslova, la amada "Polina" (10).


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La joven y bella "Polina", el enamoramiento antes y durante la escritura de las

grandes novelas. Aquella que en un momento trgico de la vida de Dostoievski

fue su apoyo y consuelo, es transformada en Sonia en Crimen y castigo, tal ycomo Dostoievski lo escribi en sus cuadernos de notas:

"Sonia: la ms irrealizable esperanza (es el propio Raskolnikov elque debe expresar esto)" (11).

Y es su redencin:

"Un da, hacia la cada de la tarde, el prisionero, ya convaleciente, se

durmi. Cuando despert se acerc casualmente a las rejas y vio aSonia" (12).

Sus crmenes haban sido expiados y l haba sido redimido por el amor, para

ser retornado a la "normalidad":

"La vida haba sustituido al razonamiento" (13).

Y un poco ms all, para abrirle la promesa de una nueva vida:

"Pero aqu comienza una nueva historia, la historia de la lenta y progresiva recuperacin de un hombre, de su renovacin y pasogradual de un mundo a otro nuevo" (14).

Si algn caso es asombroso, ese es el del enamoramiento que se expresa en una

gran obra.

Martn Heidegger escribi Ser y tiempo en los das de su enamoramiento por

Hannah Arendt, "la pasin de su vida", a la que reconoci el haber sido la musa

que le hizo posible escribir la obra, como puede interpretarse a lo que dice

Rdiger Safranski:

"Para Heidegger se abri en Marburgo una sorprendente


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oportunidad, lo que los telogos de all llamaban "Kairos", la granoportunidad de un tipo especial de "propiedad". Tuvo all un encuentrodel que, segn confesar ms tarde su mujer Elfride, surgi "la pasin

de su vida".A principios de 1924 haba llegado a Marburgo una estudiante juda

de dieciocho aos, deseosa de estudiar con Bultmann y Heidegger. EraHannah Arendt.

(...)

"(Heidegger) En las cartas (a Hannah Arendt) insiste una y otra vezen que nadie lo comprende como ella, tambin y precisamente enasuntos filosficos. Y de hecho Hannah Arendt demostrar todava lo

bien que ha entendido a Heidegger. Lo entender mejor de lo que l seha entendido a s mismo. Como acostumbra suceder entre los amantes,ella responder complementariamente a su filosofa, y le dar aquellamundanidad que todava le falta. Al "precursar la muerte" respondercon una filosofa de la natividad; al solipsismo existencial de "misingularidad" (Jemeingkeit) responder con una filosofa de la

pluralidad; a la crtica de la "cada" en el mundo del "uno" replicarcon el "amor mundi". Al "claro" (Lishtung) de Heidegger responderennobleciendo filosficamente la "esfera pblica". Slo as surgir de

la filosofa de Heidegger un todo completo; pero este hombre no lonotar. l no leer los libros de Hannah Arendt, o lo har muy de

pasada, y lo que lee all le ofende.

Heidegger ama a Hannah y la amar por mucho tiempo; la toma enserio, como mujer que lo comprende, y ella se convertir en su musade Ser y tiempo; l le confesar que sin ella no habra podido escribirla obra. Pero en ningn momento se persuadir de que puede aprenderde ella" (15).

O, tanto o ms asombroso, cuando el enamoramiento transforma a mujeres dela vida real en mujeres de ficcin y viceversa.

Franz Kafka escribi sus novelas-mujer: Amrica, El proceso y El castillo y

numerosas narraciones, luego de sus enamoramientos y fracasos amorosos con la


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seora Tschissik, Felice y Milena y de quin sabe qu otras oscuras experiencias

ertico-amorosas (16). Kafka que a sus quince aos, seduca muchachas con los

versos deAs habl Zaratustra (17).

Pero el "caso Kafka", l y su escritura, son asuntos nicos y misteriosos. Para l,

el enamoramiento era como sus mujeres, las reales y las de ficcin, ms reales

las de ficcin que las reales, como lo expresa Marcel Reich-Ranicki:

As eran las mujeres que Kafka amaba, as deban ser: seres sinrostro que, precisamente por no tenerlo, podan excitar su fantasa con

una fuerza especial y eran idneas como pantallas de proyeccin desus visiones. En su carencia permanente necesitaba no tanto personasreales del sexo femenino cuanto criaturas de su imaginacin,

principalmente. Pero stas no podan surgir sin unos modelos reales,que, sin embargo, no deban ser ni demasiado claros ni demasiado

prximos. Y Kafka no tuvo ningn reparo en comunicrselo muypronto y sin rodeos a su nueva pareja epistolar: a la Milena real, aquien enviaba sus cartas, opuso la milena an ms real, es decir,aquella que se hallaba presente conmigo todo el da, en la habitacin,en el balcn, en las nubes (18).

Mujeres, las de Kafka, que por lo que he averiguado y por su gentica literaria,

estn emparentadas con algunas de las protagonistas de las novelas de

Dostoievki (19).

