29 Domingo Ordinario C - Perseverar en la oración

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Perseverar en la oración ¿… encontrará fe en esta tierra?

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Perseverar en la oración¿… encontrará fe en esta tierra?

Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía acudir a él: Hazme justicia frente a mi adversario. El juez por algún tiempo se negó, pero después dijo: Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando le hará justicia…Lc 18, 1-8.

La comunicación con Dios es constante en la

vida de Jesús. En los momentos clave

de su vida, se retira a orar.

Jesús enseña a sus discípulos la

importancia de perseverar en la

oración sin desfallecer, como la viuda de la

parábola.

La oración para el cristiano es como el respirar: sin el oxígeno espiritual que viene de Dios nos faltará vida interior.

Rezar debería ser parte de nuestra vida cotidiana, como dormir, comer o trabajar.

Rezamos cuando tenemos una necesidad urgente. Nuestra plegaria se vuelve apresurada e impaciente, a veces desesperada. Pero si la oración forma parte de nuestro ritmo vital se convertirá en un encuentro amoroso con Aquel que nos ama, y será sincera

y auténtica.

Como en los matrimonios, la oración diaria, constante, acrecienta el amor y la comunicación, íntima y confiada.

La oración alimenta la fe y esta nutre la oración.

El clamor de la viuda es el grito de los pobres que piden justicia.

La justicia no es una limosna para acallar las voces que claman.

Es una obligación y un derecho: todo ser humano ha de vivir con dignidad.

Pensemos cuán injusto resulta que se destine tanto dinero al armamento, o a investigar el

espacio exterior, y tan poco en paliar el hambre, o en la educación, en la lucha contra la pobreza y la

indigencia.

Algunas cifras…En 2012 se gastaron 1 738 billones de dólares en armamento en todo el mundo.La FAO estimó que erradicar el hambre en el mundo costaría 44 000 millones de dólares, 40 veces menos.Este fue el coste de los JJOO de Pequín.O el coste de un día de la guerra en Iraq.¿Podemos quedarnos impasibles ante estas cifras?

El progreso comienza en el crecimiento personal del ser humano, y es aquí donde hay que invertir.

Mientras haya pobres, la democracia y las sociedades del bienestar estarán fracasando.

Jesús pronuncia esa frase terrible: cuando vuelva, ¿encontrará fe en la tierra?

¿Encontrará grandes monumentos a la vanidad y empresas destinadas al enriquecimiento de

unos pocos, insaciables?¿O encontrará gente buena que ha descubierto

que más allá de tener importa el amar?

29º Domingo Tiempo Ordinario – Ciclo CTextos: Joaquín Iglesias Aranda.