Y, sealo: Eros acta en la oscuridad; no hace distincin de gnero. Thomas

Mann, a quien sus enamoramientos por muchachos lo compulsaron a escribir

algunas de las ms emocionales y hermticas pginas de sus obras y de lahistoria de la literatura y del enamoramiento homosexual.

Tal el caso del enamoramiento de Thomas Mann por Armin Martens, segn la

crtica de Marcel Reich-Ranicki:


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"Armin Martens (el modelo de Hans Hansen en Tonio Krger), dequien se dice que no haba tenido otra misin que la de inspirar unsentimiento destinado a convertirse en un poema perdurable. Ninguna

otra misin? Me pregunto si se trata slo de una observacin fra yegosta o quizs incluso cruel" (20).

Y, qu decir, entonces, de Muerte en Venecia, La montaa mgica, Jos y sus

hermanos?

En fin, la lista de filsofos y poetas trasformados por el enamoramiento, como

un ro heraclitiano, contina fluyendo, viejas y nuevas aguas, siempre otras,

siempre las mismas.

***

Zaratustra y el enamoramiento


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Nietzsche y Lou Andreas-Salom, por Grau Santos

Ahora voy a contar algo de la historia del enamoramiento de Nietzsche por

Lou Andreas Salom y sus conexiones conAs habl Zaratustra:

As habl Zaratustra es un poema enamorado, nunca un duelo. Una lectura

apasionada descubrir los enigmas del enamoramiento que Nietzsche explora en

s mismo e iluminar, para todos, ese misterio de ser y estar enamorados (21).

Eso fue lo que encontr en un juego de lecturas ldicas, abductivas (22), por

medio de las cuales quera averiguar las consecuencias y efectos que el

enamoramiento de Friedrich Nietzsche por Lou Andreas Salom, en el verano de

1882, pudo significar para su vida y su obra, mxime tratndose de un hombre

que siempre se supo y se manifest: "humano, demasiado humano" y sabiendo

que fue a ella a quien quiso regalar y con quien nicamente comparti y discuti

su pensamiento del "eterno retorno" y su "filosofa del futuro":

"Decid en Orta darle a conocer a usted, la primera, toda mi filosofa.Ah! no tiene idea de que decisin fue aquella: crea que no se podahacer mayor regalo a alguien".

"[...]Estuve inclinado a considerarla como la visin y aparicin de un

ideal sobre la tierra. Lo not? veo muy mal" (23).

En esas averiguaciones descubr una serie de datos, sucesos y elementos de las

vidas y de los escritos de Friedrich Nietzsche y de Lou Andreas Salom que se

conectaban, se correspondan y se relacionaban, para converger, trasponerse yculminar, de forma primordial, proteica y necesaria, en la escritura de la primera

parte deAs habl Zaratustra, entre el 1 y el 10 de febrero de 1883. Y, luego, en

la escritura de las otras tres partes (24), as como en Ecce homo y otras de sus

obras.


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Esto me llev a concluir que, de no haber sido por ese enamoramiento, toda

esta historia s hubiera resultado ser un chisme, frvolo, pueril e irrelevante en la

vida y para la obra de Friedrich Nietzsche.

O que pudo haber sucedido cualquier otra cosa, como lo sugiere su bigrafo

Curt Paul Janz:

"Un xito en la relacin amorosa con Lou hubiera significado paraNietzsche la ltima oportunidad para volver a encontrar el caminohacia las personas; como le fue negado, ello lo volvi a encerrardefinitivamente ya en su desesperanzada y amarga soledad" (25).

O no haber sido, si se lo interpreta con una mujer filsofa, Mara Zambrano.

Ella que crea en el poder "aquietador" del amor domstico en contraposicin al

"furor" proftico del enamoramiento y que la mujer es "estrella fija", "creadora

de orden", en la vida del hombre:

"(...) Nietzsche destruy su vida al no haber podido alcanzar forma:Dionisios perdido en el mundo occidental que no supo, como la

antigua Grecia, desnudarle, poner de manifiesto su figura.

Esto aclara el gesto oscuro del destino, poniendo frente a Nietzsche,en sus treinta y ocho aos de varn que ya no puede seguir esperando,una mujer. Una mujer, nica fuerza capaz de encantar su espritu yencerrarlo en los lmites de la forma. Nietzsche, mpetu sin fin de vida,necesitaba de la gracia luminosa que detuviera su desesperada carrera,que encantara su ambicin demonaca, que hiciera al fin descansar al

judo errante. Mas, es entonces ella, Lou Andreas Salom, la que no puede detenerse. Tremendo destino es para una mujer no poderdetenerse, no aceptar a elevar su feminidad a norma luminosa,aquietadora y alentadora de la vida de un hombre!

Pero entonces, al no poder detenerse, debi alejarse. Quizs slo elamor lejano, no gozado, inasequible, sea el nico que sabe.

(...)(Lou) Pas tangente a la vida de Nietzsche, como estrella errante en


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la noche de aquel agosto, preludio de un otoo inexorable, la que pudoser, con slo lejana, la estrella fija de su vivir. Si es algo la mujer en lavida de un hombre como Nietzsche -quizs, de todo hombre- es

creadora de orden. Ordenar graciosamente la barbarie de los instintos,la selva del sentimiento, la contradiccin de los anhelos, fue la misinque declin Lou Andreas Salom frente al Dionisios germnico. Singenerosidad para penetrar en el crculo de su vida, y sin vocacin paracolocarse de un salto arriba, alta, quieta, lejana" (26).

Por ello y por trgica fortuna, es necesario agradecer al dios del

enamoramiento, porque de lo contrario ni Zaratustra ni lo que le sigui, hubieran

existido tal y como son.

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As habl Zaratustra es esa obra "a imagen y semejanza" de lo que era

Nietzsche al momento de su enamoramiento: un hombre, un "ser en verdad

mejor que los hombres ordinarios", segn la definicin de Giordano Bruno para

el "furioso heroico" (27).

Los enamoramientos y renacimientos de Nietzsche son una y la misma cosa:supremos, csmicos y cataclsmicos y, su enamoramiento por Lou, fue la aurora

que anuncia Zaratustra.

Quien de verdad haya ledo As habl Zaratustra, debi sentir que en aquel

poema, junto con los asuntos filosficos, tambin subsiste un trgico lamento

enamorado que no soy el nico en conectar con el enamoramiento que por Lou

Andreas Salom canta Nietzsche:

"Es de noche: ahora se despiertan todas las canciones de losamantes. Y tambin mi alma es la cancin de un amante" (As habl

Zaratustra: La cancin de la noche).

Lo que despus explica enEcce Homo:


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8 / "Nada igual se ha compuesto nunca, ni sentido nunca, ni sufridonunca: as sufre un dios, un Dionisios. La respuesta a este ditirambodel aislamiento solar en la luz sera Ariadna... Quin sabe, excepto yo,

qu es Ariadna! De todos estos enigmas nadie tuvo hasta ahora lasolucin, dudo que alguien viera siquiera aqu nunca enigmas. -Zaratustra define en una ocasin su tarea es tambin la ma con talrigor que no podemos equivocarnos sobre el sentido: dice s hastallegar a la justificacin, hasta llegar incluso a la redencin de todo lo

pasado" (Ecce Homo,As habl Zaratustra. Un libro para todos y paranadie, 7-8.).

Nietzsche intuy con clarividencia y certidumbre que el enamoramiento era un

proceso natural de transformacin, de renacimiento. Eso es lo que conhermetismo desvela enAs habl Zaratustra.

El enamoramiento de Nietzsche por Lou se le revel como se revela todo

enamoramiento, en una hierofana (28), en un destello csmico:

"De qu estrellas venimos y hemos cado para encontrarnos aqu?"(Lou Andreas Salom, Mirada retrospectiva, D. pp.76-77).

Destello del que nace el solar y luminoso Zaratustra del aforismo 342 de laGaya ciencia y que, como todo evento csmico, es momento de destruccin y

construccin:As habl Zaratustra:

Bendceme, pues, ojo impasible, capaz de contemplar sin envidiaincluso una felicidad excesiva! Bendice esta copa ansiosa dedesbordarse y de derramar su dorada agua para que lleve por doquierel reflejo de tus delicias! Mira esta copa que anhela volver a vaciarse;

mira a Zaratustra, que quiere volver a ser hombre!". (Gaya ciencia,aforismo 342).

De ese instante en adelante, el enamoramiento de Nietzsche debe explorarse y

descubrirse en sus palabras hermticas, esas con las que se cuenta, se conecta y

se ahonda en lo oculto de una historia contada, pero no desvelada.


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Nietzsche emplea la expresin blando csped y su trasposicin como verde

prado, para referirse a los ambiguos y hermticos aspectos de su enamoramiento:

lo sagrado, lo ertico, lo heroico, lo trgico, lo cmico. No es la nica expresin,pero s muy significativa.

La misma expresin es utilizada en otros apartes de As habl Zaratustra: De

las ctedras de la virtud, I; La cancin del baile, II; De los apstatas, III; y La

otra cancin del baile, III. Las que citar a continuacin con la respectiva

conexin a cada uno de los aspectos que ya atribu al enamoramiento.

La primera vez y en la plenitud de su enamoramiento por Lou, ese verde prado

es ertico: ltimo aforismo de la Gaya ciencia:

"No estamos en medio de una esplendorosa maana y sobre unverde prado y tierno que invita a bailar sobre l? Hubo alguna vez unmomento ms favorable para estar alegres? Quin nos cantar unacancin tan soleada, liviana y delicada que no espante a las cigarras,sino que las invite a cantar y a bailar con nosotros?" (Gaya ciencia,

aforismo 383).Siguiendo las claves, ser ese verde prado el escenario sagrado en el que el

hroe agonizar lo ertico, lo heroico, lo trgico y lo cmico, de su

enamoramiento.

En el desasosiego, previo al estallido del enamoramiento, el futuro enamorado

busca un verde prado:

"La cancin del baileUn atardecer caminaba Zaratustra con sus discpulos por el bosque; y

estando buscando una fuente he aqu que lleg a un verde prado aquien rboles y malezas silenciosamente rodeaban: en l bailaban,unas con otras, unas muchachas" (Z, II, 166).


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En De las ctedras de la virtud, traspuesto en sagrado, ese verde prado se

corresponde con el islote de San Giulio y Monte Sacro (29) -o, montaa de

Venus?-. Aquel primer paseo a solas en el que Lou no recuerda si se besaron. Esindudable que si se besaron. Es la conexin romntica. Ese beso debi tener el

"poder mgico" de los besos de los habitantes de "la montaa de Venus" que

enajenan a quienes ellos besan, tal lo ocurrido a Nietzsche (30).

Verde prado sagrado que se conecta y corresponde con aquellos "crepsculos"

de los tiempos sagrados, heroicos y felices del enamoramiento en Tautenburg y

deEl libro del nido de Stibbe (31):

"Para m el mejor pastor ser siempre aquel que lleva sus ovejas alprado ms verde esto se aviene con el buen dormir" (Z, I, p. 57).

Luego, de verde prado sagrado, se traspone en trgico:

"De los apstatas"1 / Ay, ya est marchito y gris todo lo que hace un momento estaba

an verde y multicolor en este prado? Y cunta mielde esperanza heextrado yo de ah para llevarla a mis colmenas!" (Z, III, p. 256).

Es trgico porque ese es el verde prado de mieles y colmenas que va a

corresponderse con lapradera intacta, elprado virgen y la abeja primaveraldel

trgico enamoramiento de Fedra por Hiplito:

"HIPLITO: - A ti, oh diosa, te traigo, despus de haberla adornado,esta corona trenzada con flores de unapradera intacta, en la cual ni el

pastor tiene por digno apacentar sus rebaos, ni nunca penetr elhierro; slo la abeja primaveralrecorre esteprado virgen. La diosa delPudor lo cultiva con roco de los ros" (Eurpides ,Hiplito, v. 75 y 76)(32) .

Hiplito, hijastro de Fedra, enajenado de Artemisa, es extrao a los asuntos de

Amor y Eros. Fedra, enamorada y rechazada, lo acusa de intentar violarla.


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Hiplito es castigado con la muerte y Fedra, arrepentida y para recuperar el

honor real, se quita la vida.

Y del motivo trgico, al motivo cmico y ertico: la llanura y el verde prado

y el poleo de la beocia enLisstrata de Aristfanes (v. 87 y 88):

"LISSTRATA. S, por Zeus, muy de Beocia: menuda llanura tiene!

(Beocia se conoca como una llanura de gran fertilidad. Se utiliza aquedon con un doble significado de llanura y delsexo de la mujer).

CLEONICE. S, por Zeus, y se ha depilado muy elegantemente elpoleo.

(El poleo entendido como mala hierba en la llanura, aludiendo al vellopbico de la beocia).

Y, tambin, el "prado"(t pedon) es la parte externa del sexo femenino; el

"poleo" (blch) alude al monte de Venus; la depilacin, por lo dems, era

comn entre las atenienses de la poca.

Algunos traductores y, posiblemente, Nietzsche entre ellos, traducen edon y t

pedon como blando cspedo verde prado, en lugar de llanura.

Eros, hroe, tragedia y comedia en escena. Nietzsche dijo, con frase de Lou,

que aquella comunidad que integraran, junto con Paul Re, que ellos estaban

"ms all del bien y del mal":

"Ms all del bien y del mal hemos encontrado nuestro islote ynuestro verde prado - nosotros dos solos! Ya por ello tenemos que serbuenos el uno para el otro!" (Z, III, p. 316).

Y en ese verde prado se presiente, adems de la desnuda beocia de Aristfanes

enLisstrata, a aquella otra beocia: Corina, la poeta (33):


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"Y nos miramos uno a otro y contemplamos el verde prado, sobre elcual empezaba a correr el fresco atardecer, y lloramos juntos. -Entonces, sin embargo, me fue la vida ms querida que lo que nunca

me lo ha sido toda mi sabidura" (Z, III, p. 317).As como he conectado ese verde prado con el trgicoHiplito de Eurpides y

as como otros estudiosos lo han referido a muchas otras fuentes, sagradas y

profanas, me parece necesaria esta conexin ertico-cmica con Lisstrata de

Aristfanes, porque, en algunos de los ambiguos contextos en los cuales

Nietzsche emplea la expresin verde prado, estas se prestan para ser entendidas

como las especficas referencias sexualizadas que, igual que Aristfanes,Nietzsche hace, unas veces con emocin ertica y otras con irona burlesca y

satrica, lo cual se corresponde, como anillo al dedo, con el contexto de los

estados anmicos de gozo e ira que le provocan el enamoramiento y el posterior

rompimiento con Lou.

Y, por supuesto, como cualquier enamorado rechazado, Nietzsche,

irnicamente, desahoga su despecho con el misgino Eurpides del que ironizaAristfanes:

"EL CORIFEO. No hay poeta ms sabio que Eurpides, puesninguna criatura es tan desvergonzada como las mujeres" (Lisstrata, v.369).

Y que Zaratustra asume:

Vas con mujeres? No olvides el ltigo! (Z., I,De viejecillas y dejovencillas) .

***

Aos despus, en la desazn y el olvido: lo trgico y lo cmico del

enamoramiento, Nietzsche satirizar, en Ms all del bien y el mal, a aquellos


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que buscan en aquel verde prado el poder "aquietador" del amor domstico que

receta Mara Zambrano:

Aforismo 44"A lo que ellos (los filsofos nuevos) querran aspirar con todas sus

fuerzas es a la universal y verde felicidad-prado del rebao, llena deseguridad, libre de peligro, repleta de bienestar y de facilidad de vivir

para todo el mundo".

Aforismo 206:"(...) el hombre cientfico tiene laboriosidad, paciencia para ocupar

su sitio en la fila, regularidad y mesura en sus capacidades y

necesidades, tiene el instinto para reconocer cules son sus iguales yqu es lo que sus iguales necesitan, por ejemplo aquella dosis deindependencia y de prado verde sin la cual no hay tranquilidad en eltrabajo".

***

Ese es el enamoramiento, que no duelo, del que Nietzsche, adems de sus

pasmosas propuestas filosficas, escribi de manera potica, proftica y

hermtica, primero, enAs habl Zaratustra y luego en su obra autobiogrfica,Ecce homo, en las que explora su propio proceso vital, existencial e intelectual,

as como al mismo Zaratustra enamorado.

En fin, conocer del enamoramiento es gozo para el Lector Ludi que juega a

revelar el indevelable misterio de sus verdes prados.

Ese jugar del que escribi el romntico Friedrich Schiller:

"Expresado con toda brevedad, el hombre slo juega cuando eshombre en el pleno sentido de la palabra, y slo es enteramentehombre cuando juega" (34).


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NOTAS(1) Ivn Rodrigo Garca Palacios, Sin la lectura... Quin soy yo?:

http://alegrialectura.blogspot.com/(2) El tema de Aristteles sometido y cabalgado por la hetaira atenienseHerpyllis, fue motivo para un buen nmero de artistas de la Alta Edad Media y latemprana modernidad, entre ellos Hans Baldung Grien, Lucas van Leyden,Alberto Durero, Lucas Cranach El viejo (1472-1553), Jan de Beer (1450-1536),Hans Burgkmair El viejo (1519), Hans Holbein El joven (1522), Hans Brosamer(1520-1551), Wenzel von Olmtz (1485-1500).

Tambin existe una versin de ese motivo realizada por Oskar Kokoschka en1913 y tituladaAristteles y Herpyllis:

Ver: marinni.livejournal.com/435140.html

(3) Peter Sloterdijk, Critica de la razn cnica, Siruela, 2003, ps. 380 a 382.(4) Ivn Rodrigo Garca Palacios, Ensayos de un lector ludi: Nietzscheenamorado:

http://ivanrodrigogarciapalacios.blogspot.com/---- Ivn Rodrigo Garca Palacios,Zaratustra, mi hijo:http://nietzsche-louandreas.blogspot.com/


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(5) Ivn Rodrigo Garca,El enamoramiento:http://enamoramientoyevolucion.blogspot.com/

(6) Antonio Damasio,En busca de Spinoza. Neurobiloga de la emocin y lossentimientos, Crtica, Drakontos, Barcelona, 2009, p. 34.

(7) Ernst Cassirer,Rouseau, Kant, Goethe. Filosofa y cultura en la Europa delSiglo de las Luces. Fondo de Cultura Econmica, Madrid, 2007, p. 178. La citade Rouseau corresponde a Confesiones.

(8) Hans-Georg Gadamer, Poema y dilogo. Ensayos sobre los poetasalemanes ms significativos del siglo XX, Gedisa, Barcelona, 1993, p. 41.

(9) Rdiger Safranski, Romanticismo, Una odisea del espritu alemn,Tusquets, 2009, p. 104.

(10) Joseph Frank, Dostoievski, III, La secuela de la liberacin 1860-1865, Fondo deCultura Econmica, Mxico, 1993, pp. 319-354.

(11) Joseph Frank, Dostoievski, VI, Los aos milagrosos, 1865-1871, Fondo deCultura Econmica, Mxico, 1997, p. 164.

(12) Fidor Mijilovich Dostoievski, Crimen y castigo, Edimat, Madrid, 2000,p. 411.

(13) Fidor Mijilovich Dostoievski, Crimen y castigo..., p. 413.(14) Fidor Mijilovich Dostoievski, Crimen y castigo..., p. 413.(15) Rdiger Safranski, Un maestro de Alemania. Martn Heidegger y su

tiempo, Tusquets, Barcelona, 1997, pp. 170 y 174.Ver tambin:-- Elzbieta Ettinger,Hannah Arendt y Martn Heidegger, Tusquets, Barcelona,

1996.-- Alois Prinz, La filosofa como profesin o el amor al mundo. La vida de

Hannah Arendt, Herder. Barcelona, 2001.(16) Ivn Rodrigo Garca Palacios,Las mujeres novela, de Franz Kafka:http://lectorludi.blogspot.com/(17) Daniel Desmarquest, Kafka y las muchachas, Editorial Edaf, Madrid,

2002, p. 24.(18) Marcel Reich-Ranicki, Siete precursores escritores del siglo XX,

Kafka, ..., Galaxia Gutenberg/Crculo de Lectores, Barcelona, p. 211.(19) Ivn Rodrigo Garca Palacios, Nietzsche y Kafka, Lectores Ludi de

Dostoievski:http://ivanrodrigogarciapalacios.blogspot.com/


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(20) Marcel Reich-Ranicki, Siete precursores. Escritores del siglo XX, ThomasMann..., Galaxia Guttenberg/Crculo de Lectores, Barcelona, p. 102.

(21) Ivn Rodrigo Garca,El enamoramiento:

http://enamoramientoyevolucion.blogspot.com/

(22) Cita tomada de: Carlos Rincn, Garca Mrquez, Hawthorne,Shakespeare, De la Vega & Co. Unltd., Serie La Granada Entreabierta, 86,Instituto Caro y Cuervo, Santa Fe de Bogot / 1999:

"Racionamiento por abduccin", descubierto por Charles S. Peirce en1879 y que funciona, algo as, como lo explica Carlos Rincn:

"Se trata, segn lea alguna vez en un artculo de Heinz Heckhausen, delcortocircuito, de la chispa que se produce entre dos complejos deimaginacin hasta entonces separados, "por mediacin de un elemento

comn". La complejidad de un concepto -de una imagen- puede as potenciarse, multiplicarse como por arte de magia, al estar puesta encontacto con diferentes contextos".

El tic-tac que escuchaba era quizs el mismo del reloj de Tiffanyolvidado por Charles S. Peirce el 21 de junio de 1879, al llegar a NuevaYork a bordo del "Bristol", y que lo llev a descubrir el razonamiento porabduccin. Mientras la induccin y la deduccin, segn Peirce, nadaagregaran a los datos de la percepcin, la abduccin, dependiente de las"percepciones inconscientes de relaciones entre aspectos del mundo",

sera, segn su notable relato de la prdida y recuperacin del relojolvidado y robado en el "Bristol", la inclinacin a sostenr una hiptesis,con algo de instinto de adivinacin. Segn Thomas A. Sebeok y JeanUmiker-Sebeok, en la yuxtaposicin que hicieron en 1980 de Charles S.Peirce y Sherlok Holmes en su You Know My Method: "todo nuevoconocimiento depende de la construcin de una hiptesis. Sin embargo, ydicho citando la pgina 238 del octavo volumen de los Collected Papersde Peirce: "Al comienzo no parece haber lugar alguno para preguntar qula apoyara, pues del hecho concreto de que se dispone slo se desprendeun tal vez (tal vez s y tal vez no). Hay, sin embargo, una clara tendenciaen direccin a la confirmacin; y la frecuencia con que la hiptesis seestablece como un hecho concreto (...) pertenece a los ms sorprendentesentre los milagros del universo".

(23) Friedrich Nietzsche, Lou van Salome, Paul Re, Documentos de unencuentro, Laertes, Barcelona, 1982, p. 185-186.

Todas las citas a la correspondencia y notas de Nietzsche y Lou Andreas-


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Salom, han sido tomadas de: Friedrich Nietzsche, Lou Andreas-Salom, PaulRe,Documentos de un encuentro, y se identifican con (D y nmero de pgina)en el texto.

Las cartas que Lou Andreas Salom envi a Nietzsche, fueron destruidas porsu hermana Elizabeth. Las nicas que se conservan son estas copias del archivo

personal de Lou.(24) Las otras dos partes del poema fueron escritas, la segunda en Sils-Mara,

entre el 26 de junio y el 6 de julio de 1883. Y, la tercera, entre el 8 y el 20 enerode 1884, en Niza.

Aun cuando las tres partes fueron publicadas por separado, se considera el aode 1884 como el de la conclusin y publicacin. Una cuarta y ltima parte fueescrita en 1885, como primera parte de una nueva obra de tres partes, titulada

Meloda y eternidad, cuyas otras dos partes nunca escribi.Podra ser coincidencia que la escritura de la segunda y la tercera parte de As

habl Zaratustra se correspondiera con la campaa de venganza que contra Louy Paul Re desataron Nietzsche y su hermana. La escritura de la cuarta parte secorresponde con la lectura de Nietzsche al primer libro de Lou, la semi-novela,

En la lucha por Dios, publicado en 1884.(25) Curt Paul Janz,Friedrich Nietzsche. 3. Los diez aos del filsofo errante

(Primavera de 1879 hasta diciembre de 1888), Alianza, Madrid, 1985, p. 120.(26) Mara Zambrano, Hacia un saber sobre el alma, Alianza, Madrid, 1987,

pp. 157-158.(27) Giordano Bruno,Los heroicos furores, Tecnos, Madrid, 1987, pp. 56-57.

"TANSILLO: Se suponen, y de hecho existen, varias especies defurores, todas las cuales se reducen a dos gneros: los unos manifiestannicamente ceguera, estupidez e mpetu irracional, tendiendo a lainsensatez ferina; consisten los otros en cierta divina abstraccin por lacual algunos alcanzan a ser en verdad mejores que los hombres ordinarios.Y estos son a su vez de dos especies, pues ciertos individuos, al haberseconvertido en habitculo de dioses o espritus divinos, dicen y obran cosas

admirables de las que ni ellos mismos ni otros entienden la razn (...).Otros, por estar avezados o ser ms capaces para la contemplacin y porestar naturalmente dotados de un espritu lcido e intelectivo, a partir deun estmulo interno y del natural fervor suscitado por el amor a ladivinidad, a la justicia, a la verdad, a la gloria, agudizan los sentidos pormedio del fuego del deseo y el hlito de la intencin y, con el aliento de lacogitativa facultad, encienden la luz racional, con la cual ven ms all de


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lo ordinario; y estos no vienen al fin a hablar y obrar como receptculos einstrumentos, sino como principales artfices y eficientes".

(28) Mircea Eliade,El chamanismo y las tcnicas arcaicas del xtasis, Fondo

de Cultura Econmica, Mxico, 1986.(29) La versin, ms amplia y detallada de los eventos que rodean "El secreto

de Monte Sacro", la ofrece el esposo de Lou, H. F. Peters, en la biografatitulada: Mi hermana, mi esposa, la vida de Lou Andreas-Salom, Plaza & Jans,Barcelona, 1980, pp. 94, 95, 96:

El episodio de Monte Sacro se sucede, a finales de abril de 1882, luego de lapropuesta que Nietzsche les hace a Paul Re, Lou y a la madre de esta, pararealizar una excursin a Orta, la que ellos no tenan prevista en su itinerario:

"Lou se mostr de acuerdo con la idea de la excursin, por lo que, a

primeros das de mayo, los cuatro se encontraban en el pueblecito de Orta,situado en una pequea pennsula de la orilla oriental del lago, frente a laisla de San Giulio. Inmediatamente a su espalda se alza una colina de unoscien metros de altura, cubierta de bosques, consagrada a san Francisco yque lleva el nombre de Monte Sacro, debido a las numerosas capillasvotivas que hay en sus laderas. Vetustos edificios, iglesias y monasteriosaniman el paisaje, y pequeas aldeas se arraciman en las rocosas orillas dellago".

Es, hacia esa isla y la clebre baslica del lugar, a donde se dirigen los cuatro

excursionistas. Y, contina H. F. Peters:"El piadoso encanto de San Giulio no desconcert a Lou Andreas-Salom. Ella era una buena creyente; para ella, todo aquello no era msque la prueba de la omnipotente presencia de Dios. Re, por el contrario,que ni crea ni quera creer, se senta irritado por aquel ambiente dedevocin que pareca inmune a su burlona irona. Slo tena un deseo:abandonar Orta lo antes posible; pero no consigui realizarlo, pues Lou y

Nietzsche estaban plenamente cautivados por la magia del lugar. Ambosiban en busca de una nueva fe -y ste es el secreto de su afinidad-, una feque les confirmara la grandeza de la vida y el deleite que proporciona a lossentidos. Era sta la respuesta a su pregunta: la conjuncin de la belleza yla santidad? Era la vida divina, en tanto que fenmeno esttico? Al volvera Orta, Nietzsche y Lou decidieron continuar la peregrinacin y visitar lascapillas de Monte Sacro. La madre de Lou y Paul Re pretextaroncansancio y dijeron que los esperaran en la orilla. Entonces, se le ofreci a

Nietzsche la gran oportunidad: por primera vez, estaba a solas con Lou".


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"Nadie sabe lo que ocurri durante aquel paseo, ya que no hubo testigos.Que ocurri algo, es indudable, a juzgar por los errores y extravossubsiguientes. Dice Lou en sus Memorias, que Monte Sacro debi

cautivarla, por lo menos, a causa de un inesperado enfado de mi madre,tuve que advertir que Nietzsche y yo estuvimos demasiado tiempo enMonte Sacro, lo cual tambin observ de muy mal talante Paul Re, queestaba hacindole compaa".

"El tiempo que permanecieron Lou y Nietzsche en Monte Sacro, debiser mucho ms del prudente, y dice Peters: Hasta ahora, se ha supuestoque se quedaron para ver la puesta del sol sobre Santa Rosa. Pero desdeMonte Sacro no se divisa Santa Rosa; la razn debe ser otra. Es posibleque el ambiente y el hallarse a solas por primera vez acentuara su ntima

afinidad y, enfrascados en su conversacin, no se dieron cuenta de quepasaba el tiempo. Pero si fue ste de verdad el nico motivo de su retraso,por qu dijo Lou a Ernst Pfeiffer, el amigo a quien trat en los ltimosaos de su vida: "Si bes a Nietzsche en Monte Sacro? Ya no lo s".

"Y a qu se refera Nietzsche al decir, aludiendo a aquel paseo: "Elsueo ms maravilloso de mi vida, lo debo a usted?".

"Y, por fin, por qu escribi Re, meses despus, en una carta a Lou?:"A propsito, sigo estando algo celoso, y se comprende. Qu actitud, quentonacin, qu visin asocias al nombre de Monte Sacro? Por questim necesario otorgarle una grandiosa absolucin general?". Quhaba, pues, hecho Lou?".

(30) Aqu, indudablemente, se conectan y corresponden los mitos de los primitivos romnticos: Ludwig Tieck, Tannhuser y, con posterioridad, deWagner, Tannhuser, Nibelungos, como puede abducirse de lo que escribeRdiger Safranski, Romanticismo. Una odisea del espritu alemn, Tusquets,Barcelona, 2009, p. 94:

"El relato de Tieck sobre los atractivos de la montaa de Venus seconvirti en una cantera para posteriores elaboraciones, sobre todo la deWagner. Pero ante todo, Tieck ha continuado un motivo presente en Elrubio Eckbert, a saber, la experiencia de que hay secretos que es mejordejar "perdidos en la noche". En Tannhuser el secreto se refiere alembrujo peligroso cuando se unen el arte y el erotismo. Hay instantesextticos a los que no se sobrevive porque despus la vida cotidiana sehace ya insoportable. A este respecto Nietzsche usar la expresin"cumbres de arrobamiento". Tannhuser, segn la redaccin de Tieck,intenta contar este asunto a su amigo Friedrich. Hace una pausa y besa al


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amigo. A la maana siguiente su mujer est muerta y Tannhuser hadesaparecido. Pero aquel beso ha dejado a Friedrich fuera de s:

"Corri a escapar con incomprensible prisa, para buscar la montaa

mgica y a Tannhuser, y desde entonces no lo volvieron a ver. La gentedeca que quien recibe un beso de alguien de la montaa es presa de unaatraccin irresistible, que con poder mgico lo arrastra los abismossubterrneos".

(31) Friedrich Nietzsche, Lou van Salome, Paul Re, Documentos de unencuentro..., pp. 130 y 298.

(32) Eurpides,Hiplito, Gredos, Madird, 1991, v. 75 y 76, p. 328.(33) Curt Paul Janz, Friedrich Nietzsche. 2. Los diez aos de Basilea, (1869-

1879), Alianza, Madrid, 1981, p. 98 a 100:

"En el fragmento sobre Empdocles, Nietzsche, cita muy especialmentelas leyendas sobre la autodivinizacin de Empdocles y su muerte en elEtna, leyendas que ya el tiempo ilustrado de Digenes Laercio narra slocomo curiosidad. Separndose completamente de la tradicin y yendomucho ms all de los lmites de la elaboracin del tema, tal como seencuentra en el fragmento de Hlderlin (en relacin a cuyo Empdocles,extraamente, no puede encontrarse referencia alguna), da por compaeraa su Empdocles, junto a su amado Pausanias, que tambin le reconocenDigenes Laercio y Hlderlin, a una tal "Corina". Existe una Corina

histrica, fue una poetisa beocia que vino a Tesalia y segn la leyendahabra sido maestra de Pndaro y le habra vencido en una competicinpotica. En cualquier caso se trataba de una mujer altamente intelectual.

Y con ello comienza la simblica personal que habra de acompaar aNietzsche toda la vida, incluso hasta en la locura. Empdocles se conviertems tarde en Dionisos, Corina en Ariadna. Empdocles es un disfraz de smismo, y bajo Corina / Ariadna habra que suponer ya ahora, en el otoode 1870, a Csima".

(34) Friedrich Schiller, Cartas sobre la educacin esttica del hombre, carta

decimoquinta. Citado por Rdiger Safranski, El Romanticismo. Una odisea delespritu alemn, Tusquets, Barcelona, 2009, p. 42.

3-LOS FILÓSOFOS ENAMORADOS

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